Dr. Jekill y Mr. Hyde
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EPÓNIMOS MÉDICOS PÁGINA 24 Thomas Hodgkin Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Año 5 - Nro. 17 Diciembre de 2011 ARTE & MEDICINA PÁGINA 42 Saturnalia: historias... y grupo escultórico Publicación y divulgación de Diagnóstico Médico Dr. Eduardo José Albesi Dr. Luis Alposta YO RECOMIENDO Dr. Jekill y Mr. Hyde En su novela "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", Stevenson nos muestra a un honorable médico de la era victoriana que, en su afán moral y científico, se da a la tarea de crear una fórmula química que permita, al que la ingiera, sacar y desterrar todo el mal que pueda tener dentro de sí. Página 52. EL CLUB OSLER DE BS. AS. Biógrafo e historiador de la medicina PÁGINA 32 MÉDICOS ARTISTAS PÁGINA 54 ETIMOLOGÍA & MEDICINA Dra. Clara Farías Bazo, esplénico y esplín Dr. Sergio Gianni Dr. Alberto Marangoni Prof. Dr. Alfredo Buzzi Revista DM MD, Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico PÁGINA 66 2 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] LLEGÓ A LA MEJOR DEFINICIÓN DIAGNÓSTICA PARA MAMOGRAFÍAS DIGITALES LA MAYOR INNOVACIÓN A NIVEL MUNDIAL Tecnología de avanzada para nuestras pacientes. Diseñado y Pensado en el confort y la eficiencia. Su diseño ergonómico reduce el disconfort de la mujer Tiene Pixels de 50 micrones, lo que da una definición superior a los equipos digitales de plaza. Sus imágenes de alta calidad permiten una mejor visualización del tejido mamario y mayor detalle de la áreas anormales Flujo de trabajo optimizado y rápido Exploración de examen: 1,2 ó 4 imágenes simultáneamente Densidad y contraste pueden ajustarse en imágenes Workstation integrada MENOR RADIACIÓN - MAYOR SEGURIDAD MEJOR RESOLUCIÓN - MAYOR RAPIDEZ Trayectoria y evolución al servicio de su salud. 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A pesar de su popularidad, "Imagine" ha recibido numerosas críticas a lo largo de los años, algunas de ellas por la percepción negativa de su letra. El mismo Lennon dijo que la canción era "antireligiosa, antinacionalista, anticonvencional, anticapitalista, pero aceptada por su dulzura”. Pero hay una estrofa que es un himno a la cooperación: You may say I'm a dreamer But I'm not the only one I hope someday you'll join us And the world will be as one En español sería algo así: Puedes decir que soy un soñador pero no soy el único espero que algún día te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno. La propuesta es sumarse para trabajar juntos en forma organizada para alcanzar una meta común. Eso se llama cooperación. La cooperación es un tema al que Lennon recurrió frecuentemente, muchas veces asociada a los sueños. La cita que subtitula estas líneas lo demuestran: “Un sueño que sueñas solo es sólo un sueño. Un sueño que sueñas con alguien es una realidad.” La cooperación consiste en el trabajo en común llevado a cabo por parte de un grupo de personas hacia un objetivo compartido, en lugar de trabajar de forma separada, o en competición. de lo que soñamos es absoluta: el escritor El hecho de que ese objetivo sea representado por un sueño le confiere un carácter especial. Por empezar, lo asocia al deseo y hay pocas cosas más poderosas que un deseo: “dame veneno para morir, o un sueño para vivir”. Casi le otorga vida propia: se puede matar a un soñador, pero no al sueño. Además, la sensación de pertenencia siento dueño no es de la vida que vivo. Es de argentino Luis Cane decía: “Si de algo me mi sueño.” Pero con soñar no basta: si queremos que nuestros sueños se hagan realidad debemos despertarnos y cooperar. La cooperación faculta a los individuos a moverse juntos hacia adelante, a moverse Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] en la misma dirección en lugar de deambular en diferentes direcciones. Si bien es cierto que el propio interés puede no favorecer la cooperación, se ha demostrado, curiosamente, que el ser humano tiende a actuar de forma más cooperativa de lo que dictaría el simple interés personal. No hay mejor prueba del progreso de la civilización que el progreso del poder de cooperación. Yo solo puedo, pero ayudado puedo antes y mejor. El resultado obtenido en cooperación es mucho mejor que el obtenido en soledad o en competencia. Hay cuatro condiciones esenciales que tienden a ser necesarias para que surja un comportamiento cooperativo: 1) Una superposición de deseos: el sueño debe compartirse, 2) Una probabilidad de futuros encuentros con el mismo individuo: el trabajo debe ser en conjunto, 3) Recuerdos positivos de anteriores encuentros con ese individuo: la cooperación empezará a surgir cuando el grupo se conoce y se estima y se tiene confianza a pesar de las dificultades y 4) Un valor asociado con futuros resultados: el sueño debe ser importante. Mientras hablábamos de estas cosas, mi mujer me acercó un poema de la poetisa polaca Wislawa Szymborska, que en un fragmento dice: La vida en la tierra sale bastante barata. Por los sueños, por ejemplo, no se paga ni un céntimo. Por las ilusiones, sólo cuando se pierden. Por poseer un cuerpo, se paga con el cuerpo. Es cierto: los sueños son gratis. Pero la cooperación no. Para lograr cooperación debemos primero dar cooperación. Así, todos podremos soñar el sueño de Lennon. Puedes decir que soy un soñador pero no soy el único espero que algún día te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 5 6 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] STAFF Directores Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Dr. H. Cesar Gotta Dr. Eduardo Eyheremendy editorial El sueño de JoHn Lennon LITERATURA & MEDICINA Editor Responsable Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Hay canciones eternas que ya son de todos y que por sí mismas son un mensaje. Una de ellas es "Imagine", editada por John lennon en 1971. Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi El PARkinson. CuAndo lA VidA sE VuElVE PRoToColo. Consejo Editorial Prof. Emérito Dr. Alfredo P. Buzzi Prof. Dr. Arturo Heidenreich Prof. Dr. Roberto Iérmoli Prof. Dr. Domingo Liotta Prof. Dr. Federico Pérgola Prof. Dr. Gustavo Piantoni Prof. Dr. Florentino Sanguinetti Coordinación General Paola Isturiz Guedes Virginia Prado Quintás MÉDICOS QUE FUERON OTRA COSA pág. 15 sAlVAdoR dAlÍ Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació en Figueras (Girona) el 11 de mayo de 1904 en el seno de una familia burguesa. Su padre, Salvador Dalí y Cusí, era un abogado librepensador y republicano... Por Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo MOSAICOS PORTEÑOS pág. 20 Acerca del alcohol y la droga. En los títulos de algunos tangos AEcerca del achaque Acerca de los wawanco Por Dr. Luis Alposta GALERIA DE PREMIOS NOBEL DE MEDICINA Por Dr Eduardo José Albesi MÉDICOS EN LAS CALLES DE BUENOS AIRES Calle dR. RAMón CARRillo Denominada en 1989 por ordenanza Municipal 44120, se extiende en línea recta desde Amancio Alcorta hasta la Avenida Suárez. Por Dr. Arturo Heidenreich YO RECOMIENDO pág. 52 ACERCA DEL EXTRAÑO CASO DEL dR. JECkyll y MR. HydE El novelista, poeta y ensayista Robert Louis Stevenson nació el 13 de noviembre de 1850... Por Dr. Luis Alposta MÉDICOS ARTISTAS pág. 22 pág. 47 pág. 54 dRA. ClARA FARÍAs En esta oportunidad, Médicos Artistas ofrece a sus lectores la entrevista a la Dra. Clara Farías , médica especialista en Diagnóstico por Imágenes... Este año, la mitad del Premio Nobel de Medicina ha sido concedida a los científicos Bruce A. Beutler y Jules A. Hoffmann... Por Dr. Sergio Gianni Por Dr. Juan Enrique Perea TAllER dE TRAuMAToloGÍA HuMAnisMo MédiCo En El HosPiTAl PEnnA EPÓNIMOS MÉDICOS DMMD Año 5 - Nro. 15 pág. 42 La escultura "Saturnalia", realizada por el italiano Ernesto Biondi en 1909, está en el Jardín Botánico de Buenos Aires desde 1984. lA ACTiVACión dE nuEsTRo sisTEMA inMunE DMMD Año 5 - Nro. 15 ARTE & MEDICINA Hijo único de Ferdinand A. Destouches, empleado de una compañía de seguros, y de Marguerite L. Céline Guilloux, una bordadora inválida, durante su infancia y adolescencia vivió en una pobreza extrema. Por Dr. Juan Enrique Perea Diseño Soulbranding Marketing Studio DMMD Año 4 - Nro. 14 " Elena Sabe ", de Claudia Piñeiro. Por Lic. Isabel Del Valle sATuRnAliA: HisToRiAs... y GRuPo EsCulTÓRiCo ENFERMOS FAMOSOs DMMD Año 4 - Nro. 13 pág. 8 pág. 38 Docteur Destouches y Monsieur Céline Colaboran en este número Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Dr. Juan Enrique Perea Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo Dr. Luis Alposta Dr. Adrián Gaser Lic. Isabel Del Valle Prof. Emérito Dr. Alfredo P. Buzzi Dr. Arturo Heidenreich Dr. Sergio Gianni Virginia Prado Quintás Dr. Eduardo Alfonso Benedetto Prof. Dr. Federico Pérgola Dr. Martin Valdez Dr. H. Cesar Gotta Dr Eduardo José Albesi Dr. Alberto Marangoni Dr. Fernando Guerzobich Números anteriores del año 2010 - 2011 pág. 4 pág. 24 AMBITO MÉDICO & EMPRESA pág. 57 dM En El X ConGREso ARGEnTino dE MAsToloGÍA THoMAs HodGkin TAllER Gi-RAds En El HosPiTAl ÁlVAREz En 1801, el francés François Xavier Bichat (17711802) lanzó el "programa anátomo-clínico". Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi TAllER dE TRAuMAToloGÍA En El HosPiTAl RAMos MEJÍA EnCuEnTRo soBRE CÁnCER GinEColóGiCo HuMAnisMo MédiCo En El HosPiTAl PEnnA EL CLUB OSLER DE BUENOS AIRES dM En El ConGREso ARGEnTino dE CARdioloGÍA EnCuEnTRo soBRE dETECCión TEMPRAnA dE CÁnCER dE MAMA. HuMAnisMo MédiCo En El HosPiTAl PEnnA pág. 32 CoMo BióGRAFo E HisToRiAdoR dE lA MEdiCinA La educación superior tan necesaria hoy en día no se brinda en la escuela, sino que debe ser forjada por cada uno de nosotros para sí mismo... Por Prof. Dr. Alfredo Buzzi dM En El ConGREso inTERnACionAl dE ClÍniCA MédiCA dM En El XX ConGREso dE onColoGÍA. HuMAnisMo MédiCo dM En El 48 ConGREso ARGEnTino dE oRToPEdiA y TRAuMAToloGÍA. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 7 sumario DMMD es una publicación de Diagnóstico Médico, Institución afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Prohibida su reproducción total o parcial sin consentimiento de los titulares. Diagnóstico Médico Junín 1023 C1113. Buenos Aires, Argentina. Tel.: 4821-6900/9800 4827-6300 www.diagnosticomedico.com revista@diagnosticomedico.com publicidad@diagnosticomedico.com Suscríbase gratis a nuestra newsletter: revista@diagnosticomedico.com MÉDICOS EN TIEMPO LIBRE pág. 62 dR. dAniEl MARCo Traumatólogo y luthier,quien a la hora de tomar la decisión del a carrera a seguir, fue coherente: eligiólas dos. Por Virginia Prado Quintas ETIMOLOGÍA & MEDICINA pág. 66 Museo Houssay pág. 75 los HERVidoREs AuToClAVEs EsTERilizAdoREs dE JusTo y REPETTo En El MusEo RisolÍA Llamará la atención del lector un nombre tan rimbombante para aquello que, como se ve en la fotografía... Por Prof. Dr. Federico Pérgola BAzo, EsPléniCo y EsPlÍn En la Antigüedad, el hígado era objeto de gran especulación y durante muchos siglos su función fue muy debatida. Por Dr. Alberto Marangoni Historia de los Hospitales pág. 70 El insTiTuTo dE onColoGÍA AnGEl H. RoFFo VIDRIERA FOTOGRÁFICA pág. 78 ViEnA Hacia la época del nacimiento de Cristo, los romanos construyeron un campamento militar, llamado Vindobona... Texto: Dr. Fernando Guerzobich Fotos: Dr. Martín Valdez COLECCIÓN DE FOTOS pág. 82 En la pared frontal del aula de Radiología del Instituto de Medicina Experimental (hoy conocido como Instituto de Oncología “Angel H. Roffo”), exactamente sobre el pizarrón desplazable... Las inundaciones en la Boca eran un problema frecuente. Bastaba que el Rio de la Plata creciera y el agua entraba en la ciudad... Por Dr. Sergio Gianni Por Dr. H. César Gotta inundACión dE lA BoCA Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 8 MÉDICOS QUE FUERON OTRA COSA Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Dr. Juan Enrique Perea Docteur Destouches y Monsieur Céline Dr. Juan Enrique Perea Director Médico de Laboratorio Diagnostico médico Primera parte : Docteur Destouches “No es que empezara demasiado bien (…) nací, repito, en Courbevoie, Sena”, escribió Louis Ferdinand Auguste Destouches sobre su llegada al mundo (27 de mayo de 1894). Hijo único de Ferdinand A. Destouches, empleado de una compañía de seguros, y de Marguerite L. Céline Guilloux, una bordadora inválida, durante su infancia y adolescencia vivió en una pobreza extrema. “Toda mi vida comí fideos hervidos. Mi madre los preparaba por fuentes. En la escuela todos eran como yo, chicos picados por las pulgas. Siempre me han dolido los pies. Nuestros zapatos eran demasiado chicos, y nosotros crecíamos. Todos los recados los hacía a pie”, contó en una oportunidad Destouches. A pesar de la penuria familiar, sus padres -imaginándolo un futuro comerciante- lo enviaron a Alemania e Inglaterra para que estudiara idiomas. En 1912, se alistó en el 20º Regimiento de Caballería y participó en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en el frente belga, una herida de gravedad le dejó una parálisis radial del miembro superior derecho, acúfenos y dolor de cabeza; por lo que se le concedió la medalla militar y una pensión por una incapacidad del 75%. Su periplo continuó en Londres, donde fue asignado a la oficina de pasaportes franceses. Allí, frecuentó los bajos fondos de la ciudad y, en 1915, se casó con Suzanne Nebout (de la se divorciaría al poco tiempo). En 1916, contrajo malaria y disentería en un viaje a Camerún y, enfermo, regresó a Francia. Cuatro años después de su primer matrimonio, se casó con Edith Follet. Para ese entonces, Destouches tenía veinticinco años y recién comenzaba a estudiar Medi- Louis-Ferdinand Destouches, durante la Primera Guerra Mundial. cina en la Universidad de Rennes (se graduó en la Universidad de París a los treinta). Sobre estos años, él mismo cuenta: “Yo empecé con la medicina y quería la medicina, y sin duda no la literatura. [En la infancia] tenía una enorme admiración por los médicos. Me parecían extraordinarios. La medicina era mi pasión. [En el médico] yo veía a un tipo milagroso, que curaba, que le hacía cosas sorprendentes a un cuerpo que no tenía ganas de funcionar. Eso me parecía maravilloso (…) me resultaba absolutamente mágico”. La tesis de doctorado En 1924, Destouches publicó “La vida y la obra de Philippe Ignace Semmelweis (1818-1865)”, su tesis doctoral sobre el médico húngaro que había deducido la causa de la fiebre puerperal y se había converti- do en el precursor de la antisepsia. Escrita a los treinta y un años de edad, este ensayo anticipa la formidable fuerza que iba a tener la escritura de Céline e introduce un motivo reiterado en la mayor parte de sus novelas: la inútil crueldad de la guerra. Así, en su tesis se puede leer: “Cien ejércitos invocaron al mismo tiempo cien razones para ser salvajes. Fronteras desfiguradas, fundadas en un inmenso reino de Frenesí, hombres que querían progreso y un progreso que quería hombres, he aquí las inmensas bodas que se celebraban. La humanidad se aburría, quemó algunos Dioses, cambió vestuario y pagó a la Historia con unas cuantas glorias nuevas. Veinte razas se precipitaron a un horrible delirio. Sostenidos por frases, poseídos por la muerte, conquistaron cada día un reino inútil que otros perderían al día siguiente”. Para demostrar la trascendencia de la labor científica de Semmelweis, Destouches Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] la contrapone a la inservible enormidad de la guerra. Recuerda que, durante Austerlitz, Jean-Nicolas Corvisart, el médico del Emperador, se abstrajo de sus funciones para traducir Inventum Novum, el libro sobre percusión de Josef Leopold Auenbrugger. Medida por sus consecuencias, la verdadera epopeya de Corvisart, más que sus actos en batalla, fue dar a conocer a la comunidad médica una obra fundamental de la Semiología. A lo largo de la tesis, Destouches cuenta que Semmelweis a los diecinueve años viajó a Viena para estudiar Derecho, pero que un día, tras escuchar una clase de Josef Skoda -clínico y maestro de la Semiología-, decidió estudiar Medicina. Su tesis doctoral, “La vida de las plantas”, escrita en 1844, no iba a tener ninguna relación con su futuro campo de interés: la infección puerperal. Como narra Destouches, en aquel entonces (antes de Pasteur) nueve de cada diez operaciones terminaban con la muerte o infección del paciente. “El juego del talento consistía en explicar la muerte en función del ‘pus bien ligado’, del ‘pus de buena naturaleza’, del ‘pus laudable’. En el fondo ecos de la impotencia. Las muertes se suceden con total simplicidad. Semmelweis no sabe aún por dónde va a emprender una grandiosa reforma de esta cirugía maldita, pero es el hombre para esta misión”, narra en la tesis. En efecto, en febrero de 1846, Semmelweis fue nombrado asistente del profesor Klin, director de uno de los pabellones de maternidad del Hospicio General de Viena. Allí, comprobó que en su sector el riesgo de muerte por fiebre puerperal era mucho mayor que en el otro (a cargo del profesor Bartch): cada mes fallecía hasta el 33% de las mujeres internadas. En mayo, la mortalidad llegó al 96%, por lo que se convocó a una Comisión Imperial. Frente a esta realidad, Destouches examina el curso del pensamiento de Semmelweis: éste creía que el destino lo había elegido para descubrir las medidas decisivas que evitaran tanta muerte. Su punto de partida para resolver la tragedia era una única certeza entre tanta confusión y oscuridad: había más decesos en el pabellón de Klin que en el de Bartch. A partir de este dato, Semmelweis, entonces, elaboró deducciones prácticas: en el pabellón Bartch el tacto era practicado por alumnas de comadro- 9 nas, mientras que en el pabellón Klin era hecho por alumnos de medicina. Así, las comadronas de Bartch fueron intercambiadas por los estudiantes de Klin y Semmelweis pudo comprobar que la muerte seguía a los discípulos de Klin: las estadísticas de Bartch empezaron a ser tan angustiantes que los estudiantes fueron devueltos a su pabellón original. De esta manera, llegó a su segunda comprobación: los estudiantes jugaban un papel de primera importancia en este desastre. Klin empezó a sostener que eran los practicantes extranjeros los que propagaban la fiebre puerperal y los terminó expulsando. Sin estar de acuerdo con la decisión, Semmelweis decidió volver sobre el único hecho demostrado para investigar por qué morían más mujeres de fiebre puerperal dentro del hospital que en la ciudad, más en el pabellón de Klin que en otras clínicas de Viena. En efecto, él había notado que las mujeres que daban a luz en la calle y no iban al pabellón de Klin hasta más tarde se salvaban casi siempre (incluso en temporadas de epidemia). Así, advertía: “La causa que busco está en nuestra clínica y en ninguna otra parte”. Mientras Klin dejó de hablarle, buscando la oportunidad para revocarle el cargo de asistente, Semmelweis, que había estudiado con Karl von Rokitansky, recordó los cortes a menudo mortales que sufrían los alumnos durante las disecciones. La verdad estaba más cerca: los estudiantes debían lavarse las manos antes de entrar en contacto con mujeres embarazadas. No obstante, Klin se negó a tomar este recaudo y el 20 de octubre de 1846, luego de una discusión, lo destituyó. A partir de una sugerencia de Skoda, Semmelweis viajó a Venecia en compañía de su mejor amigo, el cirujano Lajos Markusovszky. Dos meses después, al regresar a Viena, se enteró que el 13 de marzo de 1847 había muerto su profesor de anatomía, Jakob Kolletchka, como consecuencia de una herida que se había hecho durante una disección. Kolletchka era profesor de Medicina Forense del Hospital General de Viena y realizaba autopsias con propósitos legales en compañía de estudiantes. Luego de lastimarse, había desarrollado linfangitis y flebitis del miembro superior con un cuadro idéntico al de la infección puerpe- Louis-Ferdinand Céline abatido, en 1945, con 51 años. ral: pleuritis bilateral, pericarditis, peritonitis y meningitis. Puesto que Kolletchka había muerto como resultado de una incisión cadavérica, Semmelweis culpaba a las secreciones de los cadáveres del contagio. Él razonaba: “Son los dedos de los estudiantes, ensuciados en el curso de las disecciones, los que llevan las partículas cadavéricas fatales a los órganos genitales de las mujeres embarazadas, sobre todo a la altura del cuello uterino. Todo el problema reside en limpiar las manos”. Por solicitud de Skoda, Bartch terminó aceptando al médico en su maternidad como asistente. En mayo de 1847, Semmel weis hizo preparar una solución de cloruro de calcio y pidió que todos los estudiantes que hubiesen practicado disecciones -el mismo día o el día anterior- se lavasen las manos antes de efectuar cualquier exploración en una mujer embarazada. Al mes siguiente de la aplicación de esta medida, la mortalidad había caído a un 12%. Sin embargo, a Semmelweis no le parecía suficiente y ordenó que cualquier persona, hubiese practicado o no disecciones, se sometiera a una cuidadosa desinfección de las manos con la solución de cloruro de calcio antes de explorar a una mujer embarazada. En el curso del próximo mes, la mortalidad por fiebre puerperal bajaría al 0,23%. Semmelweis había triunfado sobre la fiebre puerperal, pero víctima de la envidia y las rencillas no logró la aprobación que esperaba. Unos sostenían que las cifras eran erróneas, otros aclamaban que las cifras Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 10 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Agotado, rotos todos los caminos de la razón y perdidos todos los apoyos, Semmelweis cayó en la melancolía y la alienación; se dejaba dominar por las alucinaciones y una tarde corrió hasta las aulas de anatomía de la facultad, se apoderó de un escalpelo, cortó los tejidos putrefactos de un cadáver y se hizo un corte profundo. Estaba infectado mortalmente. Louis-Ferdinand Céline a los 60 años. eran falsas. Ningún centro médico de Europa reconocía el hallazgo y el personal de los hospitales se oponía al lavado de manos por considerarlo inútil. Sólo cinco médicos apoyaban a Semmelweis: Rokitansky, Hébra, Heller, Helm y Skoda; el resto de los colegas, estudiantes y enfermeros lo llenaban de injurias. Para colmo, el ministerio lo destituyó por segunda vez el 20 de marzo de 1849, y le ordenó que abandonara Viena. Refugiado en Budapest, Semmelweis pasó hambre y apenas podía ejercer la medicina. Además, en un plazo de pocos días, se fracturó un brazo y una pierna, y quedó inmovilizado en cama. Su amigo Lajos Markusovszky lo encontró solo, hambriento y enfermo. “Está tan envejecido que apenas he podido reconocerle. Hay una gran melancolía grabada en sus rasgos, temo que para siempre”, escribió su compañero en aquella ocasión. Afortunadamente, un tiempo después fue admitido en la maternidad San Roque (de Budapest) donde comenzó la redacción de su libro capital, La etiología de la fiebre puerperal. Para 1856, el Dr. Birley, director de la institución, había muerto y Semmelweis lo sucedió. Sin embargo, luego de escribir una carta abierta a todos los profesores de Obstetricia (en la que calificaba de asesinos a los detractores de las reglas prescriptas para evitar la fiebre puerperal), comenzó a sufrir las mismas hostilidades que en Viena. Por esa época, su único amigo, el Dr. Arneth, en marzo de 1858 viajó a París con el manuscrito de Semmelweis para participar de las sesiones consagradas a la fiebre puerperal de la Academia. Allí, sólo recibió más oposición a la aplicación del método de Semmelweis. Skoda, advertido de la situación de su discípulo, viajó a Budapest y trasladó a Semmelweis a Viena. El 22 de junio de 1865 fue internado en un manicomio. Sin embargo, al poco tiempo, desarrolló linfagitis, pleuresía, peritonitis y meningitis, y tras una agonía de tres semanas, murió el 16 de agosto de 1865 a los cuarenta y siete años de edad. Su obra, aunque fue ignorada por su época, será eterna. En el final de la tesis de Destouches, el que escribe ya es Céline: “Veinte veces descendió la noche sobre esta habitación, antes de que la muerte se llevara a quien le había infligido una afrenta precisa, inolvidable. Apenas era un hombre lo que iba a llevarse con ella de nuevo, era una forma delirante, corrompida, cuyos contornos se iban borrando bajo una purulencia progresiva. Por lo demás, ¿qué victoria podía esperar ella, la Muerte, en un lugar tan degradado como aquél? ¿Acaso había alguien que le disputara por los pasillos del Asilo esas larvas humanas, esos extraños seres burlones, esas torvas sonrisas que rondan el límite de la nada? Prisión para los instintos, asilo para locos. El hombre termina donde comienza el loco!” Su tesis es una exaltación a la labor del médico que, empujado por una ardiente compasión por la miseria física de sus enfermos, hace frente a la fatalidad y al destino. “El mundo sólo pervive gracias a la generosa ebriedad de la salud”, decía Destouches. Para él, el pensamiento médico constituía el único verdaderamente humano y, en este sentido, Semmelweis le resultaba un ejemplo iluminador. Éste creía que la medicina era una piedad más activa que las demás y, de hecho, una vez el propio médico le confesó a un amigo: “Mi vida ha sido infernal. La idea de la muerte de mis pacientes me ha resultado siempre insoportable, sobre todo cuando se cuela entre las dos grandes alegrías de la existencia, la de ser joven y la de dar vida”. Un año después de publicar este ensayo, Destouches abandonó su práctica médica, a su esposa e hija, y se integró en la Sociedad de las Naciones en el área de higiene. Allí, según sus propias palabras, vio la luz: notó “que el mundo estaba gobernado por Mammon [la avaricia] implacablemente”. Luego, durante tres años, viajó por Suiza, Nigeria, Senegal, Cuba, Canadá y Estados Unidos. En Detroit estudió los problemas de la medicina social en la fábrica Ford y escribió el estudio sociológico “Le medicine chez Ford”. En 1928 regresó a París y abrió su consultorio médico en un suburbio de París. En 1931, además, fue contratado por una clínica municipal de Clichy. Segunda parte: Monsieur Céline En 1932, mientras trabajaba en Clichy, Destouches publica -bajo el seudónimo de Céline (apellido de la madre)- su primera novela: Viaje al fin de la noche, una obra maestra de la literatura francesa del siglo veinte en la que reproduce magistralmente la oralidad. Con una dedicatoria a Elizabeth Craig, su amante desde 1926, Céline reconstruye en la ficción un período de su propia biografía: al igual que él, su personaje, Ferdinand Bardamu, es herido en la Primera Guerra Mundial, sobrevive en las colonias francesas de África, viaja a Nueva York, trabaja en Detroit, se enamora y, de regreso en Francia, concluye los estudios de medicina y trabaja como médico. La ferocidad de la naturaleza humana es una obsesión en toda la obra celineana. El autor calificaba a la guerra como una “rabia tremenda que impulsa a la mitad de los seres humanos a enviar a la otra mitad al matadero” y, en sintonía, Bardamu dice: “Sentía como un deseo de intentar comprender su brutalidad. Somos vírgenes del horror. Yo acababa de descubrir de un golpe la guerra. Hay que estar casi solo ante ella, para verla bien, a esa puta, de frente y de perfil. La noche encerraba voluntades homicidas enormes e innumerables. Ya no se podría ver otra cosa: nuestra muerte. Desde entonces sé lo que deben sentir los conejos en un coto de caza. Brutos delante, al lado y detrás. De los hombres es de quien hay que tener miedo, siempre”. A lo largo de las páginas de Viaje al fin de la noche, la bestialidad cae sobre el cuerpo del personaje y lo agobia: “Un mes de sue- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 11 ño en cada párpado, ésa era la carga que llevábamos, además de unos cuantos kilos de chatarra”. Así, parece que hasta los caballos tienen más suerte que los hombres, ya que nadie les pide que aparenten creer en la guerra. Sin embargo, el entusiasmo de vivir, al menos unas horas más, por desgracia es sólo de los ser humanos. Como dice Bardamu, “una sola hora en un mundo en que todo se ha reducido al crimen es ya algo extraordinario”. Pero además, el valor de la vida en la guerra, como se nota en la novela, es enorme y es nada. Al respecto, el personaje reflexiona: “¡El día! ¡Uno más! Habría que intentar pasar a través de aquél como de los demás, convertidos en algo así como aros cada vez más estrechos, los días, atestados de metralla. Destino de asesinado con sentencia en suspenso”. A su vez, la avaricia es el motor y la mentira, una condición diaria: “No hay amor que valga en este mundo, mientras haya cinco francos de por medio (…) Se mentía con ganas, todo lo que tocabas estaba falsificado, hasta los traidores eran falsos”. Es que el mundo está al revés: “Preguntar por qué te asesinan es estar loco”, explica el personaje, quien termina enfermando enloquecido por el miedo. Luego, logra ser internado y enviado a París, pues, como él mismo dice: “lo mejor que puedes hacer cuando estás en este mundo es salir de él, loco o no”. Allí, comprueba que “la palma seductora se la llevaban sin duda los argentinos” por el comercio de la carne congelada; y finalmente se embarca hacia las colonias francesas de África en compañía de una chusma a la que “el treponema les limaba las arterias, el alcohol les roía el hígado, el sol les resquebrajaba los riñones, las ladillas se les pegaban a los pelos, el eczema a la piel del vientre, y la luz cegadora acabaría achicharrándoles la retina”. Ya en la colonia Bambola-Bragamance, se contagia de paludismo. Sin embargo, vive su enfermedad de un modo muy particular: “Cualquier cosa, en materia de vanidad, es mejor que nada. Una de las distracciones del grupo era organizar concursos de fiebre. Nos comparábamos los termómetros. (…) ‘¡Transpiro tanto que ya no puedo mear!’, observaba el campeón de la febrilidad”. Así, en el incesante horror que vive Barda- Louis Ferdinand Céline – Docteur L. F. Destouches (1894-1961). mu, Céline también relata la brutalidad a la que se reducía a los hombres en las colonias africanas francesas de comienzos del siglo veinte. Sus vidas estaban signadas por el abandono, el bismuto, el arsénico, la quinina en mermelada, el prurito del “corocoro”, la explotación del indígena, el asma, la codicia, la diarrea, los gusanos, el calor, la fiebre amarilla, los escalofríos, el embotamiento de las largas siestas palúdicas, la delgadez, la fatiga sin límite, el trópico, la condición de subhombre, la sífilis, el aire repugnante y viscoso, el bambú, las tribus enmohecidas, el agua de pozo, la práctica del crédito en lugar del salario, las hormigas rojas, las serpientes y los escorpiones, el azote, la ingenuidad, el canibalismo, la peste, el infierno africano de Bikobimbo, los días de viaje por un río, el alcohol, el ruido insoportable de la noche, las niguas penetrantes en los pies, el hedor de las orugas aplastadas, los insectos y los sapos, el calor, la apoplejía, el olor desprendido del desastre del mundo, las alucinaciones. En la novela, Bardamu embarca en el puerto de San Tapeta con rumbo a Nueva York. Si en África había encontrado la soledad brutal, en América encontrará la disolución total. Broadway es descrito como “una herida triste, que no acababa nunca” y en las vidrieras de la Gran Manzana descubre que el suplicio estético del pobre es interminable y más tenaz que su hambre. A su vez, queda impresionado por un baño público, del que dice: “En aquel subterráneo iban a hacer sus necesidades. Se instalaban en la caverna fecal. Cuando el sonido de una cadena anunciaba una vacante, redoblaban los clamores en torno al alvéolo libre. Tremenda familiaridad intestinal. Alegre co- munismo de la caca”; también le llaman la atención los restaurantes económicos donde, como relata, “te ponen una bandeja en la mano y vas a ocupar tu sitio en la fila. Las dependientes, estilo enfermeras, [se encuentran] tras las pastas y el arroz. Andas a pacitos cortos con tu bandeja en equilibrio como por una sala de operaciones”. Como un modo de evitar la desesperación, Bardamu se aferra al cine con fervor desesperado, pero, tal como señala, lo que tiene que hacer es aprender “a reconocer nuevos rostros, otras formas de hablar y mentir. La trivialidad de la nueva farsa”. Para él, su exilio es eso: una “inexorable observación de la existencia, durante largas horas lúcidas”. Finalmente, de Nueva York se va Detroit, donde -al igual que el autor- trabaja en la fábrica Ford. Allí, el obrero es casi un objeto, ya que, parafraseando a Bardamu, más que imaginativos, quieren chimpancés. A pesar de la situación que padece en la empresa, es en un burdel clandestino de esa ciudad donde, por primera vez, lo tratan sin brutalidad e incluso con amabilidad. En ese mismo lugar, conoce a Molly y se enamora. “¡Ah, si hubiera conocido antes a Molly! Pero era demasiado tarde para rehacer la juventud. Yo la amaba, pero más amaba mi deseo de huir de todas partes”, expresa Bardamu en esa oportunidad. De regreso en París, Ferdinand Bardamu reanuda los estudios y se gradúa de médico. Atiende enfermos con dolor abdominal, metrorragia, enfermedades profesionales, shock hipovolémico, tos por smog, hipertensión arterial, muerte puerperal, fiebre tifoidea, neumonía, cáncer, hemorragia Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 12 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] digestiva, insuficiencia renal, heridas, insuficiencia cardíaca, enfermos ancianos, enfermos avaros, enfermos que le pegan pulgas, enfermos alienados, enfermos suicidas, niños enfermos. Conoce la derrota, el simulacro profesional, un dispensario para tuberculosos, un manicomio, el olor a muerte, el cansancio, la resignación, la miseria, el altruismo, un asesinato. Asimismo, descubre que “ser viejo es no encontrar ya un papel vehemente que desempeñar; que la vida es un cabo de luz que acaba en la noche; que un loco no es sino las ideas