RUT Y JONÁS CONTRA ESDRAS

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RUT Y JONÁS CONTRA ESDRAS
JOSÉ RAMÓN BUSTO SAIZ
RUT Y JONÁS CONTRA ESDRAS
El pueblo de Israel ha mantenido su identidad comprendiéndose a sí
mismo tal como comprendía su relación con Dios. Tras el exilio, Esdras organizó el “judaísmo”, basándose en la Ley, el Templo, la etnia
y la tierra. Para salvaguardar la identidad se sirvió de la prohibición
de los matrimonios mixtos, el celoso cumplimiento del sábado y la circuncisión. Pero algunas voces, como los libros de Rut y de Jonás, se
alzaron contra la política de Esdras. El cristianismo supuso la apertura del judaísmo al universalismo, pues judíos y griegos, esclavos y libres, varones y mujeres, son uno en Cristo Jesús.
Sal Terrae 102 (2014) 653-664
Israel, el pueblo elegido y el
pueblo de la alianza
El pueblo judío a lo largo de la
historia ha sido consciente y celoso guardián de su identidad. Esa
conciencia de su peculiaridad y las
distintas estrategias que ha desarrollado para salvaguardarla le han
permitido sobrevivir como pueblo
hasta el día de hoy. Otros pueblos,
tras desarrollar su existencia durante años, debido a las transformaciones culturales y al mestizaje
étnico que experimentaron, acabaron disolviéndose en otras colectividades. Quizás el pueblo judío es
el único que, a pesar de transformaciones culturales y de mezclas
étnicas, ha sido capaz de mantener
su identidad a lo largo de los siglos.
Este pueblo ha comprendido su
identidad de modo inseparable a la
comprensión de su relación con
Dios. Dos conceptos han basado su
identidad como pueblo: “elección”
y “alianza”. Y le han servido también para identificarse -y separarse- de los demás pueblos: “Es un
pueblo que vive aparte y no se cuenta entre las naciones” (Nm 23, 9).
La experiencia histórica y religiosa que dio identidad al reino de
Judá, en el sur, en torno a la monarquía davídica, se formula con
la palabra “elección”. Dios eligió
a David y a su dinastía, eligió Sión
para habitar allí, y acabó haciendo
del pueblo judío el pueblo de su
elección. Así le habla Dios a David, por medio de Natán: “Yo te
tomé del pastizal, de andar tras el
rebaño, para que fueras jefe de mi
pueblo Israel. He estado a tu lado
por donde quiera que has ido, he
suprimido a todos tus enemigos
ante ti… Cuando se cumplan tus
días y reposes con tus padres yo
suscitaré descendencia tuya después de ti… Tu casa y tu reino se
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