¿Cómo pueden mujeres pensionadas mayores de 60 años

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¿Cómo pueden mujeres pensionadas mayores de 60 años
¿Cómo pueden mujeres pensionadas mayores de 60
años generar ingresos extras para su economía?
Ricardo Ballestero Mena1
Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología
San José, Costa Rica
Diciembre del 2014
Resumen
En Costa Rica, los programas de emprendimiento social han ido en
aumento desde el 2010. Ante este panorama, se busca conocer las
opciones de emprendimiento para mujeres pensionadas mayores de 60
años, a fin de que generen ingresos extras para su economía. Para
obtener los datos para la presente investigación, se realizó una encuesta a
una población de adultos de 18 a 50 años y dos entrevistas a mujeres
pensionadas mayores de 60 años. Sorprendió que un 13 % de los
encuestados vive con su familia y una mujer pensionada mayor de 60
años, lo que indica que este tipo de mujeres son protegidas por sus
familiares y tiene mucho que ver con que un 37 % de estas mujeres se
dedican al cuido de otras personas que pueden ser los nietos o bisnietos
de sus familiares. El 84 % de los encuestados estaría anuente a adquirir
un bien o servicio a una mujer pensionada mayor de 60 años, lo que
presenta un ambiente muy favorable, pues quiere decir que hay mercado
disponible y que se puede encontrar alguna estrategia de emprendimiento.
Lamentablemente, muchas de estas mujeres no pueden financiarse la
compra de materia prima o los viáticos para asistir a ferias para
Bachiller en Ingeniería Industrial. Opta por la Maestría en Administración de Empresas con énfasis en Gerencia de
Operaciones de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología. Correo electrónico: balle00@yahoo.com
comercializar sus creaciones. Si realizan algún producto o servicio, lo
comercializan en su ambiente familiar y social, por lo que el nivel de
exposición es muy bajo y según las entrevistas, ellas lo ven como una
distracción y no como un negocio. Después de realizada la investigación y
con la estrategia identificada, se puede dar respuesta a la pregunta, pero
no en el grado que el investigador deseaba y depende de que la mujer
pensionada mayor de 60 años quiera generar algún tipo de ingreso extra.
Palabras clave: mujer, pensionada, emprendimiento, estrategia, economía
Abstract
In Costa Rica, social entrepreneurship programs have increased since
2010. Against this background, it seeks to understand the options of
entrepreneurship for women pensioned over 60 years old that generates
additional revenue to its economy. The research has references on surveys
of a population of 18-50 years and two interviews to women pensioned
over 60 years old. It surprised that 13% of respondents, live with his family
and a woman pensioned over 60 years old. This indicates that such women
are more protected by their family and has sense because 37% of these
women are responsible of caring for others who may be the grandchildren
or great-grandchildren of their families. An 84% of respondents would be
consenting to purchase a good or service to a woman pensioned in her
60s, showing a very favorable commercial environment because it means
that they have market available and we can find some entrepreneurship
strategy. Unfortunately, many of these women cannot be financed to
purchase raw material or attend to trade shows to sell their creations. If
they make a product or service, they shared it in their family and social
environment with a very low cost, so the level of exposure is very low and
according to interviews, they see it as a distraction and not as a business.
After completion of the research and the identified strategy, you can
answer the question, but not as expected by the researcher desires and
because even with “Seed” capital available, it is difficult to begin a
commercial activity, there is a series of requirements to obtain it and the
most important position is that depends on that most of these women
pensioned over 60 year old want to generate some extra income to your
pension.
Key words: Women, Retired, Entrepreneurship, Strategy, Economy
Introducción
En Costa Rica, a lo largo de la última década, ha habido gran preocupación
por erradicar la pobreza o por lo menos por reducirla significativamente, pero
los gobiernos no han realizado acciones concretas para lograr este fin. Los
sectores más pobres se mantienen gracias a actividades informales,
para
hacerle frente al faltante de dinero para cubrir sus necesidades básicas. Por
eso,
se ha vuelto común un crecimiento de ventas de comida, ventas por
catálogo, ventas de productos alimenticios, ventas callejeras de productos
variados y el transporte informal, pero aun con estas actividades informales, la
pobreza sigue extendiéndose por todo el país.
Como respuesta a la falta de acciones claras por parte de Estado antes del
2010 y como una solución real para la economía de este sector de la población
sumido en la pobreza, ha surgido el emprendimiento social, como herramienta
para la generación de ingresos mediante la creación de proyectos que
desarrollan microempresas o micronegocios con un horizonte más real y con
acciones concretas y fáciles para ponerlos en funcionamiento. Uno de los
ejemplos de emprendimiento social es Muhammad Yunus (premio Nobel 2006),
quien logró que el emprendimiento social se esparciera en el mundo con
modelos de negocios que mejoran la calidad de vida de la población en general,
lo cual es uno de los objetivos del emprendimiento.
Cortes (2010) señala que el Global Entrepreneurship Monitor (GEM, por sus
siglas en Ingles), establece que “el emprendimiento es un proceso dinámico,
que incluye no solo a las ideas que se transforman en negocios, o las nuevas
empresas, sino también a las que hacen cosas nuevas, aun teniendo muchos
años en el mercado” (párr. 2). Para que sea exitoso, el emprendimiento social
tiene que estar íntimamente relacionado con las estructuras productivas de los
países y darle respuesta a algún problema social.
