El Nuevo Testamento de Nuestro Señor

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El Nuevo Testamento de Nuestro Señor
usoz
2995
EL
NUEYO
TESTAMENTO
DE
N U E S T R O S E Ñ O R JESU-CRISTO.
ANTIGUA
VERSIÓN
DE
CIPRIANO
COTEJADA CON D I V E R S A S
Y
REVISADA
1864.
DE
VALERA
TRADUCCIONES,
SANTO EVANGELIO DE NÜESTEO
SEÑOR JESU-CRISTO,
SEGÚN
S. MATEOl!
CAPITULO I.
Genealogía de Jesu Cristo, su
concepción
por obra
del
Espíritu
Sanlo y su nacimiento.
I B R O de la generación de
Jesu-Cristo, hijo de D a v i d ,
hijo de Abraham.
2 Abraham engendró á Isaac,
é Isaac engendró á Jacob ; y
Jacob engendró Á Judas, y á
sus hermanos:
3 Y Judas engendró de Turnar & Fáres y á Zura; y Fáres
engendró á Esrom, y Esrom
engendró á. A r a m :
4 Y A r a m engendró A A miuadau: y Amiuadab engendró á N a a s o n : y .Naason
engendró á. S a l m ó n :
5 Y Salmón engendró de Hahab á B ó o z : v Bóoz engendró
de Rut á Oued: y Obed engendró á Jessé :
6 Y Jesse' engendró al r e y
D a v i d : y el rey D a v i d engendró á Salomón de la que
fue mujer de Urias:
t
L
7 Y Salomon ciìfe
boam : y Roboam engendró a
Abiá: yAbiéengendró a A s a :
8 Y Asá engendró a Josafat :
y Josafat engendró á J o r a m :
y Joram engendró á Ozías :
9 Y Ozías engendró á Joatam : y Joatam engendró á
A c a z : y A c a z engendró á
Ezequfas ;
10 Y Ezequfas engendró é
Manaseis : y Manases engendró & A m o n : y A m o n engendró & Josías:
11 Y Josías engendró á J e conías, y á sus hermanos, en
la trasmigración de B a b i lonia:
12 Y después de la trasmigración de Babilonia, Jeconías engendró à Salatici : y
Salatiel engendró á Zorobabel:
13 Y Zorobabel engendró á
Abiud : y Abiud engendró $
Eliaqnim : y Eliaquim engendró á A z o r :
14 Y A z o r engendró & Sadoc :
y Sadoc engendró á A q u i n u
y Aquim engendró á E U u d ;
>">*
B
S. M A T E O , I . TT.
15 Y EHud engendró á Kleit- 25 Y no la conoció hasta que
* a r : y Eleáxar engendró á parió á su Hijo primogénito :
Matan : y Matan engendró a y llamó su nombre J E S U S .
Jacob:
16 Y Jacob engendró & Josef,
C A P I T U L O TI.
marido de M a r í a , de la cual
nació Jesús, el cual es llama- Adoración de los Magos: huida de Jesús á Egipto:
cruel
do el Cristo.
muerte de los inocentes: Je17 D e manera que todas las
sús, María, y Josef vuelven
generaciones desde Abraham
de Egipto.
hasta D a v i d , son catorce generaciones : y d e 3 d e David
COMO fué nacido Jesús
hasta la trasmigración de Baen Betlehem de Judéa en
bilonia, catorce generacio- diás del rey Heródes, he' aquí
n e s : y desde la trasmigra- unos magos vinieron del orición de Babilonia hastaCristo, ente á Jerusalem,
catorce generaciones,
2 D i c i e n d o : ¿ Dónde está el
JS 1f Y el nacimiento de Jc- R e y de los Judíos, que ha nasu-Cristo fué a s í : que siendo cido ? porque su estrella heM a r í a su madre desposada mos visto en el oriente, y
con Josef, antes que BO jun- venimos á adorarle.
tasen, se halló haber conce- 3 Y oyendo esto el rey H e bido del Espíritu Santo.
redes, se turbé, y toda Jeru19 Y Josef su marido, como salem con él.
era justo, y no quisiese infa- 4 Y convocados todos los
m a r l a , quiso dejarla secreta- príncipes de los sacerdotes, y
mente.
los escribas del pueblo, les
20 Y pensando di en esto, he* perguntó donde habia de naaquí el Ángel del Señor le cer el Cristo.
aparece en sueños, diciendo; 5 Y ellos le dijeron: E n BetJosef, hijo de D a v i d , no temas lehem de Judéa ; porque así
de recibir á María tu m u j e r ; está escrito por el profeta:
porque loque en ella es engen- 6 Y tü, Betlehem, de tierra
drado, del Espíritu Santo es. de Judá, no eres muy pequeña
21 Y parirá hijo, y llamarás entre los príncipes de Judá;
su nombre J E S Ú S , porque e'l porque de tí saldrá un Guiasalvará su pueblo de sus pe- dor, que apacentará á mi
pueblo Israel.
cados.
22 Todo esto aconteció para 7 Entonces Heródes, llaque se cumpliese lo que fue mando eu secreto á los magos,
dicho por el Señor por el pro- entendió de ellos diligentemente el tiempo del aparecifeta, que d i j o :
ü3 He* aquí la virgen conce- miento de la estrella.
birá, y parirá hijo, y Hn muras 8 Yenviándolos á Betlehem,
eu nombre Emmanuel, que dijo: A « d a d allá, y preguntad
declarado, e s : Con nosotros con diligencia por el N i ñ o ; y
Dios.
I después que le hallareis, ha2-1 Y despertando Josef del cédmelo saber, pava que yo
sueño, hizo come el Ángel del j también vaya y le adore.
'Señor le habia mandado, y| !t Y ellos, habiendo oído al
recibió á su mujer.
i rey, se fueron : y lié aquí la
1
Y
9. M A T E í>, IX. I I I .
estrella, que hablan visto en g e m i d o ; Kaquel que llora sné
el oriente, iba delante de ellos, hijos i y no quiso ser consohasta que llegando, se puso lada, porque perecieron,
sobre donde estaba el N i ñ o . i 19 í¡" Mas muerto Heredes,
30 Y vista la estrella, ee re- hé aquí el ángel del Señor
gocijaron con m u y grande aparece en sueños á Josef en
Egipto,
gozo.
11 Y entrando en la casa, 20 D i c i e n d o : L e v á n t a t e , y
vieron el N i ñ o con su ma- toma al N i ñ o , y á su madre,
dre araría, y postrándose lo y vete á tierra de I s r a e l ; que
a d o r a r o n : y abriendo sus muertos son los que procuratesoros, le ofrecieron dones, ban la muerte del N i ñ o .
oro, é incienso, y mirra.
21 Entdnces él se levanté, y
12 Y siendo avisados por r e - tomé al N i ñ o , y á su m a d r e , y
velación en sueños, que no se vino á tierra de Israel.
volviesen á Heródes, se v o l - 22 Y oyendo que Arqueláo
vieron á su tierra por otro reinaba en Judéa en lugar de
camino.
Heredes su padre, temió ir
13 % Y partidos ellos, hé aquí allá; mas amonestado por r e el ángel del Señor aparece en velación eii sueños, se fué á
sueños á Josef, diciendo : L e - las partes de Galilea.
vántate, y toma al Hiño y 23 Y v i n o , y habité en l a
á su madre, y huye ó. Egipto, ciudad que se llama N a z a r e t :
y estáte allá hasta que y o te para que se cumpliese lo que
h d i g a : porque ha de acon- fué dicho por los profetas, que
tecer, que Heródes buscará a) había de ser llamado NnzaÑ i ñ o para matarlo.
reno.
14 Y él despertando, tomó" al
CAPITULO III.
N i ñ o y á su madre de noche,
y se fué á E g i p t o :
El precursor
Juan
oavtiza
15 Y estuvo allá hasta la
predicando
el
arrepentimimuerte de Heñidos; para que
ento: bautiza á Jesús, guien
se cumpliese lo que fu>i dicho
es dado á conocer por Hijo
por el Señor por el profeta,
unigénito de Dios.
que dijo : D e Egipto llame a
mi Hijo.
E N aquellos días vino
16 % Íleródes entonces,como
Juan eí Bautsta predise vio" burlado de los magos, cando en el desierto de Judéa,
se enojó m u c h o : y envío, y 2 Y diciendo; Arrepentios,
mató totlos los niños que ha- que el reino de los cielos se
bía en Betlehem, y en todos ha acercado.
sus términos, de edad de dos 3 Porque este es aquel del
años abajo, conforme al tiem- cual fué dicho por el profeta
po que había entendido de los Isaías, que dijo : V o z de uno
magos.
que clama en el desierto:
17 Entonces fué cumplido lo Aparejad el camino del Señor,
ltie se había dicho por el pro- enderezad sus veredas.
eta Jeremías, que dijo :
4 Y tenia Juan su vestido de
18 V o z fué oida en Rama, pelos de camellos, y una cinta
grande lamentación, lloro, y de cuero al rededor de sus
Y
Í
R. M A T E O , T i l . I V .
l o m o s ; y su comida era l a i v
gostas, y miel silvestre.
b Entonces salla á él Jerusalem, y toda Judéa, y toda la
roviucia de alrededor del
ordau.
6 Y eran bautizados de él en
el Jordán, confesando sus pecados.
7 Y viendo él muchos de los
Fariseos y de los Saducéos,
que venían á su bautismo, decíales : Generación de víboras, ¿quien os ha enseñado ú
huir de la ira que vendrá ?
8 Haced pues frutos dignos
de arrepentimiento.
9 Y no penséis decir dentro
de vosotros: A Abraham tenemos por padre: porque y o
os digo, que puede Dios despertar hijos a A b r a h a m aun
de estas piedras.
10 Ahora, y a también la segur esta puesta á la raíz de
103 árboles: y todo árbol que
no hace buen fruto, es cortado
y echado en el fuego.
11 Y o á la verdad os bautizo
en agua para arrepentimiento:
inas el que viene tras mí,
mas poderoso es que y o ; los
zapatos del cual y o no soy
digno de l l e v a r : el os bautizará en Espíritu Santo, y en
fuego.
12 Su aventador en su mano
está, y aventará su e r a ; y
allegará su trigo en el alfolí, y
quemará )a paja en fuego que
nunca se apagará.
13 IT Entonces Jesús vino de
Galilea á Juan al Jordán,
para ser bautizado de él.
14 M a s Juan lo resistía mucho, diciendo: Y o he menester
ser bautizado de tí, ¿ y tú vienes á m í ?
15 Empero respondiendo Jesús le d i j o :
Deja a h o r a :
porque así nos conviene cum-
S
plir toda justicia.
Entóneos
le dejé.
16 Y Jesús después que fue
bautizado, subió luego del
agua : y hé aquí los cielos le
fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía,
como paloma, y venia sobré
él.
17 Y hé aquí una v o z de los
cielos que d e c i a : Este es mi
Hijo amado, en el cual tengo
contentamiento.
CAPITULO IV.
Jesu-Cristo ayuna v es íentado:
vuelve á Galilea y
establece su residencia en
Capharnaum:
empieza ü
predicar y á juntar
ditclpulosy y es seguido de mudia
gente.
N T O N C E S Jesús fué lleE
vado del Espíritu al desierto, para ser tentado del
diablo.
2 Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches,
después tuvo hambre.
3 Y llegándose á él el tentador, d i j o : Si eres Hijo de
Dios, di que estas piedras se
hagan pan.
4 Mas él respondiendo, dijo :
Escrito está, N o con solo el
pan v i v i r á el h o m b r e ; mas
con toda palabra que sale de
la boca de Dios.
5 Entonces el diablo le pasa
á la santa ciudad, y le pone
sobre las almenas del t e m p l o ;
fi Y le d i c e : Si eres Hijo de
Dios, échate a b a j o ; que escrito está, A sus ángeles mandará por tí, y te alzarán en
las manos, para que nunca
tropieces con tu pie en piedra.
7 Jesús le dijo : Escrito esiá
además, N o tentarás al Señor
tu Dios.
S. M A T E O , I V . V .
8 Otra v e z íe pasa el diablo á hermano, en el barco con
un monte muy alto, y le Zebedéo, su padre, que remuestra todos los reinos del mendaban sus r e d e s ; y loa
mundo, y su gloria,
llamó.
9 Y d í c e l e : T o d o esto te 22 Y ellos dejando luego el
daré*, si postrado me adorares, barco, y á su padre, le s i 10 Entonces Jesús le d i c e : guieron.
Y e t e , Satanás; que escrito 23 f Y rodeó Jesús á toda
está, A l Señor tu Dios ado- Galilea enseñando en las
rarás, y á él solo servirás.
11 El diablo entonces le d e j é :
y hií aquí los ángeles llegaron, sinagogas de ellos, y predi*
cando el Evangelio del reino,
y le servían.
12 IT Mas oyendo Jesu3 que, y sanando toda enfermedad
Juan era preso, se volvió á¡ y toda dolencia en el pueblo.
24 Y corria su fama por toda
Galilea:
13 Y dejando á N a z a r e t , vino, la S i r i a : y le trajeron todos
y habito en Capernaum, ciu- los que tenian mal, los tomados
de diversas enfermedades
dad marítima, en los confines
y tormentos, y los endemonide Zabulón y de Neftalim :
ados,
y lunáticos, y paralíti14 Para que se cumpliese lo
que fué dicho por el profeta cos ; y los sanó.
25 Y l e siguieron muchas
Isaías, que d i j o :
15 L a tierra de Zabulón, y gentes de Galilea, y de D e *
la tierra de Neftalim, camino cápolis, y de Jerusalcm, y de
de la mar, de la otra parte del Judéa, y de la otra parte del
Jordán, Galilea de los Gen- Jordán.
CAPITULO V.
tiles;
16 El pueblo asentado en ti- Sermón de Jesu-Cristo en el
nieblas, vid gran l u z : y& los
monte. Las ocho bienavenmentados en región y sombra
turanzas. Los Apóstoles son
de muerte, luz fes esclareció. : ¡a sal y la luz de la
tierra.
Dice que no vino á destruir
17 Desde entonces comenzó
la ley sino á
cumplirla.
Jesús á predicar, y á d e c i r :
Sobre las palabras
injuArrepentios, que el reino de
riosas,
la
reconciliación,
los cielos se ha acercado.
adulterio
del corazón, es18 1f Y andando Jesús junto
cándalos
indisolubilidad
á la mar de Galilea vid á dos
del matrimonio,
juramento,
hermanos, Simón, que es llapaciencia, amor de los ene
mado Pedro, y Andrés si
migos, perfección
cristiana,
hermano, que echaban la red
en la m a r ; porque eran pescadores :
V I E N D O las gentes, subid
19 Y d í c e l e s : Venid en pos
al m o n t e ; y sentándose,
de mí, y os haré pescadores se llegaron á él sus discíde hombres.
pulos.
20 Ellos entonces, dejando 2 Y abriendo su boca, les
luego las redes, le siguieron. enseñaba, d i c i e n d o :
21 Y pasando de allí, vid 3 Bienaventurados los pootros dos hermanos, Jacobo i bres en espíritu : porque do
hijo de Zcbedéo, y Juan su |ellos es el reino de ios cielos*
::ir
..
1
}
Y
S. M A T E O , V .
' 4 Bienaventurados ios quel
lloran: porque ellos recibirán
consolación.
5 Bienaventurados los mansos : porque ellos recibirán la
tierra por heredad.
0 Bienaventurados los que
•tienen hambre y sed de justicia :
porque ellos serán
hartos.
• 7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de
limpio c o r a z ó n : porque ellos
verán á Dios.
9 Bienaventurados los pacíficos : porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que
padecen persecución por causa de la justicia : porque de
ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois, cuando os vituperaren, y os
persiguieren, y dijeren de
vosotros todo mal por mi
causa, mintiendo.
12 Gózaos y alegraos: porque vuestra merced es grande
e n los c i e l o s : que así persiguieron á los protetas que
fueron antes de vosotros.
13 IT Vosotros sois la sal de
la t i e r r a : y 3i la sal se desvaneciere, ; con que' será salada? no vale mas para nada,
sino que sea echada fuera y
hollada de los hombres.
14 Vosotros sois la luz del
-mundo: una ciudad asentada
sobre un monte no se puede
esconder.
16 N1 se enciende una lám
T>ara,y se pone debajo de un
almud, mas sobre el candel e r o ; 3' alumbra á todos los
que están en casa.
Ifl Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres : para
que vean vuestras obras
r
buenas, y glorifiquen ¿ v u e s tro Padre que está en los
cielos.
17 % N o penséis qne he v e nido para abrogar la l e y , 0*
los profetas: no he venido
para abrogar, sino á cumplir.
18 Porque de cierto os digo,
que. hasta que perezca el cielo
y la tierra, ni una jota, ni un
tilde perecerá de la ley, hasta
que todas las cosas sean hechas.
19 D e manera que cualquiera que infringiere uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare á los
hombres, muy pequefío será
llamado en el reino de los
cielos: mas cualquiera que hiciere, y enseñare, este será
llamado grande en el reino de
los cielos.
20 Porque os digo, que si
vuestra justicia no fuere
mayor que la de los escribas
y de los Fariseos, no entraréis
en el reino de los cielos.
21 % Oisteis que fué dicho á
los antiguos : N o matarás ;
mas cualquiera que matare,
será culpado del juicio.
22 Mas y o os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será
culpado del j u i c i o : y cualquiera que dijere á su hermano. Haca, será culpado del
concejo: y cualquiera que dij e r e , Fatuo, sera culpado del
infierno del fuego.
23 Por tanto si trajeres tu
presente al altar, y allí te
acordares que tu hermano
tiene alyo contra tí,
24 Deja allí tu presente delante del altar, y v e t e ; vue l v e primero en amistad con
tu hermano, y entonces vén,
y ofrece tu presente.
25 Concilíate con tu advcr-
S. M A T E O , V .
sarlo presto, entretanto que 3G N i por tu cabeza j u r a r á s ;
estás con él cu el c a m i n o ; porque no puedes haéer un
porque no acontezcaqucel ad­ cabello blanco ó n g r o .
versario te entregue al juez, 37 M a s sea vuestro hablar;
y el juez te entregue al al­ Sí, s í ; N o , uo : Porque lo que
guacil, y seas echado en pri­ es mas de esto, de mal pro­
sión.
cede.
. 2fi D e cierto te digo, que 8 % Oísteis que fué dicho á
no saldrás de allí, hasta que is antiguos. Ojo por ojo, y
pagues el ultimo cuadrante. diente por d i e n t e :
27 t" Oísteis que fué dicho, 39 Mas y o os digo, N o resis­
táis al m a l : antes á cual­
К о adulterarás:
28 Mas y o os digo, que cual­ quiera que te hiriere en tu
quiera que miru la mujer mejilla diestra, vuélvele t a m ­
para codiciarla, y a adulteré bién la otra
con ella en su corazón.
40 Y al que quisiere ponerte
29 Por tanto si tu ojo de­ Á pleito, y tomarte tu ropa,
recho te fuere ocasión de déjale también la capa.
caer, sácalo, y échalo de t í : 41 Y á cualquiera que te
que mejor te es, que se pierda cargare poruña milla, v é con
uno de tus miembros, que no él dos.
que todo tu cuerpo sea echado 42 A l que te pidiere, d a l e : y
ul Infierno.
al que quisiere tomar de t í
30 Y si tu mano derecha te emprestado, no se lo rehuses.
fuere ocasión de caer, córtala, 43 i [ Oísteis que fué dicho,
y échala de t í : que mejor te Amarás á tu prójimo, y abor­
es que se pierda uno de tus recerás A tu e n e m i g o :
miembros, que no que todo tu 44 Mas y o os digo. A m a d á
cuerpo sea echado al i n tierno. vuestros .enemigos, britdtcidá
31 IT También fué d i c h o : fas que os maldicen, haced,
Cualquiera auc repudiare á bien á los que os aborrece.*, y
su mujer, dele carta de di­ orad por los que os ultrajan y
os persiguen;
vorcio :
32 Mas yo os digo, que el 45 P a r a que seáis hijos de
• que repudiare á su mujer, ruestro Padro que está en los
fuera de causa de fornica­ cielos; que hace que su sol
ción, hace que ella adultere: salga sobre malos y buenos,
y el que se casare cou la re­ y llueve sobre justos é in­
pudiada, comete adulterio.
justos.
33 5 Además habéis oído 46 Porque si amareis á los
que fué dicho á los antiguos, que os aman, ¿ qué recom­
N o t e perjurarás; mas paga­ pensa tendréis? ¿ n o hacen
rás al Señor tus juramentos. también lo misino los publí­
31 M a s y o os digo. К о juréis canos ?
en ninguna m a n e r a ; ni por 47 Y si abrazareis á vuestros
el cielo, porque es el trono de hermanos solamente, ¿ <mé
Dios;
hacéis de m a s ? ¿ n o hacen
35 N i por la tierra, porque también así los Gentiles ?
ез el estrado de sus pies; ni 48 Sed pues vosuttos perfec­
por Jerusalem, porque es la tos, como vuestro Padre que
ciudad del gran Itcy.
j está en los cielos es perfecto.
7
S. M A T E O , V I .
7 Y orando, no seáis prolijos,
como los ( i e n ü l e s ; que pienProsigue Jesús enseñando; y san que por su parlería serán
oidos.
traía de la limosna, de. la
oración, del ayuno: dice gue 8 N o os hagáis pues semeno debemos atesorar
para jantes ú ellos: porque vuestro
este mundo sino para
el Padre sabe de que cosas tecielo; que nuestra intención néis necesidad, antes que vosdebe ser recta:
que no s- otros le pidáis.
puede servir á Dios y al 9 Vosotros, pues, oraréis a s í :
mundo;
y hace verla con-\ Padre nuestro, que estás en
Jlanza que debemos tener en los cielos, santificado sea tu
nombre:
la Providencia
Divina.
10 Venga tu r e i n o : sea hecha
IRAD
que no hagáis tu voluntad, como en el cielo,
vuestra justicia delante así también en la tierra.
do los hombres, para ser 11 Danos hoy nuestro pan
vistos de e l l o s : de otra ma- cotidiano.
nera no tendréis merced de 12 Y perdónanos nuestras
vuestro Padre que está en los deudas, como también noscielos.
otros perdonamos á nuestros
2 Cuando pues haces l i - deudores.
.mosna, no hagas tocar trom- 13 Y no nos metas en tenpeta delante de tí, como tación, mas líbranos de m a l :
nacen los hipócritas en las porque tuyo es el reino, y ¡a
sinagogas y en las plazas, potencia,y la gloría, por todos
Amen.
>ara ser estimados de los los siglos.
íombres: de cierto os digo, 14 Porque si perdonareis á
que ya tienen su recom- los hombres sus ofensas, os
pensa.
perdonará también á vos3 Mas cuando tú haces li- otros vuestro Padre celesmosna, no sepa tu izquierda tial.
lo que hace tu d e r e c h a :
15 Mas si no perdonareis á
4 Para que sea tu limosna los hombres sus ofensas, tamen secreto; y tu Padre que poco vuestro Padre os perv é en secreto, él te recom- donará vuestras ofensas.
pensará en público.
16 1T Y cuando ayunáis, no
5 f Y cuando oras, no seas seáis como los hipócritas, auscomo los hipócritas : porque t e r o s : porque ellos demudan
ellos aman el orar en las sus rostros para parecer á los
sinagogas, y en los cantones hombres que a y u n a n :
de
de las calles en pié, para que cierto os digo, que ya tienen
sean vistos de los hombres su pago.
de cierto os digo, que ya 17 Mas tú, cuando ayunas,
tienen su pago.
unge tu cabeza, y l a v a ttt
tí Mas tu, cuando oras, én- r o s t r o ;
trate en tu cámara, y cerrada 13 P a r a no parecer á los
tu puerta, ora á tu Padre que hombres que ayunas, sino á
esta en secreto: y tu Padre tu Padre que está en secreto :
que v é en secreto, te recom- y tu Padre, que v é en ser a s a r á en público.
creto, te recompensará.
CAPITULO VI.
M
{
S. M A T E O . V I . V I I .
19 IT N o os hagáis tesoros en fué vestido así como uno de
la tierra, domle la polilla y ellos.
el orín corrompe, y donde 30 Y si la yerba del campo
ladrones minan, y hurtan.
que hoy es, y mañana es
20 Mas hacaos tesoros en el echada en el horno. Dios la
cielo, donde ni polilla ni orín viste así, ¿ no hará mucho
corrompe, y donde ladrones mas ú vosotros, hombres de
poca fe' ?
no minan, ni hurtan.
21 Porque donde estuviere 31 N o os congojéis, pues,
vuestro tesoro, allí estará diciendo, ¿ Qué comeremos,
ó qué beberemos, ó con qué
vuestro corazón.
22 L a lámpara del cuerpo es nos cubriremos?
el ojo : así que si tu ojo tuere 32 Porque los Gentiles bussincero, todo tu cuerpo será can todas estas cosas: que
vuestro Padre celestial sabe
luminoso.
23 Mas si tu ojo fuero m a l o , que de todas estas cosos h a todo tu cuerpo será tene- béis menester.
primerabroso: así que si la lumbre 33 M a s buscad
que en tí hay son tinieblas, mente el reino de Dios, y su
¿ cuantas serán las mismas justicia: y todas estas cosas
03 serán añadidas.
tinieblas ?
24 Ninguno puede servir á 34 As-í que, no os congojéis
•dos señores: porque ó abor- por el dia de mañana; que el
recerá al uno, y amará al día de mañana traerá su
o t r o ; ó se llegará al uno, y f a t i g a : basta al dia su atan.
menospreciará al o t r o : no
odeis servir á Dios y á
[aramon.
CAPITULO VII.
25 Por tanto os digo, N o os
congojéis por vuestra vida, Concluye Jesús su sermon ad"
qué habéis de comer, ó que
mirabie:
advierte que no se
habéis de beber; ni por vudtfie juzgar
mal del próestro cuerpo, qué habéis de
jimo; y que no deben darse
v e s t i r : ¿ n o es la vida mas
á los indignos las cosas sanque el alimento, y el cuerpo
tas: habla de la oración V
que el vestido ?
perseverancia en ella; y de
ta caridad: de cuan estre2fl Mirad las aves del cielo,
cho es el camino del cielo :
que no siembran, ni siegan, ni
de los falsos profetas:
de
allegan en alfolíes; y vuestro
que por los frutos se conoce el
Padre celestial las alimenta :
árbol; y del fdificio fundado
J no sois vosotros mucho m e sobre peña, ó sobre arena.
jores que ellas?
27 ¿ Mas quién de vosotros
podrá congojándose añadir á
O juzguéis, para que no
su estatura un codo ?
seáis juzgados.
28 Y por el vestido ¿ por qué 2 Porque con el juicio con
os congojáis ? Reparad los que juzgáis, seréis j u z g a d o s ;
lirios del campo, cómo cre- y con la medida con que m e cen : no trabajan, ni h i l a n : I dís, os volverán á medir.
20 Mas os digo, que ni aun 3 Y ¿por qué miras la m o t a
Salomón con toda su gloria que está en ei ojo de tu her-
S
N
S. M A T EO, V I I .
mano, y no echas de ver la
v i g a que está en tu ojo ?
4 O ¿cómo dirás á tu herm a n o , Espera, echare" de tu
ojo la m o t a ; y hé aquí la viga
en tu ojo?
5 Hipócrita ! echa primero
la v i g a de tu o j o : y entonces
mirarás en ecliar la mota del
ojo de tu hermano.
6 IT N o deis lo santo á los
perros; ni echéis vuestras perlas delante de los puercos:
porque no las rebudien con
sus pies, y vuelvan y os despedacen.
7 1f Pedid, y se os d a r á : buscad, y hallaréis; llamad, y se
os abrirá.
8 Porque cualquiera que pide,
recibe ; y el que busca, halla;
y al que llama, se abrirá.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, á quien si su hi.io pidiere
pan, le dará una piedra ?
10 ¿ Y , si le pidiere un pez, le
dará una serpiente ?
11 Pues si vosotros, siendo
malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuanto mas vuestro Padre, que
está en los cielos, dará buenas
cosas á los que le piden?
12 A s í que, todas las cosas
que quisierais que los hombres
hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos :
porque esta es la ley, y los
protetas.
13 if Entrad por la puerta
estrecha : porque ancha es la
puerta, y espacioso el camino,
que lleva á perdición; y muchos son los que entran por
ella.
14 Porque estrecha es la puerta y angosto el camino, que
lleva á la v i d a ; y pocos son
los que la hallan.
15 IT Y guardaos de los falsos
profetas, que vienen á vos10
otros con vestidos de ovejas,
mas de dentro son lobos rapaces.
Kí Por sus frutos los conoceréis. ¿ Cógense uvas de los
espinos, ó higos de los abrojos?
17 Así todo buen árbol lleva
buenos frutos; mas el árbol
maleado lleva malos frutos.
18 N o puede el buen árbol
llevar malos frutos; ni el
árbol maleado llevar frutos
buenos.
19 Todo árbol que no lleva
buen fruto, córtase y échase
en el fuego.
20 Así que por sus frutos los
conoceréis.
21 N o todo el que m e dice,
Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos; mas el que
hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos medirán en aquel
d i a : Señor, Señor, ¿ n o profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros?
23 Y entonces les protestaré:
Nunca os conocí; apartaos
de m í , obradores de maldad.
24 % Cualquiera pues que me
oye estas palabras, y las hace,
le compararé á un hombre
prudente, que edificó su casa
sobre la p e ñ a :
25 Y descendió lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, y combatieron aquella
casa : y no cayó : porque estaba fundada sobre la peña.
26 Y cualquiera que me oye
estas palabras, y no las hace,
le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa
sobre la a r e n a ;
27 Y descendió lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, é hicieron ímpetu en
S
M A T E O ,, V I I . V I H .
aquella c a s a ; y cayó", y fué
grande su ruina.
28 Y fué que como Jesús
acabé estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina:
29 Porque les enseñaba como
quien tiene autoridad, y no
como los escribas.
CAPITULO VIII.
Jesús cura d un leproso, al
criado de un Centurion, y d
la suegra de San
Pedro:
sosiega el mar
alborotado;
y sana endemoniados.
V
C O M O descendió del
•i monte, le seguían muchas
gentes.
2 Y hé aquí un leproso v i n o ,
y le adoraba, diciendo: Señor,
si quisieres, puedes limpiarme,
3 Y extendiendo Jesús su
mano, le tocé, diciendo: Quiero ; sé limpio. Y luego su
lepra fué limpiada.
4 Entonces Jesús le d i j o :
M i r a , no lo digas á n a d i e ;
mas v é , muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que
mandé Moisés, para testimonio á ellos.
5 % Y entrando Jesus en Capernaum, vino á él un centurion, rogándole,
(í Y diciendo : Señor, mi
mozo yace en casa paralitico,
gravemente atormentado.
"7 Y Jesús le d i j o : Y o iré, y
le sanaré.
8 Y respondió el centurion,
y dijo : beñor, no soy digno
que entres debajo de mi techado : mas solamente di la
palabra, y mi mozo sanará.
9 Porque también y o soy
hombre bajo de potestad, y
tengo bajo de mí soldados : y
digo á este, Y e ; y v a ; y ál
otro, V e n ; y v i e n e ; y & mí
siervo, H a z e s t o ; y lo hace.
10 Y oyendo Jesús, se maravilló, y dijo & los que le seguían : D e cierto os digo, que
ni aun en Israel he hallado fé
tanta.
11 Y os digo que vendrán
muchos del oriente, y del occidente, y se asentarán con
Abraham, é Isaac, y Jacob,
en el reino de los cielos.
12 Mas los hijos del reino
serán echados a las tinieblas
de afuera: allí será el lloro, y
el crujir de dientes.
13 Entonces Jesús dijo al
centurión: V é , y como creíste te sea hecho. Y su mozo
fué sano en el mismo m o mento.
14 IT Y vino Jesús á casa de
Pedro, y vio á su suegra echada en cama, y con fiebre.
13 Y tocé su mano, y la fiebre
la d e j ó : y ella se levantó, y
les servia.
16 Y como fué y a tarde, traieron á él muchos endemoniados ; y echó de ellos los demonios con l a palabra, y sanó
todos los enfermos:
17 Para que se cumpliese lo
que fué dicho p o r e l profeta
Isaías, que d i j o : El mismo
tomó nnestras enfermedades,
y llevó nuestras dolencias,
18 % Y viendo Jesús muchas
gentes alrededor de sí, mando pasar á la otra parte del
lago.
'9 Y llegándose un escriba,
l e d i j o : Maestro, te seguiré
donde quiera que fueres.
20 Y Jesús le d i j o : Las zorras
tienen cavernas, y las aves
del cielo n i d o s ; mas el Hijo
del hombre no tiene donde
recueste su cabeza.
21 Y otro de sus discípulos le
d i j o : Señor, dame licencia
S. M A T E O , V I I I . I X .
que vaya primero, y entierre
á mi padre.
22 Y Jesús le d i j o : Sígneme ;
deja que los muertos entierren
á sus muertos.
23 f Y entrando él en el
barco, sus discípulos le siguieron.
24 Y he* aquí fué hecho en la
mar un gran movimiento,que
el barco se cubría de las ondas : mas él dormía.
25 Y llegándose sus discípulos le despertaron, diciendo:
Señor, sálvanos, que perece
mos.
26 Y él les d i c e : ¿ Por qué
teméis, hombres de poca f é ?
Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y á la
mar. y fué grande bonanza.
27 i los hombrea se maravillaron,
diciendo :
¿ Qué
hombre es este, que aun los
vientos y la mar le obedecen?
28 f Y como él hubo llegado
.en la otra ribera al pais de
los Guerguesenos, le vinieron
al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera,
que nadie podía pasar por
aquel camino.
29 Y hé aquí clamaron, diciendo : i Qué tenemos contigo,
Jesús, I í i j o de D i o s ? ¿has
venido acá & molestarnos antes de tiempo ?
30 Y estaba lejos de ellos un
hato de muchos puercos paciendo.
3 1 Y los demonios le rogaron,
diciendo; Si nos echas, permítenos Ir & aquel hato de
puercos.
32 Y les d i j o : I d . Y ellos
salieron, y se fueron Á aquel
hato de puercos: y hé aquí,
todo el hato de los puercos se
precipité de un despeñadero
12
en la mar, y murieron en las
aguas.
33 Y los porqueros huyeron,
y viniendo á la ciudad contaron todas las cosas, y lo que
habia pasado con los e n d e '
montados.
34 Y hé aquí toda la ciudad
salió á encontrar á Jesús : y
cuando le vieron, le rogaban
que saliese de sus términos.
CAPITULO
IX.
Confirma Jesús su
doctrina
con nuevos mil <gro$; curación de un paralitico:
vocación de S. Mateo:
libra de
un flujo de sangre á una
mujer: resucita a la hija de
Jairo:
cura á dos ciegos y
á un endemoniado
mudo.
Blasfemias de los Fariseos :
parábola de la mies y de los
trabajadores.
E
N T O N C E S entrando en el
barco, puso á I ¡i otra parte,
y vino á su ciudad.
2 Y hé aquí le trajeron un
paralítico echado en una cama : y viendo Jesús la fé do
ellos, dijo al paralítico: Colina, h i j o ; tus pecados te son
perdonados.
3 Y hé aquí algunos do los
escribas decían dentro de s í :
Este blasfema.
•I Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo : ¿ Por qué pensáis mal eu vuestros corazones ?
5 Porque, ¿ Qué es n?as fácil,
decir. L o s pecados te son perdonados : O decir, Levántate,
y anda?
G Pues para que sepáis que
el Hijo del hombre tiene potestad en l a tierra de perdonar
pecados, (dice entonces al pa-
S. M A T E O , I X .
r a l í U c o ) : L e v á n t a t e , toma tu' del vestido, y se hace peor la
rotura.
cama, y vete á tu casa.
7 Entonces él se levanté, y 17 N i echan v i n o nuevo en
cueros v i e j o s ; de otra manera
se fué á su casa.
8 Y las gentes viéndote, se los cueros se rompen, y el
maravillaron, y glorificaren vino se derrama, y se pierden
á Dios, que había dado tal los cueros: mas echan el vino
nuevo en cueros nuevos, y
potestad a los nombres.
9
Y pasando Jesús de allí, lo uno y lo otro se conserva
vio á un hombre, que estaba juntamente.
sentado á la aduana, el cual 18 % Hablando él estas cosas
se llamaba M a t e o ; y dícele: á ellos, hé aquí vino un prinSigúeme. Y se levantó, y l e cipal, y le adoraba, diciendo :
siguió
M i hija es muerta poco h á :
10 Y aconteció que estando mas v é n , y pon tu mano soél sentado a l a mesa en casa, bre ella, y v i v i r á .
hé aquí que muchos publí- 19 Y se levantó Jesús, y l e
canos y pecadores,que habían siguió, y sus discípulos.
venido, se sentaron junta- 20 Y hé aquí una mujer e n mente á la mesa con Jesús y ferma de flujo de sangre doce
sus discípulos.
años habla, llegándose por
11 Y viendo esto los Fariseos, detrás, toco la franja de su
dijeron á sus discípulos : ¿ Por v e s t i d o :
qué come vuestro Maestro 21 Porque decia entre s í : Sí
con los publícanos y peca- tocare solamente su vestido,
dores ?
12 Y oyéndolo Jesús les d i j o : 22 Mas Jesús volviéndose, y
Los que están sanos, no tienen mirándola, d i j o : Confia, hija,
necesidad de médico, sino los tu fé te ha salvado. Y la
mujer fué salva desde aquella
enfermos.
13 Andad pues, y aprended hora.
qué cosa es, Misericordia qui- 23 Y llegado Jesús á casa del
ero, y no sacrificio: Porque principal, viendo los tañeno hé venido á llamar justos, dores de flautas, y la gente
sino pecadores á
arrepenti- que hacia bullicio,
miento.
24 Dfceles: Apartaos, que la
14 f Entonces los discípulos muchacha no es muerta, mas
do Juan vienen á él. diciendo: duerme. Y se burlaban de é l .
¿ Por qué nosotros y los FariY como la gente fué echaseos ayunamos muchas veces, da fuera, entró, y tomóla de
y tus rtÍ!*cíoulos no ayunan ?
ia mano, y se levantó la mu<
15 Y Jesús les d i j o : ¿ Pueden chacha.
los que son de bodas tener 26 Y salió esta fama por toda
luto entre tanto que el Esposo aquella tierra.
está con ellos? mas vendrán 27 IT Y pasando Jesús de al'í,
días, cuando el Esposo será le siguieron dos ciegos dando
quitado de ellos, y entonces voces, y diciendo : Ten miseayunarán
ricordia de nosotros, Hijo de
ltt Y nadie echa remiendo de David.
paño recio en vestido v i e j o ; 28 Y llegado á la casa, v i n i porque el tal remiendo tira eron á él los ciegos; y Jesús
13
S. M A T E O , I X . X .
íes d i c e : ¿Creéis que puedo
é instrucciones
que les dio
hacer esto t Ellos d i c e n : Sí,
Jesús.
Señor.
29 Entonces tocó los ojos de
N T O N C E S llamando sus
ellos, diciendo: Conforme á
doce discípulos, les diú
vuestra fé os sea hecho.
iotestad contra los espíritus
30 Y los ojos de ellos fueron umundos, pura que los echaabiertos.
Y Jesús les en- sen fuera, y sanasen toda encargó rigurosamente, dicien- fermedad y toda dolencia.
do : Mirad que nadie lo sepa.
2 Y los nombres de los doce
31 Mas ellos salidos, divul- apóstoles son e s t o s : el prigaron su faina por toda a- mero, Simón, que es dlchu
quella tierra.
Pedro, y Andrés su her32
Y saliendo ellos, hé aquí m a n o : Jacobo hijo de Zele trajeron un hombre mudo, bedéo, y Juan su h e r m a n o :
endemoniado.
3 Felipe, y Bartolomé i T o 33 Y echado fuera el demo- mas, y
Mateo el pubtínio, el mudo h a b l ó : y las cano : Jacobo hijo de Alféo,
gentes se maravillaron, di- y Lebco, por sobrenombre
ciendo: Nunca ha sido vista T a d é o :
cosa semejante en Israel.
4 Simón el Cananita, y Ju34 Mas los Fariseos, decían : das Iscariote, que también le
Por. el príncipe de los demo- entregó.
nios echa fuera los demo- 5 Estos doce envió Jesús, á
nios.
los cuales dio mandamiento
35 I f Y r o d e a b a J e s u s p o r to- d i c i e n d o : P o r el camino de
das las ciudades y aldeas,en- los Gentiles no iréis, y en
señando en las sinagogas de ciudad de Samaritaños no
ellos, y predicando el E v a n - e n t r é i s :
gelio del reino, y sanando 6 Mas id antes á las ovejas
iodo enfermedad y todo acha- perdidas de la casa de Israel.
que.
7 Y yendo, predicad, dici36 Y viendo las gentes, tuvo endo : El reino de los ciclos
compasión de t i l a s j porque se ha acercado.
estaban derramadas y espar- 8 Sanad enfermos, limpiad
cidas, como ovejas que n o leprosos, resucitad muertos,
tienen pastor.
echad fuera d e m o n i o s : de
37 Entonces dice á sus dis- gracia recibisteis, dad de gracípulos: A la verdad la mies cia.
es mucha, mas los obreros, 9 N o aprestéis oro, ni plata,
pocos.
ni cobre, en vuestras bolsas;
33 liogad pues al Señor de 10 N i alforja para el camino,
la mies, que envíe obreros ní dos ropas de vestir, m
zapatos,
ni bordón : porque
para su mies.
el obrero digno es de su alimento.
11 Mas en cualquier ciudad,
ó aldea donde entrareis, inCAPITULO X.
vestigad quien sea en ella
Misión de los doce Apóstoles; digno, y reposad allí hasta
jjut-stad de hacer
milagros, que salgáis.
14
E
f
S. M A T E O , X .
12 Y entrando en la casa,
saludadla.
13 Y si la casa fuere digna,
vuestra paz vendrá sobre
e l l a : mas si ño fuere digna,
vuestra paz se v o l v e r á á
vosotros.
14 Y cualquiera qué no os
recibiere, ni oyere vuestras
palabras, salid de aquella
casa, ó ciudad, y sacudid el
polvo de vuestros pies.
15 De cierto os digo, que será
mas tolerable á la tierra de
los de Sodoma, y de Jos de
Gomorra en el dia del juicio,
que á aquella ciudad.
16 H é aquf, y o os envió
como á ovejas en medio de
lobos: sed pues prudentes
como serpientes, y sencillos
como palomas.
17 Y guardaos de los hombres : porque os entregarán
en concilios, y en sus sinagogas os azotarán.
18 Y aun á príncipes y á
reyes seréis llevados por
causa de m í , por testimonio á
ellos y á los Gentiles.
19 Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cémo
ó qué hablaréis: porque en
aquella hora os sera dado qué
habéis de hablar.
20 Porque no sois vosotros
los que habláis, sino el
Espíritu de vuestro Padre
que habla en vosotros.
21 Y el hermano entregará
al hermano á la muerte, y el
padre al hijo: y los hijos se
levantarán contra los padres,
y los harán morir.
22 Y seréis aborrecidos de
todos por mi n o m b r e : mas el
que suportare hasta el tín,
este será salvo.
23 Mus cuando os persiguién-n en esta ciudad, huid á la
uti':i: porque de cierto os
16
1
digo, que no acabaréis de
andar todas las ciudades de
Israel, que no venga el Hijo
del hombre.
24 E l discípulo no es mas
que su Maestro, ni el .siervo
mas qué su Señor.
25 Bástale al discípulo ser
como su Maestro, y al siervo
como su Señor: si al mismo
Padre de la familia llamaron
Beelzebub, ¿ cuánto mas á
los de su casa ?
25 A s í que no los t e m á i s :
porque nada hay encubierto,
que no haya de ser manifestado ; ni oculto, que no haya,
de saberse.
27 L o que os digo en tinieblas, decidlo en la l u z : y lo.
ue oís al oido, predicadlo
esde los terrados.
28 Y no temáis á los que
matan el cuerpo, mas al alma
no pueden m a t a r :
temed
antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en
el infierno.
29 ¿ N o se venden dos pajariUos por un cuarto ? Con todo
ni uno de ellos cae á tierra
sin vuestro Padre.
30 Pues aun vuestros cabe-,
líos están todos contados.
31 A s í que no t e m á i s : mas
valéis vosostros que muchos
paj arillos.
32 Cualquiera pues que mo
confesare
delante de
los
hombres, le confesaré
yo
también delante de mi Padre,
que está en los cielos.
33 Y cualquiera que m e n e gare delante de los hombres,
le negaré y o también delante
de mi Padre, que está en los
cíelos.
34 N o penséis que he venido
para meter paz en la t i e r r a :
no lie venido para meter paz,
sino espada.
3
S. M A T E O, x . x t .
.35 Porque he venido paral prisión los hechos de Cristo,
hacer discusión del hombre ¡ le envió dos de sus discícontra su padre, y de la hija¡ pulos,
contra su m a d r e . y d e la nuera 3 D i c i e n d o : ¿ E r e s tú aquel
contra su suegra.
|que había de venir, d espera86 Y
los enemigos
del remos á otro?
hombre, los de su casa.
I 4 Y respondiendo Jesús, les
87 El que ama padre ó madre d i j o : I d , y haced saber Á
mas que á mí, no es digno de Juan las cosas que ois y veis.
m í : y el que ama hijo 6 hija 5 Los ciegos ven, y los cojos
mas que a m í , no es digno andan; los leprosos son limde mí.
piados,!' los sordos oyen ; los
38 Y el que no toma su cruz, muertos son resucitados, y
y sigue en pos de m í , no es á los pobres es anunciado el
Evangelio.
digno de mí.
39 E l que hallare su vida, la 6 Y bienaventurado es el
perderá: y el que perdiere su que no fuere escandalizado
Vida por causa de m í , la en mí.
hallará.
7 % E idos ellos, comenzó
40 El que os recibe á vos- Jesús á decir de Juan á las
otros, & m í recibe ; y el que á gentes : ¿ Que* salisteis á ver
m í recibe, recibe al que me al desierto? ¿una caña que
en vid.
es meneada del viento ?
41 E l que recibe profeta en 8 Mas ¿quésalisteis á v e r ? .
nombre de profeta, merced ¿ un hombre cubierto de delide profeta recibirá: y el que cados, vestidos? H é aquí, los
recibe justo en nombre de que traen vestidos delicados,
justo, merced de justo reci- en las casas de los reyes están.
to irá.
9 Mas ¿qué salisteis á v e r ?
42 Y cualquiera que diere á ¿ un profeta ? también os
uno de estos pequeñitos un digo, y más que profeta,
vaso de agua tria solamente, 10 Porque este es de quien
en nombre de discípulo, de está e s c r i t o :
H é aquí y o
cierto os digo, que no perderá envió mi ángel delante de tu
su recompensa.
faz, que aparejará tu camino,
delante de tí.
1J De cierto os digo, que no
CAPITULO XI.
se levantó entre los que nacen
Juan Bautista envía dos de de mujeres otro mayor que
sus discípulos á Jesús: lo Juan el Bautista: mas el
que con esta orasion dijo que es muy mas pequeño cu
Jfsus sobre Juana sus oyen- el reino de los cielos, mayor
tes : ciudades incrédulas : el i¡es que él.
yugo del Señor es suave.
\ 12 Desde los días de Juan el
Bautista hasta ahora, al
F U E , que acabando Jesús reino de los cielos se hace
de dar mandamientos á fuerza, y los valientes le arsus doce discípulos, se fue de rebatan.
allí á enseñar y á predicar en 13 Porque todos los profetas
las ciudades de ellos.
y la ley hasta Juan profeti2 IT Y oyendo Juan en la zaron.
16
1
1
Y
S. MATEC>, X I . X I I .
14 Y si queréis recibir, él es .será mas tolerable en el dlft
aquel Elias que hubia de I del juicio, que á tí.
venir.
i 25 \ E n aquel tiempo, resTe
15 E l que tiene oídos para pondiendo Jesús, d i j o :
l alabo. P a d r e , Señor del cielo
oír, oiga.
16 Mas ¿ á quien compararé ¡y de la tierra, que hayas esesta generación ? Es seme- condido estas cosas de los
jante ó los muchachos que se ¡sabios y de los entendidos,
sientan en las plazas, y dan I y las hayas revelado á los
I niños.
voces á sus compañeros,
17 Y dicen:
Os tañímos ¡ 26 A s í , P a d r e , pues que así
(lauta, y no bailasteis; os agradó en tus ojos.
endechamos, y no lamen- 27 Todas las cosas m e son
tasteis.
Ientregadas de mi P a d r e : y
18 Porque vino Juan, que ni nadie conoció al Hijo, sino el
comía ni bebía, y d i c e n : D e - P a d r e ; ni al Padre conoció
monio tiene.
alguno, sino el Hijo, y aquel
19 Vino el Hijo del hombre, á quien el Hijo lo quisiere
que come y b e b e ; y dicen:¡ revelar.
H é aquí un hombre comilón, 28 Venid á m í todos los que
y bebedor de vino, amigo de estáis trabajados, y cargados,
ublícanos y de pecadores, que y o os haré descansar.
las la sabiduría es justifi- 29 L l e v a d mí y u g o sobre
cada por sus hijos.
vosotros, y aprended de m i ;
20 Y Entonces comenzó á que soy manso y humilde de
reconvenir á las ciudades en corazón : y hallaréis descanso
las cuales habían sido hechas para vuestras almas.
muy muchas de sus mara- 30 Porque mi y u g o es fácil, y
villas, porque no se habían ligera mi carga.
arrepentido, diciendo:
21 ¡ A y de tí, C o r a z i n ! j a y
de ti, líetsftidal porque si en
CAPITULO XII.
T i r o y en Sídon fueran hechas
las maravillas que han sido
hechas en vosotras, en otro I Defiende Jesu-Cristo á sus dismurmuración
tiempo se hubieran arrepen-l cípulos de la
de los Fariseos con motivo
tido en saco y en ceniza.
de la observancia
del Sá22 Por tanto os digo, que á
bado: curad uno que tenia
Tiro y a Ridon será mas toleseca la mano; y á un enderable en el dia del juicio, que
moniado
mudo
y
ciego.
ZTaá vosotras..
bla del pecado contra
el
23 Y tú, Capernaum, que
Espíritu Santo. Milagro de
eres levantada hasta el cielo,
Jonás. Ntnivitas, Reina del
hasta los infiernos serás aba-1 Mediodía.
jada : porque si en los de So-,
doma fueran hechas las maravillas que han sido hechas
N aquel tiempo iba Jesús
en tí, hubieran quedado hasta,
por los sembrados en Sáel dia de hoy.
bado ; y sus discípulos tenían
comenzaron á
24 Por tanto os digo, que á hambre, y
la tierra de los de Sodomu coger espigas, y á comer.
IT
S
1
E
S. M A T E O , X I I .
2 Y viéndolo los Fariseos lo consultaron contra e*l para
düeron: He* aquí tus discí- destruirle.
pulos hacen lo que no es lícito 15 Mas sabiendo/o Jesus, se
hacer en Sanado.
aparté de allí : y 1c siguieron
3 Y él les d i j o : ¿ N o habéis muchas gentes, y sanaba á
leído qué hizo I»avid, teni- todos.
endo él hambre y los que con ífi Y él les encargaba eficazél estaban ?
mente que no lo descubri4 ¿ Como entré en la casa de esen :
Dios, y comid los panes de la 17 Para que se cumpliese lo
troposicion, que no le era que estaba dicho por el proicito comer, ni á los que es- feta Isaías, que dijo :
taban con él, sino á solos los 18 l i é aquí mi Siervo, al
sacerdotes ?
cual he escogido; mi A m a d o ,
5 0 ; no habéis leido en la en el cual se agrada mi alma;
ley, que los Sábados en el pondré ¡ni Espíritu sobre él, y
templo los sacerdotes pro- á los Gentiles anunciará juicio.
fanan el Sábado, y son sin 19 5ío contenderá, ni v o c e culpa?
a r á : ni nadie oirá en las
6 Pues os digo que uno calles su voz.
mayor que el templo esta 20 L a caña cascada no queaquí.
brará, y el pábilo que humea
7 Mas si supieseis que e s : no apagará, hasta que saque
Misericordia quíoro y no sa- á victoria el juicio.
crificio ; no condenaríais -á 21 Y en su nombre esperarán
los inocentes.
tos Gentiles.
8 Porque Señor es del Sábado 22 ^ E n t o n c e s fué traído á
el Hijo del hombre.
éi un endemoniado, ciego y
y le sanó, de tal
9 í Y partiéndose de allí, mudo :
manera que el ciego y mudo
vino á la sinagoga de ellos.
10 Y hé aquí habia aUi uno hablaba y veia.
que tenia una mano s e c a : y ? 3 Y todas las gentes estaban
le
preguntaron,
diciendo; atónitas, y decían: ¿ E s este
¿ E s lícito curar en Sábado? nquei Hijo de D a v i d ?
Por acusarle24 Mas lo3 Fariseos, oyen11 Y él les d i j o : ¿ Qué hom- lo'o, decían : Esto no echa
bre habrá de vosotros, que¡ fuera ios demonios, sino por
tenga una oveja, y si cayere i Reelzcbub, principe de los deesta en una fosa en Sábado, monios.
no le eche mano, y ta le-l 25 Y Jesus, como sabia los
van t e ?
i pensamientos de- ellos, les
12 Pues ¿cuánto mas vale un idijo: Todo reino dividido conhombre que una oveja? Así tra sí mismo es desolado; y
que lícito es en los Sábados! toda ciudad, ó casa, dividida
hacer bien.
j contra sí misma, no permane13 Entóneos dijo á aquel cerá.
hombre : Extiende tu mano.' 2<í Y si Satanás echa fuera a
Y él la extendió, y le fué Satanás, contra sí mismo está
restituida
sana
como
la d i v i d i d o : ¿cómo, pues, perotra.
manecerá su reino?
J4 1T Y salidos los Fariseos, ! 27 Y si y o por Beelzebub
18
f
f
1
S. MATEO, XII.
echo fuera los demonios, 38 *ff Entonces respondieron
¿ vuestros hijos per quién los algunos de los escribas y do
echan? por tanto ellos serán los Fariseos,diciendo: M a e s tro, deseamos v e r de tí señal.
vuestros jueces.
28 Y si por Espíritu de Dios 39 Y él respondió, y les d i j o :
y o echo fuera los demonios, L a generación mala y adulciertamente ha llegado ¿ v o s - terina demanda s e ñ a l ; mas
señal no le será dada,- sino l a
otros el reino de Dios.
29 Porque ^; cómo puede al- señal de Joñas profeta.
guno entrar en la casa del 40 Porque como estuvo Joñas
valiente, y saquear sus alha- en el vientre de la ballena
jas, si primero no prendicre tres dias y tres noches, asi
al valiente ? y entonces sa- estará el Hiju del hombre en
el corazón de la tierra tres
queará su casa.
30 El que no es conmigo, dias y tres noches.
contra m í e s ; y el que con- 41 Los hombres de N í n i v e se
migo no recoge, derrama.
levantarán en el juicio con
31 Por tanto os d i g o : Todo esta generación, y la condepecado y blasfemia será per- narán : porque elios se arredonado á los hombres; m a « la pintieron á la predicación de
blasfemia contra el Espíritu J o ñ a s ; y lié aquí mas que
no será perdonada á los hom- Joñas en este lugar.
bres.
42 L a rvina del austro se le32 Y cualquiera que hablare vantará en el juicio con esta
contra el Hijo del hombre, le generación, y la condenará:
será perdonado; mas cual- porque vino de los fines de la
quiera que hablare contra el tierra para oír la sabiduría de
Espíritu Santo, no le será per- Salomón; y lié aquí mas que
donado, ni en este siglo, ni en Salomón en este lugar.
el venidero.
43 Cuando el espíritu In33 O haced el árbol bueno, y mundo ha salido del hombre,
su fruto bueno; ó haced el anda por lugares secos, busárbol corrompido, y su fruto cando reposo, y no U* halla.
dañado: porque por el fruto 44 Entonces d i c e : M e v o ' es conocido el árbol.
v e r é á mi casa, de donde s a l í :
34 Generación de víboras, y cuando viene, la halla des¿cómo podéis hablar bien, si- ocupada, barrida, y adornada.
endo malos? porque de la 4'> Entonces va, y toma conabundancia del corazón habla sigo otros siete espíritus pela boca.
ores que él, y entrados moran
35 El hombre bueno del buen a l l í ; y son peores las cosas
tesoro del corazón saca buenas últimas del tal hombre que
cosas : y el hombre malo del las p r i m e r a s : así también
mal tesoro saca malas cosas. acontecerá á esta generación
3G Mas y o os digo, que toda mala.
palabra ociosa, que hablaren 46 IT Y estando él aun haios hombre-», de ella darán blando á las gentes, hé aquí
cuenta en el día del juicio.
su madre y sus hermanos es37 Porque por tus palabras taban fuera, que le querían
serás justificado, y por tus hablar.
palabras seros condenado.
47 Y le dito u u o : l i é aguí tu
19
S. M A T E O , X I I . X I I I .
las espinas crecieron, y la
ahogaron.
8 Y parte cayó en buena
tierra, y dio fruto, cual á ci­
ento, y cual á sesenta, y cual
¡x treinta.
9 Quien tiene oidos para oir,
oiga.
lü V Entóneos llegándose los
discípulos, le dijeron: ¿ Por
qué les hablas por parábolas?
U Y él respondiendo, les
d i j o : Porque á vosotros es
concedido saber los misterios
del reino de los cielos, mas á
ellos no es concedido.
12 Porque á cualquiera que
CAPITULO XIII.
tiene, se le dará, y tendrá
m a s : pero ni que no tiene,
Predica Jesús en parábolas, y aun lo que tiene le será qui­
descífraselas á los apóstoles: tado.
parábola del sembrador, del 13 Por eso les hablo por pa­
grano de mostaza, d¿ ta le­ rábolas, porque viendo no ven,
vadura, del tesoro escondido, y oyendo no oyen, ni entien­
de la perla preciosa, de la .len.
red llena de peces. El pro­ 14 D e manera que se cumple
feta sin honor en su patria. en ellos la profecía de Isaías,
que dice : D e oído oiréis, y no
A Q U E L dia, saliendo Je­ entenderéis; y viendo veréis,
sús de casa, se senté junto y no miraréis.
á la mar,
15 Porque el corazón de este
2 Y se allegaron á él muchas pueblo está engrosado, y de
g e n t e s ; y entrándose él en el los oidos oyen pesadamente,
barco, se sentó, y toda la y de sus ojos guiñan : para
que no vean de los ojos, y oi­
gente estaba á la ribera.
3 Y les hablé muchas cosas gan de los oidos, y del corazón
por parábolas, diciendo: H é entiendan, y se conviertan, y
aquí el que sembraba, salió á y o los sane.
sembrar.
16 Mas bienaventurados vu­
4 Y sembrando, parte (fe la estros ojos, porque ven ; y
timiente
cayó junto al ca­ vuestros oidos, porque oyen.
mino ; y vinieron las aves, y 17 Porque de cierto os digo,
Ja comieron.
que muchos profetas y justos
6 Y parte cayó en pedregales, desearon ver lo que veis, y no
donde no tenia mucha t i e r r a ; 10 vieron ; y oir lo que ois, y
y nació luego, porque no tenia no lo oyeron.
profundidad de tierra.
18 5[ Oíd pues vosotros la pa­
6 Mas en saliendo el sol, se rábola del que siembra.
q u e m é ; y secóse, porque no 19 Oyendo cualquiera la pa­
tenia raiz.
labra del reino, y no entcn­
7 Y parte cayó en espinas; y ditíndo/a, vieno el m a l o , y №
madre y tus hermanos están
fuera, que te quieren hablar.
48 Y respondiendo c't al que
le decía esto, d i j o : ¿ Quién es
mi madre, y quiénes son mis
hermanos ?
49 Y extendiendo su mano
hacia sus discípulos, dijo : l i é
aquí mi madre y mis herma­
nos.
fiO Porque todo aquel que
hiciere la voluntad de mi Pa­
dre, que está en los cielos, esc
es mi hermano, y hermana, y
madre.
1
Y
S. MATEO, XTTT.
rebata Jo que fué sembrado' 30 Dejad crecer juntamente
en su c o r a z ó n : este es el que lo uno y lo otro hasta la
fué sembrado junto al ca- s i e g a ; y al tiempo de la simino,
c g a y o diré a los s e g a d o r e s ;
20 Y el que fué sembrado en Coged primero la ¡sizaña, y
pedregales, este es el que oye atadla en manojos para queja palabra, y luego la recibe m u r í a ; mas recoged el t r i g o
con g o z o ;
I en mi alfolí.
21 Mas no tiene raíz en sí,l 31 Otra parábola les p r o áutes es t e m p o r a l : que v e - puso, diciendo: E l reino d e
nida l a aflicción tí la perse- los ciclos es semejante al
cncion por la palabra, luego grano de mostaza, que t o se ofende.
j mandólo alguno lo sembró* en
22 Y el que fué sembrado en su c a m p o :
espinas, este es el que o y e lal 32 E l cual á la verdad es el
palabra; pero el atan de este mas pequeño de todas las sisiglo, y el engaño rte las ri- mientes ; mas cuando ha c r e nuezas abogan la palabra, y cirio, es el m a y o r de todas las
hácese infructuosa.
hortalizas, y se hace árbol,
2? Mas el que fué sembrado que vienen las aves del cielo y
en buena tierra, este es el que hacen nidos en sus ramas,
oye y entiende la palabra, y ! 33 *"f Otra parábola les d i j o :
el que lleva el fruto; y l l e v a ' E l reino de los cielos es semeuno á ciento,y otro á sesenta, jante A la levadura que toma
y otro A treinta.
\ una mujer, y escondió en tres
24 TJ" Otra parábola les pro-! medidas de harina, hasta quo
puso, diciendo: E l reino de todo quedó leudo.
los cielos es semejante al I 34 Todo esto habló Jesús por
hombre que siembra buena'parábolas á las g e n t e s ; y sin
slinlento en su campo.
jparábolas no les hablaba :
25 Mas durmiendo los liom-l 35 Para que se cumpliese lo
bí'cs, v i n o s u enemigo, y sem-! que fué dicho por el profeta,
bró zizaña entre el trigo, y se! que d i j o : Abriré en parábolas
fué.
I mi b o c a ; rebosaré cosas es26 Y como l a y e r b a salió, é condidas desde la fundación
hizo fruto, entonces apareció .del mundo.
también l a zizaña.
| 36 *"F Entonces, despedidas
2" Y llegándose los siervos las gentes, Jesús se vino á
del padre de la familia, le di-¡casa ; y llegándose á él sus
Jeroa: Señor, ¿ n o sembrastc'discípufos, le d i j e r o n : Declábueua simiente en tu campo ?• ranos la parábola de la zizaña
¿ de donde pues tiene zizana ?! del campo.
23 Y él les dijo : U n hombre! 37 Y respondiendo éi, les
enemigo ha hecho esto. Y los d i j o : E l que siembra la buena
cif.i-wic Ile
A dijeron
f i ü n f . m :• ¿
; fQuieren
í n i n r ^ simiente es el Hijo del h o m siervos
pues que vayamos y la coja J bre ;
ínos ?
•1S Y el campo es el mundo :
29 Y él d i j o : N o : porque y l a buena simiente son ios
cosiendo la zizaña, no arran- hijos del reino, y la zizaña
quéis también con ella el son los hijos del m a l o :
trigo.
39 Y el enemigo que l a sem21
8. MATEO, XIII. XIV.
bró\ es el diablo; y la siega es 52 Y él les d i j o : P o r eso todo
el fin del siglo ; y los segado- escriba docto en el reino de
los Licios, es semejante a un
res son los ángeles.
40 D e manera que como es padre de familia, que saca de
cogida la zizaña, y quemada su tesoro cosas nuevas y cosas
al fuego, así será en el íiu de viejas.
este siglo.
5:t 1[ Y aconteció que aca41 E n v i a r á el Hijo del h o m - bando Jesús estas parábolas,
bre sus ángeles, y cogerán de pasó de allí.
su reino lodos los escándale
54 Y venido á s u tierra, les
y los que hacen iniquidad,
enseñaba en la sinagoga de
42 Y los echarán en el horno ellos, de tal manera que ellos
de fuego : allí será el lloro, y estaban atónitos, y d e c í a n :
¿ D e dónde tiene este esta sael crujir de dientes.
43 Entonces los justos res- biduría, y estas maravillas ?
plandecerán, como el sol, en 55 ¿ Ñ o es este el hijo del
el reino de su P a d r e : el que carpintero ? ¿ no se llama su
tiene oídos para oir, oiga.
madre M a r í a ; y sus herma44 H A d e m á s , el reino de los no*, Jucobo, y José, y Simón,
cielos es semejante al tesoro y Judas?
escondido en el campo, el 5« ¿ Y no están todas sus
cual hallado, el hombre lo hermanas con nosotros? ¿ D e
encubre, y de gozo de ello va, dónde pues tiene este todas
y vende todo lo que tiene, y estas co^as ?
compra aquel campo.
57 Y se escandalizaban en él.
45 if También el reino de los Mas Jesús les d i j o : N o hay
cielos es semejante al hombre profeta sin honra, sino en se
tratante, que busca buenas tierra, y en su casa.
perlas;
58 Y no hizo allí muchas ma4G<Jiue hallando una preciosa ravillas, á causa de la increperla, fué, y vendió" todo lo dulidad de ellos.
que tenia, y la compró.
47 1f Asimismo el reino de
CAPITULO XIV.
los cielos es semejante á la Muerte
de Juan
Bautista;
red, que echada en la mar,
milagro de los cinco panes:
coge de todas suertes de peces:
Jesús camina y hacecaminar
48 L a cual estando llena, la
á Pedro sobre las olas del
sacaron á la o r i l l a ; y sentamar; y sana á todos los endos, cogieron lo bueno en fermos que se le presentan 6
vasos, y lo malo echaron
tocan su vestido.
fuera.
N aquel tiempo Heródcs el
40 Así será al íln del siglo
tetrarca oyó la fama do
saldrán los ángeles, y apartarán á los malos de entre los Jesús,
justos,
2 Y dijo á sus criados : Este
50 Y los echarán en el horno es Juan el Bautista: él lia
del fuego: allí será el lloro, y resucitado de los muertos, y
• pi»r eso virtudes obran en él.
el crujir de dientes.
Merodea
habla
51 ¿Habéis entendido todas :i Porque
esta 'cosas? Ellos responden: prendido á Juan, y le había
| aprisionado, y puesto cu lu
8í, Señor.
E
1
S. MATEO, X1T.
cárcel, ñor causa de H ero- 1U Y Jesús les d i j o : N o t i días, mujer de Felipe su her- enen necesidad de i r s e ; dadles
mano.
vosotros de comer.
4 Porque Juan l e d e c i a : N o 17 Y ellos dijeron: N o tenemos aquí sino cinco panes y
te es licite tenerla.
5 Y quería matarle, mas te- dos peces.
mía al pueblo; porque le t e - ls Y él les d i j o : Traédmelos
acá.
nían como á profeta.
6 Mas celebrándose el diadel 19 Y mandando á las gentes
nacimiento de Heredes, la recostarse sobre la yerba, y
hija de Herodías danzó en tomando los cinco panes y los
medio, y agradó á Heredes. dos peces, alzando los ojos al
7 Y prometió é i con jura- cielo, bendijo; y partió y dio
mento de darle todo lo que los panes a los discípulos, y
los discípulos á las gentes.
pidiese.
8 Y ella, instruida primero 20 Y comieron todos, y se
de su madre, d i j o :
Dame h a r t a r o n : y alzaron lo que
aquí en un plato la cabeza de sobró de los pedazos, doce
cestas llenas.
Juan el Bautista.
9 Entonces el rey se entris- 21 Y los que comieron fueron
teció : mas por el juramento, como cinco mil hombres, sin
y por los que estaban junta- las mujeres y los niños.
mente á la mesa, mandó que 22 IT Y luego Jesús hizo á
se le diese.
sus discípulos entrar en el
30 Y enviando degolló á Juan barco, é ir delante de él á la
otra parte del lago, entreen la cárcel.
n Y fue* traída su cabeza en tanto que él despedía las
un plato, y dada á la mucha- gentes.
cha ; y ella la presentó á su 23 Y despedidas las gentes,
madre.
subió al monte, apartado, a
12 Entonces llegaron sus dis- o r a r : y como fué la tarde del
cípulos, y tomaron el cuerpo, dia, estaba allí solo.
y lo enterraron; y fueron, y 24 Y y a el barco estaba en
dieron las nuevas á Jesús.
medio de la mar, atormen13 % Y oyéndote Jesús, se tado de las o n d a s ; porque el
apartó de allí en un barco á viento era contrario.
un lugar desierto a p a r t a d o : 25 Mas á la cuarta v e l a de
y cuando las gentes lo oye- la noche Jesús fué á ellos
ron, le siguieron á pió de las andando sobre la mar.
ciudades.
26 Y los discípulos, viéndole
14 Y saliendo Jesús, vló un andar sobre la mar, se turgran gentío, y tuvo compa- baron, d i c i e n d o : Alguna fansión de ellos, y sanó los que tasma es. Y dieron voces do
miedo.
de ellos habia enfermos.
15 Y cuando fué la tarde del 27 Mas luego Jesús les habló,
dia, se llegaron a él sus discí- diciendo ; Confiad : y o soy ;
pulos, diciendo : E l lugar es no tengáis miedo.
desierto, 3* el tiempo es y a pa- 28 Entonces le respondió P e sado : despide las gentes, pa- dro, y dijo : Señor, si tú eres,
ra qpe se vayan por las aldeas, manda que y o v a y a á tí sobre
y compren para sí de comer, i las aguas.
23
S. MATEO,, XÍV. XV.
'29 Y él d i j o : V e n . Y descendiendo Pedro del barco,
andaba sobre las aguas para
ir á Jesús.
30 Mas viendo el viento fuerte, tuvo m i e d o ; y comenzándose á hundir, dio voces,
diciendo: Señor, sálvame.
31 Y luego Jesús extendiendo la mano, trabó de él, y
le d i c e : Oh hombre de poca
fé\ ¿ p o r qué dudaste ?
3'¿ Y como ellos entraron en
el barco, sosegóse el viento.
33 Entonces los que estaban
en el barco vinieron, y le
adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
84 ^ Y llegando á la otra
parte, vinieron á la tierra de
Genezaret.
35 Y como le conocieron los
hombres de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra
al rededor, y trajeron á él
todos los enfermos :
86 Y le rogaban que solamente tocasen el borde de su
m a n t o ; y todos los que tocaron, quedaron sanos.
CAPITULO
XV.
Condena Jesús tas tradiciones
humanas opuestas á los preceptos divinos.
Cura a la
hija de la Cananéa.
Da de
comer en el desierto á una
gran muchedumbre de gente
con siete panes y algunos
peces.
N T O N C E S llegaron á J e E
sus ciertos escribas y
Fariseos de Jerusalem, diciendo :
•¿ ¿ Por qué tus discípulos
traspasan la tradición de los
ancianos? porque no se lavan las manos cuando comen
pan.
24
3 Y él respondiendo, les d i j o :
¿ P o r qué también vosotros
traspasáis el mandamiento
de Dios por vuestra tradición ?
4 Porque Dios mandé, diciendo : Honra al padre y á la
m a d r e : y , E l que maldijere
al padre o á la madre, muera
de muerte.
5 Mas vosotros decís; Cualquiera que dirá al padre ó á
la madre, Es ya ofrenda mia á
Dios todo aquello con que pudiera valerte,
6 N o deberá honrar á su
padre ó á su madre con socorro.
Así habéis invalidado
el mandamiento de Dios por
vuestra tradición.
7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo :
8 Este pueblo de labios m e
h o n r a ; mas su corazón lejos
está de m í .
9 M a s en v a n o m e honran,
enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.
10 %Y llamando á sí las
gentes, les d i j o : Oid, y entended.
11 N o lo que entra en la
boca contamina al h o m b r e ;
mas lo que sale de la boca,
esto contamina al hombre.
12 Entonces llegándose sus
discípulos le dijeron : ¿ Sabes
que los Fariseos oyendo esta
palabra se ofendieron?
13 Mas respondiendo él, dijo:
Toda planta que no planté
mi Padre celestial será desarraigada.
14 Dejadlos: son ciegos guias
de ciegos; y si el ciego guiaro
al ciego, ambos caerán en el
hoyo.
15 Y respondiendo Pedro, le
d i j o : Decláranos esta parábola.
8. MATEO, XV.
16 Y Jesús dijo í ¿ A u n t a m - l sus d i j o : O mujer, grande í *
bien vosotros sois sin enten-1 tu fé : sea hecho contigo como
dimiento?
¡ uleres. Y fué sana su hija
17 ¿ N o entendéis aun, que esde aquella hora.
todo lo que entra en la boca, 29 IT Y partido Jesús do allí,
v a al vientre, y es echado en vino junto al mar de G a l i l e a :
la letrina ?
y subiendo al monte, se sentó
18 Mas lo que sale de la boca,
del corazón sale, y esto con- 30 Y llegaron á el muchas
gentes, que tenían consigo
tamina al hombre.
19 Porque del corazón salen cojos, ciegos, mudos, mancos,
y
los malos pensamientos, mu- y otros muchos enfermos;
ertes,
adulterios,
fornica- los echaron á los pies de J e ciones, hurtos, falsos testi- sús, y los s a n ó :
monios, blasfemias.
31 D e manera que se m a r a 20 Estas cosas son las que villaban las gentes, viendo
contaminan al h o m b r e : que hablar los mudos, los mancos
comer con las manos por sanos, andar los cojos, y v e r
lavar no contamina al hom- los ciegos: y glorificaron, al
Dios de Israel.
bre.
.81 | Y saliendo Jesús de 32 Y Jesús llamando sus disallí, se fué á las partes de Tiro cípulos, d i j o : T e n g o lástima
y de Sidon.
de la gente, que y a hace tres
22 Y hé aquí una mujer dias que perseveran conmigo,
Cananéa, que habia salido de y no tienen que c o m e r : y
aquellos términos, clamaba enviarlos ayunos no q u i e r o ;
diciéndole: Señor, Hijo de porque no desmayen en el
D a v i d , ten misericordia de camino.
m f ; mi hija es malamente 33 Entonces sus discípulos le
atormentada del demonio.
dicen : ¿ Dónde tenemos nos23 Mas él no le respondió otros tantos panes en el depalabra. Entonces llegándose slerto,que hartemos tan gran
sus discípulos, le rogaron, di- compañía ?
ciendo : Despáchala, pues da 34 Y Jesús les d i c e : ¿ Cuanvoces tras nosotros.
tos panes tenéis?
Y ellos
24 Y él respondiendo, d i j o : dijeron: S i e t e , y unos pocos
N o soy enviado sino á las pececillos.
ovejas perdidas de la casa de ;.5 Y mandé á las gentes que
Israel.
se recostasen sobre la tierra.
25 Entonces ella vino, y le 36 Y tomando los siete panes
adoró, diciendo: Señor, so- y los peces, haciendo g r a córreme.
cias, partió, y dio á sus dis26 Y respondiendo él, d i j o : cípulos, y los discípulos á la
N o es bien tomar el pan de gente.
los hijos, y echarlo á los per- 37 Y comieron todos, y se
rillos.
hartaron: y alzaron lo qua
27 Y ella d i j o : Sí, Señor sobró de los pedazos, siete
mas los perrillos comen de espuertas llenas.
las migajas que caen do ia 38 Y eran los que habían
mesa de sus señores.
comido cuatro mil hombres,
28 Entonces respondiendo Je- sin las muieres y los niños.
25
a
S. M A T E O , XV.
XVI.
99 Entonces despedidas las entre cinco m i l hombres^ y
gentes, subid en el barco, y cuantos cestos alzasteis ?
vino á los términos de Mag- 10 ¿ N i de los siete panes
entre cuatro mil, y cuuntas
dala.
espuertas tomasteis ?
CAPITULO XVI.
11 ¿ C o m o es que no entenFariseos y JSaducéos con/un* déis que no por el pan os dije,
didos; corrupción de su doc- que os guardaseis de la levatrina.
Confesión de San dura de los Fariseos y de los
Pedro.
Revela el Sefíor su Saducéos ?
pasión, y muerte;
reprende 12 Entonces entendieron que
no les había dicho que se
á San Pedro.
guardasen de la levadura de
L L E G Á N D O S E los F a r i - ;>an, sino de la doctrina de
seos y los Saducéos, para os Fariseos y de los Sadutentarte, le pedían que les céos.
mostrase señal del cielo.
_ % Y viniendo Jesús á las
2 Mas él respondiendo, les partes de Cesárea de Filipo,
dijo : Cuando es la tarde del preguntó á sus discípulos, di¿ Quién dicen los
dia, decís: Sereno ; porque el ciendo :
hombres que es el H i j o del
cielo tiene arreboles:
3 Y á la m a ñ a n a : H o y tem- hombre ?
pestad ; porque tiene arre- 14 Y ellos d i j e r o n : Unos,
boles el cielo triste. Hipó- Juan el l i a u t i s t a ; y otros,
critas, que sabéis hacer dife- E l i a s ; y otros, Jeremías, ó alrencia en la faz del c i e l o ; ¿ y guno de los profetas.
en las señales de los tiempos 15 El les d i c e : Y vosotros,
no podéis ?
¿ quién decís que soy ?
4 L a generación mala y Ifi Y respondiendo Simón
adulterina demanda señal; Pedro, d i j o : T ú eres el Cristo,
mas señal no le será dada, el Hijo del Dios viviente.
sino la señal de Joñas pro- 17 Entonces respondiendo
feta. Y dejándolos, se fue.
Jesús, le d i j o : Bienaventu5 f Y viniendo sus discí- rado eres, Simón, hijo de
pulos de la otra parte dtl J o n á s : porque no te lo reveló
lago, se habían olvidado de carne ni s a n g r e ; mas mi
Padre que está en los cielos.
tomar pan.
6 Y Jesús les d i j o : Mirad, y 18 Mas y o también te digo,
guardaos de la levadura de que tú eres P e d r o ; y sobre
los Fariseos, y de los Sadu- esta piedra edificaré mi igleceos.
sia; y las puertas del infierno
7 Y ellos pensaban dentro no prevalecerán contra ella.
d e sí, diciendo: Esto dice por- lft Y á tí daré los llaves del
que no tomamos pan.
reino de los cielos : y todo lo
8 Y entendiéndo/o Jesús, les que ligares en la tierra, será
dijo : ¿ Por qué pensáis den- ligado en los cielos: 3' todo lo
tro do vosotros, hombres de que desatares en la tierra,
poca fé, que no tomasteis será desatado en los cielos.
pan?
20 Entonces mandó á sus
9 ¿ N o entendéis aun, ni os discípulos que á nadie dijesen
acordáis de ios cinco panes que él era Jesús el Cristo,
Y
S. MATEO, XVI. x v i r .
Jesús.paga
el
21 í| Desde aquel tiempo] demonlado:
Pedro
comenzó* Jesús á declarar á| tributo por si y por
sns discípulos, que le concon una moneda
milagrosavenia ir á Jerusalem, y pamente hallada.
decer mucho de los ancianos,
y de los príncipes de los saD E S P U É S de seis días
cerdotes, y de los escribas, y
Jesús toma á P e d r o , y á
ser muerto, y resucitar al ter- Jacobo,y á Juan su hermano,
cero día.
y los lleva aparte á un monte
22 Y
Pedro,
tomándole alto,
aparte, comenzó á repren- 2 Y se transfiguré delante de
derle, diciendo: Señor, ten e l l o s : yresplandeciósu rostro
compasión de t í : en ninguna como el sol, y sus vestidos fueron blancos cómo la luz.
manera esto te acontezca.
23 Entonces él volviéndose,, A Y he aquí les aparecieron
dijo á Pedro : Quítate de de- Moisés y Elias, hablando con
lante de m í . Satanás: me él.
eres escándalo; porque no 4 Y respondiendo Pedro, dijo
entiendes lo que es de Dios, á Jesús: Señor, bien es que
sino lo que es de los hombres. nos quedemos a q u í : si qui24 Entonces Jesús dijo á sus eres, hagamos aquí tres padiscípulos : Si alguno quiere bellones; para tí uno, y para
venir en pos de mí, niegúese M o i s é s o t r o , y o t r o pura Elias.
a s í mismo, y tome su cruz, y 5 Estando aun él hablando,
sígame
hé aquí una nube de luz que
25 Porque cualquiera que los cubrió; y hé aqui una voz
quisiere salvar su vida, la de la nube, que d i j o : Este es
perderá; y cualquiera que mi Hijo amado, en el cual
perdiere su vida por causa de temo contentamiento; á é l
o id.
m í , la hallará.
26 Porque, ¿ d e qué aprove- 6 Y oyendo esto los discícha al hombre, si granjeare pulos, cayeron sobre sus r o s todo el mundo, y perdiere su tros, y temieron en gran m a a l m a ? O, ¿ q u é recompensa nera.
dará el hombre por su a l m a ? 7 Entonces Jesús llegando,
27 Porque el Hijo del hom- les tocó, y dijo : Levantaos, y
bre vendrá en la gloria de su no temáis.
Padre con sus ángeles; y 8 Y alzando ellos sus ojos, á
entonces pagará á cada uno nadie vieron, sino á solo J e conforme á sus obras.
sús.
28 D e cierto os digo, que 9 Y como descendieron del
hay algunos de los que están monte, les mandó Jesús, diaquí, que no gustarán la mu- ciendo : N o digáis á nadie la
erte, hasta que hayan visto visión, hasta que el Hijo del
el Hijo del hombre viniendo hombre resucite de los m u en su reino.
ertos.
10 Entonces sus discípulos le
preguntaron, diciendo : ¿ Por
CAPITULO XVTI.
que dicen pues los escribas,
Transfiguration
de Jesús: cu- que es menester que Elias
ración de un lunático en- venga primero ?
27
Y
S. MATEO, XVII. XVIII.
11 Y respondí en do Jesús, les del hombre será entregado en
dijo : A la verdad Elias ven- manos de hombres :
drá primero ; y restituirá to- 23 Y le matarán, mas al terdas las cosas.
cer día resucitará. Y ellos se
12 M a s os digo, que y a vino entristecieron en gran maElias, y no le conocieron; nera.
antes lucieron en él todo lo 24
Y como llegaron á Caque quisieron : así tamliicu el ptrnaum, vinieron á Pedro
Hijo del hombre padecerá de los que cobraban las dos dracellos.
mas, y dijeron : ¿ Vuestro
13 Los discípulos entonces Maestro no paga las dos dracentendieron, que les habló de m a s ? ,
Juan Bautista.
25 E l d i c e : Sí. Y entrado él
14 i Y como ellos llegaron en casa, Jesús le habló antes,
al gentío, vino á él un hom- diciendo r ¿ Qué te parece,
bre hincándosele de rodillas; Simón? Los reyes de la tierra
15 Y diciendo: Señor, ten ¿de quién cobran los tributos,
misericordia de mi hijo ; que ó el censo ? ¿ de sus hijos, ó
es lunático, y padece mala- de los estraños ?
mente : porque muchas veces 26 Pedro le d i c e : D e los escae en el fuego, y muchas en traños. Jesús le d i j o : Luego
el agua.
los hijos son francos.
16 Y le he presentado á tus 27 M a s porque no los escandiscípulos, y no le han podido dalicemos, ve a l a mar, y echa
sanar.
el anzuelo, y el primer pez
17 Y
respondiendo Jesús, que viniere, tómalo, y abierta
d i j o : ¡ O generación inllel y su boca hallarás un estatero:
torcida ! ¿hasta cuando tengo tómalo, y dáselo por mí, y
de estar con vosotros? ¿hasta por tí.
cuando os tengo de sufrir?
traédmele acá.
CAPITULO XVIII.
18 Y Jesús le reprendió, y
salió el demonio de él, y el
mozo fué sano desde aquell
hora.
19 Entonces llegándose los
discípulos á Jesús aparte, dijeron : ¿ Por qué nosotros no
l e pudimos echar fuera?
20 Y Jesús les dijo : Por v u estra incredulidad: porque de
cierto os digo, que si tuviereis
f é , como un grano de mostaza, diréis a este m o n t e :
Pásate de aquí a l l á : y se pasar á ; y nada os será imposible.
21 Mas este linaje de demonios no sale sino por oración
y ayuno.
22 Y % estando ellos en Galilea, Jesús les d i j o : El Hijo
Doctrina de Jesús sobre la humildad, sobre el pecado de
escándalo, y sobre la corrección fraterna.
Parábola del
buen pastor.
Sobre la potestad de perdonar pecados :
compasión con los pecadores;
y perdón de los enemigos.
Parábola de los diez mil talentos.
E
íT aquel tiempo se llegaron
los discípulos á Jesús, diciendo. ¿ Quién es el mayor
en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesús un niño,
le puso en medio de ellos,
3 Y d i j o : De cierto os digo,
que si no os volviereis, y fue-
S. M A T E O , XVIII.
reís como niños, no entraréis de cierto os digo, que mas se
goza de aquella, que de las
en el reino de los cielos.
4 Así que cualquiera que se noventa y nueve que no so
humillare como este niño, este descarriaron.
es el mayor en el reino de los 14 A s i no es la voluntad d e
cielos.
i vuestro Padre, que está en los
5 Y cualquiera que recibiere I cielos, que se pierda uno do
á un tal niño en m i nombre, á estos pequeños.
15 % Por tanto si tu hermane
m í recibe.
G Y cualquiera que escanda- pecare contra tí, v e , y redar*
lizare á alguno de estos pe- gúyele entre tí y él s o l o : si te
queños, que creen en mí, me- o y e r e , has ganado á tu herjor le fuera que se le colgase mano.
al cuello una piedra de molino 16 Mas si no te oyere, t o m a
de asno, y que se le anegase aun contigo uno o dos, para
en el profundo de la mar.
que en boca de dos ó de tres
7 j A y del mundo por los es- testigos conste toda palacándalos ! porque necesario es bra.
que vengan escándalos: mas 17 Y si no o y e r e á ellos, d¡/<?
¡ ay de aquel hombre, por el á la iglesia: y si no oyere &
la iglesia, tenle por un étnico,
cual viene el escándalo I
8 Por tanto, si tu muño ó tu y un pubticano.
pié te fuere ocasión de caer, 18 D e cierto os digo^i/e todo
córtalos y échaíoí de t í : me- lo que ligareis en la tierra,
jor te es entrar cojo ó manco sera ligado en el c i e l o : y todo
en la vida, que teniendo dos lo que desatareis en la tierra,
manos é dos pies ser echado será desatado en el ciclo.
en el fuego eterno.
19 Otra v e z os digo, que sí
9 Y si tu ojo te fuere ocasión dos de vosotros se convinieren
de caer, sácalo y échate de tí. en la tierra, de toda cosa que
mejor te es entrar con un pidieren, les será hecho por
solo ojo á la vida, que teni- mi Padre, que está en los
endo dos ojos ser echado en el cielos.
infierno del fuego.
20 Porque donde están dos 6
10 Mirad no tengáis en poco tres congregados en mi nomá alguno de estos pequeños: bre, allí estoy en medio de
porque os digo, que sus án- ellos,
geles en los cielos ven siempre 21 lf Entonces Pedro llegánla faz de mi Padre, que está dose á él, d i j o ; Señor, ¿ c u en los ciclos.
antas veces perdonaré n mi
11 Porque el Hijo del hom- hermano que pecare contra
bre ha venido para salvar lo mí ? ¿ hasta siete ?
que se habia perdido.
22 Jesús le dice : N o te digo
12 ¿ Q u é os parece? Si tu- hasta siete, mas aun hasta seviese algún hombre cien ove- tenta veces siete
jas, y se descarriase una de 23 Por lo cual el reino de los
ellas, ¿no iria por los montes cielos es semejante á un homdejadas las noventa y nueve,, bre rey, que quiso hacer cuá buscar la que so hubiera entas con sus siervos.
descarriado?
24 Y comenzando á hacer
13 Y si aconteciese hallarla, cuentas, le fué presentado
£9
;
1
S. MATEO, XVHI. XIX.
nno que le debía diez mil taCAPITULO XIX.
lentos.
25 Mas á este, no midiendo Enseña Jesús que el matrimop a j a r , mandó su señor vennio es indisoluble, y que solo
derle, y á su mujer é hijos,
hay una causa para el dicon todo lo que tenia, y que 3e
vorcio: habla de la dificultad
U pairase.
de salvarse los ricos, y del
26 Entonces aquel siervo
premio de los que renuncian
postrado le adoraba, dicien]?or amor de él d todas las
do : Señor, ten paciencia concosas.
rrtigo, y y o te lo pagaré todo.
A C O N T E C I Ó que acaban27 E l señor movido á misedo Jesús estas palabras, se
ricordia de aquel siervo, le
soltó, y le perdonó la deuda. pasó de Galilea, y vino á los
28 Y saliendo aquel siervo, términos de Judea, pasado el
halló uno de sus consiervos, •Jordan.
2 Y le siguieron muchas
que le debía cien donarlos ; y
trabando de él, le ahogaba, rentes, y los sanó allí.
diciendo : P á g a m e lo que de- ;í IT Entonces se llegaron á
él los Fariseos, tentándole, y
bes.
29 Entonces su consiervo, diciéudole: ¿ Es lícito al hompostrándose á sus pies, le ro- bre repudiar á su mujer por
gaba, diciendo: Ten paciencia cualquiera causa?
conmigo, y y o te lo pagaré 4 Y él respondiendo, les d i j o :
todo.
¿ N o habéis leido que el que
30 Mas él no quiso; sino fué, los hizo al principio, macho y
y le echó en la cárcel hasta hembra tos hizo,
5 Y dijo : Por tanto el homque pagase la deuda.
31 Y viendo sus consiervos bre dejará padre y madre, y
l o que pasaba, se entristeci- se unirá á su mujer, y serán
eron mucho ; y viniendo de- dos en una carne ?
clararon á su señor todo lo 6 Así que no son y a mas dos,
que había pasado.
sino una c a r n e : por tanto lo
32 Entonces llamándole su que Dios juntó, no lo aparte
señor, le d i c e : Siervo muí el hombre.
v a d o , toda aquella deuda te 7 D í c e n l e : ¿ P o r qué pues
perdoné, porque m e rogaste. Moisés m a n d o d a r c a r t a de di33 ¿ N o te convenía también vorcio, y repudiarla?
Á tí tener misericordia de tu 8 Díceles: Por la dureza de
consiervo, como también y o vuestro corazón Moisés os
permitió repudiar á vuestras
tuve misericordia de tí ?
34 Entonces su señor eno- mujeres; mas al principio no
j a d o le entregó á los verdugos, fué así.
liasta que pagase todo lo que í) Y yo os digo, que cualquiera que repudiare á su
l e debía.
35 Así también hará con vos- mujer, sino fuere por causa
otros ¡ni Padre celestial, si no de fornicación, y se casare con
perdonareis de vuestros cora- otra, adultera: y el que se
zones cada uno á su hermano casare con la repudiada, adultera.
BUS ofensas.
10 Díccule sus discípulos: SI
Y
S. M A T E O , X I X . X X .
aaí es la condición del hombre Ibres ; y tendrás tesoro en el
con su mujer, no conviene d e d o ; y ven, sigúeme,
casarse.
22 Y oyendo el mancebo esta
11 Entonces el les d i j o : N o palabra, se fué triste ; porque
todos comprenden está pa)a- tenia muchas posesiones,
bra, sino aquellos ú. quienes es 23 Entonces Jesús dijo á sus
discípulos: D e cierto os digo,
dado
12 Porque hay eunucos, que que un rico difícilmente ennacieron asi del vientre de su trará en el reino de los cielos.
m a d r e ; y hay eunucos, que 24 Mas os digo, que mas lison hechos eunucos por los viano trabajo es pasar un cahombres ; y hay eunucos, que mello por el ojo de una aguja,
se hicieron á sí mismos eu- que entrar un rico en el reino
nucos por causa del reino de de Dios.
los cielos: él que puede com- 25 Mas sus discípulos, o y e n prender, comprenda.
do estas cosas, se espantaron
13 1j Entonces lo fueron pre- en gran manera, diciendo:
sentados unos niños, para que ¿ Quit>n pues podrá ser salvo?
pusiese las manos sobre ellos, 2G Y mirándo/os Jesús, les
y o r a s e : y los discípulos les d i j o : P a r a con los nombres
riñeron.
imposible es e s t o ; mas para
14 Y Jesús dijo : Dejad á los con Dios, todo es posible.
niños, y no les impidáis de- 27 Entonces respondiendo P e venir a m í : porque de los dro, le d i j o : l i é aquí, nostales es el reino tle los cielos. otros hemos dejado todo, y
15 Y habiendo puesto sobre te hemos seguido: ¿ qué pues
ellos las manos, se partid de tendremos?
allí.
28 Y Jesús les dijo: D e ciifi IT
h¿ aquí uno llegan erto os digo, que vosotros que
dose le dijo : Maestro bueno. me habéis seguido, en la re¿ qué bien haré, para tener la generación, cuando se sentará el Hijo del hombre en el
vida eterna V
17 Y él le d i j o : ¿ P o r qué m e trono de su gloria, vosotros
llamas bueno?
Ninguno es también os sentaréis sobre
bueno sino uno, es á súber, doce tronos, para juzgar á las
Dios : y si quieres entraren la doce tribus de Israel.
vida, guarda los mandami- 29 Y cualquiera que dejare
entos.
casas, ó hermanos, ó herma18 D í c e l c : ¿Cuáles? Y Jesús nas, ó padre, ó madre, ó mud i j o : N o matarás- N o adul jer, ó hijos, ó tierras, por mi
terarás: N o hurtarás: N o nombre, recibirá cien veces
dir:ís falso testimonio:
tanto, y heredará la vida
19 Honra á til padre y á t» eterna.
m a d r e : y , Amarás á tu pró- so Mus muchos primeros sejimo como á tí mismo.
rán postreros; y postreros,
20 Dícele el mancebo: Tedo primeros.
esto guarde desde mi juventud: ¿qué mas me falta ?
CAPITULO XX.
21 Dícele Jesús: Si quieres
ser perfecto, anda, vende lo Parábolo de los obreros llamaque tienes, y dato á I03 po-, dos d trabajar en la viña
31
Y
S.
MAT E O , X X .
' Jesús predice su muerte y Iban contra el padre de la
resurrección.
Responde á | familia,
ta pretensión, de la madre 12 D i c i e n d o : Estos postrede los hijos de Zebedéo. Da ros solo han trabajado una
vista á dos ciegos.
hora, y los has hecho iguales
á nosotros, que hemos llevado
p O R Q U E el reino de los la carga y el calor del dia.
X cielos es semejante A un 13 Y él respondiendo dijo á
hombre, padre de familia, uno de e l l o s : A m i g o , no te
que saltó por la mañana á hago a g r a v i o : ¿no te conaj ustar
obreros
para su certaste conmigo por un deviña.
nario ?
2 Y habiéndose concertado ¡ 14 T o m a lo que es tuyo, y
con los obreros en un denario v e t e : mas quiero dar a este
postrero como a tí.
al dia, los envió á su viña.
3 Y saliendo cerca de la hora 15 ¿ N o m e es lícito á mi
de las tres, vio otros que esta- hacer lo que quiero con lo
m i ó ? ó ¿es malo tu ojo, porban en la plaza ociosos;
4 Y les dijo: I d también vos- que y o soy bueno ?
otros á mi viña, y os daré lo I 16 A s í los primeros serán
que fuere justo. Y ellos fue- postreros, y los postreros pri|meros: porque muchos son
ron.
f> Salló otra v e z cerca de ias llamados, mas pocos escogihoras sexta y nona, é hizo lo d o s .
mismo.
I 17
Y subiendo Jesús á Je6 Y saliendo cerca de la rusalem, tomó sus doce discíhora undécima, halló otros pulos aparte en el camino, y
que estaban ociosos, y dí- les d i j o :
celes, ¿ Por qué estáis aquí 18 H é aquí subimos á Jerutodo el dia ociosos?
salem, y el Hijo del hombre
7 D í c e n l e : Porque nadie nos será entregado á los príncipes
ha ajustado.
D í c e l e s : Id de los sacerdotes, y á los
también vosotros á la viña, escrihas; y le condenarán á
y recibiréis lo que
fuere m u e r t e ;
19 Y le entregarán á los
UStO.
! Gentiles, para que le escar8 Y cuando fué la tarde del nezcan, y azoten, y crucifidia, el señor de la viña dijo A quen : mas al tercero dia reBU m a y o r d o m o : L l a m a los sucitará,
obreros, y págales el jornal, 20 % Entonces se llegó á el
comenzando desde los postre- la madre de los hijos de Zeros hasta los primeros.
bedéo con sus hijos, adorán9 Y viniendo los que habían dote, y pidiéndole algo.
tdo cerca de la hora undé- 21 Y él le d i j o : ¿ Q u é quicima, recibieron cada uno un eres? E l l a le d i j o : D i que
denario.
se sienten estos dos hijos
10 Y viniendo también los míos, el uno á tu mano dererimeros, pensaron que ha- cha, y el o t r o á tu izquierda,
ian de recibir m a s ; pero en tu reino.
también ellos recibieron cada 22 Entonces Jesús responuno un denario.
diendo, d i j o ; N o sabéis lo
11 Y tomándote, murraurafi2
K
S. M A T E O , X X . X X I .
que peílls: ¿podéis beber el
vaso que y o lie de beber?
Ellos le dicen : Podemos.
23 Y el les dice : A la verdad
mi vaso beberéis; mas el
sentaros a mi mano derecha» y á m í izquierda, no es
mió dar/o sino á aquellos para
quienes está aparejado de mi
Padre.
24 Y como los diez oyeron
esto, se enojaron de los dos
hermanos.
25 Entonces Jesús llamándolos, dijo: Sabéis que los
príncipes de los Gentiles se
enseñorean sobre ellos, y los
que son grandes ejercen sobre
ellos potestad.
2<¡ Mas cutre vosotros no
será así: sino el que quisiere entre vosotros hacerse
grande, será vuestro servidor ;
27 Y el que quisiere entre
vosotros ser el primero, será
vuestro s i e r v o :
28 Como el Hijo del hombre
no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su
vida en rescate por muCilOS.
29 % Entonces saliendo ellos
de Jericé, le seguía gran compañía.
30 Y hé aquí dos ciegos sentados junto al camino, como
oyeron que Jesús pasaba,
clamaron diciendo: Señor,
Hijo de David, ten misericordia de nosotros.
31 Y la gente les reñia, para
que callasen ; mas ellos clamaban mas, diciendo: Señor,
Hijo do D a v i d , ten misericordia de nosotros.
32 Y parándose Jesús, los
llamé, y dijo : ¿ Qué queréis
que baga por vosotros?
33 Ellos le dicen: Señor, que
sean abiertos nuestros ojos. ,
33
34 Entonces Jesús, teniendo
misericordia de ellos, los tocó
los o j o s ; y luego sus ojos
recibieron la v i s t a :
y le
siguieron.
CAPITULO XXI.
Jesús entra
en
Jerusalem
aclamado por Mesías: echa
d*l templo á los que estaban
allí vendiendo:
maldice á
•una higuera; y confunde á
sus émulos con paj-ábolas y
razones.
Y
COMO se acercaron á"
Jerusalem, y vinieron á
lietfagé, al monte de las Olivas, entonces Jesús envió dos
discípulos,
2 Diciéndoles : I d á la aldea
que está delante de vosotros,
y luego hallaréis una asna
atada, y un pollino con ella ;
desatad/a, y traédmelos.
3 Y si alguno os dijere algo,
d e c i d : E l Señor los ha m e nester. Y luego los dejará.
4 Y todo esto fué hecho,
para que se cumpliese lo que
fué dicho por el profeta, que
dijo:
5 Decid á la hija de S i o n :
H é aquí, tu R e y viene á t í
manso, y sentado sobre una
asna, y sobre un pollino hijo
de animal de y u g o .
6 Y los discípulos fueron,
é hicieron como Jesús les
mandé.
7 Y trajeron la asna, y el
pollino, y pusieron sobre ellos
sus m a n t o s ; y se sentó sobre
ellos.
8 Y la compañía, que era
muy numerosa, tendía sus
mantos en el camino;
y
otros cortaban ramos de los
D
S. MATEO, XXX.
árboles, y ios tendían por el cerca del camino, vino A ella,
y n o halló nada en ella sino
camino.
9 Y las gentes que Iban d e - hojas s o l a m e n t e ; y le dijo:
mas para siempre
lante, y las que iban detras, Nunca
aclamaban diciendo:
H o - nazca de tí fruto. Y luego se
sanna al Hijo de D a v i d ; secó la higuera.
bendito el que viene en el 20 Y viendo esto los discínombre del S e ñ o r : Hosanna pulos, maravillados d e c i a n :
en las alturas.
¡ C ó m o se secó luego la hi10 Y entrando él en Jeru guera 1
salem, toda In ciudad se al- 21 Y respondiendo Jesús, les
boroto, diciendo: ¿ Quién es d i j o : De cierto os digo, que
este ?
si tuviereis fé, y no dudareis,
11 Y las gentes d e c i a n : Este no solo haréis esto de la hies Jesús, el profeta, de N a z a guera, mas si á este monte
dijereis, Quítate, y échate en
ret de Galilea.
12 Y entró Jesús en el tem- l á m a r ; será hecho.
plo de Dios, y echó fuera 22 Y todo lo que pidiereis en
todos los que vendían y com- oración, creyendo, lo recipraban en el templo, y tras- biréis.
tornó las mesas de los cam- 23 1]" Y como vino al templo,
biadores, y las sillas de los llegaron á él, cuando estaba
que vendían palomas;
enseñando, los príncipes do
13 Y les dice : Escrito está. los sacerdotes, y los ancianos
M i casa, casa de oración del pueblo, diciendo: ¿Con
será l l a m a d a ; mas vosotros qué autoridad haces esto?
cueva de ladrones la habéis y ¿quién te dio esta autoridad ?
hecho.
14 % Entonces vinieron á él 24 Y respondiendo Jesús, les
ciegos y cojos en el templo, y d i j o : Y o también os pregunjos sané.
taré una palabra, la cual si
15 M a s los príncipes de los me dijereis, también y o os
sacerdotes y los escribas, v i - diré con que autoridad hago
esto.
endo las maravillas que hacia,
y los muchachos aclamando 25 E l bautismo de Juan ¿de
en el templo, y diciendo. H o - dónde e r a ? ¿del cielo, o de
sanna al Hijo de D a v i d ! se los hombres? Ellos entonces
indignaron
pensaron entre sí, diciendo:
16 Y le dijeron: ¿ O y e s lo Si dijéremos, Del c i e l o ; nos
que estos dicen ? Y Jesús les dirá, ¿ P o r qué pues no lo
creísteis
?
d i c e : S í : ¿nunca leísteis,i
D e la boca de los niños, y de 26 Y si dijéremos. D o los
los que maman perfeccionaste hombres; tememos al pueblo;
Ja alabanza?
I porque todos tienen a Juno
17 Y dejándolos, se salió por profeta.
fuera de la ciudad á Betania; ¡ 27 Y respondiendo á Jesns,
dijeron: N o sabemos. Y el
y posó allí.
18 % Y por la mañana vol-i también les d i j o : N1 y o os
viendo a la ciudad, tuvo, digo con qué autoridad hago
esto.
hambre.
10 Y viendo una higuera 28 1f Mas ¿ q u é os parece?
t
1
S. M A T E O , X X F . X X I I .
Un hombre tenia dos hijos, y
llegando al primero, le dijo :
Hijo, v e hoy a trabajar en mi
vina.
29 Y respondiendo el, d i j o :
l í o quiero. Mas después arrepentido, fue.
30 Y llegando al otro, le dijo
de la misma m a n e r a : y respondiendo él, dijo : Y o , señor,
voy. Y no fué.
31 ¿ Cuál de los dos hizo la
voluntad del padre? Dicen
ellos: E l primero. Díceles
Jesús: D e cierto os digo,que
los publícanos y las rameras
os van delante al reino de
Dios.
32 Porque vino á vosotros
Juan en camino de justicia, y
no le creísteis ; y ios publícanos y las rameras le creyer o n : y vosotros viendo esto,
no os arrepentisteis después
para creerle.
38 ITOid otra parábola : F u é
un hombre, padre de familia,
el cual planté una v i ñ a ; y la
cercé de vallado, y cavo en
ella un l a g a r ; y edificó" una
torre, y la dio á renta á labradores, y se partid lejos.
34 Y cuando se acercó el
tiempo de los frutos, envié
sus siervos á los labradores,
para que recibiesen sus frutos.
35 Mas los labradores, tomando los siervos, al uno
hirieron, y al otro mataron
y al otro apedrearon.
36 E n v i é de nuevo otros
siervos, mas que los primeros,
é hicieron con ellos de la
misma manera.
37 Y a la postre les envió su
hijo, diciendo : Tendrán respeto á mi hijo.
38 Mas los labradores, v i endo al hijo, dijeron entre s í :
Este es el heredero: venid,
35
matémosle, y tomemos s u
heredad.
39 Y tomado, le echaron
fuera de la viña, y le mataron.
40 Pues cuando v i n i e r e el
señor de la viña, ¿qué hará
á aquellos labradores ?
41 D í c c n l e :
A los malos
destruirá miserablemente, y
su viña dará á renta á otros
labradores, que le paguen el
fruto á sus tiempos.
42 Díceles J e s ú s : ¿ N u n c a
lejsteis en las Escrituras, L a
Piedra que desecharon los
que edificaban, esta fué hecha
por cabeza de esquina: por
el Señor es hecho esto, y es
cosa maravillosa en nuestros
ojos?
43 P o r tanto os digo, que el
reino de Dios será quitado de
vosotros, y será dado á gente
que haga los frutos de él.
44 Y el que cayere sobre esta
piedra, será quebrantado; y
sobre quien ella cayere, le
desmenuzará.
45 Y oyendo los príncipes do
los sacerdotes y los Fariseos
sus parábolas, entendieron
que hablaba de ellos.
46 Y buscando como echarlo
mano, temieron al pueblo;
porque le tenían por profeta.
CAPITULO XXII.
Parábola del rey gve convidó
á las bodas de su hijo.
Si
dtbe pagarse el tributo
al
César. Doctrina
sobré la
resurrección.
Amor de Dios
y del prójimo.
Cristo hijo y
«Señor de David.
Y
R E S P O N D I E N D O Jesús, les volvió á hablar
en parábolas, diciendo;
Da
S. M A T E O , X X I I .
,2 E l reino de los ciclos es¡ allí será el lloro, y el crujir de
Bemejanlc á un hombre r e y , i dientes.
14 Porque muchos son llaque hizo bodas á s u hijo :
3 Y envió sus siervos para mados, y pocos escogidos.
Entonces idos los F a que llamasen los llamados á 15
las bodas; mas no quisieron riseos, consultaron como le
tomarían en alguna
palavenir.
4 V o l v i ó á enviar otros sier- bra.
v o s , diciendo: Decid a los 16 Y envían á él los discípullamados, H.é aquí, mi comida los de ellos, con los Herohe aparejado; mis toros, y dianos, d i c i e n d o : Maestro,
animales engordados son mu- sabemos que eres amador de
ertos, y todo está p r e v e n i d o : verdad, y que enseñas con
verdad el camino de Dios, y
venid á las bodas.
5 Mas ellos no se cuidaron,y que no te curas de nadie,
se fueron; uno ásu labranza, porque no tienes acepción de
persona de hombres.
y otro a sus negocios;
6 Y otros, tomando sus sier- 17 Dínos pues, ¿qué te pavos, los afrentaron, y los rece? ¿es lícito dar tributo á
César, ó n o ?
mataron.
7 Y el rey, oyendo esto, se 18 Mas Jesús, entendida la
e n o j ó ; y enviando sus ejér- malicia de ellos, les d i c e : ¿ Por
citos, destruyó á aquellos ho- qué m e tentáis, hipócritas ?
micidas, y puso fuego á su lü Mostradme la moneda del
ciudad.
tributo. Y ellos le presenta8 Entonces dice á sus sier- , ron un denario.
v o s : Las bodas á la verdad! 20 Entonces les dice : ¿ Cuya
están aparejadas; mas los es esta figura, y lo que está
que eran llamados no eran encima escrito?
dignos.
: 21 D í c e n l e : D e César. Y
9 I d pnes á las salidas de los díceles: Pagad, pues, á César
caminos, y llamad á las bodas lo que es de César, y á Dios lo
que es de Dios.
á cuantos hallareis.
10 Y saliendo los siervos por 22 Y oyendo esto se maralos caminos, juntaron á todos villaron, y dejándole se fuelos que hallaron, juntamente ron.
malos y buenos; y las bo- 23 % Aquel dia llegaron á él
das fueron llenas de convi- los Saducéos, que dicen no
dados.
haber resurrección, y le pre11 Y entró el rey para v e r guntaron,
los convidados, y "vio allí un 24 Diciendo: Maestro, Moisés
hombre no vestido de vestido dijo, Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con
de boda.
12 Y le dijo r A m i g o , ¿cómo su mujer, y despertará simientraste acá no teniendo ves- ente á su hermano.
tido de boda? Mas ól cerró 25 Fueron pues entre nosla boca.
otros siete hermanos: y el pri13 Entonces el r e y dijo
l ° s mero tomó mujer, y murió ; y
nue s e r v í a n : A t a d o de pies y no teniendo generación, dejo
de manos tomadle, y echadle su mujer á su hermano
en las tinieblas de afuera;. 26 D e la misma manera tam«i
1
A
S. M A T E O , X X I I . X X t T I .
bien el segundo, y el tercero,] Fariseos, Jesús les pregunhasta los siete.
I tó,
27 Y después d e todos murió" ¡ 42 D i c i e n d o : ¿Qué os patambién la mujer.
rece del Cristo ? ¿ d e quién es
23 En la resurrección, pues, H i j o ? D í c e n l e : De David.
l d e cual d e los siete sera ella 4á El les dice : ¿ Pues cómo
mujer ? porque todos la tuvi- D a v i d en Espíritu le llama
eron.
Señor, diciendo,
29 Entóneos respondiendo 44 Dijo el Señor á mi Señor,
Jesús, les dijo : Erráis, igno- Siéntate á mi diestra, entrerando las Escrituras, y la po- tanto que pongo tus enemigos
tencia d e Dios.
por estrado de tus pies ?
30 Porque e n la resurrec- 45 Pues si D a v i d le llama
ción, n i los hombres tomarán Señor, ¿ cómo es su Hijo ?
mujeres, ni las mujeres ma- 40 Y nadie le podia responridos ; mas son como los á n der palabra; ni osó alguno
geles d e Dios e n el cielo.
desde aquel dia preguntarle
31 Y d e la resurrección d e mas.
los muertos, ¿ n o liahcis ieido
lo que os es dicho por Dios,
que dice,
CAPITULO XXIII.
32 Y o soy e l Dios d e Abrah a m , y el D i o 3 de Isaac, y el Condena Jesús la hipocresía y
D i 0 3 d e Jacob ? Dios n o es
soberbia de los
Fariseos:
Dios de muertos, sino d e vihabla de las falsas esplica*
vos.
dones que dan á la ley: de
de los
33 Y oyendo esto las gentes,] la muerte viol-nta
estaban atónitas d e su doc- profetas; y de la ruina de
Jtrusalem.
trina.
31
Entonces los Fariseos,
N T O N C E S habló Jesús á
oyendo que había cerrado la
las gentes, y á sus discíboca á los Saducéos, se junpulos,
taron á u n a ;
35 Y preguntó uno d e ellos, 2 Diciendo: Sobre la cátedra
de Moisés se sentaron los
Intérprete d e la ley, tentánescribas y los Farise'os:
dole, y diciendo:
3fl Maestro, ¿cuál es el man- 3 Así que todo lo que os dldamiento grande e n la ley ? ijeren que guardéis, guardadlo
37 Y Jesús le d i j o : Amarás y haced/o; mas no hagáis
al Señor tu Dios de todo tu conforme á sus o b r a s : porque
corazón, y de toda tu alma, y dic<?n y no hacen.
4 Porque atan cargas posade toda tu mente.
3S Este es el primero y el das, y difíciles de l l e v a r , y las
ponen sobre los hombros de
grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante los hombres : mas ni aun con
á e s t e : Amarás á tu prójimo su dedo las quieren mov.-r.
5 Antes todas sus obras hac o m o á tí m i s m o .
•10 De estos dos mandami cen para ser mirados de los
cutos depende toda la l e y , y hombres ; porque ensanchan
sus nlacterias, y extienden
los profetas
41 If i' estando juntos los los flecos de sus m a n t o s ;
E
S. MATEO, XXIir,
6 Y aman los primeros asi- 17 Insensatos,y ciegos: porentos en las cenas, y las pri- que ¿ cuál es mayor, el oro, ó
meras Hilas en las sinago- el templo, que santifica al
gas;
oro ?
7 Y las salutaciones en las 18 Y : Cualquiera que jurare
>lazas, y ser llamados de los por el altar, es n a d a ; mas
cualquiera que jurare por el
mmbres, Habí, Rabí,
a Mas vosotros, no queráis presente que está sobre él, d e ser llamados R a M ; porque udor es.
uno es vuestro Maestro, el 19 Necios y ciegos: porque,
Cristo, y todos vosotros sois ¿ cuál es mayor, el presente,
hermanos.
ó el altar, que santifica al
9 Y vuestro padre no llaméis presente ?
ú nadie en la t i e r r a ; porque 20 Pues el que jurare por el
uno es vuestro Padre, e l cual altar, jura por él, y por todo
está en los cielos.
lo que está sobre él.
10 N i seáis llamados maes- 21 Y el que jurare por el
tros ; porque uno es vuestro templo, jura por él, y por
Maestro, el Cristo.
Aquel que habitaba en el.
11 El que es el mayor de vos- 2 2 Y el que jurare por el
otros, sea vuestro siervo.
cielo, jura por el trono de
1 2 Porque el que se ensal- Dios, y por Aquel que está
zare, será humillado; y el sentado sobre él.
que se humillare, será ensal- 23 I A y de vosotros, escribas
zado.
¡ y Fariseos, hipócritas ! porque
13 *[f Mas ¡ a y de vosotros, diezmáis la menta, y el enelescribas y Fariseos, hipó-1 do, y el comino, y dejasteis lo
critaa 1 porque cerráis el reino que es lo mas g r a v e de la ley,
de los'cielos delante de los es á saber, el juicio, y la mihombres; que ni vosotros en- sericordia, y la f é : esto era
tráis, ni á los que están en- menester hacer, y no dejar lo
otro.
trando dejais entrar.
14 ¡ A y de vosotros, escribas 24 Guias ciegas, que coláis
y Fariseo*, hipócritas 1 porque el mosquito, mas tragáis el
coméis las casas de las v i - camello.
u.las, y por pretexto hacéis 25 ¡ A y de vosotros, escribas
larga oración : por esto lle- y Fariseos, hipócritas! porque
varéis m » s grave juicio,
limpiáis lo que está de fuera
15 ¡ A y de vosotros, escribas del vaso, y del plato ; mas de
y Fariseos, hipócritas! porque dentro están lleuos de robo y
rodeáis la mar y la tierra por de injusticia.
hacer un prosélito ; y cuando 2fi Fariseo ciego, limpia prifuere hecho, le hacéis hijo del mero lo que está dentro del
infierno doble mas que vos- vaso, y del plato, para que
otros.
también lo que está fuera se
lfi ¡ A y de vosotros, guias ci- haga limpio.
egas ! que decís. Cualquiera' 27 i A y de vosotros, escribas
que jurare pnr el templo, es y Fariseos, hipócritas ! porque
n a d a ; mas cualquiera que ju- ¡sois semejantes á sepulcros
rare por el oro del templo, blanqueados; que de fuera,á
deudor es.
[la verdad, se muestran her»
38
1
1
Í
S. M A T E O , X X I I I . X X I V .
mosos, mas de dentro están tar tus hijos, como la gallina
llenos de huesos de muertos, junta sus pollos debajo d é l a s
y de toda suciedad.
alus, y no quisisteis !
2á Así también vosotros, de 33 H é aquí vuestra casa os
fuera, á la verdad, os mos- es dejada desierta.
tráis justos á los hombres, 39 Porque os digo, que desde
mas de dentro, llenos estáis ahora no me veréis, hasta que
do hipocresía é iniquidad.
digáis, Bendito el que vieue
29 i A y de vosotros, escribas en el nombre del Señor.
y Fariseos, hipócritas! porque
edificáis los sepulcros de los
CAPITULO XXIV.
profetas,y adornáis los monuPredice Jesús la ruina de Jementos de los justos,
rusalem y del templo, y a30 Y decís : Si fuéramos en
nuncia a sus discípulos lo
los dias de nuestros padres,
que sucedería
durante
la
no hubiéramos sido sus compromulgación del Evangelio,
pañeros en la sangre de los
y en su srgunda venida. Les
profetas:
encarga
que
estén
siempre
en
31 Así que testimonio dais á|
vela para que la segunda
vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á> venida no los coja desprevenidos.
los profetas.
32 Vosotros también lien-!
S A L I D O Jesús, íbase del
cliid la medida de vuestros
templo ; y se llegaron sus
padres.
I discípulos, para mostrarle los
33 Serpientes, generación de I edificios del templo.
víboras, 4 cómo evitare'is el; 2 Y respondiendo él, les d i j o :
juicio del infierno?
) ¿ Veis todo esto? do cierto os
34 Por tanto he' aquí, y o en-1 digo, que no será dejada aquí
vio á vosotros profetas, y piedra sobre piedra, que no
sabios, y escribas; y de ellos sea destruida.
áunos mataréis y "crucifica- 3 Y sentándose él en el m o n t i
réis, y á otros de ellos azota- de las Olivas, se llegaron á él
réis en vuestras sinagogas, y sus discípulos aparte, diciperseguiréis de ciudad en ciu- endo : Dínos ¿cuando serán
dad :
estas cosas, y qué seña! habrá
3ó Para que venga sobre vos- de tu venida, y del fin del siotros toda la sangre justa que glo?
se ha derramado sobre la 4 Y respondiendo Jesús, les
tierra, desde la sangre de, dijo : Mirad que nadie os enAbel ei justo, hasta la sangre! gañe.
de Zacarías, hijo de l i a r a - ñ Porque vendrán muchos en
chías, al cual matasteis entre mi nombre, diciendo, Y o soy el
el templo y el altar.
Cristo: y á muchos engaña3fi De cierto os digo, que todo rán,
esto vendrá sobre esta gene- 6 Y oiréis guerras, y rumores
ración.
de g u e r r a s : mirad qw no os
37 Jerusalem, Jcrusalem, que turbéis; porque es menester
matas á los profetas, y ape-. que todc esto acontezca; mas
dreas A los que son enviados; aun no es el fin.
u t í ; i cuantas veces quise juu-t 7 Porque se levantará nación
(
Y
S. M A T E O , X X I V .
contra nación, y reino contra desde el principio' del mundo
r e i n o : y habrá pestilencias, y basta ahora, ni será.
hambres,y terremotos por los 22 Y si aquellos días no fuelugares.
I sen acortados, ninguna carne
8 Y todas estas cosas, prin- seria s a l v a : mas por causa
de los escogidos, aquellos dias
cipio de dolores.
9 Entonces os entregarán serán acortados.
para ser afligidos, y os mata- 23 Enténces si alguno os dirán : y seréis aborrecidos de jere : H é aquí está el Cristo,
todas las gentes por causa de é a l l í ; no creáis.
2-í Porque se levan tarán'falsos
mi nombre.
10 Y" muchos enténces serán < :ristos, y falsos profetas, y daescandalizados; y se entre- rán señales grandes y prodigios
; de tal manera que engarán unos á otros, y unos á
gañarán, si es posible, aun á
otros se aborrecerán.
H Y muchos falsos profetas los escogidos.
se levantarán, y engañarán á 25 H é aquí os lo he dicho
muchos.
antes.
12 Y por haberse multipli- 26 A s í que si os dijeren : Hé
cado la maldad, la caridad de aquí en el desierto está; no
salgáis : H é aquí en las cámamuchos se resfriará.
13 Mas el que perseverare ras ; no creáis.
hasta el fin, este será salvo.
27 Porque como el relámpago
14 Y será predicado este E- que sale del oriente, y se muTangclio del reino en todo el estra hasta el occidente, asi
mundo, por testimonio á todos será también la venida del
los Gentiles ; y enténces ven- Hijo del hombre.
drá el fin.
28 Porque donde quiera que
151[ Por tanto cuando viereis estuviere el cuerpo muerto,
la abominación del asolami- allí se juntarán las águilas.
ento, que fué dicha por Da- 20
Y luego después de lft
niel profeta, que estará en el I aflicción de aquellos dias, el
lugar santo, (el que lee, en- Isol se oscurecerá, y la luna
tienda,)
| no dará su lumbre, y las cs10 Enténces los que estén itrellas caerán del ciclo, y las
en Judéa, huyan á los mon- ! virtudes de los cielos serán
I conmovidas:
tes ;
17 Y el que sobre el terrado, 30 Y enténces se mostrará la
no descienda á tomar algo de señal del Hijo del hombreen
ei c i e l o ; y ententes lamentasu casa;
18 Y el que en el campo, no rán todos las tribii3 de la
v u e l v a atrás á tomar sus ves- tierra, y verán al Hijo del
hombre que vendrá sobre las
tidos.
19 Mas i ay de las preñadas, nubes del cielo, con grande
y de las que crian en aquellos poder y gloria.
di a s !
31 Y enviará sus ángeles con
20 Orad pues que vuestra gran v o z de trompeta, y junhuida no sea en invierno, ni tarán sus escogidos de tos cuatro viimtos, de un cabo del
en Sábado.
•21 Porque habrá enténces ciclo hasta el otro.
•grande aflicción, cual no fué 32 % D e la higuera aprendeil
4U
S. M A T E O , X X I V . X X V .
la parábola: Cuando y a su! 45 ¿ Quién pues es el siervo
rama se enternece, y las ho- fiel y prudente, al cual puso
jas brotan, sabéis que el v e - su Señor sobre su familia,
para que les dé alimento á tirano está cerca.
33 Así también vosotros, cu- empo ?
ando viereis todas estas cosas, 46 Bienaventurado aquel sisabed que está cercano, á las ervo, al cual, cuando su Señor
puertas.
viniere, le hallare haciendo
34 D e cierto os digo, que no así.
pasará esa generación, que 47 D e cierto os digo, que
todas estas cosas no acon- sobre todos sus bienes le pontezcan.
drá.
35 El cielo y la tierra pasa- 4S Y si aquel siervo malo
rán, mas mis palabras no dijere en su c o r a z ó n : M í
pasarán.
i Señor se tarda en v e n i r ;
36 1f Empero del dia y hora 49 Y comenzare á herir sus
nadie sabe, ni aun los án- consiervos, y aun á comer
geles de los cielos, sino mi y beber con los borrachos ;
Padre solo.
50 Vendrá el Señor de aquel
37 M as como los dias de N o é , siervo, en el dia que no esa^í será la venida del Hijo del pera, y á la hora que no sabe,
hombre.
51 Y le cortará por medio, y
Sñ Porque como en I03 dias pondrá su parte con los hipoantes del diluvio estaban co- ¡critas : allí será el lloro, y el
mieudoy bebiendo, casándose crujir de dientes.
y dando en casamiento, hasta
el dia que N o é entré en el
arca,
CAPITULO XXV.
3» Y no conocieron hasta que
vino el diluvio, y llevó' á todos, parábolas de las diez vírgenes,
y de los talentos; en las que
así será también la venida dei
Jesús manda estar en vela
Hijo del hombre.
y ejercitar las buenas obras,
40 Entonces estarán dos en
para que no seamos condeel campo; el uno será tonados en su segunda venida
mado, y el otro será dejado:
y último
Juicio.
41 Dos mujeres moliendo á
un molinillo ; la una será toN T O N C E S el reino de los
mada, y la otra será dejada.
cielos será semejante á
•12 1f Velad pues; porque no
s ibeis á que hora ha de venir diez vírgenes, que tomando
sus lámparas, salieron á revuestro Señor.
43 Esto empero sabed, que cibir al esposo.
si el padre de la familia supi- 2 Y las cinco de ellas eran
ese á cual vela el ladrón h a - prudentes, y las cinco fatuas.
b í a de venir, velaría, y no :i Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no t o dejaría minar su casa.
44 Por tonto también vos- maron consigo aceite:
otros estad apercibidos ; por- 4 Mas las prudentes tomaque el Hijo del hombre ha de ron aceite en sus vasos, junvenir á la hora que no pen- tamente con sus lámparas.
sáis
5 Y tar dándose el esposo, ca41
1
E
a.
M A T IÍO,
XXV.
necearon todas, y so durmi- 19 Y después de mucho tieron.
empo vino el señor de aquellos
fi Y á la media noche fué siervos, é hizo cuentas con
oido un c l a m o r : l i é aquí, el ellos.
esposo viene, salid a recibirle. 20 Y llegando el que había
7 Enténces todas a i te lias recibido cinco talentos, trajo
vírgenes se levantaron y ade- otros cinco talentos, diciendo:
Señor, cinco talentos me enrezaron sus lámparas.
8 Y la3 fatuas dijeron á las tregaste; hé aquí otros cinco
prudentes : Dadnos de vues- talentos he ganado sobre ellos.
tro a c e i t e ; porque nuestras 21 Y su señor le d i j o : Bien,
lámparas se apagan.
, buen siervo y fiel: sobre poco
9 M a s í a s prudentes respon- has sido fiel, sobre mucho te
dieron, diciendo: Porque no pondré: entra en el gozo de
nos falte á nosotras y á vos- \tu señor.
otras, id antes á los que ven-, 22 Y llegando también el que
den, y comprad para vosotras.. liabia recibido dos talentos,
10 Y mientras que ellas ibnn dijo: Señor, dos talentos me
á comprar, vino el esposo; y entregaste ; hé aquí otros dos
las que estaban apercibidas, talentos lie ganado sobreelloa.
entraron con él á las bodas, y 23 Su señor le d i j o : Bien,
se cerré la puerta.
I buen siervo y fiel; sobre poco
11 Y después vinieron tam- has sido fiel, sobre mucho te
bién las otras vírgenes, dici- p o n d r é : entra en el gozo de
endo: Señor, Señor, abre tu señor.
nos.
24 Y llegando también el que
12 Mas respondiendo él, dijo: había recibido un talento, diD e cierto os digo, que no os j o : Señor, y o te conocía que
conozco.
eres hombre duro, que siegas
13 Velad pues, porque no sa-¡ donde no sembraste, y recoges
donde no esparciste:
beis el dia ni la hora.
14 % Porque es como un 25 Y tuve miedo, y fui, y eshombre que partiéndose lejos condí tu talento en la tierra:
llamé á sus siervos, y lt¡s hé aquí tienes lo que es tuy/>.
entregó sus-bienes.
26 Y respondiendo su señor,
15 Y á este dio vinco talentos, le d i j o : Malo y negligente siy al otro dos, y al otro u n o ; ervo, sabias que siego donde
á cada uno conforme á su no sembré, y que recoja dondo
facultad, y luego se partió le- no esparcí:
jos.
27 Por tanto te convenia dar
lfi Y el que había recibido mi dinero á los banqueros ; y
cinco talentos se fué, y gran- viniendo y o , hubiera recibido
j e ó con ellos, é hizo otros cinco lo que es mío con usura.
talentos.
23 Quitadle pues el talento,
17 Asimismo el que An¿i« re- y dad/o al que tiene diez tacibido dos, gané también él lentos.
otros dos.
29 Porque á cualquiera que
18 Mas el que había recibido tuviere, lo será dado, y tendrá
lino, fué, y cavó en la tierra, m a s : y al que no tuviere,
y escondió el dinero de su aun lo que tiene le será quiseñor.
tado.
42
S. M A T E O , X X V .
XXVL
ÍI0 Y ni siervo Inútil echadle rado para el diablo, y para
n las tinieblas de afuera: allí sus ángeles.
era el lloro, y el crujir de di
42 Porque tuve hambre, y no
lites.
me disteis de c o m e r ; tuve
Bl f Y cuando el Hijo del sed, y no me disteis de b e b e r :
¡ombre venga e n su gloria, y 43 F u i huésped, y no i
Dtlos los santos ángeles con cogisteis; desnudo, y no m e
1, entonces Be sentará sobro cubristeis; enfermo, y en la
1 trono de su gloria.
cárcel, y no m e visitasteis.
32 Y serán reunidas delante 44 Enténces también ellos lo
e él todas las gentes: y los responderán, diciendo: Señor,
apartará los unos de los otros, ¿cuándo te vimos hambricomo aparta el pastor las o v e - ento, é sediento, ó huésped, é
jas de los cabritos;
desnudo, é enfermo, 6 en la
#83 Y pondrá las ovejas & BU cárcel, y no te servimos?
derecha, y los cabritos á la¡ 45 Enténces les responderá,
¡izquierda.
diciendo: D e cierto os digo,
!}34 Entonces el Rey dirá á los que en cuanto no lo hicisteis
íjue estarán á su derecha: á uno de estos pequeñitos, ni
w e n l d , benditos de mi Padre, á mí lo hicisteis.
heredad el reino preparado 46 E irán estos al tormento
para vosotros desde la funda- eterno ; y los justos á la vida
ción del mundo.
eterna.
35 Porque tuve hambre, y
m e disteis de c o m e r ; tuve
C A P I T U L O
X X V I .
sed, y m e disteis de beber . Cena de Jesús en
Bethania,
fui huésped, y me recogisteis;
donde una mujer
derrama
3fi Desnudo, y me cubristeis;
sobre él bálsamo. Cena del
enfermo, y me visitasteis; escordero pascual en Jcrusatuve en la cárcel, y vinisteis á
lem, en la cual habla de la
mí.
traición de Judas.
Institu37 Enténces los justos le res
ción de la Cena del Señor.
ponderan, diciendo: Señor
Suprixion,ysentenciacontra
¿cuándo te vimos hambriél del Sanedrín.
Negación,
ento, y te sustentamos? ¿6
v arrepentimiento
de San
sediento, y te dimos de beber r
'Pedro.
38 ¿ Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos?
¿é
A C O N T E C I Ó que como
desnudo, y te cubrimos ?
hubo acabado Jesús todas
39 ¿ O cuándo te vimos en- estas palabras, dijo á sus disfermo, ó en la cárcel, y vini cípulos :
mos á t í ?
2 Sabéis que dentro de dos
40 Y respondiendo el R e y , días se hace la pascua, y el
les dirá: De cierto os digo, Hijo del hombrees entregado
que en cuanto lo hicisteis á para ser crucificado.
uno de estos mis hermanos 3 IT Enténces los príncipes de
pequeñitos, á mf lo hicisteis. I los sacerdotes, y los escribas,
41 Enténces dirá también á y los ancianos del pueblo se
los que estarán á la izqui- juntaron al patio del pontíerda: Apartaos de m í , mal fice, el cual se llamaba Caifas
ditos, al fuego eterno prepa- 4 Y tuvieron consejo para
43
!
Y
S. H A T E O ,
XX\T.
prender por engaño á Jesús,y 18 Y él dijo : Id á la ciudad
á cierto hombre, y decidle:
matarte.
5 Y d e c í a n : N o en el día de El Maestro dice. M i tiempo
la fiesta, porque no se liaga está cerca; en tu casa haré la
pascua con mis discípulos.
alboroto en el pueblo.
6 IT Y estando Jesús en B e - 19 Y los discípulos hicieron
tania, en casa de Simón el le- como Jesús les mandé, y adeproso,
rezaron la pascua.
7 V i n o á él una mujer, teni- 20 1[ Y como fué la tarde del
endo un vaso de alabastro de dia, se senté á la mesa con
ungüento de gran precio, y lo los doce.
derramé sobre la cabeza de él 21 Y comiendo ellos, dijo:
estando sentado á la mesa :
De cierto os digo, que uno de
8 L o cual viendo sus discí- vosotros me ha de entregar.
pulos, se enojaron, diciendo: 22 Y entristecidos ellos en
¿ Por qué se pierde esto ?
gran manera, comenzó cada
9 Porque esto se podia v e n - uno de ellos á decirle: ¿Soy
der por gran precio, y darse á y o , Señor?
los pobres.
2:Í Entóneos él respondiendo,
]() Y entendiéndote Jesús, les dijo: El que mete la mano
dijo : ¿ P o r qué dais pena á conmigo en el plato, ese me
esta mujer? pues ha hecho ha de entregar.
conmigo buena obra.
24 A la verdad el Hijo del
11 Porque siempre tendréis hombre v a , como está escrito
pobres con vosotros; mas á de é l ; mas ¡ ay de aquel
hombre por quien el Hijo dtl
m í no siempre me tendréis.
12 Porque echando este un- hombre es entregado! bueno
güento sobre mi cuerpo, para le fuera al tal hombre no haber nacido.
sepultarme lo ha hecho.
13 l i e cierto os digo, que\ 25 Entonces respondiendo
donde quiera que esle E v a n - Judas,que le entregaba, dijo:
gelio fuere predicado en todo ¿ S o y y o , Maestro? Dícelc:
el mundo, también será dicho f u lo has dicho.
para memoria de ella lo que 26
Y comiendo ellos, tomo*
esta ha hecho.
Jesús el pan, y bendijo, y lo
14 IT Entonces uno de los partió, y dio a sus discípulos,
doce, que se llamaba Juilas y dijo: Tomad, c o m e d ; esto
Iscariote, fué á los príncipes es mi cuerpo.
de los sacerdotes,
27 Y tomando el vaso, y he15 Y les d i j o : ¿ Qué me que- chas gracias, se los dio, diciréis dar, y y o os le entregaré ? endo : Bebed de él todos ;
Y ellos le señalaron treinta 28 Porque esto es mi sangre
piezas de plata,
del N u e v o Pacto, la cual es
16 Y desde entonces buscaba derramada por muchos para
oportunidad para entregarle. remisión de los pecados.
17 % Y el primer dia de la 29 Y os digo, que desde ahora
Jie.sta de los panes sin leva- no beberé mas de este fruto
dura, vinieron los discípulos de la vid, hasta aquel dia, cua Jesús, diciéndose: ¿ Dónde ando lo tengo de beber nuevo
quieres que aderecemos para con vosotros en el reino de mi
Padre.
t í para comer la pascua ?
4-1
1
¡
1
S. M A T E O , XXVI,
30 T Y habiendo cantado el Espíritu á la verdad estd
himno, salieron al monte de presto, mas la carne enferma.
las Olivas.
31 Entonces Jesús les dice; 42 Otra vez fué, segunda v e z ,
Todos vosotros seréis escan- y oró diciendo: Padre m i ó ,
dalizados en mí esta noche , si no puede este vaso pasar
porque escrito está: Heriré al de mí sin que y o lo beba,
Pastor, y las ovejas de la ma- hágase lu voluntad
nada serán dispersas.
43 Y v i n o , y los halló otra
3'J Mas después que haya re- v e z d u r m i e n d o : porque los
sucitado, iré delante de vos- ojos de ellos estaban agravados.
otros á Gal i loa.
'ü Y respondiendo Pedro, le 44 Y dejándolos, fuese do
d i j o : Aunque todos sean es- nuevo, y oró tercera v e z , dicandalizados en tí, y o nunca ciendo las mismas palabras.
seré escandalizado.
45 Entonces vino á sus dis34 Jesús le dice : De cierto cípulos, y díceles: Dormid
te digo, que esta noche, antes y a , y descansad ; hé aquí ha
que el gallo cunte, me negarás llegado la hora, y el Hijo del
hombre es entregado en matres veces.
3 5 Dícele P e d r o : Aunque me nos de pecadores.
sea menester morir contigo, 4(í Levantaos, v a m o s : hé
no te negaré. Y todos los dis- aquí ha llegado el que me ha
cípulos dijeron lo mismo.
entregado.
3(J 1f Entonces llegd Jesús 47 T Y hablando aun él, hé
con ellos á la aldea, que se aquí J lid as, uno de los doce,
llama Getsemaní, y dice á. vino, y con él mucha gente
sus discípulos: Sentaos aquí, con espadas y con palos, de
hasta que vaya allí, y ore.
parte de los príncipes de los
i;7 Y tomando á Pedro, y á sacerdotes, y de los ancianos
los dos hijos de Zebeddo, co- del pueblo.
menzó á entristecerse, y á 48 Y el que le entregaba les
angustiarse en gran manera. había dado señal, d i c i e n d o :
38 Entonces Jesús les d i c e : A l que y o besare, aquel e s ;
M i alma eslá muy triste, hasta prended le.
la m u e r t e ; quedaos aquí, y 40 Y iueg > que llegó & Jesús,
velad conmigo.
d i j o : Salve, M a e s i r o . Y le
3'J Y yéndose un poco mas beso*.
adflanie, se postró sobre su ¿ 0 Y Jesús le d i j o : A m i g o ,
rostro, orando, y diciendo: ¿ á qué vienes ?
Entonces
Pudre uno, si es posible, pase llegaron, y echaron mano á
de mí este v a s o ; empero no Jesús, y le prendieron.
como y o quiero, sino como 51 Y hé aquí uno de los que
tú.
estaban con Jesús, extendi40 Y vino á sus discípulos, endo Ja mano, sacó su esy los halló durmiendo; y dijo pada, é hiriendo á un siervo
á Pedro : ¿ Así, no habéis del puntillee, le quitó la
podido velar conmigo una oreja.
hora ?
52 Entonces Jesús le d i c e :
41 Velad, y orad, para que Vuelve tu espada á su lugar ;
no entréis en tentación: el i porque todos los que toma'45
S. M A T E o,
xxvr.
ren espada, & espada pere- d i j o : T e conjuro por el Díoa
viviente, que nos digas si
cerán.
53 ¿ Acaso piensas que no eres tú el Cristo, Hijo de
puedo ahora orar á mi Padre, Dios.
y e*l me daria mas de doce 64 Jesús le d i c e : T ú 7o has
legiones de ángeles ?
d i c h o : y aun os digo, que
54 ¿ C ó m o pues se cumpli- desde ahora habéis de ver al
rían las Escrituras, de que Hijo del hombre sentado á la
así conviene que sea hecho? diestra de la potencia, y
55 En aquella hora dijo Jesús que viene en las nubes del
A las gentes : Como a ladrón cielo.
habéis salido con espadas y 65 Entonces el pontífice rascon palos a p r e n d e r m e : cada gó sus vestidos, diciendo:
día me sentaba con vosotros; Blasfemado h á : ¿qué mas
enseñando en el templo, y no necesidad tenemos de testime prendisteis.
gos? l i é aquí ahora habéis
58 Mas todo esto se hace, oido su blasfemia.
para que se cumplan las Es- 66 ¿Qué os parece? Y rescrituras de los profetas. E n - pondiendo ellos dijeron: Cul'tónecs todos los discípulos pado es de muerte
huyeron, dejándole.
67 Entonces le escupieron en
57
Y ellos, prendido Jesús, el rostro, y le dieron de bofele llevaron á Caifas pontífice, tadas ; y otros l e herían con
donde los escribas y los au- mojicones,
cianos estaban juntos.
G8 D i c i e n d o : Profetízanos
58 M a s Pedro le seguía de tú, Cristo, quién es el que te
lejos hasta el patio del pontí- ha herido.
lice ; y entrado dentro, está- 69
^ Pedro estaba sentado
base sentado con los criados, fuera en el p a t i o ; y se llegó í
para ver el fin.
é l una criada, diciendo: Y
59 Y los príncipes de los sa- tú uonJüsus el Galiléo estacerdotes, y los ancianos, y bas.
todo el Consejo, buscaban al- 70 Mas él negé delante de
gún falso testimonio contra todos, diciendo : N o sé lo que
Jesús, para entregarle Á la
muerte:
71 Y saliendo él á la pu00 Y no lo hallaron, aun- erta, le vio otra, y dijo ti
que muchos testigos falsos los que estaban a l l í : Tamse llegaban : mas á la pos- bién este estaba cou Jesús
tre vinieron
dos testigos Nazareno.
falsos,
72 Y negó otra v e z con lura61 Que dijeron: Este dijo, mentó : N o conozco al nomPuedo derribar el templo de bre.
Dios, y en tres dias reedifi- 73 Y un poco después llegacarlo.
ron los que estaban por allí,
G2 Y levantándose el pontí- \y dijeron á P e d r o : Verdailee, le d i j o : ¿ N o respondes! deramente también tú eres
n a d a ? ¿qué testifican estos i de ellos; porque aun tu habla
te hace manifiesto.
contra t í ?
63 Mas Jesús callaba. Res- 74 Entóneos comenzó á hace;
pondiendo el pontífice, le imprecaciones, y á jurar di-
43
S. M A T E O , X X V L X X V I I .
)iendo: N o conozco al hom-; praron con ellas el campo del
are. Y el gallo cantó luego. ! alfarero, por sepultura para
75 Y se acordó Pedro de las;los extranjeros
palabras de Jesús, que le 8 Por lo cual fué llamado
lijo:
Antes que cante el aquel campo, Campo de Sansallo, me negarás tres veces. gre, hasta el día de hoy.
Y saliéndose fuera, lloró 9 Entonces se cumplió lo que
fué dicho por el profeta Jereamargamente.
mías, que d i j o : Y tomaron
las treinta piezas de plata,
precio del apreciado, qué fue
CAPITULO XXVII.
apreciado por los hijos de
Judas se ahorca.
Jesús es I s r a e l ;
azotado, escarnecido, cruci- 10 Y las dieron para comfizado, y blasfemado.
Pro- prar el campo del alfarero,
digios que sucedieron en su como me ordenó el Señor.
muerte:
es sepultado, y su 11 % Y Jesús estuvo delante
sepulcro sellado, y custo- del presidente; v el presidiado.
dente le preguntó, diciendo:
¿ E r e s tii el rey de los JuV E N I D A la mañana, en- díos ? Y Jesús le d i j o : T ú lo
traron en consejo todos dici s.
los príncipes de los sacerdo- 12 Y siendo acusado por loa
tes, y los ancianos del pueblo, príncipes de los sacerdotes,
contra Jesús, pura entregarle y por los ancianos, nada resá muerte.
pondió.
2 Y le llevaron atado, y le 13 Pilato entonces le d i c e :
entregaron á Poncio P i l a t o ¿ N o oyes cuantas cosas testifican contra t í ?
presidente.
3 % Entonces Judas, el que 14 Y no le respondió ni una
le había entregado, viendo p a l a b r a : de tal manera que
que era condenado, volvió ar- el presidente se maravillaba
repentido las treinta pUzas mucho.
de plata á los príncipes de 15 Y en el dia de la fiesta
los sacerdotes, y á los an- acostumbraba el presidente
cianos.
soltar al pueblo un preso, cual
4 Diciendo: Y o he pecado quisiesen.
entregando la sangre ino- 16 Y tenían entonces un
cente.
Mas ellos dijeron
reso famoso, que se llamaba
¿ Q u é se nos da á nosotros? ¡ar rabas.
Yiérasfo tú.
17 Y" juntos ellos, les dijo
5 Y arrojando las piezas de Pilato : ¿ Cuál queréis que os
plata en el templo, partióse; suelte? ¿á Barrabás, ó á J e sús, que se dice el Cristo?
V fué, y se ahorcó.
6 Y los príncipes de los sa- 18 Porque sabia que por encerdotes, tomando las piezas vidia le habían entregado.
de plata, d i j e r o n :
No
19 Y estando él sentado en
lícito echarlas en el tesoro de el tribunal, su mujer envió á
'os dones, porque es precio de él, diciendo: N o tengas que
Eangrc.
v e r con aquel justo ; porque
7 Mus habido consejo, com- hoy he padecido isuchas co47
Y
E
S. MATE<3, XXVII.
sas en sueños por causa marón la caña, y le herian en
la cabeza.
de el.
20 Mas los príncipes de los 31 X después que le hubiesacerdotes, y los ancianos, ron escarnecido, le desnudapersuadieron al pueblo (me ron el manto, y le vistieron
pidiese a Barrabás, y á Jesúsde sus vestidos, y ic llevaron
para crucificar/tí.
matase.
21 Y respondiendo el presi- 32 Y saliendo hallaron á un
dente les dijo : ¿Cuál de losCirenéo, que se llamaba Sidos queréis que os suelte? món : a este cargaron para
Y ellos dijeron: A Bar- ¡que llevase su cruz.
rabás.
33 Y como llegaron al lugar
22 Pilnto les dijo: ¿Qué que se llama Gólgotha, que
pues liaré de Jesús que se es dicho, El lugar de la Cadice el Cristo? Dícenle to- lavera,
dos : Sea crucificado.
34 Le dieron á beber vinagre
23 Y el presidente les dijo: mezclado con hiél; y gusPues ¿qué mal ha hecho?i tando, no quiso beber/o.
Mus ellos gritaban mas, di- 35 Y después que le hubieron
ciendo : Sea cruci iicado.
crucificado, repartieron sus
24 Y viendo Pilato que nadavestidos, echando suertes:
adelantaba, antes se hacia 36 Y sentados, le guardaban
mas alboroto, tomando agua allí.
se lavé las manos delante 37 Y pusieron sobre su cadel pueblo, diciendo. Ino- beza su causa escrita: ESTE
cente soy yo de la sangre ES JESÚS, EL KEY DE
do este justo: veréis/o vos- LOS JUDÍOS.
otros.
I 38 Entonces crucificaron con
£5 Y respondiendo todo el él dos ladrones; uno á la
pueblo, dijo: Su sangre sea-derecha, y otro á la izquisobre nosotros, y sobre nues-erda.
tros hijos.
i 39 IT Y los que pasaban, le
26 Entonces les solté á Bar-decían injurias, meneando
rabás : y habiendo azotado ásus cabezas,
Jesús, le entregó para ser, 40 Y diciendo: Tú, el que
crucificado.
derribas el templo de Dios, y
27 1F Entonces los soldados,en tres dias lo reedificas, sáldel presidente llevaron á Je- vate á tí mismo: si eres
sús al pretorio, y juntaron á Hijo de Dios, desciende de la
él toda la cuadrilla;
cruz.
28 Y desnudándole, le echa-41 De esta manera también
ron encima un manto de los príncipes de los sacerdotes
grana.
I escarneciendo, con los escri29 Y pusieron sobre su ca-,bas, y los Fariseos, y los anbeza una corona tejida de cianos, decían:
espinas, y una caña en su . 42 A otros salvó, á sí mismo
mano derecha; é hincando ! no puede salvar: si es el Rey
la rodilla delante de él, le de Israel, descienda ahora
burlaban, diciendo: Salve, de la cruz, y crecrémus
en él.
Rey de los Judíos.
30 Y escupiendo en él, to- 43 Confió en Dios; líbrele
48
1
S. M A T E *D , X X V I I .
ahora, si le q u i e r e : porque lml de Galilea á Jesus, slrvlend i c h o : Soy Hijo tfc Dios.
'dule;
4-1 L o mismo también. le¡( 5« Entre las cuales estaba
zaherían los ladrones, quei Muría Magdalena, y María la
madre de Jacobo y de José, y
estaban crucificados con él.
45 Y desde la hora de sexta la madre de los hijos de Z<¿fueron tinieblas sobre toda la bedéo.
tierra hasta la hora de nona.
57 IT Y como fué la tarde del
4ü Y cerca de la hora de dia, v i n o un hombre rico de
nona, Jesús exclamó con Arimatéa, llamado José, el
grande v o z , diciendo; E l i , cual también había sido disKli,
¿lama
subachthaní cípulo de Jesus.
Esto es : Dios mió, Dios mío, 58 Este llegó á Pilato, y pi¿ Por qué me has desampa- | dio el cuerpo de J e s u s : enrado ?
tonces Pilato mandó que se le
47 Y algunos de los que esta-1 diese el cuerpo.
han allí, oyéndote, decían :| 59 Y tomando José el cuerpo,
A Elias llama este.
, le envolvió en una sábana
48 Y luego corriendo uno de limpia,
ellos, tomó una esponja, y la GO Y lo puso en su sepulcro
hinchió de vinagre, y ponién- nuevo, que Imbia labrado en
dote en una caña, dábale de la p e ñ a : y revuelta una
beber.
grande piedra á la puerta del
49 Y los otros decían : Deja, sepulcro, s e fué.
veamos si viene Elias á li- (il Y estaban allí Muría M a g brarle.
dalena, y la otra María, sen50 Alas Jesús habiendo otrai tados delante del sepulcro.
vez exclamado con grande| í>2 IT Y el siguiente día, qno
voz, dio el espíritu,
¡í e s después de la preparación,
51 Y he aquí el v e l o del tem- I se juntaron los príncipes de
plo se rompió en dos.de alto I los sacerdotes y los Fariseos á
a bajo; y la tierra tembló, y II i'ilato,
las piedras se hendieron ;
I 03 Diciendo:
Señor, nos
52 Y abriéronse los sepul-¡, acordamos que aquel engañacros : y muchos cuerpos de dor dijo, viviendo aun. Dessantos, que liabian dormido, pués de tres días resucitaré.
se levantaron,
04 Manda, pues, que se ase53 Y salidos de los sepul- gure el sepulcro hasta el dia
cros, después de su resurrec- tercero; porque no vengan
ción, vinieron á la santa ciu- sus discípulos, y le hurten,
dad, y aparecieron n muchos. y digan al pueblo. Resucito
54 Y el centurión, y los que ,do los muertos. Y será e l
estal«in con él guardando á postrer error peor que el priJesus, visto el terremoto, y | mero.
las cosas que habían sido he- i 03 Y Pilato les dijo : Tenéis
chas, temieron en gran ma- una guardia: j d , asegurad/e
nera, diciendo: Verdadera- como sabéis.
mente Hijo de Dios era este.
