Capítulo 12 Una Historia de Encuentros con el Gran Dragón
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Capítulo 12 Una Historia de Encuentros con el Gran Dragón
CAZANDO AL GRAN DRAGÓN Muerte de la Teoría de los Gases de Invernadero Redefinición de la Establecida Ciencia del Clima www.slayingtheskydragon.com 1|Page Este libro está dedicado a Ernst-Georg Beck y a todos los que comparten estas opiniones en todo el mundo. Los reconocimientos personales de los autores pueden leerse al final del libro. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en forma alguna y por medio alguno, ya sea electrónico o mecánico, incluyendo el fotocopiado, la grabación o mediante alguna forma de almacenamiento de información o sistema alguno de recuperación de información, sin el expreso consentimiento por escrito del editor. Traducción al Castellano por Biól. Nasif Nahle Sabag Título original en inglés: SLAYING THE SKYDRAGON-Death of the Greenhouse Gas Theory Copyright © Sky Dragon Slayers 2011 ALL RIGHTS RESERVED First Edition January 2011 ISBN 978 0 9827734 0 6 2|Page ÍNDICE DE CAPÍTULOS Tim Ball Análisis del Alarmismo Climático – Primera Parte 6 Alan Siddons Punto Débil del Modelo de Irradiación Constante 8 Geometría Básica 13 El Impacto de una Atmósfera 17 La Madre de Todos los Promedios 24 Enseñanzas de una Vela 41 ¿Qué es una Temperatura Promedio? 44 Una Larga Lista de Conceptos Erróneos 46 Examinando la Teoría del Invernadero 53 ¿POR QUÉ? 58 Tim Ball Análisis de la Alarma Climática – Segunda Parte 60 Martin Hertzberg Historia de Encuentros con el Gran Dragón 105 Hans Schreuder El Panorama Global 120 El Sol calienta a la Tierra, la Tierra calienta a la Atmósfera 127 Limpiando de Culpas al Dióxido de Carbono 132 No Estamos Solos 143 Joe Olson El Clima y la Conexión Geo-Nuclear 151 Claes Johnson Termodinámica del Clima 165 Radiación de Cuerpo Negro Computacional 178 Charles Anderson ¿Calientan o Enfrían a la Tierra Los Gases Absorbentes de Radiación Infrarroja? 199 John O’Sullivan 3|Page Derrumbe Legal de la Falsa Alarma Climática 215 Biografías y Reconocimientos de los Autores 226 4|Page Declaración de Responsabilidades Los autores de este libro no recibieron forma alguna de financiamiento de agencias gubernamentales o corporaciones privadas y las opiniones expresadas aquí son enteramente de ellos. 5|Page Capítulo 1 Análisis del Alarmismo Climático—Parte 1 Por Tim Ball Introducción LA SUPOSICIÓN MÁS FUNDAMENTAL en la teoría sobre el calentamiento global y el cambio climático causado por el CO2 emitido por los seres humanos es que un incremento de CO2 causará un incremento en la temperatura. El problema es que en todos los registros, de cualquier duración y durante cualquier período en la historia de la Tierra, se produce exactamente la correlación opuesta: el incremento de la temperatura precede al incremento del CO2. A pesar de ello, un engaño masivo se desarrolló y continúa divulgándose. ¿Cómo es posible que el engaño masivo del calentamiento global inducido por los humanos pueda eludir a los métodos científicos, normalmente rigurosos? ¿Por qué sigue sobreviviendo? ¿Quién orquestó la ciencia y la política? ¿Cuál fue la motivación? Dos factores principales explican cómo las gentes del Calentamiento Global Antropogénico (AGW por sus siglas en inglés) llegaron tan lejos con este engaño masivo. El primero de esos factores es la explotación del miedo. La venida del fin del mundo en solamente unos pocos años se convirtió en el mantra de todos, desde el Secretario de las Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-Moon, hasta el Príncipe Carlos de Inglaterra. La segunda fue la explotación de la falta de conocimiento o comprensión de la ciencia por parte de la gente. Esto último es explotado más fácilmente a causa de la distribución de gente que entiende sobre ciencias y de aquellos que no tienen la más mínima idea pero que, a menudo, se sienten orgullosos de ello. Después de veinticinco años de enseñar un curso con créditos sobre ciencia para estudiantes de Artes, mi experiencia fue que el ochenta por ciento de los estudiantes universitarios evitaron los cursos de ciencia, en tanto que los que los tomaron fue de un veinte por ciento. Menos del uno por ciento se adaptó y tuvo logros en ambos. Curiosamente, este porcentaje se incrementó cuando más mujeres se introdujeron en las ciencias. El desafío al que se enfrenta alguien que trata de contrarrestar a los explotadores, es traer la lógica, la claridad y la comprensión de forma tal que la mayoría de las personas puedan comprenderlo. Usted puede escribir un libro o hacer una película que satisfaga a los científicos, pero una mayoría del público no comprenderá lo que usted diga. Si usted escribe para un público más amplio, los científicos dirán que es simplista. Muchos han enfrentado el desafío con documentales y libros sobre el clima. Martin Durkin enfrentó el desafío de forma encomiable con su documental “The Great Global Warming Swindle” (El Gran Fraude del Calentamiento Global). Un buen libro que mezcló la dicotomía entre el mundo científico 6|Page y el no científico es el de Essex y McKitrick, “Taken by the Storm” (Tomado por la Tormenta, edición revisada), pero muchos dicen que ellos se perdieron. Es un problema que los libros de ciencia enfrentan incluso si están adaptados para el mercado general. ¿Cuántas personas leyeron y entendieron el libro de Stephen Hawking “Una Breve Historia del Tiempo”? Sin embargo fue un best seller masivo. Es un reto al que Scientific American (El Científico Americano) tuvo que enfrentarse, por ser una revista de ciencia para consumo general. Los científicos que leían los artículos fuera de su disciplina los encontraban interesantes, aunque impenetrables. Sin embargo, con un solo artículo sobre su especialidad se daban cuenta de que era demasiado simplista e inadecuado. Como negocio y perdiendo cotizaciones de mercado, los editores de la revista decidieron aumentar las ventas al convertirla en una revista sensacionalista, lo cual incluyó la proclamación de la falsa ciencia del cambio climático. Un desafío importante para la educación es preparar a las personas para el evolutivo mundo dominado por la ciencia y la tecnología. Muchas universidades tienen diferentes combinaciones de cursos “obligatorios”. Estas variables incluyen un crédito en ciencias para estudiantes de Artes o cursos de Ciencias Sociales y Humanidades para todos los estudiantes. Todos los estudiantes deben comprender la ciencia, pero todos los estudiantes de ciencia deben saber la historia de la ciencia, los impactos sociales y, por lo tanto, la responsabilidad que la práctica científica requiere. En su discurso de despedida en 1961, el Presidente Eisenhower anticipó la corrupción de la ciencia del clima de los últimos treinta años al decir lo siguiente: Sin embargo, para mantener la investigación científica y el descubrimiento en términos de respeto, como deberíamos, también debemos estar alerta a la igualdad y oponer el peligro de que las políticas públicas pudieran por sí mismas ser cautivas de una élite científica-tecnológica. Sólo podemos lograr superar el miedo del público en general hacia la ciencia a través de la educación. Después de ello, ellos pueden detectar la explotación, como la practicada por el CRU, el IPCC y los ambientalistas radicales, o al menos entender lo que decía aquel puñado de escépticos que se negaron a ser silenciados. Este libro explica lo que ha sucedido con la ciencia del clima y lo que los escépticos están diciendo. Este texto proporciona una cronología y la importancia de los acontecimientos, examina los temas más importantes, incluyendo las limitaciones de datos, la incompetencia de los modelos computarizados, la falta de entendimiento de los principales sistemas astronómicos, atmosféricos, oceánicos y terrestres, y muestra cómo fueron fraudulentos y manipulados. Finalmente, este libro provee de ejemplos dramáticos, desde el podio de los especialistas, sobre cómo sus disciplinas científicas fueron tergiversadas e inapropiadamente usadas para distorsionar la ciencia del clima. 7|Page Capítulo 2 Lo Básico A partir de cero, Alan Siddons llevará al lector a través de varios pasos necesarios para comprender los principios de la transferencia del calor y para ilustrar que las trazas de gases que retro-irradian energía térmica no pueden hacer que la superficie terrestre sea más cálida que como lo es debido a la energía solar. Punto Débil del Modelo de Irradiación Constante Por Alan Siddons ES IMPORTANTE ENTENDER que los modelos de energía radiante no regulan las condiciones del Sol y la Tierra debido a que estos dos cuerpos celestes realmente existen. Si se utiliza un modelo algo realista, la Tierra sería, en forma natural, más calurosa al mediodía en el ecuador, más fría en los polos, pero además de eso, ¿qué más? ¿La temperatura no estaría cercana al cero absoluto del lado sombreado de la Tierra? Tal problema es difícil de resolver, especialmente teniendo en cuenta que además la Tierra gira sobre su eje, añadiendo así la complicación de la duración de la exposición a los rayos solares versus la retención de calor. Por lo tanto, los modeladores encuentran más fácil de evitar estas dificultades imaginando que la luz del sol tiene igual fuerza sobre todo el planeta. Ellos logran hacer esto mediante la disminución de la potencia de la luz solar a la cuarta parte de su valor real. 8|Page De esta forma, el modelo tiene la misma temperatura dondequiera –más fría que la real en el ecuador, más cálida que la real en los polos, más fría que la real en el lado diurno y más cálida que la real en el lado nocturno. En esta Tierra imaginaria, la temperatura es la misma por dondequiera. Esta es la razón por la cual usted a menudo encontrará que la energía solar incidente sobre la superficie es expresada como 342 watts por metro cuadrado, en vez de los 1368 watts por metro cuadrado que el Sol realmente irradia hacia la Tierra. 342 W es lo que un modelador toma como la energía que incide, toda a la vez, sobre cada metro cuadrado del planeta. Toda a la vez. Mantenga eso en mente. Como el Sol de verano en el Ártico, el Sol de un modelador nunca se oculta. Olvidar esto puede conducirnos a confusión. Dado que el Sol del modelo siempre irradia 342 Watts, un modelo simplificado de la Tierra absorbiendo esta cantidad emite 342 watts de regreso. ¿Implica esto que la tierra “pierde” 342 Watts? No, porque ella está ganando continuamente 342 Watts al mismo tiempo. La emisión no puede ocurrir sin absorción. Efectivamente, un modelo de estado estacionario hace que las dos sean idénticas: un fenómeno simultáneo. Particularmente, ya que hay algunas pérdidas de irradiación en la vida real, el modelo de la Tierra en la que navegamos por el espacio continuamente absorbe y emite alrededor de 240 W en vez de 342 W. Uno podría figurar esta energía como el agua que es bombeada a lo largo de una tubería. El 100% de la energía solar que la Tierra absorbe es emitida continuamente hacia el vacío del espacio, sólo en longitudes de onda infrarrojas. Luego pues, un planeta Tierra de un modelador, nunca llega a ser más frío que el calor que ella obtiene de los 240 Watts por metro cuadrado continuos. ¿Sin embargo, puede llegar a ser más caliente? 9|Page Imagine que existe un tipo de obstrucción “arriba” — de tal forma que la energía solar entra pero que una parte de la energía terrestre no puede salir. Digamos que esa energía que no puede salir es el 50% de la energía total que recibe. Como usted puede ver, 120 Watts terrestres también escapan al espacio, pero los otros 120 son bloqueados. Recuerde, sin embargo, que la propia Tierra se mantiene en 240 porque el Sol siempre brilla. El problema que tenemos ante nosotros es decidir sobre el efecto que podría tener esa obstrucción. Este problema se aborda mejor entendiendo porqué el Sol es capaz de calentar la Tierra en primer lugar. La profundamente simple respuesta es, “porque la Tierra es más fría”. La Tierra está menos energizada que la luz del sol que cae sobre ella. De hecho, si la Tierra fuese un cuerpo auto-luminoso irradiando los mismos 1368 Watts por metro cuadrado que el sol dispara hacia ella, nada ocurriría. Ningún calentamiento se produciría y no habría ninguna transferencia de energía. 1368 y 1368 no se combinarían para calentar la Tierra en un total de 2736 Watts por metro cuadrado. Por el contrario, si la diferencia entre la radiación solar y la radiación de la Tierra fuese cero, el impacto de calentamiento por el Sol sería el mismo. Cero. 10 | P a g e Esto puede parecer sorprendente, pero es la naturaleza de la realidad cotidiana. Por ejemplo, un foco proyecta luz sobre un objeto oscuro lo iluminará, pero si el objeto está brillando lo suficiente por cuenta propia, no hay cambios de iluminación — es decir, no dará como resultado transferencia de energía alguna. El foco no puede hacer que el objeto luminoso sea más brillante porque el foco es incapaz de añadir más energía a la energía existente del objeto. No hay diferencia por superar, y una transferencia de energía solamente puede ocurrir cuando existe una diferencia. Concisamente, la energía radiante no tiene más que una forma de ejercer un efecto: sobre una región de menor energía. Cuando una región posee una cantidad de energía igual o mayor que la de la fuente, la energía de la fuente no puede fluir hacia allí y no puede ejercer un efecto. La energía térmica se debe mover de mayor a menor, de lo más caliente hacia lo más frío. Esto responde a la pregunta de una obstrucción radiante del 50%. La luz no puede transferir su potencia hacia la superficie, elevando milagrosamente a la Tierra a , debido a que la superficie de la Tierra tiene dos veces la energía. Sin una diferencia por superar, la energía no hace diferencia alguna. Por lo tanto, una entrada de calor continuo suministrada, no puede producir calentamiento adicional mediante la adición de una barrera radiante, incluso si ésta bloquea el 100% de la energía saliente. La analogía de la tubería es apta: un obstáculo simplemente detiene el flujo; no puede ampliar la cantidad de energía implicada, es decir, no puede elevar la temperatura. De lo contrario, un rayo de luz podría excitar térmicamente a un cuerpo a cualquier magnitud; un Watt por metro cuadrado podría generar el calor de mil millones de Watts o más. Sólo asegúrese de que el receptor está rodeado por un reflector, y no hay límite para la potencia que usted podría obtener. Usted podría fundir un lingote de acero con una linterna de mano. 11 | P a g e Realmente, sin embargo, la intensidad de la emisión de un objeto es una señal de su temperatura. Enviar esa señal y tenerla de regreso no afecta a la señal. En otras palabras, si la señal emitida por un cuerpo a cien grados es dirigida para volver a él, el cuerpo “Lee” una señal de cien grados, y responde en consecuencia, es decir, su temperatura permanece igual. Esta es la forma de cómo el revestimiento reflejante en un termo ayuda a mantener la temperatura del café caliente dentro del termo. La luz que un objeto emite es una indicación de temperatura. El revestimiento reflectante en un termo sirve para exponer al café caliente a su propia emisión, con lo cual, entonces, se mantiene su temperatura. El doblar la señal del café no amplifica la señal; no lo hace y no puede hacer que el café esté más caliente. Resumiendo, un modelo de Tierra con irradiación-constante no es otra cosa más que un modelo con temperatura constante. Aunque se crea ampliamente que al bloquear su señal de temperatura (su emisión) su temperatura se elevaría, este no es el caso. Un modelo de irradiación-constante es por lo tanto incapaz de demostrar el mecanismo de un efecto de invernadero, aún cuando tal modelo (por ejemplo el modelo de Kiehl y Trenberth) siempre se usa para ilustrar dicho efecto de invernadero. Un modelo de Tierra adecuado tendría que incorporar los factores anteriormente citados: luz solar intensa sobre un lado de la Tierra, y nada de luz solar en el otro, el período de rotación, la retención de calor en el subsuelo, la tasa de liberación del calor retenido... y así, sucesivamente. Sin embargo los factores mencionados podrían también desempeñar un papel. Sólo así, mediante un proceso de eliminación, podría hacerse un argumento válido acerca de algún otro factor que calienta a la Tierra. En su forma actual, el modelo de Tierra que estamos utilizando es inapropiado. 12 | P a g e Capítulo 3 Geometría Básica Por Alan Siddons LO SIGUIENTE DESCRIBE las suposiciones estándar tras las estimaciones de la temperatura planetaria. Si estas suposiciones son válidas, o no lo son, es otro tema que se discute más adelante. Esta representación de una esfera tiene una única fuente de luz y la he dibujado con un ligero menguante (más de la mitad iluminada hacia el observador) con el fin de subrayar su tridimensionalidad. Lo que es observable en esta bola es elemental; sin embargo, es vital para la comprensión de lo que se expone a continuación. En primer lugar, la fuente de luz puede iluminar solamente la mitad de la esfera en cualquier unidad de tiempo. En segundo lugar, la mayor parte de la luz que incide sobre ella cae oblicuamente, solamente para un punto de la superficie cae en forma perpendicular con respecto a la fuente de luz, recibiendo así la máxima cantidad de energía. Un disco bidimensional tiene cuatro veces menos área superficial que una esfera del mismo diámetro. No obstante, perpendicularmente con respecto a un rayo de luz, la superficie plana de un 13 | P a g e disco es capaz de absorber la intensidad completa. En contraste, un hemisferio absorbe la misma cantidad total, pero esa cantidad es dispersada sobre un área más extensa causando su disolución. Y para complicar más el asunto, la Tierra gira sobre su propio eje, lo cual genera otro problema del que no pueden ocuparse los modelos climáticos. Esto tiene un impacto directo sobre la temperatura que las dos superficies pueden alcanzar. Una ecuación de la temperatura de cuerpo negro para el disco es como esta: En donde P es la potencia del rayo incidiendo sobre el disco. Asignémosle un valor de 1000 W/ m2. Entonces, Luego pues, 364.42 Kelvin (91.27° Celsius) es la máxima temperatura que el disco puede alcanzar. Note otra cosa simple: el promedio y el pico de temperaturas sobre el disco son idénticos porque el disco está recibiendo la misma cantidad de energía en cada punto de su área. La ecuación de la temperatura para una esfera requiere de un ajuste. Dado que ya sabemos que la energía radiante se dispersa cuatro veces a causa de su distribución en una superficie mayor, dividimos los 1000 W/m² iniciales por 4. Por tanto, 14 | P a g e Así pues, 257.69 Kelvin (-15.46 ° C) es la temperatura promedio más alta que puede alcanzar el disco. Pero en este caso la media y la temperatura pico no son lo mismo porque la esfera no está recibiendo la misma cantidad de energía en cada lugar de su superficie. Es fundamental entender esta distinción. Solamente un punto de una esfera enfrenta directamente a la energía radiante. Por esa razón, únicamente ese punto puede alcanzar la temperatura de un disco perpendicular. Existe una forma sencilla de cuantificar esta temperatura. Una vez que usted ha determinado la temperatura promedio de la esfera en Kelvin, multiplíquela por la raíz cuadrada de dos. Luego pues, En pocas palabras, la temperatura pico de la esfera y la temperatura del disco son idénticas. Probemos estas ecuaciones en una aplicación de la vida real. Vamos a adoptar la cifra de la NASA de una constante solar de e incidiendo sobre nuestra Luna, una esfera cuyo albedo (reflectancia) es dado como 0.07, por lo tanto, tiene una absortancia del 93%. Por lo que dividimos la irradiación entre cuatro: 342.5, y multiplicamos 342.5 por 0.93 para corregir las pérdidas por reflexión, obteniendo . Por consiguiente, Ahora, para determinar la temperatura pico en esa superficie esférica, multiplicamos los Kelvin promedio por la raíz cuadrada de dos. Alternativamente, tomando solamente en cuenta el pico de temperatura, el resultado sería, 1370 W / m X 0.93 = 1274.10 W / m2 absorbidos. 2 Entonces: Kelvin del disco = La cual es la misma temperatura que la del punto pico de la superficie de la esfera. En la siguiente exposición, citamos cómo la NASA1 maneja el problema: Para planetas rotando lentamente, como Mercurio y la Luna, uno debe tener en cuenta que estos cuerpos celestes reciben energía a través de su área de proyección (disco) y emiten energía, no sobre sus áreas de la superficie esférica completa sino solamente sobre las mismas zonas proyectadas porque la superficie restante se considera demasiado fría como para irradiar una cantidad significativa de 15 | P a g e energía hacia el espacio. Para tales cuerpos celestes, el equilibrio térmico es entonces establecido cuando – (12) y, (13a) O, (13b) En donde, como se expresó previamente, la distancia d del Sol a la Tierra se expresa en UA (Nota del traductor: UA = Unidades Astronómicas). Una comparación de las ecuaciones (10) y (13a) muestra que para planetas rotando lentamente, la temperatura de equilibrio es superior por un factor equivalente a la raíz cuarta de la superficie proyectada (es decir, la proporción del área esférica al área del disco), específicamente, la raíz cuarta de 4. Aplique la ecuación (13a), para d = 1 UA, ε = 1 y A = 0.07, a la Luna para obtener (13c) La cual es la temperatura máxima en el Ecuador lunar al medio día lunar. Tenga en cuenta que en el lado oscuro (durante la noche lunar de 356-hr), la temperatura es de . 1 http://gltrs.grc.nasa.gov/reports/2001/TM-2001-210063.pdf 387 K. NASA obtiene el mismo resultado. Por cierto, ¿observó el anterior término de 394? Esa cifra sería la temperatura Kelvin máxima, si la pérdida de albedo de 0.07 no se tomara en cuenta, como en: Divida esa cantidad por la raíz cuadrada de dos y obtiene la temperatura promedio de una esfera perfectamente absorbente, esto es, 278.78 Kelvin. Resumen Lo anterior describe la supuesta respuesta térmica de una esfera que está absorbiendo energía radiante y comprueba los métodos estándar con ecuaciones de cuerpo negro simplificadas. 16 | P a g e Capítulo 4 El Impacto de una Atmósfera Por Alan Siddons SI LOS CIENTÍFICOS del pasado hubieran sabido que la temperatura de cada planeta con una atmósfera se eleva en proporción directa con la presión atmosférica, ¿supone usted que ellos hubieran llegado a esbozar una teoría que atribuyera el calentamiento a la presencia de trazas de ciertos gases que ocupan menos de uno por ciento de nuestra atmósfera? No, de hecho ellos no hubieran llegado a esa conclusión. Aún así, la hipótesis del calentamiento debido a gases residuales se ha enraizado tan firmemente por ahora, que las nuevas perspectivas han sido totalmente ignoradas. En la figura 1 usted encontrará un gráfico describiendo el perfil de altitud contra temperatura para el planeta Júpiter. Figura 1: Atmósfera de Júpiter1 Note que el calor atmosférico se eleva con la presión. ¿Representa eso al efecto de invernadero en plena acción? 1 http://astronomy-guide.blogspot.com/2010/01/jupiters-layers-ofgas.html 17 | P a g e En la figura 2, podemos ver otro perfil de la temperatura de Júpiter desde otra perspectiva: Figura 2: Estructura de la Atmósfera de Júpiter2 El calor atmosférico se eleva con la presión. Una vez más, ¿es eso el efecto de invernadero en plena acción? 2 http://www.solarviews.com/cap/craft/013sei.htm En la Figura 3 vemos un gráfico describiendo el perfil altitud y temperatura en Saturno: 18 | P a g e El calor atmosférico aumenta con la presión. ¿Es eso el efecto de invernadero en plena acción? 3 http://physics.uoregon.edu/~jimbrau/BrauImNew/Chap12/FG12_04.jpg En la Figura 4, podemos apreciar un gráfico describiendo los perfiles altitud / temperatura de cuatro de los planetas exteriores: Figura 4: Perfiles de Altitud y Temperatura de los Cuatro Planetas Exteriores4 El calor atmosférico aumenta con la presión. ¿Es eso el efecto de invernadero en plena acción? 4 http://astronomyonline.org/SolarSystem/JupiterIntroduction.asp En la Figura 5 vemos un gráfico describiendo el perfil altitud / temperatura del planeta Venus: 19 | P a g e Figura 5: Perfil de Altura y Temperatura de Venus5 El calor atmosférico aumenta con la presión. ¿Es eso el efecto de invernadero en plena acción? 5 http://www.daviddarling.info/encyclopedia/V/Venusatmos.html En la Figura 6 vemos un gráfico describiendo el perfil altitud / temperatura para la Tierra: 20 | P a g e Figura 6: Perfil de Altitud y Temperatura de la Tierra6 El calor atmosférico se eleva con la presión. ¿Es eso el efecto de invernadero en plena acción? 6 http://www.astro.virginia.edu/class/oconnell/astr121/im/earthatmprof-CM.jpg Examinemos el siguiente gráfico: Como estos gráficos lo indican, entre 0.1 y 1 bar de presión, la temperatura de cada planeta representado se eleva por encima del límite predicho para cuerpos negros. 21 | P a g e ¿Es eso el efecto invernadero en plena acción? Figura 8: Presión contra Temperatura en los Planetas con Atmósfera7 Todos los planetas con una atmósfera substancial muestran el mismo comportamiento, aún Titán, satélite de Saturno. La atmósfera de Marte es excesivamente tenue como para hacer lo mismo. Una vez más, miremos la atmósfera de Júpiter, compuesta casi enteramente de hidrógeno y helio, los cuales no son de los llamados “gases de invernadero”. Note usted en dónde comienza el calentamiento, con precisión de relojero. 7 http://lasp.colorado.edu/~bagenal/3720/CLASS14/AllPlanetsT.jpg 22 | P a g e Figura 9: Componentes de la Atmósfera de Júpiter8 ¿Es este perfil el resultado del “flujo de energía descendente” desde los gases retro-irradiantes o simplemente es debido al CALOR generado por la presión atmosférica aumentada? La teoría del efecto de invernadero fue preparada para explicar porqué la Tierra es más cálida que lo predicho por la Ley de Stefan-Boltzmann. Sin embargo, cada planeta es más cálido de lo predicho por dicha Ley. ¿Estará algo equivocado seriamente en el método de predicción? 8 http://rst.gsfc.nasa.gov/Sect19/Sect19_15.html 23 | P a g e Capítulo 5 La Madre de Todos los Promedios Por Alan Siddons Introducción UN CUERPO NEGRO ES una entidad teórica que responde en forma perfecta a la energía radiante. Siendo perfectamente absorbente (“negro”) para todas las frecuencias de radiación electromagnética, un cuerpo negro se calienta mediante un proceso satisfactoriamente predecible. Medida por medida, un cuerpo negro es el objeto térmicamente más eficiente posible. Ahora, si un cuerpo negro fuese un planeta, este tomaría la forma de una esfera. En Física de la Radiación, un cuerpo negro “esférico” es, efectivamente, un disco plano que se ha expandido cuatro veces y colocado al doble de la distancia desde el Sol, permitiendo así la aplicación de la ley del cuadrado inverso para reducir la irradiación sobre el disco, también multiplicado por cuatro. Cuatro veces más grande, pero también cuatro veces menos energizado. Entonces, dada 1 unidad de irradiación sobre un disco, la misma irradiación sobre un cuerpo negro esférico iguala a las 0.25 unidades. La pregunta es: ¿Esta versión de una esfera imita a una real? Teóricamente, así parece ser. Un área de superficie de un disco consiste en el cuadrado de su radio × π. Entonces, con un radio de 1, un disco tendrá un área de superficie de π, esto es, 3.14. No obstante, un área de superficie de una esfera corresponde al cuadrado de su radio × π × 4. El mismo disco convertido en una esfera tendrá, por lo tanto, un área de superficie de 12.57, o sea, cuatro veces más que el disco original. Debido a que el 24 | P a g e disco transformado en esfera es cuatro veces más grande pero es expuesto a la misma cantidad de energía, cada parte recibe cuatro veces menos energía. Es el mismo efecto que el diluir whiskey en agua. Para extremar aún más lo obvio, la esfera de la Tierra está formada por dos hemisferios, llamémosles A y B. El Sol ilumina al Hemisferio A y deja al B en la oscuridad. Dado que cada hemisferio tiene el doble del área de superficie que un disco, una cantidad X de Watts por metro cuadrado dirigido hacia el Hemisferio A se diluye a sobre su superficie y, lógicamente, se dispersan sobre el Hemisferio B. La cantidad promedio de luz absorbida por A y B combinadas es entonces . En suma, esto siempre funciona de la misma manera: una esfera absorbe cuatro veces menos por área de superficie que un disco. Luego pues, parece razonable calcular la temperatura sobre estas bases. Simplemente, ajuste la irradiación a 0.25, aplique irradiación vs. Temperatura constante, y ahí tiene usted su temperatura. De hecho, este es el procedimiento aceptado. Sin embargo, existe un problema con esto. Y es un problema enorme porque la irradiación y la temperatura no operan en una proporción de 1 es a 1 juntas, sino sobre la base de la ley de la 4ª potencia. Por ejemplo, si una cantidad X de Watts de energía radiante eleva la temperatura de un objeto a T (en Kelvin), luego se necesitan 16X para elevar la temperatura del objeto hasta 2T. En pocas palabras, un objeto que ha duplicado su temperatura estará 16 veces (2 a la 4ª potencia) más energizado que con la temperatura inicial. Debido a esta desigualdad entre las dos cantidades, 2 unidades de luz solar sobre la superficie A y 0 unidades de luz solar sobre la superficie B causan dos temperaturas que en combinación son bastante diferentes a 1 unidad de luz solar sobre ambas superficies. Para probar esto, hagamos algunos cálculos con cifras reales. Un cuerpo negro en forma de disco que es expuesto a alcanza una temperatura uniforme de 205 K. Bajo las mismas circunstancias, una esfera, presumiblemente, absorbe cuatro veces menos energía y alcanza una Temperatura promedio de 145 K. No obstante, los dos hemisferios alcanzarán 172 K y 3 K, respectivamente (siendo 3 K el límite práctico de temperatura mínima en el espacio), con un promedio de 87.5 K, o sea, 60% de la temperatura predicha para una esfera. Por ejemplo, considere un planeta que mantiene uno de sus hemisferios hacia el Sol. La mitad de la superficie del planeta que está orientada hacia el Sol está constantemente absorbiendo la irradiación disponible, en tanto que la otra mitad no la absorbe en absoluto. Justo de la misma manera como un disco perpendicular absorbe toda la energía radiante incidiendo sobre él, un hemisferio con el doble del área absorbe la mitad, hablando relativamente. Como puede notarse en lo dicho anteriormente, el resultado es 0.5 × irradiación y 0 × irradiación, permitiendo dos temperaturas que pueden ser promediadas: 172 K y 3 K, en este caso. 25 | P a g e Entonces, en términos de luz solar sobre un planeta, el hemisferio opuesto al Sol no existe. Así pues, para un planeta que mantiene una cara hacia el Sol, la fórmula tradicional de dividir entre cuatro es inapropiada y engañosa. El método estándar le quita a Pedro para darle a Juan, subestimando la temperatura del hemisferio iluminado sin motivo alguno, en tanto que añaden arbitrariamente calor al lado en las sombras. No obstante, en cualquier momento en el tiempo, cada planeta no tiene sino una cara de frente al Sol. Momento a momento, un hemisferio absorbe toda la energía radiante disponible mientras que el otro no la absorbe en absoluto. No importa el escenario, nada puede alterar el hecho de que un lado está iluminado mientras que el otro lado está en la obscuridad. Por décadas esto ha sido un error no reconocido en los cálculos estándar de cuerpo negro para los planetas. Asumir que “Una radiación promedio iguala a una temperatura promedio” es obviamente incorrecto. La formula hemisférica es una descripción perfectamente válida de la radiación promedio absorbida sobre una esfera completa. Pero esta fórmula debe aplicarse también para determinar la temperatura , aunque el resultado es cardinalmente diferente a lo que se le ha hecho creer a la gente. Como prueba de la ilegitimidad del método estándar, note que si usted sigue la fórmula de dividirentre-cuatro, usted no podrá contestar la simple pregunta de qué tan iluminado está un hemisferio. Usted solamente tiene una temperatura promedio de una esfera careciendo de una sola cifra que esté comprendida en ese supuesto promedio. Ramificaciones Probablemente, la primera cosa por señalar acerca de la regla geométricamente justificable de es que fundamentalmente es aplicable a una esfera cuya profundidad y conductividad podrían ser consideradas como 0. Para comprender esto en términos de conversión, tome un guijarro redondo 26 | P a g e flotando en el espacio exterior. Expóngala a , la superficie externa del guijarro transferirá inicialmente calor hacia su interior. Dicho de otra forma, tomará tiempo para que el guijarro se caliente. Una vez que la transferencia de calor por conducción ha finalizado en su máximo punto, no habrá otros mecanismos para almacenar energía térmica de tal forma que la temperatura de la superficie se elevará a un máximo, cuyo promedio es 172 K en el hemisferio que encara a la radiación. ¿Qué pasa con el otro hemisferio, es decir, el hemisferio en la sombra? Si el guijarro es suficientemente pequeño, es concebible que cerca del 100% del calor adquirido por el guijarro migrará hacia el lado frío, en cuyo caso ambos lados del guijarro estarán a 172 K; un promedio de temperatura 19% más alto que el predicho para una esfera absorbiendo 25% de la radiación disponible. Cuanto más grande es el objeto, tanto menor es la transferencia de calor por conducción hacia el lado frío, pero aún existe energía térmica almacenada que debemos considerar. Si la esfera en cuestión es un planeta girando sobre su propio eje y su suelo se sostiene en 20 K durante la noche, entonces los dos lados promediarán , o sea, 96 K. El planeta estará más caliente que lo predicho por la geometría, pero debido a nada más y nada menos que a una superficie que tiene profundidad y a que no libera su calor instantáneamente. Luego pues, es geométricamente injustificable el dividir la energía radiante de una esfera entre cuatro… Eso es como dar de palos al aire. A menos que sepamos cuánto calor la esfera puede transferir internamente y cuánto puede retener durante la rotación, no hay forma legítima para deliberar sobre su temperatura promedio. Cualquier cálculo de cuerpo negro es mera especulación que un cuerpo físico real no está obligado a obedecer. Por virtud de ser una esfera, un cuerpo puede alcanzar una temperatura de todo el trayecto hasta , temperaturas que son más bajas y más altas que las obtenidas mediante una fórmula simplista de divide-entre-cuatro. A modo de corolario, estos hechos también demuestran que no hay tal cosa como “equilibrio por radiación”, es decir, ninguna condición impuesta por un cálculo ambiguo que obligue a un planeta a ajustar su temperatura. Se cree, por ejemplo, que la temperatura “real” de la Tierra es 255 K, la cual corresponde a una emisión de radiación ideal (de cuerpo negro) de . Más aún, se cree que una emisión menor que esta ser compensada mediante la elevación de la temperatura hasta que la emisión sea igual a . Así, se conjetura sobre un cuello de botella irradiante para comprometer la emisión de la Tierra de tal forma que se requiere de un excedente de para emitir un total de . Mediante esta lógica, la superficie inexplicablemente eleva su temperatura a 288 K, emitiendo así atrapados por el cuello de botella pero, dado que es satisfecho. 27 | P a g e que se encuentran surgen en última instancia, el criterio de 240 No obstante, nada define este criterio excepto un estimado de la temperatura formulado descuidadamente que no incorpora condiciones reales. Un estimado racional debe empezar por asumir una esfera con la mitad iluminada y con la otra mitad a oscuras y luego proceder desde ese fundamento. Conclusiones Preliminares Se ha demostrado que la ampliamente aceptada regla de dividir-por-cuatro no puede predecir de facto las condiciones de temperatura en un globo debido a las desviaciones inherentes a una ley de la 4ª potencia, la cual también es la ley de la raíz 4ª. Para dar una mejor explicación, dieciséis veces más energía trae consigo una duplicación de la temperatura porque la temperatura se ajusta a la raíz cuarta de la energía radiante. De esta manera, 1 unidad de irradiación = ∜1, es decir, una unidad de temperatura. 2 unidades de irradiación = ∜2, o 1.189207 unidades de temperatura. 4 unidades de irradiación = ∜4, o 1.414214 unidades de temperatura. 8 unidades de irradiación = ∜8, o 1.681793 unidades de temperatura. 16 unidades de irradiación = ∜16, o 2 unidades de temperatura. En detalle, entonces, la práctica de dividir-por-cuatro consiste en dividir erróneamente una temperatura de disco uniforme por la raíz cuarta de cuatro. Observe que una superficie perpendicular con respecto a una fuente irradiante de (la constante solar para la Tierra) alcanzará una temperatura máxima de 394.11 K, en tanto que, teóricamente, una esfera bajo las mismas condiciones recibe ¼ de la energía debido a que su área de superficie es cuatro veces más grande, y por tanto alcanza una máxima temperatura de 278.68 K. En términos matemáticos, esto significa: 279 K se cita, tradicionalmente, como la más alta temperatura de cuerpo negro posible en la Tierra1. 1 Para más información, vea An Analysis and Procedure for Determining Space Environmental Sink Temperatures with Selected Computational Results. http://gltrs.grc.nasa.gov/reports/2001/TM-2001-210063.pdf No obstante, un hemisferio absorbe ½ de la radiación disponible emitida hacia un disco porque su área de superficie es meramente dos veces más grande. Entonces, la correlación entre energía radiante y temperatura, establece que la temperatura promedio del hemisferio es: Dado que el hemisferio opuesto absorbe cero energía, cayendo así a 3 K, la temperatura total de la esfera promediará 167.20 K. Aunque los objetos reales pueden alcanzar temperaturas bastante consistentes con la fórmula de Stefan-Boltzmann Irradiación vs. Temperatura, ellos toman TIEMPO para hacerlo porque su conductividad transfiere calor internamente. No es sino hasta que el proceso de calentamiento alcanza la saturación, que un objeto queda muy por debajo de la temperatura predicha. 28 | P a g e Ese es un detalle clave que la física abstracta del forzamiento por radiación no puede resolver a distancia. Antes debemos conocer las propiedades conductivas del material. Si carecemos de dicha información, el estimado de la temperatura para un planeta puede solamente proceder sobre presunciones de cuerpos negros. Recortando la constante solar media al albedo promedio, el ángulo de la energía radiante sobre la superficie del planeta determina la temperatura, seguido de una asignación igual de 3 K para el lado obscuro. El resultado se definirá de la siguiente forma: En la figura sobre estas líneas se muestra un perfil térmico de una Tierra de cuerpo negro, por ejemplo. Los símbolos denotan amanecer, mediodía, puesta y medianoche. Con 1368 Watts por metro cuadrado incidiendo sobre un cuerpo esférico que no refleja luz, la temperatura máxima alcanza 394 K, mientras que la temperatura más baja es de 3 K (o idealmente 0). Mi hoja de cálculo para un ciclo completo, desde el amanecer de un día hasta el amanecer del día siguiente -formando 360°, reporta una temperatura promedio para ese período de 170.14 K. Dado que el ángulo de incidencia se trazó con incrementos de solamente 1°, las temperaturas combinadas pueden considerarse como estimaciones; no obstante, esto está en perfecta armonía con la fórmula geométrica que dice que la temperatura promedio es 167.20 K. Apoyo Probatorio Con la finalidad de revisar lo que hemos visto hasta ahora, el método tradicional de dividir la energía radiante entre cuatro para determinar la temperatura de un planeta descuida el hecho de que, bajo condiciones reales, el hemisferio que recibe luz alcanzará una temperatura más alta que la predicha para una esfera como un todo, y que la temperatura del hemisferio en la oscuridad disminuirá dramáticamente, ambos hemisferios juntos conteniendo un promedio que no puede ser reconciliado con los cálculos estándar. Esto quebranta los fundamentos mismos de la teoría del calentamiento de invernadero, pues la temperatura “base” de la Tierra es aún una cuestión de conjetura artificiosa (hasta 29 | P a g e este momento, es una cantidad desconocida). Una regla justificada geométricamente para una temperatura promedio de una esfera es , siendo A y B los dos hemisferios considerados separadamente. Tomar en cuenta las propiedades de transferencia de calor del objeto con la velocidad de rotación puede producir un cálculo más preciso, por supuesto, pero es la premisa inicial más legítima, no una temperatura de disco derivada que es constantemente el 68% más alta. Adherirse a esta lógica conduce a un perfil de temperatura de “picos y valles”, resultado natural de temperaturas bajas a altas causadas por un ángulo solar variable durante el día y temperaturas nocturnas de línea plana. Evidentemente, la transferencia de calor por conducción y la retención de calor alterarán irremediablemente este perfil. Como evidencia de apoyo para lo antedicho, le ofrezco nuestro artículo Greenhouse Effect on the Moon2, en donde la misma clase de perfil térmico emergió, tanto teórica como empíricamente. Los investigadores de la NASA siguieron el mismo procedimiento para predecir un perfil de temperaturas de la Luna. La regla de dividir-entre-cuatro no provee algo específico, sino solamente un promedio inespecífico. De esta forma, NASA usó la misma fórmula “radiación contra temperatura” y, de la misma forma que yo lo hice, aplicó una regla de seno o coseno para el ángulo de radiación solar incidente con vías a proyectar un rango esperado de temperaturas de la superficie promedio a varias horas del día y comparó esta predicción con mediciones in situ. Su programa de ángulo de incidencia les dio un perfil cercano a la realidad. Sin embargo, aún así, las mediciones reales difirieron de la predicción. ¿Por qué? Porque su programa no podría anticipar la transferencia interna de calor por conducción. La línea azul es el perfil predicho por los procesos radiantes “conocidos”. La causa que impide que las temperaturas de la noche Lunar disminuyan a 3 K, en este caso en particular, es la irradiación proyectada por la Tierra durante sus fases de “Luna Llena” (Nota del Traductor: podemos usar la expresión “fase de Tierra-Llena”, es decir, cuando la Tierra muestra su lado completamente iluminado hacia la Luna, cuya fase sería de “Luna Nueva”). Para mis cálculos personales consideré una constante solar de 1368 W/m2 y una absorción promedio de 0.89 (1 - albedo) y estimé que la “Tierra Llena” durante la noche proveería una temperatura base de 35 K, todo lo cual, combinado, me dio este perfil de temperatura basado sobre el ángulo de incidencia durante el día. 30 | P a g e 2 http://www.techknow.eu/uploads/Greenhouse_Effect_on_the_Moon.pdf Note usted que mis resultados se asemejan bastante al perfil de NASA, aunque la máxima que yo predije fue de 382.79 K, mientras que la de NASA parece estar más cercana a 385 K. A partir de los datos introducidos, la función PROMEDIO de la hoja de cálculo sobre un rango de 360 da como resultado 182.94 K. Esto concuerda bastante con un cálculo escrito de (321.89 + 35) ÷ 2 = 178.45 K. NASA, sin embargo, asigna 274.5 K para la Luna, ¡una temperatura 96 K más alta! Efectivamente, simplemente divida la radiación entre cuatro, corrija para el albedo, y usted también obtendrá algo muy cercano a esa cifra. Se trata del procedimiento estándar. Como ya se ha dicho, la transferencia conductiva de calor durante un ciclo de calentamiento llevará a la temperatura de la superficie a un valor más bajo que el predicho hasta que la transferencia se complete. Exactamente lo mismo, la transferencia inversa de calor interno durante el ciclo de enfriamiento llevará a la temperatura de la superficie a un valor más alto que el predicho hasta que dicha transferencia se complete. Refiriéndonos al artículo de NASA y el esquema sobre estas líneas, note que esto es exactamente lo que ocurre. La superficie permanece ligeramente más fría porque la transferencia conductiva jamás finaliza. Una fracción de energía permanece en el proceso de ser ocultada cuando la campana suena y el Sol pasa por el zénit. http://nssdc.gsfc.nasa.gov/planetary/factsheet/moonfact.html 31 | P a g e Por lo tanto, también durante el ciclo de enfriamiento la temperatura de la superficie cae hasta alrededor de los 100 K, pero tiende a flotar ahí como un gradiente térmico progresivo entre la superficie y los materiales subyacentes* que extrae el calor almacenado internamente. Tampoco este proceso se completa alguna vez discrecionalmente; no obstante, cuando el calor interno está en el preciso instante del proceso de donar calor hacia la superficie es “salvado por la campana” y el Sol ¡comienza a levantarse de nuevo! En mi hoja de cálculo dupliqué el perfil real de la Luna en justa medida, como lo muestra el trazo azul. La función promedio que proyectó una temperatura teórica (trazo rojo) de 183 K, reporta 204 K como temperatura empírica (trazo azul); 70.5 K menos que cifra de 274.5 K reportada por la NASA. Conclusiones Aún con la adición de una “Tierra Llena”, la Luna es un modelo de simplicidad radiativa. Si el método estándar de estimar la temperatura de una esfera tiene alguna validez, ciertamente se mostraría en este caso. Pero no es así. Las temperaturas reales sobre la superficie lunar se desvían solamente el 14% de las predichas por la fórmula , en tanto que divergen del valor publicado en un 74%3. Para mayor información sobre conductividad y almacenamiento de calor, lea Emisión Inducida y Calor Almacenado por el Aire, el Agua y la Tierra Seca: http://biocab.org/Emision_Inducida.html. También, lea The Moon Effect Called the Greenhouse Effect on Earth (en Inglés): http://objectivistindividualist.blogspot.com/2010/06/moon-effect-called-greenhouse-effect-on.html 32 | P a g e Resumen Al reducir cuatro veces la radiación sobre un disco, la temperatura de éste caerá, de hecho, al nivel calculado para una esfera. Sin embargo, la temperatura de un disco es uniforme, lo cual nunca puede ser el caso para una esfera que tiene la mitad iluminada y la otra mitad obscura. Una esfera real es algo muy diferente a un disco cuatro-veces-mayor. Este es un error muy grave en física radiativa tal y como se aplica actualmente a los planetas, y ello acarrea un error inherente de 68% cuando se compara a una regla geométricamente justificable de promediar los hemisferios iluminado y oscuro como una aproximación inicial. Es alarmante que la práctica errónea de usar el 25% de la irradiación para fijar la temperatura de un planeta no haya sido notada antes. Más alarmante aún es el hecho de que esta fórmula errónea se haya metamorfoseado para ser una “ley” de equilibrio por radiación, noción de que si la temperatura de un planeta no corresponde con un cálculo (fallido), los así llamados gases de “invernadero” son capaces de elevar la temperatura del planeta hasta que corresponda con el cálculo teórico. No hay realismo físico detrás de un estimado de cuerpo negro planetario, así es que no hay necesidad de llevar al planeta para ajustarlo a ese estimado. Hasta el presente, la climatología parece haber confiado en un encordado de ficciones no examinadas –siendo los cálculos de cuerpo negro las más prominentes entre ellas. Si se pretende convertir a la climatología en una ciencia verdadera, estas ficciones deben descartarse y ser reemplazadas con una estricta consideración de la evidencia. Redescubriendo a R. W. Wood Podría ser que usted haya visto esta frase varias veces, pero nunca haber notado antes un detalle ya dicho. La frase describe el experimento de invernadero del profesor R. W. Wood, en sus propias palabras4. Para probar el asunto, construí dos cajas de cartón negro opaco, una cubierta con una placa de vidrio y la otra con una placa de sal de piedra de igual grosor. Inserté el bulbo de un termómetro en cada caja y el conjunto se empacó con algodón, excepto las placas transparentes, las cuales quedaron expuestas. Cuando se expuso a la luz solar, la temperatura se elevó gradualmente hasta 65 °C, manteniéndose la caja cubierta con la placa de sal de piedra un poco por encima que la otra, obedeciendo al hecho de que la placa de sal de piedra transmitió las ondas largas del Sol, las cuales fueron bloqueadas por el vidrio. Para eliminar este efecto, se hizo pasar la luz solar primero a través de una placa de vidrio. Apenas hubo una diferencia de un grado entre las temperaturas de las dos cajas. La temperatura máxima alcanzada fue de cerca de 55 °C. Por lo tanto, observe lo que Wood observó: su caja de sal completamente transparente alcanzó una temperatura más alta que la caja de vidrio opaco a la radiación infrarroja. Sin embargo, se supone que la opacidad del vidrio permite una temperatura inferior más alta debido a que bloquea la salida de radiación térmica. De hecho, no, sin embargo. Solamente después de entorpecer la lámina de sal con vidrio fue que las temperaturas de ambas cajas coincidieron. 33 | P a g e 4 www.tech-know.eu/uploads/Note_on_the_Theory_of_the_Greenhouse.pdf El Sol irradia un rango de longitudes de onda, incluyendo la radiación infrarroja térmica. No obstante, el vidrio tiende a no dejar pasar libremente a la radiación infrarroja (IR = Infra-Roja). En vez de eso, el vidrio la absorbe y la irradia. Dado que el panel transparente a la radiación infrarroja –la lámina de sal- deja pasar más luz solar hacia el interior de su caja; luego pues, el interior de la caja con la lámina de sal se calienta más que la caja cubierta con la lámina de vidrio. El punto es que los gases absorbentes de IR reducen la cantidad de radiación que recibimos desde el Sol. Más que esto, sin embargo, el experimento de Wood mostró que atrapar aire caliente fue el único factor involucrado, dado que un escenario de libre-absorción rindió la más alta temperatura. No obstante, la absorptividad selectiva del vidrio se convirtió en la gran base para la teoría atmosférica, la cual es demostrada hasta el cansancio en una sección más adelante llamada Una Larga Lista de Conceptos Erróneos. Comparando Peras con Manzanas El comportamiento térmico de un cuerpo real contra un cuerpo negro puede ser comparado con la carrera entre la tortuga y la liebre. Obligado a emitir el 100% de la energía que incide en él, un cuerpo negro es incapaz de almacenar el calor. Como resultado, el primer rayo inclinado de luz al amanecer elevará inmediatamente su temperatura y de acuerdo a lo esperado. Por lo tanto, el cuerpo negro llegará a su temperatura máxima al mediodía solar, después del cual su temperatura caerá con la misma rapidez con que se elevó. No expuesto a la luz durante la noche, el cuerpo negro no irradia energía alguna – lo cual significa que su temperatura está en el cero absoluto ¡la MITAD del tiempo! 34 | P a g e Sin embargo, un cuerpo real no es térmicamente tan receptivo o sensible. No se calienta tan rápidamente porque precisamente está ocupado almacenando energía térmica, conduciéndola internamente dentro de él mismo más que irradiándolo completamente. De esta forma, el cuerpo negro nunca se calienta en exceso. No obstante, también él nunca se enfría en exceso. Al alcanzar su más alta temperatura por la tarde, el cuerpo negro comienza a enfriarse. Y a medida que lo hace el calor almacenado subyacentemente se desliza entonces hacia la superficie porque el calor siempre fluye de lo más caliente a lo más frío. En efecto, un cuerpo real es un acumulador térmico –algo que es ostentoso especialmente en la obscuridad. Un cuerpo negro no tiene tales atributos. Esto es, a grosso modo, como tal diferencia ser representada hasta el final, con ambos cuerpos partiendo de cero. En consecuencia, al día siguiente, la tortuga estará a la delantera y su temperatura promedio –con una máxima más baja y una mínima más alta- se mantendrá superando a la de la ágil liebre. Debo apuntar al hecho de que el fenómeno del pico tardío, una señal del almacenamiento conductivo del calor, no es sólo una conjetura, sino que es un asunto de hechos empíricos. De hecho, este mismo fenómeno fue observado también en nuestra estéril y deshidratada Luna después que los astronautas de la nave Apolo plantaron sensores de temperatura sobre la superficie lunar5. 35 | P a g e Una diferencia crucial es que la Luna tolera una noche de dos semanas terrestres más que una noche de alrededor de doce horas. Así pues, la Luna se enfría considerablemente durante su período nocturno. Pero no tanto como un cuerpo negro máximamente irradiante. Y ello le da una temperatura más elevada que la temperatura promedio predicha. La zona azul en la siguiente gráfica ilustra la desventaja térmica de la Luna, en tanto que la naranja expone su ventaja. Moraleja: Una ecuación de cuerpo negro no puede predecir una temperatura de un cuerpo real. Aún así, la temperatura “estándar” de la Tierra, la premisa central de la teoría del invernadero, se calcula mediante una ecuación de cuerpo negro. 5 www.tech-know.eu/uploads/Greenhouse_Effect_on_the_Moon.pdf ¿Cómo se Calienta el Aire? Privado de una superficie caliente en contacto con él, el aire puede solamente ser calentado por transferencia de calor por irradiación, lo cual sería infortunado para los gases que son transparentes a la radiación. En el mundo real, sin embargo, la atmósfera no carece de una superficie caliente en contacto con ella. Así pues, el aire se calienta directamente, no por irradiación. Considerando pues que el CO2 únicamente es capaz de interceptar cerca del 8% de los rayos de calor de la Tierra en primer lugar, y que es superado numéricamente por 2600:1, es evidente que más bien los gases mayoritarios (Nitrógeno y Oxígeno) excitan a los gases traza más que a la inversa, esto es, es más posible que los gases en mayor concentración en la atmósfera exciten al CO2, el cual se encuentra en concentraciones exiguas en la atmósfera, y no que el CO2 excite a los gases en mayoría. Además, el 100% de esta atmósfera calentada está irradiando IR hacia la tierra. 36 | P a g e Pregunta: Entonces, ¿por qué solamente la radiación emitida por los gases traza es considerada importante? Respuesta: Porque los fundadores de esta teoría (la teoría del invernadero) malinterpretaron la causa por la cual los recipientes de vidrio se mantienen calientes en su interior. El vidrio es opaco a la IR térmica y se pensó que ello era la causa del mecanismo de calentamiento… atrapar la radiación emitida hacia afuera elevaba la temperatura del interior del recipiente de vidrio. Aunque esta conjetura fue continuamente desaprobada, se asumió que este era el mismo mecanismo que calentaba a la atmósfera terrestre. A partir de la interpretación errónea subsecuente de que un ABSORBENTE infrarrojo es una BARRERA infrarroja, los gases traza sensibles a la radiación IR se convirtieron en el único foco de atención para explicar el calentamiento de la atmósfera. En otras palabras, la ciencia del clima vigente está cerrada a cualquier explicación que sea diferente a la de la absorción de radiación IR y está desatendiendo la otra cara de la moneda. Absorción y Emisión Echemos un vistazo a las leyes de Kirchhoff En relación con el observador, un espectro de absorción significa que un gas frío está en presencia de un sistema más caliente (y por lo tanto más brillante). Este hecho real por si solo prueba que el gas más frío no está calentando al sistema más caliente, es decir, el aire no calienta al suelo. Debo decir “en relación con el observador”, por supuesto, porque desde otro ángulo de visión, un observador notará que las longitudes de onda perdidas, “absorbidas” por dicho gas más frío, están siendo irradiadas desde él, creando un espectro de EMISIÓN. En realidad, ninguna energía es atrapada. La energía que está siendo capturada es simultáneamente liberada. 37 | P a g e Cualquier objeto, calentado previamente, se enfriará espontáneamente si se deja solo, aislado de cualquier fuente de calor. Un mecanismo de enfriamiento es realmente radiación. Por lo tanto, en ese sentido, el enfriamiento por radiación es un concepto legítimo, aunque constituye un componente menor, si se compara con el enfriamiento por conducción y convección. Por ello, una nave espacial tiene dificultades para eliminar su calor interno hacia el espacio vacío circundante6; el enfriamiento por radiación es un proceso lento. Pero un cuerpo constantemente iluminado que está irradiando, en respuesta a la recepción de energía, no se está “enfriando”. Un termómetro simple puede verificarlo. Si este sistema es un cuerpo negro, por ejemplo, sus moléculas están vibrando 100% en correspondencia con la energía que están absorbiendo, y esta vibración está CAUSANDO la energía electromagnética que dichas moléculas emiten. El cortar esta energía saliente, por lo tanto, no provocará que la vibración de la energía entrante haga que las moléculas dejen de vibrar. Por esta razón, la supresión del “enfriamiento por radiación” no eleva la temperatura de un sistema. Como ya dije antes, el café caliente dentro de un termo tiene muchísimas lecciones para darnos. 6 http://science.nasa.gov/science-news/science-at-nasa/2001/ast21mar_1/ Resumen En 1938, un ensayo de H. G. Wells, La Guerra de los Mundos, fue emitido por la radio a través de todo el territorio de los Estados Unidos de América. De acuerdo con los relatos periodísticos de esa época, ello condujo a episodios de histeria cuando muchos americanos creyeron que una invasión marciana estaba realmente ocurriendo. Lo que tenemos actualmente con el miedo del calentamiento global es un malentendido similar, pero, con una diferencia: Aquí, en efecto, los bromistas advierten que el ataque extraterrestre está destruyendo cada año más y más del planeta, mientras que los escépticos tranquilizan a la gente asegurándole que no debe temer esta invasión; que los reportes han sido exagerados. Nadie, sino unos cuantos, están señalando al simple hecho de que los marcianos ni siquiera han aterrizado. La idea es que el suelo y el océano calentados por el Sol emiten radiación infrarroja hacia el espacio exterior, radiación que es absorbida por ciertos gases sensibles a la IR (gases de invernadero), los cuales emiten esa radiación de regreso hacia el suelo, elevando así la temperatura de la superficie y elevando su emisión consecuente. Este extraño mecanismo es muy claramente ilustrado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). 38 | P a g e Pero existen otras explicaciones para el efecto de invernadero. Una es: Al disminuir la radiación saliente de un sistema la temperatura de ese sistema se incrementa, como en un vaivén. Sin embargo, esto es causalidad distorsionada. Reducir la temperatura de un sistema disminuye su radiación saliente, ¡claro! Pero en sí, su radiación es la que decrece, es decir, se bloquea, y simplemente permanece a esa temperatura, como el café en un termo. La radiación saliente disminuida llevando a un aumento de temperatura es otro teorema físico del efecto de invernadero que nada tiene qué ver con la física real. Usted no encontrará una fórmula para calcular eso en ninguna parte. Luego pues, hay al menos dos versiones del efecto de calentamiento de invernadero: la retroirradiación versus la reducción del enfriamiento por radiación, de las cuales ninguna posee evidencia de respaldo científico. En la vida real, el reflejar la radiación de un emisor hacia el mismo emisor no eleva su temperatura; eso ocurre solamente en el papel (en artículos escritos). Y, apegándonos lo más posible a lo que las mediciones empíricas pueden establecer, la Tierra emite hacia el espacio la misma magnitud de radiación que ella recibe desde el Sol. Entonces, dado que no existe señal alguna de que esa radiación esté siendo bloqueada, el argumento de que la Tierra “se está enfriando menos de lo que debería” se derrite automáticamente. Por cierto, si la alegoría de la ONU sobre un mecanismo mágico magnificador del calor no es suficiente para hacerle reír, el Dr. Michael Pidwirny, quien maneja el sitio en la Red Physical Geography.net7, lo trae a un enfoque más directo… 39 | P a g e Como usted puede ver, cualquier cosa puede ocurrir en la física del invernadero. Una vez que usted decide que la energía térmica puede ser contada múltiples veces, usted puede obtener cualesquier temperatura que usted desee. Durante más de un siglo hasta ahora, la teoría de un efecto de invernadero atmosférico ganó terreno solo porque los intelectuales académicos perdieron contacto con la realidad, ya que nunca aprendieron un ápice de física básica. 7 www.physicalgeography.net/home.html 40 | P a g e Capítulo 6 Enseñanzas de una Vela Por Alan Siddons Ver un mundo entero en un grano de arena… —William Blake MIENTRAS DISFRUTABA DE UN efecto reciente de calentamiento global, el apagón que se prolongó durante una semana que fue causado por una tormenta de hielo que devastó la región central de Massachusetts, tuve la gran oportunidad de contemplar el comportamiento de la flama de una vela. Se dice a menudo que aquí, en la superficie de la Tierra, la convección del aire es el mecanismo de pérdida de calor por excelencia. ¡Y vaya que lo es! Somos como peces viviendo en el fondo de un océano, pero rara vez estamos conscientes de cómo nuestros esfuerzos por generar calor son constantemente frustrados por el mismo medio que estamos respirando. No es que el aire sea un buen conductor del calor; es, más bien, que una vez que lo conduce, el calor no permanecerá en el mismo lugar. Debido a la gravedad, el aire caliente se hace más ligero en peso y se eleva, mientras que el aire más frío se desplaza hacia abajo y extrae más calor desde la fuente, la superficie terrestre, para este caso. Este proceso le da forma a la flama de una vela y también influye en su coloración. Sostenga una vela a cualquier ángulo y la flama siempre apunta hacia arriba, en dirección opuesta al centro de la Tierra. La flama responde a la gravedad. De otra manera, la flama adoptaría la forma de una pelota, no la de una gota de agua; pero las corrientes que ella genera empujan al aire frío hacia adentro, comprimiéndola hacia una forma un poco más cilíndrica. Este aire infiltra la flama por sí mismo de tal forma que, a pesar de que las corrientes se mantienen aportando oxígeno fresco para usar, el efecto de 41 | P a g e enfriamiento ocurre en el fondo de la flama. El resultado neto es una flama vigorosa que es muy fría como para arder eficientemente. El hollín negro que una vela emite es carbón que no se quemó, un síntoma de combustión incompleta. Debido a la convección del aire, la flama de una vela nunca es tan caliente como PODRÍA ser –aunque es más brillante que lo que PODRÍA ser. Todo porque el aire se mueve dinámicamente dentro de un campo gravitacional. Lo extraño de este ser tan familiar para nosotros, la apariencia de una vela sometida a gravedad cero es algo sorprendente. La llama es esférica porque no hay convección. Es azul debido a la combustión completa. Es más tenue en aire estático debido a un compás más lento en el abastecimiento de oxígeno. A medida que noche tras noche estuve esperando que la electricidad volviera, la vela se mantuvo enseñándome acerca del talento del aire en movimiento para remover calor, frustrando cualquier esfuerzo por mantener el calor “aquí abajo” mediante el envío de aire caliente lejos y hacia arriba. Por lo tanto, esto es bueno para un techo que contiene calor porque ello disminuye considerablemente el daño. Sin embargo, la Tierra, en sí, no tiene un techo. Imaginar que ciertos gases absorbentes de radiación forman el techo del mundo, es equivalente a confundir radiación con convección. Una tapa física colocada sobre una fuente de calor disminuye la zona de circulación del aire, lo cual reduce la velocidad de enfriamiento. Pero una tapa “abierta” de naturaleza gaseosa que es capaz de absorber la energía radiante conveccionará a su alrededor como cualquier otro gas, extrayendo calor y no haciendo más que irradiar la misma energía que ha recibido por radiación, con una potencia nula para retenerla. Luego pues, más que limitar el área en la cual la pérdida de calor ocurre, un absorbente de calor NO constituye una barrera contra la radiación en forma alguna –es meramente un radiador secundario que transporta el calor hacia otra región. Entonces, tal como no existe cosa alguna como “retro-convección” -donde una flama se caliente más a sí misma por las corrientes de aire creadas- o “retro-conducción” – donde un objeto más frío eleve la temperatura de algo más caliente que esté en contacto con él- no existe cosa alguna como “retroirradiación”. Redirigir la energía radiante de regreso hacia la fuente no puede incrementar la temperatura de la fuente misma. 