El término emprendimiento social puede significar las acciones de
emprendedores que con iniciativas creativas o innovadoras generan nuevas
empresas o desarrollan un proyecto concreto. Este emprendedor debe ser una
persona proactiva, que quiera hacer realidad sus ideas. Si se aplica lo anterior,
se podría definir al emprendimiento social como la persona o grupo que posee
iniciativas creativas e innovadoras que dan como resultado el desarrollo y
creación de una nueva empresa o proyecto en concreto para tratar de resolver
un problema social.
Por lo anterior, se entiende que el objetivo del
emprendimiento social es ayudar a la sociedad o al medio ambiente por el bien
común.
En Costa Rica, los programas de emprendimiento social han ido en aumento
desde el 2010,
la gran mayoría enfocados en el área de reciclaje,
que
depende de la voluntad firme y de un trabajo de recolección alto, pues el
costarricense no está acostumbrado a reciclar, pues no existe una educación
adecuada al respecto. Sin embargo, cuando nos fijamos en una población de
riesgo social siempre pensamos en los niños y las madres solteras, pero qué
sucede con la población que fue productiva y que ahora está discriminada por
su edad o porque sus habilidades físicas se han limitado por factores
relacionados con su edad y se complica aún más, cuando esta población son
mujeres a las que la misma sociedad las ha dado relegado al hogar y no
cotizaron adecuadamente para el seguro social, lo que les reduce el monto de
la pensión o subsidio del Estado, que de todas formas es muy limitado.
Al parecer, la mujer emprendedora en Costa Rica ņal igual que en otros
países de Centroaméricaņ se encuentra en una fase exploratoria, pero mucho
más avanzada para dar ese primer paso para emprender una actividad
comercial que le genere una utilidad extra a la que ya recibe del Estado. Este
emprendimiento es una bocanada de aire fresco para la participación de las
mujeres,
y más para las de la tercera edad en ciertos sectores
socioeconómicos.
Ante
este
panorama,
se
busca
entender
los
condicionantes
emprendimiento para mujeres pensionadas mayores de 60 años,
del
a fin de
identificar algún tipo de emprendimiento que genere un impacto positivo en la
vida de estas mujeres, para lograr un mayor desarrollo de sus habilidades y
satisfacción consigo mismas, por lo que se plantea la siguiente pregunta de
investigación: ¿Cómo pueden mujeres pensionadas mayores de 60 años
generar ingresos extras para su economía?
A partir del problema planteado, se deriva para esta investigación el definir
una actividad de tipo de comercialización para que esta población pueda
generar algún tipo de ingreso extra según sus habilidades y conocimientos.
Objetivo general. Definir una estrategia para que mujeres pensionadas
mayores de 60 años puedan generar ingresos extras.
Objetivos específicos 1- Analizar el emprendimiento y su relación con las
mujeres, 2- analizar el sistema de pensión en Costa Rica para las mujeres y 3definir la viabilidad financiera de la capacitación de las mujeres pensionadas
mayores de 60 años en un oficio.
Metodología de investigación. La investigación que se realizó fue de tipo no
experimental, debido a que se intentará conocer los sujetos de estudio en sus
condiciones naturales, no ejerciendo ningún tipo de intervención o estímulo
externo sobre las variables consideradas. También se consideraron bases de
datos, artículos, publicaciones y reportes disponibles en internet. Se realizó una
investigación del tema de emprendimiento en Costa Rica, y cómo se manifiesta
en el desarrollo de proyectos considerando la variable de sexo y las
oportunidades que da la sociedad y el Estado costarricense. Se revisó la
legislación existente y las iniciativas del gobierno para impulsar y fortalecer el
emprendimiento y las iniciativas para proyectos con emprendimiento, con el fin
de identificar los posibles obstáculos para la participación de la mujer en
proyectos de emprendimiento.
Esta investigación posee referencias sobre encuestas realizadas con una serie
de preguntas de investigación a una población con edades de entre 18 a 50
años. Estas encuestas pretenden obtener la mayor cantidad de información
posible sobre la apreciación que existe sobre mujeres pensionadas mayores de
60 años y su oportunidad de emprendimiento, e identificar ņde ser posibleņ
una estrategia para generar ingresos extras a su pensión.
Además, se llevó a cabo una entrevista a dos mujeres pensionadas
mayores de 60 años, para obtener mayor información sobre su concepto de
emprendimiento, informarse sobre la vivencia de estas mujeres y sus luchas
para mantener su estilo de vida a pesar de los niveles bajos de su pensión, y
escuchar sus propuestas de estrategias o actividades para generar ingresos
extra. Un aspecto ético de la participación en la investigación por parte de los
encuestados y de las entrevistadas es que fue de carácter libre y de manera
voluntaria.
Tanto en la encuesta como en las entrevistas se explicaba en detalle
cuál era el objetivo del presente trabajo y como se realizaría la investigación.
