prefacio - Pretoma

Transcription

prefacio - Pretoma
PREFACIO
¿Quién no ha escuchado alguna vez la expresión “eliminemos los tiburones porque son los animales
más horribles y peligrosos del mar”? Encasillarlos de esta forma, desembocó una cacería sin cuartel y una
estampida de pescadores furtivos que encontraron en los tiburones del mundo un preciado tesoro. Verdaderas
hordas de flotas internacionales, cuáles carabelas comerciales, equipadas con la más moderna tecnología
satelital se hicieron a la mar en búsqueda del preciado tiburón, un recurso que ha sido y sigue siendo víctima
del delicado paladar oriental, especialmente por la aleta, considerada la fórmula mágica para sanar sus
enfermedades y sus debilidades.
A diferencia de muchas especies de animales que han sido explotados por siglos, los tiburones no
necesitaron centurias para engrosar las filas de las estadísticas mundiales de animales en franca explotación, que
además de irracional es desmedida, incontrolada, desordenada y lo peor, sin rasgo alguno de que la situación
mejore. En muchos países ya comienzan a divulgarse listas de tiburones con poblaciones amenazadas,
sobreexplotadas y en el peor de los casos al borde de la extinción. Esperemos que en Costa Rica no suceda lo
mismo, ya que cuando le damos vuelta a la moneda, vemos que los tiburones lejos de ser los animales más
peligrosos del mar, son relictos de vida de épocas que nunca volverán. Este grupo de peces son la suma de un
largo proceso evolutivo del cuál el hombre, apenas si tiene idea. Son de los pocos representantes de tiempos que
solo pueden ser contados por registros fósiles y que con un alto grado de incertidumbre tratamos de reconstruir. Su arreglo genético es de los más exitosos y ni que decir de su composición fenética, con una alta capacidad
aerodinámica, polifagia generalizada, complejos mecanismos reproductivos y un exitoso siste ma de alerta y
defensa que han hecho de los tiburones los maestros acuáticos. En resumen, estamos ante un grupo de animales,
cuyo acervo genético y legado evolutivo, no merece ser afectado tan sistemáticamente, como está ocurriendo
con todas las poblaciones del mundo.
La historia de los párrafos anteriores no es ajena a lo que pasa en nuestros mares. Lamentablemente Costa Rica se ha sumado a la lista de los países que aún no presenta una estrategia efectiva para
frenar el problema de la sobreexplotación y el uso racional de los tiburones. Hay un rezago en el desarrollo de
información que fomente políticas, planes, programas y proyectos orientados al uso y conservación de los tiburones.
Concientes de esa condición y de la necesidad de establecer alianzas y de potenciar esfuerzos, un grupo
de investigadores se ha reunido para analizar el estado del conocimiento científico de los tiburones. El taller se
llevó a cabo el 2 de febrero de 2006 y representa un esfuerzo multisectorial por establecer un punto de partida
sobre lo que se ha hecho, lo que se está haciendo y en los vacíos de información que existen para definir pautas
e indicadores sobre el manejo y conservación de tiburones. El taller contó con el apoyo del Dr. Julio Lamilla,
experto condrictiólogo chileno, que en representación del grupo del Plan de Acción de Tiburones para Chile y
delegado del Shark Specialist Group, compartió sus conocimientos y experiencias. El evento representa un alto
en el camino, ya que por primera vez investigadores y estudiantes discuten sobre un tema de preocupación común:
“la conservación de los tiburones en Costa Rica”. Se ha marcado un hito en las fronteras del conocimiento sobre los
recursos ictiológicos, sobre todo porque en este campo hay una certeza taxonómica de los sujetos de explotación,
sin embargo prevalece un mar de incertidumbre sobre aspectos básicos de historia de vida, especialmente con
parámetros relacionados con fecundidad, reproducción, crecimiento, demografía y expectativa de vida, entre otros.
Evidentemente hay un gran compromiso por ampliar las fronteras del conocimiento, no solo
porque cualquier decisión que se tome necesita de un sustento biológico, económico y social, sino porque
mientras discutimos qué hacer, en nuestros territorios marinos todos los días mueren tiburones. Estamos
obligados a luchar por la sobrevivencia de este grupo de animales, las futuras generaciones así lo demandan.
José Rodrigo Rojas M.
Marzo, 2006
I. Araya, Hubert. Análisis de la Pesquería del Tiburón en el Pacifico de Costa Rica. .......................
5
II. Arauz, Randall & Antoniou, Alex. Preliminary Results: Movements of scalloped
hammerhead sharks (Sphyrna lewini) tagged in Cocos Island National Park,
Costa Rica, 2005..............................................................................................................................
8
III. Arauz, Randall; López, Andrés; Ballestero, Jorge & Bolaños, Allan.
Estimación de la abundancia relativa de tiburones en la Zona Económica Exclusiva
de Costa Rica a partir de observadores a bordo de la flota de palangre de Playas del Coco,
Guanacaste, Costa Rica. ................................................................................................................. 10
IV. Brizuela, Elda. Pasaje Libre: Investigación, Educación y Desarrollo Sostenible en
el Lago Cocibolca, Río San Juan y el Mar Caribe. ......................................................................... 13
V. Kohin, Suzanne; Arauz, Randall; Holts, David & Vetter, Russ.
Preliminary Results: Behavior and habitat preferences of silky sharks
(Carcharhinus falciformis) and a big eye threser shark (Alopias superciliosus)
tagged in the Eastern Tropical Pacific............................................................................................. 17
VI. Lamilla, Julio. Diagnosis de la biología reproductiva de las especies de
condrictios chilenos en relación con la Pesquería........................................................................... 20
ÍNDICE DE CONTENIDOS
VII. Pochet, Germán. Algunos aspectos legales sobre la pesca del tiburón en Costa Rica................... 26
VIII. Rojas, José Rodrigo.Reproducción y alimentación del tiburón enano Mustelus dorsalis
(Pisces: Triakidae) en el Golfo de Nicoya, Costa Rica: Elementos para un manejo sostenible. .... 29
IX. Sánchez, Fabián. Uso de microsatélites para estimar la variabilidad genética en dos especies de tiburón de interés comercial para Costa Rica, silky (Carcharhinus falciformis)
y punta negra (C. limbatus)............................................................................................................. 33
X. Alvaro Segura & Carlos Rojas. El aporte del sistema de Regencias Pesqueras al
ordenamiento de los desembarques de tiburón en Costa Rica. ...................................................... 36
XI. Zanella, Ilena. Biología reproductiva y alimentaria del tiburón martillo Sphyrna lewini, en zonas de explotación del litoral Pacífico de Costa Rica............................................................. 41
Proyecto de Tesis de Maestría
Análisis de la Pesquería del Tiburón en el Pacifico de Costa Rica
Hubert Araya
Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura
arayahubert@yahoo.com
INTRODUCCIÓN
Dado el valor comercial de los tiburones, en el pasado se han realizado intentos por “evaluar” las
abundancias de sus poblaciones y definir planes de manejo a fin de asegurar los volúmenes de
capturas y las ganancias generadas por su explotación. La mayoría de estos intentos han fracasado a nivel
mundial porque los especialistas han aplicado técnicas y herramientas de evaluación de poblaciones pesqueras
diseñadas para las poblaciones de los peces óseos. Hoy es precisamente la biología de los tiburones la que nos
puede orientar hacia qué modelo de evaluación y manejo pesquero debemos desarrollar (Castillo-Géniz, 2003).
La información mencionada en conjunto con la existente en las referencias bibliográficas (como Fisher
et al, 1995; Compagno, 1984; Bonfil, 1994; Márquez-Farias, 2003), sobre aspectos biológico pesqueros de las
principales especies de tiburones explotadas en el Océano Pacifico Oriental y otros trabajos relacionados con la
pesca de tiburones en Costa Rica (Porras et al; 1983; Bonilla, 2002; Rojas et al; 1999), son esenciales para
la elaboración de una propuesta de manejo y conservación de los tiburones. En este sentido, en el presente
trabajo se examina el proceso histórico y factores que han determinado el desarrollo y situación actual de
la pesquería de tiburones en el Pacífico de Costa Rica, en cuanto a embarcaciones, artes de pesca, el análisis
histórico, los procesos de transformación tecnológica, el estado y situación de la pesquería de tiburones y la
legislación existente a nivel nacional y mundial. Con el propósito de proponer un plan de manejo que
permita un aprovechamiento sostenible y que promueva el mantenimiento de la cantidad, calidad, diversidad y
disponibilidad económica del recurso tiburón en el Pacifico costarricense.
Objetivo general:
Análisis de la pesquería de tiburón por grupo comercial, en el Pacifico Costarricense en el periodo
de 1993 al 2002, como instrumento para proponer un plan de manejo que garantice la conservación y uso
sustentable de las poblaciones de tiburón, así como la recuperación de estas. Objetivos específicos:
•
Establecer la descripción y caracterización de la flota pesquera artesanal media dedicada
a la captura del tiburón.
•
Determinar y evaluar para cada una de las flotas; las capturas, el esfuerzo pesquero,
su distribución espacial y las zonas de captura de tiburón más relevantes.
•
Establecer medidas de manejo de las pesquerías de tiburón a escala nacional.
METODOLOGÍA
Para este estudio se analizarán las estadísticas, comprendidas entre los años 1993 y 2002, de los
desembarques de las embarcaciones de pesca artesanal media, que pescan tiburón con línea en el
Pacifico Costarricense y en aguas internacionales en el Océano Pacifico Oriental Tropical. Para el análisis de
información de los datos de captura, esfuerzo y características de la flota se utilizaran los programas MS Excel y
Access versión 2003 y el programa SPSS 11.5 para el análisis estadístico de la información. Los datos a analizar
corresponden a reportes de captura en formularios que fueron diseñados por el Instituto de Pesca y Acuicultura
(INCOPESCA) e incluyen información relacionada con las actividades de pesca correspondiente a cada viaje
en los que se considera: a) fecha y numero de formulario, b) nombre del lugar de desembarque, c) nombre del
recibidor, d) nombre de la embarcación, e) arte, días de pesca y lugar de pesca, f) detalle de la captura por grupos
comerciales. Los formularios de los reportes de captura de cada puesto de acopio ubicados en litoral Pacifico
Costarricense, son recolectados mensualmente por funcionarios del Departamento de Estadísticas Pesqueras del
INCOPESCA. Los reportes de captura son procesados mensualmente mediante el programa llamado ICODMAD
(base de datos específico INCOPESCA) y se genera una base de datos con la siguiente información:
1) numero de factura, 2) fecha del desembarque, 3) código de puesto, 4) código de barco, 5) región de pesca,
6) nombre de la embarcación, 7) código del lugar de pesca, 8) lugar de pesca, 9) arte, 10) esfuerzo de pesca en
días, 11) concepto o grupo comercial, 12) kilogramos y valor.
Con respecto a los grupos comerciales de tiburones que se desembarcan en el Pacifico de Costa Rica,
se utilizará la información publicada (Porras et al; 1993, Bonilla, 2002) y las claves taxonómicas de Compagno
(1984) y Fisher et al; (1995). En cuanto a la composición de las capturas, los desembarques de tiburón se
componen de grupos comerciales que son: posta, cazón o bolillo, mako, “thresher”, cornuda, tiburón gris,
tiburón azul, tiburón aleta blanca, tiburón aleta negra y aleta. De la información de los desembarques realizados
por la flota palangrera (línea), se obtiene la información que permite conocer el comportamiento de la captura
total y de los principales grupos comerciales de tiburón, por año durante el periodo de estudio, capturados con
línea, principal arte que se usa para la pesca de tiburón. Se establecerá una relación entre las capturas totales
de cada uno de los grupos comerciales de tiburón con cada una de las regiones de pesca para determinar las
regiones de mayor abundancia y la distribución durante el periodo de estudio.
Sobre la flota Pesquera Artesanal Media, INCOPESCA cuenta con un registro de las embarcaciones
en una base de datos hecha en lenguaje de programación Dbase, que contiene la siguiente información: dueño
de la embarcación, nombre de la embarcación, numero de registro de capitanía, tipo de embarcación, millas de
desplazamiento, material de construcción, año de construcción, eslora, manga, puntal, tonelaje neto, tonelaje
bruto capacidad de nevera, potencia motor, tipo de enfriamiento, tipo de combustible, tipo de flota, autonomía,
fecha emisión y fecha de vencimiento de la licencia. Esta información permite estudiar, caracterizar y
determinar la evolución la flota en cuanto a desarrollo tecnológico y políticas pesqueras.
Relacionado con la flota Artesanal Media, está conformada por aproximadamente 330 embarcaciones
construidas de acero y fibra de vidrio, su eslora (longitud) varía entre 10 y 13 metros, poseen una capacidad
de bodega que oscila entre 1 y 6 toneladas. Los tanques de combustible tienen una moderada capacidad, la
cual no supera los 600 galones y están propulsadas por motores centro, cuya potencia varía entre 30 y 120 HP. El palangre acarreado a bordo tiene una longitud de hasta 30 millas, para una capacidad de un máximo de
600 anzuelos. La limitada autonomía de este tipo de embarcaciones, no les permite alejarse con seguridad
hasta las 100 millas de la costa; aunque la autonomía autorizada en la matricula de pesca es hasta 40 millas.
Por lo general, efectúan viajes de pesca de dos semanas de duración. A pesar de lo anterior, la necesidad de
trasladarse hasta zonas de pesca muy alejadas de la costa (800 millas), ha provocado que muchas embarcaciones
artesanales medias, tengan que transportar en su cubierta de trabajo, combustible extra en estañones, lo cual es
un gran riesgo, para la estabilidad de la embarcación y por consiguiente para la seguridad de la tripulación.
Sobre los sistemas de pesca empleados, la flota artesanal costarricense para la pesca de tiburones,
es el palangre, el cual es un sistema pasivo-selectivo de captura, que basa su accionar en el tamaño del
anzuelo utilizado y principalmente en la carnada o cebo empleado. Este arte de pesca, no causa daño al
sistema ecológico y permite capturar vivo al espécimen, por lo tanto todas aquellas especies que no estén dentro
del objetivo de captura, pueden ser devueltas íntegramente a su medio natural. De esta manera, se garantiza
una máxima utilización del producto capturado, obteniéndose de esta forma una óptima calidad, hecho que
repercutirá positivamente en la posterior comercialización de los mismos. Mediante la aplicación de una
encuesta, se logrará información sobre los artes y aparejos de pesca empleados, sistemas de pesca,
características de lasembarcaciones y en general de la evolución de la actividad durante el periodo de estudio.
Finalmente sobre la legislación pesquera, se revisará toda la legislación existente; convenios
internacionales leyes y decretos relacionados con pesquería de tiburón con el propósito de formular opciones
de conservación y manejo en el caso de la pesquería de tiburones en el Pacifico de Costa Rica y la realizada en
aguas internacionales por la flota de pesca artesanal nacional.
BIBLIOGRAFÍA
Bonfil, R.S. 1994. Ovewiew of world elasmobranchs fisheries. FAO Fish. Tech. Paper No. 341, 119pp.
Bonilla, R. 2002. Análisis de Series de Tiempo con modelos de Box y Jenkins para los Desembarques de
Tiburón en el Litoral Pacífico Costarricense Flota Artesanal 1988-1997 Tesis. Ciudad Universitaria
“Rodrigo Facio”, Costa Rica Noviembre, 2002.
Castillo-Géniz, J.L., J.F. Márquez-Farías, M.C. Rodríguez de la Cruz, E. Cortés & A. Cid del Prado.1998.
The Mexican artsanal shark fishery in the Gulf of Mexico: toward a regulated fishery. Aust. J. Mar.
Freshwater Res. 49: 611-620.
Compagno, L.J.V. 1984. FAO Species Catalogue: Vol. 4, Part 2 Sharks of the World: An Annotated
and Illustrated Catalogue of Shark Species Known to Date, FAO, Roma, Italia.