Gfi Y yendo ellos, asegura5."> Y estaban a l l í muchos ron el sepulcro, sellando la
mujeres mirando de lejos, piedra, con la guardia*
las cuales habían seguido
1
1
1
1
S.
i, x r v m .
MATEO,
10 Entonces Jesús les d i c e :
No temáis ; id, dad las nuevas
á mis hermanos, para que
vayan á Galilea, y allá me
verán.
U *íf Y yendo ellas, hé aquí
unos de la guardia vinieron á
la ciudad, y dieron aviso á loa
L A víspera de Sábado, que príncipes de los sacerdotes de
amanece para el primer todas las cosas que habían
dia <íe la semana, vino María acontecido.
Magdalena, y la otra 3Iaría, 12 Y juntados « o n los anciaá ver el sepulcro.
nos, y habido consejo, dieron
2 Y he* aquí, futí hecho un mucho dinero á los soldados,
gran t e r r e m o t o : porque el 13 Diciendo : Decid, Sus disángel del Señor descendiendo cípulos vinieron de noche, y
del ciclo y llegando, habia le hurtaron, durmiendo nosrevuelto la piedra del sepulcro, otros.
y estaba sentado sobre ella.
14 Y si esto iüerc oido del
3 Y su aspecto era como un presidente, nosotros le perrelámpago,y su vestido blanco suadiremos, y os haremos seguros.
como la nieve.
4 Y de miedo de e'l los guar- lfl Y ellos, tomado el dinero,
das se asombraron, y fueron hicieron como estaban in¡¡¡vueltos como muertos.
truidos: y esto dicho fu¿
ó Y respondiendo ei ángel, divulgado entre los Judíos,
I
dijo á las mujeres: N o teníais hasta el dia de hoy.
v o s o t r a s ; porque yo sé que 1G IT ^las los once discípulos
buscáis ú Jesús, que fué cru- se fueron á Galilea, al monte
cificado.
donde Jesús le3 había orde•i N o está aquí, porque ha nado.
resucitado, como dijo : venid, i 17 Y como le vieron, le adoved el bagar donde fué puesto raron : mas algunos dudaban.
el Señor.
I 18 Y llegando Jesús, les
7 E id presto, decid á sus, hablé diciendo: Toda potesdiscípulos que ha resucitado tad me es dada en el cielo
de ios muertos: y hé aquí va y en la tierra.
delante de vosotros & Gali- 19 Por tanto id, y doctrinad
lea ; allí le v e r é i s ; hé aquí os á todos los Gentiles, bautilo lie dielio.
zándoles en el nombre del Pa8 Entonces ellas saliendo del dre, y del Hijo, y del Espíritu
sepulcro con temor y gran S a n t o :
gozo, fueron corriendo á dal- '20 Enseñándoles que guarlas nuevas á sus discípulos.
den todas las cosas que os he
9 Y hé aquí Jesús les sale al mandado . y lié aquí yoestov
encuentro, diciendo: Salve. con vosotros todos los dúiii
Y ellas se llegaron, y abraza- hasta el fin del siglo.
ron sus píes, y le adoraron.
CAPITULO X X Y I I I .
Resurrección de Jesús: su aparición á tus santas mujeres:
apa récese también a los apósloles, y tes promete
su
protección.
Y
1
50
EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO
SEÑOR JESU-CRISTO' SEGÚN
S. MARCOS.
CAPITULO
I.
Predicación
y bautismo de
Juan. Jesús después de bautizado en el Jordán, y tentado en el desierto ¡comienza
á predicar el Evangelio en
Galilea,
Vocación de Pedro
y de otros discípulos.
Jesucristo obra varios
milagros.
R I N C I P I O del Evangelio
P
de Jesu-Cristo, H i j o de
Dios.
2 Como está escrito en Tsnías
el proteta : H e aquí y o envió á
mi mensajero delante de tu
faz, que apareje tu camino
delante de tí.
3 V o z del que clama en el
desierto: Aparejad el camino
del Señor; enderezad sus v e redas.
4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para
remisión de pecados.
5 Y snlia á til toda la provincia de Judéa, y los de Jerusaleni; y eran todos bautizados por él en e¡ rio del Jordán, confesando sus pecados.
C Y Juan aislaba vestido de
pelos 'le camello, y con un
cinto de cuero alrededor de
sus lomos ; y comía langostas
y miel silvestre.
51
7 Y predicaba, diciendo: V i ene tras m í el que es mas poderoso que y o , al cual no soy
digno de desatar encorvado la
correa de sus zapatos.
8 Y o á la verdad os he bautizado con agua; mas él os
bautizará con Espíritu Santo.
9 % Y ncontecié en aquellos
dias, que Jesús vino de N a zaret de Galilea, y fué bautizado por Juan en el Jordán.
10 Y luego, subiendo del
agua, vid abrirse los cielos, y
al Espíritu, como paloma,que
descendía sobre él.
11 Y hubo tina v o z de los
cielos, que decia: T ú eres mi
Hijo amado ; en tí tomo contentamiento.
12 Y luego el Espíritu le impele al desierto.
13 Y estuvo allí en el desierto
cuarenta dias ; y era tentado
de Satanás : y estaba con las
fieras ; y los ángeles le servían.
14 1f Mas después que Juan
fué encarcelado, Jesús vino á
Galilea predicando el E v a n gelio del reino de Dios,
15 Y diciendo : El tiempo es
cumplido, y el reino de Dios
está cerca: arrepentios, y
creed al Evangelio.
lti I Y pasando junto á la
unir de Galilea, vio á Sixnou,y
S. M A R C O S , I .
á Anrlrra su hermano, que
echaban la red en la mar ;
porque eran pescadores.
17 Y les dijo Jesús : Venid
en pos de m i , y haré que seáis
pescadores de hombres.
18 Y luego, dejadas sus redes,
le siguieron.
19 Y pasando de allí un poco
mas adelante, vio á Jacobo,
hijo de Zebedéüj y tí Juan su
hermano, también ellos en el
navio, que aderezaban las
redes.
. 20 Y luego los l l a m é : y dejando á s u padre Zebedeo en
el barco con los jornaleros,
fueron en pos de él.
21
Y entraron en Capern a u m ; y luego los Sábados
entrando en la sinagoga, enseñaba.
22 Y se admiraban de su doctrina: porque los enseñaba
como quien tiene potestad, y
no como los escribas.
23 Y había en la sinagoga de
ellos un hombre con espíritu
inmundo, el cual dié voces,
24 D i c i e n d o : ¡ A h ! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús N a zareno ? ¿ lías venido á destruirnos ? Sé quien eres, el
Santo de Dios.
25 Y Jesús le riñe, diciendo :
Enmudece, y sal de él.
26 Y el espíritu inmundo,
haciéndole pedazos, y clamando á gran voz, salió de él.
27 Y todos se maravillaron,
de tal manera que inquirían
entre sí, diciendo: ¿Qué es
esto? ¿ Q u é nueva doctrina
es esta, que con potestad aun
álos espíritus inmundos manda, y le obedecen ?
28 Y vino luego su fama por
toda la provincia alrededor
de Galilea.
29
Y luego saliendo de la
slna¿oga, vinieren á casa de
Simón y de Andrés, con J a .
cobo y Juan.
30 Y la suegra de Simón
estaba acostada con calentura ; y le hablaron luego de
ella.
31 Entonces llegando él, la
tomó de su mano y la levantó;
y luego la dejó la calen tura, y
les servia.
32 IT Y cuando fué la tarde,
luego que el sol se puso, traían
á él todos los que tenían mal,
y endemoniados.
33 Y toda la ciudad se junté
á la puerta.
34 Y sano á muchos que estaban enfermos de diversas
enfermedades ; y eché fueía
muchos demonios; y no dejaba decir á los demonios que
le conocían.
35 % Y levantándose muy de
mañana, aun muy de noche,
salió y se fué á un lugar desierto, y allí oraba.
36 Y le siguió Simón y los
que estaban con é l ;
37 Y hallándole, le dicen:
Todos te buscan.
38 Y les d i c e : Vamos á los
lugares vecinos, para que
predique también a l l í ; porque
para esto he venido.
39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Caliléa,
y echaba fuera los demonios.
40 IT Y un leproso vino á él,
rogándole; é hincada la rodilla le d i c e : Si quieres, puedes limpiarme.
41 Y Jesús teniendo misericordia de él, extendió su mano
y le tocó, y le d i c e ; Quiero;
sé limpio.
42 Y así que hubo él hablado,
la lepra se fué luego de aquel,
y fue limpio.
4:s Entonces le apercibió, y
despidióle luego,
44 Y le d i c e : Miranodigasá
S. M A R C O S .
I.
II.
¿ Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios ?
8 Y conociendo luego Jesús
en su espíritu que pensaban
así dentro de sí mismos, les
dijo : ¿ Por qué pensáis estaH
cosas en vuestros corazones ?
9 ¿Qué es mas fácil: Decir
al paralítico. Tus pecados te
son perdonados; ó d e c i r l e :
Levántate, y toma tu lecho y
anda ?
10 Pues para que sepáis que
el Hijo del Hombre tiene p o CAPITULO II.
testad en la tierra de perdoCura Jesús al un paralítico en nar los pecados, (dice al paraprueba de su potestad de lítico),
perdonar pecados.
Llama 11 A t í digo : L e v á n t a t e , y
al apostolado á ¡¿evió Maleo, toma tu lecho, y vete á tu
cobrador de tributos; y re- casa.
prime con su doctrina el or- J2 Entonces él se levanto
gullo é hipocresía de ios Fa- luego, y tomando su lecho, se
salió delante de todos; de mariseos.
nera que todos se asombraron,
XT E N T R Ó otra v e z en Ca- y glorificaron á Dios diciendo:
J- pernaum después de algu- Nunca tal hemos visto.
nos días; y se oyó que estaba 13 % Y volvió á salir á la
en casa.
mar, y toda la gente venia á
2 Y luego se juntaron á él él, y los enseñaba.
muchos, que y a no cabían ni 14 Y pasando vio á L e v í , hijo
aun ¡t la puerta; y les predi- de Alteo, sentado á laaduana,
caba la palabra.
y le d i c e : Sigúeme. 1* levan3 Entonces vinieron ¿ é l unos tándose, le siguió.
trayendo un paralítico, que 15 Y aconteció que estando
era traído por cuatro.
Jesús á la mesa en casa de él,
4 Y como no podian llegar muchos publícanos y pecadoá él á causa del gentío, des- res estaban también á la mesa
cubrieron el techo de donde juntamente con Jesús y con
estaba, y haciendo abertura, sus discípulos: porque había
bajaron el lecho en que yacía muchos, y le habían seguido.
el paralítico.
10 Y los escribas y los F a 5 Y viendo Jesús la fé de riseos, viéndole comer con los
ellos, dice al paralítico: Hijo, publícanos, y con los pecatus pecados te son perdona- dores, dijeronásus discípulos:
dos.
¿Qué es esto que él come y
G Y estaban allí sentados bebe con los publícanos y con
algunos de los escribas, los los pecadores ?
cuales pensando en sus cora- 17 Yoyéndo/o Jesús les dico :
zones,
i Los sanos no tienen necesidad
7 Decían: ¿ P o r qué h:bla de médico, mas los que tienen
este así? blasfemias dice.¡ nial. N o he venido á llamar
53
nadie nada; sino v é , muéstrate al sacerdote, y ofrece
por tu limpieza lo que Moisés
mandé, para que les conste.
45 Mus él salido, comenzó a
publicar/o mucho, y á divulgar el hecho, de manera que
y a Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad,
sino que estaba fuera en los
lugares desiertos ; y venían á
él de todas partes.
S. M A R C O S , IT. I I I .
á los justos, sino los peca-| 27 También les d i j o :
El
dores.
'
Saltado por causa del hombre
18 IT Y los discípulos de Juan, es h e c h o ; no el hombre por
y de los Fariseos ayunaban; cnusa del Sábado,
y vienen, y le dicen: ¿ P o r 28 A s í que el Hijo del H o m qué los discípulos de Juan, y bre es Señor aun del Sábado.
los de los Fariseos ayunan, y
tus discípulos no ayunan ?
19 Y Jesús les dice: ¿ Pueden
C A P I T U L O IT.T.
ayunar los que están de bodas, cuando el Esposo está Jesús cura á un hombre que
tenia una mano seca: es
con ellos? Entretanto que
seguido de mucho pueblo:
tienen consigo a l Esposo no
elige á los doce apóstol»*,
pueden ayunar.
y responde con
admirable
2a Mas vendrán dias, cuando
mansedumbre á los dicterios
el Esposo les será quitndo, y
y blasfemias de los escribas.
entonces en aquellos dias ayunarán.
O T R A v e z entré en la
- 21 Nadie echa remiendo de
sinagoga; y había allí
paño recio en vestido viejo
de otra manera el mismo re un hombre que tenia una
miendo nuevo tira del viejo, mano seca:
y la rotura se hace peor.
2 Y le acechaban si en Sá22 N i nadie echa vino nuevo bado lo sanaría, para acuen odres viejos ; de otra ma- sarle.
nera el vino nuevo rompe los 3 Entonces dijo al hombre
odres, y se derrama el vino, que tenia la mano s e c a : L e y los odres se p i e r d e n ; mas vántate en medio.
el vino nuevo en odres nuevos 4 Y les dice, ¿ Es lícito hacer
se ha de echar.
bien en Sábados, ó hacer
23 1¡ Y aconteció que pa- mal ? ¿ Salvar la vida, é quisando él por los sembrados, t a r l a ? Mas ellos callaban.
en Sábado, sus discípulos 5 Y mirándolos alrededor
andando, comenzaron a at- con enojo, condoleciéndose de
la ceguedad de su corazón,
rancar espigas.
24 Entonces los Fariseos le dice al hombre : Extiende tu
dijeron: Hé aquí, ¿ P o r q u é mano. Y la extendió, y su
hacen tus discípulos en Sábado mano fué restituida sana.
lo que no es l i c i t o ?
(1 IT Entonces saliendo los
25 Y él les dijo: ¿ Nunca Fariseos tomaron consejo con
leísteis qué hizo David cu- los Herodianos contra él, paru
ando tuvo necesidad, y tuvo matarle.
hambre, él y los que con él 7 Mas Jesús se aparté á la
mar con sus discípulos: y lo
estaban?
2G Cómo entré en la casa de \,uió gran multitud de GaDios, siendo A b i a l a r sumo lilea, y de Judéa,
Pontífice, y eomié los panes 8 Y de Jcrusalcm, y de Made la proposición, de los ntea, y de la otra parte del
cuales no es lícito comer sino Jordán : y los que moraban
á los sacerdotes, y aun dié á alrededor de Tiro y de Siduii,
¡os que con él estaban?
, grande multitud, oyendo cuan ,
.54
Y
S. M A R C O S ,
III.
grandes cosas h a d a , vinieron decian que tenia íí Beelzeb u b ; y que por el príncipe
a el.
9 Y dijo a sus discípulos que de los demonios echaba fuera
le estuviese siempre apurei- los demonios.
bida la barquilla, por causa 23 Y habiéndoles llamado,
del gentío, para que no le les decía en parábolas : ¿ C ó mo puede Satanás echar fuera
oprimiesen.
10 Porque liabia sanado á á Satanás ?
muchos; de manera que cnian 2-1 Y si algún reino contra sí
subre él cuantos tenían pla-| mismo fuere dividido, no
puede permanecer el tal reigas, por tocarle.
11 Y los espíritus inmundos, no.
al verle, se postraban delante 25 Y si alguna capa fuere
de é l , y daban voces, dici- dividida contra sí misma, no
endo : T ú eres el Hijo de puede permanecer la tal casa.
Dios.
20 Y si Satanás se levantare
12 Mas él les reñía mucho contra sí mismo, y fuere
dividido, no puede permaneque no le manifestasen.
13 1T Y subid al monte, y cer ; antes tiene fin.
llamé fí sí los que él quiso ; y 27 N a d i e puede saquear las
alhajas del valiente entrando
venieron á é l .
11 Y estableció doce para que en su casa, si antes no atare
estuviesen con él, y para en- al valiente, y entóneos saqueará su casa.
viarlos á predicar,
1.1 Y que tuviesen potestad 28 D e cierto os digo que t o de sanar enfermedades, y de dos los pecados serán perdoechar fuera demonios :
nados á los hijos de los hom10 A Simón, ni cual puso por bres, y las blasfemias cualesnombre l ' e d r o ;
i quiera con que blasfemaren ;
17 Y á Ja cobo hijo de Ze- 29 Mas cualquiera que blasberléo, y a Juan hermano de¡ femare contra el Espíritu
J a c o b o ; y les apellidó l í o - ' Santo, no tiene jamás perdón,
anerges, que es, Hijos del, mas está expuesto á eterno
trueno:
I juicio.
18 Y íí Andrés, y á Felipe, y 30 Porque decían:
Tiene
it Bartolomé, y á M a t e o , y á espíritu inmundo.
Tomás, y á Jacobo hijo de i 311f Vienen después sus herA l f é o , y á Tadéo, y a Simón' manos y su madre, y estando
el Cunanéo,
¡ fuera, enviaron á él llamán1!) Y á Judas Iscariote, eli dole.
que le e n t r e g ó : y vinieron á 32 Y l a gente estaba sentada
casa.
alrededor de él, y 1c dijeron :
20 Y ngolpóse de nuevo la i Hé aquí, tu madre y tus herg e n t e ; de modo que ellos ni: manos te buscan fuera.
aun podían comer pan.
33 Y éf les respondió dici21 Y como h oyeron los! endo : ¿Quién es mí madre y
suyos, vinieron para pren-; mis hermanos ?
fierlc; porque d e c í a n : Ésta! 34 Y mirando á los que estafuera de sí.
¡ ban sentados alrededor de ét,
-'2 1t Y 1*> escribas que ha- dijo: He' aquí mi madre y
bían venido tle Jcrusalem, mis hermanos.
Ü5
R
S. M A R C O S , I I I . I V .
! 10 IT Y cuando estuvo solo,
le preguntaron los que estaban cerca de él con los doce
sobre la parábola.
11 Y les d i j o : A vosotros es
dado saber el misterio del
reino de D i o s ; mas á los que
CAPITULO IV.
están fuera, por parábolas
todas las cosas:
Parábolo del sembrador, y su 12 Para que viendo, vean y
esplicacion.
La luz sobre el no echen de v e r ; y oyendo,
candelero. Semilla que nace oigan y no entiendan: pory crece durmiendo el que la que no se conviertan, y les
sembró. Otra parábola del\ sean perdonados los pecados.
grano de mostaza. Tempestad en el mar
apaciguada 13 Y les dijo: ¿ N o sabéis
está parábola? ¿ C ó m o pues
de repente.
entenderéis todas las parábolas?
O T R A v e z comenzó A en- H E l que siembra es el que
señar junto á la mar, y se siembra la palabra.
juntó á él mucha g e n t e ; 15 Y estos son los de junto
sanio que entrándose él en al c a m i n o ; en los que la
un barco, se sentó en la m a r : palabra es sembrada, mas
y toda la gente estaba en después que la oyeron, lueyo
tierra junto á la mar.
viene Satanás, y quita la pa2 Y les enseñaba por pará- labra que fué sembrada en
bolas muchas cosas, y les de- sus corazones.
10 Y asimismo estos son los
cía en su doctrina:
3 O í d : H é aquí, el sembra- que son sembradros en pedregales ; los que cuando han
dor salió á sembrar.
4 Y aconteció sembrando, oido la palabra, luego la toque una parte cayó junto al man con g o z o :
c a m i n o ; y vinieron las aves 17 Mas no tienen raiz en sf,
del cielo, y la tragaron.
antes son temporales, que en
5 Otra parte cayó en pedre- levantándose la tribulación,
grales, donde no tenia mucha ó la persecución por causa
t i e r r a ; y luego salió, porque de la palabra, luego se escandalizan.
no tenia la tierra profunda.
6 Mas, salido el sol, se que- 18 Y estos son los que son
mó ; y por cuanto no tenia sembrados entre espinas ; los
raíz, se secó.
que oyen la palabra,
7 Y otra parte cayó en espi- 19 Mas los cuidados de este
nos ; y subieron las espinas, siglo, y el engaño de las riy la ahogaron, y no dio fruto. quezas, y las codicias que hay
8 Y otra parte cayó en buena en las otras cosos, entrando,
tierra, y dio fruto, que subió y ahogan la palabra, y se buco
c r e c i ó : y llevó uno A treinta, infructuosa.
y otro á sesenta, y otro á 2f» Y estos son los que fueron
ciento,
sembrados en buena tierra;
ft Entones les dijo : El que los que oyen la palabra, y la
reciben, y hacen fruto, uno a
tiene oídos para oír, oiga.
56
35 Porque cualquiera que
hiciere la voluntad de Dios,
este es mi hermano, y
hermana, y m i madre.
Y
S. M A R C O S ,
IV.
V.
treinta, otro á sesenta, y otro que las aves del cielo puedan
morar bajo de su sombra.
á ciento.
21 «T También les
(lijo: 33 1¡ Y con muclias tales
¿ Tráese la antorcha para ser parábolas les hablaba la palapuesta debajo del almud, ó bra, conforme á lo que podían
debajo de la c a m a ? ¿ N o es oir.
liara ser puesta en el cande- 34 Y sin pnrábola no les
lero?
hablaba; mas á sus discí52 Porque no h a y nada pulos en particular declaraba
oculto que no haya de ser l o d o .
manifestado ; ni secreto que 85 IT Y les dijo aquel día
no haya de descubrirse.
cuando fué t a r d e : Pasemos
2.'i Si alguno tiene oidos para de la otra parte.
36 Y despachando la muloir, oiga.
2-1 Les dijo también : Mirad titud, le tomaron, como eslo que o í s : Con la medida taba en el b a r c o : y había
que medís, os medirán otros; también con él otros barquitos.
y será añadido á vosotros.
25 Porque al que tiene, le 37 Y" se l e v a n t é una grande
será dado ; y al que no tiene, tempestad de viento, y echaba
aun lo que tiene le será qui- las olas en el barco, de tal
tado.
manera que y a se henchía.
28 % Decia m a s : A s í es el 38 Y él estaba en la popa
reino de Dios, como si un durmiendo sobre un c a b e z a l :
hombre echa simiente en la y le despertaron, y le dicen :
¿Maestro, no tienes cuidado
tierra;
27 Y duerme, y se levanta que perecemos?
de noche y de d í a : y la si- 39 Y levantándose increpé
miente brota y crece como él al viento, y dijo á la m a r :
no sabe.
Calla, enmudece. Y cesé el
28 Porque de suyo fructifica viento, y fué hecha grande
la tierra, primero yerba, luego ¡bonanza.
espiga; después grano lleno 40 Y á ellos dijo : ¿ Por qué
en la espiga.
estáis
así
amedrentados ?
29 Y cuando el fruto fuere ¿ Cerno no tenéis fé?
producido, luego se mete la J 41 Y temieron con gran tehoz, porque la siega es lle- ¡mor, y decían el uno al otro :
¿Quien es este, que aun el
gada.
30
Y d e c í a : ¿ A qué hare- i viento y la mar le obemos semejante el reino de decen ?
Dios ? ó con qué parábola le
compararemos?
31 Es como el grano de la
CAPITULO
V.
mostaza, que, cuando se siembra en tierra, es el mas Jesús expele los demonios de
pequeño de todas las simientes I un hombre, y les permite
que hay en la tierra;
\ entrar en una piara de cerdos. ¿Sana á una mujer de
32 Mas después de sembrado,
sube, y se hace l a mayor de i un envejecido finjo de santndiislas legumbres; y echa I gre; y resucita ü la hija de
Jairo,
grandes ramas.de tal manera
í>7
1
Y
S, M A R C O S , V .
V I N I E R O N de la otra dos mil, y en la mar se aho
parte de la mar á la pro- garon.
vincia de los Gadarenos.
14 Y los que apacentaban los
2 Y salido él del barco, luego puercos huyeron, y dieron
l e salid al encuentro de los aviso en la ciudad y en !o;
sepulcros un hombre con un campos. Y salieron paravci
espíritu inmundo,
que era aquello que liabia
S Que tenia domicilio en los acontecido.
sepulcros, y ni aun con cade- 15 Y vienen á Jesús, y ver
nas le podia alguien atar.
al que había sido atormen4 Porque muchas veces hahia tado del demonio, y que había
sido atado con grillos y cade- tenido la legión, sentado v
nas ; mas las cadenas habían vestido, y en su juicio cabal,
sido hechas pedazos por él, y y tuvieron miedo.
los grillos desmenuzados: y 16 Y les contaron los que
nadie le podia domar.
habían visto, como había
5 Y siempre de dia y de acontecido al que habia tenoche andaba dando voces nido el demonio, y lo de lo;
en los montes y cu los sepul- puercos.
cros, é hiriéndose con las 17 Y comenzaron á rogarle
piedras.
que se fuese de los término:
G Y como v i é á Jesús de de ellos.
lejos, corrió", y le adoró.
18 Y entrando él en el barco,
7 X clamando á gran v o z le rogaba el que habia- sido
d i j o : ¿Qué tienes conmigo, fatigado del demonio, pan
Jesús, hijo del Dios Altísimo? estar con él.
T e conjuro por Dios que no 19 Mas Jesús no lo permití!?,
m e atormentes.
sino 1c d i j o : V e t e á tu casa a
8 Porque le d e c i a : Sal de los tuyos, y cuéntales cuan
este hombre, espíritu in- grandes cosas el Señor lia
hecho contigo, y cómo lia
mundo.
í) Y le preguntó: ¿ Cómo te tenido misericordia de tí.
llamas?
Y respondió dici- 20 Y" se fué, y comenzó i
endo : Legión me l l a m o ; por- publicar en Dccíípolis cuan
que somos muchos,
grandes cosas Jesús había he10 Y le rogaba mucho que cho con é l : y todos se marano le enviase fuera de aquella villaban.
provincia.
21 IT Y pasando otra vez Je11 Y estaba allí cerca del sús en un barco á la otra
monte una grande manada parte, se juntó á él gran comde puercos paciendo:
pañía ; y estaba junto á la
12 Y le rogaron todos aque- mar.
llos demonios, diciendo: E n - 22 Y vino uno de los prínvíanos á los puercos para que cipes de la sinagoga, llama''*
entremos en ellos.
J a i r o ; y luego que le vio, a
13 Y luego Jesús se lo per- postró a sus pies,
m i t i ó : y saliendo aquellos 23 Y le rogaba mucho, tlicfespíritus inmundos, entraron, e n d o : M i hija está ú la muen los puercos, y la manada erte : vén 3' pondrás las mam*
cayó por un despeñadero en ¡ sobre ella, para que sea salva,
iü m a r ; los cuales eran como y vivirá.
S, M A R C O S , V .
24 V fué con él, y le seguía
gran compañía, y le apretaban.
25 Y una mujer que estaba
con flujo ele sangre doce años
Inicia,
2fi Y habia sufrido mucho de
muchos médicos, y habia gastado todo lo que tenia, y nada
habia aprovechado, antes le
iba peor,
27 Como oye hablar de Jesús, llegó por detrás entre la
compañía, y tocé su vestido.
23 Porque decía: Si tocare
tan solamente su vestido, seré
salva.
20 Y luego la fuente de su
sangre se seco"; y sintié en el
cuerpo que estaba sana de
aquel azote.
30 Y luego Jesús conociendo
en sí mismo la virtud que
habia salido de él, volviéndose á la compañía d i j o :
¿Quién ha tocado á mis vestidos ?
31 Y le dijeron sus discípulos : Ves que la multitud te
aprieta, y dices, ¿Quién me
ha tocado ?
32 Y él miraba alrededor para
ver á la que habia hecho esto.
33 Entonces la mujer temiendo y temblando, sabiendo
lo que en sí habia sido hecho,
vino, y se postré delante de
él, y le dijo toda la verdad.
34 Y él le dijo: Hija, tu fé te
lia hecho salva ; v é en paz, y
queda sana de tu azote.
35 Hablando aun él, vinieron
del príncipe de la sinagoga,
diciendo: Tu hija es muerta :
¿ para qué fatigas mas al M a estro?
3U Mas luego Jesús oyendo
esta razón que se decia, dijo
al príncipe de la sinagoga:
Ko tenias, cree solamente.
37 Y no permitió que alguno
£1)
VI.
iniese tras de él sino P e dro, y Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
38 Y vino A casa del príncipe
de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
39 Y entrando les d i c e :
¿ Por qué alborotáis, y lloráis?
L a muchacha no es muerta,
mas duerme.
40 Y hacían burla de é l : mas
él, echados fuera todos, toma
al padre y á la madre de la
muchacha y á Jos que estaban
con é l , y entra donde la muchacha estaba.
41 Y tomando la mano de ln
muchacha le d i c e :
Talüha
cumi, que es, si lo interpretares : Muchacha, á t í digo,
levántate.
42 Y luego la muchacha se
levantó, y andaba, porque
tenia doce años; y se espantaron de grande espanto:
43 Mas él les mandó mucho
que nadie lo supiese, y dijo quo
la diesen de comer.
CAPITULO VI.
Jesús obra pocos milagros en
su patria, castigando asi su
incredulidad'.
Misión de los
apóstoles. Prisión y muerte
de Juan Bautista.
Milagro
de los cinco panes y dos
peces. Jesús anda sobre las
aguas .* y cura á muchos enfermos.
S A L I Ó de allí, y vino á
su tierra, y le siguieron
sus discípulos.
2 Y llegado el Sábado, comenzó á enseñar en la sinagoga ; y muchos oyéndolo
estaban atónitos, diciendo:
¿ D e dónde tiene este estns
cosas? ¿ Y qué sabiduría O H
esta que le es d a d a ; y tales
Y
S. MARCOS, V I .
maravillas que por sus manos á muchos enfermos, y sanason hechas ?
ban.
3 ¿ N o es este el carpintero, 14 IT Y oye el r e y Hcrédei
hijo ile M a r í a , hermano de Ja fama de Jesús, porque su
Jacobo, y de José, y de Jiídas nombre se habia hecho noy do Simón? ¿ N o están tam- torio, y d i j o : Juan el que
bién aquí con nosotros sus bautizaba, ha resucitado de
hermanas? Y se escandali- los muertos ; y por tanto virzaban en él.
tudes obran en él.
4 M a s Jesús les d e c í a : N o 15 Otros decían : Elias es. Y
h a y profeta deshonrado sino otros decían : Profeta es, ó
en su tierra, y entre sus pari- alguno de los profetas.
entes, y en su casa.
ltí Y oyéndote Heredes dijo:
5 Y no pudo allí hacer al- Este es Juan el que y o deguna m a r a v i l l a ; solamente gollé : él ha resucitado de los
sané unos pocos enfermos, po- muertos.
niendo sobre ellos las manos. 17 Porque el mismo Heredes
0 Y estaba maravillado de la habia enviado y prendido á
incredulidad de e l l o s : y rode- Juan, y le habia aprisionado
aba las aldeas de alrededor en la cárcel á causa de Hercdfas, mujer de Felipe su herenseñando.
7 Y llamé á los doce, y co- m a n o ; pues la habia turnado
menzó á enviarlos de dos en por mujer.
dos : y leí dié potestad ceñirá 18 Porque Juan decía á Helos espíritus inmundos.
rodes: N o te es lícito tenerla
8 Y les mandé que no lle- mujer de tu hermano.
vasen nada para el camino, 19 Mas Herodfas le acechaba,
sino solamente un báculo; y deseaba matarle, y no
no alforja, ni pan, ni dinero podía:
en la bolsa.
20 Porque Heredes treinta £
9 Mas que calzasen sanda- Juan, sabiendo que era varón
lias ; y no vistiesen dos túni- justo y santo, y le tenia rescas.
peto : y oyéndole hacia mu10 Y les decía: Dondequiera chas cosas; y le oia de buena
que entréis en una casa, po- gana.
sad en ella hasta que salgáis 21 Y" venido un dia oportuno,
de allí.
en que Heredes, en la fiesta
1 1 Y todos aquellos que no de su nacimiento, daba una
os recibieren, ni os oyeren, cena á sus príncipes y trisaliendo de allí, sacudid el bunos, y á los principales de
polvo que está debajo de vu- Galilea,
estros pies en testimonio á 22 Y entrando la hija de Heellos. D e cierto os digo que rodíns, y danzando, y agramas tolerable será de los de dando á Heredes, y á los que
Sodoma y Gomorrha el dia estaban con él á la mesa, el
del juicio, que el de aquella R e y dijo á la muchacha: Píciudad.
! deme lo que quisieres, que yo
12 Y saliendo predicaban, que te lo daré.
los hombres se arrepintiesen. 23 Y le juré : Todo lo que me
13 Y echaban fuera muchos pidieres te daré, hasta la midemonios, y ungían con aceite tad de mi reino.
(10
S. MARCOS, VI.
24 Y saliendo ella dijo á su i lugar es desierto, y el día es
madre: ¿Qué pediré? Y ella y a muy entrado ;
dijo: L a cabeza de Juan B a u - 36 E n v í a l o s para que v a y a n
á los cortijos y aldeas de alretista.
25 Entonces ella entré pres- dedor, y compren para sí
tamente al rey, y pidió, di- pan ; porque no tienen que
ciendo : Quiero que ahora lu- comer.
ego me des en un plato la 37 Y respondiendo él, les dicabeza de Juan Bautista.
j o : Dadles de comer vosotros.
20 Y el rey se cntristecié Y le dijeron : ¿ Qué, vamos y
mucho; mas á causa del jura- compremos pan por doscientos
mento, y de los que estaban denartos, y démosles de c o con él tí la mesa, no quiso mer ?
desecharla.
38 Y él les d i c e : ¿Cuántos
I d , y vedlo.
27 Y luego el rey, enviando panes tenéis?
uno de la guardia^ mandó que Y sabiéndolo, dijeron : Cinco
fuese trailla su cabeza.
y dos peces.
28 El cual fué, y le degollé 3ü Y les mandó que hiciesen
en la cárcel, y trajo su cabeza recostar á todos por partidas
en un plato, y la dio á la mu- sobre la yerba verde.
chacha, y la muchacha la dio 40 Y se recostaron por partidas, de ciento en ciento, y de
á su madre.
2!) Y oyéndo/o sus discípulos, cincuenta en cincuenta.
vinieron,y tomaron su cuerpo 41 Y tomados los cinco panes
y le pusieron en un sepulcro. y los dos peces, mirando al
30
Y los apóstoles se jun- cíelo, bendijo, y partió los
taron con Jesús, y le contaron panes, y dio á sus discípulos
todo lo que habían hecho, y lo para que lus pusiesen delante.
que babian enseñado.
Y repartió á todos los dos
31 Y él les d i j o : Venid vos- peces.
otros aparte al lugar desierto, 42 Y comieron todos, y se
y reposad un p o c o ; porque hartaron.
eran muchos los que iban y 43 Y alzaron de los pedazos
venían, que ni aun tenían lu- doce colines llenos, y de los
gar de comer.
peces.
32 Y se fueron en un barco 44 Y los que comieron eran
al lugar desierto aparte.
cinco mil hombres.
33 Y los vieron ir muchos, y 45 1f Y luego dio priesa á sus
Jo conocieron ; y concurrieron discípulos á subir en el barco,
allá muchos á pié de las ciu- é ir delante de él á Betsaidn
dades, y llegaron antes que de lá otra parte, entre tanto
ellos, y se juntaron á él.
que él despedía la multitud.
34 Y saliendo Jesús, vio una 46 Y después que los hubo
grande multitud, y tuvo com- despedido, se fué al monte á
pasión de ellos, porque eran¡ orar.
como ovejas que no tcnianj 47 Y como fué la tnrde, el
pastor; y les comenzó á en-1 barco estaba en medio de la
señar muchas cosas.
mar, y él solo en tierra.
ílñ Y como y a fuese el dia 48 Y los vié fatigados bomuy entrado, sus discípulos gando, porque el viento les
llegaron á él, diciendo : E l era contrario: y cerca de la
61
1
;
S. M A R C O S , V I .
VII.
cuarta vigilia de la noche vino 2 Los cuales, viendo á alguá ellos andando sobre la mar, nos de sus discípulos comer
y quería precederlos.
oan con manos comunes, es
49 rviéndole ellos, que andaba ti saber, no lavadas,
sobre la mar, pensaron que era 3 (Porque los Fariseos y tofantasma, y dieron v o c e s :
I dos los Judíos, teniendo la
50 Porque todos le veian, y tradición de los ancianos, si
se turbaron. Mas luego hablo" muchas veces no se lavan las
con ellos, y les d i j o : Alen- manos, no comen.
taos ; y o soy, no temáis.
I 4 Y volviendo de la plaza, si
51 Y subid á ellos en el barco, |no se lavaren, no comen. Y
y calmó el v i e n t o : y ellos en otras muchas cosas hay qtio
gran manera estaban fnerade tomaron para guardar, como
ias lavaduras de los vasos de
.sí, y se maravillaban.
52 Porque aun no habían beber, y de los jarros, y de los
considerado lo de los panes; vasos de metal, y de los lepor cuanto estaban ofuscados chos.)
sus corazones.
5 L e preguntaron los Fari63 % Y cuando estuvieron de seos y los escribas : ¿ Por qué
la otra parte, vinieron á tierra tus discípulos no andan conde Genezaret, y tomaron pu- forme a la tradición de los
ancianos, sino que comen pan
erto.
54 Y saliendo ellos del barco, con manos comunes?
luego le conocieron;
G Y respondiendo el, les di55 Y recorriendo toda la tierra j o : Hipócritas, bien profetizo
de alrededor, comenzaron á de vosotros Isaías, como está
t r a e r d e todas partes enfermos escrito: Este pueblo con los
en lechos, adonde oían que labios me honra, mas su corazón lejos está de mí.
estaba.
5G Y donde quiera que en- 7 Y" en vano me honran, entraba, en aldeas, d ciudades, señando,cí)mo doctrinas, manó heredades, ponían cu las damientos de hombres.
calles los que estaban enfer- 8 Porque dejando el mandamos, y le rogaban que to- miento de Dios, tenéis la tracasen siquiera el borde de su dición de los hombres ; las
v e s t i d o ; y todos los que le lavaduras de los jarros, y de
tocaban eran salvos.
los vasos de beber: y hacéis
otras muchas cosas semejantes d estas.
CAPITULO V I L
J) Les decía también: Bien
Jesús reprende la hipocresía y invalidáis el mandamiento de
supersticiones de los Fari- Dios para guardar vuestra
seos. Fé grande de la Ca- tradición.
ntinea, por la cuiil libra del 10 Porque Moisés dijo: Honra
demonio á su hija. Cura d á tu padre y á tu madre: y.
El que maldijere al padre o" íí
un hombre sordo y mudo.
la madre, morirá de muerte.
S E juntaron á «51 Fariseos, 11 Y vosotros decís: Hasta si
y algunos de los escribas dijere un hombre al padre tía
que habían venido de Jcrn ia m a d r e : 7Í« Corhan (quiere
üilem :
decir, don mió a Dios) tucu
02
-
Y
S . M A I t CI O S ,
aquello con que pudiera v a Icrte.
12 Y no le dejais hacer
mas por su padre, tí por su
madre;
13 Invalidando la palabra de
]>ios con vuestra tradición
que disteis: y muchas cosas
hacéis semejantes a estas.
14 nTY llamando á toda la
multitud, les dijo: Oidme todos, y entended:
15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le
pueda contaminar; mas lo
que sale de él, aquello es lo
que contamina al hombre.
lti Si alguno tiene oídos para
oir, oiga.
17 Y apartado de la multitud habiendo entrado en
casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola.
18 Y d í j o l e s : ¿También vosotros estáis así sin entendimiento ? ¿ N o entendéis que
todo lo de fuera que entra en
el hombre, no le puede contaminar ?
lí> Porque no entra en su
corazón, sino en el v i e n t r e ;
y sale el hombre á la secreta, purgando todas las v i andas.
20 Mas decía: que lo que del
hombre sale, aquello contamina al hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen
los malos pensamientos, los
adulterios, las fornicaciones,
los homicidios,
22 Los hurtos, las avaricias,
las maldades, el engaño, las
desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias,la soberbia,
la insensatez.
23 Todas estas maldades de
dentro salen, y contaminan al
hombre.
24 f Y levantándose de allí.
V I L
se fué á los términos de T i r o
y de Sidon, y entrando en
casa, quiso que nadie lo supiese ; mas n o pudo esconderse.
25 Porque una mujer, cuya
hija tenia un espíritu inmundo, luego que o y e de él,
v i n o , y se eché á sus pies.
20 Y la mujer era Griega,
Slrofenisa de nación, y le r o gaba que echase fuera de su
hija al demonio.
27 Mas Jesús le d i j o : Deja
primero hartarse los hijos;
porque no es bien tomar el
pan de los hijos y echarlo á
los perrillos.
28 Y respondió ella, y le d i j o :
Sí, Señor, pero aun los perrillos debajo de la mesa comen de las migajas de los
hijos.
2ü Entonces le d i c e :
Por
esta palabra, v é ; el demouio
ha salido do tu hija.
30 Y como fué A su casa,
halló que el demonio halda
salido, y la hija echada sobro
la cama.
31 IT Y volviendo á salir do
los términos de T i r o , vino
por Sidon á la mar de Galilea, por mitad de los términos de Decápolls.
32 Y le traen un sordo, y
tartamudo, y le ruegan que le
ponga la mano encima.
33 Y tomándole aparte de la
gente, metió sus dedos en las
orejas de él, y escupiendo tocó
su lengua;
34 Y mirando al cielo gimió,
y le d i j o : Ephphatha; que
es decir: Sé abierto.
35 Y luego fueron abiertos
sus oidos, y fué desatada la
ligadura de su lengua, y hablaba bien.
30 Y les mandó que no lo
dijesen á n a d i e ; pero cuanto
S. M A R C O S , V I I .
VIII.
8 Y comieron, y se hartaron,
y levantaron de los pedazos
que habían sobrado, siete espuertas,
9 Y eran los que comieron,
como cuatro m i l : y los despidió.
10 Ir Y luego entrando en el
barco con sus discípulos, vino
á las partes de Dalmanuta.
CAPITULO VIII.
11 i vinieron los Fariseos, y
Milagro
de los siete panes. comenzaron á altercar con el,
Jesús instruye d sus dis- pidiéndole señal del cielo,
tentándole.
cípulos. Da vista aun ciego.
Pedro le conjiesa por Me- 12 Y gimiendo en su espíritu
sías. Les rebela su pasión dice: ¿ P o r qué pide señal
y muerte: reprende á Pe- esta generación? D e cierto
dro ; y los anima á llevar la os digo que no se dará señal á
cruz.
esta generación.
13 Y dejándoles volvió á enN aquellos días, como hubo trar en el barco, y se fué de iu
gran genu'o, y no tenían otra parte.
uc eomer, Jeáus llamó" sus 14 IT Y" se habian olvidado de
íscípulos, y les dijo:
tomar pan, y no tenían sino
2 Tengo compasión de la un pan consigo en el barco.
multitud, porque y a hace tres 15 Y les mandó diciendo:
días que están conmigo, y no Mirad, guardaos de la levatienen que c o m e r :
dura de los Fariseos, y de la
3 Y si los enviare en ayunas levadura de Heredes.
á sus casas, desmayarán en 16 Y altercaban los unos con
el c a m i n o ; porque algunos los otros diciendo; Pan no
de ellos han venido de lejos. tenemos.
4 Y sus discípulos le respon- 17 Y como Jesús lo entendió
dieron : ¿ D e dónde podrá al- les d i c e : ¿ Qué altercáis, porguien hartar á estos de pan que no tenéis pan ? ¿ N o conaquí eu el desierto?
sideráis ni entendéis? ¿Aun
5 Y les preguntó : ¿ Cuántos tenéis endurecido vuestro copanes tenéis? Y ellos dijeron razón ?
Siete.
18 ¿ Teniendo ojos no veis, y
6 Entonces mandó á la mul- teniendo oidos no oís ? Y no
titud que se recostase en os acordáis?
t i e r r a ; y tomando los siete 19 Cuando partí los cinco
panes, habiendo dado gracias, panes entre cinco mil, ¿ cuánpartió, y dio á sus discípulos tas espuertas llenas de los
que los pusiesen delante: y pedazos alzasteis? Y ellos dilos pusieron delante á la mul- jeron : Doce.
titud.
20 Y cuando los siete panes
7 Tenían también unos pocos entre cuatro mil, ¿cuántas
pececillos; y loa bendijo, y espuertas llenas de los pedamandó que también I03 pusie zos alzasteis? Y ellos dijeron:
sen delante.
I Siete.
mas les mandaba, tanto mas
y mas lo divulgaban.
37 Y en gran manera se
maravillaban, diciendo: Bien
lo ha hecho t o d o : hace á los
sordos oir, y á los mudos
hablar.
E
3
S. M A R C O S , V I I I .
IX.
21 Y les d i j o : ¿ C ó m o aun tomó y le comenzó á repren*
no entendéis?
I der.
22 1f Y vino á Betsaida; y l e 33 Y él, volviéndose y m i traen un ciego, y le ruegan rando á sus discípulos, riñó Á
Pedro, diciendo: Apártate de
que le tocase.
23 Entonces tomando
la m í , S a t a n á s ; porque no sabes
mano del ciego le sacó fuera las cosas que son de Dios, sino
de la aldea, y escupiendo en las que son de los hombres.
sus ojos, y poniéndole las ma- 34 IT Y llamando á la
nos encima, le preguntó si gente con sus discípulos, les
veia algo.
dijo : Cualquiera que quisiere
24 Y" el mirando, d i j o : V e o venir en pos de mí, niegúese
los hombres, pues v e o que á sí mismo, y tome su cruz, y
sígame.
andan, como árboles.
25 Luego le puso otra v e z las 35 Porque el que quisiere
manos sobre sus oios, y le salvar su vida, la perderá; y
hizo que mirase ¿ y fué resta- el que perdiere su vida por
blecido, y vio de lejos y clara- causa de mí y del Evangelio,
mente á todos.
la salvará.
20 Y" enviólo á su casa, dici- 36 Porque ¿qué aprovechará
endo : N o entres en la aldea, al hombre si granjeare todo
ni lo digas á nadie en la el mundo, y pierde su alma?
aldea.
37 ¿ O que recompensa dará
27 1f Y salió Jesús y sus dis- el hombre por su alma?
cípulos por las aldeas de 38 Porque el que se averCesárea de Filipo. Y en el gonzare de m í y de mis palacamino preguntó á sus discí- bras en esta generación adulpulos, diciéndoles: ¿ Quién terina y pecadora, el Hijo del
dicen los hombres que soy Hombre se avergonzará tamyo?
bién de él, cuando vendrá en
28 Y ellos
respondieron: la gloria de su Padre con los
Juan Bautista;
y otros, santos ángeles.
E l i a s ; y otros, Alguno de los
profetas.
20 Entonces él les d i c e : Y
CAPITULO IX.
vosotros, ¿quién decís que
soy y o ? Y" respondiendo Pede Jesús,
dro le d i c e : T ú eres el Transfiguración
quien
cura después á un
Cristo.
endemoniado mudo.
Poder
30 Y" les apercibió que no
de la fé, de la oración, y
hablasen de él á ninguno.
del ayuno. Instruye á sus
31 Y comenzó á enseñarles,
discípulos
en
la
humildad,
y
que convenia que el Hijo del
en los danos que acalorea el
Hombro padeciese mucho, y
ser reprobado de los ancianos, pecado de escándalo.
y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y
A M B I É N les d i j o : D e
ser muerto, y resucitar descierto os digo que hay
pués de tres dias.
algunos de los que están aquí
32 Y claramente decia esta que no gustarán la muerte,
palabra, Entonces Pedro le hasta que hayan visto el reine
F
05
1
T
S. MARCOS, I X .
de Dios que viene con potencia.
2 *¡Y seis días después tomó
Jesús á r e d r o , y á Jaeobo, y
u Juan, y los sacó aparte
solos A un monte alto, y fué
transfigurado delante de elios.
3 Y sus v c s t i d o 3 se volvieron
resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que
ningún lavador en la tierra
los puede hacer tan blancos.
4 Y les apareció Elía3 con
Moisés, que hablaban con
Jesús.
5 Entonces respondiendo P e dro, dice A Jesús : Maestro,
bien será que nos quedemos
aquí, y hagamos tres pabellones : para tí uno, y para
Moisés otro, y para E l i a s
Otro:
6 Porque no sabia lo que
hablaba; que estaban espantados.
7 Y vino una nube que los
hizo sombra, y una v o z de la
nube que decia: Este es mi
hijo amado ; á ét oid.
8 Y luego, como miraron, no
vieron mas A nadie cousigo,
sino a Jesús solo.
9 Descendiendo ellos del
monte, les mandó que á nadie
dijesen lo que habían visto,
sino cuando el Hijo del H o m bre hubiese resucitado de los
muertos.
lü Y ellos retuvieron la palabra en sí altercando que
seria aquello : Resucitar de
los muertos.
11 Y le preguntaron diciendo : ¿ Qué es lo que los escribas dicen, que es necesario
que Elias venga antes?
12 Y respondiendo él, les
dijo: Elias á la verdad, cuando viniere antes, restituirá
CC
todas las cosas : y como está
escrito del Hijo del Hombre,
conviene que padezca mucho,
y sea tenido en nada.
13 Empero os digo que Elias
ya v i n o , y le hicieron todo lo
que quisieron, como está escrito de él.
14 % Y como vino á los discípulos, vio grande compañía
alrededor de ellos, y escribas
que disputaban con ellos.
15 Y luego toda la gente,
viéndole, se espantó', y corriendo á él, le saludaron.
1G Y preguntóles: ¿Qué disputáis con ellos?
17 Y respondiendo uno de la
compañía, d i j o :
Maestro,
traje á tí mi hijo, que tiene
un espíritu mudo,
18 E l cual donde quiera que
le toma le despedaza, y celia
espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando : y dije a
tus discípulos que le echasen
fuera, y no pudieron.
19 Y respondiendo é l , les
d i j o : ¡ O generación infiel!
¿ hasta cuando estaré con
vosotros? ¿hasta cuando os
tengo
de sufrir ?
Traédmele.
20 Y se le trajeron : y como
le vio, luego el espíritu lo
desgarraba; y cayendo en
tierra se revolcaba, echando
espumarajos.
21 Y Jesús preguntó á sn
padre: ¿Cuanto tiempo luí
que le aconteció esto? Y el
dijo : Desde n i ñ o :
22 Y muchas veces le echa
en el fuego, y en aguas, para
m a t a r l e ; mas, si puedes algo,
ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros.
23 Y Jesús le d i j o : Si puedes
creer, al que cree todo es
posible.
24 Y luego el padre del mu-
S. MAKCOS. IX.
chacho dijo clamando, C r e o ; solo en medio de e l l o s ; y to­
ayuda mi incredulidad.
mándole en sus brazos, les
25 Y como Jesús vio que la d i c e :
multitud se agolpaba, repre­ 37 E l que recibiere en m i
hendió al espíritu inmundo, nombre uno de los tales niños,
diciéndole: Espíritu mudo У i á m í r e c i b e : y el que á m í
sordo, yo te mando, sal de él> recibe, no recibe á m í , mas al
y no entres mas en él.
'que me envié.
2(í Entonces el espíritu cla­ 38 Y respondióle Juan, dici­
mando, y desgarrándole mu­ endo : Maestro, hemos vi3to á
cho, salió; y él quedé como uno que en tu nombre echaba
muerto, de modo que muchos fuera los demonios, el cual no
d e c i a n : Está muerto.
nos sigue: y se lo prohibimos,
27 Mas Jesús tomándole de porque no nos sigue.
la mano, enderezólo, y se le­ 39 Y Jesús dijo : N o se lo
vantó.
prohibáis; porque ninguno
23 Y como él entré en casa, hay que haga milagro en m i
sus discípulos le preguntaron nombre que luego pueda de­
a p a r t e : ¿ P o r q u é nosotros cir mal de m í .
no pudimos echarle fuera?
40 Porque el que no es contra
29 Y les d i j o : Este género nosotros, por nosotros es.
con nada puede salir,sino con 41 Y" cualquiera que os diere
oración y ayuno.
un vaso de agua en m i nom­
30 lf Y habiendo salido de bre, porque sois de Cristo, de
allí, caminaron juntos por cierto os digo que no perderá
Galilea; y no quería que su recompensa.
nadie lo supiese.
42 Y cualquiera que escanda­
31 Porque enseñaba & sus lizare á uno de estos pequeñi­
discípulos, y les d e c í a : E l tos que creen eu mí, mejor lo
Hijo del Hombre será entre­ fuera si se le atase una piedra
gado en manos de hombres, y de molino al cuello, y fuera
le matarán ; mas muerto él, echado en la mar.
resucitará ai tercer dia.
43 Y si tu mano te escandali­
32 Pero ellos no entendían zare, c ó r t a l a : mejor te es
esta palabra; y tenían miedo entrar á la vida manco, que
de preguntarle.
teniendo dos manos ir á la
33 4" Y llegó á Capernaum; Gehenna, ni fuego que no pue­
y así que estuvo en casa, les de ser apagado;
preguntó: ¿ Qué disputabais 44 D onde su gusano no
entre vosotros en el camino? muero, y el fuego nunca se
34 Mas ellos callaron; por­ apaga.
que los unos con los otros 45 Y si tu pié te fuere ocasión
habían disputado en el ca­ de caer, córtate: mejor te es
mino quién había de ser el entrar a la vida cojo, que t e ­
mayor,
niendo dos pies ser echado en
35 Entonces sentándose, lla­ ia Gehenna, al luego que no
mó á loa doce, y lus d i c e : Si puede ser apagado;
alguno quiere ser el primero, 4fi D onde el gnsano de ellos
será el postrero de todos, y el no muere, y el fuego nunca so
servidor de todos.
apaga.
3t¡ Y tomando un niño, pú­ 47 Y si tu ojo te fuere oca­
07
F t
S. M A R C O S , I X . X .
Bion de caer, s á c a l e : mejor te 0 Pero al principio de la crees entrar al reino de Dios ación, macho y hembra los
con un ojo, que teniendo hizo Dios.
dos ojos ser echado á la Ge- 7 Por esto dejará el hombre
henna;
á su padre y a la madre, y se
48 Donde el gusano de ellos juntará á su mujer,
no muere, y el fuego nunca se tí Y los que eran dos, serán
hechos una carne : así que no
apaga.
49 Porque todos serán salados son mas dos, sino una carne.
con fuego, y todo sacrificio I 9 Pues lo que Dios juntó, no
será salado con s a l .
lo aparte el hombre.
50 Buena es la s a l ; mas si la 10 V en casa volvieron los
sal fuere desabrida, ¿con qué discípulos á preguntarle de lo
la adobaréis ? Tened en vos- mismo.
otros mismos s a l ; y tened paz 11 Y les d i c e : Cualquiera que
los unos con los otros.
repudiare á su mujer, y se
casare con otra, comete adulterio contra ella.
12 Y si la mujer repudiare lí
CAPITULO X.
su marido, y se casare con
Enseña Jesús la
indisolubi- otro, couu te adulterio.
lidad del matrimonio;
los 13 1" Y lt; presentaban niños
peligros de las riquezas, y el\ para que los tocase; y los dispremio de los que dejan to- cípulos reñían á los que les
das tas cosas por
seguirle. presentaban.
Avisa de nw.vo á sus discípulos que debía morir, y 11 Y viéndolo Jesús se enoresucitar.
Responde d la jó, y les dijo : Dejad los niños
petición de IOÍ hijos de Zebe^ venir, y no se lo estorbéis;
déo; é inculca otra vez la porque de los tales es el reino
humildad.
Da la vista al de Dios.
15 D e cierlo os digo que el
cítgo
Bartiméo.
que no recibiere el reino de
P A R T I É N D O S E de allí, Dios como un niño, no entrará
en
él.
vino á los términos de Jud í a y tras el J o r d á n : y vol- 16 Y tomándolos en los bravió el pueblo á juntarse á e l ; zos, poniendo los manos sobre
y de nuevo los enseñaba como ellos. los bendecía.
solía.
17 IT Y saliendo él para ir su
2 y llegándose los Fariseos., camino, vino uno corriendo,e
le preguntaron, para tentarle, hincando la rodilla delante
de
él, le pregunté: Maestro
Si era lícito al marido repubueno, ¿qué haré para poseer
diar á su mujer.
3 Mas él respondiendo, les la vida eterna ?
d i j o : ¿ Qué os mandó Moisés? 18 Y Jesús le dijo : ¿ Porque
4 Y ellos dijeron : Moisés me dices bueno: Ninguno ¿cuy
permitió escribir carta de di-i bueno, sino solo uno, Dios.
19 Los mandamientos sabes:
v o r c i o , y repudiar.
5 Y respondiendo Jesús, le3 N o adulteres: N o mates: No
dijo: Por la dureza de vuestro hurtes : N o digas falso testicorazón os escribió este man- monio : N o defraudes : Honra
damiento ;
! á tu padre y á tu madre.
Y
S . MARCOS, X.
20 E l entonces respondiendo, hermanos, y hermanas, y m a le dijo: Maestro, todo esto lie dres, é hijos, y Jieredades, con
guardado desde mi mocedad. persecuciones; y en el siglo
21 Entonces Jesús mirán- venidero la vida eterna.
dole, amólo, y d í j o l e : Una 31 Empero muchos primeros
cosa te f a l t a ; v é , vende todo serán postreros, y postreros
l o q u e tienes,y dá a" los yo- primeros.
brcs, y tendrás tesoro en el 32 T Y estaban en el camino
c i e l o : 'y vén, sigúeme tO' subiendo á Jerusalem; y J e mando t u cruz.
sús iba delante de ellos, y se
22 Mas él, entristecido por espantaban, y le seguían con
esta palabra, se fué triste, miedo : entonces volviendo á
porque tenia muchas pose- tomar á los doce aparte, lea
comenzó á decir las cosas que
siones.
23 Entonces Jesús mirando le habian de acontecer:
alrededor dice á sus discí- 33 l i é aquí subimos á Jernpulos': ¡ Cuan difícilmente en- salem ; y el Hijo del H o m b r e
trarán en el reino de Dios los será entregado á los príncipes
d é l o s sacerdotes, y á los esque tienen riquezas!
24 Y los discípulos se espan^ cribas, y le condenarán á mutaron de sus nnlnbrns; mas erte, y le entregarán a los
Jesús respondiendo, les vol- Gentiles.
v i o á decir : ¡ Hijos, cuan difí- 31 Y le escarnecerán, y le
cil es entrar en el reino de azotarán, y escupirán en é l , y
Dios los que confian en las ri- le m a t a r á n ; mas al tercer
dia resucitará.
quezas !
25 Mas fácil es pasar un ca- 35 % Entonces Jacobo y Juan,
mello por el ojo de una aguja, hijos de Zebedéo, se llegaron
que el rico entrar en el reino á él, diciendo : Maestro, queríamos que nos hagas lo que
de Dios.
26 Y ellos se espantaban mas, pidiéremos.
diciendo dentro de s í : ¿ Y "6 Y él les d i j o : ¿ Qué queréis que os haga ?
quién podrá salvarse?
27 Entonces Jesús mirán- 37 Y ellos le dijeron : Danos
dolos, d i c e : Para los hom- que en tu gloría nos sentemos
bres, es imposible; m a s para el uno á tu diestra y el otra á
Dios, no : porque todas cosas tu siniestra.
son posibles para Dios.
38 Entonces Jesús les d i j o :
28 Entonces Pedro comencé N o sabéis lo que pedís. ¿ P o & d e c i r l e : í l é aquí, nosotros déis beber del vaso que y o
hemos dejado todas las cosas, bebo, tí ser bautizados del
bautismo de que y o soy bautiy te hemos seguido.
20 Y respondiendo Jesús, di- zad o ?
jo : D e cierto os digo que no 39 Y ellos le dijeron : P o d e hay ninguno qne haya dejado mos. Y Jesús les d i j o : A l a
casa, é hermanos, ó herma- verdad del vaso qne y o bebo,
nas, é padre, ó madre, é mu- beberéis ; y del bautismo de
jer, ó hijos, Ó heredades, por que y o soy bautizado, seréis
causa de m í y del E v a n g e l i o , bautizados :
"0 Que no reciba cien tantos, 40 Mas que os sentéis á mi
ahora en este tiempo, casaB, y diestra, y ú m i siniestra, no es
€9
S. M A R C O S , X . X I .
m i ó darlo, sino á los que está h a g a ? Y el ciego le d i c e :
aparejado.
i Maestro, que cobre la vista.
41 Y como lo oyeron los die2, 52 Y Jesús le d i j o : V é ; tu fó
comenzaron á enojarse de Ja- te ha salvado. Y luego cobrd
la vista, y seguía á Jesús en el
cobo y de Juan.
42 Mas Jesús llamándoles, camino.
les d i c e : Sabéis que los que
se ven ser príncipes entre
las gentes, se enseñorean de
CAPITULO XI.
e l l a s ; y los que entre ellas son
grandes, tienen sobre ellas Entrada triunfante de Jesús
en
Jerusalem.
Maldición de
potestad.
la higuera. Los negociantes
43 Mas no será así entre vosechados del templo. Poder
otros ; antes cualquiera que
de la fé. Perdón de los enequisiere hacerse grande entre
migos. Los príncipes de los
vosotros, será vuestro servisacerdotes confundidos.
dor:
44 Y cualquiera de vosotros
COMO fueron cerca de
que quisiere hacerse el priJerusalem, de Betfagé, y
mero, será siervo de todos.
de líctania, al monte de las
45 Porque el Hijodel Hombre Olivas, en via dos de sus discítampoco vino para ser ser- pulos,
vido, mas para servir, y dar 2 Y les dice : I d al lugar que
su v i d a en rescate por mu- está delante de vosotros, y luchos.
ego entrados en él, hallaréis
46
Entonces vienen á J e - 1 un pollino atado, sobre el cual
r i c é : y saliendo él de Jericó", ningún hombre ha subido;
y sus discípulos, y una gran desatadle, y tracdle.
compañía, liartiméo el ciego, 3 Y si alguien os dijere: ¿ Por
hijo de T i m é o , estaba sen- qué hacéis eso? Decid que el
tado junto al camino mendi- Señor lo ha menester; y luego
gando.
le enviará acá.
4 7 Y oyendo que era Jesús 4 Y fueron, y hallaron el
el N a z a r e n o , comenzó" á dar pollino atado á la puerta fuvoces, y decir: Jesús, hijo de era, entre dos caminos, y
D a v i d , ten misericordia de le desataron.
mí.
5 Y unos de los que estaban
48 Y muchos le reñían, que! allí, les dijeron : ¿, Qué hacéis
callase : mas el daba mayores desatando el pollino?
v o c e s : Hijo de D a v i d , ten 6 Ellos entonces les dijeron
misericordia de mí.
I como Jesús había mandado:
19 Entonces Jesús parándose, y los dejaron.
mandó l l a m a r l e : y llaman 7 Y trajeron el pollino á Je»
al ciego, diciéndole:
Ton sus, y echaron sobre él sus
confianza; levántate, que te vestidos, y se sentó sobre él.
llama.,
I 8 Y muchos tendían sus ves50 El entonces echando su tidos por el camino, y otros
capa, se levantó, y vino á cortaban hojas de los árboles,
Jesús.
y las tendían por el camino.
51 Y respondiendo Jesús le 9 Y los que iban delante, y
d i c e : ¿ Qué quieres que te los que iban detrás, daban
70
Y
S. MARCOS, XI.
voces diciendo : Hopanna! lí) Mas como fué tarde, J e 1 ¡endito el que viene en el sús salió de la ciudad.
20 % Y pasando por la manombre del Señor.
10 Iíendito el reino de nu- ñana, vieron que la higuera
estro padre D a v i d , que v i - se había secado desde las r a i ene : Hosanna en las altu- ces.
ras !
21 Entonces Pedro acordán11 Y entró Jesús en Jeru- dose, le d i c e : Maestro, hé
salem, y en el templo : y ha- aquí la higuera que maldijiste,
se ha secodo.
biendo mirado alrededor todas
las cosas, y siendo y a tarde, ¡ 22 Y respondiendo Jesús les
sal i ós e á B e t ani a con los dice : Tened f é d e Dios.
doce.
| 23 Porque de cierto os digo
32 IT Y el día siguiente, como que cualquiera que dijere á
salieron de Betania, tuvo este m o n t e : Quítate, y échate
en la mar ; y no dudare en sn
hambre,
18 Y viendo de lejos una hi- corazón, mas creyere que será
guera, que. tenia hojas, se hecho lo que dice, lo que diacercó, si quizas hallaría en Ijere le será hecho.
ella algo : y como vino á ella, 21 Por tanto os digo gue todo
nada halló sino hojas; porque lo que orando pidiereis, creed
no era tiempo de higos.
que lo recibiréis y os vendrá.
1* Entonces Jesús respon- 25 Y cuando estuviereis orandiendo, dijo á la higuera: do, perdonad, si tenéis algo
Nunca mas coma nadie fruto contra alguno; para que v u de t í para siempre. Y esto estro Padre que está en los
oyeron sus discípulos.
cielos, os perdone también á
15 % Vienen pues á Jerusa- vosotros vuestras ofensas.
l e m ; y entrando Jesús en el 2G Porque si vosotros no
templo, comenzó á echar perdonareis, tampoco vuestro
fuera ú los que vendían y Padre que está en los cielos,
compraban en el templo, y os perdonará vuestras ofentrastornó las mesas de los
cambistas, y las sillas de los 27 IT Y volvieron á Jerusaque vendían palomas:
l e m : y andando él por el
10 Y no consentía que al- templo, vienen á él los prínguien llevase vaso por el cipes de los sacerdotes y los
templo.
escribas, y los ancianos,
17 Y los enseñaba diciendo : 28 Y le dicen : ¿ Con qué fa¿ Ñ o está escrito que mi casa, cultad haces estas cosas? ¿ y
casa de oración será llamada quién te ha dado esta facultad
por todas las gentes? mas para hacer estas cosas ?
vosotros la habéis hecho cu- 29 Y Jesús, respondiendo eneva de ladrones.
tonces, les dice : Os pregun18 Y lo oyeron los escribas y taré también y o una palabra;
los príncipes de los sacerdotes, y respondedme, y os diré con
y procuraban como le mata- qué facultad hago estas cosas.
rían ; porque le tenian miedo, 30 El bautismo de Juan ¿era
por cuanto todo el pueblo es- del cielo, ó de los hombres?
taba maravillado de su doc- Respondedmc.
trina.
31 Entonces ellos peusa oa
71
r
S. M A R C O S , X I . X I I .
á ellos el postrero, diciendo:
Tendrán en reverencia á mi
hijo.
7 Mas aquellos labradores
dijeron entre s í : Este es el
heredero; venid,matémosle,y
la heredad será nuestra.
S Y prendiéndole, le mataron, y echaron fuera de la
viña.
9 ¿ Qué, pues, hará el señor
de la v i ñ a ? Vendrá, y destruirá á estos labradores, y
dará su viña á otros.
10 ¿ N i aun esta escritura
CAPITULO XII.
habéis l e í d o : L a piedra que
Parábola de la viña plantada desecharon los que edificaban,
y arrendada.
Convence Je- esta es puesta por cabeza de
sús d los Fariséosy Saducéos, esquina;
redarguyendo
a los unos 11 Por el Señor es hecho
sobre pagar el tributo al Cé- esto, y es cosa maravillosa en
sar, y á los oíros sobre la nuestros ojos ?
resurrección de los muertos. 12 Y procuraban prenderle;
Cristo, Señor de David: So porque entendían que decia á
berbia de los escribas:
0- ellos aquella parábola : ñus
frenda
tenue de la viuda, temían la multitud, y dejánpreferida á todas las gran- dole se fueron.
des oblaciones de los ricos.
13 IT Y envinn á él algunos
C O M E N Z Ó á hablarles de los Fariseos y de los l l e r o
por parábolas: Planté un dianos, para que le sorprendihombre una viña, y la cercé esen en alguna palabra.
con seto, y cavó un lagar, y 14 Y viniendo ellos, l e diedificó una torre, y la arrendó c e n : Maestro, sabemos que
á labradores, y se partió lejos. eres hombre de verdad, y que
2 Y envié un siervo á los la- no te cuidas de n a d i e ; porque
bradores, al tiempo, para que no miras á la apariencia <le
tomase de los labradores del hombres, antes con verdad
enseñas el camino de Dios:
fruto de la v i ñ a :
3 Mas ellos, tomándole le hi- ¿ Es lícito dar tributoáCésar,
ó no ? ¿ Daremos, ó no darerieron, y le enviaron v a c í o .
4 Y volvió á enviarles otro mos?
s i e r v o ; mas ellos apedreán- 15 Entonces él,como entendole, le hirieron en la cabeza, día la hipocresía de ellos, les
y volvieron á enviarle afren d i j o : ¿ P o r qué me tentáis?
Traedme la moneda para que
tado.
5 Y v o l v i ó á enviar otro, y á la vea.
aquel m a t a r o n ; y á otros 16 Y ellos se la trajeron: y
muchos, hiriendo á unos y les dice : ¿ Cuya es está imagen y esta inscripción ? Y
matando á otros.
6 Teniendo pues aun un hijo ellos le dijeron : D e César.
guvo amado, enviólo también 17 Y respondiendo Jesús, les
TI
dentro de sí, diciendo: Si
dijéremos, Del cielo, d i r á :
¿ Porgué pues no le creísteis?
82 y si dijéremos. D e los
hombres, tememos ni pueblo :
porque todos juzgaban de
Juan, que verdaderamente
era profeta.
33 V respondiendo, dicen á
Jesús: Ñ o sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les
d i c e : Tampoco y o os diré con
qué facultad hago estas cosas.
Y
S. MARCOS, XII.
dijo: Dad lo que es de César] mas Dios de v i v o s : así qua
á César; y lo que es de Dios, á vosotros mucho erráis.
Dios. Y se maravillaron de 28 % Y llegándose uno-de los
ello.
escribas, que los había oido
18 f Entonces vienen a él los disputar, y sabia que les había
Saducéos, que dicen que no respondido bien, le preguntó :
hay resurrección, y le pregun- ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
taron diciendo:
lí) Maestro, Moisés nos es^ 29 Y Jesús le respondió: E l
crihié, que si el hermano de primer mandamiento de todos
alguno muriese, y dejase mu- es: Ove, Israel, el Señor nu"er, y no dejase hijos, que su estro Dios, el Señor uno e s :
lermano tome su mujer, y le- 30 A m a r á s pues al Señor tu
Dios de todo tu corazón, y de
vante linaje á su hermano.
20 Fueron, pites, siete her- toda tu alma, y de toda tu
m a n o s ; y e l primero tomé mente, y de todas tus fuermujer; y muriendo, no dejó zas ; este es el principal mandamiento.
simiente.
21 Y la tomó el segundo, y 31 Y el segundo es semem u r i ó ; y ni aquel tampoco jante á é l : A m a r á s á tu pródejó simiente: y el tercero, de j i m o como á tí mismo : N o
hay otro mandamiento mayor
la misma manera.
22 Y la tomaron los siete; y que estos.
tampoco dejaron simiente: á 32 Entonces el escriba le dila postre murió también la |jo : Bien, maestro, verdad
mujer.
has dicho, que uno es, y no
23 En la resurrección, pues, hay otro fuera de é l :
cuando resucitaren,; de cuál 33 Y que amarle de todo code ellos será mujer? porque razón, y de todo entendimilos siete la tuvieron por mu- ento, y de toda el alma, y de
jer.
todas las fuerzas; y amar al
24 Entonces respondiendo prójimo como á sí mismo, mas
Jesús, les d i c e : ¿ N o erráis es que todos los holocaustos
por eso, porque no sabéis las y sacrificios.
Escrituras, ni la potencia de 34 Jesús entonces viendo que
Dios ?
habia respondido sabiamente,
25 Porque cuando resucita- le dice : N o estás lejos del
rán de los muertos, ni se ca- reino de Dios. Y y a ninguno
sarán, ni serán dados en osaba preguntarle.
casamiento, mas son como 35 % Y respondiendo Jesús
los ángeles que están en los decia, enseñando en el t e m cielos.
p l o : ¿ C ó m o dicen los es2fí Y de que los muertos ha cribas que el Cristo es hijo de
van de resucitar, ¿ no habéis David ?
leído'en el libro de Moisés, 36 Porque el mismo D a v i d
como le habló Dios en la dijo por Espíritu Santo : Dijo
zarza, diciendo: Y o soy el el Señora mi Señor: Siéntate
Dios de Abraham, y el Dios * mi diestra, hasta que ponga
de Isaac, y el Dios de Ja- tus enemigos por estrado de
cob ?
tus pies.
27 N o es Dios de muertos, 37 Luego llamándole el m i s -
{
S.
M A R C O Si,, X I I .
XIII.
m o D a v i d Señor, ¿de dónde de los Olivos delante del tempues es su hijo ? Y mucha plo, le preguntaron aparte
Pedro, y Jacobo, y Juan, y
(rente le oia de buena gana.
38 IT Y les decía en su doc- A n d r é s :
t r i n a : Guardaos de los es- 4 Dfnos: ¿cuandoserán estas
cribas, que quieren andar con cosas? ¿ Y qué señal habrá
ropas largas, y aman las sa- cuando todas estas cosas han
lutaciones en las plazas,
de cumplirse ?
30 Y las primeras sillas en 5 Y Jesús respondiéndoles,
las sinagogas, y los primeros comenzó á decir: Mirad que
nadie os e n g a ñ e ;
asientos en las cenas ;
40 Que devoran las casas 6 Porque vendrán mucho;
de las viudas, y por pretexto en mi nombre, diciendo: Yo
hacen largas oraciones. E s - soy el Cristo; y engañarán í
tos recibirán mayor iuicio.
muchos.
41 if Y estando sentado Jesús 7 Mas cuando oyereis guerdelante del arca de la ofrenda, I ras, y rumores de guerras, no
miraba como el pueblo echaba os turbéis; porque conviene
dinero en el a r c a ; ymuchosi hacerse así, mas aun no será
ricos echaban mucho.
| el fin.
42 Y como vino una viuda; 8 Porque se levantará napobre, echó dos blancas, que ción contra nación, y reino
son un maravedí.
! contra r e i n o ; y habrá terre43 Entonces llamando & sus i motos en muchos lugares;y
discípulos les d i c e : D e ciertoI habrá hambres, y alborotos:
os digo que esta viuda pobre, principios de dolores serán
echó mas que todos los que estos.
han echado en el a r c a :
! 9 Mas vosotros mirad por
44 Porque todo3 han echado I vosotros: porque os entregade lo que les sobra; mas esta rán en los concilios, y en sinade su pobreza echó todo lo que i gogas seréis azotados; y detenia, todo su alimento.
lante de presidentes y ele
reyes seréis llamados por
causa de m í en testimonioá
ellos.
CAPITULO
xm.
10 Y á todas las gentes con-,
Profecías de la destrucción de viene que el Evangelio sea |
Jérusalem, y de la segunda, predicado antes.
venida de Jesús, con las se- \ 11 Y cuando os trajeren para I
nales que precederán.
I entregaros, no
premeditéis
que habéis de decir, ni lo penS A L I E N D O del templo,' séis : mas lo que os fuere dado
le dice uno de sus discí-1 en aquella hora, eso hablad;
pillos: Maestro, mira qué pi- porque no sois vosotros los
que habláis, sino el Espíritu
edras, y qué edificios.
2 Y Jesús respondiendo le Santo.
dijo:
¿ V e s estos grandes 12 Y entregará A la muerte e
edificios? no quedara piedra hermano al hermano, y
sobre piedra que no sea der- padre al hijo; y se levantaron
ribada.
¡ los hijos contra los padres, y
3 Y sentándose en el monte I los mataran.
74
Y
e l
S.
MARCOS,
XIIT.
13 Y seréis aborrecidos de 25 Y las estrellas caerán del
todos por mi n o m b r e : mas cielo, y las virtudes que es/án
el que perseverare hasta el en los cielos serán commovifin, este será salvo.
das,
14 IT Empero cuando vie- 26 Y enténces verán al Hijo
reis la abominación de aso- del Hombre que vendrá en las
lamiento, que estará donde nubes con mucha potestad y
no debe, (el que lee, en- gloria.
tienda), entonces los que 27 Y enténces enviará sus
estén en Judéa huyan á los ángeles, y juntará sus escomontes :
gidos dé los cuatro vientos,
15 Y el que esté sobre el ter- desde el un cabo de la tierra
rado, no descienda á l a casa, hasta el cabo del ciclo.
ni entre para tomar algo de 28 % D e la higuera aprended
su casa.
la semejanza : Cuando su ra1G Y el que estuviere en el ma y a se enternece, y brota
campo, no vuelva atrás, ni hojas, conocéis que el v e r a n o
está cerca
aun á tomar su capa.
17 Mas i ay de l a s preña- 29 Asf también vosotros cudas, y de las que criaren en ando viereis hacerse estas
cosas, conoced que está cerca,
aquellos días !
18 Orad pues que no acon- á las puertas.
tezca vuestra huida en invi- 30 De cierto os digo que no
erno.
pasará esta generación, que
19 Porque aquellos dias se- todas estas cosas no sean herán de aflicción, cual nunca chas.
fué desde el principio de la 31 El cielo y la tierra pasacreación que crié Dios, hasta rán, mas mis palabras no
este tiempo, ni será.
pasarán.
20 Y si el Señor no hubiese 32 Empero de aquel dia y
abreviado aquellos dias, nin de la hora, nadie sabe, ni
guna carne se s a l v a d a ; mas aun los ángeles que están en
por causa de 1 os escogidos que el cielo, ni el Hijo, sino el
éi escogié, abrevié aquellos Padre.
dias.
33 IT Mirad, velad y o r a d :
21 Y enténces si alguno os porque no sabéis cuando sera
dijere: H é aquí, aquí está el el tiempo.
C r i s t o ; é hé aquí, allí está, no 34 Como el hombre que parle creáis;
tiéndose lejos, dejé su casa, y
22 Porqueselevantaránfrtlsos dié facultad a sus siervos, y á
Cristos y falsos profetas, y da- cada uno su obra, y al portero
rán señales y prodigios, para mandé que velase.
engañar, si se pudiese hacer, 35 Velad pues, porque no saaun á los escogidos.
béis cuando el señor de la
23 Mas vosotros m i r a d : os casa v e n d r á ; si A la tarde,
lo he dicho antes todo.
ó á la media noche, ó al
24
Empero en aquellos canto del gallo, é á la m a dias, después de aquella aflic- ñana ;
ción, el sol se oscurecerá, y
Porque cuando viniere de
la luna no dará su resplan- repente, no os halle durmidor:
endo.
75
S . MARCOS, XIII. XIV.
37 Y las cosas que á vos- ungir mi cuerpo para la seotros digo, á todos las digo : pultura.
9 D e cierto os digo que donVeiad.
de quiera que fuere predicado este Evangelio en todo
el mundo, también esto que
CAPITULO XIV.
ha hecho estn, será dicho
Principio
de lapasion de Jesús. para memoria de ella.
Ultima cena, é institución
de 30 1f Enténces Judas Iscala Eucaristía.
Oración
en, riote, uno de los doce, vino á
el huerto.
El Señor es pre-\ los príncipes de los sacersentado á Caifas.
Negación dotes, pora entregárselo.
31 Y ellos oyéndote se holde San
Pedro.
garon, y prometieron que le
D O S dias después era l a darían dineros. Y buscaba
pascua, y los dias de los oportunidad como le entrepanes sin l e v a d u r a ; y procu- garía.
raban los príncipes de los 32 t" Y el primer dia de h
sacerdotes y los escribas como, fiesta de los panes sin levale prenderían por engaño, y dura, cuando sacrificaban la
le matarían.
pascua, sus discípulos le di2 Y decían : N o en el día de c e n : ¿ D ó n d e quieres que
la fiesta, porque no se haga vaj-amos á disponer para que
comas la pascua ?
alboroto del pueblo.
3 IT Y estando él en Betania 13 Y envia dos de sus discíen casa de Simón el leproso, pulos, y les d i c e : I d á la
y sentado á la mesa, vino una ciudad, y os encontrará tin
mujer teniendo un vaso de hombre que lleva un cántaro
alabastro de ungüento de nar- de a g u a ; seguidle:
do espique de mucho precio, y 14 Y donde entrare, decid al
quebrando el alabastro, der- señor de la casa: El maestro
rámeselo sobre su cabeza.
dice, ¿ D ó n d e está el apo4 Y hubo algunos que se eno- sento donde he de comer
jaron dentro de sí, y dijeron : la T
¿ P a r a qué se ha heclio este los?
desperdicio de ungüento ?
15 Y él os mostrará un gran
5 Porque podia esto ser ven- cenáculo y a preparado: adedido por mas de trescientos rezad para nosotros allídenarios, y darse á los po- 16 Y fueron sus discípulos,
bres. Y refunfuñaban contra y vinieron á la ciudad, y haella.
llaron como les habia dicho \
6 Mas Jesús d i j o : D e j a d l a : y aderezaron la pascua.
¿ p o r qué la fatigáis? buena 17 % Y llegada la tarde, fué
obra me ha hecho.
con los doce.
7 Que siempre tendréis los 38 Y como se sentaron á la
pobres con vosotros, y cuando mesa, y comiesen, dice Jequisiereis, les podréis hacer sus: D e cierto os digo que
- ' -no
- - •siempre
( j vosotros, que come
b i e n ; mas- •á *mí
conmigo, m e ha de entregar.
me tendréis.
8 Esta ha hecho lo que podia: 19 Entonces ellos comenzaron
á entristecerse, y »
porque se ha anticipado íl
Y
u
70
n
o
e
S. M A R C O S . X I V .
decirle cada uno por s í :
¿Seré y o ? Y el o t r o :
¿Seré
yo?
20 Y él respondiendo i e s
dijo: Uno de los doce que
moja conmigo en el plato.
21 A la verdad el l i n o del
Hombre va, como esta de él
escrito; mas ¡ ay de aquel
hombre por quien el Hijo del
Hombre es entregado ? Bueno
le fuera á aquel hombre, si
nunca hubiera nacido.
22 ^ Y estando ellos comiendo, tomó Jesús el pan, y
bendiciendo, partió, y les dio,
y dijo : Tomad, esto es mi
cuerpo.
2.*í Y tomando el vaso, habiendo hecho gracias, les dio:
Y bebieron de él todos.
24 Y les d i c e : Esto es mi
sangre del N u e v o P a c t o , que
por muchos es derramada.
25 D e cierto os digo que no
beberé mas del fruto de la
vid hasta aquel dia, cuando
lo beberé nuevo en el reino
de Dios.
2fí % Y como hubieron cantado el himno, se salieron al
monte de los Olivos.
27 Jesús entonces les d i c e :
Todos seréis escandalizados;
porque escrito e s t a : Heriré
al pastor, y serán derramadas
las ovejas.
28 Mas después que haya
resucitado, iré delante de
vosotros á Galilea.
21) Entonces Pedro le d i j o :
Aunque todos sean escandalizados, mas no y o .
30 Y le dice Jesús: D e cierto
te digo que tú, hoy, cu esta
noche, antes que el gallo haya
cantado dos veces, m e negarás tres veces.
Gi Mas él con mayor porfía
decía: Si me fuere menester
morir contigo.no te negaré.
77
También todos decían ló
mismo.
82 % Y vienen al lugar que
se llama Getsemané, y dice á
sus discípulos : Sentaos aquí,
entretanto que y o oro.
33 Y toma consigo á Pedro,
y á Jacobo, y á Juan, y comenzó á atemorizarse, y &
angustiarse ;
34 Y les d i c e : Está m u y
triste mi alma, hasta la muerte : esperad aquí, y velad.
35 Y yéndose un poco adelante se postró en tierra, y
oró, que si fuese posible, pasase de él aquella h o r a :
36 Y d e c í a : A b b a , P a d r e ,
todas las cosas son á tí posibles ; traspasa de m í esto
v a s o : empero no lo que y o
quiero, sino lo que tú.
37 Y vino, y Jos halló durmiendo;
y dice á P e d r o :
¿Simón, duermes? ¿ N o has
podido velar una hora?
38 Velad y orad, para que no
entréis en tentación: el espíritu á la verdad es presto,
mas la carne enferma.
39 Y volviéndose á ir, oró, y
dijo las mismas palabras.
40 Y vuelto, los halló otra
vez durmiendo, porque los
ojos de ellos estaban cargados, y no sabían que responderle.
41 Y vino la tercera v e z , y
les dice: Dormid y a y descansad : basta, la hora es v e n i d a ; hé aquí, el Hijo del
Hombre es entregado en manos de los pecadores.
42 Levantaos, v a m o s : hé
aquí e l que m e entrega está
cerca.
43 IT Y luego, aun hablando
él, vino Júda3, que ora uno
de los doce, y con él una
compañía con espadas y palos
de parte de los príncipes de
S. M A R C OS, X I V .
los sacerdotes, y de los escri- 56 Porque muchos decían
falso testimonio contra é l ;
bas, y de los ancianos.
44 Y el que le entregábales mas sus testimonios no conhabia dado señal común dici- certaban.
endo :
A l que y o besare,! 57 Entonces levantándose
aquel es i prendedle, y lie-i unos, dieron falso testimonio
vadle con seguridad.
i contra él, diciendo:
45 Y como vino, se acerco"! 58 Nosotros le hemos oído
l u e g o á é l , y le d i c e : Maestro, d e c i r : Y o derribaré este temMaestro. Y le besó.
¡ plo, que es hecho de mano, y
4(1 Entonces ellos echaron en en tres dias edificaré otro
él sus manos, y le prendi- hecho sin mano.
eron.
59 Mas ni aun así se concer47 Y uno de los que estaban taba el testimonio de ellos.
allí, sacando la espada, hirió 60 Entonces el sumo saceral siervo del sumo sacerdote, dote, levantándose en medio,
y le corté la oreja.
preguntó á Jesús, diciendo:
48 Y respondiendo Jesús, les ¿ N o respondes a l g o ? ¿Qué
dijo : ¿ Cómo á ladrón habéis atestiguan estos contra tí ?
salido con espadas y con palos 61 Mas él callaba, y nada
& tomarme ?
respondía.
E l sumo sacer49 Cada dia estaba con vos-l dote le volvió á preguntar, y
otros enseñando en el templo, le d i c e : ¿ E r e s tú el Cristo,
y no me tomasteis.
Mas, el Hijo del B e n d i t o ?
para que se cumplan las Es- 62 Y Jesús le d i j o : Y o soy:
crituras.
y veréis al Hijo del Hombre
50 Entonces dejándole todos sentado á la diestra de la
.potencia de Dios, y viniendo
sus discípulos, huyeron.
51 Empero un mancebillo le i en las nubes dul cielo.
seguía cubierto de una sábana 03 Entonces el sumo saccrsobre el cuerpo desnudo; y |dote, rasgando sus vestidos,
los mancebos le prendieron.
d i j o : ¿ Qué mas tenemos nc52 Mas él, dejando la sá ¡ cesidau de testigos ?
baña, se huyó de elk>3 des- I 04 Oído habéis la blasfemia:
¿
Qué os parece ? Y ellos tonudo.
53 í " Y trajeron á Jesús al dos le condenaron ser culpado
sumo sacerdote ; y se junta- de muerte.
ron á él todos los príncipes de i 65 Y algunos comenzaron &
los sacerdotes, y los ancianos, escupir en él, y cubrir su
y los escribas.
rostro, y á darle bofetadas,y
54 Emperu Pedro 1c siguió decirle: Prefetiza. Y los serde lejos hasta dentro del patio vidores le herían de bofetadas.
del sumo sacerdote: y estaba 66 IT Y estando Pedro abajo,
sentado con los servidores, en el atrio, v i n o una de
y calentándose al fuego.
las criadas del sumo sacer55 Y los príncipes de los sa- dote ;
cerdotes, y todo el concilio, 67 Y como v i o á Pedro que
buscaban algún
testimonio se calentaba, mirándole, dice:
contra Jesús, para entregarle Y tú con Jesús el Nazareno
á la m u e r t e ; mas no le halla- estabas.
ban.
08 Mas él negó diciendo: ><>
1
re
S. M A R C O S , X I V .
XV.
le conozco, ni sé lo que dices. pondes algo ? M i r a de cuanY se salid fuera á la entrada; tas cosas te acusan.
y cantó el gallo.
5 Mas Jesús ni aun con eso
G9 Y la criada viéndole otra respondió, de modo que P i l a t o
vez, comenzó á decir á los se maravillaba.
que estaban a l l í : Este es de 6 Empero en el día de la
ellos.
fiesta les soltaba un preso,
70 Mas él negó otra v e z . Y cualquiera que pidiesen.
poco después, los que esta- 7 Y habia uno que so llañan allí dijeron otra v e z á maba Barrabás, preso con sus
P e d r o : Verdaderamente tul compañeros de motin, que
eres de ellos; porque eres hablan hecho muerte en una
Galiléo.
revuelta.
71 Y él comenzó á malde- 8 Y viniendo la multitud,
cirse, y á jurar : N o conozco comenzó á pedir hiciese coa este hombre de quien ha- mo siempre les habia h e cho.
bláis.
72 Y el gallo cantó la se- 9 Y Pilato les respondió,
cunda v e z : y Pedro se acordó diciendo:
¿Queréis que os
de las palabras que Jesús le suelte al r e y de los Judíos?
habia dicho: Antes que el 10 Porque conocía que por
gallo cante dos veces, me envidia le habían entregado
negarás tres v e c e s : y pen- los príncipes de los sacersando en esto, lloroba.
dotes.
11 Mas los príncipes de los
sacerdotes incitaron á la multitud, que les soltase antes &
CAPITULO XV.
*
Barrabás.
12 Y respondiendo P i l a t o ,
Jesús es presentado
á
Piloto,] les dice otra v e z :
¿Qué
azotado,
coronado
de espi- pues queréis que haga del
nas, y crucificado
entre
dos que llamáis r e y de los J u ladrones.
Prodigios
que su- díos?
ceden en su muerte;
y cómo 13 Y ellos volvieron á dar
fué sepultado.
i v o c e s : Crucifícale.
14 Mas Pilato les d e c i a :
L U E G O por la mañana, ¿Pues qué mal ha h e c h o ?
habiendo tenido consejo Y ellos daban mas v o c e s :
los príncipes de los sacerdotes Crucifícale.
con los ancianos, y con los 15 Y Pilato, queriendo satisescribas, y con todo el con- facer al pueblo, les solté á
cilio, llevaron á Jesús atado,, Barrabás, y entregó á Jesús,
y le entregaron á Pilato.
después de azotarle, para que
2 Y Pilato le preguntó:! fuese crucificado.
; Eres tú el rey de los Judíos ? 10 lf Entonces Jos soldados
Y respondiendo él, le dijo: le llevaron dentro á la sala,
Tú lo dices.
i es á saber, al pretorio, y con3 Y los príncipes de los sa-l vocan toda la cohorte,
cerdotes le acusaban mucho,
17 Y le visten de púrpura;
4 Y le preguntó otra vez y poniéndole una corona t e Hiato, diciendo: ¿ N o res- j i d a de espinas,
79
Y
1
:
á. M A I t C O S , X V .
18 Comenzaron luego á saludarle : Salve, rey de los
Judíos.
19 Y le herían en la cabeza
con una caña, y escupían en
él, y le adoraban hincadas
las rodillas.
20 Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la
ropa de púrpura, y le vistieron sus propios vestidos, y
le sacaron para crucificarle.
21 Y cargaron á uno que
pasaba, (Simón Cirenéo, padre de Alejandro y de Rufo,
que venia del campo) para
que llevase su cruz.
22 Y le llevau al lugar de
Gólgota, que declarado, quiere d e c i r ; L u g a r de la Calavera.
23 Y le dieron á beber vino
mezclado con mirra : mas él
no lo t o m ó .
24 Y cuando le hubieron
crucificado, repartieron sus
vestidos echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada
uno. .
25 Y era la hora de las tres
cuando le crucificaron.
26 Y el título escrito de su
causa e r a : E L R E Y D E LOS
JUDÍOS.
27 Y crucificaron con él dos
ladrones, uno á su derecha, y
el otro á su izquierda.
28 Y se cumplió la Escritura
que d i c e : Y con los inicuos
fué contado.
29 1" Y los que pasaban, le
denostaban meneando sus cabezsa, y diciendo: A h , t ú q u e
derribas el templo de Dios, y
en tres dias lo edificas,
30 Sálvate á tí mismo, -y
desciende de la cruz.
31 Y de esta manera también los príncipesde los sacerdotes escarneciendo, decían
unos a otros, con los escri80
bus: A otros salvo, & sí mismo no se puede salvar.
«2 El Cristo, rey de Israel,
descienda ahora de la cruz
para que veamos y creamos,
También los que estaban crucificados con el,Ie denostaban.
33 Y cuando vino la hora de
sexta, fueron hechas tínio*
biüs sobre toda la tierra,
hasta la hora de nona.
34 Y á la hora de nona esclamó Jesús á gran voz, diciendo : Eloi, Eloi, ¿lamina
sabacbthani ? que declarado,
quiere d e c i r : Dios m i ó , Dios
mió, ¿ por qué me lias desamparado ?
35 Y oyéndole unos de los
que estaban allí, d e c í a n : He*
aquí, Huma á Elias.
36 Y corrió uno, y empapando una esponja en vina*
gre, y poniéndola en una
caña, le dio á beber, diciend o : Dejad, veamos si vendrá
Elias á quitarle.
37 Mas Jesús, dando una
g r a n d e v o z , espiré.
33 Entonces el velo del templo se raágé en dos de alto á
bajo.
39 Y el centurión, que estaba
delante de é l , viendo que
había espirado así clamando,
d i j o : Verdaderamente este
hombre era el Hijo de Dios.
40 Y también estaban algunas mujeres mirando do
lejos ; entre las cuales estabit
María Magdalena, y Marín la
madre de Jacobo el mcnor,y
de José, y S a l o m é ;
41 Las cuales, estando aun
él en Galilea, le habían seguido, y le servían ; y otras
muchas que juntamente con
él habían subido á Jcru*
salem.
42
Y cuando fué la tarde,
porque era la preparación, es
S. M A R C O S , X V . X V I .
al lado derecho, cubierto de
una ropa larga blanca: y se
espantaron.
0 Mas él les d i c e : N o os
asustéis: buscáis á Jesús N a zareno, el qué fué crucificado : resucitado ha ; no está
aquí : hé aquí el lugar en
donde le pusieron.
7 M a s id, decid á sus discípulos, y á Pedro, que él v a
antes que vosotros á Galilea :
allí le veréis, como os dijo.
8 Y ellas se fueron huyendo
del sepulcro ; porque las había
tomado temblor y espanto;
ni Uecian nada á nadie, porque tenían miedo.
9 % Mas como Jesús resucité
por la mañana, el primer dia
So la semana, apareció primeramente, á M a r í a Magdalena, de la cual había echado
siete demonios.
10 Yendo ella, lo hizo saber
CAPITULO X V I .
i los que lmbhm estado con é l ,
que estaban tristes y llorando.
Resurrección de Jesús: opa- 11 Y ellos como oyeron que
récese á la Magdalena, y á vívia, y que había sido visto
los discípulos y apóstoles; y de ella, no lo creyeron.
envía d estos ti bautizar y d 12 1f M a s después apareció
predicar el Evangelio.
Su en otra forma á dos de ellos
ascensión á los cielos.
que iban caminando, yendo
al campo.
COMO pasó el Sábado, 13 Y ellos fueron, y lo hiciM a r í a Magdalena, y eron saber á los otros ; y ni
María madre de Jacobo, y aun á ellos creyeron.
Salome", compraron drogas 14 IT Finalmente se apareció
aromáticas, para venir á un- á loa once mismos, estando
girle,
sentados á la mesa, y censu2 Y m u y de mañana, el pri- róles su incredulidad, y dumer dia de la Bemana, vienen reza de corazón, que no hual sepulcro, ya salido el sol.
biesen creído á los que le ha3 Y decían entre s í : ¿Quién bían visto resucitado.
nos revolverá la piedra de la 15 Y les dijo : I d por todo e
puerta del sepulcro?
mundo ; predicad el E v a n 4 Y como miraron, ven la gelio á toda criatura.
piedra revuelta; que era muy 10 E l que creyere, y fuere
grande.
bautizado, será s a l v o ; mas el
5 Y entradas en el sepulcro, ique no creyere, será condevieron un mancebo sentado nado.
81
decir, la víspera del Sábado,
43 José de A r i m a t é a , senador noble, que también esperaba el reino de Dios, vino, y
osadamente entró á Pilato, y
pidió el cuerpo de Jesús.
44 Y Pilato se maravilló que
ya fuese muerto ; y haciendo
venir al centurión, preguntóle
si era y a muerto.
45 Y enterado del centurión,
dio el cuerpo á J o s é :
40 El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana, y le
puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña; y
revolvió una piedra á la
puerta del sepulcro,
47 Y María Magdalena, y
María madre de Joses, miraban donde era puesto.
Y
S. LUCAS. 1.
17 Y estas señales seguirán
ó los que c r e y e r e n : En mi
nombre echarán fuera demonios ;
hablarán nuevas
lenguas;
Ls Quitarán serpientes ; y si
bebieren cosa mortífera, no
les dañará: sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán.
19 1f Y el Señor, después que
les habló, fué recibido arriba
en el cielo, y sentóse á la
diestra de Dios.
20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con las
señales que se seguían.
EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO
SEÑOR JESU-CRISTO SEGÚN
S. LUCAS.
CAPITULO I.
El ángel Gabriel anuncia el
nacimiento de San Juan el
Precursor,
y de Jesús el
Hijo de Dios. Visita Alaria
ú Santa Elisabeth.
Cántico
de la Virgen,
nacimiento
de San Juan.
Cántico de
Zacarías.
Los
prodigios
qw antes y después sucedieron.
H
A B I E N D O muchos tentado á poner en orden la
historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertfsimas,
2 Cuino nos lo enseñaron los
que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron
ministros de la palabra;
•i M e h a parecido también á
mi, después de haber enten-
dido todas las cosas desde el
principio con diligencia, escribirteíaa por orden, oh muy
buen Teófilo,
4 Para que conozcas la verdad de las cosas, en las cuales
lias sido enseñado.
5 O u n o en los dias de Her í ródes, rey de Judéa,
un sacerdote llamado Zacarías, de la suerte de
A b í a s ; y su mujer, de las
hijas de Aaron, llamada Elisabet.
0 Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin
reprehensión en todos loa
mandamientos y estatutos del
Señor.
7 Y no tenían h i j o ; porque
Elisabctera estéril, y ambos
eran avanzados en dios.
8 Y auconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio
S. LUCAS, T.
ciclante de Dios por el orden )dia que esto sea hecho; por
' cuanto no creíste á mis palade su v e z ,
9 Conforme íí la costumbre bras, las cuales se cumplirán
del sacerdocio, salió en suerte á su tiempo.
á poner el incienso, entrando 21 Y el pueblo estaba esperando á Zacarías, y se maraen el templo del Señor,
10 Y toda la multitud del villaban de que él se detuviese
pueblo estaba fuera orando á en el templo.
la hora del incienso.
22 Y saliendo, no les podia
11 Y se le apareció el ángel hablar: y entendieron que
del Señor puesto en pió á la habia visto visión en el temderecha del altar del inci- plo : y él les hablaba por
señas, y quedó mudo.
enso.
12 Y se turbó Zacarías vién- 23 Y fué, que cumplidos los
dias de su oficio, se YÍno á su
dote, y cayó temor sobre él.
13 Mas el ángel le d i j o : Za- casa.
carías, no temas; porque tu 24 Y después de aquellos
oración ha sido o i d a ; y tu dias concibió su mujer Elisamujer Elisabet te parirá un bet, y se encubrió por cinco
hijo, y llamarás su nombre meses, diciendo:
Juan.
25 Porque el Señor me ha
14 Y tendrás gozo y alegría! hecho así en los dias en que
y muchos se gozarán de su miró para quitar mi afrenta
éntrelos hombres.
nacimiento.
13 Porque será grande de- 2ti lf Y al sexto mes el ángel
lante de D i o s ; y no beberá Gabriel fué enviado de Dios á
vino ni sidra; y será lleno del una ciudad de Galilea, llaEspíritu Santo aun desde el mada N a z a r e t ,
seno de su madre.
27 A una virgen desposada
16 Y á muchos de los hijos con un varón que se llamaba
de Israel convertirá al Señor José, de la casa de D a v i d ;
Dios de ellos.
y el nombre de la virgen era
17 Porque él irá delante de María.
él con el espíritu y virtud de 28 Y entrando el ángel adonElias, para convertir los co- de estaba, dijo : ¡ S a l v e , muy
razones de los padres á los favorecida! el Señor es conhijos, y los rebeldes á la pru- tigo : bendita tú entre las
dencia de los justos, para mujeres.
aparejar al Señor un pueblo 29 Mas ella cuando le v i o , se
apercibido.
turbó de sus palabras, y pen18 Y dijo Zacarías al ángel saba qué salutación fuese
¿ En qué conoceré esto ? por esta.
que y o soy vicj'o, y mi mujer 30 Entonces el ángel le di.ío:
avanzada en días.
María, no temas, porque has
19 Y respondiendo el ángel, hallado gracia cerca de Dios.
le d i j o : Y o soy Gabriel, que 31 Y he aquí que concibirás
estoy delante de D i o s ; y soy en tu seno, y parirás un
enviado á hablarte, y á darte, hijo, y llamarás su nombre
estas buenas nuevas.
JKSÜS.
20 Y hé aquí estarás mudo ' 32 Este será grande, y será
y no podrás hablar, hasta el llamado Hijo del A l t í s i m o ; y
83
G-¿
1
1
1
S.
L U ÍÜAS,
T.
le dará el Señor Dios el trono creyó, porque se cumplirán
las cosas que le fueron dichas
de David su padre,
3;l Y reinará en la casa de de parte del Señor.
Jacob por siempre; y de su 40 1f Entonces M a r í a d i j o :
Engrandece mi alma al Sereino no habrá fin.
34 Entonces Alaría dijo al ñor.
ángel:
¿ Cómo será esto ? 47 Y mi espíritu se alegró en
porque no conozco varón.
Dios mi Salvador.
35 Y respondiendo el ángel | 48 Porque ha mirado á la
le d i j o : E l Espíritu Santo¡ bajeza de su c r i a d a : porque
vendrá sobre tí, y la virtud |hé aquí, desde ahora me dirán
del Altísimo te hará sombra; i bienaventurada todas las gepor lo cual también lo Santo |neraciones.
ue nacerá, será llamado Hijo i 49 Porque me ha hecho
e Dios.
grandes cosas el Poderoso : y
S6 Y hé aquí, Elisabet tu santo es su nombre.
parlenta, también ella ha 50 Y su misericordia de geconcebido hijo en su v e j e z ; y neración á generación á los
este es el sexto mes á ella que que le temen.
es llamada la e s t é r i l :
51 Hizo valentía con su
37 Porque ninguna cosa es brozo : esparció los soberbios
del pensamiento de su coraimposible para Dios.
38 Entonces María d i j o : He* zón.
aquí la criada del Señor;, 52 Quitó los poderosos de los
hágase á m í conforme á tu! tronos, y levantó á los hupalabra. Y el ángel partió mildes.
de ella.
53 A los hambrientos hin39 IT E n aquellos dias le- chió de bienes; y á los ricos
vantándose María, futí á la envió vacíos.
montaña con priesa, á una 54 Recibió á Israel su siervo,
ciudad de Judá,
acordándose de la miseri40 Y entró en casa de Zaca- cordia,
55 Como habló á nuestros
rías, y saludó á Elisabet.
41 Y aconteció, que como padres, á A b r a h a m y á su
oyó Elizabet la salutación de simiente para siempre.
María, la criatura saltó en 56 Y se quedó M a r í a con ella
su v i e n t r e ; y Elisabet fué como tres meses: después se
llena de Espíritn Santo,
volvió á su casa.
42 Y exclamó á gran v o z , y 57 1f Y á Elisabet se le cumd i j o : Bendita tú entre las plió el tiempo de parir, y parlo
mujeres, y bendito el fruto de un hijo,
58 Y oyeron los vecinos y
tu vientre.
43 ¿ Y de dónde esto á mí, los parientes que Dios había
que la madre de mi Señor hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con
venga á mí ?
44 Porque hé
aquí, que ella
como llegó la voz de tu salu- 59 Y aconteció, que al octavo
tación á mis oídos, la cria- dia vinieron para circuncidar
tura saltó de alegría en mi al niño, y le llamaban del
nombre de su padre, Zavientre.
45 Y bienaventurada i a que carías.
84
3
S. L U C A S , I . I I .
60 T respondiendo su ma- lante do él, todos los días
dre, d i i o : N o ; sino Juan será nuestros.
llamado.
6 Y tú, niño, profeta del
61 Y le dijeron: ¿ P o r q u é ? Altísimo serás llamado : pornadie hay en tu parentela que irás ante la faz del S e que se llame de este nombre. ñor, para aparejar sus ca02 Y hablaron por señas á minos,
su padre, como le quería 77 Dando conocimiento de
llamar.
salud á su pueblo, para remi63 Y demandando la tablilla, sión de sus pecados,
escribid, diciendo: Juan es 78 Por las entrañas de misesu nombre. Y todos se mara- ricordia de nuestro Dios, con
villaron.
que nos visité de lo alto el
64 Y luego fué abierta s » oriente,
boca, y su lengua, y hablé 79 P a r a dar luz á los que habendiciendo á Dios.
bitan en tinieblas y en sombra
05 Y fué un temor sobre de m u e r t e ; para encaminar
todos los vecinos de e l l o s : y nuestros pies por camino de
en todas las montañas de paz.
Judéa fueron divulgadas to- 80 Y el niño crecía, y se fordas estas cosas.
talecía en espíritu; y estuvo
66 Y todos los que las oían. en los desiertos hasta el dia
las conservaban en su cora- que se mostré á Israel.
zón, diciendo: ¿Quién será
este niño ? Y la mano del
CAPITULO II.
Señor estaba con él,
C7 IT Y Zacarías su padre fué Jesús vace en Bethlehem; es
anunciado por los ángeles á
lleno de Espíritu Santo, y
los pastores; y circuncidado
profetizó, diciendo:
al octavo dia: cántico y pro08 Bendito el Señor Dios de
fecía de Simeón. Jesús á los
Israel, que ha visitado y hedoce años disputa enel Temcho redención á su pueblo.
plo con los doctores de la ley.
00 Y nos alzé un cuerno de
salvación en la casa de David
Vive enNazaret sujeto ü sus
su siervo,
padres.
7ü Como hablé por boca de
A C O N T E C I Ó en aquellos
Bus santos profetas, que fueron
días, que saüé edicto de
desde el principio:
71 Salvación üe nuestros ene- parte de Augusto César, que
migos, y de mano de todos los toda la tierra fuese empadronada.
que nos aborrecieron;
72 Para hacer misericordia 2 Este empadronamiento pricon nuestros padres, y acor- mero fué hecho, siendo C ¡ renio gobernador de la Siria.
dándose de su santo pacto;
73 Del juramento que juré á 3 E iban lodos para ser emAbraham nuestro padre, que padronados, cada uno á su
ciudad.
nos ] tabia de dar,
71 Que sin temor, librados 4 Y subid José de Galilea, de
de nuestros enemigos, le ser la ciudad de N a z a r e t , á Judéa,
á la ciudad de D a v i d , que se
vi riamos
75 En santidad y justicia de- llama Bethlehem, por cuanto
65
1
Y
B. LUCAS» II.
era de la casa y familia de
David,
5 Para ser empadronado con
M a r í a su mujer,desposadacon
él, la cual estaba en cinta.
c Y aconteció, que estando
ellos alií, se cumplieron los
días en que ella había de parir.
7 Y parió & su hijo primogénito y le envolvió en pañales,
y acostóle en un pesebre ; porque no había lugar para ellos
en el mesón.
8 l í Y" había pastores en la
misma tierra, que velaban y
guardaban las vigilias de la
noche sobre su ganado.
9 Y hé aquí el ángel del
Señor vino sobre ellos, y la
claridad de Dios los cercó
de resplandor ; y tuvieron
gran temor.
i
10 Mas el ángel les dijo : N o
temáis, porque lié aquí os doy
nuevas de gran gozo, que será
para todo el pueblo:
11 Que os ha nacido hoy,
en la ciudad de D a v i d , un
Salvador, que es Cristo el
Señor.
12 Y esto os será por señal:
hallaréis al niño envuelto en
pañales, echado en un pesebre.
1¿ Y repentinamente fué con
el ángel una multitud de los
ejércitos celestiales, que alababan á Dios, y decían :
14 Gloria en las alturas á
Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres.
15 Y aconteció, que como los
ángeles se fueron de ellos al
cielo,los pastores dijeron los
unos á los otros: Pasemos,
pues, basta P.ethlebem.y veamos esto que ha sucedido, y
que el Señor nos ha manifestado.
10 Y vinieron apriesa, y ha86
liaron á Marín, y á José, y al
niño acostado en el pesebre.
17 Y viendo^, hicieron notorio lo que les había sido
dicho del niño.
18 Y todos los que oyeron,
se maravillaron de lo que los
pastores les decían.
19 Mas María guardaba todas estas cosas eouflriéndo/rtj
en su corazón.
20 Y se volvieron los pastores
glorificando y alabando á Dios
de todas las cosas que habían
oído y visto, como les había
sido dicho.
21 IT 1* pasados los ocho difis
para circuncidar al niño, llamaron su nombre Jesus, el
cual h fué puesto por el ángel
antes que él fuese concebido
en el vientre.
22 Y como se cumplieron los
dias de la purificación de
ellos, conforme á la ley de
Moisés, le trajeron á Jerusalem para presentarte a!
Señor;
23 (Como está escrito en la
ley del Señor: Todo varón
que abriere la matriz, será
llamado santo al S e ñ o r : )
24 Y para dar la ofrenda,
conforme á lo que está diclio
en la ley del Señor, un par
de tórtolas, ó dos palominos.
25 Y hé aquí, había un hombre en Jerusalem, llamado
Simeón, y esto hombre, justo
y pió, esperaba la consolación
de I s r a e l ; y el Espíritu Santo
era sobre él.
26 Y había recibido respuesta
del Espíritu Santo, que no
veria la muerte antes que viese al Cristo del Señor.
27 Y vino por Espíritu ni
templo. Y cuando metieron
al niño Jesus sus padres <n ti
templo para hacer por éi con-
S. LUCAS, IL
forme á la costumbre de la lecíuse, y se henchía de sabiley,
duría ; y la gracia de Dios era
2S Entonces él le tomé en sobre él.
sus brazos, y bendijo á Oíos, 41 % E iban sus padres todos
y dijo:
los anos á Jerusalem en la
29 Ahora despides, Señor, á fiesta de la Pascua.
tu siervo, conforme á tu pala- 42 Y cuando fué de doce
bra, en p a z :
años, subieron ellos á Jerusa80 Porque han visto mis ojos lem conforme á la cos turn bps
del día de la fiesta.
tu Salvación,
31 L a cual has aparejado en 43 Y acabados los dias, v o l presencia de todos los pu- viendo ellos se quedé el niño
eblos ;
Jesús en Jerusalem sin sa32 Luz para ser revelada á berlo José y su madre.
los Gentiles, y la gloria de tu 44 Y pensando que estaba en
pueblo Israel.
la compañía, anduvieron ca33 IT Y José y su madre esta- mino de un dia ; y le buscaban
ban maravillados de las cosas entre los parientes y entre los
conocidos.
que se decían de él.
34 Y los bendijo Simeón, y 45 Mas como no le hallasen,
dijo á su madre M a r í a : l i é volvieron á- Jerusalem busaquí que este es puesto para cándole.
caída y para levantamiento 46 Y aconteció, que tres dias
de muchos en Israel, y para se- después le hallaron en el T e m ñal á la que será contradicho plo sentado en medio de Í03
35 Y una espada traspasará doctores, oyéndoles y preguntu alma de tí misma, para que tándoles.
sean manifestados los pensa- 47 Y todos los que le oían, se
mientos de muchos corazones. pasmaban de su entendimi30 Estaba también allí A n a , ento y de sus respuestas.
profetisa, hija de Fanuel, de 48 Y cuando le vieron, se mala tribu de A s e r ; la cual ravillaron; y díjole su mahabía venido en grande edad, d r e : Hijo ¿ P o r qué nos has
y habla v i v i d o con su marido hecho así? H e aquí, tu padre
siete años desde su virgini- y yo te hemos buscado con
dad.
, dolor.
37 Y era viuda de hasta! 4» Entonces él les d i c e : ¿ Qué
ochenta y cuatro años, que h a y ? por qué me buscabais?
no se apartaba dei templo, ¿ N o sabíais que en.los negosirviendo de noche y de día cios de mi Padre me conviene
con ayunos y oraciones.
estar ?
38 Y esta sobreviniendo en la 50 Mas ellos no entendieron
misma hora, juntamente con- as palabras que les habló.
fesaba al Señor, y hablaba de 51 Y descendió con ellos, y
él á todos los que esperaban vino á Kazaret, y estaba sula redención en Jerusalem.
jeto á ellos.
Y su madre
30 IT Mas como cumplieron guardaba todas estas cosas en
todas las cosas según la ley su corazón.
del Señor, se volvieron á Ga- 52 Y Jesús crecía en sabililea, á su ciudad de Ñazaret. duría, y en edad, y en gr¡n-¡¡i
40 Y el niño crecía, y forta- para con Dios y los hombres.
87
S. LUCAS, I I I .
9 Y y a también el hachn
está puesta á la raiz de los
Predicación
y bautismo de San árboles: todo árbol pues que
no
hace buen fruto, es corJuan:
Va Jesús ü ser bautizado,
v prodigios
que suce- tado, y echado en el fuego.
1
0
Y las gentes le preguntaden.
Genealogía
de Jesús.
ban, diciendo : ¿ Pues qué haE N el año quince del Im- remos ?
perio de Tiberio César, si- 11 Y respondiendo, les dijo:
endo gobernador de Judéa El que tiene dos túnicas, dé
Poncio Pilato, y Heredes te- al que no t i e n e ; y el que
trarca de Galilea, y su her- tiene que comer, haga lo
mano Pilipo tetrarcade Itnréa mismo.
y de la provincia de Traco- 12 Y vinieron también puhite, y Lisanias tetrarca de blícanos para ser bautizados,
AbiJinia,
y le dijeron: ¿ M a e s t r o , qué
i Siendo sumos sacerdotes haremos ?
Anas y Caifas, vino palabra 13 Y él les d i j o : N o exijáis
del Seuor sobre Juan, hijo de mas de lo que os está ordeZacarías, en el desierto.
nado.
3 Y él vino por toda la tierra 14 Y le preguntaron también
alrededor del Jordán, predi- los soldados, diciendo: Y noscando el bautismo de arre- otros, ¿qué haremos? Y les
pentimiento para la remisión d i c e : N o hagáis extorsión
á nadie, ni calumniéis; y
de pecados;
4 C o m o está escrito en el contentaos con vuestras palibro de las palabras del P r o - gas.
feta Isaías, que d i c e : Voz del 1.5 Y estando el pueblo espeque clama en el desierto: rando, y pensando todos de
Aparejad el camino del Señor, Juan en sus corazones, si él
haced derechas sus sendas.
fuese el Cristo,
5 Todo valle se henchirá, y 16 Respondió Juan, diciendo
bajarnse todo monte y collado; á t o d o s : Y o , á la verdad, os
y los caminos
torcidos serán bautizo en a g u a ; mas viene
enderezados, y los caminos quien es mas poderoso que
y o , de quien no soy digno de
ásperos allanados;
6 Y verá toda carne la salva- desatar la correa de sus zapatos : él os bautizará en
ción de Dios.
7 Y decía á las gentes que Espíritu Santo y f u e g o ;
salían para ser bautizadas de 17 Cuyo bieldo está en su
é l : Oh generación de víbo- .mano, y limpiará su era, y
ras, ¿quién os enseñé á huir [juntará el trigo en su alfolí, y
de la ira que vendrá ?
la paja quemará en fuego que
8 Haced, pues, frutos dignos nunca se apagará.
de arrepentimiento, y no co- 18 Y" amonestando, otras mumencéis á decir en vosotros chas cosas también anunciaba
m i s m o s : Tenemos á A b r a - al pueblo.
ham por p a d r e : porque os 19 Entonces Heredes el ted i i ' o q u e puede Dios, aun de trarca, siendo reprendido por
estas piedras, levantar hijos á él á causa de Herodfau, mujer
Abrabam.
de Filipo su hermano, y de
CAPITULO III.
Y
S. L U C A S , III.
IV.
tortas las maldades que había 32 Que fué de Jesse, que fué
hecho Heredes,
de Obed, que fué de Booz, (pie
20 Añadió también esto sobre fué de Salmón, que fué de
todo, que encerró á Juan en Naason,
la cárcel.
33 Que fuéde A m i n a d a b , que
21 IT Y aconteció que, como fué de A r a m , que fué de E s todo el pueblo se bautizaba, rom, que fué de Fáres, que
también Jesús fuese bauti- fué de Judá,
zado ; y orando, el cielo se 34 Que íité de Jacob, que fué
abrió, de Isaac,que fué de A b r a h a m ,
22 Y descendió el Espíritu que fué de T a r a , que fué de
Santo sobre el en forma cor- Nacor,
poral, como paloma, y futí 35 Que fué de Saruch, que
hecha una v o z del cielo que fué de Ragau, que fué de F a decía: T ú eres mi hijo amado, lce, que fué de Heber, que fué
en tf me he complacido.
de Sala,
23 IT Y el mismo Jesús comen- 36 Que fué de Cainan, que
zaba á ser como de treinta fué de A r f a x a d , que fué de
años, hijo de José', como se Sem, que fué de í í o é , que fué
de Lamech,
creia, que fué hüo de E l í ,
24 Que fué de M a t a t , que fué 37 Que fué de Matusalá, que
de L e v í , que fué de Melqui,que fué de Enoc,quc fuéde Jared,
fué de Janne, que fué de José, que fué de M a i a l e e l , q u e fué
25 Que fué de Matatías, que de Cainan,
fué de Amos, que fué de K a - 38 Que fué de Enós, que fué
lium, que fué de Eslai, que de Set, que fué de A d a m , que
fué de Naggai,
fué de Dios.
26 Que fue de Maat, que fué
de Matatías, que fué de Semci, que fué de José, que fué
CAPITULO IV.
de Judas,
27 Que tué de Joana, que fué Ayuno y tentación de Jesude líesa, que fué de Zorobabel,
cristo en
d sierfo.
Preque fué de Salathiel, que fué
dica en Nazaret.
Va á Cade N e r i ,
ji/tarnaum, donde libra d un
energúmeno: cura á la sue28 Que fué de Melquí, que
gra de San Pedro;
y hace
fué de Addi, que fué de Cosam,
otros muchos milagros,
que fué de Elmodam, que fue
do Er,
29 Que fué de Josué, que fué
J E S Ú S , Heno de Espíritu
de Elieser, que fué de Jorim,
Santo, volvió del Jordán,
que fué de Matat, que fué de y fué llevado por el Espíritu
Leví,
al desierto,
30 Que fué de Simeón, que 2 P o r cuarenta días, y era
fué de Judá, que fué de José, tentado del diablo.
Y no
que fué de Jonan, que fué de comió cosa en aquellos d í a s :
Eliaquim,
los cuales pasados, tuvo ham31 Que fué de Meléas.que fué| bre.
de M c n n n , q u e f u é d e M a t a t a . :t Entonces el diablo le d i j o :
que fué de Ñ a t a n , que fué dé Si eres Hijo de Dios,df á esta
David,
piedra que se haga pan.
Y
S. LUCAS, IV.
4 Y Jesús respondiéndole, dij o : Escrito está: Que no con
pan solo vivirá el hombre,mas
con toda palabra de Dios.
5 Y le llevó el diablo á un
alto monte, y le mostró en un
momento de tiempo todos los
reinos de la t i e r r a ;
6 Y le dijo el diablo: A t í
te daré toda esla potestad, y
la gloria de ellos; porque á
m í es entregada, y á quien
quiero la doy.
7 Tues si tu adorares delante
de mí, serán todos tuyos.
8 Y respondiendo Jesús, le
dijo: Vote de mí.
Satanás:
jorque escrito e s t a : A tu Señor Dios adorarás, y á él solo
servirás.
9 Y le llevó á Jerusalem, y
púsole sobre las almenas del
T e m p l o , y le d i j o : SI eres
Hijo de Dios, échate de aquí
abajo.
10 Porque escrito e s t á : Que
á sus ángeles mandará de tí,
que te guarden;
11 Y en las manos te llevarán, porque no danés tu pié
3Ji piedra.
12 Y respondiendo Jesús, le
d i j o ; Dicho está: N o tentarás al Señor tu Dios.
J 3 Y acabada toda tentación,
el diablo se fué de él por algún
tiempo
14 % Y Jesús v o l v i ó en v i r tud del Espíritu á Galilea, y
Balió la fama de él por toda la
tierra de alrededor.
15 Y él enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado de todos.
2fi1[ Y v i n o á Nnzaret, donde
había sido c r i a d o ; y entró,
conforme á su costumbre, el
diadel Sábado en la sinagoga,
y se levantó á leer.
IT Y fuéle dado el libro del
profeta I s a í a s : y como abrió
üu
el libro, halló el lugar donde
estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor ts
sobre m í , por cuanto me lia
ungido para dar buenas nuevas á los pobres; me lia
enviado para sanar los quebrantados
de corazón:
para
pregonar á los cautivos libertad, y á los ciegos v i s t a ; para
poner en libertad á los quebrantados ;
19 Para predicar el año agradable del Señor.
20 Y rollando el libro, lo dio
ni ministro, y sentóse: y los
ojos de todos en la sinagoga
estaban lijos en él.
21 Y comenzó á decirles:
H o y se ha cumplido esta escritura en vuestros oidos.
22 Y todos le dabau testimonio, y estaban maravillados
de sus palabras de gracia que
salían de su boca, v decían:
¿ N o es este el hijo de José ?
23 Y les dijo: Sin duda me
diréis este refrán: Médico,
cúrate á tí mismo : de tantas
cosas que hemos oído haber
sido hechas en Capernainii,
haz también aquí en tu tierra24 Y dijo : D e cierto os (ligo,
que ningún profeta es acepto
en su tierra.
25 M a s en verdad os digo,
que muchas viudas había,en
Israel en los días de Elias,
cuando el cielo fué cerrado
por tres años y seis meses,
que hubo una grande hambre
en toda la tierra ;
26 Pero á ninguna de ellas
fué enviado Elias, sino á fiare pt a de Sidon, á una mujer
viuda.
27 Y muchos leprosos linhia
en Israel en tiempo del profeta Elíseo; mas ninguno de
ellos fué limpio, sino Naaiua*
el Siró.
S; LUCAS, I V . V .
28 Entonces todos en la sitf: y
.
nagoga fueron llenos de ira, lueg?o,les
oyendo estas cosas;
40 % Y poniéndose el sol, to29 Y levantándose, le echa- dos los que tenían enfermos
ron fuera de la ciudad, y le de diversas enfermedades, los
llevaron hasta la cumbre del traían á é l : y él. poniendo
monte, sobre el cual la ciudad las manos sobre cada uno de
de ellos cataba edificada,para ellos, los sanaba.
despeñarle.
41 Y salían también demo30 Mas él, pasando por medio nios de muchos, dando v o de ellos, se fué.
I ces, y diciendo: T ú eres el
31 *iT Y descendió á Caper-1 Hijo de D i o s : mas riñénnuuin, ciudad de Galilea, y rioles no les dejaba h a b l a r ;
alH los enseñaba en los sá- porque sabían que él era el
Cristo.
bados.
32 Y se maravillaban de su i 421f Y siendo y a de día salió,
doctrina, porque su palabra y se fué á un lugar desierto : y
era con potestad.
| las gentes le buscaban, y viniY estaba en l a sinago- eron hasta é l ; y le detenían
ga un hombre que tenía un para que no se apartase de
espíritu de un demonio in- ellos.
mundo, el cual exclamé á 43 Mas él les dijo : Que tamgran voz,
bién á otras ciudades es nece34 Diciendo: Déjanos, ¿Qué sario que anuncie el Evangelio
tenemos contigo, Jesús N a - del reino de D i o s ; porque para
zareno? ¿ H a s venido á des- esto soy enviado.
truirnos ?
Y o te conozco 44 Y predicaba en las sinaquién eres, el Santo de Dios. gogas de Galilea.
35 Y Jesús le increpé, diciendo : Enmudece, y sal de
él.
Entonces el demonio,
CAPITULO V.
derribándole en medio, salid
de él, y no le hizo daño al- Predica Jesús desde la barca
guno.
de Pedro; pesca milagrosa
de este. Curación de un leMO Y hubo espanto en todos,
proso y de un
paralítico.
y hablaban unos á otros diciVocación de Mateo. Por qué
endo: ¿Qué palabra es esta,
no ayunaban los discípulos
que con autoridad y potencia
de Jesús.
manda á los espíritus inmundos, y salen ?
37 Y la fama de él se divulA C O N T E C E N , que estangaba de todas partos por todos
do él junto al lago de Gclos lugares de la comarca.
nezaret, las gentes se agol38 f y levantándose Jesús paban sobre él para oir la pade la sinagoga, entró en labra de Dios.
casa de Simón ; y la suegra 2 Y v i o dos barcos que estade Simón estaba con una ban cerca de la orilla del l a g o :
grande fiebre ; y le rogaron y los pescadores, habiendo
por i Un.
descendido de ellos, lavaban
3ÍI É inclinándose hacia ella, sus redes.
riñó á la fiebre ; y la fiebre la, 3 Y entrado en uno de esto?
91
Y
1
S. L U C A S ,
barcos, el cual era de Simón,
le rogo que le desviase de
tierra un poco; y sentándose,
enseñaba desde el barco á las
gentes.
4 Y como cesó" de hablar,
dijo á S i m ó n : T i r a á alta
mar, y echad vuestras redes
para pescar.
6 Y respondiendo Simón, le
d i j o : Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada
hemos tomado : mas en tu
palabra echaré la red.
n Y habiéndolo hecho, encerraron gran multitud de
pescado, que su red se rom
pía.
7 E hicieron señas ¿ l o s comañeros que estaban en el otro
arco, que viniesen á ayudarles ; y vinieron, y llenaron
ambos barcos, de tal manera
que se anegaban.
8 L o cual viendo Simón Pearo, se derribé de rodillas á
Jesús, diciendo: Apártate de
m í , Señor, porque soy hombre
pecador.
9 Porque temor la había rodeado, y A todos los que estaban con él, de la presa de los
peces que habian tomado,
10 Y asimismo á Jacobo y á
Juan, hijos de Zcbcdéo, que
eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo á S i m ó n : N o
t e m a s ; desde ahora pescarás
hombres.
11 Y como llegaron á tierra
los barcos, dejándolo todo, le
siguieron.
12^! Yuconteciéqueestando
en una ciudad, hé aquí un
hombre lleno de lepra, el cual
viendo á Jesús, postrándose
sobre el rostro, le rogé, dicie n d o : Señor, si quisieres, puedes limpiarme.
13 Entonces extendiendo la
mano le tocé, diciendo: Qui92
§
V.
e r o ; sé limpio. Y luego la
lepra se fué de él.
14 Y él le mandé que no lo
dijese ó n a d i e : Mas v é , (dijoU)
muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como
mando Moisés, para que sirva
de testimonio á ellos.
15 Empero tanto mas se extendía su f a m a : y se juntaban muchas gentes á oír y
ser sanadas de sus enfermedades.
16 Mas él se apartaba á los
desiertos, y oraba.
17 1" Y acontecié un día, que
él estaba enseñando, y los
Fariseos y doctores de la ley
estaban sentados, los cuales
habían venido de todas las
aldeas de Galilea, y de Judía,
y Jerusalem: y la virtud del
Señor estaba allí para sanarlos.
18 Y hé aquí unos hombres,
que traían sobre un lecho mi
hombre, que estaba paralítico : y buscaban por dandi
meterle, y ponerle delante de
él.
19 Y no hallando por donde
meterle á causa de la multitud, subieron encima de la
casa, y por el tejado le bajaron con el lecho en medio,
delante de Jesús.
2'» El cual, viendo la fé de
ellos, le d i c e : Hombre, tus
pecados te son perdonados.
21 Enténces los escribas y
los Fariseos comenzaron a
pensar, diciendo: ¿Quién es
este que habla blasfemias?
¿Quien puede perdonar pecados, sino solo Dios?
22 Jesús enténces, conociendo
los pensamientos de ellos, respondiendo les Ai jo:
¿
pensáis en vuestros corazo*
¿ Qué es mas fácil; decir:
S. L U C A S ,
V.
VI.
Tus pecados te son perdona- tjue los que están de bodas
Jos ; ó d e c i r : Levántate, y ayunen, entretanto que el esposo está con ellos?
anda ?
24 Pues para que sepáis que 35 Empero vendrán dias cuel Hijo del Hombre tiene po- ando el esposo les será quitatestad en la tierra de perdo- d o ; entonces ayunarán en
nar pecados, (dice a) paralí- aquellos dias.
tico) : A tí digo : Levántate, 36 Y les decia también una
toma tu lecho, y ve'te á tu parábola: Nadie mete remicasa.
endo de paño nuevo en ves2.» Y luego, levantándose en tido v i e j o ; de otra manera el
presencia de ello3, y tomando nuevo rompe, y al viejo no
aquel en que estaba echado, conviene remiendo nuevo.
se fué á su casa, glorificando 37 Y nadie echa vino nuevo
& Dios.
en cueros viejos ; de otra ma2tí Y tomó espanto á todos, nera el vino nuevo romperá
y glorificaban á Dios ; y fue- los cueros, y el vino se derraron llenos de temor, dici- mará, y los cueros se perdeendo : Que hemos visto ma- rán.
ravillas iioy.
38 Mas el vino nuevo en cu27 IT Y después de estas co- eros nuevos se ha de e c h a r ; y
sas salió, y vio á un publi- lo uno y lo otro se conserva.
carlo llamado L e v í . sentado 39 Y ninguno que bebiere del
al banco de los públicos tri- añejo, quiere luego el n u e v o ;
butos, y le dijo: Sigúeme.
porque d i c e : E l añejo es m e 25 Y dejadas todas cosas, le- j o r .
vantándose, le seguió.
29 É hizo L e v í gran banquete
CAPITULO VI.
en su casa, y habia mucha
compañía de publícanos, y de Jesús defiende d sus discípulos
otros, los cuales estaban á la
y recktrguye á los escribas
mesa con ellos.
y Fariseos sobre la obser30 Y los escribas y los F a r i vancia del Sábado.
Nombra
seos murmuraban contra sus
los doce apóstoles: cura endiscípulos,diciendo: ¿ P o r q u e
fermos ; y predica
aquel
coméis y bebéis con los pu
admirable
sermon en que
blicanos y pecadores ?
declara los fundamentos
de
la ley nueva.
31 Y respondiendo Jesús, les
d i j o : Los que están sanos no
necesitan módico,sino los que Y" A C O N T E C Í Ó que pasanestán enfermos.
1 do él por los sembrados en
32 N o he venido á llamar un sábado segundo del prijustos, sino pecadores á arre- mero, sus discípulos arrancapentimiento.
ban espigas, y comían, estre33 % Entonces ellos le dije- gando/as con las manos.
ron ; ¿ l'or qué los discípulos 2 Y algunos de los Fariseos
de Juan ayunan muchas ve- les dijeron : ¿ Por qué hacéis
ces, y hacen oraciones, y asi- loque no es lícito hacer en los
mismo los de los Fariseos; y sábados ?
tus discípulos comen y beben? 3 Y respondiendo Jesús les
34 Yél les dijo: ¿Podéis hacer dijo: ¿ N i aun esto habéis leído
S.
LUCAS,
VI.
que hizo D a v i d cuando tuvo l l a m ó Pedro, y á Andrés su
hambre, él, y los que con él h e r m a n o ; Jacobo y Juan,
! Felipe y líartolomé,
estaban ?
4 ¿ Cerno entré en la casa de lñ Mateo y Tomás, y Jacobo
Dios, v tomé los panes de la hijo de A l t e o , y Simón el que
proposición, y couiié, y dié se llama C e l a d o r ;
también á los que esfban con 10 Judas hermano de Jaé l ; los cuajes no era lícito cobo, y Judas Iscariote, que
comer, sino á solos los sacer- también fué el traidor.
dotes ?
17 Y descendió con ellos, y
5 Y les decia: E l H i i o del se paré en un lugar llano, y
Hombre es Señor aun dol sá- la compañía de sus discípulos,
bado.
y una grande multitud de
6 IT Y aconteció también en pueblo de toda Judéa y do
otro sábado, que él entró en Jerusalcm, y de la costa de
la sinagoga y enseñaba: y T i r o y de Sidon, que habían
estaba allí un hombre que venido á oirle, y para ser
tenia la mano derecha seca. sanados de sus enfermedades;
7 Y le acechaban los escri- 18 Y oíros que habían sido
bas y los Fariseos, si sanaría atormentados de espíritus inen sábado, por hallar de qué mundos, y estaban sanos.
le acusasen.
19 Y toda la gente procuraba
8 Mas él sabia los pensami- t o c a r l e ; porque salía de él
entos de ellos; y dijo al virtud, y sanaba á todos.
hombre que tenia la mano 20 IT Y alzando él los ojos á
seca: L e v á n t a t e , y ponte en sus discípulos, decia: Bienamedio. Y él levantándose, venturados vosotros los pose puso en pié.
bres, porque vuestro es el
9 Entonces Jesús les d i c e : reino de Dios.
Os preguntaré una cosa: ¿ E s 21 Bienaventurados los que
lícito en sábados hacer bien, ahora tenéis h a m b r e ; porque
ó hacer mal ? ¿salvar Ja vida, seréis saciados. BienavenÓ quitarla?
turados los que ahora lloráis;
10 Y mirándolos á todos al- porque reiréis.
rededor, dice al h o m b r e : 22 Bienaventurados seréis
Extiende tu m a n o ; y él lo cuando los hombres os aborhizo así, y su mano fué restau- recieren, y cuando 03 aparrada.
taren de sí, y os denostaren,
11 Y ellos se llenaron de y desecharen vuestro nombro
rabia, y hablaban los unos como malo por el Hijo del
á los otros qué harían á Hombre.
Jesús.
23 Gózaos en aquel dia, y
12 ^ Y aconteció en aquellos alegraos; porque hé aquí
dias, que fué al monte a orar, vuestro galardón es grande
pasé la noche orando á en ios cielos: porque así baios,
d á n sus padres á los pro13 Y como fué do dia, llamó fetas.
Á sos discípulos, y escogió 24 M a s i ay de vosotros ridoce de ellos, los cuoles tam- cos ! porque tenéis vuestro
bién llamé Apóstoles:
consuelo.
14 A Simón, al cual también 25 ¡ A y de vosotros, los qiw
£4
b
S. L U C A S ,
VI,
estáis hartos! porque tendréis 30 Sed pues misericordiosos,
hambre, ¡ A y de vosotros, los como también vuestro Padre
que ahora r e í s ! porque la- es misericordioso.
mentaréis y llorareis.
37 N o juzguéis, y no seréis
2(í ¡ A y de vosotros, cuando juzgados : no condenéis, y no
todos los hombres dijeren bien seréis condenados: perdonad,
de vosotros ! porque así ha- y seréis perdonados.
cían sus padres a los falsos 38 Dad, y se os dará; medida
protetas.
buena, apretada, remecida, y
27 Mas á vosotros I03 que oís, rebosando, darán en vuestro
d i g o : A m a d ii vuestros ene- s e n o : porque con la misma
migos ; haced bien á los que medida que midiereis, os será
vuelto á medir.
os aborrecen.
28 Bendecid á los que os 39 Y les decía una parábola:
maldicen, y orad por los que ¿ Puede el ciego guiar al
c i e g o ? ¿ n o caerán ambos en
os calumnian.
29 Y al que te hiriere en la el hoyo ?
mejilla, dale también la o t r a ; 40 E l discípulo no es sobro
y al que te quitare la capa, ni su m a e s t r o ; mas cualquiera
que fuere como ei maestro,
aun el sayo le defiendas,
30 Y á cualquiera que te será perfecto.
pidiere, d a ; y al que tomare 41 ¿ Por qué mira3 la paja
lo que es tuyo, no vuelvas á que está en el ojo de tu hermano, y la v i g a que está en
pedir.
31 Y como queréis que os tu propio ojo no consideras?
hagan los hombres, así haced- 42 ¿O cérao puedes decir á
tu h e r m a n o : H e r m a n o , d e j a ,
les también vosotros.
32 Porque si amáis á los que echaré fuera la paja que esta
os a m a n ; ¿qué gracias ten- en tu ojo, no mirando tú la
dréis? porque también los viga que está en tu ojo ? H i pecadores aman a los que los pócrita, echa primero fuera
de tu ojo la v i g a , y enténces
aman.
33 Y si hiciereis bien á los verás bien para sacar la paja
que os hacen bien, ¿ qué que está en el ojo de tu hergracias tendréis ? porque tam- mano.
bién loa pecadores hacen lo 43 Porque no es buen árbol
mismo.
el que da malos frutos; ni
34 Y si prestareis á aquellos árbol malo el que da buen
de quienes esperáis recibir. fruto.
¿ qué gracias tendréis ? por- 44 Porque cada árbol por su
que también los pecadores fruto es conocido: que no
prestan a" los pecadores, para cogen higos de las espinas,
recibir otro tanto.
ni vendimian uvas de las z a r 35 A m a d pues á vuestros zas.
enemigos; y haced bien, y 45 E l buen hombre del buen
prestad no esperando de ello tesoro de su corazón saca
nada: y s c r i vuestro galar- b i e n ; y el mal hombre del
dón grande, y seréis hijos del mal tesoro de su corazón
Altísimo: porque él es be-¡ saca m a l ; porque de la abunnigno aun para con los ingra-, dancia del corazón habla su
tos y malos.
boca.
9fl
8. L U C A S , V I . V I I .
40 ¿ P o r qué me Humáis. ciéndole: Porque es digno de
Sefícr, Señor, y no hacéis ló| courederle e s t o ;
que digo?
5 Que ama nuestra nación,
47 Todo aquel que viene á y él nos edificó una sinagoga.
m í , y oye mis palabras, y las G Y Jesús fué con ellos; mas
hace, yo os enseñaré á quien como y a no estuvieren Jéios
es semejante.
de su casa, envió el centurión
48 Semejante es al hombre amigos á él diciéndole: Señor,
que edifica una casa, el cual no te incomodes, que no soy
cavó y ahondo, y puso el digno que entres debajo de mi
fundamento sobre la peña: y tejado:
cuando vino una avenida, el 7 Por lo cual ni aun me ture
rio dio con ímpetu en aquella por digno de venir á t í ; mas
casa, mas no la pudo menear; di la palabra, y mi criado será
porque estaba fundada sobre sano.
la pena.
8 Porque también yo soy
49 Mas el que oyó y no hizo, hombre puesto en potestad,
semejante es al hombre que que tengo debajo de mí soledificó su casa sobre tierra, dados ; y digo á e s t e : V é ; y
sin fundamento; en la cual el v a : y al otro, V e n ; y viene:
rio dio con ímpetu, y luego y á mi siervo : H a z e s t o ; y lo
c a y ó : y fué grande la ruina hace.
de aquella casa.
9 L o cual oyendo Jesús, se
maravilló de é l ; y vuelto,
dijo á ias gentes que le scgulan : Os digo que ni aun
CAPITULO VII.
en Israel he hallado tanta íé.
10 Y vueltos á casa los que
Sarta Jesús al criado del cen- habían sido enviados, halla' tur ion.
Remata
al hijo de ron sano al siervo que había
la viuda deNain.
Responde estado enfermo,
d los mensajeros
de
Juan
Bautista.
Increpa
á los 11 IT Y aconteció después,
Judíos,
y los compara
á que él iba á la ciudad que se
niños
que juegan.
Una llama Nain, é iban con él
mujer le unge los pies.
Pa- muchos de sus discípulos, y
rábola de los dos
deudores. gran compañía.
12 Y como llegó cerca de la
puerta de la ciudad, hé aquí
COMO acabó todas sus que sacaban fuera á un dipalabras oyéndole el pue- funto, unigénito á su madre,
la cual también era viuda: y
blo, entró en Capemaum.
2 Y el siervo de un cen- habla con ella grande comturión, al cual tenia él en pañía de la ciudad.
estima, estaba enfermo y á 13 Y como el Señor la vio", :
punto de morir.
compadecióse de ella, y le
3 Y como oyó hablar
de d i c e : N o llores.
.Tesus, envió a él los ancianos 14 Y acercándose, tocó el
de los Judíos, rogándole que féretro; y los que le llevaban,
viniese, y librase á su siervo. pararon. Y d i c e : Mancebo,
4 Y viniendo ellos á Jesús, á tí digo, levántate.
rogáronle con diligencia, di- 15 Entóneos se incorporó el
06
Y
S. L U C A S , V I L
que había muerto, y comenzó 2fi Mas ¿ q u é salisteis A v e r ?
a hablar i y diólo A su madre, ¿ U n profeta? También os
lfi Y todos tuvieron miedo, digo, y aun mas que profeta.
3 glorificaban á. Dios, dici- 27 Este es de quien está,
endo : Que un gran profeta escrito: l i é aquí envió mi
se ha levantado entre nos- ángel delante de tu faz, el
otros ; y que Dios ha visitado cual aparejará tu camino deá su pueblo.
lante de tí.
• 1 7 Y salió esta.fama de él 28 Porque os digo que entro
por toda Jndéa, y por toda la los nacidos de mujeres, no
hav mayor profeta que Juan
tierra de alrededor.
1S «f Y sus discípulos dieron el Bautista : mas el mas peá Juan las nuevas de todas queño cu el reino de los ciclos
estas cosas: y llamó Juan es iiin vor que él.
dos de sus discípulos,
29 Y todo el pueblo oyéndole,
1!» Y envió lí Jesús, diciemlo: v los publícanos, justificaron
¿Erus tú aquel que había de A Dios bautizándose con el
venir, ó esperaremos á otro? bautismo de Juan.
20 Y como los hombres vi- 30 Mas los Fariseos, y los
nieron ¡i él, dijeron : Juan el sabios de la ley, desecharon
Bautista nos ha enviado A tí, el consejo de Dios contra sí
diciendo: ¿ Eres tú aquel que mismos, no siendo bautizados
había de venir, ó esperáronlos de él.
á otro ?
3 1 ¿ A quién P I K S compa2 1 Y en la misma hora sanó raré los hombres de esta g e á muchos de enfermedades, y neración, y á qué son semeplagas, y de espíritus malos; y jantes ?
á muchos ciegos dio la vista. 32 Semejantes son á los mu22 Y respondiendo Jesús, les chachos sentados en la plaza,
d i j o : I d , dad las nuevas á v que dan voces los unos á
Juan de lo que habéis visto y los otros, y dicen : Os tañío i d o : Que los ciegos v e n , los mos con l l a u t a * , y n o bailascojos andan, IOB leprosos son teis ; os endechamos, y no
limpiados, los sordos oyen, llorasteis.
los muertos resucitan, íí los 33 Porque vino Juan el B a u pobres es anunciado e l E v a n - tista, que ni comía pan. ni
gelio :
bebía v i n o ; y decís:
De23 Y bienaventurado es el que monio tiene.
no fuere escandalizado en mi. 34 Vino el Hijo del H o m b r e ,
24 % Y como se fueron los que come y bebe ; y decís :
mensajeros de Juan, comenzó Hé aquí un hombre comilón,
íí hablar de Juan á las gentes: y bebedor de vino, amigo de
¿ Q u é salisteis lí ver ai desi- publicnnos y de pecadores.
erto ?
¿ Una caña que es ' 3 5 Mas la sabiduría es justiagitada del viento?
ficada de todos sus hijos.
2.1 Mas ¿qué salisteis A v e r ? 30 IT Y le rogó uno de los
¿ Un hombre cubierto de ves- Fariseos, que comiese con é!.
tidos delicados ? l i é aquí que Y eut rado en casa del Fariseo,
los que están en vestido pre- sentóse á la mesa.
cioso, y viven en delicias, en 37 Y hé aquí una mujer que
los palacios de los reyes están. <habin sido pecadora en la97
H
r
S. L U C A S , V I I . V I I I .
ciudad, como entendió que 48 Y A ella d i j o : Los pecados
estalla á la mesa en casa de te son perdonados.
aquel Fariseo, trajo un vaso •J9 Y los que estaban juntade alabastro de ungüento ;
mente sentados A la mesa,
38 Y estando detrás á sus comenzaron A decir entre eí:
pies, comenzó llorandoáregar ¿Quién es este, que también
con lágrimas sus píes, y los perdona pecados ?
limpiaba con los cabellos de 50 Y dijo á la muier : Tu fti
su c a b e z a : y besaba sus pies, te ha salvado : v é en paz.
y los ungía con el ungüento.
39 Y como v i o esto el Fariseo
CAPITULO VIII.
que le babia convidado, habló
entre sí, diciendo: Este, si Parábola del sembrador. Luz
fuera profeta, conocería quién
sobre el candelero.
Ejerce.
y cual es la mujer que le toca;
Jesús su imperio
sobre el
que es pecadora.
mar, sobre los demonios,
sobre una enfermedad in40 Entonces
respondiendo
curable; y sobre la muerte,
Jesús, le dijo : Simón, una
resucitando
á la hija de
cosa tengo que decirte. Y tíl
Jairo.
le d i c e : D i , m a e s t r o .
41 Un acreedor tenia dos
deudores: el uno le debía ¡ Y
A C O N T E C I Ó después,
quinientos denarios, y el otro J- que él caminaba portocincuenta.
idas las ciudades y aldeas pre42 Y no teniendo ellos de dicando, y anunciando el
que pagar, perdonó la deuda ¡Evangelio del reino de Dios:
a ambos. D i , pues, ¿cual de y los doce con él,
I 2 Y algunas mujeres que
estos le amará mas ?
43 Y respondiendo Simón, 'habían sido curadas de malos
d i j o : Pienso que aquel al ¡ espíritus, y de enfermedades;
cual perdonó mas- Y 61 le I María, que se llamaba Magd i j o : Rectamente has j u z - dalena, de la cual hablan
i salido siete demonios,
gado.
44 Y vuelto á la mujer, dijo 3 Y Juana, mujer de Chuza,
A Simón : ¿ Y e s esta mujer ? procurador de Heredes, y
Entre en tu casa, no diste Susana, y otras muchas que
agua para mis p i e s : mas esta ,le servían de sus haciendas.
ha regado mis pies con lágri- 4 % Y como se juntó una
mas, y los ha limpiado con grande compañía, y los que csi taban en cada ciudad vinieron
los cabellos.
45 l í o me diste b e s o ; mas á é l , dijo por una parábola:
esta, desde que entre, no ha 5 Uno que sembraba, salioa
sembrar su simiente ; y semcesado de besar mis pies.
40 .No ungiste mi cabeza con brando, una parte cayo junto
óleo ; mas esta ha ungido con al camino, y fué hollada; y
las aves del cielo la comieron.
ungüento mis pies.
47 Por lo cual te digo que 6 Y otra parte cayó sobre lo
sus muchos pecados son per- piedra; y nacida, se seco,
donados, porque amó m u c h o : porque no tenia humedad.
mas al que se perdona poco, 7 Y otra parte cayó entre
las espinas; y naciendo m
poco ama.
93
1
S. LUCAS, V U I
espinas juntamente, la aho- que no haya de ser manifestada ; ni cosa escondida que
garon.
8 Y otra parte cayó en buena no haya de ser entendida, y
tierra, y cuando fué nacida, de venir á luz.
llevó fruto á ciento por uno. 18 M i r a d pues como o í s ;
Diciendo estas cosas
cla- porque á cualquiera que tumaba: £1 que tiene oídos viere, le será dado ; y á cualquiera que no tuviere, aun lo
para eir, oiga.
9 Y sus discípulos le pregun. que parece tener le será quitaron diciendo, qué era esta tado.
19 IT Y vinieron á él su madre
parábola.
10 Y él dijo : A vosotros es y hermanos; y no podían lledado conocer los misterios gar á él por causa de la muldel reino de D i o s ; mas á los titud.
otros por parábolas, para que 20 Y le fué dado aviso, diciviendo no vean, y oyendo no e n d o : Tu madre, y tus hermanos están fuera, que quientiendan.
11 Es pues esta l a parábola: eren verte.
L a simiente es la palabra de 21 Él entonces respondiendo,
les d i j o : M i madre y mis herDios.
12 Y los de junto al camino, manos son los que oyen la
estos son los que o y e n ; y palabra de Dios y la ejecutan,
luego viene el diablo, y quita 22 IT Y' aconteció un día, que
la palabra de su corazón, por- él entró en un barco con sus
discípulos, y les dijo : Paseque no crean y se salven.
13 Y los de sobre la piedra, mos de la otra parte del lago.
son los que habiendo oido, Y partieron.
reciben la palabra con g o z o ; 23 Pero mientras ellos navemas estos no tienen raices: gaban, él se durmió. Y sobreque á tiempo creen, y en el vino una tempestad de viento
tiempo de la tentación se en el l a g o ; y henchían de
agua* y peligraban.
uparían.