Además, se manifestaba el anonimato de la identidad y se solicitaba
autorización para grabar la entrevista. Se debe indicar que todos los
participantes de las encuestas y las mujeres entrevistadas aceptaron los
términos para su participación. Dado que las mujeres entrevistadas presentan
situaciones especiales socioeconómicas, que están consideradas dentro de una
población vulnerable a la pobreza y han tenido un conjunto de experiencias a lo
largo de su vida, se tomó en cuenta la posibilidad de que expusieran vivencias
dolorosas, por lo cual se detenía la entrevista por unos minutos para contener
emocionalmente a las entrevistadas y así darles un espacio para que calmaran
sus emociones.
El análisis de los resultados de las encuestas se realizó mediante la
tabulación en Excel, con el propósito de explicar de forma clara los temas
principales de esta investigación y lograr los objetivos propuestos.
Marco teórico
La situación de las personas adultas mayores en Costa Rica ha sido un
tema que se ha analizado desde hace más de 10 años y que ha dado
resultados importantes.
La Asociación Gerontológica Costarricense en su informe (2003) señala lo
siguiente:
Según el censo de población del 2000, en Costa Rica hay 301,474
personas mayores de 60 años, que equivale a 7.9% de la población
total de Costa Rica. De este total 143,833 son hombres y 157,641 son
mujeres. Es claro que al reducirse la tasa de crecimiento y aumentar la
esperanza de vida, nuestro país ha entrado en un proceso de
envejecimiento demográfico. Según proyecciones elaboradas por el
Centro Centroamericano de Población y el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos, Costa Rica pasará de tener 301,474 personas
mayores de 60 años en el 2000, a cerca de 2 millones en el 2060 (p.
15).
Este estudio también señala que:
Esta situación tiene un impacto en la dependencia demográfica pues el
proceso de envejecimiento hace que al aumentar la población mayor de
60 años y reducir la base de lo que tradicionalmente se ha entendido
como la población económicamente productiva, haya menos personas
produciendo para mantener el resto de la población inactiva (p. 15).
El realizar estudios y diseño de algún tipo de programa que ayuda a la
población adulta mayor y en específico a mujeres pensionadas mayores de 60
años ha sido un reto para el Estado costarricense en cuanto a salarios
adecuados y justos, y jornadas laborales, entre otros aspectos. La Ley 7932
para el trato Integral para la Persona Adulta Mayor indica en sus objetivos:
a)
Garantizar
a
las
personas
adultas
mayores
igualdad
de
oportunidades y vida digna en todos los ámbitos.
b) Garantizar la participación activa de las personas adultas mayores
en la formulación y aplicación de las políticas que las afecten.
c) Promover la permanencia de las personas adultas mayores en su
núcleo familiar y comunitario.
d) Propiciar formas de organización y participación de las personas
adultas mayores, que le permitan al país aprovechar la experiencia y el
conocimiento de esta población.
e) Impulsar la atención integral e interinstitucional de las personas
adultas mayores por parte de las entidades públicas y privadas, y velar
por el funcionamiento adecuado de los programas y servicios,
destinados a esta población.
f) Garantizar la protección y la seguridad social de las personas adultas
mayores (p. 1).
Aunque la información sobre el adulto mayor, pensiones y emprendimiento
es mucha, se trabajó con temas en específico de forma separada para lograr
una aproximación adecuada al problema de investigación.
Con respecto al tema del emprendimiento en Costa Rica, Lebendiker y Petry
(2011) señalan que
la promoción de nuevos emprendimientos, así como la creación de
proyectos
productivos viables para las condiciones del entorno
prevaleciente se convierten en los pilares básicos y eje estratégico para
generar inclusión social, oportunidades laborales, innovación, riqueza y
desarrollo económico y social local y regional de las naciones. Los
esfuerzos por desentrañar estas complejas relaciones han sido
particularmente
obstaculizados por la carencia de bases de datos
armonizadas sobre emprendimiento en los diversos países. Desde el
año 1997 el proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM, por sus
siglas en ingles) ha procurado subsanar esta carencia por medio de la
recolección
de
información
relevante
en
diversos
países
de
prácticamente todas las regiones del mundo. De este modo, el GEM se
focaliza en tres objetivos principales:
- Medir las diferencias en los niveles de actividad emprendedora entre
países.
- Develar los factores determinantes de los niveles nacionales de la
actividad emprendedora.
- Identificar las políticas nacionales que pueden mejorar los niveles de la
actividad emprendedora (p. 2).
Bajo el lema “Costa Rica emprende”, se implementó la Política Nacional de
Emprendimiento a cargo del Ministerio de Economía, Industria y Comercio en el
año 2010. Lebendiker y Petry (2011) comentan que el objetivo principal de esta
política era
Incentivar el desarrollo económico y social del país mediante el
crecimiento de los procesos productivos y la generación de empleos de
calidad. Como uno de los ejes estratégicos, esta ley establece el apoyo
a los emprendedores en su formación y en la consolidación de los
procesos empresariales (párr. 1).
Lizano (2010) indica que esta política cuenta con siete ejes transversales:
a. Apoyo a mujeres emprendedoras, reconociendo en las mujeres
como grandes motores del emprendimiento costarricense.
b.
Personas jóvenes, buscando particularmente fomentar el
espíritu emprendedor en este grupo etéreo.
c. Innovación y tecnología, con el fin de generar programas de
apoyo y fortalecer las capacidades mediante la investigación.
d.