Fisher, W., Krupp, F., Schneider,W., Sommer, C., Carpenter K. E. & V. H., Niem. Guía FAO para
la identificación de especies para los fines de la pesca. Pacífico Centro Oriental. Volumen 2. Roma FAO.1995. 555p.
Márquez-Farias, J. F. 2003. Aspectos fundamentales de la biología de los tiburones y su papel para
la conservación y administración Pesquera. Documento de Trabajo IIRT-OLDEPESCA-001 II
Reunión Técnica Sobre Instrumentos Internacionales de Pesca Guatemala, 28-29 de agosto de 2003.
Porras,
O; A. Seko & K. Miyamoto. 1993. Extracción Científica y Comercialización de las Especies
Pelágicas existentes en la Zona Económica Exclusiva del Pacífico Costarricense.
Universidad de Costa Rica Sede del Pacífico.
Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas. San Ramón, Alajuela Costa Rica. 217 p.
Rojas, R.; J. Campos; M. Mug & A. Segura. 1999. Diagnóstico de la Pesca de Tiburón en Centroamérica. En Memorias XX Años de Investigación: Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología CIMAR 1979-1999. Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica.
Preliminary Results: Movements of scalloped hammerhead sharks
(Sphyrna lewini) tagged in Cocos Island National Park,
Costa Rica, 2005.
Randall Arauz1 & Alex Antoniou2
Programa Restauración de Tortugas Marinas PRETOMA,
San José, Costa Rica rarauz@tortugamarina.org
2
Shark Research Institute SRI, USA. antoniou@sharks.org
1
INTRODUCTION
Cocos Island National Park, is located 550 km Southwest off the Pacific coast of Costa Rica.
The underwater world of the national park has become famous due to the presence of large pelagic species such
as sharks, rays, tuna and dolphins, highlighting its role as a sanctuary for highly migratory species threatened
by fisheries. In spite of a 12 mile “no take” zone established in the waters surrounding Cocos Island, shark
populations have continued to decline, in particular the scalloped hammerhead (Sphyrna lewini) by 71%
(Myers et al, 2004). How can conservation be improved? Should the “no take” zone be extended beyond 12 miles?
Are these sharks interacting with sharks from the mainland, or with sharks from other oceanic islands of the region?
Information on movements of emblematic species such as scalloped hammerheads in Cocos Island, and possible
connectivity with other marine protected areas in the region is crucial for the establishment of efficient shark
conservation policy.
METHODS
Ten scalloped hammerhead sharks were tagged with VEMCO V16 Coded Multi-Purpose Transmitters,
from July 25 to September 28 of 2005. Tags were attached directly to the base of the dorsal fin of free swimming sharks exhibiting schooling behavior, by means of a stainless steel tag anchor and a monofilament tether
at the end of a pole spear. The rebreather SCUBA gear was used to minimize the disturbance to the sharks thus
allowing the researcher to get closer to the animals.
Two VR2 Automated Receivers, which can identify individual acoustic transmissions from the V16s at a
distance of 500 meters were deployed on July 19 and 22 of 2005, at sites known as Roca Sucia (Dirty Rock)
(20 m) and Bajo Aclyon (35 m), respectively (Figure 1), where schooling behavior is common. Data was
downloaded from the VR2s on December 11 (Roca Sucia) and December 12 (Bajo Alcyon) of 2005.
RESULTS
Two tags were lost under different circumstances (4 and 6). The eight other tags provided information
for periods ranging from 3 to 28 days. Five sharks were successfully tagged at Bajo Alcyon on July 25, one
shark was tagged at Roca Sucia on August 17, and two were tagged near Isla Manuelita, on September 9 and 28.
All eight sharks were recorded at either of the receiver sites (Roca Sucia or Bajo Alcyon) one or two days after
tagging date. In general, the sharks´ presence is first recorded in the morning, from 7:00 am to 8:00 am, each shark
staying within range of the VR2 for a period of time ranging from 15 minutes to five hours (receiver hits at least
every 3 minutes), a time lapse which will be referred to as a “session” in a particular site. In some cases, sharks
may return during the afternoon for a second session which may also last for a period of time ranging from 15
minutes to 5 hours. When afternoon sessions occur, sharks tend to leave range of the VR2s by 4:00 or 5:00 pm,
although one shark (7) tended to show up late in the afternoon, 5:30 – 6:00 pm, and didn’t leave range until 7:30
- 8:00 pm. The five sharks tagged at Bajo Alcyon didn’t report acoustic transmissions at Roca Sucia, nor did the
Roca Sucia tagged shark report acoustic transmissions at Bajo Alcyon. However, the two Manuelita tagged
sharks did demonstrate more mobility. One of them (10) was recorded at Roca Sucia during 4 different sessions
in a 22 day period. The other shark (9) was recorded the day after tagging at Bajo Alcyon, where its presence
was recorded during two consecutive sessions in two days. After a period of 6 days without records, the shark
was recorded at Roca Sucia during 4 sessions in a period of 8 days. The day after the last record in Roca Sucia,
the shark was recorded at Bajo Alcyon during 4 sessions in 7 days.
Table 1. Scalloped hammerhead sharks tagged in
Cocos Island, July-September, 2005.
Figure 1. VR2 deployment sites Roca Sucia and Bajo
Alcyon, including Isla Manuelita. July – September, 2005
DISCUSSION
VEMCO V16 Coded Multi-Purpose Transmitters and VR2 Automated Receivers are effective for
studying movements of hammerhead sharks in the waters surrounding Cocos Island. Tagged sharks were
recorded within one or two days at VR2 Receiver sites, indicating the stress of the procedure is minimal.
Tagged sharks move about the different schooling sites, yet more information is needed to determine if these
movements are independent or not from the schooling group. Scalloped hammerhead sharks tagged in Cocos
Island exhibit the same uniform behavior of scalloped hammerhead sharks tagged in El Bajo Espíritu Santo,
Gulf of California, Mexico, where sharks make their appearance at schooling sites during hours of the morning
between 6:00 and 8:00 pm and leave between 4:00 and 7:00 pm (Klimley et al, 2005). At the
moment, the fate of all 8 tagged sharks is uncertain. The sharks may be out of range of the VR2s yet still
within the waters of Cocos Island, or they may have migrated to other oceanic islands where scalloped
hammerhead schooling behavior occurs. A next expedition is planned to Cocos Island in July of 2006, to tag 20
more sharks, and deploy two more receivers around the Island. Data from the VR2s will also be downloaded
at this time to determine whether the sharks tagged from the previous year are still in the area. Night time
movements of sharks will be tracked with a VR 100 Manual Tracking Acoustic Receiver and a VH 110
directional hydrophone, crucial information to justify the expansion of the no take zone beyond 12 miles, as
the sharks of Bajo Espíritu Santo travel distances of up to 20 km from their schooling sites to feed on squid
in deeper waters (Klimley et al, 2005). Furthermore, close contact has been established with researchers
in Malpelo Island (Colombia), who will initiate a tagging project with scalloped hammerhead sharks using
similar technology, so as to guarantee an efficient exchange of information if any sharks overlap the study sites.
ACKNOWLEDGEMENTS
We would like to express our gratitude to the Undersea Hunter crew, especially Cristiano Paoli for his
expert SCUBA diving advice and shark tagging assistance.
BIBLIOGRAPHY
Klimley, A. P., J. Richert & S. J. Jorgensen. 2005. The Home of Blue Water Fish. American Scientist, Vol 93. Jan-February. Pgs 42-49.
Myers, M.C., C. Vaughan, O. Bin, S. Polasky, & A. Klampfer. 2005. Trends in shark and ray abundance in the Cocos Island Marine Conservation Area, Costa Rica. International Conference for the Conservation and Management of Wildlife. Feb. 21-25, Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.
Estimación de la abundancia relativa de tiburones en la Zona Económica
Exclusiva de Costa Rica a partir de observadores a bordo de la flota de
palangre de Playas del Coco, Guanacaste, Costa Rica
Randall Arauz1, Andrés López1, Jorge Ballestero1 & Allan Bolaños1.
Programa Restauración de Tortugas Marinas PRETOMA, San José, Costa Rica.
rarauz@tortugamarina.org; titolop@yahoo.es; balles@tortugamarina.org; tortugamop@yahoo.com
1
INTRODUCCIÓN
La sobre explotación y agotamiento de los recursos pesqueros costeros en el Pacífico costarricense,
evidente desde fines de los años 70, fomentó el desarrollo de una pesquería de palangre en aguas pelágicas
a inicios de los 80, cuya flota actualmente suma más de 600 embarcaciones. El objetivo de esta pesquería
son los grandes peces pelágicos como los atunes (Thunidae), los picudos (Xiphidae, Istiophoridae), el dorado
(Coryphaena hipurus) y los tiburones (Carcharhinidae, Sphrynidae, Alopiidae, Lamniidae). Actualmente, existe una alarma por el estado global de los grandes depredadores marinos cuyas
poblaciones se han visto reducidas un 90% durante los últimos 50 años (Myers and Worm, 2003). El
manejo apropiado de los recursos pesqueros depende del conocimiento que tengamos sobre los niveles de
explotación actuales y pasados, así como el impacto de esta explotación sobre poblaciones actuales y pasadas de
peces. Este trabajo realiza una comparación entre la abundancia relativa de tiburones en la pesquería de dorado
de Costa Rica, basada sobre dos programas de observadores, entre 1999-2000 y entre 2002-2003, a bordo de
embarcaciones de mediana escala de Playas del Coco, Guanacaste, y una investigación de prospección de la
Universidad de Costa Rica entre 1991 y 1992. Se presentan adicionalmente datos históricos de la pesquería de
palangre en la ZEE de Costa Rica (1955-1956) así como una serie de datos más reciente (2003-2005).
METODOLOGÍA
Para estandarizar la Captura por Unidad de Esfuerzo CPUE, se estima el número de individuos
capturados por anzuelo por hora, un cálculo posible si se conoce certeramente el número de tiburones capturados
por lance, y las horas en las cuáles el primer y último anzuelo del calado tocaron agua, y las horas en la cuáles el
primer y último anzuelo del virado fueron sacados del agua. Se estimó luego la probabilidad de que un anzuelo
capturara un tiburón, a partir de la proporción de anzuelos que capturaron tiburones con respecto al número
total de anzuelos por unidad de esfuerzo. Para realizar este análisis, todos los tiburones fueron agrupados y su
captura se analizó con respecto al tiempo. No fue posible realizar este tipo de análisis con los datos
históricos (por falta de información) ni con los datos más recientes (análisis pendiente), por lo que se realiza otra
comparación con la CPUE expresada como número de individuos por mil anzuelos.
RESULTADOS
La Figura 1 muestra la localización de las faenas de pesca. Las figuras 2 y 3 muestran la
CPUE estandarizada de todos los tiburones por viaje de pesca, asi como un gráfico con los datos
resumidos. La gran variabilidad de datos impide el cálculo de significancia entre las tendencias al realizar
comparaciones estadísticas. Cuando se analiza la probabilidad de captura, el descenso es dramático (58%)
y significativo ( = 0.05, con valores de p esencialmente cero) entre las series 1991-1992 y 1999-2000. La
probabilidad de captura no cambia entre 1999-2000 y 2002-2003 (Figura 2). El Cuadro 1 compara los datos históricos de pesca en la ZEE de Costa Rica, los datos presentados en este informe, y un última serie de
datos recopilados entre 2003-2005, con la CPUE expresada como # de tiburones capturados por mil anzuelos.
10
Figura 1. Localización de las faenas de pesca.
Figura 2. CPUE estandarizada de tiburones por viaje de pesca.
Figura 3. Probabilidad de captura promedio
durante tres periodos de estudio.
DISCUSIÓN
El cálculo estandarizado de CPUE expresado como número de individuos por anzuelo por hora
provee una estimación más precisa que el número de individuos por cada mil anzuelos, un dato popularmente
utilizado, pues a través de los años con la merma en la pesca los pescadores tienden a dejar sus líneas más tiempo
en el agua Los resultados demuestran claramente que las poblaciones de tiburones en la ZEE de Costa Rica
han disminuido a niveles alarmantes. El hecho de que la probabilidad de que un anzuelo capturara un tiburón
no continuara una tendencia negativa entre las series 2002-2003 y 2003-2005, sugiere que las poblaciones de
tiburones en Costa Rica han tocado fondo. Así mismo, la comparación de información histórica y actual de
CPUE expresada como # de individuos capturados por mil anzuelos demuestra una tendencia hacia la reducción
11
en la captura de tiburones en todos los ámbitos, con excepción de la última serie. Datos recopilados durante
la temporada 2006-2007 demostrarán si se trata de una tendencia. Los tiburones son altamente migratorios,
y obviamente cualquier acción sin visión regional tendrá alcances limitados, especialmente considerando las
pesquerías a gran escala que ocurren actualmente en Pacífico Oriental Tropical por flotas de bandera
internacional cuyo objetivo son los tiburones para el comercio de aletas de tiburón.
Cuadro 1. Recopilación de CPUE de tiburones (indiv/1000
anzuelos) históricas y actuales en la ZEE de Costa Rica.
AGRADECIMIENTOS
Desde 1999, las observaciones a bordo de embarcaciones comerciales ha sido gracias a la colaboración
financiera de las siguientes organizaciones: Turtle Island Restoration Network, Fundación AVINA (Suiza),
Whitley Fund for Nature (Reino Unido) y WildAid (EEUU). Este trabajo no hubiera sido posible sin la
colaboración sincera y abierta de la flota palangrera de Playas del Coco, Guanacaste, en particular la
compañía Papagayo Seafood, S.A.
BIBLIOGRAFÍA
Arauz, R.; Y. Cohen, J. Ballestero, A. Bolaños, M. Pérez. 2004. Decline of Shark Populations in theExclusive Economic Zone of Costa Rica. International Symposium on Marine Biological Indicators for Fisheries Management. UNESCO, FAO. Paris, France. March, 2004.
Mais, K.F., and T. Jow. 1960. Exploratory Longline Fishing for Pacific Tunas in the Eastern Trop Pacific, September, 1955 to March, 1956. Calif. Fish Game, 46 (2): 117-150.
Myers, R., B. Worm. 2003. Rapid worldwide depletion of predatory fish communities. Nature. Vol 423.
pgs 280-283.
Porras, O., Seko, A., y Miyamoto, K. 1993. Extracción científica y comercialización de las especies pelágicas existentes en la zona económica exclusiva del Pacífico de Costa Rica. Universidad de Costa Rica. Sede del Pacífico. Imprenta Acosta.
Wilson, R.C., and B. Shimada. 1955. Tuna Longlining: Results of a Cruise to the Eastern Tropical Pacific. Calif. Fish Game, 41 (1): 91-98.
12
Pasaje Libre:
Investigación, Educación y Desarrollo Sostenible en el
Lago Cocibolca, Río San Juan y el Mar Caribe
Elda Brizuela
AGUA Media & Exhibits International/Asociacion TerraNostra – COSTA RICA
elda@aguamediaexhibits.com
INTRODUCCIÓN
El tiburón toro (Charcarhinus leucas) y el pez sierra (Pristis perotetti y Pristis pectinata) son las dos
especies más grandes de peces encontradas en el sistema del Lago Cocibolca (Nicaragua) y el Río San Juan:
el tiburón toro alcanza tamaños de 3 a 6.4 metros y el pez sierra de 5.5 a 7 metros. Cuantiosas poblaciones se
encontraban en este sistema en la década de los años 60 cuando el Dr. Thomas B. Thorson de la Universidad de
Nebraska y el Padre Ignacio Astorqui, jesuita del Colegio Centro América, reportaron su presencia y estudiaron
sus patrones migratorios y biología. Décadas de irrestricta pesca ha reducido estas poblaciones a niveles de casi
total extinción. Pequeños y juveniles tiburones toro se encuentran aún frecuentemente en las aguas salobres y
dulces cerca de la boca del Río San Juan (Nicaragua) y del Río Colorado (Costa Rica) a pesar de la indiscriminada captura y práctica del aleteo de los tiburones adultos. Pero el actual status de las poblaciones del tiburón
toro y el pez sierra en la parte alta del Río San Juan y el Lago Cocibolca (Nicaragua), es aún desconocido.