corrientes de un hombre encerradas en la cabeza (…) y que la gran fatiga de la existencia tal vez no sea sino ese enorme esfuerzo que realizamos para seguir siendo razonables, para no ser atroces”. En 1936, cuatro años después de haber publicado su obra cumbre, Céline conoció a su tercera esposa, Lucette Almanzor, y publicó su segunda novela, Muerte a crédito, en la que narra especialmente la infancia de Ferdinand Bardamu. Allí, nos enteramos de que el famoso personaje es hijo de un padre violento y una madre que ha sufrido polio. Monsieur Céline lapida al Docteur Destouches En 1937, Céline publicó dos panfletos: el primero, “Mea Culpa”, es fruto de su viaje a la Unión Soviética y de su posterior desencanto con el sistema comunista; el segundo “Bagatelles pour un massacre” es marcadamente antisemita (no sólo argumenta, con un supuesto objeto pacifista, que una conspiración judía internacional lucha para iniciar una nueva guerra, sino que, además, personifica lo demoníaco en el judío). Simpatizante de Hitler y colaborador de la República de Vichy, Céline emigró de Francia a Alemania en 1944 junto con Lucette Almanzor y su gato Bebert. Al año siguiente, se instaló en Dinamarca, pero en Copenhague fue arrestado y encarcelado por petición del gobierno francés que lo acusaba de colaboracionismo. Bajo el nombre de Dr. Louis-Ferdinand Destouches, Céline fue recluido el 17 de diciembre de 1945 en la cárcel de Vestre Faengsel de Copenhague y fue liberado el 24 de junio de 1947. La lectura de las cartas que envió desde la cárcel a su abogado y a su esposa Lucette permiten reconstruir la historia clínica del médico y prisionero Destouches durante aque- llos dieciocho meses. Destouches y la pelagra del prisionero Si el destino de la fiebre puerperal había estado en manos de un húngaro Philippe Ignace Semmelweis, el destino de la pelagra estuvo ligado a otro húngaro: Joseph Goldberger. Goldberger se había mudado con su familia a Nueva York en 1874. Allí, estudió medicina en la escuela del Hospital Bellevue hasta su graduación en 1895. Dado que su condición de judío le impidió ingresar en la U.S. Navy Medical Corps, en 1899 entró en el Servicio de Salud Pública. Por esos años, se casó Mary Humphreys Farrar en Nueva Orleans. Como médico del Laboratorio de Higiene del Servicio de Salud Pública, Goldberger viajó por las zonas más pobres del sur de Estados Unidos. En 1902 contrajo fiebre amarilla; en 1907, dengue; y en 1910, fiebre tifoidea. No obstante, el mayor problema de salud en los estados sureños era la pelagra (moría uno de cada tres enfermos) y, como la teoría extendida del momento era que la enfermedad se producía por algún germen, el Servicio de Salud Pública le encomendó a Goldberger la búsqueda del agente patógeno. La pelagra (pelle: piel, agra: áspera) se destaca por los cambios en la piel: eritema, prurito, piel rugosa, dura y agrietada, formación de ampollas y costras, y sensibilidad a la luz del sol. A su vez, el paciente sufre otros síntomas progresivos como irritabilidad, depresión, insomnio, vértigo, dificultad en la marcha, anemia y psicosis. En su investigación, Goldberger observó que en las cárceles los presos padecían la enfermedad, mientras que los carceleros no se contagiaban. A partir de esta evidencia, postuló que la causa era la mala nutrición y, para descartar la teoría bacteriana, él, su mujer y catorce voluntarios fueron inyectados con sangre “contaminada” sin desarrollar ninguna enfermedad. (Joseph Goldberger murió en 1929. Un año después de su muerte se identificó al déficit de vitamina B3 –niacina- como la causa de la enfermedad). Durante los dieciocho meses de cárcel, el Dr. Louis-Ferdinand Destouches describió involuntariamente en sus cartas el desarrollo de una enfermedad que no reconocía. En su evolución, presentaba pérdida de peso, dermatitis, irritabilidad, depresión y vértigo. Así, en su correspondencia se lee que: -Del 17 de diciembre de 1945 al 28 de febrero de 1946 el prisionero aún lucha por su libertad. Recuerda las heridas que sufrió en la Primera Guerra Mundial. Estima que se encuentra incapacitado en un 75%. Narra que desde hace treinta años sufre dolores fuertísimos de día y de noche que le impiden dormir. Su salud declina rápidamente. Se siente débil y con dificultad para caminar. Adelgaza. En enero es internado en el hospital de la cárcel. Sufre dolor en brazo, cabeza y oído, acúfenos, vértigo y gran debilidad. Toma medicamentos para el dolor de cabeza cuatro veces por día y es tratado con parafina y semillas de lino. Camina al aire libre apenas veinticinco minutos por día. -Del 1° de marzo al 30 de abril de 1946, sus cartas son aún largos e intensos alegatos de defensa. El prisionero continúa su lucha. Se identifica como francés, médico y escritor. Narra que por un estallido de obús en la Primera Guerra sufre vértigo de Ménière. Le aconsejan una operación del oído interno. Se queja de enteritis crónica manifiesta por constipación que adjudica a la disentería que sufrió en Camerún entre 1916 y 1917. Cree que está enfermo del corazón y le gustaría que lo examinen. Sufre intenso dolor en todo el cuerpo. Narra que los días sin sol son terribles y sin sueño. Anuncia que sólo le queda un 15% de validez. “Para un médico no hay engaño. Hay una enorme voluntad y ánimo, pero nunca reposo ni relajación. Resisto gracias a la voluntad. El estreñimiento es total. Sin ayuda moriría de obstrucción intestinal”, escribe. No obstante, para el 28 de marzo declara sentirse ya sin fuerzas y el 4 de abril dice ser víctima del reumatismo, la enfermedad de la sombra y de las cárceles, con dolor en hombros y brazos. Al respecto, se puede leer: “Mi osamenta cae en ruinas. Ya no tengo salud para soportar todo esto. Estoy deshecho por todos lados”. El médico le receta purgantes. Describe la inmovilidad como “el pisoteo de las propias piernas”. El 9 de abril es internado en el hospital con diagnóstico de vértigo de Ménière, parálisis del brazo derecho por neuroma, enteritis crónica, reumatismo articular y astenia. Por el dolor, no puede alzar los brazos ni para afeitarse. Es tratado con morfina. El 17 de abril Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 13 señala que ha adelgazado 20 kilos y declara que está enfermo del corazón, con una frecuencia cardíaca de 120 latidos por minuto. El 30 de abril presenta fiebre (38,5º C). Sufre insomnio. Cree que su última y remota posibilidad es ir a España o a la República Argentina. -Del 1° de mayo al 30 de junio de 1946. Permanece internado en el hospital. Se siente abatido por el aburrimiento. Continúa con taquicardia (120 latidos por minuto) y escribe que su corazón, su amigo palpitante, “corre en torno al pecho: ésa es su cárcel”. El médico le indica que debe permanecer sentado unas horas por día. Continúa con fiebre (39º C). El dolor articular ha empeorado, y asegura padecer angina. Adelgaza, perdiendo hasta dos kilos de peso por semana. Se siente enfermo e inválido. Intenta caminar por el jardín todas las tardes apoyándose en las paredes. El 12 de junio dice que está pasando una grave crisis de depresión. “Siento que sobro en la Tierra”, declara. En cartas extensas aún formula argumentos de defensa. -Del 1° de julio al 31 de agosto de 1946. Internado en el hospital, escribe que su oficio de médico y escritor consiste en conocer a todo el mundo. Ha perdido ya 40 kilos. Sufre anemia. Abatido y deprimido anuncia su deseo de abandonar la lucha, y asevera que ha perdido el interés por la vida. “He perdido mi medicina, mis novelas, mi lengua”, reflexiona. Dice que sufre accesos y períodos de una depresión atroz. Define la depresión como un eclipse y a la esperanza como una “piadosa mentira”. Se siente agobiado por una nueva enfermedad: el 17 de julio escribe que le ha aparecido eczema. Describe que la enfermedad de la piel se extiende. El 15 de agosto es dado de alta del hospital y vuelve a la celda. Es atendido por un médico y una enfermera. De la dieta, no tolera ni el queso ni el jamón. Sólo tolera los dulces. Sufre dolor de cabeza e insomnio. -Del 1° de septiembre al 31 de octubre de 1946. El 5 de septiembre escribe: “Ya no me queda salud ni fe suficiente para soportar la cárcel. Me vuelven los reumatismos, la mano derecha se me ha puesto del doble de volumen, estoy rojo de eczema”. La dermatitis ha empeorado. Se siente demasiado enfermo. Lo tortura la enteritis y sufre dolor abdominal. Continúa con vértigo y acúfenos. No puede ni subir una escalera. Dice tener el corazón afectado por el reumatismo. Es sometido a una visita médica de urgencia en la que se le realiza un electrocardiograma, en el que se comprueba una frecuencia cardíaca de 120 latidos por minuto. Sólo puede comer caramelos y a la carne no la tolera. A pesar de todo quiere seguir luchando. “Hay que luchar contra la desgracia con la misma rabia que ella para cansarla”, escribe. Necesita con urgencia un dentista. - Del 1° de noviembre al 31 de diciembre de 1946. Es internado en el Hospital Sundby, donde es atendido y tratado por el jefe de servicio Profesor H. C. Gram del Hospital Universitario de Copenhague. El 10 de noviembre le realizan un examen médico a fondo y días después le anuncian que sufre pelagra, avitaminosis, enfermedad de la miseria y de los presos por falta de ciertos elementos de la harina. Al respecto, cuenta: “Van a someterme a un tratamiento a base de inyecciones de vitaminas. La pelagra era el espanto de los presos en la Guerra Americana de Secesión, cuando encerraban a los cautivos durante meses en los pontones. ¡Temo provocar un escándalo en la Vestre! La pelagra no la honra precisamente. He perdido treinta y cinco kilos. Padezco un estado de debilidad e insomnio crónico sin interrupción, y zumbidos intensos que nada calma. Mi corazón late a 120 pulsaciones por minuto. La pelagra es el triste balance de una espantosa prueba impuesta a un organismo. Ya no reconozco ni mi cuerpo ni mi cabeza”. Por el dolor de cabeza es tratado con fenobarbital y aspirina. Recuerda que desde una herida que sufrió en la guerra de 1914 sufre una parálisis radial típica del miembro superior derecho, con impotencia casi total de brazo y mano. Por insuficiencia cardíaca, sufre taquicardia y disnea al subir escaleras y es tratado con digital (digitalis purpurea). Dice que por falta de calcio todos sus dientes se le han empezado a caer. Hacia mediados de diciembre y en pleno tratamiento con vitaminas, la depresión desaparece y hace planes literarios. -Del 1° de enero al 28 de febrero de 1947. A fines de enero es enviado a la cárcel. Ha cambiado su humor. Se muestra indignado, aunque con gran capacidad de lucha. Declara: “¡Nada de debilidad! ¡Nada de indulgencia comprensiva! Tengo prisa por encontrarme ante acusadores visibles, reales”. -Del 1° de marzo al 24 de junio de 1947. Ninguna mención a su estado de salud. Su encierro concluye el 24 de junio de 1947. Tercera parte: Destouches-Céline Louis-Ferdinand-Auguste-DestouchesCéline vivió varios años en el puerto de Korsør, sobre el mar Báltico. Tras ser amnistiado en 1951, regresó a Francia y se instaló en un suburbio de París. Fue un escritor innovador y el autor de una obra maestra, pero sus ideas políticas aberrantes fueron un obstáculo definitivo para su reconocimiento. Si bien escribió y publicó otras novelas en las que también domina el tema de los horrores de la guerra (como De un castillo a otro y Normance), nunca pudo superar al Céline de Viaje al fin de la noche y Muerte a crédito. Destouches trabajó como médico hasta el 1º de julio de 1961, día en que murió como consecuencia de un accidente cerebro vascular. En el año 2011 se cumplen cincuenta años de su muerte, pero el gobierno francés ha evitado todo recordatorio. Según Fernando Savater, aunque sea humanamente imposible rendirle homenaje a Céline, literariamente resulta difícil no hacerlo, ya que su obra es única e insustituible en la literatura del siglo XX. Para Mario Vargas Llosa, este escritor fue probablemente el más importante dentro de Francia después de Proust. Lisiado de guerra, médico de pobres, escritor maldito, condenado a muerte, prosista rabioso y visceral, presidiario enfermo, misántropo, viajero, antibélico obsesivo, escoria política, cronista del infierno, extraordinario novelista, todo eso fue LouisFerdinand Auguste Destouches-Céline en su propio viaje al fin de su noche. • Bibliografía 1. Céline LF. Semmelweis. Marbot, Barcelona, 2009. 2. Céline LF. Cartas de la cárcel. Lumen, Barcelona, 2006. 3. Céline LF. Viaje al fin de la noche. Edhasa, Buenos Aires, 2006. 4. Céline LF. Normance. Fantasía para otra ocasión II. Lumen, Barcelona, 2000. 5. Céline LF. Guignol’s band. Lumen, Barcelona, 2006. 6. Céline LF. De un Castillo a otro. RBA, Barcelona, 2010. 7. Russo E. Confesiones de escritores narradores 1. El Ateneo, Buenos Aires, 1996. 8. Savater F. “Céline, intratable”, El País. España 28 de junio de 2011. 9. Vargas Llosa M. “Los réprobos”. El País. España, 30 de enero de 2011. 10. Vargas Llosa M. “La larga noche de los réprobos”, La Nación. Argentina, 5 de febrero de 2011. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 14 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com ENFERMOS FAMOSOS Año Año55--Nro. Nro.17 17 [Diciembre [Diciembre2011] 2011] 15 Por Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo Médico de Planta Diagnóstico Médico SALVADOR DALÍ Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació en Figueras (Girona) el 11 de mayo de 1904 en el seno de una familia burguesa. Su padre, Salvador Dalí y Cusí, era un abogado librepensador y republicano, y su madre, Felipa Doménech, una católica ferviente. Ella sería quien alentaría los intereses artísticos de su hijo. Revista Revista DMDM MDMD - Ciencia - Ciencia y Cultura y Cultura Médica Médica - Diagnóstico - Diagnóstico Médico Médico - www.diagnosticomedico.com - www.diagnosticomedico.com 16 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] C on grandes recursos para el escándalo, este genio egocéntrico, extravagante y contradictorio nos ha dejado cuadros increíbles, joyas y todo un mundo personal. Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació en Figueras (Girona) el 11 de mayo de 1904 en el seno de una familia burguesa. Su padre, Salvador Dalí y Cusí, era un abogado librepensador y republicano, y su madre, Felipa Doménech, una católica ferviente. Ella sería quien alentaría los intereses artísticos de su hijo. Al igual que otros genios del arte, como Ludwig van Beethoven o Vincent van Gogh, Salvador llevaba el nombre de su hermano mayor, muerto prematuramente en agosto de 1903. Esta circunstancia no sólo marcó su infancia, sino también su comportamiento ulterior: sus padres comparaban en todo momento al Salvador vivo con el ausente y esto implicó un gran desafío para él. “Yo nací doble, con un hermano de más, que tuve que matar para ocupar mi propio lugar, para obtener mi propio derecho a mi propia muerte”, dijo en una ocasión Dalí. Pero además, hubo otro hecho determinante en la vida del artista: su padre creía que la muerte del primer hijo era consecuencia de alguna enfermedad contraída durante sus aventuras de soltero, por lo que tuvo la ocurrencia de dejar al alcance del niño un libro sobre patología médica con unas aterradoras fotografías que mostraban las devastadoras secuelas de las enfermedades venéreas. Así, intentaba prevenir al pequeño Salvador de los peligros que conllevaban las relaciones sexuales. Esto explicaría su impotencia, la frenética entrega al onanismo sustitutivo, la proliferación de formas flácidas y muletas en sus obras, y el impulso a autorretratarse como El gran masturbador. Salvador Dalí en Un perro andaluz (1929) y La edad de oro (1930), dos películas fundacionales para el cine surrealista cuyos guiones fueron escritos por el propio Dalí y el director aragonés Luis Buñuel. Es por esta época cuando Salvador empieza a forjar su verdadera personalidad, payasa y conflictiva, digna para quien quiera perder su tiempo en un severo estudio psicoanalítico. Sus rasgos se vuelven estrambóticos y no acepta regla alguna: quiere ser el centro de atracción. Siguiendo los consejos de Ramón Pichot, su padre lo envía a clases de pintura con el maestro Juan Núñez y, al año siguiente, expone sus dibujos al carboncillo en la casa familiar. En 1922, su padre contrae matrimonio con la hermana de su difunta esposa y Salvador abandona su Cataluña natal. Se traslada a Madrid para instalarse en la célebre Residencia de Estudiantes. Allí, ya vivían los que serían sus mejores amigos: Pepín Bello, Luis Buñuel y Federico García Lorca. Su extraordinaria apariencia, su pelo largo, la capa que arrastraba hasta los pies, la corbata desproporcionadamente grande y las polainas al estilo de los artistas victorianos hicieron que el grupo lo adoptara, en un principio, casi como una mascota. Ya establecido en la capital española, ingresa a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, pero en 1923 se lo acusa de ser el cabecilla de una protesta estudiantil y termina siendo expulsado por un año. Si bien reanuda su formación académica, en 1926 la termina abruptamente: antes de sus exámenes finales, afirma que en la Academia no hay nadie en condiciones de evaluarlo y lo echan. Salvado Por deseos de su padre (a quien no le gustaba la enseñanza religiosa), Dalí fue a la escuela pública del maestro Traiter. Allí, tuvo una experiencia desastrosa y continuó sus estudios en el Colegio Hispano-Francés de la Inmaculada Concepción. Sin embargo, en esta institución sus compañeros lo convirtieron en el eje de las burlas. Su educación secundaria en el Colegio de los Maristas tampoco fue mejor. De hecho, esa orden religiosa fue objeto de escarnio El 6 de febrero de 1921 el joven Dalí recibe un duro revés: su madre muere de un cáncer de mama. “Fue el golpe más fuerte que he recibido en mi vida. Su pérdida la sentí como un desafío y resolví vengarme del destino esforzándome en ser inmortal”, dijo en una oportunidad. Para ese año, Dalí ya había realizado su primera exposición personal en la Gale- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 17 ría Dalmau de Barcelona y tanto Picasso como Miró habían empezado a interesarse por sus trabajos. Liberado de la educación formal, Salvador decide realizar su primer viaje a París, donde conocerá en persona a Pablo Picasso. En 1928 se instala en la capital francesa y entra en contacto, a través de Joan Miró, con el grupo que lidera el poeta André Breton. Su trabajo no sólo fue fundamental para el desarrollo del surrealismo, sino que, además, es considerado el creador del método paranoico – crítico (Dalí, bajo los fundamentos de Freud, pensaba que él tenía una forma de paranoia "crítica", voluntaria y controlada). Sin embargo, a pesar de ser una figura clave dentro del movimiento, el propio Breton, años más tarde, lo termina expulsando del grupo bajo la acusación de coquetear con los fascismos, hacer gala de un catolicismo delirante y sentir una pasión desmedida e irrefrenable por el dinero. El gran masturbador. Para finales de los años 20, Dalí padecía frecuentes ataques de risa histérica que lo llevaban al borde de la locura. No obstante, en el verano de 1929, en Cadaqués, conoce a Gala (Helena Diakonoff) y a su marido, el poeta Paul Éluard. Desde ese momento, la relación entre Salvador y ella se hizo inquebrantable. Gala no sólo se convirtió en la amante, amiga, musa y modelo, sino también en una persona decisiva para la salud psíquica y el equilibrio personal del pintor. “No me he vuelto loco porque ella ha asumido mi locura”, decía Dalí. Su padre se oponía al romance con Gala y condenaba los vínculos de su hijo con los artistas surrealista por considerarlos, como buena parte de la opinión pública, elementos tendientes a la degeneración moral. Esta tensión no hizo más que aumentar y sólo culminó con un enfrentamiento personal. En París, Dalí expuso un lienzo con la representación del Sagrado Corazón de Jesucristo y la siguiente inscripción: “En ocasiones, escupo en el retrato de mi madre para entretenerme”. Su padre, al verlo, lo instó a retractarse públicamente, pero él se negó, aludiendo que era un deber iniciático surrealista renegar de su familia, su tierra y todas sus creencias. Ante esta situación, el padre terminó desheredándolo y le prohibió regresar a Cadaqués. Salvador y Gala. quebrajamiento en la relación con García Lorca y Buñuel. La mayor tensión con el poeta español se produjo en el verano de 1929 cuando, con toda probabilidad, existió un intento de posesión física por parte de éste. Al respecto, Dalí escribiría: “Él era pederasta, como es bien sabido, y estaba locamente enamorado de mí”. En el caso de Buñuel, el conflicto se desencadenó a partir de una disputa por los créditos de Un perro andaluz y La edad de oro. or Dalí A la ruptura familiar, le sobrevino un re- Ya en la década del 30, Dalí era un personaje famoso. Pese a las bravatas de Breton, Salvador, más que un marginado del movimiento, se consideraba el único y más ge- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Castillo de Pubol. 18 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] nuino exponente. De hecho, en el ’31 expuso una de sus obras más célebres, “La persistencia de la memoria”, y la revista Time le dedicó su portada el 14 de diciembre de 1936. En 1938, conoce a Sigmund Freud, el gran inspirador de la estética surrealista. Tras el encuentro, el padre del psicoanálisis anotó en su diario: "Hasta entonces me sentía tentado de considerar a los surrealistas, que aparentemente me han elegido como santo patrón, como locos integrales (digamos al 95%, como el alcohol puro). Aquel joven español, con sus espléndidos ojos de fanático e innegable dominio técnico, me movió a reconsiderar mi opinión". Desde 1940 a 1948, movilizado por la Segunda Guerra Mundial, Dalí vive en los Estados Unidos junto a Gala. Allí, da conferencias, diseña joyas y trabaja para los estudios de Hollywood, donde conoce a los hermanos Marx, a Alfred Hitchcock y a Walt Disney. Con ellos planea diferentes proyectos; pero además, en su estadía, realiza campañas publicitarias para prestigiosas revistas como Vogue (una de las grandes promotoras de la integración entre surrealismo y cultura de masas). Casa de Dalí Portlligat. Salvador Dalí. En 1948, Dalí regresa a España y se instala en Port Lligat, en la Costa Azul. Allí, sorprendiendo de nuevo a todo el mundo, se declara no sólo profundamente católico, sino también partidario del régimen de Francisco Franco. Para finales de la década de 1940, empieza su etapa mística y nuclear, influida quizás por la conmoción causada por la bomba de Hiroshima. Ésta se caracteriza por el tratamiento de temas religiosos y un especial interés por los progresos relacionados con la fusión nuclear y los avances científicos de la época. En 1951, pone en circulación el “Manifiesto Místico”, un documento oscuro y confuso (como casi todo lo suyo), que viene a confirmar el distanciamiento del surrealismo que se venía dando en su pintura. Esta publicación, además, coincide con la presentación de su famoso cuadro: “El Cristo de San Juan de la Cruz”. En 1964 publica Diario de un genio, en el que da testimonios sobre el átomo, la estructura del ADN y las nuevas tendencias geométricas y matemáticas. En un fragmento de su autobiografía, dice: "Este libro va destinado a probar que la vida cotidiana de un genio, su sueño, su digestión, sus éxtasis, sus uñas, sus resfriados, su sangre, su vida y su muerte son esencialmente diferentes a los del resto de la humanidad. Este libro único es, pues, el primer diario escrito por un genio". En las décadas de 1960 y 1970, Dalí aumenta su inclinación por la historia, la ciencia y la holografía. Ésta le ofrece nuevas perspectivas en su constante búsqueda del dominio de las imágenes tridimensionales. A su vez, en los años setenta, Salvador crea e inaugura el Teatro-Museo Dalí de Figueras, donde se encuentra expuesta una importante colección de su obra. La muestra abarca desde los inicios y las creaciones su- Chupa Chups. rrealistas hasta los cuadros de su última etapa. Durante este tiempo, el artista español se sometió a un tratamiento por un cáncer de piel. Al parecer, los honorarios del médico dermatólogo Edmund Klein eran pagados con dibujos que Dalí hacía especialmente para él. Hace poco, en el 2009, estos originales se encontraron en una caja de seguridad. Salvado La enorme popularidad que logró el pintor en su madurez se nota en sus otras actividades “extra-artísticas”. En 1968, grabó un anuncio televisivo para la marca de chocolate Lanvin y, un año después, rediseñó el logo del clásico chupetín español Chupa Chups. Además, trabajó como respon- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 19 La Persistencia de la memoria. Salvador Dalí. Ballerina in a deaths head (Dalí). sable creativo de la campaña publicitaria de Eurovisión y también fue, por esos años, cuando se le concedió la máxima distinción española: la Gran Cruz de Isabel la Católica. Para la década del 80, el estado de Dalí era lamentable. Los constantes temblores que sufría en su mano evidenciaban un probable progreso de la enfermedad de Parkinson. A esto, se sumó la muerte de Gala el 10 de junio de 1982. Con su fallecimiento, el artista perdió cualquier entusiasmo por la vida y se refugió en el castillo medieval de Púbol que le había regalado a su musa. Ese mismo año el rey Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Púbol. quemaduras. Parece que las enfermeras, cansadas de que el anciano las llamara "putas", desconectaron la alarma y no escucharon sus pedidos de auxilio. De casualidad, Robert Descharmes, su secretario privado, había pasado la noche en el castillo y pudo rescatarlo. Luego de ser operado y pasar siete semanas de internación, Dalí se mudó a su museo en Figueras. en el Hospital Comarcal de Figueras como consecuencia de una insuficiencia cardíaca asociada a una neumonía. "El payaso no soy yo, sino esta sociedad monstruosamente cínica y tan puerilmente inconsciente, que juega al juego de la seriedad para disimular su locura. No lo repetiré bastante: yo no estoy loco. Mi lucidez ha alcanzado un nivel de calidad y de concentración que no existe en este siglo. Ninguna otra personalidad más heroica y más prodigiosa; excluyendo a Nietzsche (y repito, murió preso de la locura), no se encuentra un equivalente en los otros. Mi pintura es testimonio de ello", dijo Dalí sobre sí mismo. • or Dalí Pero además, en 1984 un incendio fortuito en su dormitorio le provocó una serie de En 1986 aceptó ser fotografiado para la revista Vanity Fair llevando la Gran Cruz de Isabel, una virgen y el tubo nasal por el que fue alimentado durante cuatro años. Al año siguiente, sin embargo, cayó en una extrema depresión de la que nunca más salió. Salvador Dalí murió a los 84 años, un lunes 23 de 1989, a las 10.15 de la mañana Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com MOSAICOS PORTEÑOS 20 Año 5 - Nro. 16 [Septiembre 2011] Por Dr. Luis Alposta Acerca del alcohol y la droga. En los títulos de algunos tangos E ntre las muchas historias sobre drogas y drogadictos que ha habido en el mundo, está la que nos cuenta que, en la tarde de un lluvioso domingo, un joven entró en una botica de la londinense calle Oxford y adquirió un frasquito de tintura de opio para calmar su dolor de muelas. Fue así como comenzó para Thomas De Quincey un hábito que habría de atormentarlo la mayor parte de su vida. El uso prolongado de la droga traería consigo otros efectos: lóbregas visiones, horribles pesadillas y períodos de postración física y mental. De tales experiencias, De Quincey extrajo su obra clásica, Confesiones de un opiómano inglés. Entre nosotros, Mario Tesler, alguien que ya nos tiene acostumbrados a la hondura y seriedad de sus trabajos, sin tener que pasar por igual trance escribió un diccionario referente al mundo del alcohol y las drogas que no deja lunfardismo a cuento sin registro. Y alcohol y drogas no sólo han generado patologías, marginalidad, miserias, dólares y delitos, sino también palabras, modismos y hasta títulos de memorables tangos. Entre otros, recordemos “Whisky” de Marcó, “El encopado” de Dizeo, “La cocaína” de Alcázar, “Morfina” de López García, “Metele morfina” de Belloc, “El opio” de Canaro y “Los dopados” o “Los mareados” de Cobián y Cadícamo. • Acerca del achaque E l lenguaje médico, como tantos otros, ha tenido sus oscilaciones a través del tiempo. Hubo una época en que se usaba el griego y otra en la que gobernó el latín. Pero en el pueblo (y con el lunfardo de por medio) hay palabras que nacen con la espontaneidad de un estornudo y que, dentro de una aparente sinonimia, nos ofrecen diferentes matices que el médico debe saber interpretar. Por ejemplo, no es lo mismo el paciente que dice estar “palmado” o que tiene “una palma bárbara” -refiriéndose en general a lo que el médico conoce por astenia o cansancio- que aquel otro que se siente “chacado” o “achacado” – aludiendo a que se siente realmente enfermo-. Y no hablemos del que está “fundido” porque, en este caso, el diálogo sería entre familiares. Y en este punto es donde reparo en las reales sinonimias: “chacado” o “achacado” también significa asaltado, robado, afanado; “fundido”, en su primera acepción, quiere decir insolvente, el que lo ha perdido todo; y “palmado” es lisa y llanamente el que no tiene un mango y está “en la palmera”. A todo esto, me pregunto por qué los médicos ahora estudian tanta estadística, investigación operativa y cuadros de insumo-producto, mientras que los economistas, afanándose y ufanándose, siguen sin percatarse de que los únicos que cuentan son, precisamente, los achacados, los fundidos y los que están en la palmera. Y el que así no lo crea, que arroje la primera moneda.• Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 21 Acerca de Los Wawancó Año 1955. Las universidades argentinas albergaban a cientos de estudiantes que llegaban de toda América Latina. A Carlos Cabrera y a Mario Castellón los conocí en el bar Los Estudiantes, de la calle Córdoba 2234. Al lado estaba el kiosco de Mario, “el librero” que nos vendía libros y “apuntes”. Estudiábamos Medicina. Preparar los exámenes en el café era entonces algo común. Fueron los días en que nacieron Los Wawancó. El grupo original, un sexteto con requinto, guitarras, percusión y voces, estaba integrado por Carlos Cabrera, de Perú; Enrique Salazar, Rafael Aedo y Hernán Rojas, de Colombia; Sergio Soler, de Chile; y Mario Castellón, de Costa Rica. Todos estudiantes. El único que se recibió fue el chileno. En el patio de mi casa de Villa Urquiza tocaron más de una vez. En cumpleaños (uno de ellos fue el de mi madre) y en algún que otro “asalto” al que se sumaban los vecinos. Después llegó el debut en el restaurante bailable Tom y Jerry, en Vicente López. Con Carlos Cabrera preparábamos Anatomía Patológica (1958). Durante la primera noche, en la que estuve presente, sólo cuatro parejas se animaron al baile. Al mes, el local estaba lleno y su dueño, Francisco Trimboli, un ex integrante de la selección argentina de waterpolo y graduado en Química en la Universidad de La Plata, estaba feliz porque le quitaba la clientela a Las Brujas, el bar que estaba enfrente y en el que tocaban orquestas de tango y jazz. Hoy los evoco y, gracias a la magia del disco, vuelvo a escuchar la voz de Hernán Rojas, “el máximo”, cantando “El pescador”. EL EXTRANJERO Libros y Cine del Mundo Olleros 4128 - 4554-8999 elextranjerolibrería@gmail.com www.librosycine.com Martes a Sábado de 12 a 19 horas Servicio de entrega a domicilio dentro de Capital Federal Envíos al interior por Correo Argentino Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 22 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] GALERÍA DE PREMIOS NOBEL DE MEDICINA Por Dr. Juan Enrique Perea La activación de nuestro sistema inmune E ste año, la mitad del Premio Nobel de Medicina ha sido concedida a los científicos Bruce A. Beutler y Jules A. Hoffmann por sus hallazgos sobre la activación de la inmunidad innata y la otra mitad fue otorgada al científico Ralph M. Steinman por el descubrimiento de la célula dendrítica y su rol en la adaptación inmunitaria. Sus estudios han aportado un conocimiento crítico sobre la respuesta inmunológica que desarrollan los hombres y los animales al ser atacados por microorganismos. Mientras Beutler (Fig. 1) y Hoffmann (Fig. 2) encontraron un receptor que puede reconocer a los microorganismos y activar el sistema inmune innato, Ralph M. Steinman (Fig. 3) descubrió las células dendríticas del sistema inmune y su capacidad para activar y regular la inmunidad adaptativa (última etapa del sistema durante la cual los microorganismos son separados del cuerpo). Ambos hallazgos no sólo han revelado cómo se activan las fases innatas y adaptativas de la respuesta inmune, sino que, además, han abierto nuevas oportunidades epistemológicas en la prevención y tratamiento del cáncer y las enfermedades infecciosas e inflamatorias. Si bien vivimos en un mundo peligroso en el que somos continuamente atacados por bacterias, virus, hongos y parásitos, afortunadamente estamos equipados con un complejo y efectivo sistema de defensa constituido por dos líneas. La primera es la inmunidad innata, que bloquea el asalto inicial del microorganismo mediante su destrucción y el desarrollo de la inflamación. Si el microorganismo atraviesa esta primera línea de defensa, se pone en acción la segunda: la inmunidad adaptativa. En ésta, actúan las células T y B, produciendo anticuerpos capaces de matar a las células que han sido infectadas por el mi- croorganismo. Finalizado con éxito el combate contra el asalto infeccioso, el sistema inmune adaptativo mantiene una memoria inmunológica que asegura una respuesta más rápida y poderosa ante un nuevo ataque del microorganismo. De todos modos, aunque nos protegen de la agresión externa, las dos líneas encierran un riesgo: si moléculas endógenas activan inadecuadamente el sistema, se desarrolla una enfermedad inflamatoria. Los sensores de la inmunidad innata En 1966 Hoffmann y sus colaboradores, trabajando en Estrasburgo, publicaron en la revista Cell el mecanismo mediante el cual la mosca de la fruta combate las infecciones. El objeto de su estudio fueron moscas que presentaban mutaciones de diferentes genes, incluyendo un gen llamado Toll. Ellos comprobaron que, cuando estos insectos con mutación del gen Toll eran puestos en contacto con bacterias y hongos, morían sin poder defenderse de la agresión de los microorganismos. Así, concluyeron que el producto de este gen estaba involucrado en el reconocimiento de microorganismos patógenos y que la activación Toll era necesaria para una defensa efectiva (Fig. 4). Por su parte, en el Southwestern Medical Center de Dallas, Beutler investigó el receptor que podía unirse a la lipopolisacaridasa bacteriana (LPS) y causar un shock séptico (condición en la que existe sobreestimulación del sistema inmune). En 1998, él y sus colaboradores descubrieron que un ratón resistente a la LPS tenía una mutación muy similar al gen Toll de la mosca de la fruta. Así, el receptor Toll resultó ser el receptor LPS: cuando el receptor Toll se une a LPS, se activa el sistema que causa inflamación y, si las dosis de LPS son excesi- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Fig. 1: Prof. Bruce A. Beutler. Fig. 2: Dr. Jules A. Hoffmann. Fig. 3: Dr. Ralph M. Steinman. Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 23 Los trabajos de Steinman (quien falleció pocos días antes del anuncio del Premio Nobel) han permitido a otros científicos estudiar cómo el sistema inmune adaptativo decide si debe o no ser activado cuando toma contacto con una u otra sustancia. Se ha demostrado que señales que comienzan en la respuesta inmune innata y que son censadas por las células dendríticas controlan la activación de células T. Así, la combinación de ambos sistemas hace posible que el sistema inmune reaccione contra microorganismos patógenos, mientras evita atacar a las propias moléculas. Fig. 4: La imagen publicada por Jules A. Hoffman muestra una Drosophila muerta que sucumbió a la infección por A. Fumigatus, cubierta de hifas (Cell. 1996; 86:973-83). Fig. 5: Trabajo original de Ralph M. Steinman. Fotografías de células dendríticas (The Journal of Experimental Medicine. 1973; 137:1142-62). vas, se produce un shock séptico. Estos hallazgos demostraron que los mamíferos y la mosca de la fruta utilizan moléculas similares para activar el sistema inmune innato ante microorganismos patógenos. ¡Por fin se habían descubierto los sensores de la inmunidad innata! Tanto los descubrimientos de Hoffman como los de Beutler han hecho posible abrir múltiples vías de investigación sobre la inmunidad innata. Se han identificado varios receptores Toll, cada uno de los cuales reconoce diferentes moléculas de los microorganismos. Las mutaciones de los genes que codifican los receptores Toll pueden incre- La célula dendrítica y su rol en la adaptación inmunitaria En 1973, en la Rockefeller University de Nueva York, el canadiense Ralph M. Steinman descubrió en el tejido linfático periférico un nuevo tipo de célula a la que llamó dendrítica. Creyendo que podía ser importante para el sistema inmune, comenzó a estudiar su posible acción activadora sobre los linfocitos T (células que ejercen un rol central en la inmunidad adaptativa) y demostró que la presencia de células dendríticas produce una viva respuesta de las células T a distintos tipos de sustancias. Esto es, que su función es la activación de las células T (Fig. 5). Gracias a esta serie de descubrimientos hoy sabemos cómo se dispara la activación del sistema inmune y de qué manera se comunican los sistemas innatos y adaptativos. A su vez, estos conocimientos no sólo promoverán el desarrollo de nuevas vacunas contra infecciones, también contribuirán a encontrar la forma de estimular al sistema inmune para que ataque a las células tumorales. Además, nos ayudarán a comprender cómo nuestro sistema inmune puede atacar a nuestros propios tejidos y colaborarán en la evolución de nuevos tratamientos para diversas enfermedades inflamatorias. • Tanto los descubrimientos de Hoffman como los de Beutler han hecho posible abrir múltiples vías de investigación sobre la inmunidad innata. Se han identificado varios receptores Toll, cada uno de los cuales reconoce diferentes moléculas de los microorganismos. mentar el riesgo a padecer infecciones o enfermedades inflamatorias crónicas. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com EPÓNIMOS MÉDICOS 24 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Thomas Hodgkin En 1801, el francés François Xavier Bichat (1771-1802) lanzó el "programa anátomo-clínico". Según él, la medicina alcanzaría rigurosidad científica cuando se estableciera una relación entre la observación clínica de los enfermos y las lesiones anatómicas descubiertas en la autopsia. Los síntomas debían subordinarse a las lesiones, que eran el fundamento de la ciencia y práctica médicas. Éste era el comienzo de una fecunda "escuela anátomo-clínica" en Francia que tendría como representantes a Jean N. Corvisart (1755-1821), René T. Laënnec (1781-1826), Pierre A. Louis (1787-1872) y Jean Marie Charcot (1852-1893). La mentalidad anatomoclínica se introdujo en Inglaterra en el Hospital St. Guy’s y Thomas Hodgkin fue uno de sus impulsores junto a Richard Bright (1789 - 1858) y Thomas Addison (1793-1860). Epónimos asociados: Enfermedad de Hodgkin: una forma maligna del linfoma. Paragranuloma de Hodgkin: una forma más benigna de la enfermedad de Hodgkin. Sarcoma de Hodgkin: una forma más invasiva de la enfermedad de Hodgkin Sonido de Hodgkin-Key: un fenómeno auscultatorio típico de la insuficiencia valvular aórtica. Su vida T homas Hodgkin nació el 17 de agosto de 1798 en Pentonville, un pueblo al norte de Londres. Fue el tercer hijo de John y Elizabeth Hodgkin (17681833) y, como bebé prematuro, requirió cuidados permanentes de sus padres. Si bien nunca fue físicamente robusto y mostraba síntomas ocasionales de una enfermedad intestinal (que lo acompañaría toda su vida), llegó a ser un hombre de actividad infatigable y con una energía aparentemente sin límites. La familia de Hodgkin era cuáquera. Es decir, pertenecían a una comunidad religiosa disidente: la Sociedad Religiosa de los Amigos, fundada en Inglaterra por George Fox (1624–1691). Aunque ellos mismos se denominaban “amigos”, el pueblo les decía “quakers” o “tembladores” (quake significa temblor en inglés), ya que en sus reuniones era común que temblaran en silencio. De todos modos, este estremecimiento era interno y casi imperceptible a los ojos. Su infancia quedó fuertemente marcada por la fe y el estilo de vida de los cuáqueros. El baile y la lectura de novelas estaban prohibidos y los niños eran criados para desarrollar sus actividades en silencio. No obstante, Thomas y su prima coetánea, Sarah Adler, compartieron aquellos primeros años y enseguida se enamoraron. A pesar de que su amor duró 35 años, nunca pudieron casarse porque su credo prohibía el matrimonio entre primos. De adulto, Hodgkin mantuvo el estilo de vida de su niñez: vestía de negro con un pañuelo blanco en banda en el cuello, sin corbata ni botones de colores, y su hablar era directo y extremadamente respetuoso. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Thomas Hodgkin (1798-1866). Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 25 Estudió con profesores particulares y su padre le enseñó inglés (composición y caligrafía), matemáticas y griego. Un instructor galo, a su vez, colaboró con el latín y el francés. Más tarde, en sus viajes, aprendería italiano y alemán. En 1816 se enroló como aprendiz de boticario y, al año siguiente, escribió un documento de 100 páginas, titulado “Ensayo sobre la promoción de la civilización”, en el que apoyaba la protección de los pueblos indígenas en todos los continentes y promovía sus derechos, una mejor calidad de vida y la defensa de su cultura y educación para facilitar el progreso. Estas ideas resultarían muy importantes en el desarrollo futuro de su carrera académica. En 1819 se incorporó como pupilo de médico al Guy's Hospital de Londres y, un año después, se transformó en estudiante perpetuo. Esto le otorgaba el privilegio de regresar por instrucción en cualquier momento. Si bien los alumnos de este hospital eran reconocidos por su conducta desordenada, es poco probable que Hodgkin participara de estas actitudes. El Guy’s Hospital fue construido por Thomas de Guy entre 1720 y 1724 detrás del St. Thomas Hospital (hoy ambos hospitales constituyen una misma unidad administrativa). La buena reputación de esta institución, en cuanto a la educación médica, se debía a la Sociedad de Informe Clínico (Clinical Report Society), ya que allí los estudiantes repasaban las lecciones aprendidas en la investigación práctica y cerca de la enfermedad, junto a la cama del paciente. La fama radicaba en el concepto (por entonces novedoso) de que el cuidado de los pacientes y la enseñanza de la medicina eran inseparables. En 1820, Hodgkin continuó su educación médica en Edinburgo. Por aquella época, esta institución era la mejor escuela de medicina de Gran Bretaña, con profesores de renombre que habían desarrollado nuevas técnicas de enseñanza basadas en la observación, experimentación y práctica. Allí, nació la idea de asociar una escuela de medicina con un hospital. En Edinburgo, la integración de la instrucción clínica junto al enfermo y la enseñanza de las disciplinas básicas (como anatomía, química, botánica, patología y fisiología) eran comparativamente más sencillas de implementar que en Oxford o Cambridge, donde el sistema impedía tales innovaciones. En estas últimas, la enseñanza era fundamentalmente teórica con una fuerte tendencia a la discusión filosófica de textos antiguos griegos y latinos. Las clases eran pasivas y no había enseñanza clínica. De hecho, muchos estudiantes ingleses migraban a otras escuelas de medicina como Leyden, Padua, Montpellier o Bologna. No obstante, en las cartas a sus padres, Hodgkin calificaba de aburridas e impuntuales a la mayoría de las conferencias a las que asistía en Edinburgo. George Fox (1624–1691), fundador de la Sociedad Religiosa de Amigos. Sus miembros son conocidos como cuáqueros. En 1821 viajó a París, donde estuvo casi un año, para conseguir experiencia adicional. Los médicos franceses no observaban a los pacientes, sino que hacían un examen físico (percusión y auscultación) y estudiaban la anatomía patológica y la estadística. Los estudiantes acompañaban a los médicos y cirujanos de la sala al auditorio e intentaban correlacionar los hallazgos clínicos con lo que se encontrarían en la autopsia. Uno de sus maestros en París fue René Laënnec (1781-1826), el inventor del estetoscopio. Dado que muchos estudiantes no entendían el francés, el maestro les hablaba en latín. Laënnec menciona a Hodgkin en el prefacio de la segunda edición de su Traité de la auscultation médiate por haberse destacado en el seguimiento de sus enseñanzas sobre el estudio del estetoscopio (por entonces de madera). Efectivamente, al regresar a Inglaterra, en 1822, Hodgkin presentó su trabajo sobre el uso del estetoscopio en la Guy's Physical Society, pero el instrumento fue recibido con escepticismo. A él, se le atribuye la introducción de este instrumento en Londres y el resto de Inglaterra, y fue su amigo William Stroud (1789-1858) quien desarrolló el estetoscopio flexible en 1832. El Guy’s Hospital de Londres. Arriba, en tiempos de Hodgkin. Estetoscopio del tipo de Laënnec, usado por Hodgkin. Hodgkin se graduó de médico en 1823. Su tesis, escrita en latín y titulada “De absorbendi functione”, contenía observaciones originales sobre los mecanismos de la función absortiva de la sangre y la linfa. Después de su recibimiento, viajó por Francia e Italia. Allí, conoció a una familia rica judía llamada Montefiore. Uno de sus miembros era Sir Moses Montefiore (17841885), un famoso filántropo que se dedicó a defender los derechos de sus hermanos ju- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Manuscrito del trabajo “On mediate auscultation” (Hodgkin, 1822). 26 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] díos del mundo y a proporcionarles asistencia y apoyo. Con él, Hodgkin hizo varios viajes por el Mediterráneo. En 1825, de vuelta en Londres, trabajó voluntariamente en el Guy's Hospital y fue elegido miembro del Royal College of Physicians. The Morbid Anatomy of Serous and Mucous Membranes (Hodgkin, 1829). Con el apoyo de Sir Astley Cooper (18681941), un gran clínico y cirujano interesado en la patología, fue nombrado en 1825 Conferencista en Anatomía Patológica y Curador del Museo de Patología. Fue aquí donde comenzó su carrera como patólogo, la cual ejerció con gran entusiasmo y originalidad. Para 1829, Hodgkin ya había publicado un catálogo de 1677 preparados patológicos del Museo y, en poco tiempo, ganó reputación como “el principal patólogo de su tiempo”. Ese año también publicó, en dos volúmenes, The morbid anatomy of serous and mucous membranes. Este libro fue su mayor contribución a la enseñanza de la especialidad y se convirtió en un clásico de la patología moderna. Benjamin Guy Babington (1794-1866). En 1832 describió la enfermedad que hoy lleva su nombre. El trabajo, titulado "On some morbid appearances of the absorbent glands and spleen", fue presentado a la Sociedad Médica y Quirúrgica en dos sesiones separadas, el 10 y 24 de enero de 1832, y luego se publicó en Medico-Chirurgical Transactions. A comienzos de 1837 sucedieron varios hechos funestos en la vida de Hodgkin. Todo empezó con su rechazo a la invitación para incorporarse como fellow al Royal College of Physicians. Su negativa se debió a que no estaba de acuerdo con el reglamento de la corporación. Preparado patológico de Hodgkin (ca. 1835). Pero además, un año antes se había creado la Universidad de Londres, de carácter liberal, y Hodgkin había sido uno de los primeros miembros del consejo de la nueva institución (lugar que mantuvo hasta su muerte). Ésta era la primera universidad que proporcionaba educación médicoquirúrgica integrada y tenía independencia académica; algo que no fue bien recibido por las autoridades del Guy's. Paralelamente, en el hospital apareció una vacante como Médico Asistente y Hodgkin se postuló. Obtener ese lugar significaba ser el sucesor de Thomas Addison, dar clases re- muneradas, tener más pacientes, dejar un poco la patología para realizar más actividad clínica y obtener una posición social más respetable. A pesar de contar con antecedentes médicos y científicos insuperables, el comité juzgó que Hodgkin traía consigo una carga inadecuada. Algo de esto tenía que ver con su condición de cuáquero, su compromiso con la Universidad de Londres (que competía con el Guy's por los estudiantes de Medicina) y sus clases de higiene a trabajadores y pobres (algo considerado más bien radical). Hodgkin era visto también como un mal docente, puesto que atraía pocos alumnos a sus clases (Patología no era un tema muy popular y el curso era optativo). Pero además, tenía experiencia clínica limitada y su hábito de cobrar poco o nada a sus pacientes enardecía a sus colegas. Su hábito cuáquero de decir las cosas por su nombre, sin pelos en la lengua y criticar abiertamente a los colegas, tampoco lo favorecía. Para colmo, había rehusado la invitación del Royal College of Physicians. El 6 de septiembre de 1837 el comité decidió nombrar como Médico Asistente a Benjamin Guy Babington (1794-1866). Hodgkin, entonces, renunció a su cargo de Curador del Museo de Patología. Esta decisión puso fin, en gran medida, a su producción científica importante: la Parte I del segundo volumen de sus Lecciones la publicó tres años después de su dimisión, pero el material incluido era anterior a 1837. La Parte II nunca llegó a publicarse. Benjamin Guy Babington era un excelente médico. No sólo fue el primero en describir la telangiectasia hemorrágica familiar (enfermedad de Osler o síndrome de RenduOsler-Weber-Dimitri), sino que además inventó el “glotiscopio”, rebautizado "laringoscopio" (speculum laringis) por consejo de Hodgkin. Si bien lo usó algunos años, lo abandonó sin dejar registros; pero, Manuel García, cantante de ópera y profesor de canto español, lo redescubrió años después y Babington fue reconocido como su inventor. El desarrollo y la utilización de este elemento en la práctica médica se deben, en gran parte, al médico alemán Johann Czermak (1728-1873), considerado uno de los fundadores de la otorrinolaringología. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 27 Babington terminaría renunciando al Guy’s Hospital, años después, tras un desacuerdo con el administrador. Paradójicamente, murió 4 días después que Hodgkin y ambos obituarios salieron juntos en The Lancet y en el British Medical Journal. Por su parte, Hodgkin, después de su renuncia y los episodios subsiguientes, cayó en una depresión y se dedicó a la práctica privada. No obstante, ésta nunca fue muy exitosa. Era tan reacio a cobrarle a los pacientes que sus amigos casi nunca lo llamaban en consulta. Una vez, después de haber estado toda la noche con un paciente adinerado, recibió un cheque en blanco y lo completó con la suma de 10 libras. Añadiendo más leña al fuego, dijo que el paciente no parecía ser capaz de pagar más. El paciente nunca lo llamó de nuevo. En junio de 1840 participó como perito en el caso de intento de asesinato de la reina Victoria (1819-1901). El culpable, Edward Oxford, un chico de 18 años, fue declarado insano. Dos años después, comenzó a trabajar como docente en el St. Thomas Hospital como Curador del Museo y Profesor de Teoría y Práctica de la Medicina. También daba lecciones sobre Anatomía Patológica. En el corto tiempo que estuvo allí (un año) aumentó el número de piezas del Museo y creó la Sociedad de Observación Clínica y Práctica con grupos vespertinos de discusión. Esto fue muy bien recibido, especialmente por los alumnos, pero finalmente él y otros profesores fueron despedidos sin mayores explicaciones. Esta situación le resultó aún más humillante que la del Guy's. En 1850, al cumplir los 52, se casó con la ex esposa de uno de sus pacientes: Mrs. Sarah Scaife née Callow (1804-1875), una viuda de Nottingham con dos hijos mayores. En los años subsiguientes, escribió un trabajo sobre la diabetes y otro sobre la caquexia. Ambos trabajos, sus últimos aportes científicos, fueron presentados en la Harveian Society. Cargado de decepciones personales, Hodgkin se fue retirando de la medicina y se dedicó cada vez más a los estudios filosóficos, geográficos y etnográficos. No sólo se ocupó en la Real Sociedad Geográfica; también desempeñó un papel importante en la creación de la Sociedad Etnológica. Placa conmemorativa en la casa de Hodgkin. Allí también vivió Thomas Wakley, fundador de la famosa publicación The Lancet. En 1857, acompañó a Tierra Santa, como médico de viaje, a su antiguo conocido Sir Moses Montefiore. Éste fue el primero de otros viajes en los que intentó ayudar a las poblaciones desplazadas. En 1866, viajó a Alejandría, vía París y Marsella, y de ahí se fueron a Jaffa. Hodgkin llegó enfermo y, el 4 de abril a las 17.15 horas, murió de disentería a sus 68 años. Fue enterrado en el cementerio inglés de esa ciudad, donde aún hoy puede visitarse su tumThomas Hodgkin en sus últimos años. Hospital En 1843 estudió algunos tumores en el microscopio y desarrolló un concepto de metástasis muy cercano al actual (en el sentido de colonización de células en sitios distantes). Un año después, se incorporó como consultor a una institución dedicada a enfermedades de la piel (Dispensary for Skin Diseases), a la que perteneció hasta su muerte. Fue, en ese tiempo, que escribió los trabajos: "On the tapeworm as prevalent in Abyssinia", "On the staure of the Guanchos, the extinct inhabitants of the Canary Islands" y "On the dog as the associate of man". Moses Montefiore (1784-1885). Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 28 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] ba. Sir Moses Montefiore construyó en el lugar un obelisco con la inscripción: "Aquí yace el cuerpo de Thomas Hodgkin MD de Bedford Square, Londres. Un hombre distinguido tanto por sus logros científicos como por sus habilidades médicas y su abnegada filantropía". Tumba de Hodgkin en Jaffa, Israel. Acuarela original del paciente presentado por Robert Carswell a Thomas Hodgkin en 1828. Una nueva enfermedad una relación entre los ganglios linfáticos y el bazo sólo por el aspecto anatómico macroscópico en una época en que nada o muy poco se sabía de la función y estructura celular de estos órganos. Hoy en día, esta enfermedad se diagnostica por sus caracteres histológicos microscópicos, pero hasta el siglo pasado muy pocas enfermedades tenían una descripción clara, completa y definitiva. De 1826 a 1836, Hodgkin realizó aproximadamente 100 autopsias anuales. Los médicos clínicos que trabajaron con él fueron nada menos que Richard Bright y Thomas Addison. Tanto las enfermedades descritas por Bright (enfermedad renal con albuminuria) como por Addison (insuficiencia suprarrenal) corresponden a una estricta correlación entre las alteraciones fisiológicas detectadas clínicamente y los hallazgos anatómicos en la autopsia. Hodgkin descubrió y describió una enfermedad en una época en que la patología estaba recién consolidándose y no existía el estudio microscópico. Si bien se conocía la existencia de las células vegetales, no había un estudio acabado sobre las células animales. De hecho, la teoría celular ni siquiera se había esbozado (la propuso Rudolf Virchow en 1858) y también se desconocía que los tejidos estaban constituidos por células. La enfermedad descrita por Hodgkin surge exclusivamente de los hallazgos anatómicos en la autopsia. Demostró, además de condiciones patológicas de los ganglios linfáticos y del bazo separadamente, una condición con agrandamiento de las "glándulas absorbentes" visible en varias regiones (especialmente en el cuello), pero mucho más extensa en la autopsia, con compromiso concomitante del bazo, aunque sin signos de inflamación. Por otra parte, sugirió A su vez, describió siete casos caracterizados por adenopatías y esplenomegalia (estudios ulteriores han demostrado que sólo cuatro eran efectivamente lo que hoy se denomina "enfermedad de Hodgkin"). Su amigo Robert Carswell (1793-1857), que había estado en París, le mostró unos dibujos de casos de autopsia y Hodgkin, al ver en uno de ellos la misma condición, lo sumó a su casuística con el número 7. Si bien los bocetos tenían una calidad artística insuperable, él pudo reconocer la entidad con sólo mirarlos. (En el libro Pathological Anatomy. Illustrations of the elementary forms of disease, publicado en 1838 por Carswell, se puede apreciar su nivel artístico en 44 dibujos sobre distintas entidades patológicas). El trabajo de Hodgkin se tituló “Sobre algunos aspectos mórbidos de las glándulas absorbentes y el bazo” ("On some morbid appearances of the absorbent glands and spleen") y fue presentado en la Sociedad Médica y Quirúrgica en dos sesiones separadas, el 10 y 24 de enero de 1832. Luego se publicó en Transactions. Como en ese momento él todavía no era miembro, su trabajo fue leído por el secretario Robert Lee. A la Sociedad recién se incorporó en 1840 y fue parte del consejo (1842 -1843), revisor de trabajos (1854- 1855) y vicepresidente de sesiones (1862- 1864). El compromiso de los ganglios linfáticos se acompañaba de alteraciones en el Robert Carswell (1793-1857), artista y patólogo. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 29 bazo, pero, como estas formaciones esplénicas eran más pequeñas y menos conformadas, Hodgkin razonó que el compromiso esplénico probablemente era un efecto posterior. Su presentación menciona otras lesiones del bazo, especialmente un bazo cicatrizal que atribuyó a un traumatismo previo. Estaba de acuerdo con otros patólogos, que lo llamaron "apoplejía del bazo", y es probable que correspondiera a un infarto esplénico. Hodgkin notó y reconoció caracteres anatómicos similares acumulados por años y tuvo la experiencia y habilidad para darse cuenta de que eran diferentes de cualquier entidad descrita previamente. Sin embargo, no reclamó para sí esta primera descripción de una nueva enfermedad y, de hecho, en su trabajo comienza diciendo: "Las alteraciones patológicas que voy a describir son probablemente familiares para muchos patólogos". Efectivamente, Hodgkin estaba en lo correcto al creer que esta enfermedad debía haber sido observada por otros. Después de leer su trabajo, un amigo le envío una nota en la que citaba un fragmento de De viscerum structura, publicado en 1666 por Marcello Malpighi (1628-1694). En la cita, se describía a una niña con un bazo enfermo y adenomegalias generalizadas que se parecían a los casos de Hodgkin. El resumen en latín luego fue incluido en su publicación, pero las ilustraciones de la anatomía patológica del caso 7, que se habían mostrado en la lectura, quedaron afuera en la versión impresa. Éstas habían sido prestadas para la ocasión por su amigo Robert Carswell (1793-1857), profesor de Anatomía Patológica en el University College Hospital de Londres. Si bien es posible que antes que él otros ya hubieran visto esta enfermedad, nadie la describió con tanto detalle, correlación clínica y correlación al compromiso esplénico. El concepto de cáncer o neoplasia no estaba suficientemente desarrollado en 1832 y la terminología no se utilizaba en el sentido actual. Dado que no había signos inflamatorios, Hodgkin estaba convencido de que se trataba de una enfermedad primaria y no secundaria como respuesta a una inflamación desconocida. La segunda parte de su trabajo está dedicada a siete casos de infarto esplénico. Hodgkin no siguió con el estudio de esta enfermedad ni publicó nada más referente a este tema. El trabajo tampoco cautivó la atención del ambiente médico y sólo seis años después, en 1838, Bright lo mencionó al pasar en una comunicación en el Guy’s Hospital. Él la reconocía como una nueva enfermedad de naturaleza maligna: "Hay otra forma de enfermedad, que parece ser de carácter maligno, aunque es distinta de las formas más habituales de enfermedad maligna, y que ha sido especialmente señalada por el Dr. Hodgkin como relacionada con enfermedad extensa de las glándulas absorbentes, en particular las que acompañan a los vasos sanguíneos". Al no citar la referencia, poco contribuyó a difundir el trabajo de Hodgkin. Veinticuatro años después, en 1856, Samuel Wilks (1824-1911), que tenía en ese momento el mismo cargo que había tenido Hodgkin, es decir, Curador del Museo y Profesor de Patología en la Escuela de Medicina, publicó un artículo titulado: “Casos de un peculiar agrandamiento de las glándulas linfáticas asociado frecuentemente con enfermedad del bazo”. En este trabajo presentó 10 casos, cuatro de los cuales eran del museo y resultaron ser casos de Hodgkin no identificados claramente en el catálogo como de su autoría. Wilks estaba convencido de que era una entidad no descrita hasta que leyó el artículo de Bright y luego revisó el trabajo de Hodgkin. Ahí, se dio cuenta de que había redescubierto la enfermedad descrita en 1832. De esta manera, al final de su trabajo, agregó: “Si hubiera sabido esto antes hubiera modificado muchas expresiones que he usado con respecto a cualquier originalidad de mi parte. Es sólo de lamentar que el doctor Hodgkin haya puesto un nombre distinto a esta enfermedad, ya que, de haberlo hecho, yo no habría experimentado tanto tiempo la ignorancia de una clase muy notable de casos”. Este trabajo de Wilks tampoco contribuyó especialmente al reconocimiento de Hodgkin. Él escribió otro caso en 1859 y luego, en 1865, un tercero con el título: “Casos de agrandamiento de los ganglios linfáticos y el bazo (enfermedad de Hodgkin) con observaciones”. En este artículo sí estableció definitivamente que la enfermedad había sido descrita por primera vez por Hodgkin y la planteaba como una entidad clínica definida y distintiva. La primera descripción del linfoma (Hodgkin, 1832). Ganglios linfáticos abdominales del caso original N° 2 de Hodgkin (Gordon Museum, King's college). Aspecto histológico del caso original de Hodgkin Nº2 (Gordon Museum, King's college). Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 30 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Así, el término “enfermedad de Hodgkin” fue utilizado por primera vez por Samuel Wilks, 33 años después de su descripción original. Si bien describió más casos, estos no contaban con estudio microscópico. Se ha establecido que tampoco todos sus casos eran lo que hoy conocemos como enfermedad de Hodgkin. Otros autores comenzaron a publicar casos similares con distintos nombres, como linfadenoma, linfogranuloma, linfoblastoma, linfomatosis granulomatosa y granuloma maligno. En 1866 apareció en alemán un trabajo con el epónimo "Hodgkins Krankheit". Cabe señalar que Wilks realizó otras importantes contribuciones a la medicina en el Guy’s Hospital, como la descripción de la trichorrhexis nodosa (1852), la identificación de la colitis ulcerosa (1859), la caracterización de los síntomas mentales del alcoholismo crónico (1868) -ahora conocido como síndrome de Korsakoff- y la descripción moderna de la myasthenia gravis (1877). Samuel Wilks (1824-1911). Artículo original de Samuel Wilks en el que, por primera vez, aparece el epónimo “Enfermedad de Hodgkin” (1865). En la década de 1860, numerosos autores en Francia, Alemania e Inglaterra describieron al microscopio 1 ó 2 células grandes en pacientes con linfadenopatías y esplenomegalia sin leucemia. W. S. Greenfield en 1878 reconoció células gigantes multinucleadas y las dibujó. Sin embargo, la descripción histopatológica definitiva fue hecha por Dorothy Reed (1874-1964) y Carl Sternberg (1872-1935). En 1926, los primeros estudios modernos de Herbert Fox sobre los casos originales de Hodgkin mostraron que los casos 2, 4, 6 y 7 eran linfoma de Hodgkin, mientras que el caso 1 era tuberculosis, el caso 3 sífilis y el caso 5 leucemia. En 1970 los estudios citogenéticos señalaron que la célula de Reed-Sternberg era aneuploide y de origen clonal. En cuanto a la causa, desde el 1700, se pensaba que muchas enfermedades eran infecciosas, pero esto no podía probarse. Así como Sternberg veía que muchos casos de enfermedad de Hodgkin coexistían con tuberculosis y creía que ésta que era una variante de tuberculosis, Dorothy Reed pensaba que se trataba de un proceso inflamatorio crónico. En 1915, Buntings retomó la teoría infecciosa, suponiendo que el origen estaba vinculado a la Brucella o a bacterias productoras de gas. Por su parte, años después, Jackson y Parker, en su libro Hodgkin’s Disease and Allied Disorders, acuñaron términos como “granuloma” y “sarcoma de Hodgkin” tras encontrar diferentes grados de compromiso celular en muestras recogidas durante más de veinte años. Casi dos décadas más tarde, Lukes y Butler (1966) informaron sobre la presencia de una variedad especial de granuloma a la que llamaron esclerosis nodular, instaurando una nueva clasificación (en la actualidad se mantiene con algunas variaciones). Pese a la confusión de nomenclaturas y clasificaciones, la enfermedad de Hodgkin ha permanecido como entidad clínico-patológica. Aún hoy existen problemas de clasificación y diagnóstico diferencial. Los preparados originales de Hodgkin todavía se conservan en el Guy`s Hospital. Otras contribuciones de Hodgkin Otras actividades médicas de Hodgkin son poco conocidas, así como también su participación en la reforma de los movimientos sociales y humanitarios de su tiempo o sus contribuciones en las exploraciones geográficas, la antropología y la etnología. Ilustración de Dorothy Reed sobre las características células gigantes. Hodgkin fue el primero en describir la insuficiencia aórtica, conocida ahora como “enfermedad de Corrigan” en honor al médi- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 31 co irlandés Dominic John Corrigan (18021880). Su trabajo, presentado a la Hunterian Society el 21 de febrero de 1827 bajo la denominación de "retroversión de la válvulas de la aorta", fue publicado dos años después. Charles Aston Key (1798-1849), uno de los cirujanos más destacados del siglo XIX y que también trabajaba en el Guy’s Hospital, fue quien llamó la atención de Hodgkin sobre el problema de la insuficiencia aórtica. En ese momento, la aortitis sifilítica era la principal causa de insuficiencia aórtica y provocaba la dilatación de la aorta ascendente, el anillo de la válvula aórtica y, en ocasiones, la retroversión de esta válvula. Hodgkin correlacionó este soplo con el producido por la retroversión de las valvas de la válvula aórtica vistos post mortem. El soplo de Hodgkin-Key es un fenómeno auscultatorio típico de la insuficiencia aórtica con destrucción de la válvula. Se trata de un fuerte sonido diastólico que, a veces, puede oírse a distancia y que ha sido relacionado con al ruido que produce una sierra al cortar madera o con el chillido de una gaviota. Por este motivo, también se lo conoce como "grito de gaviota". Hodgkin describió las características clínicas y post mortem de esta lesión, pero probablemente el hecho de haber publicado el trabajo en dos partes y dos años después de la descripción original minimizó su impacto. Este artículo también fue redescubierto por Wilks en 1871, pero la enfermedad ya había sido atribuida a Corrigan en 1860 por el francés Armand Trousseau (1801-1867). Joseph Jackson Lister (1786-1869) -padre de Joseph Lister (1827-1912), el introductor de la antisepsia- había diseñado en 1826 el microscopio óptico más importante jamás hecho hasta entonces. Hodgkin y Lister trabajaron juntos en el perfeccionamiento del microscopio compuesto y juntos observaron las células animales. No sólo describieron por primera vez los eritrocitos y su forma bicóncava, sino que, también, describieron la crenación, la tumefacción osmótica y la formación de rouleaux. Su descripción de los eritrocitos fue la mejor hasta ese momento. Además, describieron la estructura fibrilar y estriada del músculo esquelético y del músculo cardíaco, y la ausencia de estrías en el músculo Joseph Jackson Lister (1786-1869) estudió junto a Hodgkin los eritrocitos y el tejido muscular liso y estriado. Charles Aston Key (1798-1849) estudió con Hodgkin la insuficiencia aórtica. visceral (músculo liso). En 1836 se fundó la publicación del Guy's Hospital Reports bajo la atenta crítica de The Lancet. En el primer número, Hodgkin publicó cuatro trabajos y durante ese año también editó el primer volumen de Lectures on Morbid Anatomy. Asimismo, Hodgkin fue uno de los primeros defensores de la medicina preventiva: en 1841 publicó su libro On the Means of Promoting and Preserving Health. Para ese entonces ya había fundado la Sociedad de Protección de los Aborígenes para resguardar la salud, el bienestar y los derechos soberanos, legales y religiosos de los pueblos indígenas sometidos por las potencias coloniales; y también, había participado en diversos proyectos sobre salud pública (cólera, desnutrición), educación médica (reforma de la enseñanza de la medicina) y temas religiosos (colonización americana). El reconocimiento a Hodgkin llegó recién en 1966 cuando se realizó un simposio en su memoria y un número conmemorativo del Guy's Hospital Reports. En noviembre de 1980 también se le dio el nombre de Hodgkin a una sala de seminario en la Escuela de Medicina del Guy's Hospital en Londres. Su hermano John lo describió como “el campeón de todo tipo de causas perdidas, que podría inflamarse en ira cuando se enteraba de actos de opresión en sus protegidos y no ahorraba censura fuerte a los transgresores”. • Bibliografía • Abbondanzo SL. Thomas Hodgkin. 