José Humberto Alanís Alanís Language, Literacy and Sociocultural
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José Humberto Alanís Alanís Candidate Language, Literacy and Sociocultural Studies Department This Dissertation is approved, and it is acceptable in quality and form for publication: Approved by the Thesis Committee: Dr. Rebecca Blum Martínez Dr. Ruth Trinidad Galvan Dr. Aurora Morcillo Dr. Guillermina Engelbrecht , Chairperson Experiencias de vida de mujeres líderes en universidades mexicanas BY José Humberto Alanís Alanís B.A., Comunicación, Universidad Autónoma de Nuevo León, 1982 M.A, Desarrollo Organizacional, Universidad de Monterrey, 1993 M.A, Foundations of Education, University of New Mexico, 2000 DISSERTATION Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy Educational Thought and Sociocultural Studies The University of New Mexico Albuquerque, New Mexico July, 2011 ©2011, José Humberto Alanís Alanís iii DEDICATORIA En memoria de mis padres: Juanita y Abelardo Para Angélica y Alejandro iv RECONOCIMIENTOS En primer término quiero expresar mi reconocimiento a la Dra. Rebecca Blum Martínez, directora de mi tesis doctoral por su valioso y decidido apoyo para el desarrollo de esta investigación. Así mismo, a los miembros de mi comité; Dra. Aurora Morcillo, Dra. Ruth Trinidad Galvan y a la Dra. Guillermina Engelbrecht por sus consejos y sugerencias Agradezco muy especialmente a las líderes participantes en este estudio por su tiempo y por compartir trozos significativos de su vida personal. Finalmente quiero reconocer a todos mis profesores y profesoras del doctorado porque cada uno de ellos realizó aportaciones muy valiosas y significativas en este proceso. v Experiencias de vida de mujeres líderes en universidades mexicanas BY José Humberto Alanís Alanís ABSTRACT OF DISSERTATION Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy Educational Thought and Sociocultural Studies The University of New Mexico Albuquerque, New Mexico July, 2011 Experiencias de vida de mujeres líderes en universidades mexicanas by José Humberto Alanís Alanís B.A., Comunicación, Universidad Autónoma de Nuevo León, 1982 M.A, Desarrollo Organizacional, Universidad de Monterrey, 1993 M.A, Foundations of Education, University of New Mexico, 2000 PhD., Educational Thought and Sociocultural Studies, University of New Mexico, 2011 ABSTRACT The research on women in positions of leadership in higher education in Monterrey, Mexico is scarce. This study identifies the significant life experiences of two women leaders in Mexican universities and how these experiences contributed to assume their leadership positions. This study used qualitative research through the construction of the life history of each woman who participated. The findings provide information about their experiences in family life, educational life and work life as well as cultural barriers and reference models of these women leaders. vii CONTENIDO CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN ....................................................................................1 Contexto .........................................................................................................................3 Problema de investigación .............................................................................................8 Propósito del estudio ......................................................................................................9 Preguntas de investigación...…………………………………………………………..9 Relevancia del estudio …………………………………………………………….10 Limitaciones…………………………………………………………………………12 Organización del estudio…………………………………………………………….15 CAPÍTULO 2 REVISIÓN DE LA LITERATURA……..……………………............16 Liderazgo y género ......................................................................................................16 Liderazgo e identidad ...................................................................................................18 Mujeres y liderazgo......................................................................................................21 Mujeres líderes en la universidad ................................................................................23 Educación y Liderazgo...…………………………………………………………….24 Familias y liderazgo………………………………………………………………….27 Barreras culturales…...………………………………………………………………30 Rechazo al estereotipo de lo femenino………………………….…………………..35 CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA……………………………………………………...39 Racional sobre la metodología .....................................................................................39 Identificación de las participantes. Invitación y negociación ......................................43 Procedimiento para la recolección de datos .................................................................45 Análisis de los datos.....................................................................................................52 Confiabilidad de los datos ............................................................................................55 viii CAPÍTULO 4 ANÁLISIS DE LOS DATOS .................................................................59 Racional…. ..................................................................................................................60 Procedimiento del análisis de los datos .......................................................................62 Historias individuales...………………………………………………………………65 Análisis de las historias …………….………………………………………………..68 CAPÍTULO 5 HALLAZGOS Y CONCLUSIONES ..................................................111 Hallazgos...................................................................................................................111 Conclusiones .............................................................................................................130 Implicaciones, aprendizajes y sugerencias ..............................................................135 ANEXOS .........................................................................................................................141 Anexo A Carta de presentación…………………………………………………..142 Anexo B Formato de consentimiento de los participantes……………………….143 Anexo C Guía de entrevista………………………………………………………145 Anexo D Verificación de contenido por cada contacto…………..……..……….147 Anexo E Formato de resumen de documentos…………………………………...148 Anexo F Guía de observación…………………………………………………….149 Anexo G Matriz de simplificación de los datos…………………………………..150 Anexo H Historias de vida………………………………………………………..151 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .........................................................................208 ix CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO El liderazgo es uno de los temas que más han llamado mi atención. Conocer qué características, habilidades y aptitudes tienen las personas que asumen el poder es para mí un tópico apasionante. Algunos cuestionamientos iniciales para este estudio fueron: ¿Cómo influyen las experiencias de vida para que los lideres busquen y asuman el liderazgo?, ¿Influyen estas experiencias para que ellos tengan estilos democráticos, colaborativos o autocráticos y abusivos?, ¿Por qué una minoría de líderes que asume la dirección de los países y de las diferentes organizaciones sociales en el mundo son mujeres? (INEGI, 2004; ONU, 2010), ¿qué experiencias de vida tienen ellas y como han contribuido estas experiencias en su liderazgo? Algunos autores sostienen que en comparación con el número de hombres son pocas las mujeres que han ejercido su liderazgo no sólo como presidentas de sus respectivos países sino en las diferentes organizaciones sociales, tanto en las sociedades desarrolladas como en países menos desarrollados (Flanders, 1994; Lipovetsky, 2002; Nicolson,1997; Wirth, 2001). Aunque es verdad que las mujeres han ido ganado más espacios de poder, en términos generales el liderazgo sigue siendo hoy por hoy un coto dominado por los hombres (Castañeda, 2006; Hierro, 1998; Lagarde, 1990; Lamas, 2002, 2006; Nicolson, 1997; Wirth, 2001). Basta revisar las estadísticas para comparar además de cuantas mujeres presidentas de países hay en el mundo, líderes en los sindicatos, capitanas de empresa, rectoras en las universidades en comparación con el número de hombres para 1 constatar que prevalece esta desigualdad (Anderson, 1994; Cooper, 2001; INEGI, 2004; ONU, 2010; White, Cox y Cooper 1992). Los planteamientos anteriores pueden explicarse tomando como punto de partida una serie de afirmaciones de la teoría sobre la construcción del género de las personas en las sociedades patriarcales (Barbieri, 1993; Bourdieu, 2000; Castañeda, 2002; Clear, 2002; Cooper, 2001; Chodorow, 1999; Lagarde, 1990; Lamas, 2002). Esta teoría sostiene que las mujeres no son preparadas socialmente para asumir el liderazgo (Amorós, 1990; Castañeda, 2007; Cooper, 2001; Garcia, 1996; Lagarde, 1990; Lamas, 2006; Scott, 1990). Es decir que la construcción social de género no aporta experiencias de vida suficientes para lograr una construcción de identidad dirigida a la consecución, asunción y práctica del liderazgo. El control social es ejercido a través de barreras culturales impuestas a las mujeres para no permitir el acenso jerárquico de éstas dentro de las diversas organizaciones sociales: públicas o privadas (Austin 2001; Castañeda, 2007; Nicolson, 1997; Wirth, 2001). Evidentemente la construcción de género, supone la construcción de nuestra identidad social como hombres o como mujeres. Para García (1996) ―Las conductas de género, las conductas propias del hombre y de la mujer, representan una estructura de relaciones jerárquicas: significan asimetría en las capacidades y otras vinculaciones asignadas al poder‖ (p. 15). Desde esta perspectiva es claro que a unos se les prepara para el liderazgo mientras que a las otras no. Es decir el hecho mismo de pertenecer o no a un determinado género implica asumir ciertos privilegios o dejar de asumirlos, asumir ciertos 2 aprendizajes y desarrollar ciertas habilidades o dejar de asumirlas (Anderson, 1994; Castañeda, 2002, 2007; Lamas, 2002, 2006; Nicolson, 1997; Wirth, 2001). La identidad de género está relacionada con los roles que socialmente han sido convenidos para que sean desarrollados por cada uno de los géneros (Hierro, 1998; Lagarde, 2002; Lamas, 2002, 2007), de tal forma que las tareas que son asignadas y consideradas propias de los hombres y propias de las mujeres se han denominado como tradicionales (Amorós, 1990; Austin, 2001; Barbieri, 1993; Castañeda, 2007). De esta manera, las mujeres que ejercen el liderazgo, rompen de alguna forma con su identidad de género porque no están desarrollando una actividad considerada como tradicional o propia de su género (Austin, 2001; Barbieri, 1993; Castañeda, 2006; Wirth, 2001). En muchos de los casos de mujeres líderes esta situación se explica porque precisamente ellas fueron educadas para ejercer una actividad no tradicional (White, Cox y Cooper, 1992; Wirth, 2001; Valian, 2000). Entre las instituciones sociales que influyen en la educación de las mujeres para que se dediquen o no a actividades tradicionales se encuentran la familia, la escuela, los medios de comunicación y los sistemas económicos, políticos y sociales dentro de los cuales viven esas mujeres (Almquist, 1974; Eisler, 1081; Lyons, 1977; Sorenson y Winters,1975; Wirth, 2001). Contexto General Monterrey es la ciudad capital del estado de Nuevo León. Se ubica en el noreste del país en una región semidesértica. La ciudad pasó por tres fundaciones (1577, 1582 y 3 1596) debido a la resistencia de los indígenas de la región, las condiciones del terreno y los desencuentros de los primeros fundadores con la Inquisición. La fundación definitiva fue el 20 de septiembre de 1596 (Cavazos, 1982) En esta región del país no hubo asentamientos humanos prehispánicos como en el centro y sur de México. Los indios de la región eran nómadas y éstos atacaban para robar básicamente comida y después de esto huían (Mendirichaga, 1985). Aunque estas condiciones aunadas a las condiciones propias del clima de una región semidesértica dificultaron el asentamiento de la ciudad, también contribuyeron al desarrollar un carácter fuerte y férreo en sus habitantes. Los españoles que llegaron con sus familias (12 familias) eran judíos sefarditas conversos. Muchos historiadores coinciden en la afirmación de que estos primeros pobladores aunque se decían convertidos al catolicismo profesaban en realidad la religión judía. Es por esto, que hubo la necesidad de demostrar que eran católicos y lo hicieron con demostraciones desmedidas lo que desemboco en un afán religioso que le dio, con el tiempo, a la ciudad de Monterrey el carácter conservador que aun hoy en día le caracteriza (Cavazos,1982; Mendirichaga, 1985). Con el paso de los años y por su cercanía con la frontera con Los Estados Unidos en específico con el Estado de Texas, Monterrey se convirtió en un paso de mercancías de un lado a otro de la frontera, lo que favoreció su desarrollo (Cavazos, 1982). Monterrey se construye entonces como en una ciudad pujante y prospera debido a su situación geográfica, el origen de sus habitantes y a su carácter comerciante. La industria papelera, cervecera, del acero y del vidrio pronto fue sello característico de la 4 ciudad. (Morado y Cavazos, 2006). Hoy en día se ha convertido en un centro financiero y cultural de los más aventajados en México. El gran contacto de la gente de Monterrey y su área metropolitana con los Estados Unidos ha hecho que éste ejerza una enorme influencia en la forma de vida del regiomontano (Cavazos, 1982). Hoy, esta gran urbe de más de 4 millones de habitantes es considerada uno de los polos de desarrollo más importantes del país. En la encuesta sobre niveles de desarrollo humano manejada por la ONU (2007) Nuevo león ocupó el 2º. Lugar de desarrollo humano en el país. Esta encuesta toma en consideración temas como salud, educación y trabajo. Su nivel de desarrollo es comparado con países del primer mundo. Sin embargo, a pesar de los niveles de desarrollo humano, Monterrey presenta desde sus orígenes un alto conservadurismo, lo que sin duda alguna repercute en los altos niveles de discriminación en general y hacia las mujeres en particular. En la ciudad y su área metropolitana se encuentra un conjunto de universidades consideradas entre las de mayor prestigio en México. Particular En los últimos treinta y cinco años las universidades mexicanas han registrado un considerable incremento en el número de mujeres que han estado ingresando a ellas (INEGI, 2004; ONU, 2000). Sin embargo, en la dirección de estas instituciones, las mujeres están sub representadas, es decir solo una minoría de mujeres está colocada en puestos de alta dirección, y al mismo ellas están tiempo sobre representadas en los 5 niveles inferiores de la administración de las universidades. Este rasgo es similar en las universidades públicas y privadas del país (INEGI, 2004, 2009). Esta situación social, donde son pocas las mujeres que asumen posiciones de liderazgo en las altas jerarquías en las instituciones de educación superior, es un reflejo cultural donde las mujeres y los hombres son colocados en diferentes posiciones (Castañeda, 2002, 2007; Lamas, 2002, 2006, 2007;). Por ejemplo, en México en el ámbito político sólo el 4% de las alcaldías del país son ocupadas por mujeres, 27% de los escaños en la Cámara de Senadores están representados por ellas y de las 500 diputaciones federales sólo 123 son detentadas por mujeres (Cámara del Senado, 2007). En el Estado de Nuevo León a pesar de ser considerado como desarrollado ya que ocupa el segundo lugar en el país en Desarrollo Humano (ONU, 2007), cuyos principales indicadores son: educación, empleo y salud y cuyos estándares de vida son comparados con los de los países desarrollados, las mujeres en la administración de la educación siguen representando un número considerablemente inferior. En la historia de las principales universidades del Estado no ha habido una sola rectora (ITESM, 2007; UANL, 2007). Los investigadores de género han asegurado que los estereotipos de género son definitorios en la sociedad (Castañeda, 2007; Lamas, 2002, 2007). Algunos estudios señalan que el ascenso a posiciones de liderazgo es más difícil para las mujeres porque existen percepciones diferenciadas en cuanto al valor de las mujeres en posiciones de liderazgo. (Austin, 2001; Blackmore, 1993; Cooper, 2001; Sachs, Chrisler y Devlin ,1992; Finkelstein, 1984). A los hombres se les percibe como más fuertes y autoritarios, con más capacidad para liderar; mientras que a las mujeres como más débiles, 6 dependientes y emocionales y con menos habilidades para ocupar posiciones de alto nivel jerárquico (Castañeda, 2002; Miller, 1987; Sanford & Donovan, 1984). Los estereotipos colocan a los hombres por encima de las mujeres considerándolos como más competentes en situaciones y en roles de liderazgo, tanto en las organizaciones privadas como en instituciones públicas (Castañeda 2007; Grint, 1997; Rosener, 1997). Por lo tanto, debido a estos estereotipos, el liderazgo es ejercido por hombres aun en las organizaciones que concentran un número considerablemente mayor de mujeres (Castañeda, 2006; Etzioni, 1969; Lamas, 2002). Como ejemplo de lo anterior, en la historia de la Secretaría de Educación del Estado de Nuevo León, donde el número de profesoras es considerablemente mayor que el de profesores, sólo ha habido dos mujeres que han dirigido esta Secretaria: una que cubrió un interinato de unos cuantos meses (El Secretario solicitó licencia para ser candidato a una diputación) y otra más reciente, quien inició el sexenio y renunció a la mitad de la gestión (poco más de tres años) en enero de 2007, fue sustituida por un hombre. Esta situación no ha sido vista en el caso de los hombres que han sido Secretarios, prácticamente todos han entrado y salido con el gobernador en turno o han dejado el cargo para buscar una posición política de elección popular o para ocupar otra posición dentro del gobierno. Como explicación Blackmore (1993) sugiere que la desproporción de mujeres en roles de alta dirección en las universidades y de las organizaciones de educación en general se debe a que ellas son excluidas por hombres en posiciones de poder, porque existe una especie de temor a competir abiertamente con ellas para lograr puestos de alta jerarquía. Sin embargo la problemática es mucho más compleja pues obedece 7 principalmente a factores culturales fuertemente arraigados en la sociedad. Tradiciones, costumbres, roles estereotipados, etc. son causas que podrían explicar esta desproporción (Castañeda 2007, Nicolson, 1997; Wirth, 2001). La propuesta fue conocer las experiencias de vida de aquellas mujeres que ocupan altas posiciones jerárquicas en las universidades del Estado de Nuevo León. Problema de investigación Todas las sociedades tienen individuos: hombres y mujeres, que son considerados como destacados o como personas de excepción. Estas personas nos muestran de una u otra manera las fronteras de lo que es considerado ―normal‖ dentro de la comunidad a la que pertenecen. Cada generación tiene dentro de sí un grupo de mujeres, que ha sido capaz de ir más allá de las fronteras delimitadas por la cultura dominante. Esas mujeres están colocadas aparte del resto de las personas porque ellas toman la responsabilidad, de manera consciente o no, de mostrar al mundo que son capaces de cambiar los paradigmas existentes. Cada una de ellas tiene el potencial de ofrecer una contribución individual significativa al grupo social al que pertenece (Castañeda 2006, Nicolson, 1997; Wirth, 2001). Los historias de vida de mujeres políticas, artistas, científicas, deportistas y líderes, aportan elementos que nos muestran de qué manera ellas realizaron grandes empresas y lograron vencer retos considerados fuera de lo permitido, de lo que es concebido como normal. Que mejor manera para conocer las aportaciones de estas mujeres excepcionales 8 que explorar las experiencias de vida cotidianas a través de historias que ellas mismas comparten. Esta investigación identificó las experiencias de vida significativas de dos mujeres que están ocupando altas posiciones jerárquicas, históricamente ocupadas por hombres, nunca antes ocupadas por mujeres, en dos universidades del Estado de Nuevo León, México. Propósito de estudio El propósito de este estudio fue identificar las experiencias de vida que contribuyeron para lograr alcanzar posiciones de liderazgo a dos mujeres líderes en universidades mexicanas. Preguntas de investigación La pregunta central de investigación fue la siguiente: ¿Qué experiencias de vida de las mujeres líderes contribuyeron para lograr su actual posición en su universidad? Las preguntas secundarias fueron: ¿Qué experiencias de la vida familiar de las mujeres líderes coadyuvaron en la formación de sus habilidades de liderazgo? ¿Qué experiencias de la vida educativa de las mujeres líderes coadyuvaron en su labor como líderes? ¿Qué experiencias de vida tuvieron las mujeres líderes en cada una de las posiciones de liderazgo que desempeñaron a lo largo de su carrera profesional? 