El pez sierra está más en peligro en el Caribe que el tiburón toro, por lo cual amerita cualquier esfuerzo
por su conservación en el sistema del Río San Juan y el Lago Cocibolca, si se logra determinar que quedan
suficientes poblaciones locales. El tiburón toro no está en la misma precaria condición del pez sierra, en
parte por su rango de distribución, pero es fuertemente perseguido en muchas pescas por sus aletas y su carne,
y también ha sido casi extirpado del Río San Juan y el Lago Cocibolca. Los esfuerzos y medidas que se
tomen para restaurar la población del Tiburón toro en este único y complejo sistema acuático, serían
exactamente las mismas que se necesitarían para restaurar la del pez sierra (de nuevo, si aún existen en el área).
La migración de estas especies por la cuenca transfronteriza del Río San Juan y el Lago Cocibolca, es
un importante indicador de la salud de este ecosistema; su casi desaparición y el impacto en la ecología de este
sistema ha convertido al tiburón toro, en particular, como la especie bandera y símbolo de la iniciativa Pasaje
Libre.
“No hay más duda de que el Río San Juan provee a los tiburones de un pasaje
libre en ambas direcciones y en su total extensión, probablemente durante todo el año,
aunque períodos inusuales de aguas muy bajas, pueden detener
considerablemente estos movimientos.”
~ Thomas B. Thorson, Ph.D. June, 1971 ~
Pasaje Libre es un proyecto ecoregional concebido e iniciado formalmente en 1998 por la investigadora
conservacionista y cineasta costarricense Elda Brizuela. La iniciativa, netamente participativa desde su base y
origen, se centra en el estudio, restauración, educación y protección de la excepcional migración del tiburón toro
(Carcharhinus leucas) del Mar Caribe hasta el Lago de Cocibolca (Nicaragua) por el Río San Juan, corredor
natural y frontera política entre Costa Rica y Nicaragua.
13
Este proyecto ha ido evolucionando significativamente hacia una iniciativa integrada de ciencia,
educación, comunicación y conservación que procura aumentar el conocimiento y generar cambios positivos
de actitud en cuanto al uso y manejo sostenible del recurso del agua, en una región neotropical que alberga
valiosos tesoros naturales, históricos y humanos.
Desde sus inicios, el proyecto Pasaje Libre ha generado mucho interés, inspirado estudiantes,
artistas, conservacionistas, científicos y políticos, y ha atraído a varias organizaciones, medios de comunicación,
empresarios y especialistas, nacionales e internacionales. Cuenta con la venia, respaldo y apoyo de los
Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua, universidades locales, el Centro Científico Tropical, la Organización de
Estados Americanos (OEA), NOAA y la National Geographic Society, entre otros. El tiburón toro es la especie
emblemática de la iniciativa Pasaje Libre por ser un importante indicador de la salud de los sistemas de agua dulce
y marinos presentes en esta cuenca. Esta carismática y malentendida especie, sirve también como símbolo de paz
que puede invitar a la reflexión y al diálogo, y a propiciar incluso mitigación y resolución de conflictos entre dos
países hermanos que han sido divididos por una frontera trazada a lo largo de un sistema hidrológico compartido.
“Las cuencas compartidas y los ríos que sirven de frontera
son hoy ‘un factor de integración’de América Latina,
que superó un pasado de disputas.”
~ Raymundo Garrido, Presidente Red Interamericana de Recursos Hídricos, Brasil ~
OBJETIVOS:
Al presente (enero 2006), la iniciativa Pasaje Libre busca:
14
•
Incrementar la participación de científicos en el campo para la recolección y utilización de datos de comportamiento, poblaciones y patrones de movimiento de los tiburones toro y otras especies asociadas a lo largo de la cuenca, así como para las actividades de monitoreo y seguimiento remoto propuestas por Pasaje Libre. Existe un potencial importante para el desarrollo de investigaciones multidisciplinarias que pueden llevarse a cabo en colaboración con diversos socios y aliados estratégicos nacionales e
internacionales.
•
Fortalecer y consolidar las relaciones con actores y socios ya identificados que participan y apoyan Pasaje Libre en Nicaragua, Costa Rica y otros países.
•
Formalizar entre todos una red de diálogo, diseño, intercambio de información y trabajo conjunto que permita también integrar Pasaje Libre a otras iniciativas en la cuenca Cocibolca-San Juan-Caribe y en Mesoamérica.
•
Desarrollar conjuntamente acuerdos, documentos y herramientas necesarias para involucrar más a las comunidades de la cuenca y asegurar recursos técnicos y financieros requeridos para las siguientes etapas del proyecto.
Tiburón Toro / Bull Shark:
Taxonomía:
Orden: Carcharhiniformes
Familia: Carcharhinidae
Género: Carcharhinus
Especie: leucas
Descripción:
Los tiburones toro tienen un cuerpo robusto y cabeza redondeada. Sus ojos son relativamente pequeños
lo cual sugiere que su visión no sea tan importante como instrumento de caza en esta especie, la cual ocurre
en aguas turbias. Es común que entren a bahías, esteros, lagunas y ríos; es la única especie de tiburones que
ocurre en agua dulce, la cual aparentemente pasa largos períodos en este ambiente. Sí hay evidencia de que
paren en agua dulce, pero no tan regularmente como lo hacen en hábitats estuarinos y marinos. De acuerdo con
el International Shark Attack File (ISAF), los tiburones toro han sido responsables por lo menos de 69 ataques
a humanos reportados alrededor del mundo, 17 de los cuales fueron fatales. Esta especie es considerada por
muchos expertos como la más agresiva y peligrosa en el mundo. Su gran tamaño, ocurrencia en aguas dulces
y su abundancia en proximidad a numerosas poblaciones humanas en los trópicos, hacen del Tiburón toro una
especie de mayor amenaza y peligro que el tiburón blanco y el tigre.
Conservación:
Aún cuando el tiburón toro no es una especie buscada y valorada comercialmente, sí es capturada
en pescas alrededor del mundo. Debido a su historia natural y a los requerimientos ambientales que los
lleva a encuentros cercanos con poblaciones humanas, potencialmente este animal puede ser severamente
impactado por las actividades humanas en lugares costeros estuarinos y dentro de los ríos. Es necesario
conducir más investigación en esta especie de tiburones para que su importancia biológica, ecológica y pesquera sea
mejor comprendida. El Tiburón toro está actualmente enlistado por la IUCN como “Casi Amenazado”
(Near Threatened) pues aún no completa el criterio para que sea considerado como más en peligro o vulnerable.
Pez Sierra / Sawfish (dos especies):
Taxonomía: Orden: Pristiformes, Familia: Pristidae, Género: Pristis, Especies: P. pectinata (Sierra pequeña)
y P. perotetti (Sierra grande).
Descripción: Muy poco se sabe de la historia natural de los pez sierra, especialmente en agua dulce, con excepción del
trabajo que el Dr. Thorson realizó en el Lago Cocibolca y el Río San Juan. De acuerdo con estos estudios, el pez
sierra vive aproximadamente 30 años y alcanzan su madurez aproximadamente a los 10 años. Se caracterizan
por la presencia de una sierra (peine) o extensión dentada a ambos lados de 23 –24 dientes que alarga su boca y
con la cual inmoviliza a su presa. Son animales muy letárgicos y pasan gran parte del día anidados en el suelo
fangoso del mar y los ríos a poca profundidad. Es muy probable que estos animales requieran de una variedad
de hábitats y niveles de salinidad para completar sus ciclos de vida, factor que complica la conservación de sus
espacios acuáticos y previene programas de cría en cautiverio en los acuarios.
Conservación:
El pez sierra está en la Lista Roja de CITES, Apéndice I. Muchas de las partes de estos peces han sido
comercializadas por siglos, antes de monitorear y regular su existencia. El “peine” del pez sierra se considera
un trofeo y se vende como curiosidad a los turistas en muchos sitios alrededor del mundo. Las siete especies de
pez sierra (Pristiformes) en el mundo están tan severamente depredadas y en tan serio problema que cualquier
nivel de comercialización en los mercados asiáticos principalmente de la aleta, piel, aceite y carne para uso medicinal, cosmético y de consumo como sopa de aleta, lubricante y jabón, ya no es sostenible. Debido a su baja
importancia comercial con relación a otras especies de peces marinas, se carecen de datos cuantitativos de su
comercialización.
15
BIBLIOGRAFÍA
Brizuela, E., Castro, J. 2004. Pasaje Libre: The Sharks of Lake Cocibolca scientific research study.
FMNH Ichthyology Department, Education, Biological Profile: Bull Shark, Pristiformes (P. pectinata y P. perotteti).
McDavitt, Mathew 1995 - 2002: Sawfish sharks with swords. Website: http://members.aol.com/_ht_a/nokogiri/index.html.
Thorson, T.B. 1971. Movement of Bull Sharks, Carcharhinus leucas between Caribbean Sea and Lake
Nicaragua demonstrated by Tagging, Copeia.
Thorson, T.B. 1976. Investigations of the Ichtyofauna of Lake Nicaragua, Ed. School of Life Sciences,
University of Nebraska-Lincoln.
Thorson, T.B. 1976. The Status of Lake Nicaragua Shark: Un Updated Appraisal, Ed. School of Life Sciences,
University of Nebraska-Lincoln.
Thorson, T.B. 1982. The impact of commercial exploitation on sawfish and shark populations in Lake Nicaragua. Fisheries 7(2): 2-10.
16
Preliminary Results: Behavior and habitat preferences of silky sharks
(Carcharhinus falciformis) and a big eye threser shark
(Alopias superciliosus) tagged in the Eastern Tropical Pacific
Suzanne Kohin1, Randall Arauz2, David Holts1, and Russ Vetter1.
Southwest Fisheries Science Center, NOAA, La Jolla, California.
2
Programa Restauración Tortugas Marinas PRETOMA, San José, Costa Rica
Suzanne.Kohin@noaa.gov; rarauz@tortugamarina.org; david.holts@noaa.gov; Russ.Vetter@noaa.gov
1
INTRODUCTION
Commercial exploitation has contributed to a decline in large predatory fish communities worldwide to
varying degrees depending on the level of fishing, oceanic conditions, and the life history of individual species
of concern (Burgess et al, 2005). Sharks in particular, are highly vulnerable to overfishing due to their life history characteristics (long lived, slow to mature, low fecundity). Pelagic sharks are commonly caught in the Eastern Tropical Pacific purse seine fisheries for tuna and in the longline fisheries for tuna (deep), swordfish (shallow)
and mahi mahi (shallow). Estimates of shark relative abundance from mahi mahi longline observer programs in
the EEZ of Costa Rica indicate a 60% decline in the probability of a hook catching a shark from 1991 to 2001
(Arauz et al., 2004). Little is known about the habitat preferences of the pelagic sharks taken incidentally in the
major fisheries of the ETP. Knowledge of their behaviors will facilitate developing effective management strategies.
METHODS
Nine sharks were tagged using Pop-off archival tags (PAT; model PAT4, Wildlife Computers): 7 silky sharks
(Carcharhinus falciformis), one bigeye thresher (Alopias superciliosus), and one scalloped hammerhead (Sphyrna
lewini). Of those, three silky sharks and one bigeye thresher were double tagged with a PAT and Smart Position Tag
(SPOT; model SPOT4, Wildlife Computers) mounted on the dorsal fin, and one bigeye thresher was tagged with a
SPOT tag only. All sharks were sexed, their fork length measured, and a DNA sample taken.
RESULTS
There was one post-hooking mortality (scalloped hammerhead), and one non-reporting PAT tag (silky).
PAT tags popped off of 6 silky sharks and 1 bigeye thresher after periods ranging from 42-88 days. SPOT tags
on 2 bigeye threshers transmitted for several months, although locations were not obtained. SPOT tags on the
3 silky sharks transmitted locations for 5-10 months. Two still transmit regularly (Fig 1). One animal traveled
from Costa Rican water northwest nearly 2500 km to the mouth of the Gulf of California and back in 10 months.
Figure 1. Pop off site locations for 6 silky sharks and one bigeye thresher, and SPOT tracks for 3 silky sharks
in the Eastern Tropical Pacific, Tagged March 2005
17
Silky sharks spend 99% of their time in the top 50 meters of the water column. In contrast, the bigeye
thresher spent considerable time in deeper waters diving to 300 meters repeatedly and spending nearly 30% of
its time below 30 meters. The bigeye thresher did most of its deep diving during daylight hours. At night, the
bigeye and silky sharks occupied similar depths (Fig 2).
Silky sharks prefer waters between 28 and 30°C where they spent over 55% of their time, followed by
waters between 26 and 28°C where they spent 25-30% of their time, with little difference between day and night.
The bigeye thresher preferred colder waters ranging from 11 to 18°C where it spent over 70% of its time during
the day. During the night, it spent more time in waters ranging from 24 to 30°C over 55% of its time (Fig 3).
Figure 2. Vertical movements of 6 Silky sharks and 1 bigeye thresher, tagged in the
Eastern Tropical Pacific, March 2005.
Figure 3. Temperature preference of 6 silky sharks and 1 bigeye thresher tagged in the Eastern
Tropical Pacific, March, 2005.
DISCUSSION The results demonstrate that PAT tags are effective tools for studying the behavior of pelagic sharks. SPOT tags are not effective on bigeye thresher sharks; they are not likely to spend enough time with their dorsal
fin above the surface. The bigeye thresher has a broad vertical niche during daylight hours which could bring
them in contact with deep set (tuna) longline gear, and a shallow niche at night where they could overlap with
shallow set (swordfish, mahi mahi) gear. The silky shark has a much narrower depth and temperature niche,
and would be vulnerable to the shallow set longline fisheries and purse seine fisheries targeting smaller tuna and
mahi mahi in the upper 50 meters. The SPOT tags demonstrate the migratory nature of the silky sharks and the
need to manage them on an international level, as the silky sharks tagged in this study ranged into the EEZs of
6 countries and beyond into international waters.
18
ACKNOWLEDGEMENTS
We would like to thank Papagallo Seafood S.A. of Playas del Coco, Costa Rica, for their support,
especially Captain Rafel Fallas Arias, better known as “Macho Espada” for catching the sharks and for his
enthusiasm to collaborate with research efforts.
BIBLIOGRAPHY
Arauz, R., Y. Cohen, J. Ballestero, A. Bolaños & M. Pérez. 2004. Decline of Shark Populations in the
Exclusive Economic Zone of Costa Rica. International Symposium on Marine Biological Indicators for Fisheries Management. UNESCO, FAO. Paris, France. March, 2004.
Burgess, G. H., L. R. Beerkircher, G. M. Cailliet, J K. Carlson, E. Cortés, K. J. Goldman, R. D. Grubbs, J. A. Musick, M. K. Musyl & C. A. Simpfendorfer. 2005. Is the collapse of shark populations in the North
west Atlantic Ocean and Gulf of Mexico real? Fisheries 30(10):19-26.
19
Diagnosis de la biología reproductiva de las especies de
condrictios chilenos en relación con la pesquería
Julio Lamilla G. Universidad Austral de Chile. Casilla 567, Valdivia. Chile.
jlamilla@uach.cl
INTRODUCCIÓN
Las pesquerías de condrictios fueron en el pasado fundamentalmente artesanales y locales. Sin embargo
el elevado precio de las aletas de tiburón y rayas ha proporcionado un incentivo a su captura. La pesquería
del pez espada (Xiphias gladius) y atunes (Thunnus sp.) mediante palangres produce una importante captura
de condrictios como “bycatch”, los cuales en su mayoría son descartados. Las pesquerías intensivas sobre
condrictios no son sostenibles; después de una explotación inicial exitosa viene una rápida disminución en las
tasas de captura, hasta su completo colapso.