Compromiso con el ambiente, uso racional del medio y
desarrollo de actividades amigables. La sostenibilidad en relación con
el entorno constituye un valor agregado a la producción costarricense.
e.
Interculturalidad, la integración en interrelación entre las
diferentes culturas favorece la creatividad.
f. Marca Región. Será necesario identificar los productos de cada
región del país.
g. Fomentar la asociación con el fin de promover la vinculación
efectiva entre empresas y emprendedores (párr. 5).
Esta política pretendía unificar esfuerzos para el desarrollo de la cultura
emprendedora. Desde años anteriores,
muchas organizaciones ya venían
llevando a la práctica estrategias de fortalecimiento al emprendimiento y esta
política no sería un esfuerzo aislado y podría considerarse como un proyecto
país.
En relación con este tema, también es de gran interés analizar brevemente
el régimen de pensión de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Se
puede indicar que el Seguro de Salud en Costa Rica es un sistema
caracterizado por la solidaridad, lo que se significa que es un beneficio para
todos los que cotizan, independientemente de la cantidad de dinero que aporta
cada persona. Sin embargo, en las pensiones del Régimen de Invalidez, Vejez
y Muerte (IVM) es totalmente diferente,
pues existe un equilibrio entre la
solidaridad y el nivel de cotización basado en el salario de la persona, exigiendo
un nivel mínimo de aportes a lo largo de su carrera laboral. Según Sauma
(2013), “el IVM es un sistema de beneficio definido, de modo que una relación
adecuada entre la base mínima de contribución y la cuantía mínima de pensión
se torna fundamental para no distorsionar o entorpecer el equilibrio financiero
del seguro” (p. 2).
A este respecto, este autor señala lo siguiente:
El Sistema Nacional de Pensiones de Costa Rica está conformado por
cuatro “pilares” de protección, tres de ellos contributivos y uno no
contributivo.
Los
tres
contributivos
se
denominan:
básico,
complementario obligatorio y complementario voluntario. Es importante
destacar que al pilar básico contributivo se le denomina ‘primer pilar’,
mientras que al pilar no contributivo en algún momento se le denominó
(y en ocasiones aún se denomina) ‘cuarto pilar’. No obstante, como se
verá más adelante, el pilar no contributivo proporciona una protección
igualmente básica a la población, motivo por el cual en el presente se
hará referencia a los cuatro pilares de la siguiente forma:
-pilar básico contributivo
-pilar básico no contributivo
-pilar complementario obligatorio
-pilar complementario voluntario (p. 4)
Teniendo el conocimiento de emprendimiento en Costa Rica y una idea de
lo que podría ser el nivel económico de las mujeres pensionadas con base en
cómo se determina el régimen IVM, se realizó un análisis más profundo del
emprendimiento en relación con el sexo femenino en Costa Rica. La mujer se
encuentra
representada
de
forma
minoritaria
cuando
se
habla
de
emprendimiento. Las características de desigualdad propia de su sexo en el
ámbito profesional han sido reducidas en los últimos años, así que ante este
panorama,
surge la necesidad de comprender cómo las mujeres se están
relacionando con la posibilidad de crear microempresas que les generen un
ingreso extra, específicamente en relación con mujeres pensionadas mayores
de 60 años, de forma que dicha actividad incremente y fomente el movimiento
de la economía.
El crecimiento del emprendimiento femenino ha evolucionado en la fuerza
laboral del país, generando que más mujeres ingresen al comercio formal e
informal de mercancías para generar ingresos. Con respecto a este tema, el
Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) (2010) señala:
El Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) tiene mucho trabajo
desarrollado sobre emprendimientos de mujeres. En esa línea el
INAMU desarrolló en el 2003 un diagnóstico sobre el perfil de riesgo de
la microempresa de mujeres. Ese estudio es la base para trabajar
sobre el acceso al crédito como elemento clave para el despegue de
estas empresas. Desde el año 2007 el INAMU trabaja en el tema de
emprendimiento y mediante la ley PYME trabajan en coordinación con
el MEIC, PROCOMER, y el sistema financiero, entre otros, aunque
reconoce que la ley PYME se orienta a la pequeña empresa y no a la
microempresa o al sector informal (donde se encuentra la masa crítica
de sus acciones) (p. 64).
Resumiendo toda la información citada anteriormente, se puede definir una
estrategia de emprendimiento para mujeres pensionadas mayores de 60 años
por medio de encuestas, entrevistas a mujeres pensionadas mayores de 60
años y un análisis de los obstáculos que enfrentan en la sociedad y esto es
sumamente importante,
debido a la baja participación de las mujeres
pensionadas después de los 60 años en el mercado laboral y en la generación
de ingresos para ellas y sus familias.
Resultados
Se realizaron 75 encuestas a personas de 18 a 50 años que trabajan en un
parque industrial o zona franca y además se realizaron dos encuestas a dos
mujeres pensionadas de 60 años o más que han hecho un análisis de sus vidas
y han buscado una fuente de ingreso adicional a su pensión.
Como primer resultado de la encuesta, sorprendió que un 13 % de los
encuestados vive con su familia y una mujer pensionada mayor de 60 años, lo
que indica que este tipo de mujeres son protegidas por sus familiares y esto
tiene mucho que ver con el resultado de la pregunta 8 de la encuesta, que
indica que un 37 % de estas mujeres se dedican al cuido de otras personas,
como sus nietos o bisnietos.