42 | P a g e Sea cual sea la posible trayectoria, el calor se mueve espontáneamente desde una zona más intensa hacia una zona menos intensa. Lo que hace que la convección sea un proceso particularmente dinámico e intrusivo es que una masa de aire también mantiene en movimiento a la fuente de calor –un contratiempo doble. Hay mucho qué aprender de una vela. 43 | P a g e Capítulo 7 ¿Qué es una Temperatura Promedio? Por Alan Siddons Introducción: Los Dos Problemas de Fondo DIGAMOS QUE SU CASA tiene dos pisos. En el piso de abajo la temperatura es de 22.22 °C, y en el piso superior es de 24.44 °C. Usted podría concluir, entonces que el promedio de la temperatura en el interior de su casa es de 23.33 °C. Pero, espere. De pronto usted recuerda que la temperatura en el piso de arriba es 15% menor que la del piso de arriba. Entonces, ¿Debería estimarse la temperatura promedio de esta manera? Casa completa = 100% Piso inferior = X Piso superior = X × 0.85 Entonces, X + 0.85X = 100, lo cual significa que: 1.85 X = 100. Así, X = 54.054 Luego pues: Piso inferior = 54.054% de la casa Piso superior = 45.946% de la casa Entonces, “Ponderando” las dos temperaturas… Sumando estas dos cifras, el promedio real de la temperatura de la casa es, en consecuencia, muy cercano a 23.24 °C. El volumen o el área deben ser siempre incluidos. ¿Ve usted cómo un promedio de temperatura puede ser complicado? Y eso que usted aún no ha tomado en cuenta el espacio del entrepiso en el ático. No obstante, encontrar una temperatura promedio es más difícil con la ecuación de StefanBoltzmann1 porque involucra una raíz cuarta (∜). Complicación # 1: El Problema de la Raíz 4ª. 44 | P a g e Imagine que dos puntos en un cuerpo negro esférico están expuestos a 50 y a 100 Watts por metro cuadrado (recuerde que, debido a la curvatura, una fuente única de luz se reparte en toda el área iluminada y así se debilita). Usando la ecuación de Stefan-Boltzmann, las temperaturas en los dos puntos serían de 172 y 205 K, respectivamente, es decir, un promedio de 188.5 K. Pero la irradiación promedio es de 75 W/ m2, la cual corresponde a 191 K. Esto se aparta 2.5 K del promedio calculado. En pocas palabras, la temperatura promedio no concuerda con la irradiación promedio y viceversa. Tome en cuenta tres puntos del cuerpo negro esférico recibiendo Indudablemente, el promedio es . . Las temperaturas son 205, 244 y 270 K, respectivamente, promediando alrededor de 240 K. Pero , el promedio de las energías recibidas por los tres puntos del cuerpo negro esférico, producen una temperatura de 244 K. Ahora está usted cuatro grados fuera de la marca. Y así sucesivamente, a medida que usted procede a comparar la irradiación con la temperatura en todos y cada de los ángulos de la mitad iluminada de la esfera. Es un enorme problema a enfrentar. Incluya la rotación (es decir, cuando la irradiación está cambiando constantemente) y la retención de calor por una enorme variedad de substancias y el problema se saldrá de control. Complicación # 2: El Problema de los 18 Grados Bajo Cero Con respecto a los famosos 18 grados bajo cero que supuestamente la temperatura de la superficie terrestre tendría sin el efecto de invernadero, esa cifra asume una superficie de cuerpo negro absorbiendo cerca de “en promedio”. Pero examine el diagrama de Kiehl-Trenberth2. Debido a las nubes y a otros factores obscuros, la cantidad proporcionada como el promedio real de energía que recibe la superficie es de solamente . Esa cifra corresponde a -40 °C en la superficie, significando que debe elevarse 55 grados, no 33 grados, para que alcance el promedio aceptado de 15 °C. Cualquier persona, hombre o mujer, joven o anciano, que le diga a usted que el “efecto de invernadero” hace que la superficie de la Tierra sea 33 grados más cálida está confesando su propia ignorancia. Conclusión: La Temperatura Promedio sin el Problema de las Temperaturas Pregúntese a usted mismo qué clase de “temperatura promedio” no consiste de altas, medias y bajas. La pretendida temperatura promedio de la Tierra a partir de la ecuación de Stefan-Boltzmann carece de lo básico. No le da información sobre las diferencias del promedio polar versus el promedio ecuatorial, y ni siquiera información alguna sobre las diferencias entre el promedio del día y el de la noche. ¿Qué clase de promedio es ése? Esto ocurre porque los ingenieros de la NASA no pudieron encontrar ninguna utilidad en ello3. Además, como ya dije, porque eso en realidad no es una temperatura promedio, en primer lugar, sino meramente el resultado de dividir irradiación entre cuatro y torpemente repetir como loros lo que una ecuación dice. 1 http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/hbase/thermo/stefan.html http://www.cgd.ucar.edu/cas/abstracts/files/kevin1997_1.html 3 http://www.techknow.eu/uploads/Greenhouse_Effect_on_the_Moon.pdf 2 45 | P a g e Capítulo 8 Una Larga Lista de Errores Por Alan Siddons MÁS QUE CUALQUIER OTRA COSA, LO QUE ANIMA a las preocupaciones sobre el calentamiento global es el imaginario efecto de invernadero y una ley de la física llamada “equilibrio radiativo”, igualmente imaginaria. “La energía saliente debe igualar a la energía entrante” es lo que dice esa “ley”. Esto suena plausible a la vista de ella. En esta visión, si la luz emitida por un cuerpo caliente es suprimida de alguna manera, su energía radiante se incrementará, una vez pasado el nivel de ingreso de energía radiante, hasta que ello rompe la barrera… en obediencia a esta “ley”. Esta noción se origina a partir de un arcaico error acerca de cómo funcionan los invernaderos de vidrio, de ahí el nombre adoptado para ese “efecto”. Antes se creía que el vidrio bloqueaba el paso de la “radiación obscura” (radiación infrarroja) y que el recinto del invernadero se mantenía almacenando fotones energéticos dentro de él. Una vez que esos fotones acumulaban potencia (P) en cantidad suficiente como para superar la barrera de vidrio, se establecía el equilibrio radiativo. Así que este es el escenario: La luz solar entra, se genera calor y se emite “luz obscura”. Esta luz obscura es amplificada a causa del bloqueo y finalmente sale con una magnitud igual a la de la luz solar entrante. Pero la temperatura del invernadero se incrementa solamente después de que la luz es “atrapada” dentro. Dado que la barrera mantendrá a la temperatura elevándose hasta que la barrera se rompa, usted obtendrá cualquier cantidad de calor interno que usted desee aumentando simplemente la fuerza de la barrera. Si simplemente eso fuese verdadero… Esas son bobadas del siglo XIX. Y aquí está un testimonio de ello: ¿Por qué siempre usted ve una “capa de gases de efecto invernadero” representada sobre las nubes en las ilustraciones sobre el “efecto de invernadero”, cuando en realidad estas moléculas están en su concentración más densa justo a nuestros pies? 46 | P a g e Porque lo que estas ilustraciones están mostrándole es el linaje histórico de la teoría. Esa “capa de gases de efecto invernadero” (“GREENHOUSE GASES” en la ilustración) es meramente un panel de vidrio de un invernadero en otro contexto. Tal “capa” NO EXISTE en el mundo real. Todo esto se originó en un error conceptual sobre el vidrio que surgió hace cerca de 200 años –y así se quedó hasta el presente. En realidad, los invernaderos solamente suprimen la pérdida de calor por convección, evitando que el aire caliente dentro del recinto se disipe hacia afuera del recinto. Es el aire lo que se atrapa, no la radiación; la respuesta del vidrio a la radiación infrarroja (IR) nada tiene qué ver con el fenómeno. Las bolsas de plástico transparente lo harán también, y aún los paneles de cristales pulidos de sal, los cuales no absorben en absoluto la IR. Esta es la razón por la cual los cristales de sal son empleados en las ventanas de los laboratorios de espectroscopía infrarroja. De igual forma, cualquier radiación infrarroja 47 | P a g e absorbida por el vidrio es inmediatamente reirradiada (dispersada en todas direcciones) por ese vidrio – que no establece barrera radiativa alguna. Imagen Térmica Infrarroja de una Casa, Mostrando la Radiación Infrarroja Pasando a Través de las Ventanas de Vidrio. Este error es más famosamente conocido como “Ciencia Establecida”, aunque nada está más lejos de la verdad. Simplemente, eche un vistazo a lo que los mismos mensajeros dicen: POR FAVOR TOME NOTA: Nada de lo que se describe a continuación ocurre en el mundo real. —The Geological Society of London (Sociedad Geológica de Londres): El Efecto de Invernadero se genera porque ciertos gases (los llamados gases de invernadero) en la atmósfera absorben la radiación infrarroja de onda larga emitida por la superficie de la Tierra y la reirradian hacia ella, calentando así a la atmósfera. Este efecto natural mantiene a nuestra atmósfera unos 30 °C más cálida que si no tuviera esos gases. Incrementar la concentración de dichos gases incrementará el efecto (es decir, calentará más a la atmósfera).1 —Bigelow Laboratory for Ocean Sciences (Laboratorio Bigelow para las Ciencias Oceánicas) En un invernadero, la luz visible (específicamente la del Sol) penetra fácilmente las paredes de vidrio o de plástico, pero el calor (en forma de radiación infrarroja) no lo hace. El efecto de invernadero se refiere al proceso físico por el cual los gases atmosféricos permiten que la luz solar los atraviese pero absorben radiación infrarroja actuando así como una sábana atrapando calor.2 1 http://www.geolsoc.org.uk/webdav/site/GSL/groups/ourviews_edit/public/Climate%20change%20%20evidence%20from%20the%20geological%20record.pdf 2 http://www.bigelow.org/virtual/handson/greenhouse_make.html 48 | P a g e —The U.S. government’s Environmental Protection Agency (Agencia para la Protección del Ambiente del Gobierno de los Estados Unidos): La energía que es absorbida se convierte en parte en energía térmica que es reirradiada de vuelta dentro de la atmósfera. Las ondas de energía calórica no son visibles y están generalmente en la porción infrarroja (de onda larga) del espectro, comparadas con la luz visible. Las leyes físicas muestran que los constituyentes atmosféricos –principalmente el vapor de agua y el dióxido de carbono gaseoso, los cuales son transparentes a la luz visible, no son transparentes a las ondas de calor. De ahí que la energía reirradiada en la porción infrarroja del espectro sea atrapada dentro de la atmósfera, manteniendo caliente a la superficie. Este fenómeno es llamado el “efecto de invernadero” porque es exactamente el mismo principio que calienta a un invernadero.3 —Fort Lewis College, Colorado (Colegio Fort Lewis, Colorado) Esta captura parcial de radiación solar conocida como el efecto de invernadero. El nombre proviene del hecho de que un proceso similar opera un invernadero. La luz solar pasa relativamente sin obstáculos a través de los paneles de vidrio, pero una gran parte de la radiación reemitida por las plantas es bloqueada por el vidrio y no puede salir. Consecuentemente, el interior del invernadero se calienta, y las flores, las frutas y las verduras pueden crecer aún en los fríos días invernales.4 —PlanetConnecticut.org: El vidrio es transparente a la luz solar, pero es efectivamente opaco a la radiación infrarroja. Luego pues, el vidrio se calienta cuando absorbe algo de la radiación infrarroja que es irradiada por el suelo, el agua y la biomasa. El vidrio luego re-irradiará este calor como radiación infrarroja, algo hacia afuera y algo de regreso hacia el interior del invernadero. La energía radiada de retorno dentro del invernadero causa que el interior de este recinto se caliente.5 —United Nations Framework Convention on Climate Change (Naciones Unidas dentro del Marco de la Convención para el Cambio Climático): Los gases de invernadero forman solamente el 1 por ciento de la atmósfera, pero ellos actúan como una sábana alrededor de la Tierra, o como el techo de vidrio de un invernadero –ellos atrapan calor y mantienen al planeta algunos 30 grados C más cálido de lo que sería de otra manera.6 —NASA: El “efecto de invernadero es el calentamiento del clima que resulta cuando la atmósfera atrapa calor que está irradiando desde la Tierra hacia el espacio. Ciertos gases en la atmósfera se asemejan al vidrio de un invernadero, permitiendo que la luz solar pase hacia el interior del “invernadero”, pero impidiendo que el calor de la Tierra escape hacia el espacio.7 3 http://www.epa.gov/ne/students/pdfs/activ13.pdf http://physics.fortlewis.edu/Astronomy/astronomy%20today/CHAISSON/AT307/HTML/AT30702.HTM 5 http://www.planetconnecticut.org/teachersadministrators/pdfs/lesson1.pdf 6 http://unfccc.int/essential_background/feeling_the_heat/items/2903.php 7 http://www.gsfc.nasa.gov/gsfc/service/gallery/fact_sheets/earthsci/green.htm 4 49 | P a g e —NASA: ¿Por qué este proceso es llamado “El Efecto de Invernadero”? Porque el mismo proceso mantiene cálido a un invernadero con paredes de vidrio. El Sol calienta al suelo y a los vegetales en el interior del invernadero, pero el vidrio absorbe la radiación infrarroja reirradiada y devuelve algo de ella hacia el interior.8 —NASA: Un invernadero real está hecho de vidrio, el cual permite que la luz visible solar pase desde el exterior. Esta luz es absorbida por todos los materiales adentro, y las superficies calentadas irradian de regreso luz infrarroja, algunas veces llamada “rayos de calor”. No obstante, el vidrio, aunque transparente a la luz visible, actúa como una barrera parcial a la luz infrarroja. Luego pues, algo de esta radiación infrarroja, o calor, es atrapado adentro.9 —Department of Atmospheric and Oceanic Science at the University of Maryland (Departamento de Ciencia Atmosférica y Oceánica de la Universidad de Maryland): Un invernadero real está contenido por paredes y techos de vidrio. El vidrio es altamente transparente en las longitudes de onda visibles del Sol, de tal forma que la luz solar pasa al interior del invernadero. Sin embargo, el vidrio es altamente absorbente en las longitudes de onda infrarrojas características de la emisión desde la superficie de la Tierra. Por lo tanto, la radiación infrarroja emitida por la superficie es absorbida eficientemente por las paredes y el techo de vidrio y, como respuesta, estas superficies irradian la energía de regreso hacia el interior del invernadero y también hacia el ambiente exterior. Pero claramente, una gran porción de la radiación infrarroja desde la superficie no pasa hacia afuera desde el invernadero, y la energía equivalente es retenida dentro del ambiente del invernadero.10 —howstuffworks.com: La luz pasa a través del vidrio hacia el interior del invernadero y calienta las cosas que se encuentran dentro del recinto. El vidrio es entonces opaco a la energía infrarroja que esas cosas calentadas están emitiendo, de tal forma que el calor es atrapado dentro del invernadero.11 8 http://www-airs.jpl.nasa.gov/News/Features/FeaturesClimateChange/GreenhouseEffect/ http://www-istp.gsfc.nasa.gov/stargaze/Lsun1lit.htm 10 http://www-airs.jpl.nasa.gov/News/Features/FeaturesClimateChange/GreenhouseEffect/ 11 http://www.atmos.umd.edu/~owen/CHPI/IMAGES/grnhs1.html 9 50 | P a g e —Enviropedia.org.uk: Los gases de efecto invernadero como el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso atrapan la radiación infrarroja liberada por la superficie terrestre. La atmósfera actúa como el vidrio en un invernadero, permitiendo que gran parte de la radiación solar de onda corta viajar a través sin obstáculos, pero atrapando mucha de la energía de calor de onda larga que intenta escapar hacia el espacio. Este proceso hace que la temperatura de la atmósfera aumente, justo como lo hace en el invernadero. Se trata del efecto de invernadero natural de la Tierra y que mantiene a la tierra 33 °C más cálida que lo que sería sin una atmósfera, en un promedio de 15 ° C. En contraste, la Luna, que no tiene atmósfera, tiene una temperatura media de superficie de -18 °C.12 —Physics Department, University of Alaska-Fairbanks (Departamento de Física, Universidad de Alaska en Fairbanks): Los gases de efecto invernadero actúan como una manta. Algunos de ustedes podrían preguntarse cómo una casa verde toma energía solar y la convierte en energía térmica. Un buen ejemplo de esto es algo que ustedes pueden observar todos los días durante el verano en sus propios coches. Ocurre cuando ustedes dejan su carro en un estacionamiento soleado con las ventanillas cerradas. La energía solar está pasando a través del vidrio y está calentando el interior de los coches. Lo que está ocurriendo realmente es que las ondas cortas de la radiación infrarroja están penetrando y se están convirtiendo en ondas largas de energía infrarroja, las cuales no pueden escapar.13 —Climate.org Afortunadamente, una gran parte de esta radiación infrarroja es absorbida en la atmósfera por los llamados gases de efecto invernadero, haciendo al mundo mucho más cálido que lo que sería sin ellos. Estos gases actúan más bien como el vidrio en un invernadero, el cual permite que la luz solar entre, proveyendo un refugio del viento y evitando que escape la mayor parte de la energía infrarroja, Manteniendo una temperatura cálida.14 ---State of Utah Office of Education (Oficina de Educación del Estado de Utah) En una escala global, el dióxido de carbono, el vapor de agua y otros gases presentes en la atmósfera son similares al vidrio en un invernadero. La radiación ultravioleta desde el Sol (teniendo una longitud de onda corta) puede pasar a través del vidrio. Una vez dentro del invernadero, la radiación ultravioleta es absorbida por el suelo, las plantas y otros objetos. Al ser absorbida, esa energía se convierte en radiación infrarroja o energía calorífica que tiene una longitud de onda más corta. A causa de ello, la radiación infrarroja no puede escapar a través de las ventanas. Las ventanas actúan como una gran manta en la cual ellos re-irradian la energía infrarroja de vuelta hacia el interior del invernadero. Este fenómeno naturalmente causa que la energía total dentro del invernadero se incremente.15 12 http://home.howstuffworks.com/question238.htm http://www.enviropedia.org.uk/Climate_Change/Greenhouse_Effect.php 14 http://www.climate.org.ua/ghg/ghgeffect.html 15 http://ffden-2.phys.uaf.edu/102spring2002_Web_projects/C.Levit/web%20page.Html 13 51 | P a g e —G. H. P. Dharmaratna, Director General del Departmento de Meteorología Para poder entender el efecto de invernadero sobre la Tierra, un buen lugar para comenzar es un invernadero. Un invernadero se mantiene caliente porque la energía solar entrante (en forma de luz solar visible) es capaz de pasar fácilmente a través del vidrio del invernadero y calienta el suelo y las plantas en el interior. Sin embargo, la energía que es emitida desde el suelo y las plantas es radiación infrarroja invisible; ésta no es capaz de pasar tan fácilmente a través del vidrio del invernadero. Algo de la energía calorífica infrarroja queda atrapado dentro; esta es la razón principal por la cual un invernadero es más cálido que afuera.16 —Weather-Climate.org Este efecto de calentamiento es llamado “efecto de invernadero” porque es el mismo proceso que ocurre en un invernadero en un día soleado. El vidrio es transparente a la radiación de onda corta pero absorbe la radiación de onda larga saliente, causando una elevación de la temperatura adentro del invernadero.17 —Eduhistory.com El vidrio usado para un invernadero actúa como un medio transmisor selectivo para diferentes frecuencias del espectro, y su efecto es atrapar energía dentro del invernadero, lo cual hace que las plantas y el piso dentro de él se calienten. Esto calienta el aire cercano al piso, y se impide que ese aire se eleve y fluya alejándose. Esto puede ser demostrado al abrir una ventana pequeña cerca del techo de un invernadero: la temperatura disminuye considerablemente. Los invernaderos también funcionan atrapando radiación electromagnética y evitando la convección.18 —Northwestern University, Evanston, Illinois Perspectiva: El Dióxido de Carbono es identificado como un “gas de efecto invernadero” debido a su habilidad para atrapar calor dentro del ambiente de la Tierra. Explican que el efecto de invernadero funciona en una forma algo similar –pero no idéntica- (vea las notas para el maestro y la hoja del suplemento de antecedentes para mayor información. Los rayos del Sol pasan a través de la atmósfera y calientan la superficie. La Tierra emite algo de esta energía de vuelta hacia el espacio (como el calor de una fogata). Sin embargo, los gases como el dióxido de carbono y el vapor de agua (en las nubes) absorben una gran porción de esta energía y la envían de regreso hacia la Tierra. Las personas han solido llamar a este proceso “el efecto de invernadero” porque les recuerda cómo funcionan los invernaderos reales, los cuales están hechos de vidrio y ayudan al crecimiento de las plantas, dejan pasar los rayos del Sol mientras que atrapan mucha de la radiación que de otra manera escaparía.19 Recuerde: Nada de lo anterior ocurre realmente. Aún así, las autoridades dan testimonio sobre ello… 16 http://www.usoe.k12.ut.us/curr/science/core/earth/sciber9/Stand_6/html/1e.htm http://www.lankajalani.org/Publications/Paper%20-%20Impacts%20of%20Climate%20Change.doc 18 http://www.eduhistory.com/greenhouse.htm 19 http://www.letus.northwestern.edu/projects/gw/pdf/C09.pdf 17 52 | P a g e Capítulo 9 Examinando la Teoría del Efecto de Invernadero Por Alan Siddons La siguiente gráfica intenta explicar cómo funciona el forzamiento radiativo.1 El origen de este gráfico es un curso universitario que no es único. Gavin Schmidt de la NASA usa el mismo ejemplo para explicar el efecto de invernadero a sus lectores. A la izquierda de la línea punteada se plasma la radiación solar entrante. De 342 Watts por metro cuadrado iniciales iluminando a la Tierra, 102.6 Watts son reflejados y enviados de regreso al espacio causando que la Tierra absorba 239.4 Watts por metro cuadrado. A la derecha de la línea punteada –saliendo, y también entrando- la radiación terrestre. Se entiende que la energía terrestre saliente debe igualar a la energía entrante. 1 http://courses.washington.edu/pcc588/lectures_2008/588_lect_010708.pdf 53 | P a g e La función atmosférica f juega aquí un rol importante, pues ella representa la eficiencia de la atmósfera interceptando la emisión terrestre. Si la magnitud de f se eleva, la emisión terrestre hacia el espacio necesariamente disminuye. Sin embargo, dado que la absorción atmosférica se incrementa cuando la emisión directa de la superficie decrece, ella cumple la función de radiar la diferencia. Esto asegura que la energía saliente iguale a la energía entrante. Por otra parte, lo que la atmósfera ha absorbido desde la superficie también es emitida de regreso hacia la superficie. Por ejemplo, asigne el valor de 240 a la emisión terrestre en vez de 239.4 y monte un escenario de 50/50. La superficie emitirá solamente hacia el espacio porque la otra mitad es capturada por la atmósfera. La atmósfera emite los 120 Watts que ha absorbido consiguiendo para la Tierra el “equilibrio radiativo”. Pero esos 120 también son irradiados hacia abajo, hacia la superficie, elevando la energía de la superficie a 240 más 120, es decir, 360 Watts por metro cuadrado, bastante más caliente ahora. Una torcidita más y usted obtiene los requeridos para la superficie, cantidad suficiente como para elevar la temperatura promedio de la Tierra a los 15 grados Celsius. Si las personas son lo suficientemente cándidas para creer en ese escenario, y aparentemente millones lo creen, ellas se merecen lo que viene bajando por el camino hacia ellas. Incluso, esto es lo que muchos escépticos del clima llaman “ciencia básica”. Coloque un filtro infrarrojo en vez de esa capa de “gases de efecto invernadero”. Al igual que los gases, el filtro también es transparente a la luz visible, pero considerablemente opaco a la infrarroja. Dirija un calentador-radiador hacia un filtro infrarrojo. De acuerdo a la física del efecto de invernadero, usted ahora tiene lo equivalente a dos calentadores-radiadores porque el filtro infrarrojo absorberá, digamos, 500 emitidos por el calentador y re-emitirá esa cantidad hacia los alrededores, pero también radiará en la dirección opuesta, de regreso al calentador. En total, usted obtiene 1000 Watts por metro cuadrado. Dos calentadores por el precio de uno. Pero eso no es todo. Recuerde, el calentador-radiador será calentado por su propia energía re-dirigida y, por lo tanto, emitirá aún más energía, la cual será absorbida y duplicada por el filtro infrarrojo, lo cual calentará al calentador-radiador aún más… No solo es una máquina de movimiento perpetuo –se acelera antes de arrancar! Es increíble que tal fantasía infantil amenace con destruir la civilización occidental, pero ese es exactamente el caso. Más Discusión Por Heinz Thieme La correlación entre los llamados gases de efecto invernadero y la temperatura atmosférica no está aún bien comprendida. Hasta ahora, muy pocas veces los climatólogos han participado en discusiones científicas serias sobre los mecanismos energéticos básicos de la atmósfera. Algunos de ellos han comenzado a darse cuenta que su paradigma del efecto de invernadero es defectuoso desde sus fundamentos, y ya se están preparando para desechar sus teorías sobre los efectos climáticos del CO2 y 54 | P a g e otros gases traza. *…+ Esto no debe sorprendernos porque en efecto no existe tal cosa del efecto de invernadero: el efecto de invernadero es una imposibilidad.2 2 http://realplanet.eu/error.htm Otra Vez, Más Discusión Por Tom Kondis Para sostener su argumento, los proponentes del calentamiento global hecho por el hombre han entremezclado elementos de la actividad de invernadero y la absorción infrarroja para promover la imagen de que el dióxido de carbono atrapa calor cerca de la superficie de la Tierra como si fuera un invernadero molecular aislante de nuestra atmósfera. Sin embargo, su imaginería está seriamente adulterada. Un invernadero es una simple estructura física que atrapa aire caliente. La radiación solar inicia la secuencia de calentamiento dentro de un invernadero cuando los fotones en la región visible del espectro electromagnético, entrando a través de paneles de vidrio o de plástico transparente, son absorbidos por las superficies de objetos opacos. Los fotones reflejados salen libremente; ni ellos ni su “calor” están atrapados dentro. Los choferes, quienes regularmente estacionan sus invernaderos móviles en estacionamientos soleados, explotan este principio al colocar cartones blancos reflectores detrás de los parabrisas de sus vehículos para expeler algo antes de ser absorbido. La segunda ley de la termodinámica impide al dióxido de carbono capturar o revertir al flujo espontáneo descendente de energía, colocando a los proponentes del calentamiento global en la embarazosa situación de insistir en que la inocente participación de un componente traza de la atmósfera en el proceso natural de disipación de calor es responsable de calentar a un planeta. La propiedad ficticia del “calor atrapado”, que promueven agresivamente con una metáfora deshonesta del “efecto de invernadero”, se basa en sus falsas declaraciones sobre los procesos naturales de transferencia, absorción y emisión de energía, y el desprecio de dos leyes fundamentales de la física. Sus ornamentos promocionales también han dañado el significado de "el efecto de invernadero", un término que originalmente relacionaba al confinamiento de la pérdida de aire caliente cercano al nivel del suelo durante la noche causado por la cubierta de nubes con el aire caliente atrapado dentro del recinto de un invernadero.3 Comentarios Adicionales sobre el Efecto de Invernadero Algo que pasa inadvertido para muchos proponentes del efecto de invernadero es que el vapor de agua juega un rol bastante importante en mantener frío al planeta mediante la absorción de la energía radiante entrante. La línea azul en la gráfica de abajo es lo que tendríamos sin una atmósfera, la línea amarilla lo que nosotros tenemos con ella. Las temperaturas en la superficie terrestre soleada son sensiblemente inferiores a las de nuestra vecina la Luna porque nuestra atmósfera intercepta la radiación entrante. Habida cuenta de la Ley de conservación de la energía, los “gases de efecto invernadero” no pueden agregar calor a la superficie terrestre, pero sin duda ellos pueden reducirlo. 3 http://junkscience.com/Greenhouse/Kondis-Greenhouse.html 55 | P a g e Por lo tanto, también considere este aspecto de aislamiento-radiante. La estratósfera, la capa de atmósfera que se encuentra justo encima de la capa en la cual vivimos, contiene una delgada capa de ozono (O3). Esta capa no podría existir sin el Sol. El ozono está formado por tres átomos de oxígeno. No es una molécula muy estable y se invierte mucha potencia para crearla. Cuando la luz UV pega sobre una molécula de oxígeno (O2) , esta se divide en dos átomos de oxígeno (O). Cuando uno de estos átomos se pone en contacto con una molécula de oxígeno, el átomo aislado se combina con la molécula para formar ozono. El proceso también funciona en reversa –cuando la luz UV golpea al ozono, este se divide en una molécula de oxígeno y un átomo de oxígeno. Molécula de oxígeno + luz = dos átomos de oxígeno. Átomo de oxígeno + molécula de oxígeno = molécula de ozono. Este proceso es llamado el Ciclo del Ozono- Oxígeno, y convierte a la luz en calor evitándole penetrar hasta la superficie de la Tierra. Sin el Sol, la Tierra no tendría una capa de ozono –pero, sin el Sol, la Tierra no lo necesitaría.4 La premisa de la teoría del efecto de invernadero es que los “gases con efecto de invernadero” absorben e irradian energía, en tanto que el aire normal no lo hace. Se cree que esta radiación provee una segunda fuente de calor para la Tierra, elevando entonces su temperatura. No obstante, si el Sol calienta a la Tierra y ésta también es calentada por la transferencia radiante realizada por los gases traza, entonces su temperatura superficial debería necesariamente ser más alta que lo que la luz solar puede inducir debido a la energía radiante extra incidiendo sobre ella a cualquier hora del día. Sin embargo, el hecho simple es que la temperatura de la superficie iluminada de la Tierra es enteramente coherente con la pura radiación solar– lo cual también significa que la teoría del efecto 56 | P a g e de invernadero puede ser demostrada como falsa sin más que por razón de ese punto. La radiación infrarroja emitida por los gases traza no puede calentar a otras moléculas del aire porque éstas no responden al infrarrojo, ni siquiera existe evidencia alguna sobre una “fuente secundaria” calentando a la Tierra. 4 http://science.howstuffworks.com/earth5.htm 57 | P a g e Capítulo 10 ¿POR QUÉ? Por Alan Siddons EL SIGLO XIX vio la primera articulación clara de la teoría del forzamiento radiativo… La radiación del Sol en la cual el planeta está perpetuamente inmerso, penetra el aire, la tierra y las aguas; sus elementos se dividen, cambian de dirección en todas las trayectorias y, penetrando la masa del globo, elevaría su temperatura más y más, si el calor adquirido no fuese exactamente balanceado por lo que se escapa en rayos de todos los puntos de la superficie y se expande a través del cielo. — Joseph Fourier (1768-1830) El corolario directo de la conjetura de Fourier es que la disminución en la radiación saliente mantendrá haciendo que la temperatura se incremente. Esa es la esencia de su teoría, la cual ha sobrevivido hasta el día de hoy. De hecho, Fourier consideraba un recipiente de vidrio como modelo real de forzamiento. Dado que el vidrio es transparente a la onda corta y opaco a la infrarroja, él concluyó que un invernadero de jardín permite que la luz visible entre, pero evita que los “rayos obscuros” infrarrojos escapen. De esta manera, de acuerdo a lo que él creía, el calor inducido por el Sol dentro de una caja de vidrio era incapaz de escapar, una especie de desbalanceo que forzaba el incremento de la temperatura. Resulta ser que no ocurre de ese modo; no obstante, la hipótesis de Fourier persistió aún después de que demostró que el ejemplo práctico de Fourier es erróneo. La idea de atrapar luz era intrigante, sin embargo, y Gustav Kirchhoff (1824-1887) concibió una solución: un agujero en una cavidad. Un rayo de luz podría entrar por ese agujero, pero las paredes interiores de la oquedad absorberían cualquier reflejo y evitarían que la luz escapara. De esta forma, confinando la radiación entrante, la energía térmica proporcionada por la luz podría mostrarse con su valor máximo. El esquema de Kirchhoff era superior que el del vidrio transmisor selectivo porque una cavidad absorbe y atrapa todas las longitudes de onda de la luz, creando así un desbalanceo radiativo completo. Cuando menos, teóricamente. Ahora bien, ¿cuáles fueron los resultados de los experimentos con la cavidad? Que un cuerpo perfectamente absorbente (“negro”) eleva su temperatura un poquito más que un cuerpo negro real que posee una abertura que permite la pérdida de calor por convección desde sus alrededores. Un cuerpo negro teórico, por lo tanto, define el límite superior de temperatura contra la absorción radiante. 58 | P a g e Luego pues, trate de captar lo que ello implica. Una cavidad de cuerpo negro imita la restricción radiativa que se dice es inducida por los “gases de efecto invernadero”. De hecho, virtualmente no se permite que escape ni la más mínima de la radiación térmica generada al interior de esta cavidad. En vez de eso, esa radiación térmica “recircula” y es muestreada a través de un diminuto agujero. No obstante, ¿conduce este confinamiento a un descontrol del efecto de invernadero? No, sino que solamente establece un límite superior de temperatura. El MISMO límite que es aplicado a la Tierra, en primer lugar, porque su temperatura es calculada en base a una ¡ecuación de cuerpo negro! Ahora, es muy posible que al aplicar una fórmula basada en la cavidad a la temperatura de una esfera rotante con la mitad iluminada esto sea substancialmente malinterpretado. Si no, entonces 279 K constituyen el límite superior para la Tierra porque tal cálculo supone un cuerpo que es perfectamente absorbente, significando que él posiblemente no puede absorber más luz que la luz a la que es expuesto, haciendo todo lo que se alega que un “efecto de invernadero” puede hacer: re-radiar continuamente energía infrarroja hacia dentro de sí mismo. Un cuerpo negro que atrapa luz demuestra que el forzamiento radiativo es una ficción porque su temperatura llega a un límite máximo no mucho mayor que lo que se ve en la vida real. Aún así, la hipótesis del efecto de invernadero alega que la restricción radiativa genera temperaturas MÁS ALTAS QUE las de un cuerpo negro. ¡Considerablemente más altas que eso! Luego pues, tal argumento contradice flagrantemente a la evidencia. Ese argumento no tiene fundamento experimental que lo sostenga. Primero aprovechado como la respuesta y más tarde desechado, un recipiente de vidrio demostró que la opacidad infrarroja nada tenía que ver con la generación de calor adicional en su interior. Luego vino el cuerpo negro radiativamente restringido, el cual enclavó de un solo golpe el concepto del forzamiento. Sin embargo, contra toda la evidencia, los climatólogos aún espolean la teoría del forzamiento radiativo. ¿Por Qué? Indudablemente, rara vez se abren nuevos senderos en las grandes academias. Los confinantes muros del dogma conformista también están dominando. Para pensar de una manera original, usted debe adentrarse en el desierto. —S. Warren Carey 59 | P a g e Capítulo 11 Análisis del Alarmismo Climático-Parte 2 Por Tim Ball Contexto Filosófico LA MAYORÍA DE LA GENTE NO TIENE idea de cómo su visión del mundo es única para su cultura y que es determinada por los valores prevalecientes en la sociedad. Eso es inculcado a través de su niñez, incluyendo la influencia de los padres, la religión y la educación. Al igual que todas las filosofías que vienen a dominar a la sociedad, la histeria climática es parte de una evolución de ideas y necesita un contexto histórico. En el mundo moderno, todo está cerca del cambio, como si ello fuese algo nuevo. La ciencia occidental y la educación básica, por ende, se desarrolla dentro del marco de la filosofía prevaleciente de las sociedades. Actualmente, esta asume que el cambio es gradual, a través de largos períodos de tiempo. Realmente, el cambio rápido y significativo es la norma, lo cual ha permitido que el cambio natural y su pauta de avance sean identificados como innaturales. De hecho, siempre hay tantos eventos naturales, por lo cual hay una serie interminable de ejemplos diarios. En los tiempos de Darwin, la iglesia Inglesa aceptó el cálculo del Obispo Ussher, basado en la Biblia, que afirmaba que el mundo había sido formado el 23 de octubre de 4004 AC. Sin embargo, Darwin necesitaba un mundo mucho más antiguo para permitir que ocurriera el tipo de evolución que él imaginaba como conducente al cambio natural. De forma simplista, la religión dijo que Dios creó al mundo en siete días; Darwin necesitaba millones. Sir Charles Lyell proporcionó la respuesta en un libro titulado Principios de Geología, del cual Darwin se acompañó en su famoso viaje a las Islas Galápagos. La combinación de marcos de largo tiempo y desarrollo lento resultó en una visión filosófica conocida como uniformismo. Si tal término suena apropiado más para la religión que para la ciencia es porque, en esencia, es otra forma de sistema de creencias. El uniformismo es la idea sobre la cual se basa ahora la visión del mundo de la sociedad occidental. Un principio básico supone que el cambio es gradual y a través de largos períodos de tiempo, y que cualquier cambio repentino o dramático es antinatural. Con una versión del uniformismo adaptado a sus necesidades, los extremistas ambientales prácticamente pueden señalar cualquier cambio y decir que es antinatural, lo cual implica que es hecho por el hombre. Pero sabemos, por la ciencia moderna, que 60 | P a g e realmente los cambios naturales pueden ser repentinos y extremos, como lo ha señalado el profesor Tim Patterson, de la Universidad de Carleton, en Ottawa: Diez mil años atrás, mientras que el mundo estaba saliendo del período frío del “Dryas Reciente” (también llamado “Dryas Temprano”), con mil años de duración, las temperaturas aumentaron hasta 6 grados Celsius en una década, 100 veces más rápido que el calentamiento de 0.6 grados Celsius del siglo pasado que tanto ha perturbado a los ambientalistas.1 Siendo que ocurrió antes de los albores de la civilización moderna, fue, por supuesto, completamente natural. La pérdida de credibilidad en la ciencia es grave en cualquier época, pero especialmente ahora, cuando un cambio mayor e importante está ocurriendo en la filosofía, al cual los académicos llaman “cambio de paradigma”. Nos estamos moviendo desde el final de la Revolución Científica y Tecnológica hacia un nuevo orden, o visión de la humanidad y del planeta. La Revolución Científica comenzó en 1543 con un reacio revolucionario, Nicolás Copérnico, presentando una teoría sobre el sistema solar. El recolocó a la Tierra (geocentrismo) con el Sol en el centro (heliocentrismo). Esto comenzó un largo proceso de socavar la creencia Católica en la estructura del sistema solar delineada 2000 años antes por Aristóteles. Copérnico impulsó la investigación renovada en astronomía y matemáticas que sobrevive hasta hoy con el trabajo de Stephen Hawking y otros. Ellos están vinculados a través de los siglos por hombres de ciencia famosos, como por ejemplo Johannes Kepler, Galileo Galilei, Isaac Newton y Albert Einstein. Sus ideas cambiaron profundamente a la visión del universo y de nuestro sistema solar pero, para la mayoría de la gente, eso tuvo pocas consecuencias. Una encuesta realizada en Europa a finales de 1990 reveló que el 17% de la población aún cree que el Sol orbita a la Tierra, no como Copérnico había descubierto. Lo que la ciencia cree no importa siempre y cuando el Sol se levante y se oculte cada día. Lo mismo se aplica a los descubrimientos de Newton sobre la gravedad. Eso es de poca o nula consecuencia diaria o incluso anual siempre y cuando una persona no vuele hacia el espacio; sin embargo, esto es de consecuencia en un contexto más grande y prolongado. Carlos Darwin también fue un revolucionario reacio, pero, al igual que Copérnico, él encontró que una vez que el corcho se quitaba de la botella no podía ser reemplazado. La iglesia se molestó en ambos casos, descubriendo, como cualquier autoridad dominante, que las ideas eran el peligro a vencer. Pero las ideas de Darwin tenían consecuencias mucho más amplias y profundas que las de Copérnico porque hablaban directamente a toda la gente. 1 http://www.financialpost.com/story.html?id=597d0677-2a05-47b4-b34f-b84068db11f4&k=29751 Las ideas de Copérnico eran demasiado complicadas como para ser captadas por las mentes medievales y por la mayoría de las mentes modernas y, en consecuencia, fueron menos amenazantes. La iglesia trató de bajar de las nubes sus preocupaciones argumentando que la declaración de Copérnico sobre un universo infinito no dejaba espacio para el cielo. Es difícil para nosotros comprender cuán importante era ese argumento eclesiástico para la gente del Medioevo. La amenaza de excomunión, la cual es la prohibición a participar en todos los ritos de la iglesia, incluyendo la entrada al cielo, tiene 61 | P a g e poco sentido de otra manera. Pero muy pocas personas supieron de Copérnico o de las preocupaciones de la iglesia. Un argumento efectivo, pero raramente usado en estos días es el de reductio ad absurdum, o reducir al absurdo. La iglesia dijo que la visión de Darwin proponía que los humanos descendieron de los monos; virtualmente, que los gorilas fueron sus abuelos. A diferencia de todas las teorías científicas previas, ellos descubrieron que la teoría de Darwin hablaba directa y personalmente a cada uno. La ciencia que antes estaba lejos de las vidas de la mayoría de las personas, que era misteriosa, obscura, de poca consecuencia, estaba ya en cada hogar, en cada iglesia y en cada escuela. El debate científico se alejó de lo amoral, lo racional, lo lógico, para diversificarse en lo religioso, lo moral, lo filosófico o en alguna combinación, pero siempre emocional. La teoría de Darwin dio lugar a una nueva escuela de estudio generalmente conocida como ciencias sociales. Muchos creen que esto es, en el mejor de los casos, un término discordante y, en el peor de los casos, un oxímoron. El tema central de todas las áreas académicas de la sociología, las ciencias políticas, la economía, la psicología, la antropología y la geografía humana es el animal-humano. Un segmento específico incluyó al Darwinismo Social, en el cual sus ideas científicas de evolución, naturaleza y animales eran aplicadas a los humanos y al comportamiento humano. En muchas formas, estas disciplinas son contradicciones porque tratan de mostrar cómo lo humanos no son diferentes al resto de los animales, sin embargo muy diferentes. El punto de vista científico efectivamente rechazó a Dios como la razón de la existencia de los humanos en la Tierra. Entonces, como todos los demás animales, nosotros estábamos a merced de la naturaleza. Dejamos de ser el propósito especial de Dios de tal forma que no teníamos Su protección; teníamos qué lidiar con la naturaleza y sus amenazas contra nuestra propia naturaleza. Antes de las religiones formales, los sistemas de creencias de la gente eran llamados, colectivamente, animismo, y ellos reverenciaban a los objetos naturales, como el Sol, la Luna, los animales o las aves. Un miedo profundamente asentado hacia la naturaleza y su facultad para tomar vidas subyace a nuestras preocupaciones sobre asuntos ambientales, especialmente el calentamiento global. Emergimos con alivio de la Guerra Fría y la amenaza de la aniquilación nuclear, aunque algunos creen que la amenaza aún está presente. Muchos arguyen que los humanos necesitan la abrumadora presencia de la fatalidad. Si la naturaleza no nos provee de una, nosotros creamos amenazas, reales o imaginarias. O tal vez es como Raymond Aron dijo, “En la búsqueda de esperanza en una era de desesperación, el filósofo se impone por un optimismo basado en la catástrofe.” Las amenazas del calentamiento global o el adelgazamiento de la capa de ozono son más inquietantes debido a su escala. Siempre hay una esperanza de que la razón intervenga para evitar una aniquilación nuclear. Le explotación de estos miedos se crea cuando los gobiernos dicen que nosotros podemos detener el calentamiento global o reparar el agujero en la capa de ozono. Todo lo que tenemos qué hacer es cambiar nuestro comportamiento y todo estará bien. Esto supone que nosotros tenemos información exacta sobre el problema, que entendemos los mecanismos de los sistemas de la Tierra, que conocemos las causas del cambio y somos capaces de tomar las medidas correctas para remediarlo sin crear problemas peores. Con el calentamiento global, la depleción de la capa de ozono y muchos otros temas ambientales, ninguna de estas condiciones existe. 62 | P a g e La ciencia, con nuestro consentimiento, ha reemplazado a Dios, dejando que la sociedad decida y tome acciones para resolver problemas. No obstante, aún esto no es el tema real. La religión es acerca de la moralidad, un código de vida que, en la mayoría de los casos, hace al individuo o grupo ser responsable de sus acciones. La ciencia es amoral, y esencialmente no rinde cuentas por sus acciones o conclusiones. Se deja a la sociedad para tratar con la moral u otras cuestiones que surjan. Algunos científicos están conscientes de este dilema y unos pocos han alertado a la sociedad, regularmente sin éxito. Por ejemplo, Albert Einstein escribió al Presidente de los Estados Unidos alertando sobre los peligros potenciales de la fuerza nuclear y urgiendo a los políticos para que mostraran su liderazgo en controlar la amenaza. A finales del siglo 20, la gente gozaba de los avances de la ciencia y la tecnología; no obstante, los efectos colaterales negativos se hicieron aparentes en algunos casos. En la mayoría de ellos, no había soluciones científicas o tecnológicas, la “solución tecnológica” no era una opción. Entonces, los problemas requirieron de una respuesta moral, pero aquéllos no podían confiarse a una sociedad moralmente confundida. Bien… ¡No toda! Aquéllos con puntos de vista religiosos muy fundamentalistas no tuvieron problema alguno, agravando a menudo el asunto aquél de tomar la posición de un “más santo que tú”. La mayoría descubrió que ellos necesitaban una posición moralista, pero no querían aquélla ofrecida por los grupos fundamentalistas. Algunos se retiraron de una religión organizada para ir a otra, el movimiento verde. Aquí estaba una solución agradable, simple, moralmente superior y no religiosa. Detén tu comportamiento inmoral y todo estará bien. Regresa a las respetables formas de vida de los pueblos primitivos de ayer y hoy. Los errores en esta posición requieren un libro o dos. Los dilemas y conflictos morales creados por la religión verde cuando la gente “primitiva” ansía los beneficios de la ciencia y la tecnología o resucitar prácticas tradicionales, tales como la cacería de ballenas, están incrementándose año tras año. Una desafío audaz se encuentra en el libro de Shepard Krech III The Ecological Indian. Así es que hemos llegado a un punto medio en la transición de un paradigma a otro. La religión de la ciencia reemplazó a la religión formal, pero al hacerlo se convirtió en más dogmática que la religión que reemplazó. Esto sucede porque hay un vacío moral que surge durante la transición; una situación en la cual las circunstancias políticas permiten que los demagogos avancen sus ideas simplistas y antidemocráticas que generalmente causan daños incalculables antes de que prevalezca la cordura. El calentamiento global es, probablemente, el ejemplo extremo de una víctima del actual vacío moral e intelectual. La mayoría de las personas incorrectamente creen que es un cambio en el clima debido a la interferencia humana y lo confunden con el Efecto de Invernadero. También, ellos cree también que ambos son fenómenos nuevos resultantes de los impactos de el mundo industrial. El fiasco del “Año 2000” fue la conexión final para el siglo XX. Todas las predicciones de fatalidad y obscuridad seguidas de fallas en las computadoras y el colapso tecnológico subsecuente probaron ser totalmente incorrectas. A pesar de una investigación vigilante por los medios de comunicación alrededor del mundo, ningún problema fue encontrado; la transición de un siglo al siguiente pasó sin incidentes. Algunos gobiernos alegaron que ello había obedecido a su vigilancia, pero esto fue simplemente un intento inoperante para justificar gastos injustificados. Los mismos gobiernos previnieron que los mayores problemas ocurrirían en las naciones menos desarrolladas tales como Rusia, China y la India debido a sus computadoras obsoletas. Estos países 63 | P a g e virtualmente no gastaron un solo centavo y no tuvieron problemas, lo cual probó que las predicciones estaban equivocadas y que los gastos eran innecesarios. Esta historia es sintomática del siglo XX, el cual ha sido llamado la Era de la Información, pero que es llamado, más apropiadamente, la Era de la Desinformación, aunque llamarle la Era de la Especulación también está bien. Durante la década de los noventas, alguien especuló que la mayoría de las computadoras, especialmente aquéllas que corrían sistemas públicos grandes, como bienes de servicio, transporte y banca, no reconocerían el cambio de 1999 a 2000. Esto causaría que dichas computadoras colapsaran creando un caos político, social y económico en todo el mundo. Inmediatamente se publicaron libros que hablaban sobre esto y los medios informativos que se nutren de las amenazas de la fatalidad inminente suscitaron preocupación entre el público hasta lograr niveles casi de histeria. Los explotadores, quienes jugaron hábilmente con los temores naturales de la población hacia el desastre inminente, rápidamente silenciaron a cualquiera que quisiera levantar la voz de la razón. Las preocupaciones alcanzaron un nivel en el cual los políticos se vieron obligados a reaccionar. La rechinante rueda obtuvo su grasa lubricante como usualmente ocurre, siempre y cuando esa grasa fuese amigable con el medio ambiente. Esos explotadores constriñeron a los departamentos gubernamentales para que establecieran políticas correctivas para los sectores público y privado. En la mayoría de los casos, ello supuso la creación de unidades independientes para comprobar el sistema ante cualquier posible problema. Esto generó tres efectos principales: Nadie dentro del Gobierno determinó si el problema era real; Ello dio credibilidad a la teoría porque grupos especialmente interesados argumentaron que el gobierno no había establecido las unidades ni tampoco había proporcionado fondos en caso de que el problema no fuese real; Estas unidades tenían un interés personal en perpetuar sus empleos más que decir que no había problema. Recuerde que fue un niño quien advirtió que el emperador estaba desnudo: los adultos se protegieron el propio interés de supervivencia. En esta forma, una teoría especulativa evolucionó hasta parecer ser una predicción mediante la evasión de retos intelectuales y prácticos rigurosos. La verdad surgió el 31 de diciembre de 1999 a las 23:59 horas, cuando todos los relojes de las computadoras en todo el mundo cambiaron la fecha al nuevo milenio sin problema alguno. El adagio de “el tiempo lo dirá” fue aplicado apropiada, específica y finitamente; los agoreros fatalistas estuvieron completamente equivocados. A estas fechas, el problema del “Año 2000” ya ha caído en el olvido, un destino que alcanzará a la mayoría de las otras “predicciones” de tragedia en la era de la especulación. Ya puedo oír a los agoreros fatalistas diciendo, “¿Qué tal si usted se hubiera equivocado?” Lo que ellos realmente están diciendo es, “¿No deberíamos actuar de cualquier forma?” La respuesta es: No necesariamente; sin embargo, los extremistas usan la contundente arma del miedo para cancelar el uso de opciones pacíficas, objetivas y razonables. La idea de actuar “por si las dudas” es conocida como “Principio Preventivo” y tiene mérito en algunas instancias. Sin embargo, este principio supone que existe alguna evidencia clara y relativamente inobjetable. No podemos y no 64 | P a g e deberíamos actuar sobre cada amenaza hipotética porque no es posible un mundo libre de riesgos, y el nuestro no está libre de riesgos. Debemos trabajar para reducir el riesgo, pero esto requiere de una priorización de los riesgos y eso requiere de alguna evidencia clara y relativamente inobjetable. El hecho es que la ciencia puede especular sobre una larga lista de fatalidades potenciales, pero todo eso es un reto social para decidir cuáles problemas necesitan de nuestra atención. Usar el miedo y crear histeria dificulta en gran medida el tomar decisiones calmadas y racionales sobre cuáles problemas necesitan atención. Yo apliqué el siguiente ejemplo para ilustrar este punto ante la Comisión Parlamentaria Permanente sobre el Ambiente con respecto al ozono. Estaba bien claro que lo políticos no entenderían cómo funciona la ciencia al presentar una hipótesis, la cual luego es verificada por otros científicos. Mi presentación inició enlistando algunos hechos científicos: La Tierra estaba disminuyendo su velocidad de rotación; El campo magnético se estaba debilitando gradual y consistentemente durante las últimas décadas. Si esta tendencia continúa, el campo magnético alcanzará el cero en aproximadamente 120 años: Cuando el campo magnético terrestre desaparezca, como ha ocurrido muchas veces, ocurriría la extinción masiva de especies. Yo quería saber qué acciones había planeado mi gobierno para impedir este desastre. Inmediatamente, un miembro del parlamento se mostró indignado ante mi presentación, señalando que el tópico era el ozono. El ignoró completamente mi punto y agravó su error al refunfuñar que Galileo se hubiera sentido avergonzado de mí. Como científico, yo perseguía el método científico deductivo identificado por Thomas Kuhn,2 el cual consiste en tomar una conjunto de hechos e intentar desarrollar una hipótesis vinculando y explicando esos hechos. Yo podría haber desarrollado tales hipótesis sobre una serie de desastres inminentes todo el día, pero esto no las hace reales o verídicas. En el otro método científico, se desarrolla una teoría que luego es comprobada en el laboratorio con todos los hechos recolectados en el campo. Kuhn llamó a este procedimiento “método inductivo”. Es raro que cualquier método exista en una forma pura; no obstante, en ambos casos las teorías son enfrentadas y verificadas rigurosamente. 2 Thomas S. Kuhn 1962, The Structure of Scientific Revolutions, University of Chicago Press. La teoría es comprobada, comprobada con modificaciones, o rechazada. Si es comprobada, en algún momento se transformará en ley científica; sin embargo, esto puede tomar mucho tiempo. Para elevar una teoría al rango de ley científica se requiere que las predicciones hechas por la teoría sean comprobadas como correctas –la habilidad para predecir es una buena definición de ciencia. Sir Isaac Newton incluyó la teoría de la gravedad en su libro Principia Mathematica, sin embargo hoy hablamos de la Ley de la Gravedad. No se dieron conferencias en las cuales los científicos se reunieran para decir que ya había fungido como teoría durante el tiempo suficiente. La transición ocurrió cuando la teoría hizo predicciones precisas; y ahí está la clave, porque una definición de ciencia muy simple es la habilidad para predecir. Esto genera interesantes preguntas sobre las predicciones meteorológicas, pero tocaremos ese punto más adelante. 65 | P a g e La teoría de la relatividad de Albert Einstein fue publicada en 1904; no obstante, permanece como teoría cien años después. Algunas predicciones han resultado correctas, pero la ciencia continúa teniendo reservas e impide la designación de ley. La vacilación da cuenta de otra parte importante del método científico. Cada hipótesis, sea inductiva o deductiva, está basada en un conjunto de suposiciones. Éstas son de igual forma fuerza y debilidad, y se convierten en puntos de ataque en la mayoría de los casos. El otro objetivo es reunir hechos que, de igual forma, sustentan o destruyen la hipótesis; o, como T. H. Huxley dijo: La gran tragedia de la ciencia, el asesinato de una hermosa hipótesis por un espantoso hecho. La fórmula más famosa en ciencia es lógicamente derivada de las conjeturas de Einstein. La letra “c” representa la velocidad de la luz y Einstein supuso que nada en el universo podría viajar más rápido que la luz. En el año 2000, se publicó un artículo científico reportando el descubrimiento de algo que viaja más rápido que la luz. Si eso resulta ser correcto, la teoría de Einstein será seriamente debilitada y la fórmula podría no ser algo más que un pié de página en la historia de la ciencia. Carlos Darwin publicó su teoría sobre la evolución de las especies en 1859. Permanece siendo una teoría hasta el presente por diversas razones; sin embargo, la más importante es porque nunca ha sido desafiada seriamente por la ciencia. Darwin fue elegido por defecto como el científico cuyo trabajo finalmente superaría al poder de la religión. La ciencia inició el conflicto con las ideas revolucionarias de Copérnico, y la batalla continúa aún en el siglo XX. Actualmente, tenemos la religión de la ciencia, la cual ha venido a ser más dogmática que la religión a la cual ella reemplazó. Cualquier científico que desafíe a Darwin estaría proveyendo de municiones al enemigo. Los creacionistas saltarían entonces sobre la oportunidad de denunciar a la teoría evolucionista para reemplazarla con el creacionismo. El debate creacionista/evolucionista continúa hasta el momento en el trabajo de Richard Dawkins a través de su libro publicado en 1986, The Blind Watchmaker (El Relojero Ciego) y en su libro publicado en 2006, The God Delusion (El Espejismo de Dios). Los científicos siguen creando hipótesis utilizando los métodos inductivo y deductivo, pero ahora hay un desarrollo inquietante que evita eficazmente que la ciencia haga ciencia. La secuencia normal de teoría, seguida por la discusión y la verificación, ha sido cortocircuitada. Muy pocos reporteros tienen entrenamiento científico, pero eso no importaría debido a que ellos buscan historias que coincidan con la histeria ambiental del día prevaleciente. Los artículos que parecen reforzar la hipótesis del calentamiento global reciben usualmente más atención, mientras que aquellos que la contradicen o que lanzan cuestionamientos serias sobre esa hipótesis son evitadas. La pieza de los medios de comunicación recibe un alto perfil y es reforzada por información de poca relevancia, excepto porque impresiona hábilmente al público. Por ejemplo, una historia sobre el cambio 66 | P a g e en la frecuencia de los huracanes empezará con la referencia al calentamiento global aun cuando el tema ni siquiera sea mencionado en el artículo original. A través de los años, siempre me ha sorprendido aquello que se adhiere en la mente del público con respecto a un tema. Ellos invariablemente creyeron que algo se había verificado como un hecho o que se había hecho una predicción exitosa. La mayoría de las veces no hay evidencia, sino solo conjeturas, y ninguna predicción, solamente teorías. ¿Cuál resultó ser la causa de la transición? Un monitoreo vigilante, aunque no científico, de las historias en los medios de comunicación parece dar la respuesta. La mayoría de los reporteros añaden palabras y frases convencionales y necesarias en el trabajo científico original; palabras tales como “podría” y frases como “parece que” aparecen usualmente en la historia. El problema es que ellas son tomadas como parte del artículo pero no registradas por el público. Lo que el público recuerda es el encabezado en el periódico o una declaración simple al inicio de la noticia. Invariablemente, estas son declaraciones simples, positivas e incondicionales, a menudo cambiando la historia, de ser conjeturas a ser hechos y teorías predictivas. Si la historia aparece en la televisión y los periódicos, la repetición refuerza la exactitud y credibilidad de la historia. Los grupos con intereses especiales toman la información, usualmente sin referencias al artículo original, y la incluyen en su campaña, algunas veces haciéndola la única plataforma de su propaganda. La manipulación hábil exagera la amenaza potencial, ignora las limitaciones científicas y explota los miedos de la gente de tal forma que una investigación objetiva en búsqueda de la verdad ya no es posible. Frecuentemente, el nivel de preocupación conduce a que el público demande acciones concretas, y los políticos se ven con pocas opciones. Una campaña propagandística constante en reuniones y manifestaciones públicas perpetúan y expanden los temores. El asunto se ha ensayado tan ampliamente que la mayoría de las personas no están dispuestas a considerar siquiera que la idea no es cierta. Aquellos que arrebataron la autoridad de alta moral silencian a los oponentes. La participación de los gobiernos, la cual debería servir para poner el tema en perspectiva, normalmente alimenta la histeria. Las conferencias nacionales e internacionales se producen con el democrático pero ilógico elenco de personajes que van desde el bien informado hasta el pobremente informado y hasta el deliberadamente mal informado. La histeria, la emotividad y el mucho apretón de manos siguen; sin embargo, a menudo se toman las decisiones erróneas. ¿Qué son Clima y Estado del Tiempo? 67 | P a g e Estado del tiempo son las condiciones atmosféricas experimentadas momentáneamente. Clima es el promedio de las condiciones del estado del tiempo para una región a través de un período de tiempo. Como dijo Robert Heinlein: Clima es lo que usted espera, estado del tiempo es lo que usted obtiene. La climatología, el estudio del clima, es una disciplina generalista. La palabra se deriva de la raíz Griega κλίμα (klima), refiriéndose al ángulo del Sol o ángulo de incidencia. La climatología estudia los patrones promedio del estado del tiempo en una región o a través del tiempo. Usando la idea, los griegos antiguos determinaron que había tres zonas climáticas, cálidas, templadas y frígidas. Clima es un anacronismo en esta era de especialización. Abarca muchos tópicos, áreas y datos, todos ellos interrelacionados en última instancia –aún las computadoras más sofisticadas y poderosas del mundo son inadecuadas para incorporar siquiera los modelos más simplistas. Comprendiendo esto, explica porqué tanta gente de diversas disciplinas y áreas muy especializadas se sienten calificadas para decir que son climatólogos. Una simple afinidad es clima; como si fuese un rompecabezas con miles de piezas y cada especialista tuviera una sola pieza. Muchos alegan que su pieza es esencial para el rompecabezas completo. Esto también significa que otros usan una pieza diferente, pero que la usan incorrectamente o fuera de contexto. Este libro examina piezas del rompecabezas usado en los intentos de reconstrucción del clima por lo cual los especialistas muestran cómo esas piezas fueron usadas incorrectamente. Continuando con la misma analogía, pero relacionándola con el proceso de resolver un rompecabezas, coloca al nivel actual de la ciencia del clima dentro de contexto. Sabemos cuáles son las cuatro esquinas del rompecabezas del clima: El Sol, la Atmósfera, la Tierra y los Océanos; sin embargo, estamos lejos de siquiera saber lo más mínimo de cualquiera de ellas. A continuación, usted localiza las piezas de los bordes y con el clima esto pone aún más de relieve las limitaciones de la investigación y el conocimiento actuales. Las piezas remanentes son separadas en pilas por color pero, aún así, algunas piezas son de colores lisos, pero muchas de las piezas tienen dos y a veces tres colores, mientras que otras son sombras y colores graduales. Estas son las piezas que invariablemente conectan a las distintas áreas y en el clima esto es la interacción entre los diferentes segmentos que son importantes. Otro problema con el rompecabezas es que éste es estático, en tanto que el mundo real siempre es un panorama en constante cambio. Éste es el gran desafío para los modelos del clima, más allá que el tener suficientes piezas y un mínimo saber de los mecanismos de interacción y movimiento. Por ejemplo, los modelos por computadora tratan a la Tierra como si fuese un disco plano, bañado durante veinticuatro horas por un velo de luz solar, ignorando las complejidades creadas por una superficie curvada con una alternancia del día y la noche. Claro que un rompecabezas o un modelo pueden tener la calidad de una tira cómica. Dibujar tiras cómicas es el arte de proveer la mínima información para proporcionar un solo sentido general del panorama completo. ¿Cuán pocas líneas se requieren para que reconozcamos al individuo? Esto no funciona para el clima, y especialmente para los modelos del clima; sin embargo, aún hay mucho ahí que 68 | P a g e desconocemos o no tenemos el equipo con suficiente capacidad computacional. Recuerdo atender conferencias en las cuales el conferencista que más hablaba y argumentaba resultados precisos era aquél que tenía la computadora más grande. El advenimiento de la computadora Cray fue uno de tales puntos. No obstante, hay otro problema porque usted podría tener una pieza de información, pero hacerla a un lado como si fuese insignificante. Sin embargo, en un conjunto variable de condiciones, los umbrales podrían ser muy diferentes. Esto habla del problema de interacción e influencia. Por ejemplo, en 1980 los minerales traza (zinc, manganeso, etc.) en el suelo eran considerados de poca consecuencia en la tarea de añadir o reemplazar minerales usados para la producción agrícola. Resultó que la habilidad de las plantas para asimilar los minerales mayores (nitratos, sulfatos, fosfatos, etc.) requerían la catálisis por medio de algunos minerales traza. Cuando los minerales traza se agotaban, el rendimiento de las cosechas declinaba. Los alarmistas del cambio climático han explotado este concepto de umbral que ellos llaman “puntos de inflexión”. Ellos ignoran el problema cuando aparece en sus modelos computarizados porque la capacidad computacional inadecuada no les permite otra opción. En un extraño giro de la historia, la mayoría de la gente el siglo XX sabía meteorología antes de saber algo acerca de la climatología. Es extraño porque la meteorología es el estudio de la física de la atmósfera, una parte específica o sub-disciplina de la climatología. Aristóteles escribió un libro titulado Meteorología que se ocupaba de los procesos y fenómenos de la atmósfera. Con ello, él intentaba entender los mecanismos para la predicción del estado del tiempo. Esto declinó hasta el siglo XIX, cuando el desarrollo de instrumentos, como el termómetro y el barómetro, se combinó con un deseo de medir y entender los constituyentes de la atmósfera. Un ejemplo temprano fue el descubrimiento del oxígeno, independientemente por Scheele en 1773 y Priestley en 1774. La física se convirtió en la ciencia más dominante, de tal forma que para principios del siglo XX ella dominaba a la meteorología. En Canadá, por ejemplo, para ser un pronosticador del estado del tiempo del gobierno, se requería un grado de Máster en Física, después del cual se tomaba un curso interno breve le enseñaba pronóstico meteorológico. Virtualmente, no existía instrucción en clima. La norma era similar en todo el mundo. El momento vino desde los intentos por medir y entender a la atmósfera y las interacciones que crean el estado del tiempo. El progreso de la meteorología continuó hasta la Primera Guerra Mundial, cuando los pilotos necesitaron de pronósticos acertados. Por esa razón la mayoría de las estaciones meteorológicas se encuentran en los aeropuertos, las cuales ahora sufren la interferencia del crecimiento de los centros urbanos. La climatología ganó atención en el mundo académico a través del trabajo de varias personas, como Reid Bryson en los Estados Unidos, Kenneth Hare en Canadá, Mikhail Budyko en Rusia y Hubert Lamb en Inglaterra. Solamente captó la atención del público cuando se convirtió en política a finales de la década de los ochentas. El clima volvió a la escena mundial con un alto nivel de dominancia especializada en el mundo académico y de investigación. Este desarrollo es crítico para entender el enfoque adoptado en este libro. Tan pronto como los especialistas fuera de la ciencia del clima comenzaron a mirar que sus áreas de conocimiento y comprensión estaban siendo usadas, descubrieron las limitaciones, aplicaciones incorrectas y errores creados en las conclusiones finales sobre el calentamiento global y el cambio climático. 69 | P a g e La expresión “persona renacentista” o “polímata” se refiera a alguien que es experto en muchos campos o disciplinas con una amplitud de conocimientos y comprensión. Benjamín Franklin es un buen ejemplo de ello. Algunos enlistan a Aristóteles, pero él cae en la categoría de “persona universal”, es decir, alguien que conoce toda la ciencia y geografía conocidas. Alexander von Humboldt es considerado como la última persona universal. Humboldt murió en 1859. Es un año propicio porque fue el año en que Charles Darwin publicó su obra de ciencia que cambió al mundo sobre el Origen de las Especies. La proliferación de la ciencia, desencadenada por la obra de Darwin, significaba que nadie podría abarcar todo el conocimiento científico. Darwin fue un “filósofo natural”; término que precedió a la designación moderna de “científico”. El cambio se produjo con la introducción del método científico que involucró la adquisición de conocimientos a través de la experimentación. Historia de la Investigación del Estado del Tiempo y del Clima Los estudios tempranos sobre el clima incluían el trabajo de geólogos y glaciólogos explicando la evidencia sobre la existencia de capas masivas de hielo durante la Era Glacial más reciente. Louis Agassiz hablaba de la existencia y la extensión de las capas de hielo en Europa en una fecha tan temprana como el año de 1837; sin embargo no fue aceptado universalmente, sino hasta la década de los años 1860.3 Los estudios climatológicos eran intentos para explicar el crecimiento y la retracción de las capas de hielo. Había muchas teorías, pero una que persistió fue la propuesta de Joseph Ademar quien decía que era probable que se debiera a cambios en la órbita de la Tierra girando alrededor del Sol.4 A través de una serie de adiciones y variaciones, la idea de Ademar evolucionó hacia el Efecto Milankovitch, el cual es una combinación de cambios en las relaciones Sol/Tierra, incluyendo variaciones orbitales, inclinación del eje terrestre y fechas de los equinoccios. Esto es muy importante porque este mecanismo de cambio climático mayor no es incluido en los cálculos para los modelos por computadora del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), los cuales son usados como la base de la política energética, ambiental y económica del mundo. Hubert Lamb es considerado generalmente como el padre de la climatología moderna. Durante la Segunda Guerra Mundial, él descubrió que las predicciones del estado del tiempo eran inadecuadas y pasó noches enteras buscando por una mayor información en los archivos de la Oficina Meteorológica del Reino Unido (UKMO por sus siglas en inglés). Su teoría fue que una mejor comprensión de los patrones del estado del tiempo pasados permitiría mejores pronósticos. Pronto, él descubrió la escala de variación del clima aún dentro de tiempos históricos. 3 4 Imbrie, J, and Imbrie, K. P., Ice Ages: Solving the Mystery, New Jersey (page 46), Enslow Publishers, 1979. Adhemar, J. A., 1842, Revolutions de la mer: Déluges Périodiques, Paris Después de la Segunda Guerra, él estableció la Unidad para la Investigación del Clima (CRU por sus siglas en inglés) en la Universidad de East Anglia con el objetivo de reunir información sobre el estado del tiempo pasado a partir de la vasta variedad de fuentes directas y secundarias, llamadas “datos 70 | P a g e proxy”. En 1977, Hubert produjo la colección clásica comprensiva de dos volúmenes titulada El Clima: Pasado, Presente y Futuro. 5 Tuve el privilegio de tener la ayuda de Lamb en la elaboración de mi tesis doctoral. Él también fungió como revisor en un artículo inicial. Él estaría mortificado por lo que pasó en la CRU, pero no estaría sorprendido. Lamb sabía lo que estaba ocurriendo porque él escribe crípticamente en su autobiografía, Through all the Changing Scenes of Life: A Meteorologist’s Tale, cómo una subvención de la Fundación Rockefeller se sintió dolida a causa de la siguiente frase: …una diferencia entendible de juicio científico entre yo y el científico, el Dr. Tom Wigley, a quien hemos nombrado para hacerse cargo de la investigación. Figura 1: Wigley y H. H. Lamb, Fundador de la CRU 6 Wigley se convirtió en el Director de la CRU antes de moverse a un puesto en los Estados Unidos. Phil Jones lo reemplazó como Director y estuvo a cargo durante el período que cubrió la filtración, ahora infame, de mensajes electrónicos que destaparon la manipulación y la corrupción que hizo indispensable la publicación del libro que usted está leyendo en estos momentos. Es obvio, por los mensajes electrónicos, que Wigley es el figura del abuelo controlando la corrupción de la ciencia del clima… su carrera es un ejemplo clásico de lo que está mal en la ciencia del clima. Educado como físicomatemático, Wigley gravitó hacia el modelado del clima y del ciclo del carbono. Su biografía sobre el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR por sus siglas en inglés), en Boulder, Colorado, EE. UU., dice: 5 6 Lamb, H.H., Climate: Past, Present and Future, London, Methuen and Co, LTD, 1977. http://www.cgd.ucar.edu/cas/symposium/ Sus principales intereses están en el modelado del ciclo del carbono, las proyecciones del clima futuro y el cambio de nivel del mar, y la interpretación del último cambio climático, particularmente, con el fin de detectar influencias antropógenas. 