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Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 32 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] EL CLUB OSLER DE BUENOS AIRES Por Prof. Dr. Alfredo Buzzi WILLIAM OSLER BIÓGRAFO E HISTORIADOR DE LA MEDICINA 1 Prof. Dr. Alfredo Buzzi Profesor Emérito y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires William Osler es justamente reconocido como uno de los más grandes clínicos de habla inglesa. Realizó descripciones originales de entidades clínicas, ahora asociadas a su nombre, como la policitemia vera (enfermedad de VaquezOsler), la telangiectasia hemorrágica hereditaria (enfermedad de Rendu-Osler) y los nódulos digitales de la endocarditis bacteriana (nódulos de Osler), entre otras. S in embargo, sus contribuciones a la historia de la medicina y la biografía médica son menos conocidas en nuestro medio. En mi caso, entré en contacto con los escritos de Osler a mediados del siglo pasado, cuando adquirí en una librería de segunda mano un ejemplar de Aequanimitas (Fig. 1) traducido al castellano y publicado en los EE.UU., en 1942, por la Editorial Blakiston (1,2). De inmediato, a través de los ensayos que componen este libro, caí bajo el influjo de Osler y sus altos ideales transmitidos a los jóvenes estudiantes con un estilo encantador e inimitable. A partir de ese hallazgo, me dediqué a la búsqueda de todos los escritos de Osler y de todas las publicaciones que hiciesen referencia a sus trabajos y personalidad. Así, encontré la traducción en español de Principles and Practice of Medicine (16ª edición), escrita por Henry Christian y publicada en tres volúmenes por la editorial nacional Kraft en 1948 (Fig. 2). A su vez, en un viaje a Boston, en 1957, pude adquirir un ejemplar de la 9ª edición escrita en inglés por Thomas McCrae en 1923 y, a mi regreso a Buenos Aires, encontré la primera edición original publicada en Edimburgo y Londres en 1892 por Young y Pentland (Fig. 3). Una de las publicaciones más valiosas entre sus más importantes contribuciones originales fue publicada en 1939 por Kelly Emerson Crosby en su colección Medical Classics 1. Conferencia pronunciada el 14 de julio de 2011en el Club Osler de Londres, en la sede del Royal College of Physicians. Fig. 1: Aequanimitas (W. Osler, 1942) 2. Fig. 2: Patología Médica Fundamental y Práctica (edición argentina de Principles and Practice of Medicine. Osler, 1948) 4. Fig. 3: Principles and Practice of Medicine 5 (W. Osler, 1892 -1ª edición-) . Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 33 (Fig. 4). Ahí, se incluían sus descripciones sobre las plaquetas sanguíneas (1886), la litiasis cobedociona “en válvula” (1897), la epistaxis recurrente familiar asociada a telanguiectasis múltiples de la piel y mucosas (1901) y la policitemia con esplenomegalia (1903). La mejor introducción a la vocación por la historia de la medicina y el humanismo médico está basada en el primer libro que Osler adquirió: Religio Medici, de Thomas Browne (Fig. 5). Él estaba convencido de que la historia biográfica de la medicina no sólo ampliaba la visión cultural de quien se interesaba en ella, sino que además, como lo expresa en el prefacio de su libro An Alabama Student and other Biographical Essays (Fig. 6), tenía un valor positivo en la educación médica. De acuerdo a su punto de vista, William Harvey (1578-1657) se había convertido en el mentor del retorno a Galeno (130-200) para corregir, después, sus errores anatómicos y fisiológicos; pero Thomas Sydenham (1624-1689) había sido el encargado de volver a Hipócrates (460-377 a.C.). En este sentido, no es casual que se lo llame el “Hipócrates inglés”. En lo que respecta a Osler, sería apropiado nombrarlo el “Hipócrates canadiense”. Pero, ¿cuándo se despertó su intenso interés por la historia de la medicina? Todo indica que, al regresar de su primer viaje de estudios por Europa, comenzó a coleccionar revistas médicas canadienses (que finalmente llegaron a la biblioteca de la Facultad de Medicina de McGill). Por esa época, él describe, con sus propias palabras, la inclinación que sentía por las humanidades y la bibliofilia: “Sin llegar a ser un bibliógrafo experto, sino más bien un representante del grupo de amantes de los libros, he tratado de realizar estudios históricos, en el medio de mi vida dedicada a la práctica profesional y hospitalaria, para coleccionar dos hechos: las biografías de los grandes hombres de la ciencia y la influencia de sus libros en la promoción del progreso del conocimiento”. Su primer trabajo histórico, publicado y presentado en el John Hopkins Historical Club en enero de 1895, fue “An Alabama Student” (éste fue editado, junto a otros ensayos biográficos, en 1908 por la Oxford University Press). En él, Osler descubre la Fig. 4: Medical Classic (Emerson C. Kelly, 1939) 8. Fig. 5: Religio Medici (Thomas Browne, 1682) 21. Fig. 6: An Alabama Student and other Biographical Essays (W. Osler, 1908) 1. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 34 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] vida del Dr. John Basset, un médico desconocido que vivió a mediados del siglo XIX en el sur de los Estados Unidos y que, con el propósito de perfeccionarse, se embarcó para Inglaterra en enero de 1836. Este médico, luego de visitar Manchester, York, Edimburgo, Londres y París, estudió en la capital de Francia, en la Charité, con Alfred Velpeau (1795-1867), escuchando las clases y practicando como externo. Al año de su partida, regresó a Alabama (falleció en 1851 de tuberculosis a los 46 años). Lo destacable de este ensayo de Osler es que termina transmitiendo un mensaje: “Haber luchado, haber hecho un esfuerzo, haber sido fiel a ciertos ideales, eso solo justifica el esfuerzo”. Fig. 7: Thomas Linacre (1460-1524). Otro de sus trabajos es sobre Thomas Linacre (1460-1524). Éste fue presentado en mayo de 1908 y publicado como libro por la Cambridge University Press en el mismo año. Allí, Osler resume la vida del médico de esta manera: “Canterbury lo vio nacer y Oxford le brindó la educación, en 1484 fue elegido Fellow of All Souls. Hasta que Grecia no renació de entre los muertos, la vida y la libertad no pudieron llegar a la mente del hombre y constituye la gloria especial de Linacre haber sido el restaurador del conocimiento en Inglaterra”. De acuerdo a Osler, este hombre había sido uno de los más distinguidos humanistas médicos. No sólo había contribuido a erradicar la influencia de la medicina árabe, sino que además había promovido el espíritu de Hipócrates, Galeno, Platón y Aristóteles. Linacre (Fig. 7) estudió latín y griego en Roma, pero en 1493 se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Padua, donde obtuvo el título de Doctor en Medicina (1506). Al volver a Londres, fue llamado por la Corte para ser el tutor del príncipe Arturo (1486-1502) y, luego, también ofició de médico del rey Enrique VIII (1491-1547). Según el Arzobispo de Canterbury, se ordenó como sacerdote para disponer del tiempo necesario para sus trabajos literarios. Fig. 8: John Locke (1632-1704). Fig. 9: The Evolution of Modern Medicine (W. Osler, 1921)12. Asimismo, Osler presentó en el Guy’s Hospital un ensayo sobre Thomas Browne. Este escritor influyó de forma decisiva en su pensamiento, ya que, además de ser un gran hombre, fue para él una inspiración permanente. Al igual que Pensamientos de Marco Aurelio y Enchiridion de Epictetus, Religio Medici está colmado de consejos de perfección que pueden moldear a la mente juvenil. Estudiado con cuidado, el libro transmite influencias sutiles que brindan estabilidad al carácter y ayudan al médico a tener un equilibrado punto de vista frente a los complejos problemas de la vida. Osler también se ocupó de John Locke (1632-1704). En su ensayo, describe al famoso filósofo, pero también rescata un aspecto mayormente olvidado de este gran hombre: sus estudios y trabajos médicos. Locke (Fig. 8) fue discípulo de Thomas Sydenham, y las anotaciones y comentarios del maestro (escritos con su propia mano en algunos de los textos de Locke) dan cuenta de una sólida amistad entre ambos. Su vínculo duró veinte años y sólo terminó con la muerte de Sydenham en 1689. Como médico, estudió el caso de Lord Shaftesbury y la afección, una hidatidosis hepática, se diagnosticó punzando la tumoración con un tubo de plata (el carácter del material expulsado -innumerables vesículas- no deja dudas sobre la naturaleza del proceso). A su vez, Locke se encargó de describir el “tic doloroso”, padecido por Lady Northumberland, y también escribió Ars Medica (una introducción a la filosofía de la medicina), Anatomia (un texto sobre el funcionamiento del cuerpo), Respirationis Usus (una obra sobre la función pulmonar) y Tussis (un ensayo sobre la tos). Desde esta perspectiva, Osler afirma que, además de ser uno de los más grandes filósofos ingleses, resulta un ornamento brillante para nuestra profesión. En su libro de 233 páginas, titulado The Evolution of Modern Medicine (Fig. 9) -publicado en forma póstuma en 1921 y reimpreso en 1923-, William Osler presentó un panorama histórico de la medicina, vista a vuelo de pájaro, que va desde sus orígenes remotos hasta fines del siglo XIX. El libro constituye, en realidad, la impresión de una serie de clases, las “Silliman lectures”, presentadas en la Universidad de Yale en 1913. Su discípulo Fielding Garrison (1870-1935), un notable historiador médico norteamericano, escribió en el prefacio del libro: “Estas lecciones son una de las más características producciones del mejor equipado y mejor balanceado, el más sagaz y más querible de todos los médicos modernos”. En sus descripciones sobre las más nota- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 35 bles personalidades médicas de la historia, William Osler demuestra su habilidad para sintetizar en unos pocos párrafos los atributos personales y las principales contribuciones científicas de los grandes especialistas del pasado. Así, refiriéndose a Imothep (ca. 2690-2610 a.C.), la primera figura de médico que se destaca entre las tinieblas de la Antigüedad, Osler resalta que, después de más de veinticinco siglos de su muerte, éste se transformó en un dios de la Medicina (Fig. 10). Los griegos reconocieron en él a su propio Asclepios y los romanos a su Esculapio (Fig. 11). Hoy, esto se mantiene en nuestro santo patrón: el emblemático dios de la Curación, cuya imagen, junto al báculo y la serpiente, todavía aparece en nuestros sellos. También destaca que Hipócrates (460-377 a.C.) fue el primero en concebir a la medicina como un arte basado en la observación exacta y como una parte integral de la ciencia del hombre (Fig. 12); y agrega que, después de éste, la figura más grande en la medicina griega fue la de Galeno (130-200). Nacido en Pérgamo, este médico supo ser observador, experimentador y filósofo (Fig. 13). A su vez, recuerda a Avicena (980-1037), un fenómeno intelectual con una actividad tan extraña como infatigable. En la historia, nunca se ha visto un intelecto tan precoz, tan rápido y tan amplio como él (Fig. 14). Otras figuras destacadas son Mondinus de Luzzi (1270-1326), el primer estudiante moderno de anatomía (Fig. 15) y el hombre más influyente en el estudio de la medicina en Bolonia, y John Caius (1510-1573), un profundo conocedor del griego y un estudiante ardiente de la historia natural. De hecho, Caius fue el cofundador de uno de los colegios más importantes de Cambridge (Fig. 16). Fig. 10: Imothep (ca. 2690-2610 a.C.)12. Fig. 11: Esculapio12. Fig. 12: Hipócrates (460-377 a.C.)12. Fig. 13: Galeno (130-200)12. Fig. 14: Avicena (980-1037)12. Fig. 15: Mondinus de Luzzi (1270-1326)12. Fig. 16: John Caius (1510-1573)12. Conrad Gesner (1516-1565), a su vez, es distinguido como el más grande de todos los humanistas: no sólo fue médico, botánico, geólogo y químico, sino que, además, fue el primer gran bibliógrafo moderno (Fig. 17). Por su parte, Paracelso (1493-1541) es considerado el Lutero de la medicina, la verdadera encarnación del espíritu revolucionario y el primero de los modernos iatroquímicos (Fig. 18), ya que, a través de Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 36 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] él, se dio un gran estímulo al estudio de la química y la farmacia. Osler también escribe sobre Vesalio (15141564). Conocedor de todos los saberes griegos y árabes, éste concibió un punto cardinal: planteó que, para conocer la máquina del cuerpo humano y su funcionamiento, era necesario dominar el significado de sus partes, su fábrica (Fig. 19). En este sentido, se destaca a Fabrizio (1533-1619). Digno sucesor de Vesalio (Fig. 20), demostró las válvulas de las venas y las denominó pequeñas puertas -“ostiola”-. 12 Fig. 17: Conrad Gesner (1516-1565) . 12 Fig. 18: Paracelso (1493-1541) . 12 Fig. 19: Vesalio (1514-1564) . En 1628, William Harvey (1578-1657) pasó a la historia con un pequeño volumen de 74 páginas publicado en Frankfurt: De Motu Cordis. La exactitud y realismo de su descripción del movimiento del corazón ha sido apreciado por generaciones de fisiólogos (Fig. 21). Además, si Sydenham (Fig. 22) fue quien guió a los médicos hacia Hipócrates, Harvey marcó el camino hacia Galeno. Desde una perspectiva diferente, otro de los grandes libros de nuestra literatura médica es De sedibus et causis morborum per anatomen indagatis. Su autor, Giovanni Battista Morgagni (1682-1771), tiene el mérito de ser el hombre que nos enseñó a pensar las enfermedades en términos anatómicos (Fig. 23). Fig. 20: Fabrizio (1533-1619)12. Fig. 21: William Harvey (1578-1657)12. Una personalidad renombrada, conocida como el “Hipócrates holandés”, fue Thomas Hermann Boerhaave (1668-1738). A él, puede considerárselo como el más famoso de los grandes maestros clínicos que surgieron hacia el final del siglo XVII (Fig. 24). También John Hunter (1728-1793) tiene su reconocimiento en los textos de Osler. No sólo combinó en su personalidad extraordinaria las cualidades de Vesalio, Harvey y Morgagni (Fig. 25), sino que, con su ejemplo, su prodigiosa capacidad de trabajo y sus sugestivos experimentos, guió nuevamente a los médicos por los antiguos caminos de Aristóteles, Galeno y Harvey. Fig. 22: Thomas Sydenham (1624-1689)12. Fig. 23: Giovanni Battista Morgagni (1682-1771)12. Fig. 24: Hermann Boerhaave (1668-1738)12. Dentro de la galería de la historia, fue René Téophile Laënnec (1781-1826) quien sentó los fundamentos de la medicina clínica moderna. Él combinó la exactitud del estudio de los enfermos en las salas de internación con las investigaciones anatómicas en la autopsia. La publicación de su libro, Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 37 De l’auscultation médiate (1819) marcó una época en el estudio de la medicina (Fig. 26). En el caso de Louis Pasteur (1822-1895), su ambición fue dar con las causas de las enfermedades contagiosas y pútridas (Fig. 27). La historia del brillante éxito que siguió a los años de aplicación del problema de la enfermedad de los gusanos de cera será leída con interés por todo estudioso de la ciencia. Como punto de partida para un nuevo método de investigación en el origen de las enfermedades infecciosas, se destaca un trabajo sobre la “Etiología del Ántrax” escrito por un médico alemán de la localidad de Wölstein, Roberto Koch (1843-1910). Él fue, en realidad, nuestro Galileo médico, ya que su tarea fue introducirnos en un mundo nuevo (Fig. 28). Fig. 28: Roberto Koch (1843-1910)12. Joseph Lister (1827-1912), por otra parte, aplicó los principios experimentales de Pasteur en el tratamiento de las heridas (Fig. 29), haciendo surgir, en estos comienzos, a la cirugía moderna. Hoy, el tema de la infección de las heridas constituye uno de los capítulos más brillantes en la historia de la medicina preventiva. Estas figuras de renombre son sólo algunas de las que destaca Osler. Dado que existen más de un centenar de ensayos biográficos e históricos de su autoría (incluyendo Evolución de la Medicina Moderna), he considerado únicamente los textos que mejor ilustran su perspectiva histórica. Según se ha señalado, Osler siempre trató de hacer que sus sujetos tuvieran vida para humanizarlos de nuevo. Sólo un hombre como él, con simpatías eminentemente humanas y un juicio bien fundamentado, pudo realizar esta obra. • Fig. 27: Louis Pasteur (1822-1895)12. Fig. 29: Joseph Lister (1827-1912)12. Bibliografía Fig. 25: John Hunter (1728-1793)12. Fig. 26: René Téophile Laënnec (1781-1826)12. 1- Osler W. An Alabama Student and other Biographical Essays. Oxford University Press, London, 1929. 2- Osler W. Aequanimitas. Con otros discursos pronunciados ante estudiantes de medicina, enfermeras y médicos recibidos, 3ª ed., The Blakiston Company, Filadelfia, 1942. 3- Osler W. Aequanimitas. With other addresses to medical students, nurse and practitioners of medicine. H.K.LEWIS & Co. Ltd., London, 1948. 4- Christian HA. Patología médica fundamental y práctica. Escrita originariamente por Sir William Osler. Editorial Guillermo Kraft, Buenos Aires, 1948. 5- Osler W, McCrae Th. The principles and practice of medicine. 9th ed., D. Appleton and Company, New York & London, 1923. 6- Osler W. The principles and practice of medicine. Young J. Pentland, Edinburgh & London, 1892. 7- McGehhe Harvey A, McKusick VA. Osler’s textbook revisited. Appleton- Century- Crofts, New York, 1967. 8- Emerson Crosby K (comp.). Medical Classics. Selections from the writings of Sir William Osler. The Williams & Wilkins Company, Baltimore, 1939. 9- Osler W. A way of life and other selected writings. Dover publications, New York, 1958. 10- Bean WB. Sir William Osler, aphorisms from his bedside teachings and writingas. Henry Schuman Inc., New York, 1950. 11- Verney RE. The student life. The philosophy of Sir William Osler. E. & S. Livingstone Ltd, Edinburgh and London, 1960. 12- Osler W. The evolution of modern medicine. Yale University Press, New Haven, 1923. 13- Cushing H. The life of Sir William Osler. One volume. Oxford University Press, London, 1940. 14- Reid EG. The great physician. A short life of Sir William Osler. Oxford University Press, London, 1931. 15- Bean WB (ed.). Sir William Osler aphorisms. From his bedside teachings and writings. H. Schuman Inc., New York, 1950. 16- Silverman ME, Murray J, Bryan CS. The Quotable Osler. American College of Physicians, Philadelphia, 2003. 17- Bryan CS. Osler. Inspirations from a great physician. Oxford University Press, New York, 1997. 18- Bliss M. William Osler. A life in medicine. Oxford University Press, New York, 1999. 19- Osler W. A way of life. Ch. C Thomas, Springfield, 1969. 20- Oslerian Anniversary. Incorporating the Fitzpatrick lectures for 1975. Printed for the Osler Club of London, 1976. 21- Browne T. Religio Medici. London, 1682. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com LITERATURA & MEDICINA 38 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Lic. Isabel Del Valle El Parkinson Cuando la vida se vuelve protocolo. Reflexiones a partir de Elena sabe, de Claudia Piñeiro. Lic. Isabel del Valle Licenciada en Lzetras C uando menos lo pensaba, cuando imaginaba transitar sus últimos años en el sosiego del ambiente familiar, Elena fue expuesta a uno de los mayores desafíos a los que la vida puede someter a un ser humano: enfrentar la muerte de su hija única. Rita fue encontrada muerta, ahorcada, en el campanario de una iglesia. La investigación nunca avanzó como ella hubiera esperado. Es más, quisieron pasar el caso como un suicidio y cerrar, así, la causa. Inaceptable, pero vaya uno a saber qué querría ocultar la policía. Era imposible, Rita nunca se hubiera suicidado. Nunca, tan religiosa como era la pobre. Además, ella jamás salía de la casa los días de lluvia y el día de su muerte llovía a cántaros. No bien Elena enjuagó las pocas lágrimas que se había permitido soltar en ese apelmazado pañuelo al que se aferraba como a una manija, tomó la única decisión que podría devolverle a una madre desconsolada alguna sensación de paz: encarar ella misma la investigación. No solamente era el único familiar directo que se echaba al hombro semejante misión, sino que esa investigación estaría exclusivamente en sus manos. En sus manos temblorosas, imprecisas y agarrotadas. En las manos de una mujer sin cuerpo o, tal vez peor, en una mujer encerrada en un cuerpo. Desde hacía ya un tiempo, el Parkinson le venía enyesando los miembros, los movimientos y la expresión, pero no todavía su fortaleza de espíritu. Como en toda enfermedad, tuvo que empezar a conocer a ese intruso con el que debía convivir. El Parkinson por más que tiembla, no tiembla de miedo, es despiadado con su elegido y, aunque a veces no se sepa bien quién hace temblar a quién, a Elena le quedó claro que él era quien mandaba de ahí en más: “Pero su cuello se puso rígido, duro como una piedra y la somete. Acepta la condena que Ella, su enfermedad, le impuso. Ella le muestra quién manda y quién obedece. El cuerpo de Elena responde a Ella que la obli- ga a bajar la mirada como si estuviera en falta, como si tuviera vergüenza”. Cada enfermedad tiene sus propias manías, arbitrarios caprichos de verdugo ensañado con su víctima, a la que no le queda más remedio que, tras un tiempo de pataleo, mirar al enemigo a los ojos y sentarse a negociar. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 39 ….su madre tiene un tipo de Parkinson que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó EleLa enfermedad, por su cuenta, se encarga na (…) algo más undistintos Parkinson común y corriente, dijo Benegas (…) Un plus, repitió Rita de hacernos sentir, que en algo, a los demás. En el caso de Elena, desde un pri(…) ¿plus quiereeldecir más?, mer momento, Parkinson le dejó¿es muy que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que teneclaro las consignas a seguir: calibrar el mos?,en ¿hay más?, ¿más que babearse, que hacerse pis encima, más que no poder dar un paso tiempo, medir palmo a palmo el espacio, calcular la curvatura de losarrastrar brazos para po-los pies, más que los únicos pasos que pueda dar sean gracias a a voluntad, más que der vestirse, contar los pasos, estimar la altura de los zócalos, evitar los bancos en los doctor?, ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder la levodopa?, ¿hay más todavía, días de pago a los jubilados… cortarse las uñas de los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deCuando hay salud, el cuerpo no es pensado, a la par de nuestra voluntad conel el aire no pasa y tener la sensación de morirse ahogado, que inglutirmarcha con dificultad, sentir que silencio de un aliado; pero, en la enfermese emancipa, hace tema, se vuelve tentardad,cien veces setragar una pastilla?, ¿hay más, doctor?, ¿es que, usted, dice que todavía hay objeto de atención y pensamiento. Sentirmás?seRita, por favor, la invito enfermo, antes que estarlo, es un pro-a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si ceso que va de la absoluta irreflexión a la puede,reflexividad esos ojos vacíos, esa cara sin expresión, esa sonrisa hueca, ese gesto de asombro desasommáxima. Cuando asoma el doaquello que en uno nunca tuvo registro perdieron su condición objetiva para qué más me pide a mí? (…) Rita brado,lor, ¿a esta pobre mujer, usted, lepacio pide más?, ¿y a mí, qué, consciente pasa a ser objeto de atención y empezar a correr al pulso que su enfermeeso queahasta entonces y sólolo se miró expresaba a se acercó Benegas fijo, ¿ydictaminaba. qué solución hay?y lasNinguna, le respondió. Rita se lo quedad Los metros horas nivel de vivencia personal llega a convertirempezaron a ser números irrelevantes, rese en una durasíentidad dó mirando, hay científica. solución, una,ferencias si unovanas no para quiere más,que¿atuvo qué se refiere, Rita? Uno puede eleun cuerpo A Elena le dolía el cuello y las mejillas, no que instaurar su propia lógica: gir, doctor… Rita, mientras uno está vivo hay esperanza, sí pero yo no estoy hablando de mi los nombres con que los médicos habían “Elena suele entretener su mente recitando bautizado su sentir. Así, la novela refleja la las calles que debe recorrer en orden alfamadre… brecha entre la vivencia del que sufre y el bético, de adelante para atrás, de atrás para científico. ….su objetivismo madre tiene un tipo de Parkinson que nosotros adelante, tal vez, porque enllamamos la imaginación Plus, (…) ¿plus?, preguntó Elees la única forma en que puede recorrerlas “Le duelen los músculos de las mejillas y na (…) algo más que un Parkinson común y corriente, dijo leBenegas (…)cómo Unel plus, repitió Rita lenta y pensar engranaje seco de su con agilidad, algo que su cuerpo nunca de las cejas, si es que se trata de músculos cuerpo podía reproducirlos. porque Elena no sabe en verdad si se trata podría dar”. (…) ¿plus quiere decir más?, ¿es que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que tenede músculos lo que le duele. Nunca antes “Su espera, ese tiempo que se mide sin “Se trata de levantar el pie derecho, apequé clase de cosa sonque las mejinas unosque centímetros del suelo, cinco o seis mos?,se preguntó ¿hay más?, ¿más babearse, quetiempo hacerse piscompleta encima, no poder dar un paso agujas, ese que ella con más llas ni pensó en ellas. Ni en su cuello. Mús- el pensamiento de las calles que esperan, no más, moverlo en el aire hacia adelante, a voluntad, que arrastrar loslaspies, más que los únicos pasoscomoqueparapueda dar apenas seanelgracias culos, carne,más piel, esternocleidomastoideo que sobrepase izquier- a irregularidades de las veredas que amele dicen, pero a ella sólo le importa que le nazan, los semáforos que cada vez pare- do, y a esa distancia, la que sea, mucha o la levodopa?, ¿hay ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder duele. Nunca supo de lomás que setodavía, trataba, ni doctor?, cen más breves, los escalones, la gente toda poca, hacerlo bajar sin torcerlo. Apenas de siquiera su nombre conocía. Pero le duele más alta que ella. El taxi se mueve y Elena eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa cortarse las uñas de los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deel movimiento que la enfermedad le obliga agradece que alguien lo haga por ella. Se y a pesar de que su cerebro da la orden de hacer para burlarla. Porque ni sueñe que deja llevar”. moverse, el pie derecho no se mueve. que No se inglutiraellacon dificultad, sentir que el aire no pasa y tener la sensación de morirse ahogado, se va a resignar a mirar el suelo hasta eleva. No avanza en el aire. No vuelve a baA manera de modista de barrio, se confecse muera”. jar”. usted, dice que todavía hay tentarquecien veces tragar una pastilla?, ¿hay más, doctor?, ¿es que, cionó a sí misma como una imaginaria mamañana, el enfermo, con la concien- rioneta que, manejada por hilos de racio- El Parkinson pone en consideración toda la más?Cada Rita, por favor, la invito a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si cia atenta del explorador, tantea la propia nalidad y estrategia, trataba de andar por la plataforma de lanzamiento para el desplierecovecosesa y alerta sobre la vida,de y a ella la obligó a racionalicomo mejor podía. puede,carne, esoshusmea ojossusvacíos, cara sinvida expresión, esa sonrisa hueca, gue esedegesto asombro desasomcualquier nuevo dolor o síntoma a estrenar. zar hasta lo obvio... La racionalización del día a día fue, para brado,Estar¿aenfermo esta pobre mujer, pide más?, ¿y a mí, qué, qué más me pide a mí? (…) Rita es un cotidiano actousted, de re- le Elena, el mayor recordatorio del pasaje en- Elena sabe que debe contar los pasos, las conocimiento y Elena tuvo que celebrar el tre la salud y la enfermedad. Cada uno de cuadras, las esquinas, los botones de la bluse acercó a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solución hay? Ninguna, le respondió. Rita se lo quepropio. Su enfermedad violentó algo tan los actos que todo mortal realiza, desde sa para que no le quede torcida; que debe elemental como los consabidos postulael horario estricto de lospuede trenes yeleun ojono hastaquiere cerrarlo,más, debía ahora dó mirando, sí hay solución, una,abrir si uno ¿a ser qué conocer se refiere, Rita? Uno dos del tiempo y el espacio. Las cuadras, las pasado por el tamiz de una lógica estraté- calcular con precisión de relojero suizo las manzanas, las horas,mientras los días… se convirque estoy destrabarán las compuertas gica.vivo Elena desmenuzaba analíticamente gir, doctor… Rita, uno está hay esperanza, sí peropastillas yo no hablando de mi tieron en categorías arbitrarias que ya poco cada hecho, lo disgregaba en miles de par- de sus piernas. Sabe todo lo que tiene que madre… representaban para ella. Así, tiempo y es- tículas para poder observarlo en cámara saber para, recién, poder empezar a poner Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 40 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] marcha sutiene vida: un tipo de Parkinson sus marchas, ya no era.preguntó Sin embargo,Eletirse, la que calculaba las salidas en fun- Plus, ….suenmadre quenonosotros llamamos (…)ése,¿plus?, ción de la levodopa que corría por su san- le pertenecía a la hora de las frustraciones, “Ya había calculado la noche anterior las na (…) algo más que un Parkinson (…) Un plus, repitió Rita los médicos, las angustias y la vergüenza… gre…común y corriente, dijo Benegas pastillas que necesitaría para el día. Se trataba de llevar el cálculo los recorridos quedarse en la calle. Es que, “El tiempo de Elena doctor?, no es como el¿a tiempo (…) ¿plus quiere decirdemás?, ¿es que hay más, usted“No le quiere parece pocosolacon lo que tenepor hacer, y de acuerdo con eso, calcular la de los trenes que van. Es el tiempo de las ¿se puede ser algo sin cuerpo que obedezca? cantidad”. avanza dar arrastrando pastillas que en la cartera”. mos?, ¿hay más?, ¿más que babearse, quelleva hacerse pis encima, Elena máspiensa quemientras no poder un paso sus pies a la parada, ¿qué es uno cuando su La novela, así, ilumina la experiencia de la “Pero su tiempo, el tiempo de Elena se dea voluntad, más que arrastrar los pies, más que los únicos pasos que darponerse seanla campegracias a brazo no sepueda mueve para enfermedad, encarnada en un cuerpo y en tuvo. Ya no hay rastro de levodopa que la ra, ni su pierna se eleva para dar un paso, a moverse. Elenaque sabe. pararse Sabe que vie-sólo con ayuda, más que no poder una vida. Muestra esa tarea privada, silen- ayude la levodopa?, ¿hay más todavía, doctor?, ¿más ni su cuello se yergue para mirar al otro?, ciosa y esmerada, que cada enfermo des- ne la espera, hasta que le toque la próxima ¿qué uno si no tiene un rostro para mirar toma, y luego tiempo necesario para que pliegalas de puertas en elpies afán de cortarse uñasadentro de los nires-calzarse, ni elponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deal otro?, ¿qué es?, ¿uno es el cerebro que no tablecer alguna posible nueva forma de recorra su cuerpo y le haga efecto. Pero el puede mandar al otro pero sigue pensanglutircotidianeidad. con dificultad, sentir que el aire no pasase detuvo. y tener de morirse ahogado, que intiempo de Elena Ya nola haysensación rastro do?” de levodopa que la ayude a moverse. EleLa enfermedad la obligó a canjear tentar cien veces tragar unaimpropastilla?, doctor?, ¿es que, dice que todavía Tal vezusted, sería lo último que hiciera en su hay na sabe. ¿hay Sabe quemás, viene la espera, hasta que visación y espontaneidad por planificación toque la próxima toma, y luego el tiem- vida, pero llegaría a la verdad sobre la y reflexión más?y cálculo. Rita, Lentitud por favor, la comenzainvito a lepo que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si necesario para