14 Y la que cayó entre las 24 Y llegándose á él, lo
espinas, estos son los que despertaron, d i c i e n d o : M a o y e r o n ; mas yéndose, son estro, Maestro, que pereceahogados luego de los cuida- mos. Y despertado él, indos, y de las riquezas, y de crepó al viento y á la temlos pasatiempos de la vida, y pestad del agua ; y cesaron,
y fué hecha grande bonanza.
no llevan fruto.
15 Mas la que en buena 25 Y les d i j o ; ¿Qué es de
tierra, estos son los que con vuestra fé? Y atemorizados,
corazón bueno y recto r e - se maravillaban diciendo los
tienen la palabra oída, y lle- unos á los otros : ¿ Quién es
este, que aun á los vientos
van fruto en paciencia.
16 IT Ninguno que enciende y al agua manda, y le obela antorcha, la cubre con decen ?
alguna vasija, ó la pone de- ¡ 20 % Y navegaron á la tierra
bajo de la c a m a ; mas la pone, de los Gada'rcnos, que esta
en un candelero, para que los |delante de Galilea.
27 Y saliendo él á tierra, le
que entran, v é a n l a luz.
al encuentro de la ciudad
17 Porque no hay cosa oculta, vino
I
112
59
S. L U C A S ,
VIH.
•un hombre que tenia de- 37 Entonces toda la multitud
monios ya de mucho tiempo, de la tierra de ios Gadarenos
y no vestía vestido, ni estaba alrededor le rogaron que se
en casa,sino por los sepulcros. fuese de ellos ; porque tenían
23 El cual, como vio ¡í Jesús, gran temor. X él subiendo
exclamó y se postró ciclante en el barco, volvióse.
de él, y ' d i j o á- gran voz : 38 Y aquel hombre, de quien
¿Qué tengo y o contigo, Je- habían salido los demonios,
sús, Hijo del Dios A l t í s i m o ? le rogó para estar con c!;
Kuégoté que no m e ator- mas Jesús le despidió, dicimentes.
endo :
20 (Porque mandaba al espí- 39 Vuélvete a tu casa, y
ritu inmundo que saliese del cuenta cuan grandes cosas
h o m b r e : porque ya de mucho ha hecho Dios contigo. Y el
tiempo le arrebataba; y le se fué, publicando por toda
aguardaban preso con cadenas la ciudad cuan grandes cosas
y grillos, mas rompiendo las había Jesús hecho con él.
prisiones, era agitado del de- 40
Y aconteció que volmonio por los desiertos.)
viendo Jesús, recibióle la
30 Y 1c preguntó J c s u 3 dici- g e n t e ; poique todos le esendo : ¿ Qué nombre tienes? peraban.
Y él dijo: Legión.
Porque 41 Y hé aquí un varón lla•muchos demonios habían en- mado Jairo, y que era príntrado en él.
cipe de la sinagoga, vino,
31 Y le rogaban que no les y cayendo á los pies de Jesns,
le rogaba que entrase en su
mandase ir al abismo.
32 Y había allí un hato de casa:
muchos puercos que pacían 42 Porque tenia una hija
•en el m o n t e : y le rogaron única, como de doce aiíos,
que los dejase entrar en ellos ; y ella se c3taba muriendo.
.y los dejó.
Y yendo, le apretaba la com33 Y salidos los demonios pañía.
del hombre, entraron en los 43 Y una mujer que tenia
¡puercos; y el hato de ellos se flujo de sangre hacia y a doce
-arrojó de un despeñadero en años, la cual había gastado
•el lago, y ahogóse.
en médicos toda su hacienda,
34 Y' los pastores, como v i e - y por ninguno había podido
iron lo que había acontecido, ser curada,
¡huyeron; y yendo, dieron 44 Llegándose por las espal-aviso en la ciudad y por las das, tocó el borde de su ves¡heredades.
tido : y luego se estancó el
"35 Y salieron á ver lo que flujo de su sangre.
liabia acontecido, y vinieron 45 Entonces Jesús dijo:
Á. Jesús: y hallaron sentado „ Quién es el que me ha toal hombre, de quien habían cado ? Y negando todos, dijo
salido los demonios, vestido, Pedro, y-los que estaban con
y un su juicio, a los pies de é l : Maestro, la compañía le
Jesús ; y tuvieron miedo.
aprieta y oprime, y dices:
3ñ Y les contaron los que lo ¿ Quién es el que m e ha tohabían visto cómo habla sido cado ?
.•salvado aquel endemoniado. I 40 Y Jesús dijo: Me lia
100
S. L U C A S ,
VIII.
IX.
tocado alguien; porque y o lio
Jesús.
Lunático
curade.
conocido que ha salido virtud
Pasión
predicha.
Disputa
de mí.
de los apóstoles sobre la pri47 Entonces, como la mujer
macía.
Celo indiscreto
de
vid que fio se habia ocultado,
los hijos de Zebedco.
Hombre
vino temblando, y postránque quiere
seguir
á
Jesudose delante de él, declaróle
cristo.
delante de todo el pueblo la
causa porque l e habia toJ U N T A N D O sus doce
cado, y como luego habia
discípulos, les dio virtud
sido sana.
y potestad sobre tottos los
48 Y él le dijo : Hija, tu fé demonios, y que sanasen enfermedades.
te ha salvado : v é en paz.
49 Estando aun él hablando, 2 Y los envió á que predivino uno del príncipe de la casen el reino de Dios, y que
sinagoga á decirle : Tu hija sanasen los enfermos.
es muerta; no des trabajo al 3 Y les d i c e : No toméis,
maestro.
nada para el camino, ni bá50 Y oyendoío Jesús, le res- culos, ni alforja, ni pan, ni
pondió :
No temas:
cree dinero ; ni tengáis dos vestisolamente, y será salva.
dos cada uno.
51 Y entrado en casa, no 4 Y en cualquiera casa que
dejó entrar á nadie consigo, entrareis, quedad allí, y de
sino á Pedro, y á Jacobo, y á allí salid.
Juan, y al padre y á la madre 5 Y todos los que no os recide la moza.
bieren, salíéndoos de aquella
52 Y lloraban todos, y la ciudad, aun el polvo sacudid
plañían. Y él d i j o : N o llo- de vuestros pies en testimonio
réis ; no es muerta, sino que .contra ellos.
duerme.
| o Y saliendo ellos, rodeaban
53 Y" hacían burla de él, sabi ;por todas las aldeas, anunendo que estaba muerta.
I ciando el Evangelio, y sa54 Mas él, tomándola de la inando por todas partes.
mano, clamó, diciendo : Mu- 7 ' f l x oyó Heredes el 'Pechacha, levántate.
trarca todas las cosas que
55 Entonces su espíritu vol- hacia; y estaba en duda, porvió, y se levantó luego : y él que decían algunos: Juan ha
mando que le di^sep-^dc resucitado de ios muertos.
comer.
.8 Y otros : Elias ha apare58 Y sus padres ei
cido : y o t r o s : Algún profeta
nitos ; A los cual
dé, los antiguos ha resucique á nadie di
•tatlo.
habia sido hecho! ^,
Y dijo Heredes: A Juanle degollé: ¿quién pues
i este, de quien y o oigo
C A P I T U L
is cosas ?
Y procuraba
ríe.
Misión y poder di ^
0 % Y vueltos los Apóstoles,
toles.
Multiplicado,
le contaron todas las cosas
panes y peces.
Confesión de ue habían heeho. Y' tománPedro.
Transfiguración
de, olos, se retiró aparte á u<¿
101
Y
3
S. L U C .AS, I X .
lugar desierto de la ciudad Pedro, d i j o :
E l Cristo de
que se llama Bctsaida. ,
Dios.
11 Y como lo entendieron 21 JSIas él conminándoles,
his gentes, le siguieron ; y él mandó que á nadie dijesen
las recibid, y les hablaba del esto,
*
reino de D ios, y sanaba los 22 Di c i e n d o : Es necesario
que tenían necesidad de cura. que el Hijo del Hombre pa­
12 Y el día había comenzado dezca muchas cosas, y sea
a declinar; y llegándose los desechado de los ancianos, y
doce, le dijeron : D espide las de los príncipes de los sacer­
gentes, para que yendo á las dotes, y de los Escribas, y
aldeas y heredades de alre­ que sea muerto, y resucite al
dedor, procedan á alojarse y tercer dia.
hallen viandas; porque aquí 23 f Y decia á todos; Si algu­
estamos en lugar desierto.
no quiere venir en pos de mí,
13 Y les d i c e : D adles vos­ niegúese á sí mismo, y tome
otros de comer. Y dijeron su cruz cada dia, y sígame.
ellos: l í o tenemos mas que 24 Porque cualquiera que
cinco panes y dos pescados, quisiere salvar su vida, la
si no vamos nosotros á com­ perderá; y cualquiera que
prar viandas para toda esta perdiere su vida por causa de
compañía.
mí, este la salvará.
14 Y eran como cinco mil 25 Porque ¿qué aprovecha
hombres. Entonces dijo ásusí al hombre, si granjeare todo
discípulos: llacedlos sentar el mundo, y se pierda él á sí
en ranchos de cincuenta en mismo,ó corra peligro de sí?
cincuenta.
26 Porque él que se aver­
15 Y así lo hicieron, hacién­ gonzare de m í y de mis pala­
dolos sentar á todos.
bras, de este tal el Hijo del
10 Y tomando los cinco Hombre se avergonzará, cu­
panes y los dos pescados, mi­ ando viniere en su gloria,
raudo al cielo los bendijo y del Padre, y de los santos
y partid y dio á sus discí­ ángeles.
pulos pura que pusiesen de­ 27 Y os digo en verdad, quo
lante de las gentes.
hay algunos de los que están
17 Y comieron todos, y se aquí, que no gustarán la mu­
hartaron; y alzaron lo que les erte, hasta que vean el reino
sobró, doce cestos de pedazos. de D ios.
Jll % Y aconteció, que es­ 28 IT Y aconteció como ocho
tando él solo orando, estaban días después de estas pala;
ton él los discípulos; y les bras, que tomé á Pedro, у я
preguntó diciendo: ¿Quién Juan, y á Jacobo, y subió al
dicen las gentes que soy ?
monte á orar.
19 Y ellos respondieron, v 29 Y entretanto que oraba, la
dijeron : Juan el Bautista*; apariencia de su rostro se
y otros, E l i a s ; y otros, que hizo otra, y su vestido blanco
algún profeta de los antiguos y resplandeciente.
ha resucitado.
30 Y hé aquí dos varones
20 Y les dijo : ¿ Y" vosotros, que hablaban con él, los
quién decís que soy? E n ­ cuales eran Moisés y Elias,
tonces respondiendo Simón 31 Que aparecieron en т а ­
102
1
1
S. L U C A S ,
IX.
icstad, v hablaban tle su sá- 42 Y como aun se acercaba,
lala, la cual babia de cumplir el demonio le derribó, y despedazó : mas Jesús increpó
en Jcrusalem.
. 32 Y l'edro, y los que esta- al espíritu inmundo, y sanó al
ban con él, estaban cargados muchacho, y se le volvió á su
de sueño : y como desperta- padre.
ron, vieron su majestad, y áj 43 IT Y todos estaban atónitos
aquellos dos varones que es-, de la grandeza de Dios, Y
tabau con él.
maravillándose todos de todas
33 Y aconteció, que apartan las cosas que hacia, dijo á sus
tíose ellos de é i , Pedro dice í discípulos:
Jesús: -Maestro, bien es que 44 Poned vosotros en vuesnos quedemos a q u í : y haga- tros oidos estas palabras:
mos tres pabellones; uno para porque ha de acontecer que el
tí, v uno para Moisés, y uno Hijo del Hombre será entrepara E l i a s : no sabiendo lo gado en manos de hombres.
que se decia.
45 Mas ellos no entendían
34 Y estando él hablando esta palabra, y les era encuesto, vino una nube que los bierta para que no la entencubrió; y tuvieron temor,en- diesen ; y temían preguntarle
de esta palabra.
trando ellos en la nube.
35 Y v i n o u n a v o z d e l a n u b c , 46 1f Entonces entraron en
que decia: Este es mi hijo disputa, cual de ellos seria el
amado; á él oid.
mayor.
oti X pasada aquella v o z , Je47 M a s Jesús, viendo los
sús fué hallado s o l o : y ellos pensamientos del corazón de
callaron, y por aquellos dias ellos, tomó un niño, y púsola
no dijeron nada á nadie de lo junto á sí,
que habían visto.
48 Y les dice : Cualquiera
37 ^ Y aconteció el dia si que recibiere este niño en mi
guientc.que apartándose olios nombre, á m í recibe ; y cualdel monte, gran compañía quiera que me recibiere á mí,
recibe al que me e n v i ó ; porsalió al encuentro.
Sí Y he aquí que un hombre que el que fuere el menor
de la compañía clamó, dici- cutre todos vosotros, este será
endo : Maestro, ruégote que el grande.
veas á mi hijo, que es el úmeo 40 1f Entonces respondiendo
que tengo.
Juan, d i j o : Maestro, hemos
30 Y he aquí uu espíritu le visto á uno que echaba fuera
toma, y de repente da voces ; demonios en tu n o m b r e ; y se
y le despedaza y hace echar lo prohibimos, porque no te
espuma, y apenas se aparta sigue con nosotros.
de él, quebrantándole.
50 Jesús le d i j o : N o se lo
40 Y rogué á tus discípulos prohibáis, porque el que no
que le echasen fuera, y no pu- es contra vosotros, por v o s dieron.
otros es.
41Y respondiendo Jesús, dioe: 51 IT Y aconteció que como
¡ O generación intlcl y per- se cumplió el tiempo en que
versa ! ¿ hasta cuando tengo había de ser recibido arriba,
de estar con vosotros, y os él afirmó su rostro para ir a
sufriré? Trae tu hijo acá.
Jerusalem.
103
1
1
S. L U C A S , I X . X .
52 Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron
CAPITULO X.
' entraron en una ciudad de
os Samaritanos, para preve- Instrucción
y misión
de fas'
nirle.
setenta discípulos.
Ciudades
impenitentes.
Parábola
del
53 Mas no le recibieron, porsamaritano.
Marta y MUÍ ia
que era su traza de ir á deruhospedan á Jesús.
salem.
54 Y" viendo esto sus discípulos, Jncoboy Juan dijeron:
D E S P U É S de estas cosas,
Señor, ¿quieres que mandedesignó el Señor aun otros
mos que descienda fuego del setenta, los cuales envió de
cielo, y los consuma, como dos en dos, delante de sí, á
hizo Elias ?
toda ciudad y lugar á donde
55 Entonces volviéndose el, él liabia de venir.
les reprendió diciendo:
Vos- 2 Y les decia : L a mies á la
otros no sabéis de qué
espíritu verdad es mucha, mas loa
sois;
obreros pocos : por tanto ro5t> Porque el Hijo del
Hombregad al Señor de la mies que
no ha venido para perder
las envié obreros á su mies.
almas
de los hombres,
sino 3 A n d a d , lié aquí y o os envío
para salvarlas.
Y se fueron como á corderos en medio de
á otra aldea.
lobos.
57 lf Y aconteció que yendo 4 N o llevéis bolsa, ni alforja,
ellos, uno le dijo en el ca- ni calzado ; y á nadie saludéis
mino : Señor, te seguiré donde en el camino,
quiera que fueres.
5 E n cualquier casa donde
58 Y le dijo Jesús : L a s zor- entrareis, primeramente deras tienen cuevas, y las aves cid : P a z sea á esta casa.
de los cielos nidos; mas el G Y si hubiere allí algún hijo
Hijo del H o m b r e no tiene de paz, vuestra paz reposará
donde recline la cabeza.
sobre é l : y si no, se volverá á
. )9 Y dijo á o t r o : Sigúeme. vosotros.
Y él dijo : Señor, déjame que 7 Y posad en aquella misma
primero v a y a y enüerre á mi c a s a ' comiendo y bebiendo
lo que os d i e r e n ;
porque
padre.
00 Y Jesús le dijo : Deja los el obrero digno es de su
muertos que entierren lí sus Isalario. l í o os paséis de casa
m u e r t o s : y tu v é , y anuncia en casa.
el reino de Dios.
8 Y en cualquier ciudad don(»1 Entóneos también dijo de entrareis, y os recibieren,
otro : T e seguiré, Señor; mas comed lo que os pusieren dedéjame que me despida pri- lante ;
mero de los que están en mi 9 Y sanad los enfermos que
c.-vsa.
en ella hubiere, y.decidles:
«2 Y Jesús le d i j o : N i n g u n o Se ha llegado a vosotros el
que poniendo su mano al ara- reino de Dios.
do mira atrás, es apto para el 10 Mas en cualquier ciudad
donde entrareis, y no os recireino de Dios.
bieren, saliendo por sus calles,
decid:
Í
Y
r
1
S. L U C A S , X .
И Aun el polvo que se nos; d i j o : Y o te alabo, ó P a d r e ,
lia pegado de vuestra ciudad Señor del cielo y de la tierra*
íl nuestros pies, sacudimos que escondiste estas cosas á.
en vosotros: esto empero los sabios y entendidos, y las
sabed, que el reino de los has revelado á los pequeños:
ciclos se lia llegado á vos­ así P a d r e , porque así te a­
otros.
iradó.
12 Y os digo que 1оз de 22 Todas las cosas m e son
Sodoma tendrán mas re­ entregadas de mi P a d r e : y
misión aquel día, que aquella nadie sabe quien sea el H i j o ,
ciudad.
sino el P a d r e ; ni quien sea el
13 í A y d e tí, C o r a z i n ! ¡ A y Padre, sino el H i j o , y á quien
de tí Betsaida! que si en T i r o el Hijo lo quisiere revelar.
y en Sidon hubieran sido he­ 23 Y vuelto particularmente
días las maravillas que se á sus discípulos, dijo : Biena­
lian hecho en vosotras, ya dias venturados los ojos que v e n
ha que, sentados en cilicio y lo que vosotros veis ;
ceniza, se habrían arrepen­ 24 Porque os digo que m u ­
tido.
chos profetas y reyes desea­
11 Por tanto T i r o y Sidon ron v e r lo que vosotros veis, y
tendían mas remisión que no lo v i e r o n ; y oir lo que oís,
y no lo oyeron.
vosotras en el juicio.
25 Y tú, Capernamn, que 25 % Y hé aquí, un dontor do
hasta los cielos estás levan­ la ley se levantó tentándote,
tada, hasta los inflemos serás y diciendo: Maestro, ¿haci­
endo qué cosa poseeré la vida
abajada.
1С 101 que á vosotros o y e , й eterna ?
raí o y e ; y el que á vosotros 2(J Y él le d i j o : ¿Qué está
desecha, á m í desecha; y el escrito en la ley ? ¿ Cómo lees ?
(pie á mí desecha, desecha al 27 Y él respondiendo, d i j o :
que me envió".
Amarás al Señor tu D ios de
17 % Y volvieron los setenta, todo tu corazón, y de toda tu
con gozo, diciendo : Señor, alma, y de todas tus fuerzas,
aun los demonios se nos su­ y de todo tu entendimiento;
jetan en tu nombre.
y á tu prójimo, como á t í
18 Y les dijo : Y o veía á Sa­ mismo.
tanás, como un rayo, que caia 28 Y díjolc: Bien has respon­
Jel cielo.
d i d o : haz esto, y vivirás.
19 He' aquí os doy potestad 29 Mas él. queriéndose justi­
Je hollar sobre las serpientes ficar á sí mismo, dijo ú
y sobre los escorpiones, y so Jesús: ¿ Y quién es mi pró­
tire toda fuerza del enemigo j i m o ?
y nada os dañará.
30 Y respondiendo Jesús, di­
20 Blas no os gocéis de j o : U n hombre descendía de
esto, « saber, que los espí­ Jerusalem á Jericó, y cayo en
ritus se os sujeten; antes manos de ladrones. los cuales
№ÁQS de que vuestros nom­ le despojaron ; é hiriéndole,
bres C3tán escritos en los. se fueron dejándole medio
muerto.
1 cielos.
si En aquella misma hora 31Y aconteció, que descendió
Jesús se alegró en espíritu, y un sacerdote por el mismo
lüS
S. L U C A S , X . X I .
camino ; y viéndole, Be pasó
CAPITULO XI.
de un lado.
32 Y asimismo un Levita,,
llegando cerca de aquel lugar, De la oración dominical.
Pery viéndole, se pasó de un lado.
severancia
en orar.
Dtmonio
mudo.
Blasfemias
de los
33 M a s un Samarituno, que
Judíos.
Parábola
del vatransitaba, viniendo cerca de
liente
armado.
Reprende
él, y viéndole, fué movido á
Jesvs á los Fariseos
y docmisericordia;
tores de la ley,
31 Y llegándose, vendó sus
heridas echándote aceite y
vino : y poniéndole sobre su
A C O N T E C I Ó que estando
cabalgadura, llevólo al mesón,
él orando en un lugar,
y cuidó de él.
como acabó, uno de sus dis35 Y otro dia al partir, sacó cípulos le d i j o : Señor, endos denarios, y diólos al hués- séñanos á orar, como tamped, y le dijo : Cuídamele ; y bién Juan enseñé & sus distodo lo que demás gastares, cípulos.
y o cuando vuelva te lo pa- 2 Y les d i j o : Cuando oragaré.
reis, decid : Padre, nuestrv,
36 ¿Quién, pues, de estos que estás en los cielos, sea tu
tres te parece que fué el pró- N o m b r e santificado. Venga
jimo de aquel que cayó en tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, asi lan\manos de los ladrones ?
'
37 Y él d i j o : E l que usó bien en la tierra.
con él de misericordia. E n - 3 E l pan nuestro de cada dia
tonces Jesús le d i j o : Y é , y dánoste hoy.
4 Y perdónanos nuestros pehaz tú lo mismo.
3S IT Y aconteció, que yendo, cados, porque también nosentró él en una aldea; y una otros perdonamos á todos los
mujer, llamada M a r t a , le re- que nos deben. Y no n«s
metas en tentación, mas lícibid en su casa.
malo.
39 Y esta tenia una hermana, branos del
Díjoles también : ¿Quién
que se llamaba M a r í a , la 5
cual sentándose á los pies del de vosotros tendrá un amigu,
Señor, oía su palabra.
! é ira á él á inedia noche, y !e
40 Empero M a r t a se distraía dirá: A m i g o , préstame tres
en muchos servicios ¿ y sobre- panes;
viniendo, d i c e : Señor, ¿no 6 Porque un amigo mío ha
tienes cuidado que mi her- venido á mf de camino, y
mana me deja servir sola? no tengo que ponerle deD í l e , pues, que me ayude.
lante ?
41 Pero respondiendo Je- 7 Y si él de dentro responsús, le d i j o : Marta, Marta, diendo, dijere: N o me seas
cuidadosa estás, y con las m o l e s t o ; la puerta está ya
muchas cosas estás tur- cerrada, y mis niños están
conmigo en c a m a ; no puedo
bada :
42 Empero una cosa es nece- levantarme, y d a r t e :
saria ; y María escogió la 8 Os digo, que aunque no se
buena parte, la cual no le levante á daile por ser su
amigo, cierto por su impor*
será Quitada.
Y
S. L U C A S »
Xf.
timidad se levantará, y le 20 Mas si en el dedo de Dios
dará todo lo que habrá me- echo fuera los demoníos.cierto
el reino de Dios ha llegado á
nester.
9 Y yo os digo : Tedid, y se vosotros.
os dará: buscad, y hallaréis ; 21 Cuando el fuerte armado
guarda su atrio, en paz está lo
tocad, y os será abierto.
10 Porque todo aquel que que posee.
pide, recibe : y el que busca, 22 Mas si sobreviniendo otro
halla; y al que toca, se mas fuerte que él, le venciere,
le toma todas sus armas en
abre.
11 ¿ Y cuál padre de vos- ue confiaba, y reparte sus
otros, si su hijo le pidiere pan, espojos.
le dará una piedra? ó, si pes- 23 E l que no es conmigo,
cado, ¿ en lugar de pescado le contra m í e s ; y el que conmigo no recoge, desparrama.
dará una serpiente ?
12 O, si le pidiere un huevo, 24 Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre,
¿le dará un escorpión ?
13 Pues si vosotros, siendo anda por lugares secos, busnudos, sabéis dar buenas dá- cando reposo; y no hallandivas á vuestros hijos, ¿cu- d o ^ , d i c e : M e volveré á m i
anto mas vuestro Padre ce- casa, de donde salí.
lestial dará el Espíritu Santo 25 Y viniendo, la halla bará los que lo pidieren de él ?
rida y ndornnda.
14 H" Y es taha él lanzando un 2G Entonces va, y toma otros
demonio, el cual era mudo : y siete espíritus peores que é l ;
aconteció" que salido fuera el y entrados, habitan a l l í : y lo
demonio, el mudo habló, y postrero del tal hombre es
las gentes se maravillaron.
peor que lo primero.
15 Y algunos de ellos decían : 27 Tí Y aconteció que diciEn lieelzebul, príncipe de los endo estas cosas, una mujer
demonios, echa fuera los de- de la compañía levantando la
monios.
v o z , le d i j o : líienaventurado
16 Y otros, tentando, pedían el vientre que te trajo, y los
pechos que mamaste.
de él señal del cieio.
17 Mas él, conociendo los 28 Y él d i j o : Antes bienapensamientos de ellos, les venturados los que oyen la padijo:
Todo reino dividido labra de Dios, y la guardan.
contra sí mismo es nsolado; y 29 T Y juntándose las gentes
una casa dividida contra sí á é l , comenzó á d e c i r : Esta
misma, cae.
generación mala e s : señal
18 Y si también Satanás está busca, mas señal no lo será
dividido contra sí mismo, dada, sino la señal de Jonás.
¿cómo estará en pié su reino ? 30 Porque como Jonás fué
porque decís, que en Beelze- señal á losNinivitas,así t a m bul echo yo fuera los demo- bién será el HIJD del H o m b r e
nios.
á esta generación.
19 Pues si j-o echo fuera los 31 L a reina del Austro se ledemonios en Beelzehul, ¿ y vantará en juicio con los homvuestros hijos en quién los bres de esta generación, y los
echan fuera? por tanto ellos condenará: porque v i n o de
serán vuestros jueces,
< los fines de la tierra á oír la
107
3
1
S.
L Ü C .A S , X I .
sabiduría de S a l o m ó n ; y he"
aquí mas que Salomón en este
lugar.
32 Los hombres de N í n i v e se
levantarán en juicio con esta
generación, y la condenarán :
porque á la predicación de
Jonás se arrepintieron ; y he"
aquí mas que Jonás en este
lugar.
33 Nadie pone en oculto la
antorcha encendida, ni debajo
del a l m u d ; sino en el candelero, para que los que entran,
vean la luz.
34 L a antorcha del cuerpo es
el o j o : pues si tu ojo fuere
simple, también todo tu cuerpo será resplandeciente :
mas si fuere malo, también
tu cuerpo será tenebroso.
35 M i r a pues, si la lumbre
que en tí hay, es tinieblas.
3ft A s í que siendo todo tu
cuerpo resplandeciente, no teniendo alguna parto de t¡niebla, será todo luminoso, como
cuando una antorcha de resplandor te alumbra.
37 IT Y luego que hubo hablado, rogóle un Fariseo que
comiese con é l : y entrado
Jesús, se sentó á la mesa.
33 Y el Fariseo como le v i o ,
maravillóse de que no se lavó
antes de comer.
¡ií) Y el Señor le dijo : A h o r a
vosotros los Fariseos lo de
l'ueradel vaso y del plato limpiáis ; mas lo interior de vosot ros está lleno de rapiña y de
maldad.
40 Necios. ¿ el que hizo lo de
fuera, no hizo también lo de
dentro V
41 Empero de lo que os resta
dad limosna ; y he aquí, todo
os será limpio.
42 Mns ¡ uy de vosotros Fariseos ! que diesniais la menta,
y la ruda, y toda h o r t a l i z a :
l'¡8
mas el juicio y la earidad de
Dios pasáis de largo.
Pues
estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras.
43 ¡ A y de vosotros Farise'os!
que amáis las primeras sillas
en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.
44 ¡ A y de vosotros! que sois
como sepulcros que no se ven,
y los hombres que andau encima no lo saben.
45 Y respondiendo uno de
los doctores de la ley, le dice:
Maestro, cuando dices esto,
también nos afrentas á nosotros.
40 Y ól dijo: i A y de vosotros también, doctores de la
ley ! que cargáis los hombres
con cargas que no:pueden
l l e v a r ; mas vosotros ni aun
con un dedo tocáis las cargas.
47 ¡ A y de vosotros ! que edificáis los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros
padres.
48 D e cierto dais testimonio
que consentís en los hechos
de vuestros padres: porque á
la verdad ellos los mataron,
mas vosotros edificáis.
4í) Por tanto la sabiduría de
Dios también dijo : Enviare
á ellos profetas, y apóstoles,);
de ellos á unos matarán,)'d
otros perseguirán;
50 Para que de esta generación sea demandada la sangre de todos los profetas, que
ha sido derramada desde la
fundación del inundo;
51 Desde la sangre de Abe.,
hasta la sangre de ¿Sácanos
que murió entre el altar y lacasa : así os digo, será demandada de esta generación.
52 i A y de vosotros, doctores
de la ley ! que habéis quitado
S. L U C A ?i, X I . X I I .
la llave de la ciencia: vos- (» ¿ N o se venden cinco paotros mismos no entrasteis, jarillos por dos blancas ? pues
y A los que entraban im- nt uno de ellos está olvidado
pedisteis.
delante de Dios.
53 Y diciéndolcs estas cosas, 7 Y aun los cabellos de v u los escribas y los Fariseos co- estra cabeza están todos conmenzaron á apretarte en gran tados. N o temáis pues: do
manera, y á provocarle á que mas estima sois vosotros quo
hablase de muchas cosas ;
muchos pajarillos.
íii Asechándole, y procu- ¡ 8 Y os digo que todo aquel
ramio cazar algo de su boca que m e confesare delante de
para acusarle.
| los hombres, también el Hijo
del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios :
9 Mas el que me negare deCAPITULO XII.
lante de los hombres, será
Levadura de los Fariseos.
No negado delante de los ángeles
temer sino á Dios.
Rico del de Dios.
siglo. No angustiarse
sobre 10 Y todo aquel que "dice
comida y vestido.
Tesoro y palabra contra el Hijo del
corazón, en el cielo.
Admi- H o m b r e , le será perdonado;
nistrador jiely prudente.
Si- Imas al que blasfemare contra
ervo violento é infiel.
J!el Espíritu Santo, no le será
perdonado.
N esto, juntándose muchas 11 Y cuando os trajeren á las
gentes, tanto que unos á sinagogas, y á los magistraotros se hollaban, comenzó á dos y potestades, no estéis
decir A sus discípulos pri- solícitos cómo, é qué hayáis
meramente: Guardaos de la de responder, ó que hayáis de
levadura de los Fariseos, que decir.
es hipocresía.
12 Porque el Espíritu Santo
2 Porque nada hay encu- os enseñará en l a misma hora
bierto, que no haya de ser lo que será necesario decir.
descubierto; ni oculto, que 13 II Y díjole uno de la c o m pañía : Maestro, di á mi herno haya de ser sabido.
3 Por tanto las cosas que mano que parta conmigo la
dijisteis en tinieblas, A la luz herencia.
serán oidas; y lo que hablas- | 14 Mas él le d i j o : H o m b r e ,
teis al oido en las cámaras, ¿quién m e puso por juez, o
será pregonado en los terra- partidor sobre vosotros ?
dos.
15 Y d í j o l e s : Mirad, y guar•1 1f Mas os digo, amigos daos de toda a v a r i c i a ; porntios: N o temáis de los que que la vida del hombre no
mata» el cuerpo, y después consiste en la abundancia de
los bienes que posee.
no tienen mas que hacer.
5 Mas os enseñaré á quien 16 Y refirióles una parábola,
temáis: Temed á aquel que diciendo: L a heredad de un
después de haber quitado la hombre rico había llevado
vida, tiene poder de echar en m u c h o ;
la gehenna; así os d i g o : A 17 Y él pensaba dentro de si,
este temed.
diciendo: ¿Qué haré, que no
109
E
S. L U C A S ,
X1T.
tengo donde junte mis fru- 30 Porque toaos estas cosas
tos?
buscan las gentes del mundo:
18 Y dijo : Esto liare"; derri- que vuestro Padre sabe que
bare* mis alfolíes, y edificaré- necesitáis estas cosas.
tos m a y o r e s ; y allí juntaré , 31 Mas procurad su reino,
todos mis frutos y mis bienes, y estas cosas os serán aña19 Y diré á mi a l m a : A l m a , didas.
muchos bienes tienes almace- 32 N o temáis, manada penados para muchos años: re- queña, porque al Padre luí
pésate, come, bebe, H u é l g a t placido
e .
daros el reino.
20 Y díjole Dios : ; N e c i o ! 33 Vended lo que poseéis, y
e3ta noche vuelven á pedir tn dad limosna; haceos bolsas
a l m a : y lo que has preve- que no se envejecen, tesoro en
nido. ¿ ile quién será ?
los cielos que nunca falta;
21 A s í es el que hace para sí donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.
tesoro, y no es rico en Dios.
22 1f Y elijo á sus discípulos : 34 Porque donde está vuestro
Vor tanto os digo, no estéis, tesoro, allí también estará
afanosos de vuestra vida, qué, vuestro corazón.
comeréis, ni del cuerpo, qué 35 f Estén ceñidos vuestros
vestiréis.
lomos, y vuestras antorchas
23 L a vida mas es que la co^ encendidas:
mida, y el cuerpo que el ves- 36 Y vosotros, semejantes ¡i
tido.
hombres que esperan cuando
24 Considerad los cuervos, su señor ha de volver de las
que ni siembran, ni siegan; bodas; para que cuando vinique ni tienen cillero, ni alfolí; ere, y tocare, luego le abran.
yv Dios
103
¿
Time
l í i i alimenta.
nlimonfü.
j Cf u
í n - 37 Bienaventurados aquellos
unto de mas estima sois vos- siervos, á los cuales, cuando
el señor viniere, hallare veotros que las aves?
25 ¿ Y quién de vosotros po- lando ; de cierto os digo, quo
drá con su afau añadir á su se ceñirá, y hará que se sienten á la mesa, y pasando les
estatura un codo ?
26 Pues si no podéis aun lo servirá.
que es menos, ¿ para qué es- 38 Y aunque venga á la setaréis afanosos de lo demás ? cunda vigilia, y auuque venga
27 Considerad los lirios, co i la tercera vigilia, y los hanio c r e c e n : no labran, ni llare así, bienaventurados son
h i l a n ; y os digo, que ni Sa- los tales siervos.
lomón con toda su gloria se 39 Esto empero sabed, que si
supiese el padre de familia a
"vistió como uno de ellos.
28 Y si así viste Dios á la qué hora había de venir el
y e r b a , que hoy está cu el ladrón, velaría ciertamente y
campo, y mañana es echada no dejaría minar su casa.
en el h o m o , ¿cuánto m a s a 40 Vosotros, pues, también
vosotros, hombres de poca fé? estad apercibidos: porque a
29 Vosotros, pues, no procu- la hora que no pensáis, el
réis con anhelo qué hayáis do Hijo del Hombre vendrá.
comer, ó qué hayáis de beber, 411T Entonces Pedro le dijo:
ni estéis en ansiosa perpleji-l Señor, ¿dicesesta parábolas
dad.
I nosotros, 6 también & todos?
110
S. L U C A S , X i r . X I I I .
42 Y dijo el S e ñ o r : ¿Quién el padre ; la madre contra la
es el mayordomo tíel y pru- hija, y la hija contra la madente, al cual el señor pondrá dre ; la suegra contra su
sobre su familia, para que en nuera, y la nuera contra su
tiempo les dé su ración ?
suegra.
43Bienaventurado aquel sier- 54 1í Y decía también á las
vo, al cual, cuando el Señor ¿entes : Cuando veis la nube
viniere, hallare haciendo así. qnc sale del Poniente, luego
44 En verdad os digo, que decís : Agua viene : y es así.
él le pondrá sobre todos sus 55 Y cuando sopla el Austro,
bienes.
decís: Habrá c a l o r ; y lo hay.
45 Mas si el tal siervo dijere 5G ¡ H i p ó c r i t a s ! Sabéis e x a cu su corazón: Mi Señor tarda minar la faz del cielo y de la
en venir, y comenzare á herir t i e r r a : ¿ y cómo no reconolos siervos y las criadas, y á céis este tiempo ?
comer, y á beber, y á embri- 57 ¿ Y por qué aun de v o s agarse,
otros mismos no juzgáis lo
40 Vendrá el Señor de aquel que es j u s t o ?
siervo el dia que él no espera, 58 Pues cuando vas al may á la hora que él no sabe, gistrado con tu adversario,
y le apartara, y pondrá su procura en el camino librarte
parte con los infieles.
de é l ; porque no te arrastro
47 IT Porque el siervo que al juez, y el juez te entregue
en tendió* la voluntad de su al alguacil, y el alguacil te
señor, y no se apercibió, ni meta en la cárcel.
hizo conforme á su voluntad, 59 T e digo que no saldrás de
será azotado mucho.
allá, hasta que hayas pagado
4S Mas el que no entendió, hasta el último m a r a v e d í .
e hizo cosas dignas de azotes,
s ;rá azotado p o c o : porque á
CAPITULO XIII.
cualquiera que fué dado mucho, mucho será vuelto á ded los
mandar de é l ; y al que en- Del castigo que amenaza
que tío se arrepienten.
Hicomendaron mucho, mas le
guera estéril.
Curación
de
será pedido.
la mujer encorvada.
Pa•19
Fuego vine á meter en
rábolas
del grano
de mosla t i e r r a : ¿ y qué quiero, si
taza, y de la levadura.
Corlo
y a está encendido?
número de los que se
salvan.
50 Empero de bautismo me
Pasión predicha.
Jerusalem
es necesario ser bautizado: y
homicida de los
profetas.
;cónio me angustio hasta que
sea cumplido!
51 ¿ Pensáis que he venido
E N este mismo tiempo
estaban allí unos que lo
á la tierra á dar paz ? N o , os
contaban acerca de los Gud i g o ; mas disensión.
5'¿ Porque estarán de aquí ineos, cuya sangre Pilato
adelante cinco en una casa había mezclado con sus sacridivididos; tres contra dos, y ficios.
dos contra tres.
2 Y respondiendo Jesús les
53 El padre estará dividido dijo : ¿ Pensáis que estos G a contra el hijo, y el hijo contra liléos, porque han padecido
111
Y
S. LUCAS,
XIII.
tales cosas, hayan sido mas! venid, y sed curados, y no en
secadores que todos los Ga-j dia de Sábado.
15 Entonces el Señor le resiltíos?
3 N o , os d i g o : Antes si no pondió, y dijo: Hipócritas,
os arrepintiereis, todos pere- ¿cada uno de vosotros no
desata en Sábado su bucv,ó
ceréis igualmente.
4 O aquellos diez y ocho, su asno del pesebre, y lo lleva
sobre los cuales cayó la torre á beber ?
en Siloé, y los maté, ¿pen- 1G Y á esta hija de Ahraliam,
sáis que ellos fueron mas que hé aquí que Satanás la
deudores que todos los hom- había ligado diez y ocho anos,
bres que habitan en Jcru- ¿ no convino desatar/a de esta
salem ?
ligadura en dia de Sábado?
5 N o , os d i g o : antes s¡ no os 17 Y diciendo estas cosas, se
arrepintiereis, todos perece- avergonzaban todos sus adréis asimismo,
versarios: mas todo el pueblo
fif
Y dijo esta parábola: se gozaba de todas las cosas
Tenia tino una higuera plan- gloriosas que eran por él lietada en su viña, y vino á chas.
buscar fruto en ella, y no h>\ 18 ^ Y d i j o : ¿ A qué es
halló.
! semejante el reino de Dios.y
7 Y dijo al v i ñ e r o : H é aquí á que le compararé?
tres años ha que vengo á, 19 Semejante es al grano de
buscar fruto en esta higuera, la mostaza, que tomándoío
y no le hallo ; córtala, ¿por- un hombre le metió en su
que' ocupará aun la tierra ? ; huerto ; y creció, y fué hecho
8 E l entonces respondiendo, árbol grande, y las aves del
le dijo:
Señor, déjala aun cielo hicieron nidos en sus
este año, hasta que yo la ex- ramas.
cave, y estercole.
21) Y otra v e z di jo : ¿ A que
9 Y si hiciere fruto, bien; y compararé el reino de Dios?
si no, la cortarás después.
21 Semejante es á la levaJO T[ Y enseñaba en una dura, que tomó una mujer,
sinagoga en Sábado.
y la escondió cu tres medidas
11 Y lié aquí una mujer que de harina, hasta que todo
tenia espíritu de enfermedad hubo fermentado.
diez y ocho años, y andaba 22 1 Y pasaba por todas las
agobiada que en ninguna ma- ciudades y aldeas enseñando,
nera podia mirar arriba.
I y caminando á Jerusalem.
12 Y como Jesús la vio, lla- 23 Y" díjole u n o :
Señor,
móte, y díjole : Mujer, libre ¿ son pocos los que se salvan
eres de tu enfermedad.
Y él les d i j o :
13 Y puso las manos sobre 24 Toi-fiad & entrar por la
ella, y luego se enderezó, y puerta angosta; porque os
glorificaba A Dios.
digo que muchos procurarán
14 Y respondiendo el prín- entrar, y no podrán.
cipe de la sinagoga, enojado 25 Después que el padre de
que Jesús hubiese curado en familias se levantare, y cerel Sábado, dijo á hi compañía: rare la puerta, y comenzareis
Seis dias hay en que es nece- á estar fuera, y tocar a la
sario o b r a r : en estos, pues, puerta, diciendo: Señor, Se112
Í
1
S. L U C A S , x n r .
XI V .
Пол ábrenos: y respondiendo |que venga tiempo cuando di­
el os dirá: N o os conozco de g á i s : Bendito el que viene
donde seáis:
cu nombre del Señor.
2G Entonces comenzaréis A
decir: D elante de tí hemos
comido y bebido, y en nues­
CAPITULO XIV.
tras plazas enseñaste.
curado en
Sábado.,
T¡ Y os dirá: D ígoos que no Hidrópico
Parábola
de la gran
cena.
os conozco de donde fieais:
El que quiere seguir á Jetus,.
apartaos de m í , todos los obre­
su cruz.
Sal
ros de iniquidad.
! debe llevar
hecha
insí
p ida.
28 A l l í será el llanto y el
crujir de dientes, cuando
A C O N T E C I Ó que en­
viereis á Abraham, y á Isaac,
trando en casa de un
y a Jacob, y á todos los pro­
tetas en el reino de D ios, y príncipe de los Fariseos un
Sábado á comer pan, ellos le
vosotros excluidos.
20 Y vendrán del oriente, y acechaban.
del occidente, del norte, y 2 Y hé aquí un hombre hi­
del mediodía, y se sentarán drópico estaba delante do él.
á la mesa en e l reino de 3 Y respondiendo Jesús, ha­
Dios.
bló á los doctores de la ley, v
SO Y hé aquí, que son pos­ á los Fariseos, diciendo; ¿ Es
treros los que eran los pri­ lícito sanar en Sábado?
meros; y que son primeros 4 Y ellos callaron. Entonces
él tomándote, lo sanó, y
los que eran los postreros.
31 Y Aquel mismo dia lle­ despidióie.
garon unos de los Fariseos, ; 5 Y respondiendo á ellos,
uiciiíudole: Sal y vete de dijo : ¿ E l hijo ó el buey de
aquí; porque Heredes t e qui­ cual de vosotros caerá en
ere matar.
algún pozo, y él no le sacará
32 Y les dijo: I d , y decid á luego en dia de Sábado ?
aquella zorra: H é aquí, echo G Y no le podían r e p i c a r A
fuera demonios, y acabo sani­ estas cosas.
dades hoy y mañana, y al 7 **[ Y" observando como es­
tercer dia soy consumado.
cogían los primeros asientos
33 Empero es menester que A la mesa, propuso una pará­
hoy, y mañana, y pasado bola A los convidados, dicién­
mañana camine: porque no doles:
es posible que profeta muera 8 Cuando fueres convidado
fuera de Jerusalem.
de alguno á bodas, no te
oí ¡ Jerusalem, Jerusalem! sientes en el primer l u g a r ;
que matas los Profetas, y no sea que otro mas honrado
apedreas los que son enviados que tú esté por él convidado,
á t í : ¡cuántas veces quise 9 Y viniendo el que te llamó
juntar tus hijos, como el ave á tí y á él, te d i g a : D á lugar
sus pollos debajo de sus alas, A e s t e : y entonces comiences
У no quisiste!
con vergüenza á tener el lugar
uó l i é aquí os es dejada último.
vuestra casa desierta: y os 10 Mas cuando fueres con­
diyo que no me veréis, hasta vidado, v é , y siéntate en. el
113
Y
S. L U C A S ,
XIV.
postrer l u g a r ; porque cuando casarme, y por tanto no
viniere el que te llanid, te puedo ir.
d i g a : A m i g o , sube arriba: 21 Y vuelto el siervo, hizo
entonces tendrás gloria de- saber estas cosas á su señor.
lante de los que juntamente Entonces enojado el padre
se asientan á la mesa.
de la familia,dijoÁ su siervo:
11 Porque cualquiera que se Ve* presto por las plazas, y
ensalza, será humillado ; y el por las calles de la ciudad, y
que se humilla, será ensal- mote acá los pobres, los maucos, y cojos, y ciegos.
zado.
12 % Y dijo también al que 22 Y dijo el siervo : Señor,
le había convidado : Cuando hecho es como mandaste, y
haces comida ó cena, no lla- aun hay lugar.
mes á tus amigos, ni á tus 23 Y dijo el señor al siervo:
hermanos, ni á tus parientes, V é por los caminos y por los
ni á tus vecinos ricos; por- vallados, y fuérzalos á entrar,
que también ellos no te vuel- para que se llene mi cana.
van á convidar, y te sea he- 24 Porque os digo que nincha compensación.
guno de aquellos hombres que
J3 Mas cuando haces ban-, fueron llamados, gustará mi
quete, llama á los pobres, los |certa.
mancos, los cojos, los ciegos, : 25 IT Y muchas gentes loan
14 Y serás bienaventurado; con é l ; y volviéndose les
porque no te pueden retri- d i j o :
b u i r : mas te será recompen- 2(i Si alguno viene á mí, y
sado en la resurrección de los no aborrece á su padre, y
justos.
madre, y mujer, é hijos, y
15
Y oyendo esto uno de hermanos, y hermanas, y aun
los que juntamente estaban también su vida, no puede ser
sentados á la mesa, le d i j o : mí discípulo.
Bienaventurado el que co- 27 Y cualquiera que no trac
merá pan en el reino de los su cruz, y viene en pos de mi,
no puedo ser mi discípulo.
cielos. /
l(í
E l entonces le d i j o : 28 Porque ¿cuál de vosotros,
U n hombre hizo una grande queriendo edificar una torre,
no cuenta primero sentado los
cena, y convidó ú muchos.
17 Y" á l a hora de la cena gastos, si tiene lo que necesita
envió á su siervo á decir á los para acabar/a ?
convidados : Venid, que y a 29 Porque después que haya
puesto el fundamento, y no
todo está aparejado.
18 Y comenzaron todos á pueda acabar/a, todos los que
una á escusarse. E l primero lo vieren, no comiencen á hal e d i j o : H e comprado una cer burla de él,
hacienda, y necesito salir, y 30 D i c i e n d o : Este hombre
v e r l e ; te ruego que m e des comenzó á edificar, y no pudo
acabar.
por escusado.
19 Y el otro d i j o : H e com- 81 ¿ O cuál rey, habiendo de
prado cinco yuntas de bueyes, ir a n a c e r guerra contra otro
y v o y á probarlos: ruégote rey, sentándose primero, no
consulta si puede salir ni
que jne des por escusado.
•¿o Y el otro dijo : Acabo de encuentro con diez mil a»
114
S. L U C A S , X I V . X V .
7 Os digo, que así habrá mas
gozo en el cielo de un pecador
que se arrepiente, q u e de
noventa y nueve justos, que
no necesitan arrepentimiento.
8 ¿ O qué mujer que tiene
diez dracmas, si perdiere una
dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca
con diligencia, hasta hallaría?
9 Y cuando la hubiere hallado, junta las amigas y las
vecinas, diciendo: D a d m e e l
parabién ; porque he hallado
la dracma que había perdido.
10 A s í os digo que hay gozodelante de los ángeles de
Dios por un pecador que se
arrepiente.
'
CAPITULO XV.
11
Y d i j o : U n hombre
Parábolas de la oveja descar- tenia dos hijos;
riada, de la dracma per- 12 Y el menor de ellos dijo á
dida, y del hijo
pródigo, su p a d r e : Padre, dame la
para confusión de los Fari- parte de la hacienda que me
seos presuntuosos, y aliento pertenece: y él les repartid la
de los pecadores
arrepen- hacienda.
tidos.
18 Y no muchos días después,
juntándolo todo el hijo m e SE llegaban á él todos nor, partió lejos á una prolos publícanos y peca- vincia apartada, y allí desperdició su hacienda viviendo
dores á oírle.
2 Y murmuraban los F a r i - perdidamente.
seos y los escribas, diciendo: 14 Y cuando todo lo hubo
Este á los pecadores recibe, y malgastado, vino una grande
hambre en aquella provincia,
con ellos come.
3 Y él les propuso esta pará- y comenzóle á faltar.
15 Y fué, y so llegó á uno de
bola, diciendo:
4 r. Qué hombre de vosotros, lod ciudadanos de aquella
teniendo cien ovejas, si per- tierra, el cual le envió á su
diere una de ellas, no deja las hacienda para que apacentase
noventa y nueve en el desi- los puercos.
erto, y va á la que se perdió, 18 Y deseaba henchir su v i hasta que la halle?
entre de las algarrobas que
mas
5 Y hallada, la pone sobre comían los puercos;
nadie se las daba.
BUS hombros gozoso;
G Y viniendo á casa, junta á 17 Y volviendo en sf, d i j o :
los amigos y á los vecinos, ¡ Cuántos jornaleros en casa
diciéndoles: Dadme el para- de m i padre tienen abunbién; porque he hallado mi dancia de pan, y y o aquí
perezco de h a m b r e !
oveja que se había perdido.
I 2
115
que viene contra él con veinte
mil ?
S'¿ De otra manera, cuando
ami el otro está lejos, le ruega
por la paz, enviándo/e embajada.
33 Así pues cualquiera de
vosotros que no renuncia á
todas las cosas que posee, no
puede ser mi discípulo.
34 Buena es la s a l ; mas si
aun la sal fuere desvanecida
¿con qué se adobará?
35 Ni para la tierra, ni para
el muladar es buena; fuera la
arrojan. Quien tiene oídos
para oir, oiga.
Y
S. L U C A S , X V .
XVL
18 M e levantaré, é iré á mi has dado un cabrito para gonadre, y le d i r é : P a d r e , lie i zarme con mis amigos.
pecado contra el ciclo, y con-1 30 Mas cuando vi ño este tu
tra t í ;
hijo, que ha consumido tu
íí) Y a no soy digno de ser, hacienda con rameras, lias
llamado tu h i j o ; hazme como matado para él el becerro
grueso.
á uno de tus jornaleros.
20 Y" levantándose, vino á su 31 Él entonces l e d i i o : Hijo,
padre. Y como aun estu- tú siempre estás conmigo, y
viese lejos, violo su padre, y tortas mis cosas son tuyas.
fué movido á misericordia, y 32 Mas era menester hacer
corrió, y échese sobre su fiesta y holgar«<w, porque este
cuello, y besóle.
tu hermano muerto era, y lia.
21 Y el hijo le d i j o : Padre, r e v i v i d o ; habíase perdido, y
he pecado contra el cielo, y es hallado.
contra tí, y y a no soy digno
do ser llamado tu hijo.
22 Mas el padre dijo á sus
CAPITULO XVI.
s i e r v o s ; Sacad el principal
vestido, y vestidle, y poned Parábola
del
mayordomo
un anillo en su mano, y zapatramposo.
Nadie puede ser*
tes en sus pies;
vir tí Dios y ü las
riquezas.
Indisolubilidad
del
matri23 Y traed el becerro grueso,
monio.
Del rico fastuoso, y
y matad/o: y comamos, y hadel pobre
Lázaro.
gamos fiesta.
21 Porque este mi hijo muerto era, y ha r e v i v i d o ;
D Ú O también á sus discíhabíase perdido, y es hapulos : Había un hombre
llado. Y.comenzaron á rego- rico, el cual tenia un mayorcijarse.
domo ; y este fué acusado
25 Y su hijo el m a y o r estaba delante de él como disipador
en el c a m p o ; el cual como de sus bienes,
vino, y llegó cerca de casa, 2 Y lo llamó, y le d i j o : ¿ Qué
oyó la sinfonía y las dan- es esto que oigo de tí ? d;í cuzas ;
enta de tu máyordomía, por20 Y llamando uno de los que y a no podrás mas ser
criados, pregúntele qué era mayordomo.
aquello.
3 Entonces el mayordomo
27 Y" él le dijo : T u hermano dijo dentro de s í : ¿ Qué haré?
ha v e n i d o ; y tu padre ha que mi señor me quila la
muerto él becerro grueso, por máyordomía. Cavar, no puedo ; mendigar, tengo verImberle recibido salvo.
28 Entonces él se enojé, y no güenza.
quería entrar. Salió por tanto 4 Yo sé lo que haré, para
su padre, y le rogaba que en- que cuando fuere quitado de
trase.
la máyordomía, me reciban
29 M a s él respondiendo, díjoi en sus casas.
al padre: H é aquí, tantos 5 Y llamando á cada uno de
años há que te sirvo, no habi- los deudores de su señor, dijo
endo traspasado jamás tu al primero : ¿Cuánto debes a
mandamiento, y nunca me mi señor?
110
1
Y
S.
L U C A SI
(1 Y él dijo: Cien barriles de
aceite. Y le d i j o : - T o m a tu
obligación, y siéntate presto,
y escribe cincuenta.
7 Después dijo á o t r o : ¿ Y
tú, cuánto debes ? Y él dijo :
Cien coros do trigo. Y" él le
dijo: Toma tu obligación, y
escribe ochenta.
8 Y alabó el señor al mayordomo malo por haber hecho
discretamente; porque los hijos de este siglo son en su
generación mas sagaces que
los hijos de luz.
O Y y o o s d i f t o : Haceos amigos de las riquezas de maldad,
liara que cuando faltareis, os
reciban en las moradas eternas.
10 E l que es fiel en lo muy
poco, también en lo mas es
fiel: y el que en lo muy poco
es injusto, también en lo mas
es injusto.
11 Pues si cu las malas
riquezas no fuisteis
fieles,
r. quién os confiará lo verdadero ?
12 Y si en lo ageno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo
que es vuestro V
13 Ningún siervo puede servir á dos señores; porque ó
aborrecerá al uno y amará al
otro, ó se allegara al uno, y
menospreciará al otro.
Ño
podéis servir á Dios y á las
riquezas.
14 1[ Y oían también todas
e3tas cosas los Fariseos, los
cuales eran avaros, y se burlaban de él.
15 Y díjoles : Vosotros sois
los que os justificáis á vosotros mismos delante de loa
hombres; mas Dios conoce
vuestros corazones: porque lo
que los hombres tienen
por
sublime, delante de Dios es
abominación,
117
, XVI.
l(í L a l e y y los Profetas
hasta J u a n : desde entonces
el reino de Dios es anunciado,
y quienquiera se esfuerza «
entrar en él.
17 Empero mas fácil cosa es
pasar el cielo y la tierra, que
frustrarse un tilde de la ley.
18 Cualquiera que repudia á
su mujer, y se casa con otra,
adultera : y el que se casa con
larepudiada del marido,adultera.
10 Y había un hombre rico,
que se vestía de púrpura y de
lino fino, y hacia cada día
banquete con esplendidez:
20 Habia. también un mendigo llamado Lázaro, el cual
estaba echado á la puerta de
él, lleno de llagas,
2L Y deseando hartarse de
las migajas que caian de hi
mesa del rico ; y aun los perros venían y le lamían las
llagas.
22 Y aconteció que murió el
mendigo, y fué llevado por los
ángeles al seno de Abraham :
y murió también el rico, y fué
sepultado.
23 Y en el infierno alzó sus
ojos, estandoen los tormentos,
y vio á A b r a h a m de lejos, y á
Lázaro en su seno.
24 Entonces él, dando voces,
d i j o : Padre Abraham, ten
misericordia de m í , y envia
á Lázaro que moje ia punta
de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy
atormentado en esta llama.
25 Y díjole Abraham : Hijo,
ncuérdatc q u e recibirte tus
bienes en tu vida, y L á z a r o
también m a l e s : mas ahora
este es consolado aquí, y tú
atormentado,
2i; Y demás do todo esto, una
grande sima está constituida
entre nosotros y vosotros, que
S. L U C A S , X V I . X V I I .
5 1F Y dijeron los Apóstoles
al Señor: Auméntanos la fé.
6 Entonces el Señor dijo: Si
tuvieseis fé come un grano de
mostaza, diréis á este sicómoro : Desarraígate, y plántate en el m a r ; y os obedecerá.
7 ¿ V q u i é n de vosotros tiene
un siervo que ara, ó apacienta, que vuelto del campo le
diga l u e g o : Pasa, siéntate á
la mesa?
8 ¿ N o le dice ánte.s: Adereza qué cene, y arremángate,
y sírveme hasta que haya comido y bebido ; y después de
esto come til y bebe ?
9 ¿ Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido
mandado ? Pienso que no.
10 A s í también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo
que os es mandado, decid:
Siervos inútiles somos; porCAPITULO XVIÍ.
que lo que debíamos hacer,
Enseña Jesús á sus discípulos hicimos.
cuan malo es el escándalo: 1 1 % Y aconteció que yendo
que se deben perdonar
las él á Jerusalcm, pasaba por
injurias'.
que todos somos medio de Samaría, y de Galisiervos inútiles. Cura á diez lea.
leprosos; y trata de su se- 12 Y entrando en una aldea,
viniéronle al encuentro diez
gunda venida.
hombres leprosos, los cuales
A sus discípulos d i c e : I m - se pararon de lejos,
posible es que no vengan 13 Y alzaron la v o z diciendo:
escándalos; mas \ ay de aquel Jesús, Maestro, ten miseripor quien v i e n e n !
cordia de nosotros.
2 M e j o r le fuera, si le pusie- 14 Y como él los vló, les dijo:
sen al cuello una piedra de I d , mostraos á los sacerdotes.
molino, y le lanzasen en el Y aconteció, que yendo ellos,
mar, que escandalizar uno dn fueron limpios.
estos pequeñitos.
15 Entonces uno de el!o3,
•*i Mirad per vosotros. Si pe- como se vio que estaba limpio,
care tu hermano, reprén- v o l v i ó , glorificando á Dios á
delo ; y si se arrepintiere, gran voz.
perdónale.
16 Y derribóse sobre el rostro
4 Y si siete veres al día pe- , i sus píes, dándole gracias: y
care contra tí, y siete veces al este ora Samaritano.
día se volviere á tí, diciendo : 17 Y respondiendo Jesús, diP é s a m e : perdónale.
j o : ¿ N o son diez los que fue118
Jos que quisieren pasar de
nquí á vosotros, no pueden,
ni de allá pasar acá27 Y d i j o : Jtuégotc, pues,
padre, que le envíes á la eusn
de mí p a d r e ;
23 Porque tengo cinco hci"
manos ; para que les testifique, porque no vengan ellos
tanibieu ¡l este lugar de tormento.
29 Y Abraliam le d i c e . —
Moisés y á los profetas tienen ; óiganlos.
30 E l entonces dijo ; l í o , padre Abraliam : mas si alguno
fuere á ellos de los muertos,
.se arrepentirán.
31 M a s Abraliam le dijo : S¡
no oyen A Moisés y á los P r o fetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de
los muertos.
Y
S. L U G A ? , X V I I . X V I I I .
ron limpios? ¿ Y los nueve _. Como esto será el día en
dónde esídn?
que el Hijo del H o m b r e so
18 ¿ N o hubo quien volviese manifestará.
y diese gloria á Dios, sino este 31 E n aquel dia, él que estuextranjero?
viere en el terrado, y sus a l 11) Y díjole: Levántate, vote; hajas en casa, n o descienda
á t o m a r l a s : y él que en el
tu f'é te ha salvado.
20 Y preguntado por los F a - campo, asimismo no v u e l v a
riseos, cuándo había de venir atrás.
el reino de Dios, les respon- 32 Acordaos de la mujer do
dio, y dijo: E l reino de Dios L o t .
no vendrá con advertencia.
33 Cualquiera que procurare
21 N i dirán: Helo aquí, ó salvar su vida, la perderá; y
helo a l l í ; porque he aquí el cualquiera que la perdiere, la
reino de Dios entre vosotros salvará.
está.
34 Os digo que en aquella
22 Y dijo & sus discípulos: noche estarán dos en una
Tiempo vendrá, cuando desc- c a m a ; el uno será t o m a d o , y
aréis ver uno de los dias del el otro será dejado.
Hijo del Hombre, y no lo v e - 35 Dos mujeres estarán m o réis.
liendo j u n t a s ; la una será
23 Y os d i r á n : H e l o aquí, Ó tomada, y la otra dejada.
helo allí. N o vayáis, ni si- 36 Dos estarán en el c a m p o ;
gáis.
el uno será tomado, y el otro
21 Porque como el relámpago dejado.
relampagueando desde una 37 Y" respondiendo, le dicen :
parte de debajo del ciclo, res- ¿ Dónde, Señor ? Y él les d i j o :
plandece hasta la otra debajo Donde estuviere el cuerpo,
del cielo, así también será el allá se juntarán tambieu las
Hijo del Hombre en su día.
águilas.
25 Mas primero es necesario
que padezca mucho, y sea reCAPITULO XVIII.
probado de esta generación.
2fi Y como fué en los dias de Parábolas de la viuda, y del
N o é , así también será en los
mal juez, y del Fariseo, y del
dias del Hijo del Hombre.
publicano. J esus recibe atno27 Coinian, bebian, los homrosamente á los niños.
Da
bres tomaban mujeres, y las
consejos de perfección.
Mumujeres maridos, hasta el din
estra el peligro de las rique entró N o é en el arca ; y
quezas; y cura al cieno de
vino el diluvio, y destruyó á
Jericó.
todos.
P R O P Ú S O L E S también
•28 Asimismo también como
una parábola sobre que es
fué en los dias de L o t : comían, bebían, compraban, necesario orar siempre, y no
vendían, plantaban, edifica- desmayar,
ban :
2 Diciendo: Hnbia un juez:
29 Mas el dia que L o t salió en una ciudad, el cual ni t e do Sodoma, llovió del cielo mía á Dios,ni respetaba h o m fuego y azufre, y destruyó á bre.
todos:
3 Habla también en aquella
110
Y
S. L U C A S , XVIIf.
ciudad una viuda, la cual v e - 1 para que los tocase; lo cual
ni a a" él, diciendo: H a z m e , viéndo/o los discípulos, les
justicia de m i adversario.
reñían.
4 Pero él no quiso por algún 16 Mas Jesús llamándolos,
tiempo : mas después de esto d i j o : Dejad los niños venir a
dijo dentro de s í : Aunque ni mí, y no los impidáis; portemo á Dios, ni tengo respeto que de tales es el "reino de
á hombre;
Dios.
Todavía, porque esta viuda i r D e cierto os digo, que
m e es molesta, le haré jus- cualquiera que no recibiere el
ticia, porque al fin no venga y reino de Dios como un niño,
m e muela.
no entrará en él6 Y dijo el Señor: Oid lo que 18 *"[ Y preguntóle un príndice el iucz injusto.
cipe diciendo: Maestro bueno,
7 ¿ Y' Dios no hará justicia á ¿ qué haré para poseer la vida
sus escogidos, que claman á él eterna ?
d i a y noche, aunque sea lon- 10 Y Jesús le d i j o : ¿ Por qué
gánime acerca de ellos ?
me dices bueno? ninguno hay
8 Os digo que los defenderá bueno sino solo Dios.
resto. Empero cuando el 20 Los mandamientos sabes:
lijodel Hombre viniere, ¿ha- N o matarás, N o adulterarás,
llará fé en la tierra?
N o hurtarás. N o dirás falso
9 f Y" dijo también á unos testimonio, Honra á tu padre,
que conílaban de sí como y á tu madre.
justos, y menospreciaban á 21 Y él d i j o : Todas estas
los otros, esta parábola:
cosas he guardado desde nú
10 Dos hombres subieron al Juventud.
templo á o r a r ; el uno F a - 22 Y Jesús, oido eslo,lc dijo:
riseo, y el otro publieauo.
Aun te falta una cosa : vende
11 E l Fariseo, en pié, oraba todo lo que tienes, y d á á los
consigo do esta manera: Dios, pobres, y tendrás tesoro en el
te doy gracias, que no soy c i e l o ; y v é n , sígneme.
como los otros hombres, la- 23 Entonces él, oidas estas
drones, injustos, adúlteros, n i cosas, se puso muy triste,
aun como este publicano.
porque era muy rico.
12 Ayuno dos veces cu l a s e - 24 Y viendo Jesús que se ham a n a ; doy diezmos de todo bía entristecido mucho, dijo:
lo qut> ¡oseo.
¡ Cuan díncultosamentecntra13 JMaT el publicano estando rán en el reino de Dios los
IJios, no oueria ni aun alzar que tienen riquezas!
los ojo:i ai c i e l o ; sino que 25 Porque mas fácil cosa es
hería su pecho, diciendo: entrar un camello por el ojo
Dios, sé propicio á m í , peca- de una aguja, que mi rico endor
trar en el reino de Dios.
14 Os digo que este descendió 2i> Y" los que ío oían, dijeron:
á su casa 7/IIÍÍ justificado que ¿ Y quién podrá ser salvo?
el o t r o : porque cualquiera 27 Y f l ¿es d i j o : L o que es
que se ensalza, será humi- imposible pura con las homl l a d o ; y el que se humilla, bres, posible es para Dios. ,
5 i á i-níalzado.
23 Entonces Pedro d i j o : He
15 *V Y traían á él los niños aquí, nosotros hemos dejado
120
1
Í
;
s . LUCAS,
:C V I I I .
xtx.
las posesiones nuestras, y te 42 Y Jesús le d i j o : V é ; tu fé
hemos seguido.
te ha hecho salvo.
29 Y él les dijo : D e cierto os , 43 Y luego v i o , y le seguía,
digo que nadie hay que haya (glorificando á Dios : y todo e l
dejado casa, 6 padres, ó her- uehlo como vio esto, dio* á
manos, é mujer, é hijo3, por >iós alabanza.
el reino de Dios,
30 Que no haya de recibir
CAPITULO XIX.
macho mas en este tiempo, y
en el siglo venidero la vida
Zaanéo, publicarlo.
Parábola
eterna.
dtl hombre noble.
Jesús,en31 IT Y Jesús tomando aparte
trando en Jerusalem
como
los doce, les dijo : l i é aquí suen triunfo,
predice y llora
bimos á Jernsalem. y serdn
su ruina,
en medio de los
cumplidas todas las cosas
aplausos del pueblo.
Negoque fueron escritas por los
ciantes echados del templo.
profetas del Hijo del H o m bre,
H A B I E N D O entrado Je32 Porque será entregado á
sus, iba pasando por J e las gentes,y será escarnecido, r i c ó :
é injuriado, y escupido.
2 Y" h é aquí un v a r ó n , l l a 33 Y' después que le hubie- mado Zaqueo, el cual e r a el
ren azotado, le m a t a r á n ; mas principal de los publícanos, y
al tercer dia resucitará.
era rico,
3-1 Pero ellos nada de estas 3 Y procuraba v e r á Jesús
cosas entendían, y esta pala- quien fuese; mas no podía á
bra les era encubierta ; y no causa de la multitud, porque
entendían lo que se decía.
e r a pequeño de estatura.
3"i *fí Y aconteció que acer- 4 Y corriendo delante, sttcándose él á J e r i c é , un ciego bióseáun árbol sicómoro para
estaba sentado junto al ca- v e r l e ; porque habia de pasar
mino m e n d i g a n d o :
por allí.
30 E l cual como o v é la gente 5 Y como v i n o á aquel lugar
que pasaba, preguntó qué era Jesús, mirando le v i o , y diaquello.
j ó l e : Zaqueo,date priesa, des3? Y' dijéronle que pasaba i C i e n d e , porque hoy es necesaJesu.-t Nazareno.
rio que pose en tu casa.
38 Entonces dio voces, dici- . 0 Entonces él descendió ae n d o : Jesús, Hijo de D a v i d , prisa, y le recibió gozoso.
ten misericordia do m í .
7 Y viendo esto lodos, mur39 Y" los que iban delante, le muraban diciendo que habia
reñían que callase; mas él cla- (entrado á posar con un hommaba mucho m a s : Hijo do bre ñeca dor.
David, ten misericordia de 8 Entonces Zaqueo, puesto
mí.
|enj)ié,dijoal Señor: H é a q u í ,
40 Jesús entonces parándose, Señor, la mitad de mis bienes
mandó traerle á s í : y como él doy á los pobres; y si en a l g o
llegé, le preguntó,
he defraudado á alguno, l o
4 1 Diciendo: ¿ Q u é quieres vuelvo con el cuatro tanto.
que te haga? Y él dijo: Se- 9 Y Jesús le dijo ¡ H o y ha v e ñor que Yea.
nido la salvación á esta casa;
121
£
Y
S. L U C A S , X I X .
por cuanto é l también es hijo
de A b r a h a m .
10 Porque el Hijo del H o m bre vino á buscar y fí salvar lo
que se habia perdido.
11 % Y oyendo ellos estas
cosas, prosiguió y dijo una
parábola, por cuanto estaba
cerca de Jerusalcm; y porque
pensaban que luego habia de
ser manifestado el reino de
Dios.
12 Dijo pues: U n hombre
noble partid á una provincia
le'jos, para tomar para sí un
reino, y v o l v e r .
13 M a s llamados diez siervos
suyos, le3 dio diez minas, y
díjoles : Negociad entre tanto
que v e n g o .
14 E m p e r o sus ciudadanos le
aborrecían; y enviaron tras
de él una embajada, d i c i e n d o :
N o queremos quo este reine
sobre nosotros.
35 Y aconteció, que vuelto él
habiendo tomado el reino,
mandó llamar á sí á aquellos
siervos, á los cuales había dado el dinero, para saber lo
que había negociado cada
uno.
10 Y vino el primero, diciendo : Señor, tu mina ha ganado diez minas.
17 Y él l e d i c e : Está bien,
buen s i e r v o ; pues que en lo
poco has sido flel, tendrás
potestad sobre diez ciudades.
18 Y vino otro diciendo: Señor, tu mina ha hecho cinco
minas.
19 Y también á este d i j o :
T ú también sé sobre cinco
ciudades.
20 Y vino otro diciendo: Señor, hé aquí tu mina, la'cual
he tenido guardada en un
pañizuelo,
21 Porque tuve miedo de tí,
122
que eres hombre r e c i o ; tomas
lo que no pusiste, y siegas lo
que no sembraste.
22 Entonces él le d i j o : Mal
siervo, de tu boca te juzgo.
Sabias que y o era hombre recio, que tomo lo que no puse,
y que siego lo que no sembré:
23 ¿ P o r q u é pues no diste ini
dinero al banco; y yo viniendo lo demandara con el
logro ?
24 Y dijo & los que estaban
presentes: Quitadle la mina,
y dadla al que tiene las diez
minas.
25 Y" ellos le dijeron : Señor,
tiene diez minas.
2(í Pues ¿/o os digo que á cualuiera que tuviere, le será
ado ; mas al que no tuviere,
aun lo que tiene le será quitado.
27 Y también á aquellos mis
enemigos, que no querían que
yo reinase sobro ellos, traedlos acá, y degolladlos delante
de mí.
28 Y dicho esto, iba delante
subiendo á Jerusalcm.
29 1¡" Y aconteció, que llegando cerca de líetfage. y de
Betania, al monte quesellama
délas Olivas,envió dos de sus
discípulos,
30 Diciendo: Id á la aldea de
enfrente; en la cual como entrareis, hallaréis un pollino
atado, en el que ningún hombre se ha sentado j a m á s : desatadle, y traedfo.
3 1 Y si alguien os preguntare,
¿porquéle desatáis ? le responderéis a s í : Porque el Señor lo
ha menester.
32 Y fueron los que habían
sido enviados, y hallaron como ¿¿les dijo.
33 Y" desatando ellos el pollino, sus dueño3 le3 dijeron:
¿ Por qué desatáis el pollino i
3
S.
LUCAS,
XIX.
XX.
34 Y ellos dijeron : Porque el mas vosotros la habéis heche
cueva de ladrones.
Señor le ha menester.
35 Y trajéronlo á Jesús; y 47 % Y enseñaba cada dia en
habiendo echado sus vestidos el templo ; mas los príncipes
sobre el pollino, pusieron á de los sacerdotes, y los escribas, y los principales del
Jesús encima.
33 Y yendo e'l, tendían sus pueblo procuraban matarle.
capas por el camino.
48 Y no hallaban qué hacerle,
37 Y como llegasen y a cerca porque todo el pueblo estaba
de la bajada del monte de las suspenso oyéndole.
Olivas, toda la multitud délos
discípulos, gozándose, comenzaron Á alabar á Dios á gran
CAPITULO XX.
voz por todas las maravillas
que habían visto.
Jesús confunde
á los
sacer38 Diciendo : Bendito el rey
dotes, y escribas.
Parábola
que viene en nombre del Sede los viñadores.
Piedra
anñor : paz en el cielo, y gloria
gular.
Tributo
al
César.
en lo altísimo.
Resurrección
de los
muertos.
Je.su-Cristo
hijo y Señor
de
39 Entonces algunos de los
David.
Soberbia
y
avaricia
Fariseos de la compañía le
de los
escribas.
dijeron: Maestro, reprende á
tus discípulos.
40 Y él respondiendo, les diA C O N T E C I Ó un día, que
Jo : Os digo que si estos callaenseñando él al pueblo
ren, las piedras clamarán.
en el templo, y anunciando
41 1 T Y como llegó cerca, v i - el E v a n g e l i o , llegáronse los
endo la ciudad, lloró sobre príncipes de los sacerdotes,
ella,
y los escribas, con los ancia42 Diciendo: ¡ Oh si también nos,
tú conocieses, á lo menos en 2 Y le hablaron, d i c i e n d o :
este tu dia, lo que toca & tu Dfnos ¿ con qué potestad haces
¡12! mas ahora está cncu- estas cosas? ¿ ó quién es el
ierto de tus ojos.
que te ha dado esta potestad ?
43 Porque vendrán días sobre 3 Itespondiendo entonces J e t(, que tus enemigos te cerca- sus, les d i j o : Os preguntaré
rán con baluarte; y te pon- y o también una palabra; resdrán cerco, y de todas partes pondedme:
te pondrán en estrecho;
4 E l bautismo de Juan, ¿era
44 Y te derribarán á tierra, y del cielo, ó de los hombres?
íUus hijos, los que están dentro 5 M a s ellos pensaban dentro
de tí; y no dejarán sobre t í de sí, diciendo : Si dijéremos :
piedra sobre piedra; por cu- Del c i e l o ; d i r á : ¿ P o r qué
anto no conociste el tiempo pues no le creísteis ?
íe tu visitación.
6 Y si dijéremos : D e los
45 T Y entrando en el tem- hombres; todo el pueblo nos
plo, comenzó á echar fuera á apedreará; porque están citodos los que vendían y com- ertos que Juan era profeta.
praban en él,
7 Y respondieron, que no
sido,
46 luciéndoles: Escrito está : sabinn de dónde hábia
li casa.casa de oración e s ; 8 Entonces Jesús les d i j o :
123
Y
J
S. L U C A S ,
XX.
N i y o os digo con qué potestad dieron que contra ellos habia
dicho esta parábola; mas tehago estas cosas.
9 1f Y comenzó A decir al mieron al pueblo
ueblo esta parábola:
Un 20 ^ Y acechando/'- enviaron
ombre plantó una viña, y espías que se simulasen justos,
arrendóla A labradores, y se para sorprenderle en palabras, para que le entregasen
ausentó por mucho tiempo.
10 Y al tiempo envió un siervo íil principado y A la potestad
A los labradores, para que le del presidente:
diesen del fruto de la v i ñ a ; 21 Los cuales le preguntaron,
mas I03 labradores le hirieron, diciendo: Maestro, sabemos
que dices y enseñas bien, y que
y enviaron vacío.
11 Y v o l v i ó A enviar otro no tienes respeto A persona;
s i e r v o : mas ellos A este tam- antes enseñas el camino de
bién herido y afrentado le en- Dios con verdad.
22 ¿Esnos lícito dar tributo á
viaron vacío.
12 Y volvió A enviar al tercer César, ó no ?
s i e r v o : mas ellos también A, 23 Mas él, entendiendo la aseste echaron herido.
¡ tucia de ellos, les dijo: ¿For
13 Entonces el señor de la¡ qué m e tentáis ?
v i ñ a d i j o : ¿ Q u é h a r é ? en- 24 Mostrad me la moneda.
v i a r é mi Hijo a m a d o : quizásI ¿ D e quién tiene la imagen y
cuando A este vieren, tendrán la inscripción ? Y respondiendo dijeron: de César.
respeto.
14 Mas los labradores v i é n - 25 Entonces les d i j o : Pues
dole, pensaron entre sí dici- dad á César lo que es de César;
e n d o : Este es el heredero; y lo que es de Dios, á Dios.
matémosle, para que la here- 2fi "i no pudieron reprender
dad sea nuestra.
sus palabras delante del pue15 Y echáronlo fuera do la blo, Antes maravillados de su
viña, y le mataron.
¿Qué respuesta, callaron.
pues les hará ci señor tío la 27 í Y llegándose unos de los
viña ?
Saducéos, los cuales niegan
10 Vendrá, y destruirá A estos haber resurrección, le pregunlabradores, y darA su viña A taron,
otros. Y como cUos lo oyeron, 28 Diciendo: Maestro,Moisw
dijeron: Guarda.
nos escribió: Si el hermano de
17 Mas él mirándolos, d i c e : alguno muriere teniendo mu¿Qué pues es lo que estA es- jer, y muriere sin hijos, que su
c r i t o : L a piedra que condena- hermano tome la mujer, y leron los edificadores, esta fué vante simiente á su hermano.
por cabeza de esquina ?
2y Fueron pues siete herma18 Cualquiera que cayere so- nos : y el primero tomé mubre aquella piedra, será que- j e r , y murió sin hijos.
b r a n t a d o ; mas sobre el que 30 Y la tomé el se«undo, el
la piedra cayere, le desmenu- cual también murió sin hijos.
zará.
! 31 Y la tomé el tercero; nsi19 Y procuraban los prín-' mismo también todos siete:
cipes de los sacerdotes y los y murieron sin dejar prole.
escribas echarle mano en 32 Y á la postre de todos muaquella hora, porque entcn- rió también la mujer.
124
E
1
S. L U C A S , X X . X X I .
33 En la resurrección, pues, primeras sillas en las sina¿mujer de cníll de ellos será? gogas, y los primeros asientos
porque los siete la tuvieron en las c e n a s :
47 Que devoran las casas do
por mujer.
34 Entonces respondiendo J e - las viudas, poniendo por presus, les d i j o : Los hijos de este texto la larga oración : estos
condenasiglo Si- ca*an, y son dados en recibirán m a y o r
ción.
casamiento:
35 Mas los que fueren tenidos
por dignos de aquel siglo, y de
¡a resurrección de los muerCAPITULO XXI.
tos, ni se casan, ni son dados
en casamiento:
De la ofrenda que hizo una
Predicción de
3(¡ Porque no pueden y a mas j pobre viuda.
la ruina del templo.
Semorir; porque son iguales á
ñales que precederán á la
los ángeles, y son hijos dv
destrucción de Jerusalem, y
Dios, cuando son hijos de la
á la segunda venida de
resurrección.
Jesús.
37 Y que los muertos huyan
de resucitar, aun Moisés lo
M I R A N D O , vio los ricos
enseñó junto á la zarza, cuque echaban sus ofrendas
ando dice al Señor: Dios de
Ahraham, y Dios de Isaac, y en el gazotilacio.
Dios de Jacob.
2 Y v i o también una viuda
38 Porque Dios no es Dios de nobrccilla, que echaba allí dos
muertos, mas de vivos ; por- blancas.
3 Y d i j o : D e verdad os digo,
que todos v i v e n cuanto á él.
39 Y respondiéndole unos de que esta pobre viuda echo
los escribas, dijeron: Maestro, mas que todos.
bien has dicho.
4 Porque todos estos, de lo
40 Y no osaron mas pregun- que les sobra echaron para
las ofrendas de D i o s ; mas
tarle algo.
41 T Y él les d i j o : ¿Cómo esta de su pobreza echó todo
dicen que el Cristo es hijo de el sustento que tenia.
5 % Y á unos que decían del
David ?
42 Y el mismo David dice en templo, que estaba adornado
Cl libro de los Salmos : Dijo de hermosas piedras y dones,
el Señor á mi Señor: Siéntate d i j o :
Á mi diestra,
fi Estas cosas que veis, días
43 Entretanto que pongo tus vendrán, que no quedará pieenemigos por estrado de tus dra sobre piedra .que no sea
pies.
destruida.
44 A s í que David lo llama 7 Y lo preguntaron, diciS e ñ o r : ¿ c ó m o pues es su endo : Maestro, ¿ cuándo será
hijo ?
esto? ¿ Y qué señal habrá
45 ^f" Y oyéndote todo el cuándo estas cosas hayan de
pueblo, dijo ii sus discípulos: comenzar á ser hechas?
40 Guardaos de los escribas, 8 El entonces d i j o : M i r a d ,
que quieren andar con ropas no seáis engañados ; porque
largas, y aman las saluta- vendrán muchos en mi nomciones en las plazas, y Jasl bre, diciendo : Y o soy, y el
Y
S. L U G A S , X X I .
tiempo cstií cerca: por tanto de ella, v a y a n s e ; y los que
estén en los campos, no entren
no vayáis en pos de ellos.
í> Empero cuando oyereis en ella.
guerras y sediciones, no os 22 Porque estos son días de
espantéis; porque es nece­ venganza ; para que se cum­
sario que estas cosas acon­ plan todos las cosas que están
tezcan primero: mas no luego escritas.
¿•era el fin.
23 Mas, ¡ ay de las preñadas
10 f Entonces les d i j o : Se y de las que crian en aquellos
levantará gente contra gente, dias 1 porque habrá apuro
grande sobre esta tierra, é ira
y reino contra reino :
11 Y habrá grandes terre­ en este pueblo.
motos en varios lugares, y 24 Y" caerán á filo de espada,
hambres, y pestilencias; y y serán llevados cautivos a
habrá espantos, y grandes todas las naciones: y Jeru­
señales del ciclo.
salem será hollada de las
12 ^ Mas antes de todas gentes, hasta que los tiempos
estas cosas os echarán mano,, de lasgeutes sean cumplidos.
y perseguirán entregándoos a 25 I T Enténces habrá señales
las sinagogas,y á las cárceles, en el sol, y en la luna, y en
siendo llevados á los reyes y las estrellas; y en la tierra
á los gobernadores por causal angustia de gentes por la con­
fusión del sonido de la т а г у
de mi nombre.
1 3 Y os será esto para testi­ de las o n d a s :
26 Secándose los hombres a
monio.
14 Poned pues en vuestros causa del temor y expecta­
corazones no pensar antes ción de las cosas que sobre­
vendrán á la redondez de la
como habéis de responder.
15 Porque y o os daré boca y t i e r r a : porque las virtudes da
sabiduría, á la cual no podrán los cielos serán conmovidas.
resistir ni contradecir todos 27 Y enténces verán al Hijo
los que se os opondrán.
del Hombre, que vendrá en
10 Mas seréis entregados aun una nube con potestad y ma­
de vuestros padres, y her­ jestad grande.
manos, y parientes, y ami­ ' 28 Y cuando estas cosas co­
gos : y matarán á alguno de menzaren á hacerse, mirad, y
vosotros.
levantad vuestras cabezas,
17 Y seréis aborrecidos de porque vuestra redención está
todos por causa de m i nom­ . cerca.
I 29 Y Y díjoles una parábola:
bre.
1S Mas un pelo de vuestra Mirad la higuera y todos los
cabeza no perecerá.
j árboles:
19 E n vuestra paciencia po­ 30 Cuando y a brotan, vién­
dolo, de vosotros mismos en­
seeréis vuestras almas,
20 Y cuando viereis á j e r u ­ tendéis que el verano está ya­
salem cercada de ejércitos, cerca.
sabed enténces que su des­ 31 A s í también vosotros, cu­
ando viereis hacerse estas
trucción ha llegado.
21 Enténces los que estuvie­ cosas, entended que está cerca
ren en Judéa, huyan á los el reino de D ios.
montes; y los que en medio S2 D e cierto os digo que no
120
S. L U C A S , X X I . X X I I .
pasará esta generación, hasta por sobrenombre Iscariote,
que todo sea hecho.
el cual era uno del número de
33 El cielo y la tierra pasa­ los d o c e ;
ría, mas mis palabras no 4 Y fue, 5­ habló con los
Irisarán.
príncipes do I03 sacerdotes, y
34 % Y mirad por vosotros, con los magistrados, de cómo
que vuestros corazones no se lo entregaría.
sean cargados de glotonería 5 Los cuales se holgaron, y
y embriaguez, y de los cuida­ concertaron de darle dinero.
dos de esta vida ; y v e n g a de 6 Y prometió, y buscaba
repente sobre vosotros aquel oportunidad para entregarle
dia.
á ellos sin bulla.
35 Porque como un lazo 7 I T Y vino el día de los á z i ­
vendrá sohre todos los que mos, en el cual era necesario
habitan sobre la luz de toda matar el cordero de la Pascua.
la tierra.
8 Y envió á P e d r o , y á Juan,
Síi Volad pues orando en diciendo : I d , aparejadnos el
de la Pascua, para
todo tiempo, que seáis tenidos cordero
por dignos de evitar todas que comamos.
estas cosas que han de venir, 9 Y ellos le dijeron: ¿ Dónde
y de estar en pié delante del quieres que aparejemos?
Hijo del Hombre.
10 Y él les d i j o : H é aquí,
­17 1Г Y enseñaba de día en cuando entrareis en la ciu­
el templo; y de noche sali­ dad, os encontrará un hom­
endo, estábase en el monte bro que l l e v a un cántaro de
que se llama de las Olivas.
a g u a ; seguidle hasta la casa
38 Y todo el pueblo venia á donde entrare,
el por l a mañana, para oírle 11 Y decid al padre de la
cu el templo.
familia de la casa: E l M a ­
estro te d i c e : ¿ D ó n d e está
el aposento donde tengo de
CAPITULO XXII.
comer el cordero de la Pascua
Traición de Judas.
Cena p as­ con mis discípulos ?
cual é institución
de la Eu­ 12 Entonces él os mostrará
caristía.
Dis
p uta de la p ri­ uu gran cenáculo aderezado ;
macía
entre los p
A óstoles. aparejad allí.
Predice
Jístts
la
negación 13 Fueron pues, y hallaron
y
de San Pedro.
Oración
y como les había d i c h o ;
de la
agonías
de Jesús en el hu­ aparejaron el cordero
erto.
Su p rendimiento
y Pascua.
ultrajes
en casa del
Pon­ 14 % Y como fué hora, sen­
tóse á la mesa, y con él los
tífice.
apóstoles.
E S T A B A cerca el dia de 15 Y Íes dijo : E n gran m a ­
la fiesta de los Á z i m o s , nera he deseado comer con
iue se llama la Pascua.
vosotros esta pascua antes
2 Y los príncipes de los sa­ que p a d e z c a ;
cerdotes y los escribas busca­ 1G Porque os digo que no
ban como le m a t a r í a n ; mas comeré mas de ella, hasta
tenían miedo del pueblo.
ue se cumpla cu cí reino de
3 Y entró Satanás en Judas, )íos.
127
Y
S. L U C A S , X X I I .
17 Т tomando el vaso, ha­: entre vosotros como el que
bfendo dado gracias, d i j o : sirve.
T o m a d esto, y partid entre 23 Empero vosotros sois loa
vosotros;
que habéis permanecido con­
18 l'orque os digo, que no migo en mis tentaciones:
beberé mas del fruto de la 20 Y o pues os ordeno un
v i d , hasta que el reino de reino, como mi Padre me lo
ordenó d mi,
D i o s venga.
19 У tomando el pan, habi­ 30 P a r a que comáis y bebáis
endo dado gracias, partió, y en m i mesa en mi r e i n o ; y
les dio, diciendo: Esto es mi |os sentéis sobre tronos juz­
cuerpo, que por vosotros es gando á las doce tribus de
d a d o ; haced esto en memoria I Israel.
de m í .
31 % Dijo también el Señor:
20 Asimismo también tomó Simón, Simón, lié aquí que
y les dio el vaso, después que Satanás os ha pedido para
hubo cenado, diciendo : Este zarandaros como á t r i g o ;
vaso es el nuevo pacto en mi 32 Mas y o he rogado por tí
sangre, que por vosotros se que tu fé no falte ; y tú, una
derrama.
vez vuelto, confirma á tus
21 Con todo eso he' aquí la hermanos.
mano del que me entrega, 33 Y él le dijo: Señor, pronto
conmigo en la mesa.
¡ estoy A ir contigo aun á cár­
22 Y á la verdad el Hijo del cel, y á muerte.
Hombre va, según lo que esta ' 34 Y él dijo : Pedro, te digo
determinado; empero ¡ ay de que el gallo no cantará hoy
aquel hombre por el cual es antes que tú niegues tres
entregado!
veces que me conoces.
23 Ellos entonces comen­ 35 Y a ellos dijo : Cuando OB
zaron á preguntar entre sí, envíe sin bolsa, y sin alforja,
cual de ellos seria el que ha­ y sin zapatos, ¿os faltó algo?
bía de hacer esto.
i Y ellos dijeron : N a d a .
24 1f Y hubo entre ellos una 35 Y les d i j o : Pues ahora el
contienda:
Quien de ellos que tiene bolsa, témela, y
parecía que había de ser el también la alforja; y el que
mayor.
no tiene, venda su capa y
25 Entonces él les dijo : Los compre espada.
reyes de las gentes se en­ 37 Porque os dígo, que es
señorean de e l l a s ; y los necesario se cumpla todavía
«me sobre ellas tienen po­ en m í aquello que está es­
testad, son llamados bienhe­ crito : Y con los malos fue
chores :
contado: porque lo que está
26 M a s vosotros, no a s í ; escrito de mí, su cumplimiento
antes el que es nuiyor entre tiene.
vosotros, sea como el mas 38 Entonces ellos dijeron:
mozo ; y el que es príncipe, Señor, hé aquí dos espadas.
como el que sirve.
Y él les dito: Basta.
27 l'orque ¿ cuál es mayor, 39 H Y saliendo, se fué, como
e! que se sienta a la mesa, ó solia, al monte de las Olivas;
e l <jue sirve? ¿ N o es el que y sus discípulos también, le
se sienta á la mesa? y y o soy siguieron.
125
1
S. L U C A S , X X I I .
4D Y como llegó íí aquel lido con espadas y con
lugar, les dijo : Orad que no palos ?
53 Habiendo estado con vosentréis en tentación.
•11 Y él se aparté de ellos otros cada dia en el templo,
como un tiro de piedra; y no extendisteis las manos
contra m í : mas esta es vupuesto de rodillas, oré,
42 Diciendo: Padre, si qui- estra hora, y la potestad do
eres, pasa este vaso de m í ; las tinieblas.
empero no se liaga mí volun- 54 Y prendiéndole, trajéronlo,
tad, sino la tuya.
y metiéronle en casa del prín43 Y le apareció un ángel cipe de los sacerdotes. Y P e dro le seguía de lejos.
del cielo confortándole.
44 Y estando en agonfa, 55 1" Y habiendo encendido
oraba mas intensamente; y fuego en medio de la sala, y
fué su sudor como gotas de sentándose todos alrededor,
sangre que descendían hasta se sentó también Pedro entre
la tierra.
ellos.
43 Y como se levantó de la 50 Y como una criada le vio
oración, v vino A sus discí- que estaba sentado al fuego,
pulos, hallólos durmiendo de fijóse en é l , y dijo : Y' este con
tristeza.
é l estaba.
m Y les dijo: ¿ Por qué dor- 57 Entonces él lo negó, dimís? Levantaos, y orad que ciendo: Mujer, no lo conozco.
no entréis en tentación.
47
Estando él aun ha- 58 Y un poco después viénblando, hé aquí una turba, dole otro, dijo: Y tú de ellos
y el que se llamaba Judas, eras. Y*Pedro dijo: Hombre,
uno de los doce, iba delante no soy.
de ellos; y llegóse á Jesús 59 Y como una hora pasada,
para besarlo.
otro afirmaba diciendo: Ver48 Entonces Jesús le dijo: daderamente también este osJtulas, ¿cou beso entregas al tuba con é l : porque es C a li leo.
Hijo del Hombre?
49 Y viendo los qnc estaban 00 Y Pedro dijo : Hombre,no
con él lo que babia de ser, le sé qué dices. \ luego, estando
dijeron: Señor, ¿ heriremos A aun él hablando, el galio
cuchillo?
cantó.
5 0 Y uno de ellos hirió A mi 61 Entonces, vuelto el Señor,
siervo del príncipe de los miró á Pedro; y Pedro so
sacerdotes, y le quitó la oreja acordó de la palabradel ^cñor,
derecha.
como le había dicho: Antes
51 Entonces
respondiendo que el gallo cante me negarás
Jesús, dijo:
Dejad hasta tres veces.
aquí. Y tocando su oreja, le 62 Y saliendo fuera Pedro,
sanó.
lloró amargamente.
5 2 Y Jesns dijo á los que i"3 Y los hombres que tenían
habían venido A él, de los á Jesús, se burlaban de él hipríncipes de los sacerdotes, riéndole.
y < / » í los magistrados del 64 Y cnbrh'ndo'o, p'-osrunT e m p l o , y d-' \>>s ancianos tábaule diciendo • Tii fetiza
¿Como A ladrón habéis sa- quién es el que te hirió,
129
K
S. LUCAS, X X H . X X I I I .
65 Y decían otras muchas
cosas injuriándole.
6 í í IT Y cuando fué de día, se
juntaron los ancianos del pueblo, y los príncipes do los sacerdotes, y los escribas, y le
trajeron á su concilio,
67 Diciendo: ¿ E r e s tú el
Cristo? dínosío. Y les dijo:
Si os lo dijere, no creeréis;
08 Y también si os preguntare, no m e responderéis, ni
me soltaréis:
09 M a s después de ahora el
H i j o del Hombre se asentará
á la diestra de la potencia de
Dios.
70 Y dijeron todos: ¿ L u e g o
t ú eres hijo de D i o s ? Y él les
d i j o : Vosotros lo decís que y o
soy.
7J Enténces ellos dijeron:
¿ Q u é mas testimonio deseam o s ? porque nosotros lo hemos oido de su boca.
CAPITULO
XXIII.
Jcsu-Cristo
es aculado
delante
de Pilato;
enviado
á
Heredes ; pospuesto ú
Barrabas;
entregado á los Judíos;
crucificado é insultado.
Título
de la cruz. Del buen
ladrón.
Tinieblas.
Muerte
del ¿Señor.
Confesión
del
centurión, tj sepultura
de Jesús.
T EVANTÁNDOSE
entónJ J ees toda la multitud de
ellos, lleváronle & Pilato.
2 Y comenzaron á acusarle
d i c i e n d o : A este hemos hallado que pervierte la nación,
v que veda dar tributo a
César, diciendo que él es el
Cristo, el rey.
;í Entonces Pilato le pregunté^
diciendo: ¿ Eres Ui el rey de
130
los Judíos? Y respondiéndole
él, dijo : T ú lo dices.
4 Y Pilato dijo á los príncipes
de los sacerdotes, y a las gent e s : Ninguna culpa hallo en
este hombre.
5 Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Jadea, comenzando desde Galilea hasta
aquí.
0 Enténces P i l a t o , oyendo
hablar de Galilea, pregunté si
el hombre era Galiléo.
7 Y como entendió que era de
la jurisdicción de Heredes, le
remitió á Heredes, el cual
también estaba en Jerusalem
en aquellos días.
8 f Y Heredes, viendo á Jesús, holgóse mucho, porque
hacia mucho tiempo que deseaba v e r l e ; porque habí a oido
de él muchas cosas, y tenia esperanza que le vería hacer
alguna señal.
íi Y le preguntaba con mucliaspalabras; mas él nada 1c
respondió.
1 0 Y estaban los príncipes de
los sacerdotes y los escribas
acusándole con gran porfía.
11 Mas Heredes con su corte
le menosprecié, y escarneció,
vistiéndole de una ropa rica;
y volviólo á enviar á Pilato.
12 Y" fueron hechos amigos
entre sí Pilato y Heródes en el
mismo d i a ; porque antes eran
enemigos entre si.
13 1T Entonces Pilato, convocando loa príncipes de los
sacerdotes, y los magistrados,
y el pueblo,"
14 Les d i j o : M e habéis presentado á este por hombre que
desvia al pueblo; y hé aqm,
preguntando y o delante de
vosotros, no he hallada alguna
culpa en este hombre de aquellas de que le acusáis.
tí. LUCAS, X X I I I .
15 Y ni aun H e r e d e s ; porque 29 Porque l i é aquí vendrán
os remití á él, y lié aquí que días en que dirán : Bienavenninguna cosa digna de muerte turadas las estériles, y los v i üa hecho.
entres que no engendraron, y
1C L e soltaré pues castigado. los pechos que no criaron.
17 Y tenia necesidad de sol- 30 Entonces comenzarán á
decir á los montes: Caed sobre
tarles uno en cada fiesta.
18 Mas toda la multitud dio nosotros: y á los collados:
voces á una diciendo : Quita á Cubridnos.
este la vida, y suéltanos á lia- 31 Porque sí en el árbol verde
rabas :
hacen estas cosas, ¿ e n el seco,
jy El cual había sido echado qué se hará ?
en la cárcel poruña sedición 32 Y llevaban también con él
hecha .en. la ciudad, y una otros dos, malhechores, á ser
muerte.
muertos.
20 Y hablóles otra v e z Pilato, 33 Y como vinieron al lugar
queriendo soltar á Jesús.
que se llama de la Calavera,
21 Pero ellos volvieron á dar le crucificaron allí, y á los
voces diciendo: Crucifícale, malhechores, uno á la derecha, y otro á la izquierda.
Crucifícale.
22 Y él les dijo la tercera 34 Y Jesús d e c i a : Padre,
v e z : ¿ Pues qué m a l ha hecho perdónalos; porque no saben
este? ninguna culpa de mu- lo que hacen. Y partiendo
erte he hallado en é l : le cas- sus vestidos, echaron suertes.
tigaré, pues, y soltaré'o.
35 Y el pueblo estaba miran23 Mas ellos instaban á gran- d o : y se burlaban de él los
des voces, pidiendo que fuese príncipes con ellos, d i c i e n d o :
crucificado; y las voces de A otros hizo s a l v o s : sálvese á
ellos y de los príncipes de los sí, si este es el Mesías, el E s sacerdotes crecían.
cogido de Dios.
24 Entonces Pilato juzgó que 30 Escarnecían de él también
se hiciese lo que ellos pedían. los soldados, llegándose y pre25 Y les soltó á aquel que sentándole vinagre,
habia sido echado en la cárcel 37 Y diciendo: Si tú eres el
por sedición y una muerte, al rey de los Judíos, sálvate á tí
cual habían pedido; y entregó mismo.
á Jesús á la voluntad de ellos. 38 Y" había también sobre él
arj
Y llevándole, tomaron á un título escrito con letras g r i uu Simón, Cirenéo, que venia egas, y latinas, y hebraicas:
del campo, y le pusieron enci- E S T E E S E L BEY" D E L O S
ma la cruz para que la llevase J U D Í O S .
tras Jesús.
39 Y uno de los malhechores
27 Y le seguía una grande que estaban colgados, le injumultitud de pueblo, y de mu- riaba, diciendo : Si tú eres el
jeres, las cuales le lloraban, y Cristo, sálvate á tí mismo y ¡i
lamentaban.
nosotros.
28 Mas Jesús, vuelto á ellas, 40 Y respondiendo el otro, reles d i c e : Hijas de Jerusalem, prendióle d i c i e n d o : ¿ N i aun
no ino lloréis á mí, mas llorad tú temes á Dios, estando en la
por'vosotras mismas, y por misma condenación ?
vuestros hijos.
| 41 Y* nosotros, á la verdad.
S. L U C A S , X X I I I .
XXIV.
justamente
padecemos;
por- en el cual ninguno había aun
que recibimos lo q u e merecie- sido puesto.
r o n n u e s t r o s h e c h o s ; m a s e s t e 5 4 Y e r a d í a d e l a v í s p e r a de
ningún m a l hizo.
la Pascua; y e s t a b a p a r a r a v a r
42 Y d i j o á J e s ú s :
A c u é r - el S á b a d o .
date do m í , cuando
v i n i e r e s 55 Y l a s m u j e r e s q u e c o n é l
ú t u reino.
h a b í a n v e n i d o d e G a l i l e a , si4 3 E n t é n c e s J e s ú s l e d i j o : g u i e r o n t a m b i é n , y v i e r o n el
D e c i e r t o t e d i g o q u e h o y e s - s e p u l c r o , y c o m o f u é p u e s t o su
tarás conmigo e n el Paraíso.
cuerpo.
4 4 Y c u a n d o e r a c o m o l a h o r a 5 0 Y v u e l t a s , a p a r e j a r o n drod e s e x t a f u e r o n h e c h a s t i n i e - gas a r o m á t i c a s , y u n g ü e n t o s ¡
b l a s sobre toda l a tierra h a s t a y reposaron e l S á b a d o , conla hora de nona.
forme al mandamiento.
4"» Y e l s o l s e o s c u r e c i ó , y e l
velo del templo se rompió por
medio.
C A P I T U L O
XXIV.
4G E n t o n c e s J e s ú s , c l a m a n d o
á gran voz, dijo: Padre, en
Van al sepultus
manos
encomiendo
m i Jesús resucita.
cro las piadosas
mujeres.
espíritu.
Y habiendo
dicho
Incredulidad de los apóstoles.
esto, expiré.
Discípulos que van d Em47 IT Y c o m o e l c e n t u r i ó n v i o
maús Apa récese á los apóslo q u e h a b í a acontecido, d i é
toles; les promete el Espíritu
gloria á Dios diciendo: VerSanto, y sube d los cielos.
daderamente este hombre e r a
justo.
45 Y t o d a l a m u l t i t u d d e l o s
E L p r i m e r día d e l a s e que estallan presentes á este
mana, m u y de mañana,
e s p e c t á c u l o , v i e n d o l o q u e h a -vinieron al s e p u l c r o , trayendo
b í a a c o n t e c i d o , s o v o l v í a n h i - l a s drogas a r o m á t i c a s q u e h a riendo sus pechos.
bían aparejado;
49 3 I a s t o d o s s u s c o n o c i d o s , 2 Y h a l l a r o n l a p i e d r a r e y l a s m u j e r e s q u e l e h a b í a n v u e l t a de la puerta d e l s e p u l seguido desde Galilea, esta- cro.
b a n d e l e j o s m i r a n d o e s t a s c o - 3 Y e n t r a n d o n o h a l l a r o n el
sas.
cuerpo delSeñor Jesús.
50 Y h é a q u í u n v a r ó n
lla4 Y aconteció q u e estando
m a d o J o s é , e l c u a l e r a s e n a - e l l a s e s p a n t a d a s d e e s t o , he*
dor, varón bueno y justo,
a q u í s e p a r a r o n j u n t o á ellas
-51 E l c u a l n o h a b í a c a n s e n - , d o s v a r o n e s
c o n vestiduras
tido e n el consejo ni e n los h e -resplandecientes :
c h o s d e e l l o s , d e A r i m a t é a , 5 Y c o m o t u v i e s e n e l l a s teciudad do l a Judéa, el cual mor, y bajasen
c i rostro á
t a m b i é n e s p e r a b a e l r e i n o d e it i e r r a , l e s d i j e r o n : ¿ I ' ° q ° ^
Dios.
! b u s c á i s e n t r e l o s m u e r t o s al
52 E s t e l l c g é á P Í I a í o , y p i - ¡ q u e v i v e ?
díé el cuerpo d e Jesús.
I 0 N o e s t á a q u í , m a s h a resu53 Y q u i t a d o , l e e n v o l v i ó e n l c i t a d o : a c o r d a o s d e l o q u e os
u n a s á b a n a ; y l e p u s o e n u n ! h a b l ó , c u a n d o a u n e s t a b a en
sepulcro abierto en u n a peña,! Galilea,
135
Y
1
r
S. L U C A S ,
X X I V .
7 Diciendo: Es menester las cosas que en ella han aconque el Hijo del Hombre sea tecido estos dias ?
entregado en manos de hom- 39 Entonces él les d i j o :
bres pecadores, y que sea ¿ Q u é ? Y ellos le .dijeron:.
crucificado, y resucite al ter- D e Jesús N a z a r e n o , el cual!
fué varón profeta, poderoso
cer dia.
8 Entonces ellas se acorda- en obra y en palabra delante
de Dios y de todo el pueblo:
ron ile sus palabras.
9 Y volviendo del sepulcro, 20 Y cómo le entregaron los
dieron nuevas de todas estas príncipes de los sucerdotes,.
cosas íí los Once, y á todos los y nuestros príncipes á condemás.
denación de muerte, y le cru10 Y eran Jíaría Magda- cifica ron.
lena, v Juaua,y M a r í a madre 21 M a s nosotros esperábado Jácobo, y las demás que mos que él era el que hablaestaban con ellas, las que dije- rte redimir A I s r a e l ; y ahora
ron estas cosas á los após- sobre todo esto, hoy es el t e r toles.
cer dia que esto ha aconte11 Mas á ellos les parecían cido.
como locura las palabras de 22 Aunque también unas m u ellas, y no las creyeron.
jeres de los nuestros nos han12 Pero levantándose Pedro, espantado, las cuales antes
corrió ni sepulcro; y como del dia fueron al sepulcro ;
miró dentro, vio solo los 23 Y no hallando su cuerpo,
lienzos allí echados, y se futí vinieron, diciendo que t a m maravillándose de lo que ha- bién habían visto visión dobía sucedido.
ángeles, los cuales dijeron que
18
Y luí aquí, dos de ellos él v i v e .
iban el mismo dina una aldea 24 Y fueron algunos de losque estaba de Jcrusalem se- nuestros al sepulcro, y hallasenta estadios, llamada Ern- ron se?'así como las mujeres
imms;
habían d i c h o ; mas á él no le
14 i¿ iban hablando entre sí vieron.
de todas aquellas cosas que 25 Entonces él les dijo: ¡ Oh
hübian acaecido.
insensatos, y tardos de coral") Y aconteció, que yendo zón para creer todo lo que los
hablando entre sí, y pregun- profetas han dicho !
tándose el uno ni otro, el 20 ¿ N o era necesario que e l
mismo Jesús se llegó é iba Cristo padeciera estas cosas,
con ellos juntamente.
y que entrara asi en su g l o 10 Mas los ojos de ellos esta- ria ?
ban embargados, para que no 27 Y
comenzando
desdo
•le conociesen.
Moisés, y de todos los P r o 17 Y d í j o l e s : ¿Qué pláticas fetas, declarábales e¡¡}0 en
son estas que tratáis entre todas las escrituras que de él
vosotros andando, y estáis hablaban.
tristes?
Y llegaron á la aldea á
18 Y respondiendo el uno, donde iban ; y él hizo como
que se llamaba Cleofas, le di- que iba mas lejos.
j o : ¿ T ú solo peregrino eres 29 Mas ellos le detuvieron
en Jcrusalem, y no has sabido por fuerza, diciendo:
Qué133
J3. L U C A S , X X I V .
date con nosotros, porque se 41 Y no creyéndolo aun ellos
hace tarde, y el día y a lia de gozo, y maravillados, dídeclinado. Entro pues á es- joles : ¿ Tenéis aquí algo de
tarse con ello?.
comer ?
30 Y aconteció", que estando 42 Entonces ellos le presensentado con ellos á la mesa, taron parte de un pez asado,
tomando el pan, bendijo, y y un panal de miel.
partió, y dióles.
I 43 Y él tomó, y comió de31 Entonces fueron nbiertos 'lante de ellos.
los ojos de ellos, y le cono- 44 % Y les dijo : Estas son
cieron ; mas e'l se desapareció las palabras que os hablé,
de los ojos de ellos.
estando aun con vosotros:
32 Y decian el uno al o t r o : Que era necesario que se
¿ N o ardía nuestro corazón cumpliesen todas las cosas
en nosotros, mientras nos que están escritas de m í en la
hablaba en el camino, y cu- ley de Moisés, y en los Proando nos abría las Escri- fetas, y en los Salmos.
turas?
45 Entonces les abrió el sen33 Y levantándose en la mis- tido, para que entendiesen las
m a hora, tornáronse á Jeru- Escrituras.
salem, y hallaron á los Once 4'¡ Y díioles : A s í está esreunidos, y á los que estaban crito que el Cristo padeciese,
con ellos,
y resucitase de los muertos al
34 Que decian : Ha resucita- tercer d í a ;
do el Señor verdaderamente, 47 Y que se predicase en su
y ha aparecido á Simón.
nombre el arrepentimiento y
35 Entonces ellos contaban la remisión de pecados en
ias cosas que les habían acon- todas tas naciones, comentecido en el camino, y como zando de Jcrusalem.
había sido conocido de ellos 48 Y vosotros sois testigos
al partir el pan.
de estas cosas.
30 ^ Y entretanto que ellos 49 Y hé aquí, v o enviaré la
hablaban estas cosas, él se promesa de mí Padre sobre
iiuso en medio de ellos, y v o s o t r o s : mas vosotros aseníes dijo : P a z sea á vosotros. tad en la ciudad de Jewsa37 Entonces ellos espanta- lem, hasta que seáis invesdos, y asombrados, pensaban tidos de potencia de lo alto.
que veían algún espíritu.
50 IT Y sacólos fuera hasta
33 Mas él les d i c e : ¿ P o r qué Bctania, y alzando sus manos
estáis turbados, y suben peu-i los bendijo.
samicntos á vuestros cora-! 51 Y aconteció que bendi¡'.oiies ?
I ciéndoles, se fué de ellos, y
39 M i r a d mis manos y mis era llevado arriba al cielo.
pies, que y o mismo soy. P a l - 52 Y ellos, después de hapad, y v e d : que el espíritu ni I berle adorado, se volvieron á
tiene carne ni huesos, c o m o Jernsalem con gran g o z o :
veis que y o tengo.
I 53 Y estaban siempre en el
40 Y en diciendo esto, les' templo, alabando y bendicimostró
¡as manos y
los endo u Dios. A m e n .
pies.
!
E L
SANTO EVANGELI O DE NUESTRO
SEÑOR JESU­CRI STO
S E G Ú N
S.
J U A N " .
CAPITULO I.
para que diese testimonio de
la L u z .
Generación
eterna del
Verbo. 9 K Aquel Verbo era la L u z
Su encarnación.
Testimo­ verdadera, que alumbra ú
nio de Juan Bautista.
Pri­ todo hombre que viene á esto
mera vocación
de los p ri­ mundo.
meros
discí
p ulos.
10 E n el mundo estaba, y el
mundo fué hecho por él, y el
2S" el principio ya ста el mundo n o le conoció.
V e r b o , y el verbo era con
11 A lo que era suyo v i n o , y
Bios, y el V e r b o era D ios.
los suyos no le recibieron.
2 Esto era en el principio 12 Mas a todos los que le
con D ios.
recibieron, dióles potestad do
3 Todas las cosas por él ser hechos hijos de D ios, ú
fueron hechas ; y sin el nada | los que creen en su n o m b r e :
de lo que es hecho, fué hecho.
13 Los cuales no son engen­
4 E n él estaba la vida, y la drados de sangre, ni de v o ­
vida era la luz de los hom­ luntad de carne, ni do v o ­
bres.
luntad de varón, mas de Dios.
5 Y la luz en las tinieblas 14 Y aquel V e r b o fué hecho
resplandece; mas las tinieblas carne, y habité entre nos­
no l a comprendieron.
o t r o s ; y v i m o s su gloria,
G 4 Fué un hombre enviado ! gloria como del Unigénito
de D ios, el cual se llamaba | del Padre, Heno de gracia y
Juan.
de verdad.
7 Este vino por testimonio, 15 *ff Juan di<5 testimonio de
para que diese testimonio de é l , y clamó diciendo: Este
la L u z , para que todos creye­ es del que yo d e c í a ; E l que
sen por él.
viene tras m í , es antes de m í j
8 2ío era él la L u z ; sino porque es primero que y o .
183
E
JUAN", I.
16 Porque do su plenitud
tomamos todos, y gracia por
gracia.
17 Porque la ley por Moisés
fué d a d a ; mas la gracia y
l a verdad por Jesu Cristo fué
hecha.
1S A Dios nadie le v i é jamás : el Unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él
Juan á Jesús que venia á él,
y d i c e : H é aquí el Cordero
de Dios, que- quita el pecado
del mundo.
30 Este es del que dije:
Tras m í viene un varón, el
cual es antes de inf; porque
era primero que y o .
31 Y y o no le conocía : man
para que fuese manifestado á
TÍOS le declaré.
Israel, por eso vine y o bau19 í Y este es el testimonio tizando con tigua.
de Juan, cuando los Judíos 32 Y Juan díó testimonio,
enviaron de Jcrusalem sacer- diciendo: V i al Espíritu que
dotes y L e v i t a s , que 3e pre- descendía del cielo como paguntasen, ¿ T ú , quién eres ? loma, y reposó sobre él.
20 Y confesé, y no n e g é ; 33 Y y o no le conocía ; mas
mas d e c l a r é : N o soy y o el el que m e envió á bautizar
Cristo.
con agua, aquel me dijo:
21 y le preguntaron, ¿ Q u é Sobre quien vieres descender
pues? ¿ Eres tú E l i a s ? D i j o : el Espíritu, y que reposa
N o soy. ¿ Eres tú el Profeta ? sobre él, este es el que bautiza con Espíritu Santo.
Y respondió: N o .
22 Dijéronle, pues, ¿Quién 31 Y y o le v i , y he dado
eres? para que d e m o 3 respu- testimonio que este es el Hijo
esta á los que nos enviaron. de Dios.
¿ Qué dices de tí mismo?
35 f E l siguiente dia otra
23 D i j o : Y o , v o z del que v e z estaba Juan, y dos de sus
clama en el desierto: E n - discípulos.
derezad el camino del Señor, 36 x mirando á Jesús que
como dijo Isaías profeta.
andaba por allí, d i j o :
lié
21 Y loa que habían sido en- aquí el Cordero de Dios.
viados eran de los Fariseos.
37 Y oyéronle los dos dis25 Y preguntáronle, y dijé- cípulos hablar, y siguieron á
ronle : ¿ Por qué, pues, bau- Jesús,
tizas, si tú no eres el Cristo,
T Y volviéndose Jesus, y
ni Elias, ni profeta?
! viéndoles seguir/e, díceles:
26 Y Juan les respondió, di-i ..Qué buscáis?
Y ellos le
c i e n d o : Y o bautizo con agua, dijeron: R a b í , (que declamas en medio de vosotros rado, quiere decir, Maestro,)
ha estado, á quien vosotros ¿ dónde inoras ?
no conocéis.
30 D í c e l e s : Venid, y ved.
27 Este es el que ha de venir Vinieron, y vieron donde motras m í ; del cual y o no soy raba, y quedáronse con él
digno de desatar la correa del aquel d í a : porque era como
zapato.
I la hora de las diez.
2S Estas cosas acontecieron •JO E r a Andrés, hermano (le
en lietliania, de la otra Simón Pedro, uno de los dos
iarte del Jordán, donde Juan que habían oido de Juan, y le
habían seguido.
Kiutizaha.
29 ^ El siguiente dia v e 41 Este halló primero á su
{
S. JUAN/, I . I I .
nermano Simón,y díjole: Hemos hallado al Mesías, (que
declarado, es el Cristo.)
42 Y le trajo á Jesús. Y"
mirándole Jesús, dijo:
Tú
eres Simón, hijo de Jonás: tú
serás llamado Cetas, (que quiere decir, Piedra.)
4ü 1[ El día siguiente quiso
Jesús ir á Galilea; y halla á
Felipe, al cual dijo:
Sigúeme.
44 Y era Felipe de Betsaida.
la ciudad de Andrés y de
Pedro.
45 Felipe halló" á Notanael,
y dícele: Hemos hallado á
aquel de quien escribió Moisc3
en la Ley, y también los profetas ; á Jesús,el hijo de José,
de Xazarct.
4ü Y díjole Natanael: ¿De
Nazaret puedo haber algo de
bueno? Dícele Felipe : Vén.
y vé.
47 Jesús vio venir á sí á
Natanael, y dijo de é l : Hé
aquí un verdadero Israelita,
en el cual no hay engaño.
48 Dícele Natanael,
¿De
dónde me conoces? líesuóndele Jesús, y díjole: Antes
que Felipe te llamara, cuando
estabas debajo de la higuera,
te vi.
49 Respondió Natanael, y
díjole : líabí, tú eres el Hijo
de Dios; tú eres el Key de
Israel.
50 liespondié Jesús,ydíjole :
¿Porque te dije, Vite debajo
de la higuera, crees? cosas
mayores que estas verás.
51 Y dícele: D e cierto, de
cierto os digo: D e aquí adelante veréis el ciclo abierto, v
los ángeles de Dios que suben
y descienden sobre el Hijo del
nombre.
CAPITULO II.
Bodas de Cana, donde Jesm
convierte el agua en vino.
Arroja
con un azote á los
negociantes
del
Teñólo.
A nuncia su
resurrección.
Obra varios
milagros.
Y
A L tercer dia luciéronse
unas bodas en Cana de
Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2 Y" fué también llamado
Jesús y sus discípulos á lúa
bodas.
3 Y faltando el vino, la madre de Jesus le dijo: Vino no
tienen.
4 Y dícele Jesus:
¿ Qué
tengo yo contigo, mujer? aun
no ha venido mi hora.
Su madre dice á los que
servían : Haced todo lo que
os dijere.
0 Y estaban allí seis linajudas de piedra para agua,
conforme a l a punlicacion tic
los Judíos, que cabían en
cada una dos ó tres cántaros.
7 Díceles Jesus: Henchid
estas tiuajuelas de agua. E
hinchiéronlas hasta arriba.
8 Y díceles : Sacad ahora, y
presentad al maestresala. Y
presentáronte.
9 Y como el maestresala
gustó el agua hecha vino, que
no sabia de donde era, (mas
lo sabían los sirvientes, que
habían sacado el a g u a ) , el
maestresala llama ai esposo,
10 Y dícele: Todo hombre
pone primero el buen vino; y
cuando están satisfechos, entonces lo que es peor: mas
tú has guardado el buen vino
hasta ahora.
11 Este principio de señales
a. J U A N , I I . I I I .
hizo Jesús en Cuna de G a - Isu nombre, viendo las señales
lilea, v manifestó su gloria; que hacia.
y sus discípulos creyeron 24 Mas el mismo Jesús no se
en él.
i confiaba á sí mismo de ellos,
12 T Después de esto tlcs-l porque él conocía á todos.
cendió íí Capernaum, él, y 25 Y no tenia necesidad que
su madre, y hermanos, y dis- alguien le diese testimonio
cípulos ; y estuvieron allí no del hombre; porque él sabia
muchos dias.
lo que había en el hombre.
13
V estaba cerca la Pascua de los Judíos; y subió
Jesús a Jerusalem.
14 Y halló en el templo los
C A P I T U L O Ilf.
que vendían bueyes y ovejas,
y palomas, y los cambiadores Instruye
Jesús á
Nicodemo
sentados.
sobre la necesidad
de la regeneración.
Juan
Bautista
35 Y hecho un azote do
desengaña
á sus
discípulos
cuerdas, echólos a todos del
del concepto errado que fortemplo, y la3 ovejas, y los
maban sobre su bautismo, ¡/
bueyes; y derramó los dineros
sobre el bautismo
y la perde los cambiadores, y trassona de Jesús.
Declara que
tornó las mesas.
Jesu-Cristo
es el esposo, y él
l(i Y á los que vendían las
su
amigo.
palomas dijo: Quitnd de aquí
esto; y no hagáis la casa de
mi Padre casa de mercado.
H A B Í A un hombre de los
Fariseos que se llamaba
17 Entonces se acordaron
sus discípulos que está es- Nicodemo, príncipe de los
crito : E l celo do tu casa me Judíos.
comió.
2 Esto vino á Je3us de no18 Y los Judíos respondieron, che, y díjole: Rabí, sabemos
y dijéronle: ¿ Que señal nos que has venido de Dios por
muestras de que haces esto ? Maestro; porque nadie puede
19 líespondió Jesús, y dí- hacer C3tas señales que tú
joles: Destruid este templo, haces, si no fuere Dios con el.
y entres dias le levantaré.
3 líespondió Jesus> y díjole:
20 Dijeron luego los Judíos: D e cierto, de cierto te digo,
E n cuarenta y seis años fué que el que no naciere otra
este templo edificado, ¿y tú vez, no puede ver el reino de
Dios.
en tres días le levantaras ?
21 Mas él hablaba del templo 4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo
de su cuerpo.
puede el hombre nacer, siendo
22 Por tanto cuando resucitó viejo? ¿puede entrar otra vez
de los muertos, sus discípu- en el vientre de su madre, y
los se acordaron quo habla nacer ?
dicho esto; y creyeron á la 5 Respondió Jesús: De ciEscritura, y a l a palabra que erto, de cierto te digo, que el
Jesús había dicho.
que no naciere de agua y de
23 V Y estando en Jerusa- Espíritu, no puede cntrai'
lem en la Pascua, en el dia de en el reino de Dios.
la fiesta, muchos creyeron en G L o que es nacido de carne.
138
Y
S. JUAN, III.
carnees; y lo que es nacido 19 Y esta es la causa de srt
condenación, d saber, porque
de Espíritu, espíritu es.
7 N o t e maravilles de que te la luz v i n o al mundo, y los
dije: 03 es necesario nacer hombres amaron mas las tinieblas que la l u z ; porque sus
otra v e z .
8 Kl viento de donde quiere obras eran malas.
sopla, y oyes su sonido, mas 20 Porque todo aquel qnc
ni sabes de donde viene, ni hace lo malo, aborrécela luz,
donde v a y a : así es todo aquel y no viene a la l u z ; porque
sus obras no sean redargüidas.
que es nacido de Espíritu.
9 Kespondió N i c o d e m o . y dí- 21 Mas el que obra verdad,
jolc, ¿ C ó m o puede esto ha- viene íí la luz, para que sus
obras sean manifiestas qué
cerse?
l'i Uespondió Jesús, y díjole, son hechas en Dios.
¿ T ú eres el maestro de Israel, 22 % Pasado esto, v i n o Jesús
y no sabes esto ?
con sus discípulos a" una tierra
11 Do cierto, de cierto te de J u d é a ; y estaba allí con
digo, que lo que sabemos ellos, y bautizaba.
hablamos, y lo que hemos 23 Y bautizaba también Juan
visto, testificamos; y no reci- en Enon junto ti Salim, porbís nuestro testimonio.
que habla allí muchas aguas:
13 Si os he dicho cosas ter- y venían, y eran bautizados.
renas, y no c r e é i s : ¿ c ó m o 24 Porque Juan no había
creeréis, si os dijere los celes- sido aun puesto en l a cárcel.
tiales?
25 IT Y hubo cuestión entre
13 Y nndic subió al ciclo, los discípulos de Juan y un
sino el que descendió del Judío acerca de la Purificacielo, á saber, el Hijo del clon.
hombre que estíi n i el cielo.
20 Y vinieron á Juan, y df14 Y como Moisés levantó la Ijéronle: Habí, el que estaba
serpiente en el desierto, así 'contigo de la otra parte d e l
es necesario que el Hijo del Jordán, del cual tú diste teshombre sea l e v a n t a d o :
timonio, lié aquí bnutiza, y
15 P a r a que todo aquel que; todos vienen á el.
en él creyere, tenga vida 27 ltespondié Juan, y d i j o :
eterna.
, N o puede el hombre recibir
10 Porque de tal manera amó algo, si no le fuere dudo del
Dios al mundo, que ha dado á ciclo.
su Hijo Unigénito, para que 28 Vosotros mismos m e sois
todo aquel que en él cree, no testigos que dije: Y o no soy
se pierda, mas tenga vida el Cristo, sino que soy e n eterna.
viado delante de él.
17 Porque no envié Dios á su 29 El que tiene la esposa, es
Hijo al mundo, para que con- el esposo; mas el amigo del
dene al m u n d o ; mas para esposo, que está cu pié y le
que el mundo sea salvo por él. oye, se goza grandemente de
18 E l que en él cree, no es la v o z del esposo: así pues
condenado; mas el que no este mi gozo es cumplido.
cree, ya es condenado, porque 30 A él conviene c r e c e r ; mas
no creyó en el nombre del á m í menguar.
Unigénito Hijo de Dios.
31 E l que de arriba Yicne„
139
S. J U A N ,
I I I .I V .
s o b r e t o d o s es : el q u e es d e l a del c a m i n o , a s í s e sentó á la
tierra, terreno es, y cosas ter- fuente.
E r a c o m o l a h o r a de
r e n a s h a b l a : el q u e viene del sexta.
cielo, sobre todos es.
7 Vino una mujer de Sama32 Y l o q u e v i d y oyó", e s t o r í a á s a c a r a g u a : y J e s ú s l e
testifica; y n a d i e recibe s u dice : D é m e d e b e b e r .
testimonio.
8 ( P o r q u e sus discípulos h a 33 E l q u e r e c i b e s u t e s t i - b í a n i d o á l a c i u d a d é c o m m o n i o , este s i g n ó q u e D i o s es p r a r d e c o m e r . )
verdadero.
9 Y l a m u j e r S a m a r i t a n a Ic
34 P o r q u e e l q u e D i o s e n v i ó , dice": ¿ C ó m o t ú , s i e n d o J u d í o ,
l a s p a l a b r a s d e D i o s h a b l a : m e d e m a n d a s ú m í d e beber,
p o r q u e n o le d a D i o s e l E s p í - q u e s o y m u j e r S a m a r i t a n a ?
p o r q u e los J u d í o s n o s e t r a í a n
ritu por medida.
33 E l P a d r e a m a a l H i j o , c o n l o s S a m a r i t a n o s .
y t o d a s l a s c o s a s d i o e n s u 10 R e s p o n d i ó J e s ú s , y d í j o l e :
mano.
Si c o n o c i e s e s e l d o n d e D i o s ,
q u i e n e s e l q u e t e dice,
36 E l q u e c r e e e n e l H i j o ,
e m e d e b e b e r , t u p e d i r í a s de
tiene v i d a e t e r n a : m a s el que
es i n c r é d u l o a l H i j o , n o v e r é él, y é l te d a r í a a g u a v i v a .
l a v i d a , s i n o q u e l a i r a d e 11 L a m u j e r l e d i c e : S e ñ o r ,
D i o s esto" s o b r e é l .
no tienes c o n q u e sacar/a, y
el p o z o e s h o n d o : ¿ d e d ó n d e ,
p u e s , tienes el a g u a v i v a ?
32 ¿ E r e s t ú m a y o r q u e n u CAPITULO IV.
e s t r o p a d r e J a c o b , q u e nos
Conversión de la
Samarilana, dio e s t e p o z o ; d e l c u a l él
y de ?nuchos
Samaritanos, b e b i ó , y s u s h i j o s , y s u s g a n a Instrucción
que con este mo- d o s ?
tivo da el Señor á sus rfisc¿13 R e s p o n d i ó J e s ú s , y d i pnlos.
Cura
milagrosa- j o l a : C u a l q u i e r a q u e b e b i e r e
mente al hijo de un
Señor d e e s t a a g u a , v o l v e r á á tener
principal.
sed:
14 M a s e l q u e b e b i e r e del
E m a n e r a q u e c o m o J e s ú s a g u a q u e y o l e d a r é , p a r a sie n t e n d i ó q u e l o s F a r i s e o s e m p r e n o t e n d r á s e d : m a s el
h a b í a n o í d o ( p i e J e s ú s h a c i a a g u a q u e y o l e d a r é , s e r á cu
y b a u t i z a b a m a s d i s c í p u l o s él u n a f u e n t e d e a g u a q u e
que Juan,
salte p a r a v i d a eterna.
2 ( A u n q u e J e s ú s n o b a u t i - 15 L a m u j e r l e d i c e : S e ñ o r ,
z a b a , sino s u s discípulos,)
d a m e e s t a a g u a , p a r a q u e yo
3 D e j é á J u d é a , y fuese otra n o t e n g a sed, n i v e n g a acá á
vez ú Galilea.
sacaría.
•1 Y e r a m e n e s t e r q u e p a s a s e IB J e s ú s l e d i c e : V é , l l a m a
por Samaría.
á tu marido, y v é n acá.
5 V i n o p u e s á u n a c i u d a d d e 17 R e s p o n d i ó l a m u j e r y d i S a m a r í a q u e se l l a m a Síchíir, j o : N o t e n g o m a r i d o . DÍcele
junto A l a heredad que Jacob Jesús : Ríen h a s dicho : N o
dio á J o s é s u h i j o .
I tengo m a r i d o :
6 Y e s t a t i a a l l í l a f u e n t e d e 18 P o r q u e c i n c o m a r i d o s hns
Jacob.
P u e s J e s ú s , c a u s a d o t e n i d o ; y el q u e a h o r a tienes,
140
b
D
S. J U A N , I V .
no os tu marido: esto lias di- 31 Entre tanto los discípulos
le rogaban, diciendo: Habí,
cho cniv verdad.
19 Díccle la mujer: Señor, come.
paréceme que tú eres profeta. 32 Y él les dijo: Y o tengo
20 Nuestros padres adoraron una comida oue comer, quo
en este monte; y vosotros vosotros no sabéis.
decís, que en Jerusalem es 33 Entonces los discípulos
el lugar donde es necesario decían el uno al otro : ¿ SI le
adorarhabrá traído alguien de co21 Pícele Jesús:
Mujer, mer ?
créeme, que la hora viene, 34 Díceles Jesús: M i comida
cuando ni en este monte, ni es, que yo haga la voluntad
en Jerusalem adoraréis al Pa- del que me envié, y que acabe
dre.
su obra.
22 Vosotros adoráis lo que 35 ¿ N o decís vosotros, aun
no sabéis: nosotros adoramos hay cuatro meses basta que
lo que sabemos; porque la llegue la siega? He aquí yo
os digo: Alzad vuestros ojos,
salud viene de los Judíos.
2 3 Mas la hora viene,y ahora y mirad las regiones, porque
es, cuando los verdaderos y a están, blancas pava la
adoradores adoraren al Padre siega.
en espíritu y en verdad ; por- 30 Y el que siega, recibe saque también el Padre tales lario, y allega fruto para vida
adoradores busca que le a- eterna: para que el que sidorcu.
embra también goce, y el que
2-í Dios es Espíritu,y losquc siega.
le adoran, en espíritu y en 37 Porque en esto es el dicho
verdad es necesario que ado- verdadero: Que uno es el que
ren.
siembra, y otro es el que
25 Díccle la mujer: Yo sé siega.
que el Mesías ha de venir, el 38 Y o os he enviado á segar
cual se dice el Cristo: cuando lo quo vosotros no labrnsél viniere, nos declarará todas ,teís: otros labraron, y voslas cosas.
otros habéis entrado en sus
2f¡ Díccle Jesús: Y o soy, que labores.
39 Y muchos de los Samarihablo contigo.
27 Y en esto vinieron sus dis- tanos de aquella ciudad crecípulos, y maravilláronse de yeron en él por la palabra de
que hablaba con aquella mu- la mujer que daba testimonio
j e r ; mas ninguno le. dijo: .diciendo: Que me dijo todo lo
¿ Qué preguntas ? ó ¿ Qué ha- que he hecho.
blas con ella?
j 40 Viniendo pues los Soma2S Entonces la mujer dejé su rítanos á él, rogáronle que se
cántaro, y fué á la ciudad, y quedase allí: y se quedé allí
dijo á aquellos hombres:
dos días.
29 Venid, ved un hombre que 41 Y creyeron muchos mas
me ha dicho todo lo que he por la palabra de él.
hecho: ¿si quizás es este el 42 Y decían á la mujer: Y a
Cristo ?
no creemos por tu dicho;
."O Entóneos salieron de la porque nosotros mismos heciudad, y vinieron á él.
mos oído, y sabemos que ver: >)
S. JUAN, I V . V .
(laderamente este es el Salvador del mundo.
C A P I T U L O V.
43 IT Y dos días después salid
Jesús cura al paralitico de la
(le allí, y fuese á Galilea.
piscina.
Los Judíos le ca4t Porque el mismo Jesús
lumnian, par este milagro; v
dio testimonio, que e l profeta
el Señor alega contra ellos a
e n su tierra no tiene honra.
su favor testimonios
irrefra45 Y como vino á Galilea,
gables.
los Galilc'os le recibieron, vistas todas las cosas que había
hecho en Jerusalem en el día
E S P U É S de estas cosas,
de la fiesta : porque también
era un dia de fiesta de los
d i o s habían ido á la fiesta. , Judíos, y subió Jesús íl Jeru40 V V i n o , pues, Jesús otra salem.
v e z a Canil de Galilea, donde, 2 Y hay en Jerusalem á la
había hecho el vino del a g u a : puerta del Ganado un estany había en Capernaum uno que, que en Hebraico es lladel rey, cuyo hijo estaba en- mado Beth-esda, el cual tiene
fermo.
cinco purtales.
47 Este, como oyó" que Jesús 3 E n estos yacía inulta
venia de Jurtéa a Galilea, fue' tud de enfermos, ciegos, cod e'l, y rogábale que descen- jos, secos, que estaban esdiese, y sanase su h i j o ; por- perando el movimiento del
agua.
que se comenzaba a morir.
48 Entonces Jesús le dijo : 4 Porque un ángel descendía
Si no viereis señales y mi- a c i e r t o tiempo al estanque, y
r e v o l v í a el a g u a : y ei que
lagros, no creeréis.
40 E l del rey le dijo : Señor, primero descendía en el esdesciende antes que m i hijo tanque después del movimiento del agua, era sano de
muera.
50 Dícele Jesús: V é , tu hijo cualquiera enfermedad que
v i v e . Y el hombre creyó íí la tuviese.
palabra que Jesús le dijo, y se 5 Y estaba allí un hombre,
fuéI que había treinta 3-ocho años
51 Y" cuando y a él descendía,, que estaba enfermo.
los siervos le salieron il reci- 6 Como Jesús vio é este echabir, y le dieron nuevas dici- do, y entendió que y a había
mucho tiempo, dícele: ¿Quieendo : Tu hijo v i v e .
52 Entonces él les preguntó res ser sano .
Á qué hora comenzó á estar 7 Señor, le respondió el enmejor. Y díjeronle: A y e r á fermo, no tengo hombre que
las siete le dejó la fiebre.
me meta en el estanque, cu53 E l padre entonces enten- ando el agua fuere revuelta;
dió, que aquella hora era cu- porque entre tanto que yo
ando Jesús le d i j o : Tu hijo vengo, otro ilutes de m í lia
v i v e : y creyó él y toda su descendido.
casa.
8 Dícele Jesús: Levántate,
54 Esta segunda señal v o l v i ó toma'tu lecho, y anda.
Jesús á hacer cuando vino de 9 Y luego aquel hombre fue
.sano, y tomó si» lecho,éíbase:
Judéa a Galilea.
y era Sábado aquel dia.
142
D
J
S. J U A N , V .
10 En tunees los Judíos de-, 21 Porque como el Padre
cian á aquel que había sido levanta los muertos, y tes da
s.inodo: Sábano es.no tees¡ vida, así también el Hijo a
lícito llevar tu lecho.
los que quiere da vida.
11 Kespondióles : El que me 22 Porque el Padre á nadie
sanó, él mismo me dijo: Toma juzga, mas todo el juicio díó
tu lecho, y anda.
al Hijo,
12 Preguntáronle entonces: 23 Para que todos honren al
¿Quién es el que te dijo: Hijo como honran al Padre:
el que no honra al Hijo, no
Toma tu lecho, y anda ?
. 13 Y el que habia sido sa- honra al Padre que le envió.
nado, no sabia quien fuese; 24 De cierto, de cierto os
porque Jesus se habia apar- digo: El que oye mi palabra,
tado de la gente que estaba y cree al que me ha enviado,
en aquel lugar.
tiene vida eterna, y no vendrá
14 Después le hallé Jesús en á condenación, mas pasó de
el templo, y díjole : H é aquí, muerte á vida.
has sido sanado: no peques 2ó D e cierto, de cierto os
mas, porque no te venga al- digo: Vendrá hora,y ahora
guna., cosa peor.
es, cuando los muertos oirán
la El se fué entonces, y dio la voz del Hijo de Dios; y los
aviso á los Judíos, que Jesus que oyeren, vivirán.
era el que le habia sanado.
20 Porque como el Padre
1G Y por esta causa los Ju- tiene vida en sí mismo, así
díos perseguían á Jesús, por- dio también al Hijo que tuque hacia estas cosas en viese vida en sí mismo.
Sábado.
27 Y también le dio poder do
17 % Y Jesus les respondió : hacer juicio, en cuanto es el
Mi Padre hasta ahora obra, y Hijo del homhre.
yo obro.
28 N o os maravilléis de esto:
18 Entonces, por tanto, mas porque vendrá hora, cuando
procuraban los Judíos ma- todos los que están en los setarle, porque no solo que- pulcros oirán su voz;
brantaba el Sábado, sino que 29 Y los que hicieron bien,
también á su Padre llamaba saldrán á resurrección de
Dios, haciéndose igual á| v i d a : mas los que hicieron
Dios.
mal, á resurrección de conW Respondió entonces Jesus, denación.
ydíjoles: De cierto, de cierto 30 N o puedo yo de mí mismo
os digo: N o puede el Hijo hacer algo: como oigo,juzgo,
hacer algo de sí mismo, síno| y mi juicio es justo ; porque
lo que viere hacer al Padre; no busco mi voluntad, mas
porque todo lo que él hace, la voluntad del que me
esto también hace el Hijo envió.
juntamente.
31 Si yo doy testimonio de
20 Porque el Padre ama al mí mismo, mí testimonio no
Hijo, y le muestra todas las es verdadero.
cosas que él hace: y mayores 32 Otro es el que da testiobras que estas le mostrará, monio de m í ; y sé que el
de. suerte que vosotros os ma- testimonio que da de mi, es
ravilléis.
!verdadero.
143
1
1
S. J U A N , V. V I .
íí3 Vosotros enviasteis A P a d r e : hay quien os acusa;
Juan, y él dio testimonio A la Moisés, en quien vosotros esperáis.
verdad.
34 Empero yo no tomo el 40 Porque si vosotros creyetestimonio de hombre; mas seis A Moisés, creeríais A lili;
digo esto, para que vosotros porque de mí escribió él.
47 Y si A sus escritos no
seáis, salvos.
35 E l era antorcha que ar- creéis, ¿ como creeréis á mis
<lia, y alumbraba; y vosotros palabras ?
quisisteis recrearos por un
poco á su luz.
CAPITULO VI.
3(¡ Mas yo tengo mayor tes-¡
timón lo que el de Juan : porque las obras que el Padre Multiplica
Jesús tos panes.
me d i o que cumpliese, es ú
Huye de los que te q-uerian
saber, las mismas obras que! hacer rey.
Camina sobre
yo hago, dan testimonio de
las olas del mar.
Enseña
¡ni que el Padre me hayai
que él es el pan de vidajwa
enviado.
ios verdaderos
creyentes.
37 Y el que me envió, cl| Predice la traición, de Judas.
Padre, él ha dado testimonio
de mí. N i nunca habéis oido
su voz, ni habéis visto su
A S A D A S estas cosas, fuese
parecer;
Jesús de la otra parte de
38 N i tenéis su palabra per- la mar de Galilea, que es de
manente en vosotros: porque Tiberios.
al que e'l envió, A este vosotros 2 Y seguíale grande mulno creéis.
titud, porque velan sus se39 Escudriñad las Escritu- ñales que hacía en los enras ; porque A vosotros os fermos.
parece que en ellas tenéis la 3 Y subió Jesús A un monte,
vida eterna^ y ellas son las y se sentó allí con sus discípulos.
que dan testimonio de mí.
40 Y no queréis venir A mí, 4 Y estaba cerca la Pascua,
la fiesta de los Judíos.
para que tengáis vida.
41 Gloria de los hombres no 5 Y como alzó Jesús los ojos,
y vio que habia venido il él
recibo.
42 Mas yo os conozco, que grande multitud, dice á Feno tenéis amor de Dios en lipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman
vosotros.
43 Y o he venido en nombre estos ?
de mi Padre, y no me recibís: 0 Mas esto decía para proai otro viniere en su propio, barle; porque él sabia loque
habia de hacer.
ziombre. A aquel recibiréis.
44 ¿Cómo podéis vosotros 7 Respondióle Felipe: Doscreer, pues tomáis la gloria cientos deuarios de pan no
los unos de los otros, y no; les bastaren, para que cada
buscáis la gloria que de solo uno de ellos tome un poco.
Dios viene?
i 8 Dfcele uno de sus discí45 N o penséis que yo os pulos, Andrés, hermano de
tengo de acusar delante del! Simón P e d r o :
1
P
14 i
S. J U A N * " V I .
9 U n muchacho está aquí acercaba al barco: y tuvieron
que tiene cinco panes de ce- miedo.
bada y dos pececillos ; ¿ mas 20 Mas él les dijo: Y o soy,
qué es esto entre tantos V
no tengáis miedo.
ID Entonces Jesús dijo: Ha- 21 Ellos entonces gustamn
ced recostar la gente.
Y recibirle en el barco : y luego
había mucha yerba en aquel el bajel llegó á la tierra donde
lugar : y recostáronse como iban.
número de cinco mil va- 22
E l dia siguiente, la
rones.
gente que estaba de ta otra
11 Y tomé Jesús aquellos parte de la mar, como vid
panes, y habiendo dado gra- que no habia allí otra navecias, repartió ti los discí- cilla sino una, y que Jesús no
pulos, y los discípulos á los habia entrado con sus discíque estaban recostados : asi- pulos en ella, sino que sus
mismo de los peces cuanto discípulos se habían ido solos,
querían.
23 Y que otras navecillas
12 Y como fueron saciados, habían arribado de Tiberias
dijo á sus discípulos:
Ke- junto al lugar donde habían
coged los pedazos que han comido el pan, después de
quedado, porque no se pierda haber el Señor dado gracias,
nada.
13 Cogieron pues, é hinchi- 24 Como vio pues la gento
eron doce cestas de pedazos que Jesús no estaba allí, ni
de los cinco panes de cebada, sus discípulos, entraron ellos
que sobraron á los que habían en las navecillas, y vinieron
comido.
á Capernaum buscando á
14 Aquellos hombres en- Jesús.
tonces, como vieron la señal 25 Y hallándole de la otra
que Jesús había hecho, de- liarte de la mar, dijéronle:
cían : Este verdaderamente Habí, ¿cuando llegaste acá?
es el Profeta, que hubia de 2« IT líespondiék'S Jesús, y
venir al mundo.
dijo: D e cierto, de cierto os
15
Y entendiendo Jesús digo que me buscáis, no porque habían de venir para arre- que habéis visto las señales,
batarle, y hacerle rey, volvió sino porque comisteis el pan,
á retirarse al monte, él solo. y os hartasteis.
10 Y como se hizo tarde, 27 Trabajad, no por la codescendieron sus discípulos á mida que perece, mas por la
l a mar,
comida que á vida eterna per17 Y entrando en un barco, manece, la cual el Hijo del
venían de la otra parte de la hombre os d a r á : porque á
mar hacia Capernaum. Y era este señaló eLPadre, es á saya oscuro, y Jesús no había ber, Dios.
venido á ellos.
28 Y dijéronle: ¿ Qué hare18 Y levantábase la mar con mos para que obremos las
un gran viento que soplaba.
obras de Dios ?
19 Y como hubieron nave- '¿9 ltespotulíé Jesús, y digado como veinte y cinco ó Joles:
Esta es la obra de
treinta estadios, ven á Jesús Dios, que creáis en el que él
que añilaba sobre la mar.y se ha enviado.
14£
S. JUAN, VI.
S O D i j é r o n l e e n t o n c e s : ¿ Q u e * p a d r e y m a d r e
n o s o t r o s
c b s e i í a l , p u e s , h a c e s t ú , p a r a n o c e m o s ?
¿ C ó m o ,
p u e s , d i c e
q u e v e a m o s ,
y t e c r e a m o s ? ; e s t e :
i>el c i e l o h e
d e s e e n d i d o ?
¿ Q u é o b r a s ?
respondió,
y
di3 1 N u e s t r o s p a d r e s
c o m i e r o n 43 Y Jesús
e l m a n á e n e l d e s i e r t o , c o m o j o l e s: N o m u r m u r é i s e n t r
e s t á e s c r i t o : P a n d e l c i e l o v o s o t r o s
44 Ninguno
puede
venir
á
les djó á
comer.
e n 32 Y
Jesús
les dijo:
De m í , s i e l P a d r e , q u e m e
le trajere:
y
yo
c i e r t o , d e c i e r t o o s d i g o , v qi é u , e n o
n o o s d i o M o i s é sp a o d e l l e r e s u c i t a r é e n e l d i a p o s c i e l o : m a s m i P a d r e o s d a e l t r e r o .
v e r d a d e r o p a n d e l c i e l o
• J 5 E s c r i t oe s t a e n l o s P r o 3 3 P o r q u e e l p a n d e D i o s e s f e t a s: Y s e r á n t o d o s e n s e ñ a a q u e l q u e d e s c e n d i ó d e l c i e l o , d o s d e D i o s : t o d oa q u e l q u e
oyó
del Padre,
y
aprendió,
y da vida al
mundo.
mí.
34 Y dijéronle:
Señor,
danos viene á
4 6 N o q u e a l g u n o h a y a v i s t o
s i e m p r e e s t e p a n .
a
l
P
a
d
r
e
,
s
i
n
o
a
q
u
e
l
q
u e v i n o
3 5 Y J e s ú s l e s d i j o: Y o s o y
e s t e h a
v i s t o a l
e i p a n d e v i d a :
e l q u e á
m í d e D i o s ;
v i e n e , n u n c a t e n d r á h a m b r e : P a d r e .
y e l q u e e n m í c r e e , n o
t e n d r á 4 7 D e
c i e r t o , d e c i e r t o o s
s e d j a m a s .
d i g o : E l q u e c r e e e n m í , t i e n e
3 6 M a s y a o s h e d i c h o q u e v, i d a e t e r n a .
a u n q u e m e
h a b é i s v i s t o , n o 4 5 Y o s o y e l p a n d e v i d a .
4 f iV u e s t r o s p a d r e s
c o m i e r o n
m ec r e é i s .
en el desierto, y son
3 7 T o d o
l o q u e
e l
P a d r e el maná
me
da, vendrá
á mí;
y
al m u e r t o s .
d e s l u c á m í v i e n e , n o l e e c h o 5 0 E s t e e s e l p a n q u e
c i e n d e d e l c i e l o , p a r a
q u e
"uera,
d e
é l c o m i e r e ,
n o
3 t í f o r q u e h e d e s c e n d i d o e d l e lq u e
c i e l o , n o p a r a h a c e r m i
v o m u e r a .
J u n t a d , m a s l a v o l u n t a d
d e l 5 1 Y o s o y e l p a n v i v o
q u e
q u e m e e n v i ó .
h a d e s c e n d i d o
d e l c i e l o : s i
39 Y esta es la voluntad
del a l g u n o c o m i e r e d e e s t e p a n ,
y el pan
q u e m e e n v i ó : Q u e t o d o l o vivirá para siempre:
q u e m e d i e r e ;n o p i e r d a d e q u e y o d a r é e s m i c a r n e , l a
e l l o , s i n o q u e l o r e s u c i t e
e n c u a l y o d a r é p o r l a v i d a d e l
m u n d o .
el uiu
postrero.
c o n 4 0 E s t a
e s l a v o l u n t a d
d e 5 2 E n t o n c e s l o s J u d í o s
e n t r e s í ,
d i c i e n d o :
m i P a d r e :
Q u e
t o d o a q u e l t e n d í a n
p u e d e e s t e d a r n o s í t f
que ve al Hijo, y cree en él, ¿ C ó m o
á comer
?
tenga
vida eterna;
y yo
l e carne
r e s u c i t a r é e n
e l
d i a
p o s - 53 Y
Jesús
les dijo:
De
a - e r o .
c i e r t o , d e c i e r t o o s d i g o q u e
4 1 M u r m u r a b a n
e n t o n c e s d e s i n o c o m i e r e i s l a c a r n e d e l
é l l o s J u d í o s , p o r q u e
h a b i a H i j o d e l h o m b r e ,y b e b i e r e i s
d i c h o :
Y o
s o y e l p a n
q u e s u s a n g r e , n o t e n d r é i s v i d a
e n v o s o t r o s .
d e s c e n d í d e l c i e l o .