Otro resultado de la encuesta que llamo la atención, es que un 33 % de los
encuestados indican que conocen o viven con una mujer pensionada de 60 a
65 años y un 29 % vive con una mujer pensionada de 71 a 75 años.
Un resultado que se esperaba de la encuesta es que el 88 % de las mujeres
pensionadas mayores de 60 años reciben una pensión del régimen de IVM, y
que el 93 % de estas mujeres no usan su pensión para mantener a otras
personas, por lo pueden usar este dinero para sus necesidades básicas o
distracciones.
Un resultado más de la encuesta muestra en qué gastan su pensión estas
mujeres mayores de 60 años. El 47 % gasta una buena parte de su pensión en
salud. Cuando se le preguntó a los encuestados un poco más de información,
ellos informaban que en compra de medicinas, pasajes para ir a citas y en
muchas ocasiones en consultas con médicos privados. Un 76 % utiliza su
pensión para comprarse ropa y un 60 % lo usa en distracción. Un resultado que
sorprendió fue que el 7 % de estas mujeres usan su pensión para pagar planes
funerarios por cuotas, para que la familia no tenga preocupaciones en el
momento de su muerte y lo han hablado abiertamente con su núcleo familiar.
Una vez que se observaron estos datos, se empezaron a analizar las
preguntas más relacionadas con emprendimiento o cómo una mujer
pensionada mayor de 60 años podía generar algún tipo de ingreso adicional.
Con respecto a esto, la pregunta 13 muestra que el 84 % de encuestados
estaría anuente a adquirir un bien o servicio a una mujer pensionada mayor de
60 años, lo que presenta un ambiente muy favorable, pues quiere decir que
hay mercado disponible y que se puede encontrar alguna estrategia de
emprendimiento.
Como productos por comercializar o más gustados, los encuestados
resaltaron tres productos: artesanías, con un 61 %; adornos de cerámica o
similares, con un 59 %; y fundas y sábanas, con un 51 %. Además, como
cuarta opción, los encuestados expresaron que adquirirán un servicio de
costura o reparación de ropa, con un 39 %, basados en que las abuelas les
arreglaban la ropa o sabían coser.
En cuanto a la última pregunta, sobre dónde adquirirían estos bienes o
servicios, un 69 % de los encuestados indicaron que adquirirían los bienes o
servicios en las ferias de las asociaciones solidaristas de sus empresas; y un
24 % expresó que contactarían directamente a la mujer para indicarle cómo
querían su bien o servicio, a fin de tener un producto más personalizado y
entablar una relación comercial sin intermediarios.
Conclusiones
Durante su vida laboral o antes de los 60 años, las personas hoy
pensionadas y en especial las mujeres, no tuvieron posibilidad de hacer algún
ahorro o cotizar lo suficiente para el sistema de IVM o algún otro sistema no
contributivo. Los mecanismos que tiene el Estado para que las mujeres
pensionadas mayores de 60 años puedan acceder a calidad de vida aceptable
no se han adaptado a las condiciones reales de este segmento de la población,
pues no se les brinda una pensión o ayuda adecuada, por lo que la falta de
dinero o una economía debilitada de estas mujeres está relacionada con el
estilo de vida que ha tenido toda su vida.
Las limitaciones que existen en el mercado laboral para que las personas
mayores puedan acceder a un trabajo formal ponen en evidencia que no hay
acciones suficientes orientadas a aplicar lo que la Ley Integral de la Persona
Adulta Mayor señala al respecto. La Ley Integral de la Persona Adulta Mayor
indica:
ARTÍCULO 4.- Derechos laborales
Las personas adultas mayores disfrutarán de los siguientes derechos
laborales:
a) Ser seleccionadas para ocupar cualquier puesto, siempre que sus
calidades y capacidades las califiquen para desempeñarlo. No podrán
ser discriminadas por razón de su edad.
b) Contar con los horarios laborales y los planes vacacionales
adecuados a sus necesidades, siempre que tal adecuación no
perjudique la buena marcha de la entidad empleadora.
c) Disfrutar de los mismos derechos que los otros trabajadores. No
serán explotadas física, mental ni económicamente.
Una vez analizados los datos de la encuesta y las entrevistas, además de la
investigación bibliográfica, se puede concluir que a partir de los 60 años de
edad, se reduce la participación de las mujeres en la fuerza laboral. Esto tiene
varias causas, primero se sabe que existe una reducción de la oferta de trabajo
para personas después de los 40 años; segundo, es la edad para retirarse del
mercado laborar y acogerse a una pensión del régimen IVM; y tercero, las
mismas mujeres se autodefinen con un papel menos activo en el mercado
laboral. Esto último obedece a un concepto errado de que
las personas
mayores no pueden ser productivas, por lo estas personas se aíslan ya que
consideran que no pueden participar como elementos productivos en el
mercado laboral nacional y se les resta participación en el ambiente
sociocultural y económico del país.