9 ¿Qué barreras tuvieron que afrontar las mujeres líderes para asumir posiciones de liderazgo? ¿Qué modelos de líderes: personajes sociales relevantes, maestros de escuela y/o universidad, otros, fueron significativos para las mujeres líderes? ¿Por qué? Relevancia del estudio El conocimiento de las experiencias de vida a través de la historia contada por las mujeres, no solamente puede ser liberador e incluso ‗empoderador‘ sino que puede abrir nuevos ángulos de interpretación, nuevas formas de oportunidad, nuevas formas de construir nuestra realidad social, nuevos paradigmas (Amorós, 1995; García de León, 2001; Lamas, 2002, 2006). La recuperación de las voces de las mujeres es de vital importancia en el proceso de la visibilización que ellas reclaman para sí mismas y para lograr construir sociedades más equitativas y justas. La necesidad de modelos femeninos es fundamental en el camino hacia la verdadera igualdad. (Castañeda 2002, 2007; Hierro, 1998; INMUJERES 2007; Lagarde 2006; Lamas, 2002, 2006) Es importante reflexionar acerca de la importancia de un estudio sobre las experiencias de vida de mujeres que se salen de los patrones estereotipados como de normalidad y forman una minoría constituyéndose en una especie de élite. El estudio de las élites femeninas es un estudio sobre pioneras, con todo lo que implica de observación, análisis y reflexión de nuevos paradigmas sociales (Amorós, 1990; García de León, 1995). 10 Estudiar el liderazgo de las mujeres, que forma parte del fenómeno del poder, es reflexionar sobre un fenómeno central en nuestros sistemas sociales, estructurados inequitativamente, por clase, por género, por etnia, por preferencias, por religión (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2004; García de León, 1995 Lamas, 2006). Los estudios sobre pioneras como el de mujeres históricamente por primera vez con poder y/o mujeres en actividades estereotipadas como no tradicionales, funcionan como excelentes pruebas sociales, ya que ponen en evidencia la discriminación de que son objeto las mujeres a través de los prejuicios, los estereotipos sexistas y, en suma, las resistencias al cambio social que, respecto a una equidad de género, muestran los sistemas sociales (García de León, 1995). Por lo tanto, esta investigación puede considerarse como un estudio de cambio social. Las élites femeninas o las mujeres con poder son la punta del iceberg de un fenómeno que afecta a las mujeres en general (García de León, 1995). Se podría pensar que el estudiar a mujeres destacadas, que constituyen una minoría, forma parte de una cierta ideología del elitismo o ser una forma de elitismo por parte del investigador. Por el contrario, estudiando las élites femeninas (mujeres y poder y/o liderazgo) se llega a conocer mucho de la discriminación general de que son objeto las mujeres pioneras, por ser ellas las primeras en afrontar los obstáculos que posteriormente afectarán a un colectivo mayor de mujeres en su acceso a campos profesionales inéditos o no tradicionales (García de León, 1995; Lamas, 2002, 2006) También el estudio de sus experiencias de vida a través de sus biografías e historias de vida, pone de manifiesto la enorme distancia que el resto de las mujeres tiene 11 respecto a los puestos que ellas alcanzan y, por tanto, ayuda a comprender la fuerza de las discriminaciones culturales , ya que difícilmente una mujer común va a reunir, ni considerando una distancia proporcional a las élites, tal cúmulo de requisitos diferenciales y sobreabundantes como, hoy por hoy, se les exige (Castañeda, 2002, 2007; García de León, 1995; Lamas, 2002, 2006) Ahora bien, una vez conocido el fenómeno discriminatorio, este conocimiento puede servir de instrumento para establecer políticas de equidad social para hombres y mujeres, en el sentido de igualar el curriculum vitae; evaluarlo a través de instrumentos que permitan observar con objetividad la realidad tales como: concursos por oposición, test, pruebas, etc. de tal manera que a las mujeres les cueste lo mismo que a los hombres su promoción social (Castañeda, 2002; García de León, 1995; Lamas, 2002). La investigación sobre mujeres líderes, debido a que estas representan una minoría, ha sido muy poco estudiada en México. Es relevante porque pudiera dejar claras las barreras y obstáculos que ellas enfrentan, y como lograron sortearlos, cuando decidieron cruzar las fronteras del género e ir más allá en busca de una posición de liderazgo (Castañeda, 2002, 2007; Nicolson, 1997; Wirth, 2001) Limitaciones Las limitaciones fueron encontradas en el informante principal, los documentos, el investigador y las herramientas. Los prejuicios del informante principal es uno de los problemas más importantes que debe ser tomando en consideración (Robertson, 1983). Aunque los prejuicios pueden no ser completamente eliminados, es posible reconocerlos y tenerlos en cuenta. Entre 12 otros podemos encontrar que: a) Los informantes pueden concentrar su atención sobre situaciones que son de interés para ellos y pueden no proveer la información que el investigador estaba esperando encontrar, b) Pérdida de información debido a la modestia del informante principal, c) Carencia de significado, para el informante principal, de algunos episodios importantes de su vida, d) El enfoque sobre las vidas personales hace que prevalezca un deseo de preservar la privacidad, e) El informante puede idealizar el propio comportamiento y presentar auto imágenes favorecedoras o halagadoras. Las palabras del informante pueden ser comparadas a comportamientos actuales observados o reportados con precisión y consistencia. Para tratar de reducir estos riesgos fue diseñado un formato que me permitiera no perder el enfoque sobre las preguntas de investigación y por lo tanto sobre el propósito del estudio (ver anexo E) El investigador estuvo limitado por las respuestas del informante. Cómo el informante ha recibido la experiencia y cómo han sido interpretados por el informante la naturaleza de los eventos. La memoria en sí mismo es una acto reiterado de interpretación (Armstrong, 1987) y acompañado de la selección perceptiva presenta barreras al abordaje de la historia de vida. Además los materiales de la historia de vida tienen el potencial de mal interpretar eventos sociales o familiares que pueden ser obscurecidos porque éstos no eran preocupación directa del informante. Estas limitaciones pueden ser direccionadas en algún grado por el uso de documentos. Sin embargo, el investigador necesita revisar continuamente el enfoque del estudio, por lo que se diseñó un formato denominado Matriz de simplificación de los datos (ver anexo F). Si, además, el investigador está buscando la experiencia como la percibida por ese individuo a costa de la verdadera 13 experiencia, entonces la meta será lograda. El potencial de información representa la riqueza de este método y la auto filtración de la información lo limita (Robertson, 1983). Los prejuicios potenciales del investigador también existen, porque es muy probable que se dé una relación intensa y cercana a través del proceso de estudio. El efecto ‗halo‘ puede ocurrir cuando el investigador oye los éxitos y logros del informante. Para evitar producir un documento que sea solamente adulador, la documentación de la historia necesita ser tan completa como sea posible. Es esencial considerar toda la información, tanto documentos transcritos como la revisión de documentos (ver anexo D), para asegurar objetividad en la interpretación (Armstrong, 1987). La confrontación del propio coraje (indignación) del investigador al enfrentar los resultados del sexismo, misoginia y patriarcado, por ejemplo cuando el investigador comprueba que el mismo ha ejercido la discriminación por considerar que las mujeres son inferiores o menos capaces que los hombres o cuando se sorprende a sí mismo considerando que las mujeres son aptas para ciertas ocupaciones y no aptas para otras. Es importante realizar reflexiones permanente a lo largos del estudio para conservar la objetividad. El resultado de la entrevista puede ser impactado por el uso de herramientas como grabadoras, lugares, barreras culturales y barreras de lenguaje, entre otros (Robertson, 1983). Además, en este caso el investigador es un hombre estudiando las experiencias de vida de mujeres. Es importante que el investigador realice la confrontación con su propio sistema de creencias, que se reflejan en la una cultura internalizada que conlleva una serie de juicios y prejuicios establecidos. Por lo tanto, es necesario considerar esta situación. 14 La reflexión constante a lo largo del estudio es fundamental para poder desligar el conjunto de creencias, juicios, prejuicios y estereotipos identificándolos y asegurando que estos no influyan en la interpretación. No obstante, es importante tener en cuenta que esta limitación existe. Finalmente señalar la limitación de que solo participan dos mujeres y que ellas nacieron, crecieron y desarrollaron su carrera laboral en Monterrey Nuevo León, México por lo que este estudio contempla un bajo número de informantes y está enmarcado en el contexto cultural mexicano en particular en el contexto del noreste del país. Organización del estudio Este reporte está dividido en cinco capítulos. El capítulo 1 introduce el estudio a través del contexto, el propósito del estudio, las preguntas de investigación, la relevancia del estudio y las limitaciones del mismo. El capítulo 2 presenta la revisión de la literatura recopilando información suficiente sobre liderazgo, género e identidad, mujeres y liderazgo, mujeres líderes en la universidad, educación y liderazgo, familias y liderazgo y barreras culturales. El capítulo 3 describe la metodología y los procedimientos utilizados para la recolección y el análisis de los datos. El capítulo 4 comparte las historias de cada una de las mujeres que participaron en el estudio y el análisis de los datos obtenidos a través de las entrevistas individuales en profundidad, las observaciones de campo y la revisión de documentos, identificando las categorías y los temas emergentes. Finalmente el capítulo 5 presenta los hallazgos, las conclusiones, las implicaciones y los aprendizajes del estudio. 15 CAPÍTULO 2 REVISIÓN DE LA LITERATURA El propósito de la presente revisión de la literatura es examinar investigaciones, estudios o teorías previas que contengan información relacionada con las experiencias de vida significativas de mujeres líderes en las universidades. Para construir esta revisión fue necesario identificar las principales teorías que están detrás de cada pregunta de investigación, porque éstas dirigen el estudio y definen la literatura que nos permita establecer comparaciones: similitudes y diferencias con respecto a los hallazgos obtenidos en esta investigación. (Bogdan y Biklen, 1982; Slavin, 1992;, Sowell, 2001; Wiersma, 2000). La revisión de la literatura entonces, provee a los investigadores de información relacionada con el problema de investigación (Dey, 1993; Marshall y Rossman, 1989; Sowell, 2002). En esta sección abordo los siguientes tópicos: liderazgo y género, liderazgo e identidad, mujeres y liderazgo, mujeres líderes en la universidad, educación y liderazgo, familias y liderazgo, barreras culturales y el rechazo al estereotipo de lo femenino. Liderazgo y género El liderazgo es uno de los tópicos más ampliamente discutido y analizado. El término liderazgo ha tenido diferentes definiciones a través del tiempo: para unos se nace líder y para otros se hace; unos consideran que el verdadero líder es el autoritario y dictatorial y otros lo definen como colaborativo y consensual; para unos el líder busca reafirmar su lidrazgo utilizando la violencia y la fuerza física y para otros la paz y el amor (Gilligan 1982; Hierro, 1998; House, 1997; Lamas, 2007). 16 Lo cierto es que la mayoría de los estudiosos coinciden en que básicamente existen dos tipos de liderazgo: el democrático y el autocrático. El liderazgo democrático ha sido utilizado para identificar los procesos que tienen que ver con inspirar o motivar a un grupo o grupos de personas hacia un fin determinado a través de un comportamiento voluntario, es decir, sin necesidad de ser forzados (Bass, 1990; Kakabadse y Kakabadse, 1999). Tiende a usar el poder de manera sutil y cuidadosa, buscando minimizar el status y evitando que la autoestima de la persona se vea amenazada. Por otra parte, el liderazgo autocrático ejercita el poder de manera arrogante, manipuladora y dominadora por lo que el resentimiento y la resistencia son características inequívocas en los subordinados (Yukl, 1998). Los científicos sociales han intentado explorar rasgos, habilidades, comportamientos, fuentes de poder, y situaciones que determinen como un líder puede influenciar a sus seguidores para realizar y lograr las metas que se han propuesto. ¿Cuáles son las razones por las que alguna gente surge como líder y posee cierto comportamiento de liderazgo? Es una cuestión que también ha sido examinada, para tratar de acercarnos si no a una definición, si a un mayor entendimiento del término liderazgo. Las investigaciones se han enfocado sobre la efectividad de los líderes para explicar las dinámicas del liderazgo, pues éste es a menudo considerado como el factor más crítico de la falla o del éxito de las instituciones (Bass, 1990, 1997; Yukl, 1998; Schein, 1996;). Para producir líderes efectivos, es necesario pensar en las necesidades sociales del futuro (Cooper 2001; Kakabadse y Kakabadse, 1999). Kakabadse y Kakabadse, (1999) nos dicen como a través de compartir su visión, los líderes clarifican el presente, muestran como el pasado influenció el presente y proponen una visión del futuro. 17 Antes de la década de los 60‘s los directivos de las instituciones de educación superior, proyectaban más una aproximación al liderazgo autocrático o autoritario. Más tarde el liderazgo democrático o participativo comenzó a florecer en la academia (Bass, 1990). El liderazgo participativo o democrático se caracterizó por compartir el poder y por empoderar a los seguidores. Esto trajo consigo una mayor participación de las mujeres en posiciones directivas dentro de las universidades (Yukl, 1998). Independientemente del estilo de liderazgo, es importante señalar que el género juega un papel preponderante en el momento de abordar el tópico de género y liderazgo ya que dentro de las culturas, entendidas estas como construcciones sociales, los roles estereotipados juegan un papel determinante ya que el sistema de creencias de dicha cultura facilitará o no el acceso a posiciones de liderazgo (Lamas 2002) En la cultura regiomontana y mexicana en general aún existen fuertes restricciones para permitir que las mujeres asuman posiciones de liderazgo en las diversas organizaciones sociales, desde la familia hasta las posiciones políticas (Castañeda 2007; Lamas, 2007). En las universidades mexicanas este patrón parece repetirse. Las mujeres en posiciones de liderazgo dentro de éstas son bastantes escasas (INEGI, 2009) Liderazgo e identidad Hablar de género requiere en primera instancia de entender cómo se relacionan los conceptos: sexo y género. ―El sexo, el rol de cada sexo y el género son conceptos relacionados entre sí, pero cada uno requiere ser definido y explicado, según el papel que desempeña en la construcción de las relaciones entre los géneros y la subjetividad/identidad.‖ (Nicolson, 1997, p.31). 18 El concepto de sexo tiene que ver en primera instancia con la anatomía biológica de cada persona es decir, se es hombre o se es mujer dependiendo de los genitales. ―Las personas vienen al mundo como mujeres o como varones y a esa característica se le llama sexo, el cual depende de la constitución genética y de la distribución de las hormonas, antes del nacimiento y en varias etapas del ciclo vital‖ (Nicolson, 1997, p. 32). Este concepto con relación a las características físicas del hombre y de la mujer presenta claras diferencias anatómicas, como los genitales y las funciones reproductivas entre muchas otras (Archer y Lloyd, 1982). En ocasiones estas diferencias no son tan obvias como en el caso de las personas transgénero o de las trasvestis. (Butler, 1999). Sin embargo, las distinciones anatómicas no son tan simples, dado que ellas representan también construcciones sociales e ideológicas (Lamas, 2002, 2006; Nicolson, 1997). El concepto de género hace referencia a las construcciones sociales e ideológicas a través de las cuales las mujeres y los hombres se relacionan mutuamente dentro de una dinámica social-estructural (Archer y Lloyd, 1982; Nicolson, 1997). Por lo tanto, género es un proceso mediante el cual se organiza la vida social de las personas, de las familias y de la sociedad en general (Lamas, 2002, 2006; Connell, 1993; Duff, 1993). A través de la identificación con su género los individuos reconocen que poseen un yo de un particular género a través del cual ellos mismos interpretan sus propias experiencias y hacen operativas sus constricciones (Castañeda 2002, 2007; Hierro, 1998; Hollway, 1989) es decir, a través de esta interpretación el hombre se reconoce a sí mismo como hombre y la mujer como mujer, a la vez que la sociedad en su conjunto otorga ese reconocimiento que lo valida (Castañeda, 2002, 2007; Lamas 2002, 2006; Nicolson, 1997). 