que recorra su cuerpo y muerte de Rita. Seguramente sería lo últiron a marcar el ritmo externo e interno de que le llevaría todo su tiempo reshaga efecto”. puede, esos ojos vacíos, esa cara sinle expresión, esa sonrisa hueca,mo, eseyagesto de asombro desasomsu vida. tante de vida… Las oraciones se repiten iguales, cortantes Elena piensa.mujer, La vida seusted, con- le pide más?, ¿y a mí, qué, qué más me pide a mí? (…) Rita brado, ¿asabe. estaElenapobre y secas como se repiten iguales, cortantes Su estrategia principal no pasaba por el rasvirtió en un manual de procedimientos, y secos los obstinados y frustrados intentos trillaje de datos ni las pruebas de testigos, una guía para fijo, la se acercó a pormenorizada Benegas ydelopautas miró ¿y qué solución hay? Ninguna, le respondió. Rita se lo quesino por programar la barroca arquitectura de Elena por dar un paso. “puesta en marcha” de la vida. movimientos. Un complejo engradó mirando, sí hay solución, una,Consi launo no quiere más,la¿a quéde sesusrefiere, Rita? Uno puede eleenfermedad, Elena conoció purePensar, medir, calcular. La racionalidad es naje de dosis-pasos-dosis, celoso al meza de las ganas, lo genuino de la voluntad. su herramienta clave.mientras Nada puede estar ya está vivo hay esperanza, sí pero nor desajuste. de que el tiempo gir, doctor… Rita, uno yo no Nadie estoydudahablando de mi Desde entonces, Elena era casi toda prolibrado al azar. El Parkinson no le perdonaen salud y en enfermedad corren distintos, pósito e intención. Una permanente latenría la menor improvisación. madre… pero para Elena la marcha del tiempo paucia, una pulsión agazapada. La inmaterialitaba el ritmo de sus pasos. meditada, calibrada, dosificada, la en- dad del anhelo sepultada en la materia más ….suAsí, madre tiene un tipo de Parkinson que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó Elefermedad se le tornó más conocida, más gravosa. “Tiene que tomar el tren para Capital a las habitable. Elena convive con la imagina10 de la mañana; el de las 11 ya no le sirna (…) algo más que un Parkinson y decorriente, dijoqueBenegas (…) Un plus, repitió Rita En lacomún planificación su vida, a la vida ria ilusión de tener maniatado, al menos ve por que la pastilla la tomó a las nuenunca llegaba, el cuerpo se le quedaba ahí un poco, quiere a ese maldito monstruo que le¿es ata que hay más, doctor?, ¿a ustedvele -piensaque con tiene que el (…) ¿plus decir más?, parecey sabe poco lo tomar que teneclavado, cementado a las baldosas de la comanos y pies. de las 10, poco después que la medicación cina, de la vereda o del andén; y por más haya hecho y logre que su cuerpo mos?, ¿hay más?, ¿más que babearse, que hacerse pis encima, yamás que efecto no poder dar un paso “La luz del día es para ella el anuncio de la que le hablara, le rogara, le prometiera o lo cumpla con la orden de su cerebro. El de las lucha que tiene por delante, desde el mo- amenazara, las piernas no se movían. Igual a voluntad, más que arrastrar los pies, más que los únicos pasos que pueda darhabrá sean gracias a 11 no, porque ya el efecto declinado y mento en que trate de levantarse de la que cuando Rita, de niña, se encaprichaba ella estará igual que ahora, pero sin la escama, de despegar la espalda de con algo y no quería ella debía ti-sólo con ayuda, más que no poder la levodopa?, ¿hay más muerta todavía, doctor?, ¿másavanzar que ypararse peranza de que la levodopa actúe. Por eso las sábanas tirando de las sogas, apoyar los ronearla y tironearla del brazo para que caespera sentada en la cocina. Sólo tiene que pies en la baldosa enviónni para minara. Eso Elena conlas su cuerpo: ticortarse las uñasfría, de tomar los pies calzarse, nihacía ponerse medias, es que hay más?, ¿más que deesperar, no puede hacer nada más. Sólo eslevantarse, arrastrar los pies en dirección ronearlo y tironearlo desde adentro con pera que tiempo pase, la pastilla seque di- inglutiral baño condonde dificultad, sentirvestirse, que el aire noypasa tener la sensación de elmorirse ahogado, tratará de sentarse, sus ganas su furia;yprovocarlo hasta malsuelva y circule por su cuerpo hasta los pies sin que se arrolle la ropa y todo eso antes de decirlo. Sin embargo, a diferencia de Rita, para que cuando dice estos se enteren, se pon- hay tentar cienel día. veces tragar una pastilla?, ¿hay más, doctor?, ¿es que, usted, que todavía empezar Y así sería todo (…) Ya había éste no le hacía caso. Se había convertido gan en marcha”. noche anterior las pastillas que en un irreverente bloque de mármol que la más?calculado Rita,lapor favor, la invito a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si necesitaría para el día. Se trataba de llevar abrazaba sin quererla y que decidía por ella La enfermedad convirtió sus movimientos el cálculo los recorridos y, desin intentos El Parkinsondesasomcondesobre su agenda, sus tiempos, sus compropuede, esos deojos vacíos,poresahacer cara expresión, esa sonrisa hueca,enese gestoindignos. de asombro acuerdo con eso, calcular la cantidad”. nó a Elena a vivir adentro de un bloque de misos y sus espacios. mármol. en el cuerpo, brado, ¿a esta pobre mujer, usted, le¿Cómo pideexplicarle más?, ¿y a mí, qué, qué másTrabada me pide a mí?encerrada (…) Rita Seguramente Elena anhela volver a la ignoque necesitaba disponer en sus cavilaciones y cálculos; todo en ella rancia, volver a ser la “Elena que no sabe”, de sus piernas, de sus brazos, de su cuello se acercó a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solución hay? Ninguna, le respondió. Rita se lo queolía a encierro. la que vivía la vida sin pensarla, la que im- para iniciar la investigación? ¿Quién poprovisaba y nosíplanificaba, la que saludaBenegasRita? le dio el diagnóstico, Ele- eleuna causa policial dó mirando, hay solución, una,díasillevar unoadelante no quiere más, ¿aconquéCuando se refiere, Uno puede ba con cualquier mano, la que doblaba en la los miembros congelados y la cabeza ga- na no sabía bien de qué se trataba. Los diagnósticos la ponían nerviosa, nomesquina que quería, que no pensaba uno hasta está cha? Sentía ése yaesperanza, no era su cuerpo; gir, doctor… Rita,lamientras vivoquehay síelpero yo siempre no estoy hablando de mi dónde debía torcer el brazo para poder ves- que por años la había acompañado en todas bres raros, difíciles de repetir, que ya de por madre… Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 41 sonaban temibles, perotipo a lo largo de sus ….su símadre tiene un de Parkinson que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó Eleaños ella había escuchado muchos. Nomna (…) mássonidos que un Parkinson común y corriente, dijo Benegas (…) Un plus, repitió Rita bres,algo a distancia, o palabras huecas como las de esos carteles que anuncian (…) ¿plus quiere decir“Parkinson”, más?, nunca ¿es que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que teneproductos. Al escuchar lo que significaría esa palabra mos?,imaginó ¿haytodomás?, ¿más que babearse, que hacerse pis encima, más que no poder dar un paso en su vida, en la vida de Elena. a voluntad, más Y menos aún, lo queque sería arrastrar la vida de Elenalos pies, más que los únicos pasos que pueda dar sean gracias a con Parkinson. la levodopa?, ¿hay más todavía, doctor?, ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder Allí, recién descubrió la enorme brecha que cortarse las lauñas demédica los pies niéstacalzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que dehay entre palabra y lo que una vez que se ha instalado en su glutirsignifica con sacrificial. dificultad, sentir que el aire no pasa y tener la sensación de morirse ahogado, que invíctima “Por que hasta hace poco, la enfermedad que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, dice si puede, ojos vacíos,hay secreto entre Rita,doctor?, ella y el Dr. BetentarPorcien veces tragar una pastilla?, más, ¿es que, usted, queesostodavía eso, pensó que más que llamarse “Mal era un ¿hay esa cara sin expresión, esa sonrisa huenegas. Permaneció oculta como un amande Parkinson” debería llamarse “Mal de más?Elena”. Rita, por favor, la invito a que… no lame invite a nada, loeseinvito a usteddesasombrado, a que mire, gesto de asombro ¿a si te. ‘Si tenés suerte de no temblar, ¿parayoca, qué andar contando?, ¿para dar lástima? esta pobre mujer, usted, le pide más?, ¿y a información no es cara más que puede,La esos ojos diagnóstica vacíos, esa sinSiexpresión, sonrisa esequé,gesto demeasombro desasomqué más pide a mí? (…) Rita se la gente no te veesa temblar, nadie vahueca, a de- mí, un acto de nominación teórica que, a veces, cir ´ah…Parkinson´, mientras más tarde en acercó a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solubrado,poco¿atieneesta usted, leponerle pideel más?, ¿y a mí, qué, quéciónmás me pide a mí? (…) Rita que pobre ver con elmujer, sentirse y reconohay? Ninguna, le respondió. Rita se lo nombre, mejor’, decía Rita”. cerse enfermo. El diagnóstico nos enviste quedó mirando, sí hay solución, una, si uno se acercó Benegas lo miró fijo,Pero ¿y aqué hay? le respondió. Rita se lo quepesarsolución de la vergüenza, de laNinguna, rigidez de unaanueva identidadysocial y nos otorno quiere más, ¿a qué se refiere, Rita? Uno ga una suerte de libreto que cada uno inter- del cuello, de no ver a la gente más que del puede elegir, doctor… Rita, mientras uno dó mirando, sí hay solución, una,escote si uno más, ¿a qué para no abajoquiere y de babearse bastante, a se refiere, Rita? Uno puede elepreta a su manera. está vivo hay esperanza, sí pero yo no estoy pesar de ese cuerpo maltrecho y de la hija de mi madre…” gir, doctor… Rita, mientras uno está vivo hay esperanza, sí pero yo no estoy hablando de mi “Ud. no tiene ni idea, muchas cosas se di- muerta, Elena quería vivir. Ni ella ni Rita hablando cen pero uno solo sabe lo que son ciertas si- hubieran querido morir. Si a ella en su con- En Elena resonaba aún la voz de Rita, su fumadre… tuaciones recién cuando le pasan, míreme, dición ni se le ocurría, menos a su hija que ria, su desesperación, su desconsuelo. No veces yo oí hablar de Parkinson, era tan joven y creyente. sabía entonces que en ese llanto desgarra….su muchas madre tiene un tipo de Parkinson que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó Elecon palabras, precisas, estadísticas, propado se encontraba el fin de su investigación En ese cofre de piedra en el que habitaba gandas, sólo conocí cuando policial. (…) Un plus, repitió Rita na (…) algoperomás que launverdad Parkinson común dijo Benegas Elena, el eco de y las corriente, palabras se incrustaba esta maldita enfermedad se me metió en el la memoria. De ahí que aún pudiera es- Ahí le vino por primera vez a la cabeza la cuerpo. Uno desdedecir afuera no puede imagi(…) ¿plus quiere más?, ¿es queen hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que tenecuchar la reacción de Rita cuando el Dr. Be- idea de que a veces uno puede terminar hanarse la culpa, la humillación, el dolor, la ciendo aquello que nunca imaginó que senegas dio el diagnóstico: mos?,vergüenza, ¿hay hay más?, ¿más que babearse, que hacerse pis encima, más que no poder dar un paso cosas que no se imaginan, ría capaz de hacer. Tal vez, a Rita, algo po“….su madre tiene un tipo de Parkinson que sólo se viven”. haberla asustado másgracias que las a a voluntad, más que arrastrar losnosotros pies, más quePlus,los(…)únicos pasosdría que pueda darmucho sean llamamos ¿plus?, pretormentas... El diagnóstico no deja de ser un acto de teguntó Elena (…) algo más que un Parkinla levodopa?, másinvoluntaria todavía, doctor?, ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder nencia forzosa,¿hay una atribución son común y corriente, dijo Benegas (…) A veces, el cuerpo del otro puede llegar a de algo de lo que, desde ese momento, de- Un plus, repitió Rita (…) ¿plus quiere de- producir espanto, aunque se trate del cuercortarse lashacernos uñas cargo, de los¡como piessi ella ni al-calzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deberemos cir más?, ¿es que hay más, doctor?, ¿a us- po de la propia madre. hubiera expresado la menor vo- ted le parece poco con lo que tenemos?, glutirguna convezdificultad, sentir que el aire no pasa y tener la sensación deenmorirse Elena, ese instante, ahogado, supo que fue suque pro- inluntad de apropiarse de algo así! ¿hay más?, ¿más que babearse, que hacerse pio cuerpo, con ese temblor congelado, lo pis encima, más más, que no poder dar un paso tentar“Tengo cienParkinson, veces tragar unaa Isabel pastilla?, ¿hay doctor?, ¿es que, usted, dice que todavía le dice Elena que puso a Rita en sus límites, lo que la hizohay a voluntad, más que arrastrar los pies, más y se pregunta por qué dice ‘tengo’ si ella saber que no podía ni podría, que de ningumás?(…) favor, la sería invito mepasos invite a nada, que los no únicos que pueda dar seanyo lo invito a usted a que mire, si noRita, lo tiene,por lo último que haría tener-a que… na manera ella llegaría a pasar por eso, que lo. Ella lo padece, lo sufre, lo maldice, pero gracias a la levodopa?, ¿hay más todavía, no se permitiría nunca en la vida convertirpuede,tenerlo esosno,ojos vacíos, esa cara sin expresión, esa sonrisa hueca, ese gesto de asombro desasomtener implica voluntad de aga- doctor?, ¿más que pararse sólo con ayu- se en algo así: un muñeco troquelado, bada, más que no poder cortarse las uñas de algo, de sostener, apropiarse, y ella le pide más?, ¿y a mí, qué, qué beante, brado,rrar¿a esta pobredemujer, usted, másde gesto meencerado. pide a mí? (…) Rita los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, no, eso sí que no”. Elena ahora sabe. Sabe que, a pesar del hoque hay más?, ¿más que deglutir con dise acercó a Benegas y lo miró fijo,es¿y qué solución hay? Ninguna, le respondió. Rita se lo quePero lo tiene. Hay cosas que a uno le toca te- ficultad, sentir que el aire no pasa y tener rror de la lluvia, su hija había tomado la decisión impulsiva y arrebatada de quitarse nerlas sin quererlas y otras que se quieren lasisensación de morirse ahogado, que indó mirando, sí hay solución, una, uno no quiere más, ¿a qué se refiere, Rita? Uno puede elesin tenerlas. Esta que le tocó la avergüenza tentar cien veces tragar una pastilla?, ¿hay la vida. Impulsiva y arrebatada como ella • y si no fueraRita, porque semientras nota, la habríauno pade- está más,vivo doctor?,hay ¿es que, usted, dice quesítogir, doctor… esperanza, peronunca yopodría no ser. estoy hablando de mi cido en la más oscura clandestinidad. davía hay más? Rita, por favor, la invito a madre… Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Arte & Medicina 42 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Dr Eduardo José Albesi Saturnalia: Historias... y Grupo EscultÓrico Dr Eduardo José Albesi La escultura "Saturnalia", realizada por el italiano Ernesto Biondi en 1909, está en el Jardín Botánico de Buenos Aires desde 1984. La interpretación de su simbolismo, la historia de su peregrinaje y la descripción de los daños que la aquejan pueden describirnos como sociedad. Fig. 1: Ernesto Biondi (1855-1917). E n el Jardín Botánico de Buenos Aires, detrás de la casa principal, que fue el domicilio del paisajista y botánico Carlos Thays (1849-1934), se encuentra un grupo escultórico muy grande, de 6,50 m. de ancho por l,80 m. de alto que fue bautizado por su autor, el escultor italiano Ernesto Biondi (1855-1917) (fig.1), con el título de “Saturnalia” (fig. 2). Está compuesto por diez figuras que el autor agrupó y que conforman una metáfora de la decadencia de la República romana, tema histórico que interesó a filósofos, escritores y ensayistas como entre ellos al Barón de Montesquieu (5). La obra está hecha en bronce, de estilo clásico pero realístico, con una adecuada representación de los cuerpos y caras de los distintos personajes, que ponen en evidencia su psicología. Analizando la misma y desglosándola sacaremos muchas enseñanzas. Primeramente ¿qué era la saturnalia?. Los romanos como los griegos eran politeístas, pero si bien sus dioses terminaron confundiéndose entre ambas civilizaciones, los primitivos romanos tenían dioses privados y otros pertenecientes al Estado. Entre estos últimos se encuentra Saturno, protector de los cultivos, Júpiter protector por excelencia del Estado y Quirino. Estos dioses son auténticamente romanos. Para rendirles culto, se celebraban fiestas en determinados días del año. Eran muy estrictos en el cumplimiento de las mismas, con un rito muy reglado. Muchas llegaron a ser famosas como las Lupercalias en honor del dios Fauno o Lupercus a fin de proteger el ganado contra los lobos, las Bacanales, en honor al dios Baco. Muchas veces el senado se opuso a estas últimas, por temor a que sirvieran con fines políticos. En las Lupercalias, a mediados de febrero, jóvenes desnudos llamados luperci corrían alocadamente a las mujeres estériles azotándolas con la februa (tiras de piel de macho cabrío). Era una especie de estupro ritual. Era un rito de fecundación y propiciación. En Roma se celebraban muchas fiestas, que eran muy frecuentes. El investigador Dumezil(2) calculó que 61 días al año se dedicaban a las mismas. Tenían todas un carácter sagrado y su falta era una profanación. Las Saturnalias se hacían entre el 17 y 23 de diciembre, en honor a Saturno, con ritos de carácter agrario y tendientes a favorecer los cultivos y las lluvias. Esta fiesta culminaba las tareas agrícolas y duraba siete días. Se bebía y comía, se hacían regalos y entre todos había gran camaradería, llegando a mezclarse el patricio con el hombre de la plebe y con los esclavos. Bajo el efecto del alcohol se producían excesos de todo tipo, era una orgía romana. Según algunos autores la Saturnalia es el antecedente del carnaval. Precisamente esta fiesta es la que representa el escultor italiano. Es de notar que a los romanos sus bromas, sus cantos y licencias sensuales, las comilonas, les sirven para disimular las angustias, el temor de origen mágico arcaico. El año termina, se muere y nada le asegura al hombre que renacerá. Hay que tratar de recuperar el Kosmos (orden) que tiene necesidad de ser recreado periódicamente, (pensemos en el Carnaval de Río por ejemplo). Así lo intepreta Mircea Eliade (4). Para los romanos habían días Fasti (de Fas gr= voluntad divina) son aquellos en que la acción profana del hombre tiene una base mística y probabilidad de éxito, y los contrarios, los Nefasti sin éxito. El vocablo Feriae se refiere al período en que el hombre renuncia a toda actividad profana, en un período que se reserva a los dioses. En consecuencia los Dies Festi están atribuídos a los dioses y los Profesti, son los días para cualquier otra actividad profana como negocios, viajes. (2) Hecha esta introducción, iremos desglosando el grupo escultórico. Como dijimos está formado por diez personajes que analizaremos de derecha a izquierda. El pri- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 43 mero de ellos es un hombre echado, calvo, evidentemente borracho por su actitud y posición (fig. 3). A través de sus ropas se ve un abdomen prominente, un obeso, comilón y bebedor que nos recuerda al famoso personaje que describe Petronio (9) en su obra “Satiricón”, llamado Trimalción, un romano enriquecido glotón y ostentoso que da un famoso banquete en el que se muestran las costumbres alimentarias en Roma. Sabemos que gustaban de alimentos exóticos y comían recostados en el Triclinio. Así describe Petronio el episodio en el párrafo XXXII: “Disfrutábamos de tanta suculencia, cuando a los acordes de una orquesta apareció el propio Trimalción, a hombros de esclavos que con mucha suavidad le arrellanaron en un lecho guarnecido de almohadones repletos a punto de estallar. Al encararnos de pronto con su ridícula facha no pudimos contener la risa. Imaginaos un manto escarlata por entre el cual salía su cabezota toda calva y el cuello también completamente envuelto, y por sobre todo ello un velo de seda profusamente bordado de rojo y adornado de flecos que caían a un lado y a otro. De propina, llevaba en el meñique de la mano izquierda un sortijón dorado y en la última falange del anular, una sortija más pequeña, de oro puro, al menos, tal me pareció, pero incrustada de algo como estrellitas de hierro. Aún y para deslumbrarnos con nuevas riquezas, descubrió su brazo derecho adornado de un brazalete de oro y una pulsera de marfil cerrada por un broche de esmalte.” El lujo de influencia oriental, se convirtió en una característica de este período de la historia romana. En las termas, los ricos iban acompañados por sus esclavos, haciendo ostentación de poder en su persona y vestimenta. El patricio de la derecha arrastra a un sacerdote que va con la cabeza cubierta e intenta levantar del piso al ebrio (fig. 4). En esta parte de la composición tres son los borrachos. El más anciano y dos sacerdotes obesos y flojos. El que está todavía en pie levanta la mano llena de anillos y se dirige a una dama romana que retrocediendo algo, ríe ante su obscena reclamación (fig. 5). La vestimenta de estos personajes, bien representada por el artista muestra lo siguiente: el vestido oficial de los romanos era la toga (6). Debajo de la toga se llevaban una vestidura sencilla llamada subligar ó subliguculum Fig. 2: “Saturnalia” (E. Biondi, 1909) (Foto Dr. Albesi) destinada a cubrir el bajo vientre. Posteriormente fue reemplazada por la túnica. Fue mantenida por los obreros, o cuando hacían gimnasia. Sobre la toga, cuando hacía frío, usaban distintos mantos más gruesos de lana (laena, lacerna, abolla). La toga era de tela gruesa de lana blanca, de una pieza cortada en forma de elipse. Era difícil de poner y llevar y poco práctica. Los ricos tenían un esclavo llamado vestiplicus, encargado de prepararla y vestir al amo. En la guerra se usaban el sagun militare, salvo para actos religiosos en que se vestía la toga, y se cubrían la cabeza. Era sin ornamentos. La de los niños tenía una guarnición púrpura y se llamaba pretexta, y también la usaban algunos magistrados y sacerdotes. Fig. 3 (Foto Jimena Candido) Durante el triunfo de un general victorioso se ponían la toga picta. Durante el Imperio, la toga fue sustituida por vestidos más prácticos. Durante las saturnalias no se llevaba la toga. Gruesos mantos con capuchón eran el cucullus, el birrus, y el caracalla. Un elegante jubón muy ajustado y finamente guarnecido era la synthesis que se vestía durante los banquetes y en las saturnalias. También había un manto grueso para protegerse de la lluvia o después de ejercicios que se llamaba endromide. Fig. 4 (Foto Jimena Candido) En la mujer se describe una túnica inferior o camisa que iba sobre la piel (interula). Debajo o sobre la camisa una fascia pectoralis ó mamillare ó también en griego strophium ó tenia, para sostener el busto. Du- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Fig. 5 (Foto Jimena Candido) 44 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] usaba este tipo de zapato. Los campesinos usaban unos zuecos llamados sculponea. Los esclavos iban descalzos, o usaban estos últimos suecos. No había mayor diferencia entre los zapatos del hombre y la mujer. Los femeninos eran más blandos y de color rojo o dorado y más ornamentados (con perlas, marfil, plata). Por cierto que esto era para las ricas. Durante las Saturnalias usaban la synthesis, elegante y atildada, y era común el uso de un gorro (pileus) que llevaban hasta los patricios. En otros días llevar el gorro era ser un esclavo liberto. Fig. 6 (Foto Jimena Candido) rante el baño la mujer usaba el subligar, manto cuadrado que cubría el cuerpo y la cabeza. Al principio la toga la llevaba tanto el hombre como la mujer. Luego éstas usaron la stola, vestido amplio con pliegues, que disimulaba las formas y siempre con cinturón y una guarnición púrpura. El uso del cinturón no era bien visto. En cuanto al calzado sus tipos se pueden reducir tres: 1) las sandalias (soleae) que se sujetaba con tirillas de cuero (habenae) que se hacían pasar entre los dedos. No se usaban en público. Fig. 7 (Foto Jimena Candido) En este caso se usaban los calcei. A su vez éstos no se podían usar en casa de los demás. Por ello ante una invitación, antes de entrar al Triclinio, un esclavo llevaba las soleae para usar en ese momento. 2) Los suecos (solci). Fig. 8 (Foto Jimena Candido) 3) Los calcei, el calzado del ciudadano romano, que acompañaba a la toga. Se distinguian el calceús patricius, y el calceus senatorius. Se ataban con cuatro tiras de cuero y cerrado (corrigia) por una lengüeta de piel (lígula) adornado con una hebilla de marfil (lunula). El calceus patricio en color rojo, y el senatorios, en negro. Otro tipo de calzado era el pero de piel no adobada, que se utilizaba envuelto alrededor del pie. La caliga era una sandalia militar. El Emperador Calígula fue llamado así porque siempre Las muchachas iban con la cabeza descubierta y las señoras solo se cubrían con la orilla de la palla para estar en público. También usaban bolsitas, abanicos (flabellum) y sombrilla (umbella). Estos aditamentos eran llevados por los esclavos. Respecto a la mujer, debemos recordar que en Roma tuvieron mayor libertad que en Grecia, donde vivían recluídas en el gineceo. Era común el uso de anillos en el dedo anular izquierdo. Solo lo llevaban los hombres libres. Para el romano el anillo era su firma y se cuenta que Petronio cuando se suicidó hizo romper su anillo. La mujer usaba sortijas de todo tipo, hebillas, horquillas, collares (monilia) brazaletes, gargantillas, y pulseras en el tobillo, cintas ornadas para el cabello y las jóvenes una redecilla. Oro por todos lados. Según un escritor romano eran verdaderas joyerías ambulantes. Usaban pendientes en las orejas, muy trabajados y algunos sonaban al moverse (crotalia). Con respecto a los cabellos y la barba, los hombres usaban según las épocas, largas o afeitadas. Los esclavos siempre estaban afeitados. En cuanto a las mujeres, no tenía aceptación el pelo corto. Las jóvenes se recogían el cabello en la nuca o usaban trenzas que rodeaban la cabeza. Las casadas sí usaban peinados complicados. La moda de juntar los cabellos en la coronilla es de origen etrusco, mediante una cinta (tutullus). Pero eran famosos los complicados peinados de las matronas romanas, como el de la figura femenina de esta obra, para usar el cabello en varios pisos usaban agujas (acue) y también se ponían rellenos para aumen- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 45 tar el volumen. Era común el uso de postizos, y redecillas. Se pintaban el cabello con ungüentos de color, y no sólo las mujeres sino también los hombres para disimular las canas. Para la mujer el color preferido era el rubio y usaron también postizos sobre todo con pelo de los esclavos nórdicos, que eran rubios. Llegó a haber un activo comercio de estas melenas. “Nada nuevo bajo el sol”. Estos abundantes detalles sobre el vestido, calzado, ornamentos y peinados son importantes para entender lo que el escultor Biondi representó en su obra. Siguiendo con la descripción de los personajes, la dama romana retrocede algo asombrada y se acerca a un gladiador de torso desnudo, que se presenta erguido, y que con cara seria mira a los ebrios (fig. 6). Hay un niño, al parecer hijo de la dama patricia, también riendo. El hombre tiene su mano derecha sobre el hombro de una meretriz que con descaro acompaña al grupo (fig. 7), con sus senos descubiertos y riendo en forma tonta (fig. 8). La siguiente figura, que es la más adelantada del grupo, es un esclavo con la cabeza rapada, ropa muy rústica y descalzo (fig. 9). Tiene el aspecto de un cretino hipotiroideo, y teniendo en cuenta que en la época de Biondi estaba en auge la teoría del degenerado lombrosiano, según nos cuenta José Ingenieros que concurrió al Congreso Mundial de Psicología que se hizo en Roma en 1905, este personaje muestra a un tosco ser primitivo. Más a la derecha está la imagen de un gladiador decadente: está riendo, cantando y mirando hacia arriba, con facies de alcoholista crónico, rudo, con su uniforme descuidado y su casco con 2 ó 3 plumas viejas (fig. 10). Por último, el décimo personaje es una joven de pueblo (no tiene peinado importante) y muestra sus dos brazos estirados hacia delante. Es un flaustista, tocando una flauta doble (fig. 11). En la actualidad, por circunstancias a las que luego me referiré, no tiene flautas, y sí quedan los dos orificios donde estaban las embocaduras. to detrás como a los costados y en latín máximas de San Jerónimo y de Juvenal. Estas máximas fueron traducidas por el presbítero Alberto Valdivia. La ubicada en la parte posterior del plinto es de San Jerónimo: “Lloró la muerte en todo el mundo, el Imperio Romano desaparece”. La de la derecha, de Juvenal, dice: “Ha hecho más vencidos la lujuria que las armas crueles”. La de la izquierda, también de Juvenal, dice: “Conviene estar fuerte ante los Emperadores y si la adversidad se cae bajo la presión de ellos, no conviene dirigirse a Roma”. Todo este grupo escultórico no sólo representa una orgía romana como fue considerado, sino que es una alegoría de la decadencia de una civilización. El grupo escultórico hecho en bronce patinado fue fundido en los talleres “A. Nelly y C” de Roma en 1909. Actualmente está en el Museo de Arte Moderno de dicha ciudad. Abona esta interpretación el hecho de que en el plinto de la obra el escultor grabó tan- En esa época la obra se expuso en París, donde fue muy admirada y premiada, pues Fig. 9 (Foto Jimena Candido) Fig. 10 (Foto Jimena Candido) Biondi completó su obra colocando en la parte anterior y abajo y a la derecha, un fragmento de su arquitrabe roto, donde se lee, también deteriorada, la escritura res publica. Una alusión a la decadencia. Hasta aquí la explicación del grupo escultórico. Titulé esta nota como Historias…. en plural. Pues entonces pasaré a contar algunas historias en relación con la obra Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Fig. 11 (Foto Jimena Candido) 46 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Fig. 12 Cuando falleció Cullen Ayerza (1957), la sucesión Moreira de Ayerza la entregó en donación al Museo Nacional de Bellas Artes. El Director en ese momento era Don Jorge Romero Brest y decidió transferirla a la Municipalidad (Expediente 75420/57). En agosto de 1957 de acuerdo con lo autorizado por el entonces Secretario de Obras Públicas Ing. José Rabuffo se procedió al traslado de la obra desde la residencia de Esmeralda hasta los antiguos depósitos municipales de Av. Dorrego 3651. Más adelante, y a requerimiento del entonces Secretario General de la Dirección de Paseos Dr. Héctor Tulio Monti, se procedió a su emplazamiento en el Club Ciudad de Buenos Aires, lo que se hizo el 31 de octubre de 1963. Fig. 13 el tema de los romanos estaba de moda. Había impresionado mucho una pintura de un francés que se llamaba “Las luminarias de Nerón”, que representaba a los cristianos perseguidos, transformados en teas humanas. También había aparecido la novela histórica del polaco Henryk Sienkiewicz “Quo Vadis” que trataba sobre la vida en Roma. Estando en Italia, el abogado y diplomático argentino Hernan Cullen Ayerza le encargó a Biondi una copia de su obra para enviarla a Buenos Aires con motivo del Centenario. La obra llegó al país en el vapor Indiana el 14 de febrero d 1910, pero no pudo ser retirada de la Aduana hasta 1912. Como no se la ubicaba en ninguna parte, Hernán Cullen Ayerza la instaló en su domicilio, de la calle Esmeralda 1275. Luego, según se lee en documentos oficiales (Expediente 67272/78), la obra fue trasladada nuevamente a un depósito. En forma eufemística los documentos hablan “de una inquietud” hacia la obra, así entre comillas. Dicha inquietud no es más que una especie de censura hecha por autoridades del proceso militar, que a su criterio consideraban a este grupo escultórico como “no conveniente” u “obsceno” para ser mostrado a los argentinos. Así, estuvo escondida en un depósito -que también era una caballeriza- hasta que, al llegar la Democracia y por expediente 31425/84, fue trasladada nuevamente, esta vez al Jardín Botánico, su actual emplazamiento. Además se obtiene por parte de su apoderado, el Museo Nacional de Bellas Artes, ampliación del préstamo, por tiempo indeterminado a la Municipalidad de Buenos Aires, hoy Ciudad Autónoma. Es de señalar, según refiere Parise (8), que hubo que restaurarla y limpiarla pues en el depósito se cubrió de estiércol de caballo. Como vemos este grupo escultórico padeció y caminó mucho en nuestro país. Un agregado más: como señalé antes, la última figura de la izquierda representa una joven que toca una flauta doble. No sé si por los sucesivos traslados, o por la acción de vándalos, la figura no tiene las flautas y se la ve en una postura ridícula con los brazos extendidos y levantados hacia delante. Hay otros daños: faltan el dedo mayor de la mano derecha del flautista (fig. 12), y la pierna derecha del niño (fig. 13). Hasta ahora (octubre 2011) no ha sido restaurada. • Bibliografía 1)Carcopino J. La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio. Hachette, Madrid, 1984. 2)Cardini F. Días Sagrados. Argos Vergara, Barcelona, 1984. 3)Carelli F. Roma, le Grande Civietá. Arnoldo Mondadori, 1971. 4)Eliade M. Lo sagrado y lo profano. Guadarrama, Madrid, 1981. 5)Montesquieu. Grandeza y Decadencia de los romanos. Austral, España, 1962. 6)Paoli UE. La vida en la Roma Antigua. Iberia, Barcelona, 1973. 7) Parise S. Storia Della Prehistoria al IX Secolo Dopo Cristo. Zanichelli, Bologna, 1991. 8)Parise E. Diario Clarín, Buenos Aires, 29/12/2010. Marúa TC y cols. 