Probablemente sean las adaptaciones reproductivas de los condrictios responsables de su éxito a pesar
de la intensa pesquería y la baja fecundidad que poseen. Estos presentan una estrategia reproductiva diferente
a la de los peces óseos: los huevos se fecundan internamente y se invierte más energía en producir menos crías
pero más protegidas.
METODOLOGIA
El objetivo de este estudio es mediante revisión bibliográfica establecer tanto la existencia de diferentes
modos reproductivos de las especies de peces cartilaginosos presentes en Chile, como de las ventajas relativas
de cada uno de estos modos en relación con la pesquería.
RESULTADOS
En el grupo, se distinguen diferentes modos reproductivos: Oviparidad en que se depositan los huevos
en cápsulas sobre el sustrato, en estos el desarrollo depende exclusivamente de las reservas de vitelo dentro
de los huevos. Sus variantes van desde la oviparía simple (Fam. Scyliorhinidae, Rajidae, Chimaeridae) a la
oviparía retenida o a la oviparía múltiple (Scyliorhinidae, Raja binoculata). Oviparía retenida: es un modo en
la cual una cápsula de huevo es retenida en el oviducto y el desarrollo se produce más lento. Los huevos son
depositados sobre el sustrato con los juveniles muy avanzados los que eclosionan en un corto tiempo, en
cambio, la oviparía múltiple: es una forma de oviparía retenida que existe en algunos Scyliorhinidae en los
cuales algunas cápsulas de huevos son acumuladas en los oviductos. Otra forma es la descrita para Raja
binoculata, esta especie es única en tener de 2-7 huevos encerrados en una sola cápsula (Zorzi, 1994).
Relativamente pocos ejemplos de oviparía retenida son conocidos, probablemente cerca del 1% de las
especies incluyendo Orectolóbidos y Carcharhinidos. Nakaya (1975) reconoce el tipo simple como primitivo
y el tipo múltiple derivado y un posible precursor de la ovoviviparía. Generalmente la oviparía se asocia con
elasmobranquios de relativamente pequeño tamaño los cuales ocupan el ambiente bentónico litoral; sin
embargo, hay que destacar que los holocéfalos actuales (todos ovíparos), usualmente viven en aguas profundas. Los ciclos reproductivos en elasmobranquios ovíparos son mucho menos precisos que en formas vivíparas,
donde existe un marcado ciclo anual. Hay algunos registros en la literatura de especies que ponen huevos
durante todo el año (Capapé, 1976, Du Buit, 1976, Mellinger, 1983 y Tursi et al., 1993). Mellinger (1983)
plantea la posibilidad que Scyliorhinus canicula no sea un reproductor continuo, observa que la postura
continua de huevos en cautividad, produce un agotamiento en la actividad secretoria de la glándula nidamental.
Además, encuentra que los huevos disminuyen en su peso total, no por disminución del peso del vitelo,
sino por disminución de la cantidad de albúmina. Sumpter & Dodd (1979) han demostrado que en la hembra
de esta especie, el tamaño de la gónada, la cantidad de hormona gonadotrófica en la pituitaria, y los esteroides
sexuales en el plasma siguen un ciclo anual marcado y es posible que la estación reproductiva en peces
individuales sea mas corta y más precisa que la generalmente conocida.
20
En cambio en regiones temperadas de Chile existe un marcado ciclo anual para especies ovíparas como
Sympterygia lima de la zona de Valdivia, donde la ovipostura ocurre solo en los otoños (Lamilla et al., 1984),
Fuentealba (1989) estima que Dipturus chilensis desova una vez al año en el Golfo de Arauco.
Ovoviviparidad o aplacentados con crías vivas, estos se dividen en tres categorías: (1) las que
dependen solamente de sus reservas de vitelo (Squatina sp, Squalidae, Torpedinidae, entre otros). En estos
casos, los embriones son nutridos sólo por el vitelo almacenado en un saco de vitelo adherido directamente a
su sistema digestivo, la madre sólo proporciona protección y agua. Consiste en un saco de vitelo externo que
se conecta con un saco vitelino interno, el cual a su vez se conecta directamente con el intestino. Cuando el
saco vitelino externo se absorbe, el juvenil todavía tiene reservas alimenticias en el saco interno que le permiten
sobrevivir antes de encontrar alimento.
Uno de los vivíparos con saco de vitelo más estudiado es Squalus acanthias (Hisaw & Albert, 1947);
Gilbert & Heath, 1972; Gilbert, 1973; Menni, 1985), el cual presenta entre una o 20 crías, Centrocymnus
owstoni es un ovoviviparo con 16 a 18 embriones por camada (Yano & Tanaka, 1988). Estos son algunos
condrictios que están en el borde de la línea entre oviparía y viviparía. La viviparía con saco de vitelo
incluye el 27 % de los condrictios, incluyendo squatínidos (Natanson & Cailliet, 1986), algunos squalomorfos y
orectolóbidos, carcharínidos, rhinobátidos, pristoídeos y rayas Torpedinidae (Compagno, 1988).
(2) Las que practican ovofagia y/o canibalismo embrionario intrauterino (Alopidae, Lamnidae, Isuridae):
esta es otra estrategia que asegura una mejor inversión reproductiva materna por embrión en tiburones
ovovivíparos (o vivíparos aplacentados) es aquella modalidad en la cual el tiburón juvenil evita el problema
de la limitación vitelógena que da la simple ovoviviparía por reabsorción del saco de vitelo temprano, en los
primeros tres meses de gestación, para posteriormente alimentarse de huevos fertilizados que la madre continua
ovulando, como en el “peje-zorro”, Alopias pelagicus de acuerdo a lo descrito por Otake & Mizue (1981), ó en
Alopias vulpinus según Moreno et al., (1989) ó Alopias superciliosus como en Moreno & Morón (1992).
Estos últimos autores describen tres tipos de huevos producidos: (1) vacíos sin ova o contenido vitelino,
producidos antes de la ovulación; (2) cápsulas con blastodiscos y un solo huevo fertilizado, una cápsula de este
tipo por útero y (3) cápsulas nutritivas cada una con 6-10 grandes huevos no fertilizados, variables en tamaño. Otra alternativa es alimentarse de sus hermanos, como en el “tiburón tigre” (Odontaspis taurus). Gilmore et al.,
(1983) describen 6 tipos diferentes de cápsulas ovígeras; unas con ovoalbumina y/o mucus y otras con huevos
fertilizados.
En estados finales el primer embrión que eclosiona dentro del útero, de aproximadamente 100 mm LT,
ataca y consume sus hermanos (Adelfofagia o embriofagia), incluye casi el 2% de las especies vivientes y está
confinado solo a los tiburones Lamniformes. Los fetos de Lamna nasus y L. ditropis, Isurus oxyrhinchus e
Isurus paucus, más Odontaspis taurus y de Alopias pelagicus, A. superciliosus y A. vulpinus pueden alcanzar
un inmenso tamaño, superior a un metro de longitud en algunas especies (Bigelow & Schroeder, 1948, Bass et
al, 1975, Wourms, 1977, Gilmore, 1983, Stevens, 1983 y Compagno, 1984). En Lamna nasus los fetos crecen
enormemente por alimentarse de huevos fertilizados y se desarrollan grotescamente expandiendo abdomen y
región branquial (Budker, 1958).
(3) Las que desarrollan analogías placentarias, tales como vellosidades o trofonematas que secretan
“leche uterina” (Myliobatidae y Dasyatidae), esta viviparía uterina en la cual el útero de la madre se especializa
para secretar un fluido nutritivo (llamada histotrofía o leche uterina), la cual es ingerida por el feto, incluye casi
el 19% de las especies (todas las rayas Myliobatoideas), como por ejemplo, Myliobatis californica (Martin & Cailliet,
1988).
En la raya Pteroplatytrygon violacea, Wourms (1977 citando a Ranzi, 1934) señala que la “leche” tiene
un contenido orgánico de 13% y un total de contenido graso de 8%. En la “manta raya” Rhinoptera bonasus
la nutrición embrionaria es mediante vitelo e histotrofía, la cual es una secreción amarilla viscosa del útero que
nutre al embrión. La cantidad de histotrofía aumenta como la gestación progresa. 21
Las trofonemata son las vellosidades uterinas que producen la histotrofía, son de color rojo oscuro,
aplanado en secciones transversales y espatuladas distalmente. Ellas alcanzan su longitud más grande (2-3 cm) en
hembras con embriones cercanos al término. Las trofonemata primero rodean la boca, espiráculos y
posteriormente las hendiduras branquiales (Smith & Merriner, 1986). Al igual describen para Rhinoptera
bonasus que solo el tracto reproductivo izquierdo es funcional en hembras y fue observado solo un embrión
por hembra grávida. Las reservas de vitelo proporcionan la energía inicial demandada por el embrión, pero
secreciones histotróficas de vellosidades uterinas proporcionan nutrición al juvenil por el resto del período de
gestación. Similar nutrición es descrita para Dasyatis sabina de las costas de Florida (Snelson et al., 1988),
igual que lo descrito por Budker (1958) para Pteroplatea micrura. También en Potamotrygon circularis y
P. motoro Thorson et al., (1983) describen que estas especies son vivíparas aplacentadas que se alimentan de
“leche uterina” secretada por trofonemata.
Viviparidad o placentados con crías vivas, quienes desarrollan placenta como una conexión entre el
saco vitelino del embrión y el útero de la madre. Esta es la forma más compleja de reproducción en tiburones es
empleada principalmente por tiburones Triakidae, tiburones “requiem” de la familia Carcharhinidae
(Chiaramonte, 1996) y tiburones “martillos” (Sphyrnidae) (Chen et al., 1988). Estas avanzadas familias han
desarrollado un sistema de nutrición maternal muy similar al de mamíferos. Después de un corto período
de dependencia embrionaria del saco de vitelo, este saco, vacío y flácido, se interdigita con la pared uterina
de la madre para formar una placenta de saco de vitelo. El embrión se soporta en un extremo de un cordón
umbilical, el cual entra a su cuerpo entre las aletas pectorales. La placenta transporta recursos desde la
circulación sanguínea maternal, incluyendo nutrientes, suministro de oxígeno y proporcionando eliminación
de productos de desechos. La verdadera viviparía placental en tiburones, análoga a la de mamíferos, no se
encuentra fuera del Orden Carcharhiniformes (Compagno, 1988).
DISCUSIÓN
Considerados como recursos explotables las pesquerías de condrictios no son similares a la de peces
teleósteos. Históricamente estas pesquerías han sido caracterizadas como de “auge y caída” (en un principio
las capturas son enormes y rápidamente las poblaciones son reducidas a niveles que no soportan la presión
pesquera). Excelentes ejemplos mundiales son: la pesquería del “tollo de cachos”, Squalus acanthias; del
“cazón”, Galeorhinus galeus en California; la pesquería de rayas y mantas en aguas Británicas y las más
recientes del “peje-zorro común”, Alopias vulpinus y del “marrajo”, Isurus oxyrinchus en USA.
¿Cuales son las razones de por qué las pesquerías de condrictios son de corta vida? Estas explicaciones
están en las estrategias reproductivas conservadoras de los condrictios. Consecuentemente, estos “stocks” no
responden bien a técnicas pesqueras que son dependientes de los “reclutas” en clases anuales. Debido a las
estrategias reproductivas de los peces cartilaginosos, hay una relación estrecha y directa entre el número de
adultos (stock) y el número de juveniles producidos (reclutamiento). El stock y el reclutamiento de las clases
anuales de teleósteos están menos relacionados debido a la alta fecundidad de algunas hembras adultas de peces
óseos. Por todas estas razones las pesquerías de condrictios son difíciles de manejar. Pesquerías dirigidas a gran
escala están destinadas al fracaso, solo las pesquerías locales manejadas por pescadores artesanales capturando
algunas especies han podido ser exitosas y perdurables en el tiempo.
Los condrictios producen grandes juveniles (mayores al 30% de la longitud máxima de los padres), los
cuales tienen una mayor probabilidad de sobrevivir individualmente con respecto a la progenie de teleósteos. Algunos tiburones y rayas retienen sus juveniles por muchos meses y los nutren en sus úteros. En regiones
temperadas o subtropicales tienen un periodo de gestación de 11 a 12 meses. El rango conocido es de 70-80 días
en Chiloscyllium griseum a 22-24 meses en Squalus acanthias. La gestación está influenciada por condiciones
ambientales y fisiológicas. La gestación en mares cálidos, es probablemente, un mes más corta que en mares
temperados.
El tamaño de la camada promedia entre 2 a 16 embriones, con un rango superior sobre 100. La especie más fecunda es Prionace glauca (82-135 embriones); Hexanchus griseus (108); Galeocerdo cuvier (55)
y Galeorhinus galeus (52). Hay una tendencia en las grandes hembras a tener más juveniles (Prionace glauca)
22
o a tener el mismo número pero de juveniles mas grandes (Alopias vulpinus) o tal vez ambas, mayor número y
mas grandes juveniles. Parece no haber senescencia en las hembras de tiburones y rayas; mientras más grandes,
probablemente más fecundas. Estas afirmaciones, sin embargo, necesitan verificación, especie por especie.
El tamaño al nacer, su rango superior es más de 1 metro. Alopias vulpinus tiene embriones registrados
en 151 cm de longitud total, en Cetorhinus maximus fue reportado un embrión de 167 cm. El tamaño al nacer de
Carcharodon carcharias se estima en 100-110 cm.
Algunas especies típicas de tiburones maduran aproximadamente a los 2 m. Estudios de edad
sugieren que ellos maduran relativamente tarde en vida. Aparentemente, las tasas de mortalidad natural son
bajas entre los tiburones (versus teleósteos) para permitir un adecuado mantenimiento poblacional con madurez
tardía, excepto en arrecifes y lagunas costeras (Stevens, 1983). El uso de los peces cartilaginosos como recurso
en nuestro país, ha ido en aumento en los últimos años (Leible, 1987; Pequeño & Lamilla, 1997). Para una
administración con conocimiento científico, es necesario conocer la historia de vida de estos peces para poder
predecir su efecto en la pesquería. En el caso de poblaciones en intensa explotación, como se prevé en el
futuro para la “raya volantín”, Dipturus chilensis; “tollo de cachos”, Squalus acanthias y para el “peje-gallo”,
Callorhinchus callorhinchus solo servirán medidas de manejo tales como: limitación de licencias de capturas,
limitación de anzuelos y tamaños de aberturas de redes, limitación de cuotas de capturas, protección estacional
de hembras grávidas y restricción de capturas a solo machos. Todas medidas que requieren un extenso esfuerzo
de manejo, a veces a un nivel internacional.
Bedford (1987 in Pratt & Casey, 1990) plantea que: “En el mundo real de las economías, políticas,
intereses especiales, procedimientos gubernamentales y el rápido desarrollo de las pesquerías (la pesquería de
tiburones y rayas) está segura destinada al fracaso.”
Si estas pesquerías son mantenidas en niveles sostenibles, nuestra continua tarea será proporcionar
información nueva y precisa sobre los parámetros de la historia de vida de los peces cartilaginosos para su uso
pesquero con base científica tal que tanto los condrictios como el hombre sean beneficiados.
BIBLIOGRAFIA
Bass, A. J., J.D. D’Aubrey & N. Kistnasamy. 1975a. Sharks of the east coast of Southern Africa. II. The families Scyliorhinidae, and Pseudotriakidae. S. Afr. Ass. Mar. Biol. Res., Oceanogr. Res. Inst. Invest. Rep. (37), 64 p.
Bigelow H. B. & W.C. Schroeder. 1948. Fishes of the Western North Atlantic. In Sharks. Pt. 1. Chapt 3. Mem. Sears Fdn mar. Res 1 (1): 59-546.
Budker, P. 1958. La Viviparité chez les Sélaciens. In Traité de Zoologie P. P. Grassé (De.) Vol 13. Fasc. II, pp 1755-1790. Masson, Paris.