71 | P a g e Nada tenía que ver su entrenamiento con cualquiera de esos tópicos y muchos de los problemas en la ciencia del clima están relacionados con el empleo erróneo de los modelos por computadora. Más perturbador resulta ser su enfoque sobre las influencias antropógenas porque eso es, realmente, lo que ha dado color a su ciencia. Control Político de la Investigación Climatológica ¿Cómo y por qué la climatología cambió, de ser un estudio científico, a ser un asunto político? Todo esto proporciona un contexto para ejemplos específicos de ciencia corrupta usados para dar soporte a la ciencia política. El estado del tiempo siempre ha sido un factor de planeación a corto plazo y algunas veces muy significativo en las trayectorias de la historia. Por ejemplo, con dos mil años de por medio y yendo en direcciones diferentes, la invasión de Julio César a Inglaterra en el año 55 A. C. y la invasión aliada Europea a Inglaterra en 1944 fueron ambas frustradas por el mal estado del tiempo. El cambio climático es principal control sobre la historia de la Tierra y por lo tanto de la historia humana. La influencia primordial es por las variaciones en la producción de provisiones alimenticias. Esto es importante porque hace plantearnos preguntas acerca de nuestra preocupación por la temperatura y el calentamiento siendo que la precipitación pluvial es una variable más importante. El clima, y más específicamente la temperatura, se transformó en una consideración política tan recientemente como en los años 1970. Irónicamente, la preocupación fue el enfriamiento global debido a que, de 1940 a 1980, las temperaturas globales declinaron. Este período de enfriamiento iba a transformarse en la postrera histeria sobre el calentamiento global. La amenaza de enfriamiento vio un salto al pasado dentro de las condiciones experimentadas durante la Pequeña Glaciación (LIA por sus siglas en inglés). Este período frío ocurrió aproximadamente de 1450 a 1850, con un nadir en los años 1680. Los medios sensacionalistas y alarmistas vieron en ello una oportunidad, de la misma manera que ellos lo han estado haciendo a través del debate del clima de los últimos treinta años. Los libros alarmistas tales como The Cooling de Lowell Ponte se hicieron clásicos. Considere esto a partir de su Prefacio: Es un hecho escalofriante: el enfriamiento global presenta a la humanidad ante el reto social, político y adaptativo más importante que hayamos tenido que enfrentar en diez mil años. Su participación en las decisiones que tomemos respecto a esto es de vital importancia; la supervivencia de nosotros mismos, nuestros hijos, nuestra especie. Comienza con una premisa falsa y luego apela a las emociones mediante la amenaza a los hijos. Es un patrón que se ha repetido muchas veces desde entonces. Un equipo de reporteros produjeron The Weather Conspiracy8 (La Conspiración del Estado del Tiempo) subtitulado The Coming of the New Ice Age (La Llegada de la Nueva Era Glacial). En la cubierta plantea una pregunta apropiada pero que, sin embargo, es luego ignorada en el texto del libro: 7 Lowell Ponte, The Cooling, New Jersey, Prentice-Hall, 1976. 72 | P a g e ¿Han enloquecido nuestros patrones climáticos? ¿O ellos forman parte de un calendario natural y alarmante? Ellos buscan credibilidad mediante la adición de una pegatina dorada advirtiendo que el libro contiene dos informes de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA por sus iniciales en inglés). Los temas desarrollados por los informes de la CIA son representativos del pensamiento académico y político del día. Un reporte titulado Implicaciones Potenciales de las Tendencias en la población Mundial, la Producción de Alimento y el Clima 9 establece que: Tratar de proporcionar suministros alimenticios adecuados para el mundo será un problema de prioridad primordial en los años y décadas próximo-inmediatas… Aún cuando en las circunstancias predecibles más favorables, con devoción creciente a los escasos recursos y conocimiento técnico, el resultado será incierto; en la eventualidad de cambios adversos en el clima, el resultado solo puede ser grave. En la sección Clima se encuentra el comentario esencial para el análisis en este capítulo: Mucho más inquietante es la tesis de que el estado del tiempo que llamamos normal es, de hecho, altamente anormal e inusualmente imprevisto en términos de apoyo a la producción agrícola. Si bien aún no se puede explicar cómo o por qué el clima cambia, o predecir la magnitud y duración del cambio, un grupo de climatólogos está de acuerdo en que al menos el hemisferio norte se está enfriando.10 La sobrepoblación, los recursos inadecuados, especialmente los víveres, son argumentos centrales del Club de Roma fundado en 1968 y dado a conocer al mundo en el reporte Los Límites del Crecimiento11, publicado en 1972. Su informe de 1974 titulado La Humanidad en el Punto de no Retorno12 dice: Parecería que los seres humanos necesitan una motivación común... ya sea real o bien alguna inventada, para el propósito... En la búsqueda de un nuevo enemigo que nos una, concurrimos con la idea de que la contaminación, la amenaza del calentamiento global, la escasez del agua, el hambre y problemas análogos conseguirían este objetivo. Todos estos peligros son causados por la intervención humana, y sólo a través del cambio de actitudes y del comportamiento es como ellos pueden ser superados. El verdadero enemigo es la humanidad misma. 8 Impact Team Report, The Weather Conspiracy, New York, Ballantine Books, 1977. Directorate of Intelligence, Office of Political Research, OPR-401, August 1974. 10 Op cit. 11 Meadows, D. H., Meadows, D. I., Randers, J., Behrens, W.W., The Limits to Growth, A Report to the Club of Rome, 1972. 12 Mihajlo Mesarovic and Eduard Pestel, Mankind at the Turning Point, A Report to the Club of Rome, E.P. Dutton, 1975 9 73 | P a g e Varios temas se desarrollaron a partir del momento en que el Club de Roma se convirtió en el centro de las tendencias sociales y políticas a partir de 1960. Entender cómo la ciencia del clima fue distorsionada y corrompida desde entonces sólo se puede considerarse dentro de ese contexto. El asunto central entre ellos fue el nuevo paradigma de respeto al medio ambiente. No es una coincidencia que Paul Ehrlich, líder científico involucrado con el Club y autor del libro La Explosión Demográfica-El Principal Problema Ecológico, fuera el creador del día de la tierra. Una parte importante del desafío que las personas que cuestionaban la hipótesis de que los humanos estaban causando el calentamiento global enfrentaron fue la acusación de que ellos no se preocupaban por el medio ambiente, los niños y el futuro. La apropiación del área de alta moralidad inhibió a cualquiera que se atrevía a cuestionar. Esto funcionó contra la función fundamental de los científicos por ser escépticos. Oponiéndose completamente a la normalidad, los verdaderos científicos fueron etiquetados como escépticos, demostrando lo poco que la mayoría entiende a la ciencia y al método científico. Una definición sencilla de ciencia es la capacidad de predecir. Cada predicción hecha por ellos ha estado totalmente equivocada. Las más incorrectas son las predicciones sobre la población, seguidas por la tasa de reducción de los recursos disponibles. Esto es muy importante para la cuestión del clima debido a que los escenarios de temperatura para el futuro realizados por el IPCC se basan en el supuesto de que las predicciones de la población son veraces y la tasa de consumo de combustibles fósiles aumentará en paralelo. La población, o al menos la superpoblación, es fundamental para los argumentos ambientalistas, y el Club dice que tenemos que detener el crecimiento, especialmente el crecimiento propiciado por el uso de combustibles fósiles. Necesitamos un nuevo orden mundial. Uno de los miembros del Club con los contactos y las habilidades de organización para hacer frente a un objetivo tan increíble fue Maurice Strong. En 1990, él dijo: ¿Qué sucedería si un pequeño grupo de estos líderes mundiales concluyeran que el principal riesgo para la Tierra proviene de las acciones de los países ricos? ... A fin de salvar el planeta, el Grupo decide: ¿Acaso el colapso de las civilizaciones industrializadas no es la única esperanza para el planeta? ¿No es nuestra responsabilidad el lograr esto? En 1976, Strong dijo a la revista Maclean que él era "un socialista en ideología, un capitalista en la metodología". Presumiblemente esto justifica la duplicidad en un socialista amasando una fortuna como industrial. También él advirtió que si nosotros no prestamos, "…atención a sus advertencias ecologistas, la tierra se derrumbará en el caos." El reto es convertir la idea en una realidad. ¿Cómo apaga usted a las naciones industrializadas? Una analogía nos ayudará a comprender cómo lo hicieron Strong y unas pocas más personas con la misma ideología. Comprare a la nación con un coche y piense cómo puede usted detener el motor. Puede comprimir la línea de combustible y privar al motor; sin embargo, si usted hiciera eso en cualquier país, las personas reaccionarían negativa y rápidamente. Sin embargo, usted puede apagar un motor tapando el tubo de escape de los gases (tapando la salida del mofle). El método de Strong no es una interrupción física — como usted lo hace con un motor, sino una interrupción figurada. Si usted puede mostrar que una parte de los gases industriales emitidos está causando calentamiento global catastrófico, poniendo a la supervivencia del planeta en peligro, usted tiene ya su instrumento. Eso es mejor aún si usted puede usar a la ciencia para que el caso. Usted necesita dos componentes para llevar a cabo su plan. El primero es una agencia científica; el otro es una agencia política global que pueda esquivar a los gobiernos nacionales. La experiencia de Strong le dijo 74 | P a g e que las Naciones Unidas (ONU) eran su vehículo. Elaine Dewar escribió acerca de Strong en su libro “Cloak of Green”13 (Manto Verde), y concluyó que a él le gusta la ONU porque: Él puede incrementar su propia fortuna de quienquiera que a él le gustara, nombrar a cualquiera que él quisiera, para controlar la agenda. El reto era doble. Avanzar la agenda política y proporcionar la evidencia científica que le diera legitimidad. El nombramiento del primer Secretario General y la organización del Programa Ambiental de las Naciones Unidas se establecieron en 1972, proveyendo así la plataforma política. Fuera de ese organismo y en conjunto con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) se formó el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) para proveer y promover la evidencia científica. Ellos lo apuntaron en su website14: El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) fue establecido por la OMM y el Programa Ambiental de las Naciones Unidas para evaluar la información científica, técnica y socioeconómica relevante para la comprensión del cambio climático, sus impactos potenciales y las opciones para la adaptación y mitigación. Este es el grupo promocionado como el consenso sobre la investigación del cambio climático. Es cualquier cosa excepto eso, y ha sido concebido como una agencia política desde sus inicios; sin embargo, ha convencido al público, a través de sus informes periódicos, de que los seres humanos, especialmente su CO2, están causando el cambio climático. Otros eventos estuvieron proporcionando el campo fértil social y político necesario para promover los objetivos. Todo lo que sugeriría que las actividades humanas, y particularmente la industria, estaban causando problemas ambientales, se convertiría en el punto focal. Un informe que Strong comisionó para la conferencia UNEP, el cual fue preparado por Barbara Ward y Rene Dubois, titulado Una Sola Tierra: El Cuidado y Conservación de un Pequeño Planeta, se convirtió esencialmente en el primer informe ambiental de estado.15 Contenía frases políticas atrapantes que se convirtieron en la lingua franca del ambientalismo, tales como la de Dubois "Piensa globalmente, pero actúa localmente", o como la del "desarrollo sustentable" de la comisión Brundlandt. Esto último es una típica declaración política porque ello significa “todo para todos y nada para nadie”. 13 Elaine Dewar, Cloak of Green: The Links between Key Environmental Groups, Government and Big Business, James Lorimer & Company, LTD, Toronto. 14 http://www.wmo.int/pages/partners/ipcc/index_en.html 15 Barbara Ward and René Dubos, Only One Earth: The Care and Maintenance of a Small Planet, W.W. Norton Company, New York, 1972 Los grupos ambientalistas y de interés público recibieron una plataforma mundial y una herencia al recibir el Estatus Consultivo en la conferencia de 1992, organizada y presidida por Strong en Río de 75 | P a g e Janeiro, Brasil. La idea de Estatus Consultivo fue revivida junto con el concepto de Organizaciones NoGubernamentales (ONG) a partir de las ideas originales incorporadas en la Carta Magna de la ONU (firmada el 26 de junio de 1945 y modificada ulteriormente). La Conferencia fue denominada La Cumbre de la Tierra, pero al igual que con el debate actual, amplios sectores de la sociedad, incluyendo la industria y el sector comercial, fueron fundamentalmente excluidos. Posteriormente, se les dio el estatus simbólico mediante el establecimiento del poco conocido Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sustentable (CEMDES). Una pieza fundamental del objetivo se estableció en la Conferencia para promover la agenda de Strong para controlar la ciencia del clima a través de la política; la Convención del Cambio Climático, de las cual surgió el acuerdo de Kioto. Ahora todo estaba en su lugar para controlar la ciencia y promocionar la agenda política. Nuevas políticas pudieron desarrollarse pero, debido a que esas políticas estaban fundamentadas en una ciencia errónea, ello tendría devastadoras consecuencias. Ahora el desafío era perpetuar la desinformación y desviar a los científicos, quienes, a pesar de los ataques personales, la denegación de financiamiento, y la exclusión de las conferencias a nivel nacional y mundial, continuaron aplicando el método científico. La participación de la OMM en la investigación sobre el estado del tiempo y el clima es lógica, pero es difícil de entender porqué están haciendo investigación política. Los informes del IPCC no fueron los primeros porque ellos investigaron y produjeron informes acerca de las preocupaciones sobre el enfriamiento global de los años 1970. Martin Parry fue una de las personas involucradas en esos informes y en la formación del IPCC. Una fotografía lo muestra en Villach, Austria, en 1985, cuando se plasmaba el IPCC. Es una fotografía importante porque muestra a Tom Wigley y Phil Jones, personajes que ya estaban involucrados con la Unidad de Investigación Climatológica (CRU por sus siglas en inglés), vinculada al IPCC que ellos controlaban. La conexión OMM era esencial porque ello significaba que todos los gobiernos estuvieran directamente involucrados y, por lo tanto, controlados a través de sus agencias del estado del tiempo. Ello situó a todo el poder en las manos de los burócratas, quienes podían controlar las políticas de sus gobiernos. Los políticos se mostraban reacios a cuestionar a los científicos burócratas, quienes, supuestamente, sabían lo que estaban diciendo. Ellos también podrían esperar hasta que un político fuese reemplazado. Todos los participantes, aunque ostensiblemente burócratas, se comportaban con más astucia y engaño políticos que cualquier otro político, pero sin tener que rendir cuentas. Las poderosas influencias de Strong en Canadá incluían la amistad personal y obligaciones del Primer Ministro de Canadá Paul Martin.16 No es sorprendente que el canadiense Gordon McBean, quien más tarde se convirtiera en Asistente del Viceprimer Ministro (ADM por sus siglas en inglés) del Ambiente de Canadá (EC por sus siglas en inglés), presidiera la reunión en Villach, Austria en 1985. 16 http://www.canadafreepress.com/2004/cover120904.htm 76 | P a g e Figura 3: Reunión de las personas involucradas en la formación del IPCC17 El burócrata más influyente nombrado para el IPCC fue Sir John Houghton. Su carrera como Director Ejecutivo de la Oficina Meteorológica del Reino Unido (UKMO por sus siglas en inglés) coincidió con su actuación como primer Co-Presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y editor líder de los tres primeros informes. Su sesgo político fue evidente a lo largo de su mandato. Él lo niega, diciendo, "A menos que anunciemos desastres, nadie escuchará." Él afirma que mejor hubiera dicho, "hay quienes dirán “a menos que anunciamos desastres, nadie escuchará”, pero yo no soy uno de ellos".18 Si ese es el caso, ¿cómo entonces él explica el artículo que él escribió, titulado El Calentamiento Global es ya un Arma de Destrucción Masiva, el cual incluye la afirmación de que “ello mata más gente que el terrorismo”.19 Esto es científicamente incorrecto y absolutamente irresponsable. Cada año, mueren más personas por el frío que por el calor. La postura de Houghton tipifica la postura emocional y política típica de los coligados con el IPCC. Él fue nombrado como científico pero claramente fue elegido debido a su inclinación política. Su Copresidente Bert Bolin estaba científicamente calificado como profesor de meteorología, pero tenía un historial de participación en política ambiental. Él y Houghton firmaron la advertencia de 1992 a la humanidad para culpar, esencialmente, a las naciones desarrolladas. Más bien ése fue el enfoque del Club de Roma, carente de medidas claras o evidencia; simplemente, era una lista de posibles desastres si nosotros no hacíamos las cosas a su modo. 17 http://www.cgd.ucar.edu/cas/symposium/ http://www.independent.co.uk/environment/climatechange/fabricated-quote-used-to-discreditclimatescientist-1894552.html 19 http://www.guardian.co.uk/politics/2003/jul/28/environment.greenpolitics 18 77 | P a g e El consenso fue un argumento mayor en apoyo a la aserción de que los seres humanos éramos la causa primordial del calentamiento global, casi desde la concepción del IPCC. Ello coincidió porque la gente implicada en el IPCC era la que formaba el consenso. El nombramiento de personas que apoyarían los objetivos del IPCC era esencial y Houghton y Bolin eran dos candidatos clásicos. Esto es completamente contrario a los principios científicos establecidos que requieren que todos los científicos cuestionen y desafíen la hipótesis que se encuentra sometida a escrutinio. A pesar de esto, el IPCC afirma que él conduce una investigación puramente científica e implica que todos los involucrados son expertos climatólogos. Nada podría estar más lejos de la verdad. Casi siempre hay disidentes extremistas; sin embargo, los puntos de vista generales usualmente están bien apoyados por la ciencia. Esto no es verdad en la ciencia del clima. Los argumentos del consenso sobre el cambio climático no son válidos ni aplicables en ciencia. El consenso no es un hecho científico; no obstante, es importante en política y ello subraya la naturaleza política del asunto del cambio climático y el rol del IPCC. Un encabezado de la ONU dice: La evidencia es ahora “inequívoca” en que los humanos están causando el calentamiento global – Reporte de la ONU.20 Ellos se refieren al Reporte de la Cuarta Evaluación (FAR por sus siglas en inglés) del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) pero, desafortunadamente, ellos lo comienzan con información falsa. Con una sutil explotación del argumento de consenso, ellos escriben: El IPCC, el cual reúne a los líderes científicos y expertos en Clima del mundo.20 John McLean desenmascara este argumento: El IPCC nos haría creer que sus informes son revisados diligentemente por miles de científicos y que estos revisores aprueban el contenido del informe. Un análisis de los comentarios hechos por los revisores para el informe de evaluación científica, realizado por el Grupo de Trabajo I, muestra una historia muy diferente y muy preocupante.21 O como dijo Richard Lindzen, profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y ex miembro del IPCC: Es muy significativo que a los burócratas del servicio rutinario del estado del tiempo, desde Nueva Zelanda hasta Tanzania, se les llame “los principales científicos del mundo expertos en climatología”. No debería ser sorpresa el hecho de que ellos estarán resueltos a apoyar el proceso.22 Madhav Khandekar, un antiguo empleado del medio ambiente de Canadá y experto revisor del IPCC en 2007, en una carta al Ottawa Hill Times, escribió: 20 http://un.org/apps/news/story.asp?newsID=21429&cr=cl http://findarticles.com/p/articles/mi_m0EIN/is_2007_Sept_10/ai_n19506379 22 http://www.heartland.org/policybot/results/1069/IPCC_report_criticized_by_one_of_its_authors.html 21 78 | P a g e Brant Boucher, en su carta “Consenso científico” (The Hill Times, 6 de agosto de 2007), parece ingenuo al creer que la ciencia del cambio climático expuesta por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de los documentos del IPCC representa el “consenso científico”. ¡Nada podría estar más lejos de la verdad! Siendo uno de los revisores expertos invitados de los documentos del IPCC de 2007, yo señalé el proceso de revisión incorrecto utilizado por los científicos del IPCC en una de mis cartas (The Hill Times, 28 de mayo de 2007).23 Los participantes y la estructura del IPCC se perfeccionaron para establecer un resultado específico. Como Richard Lindzen, profesor de Meteorología en el MIT lo dijo: Ellos apoyaron el proceso. En ese momento fue necesario determinar el resultado de antemano. Esto es una técnica política favorita para conservar el aspecto de honestidad abierta, a la vez que la custodia del control es para permitir una Comisión de Encuestas. Enseguida usted controla la investigación mediante la limitación de la investigación a través de las definiciones y términos de referencia. La ciencia funciona mediante la creación de teorías basadas en hipótesis, en las cuales los científicos, aplicando su función propia de escépticos, tratan de refutar la teoría. La estructura y el mandato del IPCC estuvo en contradicción directa con este método científico. Ellos se propusieron a demostrar la teoría, en lugar de refutarla. La teoría del AGW (Anthropogenic Global Warming, o Calentamiento Global Antropógeno) se propuso y casi inmediatamente fue aceptada como un hecho. Todos los esfuerzos se enfocaron en probarla en vez de tratar de objetar la teoría. Karl Popper explica que: Uno puede sumar todo esto diciendo que el criterio del estatus científico de una teoría es su falsabilidad (disposición a ser falsa), o su refutabilidad (disposición a ser refutada), o su comprobabilidad (disposición a ser comprobada).24 Él también señala que, Es fácil obtener confirmaciones, o verificaciones, para casi todas las teorías, si nosotros buscamos las confirmaciones.24 La mayoría de la gente no tiene idea de lo que el IPCC estudia realmente. Ellos creen que sus reportes son informes completos del cambio climático. Esta desinformación es principalmente debida a que el IPCC la arregló de esa manera. De hecho, ellos solamente miran a la porción del cambio climático causado por los seres humanos. Así es como ellos limitan su estudio. Tome en cuenta que la Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMCC) de las Naciones Unidas en su artículo 1 define el cambio climático como: Un cambio en el clima, el cual es atribuido directamente o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera terráquea y el cual es añadido a la variabilidad climática natural observada a través de períodos comparables de tiempo.25 23 http://thehilltimes.ca/page/view/.2007.august.13.letter4 http://www.stephenjaygould.org/ctrl/popper_falsification.html 25 http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/syr/ar4_syr_appendix.pdf 24 79 | P a g e La CMCC hace así una distinción entre cambio climático atribuible a las actividades humanas, por vías de alterar la composición atmosférica, y la variabilidad climática atribuible a causas naturales. Esto hace que el impacto humano sea el propósito primordial de la investigación. El problema es que usted no puede determinar cuál es la porción humana del cambio climático si usted no sabe cuánto cambia el clima en forma natural, y no lo sabemos. El IPCC asume que los humanos causan la mayoría de los cambios que están ocurriendo y luego se dispone a probar que eso es verdad. Realmente, una definición científica pondría en primer lugar a la variabilidad climática natural; sin embargo, en ningún punto el mandato de la ONU requiere de un avance de la ciencia del clima. La definición usada por la CMCC estableció cómo la investigación y los resultados deberían ser políticos y predeterminados. La ONU hizo que se descubriera una clara “señal humana” obligatoria, pero sin significado esencial alguno. Otros fragmentos de su Mandato ilustran la naturaleza política del ejercicio entero. Sus propios principios requieren que el IPCC: …deberá concentrar sus actividades en las tareas asignadas por las resoluciones pertinentes del Consejo Ejecutivo de la OMM y las resoluciones y decisiones del Consejo Administrador del Programa Ambiental de las Naciones Unidas, así como también sobre las acciones en apoyo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.26 La labor es también para: …evaluar sobre una base amplia, objetiva, abierta y transparente la información científica, técnica y socioeconómica relevante para entender la base científica del riesgo del cambio climático inducido por los humanos, sus impactos potenciales y las opciones para la adaptación y mitigación. Los informes del IPCC deben ser neutrales con respecto a la política... 26 El cinismo de esta última oración se desprende del hecho de que, seguidamente, ellos hicieron el Resumen para Responsables de Políticas (RRP), la parte más importante de los informes del IPCC –y estos resúmenes son cualquier cosa excepto neutrales. El IPCC es una organización política y es la base solitaria de la afirmación de un consenso científico sobre el cambio climático. El consenso, ni es un hecho científico ni es importante en ciencia; no obstante, es muy importante en política. Hay 2,500 miembros en el IPCC, de los cuales 600 están en el Grupo de Trabajo I (GPI) –la real ciencia del clima. En el reporte más reciente emitido en 2007, solamente 308 de los 600 trabajaron en la parte científica del reporte y solamente cinco revisaron todos los once capítulos. Los restantes 1,900 en los grupos de trabajo II y III (respectivamente GTII y GTIII) todos se dedican a estudiar los impactos. Ellos aceptaron sin cuestionar los descubrimientos del GTI y asumieron que el calentamiento causado por los seres humanos es una certeza. 26 th Principles Governing IPCC work, approved at the 14 Session, Vienna October 1-3, 1998 and amended at the 21 Session, Vienna November 6-7, 2003. st 80 | P a g e En un argumento circular típico de la excesiva política del clima, la labor de los 1,900 aparece como “prueba” del calentamiento global causado por los humanos. A través de esto establecieron al IPCC como la única autoridad creíble y el consenso, en consecuencia, fue aislando aún más a quienes planteaban cuestionamientos. La manipulación y la política no terminaron ahí. Los Reportes Técnicos de los tres Grupos de Trabajo se destinan y otro grupo prepara el Resumen para Responsables de Políticas (RRP). Unos pocos científicos preparan el primer proyecto, el cual luego es revisado por los representantes del gobierno. Estos científicos efectivamente controlan al RRP y siempre incluyeron a gente clave, quienes más tarde serían identificados en el escándalo de los mensajes electrónicos conocido como “Climategate” (en español, “Cloaca del Clima”). Se produjo un segundo borrador y, a continuación, se forja un reporte final como un compromiso entre los científicos y los representantes individuales de los gobiernos. Este fue el proceso que permitió que Michael Mann, autor del infame y científicamente-corrompido “Palo de Hockey”, fuera electo como autor líder de la sección Paleoclima (Capítulo 2)27 y del Resumen para Responsables de Políticas (RRP) en el Reporte del IPCC DE 2001. No es sorprendente el que el “Palo de Hockey” esté enfrente y al centro en el RRP. El “Palo de Hockey” se convirtió en evidencia crucial para convencer a los políticos y al público de que el presente era más cálido que el pasado. La Sección 2.3 se titula: ¿Es Inusual el Calentamiento Reciente? Esta pregunta confronta el desafío hecho por algunos escépticos con una autoridad pública sobre el clima pasado. El control de la investigación implementado por el IPCC fue añadido por la necesidad de neutralizar las crecientes críticas a sus afirmaciones. A continuación, el RRP se lanzó al ámbito público cuando menos tres meses antes del informe de la ciencia. La mayoría de los científicos involucrados en el informe de la ciencia ven por primera vez el Resumen cuando éste es publicado. El tiempo entre su lanzamiento al ámbito público y la publicación del Reporte Técnico es aprovechado para asegurarse de que coincida con lo que los políticos y los científicos han concluido. La siguiente es la instrucción en los procedimientos del IPCC: Los cambios (excepto los cambios editoriales gramaticales o menores) realizados después de la aceptación por el Grupo de Trabajo o del Panel serán aquéllas necesarias para garantizar la coherencia con respecto al Resumen para los Responsables de las Políticas (RRP) o al Capítulo Introductorio. Esto es similar a un Ejecutivo que escribe un resumen y luego destina a sus empleados para escribir un informe que coincida con el resumen. Cuando usted acepta una hipótesis antes de ser probada, usted entra en la rutina de mantener la hipótesis. Esto conduce a la investigación y publicación selectiva e inclusive tendenciosa. A medida que la evidencia aparece para demostrar los problemas de la hipótesis, la tendencia natural es hacerse más virulento para defender lo cada vez más indefendible. Esta tendencia es descrita por la sardónica pregunta de John Maynard Keynes: 27 http://www.grida.no/publications/other/ipcc_tar/ 81 | P a g e Si los hechos cambian, yo cambiaré de opinión. ¿Qué más podría hacer usted, señor? El IPCC y aquellos quienes fueron seleccionados para participar se encerraron en una conclusión por las reglas, las regulaciones y los procedimientos cuidadosamente delineados por Maurice Strong. Estos predeterminaron el resultado –una situación en completa contradicción con los objetivos y metodologías de la ciencia. A medida que hubo más evidencia referente a que la hipótesis era insostenible científicamente, los adherentes comenzaron a defender lo cada vez más indefensible en vez de aceptar y corregir. El camino que ellos hicieron está caracterizado por la búsqueda de una señal humana, identificada en el argot moderno como “cadáver caliente” (del inglés “Smoking Gun”; expresión que, en español, podría indicar “evidencia irrefutable” o, más coloquialmente, “con las manos en la masa”). Ellos cambiaron, cada vez más, a reescribir la historia y a producir resultados artificiosos –ampliando así la brecha entre lo que ellos decían y lo que mostraba la evidencia. Como se explicó anteriormente, esto se hizo incluso dentro de la estructura por la brecha entre lo que el Reporte del Grupo de Trabajo I, La Base Científica, estaba informando y el mensaje político de la RRP. Eso lo inició prematuramente. Enseguida, el informe principal fue revisado para asegurarse de que “se alineara” con el resumen. Aquí está, otra vez, la instrucción en los procedimientos del IPCC. Los cambios (excepto los cambios editoriales gramaticales o menores) realizados después de la aceptación por el Grupo de Trabajo o del Panel serán aquéllas necesarias para garantizar la coherencia con respecto al Resumen para los Responsables de las Políticas (RRP) o al Capítulo Introductorio. Claro que aún los cambios editoriales pueden ser problemáticos. En 1995, el autor líder del Capítulo 8, Benjamín Santer, hizo tales cambios para acomodar el RRP a la política –contradiciendo, así, al texto acordado. ¿Por qué nombraría usted a expertos científicos para escribir fragmentos distintos de un informe técnico, para luego tener ellos que “ajustar” su información o puntos de vista para que encajen en un resumen? La más lógica conclusión ilógica es que el RRP es la porción política del documento y se espera que los científicos expertos se ajusten a ella. Posiblemente, la respuesta simple es que no es un resumen. Ahora sabemos que Santer fue una parte importante del escándalo del Climategate. Él se graduó en el CRU y su tesis, en 1983, supervisada por Tom Wigley, uso la metodología Monte Carlo para la validación de los modelos climáticos. La controversia del Capítulo 8 involucró a la parte más importante de todos los reportes del IPCC, para ser precisos, la evidencia de una “señal humana”. 28 http://www.sepp.org/Archive/controv/ipcccont/Item03.htm 82 | P a g e Fue una investigación hacia la cual Santer fue dirigido por el profesor Klaus Hasselmann, durante su empleo de posgrado en el Instituto Max-Planck. Como protegido predilecto de Wigley, él era el candidato perfecto para el IPCC.28 El Capítulo 8 no poseyó evidencia específica de una señal humana. En el borrador original presentado por Santer se leía lo siguiente: Por fin hemos llegado a la cuestión más difícil de todas: “¿Cuándo ocurrirá la detección y la atribución inequívoca del cambio climático inducido por los seres humanos?” A la luz de la mayor señal y del ruido causando por las incertidumbres descritas en el capítulo, no es sorprendente que la mejor respuesta a esta pregunta es, “No lo sabemos”. Leamos cómo esto fue ajustado por Santer para dar cabida al Reporte para Responsables de las Políticas: El volumen de evidencia estadística en el capítulo 8, cuando se examina dentro del contexto de nuestra comprensión física del sistema climático, apunta ahora hacia una discernible influencia humana en el clima global.29 Note usted que esto es “evidencia estadística”, no evidencia real, sino que es parte del creciente deseo de “culpar” a los seres humanos. Compárelo con el comentario en el informe del IPCC en 1990: …no es posible, por ahora, atribuir todo el calentamiento global promedio, ni siquiera su mayor parte, a (un) efecto de invernadero exacerbado a partir de la base de datos observacionales disponibles actualmente. En la época del informe 2001, la política y la histeria habían aumentado a un nivel que exigía una señal clara. Un gran número de carreras profesionales académicas, políticas y burocráticas había evolucionado y dependía de la ampliación de la evidencia. Mientras tanto, los ataques personales y el aislamiento de los escépticos estaban en su punto más álgido. La evidencia clara fue proporcionada en el Reporte Técnico del IPCC mediante un estudio de los anillos de crecimiento de los árboles, publicado en 1998 por Mann, Bradley y Hughes (conocido como MBH98). Mann fue el autor líder sobre el RRP y la gráfica, descriptivamente llamada “Palo de Hockey”, fue expuesta en forma prominente. Esto levantó serias preocupaciones sobre la objetividad del Resumen, con una participación importante de científicos citando sus propias investigaciones. Desafortunadamente, esta es la típica naturaleza política incestuosa del proceso completo del IPCC. El fiasco del palo de hockey fue descubierto mediante una prueba científica básica conocida como “resultados reproducibles”. Otros científicos usan los mismos datos y procedimientos para reproducir los resultados originales. McIntyre y McKitrick (MM) lo intentaron, pero no pudieron reproducir las conclusiones del MBH98. Se produjo un debate con las afirmaciones de que MM estaban errados y que estaban descalificados como expertos del clima. Ellos contestaron que Mann se había negado a revelar todos los códigos que usó para lograr los resultados, pero incluso sin ellos, el gran problema, de Mann y colaboradores, fue un mal uso de los datos y de las técnicas estadísticas. 28 http://www.sepp.org/Archive/controv/ipcccont/Item03.htm 83 | P a g e Un punto importante por hacer a estas alturas, con relación al tema de este libro, es que McIntyre no sabía nada sobre el clima y que ni siquiera estaba interesado en el clima. El estuvo en la conferencia durante la cual se exhibió la gráfica del palo de hockey. A partir de su experiencia con estadística y trazando gráficas, McIntyre se dio cuenta, inmediatamente, de cómo los datos y los métodos habían sido usados, por Mann y colaboradores, incorrectamente. La Academia Nacional de Ciencias (NAS por sus iniciales en inglés) nombró un comité, presidido por el profesor Wegman para investigación y arbitraje sobre la controversia. Su reporte de la Comisión encontró lo siguiente a favor de M&M: No está claro que Mann y asociados se dieran cuenta del error en su metodología en el momento de su publicación. Debido a la carencia de documentación completa sobre sus datos y código computacional, nosotros no fuimos capaces de reproducir su investigación. Sin embargo, lo logramos en cuanto a recapturar, exitosamente, resultados similares a los de MM. Esta reproducción apoya la crítica de los métodos del MBH98, dado que la compensación del valor promedio crea artificialmente una desviación grande, a partir del valor promedio deseado de cero.30 La mayoría de las personas, especialmente en los medios, pasaron por alto la conclusión, de celebración y preocupación por igual, de Wegman: En nuestra más extensa exploración de la red social de autorías sobre la reconstrucción de la temperatura, encontramos que, al menos 43 autores, tienen vínculos directos con el Dr. Mann en virtud de los artículos en los cuales él funge como coautor. Los resultados de este análisis sugieren que los autores en el área de estudios del paleoclima están estrechamente relacionados, y, por lo tanto, los “estudios independientes” pueden no ser tan independientes como pudieran aparecen superficialmente. El informe de Wegman precedió a la divulgación de las actividades en la Unidad de Investigación del Clima (CRU por sus iniciales en inglés) y de cómo ellos revisaron por parejas el trabajo de ellos mismos, los unos de los otros, y controlaron el proceso de revisión por parejas para intimidar a los editores, hasta el punto de lograr que un editor fuera despedido por publicar un artículo que a ellos no les gustó. Pero, ¿cuál era el objetivo de la investigación del palo de hockey? Había cientos de artículos de investigación de una amplia variedad de fuentes confirmando la existencia de un período más cálido que el actual, conocido como el Período Óptimo Medieval (POM) o Período Cálido Medieval (PCM). Ese período fue, claramente, más cálido que el actual, y más cálido que las predicciones de algunos modelos por computadora. Su existencia fue un serio problema porque negaba las afirmaciones en el sentido de que las temperaturas del siglo XX no tenían precedentes históricos. ¿Qué hacer? Incluso, antes de que los mensajes electrónicos se filtraran, nosotros teníamos una parte de la respuesta y esa era reescribir la historia. El profesor Deming escribió la siguiente carta a la revista Science: 30 http://republicans.energycommerce.house.gov/108/home/07142006_Wegman_Report.pdf 84 | P a g e Con la publicación del artículo en Science [en 1995], obtuve una credibilidad significativa en la comunidad de científicos que trabajan sobre el cambio climático. Ellos pensaron que yo era uno de ellos, alguien que pervertiría la ciencia al servicio de causas sociales y políticas. Así fue que uno de ellos bajó la guardia. Una persona muy importante, quien trabaja en el área del cambio climático y el calentamiento global, me envió un mensaje electrónico sorprendente que decía “Tenemos que deshacernos del Período Cálido Medieval”. (El énfasis en negritas es nuestro) La gráfica del palo de hockey no mostraba incremento alguno durante 1,000 años (mango del palo de hockey) con un repentino incremento en el siglo XX (pipa del palo de hockey). Además de usar erróneamente los datos y los métodos estadísticos, la gráfica también anulaba un vasto conjunto de investigaciones de una amplia variedad de fuentes que establecieron la existencia del Período Cálido Medieval. De esta forma, el palo de hockey era científicamente inexacto; no obstante, sirvió para eliminar las amenazas que se cernían sobre la teoría del calentamiento global antropogénico. La segunda acción se reveló después de la filtración de mensajes electrónicos –fue un ataque orquestado contra Soon y Baliunas, autores de un excelente trabajo sobre la existencia del Período Cálido Medieval (PCM) a partir de una multitud de fuentes científicas.31 Su trabajo desafió los intentos por deshacerse del PCM porque contradecía las aserciones de los proponentes del Calentamiento Global Antropogénico (CGA). Varios científicos desafiaron la afirmación de que el última parte del siglo XX era la más cálida de toda la historia. Ellos sabían que la afirmación era falsa; ya habían ocurrido muchos períodos cálidos en el pasado. Michael Mann “se deshizo” del PCM con la producción del palo de hockey; no obstante, Soon y Baliunas eran un gran problema para él. ¿Qué podría ser mejor que el tener de su lado a un poderoso académico que, actuando por usted, destruyera la credibilidad de esos científicos? Lamentablemente, siempre hay gente que hará el trabajo sucio. La persona y la oportunidad perfectas aparecieron el 16 de octubre de 2003. Michael Mann, tristemente célebre por su liderazgo en el “palo de hockey” que dominó en el Reporte del IPCC de 2001, envió un mensaje electrónico a la gente involucrada en el escándalo de la Unidad de Investigación del Clima (CRU por sus siglas en inglés). Estimados Todos, pensé que ustedes estarían interesados en este intercambio, el cual John Holdren de Harvard ha sido bastante amable en pasar junto con… En ese tiempo, Holdren era profesor de Política Ambiental de Teresa Heinz y John Kerry, y Director del Programa de Ciencia, Tecnología y Política Pública en el Centro Belfer para la Ciencia y Relaciones Internacionales de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy (Belfer Center for Science and International Affairs at John f. Kennedy School of Government). 31 Soon, W. and Baliunas, S., 2003, Proxy climatic and environmental changes of the last 1000 years. Climate Research, 23, 89-110. 85 | P a g e Actualmente, Holdren es Director de la Oficina de Política de la Ciencia y la Tecnología en la Casa Blanca de los Estados Unidos, Asistente en Ciencia y Tecnología del Presidente, y Co-Presidente del Consejo de Asesores sobre Ciencia y Tecnología del Presidente –informalmente conocido como Zar de la Ciencia. En un mensaje electrónico, del 16 de octubre de 2003, dirigido por John Holdren a Michael Mann y Tom Wigley, se nos dice: Estoy reenviando, para tu esparcimiento, un intercambio que siguió a mi edicto en el Harvard Crimson para el efecto de que tú y tus colegas tengan la razón y mis colegas de “Harvard”, Soon y Baliunas, están equivocados sobre lo que la evidencia muestra con respecto a las temperaturas de la superficie a través del milenio pasado. La nota de la portada dirigida a la facultad y a los posdoctorandos, en un grupo regular de discusión durante el desayuno de los miércoles sobre ciencia ambiental y políticas públicas en el Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de Harvard, es, más o menos, auto-explicativa. Esto es lo que Holdren envió al grupo de desayuno de los miércoles: Aquí anexo una correspondencia por correo electrónico, en la que he participado en los últimos días, tratando de educar a un partidario de Soon y Baliunas, quien originalmente me escribió preguntando cómo podría yo pensar que Soon y Baliunas están equivocados y Mann y otros están correctos (un punto de vista que se me atribuyó, correctamente, en el Harvard Crimson). Al parecer, este individuo administra un sitio en la Internet en el cual él ha estado reventando la postura de Soon y Baliunas. El intercambio al que Holdren se refiere es un desafío propuesto por Nick Schulz, editor de Tech Central Station (TCS). El 9 de agosto de 2003, Schulz escribió: En una efeméride reciente de Crimson sobre la labor de Soon y Baliunas, quienes han escrito para mi sitio en la red [1] www.techcentralstation.com, en la cual usted ha sido citado diciendo: Mi impresión es que los críticos tienen razón. Es lamentable que se le preste tanta atención a un análisis viciado, pero ¿qué es lo que ocurre cuando algo ocurre en apoyo al clima político en Washington? ¿Se siente usted de la misma manera sobre el trabajo de Mann et al? Si no es así, ¿por qué no? Holdren provee larguísimas respuestas el 13, 14 y 16 de octubre; sin embargo, los comentarios de Holdren esquivan las preguntas de Schulz. Después de la primera respuesta, Schulz contesta: Supongo que mi problema se refiere a aquello que los abogados llaman la carga de la prueba. La carga pesa más fuerte, mucho más fuertemente sobre Mann y colaboradores, habida cuenta de las reclamaciones, que sobre Soon y Baliunas. ¿Está de acuerdo? Por supuesto, Holdren no está de acuerdo. Él contesta: Pero, en la práctica, la carga de la prueba es algo que evoluciona –evoluciona a medida que crece la cantidad de evidencia relevante para una proposición particular. No, no evoluciona; o está de un lado o del otro. Este argumento coincide con lo que ocurrió con el Calentamiento Global Antropogénico (CGA). 86 | P a g e Enseguida, Holdren demuestra su carencia de conocimientos acerca de la ciencia y la climatología al preferir a Mann y su palo de hockey por sobre Soon y Baliunas. Toda su defensa y posición corresponde a una postura política. Su intento por menospreciar a Soon y Baliunas frente a sus colegas es una medida de la ceguera y el oportunismo político del hombre, lo cual impregna todo lo que dice o hace. Schulz provee un sólido resumen cuando escribe lo siguiente: Terminaré diciendo que estoy dispuesto a admitir, como alguien que carece de un Doctorado, que yo podría dar de puñetazos por encima de mi peso. No obstante, le haré a usted una pregunta diferente, sin embargo, relacionada. ¿Cuánta esperanza hay para llegar a decisiones razonables en política pública que afecten las vidas de millones, si la ciencia sobre las cuales esas decisiones deben fundamentarse, según se dice, por definición está más allá del alcance de esa gente? Ahora sabemos que esa ciencia fue colocada deliberadamente más allá del alcance de la gente por el grupo que usó para ridiculizar a Soon y Baliunas. Holdren estaba cegado por sus puntos de vista políticos, los cuales, tal como lo muestran sus récords, son escalofriantes. Un Sitio en la Red sintetiza su postura sobre la sobrepoblación de la siguiente manera: Abortos forzados. Esterilización masiva. Un "Régimen Planetario" con el poder sobre la vida o la muerte de los ciudadanos estadounidenses.32 La eliminación del Período Cálido Medieval en la gráfica “palo de hockey” resolvió un problema para los proponentes del calentamiento global antropogénico; no obstante, se requería del apoyo “científico” para justificar la pipa del palo. Eso fue proporcionado en el mismo reporte del IPCC del 2001 por el director del CRU, Phil Jones, agregando la afirmación sobre un incremento de 0.6 °C en el promedio global anual de temperatura en 130 años. Ellos argumentaban que el incremento superaba a cualquier incremento natural y que, por lo tanto, era antropogénico. Esto, simplemente, es incorrecto. La cifra fue promovida por el RRP y los medios; sin embargo, lo que realmente decía era que el incremento había sido de 0.6 °C ± 0.2 °C, un factor de error del 66%. Esto lo coloca bien dentro del factor de error de las conjeturas del promedio de las temperaturas globales. Además, existen tantos problemas con los datos, como McKitrick lo demostró, que es imposible calcular la temperatura global anual. 33 34 He aquí, algunos de estos problemas: 32 http://zombietime.com/john_holdren/ http://rossmckitrick.weebly.com/uploads/4/8/0/8/4808 045/surfacetempreview.pdf 34 McKitrick, R., Essex, C., Andresen, B. Does a Global Temperature Exist? Journal of NonEquilibriumThermodynamics, Volume 32, No. 1. 33 87 | P a g e Hay escasos registros a lo largo de los 130 años. Hay menos estaciones meteorológicas ahora que en 1960. La mayoría de esas estaciones están concentradas en el Este de Norte América y el Oeste de Europa. La mayoría de estas estaciones son afectadas por el Efecto Isla de Calor Urbano. Virtualmente, no existen mediciones para los océanos, los cuales constituyen el 70% de la superficie. Hay seria preocupación científica sobre la naturaleza, extensión y calidad de la mejor base de datos expresada en el Reporte del Consejo de Investigación Nacional de los Estados Unidos, en 1999: Deficiencias en la exactitud, calidad y continuidad de los registros ponen serias limitaciones sobre la confiabilidad que puede ser depositada en los resultados de la investigación. Kevin Trenberth, miembro del IPCC y miembro líder del grupo CRU comentó: Es bastante claro que no tenemos un sistema de observación del clima… Esto puede ser chocante para muchas personas que asumieron que nosotros sabemos adecuadamente lo que está pasando con el clima, pero no lo hacemos. El 14 de octubre de 2009, Trenberth escribió en uno de los mensajes filtrados que expusieron la corrupción en la ciencia diciendo: El hecho es que no podemos justificar la ausencia de calentamiento en este momento y es una farsa que no podemos. Los datos del CERES*, publicados en el suplemento de agosto de 2008 de BAMS**, muestran que debería haber más calentamiento: sin embargo, seguramente, los datos están equivocados. Nuestra observación del sistema es inadecuada. * ** CERES es el sistema satelital para el monitoreo de energía radiante de las nubes y de la Tierra. BAMS es el Boletín de la Sociedad Americana de Meteorología. Estas observaciones son inquietantes para Jones, pero son aún más problemáticas para la construcción de modelos climáticos mundiales. Sin embargo, había un problema más serio con los resultados de Jones porque él se rehusó a declarar sobre cuáles estaciones había él usado y de cómo él había ajustado los datos. Ante una petición hecha por Warwick Hughes, un investigador Australiano que había buscado verificar el registro de la temperatura global durante mucho tiempo, Jones respondió por escrito: Tenemos 25 o más años invertidos en el trabajo. ¿Por qué habría yo de poner los datos a tu disposición, cuando tu objetivo es tratar y encontrar algo erróneo en ellos? (Réplica de Jones a Warwick Hughes; 21 de febrero de 2005. Phil Jones confirmaría esto más tarde). Más problemático es el hecho de que nosotros nunca sabremos porqué Jones ahora admite que los datos están perdidos. 35 36 Aparentemente, Jones no está solo en la práctica de ocultar o negar el acceso a los datos climatológicos. Una serie de intentos fallidos por obtener información de la Universidad de Anglia del 88 | P a g e Este y de la empresa filial del Centro Hadley y de la CRU, conocida como HadCrut3, han sido ampliamente documentados en el sitio de internet Climate Audit, de Steve McIntyre.37 35 http://www.guardian.co.uk/environment/2010/feb/15/phil-jones-lost-weather-data 36 http://www.cato.org/pub_display.php?pub_id=10578 37 http://www.climateaudit.org Los Datos son Críticos pero, Lamentablemente, Inadecuados En una sección previa, se mencionó el trabajo de Thomas Kuhn. Él habla de la estructura de las revoluciones científicas e identifica los dos enfoques básicos. El método inductivo provee a un científico que crea una teoría y luego busca datos para probarla o desaprobarla. El método deductivo se usa cuando el científico posee los datos y luego genera una teoría explicativa. Cualquiera sea el método aplicado, la cantidad y la exactitud de los datos siempre es crítica. Una crítica importante del palo de hockey es que mezcló datos de dos diferentes fuentes. Esto habla del problema actual de la investigación sobre el clima, para ser precisos, del tipo y la calidad de los datos disponibles. Generalmente, hay tres áreas diferentes de reconstrucción del clima que se aproximan a una escala de tiempo, y cada una de ellas proporciona datos de diferente precisión y confiabilidad. La primera, y la más reciente, es el período instrumental o secular que cubre, aproximadamente, cien años. Se asume que ésta área proporciona el registro más preciso, aunque las temperaturas promedio anuales globales y otros datos de temperatura se proporcionen, cuando menos, con dos cifras decimales, por ser estadísticas derivadas de las lecturas instrumentales –todas ellas tomadas con una precisión de medio grado, en el mejor de los casos. La segunda fuente de datos es el récord histórico que cubre el período a partir del cual las observaciones humanas están disponibles, el cual comprende alrededor de 3,000 años. La mayoría de estos datos se deriva de los proxies o de fuentes secundarias, tales como los datos de las cosechas o de las primeras nevadas del año. Las aproximaciones de temperatura de un grado Celsius son las mejores que uno puede esperar. La tercera fuente es la evidencia biológica y geológica, la cual cubre la vasta extensión de la historia de la Tierra. Además de la precisión de un grado de temperatura, la cual es mayor a un grado Celsius, existe el problema de la datación exacta. La reconstrucción del clima requiere la yuxtaposición exacta de los datos. Aun las más sofisticadas técnicas, como la datación por radiocarbono, cubren apenas alrededor de 70,000 años, con un factor de error que se incrementa a medida que retrocedemos en el tiempo. La técnica más común para el registro geológico es la relación Argón/Potasio (Ar/K). Aquí el factor de error es un problema mayúsculo. Por ejemplo: Generalmente, las fechas Argón-Potasio tienen grandes factores positivos o negativos, comparativamente –podrían ser del orden de 0.25 millones de años para un dato de 2 millones de antigüedad.38 Para poner esto en perspectiva, solamente considere cuánto ha cambiado el clima en los últimos 250,000 años, los cuales cubren un ciclo completo desde un período interglaciar hasta un período glacial completo y luego, de vuelta, a otro período interglaciar. 89 | P a g e Los indicadores proxy del clima que incluyen dos áreas son valiosos; los anillos de crecimiento de los árboles (dendroclimatología) es uno de ellos. Esta fue la técnica principal usada para crear el palo de hockey; sin embargo, fue aplicada erróneamente en extremo. Por ejemplo, ellos asumieron que el crecimiento delineado en los anillos era puramente una medida de la temperatura. Realmente, para la mayoría de los árboles, la precipitación es un factor mucho más importante. En segundo lugar, ellos superpusieron la reconstrucción de los anillos de crecimiento con los registros de temperatura modernos, y eso es poco realista. Ello es comparable a la superposición intentada entre los registros de núcleos de hielo y las lecturas modernas del CO2 atmosférico (Figura 4). Figura 4: Comparación entre 138 promedios anuales de CO2 con los datos de núcleos de hielo y de Mauna Loa.39 No nos maravilla que el IPCC fuese obligado a confesar que: La cobertura espacial actual, la resolución temporal y el control de la antigüedad de los datos proxy disponibles del Holoceno limitan la habilidad para determinar si hubo períodos de calor global multidecenales comparables con el de la última mitad del siglo XX.40 El hecho de que el público fuese llevado a creer que el cambio climático es nuevo nos ubica sobre el asunto de los climas históricos. Toda la evidencia, tan cruda como es, indica que el cambio que está ocurriendo actualmente corresponde bastante bien con la variabilidad natural. La mayoría piensa erróneamente que los registros modernos son mejores; sin embargo, esto no es así, sino que esto ha sido también victimizado por la manipulación y las distorsiones que se han perpetrado para probar que los humanos son la causa del cambio climático. 38 http://anthro.palomar.edu/time/time_5.htm http://www.anenglishmanscastle.com/180_years_accurate_Co2_Chemical_Methods.pdf 40 http://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg1/en/ch6s6-5-1-3.html 39 90 | P a g e El Registro Instrumental Existen graves preocupaciones sobre la calidad de los datos en los registros instrumentales. Los Estados Unidos de Norteamérica gastan más en estaciones meteorológicas que cualquier otro país del mundo; sin embargo, las condiciones y la confiabilidad de esas estaciones meteorológicas son, simplemente, atroces. Anthony Watts ha documentado las condiciones de las estaciones meteorológicas de los Estados Unidos; es uno de los fracasos del gobierno Americano.41 La figura 5 muestra los índices de calidad de las estaciones en la Red del Clima Histórico de los Estados Unidos (USHCN, por sus siglas en inglés). El 69% de las estaciones (CRN = 4 y CRN = 5) presentan rangos de error iguales o mayores que 2 °C. Solamente el 10% (CRN = 1 y CRN = 2) presentan errores menores que 1 °C. Figura 5: Índice de Calidad de las Estaciones Meteorológicas.42 (CRN = Climate Reference Network) La evidencia sobre la manipulación e interpretación errónea de los datos está dondequiera. Los países mantienen estaciones meteorológicas y ajustan los datos antes de ser enviados a las agencias centrales, incluyendo a la Red de Climatología Histórica Global (GHCN)43, el Centro Hadley asociado con la Unidad para la Investigación del Clima (CRU), ahora llamada CRUTEM344, y al Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA (GISS)45. Ellos hacen más ajustes, antes de seleccionar las estaciones, para producir su temperatura promedio anual global. 41 http://www.surfacestations.org/ 42 Op cit. 43 http://www.ncdc.noaa.gov/ghcnm/ 44 http://www.cru.uea.ac.uk/cru/data/temperature/ 45 http://data.giss.nasa.gov/gistemp/ 91 | P a g e En un valioso artículo titulado Una Revisión Crítica de los Datos de Temperatura Global de la Superficie, McKitrick proporciona un excelente análisis que pone de relieve los problemas46: El número de estaciones meteorológicas proporcionando datos a la GHCN colapsó en 1990 y nuevamente en 2005. El tamaño de la muestra ha caído en más del 75% desde su cúspide, en la década de 1970, y ahora es menor que en cualquier otro momento desde 1919. El colapso en el tamaño de la muestra no ha sido espacialmente uniforme. La fracción relativa de datos provenientes de los aeropuertos ha aumentado a cerca del 50% (un incremento de alrededor del 30 por ciento en la década de 1970). También se ha reducido la latitud promedio de los datos de origen y, relativamente, se han eliminado más puntos de monitoreo en latitudes altas. La GHCN aplica ajustes para tratar de corregir las discontinuidades de muestreo. Éstas se han encaminado a aumentar la tendencia de calentamiento durante el siglo XX. Después de 1990, la magnitud de los ajustes (positivos y negativos) se torna, inverosímilmente, grande. Esta es la razón por la cual ellos producen diferentes mediciones cada año a partir de datos supuestamente similares. James Hansen controla los registros mantenidos y ajustados por GISS-NASA. Él fue el científico que puso el asunto completo del calentamiento en la arena pública y política cuando compareció ante el Comité Senatorial de Al Gore en 1988. Recuerde lo que dijo su exjefe, John Theon. Su comentario fue muy fulminante y, aparentemente, fue una alusión a lo que Hansen estaba haciendo… Por otra parte, algunos científicos han manipulado los datos observados para justificar los resultados de sus modelos. Haciéndolo de esa manera, ellos no explican lo que ellos han modificado en las observaciones, ni explican cómo lo hicieron. Todos ellos usan datos derivados de la GHCN, y siempre son diferentes a los datos de otras agencias. Bajo el control de Hansen, los “ajustes” y errores de GISS siempre producen temperaturas más altas. Ellos limitaron las estaciones elegibles (Figura 5). Solamente cerca de 1,000 estaciones tienen 100 registros. Una dramática reducción en el número de estaciones después de 1960 y disminución de la cobertura global afectaron a las temperaturas globales. McKitrick ha demostrado cómo la reducción en el número de estaciones crea otro cambio artificial de temperatura después de 1990 (Figura 6). 46 http://climateresearchnews.com/2010/08/a-criticalreview-of-global-surface-temperature-data-productsbyross-mckitrick/ 92 | P a g e Figura 6: Estaciones meteorológicas Globales versus promedio simple de la Temperatura.47 Figura 7: Gráficas de GISS mostrando: a) Duración récord de estaciones, b) Número de estaciones y c) Cobertura global. Los ejemplos de los errores de GISS ilustran porqué los números que ellos producen no tienen valor alguno. En el 2007, un error tipo “Año 2 Mil” hizo a 1998 el año más cálido en el récord y a nueve años de la década de 1990 como los más cálidos en los récords de los Estados Unidos. Ahora 1934 es el año más cálido, y cuatro de los diez años más cálidos ocurrieron durante la década de 1930. Hansen dijo que ellos no habían afirmado que 1998 hubiese sido el año más cálido, pero un miembro del personal de GISS estuvo en desacuerdo.48 47 http://www.uoguelph.ca/~rmckitri/research/nvst.html http://wattsupwiththat.com/2010/01/14/foiad-emails-from-hansen-and-giss-staffers-show-disagreementover-1998-1934-u-s-temperature-ranking/ 48 93 | P a g e En 2008, GISS report que octubre había sido el año más cálido desde 1880. Ellos habían reciclado los datos de septiembre para muchas estaciones del norte. GISS endilgó el error a la agencia que había proporcionado los datos, pero NASA dijo que el proveedor llevaba a cabo “amplios controles de calidad”. Como siempre, el resultado erróneo apareció en las noticias, en tanto que la corrección, virtualmente, no recibió atención alguna por parte de los principales medios noticiosos49. Los datos inadecuados constituyen un problema para calcular la temperatura promedio global anual; tal como lo hiciera McKitrick, Essex y Bjarne Andresen lo demuestran. Andresen, un experto en termodinámica explica que: Es imposible referirse a una sola temperatura para describir algo tan complicado como el clima de la Tierra… una temperatura puede ser definida solamente para un sistema homogéneo. Por otra parte, el clima no se rige por una sola temperatura. Por el contrario, las diferencias de temperatura impulsan los procesos y crean las tormentas, las corrientes marinas, la actividad eléctrica atmosférica (relámpagos), etc., los cuales conforman el clima. Hasta este momento, esta discusión ha tratado con las imperfecciones de los datos de temperatura. Lo mismo que la desviación completa del cambio climático y del calentamiento global, esto fue un enfoque único sobre el calentamiento. El problema es que el estado del tiempo implica una multitud de variables, todas las cuales son esenciales para su explicación y comprensión. Estas variables incluyen, entre otras, la dirección y velocidad del viento, la presión barométrica y la cobertura de nubes, pero, por sobre todo, el contenido de humedad del aire y la precipitación. Los datos de temperatura global son totalmente inadecuados, pero las medidas de la precipitación pluvial son aún peores. Esas mediciones son insuficientes en el registro moderno y, prácticamente, inexistentes e imposibles de recrear a partir del registro histórico. Considere este comentario sobre África: Un problema obvio es la carencia de datos. La red de 1152 estaciones de observación meteorológica en África, las cuales proporcionan datos en tiempo real y suministran los archivos de clima internacional, constituye solamente la octava parte de la densidad mínima recomendada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Por otra parte, las estaciones que existen a menudo no envían información.50 La cita es de un artículo sobre el intento realizado para predecir el monzón crítico en la región Africana del Sahel. Los científicos del clima no pueden decir qué es lo que ha retrasado el monzón de este año o si el retraso es parte de una tendencia de mayor alcance. Ni comprenden completamente los mecanismos que rigen las precipitaciones en el Sahel. Más frustrante, quizás, es que sus herramientas para el pronóstico –simulaciones del clima futuro hechas con computadora– no están de acuerdo con lo que queda por hacer. “La cuestión sobre hacia dónde se dirige el clima del Sahel es polémica”, dice Alessandra Giannini, una científica del clima de la Universidad de Columbia. Algunos modelos predicen un futuro más húmedo; otros, uno seco. “No todos ellos pueden estar correctos”. 49 http://climateaudit.org/2008/11/12/gavin-schmidt-theprocessing-algorithm-worked-fine/ 50 Waiting for the Monsoon, Science, August 2006, Volume 313. 94 | P a g e Y eso habla del serio problema con los datos insuficientes porque se usa para construir los modelos de computadora. La recopilación de datos es cara y requiere continuidad –es una función importante para el gobierno. Con datos del tiempo, ellos no lo consiguieron, principalmente, porque el dinero se destinó a la investigación del clima político. Un resultado positivo de la ciencia del clima corrupta, expuesto por el Climategate, es la reexaminación, comenzando con los datos sin procesar de la Oficina de Meteorología del Reino Unido (UKMO, por sus siglas en inglés) 51. Esto ya es imposible de realizar porque se extravió una considerable parte de los datos –los cuales fueron dados a conocer después de ser modificados o convenientemente perdidos; lo mismo que en el caso de los registros retenidos por Phil Jones, cabeza (Director de investigación) de la Unidad de Investigación Climática (CRU, por sus siglas en inglés) de la Universidad del Este de Anglia. Los Modelos del Clima Fueron un Cambio Fundamental El dramático cambio en la investigación climatológica llegó con la introducción de los modelos por computadora. Estos aparecieron para proveer la habilidad de poder manejar los grandes volúmenes de datos y las complejas interacciones entre los diversos componentes del sistema climático. En vez de eso, los modelos fueron convertidos en el vehículo manipulado para producir el resultado necesario para apoyar los objetivos políticos. Yo observé que esta tendencia aumentaba más y más; los modeladores del clima dominaron las convenciones y conferencias sobre clima. Una acontecimiento notable, en una conferencia en Edmonton, Alberta, en 1987, proveyó un ejemplo de esta tendencia, pero, a la vez, un ejemplo sobre lo que es incorrecto con los modelos del clima y, por ende, con la ciencia del clima. El discurso de apertura, dirigido por el orador Michael Schlesinger, fue titulado “Proyecciones de Modelo sobre el Equilibrio y los Cambios Climáticos Transitorios Inducidos por el Incremento del CO2 atmosférico”. 52 Durante su presentación, hubo mucha agitación de alguien sentado atrás mío. Después de la presentación, muchas personas hicieron preguntas, mejor calificadas como de enojo –incluyendo a un burócrata de mayor edad, quien preguntó acerca de la precisión de las predicciones. Schlesinger contestó que la precisión era de cerca del 50 por ciento, a lo cual el burócrata respondió, “Nosotros estamos planeando plantar árboles en las áreas donde tus predicciones muestran aridez extrema. Mi ministro quiere el 98% de precisión.” Después de un más que estridente debate, un zapato voló desde detrás de mí hasta el estrado. En el silencio que siguió, el agitado hombre detrás de mi butaca, quien tenía una voz sonora y no podía captar la atención, dijo “No tenía una toalla”. 51 http://wattsupwiththat.com/2010/2/23/met-officepushes-a-surface-temperature-data-do-over/ Magil, B. L., and Geddes, F. (editors). 1988. The Impact of Climate Variability and Change on the Canadian Prairies: Symposium Workshop Proceedings. Prepared by Alberta Department of the Environment, 1987 September 9-11, Edmonton, Alberta. 