Para ingresar al mercado y convertirse de nuevo en elementos productivos,
las mujeres pensionadas mayores de 60 años deben tener un proyecto de
emprendimiento en mente, y una vocación por lo que se desea emprender para
maximizar los resultados. Existen otro tipo de motivaciones como tener un
mejor equilibrio entre trabajo y familia o simplemente cumplir un sueño que
tuvieron en otra etapa de su vida como la de tener una empresa propia.
El emprendimiento les otorga estas mujeres pensionadas mayores de 60
años un tipo de independencia del Estado y de sus familiares, así como una
realización personal de que se intento y no se dejo de intentar.
Otro factor que sin duda influye es el aspecto económico. Es un tema que se
mencionó mucho en las encuestas y en las entrevistas, ya que por los menores
ingresos y el nivel educativo de estas mujeres pensionadas mayores de 60
años, que en su mayoría fueron o son jefas de hogar o que están divorciadas o
viudas, pueden usar el
emprendimiento como herramienta para generar
ingresos, este es visto como una oportunidad de desarrollo profesional,
personal y para lograr independencia.
Las mujeres pensionadas mayores de 60 años indicaron en la entrevista que
la necesidad de tener una microemprensa o empezar un “trabajo informal” se
debe a esta necesidad de independencia y para tener los recursos necesarios
para subsistir.
Las principales causas por las que las mujeres pensionadas mayores de 60
años acceden al trabajo informal son:
•
No tienen otras fuentes de ingresos.
•
Las pensiones son bajas y necesitan complementar sus ingresos.
•
Tienen responsabilidades como el cuido de otras personas: hijos, nietos,
personas enfermas, etc.
•
Los hijos no aportan a la subsistencia de sus padres.
•
No tienen acceso a trabajos formales.
•
Hacen falta políticas que aseguren la inserción laboral de la persona
adulta mayor en el mercado de trabajo formal en el país.
Mediante la información consultada para esta investigación y las entrevistas,
se lograron definir los factores que dificultan el emprendimiento para estas
mujeres y en general para las personas pensionadas:
•
Existe una falta de capital inicial de trabajo. El éxito económico del
trabajo informal no se mide por los dividendos que se obtengan, sino
porque permite la subsistencia. Solo con esto se mejora la autoestima de
las personas, pues les reafirma el concepto de ser considerados “útiles”.
•
Las posibilidades de conseguir ayuda financiera por parte del sistema
bancario estatal o privado para temas de emprendimiento son pocas o
nulas. Según Salazar (2013),
el financiamiento para impulsar estos proyectos es difícil de encontrar y
tiene características especiales, muy distintas a lo que sería un
préstamo tradicional en un banco.
Según un informe del Ministerio de Economía, Industria y
Comercio (MEIC) sobre oferta de crédito para la pequeña y mediana
empresa (Pyme) en Costa Rica, realizado el primer semestre del 2012,
solo un 0,02% del crédito otorgado a pymes recayó en emprendedores.
Fuera de la banca comercial, la primera opción es iniciar un
negocio con financiamiento propio.
De hecho, en agosto la encuesta de Unimer para La Nación
reflejó que el 79% de los emprendimientos recurrió a fondos personales
para dar los primeros pasos (párr. 2 y 3).
•
Hay un desconocimiento de los aspectos legales para tener una
microempresa,
desarrollar un negocio o mantenerse trabajando. Las
personas mayores tienen derecho a decidir si continúan laboralmente
activas o si optan por trabajos que se adecúen a sus condiciones de
salud, su dinámica familiar, su participación en el espacio comunal, entre
otros. Sin embargo, a pesar de tener derecho a elegir si se continúa
trabajando o no, la situación económica que enfrentan las personas
mayores en condiciones de pobreza actualmente no les deja espacio
para decidir si quieren continuar siendo económicamente activas o no.
•
Hay falta de redes de apoyo y canales de comercialización para sus
productos o servicios.
Para las personas entrevistadas,
el trabajo
conjunto (cooperativas o alianzas) no se convierte en una alternativa
viable que mejore sus condiciones productivas, porque prevalece la
tradición de trabajo individual y se desea buscar maximizar sus propias
ganancias.
•
No hay una preparación o capacitación para las personas mayores que
les permita continuar vigentes ante las nuevas exigencias del mercado
laboral, de manera que puedan incorporarse a trabajos formales, ya que
no hay una política de empleo que tome en cuenta las particularidades y
necesidades en el campo laboral de las personas mayores debido a que
se definen edades de contratación, experiencia y conocimientos que no
pueden ser cumplidos por una persona adulta mayor y menos por una
mujer pensionada mayor de 60 años.
Recomendaciones
Ya con estos factores establecidos, se definió una estrategia para mejorar
las oportunidades de emprendimiento de una mujer pensionada mayor de 60
años, a fin de que pueda generar ingresos extras a su pensión.
Esta estrategia se compone de:
1- Fortalecer la preparación académica de las mujeres en algún oficio o
actividad que brinde esparcimiento y promoción de sus creaciones. Esto
significa ofrecerles oportunidades de participación en el mercado laboral por
medio de un trabajo informal a las mujeres pensionadas mayores de 60 años,
en asesorías y servicios especializados según su profesión o conocimientos. El
desconocimiento que tienen las personas mayores sobre el trabajo en el sector
informal, les resta las posibilidades de ser competitivas. Aquellos que envejecen
en el sector informal tienen mayor control del espacio y del mercado.