Capapé, C. 1976. Contribution à la biologie des Rajidae des côtes tunisiennes: III. Raja clavata
Linné, 1758: Répartition géographique et bathymétrique, sexualité, reproduction et fécondité. Bull. Mus. Nat. D’Hist. Nat. 3 série 393 (275): 907-922.
Chen, C-T; Leu, T-C & Joung, S-J. 1988. Notes on reproduction in the scalloped hammerhead, Sphyrna lewini, in Northeastern Taiwan waters. Fishery Bulletin 86 (2): 389-393.
Compagno, L. J. V. 1984a. FAO Species Catalogue. Vol. 4. Sharks of the World. An annotated and illustrated catalogue of shark species known to date. FAO Fisheries Synopsis No 125, Vol 4, part 1 Hexanchi
formes to Lamniformes. 250 p.
23
Compagno, L. J. V. 1984b. FAO Species Catalogue. Vol. 4. Sharks of the World. An annotated and illustrated
catalogue of shark species known to date. FAO Fisheries Synopsis No 125, Vol 4, part 2 Carcharhiniformes, 251-655.
Compagno, L. J. V. 1988. Sharks of the Order Carcharhiniformes. Princeton University Press, 486 p.
Chiaramonte, G. 1996. Placentación en la “Bacota”, Carcharhinus brachyurus (Chondrichthyes: Carcharhinidae): Tipificación, descripción macroscópica y otros aspectos reproductivos. Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” e Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales. Nueva Serie 143: 1-7.
Du Buit, M. H. 1976. The ovarian cycle of the cuckoo ray, Raja naevus (Müller and Henle), in the Celtic Sea. J. Fish Biol. 8: 199-207.
Fuentealba, M. 1989. Aspectos biológicos de Raja (Dipturus) flavirostris, Philippi, 1892 en el litoral de la zona central chilena (Elasmobranchii, Rajiformes, Rajidae) Tesis Departamento de Biología y Tecnología del Mar. Pontificia Universidad Católica de Chile. Sede Talcahuano. 109 pp.
Gilbert, S. G. 1973. Pictorial Anatomy of the Dogfish. University of Washington Press, Seatle and London, 59 p.
Gilbert, P. W. & G. W. Heath. 1972. The clasper-siphon sac mechanism in Squalus acanthias and Mustelus canis. Comp.Biochem. Physiol. 42A:97-119.
Gilmore, R. G. 1983. Observations on the embryos of the longfin mako , Isurus paucus, and the bigeye thresher, Alopias superciliosus. Copeia 1983 (2): 375-382.
Gilmore, R. G., J. W. Dodrill & P. A. Linley 1983. Reproduction and Embryonic Development of the Sand tiger Shark, Odontaspis taurus (Rafinesque). Fishery Bulletin 81 (2): 201-225.
Lamilla, J., G. Pequeño & H. Figueroa. 1984. Aspectos biológicos de Psammobatis lima, Poeppig, 1835, en el litoral de Valdivia, Chile (Elasmobranchii, Rajidae). Revista Comisión Permanente del Pacífico Sur (14): 183-209.
Leible. M. 1987. La pesquería de rayas en Chile. Problemática y potencialidad. In: Manejo y Desarrollo
pesquero. P. Arana (ed.), Esc. Cs. Mar., Universidad Católica de Valparaíso. 69-80.
Martin, L. K. & G. Cailliet. 1988. Aspect of the Reproduction of the Bat Ray Myliobatis californica, in Central California. Copeia 1988 (3): 754-762.
Mellinger, J. 1983. Egg-case diversity among dogfish, Scyliorhinus canicula (L.): a study of egg laying rate and nidamental gland secretory activity. J. Fish. Biol. 22: 83-90.
Menni, R. C. 1985. Distribución y Biologia de Squalus acanthias, Mustelus schmitti y Galeorhinus vitaminicus en el mar argentino en agosto-septiembre de 1978 (Chondrichthyes). Revista del Museo de La Plata, (Nueva Serie) Sección Zoología 13 (138): 151-182.
Moreno, J. A. & J. Morón. 1992. Reproductive Biology of the Bigeye Thresher Shark, Alopias superciliosus (Lowe, 1839). Austr. J. Mar. Freshwater Res., 43: 77-86.
Moreno, J. A., Parajúa J. I. & J. Morón. 1989. Biología reproductiva y fenología de Alopias vulpinus
(Bonaterre, 1788) (Lamniformes: Alopiidae) en el Atlántico nor-oriental y Mediterráneo occidental. Scientia marina 53 (1): 37-46.
24
Nakaya, K. 1975. Taxonomy, comparative anatomy and phylogeny of Japanese catsharks, Scyliorhinidae. Mem. Fac. Fish. Hokkaido Univ. 23: 1-94.
Natanson, L. J. & G. Cailliet. 1986. Reproduction and Development of the Pacific Angel Shark, Squatina
californica, off Santa Barbara, California. Copeia 1986 (4): 987-994.
Otake, T. & K. Mizue. 1981. Direc evidence for oophagy in thresher shark, Alopias pelagicus. Japan Journal of Ichthyology 28 (2): 171-172.
Pequeño G. y J. Lamilla. 1997. “Las pesquerías de condrictios en Chile: Primer análisis. Biología Pesquera” 26:13-24.
Pratt, H. L. & J. G. Casey. 1990. Shark Reproductive Strategies as a Limiting Factor in Directed Fisheries,
with a Review of Holden’s Method of Estimating Growth- Parameters. In Elasmobranchs as Living Resources: Advances in the Biology, Ecology, Systematics, and the Status of the Fisheries (H.L.Pratt Jr, S.H. Gruber, and T. Taniuchi, eds.) NOAA Technical Report NMFS 90.
Smith, J. W. & J. V. Merriner. 1986. Observations on the Reproductive Biology of the Cownose Ray Rhinoptera bonasus, in Chesapeake Bay. Fishery Bulletin 84(4): 871-877.
Snelson, F. F. Jr., S. E. Williams-Hooper & T. H. Schmid. 1988. Reproduction and Ecology of the Atlantic
Stigray, Dasyatis sabina, in Florida Coastal Laggons. Copeia 1988 (3): 729-739.
Stevens, J. D. 1983. Observations on reproduction in the Shortfin Mako Isurus oxyrhinchus. Copeia 1983 (1): 126-130.
Sumpter, J. P. & J. M. Dodd. 1979. The annual reproductive cycle of the female lesser spotted dogfish, Scyliorhinus canicula L. and its endocrine control. J. Fish Biol. 15: 687-695.
Thorson, T. B., J. K. Langhammer & M. I. Oetinger. 1983. Reproduction and development of the South American freshwater stingrays Potamotrygon circularis and P. motoro. Environmental Biology of Fishes 9 (1): 3-24.
Tursi, A., G. D’onghia, A. Matarese & G. Piscitelli. 1993. Observations on population biology of the blackmouth
catshark Galeus melastomus (Chondrichthyes, Scyliorhinidae) in the Ionian Sea. Cybium 1993, 17 (3):187-196.
Wourms, J. P. 1977. Reproduction and Development in Chondrichthyan Fishes. Amer. Zool. 17:379-410.
Yano, K. & S. Tanaka. 1988. Size at madurity, Reproductive cycle, Fecundity, and Depth Segregation of the Deep Sea Squaloid Sharks Centrocymnus owstoni and C. coelolepis in Suruga Bay, Japan. Nippon Suisan Gakkaishi 54 (2): 167-174.
Zorzi, G. 1994. The batoid Fishes of California. Part 1: The Skates. Chondros 5 (2): 1-6.
25
Algunos aspectos legales sobre la pesca del tiburón en
Costa Rica.
Lic. Germán Ignacio Pochet Ballester
Abogado y Biólogo. Maestría Derecho Ambiental de la U.C.R.
Colegio de Biólogos de Costa Rica
A-La pesca de tiburón para fines comerciales. Antecedentes y normativa vigente
La pesca del tiburón asociada a la práctica reprochable del “finning” o desaleteo, donde se captura el
tiburón, se cortan sus aletas y se bota el cuerpo restante al mar, parece ser un problema pendiente por resolver a
nivel mundial. Sin embargo es importante indicar que, aunque dicha práctica sea abordada para su eliminación,
esto no garantiza la sostenibilidad de estas poblaciones de tiburones a futuro.
El Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura como ente rector y ejecutor materia de pesca y acuicultura,
establecido así en la Ley N 7384, Creación INCOPESCA y recientemente en la Ley N 8436, Ley de Pesca
y Acuicultura aprobó dos Acuerdos de Junta Directiva que constituyen los dos antecedentes principales a la
normativa establecida en la Ley de Pesca y Acuicultura con relación a la pesca del tiburón y el control del
desaleteo.
El primer antecedente por señalar es el A.J.D.I.P/ 047-2001, publicado en la Gaceta N 30 del 12 de
febrero del 2001. Este Acuerdo establece el requisito de desembarcar en puerto los tiburones con todas sus
aletas adheridas de manera natural, a excepción de la caudal, la cual podrá ser cortada parcialmente, de tal forma
que solo se encuentre adherida al cuerpo por la piel. Se estableció además la inspección obligatoria por parte
de funcionarios de INCOPESCA para verificar el cumplimiento de las condiciones antes señaladas durante el
desembarque.
El segundo antecedente es el A.J.D.I.P / 415, publicado en La Gaceta N 189 del 2 de octubre del año
2003, denominado Reglamento para la Protección, Aprovechamiento y Comercialización del Tiburón y de la
Aleta del Tiburón. Este Acuerdo mantuvo la necesidad de contar con la inspección durante el desembarque y
además estableció un sistema de aletas separadas y aletas adheridas.
En el primero de los sistemas era necesario la presencia de un biólogo regente pesquero,
capacitado además por Colegio de Biólogos e INCOPESCA, donde su función era velar por el cumplimiento de los
porcentajes entre cuerpos y aletas desembarcados de acuerdo al porcentaje establecido en el Reglamento. En el segundo sistema, aleta adherida, se mantenía la inspección por parte de los Inspectores de INCOPESCA,
con la condición que las aletas de cada cuerpo de tiburón se desembarcaran junto a sus respectivas aletas
adheridas de manera natural o con algún sistema artificial y solo en casos de desembarques realizados en días u
horas no hábiles el regente pesquero procedía a realizar la inspección.
Los Acuerdos arriba indicados, son los principales antecedentes a la normativa sobre la práctica del
desaleteo establecida en la Ley N 8436, Ley de Pesca y Acuicultura. La Ley N 8436 en su Capítulo VII, Pesca
Pelágica establece mediante los artículos 62, 63, 64 y 65, los términos generales de dicha pesca. Es importante
resaltar que únicamente las embarcaciones de bandera y registro nacional pueden contar con la autorización para
la pesca pelágica, por lo tanto las embarcaciones de bandera y registro de bandera distinta a la de Costa Rica, no
pueden contar con autorización para realizar dicha pesca.
26
1 Ley de Pesca y Acuicultura Número 8436. Artículo 2, inciso 32. Pesca pelágica: Actividad pesquera ejercida mediante el empleo de un
arte de pesca selectivo que utiliza una línea madre, en la cual se colocan reinales con anzuelos debidamente encarnados, para capturar
especies pelágicas y demersales
La Ley N 8436 contiene además dos artículos específicos sobre la autorización de la pesca y desembarque
del tiburón y sus aletas, los artículos 40 y 139.
Artículo 40.— El INCOPESCA ejercerá el control sobre las embarcaciones nacionales y extranjeras
que se dediquen a la pesca del tiburón y podrá coordinar con las autoridades competentes la realización de los
operativos. Solo se permitirá la pesca del tiburón cuando las especies se desembarquen en los sitios de
descargue con las respectivas aletas adheridas al vástago.
El descargue in situ será supervisado por el INCOPESCA. Podrán presentarse en el sitio de descarga
las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública, el Servicio Nacional de Guardacostas y el MINAE. El ingreso a estos sitios o lugares de descarga se realizará atendiendo el principio jurídico de fondos públicos o
bienes patrimoniales. Asimismo, el INCOPESCA ejercerá el control en el mar territorial y en la zona económica
exclusiva, sobre aquellas embarcaciones nacionales o extranjeras, a efectos de determinar que los tiburones
capturados conserven sus respectivas aletas.
El Poder Ejecutivo, en coordinación con el INCOPESCA determinará, por medio del Reglamento de
esta Ley, las especies de tiburón carentes de valor comercial y establecerá su aprovechamiento para otros fines
de la actividad pesquera.
Artículo 139.—Se impondrá pena de seis meses a dos años de prisión, a quien permita, ordene o autorice la descarga de aletas de tiburón, sin el respectivo cuerpo o vástago, en los sitios donde se descargue
dicho recurso, con la finalidad de vender o comercializar dichas aletas.
Cuando las infracciones sean cometidas por parte del responsable o dueño de la embarcación extranjera
en la zona económica exclusiva o el mar territorial, se les sancionará con multa de cuarenta a sesenta salarios
base, de conformidad con el artículo 2 de la Ley No 7337, y la cancelación de la licencia de pesca. También
podrán realizarse operativos sobre las embarcaciones atuneras con red de cerco a fin de asegurar que porten
y tengan en buen funcionamiento los equipos de seguimiento satelital. El INCOPESCA podrá coordinar tales
operativos con el Ministerio de Seguridad Pública y el Servicio Nacional de Guardacostas.
Los artículos arriba indicados han sido objetos de consulta por parte de INCOPESCA sobre la los
alcances del termino “adheridos al vástago”, donde la Procuraduría General de la República como ente superior
consultivo, técnico-jurídico de la Administración Pública, ha resuelto mediante los dictámenes C-269-2005 y
C-26-2006 la necesidad que las aletas del tiburón vengan adheridas de manera natural y no artificial.
B- La pesca didáctica. Requisitos y sanciones
La Ley de Pesca y Acuicultura, en su artículo 2, en los incisos 28 y 29, establece entre varias definiciones
la pesca científica, didáctica y de fomento:
28. Pesca científica: Actividad de pesca con propósitos de investigación científica, protección de
especies acuáticas, experimentación, exploración, prospección, desarrollo, aprovechamiento y manejo sostenible.
29. Pesca didáctica: Actividad pesquera que realizan las instituciones educativas o de investigación
oficialmente reconocidas, para impartir un programa de enseñanza y capacitación en pesca o acuicultura.
2
Ley de Pesca y Acuicultura. Artículo 2, inciso 33. Pesca: Acto que consiste en capturar, cazar y extraer animales acuáticos
por métodos o procedimientos aprobados por la autoridad competente.
27
31. Pesca de fomento: Pesca cuyo propósito es el estudio, la investigación científica, la experimentación, la exploración, la prospección, el desarrollo, la captura de ejemplares vivos para la investigación, la repoblación o
conservación de los recursos acuáticos pesqueros y para la experimentación de equipos y métodos destinados a
dicha actividad.
Estos tipos de pesca requieren de un permiso para su realización. El artículo 2, inciso 25, de manera
general establece:
25. Permiso: Acto administrativo especial, mediante el cual se autoriza a personas físicas o jurídicas,
públicas o privadas, para que ejerzan actividades pesqueras y acuícolas de fomento, didáctica y con fines
investigativos, en los términos indicados en esta Ley.
La misma Ley, en su Capítulo IV, establece mediante los artículos 15, 16, 17, 18, 19, 20 y 21 los términos sobre los cuales se pueden realizar estos tipos de pesca. Cada uno de los tipos de pesca se encuentra
sujeto a condiciones distintas, pero todas requieren de un permiso por parte de INCOPESCA al menos. Además
de acuerdo al artículo 22 del mismo cuerpo normativo el INCOPESCA le debe solicitar toda la información relativa a la ejecución de la investigación. Estos permisos constituyen la autorización administrativa para la
realización de las labores descritas. Obtenerlos es un requisito legal y que en caso de no obteneros y ser encontrados
cualquier tipo de pesca o se llegare a demostrar que se realizaron labores de pesca tiene serias consecuencias.