412p. 52 95 | P a g e Luego, él se acercó al estrado y dio a conocer sus credenciales como físico atmosférico y escribió una fórmula en un pizarrón. Él preguntó si eso era la fórmula básica usada en el modelo para representar la atmósfera. Cuando se aseguró de que esa era la fórmula, él comenzó a eliminar variables, cada una de las cuales Schlesinger aceptó que había sido eliminada de los modelos por computadora. Al final, aquel hombre dijo que lo que quedaba no representaba, de ninguna forma, a la atmósfera. Schlesinger había tomado los mismos datos y los había ejecutado a través de cinco diferentes modelos del clima. Cinco simulaciones recientes por medio de modelos atmosféricos de circulación general (GCM) y modelos de la capa mixta del océano, sobre cambio climático inducido por CO2, son contrastadas en términos de sus temperaturas del aire sobre la superficie y de sus cambios de humedad del suelo. Estas comparaciones revelan similitudes cualitativas y diferencias cuantitativas. Cuando a Schlesinger se le preguntó a qué se refería con aquello de “similitudes cualitativas y diferencias cuantitativas”, él dijo que las similitudes eran en el sentido de que todos los modelos mostraban incrementos de temperatura, pero que los valores variaban de región a región. Esto invoca el problema actual con los modelos climáticos y la ciencia del clima. De hecho, todos ellos muestran incremento de temperatura porque están programados para elevar la temperatura si el CO2 se incrementa. La diferencia cuantitativa se refiere a la variabilidad del cambio de temperatura de una región a otra. El problemas es que estas diferencias son masivas, con una mostrando a todo un continente diferente a otro. Los modelos climáticos se ajustan, verdaderamente, al antiguo dicho “Si siembras cardos, cardos cosecharás”. Sin embargo, ellos se benefician, indistintamente, de la adulación moderna y del terror asociado con las computadoras y los resultados de éstas. Como Pierre Gallois explicó: Si tú pones estupideces en una computadora, no obtendrás más que estupideces. Pero estas estupideces, habiendo pasado a través de una máquina costosa, son ennoblecidas y nadie se atreve a criticarlas. En la ciencia del clima, manejada por la falta de datos (esto se discutirá más adelante), ellos usaron el resultado artificial de un modelo de computadora, como si se tratara de datos reales, dentro de otro modelo de computadora. Algunos problemas básicos asociados con el uso de modelos de computadora por el IPCC deben prologar cualquier discusión sobre su uso con la finalidad de convencer al público y a los políticos de que el resultado tiene validez. Los problemas básicos son los siguientes: Los modelos se ejecutan forzando variables bajo una variedad de condiciones preestablecidas. En los modelos del clima, esto ha implicado el duplicar la concentración de CO2. Cada ejecución del modelo toma semanas de tiempo computacional, incluso si la computadora está haciendo millones de cálculos por segundo. La ejecución termina cuando se alcanza un nuevo equilibrio. Cada vez que la misma computadora es forzada exactamente con las mismas condiciones y es iniciada en el mismo punto, se consigue un resultado diferente. 96 | P a g e El valor final usado en los informes, tales como los del IPCC, es el promedio de una serie de ejecuciones. El IPCC usa el resultado promedio de varios modelos diferentes. El IPCC no hace predicciones, sino que ellos las denominan “escenarios”. Los escenarios son solamente parcialmente basados en procesos físicos, pues asumen condiciones económicas y sociales futuras; lo que Richard Lindzen describe como: … muchísimo de un ejercicio infantil sobre lo que posiblemente podría ocurrir, preparado por un “grupo peculiar” en el IPCC, quienes casi todos ellos no tienen “ninguna competencia técnica”.53 Inicialmente, los modelos se enfocaron sobre el estado del tiempo y, más tarde, sobre el pronóstico del clima. Los esfuerzos más tempranos fueron, simplemente, modelos numéricos, hasta que llegó un avance, en los años 70, con el trabajo de Syukuro Manabe. Sin embargo, aún entonces, la gente advertía sobre las limitaciones. Bert Bolin proporcionó una advertencia temprana sobre las limitaciones cuando él escribió lo siguiente: Hay muy poca esperanza para la posibilidad de deducir una teoría para la circulación general de la atmósfera a partir de las ecuaciones hidrodinámicas y termodinámicas completas.54 Esta declaración es aún verdadera, esencialmente, y parte del debate sobre la estrategia basada en el clima. En 1977, Abelson escribió acerca de más limitaciones aparentes: Los meteorólogos todavía mantienen modelados globales como la mejor esperanza para lograr la predicción del clima. Sin embargo, el optimismo ha sido reemplazado por una templada comprensión de que el problema es enormemente complejo.55 Spencer Weart explica una larga secuencia de intentos para mejorar los modelos, sin obtener mucho éxito56. Como modelador del clima líder en el Centro Europeo para Pronósticos de Mediano-Alcance, en Reading, Inglaterra, Tim Palmer dijo: No deseo subestimar al IPCC, pero los pronósticos, especialmente para el cambio climático regional, son inmensamente inciertos. Él precedió la frase anterior con el comentario a continuación: Los políticos parecen pensar que la ciencia es un trato hecho.57 53 http://www.melaniephillips.com/diary/archives/000482.html Bert Bolin, Studies of the General Circulation of the Atmosphere, Academic Press, Advances in Geophysics 1, 87-116, 1952. 55 Abelson, P. H., Energy and Climate, Science, September 2, 1977. 56 http://www.aip.org/history/climate/GCM.htm 57 http://www.newscientist.com/article/mg19826543.700-poor-forecasting-undermines-climate-debate.html 54 97 | P a g e La idea de que la ciencia está establecida fue la afirmación del Vicepresidente Al Gore y que, sin duda alguna, fue estimulada, en 1988, por la comparecencia de James Hansen, Director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS) de la NASA. En esa comparecencia, James Hansen dijo: “El efecto de invernadero ha sido detectado y está cambiando a nuestro clima hoy” y que había “una fuerte correlación de causa y efecto entre el clima actual y la alteración de la atmósfera por los humanos.” No obstante, la afirmación más insoportable fue que estamos: … 99 por ciento seguros de que la tendencia de calentamiento no fue una variación natural, sino que fue causada por un incremento de dióxido de carbono y otros gases artificiales en la atmósfera.58 Más tarde, Hansen aseguró que él estaba amordazado; sin embargo, su antiguo jefe, el Dr. John Theon, jefe del Programa para la Investigación del Clima y el Estado del Tiempo de la NASA, de 1982 a 1994, denunció la mentira de Hansen: Hansen nunca estuvo amordazado, aún cuando él violó la posición de la agencia oficial de la NASA sobre pronósticos del clima (es decir, no conocíamos lo suficiente como para predecir el cambio climático o la influencia de la humanidad sobre éste). Por lo tanto, Hansen avergonzó a la NASA por salir con sus afirmaciones de calentamiento global, durante su testimonio ante el Congreso, en 1988.59 Theon fue aún más directo: Mi propia creencia sobre el cambio climático antropogénico es que los modelos no simulan con realismo el sistema climático porque hay muchos procesos muy importantes de la escala de subcuadrícula que los modelos reproducen mal o que omiten completamente. Por otra parte, algunos científicos han manipulado los datos observados para justificar los resultados a partir de su modelo. De este modo, ni explican lo que han modificado en las observaciones, ni explican cómo lo hicieron. Más tarde, Theon dijo que el testimonio de Hansen fue una vergüenza para la NASA debido a que la postura oficial de la NASA era que ellos no conocían lo suficiente del sistema climático como para hacer un pronóstico confiable: “Yo no tengo mucha fe en los modelos”, dice Theon, apuntando a la “gran incertidumbre en la función que desempeñan las nubes”. Theon describe a Hansen como un “tipo amable, simpático”, pero preocupa que “él ha sido superado por su creencia –casi religiosa– de que él va a salvar al mundo.60 Después de la aparición de Hansen, el tema del calentamiento global se hizo cada vez más político, y la ciencia más dirigida a probar la teoría de que la producción de CO2 por los humanos era la causa. 58 http://www.nytimes.com/1988/06/24/us/globalwarming-has-begun-expert-tells-senate.html http://epw.senate.gov/public/index.cfm?FuseAction=Minority.Blogs&ContentRecord_id=1A5E6E32-802A23AD-40ED-ECD53CD3D320 60 Op cit. 59 98 | P a g e El dinero del gobierno fue la fuente primaria de fondos para la investigación, y ello sirvió para desviar la investigación hacia probar, más que a desaprobar, la teoría. Es más que una coincidencia el que el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) haya sido creado en Villach, Austria, en 1988. Eso fue parte del, cada vez más intenso, control político de la ciencia del clima. Ahora, el IPCC es la fuente oficial de datos y predicciones del cambio climático usada por todos los gobiernos del mundo. El estado del tiempo es un sistema complejo. Cuando usted se sitúa afuera, bajo la influencia directa del clima, lo que usted experimenta es lo que los científicos denominan “ruido blanco”. Éste está formado por una multitud de ruidos rojos que incluyen todo, desde la radiación cósmica en el espacio profundo, hasta el calor volcánico generado en el fondo del océano y todo lo que se encuentre entre ambos. La Figura 8 es un diagrama simple del sistema del estado del tiempo mostrando los componentes más importantes y algunas de las interacciones entre los componentes. Figura 8: Diagrama simple ilustrando la complejidad del estado del tiempo y del clima. 61 El CO2 es identificado en forma separada como parte de la categoría “Composición Atmosférica”. Es una parte minúscula. El vapor de agua es una parte mucho más importante porque tiene un impacto directo sobre todos los sistemas subrayados en rojo. Combine el diagrama de los sistemas de la Figura 8 con los datos insuficientes y los problemas de la ciencia del clima y la carencia de confiabilidad en los modelos está claramente justificada. La Figura 9 es un esquema que muestra la construcción de un Modelo de Circulación General (MCG). 61 After Briggs, David J., Smithson, Peter, Ball, Timothy. Fundamentals of Physical Geography, Toronto, Copp Clark Pitman (1989). 99 | P a g e Figure 9: Esquema del Modelo de Circulación General (MCG) Mostrando la Estructura Cuadricular.62 Realmente, el modelo es una construcción que representa el estado del tiempo en cada rectángulo; sin embargo, para la mayor parte del mundo, incluyendo el 70% de los océanos, no existen datos. La Figura 10 muestra la distribución de las estaciones meteorológicas en el archivo de la Red Global de Climatología Histórica (GHCN, por sus iniciales en inglés) y los enormes espacios que existen en las estaciones de superficie. 100 | P a g e Figura 10: Comparación sobre la Modificación del número y Distribución de Estaciones Meteorológicas de Superficie.63 62 63 Op cit. http://scienceandpublicpolicy.org/images/stories/papers/originals/surface_temp.pdf Un excelente estudio y análisis del registro de temperatura de la superficie fue realizado por Joseph D’Aleo y Anthony Watts. Su resumen es presentado en un artículo original. Es una acusación sobre el registro y la gente responsable por su mantenimiento y análisis. 1. Los datos instrumentales de la temperatura para la era pre-satelital han sido ampliamente, sistemáticamente y unidireccionalmente alterados, de tal forma que no puede ser creíble la afirmación de que ha habido un “calentamiento global” significativo en el siglo XX. 2. Todas las bases de datos de la temperatura de la superficie terrestre exhiben muy graves problemas que los hace ser inútiles para determinar con exactitud las tendencias de temperatura a largo plazo. 101 | P a g e 3. Todos los problemas han tergiversado los datos causando la enorme exageración del calentamiento, tanto regionalmente como globalmente. 4. Los datos de temperatura terrestre global están gravemente comprometidos porque más del 75% de las 6,000 estaciones, que alguna vez existieron, ya no generan informe alguno. 5. Ha habido una gravísima desviación hacia la eliminación de las estaciones rurales, las de altas altitudes y las de altas latitudes, conduciendo esto a una exageración del calentamiento mucho más grave. 6. La contaminación por el crecimiento urbano, los cambios de uso de suelo, la incorrecta localización y las actualizaciones inadecuadas de calibración de los instrumentos exagera más aún el calentamiento. 7. Numerosos artículos revisados por parejas, en los años recientes, han demostrado que la sobreestimación del calentamiento observado a largo plazo es entre el 30 y el 50 por ciento, tomando en cuenta, únicamente, al efecto isla de calor. 8. La selección arbitraria de los sitios de observación, combinada con la interpolación de los datos de cuadrícula vacantes pueden hacer que la distorsión causada por el efecto de isla de calor sea más del 50% del calentamiento en el siglo XX. 9. En los océanos, se han perdido los datos y las incertidumbres son substanciales. La cobertura completa solamente ha estado disponible desde el 2003, y no muestra calentamiento alguno. 10. El monitoreo satelital de la temperatura ha proporcionado una alternativa a las estaciones terrestres para compilar el registro de la temperatura global de la tropósfera inferior. Sus conclusiones divergen, cada vez más, de las reconstrucciones basadas en las estaciones terrestres en una forma consistente, con evidencia de una desviación cálida en el registro de la temperatura de la superficie. 11. NOAA y NASA, a la par que la CRU, fueron las fuerzas motrices detrás del debut sistemático del “calentamiento global” del siglo XX. 12. Se han hecho cambios para alterar el registro histórico con la finalidad de enmascarar los cambios cíclicos que podrían ser, inmediatamente, explicados mediante factores naturales, tales como los cambios solares y oceánicos multidecenales. 13. Las bases de datos terrestres globales han sido seriamente alteradas, de tal forma que ya no son confiables para evaluar las tendencias del clima o para validar los pronósticos de los modelos. 14. Una evaluación inclusiva, externa, es esencial sobre el registro de la temperatura de la superficie compilado por la CRU, el GISS y el Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC, por sus siglas en inglés), “presidida y moderada, por mutuo acuerdo, por científicos del clima que no tengan interés personal alguno en el resultado de las evaluaciones.”. 15. La dependencia de los datos globales por ambos, el IPCC de la ONU y el Programa de Investigación del Cambio Global de los Estados Unidos/Programa Científico del Cambio Climático (respectivamente, USGCRP y CCSP, por sus siglas en inglés), también requiere de investigación y auditoría completas.64 64 http://scienceandpublicpolicy.org/images/stories/papers/originals/surface_temp.pdf Pero… ¿qué hacen ellos si no hay estaciones meteorológicas en una casilla de la cuadrícula? Simplemente, ellos buscan a 1,200 km lejos del punto sin estación para aplicar esa medición al área completa de la casilla. Se trata de un enorme problema en extensas áreas de Canadá y Rusia, las cuales son fundamentales para los sistemas meteorológicos del Hemisferio Norte. La Figura 11 muestra la reducción en el número de estaciones meteorológicas en Canadá. 102 | P a g e Figura 11: Dramática Reducción de Estaciones Meteorológicas en Canadá.65 Lo más dramático es que el número de estaciones Canadienses usadas, actualmente, para calcular el promedio de la temperatura global anual, mostrado en la Figura 12. Solamente son utilizadas aquellas estaciones identificadas con rombos coloreados. Note usted que la única estación, Eureka, se utiliza para toda la mitad norteña de Canadá, incluyendo e Ártico; Eureka es una estación identificada como refugio debido a sus condiciones locales y a su caudal único de especies vegetales. Figura 12: Número de Estaciones Meteorológicas Canadienses Utilizadas, Actualmente, para Calcular la Promedio de Temperatura Global Anual. 65 http://scienceandpublicpolicy.org/images/stories/papers/originals/surface_temp.pdf Esto ilustra la insuficiencia del registro de la superficie, no solamente como base para determinar la temperatura global promedio anual, sino también como base para un modelo por computadora. 103 | P a g e Los datos de la superficie son totalmente inadecuados aún sin ser manipulados; no obstante, existe un problema aún mayor. La atmósfera y, consecuentemente, el modelo son tridimensionales; sin embargo, virtualmente, no existen datos modernos o históricos más arriba que la superficie. Conclusión En suma, todo está claro: Hasta la fecha, las conclusiones extraídas a partir de los actuales enmarañados y desordenados datos de temperatura, de los proxies y de los modelados por computadora representan, indudablemente, los problemas de la manipulación política y la confirmación de la idea preconcebida…y no debemos ceerlos.66 66 Dr. Ball: Sugiero que pongamos fin a este capítulo con una declaración definitiva, como sugiero arriba, o algo parecido. Por favor, escríbala o edítela hasta que usted esté satisfecho. 104 | P a g e Capítulo 12 Una Historia de Encuentros con el Gran Dragón Por Martin Hertzberg La Primera Escaramuza – Un Golpe Contra el Pudor MI PRIMER ENCUENTRO con el Gran Dragón ocurrió en los Alpes Franceses; sin embargo, el primer golpe en ese encuentro no fue de mi parte, sino ¡de parte de mi esposa! Ocurrió durante un congreso patrocinado por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) sobre combustión de carbón, celebrado en Les Arcs, en 1986. Mi esposa y yo, y tres colegas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) –con sus muy respetables esposas- nos congregamos en la alberca del hotel en donde el congreso se llevaría a cabo. Estábamos conversando sobre esto y aquello cuando, en eso, otro colega de Australia llegó para unirse a nuestro grupo. Poco tiempo después, su novia apareció aux seins nus; es decir, con los pechos desnudos, en un traje de baño topless. Ella procedió a sumergirse en la alberca y nadar. Nosotros, los varones, pretendimos no haber notado lo bien dotada que ella estaba cuando nadaba ante nosotros al estilo “de espalda”, pero las honorables damas Bostonianas estaban en estado de shock. Conversando entre ellas, las respetables damas Bostonianas procedieron a condenar, rotundamente, a la joven dama Australiana por su escandaloso comportamiento. Mi esposa y yo escuchamos toda la charla. Me senté tranquilamente sin decir palabra –no atreviéndome a sugerir que no me molestaba, en absoluto. Mis colegas del MIT hicieron lo mismo, pero mi esposa ya había oído más que suficiente. Ella fue al cuarto de baño para damas y reapareció en breve, ella misma en topless, y se unió a la joven dama Australiana en la piscina, ambas nadando con sus senos desnudos. Dos cosas ocurrieron esa tarde durante la cena. Primero, mi colega Australiano advirtió el gesto de mi esposa (ustedes ya saben lo modestos que son esos Australianos) y propuso un brindis para mi esposa por su excepcional y bien dotada actuación de nado en la piscina, más temprano ese día. Segundo, uno de mis colegas del MIT, quien lo había presenciado todo, estaba tan impresionado que solicitó mi opinión sobre el tema del calentamiento por el efecto invernadero de la atmósfera debido a las emisiones humanas de CO2. Él estaba en el comité de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS, por sus iniciales en inglés) considerando la cuestión y había leído mi artículo 105 | P a g e presentado en el Simposio sobre Combustión en el MIT. Yo había usado la emisión infrarroja correspondiente a la banda de 4.2 micrones, perteneciente al CO2, para medir las temperaturas de explosión del metano dentro de una esfera de 3.66 metros de diámetro. Aparentemente, él también sabía que yo alguna vez había trabajado como Meteorólogo mientras estaba en servicio activo con la Armada Naval de los Estados Unidos. Que alguien del MIT te pida una opinión, es algo muy honroso. Yo contesté que, aunque el CO2 era un ingrediente esencial para la fotosíntesis que sostiene a casi toda la vida sobre la Tierra, yo dudaba que tal constituyente menor de la atmósfera pudiera tener un efecto significativo sobre el balance radiativo entre el Sol y la Tierra. También, sugerí que el papel global del “efecto de invernadero” en la atmósfera podía ser comprobado a través de comparar el promedio de temperatura de la superficie de la Tierra con el de la Luna. Ella recibe, esencialmente, la misma radiancia entrante desde el Sol, pero no tiene atmósfera. Explorando al Enemigo En 1989, en un Simposio en el Colegio Chatham (anteriormente, Colegio Pennsylvania para Mujeres, Alma Mater de Rachel Carson), en Pittsburgh, se presentó un artículo describiendo un modelo en el cual los cambios de temperatura en la atmósfera inducidos por gas de efecto invernadero estaban gobernando la circulación oceánica de la Tierra. Tuve que interrumpir al conferencista con el hecho obvio de que él lo tenía al revés. Los meteorólogos saben acerca del fenómeno de El Niño, de las temperaturas templadas en el Oeste de Europa causadas por la Corriente del Golfo, del desarrollo y movimientos de los huracanes y tifones, y de los monzones veraniegos periódicos en Asia y en otras partes, lo cual es lo contrario; específicamente, la distribución de la tierra y los océanos, y de las corrientes oceánicas impulsan la circulación atmosférica. Claramente, el modelo que estaba siendo presentado tenía “la cola meneando al perro”. En el mismo simposio, tuve una breve discusión con un distinguido científico atmosférico, quien, durante su presentación, había repetido el típico mantra de que la atmósfera de Venus era cálida a causa de un “efecto de invernadero” causado por su alto contenido de CO2. Cuando le pregunté si él había hecho las correcciones para la compresión adiabática por la alta presión superficial del planeta, él respondió que eso era solamente un pequeño factor de corrección. Dejé el Simposio en un estado de incredulidad: Algo estaba, terriblemente, mal. Poco tiempo después, tuve una discusión similar con el que entonces era Presidente del Instituto de Combustión, quien repitió el mismo mantra acerca de la temperatura de Venus. Él me informó que él formaba parte del panel de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, el cual estaba considerando el asunto del calentamiento global. Cuando le pregunté si él había considerado el efecto de la distancia más corta de Venus con respecto al Sol y el efecto de la compresión adiabática en su muy densa atmósfera, solo conseguí, más bien, una mirada en blanco. Mientras él era un químico muy distinguido, la conversación me convenció de que yo estaba mejor calificado que él para estar en el panel de la NAS. Después de todo, las temperaturas en regiones por debajo del nivel del mar, tales como el Valle de la Muerte y el Mar Muerto, eran más elevadas que en las áreas contiguas a nivel del mar a causa de la compresión adiabática y, evidentemente, aquellas temperaturas más elevadas nada tenían que ver, absolutamente, con el contenido de CO2 de nuestra atmósfera. 106 | P a g e Venciendo al Gran Dragón Poco tiempo después, un colega de Nueva Zelanda, quien había trabajado en nuestro laboratorio durante su año sabático, se puso en contacto conmigo para solicitar mi opinión sobre el tema. Después de mucha discusión entre nosotros, y después de que yo “me retiré”, decidimos cooperar en un artículo de sesión de pósters que fue presentado en el Veinticincoavo Simposio Internacional sobre Combustión, en 1994.1 El análisis mostraba que el vapor de agua jugaba un papel dominante en la absorción de radiación infrarroja, y que cualquier “fuga del efecto de invernadero” para la temperatura de la Tierra debería, por lo tanto, haber ya ocurrido mucho tiempo antes del incremento del CO2 ocurrido el siglo pasado. Con el flujo de vapor de agua del océano incrementándose exponencialmente con la temperatura, el incremento resultante en el albedo de la cubierta de nubes limitaría o “atenuaría”, en forma natural, al sistema con una reacción negativa. El artículo también desafiaba a los dos “Catecismos del Efecto de Invernadero”. El primer catequismo argumenta que en ausencia del “efecto de invernadero”, la temperatura de la Tierra sería demasiado fría como para que fuese habitable para los seres humanos (cerca de -25 °C). Se afirma que es la atmósfera lo que “mantiene al calor dentro” del sistema. Eso nos vinculó por el argumento de que demasiado efecto de invernadero, generado por demasiado CO2, hará que la Tierra sea demasiado caliente como para ser habitable por los seres humanos. Se hará referencia a este primer catecismo como la “Falacia de la Tierra Fría” en una figura posterior, la cual está basada en la suposición errónea de que la superficie de la Tierra y todas las demás entidades implicadas en su pérdida radiativa hacia el espacio exterior tienen todas una emisividad igual a la unidad (e = 1). Ya se ha debatido el segundo Catecismo: La afirmación de que la alta temperatura de la superficie de Venus es causada por el “efecto de invernadero” de su atmósfera de CO2. Puesto que la histeria del tráfico del miedo acerca del calentamiento global causado por los seres humanos creció, y puesto que fue promulgado el Protocolo de Kioto, me sentí obligado a conseguir que nuestro análisis fuera publicado más ampliamente. Escribí a Bert Bolin, cabeza del IPCC, y presenté nuestro artículo a las revistas científicas Nature y Science; no obstante, ellos rehusaron publicarlo. ¿Quiénes éramos nosotros para desafiar a todos esos modelos por computadora que estaban prediciendo el calentamiento catastrófico como resultado de la emisión de CO2 humano? Tras algo de correspondencia con el editor de Nature, y cuando se hizo patente que ellos no estaban interesados en publicar los resultados de nuestro análisis, me sentí obligado a expresar, cándidamente, mis opiniones sobre toda la cuestión. He aquí, en forma resumida, el contenido de mi última carta al editor de Nature, en octubre de 1994: 1 Hertzberg, M. and Stott, J. B. 1994, Greenhouse Warming of the Atmosphere: Constraints on Its Magnitude, 25th International Symposium on Combustion. Abstracts of Work in Progress Poster Session Presentation, The Combustion Institute, p. 459. (The complete poster session publication is available on request from the author of this publication) Justo ahora, acabo de revisar los dos artículos a los que usted hace referencia… El artículo escrito por C—es un excelente estudio de las complejidades implicadas en el ciclo hidrogeológico… su énfasis 107 | P a g e sobre la necesidad de obtener más datos es, ciertamente, algo con lo cual yo estoy de acuerdo… Nuestro análisis es, verdaderamente, consistente con su estudio, pero nuestro análisis también ofrece lo más simple de los modelos… la perspectiva del equilibrio radiativo. Me declaro completamente inocente por la simplicidad... la masa y la capacidad calorífica más grande en el ciclo hidrogeológico reside en el componente oceánico de ese ciclo, y si uno aplica la ley de Kirchhoff a ese sistema, el océano está en equilibrio radiativo con respecto a la irradiancia solar. Los detalles de la composición de la atmósfera seca son, por lo tanto, de poco cuantía en el balance general, puesto que la ley es válida para cualquier composición. A su temperatura de equilibrio, el agua puede acumularse en su ámbito de almacenamiento en el fondo del océano para proveer un “memoria” de esa condición de equilibrio a largo plazo. La atmósfera no es inducida por la masa relativamente trivial la “función de forzamiento” de absorción a corto plazo dentro de la atmósfera, sino más bien por la “función de forzamiento” a largo plazo de la memoria de equilibrio radiativo acumulada, la cual reside en el océano. En el mediano plazo, la atmósfera es inducida por las variaciones de la dinámica del océano en conformidad con el fenómeno de El Niño (es decir, la Oscilación Decenal del Pacífico Sur). A más largo plazo, es inducida por las variaciones en la irradiancia solar asociada con las variaciones en el movimiento orbital de la Tierra alrededor del Sol, de acuerdo con Milankovitch. (Obviamente, descuidé incluir las variaciones en los ciclos solares y de cómo ellos podrían influir en la nubosidad). Los “modelos del efecto de invernadero”, tales como aquellos referenciados en el artículo de W— y R—, lo tienen al revés: Ellos aducen que los océanos son gobernados por la atmósfera, lo cual constituye una noción absurda que es contradicha ¡por todo! lo que sabemos acerca del pronóstico del estado del tiempo de largo alcance. La primera vez que yo leí su comentario de que “la validación del modelo usando los datos observacionales existentes es un procedimiento estándar razonable”, mi primera reacción fue: ¡Hurra! Cuando menos alguien ha hecho un intento honesto para validar sus modelos. Pero la euforia duró solamente mientras me tomé el tiempo para leer el artículo en cuestión escrito por W— y R—. ¡No hay nada en ese artículo que trate acerca de la verificación del modelo! No hay, absolutamente nada, en ese artículo que compare los “escenarios” o “proyecciones” del “forzamiento radiativo” estándar del efecto de invernadero con los datos. El artículo contiene todas las proyecciones “correctamente políticas” estándar que han aparecido una y otra vez en la literatura. A través de los años, he declarado la guerra a los muchos “modeladores de la combustión” en el examen de la cuestión de cuya responsabilidad es verificar la validez de un modelo propuesto. ¿Fue la responsabilidad de sus lectores; fue de ellos como formuladores del modelo; o fue la mía como revisor y editor? En la mayoría de los casos, parece que los modeladores se sienten satisfechos si su modelo concuerda con una sola observación, o aún probablemente con dos si a ellos se les permitió incluir algunos “factores fabricados”. Nunca detecté mucho entusiasmo por parte de ellos para investigar una gran cantidad de datos para examinarlos contra sus modelos. Parecía que ellos estaban felices por conseguir una publicación en su haber por proclamar un modelo impreso, para luego dejar que todo el mundo valide o (el cielo lo prohíba) invalide sus modelos. La literatura, ahora, está fuertemente 108 | P a g e contaminada con los “experimentos por computadora” que solamente sirven para corromper, tanto a nuestro pensamiento como a nuestro lenguaje. La situación es, por mucho, peor con los modeladores del efecto de invernadero. La presente racha de modelos de efecto de invernadero está motivada, en parte, por el mismo deseo de publicación, por la necesidad de crear nuevos departamentos en las universidades que se ocuparán de este problema crítico del “cambio climático global” y por la política del movimiento ambientalista, la cual anima la predicción de catástrofes… En el campo de la combustión, la proliferación de los modelos no verificados conduce a un daño limitado: Existe algo de confusión del pensamiento, y ello fomenta la ilusión de que uno no necesita más de los experimentos reales. También, hay algo de desviación de recursos, desde el mundo real hacia el mundo de fantasía de los modeladores. No obstante, hay un poco de valor educacional en hacer que los estudiantes graduados aprendan a manejar las leyes de conservación de la energía, de la masa y del impulso, aún cuando estos son típicamente resueltos para una sola dimensión, sin flotación y para flujos triviales que no representan a los campos de flujo (turbulentos) del mundo real. Sin embargo, en el “calentamiento global”, estamos hablando de dinero real: Un desperdicio monumental de recursos para regular las emisiones de dióxido de carbono cuando perseguimos al gran fantasma del efecto de invernadero (o dragón, si usted quiere). ¿Acaso es irracional el requerir que los modelos sobre los cuales se basan las “predicciones” deberían ser validados o invalidados, y que el esfuerzo sea genuino, apolítico, y objetivo? ¿No debería ser considerado, por la misma publicación, un modelo alternativo que lo formule en términos de equilibrio radiativo? Me he sentido consternado al encontrar los argumentos a los que me refiero en mi documento de como se presenta, sin sentido crítico, el “Primer Catecismo del Efecto de Invernadero” en el primer año de los cursos de biología y de los textos de física. Como investigador y docente, me siento obligado a hacer todo lo yo pueda para corregir esas percepciones erróneas y agradecería recibir de Nature la ayuda sobre la materia. Obviamente, mis súplicas a Nature cayeron en oídos sordos. Pero la derrota final llegó cuando fui rechazado, incluso, por mi propia Asociación Unitaria Universalista. Ellos estaban en vías de adoptar una resolución sobre el calentamiento global. Intenté presentar la postura de los escépticos en su Asamblea General, en Long Beach, hace varios años, pero no pudo hacerlo a pesar de que sabía más sobre el tema que ninguno de allí. Me dijeron que era “ciencia establecida” y lo que querían era acción para frenar las emisiones de los gases de efecto invernadero. Durante un taller, en una Asamblea General más reciente, en Salt Lake City, me levanté del auditorio para presentar los puntos de vista de los escépticos. Pero tan pronto se hizo evidente que yo me oponía a su posición, alguien saltó, inmediatamente, y me arrebató el micrófono. Nadie en el auditorio defendió mi derecho a presentar mis argumentos. En lo que ha quedado el cuarto principio de la Asociación Unitaria Universalista: Una búsqueda responsable y libre de la verdad y la coherencia. Contraataque al Llegar los Refuerzos En 2001, mi esposa y yo tomamos un crucero de la revista Nation a lo largo de la costa oeste de México. Uno de los oradores destacados, durante el crucero, fue el columnista Alexander Cockburn, 109 | P a g e quien es también coeditor de la revista Contragolpe. En alguno de sus comentarios, sentí que él tenía serias reservas acerca de la teoría del calentamiento global causado por los seres humanos. Hablé con él después de una de sus charlas, haciéndole saber que yo era un científico que había estado estudiando la cuestión durante varios años. Él me señaló su interés en el resultado de mis estudios; así pues, le envié copias de mi artículo publicado en 1994, mis varias cartas al editor, y otra correspondencia. Luego de una interrupción de cerca de seis años, y como caído del cielo, él me llamó por teléfono para informarme que estaba planeando escribir una serie de artículos, sobre el tema, en la revista Nation. Yo acepté darle asesoría científica. Los artículos aparecieron en cuatro ejemplares, del 14 de mayo al 25 de junio de 2007, con cartas al editor y las respuestas de éste en el ejemplar del 18 de junio del mismo año. Los artículos aparecieron bajo los interesantes títulos de ¿Es un Pecado el Calentamiento Global?, ¿Quiénes son los Mercaderes del Miedo?, Strike y Ponche de los Invernalistas, y Disidentes Contra el Dogma. Después del devastador escándalo del Climategate, Cockburn escribió otro artículo que apareció en el número del 4 de enero del 2010, titulado De Nicea a Copenhague. Las cartas al editor y las respuestas al artículo aparecieron en el ejemplar del 8 de febrero. Cockburn ha recibido críticas mordaces de los ambientalistas como resultado de esa serie de artículos; yo mismo fui acusado de ser un instrumento de los barones del carbón. Eso sería una gran sorpresa para los barones del carbón dado que yo pasé la mayor parte de mi carrera propugnando por normas de seguridad más estrictas en sus minas. El Equilibrio Radiativo de la Tierra Estoy profundamente agradecido con Cockburn por su serie de artículos sobre el calentamiento global y por las discusiones que tuvimos sobre temas científicos. Él es uno de los pocos reporteros que se han ejercitado, con debida meticulosidad, en tratar de comprender la ciencia. La mayoría de los otros en la “corriente principal de los medios” simplemente regurgitan el anecdótico e irracional tráfico del miedo del cual ellos son alimentados por los grupos de presión ambientalistas, sin escarbar más profundo dentro de la totalidad de los datos disponibles o dentro de los fundamentos de la ciencia implicada. Esa interacción con Cockburn me animó a revisitar, ampliar y actualizar el documento de sesión de pósters de 1994. El nuevo documento se publicó a principios del 2009 en Energy and Environment.2 También agradezco a Fred Goldberg, mi amigo y colega de Suecia, que fue muy amable al revisar ese documento. Fred ha sido un escéptico que desde hace mucho tiempo ha desafiado, abiertamente, las conclusiones del IPCC de que el calentamiento global es causado por los humanos, e incluso confrontó públicamente a Bert Bolin sobre esta cuestión. El año pasado, Cockburn y Goldberg pasaron una semana con nosotros, en nuestra residencia, en una improvisada discusión de salón sobre la ciencia y la política del asunto “calentamiento global/cambio climático”. Fred presentó una fascinante conferencia sobre la historia climatológica de Escandinavia ante mi clase de Meteorología en el Colegio Colorado Mountain; incluso, Fred esquió con nosotros en Copper Mountain. 2 Hertzberg, M. 2009, Earth’s Radiative Equilibrium in the Solar Irradiance, Energy and Environment, Vol. 20, No. 1, pp 83-93. Or at www.icecap.us/images/uploads/EE20-1_Hertzberg.pdf 110 | P a g e Ahora, procedamos al análisis de ese artículo publicado en 2009.3 Si uno balancea la entrada de potencia solar absorbida por todas las entidades de la Tierra implicadas en el balance radiativo entre la Tierra y el Sol contra la pérdida de potencia por esas mismas entidades cuando ellas irradian hacia el espacio exterior, uno obtiene una ecuación para la temperatura promedio de equilibrio de esas entidades, lo cual muestra que el factor operador es la proporción de su absortividad a la emisividad. Su absortividad es controlada por la fracción de radiación del Sol que es reflejada de vuelta hacia el espacio exterior, lo cual constituye el albedo de la Tierra y que es determinado, principalmente por la nubosidad. Un albedo alto significa una menor absortividad, y un albedo bajo da una alta absortividad. La Figura 1 es un trazo de ese promedio de temperatura de equilibrio para esas entidades sobre la Tierra, en grados Celsius como una función de la emisividad para cuatro valores del albedo. Figura 1: Promedio de la Temperatura de Equilibrio para aquellas Entidades sobre la Tierra en Grados Celsius, como una Función de la Emisividad para Cuatro Valores del Albedo.4 Tomando los logaritmos de la ecuación para la temperatura de equilibrio, y tomando diferenciales del resultado, nos permite calcular el cambio en la temperatura promedio de esas entidades que está asociado con varios cambios en su emisividad, absortividad, o albedo. La curva de sensibilidad es graficada en la Figura 2 para la temperatura atmosférica promedio actual de 291 K, y para un albedo promedio de 0.30. 3 4 Op cit. Energy & Environment, vol. 20, No.1, 2009 111 | P a g e En este punto, se debe reconocer que existe una gran incertidumbre en la determinación de qué “entidades” en la Tierra están involucradas en su equilibrio radiativo con respecto al Sol y al espacio libre. La radiación solar entrante es absorbida tanto heterogéneamente como homogéneamente: heterogéneamente en la parte superior de las nubes y en la superficie de la Tierra, y homogéneamente por los gases que forman la atmósfera. La misma distribución de esos absorbentes son emisores del flujo que se irradia desde la Tierra hacia el espacio libre. Figura 2: Gráfico sobre el Albedo versus Temperatura.5 Esas entidades están distribuidas verticalmente a través de la atmósfera: desde las superficies oceánicas a nivel del mar, hasta las montañas a gran altura, hasta las depresiones continentales por debajo del nivel del mar, hasta donde alcanza la atmósfera en la parte superior de las nubes, y hasta otras partículas suspendidas en la atmósfera. Esas mismas entidades están distribuidas longitudinalmente y latitudinalmente, desde el ecuador hasta los polos. ¿Contra qué temperaturas medidas son comparadas las temperaturas calculadas? ¿Es razonable esperar que las temperaturas calculadas deban ser comparadas, solamente, con las temperaturas medidas cerca de la superficie topográfica del la Tierra? ¿Qué tan representativo es ese tal promedio de la temperatura del aire superficial con respecto a la masa completa de la atmósfera implicada en el proceso de equilibrio radiativo? Si la temperatura del aire cercano a la superficie no es representativa, ¿es posible, en realidad, medir la temperatura promedio de la masa completa de entidades absorbentes y emisoras con la suficiente precisión como para hacer comparaciones significativas entre los datos y las predicciones? Estamos pidiendo una definición de la masa de la materia que compone la superficie de la Tierra, la atmósfera y los océanos. ¿Qué tan alto, en altura, deberíamos ir por la atmósfera para poder incluirla toda? 5 Op cit. 112 | P a g e Similarmente, ¿qué tan profundo en el fluido líquido de los océanos deberíamos ir con el fin de incluir la masa debajo de la superficie oceánica que influye en los procesos de transporte de calor y masa cerca de la superficie del océano y en la atmósfera sobre ella? ¿Qué tan representativas son esas temperaturas, cercanas a la superficie, de la temperatura promedio de aquellas entidades, hasta ahora pobremente definidas, distribuidas verticalmente? Aunque estas preguntas pueden ser difíciles de responder, ellas, no obstante, son las que necesitan ser contestadas con la finalidad de evaluar la validez de cualesquier modelos que tengan el propósito de predecir las condiciones futuras. Esto es una tarea colosal. Sin embargo, examinando profundamente el problema, podría ser más realista concluir que su solución podría ser inalcanzable, dada nuestra comprensión limitada de los procesos complejos implicados y la carencia de datos disponibles para el estado termodinámico actual de esas entidades. Sin embargo, a pesar de las complejidades, continuamos este análisis suponiendo, razonablemente, que cualesquiera sean los cambios de la temperatura media de esas entidades, ellos se reflejarán en cambios similares en el promedio de la temperatura atmosférica cercana a la superficie terrestre, la cual es medida por la red meteorológica de estaciones de superficie o por medio de observaciones satelitales. Aquellos cambios de temperatura medidos, según lo informado por el IPCC para el último siglo6 (3) son los siguientes: 1910-1940, un incremento de 0.5 °C 1940-1970, una disminución de 0.2 °C 1970-2000, un incremento de 0.5 °C Como puede verse en la Figura 2, aquellos incrementos de 0.5 °C para los dos períodos de treinta años, de 1920 a 1940 y de 1970 a 2000, corresponden a una disminución relativamente pequeña, de solamente 1.5 por ciento en el albedo de la Tierra. La disminución en 0.2 °C de la temperatura observada durante el período de 1940 a 1970, corresponde a un incremento en el albedo de solamente el 0.5 por ciento. Por lo tanto, esos modestos cambios de temperatura se explican, con suma facilidad, en términos de cambios menores del albedo que son causados por pequeños cambios de la nubosidad. Svensmark 7, 8 ha demostrado que la cubierta de nubes de la Tierra sufrió una modulación de fase con el flujo de rayos cósmicos durante el último ciclo solar. El mecanismo que él sugirió para esa correlación implica una disminución en el flujo de los rayos cósmicos durante el máximo de actividad solar, cuando el “viento solar” y la actividad magnética protegían a la Tierra de la entrada de rayos cósmicos. La incidencia reducida de rayos cósmicos conduce a la ausencia de agentes nucleantes adecuados para la formación de nubes, a una reducción del albedo de la Tierra, al incremento correspondiente de la absortividad y, en consecuencia, a un calentamiento de la Tierra. 6 Klyashtorin, L. B. and Lyubushin, A. A., On the Coherence Between Dynamics of World fuel consumption and Global Temperature Anomaly, Energy and Environment, 2003, Vol. 14, No. 6 pp 773-782, Fig. 1. Also at the National Climate Data Center, Global Surface Temperature Anomalies, 2007, on the web at www.ncdc.noaa.gov/oa/climate/research/anomalies/anomalies.html 7 Svensmark, H. 2000, Cosmic Rays and the Earth’s Climate, Space Science Reviews, Vol 93, pp 155-166 8 Svensmark, H. and N. Calder 2007, The Chilling Stars: A New Theory of Climate Change, Icon Books Ltd., Cambridge, pp 249. 113 | P a g e Lo contrario ocurre cuando la actividad solar es baja; entonces, el flujo de rayos cósmicos entrando a la atmósfera terrestre es alto, los agentes nucleantes son abundantes y la nubosidad aumentada incrementa el albedo. Esto conduce a una disminución de la absortividad y, consecuentemente, a un enfriamiento de la Tierra. El análisis ya resumido en la Figura 2 apoya al mecanismo de Svensmark como las causas de las fluctuaciones de la temperatura promedio de la Tierra en el siglo XX. De acuerdo a lo que la Figura 2 muestra, cambios relativamente modestos de solo un pequeño porcentaje en el albedo de la Tierra son suficientes para ser tomados en cuenta como causa de los cambios de temperatura observados en ese siglo. De esta forma, excepto por la influencia del albedo nebular, ninguna conjetura es necesaria con respecto a la composición detallada de la atmósfera para explicar las modestas variaciones observadas en las temperaturas de la atmósfera de la Tierra durante el siglo XX. Este análisis es compatible con la conclusión, hecha anteriormente, de que es inverosímil esperar que pequeños cambios en la concentración de un constituyente menor de la atmósfera, tal como el dióxido de carbono, pueda influir, significativamente, en el equilibrio radiativo entre el Sol, la Tierra y el espacio libre. ¡Puf! El Gran Dragón Mágico Desapareció. En la actualidad, los escépticos, los realistas y los negadores del calentamiento global se dividen en dos categorías. La primera categoría cree que el fenómeno del calentamiento por gases de invernadero es real, pero que el grado de calentamiento debido al incremento reciente de las concentraciones de CO2 atmosférico es trivial. La segunda categoría niega la real existencia del efecto de invernadero, argumentando que está totalmente desprovisto de una realidad física y que, como se ha definido tradicionalmente, viola las leyes de la termodinámica. En la presente obra, tratamos de resolver el problema mediante la idealización de los procesos de transporte radiativo entre la superficie de la Tierra, su atmósfera y el espacio libre en ausencia de cualquier suministro de radiación solar. Como se indicó anteriormente, el problema para obtener cocientes de absortividad a emisividad para todas las entidades sobre la Tierra, las cuales participan en el balance radiativo, es una tarea monumental. Es altamente improbable que cualquier modelo propuesto contenga un cociente realista para el globo entero sobre una escala de tiempo lo suficientemente larga. Sin embargo, aún si esas cantidades fuesen exactamente conocidas, la estructura del sistema de temperatura resultante de las entidades no podría determinarse hasta que todos los demás procesos y fuerzas de transferencia de energía fuesen incluidos en el modelo. Esos otros procesos son la conducción, la convección natural, la convección forzada (advección, para los meteorólogos) tanto en la atmósfera como en los océanos, la evaporación endotérmica para la tierra y los océanos, la condensación exotérmica del vapor de agua en la atmósfera, y sus procesos colaterales de transporte de masas, y, finalmente, el intratable problema de la turbulencia. A todos esos procesos, se añade el par de la fuerza de empuje (fuerza de flotación), la fuerza de coriolis y las fuerzas mareales. Por lo tanto, incluso si se conocen con precisión los procesos radiativos, todos los otros procesos citados tendrían que ser incluidos para predecir la estructura de la temperatura de las entidades de la 114 | P a g e Tierra. La complejidad del problema alucina a la mente y ha frustrado la previsión meteorológica durante décadas. Alternativamente, consideremos revertir el proceso. ¿Qué puede aprenderse de utilizar la estructura térmica conocida de la superficie terrestre y de su atmósfera y, enseguida, deducir qué procesos de transporte radiativo son los que deben acompañar a esa estructura? Este análisis fue tomado de un artículo titulado “Transporte Radiativo Nocturno entre la Superficie de la Tierra, su Atmósfera, y el Espacio Libre”, el cual se ha presentado, recientemente, para ser publicación en la revista Energy and Environment. El análisis refleja los flujos radiativos para condiciones nocturnas; pero, también están presentes durante las condiciones diurnas, cuando debe ser substraídos de los flujos solares de ingreso con el fin de obtener el importe neto que calienta a la Tierra. La superficie de la Tierra, su atmósfera y el espacio libre son aproximadamente como superficies esféricas concéntricas, cuyos radios son mayores que la distancia entre ellos y cuyas temperaturas promedio, emisividades y absortividades son conocidas. Las entidades de la superficie de la Tierra son tomadas para formar su temperatura promedio, su emisividad promedio y su absortividad promedio. La atmósfera sin nubes, para empezar, es, aproximadamente, como una placa de vidrio parcialmente absorbente, parcialmente transparente y no reflejante, a una temperatura promedio fría, con su absortividad promedio y su emisividad promedio. La atmósfera gaseosa está condensada en una delgada placa de vidrio cuya temperatura promedio es tomada de la temperatura de la “Atmósfera Estándar”, medio camino arriba de la superficie a 500 mb. Una vez todo está dicho y hecho, obtenemos el resultado siguiente… la cantidad neta de radiación absorbida por la atmósfera fría que se encuentra por encima de la atmósfera más caliente, abajo, es . La radiación infrarroja perdida desde la superficie de la Tierra hacia el espacio libre y que es transmitida a través de la atmósfera es . Por lo tanto, es claro que la atmósfera ayuda a enfriar la Tierra –el sistema atmosférico que, en ausencia de nubes, contribuye con alrededor del 17% del flujo de energía radiante que el sistema, como un todo, pierde hacia el espacio libre. La veracidad general de esta imagen es claramente confirmada por el hecho de que sondas meteorológicas de tasa de lapso atmosférico directo (gradiente térmico atmosférico) muestran que, tanto la superficie de la Tierra como la atmósfera, ambas se enfrían durante las horas de la noche, aunque a diferentes tasas debido a sus diferentes emisividades. Debe hacerse notar que en ningún lugar de este balance existe el, así llamado, “efecto de invernadero” en el cual la atmósfera suministre alguna energía radiante neta que pueda ser absorbida por la Tierra. Bajo estos supuestos para la estructura térmica, el flujo de energía radiante desde ambas, la superficie de la Tierra y la atmósfera, es completamente de salida, hacia el espacio libre. En presencia de nubes cubriendo, en promedio, alrededor del 33% de la superficie de la Tierra, la atmósfera “placa de vidrio” se convierte, parcialmente, en una superficie reflejante. Para esa atmósfera nubosa, la radiación desde la atmósfera hacia el espacio libre se incrementa en , aproximadamente, y la pérdida de radiación desde la superficie hacia el espacio libre, disminuye a 153 . 115 | P a g e Ahora, la atmósfera con nubes contribuye con alrededor de 41% del flujo radiante total que se pierde hacia el espacio libre. El efecto físico de esa pérdida radiante desde las nubes hacia el espacio libre se hace patente por el hecho de que la actividad de tormentas eléctricas tiende a maximizarse después de la puesta del Sol debido a la irradiación desde la cúspide de las nubes. Esa pérdida de radiación da lugar a un enfriamiento muy notable en esas partes superiores de las nubes, el cual constituye la tasa del gradiente de temperatura, incrementando la inestabilidad de la atmósfera nubosa e incrementando así la actividad eléctrica de las tormentas. Lo mismo que fue para el caso de la atmósfera sin nubes, lo es para la atmósfera nubosa; el llamado “efecto de invernadero” está ausente en el balance radiativo. Todo el flujo radiante es de salida, hacia el espacio sideral. Solamente existe una excepción en donde podemos encontrar un flujo radiante neto desde la atmósfera hacia la superficie de la Tierra, y eso ocurre durante las condiciones de inversión térmica. Sin embargo, aún en el caso extremo en que la temperatura de la superficie y la de la atmósfera sean revertidas, la pérdida de potencia radiante desde la atmósfera hacia el espacio sideral es un factor cinco veces mayor que el de la potencia irradiada desde la atmósfera hacia la superficie de la Tierra. Luego pues, las condiciones de inversión térmica constituyen el único caso en el cual el llamado “efecto de invernadero” podría ocurrir, de alguna forma, en la realidad física. No obstante, por supuesto, eso no es lo que tradicionalmente los modeladores del calentamiento global definen como “efecto invernadero”. Esas condiciones de inversión térmica, sin embargo, están presentes en una pequeña fracción de la superficie terrestre, durante períodos limitados de tiempo y, dado que los recientes aumentos en las concentraciones atmosféricas de CO2 prácticamente no tienen ningún efecto en la emisividad total de la atmósfera, el efecto proveniente de esos aumentos de CO2 en el equilibrio del flujo radiativo es, en general, esencialmente nulo. La Leyenda del Gran Dragón y de Sus Hacedores de Mitos Hay una sola vía para expresar la diferencia entre los propagandistas y los científicos. Si los científicos tienen una teoría, ellos buscan diligentemente los datos que realmente podrían contradecir la teoría, de tal forma que su validez pudiera ser totalmente comprobada o depurada. Los propagandistas, por otra parte, solamente seleccionan, cuidadosamente, los datos que pudieran concordar con su teoría y, devotamente, ignoran cualquier dato que pudiera estar en desacuerdo con su teoría. Uno de los mejores ejemplos sobre el contraste entre propagandistas y científicos proviene de la forma en que son manejados los datos de los núcleos de hielo de Vostok, en la Antártida.9 Los datos abarcan los últimos 420,000 años mostrando alrededor de cuatro Enfriamientos Glaciales con temperaturas promedio de 6-8 °C por debajo de los valores actuales y cinco períodos de Calentamiento Interglaciar con temperaturas de 2-4 °C por encima de los valores actuales. El último período cálido en los datos es el actual, el cual comenzó hace algunos 15,000 a 20,000 años. Los datos muestran una correlación notablemente buena entre las variaciones de temperatura de largo plazo y las concentraciones de CO2 atmosférico. Las concentraciones de CO2 atmosférico estuvieron en un mínimo nivel durante el final del Enfriamiento Glacial, cuando las temperaturas eran mínimas. Las concentraciones de CO2 atmosférico están en un máximo nivel cuando las temperaturas están en un máximo al final del Calentamiento Interglaciar. En su película y en su libro La Verdad Inconveniente, Al Gore muestra los datos de Vostok y los usa para argumentar que los datos prueban que las altas concentraciones de CO2 causan el calentamiento global. 116 | P a g e ¿Es, la de ellos, una evaluación objetiva de los datos de Vostok? Veamos lo que Al Gore olvidó decir: Primero, la correlación entre la temperatura y el CO2 ha estado ocurriendo por cerca de medio millón de años, mucho tiempo antes de que los seres humanos produjeran una cantidad significativa de CO 2, lo cual comenzó hace solamente alrededor de 150 años. Luego pues, es razonable afirmar que el incremento actual de CO2, durante nuestro actual Calentamiento Interglaciar, el cual ha estado ocurriendo durante los últimos 15,000-20,000 años, es meramente la continuación de un proceso natural que nada tiene que ver, de ninguna forma, con la actividad humana. 9 Petit, J. R. et al. 1999. Climate and Atmospheric History of the Past 420,000 Years from the Vostok Ice Core, Antarctica, Nature, Vol. 399, pp. 429-436 Al Gore también se equivocó al no plantearse la pregunta más lógica: ¿De dónde provino todo ese CO2 durante aquéllos antiguos períodos de calentamiento, cuando la producción humana de CO2 era virtualmente inexistente? La respuesta es aparente para los científicos bien preparados: Del mismo lugar que proviene el incremento actual, específicamente, de los océanos. La cantidad de CO2 disuelto en los océanos es unas cincuenta veces mayor que la cantidad de CO2 en la atmósfera. Cuando los océanos se calientan, por cualquier razón, algo de su CO2 disuelto es emitido hacia la atmósfera, tal y como ocurre, exactamente, con su soda embotellada al cambiar su sabor y perder el CO2 disuelto cuando se calienta a temperatura ambiental; incluso, cuando usted la vierte en un vaso más caliente. A medida que los océanos se enfrían, el CO2 de la atmósfera se disuelve en las aguas oceánicas, tal y como ocurre en su refresco embotellado, al inyectar CO2 al agua fría (proceso empleado por las embotelladoras de refrescos). Pero el “remache” real que separa a los científicos de los propagandistas proviene del hecho más significativo que Gore no menciona. Los mismos datos de Vostok muestran que los cambios de temperatura siempre anteceden a los cambios del CO2 atmosférico por alrededor de 500-1,500 años. Primero ocurren los incrementos o las disminuciones de temperatura, y no es sino hasta después de 500-1,500 años que los incrementos o disminuciones del CO2 atmosférico ocurren. La Figura 3 muestra los datos comprendidos desde la terminación del último Enfriamiento Glacial (Gran Glaciación), la cual terminó hace algunos 15,000-20,000 años, hasta el actual Calentamiento Interglaciar que persiste hasta nuestros días. Los cuatro ejemplos en donde los cambios de temperatura preceden a la curva del CO 2 se muestran muy claramente. Todos los datos de Vostok, yendo tiempo atrás hasta aproximadamente 420,000 años, muestran exactamente el mismo comportamiento. Cualquier científico objetivo que analice los datos concluiría que es el calentamiento lo que está causando los incrementos de CO 2; no en la forma opuesta que alegó Al Gore. Estoy en deuda con Guy Leblanc Smith por darnos su autorización para utilizar la figura 3, a continuación, tal como fue publicada en www.carbon-sense.com del sitio en la Red de Viv Forbes. 117 | P a g e Figura 3: Análisis de Núcleos de Hielo del European Project for Ice Coring in Antarctica-C (EPICA-C).10 No obstante, es más revelador el ver cómo los proponentes del calentamiento global causado por los seres humanos manejan este “remache” al argumento. Se reconoce, generalmente, que los ciclos Vostok de períodos de Enfriamiento Glacial y Calentamientos Interglaciares son gobernados por cambios en los parámetros del movimiento orbital de la Tierra alrededor del Sol y su orientación con respecto a esa órbita; específicamente, cambios en la elíptica de su órbita, cambios en su oblicuidad (inclinación del eje en relación al plano de su órbita) y a la precesión de su eje de rotación. Estos cambios se refieren a los Ciclos Milankovitch y aún los proponentes del calentamiento global causado los seres humanos aceptan que esos ciclos “disparan” las variaciones de temperatura. Sin embargo, los proponentes del calentamiento global antropogénico presentan la siguiente invención improvisada para justificar su teoría del efecto de invernadero: Los Ciclos de Milankovitch, dicen ellos, son forzamientos “débiles” que inician el proceso de Calentamiento Interglaciar pero, una vez que los océanos comienzan a liberar algo de su CO2, después de 500-1,500 años, entonces el “fuerte” forzamiento del “calentamiento de invernadero” toma el control del calentamiento. Ese argumento es el mejor ejemplo de cómo los propagandistas seleccionan cuidadosamente los datos que concuerdan con su teoría cuando ellos devotamente ignoran los datos que no concuerdan con lo que ellos afirman. No necesitamos ir más allá de la próxima Era Glacial para desenmascarar el argumento fraudulento por ser una invención artificial. Nosotros, los Cazadores del Gran Dragón, preguntamos: Les rogamos que nos digan, entonces, ¿Cuál es la causa del inminente Enfriamiento Glacial? ¿Cómo puede ser posible que ese Enfriamiento Glacial empiece cuando la concentración de CO2, su forzamiento “fuerte”, está en su máximo valor? ¿Cómo podría ser posible que el “débil” efecto de enfriamiento Milankovitch domine a ese “fuerte” calentamiento por el forzamiento del efecto de invernadero cuando la concentración de CO2 aún está en su máximo valor en el clímax del Calentamiento Interglaciar? 118 | P a g e De esta forma, los calentadores globales se encuentran fuera de lugar, atascados con ese argumento inventado. Están ahí, atascados en un eterno Calentamiento Glacial, imposibilitados para comenzar el inminente Enfriamiento Glacial que se muestra en los datos. Pero debemos estar preocupados por Gore y sus amigos porque, después de todo, ellos están en el negocio del calentamiento global. El Enfriamiento Global es, evidentemente, el trabajo de alguien más. En mi artículo de 1994, se concluyó que los modelos no verificados usados por el IPCC no representaban realísticamente las fuerzas que determinan la temperatura de la Tierra y su atmósfera y que sería absurdo fundamentar la política pública en decisiones tomadas a partir de esos modelos. Lamentablemente, lo que en aquél entonces simplemente era absurdo hoy se ha convertido en algo más siniestro. 10 Tomado de: www.carbon-sense.com Se han desarrollado modelos por computadora que intentan validar la existencia de un intensificador del “efecto de invernadero” gobernado por cambios muy modestos en la concentración del constituyente menor, el CO2, aún cuando su absorción de la radiación infrarroja emitida por la Tierra hacia el espacio sideral está ya cerca de la saturación. Esos modelos continúan siendo desarrollados aún cuando se ha sabido de mucho tiempo atrás que el “efecto de invernadero” se desvía de la realidad física, tal como en este y en artículos previos se ha demostrado.11, 12 Cuando se criticó a esos modelos por no incluir a las nubes, los modeladores incluyeron el vapor de agua, pero en forma de una retroalimentación positiva. De esa forma, los modelos podrían magnificar el efecto trivial de los incrementos en las concentraciones de CO2 y, asimismo, “retocarlos” para que fueran en la dirección que los modeladores quisieran. Al hacer esto, ellos ignoraron la abrumadora evidencia que demuestra que la retroalimentación del vapor de agua en forma de nubes es negativa. Aún cuando se demostró que sus modelos eran erróneos, ellos continuaron haciendo uso de ellos para hacer predicciones, las cuales fueron enseguida promocionadas como el equivalente de los datos reales; se plantearon decisiones en política pública, las cuales continúan planteándose, basadas en esos modelos. En general, tal comportamiento deshonesto y la aceptación de tal comportamiento por algunos magazines científicos, sociedades profesionales y dependencias gubernamentales, tanto nacionales como internacionales, esencialmente asciende al nivel de actos científicos ilícitos a gran escala. La aplicación de políticas basadas en la aceptación de tales actos ilícitos seguirá teniendo efectos dañinos para la ciencia y el bienestar público. 11 Wood, R. W. 1909, Note on the Theory of the Greenhouse, Philosophical Magazine, Vol. 17, pp 219-320. Gerlich, G. and R. D. Tscheuschner 2009, Falsification of the Atmospheric CO 2 Greenhouse Effects Within the Frame of Physics, International Journal of Modern Physics B, Vol. 23, No. 3, pp 275-364. Available at: http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/0707/0707.1164v4.pdf 12 119 | P a g e Este capítulo proporciona explicaciones adicionales y alternativas sobre los conceptos erróneos de un efecto de invernadero atmosférico provocado por los gases de efecto invernadero. Capítulo 13 El Panorama Global Por Hans Schreuder EL IPCC DE LA ONU basa sus calamitosas predicciones en nada más que en modelos por computadora que representan la Tierra como un disco plano bañado constantemente, durante veinticuatro horas, por una niebla de luz solar que no tiene polos norte y sur, con unas cuantas nubes y, de esta forma, sin relación alguna con el planeta real en el cual vivimos. A pesar de la mucha retórica e investigación sobre las décadas pasadas, no hay aún una sola pizca de evidencia real de que la ahora-calumniada molécula de dióxido de carbono sea la causa del calentamiento global (o “cambio climático”, para el caso). Para más de 40,000 colegas científicos de todo el mundo –y para mí, por supuesto- esto no representa sorpresa alguna porque tal evidencia no puede ser encontrada nunca. El dióxido de carbono (CO2), en una concentración de menos de 400 partes por millón de volumen, no puede influir en alguna forma, y no lo hace, sobre la temperatura atmosférica o el clima. Solamente en los experimentos con lámparas de calor en un laboratorio pueden hacer que el dióxido de carbono haga lo que los proponentes del cambio climático quieren que haga: Calentar los matraces que contienen CO2. Sin embargo, esto no es, básicamente, la forma como la atmósfera abierta se calienta y ningún experimento de laboratorio puede imitar la dinámica del aire real o ser extrapolado para representarla. El aire de la Tierra envuelve a la superficie como si fuese una delgada concha que está completamente aislada por un aislador térmico: El vacío del espacio exterior. La Tierra no necesita de una “capa de gases de efecto invernadero” para mantenerse cálida o para protegerse del frío del espacio sideral. El vacío del espacio es el mejor aislante térmico posible que pudiéramos desear. El concepto ampliamente sostenido de que el vacío es frío está fuera de lugar. El vacío no está frío por las mismas causas que nosotros sentimos el frío. Es un espacio vacío y un espacio vacío no puede poseer temperatura. Solamente la materia puede poseer una temperatura y en un vacío no hay materia. Los científicos descubrieron lo que ellos llaman Radiación Cósmica de Fondo, aparentemente indicando que el “espacio” tiene una temperatura de 3 K (unos -270 °C, o -454 °F), pero este es un concepto engañoso. Solamente las pocas moléculas de materia contenidas por ese vacío espacial exhiben esa temperatura real de solamente 3 K. 120 | P a g e El vacío que rodea a esa materia no puede tener una temperatura; es un vacío, ante todo, y un vacío, por definición, no contiene nada. En otras palabras, el concepto de que la temperatura de la Tierra necesita de un aislante es una idea equivocada, para empezar; dejemos aparte la idea de que un gas traza, en una concentración de 400 partes por millón de volumen, está actuando como un aislante. El aún pobremente entendido proceso adiabático debido al incremento o disminución de la presión por vías de una mayor o una menor altitud genera, supuestamente, suficiente calor para mantener a las muchas regiones de nuestra Tierra en una cuasi-constante temperatura, mientras que la radiación solar cuasi-constante provee el calor y la energía extras para la vida como la conocemos. Hay irregularidades con el proceso adiabático que no hemos aún comprendido cabalmente, y no existe una sola reducción de temperatura continua con una altitud cada vez mayor. Como se muestra en la Figura 1, la Tierra no está sola en esto: Figura 1: Temperatura contra Presión para los Planetas1 La Figura 2 muestra con mayor detalle cómo la atmósfera terrestre exhibe aún más variaciones de temperatura frente a una altitud cada vez mayor. 1 http://lasp.colorado.edu/~bagenal/3720/CLASS14/AllPlanetsT.jpg 121 | P a g e Figura 2: Perfil de la Atmósfera de la Tierra2 Aunque los asuntos implicados son enormemente complejos, ellos son simples si un simplemente analiza el potencial del dióxido de carbono para calentar la atmósfera o la Tierra. Primero y sobre todo, el aire en sí mismo (oxígeno y nitrógeno, los cuales, juntos, constituyen el 99% de nuestra atmósfera) no responde tan bien a la radiación electromagnética hacia la cual el CO2 reacciona. Considere un horno de microondas, por ejemplo, en donde el aire del interior no se calienta por efecto de las microondas, sino más bien por la comida caliente en su interior. Las microondas calientan la comida y luego la comida calienta el aire por medio de conducción y convección. Esto, más o menos, simula como la superficie de la Tierra calienta al aire que se pone en contacto con ella. No obstante, el IPCC alega que esa energía radiada por la Tierra es reirradiada de regreso por los “gases de efecto invernadero”, lo cual hace que el sistema se caliente aún más. Esta energía infrarroja de segunda mano, supuestamente, causa un calentamiento de la tropósfera (la parte más baja de nuestra atmósfera que es en la que vivimos) que el IPCC de la ONU presenta en el gráfico de la figura 3, a continuación: 2 http://eesc.columbia.edu/courses/ees/slides/climate/atmprofile.gif 122 | P a g e Figura 3: Visión del IPCC sobre el Efecto de los Gases de Invernadero.3 Sin embargo, no puede existir un efecto si no existe una causa. Esta es la razón por la cual el “punto caliente” troposférico del efecto de invernadero predicho nunca ha sido encontrado; de hecho, ha sido todo lo contrario. Pero, no solo es que el punto caliente no esté ahí, sino que no puede estar ahí. No puede haber un efecto sin una causa.4 Con respecto a ese mismo gráfico del IPCC, se supone que también la energía infrarroja reirradiada calienta a la Tierra. En realidad, la energía que es reirradiada por una molécula se dispersa tridimensionalmente. De esa manera, solamente el 35% (cuando mucho) puede dirigirse de regreso hacia el lugar de donde provino –el resto de ella se dispersa hacia los lados o hacia arriba. No obstante, es críticamente importante señalar que la energía reirradiada no puede constituirse, de ninguna manera, en una fuente de calor más cálida de lo que era previamente. Si pudiera serlo, habríamos encontrado el “santo grial” de la energía, un perpetuum mobile del cual se extraería más energía que la que entra al sistema. Si el calor se reflejara de regreso hacia la fuente de calor elevando la temperatura de ésta, luego pues, con tan solo reflejarse otra vez se elevaría aún más su temperatura y así, sucesivamente, hasta que un solo Watt de potencia suministrada al sistema generara un billón de Watts de potencia. Eso es, obviamente imposible. No obstante, esta versión infantil de ciencia ha cautivado a mucha gente, en todo el mundo, con una creencia ingenua. En segundo lugar, y de igual importancia, es el hecho de que las actividades humanas constituyen el 3% del total de emisiones anuales de CO2. 