43 Y declan:
¿No
es
este 5 4 E l q u e c o m e m i c a r n e , ? '
s a n g r e , t i e n e v i d a
J e s ú s , e l h i j o d e J o s é ,
c u y o , b e b e m i
14fl
S. J U A N , T I .
Tfl.
eterna; y y o lo resucitaré en 67 Dijo entonces Jesús á los
el día postrero.
d o c e : ¿Queréis vosotros iros
55 Porque mi carne es ver- también V
dadera comida; y mi sangre 68 Y respondióle Simón P e es verdadera bebida.
d r o : ¿Señor, á quién iremos ?
56 El que come mi carne, y Tú tienes palabras de v i d a
bebe mi sangre,, en m í per- eterna.
maneco, y y o en él.
69 Y nosotros creemos y co57 Como m e envié el Padre nocemos que tú eres el Santo
viviente, y y o v i v o por el de Dios.
Padre, asimismo el que m e 70 Jesús les respondió: ¿ N o
come, él también v i v i r á por he escogido y o á vosotros
mí.
doce, y el uno de vosotros es
58 Este es el pan que des- diablo?
cendió del c i e l o : no como 71 Y hablaba de Judas Iscavuestros padres comieron el riote, Ayo de S i m ó n ; porque
maná, y son muertos: el que este era el que le había de
come de este pan, vivirá eter- entregar, el cual era uno de
namente.
los doce.
59 Estas cosas dijo en la
sinagoga enseñando en Capemaum.
CAPITULO VII.
60 % Y muchos de sus discípulos oyéndote,
dijeron: Va Jesús d Jerusolem por la
Dura es esta palabra; ¿ y fiesta de los
tabernáculos;
quién la puede oír?
enseña en el templo;
prueba
eficacisimamente
la verdad
61 Y sabiendo Jesús en sí
de su misión y doctrina, y
mismo que sus discípulos
muda el corazón de los que
murmuraban de esto, díjoles:
venían á prenderle.
iVíco¿ Esto os escandaliza ?
demo le defiende.
62 ¿ Y si viereis al Hijo del
hombre que sube donde estaba primero ?
P A S A D A S estas cosas,
andaba Jesús en G a l i l e a :
63 El Espíritu es el que da
v i d a ; la carne nada apro- ue no quería andar en J u v e c h a : las palabras que y o éa, porque los Judíos proos he hablado, son espíritu, y curaban matarle.
2 f Y estaba cerca la fiesta
son vida.
64 Mas hay algunos de vos- de los Judíos, la de los taberotros que no creen. Porque náculos ;
Jesús desde el principio sabia 3 Y dijéronle sus h e r m a n o s :
quienes eran los que no cre- Pásate de aquí, y vete á Juían, y quién le habla de en- déa para que también tus dtsr
tregar.
cfpulos vean las obras que
65 Y d i j o : P o r eso os he di- haces.
cho que ninguno puede venir 4 Que ninguno que procura
á mí, si no le fuere dado del ser claro, hace algo en oculto:
Padre.
Si estas cosas haces, manifi6(1 1[ Desde esto muchos d e éstate al mundo.
sus discípulos volvieron atrás, l 5 Porque ni aun sus hermay ya no andaban con él.
nos creían en él.
147
L 2
Y
;
S. JUAN, VII.
6 Díceles entonces Jesús: Mi y ninguno de vosotros hace la
tiempo aun no lia venido; ley ? ¿ Por qué me procuráis
mas vuestro tiempo siempre matar ?
está presto.
20 Respondió la gente, y di7 N o puede el mundo abor- j o : Demonio tienes: ¿quien
receros á vosotros; mas á mí te procura matar ?
me aborrece, porque yo doy 21 Jesús respondió y díjoles:
testimonio de él, que sus obras U n a obra hice, y todos os
son malas.
maravilláis.
8 Vosotros subid á esta fi- 22 Cierto Moisés os dio la
esta : yo no subo aun á esta fi- circuncisión, (no porque sea
esta ; porque mi tiempo aun de Moisés, mas de los padres,)
no es cumplido.
en Sábado circuncidáis ai
9 Y habiéndoles dicho esto, ombre.
23 Sí recibe el hombre la cirquédese en Galilea.
10 Mas como sus hermanos cuncisión en Sábado, para que
hubieron subido, entonces él la ley de Moisés no sea quetambién subid á la fiesta, no brantada, ¿ os enojáis conmanifiestamente, sino como migo porque en Sábado hice
sano todo un hombre?
en secreto.
11 % Y buscábanle los Ju- 24 N o juzgeis según lo que
díos en la fiesta, y decían: parece, mas juzgad justo
(juicio.
¿ Dénde está aquel ?
12 Y había grande murmullo 25 Decían entonces unos do
de él entre la gente ; porque los de Jerusalem : ¿ N o es este
unos decían: Bueno es. Y al que buscan para matarle?
otros decían: N o , antes en- 20 Y hé aquí, habla publicagaña las gentes.
mente, y no le dicen nada:
13 Mas ninguno hablaba abi- ¿Si habrán entendido verdaertamente de él, por miedo de deramente los príncipes, que
este es el Cristo ?
los Judíos.
14 Y al medio de la fiesta 27 Mas este, sabemos tle
subid Jesús al templo, y en- donde e s : y cuando viniere
señaba.
el Cristo,nadie sabráde donde
15 Y maravillábanse los Ju- sea.
díos, diciendo: ¿''ó"
sabe 28 Entonces clamaba Jesús
este letras, no habiendo a- en el templo enseñando, y diprendido.
ciendo : Y á mí rne conocéis,
Ifl Jíespondiéles Jesús, y di- y sabéis de donde soy : y no
j o : Mi doctrina no es mía, he venido de mí mismo; mas
el que me envió es verdadero,
sino de aquel que ine envié.
17 El que quisiere hacer su al cual vosotros no conocéis.
voluntad, conocerá de la doc- 29 Y o le conozco : porque de
trina si viene de Dios, ó si y o ' él soy, y él me envió.
hablo de mí mismo.
30 Entonces
procuraban
18 El que habla de sí mismo, prenderle: mas ninguno mcpropia gloria busca: mas el ¡tió en él mano, porque aun
que busca la gloria del que le no habia venido su hora.
envió, este es verdadero, y no 31 Y muchos del pueblo crehay en él iujusijcia.
yeron en él, y decían: ¿K¡
19 ¿ No os dio Moisés la ley, Cristo, cuando viniere, hará
148'
S
1110
S.
J U A N ,
VII. VIII.
donde era D a v i d , vendrá é l
Cristo ?
43 Así que había disensión
entre la gente acerca de él.
44 Y algunos de ellos querían
prenderle ; mas ninguno eché
sobre él manos.
45 1T Y los ministriles v i n i e ron á los principales sacerdotes y á los F a r i s e o s ; y ell03
les dijeron: ¿ P o r qué no l o
trajisteis ?
40 Los ministriles respondieron : Nunca ha hablado hombre así.
47 Enténce9 los Fariseos les
respondieron: ¿Estáis t a m bién vosotros engañados?
48 ¿ H a crtddo en él alguno
de los Principia, ó de los F a riseos ?
49 M a s estos comunales, que
no saben la L e y , malditos
son.
50 Díceles Nicodemo, (el que
vino á él primero, el cual era
uno de ellos,)
51¿Juzga nuestra ley á h o m bre, sí primero no oyere de él,
y entendiere lo que ha hecho ?
52 Respondieron y dljéronle,
¿ N o eres tú también Galiléo ?
Escudriña y v é que de Galilea
nunca se levanto profeta.
39 ( Y esto dijo del Espíritu 53 Y fuese cada uno á su
que habían de recibir los que casa.
c r e y e s e n en é l ; pues aun n o
habíaíjeHitfoel Espíritu Santo;
C A P I T U L O VIII.
porque Jesús no estaba aun
glorificado.)
Libra
Jesús Je la muerte
d
40 Entonces algunos de la
una mujer adultera
confunmultitud, oyendo este dicho,
diendo
á sus
acusadores.
decían: Verdaderamente este
Declara
de varias
maneras
es el profeta.
ser el Hijo de Dios, y el Me41 Otros d e c i a n : Este es el
sías prometido;
y
responde
Cristo. Algunos e m p e r o decon admirable
mansedumclan: ¿ D e Galilea ha de v e n i r
bre á las blasfemias
de los
el Cristo?
Judíos.
42 ¿ N o dice la Escritura,
Que de la simiente de David,
J E S Ú S se fué al monta
y de la aldea de Betlehera, de
de las Olivas.
149
mas señales que las que este
hace *
32 f Los Fariseos oyeron la
gente que murmujeaba de di
estas cosas; y los príncipes de
los Sacerdotes y los Fariseos
enviaron servidores que le
prendiesen.
33 Y Jesús d i j o : A u n un
poco de tiempo estaré con
vosotros, é iré al que m e
envié.
34 Me buscaréis, y no me hallaréis ; y donde y o estaré,
vosotros no podréis venir.
35 Entonces los Judíos dijeron entre s í : ¿ A d é n d e se ha
d e ir este que no le hallemos ?
¿ Se ha de ir á los esparcidos
entre los Griegos, y á enseñar
á los Griegos ?
Sil ¿Qué dicho es este que
d i j o : M e buscaréis, y no me
hallaréis: y donde y o estaré,
vosotros no podréis venir ?
37 Mas en el postrer dia
grande de la fiesta, Jesús se
ponia en pié, y clamaba diciendo: SI alguno tiene sed,
venga á mí, y beba,
38 Él que cree en m í , como
dice la Escritura, ríos de
agua v i v a correrán de su v i -
Y
S.
JVA2 ST,
2 Y POR LA M A Ñ A N A VOLVIÓ AL
TEMPLO, Y TODO EL PUEBLO VINO
á ÉL; Y SENTADO ÉL, LOS ENSEÑABA.
3 ENTONCES LOS ESCRIBAS Y LOS
FARISEOS LE TRAEN U N A MUJER
TOMADA EN ADULTERIO; Y P O N I ÉNDOLA EN MEDIO,
4 DÍCENLE:
MAESTRO, ESTA
MUJER HA SIDO TOMADA EN EL
M I S M O HECHO, ADULTERANDO;
5 Y EN LA LEY MOISÉS NOS
M A N D É APEDREAR Á LAS TALES:
¿ T Ú , PUES, QUÉ DICES ?
6 M A S ESTO DECÍAN TENTÁNDOLE, PARA
PODERLE ACUSAR.
E M P E R O JESÚS, INCLINADO haCIA ABAJO, ESCRIBÍA EN TIERRA
CON EL DEDO.
7 Y COMO PERSEVERASEN PREJUNTÁNDOLE, ENDEREZÓSE, Y D Í OLES: EL QUE DE VOSOTROS ESTÉ
SIN PECADO, ARROJE CONTRA ELLA
LA PIEDRA EL PRIMERO.
8 Y VOLVIÉNDOSE Á INCLINAR
HACIA ABAJO, ESCRIBÍA EN TIERRA.
9 OYENDO PUES ELLOS esto, REDARGÜIDOS DE LA CONCIENCIA,
SALÍANSE UNO Á UNO, C O M E N ZANDO DESDE LOS M A S VIEJOS
HASTA LOS POSTREROS; Y QUEDÓ
SOLO JESÚS, Y LA MUJER QUE
ESTABA EN MEDIO.
10 Y ENDEREZÁNDOSE JESÚS, Y
N O VIENDO Á NADIE M A S QUE
Á LA MUJER, DÍJOLE: ¿ M U J E R ,
DONDE ESTÁN LOS QUE TE ACUSAB A N ? ¿ N I N G U N O TE H A CONDENADO?
11 Y ELLA DIJO: SEÑOR, N I N ;UNO. ENTONCES JESÚS LE D I O : N I YO TE CONDENO: VETE, Y
N O PEQUES M A S .
12 % Y HABLÓLES JESÚS OTRA
V E Z , DICIENDO: Y O SOY LA LUZ
DEL M U N D O : EL QUE M E SIGUE,
NO ANDARÁ EN TINIEBLAS, M A S
TENDRÁ LA LUMBRE DE LA VIDA.
13 ENTONCES LOS FARISEOS LE
DIJERON: T Ú DE TÍ M I S M O DAS
150
f
f
VIH.
TESTIMONIO; TU TESTIMONIO N O
ES VERDADERO.
14 RESPONDIÓ JESÚS, Y DÍJOLES: A U N Q U E Y O DOY TESTIM O N I O DE M Í M I S M O , M I TECÍTM O N I O ES VERDADERO; PORQUE
SÉ DE DONDE HE VENIDO, Y
ADONDE V O Y : M A S VOSOTROS NO
SABÉIS DE DONDE VENGO, Y ADONDE V O Y .
15 VOSOTROS SEGÚN LA CARNE
J U Z G Á I S : M A S Y O NO JUZGO Á
NADIE.
16 Y SI YO JUZGO, M I JUICIO ES
VERDADERO:
PORQUE NO SOY
SOLO; SINO Y O , Y EL QUE INO
ENVIÓ, EL PADRE.
17 Y EN VUESTRA L E Y ESTÁ ESCRITO QUE EL TESTIMONIO DE DOS
HOMBRES ES VERDADERO.
18 Y O SOR EL QUE DOY TESTIM O N I O DE M Í M I S M O ; Y DA
TESTIMONIO DE M Í EL QUE ME
.ENVIÓ, EL PADRE.
19 Y DECÍANLE: ¿ P E N D E ESTÁ
TU P A D R E ? RESPONDIÓ JESÚS:
' N I Á M Í me CONOCÉIS, NI á M I
PADRE.
S I Á M Í M E CONOCIESEIS, Á M I PADRE TAMBIÉN CONOCIERAIS.
20 ESTAS PALABRAS HABLÉ J E SÚS EN EL LUGAR DE LAS LIMOSNAS,
ENSEÑANDO EN EL TEMPLO; Y
NADIE LE PRENDIÓ, PORQUE AUN
NO HABIA VENIDO SU HORA.
21 % Y DÍJOLES OTRA VEZ J E SÚS : Y O M E V O Y , Y M E BUSCARÉIS, M A S EN VUESTRO PECADO
MORIRÉIS: ADONDE Y O V O Y , VOSOTROS NO PODÉIS VENIR.
22 D E C Í A N ENTONCES LOS J U DÍOS: ¿ H A S E DE MATAR á SÍ
M I S M O , QUE DICE: A D O N D E YO
VOY, VOSOTROS N O PODÉIS VENIR?
23 Y DECÍALES: VOSOTROS SOIS
DE ABAJO, YO SOY DE ARRIBA;
VOSOTROS SOIS DE ESTE M U N D O ,
YO NO SOY DE ESTE M U N D O .
24 POR ESO OS DIJE QUE MORLI REIS EN VUESTROS PECADOS; POR-
S. J U A N ,
VIII.
q u e s i n o c r e y e r e i s q u e
y o t a r m e ,p o r q u e m i p a l a b
s o v , e n v u e s t r o s p e c a d o s
m o - i c a b e e n v o s o t r o s .
r i f é i s .
3 8 Y o h a b l o l o q u e h e v i s t o
25 Y decíanle:
¿Tií,
quién cerca del Padre;
y
vosotros
e r e s ?
E n t o n c e s J e s ú s l e s d i - h a c é i s l o q u e h a b é i s o i d o c e r c a
p a d r e .
j o : E l q u e a l p r i n c i p i o t a md e- l v u e s t r o
b i é n o s h e d i c h o .
39 Respondieron,
y
dijérosle.
A b r a h a m .
2 6 M u c h a s
c o s a s t e n g o
q u e N u e s t r o p a d r e e s
decir, y juzgar
de
vosotros: D í c e l e sJ e s ú s: S i f u e r a i s h
j
o
s
d
e
A
b
r
a
h
a
m
,
l
a
s
o
b r a s d e
m a s e l *q u e m e e n v i é , e s v e r d a d e r o; y y o l o q u e h e o í d o A b r a h a m h a r í a i s .
d e e " I , e s t oh a b l o e n e l
m u n d o . 4 0 E m p e r o
a h o r a p r o c u r á i s
2 7 M a s
n o e n t e n d i e r o n
q u e m a t a r m e; h o m b r e q u eo s h
h a b l a d o l a v e r d a d , l a c u a l h e
é l l e s h a b l a b a d e l
P a d r e .
2 3 1f " J i j ó l e s , p u e s , J e os i ú d so : d e D i o s : n o h i z o e s t o
C u a n d o
l e v a n t a r e i s a l
H i j o A b r a h a m .
d e l h o m b r e , e n t o n c e s
e n t e n - 4 1 V o s o t r o s h a c é i s l a s
o b r a s
d e r é i s q u e y o s o y , y q u e
n a d a d e v u e s t r o p a d r e .
D i j é r o n l e
h a g o d e m í m i s m o ;
m a s c o - e n t o n c e s : N o s o t r o s n o
s o m o s
m o e l P a d r e m e e n s e n é , e s t o n a c i d o s d e f o r n i c a c i ó n :u n p a h a b l o .
d r e t e n e m o s , es á saber. D
2 9 P o r q u e
e l q u e m e
e n - 4 2 J e s ú s e n t o n c e s l e s d i i o : S Í
v i é , c o n m i g o e s t a : n o
m e v u e s t r o p a d r e f u e r a D i o s , c i h a
d e j a d o s o l o ; p o r q u e
y o , e r t a m e n t em ea m a r í
l o q u e á é l a g r a d a , h a g o
s i e m - p o r q u e y o d e D i o s h e s a l i d o ,
p r e .
y h e v e n i d o :
q u e n o h e
v e S O H a b l a n d o
é l e s t a s
c o s a s , n i d o d e m í m i s m o , m a s é l m e
e n v i é .
m u c h o s c r e y e r o n e u é l .
31 Y decía Jesús
á los
Judíos 4 3 ¿ P o r q u é n o r e c o n o c é i s
m i
q u e l e h a b í a n c r e í d o : S i v o s - l e n g u a j e ? es p o r q u e n o p o o t r o s p e r m a n e c i e r e i s e n
m i d é i s o í r m f
p a l a b r a .
p a l a b r a ,
s e r é i s
v e r d a d e r a - 4 4 V o s o t r o s d e vuestro p a d r
m e n t e m i s d i s c í p u l o s ;
el diablo sois, y los deseos
de
32 Y conoceréis
la verdad,
y v u e s t r o p a d r e q u e r é i s
c u m l a v e r d a d o s l i b e r t a r á .
p l i r . É l h o m i c i d a
h a
s i d o
3 3 % Y r e s p o n d i é r o n l e : d Se s I d e e l p r i n c i p i o ;
y no
perm i e n t e d e A b r a h a m
s o m o s , y m a n e c i ó e n l a v e r d a d , p o r q u e
l a m a s s e r v i m o s
á n a d i e ;
¿ c o - n o h a y v e r d a d e n é l .
C u a n d o
m o d i c e s t ü : S e r é i s l i b r e s ?
h a b l a m e n t i r a , d e s u y o h a b l a ;
es mentiroso,
y
padre
3 4 J e s ú s l e s r e s p o n d i ó :
D e porque
c i e r t o o s d i g o q u e t o d o
a q u e l d e m e n t i r a .
q u e h a c e p e c a d o , e s s i e r v o d e , 4 5 Y p o r q u e
o s y o d i g o
v e r p e c a d o .
d a d , n o m e c r e é i s .
3 5 Y e l s i e r v o n o q u e d a
e n 4 f i¿ Q u i é n
d e v o s o t r o s
m e
c a s a p a r a s i e m p r e : mas e r le d a r g u y e d e p e c a d o ?
P u e s
H i j o q u e d a p a r a s i e m p r e .
s i d i g o v e r d a d , p o r q u é
v o s 3 0 A s í q u e , s i e l H i j o o s l í b e r - ,o t r o s n o m e c r e é i s ?
t a r e , s e r é i s
v e r d a d e r a m e n t e 4 7 E l q u e e s d e D i o s , l a B p a libres.
l a b r a s d e D i o s o y e : p o r e s t o
3 7 Yo s é a u e s o i s s i m i e n t e nd oe las o í s v o s o t r o s , p o r q u
A b r a h a m : m a s p r o c u r á i s s o mi s a d -e D i o s .
r a nc
1
i -
e
1
151
i o s .
a i sá
e
e n o
S. JUAN-, V i l i . IX.
48 Respondief oh entonces los
Judíos, y dijéronle: ¿ N o decimos bien nosotros, fine tíí
eres Samaritano, y que tienes
demonio.
49 Respondió" Jesús: Y o no
tengo d e m o n i o ; antes honro
á m i P a d r e , y vosotros me habéis deshonrado.
¿o Y no busco mi g l o r i a : hay
quien la busque, y juzgue.
51 De cierto, de cierto os
digo, que el que guardare mi
palabra, no verá muerto para
siempre.
52 Entonces los Judíos le dijeron : Ahora conocemos que
tienes demonio.
Abraham
murió, y los Profetas; y tíí
d i c e s : E l que guardare mi
palabra, no gustará muerte
para siempre.
53 ¿ Eres Uí mayor que nuestro padre Abraham, el cual
m u r i ó ? Y" los Profetas murieron: ¿quién te haces á tí
mismo ?
54 Respondió Jesús: Si y o
me glorifico á m í mismo, mi
gloria es n a d a : mi Padre es
el que m e glorifica; el que
vosotros decís que es vuestro
Dios,
55 Y no le conocéis: mas y o
le c o n o z c o ; y si dijere que
no le conozco, seré como
vosotros, mentiroso: mas conézcole, y guardo su palabra.
56 Abraham vuestro padre
se gozó por v e r m i dia : y le
víó, y se gozó.
57 Dijéronle entonces los J a
d i o s : A u n no tienes cincuenta años, ¿ y has visto á
Abraham ?
58 Díjoles Jesús t D e cierto,
de cierto os digo, antes que
A b r a h a m fuese, y o soy.
.59 Tomaron entonces piedras para t i r a r l e : mas J e
152
sus se encubrió, y salió del
templo.
CAPITULO IX.
Da vista Jesús á un ciego dt
nacimiento.
Murmuran
los
Fariseos de este milagro, y
excomulgan
al ciego, que
instruido por Jesús, cree en
él, y le adora.
Y
P A S A N D O Jesús, vló un
hombre ciego desde su nacimiento.
Y preguntáronle sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quien pecó, este ó sus padres,
para que naciese ciego ?
3 Respondió Jesús : N i esto
pecó, ni sus padres : mas para
que las obras de Dios se manifiesten en él.
4 Conviéneme obrar las obras
del que me envió, entretanto
que el día d u r a : la noche
viene, cuando nadie puede
obrar.
5 Entretanto que estuviere
en el mundo, luz soy del mundo.
6 Esto dicho, escupió en tierra, é hizo lodo con la saliva,
y unté con el lodo sobre los
ojos del c i e g o ;
7 Y d í j o l e : V é , lava los ojos
en el estanque de Siloé, que
significa, si lo interpretares,
E n v i a d o : y fué entonces, y
los l a v é , y v o l v i ó viendo.
8 Entonces los vecinos, y los
que antes le habían visto que
era mendicante, decían : ¿ N o
es este el que se sentaba, y
mendigaba?
9 Uno3 d e c í a n : Esto e s ; y
otros : A él se parece. Y él
decia : Y o soy.
10 Y dijéronle : ¿ Cómo te
fueron abiertos los ojos?
3. J U A N ,
H Respondió* él, y d i j o : Auel hombre que se llama
esus, hizo lodo, y me untó
los ojos, y me d i j o ; V é al
Siloé, y lavarte: y fui, y l a v é
los ojos, y recibí la vista.
1'2 Entonces le
dijeron:
¿Dónde está a q u e l ? E í d i j o :
No sé.
13 T Llevaron & los Fariseos al que antes había sido
ciego.
H Y era Sábado cuando Jeflus había hecho el lodo, y le
liabia abierto los ojos.
15 Y volviéronle a preguntar
también los Fariseos de qué
manera había recibido la
vista. Y él les dijo : Púsome
lodo sobre los 0J03, y los l a v é ,
y veo.
16 Entonces nnos de los F a riseos, decían: Este hombre
no es de Dios, que no guarda
el Sanado.
Otros decian:
¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales ? Y
habia disensión entre ellos.
17 Vuelv<n á d e c i r al c i e g o :
¿ T ú , qué dices de él, que te
abrió los ojos? Y é l d i j o :
Que es profeta.
18 Mas los Judíos no creían
de él, que habia sido ciego,
y hubiese recibido la vista,
hasta que llamaron A los padres del que había recibido ta
vista,
19 Y preguntáronles, diciendo : ¿ Es este vuestro hijo,
el que vosotros decís que nació ciego? ¿ C ó m o , pues, ve
ahora ?
20 Respondiéronles sus padres, y dijeron : Sabemos que
este es nuestro hijo, y que
nació c i e g o :
21 Mas como v e a ahora, no
sabemos; ó quién le haya
abierto los ojos, nosotros no
lo sabemos : él tiene edad ;
Í
153
;
IX.
preguntadle & é l : él hablará
de sí.
22 Esto dijeron sus padres,
porque tenían miedo de los
Judíos: porque y a los Judíos
habían resuelto que si alguno
confesase ser él el Mesías,
fuese fuera de la sinagoga.
23 P o r eso dijeron sus padres : Edad t i e n e ; preguntadle á él.
24 A s í qne, volvieron á llamar al hombre que habia sido
ciego, y dijéronle: Da gloria
íí D i o s ; nosotros sabemos que
este hombre es pecador.
25 Entonces él respondió, y
d i j o : Sí es pecador, no lo sé :
una cosa sé, que habiendo y o
sido ciego, ahora veo.
26 Y volviéronle ú d e c i r :
¿Qué te h i z o ?
¿Cómo t e
abrió los ojos ?
27 Respondióles: Y a os lo
he dicho, y no habéis atendido : ¿por qué lo queréis otra
v e z o í r ? ¿Queréis también
vosotros haceros sus discípulos?
28 Y le ultrajaron, y dijeron : T ú seas su discípulo:
que nosotros discípulos de
Moisés somos,
29 Nosotros sabemos qne á
Moisés habló D i o s : mas este
no sabemos de donde es.
30 Respondió aquel hombre,
y dijoles: P o r cierto, maravillosa cosa es esta, que vosotros no sabéis de donde sea,
y d mi me abrió los ojos,
81 Y sabemos que Dios no
oye A los pecadores: mas si
alguno es temeroso de Dios, y
hace su voluntad, A este o y e .
32 Desde el siglo no fué oído,
que abriese alguno los ojos de
uno qne nació ciego.
33 Si este no fuera venido de
Dios, no pudiera hacer nada.
34 Respondieron, ydijéronle i
S.
J U A II, I X .
X.
3 A este abre el portero, y
las ovejas oyen su v o z ; y á
sus ovejas llama por nombre,
y las saca.
4 Y como ha sacado fuera
todas las propias, v a delante
de e l l a s : y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Mas al extraño no seguirán, antes huirán de é l ; porque no conocen la v o z de los
extraños.
6 Esta parábola les dijo Je38 Y él d i c e : Creo, Señor. sús; mas ellos no entendieron
qué era lo que les decía.
Y adoróle.
39 Y dijo Jesús: Y o , para 7 Volvióles pues Jesusa dejuicio h e v e n í d o á e s t e mundo, c i r : D e cierto, de cierto os
para que los que no ven, v e a n ; digo, que y o soy la puerta de
y los que ven, seon cegados. las ovejas.
40 Y algunos de les Fariseos 8 Todos los que antes de mí
que estaban con él oyeron vinieron, ladrones son y roesto, y dijéronle:
¿Somos badores; mas no los oyeron
las ovejas.
nosotros también ciegos?
41 Díjoles Jesús : Si fuerais 9 Y o soy l a . p u e r t a : el que
ciegos, no tuvierais p e c a d o ; por m í entrare, será salvo; y
mas ahora porque d e c í s : V e - , entrará, y saldrá, y hallara
m o s ; por tanto vuestro pe- ¡ pastos.
cado permanece.
¡ 10 El ladrón no viene sino
! para hurtar, y matar, y destruir las ovejas: y o he venido
para que tengan vida, y para
CAPITULO X.
que la tengan en abundancia.
Parábola del buen, pastor, y. 11 Y o soy el buen pastor : el
sus propiedades*
Va Jesús i buen pastor su vida da por
al templo el dia de la dedi- sus ovejas.
cación, y declara ser el Me- l 12 M a s el asalariado, y que
tías. Los Judíos cogen pie- no es el pastor, de quien no
dras para tirárselas
como i son propias las ovejas, ve al
ú blasfemo, y se quedan con lobo que viene, y deja las ove, ellas en las manos á una jas, y h u y e : y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas.
razón suya.
| 13Asf qucelusalariadohuye,
E cierto, de cierto os digo, ! porque es asalariado, y no tique el que no entra por la ene cuidado de las ovejas.
puerta en el corral de las ! 14 Y o soy el huen pastor; y
ovejas, mas sube por otra ! conozco mis ovejas,y las niias
parte, el tal es ladrón y roba- m e conocen,
dor.
15 Como el Padre m e conoce
2 Mas el que entra por la ü mi, y y o conozco al Padre:
puerta, el pastor de las o v e - y pongo mi yida por las ovejos.
E n pecados eres nacido todo :
¿"y tú nos enserias ? Y echáronle fuera.
85 Oyó Jesús que le habían
echado fuera; y hallándole,
d í j o l e : ¿Crees t ú en el Hijo
de Dios ?
36 Respondió él, y d i j o :
¿Quién es. Señor, para que
crea en él ?
37 Y díjole Jesús: Y le has
visto, y el que habla contigo,
;
D
8. JUAN, X,
q u e t o d o s e s : y n a d i e
1 6 T a m b i é n
t e n g o o t r a s o v e - m a y o r
j a s q u e n o s o n d e e s t e r e d i l : las p u e d e a r r e b a t a r d e l a
a q u e l l a st a m b i é n m e c o n v i e n e m a n o d e m i P a d r e .
u n a
c o s a
traer,
y oirán
mi
voz;
y S O Y o y e l P a d r e
b a b r á u n solo r e b a ñ o , y u ns o m o s .
p a s t o r .
31 Entonces
volvieron
á top i e d r a s l o s J u d í o s
p a r a
17 P o r e s o m e a m a e l P a d r e m ,a r
p o r q u e y o p o n g o m i v i d a , p a r a a p e d r e a r l e .
volverla
á
tomar.
3 2 R e s p o n d i ó l e s J e s ú s :
M u m o s 1 8 N a d i e m e
l a q u i t a , m a s c h a s b u e n a s o b r a s o s h e
c u á l
y o l a p o n g o d e m í
m i s m o : t r a d o d e m i P a d r e , ¿p o r
porque t e n g o p o d e r p a r a p o o b r- a d e e s a s m e a p e d r e á i s ?
nerla, y tengo
poder
para 3 3 R e s p o n d i é r o n l e l o s J u d í o s ,
volverla
á tomar:
Este d i c i e n d o : P o r b u e n a o b r a n o
mandamiento
recibí
de
m t e a p e d r e a m o s ,
s i n o p o r
l a
P a d r e .
blasfemia;
y porque tú,
siendo
1 9 T Y v o l v i óáh a b e rd i s e n h o m b r e , t e n a c e s D i o s .
g i o n e n t r e l o s J u d í o s p o r e s t a s 3 4 R e s p o n d i ó l e s
J e s ú s : ¿ N o
p a l a b r a s .
e s t á e s c r i t o e n v u e s t r a
L e y :
2 0 Y m u c h o s
d e e l l o s
d e c í a n : Yo dije: Dioses sois ?
Demonio
tiene, y está
f u e r a 3 5 S I d i j o d i o s e sá a q u e l l o s ,á
d e s í : ¿ p a r a q u é l e o í s ?
l o s c u a l e s f u é h e c h a
p a l a b r a
n o
2 1 D e c í a n o t r o s : E s t a s
p a - d e D i o s , y l a E s c r i t u r a
q u e b r a n t a d a :
l a b r a s n o s o n d e
e n d e m o - p u e d e s e r
n i a d o :
¿ p u e d e
e l
d e m o n i o _ J ¿ A mi á q u i e n e l P a d r e
a b r i r l o s o j o s d e l o s c i e g o s ?
santificó, y envió
al
mundo,
2 2 1 f Y s e h a c i a l a f i e s t a d e v o s o t r o sd e c í s\ T úb l a s f e m a s
D i o s
l a D e d i c a c i ó n e n
J e r u s a l e m , p o r q u e d i j e : H i j o d e
s o y ?
y era
Invierno.
2 3 Y J e s ú s a n d a b a
e n e l t e m - 3 7 S I n o h a g o o b r a s d e
m i
p l o p o r e l p o r t a l d e
S a l o m ó n . P a d r e , n o m e c r e á i s .
24 Y rodeáronle
los
J u d í o s , 3 8 M a s s i las h a g o , a u n q u e
á
m
í
n
o
c
r
e
á
i
s
,
c
r
e
e
d
á
l
as
y dijéronle:
¿Hasta
cuándo
que conozcáis
y
n o s h a s d e t u r b a r e l
a l m a ? obras, para
S i t ú e r e s e l C r i s t o ,
d í a o s / o c r e á i s q u e e l P a d r e e s t á e n
m í , y y o e n e l
P a d r e .
a b i e r t a m e n t e .
2 5 R e s p o n d i ó l e s J e s ú s : 3 O 9 s IT
loY p r o c u r a b a n o t r a v e z
he dicho, y no
creéis:
las p r e n d e r l e ; m a s é l s e s a l i ó d e
o b r a s q u e y o h a g o e n
n o m b r e s u s
m a n o s .
d e m i P a d r e , e l l a s d a n t e s t i - 40 Y volvióse
tras
el
Jorm o n i o d e m í .
dán, á aquel lugar donde
pri2 0 M a s
v o s o t r o s n o c r e é i s , m e r o h a b l a e s t a d o b a u t i z a n d o
y estúvose
allí.
p o r q u e n o s o i s d e m i s o v e j a s , Juan,
c o m o o s h e d i c h o .
41 Y muchos
venían
á él, y
2 7 M i s o v e j a s o y e n m i
v o z , y d e c í a n :
J u a n
á l a
v e r d a d
y o l a s c o n o z c o , y m e
s i g u e n ; n i n g u n a s e ñ a l h i z o ; m a s
t o d o
28 Y yo les doy vida
eterna, l o q u e J u a n d i j o d e e s t e , e r a
y n o p e r e c e r á n p a r a
s i e m p r e ; v e r d a d .
n i n a d i e l a s a r r e b a t a r á d e
m i 42 Y muchos
creyeron
allí en,
m a n o .
él.
2 9 M i P a d r e q u e m e las d i o ,
155
». J U A N , XT.
11 D i c h o esto, dfccles después : Lázaro nuestro amigo
d u e r m e ; m a s v o y á despertarle del sueño.
Resurrección
de Lázaro.
Con- 1 2 D i j e r o n e n t o n c e s s u s d i s sejo de los pontífices y fari- c í p u l o s : S e ñ o r , s i d u e r m e ,
seos, en que se resuelve
la s a l v o e s t a r á .
wut-rte de Jesús, y que debe 1 3 M a s esto d e c í a J e s ú s d e
morir un hombre por todos. l a m u e r t e d e é ! ; y e l l o s p e n Retirase
Jesu-Cristo
á E- s a r o n q u e h a b l a b a d e l r e p o s a r
phrem, ciudad de Galilea. d e l s u e ñ o .
14 E n t o n c e s , p u e s , J e s ú s l e s
S T A B A e n t o n c e s e n f e r m o dijo c l a r a m e n t e : L á z a r o es
u n o llamado
Lázaro, de muerto:
B e t a n i a , l a a l d e a d e M a r í a y 15 Y h u é l g o m e p o r vosotros,
le Marta su hermana.
q u e y o n o h a y a e s t a d o allí,
3 ( Y María, cuyo
hermano para quecreáis. M a s vamos
Lázaro estaba enfermo, era, á é l .
la q u e ungid al Señor con
10 D i j o e n t o n c e s T o m á s , e l
u n g ü e n t o , y limpió s u s pies que s e dice el D i d i m o , á sus
con sus cabellos.)
condiscípulos:
V a m o s tam3 Enviaron pues sus herma- bién nosotros, para q u e m u n a s á e'l, d i c i e n d o : S e ñ o r , he' r a m o s c o n é l .
a q u í , e l q u e a m a s e s t á e n - 17 V i n o p u e s J e s ú s , y h a l l ó
fermo.
q u e h a b i a y a c u a t r o d í a s que
e n el sepulcro.
4 Y o y é n d o l o J e s ú s , d i j o : estaba
E s t a e n f e r m e d a d n o e s p a r a 18 Y B e t a n i a e s t a b a c e r c a
como
quince
muerte, m a s por gloria de de Jerusalem
Dios, para q u e el Hijo d e estadios.
D i o s s e aglorificado p o r ella.
19 Y m u c h o s d e l o s J u d í o s
5 Y amaba Jesús á Marta, habían venido á Marta y á
María, á consolarlas de su
V á su hermana, y á Lázaro.
6 M a s cuando o y ó que es- hermano.
taba enfermo, quedóse,
no
Entonces
Marta,
como
obstante,
a u n dos dias
e n oye q u e J e s ú s v e n í a , s a l i ó a
encontrarle;
m a s M a r í a se
aquel lugar donde estaba.
7 Luego, después d e esto, estuvo e n casa.
d i j o á s u s discípulos:
V a m o s 21 Y M a r t a d i j o á J e s ú s :
Señor,
si
hubieses
estado
á Jude'a otra v e z .
8 Dícenle
los
discípulos: aquí, m i h e r m a n o n o fuera
Rabí, ahora procuraban los muerto.
Judíos apedrearte;
¿ y o t r a : 22 M a s t a m b i é n s é a h o r a ,
vez vas allá?
ue todo lo q u e pidieres de
Üos, t e d a r á D i o s .
9 Respondió Jesús, ¿ N o tiene
el d i a doce h o r a s ?
E l q u e | 23 D í c e l e J e s ú s : R e s u c i t a r a
anduviere de dia, no tropieza; tu hermano.
porque v e l a l u zd e este m u n M a r t a l e d i c e : Yo s e q u e
do.
|resucitará en l a resurrecciou
10 M a s e l q u e a n d u v i e r e d e e n e l d i a p o s t r e r o .
n o c h e , t r o p i e z a ; p o r q u e n o i 25 D í c e l e J e s ú s : Y o s o y l a
h a y luz en él.
I r e s u r r e c c i ó n y l a vida*, el q u e
150
C A P I T U L O
X I .
E
I
S . JJJJ ¿IT, X í . cree en m í , aunque esté m u - sepulcro: era una cueva, la
erto, vivirá.
cual tenia una piedra en26 Y todo aquel que v i v e , y cima.
cree en m í , no morirá eterna- 39 Dice Jesús: Quitad la
mente. ¿ Crees esto ?
piedra. M a r t a , la hermana
27 D í c e l e : Sí, Señor, y o lie del que se habia muerto, le
creído que tú eres el Cristo, dice: Señor, hiede y a ; que
el Hijo de Dios, que lias v e - es de cuatro días.
nido al mundo.
40 Jesús le d i c e : ¿ N o te he
28 Y esto dicho, fuese, y dicho que si creyeres, verás la
llamé en secreto á M a r í a su gloria de Dios?
hermana,diciendo: El Maes- 41 Enténces quitaron la pietro está aquí, y te llama.
dra : y Jesús, alzando los
Padre,
29 Ella, como lo oye, leván- ojos arriba, d i j o :
tase prestamente, y viene i gracias t e doy que m e has
oido.
áél.
30 (Que aun no había lle- 42 Que y o sabia que siempre
gado Jesús á la aldea, mas m e o y e s ; mas por causa de
estaba en aquel lugar donde la compañía que está alredeMarta le habia encontrado.) dor, lo dije, para que crean
31 Enténces los Judíos que que tú me has enviado.
estaban en casa con ella, y la 43 Y habiendo dicho estas
consolaban, como vieron que cosas, clamó á gran v o z :
María se habia levantado L á z a r o , vén fuera.
prestamente, y habia salido, 44 Y el que habia estado
siguiéronla, diciendo : Y a al muerto, salió, atadas las m a sepulcro á llorar allí.
nos y los pies con v e n d a s ;
32 Mas María, como vino y su rostro estaba envuelto
donde estaba Jesús, viéndole, en un sudario. Dfceles J e sús
: Desatadle, y dejadle
derribóse á sus pies diciéndole: Señor, si hubieras es- ir.
tado aquí, no fuera muerto 45 Entonces muchos de los
mi hermano.
Judíos que habían venido á
33 Jesús entonces, como la María, y habían visto lo que
vio llorando, y á los Judíos habia hecho Jesús, creyeron
que hablan venido junta- en él.
mente con ella llorando, se 46 Mas algunos de ellos fueconmovió en espíritu, y tur- ron á los Fariseos, y dijébóse.
ronlcs lo que Jesús habia
34 Y dijo : ¿ Dónde le pusis- hecho.
teis? D í c e n i e : Señor, v é n , 47 ^"Entonces los Pontífices,
y ve/o.
y los Fariseos juntaron con35 r i l o r ó Jesús.
c i l i o : y decían : ¿ Qué hace36 Dijeron entonces los Ju- m o s ? porque este hombre
díos : Mirad como le amaba. hace muchas señales.
37 Y algunos de ellos dije- 48 Si le dejamos así, todos
ron: ¿ N o podía este, que creerán en é l ; y vendrán los
abrió los ojos del ciego, hacer .Romanos, y quitarán nuestro
que este no muriera?
lugar y la nación.
38 Y Jesús, conmoviéndose 49 Y Caifas, uno de ellos,
otra vez en sí mismo, vino al •Sumo Pontífice de aquel año,
1ST
!
S.
JUAN,
l e s d i j o : Vosotros no sabéis
nuda;
50 N i pensáis que nos conviene que un hombre muera
por el pueblo, y no que toda
la nación se pierda.
51 Mas esto no lo dijo de si
m i s m o ; sino que, como era el
Sumo rontfflce de aquel año,
profetizó que Jesús había de
morir por la nación :
52 Y no solamente por aquella nación, mas también para
que juntase en uno los hijos
de Dios que estaban derramados.
53 A s í que desde aquel dia
consultaban juntos de m a tarle.
54 Por tanto Jesús y a no
andaba manifiestamente entre los Judíos ; mas fuese de
allí á la tierra que está junto
al desierto, á una ciudad que
se llama Efraim : y estábase
allí con sus discípulos.
55 IT Y la Pascua de los
Judíos estaba c e r c a : y muchos subieron de aquella tierra
á Jerusalem antes de l a P a s cua, para purificarse.
56 Y buscaban á Jesús, y
hablaban los unos con los
otros estando en el T e m p l o :
¿Qué os parece, que no v e n drá a l a fiesta?
57 Y los Pontífices y los Fariseos habían dado mandamiento, que, si alguno supiese
donde estuviera, /o manifestase, para que le prendiesen.
X I . XTT.
á Lázaro.
Entrada
tnvth
/ante de Jesús en Jtrusalem.
A launos Gentiles
quieren
hablar con él; y con esta
ocasión declara Jesús que
hasta después de muerto no
hará/ruto entre ellos. Creen
muchos de ios
principales
Judíos, pero no se atreven d
manifestarlo
por miedo de
la sinagoga.
Y
J E S Ú S , seis días antes
de la Pascua, vino á Betania, donde estaba Lázaro
que había resucitado de los
muertos.
2 E luciéronle allí una cena;
y M a r t a servia, y Lázaro era
uno de los que estaban sentados á la mesa juntamente
con él.
3 Entonces M a r í a tomé una
libra de ungüento de nardo
líquido de mucho precio, y
ungió los pies de Jesús, y limpio sus pies con sus cabellos:
y la casa se llenó del olor del
ungüento.
4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo
de Simón, el que le habla de
entregar:
5 ¿ Por qué no se ha vendido
este ungüento por trescientos
dineros, y se dié á los pobres?
6 Mas dijo esto, no por el
cuidado que él tenia de los
pobres, sino porque era ladrón, y tenia la bolsa, y traía
lo que se echaba en ella.
7 Entonces Jesús d i j o : Déj a l a : que guarde esto para el
CAPITULO XII.
dia de mi sepultura.
Dan á Jesús en Bethania una 8 Porque á los pobres siemcena, en medio de la cual\ pre los tenéis con vosotros,
Maria,hermana
de Lázaro, mas á m í no siempre me
derrama sobre los pié* del tenéis,
S"ñor un bálsamo precioso. 9 Entonces mucha gente do
Maquinan los Judíos matar. los Judíos entendió que el
158
8 . JUAN, X l t
estaba allí: y vinieron no endo: Señor, queríamos ver
solamente por causa üe Jesús,á Jesús.
mas también por ver á Lá- 22 Vino Felipe, y díjolo á
zaro, al cual había resucitadoAndrés:
Andrés entonces, y
de los muertosFelipe, lo dicen á Jesús,
10 Consultaron asimismo los23 Entonces Jesús les respríncipes de los Sacerdotes, pondió, diciendo: La hora
de matar también á Lázaro :viene en que el Hijo del hom11 Porque muchos de losbre ha de ser glorificado.
Judíos iban y creían en Jesús21 De cierto, de cierto os
por causa de él.
digo que si el grano de trigo
no cae en la tierra, y muere,
12 í £1 siguiente dia mucha
él solo queda; mas sí muriere,
gente que había venido al dia
de lafiesta,como oyeron quemucho fruto lleva.
Jesús venia á Jerusalem, 25 El que ama su vida, la
13 Tomaron ramos de pal- perderá; y el que aborrece su
mas, y salieron á recibirle, yvida en este mundo, para vida
clamaban: Hosanna,Bendito eterna la guardará.
el que viene en el nombre del20 Si alguno me sirve, síSeñor, el Bey de Israel. game ; y donde yo estuviere,
allí también estará mí servi14 Y hallé Jesús un asnillo,dor.
Si alguno me sirviere,
y se sentó sobre él, como está
mi Padre le honrará.
escrito:
15 No temas, Hija de Sion,27 Ahora está turbada mi
he aquí tu rey viene sentadoalma: ¿y qué diré? Padre,
sobre un pollino de asna. sálvame de 6ita hora: mas
16 Y no entendieron esto por esto he venido en esta
sus discípulos de primero hora.
empero cuando Jesús fué 28 Padre, glorifica tu nomglorificado, entonces se acor bre. Entonces vino una voz
daron que estas cosas estaban cielo: Y /*• he glorificado,
escritas de él, y que le hicieronydelle glorificaré
otra vez.
estas cosas.
29 Y la gente que estaba
presente, y la habia oído,
17 Y la gente que estaba con
él, daba testimonio de cuandodecia que habia sido trueno;
llamó á Lázaro del sepulcro,otros decían: Ángel le ha
y le resucitó de los muertos.hablado.
18 Por lo cual también habia30 Kespondió Jesús, y dijo:
venido la gente á recibirle; No
ha venido esta voz por
mi causa, mas por causa de
habia oído que él liavosotros.
E1orque
ia hecho esta señal.
9 Mas los Fariseos dijeron 31 Ahora es el juicio de este
entre sí: ¿Veis que nada mundo: ahora el príncipe
de este mundo será echado
aprovecháis ? hé aquí que el
mundo se va tras de él. fuera.
20 f Y habia ciertos Griegos32 Y yo, si fuere levantado
de los que habían subido á de la tierra, á todos traeré á
mí mismo.
adorar en el dia de la fiesta.
21 Estos, pues, se llegaron á Y esto decía dando á enFelipe, que era de Betsaidatender
de que muerte habia
de Galilea, y rogáronle, dici-de morir,
150
B. J U A N . X I I . X I I I .
34 Respondióle la gente:
Nosotros hemos oído de la
L e y : Que el Cristo permanece para siempre: ¿cómo
pues dices tú, Conviene que
el Hijo del hombre sea levantado ? ¿ Quién es este Hijo del
hombre.
35 Entonces Jesús les dice :
A u n por un poco estará la
luz entre vosotros: andad
entre tanto que tenéis luz,
porque no os sorprendan las
tinieblas; porque el que anda
en tinieblas, no sabe donde
va.
36 Entre tanto que tenéis la
luz, creed en la luz, para que
seáis hijos de luz. Estas cosas
hablé Jesús, y fuese, y escondióse de ellos.
37 IT Empero habiendo hecho delante de ellos tantas
señales, no creían en é l :
38 Para que se cumpliese el
dicho que dijo el profeta
Isaías:
¿Señor, quién ha
creído á nuestro dicho? ¿ y el
brazo del Señor á quien es
revelado ?
39 Por esto no podían creer,
porque otra vez dijo Isaías:
40 Cegó los ojos de ellos, y
endureció su corazón: porque no vean con los ojos, y
entiendan de corazón, y se
conviertan, y yo los sane.
41 Estas cosas dijo Isaías,
cuando vio su gloria, y habló
de él.
42 Con todo eso aun de los
príncipes muchos creyeron
en él; mas por causa de
los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la
sinagoga.
43 Porque amaban mas la
gloria de los hombres que la
gloria de Dios.
44 Mas Jesús clamó y dijo :
E l que cree en mí, no cree
1G0
en mí, sino en el que me
envió.
45 Y el que me ve, ve al que
me envió.
46 Y o la luz he venido al
mundo, para que todo aquel
que cree en mí, no permanezca en tinieblas.
47 Y el que oyere mis palabras, y no las guardare, yo
no le juzgo; porque no he
venido á juzgar al mundo,
sino á salvar al mundo.
48 El que me desecha, y no
recibe mis palabras, tiene
quien le juzgue: la palabra
que he hablado, ella le juzgará en el dia postrero.
49 Porque yo no he hablado
de mí mismo: mas el l'adre
que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
50 Y sé que su mandamiento es vida eterna: así que
lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo.
CAPITULO XIII.
Ulltma cena del Señor.
Lata
los pies á sus
discípulos.
Descubre al discípulo
amado
quien es el travior;
y empieza la última plática qtte
hizo á los apóítoks
la noche
de su prisión,
recomendándoles particularmente,
entre
otras
cotas, la caridad,
y
prediciendo
la negación
at
Pedro.
A
N T E S de la fiesta de la
Pascua, sabiendo Jesús
que su hora habia venido para
que pasase de este mundo al
Pudre, como habia amado á
los suyos, que estaban en el
mundo, amólos hasta el fin.
2 Y la cena acabada, como
S. JUAN, XIII,
l a v a r los pies' los unos S, los
otros.
15 Porqueejemplo os he dado,
para que como y o os he hecho,
vosotros también hagáis,
16 D e cierto, de cierto os
d i g o : E l siervo no es muyor
que su S e ñ o r ; ni el api.stol
es mayor que el que le envió.
17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis.
18 IT N o hablo de todos v o s o t r o s ; y o sé los que he elegido : mas para que se cumpla
la Escritura: E l que come
pan conmigo, levantó contra
mí su calcañar.
19 Desde ahora os lo digo
antes que se haga, para que
cuando se hiciere, creáis que
y o soy.
20 D e cierto, de cierto os
digo que el que recibe al que
y o enviare, a m í r e c i b e ; y el
que á m í recibe, recibe al que
me envió.
21 Como hubo dicho Jesús
esto, fué conmovido en el
espíritu, y protestó, y d i j o :
D e cierto, de cierto os digo
que uno de vosotros me ha de
entregar.
22 Entonces los discípulos
mirábanse los unos á los otros,
dudando de quién decia
23 Y uno de sus discípulos,
al cual Jesús amaba, estaba
recostado en el seno de Jesús.
24 A este pues hizo señas
12 Así que, d e B p u e s que
les
hubo lavado los pies, y t o - Simón P e d r o , y d í j o l e : Di
mado su ropa, volviéndose quién es aquel de quien deá sentar á la mesa, díjo- cía. „
les: ¿Sabéis lo que os he he- 25 El entonces recostándose
cho ?
sobre el pecho de Jesús, dí13 Vosotros m e llamáis M a - cele : Señor,¿quién es?
estro y Señor; y decís bien, '¿6 Respondió J e s ú s : A q u e l
porque lo s o y :
es, á quien y o diere el pan
14 Pues si y o , el Señor y e l m o j a d o : v mojando el pan.
Maestro, he lavado vuestro dióZu a Judas Iscariote, hijo
pies, vosotros también debéis ide Simón.
M
luí
c! diablo y a hahia metido en
c! corazón de Judas, hijo de
¡Simón Iscariote, que le entregase,
3 Sabiendo Jesús que el P a dre le habia dado todas las
cosas en las manos, y q u e habia salido de Dios, y á Dios
iba,
•t Levántase de la cena, y
quítase su ropa, y tomando
una toalla, ciñóse.
5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los
pies de los discípulos, y á limpiar/os con la toalla con que
estaba ceñido.
6 Entonces vino á Simón P e dro ; y Pedro le d i c e : ¿ Señor,
t ú me lavas los píes 'i
7 Respondió Ji-sus, y díjole :
L o que y o hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás
después.
8 Dícele P e d r o : N o m e lavarás los piós jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare,
no tendrás parte conmigo.
9 Dícele Simón P e d r o : Señor, no solo mis pies, mas aun
las manos, y la cabeza.
10 Dícele Jesús: E l que está
lavado, no necesita sino que
lave los pies, mas está todo
limpio. Y vosotros limpios
estáis, aunque no todos.
11 Porque sabia quien le había de entregar; por eso d i j o :
N o estáis limpios todos.
S . JUAN, XIII. XIV.
'27' V tras el bocado Satanás [no cantará el gallo, sin que
entró en e'l. Entonces J e s u s e e hayas negado tres veces,
le dice: Lo que haces, haz/o
mas presto.
28 Mas ninguno de los que
CAPITULO XIV.
estaban á la mesa entendió á
que" propósito le dijo esto.
Prosigue ta plática de Jesús,
interrumpida
poco antes por
29 Porque los unos pensaban,
la pregunta de Simón Pedro,
porque Judas tenia la bolsa,
que Jesús le decia: Compra] Consuela á sus apóstoles: diceles que él es el camino, la
lo que necesitamos para l a
verdad, y la vida; y que está
fiesta; ó, que diese algo á los
en el Padre, y el Padre en él.
pobres.
Promete enviarles el Espí30 Como él pues hubo tomado
ritu Santo, y darles la paz;
el bocado, luego salió; y era
y les asegura la utilidad de
ya noche.
supartida.
31 % Entonces como él salió,
dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y¡
O se turbe vuestro corazón:
Dios es glorificado en él.
creéis en Dios, creed tam32 Si Dios es glorificado en bién en mí.
él, Dios también le glorificará 2 E n la casa de mi Padre
en sí mismo; y luego le glori- muchas moradas hay; de
ficará.
otra manera, os lo hubiera
33 Hijitos, aun nn poco estoy, dicho: voy pues á preparar
con vosotros. Me buscaréis; lugar para vosotros.
mas, como dije á los Judíos : 3 Y si me fuere, y os apareDonde yo voy, vosotros no jare lugar, vendré otra vez, y
podéis venir; así digo ¿ vos- os tomaréá mí mismo; para
otros ahora.
que donde yo estoy, vosotros
34 Un mandamiento nuevo también estéis.
os d o y : Que os améis unos á 4 Y sabéis adonde yo voy; y
otros: como os he amado, sabéis el camino.
ue también os améis los unos 5 Dícele Tomás: Señor, no
los otros.
sabemos adonde v a s : ¿cómo
85 En esto conocerán todos pues podemos saber el caque sois mis discípulos, si tu- mino?
viereis amor los unos con los 6 Jesús le dice: Y o soy el
otros.
camino, y la verdad, y la
30 T Dícele Simón P e d r o : v i d a : na Üe viene al Padre,
Señor, ¿adonde vas? Res- sino por mí.
pondióle Jesús: Donde yo 7 Si me conocieseis, también
voy, no me puedes ahora se- á mi Padre conocierais: y
g u i r ; mas me seguirás des- desde ahora le conocéis, y le
pués.
habéis visto.
37 DícelePedro: Señor, ¿por 8 Dícele Felipe : Señor, muqué no te puedo seguir ahora? éstranos el Padre,ynos basta.
mi alma pondré por tí.
9 Jesús le dice: ¿Tanto ti38 Respondióle Jesús: ¿ T u empo ha que estoy con vosalma pondrás por mí?
De otros, y no me has conocido,
cierto, de cierto te digo, que , Felipe ? El que me ha visto,
N
2
S. J U A N ,
XIV.
ha visto al Padre. ¿Cómo, me ama, será amado de mi
pues, dices t ú : Muéstranos Padre, y yo le amaré, y me
manifestaré á él.
el Padre ?
10 ¿No crees que yo soy en 22 Dícele Judas, no el Iscael Padre,y el Padre en mí? riote : Señor, ¿ qué hay porque
Las palabras que yo os hablo, te hayas de manifestar á nosno las hablo de mí mismo: otros, y no al mundo?
mas el Padre que está en mí, 23 Respondió Jesús, y díjole:
él hace las obras.
El que me ama, mi palabra
11 Creedme que yo soy en el guardará; y mi Padre le
Padre, y el Padre en m í ; de amará, y vendremos á él, y
otra manera creedme por las haremos con él morada.
mismas obras.
24 E l que no me ama, no
r¿ De cierto, de cierto os guarda mis palabras; y la padigo que el que en mí cree, las labra que habéis oído, no ea
obras que yo hago también mia, sino del Padre que me
él las hará, y mayores que envió.
estas hará; porque yo voy al 25 Estas cosas os he hablado
Padre:
estando con vosotros.
13 Y todo lo que pidiereis al 26 Mas el Consolador, el E s Padre en mi nombre, esto píritu Santo, al cual el Padre
h a r é ; para que el Padre sea enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, yos
glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi recordará todas las cosas que
os he dicho.
nombre, yo lo haré.
15 Si me amáis, guardad mis 27 L a paz os dejo, mi paz os
mandamientos:
d o y : no como el mundo la
16 Y yo rogaré al Padre, y os da, yo os la d o y : no se turbe
dará otro Consolador, para vuestro corazón, ni tenga
que esté con vosotros para miedo.
siempre;
28 Habéis oído como yo os he
17 A l Espíritu de Verdad, al dicho: V o y , y vengo á voscual el mundo no pnede re- otros. Si me amaseis, ciertacibir, porque no le ve, ni mente os gozaríais porque he
le conoce; mas vosotros le dicho que voy al P a d r e : perconocéis, porque está con vos- qué el Padre mayor es que
yo.
otros, y será en vosotros.
18 N o os dejaré huérfanos: 29 V ahora os lo he dicho
antes que se haga, para que
vendré á vosotros.
19 Aun un poquito, y el cuando se hiciere, creáis.
mundo no me vera m a s ; em- 30 Y a no hablare mucho con
pero vosotros me veréis: por- vosotros: porque viene el
que yo vivo, y vosotros tam- príncipe del mundo; mas no
bién viviréis.
tiene nada en mí.
10 E n aquel dia vosotros 31 Empero para que conozca
conoceréis que yo estoy en mi el mundo que amo al Padre, y
Padre, y vosotros en mí, y yo que como el Padre me DIO el
en vosotros.
mandamiento, así hago. L e *
21 El que tiene mis manda- vantáos, vamos de aquí
mientos, y los guarda, aquel
es el que me a m a : y el quel
1G3
S. J U A N ,
CAPITULO
XV.
I
Prosigue la plática de Jesús.
Dice que él es la vid; y los
Jieles los sarmientos.
Recomienda v manda otra vez
el amor. Escoge á su* discípulos para que dai fruto, y
los conforta contra las persecuciones del mundo.
Hace
ver que los Judíos son inescu~
sables de su pecado.
Y
O sor la vid verdadera; y
mi Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en mí
no lleva fruto, le quitará: y
todo aquel que lleva fruto, le
limpiará, para que lleve mas
fruto.
3 Y a vosotros sois limpios por
la palabra que os he habladoV
4 E^tad en mí, y yo estaré
en vosotros. Como él pámpano no puede llevar fruto de
sí mismo, si no estuviere en la
vid, así ni vosotros, si no estuviereis en mí.
5 Y o soy la vid, vosotros los
pámpanos: el que está en mí,
y yo en él, este lleva mucho
fruto: (porque sin m£ nada
podéis hacer.)
6 El que en mí no estuviere,
será echado fuera como mal\
pámpano, y se secará: y los
cogen, y los echan en el fuego,
y arden.
7 Si estuviereis en mí, y mis
palabras estuvieren en vosotros, todo lo que quisiereis
pediréis, y os será hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre, en quellevels mucho fruto,
y seáis asi mis discípulos.
9 IT Como el Padre me amé,
también yo os he amado: estad en mi amor.
10 Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor;
como yo también he guardado
164
XV.
los mandamientos de mi Pad r e , y estoy en su amor.
11 Estas cosas os he hablado,
para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
12 Esteesmi mandamiento:
Que os améis los unos á los
otros, como vo os he amado.
13 Nadie tiene mayor amor
que este, que ponga alguno su
vida por sus amigos.
u Vosotros sos mis amigos,
si hiciereis las cosas que yo
os mando.
15 Y a no os diré siervos,
porque el siervo no sabe lo
que hace su Señor: mas os lie
dicho amigos, porque todaB
las cosas que oí de mi Padre,
os he hecho notorias.
16 N o me elegisteis vosotros
á mi, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para
que vayáis y llevéis fruto, y
vuestro fruto permanezca:
p a r a que todo lo que pidiereis
del Padre en mi nombre, él os
lo dé.
17 Esto os mando: Que os
améis los unos á los otros.
18 Tf Si el mundo os aborrece, sabed que á mí me aborrecié antes que á vosotros.
19 SI fuerais del mundo, el
mundo amarla lo suyo: mas
porque no sois del mundo,
antes yo os elegí del mundo,
por esu os aborrece el mundo.
20 Acordaos de la palabra
que yo os he dicho: N o es el
siervo mayor que su señor.
Si á mí me han perseguido,
también á vosotros perseguirán ; si han guardado mi palabra, también guardarán la
vuestra21 Mas todo esto os harán
por causa de mi nombre;
porque no conocen al que me
ha enviado.
8. J U A N ,
XV. XVI.
| 3 Y estas cosas harán, por22 Si no hubiera venido, ni
no conocen al Pudre ni
lea hubiera hablado, no ten- ue
drían pecado; mas ahora no mí.
tienen escusa de su pecado. 4 Mas os he dicho esto, para
23 £1 que me aborrece, tamque cuando aquella hora vinibién á mi Padre aborrece, ere,
! os acordéis que yo os lo
había dicho: esto empero no
24 Si no hubiese hecho entre
osi lo dije al principio, porquo
ellos obras cuales ningún otroyo
ha hecho, no tendrían pe- estaba con vosotros.
cado ; mas ahora, y las han5 Mas ahora voy al que me
visto, y me aborrecen á mí, envió;
y
y ninguno de vosá mi Padre.
otros me pregunta; ¿Adonde
vas?
25 Mas para que se cumpla
la palabra que está escrita en6 Antes porque os he hasu Ley: Que sin causa meblado estas cosas, tristeza ha
aborrecieron.
henchido vuestro corazón,
yo os digo la
26 Empero cuando viniere 7 V Empero
Os es necesario que
el Consolador, el cual yo osverdad:
vaya; porque si yo no
enviaré dtl Padre, el Espírituyo
mese, el Consolador no vendo Verdad, t\ cual procede dría
mas si yo
del Padre, él dará testimoniofuere,áosvosotros:
le enviaré.
de mí.
27 Y vosotros daréis testi- 8 Y cuando él viniere, redarmonio, porque estáis conmigogüirá
al mundo de pecado, y
desde el principio.
de justicia, y de juicio:
9 De pecado ciertamente,
por cuanto no creen en mí:
10 Y de justicia, por cuanto
voy al Padre, y no me veréis
Concluye Jesús la plática á mas:
sus apóstoles,previniéndolos 11 Y de juicio, por cuanto el
contra las persecuciones que príncipe de este mundo ya es
habían de padecer; les pro- juzgado,
mete enviar
al
Espíritu 12 Aun tengo muchas cosas
Santo, que convencerá
al que deciros, mas ahora no las
mundo, y les ensenará á podéis llevar.
ellos todas tas verdades; y 13 Pero cuando viniere aquel
Que el Padre les concederá Espíritu de verdad, él os
cuanto le pidan en su nom- guiará á toda verdad : porque
bre-. Prea^ce finalmente que no hablará de si mismo, sino
todos ellos huirán, y le aban- que ~ hablará todo lo que
donarán aquella noche.
oyere; y os hará saber las
cosas, que han de venir.
14 El me glorificará, porNSTAS
cosas
os
he
hablado,
Ilicéis.
tomará de lo mío, y os lo
•J para que no os escanda-que
hará saber.
2 03 echarán de las sinago-15 Todo lo que tiene el Pagas: y aun viene la hora, dre, mió es : por eso dije que
cuando cualquíeraque os ma-tomará de lo mió, y os lo hará
tare, pensará que hace ser- saber.
vicio a Dios.
lü í Un poquito, v no ma
165
1
CAPITULO
XVT.
S. J U A N , X V I . X V I I /
veréis; y otra vez un po­ hora cuando ya no os hablaré
quito, y me veréis:
porgue por proverbios, sino que cla­
yo voy al Padre,
ramente os anunciare de mi
17 Entonces dijeron algunos Padro.
de sus discípulos unos á otros: 26 Aquel dia pediréis en mi
¿Qué es esto que nos dice: nombre; y no os digo, que
Un poquito, y no me veréis: yo rogaré al Padre por vos­
y otra vez un poquito, y me otros :
veréis: y, porque yo voy al 27 Porque el mismo Padre
Padre ?
os ama, por cuauto vosotros
18 Declan pues: ¿Qué es! me amasteis, y habéis creído
esto que dice: U n poquito?: que yo salí de Dios.
N o entendemos lo que habla. 28 Salí del Padre, y he ve­
19 Y conocid Jesús que le nido al mundo: otra vez dejo
querían preguntar, y dijoles:; el mundo, y voy al Padre.
¿ Preguntáis entre vosotros 29 Dícenfe sus discípulos:
de esto que dije, un po­ Hé aquí, ahora hablas clara­
quito, y no me veréis; y mente, y ningún proverbio
otra vez, un poquito, y me dices.
veréis ?
30 Ahora entendemos que
20 D e cierto, de cierto os sabes todas las cosas, y no
digo que vosotros lloraréis y necesitas que nadie te pre­
lamentaréis, y el mundo se gunte : en esto creemos que
alegrará empero aunque vos­ has salido de Dios.
otros estaréis tristes, vues­ 31 Respondióles Jesús, ¿ A ­
tra tristeza se tornará en hora creéis?
gozo.
32 Hé aquí la hora viene,
21 L a mujer cuando pare, y ha venido, que seréis
tiene dolor, porque es venida esparcidos cada uno por su
su hora; mas después que ha parte, y me dejaréis solo:
parido un niño, y a no se mas no estoy solo, porque el
acuerda de la apretura, por¡ Padre está conmigo.
el gozo de que haya nacido 33 Estas cosas os he hablado
un hombre en el mundo.
para que en mí tengáis paz:
22 También, pues, vosotros en el mundo tendréis apre­
ahora á la verdad tenéis tris­ tura ; mas confiad, yo he
teza : mas otra vez os veré, y vencido al mundo.
se gozará vuestro corazón, y
nadie quitará de vosotros vu­
CAPITULO XVI I .
estro gozo.
28 Ц Y aquel dia no me pre­ Afectuosa oración de Jesús d
guntaréis nada. De cierto, de
su eterno
Padre.
cierto os digo que todo cuanto
pidiereis á mi Padre en mi
S T A S cosas habló Jesús,
nombre, os lo dará.
y levantados los ojos al
24 Hasta ahora nada habéis cielo, dijo: Padre, la hora
pedido en mi nombre: pedid, es llegada; glorifica á tu
y recibiréis, para que vuestro Hijo, para que también tu
Hijo te glorifique á t i :
gozo sea cumplido.
25 Estas cosas os he hablado! 2 Como le has dado la po­
e n proverbios: mas viene la testad de toda carne, para
E
066
S. JUAN, XVII.
que dé vida eterna á todos los hablo esto en el mundo, para
que le diste.
que tengan mi gozo cumplido
3 Esta empero es la vida en sí mismos.
eterna: Que te conozcan solo 14 Yo les he dado tu palaDios verdadero, y á Jesu- bra, y el mundo les aborreció;
cristo, al cual has enviado.
porque no son del mundo,
4 Yo te he glorificado en la como tampoco yo soy del
tierra; he acabado la obra mundo.
que me diste que hiciese.
15 N o ruego que les quites
5 Ahora pues, Padre glorifí- del mundo, sino que les guarcame tú cerca de tí mismo des del mal.
con aquella gloria que tuve 16 N o son del mundo, como
cerca de tí antes que el mundo tampoco yo soy del mundo.
fuese.
17 Santifícalos en tu verdad:
6 He manifestado tu nombre tu palabra es la verdad.
& los hombres que del inundo 18 Como tú me enviaste al
me diste: tuyos eran, y me mundo, también yo les he enlos diste, y guardaron tu pa- viado al inundo.
labra.
19 Y por ellos yo me santi7 Ahora han conocido que fico á mí mismo; para que
todas las cosas que me diste, también ellos sean santificados en verdad.
son de tí.
8 Porque las palabras que 20 Mas no ruego solamente
me diste, les he dado; y ellos por estos, sino también por
las recibieron, y han cono- los que han de creer en mí
cido verdaderamente que salí por la palabra de ellos;
de tí, y han creído que tú me 21 Para que todos sean una
enviaste.
cosa: como tú, oh Padre,en
9 Y o ruego por ellos: no mí, y yo en tí, que también
ruego por el mundo, sino por ellos sean en nosotros: para
los que me diste, porque tuyos que el mundo crea que tu me
enviaste.
son.
10 Y todas mis cosas son tus 22 Y yo. la gloria que mo
cosas, y tus cosas son mis diste, les he d a d o ; para que
cosas: y he sido glorificado sean una cosa, como también
en ellas.
nosotros somos una cosa.
11 Y ya no estoy en el mun- 23 Y o en ellos, y tú en mí,
do ; mas estos están en el para que sean consumadamundo, y yo á tí vengo. P a - mente una cosa, que el
dre santo, á los que me has mundo conozca que tú me
dado, guárdalos por tu nom- enviaste, y que los has amado,
bre, para que sean una cosa, como también á mí me has
amado.
como también nosotros.
12 Cuando estaba con ellos, 24 Padre, aquellos que me
yo los guardaba en tu nom- has dado, quiero que donde
bre ; á los que me diste, yo yo estoy, ellos estén también
los guardé, y ninguno de conmigo; para que vean mi
ellos se perdió, sino el hijo de gloria que me has dado: por
perdición, para que la Escri- cuanto me has amado desde
tura se cumpliese.
antes de la. constitución djjl
13 Mas ahora vengo á t í : y ; mundo»J87
S. J U A N , X V I I .
XVIir.
25 P a d r e j u s t o , e t m u n d o n o
t e h a c o n o c i d o : m a s y o t e l i e;
conocido, y estos h a n cono
cido que t u m e enviaste.
20 Y v o l e s h e m a n i f e s t a d o
t u n o m b r e , y m a u i f e s t a r e V o>
aun;
p a r a q u e e l a m o r , c o ni
que m e has a m a d o , esté en
ellos, y y o e n ellos.
tar:
¿ A quién buscáis? Y
ellos d i j e r o n : A J e s ú s N a z a reno.
8 Hespondié J e s ú s :
Ta os
h e d i c h o q u e y o s o y : pues
si á m í b u s c á i s , d e j a d ir á
estos:
9 P a r a q u e s e c u m p l i e s e la
palabra que había dicho: D e
l o s q u e m e d i s t e , n i n g u n o de
ellos p e r d í .
C A P I T U L O XVIIT.
10 E n t o n c e s S i m ó n
Pedro,
que tenia espada, sácela, é
Prisión
de_ Jesús.
MalchO est' h i r i ó a l s i e r v o d e l P o n t í f i c e , y
._
herido
por
Pedro.
Huyen]le
cortó l a oreja d e r e c h a . Y
los Apóstoles.
Niega Pedro.el
siervo se llamaba Maleo,
al
S'ñor.
Interrogatorio]
1 1 J e s ú s e n t o n c e s dijo á P e -
g u e le hacen
el sumo Pontí-'óro
: M e t e t u e s p a d a en la
v a i n a : el v a s o q u e e l P a d r e
! m e h a d a d o , ¿ n o l e t e n g o do
OMO
Jesús hubo
dicho beher.
e s t a s c o s a s , s a l i ó s e c o n | 1 2 »U E n t o n c e s l a c o m p a ñ í a
s u s d i s c í p u l o s t r a s e l a r r o y o de los soldados
y e l tribuno, y
de C e d r ó n , d o n d e e s t a b a u n los m i n i s t r o s de los Judíos,
h u e r t o , e n el c u a l e n t r ó J e s ú s , p r e n d i e r o n á J e s ú s , y l e a t a y sus discípulos.
I ron,
2 Y t a m b i é n J u d a s , el q u e ) 1 3 Y l l e v á r o n l e
primerale e n t r e g a b a , s a b i a aquel l u - m e n t e á A n a s , porque era
gar, porque
muchas
v e c e s s u e g r o d e C a i f a s , el c u a l era
Jesús se j u n t a b a allí c o n s u s Pontífice de aquel año.
discípulos.
| 14 Y e r a C a i f a s e l q u e h a b l a
3 J u d a s , p u e s , t o m a n d o u n a d a d o el c o n s e j o á l o s J u d í o s :
c o m p a ñ í a de soldados,
y m i - Q u e e r a necesario q u e un
n i s t r o s d o los P o n t í f i c e s y do h o m b r e m u r i e s e p o r el p u e los F a r i s e o s , v i n o a l l í c o n b l o .
linternas y a n t o r c h a s , y c o n ! 15 Y seguía á J e s ú s Simón
armas.
¡ r e d r o , y otro discípulo:
y
4 E m p e r o J e s ú s , sabiendo aquel discípulo e r a conocido
todas las cosas q u e habían del Pontífice, y entré con
d e v e n i r sobre é l , salió d e - J e s ú s a l atrio del Pontífice,
lante, y díjoles:
¿ A q u i é n ! 16 M a s P e d r o e s t a b a f u e r a á
buscáis?
l a p u e r t a - y salió aquel dis5 Respondiéronle: A Jesús cípulo q u e e r a conocido del
Nazareno.
Díceles J e s ú s : Pontífice, y habló á la porY o soy. ( Y estaba t a m b i é n tera, y metió dentro á Pedro,
c o n ellos J a d a s e l q u e l e e n - j 17 E n t o n c e s l a c r i a d a p o r tregaba.)
; t e r a dijo á P e d r o : ¿ N o eres
0 Y c o m o les dijo, Y o s o y , t ú t a m b i é n d e los discípulos
volvieron atrás, y cayeron e n de este h o m b r e ?
Dice é l :
tierra.
¡ N o soy.
7 V o l v i ó l e s , p u e s , á p r e g u n - l 18 Y e s t a b a n e n p i é l o s s i e r fice y el presidente
C
Pilato.
S. JUAN, X V i n .
ros y los ministros que hablan saclon traéis contra este hom>
allegado las ascuas, porque bre?
hacia frío, y calentábanse: 30 Respondieron, y dijeron l e :
y estaba también con ellos Pe- Si este no fuera malhechor,
dro en pié, calentándose.
no te lo habríamos entregado.
19 Y el Pontífice pregunté á 31 Píceles entonces l ' i f o t o :
Jesús acerca de sus discípulos, Tomadle vosotros, y jnzgadle
según vuestra ley. Y los Juy de su doctrina.
20 Jesús le respondió: Y o díos le dijeron: A n o s o t r o s no
manifiestamente he hablado es lícito matar á nadie.
al mundo: y o siempre he 32 Para que se cumpliese el
ensefiado en la sinagoga y en dicho de Jesús que habla
el templo, donde se juntan dicho, dando á entender de
todos los Judíos; y nada he qué muerte habia de morir.
hablado eu oculto.
33 A s í que Plinto v o l v i ó á
21 ¿Qué me preguntas á entrar en la audiencia, y llam í ? Pregunta a los que han mó á Jesús, y díjole; ¿ E r e s
oido, qué les hoya yo hablado: tú el r e y de los Judíos?
lié aquí, esos saben lo que y o 34 Respondióle Jesús: ¿ D i he dicho.
ces tú esto de t í mismo, ó te lo
22 Y como él hubo dicho han dicho otros de m í ?
esto, uno de los criados que 35 Pilato respondió: ¿ S o y y o
estaba allí, dlé una bofetada Judío ? T u gente, y los P o n á Jesús, diciendo: ¿ A s í res- tífices, te han entregado á
pondes al Pontífice ?
m í : ¿ qué has hecho?
23 Respondióle Jesús : Si he 36 Respondió Jesús: M i r e i hablado m a l , da testimonio no no es de este m u n d o : si
del m a l : y si bien, ¿por qué de este mundo fuera mi reino,
me hieres?
mis servidores pelearían para
24 Y Anas le habió, enviado que yo no fuera entregado á
los Judíos: ahora, pues, m i
atado á Caifas Pontífice.
25 Estaba, pues, Pedro en reino no es de aquí.
pié calentándose;
y dije- 37 Díjole entonces P i l a t o :
ronle: ¿ N o eres tu de sus ¿ L u e g o rey eres t i l ? R e s discípulos ? E l negó, y dijo : pondió Jesús: T ú dices que
N o soy.
y o soy r e y : y o para esto ho
2f¡ Uno de los siervos del Pon- nacido, y para esto he v e n i d o
tífice, pariente de aquél á al mundo, para dar testimoquien Pedro habla cortado la nio á la verdad. Todo aquel
oreja, le dice : ¿ N o te v i y o ue es de la parte de la v e r eu el huerto con é l ?
ad, oye mi voz.
27 Y negó Pedro otra v e z : y 38 Dícele P i l a t o : ¿ Qué cosa
luego el gallo cantó.
es verdad ? Y como hubo di28 fl" Y llevaron á Jesús de cho esto, salió otra v e z á los
Caifas al P r e t o r i o ; y era por Judíos, y díceles: Y o no hallo
la mañana: y ellos no entra- en él algún crimen.
run en el Pretorio por no ser 39 Empero vosotros tenéis
contaminados, sino que comi- costumbre, que yo os suelto
esen la Pascua.
uno en la Pascua: ¿quereU,
29 Entonces salió Pilató á pues que os suelte al rey de
ellos fuera, y d i j o : ¿ Qué acu-1 los Judíos?
ltíü
3
S. J U A N , X V I I I .
XIX.
40 Entonces todos dieron vo- 11 Respondió Jesús: Ninces otra vez, diciendo: N o á guna potestad tendrías contra
este, sino á Bambas. Y B a - mí, si esto no te fuese dado de
arriba: por tanto el que á tí
mbas era ladrón.
me ha entregado, mayor pecado tiene.
CAPITULO XIX.
12 Desde entonces procuraba
Pasión, muerte, y sepultura de Pilato soltarle; mas los Judíos daban voces, diciendo:
Jesús.
Si á este sueltas, no eres amiS I que entonces tomó P í - go de César. Cualquiera que
se hace rey, á César contralalo á, Jesús, y azotóle.
2 Y los soldados entretejie- dice.
ron de espinas una corona, y | 13 Entonces Pilato oyendo
Dusléron/a sobre su cabeza, y este dicho, llevó fuera a Je.e vistieron de una ropa de¡ sús, y se sentó en el tribunal,
grana,
en el lugar que se dice Lithós3 Y decían : Salve, rey de los trotos, y eu Hebreo, GabJudíos l Y dábanle de bofeta- batha.
das.
14 Y era la víspera de la
4 Entonces Pilato salió otra Pascua, y como la hora de
vez fuera, y díjoles: Hé aquí s e x t a : entonces dijo á los Juos le traigo fuera, para que díos : Hé aquí vuestro rey.
entendáis que ningún crimen 15 Mas ellos dieron voces:
hallo en él.
Quita, quita, crucifícale. Dí5 Y salió Jesús fuera lle- celes Pilato: ¿A vuestro rey
vando la corona de espinas, y he de crucificar? Respondila ropa de grana. Y díceles eron los Pontífices: N o tenemos rey sino á César.
Pilato; H é aquí el hombre.
6 Y como le vieron los prín- 10 Así que entonces se lo encipes de los Sacerdotes, y los tregó para que fuese crucifiservidores, dieron voces dici- cado : y tomaron ú, Jesús, y
endo : Crucifícale, crucifícale. le llenaron.
Díceles Pilato : Tomadle vos- 17 IT Y llevando su cruz,saliií
otros, y cruciñcadle: porque al lugarquesedicedelaCalayo no hallo en él crimen.
vera, y en Hebreo, Gólgotha;
7 Respondiéronle los Judíos
18 Donde le crucificaron, y
Nosotros tenemos ley, y se- con él otros dos, uno & cada
gún nuestra ley debe morir, lado, y Jesús en medio.
porque se hizo Hijo de Dios.
19 Y escribió también Pilato
8 Y como Pilato oyó esta pa- un título, que puso encima do
la cruz : y el escrito era: JElabra, tuvo mas miedo;
9 Y entró otra vez á la audi- S Ú S N A Z A R E N O , R E Y DE
encia, y dijo a Jesús: ¿De LOS J U D Í O S .
dónde eres tú ? Mas Jesús no 29 Y muchos do los Judíos
le dio respuesta.
leyeron este título; porque el
.10 Entonces dícele Pilato lugar donde estaba crucificado
¿ A mí no me hablas? ¿no Jesús, era cerca de la ciudad:
sabes que tengo potestad para y estaba escrito en Hebreo, en
crucificarte, y que tengo po- Griego, y en Latin.
testad para soltarte?
2 1 Y decian á Pilato los Pon-
A
S. JUAN, XIX.
íffices de los Judíos: N o es- 31 Entonces los Judíos, por
cribas, ttey de los Judíos; cuanto era la víspera de la
sino que él dijo: Rey soy de Pascua, para que los cuerpos
no quedasen en la cruz en el
los Judíos.
22 Respondió Piloto: L o q u e Sábado, pues era el gran dia
del Sábado, rogaron á Pilato
he escrito, he escrito.
23 Y como los soldados hu- que se les quebrasen las pierbieron crucificado Á Jesús, nas, y fuesen quitados.
tomaron sus vestidos, é hicie- 32 Y vinieron los soldados, y
ron cuatro partes, (para cada quebraron las piernas al prisoldado una parte), y la tú- mero, y asimismo al otro que
nica: mas la túnica era sin habla sido crucificado con él.
costura, toda tejida desde, 33 Mas cuando vinieron á
arriba.
I Jesús, como le vieron y a mu24 Y dijeron entre ellos: N o erto, no le, quebraron las pila partamos, sino echemos I ernas :
suertes sobre ella de quién 34 Empero uno de los soldaserá: para que se cumpliese dos le abrió el costado con
la Escritura que dice : Parti- una lanza, y luego salió saneron para sí mis vestidos, y¡ gre y agua.
sobre mi vestidura echaron 36 Y el que lo v i o , da testisuertes. Y los soldados hici- monio, y su testimonio es
eron esto.
verdadero: y él sabe que dice
15 Y estaban junto á la cruz verdad, para que vosotros
de Jesús su madre, y la her- también creáis.
mana de su madre, María 36 Porque estas cosas fueron
mujer de Cleofas, y María hechas, para que se cumpliese
Magdalena.
la Escritura: Hueso no que26 Y como vio Jesús á la brantaréis de él.
madre, y al discípulo que él 37 Y también otra Escritura
amaba, que estaba presente, dice: Mirarán á aquel al cual
dice á B U madre: Mujer, hé traspasaron.
ahí tu hijo.
, 38 \ Después de estas cosas,
27 Después dice al discípulo: José de Arimatéa, el cual era
Hé ahí tu madre. Y desde discípulo de Jesús, mas seaquella hora el discípulo la creto, por miedo de los Judíos,
recibió consigo.
rogó a Pilato que pudiera qui23 Después de esto, sabiendo tar el cuerpo de Jesús: y perEntonces
Jesús que todas las cosas eran mitióje/o Pilato.
ya cumplidas, para que la vino, y quitó el cuerpo de JeEscritura se cumpliese, dijo: sús.
Sed tengo.
39 Y vino también Nicodemo,
29 Y estaba aíli un vaso lleno el que antes habia venido a
de vinagre. Entonces ellos Jesús de noche, trayendo un
hinchieron una esponja de vi- compuesto de mirra y de anagre, y rodeada á un hisopo loes, como cien libras.
se la llegaron á la boca.
40 Tomaron pues el cuerpo
30 Y como Jesús tomó el vi- de Jesús, y envolviéronle en
nagre, dijo: Consumado es. lienzos con especias, como es
Y habiendo inclinado la ca- costumbre de los Judíos sebeza, dio el espíritu.
pultar.
S. J U A N , X I X . X X .
41 Y en aquel lugar, donde
había sido crucificado, babia
un huerto, y en el huerto,
un sepulcro nuevo, en el cual
aun no habla sido puesto alguno.
42 A l l í , pues, por causa de la
víspera de la Pascua de los
Judíos, porque aquel sepulcro
estaba cerca, pusieron á Jesús.
CAPITULO XX.
Resurrección de Jesús, y algunas de sus apariciones.
Y
E L primer dia de l a semana, María Magdalena
vino de mañana, siendo aun
oscuro, al sepulcro, y vio" la
piedra quitada del sepulcro.
2 Entonces corrió", y vino á
Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y
díceles : Han llevado al Señor
del sepulcro, y no sabemos
donde le h a n puesto.
3 Y salió Pedro, y el otro
discípulo, y vinieron al sepulcro.
4 Y corrían los dos j u n t o s ;
mas el otro discípulo corrió
mas presto que Pedro, y llegó
primero al sepulcro.
5 Y bajándose á mirar, vio
lo3 lienzos echados; mas no
entró.
tí L l e g ó luego Simón Pedro
siguiéndole, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos echados;
7 Y el sudario que habia estado sobre su cabeza, no puesto c o n los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte.
8 Y entonces entró también
el o t r o discípulo, que había
venido primero a l nioiiU'
mentó, y vio, y creyó.
172
9 Porque atm no sabían la
Escritura : Que era necesario
que él resucitase de Jos muertos.
10 Y volvieron los discípulos
á los suyos.
11 Empero M a r í a estaba fuera llorando junto al sepulcro:
y estando llorando, bajóse a
mirar el sepulcro,
12 Y vio dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno á la cabecera, y
el otro á los pies, donde el
cuerpo de Jesús había sido
puesto.
13 Y díjeronle: Mujer, ¿por
qué lloras ? D í c e l e s : Porque
se han llevado á mi Señor, y
no sé donde le han puesto.
14 Y como hubo dicho esto,
volvióse atrás, y vio á Jesús
que estaba alli; mas no sabia
que era Jesús.
15 Dícele Jesús : Mujer, ¿por
qué lloras ? ¿ á quién buscas ?
Ella, pensando que era el hortelano, dícele: Señor, si tú le
has llevado, díme donde le
has puesto, y y o lo llevaré.
16 Dícele Jesús : María. Volviéndose ella, dícele: líaboni,
que quiere decir, Maestro.
17 Dícele Jesús : N o me toques; porque aun no he subido á mi P a d r e ; mas vé á
mis hermanos, y díles : Subo
á mi P a d r e , y a vuestro Padre, y á m i Dios, y á vuestro
Dios.
18 Fué María Magdalena
dando Jas nuevas á los discípulos que había visto al Señor, y la había dicho estas
cosas.
,
19 1 Y como fué tarde aquel
dia, el primero de la semana,
y estando las puertas cerradas, donde los discípulos
estaban, por miedo de los
Judíos, vino Jesús, y púsose
S. J U A N , X X . X X I .
en medio, y dfjoles: Faz á 31 Estas empero son escritas
para que creáis que Jesús es
vosotros.
20 Y como hubo dicho esto, el Cristo, el Hijo de Dios ; y
mostróles las manos y el cos­ para que creyendo, tengáis
tado. Y los discípulos se go­ vida en su nombre.
zaron viendo al Señor.
2L Entonces les dijo Jesús
otra vez: Paz á vosotros:
CAPITULO XXI .
como me envió el Padre, así
también yo os envió.
22 Y como hubo dicho esto, Aparécese Jesús á sus discí­
pulos, estando ellos pescando.
sopló, y díjoles: Tomad el
Hace á Pedro un encargo; le
Espíritu Santo:
predice su martirio;
y re­
23 A los que remitiereis los
acerca
pecados, les son remitidos : á , prime su curiosidad
quienes los retuviereis, serán j de Juan.
retenidos.
24 % Empero Tomás, uno de '
E S P U E S se manifestó Je­
los doce, que se dice el Dídi­
sús otra vez á sus discí­
mo, no estaba con ellos cu­ pulos á la mar de Tiberias; y
ando Jesús vino.
manifestóse de esta manera.
25 Dijéronle, pues, los otros 2 Estaban juntos Simón Pe­
discípulos; Al Señor hemos dro y Tomás, llamado el D i ­
visto. Y ól les dijo: Si no dimo, y Natanael, el que era
viere en sus manos la señal de Cana de Galilea, y los hijos
de los clavos, y metiere mi de Zcbedéo, y otros dos de sus
dedo en el lugar de los clavos, discípulos.
y metiere mi mano en su cos­ 3 Dícelcs Simón: A pescar
tado, no creeré.
voy. Dícenlc : Vamos nos­
2fi Y ocho dias después esta­ otros también contigo. F u e ­
ban otra vez sus discípulos ron, y subieron en una barca;
dentro, y con ellos Tomás: y aquella noche no cogieron
vino Jesús, las puertas cerra­ nada.
das, y plisóse en medio, y di­ 4 Y venida la mañana, Jesús
jo : Paz á vosotros.
se puso á la ribera: mas los
27 Luego dice á Tomás: discípulos no entendieron que
Mete tu dedo aquí, y vé mis era Jesús.
manos ; y alarga acá tu ma­ 5 Y díjoles: Mozos, ¿ tenéis
no, y méteía en mi costado: y algo de comer? Respondié­
no seas incrédulo, sino fiel.
ronle: Ко.
28 Entonces Tomás respon­ (t Y él les dice: Echad la
dió, y dícele: Señor mió, y red á la mano derecha del
Dios mfo.
barco, y hallaréis. Entonces
29 Dícele Jesús: Porque me echaron, y no la podían en
has visto, creíste: bienaven­ ninguna manera sacar, por la
turados los que no. vieron, y multitud de los peces.
7 Entóm­ев aquel discípulo,
creyeron.
30 IT Y también hizo Jesús al cual amaba Jesús, dijo a
muchas otras señales en pre­ Pedro: El Señor es. Y Si­
sencia de sus discípulos, que món Pedro, como oyó que
no están escritas en este libro.­ era el Señor, ciñóse Га ropa,
173
D
S. JUAN, XXI.
.porque estaba desnudo, y Señor, tú sabes todas las coechóse á la mar.
sas ; tú sabes que te amo.
a Y los otros discípulos v i Dícele Jesús: Apacienta ruis
nieron con el barco (porque ovejas.
no estaban lejos de tierra 18 D e cierto, de cierto te
sino como doscientos codos), digo que cuando eras mas
trayendo la red de peces.
m o z o , te cenias, é ibas donde
9 Y como descendieron á querias : mas cuando y a fuetierra, vieron ascuas puestas., res viejo, extenderás tus may un pez encima de ellas, y nos, y te ceñirá otro, y te
llevará adonde no quieras.
pan.
JO Díceles J e s n s : Traed de 19 Y esto dijo, dando á enlos peces que cogisteis ahora. tender con que muerte habla
11 Subió Simón Pedro, y d e glorificar á Dios. Y dicho
trajo la red á tierra, llena de esto, d í c e l e : Sigúeme.
grandes peces, ciento y cin- 20 IT Volviéndose Pedro, vé
cuenta y tres: y siendo tan- á aquel discípulo al cual
tos, la red no se rompió.
amaba Jesús, que seguía, el
12 Díceles Jesús:
Venid, que también se había recoscomed. Y ninguno de los tado á su pecho en la cena,
Señor,
discípulos osaba preguntarle: y le habla d i c h o :
¿ T ú , quién eres? sabiendo ¿quién es el que te ha de
entregar?
que era el Señor.
13 Viene pues Jesús, y toma 21 A s í que Pedro vio á este,
el pan, y d a l e s ; y asimismo dice á Jesús: Señor, ¿ y éste,
del pez.
qué?
14 Esta era y a la tercera 22 Dícele Jesús: Si quiero
v e z que Jesús se manifestó á que el quede hasta que yo
sus discípulos, habiendo resu- venga, ¿ q u é se te da á tí?
citado de ios muertos.
Sigúeme tú.
15 1f Y cuando hubieron co- 23 Salió entonces este dicho
mido, Jesús dijo a Simón entre los hermanos, que aquel
P e d r o : Simón, hijo de Jonás. discípulo no habia de morir.
¿ m e amas mas que estos? Mas Jesús no le d i j o : No
D í c e l e : Sí, Señor: tú sabes m o r i r á ; sino. Si quiero quo
que te amo. D f c e l e : A p a - él quede hasta que yo venga,
cienta mis corderos.
¿qué 4 tí?
16 Vuélvele á decir la se- 24 f Este es aquel discípulo
gunda v e z : Simón, hijo de que da testimonio de estas
Jonás, ¿ m e amas ? Respón- cosas, y escribió estas cosas:
d e l e : Sí, Señor: tú sabes que y sabemos que su testimonio
te amo. D í c e l e : Apacienta es verdadero.
mis ovejas.
25 Y h a y también otras mu17 D í c e l e la tercera v e z : chas cosas que hizo Jesús,
Simón, hijo de Jonás, ¿me quo si se escribiesen cada una
aínas? Entristecióse Pedro por sí, ni aun en el mundo
de que le dijese la tercera pienso que cabrían los libros
v e z : ¿ M e amas
Y dícele : que se habrían de escribir.
5
174
LOS HECHOS
DE LOS APÓSTOLES.
diciendo: Señor, ¿restituiCAPITULO I.
Promesa
del Espíritu
Sanio. rás el reino á Israel en este
Ascensión del Señor.
Elec- tiempo ?
ción de Matías para el apos- 7 Y les dijo: N o toca á
vosotros saber los tiempos é
tolado.
las* sazones que el Padre puso
? N el primer tratado, olí en su sola potestad:
J Teófilo, lie hablado de 8 Mas recibiréis la virtud
i
todas las cosas que Jesús del Espíritu Santo que vendrá
comenzó á hacer, y & en- sobre vosotros, y me seréis
testigos en Jerusalem, y en
señar,
2 Hasta el dia en que, habi- toda Judéa, y Samaría, y
endo dado mandamientos por hasta lo último de la tierra.
el Espíritu Santo á los após- 9 Y habiendo dicho estas
toles que escogió, fué recibido cosas, viendo^ ellos, fué alarriba:
zado ; y una nube le recibió,
3 A los cuales, después de y le quito" de sus ojos.
haber padecido, se presentó 10 Y estando con los ojos
vivo con muchas pruebas puestos en el cielo entretanto
indubitables, apareciéndoles que él Iba.hé aquí dos varones
por cuarenta dias, y hablan- se pusieron junto á ellos en
vestidos blancos;
dote* del reino de Dios.
4 Y estando jnntos.les man- 11 Los cuales también les
dó que no se fuesen de Jera-, dijeron:
Varones Galiléos,
salem, sino que esperasen la ¿qué estáis mirando al cielo?
promesa riel Padre, que oís- este mismo Jesús que ha sido
teis, dijo, de mí.
¡ tomado desde vosotros arriba
5 Porque Juan A la verdad |en el cielo, así vendrá como
bautizo con agua, mas vos- le habéis visto ir al cielo.
otros seréis bautizados con el 12 IT Entonces se volvieron
Espíritu Santo no muchos ¡ á Jerusalem del monte que se
días después de estos.
llama del Olivar, el cual está
o Entonces los que se ha-j cerca de Jerusalem camino
bian juntado le preguntaron,! de un sábado.
1
;
1
LOS HECHOS, I . I I .
13 Y entrados, subieron al entre nosotros, uno sea hecho
aposento alto, donde inoraban testigo con nosotros de su
P e d r o , y Jacobo, y Juan, y resurrección.
Andrés, Felipe.y Tomas, Bar- 23 Y señalaron á dos: á
tolomé, y M a t e o , Jacobo hijo Joset, llamado Barsabás, que
de Alféo, y Simón Zelotes, y tenia por sobrenombre Justo,
Judas hermano de Jacobo.
y á Matías.
14 Todos estos perseveraban 24 Y orando, dijeron: Tú,
unánimes en oración y ruego, Señor, que conoces los coracon las mujeres, y con M a r í a zones de todos, muestra cual
la madre de Jesús, y con sus escoges de estos dos,
liermanos.
25 Para que tome el oficio
15 1f Y en aquellos dias P e - de este ministerio, y del aposdro, levantándose en medio tolado, del cual cayé Judas
de los hermanos, d i j o : ( y era por transgresión, para irse á
la compañía junta como de su lugar.
ciento y veinte en n ú m e r o ) :
Y les echaron suertes, y
16 Varones hermanos, con- cayé la suerte sobre Matías;
vino que se cumpliese la y fué coutado con los once
escritura, la cual dijo antes apestóles.
el Espíritu Santo por la boca
de D a v i d , de Judas, que fué
uia de los que prendieron A
CAPITULO II.
esus,
17 E l cual era contado con Venida del Espíritu
Santo,
nosotros, y tenia suerte en
Primer Sermón de San Fe*
este ministerio.
dro, y su fruto.
Vida de los
18 Este pues adquirid un
primeros fieles.
campo del salario de su iniquidad ; y • colgándose, re- \7" COMO se cumplieron los
v e n t é por medio, y todas sus i- dias de Pentecostés, estaentrañas se derramaron.
ban todos unánimes juntos:
19 Y fué notorio á todos los 2 Y de repente vino un esmoradores de Jerusalom; de truendo del cielo coma de un
tal manera que aquel campo viento recio que corría, el
es llamado en su propia len- cual hlnchié toda la casa
gua, Acéldama,que es, Campo donde estaban sentados.
de sangre.
3 Y se les aparecieron len20 Porque está escrito en el guas repartidas como de fuelibro de los Salmos : Sea he- go, que se asenté BObre cada
cha desierta su habitación, y tino d e ellos.
no haya quien more en e l l a : 4 Y fueron todos llenos de
y tome otro su obispado.
Espíritu Santo, y comenzaron
21 Conviene, pues, que de á hablar en otras lenguas,
estos hombres que han estado como el Espíritu Santo les
juntos con nosotros todo el daba que hablasen,
tiempo que el Señor Jesús en- 5 (Moraban enténces en Jet r é y sallé entre nosotros,
rusalem Judíos, varones reli22 Comenzando desde el bau- giosos, de todas las nacioues
tismo de Juan, hasta el dia debajo del cielo.)
que fué recibido arriba de 6 Y hecho este estruendo,
176
S
LOS
HECHOS,
Juntóse la m u l t i t u d ; y estaban confusos, porque cada
uno les oía hablar su propia
lengua.
7 Y estaban atónitos, y maravillados, diciendo: H e aquí,
¿no son Galillos todos estos
que hablan?
8 ¿ Cómo, pues, los oímos
nosotros habla?- cada uno en
nuestra lengua en que somos
nacidos ?
9 Partos, y Medos, y Elamilns, y los que habitamos
en Mcsopotamia, en Judéa, y
en Capadocia, en el P o n t o , y
en Asia,
1« En Frigia y en Pan filia,
en Egipto y en las partes de
África que está de la otra
parte de Cirene, y Romanos
extranjeros, y Judíos, y convertidos ;
11 Cretenses, y Árabes, les
oímos hablar en nuestras
lenguas las maravillas de
Dios.
12 Y estallan todos atónitos
y perplejos, diciendo los unos
á los o t r o s : ¿ Qué quiere ser
esto ?
13 Mas otros burlándose decían : Que están llenos de
mosto.
14 T Entonces Pedro poniéndose en pié con los once,
alzó su v o z , y hablóles diciendo : Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusatem, esto os sea notorio, y
oíd mis palabras:
15 Porque estos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del
dia.
10 Mas esto es lo que fué
dicho por el profeta J o e l :
17 Y será en los postreros
días, (dice D i o s ) derramaré
de mí Espíritu sobre toda
carne, y vuestros hijos y vu177
11.
estras hijas profetizarán; y
vuestros mancebos verán v i siones, y vuestros viejos soñarán sueños:
18 Y de cierto sobre mis
siervos y sobre mis siervas
en aquellos dias derramaré
de m i Espíritu; y profetizarán.
19 Y daré prodigios arriba
en el cielo, y señales abajo
en la tierra, sangre y fuego, y
vapor de humo.
20 El sol se v o l v e r á en tinieblas, y la luna en sangre,
antes que venga el dia del
Señor grande y manifiesto.
21 Y será que todo aquel que
invocare el nombre del Señor,
será salvo.
22 Varones Israelitas, oid
estas palabras : Jesús N a z a reno, varón aprobada de Dios
entre vosotros en maravillas
prodigios, y señales, que
ios hizo por él en medio de
vosotros, como también vosotros sabéis,
23 A este, entregado por determinado consejo y providencia do Dios, vosotros prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole :
24 A l cual Dios levantó,
sueltos los dolores de la muerte ; por cuanto era imposible ser detenido de ella.
25 Porque D a v i d dice de é l :
V e í a al Señor siempre delante de m í : porque está á
mi diestra, no seré conmovido.
20 P o r lo cual mi corazón se
alegró, y gozóse mi lengua; y
aun mi carne descansará en
esperanza:
27 Que no dejarás mi alma
en el infierno, ni darás a tu
santo que vea corrupción.
28 Hicísteme notorios los ea-
b
N
LOS HECHOS, IT. III.
minos de l a v i d a ; m e h e n - 1 los pecados; y recibiréis el
chiras de gozo con tu pre- don del Espíritu Santo.
sencia.
39 Porque para vosotros es
29 Varones hermanos, se os la promesa, y para vuestros
puede libremente decir del hijos, y para todos los que escuantos el
patriarca D a v i d , que murió tán lejos; para
y fué sepultado, y su sepulcro Señor nuestro Dios llamare.
está con nosotros hasta el dia 40 Y con otras muchas palade hoy.
bras testificaba, y exhortaba,
30 Empero siendo profeta, y diciendo : Sed salvos de esta
sabiendo que con juramento perversa generación.
le había Dios jurado, que del 41 A s í que los que recibieron
fruto de su lomo, cuanto
á su palabra, fueron
bautila carne, levantaría
al Cristo zados : y fueron añadidos
que se sentarla sobre su aquel día como tres mil
trono,
personas.
31 Viéndolo antes, habló de 42 Y perseveraban en la doc-,
l a resurrección de Cristo, que trina de los apóstoles, y en la
tu alma no fué dejada en el comunión, y en el partimiento
infierno, ni su carne vio cor- del pan, y en las oraciones.
rupción.
43 i toda persona tenía te82 A este Je«us resucitó Dios, m o r : y muchas maravillas
de lo cual todos nosotros so- y señales eran hechas por ios
apóstoles.
mos testigos.
33 A s í que levantado por la 44 Y todos , o « (fué creían esdiestra de Dios, y recibiendo tacan j u n t o s ; y tenían todas
del P a d r e la promesa del las cosas comunes.
Espíritu Santo, ha derra- 45 Y vendían las posesünes
mado esto que vosotros veis y las haciendas, y repartíanlas
y oís.
á todos, como cada uno había
34 Porque David no subió á menester.
los c i e l o s ; empero él d i c e : 46 Y perseverando unánimes
D i j o el Señor á mi Señor, cada día en el templo, y parsiéntate á mi diestra.
tiendo el pan en las casas,
35 Hasta que ponga tus ene- comían juntos con alegría y
migos por estrado de tus con sencillez de corazón,
47 Alabando á Dios y teni36 Sepa pues ciertísi má- endo gracia con todo el puemente toda la casa de Israel, blo. Y el Señor anadia cada
que á este Jesús, que vosotros dia á la iglesia los que habían
crucificasteis. Dios ha hecho de ser salvos.
Señor y Cristo.
37 IT Entonces oido esto, fue
ron compungidos de corazón, l
CAPITULO III.
y dijeron á P e d r o . y á l o s otros
apóstoles: Varones hermanos, Un cojo de nacimiento,
curado
¿ q u é haremos ?
con la invocación del nombré
de Jesús.
Segundo
sermón
38 Y Pedro les d i c e : A r r e de San Pedro, en que demupentios, y bautícese cada uno
estra ser Jesús
elMesiaspro»
de vosotros en el nombre de
metido en la Ley.
Jesu-CrÍ3to para perdón de
1J6
LOS H E C H O S , I I I .
P
E D R O y Juan subían jun- mo si con nuestra virtad <T
tos al templo á la hora de piedad hubiésemos hecho anoración, la de nona.
dar á este ?
2 Y un hombre, que era cojo 13 El Dios de Abraham, y
desde el vientre de su madre, de Isaac, y de Jacob, el Dios
era traído, al cual ponían cada de nuestros padres ha glorifidia a la puerta del templo cado á su Hijo Jesús; al cual
que se llama la Hermosa, vosotros entregasteis, y nepara que pidiese limosna de gasteis delante de Pilato, juzlos que entraban en el templo. gando él que habia de ser
3 Este como vid á Pedro y á suelto.
Juan que iban á entrar en el 14 Mas vosotros al Santo y
templo, rogaba que le diesen al Justo negasteis, y pedisteis
limosna.
que se os diese un homicida;
4 Y Pedro, con Juan, fijando 15 Y matasteis al Autor de
los ojos en él, dijo: M i r a á la v i d a : al cual Dios ha resunosotros.
citado de los muertos, de lo5 Enténces él estuvo atento que nosotros somos testigos.
á ellos, esperando recibir de 16 Y en la fé de su nombre,
ellos algo.
á este que nosotros veis y co6 Y Pedro dijo: N i tengo nocéis ha confirmado su nomplata ni oro; mas lo que bre: y la fé que por él es, ha
tengo te doy: E n el nombre dado á este esta completa pade Jesu-Cristo de N azare t, uídad en presencia de todos
levántate y anda.
vosotros.
7 Y tomándole por la mano 17 Mas ahora, hermanos, se
derecha, le levanté: y luego que por ignorancia lo habéis
fueron afirmados sus pies y hecho, como también vuestobillos;
tros príncipes.
8 Y saltando, se puso en pié, 18 Empero Dios ha cumplido
y anduvo, y entro con ellos así lo que habla antes anunen el templo, andando y sal- ciado por boca de todos sus
tando, y alabando á Dios.
profetas, que su Cristo había
9 Y todo el pueblo le vid an- de padecer.
dar, y alabar á Dios.
19 Así que arrepentios, y
10 Y conocían quo él era el convertios, para que sean borque se sentaba á la limosna á rados vuestros pecados; pues
la puerta del templo la Her- que vendrán los tiempos del
mosa : y fueron llenos de refrigerio de la presencia del
asombro y de espanto por lo Señor,
que le había acontecido
20 Y enviará á Jesu-Crlsto,
11 Y teniendo á Pedro y & que os mé antes predestinado :
Juan el cojo que habia sido 21 A l cual de cierto es mesanado, todo el pueblo con- nester que el cielo tenga hasta
currid a ellos al pórtico que se los tiempos de la restauración
llama de Salomón, atónitos.
de todas las cosas, que habló
12 % Y viendo esto Pedro, Dios por boca de sus santos
respondió al pueblo: Varones profetas que han sido desde
Israelitas, ¿ por qué os mara- el siglo.
villáis de esto? ó ¿por qué 22 Moisés dijo d los padres:
ponéis los ojos en nosotros co- El Señor vuestro Dios os
179
N 2
LOS H E C H O S , T U . I V .
levantará profeta de vuestros hermanos como y o ; á él
oiréis en todas las cosas que
os hablare.
23 Y será, que cualquiera al
nía que no oyere á aquel profeta, será desarraigada del
pueblo.
¿4 Y todos los profetas desde
Samuel, y en adelante todos
los que han hablado, han
anunciado estos dias.
25 Vosotros sois los hijos de
los profetas, y del pacto que
Dios concerté con nuestros
padres, diciendo á Abraham :
'Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la
tierra.
2tí A vosotros primeramente.
Dios, habiendo levantado á
su hijo, le envié para que
os bendijese, á fin que cada uno se convierta de su
maldad.
ron; y fué el número de los
varones como cinco mil.
5 % Y aconteció al dia siguiente, que se juntaron en Jerusalem los principes de ellos, y
los ancianos, y los escribas,
6 Y Anas, principe de los sacerdotes, y Caifas, y Juan, y
Alejandro, y todos los que
eran del linaje sacerdotal;
7 Y haciéndolos presentar en
medio,les preguntaron : ¿Con
qué potestad, o en qué nombre
habéis hecho vosotros esto?
8 Entonces Pedro, lleno de
Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y ancianos
de Israel,
9 Pues que somos hoy demandados acerca del beneficio hecho á un hombre enfermo, de qué manera este huyu
sido sanado;
10 Sea notorio á todos vosotros, y á todo el pueblo de
Israel, que en el nombre de
Jesu-Cristo de Nazaret,cl que
vosotros crucificasteis, y Dios
CAPITULO
IV.
le resucité de los muertos, por
Los apóstoles, presos, y exami- él mismo este hombre está en
nados sobre la curación
del vuestra presencia sano.
tullido,
confiesan
la fé
de 11 Este es la piedra reproJeiit-Cristo.
Se les
manda bada de vosotros los edificaque no prediquen.
Crecen dores, la cual es puesta por
' los fieles en número, y viven cabeza del ángulo.
con perfecta
unión,
12 Y en ningún otro hay
salud; porque no hay otro
V H A B L A N D O ellos al pu- nombre debajo del cielo dado
-I oblo, sobrevinieron los sa- álos hombres etique podamos
cerdotes, y el magistrado del ser salvos.
templo, y los Saducéos,
13 Entonces viendo la cons2 Resentidos de que ense- tancia de Pedro y de Juan,
ñasen al pueblo, y anunciasen sabido que eran hombres sin
en Jesús la resurrección de letras é ignorantes, se maralos muertos.
, villaban ; y les conocían que
á Y les echaron mano, y los habian estado con Jesús.
pusieron en la cárcel hasta 1 4 Y viendo al hombre que
el día siguiente; porque era i había sido sanado, que estaba
con ellos, no podían decir
va tarde.
4 Mas muchos de los que, nada en contra.
liabian oído la palabra creye-l 15 Mas les mandaron que se
180
LOS H E C H O S , I V .
saliesen fuera del concilio, y mado las gentes, y los pueblos
conferian entre sí,
han pensado cosas vanas ?
16 Diciendo: ¿ Qué hemos de 20 Asistieron tos reyes de la
hacer á estos hombres? por- tierra, y los príncipes se junque de cierto señal manifiesta taron en uno contra el Señor,
lia sido hecha por ellos, no- y contra su Cristo.
toria á todos los que moran en 27 Porque verdaderamente se
Jcrusalem, y no lo podemos juntaron en esta ciudad connegnr.
tra tu santo hijo .Jesús, al
17 Todavía, porque no se di- cual ungiste. Heredes y Poncio
vulgue mas por el pueblo, Pilato, con los Gentiles y los
amenacémoslesqueno hablen pueblos de Israel,
de aquí adelante á hombre 28 Pora hacer lo que tu mano
ninguno en este nombre.
y tu consejo habían antes tlír
18 Y llamándoles, les inti- terminado que habia de ser
maron que en ninguna ma- hecho.
nera hablasen ni enseñasen 29 Y ahora, Señor, mira sus
en el nombre de Jesús.
amenazas, y da á tus siervos
19 Entonces I'edro y Juan, que con toda confianza harespondiendo, les dijeron: blen tu palabra:
Juzgad si es justo delante de 30 Que extiendas tu mano á
-Dios obedecer antes á vos- que sanidades, y milagros y
prodigios sean hechos por el
otros que á Dios :
20 Porque no podemos dejar nombre de tu santo hijo Jesús.
de decir lo que hemos visto y 31 Y como hubieron orado,
oido.
el lugar en que estaban con21 Ellos entonces los despa- gregados temblé; y todos fucharon amenazándoles, no ha- eron llenos de Espíritu Santo,
llando ningún modo de casti- y hablaron la palabra de Dio3
garles, por causa del pueblo; con confianza.
orque todos glorificaban á 32 f Y de la multitud de los
dos de lo que había sido he- que hablan creído era un cocho.
razón y un alma; y ninguno
22 Porque el hombre en quien decía ser suyo algo de lo que
habia sido hecho este milagro poseía, mas todas las cosas
de sanidad, era de mas de cu- les eran comunes.
arenta años.
33 Y los apóstoles daban tes23 i" Y sueltos ellos, vinieron timonio de la resurrección del
á los suyos, y contaron todo lo Señor Jesús con gran esfitr
ue los príncipes de los sacer-1 erzo: y gran gracia era en
otes y los ancianos les hablan todos ellos;
dicho.
34 Que ningún necesitadoha24 Y ellos, habiéndolo oído,' bia entre ellos; porque todos
alzaron unánimes la voz a los que poseian heredades ó
Dios, y dijeron: Señor, tü casas, vendiéndolas, traían el
eres el Dios, que hiciste el precio de lo vendido,
cielo y la tierra, la mar, y 86 Y lo ponían á los pies de
todo lo que en ellos Jiay:
los apóstoles, y era repartido
25 Que (en Espíritu Santo) á cada uno según que habia
por la boca de David tu siervo menester.
dijiste: ¿Por qué han bra-i 36 Entonces Josef, que fue*
181
E
3
LOS HECHOS, IV. V.
llamado de los apóstoles por
sobrenombre llamabas, (que
es, interpredado, Hijo de consolación,) Levita,y natural de
Cipro,
37 Como tuviese una heredad, la vendió, y trajo el precio, y púsolo á los pies de los
apóstoles.
D i m e : ¿vendisteis en tanto
la heredad ? Y ella dijo: Sí,
en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ¿Porqué
os concertasteis para tentar
al Espíritu del Señor? He
aquí á la puerta los pies de los
que han sepultado á tu marido, y te sacarán á sepultar.
10 Y luego cayó á los pies do
él, y espiró: y entrados loa
mancebos, la hallaron muCAPITULO V.
erta ; y la sacaron, y la sepulCastigo de Ananías
y
Safira. taron junto á su marido.
Los apóstoles,
y en
especial] 11 Y vino un gran temor en
Fedro, son de nuevo
perse- toda la iglesia, y en todos loa
guidos
y presos:
mas
por que oyeron estas cosas.
consejo de Gamaliel
son pu- 12 1 Y por las manos de los
estos en libertad, después de apóstoles eran hechos muchos
ser
azotados.
milagros y prodigios en el
pueblo; ( y estaban todos unáA S un varón llamado A - nimes en el pórtico de Salonanías, con Safira su mu- món :
jer, vendió una posesión,
13 Y de los otros, ninguno
2 Y defraudó del precio, sa- osaba juntarse con ellos; mus
biéndote también su mujer;. el pueblo los alababa grandey trayendo una parte, púso/a mente :
a los pies de los apóstoles.
14 Y los que creían en el
3 Y dijo P e d r o : Ananías, Señor se aumentaban mas,
¿ P o r o u é ha llenado Satanás gran número así de hombrea
tu corazón á que mintieses al como de mujeres:)
Espíritu Santo, y defraudases 15 Tanto que echaban los
del precio de la heredad 'í
enfermos por las calles, y lot
4 Reteniéndola ¿ no se te que- ponían en camas y en lechos,
daba á tí? y vendida, ¿no es- para que viniendo Pedro, alo
taba el precio en tu potestad' menos su sombra tocase á
¿ Por qué pusiste esto en tu alguno de ellos.
corazón ? No has mentido 16 Y aun de las ciudades
ú los hombres, sino á Dios.
vecinas concurría multitud á
5 Entonces Ananías, oyendo Jerusalem, trayendo enferestas palabras, cayó, y espiré. mos, y atormentados de esY vino un gran temor sobre píritus inmundos; los cuales
todos eran curados.
todos los que lo oyeron.
6 Y levantándose los mance- 17 % Entonces levantándoso
bos, le tomaron; y sacándote, el príncipe de los sacerdotes,
y todos los que estaban coa
sepultáronte.
7 Y pasado espacio como de él, que es la secta de los Setres horas, sucedió que entró dúceos, se llenaron de 2elo,
su mujer, no sabiendo lo que 18 Y echaron mano á los
había acontecido.
apóstoles, y pusiéronlos en 1»
3 Entonces Pedro le dijo cárcel pública,
182
M
I.OS HECHOS, V .
19 Mas el ángel del Señor, nombre? y hé aquí habéis
abriendo de noche las puer- llenado á Jerusalem de v u tas de la cárcel, y sacándoles, estra doctrina, y queréis echar
dijo:
sobre nosotros la sangre de
20 Id, y estando en el tem- este hombre.
ilo, hablad al pueblo todas 29 Y respondiendo Pedro y
los apestóles, dijeron:
Es
as palabras de esta vida.
21 i oido que hubieron esto,* menester obedecer á Dios anentraron de mañana en el tes que á los hombres.
templo, y enseñaban. E n - 30 E l Dios de nuestros p a tretanto viniendo el príncipe dres levanté á Jesús, al cual
do los sacerdotes, y los que vosotros matasteis colgándole
eran con él, convocaron el en un madero.
concilio, y a todos los anci- 31 A este ha Dios ensalzado
anos de los hijos de Israel, y con su diestra por Príncipe y
enviaron á la cárcel para que Salvador, para dar á Israel
fuesen traídos.
arrepentimiento y remisión
22 Mas como llegaron los de pecados.
ministros, y no les hallaron 32 Y nosotros somos testigos
en la cárcel, volvieron, y die- suyos de estas cosas, y tamron aviso,
bién el Espíritu Santo, el
23 Diciendo: Por cierto la cual ha dado Dios á los que le
cárcel hemos hallado cerrada obedecen,
con toda seguridad, y las 33 Ellos oyendo esto rega
uardas que estaban delante ñaban, y consultaban m a c las puertas; mas cuando tarles.
abrimos, á nadie hallamos 34 Entonces levantándose en
dentro.
el concilio un Fariseo, lla24 Y cuando oyeron estas mado Gamaliel, doctor de la
palabras el pontífice y el ma- ley, venerable á todo el puegistrado del templo, y los blo, mandé que sacasen fuera
príncipes de los sacerdotes, un poco á los apestóles;
dudaban que se habría hecho 35 Y les dijo: Varones I s de ellos.
raelitas, mirad por vosotros
25 Pero viniendo uno, didles| acerca de estos hombres en lo
esta noticia: Hé aquí, los que habéis de hacer.
varones que echasteis en la! 36 Porque antes de estos dias
cárcel, están en el templo, y se levanté un Teudas, diciendo que era alguien; al que
enseñan al pueblo.
2(3 Entonces fué el magis- se agregó un número de homtrado con los ministros, y bres, como cuatrocientos; el
trájoles sin violencia, porque cual fué matado, y todos los
temían del pueblo ser apedre- que le creyeron fueron dispersos, y reducidos á nada.
ados.
27 Y como los trajeron, los* 37 Después de este se levanto
presentaron en el concilio; y Judas el Galiléo en los dias
el príncipe de los sacerdotes del empadronamÍento,y llevó
les pregunté,
el pueblo tras sí. Pereció
28 Diciendo: ¿ N o os de- también aquel,y todos los que
nunciamos
estrechamente, consintieron con él fueron
iue no enseñaseis en este, , derramados*
183
f
S
7
1
1
LOS H E C H O S , V . V L
88 Y ahora os digo : Dejaos
de estos hombres, y dejadles ;
porque sí este consejo, ó esta
obra es de los hombres, se
desvanecerá;
"9 Mas si es de Dios, no la
podréis deshacer: mirad no
?eaís tal v e z hallados resistí
jndo á Dios,
40 Y convinieron con e'l: y
llamando á los apestóles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el
nombre de Jesús, y soltáronlos.
41
Y" ellos partieron de
delante del concilio, gozosos
d e q u e fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el
nombre de Jesús.
42 Y todos los días, en el
templo, y por las casas, no
cesaban de ensenar y predicar
á Jcsu-Cristo.
CAPITULO VI.
Elección de los siete diáconos.
Esteban se señala entre todos: hace grandes milagros;
y se levantan contra él muchos Judíos.
N aquellos días, creciendo
E
el número de los discípulos, hubo murmuración de
los Griegos contra los H e breos, de que sus viudas eran
menospreciadas en el ministerio cuotidiano.
2 A s í que los doce convocaron la multitud de los discípulos, y dijeron: N o es
justo que nosotros dejemos
la palabra de Dios, y sirvamos á las mesas.
3 Buscad pues, hermanos,
siete varones de vosotros de
'buen testimonio, llenos de
Espíritu Santo y de sabiduría,
184
los cuales pongamos en esta
obra.
4 Y nosotros persistiremos
en la oración y en el ministerio de la palabra.
5 Y plugo el parecerá toda
la m u l t i t u d ; y eligieron ¡i
Esteban, varón lleno de l e y
de Espíritu Santo, y á Felipe,
y á Procoro, y á Nicanor, y
á Timón, y á Parmenas, y á
Nicolás, prosélito de Antioquía.
0 A estos presentaron delante de los apóstoles, I03
cuales orando les pusieron las
manos encima.
7 Y crecía la palabra del
Señor, y el número de los
discípulos se
multiplicaba
mucho en Jerusalem: también una gran multitud de loa
sacerdotes obedecía á la fé.
8 *¡ Empero Esteban, lleno
de gracia y de potencia, hacia
prodigios y milagros grandes
en el pueblo.
9 Levantáronse
entonces
unos de la sinagoga que so
llama de los Libertinos, y
Cirenéos, y Alejandrinos, y
de los de Cilicia, y de Asia,
disputando con Estebnn.
10 Mas no podían resistirá
la sabiduría y al espíritu con
que hablaba.
11 Entonces sobornaron á
unos que dijesen que le habían
oido hablar palabras blasfemas contra Moisés y Dios.
12 Y conmovieron al pueblo,
y á los ancianos y á los escribas ; y arremetiendo, le
arrebataron y trajeron al
concilio.
13 Y pusieron testigos falsos
que dijesen:
Este hombro
no cesa de hablar palabras
blasfemas
contra el lugar
santo y la ley.
14 Porque le habernos oído
LOS H E C H O S , V I . V I I .
decir, que este Jesús de N a zaret destruirá este lugar, y
mudará las ordenanzas que
nos di<5 Moisés.
15 Entonces todos los que
estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él.
vieron su rostro como el rostro de un ángel.
drán, y me servirán en este
lugar.
8 Y dióle el pacto de la circuncisión: y así
Abrahatn
engendró á Isaac, y le circuncidó al octavo d i a ; é Isaac
á Jacob, y Jacob á los doce
patriarcas.
9 Y los patriarcas, movidos
de envidia, vendieron á José
para Egipto; mas Dios era
con él,
CAPITULO VII.
19 Y le libró de todos sus
tribulaciones, y le dio gracia
Razonamiento
de San
Esteban y sabiduría en la presencia
en el concilio de los
Judíos; de Faraón, rey de Egipto, el
y su
martirio.
cual le puso por gobernador
sobre Egipto, y sobre toda su
L príncipe de los sacer- casa.
dotes dijo enténces: ¿ Es 11 Vino enténces hambre en
esto así V
toda la tierra de Egipto y do
2 Y él dijo: Varones her- Cnnann, y grande tribulamanos, y podres, o i d : El ción : y nuestros padres no
Dios de la gloria apareció á hallaban alimentos.
nuestro padre Abraham, es- 12 Y como oyese Jacob que
tando en Mesopotamia, antes I había trigo en Egipto, envió
que morase en Charan,
I á nuestros padres la primera
3 Y le dijo: Sal de tu tierra, vez.
y de tu parentela, y vén á la 13 Y en la segunda José fué
tierra que te mostraré.
conocido de sus hermanos, y
4 Entonces salié de la tierra fué sabido de Faraón el linaje
do los Caldeos, y hahité en de José.
Charan: y de allí, muerto su 14 Y enviando José, hizo
padre, le traspasó á esta ti- venir á su padre Jacob, y
erra, en la cual vosotros habi- á toda su parentela, en mitáis ahora.
mero de setenta y cinco per*
5 Y no lo dio herencia en sonas.
ella, ni aun para asentar nn 15 Así descendió Jacob &
i é : mas le prometió que se Egipto, donde murió él y
i daria en posesión, y á su nuestros padres;
simiente después de él, no 1G Los cuales fueron traslateniendo aun hijo.
dados Á Sichém, y puestos en
G Y hablóle Dios a s í : Que el sepulcro que compró A b r a su simiente seria extranjera ham á precio de dinero de
en tierra ajena, y que los re- los hijos de Hemor, padre de
ducirían a servidumbre, y¡ Sichém.
maltratarían por cuatrocien- 17 Mas como se acercaba e l '
tos años.
tiempo de la promesa, la cual
7 Mas yo juzgaré, dijo Dios.i Dios prometió á Abrahnm, el
la nación á la cual serán sier- pueblo creció y multiplicóse
vos; y después de esto sal en Egipto,
185
E
R
LOS HECHOS, V I L
18 Hasta que se levantó" otro h u y ó : y se hizo extranjero
r e y en Egipto que no conocía en tierra de Madian, donde
a José.
| engendró dos hijos.
19 Este, usando de astucia) 30 Y cumplidos cuarenta
con nuestro linaje, maltrató: años, un ángel le apareció
á nuestros padres, á fin de en el desierto del monte Sina
que pusiesen á peligro de mu- en fuego de llama de una
erte sus niños,para que cesase zarza.
la generación.
I 31 Entonces Moisés mirando,
20 E n aquel mismo tiempo se maravilló de la visión; y
nació Moisés, y fué agrada- llegándose para considerar,
ble á D i o s : y fué criado fue hecha á él v o z del Señor:
tres meses en casa de su 32 Y o soy el Dios de tus
padre.
padres, el Dios de Abraham,
21 Mas siendo puesto al pe- y el Dios de Isaac, y el Dios
ligro, la hija de Faraón le de Jacob. M a s Moisés temetomó, y le crió como a hijo roso, no osaba mirar.
suyo.
33 Y le dijo el Señor: Quita
22 Y fué enseñado Moisés en los zapatos de tus píes, portoda la sabiduría de los Egip- que el lugar en que estás, es
cios ; y era poderoso en sus tierra santa.
dichos y hechos.
34 H e visto, he visto la aflic23 Y cuando hubo cumplido ción de mi pueblo que está en
la edad de cuarenta años, le Egipto, y he oído el gemido
vino voluntad de visitar á de ellos, y he descendido para
sus hermanos los hijos de librarlos. A h o r a pues vén, te
enviaré á Egipto.
Israel.
24 Y como vid á uno que era 35 A este Moisés, al cual
injuriado, defendióle, é hiri- habían rehusado, dicienfc»:
endo al Egipcio, vengó al in- ¿Quién te ha puesto por
juriado.
principe y j u e z ? á este envió
25 Y pensaba que sus her- Dios por príncipe y redentor
manos entendían que Dios les con la mano del ángel que le
habia de dar salud por su apareció en la zarza.
m a n o : mas ellos no lo hablan 36 Este los sacó, habiendo
entendido.
hecho prodigiosy milagros en
26 Y al día siguiente riñendo la tierra de Egipto, y en el
ellos, se les mostró, y les mar B e r m e j o , y en el desierto
metia en paz, diciendo: V a - por cuarenta años.
rones, hermanos sois, ¿ p o r 37 Este es el Moisés, el cual
qué os injuriáis los unos a los dijo á los hijos de Israel:
otros ?
Profeta os levantará el Señor
27 Entonces el que injuriaba Dios, de vuestros hermanos,
á su prójimo, le rempujó, di- como y o ; d él oiréis.
ciendo : ¿ Quién te ha puesto 38 Este es aquel que estuvo
, por príncipe y juez sobre nos- en la congregación en el desierto con el ángel que lo
otros ?
28 ¿Quieres til matarme, hablaba en el monte Sina, y
como mataste ayer al Egip- con nuestros padres; y recibió las palabras de vida para
cio ?
39 A esta palabra Moisés darnos;
1841
1
LOS HECHOS, YIL
39 A l cual nuestros padres
Qué casa m e edificaréis ?
no quisieron obedecer; antes dice el Señor: ó ¿ cual será e
le desecharon, y se apartaron lugar de mi reposo ?
de corazón á Egipto,
50 ¿ N o hizo mi mano todos
40 Diciendo á A a r o n : H a z - estas cosas ?
nos dioses que vayan delante 51 Duros de cerviz, é incirde nosotros; porque á este cuncisos de corazón y de oíMoisés, que nos sacó de tierra d o s ; vosotros resistís siempre
de Egipto, no sabemos que le al Espíritu S a n t o : como vuha acontecido.
estros padres, asi también vos41 Y entonces hicieron un otros.
becerro, y ofrecieron sacri- 52 ¿ A cual de los profetas no
ficio al ídolo, y en las obras persiguieron vuestros padres ?
de sus manos se holgaron.
y mataron á los que antes
42 Y Dios se apartó, y los anunciaron la venida del
entregó que sirviesen al ejér- Justo, del cual vosotros ahora
cito del cielo, como está es- habéis sido entregadores y
crito en el libro de los pro-; matadores :
fetas: ¿ M e ofrecisteis víc- 53 Que recibisteis la l e y por
timos y sacrificios en el desi- disposición de ángeles, y no la
erto por cuarenta años, casa guardasteis.
de I s r a e l ?
541f Y oyendo estas cosas, re43 Antes trajisteis el taber- gañaban de sus corazones,y
náculo de Moloc, y la estrella crujían los dientes contra él.
de vuestro dios Remfan, figu- 55 Mas él, estando lleno de
ras que os hicisteis para ado- Espíritu Santo, puestos los
rarlas : os trasportaré pues ojos en el cielo, v l ó la gloria
mas allá de Babilonia.
de Dios, y á Jesús que estaba
44 Tuvieron nuestros padres á la diestra de Dios.
el tabernáculo del testimonio 66 Y d i j o : H é aquí, veo los
en e l desierto, como había cielos abiertos, y al Hijo del
Dios ordenado, hablando á hombre que está á la diestra
Moisés que le hiciese según la de Dios.
forma que habla visto.
57 Entonces dando grandes
45 E l cual recibido, metieron voces, se taparon sus oídos, y
también nuestros padres con arremetieron unánimes contra
Josué en la posesión de los él.
Gentiles, que Dios echó de la 58 Y echándolo fuera de la
resencia de nuestros padres, ciudad, le apedreaban: y los
asta los días de D a v i d ;
testigos pusieron sus vestidos
46 E l cual halló gracia de- á los pies de un mancebo que
lante de Dios, y pidió hallar se llamaba Saulo.
tabernáculo para el Dios de 59 Y apedrearon á Esteban,
Jacob.
invocando él, y diciendo: Se47 Mas Salomón le edificó ñor Jesús, recibe mi espíritu.
casa.
60 Y puesto de rodillas, cla48 Si bien el Altísimo no ha- mó á gran v o z : Señor, no les
bita en templos hechos de imputes este pecado. Y hamano, como el profeta dice : biendo dicho esto, durmió en49 E l cielo es m i trono, y la el Señor.
tierra el estrado de mis pies.
187
1
1
1
1
1
E
LOS
HECHOS,
V I H .
hasta el mas grande, diciendo : liste es la grande virSanto persigne
la Iglesia.
Fe- tud de Dios.
lipe el diácono
hace
mucho 11 Y le estaban atentos, porfruto
en Samaría,
adonde que con sus artes mágicas los
embelesado
mucho
SOÍI enviados
Pedro y Juan. habia
Pecado cometido por
Simón tiempo.
Mago que dio el nombre d la 12 Mas cuando creyeron a
Simonía.
Felipe bautiza
al Felipe, que anunciaba el evaneunuco de la reina
Candace. gelio del reino de Dios, y el
nombre de Jesu Cristo, se
S A U L O consentía en su bautizaban hombres y mumuerte. Y en aquel (lia jeres.
se hizo una grande persecu- 1 3 El mismo Simón creyó
ción en la Iglesia que
estaba también entonces,y bautizánen Jerusalem ; y todos fueron dose, se llegó á F e l i p e ; y viesparcidos por las tierras de endo los milagros y grandes
Judóa y de Samaría, salvo maravillas que se hacian, eslos apóstoles.
talla atónito.
2 Y llevaron á enterrar
á 14 if Y los apóstoles que esEste'ban varones piadosos, e" taban en Jerusaicm, habiendo
hicieron gran llanto sobre el oído que Samaría habia reci3 Entonces Saulo asolaba la hido la palabra de Dios, les
Iglesia entrando por las casas; enviaron á Pedro y á Juan:
y trayendo hombres y muje- 15 Los cuales venidos, orares, los entregaba en la cárcel. ron por ellos puraque recibi4 Mas los que fueron espar- esen el Espíritu Santo.
cidos, iban por todas partes 10 (Porque aun no habia descendido sobre alguno de ellos,
anunciando la palabra.
r> iT Entonces Felipe, descen- mas solamente eran bautizadiendoála ciudad de Samaría, dos en el nombre de Jesús).
les predicaba á Cristo.
1 7 Entonces les impusieron
fi Y las gentes escuchaban las manos, y recibieron el
atentamente unánimes las co- Espíritu Santo.
sas que decia Felipe, oyendo 18 Y como vio Simón que por
y viendo las señales que hacia. la imposición de las manos de
7 Porque de muchos que te- los apóstoles se daba el Espínían espíritus inmundos, sa- ritu Santo, les ofreció dinero,
lían estos
dando
grandes ] 9 D i c í e n d o : Dadmetambien
voces: y muchos paralíticos y á m í esta potestad, que á cualquiera que cusiere las manos
cojos eran sanados.
8 Así que había gran gozo en encima, reciba el Espíritu
Santo.
aquella ciudad.
20 Entonces r e d r o le dijo:
9 Y habia un hombre lia
mado Simón, el cual habia T u dinero perezca contigo,
sido antes máníco en aquella que piensas que el don de Dios
ciudad, y engañado la gente se gane por dinero.
de Samaría diciéndose ser al- 21 N o tienes tú parte ni sugún grande,
erte en este negocio: porque
10 A l cual oían todos atenta- tu corazón no es recto delante
mente desde el mas pequeño de Dios.
188
CAPITULO VIII.
Y
LOS HECHOS, VIH. IX.
22 Arrepiéntete pues de esta
tu maldad, y ruega á Dios, si
quizás te será perdonado el
pensamiento de tu corazón.
23 Porque en hiél de amargura y en prisión de maldad
veo que estás.
24 Respondiendo
enténces
Simón, dijo: Kogad vosotros
por mí ni Señor,quaninguna
cosa de estas, que habéis dicho, venga sobre mí.
25 Y ellos habiendo testificado y hablado la palabra de
Dios, se volvieron á Jerusalem, y en muchas tierras
de los Samaritanos anunciaron el Evangelio,
2(i *f Empero el ángel del Señor habló á Felipe, diciendo:
Levántate y v é hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalem a Gaza, la
cual es desierta.
27 Entonces él se levantó, y
f u é : y hé aquí un Etiope, eunuco, gobernador de Caudace,
reina de los Etiopes, el cual
era puesto sobre todos sus tesoros, y habia venido á adorar
á Jerusalem,
28 Se v o l v í a , sentado en su
carro, y leyendo el profeta
Isaías.
29 Y el Espíritu dijo á F e lipe: Llégate y júntate á este
Carro.
30 Y acudiendo Felipe, le oyó
que leía al profeta Isaías; y
d i j o : Mas ¿ entiendes lo que
lees?
31 Y él d i j o : ¿ Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó á Felipe que
subiese, y se sentase con él.
82 Y el lugar de la escritura
uc leía, era este: Como oveja
la muerte fué l l e v a d o ; y como cordero mudo delante del I
que le trasquila, así no abrió
su boca.
I
189
2
33 E n su humillación su jul¿
cío fué quitado : mas su generación, ¿quién la contará?
porque es quitada de la tierra
su vida.
34 Y respondiendo el eunuco
á Felipe, d i j o : Ruégote ¿ de
quién el profeta dice esto?
¿ de sí, ó de otro alguno ?
35 Entonces Felipe abriendo
su boca, y comenzando desdo
esta escritura, le anuncié el
evangelio de Jesús.
36 Y yendo por el camino,
llegaron á cierta agua; y dijo
ei eunuco: l i é aquí a g u a ;
¿qué impide que y o sea bautizado?
37 Y Felipe dijo: Si crees de
todo corazón, Uen puedes. Y
respondiendo, dijo: Creo que
Jesu-Cristo es el Hijo de Dios.
38 Y mandó parar el c a r r o :
ydescendieron ambos al agua,
Felipe y el eunuco; y bautizóle.
39 Y como subieron del agua,
el Espíritu del Scílor arrebaté a Felipe, y no le vio mas
el eunuco : y se fué por su camino, gozoso.
40 Felipe empero se halló en
A z o t o : y pasando anunciaba
el E v a n g e l o en todas las ciudades, hasta que llegó á Cesárea.
CAPITULO IX.
Conversión
portentosa
dé
Saulo.
Predica
luego en
Damasco.
Va á Jerusalem,
y Bernabé le presenta d los
apóstoles, qm le envían á
Tarso.
San Pedro cura d
un paralitico,
y resucita en
Joppe á Tabila.
Y
SAULO,
amenazas
los discípulos
al príucipe de
respirando aun
y muerte contra
del Señor, vino
los Sacerdotes,'
LOS HECHOS, I X.
2 T demandó de él letras para entra, y le pone la mano en*
Damasco á las sinagogas, cima para que reciba la vista.
para que si hallase algunos 13 Entonces Ananías respon­
hombres ó mujeres de esta dió : Señor, he oído á muchos
secta, los trajese presos á Je­ acerca de este hombre, cu­
rusalem.
¡ antos males ha hecho a tus
3 Y yendo por el camino, santos en Jerusalem.
aconteció que llegando cerca 14 Y aun aquí tiene facultad
de D amaseo, súbitamente le de los príncipes de los sacer­
cercó un resplundor de luz del dotes de .prender á todos los
cielo.
que invocan tu nombre.
4 Y" cayendo en tierra, oyó 15 Y le dijo el Señor: V é ;
una voz que le d e c i a : Sauío, porque instrumento escogido
Suulo, ¿ p o r qué m e persi­ ,me es este, para que lleve mi
gues ?
¡nombre en presencia de los
5 Y él d i j o : ¿ Quién eres, Gentiles, y de reyes, y de los
Señor? Y" él d i j o : Y o soy hijos de Israel.
Jesús á quien t u persigues: 16 Porque y o le mostraré
dura cosa te es dar coces con­ cuánto le sea menester que
tradi
aguijón.
padezca por mi nombre.
6 El temblando y temeroso 17 Ananías entéuces fué, y
dijo: Señor, ¿ qué quieres que entró en la casa; y ponién­
haga ?
Y el Señor le dice: dole las manos encima, dijo:
L e v á n t a t e y entra en la ciu­ Saulo, hermano, el Señor Je­
dad, y se te dirá lo que te sus, que te apareció en el ca­
conviene hacer.
mino por donde venías, me
7 Y" los hombres que iban con ha enviado para que recibas
Saulo, se pararon atónitos, la vista, y seas lleno de Espí­
oyendo á la verdad la v o z , ritu Santo.
mas no viendo á nadie.
18 Y luego le cayeron de los
8 Entonces Saulo se levantó ojos como escamas, y recibió
de tierra, y abriendo los ojos al punto la vista : y levantán­
no veía á n a d i e : así que lle­ dose fué bautizado.
vándole por la mano, meti­ 19 Y como comió, fué confor­
éronle en D amasco,
tado. Y estuvo Saulo por al­
9 D onde estuvo tres dias sin gunos dias con los discípulos
que estaban en D amasco.
v e r ; y no comió, ni bebió.
Ю ÍT Habia entonces un dis­ 20 Y luego en las sinagogas
cípulo en D amasco, llamado predicaba á Cristo, diciendo
A n a n í a s ; al cual el Señor dijo que este era el Hijo de D ios.
en v i s i ó n : Ananías. Y él 21 Y todos loa que le oian
respondió: H e m e aquí, Se­ estaban atónitos, y decían;
ñor.
¿ N o es este el que asolaba en
11 Y el Señor le dy'o .­Leván­ Jerusalem á los que invoca­
tate, y v é á la calle, que se ban este nombre, y á eso vino
llama la D erecha, y busca en acá, para llevarlos presos á
casa de Judas á uno llamado los príncipes de los sacer­
Saulo, de T a r s o : porque he* dotes ?
aquí él o r a ;
22 Empero Saulo mucho mas
12 Y ha visto en visión un se esforzaba, y confundía á
varón llamado Ananías, que los Judíos que moraban en
190
LOS HECHOS,
IX.
Damasco, afirmando que este ocho años que estaba en cama, que era paralítico.
es el Cristo.
23 í Y como pasaron mu- 34 Y lé dijo P e d r o : E n e a s ,
chos dios, los Judíos hicieron Jesu-Cristotesana: levántate
y hazte tu cama. Y luego se
entre sí consejo de matarle.
24 Mas las asechanzas de levantó.
ellos fueron entendidas de 35 Y viéronle todos los que
Sanio : y ellos guardaban las habitaban en Lidda y en Sapuertas de día y de noche| rona, los cuales se c o n v i r t i e ron al Señor.
para matarle.
25 Entonces los discípulos! 36 IT Entonces en Joppe hatomándole de noche,/e bajaron bía una discípulo llamada
por el muro metido en una es- Tabita, que si lo declaras,
quiere decir, Dorcas. Esta
puerta.
2G f Y como Sanio vino á era llena de buenas obras, y
Jerusalem, tentaba de jun- de limosnas que hacia.
tarse con los discípulos: mas 87 Y aconteció en aquellos
todos tenían miedo de él, no dias que enfermando, murió ;
creyendo que era discípulo.
á la cual, después de lavada,
27 En ten ees Bernabé, toman pusieron en una sala.
dolé, te trajo á los apestóles; 38 Y como Lidda estaba
y contéles como habla visto cerca de Joppe, los discípulos,
ni Señor en el camino, y que oyendo que Pedro estaba allí,
le habla hablado; y como en le enviaron dos hombres r o Damasco había hablado con- gándole : N o te detengas en
fiadamente en el nombre de venir hasta nosotros.
Jesús.
39 Pedro entonces levantán28 Y entraha y salia con ellos dose, fué con ellos: y llegado
que hubo, le llevaron á la
en Jerusalem.
sala,
donde le rodearon todas
29 Y hablaba confiadamente
én el nombro del Señor, y los viudas, llorando y mosdisputaba con los G r i e g o s ; trándote las túnicas y los v e s mas ellos procuraban ma- tidos que Dorcas hacia, cuando estaba con ellas.
tarle.
30 L o cual como los herma- 40 Entonces echados fuera
nos entendieron, le acompa- todos, Pedro puesto de rodiñaron hasta Cesárea, y le en- llas, o r ó ; y vuelto al cuerpo,
viaron á Tarso.
d i j o : Tabita, levántate. Y
31 Las iglesias cnténces te- ella abrió los ojos, y viendo á
nían paz por toda Judéa, y Pedro, incorporóse.
Galilea, y Samaría, y eran 41 Y él le dio la mano, y
edificadas andando en el te levantóla: entóneesllamando
mor del Señor; y con con- los santos y las viudas, la
suelo del Espíritu Santo eran presentó v i v a .
multiplicadas.
42 Esto fué notorio por toda
32 1 [ Y aconteció que Pedro, J o p p e ; y creyeron muchos
andándolos á todos, vino tam- en el Señor.
bién á los santos que habi- 43 Y aconteció que se quedó
taban en Lidda.
muchos días en Joppe en
33 Y halló allí á uno que se casa de un cierto Simón, curllamaba Eneas, que hacia i tidor.
191
LOS HECHOS, X
comer: pero mientras se lo
disponían, sobrevínole un éxtasi,
Bautiza
Pedro
d Cometió
el, 31 Y vié el cielo abierto, y
centurión,
y á varios
otros que descendía un vaso, como
Gentiles parientes
y amigos un gran lienzo, que atado de
los cuatro cabos, era bajado
de este.
a la tierra;
H A B Í A un varón en 12 E n el cual habia de todos
Cesárea, llamado Cor- los animales cuadrúpedos do
nello, centurión de ia com- !a tierra, y reptiles, y aves
pañía que se llamaba la Ita- del cielo.
liana,
13 Y le vino una v o z : Le2 Pió, y temeroso de Dios vántate, Pedro, mata y come.
con toda su casa, y que hacia 14 Entonces redro dijo: Semuchas limosnas al pueblo, y ñor, n o ;
porque ninguna
oraba á Dios siempre.
| cosa común é inmunda he
3 Este víó en visión mani-i comido jamás.
fiestamente, como á la hora 15 Y volvió la voz hacia él
nona del dia, que un ángel de! la segunda
,,
, . Dios
.„
vez : Lo que
Dios entraba a él, y le decía: ¡limpió, no lo llames tú coCornelio.
mun.
4 Y él, puestos en él los ojos, 16 Y esto fué hecho por tres
espantado, dijo:
¿Qué es, ¡veces; y el vaso volvió á ser
Señor? Y díjole: Tus ora-]recogido en el cielo,
ciones y tus limosnas han, 17 Y estando Pedro dudando
subido en memoria á la pre-: dentro de sí, qué seria la
sencia de Dios.
i visión que habia visto, lié
5 Envía pues ahora hom- aquí los hombres que hablan
bres á Joppe, y haz venir á sido enviados ñor Cornelio,
un Simón, que tiene por so-¡que preguntando por la casa
brenombre Pedro,
|de Símou, llegaron á la pu6 Este posa en casa de un erta.
Simón, curtidor, que tiene 18 Y llamando, preguntaron
su casa junto á la m a r : él si un Simón, que tenia por
te dirá
lo que te conviene
sobrenombre Pedro, posaba
hacer.
I allí.
7 E ido el ángel que hablaba 19 Y estando Pedro pencon Cornelio, llamó dos de sando en la visión, le dijo el
Bus criados, y un devoto sol- Espíritu: H é aquí, tres homdado de los que le asistían : ¡ bres te buscan.
8 A los cuales, después de 2o Levántate pues, y deshabérselo contado todo, les ciende, y no dudes ir con
envió á Joppe.
ellos; porque yo les he en9 % Y el dia siguiente, yendo viado.
ellos su camino, y llegando 21 Entonces Pedro deseencerca de la ciudad, Pedro dieudo á los hombres que
subió á la azotea á orar, eran enviados por Cornelio,
curca de la hora de sexta.
dijo : lié aquí, yo soy el que
l'i Y aconteció que le vino buscáis: ¿qué f i l a causa por
una grande hambre, y quiso qué habéis venido ?
192
C A P I T U L O X.
Y
LOS HECHOS, X.
22 Y ellos dijeron: Cornelio, 32 E n v í a pues & Joppo, y
el centurión, varón justo y haz venir a un Simón, que
temeroso de Dios, y que tiene tiene por sobrenombre P e testimonio de toda l a noción dro ; este posa en casa de
de los Judíos, ha recihido Simón, un curtidor, junto á
respuesta por un santo ángel, la mar, el cual venido, te hade hacerte venir á su casa, y blará.
oír de tí palabras.
33 A s í que, luego envié á t í ;
23 Entonces
metiéndoles y tú has necho bien en venir.
dentro, los h o s p e d é : y a l día A h o r a , pues, todos nosotros
siguiente levantándose se fué estamos aquí en la presencia
con ellos ; y Je acompañaron de Dios para oír todo lo que
algunos de los hermanos de Dios te ha mandado.
Joppe.
34 T Enténces Pedro, abri24 Y al otro dia entré- en endo su boca, d i j o : Por v e r Cesárea. Y Cornelio les es- dad hallo que Dios no hace
taba esperando, habiendo lla- acepción de personas,
mado sus parientes y los ami- 35 Sino que de cualquiera
gos mas familiares.
nación, que le teme y obra
25 Y como Pedro entré, salid justicia, se agrada.
Cornelio ¿ recibirle; y derrl 36 E n v i é palabra Dios á los
uándose á sus pies, adoré.
hijos de Israel, anunciando
26 Mas Pedro le l e v a n t é , la paz por Jesu-Cristo: este
diciendo:
Levántate;
y o es el Señor de todos.
mismo también soy hombre
37 Vosotros sabéis lo que fué
27 Y hablando con él, entré, divulgado por toda Judéa,
y hallé á muchos que se ha- comenzando desde Galilea,
bían juntado.
después del bautismo que
28 Y les d i j o : Vosotros sa- Juan predice,
béis que es abominable á un 38 Ciianio a Jesús de N a z a varón Judío juntarse, 6 He- r e t ; como le unglé Dios de
;nrse á extranjero; mas me Espíritu Santo y de potencia:
la mostrado Dios, que á nin- el cual anduvo haciendo bigún hombro llame común é enes, y sanando todos los
inmundo.
oprimidos del d i a b l o ; porque
29 Por lo cual llamado, he Dios era con él.
venido sin dudar. A s í que 39 Y nosotros somos testigos
iregunto ¿ por qué causa me de todas las cosas que hizo
labeishecho venir?
en la tierra-de Judéa, y en
80 Enténces Cornelio dijo : Jerusalem, al cual mataron
Cuatro dias ha que á esta colgándole en un madero.
hora y o estaba a y u n o ; y á 40 A este levanté Dios al
la hora de nona estando tercer dia, é hizo que apareorando en mi casa, hé aquí ciese manifiesto,
un varón se puso delante de 41 l í o á todo el pueblo, sino
mí en vestido resplandeci- á los testigos que Dios antes
ente,
había ordenado, es á saber, 6,
31 Y dijo: Cornelio, tu ora- nosotros, que comimos y beción es oída, y tus limosnas bimos con él, después que
han venido en memoria en la resucité de los muertos.
presencia de Dios.