El artículo 136 de la Ley N 8436, establece:
Artículo 136.—Será sancionado con multa de uno a sesenta salarios base, definidos en el artículo 2 de
la Ley No 7337, de 5 de mayo de 1993, quien, al mando de una embarcación de pesca con registro y bandera
nacional o extranjera, realice faenas de pesca en aguas interiores, en el mar territorial o en zona económicaexclusiva, sin contar con la licencia o los registros otorgados por las autoridades costarricenses o con más de dos
meses de vencida la licencia, el permiso o el registro respectivo.
En el caso de las embarcaciones definidas en el párrafo anterior, dedicadas a la pesca de atún, la
multa aplicable será de un veinticinco por ciento (25%) del valor de la embarcación. El depósito de la multa
podrá ser en dólares, moneda de los Estados Unidos de América, o en colones, de acuerdo con el tipo
de cambio vigente a la fecha del pago efectivo. El setenta por ciento (70%) de lo recaudado por concepto
de esta multa se girará al Servicio Nacional de Guardacostas, para gastos operativos de vigilancia y patrullaje de pesca ilegal y salvamento de pescadores en aguas nacionales e internacionales, y el restante treinta
por ciento (30%) al INCOPESCA. Tanto el Servicio Nacional de Guardacostas como el INCOPESCA, en
procura de garantizar la transparencia en el adecuado manejo de los fondos públicos, deberán rendir un informe
anual a la Contraloría General de la República, en el que incluirán el monto exacto recibido a título de cobro de
cualesquiera multas, así como el monto destinado en forma exclusiva a la ejecución de sus funciones propias.
Costa Rica, sin duda posee a nivel latinoamericano con uno de los mayores desarrollos del marco jurídico
para la regulación de la pesca del tiburón y aprovechamiento de sus aletas.
28
Reproducción y alimentación del tiburón enano Mustelus dorsalis
(Pisces: Triakidae) en el Golfo de Nicoya, Costa Rica:
Elementos para un manejo sostenible
José Rodrigo Rojas M.
rrojasm@ice.go.cr; yoyi66@yahoo.com
INTRODUCCIÓN
M. dorsalis (Gill, 1864) se distribuye desde el Golfo de México hasta el Golfo de Guayaquil
(Compagno 1984). Comercialmente es conocido como toyo, cazón, bolillo, bolillón o mamón. Junto con
13 especies de camarones (Penaeidae), cinco especies de corvinas (Sciaenidae) y tres especies de pargo
(Lutjanidae), conforman el suministro más importante de proteína y recursos económicos para miles de
personas que viven en el Golfo de Nicoya (Rojas ob. per. 2005). A pesar de su manifiesta importancia y
como la mayoría de las especies de tiburones de este sector del Pacífico, M. dorsalis es desde el punto de
vista ecológico, una especie prácticamente desconocida. Ignoramos aspectos básicos de su estrategia de
vida, entre ellos las épocas y lugares de reproducción, fecundidad y requerimientos alimentarios. Ante esta
situación se ha desarrollado una investigación que tiene como objetivo describir las características básicas de la
reproducción y alimentación de M. dorsalis, reconociendo que estos elementos deben constituirse en insumos
básicos para el establecimiento de un programa de educación marina, conservación, manejo y uso sostenible
de los recursos marino costeros en Costa Rica, con extensión a otros sectores del Pacífico Tropical Oriental.
METODOLOGÍA
Entre marzo de 1999 y mayo del 2000 se obtuvieron ejemplares de M. dorsalis a partir de
desembarques de pescadores artesanales en Tárcoles, Golfo de Nicoya, Costa Rica. A cada ejemplar se le
determinó la longitud total y estándar (± 0.5 cm) y el peso total (± 0.5 g). La determinación de la madurez sexual
se llevó a cabo visualmente, tal como lo sugiere Yudin y Cailliet (1990). La identificación y estado de madurez
de las hembras se llevó a cabo mediante el reconocimiento del oviducto, presencia de literas con embriones o
huevos y características externas del himen, así como cicatrices por cópula (Yudin y Cailliet 1990). Las épocas de
reproducción fueron determinadas considerando la distribución de frecuencias de hembras con embriones, el
tamaño de los embriones y la presencia de huevos en estados avanzados de desarrollo. Los embriones fueron
medidos (± 01. cm) y pesados (± 0.1 g) y preservados en formaldehído al 10%. El contenido estomacal fue
lavado y vertido en una caja Petri. La identificación de los ítems alimentarios se hizo hasta el taxón más bajo
posible.
RESULTADOS
Quince meses de muestreo permitieron el análisis de 311 ejemplares, 250 son hembras (80.4%) y 61
machos (19.6), para una proporción sexual de 0.25:1 (macho:hembra). No se capturaron juveniles, únicamente
machos y hembras maduras. En términos generales las hembras son más grandes (550 a 660 mm) vs. (500-585
mm) y más pesadas (400-1000 g) vs. (200-300 g) que los machos. La talla mínima de especimenes maduros
varió entre 500 y 541 mm para hembras y machos respectivamente. Se estudiaron 1259 embriones. Por hembra
hay entre 4 y 10 y por litera hay un mínimo de 2 hasta un máximo de 6. La longitud total de los embriones es
entre 130 y 205 mm y el peso fluctúa entre 6 y 35 g. M. dorsalis es carnívoro polífago, al igual que muchos
tiburones presenta un carácter oportunista y en este caso con una clara tendencia carcinófaga. Del total de
estómagos analizados, 119 (38.2%) estaban vacíos. La biomasa total analizada fue de 2492 g. El espectro
alimentario incluye peces (Anchoa sp, Caranx sp, Lujanus sp, Engraulis sp y Ophistonema sp), crustáceos
(Squilla hancocki, S. parva, Farfantepenaeus sp.) y moluscos (Octopus sp.). Squilla hancocki es el ítem
29
alimentario mas importante, estuvo presente en 125 estómagos para un total de 324 ejemplares y una biomasa
de 545 g y una ocurrencia de 65.1%. El avanzado estado de descomposición no posibilitó la identificación
de algunos contenidos, por ello fueron clasificados como restos de crustáceos, peces y moluscos y su masa
corresponde a 370 g. De acuerdo con la hora de captura, la proporción de estómagos con alimento, puede
suponerse que los adultos de M. dorsalis son depredadores nocturnos.
DISCUSIÓN
El área de estudio, tal como lo define (Rojas 2001), podría estar funcionando como hábitat marino
esencial, es decir una delimitada área geográfica en la cuál M. dorsalis desarrolla su ciclo de vida y de la cuál
depende para su alimentación, protección, crecimiento, apareamiento y reproducción.
Ecología reproductiva. Si bien es cierto la talla de primera madurez no fue exactamente
establecida, la información sobre las hembras maduras más pequeñas nos permite hacer algunas inferencias. M. dorsalis, al igual que la mayoría de las especies de Mustelus, es vivípara (Compagno 1984) y considerada
como una especie pequeña, que alcanza su madurez a tallas bajas. Posiblemente existan solo dos especies
en el mundo que maduren antes, M. higmani que mide 43 cm LT (macho) y 48 cm LT (hembra) (Compagno
1984) y M. minicanis que alcanza 47.8 cm LT (machos) y 57.4 cm LT (hembras) (Heemstra 1997). Cuando
se compara la relación de la longitud de la primera madurez sexual versus la longitud total encontramos que
M. dorsalis necesita alcanzar entre el 76 y el 90% del tamaño total para madurar, mientras que otras especies
de diferentes partes del mundo tienen una proporcionalidad menor. Para efectos de medidas de ordenamiento
pesquero, ejemplares de 50 cm probablemente sean tiburones maduros, pero a tallas más bajas es incierto. Bajo
estos supuestos, las medidas de control pesquero y de educación marina deberían promover la liberación de
tiburones de tallas menores de 50 cm, para asegurar el reclutamiento de las siguientes generaciones.
La presencia, durante el estudio, de ejemplares maduros y hembras con embriones listos para nacer, pequeños oocitos y huevos intrauterinos, apoya la hipótesis de que esta especie se reproduce durante todo el año, pero
entre septiembre y marzo las hembras analizadas portaban los embriones de mayor tamaño listos para ser
expulsados. Similar condición ha sido observada en otras especies de tiburón, entre ellas Carcharhinus leucas
(Compagno 1984).
Ecología alimentaria. M. dorsalis, como la mayoría de los tiburones es un depredador polífago
oportunista, probablemente de hábitos bentónicos, que consume principalmente crustáceos, en segundo orden
peces y ocasionalmente moluscos. Este comportamiento alimentario ya ha sido reportado en varias especies
del género, entre ellas M. californicus, M. schmitti, M. asterias, M. henlei y M. manazo (Yamaguchi y Taniuchi
2000). Su preferencia por los crustáceos, y en concordancia con lo que reporta Chiaramonte y Pettovello (2000),
le ha hecho merecedor del término carcinófago. La ausencia de juveniles en los sitios de captura de adultos,
confirma la separación espacial ontogénica. Los embriones, neonatos y juveniles posiblemente ocurren en
diferentes zonas de crecimiento, condición que desde el punto de vista evolutivo puede ser ventajoso, así lo
sugiere Branstetter (1990), quien agrega que esta separación reduce el riesgo de depredación.
Hacia el manejo del recurso. M. dorsalis, es un recurso que paulatinamente cobra mayor importancia comercial en el sector central de la costa del Pacífico costarricense, no solo por su creciente demanda
(debido a la alta calidad de su carne), sino por la disminución de la oferta de categorías comerciales consideradas
tradicionales (Lutjanus sp, Epinephelus sp, Cynoscion sp y Centropomus sp). Sin embargo este auge
socioeconómico no necesariamente es una situación ventajosa, sobre todo cuando se consideran los
siguientes elementos: A) no existen medidas de manejo específicas para tiburones costeros y posiblemente se esté
extrayendo el recurso indiscriminadamente, con total desconocimiento de aspectos de historia de vida. B) la
estrecha dependencia evolutiva por hábitats costeros compromete su supervivencia. Como muchas especies
de importancia comercial, probablemente su desarrollo ontogénico ocurra en diferentes ambientes (manglares,
estuarios y la franja marina del borde costero), todos ellos antrópicamente alterados por la desordenada
explosión demográfica costera, el acelerado y poco planificado crecimiento de la frontera industrial, turística
y de servicios en zonas costeras, la contaminación y la sobrepesca, entre otros. C) La flota camaronera que
arrastra el fondo impacta directa y negativamente las poblaciones de crustáceos (camarones, esquilas y jaibas)
bentónicos del Golfo de Nicoya, lo que se traduce en una alteración de la disponibilidad de la oferta alimentaria
30
y de la abundancia de alimento de M. dorsalis. Esta sistemática reducción de fuentes de proteína podría causar
migraciones espacio-temporales, lo que a poste posteriori conllevaría a la extinción de poblaciones, situación
que a todas luces afectaría la trofia del ecosistema. El principio de realidad señala un redoble de esfuerzos ya
que la sinergia y encadenamiento de este conjunto de impactos podría alterar localmente el ciclo natural de
M. dorsalis, sobre todo en lo que se refiere a sobrevivencia, migración de juveniles y tasas de reclutamiento
desde zonas poco profundas hacia sectores más alejados del borde costero.
La estrategia de sobrevivencia e historia de vida de M. dorsalis incluye pocos embriones, pequeños,
madurez sexual a tallas altas y aunque se encontraron hembras con embriones durante todo el año, al parecer
tienen ciclos bianuales. Estos rasgos evolutivos no son muy alentadores, si consideramos que en la zona de
estudio hay un creciente aumento en el esfuerzo pesquero y amenazas ecológicas, tales como la contaminación
del golfo por influencia del Río Grande de Tárcoles. La condición es crítica y la brecha entre el conocimiento
aplicado y la conservación y manejo de poblaciones de condrictios costeros es cada vez mayor. Para un futuro
plan de manejo deben considerarse épocas de veda y talla mínima de captura. Se sugiere un plan de educación
ambiental marina que divulgue estos resultados y que incluya a pescadores, estudiantes y administradores
pesqueros, entre otros. Es necesario visualizar los condrictios como grupo, es urgente que sean
incluidos en las propuestas de áreas marinas protegidas, ya que además del riesgo ecológico, hay implicaciones
socio-económicas por su importancia comercial, fuente de proteína y generación de empleo de cientos de
pescadores artesanales costarricenses. De seguir con el actual ritmo de explotación esta especie de tiburón,
de acuerdo con (Thorson 1982), puede tener la misma suerte que ha corrido en Centro América el tiburón toro
(Carcharhinus leucas) y el pez sierra (Pristis pristis).
BIBLIOGRAFIA
Branstetter, S. 1990. Early life-history implications on selected Carcharhinoid and Lamnoid sharks of the Northwest Atlantic, p. 17- 28. in H. L. Pratt Jr., S. G. Gruber, and T. Taniuchi. Elasmobranchs as
living resources: advances in the biology, ecology, Systematics, and the status of the fisheries NOAA, Technical reports 90 (1990). USA.
Chiaramonte, G. & P. Pettovello (2000). The biology of Mustelus schmitti in southern Patagonia, Argentina. J. Fish Biol. 57: 930–942.
Compagno, L. 1984. Sharks of the world. An annotated and illustrated catalogue of sharks species known to date. Part 1. Hexanchiformes to Lamniformes. FAO species Catalogue. FAO Fish Synop. No. 125: 1-249.
Heemstra, P. 1997. A review of the smooth-hound sharks (Genus Mustelus, Family Triakidae) of the Western Atlantic Ocean, with descriptions of two new species and a new sub-species. Bull. Mar. Sci. 60: 894-
928.
Rojas, J. 1996. Hábitos alimentarios del pargo mancha Lutjanus guttatus (Pisces: Lutjanidae) en el Golfo de Nicoya. Rev. Biol. Trop. 44 (3)/45 (1): 471-476.
Rojas, J. 1997. Hábitos alimentarios del pargo colorado Lutjanus colorado (Pisces: Lutjanidae) en el Golfo de Nicoya. Rev. Biol. Trop. 45: 1173-1183.
Rojas, J. 2001. Corredores biológicos y hábitats marinos esenciales. Ambientico 95: 15-18.
Thorson, T. 1982. The impact of commercial exploitation on sawfish and shark populations in Lake Nicaragua. Fisheries 7: 2-10.
31
Yamaguchi, A. y T. Taniuchi. 2000. Food variations and ontogenetic dietary shift of the starspotted-dogfish Mustelus manazo at five locations in Japan and Taiwan. Fish. Sci. 66: 1039-1048.
Yudin, K.G. and G. M. Cailliet, 1990. Age and growth of the gray smoothhound, Mustelus californicus, and the brown smoothhound, M. henlei, from central California. Copeia 1990: 191-204.
32
Proyecto de tesis de Maestría
Uso de microsatélites para estimar la variabilidad genética en dos especies
de tiburón de interés comercial para Costa Rica,
silky (Carcharhinus falciformis) y blacktip (Carcharhinus limbatus)
Fabián Sánchez. Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre,
Universidad Nacional de Costa Rica.
fasanchez@racsa.co.cr.
INTRODUCCIÓN
En el ámbito global, la presión sobre determinadas especies de tiburón ha mostrado un incremento en
los últimos 30 años, como resultado de la regulación que ha tenido el uso de otros recursos pesqueros como
peces óseos o mamíferos marinos (Castro et. al, 1999). Aunado a la intensa presión sobre este recurso, el
aprovechamiento del mismo es ineficiente, si se considera que de todo un organismo se aprovechan
principalmente las aletas y el resto del cuerpo es desechado generalmente (Terence, 2003). Por lo
anterior, Costa Rica, país que cuenta con una de las flotas más grande de barcos de línea o
palangre de Latinoamérica (Incopesca, 2003) y que tan solo para el año 2000 alcanzo las 4957
toneladas de tiburón capturadas en aguas del Pacifico, en la actualidad podría estar generando una presión
considerable sobre grupos específicos como los tiburones Carcharinus falciformis y Carcharinus limbatus.