3 http://www.appinsys.com/GlobalWarming/GW_PART5_GREENHOUSEGAS_files/image001.jpg http://scienceandpublicpolicy.org/monckton/greenhouse_warming_what_green house_warming_.html 4 123 | P a g e Más del 98% de ese total es absorbido en un año (lo cual contradice el argumento de la larga persistencia del CO2 en la atmósfera). Dado que el 1.5% no es absorbido, lo cual es registrado como el incremento de CO2 atmosférico, la contribución humana es de solamente el 3% de ese 1.5%. Esto significa que, como máximo, solamente 14 PPMV (Partes Por Millón de Volumen) de los niveles de incremento del dióxido de carbono pueden ser suscritos a las actividades humanas, tal como lo indican las cifras proporcionadas por el Departamento de Energía de los Estados Unidos (USDE, por sus siglas en inglés) y el IPCC5: Figura 4: Fuentes y Absorción de los Gases de Invernadero. En tercer lugar está el inconveniente hecho de que el mundo no ha estado calentándose por más de una década, hasta el presente (año 2010), a pesar de un estable y siempre ascendente nivel de dióxido de carbono, prueba suficiente en sí misma de que ninguna influencia sobre las temperaturas globales será obtenida del excedente de dióxido de carbono atmosférico. La evidencia real observada necesita ser puesta sobre la mesa, no los resultados de los modelos por computadora o la evidencia presuntamente-inferida. Los glaciares no se están derritiendo en modo alarmante, la capa de hielo de Groenlandia no se está colapsando y el Ártico no se está quedando sin hielo. Ni la Antártida se está derritiendo, ni los niveles de los océanos se están elevando más rápido que como lo han hecho en los últimos 11,000 años –simplemente, no existe evidencia irrefutable que muestre un efecto de calentamiento debido al dióxido de carbono. Cualesquiera y todas las predicciones y observaciones alarmistas han sido desaprobadas decisivamente en la década pasada, en tanto que las temperaturas globales han descendido rápidamente en vez de incrementarse como había sido ampliamente predicho por la constante alteración de los modelos del clima. Si los gobiernos occidentales se basaran única y solamente en el comportamiento del verdadero conductor del clima, nuestro Sol, ellos estarían mejor informados y prepararse para enfrentar inviernos más largos y fríos y las temporadas de cosecha más cortas durante muchas décadas por venir. 5 ftp://ftp.eia.doe.gov/pub/oiaf/1605/cdrom/pdf/ggrpt/057304.pdf —página 6 (página 26 de PDF). 124 | P a g e Una expresión favorita, usada por los alarmistas del clima, y también por los escépticos, es la del efecto frazada. Examinemos en qué consiste, con mayor detalle: una frazada regresa hacia usted su propio calor y ¿es por eso que usted se calienta más? ¿O más bien ocurre que una frazada evita la convección y así su cuerpo no puede deshacerse libremente de su calor generado, tal como ocurre en un invernadero real con paneles de vidrio o mantas de plástico o metal o, incluso, con paredes de madera? Detenga u obstaculice la pérdida de calor por convección y ¡bingo!, el proceso de enfriamiento se interrumpe. Ningún calor extra es generado, en concreto. Solamente ocurre que la misma cantidad de energía toma más tiempo para dispersarse. Así es como una botella térmica (termo) funciona, después de todo –a pesar de la mejor posibilidad de “reirradiación” de la misma energía, los contenidos del termo se enfriarán si usted introdujo una substancia caliente en el termo. Es lo mismo con nuestra atmósfera abierta al espacio. Nuestra atmósfera está rodeada por el vacío del espacio, lo mismo que un termo (con un espacio vacío entre dos capas formando sus paredes). Recuerde que el espacio no es frío. El espacio no tiene temperatura –no hay suficiente materia en el vacío del espacio como para que éste tenga una “temperatura”. Sí existe radiación de fondo que indica que la temperatura del vacío del espacio es de solamente 3 K –eso es un frío poderoso. Y así es, la peculiar pizca de materia contenida por el vacío del espacio estará, de hecho, a 3 K, pero eso no hará que el espacio vacío, en su inmensidad, también esté a 3 K -¡¿Cómo podría?! Es un vacío -¿Cómo puede tener la nada una temperatura? Nada puede hacer que la atmósfera sea “más caliente de lo que sería”. El aislante del vacío del espacio, en el cual la Tierra y su atmósfera están inmersas, actúa como el más perfecto aislante, exactamente como el espacio vacío entre dos placas en las paredes de un termo. El vapor de agua retarda el ritmo de enfriamiento durante la noche siempre y cuando haya suficiente vapor de agua en la atmósfera; esto no la hace “más caliente” durante la noche, simplemente la mantiene caliente durante más tiempo. Aún en los trópicos más cálidos, el amanecer será más frío que el ocaso del día anterior. El vapor de agua tiene una enorme capacidad de calor latente (calor oculto), y esa es la razón por la cual los trópicos son mucho más cálidos por la noche que las zonas más templadas. Sin una atmósfera, la Tierra imitaría a nuestra Luna: muy caliente durante el día, muy fría durante la noche6. Tome en cuenta lo siguiente: el mismo vapor de agua hace que los trópicos sean más fríos durante el día de lo que serían si no tuvieran vapor. Solo piense en un desierto seco y en una región tropical en la misma latitud (en África Meridional, por ejemplo). Desierto seco: Caliente durante el día, frío durante la noche. Región tropical: Más fría que el desierto durante el día, no tan fría durante la noche. 6 http://www.techknow.eu/uploads/Greenhouse_Effect_on_the_Moon.pdf 125 | P a g e La única diferencia existente: El contenido de vapor de agua en la atmósfera. Luego pues, usted tiene un efecto de enfriamiento en el período de insolación y un efecto frazada durante la noche. Pero de ninguna manera la noche sería “más cálida” de lo que fue cuando el Sol la calentó durante el período diurno del día anterior. ¿De dónde podría haber provenido esa energía? Y no hay forma, por supuesto, de que el día sea “más cálido de lo que sería” debido a los gases atmosféricos: Inversamente, ellos actúan como refrigerantes7. Sin embargo, matemáticamente, usted puede argumentar que la “temperatura promedio” es más alta debido al vapor de agua, pero eso es hacer trampas con una fórmula. La temperatura máxima es más baja de lo que debería ser durante el día, y es aún más elevada de lo que podría ser durante la noche. Promediar esos dos extremos no tiene sentido para la comprensión de lo que está sucediendo. 7 The Atmosphere acts an air conditioner cooling/warming the Earth by combination of thermodynamics and radiation http://claesjohnson.blogspot.com/2010/08/energy-budgetswithout-backradia tion.html 126 | P a g e Capítulo 14 El Sol Calienta a la Tierra, la Tierra Calienta a la Atmósfera Por Hans Schreuder UNA VEZ QUE TODO ha sido dicho y hecho, encontramos que el dióxido de carbono no afecta, y no puede afectar, ni a la temperatura global ni al cambio climático. El dióxido de carbono no tiene efecto alguno de forzamiento del clima y no es un gas de efecto de invernadero y, en ese caso, tampoco es vapor de agua. Nuestra comprensión del mundo natural no progresa a través de la acumulación honrada de hechos porque la mayoría de los científicos tienden a gravitar sobre el consenso popular, también conocido como “paradigma establecido”. Thomas Kuhn describe el desarrollo de paradigmas científicos que incluye tres etapas: presciencia, ciencia normal y ciencia revolucionaria, cuando existe una crisis en el consenso actual. Cuando se trata de la ciencia del cambio climático, probablemente ya estamos en el estado de revolución. 1 —Jennifer Marohasy, 2009. La única fuente inapreciable de calor para el planeta Tierra es nuestro Sol porque éste calienta a toda la tierra firme y a todos los océanos, los cuales, posteriormente, calientan a la atmósfera, no al revés; la atmósfera no calienta a la tierra, excepto durante condiciones climáticas excepcionales de corta duración, como por ejemplo, los vientos de Sirocco sobre las Islas Canarias. Para entender la transferencia de calor, debemos tomar en cuenta que el calor no es una sustancia, sino la energía que fluye desde un sistema hacia otros sistemas con menor densidad de energía.2 —Nasif Nahle Los volcanes añaden una cantidad pequeña de calor en forma local cuando hacen erupción y, algunas veces, causan enfriamiento global temporal hasta que las cenizas volcánicas y otros materiales se depositan en el suelo. La erupción de volcanes submarinos añadirá algo de calor en el mar, pero en el panorama general, solamente el Sol es lo que añade calor en forma global a nuestro planeta. 1 http://www.sott.net/articles/show/183475-Jennifer-Marohasy-Commentary-on-Ferene-Miskolczi-sAtmospheric-Model 2 http://www.biocab.org/Heat_Stored_by_Atmospheric_Gases.html 127 | P a g e La atmósfera es, principalmente, calentada por el calor que la superficie de la Tierra irradia. De hecho, durante el día, la atmósfera ayuda a enfriar a la Tierra y, dependiendo del lugar de la Tierra en que usted se encuentre, también durante la noche la atmósfera continúa enfriando a la Tierra (en los polos y desiertos secos), o bien, la mantiene cálida (en el ecuador). El vapor de agua ayuda a mantener algo del calor del día durante la noche –a mayor humedad, mayor la capacidad de la atmósfera para mantener la temperatura. En ningún momento el vapor de agua añade calor a la atmósfera, ni lo hace el dióxido de carbono – solamente lo hacen en matraces sellados en pruebas de laboratorio, pero nunca bajo las circunstancias de la atmósfera abierta en la cual vivimos. Antes de discutir el tema del calentamiento global hecho por el hombre (AGW, por sus siglas en inglés) o del cambio climático hecho por el hombre, es necesario establecer, muy claramente, una definición central. El llamado efecto de invernadero de la atmósfera es más comúnmente explicado con las siguientes palabras: El efecto de calentamiento ejercido por la atmósfera sobre la Tierra, debido a que ciertos gases traza en la atmósfera (vapor de agua, dióxido de carbono, etc.) absorben y re-emiten radiación infrarroja. *…+ El componente que es radiado hacia abajo calienta a la superficie de la Tierra más de lo que ocurriría si solamente se absorbiera la luz del Sol directa. La magnitud de este calentamiento mejorado es el efecto de invernadero. Como resultado del efecto de invernadero, la temperatura promedio anual de la Tierra de 15 °C es 33 °C más alta…3 —American Meteorology Society La definición en el párrafo precedente es la aceptada por los alarmistas climáticos y también por los realistas climáticos, y es a la cual me referiré a lo largo de este capítulo. La definición es la “ciencia establecida” divulgada por el IPCC de la ONU. Esa definición es 100% errónea en todos los sentidos. Estaríamos en un error si tuviéramos que pensar que el cambio de temperatura fue causado por el CO2 cuando, en realidad, es el Sol el que calienta al suelo. El dióxido de carbono sólo interfirió a la energía emitida por el suelo y absorbió una pequeña cantidad de esa radiación (0.0786 Joule), pero el dióxido de carbono no causó calentamiento alguno. Por favor, nunca olvide dos puntos importantes: la primera es que el dióxido de carbono no es una fuente de calor, y la segunda es que la fuente primaria de calentamiento de la Tierra es el Sol.4 —Nasif Nahle 3 4 http://amsglossary.allenpress.com/glossary/search?id=greenhouse-effect1 http://www.biocab.org/Heat_Stored_by_Atmospheric_Gases.html 128 | P a g e Comenzó con una genuina preocupación por científicos eruditos de Europa y los Estados Unidos en que si no se controlaban las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases hacia la atmósfera por la combustión de combustibles fósiles, principalmente de la combustión del carbón, podría haber serias consecuencias. También, es muy importante notar que los modelos del clima global son incapaces de producir un resultado verificable. En otras palabras, el resultado ni puede aprobarse ni desaprobarse. ¿Qué fundamentos tienen aquéllos que usan estos modelos para refutar las observaciones hechas por otros en el sentido de que no existe evidencia alguna creíble de esos propuestos cambios dramáticos catastróficos producidos por los modelos?5 —Professor Will Alexander A lo largo de la última década, los partidarios de la idea de un calentamiento global antropogénico (AGW, por sus siglas en inglés) o del impacto de un “efecto de invernadero” antropogénico sobre el clima (IAGEC, por sus siglas en inglés) han estado insistiendo en un concepto erróneo sobre la emisión de energía de la atmósfera hacia la superficie. La conjetura del AGW-IAGEC afirma que la mitad de la energía absorbida por los gases atmosféricos, especialmente por el dióxido de carbono, es reemitida hacia la superficie, haciendo que ésta se caliente. Esta solitaria conjetura es falaz cuando se considera a la luz de los procesos naturales reales.6 —Nasif Nahle Si hubiese fuerte evidencia de cambios indeseables, todo el asunto del cambio climático se habría resuelto hace mucho tiempo. Lo trágico es que hay una política mundial en la dirección opuesta. No sólo se ha evitado la ruta de la teoría de observación, sino que, también, los científicos del cambio climático y sus organizaciones han adoptado una política de denigrar, deliberadamente, a todos aquellos que la practican. ¿Por qué ellos están siguiendo al pié de la letra este procedimiento poco ético y no científico? … Después de 20 años de esfuerzo internacional masivo (el abrumador consenso), los científicos de cambio climático tienen todavía que producir evidencia sólida y verificable de las consecuencias de las actividades humanas. Ellos no han sido capaces de proceder más allá de sus afirmaciones de que el cambio climático se traducirá en la “intensificación del ciclo hidrológico”, sobre lo cual no existe ni una sola evidencia científica creíble. Nuestros estudios no solamente niegan completamente las afirmaciones hechas por los científicos del cambio climático, sino que también pueden demostrar, con un alto grado de confiabilidad, que todas las medidas propuestas para limitar las emisiones de gases con efecto de invernadero serán un ejercicio infructuoso.7 —Professor Will Alexander …Los gases atmosféricos no causan calentamiento alguno de la superficie, dado que la emisión inducida prevalece sobre la emisión espontánea. Durante el día, la irradiancia solar induce a las moléculas de aire a emitir fotones hacia la superficie; Sin embargo, la carga de Radiación de Onda Corta (ROC) absorbida por las moléculas en la atmósfera es excepcionalmente baja, en tanto que la carga de Radiación de Onda Larga (ROL), emitida por la superficie y absorbida por la atmósfera, es alta y, por lo tanto, conduce a una emisión de fotones inducida, hacia arriba, que sigue la trayectoria de la corriente de fotones hacia afuera del planeta, desde las capas atmosféricas inferiores hacia las capas atmosféricas más altas y, finalmente, hacia el espacio exterior. El efecto del calentamiento de la Tierra (incorrectamente llamado “efecto de invernadero”) es debido a los océanos, la superficie del suelo y los materiales bajo la superficie. Los gases atmosféricos actúan exclusivamente como transportadores de calor.8 —Nasif Nahle 5 http://climaterealists.com/index.php?id=3162 129 | P a g e 6 http://www.biocab.org/Heat_Stored_by_Atmospheric_Gases.html http://climaterealists.com/index.php?id=3162 8 http://www.biocab.org/Heat_Stored_by_Atmospheric_Gases.html 7 Pensar que nosotros podemos controlar el clima, un proceso que transfiere enormes cantidades de energía, es arrogancia humana. Cuando nosotros controlemos la pequeña cantidad de energía transferida por volcanes y sismos, entonces podremos intentar controlar el clima. Hasta entonces, la política climática es solamente una carga de aire caliente ideológico. Argüir que las adiciones humanas al CO2 atmosférico, un gas traza en la atmósfera, cambia al clima, requiere del abandono de todo lo que conocemos sobre la historia, la arqueología, la geología, la física solar, la química y la astronomía. Ignoramos la historia bajo nuestro propio riesgo. Estoy en espera del establecimiento de una Comisión de Verdad y Castigo, al estilo Estalinista, para llevarme a juicio por mis crímenes contra el orden establecido y la ciencia politizada.9 —Professor Ian Plimer La atmósfera actúa como un aire acondicionado enfriando/calentando a la Tierra mediante la combinación de la termodinámica y la radiación.10 —Professor Claes Johnson Para concluir este capítulo, es necesario comprender que la fuerza subyacente para el control del uso de la energía está basada en los principios especificados en la Agenda 21ª de las Naciones Unidas 11, así como también en otras dos agendas relevantes 12, 13. Cuando la idea de culpar al dióxido de carbono vino a ser del conocimiento de quienes deseaban ejercer su control sobre los asuntos globales, las ruedas de la manipulación política se pusieron en marcha vía la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Todos los gobiernos occidentales se suscribieron a esos ideales sin entender el más profundo significado de las agendas ocultas, atraídos por la promesa de enormes subsidios, impuestos y los esquemas de creación de empleos verdes. Permítame el lector añadir una última palabra sobre la cuestión de los gases de efecto invernadero y del efecto de invernadero. Estoy citando del artículo científico más elaborado y exacto sobre el tema: 9 Ian Plimer, Profesor de Ciencias de la Tierra y del Ambiente en la Universidad de Adelaida y Profesor Emérito de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Melbourne, autor de Heaven and Earth—Global Warming, the Missing Science. Connor Court (2009). 10 http://claesjohnson.blogspot.com/2010/08/energy-budgetswithout-backradiation .html 11 http://www.un.org/esa/sustdev/documents/agenda21/ 12 http://www.mdgmonitor.org/index.cfm 13 http://www.globio.info/ 130 | P a g e El efecto de invernadero atmosférico, una idea que muchos autores remontan a las obras tradicionales de Fourier (1824), Tyndall (1861) y Arrhenius (1896), y que todavía se admiten en climatología global, describen, esencialmente, un mecanismo ficticio en el que una atmósfera actúa como una bomba de calor, impulsada por un entorno que está interactuando radiativamente con, pero radiativamente equilibrado para, el sistema atmosférico. De acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, tal máquina planetaria jamás puede existir. Sin embargo, en casi todos los textos de climatología global y en una literatura secundaria ampliamente difundida, se da por sentado que ese mecanismo es real y se erige sobre una base científica sólida. En este documento, se analiza la conjetura popular y se aclaran los principios físicos subyacentes. Mediante la demostración de (a) que no hay leyes físicas comunes entre el fenómeno del calentamiento dentro de los invernaderos y los ficticios efectos atmosféricos del efecto de invernadero, (b) que no existe cálculo alguno para determinar una temperatura promedio de la superficie de un planeta, (c) que la diferencia frecuentemente mencionada de 33 grados C es un número absurdo calculado erróneamente, (d) que las fórmulas de radiación de cavidad son usadas inapropiadamente, (e) que el postulado del balance radiativo es imaginario (no físico), (f) que la conductividad térmica y la fricción no deben ser establecidas en ceros, la conjetura de efecto invernadero de la atmósfera es encontrada falsa.14 —Gerhard Gerlich and Ralf D. Tscheuschner 14 http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/0707/0707.1161v4.pdf 131 | P a g e Porqué el dióxido de carbono no es un contaminante y no puede haber ningún efecto de invernadero de aumento de temperatura en nuestra atmósfera abierta. Capítulo 15 El Sol Calienta a la Tierra-Exonerando al Dióxido de Carbono Por Hans Schreuder Resumen LA IMPORTANCIA DE este capítulo reside en el hecho de que tenemos todo lo necesario para concluir rápidamente que cualquier y toda la propaganda sobre las emisiones humanas de dióxido de carbono está basada en la incorrecta aplicación de la ciencia. A pesar de los comentarios hechos por Lord Stern (lo cual es peor de lo que pensaba1) y otros, no existe efecto de invernadero tal como es descrito en las explicaciones del IPCC de la ONU –además de que el dióxido de carbono tiene un efecto nulo sobre el clima global y no causa cambio climático en forma alguna, ni lo modela ni lo crea. Este capítulo contradice todas las interpretaciones establecidas, incluyendo las de muchos científicos escépticos; sin embargo, está basado completamente en la aplicación apropiada de los principios científicos, especialmente en aquellos que se basan en la observación de la evidencia. Ninguna de las interpretaciones establecidas ha sido aún presentada para ponerse en tela de juicio, ni siquiera de la forma más circunstancial, lo cual es opuesto a lo que a usted se le presenta aquí. Es por ello que, antes de continuar, consideraremos la siguiente declaración: Tal como las pruebas de los anillos de crecimiento de los árboles y las glaciológicas demuestran que el cambio climático es un fenómeno natural que ha ocurrido muchas veces en el pasado, con la misma magnitud y velocidad en tiempo del cambio de temperatura con que se ha producido en las últimas décadas. Los siguientes hechos demuestran que el calentamiento global reciente no es causado por el hombre, sino que es un fenómeno natural.2 —Dr. Gerhard Löbert, Munich. Físico. Galardonado con la Needle of Honor por la German Aeronautics. 1 http://www.independent.co.uk/environment/climatechange/lord-stern-on-global-warming-its-even-worsethan-ithought-1643957.html 2 http://www.icecap.us/images/uploads/Lobert_on_CO2.pdf 132 | P a g e Mucho obscurantismo ha sido lanzado sobre la naturaleza de la energía radiante con la finalidad de hacer que las anómalas propuestas de la teoría de los gases con efecto de invernadero sean plausibles. Por ejemplo, el flujo inalterable de la energía térmica hacia abajo es la misma esencia de la segunda ley de la termodinámica, pero los académicos tratarán de argumentar que la segunda ley de la física solamente se aplica a “sistemas completos”, no a la transferencia de calor en particular. Eso es obscurantismo; una práctica que se ha vuelto común en ciencia de tal forma que cualquiera que declare un asunto en forma clara es ya sospechoso de ser falso. Esa es una triste ironía porque han sido los académicos, los profesionales, quienes tropiezan contra ellos mismos en el intento de defender una teoría que se mantiene contradicha por la evidencia. Entonces, ¿con qué nos hemos quedado? Tan solo con una actitud agria e irracional hacia la ciencia al estipular que “si es incomprensible, debe ser real”. Si el vidrio deja entrar las longitudes de onda de la luz solar visible, pero no permite salir a las ondas largas invisibles (infrarrojas), elevando, así, la temperatura interior, entonces los termómetros de vidrio han estado mintiéndonos por siglos. De acuerdo a la misma idea, los termómetros de vidrio registrarían, forzosamente, un “efecto de invernadero” extra y no la temperatura real. En realidad, sin embargo, no podría generarse un calentamiento extra AUNQUE el vidrio estuviera atrapando radiación infrarroja. El termómetro simplemente tomaría más tiempo para ajustarse a los cambios de temperatura, pero él NO registraría una temperatura más-elevada-que la temperatura real. Como lo demuestra una botella térmica, el calor atrapado no eleva la temperatura, solamente la mantiene. Los autores desearían con gusto intercambiar ideas sobre las bases científicas en las cuales se basa la alarma del clima causado por los humanos pero, lamentablemente, ningún debate ha sido organizado –lo cual no es responsabilidad de los autores de Cazando al Gran Dragón. A pesar de los muchos intercambios por escrito detallados, nunca se ha celebrado un debate entre los verdaderos científicos escépticos y los, obviamente, no científicos alarmistas del clima; solamente entre los alarmistas y los escépticos tibios, quienes todos se han suscrito, sin cuestionamientos, a los conceptos de un “efecto de invernadero”, de los “gases con efecto de invernadero” y del “forzamiento radiativo”, tal como se detalla a continuación. La Ciencia Completamente sin atmósfera, nuestra Luna es muy cálida en el lado soleado (más de 100 °C) y muy fría en el lado sombreado (menos de 150 °C bajo cero). Las temperaturas exactas difieren entre una zona y otra, pero las dadas aquí ilustran el principio. Con la Tierra recibiendo una cantidad muy similar de irradiación solar, nuestra atmósfera actúa, medianamente, como un enfriador durante las horas de luz solar y como una frazada calentadora 133 | P a g e durante las horas de obscuridad (los alarmistas aman abusar de la analogía de la frazada, usándola para ilustrar que la atmósfera es más cálida durante el día de lo que sería si la Tierra careciera de ella. Sin embargo, una frazada real puede, cuando mucho, mantener nuestra temperatura corporal; no puede darnos una fiebre. Netamente, la frazada no nos hace estar más calientes, sino que, meramente, nos ayuda a retener nuestro calor corporal…). El calentamiento global (que hasta ahora, año 2010, ha estado revirtiéndose hacia las fluctuaciones dadas en los años previos a la alarma), el enfriamiento global y todo el cambio climático son causados por las diarias revoluciones de nuestra Tierra alrededor de su propio eje, a través de cuyo tiempo las cantidades variables de calor adquirido durante el día y las variaciones similares de pérdida de calor durante la noche hacen que el estado del tiempo sea lo que es: sufriendo variaciones de la temperatura que van desde los 50 °C, sobre cero, hasta los 50 °C, bajo cero (es aún más extremoso en algunos lugares), impredecible para términos mayores a unos pocos días (a menos que las predicciones se basen en las observaciones solares) y a veces violento y otras veces totalmente calmo. Eso es aparte de las diferencias estacionales causadas por el viaje anual de la Tierra alrededor del Sol, y la fluctuante distancia porque nuestro planeta se revuelve elípticamente alrededor de nuestro Sol –y eso que aún no hemos considerado fuerzas de influencia mayores. Número 1: ¿Qué es lo que calienta a un invernadero real durante el día? Un invernadero real, ya sea que esté fabricado con vidrio o con láminas plásticas, alcanza temperaturas más altas adentro que afuera debido a la restricción implementada sobre la masa de aire interna para evitar que disperse su calor adquirido hacia el resto de la atmósfera abierta. Incluso, un cobertizo de madera para jardinería es más cálido en su interior que el aire de afuera. La masa de aire en el interior gana su calor por las emisiones de los materiales que contiene, tales como el suelo u otros materiales que cubren al suelo, y de todos los otros objetos dentro del espacio del invernadero real. Toda la materia que se encuentra dentro de los confines de ese espacio absorberá luz solar y causará que el aire contenido dentro de las paredes de ese espacio se caliente, inicialmente, por conducción y, enseguida, por convección. Así pues, los contenidos del invernadero ganan su calor a partir de la luz solar directa, la cual comprende al espectro completo de radiación electromagnética, incluyendo a la radiación infrarroja. Es muy difícil que el aire sea calentado por la radiación solar directa (o por cualquier otro tipo de radiación, sea radio, radar, televisión, teléfonos móviles, hornos de microondas, etc., etc. Eso no funciona de otra manera), sino que es propensa a ganar o perder calor por medio de la conducción, la cual, en respuesta, causa convección, la cual arrastra calor hacia altitudes cada vez mayores –rara vez ocurre lo contrario. Número 2. ¿Qué es un gas de efecto de invernadero? El único “gas con efecto de invernadero” real es el aire en sí mismo (nitrógeno y oxígeno). Gases tales como el vapor de agua y el dióxido de carbono han ganado reputación como “gases con efecto de invernadero” (GEI) porque ellos responden (resuenan) a la radiación correspondiente a varias longitudes de onda ganando directamente, de tal forma, calor de la luz solar, así como también mediante el proceso de conducción. En pruebas de laboratorio, eso significa que cualquier cantidad de aire 134 | P a g e contenida se calentará más cuando hay mayor concentración de estos GEI presentes en el espacio de CONFINAMIENTO del experimento. Pero no hay experimento posible que imite a la atmósfera abierta, por definición. En la atmósfera libre, en extremo opuesto a lo que se nos ha hecho creer, los así llamados GEI realmente trabajan para incrementar la dispersión de cualquier calor solar. Imagine dos invernaderos reales, uno con humedad baja y el otro con humedad alta (cualquier diferencia en los niveles probará este punto). Los experimentos reales demuestran que un invernadero con baja humedad toma menos energía para calentarse. Esto es, obviamente, la forma como el vapor de agua, un célebre GEI, reacciona ante la energía por calentamiento; sin embargo, el vapor de agua disipa esta energía hacia el aire que lo contiene. Opuestamente a lo que se nos ha dicho, el calor no es “atrapado”, sino disipado. El dióxido de carbono reacciona de la misma forma que el vapor de agua, disipando cualquier cantidad de energía que haya adquirido. Lea lo que sigue más abajo para obtener más información sobre absorción. El dióxido de carbono no es un gas de invernadero; no absorbe ni almacena radiación infrarroja o cuasi-infrarroja de la misma forma que una esponja absorbe agua, y no transmite luz visible porque es transparente a la luz visible. Cualquier energía que incida en una molécula de dióxido de carbono creará, instantáneamente, un espectro emisivo, igual y en sentido opuesto, dando, al observador casual, la falsa ilusión de que la energía ha sido “absorbida”, cuando, meramente, esa energía ha sido dispersada. Una parte de la energía que incide sobre la molécula de dióxido de carbono podría muy bien incrementar la temperatura de esa molécula (dependiendo de cómo esa energía incida de acuerdo con el alineamiento de la molécula, pero el calor adquirido (esto es únicamente en teoría porque no puede ser medido en nuestra atmósfera abierta) será también disipada instantáneamente por medio de conducción con las moléculas de aire circundantes. Con menos de 400 partes en un millón de partes de aire, esas 400 moléculas de dióxido de carbono necesitarían, colectivamente, alcanzar varios cientos de grados para calentar al millón de partes de aire en tan solo la fracción de un grado, todo al mismo tiempo, en todo el mundo, siempre… Toda vez que el aire más caliente se eleve y comparta su calor ganado con las moléculas de nuestra atmósfera a cada vez mayores altitudes. La Pseudociencia Además de los alarmistas del cambio climático, muchos prominentes científicos escépticos también hacen declaraciones que están en oposición a cómo realmente funciona la atmósfera, en tanto que algunos aún inventan nuevas leyes de la física para justificar sus evaluaciones incorrectas. He aquí algunas citas: 1. … todos absorben radiación de calor, y de ahí que inhiban la emisión enfriadora… 2. … la Tierra es más cálida de lo que sería en ausencia de tales gases. 3. … añadiéndolo a la “frazada” que está inhibiendo la emisión de radiación de calor… 4. … Esto causa que la temperatura de la Tierra se incremente hasta que el equilibrio con el Sol se restablece. 5. … la 2ª Ley se aplica al comportamiento de sistemas completos, no a cada parte dentro del sistema. 135 | P a g e 6. …un fotón emitido por una estrella más fría no saca su dedo para ver qué tan calientes están los alrededores antes de decidirse a salir de ella. 7. …El sistema climático es como el tarro caliente que tiene dentro un mecanismo calentador (el Sol), pero su habilidad para enfriar es reducida por su entorno, el cual tiende a aislarlo. 8. En contraste, el efecto de invernadero atmosférico infrarrojo ralentiza la tasa a la cual la atmósfera se enfría radiativamente, no convectivamente. 9. … si hubiera solamente transferencia de calor radiativa, el efecto de invernadero calentaría a la Tierra por cerca de setenta y siete grados centígrados, en vez de los quince grados centígrados. 10. … El Sol brilla en la cima de la atmósfera, no de la superficie, y la emisión de energía también viene desde la cima de la atmósfera, no de la superficie. La ciencia basura, en los párrafos numerados sobre esta línea, se refuta de la siguiente manera: 1. No existe mecanismo físico por medio del cual un gas pueda absorber energía sin, al mismo tiempo, crear un espectro de emisión igual y en sentido opuesto; en la atmósfera libre de nuestro planeta, no existe un solo caso ni un solo lugar para que la energía se almacene, excepto el hielo o el agua líquida. El dióxido de carbono no puede absorber y conservar la energía. En ninguna fase se evita el enfriamiento y, aunque así fuese, eso no incrementaría la temperatura máxima originalmente conseguida. Una frazada puede cuando mucho, mantener su temperatura corporal; no puede añadir calor y provocarle una fiebre; no le hace estar más caliente, sino que, meramente, le mantiene cálido. 2. Es justo lo opuesto. La Tierra estaría más caliente si no tuviera vapor de agua en la atmósfera –y por un margen limitado de tiempo (solamente durante las horas de luz solar, por supuesto). La Evidencia observacional puede ser notada a diario cuando comparamos las temperaturas máximas de los desiertos que tienen franjas costeras (verbi gratia, el Sáhara, Namibia y Atacama), en donde se advertirá que hay una correlación directa entre la humedad y los márgenes mínimo y máximo de las temperaturas diarias. La ausencia de vapor de agua permite que más de la radiación del Sol alcance el suelo, creando así un suelo más cálido, localmente, si se compara con una atmósfera, en la misma latitud, que contenga una mayor cantidad de vapor de agua. En cambio, la ausencia de vapor de agua permitirá un enfriamiento mayor durante la noche, en tanto que las áreas con alta humedad serán beneficiadas por una mayor conservación del calor; una especie de “efecto de invernadero”, pero al revés. 3. Esta declaración solamente es verdadero en áreas con alta humedad y, por consiguiente, solamente durante las horas de obscuridad. La presencia de vapor de agua crea una atmósfera diurna más fría y una atmósfera menos fría (no más caliente) durante la noche. En ningún momento se añade calor, ni es creado, por la presencia de vapor de agua o de cualquier otra substancia. En cualquier caso, la Tierra está ya envuelta por la “frazada” perfecta: el vacío del espacio. El espacio carece de materia y no tiene una temperatura propia –no podríamos pedir un mejor aislante del calor. Lo mismo que para el punto número 1 arriba, una frazada puede, cuando mucho, mantener su temperatura corporal; una frazada no puede causarte una fiebre, ni tampoco un termo puede hacer que su contenido sea más caliente. 4. Si de alguna forma existiera el equilibrio entre las temperaturas de la Tierra y la irradiación solar, el estado del tiempo, como lo conocemos, cesaría. Tal cual es, a menudo la radiación solar fluctúa, kilómetro a kilómetro, a lo largo de cualquier longitud o latitud, más de lo que cualquiera de nosotros pudiera imaginar. Todos los “promedios” relacionados con el clima son, puramente, entidades matemáticas que no comparten relación alguna con la situación real ocurrente en casi cualquier punto de nuestro planeta, excepto, quizás, en las más frías áreas de los polos durante sus respectivos largos 136 | P a g e períodos de obscuridad invernal, cuando no hay suficiente energía disponible entrando en el sistema climático local para crear las grandes fluctuaciones manifestadas en las zonas climáticas más templadas. Derivar una “temperatura diaria promedio” de tan solo mirar las temperaturas máximas y mínimas de un lugar en particular, en una zona de clima moderado, no tienen paralelo alguno con las siempre cambiantes temperaturas a través del día. Entre las temperaturas máximas y mínimas observadas durante el día podría haber ocurrido una granizada, o una nevada, o una tormenta, o varios episodios de completa nubosidad. La lucha para alcanzar el equilibrio es lo que hace tan impredecible al estado del tiempo –nunca se consigue el equilibrio. 5. Aquí se ofrece una etiqueta para una nueva ley de la física, en donde las partes internas de un sistema pueden comportarse de manera opuesta a la Segunda Ley en tanto que el sistema completo la obedece. Tal artimaña solamente puede ser admitida como juicio académico en la “ciencia” del clima. La energía térmica no puede fluir hacia sí misma, solamente dentro de algo que sea menos energético que esa misma energía térmica. Esa es una ley de la naturaleza, no una ley de los “sistemas”. 6. Un fotón no será capaz de alcanzar la temperatura del objeto sobre el cual está incidiendo, si ese objeto ya posee un nivel de energía igual o más elevada. En los gráficos del IPCC, el fotón que calienta a la Tierra y reinicia el proceso es bastante imposible (vea el gráfico del IPCC en la Figura 1). Lo mismo que para la aserción número 5, arriba escrita, la energía térmica no puede fluir hacia ella misma, solamente hacia dentro de algo que tenga menos energía que esa energía térmica. Esa es una ley de la naturaleza, no una tonta ley de los “sistemas” inventada. 7. El aislamiento térmico, en el marco de nuestra atmósfera abierta, no hace al promedio del sistema (o a su máximo) un grado más caliente de lo que sería sin ese aislamiento (siendo los “gases de invernadero” el ampliamente-aceptado “aislante”, no el aire en sí mismo (nitrógeno y oxígeno)). Para una entrada determinada de energía, se logra una temperatura máxima resultante, e independientemente de la cantidad o tipo de aislante, esa temperatura máxima no puede incrementarse. Igual que para el argumento número 1, arriba descrito, una frazada puede, cuando mucho, mantener su temperatura corporal –no puede darle una fiebre. Un termo (botella térmica) no hace que su contenido sea más caliente, sino que, meramente, ralentiza la rapidez de enfriamiento. 8. Un “efecto de invernadero infrarrojo” (¡lo que nos faltaba!) requeriría “gases con efecto de invernadero” para almacenar la radiación recibida. Solamente el agua tiene esa habilidad, lo cual es observado durante las horas de obscuridad, no cuando el Sol permanece añadiendo energía, que es cuando el agua y el vapor de agua absorben energía y evitan que la atmósfera se caliente tanto como se calentaría sin agua y sin vapor de agua (todo lo contrario a lo que se está planteando). 9. ¿Una temperatura promedio de la superficie de 77 °C debida al puro impacto radiativo del “efecto de invernadero”? Las unidades radiantes no se combinan con la realidad dirigidos hacia un cuerpo negro que está irradiando eleva su energía a , no a – pero en el tan publicitado balance de la energía de Kiehl y Trenberth (K-T), ellos los combinan. Rápidamente, echemos un vistazo a los números. De acuerdo al balance de la radiación de Kiehl y Trenberth (vea la Figura 2), la superficie de la Tierra promedia 168 W/m2 con respecto a la absorción de energía solar. K-T tienen que la pérdida de energía de la superficie ocurre por convección y evapotranspiración; no obstante, esa potencia retro-radiada de 137 | P a g e 324 W/m2 eleva la potencia de la superficie hasta los , correspondientes a 15 °C. Sin embargo, en este caso reduciremos la pérdida de calor por convección y evapotranspiración a cero, lo cual nos deja con los 168 W/m2 originales. Ahora, dentro de estos parámetros, ¿cuánta retroirradiación extra se requiere para llevar a la superficie hasta los 77 °C? SEISCIENTOS OCHENTA Y CUATRO W/m 2, para un total de OCHOCIENTOS CINCUENTA Y DOS W/m2, los cuales corresponden a 77 °C. (Pregunta de puntos extra: Si el efecto de invernadero genera suficiente potencia radiativa como para elevar la temperatura de la Tierra a 77 °C, y si la mayoría de este calor se disipa, entonces, ¿por qué no hay señal de ese exceso de energía escapando hacia el exterior de la Tierra? Los satélites ven que la Tierra emite solamente ). La irradiación solar promedio, para una Tierra de cuerpo negro –es decir, una Tierra que absorbe cada fotón que el Sol puede proporcionar– es de , la cual corresponde a una temperatura promedio de 5.5 °C. Aquí las estimaciones de la ilustre academia conjuran sacados de la nada. 10. Para empezar, el “equilibrio radiativo” es un mecanismo arbitrario. Usted puede justamente sustraer la reflectancia de un planeta de la irradiancia disponible y dividirla entre cuatro. Eso es todo. No hay otros pasos. Debido a que la Tierra refleja cerca del 30% de la luz solar, entonces . Dividiendo esa cantidad entre cuatro le da , de tal forma que se convierte en la cifra del equilibrio de la Tierra; esto corresponde a una temperatura de 255 Kelvin. Ahora, ¿Está la temperatura promedio de la SUPERFICIE de la Tierra en 255 K? No, está más caliente. Así que alguien propone que hay qué encontrar ese equilibrio radiativo de la Tierra en “algún lugar allá arriba”, en algún lugar de la tropósfera. Eso es tonto, sin embargo, una vez que ese alguien se auto-convence de que la temperatura de la Tierra NO es determinada primordialmente por la superficie, se auto-convence de que ES determinada por la atmósfera y que los “gases con efecto de invernadero” ELEVAN el “punto de equilibrio”, cada vez más arriba y más arriba. Y, como usted puede ver, ese alguien llegará al extremo de afirmar que la superficie no absorbe, en absoluto, la luz solar. La Inestable Ciencia Establecida En espectroscopía, un espectro de absorción no significa que la energía es realmente absorbida, sino la creación de un espectro de emisión igual y en sentido opuesto, indicando que la energía interceptada es disipada, dispersada y reirradiada en diferentes frecuencias. Si solamente miramos el espectro de absorción, tendremos la impresión errónea, como lo demuestra claramente el espectro de emisión global de la Tierra visto por los satélites. La radiación solar de ingreso iguala a la radiación emitida por la Tierra hacia el espacio, de conformidad con lo previsto de acuerdo a las leyes básicas de la física que han sido plenamente comprobadas. 138 | P a g e La energía no se crea ni se destruye, mientras que el mecanismo de “invernadero”, ampliamente e incorrectamente aceptado, arguye que, de alguna forma, el dióxido de carbono re-irradia hacia la Tierra la misma cantidad de energía infrarroja que re-irradia hacia el espacio, doblando así, aparentemente, la cantidad de energía –algo totalmente imposible– que, no obstante, es descrito con gran detalle por las más prestigiadas instituciones en la Tierra. En los siguientes párrafos, vea la lista más reciente. El gráfico del IPCC de la ONU, reproducido en la Figura 1, ilustra la visión clásica y aceptada del mecanismo mediante el cual la Tierra gana calor; sin embargo, ese mecanismo no puede existir; si así lo fuera, nuestros problemas de energía mundiales habrían sido resueltos por la comunidad ingenieril desde mucho tiempo atrás. “La Superficie gana más calor y la radiación infrarroja es emitida de nuevo” –¡Si tan solo esto fuera verdad! Figura 1: Explicación del IPCC sobre el Calentamiento por los “Gases con efecto de invernadero”.3 Sea cual sea el método de transferencia de calor usado, el flujo neto de la energía tomará lugar solamente si el receptor es más frío que el emisor, a menos que se aplique energía externa, como es el caso de los refrigeradores, por ejemplo. Con la Tierra emitiendo energía infrarroja y las moléculas de dióxido de carbono re-emitiendo parte de esa energía de regreso hacia la Tierra, es absolutamente imposible, desde el punto de vista físico, que esta energía reirradiada caliente a la Tierra otra vez. Si eso fuese posible, las tres leyes fundamentales de la física tendrían que ser reescritas. Aún así, esta reirradiación de infrarrojos es la roca fundamental sobre la cual descansa todo el pánico del calentamiento global. Recomiendo a todos los lectores de esta presentación que estudien la información del artículo First Principles of Heat Transfer4. El mundo ha aceptado tan fácilmente todas las explicaciones del efecto de invernadero que confunde la familiar reducción de pérdida CONVECTIVA de calor con la GANANCIA por la producción de calor radiativo. Un invernadero físico simplemente dilata la velocidad de enfriamiento normal al limitar el volumen de aire en el que se está produciendo la pérdida de calor. Luego pues, aquí tenemos una característica clave que nos permite apreciar como el argumento salta a la teoría de un efecto de 139 | P a g e invernadero atmosférico: los defensores reconocen que la atmósfera no provee a la Tierra de dosel físico alguno –tampoco es un panel de vidrio, o frazada, real que confine al aire caliente. ¿Qué se queda, entonces? La misma energía radiante. En vez de confinar un número fijo de moléculas de aire con movimientos vibratorios, los alarmistas del clima aseguran que la “frazada” atmosférica es un dosel RADIATIVO, bajo el cual se acumulan fotones infrarrojos, y esta energía extra rezumbando en los alrededores eleva la temperatura de todos los cuerpos que se encuentran situados bajo el domo. De esta manera, el efecto de invernadero se asemeja a una batería de luz o generador que está siendo, continuamente, alimentado por la radiación solar, siendo descargada, continuamente, por una tasa IGUAL de radiación terrestre, y aún así, continuamente, AMPLIFICA la energía radiante en su interior. Figura 2: Balance de la Energía de Kiehl y Trenberth5 Tal como lo muestra el modelo de Kiehl y Trenberth, 235 unidades entran, 235 unidades salen, y 324 unidades se generan en el intermedio. La pregunta natural que surge es, “¿Es esto, tan siquiera, posible?” ¿Pueden los fotones de LUZ ser recolectados y multiplicados de esta manera? ¿Podemos encender una linterna, digamos, y ponerla dentro de un termo reflectante, cerrar la tapa, y auto-convencernos de que, eventualmente, se generarán un millón de Watts de potencia radiativa, con tan solo esperar el tiempo suficiente? Para el caso, ¿Alguien ha sido capaz de INVENTAR algún dispositivo que capture luz, como se captura al viento en una botella? ¿Acaso las leyes de la termodinámica prohíben esto? Usted decida. 140 | P a g e 3 http://www.appinsys.com/GlobalWarming/GW_PART5_GREENHOUSEGAS_ files/image001.jpg http://jennifermarohasy.com/blog/2009/04/on-the-firstprinciples-of-heat-transfer-a-note-from-alansiddons/ 5 http://www.cgd.ucar.edu/cas/papers/bams97/fig7.gif 4 Es necesario que nos demos cuenta de que, para empezar, las ecuaciones para cuerpo negro son incapaces de predecir la temperatura de un cuerpo físico; -18 °C son una cifra incongruente para la Tierra. Ningún objeto físico irradia a la misma tasa que un cuerpo negro, simplificando el asunto. ¿Por qué? Porque un cuerpo real tiene PROFUNDIDAD: su respuesta a la luz no es meramente calentarse e, inmediatamente, irradiar la misma cantidad de regreso, sino almacenar, por medio de la conducción, el calor que adquiere. Considerando que los océanos, solos, son capaces de conservar y hacer circular al calor por décadas, ¿Cuándo alcanzan ELLOS un punto de equilibrio con la radiación que han absorbido? El balance de la energía radiante indica un año. ¿Quién llevará el mensaje acerca de la no existencia de un efecto de invernadero atmosférico a los “alarmistas del “cambio climático”, a los académicos “escépticos del cambio climático”, a las autoridades de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés), a la mayoría de las bien conocidas instituciones, incluyendo a la NASA, quienes, todos, describen este inexistente “efecto de invernadero” con sus “gases con efecto de invernadero” en un lenguaje que tiene remembranzas con la, alguna vez celebrada, justificación para la existencia del flogisto y del éter? Conclusión No existe una sola pieza de evidencia que apoye a la noción de que el dióxido de carbono cause calentamiento en la configuración de nuestra atmósfera abierta y cualquier caso en el cual la física está implicada para la evaluación de las propiedades de un material indicará que el dióxido de carbono, lo mismo que el vapor de agua, es efectivamente un agente de enfriamiento (las estaciones de poder funcionando con combustibles “fósiles”, con sus monumentales torres de enfriamiento, son un ejemplo clásico sobre el poder enfriador del agua), y una ayuda en la dispersión de la energía. Cuando menos el vapor de agua, con su masa térmica, tiene la habilidad de absorber energía y retenerla en forma de calor latente; el dióxido de carbono no tiene tal habilidad. En la realidad de nuestra atmósfera abierta se da el caso de que el único “gas con efecto de invernadero” real es el aire mismo (principalmente el nitrógeno y el oxígeno), cuya presencia permite que un invernadero real se caliente. Sin embargo, en contundente oposición a un invernadero real, durante las horas de luz solar es el aire mismo el que mantiene fresca a nuestra atmósfera (compárelo con la Luna), en tanto que, durante las horas de obscuridad, evita que la atmósfera se enfríe rápidamente (de nuevo, compárelo con la Luna). En ningún momento, nuestra atmósfera se calienta más de lo que podría calentarse por la presencia del vapor de agua; o del dióxido de carbono, para el caso. El calor atrapado nunca puede constituirse en una fuente de calor más caliente de lo que lo era originalmente -¿Cómo puede ser esto? 141 | P a g e El Cuasi-Total Engaño La afirmación de que “Los gases con efecto de invernadero generados por los seres humanos están calentando a la Tierra, pero no tanto como dicen los alarmistas” nunca ha sido una buena estrategia de los académicos escépticos para debatir y, probablemente en estos momentos, ya es demasiado tarde para ellos. La única lucha que queda es tratar de limitar el alcance de los controles de emisiones por motivos prácticos; no obstante, el principio del control de las emisiones ya se ha concedido. Los disidentes deberían haberse adherido solamente a la evidencia: No hay señales de que el CO2 cause algún calentamiento, en ninguna forma, y la física bien establecida de la teoría de los gases con efecto de invernadero debe ser confinada en el cesto de la basura. 142 | P a g e Capítulo 16 No Estamos Solos Por Hans Schreuder EN ESTE CAPÍTULO, me gustaría presentar una serie de citas cortas y pertinentes de eminentes científicos de todo el mundo. Armemos, primeramente, un escenario que se remonta un siglo en el tiempo pasado hasta llegar a un evento científico de mayor importancia… El impresionante descubrimiento de que los átomos, fundamentalmente, están vacíos fue realizado en 1909, en la Universidad de Manchester, por el infatigable Ernesto Rutherford. Él tenía un gran valor como científico y estaba preparado para volar en las narices de la convención. Forzados a explicar la vacuidad misteriosa del átomo, los científicos tuvieron que desechar todo lo que ellos habían creído como verdadero durante los dos siglos precedentes. Fue un momento sísmico en la historia de la ciencia.1 Adelantándonos rápidamente en el tiempo hasta el año 2009, la científica australiana Dra. Jennifer Marohasy afirma lo siguiente: Nuestra comprensión del mundo natural no avanza a través de la acumulación directa de los hechos porque la mayoría de los científicos tiende a gravitar sobre el consenso popular establecido, también conocido como paradigma establecido. Thomas Kuhn describe el desarrollo de paradigmas científicos como aquello que comprende tres etapas: presciencia, ciencia normal y ciencia revolucionaria cuando hay una crisis en el consenso actual. Cuando se trata de la ciencia del cambio climático, probablemente ya estamos en la fase revolucionaria. 2 Del Prof. Nasif Nahle, en México: 1 http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/tech/6914175.stm 2 http://jennifermarohasy.com/ 3 http://www.biocab.org/Heat_Stored_by_Atmospheric_Gases.html 143 | P a g e A lo largo de la última década, los partidarios de la idea de un calentamiento global antropogénico o el impacto de un "efecto de invernadero" antropogénico sobre el clima han estado insistiendo en un concepto erróneo sobre la emisión de energía de la atmósfera hacia la superficie. La suposición calentamiento global-efecto de invernadero afirma que la mitad de la energía absorbida por los gases atmosféricos, especialmente el dióxido de carbono, es reemitida hacia la superficie y la calienta. Esta conjetura solitaria resulta ser falsa cuando es analizada a la luz de los procesos naturales reales.3 Es decir, el paradigma sostenido durante largo tiempo dice que, debido a la presencia de los gases traza como el CO2, la atmósfera calienta a la Tierra. Sin embargo, esto no es verdad. Del meteorólogo William DiPuccio, de Estados Unidos: Para cualquier área determinada en la superficie del mar, los 2.6 m de capa superior de agua tienen la misma capacidad de calor ¡que toda la atmósfera por encima de ella! Teniendo en cuenta la enorme profundidad y la superficie global del Océano (70.5%), es evidente que su capacidad calorífica es mayor que la de la atmósfera en muchos órdenes de magnitud. El déficit de calor muestra que de 2003 a 2008 no hubo ningún desequilibrio radiativo positivo causado por el forzamiento antropógeno, a pesar del aumento de los niveles de CO2. De hecho, el desequilibrio radiativo fue negativo, lo que significa que la tierra estaba perdiendo un poco más de energía que la absorbida.4 No existe evidencia de alguna tendencia de calentamiento global reciente per se, a pesas del incremento en las cantidades de CO2. Del doctor en Meteorología Joe D’Aleo, de Estados Unidos: 144 | P a g e Dado el actual enfriamiento global, ahora ya en su octavo año, declinando el contenido de calor del océano cuando menos en su quinto año, las elevaciones del nivel del mar se han ralentizado o detenido, el aumento récord de la cubierta de hielo de la Antártida y la rápida recuperación de la capa de hielo del Ártico desde el mínimo solar de 2007, un Sol en un sueño profundo, la creciente evidencia sobre la innocuidad del CO2 y de que realmente es un fertilizante benéfico para las plantas, podría hacerle pensar que la legislación y el gobierno propuestos no tendrían, en un mundo cuerdo, ninguna oportunidad de ser aprobados. No obstante, hay una gigantesca maquinaria política, de las ONG, de todos los medios de comunicación complacientes, de los cruzados del carbón, como Al Gore y James Hansen, y, literalmente, de los muchos miles de millones de dólares, detrás del afán de demonizar al carbón y de subsidiar soluciones imprudentes para controlar la energía y el carbón. 5 Lo anterior es un punto de vista que es reforzado por el geólogo Prof. Ian Plimer, de Australia: La prueba de que el CO2 no maneja al clima es mostrada por las glaciaciones previas. Las glaciaciones del Ordovícico-Silúrico y del Jurásico-Cretáceo ocurrieron cuando el contenido de CO2 atmosférico era de más de 4,000 ppmV y de cerca de 2,000 ppmV, respectivamente. La glaciación del Carbonífero-Pérmico tenía un contenido de CO2 de alrededor de 400 ppmV, cuando menos 15 ppmV mayor que la cifra actual. Si se aceptara el punto de vista del catastrofista popular, deberían de haber ocurrido invernaderos cuando el contenido de CO2 atmosférico era más de 4,000 ppmV. En vez de eso, hubo una glaciación. Esto nunca ha podido ser explicado por aquellos que arguyen que las adiciones humanas de CO2 producirán calentamiento global. Lo expuesto en el párrafo anterior hace burla del dicho de que el nivel actual de dióxido de carbono atmosférico no tiene precedentes. De eWorldVu.com: Así, mientras los políticos americanos y europeos se preparan para la lucha contra el calentamiento global, Rusia se prepara para un mundo diferente que podría tener a futuro tiempos mucho más fríos. Si las temperaturas globales siguen enfriándose, eso será una guerra fría que Rusia puede ganar sin disparar una sola bala.6 Del Russian News y la Information Agency, en Rusia: 145 | P a g e A mediados del siglo XXI, el planeta enfrentará otra Pequeña Era de Hielo (Pequeña Glaciación), similar a la del Mínimo Maunder, debido a que la cantidad de radiación solar incidiendo sobre la Tierra ha estado disminuyendo, de forma constante, desde los 1990 y alcanzará su mínimo aproximadamente en 2041.7 Del geofísico Norm Kalmanovitch, de Canadá: Es inconcebible que aún después de una década, desde que el calentamiento global terminara, y siete años en una tendencia de enfriamiento sin visos de finalizar, los líderes del mundo no estén conscientes de estos hechos y, encima, estén llevando a cabo iniciativas para detener el calentamiento global. Algo está terriblemente mal con los organismos oficiales internacionales de ciencia, tales como el IPCC, el cual no ha presentado, ni ha debidamente informado, a los líderes mundiales sobre las temperaturas globales actuales. Si en realidad hay alguna validez en los argumentos de que los incrementos de CO2 causan calentamiento, el hecho de que nos estamos enfriando al doble de la velocidad que dicen los modelos climáticos que deberíamos estar calentándonos es una clara indicación de que las fuerzas naturales son cerca de tres veces más fuertes que los posibles máximos efectos provenientes de los incrementos del CO2.8 4 http://climatesci.org/2009/05/05/have-changes-in-ocean-heatfalsified-the-global-warming-hypothesis-aguest-weblog-bywilliam-dipuccio/ 5 http://icecap.us/index.php Del profesor Will Alexander, Sudáfrica: Si hubiese fuerte evidencia de cambios indeseables, todo el asunto del cambio climático se habría resuelto hace mucho tiempo. Lo trágico es que hay una política mundial en la dirección opuesta. No sólo se ha evitado la ruta de la teoría de observación, sino que, también, los científicos del cambio climático y sus organizaciones han adoptado una política de denigrar, deliberadamente, a todos aquellos que la practican. ¿Por qué ellos están siguiendo al pié de la letra este procedimiento poco ético y no científico? … Después de 20 años de esfuerzo internacional masivo (el abrumador consenso), los científicos de cambio climático tienen todavía que producir evidencia sólida y verificable de las consecuencias de las actividades humanas. Ellos han sido incapaces para proceder más allá de sus afirmaciones de que el cambio climático se traducirá en la “intensificación del ciclo hidrológico”, sobre lo cual no existe ni una sola evidencia científica creíble, o evidencia numérica para apoyar sus teorías. Ni siquiera abordaron los asuntos de la periodicidad en los datos y la inequívoca correlación solar. Esto no es ciencia. Todo el asunto del cambio climático está a punto de derrumbarse. Algunas cabezas rodarán.9 De Roy Clark, Estados Unidos: Las “constantes del forzamiento radiativo” en los modelos del IPCC carecen de significado físico. Este enfoque es pseudociencia empírica que pertenece a la esfera de la astrología de clima. Los resultados derivados de las simulaciones del clima que utilizan el enfoque de forzamiento radiativo pueden ser de interés académico limitado en la evaluación del desempeño del modelo. Sin embargo, tales resultados son ciencia ficción computacional que no tiene relación alguna con la realidad del clima de la Tierra. El forzamiento radiativo por CO2 es, por definición, una profecía auto-cumplida porque el resultado es preordenado ignorando las leyes básicas de la física. Un incremento en la concentración del CO2 debe 146 | P a g e incrementar la temperatura de la superficie. Fuera de este, ningún otro resultado es aceptado y otros posibles efectos climáticos son, sistemáticamente, excluidos. Basado en los argumentos aquí presentados, se propone una hipótesis nula para el CO2: Es imposible demostrar que los cambios en la concentración de CO2 han causado algún cambio climático en el clima de la Tierra, cuando menos desde que la composición de la atmósfera actual fue modelada por la fotosíntesis oceánica de de hace mil millones de años.10 De John Ray, MC, Dr. en C.), de Estados Unidos: No existe tal cosa como un gas que atrapa calor. Un gas puede calentarse más por contacto con algo más caliente, pero no puede atrapar nada. El aire es un gas. Intente atrapar algo con él.11 6 http://www.eworldvu.com/international/2009/2/4/a-coldwar-that-russia-can-win .html http://en.rian.ru/science/20080122/97519953.html 8 CCNet 78/2009 9 http://anhonestclimatedebate.wordpress.com/2009/04/03/climate-change-%E2%80%93-the-clash-oftheories-by-Professor-willalexander/ 7 Del geofísico Norm Kalmanovitch, de Canadá: No existe una sola persona inteligente en el mundo que pueda negar que el CO2 es benéfico para el ambiente. *…+ No hay una sola persona inteligente en el mundo que no pueda argüir que el globo se ha estado enfriando desde el 2002. *…+ No existe una sola persona inteligente en el mundo que pueda negar que con la pasada elevación del nivel del mar de los últimos 8,000 años, siendo menor a cuatro metros y basada en la tasa de incremento actual, la elevación del nivel del mar será del orden de solamente 16 cm (menos de 7 pulgadas) en el año 2100. *…+ Basado en estos tres hechos inequívocos, está claro que no hay una sola persona inteligente en el gobierno porque los gobiernos se refieren al CO2 como contaminación y quieren cargar impuestos a esta “contaminación” para detener el ahora inexistente calentamiento global.12 Estas citas son sólo una fracción de todos los trabajos científicos disponibles para mostrar que es un hecho indiscutible el que no existe un solo artículo de evidencia observacional que apoyar la idea ampliamente difundida de que el dióxido de carbono es la causa del calentamiento global o, incluso, de que tiene un efecto sobre el cambio climático. Cualquiera y todas las evidencias que hayan sido presentadas, en cualquier momento, para apoyar la idea de que el dióxido de carbono tiene un efecto en las temperaturas globales han sido prejuiciosas y pertinaces, y se han basado en una agenda que sorpresivamente ignoró las explicaciones alternativas. Críticamente, sin embargo, el clima global ni puede ser promediado ni puede ser computarizado y, por ende, cualquiera y todos los escenarios provenientes de modelos de computadores son, en el mejor de los casos, un ejercicio en programación computacional que se emplaza fuera de la realidad, tal y como es indicado claramente en la totalidad de mi evidencia aquí mostrada. 147 | P a g e Las simulaciones computacionales consideran a la Tierra como un disco plano, sin un Polo Norte o Sur, sin los Trópicos, con unas pocas nubes y bañado por una niebla de luz solar de veinticuatro horas. La realidad es que tenemos dos polos congelados y una zona tropical ecuatorial, con todos y cada uno de los metros de nuestra Tierra recibiendo una diferente y siempre variable cantidad de energía desde el Sol, estación tras estación y día tras día. Esta realidad es excesivamente difícil de ingresar en una computadora. ¿Se ha dado cuenta? Si realmente el dióxido de carbono representara tal riesgo para la humanidad, tal como la Agencia de Protección al Medio Ambiente de los Estados Unidos nos quiere hacer creer, entonces deberían cancelarse los próximos Juegos Olímpicos del 2012, así como también otros grandes acontecimientos deportivos; de igual forma, todos los transportes terrestres y todo transporte aéreo, junto con todas las plantas de energía que queman gas o carbón, deberían ser apagados de inmediato; deberían detenerse todos los barcos y trenes –de hecho, también tendríamos qué dejar de respirar demasiado. Es evidente que no hay necesidad de dichas acciones tan drásticas y, claramente, el dióxido de carbono atmosférico incluso en concentraciones de 400 PPMV no es peligroso en absoluto, porque, cuando exhalamos el aire, el nivel de CO2 es la friolera de 50,000 PPMV. De principio a fin, el IPCC de la ONU nos ha proveído con escenarios basados en el principio del movimiento perpetuo al indicar, claramente, que la Tierra se está poniendo más caliente debido a la energía infrarroja reirradiada debido al elevado nivel de dióxido de carbono. Ese escenario no puede existir físicamente. El Sol provee la energía necesaria para calentar la Tierra y el único efecto posible que pudiera tener el dióxido de carbono sobre la atmósfera es el de incrementar la dispersión del calor, causando así enfriamiento. Sin embargo, en su actual concentración de casi 400 ppmV, el efecto no podría ser medido. Como una refutación ulterior sobre la influencia del dióxido de carbono sobre el clima, el efecto de invernadero presumido por el IPCC es un efecto inexistente. Ningún invernadero, ya sea de vidrio, de plástico, de cartón o de acero, alcanzará en su interior una temperatura mayor debido a la magia de la energía infrarroja reirradiada. Si así ocurriera, desde hace mucho tiempo los ingenieros habrían sido capaces de diseñar centrales de energía hechas de aire, espejos y vidrio, extrayendo de ellas más energía que la que se le introdujo: ¡Ojalá así fuera! Por lo tanto, concluyendo, un siglo después de la trascendental conferencia de Rutherford, insto al lector a que considere, únicamente, los hechos que se la han presentado. Esos hechos son que el dióxido de carbono ni causa, ni puede causar, calentamiento global, a pesar del paradigma actualmente aceptado. Todos y cualquiera de los esquemas propuestos para reducir las emisiones de dióxido de carbono son inútiles en términos de tener un efecto sobre la reducción de las temperaturas globales o afectar el clima; todos los intercambios comerciales del carbón son ejercicios fraudulentos contables para no otra cosa que los impuestos ocultos. 