19 De esta manera cuando vemos una persona asumimos ciertos rasgos de su personalidad, ciertos comportamientos, ciertas limitaciones, ciertas posibilidades, que nos son comunicados por el género al que pertenece. Por lo general se asocia al género masculino con la agresividad, la fuerza, la acción, mientras que al género femenino con la pasividad, la debilidad, la maternidad, (Nicolson, 1997). El género, por lo tanto, es una construcción social basada en las diferencias de sexo (Castañeda, 2002, 2007; Duff, 1993; Hierro, 1998; Lamas, 2002; Nicolson, 1997). El género es todo lo que socialmente distingue a las mujeres y lo femenino de lo que define al hombre y lo masculino (Lamas 2002). García (1996) define al género como principalmente, conductas, relaciones sociales, autovaloraciones, auto percepciones, roles y posiciones sociales. El género influye en nuestro sistema de creencias y valores, y por lo tanto en nuestra forma de percibirnos a nosotros mismos y de percibir al mundo (Castañeda, 2002; Lamas, 2002; Nicolson, 1997). Aunque puede haber diferencias de una cultura a otra, incluso de una generación a otra, existe una división social de tareas y roles entre los géneros (Castañeda, 2002; Clear, 2000; Lamas, 2002; Nicolson, 1997). De esta manera se construyen estereotipos que pretenden explicar la realidad simplificándola. Un estereotipo de género alude a todas aquellas características, actitudes y roles que en una sociedad les son atribuidas a hombres y mujeres en razón de su sexo. A dichas características, actitudes y roles se les suele adjudicar un valor que normalmente es mayor cuando se trata de una asignada al sexo masculino (Castañeda, 2007; Lamas, 2002). Entonces, se establece la dicotomía hombre-mujer, masculino-femenino (Amorós, 1985; Castañeda, 2002, 2007; Hierro, 1998; Lagarde, 2000), donde los hombres son 20 fuertes y las mujeres débiles, ellos son activos y ellas pasivas, unos entran al espacio público/político y las otras al privado/doméstico (Amorós, 1985; Lamas 2002, 2006, 2007; Nicolson, 1997; Salazar, 1998). El liderazgo, desde esta perspectiva, es un rol estereotipado considerado socialmente como masculino. Eso podría explicar la escasa participación de las mujeres en posiciones de alta jerarquía organizacional y política (INEGI, 2004; Lagarde, 1990; Rowlands, 1997). Mujeres y liderazgo Es incuestionable que las mujeres están ocupando posiciones de poder. Lo que sí es cuestionable es que el porcentaje de ellas en esas posiciones en México, sigue siendo muy bajo en comparación con él de los hombres (INEGI, 2009). Los puestos de toma de decisiones siguen ocupados mayoritariamente por hombres (Castañeda, 2007; Lagarde, 1990; Lamas, 2002, 2006; Nicolson, 1997). Algunos estudios revelan que las niñas construyen su identidad de manera diferente a los niños. Ellas entienden el liderazgo de manera menos jerárquica y más compartido (Castañeda, 2007; Lagarde, 1990; Lamas, 2002, 2006; Nicolson, 1997). Tannen (1990) señala que cuando las niñas juegan de manera informal, raramente entran en competencia abierta, y rara vez también tienen ganadores y perdedores claros, sino todo lo contrario, se organizan en grupos planos, aparentemente sin líderes o compartiendo el liderazgo y sobre todo sensibles a las necesidades del grupo. Esto puede ser una explicación del por qué las mujeres cuando son adultas no asumen el liderazgo de la manera más tradicional, es decir de forma jerárquica. 21 Durante estos juegos se realizan incesantes y mutuas concesiones, se hacen propuestas, se apela a la razón y al convencimiento. Casi nunca se recurre a la fuerza. La flexibilidad es una característica esencial, las niñas puede recurrir a cambios en las reglas del juego, a hacer excepciones. Para ellas lo más importante son los sentimientos de la persona, antes que ganar o perder en el juego. Los niños en cambio, juegan juegos muy estructurados, donde las reglas no son flexibles, donde hay claramente líderes y seguidores. Para ellos lo importante es ganar, porque esto es sinónimo de ser respetable. Ellos son capaces de competir abiertamente por el liderazgo y pueden intercambiar estatus para mantener y/o conseguir el mando del grupo. Durante el juego pueden llegar a burlarse abiertamente unos de otros. A ellos les preocupan mucho más las reglas y tienden a resaltar los principios de justicia, juego limpio y deber. Para ellos lo importante es ganar, antes que los sentimientos de la persona. Los juegos de los niños tienen claros ganadores y perdedores. (Gilligan, 1982; Lever, 1976; Tannen, 1990; Thorne, 1993). Las conexiones laterales en oposición a las verticales, la cooperación frente a la competencia, la interdependencia y deseo de compartir frente a la posición jerárquica y la independencia, aparecen en los juegos durante la infancia. (Castañeda, 2007; Fisher, 1999; Gilligan, 1982; Tannen, 1990). Algunos estudios revelan que las mujeres tienden a construir liderazgos más democráticos y participativos, están más interesadas en establecer redes de apoyo, en donde la cooperación, la armonía y la colaboración son elementos centrales (Chodorow, 1974, 1999; Gilligan, 1982). Ellas se entienden a sí mismas dentro de una red de 22 amistades, haciendo contactos laterales u horizontales con los demás. Los contactos verticales tienden a suprimirlos (Fisher, 1999). Por otra parte, algunas investigaciones señalan que las mujeres pueden lograr escalar jerárquicamente en las organizaciones y corporaciones, pero una vez alcanzadas posiciones superiores, tienden a restar importancia a su autoridad. Pocas mujeres están interesadas en el poder por el poder en sí (Castañeda, 2007; Gilligan, 1982; Lagarde, 1990; Lamas, 2002, 2006). Mujeres líderes en la Universidad En las universidades como en la mayoría las organizaciones sociales las posiciones de liderazgo están en manos de muy pocas mujeres. (Mc.Elrath, 1992). A pesar de la propuesta de algunos expertos de que las universidades debieran ser pioneras para poner en práctica modelos administrativos innovadores, no tradicionales, democráticos y no discriminadores (McElrath, 1992; Stroh, Brett Y Reilly, 1992), sus estudios indican que las mujeres en posiciones de liderazgo en las instituciones de educación superior siguen siendo muy pocas y están todavía en desventaja en comparación con los hombres. El mayor nivel de discriminación en el mercado laboral universitario se presenta en los puestos gerenciales y/o de alta dirección. Más aún, conforme las mujeres se incorporan a ocupaciones de más alta jerarquía, las diferencias (salariales, de reconocimiento, etc.) se incrementan (Castañeda, 2002, 2007; INEGI, 2004; Lagarde, 1998; Lamas, 2002, 2006; Pacheco y Parker, 1996). Castañeda (2002) afirma que ―con frecuencia, cuando las mujeres acceden a puestos de poder, los hombres bajo su mando tienden a verlas como figuras maternas 23 dominantes y castrantes, y a rebelarse contra su autoridad.‖ (276). Las mujeres son percibidas como no capaces, con falta de habilidades, conocimiento y carácter para asumir y llevar a cabo acciones de liderazgo (Castañeda, 2002, 2007; Eggins, 1997; Reynolds, 1992). Existe una disparidad entre el número de mujeres líderes en relación al número de mujeres que han obtenido grados académicos avanzados, es decir cada vez más mujeres asisten a las universidades y obtienen grados académicos, sin embargo esta proporción de mujeres no se ve representada en puestos de alta gerencia, ni en las universidades, ni en las empresas, ni en las organizaciones (Chliwniak ,1997; INEGI, 2004; McElrath, 1992; Stroh, Brett y Reilly, 1992). El valor de las mujeres en las Instituciones de Educación Superior cambiará cuando los atributos de las mujeres sean valorados y reconocidos por ser de igual importancia que el de los hombres. Siendo la academia un lugar para discutir las ideas y para concebir mundos mejores y más equitativos, ésta pude proveer el mejor ejemplo a la realidad social de una gran demostración de valentía, competencia y valor. (Teevan, Pepper and Pellizzari, 1992). Educación y liderazgo En las escuelas los estudiantes se relacionan entre sí y con sus profesores y profesoras. Los docentes son modelos muy poderosos que van a influenciar el comportamiento de los estudiantes. Las interacciones con los profesores y profesoras pueden tener una influencia directa sobre la forma en que los estudiantes están evolucionando tanto educacionalmente como personalmente (Armstrong, 1987; Frymier 24 y Houser, 2000; Osterman, 2000). Los docentes realizan mejor su trabajo cuando hacen sentir a sus estudiantes que son parte de una gran comunidad escolar que los acoge y protege (Osterman, 2000) y que eventualmente los enriquecerá y los hará crecer. Cuando comienza el ciclo escolar el maestro utiliza su experiencia y conocimientos para especular sobre cuales capacidades tienen desarrolladas los estudiantes y cuáles no. Esto la mayor parte de las veces es comunicado a los estudiantes de manera sutil. (Koehler, 1990). En consecuencia los alumnos responden a esas expectativas prematuras de manera positiva o negativa según sea el caso. Las acciones de los estudiantes, los estudios mismos y en algunos casos la habilidad para aprender se pueden ver afectadas por esas profecías. Es frecuente que los maestros y maestras tengan la tendencia a determinar qué tipo de comportamiento es el adecuado tomando en cuenta el género al que pertenece el o la estudiante (Bustos, 2003; Castañeda, 2002, 2006; Lagarde, 1998). De esta manera el niño y la niña deben tener comportamientos diferenciados de acuerdo a las expectativas de género que el docente tiene ya preestablecidas. Estas preconcepciones pueden tener el efecto sobre los que esos y esas alumnas son capaces de realizar ahora en el momento presente, pero limitan lo que los estudiantes pueden ser motivados a hacer y ser en el futuro. Si el maestro/a tiene ideas preconcebidas acerca de las probabilidades de éxito de niños y niñas, donde tenga diferenciado para que áreas del conocimiento son buenos ellos y para cuales son buenas ellas, estas pre concepciones pueden afectar la forma en que cada estudiante realiza roles tradicionales y no tradicionales. Las expectativas del maestro son muy importantes para desarrollar diferentes habilidades y actitudes en cada alumno/a. 25 Si el niño/a es reforzado o no en sus habilidades para tener éxito en el salón de clases, esto puede tener un impacto directo en sus sentimientos, actitudes, expectativas y autovaloración o autoestima (Marsh, 1989; Wesley, 1998). La influencia de los docentes puede extenderse más allá de la de los años escolares del estudiante (Anderson, 1997; Marsh, 1989; Wesley, 1998;). Según Rosen (1989) y Anderson (1997) es muy probable que las chicas en la escuela sean animadas y motivadas para realizar actividades femeninas, pasivas y delicadas. Estas experiencias de socialización a menudo preparan a chicas para las ocupaciones tradicionalmente femeninas como maestra de enseñanza elemental, bibliotecaria, trabajadora social, secretaria, etc. y no para carreras que han sido consideradas tradicionalmente masculinas como los espacios de las matemáticas y la ciencia, la ingeniería, la supervisión y las posiciones directivas. Los libros de texto también están estereotipados en cuanto a profesiones y oficios se refiere (Vázquez y Manassero, 2002). Las imágenes a través de ilustraciones y fotografías proporcionan una visión dicotómica de la realidad. Además la información escrita refuerza el contenido de roles tradicionales claramente diferenciados. De hecho en las escuelas y en especial en los salones de clase los niños presentan comportamientos diferentes con respecto a las niñas. Por ejemplo Orenstein (1994) realizó un estudio con un grupo de alumnos del octavo curso en dos escuelas, de diferente estatus social, situadas en el norte de California a principios de los años noventa. Encontró, por ejemplo, que las chicas de ambas escuelas disentían cortésmente para no humillar a las compañeras que hubieran hablado. Los niños por el contrario, disentían abierta y ruidosamente, y además, a diferencia de las niñas, se saltaban el protocolo de 26 levantar la mano para lanzar en voz alta las respuestas, fueran éstas correctas o incorrectas. Era también evidente que los niños querían reconocimiento por sus comentarios, pues manipulaban a sus compañeros quitándose o dándose la razón entre sí para llamar la atención. Era evidente que para los niños, sus opiniones son tan importantes que tienen que ser expresadas aún a costa del protocolo de esperar su turno, en cambio para las niñas era más importante la opinión y el respeto de sus semejantes. En general ellas esperaban su turno para hablar, es decir tomaban la palabra hasta que les era concedida, escuchaban con mayor paciencia y respeto y prestaban mayor atención a sus interlocutores. Esta aseveración se repite en el contexto mexicano (Castañeda2007; Lamas, 2002) Familias y liderazgo La construcción de la identidad en la familia es de suma importancia ya que esta instancia cultural influye de manera determinante en la formación del sistema de creencias de la persona. (Castañeda, 2007). La familia es una institución cultural que ejerce gran influencia en los individuos (Castañeda, 2007; Lamas, 2002, 2006), tradicionalmente dentro de ella existe una tendencia muy generalizada para que las mujeres sean socializadas para adoptar roles de apoyo y sostén, de crianza y cuidados, antes que los roles para el desarrollo de competencia en el campo profesional, de logro de objetivos y metas (Rosen, 1989), lo que hace que el rango de elección de carrera profesional para las mujeres sea sumamente limitado por lo que tienden a elegir carreras profesionales consideradas como femeninas, 27 que repitan de alguna manera esos roles de apoyo y sostén (Castañeda, 2002; Lagarde, 1998). Las mujeres que han ejercido oficios y/o profesiones consideradas diferentes a las tradicionales han sido estudiadas dentro de sus familias, desde múltiples perspectivas: la identificación con el padre que ejerce el poder dentro del grupo familiar, el lugar que ocupa la hija dentro de la familia, el nivel educativo de los padres, los estereotipos acerca de los roles sexuales en el ámbito familiar y la historia laboral en la familia entre otros, para tratar de explicar los motivos por los que algunas mujeres eligen ejercer profesiones y oficios no tradicionales (Anderson, 1997; Hennig y Jardim, 1977). La identificación con el padre que ejerce el poder dentro de la familia es decisiva para influir en la elección de carrera profesional y para asumir el liderazgo, y es frecuente que sea el padre y no la madre la fuente de poder y por tanto la fuente de identificación positiva. (Anderson, 1997; Hennig y Jardim, 1977). Así mismo, muchas mujeres que detentan el liderazgo y/o están en ocupaciones consideradas como masculinas tienen que luchar consigo mismas tal como lo asegura Anderson (1997). Muchas mujeres luchan por no identificarse con sus madres porque éstas son percibidas como devaluadas en comparación con la figura paterna (Castañeda, 2007; Lamas, 2002). Además Donnelly (1983) muestra a través de un estudio realizado por ella que la influencia del padre es un significativo predictor en la elección de carrera profesional ―no tradicional‖ que las mujeres harán. Esto no quiere decir de ninguna manera que la madre no ejerza influencia, sino más bien que hay una tendencia generalizada a la influencia del padre y no de la madre, en el caso de las mujeres que eligen profesiones no tradicionales (Anderson, 1997; Hennig y Jardim, 1977). 28 Así mismo, el orden de nacimiento, es decir el lugar que ocupa el individuo en la familia, puede tener un efecto en la elección de la carrera profesional tradicional o no. Por ejemplo, generalmente, la hermana mayor en una familia formada por solamente niñas tienen más probabilidades de elegir una carrera profesional no tradicional (Donnelly, 1983). Almquist (1974) sostiene que no existe un sólo factor determinante, sino que son muchos los factores que pueden afectar el desarrollo de la carrera de una mujer, entre otros, el estatus socioeconómico, la educación de la madre, la educación del padre, los estereotipos acerca de los roles sexuales, la historia laboral en la familia, la actitud del padre hacia las mujeres que trabajan, etc. Tradicionalmente las familias mexicanas estaban constituidas de manera nuclear (Castañeda 2002, 2007; Hierro, 1998; Lamas, 2002) es decir, un padre, una madre y los hijos. Está composición obedece a la construcción social que de las familias se había establecido, en donde el padre es quien ejercía el liderazgo ―es el padre el que manda‖ (Castañeda 2007). Sin embargo esta visión de la familia es ya inoperante puesto que en la realidad mexicana de hoy donde quedan los hogares sostenidos por mujeres que constituyen al día de hoy el 23% (INEGI, 2009) lo que representa una quinta parte de los hogares mexicanos y esta cifra va en aumento. Estos hogares ¿no son considerados familias? Con la tasa de divorcios al alza, las madres solteras, las viudas, etc. las familias cuyas cabezas son mujeres están construyendo una nueva visión de la realidad mexicana (Hierro, 1998; Lagarde, 2002) De acuerdo a las estadísticas del INEGI, (2009) la incorporación de las mujeres a la vida laboral se ha incrementado de manera importante así (casi la mitad de los 29 empleados en México son mujeres) como la inscripción en las carreras universitarias (que en algunos casos ya supera la matrícula femenina a la masculina). Las mujeres han entrado en el terreno de lo público declarando su independencia económica y por consecuencia los roles familiares de liderazgo están sufriendo cambios importantes (Castañeda, 2007). Por supuesto está descripción corresponde más a la clase media mexicana, que es a la que pertenecen las participantes en el estudio. Las clases más pobres y marginadas tienen una realidad diferente. Barreras culturales Mucho se ha escrito sobre el techo de cristal (Davidson y Cooper, 1992; Flanders, 1994; Nicolson, 1997; Writh, 2001). El concepto Techo de Cristal es una traducción al español del término en inglés Glass Ceiling y fue acuñado en los Estados Unidos en la década de los setentas. Este término describe las barreras culturales que bloquean a las mujeres para que puedan ascender a puestos de alta dirección o de alta gerencia en las organizaciones. Estas barreras son creadas por prejuicios culturales en los lugares de trabajo y reflejan la inequidad social de género. (Wirth, 2001). Este concepto ilustra muy bien el punto límite hasta donde una mujer puede llegar en una organización (empresa, universidad, asociación) y donde no existe una razón objetiva que explique por qué esa mujer no pueda continuar ascendiendo a los más altos puestos jerárquicos, que han sido y son ocupados sólo por hombres (Nicolson, 1997; Writh, 2001). 30 Mujeres calificadas y competentes pueden ver a través del techo de cristal lo que ellas son capaces de realizar y los logros que podrían obtener si llegaran a ocupar esos puestos de alta dirección, pero barreras culturales las detienen. El techo de cristal puede estar a diferentes niveles jerárquicos dependiendo de las oportunidades, o del grado de discriminación, que la propia cultura organizacional este otorgando a las mujeres. En algunas organizaciones y países pude estar muy cerca del más alto nivel jerárquico dentro de la organización, pero en otros lugares puede estar a niveles de gerencia media o incluso a niveles todavía más abajo (Wirth, 2001). Es importante observar como las mujeres en términos generales se concentran en la base de la pirámide, que es donde está el nivel jerárquico inferior. Algunos autores han llamado a este fenómeno como el suelo de goma, situación que se explica por sí misma ( Davidson y Cooper, 1992; Wirth, 2001). Nicolson (1997) afirma que ―a muchas mujeres se les bloquea el acceso a los niveles más altos de la vida pública y profesional y permanecen en puestos de trabajo secundarios, en los que no pueden hacer uso pleno de sus cualificaciones y habilidades. Más del 70 por ciento de las mujeres trabajan en ocupaciones de bajo nivel en el sector de servicios y en puestos de administración y secretaría; más de un 40 por ciento trabaja en ocupaciones donde no tienen colegas masculinos…Muchas de ellas tienen un techo de cristal sobre sus aspiraciones que les permite ver hasta dónde podrían llegar, pero que les impide alcanzarlo. En cualquier ocupación y en cualquier cargo público, cuanto más alto es el rango, el prestigio y el poder, menor es la proporción de mujeres‖ (p.136) El fenómeno denominado Pared de Cristal o Glass Walls, es una variante o agregado que se suma al de techo de cristal, que consiste en dejar a las mujeres sólo los 31 puestos que no son claves o estratégicos dentro de las organizaciones. Las mujeres pueden ocupar puestos al mismo nivel que los hombres pero no los puestos estratégicos (Nicoloson, 1997; Wirth, 2001). El techo y las paredes de cristal suponen la existencia de barreras visibles e invisibles que no permiten el acceso de las mujeres a puestos de alta dirección y/o a puestos clave dentro de las organizaciones. Las barreras culturales más comunes son: lo doméstico y la maternidad, actitudes abiertamente sexistas y falta de modelos de referencia (Nicolson, 1997; Wirth, 2001). Las mujeres siguen asumiendo las responsabilidades del cuidado de los niños y del hogar en un grado mucho mayor que los hombres.