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Con sus siete cuadras, bordea los paredones de los Hospitales Rawson, Borda y Moyano (Fig. 1). Dr. Arturo Heidenreich Profesor titular consulto de la UBA A partir de la Av. Suárez retoma su antiguo nombre: Juan Hipólito Vieytes (1762-1815) (Fig. 2). Éste era un comerciante y militar argentino que logró acceder al grado de Capitán por su participación en la Reconquista de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas. En los años siguientes, Vieytes formó parte del carlotismo, un partido que pretendía coronar a Carlota Joaquina de Borbón (17751830) como regente del Virreinato del Río de la Plata, en nombre del rey Fernando VII (1784-1830). Para 1809, la fábrica que tenía con Nicolás Rodríguez Peña (1775-1853), ubicada en la esquina de las actuales Tacuarí y Venezuela y conocida como la “jabonería de Vieytes”, era una de las sedes más concurridas por los patriotas, que se juntaban a debatir las ideas que darían inicio a la revolución. De hecho, en 1810, él apoyó la Revolución de Mayo y asistió al Cabildo Abierto del día 22, donde votó con entusiasmo por la deposición del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros (1755-1829). Tras estos sucesos, fue designado Auditor de Guerra, cargo del que terminó siendo separado por negarse a fusilar a Santiago de Liniers (1753-1810) y a los demás conspiradores de Córdoba. En su reemplazo, nombraron a Juan José Castelli (1764-1812), quien ordenó la ejecución de inmediato. Vieytes, además, luego del fallecimiento de Mariano Moreno (1778-1811), fue secretario de la Primera Junta y representó a Buenos Aires en la Asamblea General Constituyente de 1813 (donde presentó un proyecto de Constitución). En 1815, por apoyar al general destituido Carlos María de Alvear (1789-1853), fue obligado al destierro. Sin embargo, debido a su enfermedad, Ignacio Álvarez Thomas (1787-1857) suspendió la sentencia. Vieytes moriría a los pocos meses. Fig. 1: Recorrido de la calle Dr. Ramón Carrillo. Fig. 2: Juan Hipólito Vieytes (1762-1815). Fig. 3: Vista aérea del Hospital Dr. Guillermo Rawson. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 48 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Fig. 4: Dr. Guillermo Rawson (1821-1890). Fig. 5: Dr. Andrés Francisco Llobet (1861-1907). Fig.6: Dr. David Feliciano Prando (1867-1949). Sobre la calle Dr. Ramón Carillo nos encontramos con el Hospital Dr. Guillermo Rawson (Fig. 3), actual Hogar de Ancianos desde que fue desactivado como Hospital de Agudos en 1978 por el intendente y brigadier R. Osvaldo Cacciatore (19242007). Sus orígenes se remontan a la época de la Guerra de la Triple Alianza (18651871): como consecuencia de la contienda, la ciudad estaba sobresaturada de heridos y mutilados que no podían ser asistidos por la deficiente organización sanitaria, por lo que un grupo de ciudadanos, encabezado por José Clemente Paz (1842-1912) -futuro fundador del diario La Prensa-, instó a construir un establecimiento apropiado para albergar a los heridos de la guerra. Así, en 1867, el Gobierno de Buenos Aires destinó un solar para la obra y, al año siguiente, don Adolfo Alsina (1829-1877) colocó la piedra fundamental del Hospicio de los Inválidos (nombre original del hospital y primer monumento que el pueblo argentino dedicó a su ejército). Sin embargo, luego de 20 años de labor asistencial y con una mayor envergadura edilicia, el inmueble fue destinado a tratar afecciones agudas -con la condición de que siguiera albergando a los lisiados-. Si bien en un inicio cambió su nombre por el de Hospital Mixto de Inválidos, en 1892 en homenaje al ilustre médico y ministro del Interior del general Bartolomé Mitre (1821-1906) se lo denomina Hospital Doctor Guillermo Rawson. El Dr. Guillermo Rawson (1821-1890) (Fig. 4), hijo de un médico norteamericano ra- dicado en San Juan, el Dr. Aman Rawson y de María Jacinta Rojo, se había trasladado a Buenos Aires en 1837 para realizar sus cursos preuniversitarios con los sacerdotes jesuitas. Alumno excelente de la Escuela de Medicina, terminó sus estudios y se volvió a su provincia para ejercer la profesión. En ese tiempo, además, fue miembro de la Legislatura hasta que terminó siendo encarcelado por orden del gobernador, el general Nazario Benavides (1805-1858). Tras el desagradable suceso, se radicó en Buenos Aires, en donde no sólo fue senador provincial y nacional, sino también ministro del Interior de Mitre. Su desempeño en este último cargo fue muy fecundo (entre otras cosas, impulsó el tendido de telégrafos y de algunas líneas férreas, como la de Rosario a Córdoba). En 1873, organizó la cátedra de Higiene de la UBA y aprovechó su experiencia sobre la epidemia de la fiebre amarilla de 1871 para planear la mejora sanitaria de la ciudad. Enfermo y cansado, viajó a París; allí, el 2 de febrero de 1890 falleció, luego de una operación quirúrgica. Dentro del Hospital Rawson, se encuentra la Escuela Quirúrgica. Ésta nació de la mano del Dr. Andrés Francisco Llobet (1861-1907) (Fig. 5), un cirujano muy hábil que -en 1887- llegó a ser jefe de la Sala de Cirugía del Hospital Mixto. Tras realizar un viaje a Europa en 1889, Llobet lanzó, junto a Juan B. Justo (1865-1928) y Alejandro Castro (1861-1902), la revolucionaria cirugía aséptica. Su obra fue continuada por un discípulo de Ignacio Pirovano (1844-1895): el joven David Feliciano Prando (Fig. 5). A cargo del Servicio durante 30 años, este médico fue el iniciador de la cirugía abdominal minuciosa y prudente, y el responsable de la formación de una pléyade de destacados especialistas, como Oscar Copello, Rodolfo Pasman, Marcelo Vernengo y Federico Christmann. Su sucesor, Enrique Finochietto (1881-1948), creó con su hermano Ricardo (1888-1962) (Fig. 7) la Escuela Quirúrgica Municipal para Graduados, la fuente de docencia más abierta y productiva del país. Entre los dos, además de formar a miles de asistentes en las sesiones quirúrgicas de los miércoles, editaron el monumental Tratado de Técnica Quirúrgica. Retomando el recorrido de la calle Dr. Ramón Carrillo, nos encontramos con el Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial Dr. José Tiburcio Borda (Fig. 8). Éste y el Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 49 Hospital Dr. Braulio Aurelio Moyano (Fig. 9) constituyen la sede central de la escuela neurobiológica argentino-germana, crecida al abrigo del psiquiatra alemán Christfried Jakob (1866-1956). El Borda fue fundado en 1865 con el nombre de Hospicio de San Buenaventura, pero en 1888 fue rebautizado como Hospicio de las Mercedes. Luego, hacia 1949, se lo designó Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Hombres y en 1967 recibió su denominación actual: Hospital Nacional José T. Borda. Si bien para fines de la Primera Guerra Mundial tuvo un pico poblacional de 6000 internos, hoy aloja alrededor de 800 y cuenta con consultorios externos de Psiquiatría y Neurología (creados en 1831 a pedido de la Liga Argentina de Higiene Mental). Además, dentro sus instalaciones funciona la emisora de LT22 Radio La Colifata, gestionada por los propios pacientes y sin apoyo institucional. Yo mismo, en 1952, cursé la especialidad de Psiquiatría en el Borda. Dado que era frecuente ver a algún interno ahorcado colgando de un árbol, me daba miedo entrar solo y siempre esperaba en la puerta la llegada de algunos compañeros. En una ocasión en la que fui a dar examen (después de haber conseguido, sobornando al Cabo, que un enfermo esquizofrénico me relatara su historia clínica con lujo de detalles a cambio de un paquete de cigarrillos), nos avisaron que el profesor titular Dr. Gonzalo Bosch llegaría recién a las 11 de la mañana, por lo que la joven Dra. Jacinta Lauría nos invitó a ver cómo se aplicaba el electroshock. Al respecto, sólo puedo decir que la experiencia de tener que sostener a los pacientes durante sus convulsiones para que no se golpearan no fue nada agradable. Pero volviendo a la Historia, resta contar, al menos someramente, quién fue el médico que da nombre al Hospital. José Tiburcio Borda (1869-1936) (Fig. 10), oriundo de Goya (Corrientes), conoció a Cristofredo Jakob en el Hospicio de las Mercedes y fue durante 11 años su discípulo. En 1891, se recibió de médico en la Facultad de Medicina de la UBA y, entre los 1922 y 1930, ocupó el cargo de Titular en la cátedra de Psiquiatría. Una de sus “leyes” memorables era: “La curación de una enfermedad mental se halla en razón inversa de su duración”. Por su parte, el Hospital Moyano tiene su prehistoria en el Hospital para Mujeres Dementes. Su primer asiento estaba ubicado en una zona denominada “Convalecencia”. En ésta, se encontraba el principal polo de comercialización de ganado en pie que abastecía a la Capital y, en su origen, los terrenos habían sido parte de una quinta, propiedad de Ignacio Zevallos, situada al oeste del camino principal del Sur, que unía a la Capital con el puerto de la Boca. En 1734, Zevallos había donado a los jesuitas una manzana (en lo que hoy es San Telmo) y una chacra para construir una casa auxiliadora: la Residencia de Belén (que, en realidad, se llamaría Chacra de Belén). Con la expulsión de los ignacianos hacia 1767, los predios pasaron a manos de los betlemitas: una orden que utiliza la residencia como hospital de convalecientes, incurables, locos y contagiosos; dándole, así, el nombre de “Convalecencia” a la zona. Si bien en 1812 el director de los betlemitas, fray José de las Ánimas, y el jefe del Partido Español de Buenos Aires, Martín de Álzaga (1755-1812), son ajusticiados (o mejor dicho, ahorcados) por dirigir el movimiento contrarrevolucionario; estas propiedades recién son estatizadas durante la presidencia de Bernardino Rivadavia (1780-1845). A su vez, por esos mismos años, se forma la Sociedad de Damas de la Beneficencia (1823), que empieza a asumir el cuidado de los niños y mujeres. Ellas son la que piden, en 1852, instalar en el sitio (ocupado en la época de Rosas por mataderos y un cuartel de mazorqueros) la Casa de Mujeres Dementes. Sus actividades no cesan hasta 1946, cuando la Institución y sus bienes son intervenidos por rechazar la designación de María Eva Duarte de Perón (1919-1952) como Presidenta Honoraria. Este hospital debe su nombre a Braulio Aurelio Moyano (1906-1959) (Fig. 11): un trabajador incansable y muy versado en histopatología que nació en Mercedes, San Luis. Sucesor y continuador de la labor de Jakob en Buenos Aires, vivió en el Hospital Nacional de Alienadas (que hoy lleva su nombre), dedicándose por completo a la investigación. Desde sus años de estudiante fue íntimo amigo de Ramón Carrillo y, cuando éste asumió como Ministro de Salud Pública, él lo acompañó como vice. Sin embargo, luego de un tiempo en el cargo, Moyano renunció, aduciendo que no servía para tra- Fig. 7: Dres. Enrique (1881-1948) y Ricardo Finochietto (1888-1962) en 1939. Fig. 8: Hospital Dr. José Tiburcio Borda. Fig. 9: Hospital Dr. Braulio Aurelio Moyano. Fig.10: Dr. José Tiburcio Borda (1869-1936). Fig.11: Dr. Braulio Aurelio Moyano (1906-1959). Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Fig.12: Dr. Cristofredo Jakob (1842-1902). 50 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] El Dr. Ramón Carrillo (1906-1956) (Fig. 13), el mayor entre once hermanos, nació en el seno de una familia con tradición en la provincia. De su madre, María Salomé Gómez, heredó el fervor por la fe católica y de su padre, el profesor Ramón Carrillo (docente egresado de la Escuela Normal de Paraná), el ideario radical. Sus estudios primarios los cursó en la Escuela Manuel Belgrano, mientras que, en la secundaria, asistió al Colegio Nacional de Santiago del Estero, donde obtuvo su título de Bachiller con medalla de oro. En 1924, viajó a Buenos Aires para estudiar en la Facultad de Ciencias Médicas y, tres años después, ingresó por concurso de calificaciones como practicante externo del Hospital de Clínicas. Allí conoció al director Dr. José Arce (1881-1968), su primer maestro de cirugía, y también entró en contacto con el Dr. Manuel Balado (1897-1942), fundador de la Neurocirugía en nuestro país. Sin descuidar la política, otra de sus pasiones, asumió la dirección de la Revista del Círculo Médica Argentino y formó parte de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes de Medicina. Fig. 13: Juan Domingo Perón (1895-1974) y el Dr. Ramón Carrillo (1906-1956). bajar en tan altas funciones. Como vimos, Christofredo Jakob (Fig. 12) -nativo de Wernitz-Ostheim, Baviera, Alemania ( 1866 – 1956 ).- fue maestro de Borda y Moyano. Contratado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina, Amancio Mariano Alcorta Palacio (1842-1902), no sólo fue el responsable de organizar el laboratorio de Neurobiología en el Hospicio de las Mercedes, sino que, además, fue el encargado de difundir en la disciplina psiquiátrica el rigor científico y la importancia de relacionar la clínica con la anatomía patológica del encéfalo para explicar las enfermedades mentales. Entre otros de los grandes aportes de Jakob, se encuentra la monumental Folia Neurobioló- gica Argentina, una publicación periódica que aún subsiste. Antes de continuar con la biografía de Dr. Carrillo, es necesario aclarar que, en el 2010, el Congreso de la Nación aprobó una ley que establecía el cierre de todos los manicomios del país e indicaba que los pacientes con desórdenes mentales debían ser atendidos en forma ambulatoria o en las subdivisiones psiquiátricas de los Hospitales Públicos Generales. Dado que ya hemos hecho alusión a las instituciones y personalidades que se vinculan a la calle Carrillo, ahora toca ocuparnos de este gran médico, oriundo de Santiago del Estero. En 1929, Carrillo se recibió con medalla de oro e inmediatamente ganó una beca de la UBA para perfeccionarse en Europa (Holanda, Francia y Alemania). Allí, durante tres años, además de experimentar los cambios políticos que se estaban produciendo en el Viejo Mundo, pudo ampliar sus conocimientos neuroquirúrgicos. En Ámsterdam, tuvo la oportunidad de trabajar junto al titular de Anatomía del Sistema Nervioso, Cornelius Ubbo Ariëns Kappers (1877-1942), y realizó investigaciones sobre neuropatología con el profesor R. Brouwer. También concurrió, a lo largo de dos años, al Servicio de Neurocirugía donde operaba el profesor Oljenick y, en París, estuvo con Georges Guillain (1876-1961). Una vez en Berlín, se relacionó con Oskar Vogt (1870-1959), probablemente uno de los más destacados neurólogos de la época. Al regresar a Buenos Aires, en 1933, complementó su educación científica con nuevas ideas políticas y una formación cultural: estrechó vínculos con hombres distinguidos, como José Bartolomé Pedroni Fantino (1899- 1968), Leopoldo Lugones (18741938), Arturo M. Jauretche (1901-1974), Raúl Scalabrini Ortiz (1898-1959), Enrique Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 51 Santos Discépolo (1901-1951) y Horacio S. Quiroga (1878-1937). A su vez, continuó la amistad con su compañero de estudios primarios, Homero Nicolás Manzione Prestera (Homero Manzi, 1907-1951), el inolvidable letrista del tango “Sur”; y ese mismo año también conoció a Juan Domingo Perón (1895-1974). Con él, trabajaría en un proyecto sobre educación y salud pública. En esos años (1933-1936), Carrillo trabajó full time en el laboratorio de Neuropatología del Instituto de Clínica Quirúrgica del Hospital de Clínicas y nunca abandonó sus investigaciones sobre las células de neuroglia del sistema nervioso central, las hernias cisternales y los síndromes posconmocionales. Sin embargo, en 1937 contrajo una enfermedad aguda con fiebre elevada de la que sobrevivió por la dedicación clínica de su amigo de toda la vida, Salomón Chichilnisky (1898-1971). Aunque salió del episodio, las secuelas fueron hipertensión arterial y cefaleas progresivamente más intensas. Ya a cargo del Servicio de Neurocirugía del Hospital Militar Central (1939) comprobó los altos porcentajes de afecciones físicas que padecían los aspirantes al Servicio Militar provenientes de provincias pobres. Este hecho estimularía su interés por los cuidados sanitarios. En 1941, pese a la inesperada oposición (al parecer por temas políticos) de su maestro Manuel Balado, Carrillo accedió a la cátedra de Neurocirugía como Profesor Adjunto. Sin embargo, ocupó poco tiempo ese lugar, ya que el titular (que era el mismo Balado) falleció un año después de su nombramiento y él obtuvo por concurso el cargo. Finalmente, en 1946, Perón lo designa Secretario de Salud Pública. Frente a la falta de camas y hospitales, el poco personal técnico, los bajos sueldos, el déficit de abastecimiento de rubros elementales, la ausencia de un sistema administrativo y la inexistencia de seguros sociales, Carrillo impuso el plan sanitario mejor diseñado y ejecutado del país. Éste estaba dividido en tres ejes: 1. medicina asistencial (binomio: médico-enfermo), 2. medicina sanitaria (trinomio: enfermo-médico-Estado), 3. medicina social (tetranomio: enfermomédico-Estado-comunidad). Durante sus ocho años de gestión, creó 234 hospitales, ampliando la capacidad hospitalaria de 66.000 a 132.000 camas; realizó campañas para erradicar enfermedades endémicas como el paludismo (que redujo de 300.000 casos -1946- a 137 -1950-); consiguió que la tuberculosis descendiera su nivel de mortalidad de 130 a 36 por 100.000 (una cifra equiparable a la de los países más desarrollados); redujo el índice de mortalidad infantil de 90 a 56/1000; terminó con epidemias como la de tifus y brucelosis; e hizo desaparecer prácticamente a la sífilis y a las enfermedades venéreas. Según él, tres eran los factores que condicionaban la salud de un pueblo: el más importante era el social y económico; el segundo, la ignorancia; y el tercero, la efectividad de los servicios médicos. En una ocasión, uno de sus destacados discípulos, el Dr. Raúl Matera (1915-1994), lo definió como un gran científico, un maestro que hizo escuela y un político y ministro que “creó casi de la nada las instituciones y las estructuras para la salud, de las que luego la República se enorgullecería”. Además, como anécdota personal, debo referir que, ante la imposición del luto obligatorio por la muerte de Evita en 1952 para todos los obreros, empleados y profesionales que dependiesen del Estado, los practicantes del Hospital de Clínicas (en su mayoría no afectos al peronismo) entrevistamos al Dr. Carrillo -por entonces ministro de Salud Pública y director del pabellón Costa Buero-. Él no sólo se mostró amable y comprensivo, sino que además nos aseguró que él se hacía responsable de que no usáramos el crespón. Ciertamente, sus ideas fueron el legado más importante. “Sólo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo”; “Frente a las enfermedades que engendra la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causas de enfermedad, son unas pobres causas”; o “Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como unidad psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana”, son algunas de las frases memorables que nos dejó. La salud de Carrillo comenzó a deteriorarse definitivamente a partir de 1951 como con- secuencia de una hipertensión arterial maligna. En ese año, además, la consagración del contralmirante Alberto Teisaire (18911962)1 como vicepresidente del segundo mandato de Perón lo margina del entorno presidencial. Sus adversarios decían por lo bajo que Carrillo era más fiel a la Iglesia que al peronismo, y finalmente en 1954, meses antes del derrocamiento de Perón, termina renunciando a su cartera. Para octubre de ese año, junto a su esposa Isabel Susana Pomar y sus cuatro hijos, viaja a Nueva York en la motonave “Evita” para someterse a un intenso tratamiento médico. Si bien obtiene algunas mejorías transitorias, la vida en la Gran Manzana se le hace demasiado onerosa y se va a Brasil. Allí, más precisamente en Belem Do Para (una ciudad del norte), consigue un empleo en una empresa minera estadounidense, la Hanna Mineralization & Co. Según relata el periodista Segundo Ponzio Godoy, Carrillo en esa época vive en la mayor pobreza, la mayor que nadie pueda imaginar, y sobrevive gracias a la caridad de su amigo Salomón Chichilnisky que le envía dinero por correo. Durante su estadía en el país vecino, allanan sus dos propiedades y secuestran sus cuadros y libros bajo la acusación de “enriquecimiento sin causa”. En su defensa, la hermana de Carrillo se presenta ante la Junta Nacional de Recuperación Patrimonial, demostrando la legitimidad de sus bienes. El 20 de diciembre de 1956, pobre, enfermo y exiliado, fallece con sólo 50 años por un accidente cerebro-vascular. Su última voluntad, ser enterrado en Santiago del Estero, su ciudad natal, demorará 16 años debido a la negativa política de las autoridades de la época a repatriarlo. El deseo del gran sanitarista argentino se cumplirá recién en diciembre de 1972. • 1. El contralmirante Tesaire no sólo fue el autor intelectual de la quema de iglesias en junio de 1955, sino que, además, fue acusado de traidor por sus pares peronistas cuando, luego de la Revolución Libertadora, prestó declaraciones contra Perón en las comisiones investigadoras y lo inculpó de ser “el causante de todos los males del país”. En 1962, un equipo comando peronista lo asesinó, mientras almorzaba con su secretaria y un escolta (también acribillados en el acto). Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com yo recomiendo 52 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Dr. Luis Alposta ACERCA DEL EXTRAÑO CASO DEL DR. JECKYLL Y MR. HYDE E l novelista, poeta y ensayista Robert Louis Stevenson nació el 13 de noviembre de 1850 en Edimburgo (Escocia) y murió el 3 de diciembre 1894 en Vailima, cerca de Apia, capital de Samoa. Hijo de un ingeniero, se licenció en Derecho en la Universidad de Edimburgo, aunque nunca ejerció la abogacía. Por su tuberculosis se vio obligado a viajar continuamente en busca de climas apropiados para su delicado estado de salud y sus primeros libros son descripciones de algunos de esos viajes (Viaje en burro por las Cévennes). En California conoció a Fanny Osbourne, una dama estadounidense divorciada, diez años mayor que él, con la contrajo matrimonio en 1879. Por entonces, se dio a conocer como novelista con La isla del tesoro (1883). En 1884, luego de pasar una temporada en Suiza y en la Riviera francesa, regresó al Reino Unido. La estancia en su patria, que se prolongó hasta 1887, coincidió con la publicación de dos de sus novelas de aventuras más populares, La flecha negra y Raptado, y con la impresión de El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886), una obra maestra del terror fantástico. En 1888, junto a su esposa, inició un crucero por el sur del Pacífico hasta las islas Samoa. Allí, donde él mismo adoptó el nombre de “Tusitala, el contador de historias”, vivió hasta su muerte, venerado por los nativos. Entre sus últimas obras están: El señor de Ballantrae, El náufrago, Cariona y la novela póstuma e inacabada El dique de Hermiston. Robert Louis Stevenson. Dejó una vasta obra con títulos inolvidables. En su novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Stevenson nos muestra a un honorable médico de la era victoriana que, en su afán moral y científico, se da a la tarea de crear una fórmula química que permita, al que la ingiera, sacar y desterrar todo el mal Stevenson retratado por John Singer Sargent. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 53 que pueda tener dentro de sí (aun cuando está convencido de que el hombre es, esencialmente, bueno). Así, comienza a experimentar con su propio cuerpo y surge, producto de lo que podría llamarse un desdoblamiento de la personalidad, Mr. Hyde. Su otro yo es un hombre malvado y desagradable, capaz de las más perversas acciones y proclive a cometer todo tipo de crímenes y faltas a las normativas sociales. Con el paso del tiempo, este ser se irá haciendo cada vez más fuerte y Dr. Jekyll no podrá controlar sus transformaciones en Mr. Hyde. La agonía sólo termina con su suicidio. Este relato resulta apasionante, ya que se estudia la dualidad humana y las posibles consecuencias que puede acarrear el dejar totalmente libre nuestro lado más salvaje e irracional. Además, hay en esta obra una clara ejemplificación de cómo se debate el alma entre las luces y las sombras, entre el bien y el mal. Una permanente lucha entre el justo y el pecador que llevamos dentro. Precisamente ahí radica la atracción de este libro. Cada uno de nosotros es Dr. Jeckyll y, también, cada uno de nosotros es Mr. Hyde. Stevenson en Samoa, con su esposa y amigos. La lectura de esta novela, hace ya algunos años, me inspiró el siguiente soneto que fue musicalizado y grabado por Daniel Melingo en diciembre de 2004, en París: EL EXTRAÑO CASO... Entre alambiques juntó experiencia y halló el brebaje del bien y el mal. Hoy a babuchas de su conciencia va el homo sapiens y el animal. Ya no es el mismo su consultorio. Ya no hay pacientes que visitar. Ahora es adicto al laboratorio y hay un cadáver en el placard. Su yo y su sombra se han separado. Es el galeno o el depravado. Son los dos puntos que lleva adentro sin darse bola y ese es el guay. Y en la constante del desencuentro va el doctor Jekyll con míster Hyde. Stevenson (en el centro, sentado) con su família y nativos de Samoa. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com médicos artistas 54 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Dr. Sergio Gianni Dra. Clara Farías En esta oportunidad, Médicos Artistas ofrece a sus lectores la entrevista a la Dra. Clara Farías, médica especialista en Diagnóstico por Imágenes quien, como nos cuenta, desde que tiene memoria sintió esta inclinación. Durante toda su vida la medicina y el arte convivieron en total armonía. Dr. Sergio Gianni Médico Ginecólogo Hospital Roffo Dra. Clara Farías Médica de planta del Departamento de Diagnóstico Mamario de DM. ¿A qué edad y porqué comenzó su inquietud por la pintura? ¿Hay antecedentes artísticos en su familia? Desde que tengo memoria me recuerdo con un lápiz o con cualquier elemento que escribiera, dibujando en cualquier sitio libre (papel, piso, paredes). Mi adolescencia transcurrió entre libros de la escuela y bocetos de diseños de moda. Además de la pintura, ¿tiene otras inquietudes artísticas? Me gusta la arquitectura antigua, contemplar y pensar cómo con tan pocos elementos se podían diseñar y construir tantas maravillas arquitectónicas. También la fotografía me genera interés, plasmar en un segundo sucesos habituales de la gente y sus costumbres, lo cotidiano, lo que veo en Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Esperanza Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 55 ¿A qué pintores admira? un viaje, en un paseo, etc. ¿Cómo se inició en la pintura? ¿Tomó clases o lo hace actualmente? En tercer año de la secundaria decidí que iba a estudiar Bellas Artes, pero no lo pude concretar. Mi profesora de plástica fue mi mecenas, ya que ella me dio mi primer trabajo. Pintaba telas infantiles para cunas de bebés. Paralelamente, seguía haciendo mis diseños de moda, pensando que algún día se verían modelados en una pasarela. He concurrido a algunos talleres para tomar clases de orientación, pero no en forma constante…quizá por falta de tiempo o porque aún no encontré lo que estoy buscando. Actualmente me interesa más la colorimetría que las formas. Mis gustos son variados, desde el renacentismo (Rafael y Miguel Ángel), pasando por el impresionismo de Monet o Paul Cézanne hasta la abstracción de Kandinsky. ¿Expone o es un gusto personal? Es algo personal. Me queda pendiente perfeccionarme, tomarlo en serio algún día y, ahí, por qué no, exponer. ¿Cree que entre la medicina y el arte existen puntos en común? No sé si hay un punto en común, sí creo que todos los que a diario nos enfrentamos a cosas feas, como la enfermedad o la muerte, necesitamos encontrar una veta de luz, ya sea plasmando los sentimientos a través ¿Qué técnicas emplea? Me gusta la pintura al óleo, pero como soy muy ansiosa cuando empiezo una obra a veces empleo acrílico porque es más rápido. También, agrego otros materiales como enduídos para texturizar el lienzo. Mis últimos cuadros están más basados en el color y las manchas. ¿Considera a la pintura un pasatiempo, una forma de relajarse o siente la necesidad de expresar su interior a través de ella? Dicho de otra forma, ¿pinta por placer, por necesidad interior o por ambas? Pinto por placer y por necesidad interior, creo que es mi verdadera esencia aún no explotada. ¿Cuánto tiempo le dedica? Últimamente ninguno. Es como la dieta (risas), todos los días me repito “mañana empiezo”. ¿Necesita alguna inspiración para pintar (un lugar, un horario, un estado)? El crepúsculo y buena música de fondo. Nessun dorma (un aria del acto final de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini) para empezar, después cualquier clásico. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 56 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] de las artes o reflejándolos en alguna actividad. Es maravilloso poder expresar sentidos en un cuadro, una melodía o en una obra de cualquier índole. Yo, por ejemplo, en mi paleta de colores siempre uso tonos cálidos; así es como veo la vida, a pesar de las dificultades a las que nos enfrentamos a diario, como una luz brillante que día a día hay que seguir celebrando. ¿Cree Ud. que un médico debe dedicarse por completo a su profesión sin actividades que lo distraigan de sus tareas o considera que una actividad artística contribuye a su mejor desempeño como médico? En mi caso, creo que poder encontrar un cable a tierra que me conecte con la vida me hace mejor profesional y, sobre todo, mejor persona. Me genera una adrenalina diferente y varía el enganche de la rutina haciendo la vida más llevadera. Es maravilloso poder expresar sentidos en un cuadro, una melodía o en una obra de cualquier índole. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Ámbito médico & empresa Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 57 Agosto 2011 Taller de Traumatología El 25 de agosto se realizó en el Hospital Ramos Mejía el taller sobre Diagnóstico por Imágenes en Ortopedia y Traumatología. Esta vez el tema fue “Resonancia de Columna Vertebral”. La dirección estuvo a cargo del Dr. Sebastián Ballester (Jefe de Diagnóstico Médico). Participaron 30 médicos traumatólogos del hospital que, antes de la charla, pudieron disfrutar de un rico desayuno. Humanismo Médico en el Hospital Penna El 25 de agosto se llevó a cabo en el Hospital Penna el tercer encuentro sobre Humanismo Médico el tema tratado fue ¿Por qué sufre el paciente? ¿Qué genera sufrimiento en el médico? Factores de sufrimiento -emocionales, subjetivos, sociales y culturales. La charla estuvo a cargo de la Licenciada Isabel del Valle. DM en el X Congreso Argentino de Mastología Del 28 al 30 de agosto, en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, se realizó el X Congreso de Mastología. Asistieron más de 1500 profesionales y Diagnóstico Médico participó en calidad de expositor. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 58 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Septiembre 2011 Taller GI-RADS en el Hospital Álvarez El 9 de septiembre se realizó para todos los profesionales del Servicio de Ginecología del Hospital Álvarez un nuevo taller sobre GI-RADS (aplicación de una nueva clasificación para el informe ecográfico de las imágenes anexiales). La disertante fue la Dra. Claudia Vicente. Taller de Traumatología en el Hospital Ramos Mejía El 15 de septiembre en el Hospital Ramos Mejía se hizo el segundo taller de Diagnóstico por Imágenes en Ortopedia y Traumatología. El tema, esta vez, fue: “Resonancia de rodilla y cadera”. La dirección estuvo a cargo del Dr. Sebastián Ballester. Encuentro sobre cáncer ginecológico El miércoles 28 de septiembre, continuando con el ciclo “Charlas gratuitas de prevención a la comunidad”, se realizó en Diagnóstico Médico el encuentro “Cáncer ginecológico, lo que la mujer debe saber”. Se trabajó sobre la prevención del cáncer de cuello de útero, el rol del HPV y las vacunas. En esta ocasión el disertante fue el Dr. Sergio Gianni, médico ginecológico del Hospital Ángel H. Roffo. La charla contó con una concurrida asistencia, quien manisfestó satisfacción por lo aprendido. Humanismo Médico en el Hospital Penna El 29 de septiembre en el Hospital Penna se llevó a cabo el cuarto encuentro sobre Humanismo Médico. El tema tratado fue: "¿Puede fracasar la gestión" médica por incomprensión cultural? Las diferencias culturales en la relación médico paciente como factor decisivo del fracaso de gestión. La charla estuvo a cargo de la Licenciada Isabel del Valle. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 59 Octubre 2011 DM en el Congreso Argentino de Cardiología Del 2 al 4 de octubre se llevó a cabo, en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, el Congreso de Cardiología. Con la presencia de más de 3000 profesionales, Diagnóstico Médico participó como expositor. Encuentro sobre Detección temprana de Cáncer de mama El 25 de octubre en el “Mes del Cáncer de mamas” se realizó en Diagnóstico Médico, la charla gratuita abierta a la comunidad. En este caso el tema fue “El diagnóstico temprano salva vidas”. Se buscó concientizar a las invitadas sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mamas. Los disertantes fueron la Dra. Sunny Cambarieri y el Dr. Fernando Guerzovich, médicos de planta del Departamento de Diagnóstico Mamario de DM. La charla tuvo una gran aceptación entre la concurrida asistencia. Humanismo Médico en el Hospital Penna El jueves 27 de octubre se realizó en el Hospital Penna, el 5º encuentro de Humanismo Médico destinado a todo su cuerpo profesional. En este caso el tema tratado fue: "¿Escuchamos a nuestros pacientes?" La voz oprimida del enfermo cuando ingresa a la institución médica. Dificultades y limitaciones del lenguaje. Dicho encuentro estuvo a cargo de la Licenciada Isabel del Valle. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 60 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Noviembre 2011 DM en el Congreso Internacional de Clínica Médica Del 1º al 4 de noviembre se realizó en la Universidad Católica de Puerto Madero el Congreso Internacional de Clínica Médica. Participaron más de 5000 profesionales. DM en el XX Congreso de Oncología Del 9 al 11 de noviembre se llevó a cabo en el Hotel Provincial de la ciudad de Mar del Plata el XX congreso de oncología. Contó con la presencia de 1500 profesionales. Humanismo Médico El 24 de noviembre se realizó en el Hospital Penna el 5º encuentro de Humanismo Médico destinado a todo su cuerpo profesional. El tema tratado fue: “El médico como paciente. El médico ante el colega enfermo”. DM en el 48º Congreso Argentino de Ortopedia y Traumatología. Del 27 de noviembre al 2 de diciembre se realizó el Hotel Hilton de Buenos Aires (Argentina) el 48º Congreso Argentino de Ortopedia y Traumatología, contó con más de 5000 profesionales. Una vez más DM participó en carácter de expositor. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com loperoxidasa Ac Anti PR3 Anti Tiroglobulina US LABORATORIO CLÍNICO Proteína C Reactiva-US Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 61 Test de Avidez Anti ENA Factor V de Anti Transglutaminasa IgA Acido Gangliósidos IgG Protrombina 20210 Acido Fólico H1N1 Anti Mieloperoxidasa Anti Tiroglobulina US Lamotrigina PAI Ac Anti PR3 PSA libre Test de Avidez MTHFR Proteína C Reactiva-US CA MTHFR ECA Anti HBC I MTHFR Topiramato Anti ENA Factor V de Leiden Anti Transglutaminasa IgA Anti Transglutamin Acido Fólico H1N1 Carga Viral Hepatitis B PCR Transmucónico Lamotrigina PAI PSA libre MTHFR Insulinemia ANCA HBC IgM nti Transglutaminasa MTHFR IgA Topiramato Reporte accesible por internetECA paraAnti el paciente EBNA PSA Anti Transglutaminasa IgA Acido Transmucónico B PCR y el profesional Carga Viral Hepatitis nticardiolipina IgM Insulinemia VCA IgG Anti Transglutaminasa IgA EBNA IgM PSA Rápida respuesta Vit D3-25 OH Ac Anticardiolipina IgM VCA IgG Lipoproteína A ANCA Vit D3-25 OH ANCA Lipoproteína A Renina Tecnología aplicadaPTH al genoma ANCA Renina PTH Ac Anti Péptidos citrulin Ac Anti Péptidos citrulinados 27 HLA B27 Inmunoensayos de ultra sensibilidad PCR-US Carbamazepina PCR-US Carbamazepina IgM VCA IgM CD-4 VCA IgM Apo AVCA Valproato Laboratorio deCD-3 autoinmunidad CD-4 Dímero D Valproato VCA IgM Ac anti MAG-SPGP IgM Dímero DTroponina I CD-3 Testosterona biodisponoble Dosaje de fármacos Ac anti MAG-SPG HBS Ag Troponina I Ac Antigliadina Testosterona biodisponoble Ac Anticardiolipina IgG Apo800 B determinaciones Más de CD-8 g Troponina TAc AntigliadinaAc Anti endomisio IgA Ac anti-CCP Ac Carga Anticardiolipina Ig TSH-US Viral HIV PCR Apo B Anti HAV IgM Directores: Dr. Eduardo - Dr. H. Cesar Gotta CD-8Eyheremendy a T Anti Piridinolina Macroprolactina HAV Médico IgG Laboratorio clínico: Dr.Ac Director Juan Enrique Perea AntiViral endomisio IgA Carga ViralClínico: HIV PCR Carga Hepatitis C PCR Director Técnico Laboratorio Dr. Pedro Maccarone Ac Anti anti-CCP HBS Anti Coagulante Lúpico Homocisteína TSH-US Carga Viral HIV P Oxcarbazepina Herpes Simple 1 y 2 Genoma Anti HAV IgM Piridinolina Péptido C Macroprolactina Anti HBC IgG HAV IgG Carga Viral HIV PCR Carga Viral Hepatitis HBS Anti Coagulante DM Diagnóstico Médico Lúpico Dirección Junín 1023 - C1113AAE - Ciudad de Buenos Aires Homocisteína Teléfonos 4827.6300 - 4821.6900/9800 - Fax 4821.1155 dm@diagnosticomedico.com - Web www.diagnosticomedico.com rbazepina Email Herpes Simple 1 y 2 Genoma EL LABORATORIO ONLINE Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com médicos en tiempo libre 62 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Virginia Prado Quintás Dr. Daniel Marco Médicos en tiempo libre entrevista en esta oportunidad al Dr. Daniel Marco, traumatólogo y luthier, quien a la hora de tomar la decisión de la carrera a seguir fue coherente: eligió las dos. El Dr. Marco se siente protagonista de la medicina y parte activa de la música. Ambas pasiones conviven en él. Puede descubrir en las formas de los huesos nuevas figuras a desarrollar. Es capaz de aliviar a sus pacientes, componiendo sus males como si arreglase Virginia Prado Quintas un instrumento, o de crear nuevos sonidos, partiendo de un Ciprés, un Fresno o un Gerencia de Marketing Diagnóstico Médico Jacarandá. Demora años en la construcción de cada pieza , ya que busca la perfección y también porque le cuesta desprenderse de aquello que nace de la naturaleza y que cobra una forma única en sus manos. Para el artista, su obra tiene vida propia y confiesa que como si se tratase de un hijo, le cuesta dejarlo en libertad. Esencialmente, el Dr. Daniel Marco ama lo que hace y logra articular una vida intensa en dos mundos, destacándose en ambos. cia, me alejé un poco de la música; después volví a retomarla. Junto a otros colegas armamos una banda, Diga 33, con la cual sacamos dos discos. El segundo LP silencio, hospital tuvo bastante éxito. En esa etapa aparecíamos en la televisión. Ex residente del Hospital Argerich, ex médico de planta del Hospital de Clínicas y desde 1988 coordinador del Servicio de Traumatología y Ortopedia del Sanatorio Trinidad. ¿En qué consiste el trabajo de luthier? Los luthiers se dedican a construir instrumentos musicales; algunos se especializan en los de viento y otros en pianos. Sin embargo, el luthier tradicional es el que arma instrumentos de cuerdas. Yo soy uno de ellos, y si bien he probado hacer bandolinas o violines, me dedico fundamentalmente a las guitarras, tanto eléctricas como acústicas. También fabrico bajos (que era el instrumento que yo tocaba y el que me introdujo en el oficio). ¿Cuándo comenzaste a fabricar o a modificar instrumentos? Concretamente en 1991, ahí hice mi primer bajo. Desde la escuela secundaria, me gustaba la música. De hecho, en el momento de elegir una profesión dudé entre ser médico o músico y decidí hacer las dos cosas. Sin embargo, durante la carrera y la residen- Para principios de los ‘90, yo ya no tocaba, pero todavía tenía un bajo Fender de 1969 al que le había cambiado el mango (porque en ese momento no tocaba con trastes). Cada vez que miraba el original de Fender con trastes, me decía: “Tengo que hacer algo con este instrumento, no puede estar ese mango ahí parado”. Así, fue que empecé a buscar un luthier para que le hiciera una caja. Sin embargo, todos los que conocía eran personas que tocaban de oído. Yo había leído mucho sobre el tema y sabía perfectamente cómo era y cómo estaba construido un bajo Fender. Además, quería algo original. Finalmente, tuve la suerte de conocer a Ricardo Miranda, un luthier y un gran artista (bastante reconocido hoy en día). A él le encargué que me hiciera el cuerpo, pero lo terminamos haciendo juntos. Hicimos un experimento con una madera extraña (ese instrumento hoy existe) y después diseñamos un mango bien distinto con una madera muy rara. El instrumento quedó lindo. ¿Los hacés desde cero o utilizás piezas prefabricadas? Para mí, lo más importante e interesante es el proceso y no tanto el instrumento ter- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 63 ¿Cuál es el toque personal que caracteriza a tus trabajos? No tengo ninguno en particular. Trato de hacer mi trabajo lo mejor posible y que todos los instrumentos sean bien distintos entre sí, tal vez ése sea mi toque personal: que ninguno se parece a otro. ¿Cuáles son las reacciones de los clientes cuando les fabricás o restaurás algún instrumento? En realidad, no tengo clientes. A todos los que les he hecho algo son amigos relacionados con el ambiente de la música y cada uno reacciona de acuerdo a su personalidad. Sin embargo, algo que todos preguntan es por qué tardo tanto. Yo puedo estar tres o cuatro años haciendo una guitarra, me lleva lo que me lleva. Si no me da placer, no tiene sentido. A un amigo mío, Carlos Riganti -que fue baterista de mi banda y de Alas (un grupo muy famoso de los ’70) y ahora es jefe de Alergia de la Casa Cuna- le prometí un bajo para su sala hace cuatro años y todavía estamos en eso. ¿Te resulta difícil desprenderte de tus obras? ¡Muchísimo! Cada instrumento que hago tiene tantas cosas mías que es como si me sacaran un hijo. De todos modos, a los hijos también hay que dejarlos ir por la vida. ¿Cuál es la pieza que más te gustó? minado. Justamente lo que me da placer es construir desde la nada, las piezas ya hechas no tienen gracia. Por eso, compro el rollo de madera cortado y los tablones sin cepillar para ir del bruto total al producto consumado. ¿Qué tipos de maderas o materiales utilizás? Los más nobles posibles y, en el caso de que quiera reproducir algo, los clásicos. Por ejemplo: si quiero hacer una guitarra de flamenco, voy a utilizar Ciprés; si es una de concierto, trato de usar Jacarandá de Bahía; y si el objetivo es armar una Fender Stratocaster de los ’50, voy a usar Fresno Liviano. De todos modos, cuando diseño mis propios experimentos, siempre busco maderas difíciles de conseguir. A veces termino rastreándolas por todo el mundo. Tengo varios, pero mi preferido es el primer bajo que hice. Hace muy poco le armé un mango en una sola pieza de Palo rosa de la India sin tensor, o sea, que es un instrumento que terminé después de 20 años. ¿Tocás algún instrumento? Sí, muchos: toco un poco el piano y la batería, pero principalmente la guitarra y el bajo. Durante bastante tiempo, toqué con Aníbal Fischietti (guitarrista de Dino Saluzzi y gran compositor). Llegué a acompañarlo en uno de sus discos y, además, participé como bajista. Hoy no estoy en ninguna banda, aunque sigo grabándome cuando practico. Para mí la música es una pasión, constituye mi esencia como individuo. De hecho, yo no me considero “un fanático de la música”; más bien, soy parte de ella. Escucho cualquier cosa que tenga sentimiento, desde composiciones clásicas y folklore Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 64 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] hasta tango y rock. Lo único que detesto son las canciones comerciales de pésima calidad compuestas para ser un mero producto de consumo. En ese sentido, creo la música hoy en día está muy bastardeada. ¿Dónde tocabas cuando tenías la banda? Nos presentábamos en lugares grandes y chicos: boliches, cafés o teatritos. También tuvimos la posibilidad de tocar en algunos congresos médicos. La banda sonaba muy bien y lo bueno era que estaba formada por médicos que, además, eran músicos. Las letras de las canciones hablaban de las problemáticas vinculadas a la profesión y eso era divertido. ¿Cómo está compuesta tu familia? Somos cuatro: mis tres hijos y yo. De mi mujer, estoy separado. Ella era la cantante de Diga 33. En casa todos respiramos música: los chicos tienen buen oído y también hacen algo de ruido. De hecho, ¡mi hija más grande aprendió a cantar antes que a hablar! ¿Cuánto tiempo le dedicás a esta actividad? Todo el tiempo que sea necesario, mientras me de placer. ¿Cómo se lleva tu profesión con la luthería? Maravillosamente bien. Yo aprendo mucho sobre escultura en madera a través de los huesos de mis pacientes, pero es verdad que la medicina es totalmente absorbente. Si dejara llevarme por la profesión, no tendría ni familia. Por suerte, mi personalidad necesita de cierta emotividad. Yo ejerzo desde el afecto, así como también le pongo cariño a las cosas que construyo o a la música que toco. ¿A qué músico te gustaría o te hubiese gustado hacerle algún instrumento? De la Argentina, me encantaría hacerle algo al flaco Spinetta. Después a cualquier otro músico que sea amigo, que me guste su onda o que lo vea sensible porque yo a los instrumentos los construyo así y son para ser tocados de esa manera. Para mí, tienen algo de vida. Por ejemplo, yo tengo una colección de guitarras y todas son diferentes; cuando las presto, se enojan. A mí se me ponen blandas, pero tienen un mala relación con otros. ¿Qué te gusta más? ¿Hacer instrumentos o tocarlos? Depende de la época. Hay etapas en las que me quedo tocando música todo el día y hay momentos en los que sólo tengo ganas de construir. Ahora estoy más con la luthería. ¿Tenés algún otro hobbie? Tengo una lista enorme. En la actualidad, mi otra pasión (que me ocupa muchísimo tiempo) es volar aviones. Hace poco me recibí de piloto, pero eso lo podríamos dejar para una próxima entrevista. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 65 Fundador: Félix Luna Directora: María Sáenz Quesada Editora: Felicitas Luna TODOS LOS MESES EN SU QUIOSCO Visite nuestra web: todoeshistoria.com.ar AGRADECEMOS A DIAGNÓSTICO MÉDICO SU APOYO A LA CULTURA REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: Viamonte 773 3º B - CP 1053 CABA Tel./Fax 4322-4703/4803/4903 email: todoeshistoria@arnetbiz.com.ar - web: todoeshistoria.com.ar Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com ETIMOLOGÍA & MEDICINA 66 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Por Dr. Alberto Marangoni Bazo, esplénico y esplín Dr. Alberto Marangoni Servicio de Diagnóstico por Imágenes Sanatorio Allende En la Antigüedad, el hígado era objeto de gran especulación y durante muchos siglos su función fue muy debatida. Si bien era considerado uno de los tres órganos principales del cuerpo junto con el corazón y el cerebro, no había acuerdo sobre la importancia de cada uno de ellos. L a búsqueda etimológica de nuestro lenguaje científico resulta profundamente atractiva e interesante. En la investigación de los cimientos de esas palabras, identificadas con elementos anatómicos, funciones y relaciones entre órganos, no sólo hallamos su alcance y significado médico; también trascendemos el campo de la especialidad para sumergimos en el contexto histórico, romántico y mitológico, y en la poesía. Algunas estructuras anatómicas tienen más de un término que las designa y muchas veces éstas encuentran su origen en el griego o el latín. En lo que respecta al bazo, hay dos posibilidades para analizar: una es el vocablo “bazo” y la otra es la palabra “esplénico”. Durante muchos años, el bazo (Fig. 1) fue un órgano prácticamente ignorado por la medicina. Tal es así que, en el Barttlets Book of Anecdotes, hay una anécdota curiosa que grafica el bajo grado de conocimiento que se tenía sobre este órgano: “Durante un examen a varios candidatos a médicos, Joseph Hyrtl se acercó a uno de ellos y le preguntó: ‘¿Qué puede decirnos sobre la función del bazo?’. El candidato enrojeció, empezó a ponerse nervioso, movió la cabeza y, tartamudeando, dijo: ‘Profesor, sabía exactamente la respuesta hace un minuto, pero se me ha olvidado’. Hyrtl le replicó: ‘¡Criatura miserable! Eres la única persona en el mundo que sabía la función del bazo ¡y se te ha olvidado!’”. La cita es muy ilustrativa, sobre todo, si tenemos en cuenta que Joseph Hyrtl (1810-1894), oriundo de Hungría, era un prestigioso médico anatomista, profesor en la Universidad de Praga y Viena, y autor del primer tratado de Anatomía Topográfica que se conoce (Fig. 2). Hasta principios del siglo XX, poco se conocía acerca del papel fisiológico del bazo. Mientras Hipócrates había planteado que este órgano "drenaba la parte acuosa de la comida del estómago", Aristóteles había establecido que no tenía función vital. Galeno, directamente, lo describía como "el órgano del misterio". Luego, se creyó que éste era la fuente de la melancolía (una teoría, por cierto, que persistió por más de mil años). Fig. 1: El bazo (Gray 1918). Por el contrario, para los babilonios y antiguos judíos, el órgano tenía un papel en la risa, ya que creían que ésta respondía a un proceso purificador. De hecho, aunque una relación anterior con la medicina de los humores no está descartada, en el Talmud (tractate Berachoth 61b) se nombra al bazo como un órgano vinculado al reír. Más allá de las diferentes interpretaciones, el concepto global acerca bazo era que no pertenecía a los órganos esenciales del ser humano y que podía ser removido sin efectos adversos. Casi dos milenios más tarde, a finales del siglo XIX, un famoso fisiólogo francés anotó: “Ahora llegamos al bazo; de él no sabemos nada”. Este órgano estaba incluido en la famosa división de humores que clasificaba las características y comportamientos de los seres humanos. En efecto, en la época de Hipócrates (Fig. 3), los griegos habían desarrollado un sistema interpretativo del mecanismo de producción de las enfer- Fig. 2: Josef Hyrtl (1810-1894). Fig. 3: Hipócrates (460 aC-370 a.C.). Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 67 medades basado en la teoría de los cuatro humores orgánicos. El camino que llevó a los helemos a adoptar este sistema médico puede reconstruirse claramente, si se tiene en cuenta la idea de que el universo estaba formado por cuatro elementos básicos (agua, fuego, aire y tierra), cada uno de ellos con una cualidad específica (humedad, calor, sequedad y frío), y la teoría de los contrarios (con especial hincapié en el número cuatro) que sostenía que entre los elementos opuestos debía existir un equilibrio para mantener la armonía del cosmos y la salud en el microcosmos (es decir, en el hombre). Así, de acuerdo con los cuatro humores conocidos en esa época (flema, sangre, bilis amarilla y bilis negra), se clasificó a los temperamentos: el flemático, en el que predominaba la flema y que provenía de la cabeza; el sanguíneo, que procedía del corazón; el colérico, en el que preponderaba la bilis amarilla y que procedía de la vesícula; y el melancólico, que tenía predominio de bilis negra y se originaba en el bazo (Fig. 4). Esta categorización, también usada más tarde por Galeno (Fig. 5), interpretaba que la melancolía (como tristeza extrema) estaba relacionada con un exceso de bilis negra producida por el bazo. De ahí, que la palabra “melancolía” (del griego melankholía) derive de mélas, que significa negro u oscuro, y kholé, que significa bilis o hiel. La palabra “bazo” aparece en el español, como adjetivo, hacia comienzos del siglo XIV con el significado de “moreno tirando a amarillo”. Probablemente surge a partir de la voz latina badius (rojo), usada para designar a este órgano (por su color). De este vocablo, a su vez, deriva el adjetivo “bayo”, que significa “amarillo”. La palabra badius también es usada para denominar diferentes especies del mundo vegetal y animal que tienen una coloración rojiza. Por ejemplo: el Boletus Xerocomus badius (Fig. 6), conocido comúnmente como Boleto Bayo, es un hongo comestible que se encuentra principalmente en los bosques de coníferas; y el Procolobus Badius, cuyo nombre vulgar es Colobo Rojo Herrumbroso, es un tipo de mono que habita en África (Fig. 7). Por otra parte, entre los términos “bazo” y “esplénico” existe una interesante conexión: en la Antigüedad, aquellos que sufrían Fig. 4: Los cuatro humores. molestias en el bazo se ponían una especie de faja para mitigar el dolor. De ahí que la palabra que significa “venda” en griego (splēn) sea un derivado de la que significa “bazo”. Además, ya en la época moderna, por las semejanzas en sus formas, se usó también la palabra griega splēn para dar nombre a un músculo plano y alargado del cuello y del dorso superior: el esplenio. La palabra latina splen, splenos (proveniente del griego splenikós) dio nombre al bazo y en el español ha dejado sus derivados “esplénico” (relativo al bazo) y “esplenomegalia” (agrandamiento del bazo), entre otros. Además, este lexema helénico forma parte de otra palabra: splakhno, que significa “entrañas”. Ésta también sirvió en algunos lugares para designar al bazo. Fig. 5: Galeno (130-200). Antiguamente, esta “entraña” era usada por algunas religiones de Europa como ofrenda sacrificial para los dioses; por ello, constituía un tabú y un órgano intocable. Esto explicaría, en parte, el poco conocimiento que se tuvo sobre la víscera a lo largo de la historia de la medicina. A su vez, la palabra latina sobrevivió también en el inglés, donde al bazo se lo llama spleen. En este sentido, sin querer agotar las derivaciones del término, vale mencionar que la forma inglesa se incorporó al castellano a través de otra palabra: “esplín” (que denota “melancolía”). Así, como vemos, en el significado de este vocablo subyace la teoría de los humores anteriormente explicada. El esplín del español tiene su correlato francés. En la lengua gala, se denomina spleen a un estado de melancolía sin causa definida o a una angustia vital. Si bien el término fue popularizado por el poeta Charles P. Baudelaire (1821-1867), éste ya había sido utilizado en la literatura por el Romanticismo a principios del siglo XIX. De esta manera, la conexión entre spleen (bazo) y me- Fig. 6: Boletus Xerocomus badius, hongo conocido comúnmente como Boleto Bayo. Fig. 7: Procolobus Badius, un tipo de mono que habita en África. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 68 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] lancolía propuesta por los griegos, aunque ha sido rebatida, todavía hoy permanece en el imaginario colectivo. En el caso del alemán, al bazo se le dice milz (parecido a milte, nombre que recibía el órgano en el inglés antiguo) y el spleen se refiere a alguien continuamente irritado. En el siglo XIX, cuando las mujeres estaban de mal humor, decían estar afectadas por el spleen. En el inglés moderno “to vent one's spleen”, de hecho, significa “expresar su ira”. En “Elogium del Tedium Vitae”, de Dulce María Zúñiga, se profundizan algunos conceptos que hemos venido señalando. Al respecto, dice: “La palabra spleen era ya conocida y usada en Francia desde el siglo XVIII (aunque no aparece definida en la Enciclopedia de Diderot). Sin embargo, para el lector actual, está estrechamente ligada con el romanticismo del siglo XIX y los poetas contemporáneos Baudelaire y Verlaine: se habla frecuentemente del spleen baudeleriano o del spleen verlainiano. Baudelaire, sin embargo, no lo emplea ni una sola vez en el interior de un verso, sólo en el título de cuatro poemas y del primer apartado de sus Fleurs du Mal, ‘Spleen et idéal’. Para un francés del siglo XIX, el término spleen tenía dos orígenes: uno etimológico y otro geográfico. Proviene de la palabra griega splenikos, que en anatomía designaba al bazo y que, más tarde, en el siglo XVI, en la terminología de la medicina de los humores, indicaba una especie de desorden orgánico, llamado melancolia splenica, porque se creía que en el bazo se acumulaban todos los líquidos que provocaban la melancolía o hipocondría. Pero ¿quién podría afirmar que en Francia, los usuarios de la palabra hacia 1830 conocían su principio etimológico? Por otra parte, el origen geográfico no se ha olvidado. A lo largo del siglo XIX y hasta nuestros días, la palabra es usualmente acompañada por su adjetivo calificativo que recuerda su origen geográfico y su singularidad. En la poesía, al igual que en el imaginario cotidiano, se habla del spleen inglés, envuelto en una atmósfera grisácea. Esto puede leerse en el poema de Théophile Gautier de ‘Après le bal’: ‘O Temps! Que nous voulons tuer Et qui nous tues, Vieux porte-faux, pourquoi vas-tu traînant le pied D’un pas lourd et boiteux, Comme vont les tourtues Quand sur nos fronts blêmis Le spleen anglais s’asied?’ (¡Oh tiempo! Que queremos matar y que nos mata, viejo hombre de la guadaña ¿por qué vas arrastrando los pies con un paso pesado y cojo como van las tortugas, cuando sobre nuestras frentes pálidas el esplín inglés se asienta?)”. También, en la novela Les miserables (1862) de Víctor Hugo (1802-1885) se utiliza varias veces la palabra –y concepto– spleen. El personaje Gantaire exclama irritado: “¡Oh, j’ai le spleen, compliqué de mélancolie, avec la nostalgie, plus l’hypocondrie, et je bisque, et je rage, et je bâille, et je m’ennuie, et je m’assomme, et je m’embête!”. (¡Oh, yo tengo esplín, complicado por melancolía con nostalgia, más hipocondría, y yo lloro, grito, bostezo, me aburro y me ensombrezco y me molesto!). En nuestra lengua, el término “esplín” aparece por primera vez en 1843 definido como un “humor tétrico que produce tedio de la vida”. En la versión de 1970 del Diccionario de la Real Academia se lo describe escuetamente como: “Melancolía, tedio de la vida”. Este significado es el que se consigna aún hoy. Si bien no es una palabra muy usada en nuestro léxico habitual, el término “esplín” aparece en algunas poesías y letras de música. Por ejemplo, en “Reír llorando”, del escritor mexicano Juan de Dios Peza, se narra: “Víctimas del esplín, los altos lores en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los actores y cambiaban su esplín en carcajadas. Una vez, ante un médico famoso, llegóse un hombre de mirar sombrío: sufro -le dijo- un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni atractivo; no me importan mi nombre ni mi suerte; en un eterno esplín muriendo vivo y es mi única pasión la de la muerte”. A su vez, hay muchos tangos que han incorporado la palabra “esplín” a sus letras para denotar melancolía. “Mi noche triste” (Fig. 8), escrito por Pascual Contursi y llevado a la fama por Carlos Gardel, es un ejemplo. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Fig. 8: “Mi noche triste”. Fig. 9: “Maleza”. Fig. 10: “Te llama mi violín”. Fig. 11: “Melodía oriental”. Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 69 Si bien en muchas adaptaciones de la letra “esplín” fue reemplazada por “espina”, en el original figura así: “Percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida dejándome el alma herida y esplín en el corazón...!” También en “Maleza” (Fig. 9), de Cátulo Castillo y E. J. Munne, leemos: "Si la ausencia me cerró tu portón con cerrojos de olvidos y está mudo tu aldabón juguetón, ya no sé por qué he venido, la maleza del jardín y las ruinas del balcón me lastiman con su esplín." Y en “Te llama mi violín” (Fig. 10), de Elvino Bardaro y Cátulo Castillo, se dice: “Yo sé que todo aquello sólo fue una cadencia de minué y que el soñar tiene despertar mas sé que también no te olvidé y en los silencios del esplín está sonando mi violín tal vez llamándote.” En el caso de “Melodía Oriental” (Fig. 11), de Roberto Zerrillo, J. C. Howars y Enrique Cadícamo, la expresiva versificación evoca y nos cuenta: “Tú con tu fragancia de mujer vuelves a mi alma como ayer igual, igual…. Hoy al escuchar ese violín surge el esplín. La melodía dice hoy con acento cruel que ya ya nunca más te encontraré, ya nunca más te veré,….amor, amor….”. El término también aparece en “Tedio”, de Miguel Bucino: “Bajo el tedio que borda la lluvia con sus rotas agujas de esplín te adivino romántica y rubia bajo el viejo dolor del jardín”. Homero Manzi, por su parte, lo introdujo en “Viejo ciego” (Fig. 12): “Pareces el verso del loco Carriego Pareces el alma del mismo violín Puntual parroquiano tan viejo y tan ciego Tan lleno de pena, tan lleno de esplín.” Y en la letra de “Araca que perra vida”, dedicada al Dr. Julio Malbrán y escrita por Manuel Romero con música de Arturo de Bassi, se puede leer: “Mina comadrona Flor de barrio Yo manyaba en tu mirada Que cachabas el esplín Y harta ya de mishiadura Pegaste al fin la espantada Y no volviste al bulín.” En 1967, Horacio Ferrer escribió la letra de “La ultima grela” (la música la compuso Astor Piazzola en 1969). En el tango todavía el esplín se deja leer: “Despedirán su hastío, su voz, su melodrama, las pálidas rubionas del cuento de Tuñón, y atrás de los portales, sin sueño, las madamas, de trágicas melenas dirán su extremaunción. Y un sordo carraspeo de esplín y de macanas tangueándole en el alma le quemará la voz, y muda y de rodillas se venderá sin ganas, sin vida y por dos pesos, a la bondad de Dios.” Fig. 12: “Viejo ciego”. Otro de los temas en el que este tedio se hace presente es en “Balada para mi muerte” (Fig. 13), compuesto por Ferrer y Piazzola en 1968. Este clásico del tango contemporáneo empieza así: “Moriré en Buenos Aires, será de madrugada, guardaré mansamente las cosas de vivir, mi pequeña poesía de adioses y de balas, mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.” De esta manera, vemos cómo el término “esplín” fue recurrentemente utilizado por nuestros tangueros. Porteñismo derivado del spleen inglés, en un sola palabra se condensa la tristeza, melancolía, hastío y hartazgo de la vida. Su significado remite al “blue” de los norteamericanos y al “saudades” de los brasileños. Tal vez, por culpa de tanto esplín, fue que Borges, tildándolo de lacrimógeno y cobarde, terminó dudando del carácter macho del tango. Fig. 13: “Balada para mi muerte”. Bibliografía 1. Brock AJ. Greek Medicine, Being Extracts Illustrative of Medical Writers from Hippocrates to Galen. London, Dent, 1929. 2. Contursi P. “Mi Noche Triste”. Disponible en: http://www. tango-tour.com.ar 3. Depalma DA. Tango y medicina: spleen/esplin. Médicos y Medicina en la Historia 2002; 2: 5-8. 4. Fadiman C, Bernard A. Bartlett’s Book of Anecdotes. New York, Editorial Hachette Book Group US, 2001. 5. Herreros AM. El tango y su mundo · historias tangueras. Disponible en: http://tangueros.mforos.com/1031969/4882630-esplin/ (Accedido: 30 de septiembre de 2011). 6. Lyons A, Petrucelli R. Historia de la Medicina (Edición Especial Argus, N° 7 y 8). A.P. Americana de Publicaciones, Buenos Aires. Lab. Glaxo 1980. 7. Marangoni A. Etimologías relacionadas con el bazo. Revista Argentina de Radiología 2008; 72: 405-8. 8. Olalla P. Atlas de mitología de Grecia. Editorial ROAD, Atenas, 2001. 9. Peza J. Reír llorando. Disponible en: www.geocities.com 10. Robinson W. Some fundamental characteristics of the spleen and their relation to function. Ann Surg 1928; 88(3): 333-4. 11. Scott Littleton C. Mitología: Antología ilustrada de mitos y leyendas del mundo. Editorial Blume, Barcelona, 2004. 12. Todo tango: la biblioteca. Disponible en: http://www.todotango.com 13. Zúñiga DM. Elogium del Tedium Vitae. Tedium Vitae, Nº 6, 2007. Disponible en: http://www.tediumvitae.com Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 70 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Historia de los Hospitales de Buenos Aires (primera parte) Por Dr. Sergio Gianni EL INSTITUTO DE ONCOLOGÍA ANGEL H. ROFFO Introducción E n la pared frontal del aula de Radiología del Instituto de Medicina Experimental (hoy conocido como Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”), exactamente arriba del pizarrón desplazable que domina casi toda el ancho de la sala, se puede leer, en letra gótica, una frase atribuida a Platón: “La vida que no se consagra a la investigación no merece la pena ser vivida”. Esta sentencia, que quizás pueda sonar demasiado severa 24 siglos después de escrita, seguramente fue elegida por un hombre que transcurrió su existencia terrenal bajo el signo de esta máxima. Me refiero a quien fuera el organizador y director por 22 años del Instituto de Medicina Experimental, el Profesor Ángel Honorio Roffo, pionero en la investigación experimental del cáncer a nivel mundial y padre de la Oncología argentina y latinoamericana. Investigador incansable, su obra fue ampliamente reconocida no sólo en nuestro país, sino también en el mundo: científicos de la talla de Curie, Roussy, Hartmann, Haberland, Ewing o Henkel -entre muchos otros- admiraban su obra y lo consideraban un par. Sin embargo, una paradoja poco frecuente caracteriza la figura del Dr. Roffo: la historia no le concedió tantos honores como sí lo hicieron sus contemporáneos. Más aún, ésta parece haber olvidado la importancia que tuvo este gran médico argentino para la ciencia mundial. Basta decir, a modo de ejemplo, que su triple nominación para el Premio Nobel de Medicina (en una ocasión llegó a competir con Bernardo Houssay) es un hecho que se ha difundido muy poco en nuestro medio. Todavía resulta más lamentable que, en la actualidad, haya médicos jóvenes -y no tanto- que desconozcan por completo no ya su obra sino también su nombre. A través de esta reseña histórica, seguramente incompleta, se busca divulgar la gran labor científica de este médico insig- ne. La investigación biográfica está mayormente basada en documentos originales de la época -obtenidos de la biblioteca del Instituto Roffo-, aunque también se han empleado fuentes más actuales, algunas de ellas no publicadas aún. Es mi anhelo que el lector, al finalizar la lectura del artículo (que aparecerá en tres entregas), adquiera una verdadera dimensión de la importancia de la obra del Dr. Roffo. Quizás el mejor homenaje que podamos rendirle sea reconocer que una vida dedicada a la investigación bien vale la pena ser vivida. Fig 1: Angel Roffo Los comienzos: se perfila el genio Ángel Honorio Roffo (Fig. 1) nació en la Ciudad de Buenos Aires el 30 de diciembre de 1882. Hijo de Juan Roffo y Antonia Gazzo, ambos inmigrantes italianos, realizó sus estudios primarios con orientación mercantil, probablemente inducido por su padre, un modesto comerciante. Durante la escuela secundaria, fue al Colegio Nacional de Buenos Aires (Fig. 2), creado en 1863 por Bartolomé Mitre en el lugar donde se habían asentado los jesuitas (Manzana de las Luces). Éste, luego de la expulsión de la orden, fue conocido bajo sucesivos nombres: Real Colegio de San Carlos (Virrey Vértiz, 1767), Colegio Unión del Sud (Juan M. de Pueyrredón, 1818) y Colegio de Ciencias Morales (Bernardino Rivadavia, 1823). Roffo se egresó con el título de Bachiller en el año 1901 y nada se sabe sobre el origen de su vocación por la medicina, pero lo cierto es que en 1902 inició la carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (Fig. 3) y ya desde el comienzo fue un estudiante singular: entre 1903 y 1907 se desempeñó como ayudante del Instituto de Anatomía Patológica (Fig. 4), donde recibió la influencia de uno de sus futuros mentores, el Dr. Telémaco Susini (1856-1934), un discípulo de Luis Pasteur y Robert Koch Fig 2: El antiguo Colegio Nacional de Buenos Aires Fig 3: La antiguo Facultad de medicina de la UBA (hoy, Facultad de Ciencias Económicas) 1 Médico Ginecólogo del Hospital Roffo Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 71 (Fig. 5). A su vez, fue miembro del comité de redacción de la revista del Centro de Estudiantes de Medicina, secretario general del Círculo Médico Argentino y secretario de la Comisión investigadora de vacunas (1906). Sus primeras prácticas médicas las llevó a cabo en el Hospital San Roque (Fig. 6) -hoy Hospital Ramos Mejía- entre los años 1905 y 1907. Ese año se presentó y ganó el concurso para completar sus prácticas de pregrado en el Hospital Nacional de Clínicas (Fig. 7), las cuales realizó entre 1908 y 1909. Paralelamente a esta actividad, ejerció como prosector del Instituto de Anatomía Patológica y ayudante de Laboratorio en el Hospital Español (Fig. 8). Todavía como estudiante, publicó 8 trabajos científicos. El primero, “Las nuevas ideas sobre las células nerviosas. Su ameboísmo”, editado en la Revista de la Universidad en 1905, mereció el siguiente comentario del editor, el Dr. Rivarola: “Este trabajo es el resultado de investigaciones hechas pacientemente en el Instituto de Anatomía Patológica de nuestra Facultad de Ciencias Médicas por el autor, un joven estudiante de cuarto año de la misma Facultad. Tratándose del trabajo de un alumno, el Director de esta Revista, a falta de competencia profesional para juzgar si era digno de su publicidad, lo consultó con el Señor Decano, Dr. Uballes, de quien recibió una respuesta afirmativa (…) Junto al mérito científico debe mirarse en él, el fruto de un ambiente en que domina la seriedad de los estudios, y esta Dirección se complace en hacerlo notar”. Su último trabajo científico como estudiante de medicina y tesis doctoral, “El cáncer. Contribución a su estudio”, fue un verdadero hito en la historia de la cancerología latinoamericana (Fig. 9). Se trata de un trabajo de anatomía patológica y experimentación en animales de laboratorio con 173 microfotografías de preparados originales, 12 fotografías y planchas coloreadas, cuya impresión fue costeada por la propia Facultad por decisión del Consejo Directivo. En una carta para el decano de Medicina Dr. Eliseo Cantón, fechada el 30 de enero de 1910 y firmada por A. C. Gandolfo, se hace saber que: “La comisión examinadora de la tesis del ex alumno D. Ángel H. Roffo, compuesta por los señores profesores Viñas, Marotta, Salvador, Badía y el que suscribe como presidente, ha resuelto por Fig.4: Dibujo a lápiz del Dr. Angel Roffo (el primero de la izquierda) como Jefe de trabajos prácticos del Instituto de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina. Año 1917. Fig 6: Hospital San Roque (desde 1914, Hospital Ramos Mejía) Fig 5: Telemaco Susini (1856-1936) unanimidad darle la más alta calificación en vista de su brillante examen. Pero teniendo en cuenta, la Comisión, que el trabajo presentado (…) tiene gran mérito (…), ha resuelto, también por unanimidad, que me dirija al Sr. Decano y solicite su apoyo para que la Facultad contribuya a la publicación de la tesis, cuyo costo es muy elevado en vista del gran número de grabados que acompaña”. Este ensayo, hoy un clásico en la historia de la oncología, fue distinguido con el Premio “Facultad de Ciencias Médicas”. A su vez, en 1911 recibió la medalla de oro en el Congreso Internacional de Medicina e Higiene de Roma y, ese mismo año, fue presentado en la Academia de Medicina de París por el Prof. Lucas Championniere. En el trabajo, Roffo arribaba a cuatro conclusiones que, aún en la actualidad, siguen vigentes y son la base de la oncología moderna: 1) El cáncer no puede tener una sola causa etiológica, 2) la causa inmediata es la que pro- Fig 7: Antiguo Hospital de Clínicas Fig 8: El Hospital Español de Buenos Aires en 1910. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 72 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Fig 12: El Dr. Angel H. Roffo (centro) recientemente egresado de la Facultad de Medicina junto a algunos compañeros de promoción Fig 13: Hospital Muñiz (1900) ñero (Fisiología), Anastasio Quiroga (Química biológica) y Juan Bautista Señorans (Fisiología). Sin embargo, como estudiante ejemplar, tampoco careció de vida social: en 1904, conoció a la que sería su mujer, Helena Larroque (1882-1924), una entrerriana también estudiante de medicina (Fig. 10). Si bien por problemas de salud ella tuvo que dejar la carrera cuando estaba en el último año, acompañó a su marido hasta su prematura muerte, haciendo honor al axioma que dice que “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”. Incluso, en 1921, fue una de las encargadas de promover la fundación de la Liga Argentina de Lucha Contra El Cáncer (LALCEC) y en 1923 dirigió sus esfuerzos en la creación de la Escuela de Enfermería para optimizar el cuidado integral del enfermo de cáncer. Helena y Ángel se casaron en 1910 y tuvieron un único hijo, Ángel Eduardo. Ese mismo año, él egresó de la Facultad de Medicina con diploma de honor (Fig. 11) e inmediatamente fue designado Director Interino del Laboratorio del Hospital Muñiz (Fig. 12), Jefe de Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Español y Jefe de Trabajos Prácticos de la cátedra de Vías Urinarias en la Facultad de Medicina, cargos que desempeñó hasta 1918. Fig 9: Helena Larroque de Roffo (1882-1924) Sus primeros años como médico: se perfila el investigador sobresaliente Fig 14: Daniel Cranwell (1870-1953) Fig 10: Angel Roffo con su esposa Helena Larroque de Roffo y otros colaboradores Fig 11: Uniforme de las Enfermeras del Instituto de Medicina Experimental duce la multiplicación celular, 3) la causa del poder vegetativo de estos tumores está en las condiciones mismas de la alteración primera de la célula, que la convierte en un elemento parasitario del organismo, y 4) las condiciones experimentales especiales de estas células determinan los mismos procesos que las células de tejido de especie extraña, o sea, formación de anticuerpos y también de sustancias que favorecen su desarrollo. A lo largo de su formación universitaria, Roffo trató con grandes personalidades del ámbito médico, como el ya mencionado Profesor Susini (Patología), Horacio Pi- Egresado con honores, el flamante médico se vio forzado por razones económicas a mantener las múltiples actividades institucionales que habían caracterizado su vida de estudiante. Sin embargo, más allá de sus numerosas responsabilidades, su afán de investigador no mermó; y entre 1911 y 1915 publicó 22 trabajos sobre diversos temas: “Meningitis postraumática”, “La distomasis humana, primer caso observado en el país”, “El granuloma venéreo”, “La tuberculosis de la mama”, “Parálisis general y treponema”, “La gruta sepulcral” (estudio anatomopatológico de huesos precolombinos) y varias investigaciones en cáncer, fueron sólo algunos. Una de sus publicaciones que merece especial atención es “Cáncer experimental”, presentada en la Academia Nacional de Medicina el 5 de octubre de 1912 por el Prof. Daniel Cranwell (Fig. 13). En ésta, a través Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 73 del uso de animales de experimentación, Roffo obtenía 3 conclusiones a nivel de patología comparada: la reproducción por injerto del tumor, la inmunidad provocada contra la enfermedad y la eficaz acción de sustancias de afinidad electiva o quimiotrópicas. La impresión que generaron estos resultados fue tan grande que, en la misma sesión de lectura y por iniciativa del Dr. Domingo Cabred (Fig. 14) con voto unánime de los presentes, se decidió la creación de un instituto de medicina especial para el estudio y tratamiento del cáncer. En esta moción, se encuentra el germen de lo que 10 años más tarde sería el Instituto de Medicina Experimental (hoy conocido como Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”). gran creador del cáncer experimental en América Latina, para felicitarnos también nosotros como americanos, porque estudiosos de esta naturaleza honran al continente que los produce (…) La Argentina con Roffo nos da el toque de llamada, rodeemos a ese gran país y todos en conjunto procederemos a hacer el estudio del cáncer en la América (…) Propongo, pues, Sr. Presidente, la siguiente orden del día: ‘Los delegados del V Congreso Médico Latinoamericano queden nombrados miembros del Comité para el estudio del cáncer en la América, procediendo de acuerdo con el Comité Central de la Argentina’”. Así, nuestro médico comenzaba a trascender las fronteras científicas del país. “Cáncer experimental” fue publicado en 1914 y los costos de edición fueron afrontados por la Academia de Medicina. Roffo no sólo recibió el Premio “Facultad de Medicina” a la mejor publicación en 1913-1914 y el Premio Nacional de Ciencias, sino que además, por sus trabajos sobre cáncer obtuvo la medalla de oro y el Diploma de Honor en el Congreso Internacional de Higiene celebrado en Roma en 1912. Al año siguiente, Roffo solicitó a la Universidad un apoyo financiero para realizar un viaje de estudios a Europa junto a su esposa (una prueba de que su posición económica no era en absoluto acomodada). Sin embargo, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, se vio obligado a postergarlo hasta 1919. Entre estas dos fechas (19141919) -además de ocupar los ya mencionados cargos de jefe de Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Español (hasta 1918), jefe de trabajos prácticos de la cátedra de Vías Urinarias (hasta 1918), médico de autopsias del Hospital Muñiz (hasta 1917) y encargado del estudio del Cáncer por el Departamento Nacional de Higiene (hasta 1918)- se desempeña como: profesor suplente (hoy adjunto) de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina, profe- Otro hito importante en su carrera fue la presentación de las comunicaciones “Cáncer experimental. Estudio sobre transmisión y tratamiento” y “Sobre la vulgarización de los conocimientos de cáncer y diagnóstico precoz” en el V Congreso Médico Latinoamericano y el VI Panamericano, organizado en Lima en 1913. Acompañado por su esposa como representante del Gobierno argentino, su primera charla fue motivo de una conferencia en sesión plenaria y contó con la presencia de los presidentes de las delegaciones extranjeras. El impacto entre los oyentes fue de tal magnitud que el profesor de Anatomía Patológica de Lima, el Dr. Osvaldo Hercelles, hizo la siguiente moción: “Séame permitido Sr. Presidente hacer uso de la palabra para felicitar calurosamente al Sr. Dr. Roffo, a ese Fig 15: Domingo Cabred (1859- 1929) Fig 16: José Penna (1855- 1919) 2 . Este laboratorio estaba dirigido por José Badía, profesor suplente de Anatomía Patológica y compañero de Roffo en esa cátedra. Aun con limitaciones, en este laboratorio Roffo pudo ampliar los trabajos sobre el cáncer iniciados en la Facultad de Ciencias Médicas y llegó a practicar unas 3000 autopsias a ratas en la búsqueda de tumores espontáneos. Fig. 17. El primer pabellón del Instituto de Medicina Experimental, cuya piedra fundamental se colocara el 15 de noviembre de 1914 y se habilitara al público el 19 de abril de 1922. Primero nominado como Pabellón de Servicios Clínicos y Dispensario, luego como Pabellón de Hombres y finalmente re-bautizado como Pabellón Helena Larroque de Roffo. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 74 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Fig 19: El terreno triangular ocupado por el Instituto Roffo. sor de Ciencias Naturales en la Escuela Nacional de Comercio (cargo que ocupa hasta 1932) y profesor libre de Anatomía Patológica del Colegio Médico Argentino y del Centro de Estudiantes de Medicina (1912 1918). Durante este período, también dicta 10 cursos (de los cuales 5 son sobre cáncer) y desarrolla una prolífica actividad de investigación que lo lleva a publicar 44 trabajos científicos (de los cuales tres salen en revistas extranjeras y uno -“Nueva contribución al estudio del cáncer experimental”- recibe, en 1916, la medalla de oro de la Academia de Medicina -Premio Centenario de la Independencia Argentina al mejor trabajo inédito-). A su vez, en 1915, el entonces director del Departamento Nacional de Higiene, Dr. José Penna (Fig. 15) crea el Instituto Bacteriológico Nacional (hoy Instituto Malbrán) y mientras designa para su dirección al prestigioso bacteriólogo berlinés Rudolf Krauss, nombra a Roffo Jefe de la Sección Cáncer. Fig 18: Eufemio Uballes (1848- 1933) Fig. 20. Plano del Instituto de Medicina Experimental circa 1927/28. Los cuatro edificios fundacionales. Finalmente, una vez concluida la guerra, nuestro médico es comisionado por la Academia de Medicina para estudiar la organización de los institutos de cáncer experimental en Francia, Inglaterra y Alemania (un dato interesante es que la Academia gestionó y consiguió que Roffo continuara percibiendo su sueldo como miembro del Instituto Bacteriológico Nacional durante su ausencia). Su designación como delegado estaba en consonancia con el nuevo impulso que había cobrado la construcción del Instituto de Medicina Experimental y demuestra que, en 1919, él era considerado el candidato natural para ocuparse de su organización y dirección. Si bien el plan de viaje, como se señala en su solicitud de licencia, incluía una visita los Estados Unidos, su estadía en el país del norte nunca se concretó; por lo que, en 1921, luego de terminar su itinerario por el Viejo Mundo, publicó en el Boletín de la Academia de Medicina el “Informe sobre los institutos del cáncer en Europa”. En los últimos tramos de este compendio de experiencias, Roffo dice textualmente: “Deseoso de cooperar con la más pronta realización del Instituto del Cáncer de la Academia de Medicina (…) ofrezco a tal fin mi desinteresado concurso, hasta tanto el honorable Congreso apruebe el presupuesto de sostenimiento del Instituto. A este fin proporcionaré todas las informaciones y datos adquiridos en mis visitas a los distintos institutos similares que he visitado por encargo de esta honorable Academia, en Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica e Italia”. La piedra fundamental del nuevo instituto (Fig. 16) fue colocada el 15 de noviembre de 1914 (en cumplimiento a lo resuelto aquel 5 de octubre por la Academia Nacional de Medicina) en una fracción de terreno, perteneciente a la Facultad de Agronomía y Veterinaria, en los barrios Villa del Parque y Devoto. El área -cedida para tal fin por una resolución del entonces rector de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Eufemio Uballes, (Fig. 17) y el decano de la Facultad, Dr. Schatz- abarcaba una superficie triangular de 5 hectáreas aproximadamente, delimitada por las avenidas San Martín, Tres Cruces (hoy Francisco Beiró) y Nazca (Fig. 18). Los planos del nuevo instituto (Fig. 19) fueron trazados por el arquitecto Gino Aloisi (Fig. 20), quien se inspiró en el Instituto Nacional del Cáncer de Heidelberg (Samarithernhaus). • Fig 21: El arquitecto Gino Aloisi (1864-1924) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Museo Houssay Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 75 Por Prof. Dr. Federico Pérgola Los hervidores autoclaves esterilizadores de Justo y Repetto en el Museo Risolía Dr. Federico Pérgola Director Instituto de historia de la medicina (Facultad de medicina UBA) L lamará la atención del lector un nombre tan rimbombante para aquello que, como se ve en la fotografía, es sólo el inicio de su denominación: un simple hervidor. También nos apuramos en señalar que los dos cirujanos argentinos, Juan Bautista Justo (1865-1928) y Nicolás Repetto (1871-1965), no fueron sus inventores, sino que ellos únicamente eran los dueños de esos aparatos. De hecho, fue Repetto quien donó los dos artefactos a la facultad que lo vio nacer como médico y que lo tuvo como profesor de cirugía. El principal innovador en la revolución quirúrgica de las últimas décadas del siglo XIX fue Joseph Lister (1827-1912) con el método antiséptico. Él empleaba calor o sustancias químicas para desembarazarse de los agentes microbianos durante los actos operatorios. Si bien prefería la segunda técnica citada, no dejó de usar las altas temperaturas para resolver el problema del material utilizado en las intervenciones. Juan B. Justo Los hervidores para esterilizar los elementos quirúrgicos no parecen haber arribado a la Argentina de una sola mano, sino de varias. En ese sentido, a Justo y a Repetto les cupo una labor pionera. Sin embargo, como ha sostenido Avelino Gutiérrez (otro prócer de la cirugía de nuestro país), es probable que por orden cronológico el precursor haya sido Justo. Más allá de estas hipótesis, en el Museo de Historia de la Medicina y de la Cirugía “Vicente Risolía” se exponen los dos hervidores autoclaves esterilizadores traídos de Europa por los dos profesores de Cirugía de la Facultad de Ciencias Médicas. La simpleza de ambos aparatos tiene cierta similitud con un ejemplo aumentado de las cajas que se usaron para hervir las jeringas de vidrio hasta mediados del siglo pasado (antes de la aparición del material plástico). Tanto Justo como Repetto abandonaron la profesión para participar en el Partido So- Estas autoclaves llegaron al país en 1898. El agua calentada desprendía, a través de uno de los orificios, vapores que empapaban a los instrumentos envueltos en gasa. Así, quedaban esterilizados. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 76 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Autoclaves J. B. Justo. cialista. En el caso del primero, son pocas las figuras (incluso en el ámbito mundial) que lograron trascender los límites de su profesión y proyectarse con tal magnitud en el campo político, sociológico y filosófico. Como médico, Justo tuvo una labor descollante. En 1882, ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y para costear sus estudios trabajó como cronista parlamentario y reportero del diario La Prensa. Cuatro años después, dejó el periodismo para desempeñarse como practicante del Hospital de Clínicas hasta su graduación. Su tesis “Aneurismas arteriales quirúrgicos” no sólo estuvo inspirada y apadrinada por su maestro Ignacio Pirovano, sino que además fue premiada con medalla de oro. Recién recibido, realizó su primer viaje a Europa, donde visitó las principales clínicas de Austria, Francia, Suiza y Alemania. Allí, además, se encontró con un hallazgo: la asepsia en las intervenciones quirúrgicas; e inmediatamente envió una correspondencia que fue publicada –por su enorme importancia– en los Anales del Círculo Médico Argentino. Ya de regreso en Buenos Aires, da una conferencia, “La práctica de la cirugía antiséptica”, con la que abre un camino insospechado para el avance de la especialidad. Dos años después, también se presenta para el Premio Manuel Augusto Montes de Oca con un trabajo muy audaz: “Resección parietal y temporal de la bóveda del cráneo”. Ahí, comunica dos pacientes operados por él (uno con sobrevida). ¡Toda una hazaña para la época! En 1890, es designado Profesor Suplente de Clínica Quirúrgica (la titularidad la alcanzará en 1904) y, tres años después, realiza –por primera vez en el país– la incisión y drenaje del seno lateral por tromboflebitis de origen ótico. En 1905, es expulsado del claustro de profesores -junto a Repetto- por encabezar un movimiento precursor a la Reforma Universitaria (ésta recién se consolidará años después con la Universidad de Córdoba a la cabeza). En realidad, la separación entre el médico y el político no fue neta ni terminante, ya que Justo tuvo siempre actividad partidaria. En 1890, fue miembro de la Comisión Directiva de la Unión Cívica de la Juventud y, dos años después, publicó los primeros artículos y notas sobre el socialismo en el periódico El Obrero. También fundó -el 7 de abril de 1894- La Vanguardia y encabezó, dos años después, la lista de diputados por la Capital (primera presentación socialista a elecciones argentinas). Intervino, además, en el Consejo Constituyente del partido y, en 1898, publicó la traducción del primer tomo de El Capital de Karl Marx. Al año siguiente, entre muchas otras actividades políticas y sociales, editó con Nicolás Repetto y Julio Arraga El Diario del Pueblo. El punto que marca el abismo entre ambas vocaciones es 1905 y su decisión de abandonar la práctica activa de la medicina fue tomada junto a su amigo Nicolás Repetto. Ellos habían estudiado intensamente en Europa y, al regresar, se habían abocado a una significativa tarea profesional; pero, poco tiempo después, consideraron que la cuestión sanitaria excedía superlativamente al ámbito médico-paciente. Para ellos, la Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 77 Nicolás Repetto. Autoclave de Nicolás Repetto. solución de tan amplio problema se asentaba en las diferencias sociales: lo que había que modificar era la esfera político-social. Así, decidieron fundar el Partido Socialista Argentino y, desde su seno, intentaron la superación de la cuestión sanitaria integral. De hecho, Justo ocupó varios cargos legislativos en el plano nacional. hospitales San Roque (hoy Ramos Mejía) e Italiano, fue profesor suplente (hoy Adjunto) de Medicina Operatoria y Cirugía en la facultad donde se había graduado. Entre sus trabajos médicos podemos citar: “Hernias del diafragma a través del seno costodiafragmático”, “La punción lumbar” y “Lecciones sobre cirugía craneana”. Cuando todavía tenía mucho que aportar a la Argentina, murió de un paro cardíaco. Su segunda mujer, la médica Alicia Moreau (también famosa por su actividad política), tuvo una vida centenaria. Como anunciaba el diario La Prensa, donde aparecía la fotografía de un joven Repetto con los clásicos bigotes de la época, el profesor de Clínica Quirúrgica atendía gratuitamente el consultorio médico-quirúrgico los días martes de 3 a 5 h. Por su parte, Repetto siguió los pasos de su amigo, colega y cuñado (estaban casados con las hermanas Chertcoff -en el caso de Justo en primeras nupcias-). Él también cumplió con un doble designio vocacional. Se recibió de bachiller a los 16 años de edad y poco después ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas local. Recibió su título de médico en 1894, se especializó en cirugía y durante tres años efectuó cursos de perfeccionamiento en Francia, Suiza y Alemania. Mientras trabajaba como médico en los Poco después de conocer a Juan B. Justo, en 1901, se afilió al Partido Socialista y, al año siguiente, dirigió el periódico partidario La Vanguardia. En 1905, junto a su amigo Justo y a Alfredo Palacios, fue cofundador de El Hogar Obrero, una cooperativa destinada a la ayuda de los necesitados. En 1930, al morir Justo, asumió el liderazgo del partido. Compartió -como vice- la fórmula presidencial con Lisandro de la Torre en 1932 y, entre 1913 y 1942, fue elegido ocho veces diputado por la Capital Federal. Era ya una figura consagrada por todos los argentinos (más allá de los sectores sociales y filiaciones políticas), cuando le fue otorgado, en 1963, el Premio Alberdi-Sarmiento, con el que La Prensa distinguía a las figuras beneméritas de la patria. Entre sus obras autobiográficas y políticas se encuentran: Problemas de la guerra, Labor parlamentaria, Tiempos difíciles, Lecciones sobre cooperación, Granos de arena, Biografía de Juan B. Justo, Por la senda escabrosa, Azúcar y carne, Política, Los socialistas y el ejército, Mi paso por la medicina, Mi paso por la agricultura y Mi paso por la política (que se divide en dos tomos: De Roca a Yrigoyen y De Uriburu a Perón). Falleció en Vicente López (pcia. de Buenos Aires), en una casa propiedad de Sara Justo e Ismael Iñigo Carrera. Sus cenizas fueron esparcidas en un campo de Los Cardales, partido bonaerense de Exaltación de la Cruz. • Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com vidriera fotográfica 78 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Texto: Dr. Fernando Guerzobich Fotos: Dr. Martín Valdez VIENA : CIUDAD IMPERIAL (Y SEDE DEL CONGRESO EUROPEO DE RADIOLOGÍA -ECR-) Dr. Fernando Guerzobich Médico de planta de Diagnóstico Médico. Dr. Martín Valdez Jefe Residentes Diagnóstico Médico Vista exterior del complejo Museumquartier, uno de los centros culturales más grandes del mundo. Como se puede ver en la foto, allí frecuentemente se montan instalaciones artísticas de los más variados estilos contemporáneos. Viena en el pasado y el presente Y a en el paleolítico se documenta la existencia de habitantes en el valle del Danubio, pero son los celtas quienes, más tarde, se establecen en esta región y fundan una población, allí, donde el río Viena desemboca en el canal del Danubio. Hacia la época del nacimiento de Cristo, los romanos construyeron un campamento militar, llamado Vindobona, en el sitio donde hoy se encuentra la ciudad antigua. Éste fue parte de un sistema de fortificaciones, denominado “limes” (límites), que se construía para defender al Imperio de las tribus germanas. Estos asentamientos militares, distribuidos a lo largo del Danubio, fueron destruidos durante la primera migración de los pueblos hacia el siglo V. Luego, tribus germanas, eslavas y razas de las estepas asiáticas (hunos y avaros) se establecieron en la región. Desde el año 976, la administración estuvo a cargo de la familia Babemberg, una dinastía que gobernó Austria durante 270 años. Fue el duque Enrique II quien decidió trasladar definitivamente su residencia a Viena en 1156 (año en el que se eleva la Marca del Ducado). En 1246, la dinastía Babemberg llega a su fin, cuando Federico el Belicoso cae en una batalla contra los húngaros. El ducado fue tomado por Ottokar II, rey de Bohemia; sin embargo, éste lo pierde, años después, en las guerras de 1276-78 contra el rey de Alemania, Rodolfo I de Habsburgo. Este monarca será quien enfeude el conquistado ducado a sus hijos, sentando las bases para una soberanía que perdurará hasta 1918. Aunque sin éxito, Viena fue asediada dos veces (en 1529 y 1683) por los turcos. Con la derrota de las tropas otomanas en las puertas de la ciudad en 1683, se inició una serie de exitosas campañas para los ejércitos imperiales en los Balcanes. El triunfo sobre los turcos, la victoria de la Contrarreforma y la alegría del pueblo después de las terri- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 79 Vista invernal del Palacio Belvedere y sus majestuosos jardines. bles epidemias de la peste encontraron su expresión arquitectónica en el barroco. una metrópoli de gran importancia. Las reformas introducidas durante su reinado en la educación, la justicia, la organización de la armada y el desarrollo de las artes hicieron de este período uno de los más prósperos (y de ella una de las personalidades más destacadas de Austria). El pueblo también la admiraba por su cariño maternal y por su feliz matrimonio con Francisco de Lorena (con el cual tuvo 16 hijos). Durante las Guerras Napoleónicas, el Emperador francés tomó dos veces la ciudad, alojándose como huésped no invitado en Schönbrunn (1805 y 1809). Por esos años, fue también cuando Francisco II proclama el Imperio Austríaco (1804) y declara la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico (1806). Viena Por estos años, en Viena comenzó a planificarse el primer gran desarrollo urbanístico integral: no sólo la Casa Imperial y la aristocracia mandaron a construir sus grandes palacios, sino que, además, la burguesía edificó grandes mansiones barrocas. De hecho, para competir con Versalles, los Habsburgo idearon la construcción del Palacio de Schönbrunn (1694 – 1765). También, en esta época, se construyó el Palacio de Belvedere para el príncipe Eugenio de Savoya. Él se había distinguido como uno de los comandantes más hábiles de la monarquía danubiana, luego de participar en las guerras contra los turcos y luchar, en Bélgica e Italia, contra los franceses durante la Guerra de Sucesión Española. A través de sus éxitos militares, Carlos VI logró que el Imperio Habsburgo alcanzara su mayor expansión territorial en el continente. Sin embargo, su hija María Teresa, al acceder al trono en 1740, tuvo que enfrentar a muchos enemigos. Tras un largo período de guerras, ella, con su enérgica personalidad, no sólo logró que el Imperio no fuese dividido, sino que, además, estableció en Viena la administración central de todos sus dominios, convirtiendo a la ciudad en Tras la muerte de su esposo, María Teresa nombra corregente y sucesor a su hijo José II. Él profundizó las reformas iniciadas por su madre de una manera más enérgica y radical. Entre alguna de sus decisiones, se encuentra la introducción de un gravamen tributario a la familias nobles y la consecuente secularización de muchos monasterios convertidos en escuelas u hospitales. A su vez, José II donó al pueblo el Praterauen, un bosque en la rivera del Danubio que servía hasta ese momento como parque de cacería imperial. A partir de ese entonces, con la visita de muchos vieneses se desarrolló allí un gran parque de diversiones: el Prater. Su símbolo es la famosa rueda de la fortuna. Ésta gira lentamente y desde su punto más alto se puede gozar de un magnífico paisaje urbano. A mediados del siglo XIX, Francisco José, con sólo 18, años es coronado Rey. Su matrimonio con la hermosa princesa Elizabeth (conocida como Sissi) será uno de los más famosos de la historia. Durante su gobierno (1848-1916), el Emperador ordenó la demolición de las ya obsoletas murallas citadinas y en su lugar construyó la gran avenida Ringstrasse (“anillo de ciudad”). En sus alrededores, como muestra de la grandeza del Imperio, se erigieron con un estilo renacentista edificios monumentales con amplios jardines, la Ópera y Museo de Historia del Arte. El Imperio, conformado por 57 millones de habitantes de diferentes grupos étnicos, se desintegró hacia fines de la Primera Guerra Mundial. Viena, que contaba entonces con 2,2 millones de residentes, pasó a ser la capital de la República. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 80 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] Viena Luego de atravesar numerosas crisis políticas y económicas durante esta primera época, Austria cayó, en 1938, en manos del Tercer Reich. Para finales de la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos aéreos y los combates armados habían dejado a la ciudad destruida en un 13%. Con el fin del enfrentamiento bélico, el país fue dividido en cuatro zonas y Viena (como Berlín) en cuatro sectores. Los años siguientes sirvieron para restablecer el orden económico del devastado país. Recién con el Tratado de Estado, firmado en el castillo de Belvedere en 1955, Austria recobró su independencia y se convirtió en una nación libre y soberana. Hoy es una República Federal, políticamente neutral e independiente. En la actualidad, la ciudad capital tiene una extensión de 414 km2 y una población cercana a los 1,7 millones de habitantes. Se encuentra dividida en 23 distritos urbanos para la administración (el número del distrito se puede leer en cada esquina en las placas azules donde figura el nombre de la calle). La catedral de San Esteban, sede del arzobispado, se encuentra a 170 m sobre el nivel del mar. Además, desde 1957 Viena es sede de la Agencia Internacional de Energía Atómica y cuenta con el Centro Internacional de Viena. Éste fue inaugurado en 1979 y constituye un gran beneficio para las Naciones Unidas. Cerca de allí, también se levanta la Torre del Danubio. Con sus restaurantes giratorios a 165 m de altura, se ofrece una vista bellísima de la metrópoli. A partir del 2001, el centro histórico de Viena es parte del patrimonio mundial de la Unesco. Imagen de un barrio vienés de clase media ubicado en las inmediaciones del Modenapark Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com LIT & MED NATIONAL PROGRAM (EEUU., MAINE, 1997) Primer programa internacional de lectura y discusión de textos literarios, destinado a profesionales de la salud, que destaca los temas centrales del cuidado de la persona y los aspectos humanísticos de la práctica médica la literatura conecta el campo de la medicina con la experiencia de vida de quien padece y permite comprender la enfermedad desde una perspectiva humanística. “El gran desafío de la medicina actual es devolver el lugar a la persona ” (en el proceso de atención de la salud) Eric Cassell No hay buen cuidado sin una comprensión del sufrimiento del otro. Con este compromiso, Diagnóstico Médico ha adherido a la propuesta de Literatura & Medicine ofreciendo la actividad a su cuerpo profesional. Y Otras instituciones adheridas: - Sanatorio San José - Sanatorio de la Trinidad - Clinica Bazterrica - Sanatorio Santa Isabel - Clinica del Sol - Hospital Penna - Hospital Durand - Hospital Udaondo - Hospital Erill (Escobar) Lic. Isabel Del Valle (Disertante) Maine Humanities Council Argentina colección de fotos Año55--Nro. Nro.17 17[Diciembre [Diciembre2011] 2011] 82 Año Por Dr. H. César Gotta inundación de La Boca Fotógrafo: Samuel Boote. Año 1884. Dr. H. César Gotta Director Diagnóstico Médico Inundación de la Boca Inundación en la Boca. Las inundaciones en la Boca eran un problema frecuente. Bastaba que el Río de la Plata creciera y el agua entraba en la ciudad provocando grandes daños. La población de la Boca soportaba las circunstancias con estoicismo. Muchas veces ha habido víctimas fatales debido a la gran velocidad que se producían. En la foto vemos las típicas casas de madera y un bote flotando en el medio de una avenida. Próxima Edición ¿Me quiere doña? Revista Revista DMDM MDMD - Ciencia - Ciencia y Cultura y Cultura Médica Médica - Diagnóstico - Diagnóstico Médico Médico - www.diagnosticomedico.com - www.diagnosticomedico.com Que cada momento, cada día, cada semana, cada mes, nos traiga mucho más. Por un 2012 lleno de proyectos, ¡lleno de sueños! Con nuestros mejores deseos. Diagnóstico Médico Trayectoria y evolución al servicio de su salud. Dirección Junín 1023 - C1113AAE - Ciudad de Buenos Aires Teléfonos 4827.6300 - 4821.6900/9800 - Fax 4821.1155 Email dm@diagnosticomedico.com - Web www.diagnosticomedico.com