10 11 http://www.appinsys.com/GlobalWarming/EPA_Submission_RClark.pdf http://antigreen.blogspot.com/ 148 | P a g e 12 CCNet 68/2009 Un miedo relevante más: La acidificación del océano. Además de la alarma sobre el clima, hay gritos de pánico alarmistas sobre la acidificación del océano debido al incremento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico. Realmente, son los océanos ricos en dióxido de carbono los que contribuyen en los niveles de dióxido de carbono atmosférico, así es que nos referiremos muy brevemente a este asunto. El volumen adjunto tiene detalles completos sobre esta y otras historias de terror. Erl Happ apunta sobre el juego de poder del océano: Las temperaturas de la superficie del mar Tropical responden a la variación de la presión de superficie a todo lo largo y lo ancho del Globo; en particular, responden al diferencial que se forma entre las latitudes medias y la cercana a la zona ecuatorial. El Hemisferio Sur y las altas latitudes, en particular, experimentan un marcado flujo de la presión de superficie. Esto conduce, directamente, a un cambio en los vientos alisios y en la temperatura de la superficie del mar. ¿Existe evidencia de que la actividad del hombre (añadiendo CO2 a la atmósfera) tienda a producir eventos de El Niño más severos? La respuesta es no. El flujo en la presión de la superficie es responsable de la Oscilación del Pacífico Sur de El Niño y del vaivén de influencia de El Niño a La Niña. A pesar de las actividades del hombre, el Globo está entrando, actualmente, al ciclo de enfriamiento de un período de La Niña, atestiguando la fuerza de los ciclos naturales y la relativa poca importancia de la composición de la atmósfera en la determinación del asunto (si el tan promovido efecto de invernadero realmente existiera). ¿Existe evidencia de que el fenómeno Oscilación del Pacífico Sur de El Niño sea, en efecto, “el cambio climático en acción”, manejado por otros factores diferentes al del incremento de CO2 atmosférico? Si, parece que cualquiera que sea lo que está gobernando al flujo de la presión atmosférica de la superficie está gobernando también a la Oscilación del Pacífico Sur de El Niño y, con ella, al cambio climático. ¿Es el actual “Cambio Climático” gobernado por la actividad del gas con efecto de invernadero? No, parece que la causa del calentamiento y del enfriamiento recientes se relaciona con las fluctuaciones de largo plazo en la presión atmosférica que cambia las relaciones de la presión entre las medianas y las bajas latitudes afectando, de esta manera, a los vientos alisios que, en respuesta, determinan la temperatura del despliegue solar de la Tierra, de su océano tropical y, finalmente, del globo como un todo.13 Al final de este capítulo, espero que usted descubra el poder que el Sol y los océanos ejercen sobre nuestro clima y sobre esa porción de atmósfera en la cual vivimos y respiramos. Los océanos tienen comportamientos influenciados por nuestra Luna y nuestro Sol, causando las mareas, los vientos, las tormentas, el tiempo calmo, el calor y el frío. Las aún incontables fumarolas, los volcanes submarinos y otras varias fracturas de la corteza submarina de nuestra Tierra, todos ejercen su influencia. Incluso, el pensar que los humanos pueden influir en la vastedad de los océanos es darnos a nosotros mismos un nivel de influencia que, sencillamente, no poseemos. Lo que poseemos es el poder 149 | P a g e para causar, a menudo seriamente, contaminación regionalizada del agua, incluyendo la pérdida local de la vida silvestre acuática o también, en el caso de los derrames petroleros, resultados devastadores sobre las aves acuáticas. Esos casos de contaminación usualmente son causados por accidentes industriales; como ejemplo clásico, el reciente derrame de petróleo en el Golfo de México. Como ahora sabemos, sin embargo, el daño real fue menor, en gran medida, que la catástrofe anticipada, tal como ha sido, regularmente, el caso con los “problemas” ambientales. También es demasiado fácil exagerar y propagar el terror. Es lo mismo que ocurre con el cambio climático: no existe causa de alarma con respecto al diminuto incremento en las temperaturas globales de corto plazo (el cual, en todo caso, al día de hoy, año 2010, se ha convertido en una tendencia al enfriamiento global, lo cual es mucho más alarmante para todos nosotros) y la especie humana no puede hacer nada para causar calentamiento o enfriamiento –la Madre Naturaleza hará lo que le corresponde, tal como siempre ha sido. Como Derek Alker observara tan atinadamente: El balance de la energía de Kiehl y Trenberth dibuja un planeta muerto, lo mismo que hacen todos los balances similares. Ninguno de ellos toma en cuenta la energía absorbida por la vida. 13 http://icecap.us/index.php 150 | P a g e Capítulo 17 El Clima y la Conexión Geonuclear by Joe Olson PARA ABORDAR EL ANÁLISIS de los posibles factores del cambio climático, es necesario reconocer que el estado del tiempo y las compilaciones del estado del tiempo, referidas como clima, son solamente una observación de la reacción final de la última porción de un largo número de interacciones a través de todas las fuerzas primarias del Universo. Es orgullo desmedido, estupidez o engaño intencional relacionar las acciones humanas, junto con una molécula traza atmosférica, con el control de este vasto sistema interactuante. Las fuerzas fundamentales del Universo son la gravedad, el magnetismo, la radiación electromagnética y la atracción nuclear. Todas juegan un rol en esta ondulación en la laguna de la realidad –llamada clima. El entender esta compleja interacción ha requerido del análisis de un amplio rango de datos, algunos a partir de fuentes absurdas y extintas. Todo este material es fáctico y basado en la lógica, incluso si no es conocimiento común. Esta discusión estará limitada a un mínimo de descripciones, justo las necesarias, con referencias al estudio continuado y a las proyecciones del futuro inmediato en esta nueva y detallada Teoría de Ciencia de la Tierra. El lanzar la hipótesis de que el dióxido de carbono atmosférico producido por los humanos era el sistema primordial de forzamiento climático, requirió de la invención de dos series de datos falsas. Una de ellas fue la “adivinación” de los niveles de CO2 durante mil años, y la otra fue un gráfico coincidente de las temperaturas generadas por computadora para mil años. Con el establecimiento de causa y efecto, solo fue necesario que los charlatanes del clima violaran varios principios establecidos de la física para probar su caso ante un público desconocedor, los políticos, y los expertos medios de comunicación. Para desentrañar el rompecabezas del clima, describiremos primero las tres fuerzas fundamentales, luego sus interacciones individuales afectando al clima y, finalmente, cómo se combinan las cuatro fuerzas para formar el acto de balance armónico que nutre a nuestra biosfera. Antes de rechazar esta línea de pensamiento como generalidad, considere el evidente efecto de estas tres fuerzas sobre el clima. 151 | P a g e El clima es, definitivamente, una ecuación del flujo de calor efectuada por las fuerzas fundamentales. La gravedad mantiene a la Tierra en una órbita elíptica alrededor del Sol con una variación del 10% debida a esta variación en distancia. Consulte cualquier cartografía sobre la excentricidad, oblicuidad y precesión de la órbita de la Tierra y encontrará que la gravedad es una fuerza aparente en la ecuación del clima; no obstante, esta fuerza no es el factor intrascendente en esta discusión. El campo magnético de la Tierra protege al planeta de la radiación solar y está también sujeto a variaciones. La fusión nuclear y las reacciones de fisión calientan al Sol, así como también las reacciones de fisión interna planetaria calientan a la Tierra. Todas estas reacciones nucleares son variables. La combinación de estos factores, junto con un factor adicional, es lo que crea a nuestro clima. La vida por sí misma ejerce un factor poderoso en la ecuación del clima que es en exceso mayor que la diminuta fracción que los gases producidos por los humanos pudiera ejercer. El proceso de la fotosíntesis, la transpiración, la respiración y la descomposición de la materia orgánica tienen efectos climáticos medibles; no obstante, han sido revisados por otros y no son objeto de este capítulo. En cualquier sistema complejo hay operadores primarios con retroalimentación positiva y negativa, y sistemas amortiguadores. Introduciremos estos elementos, pero, de ninguna manera pueden establecer todas de las correlaciones todavía, por mucho, incuantificables. Empezaremos la discusión de las fuerzas fundamentales con el censurado origen de nuestro sistema solar, propuesto por primera vez por el doctor Oliver Manuel, y conocido como Teoría de la Supernova en el Origen del Sistema Solar1. Hace cuatro mil millones de años, una supernova rica en hierro explotó, enviando material para la formación de planetas hacia afuera, en un cinturón ecuatorial, el cual pronto formaría el plano eclíptico de nuestro sistema solar y, eventualmente, los planetas. La gravedad y el magnetismo mantuvieron las grandes concentraciones de hierro y de otros elementos pesados lo más cercano posible al fragmento más grande de la supernova explotada, la cual se re-formaría para convertirse en nuestro Sol. El núcleo de la Tierra no es un glóbulo amorfo de hierro fundido. El núcleo de la Tierra es un cristal cúbico simple de moléculas de hierro que forman un gigantesco magneto permanente. Cada átomo de hierro es un magneto dipolar en miniatura, el cual, en su fase líquida, se alinea con el campo magnético dominante en existencia. Los átomos poseen una repulsión nuclear natural que se incrementa con la temperatura y cuyo nivel de energía cinética molecular es exhibido en los tres estados de la materia, esto es, sólido, líquido y gaseoso. 1 The Sun’s Origin, Composition and Source of Energy, O. K. Manuel, Abstract #1041, 32nd Lunar & Planetary Science Conference, Houston, TX, del 12 al 16 de Marzo de 2001. 2 Researchers Confirm Discovery of Earth’s Inner, Innermost Core, Illinois News Bureau, James E. Kloeppel, reference to Song & Sun, News.illinoi.edu/news/08/0310core 152 | P a g e Cada átomo de hierro fundido líquido que se une a este retículo de cristal cúbico es alineado por el ya establecido campo magnético del cristal. Este retículo de hierro permite la máxima densidad en ambos, el peso y el magnetismo. La prueba sobre el núcleo reticular cristalino de la Tierra fue por primera vez mencionada por Song y Sun2; esto se aplica, por extensión, a la ciencia aceptada de que esto crearía un magneto natural, y a la noción de que los núcleos magnéticos cristalinos existentes en el Sol y en los planetas interiores son fragmentos de un núcleo cristalino primigenio de la supernova que dio origen a nuestro sistema solar. Los cuatro planetas interiores tienen todos núcleos de hierro y campos magnéticos variables. Un magneto rotatorio produce una corriente eléctrica y una corriente eléctrica por sí misma produce un campo magnético. Mercurio, Venus y Marte han perdido, todos ellos, sus mantos fundidos y, actualmente, sus núcleos cristalinos se encuentran confinados dentro de la rotación de superficie del planeta, causando con ello campos magnéticos reducidos y constantes. El núcleo cristalino magnético permanente de la Tierra está flotando sobre un globo de roca fundida con una, relativamente, delgada corteza solidificada. Existen variaciones en el eje de rotación y en la velocidad de rotación, las cuales se manifiestan como variaciones en la localización del polo norte magnético y en la fuerza total del campo magnético de la Tierra. Realmente, el núcleo terrestre está rotando 3 grados por año MÁS RÁPIDO que el planeta3. Un magneto de 1,500 kilómetros (950 millas) de diámetro no necesita girar muy rápido para crear un campo magnético y eléctrico significativo. La velocidad de rotación también debería haber predicho una influencia en la velocidad de fisión nuclear interna. Dado que todas las fuerzas primordiales son interactivas, es necesario desarrollar la teoría que vincule a esas fuerzas. El Sol, Júpiter y Saturno tienen, todos, núcleos de cristales de hierro flotando en una esfera gaseosa con un grado bastante mayor de libertad de movimiento. La gravedad, el magnetismo y la radiación electromagnética varían, en su totalidad, con un valor que corresponde al cuadrado de la distancia y son, por lo tanto, variaciones no lineales. Debido a la distancia y a la fuerza del campo, la Tierra y Júpiter son los que ejercen la mayor influencia sobre el núcleo magnético del Sol. La conjunción Tierra-Júpiter ocurre cada 11.5 años. Cada 11.5 años, el Sol experimenta una reversión de su polo magnético. Cada reversión solar crea cambios medibles en la irradiación solar y en el campo magnético solar. Un análisis complejo y exhaustivo de la correlación entre los movimientos de nuestro sistema solar y la periodicidad resultante está dada en el artículo Evidencia Empírica para un Origen Celestial de las Oscilaciones Climáticas, por Nicola Scafetta4 (Artículo en inglés). 3 Earth’s Core Rotates Faster than Surface, Ker Than, Live Science, 25 Aug2005, TechMediaNetwork.com Scafetta, N., Empirical Evidence for a Celestial Origin of the Climate Oscillations and its Implications, Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics (2010), Doi:10.1016/j.jastp.2010.04.015 4 153 | P a g e Este trabajo de investigación establece los ciclos fundamentales de cada 11, 22 y 60 años, los cuales se muestran en los gráficos de temperatura, pero no se muestran en las concentraciones de CO 2 ni en las predicciones del IPCC. Grandes porciones del registro geológico del clima parecen tener precisión “astronómica”; sin embargo, hay anomalías. Nosotros nos sujetaremos al análisis de estos factores celestiales incluidos en los 500,000 años previos del Ciclo de Milankovitch y a las variaciones de la radiación cósmica en los 600 millones de años previos del Período Fanerozoico. La pregunta que se planteó, pero que no fue respondida, es acerca del proceso mediante el cual los rayos cósmicos pueden causar tales efectos medibles sobre el clima de la Tierra. Para eso, exploraremos el siguiente nivel de las fuerzas primordiales Universales y su efecto colectivo sobre nuestro clima. Los globos terráqueos de juguete se han colocado, por siglos, sobre los escritorios con el acertijo de la forma coincidente entre los bordes continentales del Atlántico Este y Oeste, el cual empieza con la pregunta lógica: ¿Están los continentes en “deriva” a partir de una masa de tierra primigenia que emergió del océano? Esta pregunta fue planteada, por primera vez, por el cartógrafo flamenco Abraham Ortelius, en 1596. El “consenso” científico sobre la deriva continental tomó 370 años de descubrimiento y debate. La fuerza motriz de la tectónica de placas no se entendió totalmente sino hasta que la segunda generación de Satélites de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) fue puesta en órbita. La primera generación de GPS ofreció la ubicación de localización dentro de 0.5 metros (18 pulgadas) y ofreció la excitante posibilidad a los peritos en tierra para eliminar la engorrosa retro-visión de dos estaciones para el control horizontal y los largos bucles de nivel para el control vertical. En pocas palabras, había esperanza de que con tan solo la lectura de un satélite se localizara completamente cualquier punto del planeta. La segunda generación proporcionó el control horizontal preciso, pero la variación vertical continuó presente. No fue sino hasta que el sistema de referencia satelital fue colocado que cualquier científico se diera cuenta de que la delgada corteza de la Tierra se estaba elevando diariamente por la influencia de la gravedad de la Luna, tal como ocurre con los océanos. A este fenómeno se le llamó “marea terrestre”. Esta acción de elevación tira de las placas hacia el oeste, separando las grietas del piso oceánico, las cuales rápidamente se rellenan con roca fundida del subsuelo. Esta roca fundida se solidifica instantáneamente y crea el efecto trinquete sobre el lado opuesto de la placa, a lo largo de la zona de subducción. Este movimiento diario de la corteza envía ondas de presión a través de la roca fundida causando una acción de bombeo que agita el manto y libera paquetes de aire atrapado. Ahora tenemos una fuerza de agitación del núcleo de hierro cristalino rotatorio y una acción de bombeo desde arriba trabajando sobre esta capa dúctil de roca fundida. Cualquier fuerza que sea capaz de hacer “flotar” continentes enteros debe ser considerada en cualquier análisis apropiado de “flujo de calor”. Estamos parados sobre un planeta con 1.08 mil billones de kilómetros cúbicos (259 billones de millas cúbicas) de roca fundida con rangos de temperatura que van desde 1400 °C (2552 °F), cerca de la superficie, hasta 6000 °C (10832 °F), en el núcleo. Nuestro planeta tiene 1.29 mil millones de kilómetros cúbicos (310 millones de millas cúbicas) de océano. Las mediciones volumétricas no son útiles para la atmósfera gaseosa; no obstante, la atmósfera total es un 0.00008% de la masa total del planeta. La proporción de dióxido de carbono en esa porción 154 | P a g e de gases es de apenas 0.04%, y la proporción de CO2 humano, dentro de esa insignificante cantidad, es de apenas 4%. En términos de un posible almacenamiento de calor, la capacidad de almacenamiento de calor por el CO2 ni siquiera puede medirse. El dióxido de carbono puede absorber luz solar infrarroja solamente dentro de dos estrechas bandas del espectro5. El dióxido de carbono comparte una de esas bandas con el vapor de agua de tal forma que esta cantidad de radiación podría ser absorbida en la atmósfera independientemente del contenido de CO2, a menos que la humedad fuese cero. Cualquier radiación absorbida en su trayectoria hacia la Tierra nunca puede calentar la superficie y nunca puede ser irradiada durante la noche. Las longitudes de onda de la energía que es irradiada de regreso hacia el espacio, durante la noche, tienen un tiempo muy corto de permanencia en la atmósfera, sobre su trayectoria en conformidad con la Segunda Ley de la Termodinámica; es decir, desde un estado de alta energía (la Tierra) hacia un estado de más baja energía (el espacio exterior). Hay una cantidad finita de radiación infrarroja disponible para ser absorbida o reirradiada, por lo tanto, no existe una correlación lineal. Duplicar la concentración de CO2 no duplica esta retención de calor limitada. Ahora hemos establecido los parámetros que rodean el error más evidente en todos los modelos de cambio climático, la ausencia total de la producción de energía geonuclear. El Universo es un terreno de residuos nucleares. La desintegración nuclear nos rodea. Nuestro planeta constantemente es bombardeado por partículas solares y galácticas, desde el exterior, y partículas liberadas por la fisión nuclear, desde el interior. El Universo parece estar en una loca carrera por convertirse en una distribución uniforme de átomos de Hidrógeno. Los 1,080 billones de kilómetros cúbicos de material “sólido” que forman a nuestro planeta consisten en 4 partes por millón de Uranio, o sea, 2.9 millones de metros cúbicos (700,000 millas cúbicas) de combustible nuclear. Durante la fisión nuclear, cada átomo de Uranio tiene 92 pares designados protón-neutrón, los cuales, también durante la fisión nuclear, forman 92 átomos de Hidrógeno, o 46 átomos de Helio, o 16 átomos de Carbono, o 12 átomos de Oxígeno, además de partículas cargadas de alta energía que son capaces de fraccionar uno o dos átomos adyacentes. Cada reacción de fisión nuclear del Uranio produce dos millones de veces la energía de una molécula de Trinitrotolueno (TNT o dinamita); de ahí que el poder explosivo de una bomba nuclear sea medido en megatoneladas de TNT. La fragmentación por fisión nuclear ocurre en etapas con tantas como una docena de reacciones anexas. Algunos de los productos de estas reacciones son gases Inertes muy estables (Grupo VIII de la Tabla Periódica de los Elementos, correspondiente a los Gases Nobles), los cuales son no-reactivos. En la naturaleza, estos elementos inertes no forman enlaces químicos con otros átomos para formar moléculas. La pura presencia de estos gases es evidencia de la ocurrencia del proceso de fisión nuclear en la Tierra. 5 Carbon Heat Trapping; Merely a Bit Player in Global Warming, R. J. Petschauer, IEEE Senior Member, http://vipclubmn.org/Documents/GlobalWarmingArticle.pdf 155 | P a g e El Radón es uno de estos productos inertes derivados de la fisión nuclear; el Radón es inestable y tiene una vida media de solamente 3.8 días. Si usted tiene un kilogramo de Radón, éste se desintegrará hasta disminuir a 7.8 gramos en solamente 21 días. Dado el tiempo de viaje desde el punto de origen hasta su liberación en la superficie, debe haber una enorme producción de Radón por ahí como para que haya niveles detectables en la superficie. El Helio es el elemento más ligero liberado a la atmósfera; el peso de este elemento es la 0.17ª parte del peso del aire. Existen pequeñas cantidades de Helio en las capas superiores de las reservas de gas naturales, pero todo el Helio está en carrera desesperada hacia el espacio exterior. Al conjunto completo de átomos producidos por fisión se le llama átomos “elementales”, en tanto que a los compuestos que ellos forman en la caldera de la Tierra se les llama compuestos “elementales”. Ya regresaremos a los compuestos un poco más adelante en este artículo, pero, por ahora nos dedicaremos al examen del vínculo fisión-clima. Todos los elementos pesados están sujetos a bombardeo y desintegración nuclear. La velocidad a la cual ocurre en un laboratorio es conocida como vida-media; sin embargo, ésta no es constante en la naturaleza. Los incrementos de la velocidad del bombardeo de partículas reducen la vida-media. Esto ocurre a una tasa controlada en un reactor nuclear y a una tasa cuasi-espontánea en las “reacciones en cadena” de una bomba nuclear. Los elementos pesados en el núcleo de la Tierra están sujetos, constantemente, a niveles variables de bombardeo de partículas emitidas por el Sol, la galaxia y la fisión nuclear terrestre. La energía de la fisión nuclear terrestre es substancial y variable. Esta energía del interior no se ha incluido en ningún modelo climático de flujo de energía. Es un error el que, en la ecuación de balance de la energía, la energía de fisión nuclear terrestre se haya introducido con un valor cero. Es un error, en la ecuación del cambio climático, si se asume que la fisión nuclear terrestre es constante. Ha habido un aumento de una magnitud en la cantidad estimada de esta energía desde que se desarrollaron los primeros modelos del IPCC 6, 7. No se ha hecho ninguna corrección por parte del IPCC basada en esta nueva información. Esta energía de fisión ocurre en todos los continentes en donde haya aguas termales y géiseres, a través de los orificios de ventilación del suelo oceánico y a través de los volcanes. A pesar de las afirmaciones de que ciertas manifestaciones dependen del nivel del “Viejo Fiel” (zona de géiseres en Yellowstone, Wyoming, USA), dichas manifestaciones son muy diversas. Esto es un reflejo de la variación de origen. El Uranio y otros átomos de elementos pesados que son sacudidos y pulsados (pulso de burbuja) en el manto fundido no están uniformemente distribuidos o activados. Por lo tanto, es posible que los puntos calientes regionales puedan desarrollar temperaturas del terreno ligeramente aumentadas y la alteración de los patrones de vientos. 6 First Measurements of Earth’s Core Radioactivity, Celeste Biever, New Scientist, July27, 2005, newscientist.com/article/mg18725103.700 7 Potassium-40 Heats Up Earth’s Core, Belle Dume, Physics World, 07 Physicsworld.com/cws/article/news/17436 May 2003, Esto causa anomalías regionales del estado del tiempo. Cambios similares en el fondo marino alteran las corrientes oceánicas. Estas fuerzas se acoplan luego con los eventos solares para producir los eventos del estado del tiempo a corto plazo. 156 | P a g e Cambios dramáticos en estas reacciones de fisión nuclear son la causa de los eventos climáticos de largo plazo, por ejemplo, las Eras de Hielo. Si usted examina el siguiente gráfico para 600 millones de años, tomado de la página Geocraft.com, en primer lugar observará que no existe correlación aparente o nexo causal entre la temperatura y el CO2. También observará dos períodos de descensos dramáticos de temperatura ocurridos hace 450 millones y 300 millones de años. Figura 1: Millones de Años de CO2 versus Temperaturas Globales.8 Estas son las eras del “Planeta Polar”, cuando el hielo cubría todo, excepto los 30 grados de la banda ecuatorial. El hielo polar se extendió desde el Polo Norte hacia el sur, hasta Miami, y desde el Polo Sur hacia el Norte, hasta Rio de Janeiro. Si ahora nos movemos hacia el Ciclo de Milankovitch, hace 500,000 años, podremos ver el cambio dramático constituido por tres distintos largos períodos glaciales de 100,000 años, separados por largos períodos interglaciares de 12,000 años: 8 http://www.geocraft.com/WVFossils/Carboniferous_climate.html 157 | P a g e Figura 2: 400,000 Años de Datos de Temperatura de los Núcleos de Hielo.9 La atmósfera enmascara algunas variaciones de la radiación solar y la carencia de instrumentación para mediciones solares precisas antes de la puesta en órbita de los satélites de la NASA conocidos como Observatorio Helios y Heliógrafo Solar (SOHO, por sus iniciales en inglés). Durante su período de mediciones, de más de treinta años, estos satélites han medido solamente una variación de 0.1% en la producción solar TOTAL; no obstante, existe un cambio substancial dentro de ciertas longitudes de onda y en el flujo de partículas solares. Resulta ser inconcebible el que haya habido fluctuaciones masivas en la producción solar total que causaron estos eventos previos de cambio de temperatura. También es innegable que, durante los treinta años de irradiación solar cuasi-constante, según las mediciones hechas por SOHO, hayan ocurrido tres reversiones magnéticas solares y eventos dramáticos de El Niño y La Niña que tuvieron efecto en el clima de la Tierra. Todos estos cambios térmicos planetarios ocurrieron a la par que el incremento constante de los niveles de CO2. La explicación más razonable es que algún cambio en la intensidad de bombardeo de partículas, solares o galácticas, alteró la velocidad de calentamiento por fisión nuclear interna de la Tierra. Es también innegable que los humanos no han participado en alguno de estos ciclos climáticos en la historia geológica de la Tierra. 9 http://www.iccfglobal.org/ppt/Illarionov-01-10-04.ppt (diapositiva # 43) 158 | P a g e Cuando se dio cuenta que culpar a las 10 a 20 partes por millón de CO 2 de ser la única fuerza operadora del cambio climático sería INCREÍBLE, el honorable IPCC añadió, entonces, otro operador atmosférico, el vapor de agua. Estando en una concentración nunca mayor al 5% del total de gases atmosféricos, el vapor de agua y sus efectos son fácilmente observables. Hemos notado que, durante las noches de invierno, hay menor pérdida de calor cuando los cielos están completamente nublados. Los científicos del IPCC insisten en que esto es una prueba del comportamiento de un gas con efecto de invernadero. Los científicos mejor entrenados acreditan que el aire más denso, cargado con vapor de agua, con una masa térmica mayor, es lo que reduce la velocidad de transferencia de calor. Al debatir sobre el inestimable papel que juega el vapor de agua en el clima, debemos revisar algunas propiedades básicas del agua. Algo que raramente se observa entre los compuestos es el hecho de que el agua existe en las tres fases de la materia, en nuestro ambiente natural. Para cambiar de la fase sólida a la líquida y de la líquida a vapor, se requiere de calor, o entrada de energía. Un gramo de hielo “sólido”, a 0 °C, requiere 80 calorías para transformarse en agua, a 0 °C. Luego, se requieren 100 calorías para convertir esa agua casi congelada en agua casi hirviente, a 100 °C. Una adición de 540 calorías convertirá esa agua muy caliente, a 100 °C, en vapor de agua muy frío, o vapor, a 100 °C. El calor requerido para cambiar de fase es llamado “calor latente”, y los cambios individuales son: calor latente de fusión, calor latente de evaporación y calor latente de solidificación. Estos mismos parámetros térmicos se aplican al agua en nuestro ambiente natural. Cuando el agua se evapora en las torres de enfriamiento, o en los aires lavados, o aún en la transpiración de nuestros propios cuerpos, se remueven 2,257 kilojulios/Kg (890 BTU/lb) de calor por unidad de agua. Cuando el agua se sublima directamente de hielo a vapor, o cuando se evapora desde la superficie del agua, se está removiendo calor de la superficie de la Tierra. Cuando el vapor de agua se condensa para formar gotitas en las nubes, o se solidifica para formar nieve, aguanieve o granizo en las nubes, esa energía se está liberando en lo alto de la atmósfera. Con esta enorme transferencia de calor, toda añadida al enfriamiento de los planetas, es engañoso presumir que el vapor de agua está calentando al planeta. El calor que es liberado en lo alto de la atmósfera NO se retro-irradia para calentar al planeta. Las Leyes de la Termodinámica demandan que el calor fluya hacia el espacio exterior. Aún si usted tuviera qué considerar que el flujo de calor es pudiera ser aleatorio (al azar), hay dos trayectorias de flujo a lo largo de cada uno de tres diferentes ejes. La probabilidad aleatoria dictaminaría que, para este calor, solamente una, de las seis posibles direcciones, sería la vía de regreso hacia la Tierra. Suponga que la ciencia del clima no quiso estimar el flujo de energía verdadero en nuestro planeta. Nosotros tenemos una tasa de ingreso de radiación solar bien establecida y dos formas posibles para medir el flujo de calor del vapor de agua. Dentro del rango de precisión permitido, es factible asumir una cantidad de agua constante. El agua es altamente reactiva, rompiendo fácilmente los enlaces Hidrógeno-Oxígeno para formar otros compuestos, reduciendo, así, la cantidad de agua. El agua está sujeta a disociación molecular por bombardeo con partículas nucleares y a ser arrastrada por el viento solar hacia el espacio exterior en la atmósfera superior. También existe la adición de agua elemental de átomos producidos por fisión nuclear. Ignorando estas variaciones menores, podemos estimar el lado de la ecuación evaporación-sublimación, o el lado de la ecuación condensación-solidificación, para determinar el flujo de calor del vapor de agua. Considerando las toneladas de lluvia, nieve, aguanieve y granizo que caen sobre la Tierra cada segundo, 159 | P a g e es evidente que la ciencia atmosférica tiene aún que comprender la total magnitud del verdadero flujo de energía de la Tierra. Cuando el equipo del IPCC eligió representar los últimos 1,000 años de temperatura y CO 2 a modo de dos gráficos de palo de hockey coincidentes, ello resultó ser, finalmente, un intento deliberado para engañar al público. El creador del palo de hockey eligió lo que ha sido denominado “Los Árboles Más Importantes Sobre el Planeta” para representar las temperaturas del pasado 10. Solamente estos pocos árboles, de los cientos de anillos de crecimiento de los árboles examinados, proveyeron el resultado “deseado” de temperaturas. Ese resultado fue la eliminación arbitraria de los períodos cálidos Minoico, Romano y Medieval. Los registros de viñedos romanos, de las granjas lecheras en Groenlandia bajo metros de nieve reciente y los registros de los cerezos en flor japoneses refutan, todos ellos, la hipótesis producida a partir de los siete anillos de crecimiento de los árboles seleccionados. Muchos científicos eligieron creer en lo que nuestros ancestros han dejado como evidencia. La misma visión escéptica aplica a TODOS los datos paleoclimatológicos. Todas las reconstrucciones de condiciones pasadas son datos proxy y están sujetas a dos métodos de error obvios. Primero, está el nivel de degradación de las muestras a través del tiempo, y, segundo, que las condiciones pasadas hubieran sido muy similares a las condiciones presentes. Cualquiera de estas condiciones es un fatal error para la ciencia correcta; sin embargo, estos defensores calientólogos violan ambas condiciones. Ya habíamos mencionado, previamente, la constante radioactividad por desintegración nuclear que nos rodea. La erosión física es otro compañero de viaje en la desintegración del planeta. La atmósfera superior es sometida a constante erosión causada por el viento solar y la ionización del Nitrógeno por la radiación cósmica. Cuando la Tierra sufre inversiones y degradaciones periódicas de su campo magnético, ocurre una erosión aún mayor. Cuando ocurren grandes impactos de asteroides, las ondas creadas en la atmósfera son empujadas lejos de la fuerza de gravedad terrestre y se pierden en el espacio. Cuando el súper-volcán de Yellowstone explotó hace 640,000 años, expelió hacia el espacio 1,000 kilómetros cúbicos (240 millas cúbicas) de roca. Debido al efecto Venturi, cantidades masivas de atmósfera habrían sido arrastradas, junto con las rocas, hacia el espacio. Las recientemente descubiertas capas polares de hielo en la Luna son, justamente, eones de acreción del rastro de vapor dejado por el viento solar que pasó sobre la Tierra en la línea orbital de la Luna. Hay evidencia, en gran medida ignorada, de que la atmósfera pasada fue muy diferente a la actual mediante la comparación de vuelo alado. Un vuelo exitoso consta de cuatro componentes, ascenso, empuje, arrastre y gravedad. Es seguro asumir que la gravedad no fue significativamente diferente en el pasado. También es factible asumir que la naturaleza no evolucionó de huesos más ligeros y músculos más fuertes a los niveles tan reducidos de ambos en nuestros días. Con las otras tres variables, hay solamente una opción para el registro fósil. Compare los 65 millones de años de edad del pterodáctilo Quetzalcoatlus northropi, con sus once metros (36 pies) de envergadura en sus alas, con el Cóndor Peruano, el ave actual más grande, con sus cinco metros (16 pies) de envergadura en sus alas. Adicionalmente, compare la libélula Meganeura, con su medio metro (25 pulgadas) de envergadura de sus alas, con la actual Mariposa Atlas, con sus veinticinco centímetros (11 pulgadas) de envergadura de sus alas. La conclusión obvia es que la atmósfera durante la Era del Triásico era DOS VECES más densa que la actual, lo cual proveyó el ascenso adicional. 160 | P a g e 10 NAS Panel #2: Bristlecones, Steve McIntyre, http://climateaudit.org/2006/06/29 Revise de nuevo la gráfica de Geocraft y verifique que las temperaturas tampoco fueron significativamente más cálidas durante el Período Mesozoico con niveles de CO2 significativamente más altos. Con respecto a los helechos, del tamaño de una casa, y los lagartos, del tamaño de un autobús, es difícil argumentar que tanto los incrementos del calor como los del CO2 fueran peligrosos para el planeta o para la vida. Esta lámina también muestra la prueba irrefutable de un planeta mucho más frío durante las transiciones Ordovícico-Silúrico y Carbonífero-Pérmico. Se requiere de algo mucho mayor que los simples cambios de radiación cósmica para explicar estas condiciones de “Tierra Bola de Nieve”. Las reacciones de fisión nuclear son auto-sustentables dentro de condiciones limitadas. La desintegración de los elementos pesados despide partículas de alta velocidad que pueden crear una desintegración de un átomo adyacente. En una condición de fusión hay energía producida suficiente como para hacer explotar y mandar la cima de Yellowstone al espacio. Cuando los bombardeos por partículas desde fuentes internas y externas declinan, la Tierra puede apenas calentar al ecuador con tan solo energía solar. Durante las fases planetarias de la Tierra Bola de Nieve, el hielo sólido podría haberse extendido hasta el piso oceánico, limitando toda la vida a tan solo la extensión del cinturón verde ecuatorial del océano no congelado y de las masas de tierra firme libres de acumulaciones de hielo y nieve. Tuvo qué haber habido un cambio significativo en la energía para el planeta para luego transformarse en el exuberante paraíso tropical del período Triásico. La comprensión del clima debe ser inclusiva. No existe correlación alguna, en absoluto, o causación alguna con cualquiera de estos eventos del pasado con respecto a los niveles del dióxido de carbono y, sin duda, ningún humano forzó la causa del cambio. Para abrazar las teorías del clima del IPCC y del AGW (Calentamiento Global Antropogénico), usted debe antes aceptar que los poderes de los humanos están más allá que las fuerzas fundamentales que, ahora sabemos, forman la compleja interacción del clima. La represión abierta del debate sobre este tema por la “gran” ciencia financiada por el Gobierno y el mercado de productos básicos, impulsados por los “grandes” medios de comunicación, ha obligado a los científicos de pensamiento independiente de todo el mundo a volver a examinar una amplia gama de la ciencia. Esto se ha constituido en un camino de entendimiento para toda la humanidad. Las ideas que se presentan en un ambiente más formal en este libro fueron primero presentadas y desarrolladas como artículos expuestos en la Internet. Como es típico en toda buena ciencia, el descubrimiento solicitó nuevas percepciones. Después de toda una vida de estudio de la ciencia y miles de horas dedicadas a tan sólo este problema, hay una declaración previa que revisaré ahora mismo. En el artículo titulado Humanity’s Last Chance for a Fairy Green Future (Última Oportunidad de la Humanidad para Conseguir un Futuro Verde Encantado), escrito hace más de un año, hay una mención sobre la analogía de nuestra sinfonía celestial que es como un Concierto de la Banda de Tercer Año de Secundaria. Se hizo una comparación señalando que el CO2 era el asiento del tercer violín, tocando el único sonido que solo el orgulloso padre IPCC podría oír. Una analogía más apropiada sería que el CO2 es el polvo en la sala de conciertos. Este polvo puede levantarse con la música, invisible aún bajo las 161 | P a g e condiciones de iluminación más apropiadas. Este polvo podría ser descubierto por los científicos años después de haber tenido “movimiento” durante el concierto. Este polvo no creó ni alteró, en forma significativa alguna, la visión y los sonidos reales de este concierto. El dióxido de carbono es, finalmente, la forma más elemental de polvo y la piedra angular de todas las formas de vida basadas en el Carbono. Demonizar a un inocente y vital componente de la vida revela un odio más profundo asentado hacia la vida. Este es el instinto primitivo no reprimido que es explotado para dominar y controlar a las masas no educadas. Ese impulso es suficientemente reprensible, pero para torcer a la ciencia como un arma para promover tal objetivo es un verdadero crimen contra la humanidad. Al final, el clima es mucho más parecido a una sinfonía con docenas de fuerzas parodiando a los diversos actores. Bajo la batuta del maestro IPCC, sectores enteros de esta orquesta guardan silencio. El IPCC es el falso profeta, vendedor ambulante de la Ciencia Irreal. Debemos demandar que todas las futuras discusiones sobre la ciencia del clima incluyan a las fuerzas fundamentales aquí descritas. No bastaría con examinar solamente la ciencia viciada de este problema causado por el hombre. Igualmente preocupante es la verdad de la ciencia detrás de las soluciones propuestas de “energía verde” y las revelaciones de la verdad acerca de la energía del “carbón”. Comenzaremos con un análisis de la ciencia irreal de las celdas y baterías solares. Luego, regresaremos a esos compuestos “elementales” fraguándose en la refinería química de la Tierra. Estas son la materia prima para la elaboración del más grande regalo para la humanidad, el Petróleo Abiogénico (petróleo que se forma en la naturaleza a partir de procesos no relacionados con los seres vivientes). Defectos Adicionales de la Máquina Verde Puede caber un poco de duda de que el asunto completo del cambio climático causado por los seres humanos haya sido un movimiento fraudulento motivado políticamente, con toda intención. Esto ha evolucionado desde una red de trabajo elaborada del involucramiento directo del gobierno y el financiamiento indirecto del gobierno para proveer la ilusión del “consenso” estaría más allá de cualquier nuevo debate. Afortunadamente para el futuro de la ciencia, la verdad y la humanidad, muchos científicos y analistas honestos de muchos países han mirado objetivamente la hipótesis del Calentamiento Global Antropogénico y la han encontrado inválida. Ningún análisis sobre esta hipótesis fallida se completa sin examinar lo que ha sido presentado por los patrocinadores del AGW como la “solución” a este problema inexistente. La “Solución de la Energía Verde” es tan defectuosa como la ciencia del AGW, con defectos tan obvios que su endoso debe también calificarse como engaño intencional. Las “Soluciones de Energía Verde” están, primordialmente, enfocadas hacia la energía del viento (eólica) y la energía solar, con atribuciones ficticias a futuras alternativas como la energía de las mareas y la geotérmica, las cuales han sido ya alternativas ficticias por más de medio siglo. Si detener la emisión de los hidrocarburos fuese la más alta prioridad, entonces la energía nuclear y la hidroeléctrica serían consideradas “verdes”; sin embargo, estas fuentes de poder han estado, por largo tiempo, en la lista de “cosas por eliminar” de los eco-fanáticos. 162 | P a g e La Eco-religión podría impedir la reclasificación de estos dos sistemas de energía libre de carbón, y mantener la paz entre los devotos abraza-árboles y los obsesionados calientólogos. La desaparición de la ortodoxia calientóloga reabrirá el debate y la acción con respecto a todos los sistemas confiables para la producción de energía. Por lo pronto, se proyecta la presentación de algunos análisis limitados, pero detallados, sobre los inseguros sistemas de “energía verde”, con análisis completos, en libros futuros escritos por nuestro equipo. Se han escrito volúmenes completos sobre los defectos de la generación eólica de electricidad. La energía eólica estándar tiene una salida neta de menos del 25% de la capacidad nominal, con constantes fluctuaciones en la potencia. Añádalo a las aves y murciélagos que mueren entre las aspas, al ruido y a la contaminación visual, a las pérdidas en la transmisión y a las fallas en la instalación, y usted tendrá justo una porción de los fallos de la energía eólica. Cada granja eólica existente en este momento posee su propio testimonio de fracaso. La granja eólica verdaderamente funcional es una ilusión sobre la cual la humanidad no puede permitir el desperdicio de nuestros recursos. Como ya he mencionado, hay volúmenes de material escrito sobre la energía eólica disponible; no obstante, lo que no ha sido bien entendido se refiere a los defectos de la energía solar. Por más que la premisa pueda ser atractiva, la prometida energía solar no se da gratis. La primera celda solar fue creada por Charles Fritts, en 1883, usando una lámina de Selenio con recubrimientos de Oro. El Sol irradia cerca de 1,000 Watts por metro cuadrado, como máximo. La celda de Fritts producía 10 Watts por metro cuadrado, esto es, el 1% de eficiencia. La patente de Russell Ohl, en 1946, es considerada como la primera celda solar moderna. Los paneles solares de hoy son de Silicio altamente purificado, con un tratamiento delgado de Fósforo y Boro para proveer al Silicio de discontinuidades que permitan el movimiento de los electrones. El cristal de Silicio es altamente reflejante, por ello, el lado de cara al Sol debe ser recubierto con una capa anti-reflejante. Adicionalmente, el panel solar incluye una superficie reticulada conductora cubierta con vidrio, a modo de protección contra el polvo, las gotas de lluvia, el estado del tiempo y otros peligros ambientales. Todas estas condiciones limitan parte de la luz solar incidente. Solamente ciertos segmentos del espectro solar activan el flujo de electrones y la resultante neta tiene una eficiencia del 10%, o alrededor de 100 Watts por metro cuadrado. Eficiencias de hasta el 40% son posibles con materiales exóticos, pero luego uno debe añadir el “alto costo gratuito” que es aplicable a cada tecnología “verde”. El Silicio, el Fósforo y el Boro son elementos comunes, pero su extracción, refinación y transporte en línea tiene un costo. Ese costo se refleja en la “amortización del costo” de cinco a siete años, dependiendo del sistema a usar. La duración total del sistema es de veinte años. Sin embargo, estos costos están basados en el bajo costo de los sistemas que proveen estos materiales, los cuales se apoyan en la energía del carbón. 163 | P a g e Tanto como si usted pagara su crédito Visa con su Master Card, esta energía “limpia” parásita no puede proveer la energía “alternativa” para evitar la energía “sucia”. Hay cierta pérdida de electrones en el sistema, además de que la producción de potencia se erosiona con el paso del tiempo –después de veinte años se torna inútil y obsoleta. La luz del Sol no es convertida en electricidad. La luz solar usa la energía potencial, almacenada a nivel molecular, partiendo de los átomos de fósforo incrustados, hasta que no quedan más electrones de repuesto. La búsqueda de la verdad científica en un campo conduce, a menudo, a ideas inesperadas en otros campos. En investigación, el rol ignorado, o extensamente minimizado, de la fisión nuclear en la Tierra sobre el cambio climático es otra verdad que vino a ser autoevidente. La materia no se crea ni se destruye. En futuras publicaciones, apuntaré al hecho de que no puede haber duda alguna sobre lo que rutinariamente se refiere como “combustible fósil”. Este término es incorrecto y el petróleo aún es un recurso renovable. 164 | P a g e Capítulo 18 Termodinámica Del Clima Por Claes Johnson 1. Ecuaciones de Navier-Stokes Del Clima Global La Termodinámica es un tópico divertido. La primera vez que la tocas, piensas que la entiendes por completo. La segunda vez que la tocas, tú crees que la entiendes, excepto por una o dos pequeñas cuestiones. La tercera vez que la tocas, te das cuenta de que no la entiendes, pero, para entonces, tú estás tan acostumbrado a ello que no te molesta nunca más. —Physicist Arnold Sommerfeld (1868-1951) EL CLIMA GLOBAL ES el resultado de una interacción termodinámica entre la atmósfera y el océano –con el forzamiento radiativo del Sol, el forzamiento gravitacional del sistema Tierra-Luna y el forzamiento de la dinámica Coriolis debida a la rotación de la Tierra. La termodinámica es descrita por las ecuaciones de Navier-Stokes (ENS) de la dinámica de fluidos, por un océano incompresible de densidad variable y una atmósfera compresible, expresando la conservación de la masa, el impulso y la energía. La atmósfera transporta la energía térmica solar absorbida en la Capa Superior de la Atmósfera Terrestre (CSAT), desde donde es irradiada hacia el espacio exterior, y, consecuentemente, actúa como un aire acondicionado o máquina de intercambio de calor [9], manteniendo constante la temperatura de la superficie bajo el forzamiento radiativo del Sol. Una pregunta básica en la ciencia del clima es acerca de la estabilidad de este aire acondicionado sometido a forzamiento variable, más específicamente, del cambio de temperatura de la superficie bajo la duplicación de la concentración de CO2 atmosférico (de 0.028% a 0.056%), descrito como sensibilidad climática. El calor es transportado por la atmósfera en una combinación de termodinámica (convección turbulenta y cambio de fase en evaporación/condensación) y radiación –apenas es 2/3 para la termodinámica y 1/3 para la radiación. La termodinámica implica forzamiento radiativo positivo balanceado mediante la evaporación en bajas latitudes/altitudes, desde un océano cálido que causa que el aire caliente se eleve y se enfríe por expansión, incluyendo al movimiento hacia los polos seguido del forzamiento radiativo negativo balanceado por condensación en altas latitudes/altitudes, balanceado 165 | P a g e por la condensación en altas latitudes/altitudes, causando que el aire frío descienda y se caliente por compresión, cerrando un ciclo termodinámico. Esto se indica en la Figura 1, durante el invierno polar. Figura 1: Termodinámica de la Atmósfera3 2. El Ficticio Efecto de Invernadero El principal mensaje al Mundo y sus líderes en 2007, expresado en el Cuarto Reporte de Evaluación del IPCC (AR4), es una predicción sobre una alarmante sensibilidad climática en el rango 1.5 – 4.5 °C, con un “inmejorable estimado” de 3 °C como resultado del así llamado efecto de invernadero. Se argumenta que la física de este efecto ha sido identificada y científicamente descrita por Fourier (1824) [3], Tyndall (1861) [11] y Arrhenius (1896) [1]. Una inspección de estas fuentes muestra el análisis simplista rudimentario con un modelo simple para la radiación y ninguno para la termodinámica, lo cual constituye el principal mensaje de este capítulo; las matemáticas del efecto de invernadero Fourier-Tyndall-Arrhenius está muerto y nunca estuvo vivo, aunque el mensaje del IPPC es que ha resucitado en una versión moderna atribuida a Manabe y Strickler [8] como radiación con "ajuste de convección". Para confundir la discusión, el “efecto de invernadero” se describe con un doble significado engañoso: Es ambos, el efecto combinado total de la atmósfera sobre la temperatura de la superficie de la Tierra incluyendo ambas, radiación y termodinámica, y, al mismo tiempo, un efecto radiativo hipotético de los “gases con efecto de invernadero”, incluyendo al CO2, pero sin termodinámica. De esta forma, el “efecto de invernadero” se hace real, porque es el efecto total de la atmósfera. La atmósfera –innegablemente– tiene un efecto, un “efecto de atmósfera”, en tanto que al mismo tiempo 166 | P a g e puede ser vinculado al CO2 –actuando, aparentemente, como un poderoso “gas con efecto de invernadero” capaz de causar calentamiento global con un incremento minúsculo de 0.028%. La versión más sencilla del “efecto de invernadero” es descrita por la Ley de Stefan-Boltzmann (LSB) = σT4, la cual aparece en forma diferencial como sigue: Introduciendo valores para y , el resultado obtenido indica una sensibilidad del clima de alrededor de 1 °C por medio de atribuir un “forzamiento radiativo” ficticio de para el doble de CO2. Debido a que se asume que el forzamiento radiativo del Sol no cambia, se supone que el forzamiento radiativo adicional resulta de un cambio desde el “nivel característico de emisión/altitud” hacia un nivel más alto a temperatura más baja, lo cual es causado por una disminución en la radiación que escapa hacia el espacio desde las capas inferiores debido al incremento de la absorción de radiación realizada por el CO2. En este argumento, la radiación saliente se asocia a un gradiente adiabático (disminución de la temperatura con el incremento de la altura) que, supuestamente, es determinado por la termodinámica. Con la “temperatura de emisión característica” a una altura mayor, el perfil de temperatura completo deberá ser movido hacia arriba, causando así el calentamiento del suelo. Este es el punto de inicio del alarmismo climático propagado por el IPCC, una sensibilidad climática básica de 1 °C, la cual luego es exacerbada a 3 °C por varias de las, así llamadas, “retroalimentaciones” positivas. El argumento básico es: Dado que la Ley de Stefan-Boltzmann no puede ser disputada, y dado que el CO2 tiene ciertas propiedades de absorción/emisión de radiación (luz), lo cual puede ser verificado en el laboratorio, el valor inicial de 1 °C es un “hecho físico innegable que no puede ser disputado”. Aún escépticos como Richard Lindzen y Roy Spencer lo aceptan, y si los escépticos creen algo, luego pues debe ser verdadero, ¿correcto? Pero ¡Espere! La ciencia no funciona de esa forma –la ciencia obedece a hechos y argumentos matemáticos lógicos, todo lo cual es la esencia del método científico. Revisemos ahora si el postulado básico de un “efecto de invernadero”, con una sensibilidad climática básica de 1 °C, puede calificar como ciencia. Recuerde: La política del clima sin ciencia del clima legítima es política muerta. 3. Simulación Matemática Del Clima Las matemáticas son el lenguaje y la metodología de la ciencia; en particular, de la ciencia del clima. Las Leyes Físicas se expresan como ecuaciones diferenciales con la forma principal D (u) = F, en donde F 167 | P a g e representa Forzamiento, u representa el estado del sistema correspondiente acoplado con F a través de un operador diferencial D actuando sobre u [D (u)]. Con el valor dado de forzamiento F, el estado correspondiente u puede determinarse resolviendo la ecuación diferencial D (u) = F. Esto es la esencia del método científico. Note usted que la ecuación diferencial D (u) = F describe, usualmente, una relación causa-efecto en el sentido de que el estado del sistema u responde a un forzamiento F dado conocido en un algoritmo de avance (estable). Esto corresponde a poner al caballo adelante del carretón; no al revés, porque entonces se refiere a un algoritmo inverso (inestable) con el estado u conocido y el forzamiento F por conocer. Considere ahora los siguientes esquemas para modelar y simular el clima global: Termodinámica con forzamiento radiativo (ENS con forzamiento de la LSB). Radiación ΔQ ~ 4ΔT, como forma diferencial de la LSB. Radiación ΔQ ~ 4ΔT, combinada con el gradiente adiabático termodinámico. Radiación ΔQ ~ 4ΔT combinada con el gradiente adiabático termodinámico y la retroalimentación. En este esquema, el inciso A es un algoritmo de avance (estable) descrito en la primera sección y que será estudiado más adelante. El inciso B es auto-referencial sin termodinámica. Los incisos C y D representan la aproximación del IPCC como un algoritmo inverso (inestable) de radiación con forzamiento termodinámico asociado a grandes retroalimentaciones positivas potenciales y a la sensibilidad climática. Juntando los esquemas, el esquema A representa un algoritmo de avance estable, compatible con el análisis científico racional, en tanto que los esquemas C y D del IPCC representan un algoritmo inverso inestable, de valor cuestionable. De esta manera tan popular, la sensibilidad climática básica del IPCC de 1 °C es anunciada como la sensibilidad del clima proveniente de un “gas con efecto de invernadero” –la habilidad del CO2 para “atrapar calor”, lo cual se propone para convencer al iletrado. En su forma más elaborada, propuesta para el letrado, se vincula al gradiente adiabático termodinámico y al nivel de emisión característica, con la finalidad de que sea computable para un efecto de forzamiento radiativo adicional sin modificar el forzamiento radiativo total. Ambas formas son enormemente simplistas y no pueden ser descritas como ciencia. Para cumplir con el esquema del inciso A, debemos deshacernos del error común expresado en la cita de Sommerfeld, al inicio de este capítulo, refiriéndose a que la Termodinámica es algo que está más allá de la comprensión de los mortales, en particular, la 2ª Ley. Esta es la razón por la cual los científicos del clima se han enfocado solamente en la radiación, como algo fácil de comprender, retirándose lo más lejos posible de la termodinámica, como si fuese algo que nadie pudiera comprender. Sin embargo, es posible dar a la termodinámica, y a la 2ª Ley, un significado totalmente entendible, como lo muestro en las secciones 4 y 5 de este capítulo, y lo repito más adelante en este mismo texto. Este panorama abre un enfoque racional sobre la dinámica del clima que coincida con el esquema A, termodinámica con forzamiento radiativo. 4. Gradiente Adiabático y Calentamiento/Enfriamiento Global 168 | P a g e Una teoría es la más impresionante cuanto mayor sea la simplicidad de sus premisas, mayor la diversidad de las clases de cosas a las que se refiere, y lo más extenso de su área de aplicabilidad. Esta fue, por lo tanto, la profunda impresión que me causó la termodinámica clásica. Es la única teoría física con contenido universal, de la cual estoy convencido, que nunca será derrocada, dentro del marco de aplicabilidad de sus conceptos básicos. -Albert Einstein La temperatura de cuerpo negro eficaz en la Tierra con atmósfera es −18 °C, la cual se puede asignar a un sistema Trópico-Atmósfera-Océano (TOA) a una altura de 5 km y a un gradiente adiabático de 6.5 °C/km, conectándose a una parcela de la superficie de la Tierra con 15 °C, con un calentamiento total de 5 × 6.5 = 33 °C. El gradiente adiabático determina la temperatura de la superficie dado que la temperatura TOA se determina para el balance de una insolación básicamente constante. ¿Cuál es pues el principal factor que determina el gradiente adiabático? ¿Es la radiación o la termodinámica, o ambos? ¿Es explicado por la radiación, o por la termodinámica, o por ambos? El alarmismo climático apoyado por el IPCC está basado en la conjetura de que la radiación sola asienta un gradiente adiabático inicial de 10 °C/Km, el cual, por ende, en realidad es moderado por la termodinámica hasta un gradiente observado de 6.5 °C/Km. Duplicando la concentración de CO2, incrementaría, entonces, el gradiente adiabático inicial. Con la adición de la retroalimentación positiva, resulta ser lo que el IPCC predijo sobre alcanzar una alarmante sensibilidad climática, o calentamiento global, de 3 °C. Los escépticos del alarmismo climático, como Richard Lindzen y Roy Spencer compran el argumento de un gradiente inicial de 10 °C/Km determinado por la radiación; sin embargo, sugieren que la retroalimentación termodinámica negativa reduce, efectivamente, la sensibilidad al innocuo 0.5 °C. Nosotros argüiremos que un gradiente adiabático inicial de g = 9.81 °C/Km es, en su lugar, determinado por la termodinámica (y no por la radiación) como un estado de equilibrio con transferencia de calor, el cual, pues, en realidad es disminuido por la transferencia de calor termodinámica (convección turbulenta/cambio de fase) a los observados 6.5 °C/Km, con la transferencia de calor equilibrando al forzamiento de calor radiativo. Más CO2 requeriría, entonces, de más transferencia de calor por termodinámica y, de esta manera, a un inminente descenso en el gradiente adiabático, en vez de un incremento. La atmósfera actuaría, entonces, como el agua en una vasija, la cual herviría más vigorosamente, pero no se calentaría más allá del límite correspondiente. Figura 2: La atmósfera mantiene una temperatura de superficie constante bajo forzamiento de calor radiativo progresivo debido al incremento en la evaporación y la convección turbulenta, como ocurre en una olla de agua hirviendo sobre una estufa. 169 | P a g e En suma, si la termodinámica es el principal mecanismo de enfriamiento de la atmósfera, como un aire acondicionado o transportador de calor, entonces el CO2 no causará calentamiento y el alarmismo climático del IPCC colapsará. De esta manera, identificamos una diferencia básica entre transporte de calor atmosférico por radiación (similar a la conducción) y por la termodinámica de la convección/cambio de fase. En los procesos de radiación/conducción, el transporte de calor incrementado se acopla al gradiente adiabático (calentamiento). En los procesos de convección/cambio de fase, el transporte de calor incrementado se acopla a un gradiente adiabático disminuido (enfriamiento). 5. Ecuaciones de Euler Para la Atmósfera. Cada matemático sabe que es imposible comprender un curso elemental de termodinámica. —Matemático Vladimir Arnold Tanto la viscosidad del agua como la del aire es pequeña, en tanto que las dimensiones espaciales del océano y la atmósfera son grandes, lo cual significa que el Número de Reynolds es muy grande (>108), en donde es una velocidad típica, L > 103 m es una escala de longitud, y es una viscosidad determinada. El clima global resulta, entonces, de flujo turbulento con números Reynolds muy elevados, efectivamente, en la forma de soluciones de turbulencia a partir de las ecuaciones de Euler descritas en [4]. Nos enfocamos ahora en la atmósfera y, como modelo, consideramos las ecuaciones de Euler para un gas compresible perfecto ocupando un volumen Ω representando, por ejemplo, a la tropósfera; por simplicidad, aquí lo introducimos sin la fuerza de Coriolis causada por la rotación de la Tierra: Encuentre (ρ, u, T) con ρ = densidad, u = velocidad y T = temperatura, dependiente de x ∈ Ω y t > 0, tal que, para x ∈ Ω and t > 0: , , DuT + RT (1) · u = q, En donde: = = (impulso) (presión) R = Cp – Cv (Cp y Cv son calores específicos a presión constante y a volumen constante, respectivamente), y es la derivada del tiempo material con respecto a la velocidad u con la derivada parcial con respecto al tiempo t, e3 = (0, 0, 1) es la trayectoria de ascenso, g es la aceleración gravitacional y q es una fuente de calor. 170 | P a g e Para el aire, Cp = 1 y . Las ecuaciones de Euler se complementan con valores iniciales para ρ, m y T con t = 0, y la condición de frontera u x n = 0 sobre la frontera de Ω, en donde n es normal de frontera. Asumimos que la fuente de calor q añade energía calorífica a bajas latitudes y alturas, y que sustrae calor a mayores latitudes y alturas (radiación hacia el espacio exterior), incluyendo a la evaporación (sustracción de calor) a baja altura y condensación (adición de calor) a mayor altura. Así pues, consideramos las ecuaciones 3D (tridimensionales) completas de Euler/Navier-Stokes sin simplificación alguna del flujo vertical, tanto en el flujo geostrófico bidimensional, como en la aproximación hidrostática del balance de impulso vertical, considerando lo anterior como una característica demandada para la siguiente generación de modelos climáticos [10], no presente en la generación actual [2]. Esto es importante porque el transporte de calor implica, tanto al flujo horizontal como al vertical, a grandes rasgos, aire ascendente a bajas latitudes y descendente a altas latitudes, combinados con el flujo hacia los polos en altas altitudes y flujo hacia el ecuador en bajas altitudes. 6. Primera y Segunda Leyes de la Termodinámica. … Nadie sabe lo que es la entropía, así es que, si en un debate tú usas este concepto, siempre tendrás una ventaja. (Von Neumann a Shannon) Recordemos la Segunda Ley de la Termodinámica en [5]: – (2) En donde (3) K (t) es la energía cinética total momentánea, P (t) es la energía potencial, E (t) la energía interna y W (t) la velocidad del trabajo, D (t) ≥ 0 es la tasa de disipación turbulenta y Q (t) es la tasa de calor suministrado o forzamiento de calor. El trabajo W es positivo en expansión con r ⋅ u positivo, y negativo en compresión con r ⋅ u negativo (dado que la presión p es positiva). Añadiendo las dos ecuaciones de la 2ª Ley de la Termodinámica, encontramos que el cambio en la energía total (K + P + E) es balanceada por el forzamiento de calor: (4) 171 | P a g e El cual puede ser visto como la conservación de la energía total, para expresar la 1ª Ley de la Termodinámica. Esencialmente, la Termodinámica se refiere a las transformaciones entre la energía térmica E y la suma K + P de las energías cinética y potencial, con la transferencia que es ± (W – D): Cualquiera que sea la ganancia K + P, ésta se pierde en E y viceversa. La 2ª Ley establece los siguientes límites para estas transformaciones: La energía térmica E puede ser transformada en energía cinética o potencial K + P, solo bajo expansión con W > 0, La disipación turbulenta D puede ser transformada en energía cinética o potencial K + P dentro de la energía térmica E, La disipación turbulenta D no puede transformar la energía térmica en energía cinética o potencial K + P porque D ≥ 0. 7. Soluciones Básicas Isotérmicas e Isoentrópicas. Cualquiera que haya tomado un curso de termodinámica sabe muy bien que las matemáticas empleadas para demostrar el teorema de Clasius (2ª Ley) son de un tipo muy especial, teniendo solamente la relación más tenue a eso que se conoce como matemáticos. (Matemático S. Brush). Nosotros identificamos las siguientes soluciones básicas de equilibrio hidrostático, acopladas aquí para una temperatura observada de la superficie de la Tierra de 288 K, asumiendo que Q = 0: – – – (5) En donde (=0.4) y, por lo tanto, expresamos x3 en kilómetros y α denota una constante positiva que será determinada a partir de los datos. 172 | P a g e Figura 3: Perfil de la Temperatura Atmosférica con un gradiente adiabático en la tropósfera de 6.5 °C/Km (NOAA). La primera solución es no turbulenta (isoentrópica), con D = 0 en la 2ª Ley: (6) O en la notación convencional (7) La cual, combinada con el balance hidrostático de la ley de los gases, la cual nos da: y la forma diferenciada pdV + Vdp = RdT (8) Con , que corresponde a la capacidad calorífica del aire seco, obtenemos un gradiente adiabático seco isoentrópico de 10 °C/Km. Con el doble de capacidad calorífica que el aire húmedo saturado, obtenemos un gradiente adiabático isoentrópico húmedo de 5 °C/Km. La segunda solución tiene temperatura constante y caída exponencial de la densidad y la presión, y puede ser asociado con lotes de disipación turbulenta (con ) equilibrando, efectivamente, la temperatura. 173 | P a g e Resumamos las propiedades de las soluciones base, arriba expuestas (con Isotérmica: Máxima disipación turbulenta: Isoentrópica: Mínima disipación turbulenta: ): , . Encontramos soluciones reales entre estos casos extremos, con más o menos y , , con una disminución por altura más rápida que para la solución isoentrópica con y (o, de modo inverso, con un gradiente adiabático menor que 6.5 °C/Km). 8. Termodinámica Básica … La termodinámica es un pantano turbador de obscuridad… un ejemplo primordial para mostrar que los físicos no están exentos de la locura de las multitudes… La afirmación verbal de Clasius sobre la segunda ley no tiene ningún sentido… Todo lo que queda es un mosaico de prohibiciones; un siglo de filósofos y reporteros han aclamado este mandamiento; un siglo de matemáticos se han estremecido y apartado sus ojos de la suciedad… Siete veces, en los últimos treinta años, he tratado de seguir el argumento que ofrece Clausius, y siete veces me ha confundido y exasperado. No puedo explicar porqué no puedo entender. (Físico C. Truesdell) Hemos formulado un modelo básico de la atmósfera actuando como un aire acondicionado o como un refrigerador mediante el traslado de energía térmica desde la superficie de la Tierra hasta el tope de la atmósfera en un proceso cíclico termodinámico con forzamiento radiativo y gravitacional consistente de: aire caliente ascendente, expandiéndose y enfriándose por forzamiento radiativo causado por altitud y latitud bajas, aire enfriado descendente, comprimiéndose y calentándose por radiación saliente causada por la altitud y latitud altas, combinadas con la evaporación de baja altitud y condensación de alta altitud. El modelo es compatible con la observación y sugiere que el gradiente adiabático y la temperatura de la superficie son determinados, principalmente, por la termodinámica y no por la radiación. La termodinámica de un refrigerador común requiere de un compresor, el cual, en el caso de una atmósfera es substituido por la gravedad, causando compresión del aire descendente. 9. Datos Básicos. Tú puedes engañar a toda la gente alguna vez, y a algunas personas de esa gente todo el tiempo; sin embargo, tú no puedes engañar a toda la gente todo el tiempo. (Abraham Lincoln) Hemos reunido los siguientes datos observados correspondientes a la primera mitad del ciclo descrito anteriormente: Velocidad ascendente promedio = 0.01 m/s, 174 | P a g e Figura 4: Balance de la Energía de la Tierra (NASA, Centro de Datos de la Ciencia Atmosférica). Densidad promedio = 0.06 Kg/m3, Altitud promedio de TOA = 5,000 Km, , absorbidos por la superficie de la Tierra con 60 W atribuidos a radiación, y 120 W atribuidos a termodinámica, con 100 W a la evaporación y 20 W a la convección. á ° . Evaporación 4 cm/día Calor de evaporación del agua: 2200 KJ/Kg. Gradiente de disipación turbulenta: 0.002 W/Kg Para el movimiento ascendente de una columna de aire sobre un metro cuadrado de la superficie tenemos, , Cambio de fase: Lo cual es compatible con – El gradiente adiabático observado de 6.5 °C/Km puede considerase como haberse obtenido por el gradiente adiabático seco de 9.8 °C/Km mediante un proceso combinado de cambio de fase y disipación turbulenta, reduciendo eficazmente la caída de la temperatura con la altitud. La transferencia de energía 175 | P a g e en este proceso ( , con 100 – 110 W para la evaporación, y para la turbulencia) es más o menos igual al forzamiento de calor adjudicado a termodinámica (= 120 W). Luego pues, incrementar la transferencia de calor corresponde al gradiente adiabático sin incrementarse y sin calentarse; esto es el principal mensaje de nuestro análisis. El gradiente adiabático observado de 6.5 °C/Km es mayor que el gradiente adiabático atenuado de 5 °C/Km, lo cual causa la inversión inestable de aire caliente ascendente y la disipación adiabática. 10. Gradiente Adiabático versus Forzamiento Radiativo. Si el gradiente adiabático es L, entonces computación en párrafos anteriores, el resultado es combinado con – , de acuerdo con la . Si Q se incrementa, entonces L disminuirá, si Ṗ permanece constante; sin embargo, si se incrementa más rápidamente que Q, entonces L podría incrementarse. Podría esperarse que el incremento de Q resulte en un incremento de Ṗ mediante el incremento de la velocidad de convección vertical; sin embargo, causaría un decremento al incrementar el cambio de faso por evaporación o por condensación. ¿Cuál efecto dominará, la convección o el cambio de fase? Los cómputos con una respuesta vienen en camino… Hasta entonces, notamos que, fuera de los 120 W/m2 del forzamiento de calor radiativo, una gran parte de, digamos, 100 W pueden adjudicarse al cambio de fase, lo cual da como resultado que el cambio de fase tenga una posibilidad mayor de competir con la convección… 11. Resumen: La Atmósfera es como un Aire Acondicionado. Un buen número de veces he estado presente en reuniones con gente que, por los estándares de la cultura tradicional, son considerados como altamente educados y con considerable gusto por expresar su incredulidad ante el analfabetismo de los científicos. Una o dos veces me he sentido animado y he preguntado a mis acompañantes cuántos de ellos podrían describir la Segunda Ley de la Termodinámica. La respuesta ha sido fría: También, ha sido negativa. (C. P. Snow en 1959, Repitiendo la Conferencia titulada Las dos Culturas y la Revolución Científica). Procedamos ahora a resumir la experiencia de nuestro análisis. Hemos visto que la atmósfera actúa como un aire acondicionado termodinámico, transportando energía térmica desde la superficie de la Tierra hacia un TOA sometido a forzamiento de calor radiativo. Partiremos desde un estado de equilibrio estable isoentrópico, con un gradiente adiabático de 9.8 °C/Km con forzamiento de calor igual a cero; descubrimos el siguiente escenario para la respuesta del aire acondicionado sometido a un forzamiento de calor en incremento: 1. El incremento del forzamiento de calor de la superficie del Océano en bajas latitudes es balanceado por el incremento de la evaporación, 2. El incremento de la evaporación incrementa la capacidad calorífica, la cual disminuye el gradiente adiabático por humedad, 3. Si el gradiente adiabático real es mayor que el gradiente adiabático por humedad real, entonces, se activa la inversión convectiva inestable, 176 | P a g e 4. La inversión convectiva inestable causa convección turbulenta con incremento de transferencia de calor. El aire acondicionado atmosférico puede, así, responder al incremento del forzamiento de calor mediante (i) evaporación incrementada que hace decrecer al gradiente adiabático por humedad, combinado con (ii) convección turbulenta incrementada, si el gradiente adiabático real es mayor que el gradiente adiabático por humedad. Así es como funciona el agua hirviendo en una olla, la cual reacciona ante el incremento de calor. Si alguien le hace notar que su teoría del universo favorita no concuerda con las ecuaciones de Maxwell, entonces, tanto peor será para las ecuaciones de Maxwell. Si se comprueba que la observación las contradice, bien, esos experimentalistas ocasionalmente arruinan las cosas. Pero si se comprueba que su teoría va contra la segunda ley de la termodinámica, no le doy esperanza alguna; nada le depara más que el colapso en la más profunda humillación. (Sir Arthur Stanley Eddington en La Naturaleza del Mundo Físico, 1915) Referencias [1] S. Arrhenius, On the Influence of Carbonic Acid in the Air upon the Temperature of the Ground, Philosophical Magazine and Journal of Science Series 5, Volume 41, April 1896, pages 237-276. [2] D. Frierson, Climate Models, http://courses.washington.edu/pcc587/notes/5879.pdf [3] J. Fourier, General remarks on the temperature of the earth and outer space. American Journal of Science. 