( Amorós, 1985; Apter, 1993; Ficher, 1999; Lagarde, 1998; Lamas, 2002, 2006; Lipovetsky, 2000;). Son muy pocas las organizaciones, entre ellas las universidades, que ofrecen servicios de cuidado de los niños. A la vez mantienen horarios de trabajo rígidos e iguales para todos y todas las empleadas, sin tomar en cuenta esta responsabilidad social-cultural asignada a la mujer (Hierro, 1998; Nicolson, 1997). A este respecto Kagan y Lewis (1990) afirman ―no se hacen concesiones por el hecho de que nosotras tengamos una familia, ni se formulan planes futuros para reconocer esas responsabilidades o modificar los horarios. No son sólo las mujeres las que tienen una familia. Sin embargo, todos los hombres con familia han tenido esposas que tuvieron que dejar el trabajo por diversos períodos de tiempo cuando nacieron sus hijos/as‖ (p. 140-141). La falta de modelos de referencia o de asesoría es una barrera cultural tan evidente e importante como la maternidad (Castañeda, 2002, 2007; Hierro, 1998; Lamas, 2006; Wirth, 2001). Casi todas las mujeres encuentran sus mentores o guías en hombres y no en 32 mujeres, porque éstas son escasas (Castañeda, 2007; Nicolson, 1997; Richey et al., 1988; Wirth, 2001;White B., Cox, C. y Cooper, C., 1992). Estos estudios indican que los modelos y los consejos de las personas exitosas del mismo sexo resultan beneficiosas, por el ingrediente de identidad e identificación. Otra de las barreras culturales la constituyen las actitudes abiertamente sexistas (Anderson et. al.,1993). Van desde bromas ‗inofensivas‘ en reuniones o espacios públicos hasta el acoso sexual y la violación. Un puesto jerárquico no es una barrera para la discriminación sexista (Castañeda, 2007). Los comentarios y comportamientos abiertamente sexistas se dan tanto en reuniones informales como en reuniones formales y a todos los niveles jerárquicos de la organización (Castañeda, 2007; Nicolson, 1997; Wirth, 2001; White et. al.,1992). El acoso sexual es un poderoso factor discriminatorio y puede ocurrirles a las mujeres en cualquier etapa de su carrera profesional (Anderson et. al.,1993; Nicolson, 1997;). Este incluye desde el prestar demasiada atención al cuerpo de una mujer hasta la petición abierta para sostener relaciones sexuales (Castañeda, 2007; White et. al.,1992). La falta de denuncia de cualquiera de las formas de discriminación es una barrera cultural muy común. Las mujeres no denuncian, sobre todo en casos de discriminación o acoso sexual, porque las que lo hacen son por lo general humilladas y el ambiente laboral se torna hostil (Castañeda, 2007; Nicolson, 1997; White et. al.,1992). Hay gran abundancia de datos basados en la investigación empírica que muestran que la denuncia individual es problemática y no es probable que se dé excepto en casos considerados como graves. (Castañeda, 2007). Esto es semejante a la observación que hace Bettelheim (1990) en la que se refiere a que las víctimas solamente lucharán contra sus opresores 33 cuando sientan intuitivamente que ya no tienen nada que perder. Cuando una persona piensa que tiene aún posibilidades en su carrera, es muy posible que quiera seguir adelante sin denunciar el acoso sexual, o cualquier otro tipo de discriminación (Anderson et. al., 1993; Savage, 1986). Nicolson (1997) asegura que ―la cultura patriarcal es endémica en todas las profesiones y empresas. La mujeres son invisibles y lo que ellas hacen, (es) de una categoría inferior a lo que hacen los hombres. Las barreras ocultas que impiden el progreso profesional de la mujer son una ‗reacción en contra‘ de la aparente amenaza de la subida al poder de la mujer.‖ (p.146) La red de viejos amigos está formada por hombres que detentan el poder, y que se conocieron en el pasado, ya sea como compañeros de escuela, universidad o en lugares de trabajos anteriores, y quienes se guardan una lealtad mutua, de tal manera que les permite compartir información y recomendación en caso necesario. En múltiples ocasiones llegan a formar equipos de trabajo muy sólidos políticamente hacía el interior y exterior de las organizaciones, en ambientes formales e informales. Los clubes de golf, clubes de caballeros, encuentros para beber unas copas después del trabajo, etc. son un claro ejemplo de estas redes. Las mujeres están excluidas de estas redes de viejos amigos, porque además ellas se sentirán incomodas o fuera de lugar en el remoto caso de que fueran invitadas (Davidson y Cooper, 1983; Flanders, 1994). La mujer tiene que someterse a una doble evaluación: como profesional en competencia con el hombre y como mujer profesional (Nicolson, 1997). Es decir como profesional en competencia con el hombre, la mujer debe hacerlo con calidad, en la mayoría de las ocasiones debe mejorar el trabajo del hombre, debe superarlo (Castañeda 34 2002, 2007; García de León, 2001) pero a la vez debe ser ―femenina‖ tanto social como profesionalmente. Es un dilema esencial (Nicolson, 1997). Las barreras culturales inconscientes son aquellas que se refieren al impacto psicológico de las organizaciones patriarcales sobre la motivación de la mujer, su autoestima y la relación reflexiva entre el contexto biográfico y el conocimiento (Nicolson, 1997). Rechazo al estereotipo de lo femenino Lo que están reflejando las barreras culturales es sin duda alguna el rechazo o repudio por lo femenino y esto es consecuencia de un conjunto de creencias que la cultura impone a los individuos y que se traduce en diferencias establecidas socialmente entre hombres y mujeres donde son ellos, los hombres, los que ejercen el poder (Castañeda, 2002, 2007; Hierro, 1998; Lamas, 2006; Wirth, 2001). Estas diferencias comienzan a construirse en la identidad de las personas a partir del momento mismo de su nacimiento y quedan incorporadas desde muy temprana edad (Lamas. 2007; Neves, 2010) las diferentes instancias culturales: familia, escuela, medios de comunicación, iglesia, etc. Contribuyen de una manera decidida en esta construcción (Castañeda, 2002, 2007; Neves, 2010) Para Castañeda (2007) estas diferencias son notorias en diversos ámbitos de la vida cotidiana. En la familia por ejemplo las madres y los padres dicen a los niños que ellos son los responsables de ―cuidar‖, es decir vigilar y supervisar, a sus hermanas, mientras que las niñas de ―atender‖, es decir servir, a sus hermanos. Estas acciones de ―cuidar y atender‖ muestran relaciones jerárquicas desiguales. 35 En los medios de comunicación los estereotipos de género son utilizados y difundidos de manera masiva. Esto contribuye a que la construcción de sociedades desiguales e inequitativas se difunda y legitime de una manera rápida y contundente. Esta desigualdad se incorpora en el sistema cultural de creencias considerando que es ―natural‖ o ―normal‖ la colocación de unos por encima de las otras. (Lamas. 2007; Neves, 2010). Por ejemplo la creencia de que los roles domésticos como son el cuidado de los hijos y los enfermos, el mantenimiento, que no la manutención, del hogar, la educación de los hijos, etc. son responsabilidades exclusivas de las mujeres y los roles de lo público y el poder son atributos de los hombres (Bustos, 2005) por lo que en la televisión, la radio, el cine, la prensa, etc. encontramos estos roles estereotipados bien definidos. En la escuela los estereotipos de género son manejados también de una manera insistente. En el discurso del docente, en los libros de texto, en las relaciones entre los estudiantes y con el profesor y hasta en la participación en clase (Vázquez y Manassero, 2002) las diferencias entre alumnos y alumnas son más que evidentes. Hierro(1998) establece que en estas relaciones desiguales existe un rechazo por lo femenino. Lo masculino adquiere mayor relevancia. Para Lamas (2007) las personas vivimos en una especie de ―cautiverios‖ culturales donde lo femenino tiene menor valor. Esto se refleja en las diferencias salariales, de oportunidades, de libertades y de compromisos, donde las mujeres y lo femenino es percibido como de menor valor (INEGI 2009). La decimotercera edición del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática sobre Mujeres y Hombres en México (2009) contiene 19 temas con más de 36 400 indicadores, los cuales permiten observar los avances alcanzados por las mujeres en relación con los hombres, así como las brechas todavía existentes para conseguir la equidad. Definitivamente el avance en cuanto a mujeres representantes de la sociedad civil en puestos políticos es todavía inferior a la de los hombres En este capítulo abordé a través de los diferentes temas la percepción social y cultural que se tiene en México acerca de las mujeres. La bibliografía utilizada la contraste siempre con la realidad mexicana. En gran medida, aunque algunos autores son de otros países, la realidad de las mujeres en casi todas las latitudes del mundo guardan en el fondo la misma raíz: La discriminación. Comenzando por la influencia que tienen los diversos agentes culturales como la familia y la escuela en la construcción social y finalmente cómo ésta determina la percepción que tenemos acerca de la realidad. Es un hecho que las mujeres tienen la gran desventaja social de ser percibidas como inferiores y para tareas específicas (Castñeda, 2007; Lagarde 1999; lamas, 2007). En mi país lo femenino es objeto de burlas y discriminación. Hoy por hoy la discriminación hacia las mujeres es evidente porque los datos así lo demuestran (INEGI, 2004; 2009) y porque las vivencias personales lo corroboran. Las mujeres que conozco hasta ahora, en las universidades donde ha laborado por más de 25 años, no han estado representadas en la rectoría. Las que han alcanzado una vicerrectoría, es en aquella que no se considera estratégica, aunque en el discurso se maneje lo contrario. En el análisis de las historias de las mujeres participantes en este estudio utilizo el contenido de este capítulo: desde la formación de la identidad de género, las relaciones 37 familiares, educativas y laborales hasta las barreras culturales que tienen que afrontar las mujeres para asumir posiciones de liderazgo en las universidades. Este capítulo se enriqueció con los hallazgos del estudio y se fue completando a lo largo de éste. 38 CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA En este capítulo presento un racional sobre la metodología que utilicé en esta investigación, la identificación de los participantes y los procesos de negociación para su participación en este estudio, los procedimientos para la recolección de datos y los procedimientos para el análisis de los datos recolectados. Racional sobre la metodología La metodología es la manera a través de la cual el investigador direcciona sus preocupaciones e inquietudes y determina las soluciones (Denzin y Lincoln, 2005; Galliers, Markus, and Newell, 2006.). En la metodología se contempla el diseño del estudio: los participantes en la investigación, el protocolo de entrevista y otros procedimientos relacionados para obtener información relevante y suficiente (Gergen y Gergen, 2000; Ary, Jacobs y Razavieh, 2002). Así mismo, la metodología sirve para describir los procedimientos utilizados para el análisis de la información recolectada (Galliers, R.D., Markus, M.L., and Newell, S., 2006; Hernández, Fernández y Baptista, 2006) Para el diseño de esta investigación me enfoqué en la metodología cualitativa utilizando el análisis narrativo a través de la historia de vida. La investigación cualitativa permite al investigador estar más abierto y adaptable en su búsqueda por entender los fenómenos humanos (Denzin y Lincoln, 2005; Gray 2003; Freebody, 2003; Hernández, Fernández y Baptista, 2006). 39 El análisis narrativo prolonga la idea del texto incluyendo las transcripciones de entrevistas a profundidad, las narrativas de historias de vida y de memorias históricas (Patton, 2002). En este estudio me propuse descubrir las experiencias de vida significativas de dos mujeres que están en posiciones de liderazgo en dos universidades: una de ellas labora en una universidad pública y la otra en una universidad privada. Ellas, que constituyen una elite, están en posiciones administrativas de alto nivel, que tradicionalmente habían sido ocupadas por hombres y que por primera ocasión en la historia de esas universidades, las ocupa una mujer. En esta investigación me enfoco en las narrativas orales de estas mujeres. Polkinghorne (1995) describe dos tipos de narrativa en la investigación cualitativa: a) el análisis de las narrativas: los investigadores recolectan los datos a través de las historias y los analizan identificando y describiendo temas que emergen a lo largo de estas historias y b) el análisis narrativo: los investigadores recolectan descripciones de eventos, sucesos y acontecimientos, sintetizándolos o configurándolos por significados de un argumento dentro de una historia. En este estudio usé ambos. Las narrativas fueron configuradas y presentadas como historias de vida contadas, utilizando las propias palabras de cada una de estas dos mujeres, contando su propia historia. De estas historias emergieron temas y elementos que fueron examinados. Sin embargo, en la narrativa hay una relación entre el investigador y los participantes, por lo que emerge la voz de ambos. En este estudio busqué presentar la narrativa de los 40 participantes armando historias ordenados por temas. Clanndinin y Connelly (2000) describen esta relación como una colaboración entre el investigador y los participantes, en un tiempo y en un lugar o en una serie de lugares, en una interacción con el entorno social. Como investigador busqué vivir y contar, revivir y recontar, las historias de experiencias que hicieron que la vida de las personas fuera al mismo tiempo individual y social. Mi rol como investigador fue significativo en este estudio cualitativo, porque yo determiné como sería manejada, ordenada, analizada y compartida la información (Gray, 2003; Hernández, Fernández y Baptista, 2006). Como investigador entonces elaboré el reporte final con información que consideré relevante (Denzin y Lincoln, 2000; Gergen y Gergen, 2000; Ary, Jacobs y Razavieh, 2002). Como investigador además busqué relaciones entre eventos, estructuras, roles y fuerzas culturales y sociales que estuvieron afectando la vida de las personas que participaron en el estudio. (Janesick, 2000; Hernández, Fernández y Baptista, 2006). Además con énfasis en la experiencia, el significado de ésta y su desarrollo en el tiempo, el proceso de conceptualización colocó al estudio en el dominio teórico de la socialización adulta. La meta consecuente de esta investigación fue la descripción de contextos, interacciones y procesos a través de los historias de vida. La historia de vida ha sido descrita como una de las más completas, ricas y poderosas. Éste provee una oportunidad para colectar las voces que usualmente no son escuchadas en la investigación tradicional. (Watson, 1976; Runyan, 1982; Smith y Kleine, 1983; Karen, 1990). 41 Para muchos académicos y expertos en temas feministas, la recuperación, interpretación y valoración de la vida de las mujeres es fundamental en el largo camino hacia la equidad entre los géneros (Lamas, 2006; Castañeda, 2006; Hierro 1999; Personal Narrative Group. (PNG), 1989). La reconstrucción de la vida de las mujeres destacadas no sólo requiere de las voces y los escritos de ellas sino también la reflexión, análisis, discusión y finalmente el aprendizaje que sus experiencias puedan aportar (Balcarcel, 2000; Nicolson, 2000; PNG, 1989) ya que esto supone además la generación de modelos de referencia femeninos (Hierro, 1998; Lamas 2003, 2006; Castañeda, 2002, 2006). El método de la historia de vida permite esa recuperación, interpretación y valoración que se realizó a través de las narrativas de las mujeres participantes en la investigación. Esas narrativas personales, facilitaron el examen de temas como la equidad, el poder, la estructura social, la definición del ser, y su interrelaciones. (Bateson,1989; Geiger, 1986; Josselson y Lieblich, 1993; Smith, 1994). Como afirma Dollard (1935) la historia de vida es un intento deliberado para definir el crecimiento de una persona en un entorno cultural y social buscándole un sentido. Langness (1965) lo define como un extenso registro de la vida de una persona, ya sea utilizando la información proporcionada por la persona misma, o por otros o por ambos. Para Robertson (1983) la historia de vida es un tipo de historia oral, incorporando el historia de la vida de una persona construida por un investigador desde el historia oral de un informante. Aunque es el investigador quien construye la historia de vida, es esencial, aunque no exclusivo, mantener la historia en primera persona. 42 Karen (1990) define la historia de vida como un método a través el cual, el investigador obtiene la historia verbal autobiográfica de un informante, utilizando para ello entrevistas no estructuradas. Durante las entrevistas y a través de las historias narradas por estas mujeres fui reconstruyendo sus historias y fueron emergiendo los episodios que a la luz de ellas mismas fueron considerados como significativos. Cada párrafo, cada frase, cada nuevo pasaje representó un desafío para reflexionar y en todo caso repensar los viejos modelos, con la finalidad de proponer una visión diferente que condujera a la reflexión sobre la discriminación de la mujer y sobre todo que promueva la equidad. La importancia de las narrativas personales de estas mujeres en esta ―nueva visión‖ fue evidente. Identificación de los participantes. Invitación y negociación. La población potencial de mujeres en educación superior que estuvieran en posiciones de liderazgo en las universidades del área metropolitana de la ciudad de Monterrey Nuevo León, México representaba un porcentaje inferior al 5% (INEGI, 2009), por lo que la elección de cualquiera de ellas podría ser significante considerando el tamaño de la población total. Debido a la gran responsabilidad, al tiempo requerido y a la propuesta de realizar entrevistas en profundidad y al análisis de éstas, el estudió se enfocó en las experiencias de vida de dos mujeres líderes. Los participantes en esta investigación entonces, fueron dos mujeres líderes, altas directivas de universidades regiomontanas. Una de ellas ocupando una posición de alta dirección en una universidad pública y la otra en una universidad privada. Para su 43 identificación, recurrí a la revisión de documentos (directorios de colaboradores a través de las páginas Web de universidades y a través de Departamentos de Recursos Humanos de las universidades, buscando que reunieran dos criterios: a) que ocuparan posiciones de alto nivel jerárquico dentro de las universidades (rectoras, vicerrectoras o secretarias, directoras de facultades o de departamentos) y b) que fueran posiciones ocupadas por primera ocasión por una mujer. El método de muestra que utilicé en este estudio fue el de la muestra determinada. La lógica y el poder de la muestra determinada colocan en la selección de la información casos ricos para estudios en profundidad (Denzin y Lincoln, 2000 Freebody, 2003; Merriam, 1998). A las participantes para este estudio las contacté de manera personal y concerté una cita para hacerles la invitación a participar en este estudio. Surgieron siete posibles candidatas: cuatro de universidades públicas y tres de instituciones privadas. Acomodé por orden descendente colocando en primera instancia aquellas que ocupan puestos de mayor jerarquía. Realicé las invitaciones en ese orden. Tuve una entrevista de treinta minutos aproximadamente, con cada una de ellas. Les expliqué los propósitos del estudio y aclaré las dudas que fueron surgiendo. Hice especial hincapié en mi ética como investigador para asegurar la confidencialidad y la protección de las participantes y aclaré que se utilizarían seudónimos y se reduciría al máximo la posibilidad de que fueran identificadas por otros medios: se omitiría el nombre de la universidad, el puesto que ocupa y su carrera profesional. Les expliqué además, la importancia de la cooperación, confianza y apertura durante las entrevistas que iba a realizar. 