Esto se logra gracias a un programa de la Universidad de Costa Rica (UCR)
llamado Programa Institucional para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM).
El PIAM pretende mejorar el estilo de vida de este grupo social mediante la
inclusión y la participación social en los diversos espacios que proporciona la
Universidad de Costa Rica. En 1986, la institución abrió sus puertas a las
personas adultas y adultas mayores en los cursos regulares y después
implementó cursos específicos dirigidos a esta población.
Según el portal de la UCR,
el PIAM es un programa dirigido a personas mayores de 50 años
y jubiladas con el fin de facilitar su acceso a cursos semestrales
regulares y específicos. En los cursos regulares las personas
mayores comparten con estudiantes empadronados en carreras
como: historia, psicología, filosofía, biología y lenguas modernas,
entre otros. Los cursos específicos son exclusivos del PIAM y
están distribuidos en seis módulos: movimiento humano, idiomas,
artesanías y manualidades, computación, gerontología y grupos
culturales. Este programa está vinculado a la Vicerrectoría de
Acción Social, de la Universidad de Costa Rica (párr. 1).
El PIAM ofrece cursos bajo dos modalidades: cursos regulares y cursos
específicos. Todos tienen una duración semestral y las clases dan inicio en
marzo y en agosto de cada año, cuando empiezan los cursos regulares de la
Universidad de Costa Rica. Hay cursos de las carreras de Historia, Geografía,
Arquitectura, Filosofía, Lenguas Modernas y Tecnología de Alimentos, entre
otras. Las personas mayores pueden matricular aquellos cursos que aparecen
en la guía de horarios del PIAM con cupos disponibles, así como las inclusiones
que el estudiante gestione a los cursos que no aparecen en dicha guía, pero
que sí forman parte de los cursos regulares de la Universidad.
Los costos por curso son de 4000 colones por semestre y, dependiendo del
curso,
los
costos
iniciales
para
materiales
serían
15000
colones
aproximadamente. Si se utilizan estos costos, la inversión inicial sería de 19000
colones más los costos de transporte. Por ejemplo, en el caso de la cerámica,
una vez con las primeras piezas fabricadas, se podrían generar ganancias de 3
veces el monto de gastos iniciales de materiales. Esto produciría una ganancia
suficiente para sufragar los gastos de transporte y de compra de más material
para producir.
2- Brindar espacios de comunicación y promoción de los productos o servicios.
Como se indicó en las conclusiones, para las personas entrevistadas, el trabajo
conjunto (cooperativas o alianzas) no se convierte en una alternativa viable que
mejore sus condiciones productivas, porque prevalece la tradición de trabajo
individual y se desea buscar maximizar sus propias ganancias.
Lo que sí se puede hacer es buscar a los administradores de ferias del
agricultor, municipalidades del GAM y asociaciones solidaristas en el GAM,
para que les permita a las mujeres emprendedoras mostrar y comercializar sus
productos.
3 - Evaluar las posibilidades de financiamiento con requisitos más flexibles que
les permitan comprar materia primar suficiente y pagarlo con las ventas de sus
obras terminadas. En caso de no tener este financiamiento, se debe optar por el
capital semilla. Salazar (2013) indica:
No obstante, cuando esos dineros son insuficientes, existen otras
opciones, pero al inicio siempre será clave el capital semilla. Este
consiste en el dinero que financiará el proceso de iniciar y poner en
marcha el proyecto. En Costa Rica existe un apoyo de capital semilla
creado por el Sistema Banca para el Desarrollo (SBD); es un
financiamiento que se otorga a través de fondos no reembolsables
cuando el beneficiario aporta un 20% del monto total y por medio de
créditos que se pagan a medida que el negocio genere flujo de caja. Los
fondos se giran por medio de las incubadoras, por lo que los
emprendimientos deben estar ligados a alguno de esos programas para
ser beneficiarios (párr. 6-9).
No obstante, aun con capital semilla disponible, es muy difícil emprender
una actividad comercial, pues también existe una serie de requisitos para
obtenerlo.
Lamentablemente, a pesar que puede existir conocimiento de bienes o
servicios en mujeres pensionadas mayores de 60 años y espacios para la
comercialización de productos y
servicios, muchas de estas mujeres no
pueden financiarse la compra de materia prima o los viáticos para asistir a
ferias para comercializar sus creaciones. Por esta razón, las mujeres
pensionadas mayores de 60 años que realizan algún producto o servicio, lo
comercializan en su ambiente familiar y social, por lo que el nivel de exposición
es muy bajo y según las entrevistadas, ellas lo ven como una distracción y no
como un negocio.
El problema planteado para la presente investigación es cómo pueden
mujeres pensionadas mayores de 60 años generar ingresos extras para su
economía, Después de realizada la investigación y con la estrategia
identificada, se puede dar respuesta a la pregunta, pero no en el grado que el
investigador deseaba y que depende de que la mujer pensionada mayor de 60
años quiera generar algún tipo de ingreso extra a su pensión.