32, 1-20 (1837) by Ebeneser Burgess. English translation of ”Remarques g´en´erales sur les temp´eratures du globe terrestre et des espaces plan´etaires.” Annales de Chimie et de Physique. (Paris) 2nd ser., 27, 136-67 (1824), by Jean-Baptiste Joseph Fourier. [4] J. Hoffman and C. Johnson, Computational Turbulent Incompressible Flow, Springer, 2007. [5] J. Hoffman and C. Johnson, Computational Thermodynamics, http://www.nada.kth.se/cgjoh/ambsthermo.pdf [6] C. Johnson, Mathematical Simulation Technology, http://www.nada.kth.se/cgjoh/preview/bodysoul.pdf [7] C. Johnson, Computational Blackbody Radiation, this book. [8] S. Manabe and R. Strickler, Thermal equilibrium of the atmosphere with convective adjustment, Journal of The Atmospheric Sciences, Vol 21, July 1964, 361-384. [9] H. Osawa, A. Ohmura, R. D. Lorenz, T. Pujol, The Second Law of Thermodynamics and the Gobal Climate System: A Review of the Maximum Entropy Production Principle, Reviews of Geophysics, 41, 4 1018, 2003. [10] J. Slingo et al, Developing the next generation climate systems models: challenges and achievements, Phil. Trans. R. Soc. A 2009 367, 815-831, doi: 10.1098/rsta.2008.0207. [11] J. Tyndall, On the Absorption and Radiation of Heat by Gases and Vapors, and on the Physical Connection of Radiation, Absorption, Conduction. The Bakerian Lecture, The London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science, Series 4, Vol. 22, pp. 169-194, 273-285, 1861. 177 | P a g e Capítulo 19 Radiación de Cuerpo Negro Computacional by Claes Johnson Radiación de Cuerpo Negro Todos estos cincuenta años de conscientes cavilaciones no me han acercado más a la respuesta a la pregunta “¿Qué son los cuantos de luz?” En la actualidad, cualquier Fulano, Zutano o Perengano piensa que lo sabe, pero está equivocado. -Albert Einstein (1954). La Dualidad Onda-Partícula y la Física Moderna LAS ECUACIONES DE MAXWELL REPRESENTAN la culminación de la ciencia fisicomatemática clásica desde el momento que ofrece una formulación matemática para todos los fenómenos electromagnéticos, incluyendo la propagación de la luz y la radiación en forma de ondas electromagnéticas. Sin embargo, como en una Tragedia Griega, el éxito de las ecuaciones de Maxwell pavimentó el camino al colapso de la física matemática clásica y elevó a la física moderna, basada en un concepto de dualidad onda-partícula –con la resurrección de la antigua idea de la naturaleza de la luz de Newton, quien la idealizaba como una corriente de partículas de luz, o fotones, combinada, en su versión moderna, con estadística. No obstante, elevar la dualidad onda-partícula al nivel de un principio físico es una contradicción encubierta1, 2, 3. Como humilde ser humano con raciocinio, usted podría, algunas veces, actuar como tonto, pero aquí, la dualidad puede ser llamada esquizofrenia, y la ciencia esquizofrénica es ciencia loca –representada actualmente por el alarmismo climático del CO2, el cual, a final de cuentas, está basado en la visión que se tiene sobre la radiación como corrientes de partículas. El propósito de este capítulo es mostrar que la estadística de partículas puede ser reemplazada por la mecánica de onda computacional determinista de precisión finita. De esta manera, buscamos abrir una puerta a la restauración de la razón en la física –incluyendo a la física del clima- sin la contradictoria dualidad onda-partícula. 1 Considero altamente probable que la física no puede basarse en el concepto de campo, esto es, sobre estructuras continuas. En ese caso, nada permanece en mi castillo en el aire completo, incluyendo la teoría de la gravedad, y del resto de la física. –Albert Einstein (1954) 178 | P a g e 2 Lo que quise decir fue justamente lo siguiente: en las circunstancias actuales, la única profesión que yo elegiría sería aquella en donde ganarse la vida no dependiera en absoluto de la búsqueda de conocimiento. –Última carta de Albert Einstein a Max Born, el 17 de enero de 1955, poco tiempo antes de su muerte el 18 de abril, refiriéndose, probablemente, a la interpretación estadística de Born sobre la mecánica cuántica. 3 Schroedinger, Interpretación de la Física Cuántica, Ox Bow Press, Woodbridge, CN, 1995: Lo que observamos como cuerpos materiales y fuerzas no son otra cosa sino formas y variaciones en la estructura del espacio. Las partículas son simplemente shaumkommen (apariencias)… … permítaseme decir, en primer lugar, que en este discurso estoy oponiéndome, no unos pocos argumentos que la física cuántica mantiene hoy (1950); estoy oponiéndome a ella como un todo, estoy oponiéndome a sus puntos de vista básicos que fueron estructurados hace 25 años, cuando Max Born avanzó su interpretación probabilística, la cual fue aceptada por casi todo el mundo. Alarmismo Climático, Efecto de Invernadero y Retro-Radiación. El objetivo particular de es demostrar que el “efecto de invernadero” del alarmismo climático que se ostenta como derivado de la “retro-radiación” de las corrientes de fotones, de acuerdo a lo que muestra la NASA en la figura 4, es ficción pura, sin un real significado físico. Esto elimina a una fuente principal de energía que estorba al alarmismo climático, en el sentido de que varias retroalimentaciones tendrán qué empezar de cero, en vez de crear calentamiento alarmante debido a la radiación sola. Primero damos una descripción popular de ciencia en palabras y, luego, usando fórmulas matemáticas. Para expresar la física en términos precisos es necesario usar el lenguaje de las matemáticas, pero las ideas principales pueden captarse en lenguaje ordinario –lo cual conduce a la comprensión. Las dos formas de expresión se complementan mutuamente. En particular, encontraremos que el término “retro-radiación”, que puede ser contemplado sin matemáticas, revela su naturaleza inestable al ser expresado matemáticamente, lo cual lo expone como un fenómeno ilusorio, ficticio y no físico. Encontraremos que eso representa la misma forma de ficción que una burbuja económica en términos reales de economía –los valores ficticios sin substancia real estimulados por un flujo de papel moneda circulante auto-propulsado. Radiación de Cuerpo Negro en Lenguaje ordinario Un cuerpo negro actúa como un transformador de la radiación; absorbe radiación de alta frecuencia y emite radiación de baja frecuencia. La temperatura de un cuerpo negro determina una frecuencia de corte (frecuencia de punto límite) de la emisión, la cual se incrementa linealmente con la temperatura. Cuanto más cálido es un cuerpo negro, tantas más altas frecuencias podrá él emitir y emitirá. Si bien, todas las frecuencias son absorbidas, solamente se emiten las frecuencias por debajo de la frecuencia de corte. De esta forma, un cuerpo negro puede ser visto como un sistema de resonadores con diferentes frecuencias Eigen que son excitados por la radiación de ingreso y que, luego, emiten radiación. Un cuerpo negro ideal absorbe toda la radiación de ingreso y re-emite toda la radiación absorbida con frecuencias por debajo de la frecuencia de corte. La conservación de la energía requiere frecuencias absorbidas por encima del corte para ser, de alguna manera, almacenadas, más precisamente, como energía térmica –incrementando, así, la temperatura del cuerpo negro. 179 | P a g e A manera de un transformador de energía, un cuerpo negro actúa en una forma muy simple: Absorbe toda la radiación, emite las frecuencias por debajo del corte y usa las frecuencias absorbidas por debajo del corte para incrementar su temperatura. De esta forma, un cuerpo negro actúa como un semiconductor, transmitiendo solamente las frecuencias por debajo del corte y transforma a las frecuencias coherentes por debajo del corte en calor, en la forma de un ruido de alta frecuencia incoherente. Aquí, distinguimos entre las ondas electromagnéticas coherentes de diferentes frecuencias, organizadas en forma de radiación o de luz, y vibraciones incoherentes de alta frecuencia, o ruido, percibido como calor. Un cuerpo negro absorbe y emite frecuencias por debajo del corte sin calentarse, en tanto que las frecuencias por encima del corte absorbidas no son emitidas, sino que, en vez de eso, son almacenadas como energía térmica –incrementando su temperatura. Un cuerpo negro es como un amplificador con un rango de frecuencias restringido, o filtro paso bajo, que re-emite/amplifica las frecuencias por debajo de una frecuencia de corte y amortigua las frecuencias por encima del corte convirtiendo en calor la energía amortiguada. Un cuerpo negro actúa como un censor que extrae por filtración la información coherente (peligrosa) de alta frecuencia mediante su transformación en ruido incoherente (innocua). El IPCC actúa como un cuerpo negro al eliminar por filtración la información crítica coherente –transformándola en disparates incoherentes percibidos como calentamiento global de extremo peligro. El incremento de la frecuencia de corte con la temperatura puede entenderse como una habilidad en incremento para emitir ondas coherentes junto con la temperatura, o excitación, en incremento, es decir, la amplitud de onda. A bajas temperaturas, las ondas de una amplitud pequeña no pueden transportar una señal aguda. Es lo mismo que hablar a -40 °C con los labios muy apretados. También podemos comparar este mecanismo con una situación común en el salón de clases, en donde un emocionado profesor, con alta temperatura, emite información en un rango de frecuencias, de baja (material simple) a alta (material difícil), que los alumnos absorben, re-emiten y repiten –por debajo de cierta frecuencia de corte, no obstante los alumnos son incapaces de emitir/repetir las frecuencias por encima del corte, las cuales son aplicadas para incrementar la temperatura o frustración/interés de los alumnos. La temperatura de la clase nunca puede exceder a la temperatura del maestro porque toda la información coherente se origina en él. El maestro y los estudiantes se conectan en una vía de comunicación en dos sentidos con un flujo de información coherente en un solo sentido4. El resultado neto es que un cuerpo negro caliente puede calentar a un cuerpo negro frío, pero no en sentido opuesto. Un maestro puede enseñar a un estudiante, pero no en sentido opuesto 5. El cálido Sol calienta a la Tierra; sin embargo, la Tierra no calienta al Sol. La superficie caliente de la Tierra puede calentar a una capa atmosférica fría, pero una atmósfera fría no puede calentar a la superficie caliente de la Tierra. Un cuerpo negro se calienta solamente por las frecuencias en las cuales él no puede emitir, las cuales son almacenadas como energía térmica. 180 | P a g e La “retro-radiación” desde la atmósfera hacia la Tierra no existe. El “efecto de invernadero” por “retro-radiación” no existe. La Figura 4, difundida por la NASA, exhibe una ficticia radiación recirculante intangible, con una superficie de la Tierra emitiendo 117%, en tanto que solo absorbe el 48% de la energía solar. 4 Nota del Editor: Aquí, el profesor se mofa un poco a costa nuestra, los estudiantes. Pero lo perdonamos porque él está en lo correcto. 5 Op cit. Ya veremos que la razón de ser de la recirculación de la energía es intangible porque es inestable. La inestabilidad es de la misma naturaleza que la de una economía con gravámenes de entrada que se aproximan al 100%, o a una tasa de interés aproximándose a 0%, o a beneficios sin límites por incrementar los gravámenes sin límite alguno. Una economía con dinero ficticio, circulando con velocidad creciente, crea burbujas financieras que revientan tarde o temprano debido a la inestabilidad inherente, tal como lo hemos testificado en años recientes. Una atmósfera con radiación recirculante sería inestable y, en consecuencia, no puede persistir durante mucho tiempo. La “retro-radiación” no existe por la misma razón que la “retro-conducción” o la “retro-difusión” no existen, específicamente, por razón de la inestabilidad. La “retro-difusión” correspondería a la restauración de una imagen borrosa, difusa por medio de Photoshop, sobre lo cual usted puede convencerse fácilmente de que es imposible. Tome una fotografía nítida y difumínela (blurring); luego, trate de restaurarla mediante la función “afinar” (sharpening) – usted descubrirá que eso no funciona debido a la inestabilidad. Difuminar o desdibujar destruye los detalles finos, cuya recuperación es imposible. Difuminar o desdibujar es como tomar valores promedio de muestras de datos individuales; las muestras de datos individuales no pueden recuperarse a partir de los valores promedio. Se pueden mezclar leche y café mediante batido o meneado, pero es imposible separar la leche del café en la mezcla mediante “des-batido” o “des-meneado”. El calor radiante puede transmitirse por ondas electromagnéticas desde un cuerpo negro caliente hacia un cuerpo negro más frío, pero no desde uno frío a uno caliente; luego pues, tenemos una trayectoria de la energía térmica en un solo sentido, en tanto que las ondas electromagnéticas se propagan en ambas direcciones. De esta forma, distinguimos la propagación de ondas en doble vía y la propagación de energía térmica en un solo sentido mediante ondas. Un cuerpo frío puede calentarse al absorber o consumir altas frecuencias, ondas coherentes de alta temperatura en un proceso catabólico de destrucción de ondas coherentes para generar energía térmica incoherente. Un cuerpo caliente no puede calentarse absorbiendo o consumiendo ondas de baja frecuencia de baja temperatura porque el catabolismo implica destrucción de la estructura. El anabolismo construye estructuras; no obstante, un cuerpo negro solamente es capaz de realizar catabolismo destructivo (el metabolismo de una célula consiste en catabolismo destructivo y anabolismo constructivo). Se supone que la naturaleza especular de la luz con frecuencia v en forma de una corriente de fotones con energía , con la constante de Planck , es motivada por el modelo del efecto fotoeléctrico de Einstein6 (percibido como imposible de explicar7, 8), asumiendo que la luz es un fenómeno de onda 181 | P a g e electromagnética que satisface las ecuaciones de Maxwell. La idea de la luz en forma de cuantos de energía de tamaño fue introducida por Planck9 en “un acto desesperado” por explicar la energía de radiación emitida por un cuerpo negro cuya función de frecuencia a temperatura , por unidad de frecuencia, área de superficie, ángulo sólido de frente y tiempo: Con el factor de corte de alta frecuencia: En donde c es la velocidad de la luz en el vacío, k es la constante de Boltzmann, con ( , ) ≈ 0 para , digamos, y ( , ) ≈ 1para . Dado que , ello significa, efectivamente, que solamente serán emitidas las frecuencias , lo cual concuerda con la experiencia común de que una superficie negra que se calienta con luz solar de alta frecuencia no brillará como el Sol por sí misma, sino que solamente irradiará bajas frecuencias. Nos referimos a como la frecuencia de corte, en el sentido de que las frecuencias serán irradiadas con sujeción a fuerte humedad. Vemos que la frecuencia de corte asciende con , lo cual constituye la Ley de desplazamiento de Wien. En la figura 1, tome en cuenta que el corte se desplaza a una frecuencia más alta con temperatura más alta, de acuerdo con la Ley de desplazamiento de Wien. 6 Einstein, A., On a Heuristic Point of View Toward the Emission and Transformation of Light, Ann. Phys. 17, 132, 1905. 7 Si un científico dice que algo es posible casi seguramente está en lo cierto; pero, si dice que es imposible, seguramente está equivocado. —Arthur C. Clarke 8 Thomas Kuhn, Teoría del Cuerpo Negro y Discontinuidad Cuántica. 1894-1912, Oxford University Press. 1978. 9 Max Planck. Octavo Congreso sobre Física Teórica, Quinta Conferencia: Radiación Térmica y Teoría Electrodinámica. Leipzig, 1910. 182 | P a g e Figura 1: Energía Radiante versus Longitud de Onda/Frecuencia a Diferentes Temperaturas de un cuerpo negro radiante. El término cuerpo negro es usado, convencionalmente, para describir un objeto idealizado que absorbe toda la radiación electromagnética incidiendo sobre él, de ahí que aparente ser de color negro. El siguiente análisis revelará algo de la verdad conveniente de un cuerpo negro, como la Tierra, irradiando luz infrarroja mientras absorbe luz solar –principalmente, en el espectro visible. Es importante notar que la constante es bastante pequeña: Con y c ≈ 3 x 108 m/s, tenemos que . En particular, incluyendo al espectro ultravioleta, una condición que encontraremos más adelante. si , Al integrar y sumar las frecuencias en la radiación de Planck (1), obtenemos la Ley de StefanBoltzmann estableciendo que la energía radiada total R(T) por unidad de área de superficie, emitida por un cuerpo negro, es proporcional a : (3) En donde es la constante de Stefan Boltzmann. Por otra parte, la Ley de la Radiación de Rayleigh-Jeans , sin el factor de corte, resulta en una “catástrofe ultravioleta” con energía irradiada total infinita, dado que: , tal que . La Ley de Stefan Boltzmann cumple, razonablemente bien, con la observación, en tanto que la Ley de Rayleigh-Jeans conduce a un absurdo –y por lo tanto debe, de algún modo, ser incorrecta. La Ley de Rayleigh-Jeans se derivó de ver a la luz como ondas electromagnéticas gobernadas por las ecuaciones de Maxwell, las cuales forzaron a Planck, en su “acto de desesperación” a abandonar el modelo de onda para reemplazarlo con estadística “cuántica” –Considerando a la luz como una corriente de partículas o fotones. Sin embargo, el costo científico de abandonar el modelo de onda es muy alto, y ahora 183 | P a g e presentamos una vía alternativa para evitar la catástrofe al modificar el modelo de onda mediante precisión finita computacional, en lugar de recurrir a las estadísticas de partícula. Figura 2: La Catástrofe Ultravioleta10 Vamos a ver que el cálculo de precisión finita introduce una alta frecuencia de corte en la esencia del modelo computacional de precisión finita para la termodinámica11. El precio científico de recurrir a la mecánica estadística es alto, como fue reconocido, claramente, por Planck y Einstein, porque la conjetura de la mecánica estadística, con juegos de ruleta microscópicos, parece ambas cosas, ilógica, científicamente, e imposible de verificar experimentalmente. Así, la mecánica estadística corre el riesgo de representar a la pseudociencia debido a las obvias dificultades existentes que impiden comprobar las hipótesis fundamentales. El propósito de esta nota es presentar una alternativa a las estadísticas de partículas de radiación de cuerpo negro basada en el cálculo de precisión finita determinista en forma de General Galerkin G212 13. Observar fotones individuales como “partículas”, sin carga y sin masa, parece imposible, tanto que la realidad física de los fotones ha permanecido como hipótesis, ocupada para explicar la radiación de cuerpo negro y el efecto fotoeléctrico. Si las explicaciones pueden ser dadas para la mecánica de onda, entonces, tanto la contradicción de la dualidad onda-partícula como la vaguedad de la mecánica estadística pueden evitarse, cumpliendo, así, un sueño del ya extinto Einstein i, ii. 10 Planck sobre la catástrofe ultravioleta en 1900: …el procedimiento completo fue un acto de desesperación porque una interpretación teórica debe ser encontrada a cualquier precio, no importa cuán alto pueda ser… también el cuanto de acción fue una cantidad ficticia, por lo tanto, la deducción completa de la ley de la radiación fue una ilusión representando solamente un juego vacío sobre fórmulas de nulo significado, o la derivación de la ley de la radiación estuvo basada en el concepto físico del sonido. Planck en 1909: Mecánicamente, la tarea parece imposible, y solamente habrá que acostumbrarnos a ello (cuantos). 11 J. Hoffman and C. Johnson, Computational Thermodynamics. http://www.nada.kth.se/cgjoh/ambsthermo.pdf 184 | P a g e El Enigma El enigma básico de la radiación de cuerpo negro puede darse a través de diferentes formulaciones: ¿Por qué un cuerpo negro es negro (invisible), emitiendo radiación infrarroja cuando es “iluminado” por luz correspondiente al espectro visible? ¿Por qué la transferencia de calor radiativa entre dos cuerpos es dirigida siempre del cuerpo más caliente al más frío? ¿Cómo puede la radiación de alta frecuencia convertirse en energía térmica? ¿Por qué la energía térmica se transforma en radiación de una cierta frecuencia solamente si la temperatura es lo suficientemente alta? Encontraremos la respuesta a través del análisis de la resonancia en un sistema de osciladores (moléculas oscilatorias/cargas): La radiación entrante es absorbida por resonancia; La radiación entrante que fue absorbida es emitida como radiación saliente, o es almacenada como energía térmica interna; La radiación saliente tiene un espectro de frecuencia para , asumiendo que todas las frecuencias tienen la misma temperatura , con un corte de cero para ; Las frecuencias entrante por debajo del corte son emitidas; Las frecuencias de entrada por encima del corte son almacenadas como energía interna térmica. Ondas versus Partículas en la Ciencia del Clima Encontraremos respuestas a estas preguntas usando un modelo de onda en donde podamos separar la propagación de ondas y la propagación de energía térmica en forma de ondas. Esto permite la propagación de ondas en dos sentidos y la propagación de energía térmica en un solo sentido. En un modelo de partícula, esta separación es imposible debido a que la energía térmica está ligada a las partículas. La visualización de la radiación como una corriente de partículas conduce a una idea de “retroradiación” con dos vías de propagación de la energía térmica transportada por una transferencia de partículas en dos sentidos. Consideramos que tal propagación en dos sentidos es inestable porque requiere de cancelación, y la cancelación en flujos masivos de energía térmica en dos sentidos es inestable ante pequeñas perturbaciones y por lo tanto es no física. Encontramos que la supuesta base científica del alarmismo climático es inestable y, por lo tanto, colapsará bajo las perturbaciones, aún las consideradas como pequeñas perturbaciones, con el Climategate representando a una perturbación, la cual es más bien grande, no pequeña… 12 J. Hoffman and C. Johnson. Computation Turbulent Incompressible Flow. Springer. 2008. J. Hoffman and C. Johnson, Computational Thermodynamics, http://www.nada.kth.se/cgjoh/ambsthermo.pdf 13 185 | P a g e Ecuación de Onda con Radiación Ni hay saltos cuánticos, ni hay, en absoluto, partículas. -Físico Heinz–Dieter Zeh14 Modelo Básico de Radiación De manera simple, consideremos la ecuación de onda con radiación en un espacio unidimensional con periodicidad hipotética. Encuentre que tal que: En donde son coordenadas espacio-tiempo, modela el forzamiento en forma de ondas entrantes, y el término modela la radiación saliente con como pequeña constante. Este modelo, en concordancia con Planck15, antes del colapso de la estadística de los cuantos, describe una cadena continua de cargas vibratorias absorbiendo energía con forzamiento , de intensidad , e irradiando energía de intensidad . El término correspondiente a la radiación toma la forma – , en donde representa al campo eléctrico generado por una carga oscilatoria en la posición con aceleración . Balance Básico de la Energía Multiplicando la fórmula (4) por , e integrando, por partes, sobre un período espacial, obtenemos: Que puede ser escrita como (5) En donde energía térmica, y irradiada, respectivamente, con la diferencia (6) es la energía interna contemplada como es la energía absorbida e dirigiendo cambios en la energía interna E. Si la onda entrante es una onda emitida, entonces que: , con amplitud U, entonces tendremos (8) 14 H.D. Zeh, Physics Letters. A 172, 189-192, 1993. Max Planck, Acht Vorlesungen über Theoretische Physik, Füfte Vorlesung: Wärmestrahlung und Elektrodynamische Theorie, Leipzig, 1910. 15 186 | P a g e Con como la energía de la radiación entrante y R la saliente. Concluimos que si , entonces , esto es, con la finalidad de que la energía sea almacenada como energía interna térmica, se requiere que la radiación entrante sea mayor que la saliente. Efectivamente, esto es lo que se espera de la ley de la conservación de la energía. También puede contemplarse como una Segunda Ley de la Radiación, estableciendo que la transferencia de calor por radiación solamente es posible de lo más caliente a lo más frío. Más adelante veremos esta ley expresada en forma diferente, con mayor precisión. Ley de la Radiación de Rayleigh-Jeans Sin embargo, el concepto de cuantos de luz localizados, del cual Einstein dedujo su ecuación, debe ser considerado como lejos de estar establecido. Ya sea que el mecanismo de interacción entre las ondas del éter y los electrones tenga su sede en las condiciones desconocidas y en las leyes imperantes en el átomo, o que sea para mirarse primariamente dentro del concepto esencialmente corpuscular de la energía radiante de Thomson-Planck-Einstein, es la incertidumbre todo-absorbente que se mantiene sobre todas las fronteras de la Física moderna. —Robert A. Millikan16 Análisis Espectral de la Radiación Demostraremos que la ley de la radiación de Rayleigh-Jeans, es una consecuencia directa del término de la radiación de la forma – , asumiendo que todas las frecuencias tienen la misma temperatura T. Esto es elemental. También demostraremos que si la intensidad del forzamiento f, en el modelo de la fórmula (4), tiene un espectro Rayleigh-Jeans , y, por lo tanto, tiene la correspondiente energía de la radiación . Más específicamente, demostraremos, como resultado principal, que (9) (la barra indica integración en tiempo). Esto es menos elemental y los resultados desde un fenómeno bastante sutil de resonancia por cercanía. Para comprobar esto, haremos primero una descomposición espectral en x, asumiendo periodicidad con período 2π: (10) Dentro de un conjunto de osciladores en línea amortiguados con: 16 Robert A Millikan. The electron and the light-quanta from the experimental point of view. Conferencia Nobel. 23 de Mayo de 1923. 187 | P a g e Enseguida, usamos la transformada de Fourier en t, Para obtener, asumiendo que puede ser reemplazado por – , Tenemos, mediante la fórmula de Parseval, que: En donde empleamos el cambio de variable integral ~ para indicar proporcionalidad (con una constante cercana a 1). , y ocultamos constantes usando Ahora, asumamos que para , lo cual significa que las frecuencias ω con – contribuyen, más o menos, igualmente a la frecuencia υ, debido a que el término correspondiente a la resonancia – es luego dominado por el término , correspondiente a la radiación. Esto significa que el término radiación actúa como difusión difuminando, eficazmente, la lectura-ω del forzamiento . Con este supuesto obtenemos: Esto es, , (11) En donde Rv = Rv (Tv) es la intensidad de la onda irradiada con frecuencia v; de esta manera, vemos a como la temperatura a la frecuencia correspondiente. De la formula (11), obtenemos: (12) con La cual es la Ley de Rayleigh-jeans. Adicionalmente, si para todas las frecuencias υ. 188 | P a g e , entonces, también Podemos notar que la constante de proporcionalidad en , independiente de γ y υ, lo cual refleja que la cadena tiene una cierta absorptividad (mayor o igual que su emisividad). Sumando sobre todas las frecuencias obtenemos: , (13) Es decir, la intensidad de la radiación total saliente R es proporcional a la intensidad de la radiación entrante, medida por , tal que . Esto lo resumimos en el Teorema 1. Teorema 1 La radiación del oscilador amortiguado (10) con forzamiento después de la suma, a . . En particular, si , entonces satisface a ; o, , con Radiación de la Resonancia por Cercanía Hemos visto la radiación resultante del forzamiento mediante un fenómeno de resonancia por cercanía en un oscilador amortiguado de la forma: (14) En donde el forzamiento es balanceado por la dinámica del oscilador y el radiador , con un efecto de amortiguamiento disipador (teniendo que ). En el caso de un amortiguamiento grande con , es balanceado, principalmente, por el radiador, esto es, con el resultado .Podemos ver que, en este caso, está en fase con el forzamiento , y que existe poca resonancia con respecto al oscilador. Enseguida, consideremos el caso con amortiguamiento pequeño y, por lo tanto, resonancia por cercanía. La relación nos dice que, en este caso, está balanceado por la dinámica de ambos, el oscilador y el radiador, con en-fase y, consecuentemente, fuera de fase. Esto debe ser así porque, de otra manera, entonces ≈ , con en fase, lo cual se opondría a . Absorción versus Emisión En el modelo de onda (4), asociamos el término – con la radiación, pero si solamente leemos la ecuación, únicamente veremos un término disipativo absorbiendo energía sin información acerca de cómo es dispensada esta energía; por ejemplo, para ser irradiada lejos. De esta manera, el modelo describe absorción por la cadena vibratoria sometida a forzamiento y, como ya se ha descrito, el proceso de emisión desde la cadena vibratoria. 189 | P a g e Sin embargo, si intercambiamos los roles de f y – , considerando a – como ingreso, entonces podemos ver que f es una onda emitida, la cual puede actuar como forzamiento sobre otro sistema. Por lo tanto, para frecuencias con << 1, tendremos: Con la emisión resultante exacerbada por la resonancia, como en una amplificación resonante de un instrumento musical (por ejemplo, el cuerpo de una guitarra). En ambos casos, la relación expresa lo siguiente: La energía de la radiación entrante absorbida es igual a la radiación saliente (emitida). Ley de la Radiación de Planck ¿Sería imposible reemplazar la hipótesis de los cuantos de luz por alguna otra conjetura que también cumpliera con el fenómeno observado? Si es necesario modificar los elementos de la teoría, ¿no sería posible retener, cuando menos, las ecuaciones para la propagación de la radiación y concebir solamente los procesos elementales de emisión y absorción diferentemente a como han sido concebidos hasta ahora? -Albert Einstein El Corte de Alejandro por Planck La Ley de Rayleigh-Jeans conduce a una “catástrofe ultravioleta” porque, sin alguna forma de restricción para las altas frecuencias, la radiación neta sería ilimitada. De esta manera, la mecánica de onda clásica parece conducir a un absurdo, el cual debe ser resuelto de una forma u otra. En un “acto de desesperación”, Planck escapó de la catástrofe al cortar el Nudo Gordiano –mediante el simple reemplazo de la mecánica de ondas clásica con una mecánica estadística novedosa en la cual se asumía que las altas frecuencias eran raras; “tenía qué encontrarse una interpretación a cualquier precio, no importa qué tan alto pueda ser…” Es como patear a un buen caballo viejo, que ha servido en muchas tareas, solo por tener la tendencia a “ir al infinito” con algo de estímulo, para luego reemplazarlo con un caballo salvaje joven, al cual usted no entiende y no puede controlar. El precio de tirar la mecánica de ondas clásica es muy alto y, así, es natural preguntar si esto es realmente necesario. ¿Podemos concebir una forma de mecánica clásica sin la catástrofe ultravioleta? ¿Puede un corte de altas frecuencias realizarse sin un corte Gordiano? Nosotros creemos que sí es posible y altamente deseable porque la mecánica estadística es difícil de entender y de aplicar. Presentaremos una solución en la que la mecánica estadística de Planck es reemplazada por la mecánica determinista –viendo a la física como una forma de computación análoga con precisión finita y con un cierto efecto disipativo difusivo, el cual modelamos mediante la mecánica computacional digital, asociada con una cierta disipación numérica. Es natural modelar computación de precisión finita como un efecto disipativo/difusivo dado que el significado de precisión finita es que los pequeños detalles se pierden, tal como en el suavizado por el amortiguamiento de las altas frecuencias –el cual es el efecto de disipación por difusión. 190 | P a g e Consideramos a la mecánica computacional en la forma de un método General Galerkin (G2) para la ecuación de la onda, en donde el mecanismo disipativo surge de una estabilización residual de mínimos cuadrados ponderados17. Consideraremos, en primer lugar, una forma simplificada del G2 con estabilización de mínimos cuadrados de uno de los términos residuales y el correspondiente modelo de difusión simplificado. Luego comentaremos acerca de la estabilización residual del G2 completo. Ecuación de Onda con Radiación y Disipación Consideremos la ecuación de onda (4) con la radiación aumentada por difusión G2 (simplificada). – – (15) – En donde – modela la disipación/difusión de los gradientes de velocidad, representa una longitud de coordinación más pequeña con h una precisión o cambio más pequeño detectable, T es la temperatura relacionada con la energía interna E por . La relación toma la forma con . Una señal con no puede representarse en forma coherente y, por lo tanto, no puede ser emitida. Esto es como la “Ola Mexicana” en los estadios, la cual no puede sostenerse a menos que la gente levante sus manos apropiadamente; cuanto más pequeña sea la elevación (tomando elevación como temperatura), tanto más larga es la longitud de coordinación, o longitud de onda, requerida. Vemos que la ecuación de onda está aquí aumentada por una ecuación para la energía interna E, la cual, de esta forma, tiene una contribución por parte de la disipación (obtenida de la misma forma que en párrafos anteriores mediante la multiplicación por ). En particular, tenemos la misma situación, descrita anteriormente, si la onda de entrada es una onda emitida , de amplitud ; luego pues: (16) Asumimos que las frecuencias de entrada están siendo limitadas por una cierta frecuencia máxima , elegimos y asumimos , en donde es una frecuencia de corte dada. Determinamos esta configuración como sigue: Si u es una onda de frecuencia v en x, entonces, para , tenemos que Y, de esta forma, dado que 17 , J. Hoffman and C. Johnson, Computation Turbulent Incompressible Flow, Springer 2008. 191 | P a g e . De esta manera, las ondas absorbidas, con son amortiguadas y no son completamente irradiadas. La energía perdida correspondiente contribuye con la energía térmica interna E y al incremento de temperatura T. También encontramos un corte para bajas frecuencias debido al diseño del término disipativo , correspondiente a una forma simplificada de discretización G2. En computaciones reales G2, el corte tendrá poco efecto sobre las frecuencias más pequeñas que . En nuestro análisis, asumamos que este es el caso, el cual corresponde a permitir que δ dependa de υ, tal que, para . Por lo tanto, obtenemos una Ley de Planck de la forma (17) Con un factor de corte de alta frecuencia computacional para con para y . Claramente, es posible postular diferentes funciones de corte ; por ejemplo, funciones de corte exponenciales con el efecto para . En la sección siguiente, estudiaremos el corte en G2. El resultado neto es que las frecuencias absorbidas por arriba del corte calentarán a la cadena, mientras que las frecuencias absorbidas por debajo del corte serán irradiadas sin calentamiento (en el caso ideal con la disipación actuando solamente sobre el corte). Si la radiación entrante tiene un espectro Rayleigh-Jeans , entonces así, el espectro saliente irradiado tiene con para , En particular, el espectro saliente irradiado está en equilibrio con todos los colores al tener la misma temperatura, solo si el espectro de entrada está en equilibrio. Otra forma de expresar esta propiedad fundamental del modelo de cadena vibratoria es diciendo que las frecuencias por debajo del corte serán absorbidas e irradiadas como ondas coherentes, mientras que las frecuencias por encima del corte serán absorbidas –transformadas en energía interna en forma de ondas incoherentes, las cuales no son irradiadas. De esta manera, las altas frecuencias podrían calentar al sistema y disminuir la longitud de coordinación, permitiendo así la absorción y emisión de frecuencias más altas. Note que la energía interna E es la suma de las energías internas de las frecuencias , con , asumiendo el equilibrio de la temperatura y de esta forma , motivando la relación . Corte por Estabilización Residual La discretización en G2 se logra mediante la estabilización residual mediante un método variacional Galerkin, el cual puede tomar la siguiente forma: 192 | P a g e Encontrar ∈ tal que para todo ∈ , (18) En donde y V son funciones primitivas para υ (con ), y es un elemento finito del espacio-tiempo, continuo en el espacio y discontinuo en el tiempo, sobre una secuencia de niveles discretos de tiempo. Aquí, es el residual, y la estabilización residual requiere que – sea limitada, lo cual debería compararse con la disipación en el análisis con , siendo uno de los términos en la expresión – . La estabilización residual total tiene poco efecto por debajo del corte y actúa como estabilización simplificada por encima del corte; además, introduce eficazmente el corte a cero para , dado que , lo cual significa disipación masiva. El Sol y la Tierra Si un espectro de entrada de temperatura es atenuado por un factor un ángulo de visión sólido << 180°), tal que la radiación entrante (y no para ). (representando , con corte para Esto podría representar la radiación entrante del Sol a la Tierra con –el ángulo de visión del Sol, visto desde la Tierra, en donde es el radio del Sol y la distancia del Sol a la Tierra. La amplitud de la radiación entrante es así reducida por el factor κ, en tanto que el corte del espectro todavía es . La Tierra, a temperatura T, actúa como una cadena vibratoria y convertirá la radiación absorbida en calor para las frecuencias , es decir, si y solo si , mientras que irradie y absorba , alcanzando así el equilibrio con . Con y (incluyendo un factor de 4, por el hecho de que el área del disco solar es la superficie de la Tierra con como radio de la Tierra. , esto da , y el área de La amplitud de la radiación/luz emitida desde la superficie del Sol a 5778 K, vista desde la Tierra, se pone a escala de acuerdo al ángulo de visión (poniéndola a escala de acuerdo con el cuadrado de la distancia del Sol a la Tierra), en tanto que el espectro de luz que cubre la porción visible del espectro, centrado a 0.5 μm, permanece igual. La Tierra emite radiación infrarroja (fuera del espectro visible) a una temperatura efectiva de cuerpo negro de 255 K (a una altura de 5 Km), de esta forma, casi sin solapamiento con respecto al espectro de la luz solar entrante. La Tierra absorbe radiación de alta frecuencia y amplitud reducida, emite radiación de baja frecuencia y actúa como un transformador de la radiación, de alta a baja frecuencia; la radiación coherente de alta frecuencia es absorbida y disipada como energía térmica incoherente, la cual es luego emitida como radiación coherente de baja frecuencia. 193 | P a g e La transformación solamente actúa de alta a baja frecuencia, y es un proceso irreversible representando la Segunda Ley. Temperatura de la Radiación La temperatura de la radiación entrante con un espectro de Planck atenuado: Con corte para: , Puede ser leída a partir del corte (Ley de Wien), solo si la amplitud no conlleve información, a menos que el factor de atenuación κ sea conocido. Para el espectro saliente , notamos que: Debido a que el calentamiento requiere del corte disipativo después de la absorción, lo cual requiere que la radiación entrante contenga frecuencias más elevadas que las de salida, y esto solamente es posible si la temperatura de la radiación entrante es mayor que la actual temperatura del cuerpo absorbente, de la misma forma que se expresó en el balance de la energía básico 18: La energía es transferida solamente de lo más caliente a lo más frío. Figura 3: Espectro de Cuerpo Negro del Sol y la Tierra 18 J. Hoffman and C. Johnson. Computation Turbulent Incompressible Flow. Springer. 2008 194 | P a g e Ley de Fourier de la Transferencia de Calor por Radiación Supóngase que una radiación entrante, con un espectro de y una temperatura , es absorbida y luego emitida con espectro . El efecto de calentamiento de las frecuencias por arriba del corte T, asumiendo que , es entonces dado por: (19) El cual puede ser visto como la Ley de Fourier con calentamiento proporcional a la diferencia de temperatura – . Nota: si , entonces no hay calentamiento porque no es corte, es decir, toda la radiación absorbida es emitida. La Segunda Ley y la Irreversibilidad El calentamiento radiativo de un cuerpo negro es un proceso irreversible porque los resultados del calentamiento a partir de la disipación con energía coherente de alta frecuencia por encima del corte es transformada en energía térmica interna. Hemos mostrado que el calentamiento radiativo requiere que la temperatura de la radiación entrante sea más alta que la del cuerpo absorbente. Asumimos que la disipación solamente es activa por encima del corte, mientras que la radiación es activa por encima del espectro completo. Por debajo del corte, la radiación es un proceso reversible porque el mismo espectro es emitido y absorbido. Formalmente, el término de la radiación es disipativo y se esperaría que transforme el espectro. El hecho que no actúe así es un notable efecto de la resonancia. Aspectos de la Transferencia de Calor Radiativo Encontramos aspectos del calentamiento radiativo en muchas locaciones diferentes, como conducción de calor o los vasos comunicantes: siempre con flujo desde el nivel más alto (temperatura) hacia el nivel más bajo. Sin embargo, la transferencia de calor radiativo es más rica en el sentido de que implica la propagación, tanto de las ondas, como de la energía. Intentemos con un paralelo psicológico. Sabemos que los mensajes triviales irradiados desde un padre podrían entrar por un oído del hijo y salir a través del otro oído, en tanto que los mensajes menos triviales serían ignorados por completo. No obstante, el estado de alerta del hijo podría elevarse como resultado de una explosión de “alta temperatura” por parte del padre, abriendo la mente del niño para absorber o irradiar mensajes menos triviales. Distinguimos aquí entre la propagación de un mensaje y su significado. Reflexión versus Absorción y Emisión de Cuerpo Negro Un cuerpo negro emite lo que absorbe ( ), y es natural el preguntarse, ¿qué es lo que hace que este proceso sea diferente de la reacción simple (por ejemplo, )? La respuesta es que las matemáticas y la física de la radiación de cuerpo negro, – – es fundamentalmente, diferente de la simple reacción . 195 | P a g e La cadena representa a un cuerpo negro que se hace vibrar en resonancia con el forzamiento, y la cadena vibratoria emite radiación resonante. Las ondas de entrada son absorbidas dentro del cuerpo negro (cadena) para luego ser emitidas, dependiendo de la temperatura del cuerpo. En reflexión simple, no existen cuerpos absorbiendo y emitiendo, sino únicamente una superficie reflectora sin temperatura. El Cuerpo Negro Como Transformador de la Radiación La Tierra absorbe radiación incidente desde el Sol con una distribución de frecuencia de Planck característica de la temperatura de la superficie solar de alrededor de 5778 K y una amplitud en función del diámetro solar relacionada con la distancia de la Tierra al Sol. La Tierra, como un cuerpo negro, transforma la radiación entrante en radiación saliente de cuerpo negro con temperatura de cerca de 288 K, por lo cual la energía entrante y la saliente se equilibran. La Tierra actúa como un transformador de la radiación y transforma la radiación entrante con baja amplitud y alta frecuencia en radiación saliente con alta amplitud y baja frecuencia, respetando la conservación de la energía. Esto significa que la radiación entrante de alta frecuencia es transformada en calor, el cual se presenta como radiación infrarroja saliente de baja frecuencia; por lo tanto, la Tierra emite más radiación infrarroja que la que absorbe desde el Sol. Este incremento de radiación infrarroja saliente no es un efecto de retro-radiación, dado que también estaría presente si no hubiese atmósfera. El espectro de la radiación entrante de cuerpo negro proveniente del Sol y el de la radiación infrarroja de cuerpo negro saliente emitida desde la Tierra se solapan, lo cual significa que la Tierra, como un transformador de cuerpo negro, distribuye la energía de alta frecuencia de entrada de tal forma que todas las frecuencias por debajo del corte obtienen la misma temperatura. Esto tiene relación con la hipótesis básica de la mecánica estadística sobre la equidistribución de la energía, o equilibrio térmico, con una temperatura común. En el modelo anterior, el cuerpo negro absorbente hereda la equidistribución de la radiación entrante (debajo del corte) y emite un espectro equidistribuido. Para asegurar que un espectro emitido está equidistribuido, aún cuando el forzamiento no lo esté, requiere un mecanismo de conducción del sistema hacia la equidistribución (equilibrio térmico). Conexión a la Turbulencia La disipación computacional en nuestro modelo radiativo actúa como disipación turbulenta en un flujo ligeramente viscoso, en el cual la energía cinética coherente de alta frecuencia es transformada en energía térmica, en forma de energía cinética incoherente a pequeña escala. El pequeño coeficiente γ en la radiación corresponde a un bajo coeficiente de viscosidad en el flujo del fluido. Dado que γ es pequeño, la onda emitida es, en un sentido, una pequeña perturbación; sin embargo, esto es compensado por la derivación de tercer orden en el término de la radiación, con el efecto de que la energía irradiada no es pequeña. O, expresado de forma diferente: la temperatura implica una primer derivada (cuadrado) y la energía irradiada una segunda derivada multiplicada por un factor pequeño. Sin el término de la radiación disipativa, la cadena no puede emitir la energía absorbida y la temperatura se 196 | P a g e incrementará sin límite. Con la radiación, la temperatura será limitada por la temperatura de la onda entrante. El Alarmismo Climático y la Retro-radiación Virtualmente, es verdad que el incremento en las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico y de otros gases con efecto de invernadero causará que el clima global de la superficie sea más cálido. -Unión Americana de Geofísica Conocemos la ciencia, vemos la amenaza, y sabemos que el tiempo para la acción es ahora. -Arnold Schwarzenegger Aún hay muchos que no creen que el calentamiento global sea un problema en absoluto. Y eso no maravilla: porque ellos son los blancos de una campaña masiva bien organizada de desinformación fundada espléndidamente por los contaminadores, quienes están dispuestos a evitar cualquier acción para reducir las emisiones de gas con efecto de invernadero que causan el calentamiento global, además de un temor a que sus ganancias sean afectadas si ellos tienen que detenerse de verter tanta contaminación a la atmósfera. -Al Gore El clima global puede describirse como un sistema termodinámico con gravitación sujeta al forzamiento radiativo por radiación de cuerpo negro. Para entender el clima se requiere entender la radiación de cuerpo negro. Una lección importante de esta nota es que la retro-radiación es irreal desde el punto de vista de la física porque es inestable y no desempeña papel alguno; por lo tanto, debería ser removida de la ciencia del clima (véase la Figura 4). Dado que el alarmismo climático se alimenta de un “efecto de invernadero” basado en la “retroradiación”, al eliminar la retro-radiación se elimina la principal fuente de energía del alarmismo climático. Figura 4: Presupuesto de la Energía de la Tierra de Acuerdo con la NASA19 197 | P a g e i Yo creo que es muy posible que la física no pueda basarse en el concepto de campo, es decir, en estructuras continuas. En ese caso, nada queda de todo mi castillo en el aire, incluyendo a la teoría de la gravitación y el resto de la física. — Albert Einstein (1954) ii Lo que quería decir era justamente esto: En las circunstancias actuales, la única profesión que yo elegiría sería aquella en donde ganarse la vida nada tuviera que ver con la búsqueda del conocimiento. —Carta póstuma de Albert Einstein, el 17 de enero de 1955, poco tiempo antes de su muerte, el 18 de abril del mismo año, refiriéndose, probablemente, a la interpretación estadística de la mecánica cuántica realizada por Born. 19 Note el incorrecto 100% de la imaginaria retro-radiación y el 117% = 390 W/m^2 de radiación saliente desde la superficie de la Tierra, pero con el físicamente correcto 30% de un 48% de energía absorbida transportada por convección y evaporación desde la superficie de la Tierra hacia la atmósfera. 198 | P a g e Capítulo 20 Los Gases Absorbentes de Radiación Infrarroja, ¿Calientan o Enfrían la Superficie de la Tierra? Por Charles R. Anderson SIN DUDA, EL TÍTULO de este capítulo está echando a la mayoría de los lectores. Siempre se ha supuesto –suposición de los defensores del catastrófico calentamiento causado por el hombre- que los absorbentes de radiación infrarroja, como el vapor de agua, el dióxido de carbono y el gas metano, llamados en conjunto “gases con efecto de invernadero”, son los grandes responsables del calentamiento de la superficie de la Tierra. De hecho, vista desde el espacio, la Tierra tiene una temperatura de radiación de “cuerpo negro” de alrededor de 255 Kelvin (255 K, por brevedad). La superficie de la Tierra tiene, comúnmente, una temperatura promedio de cerca de 288 K. La diferencia entre estas temperaturas de alrededor de 33 K, o 33 °C, es atribuida, por la mayoría de tales defensores, al efecto de los llamados gases con efecto de invernadero. Esto implica un gran efecto de calentamiento. Los artículos titulados “El Campo Gravitatorio de la Tierra”1 y “Temperaturas Atmosféricas Cerca del Nivel del Mar”2 muestran que una parte de esta diferencia de temperatura, con valor designado de 33 K, no es creada por los gases absorbentes de Radiación Infrarroja (IR), sino que, en vez de eso, es generalmente un resultado de la acción del campo gravitacional de la Tierra actuando sobre los gases de la atmósfera. Este capítulo demostrará que la mayor parte de estos 33 K de diferencia en las temperaturas es calculada como balance de la radiación de cuerpo negro con la envoltura esférica de la atmósfera en equilibrio radiativo con el espacio. Notaremos que la enorme capacidad calorífica, de los océanos, la superficie del suelo y la atmósfera, contribuye con los efectos de calentamiento adicional. No hay necesidad de recurrir a una hipótesis absurda sobre gases con efecto de invernadero para describir el efecto de calentamiento contando para el supuesto problema de los 33 K. La hipótesis de que los gases absorbentes de radiación IR son los responsables de la gran diferencia de temperatura, de 33 °C, entre la temperatura medida de “cuerpo negro” de la Tierra, de 255 K, y la temperatura de la superficie promedio a nivel del mar, de unos 288 K, tiene grandes obstáculos por superar. 1 2 —Charles R. Anderson. Available by request? Link? 199 | P a g e Los proponentes de la hipótesis del calentamiento por gases con efecto de invernadero afirman que la radiación solar se transmite a través de nuestra atmósfera en las porciones de longitud de onda corta del espectro electromagnético, tales como la luz ultravioleta, la luz visible y la relativamente corta longitud de onda correspondiente a la radiación infrarroja. Esta radiación es absorbida por la superficie de la Tierra y la calienta. La superficie emite luego radiación infrarroja de onda larga hacia arriba, dentro de la atmósfera. Ellos dicen que los gases absorbentes de radiación infrarroja de la atmósfera absorben esta radiación IR y la re-emiten, la mitad hacia el espacio y la mitad de regreso hacia la superficie de la Tierra. Ellos arguyen que la mitad de la energía reemitida de nuevo hacia la superficie de la Tierra es absorbida por ésta y luego es reemitida hacia la atmósfera. Por segunda vez, los gases absorbentes de radiación IR absorben esa radiación IR y la mitad de la mitad es emitida, otra vez, hacia la superficie de la Tierra. Este proceso se repite infinitamente y el resultado neto de sumar todas las mitades de las mitades de las mitades, etc., es una duplicación del poder de calentamiento de la radiación solar, inicialmente incidiendo sobre la superficie. Esta interesante hipótesis viola la ley de la conservación de la energía –expresa, claramente, que eso no ocurre. Examinemos, brevemente, algunas propiedades de la radiación de cuerpo negro. Las relaciones entre la potencia en Watts (W) radiada por una esfera de cuerpo negro a una temperatura T, dada en Kelvin, son descritas por la fórmula de la Ley de Stefan-Boltzmann (LSB): En donde P es la energía térmica radiante total emitida, A es el área en metros cuadrados, constante de cuerpo negro . es la El área de una esfera de radio r es Ahora, de acuerdo a lo explicado en los artículos El Campo Gravitatorio de la Tierra y Temperaturas Atmosféricas Cercanas al Nivel del Mar, a una altitud de 5,000 metros sobre el nivel del mar, la temperatura de la Atmósfera Estándar de loa Estados Unidos, en 1976, es de 255 K, la cual es la temperatura de la radiación de cuerpo negro de la Tierra vista desde el espacio. El radio de la Tierra es de cerca de 6, 376,000 metros, por esta causa, la esfera en equilibrio radiante con el espacio tiene un radio ligeramente mayor –cerca de 6, 376,000 metros. Si la superficie de la esfera fuera consistente con la temperatura de 255 K, entonces su potencia radiante total saliente sería . Esa esfera también emitiría una potencia radiante total entrante de la misma magnitud y todas las áreas de la pared interior de la esfera estarían en equilibrio. Ello no implica la más mínima diferencia, ya sea que la esfera estuviera saturada por gases con efecto de invernadero o no, suponiendo que no existieran otras fuentes de energía, ni otros mecanismos para disipar la potencia. Si asumimos que la esfera con la temperatura de 255 K está en equilibrio con una esfera de cuerpo negro ligeramente más pequeña, con el radio de la Tierra a nivel del mar, podríamos calcular la 200 | P a g e temperatura de esa superficie, dado que podría irradiar una potencia igual a la potencia de los alrededores de la esfera, la cual estaría en equilibrio con el espacio. La temperatura sería más alta porque el área de la superficie de la esfera es más pequeña. De hecho, la temperatura de la superficie de la Tierra, como cuerpo negro, sería de 255.100 K, o sea, 0.1 °C más caliente que la esfera a una altitud de 5,000 metros sobre el nivel del mar, en donde encontraría el equilibrio con el espacio. No obstante, la superficie de la Tierra realmente no es un cuerpo negro, así es que la ecuación de Stefan-Boltzmann debe introducir un factor multiplicador correspondiente a la emisividad en el miembro de la ecuación (RHS) de la temperatura. Para la superficie de la Tierra, este factor de emisividad es alrededor de 0.7. En equilibrio, esto requiere que la superficie de la Tierra está a una temperatura más elevada de 278.89 K. Esta solamente está 9 K o 9 °C por debajo de su temperatura promedio de 288 K. Cualquier otra forma contraria viola la Ley de la Conservación de la Energía. Los gases con efecto de invernadero no pueden cambiar este resultado, a menos que ellos sean una fuente de energía, lo cual no aplica para dichos gases. Todo lo que pueden hacer los gases en resonancia con la radiación IR es capturar la energía, por un instante, y luego liberarla, ya sea irradiándola hacia lo lejos, o por colisión con otra molécula de gas, como por ejemplo una molécula de Nitrógeno o una de Oxígeno –consecuentemente, transfiriendo energía térmica hacia ellas. Enseguida, ellas podrían irradiar la energía, o transferir más de ella a través de convección y de colisiones entre moléculas de gas. No obstante, ninguno de estos efectos hace algo más que transferir energía –es decir, moverla en los alrededores. Los Gases en resonancia con la radiación IR no crean energía. Otra razón básica por la cual la teoría de los gases con efecto de invernadero, o teoría de los gases absorbentes de radiación IR, bajo el esquema de emitir, medio absorber, reemitir y luego medio absorber, no funciona es que los fotones de la radiación dentro de un radiador de cuerpo negro no se comportan como partículas ordinarias. La radiación desde las paredes de un cuerpo negro varía para mantener el interior del hueco de una esfera, a temperatura constante, en equilibrio. La densidad volumétrica de la energía permanece constante, aún cuando usted expande la esfera para hacerla más grande. Para mantener el equilibrio de una densidad volumétrica de la energía, las paredes de la esfera producen más fotones. Esto no es algo intuitivo para la mayoría de la gente. Por ejemplo, los átomos no pueden transformarse espontáneamente en fotones. Esto causa problemas cuando usted piensa que puede seguir las emisiones de fotones individuales – cuéntelos e imagínese cuántos son absorbidos por los gases absorbentes de radiación IR y luego cuente cuántos fotones son emitidos por el gas excitado como radiación y compárelos con la cantidad de energía absorbida por los gases absorbentes de radiación IR que se pierde debido a las colisiones con las muchas otras moléculas de gas en la atmósfera más baja. Esto es un problema real porque por debajo de los 4,000 metros de altitud, aproximadamente, la cantidad de energía que es transferida por colisiones con las moléculas de Nitrógeno y de Oxígeno es mayor que la que es transferida por radiación. 201 | P a g e Complicando más las cosas, la energía es absorbida y emitida por evaporación y condensación del agua, y la sublimación del hielo por congelación y licuefacción, y movida hacia los alrededores por las corrientes de convección del aire. Estos mecanismos de transferencia de energía son las razones por las cuales la superficie de la Tierra, en sí misma, no está en equilibrio térmico radiativo con respecto al espacio exterior, en tanto que la esfera de la capa más externa de la atmósfera (TOA, iniciales del inglés Top Of the Atmosphere) a 5,000 metros de altitud… está en equilibrio térmico. Si así fuese, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra sería de 278.89 K, de acuerdo con los cálculos presentados en párrafos anteriores. El hecho de que, en lugar de eso, la superficie esté a cerca de 288 K nos dice la radiación infrarroja no es la única razón por la cual la superficie de la Tierra es tan cálida, promediada durante un período de varios días. En este capítulo, investigaremos el mecanismo que causa este incremento adicional, en la temperatura de la superficie, de 9 K. El esquema de energía consecuente llevada a la superficie de la Tierra mediante la emisión de radiación IR es inmanejable y no tiene sentido. Aunque los problemas con la ingenua hipótesis del gas absorbente de radiación IR no sean inmediatamente obvios para muchos, no hay la mínima excusa para fracasar en la comprensión de esto mucho antes de que muchas decenas de miles de millones de dólares sean desperdiciados en la investigación sobre los gases con efecto de invernadero. Curiosamente, el concepto de crear fotones para mantener el volumen interno de un caparazón hueco de cuerpo negro, con una densidad de energía constante a medida que la esfera se expande, se examinó en mi libro de texto sobre termodinámica para alumnos de segundo año3. De hecho, la de la esfera alrededor de la Tierra, con un radio 5,000 metros más grande que la de al nivel del mar, no es realmente una temperatura constante debido a que una parte de la Tierra recibe la luz del día y otra parte está en la oscuridad. De cualquier manera, el cálculo anterior da un buen sentido de la magnitud de los efectos radiantes reales de los radiadores de cuerpo negro. Algo queda muy claro: Los efectos reales de los gases absorbentes de radiación IR no corresponden a la escala de 33 °C. No obstante, hay temas de interés que quedan por examinar. Uno importante es que, frecuentemente, la superficie terrestre no está en equilibrio con la esfera TOA a unos 5.000 metros por encima de ella. El suelo o las superficies de los océanos, con enorme capacidad calorífica, retienen el calor obtenido durante el día para liberarlo durante la noche. Así mismo, la temperatura en la superficie y a una altura de 5.000 metros es, sin duda, una función de la cantidad de radiación solar que logra penetrar profundo en nuestra atmósfera —dentro de los pocos miles de metros inferiores y a nivel del mar. Si la atmósfera absorbiera más de la radiación UV, de la visible, y del espectro infrarrojo de la radiación solar entrante, el resultado sería: Un enfriamiento de la superficie terrestre. Más del calor del Sol podría retenerse en la atmósfera superior. Un interesantísimo artículo escrito por Martin Hertzberg, Hans Schreuder y Alan Siddons, llamado ¿Un Efecto de Invernadero en la Luna? 4 será resumido aquí y será explicado en este contexto. 3 4 Thermal Physics, Philip M. Morse, W. A. Benjamin, Inc., 1965 http://www.ilovemycarbondioxide.com/pdf/Greenhouse_Effect_on_the_Moon.pdf 202 | P a g e La Luna no tiene atmósfera y está a la misma distancia del Sol que la Tierra. Aún así, la temperatura de la superficie Lunar al mediodía es de 370 K, o 97 °C, que es, aproximadamente 20 K más fría que la predicha simplemente mediante la medición de la radiación incidente proveniente de la Luna. Durante la noche Lunar, la temperatura disminuye hasta cerca de los 85 K, esto es, -188 °C; sin embargo, esta temperatura es 60 K más elevada que la baja temperatura predicha. He aquí el porqué: La superficie de la Luna tiene una capacidad de almacenamiento de calor… La subsuperficie permanece un poco más fría que la superficie cuando absorbe energía solar durante el día Lunar, y libera energía calorífica durante su noche. Esto hace que la temperatura promedio de la superficie de la Luna sea cerca de 40 K más fría de lo que sería de otra forma. Análogamente, la superficie continental terrestre, los océanos (cubriendo el 70% de la superficie terrestre) y la atmósfera, todos tienen una capacidad calorífica y modulan el flujo de la energía calorífica desde el interior hacia la superficie. Las capacidades caloríficas del suelo de la Tierra, del aguay de la atmósfera, tomadas individualmente, exceden a la que poseen las rocas Lunares; por lo tanto, el efecto moderador día-anoche observado en la Tierra es mucho mayor que el de la Luna. Esto bien podría ser la fuente de los 9 K adicionales de incremento de la temperatura encontrada en la superficie de la Tierra. ¿Cuál es el efecto de diminutas proporciones de gases absorbentes de radiación infrarroja en nuestra atmósfera cuando son comparados con los efectos de la capacidad calorífica y la difusión limitante del calor de la superficie de la Tierra? Cuando se habla de cualquier teoría sobre los efectos de los gases absorbentes de radiación IR, uno debe tomar en cuenta la absorción de la radiación infrarroja solar incidente en la atmósfera de la Tierra, la cual es arrogantemente ignorada por los defensores del “fuerte” efecto de los gases con efecto de invernadero, quienes prefieren ofrecer un mecanismo de calentamiento por reflexión de regreso (o retro-radiación). Es importante saber esto porque una gran parte de la radiación infrarroja del Sol alcanza la superficie terrestre y la calienta directamente, pero algo de ella es absorbido por la atmósfera antes de que alcance la superficie. Adicionalmente, algo de la radiación infrarroja del Sol es reflejado por la superficie in ves de ser absorbida, de tal forma que no calienta directamente al aire o a la superficie. Por lo tanto, una pregunta clave se hace patente: ¿Acaso los gases atmosféricos absorbentes de radiación infrarroja crean un efecto de calentamiento neto o un efecto de enfriamiento neto en la superficie terrestre? En primer lugar, ampliemos el contexto del argumento. La fuente primaria de calor para la superficie de la Tierra es la energía radiante del Sol (llamada insolación). El viento solar del Sol, los materiales arrojados a la atmósfera terrestre desde el espacio, el calor proveniente desde el profundo interior de la Tierra, la interacción entre los cambios en el campo magnético de la Tierra y el campo magnético del Sol y la energía proveniente de los efectos de mareas por la interacción gravitacional con la Luna también contribuyen con calor, aunque generalmente se considera que la suma de estos es mucho menor que el espectro de la energía radiante proveniente del Sol formada por la luz ultravioleta (UV), la visible y la infrarroja (RI). La explicación para la hipótesis catastrófica de los gases con efecto de invernadero ignora los efectos de la porción de radiación IR incidente del espectro de emisión del Sol. 203 | P a g e Esto es tonto. La luz UV constituye el 11% de la energía radiante proveniente del Sol. La variación del ciclo de la luz UV, de 0.5% a 0.8%, es mucho mayor que la variancia de la luz visible (0.22%). La luz UV es absorbida a través de la atmósfera, pero una gran cantidad de ella alcanza a incidir sobre el suelo y, ahí, es absorbida. La cantidad de radiación UV absorbida en la atmósfera superior depende de la cantidad de Ozono. Se dice, de diversas maneras, que la cantidad de Ozono depende del viento solar, de los fluoroclorocarbonos (FCC), el vapor de agua y la actividad volcánica. Cuando una cantidad mayor de luz UV es absorbida en la estratósfera y no llega el suelo, su efecto de calentamiento de la superficie disminuye considerablemente. La energía absorbida es reemitida como radiación infrarroja y una gran parte de esa energía se pierde rápidamente en el espacio exterior. De cualquier manera, el suelo absorbe una gran porción de la luz UV. Muy a menudo se dice –incorrectamente- que la atmósfera entera es transparente a la luz visible –la cual constituye el 40% de la energía radiante del Sol. La luz visible es reflejada por las nubes y las partículas de los aerosoles; sin embargo, como veremos adelante, una considerable fracción de la radiación de luz visible no alcanza el suelo o los océanos para calentar sus superficies, aún cuando el cielo esté completamente despejado. Finalmente, la radiación IR no es fuertemente absorbida por el Nitrógeno, el Oxígeno y el Argón, los cuales son los gases que conforman el 99% de la atmósfera terrestre. Por lo tanto, una considerable fracción de la radiación IR solar calienta directamente la superficie de la Tierra. Algo es absorbido por el gas absorbente de radiación IR dominante, el vapor de agua, y pequeñas cantidades son absorbidas por el Oxígeno, el Nitrógeno, el dióxido de carbono y otros gases absorbentes de radiación infrarroja. La radiación infrarroja entrante absorbida en la atmósfera es menos eficiente para calentar la superficie de la Tierra que aquélla absorbida directamente por la superficie terrestre. Esto se debe a que una gran cantidad de la energía absorbida calienta localmente a una masa de aire, la cual se expande, haciéndose menos densa y más flotante, y se eleva. Algo de esta energía absorbida en la atmósfera es reirradiada como radiación infrarroja, pero ahora la mitad o más es dirigida hacia el espacio exterior. En pocas palabras, con respecto a la energía infrarroja entrante proveniente del Sol, más vapor de agua y CO2 en la atmósfera resulta en un calentamiento de la superficie menos eficiente. De esta forma, los gases absorbentes de radiación IR tienen un efecto de enfriamiento sobre el suelo. En el espectro de radiancia, el 49% de la energía solar está dentro de las longitudes de onda de la radiación IR. Todavía, esta energía es depositada en la atmósfera terrestre, pero tiene menos capacidad para calentar la superficie de la Tierra. El espectro de la luz solar fuera de la atmósfera y el espectro transmitido a través de la atmósfera al nivel del mar se muestran en la Figura 1. La medición de la energía transmitida –y su distribución de acuerdo a su longitud de onda- es altamente dependiente de la cantidad de vapor de agua en la atmósfera, tal que el espectro transmitido puede variar considerablemente. No obstante, para propósitos del presente análisis, usemos la los 204 | P a g e valores de transmitancia global hacia la superficie de la Tierra mostrados en la Figura 1, una gráfica de una medida particular real. La transmitancia global de la energía es aproximadamente 0.65. La transmitancia de las radiaciones UV y visible combinadas es de cerca de 0.59, en tanto que la de la radiación IR es de aproximadamente 0.69. En cada caso –ya sea UV, luz visible, o radiación IR- no toda la radiación que incide sobre la superficie terrestre es absorbida. Algo es reflejado, y la cantidad de reflexión depende de si el suelo está cubierto con nieve, si es terreno labrado, cubierto por pastos, bosques, cultivos, asfalto o agua. Existen algunas formas reales mediante las cuales el hombre afecta la temperatura de la Tierra. Modificamos la superficie del suelo en donde vivimos… sobre una fracción del 30% de la superficie continental. Convertimos los combustibles fósiles y la biomasa en calor. Liberamos carbón negro y otras partículas pequeñas, y aerosoles hacia la atmósfera, la cual tiene algo de impacto sobre la temperatura de la superficie de la Tierra. Comparado con las variaciones naturales, los efectos causados por el hombre son pequeños, aún comparándolos con el efecto de nuestras adiciones de CO2 y metano a la atmósfera. Figura 1: Radiación Solar y Longitud de Onda de Emisión Siempre que se calienta la atmósfera, hay calor que se transfiere. En la parte más externa, las porciones de nuestra atmósfera con muy baja densidad, el mecanismo primordial de transferencia de calor es la radiación por emisión de radiación IR desde un átomo o molécula energéticos porque las colisiones entre moléculas y átomos por la transferencia directa de energía son raras. En la parte más densa, la altitud más inferior de la atmósfera, la principal transferencia de energía obedece a las colisiones moleculares de los gases y al flujo convectivo de masas de aire caliente. Cerca de la superficie de la Tierra, la principal pérdida de energía desde la superficie caliente obedece al golpeteo de las moléculas de gas sobre la superficie, las cuales recogen calor y luego transfieren ese calor entre unas y otras. 