, 42 Y nos mandé que predi193
f
f
LOS HECHOS, X. X I .
c a s e m o s a l p u e b l o , y testifi- G e n t i l e s h a b l a n recibido la
c á s e m o s , Q u e é l es e l q u e p a l a b r a d e D i o s .
D i o s h a p u e s t o p o r J u e z d e 2 Y c o m o P e d r o s u b i ó fi
vivos y muertos.
J e r u s a l e m , c o n t e n d í a n con43 A e s t e d a n t e s t i m o n i o t r a é l l o s q u e e r a n d e l a cirt o d o s l o s p r o f e t a s , d e q u e to- c u n c i s i ó n ,
dos los q u e e n él creyeren,
3 D i c i e n d o : ¿ P o r q u é hna
r e c i b i r á n p e r d ó n d e p e c a d o s e n t r a d o á ver n o m b r e s i n c i r por su n o m b r e .
c u n c i s o s , y h a s c o m i d o con
44 % E s t a n d o a u n h a b l a n d o e l l o s ?
P e d r o estas p a l a b r a s , el E s 4 Entonces comenzando Peu'ritu S a n t o c a y ó s o b r e t o d o s d r o , l e s d e c l a r ó p o r o r d e n lo
pasado, d i c i e n d o :
os q u e o í a n e l s e r m ó n .
45 Y" s e e s p a n t a r o n l o s fieles 5 E s t a b a y o e n l a c i u d a d de
q u e e r a n d e l a c i r c u n c i s i ó n , J o p p c o r a n d o , y v i e n rapto
u e h a b i a n v e n i d o con Pedro, de entendimiento u n a visión;
e q u e t a m b i é n s o b r e l o s ( T e n - u n v a s o , c o m o u n g r a n lienzo,
t i l e s s e d e r r a m a s e e l d o n d e l q u e d e s c e n d í a , q u e p o r loa
c u a t r o c a b o s e r a a b a j a d o del
Espíritu Santo.
46 P o r q u e l o s o í a n q u e h a - c i e l o , y v e n i a h a s t a m í :
f
§
6 E n e l c u a l c o m o p u s e los
ojos, c o n s i d e r é y v i animales
t e r r e s t r e s d e c u a t r o pies, y
fieras,
y r e p t i l e s , y a v e s del
cielo.
I Y o í u n a v o z q u e m e dec í a : L e v á n t a t e , P e d r o ; mata
y come.
8 Y d i j e : S e ñ o r , n o ; porque
n i n g u n a c o s a c o m ú n n i inm u n d a e n t r ó j a m á s e n mi
boca.
9 E n t o n c e s l a v o z m e resp o n d i ó d e l c i e l o s e g u n d a vez:
L o q u e D i o s l i m p i ó , n o io
llames tü común.
CAPITULO X L
10 Y e s t o f u é h e c h o p o r tres
v e c e s : y v o l v i ó t o d o á ser
Disgústame
los h<rmanos
de t o m a d o a r r i b a e n e l c i e l o .
que Pedro haya tratado
con
tos GenlVes;
y él les satis- I I Y h é a q u í q u e l u e g o soface contándoles
el
sttceso. b r e v i n i e r o n t r e s h o m b r e s & la
Propagación
del
Evangelio c a s a d o n d e y o e s t a b a , enviaen varias parles, sobre
todo d o s A m í d e C e s á r e a .
en Antioqttia,
á donde
es 12 Y e l E s p í r i t u m e d i j o que
enviado
Bernabé,
que con- f u e s e c o n e l l o s s i n d u d a r . Y
vinieron
también
conmigo
duce allí á Saulo.
e s t o s s e i s h e r m a n o s , y entramos en casa de un varón,
y
O Y E l t O N los apóstoles y
13 E l c u a l n o s c o n t ó como
A
l o s h e r m a n o s q u e e s t a b a n h a b í a v i s t o u n á n g e l en su
tn J n d é a . q u e t a m b i é n l o s c a s a , q u e s e p a r ó , y l e dije:
104
blaban
en lenguas, y que
magnificaban á Dios.
Entonces respondió P e d r o :
47 ¿ P u e d e a l g u n o i m p e d i r e l
a g u a para que n o sean bautiz a d o s estos q u e h a n recibido
el E s p í r i t u Santo
también
c o m o nosotros ?
48 Y l e s m a n d ó b a u t i z a r e n
el n o m b r e d e l S e ñ o r J e s ú s .
Entonces le rogaron q u e se
q u e d a s e con ellos p o r a l g u n o s
dios.
LOS HECHOS, XI. XII.
Envía & Joppe, y haz venir &
un Simón que tiene por sobrenombre P e d r o ;
14 El cual te hablará palabras por Jas cuales serás salvo
tú, y toda tu casa.
15 Y como comencé á hablar, cayé el Espíritu Santo
sobre ellos, también como sobre nosotros al principio.
16 Entonces me acordé del
dicho del Señor, como dijo :
Juan ciertamente bautizó en
agua; mas vosotros seréis
bautizados en Espíritu Santo.
17 Así que, si Dios les di<5 el
mismo uon también como á
nosotros que hemos creído en
el Señor Jesu-Cristo, ¿quién
era y o que pudiese estorbar á
Dios?
18 Entonces, oidas estas cosas, callaron, y glorificaron á
Dios, diciendo: D e manera
ue también á l o s Gentiles ha
ado Dios arrepentimiento
para vida.
19 f Y los que habian sido
esparcidos por causa de la
tribulación que sobrevino en
tiempo de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y CIpro.
y Antioquía, no hablando á
nadie la palabra, sino á solos
los Judíos.
20 Y de ellos habla unos
varones Ciprios y Cirenenses,
los cuales como entraron en
Antioquía, hablaron á los
Griegos, anunciando el E v a n gelio del Señor Jesús.
21 Y la mano del Señor era
con e l l o s : y creyendo gran
número de gente, se convirtió
al Señor.
22 Y llegó la fama de estas
cosas á oídos de la iglesia que
estaba en Jerusalem; y en
viaron á Bernabé que fuese
hasta Antioquía,
i
195
3
23 E l cual, como llegó, y ríó"
la gracia de Dios, regocijóse,
y exhorté á todos que p e r maneciesen en el proposito
del corazón en el Señor.
24 Porque era varón bueno,
y lleno de Espíritu Santo y do
f é : y mucha compañía fué
agregada al Señor.
25 f Después partió Bernabé á Tarso a buscar á
Saulo; y hallado, le trajo á
Antioquía.
20 Y conversaron todo un
año allí con la iglesia, y
enseñaron mucha g e n t e : y
los discípulos fueron llamados
Cristianos primeramente en
Antioquía.
27 Y en aquellos días descendieron de Jerusalem profetas
á Antioquía.
23 Y levantándose uno do
ellos, llamado A g a b o , daba á
entender por Espíritu, que
había de haber una erando
hambre en toda la redondez
de las tierras, la cual t a m bién hubo en tiempo de Claudio.
29 Entonces los discípulos,
cada uno conforme á lo que
tenia, determinaron enviar
subsidio á los hermanos que
habitaban en Judéa.
30 L o cual asimismo hlcieron, enviando/o á los anclanos por mano de Bernabé y
de Saulo.
CAPITULO XII.
Martirio
de Santiago.
Prisión de San. Pedro, y cómo
fué puesto
mil»grasamente
m libertad.
Muerte
desgraciada
del rey
Herodes.
el mismo tiempo el
Y EN"
rey Ucrédes echó mano
O 2
LOS HECHOS, X I I .
en sí, d i j o : A h o r a entiendo
verdaderamente que el Señor
ha enviado su ángel, y me ha
librado de la mano de Herodes, y de todo el pueblo de
los Judíos que me eáperaba.
12 Y habiendo considerado
esto, llegé á casa de María la
madre de Juan, el que tenia
por
sobrenombre
Marcos,
donde muchos estaban juntos
4 Y habiéndole preso, púsolo
en la cárcel, entregándole á orando.
cuatro cuaternlones de solda- 13 Y tocando Pedro á la pudos que le guardasen; que- erta del patio, salid una muriendo sacarle al pueblo des- chacha, para escuchar, llapués de la Pascua.
mada R h o d e :
5 A s í que, Pedro era guar- 14 L a cual, como conocié la
dado en la cárcel: y la iglesia voz de Pedro, de gozo no abrid
hacia oraciou á Dios sin cesar el postigo, sino corriendo dentro, dié nueva que Pedro espor él.
6 Y cuando Herodes le habla taba al postigo.
de sacar, aquella misma no- 15 Y ellos le dijeron : Estás
che estaba Pedro durmiendo l e a : mas ella afirmaba que
entre dos soldados, preso con así era. Entonces ellos dedos cadenas: y los guardas cían : Su ángel es.
delante de la puerta que guar- 16 Mas Pedro perseveraba en
daban la cárcel.
l l a m a r : y cuando abrieron,
7 Y hé aquí, el ángel del Se- viéronle, y se esnantaron.
ñor sobrevino, y una luz res- 17 Mas el haciéndoles señal
plandeció" en la cárcel; é hi- con la mano que callasen, les
riendo á Pedro en el lado, conté cerno el Señor le habia
le desperté diciendo : Leván- sacado de la cárcel, y dijo:
tate prestamente. Y las ca- Haced saber esto á Jacoboyil
denas se le cayeron de las los hermanos. Y salió, y partid
manos,
á otro lugar.
8 Y le düo el á n g e l : Cíñete, 18 Luego que fuédedia, hubo
r átate tus sandalias, Y lo no poco alboroto entre los soltizo así. Y le dijo : Itodéate dados sobre qué se habia hecho de Pedro.
tu ropa, y sigúeme.
9 Y saliendo, le seguía, y no 19 M a s Herodes, como le
sabia que. era verdad lo que buscó, y no le halló, hecha inhacia él á n g e l ; mas pensaba quisición de los guardas, los
que veia visión.
mandó llevar. Después des10 Y como pasaron la pri- cendiendo de Judéa a Cesárea,
mera y la segunda guarda, se quedó a'll.
vinieron & la puerta de hierro, 20 Y Heredes estaba enojado
que v a á la ciudad, la cual se contra los de T i r o , y los de
les abrió de suyo : y salidos, Sidon: mas ellos vinieron
pasaron uua c a l l e ; y luego el concordes á él, y sobornado
ángel se aparté de él.
. lilasto, que era el camarero
1 1 Entonces Pedro, volviendo ídel r e y , pedían p a z ; porqtte
196
á maltratar algunos de la
Iglesia.
2 Y mató" á cuchillo á Jaooho, hermano de Juan :
S Y viendo que hahia agradado á los Judío*, pasó" adelante p a r a prender también
á Pedro. Eran entonces los
días de los dias de los Á z i mos.
Í
L O S H E C H O S , xrr.
XIII.
las tierras de ellos eran abas- á Seleucia; y de allí navegaron á Cipro.
tecidas por el rey.,
21 Y un día señalado, H e - 5 Y llegados á Salamina,
redes vestido de ropa real, se anunciaban la palabra de
sentó en el tribunal, y aren- Dios en las sinagogas de los
Judíos: y tenían también Á
góles.
22 Y el pueblo aclamaba: Juan en el ministerio.
Voz de Dios, y no de hombre. 6 Y habiendo atravesado toda
23 Y luego el ángel del Señor! la isla hasta Pafo, hallaron un
le hirió, por cuanto no dio la. hombre mago, falso profeta
gloria á D i o s ; y espiró co- Judío, llamado Bar-jesus:
mido de gusanos.
7 El cual estaba con el pro24 *tf Mas la palabra del Se- cónsul Sergio Paulo, varón
ñor crecia, y era mutiplicada. rudente. Este, llamando á
25 Y Bernabé' y Sanio volvi- ¡ernabé y á Saulo, deseaba
eron de Jerusalem cumplido oir la palabra de Dios.
su servicio, tomando también S Mas les resistía Elimas el
consigo á Juan, el que tenía encantador, (que usí se interpreta su nombre), procurando
por sobrenombre Marcos.
apartar de la fé al procónsul.
0 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del EspíCAPITULO XIII.
ritu Santo, poniendo en él los
ojos,
Saulo y Bernabé enviados por
el Espíritu Santo á predicar 10 D i j o : Oh, lleno de todo
(l los Gentiles.
Conversión engaño y de toda maldad, hijo
del Procónsul Sergio
Pauto. del diablo, enemigo de toda
San Pablo predica en Anti- justicia, ¿ no cesarás de trasoquía de Pisidia; convierte á tornar los caminos rectos del
?rmchos Gentiles, y aban- Señor ?
dona á los Judíos incrédulos. 11 Ahora, pues, hé aquí, l a
mano del Señor es contra tí, y
A B Í A entonces en la Igle- serás ciego, que no veas ei
sia, que estaba en Antio- sol por tiempo. Y" luego caquía, profetas y doctores; yeron en él oscuridad y tinieBernabé, y Simón el que se blas i y andando alrededor,
llamaba Niger, y Lucio Ci- buscaba quien le diese l a
renéo, y Mañanen, que había mano.
sido criado con Heredes el 12 Entonces el procónsul, vi*
Tetrarca, y Saulo.
endo lo que había sido hecho,
2 Ministrando pues estos al creyó, maravillado de la docSeñor, y ayunando, dijo el trina del Señor.
Espíritu Santo: Apartadme á 13 1f Y partidos de Pafo, P a Bernabé y á Saulo para la blo y sus compañeros arriobra para la cual los he lla- baron á Perges de Fanfilia,
mado.
entonces Juan, apartándose dé
3 Entonces habiendo ayu- ellos, se volvió á Jerusalem.
nado, y orado, y puéstoles las 14 Y ellos pasando de Perges,
manos encima, despidiéronles. llegaron á Antioquía de Pisi4 Y ellos, enviados así por el dia,y entrando en la sinagoga
Espíritu Santo, descendieron un día de Sábado, sentáronse.
W
E
H
LOS HECHOS, X I I I .
, 15 Y después de la lección de
la ley y de los profetas, los
príncipes de la sinagoga enviaron a ellos d i c i e n d o : V a r o nes hermanos,si tenéis alguna
palabra de exhortación para
el pueblo, hablad.
Ki Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio
con la mano, d i c e : Varones
Israelitas, y los que teméis á
Dioa.old.
17 E l Dios del pueblo de
Israel escogió á nuestros pajares, y ensalzó el pueblo, siendo ellos extranjeros en la
tierra de Egipto, y con brazo
levantado los sacó de ella.
18 Y por tiempo como de cuarenta años los trajo en el
desierto:
19 Y destruyendo siete naciones en la tierra de Canaan,
les entregó por suerte la tierra
de ellas.
2-t Y después, como por cuatrocientos y cincuenta años,
dio los jueces hasta el profeta
Samuel.
31 Y entonces demandaron
r e y ; y les dio Dios á Saúl,
hijo de Cis, varón de la tribu
de Benjamín, por cuarenta
años.
22 Y quitado aquel, levantóles por rey á D a v i d , al que
dio también testimonio, diciendo : H e hallado á D a v i d ,
hijo de Jesé, varón conforme
6 mi corazón, el cual hará
todo lo que y o quiero.
23 D e la simiente de este,
Dios, conforme á la promesa,
trajo á Jesús por Salvador á
Israel;
21 Predicando Juan delante
de la faz de su venida el bautismo de arrepentimiento á
todo el pueblo de Israel.
25 Mas como Juan cumpliese
su carrera, d i j o ; ¿Quién pen-
sais que soy ? N o soy y o : mas
hé aquí viene tras m í aquel,
cuyo calzado de los pies no
soy digno de desatar.
26 Varones hermanos, hijos
del linaje de A b r a h a m , y los
ue entre vosotros temen á
dos, á vosotros es enviada la
palabra de esta salud.
27 Porque los que habitaban
en Jerusalem, y sus príncipes,
no conociendo á este, y las
voces de los profetas que se
leen todos los sábados, conde*
nándote las cumplieron.
28 Y sin hallar en él causa de
muerte, pidieron á Pilato que
le matasen.
29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban
escritas, quitándote del madero, le pusieron en el sepulcro.
30 Mas Dios le levantó de
los m u e r t o s :
31 Y él fué visto por muchos
dias de los que habían subido
juntamente con él de Galilea
á Jerusalem, los cuales son
ahora sus testigos al pueblo.
32 Y nosotros también 08
anunciamos el Evangelio de
aquella promesa que fué hecha á los Padres, la cual Dios
ha cumplido á los hijos de
ellos, a nosotros, resucitando
á Jesús;
33 Como también en el Salmo
segundo está escrito: Mi hijo
eres tú, y o te engendré hoy.
34 Y que le levantó de los
muertos para nunca mas volver á corrupción, así
dijo:
Os daré las misericordias
fieles de D a v i d .
35 Por eso dice también en
otro lugar: N o permitirás que
tu Santo vea corrupción.
36 Porque á la verdad David,
habiendo servido en su edad a
la voluntad de D i o s , durmió,
Í
LOS HECHOS, X I I I . X I V
y fué juntarlo con sus padres, para luz de los Gentiles, para
que seas salud hasta lo posy vio corrupción.
37 Mas aquel que Dios le- trero de la tierra.
vantó, no v i é corrupción.
48 Y los Gentiles oyendo esto,
. 36 Seaos pues notorio, v a - fueron gozosos, y glorificaban
rones hermanos, que por este la palabra ael S e ñ o r ; y creo* es anunciada remisión de yeron todos los que estaban
pecados:
ordenados para vida eterna.
39 Y de todo l o que por la 49 Y" la palabra del Señor
ley de Moisés no pudisteis era sembrada por toda aqueBer justificados, en este es lla provincia.
justificado todo aquel que 50 Mas los Judíos concitaron
creyere.
mujeres pías y honestas, y é
40 Mirad pnes que no venga los principales de la ciudad,
sobre vosotros lo que está di- y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y les
cho en los profetas:
41 Mirad, oh menosprecia- echaron de sus términos.
.dores, y entonteceos, y des- 51 Ellos entonces sacudiendo
vaneceos i porqueyoobrouna cu ellos el polvo de sus pies,
obra en vuestros dias, obra se vinieron á Iconio.
que no creeréis, si alguien os 52 Y los discípulos estaban
la contare.
llenos de g o z o , y de Espíritu
42 I Y salidos ellos, les Santo.
rogaron que el sábado siguiente les hablasen estas palabras.
CAPITULO XIV.
43 Y despedida la congregación, muchos de los Judíos y Lo que hicieron y padecieron
de los religiosos prosélitos siPablo y Bernabé en Iconio y
guieron á Pablo y á B e r n a b é :
otras ciwiades de Licaonia.
los cuales habláudoles, les
p visitando las Iglesias, ai
persuadían que permanecivolverse á Antioquia de
esen en la gracia de Dios.
Siria.
44 Y el sábado siguiente se
juntó casi toda la ciudad á
A C O N T E C I Ó en Iconio,
oir la palabra del Señor.
que entrados juntamente
45 Mas los Judíos, visto el en la binagoga de los Judíos,
gentío, llenáronse de zelo, y hablaron de tal manera, que
Be oponían á lo que Pablo creyó una grande multitud
de Judíos, y asimismo de
decía, blasfemando.
40 Entonces Pablo y B e r - Griegos.
nabé, usando de libertad, di- 2 Alas los Judíos que fueron
jeron : A vosotros á la verdad incrédulos, incitaron y corera menester que se os hablase rompieron los ánimos de los
la palabra de D i o s ; mas pues Gentiles contra los hermaque la desecháis, y os juzgáis nos.
indignos de la vida eterna, hé 3 Con todo eso se detuvieron
aquí nos volvemos á los Gen- allí mucho tiempo confiados
tiles.
| en el Señor, el cual daba tes47 Porque así nos ha man- timonio á la palabra de su
dado el S e ñ o r ; T e he puesto, gracia, dundo que señales y
1S9
Y
LOS HECHOS,
XIV.
milagros fuesen hechos por semejantes á vosotros, que
os anunciamos que de estas
las manos de ellos.
4 Mas el vulgo de la ciudad vanidades os convirtáis al
estaba d i v i d i d o ; y unos eran Dios v i v o , que hizo el cielo,
con los Judíos, y otros con y la tierra, y la mar, y todo
los apóstoles.
¡ lo que está en ellos :
5 Y haciendo ímpetu los Ju- 16 E l cual en las edades
dío3 y los Gentiles, junta-! lasadas ha dejado á todas
mente con sus príncipes, para. as gentes andar en sus caafrentar/05 y apedrearlos,
| minos ;
fi Habiendo/o entendido, hu-| 17 Si bien no se dejó á sí
yéronso á Listra y Derbe, mismo sin testimonio, haciciudades de Licaonia, y por endo bien, dándoos lluvias
toda la tierra alrededor,
del cielo, y tiempos fructiferos,
7 Y allí predicaban el E v a n - hínchiendo de mantenimiento
y de alegría vuestros coragelio.
8 IT Y un hombre de Listra, zones.
impotente de los pies, estaba 18 Y diciendo estas cosas,
sentado, cojo desde el vientre apenas apaciguaron el pueblo
de su madre, que jamás había para que no les ofreciesen
andado.
sacrificio.
9 Este oyó hablar á Pablo-,: 19 IT Entonces sobrevinieron
el cual, cómo puso los ojos en unos Judíos de Antíoquía y
él, y vio que tenia fé para 3er de Iconlo, que persuadieron
sano,
á la multitud; y habiendo
10 Dijo & gran v o z : L e v á n - apedreado á Pablo, le sacatate derecho sobre tus pies. Y ron fuera de la ciudad, pensando que ya estaba muerto.
Él salté, y anduvo.
11 Entonces las gentes, visto üO Mas rodeándole los dislo que Pablo había hecho, cípulos, se levantó, y entré
alzaron la v o z , diciendo en en la ciudad; y un dia deslengua L i c a ó n i c a : Dioses se- pués partió con Bernabé á
mejantes á hombres han des- Derbe.
cendido á nosotros.
21 5 Y como hubieron anun12 Y á Bernabé llamaban ciado el Evangelio á aquella
J ú p i t e r ; y á Pablo, Merca-: ciudad, y ensenado á muchos,
rio, porque era el que llevaba volvieron á Listra y á Icouio,
y á Autioquía,
la palabra.
13 Y el sacerdote de Júpiter 22 Confirmando los ánimos
ue estaba delante de la ciu- de los discípulos, exhortánad de ellos, trayendo toros doles á que permaneciesen en
y guirnaldas delante de las, la fií, y enseñándoles que es
puertas, quería con el pueblo menester que por muchas tribulaciones entremos en el
sacrificar.
14 Lo cual como o y é r o n l o s reino de Dios.
apóstoles Bernabé y P a b l o , 23 Y habiéndoles constituido
rotas sus ropas, se lanzaron ancianos en cada una de las
al gentío, dando voces,
¡ Iglesias, y habiendo orado
15 Y diciendo:
Varones, con ayunos, les encomenda¿ p o r qué hacéis esto? Nos- ron ai Señor en el cual haotros también somos hombres, bían creído.
200
f
a
LOS HECHOS, XIV. XV.
fueron recibidos de la iglesia
y de los apóstoles, y de los
ancianos; y refirieron todos
las cosas que Dios habia h e cho con ellos.
5 M a s algunos de la secta
de los Fariseos, que hablan
creído, se levantaron diciendo : Que es menester circuncidarlos, y mandar/i* que
guarden la ley de Moisés.
* " Y se juntaron los após*
y los ancianos para co" de este negocio,
abiendo habido grande
nda, levantándose P e les d i j o : Varones her,9, vosotros sabéis como
ace algún tiempo que
escogió que los Gentiles
CAPITULO
por mi boca la paladel
E v a n g e l i o , y creyeConcilio de Jerusalem,\
los Gentiles convertidossen.
son
declarados exentos de la 8ley
Y Dios, que conoce los c o mosaica. Pablo se separarazones, les dló testimonio,
de Bernabé por raxon del
dándoles el Espíritu Santo
discípulo Marcos.
también como á nosotros:
9 Y ninguna diferencia hizo
N T O N C E S algunos que, entre nosotros y ellos, purivenían de Judéa ensena- ficando con la fé sus coraban á los h e r m a n o s : Que si zones.
uo os circuncidáis, conforme 10 A h o r a pues, ¿ p o r qué
al rito de Moisés, no podéis tentáis á Dios poniendo y u g o
ser salvos.
sobre la cerviz de los discí2 Asi que suscitada una di- pulos, que ni nuestros padres
sensión y contienda no pe- ni nosotros hemos podido
queña á Pablo y á Bernabé llevar ?
contra ellos, determinaron U Antes por la gracia del
que subiesen Pablo y Bernabé Señor Jesús creemos que
a Jerusalem, y algunos otros seremos salvos, como tamde ellosj á los apóstoles y bién ellos.
á los ancianos sobre esta cues- 12 1 [ Entonces toda la multión,
i titud calló, y oyeron á Ber3 Ellos pues, habiendo sido nabé y á Pablo que contaban
acompañados de la Iglesia al cuan grandes maravillas y
salir, pasaron por la Feniciaseñales Dios habia hecho por
y Samarla, contando la con- ellos entre los Gentiles.
versión de los Gentiles, y 13 Hf Y después que hubieron
daban gran gozo á todos los callado, Jacobo respondió dihermanos.
ciendo : Varones hermanos,
4 Y llegados á Jerusalem,, oídme.
201
24 Y pasando por Plsidia
vinieron á Panfilia.
25 Y habiendo predicado la
palabra en Perges, descendieron á A talla.
20 Y de allí navegaron á
Antloquín, donde hablan sido
encomendados á la gracia de
Dios para la obra que hablan
acabado.
27 Y habiendo llegado,
reunido la Iglesia, r *
cuan grandes cosa¡
Dios hecho con ello;
habla abierto á los
puerta de la fé.
28 Y se quedare,
tiempo con los disc:
1
E
.
LOS HECHOS, XV.
• 1 4 S í m o n h a c o n t a d o
c ó i n o m e a l g u n o s , q u e h a n s n l i d o
Dios
primero
visitó" á
l o s e n o s o t r o s , o ss l hu a i n
inquietado
G e n t i l e s , p a r a t o m a r d e e l l o s c o n
p a l a b r a s ,
t r a s t o r n a n d o
p u e b l o p a r a s u
n o m b r e .
v u e s t r a s a l m a s , mandando
15 Y con esto concuerdan
l a s circuncidaros
y guardar la
p a l a b r a s d e l o s p r e f e f a s , c o m o ley, á l o s c u a l e s n o m a n d a e s t á e s c r i t o :
m o s;
l t l D e s p u é s
d e e s t o v o l v e r é , 2 5 N o s h a p a r e c i d o , c o n g r e - r e s t a u r a r é l a h a b i t a c ig aó d no ds e e n u n o , e l e g i r v a r o n e s ,
á vosotros
con
)avid
que
estaba
caida,
y y enviarles
amados
Bernabé
y
reparare
sus ruinas, y la vol- nuestros
Pablo,
c
veré á
levantar;
• 1 7 P a r a q u e e l r e s t od e I 0 3 2 0 H o m b r e s q u e h a n c x hombres
busque
al Señor,
y u e s t o s u s v i d a s p o r e l u o i n
t o - l o s l o s G e n t i l e s s o b r e
l o s r e d e n u e s t r o S e ñ o r
J e s u
c u a l e s e s l l a m a d o m i
n o m b r e , C r i s t o .
d i c e e l S e ñ o r , q u e h a c e
e s t a s 27 Asi que, enviamos
á Jac o s a s ;
das, y áSilas, los cuales
tam1A ¿as cuales son c o n o c i d ba si é n p o r p a l a b r a os h a r á n
s a b e r l o . m i s m o .
á Dios desde el siglo.
1 9 P o r l o c u a l y o j u z g o , q u e 2 8 Q u e h a p a r e c i d o b i e n a l
Santo,
y á
nosotros,
l o s q u e d e l o s G e n t i l e s s e c o n - Espíritu
v i e r t e n á D i o s , n o h a n d e s e r n o i m p o n e r o s n i n g u n a c a r g a
q u e e s t a s c o s a s n e c e inquietados;
im a s
2 0 S i n o
e s c r i b i r l e s q u e
s e s a r i a s:
a p a r t e n
d e l a s
c o n t a m i n a - 2 9 Q u e o s a b s t e n g á i s d ec o c i o n e s d e l o s í d o l o s , y d e f o r - sas sacrificadas
a ídolos,
y
nicación,
y de ahogado,
y de de
sangre,
y de
ahogado,
s a n g r e .
y
de
fornicación;
de
las
4 3 1 P o r q u e
M o i s é s d e s d e
l o s c u a l e s c o s a s s i o s g u a r d a r e i s ,
b i e n .
t i e m p o s
a n t i g u o s
t i e n e
e n b i e n l i a r e i s . P a s a d l o
c a d a c i u d a d q u i e n l e p r e d i - 3 0 % E l l o s e n t o n c e s e n v i a q u e e n l a s s i n a g o g a s , d o n d e dos,
descendieron
á
Antioe s l e i d o c a d a
s á b a d o .
uía, y juntando
la
multitud,
2 2 % E n t o n c e s p a r e c i ó b i i ee r no n l a c a r t a .
á los apóstoles,
y á los
ancia- 3 1 L a c u a l c o m o l e y e r o n , f u e n o s c o n t o d a l a i g l e s i a , e l e g i r r o n g o z o s o s d e l a c o n s o l a c i ó n .
varones
de ellos, y
enviar/es 32 Judas
también
y Silas,
á Antíoquía
con
Pablo,
y c o m o e l l o s t a m b i é n e r a n p r o B e r n a b é; á J u d a s , q u e t e n i af e t a s , c o n s o l a r o n
y
confirmapor sobrenombre
Barsabas,
y r o n l o s h e r m a n o s
c o n
a b u n a Silas, varones
principales d a n c i a d e p a l a b r a .
e n t r e l o s
h e r m a n o s ;
3 3 Y p a s a n d o allí a l g ú n t i 23 Y escribir por mano
de,e m p o , f u e r o n e n v i a d o s d e l o s
á los apóstoles
en
e l l o s así: L o s a p ó s t o l e h se r , m a yn o ¡ s
los
ancianos
hermanos,
á p a z .
l o s h e r m a n o s
d e
l o s
G e n - 34 Mas
á Silas pareció
bien
t i l e s ,q u e e s t á n e n
A n t i o q u í a , d e q u e d a r s e a i i í .
y en Siria, y en Ciiicia,
sa35
Y Pablo
y Bernabé
se
Iiid:
e s t a b a n e n A n t i o q u í a c n s e
2 4 P o r c u a n t o
h e m o s
o i d o l n a n d o í a
p a l a b r a d e l S e ñ o r , y
2 0 J
Í
E
a
LOS HECHOS, XV. XVL
mujer Judía fiel, mas de padre G r i e g o :
2 D e este daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
S Este quiso Pablo que fuese
con é l ; y tomándote, le circuncidó por causa de los J u dío:* que estaban en aquellos
l u g a r e s ; porque todos sabían
que su padre era Griego.
4 Y como pasaban por las
ciudades, les daban que guardasen los decretos que hablan
sido determinados por los
apóstoles y los ancianos que
estaban en Jerusalem.
5 A s í que, las iglesias eran
confirmadas en fé, y eran
aumentadas en número cada
día.
6 IT Y pasando Á Frigia, y la
provincia de Galacia, les fué
prohibido por el Espíritu
Santo hablar la palabra en
Asta.
7 Y como vinieron á Mista,
tentaron d e l r á B í t í n i a ; mas
el Espíritu de Jesús no íes.
dejé ir.
8 Y pasando á Misla, descendieron Á Troas.
C A P I T U L O XVI.
9 Y Y fué mostrada á Pablo
Pablo en Listra toma consigo,
de noche una v i s i ó n :
Un
á Timoteo; y Lucas, el autor
varón Macedonlo se puso deüe este libro, se les juntalante,
en rogándole, y diciendo:
Troade, ó se manifiesta Pasa
por á Macedonia, y a y ú primera vez estar en su danos.
compañía. Van d Mace- 10 Y como v i o la visión,
doma; y en Filipos, donde
luego procuramos partir á
se detuvieron antes, obran
Macedonia, dando por cierto
varios prodigios. Son azoque Dios nos llamaba para
tados, y puestos en la cárcel.
que les anunciásemos el evanConviértese el carcelero,
y
gelio.
los magistrados Íes suplican
11 Partidos pues de Troas,
que se vayan de la ciudad.
vinimos camino derecho a
Samotracia, y el día siguiente
E S P U É S llegó á Derbe, á Ñ a p ó l e s :
y á L I s t r a : y hé aquí, 12 Y de allí á Filipos, que es
estaba allí un discípulo, lla- la primera ciudad de la parte
mado Timoteo, hijo de una de Macedonia, y una colonia ¡.
anunciando el Evangelio con
otros muchos.
36 V Y después de algunos
dios Pablo dijo a B e r n a b é :
Volvamos á visitar los hermanos por todas las ciudades
en las cuales hemos anunciado la palabra del Señor,
cerno están.
37 Y Bernabé quería que
tomasen consigo á Juan, el
ue tenia por sobrenombre
larcos;
34 M a s á Pablo no le parecía
bien llevar consigo al que
se había apartado de ellos
desde Panflha, y no habla Ido
con ellos ¿ la obra.
39 Y hubo tal contención
entre ellos, que se apartaron
el uno del otro ; y Bernabé
tomando á Marcos, navegó á
Cipro.
40 Y Pablo escogiendo á
Sllas, partió encomendado de
los hermanos a la gracia del
Señor.
41 Y anduvo la Siria y la
CIHela confirmando las Iglesias.
Í
D
LOS HECHOS, X V I .
y estuvimos en aquella ciu- 21 Y predican ritos, los
dad algunos dias.
cuales no nos es lícito recibir
13 IT Y un dia de Sábado! ni hacer, pues somos liosalimos de la puerta junto al manos.
rio, donde solia ser la ora- 22 Y agolpóse el pueblo conclon ; y sentándonos habla- tra ellos; y los mngistradus
mos á las mujeres que se rompiéndoles sus ropas, los
hablan juntado.
mandaron azotar con varas.
14 Entonces una mujer, lla- 23 Y después que los hubimada Lidia que vendía púr- eron herido de muchos azotes,
pura en la ciudad de los Tía- los echaron en la cárcel maotíreos, temerosa de Dios, es- dando al carcelero que los
taba oyendo; el corazón do guardase con diligencia.
la cual abrid el Señor para 24 El cual, recibido este
que estuviese atenta á lo que mandamiento, los metió en
Pablo decia.
la cárcel de mas adentro,
15 Y cuando fué bautizada, y les apretó los pies en eí
y su familia, vos rogó, dici- cepo.
endo : Sí habéis juzgado que 25 IT Mas á media noche
yo sea fiel al Señor, entrad orando Pablo y Silas, cantaen mi casa, y posad: y c o n s - ban himnos á Dios; y los que
triñiónos»
estaban presos les oían.
16 1f Y aconteció, que yendo 26 Entonces fué hecho do
nosotros á la oración, una repente un gran terremoto,
muchacha que tenia espíritu de tal manera que los cimienPitónico, nos salió al encu- tos de la cárcel se movían; y
entro, la cual daba grande luego todas las puertas se
ganancia á sus amos adivi- abrieron, y las prisiones da
todos se soltaron.
nando.
17 Esta, siguiendo á Pablo, 27 Y despertado el carcelero,
y á nosotros, daba voces dici- como vio abiertas las puertas
endo : Estos hombres son de la cárcel, sacando la essiervos del Dios Alto, los pada se queria matar, pencuales os anuncian el camino sando que los presos se hablan huido.
de Salud.
18 Y esto hacía por muchos 23 Mas Pablo clamó á gran
dias; mas desagradando á Pa- voz, diciendo: N o te hagas
blo, se volvió, y dijo al espí- ningún m a l ; que todos estaritu : Te mando, en el nom- mos, aquí.
bre de Jesu-Cristo, que salgas 29 E l entonces pidiendo luz,
de ella. Y salió en la misma, entró dentro, y temblando,
hora.
derribóse á los pies de Pablo
19 Y viendo sus amos que y de Silas;
había salido la esperanza de 30 Y sacándoles fuera, les
su ganancia, prendieron á dice: Señores, ¿Qué es mePablo y á Süas,y los trajeron nester que yo h a g a para sor
salvo ?
al Foro, al magistrado.
20 Y presentándolos á los 31 Y ellos le dijeron : Cree
magistrados, dijeron: Estos en el Señor Jesús, y serás
hombres, siendo Judíos, albo-| salvo tú, y tu casa.
rotan nuestra ciudad,
32 Y le hablaron la palabra
204
t
1
l
LOS HECHOS, XVI. XVIT.
del Señor, y á todos los que I Areopagita, ó senador del
estaban en su casa.
I Areopago.
83 Y tomándolos en aquella
P A S A N D O por AnfTpolfe
misma hora de la noche, les
y Apolonia, llegaron á
lavó los azotes ; y se bautizó
Tesalónica. donde estaba la
luego él, y todos los suyos.
34 Y llevándolos á su casa, sinagoga de Judíos.
les puso la m e s a ; y se gozó 2 Y Pablo, como acostumde que con toda su casa habia braba, entró á ellos, y por
tres Sábados disputó con ellos
creído á Dios.
85 T Y como fué de dia, los de las Escrituras,
magistrados enviaron los al- 3 Declarando y proponiendo,
guaciles, diciendo: Deja ir á que convenia que el Cristo
padeciese, y resucitase de los
aquellos hombres.
3f> Y el carcelero hizo saber m u e r t o s ; y que J sus, (el
estas palabras á P a b l o : Los cual y o os anuncio, decía él)
magistrados han enviado á este era el Cristo.
decir que seáis sueltos: asi 4 Y algunos de ellos creyeque ahora salid, é id en paz. ron, y se juntaron con Pablo
37 Entonces Pablo les dijo y con Silas; y de los Griegos
Azotados públicamente, sin religiosos grande multitud, y
ser condenados, siendo hom- mujeres nobles no pocas,
bres Romanos, nos echaron 5 Entonces los Judíos que
en la cárcel; ¿y ahora nos eran incrédulos, teniendo z e echan encubiertamente? N o los, tomaron consigo á algude cierto, sino vengan ellos y nos ociosos, malos hombres,
sáquennos.
y juntando compañía, albo88 Y los alguaciles volvieron rotaron la ciudad; y acomeá decir á los magistrados tiendo la casa de Jason, proestas palabras: y tuvieron curaban sacarlos al pueblo.
miedo, oido que eran R o - 6 M a s no hallándolos, tramanos.
jeron á Jason y á algunos
39 Y viniendo les r o g a r o n , hermanos á los gobernadores
y sacándolos, les pidieron que de la ciudad, dando v o c e s :
Estos que alborotan el munse saliesen de la ciudad.
40 Entonces salidos de la do, también lian venido a c á ;
cárcel, entraron en casa de 7 A los cuales Jason ha reciL i d i a ; y habiendo visto á los bido : y todos estos hacen
hermanos, los consolaron, y contra los decretos de César,
se salieron.
diciendo que hay otro r e y ,
Jesús.
8 Y alborotaron el pueblo y
á los gobernadores de la ciuCAPITULO X V I I .
dad, oyendo estas cosas.
Pablo predica con
mucho/ru- 9 Mas recibida satisfacción
lo en Tesalónka,
y los Ju- do Jason y de los demás, les
díos le persiguen.
Lo mismo soltaron.
sucede
después
en
Beréa. 10 IT Entonces los hermanos
Disputa con ellos en
Atenas, luego de noche enviaron á
y con los filósofos; y se con- Pablo y á Silas á B e r é a ; los
vierte entre otros
Dionisio cuales habiendo llegado, en205
Y
L03 HECHOS, XVIX.
trnron en la sinagoga de los 20 Porque pones en nuestros
Judíos.
oídos unas nuevas cosas:
11 Y fueron estos mos nobles queremos pues saber qué qui*
que los que estaban en Tesa- ere ser esto*
Iónica, pues recibieron la pa- 21 Entonces todos los Ate•labra con toda solicitud, es- nienses, y los huéspedes excudriñando cada día las Es- tranjeros, en ninguna otra
crituras, si estas cosas eran cosa entendían sino, é ea
asf.
decir, 6 en oir alguna cosa
12 Asf que creyeron muchos nueva.
de e l l o s ; y mujeres Griegas 22 1f Estando pues Pablo en
de distinción, y no pocos medio del Areópago, dijo:
hombres.
Varones Atenienses, en todo
13 Mas como entendieron os veo como mas superstilos Judíos de Tesaidnica que ciosos :
también en Beréa era anun- 23 Porque pasando y miranciada la palabra de Dios por do vuestros santuarios, hallé
Pablo, fueron, y también allí ¡ también un altar en el cual
tumultuaron el pueblo.
estaba esta Inscripción: Al
Aquel,
14 Empero luego los her- Dios n o conocido.
manos enviaron á Pablo que pues, que vosotros honráis
fuese como á la m a r ; y Sitas sin conocerle, á este os anuny T i m o t e o se quedaron allí. cio yo.
15 Y los que hablan tomado 24 El Dios que hizo el muná cargo á Pablo, le llevaron do, y todas las cosas que en
hasta A t e n a s : y tomando él hay, ese, como sea Señor
encargo de él para Silas y del cielo, y de la tierra, no
T i m o t e o , que viniesen á el habita en templos hechos de
lo mas presto que pudiesen, manos,
partieron.
25 N i es honrado con manos
16 IT Y esperándolos Pablo de hombres, necesitado de
en Atenas, su espíritu se a l g o ; pues él da á todos vida
deshacía en él, viendo la ciu- y respiración, y todas las
dad dada á idolatría.
cosas.
17 A s í que disputaba en la 26 Y de una sangre ha hecho
sinagoga con los Judíos y venir todo el linaje de los
religiosos; y en la plaza cada hombres, para que habitasen
dia con los que le ocurrían.
sobre toda la faz de la tierra,
18 Y algunos filósofos de los y ks ha prefijado el orden de
Epicúreos y de los Estoicos los tiempos, y los términos de
disputaban con é l ; y unos la habitación de ellos;
d e c l a n : ¿ Q u é quiero decir, 27 P a r a que buscasen á Dios,
este palabrero ?
Y otros: si en alguna manera palParece que es predicador de pando l e h a l l a n ;
aunque
nuevos dioses ,* parque les cierto no está lejos de cada
predicaba á Jesús, y la resur- uno de nosotros:
rección.
28 Porque en él vivimos, y
19 Y tomándole, le trajeron nos m o v e m o s , y somos; como
p.l Areópaga, diciendo: ¿ P o - también algunos de vuestros
dremos saber qué sea esta, poetas dijeron: Porque linaje
nueva doctrina que dices ?
de este somos también.
m
LOS HECHOS, X V I I . X V I I I .
habla venido de I t a l i a , y " á
Priscila su mujer, (porque
Claudio había mandado que
todos los Judíos saliesen de
R o m a ) se vino á c l l c s :
8 Y porque era de su oficio,
posó con ellos, y trabajaba;
orque el oficio de ellos era
acer tiendas.
4 Y disputaba en l a sinagoga todos los sábados, y
persuadía á Judíos y & G r i egos.
6 Y cuando Silas y T i m o t e o
vinieron de Macedonia, Pablo
estaba constreñido del espíritu, testificando á los Judíos
que Jesús era el Cristo.
6 Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra
sangre sea sobre vuestra cabeza: y o , limpio; desde ahora
me iré á los Gentiles.
7 Y partiendo de allí, entró
encasa de uno llamado Justo*
temeroso de Dios, la casa del
cual estaba junto á la sinagoga.
8 Y Crispo, el prepósito de la
sinagoga, creyó al Señor con
toda su casa: y muchos de
los Corintios oyendo, creían,
y eran bautizados.
CAPITULO XVIII.
9 Entonces el Señor dijo de
noche en visión á P a b l o :
El fruto que hizo San Pablo No temas, sino habla, y no
en Corinto,
animado
del calles.
Señor. Es acusado al Pro- 10 Porque y o estoy contigo,
cónsul. Parte á Eftso, yy ninguno te podrá hacer
vuelve á Jerusalem.
Apolo m a l ; porque y o tengo mucho
en su ausencia predica con pueblo en esta ciudad.
gran fervor y fruto á los 11 Y se detuvo allí un año y
Judíos.
seis meses, enseñándoles la
palabra deDíos.
A S A D A S estas cosas, P a - 12 T Y siendo Gallón problo partió do Atenas, y cónsul de A c a y a , los Judíos
vino á Corinto.
se levantaron de común acu2 Y hallando á un Judío erdo contra Pablo, y le llevallamado Aquila, natural del ron al tribunal,
Ponto, que hacia poco que 13 D i c i e n d o : Que este per-
29 Siendo pues linaje de
Dios, no hemos de estimar la
Divinidad ser semejante á
oro, ó á plata, tí á piedra, tí á
escultura de artificio, o de
imaginación de hombres.
30 Empero Dios, habiendo
disimulado los tiempos de
esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres
en todos lugares que se arrepientan :
SI Por cnanto ha establecido
un día, en el cual ha de j u z gar el mundo con justicia por
aquel varón al cual determinó, dando fe" á todos con
haberle levantado de los muertos.
32 1f Y así que oyeron la
resurrección de los muertos,
unos se burlaban, y otros decían: T e oiremos acerca de
esto otra vez.
33 Y así Pablo se salió" de en
medio de ellos.
34 Mas algunos creyeron
juntándose con é l : entre los
cuales también fué Dionisio
el del Areópago, y una mujer
llamada Dámaris, y otros con
ellos.
P
S
LOS HECHOS, XVIII. XIX.
pnade & los hombres honrar á mando á todos los discíDios contra la ley.
pulos.
H Y comenzando Pablo á 24 L l e g ó enténceB & Efeso
abrir la boca, Galion dijo ál un Judio, llamado Apolos,
los Judíos: Si fuera algún natural de Alejandría, varón
agravio, ó algún
crimen elocuente, poderoso en las
enorme, oh Judíos, conforme Escrituras.
á derecho y o os tolerara;
25 Este era instruido en el
15 Mas si son cuestiones de camino de Jesús, y , ferpalabras, y de nombres, y de viente de espíritu, hablaba
vuestra l e y , ved/o vosotros, Y enseñaba diligentemente
y o no quiero ser juez de estas las cosas que son del Señor,
enseñado solamente en el
cosas.
bautismo de Juan.
16 Y les echo* del tribunal.
IT Entonces todos tomando 26 Y comenzó á hablar cona* Sostenes, prepósito de la fiadamente en la sinagoga;
sinagoga, le herían delante al cual como oyeron Prisciia
del tribunal: y á Galion nada y A q u i l a , le tomaron, y le
declararon mas particularBe le daba de ello.
18. IT Mas Pablo habiéndose mente el camino de Dios.
detenido aun allí
muchos 27 Y queriendo él pasar á
dias, después se despidió de A c a y a , los hermanos exhorlos hermanos, y navegó á tados escribieron á los discíSiria, y con él PrisciTa y pulos que le recibiesen; y
A q u í l a , habiéndose trasqui- venido él, aprovechó mucho
lado la cabeza en Cencras, por la gracia á los que habiau
porque tenia voto.
creído.
19 Y llegó á Efeso, y los dejó 28 Porque con gran vehea l l í : y él entrando en la mencia convencía públicasinagoga, disputó con los Ju- mente á los Judíos, mostrando por las Escrituras que
díos.
20 Los cuales l e rogaban Jesús era el Cristo.
que se quedase con ellos
por mas t i e m p o ; mas no
accedió,
CAPITULO XIX.
21 Sino que se despidió de
ellos, diciendo: Es
menester
que en todo caso tenga
la Vuelve Pablo á Efeso, y se
bautizan
allí varios
discífiesta que viene en
Jerusalem:
habían
otra vez volveré íí vosotros, pulos, que solamente
recibido
el bautismo
de
queriendo Dios. Y partió de
Juan;
é imponiéndoles
las
Efeso.
manos,
reciben
el
Espíritu
22 Y habiendo arribado &
Santo.
Obra
Pablo
muchos
Cesárea, subió á Jerusalem;
milagros.
Muchos
de los
y después de saludar á la
que habían
seguido
vanas
Iglesia, descendió á A n t i o artes, trajeron
y
quemaron
quía.
en
público
sus
libros;
y
23 IT Y habiendo estado allí
un
tal
Demetrio
muere
algún tiempo, partió, andanuna
sedición
contra
el
do por Orden la provincia de
Apóstol.
Galacia, y la Frigia, conflr2U8
Y
LOS HECHOS. X I X .
A C O N T E C I Ó que entre-1 maravillas por manos de
tanto que Apolos estaba P a b l o :
•en Corinto, Pablo, andadas 12 D e tal manera que aun
las regiones superiores, vino se llevaban sobre los enfera Efeso, donde hallando cier- mos los sudarios y los pañuetos discípulos,
los de su cuerpo, y las enfer2 D í j o l e s : ¿ Habéis recibido medades se iban de ellos, y
el Espíritu Santo después que los malos espíritus salían de
creísteis ? Y ellos le d i j e r o n : ellos.
Antes ni aun hemos oído si 13 iT Y algunos de los Judíos
hay Espíritu Santo.
exorcistas vagabundos ten3 Entonces d i j o : ¿ E n qué taron á invocar e l nombre
pues sois bautizados? Y ellos del Señor Jesús sobre los
madijeron: E n el bautismo de que tenían espíritus
los, diciendo:
Os conjuro
Juan.
4 Y dijo P a b l o : Juan bau- por Jesús, el que Pablo predica.
*
tizó con bautismo de arrepentimiento,
diciendo
al 14 Y habla unos siete hijos
pueblo que
creyesen
en de un Sceva Judío, príncipe
el que habla de venir des-; de los sacerdotes, que hacían
ues de é l ; es á saber, en esto.
15 Y respondiendo el espíesus.
5 Oido que hubieron esto, ritu malo, d i j o : A Jesús
fueron bautizados en el nom- conozco, y sé quien es P a blo ; mas vosotros, ¿quién
bre del Señor Jesús.
6 Y como Pablo les puso las sois?
manos encima, v i n o sobre 16 Y el hombre, en quien
ellos el Espíritu Santo, y estaba el espíritu malo, salhablaban en lenguas, y pro-, tando en ellos, y enseñoreánfetizaban.
dose de ambos, pudo mas que
7 Y oran en todos como unos ellos, de tal manera que huyeron de aquella cosa desnudos
doce hombres.
8 Y entrando él dentro de la y heridos.
sinagoga, hablaba libremente 17 Y esto fué notorio á todos,
por espacio de tres meses, así Judíos como Griegos, los
disputando y persuadiendo que habitaban en Efeso; y
del reino de Dios.
cayé temor sobre todos ellos,
1) Mas endureciéndose algu- y era ensalzado el nombre del
nos, y no creyendo, maldi- Señor Jesús.
ciendo el camino del Señor 18 Y muchos de los que
delante de la multitud, apar- habían creído, venían contándose de ellos, separé los fesando, y dando cuenta de
discípulos, disputando cada sus hechos.
dia en la escuela de Ti-, 19 Asimismo muchos de los
ranno.
que hablan practicado vanas
10 Y esto fué por espacio de artes, trajeron los libros, y
dos a ñ o s ; de manera que los quemaron delante de t o todos los que habitaban cu dos; y echada cuenta del
Asia, Judíos y Griegos, o y e - precio de ellos, hallaron ser
cincuenta mil denarios.
ron la palabra del Señor.
11 Y hacia Dios singulares 20 A s í crecía poderosamente
P
S
LOS HECHOS, XTX.
tando & Gayo, y & Aristarco",
Mneedontos, compañeros de
Pablo.
30 Y queriendo Pablo salir
al pueblo, los discípulos no le
dejaron.
31 También algunos de los
Asiarchas, que eran sus amigos, enviaron á é l rogando
que no se presentase en el
teatro.
32 Y otros gritaban otra
cosa; porque la concurrencia
estaba confusa, y los mas no
sabían porque se hablan jun23 Entonces hubo un albo- tado.
roto no pequeño acerca del 83 Y sacaron de entre la
camino del Señor.
multitud á Alejandro, empu24 Porque un platero, lla- |jándale las Judíos. Entonces
mado Demetrio, et cual hacia Alejandro, pedido silencio
de plata
templecillos
de con la mano, quería dar raDiana, daba á los artífices no zón al pueblo.
poca ganancia;
34 Mas como conocieron que
25 A los cuales, reunidos era Judío, fué hecha una voz
con los oficiales de semejante de todos que gritaron casi
oficio, d i j o : Varones, ya sa- por dos horas: Grande Diana
béis que de este oficio tenemos de los Efesios.
ganancia:
35 Knténces el síndico, apa26 Y veis y oís que este ciguado que hubo la gente,
Pablo, no solamente
en d i j o : Varones Efesios. ¿ y
Efeso, sino muchas gentes quién hay de los hombres
de casi toda el Asia ha apar- que nn sepa que la ciudad de
tado con persuasión, dici- los Efesios es curadora dtt
endo, que no i o n dioses los templo de la grande Diann^
que se hacen con las manos. y de la imagen venida de
27 Y no solamente hay pe- Júpiter?
ligro de que este negocio se 36 Así que, pues esto no
nos vuelva en reproche, sino puede ser contradicho, contambién que el templo de la viene que os apacigüéis, y
grande diosa Diana sea esti- que nada hagáis temerariamado en nada, y comience á mente :
ser destruida su majestad, la 37 Pues habéis traído á estos
cual honra toda el A s i a y el hombres, sin ser sacrilegos,
mundo.
ni blasfemadores de vuestra
28 Oídas estas cosas, llená- diosa.
ronse de ira, y dieron alarido, 38 Que si Demetrio, y los
diciendo: Grande Diana de oficiales que están con él,
los Efesios.
tienen negocio con alguno,
29 Y la ciudad se llené de audiencias se hacen, y proconfusión, y unánimes se cónsules h a y ; acúsense los
arrojaron al teatro, arreba- unos á los otros.
210
la palabra del Señor, y prevalecía.
21 IT Y acabados estas cosas,
propúsose Pablo en espíritu
partir á Jerusalem. después
de andada Macedonla
y
A c a y a , diciendo:
Después
que hubiere estado allá, me
será menester ver también á
Roma.
22 Y enviando á Macedonia
íl dos de los que le ayudaban.
T i m o t e o , y Erasto, él se estuvo por algún tiempo en
LOS HECHOS, X I X . X X .
cinco días, donde estuvimos
siete días.
7 IT Y el dia primero de la
semana, juntos los discípulos
á gartir el pan, Pablo les ensenaba, habiendo de partir al
dia siguiente; y alargó el
discurso hasta la media n o che.
8 Y habla muchas lámparas
en el aposento alto donde
estaban juntos.
9 Y un mancebo llamado
CAPITULO XX,
EutichS, que estaba sentado
Pablo habiendo recorrido
va- en una ventana, tomado do
un
sueño profundo, como P a rios discípulos
de la Macedonia y Grecia, prtdica
tn blo disputa ba largamente,
Troas, donde resucita
dEu- postrado del sueño, cayo
tichó.
En Mileto convoca d desde el tercer piso abajo, y
los presbíteros
de Efeso,
y fué alzado muerto.
Us da saludables
consejos y 10 Entonces descendió P a blo, y derribóse sobre él, yadvertencias.
abrazándole, dijo: N o os alD E S P U É S que cesó el borotéis, que su alma está
alboroto, llamando Pablo en él.
los discípulos, habiéndoles 11 Después subiendo, y parexhortado y abrazado, se tiendo el pan, y gustando,
despidió, y partió para ir á habló largamente naBta « í
Moccdonia.
alba, y así partió.
2 Y andado que hubo aque- , 12 Y llevaron al mozo v i v o ,
llas partes, y exhortádoles con y fueron consolados no poco.
abundancia de palabra, vino 13 IT Y nosotros, subiendo en
á Grecia;
el navio, navegamos á A s o u ,
3 Donde después de haber para recibir de allí á P a b l o ;
estado tres meses, y habiendo porque así luibia determinado
de navegar á Siria, le fueron venir por tierra.
uestas asechanzas por los 14 Y como se j u n t é con nos-,
udíos; y así tomé consejo otros en A s o n , tomándolo
de volverse por Macedonia.
vinimos & Mítilene.
4 Y le acompañaron basta 15 Y navegando de allí, a l
Asia Sopater, hijo de P i r r o , día siguiente llegamos d e líereense; y Tesalonlcences, lante de Chio, y al otro dia
Aristarco,y Segundo; y Gayo tomamos puerto en Samo t
en
Trode Derbe, y T i m o t e o ; y Asía- y habiendo reposado
gilio. al dia siguiente llegamos
nos, Tichico, y Trófimo.
5 Estos yendo delante, nos 1 Mileto.
esperaron en Troas.
16 Porque Pablo se nabia
6 Y nosotros, pasados los ropuesto pasar adelante de
dias de los panes sin leva- Teso, por no detenerse en
dura, navegamos de Filipos, A s i a : porque se apresuraba
y vinimos á ellos a Troas en por hacer el dia de Pente211
59 T si demandáis alguna
otra cosa, en legitima asamblea se puede decidir:
40 Porque peligro liay de
que seamos argüidos de sedición por h o y ; no habiendo
ninguna causa por la cual
podamos dar razón de este
concurso.
Y habiendo dicho esto, despidió la concurrencia.
Y
S
E
LOS HECH09, XX.
coates, si le fuese posible, en
Jernsalem.
17 4Y enviando desde Mileto
& Efeso, hizo llamar á los
ancianos de la Iglesia.
18 Y cuando vinieron á él,
les dijo:
Vosotros sabéis
como desde el primer dia
que entré en Asia, he estado
con vosotros por todo el
tiempo,
19 Sirviendo al Señor con
toda humildad, y con lágrimas, y tentaciones, que me
han venido por las asechanzas de los Judíos:
20 CERNO nada que os fuese
útil, he rehuido de anunciaros, y enseñaros públicamente, y por las casas,
21 Testificando á los Judíos
y á los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la
fé en nuestro Señor Jesús,
22 Y ahora hé aquí, ligado
yo en mi espíritu, voy á Jerusalem sin saber lo que allá me
ha de acontecer:
23 Mas que el Espíritu Santo
por todas las ciudades me da
testimonio, diciendo, que prisiones y tribulaciones me esperan,
24 Mas no hago caso de mi
vida, ni la estimo preciosa
para mí mismo; solamente
que acabe mi carrera con gozo,
y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la
gracia de Dios.
25 Y ahora hé aquí yo sé,
que ninguno de todos vosotros, por quien he pasado
predicando el reino, verá mas
mi rostro.
20 Por tanto yo os protesto
el dia de hoy, que yo soy
limpio de la sangre de todos.
27 Porque no he rehuido
212
anunciaros todo el consejo de
Dios. .
28 Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebaño
en que el Espíritu Santo os
ha puesto por obispos, para
apacentar la Iglesia del Seiior,
la cual gané por su sangre.
29 Porque yo sé, que después
de mi partida entrarán en
medio de vosotros graves lobos que no perdonarán al
ganado.
30 Y de vosotros mismos se
levantarán hombres, que hablen cosas perversas, para
llevar discípulos tras sí.
31 Por tanto velad, acordándoos que por tres años, do
noche y de dia, no he cesado
de amonestar con lágrimas á
cada uno.
32 Y ahora, os encomiendo
á Dios, y á la palabra de su
gracia; el cual es poderoso
para sobreedificar, y daros
heredad con todos los santificados.
33 La plata, 6 el oro, 6 el
vestido, de nadie he codiciado.
34 Antes vosotros sabéis, que
para lo que me ha sido necesario, y á los que están conmigo, estas manos me han
servido.
35 En todo os he enseñado,
que trabajando así, es.necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las
palabras del Señor Jesús, el
cual dijo: Bienaventuro da
cosa es dar antes que recibir.
30 Y como hubo dicho estas
cosas, se puso de rodillas, y
oré con todos ellos.
37 Entonces hubo un gran
lloro de todos; y derribándose sobre el cuello de Pablo,
le besaban,
LOS HECHOS, XX. XXI.
88 Doliéndose en gran manera por la palabra que dijo,
que no habían de ver mas su
rostro: y l e acompañaron al
navio.
CAPITULO X X I ,
Viage de San Pablo á Jerusalem. El profeta Agabo le
predice los trabajos que le
habían de suceder. Allí se
purifica
en el templo;
y
maltratado por los Judíos^
le libra de sus manos el tribuno Lisias.
Y
H A B I E N D O partido de
ellos, navegamos y vinimos camino derecho á Coos,
y el día siguiente á Rhodos, y
de allí á 1'atara.
2 Y hallando un barco que
pasaba a Fénlce, nos embarcamos, y partimos.
8 Y como avistamos á CIpro, dejándola á mano izquierda, navegamos á Siria, y
vinimos á T i r o ; porque el
barco habla de descargar allí
su carga.
4 Y nos quedamos allí siete
dios, hallados los discípulos,
los cuales decían á Pablo por
Espíritu, que no subiese á
Jerusalem.
5 Y cumplidos aquellos dias
nos partimos, acompañándonos todos con sus mujeres é
hijos hasta fuera de la ciudad : y puestos de rodillas en
la ribera, oramos.
6 Y abrazándonos los unos
á los otros, subimos al barco,
y ellos so volvieron á sus
casas.
7 Y nosotros, cumplida la
navegación, vinimos d e . T i r o
á Totemaida; y habiendo
saludado á los hermanos,
213
nos quedamos con ellos un
dia.
8 T Y otro dia, partidos,
vinimos á C e s á r e a ; y entrando en casa de Felipe el
evangelista, el cual era « n o
de los siete, posamos con él.
9 Y este tenia cuatro hijos
doncellas, que profetizaban.
10 Y parando nosotros allí
por muchos días, descendió
de Judéa un Profeta, llamado
Agabo;
11 Y venido á nosotros, tomó
el cinto de Pablo, y atándose
los pies y las manos, dijot
Esto dice el Espíritu Santo ;
A s í atarán los Judíos en J e rusalem al varón, cuyo es
este cinto, y le entregarán en
manos de los Gentiles.
12 L o cual como oímos, l e
rogamos nosotros, y los de
aquel lugar, que no subiese Á
Jerusalem.
13 Entonces Pablo respondió : ¿ Qué hacéis llorando y
afligiéndome
el
corazón ?
porque y o no solo estoy
presto á s e r atado, mas aun
á morir en Jerusalem por el
nombre del Señor Jesús.
14 Y como no le pudimos
persuadir, desistimos, dicie n d o : llágase la voluntad del
Señor.
15 Y después de estos dias,'
apercibidos, subimos á J e r u salem.
16 Y vinieron también con
nosotros de Cesárea algunos
de los discípulos, trayendo
consigo á un Mnason Ciprio,
discípulo antiguo, con el cual
posásemos.
17 Y cuando llegamos á
Jerusalem, los hermanos nos
recibieron de buena voluntad.
18 IT Y al dia siguiente P a blo entró con nosotros á J a »
LOS HECHOS, XXT.
cobo, 7 todos los ancianos se los días de la purificación,
juntaron.
hasta ser ofrecida ofrenda por
19 A los cuales, como los cada uno de ellos.
hubo saludado, contó por me- 27 Y cuando estaban para
nudo lo que Dios había hecho acabarse los siete días, unos
entre los Gentiles por su Judíos de Asia, como le vieministerio.
ron en el templo, alborotaron
20 Y ellos como lo oyeron, todo el pueblo, y le echaron
;loriflcaron á D i o s ; y le di- mano,
eron : Y a ves, hermano, 28 Dando v o c e s : Varones
cuantos millares de Judíos Israelitas, ayudad: este es el
hay que han c r e í d o ; y todos hombre que por todas partes
son celadores de la ley.
enseña á todos contra el pue21 Mas fueron informados blo, y la ley, y este lugar: y
acerca de t í , que enseñas á además de esto ha metido
apartarse de Moisés á todos Gentiles en el templo, y ha
los Judíos que están entre contaminado este lugar santo.
los Gentiles, diciendotes que 29 ( Porque antes habian visto
no han de circuncidar los con él en la ciudad á Tréflmo,
hijos, ni andar según la cos- Efesio, al cual pensaban que
tumbre.
Pablo habla metido en el
' 2J ¿ Qué hay pues ? L a mul- templo.)
titud se reunirá de cierto; 30 Así que, toda la ciudad se
porque oirán que has venido. alboroté, y agolpóse el pue23 H a z , pues, esto que te de- blo ; y tomando á Pablo, luciéc i m o s : H a y entre nosotros ronle salir fuera del templo,
cuatro hombres que tienen y luego las puertas fueron
cerradas.
v o t o sobre s í :
24 Tomando á estos contigo, 31 Y procurando ellos mupurifícate con ellos, y gasta tarle,fuédado aviso al tribuno
con ellos para que rasuren sus de la compañía, que toda la
cabezas, y todos entiendan ciudad de Jerúsalem estaba
que no hay nuda de lo que alborotada;
fueron informados acerca de 32 El cual tomando luego
t í ; si no que tú también andas soldados y centuriones, corrió
.guardando la ley.
á ellos. Y ellos como vieron
• 25 Empero cuanto á los que al tribuno y á los soldados,
de loa Gentiles han creído, cesaron de herir á Pablo.
nosotros hemos escrito ha- 83 Entonces llegando el triberse acordado que no guar- buno, lo prendió, y le mando
den nada de esto,- solamente atar con dos c a d e n a s : y preue se abstengan de lo que guntó quién era, y qué habit»
uere sacrificado á los ídolos, hecho.
y de sangre, y de ahogado, y o4 Y entre la multitud unos
gritaban una cosa, y otros
de fornicación.
2tí Entonces Pablé tomé con- otra : y como no podía entensigo aquellos hombres, y al der nada de cierto á causa del
siguiente día, habiéndose pu- alboroto, le mandó llevar á la
rificado con ellos, entré en el fortaleza.
templo, para anunciar se pro- 85 Y como llegó a l a s gradas,
ponían
el cumplimiento de aconteció que fué llevado <*
214
f
?
. 1 . 0 3 H E C H O Í3,
XXI.
XXII.
cuestas de los soldados á causa mino hasta la muerte, prenüe la violencia del pueblo.
diendo, y entregando en cár36 Porque multitud de pue- celes hombres y mujeres:
blo venia detrás gritando: 5 Como también el príncipe
de los sacerdotes me es testiMátale.
37 Y como comenzaron á go, y todos los ancianos; de
meter á Pablo en la fortaleza, los cuales también tomando
dice al tribuno: ¿ M e será letras á los hermanos, iba á
lícito hablarte algo? Y él Damasco, para traer presos á
Jerusalem aun á los que estudijo: ¿ G r i e g o sabes?
38 ¿ N o eres tú aquel Egipcio : viesen allí, para que fuesen.
ue levantaste una sedición I castigados.
rites de estos días, y sacaste ñ Mas aconteció que yendo
al desierto cuatro mil hom- y o , y llegando cerca de D a masco, como á mediodía, de
bres salteadores?
39 Entonces dijo P a b l o : Y o repente m e rodeó mucha luz
de cierto soy hombre Judío, dei c i e l o ;
ciudadano de Tarso, ciudad 7 Y caí en el suelo, y oí una
no oscura de Cilicia: empero voz que me decia: Saulo,
ruégote que me permitas que Suulo, ¿por qué me perhable al pueblo.
sigues ?
40 Y como él se lo permitió, 8 Y o
entonces r e s p o n d í :
Pablo estando en pié en las ¿Quién eres, Señor? Y m e
gradas, hizo señal con la d i j o : Y o soy Jesús de N a z a mano al pueblo; y hecho¡ ret, á quien tú persigues.
grande silencio, habló en len- 9 Y los que estaban conmigo
gua Hebrea, diciendo:
vieron á la verdad la luz, y se
espantaron;
mas no oyeron
CAPITULO XXII.
| la v o z del que hablaba coumigo.
A pologia de Pablo; furor con-' , 10 Y d i j e : ¿ Qué haré, SeIra él de los Judías obstina- ñor? Y el Señor me d i j o :
dos: se declara
ciudaJano Levántate, y vé á Damasco,
romano, queriendo el tri- y allí te será dicho todo lo
que te está señalado hacer.
buno azotarle,
11 Y como y o no viese por
A R O N E S hermanos,
y causa de la claridad de la luz,
padres, oid la razón que llevado de la mano por los
ahora os doy.
que estaban conmigo vine á
2 Í Y comooyeron queles ha- Damasco.
blaba en lengua Hebrea,guar- 12 Entonces un Ananías,
darou mas silencio.) Y dijo : varón pió conforme á la ley,
3 Y o dcclerto soy Judío, na- que tenia bucu testimonio de>
cido en Tarso de Cilicia, mas todos los Judíos que aüí m o criado en esta ciudad á los raban,
PIES de Gumaliel, enseñado 13 Viniendo á m í , y acerconforme á la verdad de la cándose, me d i j o : Hermano
ley de la patria, zeloso de Saulo, recibe la vista. Y y o
Dios,como todos vosotros sois en aquella hora le m i r é .
hoy.
14 Y él d i j o : El Dios do
4 Que he perseguido este ca- nuestros padres te ha predes-
2
1
V
215
LOS HECHOS, X X I I . X X I I I .
tinado, para que conocieses bre Romano, sin ser condesu voluntad, y vieses á aquel nado ?
Justo, y oyeses la voz de su 2t> Y como el centurión oyó
boca.
M Í O , fué y dio aviso al tri15 Porque has de ser testigo buno, diciendo: ¿ Qué has de
suyo á todos los hombres de hacer? porque este hombre
es Romano.
lo que has visto y oido.
10 Ahora pues, ¿ por qué te 27 Y viniendo el tribuno, le
detienes ? Levántate, y bau- dijo: Díme, ¿ eres tú Romatízate: y lava tus pecados, no? Y él dijo; Sí.
invocando su nombre.
28 Y respondió el tribuno:
17 Y me aconteció, vuelto á Y o con grande suma alcancé
Entonces
Jerusalcm, que orando en el esta ciudadanía.
tempo, fui arrebatado fuera Pablo dijo: Y yo aun soy
nacido.
de mí,
18 Y le vi que me decía: Date 29 Así que, luego se apartapriesa, y sal prestamente ron de él los que le hablan de
fuera de Jerusalcm ; porque atormentar: y aun el tribuno
no recibirán tu testimonio de también tuvo temor, entendido que era Romano, por hamí.
19 Y yo dije: Señor, ellos berle atado.
saben que yo encerraba en 30 Y al dia siguiente, quericárcel, y heria por ias sina- endo saber de cierto la causa
gogas á los que creían en t í :
or qué era acusado de los
20 Y cuando se di-rramaba udíos, le soltó de las prila sangre de Esteban tu tes- siones, y mandó venir á los
tigo, yo también estaba pre- príncipes de los sacerdotes, y
sente, y
consentía á si á todo su concilio; y sacando
muerte, y guardaba las ropas á Pablo, le presentó delante
de ellos.
de los que le mataban.
SI Y me dijo: V é , porque yo.
te tengo que enviar lejos á
los Gentiles.
CAPITULO XXIII,
22 IT Y le oyeron hasta esta
ocapalabra: entonces alzaron la Pable con sus palabras
siona una disputa
con que
voz, diciendo: Quita de la
se dividen los Fariseos de los
tíerraá un tal hombre, porque
Sadncéos.
El tribuno
Lino conviene que viva.
sias le remite con escolta mi23 Y dando ellos voces, y
á Cesárea,
á Félix,
arrojando sus ropas, y echando litar
gobernador
romano,
para
polvo al aire,
librarle de una horrible
con24 Mandó el tribuno que le
llevasen á la fortaleza, y or- juracion.
denó que fuese examinado
con azotes, para saber por -CiNTÓNCES Pablo, ponlenqué causa clamaban así con- -CJ do los ojos en el concilio,
tra él.
dice: Varones hermanos, yo
25 Y como le ataron con con toda buena conciencia he
correas, Pablo dijo al centu- conversado delante de Dios
rión que estaba presenta; hasta el dia de hoy.
Os es lícito azotar á un hom- 2 E l príncipe de los sacer-
S
•qís
LOS HECHOS, X X I I I .
dotes, Ananías. mandé en- 11 Y la noche siguiente, preténces á los que estaban de- sentándosele el Señor, le d i j o :
lante de él que le hiriesen en Confia; que como has testificado de m í en Jerusalem,
la boca,
testifiques
3 Entonces Pablo l e d i j o : así es menester
Herirte ha Dios, pared Man también en Roma,
queada: ¿ y estás tú sentado 12 T Y venido el día, los J u iara juzgarme conforme A la díos se juntaron, y prometieey, y contra la ley m e man- ron bajode maldición,diciendas herir ?
¡ do, que ni comerían ni bebe4 Y los que estaban presentes rían hasta que hubiesen m u dijeron: ¿ A l Sumo Sacerdote erto á Pablo.
de Dios maldices ?
13 Y eran mas de cuarenta
5 Y Pablo d i j o : N o sabía, los que hablan hecho esta
hermanos, que era el Sumo conjuración;
Sacerdote ; que escrito e s t á : 14 Los cuales se fueron á los
A l príncipe de tu pueblo uo príncipes de los sacerdotes y
maldecirás.
á los ancianos, y dijeron: N o s r> Entonces Pablo, sabiendo otros hemos hecho v o t o deque la una parte era de Sadu- bajo de maldición, que no hecéos, y la otra de Fariseos, mos de gustar nada hasta que
clamo en el concilio : Varones hayamos muerto á Pablo.
hermanos; y o Fariseo soy, lñ A h o r a pues vosotros con
hijo de Fariseos: de la espe- el concilio requerid al tribuno
ranza y de la resurrección que le saque á vosotros,
de los muertos soy y o juz- como que queréis entender
gado.
de él alguna cosa mas cierta,
7 Y como hubo dicho esto, y nosotros, antes que él llegue,
fué hecha disensión entre los estaremos aparejados para
Fariseos y los Saducéos; y la, matarle.
multitud fué dividida.
10 Entonces un hijo de la
8 (Porque los Saducéos dicen hermana de Pablo, oyendo
que no hay resurrección, ni las asechanzas, fué, y entré
ángel, ni espíritu; mas los en la fortalt-za, y dié aviso &
Fariseos condesan
ambas Pablo.
cosas.)
17 Y Pablo llamando á uno
9 Y levántese n n gran cla- de los centuriones, d i c e : L l e v a
mor : y levantándose los es- á este mancebo al tribuno;
cribas de la parte de los Fari-, porque tiene cierto avÍBO
aéos, contendían diciendo: que darle.
Ningún mal hallamos en este 18 E l entonces tomándole, le
hombre: que si espíritu le ha llevé al tribuno, y d i j o : E l
hablado, o ángel, no resista- preso Pablo llamándome, m e
mos á Dios.
rogé que trajese A tí este
10 Y habiendo grande disen- mancebo, que tiene algo que
Blon. el tribuno teniendo te- hablarte.
mor que Pablo no fuese des- l¡) Y el tribuno tomándole de
pedazado de ellos, mandé la mano, y retirándose aparte,
venir la compañía de soldodos, le pregunté: ¿Oué es lo que
y arrebatarle de en medio de tienes que decirme?
ellos, y llevarle á la fortaleza. 20 Y él d i j o ; Los Judíos hau
2i7
f
LOS HECHOS, X X I I I . X X I V .
intimé también á los acusadores que traten delante de tí
lo que tienen contra él. Pásalo
bien.
31 ^ Y los soldados tomando
á Pablo, como les era mandado, lleváronle de noche á
Antipatrls.
32 Y al dia siguiente dejando á los de á caballo que
fuesen con él, se volvieron IÍ
la fortaleza.
33 Y como llegaron á Cesárea,
y dieron la carta al gobernador, presentaron también
á Pablo delante de él.
34 Y él, leída la carta, preguntó de qué provincia era; y
entendiendo que de Cilicia,
35 T e oiré, dijo, cuando vinieren también tus acusa*
dores. Y mandé que le guardasen en el pretorio de Heredes,
concertado rogarte que mañana saques a Pablo al concilio, como que lian de inquirir de él alguna cosa mas
21 M a s tú no los creas; por-
ue mas de cuarenta hombres
e ellos le asechan, los cu3ales
han hecho v o t o , debajo
de maldición, de no comer ni
beber hasta que le hayan
muerto ; y ahora están apercibidos esperando tu promesa.
22 Entonces el tribuno despidió al mancebo, mandanóole que á nadie dijese que
le habia dado aviso de esto.
23 % \ llamados do3 centu
riones, les mandó que apercibiesen para la hora tercia de
la noche doscientos soldados,
que fuesen hasta Cesárea, y
setenta de á caballo, y doscientos lanceros;
24 Y que aparejasen- cabalCAPITULO XXIV.
aduras en que poniendo á
*ablo, le llevasen en salvo á Respuesta
convincente
de Pa*
F é l i x el presidente.
blo á las acusaciones
falsas
26 Y escribió una carta en
délos Judíos. El
gobernador
estos términos:
Félix oye también
á Pablo
26 Claudio Lisias al excelensobre, la fé de Cristo;
y
tísimo gobernador F é l i x , Saviendo que no le ofrecía dilud.
nero, le reserva
preso para
27 A este hombre, aprehensu sucesor Porcia
Festo.
dido de los Judíos,y que iban
ellos á matar, libré y o acuC I N C O dias después desdiendo con la tropa. Habiendo
cendió el Sumo sacerdote,
entendido que era Romano,
Auanías, con algunos de los
ancianos,
y un cierto Tértulo,
28 Y queriendo saber la causa ¡
por qué le acusaban, le l l e v é orador; y parecieron delante
del gobernador contra Pablo.
al concilio de ellos ;
29 Y hallé que le acusaban 2 Y citado que fué, Tértulo,
de algunas cuestiones de la comenzó á acusar diciendo:
L e y de ellos, y que ningún Como por causa tuya vivacrimen tenia digno de muerte, mos en grande paz, y muchas
tí de prisión.
cosas sean bien gobernadas
Su Mas siéndome dado aviso en el pueblo por tu prudende asechanzas que le habían cia,
aparejado los Judíos, luego al 3 Siempre y en todo lugar
punto le he enviado á t í , é lo recibimos con todo liaei*
5
1
Y
m
. XOS HECHOS, 3CXIV.
miento de gracias, oh exce­
lente Félix.
4 Empero por no impedirte
mas largamente, ruégote que
nos oigas brevemente con­
forme a tu equidad.
5 Porque hemos hallado que
este hombre es pestilencial, y
levantador de sediciones en­
tre todos los Judíos por todo
el mundo, y príncipe de la
secta de los Nazarenos :
6 El cual también tentó a
violar el templo ; y prendién­
dole fe quisimos juzgar
con­
forme á nuestra ley.
7 Mas interviniendo
el tri­
buno Lisias, con grande vio
lencia le quitó de nuestras ma­
nos,
8 Mandando d sus acusa­
dores que viniesen á tí:
del
cual, tü mismo juzgando, po­
drás entender todas estas
cosas de que le acusamos.
9 Y contendían también los
Judíos, diciendo ser así estas
cosas.
10 Ц Entonces P a b l o , ha­
ciéndole el gobernador siñal
que hablase, respondió: Por­
que sé que muchos años ha
eres gobernador de esta na
cion, con buen ánimo satis­
faré por m í :
11 Que t ú puedes entender
que no ha mas de doce días
que subí á adorar á Jerusa­
1­in.
12 Y ni rae hallaron en el
templo disputando con nin­
guno, ni haciendo concurso
de multitud, ni en sinagogas,
ni en la ciudad;
13 N i te pueden probar las
cosas do que ahora me
acusan.
14 Esto empero te confieso,
que conforme á aquel camino
que llaman herejía, así sirvo
al D ios de mis padres, ere.
yendo todas las cosas que en
la L e y y en los Profetas están
escritas;
15 Teniendo esperanza en
Dios que ha de haber resurrec­
ción de los muertos, así de jus­
tos como inj ustos, la cual tam­
bién ellos esperan.
16 Y por esto procuro y o
tener siempre conciencia sin
remordimiento
acerca
de
Dios y acerca de los hombres.
17 Mas pasados muchos años,
vine á nacer limosnas á m i
nación,y ofrendas,
18 Cuando me hallaron pu­
rificado en el templo, (no con
multitud ni con alboroto,!
unos J udíos de Asia ;
19 Los cuales debieran com­
parecer delante de tí, y acu­
sarme, si contra m í tenían
algo.
20 O digan estos mismos si
hallaron en mí alguna cosa
mal hecha, cuando y o estuve
en el concilio,
21 Sino sea que, estando en­
tre ellos, prorumpí en alta
v o z : A c e r c a de la resurrec­
ción do los muertos soy hoy
Juzgado de vosotros.
22 f Entonces F é l i x , es­
tando bien informado de esta
secta, les puso dilación, di­
ciendo: Cuando descendiere
el tribuno Lisias, acabaré de
conocer de vuestro negocio.
23 Y mandó al centurión que
Pablo fuese guardado, y ali­
viado de la» prisiones, y que
n o vedase á ningnno de sus
familiares servirle, ó
venir
del.
24 Y algunos días después,
viniendo F é l i x con D rusila
su mujer, la cual era Judía,
llamó á Pablo, y oyó de él la
fé que es en Jcsu­Crlsto,
26 Y disertando él de la jus­
ticia, y de la continencia, y­
LOS HECHOS, X X I V . X X V .
del Juicio venidero, espantado Félix, respondió: Ahora
v e t e ; mas en teniendo oportunidad te llamaré.
26 Esperando también con
esto, quede parte de Pablo le
serian dados dineros, porque
le soltase: por lo cual haclén
dolé venir muchas veces, hablaba con él.
27 Mas al cabo de dos años
recibió Félix por sucesor á
PorcJo Festo; y queriendo
Félix ganar la gracia de los
Judíos, dejó preso a Pablo.
CAPITULO XXV.
Loque sucedió al Apóstol con
el gobernador
Fisto,
ante
íen apela al César. Festo
presenta al rey Agripa y
d Dernice.
r
E S T O pues, entrado en la
F
provincia, tres dias después subió d e Cesárea á Jeru-
salem.
2 Y vinieron á él los príncipes de lo3 sacerdotes y los
principales de los Judíos contra P a b l o ; y le rogaron,
3 Pidiendo gracia contra él.
que le hiciese traer á Jerusalem, poniendo ellos asechanzas para matarle en el camino.
4 Mas Festo respondió que
Pablo estaba guardado e n
Cesárea, y que el mismo partirla presto.
6 Los que de vosotros pueden, dijo, desciendan juntamente ; y si hay algún crimen en este v a r ó n , acúsenle.
6 TT Y deteniéndose entre
ellos no mas de ocho ó diez
dias. venido á Cesárea, el
B l g u i e n t e día se sentó e n el
tribunal, y mandó que Pablo
fuese traído.
220
7 El cual venido, le rodearon
los Judíos que habían venido
de Jerusalem, poniendo contra Pablo muchas y graves
acusaciones, las cuales no
podían probar,
8 Alegando él por su parte:
N i contra la ley de los Judíos,
ni contra el templo, ni contri
César he pecado en algo.
9 Mas Festo, queriendo congraciarse con los Judíos, respondiendo á Pablo, dijo:
¿ Quieres subir á Jerusalem,;
allá ser juzgado de estai
cosas delante de mí?
10 Y Pablo dijo: Ante A
tribunal
de César estoy,
donde conviene que sea juzgado. A los Judíos no he
hecho injuria ninguna, como,
tú sabes muy bien.
Ji i'orque si alguna injuria,
ó cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehuso I
morir; mas sí nada hay de
las cosas de que estos me
acusan, nadie puede darme!
ellos : a César apelo,
12 Entonces Festo, habiendo
hablado con el consejo, respondió: ¿ A César has apelado ? á César irás.
13 1f Y pasados algunos días,
el rey Agripa " Bernice
' — " vinieron á Cesárea á saludar i
Festo.
14 Y como estuvieron al!
muchos dias, Festo declnri
la causa de Pablo al rey, diciendo: Un hombre ha sido
dejado preso por Felix,
15 Sobre el cual, cuando fií
á Jerusalem, viulerou á t»
los príncipes de los sacei'
dotes y los ancianos de los
Judíos pidiendo condenación
contra é l :
16 A los cuales respondí w
ser costumbre de los Korannos dar alguno á la muerto
T
L
L O S H E C H O S X X V . xxvr.
ANTES QUE EL QUE ES ACUSADO
LANDO Á A U G U S T O , HE DETERMITENGA PRESENTES sus ACUSANADO ENVIARLE:
DORES, Y HAYA LUGAR DE DEFEN26 DEL CUAL NO TENGO COSA
DERSE DE LA ACUSACIÓN.
CIERTA QUE ESCRIBA AL SEÑOR;
17 A S Í QUE HABIENDO VENIDO POR LO QUE LE HE SACADO Á VOS{UNTOS ACÁ, SIN N I N G U N A DILA- OTROS, Y MAYORMENTE Á TÍ, OH
CIÓN AL DÍA SIGUIENTE, SENTADO R E Y A G R I P A , PARA QUE HECHA
EN EL TRIBUNAL, MANDE* TRAER INFORMACIÓN, TENGA yo QUE
ESCRIBIR.
AL HOMBRE;
18 Y ESTANDO PRESENTES LOS 27 PORQUE FUERA DE RAZÓN
ACUSADORES,
NINGÚN
CARGO M E PARECE ENVIAR U N PRESO, y
PRODUJERON DE LOS QUE YO SOS- NO INFORMAR DE LAS CAUSAS.
PECHABA :
19 SOLAMENTE TENÍAN CONTRA
CAPITULO XXVI.
ÍL CIERTAS CUESTIONES ACERCA
LE SU SUPERSTICIÓN, Y DE U N
Pablo se justifica delante de
IIERTO JESÚS DIFUNTO, EL CUAL
Agripa, y cuenta por menor
PABLO AFIRMABA QUE ESTABA
su conversión.
RLVO.
20 Y Y O , DUDANDO EN CUES- U N T O N C E S A G R I P A DIJO Á
LON SEMEJANTE, DIJE SI QUERÍA *-* PABLO : SE TE PERMITE H A R Á JERUSALEM, Y ALLÁ SER BLAR POR TÍ M I S M O . PABLO E N TÉNCES, EXTENDIENDO LA M A N O ,
AZGADO DE ESTAS COSAS.
I M A S APELANDO PABLO Á SER COMENZÉ Á RESPONDER POR S I :
LARDADO AL CONOCIMIENTO DE
2 ACERCA DE TODAS LAS COSAS
UGUSTO, M A N D É QUE LE GUAR- DE QUE SOY ACUSADO POR LOS
a3en, HASTA QUE LE ENVÍE Á JUDÍOS, OH R E Y A G R I P A , M E
LOSAR.
TENGO POR DICHOSO DE QUE
J 2 2 ENTÉNCES A G R I P A DIJO Á HAYA HOY DE DEFENDERME D E T E S T O : Y O TAMBIÉN QUISIERA LANTE DE TÍ,
BLR Á ese HOMBRE. Y ÉL DIJO: 3 MAYORMENTE SABIENDO TÚ
N I ANANA LE OIRÁS.
TODAS LAS COSTUMBRES Y CUES1 2 3 IT Y AL OTRO DIA, VINIENDO TIONES QUE H A Y ENTRE LOS J U AGRIPA Y BERNICE CON M U C H O DÍOS : POR LO CUAL TE RUEGO
.PARATO, Y ENTRADO EN LA A U - QUE M E OIGAS CON PACIENCIA.
.LENCLA CON LOS TRIBUNOS Y 4 M I V I D A PUES, DESDE LA
PRINCIPALES
HOMBRES DE LA MOCEDAD, LA CUAL DESDO EL
BIUDACT, POR M A N D A D O DE FESTO
RINCIPIO FUÉ EN M I NACIÓN EN
M I É TRAÍDO PABLO.
ERUSALEM, TODOS LOS JUDÍOS
K ¡ 4 ENTÉNCES FESTO DIJO: R E Y LA S A B E N ;
" G R I P A , Y TODOS LOS VARONES
5 L O S CUALES TIENEN Y A CONO[UE ESTÁIS AQUÍ JUNTOS CON
CIDO, QUE YO DESDE EL PRINCIIOSOTROS, VEIS Á ESTE, POR EL
PIO, SÍ QUIEREN TESTIFICARLO,
TUAL TODA LA MULTITUD DE LOS
CONFORME Á LA M A S PERFECTA
'UDÍOS M E H A DEMANDADO EN
SECTA DE NUESTRA RELIGIÓN HE
¡ERUAALEM, Y
AQUÍ, DANDO
VIVIDO FARISEO.
;OCES QUE N O CONVIENE QUE
6 Y AHORA POR LA ESPERANZA
IVA M A S .
DO LA PROMESA QUE HIZO DIOS Á
25 M A S Y O , HALLANDO QUE NIN- NUESTROS PADRES SOY LLAMADO
GUNA COSA DIGNA DE MUERTE EN JUICIO.
IU HECHO, Y EL M I S M O APE>
7 A LA CUAL promesa N Ú E S 221
!f
S
LOS HECHOS, XXVI.
t
c
n
l
r
a
r i t s d o c e
t r i h u e ,
s i r v i e n d o t i g o d e l a s c o s a s q u e
h a s
onstantemente
de día y de visto, y de aquellas
en
que
o c h e , e s p e r a n q u e h a n
d e apareceré
á tí;
l e g a r .
P o r
l a c u a l
e s p e - 17 Librándote
del pueblo
y
a n z a , o h R e y A g r i p a , s o y de los Gentiles, á los
cuales
c u s a d o d e l o s J u d í o s .
t e e n v i é ,
1
8
P
a
r
a
q
u
e
a
b
r
a
s
s
u
s
o
j
o
s
,
8 Q u é ! ¿J ú z g a s e c o s a i n
c r e í b l e e n t r e
v o s o t r o s
q u e p a r a q u e s e c o n v i e r t a n d e l a s
tinieblas
ála luz, y de la
poDios resucite los muertos
?
de
Satanás
á
Dios,
9 Y o c i e r t a m e n t e
h a b í a
p e n - testad
s a d o d e b e r h a c e r
m u c h a s p a r a q u e r e c i b a n p o r l a f é ,
m í , r e m i s i ó n
d e
c o s a s c o n t r a e l n o m b r e
d e q u e e s e n
pecados,
y suerte
entre
los
J e s ú s d e
N a z a r e t :
1 0 l . o c u a l t a m b i é n
h i c e
e n s a n t i f i c a d o s .
P o r l o c u a l , o h r e y A g r I p a ,
J e r u s a l c m ;
y y o e n c e r r é
e n 1 9
cec á r c e l e s á m u c h o s
d e l o s
s a n no fui rebelde á la visión
t o s , r e c i b i d a p o t e s t a d d e
l o s l e s t i a l :
p r í n c i p e s d e l o s s a c e r d o t e s , ' 2 0 A n t e s
a n u n c i é
p r i m e r a y c u a n d o
e r a n m a t a d o s ,
y o m e n t e
á l o s q u e e s t á n e n
D a d i m i v o t o ,
masco,
y Jerusalem,
y
por
y á los
11 Y muchas
veces,
castl toda la tierra de Judén,
g á n d o l e s p o r t o d a s l a s s i n a - G e n t i l e s , q u e s e a r r e p i n t i e s e n
á Dios,
hag o g a s , ls$ f o r c é á b l a s f e m a r ; y s e c o n v e r t i e s e n
y
enfurecido
sobre
manera c i e n d o o b r a s d i g n a s d e a r r e c o n t r a e l l o s , hs
p e r s ep eg n ut i í m i e n t o .
h a s t a e n l a s c i u d a d e s e x t r a - 2 1 P o r
c a u s a
d e
e s t o l o s
ñ a s .
J u d í o s , t o m á n d o m e
e n
e l
m a t a r m e .
VI E n l o c u a l ocupado, t e m p l o , t e n t a r o n
y e n d o á D a m a s c o
c o n
p o t e s - 2 2 M a s a y u d a d o d e l a u x i l i o
tad y comisión
de los
prín- d e D i o s , p e r s e v e r o
h a s t a e l
c i p e s d e l o s s a c e r d o t e s ,
d i a d e h o y , d a n d o
t e s t i m o n i o
y a grandes,
no
dici1 3 E n m i t a d d e l d í a , o h
R e y , á chicos
v i e n e l c a m i n o
u n a l u z d e l e n d o ñ a u a f u e r a d e l a s c o s a s
dic i e l o , q u e s o b r e p u j a b a
e l r e s - que los profetas y Moisés
l a n d o r d e l s o l , l a c u a l m e
r o j e r o n q u e h a b l a n d e v e n i r ;
eé.y á los que iban
conmigo. 2 3 Q u e C r i s t o h a b í a d e p a d e 14 Y habiendo
caldo
t o d o s c e r , y ser e l p r i m e r o d e l a
n o s o t r o s e n
t i e r r a , o í
u n a r e s u r r e c c i ó n d e l o s m u e r t o s ,
v o z q u e m e
h a b l a b a , y d e c i a para anunciar
luz al pueblo y
e n l e n g u a H a b r á i c a :
S a u l o , á los
Gentiles.
S a u l o , ¿ p o r q u é m e
p e r s i - 2 4 IT Y d i c i e n d o é l e s t a s
g u e s ?
D u r a c o s a t e e s
d a r c o s a s e n s u d e f e n s a , F e s t o A
c o c e s c o n t r a l o s a g u i j o n e s .
g r a n
v o z
d i j o : E s t á s l o c o ,
l e t r a s t e
1 5 Y o e n t é n c e s d i j e : ¿ Q u i é n P a b l o ; l a s m u c h a s
eres, señor?
Y
el
señor v u e l v e n l o c o .
d i j o : Y o s o y J e s ú s , & q u i e n 2 5 M a s
é l d i j o : N o
e s t o y
t u p e r s i g u e s .
,l o c o , e x c e l e n t e
F e s t o ,
s i n o
16 Mas
levántate,
y
pénte q u e
h a b l o p a l a b r a s d e v e r s o b r e t u s p i e s ; p o r q u e
p a r a dad y de
templanza.
esto te he aparecido,
para i 2 0 P o r q u e
e l r e y s a b e e s t a s
p o n e r t e p o r -m i n i s t r o y t e s - 1c o s a s , d e l a n t e d e l c u a l t u m - 2 2 2
S
LOS HECHOS, X X T I .
XXVII.
y Julio
tratando
& Pac n
h a b l o
c o n f i a d a m e n t e . Idon;
p e r m i t l é l d
o r q u e n o p i e n s o q u e
i g n o r a b l o h u m a n a m e n t e ,
para
a d a d e e s t o ; q u e n o h a s i d o que fílese á los amigos
s t o h e c h o e n algún r i n c ó ns e . r d e e l l o s a s i s t i d o .
á la vela
do
27 ¿Crees,
rey Agripa,
á l o s 4 Y haciéndonos
a l l í ,n a v e g a m o s
b a j o d e C i p r o ;
P r o f e t a s ? Y o s é q u e
c r e e s .
c o n 28 Entonces
Agripa
dijo & p o r q u e l o s v i e n t o s e r a n
P a b l o : P o r
p o c o m e
p e r - t r a r i o s .
suades áser
Cristiano.
0 Y habiendo
pasado
la
mar
arriba29 Y Pablo
dijo: Pluguiese
á de Cilicia y Panfllia,
D i o s q u e p o r p o c o ó p o r m um -o s á M i r a , ciudad d e L i c i a ,
c h o , n o s o l a m e n t e t r t , m a s 6 % Y hallando allí el centut a m b i é n t o d o s l o s q u e h o y
m e r i ó n u n a n a v e
A l e j a n d r i n a ,
o y e n , f u e s e i s h e c h o s t a l e s c u a l q u e n a v e g a b a
ó . I t a l i a ,
n o s
y o
s o y , e x c e p t o
e s t a s t r l - p u s o e n e l l a .
sionr-s!
7 Y n a v e g a n d o m u c h o s d i a s
S O T Y c o m o h u b o d i c h o e s d -e s p a c i o ,
y habh-ndo
apenas
tas cosas, se levanté el rey, y l l e g a d o d e l a n t e d e G n i d o ,
n o
el presidente,
y Berníce,
y los d e j á n d o n o s
e l v i e n t o ,
n a v e q u e s e h a b l a n
s e n t a d o
c o n a m o s b a j o d e C r e t a j u n t o &
ellos.
a l m o n .
3 1 Y c o m o
s e r e t i r a r o n a p a r t e , 8 Y costeándola
difícllmento,
hablaban
los unos álos otros,!llegamos
á un lugar que
llad i c i e n d o : N i n g u n a c o s a d i g n a m a n
B u e n o s P u e r t o s , c e r c a
n i d e m u e r t e ,
n i d e p r i s i ó n , d e l c u a l e s t a b a l a c i u d a d
d e
h a c e e s t e h o m b r e .
L a s e a .
32 Y Agripa
dijo á
Festo: 9 Y pasado
mucho
tiempo,
y
P o d i a e s t e h o m b r e s e r s u e l t o , s i e n d o y a p e l i g r o s a l a
n a v e si no hubiera apelado &
César. g a c i ó n ,p o r q u e y a e r a p a s a d o
e l a y u n o , P a b l o
a m o n e s t a b a ,
1 0 D I c i e n d o l e s : V a r o n e s , v e o
C A P I T U L O
X X V I I .
q u e
c o n
t r a b a j o
y
m u c h o
Pablo
navega para
Roma d a ñ o , n o s o l o d e l a c a r g a z ó n ,
a u n
d e
conducido por el centurión y d e l a n a v e , m a s
personas,
habrá
de
Julio:
la nave
naufraga i n u e s t r a s
n a v e g a c i ó n .
junto d una isla; pero to- s e r l a
1
1
M
a
s
e
l
c
e
n
t
u
r
i
ó
n
c
r
e
í a
dos se salvan,
mas al piloto y al Patrón de la
d e c í a .
A S c o m o f u é d e t e r m i n a d o n a v e , q u e ál o q u e P a b l o
h a b i e n d o
p u e r t o
q u e h a b l a m o s d e n a v e g a r¡ 1 2 Y n o
para Italia, entregaron
á Pa- c ó m o d o p a r a i n v e r n a r , m u d e
b l o y á a t g u n o s o t r o s p r e s o s á' c h o s a c o r d a r o n p a s a r a u n
arribar
á
u n c e n t u r i ó n , l l a m a d o J u l i o , allí, por si pudiesen
d e l a c o m p a ñ í a A u g u s t a . IF e n i c e á i n v e r n a r a t f í , que es
2 A s í q u e e m b a r c á n d o n o s
e n u n p u e r t o d e C r e t a a l Á f r i c o
poniente.
u n a n a v e A d r u m e t i n a , p a r t i - y al
m o s , e s t a n d o
c o n
n o s o t r o s 13 Y soplando
el austro,
pareA r i s t a r c o , M a c e d c n l o , d e T e - c i é n d o l e s q u e y n t e n í a n l o q u e
s a l é n i c a ,p a r a n a v e g a r
j u n t o d e s e a b a n , a l z a n d o velas i b a n
á l o s l u g a r e s d o A s i a .
c e r c a l a c o s t a d e C r e t a .
• 8 Y o t r o d i a l l e g a m o s á S i - 1 4 *S M a s n o m u c h o d e s p u é s
223
H
P
n
e
1
t
1
M
LOS HECHOS, XXVII.
¿Hó* en ella un viento repentino que se llama Eurocüdon
15 Y siendo arrebatada la
nave, y no pudiendo resistir
contra el viento, la dejamos
llevar.
16 Y
habiendo corrido á
sotavento de una pequeña isla
que se llama Clauda, apenas
pudimos ganar el esquife:
17 El cual tomado, usaban
de remedios ciñendola n a v e ;
y teniendo temor que no diesen en la Sirte, abajadas las
velas, eran así llevados.
18 Mas siendo atormentados
de una vehemente tempestad,
el siguiente dia alijaron,
19 Y al tercer día nosotros
con nuestras manos arrojamos los aparejos de la nave.
20 Y no pareciendo sol ni
estrellas por muchos días, y
viniendo una tempestad no
pequeña, y a era perdida toda
la esperanza de nuestra
salud.
21 Entonces Pablo, habiendo
y a mucho que no comíamos,
puesto en pió en medio de
ellos, dijo: Fuera de cierto
conveniente, oh varones, haberme oido, y no partir de
Creta, y evitar este inconveniente y daño.
22 Mas ahora os amonesto
que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida habrá de
personade vosotros, sino solamente de la nave.
23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del
Dios, del cual yo soy, y al
cual sirvo,
24 Diciendo: Pablo, no tem a s : es menester que seas
presentado delante de César;
y lié aquí, Dios te ha dado a
todos los que navegan contigo.
25 Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo
224
confio en Dios que será asi
como me ha sido dicho,
26 SI bien es menester que
demos en una isla.
27 1f Y venida la décima
cuarta noche, y siendo llevados por el Adria, los marineros a la media noche sospecharon que estaban cerca de
alguna tierra;
2$ Y echando la sonda, hallaron veinte pasos; y pasando un poco mas adelante,
volviendo á echar la sonda,
hallaron quince pasos.
29 Y habiendo temor de dar
en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa,
deseaban que se hiciese de dia.
30 Entonces procurando los
marineros huir de la nave,
echado que hubieron el CBquife & la mar, aparentando
como que querían largar las
anclas de proa,
31 Pablo dijo al centurión y
á los soldados: Si estos no
quedan en la nave, vosotros
no podéis salvaros.
32 Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y
dejáronle perder.
33 Y hasta que comenzó a
ser de dia, Pablo exhortaba a
todos que comiesen, diciendo:
Este es el décimo cuarto dia
que esperáis y permanecéis
ayunos no comiendo nada.
34 Por tanto os ruego que
comáis por vuestra salud:
que ni aun un cabello de la
cabeza de ninguno de vosotros perecerá.
35 Y habiendo dicho esto,
tomando el pan, hizo gracias
á Dios en presencia de todos:
y partiendo, comenzó Á comer.
36 Entonces todos teniendo
ya mejor ánimo, comieron
ellos también.
37 Y eramos todas las per-
LOS HECHOS, X X V I I . X X V I I I .
Y
C U A N DO escapamos, entonces supimos que la isla
se llamaba Melita.
2 Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendido un fuego, nos
recibieron á todos, á causa de
la lluvia que venia, y del frío.
3 Entonces habiendo Pablo
recogido algunos sarmientos,
y puesto/os en el fuego, una
víbora huyendo del calor, le
acometió a la mano.
4 Y como los bárbaros vieron
la víbora colgando de su
mano, decían los unos á los
otros: Ciertamente este hombre es homicida, á quien, escapado de la mar, la justicia
no deja v i v i r .
5 Mas él, sacudiendo la v í bora en el fuego, ningún mal
padeció.
6 Empero ellos estaban esperando cuando se habla de
hinchar, ó caer muerto de
repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que
ningún mal le venia, mudados, decian que era Dios.
7 if En aquellos lugares había heredades del principal de
la isla, llamado Pubho, el
cual nos recibió, y hospedó
tres dias humanamente.
8 Y aconteció que el padre
de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de cámaras;
al cual Pablo entró á ver, y
después de haber o r a d o » lo
CAPITULO X X V I I I .
puso las manos encima, y l e
sanó.
Prosigue Pablo su viage
desde 9 Y esto hecho, también loa
Melita á liorna; en
donde, otros que en la isla tenían enluego de
llegado,convocando] fermedades, llegaban, y eran
á los principales
Judíos
les sanados:
da razón de su apelación,
y 10 Los cuales también nefl
les predica
á
Jtsu-Cristo; honraron con muchos, obselo cual sigue haciendo
des- quios ; y cuando partimos,
pués,
por
espacio
de dos nos cargaron de las cosas
años, a cuantos iban á él.
\ necesarias.
225
Q
Bonos en la nave doscientas
setenta v seis.
38 Y satisfechos de comida,
aliviaban la nave, echando el
grano á la mar.
89 1T Y como se hizo de dia,
no conocían la t i e r r a : mas
veían un golfo, que tenia orí
lia, al cual acordaron echar, si
pudiesen, la nave.
40 Cortando pues los anclas,
las dejaron en la mar, largando también las ataduras
de los gobernalles; y alzada
la vela mayor al viento,
Ibanse a l a orilla.
41 Mas dando en un lugar de
dos aguas, hicieron encallar
la n a v e ; y l a proa hincada,
estaba sin moverse, y la popa
se abría con la fuerza de la
mar.
• 42 Entonces el acuerdo de
los soldados era que matasen
los presos, porque ninguno se
fugase nadando.
43 Mas el centurión, que
riendo salvar á Pablo, estorbó
este acuerdo, y mando que los
que pudiesen nadar, se echasen los primeros, y saliesen d
tierra:
44 Y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la
nave. Y así aconteció que
todos se salvaron saliendo
&
tierra.
LOS HECHOS,
XXVIII.
1 1 IT
q u e , p a s a d o s tres he l l a m a d o p a r a v e r o s y ham e s e s , n a v e g a m o s e n u n a blaros : porque por l a espen a v e A l e j a n d r i n a , que h a b í a r a n z a de I s r a e l e s t o y rodeado
i n v e r n a d o en l a i s l a , l a c u a l de e s t a c a d e n a .
t e n i a por e n s e ñ a a C a s t o r y 2 1 E n t o n c e s ellos le d i j e r o n :
Polux.
N o s o t r o s n i h e m o s recibido
1 2 Y llegados á S í r a c u s a , es- c a r t a s t o c a n t e á t í de Judén,
n i h a v e n i d o a l g u n o de los
t u v i m o s allí tres d í a s .
1 3 D e a l l í , c o s t e a n d o alrede- h e r m a n o s que h a y a denund o r , v i n i m o s á R e g l o ; y otro c i a d o ó h a b l a d o a l g ú n m o l d e
d í a después s o p l a n d o el A u s - tí.
t r o , v i n i m o s a l s e g u n d o d i a á 22 M a s q u e r í a m o s oír de ti
Puteólos;
lo q u e s i e n t e s ; porque de esta
14 D o n d e h a b i e n d o h a l l a d o s e c t a notorio nos es que en
h e r m a n o s , nos r o g a r o n que todos l u g a r e s es contradicha.
u e d á s e m o s c o n ellos siete 23 Y h a b i é n d o l e señalado un
i a s ; y l u e g o v i n i m o s a d i a , v i n i e r o n á é l m u c h o s á la
Roma:
p o s a d a , á los c u a l e s decla1 5 D e d o n d e , o y e n d o de n o s - r a b a y testificaba el reino de
otros los h e r m a n o s , nos s a l i e - D i o s , persuadiéndoles lo conr o n á r e c i b i r h a s t a l a p l a z a c e r n i e n t e a J e s ú s por l a ley
d e A p i o , y l a s T r e s T a b e r n a s : de M o i s é s , y por los profetas,
á los c u a l e s c o m o P a b l o v i d desde l a m a ñ a n a h a s t a la
did g r a c i a s á D i o 3 , y tomo tarde.
aliento.
24 Y a l g u n o s a s e n t í a n á lo
lfi Y c o m o l l e g a m o s á R o m a , que se d e c í a , m a s algunos no
el c e n t u r i ó n e n t r e g d ios p r e - c r e í a n .
sos a l prefecto de los ejércitos Í 25 Y c o m o fueron entre sí
m a s a P a b l o fué p e r m i t i d o d i s c o r d e s , s e f u e r o n , diciendo
e s t a r por sí, c o n u n soldado P a b l o eata p a l a b r a : B i e n ha
q u e le g u a r d a s e .
h a b l a d o el E s p í r i t u S a n t o por
171T Y aconteció que tres d í a s el profeta I s a í a s & nuestros
d e s p u é s , P a b l o c o n v o c ó los pac tres,
p r i n c i p a l e s d e los J u d í o s ;
26 D i c i e n d o : V é á este puel o s c u a l e s , l u e g o q u e estu- blo, y d i / M ; D e o i d o oiréis, y
v i e r o n j u n t o s , les d i j o : Y o no e n t e n d e r é i s ; y v i e n d o vev a r o n e s h e r m a n o s , no h a b i - r é i s , y no p e r c i b i r é i s :
e n d o h e c h o n a d a c o n t r a el 27 P o r q u e el c o r a z ó n de este
p u e b l o , n i los ritos de l a pueblo se h a e n g r o s a d o , y <Io
p a t r i a , h e sido
e n t r e g a d o ¡os o i d o s o y e r o n pesadamente,
preso desde J e r u s a l e m e n y s u s ojos t a p a r o n ; porqué no
m a n o s de los R o m a n o s ;
v e a n c o n los ojos, y oigan con
1 8 L o s c u a l e s , h a b i é n d o m e los oídos, y e n t i e n d a n de coraV
e x a m i n a d o , m e q u e r í a n s o l - z o n , y se c o n v i e r t a n , y yo los
t a r , por n o h a b e r e n m í n i n - s a n e .
g u n a c a u s a de m u e r t e .
28 Senos pues notorio que a
19 M a s c o n t r a d i c i e n d o los los G e n t i l e s es e n v i a d a esta
J u d í o s , f u i f o r z a d o á a p e l a r a s a l u d de D i o s ; y ellos oirán.
C é s a r ; n o q u e t e n g a de q u e 29 Y h a b i e n d o d i c h o esto, loa
a c u s a r á mí n a c i ó n .
J u d í o s se s a l i e r o n teniendo
20 A s í q u e , por e s t a c a u s a os e n t r e sí g r a n c o n t i e n d a .
S
t
ROMANOS I.
30 T PABLO QUEDÓ DOS AÑOS D I O S , y ENSEÑANDO LO QUE ESENTEROS EN SU caía de ALQUILER ; DEL SEÑOR JESU-CRISTO, CON
Y RECIBÍA Á TODOS LOS QUE Á ÉL TODA LIBERTAD, S I N
IMPEDIVENIAN,
MENTÓ.
31 PREDICANDO EL REINO DE
L A E P I S T O L A D E L APÓSTOL
SAN
P A B L O Á LOS
KOMANOS.
CAPITULO I.
7 A todos los que estáis en
R o m a , amados de Dios, llama-
dos santos; Gracia y paz tentafé es necesaria para salgáis de Dios nuestro Padre, y
varse ; porgue sin ella nadie
se justifica : y de la razóndel
se Señor Jesu-Cristo.
abusa tanto, que tos precia8 Primeramente, doy gracias
dos de sabios vienen d ser
á mi Dios por Jesu-Cristo
¡os mas viciosos.
acerca de todos vosotros, do
P
A B L O , siervo de Jesucristo, llamado apóstol,
apartado para el evangelio de
Dios,
2 El cual habla antes prometido por sus profetas en las
santas escrituras,
3 Acerca de su Hijo Jesucristo Señor nuestro, que fué
hecho de la simiente de D a v i d
según la carne,
4 E l cual fué declarado Hijo
de Dios con potencia, según
ei espíritu de santidad, por la
resurrección de los muertos;
6 Por e l cual recibimos la
gracia y el apostolado para la
obediencia de la fé en todas
las naciones en su nombre,
6 Entre las cuales sois también vosotros llamados de
Jesu-Cristo:
227
que vuestra fé es predicada en
todo el mundo.
9 Porque testigo m e es Dios,
al cual sirvo en mi espíritu
en el evangelio de su Hijo,
que B I N cesar m e acuerdo de
vosotros siempre en mis oraciones,
10 Rogando, si al fin algún
tiempo haya de tener por la
voluntad de Dios próspero
viaje para Ir á vosotros.
11 Porque os deseo v e r para
repartir con vosotros algún,
don espiritual, para confirmaros;
12 E s a saber, pava ser j u n tamente consolado con v o s otros por la común fé vuestra
y juntamente mi a.
13 Mas no quiero, hermanos,
que Ignoréis, que muchas
Ycces m e he propuesto ir &•
Q 2
ROMANOS, I.
vosotros, (empero hasta ahoral 24 Por lo cual también Dios
he súlo estorbado,) para tenerj los entregó á inmundicia, en
también entre vosotros algún las concupiscencias de sus
fruto, como entre los demás corazones, de suerte que conGentiles.
taminaron sus cuerpos entre
14 A Griegos y & bárbaros, á sí mismos:
sabios y á no sabios soy deu- 25 Los cuales mudaron la
dor.
verdad de Dios en mentira,
15 Así que, cuanto á mí, honrando y sirviendo á las
presto estoy á anunciar el criaturas antes que al Cria*
evangelio también á vosotros dor, el cual es bendito por
siglos. Amen.
que estáis en Roma.
16 Porque no me avergüenzo 26 Por esto Dios los entregó
del evangelio : porque es á afectos vergonzosos; pues
potencia de Dios para dar aun sus mujeres mudaron el
salud á todo aquel que cree ; natural uso en el uso que es
al Judío primeramente, y contra naturaleza:
también al Griego.
27 Y del mismo modo, tam17 Porque la justicia de Dios bién los hombres, dejando el
se descubre en él de fé en fé, uso natural de las mujeres, so
como está escrito: Mas el encendieron en sus concupiscencias los unos con los
justo por ta fé vivirá.
18 % Porque manifiesta es la otros, cometiendo cosas neIra de Dios del cielo contra fandas hombres con hombres,
toda impiedad é injusticia de y recibiendo en sí mismos la
los hombres que detienen la recompensa que convino á su
extravío.
verdad con injusticia:
19 Porque lo que de Dios se
Y como á ellos no les paconoce, a ellos es manifiesto; reció tener á Dios en su notiporque Dios se lo manifieste: cia, Dios también los entrego*
20 Porque las cosas invisibles & una mente depravada, para
de él, su eterna potencia y hacer lo que no conviene,
divinidad, se echan de ver 29 Estando atestados de toda
desde la creación del mundo, iniquidad, de fornicación, de
siendo entendidas por las malicia, de avaricia, de malcosos que son hechas; de dad ; llenos de envidia, de
modo que son inexcusables: homicidios, de contiendas, de
21 Porque habiendo conocido engaños, de malignidades;
á Dios, no le glorificaron como 30 Murmuradores, detracá Dios, ni dieron gracias; tores, aborrecedores de Dios,
antes se desvanecieron en injuriosos, soberbios, altivos,
sus discursos, y el necio cora- inventores de males, desobezón de ellos fué entenebrecido. dientes á sus padres,
22 Diciéndose ser sabios, se 31 Necios, desleales, sin afecto humano, sin misericordia:
hicieron fatuos,
23 Y trocaron la gloria del 32 Que habiendo entendido
Dios incorruptible en seme- el juicio de Dios, que los que
janza de imagen de hombre hacen tales cosas son dignos
corruptible, y de aves, y de, de muerte, no solo las hacen,
animales de cuatro pies, y de mas aun consienten á los que
¡
serpientes.
I las hacen.
ROMANOS,
E
II,
az á cualquiera que obra el
ien ; al Judío primeramente,
y también al G r i e g o :
Demuéstrase que los Judíos son
tatito y mas culpables por 11 Porque no hay acepción
sus malas obras que los Gen- de personas para con Dios.
tiles. La verdadera
circun- 12 Porque todos los que sin
cisión es la del espíritu, ó la ley pecaron, sin ley también
del entendimiento y de la vo- perecerán; y todos los-queen
la ley pecaron, por la ley seluntad.
rán j u z g a d o s ;
OR lo cual eres inexcu- 13 (Porque no los oidores de
sable, oh hombre, cualqui- la l e y son justos para con
era que juzgas : porque en lo Dios, mas los hacedores de la
que juzgas a otro, te condenas ley serán justificados.
a tí m i s m o ; porque lo mismo 14 Porque los Gentiles que
haces tú que juzgas á los otros. no tienen la l e y , naturalmente
2 Mas sabemos que el juicio haciendo lo que es de la l e y ,
de Dios es según verdad con- los tales, aunque no tengan la
tra los que hacen tales cosas. ley, ellos son ley á sí m i s m o s :
3 ¿ Y piensas esto, oh hom- 15 Mostrando la obra de la
bre, que j uzgas á los que hacen ley escrita en sus corazones,
tales cosas, y haces las mis- dando testimonio juntamente
mas, que tu escaparás del jui- sus conciencias, y acusándose
y también excusándose sus
cio de Dios ?
4 ¿ O menosprecias las rique- pensamientos unos con otros;)
zas de su benignidad, y paci- 20 En el día que juzgará e l
encia, longanimidad, igno- Señor lo encubierto de los
rando que su benignidad te hombres, conforme á mí evangelio, por Jesu-Cristo.
guia á arrepentimiento ?
5 Mas por tu dureza, y por 17 IT r e r o si tú tienes e l
tu corazón no arrepentido, sobrenombre de Judío, y cstá3
atesoras para tí mismo ira reposado en l a l e y , y te glorias
para el dia de la ira y de la en Dios,
manifestación del justo juicio 18 Y sabes su voluntad, y
de D i o s :
apruebas lo mejor, instruido
6 El cual pagará á cada uno por la l e y ;
conforme á sus obras;
19 Y confias que eres gula do
7 A los que perseverando en los ciegos, luz de los que están
bien hacer, buscan gloria y en tinieblas,
honra, é incorruptibilidad, la 20 Enseñador de los que no
vida eterna:
saben, maestro de niños, que
8 Mas á los que son conten-! tienes la forma de la ciencia y
ciosos, y que no obedecen á la de la verdad en la ley :
verdad, antes obedecen á la 21 T ú , pues, que enseñas á
Injusticia, enojo, e* ira,
otro, ¿ no te enseñas á tí mis9 Tribulación y angustia será m o ? T ú , que predicas que uo
sobre toda persona humana se ha de hurtar, ¿ hurtas ?
que obra lo malo, el Judío 22 T ú , que dices que no se
ri meramente, y también el ha de adulterar, ¿adulteras?
Irlego;
T ú , que abominas los ídolos,
10 Mas gloria, y honra, y ¿ cometes sacrilegio ?
22Q
CAPITULO
P
E
II.
ROMANOS, 1 1 . I I I .
• 23 Tú, que te jactasdelaley,
¿ con infracción de la ley deshonras á Dios ?
24 Porque el nombre de Dios
es blasfemado por causa de
vosotros entre los Gentiles,
como está escrito.
25 L a circuncisión en verdad
aprovecha, si guardares la
ley; mas si eres rebelde á la
ley, tu circuncisión es hecha
incircunclsion.
2G D e manera que si el incircunciso, guardare las justicias
de la ley, ¿ no será tenida su
Incircuncisíon por circuncisión ?
27 Y lo que de su natural es
incircunciso, guardando perfectamente la ley te juzgará
á tí, que con la letra y con la
circuncisión eres rebelde á la
ley.
28 Porque no es Judío el que
lo es en manifiesto ; ni la circuncisión es la que es en manifiesto, en la carne:
29 Mas es Judío el que lo es
en lo interior; y la circuncisión es la, del corazón, en esíritu, no en letra: la alaanza del cual no viene de los
hombres, sino de Dios.
la palabra de Dios lea ha sido
confiada.
8 ¿Porque qué si algunos de
ellos han sido incrédulos?
¿ La incredulidad de ellos
habrá por eso hecho vana la
verdad de Dios ?
4 E n ninguna manera, anta
bien sea Dios verdadero, mas
todo hombre mentiroso; como está escrito: P a r a que
seas justificado en tus dichos,
y venzas cuando de tí se juzgare.
5 Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios,
¿ qué diremos ? ¿ Será por no
injusto Dios que da castigo?
(hablo como hombre.)
6 En ninguna manera: do
otra suerte ¿cémo juzgaría
Dios el mundo?
7 Empero si la verdad de
Dios, por mi mentira, creció*
á gloria suya, ¿ por qué aun
así yo soy juzgado como pecador?
8 ¿ Y por qué no decir, (como
somos blasfemados, y como
algunos dicen que nosotros
decimos), Hagamos males
para que vengan bienes? la
condenación de los cuales es
Justa.
' 9 T ¿ Qué pues? ¿Somos
mejores que ellos ? En ninCAPITULO III.
guna manera: porque ya heJSn qué tienen la
preferencia mos acusado á Judíos y á
los Judíos sóbrelos
Gentiles. Gentiles, que todos están deUnos y otros están sujetos al bajo de pecado.
iugo del pecado.
No es la 10 Como está escrito: lío
ey, sino lafé en
Jesu-Cristo hay justo, ni aun uno ;
la que los libra de él.
Pero 11 Ñ o hay quien entiéndalo
laf¿ no destruye la ley, sino hay quien busque á Dios.
que la
confirma.
12 Todos se apartaron,auna
fueron hechos inútiles: no
pues, tiene mas el hay quien haga lo bueno: no
Wi Judío? ¿6 qué apro- hay ni aun uno.
vecha la circuncisión ?
1 3 Sepulcro abierto es BU
2 Mucho en todas maneras. garganta; con sus lenguas
L o primero ciertamente, Que tratan engañosamente; ve230
S
Í
1
ROMANOS,
III.
IV.
neno de áspides está debajo de cual ley? ¿De las obras?
N o : mas por la ley de la fe*.
sus labios;
14 Cuya boca está llena de 28 Así que, concluimos ser el
maledicencia, y de amargura: hombre justificado por fé sin
15 Sus pies son ligeros a der- las obras de la ley.
ramar sangre.
29 ¿Es Dios solamente Dios
16 Quebrantamiento y des- de los Judíos ? ¿ N o es tamventura hay en sus caminos : bién Dios
de los Gentiles?
17 Y camino de paz no cono- Cierto, también de los Gentiles.
cieron.
18 N o hay temor de Dios de- 30 Porque un Dios es de tolante de sus ojos.
| dos, el cual justificará por la
19 Empero sabemos que todo fé la circuncisión, y por medio
lo que la ley dice, á los que de la fé la incircuncisión.
están en la ley lo dice ; para 31 ¿Luego deshacemos la
que toda boca se tape, y que ley por la fé? E n ninguna
todo el mundo se sujete á manera; antes establecemos
Dios:
la ley.
20 Porque por las obras de la
ley ninguna carne se JUBTIFL-j
CAPITULO IV.
cara dejante de él; porque porl
la ley es el conocimiento del Con el ejemplo de
Abraham
pecado.
prueba
el Apóstol
que Dios
21 % Mas ahora, sin la ley,
justifica
al pecador,
no en
la justicia de Dios se ha manifuerza
de obras ó
virtudes
festado, testificada por la ley
humanas,
sino de pura
gray por los profetas.
cia por
lafé.
22 L a justicia,
digo,
de
Dios, por la fé de Jesu-Cristo,
ues, diremos que
para todos los que creen en é l ;
v ¿ hallo Abraham nuestro
porque no hay diferencia:
padre según la carne ?
2S Por cuanto todos pecaron, 2 Que si Abraham fué justiy están destituidos de la gloria ficado por las obras, tiene de
de Dios;
qué gloriarse; mas no para
24 Siendo justificados gratui con Dios.
tamente por su gracia, por la 3 Porque, ¿qué dice la escriredención que es eu Cristo tura? Y creyé Abraham á
Jesús:
Dios, y le fué atribuido a j u s 25 A l cual Dios ha propuesto ticia.
en propiciación por la fé en su 4 Empero al que obra, no se
sangre, para manifestación de le cuenta el salario por mersu justicia, atento á haber ced, sino por deuda.
pasado por alto, en su pacien- 5 Mas al que no obra, pero
cia, los pecados pasados,
cree en aquel que justifica al
26 Con la mira de manifestar) impío, la fé le es contada por
su justicia en este tiempo: justicia.
para que él solo sea el justo, y 6 Como también David dice
el que justifica al que « d é l a ser bienaventurado el homfe de Jesús.
bre, al cual Dios atribuye jus27 ¿ Doude, pues, está la jac- ticia sin obras,
tancia? E s excluida: ¿ P o r
Diciendo : Bienaventura.
;
231
ROMANOS,
IV.
V.
dos aquellos, cuyas Iniqui
17 (Como está escrito: Que
dades son
perdonadas,
y por padre de muchas gentes
cuyos pecados son cubiertos. te he puesto,) delante de ÜÍ03
8 Bienaventurado el varón al cual creyó ; el cual da vida
al cual el Señor no imputó á los muertos, y llama las
cosas que no son, como las
pecado.
9 1 [ ¿ Es pues esta felicidad que son.
en la circuncisión ó también 18 H É l creyó, en esperanza
en la incircuncision V porque contra esperanza, para venir
decimos que il Abraliam tué á ser padre de muchas gentes,
contada la fé por justicia.
conforme á lo que le habia
10 ¿ Como pues le fue' con- sido dicho : A s í será tu simit a d a ? ¿en la circuncisión, ó ente.
en la incircuncision ? no cu la 19 Y no se enflaqueció en la
circuncisión, sino en la incir- fé, ni consideró su cuerpo ya
cuncision.
muerto, (siendo y a de casi
11 Y recibid la circuncisión cien años) ni la matriz muerta
por señal, por sello de la jus-i de Sara.
ticia de la fe' que tuco en la 20 Tampoco en la promesa
incircuncision, para que fuese de Dios dudó con desconpadre de todos los creyentes fianza ; antes fué esforzado en
no circuncidados, para que fé, dando gloria á Dios, •
también á ellos les sea con- 21 Plenamente
convencido
tado por justicia;
de que todo lo que habia pro12 Y padre de la circuncisión, metido, era también poderoso
no solamente á los que son de para hacerlo.
la circuncisión, mas también 22 P o r lo cual también le fué
á los que siguen las pisadas atribuido ajusticia.
de la fe que fué en nuestro 23 f Y no solamente por él
padre Abraliain tintes de ser fue escrito que le haya sido
circuncidado.
así imputado;
13 IT Porque no por la ley 24 Sino también pornosotros
fué dada la promesa d Abra- á quienes será imputado, esto
liam, Ó á su simiente, que es, á l o s que creemos en el que
seria heredero del mundo ; levantó de los muertos á
sino por la justicia de la fe.
Jesús, Señor nuestro:
14 Porque si los que son de 25 E l cual fué entregado por
ta ley. son los herederos, vana' nuestros delitos, y resucitado
es la* fe, y anulada es la pro- para nuestra justificación.
mesa.
15 Porque la l e y obra i r a :
CAPITULO V .
porque donde no hay l e y ,
tampoco hay transgresión.
Excelencias de. la justificación
IB P o r tanto por la fé, para
porlafé
deJesu-Cristo, cuya
quesea por g r a c i a ; para que
gracia
sobreabundante no
l a promesa sea firme á toda
como quiera quita los males
simiente, es a saber, no soladelpecado, sino que nos col'
mente al que es de la ley, mas
ma de bienes inmensos.
también al que es de la fé de
A b r a h a m , el cual es padre de
U S T I F I C A D O S pues por
todos nosotros,
¡
la fé, tenemos paz para coa
J
ROMANOS, V.
Dios por medio de nuestro 13 Porque hasta la jcy cJ
pecado estaba en el m u n d o ;
Señor Jesu-Cristo:
2 Por el cual también tene- pero no se imputaba el pecado
mos entrada par la fé á esta no habiendo ley.
gracia en la cual estamos 14 N o obstante reino* la mufirmes, y nos gloriamos en la erte desde A d a m hasta Moisés
esperanza de la gloria de Dios. aun en los que no pecaron á
3 Y no solo esto, mas aun nos la manera de la rebelión de
gloriamos en las tribula- A d a m ; el cual es figura del
ciones, sabiendo que la tribu- que había de venir.
lación produce paciencia;
15 M a s no como el delito, tal
4 Y la paciencia, prueba; y fué el d o n : porque si por el
delito de aquel uno murieron
la prueba,esperanza.
5 Y la esperanza no avergü- ios muchos, mucho mas abunenza ; porque el amor de Dios dé la gracia de Dios á los
está derramado en nuestros muchos, y el don por la gracia
corazones por el Espíritu de un hombre, Jesu-Cristo.
Santo que nos es dado.
16 N i tampoco de la manera
6 Porque Cristo, cuando aun que por un pecado, así taméramos flacos, á su tiempo bién el don : porque el juicio
á la verdad vino cíe un pecado
murió por los impíos.
7 Ciertainenteapénasmuere para condenación, mas la
alguno por un justo : con todo gracia vino de muchos delitos
podrá ser que alguno osara para justificación.
morir por el bondudoso.
17 Porque si por un delito
8 Mas Dios encarecesu cari- reinó la muerte por uno, mudad para con nosotros, porque cho mas reinarán en vida por
siendo aun pecadores, Cristo un Jesu-Cristo los que reciben
la abundancia de la gracia, y
murió por nosotros:
9 Luego mucho mas ahora, del don de la justicia.
Justificados en su sangre, por 18 A s í que, de la manera que
él seremos salvos de la ira.
por un delito vino la culpa á
10 Porque si siendo enemi- todos los hombres para conos, fuimos reconciliados con denación, así por una justicia
)Íos porlamuertc de su Hijo, vino la gracia A todos los hommucho mas, estando reconci- bres para justificación de vida.
liados, seremos salvos por su 19 Porque como por la desovida.
bediencia de un hombre los
11 Y no solo esto, mas aun muchos fueron constituidos
nos gloriamos en Dios por el pecadores, así por la obedienSeñor nuestro, Jesu-Cristo, cia de uno ios muchos serán
or el cual hemos ahora reci- constituidos justos.
ido la reconciliación.
20 L a ley empero entré para
12
He consiguiente vino la que el pecado creciese; mas
reconciliación
por uno, así cuando el pecado creció, s o como el pecado entré en el brepujó la g r a c i a :
mundo por un hombre, y por 21 Para que de la manera que
el pecado la muerte, y la el pecado reinó para muerte.
muerte así pasó á todos los así t a m b i e n l a g r a c i a r e i n e p o r
hombres, pues que todos pe- la justicia para vida eterna
carón.
por Jesu-Cristo Señor nuestro.
233
Í
E
ROMANOS, VI.
CAPITULO VI.
sad que de cierto estáis muertos al pecado; mas vivos á
Dios en Cristo Jesús.
12 % N o reine pues el pecado
en vuestro cuerpo mortal,
para obedecer & sus concupiscencias.
13 N i tampoco preséntela
i p U E S qué diremos? ¿Per- vuestros miembros al pecado
J- severarémos en pecado por instrumentos de Iniquidad ; antes presentaos á Dios
para que la gracia crezca ?
2 En ninguna manera. Por- como vivos de los muertos, y
que los que somos muertos al vuestros miembrosá Dios por
p e c a d o . ¿ c ó m o v i v i r e m o s aun instrumentos de justicia.
en él ?
14 Porque el pecado no se
3 ¿ O no sabéis que todos los enseñoreará de vosotros; pues
que somos bautizados ei no estáis bajo la ley, sino bajo
Cristo Jesús, somos bautiza la gracia.
dos en su muerte?
15 ¿ Pues qué ? ¿ Pecaremos,
4 Porque somos sepultados porque n o estamos bajo de la
juntamente con él á muerte ley, sino bajo de la gracia?
por el bautismo, para que co- E n ninguna manera.
m o Cristo resucité de los 16 ¿ N o sabéis que á quien os
muertos por la gloria del Pa- prestáis vosotros mismos por
dre, así también nosotros an- siervos para obedecer/e, sois
demos en novedad de vida.
siervos a e aquel A quien obe6 Porque si fuimos plantados decéis, é del pecado para mutintamente en él á la seme- erte, o de la obediencia pora
aiizu de su muerte, así tam- ¡justicia?
ben lo seremos á la de su : 17 Empero gracias á Dios,
resurrección:
I que aunque fuisteis siervos
6 Sabiendo esto, que nuestro del pecado, habéis obedecido
viejo hombre juntamente fué de corazón aquella forma de
crucificado con él, para que doctrina á la cual sois entreel cuerpo del pecado sea des gados ;
hecho, á fin que no sirvamos 18 Y libertados del pecado,
mas al pecado.
sois hechos siervos de la jus7 Porque el que es muerto ticia.
justificado es del pecado.
19 Humana cosa digo por la
8 Y si morimos con. Cristo, flaqueza de vuestra carne:
creemos que también vivire- Que como para iniquidad presentasteis vuestros mien..)ros
mos con é l :
0 Sabiendo que Cristo, habi- á s e r v i r á la inmundicia y A
endo resucitado de entre los la iniquidad, así ahora para
muertos, y a no m u c r e ; la santidad presentéis vuestros
muerte no se enseñoreará mas miembros á servir á la justicia.
de él.
10 Porque el haber muerto, 20 Porque cuando fuisteis
al pecado murié una v e z ; siervos del pecado, eraislibres
inas el v i v i r , á Dios v i v e .
acerca de la justicia.
21 A s í también vosotros, peu- 21 ¿ Qué fruto pues teníais de
234
Como deben los fieles perseverar en la gracia
una vez
recibida en el bautismo, haciendo nueva vida, y entregándose del todo á Dios.
a
BOMAN/OS, V I . V I I .
aquellas cosas, D E las cuales
ahora os avergonzáis ? porque
el fin de ellas es muerte.
2í Mas ahora librados del
ecado. y hechos siervos á
•ios, tenéis por vuestro fruto
la santificación, y por fin la
vida eterna.
23 Porque la paga del pecado
es muerte; mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo
Jesús, Señor nuestro.
Í
CAPITULO VIL
Ventaja grandísima del hombre en el estado de la ley de
gracia., comparado con el
que. tenia por razón del pecado. Combate la carne contra el espirita.
hermanos,
¿ TGNORAIS,
I (porque
Í D O R A U Ehablo
HAB
con los que
saben la l e y ) , que la ley solamente se enseñorea del hombre entre tanto que v i v e ?
2 Porque la mujer que está
sujeta a marido, mientras el
marido vive está obligada á
la ley ; mas muerto el marido,
libre es de la ley del marido.
8 Así que, viviendo el marido, se llamará adúltera, si
fuere de otro varón ; mas si
BU marido muriere, es librede
la ley, de tal manera que no
será adúltera si fuere de otro
marido.
4 A s i también vosotros, hermanos raios, estais muertos á
la ley por el cuerpo de Cristo,
para que seáis de otro, d saber, del que resucitó D E los
muertos, à fin D E que fructifiquemos à Dios.
5 Porque mientras estábamos en la carne, los afectos de
los pecados que eran por la
ley, obraban en nuestros mi-
embros fructificando
para
muerte.
6 Mas ahora estamos libres
de la l e y , habiendo muerto á
aquella en la cual estábamos
detenidos, para que sirvamos
en novedad de espíritu, y no
en vejez de letra.
I 1 ¿ Q ^ pues diremos ?
¿ L a ley es pecado ? E n ninguna manera. Empero y o nu
conocí el pecado sino por la
l e y ; porque tampoco conociera la concupiscencia, si la
ley no dijera: l í o codiciarás.
8 Entonces el pecado, t o mando ocasión, obró en m í
por el mandamiento toda
concupiscencia: porque sin
la ley el pecado estaba muerto.
9 A s í que, y o sin la ley v i v í a
por algún tiempo: mas venido
el mandamiento, el pecado
r e v i v i ó , y y o morí.
10 Y halló que el mandamiento, intimado para v i d a ,
para mí era mortal.
I I Porque el pecado, t o m a n do ocasión, m e engañó por el
mandamiento, y por el me
mató.
12 D e manera que la l e y á la
verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y
bueno.
13 ¿ Luego lo que es bueno, á
m í m e es hecho muerte ? N o ,
sino que el pecado, para mostrarse pecado, por lo bueno
m e obró la muerte, haciéndose pecado sobremanera pecante por el mandamiento.
14 Porque ya sabemos que la
l e y es espiritual; mas y o soy
carnal, vendido a sujeción del
pecado.
15 Porque lo hago, no lo entiendo ; ni el bien que quiero
h a g o ; antes lo que aborrezco,
aquello hago.
16 Y si lo q.ue no quiero, esto
1 1
ROMANOS, V I I . V I H .
hago, apruebo que la l e y es de vida en Cristo Jesús me ha
buena:
librado de la ley del pecado y
17 D e manera que y a no de la muerte.
obro aquello, sino el pecado 3 Porqueloqueeralniposible
que mora en mí.
á la ley, por cuanto era débil
18 Y y o sd que en m í (es á por la carne, Dios enviando á
saber, en mi carne), no inora su Hijo en semejanza de carne
el bien : porque t i n g o el que- de pecado, y á causa del pe*
rer ; mas efectuar el bien, no cado, condené al pecado en la
lo alcanzo.
carne;
19 Porque no hago el bien 4 P a r a que la justicia de la
que q u i e r o ; mas el mal que ley fuese cumplida en nosno quiero, este hago.
otros, que no andamos con20 Y si hago lo que no quiero, forme á la carne, mas cony a no lo obro y o , sino e l pe- forme al Espíritu.
cado que mora en mí.
5 Porque los que v i v e n con21 A s í que, queriendo y o ha- forme a la carne, de las cosas
cer el bien, hallo estalay, Que que son de la carne se ocupan;
el mal está, en mí.
mas los que conforme al Espí22 Porque según el hombre ritu, de tas cosas del Espíritu.
interior me deleito en la ley 6 Porque la intención de la
de D i o s ;
carne es m u e r t e ; mas la in23 Mas v e o otra ley en mis tención del Espíritu, vida y
miembros quese rebelacontra paz.
la ley de mi espíritu, y queme 7 Por cuanto la intención do
lleva cautivo a ia ley del pe- la carne es enemistad contra
cado que está en mis miem- D i o s ; porque no se sujeta á
bros.
la ley de Dios, ni tampoco
24 ¡ Miserable hombre de m í ¡ puede.
Quién m e librará del cuerpo 8 A s í que, los que están en la
e esta muerte?
carne, no pueden agradar á
25 Gracias doy á Dios, por Di 03.
Jesu-Cristo Señor nuestro. 9 Mas vosotros no estáis en
A s í que, y o mismo con la la carne, sino en el Espíritu ¡
mente sirvo á la ley de Dios, si es que el Espíritu de Dios
mas con la carne á la ley del mora en vosotros. Y si alpecado.
guno no tiene el Espíritu da
Cristo, el tal no es de él.
CAPITULO VIII.
10 Empero Si Cristo está en
Confirma
lo dicho el Apóstol vosotros, el cuerpo á la vermucho mas
copiosamente. dad está muerto á causa del
Felicidad de los justos.
Su pecado; mas el Espíritu vive
alegría y esperanza; y cómo á causa de la justicia.
de todo sacan provecho, s>n 11 Y si el Espíritu de aquel
gue nada les pueda separar que levanté de los muertos á
Jesús, mora en vosotros, el
del amor de Jtsu-Cristo.
que levanté á Cristo de los
H O R A pues ninguna con- muertos, vivificará también
denación hay para los que vuestros cuerpos mortales por
su Espíritu que mora en vosestán en Cristo Jesús.
2 Porque la ley del Espíritu, o t r o s .
233
á
A
ROMANOS, Y I N .
12 T Así que,hermanos, deu- una, y ú una están de parto
dores somos, no á la carne, hasta ahora.
para que vivamos conforme á 23 Y no solo ellas, mas también nosotros mismos que tela carne.
13 Porque si viviereis con- nemos las primicias del Espíforme á la carne, moriréis; ritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismas si por el Espíritu mortificareis las obras de la carne, mos, esperando la adopción,
es d saber, Ja redención de
viviréis.
14 Porque todos los que son nuestro cuerpo.
uiados por el Espíritu de 24 Porque en esperanza soios, los tales son hijos de mos salvos: mas la esperanza
que se vé, no es esperanza:
Dios.
15 Porque no habéis recibido porque lo que alguno vé, ¿ a
el espíritu de servidumbre qué esperarlo ?
para estar otra vez en tre- 25 Empero si lo que no v e mor ; mas habéis recibido el mos esperamos, por paciencia
Espíritu de adopción, por esperamos.
el cual clamamos
A b b a , 26 Y asimismo también el
Padre.
Espíritu ayuda nuestra fla16 Porque el mismo Espíritu queza: porque qué hemos de
da testimonio á nuestro espí- pedir como conviene, no lo
ritu que somos hijos de sabemos ; sino que el mismo
Espíritu pide con gemidos inDios.
17 Y si hijos, también here- decibles.
deros ; herederos de Dios, y 27 Mas el que escudriña los
coherederos de Cristo: si corazones, sabe cual es el inempero padecemos junta- tento del Espíritu, es á saber,
mente con él. para que junta- que conforme a Dios demanda
mente con él seamos glorifi- por los santos.
cados.
28 Y ya sabemos, que á los
18 IT Porque tengo por cierto, que á Dios aman, todas las
que Jo que en este tiempo se cosas les ayudan a bien, es d
padece, no es de comparar con saber, á los que conforme al
la gloria venidera que en nos- proposito son llamados.
otros ha de ser manifestada.
29 Porque a los que antes
19 Porque el continuo anhe- conoclé, también predestiné
lar de las criaturas espera la para que fuesen hechos conmanifestación de los hijos de formes a la imagen de su
Hijo, para que él sea reconoDios:
20 Porque las criaturas suje- cido el primogénito entre
tas fueron a vanidad, no de muchos hermanos.
grado, mas por causa del que 30 Y Á los qne predestino", á
estos también l l a m é ; y ó, los
las sujeté con esperanza.
21 Que también las mismas que llamé, & estos también
criaturas serán libradas de la justificó; y & los que justificó,
Á
estos también glorificó.
servidumbre de corrupción en
la libertad gloriosa de los 31 ¿ Pues qué diremos á esto ?
hijos de Dios.
< Si Dios es por nosotros, quién
22 Porque ya sabemos, que seré contra nosotros ?
todas las criaturas gimen a¡
E l que aun a su propio
237
g
ROMANOS, VIII.
IX.
HIJO N O PERDONÓ, ANTEA LE E N - 2 Q U E TENGO GRAN TRISTEZA",
TREGÓ POR
TODOS
NOSOTROS, Y CONTINUO DOLOR EN M I CORA¿ CÓMO NO NOS DARÁ TAMBIÉN Z Ó N .
CON ÉL TODAS LAS COSAS?
3 PORQUE DESEARA Y O MISMO
83 ¿ Q U I É N ACUSARÁ Á LOS ES- SER APARTADO DE CRISTO POR
COGIDOS DE D I O S ? D I O S es EL M I S HERMANOS, LOS QUE SON
M I S PARIENTES SEGÚN LA CARNE:
M Í E IOS JUSTIFICA.
84 ¿ Q U I É N ES EL QUE los CON- 4 Q U E SON ISRAELITAS, DE LOS
DENARA? CRISTO es EL QUE M U - CUALES ES LA ADOPCIÓN Y LO
RIÓ ; M A S A U N , EL QUE TAMBIÉN GLORIA, Y EL PACTO, Y LA DATA
RESUCITÉ, QUIEN ADEMÁS ESTÁ Á DE LA LEY, Y EL CULTO, Y LAS PROLA DIESTRA DE D I O S , EL QUE TAM- MESAS ;
BIÉN INTERCEDE POR NOSOTROS.
5 C U Y O S son LOS PADRES, Y DA
86 ¿ Q U I É N NOS APARTARÁ DEL LOS CUALES ES CRISTO SEGÚN LA
AMOR DE CRISTO?
TRIBULA- CARNE, EL CUAL ES DIOS SOBRA
C I Ó N ? Ó ANGUSTIA? Ó PERSE- TODAS LAS COSAS, BENDITO POR
AMEN.
CUCIÓN ? Ó HAMBRE ? Ó DESNU- SIGLOS.
DEZ ? Ó PELIGRO ? Ó CUCHILLO ?
6 H N O EMPERO QNE LA TA86 ( C O M O ESTÁ ESCRITO: POR TABRA DE D I O S HAYA FALTADO:
CAUSA DE TÍ SOMOS MUERTOS PORQUE N O TODOS LOS QUE toa
TODO EL T I E M P O : SOMOS ESTI- DE ISRAEL SON ISRAELITAS;
MADOS COMO OVEJAS DE M A T A
7 N 1 POR SER SIMIENTE DE
DERO.)
A B R A H A M , son
TODOS HIJOS;
37 A N T E S
EN
TODAS
ESTAS; M A S : E N ISAAC TE SERÁ LLACOSAS HACEMOS M A S QUE V E N - M A D A SIMIENTE.
CER POR M E D I O DE AQUEL QUE 8 QUIERE DECIR: N O LOS QUO
NOS A M Ó .
son HILOS DE LA CARNE, ESTOS son
38 POR LO CUAL ESTOY CIERTO LOS HIJOS DE D I O S ; M A S LOS QUO
QUE N I LA MUERTE, N I LA V I D A , son HIJOS DE LA PROMESA, estos
N I ÁNGELES, NI PRINCIPADOS, N I SON CONTADOS EN LA GENERAPOTESTADES, N I LO PRESENTE, N I CIÓN.
LO PORVENIR,
9 PORQUE LA PALABRA DE LA
89 N I LO ALTO, N I LO BAJO, NI PROMESA ES ESTA: C O M O EN
N I N G U N A CRIATURA NOS PODRÁ ESTE TIEMPO VENDRÉ, Y TENDRÁ
APARTAR DEL AMOR DE DIOS, QUE SARA UN HIJO.
ES EN CRISTO JESÚS, SEÑOR 10 Y N O SOLO esto, M A S TAMNUESTRO.
BIÉN REBECA CONCIBIENDO DO
U N O , DE ISAAC NUESTRO PADRE;
CAPITULO IX.
11 (PORQUE NO SIENDO AUN
Que los verdaderos
Israelitas, NACIDOS, NT HABIENDO HECHO
y los hijos verdaderos
de A U N NI BIEN NI M A L , PARA QUE
Abraham
son los que,
lla- EL PROPÓSITO DE D I O S CONFORMO
mados
de Dios gratuita
y Á LA ELECCIÓN, N O POR LAS
misericordiosamente,
se rin- OBRAS, SINO POR EL QUE LLAMA,
PERMANECIESE ;>
den á ta/é de JesuCristo.
12 L E FUÉ DICHO QUE EL MAYOR
E R D A D DIGO EN CRISTO, SERVIRLA AL M E N O R :
NO MIENTO, DÁNDOME TES- 13 C O M O ESTÁ ESCRITO: A JATIMONIO M I CONCIENCIA EN EL COB A M É , M A S Á E S A Ú ABORRECÍ.
ESPÍRITU SANTO,
14 ¿ P U E S
QUÉ
DIREMOS?
V
233
ROMANOS, IX. X.
J Que hay Injusticia en Dios ?, 25 IT Como también en Oseas
dice: Llamaré al que no era
En ninguna manera.
15 Mas á Moisés dice: Ten- mi pueblo, pueblo m i ó ; y A
dré misericordia del que ten- la no amada, amada.
dré misericordia, y me com- 26 Y será, que en el lugar
padeceré del que me com- donde les fué dicho: Vospadeceré.
otros no sois pueblo mió, allí
16 .Así que no es del que serán llamados hijos del Dios
uiere, ni del.que corre, sino viviente.
e Dios que Meno misericor- 27 También Isaias clama
dia.
tocante á Israel: Si fuere el
17 Porque la escritura dice número de los hijos de Israel
de Faraón: Que para esto como la arena de la mar, las
mismo te he levantado, es á reliquias serán salvas:
saber, para mostrar en tí mi 28 Porque palabra consumapotencia, y que mi nombre dora y abreviadora en justisea anunciado por toda la cia; porque palabra abretierra.
viada hará el Señor sobre la
18 De manera que del que tierra.
. quiere tiene misericordia; y 29 Y como antes dijo Isaías:
Si el Señor de los ejércitos no
al que quiere, endurece.
19 Me dirás pues ¿ Por qué nos hubiera dejado simiente,
pues se enoja? porque ¿ quién como Sodoma habríamos venido á ser, y á Gomorra fuéresistirá ásu voluntad.-'
20 Mas antes, oh hombre, ramos semejantes.
¿quién eres tú, para que 30 ¿Pues qué diremos? Que
alterques con Dios? Dirá el los Gentiles que no seguían
vaso de barro al que le la- justicia, han alcanzado la
bré, ¿ Por qué me has hecho justicia; es ásaber,Iajusticia
que es por la fé.
tal?
21 O ¿no tiene potestad el 31 Mas Israel que seguía la
alfarero para hacer de la ley de justicia, no ha llegado
misma masa un vaso para á la ley de la justicia.
honra, y otro para vergü- 32 ¿Por qué? Porque no
enza?
por fé, mas como por las
22 ¿ Y qué, si Dios, que- obras: por lo cual tropeza.riendo mostrar la ira y hacer ron en la piedra de tropiezo,
.notoria su .potencia, soporté 33 Como está escrito: líe
con mucha mansedumbre los aquí, pongo en Síon piedra de
¡vasos de ira, preparados para tropiezo, y piedra de caida;
.muerte:
y aquel que creyere en ella,
: 23 Y para hacer notorias las no será avergonzado.
¡riquezas de su gloria, mostrólas para con los vasos de
[misericordia que él ha preCAPITULO X.
parado para gloria;
[24 Los cuales también hai
llamado, es á saber, á nos-: Procurando
los
Judíos
su
btros.no solo de los Judíos,
propia justicia por las obras
[ñas también de los Gende la ley, desconocen
y detiles?
l sechan la que viene de Dios
3
(
1
ROMANOS. X.
por la f& en Jesu-Crtsto
la
cual es anunciada por todas
partes.