44 A cada una de ellas, les aseguré que todos los documentos: grabaciones, notas de campo, notas de observaciones, etc. serían destruidas una vez que concluyera la investigación y no serían compartidas con nadie. Les comenté que los hallazgos serían compartidos en sesiones académicas como: conferencias, talleres, seminarios, etc. sin dar datos que pudieran comprometer la confidencialidad, dado que ellas son mujeres destacadas en el ámbito universitario. La investigación estaría disponible en forma de tesis para posibles investigadores interesados, siempre guardando la confidencialidad. Les aclaré que una vez concluidas las entrevistas y elaboradas las historias de vida se les entregaría una copia para su lectura y discusión y se realizarían las modificaciones que cada una de ellas considerara necesarias. Inicialmente cuatro mujeres aceptaron participar. Sin embargo, una de ellas declinó su participación por cuestiones de tiempo; otra se trasladó a otra universidad en otra ciudad así es que tampoco pudo participar. Finalmente el estudio se realizó con dos participantes como se tenía previsto en la propuesta original. Marshall y Rossman (1989) afirman que ―la negociación requiere tiempo, paciencia, y sensibilidad para entender los ritmos y las normas de las personas‖ (p. 65), desde esta perspectiva me comprometí a adaptarme a los horarios en los que ellas pudieran estar disponibles para cada una de las sesiones durante las cuales se llevaron a cabo las entrevistas. Procedimiento para la recolección de los datos Para la recolección de datos incluí entrevistas en profundidad, la transcripción de las entrevistas, observaciones de campo y revisión de documentos. 45 Las entrevistas en profundidad son a menudo descritas como una conversación que tiene un propósito determinado. Un protocolo de entrevista o una guía de entrevista en un método efectivo para reunir datos cualitativos (Tesch, 1990; Seidman, 1998). El protocolo de la entrevista fue diseñado y antes de ser utilizado fue piloteado para a) determinar si existía cualquier tipo de sesgo en cada una las preguntas, para determinar si tenían la suficiente información y si éstas estaban formuladas de una manera clara y entendible y b) para ganar practica y familiarizarse con las técnicas de entrevista. Piloté el protocolo de la entrevista con tres personas aplicándolo a cada una de ellas por separado. Esto permitió determinar los ajustes necesarios para que cada pregunta de la guía de entrevista (protocolo) estuviera con información suficiente, clara y precisa, de tal manera que a las participantes en la investigación les resultase de fácil comprensión. Este procedimiento permitió modificar algunas preguntas, eliminar algunas otras e incluir preguntas nuevas. Por consiguiente, el resultado de la entrevista piloto fue sumamente útil e importante. El protocolo o guía de la entrevista está en el anexo C. Las entrevistas individuales son la base para las historias de vida (Denzin y Lincoln, 2005 Freebody, 2003; Merriam, 1998). Con cada una de las dos mujeres se realizaron cinco sesiones de entrevistas individuales en profundidad, con una duración de una hora y media a dos horas por sesión. Aunque hubo una guía de entrevista ya piloteada, se buscó que está no limitara las respuestas y se respetaron los tópicos que iban emergiendo en cada momento de la entrevista, de tal forma que no se entorpeciera la riqueza y la profundidad de las respuestas que proyectaban las experiencias que cada una de las participantes me compartía. Una gran cantidad de datos fueron obtenidos de cada una de las participantes. 46 Utilizando un protocolo de entrevista (Anexo C), busqué que las preguntas fueran abiertas porque esto ofrece a los individuos libertad en sus repuestas ya que no existen respuestas fijas (Ary et al., 2002; Denzin y Lincoln, 2005; Freebody, 2003; Merriam, 1998; Sowell, 2001). Las preguntas abiertas permitieron que las respuestas emergieran sin parámetros predeterminados. Esto facilitó el que las mujeres pudieran hablar libremente acerca de sus propias historias, con su propia narración personal propiciando que se proyectaran sus sentimientos, emociones y reflexiones. La confidencialidad es muy importante en la investigación. Los individuos se sienten menos inhibidos para hablar cuando ellos saben que sus nombres e historias serán protegidas de otros (Legard et. Al., 2003; Lewis 2003). Al inicio de cada entrevista hice hincapié en el propósito de la investigación y en mi compromiso ético de confidencialidad, buscando en todo momento que esto permitiera reafirmar la confianza y la cooperación de las participantes. Solicité su consentimiento para grabar y transcribir todas las entrevistas. Permití las digresiones si alguna(s) pregunta(s) provocaba(n) una discusión o una explicación acerca de un tópico que estuviera relacionado con la pregunta o con la respuesta. Esto hizo que la información se enriqueciera, porque emergieron en todo momento experiencias significativas. Todas estas entrevistas revelaron información personal y detallada (Spencer, Ritchie y O‘Connor, 2003). Durante las entrevistas busqué que todas las preguntas fueran contestadas en su totalidad, antes de pasar a la pregunta siguiente. Así mismo, pregunté a cada una de las mujeres participantes si existía alguna información adicional que quisieran incluir antes 47 de dar por terminada oficialmente la sesión. Toda la información adicional fue tomada en consideración e incluida en la narrativa. Propicié que las participantes hablaran de manera abierta y franca acerca de sus experiencias de vida significativas, deambulando en su pasado y su presente. Las entrevistas individuales permitieron a estas mujeres hablar libremente acerca de los asuntos que ellas consideraron importantes y contaron sus historias con una narrativa propia y personal (Ary et al., 2002; Freebody, 2003). Los episodios que ellas consideraron significativos a través de su familia, su educación formal, su trabajo y sus relaciones con el entorno social: modelos de referencia, obstáculos, potenciadores, etc. fueron emergiendo y fueron clarificándose. El lugar donde llevé a cabo las entrevistas fue en la oficina privada de cada una de estas mujeres en sus respectivas universidades. Busqué que fuera en un horario que no afectara su trabajo y que no interrumpiera el curso de cada entrevista, así es que, realicé las entrevistas en horarios matutinos muy temprano o al final de la jornada laboral. Aunque me propuse respetar los tiempos establecidos, existió la flexibilidad para extenderlos cuando fue requerido por las participantes. En todo momento estuve en absoluta disponibilidad de tiempo. Para asegurarme de que el contenido de las entrevistsa fuera cubierto diseñe un formato (Anexo D) que me ayudara a llevar a cabo este propósito. No obstante, la técnica de la entrevista tiene una gran limitación o debilidad inherente a la propia técnica, que es la dependencia del informante. En este caso cada una de las informantes se reservó el derecho de compartir la información que cada una de 48 ellas quiso, en cuanto a cantidad y calidad, por lo que, complementé la información con observaciones de campo y con el análisis de documentos. La transcripción de las entrevistas Strauss (1987) sostiene que cuando los datos en una investigación se han registrado utilizando medios auditivos o audiovisuales, su transcripción es un paso necesario para su interpretación Para algunos autores la transcripción es el paso de registros en audio a registros escritos (Parker, 1992). Sin embargo este concepto es una simplificación puesto que la transcripción requiere registrar además de las palabras la intención de las ideas, es decir las inflexiones de la voz, el tono, el ritmo del habla, la acentuación, la intención, las anécdotas dentro del relato, la pronunciación, las palabras utilizadas, los nombres y lugares citados, además del contenido en sí (Ary et al., 2002; Freebody, 2003). Por eso, la transcripción seguirá exigiendo un gran esfuerzo de interpretación por parte del investigador (Legard et. Al., 2003; Lewis 2003). En este sentido, para la transcripción, cada vez que terminé una entrevista procuré de manera inmediata llevar a cabo la transcripción de la misma, para no perder, por olvido, los detalles que le dan contenido. Me auxilié utilizando algunos símbolos, colores, subrayados, etc. par a mantener la riqueza del contenido de la entrevista. Además de esto, me ayudé con las notas de campo para complementar y completar la transcripción. Me auxilié de un aparato especial para transcripción con pedal. Busqué en todo momento que la información fuera manejable, es decir que guardara un mínimo de significado para mí como investigador. Que fuera legible o sea que pudiera ser interpretada y que fuera sencilla para leer 49 Las observaciones de campo La observación de campo permite ver a las participantes en su entorno habitual y cotidiano (Freebody, 2003). Esta herramienta enriquece la información obtenida a través de otros medios como en este caso la entrevista en profundidad. La observación proporcionó información sobre el contexto donde llevé a cabo el estudio (Denzin y Lincoln, 2005). Este contexto lo observe desde dos diferentes planos: el personal y las instalaciones. La observación del plano personal me brindó información que se comunica por ejemplo a través del vestuario, maquillaje, corte de pelo, accesorios, etc. Así mismo, observe también estado de ánimo, carácter, relación con los colaboradores y conmigo como investigador. De la misma manera, algunos hábitos de trabajo tales como: puntualidad, limpieza y orden, respeto, honestidad, etc. En cuanto a las instalaciones observé el lugar donde se encuentra la oficina, sus dimensiones, equipo de trabajo, mobiliario y fotografías y adornos. Todos estos elementos proporcionaron información que fue interpretada ´para complementar y enriquecer la proporcionada por las entrevistas (Spencer, Ritchie y O‘Connor, 2003). El ambiente organizacional (clima organizacional: cooperación, estilo de administración, estilo de liderazgo, relaciones interpersonales, etc.) también fue observado. Además emergieron datos concernientes al comportamiento de cada una de las participantes durante conversaciones telefónicas, rutinas de trabajo, interacciones con compañeros (as) al mismo nivel, interacciones con personas de niveles diferentes y finalmente interacciones conmigo como investigador. Para las observaciones de campo me auxilié con una guía de observación (Anexo F) 50 La revisión de documentos El análisis de los documentos me proveyó una visión de las escenas que están más allá de la vista tanto de las participantes como de la mía como investigador. Éstas escenas pueden no ser directamente observables pero una vez identificadas me ayudaron a hacer preguntas más apropiadas (Patton, 2002). Por lo tanto, la revisión de los documentos me proporcionó información complementaria de una gran utilidad para el estudio. Esta información enriqueció el contenido de las entrevistas realizadas con cada una de las participantes proveyendo detalles acerca de su vida. Los documentos que fueron recolectados y analizados fueron: el currículum vitae, artículos y otras publicaciones, álbumes fotográficos y los perfiles de la descripción del puesto. El currículum vitae de cada una de las participantes proveyó información cronológica acerca de la formación educativa y preparación profesional (títulos, diplomas, etc.), historia laboral, publicaciones, conferencias, reconocimientos, distinciones, actividades de servicio a la comunidad y membresías entre otras. Su participación en cursos y talleres proporcionaron información acerca del nivel de escolaridad y de sus intereses académicos y profesionales. Del mismo modo, los tipos de entrenamiento que ha recibido. Los artículos y publicaciones en los que han participado cada una de ellas me proporcionaron información acerca de los intereses particulares que poseen. Dieron cuenta además del área de interés, en cuanto al área de conocimiento. Así mismo emergió información que involucra aspectos como discriminación por género, estatus social, preferencias sexuales y religión, entre otros. 51 Los álbumes fotográficos fueron una herramienta valiosísima para la investigación. Éstos proporcionaron, a través de las imágenes fotográficas, información de las relaciones interpersonales de los actores que aparecen en las fotografías, del estatus socioeconómico, de las relaciones de poder, entre otros. Las fotografías revisadas fueron fundamentalmente familiares y algunas escolares. Estas sirvieron además como punto de apertura durante las entrevistas. Los perfiles obtenidos a través de la descripción del puesto que estas mujeres ocupan dieron información para contrastar con la realidad sobre características psicológicas y de personalidad, habilidades y destrezas, así como, sobre actitudes esperadas. Análisis de los datos El análisis de los datos es el proceso que se sigue en la investigación cualitativa para dar orden, estructura y significado a la gran cantidad de datos recolectados (Marshall y Rossman, 1989; Patton, 2002). El análisis de datos es el proceso de organización de las transcripciones, las notas de campo, las observaciones y otros materiales adquiridos para presentar la información a otras personas (Ary et al 2002). El estilo cualitativo del análisis de los datos provee formas de distinguir, examinar, comparar, contrastar e interpretar patrones o temas significativos. Realicé la recolección y el análisis de los datos casi en forma simultánea para propiciar que emergiera teoría sustantiva basada en datos empíricos. (Glaser y Strauss, 1987; Ary et al., 2002; Freebody, 2003). Para Hernández, Fernández y Baptista (2005) el análisis de los datos sirve para ―encontrar sentido a los datos en el marco del planteamiento del problema‖ (p. 624). Por 52 lo que las siguientes preguntas planteadas por Miles y Huberman (1984) me guiaron a lo largo de todo el proceso del análisis de los datos: ¿Qué patrones y/o temas comunes emergieron en las respuestas dadas relacionadas con ítems específicos? ¿cómo esos patrones o temas, o la carencia de ellos ayudaron a iluminar las preguntas esenciales de este estudio? ¿hubo algunas desviaciones de esos patrones? Si la respuesta es si, ¿hubo algunos factores qué puedan explicar esas respuestas atípicas? ¿qué historias interesantes emergieron de las respuestas? ¿cómo esas historias pueden ayudar a iluminar las preguntas esenciales de este estudio? ¿cualquiera de esos patrones o hallazgos sugieren qué datos adicionales deben ser colectados? ¿cualquiera de las preguntas del estudio necesito ser revisada? ¿los patrones que emergieron corroboraron los hallazgos de cualquier análisis correspondiente que ha sido conducido? Si la respuesta es no, ¿puede explicar esas discrepancias? Adopté el marco de trabajo del proceso de análisis de datos para la investigación cualitativa propuesto por Miles y Huberman (1984) que propone tres etapas: la reducción de los datos, la exhibición de los datos y la obtención de las conclusiones y su verificación. La reducción de los datos Primero la gran cantidad de datos que recolecté fueron organizados en grupos significativos. Esto involucro un proceso de selección, enfoque, simplificación, abstracción y transformación de los datos que aparecen escritos en las notas de observaciones de campo y en las transcripciones de las entrevistas. No solamente los 53 datos fueron condensados en esta etapa, sino que también fueron transformados para que ellos pudieran ser inteligibles en términos de los asuntos que estaban siendo tratados (Anexo G). Estas categorizaciones iniciales fueron formadas utilizando las preguntas de investigación preestablecidas, así como también de los temas emergentes. Otro asunto que considere fue el contenido específico de los puntos de vista de las participantes y la frecuencia relativa con la que diferentes asuntos fueron tratados, así como también la intensidad con la que fueron expresados. Emergieron seis categorías de análisis: experiencias significativas familiares, experiencias significativas educacionales, experiencias de liderazgo modelos de referencia barreras categorías emergentes: Datos demográficos, rechazo al estereotipo de lo femenino, juegos infantiles y la culpa La exhibición de los datos Fue el segundo nivel de acuerdo con el modelo para el análisis de los datos, propuesto por Miles y Huberman (1984). En esta etapa los datos fueron organizados, ordenados y comprimidos en forma de texto, diagrama, cuadro y matriz, para proveer una forma nueva de adaptación y razonamiento acerca de los datos grabados más textualmente. Esto me permitió extrapolar suficiente información para comenzar a discernir los patrones y temas sistemáticos y las interrelaciones. La obtención de las conclusiones y su verificación 54 La obtención de conclusiones requirió dar un paso hacia tras para considerar qué quieren decir los datos analizados y valorar qué implicaciones tienen para las preguntas dadas. Para el proceso de verificación mismo que está totalmente ligado a la obtención de conclusiones, revisé los datos tantas veces como fue necesario para verificar que estas conclusiones emergentes fueran congruentes con la información recabada. Tomando en consideración que el significado que emerge de los datos analizados tiene que ser probado por su credibilidad, verosimilitud, solidez y confirmación. Todo esto representa su validez. (Miles y Huberman, 1984; Hernández, Fernández y Baptista, 2005), para mí como investigador, en este contexto la validez quiere decir, que las conclusiones obtenidas de los datos fueran creíbles, defendibles, garantizadas y capaces de resistir explicaciones alternativas. Confiabilidad de los datos En los estudios cualitativos la confiabilidad de los datos es muy importante (Greene, 2000; Lincoln y Guba, 2000). Dado ―que los datos son creados por personas, ellos contienen remanentes de intervención humana‖ (Langenbach et. al., 1994, p. 203). La confiabilidad de los datos fue realizada utilizando lo siguiente: a) revisión por otro investigador, b) auto revisión y c) revisión de las creencias del investigador. Revisión por otro investigador La revisión realizada por otro investigador es una práctica común realizada en la investigación cualitativa (Lincoln y Guba, 2000). La investigadora Angélica González colaboró con la revisión de los datos en cada una de las fases y etapas del estudio. Sus 55 comentarios, dudas y sugerencias me ayudaron a buscar disminuir cualquier tipo de sesgo. Auto revisión Para la