205 | P a g e Una vez que una masa de aire es calentada de esa forma, las masas de las moléculas de aire caliente son transportadas, por convección, hacia arriba, hacia la atmósfera más fría a mayores alturas, o lateralmente hacia áreas de la superficie más frías. Las moléculas calientes, la mayoría de las cuales son Nitrógeno, Oxígeno y Argón, irradian radiación infrarroja. Sin embargo, moléculas o átomos con baja temperatura que se encuentran cerca de la superficie terrestre son radiadores de energía ineficaces, como se muestra en la ecuación de Stephan-Boltzmann en donde la radiación depende de temperatura absoluta elevada a la cuarta potencia (K4). Así, las colisiones de la molécula de gas, y el punto de condensación o evaporación y de congelación o fusión del agua y su transporte convectivo son los principales mecanismos de transferencia de calor. Estos procesos, en equilibrio, enfrían la superficie de la Tierra y redistribuyen algo del calor hacia la atmósfera superior y otros sitios más frescos, tales como las regiones sombreadas al sol o las regiones árticas. Justo afuera de la atmósfera terrestre, la irradiancia solar tiene una densidad de potencia de aproximadamente . Ya vimos, desde la discusión sobre la transmitancia del espectro de la radiación solar, que la energía global que llega hasta la superficie es de aproximadamente el 65% de la energía total que se recibe fuera de la atmósfera exterior. De esta manera, 0.65 multiplicado por nos da como resultado , cifra que es la cantidad que llega a la superficie terrestre. De esta energía, la energía reflejada es igual a 1 menos la emisividad, cuyo valor promedio es de aproximadamente 0.7 de la superficie terrestre, así es que aproximadamente el 30% se refleja desde la superficie Tierra sin ser absorbida. Por este motivo, la energía que caliente a la superficie es de alrededor de . Cuando la temperatura de la superficie terrestre durante el día, con luz solar plena, es de 290 K, cerca de 17 °C, y, asumiendo que la emisividad de la superficie de la Tierra es 0.7, la radiación infrarroja emitida por la superficie es de alrededor de . Así pues, el enfriamiento radiativo de la superficie remueve cerca de durante el día con luz solar plena, con una temperatura de la superficie de 290 K. La fracción del enfriamiento de la superficie debido a enfriamiento radiativo r es, entonces, de aproximadamente , o sea, 0.45, durante iluminación solar plena. Algunos cálculos de los alarmistas del efecto de invernadero consideran que esta fracción es del 80%. El enfriamiento remanente se realiza por contacto directo del aire con la superficie, mediante enfriamiento por evaporación, y por el subsecuente movimiento de masas de aire en las corrientes de convección que distribuyen esa energía en regiones alejadas de las áreas cálidas de la superficie. Dado que la fuente dominante de energía para el calentamiento de la superficie de la Tierra es el Sol, hagamos un cálculo simple basado en los hechos presentados arriba. Realizaremos el cálculo para una hora del día con luz plena. Digamos que los gases con efecto de invernadero absorben una fracción f de la radiación infrarroja entrante emitida por el Sol, la cual es el 49% del total de la energía solar entrante. A partir de la Figura 1, f tiene un valor aproximado de 0.31, para la porción infrarroja del espectro. Entonces, la energía del espectro de energía solar absorbida por los gases absorbentes de radiación IR es 206 | P a g e de 0.49 f, o sea, de 0.15, y una fracción de esta, llamémosla K, es irradiada de vuelta hacia el espacio sin llegar a acercarse a la superficie. La NASA dice que dicha fracción es 0.5, pero, realmente, es ligeramente más grande que el valor dado porque esta absorción ocurre en altitudes apreciables en donde el camino libre medio para la absorción de la radiación es prolongado. Esto significa que la superficie, a una altitud constante, no está correctamente representada por un semiplano. El enfriamiento total del suelo debido a los gases absorbentes de radiación IR, interceptando la radiación antes de que toque el suelo, es ahora de , o aquí, de aproximadamente 0.075. De esta energía que se había transformado en radiación infrarroja incidente sobre la superficie, una parte habría sido reflejada en vez de haber sido absorbida. La fracción de la radiación infrarroja entrante que hubiera sido absorbida en la superficie, en vez de haberse reflejado, es q. La energía neta perdida en el calentamiento de la superficie es, entonces, . Esta energía podría ser vista como un enfriamiento de la superficie causado por los gases absorbentes de radiación IR de la atmósfera debido a que, en promedio, la radiación capturada fue retenida aún más lejos de la superficie y entonces se transformará en radiación infrarroja emitida desde la superficie, y porque cualquier enfriamiento radiativo de la molécula de gas caliente termina como radiación emitida hacia el espacio. La línea de razonamiento que sigue será llevada a cabo de forma similar a la de los defensores del calentamiento causado por los humanos, debido a los incrementos en la concentración de gases en la atmósfera absorbentes de radiación IR, tales como el dióxido de carbono. La base de este argumento es científicamente sospechosa debido a las propiedades radiantes de un cuerpo caliente en el espectro electromagnético y la fácil creación de fotones, especialmente fotones de baja energía característicos del espectro infrarrojo de onda larga emitidos por cuerpos de bajas temperaturas similares a los de la superficie de la Tierra y de la atmósfera inferior, en donde la temperatura es inferior a 300 K. Así mismo, las propiedades detalladas de la superficie emisora del radiador de cuerpo negro, en términos de sus estados de excitación y las frecuencias de los fotones emitidos, no son importantes para la termodinámica. El objetivo del siguiente ejercicio es considerar algunos de estos aspectos para crear un argumento de acuerdo con la metodología de los defensores del calentamiento por CO2. También queremos darnos una idea de la escala de posibles efectos de los gases con efecto de invernadero. Ya sabemos que la magnitud de los efectos del CO2 es baja, pero después de pasar a través del argumento, esta afirmación será justificada aún más. También veremos que su efecto es, ciertamente, un efecto neto de enfriamiento, no un efecto neto de calentamiento como se ha argumentado invariablemente. Ahora, asumamos una fracción g del total de la energía proveniente del Sol que alcanza la superficie de la Tierra. Para el caso de la gráfica de la transmitancia (Figura 1), g tiene un valor aproximado de 0.65. De la energía g absorbida en la superficie, solamente se emite r veces como radiación infrarroja, y se estimó que ese valor era mayor que 0.45, aproximadamente. Debido a que el contenido de gas absorbente de radiación IR en la atmósfera es invariable, la cantidad de enfriamiento del suelo debida a la absorción de radiación IR por los gases absorbentes de radiación IR en la baja atmósfera es, ahora, en donde es la fracción de radiación IR emitida por el suelo y absorbida por la atmósfera. Debido a que la distribución de las longitudes de onda de la radiación IR emitida desde la superficie es diferente a la emitida desde el Sol, la previa y la actual no son la misma cosa. 207 | P a g e Examinemos algunos datos a partir de los cuales podemos estimar la fracción f’’ en la Figura 2: Figura 2: Radiación Transmitida por la Atmósfera Note que el espectro de absorción de radiación solar, dibujado en el cuadrante superior derecho de la Figura 2, muestra una absorción algo menor que la de la medición real en la Figura 1 de este artículo. Probablemente, esto revela que hay alguna deficiencia en el enfoque de intentar reconstruir dicha absorción desde el espectro de absorción, por separado, de los gases considerados aquí. El Nitrógeno gaseoso, el cual constituye el 78.084% de la atmósfera, es completamente omitido. Sin embargo, dado que este dato es bien respetado dentro de los círculos de los defensores del catastrófico gas con efecto de invernadero, es justo emplearlo para mostrar, cuando menos, algunas de las limitaciones de las explicaciones usuales de la hipótesis del catastrófico gas con efecto de invernadero. La fracción de radiación IR con longitud de onda larga emitida desde el suelo, con una temperatura aproximada de 290 K, la cual es absorbida, tal como realmente se muestra en esta figura, es de 0.65, aunque la etiqueta dice que va desde 0.70 hasta 0.85. Por lo tanto, nosotros consideraremos que tiene un valor de 0.65. Una fracción de las moléculas de gas que absorben radiación IR de onda larga, emitida desde el suelo, se enfriarán debido a que emiten, a la vez, radiación IR. El vapor de agua es el mejor absorbente de radiación IR de onda larga, y es el mejor emisor de energía IR; no obstante, antes de que pueda emitir la energía que absorbió del total de radiación IR, es más probable que sufra numerosas colisiones de gas, a través de las cuales una gran cantidad de su energía molecular excedente sería transferida, durante esas colisiones, hacia las moléculas que choquen contra la molécula de agua. Las moléculas de Nitrógeno son las más competentes para capturar energía desde la molécula de vapor de agua debido a que es el gas que domina en la atmósfera. Las moléculas de Oxígeno son las moléculas siguientes con más probabilidad de colisionar, siendo que constituye el 20.95% de los gases 208 | P a g e en la atmósfera, y, enseguida, los átomos de Argón, en un 0.93%. Juntos, estos tres gases son cuantificados dentro del 99.97% de la Atmósfera Estándar de los Estados Unidos. Ninguna de estas moléculas de gas son emisoras eficientes de radiación IR situada en el espectro de longitud de onda larga. A nivel del mar, la velocidad promedio del gas es de dos colisiones es de solamente , o sea, milmillonésimas de segundo. , el camino libre medio, o distancia entre y la frecuencia de colisión es de 6.9 A una altitud de cerca de 4,000 m sobre el nivel del mar, la transferencia de energía por radiación compite casi homogéneamente con la transferencia por colisiones. A esa altitud, el tiempo entre colisiones de las moléculas de los gases es de cerca de 4.4 milmillonésimas de segundo. Si tratamos esto, con mucha aproximación, como un medio para estimar el tiempo para la transferencia de energía radiante, desde un estado excitado de una molécula, podríamos decir que el tiempo efectivo es de cerca de 0.455 milmillonésimas de segundo. A nivel del mar, ocurre una colisión de gas molecular cada 0.145 milmillonésimas de segundo. Esto sugiere que hay cerca de tres colisiones de gas molecular a nivel del mar por cada fotón emitido a partir de la pérdida de excitación desde un estado excitado de una molécula de gas. Adicionalmente, en algunas zonas de longitud de onda del espectro electromagnético de la radiación IR, sería probable que más de un evento de absorción de fotones habría de ocurrir en las moléculas absorbentes de radiación IR, del particular gas con efecto invernadero, como el CO2, antes de que la energía irradiada desde el suelo, en esa longitud de onda, se perdiera hacia el espacio. Antes de que pudiera ocurrir, es probable que la energía se transfiriera, mediante colisiones, hacia los átomos o moléculas ordinarias de los gases Nitrógeno, Oxígeno y Argón. Este fenomenal número de colisiones dispersa la energía IR absorbida por una molécula de agua o de CO2, en cercanía con el suelo, hacia las moléculas dominantes de Nitrógeno y Oxígeno muy, muy rápidamente. A una altura de 5 Km, el período de colisión es aún de 3.9 milmillonésimas de segundo, y a 10 Km de altura es de 2.1 milmillonésimas de segundo. Si una molécula de agua está por irradiar energía como emisión de radiación IR, ¡debe hacerlo muy rápidamente! Si fuese capaz de emitir radiación IR muy rápidamente, entonces la atmósfera se enfriaría muy rápidamente durante la noche. De hecho, el enfriamiento en partes altas de las montañas –por enfriamiento radiante- es más rápido que el enfriamiento al nivel del mar debido a que una cantidad menor de la energía radiante del suelo es dispersada hacia las muchas moléculas de los gases Nitrógeno y Oxígeno, las cuales retienen la energía. El suelo proporciona aproximadamente 45% de su energía a través de emisiones IR; esa energía sería absorbida por los gases absorbentes con una eficiencia cercana al 65%. La mitad de esa energía absorbida por el gas sería rápidamente irradiada hacia el espacio. 209 | P a g e La mitad que se regresó al suelo sería rápidamente reirradiada desde el suelo y el proceso se repetiría. Esto habría de repetirse en una escala de tiempo de millardos (1 millardo = mil millones) de veces por segundo para competir con las colisiones del gas como medios de transporte de la energía. Si lo hiciera, la atmósfera se enfriaría a un ritmo catastrófico durante la noche. Es bueno que los gases absorbentes de IR altamente excitables a las longitudes de onda largas no sean grandes jugadores en la competencia de remoción de energía desde la superficie de la Tierra a, y cercana al, nivel del mar. La energía de radiación IR de onda larga, emitida por la superficie, se dispersa rápidamente desde los absorbentes de IR eficientes hacia los absorbentes de IR deficientes a través de miles de millones de colisiones por segundo. La energía es luego transportada a través de la atmósfera por medio de las colisiones de partícula y de las corrientes de convección calientes, las cuales se elevan hacia la atmósfera alta. Por las razones discutidas, sería sorprendente que r’’ fuese tan grande como 0.1, valor que usaré en este cálculo, a falta de un valor mejor en este momento. Una fracción j de esta energía será emitida, de regreso hacia el suelo, por las moléculas de gas con efecto de invernadero que hubieran sido calentadas por la radiación IR. NASA dice que esta fracción es 0.5. Asumamos que j es, aproximadamente, 0.5. El gas con efecto de invernadero calentando a la superficie debido a la absorción de radiación IR emitida por el suelo, y luego reemitida hacia el suelo, sería, entonces, cercana a en donde q es la fracción de radiación IR reflejada de vuelta, la cual estaba incidiendo sobre la superficie y habría sido absorbida. Recuerde que una porción de la radiación se refleja. La reducción del enfriamiento de la radiación IR de la superficie es, por lo tanto, cerca de . Existe otro término para la radiación IR que es reflejada desde la superficie sin haber sido absorbida en la superficie. La fracción de la radiación IR entrante reflejada por la superficie es , y la fracción de la energía solar total entrante que, inicialmente, era radiación IR, fue de 0.49. La fracción de radiación IR incidente sobre la superficie es . El total de la radiación solar entrante inicial reflejada por la superficie es, por lo tanto, De esta radiación reflejada de IR saliente, una fracción es absorbida por los gases absorbentes de IR; es menor que , la cual es la fracción de la radiación IR absorbida por los gases, a partir de la radiación IR solar inicial entrante. La razón por la cual h es más pequeña, es porque la radiación IR que logró pasar a través de la atmósfera estuvo en algún momento, durante un período prolongado, en la ventana de frecuencias en donde se produce muy poca absorción. Al examinar en la figura 2 el espectro solar a nivel del mar, una aproximación razonable para h es, aproximadamente, . Una vez más, de las moléculas absorbentes de radiación IR reflejada desde la superficie, solamente una fracción r’’ re-emitirán radiación IR. De la radiación IR reflejada desde la superficie que fue absorbida por los gases, apenas la mitad es reemitida hacia la superficie, y una fracción q de esa mitad es absorbida por la superficie. El resultado es que esta contribución de la IR reflejada para el calentamiento la atmósfera más cercana a la superficie es de Usando el valor 0.31 para (a partir de la Figura 2), en la parte de IR del espectro solar, este término se transforma en 210 | P a g e Ahora, compararemos el efecto de enfriamiento por los gases con efecto de invernadero sobre la radiación solar entrante de 0.45 fkq con el descenso de enfriamiento de la superficie debido a las emisiones de IR desde suelo que es absorbida por los gases absorbentes de IR y la contribución de energía IR reflejada que es redirigida hacia la superficie por los gases absorbentes de IR. El valor de r’’ se establecerá en un valor, conservativamente alto, de 0.45 para igualar la fracción de enfriamiento radiativo de la energía del suelo aunque las moléculas de gas promedien una temperatura más fría. La relación de los términos de calentamiento para el término de enfriamiento es: Recordemos ahora que q es la fracción de la radiación solar IR incidente a nivel del mar, la cual es absorbida por la superficie de la Tierra. El término que los alarmistas del calentamiento global por el efecto de invernadero tanto traen y llevan es, aproximadamente, de tan solo el 13%del efecto de enfriamiento por los gases de absorción de IR debido a mantener lejos el calor de la superficie mediante la absorción de radiación solar entrante. Si se absorbe toda la radiación IR incidente sobre el suelo, entonces, q es 1 y el segundo término es cero. En el caso ridículo de que q sea cero, la suma de los dos términos retardando el enfriamiento radiante del suelo, en relación con la radiación, es de 0.29, lo cual nunca calienta a la superficie; además, hay un importante efecto de enfriamiento neto durante el día debido a los gases de absorción de IR. Pero, es más probable que q sea de 0.7, aproximadamente, en cuyo caso, la relación del calentamiento con el enfriamiento es aproximadamente 0.13 + 0.05 = 0.18. Parece claro que la adición de gases de absorción de IR a la atmósfera crea un efecto neto de enfriamiento durante el período diurno. En comparación, el único efecto durante la noche es el de la retro-dispersión de radiación IR hacia el suelo, dado que el suelo se enfría por enfriamiento radiativo. Por supuesto, las colisiones entre el gas y el suelo, el enfriamiento por evaporación y el enfriamiento convectivo también continúan. Dado que el suelo se enfría, el enfriamiento radiativo será ligeramente menos eficiente, a medida que la temperatura cae y disminuye. El enfriamiento radiante durante la noche será menos efectivo por la reabsorción de fotones de IR desde los gases absorbentes de IR. Sin embargo, existe otro efecto durante la noche. El transporte de energía por irradiación es, realmente, más rápido que por convección, por ello, los gases absorbentes de IR pueden también ofrecer un competente efecto de enfriamiento durante la noche. De esta forma, durante el día, el efecto neto de los gases absorbentes de IR es un efecto de enfriamiento, en tanto que el efecto neto durante la noche es más difícil de evaluar. Parece probable que eso dependa de la altura y, seguramente, de la cantidad de vapor de agua. Hay muy poco CO2, así que, dudo que el efecto sea medible. De hecho, parece que realmente nadie ha realizado mediciones relevantes. Esta es la razón por la cual los modelos climáticos son tan necesarios para quienes alegan que el CO 2 es un importante gas de calentamiento. Los gases absorbentes de IR juegan un papel en moderar las temperaturas diurnas; pero, más allá de eso, el efecto no es claro. La capacidad calorífica de nuestra atmósfera, con su enfriamiento radiante moderado, y la capacidad calorífica de nuestros océanos y el 211 | P a g e suelo, en sí mismo, cada uno de ellos con difusión lenta del calor, juegan un rol crítico en la moderación de las fluctuaciones de la temperatura diaria entre el día y la noche, entre el paso de nubes y la reaparición de la luz solar plena, durante períodos de varios días, lo mismo que anualmente, dado que los océanos tienden a calentar muchas áreas continentales durante el invierno. El efecto de enfriamiento debido a la absorción de radiación solar IR por los gases absorbentes de IR, cuando el Sol está brillando, es proporcional a 1-0.18 = 0.82, a pesar de que este valor diurno será menor durante el amanecer o el atardecer. El cálculo sobre la máxima disminución del enfriamiento durante la noche, debido a los gases absorbentes de IR, es de alrededor de 0.13, aunque, como se mencionó, la velocidad de transmisión de energía por radiación es luego ignorada, lo cual podría tener un efecto compensatorio. Con tan solo comparar el número de la longitud del día con el máximo número de calentamiento nocturno, el efecto neto de los gases absorbentes de IR, durante el día, es de enfriamiento. No obstante, un cálculo hora por hora de la radiación solar IR, absorbida durante el día, dará un promedio menor que 0.82, según ya se indicó. El efecto de enfriamiento no será tan grande como el implicado por los números en párrafos anteriores; sin embargo, es claro que hay un efecto neto de enfriamiento, en vez de un efecto neto de calentamiento, cuando se hace un promedio sobre el día completo. Supongamos que uno era añadir más CO2 a nuestra atmósfera. El CO2 no absorbe a través de una amplia gama de longitudes de onda. La mayoría de su poder de absorción de longitudes de onda larga ocurre una gama de longitud de onda en la cual el vapor de agua ya es un absorbente poderoso. La otra banda de longitud de onda en donde es un absorbente fuerte (independiente de la longitud de onda de absorción solapada del agua) es muy estrecha. La absorción total en ambos rangos de longitud de onda ya es muy fuerte debido al CO2 en sus concentraciones actuales, por ello, las adiciones de CO2 tendrán poco efecto adicional sobre cualquier posible desaceleración del enfriamiento de la superficie durante la noche. El efecto de absorción está ya, virtualmente, saturado. El efecto del CO2 adicional sobre la temperatura promedio durante un día, debido a la desaceleración del enfriamiento durante la noche, también será reducido por la adición causando el enfriamiento adicional durante el día por medio de la absorción adicional de la radiación solar entrante muy por encima del suelo. Las sugestiones habituales sobre el calentamiento por CO2 son exageradas; sin embargo, a pesar de ello, los proponentes del poder de calentamiento por efecto de invernadero catastróficos del CO2 todavía tienen que conjurar un efecto multiplicador, postulando una retroactividad positiva del vapor de agua adicional. Por lo tanto, ellos suponen que un aumento del CO2 causa ambas cosas, un mayor calentamiento que el que ya hace y un aumento sustancial en el vapor de agua para causar un aumento posterior del calentamiento por radiación retro-reflejada. Si fuera verdad que el incremento de CO2 conduce a incrementos del vapor de agua, entonces, el efecto de enfriamiento durante el día, por incremento del vapor de agua, causaría, aún más, un enfriamiento neto de la superficie de la Tierra debido a la absorción adicional de luz solar durante el día por la adición de vapor de agua y CO2. Resumiendo, usando cálculos simples, nos aproximamos al efecto neto de los gases absorbentes de IR sobre la temperatura de la superficie terrestre. Concluimos que el efecto de enfriamiento durante las 212 | P a g e horas de luz solar plena, causadas por evitar que la radiación IR solar entrante impacte sobre la superficie de la Tierra, es varias veces más elevado que el del posible retraso en el efecto de enfriamiento debido a los gases absorbentes de IR. Durante la noche, los gases absorbentes de radiación IR podrían retardar el enfriamiento radiativo del suelo; de acuerdo con la observación, las noches muy húmedas se enfrían menos rápido que las noches muy secas, aunque la humedad también actúa retardando el enfriamiento al hacer que las moléculas de aire se hagan más densas y debido a que el agua tiene un contenido de calor más elevado. Aquí, los efectos no radiantes del agua son más importantes. Ahora, si el efecto fuera muy grande, en cualquier caso, ello podría ser causa de preocupación. Probablemente, estaríamos mejor calentando la superficie del planeta que enfriándola, y es bueno que el efecto del gas absorbente de IR modere las fluctuaciones de la temperatura entre el día y la noche por medio del enfriamiento diurno. Las adiciones de gases absorbentes de IR –cuyos efectos absorbentes no están aún saturados- podrían, principalmente, servir para moderar aún más las diferencias de temperatura entre el día y la noche. Esto es un efecto global que es bueno para las plantas, los animales y los humanos. Advierta que una implicación de los reclamos sobre el derretimiento adicional del hielo del Ártico por la adición de gases absorbentes de IR es también injustificada. Las regiones árticas están tan frías que cualquier derretimiento ocurrirá de preferencia durante las horas día de los meses de verano. No obstante, ese es el tiempo cuando la luz solar directa causa una gran parte del calentamiento y, como ya hemos visto, más radiación solar IR será absorbida, consecuentemente, por los gases absorbentes de IR. El efecto neto de enfriamiento durante el día debería interpretarse de la siguiente manera: Aún si hubiera un ligero calentamiento promedio a través del día completo, habría un descenso de la temperatura durante las horas cuando el derretimiento mayormente ocurre. Por lo tanto, el efecto neto de los gases absorbentes de IR es un efecto de enfriamiento. De aquí, los escenarios alarmistas sobre cantidades masivas de hielo Ártico derretido debido a los incrementos de CO2 carecen de fundamento. Uno no puede centrarse solamente en la radiación IR saliente debida a la luz absorbida por la superficie de la tierra, haciendo caso omiso de la gran porción de radiación solar incidente total, que es IR desde su inicio. Uno no puede ignorar las colisiones de los gases, el enfriamiento por evaporación y las corrientes de convección como mecanismos de transferencia de calor desde la superficie hacia la atmósfera. El hecho de que la IR absorbida desde el espectro solar entrante ocurra, en promedio, más arriba en la atmósfera y que la energía ahí no pueda ser transportada muy eficientemente hasta la atmósfera cercana al nivel del mar o hasta el suelo es muy importante. Sin embargo, las colisiones del gas molecular, el enfriamiento por evaporación y la convección pueden sacar la energía del suelo y transportarla hacia altitudes superiores para reemplazar al aire enfriado por irradiación de la energía IR hacia el espacio exterior. Estos procesos encajan mejor en la retención de calor cercano al nivel del mar que en los procesos rápidos de transferencia de calor por radiación. Esto es muy importante. El efecto de calentamiento de la superficie más importante es la radiación absorbida por la incidencia de la radiación solar directa. Durante la luz del día, las adiciones de gases absorbentes de IR 213 | P a g e dan como resultado el depósito en la atmósfera de más energía del espectro solar, en lugar de hacerlo en la superficie. Esto resulta en un efecto neto de enfriamiento, y ayuda a evitar que nos asemos al mediodía. Esto difícilmente parece mantener la potencia de la catástrofe. 214 | P a g e Capítulo 21 Consecuencias Legales de la Falsa Alarma del Clima Por John O’Sullivan Los Gobiernos ya Comienzan a Abandonar los Registros Nacionales de Temperatura Falsificados CON UNA DRAMÁTICA DERROTA en la Sala de Audiencias, en octubre de 2010, el Gran Dragón, alimentado con la religión verde del alarmismo climático internacional, sufrió, legalmente, una herida mortal. Una sola vez, anteriormente, en el Alto Tribunal de Londres, en 2007, esa bestia tan engordada por la eco-propaganda estuvo a punto de ser aniquilada. En esa ocasión, la Corte dictaminó que la película de Al Gore, vicepresidente de los Estados Unidos, titulada La Verdad Inconveniente, contenía nueve errores fácticos críticos y no podría ser ya más exhibida, como una cuadro de los hechos, en las escuelas de Inglaterra y Gales. Privados de una base científica di bona fide, la cual podía ser defendida en la Corte, todo se convirtió en una cuestión de tiempo antes de que los astutos abogados despedazaran esta quimera. El Gran Dragón, que solamente sopla más fuerte en los obscuros rincones de la ignorancia y la apatía intelectual, no tuvo resoplo para resistir una batalla legal a la luz de la razón. Y este grandioso triunfo legal de los escépticos (Realistas del Clima) no ocurrió en los Estados Unidos, en donde la mayoría de los analistas lo habían esperado, sino en Nueva Zelanda. Por la época de la publicación de este libro (enero de 2011), la mayoría de los observadores aún no habían absorbido las impresionantes consecuencias de la calamidad Kiwi; así es que pocos habían entendido que un gobierno occidental pro-verde realmente había abandonado todas sus pretensiones de poseer un registro climático “oficial” en eso que constituye la más humillante de las caídas. Tres años después de que la herida legal en la carne fuera infligida en el Tribunal Superior Inglés, la justicia de Nueva Zelanda asesta una herida mortal al insano Gran Dragón. La Coalición de la Ciencia del Clima de Nueva Zelanda (NZCSC, por sus iniciales en inglés) había demostrado cómo ciertos argumentos sobre el calentamiento global de los gobiernos nacionales occidentales son fácilmente destrozados 1 cuando se emplea una antigua táctica legal disponible para los ciudadanos de países del derecho común. Primero, llamé la atención a esta estrategia en mi artículo Persiguiendo al Fraude Climático: La Dimensión Internacional 2 (en inglés). 1 NZCSC & Climate Science Conversation Group; Press Statement of December 18, 2009; accessed online (April 26, 2010); 215 | P a g e 2 http://algorelied.com/?p=3768&cpage=1 El gobierno de Nueva Zelanda, arrastrado ahora a la Corte, finalmente confesó que ellos y sus compañeros agoreros no podrían referirse más a un registro del clima oficial –no existe alguno3. Una bestia inflada por miles de millones de dólares en gravámenes fue abandonada a su suerte para que tropezara y cayera sobre una espada legal bien afilada. A principios de año, con la asistencia capacitada de mis asociados en derecho de todo el mundo, expliqué cómo podría obtenerse tal triunfo legal. En mis artículos en línea, no solamente mostré a los participantes del blog el subproceso legal que vinculaba a las cinco naciones de habla inglesa atadas al gran fraude del calentamiento global –El Reino Unido, Estados Unidos de América, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, sino también proporcioné la clave hacia la victoria. Todas las naciones angloparlantes mencionadas, permanecen operando sus sistemas legales independientes; sin embargo, se asientan sobre la ley común Inglesa. 3 Bolt, A. ‘Climategate: Making New Zealand warmer,’ Herald Sun (November 26, 2009), accessed online April 26, 2010; Bajo la ley común, nuestros respectivos gobiernos no pueden imponer regulaciones climáticas sobre nosotros apelando diferentemente a hechos similares y circunstancias en ocasiones diferentes. Este principio es conocido, entre los practicantes del derecho como stare decisis (los jueces están obligados a obedecer los precedentes establecidos por decisiones anteriores). Por ejemplo, nosotros estudiamos en detalle dos de noventa desafíos legales presentados en los tribunales de Estados Unidos contra la demeritada legislación federal del clima, traída clandestinamente a comparecencia por la Agencia de Protección del Ambiente (EPA, por sus iniciales en inglés)4. Se hizo evidente que la EPA buscaba imponer al pueblo decisiones gubernamentales, "arbitrarias y caprichosas", relacionadas con el clima, con poca o ninguna justificación científica. Todos estos retos se denominan, tradicionalmente, peticiones mandamus. Para mi propio uso de este, el más valioso instrumento jurídico, ha sido la versión de Nueva York de mandamus conocido como una acción del 'Artículo 78'. El Instituto Nacional del Agua y la Investigación Atmosférica de Nueva Zelanda (NIWA, por sus siglas en inglés) fue acusado por frustrar repetidamente a la NZCSC en sus intentos por obtener climatólogos del gobierno para explicar cómo se las arreglaron para crear una tendencia de calentamiento para el clima de la nación que no es confirmada por el registro de temperatura real. La NZCSC hizo una petición al Tribunal Supremo de Nueva Zelanda para forzar al NIWA (efectivamente, el Gobierno Kiwi) a validar su reconstrucción de temperaturas antípodas – diametralmente opuestas- hechas por el servicio meteorológico nacional. Ostensiblemente, la NZCSC presentaría evidencia ante los tribunales demostrando que el NIWA había adulterado los datos climáticos de su nación, si ellos se negaban a rechazarlos. La petición completa puede leerse en la referencia 5. 4 5 http://www.epa.gov/lawsregs/ Dunleavy MBE, T. High Court asked to invalidate NIWA’s official NZ temperature record. (August 13, 2010); climatescience.org.nz, (accessed online: October 6, 2010). 216 | P a g e Antes de que el asunto pudiera ser llevado a la Corte para un último juicio, la declaración de la defensa de NIWA renunció a la lucha. Los abogados de NIWA informaron a la Corte que NIWA nunca aceptó la responsabilidad de un registro nacional de temperatura (denominado por ellos NZTR). Entonces, al distanciarse de la indefensible NIWA, confesó que nunca había existido cosa tal como un Registro de Temperatura “oficial” de NZ, a pesar de que existe un acrónimo oficial del gobierno para ello (NZTR). Al contradecir todas las declaraciones políticas previas, el gobierno de Nueva Zelanda ahora quiere que se conozca que el país nunca ha mantenido un registro oficial; todos los datos publicados similares tenían solamente un propósito de investigación interna, y no el de proveer evidencia para probar que el país se había calentado debido a las emisiones humanas de dióxido de carbono. No obstante, todos los datos dichos habían sido vitoreados desvergonzadamente a través del IPCC como el estándar dorado de temperatura en toda la historia de Nueva Zelanda y, durante décadas, había sido citado por los defensores pro-verdes como prueba del calentamiento global antípoda hecho por el hombre. Igual que los registros australianos desacreditados (BOM), los números de Nueva Zelanda representaron la piedra angular del calentamiento de Australasia y del Pacífico Sur (Oceanía). Significativamente, esta región está constituida por dos de las ocho zonas biogeográficas continentales; con estos escasos registros alternativos, ahora podríamos inferir que al menos la cuarta parte de los registros climáticos “oficiales” del mundo están desacreditados y que un impuesto injustificado al carbón está siendo extorsionado. Previamente, la NZCSC había emitido, en conjunto con el Grupo de Conversación de la Ciencia Climática (18 de diciembre de 2009), un comunicado de prensa en el que se acusaba a NIWA de publicar “material engañoso”, Las dos organizaciones se fueron directo a no amainar su búsqueda de acceso a los métodos del gobierno, los cuales, ahora, estaban envueltos por un manto de secrecía. El continuo rechazo a limpiar su nombre condujo a cargos contra el NIWA por haber sido “defensivo y obstructivo” hacia los requerimientos para ver los dadas de los científicos del clima de Nueva Zelanda. Los archivos pdf descargables de las cartas entre el Presidente de la Coalición y el abogado Barry Brill, y el Presidente de NIWA, Chris Mace, pueden leerse en la referencia 6. Como recordamos, los patrones aquí son un reflejo del Climategate; los datos son desafiados por ser dudosos y luego son retirados o destruidos antes de que sean sometidos a escrutinio en los tribunales. La evidencia del calentamiento global nuevamente se deshace bajo la rigurosa luz del escrutinio en la sala de audiencias. De acuerdo a la NZCSC, los científicos del clima cocinaron los libros por usar los mismos presuntos “trucos” empleados por los científicos agoreros del Día del Juicio Final británicos y americanos. Esto implica la imposición sutil de un sesgo de calentamiento durante el proceso conocido como homogenización 7, el cual ocurre cuando los datos del clima requieren de un ajuste. De hecho, los registros originales Kiwi no muestran calentamiento alguno durante el siglo XX. No fue sino hasta después de que el gobierno patrocinara a los climatólogos que habían manipulado los datos que la tendencia de calentamiento, que apareció la tendencia de un calentamiento de 1 °C. 6 Atkins, Holm, Joseph & Majurey., [Solicitors], Statement of Defense on Behalf of the Defendant, [On behalf of NIWA], (September 14, 2010); 7 Costa, A.C. and A. Soares, Homogenization of Climate Data: Review and New Perspectives Using Geostatistics, Mathematical Geoscience, Volume 41, Number 3 / April, 2009; 8 (April 2009) 217 | P a g e La Homogenización Explicada Cuando dichos ajustes a los datos (homogenización) se hacen, los científicos deben mantener sus cálculos de trabajo para que otros científicos puedan probar el carácter racional de esos ajustes. De acuerdo con un artículo en Mathematical Geosciences 8, la homogenización de los datos del clima debe realizarse porque “ningún factor climático otorga datos incoherentes de la variación real del clima”. La gran ironía es que la justificación presentada para justificar la necesidad de la “homogenización” es porque, de no hacerse, las “conclusiones de los estudios climatológicos e hidrológicos son, potencialmente, tendenciosas”. ¿Captó usted la idea? Los científicos del clima necesitan añadir sus propios giros a las temperaturas sin procesar porque, si ellos no lo hacen, entonces las temperaturas sin procesar son ¡menos confiables! Sin embargo, de acuerdo con la investigación independiente sobre el Climategate presidido por Lord Oxburgh, se encontró que era el proceso de homogeneización, en sí mismo, lo que se vició porque climatólogos fueron guiados, excesivamente, por el distorsión “subjetiva”. En particular, el Australiano Andrew Bolt, escribiendo para el Herald Sun, determinó claramente que el escándalo del Kiwigate no era tanto sobre el asunto de "ocultar el declive", sino "sube la rampa hasta el tope" 9. Bolt continúa informando: "esos ajustes fueron hechos por Jim Salinger, científico del clima de Nueva Zelanda y autor principal para el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)". Salinger fue despedido del NIWA en el año 2010 por hablar sin autorización ante los medios de comunicación. Deliberadamente, Salinger trabajó un tiempo, en Gran Bretaña, para la CRU (Unidad de Investigación del Clima), la institución central del escándalo del Climategate. Salinger se convirtió en parte del círculo interior de los científicos del clima, cuyos mensajes de correo electrónico filtrados precipitaron la inicial controversia del clima, en noviembre de 2009. En un email 10 dirigido a su compañero climatólogo estadounidense, el desafortunado profesor Michael Mann, Salinger afirmó que estaba "muy preocupado por las normas académicas" entre los escépticos del clima. El 29 de enero de 2010, en lo que pareció ser una repetición de la debacle de Phil Jones en la CRU británica, el gobierno KIWI reconoció que la “NIWA no mantiene copias de las hojas de cálculo originales”. El Kiwigate imita al Climategate El Kiwigate parece coincidir con el Climategate en tres características esenciales. En primer lugar, los científicos del clima se negaron a enviar sus datos para un análisis independiente. En segundo lugar, cuando se encontraron acorralados, los científicos afirmaron que sus ajustes se habían “extraviado”. En tercer lugar, los datos sin procesar, por ellos mismos, no muestran tendencia alguna al calentamiento. 9 Bolt, A. ‘Climategate: Making New Zealand Warmer,’ Herald Sun (November 26, 2009), accessed online April 26, 2010; 10 Salinger, J. Climategate email Filename: 1060002347.txt. (August 4, 2003). 218 | P a g e La NZCSC explicó sus frustraciones en tratar de llegar a la “real” verdad acerca de lo que había sucedido con la historia del clima de Nueva Zelanda, "NIWA hizo todo lo posible por ayudarnos, excepto entregar los ajustes. Resultó ser que, de hecho, nada había hecho más allá de lo que pudiera haber hecho —porque nunca tuvieron los ajustes. Ninguno de los artículos científicos que NIWA citó en sus impresionantemente-resonados comunicados de prensa contenía los ajustes reales". Después de una prolongada demora, NIWA se vio obligada a admitir que no tiene registro alguno de porqué y cuándo se hicieron los ajustes a los datos del clima de la nación. Los auditores independientes han demostrado que los datos más antiguos estaban amañados para hacer que la temperatura pasada apareciera más fría, mientras que los datos modernos, inexplicablemente, se elevaron hasta plasmar una tendencia de calentamiento que no es respaldada por los números reales de los termómetros. No es tan sólo una o dos naciones en las que los números climáticos oficiales del Gobierno están adulterados. Como estamos viendo, análisis similares bien detallados sobre América del Norte, realizados por escépticos muy respetables, como los meteorólogos veteranos Joe D'Aleo y Anthony Watts, publicados en el artículo del Instituto de Política Pública y Ciencia (SPPI, por sus iniciales en inglés) Registros de Temperatura de la Superficie — Política Impulsada por el Engaño? 11, da motivo de de preocupación de que estemos frente a un fenómeno mundial. Temperaturas Antípodas También Imitadas en el Australiagate Cada vez es más evidente que puede probarse que un caso forma parte de una conspiración más amplia por cometer fraude climático opuesto cuando también examinamos lo que ha ocurrido en Australia durante la controversia denominada Australiagate. En febrero de 2010, publiqué el artículo “Australiagate: la NASA Atrapada en el Truco Sobre los Datos del Clima Australiano” 12 que informó sobre los resultados de dos investigadores independientes de clima que analizaron datos climáticos utilizados por el Panel Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático (IPCC). La historia ha sido analizada magníficamente en dos blogs, el blog de Ken 13 y en Watts Up With That 14. El registro del IPCC mostraba un calentamiento de 2 grados por siglo en Australia que no tenía ninguna explicación científica. Un estudio anterior realizado por Willis Eschenbach, exponiendo este ajuste arbitrario y caprichoso, fue sustanciado, en su totalidad, por el ciudadano científico Ken Stewart, en su blog Ken’s Kingdom13. Era evidente que NASA-GISS, con base en la Universidad de Columbia, en Nueva York, había manipulado el valioso período de un siglo de registros de temperatura de Queensland (el Estado del Sol) para revertir una tendencia de enfriamiento en una estación meteorológica en tierra para, así, aumentar una tendencia al calentamiento en otro conjunto de datos que habrían de ser falseados. Pero cuando miramos a lo que nos dicen los mensajes electrónicos filtrados del Climategate, encontramos que los climatólogos estaban conscientes de sus errores. Evidencia más acertada puede leerse en los archivos de “documents/HARRY_READ_ME.txt” que se encuentra en el sitio en la Red del Climategate15. 11 http://scienceandpublicpolicy.org/originals/policy_driven_deception.html http://www.climategate.com/australiagate-now-nasa-caught-intrick-over-aussie-climate-data 13 http://kenskingdom.wordpress.com/ 14 www.wattsupwiththat.com 15 http://www.climategate.com/searchable-categorized-climategateemail-database 12 219 | P a g e Estos mensajes de correo electrónico abordan lo más reciente de los números en conflicto (de 2006 a 2009), y muestra cómo “Harry” Harris admite que los datos del clima del Gobierno son inutilizables: "estando seriamente hartos con el estado de los datos australianos; tantas estaciones nuevas que se han implementado, tantas referencias falsas, tantos cambios que no están documentados… ". Más adelante, “Harry” añade, “estoy muy preocupado por tener qué reportar que el resto de las bases de datos parecen estar en un estado tan cercanamente pobre al de Australia.” Estos turbadores hallazgos ponen, de esta forma, en duda la integridad y los métodos de los climatólogos del Gobierno y han sido condenados por el revisor experto del IPCC de las Naciones Unidas, el doctor Vincent Gray16. Gray ha sido un revisor experto del IPCC de la ONU en todos los cuatro informes del IPCC de las Naciones Unidas: los de 1991, 1995, 2001 y 2007. El doctor Gray confirma que las temperaturas no procesadas, libres de los chanchullos de la “homogeneización” gubernamental, no presentan tales prejuicios referidos al calentamiento. Adicionalmente, vemos que el doctor John Christy17, de la Universidad de Alabama en Huntsville, publicó dos estudios detallados que demuelen los registros “homogeneizados” estadounidenses, similarmente derivados de las mismas bases de datos de NASA-GISS. Desaparición de las Estaciones de Temperatura Pero, además de enredar las temperaturas ya en su poder, los estafadores del clima intentaron manufacturar una oscilación de calentamiento, en el futuro, al causar la “desaparición” de 806 inconvenientes estaciones meteorológicas frías localizadas en todo el mundo. Todas las 806 estaciones meteorológicas fueron eliminadas de un total de 6000 estaciones de temperatura alrededor del mundo, en un solo año, sin explicación alguna de la Red Global de Climatología Histórica (GHCN, por sus iniciales en inglés), la cual es la organización de Gobierno que mantiene estos datos y que, además, es utilizada por las Naciones Unidas y los gobiernos de todo el mundo. Una de estas estaciones meteorológicas frías “desaparecidas” es la de La Paz, Bolivia, la cual fue considerada innecesaria. Ahora, todos los informes de temperatura de la ONU tienen su origen en un punto localizado a 1.200 km de dicha estación. La estación en La Paz, Bolivia, estaba a más de 10.000 pies sobre el nivel del mar y era muy fría. Ahora que la ONU ignora los datos bolivianos sin procesar, los datos “homogeneizados” para La Paz, Bolivia, son, repentinamente, 4.44 °C más calientes que antes. 16 PhD, Cambridge. Some of his comments can be found at: http://climaterealists.com/index.php?id=6340&utm 17 PhD, Atmospheric Sciences, University of Illinois. Some of his comments can be found here: http://www.examiner.com/environmental-policy-in-national/globalwarming-interview-with-john-christymodels-sensitivity-the-pnaspaper-and-more 18 See: http://www.climategate.com/czechgate-part-two-%E2%80%93-the-giss-rape-of-prague 220 | P a g e Los Dos Registros más Antiguos del Mundo Desaprueban el Calentamiento Hecho por el Hombre Sin embargo, cuando renunciamos a los números homogeneizados del gobierno y en su lugar vamos a la fuente primaria de las lecturas termométricas de precisión, conseguimos un panorama muy diferente sin aparente calentamiento causado por el hombre. Tales dos conjuntos de datos precisos son los más antiguos del mundo, además de ser los más confiables; estos conjuntos de datos precisos son, el Registro de Temperatura de Inglaterra Central (CET), por sus siglas en inglés), de Gran Bretaña, y la Central Europea, en Klementinum, Praga, en la República Checa. El doctor Jan Zeman, un científico de Praga, ha escrito un excelente artículo18 que demuestra que no existe señal humana alguna en el registro Europeo, y que la tendencia global de calentamiento en Europa central, a partir de 1790, es meramente un cuarto de grado Celsius (0.268 °C por centuria, como se muestra en la Figura 1). Las temperaturas sin procesar de Praga se correlacionan, extremadamente bien, con el Registro de Temperatura de Inglaterra Central (CET), el cual ha estado funcionando, en forma continua, durante 351 años (véase la Figura 2). Figura 1: Gráfico de Anomalías en la Temperatura desde 1775 hasta 2009 19 19 Graph by permission of Dr. Jan Zeman. 221 | P a g e Figura 2: Registro de Temperatura de Inglaterra Central y Emisiones de CO 2, 1659-2009 Lo que vemos es que ni en Europa central ni en Inglaterra central se ha producido señal alguna de calentamiento provocado por el hombre en la historia. Como estos conjuntos de datos se consideran los mejores proxies para las temperaturas del hemisferio norte, y dado que las tendencias de la temperatura global siguen un patrón similar al de las temperaturas del hemisferio norte, entonces la misma conclusión sobre el reciente calentamiento puede, potencialmente, ser inferida a nivel mundial. Lo Que Vemos no es ni de Europa Central ni de Inglaterra Central En vez de publicar los hechos, el IPCC de la ONU ha elegido deformar, para los encargados de la política internacional, un patrón invariable de calentamiento inexplicable, por referencia a los números homogeneizados –la distorsión que no puede ser contabilizada a partir de los datos de temperatura no procesados. De esta manera, durante dos décadas se estuvo presentando a los encargados de las políticas una imagen, consistentemente falsa, indicando una tendencia de calentamiento que solamente existía en los “laboratorios” de los climatólogos. Con ello, hemos identificado la verdadera fuente de “calentamiento global causado por el hombre”: Esa fuente es la falsificación clandestina de los números publicados en los informes del resumen del IPCC entregados a los gobiernos nacionales y a los medios de comunicación. Datos del Clima Ilegalmente Destruidos Los gobiernos de la Unión Europea y Angloparlantes se hicieron blanco de las crecientes sospechas de que ellos estaban falseando los datos del clima para cumplir con un objetivo predeterminado y de que sus climatólogos estaban siendo sobornados para crear la ilusión de un cambio climático inducido por los seres humanos. Analistas independientes presentaron varias peticiones de Libertad de Acceso a 222 | P a g e la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) durante varios años, la más famosa fue la del estadístico canadiense Steven McIntyre20. De hecho, el profesor Jones de la Unidad de Investigaciones Climáticas, de la Universidad de Anglia del Este, la central líder en el mundo para la homogeneización de datos del clima, dio instrucciones a sus colegas para que se destruyeran todos los datos y no presentarlos ante las solicitudes FOIA legales de McIntyre. Como ahora los demuestra la historia, Jones fue objeto de investigación criminal debido a su inequívoca admisión de mala conducta en los mensajes de correo de electrónico filtrados del Climategate. Las investigaciones oficiales posteriores realizadas por los Comisionados de la Oficina de Información del Reino Unido (ICO, por sus siglas en inglés) sustanció el reclamo, formulado por los investigadores del Gobierno, de que los cálculos potencialmente incriminatorios (metadatos) en el proceso de homogeneización habían sido destruidos –un acto criminal injustificable. Los mensajes de correo electrónico filtrados, escritos por Jones, demostraron que él amenazó con destruir sus datos antes que permitir que McIntyre los viera… cuando los comisionados de la ICO lo investigaron, ellos descubrieron que Jones había, de hecho, destruido los datos. Los defensores del crimen afirman que Jones no destruyó los registros originales de temperatura no procesados. Esto podría ser cierto; sin embargo, Jones destruyó sus ajustes, los cuales habrían constituido evidencia clave con respecto a sus intenciones por cometer el fraude climático. Los analistas legales sostienen que las pruebas destruidas probablemente hubieran demostrado que Jones y sus colaboradores actuaron con intención de cometer fraude. De hecho, los expertos en estadística forense afirman que si a ellos se les hubiera permitido examinar los datos antes de que “el perro de Jones se los comiera”, entonces cualquier ajuste injustificado podría haber sido identificado como producto de programas de sistemas defectuosos o, sobre una base de uno por uno, o como un ajuste conscientemente manipulado con la intención de engañar fraudulentamente. Pero, una vez que el ICO encontrara que la evidencia había sido destruida durante una investigación legal formal (una solicitud FOIA constituye un desafío legal preliminar), entonces los tribunales tienen el mandato de buscar que se ha producido destrucción ilegal deliberada de evidencia. La destrucción deliberada de pruebas identificadas como relevantes, para cualquier proceso penal, sentencia al destructor, bajo su plena responsabilidad, a que él o ella deban asumir que han destruido esas pruebas a partir de un “conocimiento de culpa”. Con lo que la Corte se ve obligada a dictaminar una decisión en el sentido de que se ha cometido un delito de encubrimiento y, además, deberá encontrar al acusado culpable de la ofensa original. La confesión del crimen hecha por Jones es absoluta, ya que él apercibe al fiscal del “acto ilícito”, actus reus, y de “mentalidad culpable”, mens rea. Además, la ICO afirma que la razón por la cual no fue presentada la acusación había sido un detalle “técnico” (una instrucción inusual en la medida de que no existe límite de tiempo para el enjuiciamiento, conforme al Acta de la Ley del fraude [2005]). Para aquellos sin formación jurídica, tales actos intencionales constituyen evidencia sobre conspiración para defraudar y Jones no debió haber escapado al enjuiciamiento. 20 http://www.climateaudit.org 223 | P a g e Mis asociados legales y yo argüimos que la ley no ha sido aplicada apropiadamente en esta materia. La ICO muy correctamente determinó que el estatuto corto de limitaciones (solamente seis meses) ya había expirado, haciendo imposible enjuiciar a Jones por sus crímenes bajo la ley del FOI. Sin embargo, estando Jones confeso de intención de conspiración para romper la ley y destruir la evidencia y luego, sobre esa base, el asunto debió haberse pasado a la Oficina de Fraudes Graves (SFO, por sus iniciales en inglés) con un mandato para investigar los alegatos de fraude y conspiración, cuando las sumas de dinero exceden las 500,000 libras esterlinas, además cuando existe una indicación de dimensión internacional, como fue en este caso. Si el gobierno Británico hubiera aplicado la debida diligencia, entonces el enjuiciamiento, bajo la Ley de Fraudes, todavía podría ejecutarse. Esto, entonces, habría sido más apropiado, de acuerdo con la escala de denuncias apercibidas, y no se hubiera caído en el extremo del estatuto restrictivo de limitaciones que ha bloqueado los cargos originales de la FOIA. Unidad de Policía Privada Investigó el Climategate Debido a sus omisiones, el Ministerio del interior y el Servicio de Procesamientos de la Corona son cómplices de una destitución (omisión) para no colocar el asunto en manos de la SFO, el único departamento que ambos instruyeran, y el único particularmente capacitado para investigar estos casos. En vez de eso, la investigación fue asignada a la policía de Norfolk. “Auxiliando” a la Policía de Norfolk con sus investigaciones, estaba la unidad de la policía secreta, el Equipo Nacional de Extremismo Doméstico (NDET, por sus iniciales en inglés). El NDET es responsable directo de la Asociación de Oficiales de Policía en Jefe (ACPO). Debido a que la ACPO no es una corporación pública, sino más bien, una compañía privada con recursos limitados, el NDET está exento de las leyes de acceso libre a la información (FOIA) y de otras clases de rendición de cuentas públicas, aún cuando son financiadas por el Ministerio del Interior y a pesar de desplegar oficiales de policía de las fuerzas regionales. Al momento de la publicación de este libro, aún no se ha emitido un anuncio formal sobre el resultado de las investigaciones de la policía, las cuales iniciaron en noviembre de 2009. ¿Demasiadas Coincidencias Como Para ser un Error Inocente? No obstante lo dispuesto en el dudoso programa de instalación de las investigaciones policiacas, cualquier abogado competente sabe que el principio legal aceptado bajo la ley común es cuando se ha demostrado que un sospechoso ha violado la ley por encubrir, retener o destruir pruebas, después, los tribunales aplicarán correctamente el “principio de inferencia adversa” para que, el que destruyera intencionalmente la evidencia, sea culpable del delito subyacente. Desde el Climategate, la confianza del público en la climatología financiada por el gobierno, se ha evaporado totalmente. Los contribuyentes afectados se preguntan cómo es posible que los científicos del clima, en los diferentes países del otro hemisferio del mundo, estén enfrentando denuncias de fraude sobre datos extraordinariamente similares. Con tantos climatólogos que dicen haber “perdido” sus cálculos, nadie puede reproducir sus métodos o tener cualquier confianza en los argumentos de que la humanidad haya calentado, en forma artificial, a nuestro planeta. La tendencia es, ahora, innegable; el “calentamiento global causado por el hombre”, durante el siglo XX, no se originó de los datos sin procesar de las lecturas termométricas, sino a través de la manipulación “artificial” perpetrada dentro de las instituciones meteorológicas líderes, en un puñado de naciones angloparlantes. A juzgar únicamente por los datos de temperatura sin procesar, y tomando en 224 | P a g e cuenta las travesuras de una camarilla de investigadores élite, podemos decir que no existe evidencia convincente alguna de algún calentamiento neto, inusual, de la superficie planetaria durante el siglo pasado. Colectivamente, los autores de este libro no representan ideología política alguna o intereses comerciales. Simplemente, somos ciudadanos ilustrados y dedicados a publicar un libro propio – argumentando un caso convincente para un retorno a la razón. Las victorias de mediano plazo en las elecciones de los Estados Unidos, en noviembre de 2010, han otorgado al Partido Republicano el derecho a reclamar un mandatorio para poner un inmediato alto a la innecesaria e impopular imposición de leyes regulatorias introducidas por la “puerta trasera”, vía la Agencia de Protección al Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés). Justo cuando este libro va a la prensa (noviembre de 2010), Scientific American anunció los resultados de su reciente encuesta de opinión21 entre sus “científicamente alfabetizados” lectores. Un total del 83%, de 5190 entrevistados, piensa que el IPCC (sobre el cual reposa la “ciencia” de la EPA) es “una organización corrupta, propensa al razonamiento de grupo, con una agenda política”. Nosotros ofrecemos este volumen como evidencia, tanto para el gobierno de los Estados Unidos como para las demás naciones, para que ellas puedan actuar en base a los hechos incontrovertibles presentados aquí y puedan descartar, conspicuamente, a ese mítico Gran Dragón, de una vez por todas y para todas las consideraciones políticas. 21 Scientific American Poll Results (November 2010): http://www.surveymonkey.com/sr.aspx?sm=ONSUsVTBSpkC_2f2cTnptR6w_2fehN0orSbxLH1gIA03DqU_3d 225 | P a g e Biografías de los Autores Dr. Timothy Ball (Canadá) El profesor Timothy Ball es un reconocido consultor ambiental y profesor de Climatología retirado de la Universidad de Winnipeg. El Dr. Ball ha servido en muchos comités locales y nacionales y como Presidente de Juntas Provinciales en gestión del agua, cuestiones ambientales y desarrollo sustentable. El Dr. Ball ha dado más de 600 conferencias públicas sobre ciencia y medio ambiente durante la última década. El Dr. Ball llegó a primer plano después de su aparición en el sensacional documental británico del Canal-4, The Great Global Warming Swindle. Tim tiene un extenso historial en la ciencia de la climatología, especialmente sobre la reconstrucción de climas pasados y el impacto del cambio climático en la historia de la humanidad y en la condición humana; con experiencia adicional en recursos hídricos y zonas de desarrollo sustentable, prevención de la contaminación, normas ambientales y sobre el impacto de la política del Gobierno en los negocios y la economía. Químico Alan Siddons (Estados Unidos de América) El señor Siddons es un radioquímico retirado, pero actualmente es un investigador líder sobre el clima y un escritor en ciencia. El radioquímico Siddons ha compilado muchos capítulos sobre la miríada de errores que han sido, y son todavía, suscritos por los alarmistas del clima y los realistas, por igual. Con ejemplos claros y sentido común, este autor ilustra en dónde y porqué todos han cometido errores – desde que las campanas de alarma del clima comenzaron a tañer. Ingeniero Joseph A. Olson, PE (Estados Unidos de América) Ingeniero retirado de Texas, el señor Joseph Olson es un escritor de ciencia internacionalmente respetado, con más de 100 artículos, principales, relacionados con el clima y la ingeniería civil de su autoría. Dr. Martin Hertzberg (Estados Unidos de América) El Dr. Martin Hertzberg es un escritor de la ciencia del clima desde hace muchos años. Es un meteorólogo retirado de la Fuerza Naval de los Estados Unidos, con doctorado en Fisicoquímica por la Universidad de Stamford, y es titular de una Cátedra Fullbright. Hertzberg es un experto investigador en combustión, flamas, explosiones e incendios, reconocido internacionalmente, con más de 100 publicaciones en esas áreas. El doctor Hertzberg estableció y supervisó el laboratorio de ensayos para explosiones en las instalaciones de la Oficina de Minas de los EE.UU., en Pittsburgh (actualmente la 226 | P a g e NIOSH). El equipo de prueba desarrollado en el laboratorio ha sido ampliamente reproducido e incorporado dentro de los estándares ASTM. Los resultados de la prueba de laboratorio publicados son usados para la evaluación de riesgos de los gases y polvos industriales. Cuando estuvo trabajando para el Gobierno Federal, el doctor Hertzberg servía como consultor de varias Agencias Gubernamentales (MSHA, DOE, NAS) y para grupos profesionales (tales como el EPRI). Él es autor de dos patentes Americanas: 1. Detectores de Partículas Submicrones. 2. Pirómetros Infrarrojos de Multicanales. Dr. Claes Johnson (Suecia) El Dr. Claes Johnson es profesor de matemáticas aplicadas en la Escuela de Ciencias de la Computación y la Comunicación, en el Instituto Real de Tecnología de Estocolmo, Suecia, y se ha consolidado a la vanguardia de los comentaristas internacionales con su muy respetado blog, Claes Johnson Sobre Matemáticas y Ciencia, y Sobre los Gases con Efecto de Invernadero sin Efecto de Invernadero. Dr. Charles Anderson (Estados Unidos) El Dr. Charles Anderson es físico de materiales con una carrera de 38 años en el uso de la radiación para caracterizar y analizar las propiedades de los materiales. Especialmente, él disfruta el uso de las técnicas multidisciplinarias para resolver, rápidamente y eficientemente, problemas de materiales complejos. El Dr. Anderson ha laborado como científico laboratorista para el Departamento de la Fuerza Naval, en los laboratorios de Lockheed Martin, y, desde 1995, ha sido propietario y operador de Anderson Material Evaluation, Inc. Obtuvo la Licenciatura en Física en la Universidad Brown, y su Doctorado en la Case Western Reserve University –estudiando la magnetización de la superficie de cristales únicos de níquel usando espectroscopía Mössbauer y espectroscopía de electrones Auger. El análisis de las superficies y de los volúmenes cercanos a la superficie ha sido el componente principal de su trabajo, desde entonces, usando técnicas tales como espectroscopía foto-electrónica de Rayos-X, espectroscopía infrarroja, espectroscopía dispersiva de Rayos-X, análisis térmico y microscopía de luz. El doctor Anderson ha publicado 29 artículos científicos y ha escrito miles de informes técnicos para sus clientes comerciales. En el año 2000, se interesó en las imputaciones de que las emisiones humanas de dióxido de carbono podrían generar daños catastróficos al clima y, rápidamente, se convirtió en escéptico. Desde entonces, él ha escrito, frecuentemente en su blog, acerca de los muchos problemas que existen con esa hipótesis. Químico Hans Schreuder (Holanda) Químico analítico capacitado, de origen Neerlandés, ahora retirado, y técnico contratista internacional, el Sr. Schreuder ha sido un firme, y altamente respetable, crítico de la hipótesis de los gases con efecto de invernadero, además de ser un destacado comentarista, a través de su sitio en la 227 | P a g e Red, http://ilovemycarbondioxide.com/, como un centro de publicación para colegas científicos, críticos también de la hipótesis. El señor Schreuder ha escrito muchos artículos sobre el tema del origen humano del calentamiento global, y ha presentado un informe por escrito, de un centenar de páginas, complementado con una presentación oral de cuarenta y cinco minutos, a la Comisión del Cambio Climático de Irlanda del Norte, en mayo de 2009. Lic. John O’Sullivan (Reino Unido y Estados Unidos de América) Analista litigante y escritor especialista en anti-corrupción, el señor John O’Sullivan es el coordinador de estos excitantes nuevos libros y llevará al lector en una tour a través del laberinto de confusión que rodea a casi todos los aspectos de la alarma climática. El señor O’Sullivan es un académico acreditado, quien enseñó y dio conferencias, por más de veinte años, en escuelas y colegios del Este de Inglaterra, así como también litigando, exitosamente por más de una década, en las cortes del Estado de Nueva York y del Segundo Circuito Federal de los EE.UU. Actualmente, el señor O’Sullivan es el escritor más leído de Google, con respecto a la hipótesis del gas con efecto de invernadero (2010), y cuenta con más de cien importantes artículos internacionales sobre ciencia. En EE.UU., su trabajo aparece en la National Review, la revista más popular e influyente en los Estados Unidos sobre noticias republicanas y conservadoras, y de comentario y opinión. Entre otras publicaciones internacionalmente respetables, él ha aparecido, tanto en el China Daily, el portal Inglés número uno en China, como en el India Times, la fuente fundamental de noticias de negocios en la India. Como consecuencia directa de las revelaciones controversiales en su artículo el “Satellite-gate”, el Gobierno de los Estados Unidos retiró rápidamente de servicio a un satélite orbital espacial. RECONOCIMIENTOS Tim Ball Agradezco la comprensión, el estímulo y el apoyo inquebrantable de mi familia. Alan Siddons Va para Hans Schreuder mi más profundo agradecimiento. Siendo un crítico de las conjeturas actuales de la climatología, jamás yo hubiera podido tener a mi lado a un mejor aliado que Hans. Joe Olson Estoy muy agradecido con la señorita Brewer, de Rosehill, y la señorita Goodbaby, de Londres. Mi especial agradecimiento, también, para Gabriel Rychert de Climate Realists y para Judi McLeod de Canada Free Press. Martin Hertzberg 228 | P a g e Para mi esposa, cuyo amor y comprensión fueron invaluables. También, para mis amigos en Summit County, Colorado, y para la Alta Hermandad Universal de Unitarios en el País. Claes Johnson A Ingrid, por su amor y paciencia. Charles Anderson Para mi amada esposa, Anna Palka, y mi amigos racionalistas pensadores independientes. Hans Schreuder Al ya desaparecido Dr. Kanner, quien me enseñó ciencia correcta. A mi familia y amigos, quienes han destacado por mí en todo. Además, ofrezco las gracias y mi agradecimiento a Alan Siddons, Gerhard Gerlich, Ralf Tscheuschner, Gerhard Kramm, Claes Johnson y a todo un equipo de eminentes científicos y analistas de todo el mundo, sin cuya visión y aliento, yo no hubiera podido escribir mis capítulos. John O’Sullivan Para los seres que más amo: Peggy Clarke, David, Sian y Linzy. Además, gracias a Paul V. Sheridan por capacidad de edición. Agradecimiento Especial El equipo de “Cazadores” desea expresar su particular agradecimiento a nuestro diseñador Web profesional y artista gráfico, Thomas Richard, por sus impresionantes efectos visuales y la excelente programación técnica. Thomas reside en Boston, Massachusetts, y toda solicitud de negocios se puede solicitar a co2slayer@gmail.com 229 | P a g e