Los
Gentiles
la
abrazan;
tuas la generalidad de ios Judíos ta resiste
y repugna.
t
H
E R M A N O S , ciertamente
la voluntad de mí corazón y mi oracjon a Dios sobre
ellos, es para salud.
2 Porque y o les doy testimonio que tienen zelo de
Dios, mas no conforme á
ciencia.
3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando
establecer la suya propia, no
se batí sujetado á la justicia
de Dios.
4 Porque el fin de la ley es
Cristo, para justicia á todo
aquel que cree.
6 Porque Moisés describe la
Justicia que es por la l e y :
Que el hombre que hiciere
estas cosas, vivirá por ellas.
G Mas de la justicia que es
por la fé dice a s í : N o digas
en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para
traer abajo á Cristo.)
7 O ¿ Quién descenderá al
abismo? (esto es, para v o l ver A traer á Cristo de los
muertos.)
8 Mas ¿ q u é d i c e ? Cercana
está Ja palabra, en tu boca, y
en tu corazón. Esta es la
palabra de fé, la cual predicamos ;
9 Que si confesares con tu
boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios
l e levanté de los muertos,
serás salvo.
10 Porque con el corazón se
cree para justicia; mas con
la boca se hace confesión
para salud.
11 Porque la escritura d i c e :
240
T o d o aquel q u « en él crey e r e , no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia
de Judío y de Griego: porque el mismo que es Señorit
todos, rico es para con todw
los que le invocan.
13 Porque todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cerno pues Invocarání
aquel en el cual no han creído ? Y ¿cómo creerán áaquü
de quien no han oído? I
¿cómo oirán sin haber quien
les predique?
15 Y ¿cómo predicarán á
no fueren enviados? Con»
está escrito: Cuan hermoso]
son los ptés de los que anuncian el evangelio de la paz,
de los que anuncian el evangelio de los bienes 1
16 Mas no todos obedecen al
e v a n g e l i o ; pues Isaías dice:
Señor, ¿quién creyó lo quenos ha oído ?
17 Luego la fé es por eloir;
y el oír, por la palabra de
Dios.
18 Mas digo yo: ? N o han
oido ? Antes bien por toda
la tierra ha salido la fama de
ellos, y hasta los cabos déla
redondez de la tierra las palabras de ellos.
19 M a s digo : ¿ N o ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés d i c e : Yo w
provocaré á zelos con gente
que no es mía; con gente insensata os provocaré á ira.
20 E Isaías determinada*
mente d i c e : F u i hallado de
los que no m e buscaban; manifestóme á los que no preguntaban por m í .
21 M a s acerca de Israel
d i c e : Todo el día extendí
mis manos á un pueblo rebelde y contradictor.
ROMANOS, XI.
9 Y David
dice:
Séales
vuelta su mesa en lazo, y en
red, y en tropezadero, y en
p
a
g
a
:
Con el escarmiento
de los Judíos incrédulos
amonesta
el 10 Sus ojos sean oscurecidos
Apóstol
á los Gentiles
que para que no vean, y agobíales
no presuman
de si; y pro- siempre el espinazo.
fetiza la general
conversión 11 D i g o pues : ¿ H a r tropede aquellos.
, zado que cayesen para
siempre ? E n ninguna m a n e r a ;
IGO pues: ¿ Hadesechado mas por el tropiezo de ellos
Dios á su pueblo? E n vino la salud a los Gentiles,
ninguna
manera.
Porque para que por estos fuesen pro^
también y o soy Israelita, de vocados á zelos.
la simiente de Abraham, de 12 Y si ta falta de ellos es
la tribu de Benjamín.
la riqueza del mundo, y el
2 Ñ o ha desechado Dios á menoscabo de ellos la riqueza
su pueblo, al cual antes co- de los Gentiles, ¿ cuanto mas
i noció". O ¿ no sabéis qué dice lo será e l henchimiento de
! de Elias la escritura i cómo ellos?
i hablando con Dios dice con- 13 Porque á vosotros digo,
t r a Israel:
G e n t i l e s : por cuanto pues y o
.. a Señor, á tus profetas han soy apóstol de los Gentiles,
¡muerto, y tus altares han mi ministerio honro,
[derruido; y yo he quedado 14 P o r - s i en alguna manera
solo, y procuran matarme.
provocase á zelos á mí carne,
4 Mas ¿Qué le dice la D i - é hiciese salvos algunos de
vina respuesta? H e dejado ellos.
para un siete mil hombres 15 Porque si el extrañaque no han doblado la rodilla miento de ellos es la reconcileíante de B a a l .
l i a c i ó n del mundo, ¿ qué será
5 Así también aun en este el recibimiento de ellos* sino
tiempo han quedado reliquias v i d a de los muertos?
por la elección graciosa de 16 Y si el primer fruto es
Dios.
santo, también lo será
el
tG Y si por gracia, luego no t o d o ; y si la raíz es santa,
por las obras; de otra ma- también lo serán las ramas..
nera la gracia y a no es gra- 17 Que si algunas de las
cia. Y si por las obras, ya no ramas fueron quebradas, y
es gracia;
de otra manera
la tú, siendo acebuche, has sido
obra ya no es obra.
Injerido en lugar de ellas, y
7 ¿Qué pues? L o que bus- has sido hecho participante
caba Israel, aquello no ha al- de la raíz y de la grosura de
canzado; mas la elección lo la oliva,
ha alcanzado: y los demás 18 N o te jactes contra las
fueron endurecidos.
r a m a s ; y si te jactas, sabe
8 Como está escrito : Dlóles que no sustentas tú á la raíz,
Dios espíritu de remordi- sino la raiz á tí.
miento, ojos con que no vean, 19 Pues las ramas, dirás,
y oidos con que no oigan, fueron quebradas para que
hasta el dia de hoy.
y o fuese injerido.
241
CAPITULO X I .
D
a:
R O M A N O S , XI. XTI.
20 B i e n ; poi* su increduli- 29 Porque
sin arrepentidad fueron quebradas, mas miento son las mercedes y la
tú por la fe estás en pie'. vocación do Dios.
N o te ensoberbezcas, antes 30 Porque
como también
teme,
vosotros en algún tiempo no
21 Que si Dios no perdonó á creísteis á Dios, mas ahora
las ramas naturales, á t í habéis alcanzado misericordia por ocasión de la incredutampoco no perdone.
22 M i r a pues la bondad, y lidad de e l l o s ;
la severidad de Dios : la se- 31 A s í también estos ahora
veridad ciertamente en los no han creído, para que,
que cayeron ; m u la bondad por ocasión de la misericorpara contigo, si permane- dia para con vosotros, ellos
cieres en la bondad; pues de también alcancen misericorotra manera tú también serás dia.
cortado.
32 Porque Dios encerró á
23 Y aun ellos, si no perma- todos en incredulidad, para
necieren
en
incredulidad, tener misericordia de todos.
serán ingeridos; que pode- 33 ¡ o profundidad de las
roso C3 Dios para volverlos á riquezas de la sabiduría y de
ingerir.
la ciencia de Dios ! Cuan in2-t Porque si tú eres cortado comprehensibles son sus juidel natural acebnche, y con- cios, é inescrutables sus catra natura fuiste ingerido en minos !
la buena oliva ; ¿ cuanto mas 3-i Porque ¿quien entendió
estos, que son las ramas na- la mente del Señor ? ó ¿quien
turales, serán ingeridos en su fué su consejero?
oliva?
35 O ¿quién le dié á él pri25 Porque no quiero, herma- mero, para que le sea panos, que ignoréis este miste- g a d o ?
rio, para que no seáis acerca 3G Porque de él, y por él,y
de vosotros mismos arrogan- en él son toilas las cosa;.
tes ; ?/ es, quee^endurecimien- A éí sea gloria por siglos.
t o en parte ha acontecido en A m e n .
I s r a e l , hasta que haya entrado la plenitud de los Gentiles :
CAPITULO XII.
20 Y luego t o d o ' I s r a e l será
salvo, como está escrito: Exhorta el Apóstol á una tiés
Vendrá de Sion el Libertapiadosa y santa, con ndor, que quitará de Jacob la
presión de reglas y cns/wimpiedad:
nos principios
que caéi
27 Y este será mi pacto á
cual en su respectivo estati
ello3, cuando quitare sus pedebe atender cuidadomcados.
mente.
28 A s í que, cuanto al E v a n elio, son enemigos por causa
e vosotros: mas
cuanto
S I que, hermanos,os ruceo:
á la elección, son muy amapor las misericordias il£¡
dos por causa de los pa- Dios, que presentéis vuesin.'i
dres.
cuerpos en sacrificio vivo,
2-Í2
§
A
R O M A N O S ,i
, X t l .
X I T T .
e s p e r a n z a ;
s í i n t o , a g r a d a b l e á D i o s , que 1 2 G o z o s o s e n l a
l a
t r i b u l a c i ó n ;
e< v u e s t r o r a c i o n a l c u l ts uo f .r i d o s e n
2 Y no os conforméis
á este c o n s t a n t e s e n l a o r a c i ó n ;
s i g l o ; m a s
r e f o r m a o s p o r l a 13 Comunicando
á las
necer e n o v a c i ó n d e v u e s t r o e n t e n - s i d a d e s
d e
¡ o s s a n t o s ;
s i d i m i e n t o , p a r a q u e
e x p e r i - g u i e n d o l a h o s p i t a l i d a d .
m e n t é i s c u a l sea l a b u e n a v o 1 4- B e n d e c i d
á los que
os
luntad
de Dios, agradable
y persiguen:
bendecid,
y
no
p e r f e c t a ,
m a l d i g á i s .
c o n
l o s q u e
s e
3 Digo
pues, por
la
gracia 1 5 G ó z a o s
l l o r a d c o n
l o s
q u e
q u e m e e s d a d a , a c a d a c u a g lo z a n ;
q u e e s t a e n t r e v o s o t r o s , q u e l l o r a n .
n o t e n g a m a s a l t o c o n c e p t o 1 6 U n á n i m e s e n t r e v o s o t r o s :
de si q u e e l q u e d e b e t e n e n ro , a l t i v o s , m a s
a c o m o d á n s i n o q u e p i e n s e de sí c o n dt o eo s m - á l o s
h u m i l d e s .
N o
p l a n z a , c o n f o r m e A l a
m e d i d a s e á i s s a b i o s e n v u e s t r a
o p i d e f e 'q u e D i o s r e p a r t i ó á c a d a n i ó n u n o .
1 7 N o
p a g u é i s
á n a d i e
m a l
b u e n o
4 P o r q u e
d e l a m a n e r a
q u e p o r m a l : p r o c u r a d l o
h o m e n u n c u e r p o t e n e m o s
m u - d e l a n t e d e t o d o s l o s
c h o s m i e m b r o s , e m p e r o t o d o s b r e s .
l o s m i e m b r o s
n o t i e n e n
l a 1 8 S i s e p u e d e h a c e r ,
c u a n t o
m i s m a o p e r a c i ó n ,
e s t á e n v o s o t r o s , t e n e d
p a z
h o m b r e s .
5 A s í
m u c h o s
s o m o s
u n c o n t o d o s l o s
c u e r p o e n C r i s t o , m a s t o d o s , 1 9 N o
o s v e n g u é i s
v o s o t r o s
m i e m b r o s
l o s u n o s
d e
l o s m i s m o s , a m a d o s míos; a n t e s
o t r o s .
dad lugar
á la ira:
porque
v e n 0 D e m a n e r a
q u e
t e n i e n d o e s c r i t o e s t á : M i a e s l a
d i f e r e n t e s d o n e s ,
s e g ú n
l a g a n z a ; y o p a g a r é , d i c e e l
g r a c i a q u e n o s e s d a d a , s i elS e ñ o r .
de p r o f e c í a úsese c o n f o r m e 2 á0 A s í q u e , s i t u e n e m i g o
t u l a m e d i d a d e l a f e * ;
v i e r e h a m b r e ,d a l e d e c o m e r ;
7 Osi ministerio,
en
servir; s i t u v i e r e s e d ,d é t e d e b e b e r:
6 e l q u e e n s e ñ a , e n d o c q -u e h a c i e n d o e s t o , a s c u a s
d e
t r i n a;
f u e g o a m o n t o n a s
s o b r e s u c a 8 E l
q u e e x h o r t a ,
e n
e x - b e z a .
h o r t a r : e l q u e r e p a r t e , há2 1 N o
s e a s v e n c i d o
d e
l o
galo e n s i m p l i c i d a d ; e ml qa l u o e; m a s v e n c e c o n e l b i e n
p r e s i d e , c o n s o l i c i t u d ; e l q u e e l m a l .
h a c e
m i s e r i c o r d i a , c o n
a l e g r í a .
C A P I T U L O
X I I I .
9 IT E l a m o r s e a s i n f i n g i m i e n t o; a b o r r e c i e n d o l om a Recomienda la sujeción- d los
l o ,l l e g á n d o o sá l o b u e n o :
superiores, y á las potes10 Amándoos
los unos á los
tades civiles.
El amor del
o t r o s c o n c a r i i l a d f r a t e r n a l ;
prójimo es el compendio d¿
p r e v i n i é n d o o s c o n h o n r a
l o s
la ley. Imitación
de Jesuu n o s á l o s o t r o s;
cristo.
1 1 E n
e l c u i d a d o n o
p e r e z o s o s ; a r d i e n t e s e n e s p í r i O tD Au ; a l m a s e s o m e t a á l a s
s i r v i e n d o a l
S e ñ o r ;
p o t e s t a d e s s u p e r i o r e s ; p o r 2 4 3
T
ROMANOS, X I I I . XIV.
que no hay potestad sino de levantarnos del sueno; porD i o s ; y las que son,de Dios que ahora nos está mas cerca
nuestra salud que cuando
son ordenadas.
2 A s í que, el que se opone á creímos.
la potestad, á la ordenación 12 L a noche ha pasado, y ha
de Dios resiste : y los que re- llegado el d i a : echemos pues
sisten, ellos mismos ganan las obras de las tinieblas,
y vistámonos las armas de
condenación para sí.
8 Porque los magistrados no luz.
son para temor al que bien 13 Andemos, como de dia,
hace, sino al malo, ¿ Quieres honestamente: no en gloues no temer la potestad ? tonerías, y borracheras; no
[az lo bueno, y tendrás ala- en lechos, y disoluciones; no
en pendencias y e n v i d i a ;
bauza de e l l a :
4 Porque
es ministro de 14 Mas vestios del SeBor
Dios para tu bien. Mas si! Jesu-Cristo, y no hagáis caso
hicieres lo malo, t e m e ; por- de la carne en sus deseos.
que no en vano lleva el cuchillo, porque es ministro de
Dios, vengador para castigo
CAPITULO XIV.
al que hace lo malo.
6 P o r lo cual es necesario Los fuertes en lafé deben ¡o.
que le estéis sujetos, no solaportar á los jíacos y unos JÍ
mente por la ira, mas aun
otros se deben edificar mupor la conciencia.
tuamente evitando el escandalizarse,
y considerando
6 Porque por esto les pagáis
que Dios es el Juez de todos,
también los tributos; porque
son ministros de Dios que
sirven á esto mismo.
E C I B I D al flaco enlafd,
y no para contiendas de
7 Pagad á todos lo que de
beis ; al que tributo, tributo, disputas.
al que pecho, p e c h o ; al que 2 Porque uno cree que se til
temor, t e m o r ; al que honra, de comer de todas cosas: otro
honra.
que es débil, come legum8 N o debáis á nadie nada, bres.
sino amaros unos á o t r o s : 3 E l que come, no menosporque el que ama a l pró- precie al que no c o m e : y el
j i m o , cumplió la ley.
que no come, no juzgue ú
9 Porque, N o adulterarás; que c o m e ; porque Dios la
no maturas; no hurtarás ; no ha levantado.
codiciarás; y si hay algún 4 ¿ T ú , quién eres, que juzotro mandamiento, en esta gas el siervo ajeno? para su
-sentencia se comprende su- señor está en pié, ó cae: ma
m a r i a m e n t e : Amarás á tu se afirmará; que poderoso
es el Señor para afirmarle,
prójimo como á tí mismo.
10 L a caridad no hace m a l 5 U n o hace diferencia entre
al prójimo: así que, el cum- dia y d i a ; otro juzga igual»
plimiento de la l e y es la ca- todos los días. Cada uno este
asegurado en su ánimo.
ridad.
11 Y
esto, conociendo
el 6 E l que hace caso del d¡a¡i
tiempo, que es y a hora de hácelo para el Señor: ytv
244
£
1
x
R
ROMANOS, X I V . X V .
que no hace caso del dia, no lo 16 N o sea pues blasfemado
hace asimismo para el Señor. vuestro b i e n :
El que come, come para el Se- 17 Que el reino de Dios no
ñor ; porque da gracias á es comida ni bebida; sino
D i o s : y el que no come, no justicia, y paz, y gozo por el
come para el Señor, y da Espíritu Santo.
gracias á Dios.
1 8 Porque el que en esto
7 Porque ninguno de nos sirve á Cristo, agrada á Dios,
otros v i v e para s í ; y ninguno y es acepto á los hombres.
muere para sí.
10 A s í que, sigamos lo que
8 Que si vivimos, para el hace á la edificación de los
Señor v i v i m o s : y si mori- unos á los otros.
mos, para el Señor morimos. 20 N o destruyas la obra de
A s í que, ó que vivamos, ó" Dios por causa de la comida.
que muramos, del Señor Todas las cosas á la verdad
somos.
son limpias : mas malo es al
9 Porque Cristo para esto hombre que come con escánmurió, y resucitó, y volvió á dalo.
vivir, para ser Señor así de 21 Bueno es no comer carne,
los muertos como de los que ni beber vino, ni nada en que
viven.
tu hermano tropiece, 6 se
10 Mas tú ¿por qué juzgas ofenda, ó sea debilitado.
á tu hermano? O tú tam- 22 ¿Tienes tú f é ?
Tenia
bién ¿por qué menosprecias para contigo delante de Dios.
á tú hermano? porque todos Bienaventurado el que no se
hemos de estar ante el tribu- condena á sí mismo con lo
nal de Dios.
que aprueba.
11 Porque escrito esta: V i v o 23 Mas el que hace diferenyo, dice el Señor, que a m í cia, si comiere, es condenase doblará toda rodilla, y do, porque no comió por fé :
toda
lengua confesará A y todo lo que no procede de
Dios.
fé, es pecado.
12 De manera que cada uno
de nosotros dará á Dio3 razón
de sí.
CAPITULO XV.
13 Así que, no juzguemos
mas los unos de los otros:
antes bien juzgad de no poner Prosigue el Apóstol su exhortación
con muestras
de
tropiezo ó escándalo al hergrande
aprecio
y afecto
mano.
d los Romanos, y del vehe14 Y o sé, y confio en el Semente deseo que tiene de ir <%
ñor Jesús, que de suyo nada
hay i nmuudo: mas A aquel q ue verlos de camino para Espiensa alguna cosa ser in- paña.
munda, para él es inmunda.
S I que, los que somos mas
15 Empero si por causa de
firmes debemos sobrellela comida tu hermano es contristado, y a no andas con- var las flaquezas de los flaforme a la caridad. N o ar- cos, y no agradarnos á nosruines con tu comida A aquel otros mismos.
por el cual Cristo murió.
, 2 Cada uno de nosotros
245
A
ROMANOS,
agrade & su prójimo en bien,
á edificación.
3 Porque Cristo no se agradó á sí m i s m o ; antes bien,
como está escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre m í .
4 Porque las cosas que antes
fueron escritas, para nuestra
ensefianza fueron escritas;
para que por la paciencia, y
por la consolación de las
escrítuias, tengamos esperanza.
5 Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé
que entre vosotros seáis unan m e s según Cristo Jesús:
6 Para que concordes, á una
boca glorifiquéis al Dios y
P a d r e de nuestro Señor Jesucristo.
7 Por tanto sobrellevaos los
anos á los otros, como también Cristo os sobrellevé para
gloria de Dios.
8 Digo pues : Que Cristo fué
ministro de la circuncisión,
por la verdad de Dios, para
confirmar las promesas de los
padres.
0 Empero que los Gentiles
glorifiquen á Dios por la misericordia, como está escrito:
P o r tanto y o t o confesaré
entre los Gentiles, y cantaré
á tu nombre.
1 0 Y otra v e z d i c e : A l e graos, Gentiles, con su pueblo.
11 Y otra v e z : Alabad al
Señor, todos los Gentiles, y
mogniñcadle, todos los pueblos.
12 Y otra v e z dice Isajas:
Estará la raíz de Jesé, y el
que se levantará á regir los
G e n t i l e s ; los Gentiles esperarán en él.
13 Y el Dios de esperanza
os llene de todo gozo y paz
240
XV.
c r e y e n d o ; para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
14 "f Empero cierto estoy yo
de vosotros, hermanos mios,
que aun vosotros mismos
estáis llenos de bondad, llenos
de todo conocimiento, de tal
manera que podáis amonestaros los unos á los otros.
1» Mas os he escrito, en,
parte resueltamente, como
amonestándoos por la gracia
que de Dios me es dada,
10 Para ser ministro de
Jesu-Cristo á ios Gentiles,
ministrando el Evangelio de
Dios, para que la ofrenda de
los Gentiles sea agradable,
santificada por el Espíritu
Santo.
17 Tengo pues mi gloria en
Cristo Jesús en lo que miraá
Dios.
18 Porque no osaría hablar
alguna cosa que Cristo no
haya hecho por m í para la
obediencia de los Gentiles,
con la palabra y con las
obras,
19 Con potencia de milagros
y prodigios en virtud del
Espíritu S a n t o : de manera
que desde Jerusalem, y por
los alrededores hasta la Esclavonia, he llenado todo del
Evangelio de Cristo.
20 Y de esta manera me
esforcé á predicar el Evangelio,, no donde antes Cristo
fuese nombradOj por no edificar
sobre ajeno
fundamento ;
21 Sino como está escrito:
A los que no fué anunciado
de él, v e r á n : y los que no
oyeron, entenderán.
22 Por lo cual aun he sido
impedido muchas veces de
venir á vosotros.
23 Mas ahora no teniendo
ROMANOS, XV. XVI.
mas lugar en estas regiones,
v deseando ir á vosotros muCAPITULO XVI.
tuos años lia,
y memorias, y
24 Cuando
partiere
para Encomiendas
último aviso" de San Pauto
España, iré ci vosotros; porá los fieles residentes
en
que espero que pasando os
Moma.
veré,3* que seré llevado de vosotros alia: si empero Antes
hubiere gozado de vosotros.
X C O M I É N D O O S empero
á Febc nuestra herma25 Mas ahora parto para
Jerusalem á ministrar a los na, la cual es Dinconisa de
la Iglesia que está en Gensantos.
ere
as
:
2tí Porque Macedonia y A eaya tuvieron por bien hacer 2 Que la recibáis en el Senna colecta para los pobres ñor, como es digno á los sande los santos que están en tos, y le ayudéis en cualJerusalem.
quiera cosa en que os hubiere
27 Porque les parcelé bueno, menester: porque ella ha
y son deudores á ellos : por-| ayudado á muchos, y á m í
que si los Gentiles han sido, mismo.
hechos participantes de susí 3 Saludad & Prlsca y á A bienes e^pirsituües,
deben quila, mis coadjutores
en
también ellos servirles en los Cristo J e s ú s ;
carnales.
4 (Que pusieron sus cuellos
28 Así que, cuando hubiere por mi v i d a : á los cuales no
concluido esto, y les hubiere doy gracias y o solo, mas aun
consignado este fruto, pa- todas las Iglesias de los G e n saré por ahí á España.
tiles.)
29 Y sé que cuando llegue á 5 Asimismo á la Iglesia de
vosotros, llegaré con abun- su cusa.. Saludad á Epeneto,
dancia de la bendición de amado mió, que es las primiCristo.
cias de Asia eu Cristo.
:jo líuégoos empero, herma-; G Saludad á Muría, la cual
tíos, por el Señor nuestro ha trabajado mucho con vosJchU-Cristo, y por la cari- otros.
dad del Espfntu, que me 7 Saludad á Andrénico y á
ayudéis con oraciones por mí Junia, mis parientes y mis
á Dios,
compañeros en la caut i \i31 Que sea librado de los d a d ; los que son insignes
rebeldes que están en Judéa, entro los apestóles, los cuales
y que la ofrenda de mi ser- también fueron antes de mi
vicio á los santos en Jerusa- en Cristo.
lem sea acepta;
8 Saludad á Amplias, amado
32 Para que con gozo llegue mió eu el Señor.
á vosotros por la voluntad de 9 Saludad á U r b a n o , nuesDios, y que sea recreado jun- tro ayudador en Cristo Jesús,
l.micnte con vosotros.
y á Stachis, amado mió.
3-': Y el Dios de paz sea con 10 Saludad á Apelos, protodos vosotros. A m e n .
bado en Cristo. Saludad á
los que son de Aristélmlo
11 Saludad á llerodion, mi
247
E
OS, X V I .
pariente. Saludad á los que tara presto é Satanás deson de la casa de Narciso, los bajo de vuestros pies. La
que están en el Señor.
I gracia del
Señor nuestro
vos12 Saludad á Trifena, y á J e s u c r i s t o sea con
Trifosa, las cuales trabajan otros.
en el Señor. Saludad á Pe'r- 21 Os saludan Timoteo, mí
sida amada, la cual ha traba- coadjutor, y Lucio, y Jason,
jado mucho en el Señor.
y Sosipater, mis parientes.
13 Saludad á Bufo, escogido 22 Y o Tercio, que escribí la
en el Señor, y á su madre y Epístola, os saludo eu el Señor.
mia.
14 Saludad á Asincrito, á 23 Salúdaos G a y o , mi huésF l e g o n t e , á Hermas, á P a - ped, y de toda la Iglesia.
trobas, á Mercurio, y á los Salúdaos Erasto, tesorero de
hermanos que están con ellos. la ciudad, y el hermano Cu15 Saludad á Filólogo, y á arto.
Julia, á Nere'o, y á su her- 24 L a gracia del Señor nuesmana ; y á Olimpa, y á todos tro Jesu-Cristo sea con todos
los santos que están con ellos. vosotros. A m e n .
Id Sauidáos los unos á los 2á % Y al que puede confirotros con ósculo santo. Os maros según mi Evangelio, y
saludan todas las iglesias de la predicación de Jesu-Cristo,
Cxisto.
según la revelación del mis17 f Y os ruego, hermanos, terio encubierto desde tiemue miréis los que causan pos eternos,
isensiones y escándalos fuera : 20 M a s manifestado ahora,
de la doctrina que vosotros :y por las escrituras de loa
habéis aprendido; y apar- profetas, según el mandataos de ellos.
miento del Dios Eterno, de18 Porque los tales no sirven clarado á todas las gentes
al Señor nuestro Cristo, sino para que obedezcan á la
á sus vientres • y con suaves f é ;
palabras y bendiciones enga- 27 A él, solo Dios sabio, sea
ñan los corazones de los sim- I gloria por Jesu-Cristo para
ples.
; siempre. A m e n .
19 Porque
vuestra
pbeF u é escrita de Corlnto á
dtencia ha venido á ser notoria á t o d o s : así que, me
los Romanos, enviada por
gozo de vosotros; mas quiero
medio de Febe, Diacoque seáis sabios en el bien, y
n isa de la Iglesia de Ceasimples en el mal.
creas.
20 Y el Dios de pazquebran-
3
LA.
PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL
SAN PABLO
1
LOS
COKINTIOS.
5 Que en todas las cosas sois
enriquecidas en él, en toda
lengua y en toda ciencia ;
6 Asi como el testimonio de
Cristo ha sido confirmado en
vosotros:
7 D e tal manera que nada
os falte en ningún don, esperando la manifestación de
nuestro Señor Jesu-Cristo.
8 E l cual también os confirA B L O , llamado dser após- mará hasta el fin, para que
tol de Jesu-Crísto por la seáis sin falta en el dia de
voluntad de ¡Dios, y Sos- nuestro Señor Jesu-Cristo.
tenes el hermano,
j 9 Fiel es Dios, por el cual
2 A la iglesia do Dios que: sois llamados á la participaestá en Corinto, santificados ción de su Hijo Jesu-Cristo
en Cristo Jesús, llamados nuestro Señor.
santos ; y á todos los que in-, 1 0 IT Os ruego, pues, hermavocan el nombre de nuestro nos, por el nombre de nuesSeñor Jesu-Cristo en cual- tro Señor Jesu-Cristo, que
quier lugar, Señor
de ellos! habléis todos una misma
y nuestro:
! cosa, y que no haya entre
3 Gracia y paz de Dios nues- vosotros disensiones, antes
tro Padre, y del Señor Jesu- seáis perfectamente unidos
en una misma mente, y en
Cristo.
4 t Gracias doy & mi Dios un mismo parecer.
siempre por vosotros, por la 11 Porque m e ha sido degracia de Dios que os es dada clarado de vosotros, hermaen Cristo Jesús;
nos míos, por los que son de
249
C A P I T U L O T.
Exhórtalos
á la unión y concordia:
les hace ver cómo
confunde Dios la
sabiduría
y soberbia humana,
y que
la cruz de Cristo, que es
una necedad
y
escándalo
iara los mundanos,
es para
os fieles sabiduría
y salud.
Í
P
I . C O R I N T I O S , T. T I .
Cloé, que hay cutre vosotros 23 Mas nosotros predicamos
contiendas;
á Cristo crucificado, que es á
12 Quiero decir, que cada los Judíos ciertamente tropeuno de vosotros d i c e : Y o zadero, y á los Gentiles locura.
cierto soy de Rabio; pues yo 24 Empero á los llamados,
de Apolos ; y yo de Céfas; y agí Judíos como Griegos,
vo de Cristo.
Cristo potencia do Dios, y
33 ¿ Está dividido Cristo,? sabiduría de Dios,
¿ F u é crucifidado Pablo por 25 Porque lo loco de Dios es
vosotros ?
é ¿ habéis stdo mas sabio que los hombres; y
bautizados en el nombre de lo flaco de Dios es mas fuerte
Pablo ?
que los hombres.
14 Doy gracias á mi Dios, 26 Porque mirad, hermanos,
que á ninguno de vosotros vuestra vocación, que no sois
he bautizado, sino á Crispo y muchos sabios según la carne,
á Gaio,
no muchos poderosos, no mu15 Para que ninguno diga] chos nobles:
que habéis sido bautizados en 27 Antes lo necio del mundo
mi nombre.
escogió Dios, para avergonlo l también bautizé la fa- zar á los sabios : y lo ñaco del
milia de Estéfanas: mas no sé mundo escogió Dios, para
si he bautizado á algún otro. avergonzar lo fuerte;
17 Porque no me
envié 28 Y lo vil del mundo, y lo
Cristo á bautizar, sino á pre- menospreciado escogió Dios;
dicar el Evangelio: no en v lo que no es, para deshacer
sabiduría de palabras, por- lo que es:
que no sea hecha vana la 29 Para que ninguna enrne
oruz de Cristo.
se Jacte en presencia de Dios.
18 f Porque la palabra de 30 Mas de él sois vosotros en
la cruz es locura á los que Cristo Jesús, el cual nos ha
se pierden; mas á los que sel sido hecho por Dios sabiduría,
salvan, es á saber, á nosotros, y justificación, y santificación, y redención:
es potencia de Dios.
19 Porque está escrito: Des- SI Para que, como está estruiré la sabiduría de los sa- crito: El, que se gloría, globios, 3' desecharé la inteligen- ríese en el Señor.
cia de los entendidos.
so ¿ Qué es del sabio ? ¿ Qué;
del escriba? ¿ Qué del escuCAPITULO IT,
driñador de este siglo? ¿no
ha enloquecido Dios la sabiDemuestra
et apóstol que tu
duría del mundo ?
predicación
en Corinto no
21 Porque por no haber el
habia sido con pompa it
mundo conocido en la sabipalabras,
ni
aparato de
duría de D i o s a Dios por saciencia humana, sino con ta
biduría, agradé á Dios salvar
sabiduría aprendida en <*
los creyentes por la locura de
escuela
de
Cristo
crucificado,
la predicación.
la cual solamente pued* en22 Porque los Judíos piden
tendersepor medio del Esfiseñales, y los Griegos buscan
rtiu de Dios.
sabiduría
250
r
I. CORINTIOS, I I . i n .
A
ST que, hermanos, cuando cosas que son de Dios, sino el
fUÍ a vosotros, no fui con Espíritu de Dios.
altivez de palabra, ó de sabi- 12 Y nosotros hemos reciduría, á anunciaros el testi- bido, no el espíritu del mundo,
monio de Cristo.
sino el Espíritu que es de Dios,
2 Porque no me propuse sa- ara que conozcamos lo que
ber algo entre vosotros, sino á ¡ios nos ha d a d o :
Jesu-Cristo, y á este cruclfl- 13 L o cual también hablat-ado.
mos, no con doctas palabras
3 Y estuve y o con vosotros de humana sabiduría, mas
con flaqueza, y mucho temor con doctrina del Espíritu,
acomodando lo espiritual á lo
y temblor:
4 Y ni mi palabra ni ml pre- espiritual.
dicaclon/ue con palabras per- 14 M a s el hombre animal no
suasivas de humana
sabi- ercihe las cosas que son del
duría, mas con demostración Ispíritu de Dios, porque le
del Espíritu y de poder;
son locura: y no las puede
5 Para que vuestra Sé no esté entender, porque se han, de
fundada en sabiduría de hom- examinar espirituahnente.
bres, mas en poder de Dios.
15 Empero el espiritual juzga
6 f Empero hablamos sabi- todas las cosas; mas él no es
duría entre perfectos; y sabi- Ijiisgado de nadie.
duría, no de este siglo, ni de 16 Porque ¿quién conoció la
los príncipes de este siglo, que mente del Señor ? ¿ Quién le
se deshacen :
instruyó? M a s nosotros t e 7 Mas hablamos sabiduría nemos la mente del Señor.
de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios
CAPITULO III.
predestiné antes de los siglos
para nuestra gloria:
Reprende d los que se apasio8 La que ninguno de los prínnan por los predicadores del
cipes de este siglo conoció;
Evangelio, sin mirar al Seporque si la hubieran conoñor cuyos ministros son, y
cido, nunca hubieran crucificuya gracia es la que procado al Señor de gloria:
duce el fruto en las almas;
9 Antes, como esta escrito:
y exhorta á que despreciCosas que ojo no vio, ni, oreja
ando la vana sabiduría del
oyó, ni han subido en corazón
mundo
se abracen con la
do hombre, son las queha Dios
sabia ignorancia, del Evanpreparado para aquellos que
gelio.
lo aman.
10 Empero Dios nos lo revelé
E manera que y o , hermaá nosotros por su Espíritu:
nos, no pude hablaros
porque el Espíritu todo lo como á espirituales, sino coescudrina, aun lo profundo de mo á carnales, como á niños
Dios.
en Cristo.
U Porque ¿quién de los hom- 2 Os di á beber leche, y no os
bres sabe las cosas del hom- di v i a n d a : porque aun no
bre, sino el espíritu del mismo' podíais, ni aun podéis a h o r a ;
hombre que está en él ? A s í 3 Porque todavía sois cartampoco nadie conoció las nales : pues habiendo entro
251
E
E
x
D
I. CORINTIOS, III. IV.
vosotros celos, y contiendas, 15 Si la obra de alguno fuere
y disensiones, ¿ no sois car- quemada, será perdida; él
hules, y andáis como hom- empero será salvo, mas así
como escapado por fuego.
bres ?
4 Porque diciendo el uno: Y o 16 T7 i N ° sabéis que sois
cierto soy de P a b l o ; y el otro, templo de Dios, y que el Esyo de A p o l o s ; ¿ no sois car- píritu de Dios mora en vosnales ?
otros ?
5 IT ¿ Qué pues es Pablo ? y 17 Si alguno violare el tem¿qué es Apolos?
Ministros plo de Dios, Dios destruirá al
por 103 cuales habéis creído; t a l ; porque el templo de Dios,
y eso según que á cada uno ha el cual sois vosotros, santo es.
concedido el Señor.
18 Nadie se engañe á sí misG Y o planté, Apolos r e g e ; m o : si alguno entre vosotros
mas Dios ha dado el creci- parece ser sabio en este siglo,
llágase simple, para ser de
miento.
7 A s í que ni el que planta es veras sabio.
algo, ni el que r i e g a ; sino 19 Porque l a sabiduría do
Dios, que da el crecimiento. este mundo es necedad para
8 Y el que planta y el que con D i o s : pues escrito está;
riega son una misma c o s a ; El que prende á los sabios en
aunque cada uno recibirá su la astucia de ellos.
recompensa conforme Á su 20 Y otra v e z : E l Señor
labor.
conoce los pensamientos de
O Porque nosotros
coadju- los sabios, que son vanos.
tores somos de D i o s : y vos- 21 A s í que ninguno se glorie
otros labranza de Dios sois, en los hombres; porque todo
edificio de Dios sois.
es vuestro.
10 Conforme á la gracia de 22 Sea Pablo, sea Apolos,sea
Dios que m e ha sido dada, yo Céfas, sea el mundo, sea la
como perito arquitecto puse el vida, sea l a muerte, sea lo
fundamento, y otro edifica presente, sea lo porvenir; toe n c i m a : empero cada uno vea do es v u e s t r o :
como sobreedifica.
23 Y vosotros de Cristo;y
11 Porque nadie puede poner Cristo de Dios.
otro fundamento que el que
está puesto, e l cual es Jcsu<
CAPITULO IV.
Cristo.
12 Y si alguno edificare sobre Oficio del verdadero Apóstol,
este fundamento oro, plata.
y estima que se merece. Si*
iedras preciosas, madera,
gue reprendiendo
con sin« n o , hojarasca,
gular energía y mansedunx*
13 L a obra de cada uno seré
ore á los Corintios.
manifestada; porque el día la,
declarará,: porque por el fueÉ N G A N N O S los hombres
go será manifestada, y la obra
por ministros de Cristo, y
de cada uno cual sea, el fuego dispensadores de los misterios
liará la prueba.
de Dios.
14 Si permaneciere la obra, 2 M a s ahora se requiere en
de alguno que sobreedificé, los dispensadores, que cada
recibirá recompensa.
¡uno sea hallado fiel.
252
Í
T
I. C O R I N T I O S , I V . V .
3 Y o en muy poco tengo el dos de golpes, y andamos
ser juzgado de vosotros, ó de vagabundos,
cualquier humano d í a ; y ni 12 Y trabajamos, obrando
aun yo me juzgo.
con nuestras m a n o s : nos mal4 Porque aunque de nada dicen, y bendecimos; padetengo mala conciencia, no por, cemos persecución, y sufrieso soy justificado; mas el m o s ;
que me juzga el Señor es.
13 Somos blasfemados, y r o 5 Así que no juzguéis nada gamos : hemos venido á ser
antes de tiempo, nnsta que como la hez del mundo, el
venga el Señor, el cual tam- desecho de todos hasta ahora.
bién aclarará lo oculto de las 14 N o escribo esto para avertinieblas, y manifestará los| gonzaros ; mas amonésteos
lutentos de los corazones; y como á mis hijos amados.
entonces cada uno tendrá de 15 Porque aunque tengáis
Dios la alabanza,
diez mil ayos en Cristo, no
6
Esto empero, hermanos, tendréis muchos padres; que
he pasado por ejemplo en mí en Cristo Jesús y o os engeny en Apolos por amor de dré por el E v a n g e l i o .
vosotros; para que en nos- 10 Por tanto os ruego que me
otros aprendáis á nosaber mas imitéis.
de lo que está escrito, hin- 17 Por lo cual os he enviado
chándoos por causa de otro el & T i m o t e o , que es mi hijo
uno contra el otro.
amado, y fiel en el Señor, el
7 Porgue ¿ quién te distin cual os amonestará de mis
gue? o ¿qué tienes que no caminos cualessean en Cristo,
hayáis recibido ? Y si lo re- de la manera que enseño en
cibiste, ¿ d e qué te glorias todas partes, en todas las
como si no hubieras reci- iglesias.
bido?
18 Mas algunos están en8 Y a estáis hartos, ya estáis, vanecidos, como si nunca huricos; sin nosotros reináis ya: biese y o de ir á vosotros.
y ojalá reinéis, para que nos- 19 Empero iré presto á vosotros reinemos también jun- otros, si el Señor quisiere; y
tamente con vosotros.
entenderé, no las palabras de
9 Porque á lo que pienso, los que asi andan hinchados,
Dios nos ha mostrado á nos- sino la virtud.
otros los apóstoles por los pos-, 20 Porque el reino de Dios no
treros, como á sentenciados áj consiste en palabras, sino en
muerte : porque somos hechos virtud.
espectáculo al inundo, y á los 21 ¿ Qué queréis ? ¿ iré á
ángeles, y á los hombres.
vosotros con vara, ó con cari10 Nosotros necios por amor dad, y espíritu de mansede Cristo, y vosotros pru- dumbre ?
dentes en Cristo; nosotros
flacos, y vosotros fuertes ;¡
vosotros nobles, y nosotros!
CAPITULO V.
viles.
H Hasta esta horahambrea-, Excomulga el apóstol à un inmos, y tenemos sed, y esta-! cestuoso, y exhorta d tos
mos desnudos, y somos heri , fieles de Corinto ó, que eviten
253
I. CORINTIOS, V. VI.
el trato con los que llamán- droues, é con los Idólatras;
dose, tales, llevasen una vida pues en tal caso os scrlíi
menester salir del inundo.
estragada.
11 Mas ahora os he escrito,
E cierto se oye que hay que no os envolváis: es a
entre vosotros fornica- saber, que si alguno llaman*
idose
hermano fuere fornicación, y tai fornicación cual ni
aun se nombra entre los Gen- rio, ó avaro, ó idólatra, é m:dtiles ; tanto que alguno tenga I diciente, ó borracho, ó ladrón;
con el tal ni aun comáis.
la mujer üe su padre.
2 Y Y O S O Í I - O S estáis hincha- 12 Porque ¿ qué me va á m(
dos, y no mas bien tuvisteis! en juzgar á los que están
duelo, para que fuese quitado fuera? ¿no juzgáis vosotroa
de en medio de vosotros el á los que están dentro ?
que hizo tal obra.
13 Porque á los que están
3 Y ciertamente, como au- fuera, l>ios juzgara. Quitad
sente con el cuerpo, mas pre- pues a ese malo de entre vossente en espíritu, y a como otros mismos.
presente he juzgado al que
esto así ha cometido :
4 En el nombre del Señor
CAPITULO VL
nuestro Cristo, juntados vosotros y mi espíritu, con la Contra los desórdenes de los
facultad de nuestro Señor
pleitistas y de los deshonesJesu-Cristo,
tos.
5 El tal sea entregado á
Satanás para muerte de la ¿/"\SA alguno de vosotros,
carne, porque ei espíritu sea
V-/ teniendo algo con otro,
salvo en el dia del Señor ir á juicio delante de los in*
Jesús.
justos, y no delante de los
G N o es buena vuestra jac- santos?
tancia, ¿ N o sabéis que un: 2 O ¿no sabéis que los sanoco de levadura leuda toda tos han de juzgar al inundo?
i masa ?
Y si el mundo ha de ser juz7 Limpiad pues la viejaleva- gado por vosotros, ¿sois indnra para que seáis nueva dignos de juzgar en cosas
masa, como sois sin levadura: muy pequeñas?
porque nuestra Pascua, que es 3 O ¿ no sabéis que hemos de
Cristo, fué sacrificada por juzgar á los ángeles ? ¿ cunosotros.
ánto mas las cosas de este
8 Así que hagamos fiesta, siglo ?
no en la vieja levadura, ni en 4 Por tanto si hubiereis de
la levadura de malicia, y de tener juicios de cosas de este
maldad ; sino en ázimos de siglo, poned para juzgaWíWá
sinceridad y de verdad.
los que son de menor estima
9 IT Os he escrito por carta, en la iglesia.
que no os envolváis con los ¡ 5 Para avergonzaros lodlgo.
fornicarios:
¿ Pues qué, no hay entre vos10 N o absolutamente con los otros sabio, ni aun uno, que
fornicarios de este mundo, ó pueda juzgar entre sus hercon los avaros, é con los la-. manos ;
254
D
E
I, CORINTI'OS, VI. Vil.
6 Sino queel hermano con el 16 O ¿ n o sabéis que el que
Imrmano pleitea en juicio, y i se junta con una ramera, i s
hecho con ella un cuerpo?
esto ante los infieles?
7 Asi que, por cierto es y a porque serán, dice, los dos en
una falta en vosotros, que una carne.
tengáis pleitos entre vosotros 17 Empero el que se junta
mismos. ¿ P o r qué no sufrís con el Señor, un espíritu es.
antes la injuria? ¿ p o r q u é no 18 H u i d l a fornicación. Cualsufrís antes ser defraudados ? quier otro pecado que el hom8 Empero vosotros hacéis la bre hiciere, fuera del cuerpo
injuria, y defraudáis; y esto e s ; mas el que fornica, contra
su propio cuerpo peca.
á los hermanos.
9 ¿ No sabéis que los injustos 19 O ¿ ignoráis que vuestro
no poseerán el reino de Dios ? cuerpo es templo del Espíritu
N o erréis, que ni los forni- Santo, elcual está en vosotros,
carios, ni los idólatras, ni los el cual tenéis de Dios, y que
adúlteros, ni los afeminados, no sois vuestros ?
ni los que se echan con va- 20 Porque comprados sois
rones,
por precio : glorificad pues á
10 N i los ladrones, ni los Dios en vuestro cuerpo, y en
avaros, ni los borrachos, ni los vuestro espíritu, los cuales son
maldicientes, ni losrobadores de Dios.
heredarán el reino de Dios.
11 Y esto erais algunos: mas
ya sois lavados, mas ya sois
CAPITULO VII.
santificados, mas ya sois
justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu Respondiendo el Apóstol á algunos puntos sobre qu<> pade nuestro Dios.
rece le habían
preguntado,
12 % Todas las cosas me son
da respecto de unos oporlícitas, mas no todas convietuna instrucción, y declara
nen : todas las cosas me son
como especial
mandamiento
lícitas, mas y o no me med'lSeñor
loque en orden d
teré debajo de potestad de
otros dice, extendiéndose á
nada.
dar su parecer
en otras
13 Las viandas son para el
cosas que aconseja,
atendivientre, y el vientre para las
das las circunstancias
de
viandas; empero y a él y á
aquellos
tiempos
en que'
ellas deshará Dios : mas el
escribía*
cuerpo no ts para la fornicación, sino para el Señor, y el
Señor para el cuerpo.
U A N T O á las cosas de que
14 Y Dios que levanté al
me escribisteis : bien seria
Señor, también á nosotros nos al hombre no tocar mujer
levantará con su poder.
2 Mas á causa de las fornica15 ¿ N o sabéis que vuestros ciones, cada uno tenga su
cuerpos son miembros de mujer, y cada una tenga su
Cristo? ¿Quitaré pues los marido.
miembros de Cristo, y los 3 El marido pague a l a mujer
haré miembros de una ra- la debida benevolencia; y asimera? Lejos sea.
mismo la mujer al marido.
265
1
C
I. C O R I N T I O S ,
VII.
4 L a mujer no tiene potestad 15 Pero si el infiel se aparta,
de su propio cuerpo, sino el apártese; que no es el hermarido: e igualmente tam- mano ó la hermana sujeto ú,
poco el marido tiene potestad servidumbre en semejantu
de su propio cuerpo, siuo la caso: mas á vivir en paz nos
mujer.
llamé Dios,
5 No os defraudéis el uno al 16 Porque ¿ de dónde sabes,
otro, a no ser por algún ticm- \oh mujer, si quizá harás salvo
po, de mutuo consentimiento, á tu marido ? ó ¿ de dónde
para ocuparos en la oración; sabes, oh marido, si quizá
y volved á juntaros en uno. harás salva á tu mujer?
porque no os tiente Satanás a 17 Empero cada uno como el
causa de vuestra incontinen- Señor te repartió, y como Dios
cia.
llamó á c a d a uno, así ande:
6 Mas esto digo por per- y así enseño en todas las
misión, no por mandamiento. iglesias.
7 Quisiera mas bien que to- 18 ¿ Es llamado alguno cirdos los hombres fuesen como cuncidado ? quédese circuny o : empero cada uno tiene ciso : ¿ es llamado alguno insu propio don de Dios ; uno á circuncidado? que no se cirla verdad así, y otro así.
cuncide.
8 % Digo, pues, á los solteros 19 L a circuncisión nada es,
y á las viudas, que bueno les y la incircuncision nada es,
es si se quedaren como yo.
sino la observancia de los
9 Y si no tienen don de con- mandamientos de Dios.
tinencia, cásense; que mejor 20 Cada uno en la vocación
es casarse que quemarse.
en que fué llamado, en ella so
10 Mas á los que están jun- quede.
tos en matrimonio denuncio, 21 ¿ Eres
llamado siendo
no yo, sino el Señor: Que la siervo? no se te dé cuidado:
mujer
no se aparte del mas también si puedes hacerte
marido.
libre, procúralo mas.
11 Y si se apartare, que se 22 Porque el que en el Señor
quede sin casar, ó reconcilíese :s llamado, siendo siervo,
con su marido: y que el liberto es del Seüor: asimismarido no despida á su mo también el que es llamado
mujer.
siendo libre, siervo es de
12 Y á los demás yo digo, no Cristo.
el Señor: Si algún hermano 23 Por precio sois compratiene mujer infiel, y ella con- dos ; no os hagáis sierros de
siente en habitar con él, no la los hombres.
despida.
24 Cada uno, hermanos, en
13 Y la mujer que tiene ma- lo que es llamado, en esto se
rido intlel, y él consiente en quede para con Dios.
habitar con ella, no lo deje.
25 % Empero de las vírgenes
14 Porque el marido infiel es no tengo mandamiento del
santificado en la mujerySe/,y .^eñor; mas doy mi parecer,
la mujer infiel en el hermano: como quien ha alcanzado
ues de otra manera vuestros misericordia del Señor para
¡jos serían inmundos; em- ser fiel.
pero ahora son santos.
20 Tengo, pues, esto por
256
;
E
J. CORINTIOS, V I I . V I I
bueno á causa de la necesidad cosa fea en su virgen, que
qi;c apremia, que bueno es al pase y a de edad, y que así
conviene que se haga, haga
liombre estarse así.
27 ¿ Estás ligado á mujer? n o lo que quisiere; no peca,
procures soltarte.
¿ Estás cásense.
suelto de mujer? no procures 37 P e r o el que está firme en
mujer.
, su corazón, y no tiene necesi28 Mas también si tomares dad, sino que tiene libertad de
mujer, no pecaste; y si la i su voluntad; y determinó en
doncella se cusáre, no pecó : su corazón esto, acerca de
pero aflicción de carne ten- guardar su virgen, bien hace.
drán los tales: m a s y o o s dejo. 38 A s í que el que la da en
29 Esto empero digo, her- casamieuto, bien h a c e ; y el
manos, que el tiempo es c o r t o : que no la da en casamiento,
lo que resta es, que los que hace mejor.
tienen mujeres sean como los 89 f L a mujer casada está
que no las tienen ;
atada W la ley, mientras v i v e
30 Y los que lloran, como los su marido ; mas si su marido
que no lloran; y los que se muriere, libre e s : cásese con
huelgan, como los que no se quien quisiere, contal que sea
huelgan; y los que compran, en el Señor.
como los q u e no poseen ;
40 Empero mas venturosa
31 Y los que usan de este será si se quedare así según
mundo, como los q u e no usan: mi consejo: y pienso que
porque la apariencia de este también y o tengo Espíritu de
mundo se pasa.
Dios.
32 Quisiera pues que estuvieseis sin congoja. El solCAPITULO VIII.
tero tiene cuidado de las cosas
que son del Señor, como ha En orden á si es ó no lícito
de agradar al Señor.
comer de las viandas o/re33 Empero el que se casó
cidas á los ídolos, declara el
tiene cuidado délas cosas que
Apóstol la libertad del crisson del mundo, como ha de
tiano en esta parte,
pero
agradar á su mujer.
advirtiendo que se evite escandalizar á los flacos en la
34 Hay asimismo diferencia
entre la casada y la doncella: jé, y el que, inducidos por el
ejemplo, lleguen á
pecar
l a doncella tiene cuidado de
comiendo de aquellas contra
las cosas del Señor, para ser
su propia
conciencia.
santa así en el cuerpo como
en el espíritu: mas la casada
tiene cuidado de las cosas del
P O R lo que hace á lo samundo, como ha de agradar
crificado á los ídolos, sa&su marido.
bemos que todos tenemos
35 Esto empero digo para ciencia. L a ciencia hincha,
vuestro provecho; no para mas ia caridad edifica.
echaros lazo, sino para lo 2 y si a alguno se imagina
honesto y decente, y para que que sabe algo,, aun no sabe
sin impedimento os lleguéis nada como debe saber.
al Señor.
:> Mas si alguno ama á Dios,
se Mas si á alguno parece el tal es conocido de él.
S
Y
I. CORINTIOS,
VIII.
IX.
4 A c e r c a pites de las viandas
C A P I T U L O IX.
que son sacrificadas á los
filólos, sabemos que el ídolo Ampliando el Apóstol lo qm
nada es en el mundo, y que
antes ha indicado sobre <i
no hay mas de un Dios.
uso de la libertad cristiana
3 Porque aunque haya alguen cosas de sayo indiferente,
nos que se llamen dioses, o en
recuerda como él mismo, <\
el cielo, ó en la tierra, (como fin dé evitar posibles inconhay muchos dioses y muchos
venientes en la obra de ¡ti
señores,)
ministerio,
habia renunciado aun á aquello qut
0 Nosotros empero no tenepodía y le era debido come
mos mas de un Dios, el PaApóstol, y héchose todo pata
dre, del cual son todas las
con todos, por ganar pan
eosas, y nosotros en e l ; y un
Dios á muchos.
Señor, Jesu-Cristo, por el
cual son todas las oes as, y
nosotros por él.
i M ° ° y apóstol? ¿no sov
7 Mas no en todos hay esta
J-* libre ? ¿ no he visto ti
ciencia: porque algunos con Jesús el Señor nuestro? ¿no
conciencia del ídolo hasta sois vosotros mi obra en el
aquí, comen como sacrificado Señor?
á ídolos; y su conciencia, 2 Si á los otros no soy apifr
siendo flaca, es contaminada. tol, á vosotros ciertamente lo
8 Si bien la vianda no nos s o y ; porque el sello de mi
hace mas aceptos á D i o s : apostolado sois vosotros en ol
porque ni que comamos, sere- Señor.
mos mas ricos; ni que no 3 Esta es mi respuesta & los
comamos, seremos más po- que me preguntan.
bres.
4 Qué, ¿no tenemos potestad
9 Mas mirad qué esta vues» de comer y de beber?
tra libertad no sea tropeza- 5 ¿ O no tenemos potestad ile
dero á los que son flacos.
traer con nosotros una her10 Porque si te ve alguno, á mana mujer también como
tí que tienes está ciencia, que los otros apóstoles, y los herestás sentado á la mesa en el manos del Señor, y Oéfas?
lugar de los ídolos, ¿ l a con- G ¿O solo y o y licrnalic' no
ciencia de aquel que es flaco, tenemos potestad de no tra*
no será adelantada á comer bajar?
de lo sacrificado á los ídolos? 7 ¿ Quién jamás peleé á su
¿ Quien planta
U i Y por tu ciencia se per- expensas?
derá el flaco, el hermano, por viña, y no come de su fruio?
ó ¿ quién apacienta el ganade»
el cual Cristo murió?
12 D e esta manera, pues, pe- y no come de la leche del
cando contra los hermanos, é ganado ?
hiriendo su flaca conciencia, 8 ¿ Digo esto solamente se*
contra Cristo pecáis.
gun los hombres? ¿No dito
13 P o r lo cual, si la comida esto también la ley?
es á mi hermano ocasión de 9 Porque en la ley de 3IoIw
caer, jamas comeré carne poí- está escrito: No pondrás bono escandalizar á mi her- zal al buey que trilla. ¿Tiene
mano.
,Dios cuidado de los bueyu*-'
258
s
I, CORINTIOS, IX; X.
10 ¿ O díce/oenteramente por siervo de todos por ganar á
nosotros? Pues por nosotros mas.
está escrito: porque con es- 29 Heme hecho á los Judies
peranza ha de arar el que como Judío, por ganar á los
ara; y el que trilla, con espe- Judíos ; á los que están sujeranza de recibir el fruto.
tos á la ley, aunque y o no
11 Si nosotros os sembramos seasujetoá la ley, como sujeto
lo espiritual, ¿será gran cosaá la l e y por ganar á los que
si segáremos de lo vuestro están sujetos a la l e y ;
carnal?
21 A los que son sin l e y ,
12 Si otros tienen en vosotros como si y o fuera sin l e y , (no
esta potestad, ¿no mas bien estando y o sin ley de Dios,
nosotros ? Mas no hemos mas en la ley de Cristo,) por
usado de esta potestad; antes ganar á los que estaban sih
lo sufrimos todo por no poner ley.
ningún obstáculo al Evan- 22 M e he hecho á los flacos
gelio de Cristo.
ñaco, por ganar á los flacos :
13 ¿ No sabéis que los que á todos m e he hecho todo,
trabajan
en el sautuario, para que de todo punto salve
comen del santuario, y que á algunos.
los que sirven al altar, del 23 Y todas cosas hago por
altar participan?
causa del E v a n g e l i o , por ha14 Así también ordenó* el cerme juntamente particiSeñor á los que anuncian el pante de él.
Evangelio, que vivan del 24 ¿O no sabéis que los que
Evangelio.
corren en el estadio, todos a
15 Mas yo de nada de esto la verdad corren, mas uno
me aprovecha: ni tampoco lleva el premio? Corred de
he escrito esto para que se tal manera que le obtengáis.
haga así conmigo ¡ porque 25 Y todo aquel que lucha,
tengo por mejor morir, antes de todo se abstiene: y ellos,
que nadie haga vana esta miá la verdad, para recibir una
gloria.
corona corruptible; mas nos16 Pues bien que anuncio el otros, incorruptible.
Evangelio, no tengo porqué 26 A s í que y o de esta m a n e gloriarme de eso; porque me ra corro, no como á cosa in*
es impuesta necesidad; y ¡ ay c i e r t a ; de esta manera peleo
de mí si no anunciare el no como quien hiere el a i r e :
Evangelio!
27 Antes hiero mi cuerpo, y
17 Por lo cual si lo hago de lo pongo en servidumbre; no
voluntad, premio tendré; mas sea que, habiendo predicado á
si por fuerza, la dispensación otros, yo mismo venga á ser
me ha sido encargada.
reprobado.
18 ¿Cuál pues es mi merced?
Que predicando el Evangelio,
CAPITULO X.
ponga el Evangelio de Cristo
de balde, para no usar mal Con el ejemplo de lo que sucede mi potestad en el E v a n diera á muchos de los antigelio.
guos Hebreos^ lo cual fué
19 Por lo cual, siendo libre
eswito para amonestación
para con todos, me he hecho
nuestra, exhorta ei Apóstol
259
S 2
t
r
I. C O R I N T I O S ,
á los Corintios á no imitarles en sus vicios, y vana confianza, yá que se guarden
de toda idolatría,
representándoles como
incompatible
el participar
fructuosamente de la Cena del Señor
con tomar parte en el culto
de los ídolos.
Recomienda
la deferencia y
miramiento
para con todos ; que todo se
ti-tga á gloria de Dios, y sin
dar á nadie motivo de escándalo ú ofensa.
X.
10 Ni murmuréis, como al
gunos de ellos murmuraron
y perecieron por el des
tructor.
11 Y estas cosas les aconte
cíeron en figura; y son escri
tas para nuestra admonición
en quienes los fines de lo:
siglos han parado.
12 Así que, el que piensí
estar firme, mire no caiga.
13 N o os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel
es Dios, que no os dejará se;
tentados mas de lo que podéis
O R Q U E no quiero, herma- llevar; antes dará también
nos, que ignoréis, que nues- juntamente con la tentación
tros padres todos estuvieron la salida, para que poduú
bajo la nube, y todos pasaron aguantar.
la m a r ;
14 Por tanto, amados míos,
2 Y todos en Moisés fueron huid de la idolatría.
bautizados en la nube y en la 15 Como á sabios hablo; juzmar;
gad vosotros lo que digo.
S Y todos comieron la misma 16 L a corpa de betiediclon
que bendecimos, ¿no es la
vianda espiritual;
4 Y todos bebieron la misma comunión de la sangre de
bebida espiritual; (porque Cristo? El pan que partimoí,
bebían de la piedra espiritual ¿ no es la comunión del cuerpo
que los seguía; y la piedra de Cristo ?
era Cristo):
17 Porque un pan, es ?w
5 Mas de muchos de ellos no: muchos somos un cuerpo;
se agradó Dios; por lo cual pues todos participamos de
fueron postrados en el de- aquel un pan.
sierto.
18 Mirad á Israel según la
6 Exipero estas cosas fueron carne: los que comen de 1«
en figura de nosotros, para! sacrificios ¿no son participa
que no codiciemos cosas ma- con el altar?
las, como ellos codiciaron.
10 ¿Qué pues digo? ¿Queel
7 N i seáis honradores de ídolo es algo ? ¿ ó que sea algo
ídolos como algunos de ello3, lo que es sacrificado á los
según está escrito ; Sentóse el ídolos ?
pueblo á comer y á beber, y 20 Antes digo que lo que sacriñcan, á los demonios h
se levantaron á jugar.
8 NI forniquemos, como al- sacrifican, y no á Dios: y ni
gunos de ellos fornicaron, y quería que vosotros fueseis
cayeron muertos en un día partícipes con los demonios.
21 N o podéis beber la cora
veinte y tres mil.
8 N i tentemos á Cristo, co- del Señor, y la copa de 1«
mo también algunos de ellos demonios : no podéis ser parlo tentaron, y
perecieron tícipes de la mesa del Senor,
mordidos por las serpientes. y de la mesa de los demonios.
£60
P
J. C O R I N T I O S , X .
XI.
\ 22 < O provocaremos á celo jeres descubierta, y también
los desórdenes que en sus
al Señor ? ¿ Somos mas fuertes
banquetes de caridad se coque él ?
metían, como asimismo las
23 Todo es lícito, mas no
irreverencias
y profanaciotodo conviene : todo es lícito,
nes al celebrar la Cena del
nías no todo edifica.
Señor, cuya institución les
24 Ninguno busque su prorecuerda,
é
indica
las conpio bien solamente, sino el del
secuencias de participar
de
otro,
ella indignamente.
25 De todo lo que se vende
en la carnicería, comed sin
E D imitadores de m í , asi
preguntar nada por causa de
como y o de Cristo.
la conciencia:
26 Porque del Señor es la 2 % Y os alabo que en todo
os acordáis de m i , y retenéis
tierra y lo que la hinche.
- 27 Y si algún infiel os llama, las instrucciones mías de l a
y queréis ir, de todo lo que se manera que os enseñé.
os pone delante comed, sin 3 Mas quiero que sepáis, que
peguntar nada por causa de Cristo es la cabeza de todo
v a r ó n ; y el varón es la caa conciencia.
. 28 Mas si alguien os dijere: beza de la m u j e r ; y Dios la
i, Esio fué sacrificado a los cabeza de Cristo.
•.ídolos, no lo comáis por causa 4 Todo varón que ora, é proi de aquel que lo declaré, y por fetiza, cubierta la cabeza,
•¿ causa de la conciencia:
afrenta á su cabeza.
| 29 L a conciencia digo, no 5 M a s toda mujer que ora,
i tuya, sino del otro. Pues ¿por 6 profetiza, no cubierta su
fqué ha de ser juzgada mi cabeza, afrenta á su cabeza:
i libertad por otra conciencia? porque lo mismo es que si se
¡' 30 Si yo con agradecimiento rayese.
rparticípo, ¿por qué he de ser 6 Porque si la mujer no se
blasfemado por lo que doy cubre, trasquílese también:
gracias ?
y si es deshonesto á la mujer
3 1 Si pues coméis, é bebéis, trasquilarse ó raerse, cúó hacéis otra cosa, hacedío brase.
todo á gloria de Dios.
7 Porque el varón no ha de
32 Sed sin ofensa á Judíos y cubrir l a cabeza, porque es
tí Gentiles, y á la iglesia de imagen y gloria de D i o s ; mas
Dios:
la mujer es gloria del varón.
33 Como también y o en to- 8 Porque el varón no es de la
das los cosas complazco á mujer, sino la mujer del
todos, no procurando solo m i varón.
propio beneficio, sino el de 9 Porque tampoco el varón
muchos, para quesean salvos. fué criado por causa de la
mujer, sino la mujer por causa
del varón.
CAPITULO XI.
10 P o r lo cual la mujer debe
Censura á los Corintios que. tener señal de potestad sobre
en sus religiosas asambleas \$u cabeza por causa de los
orasen los hombres con la ángeles.
cabrea cubiei'ta, y las mu-, 11 Mas ni el varón sin la
261
S
f
;
I. C0B1JMTI0S*
XT.
mujer, ni la mujer sin el va- 24 Y habiendo dado gracia!,
lo partití, y d i j o : Esto es mi
ron, en el Señor.
12 Porque como la mujer es cuerpo que por voso+,ros ei
del varón, así también ei p a r t i d o : haced esto en mevarón es por la m u j e r ; em- moria de m í .
pero todo de Dios.
25 Asimismo tomó también
18 Juzgad vosotros mismos : l a . c o p a , después de haber
¿es honesto o r a r l a mujer á cenado, d i c i e n d o : Esta copa
es el nuevo pacto en mi san.
Dios no cubierta ?
14 D a m ¡ s m a n a t u r a l e z a ¿ n o g r e : haced esto todas las
os enseña que al hombre sea veces que bebiereis en memoria de m í .
deshonesto criar cabello?
15 Pol el contrario, á la mu- 26 Porque todas las veces
j e r criar el cabello le es hon- que comiereis este nan. y beroso ; porque en lugar de velo biereis esta copa, la muerte
del Señor anunciáis hasta que
lo es dado el cabello.
16 Con todo eso si alguno venga.
parece ser contencioso, nos- 27 D e manera que cualquiera
otros no tenemos tal costum- que comiere este pan, tí bebre, ni las iglesias de Dios.
biere esta copa del Señor in17 1F E s t o empero os denun- dignamente, será culpado de!
cio, que no alabo, que no por cuerpo y de l a sangre del
mejor, sino por peor os jun- Señor.
táis.
28 Por tanto pruébese cndi
18 Porque lo primero, cuan- uno á sí mismo, y coma asida
do os juntáis en iglesia, oigo aquel p a n , y boba de aquella
que hay entre vosotros disen- copa.
siones ; y en parte lo creo.
29 Porque el que come y
juicio
10 Porque preciso es haya bebe indignamente,
entre vosotros aun herejías, come y bebe para sí, no dispara que los que son probados cerniendo el cuerpo del Sese manifiesten entre vosotros. ñor.
£0 Cuando pues os juntáis en 30 P o r lo cual hay rauclios
uno, esto no es comer l a cena enfermos y-debilitados entre
del Señor,
, vosotros; y muchos duermen.
21 Porque cada uno toma SI Que si nos examinásemos
antes para comer su propia á nosotros mismos, cierto no
c e n a ; y el uno tiene hambre, seriamos juzgados.
y el otro está embriagado.
32 Alas siendo juzgados, so22 Pues qué ¿no tenéis casas mos castigados del Scilor,
en que comáis y bebáis? O para que no seamos condena¿ menospreciáis la iglesia de dos con el mundo.
Dios, y avergonzáis á los que 33 A s í que, hermanos mios,
no tienen? ¿Qué os diré? cuando os juntáis á comer,
¿ Os alabaré? E n esto no os esperaos unos á otros.
alabo.
i 34 Si alguno tuviere hambre,
23 Porque y o recibí del Se- coma en su c a s a ; porque no
ñor lo que también os he en- os juntéis para jiílcío. Las
señado : Que el Señor Jesús, demás cosas ordenaré cuando
la noche que fué entregado, llegare.
tomé p a n ;
1
2t¡¿
I. CORINTIOS, X I I .
CAriTTJLO X I I .
Trata de los diversos dones
con que J>ios por
Cristo
adorna su Iglesia, y del]
ligitimo uso y fin de ellos.
V A C E I t C A de los dones
1 espirituales, no quiero,
hermanos, que ignoréis.
2 Sabéis que cuando erais
Gentiles, ibais, como erais
llevados, á los ídolos mudos.
3 Tur tanto os hago saber,
que nadie que hable por E s p í r
ritu de Dios, llama anatema
A Jesús; y que nadie puede
llamar a Jesús Señor, sino
por Espíritu Santo.
4 Empero hay repartimientos de dones; mas el mismo
Espíritu es.
5 Y hay repartimientos de
ministerios; mas el mismo
Señor es.
6 Y hay repartimientos de
operaciones; mas el mismo
Dios es el que obra todas las
cosas en todos.
7 Empero á cada uno le es
dada manifestación del Espíritu para provecho.
8 Porque á la verdad áeste
es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; á otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu:
P A otro, fií por el mismo
Espíritu; y á otro, dones de
sanidades por el mismo Espíritu :
10 A otro, operaciones de
m i l a g r o s ; y á otro, profecía;
y á otro, discreción de espíritus; y a otro, géneros de
lenguas; y á otro, interpreta'
cion de .lenguas.
11 M a s todas estas cosas
obra « n o y el mismo Espíritu,
repartiendo particularmente
á cada uno como quiere.
12
Porque de la manera
que el cuerpo es uno, y tiene
muchos miembros, empero t o dos los miembros del cuerpo,
siendo muchos, son un cuerpo,
así también Cristo.
13 Porque por un Espíritu
somos todos bautizados en un
cuerpo, ora Judíos ó Griegos,
ora siervos ó libres; y todos
hemos bebido de un mismo
Espíritu.
14 Pues ni tampoco el cuerpo
es un miembro, sino muchos.
15 Si dijere el p i é : Porque
no soy mano, no soy del cuerp o : ¿por eso no sera del cuerpo ?
1G Y si dijere la oreja: Porr
que no soy ojo, no soy del
r-uerpo: ¿ p o r eso no será del
cuerpo ?
17 Si todo el cuerpo fuese ojo,
¿ dónde estaría el oido ? si
todo/weseoido, ¿ dónde estaría
el olfato?
18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno
de ellos por si en el cuerpo,
como quiso.
10 Que si todos fueran un
miembro, ¿dónde estuviera el
cuerpo?
20 Mas ahora muchos miembros son á la verdad, empero
un cuerpo.
21 N i el ojo puede decir á la
m a n o : N o te he menester:
ni asimismo la cabeza á los
p i e s : N o tengo necesidad de
vosotros.
22 Antes, mucho mas los
miembros del cuerpo que parecen mas íiacos, sou n e cesarios ;
23 Y á aquellos del cuerpo
que estimamos ser mas viles,
a estos vestimos mas honrosamente; y los que en nosotros son menos honestos,
tienen mas compostura.
I. C O R I N T I O S ,
24 Porque los que en nosotros son mas honestos, no
tienen necesidad de eso: mas
Dios ordenó" el cuerpo dando
mas abundante honor al que
le faltaba;
25 Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino
que los miembros todos se
interesen los unos por los
otros.
20 Por manera que si un
miembro padece, todos los
miembros á una se duelen;
y si un miembro es honrado,
todos los miembros á una se
gozan.
27 Pues vosotros sois el
cuerpo de Cristo, y miembros
en parte.
28 Y A unos puso Dios en la
Iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero, doctores: luego facult a d e s ; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones,
géneros de lenguas.
29 ¿ Son
todos apóstoles ?
¿ son todos profetas ? ¿ todos
doctores ? ¿ todos facultades ?
30 ¿ Tienen todos dones de
sanidad ? ¿ hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?
31 Empero
procurad
los
mejores dones : mas aun, y o
os muestro un camino mas
excelente.
CAPITULO
XIII.
I
Excelencia y necesidad de Jai
caridad cristiana,
sin la
cual inútiles serian los demás dones al que los tuviese.
S
I y o hablase lenguas humanas y angélicas, y no
tengo caridad, vengo á ser
como metal que resuena, ó
címbalo que retiñe.
¿0-1
XII.
XIII.
2 Y sí tuviese profecía, y
entendiese todos los misterios, y toda ciencia; y si
tuviese toda la fé, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada
soy.
3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer á
pobres;
y si entregase mi
cuerpo para ser quemado, y
no tengo caridad, de nada me
sirve.
4 L a caridad es sufrida, es
benigna; la caridad no tiene
envidia, la caridad no hace
sin razón, no se ensancha,
5 N o es injuriosa, no busca
solo lo suyo, no se irrita, no
piensa el m a l ;
6 N o se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad :
7 Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
8 L a caridad nunca deja de
s e r : mas las
ofcefas se lian
de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser
quitada.
9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.
10 >Ios cuando venga lo que
es perfecto, entonces lo que
es en parte será quitado.
11 Cuando y o era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño;
mas cuando y a fuí hombre
hecho, dejé lo que era de niño.
12 A h o r a vemos por espejo,
en oscuridad; mas entonces
veremos cara á c a r a : ahora
conozco en p a r t e ; mas entonces conoceré como soy
conocido.
13 Y ahora permanecen la
fé, la esperanza, y la caridad;
estas tres cosas: empero la
mayor de ellas es la caridad.
X. C O R I N T I O S ,
XIV.
8 Y si la trompeta diere soCAPITULO X I V .
Superioridad del don de pro- nido incierto, ¿ quién se apercibirá á la batalla?
fecía ó enseñanza en la iglesia de Dios, en la cual es 9 A s í también vosotros, si
or la lengua no diereis palainútil el uso de lenguas no ra bien significante ¿ cénio se
entendidas, aun para ala- entenderá lo que se dice ?
bar á Dios, si no hubiere in- porque hablaréis al aire.
terpretación
de lo que se 10 Tantos géneros de voces,dice. Tododebe hacerse para (por ejemplo,) hay en el munedificación en la iglesia; y do ; y nada hay m u d o ;
en ella no deben liablar las 11 Mas si yo ignorare el valor
mujeres.
de la v o z , seré bárbaro al que
E G U I D la caridad; y pro- habla, y el que habla será
curad los otros dones espi- bárbaro para m í .
rituales : mas sobre todo que 12 A s í también vosotros ;
profeticéis.
pues que anheláis espirituales
2 Porque el que habla en dones, procurad ser excelentes
lenguas, no habla á los hom- para la edificación de la
bres, sino á D i o s ; porque iglesia.
nadie le entiende, aunque en 13 Por lo cual el que habla
espíritu hable misterios.
lengua extraña,
pida que la
3 Mas el que profetiza, habla interprete.
á los hombres para edifica- 14 Porqué si y o orare en
ción, y exhortación, y conso- lengua desconocida, mi espílación.
ritu o r a ; mas mi entendimii El que habla lengua ex- ento es sin fruto.
traña, a sí mismo se edifica; 15 ¿ Qué pues ? Oraré con e l
mas el que profetiza, edifica espíritu, mas oraré también
á la iglesia.
con entendimiento: cantaré
5 Así que quisiera que todos con el espíritu, mas cantaré
vosotros hablaseis lenguas; también con entendimiento.
empero mas quisiera que pro- 16 Porque si bendijeres solo
fetizaseis: porque mayor es con el espíritu, el que ocupa
el que profetiza que el que lugar de un mero particular,
habla lenguas, si también no ¿cómo dirá A m e n a tu acción
interpretare, pnra que la igle- ¡ de gracias? pues no sabe lo
sta tome edificación.
|que lias dicho.
6 Ahora pues, hermanos, si: 17 Porque tú, á la verdad,
yo fuere a vosotros hablando bien haces g r a c i a s ; mas el
lenguas, ¿qué os aprovecharé, otro no es edificado.
si no os hablare é con revela- 18 D o y gracias á Dios que
ción, ó con ciencia, ó con pro- hablo lenguas mas que todos
fecía, ó con doctrina?
vosotros:
7 Ciertamente si las cosas J9 Pero en la iglesia mas
Inanimadas que hacen soni- quiero hablar cinco palabras
dos, como la flauta ó la vi- con mi sentido, para que
huela, si no dieren distinción enseñe también á los otros,
de voces ¿ cerno se sabrá lo que diez mil palabras en lenque se tañe con la flauta, é gua desconocida.
con la vihuela?
20 Hermanos, no seáis niños
E
S
I. CORI NTI OS, XIV. XV.
en el sentido, sino sed niños 32 Y los espíritus de los que
en la m a l i c i a ; empero per­ profetizaren, sujétense á los,
profetas:
fectos en el sentido.
21 En la ley está escrito : En 3't Porque D ios no es Dios de
otras lenguas y en otros labios disensión, sino de paz ; como
hablaré á este pueblo; y ni aun i en todas las iglesias de 1«
santos.
así me oirán, dice el Señor.
22 A s í que las lenguas por 34 A'uestrns mujeres callen
señal son, no á los fieles, sino en las congregaciones: por­
á los infieles: mas la profecía, i que no les es permitido ha­
no se dá á los inñeles, sino á blar, sino que estén sujetas,
Jos
fieles.
I como también la ley dice.
23 D e manera que si toda la 35 Y si quieren aprender al­
iglesia se juntare en uno, y guna cosa, pregunten en casa
todos hablan lenguas, y en­ á sus m a n d o s ; porque des­
tran indoctos, é i n f i e l e s , ¿ n o honesta cosa es hablar una
mujer en la congregación.
dirán que estáis locos?
24 Mas si todos profetizan, y 30 Qué ¿ha salido de vos­
entra algún infiel é indocto, otros la palabra de D ios? Ú
de todos es convencido, de to­ ¿ á vosotros solos ha llegado?
dos e s j u z g a d o ;
íJ7 Si alguno, á su pareceres
espiritual, reco­
25 L o oculto de su corazón profeta, ó
sc'hace manifiesto : y así pos­ n ó z c a l o que os escribo, por­
trándose sobre el rostro, ado­ que son mandamientos del
rará á D ios, declarando que Señor.
verdaderamente D ios está en 33 Mas el que obstinado ig­
vosotros.
nora, ignore.
23 IT ¿ Qué h a y , pues, her­ 39 A s í que, hermanos, pro­
manos? Cuando os juntáis, curad profetizar; y no impi­
cada uno de vosotros tiene dáis el hablar lenguas.
salmo, tiene doctrina, tiene 40 Empero hágase todo de­
lengua, tiene revelación, tiene centemente y con orden.
interpretación: hágase todo
para edificación.
C A P I T U L O XV.
27 Si hablare alguno en len­
gua extraña, sea esto por dos, Como algunos de entre losfida
de Corinto negasen la rt№­
tí á lo mas tres, y por t u r n o ;
mas uno interprete.
¡ reccion de los muertos, prué­
bala el Apóstol por el liecln
28 Y s l n o h u b i e r e l n t c r p r e t e ,
fundamental
de haber Jw­
calle en la iglesia; y hable á
Cristo resucitado, y describí
SÍ mismo, y á D ios.
29 Asimismo los
profetas; el órdr­n y modo en que din
hablen dos ó tres,y los demás i ha de. verificarse, y la nata­
raleza de hs cuerpos res»­
juzguen.
citados. Habla del predio
SO Y si á otro que estuviere
cambio ó transformación dt
sentado, fuere revelado, calle
los que estarán vivos en ti
el primero.
último dia, y exhorta d
31 Porque podéis todos pro­
vivir firmes en la fé. proat'
fetizar uno por uno, para que
raudo abundar en frutos dt
todos aprendan, y todos sean
piedad verdadera.
exhortados.
1
:
1
T. C O R T S T Í O S
A
D E M A S os declaro, hermanos, el Evangelio que
ns he predicado, el cual también recibisteis, en el cual
también perseveráis;
2 Por el cual asimismo, si
retenéis la palabra que os he
predicado, sois salvos, BÍ no
creísteis en vano.
3 Porque primeramente os
he ensenado lo que asimismo
recibí: Que Cristo fué muerto
ior nuestros pecados, coni>rme á las Escrituras ;
4 Y que fué sepultado, y que
resucité al tercer día, conforme á las Escrituras:
5 Y que apareció á Céfas, y
después á los doce.
o Después apareció á mas de
quinientos hermanos juntos;
de los cuales muchos viven
aun, y otros son muertos.
7 DespuesapareciéAJacobo;
después á todos los apóstoles.
8 Y el postrero de todos, como á un abortivo, me apareció A mí.
9 Porque yo soy el mas pequeño de los apóstoles, que no
soy digno de ser llamado
apóstol, porque perseguí la
iglesia de Dios.
10 Empero por la gracia de
Dios soy lo que s o y : y su
gracia no ha sido en vano
para conmigo; antes he trabajado mas que todos ellos :
uro no y o , sino la gracia de
•ios que fué conmigo.
11 Porque, ó sea y o , ó sean
ellos, así predicamos, y así
habéis creído.
12 Y si Cristo es predicado
que resucitó de los muertos,
¿cómo dicen nlgnnos entre
vosotros que no hay resurrección de muertos ?
13 Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó.
267
Í
E
;
xv.
14 Y si Cristo no resucitó,
vana es entonces nuestra predicación, vana es también
vuestra fé.
15 Y aun somos hallados falsos testigos de D i o s ; porque
hemos testificado de Dios,
que él haya levantado a
Cristo, al cual no levantó, si
en verdad los muertos no
resucitan.
16 Porque si los muertos no
resucitan, tampoco
Cristo
resucitó.
17 Y si Cristo no resucitó,
vuestra fé es vana, aun estáis
en vuestros pecados.
18 Entonces también los que
durmieron en Cristo son perdidos.
19 Si en esta vida solamente
esperamos en Cristo, los mas
miserables somos de todos los
hombres.
20 Empero Cristo ha resnew
tado de los muertos; primicias de los que durmieron es
hecho.
21 Porque por cuanto la
muerte entró por un hombre,
también por un hombre la
resurrección de los muertos.
22 Porque así como en A d a m
todos mueren, así también en
Cristo todos serán vivificados.
23 Mas cada uno en su orden : Cristo, las p r i m i c i a s ;
luego los que son de Cristo,
en su venida.
24 Luego, el fin; cuando en*
tregará el reino á Dios y al
Padre, cuando habrá quitado
todo imperio, y toda potencia,
y potestad.
25 Porque es menester que
é l reine, hasta poner todos
sus enemigos debajo de sus
pies.
2fi Y el postrer enemigo que
será deshecho, será la muerte.
I . CORINTIOS, XV
27 Porque todas las cosas como q u i s o . y á cada simiente,
sujetó debajo de sus pies. Y su propio cuerpo.
cuando d i c e : Todas las cosas 39 Toda carne no es la misson sujetadas & él, claro está m a c a r n e : mas una carne
exceptuado aquel que sujetó ciertamente es la de los homa él todas las cosas.
bres, y otra carne la de los
28 M a s luego que todas las animales, y otra la de los
cosas le fueren sujetas, en- peces, y otra la de las aves.
tonces también el mismo Hijo 40 Y cuerpos hay celestiales,
se sujetará al que le sujetó á y cuerpos terrestres: mas
él todas las cosas, para que ciertamente una es la gloria
Dios sea todas las cosas en de los celestiales, y otra la de
todos.
los terrestres.
2 9 D e otro modo, ¿qué harán 41 Otra es la gloria del sol,
los que se bautizan por los y otra la gloria de la luna, y
muertos, si en ninguna ma- otra la gloria de las estrellas:
nera los muertos resucitan? porque una estrella es dife¿ Por qué, pues, se bautizan rente de otra en gloria.
por ellos ?
42 A s í .también es la resur;-;o Y ¿ por qué nosotros peli- rección de los muertos. Se
siembra en corrupción; se
gramos á toda hora?
31 Sí, por la gloria que en levantará en incorrupción:
orden a vosotros tengo en 43 Se siembra en vergüenzs;
Cristo Jesús, Señor nuestro, se levantará con gloria: se
cada día muero.
siembra en flaqueza; sole32 Si como hombre batallé, vantará con potencia:
en Efeso contra las bestias, 44 Se siembra cuerpo ani¿ qué me aprovecha ? SI los mal ; resucitará espiritual
muertos no resucitan, co- cuerpo. H a y cuerpo animal,
mamos y bebamos, que ma- y hay cuerpo espiritual.
ñana moriremos.
45 A s í también está escrito;
33 N o e r r é i s : Las malas Fué hecho el primer hombre
conversaciones corrompen las A d a m en ánima viviente; el
postrer A d a m , en espíritu
buenas costumbres.
34 Velad debidamente, y no vivificante.
pequéis; porque algunos no 40 Mas lo espiritual no es
conocen a D i o s : para ver- primero, sino lo animal;
güenza vuestra hablo.
luego lo espiritual.
35 IT Mas dirá a l g u n o : ¿ Ce- 47 E l primer hombre, es de
rno resucitarán
los
m u - la tierra, t e r r e n o : el seertos? ¿Cou qué cuerpo ven- gundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
drán?
se Necio, lo que t ú siem- 48 Cual el terreno, tales
bras, no se vivifica, si no mu- también los terrenos ; y cual
el celestial, tales también los
riere antes.
37 Y lo que siembras, no celestiales.
siembras el cuerpo que ha de 49 Y como trajimos la imagen
salir, sino el grano desnudo, del terreno, traeremos tamacaso de trigo, ó de otro bién la imagen del celestial.
grano:
50 IT Esto empero digo, her38 Alas Dios le da el cuerpo manos : que la carne y la
!
m
I. C O R I N T I O S , X V .
C
XVI.
U A N T O á la colecta q^e
sangre no pueden heredar el
se hace para los santos,
reino de D i o s ; ni la corrupción hereda la incorrup- haced vosotros también de la
manera que ordené en las
ción.
51 l i é aquí, oa digo un mis- iglesias de Galacia.
terio : Todos ciertamente no 2 Cada primer día de la sedormiremos; mas todos sere- mana cada uno de vosotros
mos trasformados,
aparte en su casa, guardando
52 En un momento, en un 10 que por la bondad de Dios
abrir de ojo, á la Anal t r o m ituíiere; para que cuando yo
peta: porque será tocada la legare, no se hagan entonces
trompeta, y los muertos se- colectas.
rán levantados sin corrup- 3 Y cuando habré llagado,
ción ; y nosotros seremos los que aprobareis por cartas,
transformados.
á estos enviaré que lleven
53 Porque es menester que vuestro beneficio á Jerusaesto corruptible sea vestido l e m .
de incorrupción, y esto mor- 4 Y si fuere digno el negotal sea vestido de inmorta- cio qne y o también v a y a ,
lidad.
irán conmigo.
54 Y cuando esto corrupti- 5 Y á vosotros iré, cuando
ble fuere vestido de incorrup- hubiere pasado á Macedonia;
ción, y esto mortal fuere ves- porque á. Macedonia tengo
tido de inmortalidad, en- de pasar:
tonces se efectuará la palabra tí Y podrá ser que m e quede
que está escrita: Sorbida es con vosotros, tí invernaré
la muerte con victoria.
también, para que vosotros
55 ¿Dónde está, oh muerte, me llevéis adonde hubiere
tu victoria? ¿ Dónde, oh de Ir.
muerte, tu aguijón ?
Porque no os quiero ahora
5(i Y a que el aguijón de la ver de paso ; porque espero
muerte es el pecado, y la estar con vosotros
aigutt
potencia dei pecado, la ley.
tiempo, si el Señor lo permi57 Mas A Dios gracias, que tiere.
nos da la victoria por el Se^ 8 Empero estaré en Efeso
ñor nuestro Jesu-fJristo.
hasta Pentecostés,
58 Así que, hermanos míos y Porque se me ha abierto
amados, estad firmes y cons- puerta grande y eficaz; y
tantes, creciendo en la obra muchos son los adversarios,
del Señor siempre, sabiendo j o % Y si llegare T i m o t e o ,
que vuestro trobajo en el Se- mirad que esté con vosotros
ñor no es vano.
seguramente ; porque la obra
del Señor hace, también como yoCAPITULO
XVI.
11 Por tanto nadie le tenga
Exhorta á los Corintios á que en p o c o ; antes llevadlo en
hagan la colecta de limosnas paz, para que venga á m í :
para lospolres de la Iglesia porque lo espero con los herdi Jerusai*m, y les reco- manos.
mienda d Timoteo y á otros 12 Acerca del hermano A p o discípulos.
los, mucho le he rogado que
2G9
f
ii. coai N T I O S ,
I.
fuese á vosotros con algunos i pfritu y el vuestro. Becohermanos; mas en ninguna noced pues á ios tales.
manera tuvo voluntad de ir 19 Las Iglesias de Asia os
por a h o r a : pero irá cuando saludan. Os saludan mucho
tuviere oportunidad,
¡en e l Señor Aquiia y Pris13 V e l a d , estad firmes en l a ! cilla, con la Iglesia que está
té; portaos varonilmente, y | en su casa.
esforzaos.
I 20 Os saludan todos los her14 Todas vuestras cosas sean manos* Saludaos ios unos i
hechas con caridad.
i los otros con ósculo santo.
15 V Y os ruego, hermanos,: 21 L a salutación de nri,Pay a sabéis que la casa de Es- I blo, de mi mano.
téfanas es las primicias de 22 El que no amare al Señor
A c h a y a , y que se han de- Jesu-Cristo,
sea AuaUíema.
dicado al ministerio de los i Muran-atha.
santos,
23 L a gracia del Señor Jesu16 Que vosotros os sujetéis á cristo sea con vosotros.
los tales, y á todos los que 24 M i amor en Cristo Je*
ayudan, y trabajan.
sus sea con todos vosotros.
17 Huélgome de la venida A m e n .
de Estéfanas.y de Fortunato,
y de A c h á i c o ; porque estos
L a Primera á los Corintios
suplieron lo que 6, vosotros
fueeuviada deFiliposcon
faltaba.
EsteTanas, y Fortúnalo,?
18 Porque recrearon m i esAcháico, y Timoteo.
LA
SEGUNDA E P Í S T O L A DEL APÓSTOL
SAN PABLO
A
XOS
COEINTIOS.
CAPITULO I.
,
Excúsase el apóstol de no
haber ido antes á visitarlos;
después de hacerles ver la,
sinceridad de su corazón y
xj¡¡e su doctrina.
'
S7ft
A B L O , apóstol de Jesu*
P
Cristo por la voluntad do
Dios, y Timoteo el hermano,
á la iglesia de Dios que estA
en Corinto, juntamente con
todos los Santos que están
i
por
toda la Acháya.
1Г. C O R I N T I O S , I .
también
2 Gracia y paz á vosotros ile ' 11 Ayudándonos
Dios nuestro Padre, y del vosotros con oración por nos­
otros, para que por la merced
Señor Jesu­Cristo.
y «[ I lendito sea el Dios y hecha á nos por respeto de
Padre del Señor Jcsu­Cristo, muchos, por muchos tam­
el Padre de misericordias, y bién sean hechas gracias por
nosotros. *
ei Dios de toda consolación,
4 El cual nos consuela en 12 Porque nuestra gloria es
todas nuestras tribulaciones, esta: el testimonio de nues­
para que podamos también tra conciencia, que con sim­
nosotros consolar á los que plicidad y sinceridad de Dios,
están en cualquiera angustia, no con sabiduría carnal, mua
con la consolación con que con la gracia de Dios, he­
nosotros somos consolados de mos conversado en el mundo,
Dios.
y muy mas con vosotros.
5 Porque de la manera que 13 Porque no os escribimos
abundan en nosotros las aflic­ otras cosas de las que leéis, ó
ciones de Cristo, así abunda también conocéis; y espero
también por el mismo Cristo que aun hasta el fin las cono­
nuestra consolación.
ceréis:
0 Mas si somos atribulados, 14 Como también en parte
es por vuestra consolación habéis conocido que somos
y salud; la cual es obrada en vuestra gloria, así cerno
el sufrir las mismas aflic­ también vosotros la nuestra,
ciones que nosotros también para el dia del Señor Jesús.
padecemos: y nuestra espe­ 15 Y con esta
confianva
ranza de vosotros es firme; quise primero ir á vosotros,
ó si somos consolados es por para que tuvieseis una Se­
vuestra consolación y salud; gunda gracia;
7 Estando ciertos que como 10 Y por vosotros pasar á
sois compañeros de las aflic­ Muccdonia, y de Macedón!a
ciones, así también lo seréis venir otra vez á vosotros, y
de la consolación.
ser vuelto de vosotros á Ju­
6 Porque hermanos, no que­ dén.
remos que ignoréis de nues­ 17 Así que pretendiendo
tra tribulación que nos fué esto, ¿usé quizá de livian­
hecha en A s i a ; que sobre dad ? é lo que pienso hacer
manera fuimos cargados so­ ¿ piénso/o según la carno.
bre nuestras fuerzas, de tal para que haya en mí Si y
manera que estuviésemos en N o ?
duda de la vida.
18 Antes Dios fiel sabe que
í) Mas nosotros tuvimos en nuestra palabra para con vos­
nosotros mismos respuesta de otros no es Sí y N o .
muerte, para que no confie­ 19 Porque el Hijo de Dios,
mos en nosotros mismos, sino Jesu­Cnsto, que por nosotros
en Dios, que levanta los ha sido entre vosotros pre­
muertos:
dicado, por mí, y Silvano, y
10 El cual nos libré, y libra Timoteo, no ha sido Sí y N o ;
de tanta muerte; en el cual mas ha sido Sí en él.
esperamos que aun nos li­¡ 20 Porque todas las pro­
brará;
j mesas de Dios son en el Sí, y
i71
II. CORINTIOS, I. II.
en él A m e n por nosotros á
gloria de Dios.
21 Y el que nos confirma
con vosotros en Cristo, y el
que nos ungid, es Dios ;
22 E l cual también nos lia
sellado, y dado ia prenda del
Espíritu en nuestros corazones.
23 1f Mas y o llamo á Dios
por testigo sobre mi alma,
que por ser indulgente con
vosotros no he pasado todavía á Corinto.
24 N o que nos enseñoreemos
de vuestra fé, mas somos
ayudadores de vuestro gozo :
porque por l a fé
estáis
firmes.
CAPITULO II.
Manda restituir al incestuoso
arrepentido á la comunión
de la Iglesia; y con indulgencia paternal y autoridad
apostólica en nombre de
Cristo le alza la pena impuesta.
S T O pues determiné
E
conmigo, no venir
v e z & vosotros con
para
otra
tris-
teza.
2 Porque si y o os contristo,
quién será luego el que me
alegrará, sino aquel á quien
y o contristare ?
3 Y esto mismo escribí, porque cuando llegare no tenga
tristeza sobre tristeza de los
que m e debiera g o z a r ; confiando en vosotros todos que
m i gozo es el de todos vosotros.
4 Porque por l a mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas
l á g r i m a s ; no para que fueseis contristados, mas para
que supieseis cuanto mas
273
rt
amor tengo para con vosotros.
5 % Que si alguno me contristó, no m e contristó á mí,
sino en parte : por no cargaros á todos vosotros.
6 Bástale al tal esta reprensión hecha de muchos.
7 A s í que, al contrario, vosotros mas bien lo perdonéis
y consoléis, porque no sea el
tal consumido de demasiada
tristeza.
8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él.
i) Porque también por este
fin os escribí, para tener experiencia de vosotros si suis
obedientes en todo.
10 Y al que vosotros perdonareis, y o t a m b i é n : porque
también y o lo que he perdonado, si algo he perdonado,
por vosotros lo he hecho en
persona de Cristo;
11 Porque no seamos engañados de Satanás: pues no
ignoramos sus maquinaciones.
12 f Cuando v i n e á Trons
para el Evangelio de Cristo,
aunque me fué abierta puerta
en el Señor,
13 N o tuve reposo en mi
espíritu, por no haber hallado
á Tito mi hermano : así despidiéndome de ellos, partí
para Macedonia.
14 Mas á Dios gracias, el
cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jesús, y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo
lugar.
15 Porque para Dios somos
buen olor de Cristo en los que
se salvan, y en los que so
pierden.
16 A estos ciertamente olor
de muerte para muerte; y ií
aquellos olor de vida pira
I I . C O R I N T I O S , II. I I I .
vida. Y para estas cosas
¿quién es suficiente ?
17 Porque no somos, como
muchos, mercaderes falsos de
la palabra de Dios, entes con
sinceridad, como de Dios,
delante de Dios, hablamos en
Cristo.
CAPITULO III.
Excelencia de la ley de gracia
comparada
con la ley escrita.
El velo que cubre
á los Judíos la inteligencia
de las Escrituras,
solamente
se guita con la fé en Jesucristo.
i C O M E N Z A M O S otra v e z
\J á alabamos á nosotros
mismos? ¿ é tenemos necesidad, como algunos, de letras de recomendación para
vosotros, é de vosotros?
2 Nuestras letras sois vosotros, escritas en nuestros
corazones, sabidas y leídas
do todos los hombres ;
3 Siendo manifiesto que sois
letra de Cristo administrada
de nosotros, y escrita no con
tinta, mas con el Espíritu de
Dios v i v o ; no en tablas de
piedra, sino en tablas de
carne del corazón.
4 Y tal confianza tenemos
por Cristo para con D i o s :
5 N o que seamos suficientes
de nosotros mismos para
pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de D i o s ;
0 El cual asimismo nos hizo
que fuésemos ministros suficientes del N u e v o P a c t o : no
de la letra, mas del espíritu;
porque la letra mata, ma3 el
espíritu vivifica.
7 Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en pie273
dras, fué con gloria, tanto
que los hijos de Israel no
pudiesen poner I03 ojos en la
faz de Moisés, & causa de la
gloria de su rostro, la cual
habia de perecer,
8 ¿ Cerno no será mas bien
con gloria el ministerio del
Espíritu ?
9 Porque si el ministerio de
condenación fué con gloria,
mucho mas abundará en g l o ria el ministerio de justicia.
10 Porque aun lo que fué
tan glorioso, no es glorioso
en esta parte, en comparación
de la excelente gloria.
11 Porque si lo que perece
tuvo gloria, mucho mas será
en gloria lo que permanece.
12 A s í que teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza.
13 Y no como Moisés, que
ponia un velo sobre su faz,
para que los hijos de Israel
no pusiesen los ojos en el fin
de lo que habia de ser abolido.
14 Empero los sentidos de
ellos se embotaron; porque
hasta el dia de hoy les queda
el mismo velo no descubierto
en la lección del antiguo testamento, el cual por Cristo es
quitado.
15 Y aun hasta el dia de hoy,
cuando Moisés es leído, el
velo está puesto sobre el c o razón de ellos.
10 Mas cuando se convirtiere al Señor, el velo se quitará
17 Porque el Señor es el
Espíritu : y donde hay aquel
Espíritu del Señor, allí nay
libertad.
18 Por tanto nosotros todos,
mirando á cara descubierta
como en un espejo la gloria
del Señor, somos transfornia'£
II. CORINTIOS, III.
IV.
dos de gloria en gloria en la zones, para iluminación del
misma semejanza, como por conocimiento de la gloria de
Dios en la faz de Cristo.
el Espíritu del Señor.
7
Tenemos empero este
tesoro en vasos de barro,
para que la alteza del poder
C A P I T U L O IV.
sea de Dios, y no de uosConducta del Apóstol llena de o t r o s :
sinceridad y fidelidad en el 3 Estando
atribulados en
desempeño de su mijiisterio, todo, mas no angustiados sh
sin desmayar en medio de efugio;
en apuros, mas no
trabajos
y
persecuciones, desesperamos;
cierto de que- los males de ¡> Perseguidos, mas no deesta vi'ia son momentáneos, samparados ; abatidos, mas
mas los bienes de la oti'a no perecemos;
eternos.
l(i Llevando
siempre por
todas partes la muerte de
OR lo cual teniendo nos- Jesús en el cuerpo, para que
otros esta administración, también la vida de Jesús w
según la misericordia que manifestada en nuestros cuhemos alcanzado, no desma- erpos.
yamos ; 11 l'orque nosotros que vi2 Antes quitamos los escon- vimos, siempre estamos endrijos de vergüenza, no an- tregados á muerte por Jesu?,
dando con astucia, ni adul- para que también la vida dt
terando la palabra de Dios, Jestis sea manifestada en
sino por manifestación de nuestra cafne mortal.
verdad encomendándonos á 12 D e manera que la muerte
nosotros mismos Á toda obra en nosotros, y en vosconciencia humana delante otros la vida.
de Dios.
13 Empero teniendo el mis3 Que si nuestro Evangelio m o espíritu de fé, confonne
está aun encubierto, entre á lo que está escrito: Creí,
por
lo cual también hablé:
los que se pierden esta encunosotros también creemos,
bierto :
4 E n los cuales el dios de por lo cual también habla
este siglo cegó los entendi- m o s ;
mientos de los incrédulos, 14 Estando ciertos que ti
para qite no les resplandezca que levanté al Señor Jesús
la lumbre del Evangelio de a nosotros también nos levanla gloria de Cristo, el cual es tará por Jesús, y nos poiidrJ
la imagen de Dios.
con vosotros.
5 Porque no nos predicamos 15 Porque todas eslas cosa!
á nosotros mismos, sino á padecemos por vosotros, para
Jesu-Cristo, «1 S e ñ o r ; y nos- que abundando la gracia poí
otros vuestros siervos por¡ mu líos, en el nacimiento <•*
gracias sobreabunde á gloria
Jesús.
6 Porque Dios, qué mandé de Díoa.
que de las tinieblas resplan- 1G Por tanto no desmayadeciese la luz, es el que res- mos ;
antes aunque este
plandeció en nuestros cora-; nuestro hombre exterior s¡
274
P
1
II. CORINTIOS, IV. V.
va desastando, el interior no quisiéramos ser desnudaempero se renueva de dia dos, sino sobrevestidos, para
que lo mortal sea absorbido
en dia.
17 Porque l o que a l pre- por la vida.
sente es monienláneo y leve 5 M a s el que nos hizo para
de nuestra tribulación, nos esto mismo, es D i o s ; el cual
obra un sobremanera alto y nos ha dado la prenda d e l
eterno peso de g l o r i a ;
Espíritu.
18 N o mirando nosotros á 0 A s í que vivimos confiados
las cosas que se ven, sino á siempre; y sabiendo, que
las que no so v e n : porque entretanto que estamos en el
las cosas que se ven, son tem- cuerpo, peregrinamos auporales ; mas las que no se sentes del Señor.
ven, son eternos.
1 (Perqué por fe* andamos,
no por v i s t a . )
8 Mas confiamos, y mas quisiéramos partir del cuerpo, y
CAPITULO V .
estar presentes al Señor.
9 P o r tanto
procuramos
Nuestra presente vida es también,
un
ó ausentes, ó preestado de peregrinación,
y
sentes,
serle a g r a d a b l e s :
el cielo es nuestra patria.
En tanto que á ella arri-10 Porque es menester que
todos nosotros parezcamos
bamos, dtbemos vivir para
ante el tribunal de Cristo,
Aquel que murió y resucitó]
para que cada uno reciba
por nosotros, y ante cuyo
según
tribunal todos liemos de com- lo que hubiere hecho
por medio del cuerpo, ora sea
parecer. Soj7ios reconciliabueno ó malo.
dos con Dios por Jesu- Cristo;
y á los apóstoles, como 11
ú Estando pues poseidos del
temor del Señor, persuadimos
embajadores suyos, fué dado
á los hombres, mas A Dios
el ministerio de proclamar
somos manifiestos : y espero
esa reconciliación,
que
también en vuestras
conciencias somos manifiesORQUE sabemos, que si tos.
la casa terrestre de esta 12 N o nos encomendamos,
nuestra habitación so des- pues, otra v e z á vosotros, sino
hiciere, tenemos de Dios os damos ocasión de gloriaun edificio, una casa no ros por nosotros, para que
hecha de manos, eterna en tengáis que responder contra
los cielos.
los que se glorian en las
2 Y por esto también gemi- apariencias, y no en e l c o mos, deseando ser sobreves- razón;
tidos de aquella nuestra ha- 13 Porque B I loqueamos, ce
bitación celestial;
para D i o s ; y si estamos en
3 Puesto que en verdad ha- seso, es para vosotros.
bremos sido hallados vesti- 14 Porque el amor de Cristo
dos, y no desnudos.
nos constriñe, pensando esto :
4 Porque asimismo los queQue s* uno murió por todos,
estamos en este tabernáculo,luego todos son muertos :
gemimos a g r a v a d o s ; porque 15 Y por todos murió Crista,
275
1 2
P
II. CORINTIOS, V. VI.
para que los que viven, ya cibuis en vano la gracia de
no vivan para sí, mas para Dios,
aquel que murió y resucitó 2 (Porque dice: En tiempo
por ellos.
aceptable te he oído, y cu
16 De manera que nosotros dia de salud te he socorrido :
de aquí adelante á nadie co- hé aquí ahora el tiempo acepnocemos según la carne: y table ; hé aquí ahora el día
aun si á Cristo conocimos de salud.)
según la carne, empero ahora 3 No dando á nadie ningún
ya no le conocemos.
escándalo, porque el ministe17 De modo que si alguno rio nuestro no sea vitupeestá en Cristo, nueva cria- rado :
tura es: las cosas viejas pa- 4 Antes habiéndonos en tosaron; hé aquí todas son das cosas como ministros de
hechas nuevas.
Dios, en mucha paciencia, cu
18 Y todo esto viene de Diostribulaciones, en necesidades,
el cual nos reconcilió á si en angustias,
por Cristo; y nos dio el mi 5 En azotes, en cárceles, en
nisterio de la reconcilia- alborotos, en trabajos, en
ción.
vigilias, en ayunos,
19 Porque ciertamente Dios 6 En castidad, en ciencia,
estaba en Cristo reconcili- en longanimidad, en bondad,
ando el inundo á sí, no impu-en Espíritu Santo, en amor
tándoles sus pecados, y puso no fingido,
en nosotros la palabra de la 7 En palabra de verdad, en
reconciliación.
potencia de Dios, en armas
20 Así que somos embaja- de justicia adiestro y á sidores en nombre de Cristo, niestro,
como si Dios os rogase por 8 Por honra y por deshonra,
medio nuestro: os rogamos por infamia y por buena
en nombre de Cristo, Recon- fama; como engañadores',
ciliaos con Dios.
mas hombres de verdad;
21 Al que no conoció pecado,9 Como ignorados, mas cohizo pecado por nosotros,, nocidos ; como muriendo,
para que nosotros fuésemos mas hé aquí vivimos; como
hechos justicia de Dios en castigados, mas no muertos;
él.
10 Como doloridos, mas
siempre gozosos; como pobres, mus enriqueciendo á
muchos; como no teniendo
CAPITULO Vi.
nada, mas poseyéndolo todo.
11 í Nuestra boca está
El modo de proceder de ¡
abierta á vosotros, oh Corinministros evangélicos; y ex- tios ; nuestro corazón es enhortación d los fieles de no sanchado.
estrechar trato
y alianza 12 No estáis estrechos en
con los infieles é idólatras.
nosotros; mas estáis estrechos en vuestras propias enOOPERANDO pues como trañas.
ministros suyos, os exhor- 13 Pues para corresponder
tamos también'á que no re-,al propio modo, (como á hijos
276
1
C
II. CORINTIOS, V I . V I I .
hablo,) ensanchaos también zones, para morir y para
vosotros.
vivir juntamente con nos14 N o os juntéis enyugo con otros.
los infieles; porque ¿qué 4 Mucha confianza tengo
compañía tiene la justicia de vosotros, tengo de voscon la injusticia ? y ¿ qué co- otros mucha gloria; lleno
munión la luz con ias tinie- estoy de consolación, sobreablas ?
bundo de gozo en todas nues15 Y ¿qué concordia Cristo tras tribulaciones.
con Beliul? 6 ¿qué parte él 5 Porque aun cuando viniílel con el infiel ?
mos á Macedonia, ningún
16 Y ¿qué concierto el tem- reposo tuvo nuestra carne;
plo de Dios con los ídolos? antes en todo fuimos atribuPorque nosotros somos el lados: de fuera cuestiones,
templo del Dios viviente, de dentro temores.
como Dios dijo : Habitaré y 6 Mas Dios, que consuela
ntidaré en ellos; y seré el los humildes, nos
consolé
Dios de ellos, y ellos serán con la venida de Tito :
mi pueblo.
7 Y no solo con su venida,
17 Por lo cual salid de en sino también con 3a consolamedio de ellos, y apartaos, ción con que él fué consoladice el Señor ; y no toquéis do acerca de vosotros, ha10 inmundo; y yo os reci- ciéndonos saber vuestro deseo
grande, vuestro lloro, vuesbiré,
18 Y seré á vosotros Padre, tro celo por mí, para que así
y vosotros me seréis á mí me gozase mas.
11 i jos é hijas, dice el Señor 8 Porque aunque os conTodopoderoso.
tristé por carta, no me arrepiento, bien que me pesé;
porque veo que aquella carta,
aunque ñor algún tiempo os
CAPITULO VII.
contristo,
Muestras del amor entraña- 9 Ahora me gozo.no porque
ble entre San Pablo y los hayáis sido contristados, sino
Corintios. La tristeza que porque fuisteis contristados
les ocasionó, les fué muy para arrepentimiento: porque habéis sido constrístados
saludable.
sc£uii Dios, para que ninguna
SI que, amados, pues te- pérdida padecieseis por nuesnemos tales promesas, tra parte.
limpiémonos de toda inmun- 10 Porque el dolor que es
decía de carne y de espíritu, según Dios, obra arrepentiperfeccionando la santifica- miento saludable, de que no
ción en temor de Dios.
hay que arrepentirse ; mas el
2
Admitidnos : á nadie dolor del siglo, obra muerte.
hemos injuriado, A nadie he- 1L Porque hé aquí, esto
mos corrompido, á nadie he- mismo que según Dios fuisteis contristados, cuanta solimos engañado.
3 No para condenaros lo\ citud ha obrado en vosotros,
digo ; que y a he dicho antes ¡ y aun defensa, y aun enojo,
y
aun temor, mas gran deseo,
que estáis en nuestros cora277
A
II. CORINTIOS, VII.
VITI.
y aun celo, y ademas v l n d l - i 2 Que en grande prueba de
eflcion. E n todo os habéis tribulación la abundancia di
mostrado limpios en el ne- su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas
gocio.
12 A s í que, aunque os es- de su bondad.
cribí, no fué solamente por 3 Pues de su grado han daáí
causa del que hizo la injuria, conforme á ¿lis fuerzas, yo
ni por causa del que la pa- testifico, y aun sobre sut
deció, mas también para que fuerzas;
os fuese manifiesta vuestra 4 Pidiéndonos con muchos
solicitud que tenéis por vos- ruegos, que aceptásemos la
otros delante de Dios.
gracia y la comunicación del
13 P o r tanto tomamos con- servicio para los santos.
solación de nuestra consola- 6 Y no como lo esperábamos,
ción : empero mucho mas mas aun á sí mismos se dienos gozamos por el gozo de ron primeramente al Señor,
T i t o , que haya sido recreado y á nosotros por la voluntad
su espíritu de todos vos- de Dios.
otros.
6 D e manera que exhorta14 Pues si algo m e he glo- mos a T i t o , que como comenriado para con él de vosotros, zó antes, así también acalie
no he sido a v e r g o n z a d o ; esta gracia entre vosotros
antes como todo lo que ha- también.
bíamos dicho de vosotros era 7 Por tanto, como en todo
con verdad, así también nues- abundáis, en fé, y en palabra,
tra gloria delante de T i t o fué y en ciencia, y en toda solihallada verdadera.
citud, y en vuestro amor
15 Y sus entrañas son mas para con nosotros, que tamabundantes en afecto para bien abundéis en esta gracon vosotros, cuando
se ¡cia.
acuerda de la obediencia dej 8 N o hablo como quien
iodos vosotros, y de cómo lo ¡manda, sino para poner á
recibisteis con temor y tem-¡ prueba,
'
"
por "la eficacia
de
blor.
otros, la sinceridad también
16 M e gozo de que en todo de la caridad vuestra.
9 Porque y a sabéis la gracia
estoy confiado de vosotros.
de nuestro Señor Jesu-Cristo,
que por amor de vosotros se
hizo pobre, siendo r i c o ; para
CAPITULO VIII.
,quc vosotros con su pobreza
Q>n el ejemplo de los Macedo-; fueseis enriquecidos.
nios exhorta el apóstola los 10 Y en esto doy mi conCorintios á contribuir
con s e j o : porque esto os conlargas limosnas al socorro viene á vosotros, que comende los pobres cristianos de zasteis antes de ellos, no solo
Jerusalem.
á hacerlo, mas aun a quererlo desde el año pasado.
S I M I S M O , hermanos, os 11 Ahora pues llevad tamhacemos saber la gracia bién 6. cabo el h e c h o ; para
de Dios, que. ha sido dada á que como estuvisteis pronhi3 Iglesias de Macedonia;
tos 6, querer, así también ¡<¡
A
I I . CORINTIOS, V I I I . IX.
estéis en cumplir conforme á cual muchas veces hemos exlo que tenéis.
perimentado diligento; mus
J2 Porque si primero h a y la ahora mucho mas ecu la
voluntad pronta,será acepta mucha confianza que tiene en
por lo que tiene, no por lo vosotros.
que no tiene.
23 Ora en orden á Tito, mi
13 Porque no se hace esto compañero y coadjutor para
para que haya para otros con vosotros, é acerca de
desahogo, y para vosotros nuestros hermanos, los apósapretura;
toles son de las iglesias, y la
14 Sino para que en esto gloria de Cristo.
tiempo, con igualdad, vues- 24 Mostrad pues para con
tra abundancia supla la falta ellos á ia faz délas iglesias la
de ellos, para que también la prueba de vuestro amor, y de
abundancia de ellos supla nuestra gloria acerca de vosvuestra f a l t a ; porque haya otros.
igualdad,
15 Como está escrito : El
que recogió mucho, no tuvo
CAPITULO IX.
mas; y el que poco, no tuvo
menos.
Prosigue la misma
exhorta101f Empero gracias á Dios
ción, con nuevas
razones;
que dio" la misma solicitud
en las que da el Apóstol alpor vosotros en el corazón
gunos avisos sobre la limosde Tito.
na, y diüe que se debe dar
con gusto.
17 Pues á la verdad recibid
la exhortación ; mas estando
también muy solícito, de su
O R Q U E cuanto á la suvoluntad partió para vosministración
para los
otros.
santos, por demás me es es18 Y enviamos juntamente cribiros ;
con él al hermano, cuya ala- 2 Pues
conozco
vuestro
banza en el Evangelio es por pronto ánimo, del cual me
todas las iglesias.
glorío y o entre los de M a c e 13 Y no solo esto, mas tam- (lonia, que Achaya está aperbién fué ordenado por las cibida desde el ano pasado ; y
iglesias el
compañero de vuestro ejemplo ha estimunuestra peregrinación para lado á muchos.
lUvar esta gracia, que es ad- ¡ 3 Mas he enviado los herministrada de nosotros para manos, porque nuestra gloria
gloria del Señor, y
para de vosotros no sea vana en
servir vuestro pronto ánimo, esta parte; para que, como
20 Evitando que nadie nos lo he dicho, estéis apercivitupere en esta abundancia bidos :
que ministramos:
4 N o sea que, si vinieren
21 Procurando bis cosas ho- conmigo Macedonios, y os
nestas, no solo delante del hallaren desapercibidos, nos
Señor, mas aun delante de los avergonceinos nosotros, por
no decir vosotros, de este
hombres.
2-» Enviamos también con firme gloriarnos.
ellos á nuestro hermano, al 5 P o r tanto tuve por cosa
279
1
P
II. CORINTIOS, IX. X.
necesaria exhortar á los hermanos que fuesen primero
& vosotros, y apresten primero vuestra bendición antes
prometida, para que esté
aparejada como de bendición,
y no como de mezquindad.
0 Esto empero digo: E l que
siembra escasamente, t a m bién segará escasamente; y
el que siembra en bendiciones, en bendiciones también segará.
7 Cada uno dé como propuso en su c o r a z ó n : no con
tristeza, é por necesidad;
porque Dios ama el dador
alegre.
3 Y poderoso es Dios para
hacer que abundo en vosotros toda g r a c i a ; á fln que,
teniendo siempre en todas
cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra :
fl (Como está escrito: D e r r a m é ; dié á los pobres : su
justiciapermatiece para siempre.
10 Y el que dá simiente al
que siembra, también dará
pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y
aumentará los crecimientos
do los frutos de vuestra justicia ; )
11 P a r a que estéis enriquecidos en todo para toda bondad, la cual obra por nosotros hacimiento de gracias
á Dios.
12 Porque la suministración
de este servicio no solamente
suple lo que á los santos
falta, sino también abunda
en muchos hacimientos de
gracias á D i o s :
13 Que por la experiencia
de esta suministración glorifican á Dios por la obediencia
que
profesáis
al
Evangelio de Cristo, y por la
260
bondad de contribuir para
ellos y para todos:
14 Asimismo por la oración
de ellos á favor vuestro, tos
cuales os quieren á causa de
la eminente gracia de Dios
en vosotros.
15 Gracias sean dadas á
Dios por su don inefable.
CAPITULO X.
Conducía de San Pablo contrapuesta á la de los falsos
apóstoles, los cuales calumniándole, impedían el fruto
de su predicación.
MPERO, yo
Pablo os
E
ruego por la mansedumbre y modestia de Cristo (yo
que presente ciertamente soy
bajo entre vosotros; mas
ausente soy confiado coa
vosotros:)
2 Ruego, pues, que cuando
estuviere presente, no tenga
que ser atrevido con la confianza con que estoy en ánimo
de ser resuelto pora con algunos, que nos tienen como
si auduviésemos según la
carne.
3 Pues aunque andamos en
la carne, no militamos según
la c a r n e :
4 Porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para
la destrucción de fortalezas;
5 Destruyendo consejos, y
toda altura que se levanta
contra la ciencia de Dios, y
cautivando todo intento á la
obediencia de Cristo;
6 Y estando prestos para
castigar toda desobediencia,
cuando vuestra obediencia
fuere cumplida.
7 f ¿ Miráis las cosas según
I I . C O R I N T I O S , X. X I .
n apariencia? Si
alguno engrandecidos
entre
vosestá confiado en sí mismo que otros conforme á nuestra
es de Cristo, esto también regla,
piense por sí mismo, que 16 Y que anunciaremos el
como él es de Cristo, así Evangelio en los tugares mas
también nosotros.
allá de vosotros, sin entrar
8 Porque aunque me gloríe en la medida de otro para
aun un poco de nuestra po- gloriarnos en lo que ya estaba
testad, (la cual el Señor nos aparejado.
d i o para edificación y no para 17 Mas el que se gloría, glovuestra destrucción,) no me ríese en el Señor.
avergonzaré.
18 Porque no el que se alaba
0 Dígolo porque no parezca á sí mismo, el tal es aprocomo que os quiero espantar bado ; mas aquel á quien Dios
alaba.
por enrtus.
10 Porque á la verdad, dicen, Ins cartas son graves y
CAPITULO XI.
fuertes; mas la presencia
corporal, flaca, y la palabra Prodigue su discurso
contra
menospreciable.
los falsos apóstoles, glorián11 Esto piense el tal, que
dose de que ha ejercido su
cuales somos en la palabra
ministerio
sin recibir
ninpor cartas, estando ausentes,
gún socorro, y de los trabatules seremos también en b e - 1 jos que ha sufrido.
chos, estando presentes.
i
J A L Á toleraseis un poco
12 I'orque no osamos entre- ¡
mi locura; empero tolemeternos ó compararnos con I
algunos que se alaban á sí radme.
mismos: mas ellos, midién- 2 Pues que os celo con celo
dose á sí mismos por sí mis- de Dios; porque os lie desmos, y comparándose con- posado a un marido, para
sigo mismos, no son jui- presentaros como una virgen
ciosos,
i pura á Cristo.
13 Nosotros empero no nos 3 Mas temo que como la
gloriaremos fuera do nuestra serpiente engañó á E v a con
medida, sino conforme á la su astucia, sean corrompimedida de la regla, de la me- dos así vuestros sentidos en
dida que Dios nos repartió, alguna manera, y caigan de
para llegar aun hasta vos- la simplicidad que es en
Cristo.
otros.
14 Porque no nos estende- 4 Porque si el que viene,
mos sobre nuestra
medida, predicare otro Cristo que el
como si no llegásemos basta que hemos predicado, ó revosotros; porque también cibiereis otro espíritu del que
liasta vosotros hemos llegado habéis recibido, ú otro E v a n en el Evangelio de Cristo :
gelio del que habéis acep15 No gloriándonos fuera tado, lo sufrierais bien.
de nuestra medida en tra- 5 Cuanto á mi, cierto pienso
bajos ajenos; mas teniendo que en nada he sido inferior
esperanza del crecimiento de á aquellos grandes apóstoles.
vuestra fé, que seremos muy 6 Porque aunque soy basto
281
O
1
IT. C O R I N T I O S ,
en palabra, empero no en la
ciencia: mas en todo somos
y a del todo manifiestos & vosotros.
7 "¿ t'equé y o humillándome
á mí interno, para que vosotros fueseis ensalzados, porque os he predicado el Evangelio de Dios de balde ?
8 H e despojado las otras
iglesias, recibiendo
salario
para ministraros á vosotros.
9 Y estando con vosotros, y
teniendo necesidad, á ninguno de vosotros fui c a r c a ;
porque lo que m e faltaba,
suplieron los hermanos que
vinieron de Macedonia : y en
todo me guarde'de seros gravoso, y me guardaré.
10 Es la verdad de Cristo
cu m í , que esta gloria no me
será cerrada en las partes de
Acháya.
l 1 ¿ Por qué ? ¿ es porque no
os amo ? Dios lo sabe.
12 H a s lo que hago, haré
ouu para cortar la ocasión
de aquellos que la desean,
á fin que en aquello que se
glorían, sean hallados semejantes á nosotros.
13 Porque estos son falsos
apestóles, obreros
fraudulentos, transfigurándose en
apestóles de Cristo.
14 Y no es m a r a v i l l a ; porque el mismo Satanás se
transfigura en ángel de luz.
15 Así que no es mucho, si
también sus m inistros se
transfiguran como ministros
de j usticia; cuyo fln.será conforme á sus obras.
16 IT Otra v e z d i g o : Que
nadie m e estime ser l o c o ;
de otra manera, recibidme
como á loco, para que aun
me gloríe y o un poquito.
17 L o que hablo, no lo hablo
según el Señor, sino como en
XI.
locura, con esta confianza d<
gloria.
18 Pues que muchos se glorían según la carne, también
y o me gloriaré.
19 Porque de buena gana
toleráis los necios, siendo
vosotros sabios:
20 Porque toleráis si alguno
os pono en servidumbre, si
alguno os devora, si alguno
toma, si alguno se ensalza, si
alguno os hiere en la cara.
21 Dígolo cuanto á la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido flacos. Empero en
lo que otro tuviere osadía
(hablo con locura) también
y o tengo osadía.
22 ¿ Son Hebreos ? yo también.
¿Son Israelitas? yo
también. ¿ Son simiente de
A b r a h a m ? también y o .
23 ¿Son ministros de Cristo?
(como poco sabio hablo) yo
m a s : en trabajos mas ?w
ellos; en cárceles, mas; en
azotes, m a s ; en muertes,
muchas veces.
24 D e los Judíos cinco veces
he recibido cuarenta azota
menos uno.
25 Tres veces he sido azotado con v a r o s ; una vei
apedreado; tres veces he padecido naufragio; una uoclie
y un dia he estado en lo profundo de lámar.
26 E n caminos muchas veces ; peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros ile
los de la nación, peligros de
los Gentiles, peligros en la
ciudad, peligros en el desierto, peligros en la mar,
peligros entre falsos hermanos ;
27 E n trabajo y fatiga, es
muchas vigilias, en hambre y
sed, en muchos ayunos, en
frió y en desnudez;
IT. CORINTIOS, XI. XII.
23 Sin otras cosas ademas, de mí mismo nada me
lo que sobre mí se agolpa mas
gloriaré, sino en mis flacada di a, la solicitud de to-quezas.
das las iglesias.
6 Por lo cual si quisiere glo29 ¿ Quién enferma, y yo no
riarme, no seré insensato;
enfermo? ¿Quién se escanda-porque diré verdad: empero
liza, y yo no me quemo ? lo dejo, porque nadie piense
de mí mas de lo que en mí
30 Si es menester gloriarse,
me gloriaré yo de lo que esve, ú oye de mí.
de mi flaqueza.
7 Y porque la grandeza de
81 El l>ios y Padre del Selas revelaciones no me leñor nuestro Jesu-Cristo, quevante descomedidamente, me
es bendito por siglos, sabe es dado un aguijón en mi
que no miento ;
carne, un Ángel de Satanás,
31 En Damasco, el gober- que me abofetee, para que no
nador de la provincia del reyme enaltezca sobremanera,
Aretas guardaba la ciudad 8 Por lo cual tres veces he
de los Damascenos para rogado al Señor que se quite
prenderme:
I de mí.
33 Y fui descolgado del mu-9 Y me ha dicho: Bástate
ro cu un serón por una mi
porque mi potenventana, y escapé de sus ma-cia gracia;
en laflaquezase perfecnos.
ciona. Por tanto de buena
gana me gloriaré mas bien
en misflaquezas,porque
CAPITULO XII.
habite en mí la potencia de
Cristo.
En -prueba de la verdad y'
excelencia de su apostolado, 10 Por lo cual me gozo en
refiere San Pablo sus vi- lasflaquezas,en afrentas, en
siones y revelaciones; y con- necesidades, en persecuciones,
cluye manifestando su amor en angustias por Cristo; porque cuando soyflaco,ená los Corintios.
tonces soy poderoso.
IERTO
no
me
es
conveí Heme hecho un necio
Cvendré
niente gloriarme; mas en11gloriarme;
me
á las visiones y á lasconstreñísteis; vosotros
pues yo ha*
revelaciones del Señor. ¡bia de ser alabado
de vosporque en nada he
2 Conozco á un hombre enotros:menos
que los sumos
Cristo, que hace catorce sido
años (si en el cuerpo, no loapóstoles, aunque soy nada.
6é ; si fuera del cuerpo, no 1lo2 Con todo esto las sesé; Dios lo sabe) fué arreba-ñales de apóstol han sido
tado hasta el tercer ciclo. liec.has entre vosotros en toda
3 Y conozco tal hombre, (sipaciencia, en señales, y en
prodigios, y en maravillas.
en el cuerpo, ó fuera del cu-1
crpo, no lo se : Dios lo sabe,)13 Porque ¿ qué hay en que
i Que fué arrebatado all habéis sido menos que las
paraíso, donde oye palabras otras iglesias, sino en que
secretas que el hombre nol yo mismo no os he sido
carga? Perdonadme esta
puede decir.
¡¡ De este tal me gloriaré: injuria.
1
1
1
1
II. CORINTIOS, XII.
14 HG* aquí estoy aparejadlo
para ir á vosotros la tercera
v e z , y no os seré g r a v o s o ;
porque no busco vuestras
cosas, sino á v o s o t r o s : porque no han de atesorar los
hijos para los padres, sino
los padres para los hijos.
15 Empero y o de muy buena
gana despenderé y seré despendido por vuestras a l m a s ;
aunque amándoos mas, sea
amado menos.
16 Mas sea así, y o no os he
a g r a v a d o ; sino que, como
soy astuto, os he tomado por
engaño.
17-¿ Acaso os he engañado
por alguno de los .que he enviado á vosotros?
18 Rogué á T i t o , y envié
con él al hermano. ¿Os engañó quizá T i t o ? ¿ no hemos
procedido con el mismo espíritu, y por las mismas pisadas?
19 ^ ¿Pensáis aun que nos
excusamos con vosotros? D e lante de Dios, en Cristo hab l a m o s : mas todo,muyamados, por vuestra edificación.
20 Porque temo que cuando
llegare, no os halle tales como
quiero, y y o sea hallado de
vosotros cual no q u e r é i s ;
que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuraciones, elaciones, bandos;
21 Que cuando v o l v i e r e , me
humille Dios entre vosotros,
y haya de llorar por muchos
de los que antes habrán pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia, y fornicación, y deshonestidad que
han cometido.
XIII
CAPITULO
Xin.
Amenaza
el
Apóstol
con
graves castigos d los que no
se hubieren enmendado; y
concluye con una exhortación general.
S T A tercera v e z voy á
E
vosotros. E n la boca de
dos ó de tres testigos con-
sistirá todo negocio.
2 H e dicho antes, y ahora
digo otra v e z como presente;
y ahora ausente lo escribo a,
los que antes pecaron, y á
todos los d e m á s ; que si voy
otra v e z , no perdonaré:
8 Pues buscáis una prueba
de Cristo que habla en mí, el
cual no es flaco para con
vosotros, antes es poderoso
en vosotros.
4 Porque aunque fué crucificado por flaqueza, empero
v i v e por potencia de Dios.
Pues también nosotros somos
flacos con é l , mas viviremos
con él por la potencia de Dios
para con vosotros.
5 Examinaos á vosotros mismos si estáis en f é ; probóos
á vosotros mismos. ¿ No os
conocéis á vosotros mismos,
que Jesu-Cristo está en vosotros ? si y a no sois reprobados.
6 Mas espero que conoceréis
que nosotros no somos reprobados.
7 Y oramos á Dios que ninguna cosa mala hagáis; no
para que nosotros seamos
hallados aprobados, mas para
que vosotros hagáis lo que es
bueno, aunque nosotros seamos como reprobados.
8 Porque ninguna cosa podemos contra la verdad, sino
por la verdad.
G A L A T A S , Т.
g Por lo cual nos gozamos
que seamos nosotros flacos,
y que vosotros estéis fuertes ;
y aun deseamos vuestra per­
fección.
10 Por tanto os escribo esto
ausente, por no tratar pre­
sente con mas dureza, con­
forme a la potestad que el
Señor me ha dado para edi­
ficación, y no para destruc­
ción.
11 1f Resta, hermanos, que
tengáis gozo, seáis perfectos,
teníais consolación, sintáis
uua misma cosa, tengáis p a z ;
y el D ios de paz y de caridad
será con vosotros.
12 Saludaos los unos á los
otros con Ósculo santo. T o ­
dos los Santos os saludan.
13 L a gracia del Señor Jesu­
cristo, y el amor de D ios, y
la participación del Espí­
ritu Santo sea con vosotros
todos. A m e n .
L a Segunda á los Corintios
fué enviada de 'Filipos
de Macedouia con Tito y
Lucas.
EPÍSTOLA D EL APÓSTOL S A N P A B L O
A LOS
G A L A TAS.
CAPITULO I.
Reprende d los Gálalas por
haber dado oidos á unos
falsos apóstoles,
abando­
nando la doctrina que les
habia enseñado,y que reci­
bió él de Jesu­Cristo.
Re­
fiere lo que era él antes, y
qué hizo
inmediatamente
después de su conversión.
B L O apóstol, no do los
P Ahombres,
ni por hombre,
mas por Jesu­Cristo, y por
Dios el Padre, que lo resu­
citó de los muertos,
286
2 Y todos los hermanos que
están conmigo, á las iglesias
de G a l a c i a :
3 Gracia sea á vosotros, y
paz de D ios el Padre, y de
nuestro Señor Jesu­Cristo,
4 E l cual se dio á sf mismo
por nuestros pecados para
librarnos de este presente
siglo malo, conforme á la v o ­
luntad de Dios y Padro nues­
tro;
5 A l cual es la gloria por si­
glos de siglos. A m e n .
6 I T Estoy maravillado de
que tan pronto os hayáis tras­
pasado del que os llamó á la
GAL ATAS, I. TI.
gracia de Cristo, á otro evangelio :
7 N o que hay- otro, sino que
hay algunos que os inquietan,
y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
8 Mas aun si nosotros, 6" un
ángel del cielo os anunciare
oti'o evangelio del que os
hemos anunciado, sea anatema.
9 Como antes hemos dicho,
también ahora decimos otra
v e z : si alguno os anunciare
otro evangelio del que habéis
recibido, sea anatema.
ni Porque ¿persuado
yo
ahora á hombres ó Ú Dios?
¿ó" busco de agradar á hombres? Cierto que si todavía
agradara á los hombres, no
seria siervo de Cristo.
11 T Mas os hago saber,hermauos, que el
evangelio
que os ha sido anunciado por
mí, no es según hombre.
12 Pues ni yo lo recibí, ni lo
aprendí de nombre, sino por
revelación de Jesu-Cristo.
13 Porque y a habéis oído
acerca de mi Conducta otro
tiempo en el Judaismo: que
perseguía sobremanera
la
iglesia de Dios, y la destruía ;
14 Y aprovechaba en el Judaismo sobre muchos de mis
Iguales en mi nación, siendo
muy mas celador que todos de
las tradiciones de mis padres.
15 Mas cuando plugo á Dios,
que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó
por su gracia,
•*! Revelar á su Hijo en mí,
ara que le predicase entre
)s Gentiles, luego no conferí
con carne y sangre ;
'7 N i fui á Jc-rusalem á los
que eran apóstoles antes que
2d0
R
y o ; sino que me fui á la Arabía, y volví de nuevo á líamasco.
8 Después, pasados tres
años, fui a Jerusalem á ver a
Pedro, y estuve con ól quince
dias.
19 Mas á ningún otro de los
apóstoles vi, sino á Jacobo el
hermano del Señor.
20 Y en esto que os escribo,
he* aquí delante de Dios, no
miento.
21 Después fui & las partes
de Siria y de Cilícla.
22 Y no era conocido de vista
á las iglesias de Judéa, que
eran en Cristo.
23 Solamente habían oído
acerca de mí: Aquel que en
otro tiempo nos perseguía,
ahora anuncia la fé que en
otro tiempo destruía.
24 Y glorificaban á Dios en
mí.
CAPITULO II.
San Pablo predica contra los
falsos apóstoles y los Judaizantes.
Resistencia que en
Antioquia hizo á Pedro por
su reprensivo disimulo para
con ios tales, recordando con
tal motivo que nadie es justificado sino por la fé en
Jesu-Cristo,
y no por AM
obras de la ley.
E S P U É S , pasados catorce
D
años, fui otra vez á Jerusalem juntamente con Ber-
nabé, tomando también conmigo á Tito.
2 Empero fui por revelación,
y comumque'les el evangelio
que predico entre los Gentiles ¡
mas particularmente á lo*
que parecia-n ser algo, por no
correr en vano, ó haber corrido.
GAL­ATASf I I .
3 Mas ni aun T i t o , que es­ miedo de los que eran de la
' taba conmigo, siendo Griego. circuncisión.
fué couipelidoii circuncidarse. 13 Y á su disimulación con­
4 Y eso por causa de los fal­ sentían también los otros
sos hermanos, que se entra­ J u d í o s ; de tal manera que
ban secretamente para espiar aun Bernabé fué también lle­
nuestra libertad que tenemos vado de ellosan su simulación.
en Cristo Jesús, para poner­ 14 Slas cuando v i que no
nos en servidumbre i
andaban derechamente con­
5 Л los cuales ni aun por una forme £t la verdad del evan­
hora cedimos sujetándonos, gelio, dije á Pedro delante de
para que la verdad del evan­ todos: Sí Ui, siendo Judío,
gelio permaneciese con vos­ vives como los Gentiles y no
como Judie, ¿por qué cons­
otros.
с Empero de aquellos qu< triñes á los Gentiles ¿ j u d a i ­
parecían ser algo, (cuales zar ?
iiayiui sido algún tiempo, no 15 Nosotros Judíos natu­
tengo que v e r ; D ios no acepta rales, y no pecadores de les
apariencia de hombre ; ) á m í Gentiles,
ciertamente los que parecían 16 Sabiendo que el hombre
ser algo, nada me dieron.
no es justificado por lasobras
7 Antes por el contrario, со­ de la ley, sino por la fé de
mo vieren que el evangelio de Jesu­ Cristo, nosotros tam­
la incircuncision m e era en­ bién hemos creído en Jesu­
cargado, como á Pedro el de cristo, para que fuésemos jus­
tificados por la fé de Cristo, y
la circuncisión,
8 (Porque el que hizo por no por lns obras de la l e y :
Teuro para el apostolado de por cuanto por las obras de la
la circuncisión, hizo también ley ninguna carne será justi­
por nií pora con los Gentiles,) ficada.
9 Y Como vieron la gracia 17 Y si buscando nosotros
que ine era dada, Jacobo, y ser justificados en Cristo, tam­
Ccphas, y Juan, que parecían bién nosotros somos hallados
ser las columnas, nos dieron pecadores, ¿es por eso Cristo
las diestras de compañía á ministro de nuestro pecador"
mí y á Itcruabé, para que E n ninguna manera.
nosotros predicásemos & los 18 Porque si las cosas que
Gentiles, y ellos á la circun­ destruí, las mismas vuelvo
cisión.
! á edificar, transgresor
me
10 Solamente поя
pidieron hago.
que nos acordásemos de los 19 Porque y o por la ley soy
pobres; lo mismo que fui muerto á­ la ley, para v i v i r á
también зоИс­ito en hacer.
¡ Dios.
11 IT Empero viniendo Pedro, 20 Con Cristo estoy junta­
i Antioqnía, le resistí en laj mente crucificado, y v i v o ; no
cara, poique era de condenar. I y a y o , mas v i v e Cristo en m í :
12 Porque antes que viniesen: y lo que ahora v i v o en la
unosí/e parte de Jacobo, co­ carne, lo v i v o en la fé del
mía con los Gentiles; mas Hijo de D ios, el cual me amó,
después que vinieron, s e r é ­ y se entregó á sí mismo por
Iraia y apartaba teniendo i mí.
2ü7"
1
GALATAS, II. III.
21 N o desecho la gracia de benditos
con el creyente
Dios. Porque si por la ley A b r a h a m .
fuese la justicia, entonces por 10 Porque todos los que son
demás murió Cristo.
de las obras de la ley, están
bajo de maldición. Porque
escrito e s t á : Maldito todo
aquel que no permaneciere en
CAPITULO III.
todas las cosas que están esReconviene á los Guíalas por critas en el libro de la ley
su desobediencia á laveraad, para hacerlas.
y pruébalescon el ejemplo de 11 M a s por cuanto por la ley
Abraham que la verdadera ninguno se justifica para con
justicia es por la fé, y no por Dios, queda manifiesto: Que
la Ley, cuyo oficio y fin les, el justo por la fé vivirá.
esplica.
12 L a ley también no e3 de
la f é ; sino, E l hombre que los
H G a l atas insensatos ! hiciere, vivirá en ellos.
¿ quien os fascinó, para 13 Cristo nos redimió de la
no obedecer á la verdad, ante maldición de la l e y , hecho
cuyos ojos Jesu-Cristo fué y a por nosotros maldición; (por
descrito como crucificado en- que está e s c r i t o : Maldito
tre vosotros ?
cualquiera que es colgado eu
2 Esto solo quiero saber de m a d e r o ; )
vosotros : ¿ Recibisteis el E s - 14 Para que la bendición depíritu por las obras de la l e y , A b r a h a m fuese' sobre los
6 por el oir de la fé?
Gentiles en Cristo Jesús; para
3 ¿ T a n necios sois? ¿ H a - que por la fé recibamos la
biendo comenzado por el Es- promesa del Espíritu.
píritu, ahora os perfeccionáis 15 f" Hermanos, hablo como
por la carne?
h o m b r e : Aunque un pacto
4 ¿ T a n t a s cosas habéis pa- sea de hombre, con todo siendecido en vano ? si empero en do confirmado, nadie lo can*
cela, ó le añade.
vano.
6 Aquel, pues, que os daba 16 A Abraham fueron heel Espíritu, y obraba mara- chas las nromesas, y á su
villas entre vosotros, ¿hacicdo simiente. N o d i c e : Y á las
por las obras de la l e y , ó por simientes, como de muchos,
sino como do uno. Y á tu
el oir de l a f é ?
6 Como A b r a h a m creyó á simiente, la cual es Cristo.
D Í 0 3 , y le fué imputado á 17 Esto pues d i g o : Que el
contrato confirmado de Dios
justicia,
7 Sabe¡3 por tanto que los para con Cristo, ia ley que fue
que son de fé los tales son hecha cuatrocientos y treinta
anos después, no lo abroga,
hijos de Abraham.
8 Y v i e n d o á u t e s l a e s c r i t u r a , para invalidar la promesa.
que Dios por la fé habia de 18 Porque si la lierencia es
justificar los Gentiles, evan- por la ley, y a no será por la
gelizó antes á Abraham, di- promesa: empero Dios por la
ciendo: E n tí serán benditas promesa hizo ia donación a
Abraham.
todas las naciones.
9 Luego los de la fé son los 19 ¿ P ues de qué sirve la ley ?
288 •
O
1
GALATAS, III. IV.
Fué puesta por causa de los puso ya á los homores en
libertad.
Después de varias
rebeliones, hasta que viniese
espresiones de
sentimiento
la .simiente á quien fué hecha
amoroso, prueba por la Esla promesa, ordenada aquella
critura misma, cuando hapor los ángeles en la mano de
bla de Isaac é Ismael, que la
un mediador.
ley escrita no puede hacer
20 Y el mediador no es de
liga con la ley de gracia.
uno, pero Dios es uno.
21 Luego ¿la ley es contra
Jas promesas de D i o s ? E n
A M B I É N digo : E n t r e ninguna manera: porque si
tanto que el heredero es
la ley dada pudiera vivificar, niño, en nada difiere del sierla justicia fuera verdadera- v o , aunque es señor de t o d o ;
mente por la ley.
2 Mas está debajo de tutores
22 Mas encerró la Escritura y curadores hasta el tiempo
todo debajo de pecado, para señalado por el padre.
(pie la promesa fuese dada á 3 A s í también nosotros, culos creyentes por la fé de ando eramos niños, eramos
Jesu-Cristo.
siervos bajo los rudimentos
23 Empero antes que viniese del mundo.
la fé estábamos guardados 4 M a s venido el cumplidebajo de la ley, encerrados miento del tiempo, Dios envié
para aquella fé que habia de su Hijo, hecho de mujcr,
ser descubierta.
hecho subdito á la ley,
24 De manera que la ley 5 Para que redimiese los que
nuestro ayo fué para llevarnos estaban debajo de la ley, A fin
á Cristo, para que fuésemos ue recibiésemos la adopción
justificados por la fé.
e hijos.
25 Has venida la fé, y a n o f> Y. por cnanto sois hijos.
Dios envié el Espíritu de su
estamos debajo del ayo.
Hijo
en vuestros corazones,
26 Porque todos sois hijos de.
Dios ppr la fé en Cristo Jesús. el cual c l a m a : Ahba, Padre.
27 Porque todos los que ha- 7 A s í que y a no eres mas
béis sido bautizados en Cristo, siervo, sino h i j o ; y sí hijo,
también heredero de Dios por
ele Cristo estáis vestidos.
28 No hay Judío, ni G r i e g o ; Cristo.
no hay siervo, ni l i b r e ; no 8 % A n t e s , en otro tiempo,
hay varón, ni h e m b r a : por- no conociendo á Dios, serque todos vosotros sois uno en víais á los que por naturaleza
no son dioses;
Cristo Jesús.
29 Y si vosotros sois de 9 Mas ahora habiendo conoCristo, ciertamente la simi- cido á Dios, é mas bien,siendo
ente de Abraham sois, y con- conocidos de Dios, ¿como os
forme á la promesa los here- volvéis de nuevo A los flacos
y pobres rudimentos, en los
deros.
cuales queréis v o l v e r A servir?
CAPITULO IV.
10 Guardáis los dias, y los
Compara la ley antigua con meses, y los tiempos, y los
un tutor, y á tos Judíos con años.
vn pupilo: dice que Cristo 11 T e m o de vosotros, que uo
269
U
T
§
:
GAL ATAS, IV.
V.
haya trabajado en vano en 24 Las cuales cosas son divosotros.
chas por alegoría: porque
12 Hermanos, os ruego, sed estas mujeres son los dos paccomo yo, porque yo soy comotos; el uno ciertamente dei
vosotros: ningún agravio me monte Sina, el cual engendré
para servidumbre, que es
habéis hecho.
13 Que vosotros sabéis que Agar.
porflaquezade carne os 25 Porque AgartíSina es un
anuncié el evangelio al prin- monte de Arabia, el cual es
cipio.
conjunto á la que ahora es
14 Y no desechasteis ni me- Jerusalem, la cual sirve con
nospreciasteis mi tentación sus hijos.
que estaba en mi carne; antes 26 Mas la Jerusalem de
me recibisteis como á un arriba libre es; la cual es la
ángel de Dios, como á Cristo madre de todos nosotros.
Jesús.
27 Porque está escrito: Alé15 ¿Dónde está, pues, vues- grate, estéril que no pares;
tra bienaventuranza? porque prorumpe en alabanzas y
yo os doy testimonio, que si clama, la que no estás de
se pudiera hacer, os hubierais arto; porque mas son los
sacado vuestros ojos para ijos de la dejada, que de la
dármelos.
que tiene marido.
16 ¿Heme pues hecho vues- 28 Así que, hermanos, nostro enemigo, diciendoos la otros, como Isaac, somos hiverdad ?
jos de la promesa.
17 Tienen celos de vosotros, 29 Empero como entonces el
•pero no bien: antes, os quie- que era engendrado según la
ren echar fuera para que vos- carne, perseguía al que habia
otros los celéis a ellos.
nacido según el Espíritu, así
18 Bueno es ser celosos, mas también ahora.
en bien siempre; y no sola- 30 Mas ¿qué dice la Escrimente cuando estoy presentetura ? Echa fuera á la slerva
con vosotros.
y á su hijo; porque no será
19 Hijitos mios, que vuelvo heredero el hijo de la sícrva
otra vez á estar de parto decon el hijo de la libre.
vosotros, hasta que Cristo sea 31 De manera, hermanos,
formado en vosotros,
que no somos hijos de la
20 Querría cierto estarahora sierva, mas de la libre.
con vosotros, y mudar mí
voz; porque estoy perplejo
en cuanto á vosotros.
C A P I T U L O V.
21 H Decidme, los que quereís estar debajo de la ley, Exhórtales
d
permanecer
¿ no habéis oido la ley ?
firmes en la libertad evan22 Porque escrito está que gélica, y re-presenta como
Abraham tuvo dos hijos ; uno vacio* de Crido, y raidos de
de la sícrva, el otro de la la gracia, á los que buscan
ser justificadas por la Ley; y
libre.
23 Mas el de la slerva nacid después de recomendarles la
según la carne; pero el de la de. la caridad, enumera las
obras de la carne, y declara
libre nació por la promesa.
290
R
CALATAS, V.
cuates son
Espíritu.
los /rulos
del aquesta sola palabra se cump l e : Amarás á tu prójimo
como á tí mismo.
S T A D , pues, firmes en la 15 Y si os mordéis y os colibertad con que Cristo méis los unos á los otros,
nos hizo libres, y no volváis mirad que también no os conotra vez á ser presos en e l sumáis los unos á los otros.
yugo de servidumbre.
16 D i g o , pues: Andad en P1
2 H é aquí, y o Pablo os d i g o : Espíritu, y no satisfagáis la
Que si os circuncidareis, Cris- concupiscencia de la carne.
to no os aprovechará nada.
17 Porque la carne codicia
3 Y otra v e z vuelvo á pro- contra el Espíritu, y el Espítestar á todo hombre que se ritu contra la carne : y estas
circuncidare, que está obli- cosas se oponen la una á la
gado á hacer toda la ley.
otra, para que no hagáis lo
4 Vacíos sois de Cristo los que quisiereis.
uG por la ley os justificáis ; 18 Mas si sois guiados del
e la gracia habéis caido.
Espíritu, no estáis debajo de
5 Porque nosotros por el E s - la L e y .
píritu esperamos la esperanza 19 Y manifiestas son las
de la justicia por la fe.
obras de la carne, que s o n :
6 Porque en Cristo Jesús ni adulterio, fornicación, inmunla circuncisión vale algo, ni dicia, injuria,
la Incircuncision; sino la fe* ,20 Idolatría, hechicerías, enque obra por l a caridad.
emistades, pleitos, zelos, iras,
7 Vosotros corríais bien : contiendas, disensiones, here¿quién os embarazó para no jías
obedecer á la verdad ?
21 Envidias.homicidios. bor8 EBta persuasión no es de racheras, banquetéos, y cosas semejantes á estas: de
aquel que os llama.
las
cuales os denuncio, como
fl Un poco de levadura leuda
y a os he anunciado, que ¡os
toda la masa.
10 Y o confio de vosotros en que hacen tales cosas, no
el Señor, que ninguna otra herederán el reino de Dios.
cosa sentiréis; mus el que os 22 Mas el fruto del Espíritu
inquieta, llevará el juicio, e s : Caridad,gozo, paz, tolequien quiera que él searancia, benignidad,bondnd,fé,
11 Y y o , hermanos, si aun 23 Mansedumbre, templanpredico la circuncisión, ¿ por :a. Contra tales cosas no
qué padezco persecución to- hay ley.
d a v í a ? pues que quitado es 24 Porque los que son de
el escándalo de la cruz.
Cristo, han crucificado la
12 Ojalá fuesen también cor- carne con los afectos y concupiscencias.
tados los que os inquietan.