investigación utilicé casetes de audio, transcripciones, notas de campo y notas sobre los documentos, todos ellos fueron debidamente identificados para asegurar que toda la información no corriera el riesgo de ser confundida. Para confirmar cada hallazgo regresaba a escuchar la grabación y a releer la trascripción o las notas de campo o de documentos para ver la congruencia. Como sugiere Wiersma (2000) cuando leí mi propio reporte de investigación tomé un tanto de perspectiva crítica. Es muy importante cuando se están revisando las transcripciones y relatando la información regresar a las entrevistas originales para tener la certeza que el contexto y el contenido reflejen el verdadero significado del participante (Gerson y Horowitz, 2002). Revisión de las creencias del investigador La revisión mis propias creencias como investigador es un ejercicio que requiere de la mayor honestidad posible. Es como colocarse frente a un espejo y analizar cuidadosamente la imagen reflejada ahí, con todas sus imperfecciones, cicatrices, arrugas, manchas. Aunque no gusten están ahí y reflejan una realidad, la realidad del investigador. Esto requiere de colocar sobre la mesa las propias creencias para determinar hasta dónde estás sesgando la información obtenida. Al comienzo del estudio la creencia que predominaba era fundamentalmente que todos y todas teníamos las mismas oportunidades, es decir, que no existía discriminación por género. Por otra parte la creencia de que las mujeres eran aptas para ciertas áreas del conocimiento y para ciertas tareas era una de mis creencias más arraigadas. Por ejemplo: las mujeres en las esferas de 56 educación, psicología, enfermería, etc. y para áreas que requerían trabajo minucioso o al detalle. Es decir la creencia basada en algunos estereotipos. Tenía también la creencia de que las mujeres para puestos de alta dirección eran poco confiables. Estaba internalizado el supuesto de que eran muy buenas en áreas que requirieran de la comprensión y la amabilidad pero tenían serias carencias en áreas que eran altamente competitivas y que se medían por indicadores duros y resultados precisos. Por otra parte una de mis creencias más arraigadas era que las mujeres no rechazaban lo femenino y que eran sumamente solidarias y al parecer no siempre sucede así, al menos no en este estudio. Este ejercicio me ayudo a estar muy consciente de cómo mis creencias podían estar afectando mi percepción de la realidad y el análisis que estaba realizando acerca de los hallazgos de mi estudio. Categorías emergentes Dado que en la investigación cualitativa y en especial durante las entrevistas a profundidad la voz del participante es considerada de manera muy importante y es muy posible que surjan temas que no están considerados en las preguntas iniciales de la investigación. Estos temas se denominan temas emergentes y pueden llegar a constituir otra categoría de análisis (Hernández, Fernández y Baptista, 2005). A lo largo de las entrevistas emergieron temas que parecían ocultos pero que en el discurso de ambas participantes estuvieron presentes permanentemente. Ya sea porque ellas se sintieron rechazadas alguna vez o porque incorporaron en su sistema de creencias el rechazo por lo femenino. Ya sea porque los juegos infantiles fueron parte inherente en la construcción de sus identidades y personalidades o porque la culpa está más presente de lo que ellas mismas suponen. 57 Así mismo, la revisión de documentos como su curriculum viate dio luz suficiente para incorporar datos como edad, clase social, escolaridad, tipo de instituciones educativas en las que estudiaron, lugar que ocupan en la familia, número de hermanos y hermanas, estado civil, etc. De esta manera surgieron los temas emergentes: datos demográficos, el rechazo al estereotipo de lo femenino, los juegos infantiles y la culpa. Estas categorías recibieron el mismo tratamiento de análisis que las otras categorías por lo que en el capítulo en el que abordo los hallazgos hago alusión a cada una de éstas. 58 CAPÍTULO 4 ANÁLISIS DE LOS DATOS El propósito de este estudio fue identificar las experiencias de vida que contribuyeron para lograr alcanzar posiciones de liderazgo a dos mujeres líderes en universidades mexicanas. En este capítulo presento los datos y comparto las historias de estas dos mujeres que ocupan altas posiciones directivas y administrativas en universidades de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. Una de estas mujeres es líder en una universidad pública y la otra en una universidad privada. Ambas universidades percibidas como instituciones de prestigio. En ambos casos ellas tienen posiciones que habían sido ocupadas por hombres y nunca por mujeres. Ambas historias presentan experiencias de vida familiar, educacional y laboral, así como barreras culturales y modelos de referencia. Además presentan temas emergentes tales como el rechazo al estereotipo de lo femenino, los juegos infantiles, la culpa y los datos demográficos. Las historias de estas dos mujeres son presentadas para proyectar sus experiencias de vida significativas dentro de un contexto de cotidianidad. Cada historia es individual y única, sin embargo, las interconexiones entre una y otra historia son evidentes. Cada historia es presentada individualmente y está basada en la información proporcionada y revisada por cada una de las participantes. Los datos recolectados fueron analizados por temas y patrones comunes, algunos de ellos estaban previstos en las preguntas de investigación y otros emergieron durante el estudio. 59 Racional Los datos estadísticos nos muestran que el número de mujeres en posiciones de liderazgo se ha ido incrementando en los últimos años (INEGI; 2004, 2009). Sin embargo, este número sigue estando desproporcionado si lo comparamos con el número de hombres y de mujeres que han estado ingresando y egresando de las universidades en los últimas cuatro décadas (ONU, 2000; INEGI, 2004, 2009). Las mujeres en posiciones de dirección y de alta jerarquía en las universidades mexicanas y en específico en las de la ciudad de Monterrey siguen siendo muy pocas y por lo tanto siguen considerándose casos de excepción (INEGI, 2009; Castañeda 2006; García de León, 1995; Nicolson, 1997; Wirth, 2003). Algunos estudios realizados en los Estados Unidos revelan que ya para 1994 las mujeres comenzaban a ocupar posiciones de liderazgo dentro de las universidades y que el número de ellas iba creciendo de manera espectacular, del 4% al 17% en el período comprendido entre 1986-1994 (McCarthy y Kuh, 1997). En México la proporción de mujeres ocupando puestos de alta dirección en las universidades mexicanas se ha incrementado del año 2000 con un 2% a un 7% en 2006 (INEGI, 2000, 2006). Desafortunadamente los estudios realizados en México sobre este particular son escasos o nulos. Con la experiencia personal de más de veinticinco años en la universidad, observo que efectivamente hay más mujeres en posiciones de liderazgo en las universidades mexicanas, pero aún estamos lejos de lograr proporciones más equitativas. Basta revisar los datos estadísticos publicados en México por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática en 2004, y 2009 y ver por ejemplo, los 60 procesos de selección de rector en 2007, para la Universidad Nacional Autónoma de México donde participan cuatro hombres y una mujer como candidatos al puesto. Esa mujer representa el 20% de este grupo de candidatos a la rectoría de la universidad más antigua y con mayor prestigio en el país. Este porcentaje parece repetirse en las primeras posiciones en las universidades de la ciudad de Monterrey: de cinco secretarias en la Universidad Autónoma de Nuevo León, una es ocupada por una mujer; de cuatro vice rectorías en la Universidad de Monterrey, una es ocupada por una mujer; de cinco vice rectorías del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, una es ocupada por una mujer según los organigramas vigentes tanto de la Universidad Autónoma de Nuevo León, La Universidad de Monterrey como del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Por lo tanto, es pertinente asegurar que las mujeres en posiciones de alta dirección en las universidades mexicanas siguen representando una minoría. Muchos investigadores afirman que para las mujeres construir una carrera para ocupar altas posiciones jerárquicas en las universidades sigue presentando una serie de retos adicionales además de los esperados para tal efecto (Astin, 1993; Astin, 1991; Lamas, 2007; Valian, 2000). Los antecedentes familiares, educacionales y laborales así como las barreras culturales para ocupar altas posiciones jerárquicas en las organizaciones y los modelos de referencia fueron utilizados como variables para dar significado a los datos presentados. 61 El método de presentación de datos que fue utilizado contesta la pregunta de investigación: ¿Qué experiencias de vida de las mujeres líderes contribuyeron para lograr su actual posición en su universidad? Para tal efecto se respondieron las siguientes preguntas secundarias: ¿Qué experiencias de la vida familiar de las mujeres líderes coadyuvaron en la formación de sus habilidades de liderazgo? ¿Qué experiencias de la vida educativa de las mujeres líderes coadyuvaron en su labor como líderes? ¿Qué experiencias de vida tuvieron las mujeres líderes en cada una de las posiciones de liderazgo que desempeñaron a lo largo de su carrera profesional? ¿Qué barreras tuvieron que afrontar las mujeres líderes para asumir posiciones de liderazgo? ¿Qué modelos de líderes: personajes sociales relevantes, maestros de escuela y/o universidad, otros, fueron significativos para las mujeres lideres? ¿Por qué? Procedimientos del análisis de los datos Como investigador recolecté los datos basado en la información proporcionada por cada una de las participantes a través de las entrevistas en profundidad, las observaciones de campo y la revisión de documentos. Para una mejor organización desarrollé dos formatos y una matriz con el propósito de organizar de manera más eficiente la información (Hernandez, Fernández y Baptista, 2006). 62 Los formatos utilizados fueron: a) Formato de resumen de documentos (anexo D). Éste fue utilizado para registrar la información obtenida de documentos. Contiene la información proporcionada por el currículum vitae de cada participante: sus antecedentes educacionales, los puestos que ha ocupado, los cursos, talleres y diplomados que ha impartido y que ha tomado, conferencias que ha ofrecido, premios, reconocimientos y diplomas que ha obtenido, asociaciones a las que pertenece o pertenecido, tipos de investigaciones y de publicaciones que ha realizado, roles de liderazgo que ha ejercido y comités o consejos en los que ha participado. Esta información reveló elementos muy importantes que son clave para conocer la vida profesional de cada participante ya que de alguna manera es un resumen bastante preciso del desarrollo de la carrera profesional de cada una de ellas. b) Formato de resumen de entrevista (anexo E). Éste sirvió para registrar el resumen de la información obtenida de cada una de las entrevistas. Me ayudó a identificar información como: los temas que impactaron al participante durante cada contacto, si las preguntas clave preestablecidas fueron tratadas o no durante la entrevista, cualquier otra información que haya impactado a las participantes y que haya emergido ya sea porque les resultó interesante, iluminadora o importante y finalmente, para reflexionar que quedó pendiente para tratar en el próximo contacto, ya sea porque no se trató durante ese contacto o porque no se profundizó lo suficiente o porque la participante mostró demasiado interés. También a través de este formato registré la fecha en que realizó la entrevista la duración de ésta y la fecha en que se llené el formato. 63 Las entrevistas en profundidad proporcionaron información detallada de cada participante en cuanto a sus experiencias de carácter familiar, educacional y laboral así como las barreras u obstáculos que tuvieron que salvar y sus modelos de líderes de referencia. c) Matriz de simplificación de los datos ( anexo F) se utilizó para ayudar a la reducción de los datos y al análisis e identificación de temas y patrones emergentes Categorías de análisis A partir de las preguntas de investigación agrupe los datos en seis categorías y cada categoría a su vez estuvo dividida en temas. La división queda de la siguiente manera: 1. La categoría experiencias significativas familiares contiene los siguientes temas: relaciones con el padre, relaciones con la madre, relaciones con los hermanos y experiencias de liderazgo. 2. La categoría experiencias significativas educacionales aborda los temas: relación con los profesores/as, relación con los compañeros/as de clase, actividades extracurriculares, calificaciones/Participación destacada en la educación formal y experiencias de liderazgo. 3. La categoría experiencias significativas laborales contempla los siguientes temas: experiencias laborales, relación con el jefe, relación con los compañeros/as de trabajo y experiencias de liderazgo. 4. La categoría barreras culturales contiene los siguientes temas: maternidad, lo doméstico, acoso sexual, actitudes sexistas/discriminación, acoso sexual y autoestima. 64 5. La categoría modelos de referencia contempló los siguientes temas: familiares, docentes, compañeros/as y personajes históricos. 6. La categoría temas emergentes incluyó: datos demográficos, rechazo al estereotipo de lo femenino, juegos infantiles y culpa El formato de categorías (Anexo G) permite apreciar como a partir de las preguntas de investigación derivé las categorías de análisis y los temas correspondientes a cada categoría. Historias individuales Para la construcción de la narrativa de cada una de las dos mujeres líderes de universidades de la ciudad de Monterrey Nuevo León, México utilice las categorías de análisis con sus respectivos temas. En la narrativa de las historias de vida es conveniente destacar la voz de los participantes (Denzin y Lincoln, 2005; Galliers, R.D., Markus, M.L., and Newell, S., 2006). La pretensión fue armar la historia de cada una de ellas combinando las voces del investigador y las de cada una de las participantes. Para esta narrativa utilicé las entrevistas, los documentos revisados y las observaciones de campo y busqué que las voces de las participantes predominaran por lo que las historias aparecerán fundamentalmente contadas por ellas mismas. Mi labor fue entretejer las historias para darle una coherencia lógica. La construcción completa de estas historias se encuentra en el anexo H. A continuación presento una breve historia de cada una de las participantes a manera de introducción para el análisis de los datos. 65 Quién es Marta Marta es una mujer de 51 años de edad. Ingeniera. De mediana estatura y de complexión media. Usa su pelo corto y acostumbra a usar traje sastre. Es divorciada y madre de dos hijos varones. Se casó a los treinta años de edad porque como ella afirma: si no me caso se me pasa el tren. Ella tiene una profesión que define como de hombres aunque a sus padres les hubiera gustado que estudiara una profesión más ―adecuada‖ para ella. Marta es una mujer elegante. Para ella El atuendo es sumamente importante. Usa pocos accesorios debido a que ella considera que: no me gusta usar coliges, ni nada por el estilo eso se ve demasiado femenino, demasiado rosa… ¿cómo te diré? Como muy debilota. Marta se auto define como integrante de una generación masiva que: ahora le han dado en llamar baby boomers. Nació en una familia que ella define como: masiva de 9 hijos: 4 mujeres y 5 hombres. Ella es la mayor. Estudió en escuelas públicas donde los grupos eran numerosos. Entre las experiencias más significativas destaca que ella se fue estudiar un postgrado en otro país, con el apoyo decidido de su padre. Marta ahora es una alta funcionaria de una universidad y ocupa un puesto que siempre había sido ocupado por hombres. Quién es Ana Se describe a sí misma como una luchadora incansable. Tiene 55 años de edad. Es una mujer madura, bajita de estatura, muy delgada, muy blanca y con unos enormes ojos verdes. Ana es profesora de educación primaria y tiene una carrera universitaria, dos 66 maestrías y un doctorado. Es soltera y sobre su estado civil nos camparte que: Nunca me casé y me hubiera gustado hacerlo. En cuanto a su profesión nos dice: soy profesora y soy ingeniera quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa. Ana se define a sí misma como: una mujer independiente, no sumisa, soñadora, a la que le encanta el arte y la magia de la vida. Soy una mujer sensible y fuerte a la vez, soy frágil y resistente, soy muy tenaz, aunque para algunos soy terca, cuestión de enfoques. Me hubiera gustado casarme y tener una familia, pero mi prometido me dio a escoger y en su momento elegí mi carrera profesional. Físicamente Ana dice de sí misma: soy una mujer pequeña de estatura pero grande de ideas, por aquello de que la grandeza se mide de la cabeza al cielo. Soy muy blanca y me considero una mujer muy hermosa. De su familia nos dice que: Mi padre y mi madre fueron profesores de primaria, maestros de escuela pues. De ellos, tanto de la madre como del padre, recibió un apoyo decidido cuando decidió estudiar la Normal para ser maestra de primaria y también cuando decidió ir a la Universidad a estudiar ingeniería. Ella reconoce en ambos el gran apoyo que han sido sus padres a lo largo de su vida personal y profesional. Ana es la menor de cuatro hermanos. Tres hombres y ella. Ana es ahora una alta funcionaria de una universidad y ocupa un puesto que siempre había sido ocupado por hombres. 