Con el fin de incrementar el conocimiento de estas dos especies, el uso de los marcadores
moleculares de microsatélites permitirá establecer la variabilidad genética, entre y al interior de las
poblaciones de tiburón y Blacktip y así, definir si la presión por la pesca excesiva del recurso esta afectando a una o
varias unidades de manejo (poblaciones). Los resultados del estudio entrarían a justificar los requerimientos
de la implementación de leyes y controles en regiones como la ZEE de Costa Rica; de igual forma, servirá
de base en futuras discusiones sobre el estatus que ostentan estas especies en listados como los de la Unión
de Conservación Mundial UICN, y la Organización de Alimento y Agricultura FAO de las Naciones Unidas.
METODOLOGÍA
De tiburones capturados en barcos (arte de palangre) se tomarán muestras de tejido de aproximadamente 2cm2, las cuales serán preservadas en una solución buffer (DMSO al 20%, 250 mM de EDTA saturada
con NaCl). Posteriormente en el laboratorio se hará la extracción del ADN siguiendo el método de FitzSimmons
(1997), así como las reacciones de PCR (Técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa) y tinción. Diversas
pruebas estadísticas se realizarán utilizando los programas de computo Arlequín v. 2.0, GDA v. 1.0, GENEPOP
v. 3.1d y RST Calc, entre otros.
Imprimadores a utilizar. En la Tabla 1 se relacionan los microsatélites y primers a utilizar en la
amplificación del ADN geonómico de las dos especies de tiburón. Los microsatélites Cli-7 a Cli-112
fueron desarrollados por Keeney y Heist (2003), microsatélites Ccar-3.1 y Ccar-19 por Pardini et a. (2000).
33
Cuadro 1. Relación de primers a utilizar en la amplificación de las muestras de ADN geonómico de las especies
Carcharinus falciformis y Carcharinus limbatus.
RESULTADOS ESPERADOS
•
Al establecer el grado de divergencia o afinidad genética, entre (zonas pelágica y costeras) y dentro de
las poblaciones de Carcharinus falciformis y Carcharinus limbatus, se estará generando la información necesaria
para recomendar la protección y el manejo de un área continua o de regiones especificas que albergan sub-poblaciones.
•
Utilizar marcadores moleculares como microsatélites y probar su efectividad en la caracterización de
estructuras poblacionales (i.e. tiburón), permitirá resaltar la importancia de las técnicas moleculares aplicadas al
manejo y la conservación de la vida silvestre.
•
Contribuir al conocimiento de estas especies con información científica, proveniente de una región
donde la pesca del tiburón se ha incrementado en los últimos diez años y el o los impactos generados son
desconocidos.
•
Sentar un precedente en el estudio de estos peces cartilaginosos para Costa Rica, que a su vez sirva de
base para estudios a futuro (filogenia, filopatría) que involucren aspectos relevantes en el manejo y la conservación de estas y otras especies de tiburón.
34
BIBLIOGRAFIA
Castro, J., Woodley, B. y Brudek, R. 1999. A Preliminary Evaluation of the Status of Shark Species. FAO Fisheries Technical Paper 380. ISSN 0429-9345.
FitzSimmons, N. 1997. Male Marine Turtles: Gene Flow, Philopatry and Maiting Syatems of the Green Turtle Chelonia mydas. Tesis Doctoral. Universidad de Queensland, Australia. 241p.
INCOPESCA. 2003. Informe de labores 2000 - 20003. Impresos Barsant S.A. 58 p.
Keeney, D. y Heist, E. 2003. Characterization of microsatellite loci isolated from the blacktip shark and their utility in requiem and hammerhead sharks. Molecular Ecology notes. Blackwell Publishing Ltd.
Pardini, A., Jones, C., Scholl, M. y Noble, L. 2000. Isolation and caracterization of dinucleotide microsatelite loci in the great White Shark, Carcharadon carcharias. Molecular Ecology. 9: 1171-1193.
Terence, W. 2003. Elasmobranch Fisheries Management Techniques. p 337. In Musick, J. y Bonfil, R. (eds.). Elasmobranch Fisheries Management Techniques. Asia-Pacific Economic Cooperation (APEC), International Union for the Protection of Nature (IUCN), and the Virginia Institute of Marine Science (VIMS).
35
El aporte del sistema de Regencias Pesqueras al ordenamiento
de los desembarques de tiburón en Costa Rica.
Álvaro Segura H. & Carlos Rojas
Colegio de Biólogos de Costa Rica
INTRODUCCIÓN
El Colegio de Biólogos de Costa Rica (CBCR) es una organización privada pero con carácter público,
creada en 1968 (Ley No. 4288), entre otros, con el propósito de colaborar con las instituciones del Estado
Costarricense en temas relacionados al uso responsable de los recursos naturales, como órgano asesor en temas
de ciencias biológicas. En la práctica, el Colegio participa en la gestión de administración de los recursos
naturales, tanto colaborando con y asesorando directamente a las instituciones del Estado, como a través del
ejercicio profesional, en todas las especialidades de las ciencias biológicas. Un elemento importante de este
proceso, y pocas veces entendido en su dimensión real, es el ejercicio de las regencias ambientales o regencias
biológicas.
Los miembros del CBCR participan activamente como especialistas en la elaboración de Estudios de
Impacto Ambiental, la formulación de Planes de Manejo para el manejo de Vida Silvestre, como de Áreas
Naturales Protegidas y otros temas de interés ambiental nacional y que forman parte de los requisitos que
tiene la normativa jurídica ambiental costarricense para la conservación, aprovechamiento y manejo de nuestros
recursos naturales. También, tienen a su cargo las funciones de responsabilidad ambiental de proyectos
aprobados en una diversidad grande de temas, como turismo, industria, pesca, desarrollos agroindustriales,
zoocriaderos, etc.
Clasificados por temas y áreas de competencias, el Colegio y sus agremiados que trabajan como regentes
ambientales interactúan actualmente con la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) y el Ministerio
de Ambiente y Energía (MINAE) y hasta cierto punto con el Ministerio de Salud, en particular en los temas de
contaminación ambiental. También el Colegio participa como Autoridad Científica en la Comisión Nacional de
CITES (Convención sobre el Comercio Internacional sobre Especies de Flora y Fauna Silvestres en Peligro).
Una de las críticas más serias que la comunidad costarricense le ha venido haciendo al Estado
Costarricense, y que se ha incrementado en años recientes, es el pobre control y gestión que realiza para conservar,
proteger y utilizar responsablemente nuestros recursos naturales, en prácticamente todos los temas. Se dice por
ejemplo, que el esfuerzo que ha hecho Costa Rica para crear un sistema de áreas protegidas, no se compara con
el severo deterioro ambiental del resto del país, en una gran cantidad de campos, por ejemplo; la calidad de los
cuerpos de agua, la conservación del bosque en áreas que no están protegidas, el uso del suelo, la contaminación
en todas sus formas, y los recursos pesqueros nacionales.
ANTECEDENTES
Programa de Certificación
Muchas críticas tienen sustento en el deterioro palpable de nuestros recursos biológicos y naturales,
pero a menudo se señala como responsable solamente al Estado, cuando en realidad, es responsabilidad de todo
el resguardo de nuestro patrimonio natural. Por este motivo, el CBCR ha decidido emprender un esfuerzo serio
para contribuir a mejorar el desempeño de la gestión de administración y conservación de los recursos naturales,
desde su campo de acción, que como se ha mencionado incluye dos líneas de acción.
36
La primera, es haciendo un esfuerzo por incidir en las políticas ambientales nacionales, estrechando
y fortaleciendo los vínculos como cuerpo colegiado asesor en temas biológicos que tiene con las instituciones
del Estado. La segunda es mediante el fortalecimiento de su sistema de Fiscalías y Regencias Ambientales,
buscando incidir en los regentes ambientales para lograr un desempeño de alta calidad en sus labores
profesionales y buscando vínculos operativos con las agencias del Estado, tales como la SETENA, el Ministerio
de Ambiente y Energía, el INCOPESCA y el Ministerio de Salud.
Para lograr esta meta, el Colegio tomó la decisión de formular una estrategia que fortalezca sus
vínculos y participación, en los temas de política ambiental nacional, así como su participación en los procesos
de administración de los recursos naturales. Esto se está comenzando a materializar con la creación de lo que
hemos llamado el Sistema de Fiscalías y Regencias Ambientales que incluye una agrupación de las regencias de
acuerdo a los procesos que realiza el Estado, a través de la SETENA, Vida Silvestre y Forestal del MINAE, el
INCOPESCA y el Ministerio de Salud.
Para esto, el Colegio creó Fiscalías Auxiliares en las siguientes áreas: 1) Pesca; 2) Estudios de Impacto
Ambiental y Estudios Ambientales; 3) Vida Silvestre; 4) Ecología Forestal; y 5) Genética y Salud Humana.
La idea es que a través de estas Fiscalías se regule y controle más eficientemente la participación de regentes
ambientales y se logre una mejor vinculación en los procesos de gestión ambiental con estas instituciones.
Si este esfuerzo se consolida, consideramos que como institución estaremos contribuyendo
significativamente a lograr una mejora paulatina y duradera en estos procesos. Esta es una forma de asumir
de manera seria y responsable su rol en el mejoramiento ambiental del país. Para la consolidación de esta
iniciativa se requiere actualizar y capacitar tanto a los regentes como a los funcionarios claves de las
instituciones del Estado, en temas de gestión y control ambiental, en los campos mencionados, así como de crear
las capacidades de apoyo logístico necesario que ayuden a que el sistema funcione eficientemente.
La experiencia y el aprendizaje que han logrado otras entidades similares en los Estados Unidos de
Norte América, en este tipo de labores, constituye un elemento de particular importancia para avanzar más
eficientemente en esta estrategia. De esta forma, por ejemplo, los protocolos de evaluación ecológica rápida
que ha desarrollado la Environmental Protection Agency (EPA), en distintos campos, como ríos, humedales,
puertos, manejo costero marino, etc., son avances importantes que pueden incorporarse y adaptarse en Costa
Rica. Igual situación ocurre con protocolos similares del National Forest Service, en el tema de bosques, etc.
Certificación del desembarque de tiburones
Se llegó a la conclusión de que un esquema que funciona bien para control de diferentes actividades
es uno en el cual biólogos profesionales debidamente acreditados y auditados por el Colegio de Biólogos de
Costa Rica fuesen los responsables de realizar las regencias para certificar procesos o productos. Este es el
caso de la certificación del desembarque de tiburones, el cual tiene el propósito de asegurar que la normativa
que tenga la autoridad de pesca sobre la forma en que deben venir los desembarques de tiburones se cumpla. En una primera etapa del sistema de regencias, el cual incluye las regencias pesqueras, se inició precisamente
con la certificación de los desembarques de tiburón y sus aletas, para supervisar que el peso de los cuerpos que
se desembarcan mantenga una relación con el peso de las aletas abordo. Según los criterios adoptados por el
INCOPESCA.
Entre los problemas que se presentan para las poblaciones de tiburones se encuentra “el desaleteo”,
práctica que consiste en que a los tiburones capturados se les cortan las aletas para comercializarlas, en tanto que
el cuerpo es arrojado al mar, costumbre que a provocado justificada reacción en sectores involucrados debido a
los factores inherentes a esta situación, a saber. La presión sobre los tiburones se ha incrementado en años recientes por la apertura de mercados asiáticos, donde sobresale el resurgimiento de economías urbanas en China
en las cuales se ha incrementado la capacidad de compra de los pobladores, así como la creciente práctica de
hacer negocios o celebraciones familiares y agasajar a los invitados con sopa de aleta. A pesar de la connotación
justificadamente negativa que tiene esta práctica, no nos debemos confundir pensando que este es el problema
central de la conservación de tiburones, sino más bien que es el manejo de los recursos pesqueros, donde los
37
tiburones son una parte de las capturas. Para el caso de las pesquerías de pelágicos, las principales especies
son también consideras altamente migratorias y trans-zonales, como lo son el atún, el espada, el dorado y los
picudos, junto con los cuales los tiburones se capturan, y por lo tanto el problema se vuelve un problema de
manejo de pesquerías trans-zonales y multinacionales complejo.
La captura de tiburón es realizada en todos los tipos de pesca que se utilizan en Costa Rica, sin embargo
el mayor esfuerzo de pesca hacia estos proviene del sector palangrero o “longlines”, y dentro de este sector
destacan, los grandes palangreros que pescan principalmente en aguas internacionales.
Debido a las consecuencias que esta industria pudiera provocar (además de las mencionadas) en la
actividad pesquera de Costa Rica. La Asamblea Legislativa ratifico el 22 de diciembre del 2000 la
“adhesión de Costa Rica al acuerdo sobre la aplicación de las disposiciones de la convención de las Naciones
Unidas sobre el derecho del mar, del 10 de diciembre de 1982, relativas a la conservación y ordenación de las
poblaciones de peces trans-zonales y las poblaciones de peces altamente migratorios, y sus anexos, suscrita en
Nueva York, el 4 de diciembre de 1995”. Lo que obliga y faculta a los estados participantes a tomar las medidas
necesarias para hacer cumplir los enunciados de la convención.
El Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) y el Colegio de Biólogos de Costa Rica
(CBCR) suscribieron un convenio en el año del 2002, mediante el cual el CBCR cooperará con el INCOPESCA
para el establecimiento de un plan de manejo pesquero del tiburón procurando principalmente proteger no solo
este recurso, sino además otras especies de peces pelágicos que son capturadas en aguas de la zona económica
exclusiva de Costa Rica y en todo el Pacífico Oriental, que luego son desembarcadas en nuestro país. Por tanto
el principal objetivo del convenio y de la participación de biólogos afiliados al CBCR es proteger los recursos
de la pesca pelágica mediante el establecimiento de mecanismos de control en los desembarques, técnicamente
viables y desarrollados por especialistas en la materia junto con miembros del sector pesquero nacional.
Es conveniente recordar y aclarar la definición de desaleteo o aleteo de tiburones, práctica definida por
la FAO como la de cortar las aletas del cuerpo de los tiburones y botar los cuerpos al mar sin aprovecharlos.
El sistema de regencias pesqueras que ejecutan el INCOPESCA y el CBCR, no permite que se traigan aletas sin
sus respectivos cuerpos o viceversa. EL acuerdo AJDIP/415 permite que el desembarque de tiburón sea con la
aleta adherida o con la aleta separada. Cuando el desembarque es de aleta separada, este acuerdo estipula que
para poder comercializar el tiburón y sus aletas en Costa Rica se debe cumplir con los porcentajes establecidos
para cada especie y tipo de corte. La parte del acuerdo AJDIP/415, en que se permite el desembarque de aletas
separadas del cuerpo se derogó tácitamente cuando entró en vigencia la ley de Pesca y Acuicultura (No 8436).
Como primera medida se procedió a la elaboración de un diagrama de flujo para establecer el
funcionamiento adecuado entre los sectores involucrados en el programa de certificación, en forma
simultánea se elaboró una norma de funcionamiento y las hojas de registro de datos, documentos base para el
funcionamiento del programa.
Cursos de capacitación
Como requisito básico para poder ejercer como regente pesquero es requisito llevar un curso de
capacitación. En este momento se han realizado dos cursos en los que se han entrenado a 24 regentes, todas y
todos personas de reconocida solvencia moral, además de buenos profesionales.
38
Aporte del Sistema de Regencias Pesqueras al control adecuado de los desembarques
Estadística
Antes de noviembre del 2003, las estadísticas nacionales sobre tiburón estaban basadas en categorías
comerciales, denominadas como posta, bolillo, cazón y aleta, las cuales agrupaban todos los tipos de tiburón
independientemente de la especie o del tipo de pesquería. La implementación del convenio INCOPESCA
~ CBCR y de la aplicación del acuerdo AJDIP/415, ha permitido no sólo obtener la cantidad de tiburón por
especies, sino que también se logra obtener una mejor información sobre las capturas de las otras especies de
peces que se capturan en esta pesquería y se desembarcan - picudos, dorados, atunes.