13 f Porque vosotros, her- 25 SI vivimos en el Espíritu,
manos, á libertad habéis sido andemos también i-n el Espíllamados: solamente que no ritu.
uséis la libertad como oca-' 26 N o seamos codiciosos de
sion á la c a r n e ; sino servios vana gloria, irritando los
por amor los unos á los otros. unos á los o t r o s envidiándose
14 Porque toda la ley en líos unos á los otros.
291
fJ2
E
3
u -
GALATAS
CAPITULO VI.
Cómo se deben ayudar unos á
otros en el ejercicio de las
virtudes cristianas.
Para
cuger es necesario sembrar.
El cristiano solamente ha de
gloriarse en la cruz de Jesucristo.
H
VI.
segaremos, si no hubiéremos
desmayado.
10 A s í que entretanto que
tenemos tiempo,
hagamos
bien á todos, y mayormente á
los domésticos de la fé.
11 1f Mirad en cuan grandes
letras os he escrito de mi
mano.
12 Todos los que quieren
agradar en la carne, estos os
constriñen á que os circuncidéis, solamente por no
padecer persecución por la
cruz de Cristo.
13 Porque ni aun los mismos
que se circuncidan guardan
la l e y ; sino que quieren que
vosotros seáis circuncidados,
para gloriarse en vuestra
carne.
14 Mas lejos esté de m í gloriarme, sino en la cruz de
nuestro Señor Jcsu-Cristo,
por el cual el mundo me es
crucificado á mí, y y o ni
mundo.
15 Porque en Cristo .Tesus, ni
la circuncisión vale nada, ni
la incircuncision, sino la nueva criatura.
16 Y todos los que anduvieren conforme á esta regla,
paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de
Dios.
17 D e aquí adelante nadie
me sea molesto: porque yo
traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
18 Hermanos, la gracia de
nuestro Señor Jesu-Cristo sea
con vuestro espíritu. Amen.
ERMANOS,
si
alguno
fuere tomado en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el
espíritu de mansedumbre;
considerándote ii tí mismo,
porque tú no seas también
tentado.
2 Sobrellevad los unos l a s
cargas de los o t r o s ; y cumplid así la ley de Cristo.
3 Porque el que estima de sí
que es algo, no siendo nada, á
sí mismo se engaña.
4 A s í que cada uno examine
su obra, y entonces tendrá
gloria solo respecto de sí
mismo y no en otro.
5 Porque cada cual llevará
su carga.
6 IT V el que es enseñado en
la palabra, comunique en
todos los bienes al que lo
instruye.
7 N o os engañéis: Dios no
mede ser b u r l a d o : que todo
o que el hombre sembrare,
eso también segará.
8 Porque el que siembra para
su carne, de la carne segará
corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
0 N o nos cansemos, pues, de Enviada
hacer b i e n ; que á su tiempo Gálutas.
Í
1
292
de
Roma
á
los
LA
EPÍSTOLA DEL APÓSTOL S A N PABLO
Á
LOS
E 3? E S I O S.
CAPITULO I.
de su gracia, con la cual nos
hizo aceptos en el a m a d o :
7 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,
B Que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría é inA B L O , apóstol de Jesu-I teligencia ;
Cristo por la voluntad de 9 Descubriéndonos el misteDios, a los santos y fieles en rio de su voluntad, según su
Cristo Jesús, que están en beneplácito, que se había proEfeso:
puesto en sí mismo,
2 Gracia sea á vosotros, y ID D e reunir todas las cosas
paz de Dios Padre nuestro, y I en Cristo, en la dispensación
del Señor Jesu-Cristo.
¡ del cumplimiento de los
3 % Bendito el D i o s y Podre tiempos, así las que están en
del Señor nuestro Jesu-Cristo, los cíelos, como las que están
el cual nos bendijo con toda en la t i e r r a :
bendición espiritual en Iw-i 11 En él, digo, en quien asigares celestiales en Cristo i
mismo tuvimos suerte, habi4 Según nos escogió en él endo sido predestinados conantes de l a fundación del forme al propósito del que
mundo, para que fuésemos hace todas las cosas según el
sanios y sin mancha delante consejo de su voluntad,
de él en a m o r ;
, 12 Para que seamos para
5 Habiéndonos predestinado alabanza de su gloria nospara ser adoptados hijos por otros, que antes esperamos en
Jesu-Cristo en sf mismo, s e - 1 Cristo.
gun el puro afecto de bu v o - 13 E n el cual esperasteis
luntad,
también vosotros en oyendo
6 Para alabanza de la gloria la palabra de verdad,el evan293
Todos los bienes de gracia y\
gloria se nos dan por Jesucristo, exaltado sobre todas
las cosas, hecho cabeza de
toda la Iglesia.
P
EFESIOS,
I.
II.
gelio de vuestra salud: en el
C A P I T U L O IT.
cual también desde que c r e í s - Bienes grandes ya recibidos
teis, fuisteis sellados con el
por pura gracia,
y oíros
Espíritu Santo de la promesa,
mayores que gozamos en es1 4 Que es las arras de nues- ptranta
por la sangre de
tra herencia, para el dia de la
Jesu-Cristo ¡ por esta han
redención do la posesión adentrado los Gentiles en la
quirida para alabanza de su
herencia de los hijos; y de
íí loria.
todos, asi Gentiles como Ju15 % Por lo cual también y o ,
díos, forma
Jesu-Cristo su
habiendo oído de vuestra fé
Iglesia.
en el Señor Jesús, y amor
para con todos los santos,
DE ella
recibisteis muervos1 6 N o ceso de dar gracias' yJ otros,
que estabais
por vosotros, haciendo memo-; tos en vuestros delitos y pecaría de vosotros en mis ora-,dos,
ciones ;
| 2 En que en otro tiempo an17 Que el Dios del Señor.duvlsteis conforme á la condinuestro Jesu-Cristo, el Padre cion de este mundo, conforme
de gloria, os dé espíritu de á la voluntad del príncipe de
sabiduría y de revelación p a - ¡ l a potestad del aire, el espira su conocimiento :
| ritu que ahora obra en loa
18 Alumbrando los ojos de hijos de desobediencia:
vuestro entendimiento, paral 3 Entre los cuales todos nosque sepáis cual sea la espe-'otros también vivimos en otro
ranza de su vocación, y cuales tiempo en los deseos de nueslas riquezas de la gloria de su tra carne, haciendo la volunherenciaen los santos,
Itad de la carne y de los pen19 Y cual aquella supere- samientos; y éramos por naminente grandeza de su poder turaleza hijos de ira, también
para con nosotros los que como los demás.
creemos, por la operación de! 4 Empero Dios, que es rico
la potencia de su fortaleza,
en misericordia, por su mucho
20 L a cual obré en Cristo,'amor con que nos amé,
resucitándole de los muertos, 5 A u n estando nosotros muy colocándole á su diestra en ertos en pecados, nos did vida
los ciclos,
! juntamente con Cristo, por
21 Sobre todo principado y cuya gracia sois salvos,
potestad, y potencia, y s e ñ o - ¡ 6 Y juntamente nos resucité,
río, y todo nombre que se y asimismo nos hizo sentaren
nombra, no solo en este siglo, los cielos con Cristo Jesús,
mas aun en el venidero :
| 7 I'ara mostrar en los siglos
22 Y sometid todas las cosas venideros las abundantes ridebajo de sus pies, y didlo por nuezas de su gracia en su boncabeza sobre todas las cosas á dad para con nosotros en
la Iglesia,
¡ Cristo Jesús.
2 i L a cual es su cuerpo, la 8 Porque por gracia sois salplenitud de Aquel que hinche vos por la f é ; y esto no de
todas las cosas en todos.
i vosotros, pues es don de Dios:
| í) N o por obras, para que
i nadie se gloríe.
294
1
E F E S I O S , IT. I I I .
10 Porque somos hechura piedra del ángulo Jesu-Cristo
suya, criados en Cristo Jesus m i s m o ;
pura buenas obras, las cuales 21 En el cual, compaginado
l)ios preparó para que andu- todo el edificio, v a creciendo
viésemos en ellas.
para ser un templo santo en
11 ^ Por tanto acordaos que el S e ñ o r :
en otro tiempo vosotros los 22 E n el cual vosotros t a m Gentiles en la carne, que bién sois juntamente edificaerais llamados circuncisión dos, para morada de Dios en
por la que se llama circunci- Espíritu.
sión, hecha con mano en la
carne ;
1 2 Que en aquel tiempo estaCAPITULO III.
bais sili Cristo, alejados de la
república de Israel, y extran- Misterio admirable de la vojeros á los pactos de l a procación de tos Gentiles revemesa, sin esperanza y sin
lado claramente d los apósDios en el mundo :
toles, y en especial á San
Pablo,
destinado de Dios
13 Mas ahora en Cristo Jeparticularmente
para
presus, vosotros que en otro
dicarles el Evangelio.
tiempo estabais lejos, habéis
sido hechos cercanos por la
sangre de Cristo.
O R esta causa y o Pablo,
14 Porque él es nuestra paz,
prisionero de Cristo J e que de ambos hizo uno, derri- sús, por vosotros los Genbando la pared intermedia tiles ;
de separación;
2 (Si es que habéis oido la
15 Dirimiendo en su carne dispensación de la gracia de
las enemistades, la ley de los Dios que me ha sido dada
mandamientos en orden á para con v o s o t r o s :
ritos, para edificar en sí mis- 8 A saber, que por revelaino los dos en un nuevo hom- ción me fue declarado el misbre, haciendo la paz,
terio, como antes he escrito
10 T reconciliar por su cruz en b r e v e ;
con Dios á ambos en un mis- 4 Leyendo lo cual podéis enmo cuerno, matando en ella tender cual sea mi inteligenlas enemistades.
cia en el misterio de Cristo :
17 Y v i n o , y anuncié la paz 5 E l cual misterio
en los
á vosotros que estabais lejos, otros siglos no se dio áconocer
y á los que estaban cerca :
á los hijos de los hombres
h3 Que por él los unos y los como ahora es revelado a sus
otros tenemos entrada por un santos apóstoles y profetas
en E s p í r i t u :
mismo Espíritu al Padre.
19 Así que y a no sois extran- 6 Que los Gentiles sean junjeros ni advenedizos, sino tamente herederos, é incorpojuntamente ciudadanos con rados, y consortes de su prolos santos, y domésticos de mesa en Cristo por el E v a n Dios ;
gelio :
20 Edificados sobre el fun- 7 D e l cual y o soy hecho
damento de los apóstoles y ministro por el don de la
profetas, siendo l a principal gracia de Dios que m e ha sido
P
EFESIOS, III. IV.
dado según la operación de llenos de toda la plenitud de
Dios.
su potencia.
8 A m í , que soy menos que 20 Y á aquel que es poderoso
el mas pequeño de todos los para hacer todas las cosas
santos, es dada esta gracia mucho mas abundantemente
de anunciar cutre los Gentiles de lo que pedimos é entenel evangelio de las inescruta- demos, por la potencia que
obra en nosotros,
oles riquezas de Cristo,
1) Y de aclarar á todos cual 21 A él sea gloria en la igle' sea la dispensación del mis- sia por Cristo Jesús, por todas
terio escondido desde los edades, del siglo de los siglos,
siglos en Dios, que crio" todas A m e n .
las cosas por Jesu Cristo.
10 Para que la ínultiformei
sabiduría de Dios sea ahora
CAPITULO IV.
notificada por la iglesia d i o s ,
principados y potestades en¡
los ciclos,
I Exhortación á una vida digna
11 Conforme Á la determi-i de la vocación de Cristianos;
los cuales, aspirando á mannación
eterna, que
hizo
tener aquella unidad que
en Cristo Jesús nuestro Seviene del Espíritu,
deben
ñor :
procurar
vivir en mutua
12 En el cual tenemos segupaz y concordia, y no deridad y entrada con confianjarse llevar, cual niños inza por la fe de él.
constantes, de todo viento de
13 Por tanto pido que no
doctrina
ó erróneas ensedesmayéis A causa de mis triñanzas de astutos hombres,
bulaciones por vosotros, las
sino sequír siempre la vercuales son vuestra gloria.)
¡ dad evangélica en amor, en
14 Por esta causa doblo mis justicia, y en santidad verrodillas al Pudre de nuestro
dadera*
Señor Jesu-Cristo,
15 Del cual es nombrada
toda la parentela en los cielos
O, pues, preso e n e i Señor,
y en la tierra,
os ruego que andéis como
16 Que os dé, conforme á es digno de la vocación con
las riquezas de su gloria, el que sois llamados;
ser corroborados con poten- 2 Con toda humildad y mancia en el hombre interior por sedumbre, con paciencia sosu E s p í r i t u ;
portando los unos á los otros
17 Que habite Cristo por la en a m o r ;
fé en vuestros corazones; 3 Solícitos á guardar la unipara que, arraigados y fun- dad del Espíritu en el vínculo
dados en amor,
de la paz.
18 Podáis bien comprender 4 Un cuerpo, y un Espíritu;
con todos los santos cual sea como sois también llamados
la anchura, y la longura.y la á una misma esperanza de
profundidad, y la altura;
vuestra v o c a c i ó n :
19 Y conocer el amor de 5 Un Señor, una fé, un bauCristo, que excede á todo tismo,
conocimiento, para que seáis, 6 Un Dios y Padre de todos,
1
Y
EFESIOS.IV.
el cual es sobre todas las dida toma aumento de cuercosas, y por todas las cosas, po edificándose en amor.
v en todos vosotros.
17 % Esto pues digo y r e 7 Empero á cada uno de quiero en el Señor, que no
vosotros es dada la gracia andéis mas como los otros
conforme á l a medida del Gentiles, que andan en la
vanidad de su sentido,
don de Cristo.
8 Por lo cual d i c e : Subien- 18 Teniendo el entendimiendo a lo alto, llevó cautiva la to entenebrecido, ajenos de
cautividad, y dio dones á los vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la
hombres.
0 Y que subid, ¿ qué es, sino dureza de su corazón:
que también había descen- 19 Los cuales después que
dido primero a l a s parles mas perdieron el sentido de la
bajas de la tierra ?
conciencia, se entregaron á
10 El que descendíé, él mis- la desvergüenza para comemo es el que también subid ter con avidez toda suerte de
sobre todos los cíelos, pura
cumplir todas las cosas.
11 Y él mismo dio unos, aprendido así á Cristo:
ciertamente
apóstoles;
y 21 Si empero lo habéis oido,
otros, profetas; y otros,evan- y habéis sido por él enseñagelistas; y otros, pastores dos, como la verdad está en
y doctores,
Jesús,
12 Para perfección de los 22 A que dejéis, cuanto á la
santos, para ta obra del mi- pasada manera de v i v i r , el
nisterio, para edificación del viejo hombre que está v i cuerpo de Cristo;
ciado conforme á los deseos
13 Hasta que todos llegue- de error;
mos á la unidad de la fé, y 23 Y á renovaros en el espídel conocimiento del Hijo de ritu de vuestra mente,
l>ios, á un varón perfecto, á 24 Y vestir el nuevo h o m la medida de la edad de la bre que es criado conforme á
plenitud de Cristo.
! Dios en justicia y en santidad
14 Que y a no seamos niños; de verdad.
fluctúan tes, y llevados por 25 K Por lo cual, dejada la
do quiera de todo viento de mentira, hablad verdad cada
doctrina, por estratagema de uno con su p r ó j i m o ; porque
hombres que, para engañar, somos miembros los uuos de
emplean con astucia los arti- los otros.
ficios del e r r o r :
26 A i r a o s , y no pequéis: no
15 Antes siguiendo la verdad; se ponga el sol sobre vuestro
en amor, crezcamos en todas; enojo;
cosas en aquel que es la ca- 27 N i deis lugar al diablo.
beza, á sabe?; Cristo;
28 E l que hurtaba, no hurte
16 Del cual, todo el cuerpo m a s ; antes trabaje, obrando
compuesto y bien ligado en- con sus manos lo que es
tre sí por todas las junturas bueno, para que tenga de que
de su alimento, que recibe dar al que padeciere necesegún la operación, cada sidad.
miembro conforme á su rae- 29 Ninguna palabra torpe
297
1
E F E S I O S , IV. V.
salga de vuestra boca; sino
la que sea buena para edificación, para que dé gracia á
los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual estáis sellados para el
dia de la redención.
31 Toda amargura, v enojo,
é" ira, .y voces,
V ye maledicencia
' "
'
sea
toda quitada
m a l i c i a : de vosotros, y
3-2 Antes sed los unos con
los otros benignos, misericordiosos,
perdonándoos
los
unos á los otros, como también Dios os perdoné ei:
Cristo.
labras v a n a s ; porque por
estas cosas viene la ira de
Dios sobre los hijos de desobediencia.
7 N a seáis pues aparceros
con ellos.
8 Porque
en otro tiempo
erais tinieblas; mas al)ora
sois luz en el Señor: andad
como hijos de luz,
í) (Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y
justicia, y v e r d a d ; )
10 Aprobando lo que es
agradable al Señor.
11 Y no comuniquéis con las
obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüid las.
12 i'orpe torpe cosa es aun
C A P I T U L O V.
hablar de lo que ellos hacen
Prosiguiendo la exhortación á en oculto.
una vida piadosa, habla el 13 JMas todas las cosas cuApóstol de los recíprocos de- andoson redargüidas,son maberes de los casados, y de nifestados por la luz ; porque
cómo deben amarse
mutua- lo que manifiesta todo, la
mente, así como Cristo ama luz es.
14 Por lo cual d i c e ; Dessu iglesia.
piértate tú que duermes, y
;¡ED,
E D , pues, imitadores de I levántate de los muertos, y te
~ Dios,
Dios, como hijos amados : [alumbrará Cristo.
2 Y andad en amor, como 15 Mirad, pues, cómo andéis
también Cristo nos amé, y se avisadamente ; no como neeniregé á sí mismo por nos- cios, mas como sabios,
otros como ofrenda y sacrifi- 16 Redimiendo el tiempo,
cio á Dios en olor suave.
porque los dias son malos
3 Pero fornicación y toda 17 Por tanto no seáis impruInmundicia, é avaricia, ni dentes, sino entendidos de
aun se nombre entre vosotros, cual sea la voluntad del Secomo conviene á santos:
ñor.
4 N i palabras torpes, ni ne- 18 Y no os embriaguéis de
cedades, ni truhanerías, que vino, en lo cual hay disoluno convienen; sino antes ción ; mas sed llenos de Esbien acciones de gracias.
píritu :
5 Porque sabéis esto, que 19 Hablando entre vosotros
ningún fornicario, é inmundo con salmos, y con himnos, y
rt avaro, que también es ser-, canciones espirituales, canvidor de ídolos, tiene heren- tando y alabando al Señor en
cia en el reino de Cristo, y de vuestros corazones:
Dios.
20 Dando gracias siempre
6 N a d i e os engañe con pa- de todo al Dios y Padre en el
293
S
1
EFESIOS, V . V I .
nombre do nuestro Señor m o ; y la mujer reverencie á
J.'Sii-Cristo ;
su marido.
Di Sujetados los unos a los
oíros en el temor de Dios.
22 "í Las casadas estén suCAPITULO VI.
jetas á sus propios maridos,
como al Señor.
Obligaciones respectivas de los
hijos y de los padres, de los
23 Porque el marido es cacriados y de ios amos.
Arlaza de la mujer, así como
mas espirituales del CrisCristo es cabeza déla Iglesia;
tiano.
Vigilancia
y persey él es el que dá la salud al
verancia en la oración.
"cuerpo.
24 Así que como l a iglesia
IJOS, obedeced en el Seestá sujeta á Cristo, asi tamñor á vuestros padres;
bién las casadas lo estén á sus
porque esto es justo.
maridos en todo.
2
Honra
á tu padre, y á tu
25 fT Maridos, amad vuestras mujeres, así como Cristo madre, que es el primer manamó la iglesia, y se entregó á damiento con promesa;
sí mismo por ella,
3 Pura que te vaya bien, y
2ii Para santificarla limpian seas de larga vida sobre la
rióla en el lavacro del agua tierra.
por la palabra,
4 Y vosotros padres no pro27 Para presentársela glo- voquéis aira á vuestros hijos;
riosa para sí, una iglesia que sino criadlos en disciplina y
no tuviese mancha ni arruga, amonestación del Señor.
ni cosa semejante; sino que 5 IT Siervos, obedeced a vuesfuese santay sin mancha.
tros amos según la carne con
24 Así también los maridos temor y temblor, con sendeben amar á sus mujeres, cillez de vuestro corazón,
como á sus mismos cuerpos.como á Cristo;
El que ama á su mujer, á sí 6 N o sirviendo al ojo, como
mismo ama,
los que agradan á los hom2¡t Porque ninguno nborre- bres; sino como siervos de
ció jamas su propia carne; Cristo, haciendo de ánimo la
antes la sustenta y regala, voluntad de D i o s ;
como también Cristo a la 7 Sirviendo con buena voiglesia.
luntad, como al Señor, y no
30 Porque somos miembros á los hombres:
de su cuerpo, de su carne, y 8 Sabiendo que el bien que
y de sus huesos.
cada uno hiciere, esto reci31 Por esto dejará el hom- birá del Señor, sea siervo, ó
bre á su padre y á su madre, sea libre.
y se allegará a su mujer, y 9 Y vosotros, amos, haced á
serán dos en una carne.
ellos lo mismo, dejando las
32 Este misterio grande es : amenazas; sabiendo que el
mas yo digo esto con respecto Señor de ellos y vuestro está
en los cielos, y que no hay
á Cristo y á la iglesia.
3-'! Cada uno empero d e v o s - acepción de personas con él.
oiros.de por sí, ame también 10 1f Por lo demás, hermaá su mujer como á sí mís- nos mios, confortaos en el
H
299
EFESIOS, Vt.
Señof, y en la potencia de su
fortaleza.
11 Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne; sino
contra principados, contra
potestades, contra señores
del mundo, gobernadores de
estas tinieblas, contra malicias espirituales en los ciclos
inferiores.
13 Por tanto tomad toda la
armadura de Dios, para que
podáis resistir en el dia malo,
y estar firmes, habiendo acabado todo.
14 Estad puesflrme3, ceñidos
vuestros lomos de verdad, y
vestidos de la cota de justicia ;
15 Y calzados los pies con el
apresto del evangelio de
paz:
16 En todo caso tomando el
escudo de la fé, con que podáis apagar todos los dardos
de fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de
salud, y la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios;
30o
18 Orando en todo tiempo
con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando
en ello con toda instancia
y suplicación por todos loa
santos;
19 Y por mí, para que me
sea dada palabra en el abrir
d e ' mi boca con confianza,
para hacer notorio el misterio del Evangelio,
20 Por el cual soy embajador
en esta cadena ; que resueltamente hable de él, como
debo hablar.
21 Mas para que también
vosotros sepáis mis negocios,
y cómo lo paso, todo os lo
hará saber Tychlco, hermano
amado, y fiel ministro en el
Señor:
2i A I cual os he enviado
para esto mismo, para que
entendáis lo tocante á nosotros, y que consuele vuestros corazones.
23 Paz sea á los hermanos, y
amor con fe, de Dios Padrc,y
del Señor Jcsu-Cristo.
24 Gracia sea con todos los
que aman á nuestro Señor
Jesu - Cristo en sinceridad.
Amen.
EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO
Á
xos
EILIPENSES.
CAPITULO I.
Después de agradecerles su
afecto, les da cuenta del estalo y disposición en que se
halla entre las cadenas, y
los exhorta
á
perseverar
unánimes, y de una manera
digna, en la profesión de la
fé, sin intimidarse por ningún género de oposición y
padecimientos.
P
A B L O y T i m o t e o , siervos
de Jesu-Cristo, á todos
los santos en Cristo Jesús,
rme están en Fílipos, con los
obispos y diáconos :
2 Gracia sea á vosotros, y
paz de Oios nuestro Padre, y
del Señor Jesu-Cristo.
3 IT Doy gracias & mi Dios
en toda memoria de vosotros,
4 Siempre en todas mis oraciones haciendo oración por
todos vosotros con g o z o ,
s Por vuestra comunión en
el evangelio, desde el primer
día hasta a h o r a ;
6 Estando confiado de esto,
que el que comenzó en vosotros la buena obra, la per30 L
feccionará hasta el dia de
Jesu-Cristo;
7 Como me es justo sentir
de todo3 vosotros, por cuanto
os tengo en el corazón,- y
en mis prisiones, y en la defensa, y confirmación del
¡evangelio, sois todos vosotros
compañeros de mi gracia.
8 Porque Dios m e es testigo
de cómo os amo á todos v o s otros en las entrañas de
Jesu-Cristo.
9 Y esto ruego, que vuestro
amor abunde ann mas y
mas en ciencia, y en todo
conocimiento,
10 P a r a que discernáis lo
mejor; que seáis sinceros y
¡sin ofensa para el dia de
Cristo;
i 11 Llenos de frutos de justicia, que es por Jesu-Cristo,
á gloria y loor de Dios.
12 IT Y quiero, hermanos,
que sepáis, que la*? cosos que
me han sucedido, han redundado mas en provecho del
evangelio;
13 De manera que mis prisiones han sido célebres en
Cristo en todo el pretorio, y a
todos los demás.
F I L I P E N S E S , I. TI.
14 Y muchos de los herma-1
nos en el Señor, tomando
ánimo con mis prisiones, se
atreven mucho mas á hablar
la palabra sin temor.
35 Y algunos, á la verdad,
predican á Cristo por envidia
y porfía ; mas algunos también por buena voluntad.
líl Los unos anuncian á
Cristo por contención, no
sinceramente, pensando añadir
aflicción
á mis prisiones ;
17 Pero los otros por amor,
sabiendo que soy puesto en
ellas por la defensa del evangelio.
18 ¿Qué* pues ? Que no obstante, en todas maneras, ó
por pretexto ó por verdad, es
anunciado C r i s t o ; y en esto
me huelgo, y aun me holgaré.
19 Porque sé que esto se me
tornará á salud por vuestra
oración, y por la suministración del Espíritu de JesuCristo;
20 Conforme á mí mira y
esperanza, que en nada seré
confundido ; antes bien con
toda confianza, como siempre, ahora también será engrandecido
Cristo en
m
cuerpo, 6 por vida, tí por
muerte.
21 Porque para m í el v i v i r es
C r Í s t o , y e l m o r i r é * ganancia.
22 Mas si el v i v i r en la
carne, esto me será
para
fruto de la obra, no sé entonces qué escoger;
23 Porque de ambas cosas
estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de ser desatado,
y estar con Cristo; lo cuales
mucho m e j o r :
24 Empero quedar en la
carne es mas necesario por
causa de vosotros.
30J
1
2.5 Y confiado en esto, sé
que quedaré, que aun permaneceré con todos vosotros,
para provecho vuestro, y
gozo de la f é ;
20 P a r a que crezca vuestra
gloria de mí en Cristo Jesús
pof mi venida otra vez á vosotros.
27 Solamente que converséis como es uigno del evangelio de Cristo ; para que, ó
sea que v a j a á veros, Ó que
esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un
mismo espíritu,
unánimes
combatiendo juntamente por
la fé del evangelio,
28 Y en nada intimidados
de los que se oponen : que á
ellos ciertamente es" indicio
de perdición, mus á vosotros
de salud ; y esto de Dios.
20 Porque á vosotros es concedido por Cristo, no solo que
creáis en él, sino también que
padezcáis por é l ;
30 Teniendo el mismo conflicto que habci3 visto en mí,
y ahora oís estar en mí.
CAPITULO II.
Exhórtales á la unión y caridad fraternal,
d la humildad y á la obediencia, con
el ejemplo de Jesu-Cristo.
Recomienda y alaba á Timoteo y á Epaphrodilo.
P
OR tanto, si hay en vosotros alguna consolación
en Cristo; si algún refrigerio
de a m o r ; si alguna comunión del Espíritu; si algunas
entrañas y misericordias,
2 Cumplid mi g o z o ; que
sintáis lo mismo, teniendo tú
mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
FILIPENSES, II.
S Nada hagáis por contienda, Dios, sin culpa, en medio de
ó por vana gloria; antes bien la nación maligna y perversa,
en humildad
estimándoos entre los cuales resplandecéis
inferiores
los unos á los como luminares en el munotros:
do;
4 No mirando cada uno sola- 10 Reteniendo la palabra de
mente á lo suyo propio, sino vida, para que yo pueda
cada cual también a lo de los gloriarme en el dia de Cristo,
otros.
que no he corrido en vano ni
5 Haya pues en vosotros este trabajado en vano.
sentir que hubo también en 17 Y aun si soy derramado
Cristo Jesús;
en libación sobre el sacrificio
6 EL cual, siendo en forma y servicio de vuestra fu, mo
de Dios, no tuvo por usurpa- gozo y congratulo por todos
vosotros.
ción ser igual á Dios :
7 Sin embargo se anonndó á 18 Y asimismo gozííos tamsí mismo, tomando forma de bién vosotros, y regocijaos
siervo, hecho semejante alo: conmigo.
hombres;
19 IT Alas espero en el Señor
8 Y hallado en la condición Jesús enviaros presto á T i como hombre, se humilló' á moteo, para que yo también
sí mismo, hecho obediente este de buen ánimo, entenhasta la muerte, y muerte de dido vuestro estado.
cruz.
20 Porque á ninguno tengo
9 Por lo cual Dios también tan unánime, y que con sinle ensalzó á losumo,y diéle cera afición esté solícito por
un nombre que es sobre tono vosotros.
nombre ;
21 Porque todos buscan lo
10 Para que al nombre de suyo propio, no lo que es rio
Jesús se doble toda rodilla Cristo Jesús.
de los que están en los cielos, 22 Pero la experiencia de él
y de los que en la tierra, y de habéis conocido, que como
los qjte debajo de la tierra ;
hijo a padre ha servido con11 Y toda lengua confiese migo en el evangelio.
que Jesu-Cristo es el Señor, 23 Así que á este espero
enviaros, luego que yo viere
a la gloria de Dios Padre.
12 Por tanto, amados míos, como van mis negocios.
como siempre habéis obede- 24 Y confio en el Señor que
cido, no como en mi presencia yo también iré presto á vossolamente, sino mucho mas otros.
ahora en mi ausencia, ocu- 25 Mas tuve por cosa necepaos en vuestra salvación con saria enviaros á Epafrodit<\
temor y temblor.
mi hermano, y colaborador y
13 Porque Dios es el que en compañero de milicia, y vuesvosotros obra así el querer tro apóstol, y ministrador do
como el hacer por su buena mis necesidades.
voluntad.
ve Porque tenia gran deseo
14 Haced todo sin murmu- de ver á todos vosotros; 3'
gravemente se angustió porraciones y contiendas,
que
habíais oído que había
15 Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de enfermado.
303
F I L I P E N S E S , I I . I I f.
27 Pues en verdad estuvo
enfermo, A la m u e r t e : mas
3>ios tuvo misericordia de é l ;
y no solamente de él, sino
aun de mí, para que y o no
tuviese tristeza sobre tristeza.
28 A s í que le envió mas
presto, para que viéndole os
volváis A gozar, y y o esté
con menos tristeza.
29 Recibidle pues en el Seflor con toiio g o z o ; y tened
en estima á los tales :
30 Porque por la obra de
Cristo estuvo cercano A la
muerte,poniendo su vida para
suplir vuestra falta en mi
servicio.
CAPITULO III.
Que todos las cosas no valen
nada en comparación de las
que tenemos en Jesu-Cris'o
por lafé, en civa
profision
debemos guardarnos
de la
doctrina \le malos obreros,
y de imitar á los que se portan corno enemigos de la
cruz de Cristo.
R
E S T A , hermanos, que os
gocéis en el Scfior.
A
mí, a la verdad, no es molesto
el escribiros las mismas cosas,
y para vosotros es seguro.
2 (iuardAos de los perros,
guardaos de los malos obreros, guárdeos del cortamiento.
3 Porque nosotros somos la
Circuncisión los que servimos en espíritu A D i o s , y nos
gloriamos en Cristo Jesús,
no teniendo confianza en la
carne.
4 Aunque y o tengo también
de que confiar en la carne.
Si alguno parece que tiene de
que confiar en la carne, y o
mas:
301
a Circuncidado al octavo dia,
del linaje de Israel, de la tribu
de Benjamín, Hebreo de Hebreos; cuanto A la ley, Fariseo ;
fi Cuanto al celo, perseguidor
de la iglesia: cuanto A Ja justicia que es en la ley, de vida
irreprensible.
7 Pero las cosas que para mí
eran ganancias, helas reputado como pérdidas por amor
de Cristo.
8 Y ciertamente, aun reputo
todas las cosas como pérdida
por el eminente conocimiento
de Cristo Jesús, mi Señor, por
amor del cual lo he perdido
todo, y téngolo por estiércol,
para ganar A Cristo,
9 Y ser hallado en él, iw
teniendo mi justicia, que es
por la ley, sino la que es por
la fé de Cristo, la justicia que
es de Dios por la f é ;
10 A fin de conocerle, y la
virtud de su resurrección, y la
participación de sus padecí*
mientos, en conformidad ¡i su
muerte,
11 Si en alguna manera llegase A la resurrección de los
muertos.
12 Porque aun no he alcanzado, ni y a soy perfecto; mus
sigo, para ver de alcanzar
aquello
para lo cual fui
también tomado de Cristo
Jesús.
13 Hermanos, y o mismo no
hago cuenta de haberío ya al
canzado; pero esta una cosu
hago; olvidando ciertamente
lo que queda atrAs, y extendiéndome A lo que estA de^
lante,
14 Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación
de Dios en Cristo Jesús.
lií A s í que todos los que somos perfectos, esto mismo sin-
FILIPENSES, IV.
tamos: y si otra cosa sentís, bien, y los demás mis colaesto también os revelará Dios. boradores, cuyos nombres eslti Empero en aquello á que tán en el libro de la vida.
hemos llegado, vamos por la 4 % Gózaos en el Señor siemmisma regla, y sintamos una pre : otra v e z digo, Que os
misma cosa.
gocéis.
II* IT Hermanos, sed imita- 5 Vuestra modestia sea codores de m í ; y mirad los que nocida de todos los hombres.
así anduvieren, como nos te- El Señor está cerca.
neis por ejemplo.
fi P o r nada estéis afanosos ;
18 Porque muchos andan, de sino sean notorias vuestras
los cuales os dije muchas v e - peticiones delante de Dios en
ces, y aun ahora lo digo llo- toda oración y ruego, con harando, que son enemigos de la cimiento de gracias.
cruz de c r i s t o :
¡ 7 Y la paz de Dios, que so19 Cuyo fin será perdición, I brepuja todo entendimiento,
cuyo Dios es el vientre, y su guardará vuestros corazones
gloria será en confusión; que y vuestros entendimientos en
sienten lo terreno.
I Cristo Jesús.
20 Mas nuestra vivienda es' 8 Por lo demás, hermanos,
en los cielos ; de donde tam- todo lo que es verdadero, todo
bién esperamos al Salvador, lo honesto, todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo
«1 Señor Jesu-Cristo.
2 1 El cual transformará el lo que es de buen nombre; si
cuerpo de nuestra bajeza, para hay virtud alguna, si alguna
ser semejante al cuerpo de su alabanza, en esto pensad.
gloria, por la operación con la 9 L o que aprendisteis, y recicual puede también sujetar á bisteis, y oísteis, y visteis en
sí todas las cosas.
m í , esto haced; y el Dios de
paz será con vosotros.
10 IT Mas en gran numérame
jocé en el Señor de que y a al
CAPITULO IV.
in ha reflorecido vuestro cuiFinal exhortación del apóstol dado de m í ; de lo cual aun
á la práctica de todas las estabais solícitos, pero os falvtrtvaes;
y su
agradeci- taba la oportunidad.
miento por el socorro que le 11 N o lo digo en razón de inhabían enviado.
digencia, pues he aprendido á
contentarme con lo que tengo.
S I que, hermanos mios 12 Sé estar humillado, y sé
amados y deseados, gozo tener abundancia : en todo y
y corona mía, estad así firmes por todo estoy enseñado así
en el Señor, mis amados.
ara hartura como para ham2 IT A Euodias ruego, y á re, así para tener abundancia
Syntyché exhorto, que sien- contó para padecer necesidad.
tan lo mismo en el Señor.
13 Todo lo puedo en Cristo
3 Asimismo te ruego tam- que m e fortalece.
bién á tí, hermano compañero^ 14 Sin embargo, bien hicisayuda á las que trabajaron teis que comunicasteis juntajuntamente conmigo t n el mente á mí tribulación.
evangelio, con Clemente tam
15 Y sabéis tam bien vosotros,
A
E
395
A.
COLOSENSES, I.
oh Filipenses, que al principio
del evangelio, cuando me
partí de Macedonla, ninguna
iglesia me comunico en razón
de dar y d e recibir, sino vosotros solos.
16 Porque aun á Tesalénica
me enviastes lo necesario una
y dos veces.
17 N o porque busque dádiv a s , mas busco fruto que
abunde en vuestra cuenta.
18 Empero todo l o - h e recibido, y tengo abundancia:
estoy' lleno, habiendo recibido
de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrilicio acepto y agradable á
Dios.
19 i l i Dios pues suplirá todo
lo que os falta conforme á sus
riquezas, en gloria, en Cristo
Jesús.
20 Y al Dios y Padrenuestro
i e « gloria por siglos de siglos.
Amen.
21 IT Saludad á todos los
santos en Cristo Jesús. Los
hermanos que están conmigo
os saludan.
22 Todos los santos os saludan, y mayormente los que
son de casa de César.
23 L a gracia de nuestro Señor Jesu-Cristo sea con todos
vosotros. A m e n .
Escrita de R o m a con Epafrodito,
LA
EPISTOLA
DEL
APÓSTOL
A
SAN
PABLO
LOS
COLOSENSES.
CAPITÓLO I.
I 2 A los santos y hermanos
Alaba San Pablo la fé de los] fieles en Cristo que están en
Colosenses, y ruega por ellos. Colosas : Gracia y paz á vosJesu-Cristo es la imagen per- otros de Dios Padre nuestro,
fecta de Dios, el Señor de y del Señor Jesu-Cristo.
todas las cosas, la Cabeza de 3 1f Damos gracias al Dios
la Iglesia, y el Redentor del y Padre del Señor nuestro
los hombres.
Pablo es ei! Jesu-Cristo, siempre orando
ministro de Jesu-Cristo. pa- por vosotros:
ra anunciar el misterio de 4 Habiendo oído vuestra fó
en Cristo Jesús, y el amor que
la vocación de los Gentiles.
tenéis á todos los santos,
A B L O , apóstol de Jesu- 5 A causa de la esperanza que
Cristopor la voluntad de os está guardada en los cielos;
Dios, y el hermuno Timoteo, de Ja cual habéis oído y a por
300
P
COLOSENSES, I.
la palabra verdadera del evangelio :
6 £1 cual ha llegado hasta
vosotros, como por todo el
mundo ; y fructifica, y crece,
como también en vosotros,
desde el día que oísteis y
conocisteis la gracia de Dios
en verdad,
7 Como la habéis aprendido
de Epafras, nuestro consiervo
amado, el cual es un fiel
ministro de Cristo á favor
vuestro;
8 El cual también nos ha declarado vuestro amor en el
Espíritu.
9 ^ Por lo cual también nosotros, desde el dia que lo olmos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis
Henos del conocimiento de su
voluntad, en toda sabiduría y
espiritual inteligencia;
10 Para que andéis como es
digno del Señor, agradándofc
en todo, fructificando en toda
buena obra, y creciendo en el
conocimiento de D i o s :
11 Corroborados de toda fortaleza, conforme á la potencia
de su gloria, para toda tolerancia y largura de ánimo con
gozo;
12 Dando gracias al Padre
que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos
en l u z :
1S Que nos ha librado de la
potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado H i j o ;
14 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión
de pecados:
15 El cual es la Imagen del
Dios invisible, el primogénito
de toda criatura:
16 Pi rque por él fueron criadas todas las cosas que estáji
en los cielos, y que están en la
S07
tierra, visibles é Invisibles,
sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades ; todo fué criado por é l
y para él.
17 Y él es antes de todas las
cosas, y por é l todas las cosas
subsisten:
18 Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia; él, que es
el principio, el primogénito de
los muertos, para que en todo
tenga el primado.
19 P o r cuanto agradé al Padre que en él habitase toda
plenitud,
20 Y por él reconciliar todas
las cosas á sí, pacificando por
la sangre de su cruz, asi lo
que está en la tierra como l o
que está en los cielos.
21 A vosotros también, que
erais en otro tiempo estraños
y enemigos de ánimo en malas
obras; empero ahora os ha
reconciliado
22 E n el cuerpo de su carne
or medio de su muerte, para
aceros santos, y sin mancha,
é irreprensibles delante de
E
23 Si empero permanecéis
fundados y firmes en la fé,
y sin moveros de la esperanza
del evangelio que habéis oido,
el cual es predicado á toda
criatura que está debajo del
c i e l o ; del cual y o Pablo soy
hecho ministro.
24 ^ Que ahora m e gozo en
lo que padezco por vosotros,
y cumplo en mi carne lo que
falta de las aflicciones de
Cristo por su cuerpo, que es
la iglesia:
25 D e la cual soy hecho m i nistro, según la dispensación
de Dios que me fue dada en
érden á vosotros, para que
cumpla la palabra de Dios ;
26 A saber, el misterio que
X 2
COLOSENSES,
habla estado oculto desde los
siglos y edades, mas ahora ha
sido manifestado a sus santos:
27 A los cuales quiso Dios
hacer notorias las riquezas de
l a gloria de este misterio
entre los G e n t i l e s ; que es
Cristo en vosotros la esperanza do g l o r i a :
28 El cual nosotros anunciamos, amonestando á todo
hombre, y enseñando en toda
sabiduría, para que presentemos a todo hombre perfecto
en Cristo Jesús:
29 En lo cual aun trabajo,
combatiendo según la operación de él, la cual obra en m i
poderosamente.
I.
11-
con vosotros, gozándome y
mirando vuestro concierto, y
la firmeza de vuestra fé en
Cristo.
6 Por tanto de la manera que
habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en é l :
. Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la
fé, así como lo habéis aprendido, creciendo en ella con
hacimiento de gracias.
8 IT Mirad que ninguno os
engañe por filosofías, y vanas
sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme
á los elementos del mundo, y
no según Cristo.
9 Porque en él habita toda la
plenitud de la divinidad corporal mente :
CAPITULO II.
10 Y en él estáis cumplidos,
Exhorta á tos Colosenses d que el cual es la cabeza de todo
se guarden de /os sofismas de principado y potestad:
una vana filosofía, y á no 11 E n el cual también soi3
dejarse llevar con engaño á circuncidados de circuncisión
la observancia de las cere- no hecha con manos, con el
monias legales, y prácticas despojamiento del cuerpo de
supersticiosas.
los pecados de la carne en la
circuncisión de C r i s t o ;
O R Q U E quiero que sepáis 12 Sepultados juntamente
cuan gran solicitud tengo con ét en el bautismo, en el
por vosotros, y por los que cual también resucitasteis con
están en Laodicéa, y por todos él por la fé de la operación de
ios que nunca vieron m i ros- Dios que le levantó de los
tro en carne,
muertos.
2 Para que sean confortados 13 Y á vosotros, estando musus corazones, unidos en amor, ertos en pecados y en la inciry en todas riquezas de cum- cuncision de vuestra carne,
plido entendimiento, para co- os vivificó juntamente con e'l,
nocer el misterio de Dios, y perdonándoos todos los pedel Padre, y de C r i s t o ;
cados,
3 En el cual están escondidos 14 Rayendo la cédula de los
todos los tesoros de sabiduría ritos que nos era contraria,
y conocimiento.
que era contra nosotros, qui4 Y esto digo, para que nadie tándola de en medio y enclaos engañe con palabras per- vándola en la cruz;
suasivas.
15 Y despojando los princi5 Porque aunque estoy au- pados y las potestades, sacóles
sente con el cuerno, no obs- á la vergüenza en público, tritante con el espíritu estoy unfando de ellos en sí mismo.
308
1
P
COLOSENSES, I I . I I I .
16 % Por tanto nadie os juzgue en comida, 6 en bebida, ó
en parte de dia de tiesta, 6 de
nueva luna, ó de sábados,
17 L o cual es la sombra de lo
que estaba por v e n i r ; mas el
cuerpo es de Cristo.
18 Nadie os engañe á su v o luntad con pretexto de humildad y culto á los ángeles,
metiéndose en lo que no ha
visto, vanamente hinchado en
el sentido de su propia carne,
19 Y no teniendo la Cabeza,
de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por sus
ligaduras y conjunturas, crece
en aumento de Dios.
20 Pues si sois muertos con
Cristo cuanto á los rudimentos del mundo, ¿ por qué, como si vivieseis al mundo, os
sometéis á ordenanzas,
21 Tales como no manejes, ni
gustes, ni aun toques,
23 (Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso
mismo,) en conformidad á
mandamientos y doctrinas de
hombres?
23 Tales cosas tienen á la
verdad cierta reputación de
sabiduría encuito voluntario,
y humildad, y en duro trato
del cuerpo; no en alguna
honra para el saciar de la
carne.
CAPITULO I I I .
De la renovación de las costumbres conforme d la nueva vida recibida de Cristo.
Varios avisos á los casados,
ú los padres de familia,
y
á los criados.
I habéis pues resucitado
S
con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está
309
Cristo sentado á la diestra de
Dios.
2 Poned la mira en las cosas
de arriba, no en Jas de la
tierra.
3 Porque muertos sois, y v u estra vida está escondida con
Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, vuestra
vida, se manifestare, entonces
vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
5
Amortiguad, pues, vuestros miembros que están sobre
la t i e r r a : fornicación, inmundicia, injuria, mala concupiscencia, y avaricia, que
es i d o l a t r í a :
6 Por las cuales cosas la ira
de Dios viene sobre los hijos
de rebelión;
7 E n las cuales vosotros también anduvisteis en
otro
tiempo viviendo en ellas.
8 Mas ahora dejad también
vosotros todas estas cosas;
ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes palabras de.
vuestra boca.
9 N o mintáis los unos á los
otros, habiéndoos despojado
del viejo hombre con sus
hechos,
10 Y revestídoos del nuevo,
el cual por el conocimiento es
renovado conforme á la imagen del que lo crié ;
11 Donde no hay Griego, ni
Judío, circuncisión ni incircuncision, bárbaro wt Scytha,
siervo ni l i b r e ; mas Cristo es
el todo, y en todos.
12 V Vestios, pues, como escogidos de Dios, santos, y
amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre,
de tolerancia;
13 Sufriéndoos los unos á los
otros, y perdonándoos los
unos á los otros si alguno tu-
COLOSENSES, III. IV,
viere queja del o t r o : de la que no hay acepción de permanera que Cristo os perdonó, sonas.
así también hac.edlo vosotros. 20 A m o s , haced lo que es
14 Y sobre todas estas cosas justo y derecho con vuestros
tened caridad, la cual es el siervos, sabiendo que también
vosotros tenéis A m o en los
vínculo de la perfección.
15 Y la paz de Dios gobierne cielos.
eu vuestros corazones, á la
cual asimismo sois llamados
CAPITULO IV.
eu un cuerpo; y sed agradecidos.
Últimos avisos del apóstol. Recomienda á Ti/chico yá Oné1G L a palabra de Cristo hasimo; y saluda á varios.
bite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, ensenándoos y exhortándoos los
E R S E V E R A D en oración,
unos á los otros con salmos e*
velando en ella con nacihimnos, y canciones espiri- miento de g r a c i a s :
tuales, con gracia cantando en 2 Orando
también
juntavuestros corazones al Señor. mente por nosotros, que el
17 Y-todo lo que hacéis, sea Señor nos abra la puerta de
de palabra, ó de hecho, ha- la palabra, para hablar el
cerlo todo en el nombre del misterio de Cristo, por el cual
Señor Jesús, dando gracias á aun estoy preso,
vuestro Dios y Padre por e'l.
3 Para que lo manifieste co18 -ÍT Casadas, estad sujetas mo m e conviene hablar.
á vuestros maridos, como con- 4 Andad en sabiduría para
con los estraños, redimiendo
viene en el Señor.
19 Maridos, Rta&á Á vuestras] el tiempo.
mujeres, y no seáis desapa- 5 Sea vuestra palabra siemcibles con ellas.
pre con gracia, sazonada con
20 1 Hijos, obedeced & vues- s a l ; para que sepáis cerno os
tros padres en t o d o ; porque conviene responder á cada
esto agrada al Señor.
i uno.
21 Padres, no irritéis & vues- 6 \ Todos mis negocios os
tros hijos, porque no se hagan hará saber T y c h í c o , hermano
de poco ánimo.
amado y fiel ministro, y con22 H Siervos, obedeced en siervo en el S e ñ o r :
todo á vuestros&mos carnales, 7 E l cual os he enviado á
no sirviendo al ojo, como los esto mismo, para que entienda
que agradan solamente á los vuestros negocios, y consuele
hombres, sino con sencillez de vuestros corazones,
corazón, temiendo á Dios :
8 Con Onésímo, amado y fiel
23 Y todo lo que hagáis, ha- hermano, el cual es de voscedlo de ánimo, como a l Se> otros. Todo lo que acá pasa
os harán saber.
fíor, y no á los hombres ;
24 Sabiendo que del Señor re- 9 Aristareh6, mi compañero
cibiréis la compensación de la en la prisión, os saluda, y
h e r e n c i a ; porque al Señor Marcos el sobrino de Bernabé,
(acerca del cual habéis reciCristo servis.
25 Mas el que hace injuria, bido mandamientos: sí fuere
ecibirála injurlaque h i c i e r e ; á vosotros, r e c i b i d l e ; )
310
P
1
I . T É S A L O S" I C E N S E S , I .
10 T Jesús, el que se llama I que están en Laodicéa, y á
Justo; los cuales son de la Kimfas, y á la iglesia que está
circuncisión. Estos solos son en su casa.
los que me ayudan en el reino 15 Y cuando esta carta fuere
de Dios, y me han sido con- leida entre vosotros, haced
suelo.
que también sea leída en la
11 Os saluda Epáfras, el cual iglesia de los Laodicenses ; y
es de vosotros, siervo de Cristo, la que es escrita de Laodicéa
siempre solícito por vosotros que la leáis también vosotros.
en oraciones, que estéisfirmes, 16 Y decid á A r e h l p o : M i perfectos y cumplidos en todo ra que cumplas el ministerio
lo que Dios quiere.
que has recibido del Señor.
12 Porque le doy testimonio, 17 Salud; de mi mano, de
que tiene gran celo por vos- Pablo. Acordaos de mis priotros, y por los que están en siones. L a gracia sea con
Laodicéa, y los que en Hiera- vosotros. A m e n .
polis.
Escrita de R o m a á los Go13 OssaludaLucas,elmédico
amado, y Démas.
loseases ; enviada con Tychico
14 Saludad & los hermanos y Onésimo.
LA
PRIMERA
EPÍSTOLA
SAN
DEL
APÓSTOL
PABLO
Á LOS
TESALONICENSES.
C A P I T U L O I.
lonicenses, congregada
en
Dios Padre, y en el Señor
Jesu-Cristo. Gracia y paz á
vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesu-Cristo
2 Ü Damos siempre gracias á
Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros
en nuestras oraciones;
A B L O , y Silvano, y T i m o - 3 Sin cesar acordándonos
teo, ít la iglesia de los Tesa- (delante de Dios y Padre nu-
Alaba el apóstol á los Tesalomcenses por haber sido un
dechado de los demás fieles
en el fervor de su fé, esperanza y caridad, en medio
de las tribulaciones.
P
1. T B S A L O N I C E N S E S ,
estro de la obra de vuestra fé,
y del trabajo de amor, y de la
tolerancia de la esperanza del
Señor nuestro Jesu-tJristo;
4 Sabiendo, hermanos amados de Dios, vuestra elección :
5 Por cuanto nuestro evan
gelio no fué á vosotros en
alabra solumente, mas t a m
ien en potencia, y en Espl
ritu Santo, y en gran píen!
t u d ; como sabéis cuales fuimos entre vosotros por amor
de vosotros.
6 Y vosotros fuisteis hechos
imitadores de nosotros, y del
Señor, recibiendo la palabra
con mucha tribulación, con
gozo del Espíritu Santo :
7 En tal manera que habéis
sido ejemplo á todos los que
han creído en Macedonia y en
Acháya.
8 Porque de vosotros ha sido
divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y
en Achaya, mas aun en todo
lugar vuestra fé en Dios se ha
e x t e n d i d o ; de modo que no
tenemos necesidad de hablar
nada.
9 Porque ellos cuentan de
nosotros cual entrada tuvimos
á vosotros ; y cómo os convertisteis de los ídolos á Dios,
para servir al Dios v i v o y
verdadero,
10 Y esperar á su Hijo de los
cielos, al cual resucité de los
m u e r t o s ; á Jesús, el cual nos
libré de la ira que ha de venir.
I.
II.
les profesa por su constancia
en la fé.
" p O K Q U E , hermanos vosL otros mismos sabéis que
nuestra entrada a vosotros no
fué v a n a :
2 Pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados
en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en Dios nuestro
para anunciaros el evangelio
de Dios con gran combate.
3 Porque nuestra exhortación no fué de error, ni de inmundicia, ni por e n g a ñ o ;
4 Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos
encargase el evangelio, así
hablamos; no como los que
agradan á los hombres, sino á
Dios, el cual prueba nuestros
corazones.
5 Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como
sabéis, ni tocados de avaricia:
Dios es testigo.
6 N i buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni
de o t r o s ; aunque podíamos
seros carga, como apostóles de
Cristo.
7 Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cria,
que regala sus hijos: ,
8 Tan amadores de vosotros,
que quisiéramos entregaros
no soio el evangelio de Dios,
inas aun nuestras propias almas ; porque nos erais carísimos.
9 Porque ya, hermanos, os
acordáis de nuestro trabajo y
f a t i g a : que trabajando de
noche y de dia por no ser graCAPITULO II.
vosos a ninguno de vosotros,
San Pablo hace presente d los\os predicamos el evangelio de
Tásalo n icenses la
libertad, Dios.
desinterés y zulo con que les 10 Vosotros sois testigos, y
predicó el Evangelio; y tam- Dios, de cuan santa, y justa e
bién el entrañable amor que, irreprensiblemente nos con312
K
t
I. T E S A L O N I C E N S E S ,
I I .
Ш .
[dujimos сои vosotros que 19 Porque ¿cuál es nuestra
creísteis :
esperanza, ó gozo, ó corona de
11 Así como sabéis de que que me gloríe ? ¿ N o sois vos­
modo exhortábamos y conso­ otros delante de nuestro Señor
lábamos á cada uno de vos­ Jesu­Cristo.en su venida?
otros, como el padre á sus 20 Que vosotros sois nuestra
hijos,
gloria y gozo.
12 У os protestábamos que
anduvieseis como es digno de
Dios, que os llamó á su remo
CAPITULO III .
y gloria.
13 % l'or lo cual también nos­ Consuelo del Apóstol al saber
otros damos gracias á Dios sin
por Timoteo ta constancia de
los Trsalonicenses en tafé de
[ cesar, de que habiendo recí­
Jesu­Crüto,
bido la palabra de D ios que
oísteis de nosotros, recibisteis
no palabra de hombres, sino
OR lo cual no pudiendo es­
según es en verdad, la palabra
perar mas, acordamos que­
de Dios, el cual obra en vos­ darnos solos en Atcuas,
otros los que creísteis.
2 Y enviamos á Timoteo,
14 Porque vosotros, herma' nuestro hermano, y ministro
nos, habéis sido imitadores de de D ios, y colaborador nues­
las Iglesias de D ios en Cristo tro en el evangelio de Cristo,
Jesús, que están en Judéa; á confirmaros y exhortaros en
pues habéis padecido también vuestra fé,
vosotros las mismas cosas de 3 P a r a que nadie se conmu­
los de vuestra propia nación, eva por estas tribulaciones:
como también ellos de los porque vosotros sabéis que
Judíos:
nosotros somos puestos para
15 Los cuales aun mataron esto.
al Señor Jesús y á sus propios 4 Que aun estando con v o s ­
profetas, y á nosotros nos han otros, os predecíamos que
perseguido; y no agradan á hablamos de pasar tribula­
Dios, y se oponen á todos ios ciones, como ha acontecido y
hombres,
lo sabéis.
16 Prohibiéndonos hablar á 5 P o r lo cual también y o , n o .
los Gentiles, á fin de que se esperando mas, he enviado á
salven, para henchir ta me­ reconocer vuestra fé, temiendo
dida de sus pecados siempre: que no os haya tentado e l
pues vino sobre ellos la ira tentador, y que nuestro tra­
bajo haya sido en v a n o .
hasta el extremo.
17 *f Mas nosotros, herma­ 6 Empero volviendo de v o s ­
nos, privados de vosotros por otros a nosotros Timoteo, y
un poco de tiempo, de vista, haciéndonos saber vuestra fe
no de corazón, tanto mas pro­ y caridad, y que siempre t e ­
curamos con mucho deseo ver neis buena memoria de nos­
vuestro rostro.
otros, deseando vernos, como
18 Por lo cual quisimos Ir á también nosotros á vosotros,
vosotros, y o Pablo á la ver­ 7 E n ello, hermanos, reci­
dad, una v e z y o t r a ; mas bimos consolación de vosotros
Satanás nos embarazó.
en toda nuestra necesidad
313
1
1
f
P
I. TESALONICENSES, Til. IV.
v aflicción por causa de vues-1 2 Porque y a sabéis qué mantra f é :
I damientos os dimos por el Se8 Porque ahora v i v i m o s , si ñor Jesús.
vosotros estáis firmes en el 3 Porque la voluntad de Dios
Señor.
i es, vuestra santificación: que
9 Por lo cual ¿ qué naci- os apartéis de fornicación;
miento de gracias podremos 4 Que cada uno de vosotros
dar á Dios por vosotros, por sepa tener su vaso en santifitodo el gozo con que nos goza- cación y h o n o r ;
mos á causa de vosotros de- 5 N o con afecto de concupislante de nuestro Dios,
cencia, como los Gentiles que
10 Orando de noche y de dia no conocen á D i o s :
con grande instancia, que 6 Que ninguno oprima, ni
veamos vuestro rostro, y que engañe en nada á su hermano;
cumplamos lo que falta á porque el Señor es vengador
de todo esto, como y a os hevuestra fé ?
11 Mas el mismo Dios y P a - mos dicho y protestado.
dre nuestro, y el Señor nues- 7 Porque no nos ha llamado
tro Jesu-Cristo, encamine nu- Dios & inmundicia, sino á
estro viaje á vosotros.
santificación.
12 Y á vosotros multiplique 8 A s í que el que menosprecia,
el Señor, y haga abundar el no menosprecia á hombre,
amor entre vosotros, y para sino á Dios, el cual también
con todos, como es también de nos dio su Espíritu Santo.
nosotros para con vosotros:
9 í Mas acerca de la cari18 P a r a que sean confirma- dad fraterna no habéis medos vuestros corazones en nester que os escriba; porque
santidad, irreprensibles de- vosotros mismos habéis alantede D i o s y nuestro P a d r e , prendido de Dios que os améis
para la venida de nuestro Se- los unos á los otros.
ñor Jesu-Cristo con todos sus 10 Y también lo hacéis asi
con todos los hermanos que
están por toda Macedón i a.
Empero os rogamos, hermanos, que abundéis mas ;
CAPITULO IV.
11 Y que procuréis tener
Que debemos huir de la luju- quietud, y hacer vuestros neria y ociosidad:
y que no gocios, y obréis de vuestras
henvis de contristarnos
como manos de la manera que os
los Gentiles por la muerte de hemos m a n d a d o :
los difuntos,
teniendo
la 12 A fin que andéis honestaesperanza de la resurrec- mente para con los extraños,
ción.
y no necesitéis de nada.
13 *fl Tampoco, hermanos,
E S T A pues, hermanos, ueremos que ignoréis acerca
que os roguemos y exhor- e los que duermen, que no os
temos cu el Señor Jesús, que entristezcáis como los otros
de la manera que fuisteis en- que no tienen esperanza.
señados de nosotros de cémo 14 Porque si creemos que
•os conviene andar, y agradar Jesús murió y resucité, así
á Dios, así vayáis creciendo, también traerá Dios con él
814
1
R
3
I. TESALONICENSES, I V . V.
á los que durmieron en Jesús.
15 Por lo cunl os decimos
esto en palabra del Señor:
que nosotros que v i v i m o s , que
habremos quedado hasta la
venida del Señor, no seremos
delanteros á los <¡ue durmieron.
16 Porque el mismo Señor
con aclamación, con v o z de
arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del c i e l o ; y
lus muertos en Cristo resucitarán p r i m e r o :
17 Luego nosotros los que
vivimos, los que quedamos,
juntamente con ellos seremos
arrebatados en las nubes á
recibir al Señor en el a i r o ; y
así estaremos siempre con el
Señor.
18 Por tanto consolaos los
unos á los otros en estas palabras.
CAPITULO V.
Les advierte que la segunda
vmida del Señor será cuan*
do menos piensen; y exhór*
tales por tanto á estar vigilantes y apercibidos en el
ejercicio de la verdadera piedad, y benevolencia
para
con todos, cuidando de examinar, y retener todo lo
bueno, y apartarse de todo
lo malo.
P E R O acerca de los
EMtiempos
y de los momen-
tos, no tenéis, hermanos, necesidad de que y o os escriba:
2 Porque vosotros
saltéis
bien, que el diadel Señor vendrá asi como ladrón de noche.
3 Que cuando dirán, P a z y
seguridad: entonces vendrá
sobre ellos destrucción de re815
pente, como los dolores á la
mujer preñada; y no escaparán.
4 Mas vosotros, hermanos,
no estáis en tinieblas, para
que aquel dia os sobrecoja
como ladrón.
5 Porque todos vosotros sois
hijos de luz, é hijos del d i a :
no somos de la noche, ni de
las tinieblas.
6 Por tanto, no durmamos
como los d e m á s ; antes v e l e mos y seamos sobrios.
7 Porque los que duermen,
de noche duermen ; y los que
están borrachos, de noche
están borrachos.
8 M a s nosotros, que somos
hijos del dia, estemos sobrios,
vestidos de cota de fé, y de
caridad, y la esperanza de
salud por y e l m o .
9 Porque no nos ha puesto
Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor
Jesu-Cristo;
10 E l cual murió por nosotros, para que ó que velemos,
ó que durmamos, vivamos
juntamente con él.
11 Por lo cual consolaos los
unos á los o t r o s ; y edifícaos
los unos á los otros, así como
lo hacéis.
12 •J Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis á los que
trabajan entre vosotros, y os
presiden en el Señor, y os
amonestan:
13 Y que los tengáis en mucha estima por amor de su
obra. Tened paz los unos con
los otros.
14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis á los
que
andan
desordenadamente, que consoléis á los de
poco animo, que soportéis á
los flacos, que seáis sufridos
para con todos.
I I . T É S A L O *U C E N S E S , I .
15 Mirad que ninguno dé* á tro espíritu, y alma.ycuerpo,
otro mal por m a l ; antes se- sea guardado entero sin reguid lo bueno siempre los prensión para la venida de
unos para con los otros, y I nuestro Señor Jesu-Cristo.
para con todos.
24 Fiel es el que os ha llamad o ; el cual también lo hará.
16 Estad siempre gozosos.
17 Orad sin cesar.
25 1f Hermanos, orad por
18 L>ad gracias en todo ; por- nosotros.
que esta es la voluntad de 2f¡ Saludad á todos los herDios para con vosotros en manos en esculo santo.
Cristo Jesús.
27 Conjuróos por el Señor,
10 N o apaguéis el Espíritu. que esta carta sea lcida á
20 N o menospreciéis las pro- todos los santos hermanos.
fecías.
28 L a gracia de nuestro Se21 Examinadlo todo ; rete- ñor Jesu-Cristo sea con vosotros. A m e n .
ned l o bueno.
22 Apartaos de toda apariencia de mal.
i L a primera á los Tesaloni23 Y el Dios de paz os santi- |
censes fué escrita de
fique en t o d o ; para que vues- I
Atenas.
SEGUNDA
EPÍSTOLA
SAN
DEL
APÓSTOL
PABLO
TESALONICENSES.
castigo á los que persiguen
CAPITULO I.
y no obedecen al Evangelio.
Da gracias á Dios por la fé de
los Tesalonicenses, cuya paA B L O , y Silvano, y Timoteo, á la Iglesia de los
ciencia en las tribulaciones
aplaude, y les anima con la Tesalonicenses congregada en
promesa de un glorioso re- Dios nuestro Padre, y en el
poso en la venida d-1 Señor, Señor Jesu-Cristo:
el cual retribuirá con eterno a Gracia y paz á vosotros de
810
P
II. TES ALONICE NSES, I. II.
Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu-Crlsto.
3 if Debemos siempre dar
gracias á Dios de vosotros,
hermanos, como es digno, por
cuanto vuestra fe* va creciendo, y la caridad de cada uno
de todos vosotros abunda entre vosotros;
4 Tanto,que nosotros mismos
nos gloriamos de vosotros en
las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fé en todas
vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís:
5 Una demostración del justo
juicio de Dios, para que .seáis
tenidos por dignos del reino
de Dios, por el cual asimismo
padecéis:
6 Porque es justo para con
Dios pagar con tribulación á
los que os atribulan;
7 Y á vosotros, que sois atribulados, dar reposo con nosotros, cuando se manifestará
el Señor Jesus del cielo con
los ángeles de su potencia,
8 Con llama de fuego, para
dar el pago á los que no conocieron á Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor
Jesu-Cristo;
9 Los cuales serán castigados
de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia,
10 Cuando viniere para ser
glorificado en sus santos, y á
hacerse admirable en aquel
día en todos los quecreyeron:
(por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros.)
11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, que
nuestro Dios os tenga por
dignos de 5 « vocación, é hincha de bondad todo buen intento, y á toda obra de fé con
potencia,
317
12 Para que el nombre de
nuestro Señor Jesu Cristo sea
glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de
nuestro Dios, y del Señor
Jesu-Cristo.
CAPITULO II.
Exhorta
á los Tesalonicenses
á permanecer
en la verdad
que han recibido, y les declara que á la venida de
Cristo ha de preceder
la
apostasia
y
manifestación
del hombre de pecado, ó anticristo, cuyo soberbio carácter y artificios describe, declarando cómo será destruido, y con él cuantos le sigan
ó a su iniquidad
consintieren.
E
M P E R O os rogamos, hermanos, cuanto á la venida
de nuestro Señor Jesu-Cristo,
y nuestro recogimiento á él,
2 Que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento,
ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por
carta como nuestra, como que
el dia del Señor esté cerca.
3 N o os engañe nadie en
ninguna manera; porque no
vendrá, sin que venga antes
la apostasia, y se manifieste
el hombre de pecado, el hijo
de perdición,
4 Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se
llama Dios, é que se adora;
tanto que se asiente en el
templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.
6 ¿ N o os acordáis que, cuando estaba todavía con vosotros, os decia esto ?
6 Y ahora vosotros sabéis lo
que le impido, para que á su
tiempo se manifieste.
I . T E S A L O N I C E N S E S , IX, I I I .
7 Porque y a está obrando el
misterio de iniquidad: solamente espera hasta que sea
quitado de en medio el que
ahora i m p i d e ;
8 Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el
Señor matará con el espíritu
de su boca, y destruirá con el
resplaiidor de su v e n i d a :
9 A aquel inicuo cuyo advenimiento es según operación
de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros
mentirosos,
10 Y con todo engaño de iniquidad obrando en los que
erecen • por cuanto no reci¡eron el amor de la verdad
para ser salvos.
11 Por tanto, pues, les envía
Dios operación de error, para
que crean á la m e n t i r a ;
12 Para que sean condenados todos los que no creyeron
á la verdad, antes consintieron á la iniquidad.
13 T Mas nosotros debemos
dar siempre gracias á Dios
por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os
haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fé de
la v e r d a d :
14 A lo cual os Hamd por
nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro
Señor Jesu-Cristo.
15 A s í que, hermanos, estad
firmes, y retened la doctrina
que habéis aprendido, sea por
palabra, o* por carta nuestra.
10 Y el mismo Señor nuestro
Jesu-Cristo, y Dios y Padre
nuestro, el cual nos amó, y
nos dio consolación eterna, y
buena esperanza por gracia,
17 Consuele vuestros corazones, y os confirme en toda
buena palabra y obra.
318
E
CAPITULO III.
Les pide rueguená
Diosporél;
habla contra los díscolos,
ociosos y pertinaces; y recomienda el amor al trabajo,
y la corrección de los malos.
R
ESTA,hermanos,que oréis
por nosotros, que la palabra del Señor corra y sea glorificada así como entre vosotros :
2 Y que seamos librados de
hombres importunos y malos;
porque no es de todos la fe'.
3 Más fiel eB el Señor, que os
confirmará y guardaráde mal.
4 Y tenemos confianza do
vosotros en el Señor, que hacéis y haréis lo que os hemos
mandado.
5 Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de
Dios, y en la paciencia de
Cristo.
fi V Empero os denunciamos,
hermanos, en el nombre de
nuestro Señor Jesu-Cristo,
que os apartéis de todo hermano que enduviere fuera de
orden, y no conforme á la
doctrina que recibieron de
nosotros:
7 Porque vosotros mismos
sabéis de que manera debéis
imitarnos: porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros,
8 N i comimos el pan de ninguno de balde ; antes obrando
con trabajo y fatiga de noche
y de dia, por no ser gravosos
á ninguno de vosotros;
9 N o porque no tuviésemos
potestad, sino por daros cu
nosotros un dechado, para que
nos imitaseis.
10 Porque aun estando coa
vosotros os denunciábamos
I. T I M O T E O , 1.
esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.
11 Porque oírnos que andan
algunos entre vosotros fuera
de orden, no trabajando en
nada, sino ocupados en curiosear.
12 Y á los tales requerimos y
rogamos por nuestro Señor
Jesu-Cristo, que trabajando
con reposo, coman su pan.
13 Y vosotros, hermanos, no
os canséis de hacer bien.
14 Y si alguno no obedeciere
á nuestra palabra por carta,
notad al tal, y no os juntéis
con él, para que seavergüence.
15 M a s no lo tengáis como á
e n e m i g o ; sino amonestadle
como a hermano.
16 Y el mismo Señor de paz
os dé siempre paz en toda
manera. E l Señor sea con
todos vosotros.
17 f Salud do mi mano, P a b l o ; que es mi signo en toda
carta mia. A s í escribo.
13 L a gracia de nuestro Señor Jesu-Cristo sea cou todos
vosotros. A m e n .
L a Segunda a los Tesalonicenses fué enviada de
Atenas.
LA
PRIMERA
EPÍSTOLA
SAN
DEL
APÓSTOL
PABLO
TIMOTEO.
C A P I T U L O I.
Encarga el apóstol á Timoteo
que procure impedir la enseñanza de doctrinas
extrañas y fabulosas, como también cuestiones inútiles que
no fomentan la caridad, la
cual es el fin de la ley, y que
se conduzca con toda fidelidad en el desempeño de su
ministerio.
319
P
A B L O , apóstol de JesuCristo por la ordenación
de Dios nuestro Salvador, y
del Señor Jesu-Cristo, nuestra
esperanza;
2 A T i m o t e o , verdadero hijo
en l a f é : Gracia,misericordia,
y paz de Dios nuestro Padre,
y de Cristo Jesús nuestro Señor.
3 •§ Como t e rogué que te
quedases en Efeso, cuando
I,
T I M 0 1?EO,
I. I I .
partí para Macedonia, para Señor fué mas abundante con
que requirieses á algunos que la fé y amor que es en Cristo
no ensenen diversa doctrina. Jesús,
4 N i presten atención á fá- 15 Palabra fiel, y digna ile
bulas y genealogías sin tér- ser recibida de todos: Que
mino, que antes engendran Cristo Jesús vino al mundo
cuestiones que la edificación para salvar á los pecadores,
de Dios, que es por fe, asi te de los cuales y o soy el priencargo ahora.
mero.
5 Pues el fin del mandami- 16 Mas por esto fui recibido
ento es la caridad nacida de á misericordia, para que Jesucorazón limpio, y de buena cristo mostrase en mí el priconciencia, y de fe no fingida : mero toda su clemencia, pura
6 D e lo cual distrayéndose ejemplo de los que habinn de
algunos, se apartaron á vanas creer en él para vida eterna.
pláticas;
17 Por tanto al I t e y de siglos,
7 Queriendo ser doctores de inmortal, invisible, al solo
la ley, sin entender ni lo que sabio Dios, sea honor y gloria
por siglos de los siglos. Amen,
hablan, ni lo que afirman.
8 Sabemos empero que la 18 Este mandamiento, hijo
ley es buena, si alguno usa de¡ Timoteo, te encargo, para que,
ella legítimamente;
conforme á las profecías pasa9 Conociendo esto, que la ley das de tí. milites por ellas
no es puesta para el justo, buena m i l i c i a ;
sino para los injustos, y para 19 Manteniendo lafé y buena
los desobedientes, para los conciencia, la cual echando
impíos y pecadores, para los de sí algunos, hicieron naumalos y profanos, para los fragio en la fé :
parricidas y matricidas, para 20 D e los cuales fueron Hyios homicidas.
menéo y Alejandro, que en10 P a r a los fornicarios, para tregué á Satanás, para que
los sodomitas, para los la- aprendan á no blasfemar.
drones de hombres, para los
mentirosos y perjuros; y si
hay alguna otra cosa conCAPITULO II.
traria a la sana doctrina,
11 Según el evangelio de Ja Encarga, que se haga oración
gloria del Dios bendito, el
por los reyes y magistrados,
cual á m í me ha sido encarJesu-Cristo es el único medigado.
I añero y redentor
de todos.
12 Y doy gracias al que m e
Dtbemos orar en todo lugar.
fortificó, á Cristo Jesús nuesModestia de las mujeres, su
tro Señor, de que m e tuvo por
sumisión y silencio.
fiel, poniéndome en el ministerio ;
A M O N E S T O , pues, ante to13 Habiendo sido antes blasdas cosas, que se liaban
femo, y perseguidor, e injuri- rogativas, oraciones, pclicia d o r : mas fui recibido á mi- lones, lucimientos de gracias,
sericordia, porque h> hice con por todos los hombres;
ignorancia en incredulidad.
2 Por los reyes, y por todos
14 Mas la gracia de nuestro los que están en eminencia,
320
1
I, T I M O T E O , I I . I I I .
para que vivamos quieta y ten la fé y caridad, y en santireposadamente en toda piedad dad, y modestia.
y honestidad.
3 Porque esto es bueno y
agradable delante de Dios
CAPITULO III.
nuestro Salvador;
4 El cual quiere que todos los Describe cuates deben ser los
obispos ó sobj'tstantes, y diáhombres sean salvos, y que
conos, y tas mujeres que sirvengan al conocimiento de la
ven á la Iglesia.
verdad.
5 Porque hay un D i o s ; asiA L A B R A fiel: SI alguno
mismo un Mediador entre
apetece obispado, buena
Dios y los hombres, Jesuobra desea.
cristo h o m b r e ;
6 El cual se dio á sí mismo 2 Conviene, pues, que el
en precio del rescate por to- obispo sea irreprensible, m a dos, para testimonio en sus rido de una mujer, solícito,
templado, compuesto, hospetiempos:
7 De lo que y o soy puesto dador, apto para enseñar;
por predicador y apóstol, 3 N o amador del vino, no
(digo verdad en Cristo, no heridor, no codicioso de sórm i e n t o ; ) doctor
de los dida ganancia, sino m o d e Gentiles en fidelidad y v e r - rado ; no litigioso, ajeno de
avaricia:
•
dad.
8 Quiero, pues, que los hom- 4 Que gobierne bien su casa,
bres oren en todo lugar, levan- que tenga sus hijos en sujetando manos limpias, sin ira ción con toda honestidad;
ni contienda.
5 (Porque el que no sabe
9 Asimismo también las mu- gobernar su casa, J cómo cuijeres, ataviádonse en hábito dará de la Iglesia de D i o s ? )
honesto, con vergüenza y 6 N o un neófito, porque inmodestia; no con cabellos en- flándose no caiga en juicio
crespados, ú oro, ó perlas, ó del diablo.
vestidos costosos,
7 También
conviene que
10 Sino de buenas obras, co- tengabuen testimonio de los
mo conviene á mujeres que e x t r a ñ o s ; porque no caiga
en
afrenta
y
en
lazo del diaprofesan piedad.
11 La mujer aprenda en si- blo.
8 Los diáconos asimismo delencio, con toda sujeción.
12 Porque no permito á la! ben ser honestos, no bilinmujer enseñar, ni tomar au-' gües, no dados á mucho vino,
toridad sobre el hombre, sino no amadores de torpes ganancias ;
estar en silencio.
13M'orque Adam fué formado 9 Que tengan el misterio do
la fe con limpia conciencia.
el primero; después E v a .
14 Y A d a m n o f u é e n g a ñ a d o ; 10 Y estos también sean
sino lamujer,siendo seducida, antes probados; y así minisvino á ser envuelta en trans tren, si fueren sin crimen.
gresion.
11 L a s mujeres asimismo
detrac toras,
1A Empero se salvará engen honestas, no
drando hüos, si permaneciere templadas, fieles en todo.
321
P
I. TIMOTEO, Ifl. IV.
12 Los diáconos sean maridos de una mujer, que go
U e r n e n bien sus hijos y sus
casas.
13 Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen
grado, y mucha confianza en
la fé que es en Cristo Jesús.
14 Esto te escribo con esperanza que iré presto á t í :
15 Y si no fuere tan presto,
para que sepas cémo te conviene conversar en la casa de
Dios, que es la iglesia del
Dios v i v o , columna y apoyo
de la verdad.
16 Y
sin
contradicción,
grande es el misterio de la
p i e d a d : Dios ha sido manifestado en carne; ha sido
justificado con el Espíritu;
ha sido visto de los ángeles ;
ha sido predicado á los Gentiles ; ha sido creído en el
m u n d o ; ha sido recibido en
gloria.
CAPITULO
IV.
Predice la apostasia que en
los venideros tiempos acontecería en la iglesia, con indicación de algunas de las
erróneas y diabólicas doctrinas que enseñarían algunos, y exhorta á Timoteo á
que con diligencia cuide de
la sana doctrina, y de cumplir otros deberes propios de
su ministerial
cargo.
P E R O el Espíritu dice
Ilosp Mmanifiestamente,
que en
venideros tiempos algunos apostatarán de la
cuchando á espíritus
ror, y á doctrinas de
nios ;
2 Que con hipocresía
rán mentira, teniendo
rizada la conciencia;
fé, esde erdemohablacaute-
3 Que prohibirán casarse, y
mandarán
abstenerse de las
viandas que Dios crié para
que con nacimiento de gracias participasen de ellas los
fieles, y los que han conocido
la verdad.
4 Porque todo lo que Dio.*
crié es bueno, y nada hay
que desechar, tomándose con
nacimiento de g r a c i a s :
5 Porque por la palabra de
Dios, y por l a oración es santificado.
6 Si esto propusieres á los
hermanos, seras buen ministro de Jesu-Cristo, criado
en las palabras de la fé y de
la buena doctrina, la cual lius
alcanzado.
7 M a s las fábulas profanas y
de viejas desecha, y ejercítate para la piedad.
8 Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso ; mas la piedad para
todo aprovecha, pues tiene
promesa de esta vida presente y de la venidera.
9 Palabra fiel es esta, y digne de ser recibida de todos.
10 Que por esto aun trabaj a m o s y sufrimos oprobios,
porque esperamos en el DÍOJ
viviente, el cual es Salvador
de todos los hombres, mayormente de los que creen.
11 Esto manda y enseña.
12 Ninguno tenga en poco
tu j u v e n t u d ; pero sé ejemplo
de los fieles en palabra, en
conversación, en caridad, en
espíritu, en fe, en limpieza.
13 Entretanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en
enseñar.
14 N o descuides el don que
está en t í , que te es dado
por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
I. TIMOTEO, IV. V.
15 Medita estas cosas ; ocúpate en ellas; para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos,
16 Ten cuidado de t í mismo
y de la doctrina; persiste en
ello; pues haciendo esto, á
tí mismo salvarás y á los que
te oyeren.
para que sean sin reprensión.
8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la
fé negó, y es peor que un
infiel.
9 L a viuda sea puesta en
especial clase no menos que
de sesenta a ñ o s : que haya
sido esposa de un solo m a rido;
APITÜLO V.
10 Que tenga testimonio en
El apóstol advierte d Timoteo buenas o b r a s ; si crió bien
cómo ha de portarse con los sus hijos; si ha ejercitado la
fieles de todas edades. Cuales hospitalidad; si ha lavado
hayan de ser las viudas que los pies de los santos; si ha
sirvan en la Iglesia.
Le socorrido á los afligidos; si
dice que deben ser premia- ha seguido toda buena obra.
dos los presbíteros que cum- 11 Pero viudas mas jóvenes
plen bten su ministerio;
que no a d m i t a s : porque después
ha de corregir
los pecados de hacerse licenciosas contra
públicos; y mirar mucho á Cristo, quieren casarse:
quien impone
las manos 12 Condenadas y a , por hapara ordenarle,
I ber falseado la primera fe*.
13 Y aun también se acosO reprendas al anciano,: tumbran, hechas ociosas, á
sino exhórta/e como a andar de casa en casa; y no
padre; á los mas jóvenes, solamente ociosas, sino t a m bién parleras y curiosas, hacomo á hermanos;
2 A las ancianas, como á blando lo que no conviene.
madres; á las jovencitas, 14 Quiero, pues, que las que
como á hermanas, con toda son jóvenes se casen, crien
pureza,
¡ hijos, gobiernen la c a s a ; que
3 Honra á las viudas que en ninguna ocasión den al adversario para maldecir.
verdad Bon viudas.
4 Pero sí alguna viuda tu- 15 Porque y a algunas han
viere hijos, 6 nietos, apren- vuelto Atrás en pos de Sadan primero á gobernar su tanás.
casa piadosamente, y á r e - 16 Si algún ñel ó alguna fiel
compensar á sus padres: por-, tiene viudas, manténgalas, y
que esto es lo honesto y agra- no sea gravada l a I g l e s i a ;
dable delante de Dios.
á ñn de que haya lo suficiente
5 Ahora la que en verdad para las que de verdad son
es viuda y solitaria, espera viudas.
en Dios, y es diligente en 17 I I ° s ancianos que g o suplicaciones
y
oraciones biernan bien, sean tenidos
noche y dia.
por dignos de doblada honra;
6 Pero la que v i v e en deli- mayormente los que trabajan
en predicar y enseñar.
cias, viviendo está muerta.
7 Denuncia pues estas cosas, 18 Porque la Escritura d i c e :
Y2
323
1
N
j
I. T I M O T E O , V. V I .
no embozarás al buey que tengan á sus señores por
trilla. Y : Digno es el obrero dignos de toda honra, porque
de su jornal.
I no sea blasfemado el nombre
19 Contra el anciano no re- del Señor y 5« doctrina.
cibas acusación sino con dos 2 Y los que tienen amos
6 tres testigos.
¡ fieles, no los tengan en me20 A los que pecaren, re-! nos, por ser sus hermanos;
mejor, por
préndelos delante de todos, antes sírvanles
para que los otros también cuanto son fieles y amados,
teman.
! y partíci nes del beneficio.
21 Te requiero delante de Esto ensena y exhorta.
Dios y del Señor Jesu-Cristo, 3 Si alguno enseña otra cosa,
y de sus ángeles escogidos, y no asiente á las sanas paque guardes estas cosas sin labras de nuestro Señor Jesu)erjuicio de nadie, que nada cristo, y á la doctrina que
tagas Inclinándote á la una es conforme á la piedad,
parte.
4 Es hinchado, nada sabe,
22 N o impongas de ligero y enloquece acerca de cueslas manos á alguno, ni comu- tiones y contiendas de palaniques en pecados á g e n o s : bras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias,
consérvate en limpieza.
23 N o bebas de aquí ade- malas sospechas,
lante agua, sino usa de un 5 Portías de hombres corpoco de vino por causa del ruptos de entendimiento, y
estómago, y de tus continuas privados de la verdad, que
tienen la piedad por granenfermedades.
24 Los pecados de algunos j e r i a : apártate de los tales.
hombres, antes quo vengan 6 Empero grande granjeellos ajuicio, son manifiestos ; ria es l a piedad con contenmas á otros les vienen des- tamiento.
pués.
7 Porque nada hemos traído
25 Asimismo
las buenas á este mundo, y sin duda
obras antes son manifiestas; nada podremos sacar.
y las que son de otra manera, 8 A s i que teniendo sustento,
no pueden esconderse.
y con que cubrirnos, seamos
contentos con esto.
9 Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación
CAPITULO VI.
|y lazo, y en muchas codicias
locas y dañosas, que hunden
Los siervos obedezcan d tus á los hombres en perdición y
amos, sean estos é no cris- muerte.
tianos. Sobre los falsos doc- 10 Porque el amor del ditores. Daños que acarrea nero es la raíz de todos lo?
la avaricia.
Deben los ricos m a l e s ; el cual codiciando
evitar la soberbia, y em- algunos, se descaminaron <ís
plearse en obras de cari- la fé, y fueron traspasados do
dad.
¡ muchos dolores.
11 Mas tú, oh hombre de
ODOS los que están debajo Dios, huye de estas cosas;
del yugo de servidumbre, y sigue la justicia, la piedad,
324
Í
T
1. T I M O T E O , V I .
la Té, la caridad, la paciencia, I ni pongan la esperanza en la
la mansedumbre.
incérttdumbre de las rique12 Pelea la buena batalla de |zas ; sino en el Dios v i v o , que
la fé, echa mano de la vida nos da todas las cosas en
eterna, á la cual asimismo j abundancia de que goceeres llamado, habiendo hecho mos :
buena profesión delante de 18 Que hagan bien, que sean
muchos testigos.
ricos en buenas obras, dadi13 Te mando delante de vosos, que con facilidad coDios, que da vida á todas las muniquen :
cosas, y de Jcsu-Cristo. que 19 Atesorando para sí buen
testificó" la buena profesión fundamento para lo porvenir,
delante de Poncio Pilato,
que echen mano á la vida
14 Que guardes el manda- eterna.
miento sin mácula, ni repren- 20 Oh T i m o t e o , guarda lo
sión, hasta la aparición de que se te ha encomendado,
nuestro Señor Jesu-Cristo;
evitando las profanas pláticas
15 L a cual á su tiempo mos- de vanas cosas, y los argutrará el Bienaventurado y mentos de la falsamente llasolo Poderoso, R e y de reyes, ¡ mada ciencia:
y Señor de señores ;
I 21 L a cual profesando algu16 Quien solo tiene inmorta- nos, fueron
descaminados
lidad, que habita en luz in- acerca de la fé. L a gracia
accesible ; á quien ninguno sea contigo. A m e n .
de los hombres ha visto, ni
puede v e r : al cual sea la
L a P r i m e r a á Timoteo fue
honra y el imperio sempiterenviada de Laodicea, que
no. Amen.
es metrópoli de la F r y g i a
Pacaciana.
17 1T A los ricos de este siglo
manda que no sean altivos,
325
LA
SEGUNDA
EPÍSTOLA
SAN
DEL
APÓSTOL
PABLO
TIMOTEO.
abuela Loida, y en tu madre
líunice; y estoy cierto que
en tí también.
6 P o r l o cual t e aconsejo,
que despiertes el don de Dios
que esta en tí por la imposición de mis manos.
7 Porque no nos ha dado
Dios el espíritu de temor, sino
el de fortaleza, y de amor, y
de templanza.
A B L O , apóstol de Jesu- 8 P o r tanto no t e avercristo por la voluntad de güences del testimonio de
Dios, según la promesa de nuestro Señor, ni de m í preso
la vida, que es en Cristo por amor
siryo; antes fié
.participante de los trabajos
Jesús,
2 A T i m o t e o , amado hijo, del evangelio según la virtud
de
Dios,
gracia, misericordia, y paz
de Dios el Padre, y de Jesu- 9 Que nos salvó y llamó con
cristo nuestro Señor.
vocación santa, no conforme
3 T Doy gracias á Dios, al á nuestras obras, mas según
cual sirvo desde mis mayores el intento suyo, y por la
con limpia conciencia, de que gracia, la cual nos es dada
sin cesar tengo memoria de en Cristo Jesús antes de los
t í en mis oraciones noche y tiempos de los siglos ;
dia;
10 M a s ahora es manifes4 Deseando v e r t e , acordán- tada por la aparición de nuesdome de tus lágrimas, para tro Salvador Jesu-Crlsto, el
cual quitó la muerte, y saco
ser lleno de g o z o ;
5 Trayendo á la memoria la á la luz la vida y la inmortafe' no fingida que habia en tí, lidad por el E v a n g e l i o :
la cual residió primero en tu u D e l cual y o soy puesto
326
CAPITULO I.
Exhorta á Timoteo
ápredicar
intrépidamente
el Evangelio, vara manifestar
mejor
su jé, y á que permanezca
en la sana doctrina.
Dice
que algunos
de Asia le
abandonaron
en Roma; y
elogia á Onesiforo.
P
I I . TIMOTEO, I. I I .
predicador, y apóstol, y maestro de los Gentiles.
12 Por lo cual asimismo padezco e s t o : mas no m e avergüenzo ; porque y o sé A quien
lie creído, y estoy cierto que
es poderoso para guardar mi
depósito para aquel dia.
13 Reten la forma de las
sanas palabras que de mf
oíste, en la fé y amor que es
en Cristo Jesús.
14 Guarda el buen depósito
por el Espíritu Santo que
habita en nosotros.
15 Ya sabes esto, que me
han sido contrarios todos los
que son en A s i a ; de los cuales
son Figello, y Hermógenes.
16 De el Señor misericordia A la casa de Onesíforo;
que muchas veces me refrigeró, y no se avergonzó de
mi cadena:
17 Antes estando él en R o m a ,
me buscó solícitamente, y
me halló.
18 Déle el Señor que halle
misericordia cerca del Señor
en aquel dia. Y cuanto nos
ayudé en Efeso, t ú lo sabes
mejor.
CAPITULO II.
Habla á Timoteo de la forta
leza y pudenda
con que
debe enseñar las cosas de la
fé, y cómo debe evitar las
cuestiones inútiles, origen de
discordias y de contiendas,
las cuales son ágenos del
cristiano.
P
U E S tú, hijo m i ó , esfuérzate en la gracia que es
en Cristo Jesús.
2 Y lo que has oido de m í
entre muchos testigos, esto
encarga á los hombres fieles
827
que serán idóneos para enseñar también á otros.
3 T ú pues sufre trabajos
como fiel soldado de Jesucristo.
4 Ninguno que milita se
embaraza en los negocios de
la v i d a ; á fin de agradar á
aquel que lo tomé por soldado.
5 Y aun también el que lidia,
no es coronado si no lidiare
legítimamente.
6 El labrador para recibir
los frutos, es menester que
trabaje primero.
7 Considera lo que d i g o ; y
el Señor te dé entendimiento
en todo.
8 Acuérdate que Jcsu-Cristo,
el cual fué de la simiente de
D a v i d , resucité de los muertos conforme á mi e v a n g e l i o ;
9 En el que sufro trabajo,
hasta las prisiones á modo de
malhechor: mas la palabra
de Dios no está presa.
10 P o r tanto todo lo sufre
por amor de los escogidos,
para que ellos también consigan la salud que es en
Cristo Jesús con gloria eterna.
11 Es palabra fiel: Que sí
somos muertos con él, t a m bién viviremos con é l :
12 Si sufrimos, también reinaremos con él. Si negáremos, él también nos negará:
13 Si fuéremos infieles, él
permanece fiel: no se puede
negar á sí mismo.
14 IT Recuérdate* esto, protestando delante del Señor
que no contiendan en palabras, lo cual para nada aprovecha, antes trastorna a los
oyentes.
15 Procura con diligencia
resentarte
A Dios
aproado, como obrero que no
tiene de que avergonzarse,
E
II. TIMOTEO, ir. III.
que traza bien la palabra de diablo, en que están cautivos
verdad.
á voluntad de él.
id Mas evita profanas y v a nas p a r l e r í a s ; porque muy
CAPITULO III.
adelante irán en la impiedad.
Carácter de los falsos após17 Y la palabra de ellos 1 toles, enemigos de la verdad.
carcome como cáncer; de los | Encarga á Timoteo que se
cuales es Himeneo y F i l e t o ; | mantenga firme en lo qu«
18 Que se han descaminado
tiene aprendido,
y le rede la verdad diciendo, que la
comienda el estudio de las
resurrección es y a hecha, y
santas
Escrituras.
trastornan la fé de algunos.
19 Pero el fundamento de D S T O también sepas, que
Dios está firme, teniendo esto " en los postreros dias vens e l l o : Conoce el Señor los drán tiempos peligrosos:
que son suyos. Y : Apár- 2 Que habrá hombres amatese de iniquidad todo aquel dores de sí mismos, avaros,
que invoca el nombre de vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los
Cristo.
20 Mas en una casa grande, padres, ingratos, sin santino solamente hay vasos de dad,
oro y de plata, sino también 3 Sin afecto, desleales, cade madera y de b a r r o ; y lumniadores, destemplados,
asimismo unos para honor, y crueles, aborrecedores de lo
bueno,
otros para deshonra.
arrebatados,
21 Así que si alguno se l i m - 4 Traidores,
piare de estas cosas, será hinchados, amadores de los
vaso para honra, santificado, deleites mas que do D i o s ;
y lítil páralos usos del Señor, 5 Teniendo apariencia de
y aparejudo para toda buena piedad, mas habiendo negado
obra.
la eficacia de e l l a : y á estos
22 H u y e también los deseos evita.
juveniles; y sigue la justicia, 6 Porque de estos son los
la fé, la caridad, la p a z , con que se entran por las casas,
los que invocan al Señor de y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados,
puro corazón.
23 Empero las cuestiones llevadas de diversas concunecias y sin sabiduría de* piscencias ;
secha, sabiendo que engen- 7 Que siempre aprenden, y
dran contiendas.
nunca pueden
acabar de
24 Que el siervo del Señor llegar al conocimiento de la
no debe ser litigioso, sino verdad.
manso para con todos, apto 8 Y de la manera que Janncs
para enseñar, sufrido;
y
Jambres
resistieron &
25 Que con mansedumbre Moisés, así también estos
corrija á los que se oponen; resisten á la verdad ; homsí quizá Dios les dé que se bres corruptos de entendiarrepientan para conocer la miento, reprobos acerca de
la fé.
verdad,
prevalecerán;
26 Y se zafen del lazo del 9 Mas no
323
1
IL TIMOTEO, III.
porque su insensatez será manifiesta á todos, como también lo fue' la de aquellos.
10 Pero ttí has comprendido
mi doctrina, instrucción, intento, fe', largura de ánimo,
caridad, paciencia,
11 Persecuciones, aflicciones,
cuales me sobrevinieron en
Antioquía, en Iconio, en Listra; cuales persecuciones he
sufrido,}'de todas me ha librado el Señor.
12 Y también todos los que
quieren v i v i r píamente en
Cristo Jesús, padecerán persecución.
13 Mas los malos hombres,
y los engañadores, irán de
mal en peor engañados, y cu
ganando á otros.
14 Empero persiste tá en lo
que has aprendido, y te persuadiste, sabiendo de quien
has aprendido;
15 Y que desde la niñez has
silbido las sagradas escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salud por
la fé que es en Cristo Jesús.
16 Toda Escritura es dada
por el Espíritu de Dios y es
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instituir en justicia,
17 Para que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda
buena obra.
IV.
vida; y concluye con las salutaciones
acostumbradas.
T 3 E Q U I E R 0 y o , pues, deJAi lante de Dios, y del Señor Jesu-Cristo, que ha de
juzgar los vivos v los muertos en su manifestación y
en su reino,
2 Que prediques la palabra;
ue instes á tiempo y fuera
e t i e m p o : redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
3 Porque
vendrá
tiempo
cuando no sufrirán la sana
doctrina ; antes, teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme á sus
concupiscencias,
4 Y apartarán de la verdad
el oido, y se volverán á las
fábulas.
5 Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la
obra de Evangelista, cumple
tu ministerio:
6 Porque y o y a estoy para
ser ofrecido, y el tiempo de
mi partida está cercano.
7 He peleado buena batalla,
he acabado la carrera, he
guardado la fé.
8 Por lo demás, me está
guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel d i a ;
y no solo á mí, sino también
á todos los que aman su v e nida.
9 IT Procura venir presto á
mí:
CAPITULO IV.
10 Porque Demás me ha deamando
este
Ultimas
encomiendas
del] samparado,
Apóstol d Timoteo.
Le ex-\ siglo, y se ha ido á Tesaléhurta d que predique
sin n i c a ; Crescente á G a l a c i a ;
intermisión, para
fortificar T i t o á Dalmacia.
los espiritas de tos fieles 11 Lucos solo está conmigo.
contra los errores que ha- T o m a á Marcos, y traele
bían de nacer; le dice que c o n t i g o ; porque me es útil
está cercano el fin de su para el ministerio.
3
1
TITO, I.
12 A Tychico envié á Efeso. toda obra mala, y me pre13 T r a e , cuando vinieres, el servará para su reino celescapote que dejé en Troas en t i a l : al cual sea gloria por
casa de C a r p o ; y los libros, siglos de siglos. A m e n .
mayormente
los pergami- 19 1f Saluda á Frisca y á
nos.
Aquilas, y á la casa de óne14 Alejandro el calderero me síforo.
ha causado muchos m a l e s : 20 Erasto se quedé en Coel Señor le pagará conforme r i n t o ; y á Trenino dejé en
á sus hechos.
Mileto enfermo.
15 Guárdate tú también de 21 Procura venir antes del
é l ; que en grande manera ha invierno. Eubulo te saluda,
resistido a nuestras pala- y Pudente, y L i n o , y Claubras.
dia, y todos los hermanos.
10 E n m i primera defensa 22 E l Señor Jesu-Cristo sea
ninguno m e a y u d é ; antes con tu espíritu. L a gracia
m e desampararon t o d o s : no sea con vosotros. A m e n .
les sea imputado.
17 M a s el Señor m e ayudé,
L a Segunda á Timoteo, el
y m e esforzé para que por
cual fué el primer obispo
mí fuese cumplida la prediordenado en Efeso, futí
cación, y todos los Gentiles
escrita de Roma, cuando
la o y e s e n ; y fui librado de
Pablo fué presentado la
la boca del león.
segunda v e z á César
Nerón.
18 Y el Señor me librará de|
LA
EPÍSTOLA
DEL
APÓSTOL
SAN
PABLO
Á
TITO.
P
A B L O , siervo de Dios, y
apéstol
de Jesu-Cristo
'según la fe de los escogidos
Después de saludar d Tito, de Dios, y el conocimiento de
la
verdad
que
es según la
le advierte las cualidades
que se requieren en los que piedad,
fueren puestos por minis- ¡ 2 Para la esperanza de la
tros.
I vida eterna, la cual Dios, que
330
CAPITULO I.
TITO, T. IT.
do puede mentir, prometió: pió profeta de e l l o s : L o s C r e antes de los tiempos de los tenses, siempre mentirosos,
malas bestias, vleutres peresiglos,
3 Y manifestó á sus tiem- zosos.
pos su palabra por la predi- 13 Este testimonio es verdacación, que me es á m i en- dero : por tanto repréndelos
comendada por mandamiento duramente, para que sean
de nuestro Salvador D i o s ;
sanos en la f é ;
4 A T i to.verd adero hijo en la 14 N o atendiendo á fábulas
común f é : Gracia, misericor- Judaicas, y á mandamientos
dia, y paz d e Dios Padre, y de hombres que se apartan
del Señor Jesu-Cristo Salva- de la verdad.
dor nuestro.
15 Todas las cosas son l i m 5 % Por esta causa te dejé pias á los limpios ; mas á los
en Creta, para que corri- contaminados é infieles nada
gieses lo que falta, y pusieses es l i m p i o : antes su alma y
ancianos por las villas, así conciencia están contaminadas.
como yo te m a n d é :
conocer
á
6 El que fuere sin crimen, 16 Profésanse
marido de una mujer, que Dios, mas con los hechos lo
tenga hijos fieles, que no n i e g a n ; siendo abominables
estén acusados de disolución, y rebeldes, reprobados para
toda buena obra.
ó contumaces.
7 Porque es menester que
el obispo sea sin crimen,
como dispensador de D i o s ;
CAPITULO II.
no soberbio, no iracundo, no
amador del vino, no heridor, Manifiesta á Tito cómo se ha
no codicioso de torpes gade portar con los fieles de
nancias ;
todos estados, sexos, edades,
y condiciones, y la obliga8 Sino amigo de hospitalición guetiene de darles buen
dad, amador de lo bueno,
ejemplo. Esplica los docutemplado, justo, santo, conmentos que nos da la gracia
tinente ;
de Dios, y los beneficios que
9 Retenedor de la fiel palanos ha hecho Jesu-Cristo.
bra' que es conformo á la
doctrina; para que también
pueda exhortar con sana docM P E R O t ú habla lo que
trina, y convencer á los que
conviene á la sana doccontradijeren.
trina :
10 Porque hay aun muchos 2 Que los viejos sean t é m contumaces, habladores de planos, graves, prudentes,
vanidades, y engañadores de sanos en la fé, en la caridad,
las almas, mayormente los en la paciencia.
que son de la circuncisión,
3 L a s ancianas, asimismo,
11 A los cuales es preciso se distingan
en un porte
tapar la boca; que trastor- s a n t o ; no calumniadoras, no
nan casas enteras, enseñando dadas á mucho vino, maeslo que no conviene, por torpe tras de honestidad :
ganancia.
, 4 Que enseñen á las mujeres
12 Dijo uno de ellos, pro- ¡jóvenes á ser prudentes, a que
331
E
Trxo, III.
amen á sus maridos, á que
CAPITULO III.
amen á sus hijos,
¡
5 A ser templadas, castas,
que tengan cuidado de la Virtudes que debe Tito recomendar á todos ios cristiacasa, buenas, sujetas á sus
maridos; porque la palabra! nos . La gracia de Jesu- Cristo
derramada
sobre nosotros,
de Dios no sea blasfemada.
nos hace esperar la vida
6 Exhorta asimismo á los
eterna.
Le exhorta á que
mancebos á que sean comeevite
las
malas
doctrinas, y
didos :
recuse á los obstinados he7 Mostrándote en todo por
rejes.
ejemplo de buenas obras ; en
doctrina, integridad, graveM O N É S T A L E S que SQ
dad,
sujeten á los príncipes y
8 Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se potestades, que obedezcan,
avergüence, no teniendo mal que estén prontos á todu
ninguno que decir de vos- buena obra;
otros.
2 Que á nadie infamen, que
9 Exhorta
á los siervos, á no sean pendencieros, sino
ue sean sujetos á sus se- modestos, mostrando toda
ores, que agraden en todo, no mansedumbre para con todos los hombres.
respondones;
10 N o defraudando, antes 3 Porque también éramos
mostrando toda buena leal- nosotros necios en otro tiemtad, para que adornen en po, rebeldes, extraviados,
todo la doctrina de nuestro sirviendo á concupiscencias
Salvador Dios.
¡ y deleites diversos, viviendo
11 Porque la gracia de Dios en malicia y en envidia, aborlos
que trae salvación á todos recibles, aborreciendo
unos á los otros :
los hombres, se manifestó,
12 Enseñándonos que, renun- 4 M a s cuando se manifesté
ciando á la impiedad y á los la bondad de Dios nuestro
deseos mundanos, vivamos Salvador, y su amor para
en este siglo templada, y con los hombres,
justa, y píamente,
6 N o por obras de justicia
13 Esperando aquella espe- que nosotros hablamos hecho,
ranza bienaventurada, y la mas por su misericordia nos
manifestación
gloriosa del salvé por el lavacro de la
gran Dios, y nuestro Salva- regeneración, y de la reno
vacion del Espíritu S a n t o ;
dor Jesu-Cristo,
14 Que se dio" á sí mismo por 6 E l cual derramó en nos
nosotros para redimirnos de otros abundantemente po.
toda iniquidad, y limpiar Jesu-Cristo nuestro Salvaara sí un pueblo propio, ce- dor,
>so de buenas obras.
7 P a r a que, justificados po.
15 Esto habla y exhorta, y su gracia, seamos hechos
reprende con toda autoridad. herederos según la esperanza
de la vida eterna.
K a d i e te desprecie.
8 Palabra fiel, y estas cosas
quiero que afirmes, para quo
1
A
a
£
los que creen á Dios procuren
gobernarse en buenas obras.
Estas cosas son buenas y
útiles á los hombres.
9 Mas las cuestiones necias,
y genealogías, y contenciones
y debates acerca de la ley
evita; porque son sin provecho y vanas.
1« Rehusa hombre hereje,
después de una y otra amonestación ;
11 Estando cierto que el tal
es trastornado, y peca, siendo
condenado de su propio juicio.
12 IT Cuando enviare á t í á
Artemas, ó & Tychico, procura venir á m í á Nicépolis;
porque allí he determinado
invernar.
1
13 A Zenas, doctor de la l e y ,
y á Apolo envía delante, procurando que nada les falte.
14 Y aprendan asimismo los
nuestros á gobernarse en
buenas obras para los usos
necesarios, para que no sean
sin fruto.
15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda á
los que nos aman en la fe.
L a gracia sea con todos vosotros. A m e n .
A
T i t o , el cual fué el primer obispo ordenado a la
iglesia de los Cretenses,
escrita de Nicépolis de
Macedonia.
LA
EPÍSTOLA
DEL
APÓSTOL
SAN
PABLO
FILÉMOK
Pídele con la elocuencia di- 3 Gracia á vosotros, y paz
vina de la caridad que se re- de Dios nuestro Padre, y del
concilie con Onésimo, su Señor Jesu-Cristo.
esclavo fugitivo, ya cristiano 4 V D o y gracias á mi Dios,
y arrepentido.
haciendo siempre memoria
de tí en mis oraciones,
A B L O , prisionero de Jesu- 5 Oyendo tu caridad, y la fe
c r i s t o , ^ el hermano T i - que tienes en el Señor Jesús,
moteo, á Fílémon amado, y y para con todos los santos,
coadjutor nuestro;
0 Para que la comunicación
2 Y á la amada Apphfa, y de tu fé sea eficaz en el coá Archíppo, companero de nocimiento de todo el bien
nuestra milicia, y á la igle- que está en nosotros por
sia que está en tu casa:
i Cristo Jesús.
333
P
7 Porque tenemos gran gozo de m í ; pero ¿cnanto mas
y consolación de tu caridad, de tí, en la carne, y en el
de que por tí, oh hermano,! Señor ?
han sido recreadas las entra- 17 A s í que, si m e tienes por
ñas de los santos.
| compañero, recíbele
como
8 Por lo cual, aunque tengo
mucha resolución en Cristo 18 Y si en algo te dañó", 6 te
para mandarte lo que con- debe, pónlo á mi cuenta.
viene,
19 Y o Pablo lo escribí de
9 Rtiégo/fi mas bien por mi m a n o ; y o lo pagaré, por
amor, siendo tal cual soy, no decirte que aun á tí mismo
Pablo anciano, y aun ahora te me debes demás.
prisionero de Jesu-Cristo,
20 Sí, hermano, góceme yo
10 Ruégote por mi hijo Oné- de t í en el Seííor ; recrea mis
simo, que he engendrado en entrañas en el Señor.
mis prisiones;
21 T e he escrito confiando
11 El cual en otro tiempo te en tu obediencia, sabiendo
fue inútil, mas ahora á t í y ue aun harás mas de lo que
á mí es ú t i l :
igo.
12 El cual te vuelvo á en- 22 Y asimismo prepárame
viar : tú, pues, recíbele como también alojamiento; porá mis entrafias.
que espero que por vuestras
13 Y o
quisiera
detenerle oraciones os tengo de ser conconmigo, para que en lugar cedido.
de tí me sirviese en las pri- 23 T e saludan Epafras, mí
siones del Evangelio.
compañero en la prisión por
14 Alas nada quise hacer Cristo Jesús,
sin tu consejo, porque tu be- 24 Marcos, Aristarco, Déneficio no fuese como de ne- mas, y Lucas, mis cooperacesidad, sino voluntario.
dores.
15 Porque acaso por esto se 25 L a
gracia de nuestro
ha apartado de ti por algún Señor Jesu-Cristo sea con
tiempo, para que lo reci- vuestro espíritu. A m e n .
bieses para siejnpre;
10 N o y a como siervo, antes
A Filémon fué enviada do
mas que siervo, como herRoma por Onésimo siervo.
mano amado, mayormente
!
a
LA.
EPISTOLA
DEL
APÓSTOL
SAN
PABLO
1 LOS
HEBREOS.
engendrado? T otra v e z :
C A P I T U L O I.
¿ Y o seré* á él Padre, y él me
Jesu-Cristo, verdadero Dios y será á mí Hijo ?
hombre.es infinitamente su-1 6 Y otra vez, cuando introperior d los angeles,
duce al Primogénito en la
tierra, dice: Y adórenle todos
IOS, habiendo hablado los ángeles de Dios.
muchas veces, y en m u - 7 Y ciertamente de los á n chas maneras en otro tiempo geles dice: El que hace sus
á los padres por los pro- ángeles espíritus, y á sus
fetas,
ministros llama de fuego:
2 En estos postreros dios nos 8 Mas al H i j o : Tu trono, oh
ha hablado por c! Hijo, al Dios, por siglo del siglo; vara
cual constituyó heredero de de equidad la vara de tu
todo, por el cual asimismo reino:
hizo el universo:
0 Has amado la justicia, y
3 El cual, siendo el resplan- aborrecido la maldad; por
dor de gloria, y la misma lo cual te ungió Dios, el Dios
Imágeii de su sustancia, y tuyo, con óleo de alegría mas
su3teutando todas las cosas que a tus compañeros.
con la palabra de su potencia, 10 Y : T ú , oh Señor, en el
habiendo hecho la purgación principio fundaste la tierra,
de nuestros pecados por si y los cielos son obras de tus
mismo, se sentó á la diestra manos:
de la Majestad en las al- 11 Ellos perecerán, mas tú
turas,
eres permanente; y todos
4 Hecho tanto mas exce- ellos se envejecerán como una
lente que los ángeles, cuanto vestidura,
alcanzó por herencia mas 12 Y como un vestido los
excelente nombre que ellos.
envolverás, y serán muda6 ¿ Porque á cuál de los an- dos ; empero tú eres el miséeles dijo Dios jamos: Mi mo, y tus años no acabarán.
Hijo eres tú, hoy yo te he 13 Pues, ¿ á cuál de los á n -
D
HEBREOS, T. II.
geles dijo j a m á s : Siéntateá
mi diestra, hasta que ponga
átus enemigos por estrado de
tus pies?
14¿ N o son todos espíritus administradores, enviados para
servicio á favor de los que
serán herederos de salud ?
de él ? ó el hijo del hombre,
que le visitas?
7 T ú le hiciste un poco menor que los ángeles, coronastele de gloria y de honra, y
pusístele sobre las obras de
tus m a n o s :
8 Todas las cosas sujetaste
debajo de sus pies. Porque
en cuanto le sujeté todas las
cosas, nada dejo que no sea
CAPITULO II.
! sujeto á él. Mas aun no vei mos que todas las cosas le
Los menospreciadores
de la sean strjetas.
Ley nueva no escaparán sin 9 Empero vemos coronado
castigo.
Gloria aelJItío de de gloria y de honra, por el
Dios hecho hombre. Señor padecimiento de muerte, ti
de todas las criaturas.
Re- aquelJcsus que es hecho un
dentor, Santificador,
Salva- poco menor que los ángeles,
dor, y Pontífice de los hom- para que por gracia de Dios
gustase la muerte por tobres.
OR tanto es menester que cios.
con mas diligencia aten- 10 Porque
convenía, que
damos á las cosas que hemos aquel por cuya causa son
oido, porque no nos deslice- todas las cosas, y por el cual
mos.
todas las cosas subsisten, ha2 Porque si la palabra dicha biendo de llevar á su gloria il
por el ministerio de los án- muchos hijos, hiciese con'eles fué firme, y toda rebe- sumado por aflicciones al
ion y desobediencia recibid autor de la salud de etlos.
justa paga de retribución,
11 Porque el quesantificay
3 ¿ C é m o escaparemos nos- los que son santificados, de
otros, si tuviéremos en poco uno son t o d o s : por lo cual
una salud tan grande? L a no se avergüenza de llamarlos
cual, habiendo comenzado á hermanos,
ser publicada por el Sefior, 12 D i c i e n d o : Anunciaré á
ha sido confirmada hasta mis hermanos tu nombre, en
nosotros por los que le oye- medio de la congregación te
ron ;
alabaré.
4 Testificando
juntamente 13 Y otra v e z : Y o confiaré
con ellos Dios con señales y en él. Y otra v e z : H é aquí
milagros, y diversas mara- y o y los hijos que m e dio'
villas, y repartimientos del Dios.
Espíritu Santo según su v o - 14 Asi que por cuanto los
luntad.
hijos participaron de carne y
5 T[ Porque no sujeté á los sangre, él también participó
ángeles el mundo venidero, de lo mismo, para destruir
por la muerte ai que tenía el
del cual hablamos.
6 Teslificó empero uno, en imperio de la muerte, es á
cierto lugar, diciendo : ¿Qué saber, al diablo,
es el hombre, que te acuerdas 15 Y librar á los que por el
P
Í
m
HEBREOS, H
III.
temor de la muerte estaban criado para testificar lo que
por toda la vía a sujetos al se habia de d e c i r :
servidumbre.
6 Mas Cristo como hijo sobro
lfi Porque ciertamente no su c a s a ; la cual casa somos
tomó" á los ángeles, sino á la nosotros, si hasta el cabo
simiente de Abraham tomó. retuviéremos firme la con17 Por lo cual debía ser en fianza y la gloria de la espetodo semejante á los herma- ranza.
nos, para venir á ser miseri- 7 Por lo cual, (como dice el
cordioso y fiel pontífice en lo Espíritu Santo: Si oyereis
que es para con Dios, para hoy su v o z ,
expiar los pecados del pue- 8 N o endurezcáis vuestros
blo.
corazones como en la provo18 Porque en cuanto él mis- cación, en el dia do la tentamo padeció, siendo tentado,, ción en el desierto,
es poderoso para
también 9 Donde m e tentaron vuessocorrer á los que son ten- tros padres; m e probaron,
tados.
y vieron mis obras cuarenta
anos.
10 A cansa de lo cual m e
enemisté con esta generación,
CAPITULO III.
y dije : Siempre divagan ello*
de corazón, y no han conoJesu-Crtsto, Hijo de Dios, mu- cido mis caminos.
cho mas eminente sin com11 Juré pues en mi i r a : N o
paración ove Mois¿s
que entrarán enmi reposo.)
(ra solamente un ñrrr.o del
Señor. Debemos obedecerte 12 Mirad, hermanos, que en
ninguno de vosotros haya
: en todo, para que no seamos corazón malo de increduli\ castigados como los Hebreos dad para apartarse del Dios
I incrédulos.
vivo:
13 Antes exhortaos los unos
ÍT>OU tanto, hermanos san- á los otros cada dia, entre¡X tos, participantes de la tanto que se dice H o y , porque
ninguno
de vosotros se enrvocacion celestial, considerad
jcl Apóstol y Pontífice de durezca con engaño de penuestra profesión, Cristo Je- cado.
IUS,
14 Porque participantes de
2 Fiel al que le constituyó Cristo somos hechos, con tal
lobre toda su casa, como que conservemos firme hasta
el fin el principio de nuestra
ambien Moisés.
3 Porque de tanto
mayor confianza;
;Ioria que Moisés este es 15 Entretanto que se d i c e :
«timado digno, cuanto tiene Si oyereis su v o z hoy, no
nayor dignidad que la casa endurezcáis vuestros cora¡l que la fabricó.
zones, como en la provoca4 Porque toda casa es edifl- ción.
iu\a de a l g u n o : mas c\ que lfi Porque algunos de I03
rió todas las cosas, es Dios. que habían salido de Egipto
5 Y Moisés á la verdad fué con Moisés, habiendo oido,
¡el sobre toda su casa, como i r r i t a r o n ; aunque no todos.
Z
337
t
HEBREOS, I I I . I V
17 Mas ¿con cuales estuvo, que algunos han de entrar
enojado cuarenta años ? ¿ no en éi, y aquellos á quienes
v¿ con los que pecaron, I prirqero fué anunciado no
cuyos cuerpos cayeron en ell entraron por causa de desobediencia,
desierto?
1S ¿ Y A quienes juró que no 7 Determina otra v e z un
entrarían en su reposo, sino cierto dia, diciendo por Daa aquellos que no obede- vid : H o y , después de tanto
cieron ?
t i e m p o ; como está dicho, Si
19 Y vemos que no pudieron oyereis su voz hoy, no enduentrar á causa de incredu- rezcáis vuestros corazones.
lidad.
8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro dia.
9 Por tanto queda nn reposo
CAPITULO IV.
para el pueblo de Dios.
De la verdadera
tierra
de 10 Porque el que ha entrado
promisión
ttácia la
cual en su reposo, también él lia
caminan
los cristianos;
y reposado de sus obras, como
cómo debemos acudir á Jesu- Dios de las suyas.
cristo,
ntuslro
compasivo, n Procuremos, pues, de enroniiJice,para
poder mitrar trar en aquel reposo; que
en ella. Cuan grande es la ninguno caiga en semejante
virtud y eficacia de la pala- ejemplo de desobediencia.
bra de J)ios.
12 Porque la palabra de Dios
es v i v a y eficaz, y mas peneE M A M O S , pues, que que- trante que toda espada de
dando aun la promesa de dos filos : y que alcanza hasta
entrar en su reposo, parezca partir el alma, y aun el espíalguno de vosotros haberse ritu, y las coyunturas y tuét a n o s ; y discierne los penapartado.
a Porque también á nos- samientos y las intenciones
otros se nos ha evangelizado del corazón.
como á ellos; mas no les 13 Y no hay cosa criada que
aprovechó el oir la palabra no sea manifiesta en su preá los que la oyeron sin mez- sencia ; antes todas las cosa?
clar fe.
están desnudas y abiertas i
3 Empero entramos en el los ojos de aquel á quien te,
reposo los que hemos creído, nemos que dar cutnta.
de la manera que dijo : Como 14 *\ P ° r tanto teniendo un|
juró en mi i r a . n o entrarán gran Pontífice, que penetro
en mi reposo; aun acabadas los cielos, Jesús el Hijo del
las obras desde el principio Dios, retengamos
nuestro\
del mundo.
profesión.
4 Porque en un cierto lugar 15 Porque no tenemos
dijo así del séptimo d i a : Y Pontífice que no se puntal
reposó l>ios de todas sus compadecer de nuestras flaquezas ; mas tentado en TOIIC|
obras en el séptimo dia,
nuestra
semejanza*
5 Y otra v e z a q u í : N o en- según
p'io P I N pecado.
trarán en mi reposo.
íi A .sí que, pues que resta 10 Lleguémonos pues confia338
T
HEBIîEOS, IV. V. VI.
damente al trono dé la gra- 8 Aunque era Hijo, por lo
cia, para alcanzar misericor- que padeció aprendió la obedia, y bailar gracia pura el diencia ;
9 Y en ella consumado, vino
oportuno socorro,.
á ser causa de eterna salud á
todos los que le obedecen ;
10 Nombrado de Dios PonCAPITULO V.
tífice según el orden de M e l Esplica el apóstol cual fuese chiscdéc.
el oficio del sumo pontífice 11 % Del cual tenemos muen la antigua ley; y Hace cho que decir, y dificultoso
vf-r que Jesa-Cristo es Pon- de declarar, por cuanto sois
tífice verdadero, y que in- flacos para oir.
tercede por
nosotros.
Se 12 Porque debiendo ser y a
queja de ¿a poca disposición maestros de otros, á causa
que tenían para
entender del tiempo, tenéis necesidad
estos divinos misterios,
de volver á ser ensenados
cuales sean los primeros rup O I Í Q U E todo pontífice t o - dlmentos de Jas' palabras de
-t mado de entre los hom- D i o s ; y habéis llegado á ser
bres, es constituido á favor tales que tengáis necesidad
de los hombres en lo que á de leche, y no de manjar
Dios toca, para que ofrezca;sólido
presentes y sacrificios por los 13 Que cualquiera que parpecados:
ticipa de la leche, es inhábil
2 Que se pueda compadecer para la palabra de la justicia,
de los ignorantes y extravia- porque es n i ñ o ;
dos, pues que el también está 14 M a s la vianda firme es
rodeado de flaqueza.
para los perfectos, para los
3 Y por causa de ella debe, que por la costumbre tienen
como por sí mismo, así tam- ya los sentidos ejercitados en
bién por el pueblo, ofrecer el discernimiento del bien y
del mal.
por los pecados.
•J Ni nadie toma para sí la
honra, sino el que es llamado
CAPITULO VI.
de Dios, como Aarón.
,5 Así también Cristo no se
orificó á sí mismo hacien- Observa el apóstol que suelen
ser incorregibles
los que
de Pontífice, mas el que le
siendo muy favorecidos de
j o : T ú eres mi Hijo, y o te
It-iospierden lafé, ó se abani engendrado hoy.
donan á tos vicios.
Habla
Como también dice en
contra la pereza; y de la
ro lugar; T ú e r a Saccr>te eternamente, según el firme áncora que tenemos en
la esperanza
cristiana.
den de Melchísedéc.
Kl cual en los días de su
.rtie, ofreciendo ruegos y
OR tanto, dejando la palaplicas con gran clamor v
bra del comienzo en ta
grimas al que le podía li- doctrina
de Cristo, vamos
ar de muerte, fué oido por adelante á la perfección: no
reverencial miedo.
echando otra v e z el fundu339
Z2
I
P
HEBREOS, VI. VII.
monto del arrepentimiento] so3, mas imitadores de aquede obras muertas,y de la fé llos que por la fé* y la pacienen Dios,
I cia heredarán las promesas.
2 De la doctrina de hautis-l 13 Porque prometiendo Dios
mos, y de la imposición de á A b r a h a m , no pudiendo jumanos, y do la resurrección rar por otro m a y o r , juró por
de los muertos, y del juicio sí mismo,
eterno:
14 Dicieudo: D e cierto te
bendiciendo; y
3 Y esto haremos, á la ver- bendeciré
multiplicando, te multiplidad, si Dios lo permitiere.
caré.
4- l'orque os imposible que
los que una v e z fueron ilu- 15 Y así, esperando con larminados, y gustaron don ce- gura de ánimo, alcanzó la
lestial, y fueron hechos partí- promesa.
cipes del Espíritu Santo,
10 Porque los hombres cier5 Y asimismo gustaron la tamente por el mayor que
buena palabra de Dios, y las ellos juran : y el fin de todus
sus controversias es el juravirtudes del siglo venidero,
6 Y recayeron, sean otra mento para confirmación.
v e z renovados para arrepen-¡ 17 P o r lo cual, queriendo
timien to,
cruel licando
de ¡ Dios mostrar mas abundantenuevo para sí mismos al Hijo¡ mente á los herederos de la
de Dios, y exponiéndoid á promesa la ¡inmutabilidad de
vituperio.
| su consejo, interpuso jura7 Porque la tierra que em- mento ;
bebe el agua que muchas 18 Para que por dos cosas
veces vino sobre ella, y pro- inmutables, en las cuales «
duce yerba provechosa á imposible que Dios mienta,
aquellos de los cuales es la- tengamos un fortísimo conbrada, recibe bendición de suelo los que nos acojemos ¡í
trabarnos de la esperanza
Dios.
8 Mas la que produce espi- propuesta:
nas y abrojos, es reprobada, 19 L a cual tenemos comí
y cercana de maldición cuyo segura y firme ancla del
fin será el ser abrasada.
alma, y que entra hasta den9 Pero de vosotros, oh ama- tro del v e l o ;
dos, esperamos mejores cosas, 20 Donde entré por nosotros
y mas cercanas íí salud, aun- nuestro precursor Jesús, heque hablamos así.
cho Pontífice eteriialmeiitt|
10 Porque Dios no es in- según el orden de Melcliijusto, para olvidar vuestra sedee,
obra y el trabajo de amor
que habéis mostrado á su
nombre, habiendo asistido y
CAPITULO VIL
asistiendo aun á los santos.
nuestro Sttttit^
11 Mas deseamos que cada Jesn-Cristo,
Pontífice, y cuno sctce7'rfo(tó\
uno de vosotros muestre la
en eí de Afelchi#i
misma solicitud hasta
el figurarlo
déc,
es
infinitamente
WJI"|
cabo, para cumplimiento de
excelente que el de Aaron v
su esperanza:
Que no os hagáis perezo- i sus sucesores, puede salm
810
HEBREOS, V I I .
0 Y , por decir así, en Abraham lué diezmado también
L e v í , que recibe los diezmos ;
10 Porque aun estaba Levi
en los lomos de su padre
cuando Melchisedéc le salió
al encuentro.
p O I Í Q ü E este Melchisedéc, 11 Pues si la perfección era
Levítico
J- rey de Salem, sacerdote por el sacerdocio
del Dios A l t í s i m o , el cual (porque debajo de él recibié
salió Á recibir é Abraham que el pueblo la l e y ) ¿qué nevolvía de la derrota de los cesidad había aun de que se
levantase otro sacerdote sereyes, y le bendijo,
2 A l cual asimismo dio A b r a - gún e l é r d e n de Melchisedéc,
ham los diezmos de todo, y que no fuese llamado scprimeramente él se inter- fun el érden de Aaron "r
preta R e y de j u s t i c i a ;
y 12 Pues mudado el sacerdoluego también R e y de Salém, cio, necesario es que se haga
que es, ltey de paz :
también mudanza de la ley.
3 Sin padre, sin madre, sin 13 Porque aquel del cual
linaje; que ni tiene principio esto se dice, de otra tribu
de dias, ni fin de vida, mas es, d é l a cual nadie asistió ul
bocho semejante al Hijo de altar.
Dios, permanece sacerdote 14 Porque notorio es que el
para siempre.
Señor nuestro nació de la
4 Mirad pues cuan grande tribu do Judá, sobre cuya
fuera este, al cual aun Abra- tribu nada habló Moisés toham el patriarca dié diezmos cante al sacerdocio.
de los despojos.
15 Y aun mas manifiesto es,
5 Y ciertamente los que de si a* semejanza de Melchiselos hijos de L e v í toman el déc se levanta otro sacersacerdocio, tienen
manda- dote,
miento de tomar del pueblo 10 E l cual no es hecho conlos diezmos según la ley, es á forme á la ley del mandasaber, de sus hermanos, aun- miento carnal, sino según la
que también hayan salido de virtud de vida indisoluble ;
los lomos de Abraham.
17 Pues así da Dios testiti Mas aquel, cuya genealo- monio de ello : T ú eres sacergía no es contada de ellos, dote para siempre según el
tomé de A b r a h a m los diez- érden de Melchisedéc.
mos, y bendijo al que tenia 18 E l mandamiento precelas promesas.
dente cierto se abroga por su
7 Y sin contradicción al- flaqueza é inutilidad:
guna lo que es menos es ben- 19 Porque nada perfeccionó
decido de lo que es mas.
la l e y ; mas hizolo la intro8 Y aquí ciertamente los ducción de mejor esperanza,
hombres mortales toman los por la cual nos acercamos a
diezmos; mas allí aquel del Dios.
cual está dado testimonio que 20 Y por cuanto no fué sin
vive.
.juramento \
341
eternalmente á los que por
medio suyo se allegan á Dios
vive siempre para
interceder por ellos, y no necesita
el diario
ofrecimiento
de
sacrificio por los picados del
pueblo.
1
HEBREOS, VII. VIH.
A
S I que la suma acerca de
21 (Porque los otros cierto
lo dicho es; Tenemos tal
sin juramento fueron hechos
sacerdotes; mas este, con pontífice que se asenté a la
juramento por el que le dijo : diestra del trono de la MajesJuró" el Señor, y no se arre- tad en los cielos;
p e n t i r á ; T ú eres sacerdote 2 Ministro del santuario, y
eternamente según el orden de aquel verdadero tabernade M e l c h í s e d é c : )
culo que el Señor asento, y no
22 Tanto de mejor testa- el hombre.
3 Porque todo pontífice es
mentó es hecho fiador Jesús.
23 Y los otros cierto fueron puesto para ofrecer presentes
muchos sacerdotes,en cuanto y sacrificios; por lo cual es
necesario
que también este
por la muerte no podian pertuviese algo que ofrecer.
manecer:
24 Mas este, por cuanto per- 4 A s í que si estuviese sobre
manece para siempre, tiene la tierra, ni aun seria sacerun sacerdocio intransferible: dote, habiendo aun los otros
25 Por lo cual puede también sacerdotes que ofrecen los
salvar eternalmente á los presentes según la l e y ;
que por e'l se allegan á Dios, 5 Los cuales sirven de bosviviendo siempre para inter- quejo y sombra de las cosas
ceder por ellos.
celestiales, como fué respon26 Porque tal pontífice nos dido á Moisés cuando habia
convenia tener: Santo, ino- de acabar el tabernáculo:
cente, limpio, apartado de los Mira, dice, haz todas las
pecadores, y hecho mas su- cosas conforme al dechado
que te ha sido mostrado en el
blime que los cielos;
27 Que no tiene necesidad monte.
mejor
cada dia, como los otros sa- (i Mas ahora tanto
cerdotes, de ofrecer primero ministerio es el suyo, cuanto
sacrificios por sus pecados, es mediador de un mejor
y luego por los del pueblo: pacto, el cual ha sido forporque esto último hizo una mado sobre mejores prov e z ofreciéndose á sí mismo. mesas.
Porque si aquel primero
28 Porque la ley constituye
sacerdotes hombres
flacos; fuera sin falta, cierto no se
mas la palabra del jura- hubiera procurado lugar do
m e n t ó , después de la ley, segundo.
constituye al Hijo hecho per-1 8 Porque reprehendiéndolos
fecto para siempre.
¡ d i c e : l i é aquí, vienen días,
dice el Señor, y consumare
para con la casa de Israel y
para con la casa de Judá un
CAPITULO VIII.
nuevo p a c t o ;
9 N o como el pacto que hice
Es Jesu-Cristo
mediador de con sus padres el dia que los
la nueva alianza;
la cual, tomé por la mano para saes mucho mas excelente ó\ carlos de la tierra de E g i p t o :
perfecta
que la
antigua. porque ellos no permanecieAnulación
de ésta por el\ ron en mi pacto, y y o los menuevo pacto.
nosprecié, dice el Señor,
342
1
1
HEBREOS, Yin.
10 Por lo cual este es el pacto
que ordenaré á la casa de
Israel después de aquellos
dias, dice el S e ñ o r : Daré
mis leyes en el alma de ellos,
y sobre el corazón de ellos
las escribiré; y seré á ellos
por Dios, y ellos m e serán á
mí por pueblo:
11 Y ninguno enseñará á su
prójimo, ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce al
Si-ñor; porque todos me conocerán desde el menor de
eilos hasta el mayor.
12 Porque seré propicio á
sus iniquidades, y a sus pecados, y de sus iniquidades no
me acordaré mas.
13 Diciendo N u e v o
pacto,
dio por viejo al primero. Y
lo que es d a l o por viejo y se
envejece, cerca está de desvanecerse.
CAPITULO IX.
Cotejo délas ceremonias de la
Ley antioua con las de la
nueva. Preeminencias
del
sacerdocio de
Jesu-Cristo;
el cual entró en el cielo, no
para ofrecerse muchas veces,
sino para presentarse
por
nosotros en la presencia de
Dios.
T
E N T A empero también el
primer pacto reglamentos
del culto, y su santuario
mundano.
i
2 Porque el tabernáculo fué
hecho: el primero, en que
estaban los lámparas, y la
mesa, y los panes de la proposición ; lo que llaman el
santuario.
¡i Tras el segundo velo estaba
el tabernáculo, que llaman
el lugar santísimo,
343
:
IX.
4 El cual tenia un incensario de oro, y el arca del pacto
cubierta de todas partes al
rededor de o r o ; en la que
estaba una urna de oro que
contenia el maná, y la vara
de A a r o n que reverdeció, y
las tablas del p a c t o ;
5 Y sobre ella los querubines
de gloria que cubrían el propiciatorio, de las cuales cosas
no se puede ahora hablar en
particular.
6 Y estas cosas así ordenadas, en el primer tabernáculo siempre entrabau los
sacerdotes para hacer los
oficios del culto;
7 Mas en el segundo, solo el
pontífice una vez cu el año';'
no sin sangre, la cual ofrece'
por su ignorancia y la del
pueblo:
8 Dando en esto á entender
el Espíritu Santo, que a u n
no estaba descubierto el camino para el verdadero santuario, entre tanto que el'
primer tabernáculo estuviese"
en pié.
y L o cual era figura de aqueí
tiempo presente, en el cual se
ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto, cuanto á la conciencia,
al que servia con ellos;
10 Consistiendo solo en v i a n das y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de la
corrección.
11 Mas estando y a presente
Cristo, Pontífice de los bienes
que habian de venir, por otro
mas amplio y mas perfecto
tabernáculo, no hecho de
manos, es á saber, no d o
esta creación;
12 Y no por sangre de machos cabrios ni de becerros.
HEBREOS, IX. X.
mas por su propia sangre en<
tro una vez en el santuario,
habiendo obtenido para nosotros eterna redención.
13 Porque si la sangre de los
toros y de los machos cabríos,
y la ceniza de la becerra, rociada A los inmundos, santifica para la purificación de la
carne,
14 ¿Cuánto m a s í a sangre de
Cristo, el cual por el Espíritu
eterno se ofreció á sí mismo
sin mancha á Dios, limpiará
vuestras conciencias de las
obras de muerto para que
sirváis al Dios v i v o ?
15 Así que por eso es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte
para la remisión de las rebeliones que había bajo del
primer testamento, los que
sen llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
\Q Porque donde hay testamento, necesario es que intervenga muerte del testador.
17 Porque el testamento con
la muerte es confirmado: de
otra manera no es válido entretanto que el testador v i v e .
18 D e donde vino que ni aun
i l primero fue* consagrado sin
sangre.
19 Porque
habiendo leido
Mol>es todos los mandamientos de la ley á todo el pueblo,
lomando la sangre de los
becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de
grana, é hisopo, roció á todo
el pueblo, y juntamente al
mismo libro,
2) D i c i e n d o : Esta es la sang r e del testamento que Dios
os ha mandado.
íil Y ademas de esto roció
también con la sangre el tabernáculo, y todos los vasos
del ministerio.
344
22 Y casi todo es purificado
según la ley con sangre; y sin
derramamiento de sangre no
se hace remisión.
23 l ue* pues necesario que
las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con
estas cosas; empero bis mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que estos.
24 Porque no entró Cristo en
el santuario hecho de mano,
figura del verdadero, sino en
el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la
presencia de Dios.
25 Y no para ofrecerse muchas veces ;i sí mismo, como
entra el pontífice en el santuario cada año con sangre
ajena;
2(¡ D e otra manera fuera necesario que hubiera padecido
muclias veces desde el principio del mundo: mas ahora
una vez en la consumación de
los siglos, para deshacimiento
del pecado se presentó por el
sacrificio de sí mismo.
27 Y de la manera que está
establecido á los hombres que
mueran una v e z , y después el
juicio,
2¡J A s í también Cristo fue*
ofrecido una vez para agotar
los pecados de muchos; y la
segunda vez sin pecado será
visto de los quo lo esperan
para salud.
?
CAPITULO X.
Se nos perdonan los pecada
por el sacrificio
de Jesucristo, una sola vez ofrecido
por él mismo, al cual se noi
exhorta nos alleguemos con
fé, y que nos mantengamos
firmes en la profesión de la
misma.
HEBREOS,
X
ORQTJE la ley, teniendo la sacrificio, está sentado para
P
sombra de los bienes veni­ siempre a la diestra de D ios,
deros, no la representación 13 Esperando lo que resta,
misma de las cosas, nunca hasta que sus enemigos sean
puede hacer perfectos á los puestos por estrado de sua
que se allegan por los mismos pies.
sacrificios que ofrecen con­ 14 Porque con una sola ofren­
tinuamente cada año.
da hizo perfectos para siem­
2 He otra manera cesarían pre á los santificados.
tic ofrecerse ; porque los que 15 Y atesiíguanus lo mismo
sacrificasen, limpios de una el Espíriiu S a n t o ; que des­
vez, no tendrían mas con­ pués que d i j o :
ciencia de pecudo.
1С Y este es el pacto que
3 Empero en estos cada año' haré con ellos después de
se hace la misma conmemora­ aquellos dias, dice el Señor,
ción de los pecados.
daré mis leyes en sus cora­
4 Porque la sangre de los zones y en sus almas las es­
toros y de los machos de ca­ cribiré;
brío no puede quitar los pe­: 17 V nunca mas me acor­
cailos.
daré de sus pecados é iniqui­
5 Por lo cual, entrando en el dades.
inundo, d i c e : Sacrificio y pre­ 18 Pues donde hay remisión
sente no quisiste ; mas me do estos, no hay mas ofrenda
apropriaste cuerpo :
por pecado.
G Holocaustos y expiaciones 19 % A s í que, hermanos, t e ­
por el pecado no te agradaron. niendo libertad para entrar en
7 Entonces dije ; H e m e aquí el santuario por la sangre de
(en la cabecera del libro está Jesu­Cristo,
escrito de m í ) para que haga, 20 Por el camino que él nos
oh D ios, tu voluntad.
consagra nuevo, y v i v o ; por
ü Diciendo arriba: Sacrificio el velo, esto es, por su carne :
y presente, y holocaustos, y 21 У teniendo
aquel Gran
expiaciones por el pecado, no Sacerdote sobre la casa de
quisiste, ni te agradaron, las Dios,
cuales cosas se otrecen según 22 Lleguémonos con corazón
hi ley,
verdadero y con plena fé,
9 Entonces dijo : H e m e aquí purificados los corazones de
para que haga, oh D ios, tu mala conciencia, y lavados
voluntad. Quita lo primero, los cuerpos con agua limpia.
para establecer lo postrero.
23 Mantengamos firme la
10 En la cual voluntad so­ profesión de nuestra fé, sin
mos santificados por la ofren­ fluctuar, (que fiel es el que
da del cuerpo de Jesu­Cristo p r o m e t i ó ; )
flecha una vez.
24 Y considerémonos
los
11 A s í que todo sacerdote se unos á los otros para provo­
presenta cada dia ministrando carnos al amor, y á las buenas
y ofreciendo muchas veces los o b r a s :
mismos sacrificios, que nunca 25 N o dejando nuestra con­
pueden quitar los pecados :
gregación, como algunos tie­
12 Pero este, habiendo ofre­ nen por costumbre, mas e x ­
cido por los pecados un solo hortándonos ; y tanto шаз,
345
HEBREOS, X. X I .
cuanto vete que aquel día se 36 Porque la paciencia os es
acerca.
necesaria; para que, habiendo
20 Porque si pecáremos v o - hecho la voluntad de Dios,
luntariamente después de ha- obtengáis la promesa.
ber recibido el conocimiento 37 Porque aun un poquito, y
de la verdad, y a no queda el que ha de venir vendrá, y
sacrificio por el pecado,
no tardará.
27 Sino una horrenda espe- 38 Ahora el justo vivirá por
ranza de juicio, y hervor de f é ; mas si se retirare, no
fuego que ha de devorar á agradará á mi alma.
los adversarios.
39 Pero iiosotros no somos
28 El que menospreciare la tales que nos retiremos para
l e y de Moisés, por el testimo- perdición, sino fíeles pura
nio de dos é de tres testigos ganancia del alma.
muere sin ninguna misericordia :
29 ¿Cuánto pensáis que será
CAPITULO XI.
mas digno de mayor castigo
el que hollare al Hijo de Dios, Describe el apóstol ta virtud
y tuviere por inmunda lasanmaravi'losa de la Jepur una
gre del testamento, en la cual
inducción
de las grandes
fué santificado, é
hiciere
acciones de los antiguos jusafrenta al Espíritu de gracia ?
tos ó santos, desde, el principio del mando hasta la
so Sabemos quien es el que
venida del Mesías.
dijo : M í a es la venganza, y o
daré el pago, dice el Señor.
Y otra vez : El Señor juzgará
S pues la fé la sustancia de
su pueblo.
las cosas que se esperan,
31 Horrenda cosa es caer en la demostración de las cosas
las manos del Dios v i v o .
que no se v e n .
32 Empero traed á la memo
2 Porque por ella alcalizaron
ria los dias pasados, en los testimonio los antiguos.
cuales, después de haber sido 3 Por la fé entendemos haber
iluminados, sufristeis gran sido compuestos los siglos por
combate de aflicciones:
la palabra de Dios, siendo
33 Por una parte, cierta- hecho lo que se ve de lo que no
mente, con vituperios y tribu- se veía.
laciones fuisteis hechos espec- 4 Por la fé A b e l ofreció lí
táculo; y por otra parte he- Dios mayor sacrificio (MÍE
chos compañeros de los que Caín, por la cual alcanzé tesestaban cu tal estado.
timonio de que era justo,
3+ Porque de mis prisiones dando Dios testimonio á sus
también os resentisteis con- presentes; y difunto, aun
migo, y el robo de vuestros habla por ella.
bienes padecisteis con gozo, & P o r la fé Enoc fué trasconociendo que tenéis en vos- puesto para no ver muerte, y
otros una mejor sustancia en no fue hallado, porque lo
los cielos, y que permanece. traspuso Dios. Y antes que
3.1 N o perdáis pues vuestra fuese traspuesto, tuvo testiconfianza, que tiene grande monio de haber agradado i
Dios.
remuneración de galardón;
346
1
E
HEBREOS.
fi Empero sin fé es imposible 15 Que si se acordaran do
agradar á D i o s : porque es aquella de donde salieron,
menester que el que á Dios se cierto tenían tiempo para v o l allega, crea que le h a y , y verse :
que es galardonador de los 16 Empero deseaban la m e que le buscan,
jor, es á saber, la celestial;
7 Por la fe" N o é , habiendo r e por lo cual Dios no se averclbido respuesta de cosas que güenza de llamarse Dios de
aun no se veían, aparejó* el ellos; porque les había aparearca en que su casa se sal j a d o ciudad.
vase : por la cual conducta con 17 Por fé ofreció Abraham á
dcnó al mundo, y fué hecho Isaac, cuando fué probado ; y
heredero de la justicia que es ofrecía al unigénito el que
por la fé.
habia recibido las promesas,
8 P o r l a f é A b r a h a m , siendo 18 Habiéndole sido d i c h o :
llamado, obedeció para salir E n Isaac te será llamada
id lugar que había de recibir s i n v e u t e :
por heredad; y salió sin sa- 19 Pensando que aun de los
ber donde iba.
muertos es Dios poderoso pa9 Por fé habitó en la tierra ra levantar; de donde tamprometida como en
tierra bién lo volvió á recibir por
agena, morando en cabanas figura.
con Isaac y Jacob, herederos 20 Por fé bendijo Isaac &
juntamente de la misma pro- Jacob y á Esaú respecto á
mesa :
cosas que habían de ser.
10 Porque esperaba ciudad 21 Por fé, Jacob muriéndose,
con fundamentos, el artífice y bendijo á cada uno de los
hacedor de la cual es Dios.
hijos de J o s é ; y adoró estrin P o r la fé también la mis- bando sobre la punta de su
ma Sara, siendo estéril, re- bordón.
cibió fuerza para concebir 22 P o r fé, José muriéndose,
simiente; y parió aun fuera se acordó de la partida de los
del tiempo de la edad, porque hijos de I s r a e l ; y dio mandacreyó ser fiel el que to habia miento acerca de sus huesos.
prometido.
23 Por fé, Moisés nacido, fué
12 Por lo cual también, de escondido de sus padres por
uno, y ese y a amortecido, sa- tres meses, porque lo vieron
lieron como las estrellas del hermoso n i ñ o ; y no temieron
cielo en multitud, y como la el mandamiento del rey.
arena innumerable que está á 24 Por fé Moisés, hecho y a
la orilla de la mar.
grande, rehusó ser llamado
13 Conforme a la fé murieron hijo de la hija de F a r a ó n ;
todos estos sin haber recibido 25 Escogiendo antes ser aflilas promesas, sino mirándolas gido con el pueblo de Dios,
de lejos, y creyéndolas, y que gozar de comodidades
saludándolas; y confesando temporales de pecado:
que eran peregrinos y advene- 2G Teniendo por mayores ridizos sobre la tierra.
quezas el vituperio de Cristo
14 Porque los que esto dicen, que los tesoros de los E g i p claramente dan á entender cios; porque miraba & la reque buscan una patria.
muneración.
347
HEBREOS, XI. Xir.
27 Por fé dejó" á Egipto no desiertos, por los montes, por
temiendo la ira del rey ; por- las cuevas y por las cavernas
que se sostuvo como viendo de la tierra.
ul invisible.
39 Y todos estos, aprobados
28 Por fe celebró la pascua y por testimonio de la fé, no
el derramamiento de la san- recibieron la promesa:
g r e , para que el que mataba 40 Proveyendo Dios alguna
los primogénitos, no les to- cosa mejor para nosotros, para que no fuesen perfeccionacase.
2a P o r fé pasaron el mar Ber- dos sin nosotros.
mejo como por tierra seca;
lo cual probando los Egipcios,
fueron sumergidos.
CAPITULO XII.
30 Por fé cayeron los muros
de Jericó con rodearlos siete Exhórtalos con el ejemplo dt
Jesu-Cristo á sufrir con fordias.
taleza las aflicciones, y á ser
31 P o r fé l í a a b la ramera no
obedientes á la ley del Señor,
pereció juntamente con los incrédulos, habiendo recibido
las espías con paz.
OR tanto nosotros también, teniendo cu derre32 ¿ V qué mas digo ? porque
el tiempo me faltará contando dor nuestro una tan grande
de Gedeon,de Baruc.de Sam- nube de testigos, dejando todo
son, de Jepte, de D a v i d , de el peso del pecado que nos
rodea, corramos con pacienSamuel, y de los profetas ;
33 Que por fé ganaron reinos, cia la carrera que nos es proobraron justicia, alcanzaron puesta,
promesas, taparon las bocas 2 Puestos los ojos en al aude leones,
tor y consumador de la fé, en
34 Apagaron fuegos impetu- J e s ú s ; el cual, habiéndole
osos, evitaron tilo de cuchillo, sido propuesto gozo, sufrió la
convalecieron de enferme- cruz, menospreciando la verdades, fueron hechos fuertes güenza, y sentóse á la diestra
en batallas, trastornaron cam- del trono de Dios.
pos de enemigos estraños.
3 Reducid pues muchas veces
35 L a s mujeres recibieron á vuestro pensamiento á aquel
sus muertos por resurrección: que sufrió tal contradicción de
unos fueron estirados, no acep- pecadores contra sí mismo,
tando el rescate para ganar porque no os fatiguéis en vumejor resurrección:
estros ánimos desmayando.
SO Otros experimentaron v i - 4 T Que aun no habéis resistuperios, y a z o t e s ; y á mas tido hasta la sangre, combade esto prisiones y cárceles. tiendo contra el pecado;
37 Fueron apedreados, aser- 5 Y estáis y a olvidados de la
rados, tentados, muertos á exhortación que como con
cuchillo; anduvieron de acá hijos habla con vosotros, dipara allá cubiertos de pieles ciendo: Hijo mío, no menosde ovejas y de cabras, pobres, precies el castigo del Señor,
angustiados, maltratados;
I ni desmayes cuando eres de
38 D e los cuales el mundo no él reprendido:
era d i g n o : perdidos por los 6 Porque el Se floral que ama
348
P
1
H E B R E O S , XIT.
castiga, y azota á cualquiera [dcspue.% deseando heredar la
I bendición, fué reprobado ; que
que recibe por hijo.
7 Si sufrís el castigo, Dios se jno halló lugar de arrepentios presenta como á hijos ; por- miento, aunque la procuró
que ¿ qué hijo es aquel á quien con lágrimas.
el padre no castiga?
18
Porque no os habeis
8 Mas si estáis fuera del cas- llegado al monte que se podia
tigo, del cual todos los hijos tocar, y al fuego encendido, y
han sido hechos participantes, al turbión, y á la oscuridad, y
luego sois bastardos, y no á la tempestad,
hijos.
19 Y al sonido de la trom9 Por otra parte, tuvimos por eta, y a la v o z de las palacastigadores a los padres de ras, la cual los que la oyeron
nuestra carne, y los reveren- rogaron que no se les hablase
ciábamos ; ¿ por qué no obe- m a s :
deceremos mucho mejor al 20 (Porque no podían tolerar
Padre de los espíritus, y v i v i - lo que se mandaba: Si bestia
remos ?
tocare al monte, será apedrea10 Y aquellos, á la verdad, da, ó pasada con dardo :
por pocos días nos castigaban 21 Y tan terrible cosa era lo
como fl ellos les parecía; mas que se veia, que Moisés dijo :
este para lo que 7ios es prove- Estoy
asombrado y
temchoso, para que recibamos su blando.)
santificación.