67 Análisis de las historias de las dos mujeres líderes En este apartado presento el análisis de cada una de las historias de dos mujeres que están ocupando una posición de liderazgo en universidades de la ciudad de Monterrey. Para analizarlas utilizo las categorías surgidas de las preguntas de investigación. Categoría: Experiencias familiares Marta Es la hija mayor de una familia de nueve hijos: cuatro mujeres y cinco hombres. Ella nació y creció en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. Es una mujer divorciada y tiene dos hijos varones. Su padre fue ingeniero químico con una visión poco conservadora de la realidad. Su padre tuvo y tiene, aun después de muerto, una gran influencia en la vida personal y profesional de Marta. Algunos autores sostienen que los padres ejercen una gran influencia en la vida de las mujeres líderes (Gilligan, 1982; Hierro 1998; Lamas 2006, 2007) Con mi padre yo sabía que recibiría el apoyo y el aliento para cualquier situación que quisiera emprender, por ejemplo, cuando decidí estudiar una maestría en el extranjero no cabía del orgullo, su hija mayor se iba a especializar, lo gritaba a los cuatro vientos. En fin papá fue un gran guía y un entusiasta cómplice…Podía hablar con él de cualquier tema, desde mis dudas sexuales hasta la crianza de mis hijos, desde la elección de mi marido, a quien siempre respetó, hasta mi decisión de divorciarme…siempre ahí al frente del cañón, listo para apoyarme. Algunos estudios sostienen que las mujeres líderes tienen una mayor identificación con el padre y por lo tanto una menor identificación con la madre (Anderson, 1997; Henning y Jardim, 1977) y es precisamente el padre quien la impulsa motivándola a realizar acciones aun consideradas no tradicionales (Anderson, 1997; Henning y Jardim, 1977; Castañeda, 2007; Lamas, 2002, 2007). También, para algunos psicólogos sociales 68 la identificación positiva se realiza con el padre y no con la madre (Kaplan, 1991; Donnelly, 1983), por lo que la influencia de éste es determinante en la vida de estas mujeres. En lo que se refiere a la madre de Marta, ésta fue ama de casa con una educación sumamente tradicional. Su visión de la realidad fue y sigue siendo sido muy conservadora Con mamá fue diferente. Ella estuvo educada a la antigua, la mujer es para la casa y no para andar trabajando me decía y aun me lo dice. Cuando decidí estudiar una carrera universitaria, se opuso rotundamente, porque para qué estudiar tanto si de todas formas me iba a casar y no iba a ejercer. Lo mejor para ella era que no estudiara y si quería estudiar buscara inscribirme en la Normal para ser maestra de primaria. Era una carrera corta, cuatro años después de la secundaria, y el trabajo era de medio tiempo, eso era muy conveniente porque así podría, en un futuro, atender a mi marido y a mis hijos. Marta siente que su madre no ha sabido entender que la vida ha cambiado y que ahora una mujer puede tener oportunidades de crecimiento personal diferentes. A mamá le hace ruido que sólo tenga dos hijos, que sea divorciada, que sea directiva de una universidad y que de vez en cuando salga con un amigo por ahí a algún espectáculo o a tomar un café o una copita. Mi madre se escandaliza porque supone que de vez en cuando puedo tener alguna aventura sexual, como si fuera inmoral la satisfacción sexual plena…Para ella yo soy la culpable de no tener una familia funcional porque no supe atender a mis hijos y mi marido como es debido. Incluso me dice que esto va a conducir a que mis hijos se desvíen del buen camino. Kaplan (1991) asegura que para muchas mujeres la lucha contra la identificación con su madre se debe fundamentalmente a que éstas son percibidas como devaluadas, poco evolucionadas, fuera del contexto social y temporal. Para Castañeda (2007) la madre mexicana representa la sumisión y por eso es vista como de una jerarquía inferior con respecto al padre. Identificarse con ella supone entonces aceptar esa sumisión como una característica inherente al rol de las mujeres (Anderson, 1997; Henning y Jardim, 1977; Castañeda, 2007). Marta describe el ambiente familiar en el que creció como de una tensión constante ya que existía una permanente dicotomía entre lo que su madre consideraba que debía hacer una mujer tradicional y lo que ella quería hacer como una mujer no 69 tradicional. Obtuvo el apoyo y la motivación decidida y total de su padre para el logro de sus objetivos. De él obtuvo el respaldo permanente para lograr escalar posiciones de liderazgo ( Anderson, 1997; Henning y Jardim, 1977; Castañeda, 2007). De sus hermanos y hermanas se identificó más con ellos que con ellas. La relación con mis hermanos es bastante buena. Con ellos puedo hablar directo, sin tapujos ni indirectas. Mi preferido es Ernesto el más chico porque es un ser humano muy sensible e inteligente. A mí me atrae la gente inteligente y práctica con quién pueda hablar de cualquier tema sin temor a ser juzgada o dirigida…Con mis hermanas en cambio mi relación es bastante tensa con algunas o distante con otras. Ellas son muy tradicionales. Todas están casadas y tienen familias „modelo‟ y yo creo que para ellas siempre he sido alguien que se sale del patrón. Sin embrago me respetan, sobre todo porque soy la hermana mayor. La posición que ocupa en la familia como hermana mayor la coloca en una situación jerárquica privilegiada porque como afirman Anderson (1997) y Henning y Jardim(1997) ser la hermana mayor le da mayores oportunidades de ejercer el liderazgo dentro y fuera del ámbito familiar. Ser la hermana mayor facilitó el desarrollo de sus habilidades de liderazgo dentro de la familia, su opinión y acción repercutía de manera decisiva hacia el interior de la comunidad familiar (Anderson, 1997; Henning y Jardim, 1977;Castañeda, 2007). Cada decisión familiar que se tomaba en casa era discutida con todos los miembros de la familia. Pero, mi posición de hermana mayor tenía un peso distinto. Mi opinión valía más que la del resto. Se me respetaba como hermana mayor. Eso me dio herramientas para ejercer el liderazgo en mis actividades profesionales. El orden de nacimiento además tiene un efecto relevante en la elección de carrera profesional. De acuerdo a algunos estudios ser la hija mayor posibilita más la elección de una profesión no tradicional y el apoyo familiar (Donnelly, 1983; Etzioni, 1969). Ella siguió los pasos de su padre convirtiéndose en ingeniera. Comenzó una carrera profesional en la administración fuera de la universidad y en la docencia dentro la universidad. 70 Marta logró obtener el grado de maestría en una universidad privada en los Estados Unidos. Entre las experiencias significativas con su padre, además del apoyo para estudiar un postgrado en otro país, destaca el interés que éste mostró siempre en su carrera profesional y en los aspectos personales más relevantes Ella realizó una carrera política dentro de la universidad ocupando varias posiciones de liderazgo hasta llegar al puesto de alta jerarquía que hasta la realización de este estudio ocupaba en la universidad donde laboraba. Ana Me describo a mí misma como una luchadora incansable. Una mujer sin edad, porque no creo en ella. Una mujer sin tiempo, porque soy de este tiempo. Una mujer de eterno presente y de sueños y proyectos permanentes. Ana es una mujer de 55 años de edad, es soltera y es la hija menor de una familia de cuatro hijos: tres hombres y una mujer. Sus padres fueron maestros normalistas que trabajaron en educación básica en el sistema público del Estado de Nuevo León. De sus padres Ana se expresa así: Mi padre y mi madre fueron profesores de primaria, maestros de escuela pues. Dos seres maravillosos, fantásticos, inigualables Como única hija de una familia compuesta por tres hijos y una hija, recibió una gran atención de sus padres y hermanos. A su madre la describe como una persona independiente y preparada. De su madre recuerda que: Mamá era una mujer sencilla, de rancho. Una mujer bellísima y de pensamiento muy claro y liberal. Para ella las mujeres debíamos superarnos, destacar. Ella fue maestra toda su vida. Mamá me alentaba mucho a seguir mis sueños, pero también me ayudaba a poner los pies sobre la tierra. Ella me enseño a tomar mis propias decisiones desde pequeña. Veíamos los pros y los contras y luego me decía tú tienes la última palabra. De esa manera yo era responsable de mis propios errores y no había posibilidad de usar a nadie como chivo expiatorio. Recuerdo cuando decidí estudiar en la Normal, revisamos todos los convenientes e 71 inconvenientes y yo tomé la decisión, por eso años más tarde que decidí por estudiar otra carrera no fue extraño para ella y me apoyo en todo momento. La relación con mi madre fue maravillosa. Si bien es importante la identificación con el padre y el lugar que ocupan en la familia (Donnelly 1983; Anderson, 1997; Henning y Jardim 1977), la educación de la madre, es decir su nivel de estudios, es un factor importante en la vida de las mujeres líderes y de las de aquellas que no eligen una profesión tradicional (Almquist, 1974; Lagarde, 1990; Castañeda 2007; Lamas, 2002) A su padre lo describe como una persona sensible del que también recibió apoyo y motivación y fue ejemplo de optimismo constante: Mi padre para mí fue un extraordinario amigo, un ser sensible, con una gran belleza interior. Mi padre era un verdadero artista. Conservo de él un diario que es una verdadera obra de arte. Ahí tiene escrito los pasajes de su vida más significativos. Tiene una descripción muy detallada de lo que cada uno de sus hijos representaba para él. Mi padre también fue un gran propulsor para que yo fuera una profesionista exitosa. Se preocupaba mucho de mis calificaciones, me ayudaba a entender algunos conceptos que se me dificultaban por ejemplo con las matemáticas o con la física. Eran materias que me parecían un tanto complicadas. Describe a su familia como muy unida e incondicional de la que recibió siempre el apoyo para el logro de sus metas. Recibió una gran influencia y soporte tanto del padre como de la madre. Ella no establece distinciones significativas en cuanto al apoyo recibido. Ambos tienen igual peso en la relación que ella estableció con cada uno de sus padres. La historia laboral de la familia, los estereotipos acerca de los roles sexuales, la actitud del padre acerca de las mujeres que trabajan y progresan y el estatus socio económico son otros de los factores que ejercen influencia en la vida de las mujeres que deciden trabajar en profesiones no tradicionales. (Almquist, 1974; Castañeda 2007; Lagarde, 1990; Lamas, 2002, 2006, 2007) 72 Con todos sus hermanos llevó una excelente relación. Sin embargo con su hermano mayor la relación fue mucho más estrecha: Con mis hermanos en general tengo bastante confianza, pero con mi hermano mayor puedo desahogarme, puedo contarle mis miedos, mis preocupaciones, mis alegrías, mis dudas sin temor a una indiscreción por su parte. Con él he compartido triunfos y fracasos y siempre ha estado a mi lado. Mi hermano el mayor, asumió el rol del padre cuando papá murió y siendo yo la hermana menor pues me procura muchísimo, busca siempre estar en contacto conmigo. De mi hermano mayor recuerdo su preocupación permanente por mí, quizá por ser la más pequeña. Recuerdo que me ayudaba con trabajos de la escuela. Lo recuerdo siempre preguntándome en que puedo apoyarte, hasta ahora. Ser la única hija de una familia donde solo había hijos varones, constituyó para Ana uno de los aspectos más significativos en la formación de su carácter que le serviría para asumir posiciones de liderazgo. Almquist (1974) describe como las relaciones con los hermanos puede llegar a ser un factor determinante en la elección de la profesión. Por otra parte para Guilligan (1982) los juegos infantiles son predictores de la profesión futura de los niños y niñas. Los juegos que juegan los hombres tienden a ser jerárquicos. Por lo tanto si Ana jugó con sus hermanos podríamos inferir que ella aprendió las reglas del juego de los hombres. Educarse con varones tiene sus ventajas. Aprendes a jugar juegos de niños, a competir con ellos. Yo jugué a los juegos de niños y también a los de niñas. Me gustaba jugar más a las muñequitas que al fútbol, pero jugué a todo. Es una ventaja porque entonces el mundo de los niños no te es ajeno. No te asusta. No eres tan diferente. De tal manera que cuando creces y tienes que jugar en el mundo de los hombres sabes hacerlo. De hecho estudié dos carreras profesionales, una femenina como la de ser maestra y otra masculina como la de ser ingeniera. Estudió primero una carrera considerada como tradicional femenina y después una carrera no tradicional (Castañeda, 2007; Lamas, 2002, 2006). En todo momento sintió el respaldo de sus padres. Para Biller (1993) y Burgess (1929) las familias y la relación con los padres juegan un factor preponderante en la formación de mujeres líderes. Siguió los pasos de sus padres convirtiéndose en docente. Posteriormente se graduó como ingeniera, 73 una profesión considerada como masculina (Castañeda, 2007; Lamas, 2006) y comienza una carrera como administradora en la universidad ocupando varias posiciones de liderazgo hasta llegar a la que actualmente desempeña como alta funcionaria universitaria. Obtuvo el grado de doctora en una universidad pública en los Estados Unidos. El ambiente familiar fue descrito por Ana como muy armonioso. Categoría: Experiencias educativas Marta Marta comenzó sus estudios básicos en una escuela primaria pública. La relación con sus profesoras (ya que en la primaria solo tuvo maestras) fue muy cercana. Sus experiencias en este sentido son apreciadas por ella como óptimas. Marta no recuerda un castigo o un regaño, aunque sus maestras eran exigentes y estrictas. Recuerda el afecto con el que fue tratada. En todo momento se sintió respetada y en algunos momentos admirada por sus maestras. En la primaria fueron puras maestras, había uno que otro profesor pero a mí no me tocó ninguno. Mis profesoras eran bien estrictas. Te revisaban desde la forma de la letra hasta el largo de la falda. Aun así eran maestras muy cálidas, su afecto y cariño se sentía. Uno como niña lo percibía. Fue una época maravillosa. Ella tuvo excelentes maestras. Eran muy buenas facilitadoras del aprendizaje. Los docentes son modelos muy poderosos que van a influenciar el comportamiento y la futura elección de carrera de los estudiantes (Armstrong, 1985; Bretz and Lacina-Gifford,2000; Frymier y Houser, 2000; Jussim y Eccles, 1992; Osterman, 2000). La confianza que sus profesoras depositaron en ella la llevaron a participar en múltiples actividades extracurriculares lo que constituyó una especie de catalizador y reforzador para el desarrollo de habilidades, destrezas y actitudes de liderazgo (Bretz et. al.,2000; Frymier y 74 Houser, 2000; Osterman, 2000). En este periodo participo en concursos de poesía, oratoria y conocimientos generales. Fue alumna destacada a nivel estatal y realizó una visita oficial al Presidente de la República. Participé en todas las actividades que había en la escuela. Pertenecí a la escolta desde cuarto año hasta que fui la abanderada en sexto grado. Fui una alumna destacada. Me tocó visitar al presidente Adolfo López Mateos en Los Pinos junto con otros niños destacados de Nuevo León y del país. Participé y gané en dos concursos de declamación a nivel estatal y en tres de oratoria. Fui una estudiante muy entrona y dedicada. Disfrute realmente esa etapa. Para estas actividades escolares ella recibía el apoyo de su padre y la desaprobación de su madre. Mi padre fue pieza fundamental. Me ayudaba en todo, me alentaba. A mamá pobrecita todo le daba temor sobre todo el que dirán. ¿Pero que tienen que decir? Decía papá, que tienes una hija sobresaliente. Pero eso no está bien, decía mamá, eso de la escolta, de la oratoria son cosas de hombres, lo de la declamada y que tenga buenas calificaciones está bien pero lo otro no. Mamá en realidad quería una hija más modosita, más femenina. Efectivamente en el concurso de poesía éramos básicamente mujeres pero en el de oratoria eran básicamente hombres. En la escuela secundaria, institución también pública, la relación con sus maestros/as fue bastante cercana. No hubo incidentes desagradables. Se relacionó con algunos muy buenos profespres/as y con otros tantos no muy buenos. Aprendió y se identificó más con los primeros. No hubo profesor/a alguno que tratara de influir en ningún sentido, ni tradicional ni no tradicionales, en sus objetivos. En la secundaria existió absoluta libertad de elección y de participación. Los docentes realizan mejor su tarea cuando hacen sentir a sus estudiantes que son parte de una comunidad escolar que los acoge, protege, los enriquece y los hará crecer (Osterman, 2000). Durante este periodo participó como representante de grupo y presidenta de la sociedad de alumnos, desarrollando habilidades, destrezas y actitudes para el liderazgo político. Fue importante que sus maestros actuaran con respeto y no censurándola. La mayor parte de los mensajes en esta etapa la construyen los docentes de manera sutil y no 75 necesariamente abierta (Maher y Ward, 2001; Koehler, 1990). En este caso el mensaje recibido e interpretado fue favorable para construir a una líder. Fue una experiencia muy aleccionadora. Me di cuenta que podía influir sobre los demás y que tenía capacidad para detectar de las necesidades del grupo que representaba y ponía en juego, fíjate nada más, desde entonces mis habilidades de negociación. Cuando competí por la presidencia de la sociedad de alumnos, mi padre me aconsejo y trabajó muy de cerca hombro con hombro conmigo, hasta conseguir ganarle a mis dos oponentes. Con las señales, sutiles y de aliento, que los maestros y maestras de la escuela preparatoria trasmitieron, Marta encontró su vocación profesional. Con ellos/as la relación guardo una distancia diferente que con los maestros/as de los ciclos anteriores. En la primaria y secundaria, por ejemplo, la relación fue muy cercana y afectiva. En esta etapa, las expectativas del maestro son muy importantes para desarrollar diferentes habilidades y actitudes en cada alumno/a. (Osterman, 2000). Si el estudiante es reforzado en sus habilidades para tener éxito en el salón de clase puede tener un impacto directo en sus sentimientos, actitudes, expectativas y autoestima (Marsh, 1989; Wesley, 1998). Con los profesores/as de la preparatoria la relación fue afectiva pero a la vez un tanto más distante e indiferente. En esta etapa percibió una libertad casi absoluta. Los profesores/as no eran tan directivos, si asistía o no, si estudiaba o no, si cumplía o no con sus tareas, si participaba o no era su problema personal. En la prepa (escuela preparatoria) tuve otro tipo de maestros, diferente a los de la secundaria. Los de la secundaria eran maestros de profesión, los de la preparatoria no. Los de la preparatoria eran profesionistas en diferentes áreas: abogados, contadores, médicos, biólogos. Filósofos, ingenieros, etc. así es que el abordaje de las clases era muy distinto. Para el profesor de perpa no importaba si estabas o no en clase, ellos daban su clase o la daban por vista, ya que faltaban mucho. Era una sensación extraña, mezcla de libertad y de descubrimiento; mezcla de novedad, como te diré… era una sensación de estar vivo, de tener conciencia, de hacer planes, de estar nuevo y como me decía mamá „eres tan jovencita que apenas estas empezando a vivir‟ en fin una sensación de tener la vida por delante; de ser eterna. 76 Por lo tanto, aprendió a auto dirigirse y a responsabilizarse por sus acciones u omisiones. Durante esta etapa participó activamente en la mesa directiva asumiendo la presidencia de la misma y desarrollando habilidades y destrezas de negociación política, mismas que le sirvieron en el desarrollo de su liderazgo político. La influencia de los docentes puede extenderse más allá de la de los años escolares del estudiante (Marsh, 1989; Wesley, 1998). Fue una gran experiencia. Reunirte con tus compañeros, diseñar el plan político y académico, participar en las elecciones y ganar En la universidad estudió una carrera profesional no tradicional lo que le permitió entrar a un mundo masculino (Castañeda, 2007; Etzioni, 1969; Lagarde, 1990) Era la única mujer en su salón de clase. Aunque en su familia había convivido con sus hermanos y se identificaba más con ellos que con sus hermanas, la universidad significó para ella la entrada a un mundo apasionante. …entrar a estudiar a la Facultad fue todo un acontecimiento en mi vida. Ciudad universitaria, edificios super modernos, amplios jardines y estacionamientos, maestros totalmente relacionados con la profesión, las amigas de mamá preguntando y Martita ¿Qué estudia? …Que barbaridad que muchacha tan inteligente, papá acompañándome a la Facultad y recorriéndola conmigo y asombrándose de lo que veía, „esto es la profesión, aquí comienza la vida profesional‟ decía. En fin, un mundo nuevo, un mundo por descubrir. En las universidades persiste la noción de carreras profesionales apropiadas para los varones y las que son de mujeres (Amorós, 1990; Barbieri, 1993; Lagarde, 1990). La convivencia con sus compañeros de clase la hicieron percatarse de que poseía ciertas habilidades pero también le permitieron desarrollar otras. Mi paso por la Facultad fue interesantísimo. Me apasioné con mi profesión y comencé a dar clases en la Facultad el último semestre de la carrera, es decir siendo aún estudiante ya era profesora de los estudiantes de segundo semestre. Aquí desplegué mis alas, fui representante de grupo, presidenta de la asociación de estudiantes de la Facultad, alumna distinguida, profesora. Organicé viajes de estudio a diferentes partes del país y a los Estados Unidos, participé en la organización de dos coloquios y un simposio internacional, hice mi servicio social en apoyo a comunidades segregadas, escribí mis primeros artículos para publicar, dirigí un boletín informativo interno mensual durante dos años y por primera vez en mi vida tuve novio forma.. 