Para poder clasificar a los tiburones descabezados y eviscerados se desarrolló una guía de campo,
basada en fotografías (se adjunta archivo PDF).
Controles
No existía una regulación pesquera en Costa Rica o Centroamérica, con tantos controles y requerimiento
de datos estadísticos como el que se emplea en los desembarques de Costa Rica, regulación en vigencia un
año y medio con anterioridad a la promulgación de la ley 8436. Estos controles reglamentados en el acuerdo
AJDIP/415, implican el que el armador o el capitán avisen con anterioridad el arribo de la embarcación a puerto,
en el caso de las embarcaciones con bandera extranjera al momento del arribo al puerto este se revisaba y se le
sellaban las bodegas, labor que actualmente realizan funcionarios de aduanas. Al momento de la descarga se le
hacía una segunda revisión total de la embarcación y únicamente el biólogo asignado podía romper los sellos.
El biólogo debe de estar durante todo el proceso de desembarque, si por algún motivo se debe de
suspender la labor de desembarque, las bodegas se sellan de nuevo y pueden ser reabiertas solo con la presencia
del biólogo regente. Una vez finalizado el desembarque se procede de nuevo a la revisión de la embarcación.
Si el desembarque se aprueba se le da la certificación afirmativa al armador con la cuál puede continuar con los
trámites de comercialización de sus productos de tiburón, de no certificarse el desembarque se le informa a los
funcionarios de INCOPESCA los cuáles deben de tomar las medidas necesarias, es importante comprender que
el o la regente pesquera no tiene ni puede ejercer ninguna atribución de autoridad de policía.
Así mismo, el CBCR, tiene mecanismos de control internos que permiten la mayor transparencia del
sistema. Algunos de los mecanismos utilizados son:
1.
Creación de una fiscalía auxiliar para las regencias pesqueras que realizan controles sobre el programa y sobre los regentes cuando estos realizan desembarques.
2.
Rotación de Regentes y auditorias.
3.
La asignación del o la regente la hace la fiscalía auxiliar en pesquerías o el fiscal del CBCR, con este procedimiento se minimiza el trato del armador y el regente pesquero.
4.
El importe del costo de la inspección se deposita a una cuenta del CBCR, es el CBCR el que paga a la o el regente.
5.
Reuniones con funcionarios de INCOPESCA con el objetivo de analizar el funcionamiento del sistema.
6.
Reuniones con las y los regentes pesqueros para analizar el funcionamiento del sistema. Estos encuentros son sumamente importantes ya que estas y estos profesionales dan el aporte necesario para buscar el éxito del programa.
39
CONCLUSIONES
1.
Esta labor que se remonta al año 2001 ha estado marcada por una cadena de dificultades, al ser una nueva regulación para el sector extractivo y comercializador, no fue comprendida como un sistema para controlar
malas prácticas, si no mas bien como un impuesto indirecto. El proceso para lograr la aceptación de este implicó
una larga serie de reuniones que abarcaron un período de dos años y que gracias a la visión de los participantes
se pudo llegar a acuerdos.
2.
El CBCR se encuentra en el medio de sectores que son altamente antagónicos, en base a un proceso
de estudio, de comprender la situación pesquera y a la capacidad de negociación asumió un reto que ha dado
su aporte al ordenamiento de los desembarques de grandes pelágicos y a la aceptación del sector extractivo y
comercializador de que el uso de estos mecanismos son necesarios en la actualidad.
3.
Las y los regentes son profesionales que no dependen exclusivamente de las inspecciones o regencias,
la labor de estas personas brinda aporta un alto nivel de honestidad al sistema.
4.
El uso obligatorio del “formulario único del registro de datos y certificación del desembarque de tiburón” en los desembarques de grandes pelágicos, y además el desarrollo de la base de datos, es una herramienta
básica que bien utilizada aporta conocimiento para la toma de decisiones.
Hacia donde se dirige el sistema de regencias pesqueras
1.
Consideramos que el sistema es un gran paso en la búsqueda del camino adecuado del manejo de los
recursos biológicos marinos, en este caso el desembarque responsable de grandes pelágicos capturados por
palangres a la deriva, sin embargo se comprende que el camino es largo y es necesario una gran cantidad de
trabajo para revertir el proceso de sobreexplotación que se está dando. El proceso de diálogo entre los sectores
involucrados debe de ser constante, en donde las posiciones sesgadas hacia intereses sectoriales no deben enturbiar la transparencia del sistema ni soslayar la importancia del mismo para la conservación y ordenamiento de
las pesquerías.
2.
El sistema tiene que abarcar otros tipos de pesquerías en que se capturan tiburones y otros peces Elasmobranquios.
3.
Como parte del proceso de diálogo el sector pesquero tiene que comprender que el conocimiento de los
lugares de faena así como el esfuerzo de pesca son datos fundamentales como insumo para el conocimiento de
una pesquería, un programa de observadores a largo plazo es extremadamente costoso, por lo tanto una tripulación conciente podría aportar estos datos, este es un paso muy importante.
Evidentemente la lista de tareas a realizar es extensa, por lo que es necesario el trabajo de todas las
personas interesadas en este tema.
Nota: El aporte del colega M. Sc. Marco Antonio Bolaños Zamora, fue indispensable para el desarrollo
y funcionamiento de este proceso, sin la ayuda y el entusiasmo evidente de él las dificultades hubieran sido
mucho mayores.
40
Proyecto de tesis de Maestría
Biología reproductiva y alimentaria del tiburón martillo
Sphyrna lewini, en zonas de explotación
del litoral Pacífico de Costa Rica
Ilena Zanella1
Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre,
Universidad Nacional de Costa Rica
ilenazane@yahoo.it
1
INTRODUCCIÓN
En Costa Rica los tiburones representan un importante recurso económico y una fuente de
proteínas para las comunidades locales. Como en otras regiones del mundo han experimentado una fuerte presión
pesquera, debido a la demanda de aletas de tiburón del mercado asiático y al aumento del consumo de carne por
parte de Estados Unidos y Europa. A pesar de esto, en toda América Central se han realizados pocos esfuerzos
científicos para un adecuado manejo de las especies de tiburón (Rojas et al. 2000).
Según lo que estipula la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de
1982 y el Código de Conducta para la Pesca Responsable de Conducta, Costa Rica no solo tiene el
derecho soberano de aprovechar sus recursos naturales, sino que al mismo tiempo tiene la
obligación de proteger y conservar el medio marino, en particular las poblaciones explotadas. Es necesario
asegurar que los esfuerzos de pesca guarden una relación adecuada con la productividad de los recursos y
brinden a los pescadores la seguridad a largo plazo de conservar un activo económico estable (FAO 1995, 2005).
Para lograr dicho propósito es fundamental respetar el principio de sostenibilidad, el cual implica que,
para una determinada población, solo se deben cosechar tasas inferiores a la mortalidad poblacional esperada,
con el fin de no afectar la dinámica poblacional y los aprovechamientos futuros (Krebs 1986). Por tanto, se
necesita información básica en cuanto a parámetros de crecimiento y reproducción.
Además, los tiburones son considerados los depredadores topes en los océanos, por lo que juegan un
papel fundamental en la transferencia de energía entre los niveles tróficos superiores en todos los ecosistemas
marinos. A pesar de lo anterior, a diferencia de los numerosos estudios de ecología alimentaria que se han
desarrollado para otros grupos de peces, el conocimiento en tiburones es muy escaso. Esto porque la
representación de la dieta de una especie de elasmobranquio es complicada; debido a los cambios de dieta
que ocurren dentro de las especies en individuos de distintos tamaños, de diferentes zonas geográficas, y de
distintas estaciones o épocas climáticas.
La costa del Pacífico sobresale por su riqueza de especies de tiburones, con alrededor de 30 especies
explotadas comercialmente (Camhi 1999). Destacan por su abundancia, las familias Carcharhinidae y
Sphyrnidae, pertenecientes al orden de los Carcharhiniformes (Bonfil, 1997). Dentro de esta última familia se
encuentra el tiburón martillo Sphyrna lewini. En América Central se considera una de las especies más afectada
por la sobre pesca y por el “aleteo”. En Honduras y en Panamá es la segunda especie más capturada y en
Nicaragua y en Costa Rica es la tercera especie más explotada, superada solo por Prionace glauca y
Carcharhinus falciformis (Rojas et al 2000). Su alta mortalidad ha afectado la población de tal manera que, en
el año 2000, se incorporó a la “Lista Roja” de la UICN (Cavanagh, 2003). Además, debido a la alta presión
pesquera que el tiburón martillo presenta en las crías, se ha incluido en la lista de las 26 especies de tiburones
con prioridad de conservación (FAO 2005).
41
Objetivo general:
•
Describir la biología reproductiva y alimentaría del tiburón martillo Sphyrna lewini, para elaborar una
propuesta científica de manejo en aguas del Pacífico de Costa Rica.
Objetivos específicos:
•
Determinar la talla de primera madurez para machos y hembras de especimenes capturados por medio de pesquería comercial (industrial y artesanal).
•
Estimar la proporción de sexos en embriones, juveniles y adultos; la fecundidad, el periodo de gestación y la temporada de copulación para dicha especie.
•
Determinar y comparar la proporción de juveniles y adultos capturados en la pesquería de gran escala y en la de tipo artesanal.
•
Realizar tablas de vida para elaborar una estrategia óptima de pesca.
•
Describir la dieta de los especimenes capturados en la pesquería de gran escala y en la de tipo artesanal.
METODOLOGÍA
La colecta de los especimenes de tiburones se realizará desde mayo 2006 hasta abril 2007. Los tiburones
serán individuos capturados en la pesca comercial del litoral Pacífico de Costa Rica. Debido a lo anterior, se
trabajará con pescadores de embarcaciones costera y pelágicas, situadas en distintas localidades a lo largo del
litoral, se considerarán los desembarques de Playas del Coco, Tárcoles y Golfito.
La madurez sexual de la especie se determinará observando características morfométricas y morfológicas
de las estructuras reproductivas (gónadas) que se recolectarán. Se considerará como talla de primera madurez
poblacional aquella a la cual el 50% de los organismos en la frecuencia de clase estarán maduros (Pratt & Otake,
1990). La tabla de vida se elaborará a partir de distintos modelos, tales como Von Bertalanffy (edades) BevertonHolt (mortalidad total) y Hoening (mortalidad natural). Con dicha tabla se determinará la tasa intrínseca de
crecimiento que servirá para obtener el valor de la máxima cosecha sostenible.
En cuanto a la biología alimentaria, se extraerá el contenido estomacal de cada uno de los individuos
capturados y, se clasificará con claves especializadas y se determinará el taxón más cercano a la especie. Para
cada especie identificada como presa, se calculará la frecuencia de ocurrencia (F%), la proporción respecto al
número (N%) y la proporción respecto al peso (W%). Para determinar la presa más significativa para Sphyrna
lewini, se calculará el índice de importancia relativa (% IRI).
42
BIBLIOGRAFÍA
Bonfil S. R. 1997. Status of Shark Resources in the Southern Gulf of Mexico and Caribbean. Implications for Management. Fisheries Research 29: 101-117.
Camhi, M. 1999. Sharks on the Line: Analysis of Pacific State Shark Fisheries. Living Oceans Program, National Audubon Society, Islip, New York, USA. 115 pp.
Cavanagh R., 2003. The Conservation Status of Australian Chondrichthyans: report of Shark specialist group Australia and Oceania Regional Red List Workshop. Editorial UICN. Queensland, Australia.
FAO, 1995. Código de conducta para la pesca responsable. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Roma, Italia. 46p.
FAO, 2005. La ordenación pesquera: conservación y ordenación del tiburón.
(Hipervínculo: http: //www.fao.org) [Consulta: 02-10-2005].
Krebs C. J., 1986. Ecología: análisis experimental de la distribución y abundancia. Tercera edición. Ediciones Pirámides, S. A. Madrid, España. Pp.191-225.
Pratt, H.L., & T. Otake. 1990. Recommendations for work needed to increase our knowledge of reproduction
relative to fishery management. NOAA Tech. Rep. NMFS 90: 509-510.
Rojas J. R., Campos J., Segura A., Mug M., Campos R., y O. Rodríguez. 2000. Shark fisheries in Central America: a review and update. UNICIENCIA 17. Universidad Nacional de Costa Rica. Heredia, Costa Rica. Pp. 49-56.
43
PRIMER SEMINARIO-TALLER DEL ESTADO DEL
CONOCIMIENTO DE LA CONDRICTIOFAUNA
DE COSTA RICA
EPÍLOGO
Desde el periodo Devoniano (hace más de 300 millones de años) los Condrictios se han
caracterizados por ser exitosos e imponentes depredadores que dominaban nuestros océanos. Lamentablemente
en las últimas décadas, estos animales se han vueltos frágiles e impotentes frente a la fuerte presión pesquera
mundial, que cada día está debilitando más a nuestros mares. Dicha situación, ha causado preocupación en la
comunidad científica global y en Costa Rica este grupo de especies, “olvidado” por los investigadores durante años,
actualmente resulta de especial interés por algunos científicos que consideran a los condrictios un grupo con una
compleja problemática. Los esfuerzos se han canalizado en desarrollar una base de conocimiento con el fin de
conservar la Condrictiofauna e intentar protegerla de la desaparición. De hecho, el Primer Seminario-Taller del
Estado del Conocimiento de la Condrictiofauna de Costa Rica, realizado el 2 de febrero del 2006, refleja el reto
y el compromiso tomado por estos científicos.
Los resultados de este seminario indican que los estudios están enfocados en los tiburones, siendo los
trabajos de ecología los dominantes. También se pueden observar proyectos innovadores de distintas escalas,
como trabajos genéticos y de marcaje satelital. Cabe mencionar que la mayoría de los trabajos están empezando
y por tanto, se prevén resultados exitosos para los próximos años. Estos construirán los lineamientos bases para
las futuras investigaciones y sobretodo para las próximas acciones de conservación y manejo.
Por el otro lado, las rayas y las quimeras (no reportadas aún) son dos grupos desconocidos para los
científicos costarricenses. De hecho, durante el taller se expuso la problemática de la falta de información sobre
estos taxones y en particular sobre las rayas, las cuales actualmente representan un recurso socioeconómico
para el sector pesquero. Indudablemente las rayas representan un reto para todos nosotros los investigadores
costarricenses.
Por tanto, a pesar de que estamos realizando grandes esfuerzos para nuestra Condrictiofauna, nos
falta mucho por hacer. Una agenda sobre próximas líneas de trabajo señala que en tiburones tenemos que
establecer las especies de importancia prioritaria, es decir aquellas cuya información nos señalen como especies
amenazadas y que representan un recurso económico para el sector pesquero.
También es necesario enfocarnos en contestar las preguntas bases sobre temas de ecología y de historias
de vida, necesitamos ahondar en aspectos sobre abundancia relativa, reproducción y alimentación. El conjunto
de información que se derive de estos ejes de trabajo será útil en el establecimiento de acciones de manejo. Sin
embargo, estamos seguros de que a partir de este seminario se sumarán una serie de profesionales dispuestos a
tomar este desafío y brindar opciones viables para la conservación de este grupo.
Además, el Seminario-Taller del Estado del Conocimiento de la Condrictiofauna de Costa Rica
representó el primer paso de concientización hacia la importancia del trabajo conjunto. Se ha superado
un paradigma en el cuál los intereses, esfuerzos, ideas y propuestas del país están sobre los individuales. Ahora, debemos empezar a crear alianzas estratégicas y a unir nuestras fuerzas con el fin de tener un efecto
multiplicativo en nuestros resultados y tener mayores impactos en la conservación, lo cual beneficiará
directamente a la Condrictiofauna y, por ende, a la salud de nuestros ecosistemas marinos.
44
Ilena Zanella
Marzo, 2006
45