22 Mas os habeis llegado al
11 Es verdad que ningún cas- monte de Sion, y á la ciudad
tigo al presente parece ser del Dios v i v o , Jerusalem la
causa de gozo, sino de tris- celestial, y á la compañía de
t e z a ; mas después da fruto muchos millares de ángeles,
apacible de justicia á los que 23 Y a l a congregación de los
en él son ejercitados.
primogénitos que están alis12 Por lo cual alzad las ma- tados en los cielos, y á Dios,
nos caídas, y las rodillas para- el Juez de todos, y á los espíritus de los justos, ya perlizadas ;
13 Y haced derechos pasos á fectos ;
vuestros pies, porque lo que. es 24 Y á Jesús, el Mediador del
cojo no salgafuera de camino; nuevo testamento; y á la
antes sea sanado.
sangre del esparcimiento que
que
la
de
H Seguid la p a z c ó n todos, habla mejor
y la santidad, sin la cual nadie Abel.
verá al Señor:
25 Mirad que no desechéis al
15 Mirando bien que nin- que habla. Porque si aqueuno se aparte de !a gracia de llos no escaparon que deselios, que ninguna raíz de charon al que hablaba en la
amargura brotando os impida, tierra, mucho menos escapay por ella muchos sean con- remos nosotros, si desecháremos al que nos habla de los
taminados ;
1G Que ninguno sea fornica- cielos:
rio, ó profano, como Esaú,
i l La v o z del cual entonces
que por una vianda vendié su conmovió la t i e r r a ; mas ahora
priinogenitura.
ha denunciado diciendo: A u n
17 Porque y a sabéis que aun una v e z , y y o conmoveré no
349
E
Í
HEBREOS, X I I . X I I I .
solamente la tierra, mas aun b r a d e Dios ; la féde los cuales
imitad, considerando
cual
el cielo.
27 Y e s t e r f m ' r ; A u n u n a v e z , haya sido el éxito de su condeclara la mudanza de las \ ducta.
cosas movibles, como de cosas 8 IT Jesu-Cristo es el mismo
hechas, para que queden las , ayer, y hoy, y por los siglos.
que son iirmes.
9
seáis llevados de acá
28 Así que tomando el reino 'para allá por doctrinas diverinmóvil, retengamos la gracia sas y eslrañas; porque buena
cosa
es
afirmar el corazón en
por la cual sirvamos á Dios
agradándole con temor y re- la gracia, no en viandas, que
nunca aprovecharon á los que
verencia.
29 Porque nuestro Dios es anduvieron en ellas.
10 Tenemos un altar, del cual
fuego consumidor.
no tienen facultad de comer
los que sirven al tabernáculo,
11 Porque los cuerpos de
CAPITULO XIII.
aquellos animales, la sangre
Exhórtales al ejercicio de las de los cuales es metida por el
virtudes cristianas, y á que pecado en el santuario por el
no se dejen llevar de diversas pontífice, son quemados fuera
y extrañas doctrinas, y con- del real.
cluye cucóme adundólos
al 12 l or lo cual también Jesús,
Señor.
para santificar el pueblo por
su propia sangre, padeció
ERMANEZCA
el amor! fuera de la puerta.
13 Salgamos pues á él fuera
fraternal.
2 N o olvidéis la hospitali- del real, llevando su vitud a d ; porque por esta algunos, perio.
sin saberlo, hospedaron án- 14 Porque no tenemos aquí
ciudad permaneciente, mas
3 ' A c o r d a o s de los presos, buscamos la porvenir.
como presos juntamente con 15 Así que ofrezcamos por
ellos ; y de los afligidos, como medio de él á Dios siempre
que también vosotros mismos sacrificio de alabanza, es á
saber,'fruto de labios que consois del cuerpo.
4 Honroso es en todos el ma- fiesen á su nombre.
trimonio, y el lecho conyugal 1G Y de hacer bien y de la
sin mancilla; mas á los forni- comunicación no os olvidéis :
carios y á los adúlteros j u z - porque de tales sacrificios se
agrada Dios.
gará Dios.
5 Sean las costumbres sin 17 IT Obedeced á vuestros
a v a r i c i a ; contentos de lo pre- pastures, y sujetaos á ellos ;
sente ; poique o'l d i j o : N o te porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que
desamparare*, ni te dejaré :
G D e ta! manera que diga- han de dar cuenta, para que
mos confiadamente: El Señor lo hagan con alegría, y no
gimiendo;
porque esto no os
es mi ayudador ; no temeré lo
es útil.
que ine hará el hombre.
7 Acordaos de vuestros pas- 18 Orad por nosotros: portores, que os hablaron la pala-, que confiamos que tenemos
350
J
P
S
SANTIAGO I.
buena conciencia, deseando
conversar bien en todolí) Y mas os ruego QUC lo
hagáis así, para que yo os sea
maspresto restituido.
20 ^| Y el Dios de paz que
sacó de los muertos á nuestro
Señor Jesu-Cristo, el Gran
Pastor de las ovejas, por la
sangre del testamento eterno,
21 Os haga aptos en toda
obra buena para que hagáis
su voluntad, haciendo $1 en
vosotros lo que es agradable
dolante de él por Jesu-Cristo;
ai cual es gloria por siglos de
siglos. Amen.
LA
EPISTOLA
22 IT Empero os ruego, hermanos, que soportéis esta
palabra de exhortación, que
os he escrito en breve.
23 Sabed que nuestro hermano Timoteo está suelto,
con el cual, si viniere mas
presto, os iré á ver.
24 Saludad á todos vuestros
pastores, y á todos los santos.
Los de Italia os saludan.
25 Los gracia sea con todos
vosotros. Amen.
Fué escrita á los Hebreos
desde Italia con Timoteo.
UNIVERSAL
SANTIAGO.
CAPITULO I.
2 T Hermanos mios, tened
por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones:
3 Sabiendo que la prueba de
vuestra fé obra paciencia.
4 Mas tenga la paciencia
perfecta su obra, para que
seáis perfectos y cabales, sin
faltar en alguna cosa.
5 Y si alguno de vosotros
tiene falta de sabiduría, deACOBO. siervo de Dios y mándela á Dios, el cual la dá
del Señor Jesu-Cristo, á á todos abundantemente, y
las doce tribus que están es- no zahiere; y le será dada.
parcidas, salud.
6 Pero pida en fé, no dudando
851
De la utilidad de las tribulaciones; y cómo la paciencia
conduce á la perfección. Debemos orar con fé, recibir
con mansedumbre la divina
palabra, reprimir la lengua,
asistir á los afligidos, y liuir
del espíritu del inundo.
J
SANTIAGO, I. I I .
n a d a : po-qne el que duda, verdad, para que seamos prl-l
es semejante á la onda del micias de sus criaturas.
mar, que es movida del vi-, 19 1T Por esto, mis amado* |
cnto, y echada de una parte á hermanos, todo hombre sea
otra.
pronto paro oir, tardío par*
7 N o piense pues el tal hom- liablar. tardío para airarse:
bre que recibirá ninguna cosa 20 Porque la ira del hombre
no obra la justicia de Dios.
del Señor.
8 E l hombre de doblado áni- 21 Por lo 'cual, dejando toda
m o , es inconstante en todos inmundicia, y superfluidad tlu
malicia, recibid con mansesus caminos.
9 El hermano que es de baja dumbre la palabra ingerida
suerte, gloríese en su alteza* en vosotros, la cual puede
10 Mas el que es rico, en su hacer salvas vuestras almas.
bajeza : porque él se. pasará 22 Mas sed hacedores de l:i
palabra, y no tan solamente
como la flor de la yerba.
11 Porque salido el sol con oidores, engañándoos á vosardor, la yerba se secó, y su otros mismos.
flor se cayó, y pereció su her- 23 Porque si alguno oye la
mosa apariencia: así tam- palabra, y no la pone por obra,
bién se marchitará el rico en este tal es semejante al hombre que considera en un estodos sus caminos.
12 Bienaventura'o el varón pejo su rostro n a t u r a l :
que sufre la tentación; por- 24 Porque él se consideró á
que cuando fuere probado, re- sí mismo, y se fué, y luego se
cibirá la corona de vida, que olvidó que tal era.
Dios ha prometido á los que 25 Mas el que hubiese mirale aman.
do en la ley de perfecta liberl.'í 1f Cuando alguno es ten- tad, y perseverado en ella, no
tado, no diga que es tentado siendo oidor olvidadizo, sino
de Dios ; porque Dios no puede hacedor de la obra, este tal
ser tentado de los malos, ni él será bienaventurado en su
hecho.
tienta á a l g u n o :
14 Sino que cada uno es t e n - 20 Si alguno piensa ser relitado, cuando de su propia gioso entre vosotros, y no reconcupiscencia es atraído, y frena su lengua, sino ensañando su corazón, la religión
cebado.
13 Y la concupiscencia, des- del tal es vana.
pués que ha concebido, pare al 27 L a religión pura y sin
pecado; y el pecado, siendo mácula delante de Dios y
cumplido, engendra muerte. Padre es está : Visitar los
10 Amados hermanos míos, huérfanos y las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin
no erréis.
17 Toda buena dádiva, y to- mancha de este mundo.
do don perfecto es de lo alto,
que desciende del Padre de
las luces, en el cual no hay
CAPITULO II.
mudanza, ni sombra de variación.
Advierte
el apóstol que la
18 El de su voluntad nos ha
acepción de personas no sé
engendrado por la palabra de
compone bien con la Jé di
352
SANTIAGO lì.
Jesu-CristO; y que la fé sin\
mostrarse -por tas obras]
buenas, es uva fé
muerta,
semejante á un cuerpo se/I
espíiñtu.
damientos, es hecho culpado
de todos.
11- Porque el que d i j o : N o
cometerás adulterio, también
ha dicho: N o matarás. A h o ra bien, si no hubieres comeE R M A N O S mios.no t e n - tido adulterio, pero hubieres
gáis la f é d e nuestro Se- matado, y a eres hecho transñor Jpsu-Oristo glorioso en gresor de la ley.
acepción de personas.
, 12 Así hablad, y así obrad
2 Porque si en vuestra con-¡ como los que habéis de ser
gregacion entra un hombre Ijuzgados por la ley de licon anillo de oro, y de p r e - bertad.
ciosa ropa, y también e n - 1 13 Porque Juicio sin miseritra un pobre con vestidura cordia sera hecho con aquel
vil,
I que no hiciere misericordia :
3 Y tuviereis respeto al que i y la misericordia se gloría
trae la vestidura preciosa, y contra el juicio.
le dijereis: Siéntate tú nquí 14 1f Hermanos míos, ¿qué
en buen l u g a r ; y dijereis aprovechará si alguno dice
al pobre: Estáte tú allí en I que tiene f é , y no tiene obras?
p i é ; é siéntate aquí debajo , Podrá la fé salvarle ?
de mi estrado:
15 Y si el hermano ó la her4 ¿ N o juzgáis en vosotros mana están desnudos, y tiemismos, y venís á ser jueces nen necesidad del mantenimiento de cada dia,
de pensamientos malos?
5 Hermanos mios amados,' 16 Y alguno de vosotros les
oíd: ¿ N o ha elegido Dios los d i c e : I d en paz, calentaos, y
pobres de este mundo, ricos hartaos; pero no les diereis
en fé, y herederos del reino las cosas que son necesarias
que ha prometido á los que para el cuerpo, ¿ qué les aprovechará ?
Je aman?
6 Mas vosotros habéis afren- 17 Así también la fé, si no
tado al pobre. ¿ N o os opri- tuviere obras, es muerta en sí
men los ricos, y os arrastran misma.
18 Pero alguno d i r á : T ú
á los juzgados?
7 ¿ N o blasfeman ellos el tienes fé, y y o tengo obras :
buen nombre de que os lla- muéstrame tu fé sin tus obras,
y y o to mostraré m i fé por
máis?
& Si en verdad cumplís vos- mis obras.
otros la ley real conforme á 19 T ú crees que Dioses u n o ;
la Escritura: A m a r á s a tu bien haces: también los deprójimo como á tí m i s m o ; monios creen, y tiemblan.
bien hacéis:
20 ¿ Mas quieres saber, hom9 Alas si hacéis acepción de bre vano, que la fé sin las
personas, cometéis pecado, y obras es m u e r t a ?
sois reconvenidos de la ley 21 ¿ N o fué justificado por
las obras Abrahain, nuestro
como infractores.
10 Porque cualquiera
que padre, cuando ofreció á su
hubiere guardado toda la ley, hijo Isaac sobre el altar?
y ofendiere en uno di los man-\ 22 ¿ N o ves que la fé obré
353
A A
H
1
SANTIAGO,
II.
ITI.
con sus obras, y que la fe' fué un miembro pequeño, y se
gloría de graneles cosas. Ilii
perfecta por las obras ?
23 Y fue cumplida la Escri- aquí, un pequeño fuego ¡ cuiín
tura que d i c e :
Abraham grande bosque enciende!
creyó" a Dios, y le fue' impu- 6 Y la lengua es un metro,
tado ajusticia, y fué llamado un mundo de maldad. Así la
amigo tle Dios.
lengua está puesta entre nues24 Vosotros veis, pues, quc| tros miembros, la cual conel hombre es justificado por tamina todo el cuerpo, é inlas obras, y no solamente por flama la rueda de nuestro
nacimiento, y es Inflamada
la fé.
25 Asimismo también Itaab, del infierno.
la ramera, ¿ no fué justificada 7 Porque toda naturaleza fie
por obras, cuando recibid los bestias, y de aves, y de sermensajeros, y los echó fuera pientes, y de seres de la mar,
por otro camino?
se doma, y es domada de la
26 Porque como el cuerpo naturaleza humana:
sin espíritu esta muerto, así
Pero ningún hombre puede
también la fé sin obras es domar la lengua, que es un mal
muerta.
que no puede ser refrenado,
llena de veneno mortal.
9 Con ella bendecimos á Dios,
y al Padre, y con ella maldeCAPITULO III.
cimos á los hombres, los
cuales son hechos á la semeVicios de la lengua desenfre- janza de Dios.
nada, y diferencia entre la
ciencia terrena y la celestial. 10 D e una misma boca proceden bendición y maldición.
Hermanos míos, no convieiio
E R M A N O S míos, no os que estas cosas sean así hehagáis muchos maestros, chas.
sabiendo que
recibiremos H ¿ E c h a alguna fuente por
mayor condenación:
una misma abertura agua
2 Porque todos ofendemos en dulce y a m a r g a ?
muchas cosas. Si alguno no 12 Hermanos mios, ¿ puedo
ofende en palabra, este es la higuera producir aceitunas.
varón perfecto, que también Ola vid higos? Así ninguna
puede con freno gobernar todo fuente puede hacer agua sael cuerpo.
l a d a y dulce.
3 H é aquí, nosotros ponemos !3 IT ¿Quién es sabip y avifrenos en las bocas de los sado entre vosotros? muestra
caballos para que nos obedez- por buena conversación sui
can, y gobernamos todo su obras en mansedumbre di
cuerpo.
sabiduría.
4 Mirad también las naves
14 Pero si tenéis envidií
aunque tan grandes, y lleva- amarga, y contención en vadas de impetuosos vientos, son estros corazones, no os «logobernadas con un muy pe- riéis, ni seáis mentirosos conq u e ñ o timón por donde qui- tra la verdad.
siere el que las gobierna.
15 Que esta sabiduría no e?
5 Así también la lengua es la que desciende de lo alto,
354
H
SANTIAGO, III. IV.
sino terrena, animal, diabólica.
lfi Porque donde hay envidia
y contención, allí hay perturbación, y toda obra perversa.
17 lUas la sabiduría que es de
lo alto, primeramente es pura,
después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia
y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
18 Y el fruto de justicia se
siembra en paz para aquellos
que hacen paz.
Por esto él d i c e : Dios resiste
á los soberbios, y da gracia á
los humildes.
7 Someteos pues á Dios: resistid al diablo, y de vosotros
huirá.
8 Allegaos á Dios, y él se
allegara á vosotros.
Pecadores, limpiad las manos; y
vosotros de doblado ánimo,
purificad los corazones,
9 Afligios, y lamentad, y
llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo
en tristeza.
10 Humillaos
delante del
Señor, y él os ensalzará.
CAPITULO IV.
11 <f Hermanos, no m u r m u réis los unos de los otros. E l
Discordias y otros males que\ que murmura del hermano, y
causan las pasiones, no re- juzga á su hermano, este tal
frenadas.
Debemos evitar murmura de la ley, y juzga á
la 7iiurmuracion, y some- la l e y : pero si tú juzgas á la
ternos á la
Providencia ley, no eres guardador de la
ley, sino juez.
divina.
12 Uno es el dador de la l e y ,
¿ TXE dónde vienen las guer- que puede salvar, y perder :
- L ' ras, y los pleitos entre, ¿quién eres tú que juzgas á
vosotros? ¿ N o son de vues- otro ?
tras
concupiscencias,
las 13 f Ea ahora, losque decis :
cuales combaten en vuestros H o y y mañana iremos á tal
miembros ?
ciudad, y estaremos allá un
2 Codiciáis, y no tenéis ; te año, y compraremos mercaneis envidia y odio, y no po- dería, y g a n a r e m o s :
déis alcanzar ; combatís y 14 Y no sabéis lo que será
guerreáis, y no tenéis lo que mañana.
Porque ¿ qué es
deseáis, porque no pedís.
vuestra v i d a ? Ciertamente es
3 Pedís, y no recibís; porque un Vapor que se aparece por
pedís mal, para gastar en un poco de tiempo, y después
se desvanece.
vuestros deleites.
4 Adúlteros y adúlteras, ¿ no 15 E n lugar de lo cual debesabéis que la amistad del ríais d e c i r : Si el Señor quimundo es enemistad con Dios? siere, y si viviéremos, h a r e Cualquiera, pues, que quisiere mos esto ó aquello.
ser amigo del mundo, se cons- 10 Mas ahora os jactáis en
tituye enemigo de Dios.
vuestras soberbias. Toda j a c 5 ¿ Pensáis que la Escritura tancia semejante es mala.
dicesiu causa : El espíritu que 17 E l pecado pues esta en
mora en nosotros codicia para aquel que sabe hacer lo
bueno, y no lo hace.
envidia ?
ü Mas él da mayor gracia.,
A A 2
355
SANTIAGO, V.
9 Hermanos, no os quejéis;
unos contra otros, porque no I
seáis condenados: H e aquí,
el juez está delante de la
puerta.
10 Hermanos míos, tomad
por ejemplo de aflicción, y de
paciencia, á los profetas que
hablaron en nombre del Señor.
11 H é aquí, tenemos por
X y a ahora, oh ricos, llorad bienaventurados á los quo
ahullando por vuestras sufren. Habéis oido la paciencia de Job, y habéis visto
miserias que os vendrán.
•2 Vuestras riquezas están el fin del Señor, que el Señor
podridas; vuestras ropas es- es muy misericordioso y
piadoso.
tán comidas de polilla.
3 Vuestro oro y plata están 12 Mas sobre todo, hermacorrompidos de orín, y su nos míos, no juréis, ni por el
orín os será en testimonio, y cielo, ni por la tierra, ni por
comerá del todo vuestras otro cualquier juramento;
carnes como fuego. Os habéis sino vuestro Sí, sea Sí, y
allegado tesoro para en los vuestro N o , sea N o ; porque
no caigáis en condenación.
postreros dias.
4 H é aquí, el jornal de los 13 ¿ Está alguno entre vosobreros que lian segado vues- otros afligido? haga oración.
tras tierras, el cual por en- ¿ Está alguno alegre ? cante.
gaño no les ha sido pagado de 14 ¿ Está alguno enfermo
vosotros, c l a m a ; y los cla- entre vosotros? llame á los
mores de los que habían se- ancianos de la iglesia, y oren
gado, han entrado en los por él, ungiéndole con aceite
oídos del Señor de los ejér- en el nombre del Señor.
citos.
15 Y la oración de fésalvará
5 Habéis vivido en deleites al enfermo, y el Señor lo
estuviere
sobre la tierra, y sido diso- levantará -, y si
lutos; habéis cebado vuestros en pecados, le serán perdonacorazones como en el din de dos.
sacrificios.
16 Confesaos vuestras faltas
6 Habéis condenado y muer- unos á otros, y rogad los unos
to al j u s t o ; y él no os resiste. por los otros, para que seáis
7 IT Pues, hermanos, tened sanos: que la oración eficaz
acicncia hasta la venida del del justo puede mucho.
eñor. Mirad cómo el labra- 17 Elias era hombre sujeto
dor espera el precioso fruto de & semejantes pasiones que
la tierra, aguardando con nosotros, y rogo con oración
paciencia, hasta que reciba la que no l l o v i e s e ; y no Ilovid
lluvia temprana y tardía.
sobre la tierra tres años y
8 Tened también vosotros seis meses.
paciencia: confirmad vues- 18 Y otra v e z o r é , y el cielo
tros corazones; porque la dié lluvia, y la tierra produjo
venida del Señor se acerca.
su fruto.
35G
CAPITULO V.
Del severo castigo que recibirán los ricos avarientos y
opresores de tos pobres. De
la paciencia en las aflicciones.
No debemos jurar
en vano. De la eficacia de
la oración.
E
E
I. S A N P E D R O , I.
19 Hermanos, si alguno de
entre vosotros ha errado de
la verdad, y alguno le convirtiere,
20 Sepa, que el que hubiere
hecho convertir ál pecador
del error de su camino, salvará un alma de muerte, y
cubrirá multitud de pecados.
LA
PRIMERA
EPÍSTOLA
UNIVERSAL
DE
SAN PEDRO APÓSTOL.
C A P I T U L O I.
esperanza v i v a , por la resurrección de Jesu-Cristo de los
Da gracias á Dios por habermuertos,
nos llamado á la fé, y á la 4 P a r a una herencia incorvida eterna; y recordando
ruptible, y que no puede coná los /leles haber sido reditaminarse, ni marchitarse,
midos con la sangre de Jesureservada en los cielos
cristo, les exJtorta á que su
5 P a r a nosotros que somos
féy esperanza sea en Dios,guardados
y
en la virtud de
á llevar una vida piadosa Dios
y
por fé, para alcanzar la
santa.
salud que está aparejada para
ser manifestada en el postriE D R O , apóstol de Jesu- mero tiempo.
cristo, á los extranjeros 6 E n lo cual vosotros os aleque están esparcidos en Ponto,gráis, estando al presente un
en Galacia, en Capadocia, en poco de tiempo afligidos en
Asia, y en Bithinia,
diversas tentaciones, si es
2 Elegidos según la pre- necesario,
sciencia de Dios Padre en 7 P a r a que la prueba de
santificación del Espíritu, vuestra fe, mucho mas prepara obedecer, y ser rocia- ciosa que el oro, el cual peredos con la sangre de Jesu- ce, bien que sea probado con
c r i s t o : Gracia y paz os sea fuego, sea hallada en alamultiplicada.
banza, gloria y honra, cuando
3 % Bendito el Dios y Padre J e s u - C r i s t o fuere manifesde nuestro Señor Jesu-Cristo, tado :
que según su grande miscri-| 8 A l cual no habiendo visto,
cordia nos ha regenerado en |le amáis ; en el cual creyendo,
357
P
I. S A N PEDRO, I. II.
•aunque al presente no lo | 18 Sabiendo que habéis sido
veáis, os alegráis con g o z o ' rescatados de vuestra vana
conversation, la cual recibisinefable y glorificado .
0 Obteniendo el fin de vues- teis de vuestros padres, no
tra fe*, que es la salud de con cosos corruptibles, como
oro d plata,
vuestras almas.
10 D e la cual salud los pro- 19 Sino con la sangre prefetas que profetizaron de la ciosa de Cristo, como de un
gracia que había de venir á cordero sin mancha y sin
vosotros, lian inquirido, y contaminación:
diligentemente buscado,
20 Y a ordenado de antes de
11 Escudriñando cuando y la fundación del mundo, pero
en qué punto de tiempo sig- manifestado en los postrimenificaba el espíritu de Cristo,: ros tiempos por amor de vosque estaba en ellos, el cual otros,
prenunciaba las aflicciones 21 Que por él creéis á Dios, el
que habían de venir á Crista, cual le resucité de los muery las glorias después de ellas. tos, y le ha dado gloria, para
12 A los cuales fué revelado, que vuestra fé y esperanza
que no para sí mismos, sino sea en Dios.
iara nosotros administraban 22 Habiendo purificado vuesas cosas que ahora os son tras almas en la obediencia
anunciadas de los que os han de la verdad, por el Espíritu,
predicado e l Evangelio por en caridad hermanable, sin
el Espíritu Santo enviado del fingimiento,
amaos unos á
c i e l o ; en las cuales desean otros entrañablemente
de
mirar los ángeles.
corazón p u r o :
13 Por lo cual teniendo los 23 Siendo renacidos, no de
lomos de vuestro entendi- simiente corruptible, sino de
miento ceñidos, con tem- incorruptible, por la palabra
planza,
esperad
perfecta- de Dios, que v i v e y permamente en la gracia que os es nece para siempre.
presentada
cuando
Jesu- 24 Porque toda carne es
cristo os es manifestado:
como la yerba, y toda la glo- 14 Como hijos obedientes,, ria del hombre como la flor
no conformándoos con los de la y e r b a : sécese la yerba,
deseos que antes teníais es- y la flor se caytf;
tando en vuestra ignoran- 25 Mas la palabra del Señor
cia ;
permanece
perpetuamente.
15 Sino como aquel que os Y esta es la palabra que por
ha llamado es santo, sed el evangelio os ha sido anuntambién vosotros santos en ciada.
toda conversación.
16 Porque escrito e s t á : Sed
santos, porque y o soy santo.
C A P I T U L O IT.
17 Y si invocáis por Padre á
aquel que sin acepción de Amonesta á los cristianos d
personas j u z g a según ia obra; que sean sinceros y sin matic cada uno, conversad en! licia, como los niños; y d
temor todo el tiempo de vues-: que se porten según exige la
tra peregrinación:
] dignidad
de reyes y de
358
1
f
I. S A N P E D R O , H .
sacerdotes de que
gozan,
ejercitándose en tas virtudes
propias de los disciuulos de
Crt.-to, Pastor y Uüispo de
nuestras almas.
E J A N D O pues toda maliD
cia, y todo engaño, y
ungimientos, y envidias, y
todas las detracciones,
2 Desead, como niños recien
nacidos, la Jecho racional,
sin engaño, pura que por ella
crezcáis en salud :
3 Si empero habéis gustado
que el Señor es benigno ;
4 Al cual allegándoos, que es
la piedra viva, reprobada
cierto de los hombres, empero
elegida y preciosa para con
Dios,
5 Vosotros también, como
piedras vivas, sed edificados
una casa espiritual, y un
sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesu- Cristo.
6 Por lo cual también contiene la Escritura: lié aquí,
pongo cu Sion la principal
piedra del ángulo, escogida,
preciosa; y el que creyere en
ella, no será confundido.
7 Ella es pues honor á vos
otros que creéis: mas para
los que no creen, la piedra que
los edificadores reprobaron,
esta fué hecha la cabeza del
ángulo;
8 Y piedra de tropiezo, y
piedrade escándalo á aquellos
que tropiezan en la palabra,
y no creen para lo cual fueron ordenados.
9 Mas vosotros sois linaje
escogido, real
sacerdocio,
gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os ha
llamado de las tinieblas á su
luz admirable;
359
10 Vosotros, que en el tiempo
pasado no erais pueblo, mas
ahora sois pueblo de D i o s ;
que en el tiempo pasado
no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis
alcanzado misericordia.
11
Amados, yo os ruego,
como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los
deseos carnales que batallan
contra el alma,
12 Teniendo vuestra
conversación honesta entre I03
Gentiles; para que, en lo
que ellos murmuran de vosotros como de malhechores,
glorifiquen á Dios en el día
de la visitación, estimándoos
por las buenas obras.
1S Sed pues sujetos á toda
ordenación humana por Dios:
y a sea al rey, como á superior ;
14 Y a á los gobernadores,
como de él enviados para
venganza de los malhechores,
y para loor de los que hacen
bien.
15 Porque esta es la voluntad de Dios, que haciendo
bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres v a nos :
16 Como libres; y no como
teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como
siervos de Dios.
17 Honrad á todos. A m a d
la fraternidad.
Temed
á
Dios. Honrad al Rey.
18 IT Siervos, sed sujetos
con todo temor á vuestros
amos; no solamente á los
buenos y humanos, sino también á los rigurosos.
19 Porque esto es agradable,
si alguno á causa de la conciencia delante de Dios, sufre
molestias padeciendo injustamente-
I. S A N P E D R O , I L I I I .
20 Porque ¿qué gloriaos, si 2 Considerando vuestra casta
pecando vosotros 3oIs abofe- conversación, que es en teteados, y lo sufrís ? mas si mor.
haciendo bien sois afligidos, 3 El nilomo de las cuales no
y lo sufrís, esto ciertamente sea exterior con encrespaes agradable delante de Dios. miento del cabello, y atavío
21 Porque para esto sois de oro, ni en compostura de
llamados; pues que también ropa;
Cristo padecié por nosotros, 4 Sino el hombre del coradejándonos
ejemplo,
para zón que está encubierto, eu
que vosotros sigáis sus pi- incorruptible ornato de espíritu agradable, y pacífico, lo
sadas :
22 El cual no hizo pecado, cual es de grande estima deni fué hallado engaño en su lante de Dios.
5 Porque así también se
boca:
23 Quien cuando le malde- ataviaban en el tiempo ancían, no retornaba maldición; tiguo aquellas santas mujeres
cuando padecía, no amena- que esperaban en Dios, siendo
zaba, sino remitía la causa al sujetas á sus maridos :
G Como Sara obedecía á
que juzga justamente.
24 El cual mismo llevé nues- Abraham, llamándole señor;
tros pecados en su cuerpo de la cual vosotros sois hesobre el madero, para que chas hijos, haciendo bien, y
nosotros siendo muertos á los no sois espantadas de ningún
pecados, vivamos á la justi pavor.
cía: por la herida del cual 7 Vosotros también, maridos, habitad con ellas según
habéis sido sanados.
2'» Porque vosotros
erais ciencia, dando honor á la
como ovejas descarriadas; mujer como á vaso mas frámas ahora habéis vuelto al gil, y como á herederas junPastor y Obispo de vuestras tamente de la gracia de la
v i d a ; para que vuestras oraalmas.
ciones no sean impedidas.
8 If Y finalmente, sed todos
de un mismo corazón, comCAPITULO III.
pasivos, amándoos fraternalDa saludables avisos á los mente, misericordiosos, atencasados en particular;
y tos ;
exhorta á todos los Jieles a 9 N o volviendo mal por
la caridad, é inocencia de mal, ni maldición por maldivida, y á lapaciencia en las ción ; sino antes por el conadversidades, á
imitación trario, bendiciendo; sabiendo
que vosotros sois llamados
de Jesu- Cristo.
para que poseáis bendición
S I M I S M O vosotras
mu- en herencia.
jures, sed sujetas á vues- 10 Porque el que quiere
tros maridos; para que tam- amar la vida, y ver dias
bién los que no creen á la , buenos, refrene su lengua de
palabra, sean ganados sin nuil, y sus labios no hablen
palabra por la conversación ¡engaño:
de sus mujures,
| 11 Apártese del mal, y haga
300
A
I. S A N P E D R O , Til. TV.
bien; busque l a paz, y sí- saber, ocho personas fueron
gala.
salvas por agua.
12 Porque los ojos del Señor 21 A la figura de la cual el
e^lán sobre los justos, y sus bautismo que ahora corresoidos atentos á sus oraciones : ponde nos salva, (no quitan lo
pero el rostro del Señor está las inmundicias de la carne,
sobre aquellos que hacen sino como demanda de una
mal.
buena conciencia delante de
13 ¿ Y quién es aquel que os Dios,) por la resurrección de
podrá dañar, si vosotros se- Jesu-Cristo:
guís el bien Y
22 El cual está a l a diestra de
14 Mas también si alguna Dios, habiendo subido al
o s a padecéis por hacer bien, c i e l o ; estando á él sujetos
sois bienaventurados.
Por los ángeles, y las potestades,
tanto no temáis por el temor y virtudes.
de ellos, ni seáis turbados ;
15 Sino santificad al Señor
Dios en vuestros corazones :
CAPITULO IV.
y estad siempre aparejados
para responder con mansedumbre y reverencia á cada Exhorta á huir de los pasa*
dos vicios, y á la práctica
uno que os demanda razón
de las virtudes, para atraer
de la esperanza que hay en
á la fe á los Gentiles; y dice
vosotros:
que debemos alegrarnos de
16 Teniendo buena concienpadecer por amor de Cristo.
cia, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, sean confunU E S que Cristo ha padedidos los que blasfeman vuescido por nosotros en la
tra buena conversación en carne, vosotros también estad
Cristo.
armados del misino pensa17 Porque mejor es que pa- miento : que el que ha padedezcáis haciendo bien, si l a cido en la carne, cesé de
voluntad
de
Dios así lo ¡ pecado;
quiere, que haciendo mal.
2 Para que y a el tiempo que
18 Porque también Cristo! queda en carne, v i v a , no á
padecié una v e z por los peca- ¡ las concupiscencias de los
dos, el justo por los injustos, hombres, sino á la voluntad
para llevarnos á Dios, siendo de Dios.
á la verdad muerto en la 3 Porque nos debe bastar
carne, pero vivificado
en que el tiempo pasado de nuesespíritu:
tra vida hayamos hecho la
de los Gentiles,
1« En el cual también fué voluntad
en
y predice á los espíritus que cuando conversábamos
lascivias, en concupiscencias,
estaban en c á r c e l ;
20 Los cuales en otro tiempo en embriagueces, en glotonefueron desobedientes, cuando rías, en banquetes, y en abouna vez esperaba l a p a c i e n - ] minables idolatrías.
cia de Dios en los días de 4 Y esto parece cosa estrnña
Noé, cuando se aparejaba el á los que os vituperan, que
arca; en la cual pocas, es á vosotros no corráis con ellos
301
P
I. S A N PEDRO, IT. V.
en el mismo desenfrenami- ria y el Espíritu de Dios reposan sobre vosotros. Cierto
ento de disolución:
5 Los cuales darán cuenta según ellos él es blasfemado,
al que está aparejado para mas según vosotros es glorifijuzgar los vivos y los muer- cado.
tos.
15 Así que ninguno de vos6 Porque por esto también otros padezca como homiha sido predicado el E v a n - cida, o ladrón, ó malhechor,
codicioso de los bienes
gelio á los muertos ; para que ó
sean juzgados en carne según ajenos.
los hombres, y v i v a n en es- 1 6 Pero si alguno es afligido
píritu según Dios.
como Cristiauo, no se aver7 1[ Mas el lin de todas las g ü e n c e ; antes glorifique á
cosas se acerca. Sed pues Dios en esta parte.
templados, y velad en ora- 1 7 Porque es tiempo que el
ción.
juicio comience de la casa de
8 Y sobre todo tened entre D i o s : y si primero comienza
vosotros ferviente c a r i d a d ; por nosotros, ¿qué será el fin
porque la caridad cubrirá de aquellos que no obedecen
al evangelio de Dios ?
multitud de pecados.
9 Hospedaos amorosamente 18 Y si el justo con dificullos unos á los otros sin mur- tad se salva, ¿adonde parecerá el infiel y el pecador?
muraciones.
10 Cada uno según el don 19 Y por eso los que son
que ha recibido, adminístrelo afligidos según la voluntad de
a los otros, como buenos dis- Dios, encomiéndenle sus alpensadores de las diferentes mas, como á fiel Criador, haciendo bien.
gracias de Dios.
11 Si alguno habla, hable
conforme á las palabras de
D i o s ; si alguno ministra,
C A P I T U L O V.
ministre conforme á la virtud
que Dios administra: para Dá avisos saludables d los
que en todos cosas sea Dios
ministros de la Iglesia;
y
glorificado por Jesu-Cristo,
encarga á los jóvenes la obeál cual es gloria tí imperio
diencia y la humildad, expara siempre jamás. A m e n .
hortando
á todos á velar
contra las tentaciones del
12
Carísimos, no os mará
demonio.
villeis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace
para vuestra prueba, como si
U E G O á l o s ancianos que
alguna cosa peregrina os
están entre vosotros, yo
aconteciese;
anciano también con ellos, y
13 Antes bien gózaos en que testigo de las aflicciones de
sois participantes de las aflic- Cristo, que soy también parciones de Cristo, para que ticipante de la gloria que ha
también en la revelación de de ser r e v e l a d a ;
su gloria os gocéis en triunfo. 2 Apacentad la grey de Dios
1-í Si sois vituperados en el que está entre vosotros, tenombre de Cristo, sois bien niendo cuidado de ella, no por
aventurados; porque la g l o - fuerza, sino voluntariamente;
302
R
I. SAN P EDKO, V.
no por ganancia deshonesta, la fé, sabiendo que las mis­
mas atiicciones han de ser
sino de un ánimo pronto ;
3 Y no como teniendo se­ cumplidas en la compañía de
ñorío sobre las heredades del vuestros hermanos que están
Señar, sino siendo dechados en el mundo.
del rebano.
10 % Mas el D ios de toda
4 Y cuando apareciere el gracia, que nos ha llamado
Príncipe de los pastures, vos­ a su gloria eterna por Jesu­
otros recibiréis la corona in­ cristo, después que hubiereis
un poco de tiempo padecido,
corruptible de gloria.
5 Igualmente,mancebos,sed él mismo os perfeccione, con­
esta­
sujetos á los ancianos: y firme, corrobore, y
todos sumisos unos á otros, blezca.
revestios de humildad; por­ 11 A él sea gloria, é imperio
que D ios resiste á los sober­ para siempre. A m e n .
bios, y da gracia á los hu­ 12 Ц Т о г Silvano дне os es,
mildes.
según y o pienso, hermano
0 Humillaos pues bajo la fiel, os neescrito brevemente,
poderosa mano de D ios, para amonestándoos, y testificando
que
esta es l a ' v e r d a d e r a
[iie él os ensalce cuando
.gracia d e D i o s , cu la cual
uere t i e m p o :
7 Echando toda vuestra so­ estáis.
licitud en é l ; porque él tiene I 13 L a iglesia gue está en
cuidado de vosotros.
Babilonia, juntamente ele­
8 Sed templados, y v e l a d ; gida con vosotros, 03 saluda,
porque vuestro adversarlo el y Marcos mi hijo.
diablo anda como un león 14 Saludaos unos á otros con
bramando alrededor de vos­ esculo de caridad. Paz sea
otros, buscando á quien de­ con todos vosotros los que
estáis en Jesu­Cristo. A m e n ,
vore :
0 A l cual resistid firmes en
?
363
SEGUNDA
EPISTOLA
UNIVERSAL
SE
SAN PEDRO APÓSTOL.
CAPITULO I.
La memoria de los grandes
dones recibidos de Dios, ha
de animarnos á asegurarnos de nuestra vocación en
pureza y santidad de vida.
Habla de su cercanamuerte,
' de ta verdad de la docrina del Evangelio.
pantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que está en el
mundo por concupiscencia;
5 Vosotros también, poniendo toda diligencia por
esto mismo, mostrad en vuestra fé virtud, y en la virtud
ciencia;
6 Y en la ciencia templanza,
y en la templanza paciencia;
en la paciencia temor de
ios;
7 Y en el temor de Dios,
amor fraternal; y en el amor
fraternal, caridad.
8 Porque si en vosotros hay
estas cosas, y abundan, no os
dejarán estar ociosos ni estériles en el conocimiento do
nuestro Señor Jesu-Cristo.
9 Mas el que no tiene estos
cosas, es ciego, y tiene la
vista m u y corta habiendo
olvidado la puriñeacion de
sus antiguos pecados.
10 P o r lo cual, hermanos,
procurad tanto mas de hacer
firme
vuestra vocación y
elección;
porque f a c i e n d o
estas cosas, no caeréis jamás.
11 Porque de esta manera os
?
IMÓN
P e d r o , siervo y
S
Apóstol de Jesu-Cristo, íí b
los que habéis alcanzado fé
igualmente preciosa con nosotros en la Justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo :
2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento
de Dios, y de nuestro Señor
Jesús.
3
Como todas las cosas
que pertenecen á la vida y á
la piedad nos sean dadas de
su divina potencia, por el
conocimiento de aquel que
nos ha llamado por su gloria
y virtud:
4 P o r las cuales nos son
dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas fueseis hechos partlcí364
I I . S A N P E D R O , I. I I .
será abundantemente admi- que ninguna profecía de la
nistrada la entrada en el Escritura es de particular
reino eterno de nuestro Señor interpretación:
y Salvador Jesu-Cristo.
21 Porque la profecía no fué
12 IT Por esto yo no dejaré en los tiempos pasados traída
de amonestaros siempre de or voluntad humana, sino
estas cosas, aunque vosotros )s santos hombres de Dios
las sepáis, y estéis confirma- hablaron siendo inspirados
del Espíritu Santo.
dos en la verdad presente.
1S Porque tengo por justo,
en tanto que estoy en este
tabernáculo, de incitaros con
CAPITULO II.
amonestación;
14 Sabiendo que brevemente: Describe tais malas artes de los
tengo de dejar este mt taber-i falsos doctores y de sus discípulos, y el espantoso y renáculo, como nuestro Señor
pentino castigo que les ameJesu-Cristo me lia declanaza. Avisa d los fieles que
rado.
se guarden de ellos.
15 También yo procuraré
con diligencia, que después
de mí fallecimiento, vosotros
E R O hubo también falsos
podáis siempre tener meprofetas
en el pueblo,
moria de estas cosas.
como habrá entre vosotros
16 Porque no os hemos dado falsos doctores, que introduá conocer la potencia, y la cirán encubiertamente sectas
venida de nuestro Señor J esu- de perdición, y negaran al
Cristo, siguiendo fábulas por Señor que los rescaté, atraarte compuestas; sino como yendo sobre sí mismos perdihabiendo con nuestros pro- ción acelerada.
pios ojos visto su majestad.
2 Y muchos seguirán sus
17 Porque él habia recibido desarreglos, por los cuales
de Dios Padre honra y gloría, el camino de la verdad será
cuando una tal voz fué á él blasfemado:
enviada de la magnífica glo- 3 Y por avaricia harán merria : Este es el amado Hijo cadería de vosotros con palamió, en el cual yo me he bras
fingidas;
sobre los
agradado.
cuales la condenación y a de
18 Y nosotros oimos esta voz largo tiempo no se tarda, y
enviada del cielo, cuando su perdición no se duerme.
estábamos juntamente con 4 Porque si Dios no perdoné
él en el monte santo.
á los ángeles que habiau
19 Tenemos también la pa- pecado; sino que habiénlabra profética mas perma- doles despeñado en el innente, á la cual hacéis bien fierno con cadenas de oscuride estar atentos como á una dad, los entregé para ser
antorcha que alumbra en reservados al juicio;
lugar oscuro, hasta que el día 5 Y si" no perdoné al mundo
esclarezca, y el lucero de la viejo, mas guardé á Nné,
mailana salga en vuestros octavo pregonero de justicia,
corazones.
trayendo el diluvio sobre el
20 Entendlendoprlmero esto, mundo de malvados ¡
365
K
P
IT. S A N P E D R O , I I .
0 Y si condena por destruc- almas inconstantes; teniendo
ción las ciudades de Sodoma, el corazón ejercitado en coy de Goniorra, tornándolas dicias, siendo hijos de malen ceniza, y poniéndolas por dición ;
ejemplo á los que habían de 1» Que han dejado el cav i v i r sin temor y reverencia mino derecho, y se han exde D i o s ;
traviado, siguiendo el camino
7 Y libré al justo L o t , aco- de Iialaatn, hijo de Bosor, el
sado por la nefanda conducta cual amé el premio de la
maldad,
de Jos m a l v a d o s ;
8 (Porque este justo, con ífi Y fué reprendido por su
v e r y oír, morando entre ellos, iniquidad: una muda bestia
afligía cada dia su alma justa de carga, hablando en voz
con los hechos de aquellos de hombre, refrenó la locura
del profeta.
injustos;)
9 Sabe el Señor librar de 17 Estos son fuentes sin
tentación á los píos, y reser- agua, y nubes traídas de
v a r á los injustos para ser torbellino de v i e n t o ; páralos
atormentados en el dia del cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para
juicio:
_.
10 Y principalmente aque- siemp:iré.
llos que, siguiendo la carne, 18 Porque hablando arroandan en concupiscencia e gantes palabras de vanidad,
Inmundicia, y desprecian la ceban con las concupiscenpotestad, atrevidos, contu- cias de la carne en disolumaces, que no temen decir ciones á los que verdaderamal de las potestades supe- mente habían huido de los
riores.
que conversan en e r r o r :
11 Como quiera que los mis- 19 Prometiéndoles libertad,
mos ángeles, que son ma- siendo ellos mismos siervos
yores en fuerza y en poten- de corrupción. Porque el
cia, no pronuncian juicio de que es de alguno vencido, es
maldición contra ellas de- sujeto á la servidumbre del
que lo venció.
lante del Señor.
12 Mas estos, diciendo mal 20 Ciertamente, st habiénde las cosas que no entien- dose ellos apartado de las
den, como bestias brutas, contaminaciones del mundo,
que naturalmente son hechas por el conocimiento del Señor
para presa y destrucción y Salvador Jesu-Cristo, y
perecerán en su perdición,
otra vez envolviéndose en
13 Recibiendo el galardón ellas, son v e n c i d o s ; sus posde su injusticia, ya que repu- trimerías les son hechas
tan por deleite poder gozar peores que los principios.
de deleites cada dia. Estos 21 Porque mejor les hubiera
son suciedades y manchas, ido no haber conocido el
los cuales comiendo con vos- camino de la justicia, que
otros, juntamente se recrean después de haberlo conocido,
en sus errores;
tornarse atrás del santo man14 Teniendo los ojos llenos damiento que les fué dado.
de adulterio, y no saben 22 Pero les ha acontecido
cesar de p e c a r ; cebando las lo del verdadero p r o v e r b i o :
I I . SAN
P E D R O , П1.
El perro se v o l v i ó A su v d ­ l ahora, y la tierra, son con­
mito, y la puerca lavada á servados por la misma pala­
bra, guardados para el m e g o
revolcarse eu el cieno.
en el dia del juicio, y de la
perdición de los hombres i m ­
píos.
CAPITULO III.
8 Mas, oh amados, no igno­
réis esta una cosa; que un
Amonesta y apercibe d los
] dia delante del Señor es como
fieles contra los burladores
] mil años, y mil años como un
d¿ la promesa relativa
ala dia.
Sf guada venida del Señor. 9 E l Señor no tarda su pro­
Alaba las epístolas de San mesa, como algunos la tienen
Pablo, y dice que los igno­ por t a r d a n z a ; sino que es
rantes pervierten
algunas
] paciente para con nosotros,
de las materias que en ellas no queriendo que ninguno
trata.
perezca, sino que todos pro­
cedan al arrepentimiento.
p A R Í S I M O S , y o os escribo 10 Mas el dia del Señor
ahora esta segunda carta, vendrá como ladrón en la
por la cual despierto con n o c h e ; en el cual los ciclos
exhortación vuestro limpio pasarán con grande estruen­
do, y los elementos ardiendo,
entendimiento,
2 Para que tengáis memo­ serán deshechos, y la tierra y
ria de las palabras que Antes las obras que en ella están,
han sido dichas por los santos serán quemadas.
profetas, y de nuestro man­ 11 Pues como todas estas
damiento, que somos apóstoles cosas han de ser deshechas,
del Señor y S a l v a d o r :
¿qué tales conviene que vos­
3 Sabiendo primero
esto, otros scai3 en santas y pias
que en los postrimeros dias conversaciones,
vendrán burladores, andando 12 Esperando y apresurán­
según sus propias concu­ doos para la venida del dia
piscencias,
de D ios, en el cual los cielos
4 Y diciendo: ¿ D ó n d e está siendo encendidos, serán des­
la promesa de su adveni­ hechos,}' los elementos siendo
miento?
Porque desde el abrasados, se fundirán ? .
día en que los padres dur­ 13 Bien que esperamos c i e ­
mieron, todas las cosas per­ los nuevos y tierra nueva,
manecen así como desde el según sus promesas, en los
principio de la creación.
cuales mora la justicia
5 Cierto ellos ignoran vo­ 14 Por lo cual, oh amados,
luntariamente, que los cielos estando en esperanza de estas
fueron en el tiempo antiguo, cosas, procurad con diligen­
y la tierra que por agua y en cia que seáis hallados dt ól,
agua está asentada, por la sin mácula, y sin reprensión,
en paz.
palabra de D i o s :
6 Por lo cual el mundo de 15 Y tened por salud la pa­
entonces pereció anegado en ciencia de nuestro Sefi^r,
agua.
como también nuestro arnaco
Pablo, según la
7 Mas los cielos que son hermano
SC7
I. SAN JUAN, T.
sabiduría que l e b a sido dada,, dos, pues estáis amonestados,
guardaos que por el error
bs hu escrito también
16 Casi en todas sus epís- de los abominables no seáis
extraviados, y
tolas, hablando en ellas de juntamente
estas cosas ; entre las cuales caigáis de vuestra firmeza.
hay algunas difíciles de en- 18 Mas creced en la gracia y
tender, las cuales los indoc- conocimiento de nuestro Setos é inconstantes tuercen, ñor y Salvador Jesu-Crisío.
como también las otras E s - A él sea gloria ahora, y
crituras, para perdición de I hasta el dia de la eternidad.
sí mismos.
! Amen.
17 A s í que vosotros, oh ama-
LA
PRIMERA
EPÍSTOLA
UNIVERSAL
DE
SAN" JUAN APÓSTOL.
CAPITULO I.
también vosotros tengáis comunión con nosotros, y que
nuestra comunión sea con el
Padre, y con su Hijo Jesucristo.
i Y estas cosas os escribimos,
para que vuestro gozo sea
cumplido.
5 Y esta es la nueva que
O que era desde el princi- oimos de él, y os anunciamos:
pio, lo que liemos oido, lo Que Dios es luz, y en él no
que hemos visto con nuestros hay ningunas tinieblas.
ojos, lo que hemos mirado, y 6 Si nosotros dijéremos que
nuestras manos han tocado, j tenemos comunión con él, y
de hi Palabra de v i d a ;
andamos en tinieblas, menti2 (Porque la vida fué mani- m o s , y no hacemos la verdad;
festada, y la vimos y testifica- 7 M a s si andamos en luz,
mos, y os anunciamos aquella como él está en luz, tenemos
vida eterna, la cual estaba comunión entre nosotros, y ]¡i
con el Padre, y nos ha apare- sangre de Jesu-Cristo su Hijo
cido;)
nos limpia de todo pecado.
3 L o que hemos visto, y oido, 8 Si dijéremos que no teneeso os anunciamos, para que mos pecado, nos engañamos á
368
Anuncia San Jvan la doctrina
que oyó del mismo Jesu-Crisío, nuestro Señor; el cuales
vida y luz que nos alumbra
y da vida, purificándonos de
los pecados que tenemos.
L
I. S A N
JTJ A N ,
I.
II.
nosotros mismos, y no hay I verdaderamente perfecta en
verdad en nosotros.
| é l : por esto sabemos que esíí Si confesamos nuestros pe tamos en él.
cados, él es riel y justo para 6 El que dice que está en é l ,
que nos perdone nuestros pe-i debe andar como él anduvo.
cados, y nos limpie de toda 7 Hermanos, no os escribo
maldad.
¡ mandamiento nuevo, sino el
10 Si dijéremos que no he-I mandamiento antiguo que
mos pecado, lo hacemos á él habéis tenido desde el prinmentiroso, y su palabra no, cipio: el mandamiento antiestá en nosotros,
I guo es la Palabra que bañéis
oído desde el principio.
8 Otra v e z os escribo un
C A P I T U L O II.
mandamiento nuevo, que es
verdadero en él, y en v o s Exhorta á no pecar, y á que, o t r o s ; porque las tinieblas son
cuando hubiéremos
pecado, pusadas, y la verdadera l u z y a
vos acojamos á Je su-Cristo alumbra.
como á nuestro abogado para con el Padre.
Vedara \ 0 E l que dice que está en l u z ,
ser mentirosos los que dicen y aborrece á su hermano, el
que conocen á Jesu-Cristo, y tal aun está en tinieblas tono guardan, sus
manda-, davía.
mientos, y también los que 10 El que ama á su hermano,
niegan que Jesús es el Cristo; está en luz, y no hay tropiezo
en cuya fé debemos perse- en él.
verar y guardarnos
de los 11 M a s el que aborrece á su
errores y engaños de aque- hermano, está en tinieblas, y
llos á quienrs llama San anda en tinieblas, y no sabe
adonde v á ; porque Jas tinieJuan
anticristos.
blas le han cegado los ojos.
I J I T O S mios, estas cosas 12 Os escribo á vosotros, hios escribo, para que no jitos, porque vuestros pecador
pequéis: y si alguno hubiere os son perdonados por su
pecado, abogado tenemos pa- nombre.
ra con el Padre, á Jesu-Cristo 13 Os escribo á vosotros, pael justo;
dres, porque habéis conocido
2 Y él es la propiciación por á aquel que es desde el prinnuestros pecados : y no sola- cipio. Os escribo á vosotros,
mente por los nuestros, sino mancebos, porque habéis v e n también por los de todo el cido al maligno. Os escribo á
vosotros, hijitos, porque hamundo.
3 Y en esto sabemos que nos- béis conocido al Padre.
otros le hemos conocido, si 14 Os he escrito á vosotros,
guardamos B U S mandamien- padres, porque habéis conocido al que es desde el printos.
4 El que dice : Y o le he cipio. Os he escrito á v o s conocido, y no guarda sus otros, mancebos, porque sois
mandamientos, el tal es men- fuertes, v la palabra de Dios
tiroso, y no hay verdad en él. mora en •vosotros, y habéis
5 Mas el que guarda su pala- vencido al maligno.
bra, la caridad de Dios está 15 N o amei* al mundo, ni las
3tiy
J3B
:
H
I. S A N J U A N , I I . III.
vosotros
cosas que están en el mundo. vosotros, también
Sí alguno ama al mundo, el permaneceréis en el Hijo,
amor del Padre no está en él. y en el Padre.
IR Porque todo lo que hay 25 Y esta es la promesa, la
en el mundo, la concupiscen- cual él nos prometió, la vida
cia decarne, y concupiscencia eterna.
de ojos, y soberbia de vida, 2G Os he escrito esto sobre
no es del Padre, mas es del los que os engañan.
mundo.
27 Pero la unción que vos17 Y el mundo se pasa, y su otros habe¡3 recibido de él,
concupiscencia; mas el que mora en-vosotros, y no tencig
hace la voluntad de Dios, per- necesidad que ninguno os enseñe; mas como la unción
manece para siempre.
18 1[ Hijitos, ya es la pos- misma os enseña de todas
trera hora: y como vosotros cosas, y es verdadera, y no es
habéis oido que el anticristo mentira, así como os ha enha de venir, así también al señado, perseverad en él.
presente han comenzado á ser 28 Y ahora, hijitos, persemuchos anticristos; por lo verad en é l ; para que cuando
cual sabemos que es el último apareciere, tengamos confitiempo
anza, y no seamos confun19 Salieron de nosotros, mas didos de él en su venida.
no eran de nosotros; porque 2í) Si sabe¡3 que él es justo,
si fueran de nosotros, hubi- sabed también que cualquiera
eran cierto permanecido con ne hace justicia, es nacido
nosotros: pero esto es para¡ o él.
que se manifestase que todos,
no son de nosotros.
CAPITULO III.
20 Mas vosotros tenéis la
unción del Santo, y conocéis Después de recordar el amw
deDios hacia vosotros, habla
todas las cosas.
de lo que distingue á los
SI N o es he escrito como si
hijos de Dios de. los hijos del
ignoraseis la verdad, sino codiablo, y exhorta á la carim o á loa que la conocéis, y
dad fraternal,
y á la obserque ninguna mentira es de la
vancia de los mandamienloi
verdad.
de Dios.
22 ¿ Quién es mentiroso, sino
I R A D cual amor nos lia
el que niega que Jesús es el
dado el Padre, que seaCristo ?
Este tal es anticristo, que niega al Padre y mos llamados hijos de Diosi]
por esto el mundo no nos coal Hijo.
noce,
porque no lo conoce
23 Cualquiera que niega al
Hijo, este tal tampoco tiene al á é l .
P a d r e . Cualquiera que con- 2 M u y amados, ahora somos
fiesa al Hijo, tiene también hijos de Dios, y aun no se lia
al Padre.
manifestado lo que hemos de
24 Pues lo que habéis oido s e r ; pero sabemos que cuando
dc^de el principio, sea per- él apareciere, seremos sememaneciente en vosotros : si lo jantes á él, porque lo veremos
que habéis oido desde el prin- como él es.
cipio fuere permaneciente en 3 Y cualquiera que tiene esta
870
3
M
I. SAN JUAN, III. IV.
esperan 2 a en el, se purifica, á su hermano, es homicida;
como él también es limpio.
y sabéis que ningún homicida
4 Cualquiera que hace pe- tiene vida eterna permanecado, traspasa también la ley ; ciente en sí.
pues el pecado es transgresión 10 En esto hemos conocido
de la ley.
el amor de Cristo, porque él
5 Y sabéis que él apareció puso su vida por nosotros:
para quitar nuestros pecados, también nosotros debemos
poner nuestras vidas por los
y no hay pecado en él.
6 Cualquiera
que
perma- hermanos.
nece en él, no peca: cual- 17 M a s ol que tuviere bienes
quiera que peca, no le ha visto, de este mundo, y viere á su
ni le ha conocido.
hermano tener necesidad, y le
7 Hijitos, no os engañe nin- cerrare sus entrañas, ¿ c ó m o
guno : el que hace justicia, es está el amor de Dios en él ?
justo, como él también es 18 Hijitos mios, no amemos
justo.
de palabra, ni de lengua; sino
8 El q u e h a c e p e c a d o . e s del de obra y en verdad :
diablo ; porque el diablo peca 19 Y en esto conocemos que
desde el principio. Tara esto somos de la verdad, y teneapareció el Hijo de Dios, para mos nuestros corazones certideshacer las obras del diablo. ficados didante de él.
9 Cualquiera que es nacido 20 Porque si nuestro corazón
de Dios, no hace pecado; por- nos reprendiere, mayor es
que su simiente está en é l ; y ¡ Dios que nuestro corazón, y
no puede pecar, porque es conoce todas las cosas.
nacido de Dios.
21 Carísimos, si nuestro con.10 Encstosoumanificstoslos zon no nos reprende, confihijos de Dios, y los hijos del anza tenemos en D i o s ;
diablo: cualquiera que no hace 22 Y" cualquier cosa que pijusticia, y que no ama á su diéremos, la recibiremos de
hermano, no es de Dios.
é l , porque guardamos sus
11 Porque esta es la nueva mandamientos, y hacemos las
que habéis oido desde el prin- cosas que son agradubles decipio: Que nos amemos unos lante de él.
á otros.
23 Y este es su mandami12 N o como Caín, que era ento : Que creamos en el nomdel maligno, y mató á su her- bre de su hijo Jesu- Cristo, y
mano. ¿ Y por qué cansa le nos amemos unos á otros, comató? Porque sus obras eran mo nos lo ha mandado.
malos, y las de su hermano 24 Y el que guarda sus manjustas.
damientos, está en él, y él en
13 Hermanos míos, no os él. Y en esto sabemos que él
maravilléis si el mundo os permanece en nosotros, por el
Espíritu que nos ha dado.
aborrece.
14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida,
en que amamos á los hermaCAPITULO IV.
nos. El que no ama á su hermano, está en muerte.
Exhorta á no creer á todo es15 Cualquiera que aborrece
viritu de los que se dicen
871
B112
1
I. S A N J U A N , IV.
10 E n esto consiste el a m o r ;
no que nosotros hayamos
amado á Dios, sino que él nos
amó á nosotros, y ha enviado
á su Hijo en propiciación por
nuestros pecados.
11 Amados, si Dios así nos
ha amado, debemos también
nosotros amarnos unos á
M A D O S , no creáis á todo otros.
espíritu; sino probad los 12 Ninguno v i o jamás á Dios.
espíritus si son de Dios. Por- Si nos amamos unos á otros,
que muchos falsos profetas Dios está en nosotros, y su
son salidos en el mundo.
amor es perfecto en nosotros.
2 En esto conoced el Espí- 13 E n esto conocemos que
ritu de D i o s : Todo espíritu estamos en él, y él en nosque confiesa que Jesu-Cristo otros, en que nos ha dado de
es venido en carne, es de Dios : su Espíritu.
3 Y todo espíritu que no con- 14 Y nosotros hemos visto, y
fiesa que Jesu-Cristo es v e - testificamos que el Padre ha
nido en carne, no es de Dios : y enviado al Hijo para ser Salesteesel espíritu de anticrlsto, vador del mundo.
del cual vosotros habéis oido 15 Cualquiera que confesare
que ha de venir, y que ahora ue Jesús es el Hijo de Dios,
y a está en el mundo.
)ios está en é l , y é l eu
4 Hijitos, vosotros sois de Dios.
Dios, y los habéis vencido; 10 Y nosotros hemos conoporque el que en vosotros está, cido, y creido el amor que
es mayor que el que está en el Dios tiene para con nosotros.
mundo.
Dios es a m o r ; y el que v i v e
5 Ellos son del mundo; por] en amor, v i v e en Dios, y Dios
eso hablan del mundo, y el en él.
mundo los o y e .
17 E n esto es perfecto el
6 Nosotros somos de Dios : el amor con nosotros, para que
que conoce á Dios, nos o y e : tengamos confianza en el dia
el que no es de Dios, no nos del j u i c i o ; pues como él es,
o y e . Por esto conocemos el así somos nosotros en este
espíritu de verdad, y el espí- mundo.
ritu de error.
IR En amor no hay t e m o r ;
7 IT Carísimos, amémonos mas el perfecto amor echa
unos á otros; porque el amor fuera el temor : porque el tees de Dios. Cualquiera que mor tiene pena. D e donde el
ama, es nacido de Dios, y , que teme, no está perfecto en
conoce á Dios.
i el amor.
8 Ei que no ama, no conocel 10 Nosotros lo amamos á él,
á D i o s ; porque Dios es amor, porque él nos amé primero.
í> En estose mostró el amor 20 Sí alguno dice : Y o amo á
de Dios para con nosotros, en Dios, y aborrece á su herqii" Dios envió á su Hijo uni- mano, es mentiroso. Porque
génito al mundo, para que vi- el que no ama á su herm mn,
al cual ha visto, ¿ cómo puedo
vamos por él.
372
maestros, y á examinar
la
doctrina que enseiiaren,para
distinguir
los espíritus que
son da Dios de los que no lo
son. Exhorta
de nuevo al
amor fraternal,
aduciendo
nuevas y diferentes
consideraciones sobre ello.
A
Í
I. SAN JUAN, IV. V.
amar & Dios, & quien no ha
visto?
21 Y nosotros tenemos este
mandamiento de é l : Que el
que urna á Dios, ame tam
bien á su hermano.
monto en la tierra, el Espíritu,
el agua, y la sangre : y estos
tres concuerdan en uno.
9 Sí recibimos el testimonio
d é l o s hombres, el testimonio
de Dioses mayor ; porque este
es el testimonio de Dios, que
ha testificado de su Hijo.
10 El que cree en el Hijo de
CAPITULO V.
Dios, tiene el testimonio en sí
Virtud admirable de una viva mismo: el que no cree á Dios,
fé en Jesu-Cristo, por el cuati le ha hecho m e n t i r o s o ; pory en el cual tenemos vida que no ha creído en el testieterna.
Debemos continuar monio que Dios ha testificado
firmes en esta fé, y guardar- de su Hijo.
nos de idolatría.
11 Y este es el t e s t i m o n i o :
Que Dios nos ha dado vida
ODO aquel que cree que e t e r n a ; y esta vida esta en su
Jesús es el Cristo, es na- Hijo,
cido de D i o s : y cualquiera que 12 El q u e t i e n e al Hijo, tiene
ama al que ha engendrado, la v i d a : el que no tiene al
ama también al que es nacido Hijo de Dios, no tiene la vida.
deéi.
13 % Estas cosas he escrito á
2 E n esto conocemos que vosotros que creéis en el nomamamos á los hijos de Dios, bre del Hijo de Dios, pura que
cuando amamos á Dios, y sepáis que tenéis vida eterna,
guardamos sus mandamien- y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
tos.
3 Porque este es el amor de 14 Y esta es.la confianza que
1 >ios, que guardemos sus man- tenemos en E l , que si demandamientos; y sus mandami- dáremos alguna cosa conentos no son penosos.
forme á su voluntad, él nos
4 Porque todo aquello que es o y e .
nacido de Dios vence al mun- 15 Y si sabemos que él nos
do : y esta es la victoria que oye en cualquiera cosa que
vence al mundo, nuestra fe.
demandáremos, sabemos que
5 ¿Quién es el que vence al tenemos las peticiones que le
mundo, sino el que cree que hubiéremos demandado.
Jesús es el Hijo de Dios ?
10 Sí alguno viere cometer á
G H Este es Jesu-Cristo, que su hermano pecado que no es
vino por agua y s a n g r e : no de muerte, demandará,y él le
por agua solamente, sino por dará vida á los que pecan no
agua y sangre. Y el Espíritu de muerte. H a y pecado de
es el que da testimonio : por- m u e r t e ; por el cual y o no
que el Espíritu es la verdad. digo que niegue.
7 Porque tres son ios que 17 Toda maldad es pecado;
dan testimonio en el cielo, el mas hay pecado que no es de
Padre, la Palabra, y el Espí- muerte.
ritu Santo: y estos'tres
son 18 Sabemos que cualquiera
uno.
que es nacido de Dios, no
8 Y tres son los que dan testi-1p e c a ; mas el que es engen-
T
II. SAN JUAN.
drado de Dios, se guarda á sí i ha dado entendimiento para
misino, y el maligno no le conocer al que es verdadero:
toca.
I y estamos en el verdadero, en
19 Sabemos que somos de! su Hijo Jesu-Cristo. Este es
Dios, y todo el mundo está el verdadero Dios, y la vida
eterna.
puesto en maldad.
20 Empero sabemos que el 21 Hijitos, guardaos de los
Hijo de Dios es venido, y nos ídolos. A m e n .
LA
SEGUNDA
EPÍSTOLA
SAN" JUAN APÓSTOL.
Exhorta á una señora y á sus\ 5 Y ahora te ruego, señora,
hijos, cuya fé alaba, á per- \ no como escribiendo te un
severar constantes
en la nuevo
mandamiento, sino
calidad, y á cautelarse de aquel que nosotros hemos telos engañadores,
permane- nido desde el principio, que
ciendo en la doctrina de nos amemos unos á otros.
Cristo.
6 Y este es amor, que andemos según sus mandamienL anciano á la señora ele- tos. Este es el mandamiento:
gida, y á sus hijos, á los Que andéis en ¿1, como voscuales y o amo en v e r d a d ; y otros habéis oido desde el
no y o soto, sino también todos principio.
los que han conocido la ver- 7 Porque muchos engañadad,
dores son entrados en el mun2 P o r la verdad que está en do, los cuales no confiesan que
nosotros, y será perpetua- Jesu-Cristo ha venido en
carne. Este tal es engañador
mente con nosotros:
3 Sea con vosotros gracia, y anticristo.
misericordia, y paz de Dios 8 Mirad por vosotros misl'adre, y del Señor Jesu- mos, porque no perdamos las
Cristo, Hijo del Padre, en ver- cosas que hemos obrado ; sino
dad, y en amor.
que recibamos galardón cum4 lf Mucho me he gozado, plido.
porque he hallado de tus hijos, 9 Cualquiera que se rebela, y
que andan en verdad, como no pt-rsevera en la doctrina
nosotros hemos recibido el de Cristo, no tiene á Dios : el
mandamiento del Padre.
que persevera en la doctrina
374
E
III. SAN JUAN.
a
cíe Cristo, el tal tiene al Padre cosas que escribiros, no he
y al Hijo.
uerido comunicarlas por me10 Si algunoviene ¿vosotros, io de papel y t i n t a ; mas esy no trae esta doctrina, no lo ero ir á vosotros, y hablar
recibáis en casa, ni lo salu- oca á boca, para que nuestro
déis :
gozo sea cumplido.
11 Porque el que lo saluda, 13 L o s hijos de tu hermana
comunica con sus malas obras. elegida te saludan. A m e n .
12 *f Aunque tengo muchas
K
LA
TERCERA
EPISTOLA
SAN' JUAN APÓSTOL.
Alabad Gaiopor su constancia en la fé, y por su beneficencia en hospedar á los peregrinos: habla de los vicios
de Diótrephes, y de la virtud
de Demetrio.
anciano al muy amado
IjtL
•J Gaio, al cual y o amo en
verdad.
2 Amado, y o deseo que tú
seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así
como tu alma está en prosperidad.
S Ciertamente me gocé mucho, cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de
tu verdad, así como t ú andas
en la verdad.
4 N o tengo y o mayor gozo
que este, el de oir que mis
hijos andan en la verdad.
5 A m a d o , fielmente haces to375
do l o que haces para con los
hermanos, y con los extranjeros,
6 L o s cuales han dado testimonio de tu amor en presencia d é l a iglesia: á los cuales
si ayudares como conviene
según Dios, liarás bien.
7 Porque ellos partieron por
amor de su nombre, no tomando nada de los Gentiles.
8 Nosotros, pues, debemos
recibir á los tales, para que
seamos cooperadores á la v e r dad.
9 Y o he escrito á la iglesia;
mas Diótrefes, que ama tener
el primado entre ellos, no nos
recibe.
10 P o r esta causa, si y o v i niere, recordaré las obras que
hace, parlando con palabras
maliciosas contra nosotros ; y
no contento con estas cosos,
SAN JUDAS.
no recibo á los hermanos, y
prohibe á los que los quieren
recibir, y los echa ele la iglesia.
11 A m a d o , no sigas lo que es
malo, sino lo que es bueno.
E l que hace bien, es de D i o s ;
mas el que hace mal, no ha
visto a Dios.
12 Todos dan testimonio de
Demetrio, y aun la misma
v e r d a d : y también nosotros
damos testimonio; y vosotros habéis conocido que
nuestro testimonio es verdadero.
13 % Y o tenia muchas cosas
que escribir/í!; empero no
quiero escribirte por tinta y
pluma:
14 Porque espero verte en
breve, y hablaremos boca á
boca.
15 Paz sea contigo. L o s ami¡gos te saludan. Saluda tú á
los amigos por nombre.
LA
EPÍSTOLA
UNIVERSAL
DE
SAN JUDAS APÓSTOL.
Exhorta á la constancia en la
fé, y d resistir los esfuerzos
V ardides de los impíos, cuyo
carácter describe, y el castigo que les espera.
U D A S , siervo de JesuJcobo,
cristo, y hermano de Jaá los llamados, santi-
ficados cu Dios Padre, y conservados en Jesu-Cristo :
2 .Misericordia, y
paz, y
amor os sean multiplicados.
3 ¡fí Amados, por la gran
solicitud que tenia de escribiros de la común salud, me
ha sido necesario escribiros
amonestándoos que contendáis eficazmente por la fé
376
que ha sido una v e z dada á
los santos.
4 Porque algunos hombres
impíos han entrado encubiertamente, los cuales desde
antes habían estado ordenados para esta condenación,
con virtiendo la gracia de
nuestro Dios en lujuria, y
negando á Dios que solo es
el que tiene dominio, y á
nuestro Señor Jesu-Cristo.
5 Os quiero pues amonestar,
ya que alguna vez habéis
sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo de
Egipto, después destruye á
los que no creían :
0 Y á los ángeles que no
SAN JUDAS.
guardaron su dignidad, m a s i vada eternalmente la oscuri[li-jaron su habitación, los ha dad de las tinieblas.
reservado debajo de oscuri-| 14 De los cuales también
d.id en prisiones eternas hasta ¡ profetizó Enoc, séptimo desde
el juicio del gran d i a :
A d a m , diciendo: H é aquí el
7 Como Sodoma y Gomorra,¡ Señor es venido con sus sany las ciudades comarcanas, tos millares,
las cuales de la misma ma- 15 A hacer juicio en todos,
nera que ellos habían fornica- y á convencer á todos los
do, y habían seguido la carne impíos de entre ellos de todas
est raña, fueron puestas por sus malas obras que han
ejemplo, sufriendo el juicio hecho infielmente, y de todas
del fuego eterno.
las palabras duras que los
8 D e la misma manera tam- pecadores infieles han habién estos adormecidos, aman- blado contra él.
cillan la carne, y menospre- 16 Estos son murmuradores
cian la potestad, y vituperan querellosos, andando según
las potestades superiores.
sus deseos; y su boca habla
9 rúes cuando el arcángel cosas soberbias, teniendo en
Miguel
contendía
con el admiración las personas por
diablo, disputando sobre el causa del provecho.
cuerpo de Moisés, no se atre- 17 M a s vosotros, amados,
vió' a usar de juicio de maldi- tened memoria de las palación contra él, sino que dijo: bras que antes han sido diEl Señor te reprenda.
chas por los apóstoles de
10 Tero estos maldicen las nuestro Señor Jesu-Cristo;
cosa? que no conocen; y las 18 Cómo os decían : Que en
cosas que naturalmente cono- el postrer tiempo habría burcen, se corrompen en ellas ladores, que andarían según
como bestias brutas.
sus malvados deseos.
11 ¡ A y de ellos! porque han 19 Estos son los que hacen
seguido el camino de Cain, divisiones, sensuales, no t e y se lanzaron en el error de niendo el Espíritu.
Ilalaam por recompensa, y 20 Y Mas vosotros, oh amaperecieron en la contradic- dos, edificándoos sobre vuesción de Coré.
tra santísima fe, orando por
12 Estos son manchas en el Espíritu Santo,
vuestros convites, que ban- 21 Conservaos en el amor
quetean juntamente, apacen- de Dios, esperando la miseritándose á sí mismos sin cordia de nuestro Señor Jesutemor alguno: nubes
sin cristo, para vida eterna.
airua, las cuales son lleva- 22 Y recibid á los unos en
das de acá para allá de tos | piedad, discerniendo:
vientos; árboles marchitos 23 Mas haced salvos á los
como en otoño, sin fruto, otros por temor, arrebatándos veces muertos y desar- dolos cíel fuego ; aborreciendo
raigados ;
aun la ropa que es contami¡o Fieras ondas de la mar, nada de la carne.
que espuman sus mismas 24 lf A aquel, pues, que es
abominaciones; estrella.s er- poderoso para guardaros sin
rática*', á los cuales es reser- caída, y presentaros delante
3r7
EL APOCALIPSIS, I.
de su gloria sin mancha, con magnificencia, imperio y pogrande alegría,
tencia, ahora, y en todos ios
25 A l Dios solo sabio, nues- siglos. A m e n .
tro Salvador, sea gloria y
APOCALIPSIS
O
BEVELACION
BE
SAN JUAN, EL TEOLOGO.
era, y que ha de venir, y de
los siete espíritus quo estáu
delante de su trono ;
San Juan, desterrado en la 5 Y de Jesu-Cristo, que es el
isla de Patmos, escribe por testigo fiel, primogénito de
orden de Dios la revelación los muertos, y el Príncipe de
tte había tenido, d las siete los reyes de la tierra. A l que
ylesias de Asta,
represen- nos amó, y nos ha lavado de
nuestros pecados con su santadas en siete candeleros.
gre,
A
revelación de Jesu- tí Y nos ha hecho reyes y
cristo, que Dios le did, sacerdotes para Dios, y su
para manifestar á sus siervos P a d r e ; á él sea gloria e imlas cosas que deben suceder perio para siempre jamás.
presto j y las declaró, en- A m e n .
viando/a por su ángel á Juan 7 1f H é aquí que viene con
su siervo,
las nubes, y todo ojo lo verá,
2 E l cual ha dado testimo- y los que lo traspasaron; y
nio de la palabra de Dios, y todos los linajes de la tierra
del testimonio de Jesu-Cristo, se lamentarán sobre é l . Así
y de todas las cosas que ha sea. A m e n .
visto.
8 Y o soy el Alpha y la Orne3 Bienaventurado el que ga, dice el Señor, que es, y
lee, y los que oyen las pala- que era, y que lia de venir, el
bras de esta profecía, y guar- Todo poderoso.
dan las cosas en ella escritas: y % Y o Juan, vuestro herporque el tiempo esta cerca.
mano, y participante en la
•1 f T U A X á las siete igle- tribulación, y en el reino, y
*J sias que están en en la paciencia de JesuA s i a : Gracia sea con vos-, Cristo, estaba en la isla que
otros, y paz del que es, y que |es llamada Patmos, por la
378
CAPITULO I.
Í
L
EL APOCALIPSIS, I. II.
palabra de Dios y el testimonio de Jesu-Cristo.
10 Y o fui en Espíritu en el
dia de Domingo, y oí detras
de mí una gran v o z como de
trompeta,
H Que d e c i a : Y o soy el
Alpha y Omega, el primero
y el ú l t i m o : Escribe en un
libro lo que ves, y e n v í a l o á
las siete Iglesias, que están
en Asia ; á E f e s o , y áSmirna,
y á P é r g a m o , y á Tlatira, y á
Sardis, y á Filadelfla, y á
Laodicéa.
12 Y me v o l v í á ver la v o z
que hablaba c o n m i g o :
y
vuelto, v i siete candeleros de
oro;
13 Y en medio de los siete
candeleros, uno semejante al
Hijo del hombre vestido de
una ropa que llegaba hasta
los plés, y ceñido por los pechos con una cinta de oro.
14 Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la
lana blanca, como la nieve,
y sus ojos como llama de
fuego:
15 Y sus p i e s semejantes al
latón fino, ardientes como en
un h o r n o ; y su v o z como
ruido de muchas aguas.
l(i Y tenia en su diestra
siete estrellas: y de su boca
salía una espada aguda de
dos filos. Y su rostro era
como el sol cuando resplandece en su fuerza.
17 Y cuando y o le v i , caí
como muerto a sus píos. Y
él puso su diestra sobre m í ,
díciendome : N o temas ; Y o
soy el primero y el ú l t i m o ;
18 Y el que v i v o , y he sido
m u e r t o ; y hé aquí que v i v o
por siglos de siglos. A m e n .
Y tengo las llaves del infierno, y de la muerte.
19 Escribe las cosas que has
379
visto, y las que son, y las que
han de ser después de estas:
20 E l misterio de las siete
estrellas que has visto en mi
diestra, y los siete candeleros
de oro. Las siete estrellas
son los ángeles de las siete
iglesias; y los siete candeleros que has v i s t o , son las
siete iglesias.
CAPITULO II.
Se .le manda á San Juan que
escriba varios avisos á las
cuatro
Iglesias
primeras.
Son alabados los que no habían abrazado la
doctrina
de los Nicolaítas, é invitados
otros al
arrepentimiento,
con promesa de grande galardona los que fueren fieles
hasta la muerte.
S C R I B E a l , ángel de la
E
iglesia de E f e s o : E l que
tiene las siete estrellas en su
diestra, el cual anda en medio
de los siete candeleros de
oro, dice estas cosas:
2 Y o sé tus obras, y tu trabajo, y paciencia; y que tú
no puedes sufrir los malos, y
has probado á los que se
dicen ser apestóles, y no lo
son, y los has hallado m e n t i rosos :
3 Y has sufrido, y sufres, y
has trabajado por mi nombre, y no has desfallecido.
4 Pero tengo contra tí que
has dejado tu primer amor.
5 Recuerda por tanto de
donde has caido, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras ¡ pues si no, vendré
presto á tí, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te
huhieres arrepentido.
C Mas tienes esto, que abor-
EL APOCALIPSIS, IT.
reces los hechos de los Nico- doctrina de Tíalaam, el cual
laítas, los cuales y o también ens* fiaba á Balac á poner escándalo delante de los hijos
aborrezco.
7 El que tiene oído, oiga lo de Israel, á comer de cosas
que el Espíritu dice a las sacrificadas á los ídolos, y á
iglesias:
A l que venciere, cometer fornicación.
daré á comer del árbol de la 15 A s í también tti tienes á
vida, el cual está en medio los que tienen la doctrina de
del paraíso de Dios.
los Nicolaítas, lo cual yo
8 Y escribe al ángel de la aborrezco.
Iglesia de S m i r n a : E l prl
16 A r r e p i é n t e t e ; porque de
mero y postrero, que fué otra manera vendré á ti
muerto, y v i v i ó , dice estas presto, y pelearé contra ellos
cosas :
con la espada de mi boca.
9 Y o sé tus obras, y tu tri
17 E l que tiene oido, oiga lo
bulacion, y tu pobreza, (pero que el Espíritu dice á las
t ú eres rico) y la blasfemia iglesias: A l que venciere,
de los que se dicen ser Ju- daré á comer del maná esdíos, y no lo son, mas son condido, y le daré una piesinagoga de Satanás.
drecita blanca, y en la pie10 Jío tengas ningún temor drecita un nombre nuevo
de las co*as que has de pa- escrito, el cual ninguno codecer. H é aquí, el diablo ha noce sino aquel que lo rede enviar algunos de vosotros cibe.
á la cárcel, para que seáis 18 % Y escribe al ángel de
probados, y tendréis tribula- la iglesiaque está en Tiatlra:
ción de diez días. Sé fiel has- E l Hijo de Dios, que tiene
ta la muerte, y y o te daré la sus ojos como llama de fuego,
corona d é l a vida.
y sus niés semejantes al latón
U El que tiene oido, oiga lo fino, dice estas cosas:
que el Espíritu dice á las 19 Y o he conocido tus obras,
iglesias : E l que venciere, no y caridad, y servicio, y fé, y
recibirá daño de la muerte tu paciencia, y tus obras, "y
segunda.
las postreras, que son mas que
12
Y escribe al ángel de las primeras.
la iglesia que está en Perga- 20 Mas tengo unas pocas
mo : E l que tiene la espada cosas contra t í : porque peraguda de dos filos, dice estas mites aquella mujer Jezabel
cosas :
(que se dice profetiza) ense13 Y o sé tus obras, y donde nar, y engañar á mis siervos,
moras, donde está la silla de á fornicar, y á comer cosas
Satanás ; y retienes mi n o m - 1 ofrecidas á los ídolos.
bre, y no has negado mi fé, 21 Y le he dado tiempo para
aun en los dios en que fué que se arrepienta de la forniAntipas mi testigo fiel, el cación, y no se ha arrepencual ha sido muerto entre tido.
vosotros,
donde
Satanás 22 l i é aquí y o la echo en
mora.
cama, y á los que adulteran
14 Pero tengo unas pocas con ella, en muy grande tricosas contra t i : porque t ú . bulación, si no se arrepintienes ahí los que tienen In I tieren de sus o b r a s :
ó80
1
EL APOCALIPSIS, II. I I I .
23 Y mataré sus hijos con morir: porque no he hallado
muerte; y todas las iglesias tus obras perfectas delante
sabrán que yo soy el que escu- de Dios.
driño los ríñones, y los cora- 3 Acuérdate pues de lo que
zones : y daré á cada uno de has recibido, y has oido, y
vosotros según sus obras.
guárda/o, y arrepiéntete. Y
24 Pero yo digo á vosotros, sino velares, vendré á tí como
y á los demás que estáis en ladrón, y no sabrás en qué
Tiatira: Cualesquiera que no hora vendré á ti.
tienen esta doctrina, y que 4 Mas tienes unas pocas perno han conocido las profundi- sonas en Sardis, que no han
dades de Satanás, (como di- ensuciado sus vestiduras, y
cen) yo no enviaré sobre vos- andarán conmigo en vestiduotros otra carga.
ras blancas; porque son dig25 Empero la que tenéis, te- nos.
nedla hasta que yo venga.
5 El que venciere, será ves26 Y al que hubiere vencido, tido de vestiduras blancas ;
y hubiere guardado mis obras y no borraré su nombre del
hasta el fin, yo le daré potes- libro de la vida, y confesaré
tad sobre las gentes;
su nombre delante de mi
27 Y las regirá con vara de Padre, y delante de sus ánhierro, y serán quebrantados geles.
como vaso de alfarero, como 6 El que tiene oído, oiga Ib
también yo la he recibido de que el Espíritu dice á las
mi P a d r e :
iglesias.
28 Y le daré la estrella de la 7 ][Y escribe al ángel de la
mañana.
iglesia que está en Fiíadelfla:
29 El que tiene oido, oiga lo Estas cosas dice el Santo, el
que el Espíritu dice á las Verdadero, el que tiene la
llave de D a v i d ; el que abre,
iglesias.
y ninguno cierra; y cierra, y
ninguno abre:
8 Y o conozco tus obras: lié
CAPITULO III.
aquí he dado una puerta
abierta delante de tí, la cual
Amonesta San. Juan á tas\ ninguno puede cerrar; porotras tres Iglesias de Sár- que tú tienes un poco de podis, de Piladeifia, y de Lao- tencia, y has guardado mi
dicéa, y les da avisos muy palabra, y no has negado mi
importantes.
nombre.
9 H é aquí, yo doy de la siE S C R I B E al ángel de la nagoga de Satanás, los que
iglesia que está en Sar- se dicen ser Judíos, y no lo
dis: El quo tiene los siete son, mas mienten; lié aquí,
Espíritus de Dios, y las siete yo los constreñiré á que venestrellas, dice estas cosas: gan, y adoren delante de tus
Yo conozco tus obras ; que pies, y sepan que yo te he
tienes nombre que vives, y amado.
estás muerto.
10 Porque has guardado la
2 Sé vigilante y confirma palabra de mi paciencia, yo
las otras cosas que están para también te guardaré de la
381
Y
EL APOCALIPSIS, III. IV.
hora de la tentación, que ha
de venir en todo el mundo,
para probar los que inoran en
la tierra.
11 He* aquí, y o vengo presto:
reten lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona.
12 A l que venciere, y o lo
liare* columna en el templo
de mi Dios, y nunca mas
saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios,
y el nombre de la ciudad de
mi Dios, que es la nueva Jerusalem, Ja cual desciende
del cielo, de mi Dios, y mi
nombre nuevo.
13 El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice á las
Iglesias.
14 ^ Y escribe al ángel de
la iglesia de los Laodicenses :
H é aquí dice el A m e n , el
testigo fiel y verdadero, el
principio de la creación de
Dios:
15 Y o conozco tus obras., que
ni eres frió, ni caliente. Ojalá
fueses frío, é caliente!
16 Mas porque eres tibio, y
no frió ni caliente, te v o m i taré de mi boca.
17 Porque tú dices: Y o soy
rico, y estoy enriquecido, y
no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú
eres un cuitado y miserable,
y pobre, y ciego, y desnudo;
18 Y o te amonesto que de
m í compres oro afinado en
fuego, para que seas lieeho
rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se
descubra la vergüenza de tu
desnudez ; y unge tus ojos con
colirio, para que veas.
19 Y o reprendo y castigo á
todos los que a m o : sé pues
celoso, y arrepiéntete.
20 Mira que estoy á la
puerta, y I i a m o : si alguno
3S2
oyere mi v o z y abriere la
puerta, entrare a él, y cenaré
con él, y él conmigo.
21 A l que venciere y o le
daré que se siente conmigo
en mi t r o n o ; asi como y o be
vencido, y me he sentado con
mi Padre en su trono.
22 El que tiene oblo, ó i g a l o
que el Espíritu dice á las
iglesias.
t
CAPITULO
IV.
San Juan en una visión estática ve (i Dios en su solio,
rodeado de veinte y cuatro
ancianos, y de cuatro anima/es misteriosos que le glorifican.
S P U É S de estas cosas
DEmtré,y
hé aquí una puerta
abierta en el c i e l o : y la primera v o z que oí, era como
de trompeta que hablaba conm i g o , diciendo : Sube acá, y
y o te mostraré las cosas ruto
han de ser después de estas.
2 Y luego y o fui en espíritu :
y hé aquí un trono que estaba
puesto en el cielo, y sobre el
trono estaba uno sentado.
3 Y el que estaba sentadOj
era al parecer semejante a
una piedra de jaspe y de sardio ; y un Iris habia al rededor del trono, semejante en
el aspecto á la esmeralda.
4 Y alrededor del trono habia veinticuatro sillas: y
v i sobre las sillas los veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y
tenían sobre sus cabezas coronas de oro.
ñ Y del truno salían relámp a g o s , / truenos, y v o c e s : y
siete lámparas de fuego estaban ardiendo delante del
EL APOCALIPSIS, IV. V.
trono, las cuales son los siete
Espíritus de Dios.
6 Y delante del trono habia
como un mar de vidrio semejante al cristal; y er
medio del trono, y alrededor
del trono, cuatro animales
llenos de ojos delante y detrás.
7 Y el primer animal era
semejante á un l e ó n ; y el
segundo animal, semejante
á un becerro; y el tercer
animal tenia la cara como
de h o m b r e ; y el cuarto animal, semejante á un águila
volando.
8 Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas
alrededor; y de dentro estaban llenos de ojos • y no tenían reposo dia ni noche, diciendo : Santo, Santo, Santo
el Señor Dios todo-poderoso,
que era, y que es, y que ha
de venir.
9 Y cuando aquellos animales daban gloria, y honra,
y alabanza al que estaba
sentado en el trono, al que
v i v e para siempre jamas,
10 Los vienticuatro ancianos
se postraban delante del que
estaba sentado en el trono, y
adoraban al que v i v e para
siempre j a m a s ; yechaban sus
coronas delante del trono,
diciendo:
11 Señor, digno eres de recibir gloría, y honra, y v i r tud : porque tú criaste todas
las cosas, y por tu voluntad
tienen ser, y fueron criadas. I
CAPITULO V.
Mientras que San Juan lloraba de ver que nadie podia
abrir el libro cerrado con
siete sellos, abrióle el Cor888
dero de Dios, que poco antes
habla sido -muerto.
Por lo
que todas los criaturas le
tributaron
cánticos de ala~
banzos.
Y
V I en la mano derecha
del que estaba sentado
sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera,
sellado con siete sellos.
2 Y v i un fuerte ángel, predicando en alta v o z : ¿ Quién
es digno de abrir el libro, y
de desatar sus sellos ?
3 Y ninguno podia, ni en el
cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el
libro, ni mirarlo.
4 Y y o lloraba mucho, porque no había sido hallado
ninguno digno de abrir el
libro, ni de leerlo, ni de m i rarlo.
5 Y uno de los ancianos m e
d i c e : N o l l o r e s : he" aquí e l
león de la tribu de Judá, la
raiz de D a v i d , que ha vencido
para abrir el libro, y desatar
sus siete sellos.
6 Y m i r é ; y hé aquí en m e dio del trono y de los cuatro
animales, y en medio de los
ancianos, estaba un Cordero
como inmolado, que tenia
siete cuernos, y siete ojos,
que son los siete espíritus de
Dios enviados en toda la
tierra.
7 Y" él v i n o , y tomé el libro
de la mano derecha de aque.
que estaba sentado en el
trono.
8 Y cuando hubo tomado el
libro, los cuatro animales, y
los veinticuatro ancianos, so
postraron delante del Cordero, teniendo enda
uno
arpas, y copas de oro llenas
de porfumes, que son las
oraciones de los santos;
EL APOCALIPSIS, V. VI.
9 Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus
s e b o s ; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido
para Dios con tu sangre, de
todo linaje, y lengua, y pueblo, y nación:
10 V nos has hecho para
nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra.
11 Y mire*, y oí voz de muchos ángeles alrededor del
trono, y de los animales, y
de los ancianos ; y la multitud de ellos era millones de
millones,
12 Que decían en alta v o z :
E l Cordero que fue* inmolado
es digno de tomar el poder, y
riquezas, y sabiduría, y fortaleza, y honra, y gloria, y
alabanza.
13 Y oí íí toda criatura que
está en el ciclo, y sobre la
tierra, y debajo de ia tierra,
y que está en el mar, y todas
las cosas que en ellos están,
d i c i e n d o : A l que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la
honra, y la gloria, y el poder,
para siempre jamas.
14 Y los cuatro animales
d e c í a n : A m e n . Y los veinte
y cuatro ancianos cayeron
sobre sus rostros, y adoraron
al que v i v e para siempre
jamas.
CAPITULO VI.
Lo que fué viendo el Apóstol
según iba el Cordero abriendo los seis primeros sellos.
Y
M I R É cuando el Cordero
abrió uno de los sellos, y
384
oí á uno de los cuatro animales diciendo como con mu
voz de trueno : Ven, y ve.
2 Y miró, y he" aquí un caballo blanco ; y el que estaba
sentado encima de él, tenia
un a r c o ; y le fué dada una
corona, y salió victorioso, pura
que también venciese.
3 % Y cuando él abrió ol
segundo sello, oí el segundo
animal que d e c i a : Ven, y
vé.
4 Y salió otro caballo berm e j o : y al que estaba sentado sobre él, fué dado poder
de quitar la paz de la tierra, y
que se maten unos á otros ; y
tuéle dada una grande espada.
5 "ÍT Y cuando él abrió el
tercer sello, oí al tercer animal que decía: V e n , y vé.
Y miré, y lié aquí un caballo
n e g r o ; y el que estaba sentado encima de él, tenia un
peso en su mano.
6 Y oí una v o z en medio de
los cuatro animales, que dec i a : Dos libras de trigo por
un denarío; y seis libras de
cebada por un denarío: y no
liagas daño al v i n o , ni al
aceite.
7 1f Y cuando él abrió el
cuarto sello, oí la voz del
cuarto animal, que decia.
Ven v v é .
8 Y miré, y hé aquí un caballo, a m a r i l l o : y el que estaba sentado sobre él, tenia
por nombre, M u e r t e ; y el infierno le seguía: y le fué dada
otestad sobre la cuarta parte
e la tierra, para matar con
cuchillo, con hambre, con
mortandad, y con las bestias
de la tierra.
9 IT Y cuando él abrió el
quinto sello, v i debajo del
altar las almas de los que
habían sido muertos por la
S
EL APOCALIPSIS, VI. V I I .
pnlabra de Dios, y por el tesque no hagan daño d los
timonio que ellos tenían,
Justos, tanto del pueSlo áe
lü Y clamaban en alia v o z ,
Israel, como de las demás
diciendo: ¿ Hasta cuando, Senaciones.
Quienes son los
ñor, santo y verdadero, no
que vio San Juan vestidos
juzgas y vengas nuestra sande un ropage blanco.
gre de los que moran en la
tierra?
D E S P U É S de estas cosas
11 Y les fueron dadas sendas
vi cuatro ángeles que esropas blancas, y fuéles dicho taban sóbrelos cuatro ángulos
que reposasen todavía un de la tierra, deteniendo los
poco de tiempo, hasta que se cuatro vientos de la tierra,
completaran sus consiervos y para que no soplase viento
sus hermanos, que también sobre la tierra, ni sobre la
habían de ser muertos como mar, ni sobre ningún á r ellos.
bol.
12 1T Y miré cuando él abrié 2 Y vi otro ángel que subía
el sexto sello: y hé aquí fué del nacimiento del sol, tenihecho un gran terremoto; y endo el sello de Dios v i v o : y
el sol se puso negro como un clamé con gran v o z á los
saco de cilicio, y la luna se cuatro ángeles, á los cuales
puso toda como sangre :
era dado hacer daño á la
13 Y las estrellas del cielo tierra y á la mar,
cayeron sobre la tierra, como 3 Diciendo : N o hagáis daño
la higuera echa sus higos, á la tierra, ni al mar, ni á los
cuando es movida de gran árboles, hasta que señalemos
viento.
á los siervos de nuestro Dios
14 Y el cielo se aparté como en sus frentes.
un libro que es e n v u e l t o ; y 4 Y oí el número de los señatodo monte y las islas fueron lados ; ciento cuarenta y cumovidas de sus lugares.
atro mil señalados de todas
15 Y los reyes de la tierra, y las tribus de los hijos de
I03 príncipes, y los ricos, y los¡ Israel.
capitanes, y los fuertes, y| 5 D e la tribu de Judá, doce
tono siervo, y todo libre, sei mil señalados. D e la tribu de
escondieron en las cuevas y Kubeii, doce mil señalados. De
entre las peñas de los montes; la tribu de Gad, doce mil sen¡ Y decían á los montes, y ñalados.
á las peñas : Caed sobre nos- fi D e la tribu do Asér, doce
otros, y escondednos de la mil señalados. D e la tribu de
cara de aquel que está sen- Neftalí, doce mil señalados.
tado sobre el trono, y de la D e la tribu de Manassé, doce
ira del Cordero:
mil señalados.
17 Porque el gran dia de su
D e la tribu de Simeón,
ira es v e n i d o ; y ¿ quién podrá doce 'mil señalados. D e la
parar?
tribu de L e v í , doce mil señalados. D e la tribu de Isuchár,
doce mil señalados.
CAPITULO VII.
8 D e la tribu de Zabulón,
D e la
Se da orden á los ángeles que doce mil señalados.
vienen á destruir la ¡ierra tribu de José, doce mil señaC C
885
Y
EL APOCALIPSIS, V I L
VIII.
Jados. D é l a tribu de Benja-¡en medio del tronólos pastomin, doce mil señalados.
reara, y los guiará á fuente;
9 \ Después de estas cosas'vivas fie aguas: y Dios 1 immire, y he aquilina gran com-! piará toda lágrima de los ojos
pañía, la cual ninguno podiaide ellos,
contar, de todas gentes,
CAPITULO VIII.
linajes, y pueblos, y lenguas,
que estaban delante del trono,
y en la presencia del Cordero, Abierto
ya el sello séptimo
vestidos de ropas blancas, y
aparecen siete ángeles coi
palmas en sus manos,
siete trompetas;
tocan loi
cuatro primeros
cada une
10 Y clamaban á alta v o z ,
la suya: cae fuego, la ?nat
diciendo : Salvación á nuestro
se
altera,
las
aguas
se vuelDios que está sentado sobre el
ven amargas, y las esl7'ellai
trono, y alCordero.
11 Y todos los ángeles esta- pierden su resplandor.
ban alrededor del trono, y de
C U A N D O él abrid el stfplos ancianos, y los cuatro ani-¡
timo sello, fué hecho sim a l e s ;. .y . postráronse sobr ,
sus rostros delante del trono,ilenclo en el cielo casi por
y adoraron á Dios,
j media hora.
12 Diciendo : A m e n : L a ! 2 Y v i los siete ángeles que
bendición y la gloria, y la:estaban delante de D i o s ; y
sabiduría, y la acción de gra-j les fueron dadas siete tronieias, y la honra, y la potencia, • petas.
- la fortaleza sean á nuestro ¡ 3 Y otro ángel v i n o , y se pa)Íos para siempre jamás, ré delante del altar, teniendo
Amen.
un incensario de o r o ; y le
13 Y respondió uno de los;fueron dados muchos íncienancianos, diciéndome: Estos sos para que diese á las ornue están vestidos de vestí- ¡ciones de todos los santos souras blancas, ¿quiénes son,j bré el altar de oro, que estaba
y de dénde han venido ?
delante del trono.
14 Y y o le dije : Señor, tú lo 4 Y el humo de los inciensos
sabes. Y él me d ' j o : Estos:subid de la mano del ángel,
son los que han venido de delante de Dios, á las oragrande tribulación, y han la-i ciones de los santos.
vado sus vestiduras, y las han 5 Y el ángel tomé el incenblanqueado en la sangre del sario, y lo llené del niego del
Cordero.
altar, y echólo en la tierra; y
15 Por esto están delante del fueron hechos truenos, y votrono de Dios, y le sirven dial ees, y relámpagos, y terrey noche en su t e m p l o : y e l j m o t o .
que está sentado en el trono (! 1f Y los siete ángeles que
tenderá su pabellón
sobre teman las siete trompetas, se
ellos.
*
aparejaron para tocar.
lfi N o tendrán mas hambre,! 7 Y el primer ángel tocé la
ni sed, y el sol no caerá mas trompeta, y fué hecho grasobre ellos, ni otro ningún nizo, y fuego, mezclado con
calor.
I sangre, y fueron arrojados ¡lí
17 Porque el Cordero que eslá la t i e r r a ; y la tercera parte
Y
Í
3
EL APOCALIPSIS, "Vili. I X .
de losárboies fué quemada, y trella que cayó del cielo en la
quemóse toda la yerba verde. tierra: y le fué dada la llave
8 Y el segundo ángel tocó la del pozo del abismo.
trompeta, y como un grande 2 Y abrid el pozo del abismo,
monte ardiente con fuego fué y subió humo del pozo como
lanzado en el mar, y la ter- el humo de un gran h o r n o : y
cera parte del mar se tornó en oscurecióse el sol, y el aire,
sangre.
por el humo del pozo.
9 Y murió la tercera parte 3 Y del humo salieron lande las criaturas que estaban en gostas sobre la t i e r r a ; y
la mar, las cuales tenían v i d a ; fuéles dada potestad, como
y la tercera parte de los na- tienen potestad los escorpiones de la tierra.
vios pereció.
10 Y el tercer ángel tocó la 4 Y les fué mandado que no
trompeta; y cayó del cielo hiciesen daño á la yerba de la
una grande estrella, ardiendo tierra, ni á ninguna cosa
como una antorcha, y cayó verde, ni á ningún árbol, sino
en la tercera parte de los rios, solamente á los hombres que
y en las fuentes de las aguas. no tienen la señal de Dios en
11 Y el nombre de la estrella sus frentes.
se dice Ajenjo. Y la tercera 5 Y les fué dado que no los
parte de las aguas fué vuelta matasen, sino que los atoren ajenjo : y muchos hom- mentasen cinco meses; y su
bres murieron por las aguas, tormento ¿ra como tormento
porque fueron hechas amar- de escorpión cuando hiere al
hombre.
gas.
12 Y el cuarto ángel tocó la t> Y en aquellos dias buscatrompeta, y fué herida la ter- rán los hombres la muerte, y
cera parte del sol, y la tercera no la hallarán; y desearán
parte de la luna, y la ter- morir, y la muerte huirá de
cera parte de las estrellas ; de ellos.
tal manera que se oscureció 7 Y el parecer de las langosla tercera parte de ellos, y no tas era semejante á caballos
alumbraba la tercera parte aparejados para g u e r r a : y
del día, y lo mismo de la sobre sus cabezas tenían como
noche.
coronas semejantes al oro ; y
13 Y miré, y oí un águila v o - sus caras como caras de homlar por medio del cielo, dici- bres.
endo á alta v o z : ¡ A y , ay, de 8 Y tenían cabellos comelos que moran en la tierra, por cabellos de mujeres: y su.«
razón de las otras voces de dientes erau como dientes de
trompeta de los tres ángeles león os.
que han de t o c a r !
9 Y tenían corazas como corazas de h i e r r o ; y el estruendo de sus alas, como el
CAPITULO IX.
ruido de carros que con muLo que aconteció al tocar la chos caballos corren á la
batalla.
quinta y sexta trompetas.
10 Y tenían colas semejantes
E L quinto ángel tocó la á las de los escorpiones, y
trompeta, y v i una ct>- tenían en sus colas aguijones;
C C 2
387
Y
E L
APOCALIPSIS,
IX.
X.
y sn poder era de hacer daño plagas, aun no so arrepinó los hombres cinco meses.
tieron de las obras de sus
11 Y tienen sobre sí un r e y , manos, para que no adorasen
que es el ángel del abismo, á los demonios, y á las imácuyo n o m b r e e n Hebraico, es. genes de oro, y de plata, y de
A b a d d o n ; y cu Griego, Apo- metal, y de piedra, y de mallyon.
d e r a ; las cuales no pueden
12 E l un ay es pasado: hé v e r , ni oír, ni andar:
aquí vienen aun dos ayes 21 Y no se arrepintieron de
sus homicidios, ni de su3
después de estas cosas.
13 % Y el sexto ángel tocó* hechicerías, ni de su fornicala trompeta ; y oí una voz de ción, ni de sus hurtos.
los cuatro cuernos del altar
de oro, que estaba delante de
C A P I T U L O X.
Dios,
14 Diciendo al sexto ángel Aparece otro ángel cercado de
una nube, con un libro en la
que tenia la t r o m p e t a : D e mano.
Este ángel jura que
sata los cuatro ángeles que
no se prolongaría
mas el
están atados en el gran rio
tiempo, sino que cuando el
Eufrates.
séptimo
ángel
comenzará
15 Y fueron desatados los
á tocar la trompeta, él miscuatro ángeles que estaban
terio de Dios seria cumplido.
aparejados para la hora, y
Una voz del cielo manda á
día, y mes, y año, para matar
San Juan que devore aquel
la tercera parte de los homlibro ó pergamino.
bres.
Ifi Y el número del ejército
de los de á caballo era dos- \T V I otro ángel fuerte descientos millones.
Y oí el i . cender del cielo, cercado
de una nube, y el arco celeste
número de ellos.
17 Y así v i los caballos en sobre su c a b e z a ; y su rostro
visión, y los que sobre ellos era como el sol, y sus pies coestaban sentados, los cuales mo columnas de fuego.
tenían corazas d « fuego, de 2 Y tenia en su mano un
jacinto, y de azufre. Y las librito a b i e r t o : y puso su pié
cabezas de los caballos eran derecho sobre la mar, y el
como cabezas de leones; y izquierdo sobre la tierra,
de la boca de ellos salia fuego 3 Y clamó con grande voz,
y humo, y azufre.
como cuando un león r u g e :
Já De estas tres plagas fué cuando hubo clamado, sicto
muerta la tercera parte de los truenos hablaron sus voces.
hombres, del fuego, y del 4 Y cuando los siete truenos
humo, y del azufre, que sa- hubieron hablado sus voces,
lían de la boüa de ellos.
vo iba á escribir, y oí una voz
19 Porque su poder está en ílel ciclo, que me decía: Sella
su boca y en sus c o l a s : por las cosas que los siete truenos
han
hablado, y no las escribas.
que sus colas eran semejantes
a serpientes, y tenían cabezas,.
Y el ángel que v i estar soy o n ellas dañan.
I bre el mar, y sobre la tierra,
"20 Y los otros hombres quejlcvnntó su mano al cielo,
no fueron muertos con estas» 6 Y juró por el que v i v e para
388
EL APOCALIPSIS, X, X I .
Biempre jamás, que ha criado: el templo de Dios, y el altar,
ci ciclo, y las cosas que están y á los que adoran en él.
en él, y la tierra, y las cosas 2 Y echa fuera el patio que
que están en ella, y el mar, y está fuera del templo, y no lo
las cosas que están en él, que midas, porque es dado á los
el tiempo no será mas.
gentiles; y hollarán la ciu7 Pero en los dias de la v o z dad santa cuarenta y dos
del séptimo ángel, cuando él meses.
comenzare á tocar la trom- 3 Y daré á mis dos testigos,
peta, el misterio de Dios será y ellos profetizarán por mil
consumado, como él lo anun- doscientos y sesenta días, v e s cié á sus siervos los profetas. tidos de sacos.
8 Y oí la voz del cielo que 4 Estas son las dos olivas, y
hablaba otra v e z conmigo, y los dos candeleros que están
decia: V é , y toma el librito delante del Dios de la tierra.
abierto de la mano d«l ángel 5 Y si alguno les quisiere
que está sobre el mar y sobre dañar, sale fuego de la boca
la tierra.
de ellos, y devora á sus ene9 Y fui al ángel diciéndole m i g o s : y si alguno les quique me diese el librito, y él siere hacer daño, es necesario
m e dijo : T o m a , y t r á g a l o ; y ¡que él sea así muerto.
él te haráamargar tu vientre, tí Estos tienen potestad de
pero en tu boca será dulce cerrar el cielo, que no llueva
como la miel.
en los dias de su profecía, y
10 Y tomé el librito de la tienen poder sóbrelas aguas
mano del ángel, y le devoré ; para convertirlas en sangre,
y era dulce en mi boca como y para herir la tierra con
la m i e l : y cuando lo hube toda plaga cuantas veces
devorado, fué amargo mi quisieren.
vientre.
7 Y cuando ellos hubieren
11 Y él me d i c e : Necesario acabado su testimonio, la
es que otra v e z profetices á bestia que sube del abismo,
muchos pueblos, y gentes, y hará guerra contra ellos, y
los vencerá, y los matará.
lenguas, y reyes.
8 Y sus cuerpos serán techados en las plazas de la grande
ciudad, que espiritualmento
CAPITULO XI.
es llamada Sodoma, y E g i p Señales que habrá antes de to, donde también nuestro
tocar la última
trompeta. S'-ñor fué crucificado.
Dos testigos del Señor serán 9 Y los de los linajes, y de
despedazados por la bestia, los pueblos, y de las lenguas,
y resucitados p»r Dios. Toca y de los Gentiles verán los
el séptimo ángel la trompeta, cuerpos de ellos por tres dias
y el reino del mundo viene á y medio, y no permitirán que
ser de nuestro Señor, y de su sus cuerpos sean puestos en
Cristo.
sepulcros.
10 Y los moradores de la
M E fué dada una caña tierra se gozarán sobre ellos,
semejante á una vara, y y se alegrarán, y se enviarán
so me d i j o : L e v á n t a t e , y mide dones los unos á los o t r o s ;
Y
EL APOCALIPSIS, XI. X I I .
porque estos dos profetas han¡ tu nombre, á los pequeñltos
atormentado Á los que moran! y á los grandes, y para que
sobre la tierra.
I destruyas los que destruyen
11 Y después de tres días y ¡ la tierra.
medio el Espíritu de vida, 1!) *ff Y el templo de Dios
enviado de Dios, entró en futí abierto en el ciclo, y el
ellos, y se alzaron sobre sus arca de su testamento futí
pitís, y vino gran temor sobre vista en su t e m p l o ; y fueron
Sos que los vieron.
|hechos relámpagos, y voces,
12 V oyeron una grande v o z y truenos, y terremotos, y
del cielo, que l e s d e c i a : Subid graude granizo.
acá. Y subieron al cielo en
una nube, y sus enemigos
CAPITULO XII.
los vieron.
13 Y en aquella hora futí De Ja guerra de vn grande
hecho gran temblor de tierra,
dragón
contra
la Iglesia,
y la décima parte de la ciusimbolizada
ésta en una
dad cayó, y fueron muertos
mujer
vestiia
del Sol, la
en el temblor de tierra en
cual da á luz un hijo, y ts
mí mero de siete mil hombres: perseguida
de aquel dray los demás fueron espantagón.
dos, y dieron gloria a Dios I
del cielo.
U N A grande seiíal apareció en el c i c l o : una
14 El segundo ay es pasado :
he* aquí, el tercero ay vendrá mujer; vestida del sol, y la
luna debajo de sus pies, y
presto.
15 1f Y el séptimo ángel tocó sobre su cabeza una corona
la trompeta, y fueron hechas de doce estrellas.
grandes voces en el cielo, que 2 Y estando preñada, cladecían: El reino del mundo maba con dolores de parto, y
ha venido á ser de nuestro sufría tormento por parir.
Señor, y de su Cristo, y rei
3 Y futí vista otra señal en
nará para siempre Jamas.
el c i e l o ; y luí aquí un grande
H¡ Y los veinte y cuatro an dragón bermejo, que tenia
cíanos que estaban sentados siete cabezas, y diez cuernos,
delante de Dios en sus sillas, y en sus cabezas siete diadese postraron sobre sus ros- mas.
tros, y adoraron á Dios,
4 Y su cola arrastraba la
17 Diciendo : T e damos gra- tercera parte de las estrellas
cias, Señor Dios Todo Pode- del cielo, y las echó en tierra.
roso, que eres, y que eras, y Y el dragón se paró delante
que has d e v e n i r , porque has de la mujer que estaba para
tomado tu graude potencia, y parir, á ilii de devorar/e su
hijo cuando hubiese parido.
has reinado.
13 Y se han airado las na- 5 Y ella parid un hijo varón,
ciones, y tu ira es venida, y el cual había de regir todas
el tiempo de los muertos, las gentes con vara de hierro:
para que sean juzgados, y y su hijo fue arrebatado para
para que des el galardón á Dios, y á su trono.
tus siervos los profetas y á| (1 Y la muier huyó al delos santos, y á los que temen sierto, donde tiene lugar apa»
S9J
Y
E L
A P O C A L I P S I S , XTI. X I I I .
rejado de Dios, para que allí mantenida por un tiempo, y
la mantengan mil doscientos tiempos, y la mitad de un
tiempo.
y sesenta dins.
7 *T Y iue' hecha una grande 15 Y la serpiente echó de su
batalla en el c i e l o : Miguel y boca tras la mujer agua como
sus ángeles lidiaban contra ti un rio, á fin de hacer que
dragón; y lidiaba el dragón y fuese arrebatada del rio.
sus ángeles,
16 Y la tierra ayudó á la
8 Y no prevalecieron, ni su m u j e r ; y la tierra abrió su
lugar fué mas hallado en el boca, y sorbió el rio que habia
echado el dragón de su boca.
cielo.
9 Y fue lanzado fuera aquel 17 Entonces el dragón fué
gran dragón, la serpiente an- airado contra la mujer, y se
tigua, que se llama diablo y fué á hacer guerra contra los
Satanás, el cual engaña á otros de la simiente de ella,
todo el mundo; fué arrojado los cuales guardan los manen tierra, y sus ángeles fue- damientos de Dios, y tienen
el testimonio de Jesu-Cristo.
ron arrojados con él.
1 0 Y ol una grande v o z en 18 Y y o m e paré sobre la
el cielo que decia : A h o r a lia arena del mar.
venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro
Dios, y el poder de su Cristo :
CAPITULO XIII.
porque el acusador de nuestros hermanos lia sido arro- De una bestia monstruosa de
jado, el cual los acusaba desiete cabezas y diez caernos
lante de nuestro Dios dia y
con diez diademas, que sube
noche.
del mar y blasfema
contra
Dios y los santos, y es ado11 Y ellos le han vencido
rada por los hombres.
Se
por l a sangre del Cordero, y
levanta en tierra otra bestia
por la palabra de su testimocon dos cuernos, la cual da
nio ; y no han amado sus
vigor á la primera,
engavidas hasta la muerte.
ñando los moradores de la
12 Por
lo cual alegraos,
tierra, y hace stan
muertos
cielos, y los que moráis en
los que no la adoraren.
ellos. ¡ A y de los moradores
de la tierra y del mar ! porque el diablo ha descendido á
vosotros, teniendo grande ira,
mar, que tenia siete casabiendo que tiene poco ti- bezas, y diez cuernos; y
empo.
sobre sus cuernos diez dia13 Y cuando vio el dragón demas ; y sobre las cabezas
que él habia sido arrojado ú de ella nombres de blasfela tierra, persiguió á la mujer mia.
que había parido el hijo 2 Y la bestia que v i , era
varón.
semejante á un leopardo, y
14 Y fueron dadas á la mujer j sus píes como de oso, y su
dos alas de grande águila boca como boca de león. Y
para que de la presencia de el dragón le did su poder, y
la serpiente volase al d e - s u trono, y grande potestad
sierto, á su lugar, donde esl 3 Y v í una de sus cabezas
391
EL APOCALIPSIS. XIII. XIV.
como herida de muerte, y la
llaga de su muerte fué cur a d a : y se maravillé toda la
tierra en pos de la bestia.
4 Y adoraron al dragón que
había dado la potestad á la
bestia; y adoraron A la bestia, diciendo:
¿ Quién es
semejante á la bestia, y quién
podra lidiar con e l l a ?
5 Y le fué dada boca que
hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos
meses.
6 Y abrid su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y A los que moran en
el cielo.
7 Y le fué dado hacer guerra
contra los santos, y vencerlos. También le fué dada potencia sobre toda tribu, y
pueblo, y lengua, y gente.
8 Y todos los que moran en
la tierra le adoraron, cuyos
nombres no están escritos en
el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde
el principio del mundo.
9 Si alguno tiene oido, oiga.
lü El que lleva en cautividad, v á en cautividad : el que
á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. A q u í está la paciencia,
y la fé de ios santos.
11 !f Después vi otra bestia
ue subía de la tierra, y tenia
os cuernos semejantes á los
de un cordero, mas hablaba
como un dragón.
12 Y ejerce todo el poder de
la primera bestia en presencia de e l l a ; y hace á la
tierra, y á los moradores de
ella adorar la primera bestia,
cuya llaga do muerte fué
curada.
13 Y hace grandes señales,
de tal manera que aun hace
descender fuego del cielo á la
tierra delante de los hombres.
14 Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le - ha sido dado
hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan
la imagen de la bestia que
tiene la herida de cuchillo, y
vivió.
15 Y le fué dado que diese
espíritu á la imagen de la
bestia, para que l a imagen
de la bestia h a b l e ; y hará
que
cualesquiera
que no
adoraren la imagen de la
bestia, sean muertos.
13 Y hacia que á todos, A los
pequeños y grandes, ricos y
pobres, libres y siervos, se
pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes :
17 Y que ninguno pudiese
comprar ó vender, sino el
que tuviera la señal, ó el
nombre de la bestia, ó el mimero de su nombre.
18 Aquí hay sabiduría. El
que
tiene
entendimiento,
cuente el número de la bestia : porque es el número de
hombre ; y el número de ella,
seiscientos sesenta y seis
CAPITULO
3
1
XIV.
Aparécese el Cordero de Dios
sobre el monte Simí, seguido
de los Justos. El Evangelio
es predicado
en toda la
tierra.
Caída de Babilonia.
Se hace la misteriosa siega
y vendimia de la heredad de
Dios.
Y
M I R E , y hé aquí el Cordero estaba sobre eí
monte de Sion, y con él cien-
EL APOCALIFSTS, XIV.
to cuarenta y cuatro m i l , que 9 Y el tercer ángel los siguió,
tenían el nombre de su Padre diciendo á alta v o z : Si alguno adora á la bestia, y á
escrito en sus frentes.
2 Y oí una voz delcielocomo su imagen, y toma la señal
ruido de muchas aguas, y en su frente, ó en su mano,
como sonido de un gran true- 10 Este también beberá del
no : y oí una v o z de tañe- vino de la ira de Dios, el
dores de arpas que tañían con cual está echado puro en e l
sus arpas :
cáliz de su i r a ; y será ator3 Y cantaban como un cán- mentado con fuego y azufre
tico nuevo delante del trono, delante de los santos ángeles,
y delante de los cuatro ani- y delante del Cordero :
males, y de los ancianos: y 11 Y el humo del tormento
ninguno podía aprender el de ellos sube para siempre
cántico sino aquellos ciento jamás. Y los que adoran a la
cuarenta y cuatro mil, los bestia, y á su imagen, no tiecuales fueron comprados de nen reposo dia ni noche, ni
entre los de la tierra.
cualquiera que tomare la se4 Estos son los que con mu- ñal de su nombre.
jeres no fueron contamina- 12 A q u í está la paciencia de
dos ; porque son vírgenes. los santos ; aquí la ¡te los que
Estos los que siguen al Cor- guardan los mandamientos
dero por donde quiera que de Dios, y la fü de Jesús.
fuere. Estos fueron compra- 13 Y oí una voz del cielq.
dos de entre los hombres por que me decía : Escribe, Bienprimicias para Dios, y para aventurados los muertos que
el Cordero.
de aquí adelante mueren en
5 Y en sus bocas no ha sido el Señor. También dice el
hallado engaño ; porque ellos Espíritu que descansan de
sus trabajos ; y sus obras los
son sin mácula.
6 *ff Y v i otro ángel volar siguen.
por en medio del cielo, que 14 *ff Y miró, y he* aquí una
tenia el Evangelio eterno, nube blanca ; y sobre la nube
para predicarlo á los que mo- uno sentado semejante al
ran en la tierra, y á toda na- Hijo del hombre, que tenia
ción, y tribu, y lengua, y en su cabeza una corona d*
pueblo,
o r o , y en su mano una hoi
1 Diciendo en alta v o z : T e - aguda.
med á l>ios, y dadle honra; 15 Y otro ángel salió del
porque la hora de su juicio es templo, clamando en alta v o z
v e n i d a ; y adorad á aquel al que estaba sentado sobro
que ha hecho el c i e l o , y lai la nube: Kchatu hoz, y s i e g a ;
tierra, y el mar, y las fuentes porque la hora de segar te es
de las aguas.
venida, porque la mies de la
8 Y otro ángel le siguió, di- tierra está madura.
ciendo: Ha caído, ha caído 16 Y el que estaba sentado
Babilonia, aquella
grande sobre la nube echó su hoz
ciudad, porque ella ha dado á sobre la tierra, y la tierra fué
beber á todas las naciones del segada.
vino del furor de su fornica- 17 % Y salió otro ángel del
ción.
templo que está en el cielo.
393
EL
A r O C A L i r s i S,
teniendo también una hoz
ngudu.
18 Y otro ángel salió" del
altar, el cii¡U tenia poder
sobre el fuego, y clamo con
gran voz al míe tenia la hoz
aguda, diciendo: Eolia tu
hoz aguda, y vendimia los
racimos de la tierra; porque
están maduras sus uvas.
19 Y el ángel metió su hoz
aginia en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y
echó la uva en el grande lagar de la ira de Dios.
20 Y el lagar fue hollado
fuera de la ciudad,y delinear
salió sangre basta los frenos
de los caballos por mil y seiscientos estadios.
CAPITULO XV.
Cántico de Moisés, y del Cordero, que cantan ios que
vencieron á la bestia.
De
las siete plagas
postreras,
representadas
en siete copas llenas de la cólera de
Dios, entregadas
a siete
ángeles.
Y
XIV. XV. x v r .
poderoso ; justos y verdaderos son tus caminos, l í c y de
las naciones.
4 ¿Quién no te temerá, oh
Señor, y engrandecerá tu
nombre? porque tú solo eres
s a n t o ; por lo cual todas las
naciones vendrán, y adorarán delante de tí, porque tus
juicios son manifestados.
5 **f Y después de estas cosas
miré, y hé aquí el templo del
tabernáculo del testimonio
fué abierto en ol cielo,
fi Y salieron del templo siete
ángeles, que
tenían
siete
plagas, vestidos de un lino
limpio y blanco, y ceñidos
alrededor de los pechos con
bandas de oro.
7 Y uno de los cuatro anímalos dié á los siete ángeles
siete copas de oro, llenas de la
ira de Dios, que v i v e para
siempre jamás.
8 Y fué el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y
por su potencia: y ninguno
podía entrar en el templo,
basta que fuesen consumadas
las siete plagas de los sieto
ángeles.
V I otra señal en el cielo,
grande y admirable, que
era siete ángeles que tenían
CAPITULO XVI.
las siete plagas postreras;!
porque en ellas es consumada Terribles efectos de las siete
la ira de Dios.
I copas de oro, que vierten
2 Y v i así como un mar de, los siete ángeles sobre la
vidrio mezclado con fuego ;! tierra.
y los que habían alcanzado,
la victoria de la bestia, y de |
O Í una grande v o z salida
su imagen, y de su señal, y ,
del templo, que decia á
del número de su nombre,!Ilos siete ángeles: I d , y derestar sobre el mar de vidrio, ramad las siete copas de la ira
teniendo las arpas de Dios.
¡de Dios sobre la tierra.
3 Y cantan el cántico de ! 2 Y fué el plimero, y derraMoisés siervo de Dios, y el ¡ mó su copa sobre la t i e r r a ; y
cántico del Cordero, diciendo : vino una plaga mala y daíírandes y maravillosas son ñosa sobre los hombres que
tus obrns, Señor Dios Todo- tenían la señal de la bestia, v
3D4
1
Y
EL APOCALIPSIS, XV i.
sobre los que adoraban su 13 Y v i salir do la boca del
dragón, y de la boca de la
imagen.
3 Y el segundo ángel derra- bestia, y de la boca del falso
mó su copa sobre el mar, y profeta, tres espíritus inmunsu convirtió en sangre, como dos á manera de ranas.
de un muerto, y toda alma 14 Porque son espíritus de
viviente fué muerta en el demonio-}, que hacen señales,
mar.
para ir á los reyes de la tierra,
4 Y el tercer ángel derramó y de todo el mundo, para consu copa sobre los rios, y so- gregarlos para la batalla de
bre las fuentes de las aguas,y aquel grande día del Dios T o dopoderoso.
se convirtieron en sangre.
6 Y oí al ángel de las aguas 15 l i é aquí, y o vengo como
Bienaventurado el
que decia: Justo eres tu, oh ladrón.
Señor, que eres, y que eras, fine vela, y guarda sus vestiel santo, porque has juzgado duras, para que no ande desnudo,
y
vean
su fealdad.
estas cosas ;
G Porque ellos derramaron 1G Y los congregó en el lugar
la sangre de los santos y de que en Hebreo se llama A r los profetas, también tú les magedon.
has dado á beber s a n g r e ; 17 i el séptimo ángel derrapues lo merecen.
mó su copa por el a i r e ; y
7 Y oí á otro del santuario, salió una grande v o z del
que d e c i a : Ciertamente, Se- templo del cielo, de cerca del
ñor Dios Todopoderoso, tus trono, diciendo : Hecho es.
Juicios son verdaderosy justos. 18 Entonces fueron hechos
8 Y el cuarto ángel derramó relámpagos, y voces, y truesu copa en el s o l ; y le fué nos ; y hubo un gran temblor
dado quemar á los hombres de tierra, un terremoto tan
grande, cual no fué jamás
con fuego.
ü Y los hombres se quema- desde que los hombres han
ron con el grande calor, y estado sobre la tierra.
blasfemaron el nombre de 19 Y la ciudad grande fué
Dios, que tiene potestad sobre partida en tres partes, y las
estas plagas, y no se arrepin- ciudades de las naciones catieron para darle gloria.
yeron : y la grande Babilolu Y el quinto ángel derra nia vino en memoria delante
mó su copa sobre la silla de de Dios, para darle la copa
la bestia; y su reino se hizo del vino del furor de su ira.
tenebroso ; y se mordían sus 20 Y toda isla huyó, y los
lenguas de dolor.
montes no fueron hallados.
n Y blasfemaron al Dios del, 21 Y cayó del cielo sobre los
cielo por sus dolores, y por hombres un grande granizo
sus plagas ; y no se arrepin- como de un t a l e n t o : y los
hombres blasfemaron de Dios
tieron de sus obras.
12 Y el sexto ángel derra- por la plaga del g r a n i z o ;
mó su copa sobre el gran rio porque su plaga fué muy
grande.
Eufrates; y el agua se secó,
para que fuese preparado el
camino de los reyes del ori
ente.
305
EL APOCALIPSIS, XVII.
CAPITULO XVII.
Descripción de la gran ramera, esto es, d".la mística Babilonia, madre de las abovtinacwnes de la tierra, que
se embriaga con la sangre,
de los mártires, y rióse sentada sobre la bestia de las
siete calmas y los diez cuernos, Victoria del Cordero.
Y
V I N O uno de los siete
ángeles que tenían las
siete copas, y habló" conmigo,
dicie'ndome: Ven acá, y te
mostrare' la condenación de
la grande ramera, la cual
está sentada sobre muchas
aguas;
2 Con la cual han fornicado
los reyes de la tierra, y los
que moran en la tierra se
han embriagado con el vino
de su fornicación.
3 Y me llevó en espíritu al
d e s i e r t o : y v i una mujer
sentada sobre una bestia
bermeja, llena de nombres de
blasfemia, y que tenia siete
cabezas y diez cuernos.
4 Y la mujer estaba vestida
de púrpura, y de escarlata, y
adornada con oro, y de piedras preciosas, y de perlas,
teniendo una copa de oro en
su mano llena de abominaciones, y de la suciedad de
su fornicación;
5 Y en su frente escrito este
un n o m b r e ;
MISTERIO,
B A B I L O N IA LA GR A N D K ,
L A M A D R E D E L A S FORNICACIONES, Y DE LAS
ABOMINACIONES DE L A
TIERRA.
6 Y v i la mujer embriagada
de la sangre de los santos, y
de la sangre de los mártires de
396
Jesús: y cuando la v i , quedé
maravillado de grande admiración.
7 *f Y el ángel m e d i j o :
¿ P o r q u é te maravillas? Y o
te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae,
la cual tiene siete cabezas,
y diez cuernos.
8 L a bestia que has visto,
fué, y no e s ; y ha de subir
del abismo, y ha de ir á perdición ; y los moradores de
la tierra, cuyos nombres no
están escritos en el libro de
la vida desde la fundación
del mundo, se maravillarán
viendo la bestia que era, y no
e s , y será.
9 Vaquí hay mente que tiene
sabiduría. Las siete cabezas
son siete montes, sobre loa
cuales se asienta la mujer.
10 Y son siete reyes. Los
cinco son caidos ; e l i m o es;
y el otro aun no es v e n i d o : y
cuando viniere, es necesario
que dure breve tiempo.
11 Y la bestia que era, y no
es, es también el octavo rey;
y es de los siete, y va á perdición.
12 Y los diez cuernos que
has visto,son diez reyes, que
aun no han recibido reino,
mas tomarán potencia por
una hora como reyes con la
b<-stia.
13 Estos tienen un consejo,
y darán su potencia y autoridad á la bestia.
14 Ellos pelearán contra el
Cordero, y el Cordero los
vencerá; porque es el SeSor
de los señores, y el R e y de
los reyes ; y los que están con
él, son llamados, y elegidos, y
fieles.
15 *ff Y él me d i c e : Las
aguas que has visto donde la
ramera se sienta, son puo-
EL APOCALIPSIS, X V I I . X V I I I .
blos, y gentes, y -naciones, y
lenguas.
1K Y lo3 diez cuernos que
viste, y la bestia, estos aborrecí-rán á la ramera, y la
liarán desolada y desnuda, y
comerán sus carnes, y la quemarán con fuego:
17 Porque Dios lia puesto en
sus corazones ejecutar lo que
le plugo, y el ponerse de
acuerdo, y dar su reino á la
bestia, hasta que sean cumplidas las palabras de Dios.
18 Y la mujer que lias visto,
es la grande ciudad que tiene
su reino sobre los reyes de la
tierra.
CAPITULO
XVIII.
Ruma, Juicio, y casfigo de la
gran
Uahilonia,
sobre
la
cual lloran amargamente los
que siguieron
su
partido;
mas los santos son invitados
tí regocijarse por la
ruina
de ella.
Y
D E S P U É S de estas cosas
v i otro ángel descender
del cielo, teniendo grande potencia ; y la tierra fué alumbrada de su gloria.
2 Y clamé con fortaleza en
alta v o z , diciendo: Cuida es,
caída es la grande Babilonia,
y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo
espíritu inmundo, y alberguede todas aves sucias, y aborrecibles :
I
3 Porque todas las gentes
han bebido del vino del furor
de su fornicación ; y los reyes
de la tierra han fornicado con
ella, y los mercaderes de la
tierra se han enriquecido de
la potencia de sus deleites.
4 f Y oí otra v o z del cielo,
397
que decia: Salid de ella, pueblo m i ó , porque no seáis participantes do sus pecados, y
que no recibáis de sus pingas.
5 Porque sus pecados lian
llegado hasta el ciclo, y Dios
se lia acordado de sus maldades.
6 Tornadle á dar como ella
os ha dado, y pagadle a) doble
según sus obras; en la copa
ue ella os dié á beber, dadle
beber doblado.
7 Cuanto ella se ha glorificado y ha estado en deleites,
tanto dadle de tormento y
l l a n t o ; porque dice en su
corazón: Y o estoy sentada
reina, y no soy viuda, y no
veré llanto.
8 Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto, y hambre,y será quemada
con fuego; porque el Señor
Dios es fuerte que la juzgará.
9 Y l l o r a r á n } ' se lamentarán
sobre ella los reyes de la
tierra, los cuales han fornicado con ella y han v i v i d o en
deleites, cuawlo ellos vieren
el humo de su incendio,
10 Estando lejos, por el temor de su tormento, diciendo:
¡ A y , ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella
fuerte ciudad; porque en una
hora vino tu j u i c i o !
11 Y los mercaderes de la
tierra llorarán y se lamentarán sobre e l l a ; porque ninguno comprará mus sus mercaderías,
12 Mercadería de oro, y de
plata, y de piedras preciosas,
y de margaritas, y de lino fino,
y de escarlata, y de seda, y de
grana, y de toda madera olorosa,}" de todo vaso de marfil,
y de todo vaso de madera preciosa, y de cobre, y de hierro,
y de m á r m o l ;
2
E L
APOCALIPSIS,
XVIII.
XIX.
13 Y canela, y olores, y un- Con tanto ímpetu será derrigüentos, y de incienso, y de bada
Babilonia,
aquella
v i n o , y de aceite, y ilor de grande ciudad, y nunca j a harina, y trigo, y de bestias, más será hallada.
y de ovejas ; y de caballos, y 22 Y v o z de tañedores de
de carros, y de siervos, y de arpas, y de músicos, y tañealmas de hombres.
dores de flautas y de trom14 Y los frutos del deseo de petas, no será mas oida cu
tu alma se apartaron de t í ; y t í ; y todo artífice de cualtodas las cosas gruesas y ex- quier oficio, no será mas hacelentes te han faltado, y llado en t í ; y el sonido de
muela no será mas en lí oido:
nunca mas las hallarás.
15 Los mercaderes de estas 23 Y luz de antorcha no
cosas, que se han enriquecido, alumbrará mas en t i : y voz
se pondrán lejos de ella, por de esposo ni de esposa no será
el temor de su tormento, llo- mas en t í o i d a : porque tus
mercaderes eran los magrando y lamentando,
1G Y diciendo : ¡ A y , ay, nates de la tierra ; porque en
aquella
gran ciudad, que tus hechicerías todas las genestaba vestida de lino lino, tes han errado.
y de escarlata, y de grana, y 24 Y en ella fué hallada la
estaba adornada con oro, y de sangre de los profetas y de
piedras preciosas, y de perlas ! los santos, y de todos los que
17 Porque en una hora han han sido muertos en la tierra.
sido desoladas tantas riquezas, Y todo patrón, y todos
los que viajan en naves, y
CAPITULO XIX.
marineros, y todos los que
trabajan en el mar, se estu- Triunfo y cántico de los sanios
vieron de lejos;
•por la ruina de Babilonia,
por el reino de Dios, y por
18 Y viendo el humo de su
las bodas del Cordero.
El
incendio, dieron voces, diciángel que mandaba escribir
endo : ¿ Qué ciudad era semelas palabras de Dios, no
jante á esta gran ciudad ?
consiente ser adorado. Jesu19 Y echaron polvo sobre sus
cristo,
Verbo de Dios, tricabezas, y dieron voces, llounfa de sus enemigos.
rando y lamentando, dicie n d o : ¡ Ay, ay, de aquella
gran ciudad, en la cual todos
E S P U É S de estas cosas ol
los que tenian navios en la
una gran v o z do gran
mar, se habian enriquecido de compañía en el cielo, quo
sus riquezas; que en una d e c í a : A l e l u y a : Salvación,
hora ha sido desolada!
y honra, y gloria, y potencia
20 A l é g r a t e sobre ella, cielo, al Señor Dios nuestro :
y vosotros santos apóstoles 2 Porque sus juicios son verprofetas; porque Dios ha ven- daderos y justos; porque él
lia juzgado á la grande ragado vuestra causa en ella.
21 % Y un ángel fuerte to- mera que ha corrompido la
m é una piedra como una tierra con su fornicación, y
grande piedra de molino, y ta, ha vengado la sangre de sus
eché en la mar, diciendo:) siervos de la mano de ella.
D
m
EL APOCALIPSIS,
XIX.
S Y otra v e z dijeron: Ale­ 12 Y sus ojos eran
como
luya. Y su humo subid para llama do fuego, y había en su
siempre jamás.
cabeza muchas diademas, y
4 Y los veinticuatro ancia­ tenia un nombre escrito que
nos, y los cuatro animales se ninguno
entendía
sino él
postraron en tierra, y adora­ mismo :
ron á D ios que estaba sentado 13 Y estaba vestido de una
sobre el trono, diciendo
ropa teñida en sangre: y su
A m e n : Aleluya.
nombre es llamado L A P A ­
5 Y salió una v o z del trono L A B R A D E D I O S .
que decía: Load á nuestro 14 Y los ejércitos que están
Dios todos sus siervos, y los en el cielo lo seguían en ca­
que le teméis, así pequeños, ballos blancos, vestidos de lino
como grandes.
finísimo, blanco y limpio.
6 Y oí como la v o z de una 15 Y de su boca sale una es­
grande compañía, y como pada aguda, para herir con
ruido de muchas aguas, y ella las gentes; y o l los regirá
como la voz de grandes true­ con vara de hierro; y él pisa
nos, que decían: Aleluya. el lagar del vino del furor, y
Porque reinó el Señor nues­ de la ira de D ios Todopo­
tro D ios Todopoderoso.
deroso.
7 Gocémonos, y alegrémo­ 16 Y en su vestidura y en su
nos, y démosle g l o r i a ; por­ muslo tiene esrrito este n o m ­
que son venidas las bodas del bre : B E Y D E R E Y E S , Y
Cordero, y su esposa se lia S E Ñ O R D E S E Ñ O R E S .
aparejado:
17 Y v i un ángel que estaba
8 Y le ha sido dado que se en el sol, y clamo con grau
vista de lino fino, limpio, y voz, diciendo á todas las aves
brillante; porque el lino fino que volaban por medio del
son las justificaciones de los c i e l o : Venid, y congregaos í
la cena del gran D ios,
santos.
í) Y él me d i c e : E s c r i b e : 18 P a r a que comáis carnes
Bienaventurados los que son de reyes, y de capitanes, y
llamados á la cena del Cor­ carnes de fuertes.'y carnes de
dero. Y me dijo : Estas pala caballos, 3' de los que están
bras de D ios son verdaderas. sentados sobre e l l o s ; y carnes
10 Y y o m e eché á sus pies de todos, libres y siervos, de
ara adorarle. Y él me dijo pequeños y de grandes.
lira que no lo hagas: y o soy 10 Y v i la bestia, y los reyes
siervo contigo, y con tus her­ de la tierra, y sus ejércitos
manos que tienen el testi­ congregados para hacer guer­
monio de Jesús. Adora á ra contra el que estaba sen­
D i o s : porque el testimonio tado sobre el caballo, y contra
de Jesús es el espíritu de la su ejército.
profecía.
Y la bestia fué presa, y
H 1f Y í el cielo abierto, y con ella el falso profeta que
hé aquí mi caballo blanco ; y había hecho las señales de­
el que estaba sentado sobre él, lante de ella, con las cuales
era llamado E i e l y Verdadero, había engañado á los que
el cual con justicia j u z g a y i tomaron la señal de la bestia,
pelea.
j y habían adorado su imagen.
S
v
№
EL
APOCALIPSIS,
Estos (ios fueron lanzados v i vos dentro de un lugo de fuego
Ardiendo en azufro.
2! Y los otros fueron muertos con Ja espada que salia de
la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas
las aves fueron hartas de las
carnes de ellos.
XIX.
XX.
sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
5 Mas los otros muertos no
tornaron íl v i v i r hasta que
sean cumplidos mil años.
Esta es la primera resurrección.
(í Bienaventurado y santo el
que tiene parte en la primera
resurrección : la segunda muerte no tiene potestad en estos ; Antes serán sacerdotes
CAPITULO XX.
de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
JSl ángel encadena á Satanás 7 % Y cuando los mil años
en el abisma por el tiempo de fueren cumplidos. Satanás semil años; durante los cuales rá suelto de su prisión,
los Justos reinarán
con
Crislo en la primera
resur- 8 Y saldrá para engañar las
reccion.
Suelto después Sa- naciones que están sobre los
tanás, mueve á Goq y á Ma- cuatro ángulos de la tierra, á
Gog y M a g o g , á fin de congog contra la Ciudad, santa
pero el cielo enviará
fuego gregarles para la batalla; el
que tes devorará.
I'tspues número de los cuales es como
la
arena de la mar.
Ji-su-Cristo juzgará á todos
9 Y subieron sobre la anlos muertos.
chura de la tierra, y circundaron el campo de los santos,
~\7 V I unángel dcscenderdel y la ciudad a m a d a : y de
del
1 cielo, que tenia la llave Dios descendió fuego
del abismo, y una grande ca- cielo, y los devoró.
di-na en su mano.
10 Y o l diablo que los enga2 Y prendió al dragón,aque- ñaba, fué lanzado cu el lago
Hnserpienteantigua, (pie es el de fuego y azufre, donde está
diablo y Satanás, y le ató por la bestia y el falso profeta, y
serán atormentados día y
mil a ñ o s :
8 Y arrojólo al abismo, y le noche para siempre jamás.
encerró, y selló sobre él, por- 11 IT Y v i un gran trono
que no engañe mas á las blanco, y al que estaba sennaciones, hasta que mil años tado sobre él, de delante del
sean cumplidos: y después de cual huyó la l ierra y el cielo,
esto, es necesario que sea y no fué hallado el lugar de
desatado un poco do tiempo. ellos.
4 Y v i sillas, y se sentaron 12 Y v i los muertos, grandes
sobre ellas, y les fué dado y pequeños, que estaban dej u i c i o ; y vi las almas de los lante de D i o s ; y los libros
degollados por el testimonio fueron abiertos: y otro libre
do Jesús, y por la palabra de fué abierto, el cual es de la
Dios, y que no habían ado- v i d a : y fueron juzgados los
rado la bestia, ni á su ima- muertos por las co-as que esgen, y que no recibieron su taban escritas en los libros.
señal en sus frentes, ni en | seguí» sus obras.
400
k
E L APOCALIPSIS, XX.
13 Y el mar did los muertos
que estaban en é l ; y la mu
erte y el infierno dieron los
muertos que cataban en ellos :
y fué hecho juicio de cada uno
según sus obras.
14 Y el infierno y la muerte
fueron lanzados en el lago de
fuego. Esta es l a muerte segunda.
l í Y el que no fué hallado
escrito cu el libro de la vida,
fué lanzado
fuego.
CAPIT
¡fuero cielo y
Bienaventurado
Justos, y desastrosa suerte
de los pecadores.
Descripción de la ciudad celestial de
Jerusalein,
mística
esposa
del Divino
Cordero.
Y
V I un cielo nuevo, y una
tierra n u e v a : porque el
primer cielo y la primera
tierra se fueron, y el mar y a
no es.
2 Y y o Juan v i la santa ciudad, Jerusalein nueva, que
descendía del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa
ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo
q u e d e c i a : I l é a q u i el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y
ellos serán su pueblo, y el
mismo Dios será su Dios con
ellos.
•*sY limpiará Dios toda lá¡ ' m a d e los ojos de ellos; y
.muerte no será m a s : y no
ibra mas llanto, ni clamor,
y d o l o r ; porque las primeras
A s a s son pasadas.
5 Y el que estaba sentado en
401
XXI.
el trono d i j o : H é aquí, y o
hago nuevas todos las cosas.
Y m e d i j o : E s c r i b e : porque
estas palabras son fieles y
verdaderas.
6 Y d í j o m e : Hecho es. Y o
soy A l p h a y Omega, el principio y el fin. A l que tuviere
sed, y o l e daré de l a fuente
del agua de vida gratuitamente.
7 El que venciere, poseerá
todas las cosas ; y y o seré su
Dios, y él será ral hijo.
8 M a s á los temerosos, é incrédulos, á los abominables, y
homicidas, á los fornicarios,
y hechiceros, y álos idólatras,
y á todos ios mentirosos, su
parte será en el logo ardiendo
con fuego y azufre, que es la
muerte segunda.
9 "ff Y vino á m í uno de los
siete ángeles, que tenían las
siete copas llenas de la* siete
postreras plagas, y habló conmigo, diciendo : V e n acá, y o
te mostraré l a esposa, mujer
del Cordero.
10 Y" llevóme en espíritu á un
grande y alto monte, y m e
mostró l a grande Ciudad santa de Jerusalein que descendía del cielo de Dios,
11 Teniendo la claridad de
Dios : y su luz era semejante
á una piedra preciosísima,
como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.
12 Y tenia un muro grande
y alto con doce puertas: y en
las puertas, doce ángeles, y
nombres tscritos, que son los
de las doce tribus de los hijos
de Israel.
13 A l oriente tres puertas; al
norte tres puertas; al m e d i o día tres puertas; al poniente
tres puertas.
14 Y el muro de la ciudad
tenia doce fundamentos, y en
D D
E L
APOCALIPSIS, XXI.
XXII.
ellos los doce nombres de los 24 Y las gentes que hubieren
sido salvas andarán en la
doce apóstoles del Cordero.
1 5 Y el que hablaba conmino, lumbre de e l l a : y los reyes de
tenia una medida de una caña la tierra traerán su gloria y
de oro para medir la ciudad, honor á ella.
y sus puertas, y su muro.
25 Y sus puertas nunca serán
1 6 Y la ciudad está situada cerradas de día, porque allí
y puesta en cuadro, y su lar- no habrá nochegura es tanta como su an- 20 Y llevarán la gloria y la
chura : y el midió" la ciudad honra de las unciones á ella.
con la cana, y tenia doce mil 27 N o entrará en ella ninestadios : la largura, y la al- guna cosa sucia, ó que hace
tura, y la anchura de ella son abominación y mentira; sino
iguales.
solamente los que están es17 Y midió su muro, y tenia critos en el libro de la vida
ciento cuarenta y cuatro co- del Cordero.
dos, de medida de hombre, la
cual es del ángel.
CAPITULO XXII.
18 Y el material de su muro
era de j a s p e ; mas la ciudad
admirable
pin.
era oro puro, semejante al Concluyesela
tura de-la celestial Jerusavidrio limpio.
lem, y con ella el Apocalipsi
19 Y los fundamentos del
ó Revelación de Jesu-Cristo
muro de la ciudad estaban
á su discípulo amado;
ti
adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento. cual se postró para adorar
era j a s p e ; el segundo, zátlro;! al ángel, y éste se lo prihibió
intimándole
c'~
~~
'
"
el tercero, calcedonia; el
de nueoo que a
cuarto, esmeralda ;
I Dios adorase.
20 El quinto, sardónica; el
sexto, s a r d i o ;
el séptimo,;
E S P U É S me mostró un
crisólito ; el octavo, berilo ; el
rio limpio de agua de vida,
nono, topacio ; el décimo, resplandeciente como cristal,
crisopraso ; el undécimo, j a - que salía del trono de Dios y
cinto ; el duodécimo, ametisto. del Cordero.
21 Y las doce puertas eran, 2 E n el medio de la plaza de
doce perlas, en cada una, una ; ella, y de la una y de la otra
cada puerta era de una perla. parte del rio, estaba el árlxl
Y ' l a plaza de la ciudad era de vida, que lleva doce frutos,
oro puro, como vidrio res- dando cada mes su f r u t o : y
plandeciente.
| las hojas del árbol eran paral
22 Y no v i en ella t e m p l o ; la sanidad de las naciones.
porque el Señor Dios Todopo-, 3 Y no habrámasmaldicion;
deroso es el templo de ella, y sino que el trono de Dios y
del Cordero estará en ella, y
el Cordero." <
23 Y la ciudad no tenia ne-|sus siervos le servirán.
cesidad de sol ni de luna para 4 Y verán su c a r a ; y su i
que resplandezcan en e l l a : nombre estará en sus frentes.
iorque fá claridad de Dios Ia| 5 Y allí no habrá mas noche:
luminò, y el Cordero era su¡ y no tienen necesidad de lumlumbrera. •
I bre de antorcha, ni de lumbre
402
1
D
1
f
EL APOCALIPSIS, XXII.
de s e l ; porque el Señor Diosl 14 Bienaventurados los que
los alumbrará: y reinarán guardan sus mandamientos;
para que su potencia sea en el
para siempre jamás,
o f Y me dijo : Estas pala- árbol de la vida, y que entren
bras son fieles y verdaderas. por las puertas en la ciudad.
Y el Señor Dios de los santos 15 Mas los perros estarán
Profetas lia enviado su ángel, fuera, y los hechiceros, y los
para mostrar á sus siervos disolutos, y los homicidas, y
fas cosas que es necesario que los idélatras, y cualquiera que
sean hechas presto.
a m a y hace mentira.
7 Y he* aquí vengo presto : 16 % Y o Jesús he enviado m i
Bienaventurado el que guarda ángel para daros testimonio
las palabras de la profecía de de estas cosas en las iglesias.
Y o soy la raiz y el linaje do
este libro.
8 Y o Juan soy el que ha oído, D a v i d , la estrella resplany visto estas cosas. Y des- deciente, y de la mañana.
pués que hube oidoy visto, me 17 Y el Espíritu y la Esposa
postre para adorar delante de d i c e n : Ven. Y el que o y e ,
los pies del ángel que me mos- d i g a : Y e n , Y el que tiene sed,
traba estas cosas.
venga. Y el que quiere, tome
9 Y él me dijo : M i r a que no d-1 agua de la vida de balde.
lo hagas: porque y o soy siervo 18 D Porque y o protesto á
contigo, y con tus hermanos cualquiera que oye las palalos profetas, y con los que bras de la profecía de este
guardan las palabras de este l i b r o : Si alguno añadiere á
libro. Adora á Dios.
estas cosas, l>ios pondrá sobro
10 f Y me d i j o : N o selles él las plagas que están escrilas palabras de la profecía de tas en este libro.
este l i b r o ; porque el tiempo 1» Y si alguno quitare de las
está cerca.
palabras del libro de esta pro11 El que es injusto, sea in- fecía. Dios quitará su parto
justo a u n : y el que es sucio, del libro de la vi.ia, y de la
ensucíese t o d a v í a : y el que santa ciudad, y de las cosas
es justo, sea aun j u s t o : y el que están escritas en esto
santo sea santo todavía.
¡ libro.
12 Y hé aquí, y o vengo pres- 20 E l que da testimonio do
to, y mi galardón conmigo, estas cosas d i c e : Ciertamente
para recompensar á cada uno vengo en breve. A m e n , sea
según fuere su obra.
así. V e n , Señor Jesús.
13 Y o soy Alpha y Omega, el 21 f L a gracia de nuestre
principio y el lin, e l » $ m e r o y Señor Jesu-Cristo sea con
^postrero,
"
todos vosotros. A m e n .