Referencias
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grupos focales: Situación y productividad de la persona Adulta mayor
que trabaja en el sector informal de Costa Rica. Recuperado de
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estimular
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emprendimiento. Recuperado de http://www.ekaenlinea.com/costa-ricanecesita-estimular-el-emprendimiento/
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Lizano, I. (2010). El emprendimiento en Costa Rica. Recuperado de
http://mujereshoy.info/el-emprendimiento-en-costa-rica/5064/
Salazar, C. (2013). Fondos para emprender en Costa Rica son escasos y
apuestan
a
innovación.
La
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http://www.nacion.com/economia/empresarial/Fondos-emprenderCosta-Rica-innovacion_0_1383261673.html
Sauma, P. (2013). Informe del estado de la nación, Situación y características
del
sistema
de
pensiones
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2012.
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http://www.estadonacion.or.cr/files/biblioteca_virtual/019/sauma_p_2013
.pdf
Universidad de Costa Rica. (2014). Programa institucional para la persona
adulta y adulta mayor. Recuperado de http://www.ucr.ac.cr/accionsocial/programas-institucionales.html
Zumbado, R. (2014). Emprendimiento social en Costa Rica y su relación con
empresas de Tecnologías de la Información y Comunicación.
Recuperado
de
http://rodzummo.blogspot.com/2014/05/emprendimiento-social-encosta-rica-y.html
Anexos
Anexo 1: Encuesta
(QFXHVWD3UR\HFWRGH*UDGXDFLyQ
(VWXGLDQWH5LFDUGR%DOOHVWHUR0HQD
0%$FRQpQIDVLVHQ2SHUDFLRQHV
8/$&,7
Como parte de mi conclusión de estudios de maestría de Administración de
Empresas con énfasis en Gerencia de Operaciones en ULACIT, le agradecería llenar la
presente encuesta de manera sincera y completa.
El objetivo de esta encuesta es ayudar a definir una actividad de comercialización
para que mujeres pensionadas mayores de 60 años puedan generar ingresos extras a
su economía, aparte de la pensión del Estado.
Este instrumento de investigación está diseñado para ser aplicado a personas
adultas, mayores de 18 años, que trabajen en una empresa localizada en un parque
industrial o zona franca y que conozca o viva con una mujer pensionada mayor de 60
años.
Favor contestar las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es su edad? _____
2. ¿Con cuántas personas vive usted?
___ Solo (a).
___ Con su pareja.
___ Con su pareja o hijos.
___ Con su pareja o hijos y con mujer pensionada mayor de 60 años.
___ Con una mujer pensionada mayor de 60 años.
3. ¿Algún miembro de su familia es una mujer pensionada mayor de 60 años o conoce
usted a alguna?
Sí ___ No ___ Ns/Nr ___
4. ¿Qué edad tiene esta mujer pensionada mayor de 60 años?
60-65 ___ 66-70 ___ 71-75 ___ 76-80 ___ 81-85 ___ 86-90 ___ Más de 91___
5. ¿Recibe esta mujer pensionada mayor de 60 años algún apoyo financiero de otra(s)
persona(s)?
Sí ___ No ___ Ns/Nr ___
6.¿ Qué tipo de pensión recibe esta mujer mayor de 60 años?
___ Pensión por Invalidez o Vejez.
___ Pensión del régimen no contributivo.
___ Pensión del Estado.
___ No sabe.
7. Tiene esta mujer pensionada mayor de 60 años que dar apoyo económico o
mantener a otras personas con su pensión?
Sí ___ No ___ Ns/Nr ___
8. ¿Qué labores realiza esta mujer pensionada mayor de 60 años en su casa o como
profesión?
___ Oficio doméstico
___ Mandados
___ Cuido de otras personas
___ Manualidades y artesanías
___ Profesión. ¿Cuál? _________________________
___ Otros. Especifique: _________________________
9. ¿Sabe usted que cantidad de tiempo dedica esta mujer pensionada mayor de 60
años a esta actividad generadora de ingresos extra?
___ Tiempo completo
___ Medio tiempo
___ Ocasional
___ No sabe
___ Otros, especifique: _________________________
10. Recibe algún tipo de apoyo financiero diferente de la pensión para la realización
alguna o todas estas tareas?
Sí ___ No ___ Ns/Nr ___
11. ¿En que utiliza esta mujer pensionada mayor de 60 años este ingreso extra?
___ Alimentación
___ Vivienda
___ Salud
___ Vestido
___ Distracción
___ Ahorro
___ Otros, especifique: _________________________
12. ¿Considera usted que una mujer pensionada mayor de 60 años puede generar
ingresos extra a su pensión?
Sí ___ No ___ Ns/Nr ___
13. ¿Estaría dispuesto a comprar algún bien o servicio a una mujer pensionada mayor
de 60 años?
Sí ___ No ___ Ns/Nr ___
14. ¿Qué tipo de bien o servicio le compraría a mujer pensionada mayor de 60 años?
___ Artesanías
___ Manualidades
___ Cuadros de pintura
___ Adornos en cerámica
___ Ropa
___ Fundas y sabanas
___ Servicio. Especifique ____________________________
15. ¿En qué tipo de actividad adquiría este bien o servicio?
___ Feria de temporada en su empresa generada por la asociación solidarista.
___ Feria generada por parque industrial o zona franca.
___ Directamente con la emprendedora.
___ Ninguna de las anteriores.