77 La competencia, la argumentación, la discusión, la fuerza, la tenacidad, entre otras, son habilidades que Marta desarrolló durante su paso por la universidad. La influencia de la escuela, maestros y compañeros de clase, es definitoria del desarrollo de habilidades, destrezas, actitudes y aptitudes (Anderson, 1997; Castañeda, 2007; Fisher, 1990; Rosen, 1989). Marta dice: No me convertí en hombre, claro que no, aprendí a competir con ellos, a discutir con ellos, sin amilanarme, sin doblegarme, sin sentirme menos. En la universidad desarrollé habilidades de liderazgo para competir con los hombres. Las relaciones con sus compañeros y compañeras de escuela siempre fueron buenas. De todos ellos aprendió en primer término a convivir con sus iguales que eran diferentes a ella en clase social y género: A la escuela asistíamos niños de todas las clases sociales, no se acostumbraba mucho aquello de los colegios particulares, si los había pero no se estilaba mucho asistir a ellos, así es que conmigo estudiaron la primaria los riquillos del barrio y los más pobres también. Eso te daba una visión diferente de las cosas y de la vida misma. Así es que podíamos estar en contacto con otras realidades y aprender de ellas, yo creo que esto se ha ido perdiendo ahora estudiamos con nuestros iguales nos reunimos con nuestros iguales y convivimos con nuestros iguales, por eso comenzamos a tener visiones fragmentadas de la realidad. Las relaciones con una diversidad de personas le permitió practicar el respeto y la tolerancia y desarrollando destrezas para aprender de los demás, como la observación Recuerdo que papá decía fíjate en fulanito o perenganita, no tiene ni para comer pero son bien aplicados en la escuela. También nos decía observen las costumbres de fulanito o sutanita, son muy refinados porque su mamá es médico y es una mujer muy culta o porque ellos hicieron un viaje a Europa el verano pasado y visitaron museos o fueron a conciertos en vivo o cosas por el estilo. Tuvo buenas amigas y con ellas conoció el valor de la amistad. Los valores como la lealtad, el respeto, la honestidad son muy apreciados por ella. …hice muy buenas amigas. En realidad nos juntábamos tres: Alicia, Marilú y yo. Éramos inseparables. Con ellas conocí el deleite de la amistad de contar con alguien para confiarle tus 78 dudas, tus temores, tus miedos, tus inquietudes y para compartir tus triunfos, tus alegrías, y también las de ellas por supuesto. Con ellas conocí la lealtad, la honestidad de una amistad fresca, la honestidad, y estos valores los uso y los valoro, valga la redundancia en mi actividad y desempeño como líder. Aprendió también que las relaciones personales son fundamentales en posiciones de liderazgo (Rosen, 1989; Anderson, 1997; Fisher, 1990; Castañeda, 2007). Para ella, ser empática, saber escuchar, buscar soluciones a los problemas que otras personas tienen, es parte del trabajo de una buena líder (Fisher, 1990; Anderson, 1997) Mis amigas fueron mis fieles seguidoras, fui empática en lo que ellas proponían, las supe escuchar y busque soluciones a sus y nuestros problemas siempre de manera colaborativa. Nunca me he considerado autocrática. Marta recuerda a sus profesores con especial cariño pero enfatiza su recuerdo de una profesora con ideas feministas. Los estudios de preparatoria los realizó en los años setenta. La liberación femenina era un tema candente, actual. Se hablaba de la igualdad entre los sexos y se hablaba de que las mujeres podían ocupar y realizar cualquier trabajo que desearan. Al respecto Marta comenta: Araceli era un jovencita recién egresada de filosofía y letras y era nuestra maestra de filosofía. Era una muchacha muy guapa, delgadita, muy blanca y muy rebelde. Con ella tuvimos interminables análisis de la realidad femenina. Con ella aprendí, aunque ya lo intuía, que había otros mundos distintos a ser ama de casa. Con ella tomé la determinación de estudiar una carrera considerada de hombres, pero que a mí me gustaba. Marta recuerda haber jugado a todo, juegos tradicionalmente considerados de niñas y juegos considerados para niños. Para Gilligan (1982) los niños practican juegos claramente jerárquicos mientras que las niñas tienden a jugar juegos más colaborativos. Cuando alguien practica juegos de niños y de niñas desarrollan habilidades que les serán útiles en su vida profesional (Lever, 1976; Gilligan, 1982; Thorne, 1993; Tannen, 1990). Con ellas jugaba a las muñecas y a las comadres, a la rueda de San Miguel y hacíamos obras de teatro. Con los niños me gustaba también jugar a sus juegos. Así que, con Manuel, mi hermano, y con Raúl y Felipe me gustaba el trompo y el Valero. Así es que baile el trompo y ensarte el Valero como los mejores. Una vez participé en un concurso de yo-yo y obtuve el cuarto lugar de 79 los cinco que otorgaban. Participé con puros hombres. Ya sabrás que mi mamá puso el grito en el cielo y mi papá no le dio la mayor importancia. Yo creo que esta etapa fue sumamente importante para mi formación porque si bien a mi mamá no le gustaba del todo que yo participara en juegos de niños tampoco me lo impedía. Las actividades extracurriculares dentro de la escuela fueron de vital importancia en la vida estudiantil de Marta, porque a través de ellas, aprendió a templar su carácter, a improvisar, a planear, a evaluar resultados, a corregir rumbos, a caerse y levantarse. Beber el agua de la fuente de la sabiduría no solamente le proporcionó conocimientos sino que también habilidades, destrezas y actitudes frente a las situaciones que la vida le presentaba, a través del agua de esta fuente ella fue construyendo su personalidad. Participaba en todas las actividades que podía, me invitaran o no, lo mismo me encargaba de colocar los adornos navideños en el aula, que de salir en el festival del día de las madres, ya sea declamando, que para eso me pintaba sola o bailando algún bailable tradicional. En fin mi paso por la escuela primaria fue de verdad padrísimo (muy bueno, muy agradable) y creo que no pasé desapercibida. Su alta participación en este tipo de actividades le enseñó que la competencia es un instrumento para el crecimiento personal y profesional (Lagarde 1990; Castañeda 2006). La competencia primero consigo misma y luego con los demás desarrollo en ella, un sentido de alta eficiencia, exigencia y responsabilidad (Nicolson, 1997; Lamas 2007; Castañeda, 2006). La cooperación y la competencia, la interdependencia y deseo de compartir así como la posición jerárquica y la independencia, aparecen en los juegos durante la infancia. (Fisher, 1999; Castañeda, 2007; Guilligan,1982; Tannen, 1990). Tannen (1990) señala que cuando las niñas participan activamente en actividades extracurriculares tienden a formarse como personas más seguras y con mayores probabilidades de destacar. Fui muy competitiva y aun lo soy. La competencia te hace ser mejor cada día. Cuando compites te reflejas en el que está compitiendo contigo, ves sus debilidades, sus defectos y también sus fortalezas y las comparas con las tuyas y te dices tengo que mejorar en esto tengo que afinar aquello. Yo creo que la competencia me hizo crecer 80 Las calificaciones fue un renglón importante en la vida de Marta. Para obtenerlas hubo que dedicar horas enteras de estudio, comprensión, razonamiento, análisis, síntesis, propuesta (Astin, 1993; Ficher, 1999; Lamas, 2002). Las calificaciones para ella no sólo fueron un instrumento para obtener, reforzar y aclarar dudas con respecto al conocimiento, sino que también un pretexto para la mejora permanente. La lucha por los primeros lugares fue una constante. Para lograrlo hubo que vencer obstáculos y que convencerse de que era posible obtener siempre los primeros lugares (Astin, 1993; Castañeda, 2007; Lamas 2002, 2007). Fui una alumna de nueves y dieses, más los segundos que los primeros… Mis calificaciones siempre fueron destacadas y siempre era de las alumnas de primeros lugares… No recuerdo haber obtenido un ocho a lo largo de mis estudios. Era sumamente aprehensiva y creo que aun lo soy, buscaba siempre la mejor calificación y cuando no lo lograba me frustraba y me entraba un coraje que me usaba para mejorar esa calificación a como diera lugar… Soy muy perfeccionista y muy terca, cuando quiero algo lo consigo y lo mejoro, así he sido toda mi vida. Había aprendido como ser una buena estudiante y en los tres años de secundaria obtuve siempre el primer lugar de mi salón y fui el primer lugar de la generación Cada felicitación por las buenas calificaciones era un reconocimiento al esfuerzo y al resultado de éste, era un reforzamiento a la autoestima y era sin lugar a dudas un motivo de satisfacción por el deber cumplido. El reconocimiento (Lever, 1976; Guilligan, 1982; Castañeda, 2007) de sus padres y hermanos y el reconocimiento de sus maestros y de la comunidad, fueron experiencias significativas en la vida de Marta. Como obtenía excelentes calificaciones, las felicitaciones de mis padres y mis hermanos y hermanas no se hacían esperar. Con mis profesoras ni se diga. Todo el barrio sabía que yo era inteligente y eso era una enorme satisfacción y una gran responsabilidad. El paquetón es bastante pesado pero la adulación y el orgullo propio, tu sabes es más fuerte. No creas esto me hace sufrir en ocasiones, pero cuando recibo reconocimiento la satisfacción no se compara con nada. En su vida estudiantil, tuvo varias experiencias de liderazgo importantes para su construcción como líder (Frymier y Houser, 2000; Maher y Ward, 2001; Bustos 2003) 81 por ejemplo en la secundaria fue representante de grupo y presidenta de la sociedad de alumnos: Fue una experiencia muy aleccionadora. Me di cuenta que podía influir sobre los demás y que tenía capacidad para detectar de las necesidades del grupo que representaba y ponía en juego, fíjate nada más, desde entonces mis habilidades de negociación. Cuando competí por la presidencia de la sociedad de alumnos, mi padre me aconsejo y trabajó muy de cerca hombro con hombro conmigo, hasta conseguir ganarle a mis dos oponentes. La planilla se llamaba Avance, nombre muy de la época ¿verdad?, mi papá nos ayudó a elaborar carteles y a conseguir algunos materiales patrocinados como forros para libros, cuádrenos, libretas, problemarios, etc. que repartíamos en los salones cuando andábamos haciendo propaganda Ana Ana estudió dos carreras profesionales: maestra de educación primaria e ingeniera, tiene estudios de maestría y de doctorado. Realizó sus estudios de educación básica, pregrado y postgrado en instituciones públicas, tanto nacionales como extranjeras. Comenzó sus estudios básicos en un jardín de niños público. Acababan de inaugurar un jardín de niños cercano a mi casa que administraba el IPI [Instituto Protección a la Infancia] con fondos federales. La entrada al jardín de niños para mí fue traumática. Nunca me había separado de mis padres y ahora sin decir agua va, me dejan en un lugar donde no conocía a nadie. Lloré, grité, patalee. Estaba asustadísima. Que tal estará la cosa, que aun ahora cuando evoco esa situación, la angustia recorre mi cuerpo. Fíjate que importante es preparar a los niños ante situaciones nuevas. La relación con su profesora del jardín de niños la describe como muy buena. La relaciones maestro y alumno son fundamentales en la construcción del futuro de los estudiantes (Ficher, 1999; Osterman, 2000; Lamas, 2002, 2007) La experiencia más grata que recuerdo del jardín de niños es la calidez con la que mi maestra me trato. Era una jovencita dulce y cariñosa, muy paciente. Recuerdo con especial cariño la ronda de naranja dulce con la que ganamos el concurso de rondas a nivel estatal. Tengo la fotografía con todas mis compañeritas y con la maestra. Ahora ya de adulta me queda claro que estos fueron mis primeras sensaciones de éxito, mis primeros triunfos. Cuando ingresó a la escuela primaria Ana había adquirido algunos conocimientos y desarrollado algunas destrezas gracias a su estadía en el jardín de niños y con sus padres que eran maestros de educación primaria. 82 Ingresé a la primaria ya con los seis años cumplidos, y les llevaba la delantera a mis compañeras de grupo porque yo ya tenía desarrolladas algunas destrezas psicomotoras. Ya sabía dibujar con mucha precisión las famosas bolitas y palitos, ya realizaba trazos curvos, por ejemplo, sabía recortar y ya podía dibujar casitas y algunos animalitos. Conocía las vocales, esas no me las enseñaron en el kínder (nivel educativo de preescolar), pero que tal en mi casa, con dos padres profesores. Entré con el pie derecho y me convertí en alumna sobresaliente. La relación con sus profesores y profesoras de la escuela primaria la describe como buena en general excepto por su relación con la maestra de cuarto grado Recuerdo con mucho cariño a mis maestros de primaria. Tuve cuatro profesoras y dos profesores. Con la única persona que tuve problemas en toda mi vida de estudiante y fíjate bien lo que te digo, en toda mi vida de estudiante que ha sido muy larga, fue con mi profesora de cuarto año. Me tomo una animadversión desde que me conoció que durante todo el año escolar me trajo a carrilla. Yo creo que le caí mal desde que me vio. Cuestión de química incompatible. Me hizo la vida de cuadritos. Pero así y todo obtuve el primer lugar del salón. Mis papás no quisieron cambiar de grupo porque para ellos era importante que yo aprendiera a resolver la situación sin huir de ella. Para ellos era una cuestión formativa. Esta maestra era altanera, grosera, ofensiva, en fin una abusadora. Fue un acoso permanente. Si fuera en esta época la acusaba de violencia docente. Fue una experiencia dolorosa. Una de las experiencias significativas en la escuela primaria fue sin duda alguna el haber estado en un grupo mixto es decir conformado por niños y niñas. Los compañeros y compañeras de grupo, sus juegos y las relaciones en general enriquecen la vida de las personas (Gilligan, 1982; Osterman, 2000). En quinto grado estuve en un grupo mixto. Toda una experiencia estar en el salón de clase con compañeritos hombres. Como ya estaba acostumbrada a convivir con hombres, pues yo me crié con puros hermanos, para mi no representó problema alguno pero para algunas compañeritas si que fue una bronca mayúscula. Tuve oportunidad de hacer amiguitos en la primaria y aun ahora cuando me los llego a encontrar, uno de ellos trabaja conmigo en la Universidad, es un gusto enorme. Qué bueno que muchos años después se optó por que todos los grupos fueran mixtos. Es absurdo que ahora pretendan regresar a la educación por sexo. Es realmente absurdo, sería desde mi perspectiva un verdadero retroceso. El trato de la profesora lo describe como diferenciado y hasta cierto punto discriminatorio. Algunos docentes establecen diferenciaciones de género en su trato con el alumnado (Lamas, 2002, 2007; Castañeda, 2007). Éste es la mayor parte de la veces sutil y pasa inadvertido conscientemente pero en otras ocasiones es abierto y puede ser captado por los y las estudiantes de manera consciente (Lagarde, 1990; Amorós, 1990). 83 Recuerdo que la maestra hacia distinciones muy marcadas, por ejemplo ella decía vamos a salir a jugar y traía un balón de fútbol y se lo daba a los niños y con nosotras ella jugaba a las rondas. A mí eso me parecía no raro sino como te puedo explicar, no comprensible. Yo me preguntaba qué tal si a un niño se le antoja o le gusta jugar a las rondas o a una niña al fútbol. Estaba tan marcada la diferencia que teníamos un patio con tierra de diferente color para las niñas y había otro para los niños. Si había diferencias súper marcadas. Luego ya en mis estudios de postgrado leí acerca de las diferencias que los profesores y profesoras hacen en los salones de clase y en las escuelas, es muy interesante como nos educan de manera diferenciada. Había discriminación desde el momento de que se hacía distinciones del orden de si eres hombre eres bueno para esto pero no para aquello y si eres mujer también. La escuela secundaria no fue significativa para Ana, ellas afirma que: …la secundaria para mi pasó sin pena ni gloria. Tengo escasos recuerdos de la secundaria. Fui alumna destacada pero no tengo en especial algún recuerdo significativo. Ana no estudió la preparatoria porque decidió estudiar en la Escuela Normal para profesores de educación básica …para estudiar la Normal no se requería de estudios de preparatoria como ahora. El ser maestro no era ninguna licenciatura como ahora. En aquel entonces el ser maestro era considerado un oficio y no una profesión. Era una carrera corta, tres años después de la secundaria. La relación con los profesores y profesoras de la Normal la describe como muy buena. A los y las docentes de la Normal los considera como verdaderos formadores A mis maestros de la Normal los considero como excelentes formadores. Recuerdo que revisaban acuciosamente desde la ortografía y redacción hasta la manera en que te parabas y te vestías para exponer una clase. Fue una época verdaderamente hermosa. Mi relación con todos mis maestros y fue extraordinaria. Hubo de todo, profesores muy estrictos hasta profesores que te acosaban sexualmente. En esa época ni siquiera era considerado el acoso como tal. Sin embargo el balance es bueno, muy bueno. Ella considera que su vocación no era estudiar la Normal. En su mayoría las mujeres líderes estudian carreras profesionales consideradas como masculinas o no tradicional (Yukl, 1998; Wirth, 2001; Zapata-Martelo et al, 2002). Estudié en la escuela Normal porque mi mamá era maestra y su sueño era que yo también lo fuera. Siendo yo la única mujer de una familia de cuatro y además la más chica, para mis padres era obvio que mis hermanos irían a la universidad y yo a la Normal…Aunque no era la carrera profesional que yo ambicionaba, si aprendí mucho en el transcurso de los tres años de estudios de la escuela normal. 84 En la universidad estudió una carrera profesional no tradicional. Esta condición es importante para mujeres que asumen el liderazgo en las instituciones (Castañeda, 2007) En la universidad era de las poquísimas mujeres que ahí estudiaban. Yo era una joven muy agraciada y tuve muy buenos pretendientes. Ahí aprendí a manejarme en el mundo masculino. Aunque en mi casa tuve buenos maestros, mis hermanos. Yo siento que la Facultad me facilitó el aprendizaje para la competencia con los hombres. Aunque jamás me faltaron al respeto yo si siento que la competencia era abierta, frontal, de alumno a alumno. Yo nunca sentí rechazo ni nada por el estilo. En cuanto sentía que comenzaba una especie como de acoso sexual, los ponía en su lugar. La relación con los profesores, en su mayoría fueron hombres, de la Universidad la describe como muy buena. Los modelos de referencia de las mujeres líderes son comúnmente hombres y no mujeres (Wirth, 2001, Lamas 2002, 2006; Castañedea, 2007) En la facultad tuve básicamente maestros varones sólo una mujer en toda la carrera me dio clase. Mi relación con todos ellos fue bastante buena. No faltó quien se quisiera pasar de listo pero en general eran bastante respetuosos. De todos ellos aprendí machismo pero a diferencia de la Normal, la Facultad resulto ser un lugar más relajado, menos tenso, con mayor libertad. Los profesores exigían resultados y no les interesaba el proceso para llegar a esos resultados. Fue una carrera que me exigió leer mucho pero que a la vez fue como muy práctica. Categoría: experiencias laborales Marta Marta ha ocupado distintas posiciones en la universidad donde labora, desde la docencia, ejercida durante años, la coordinación pedagógica de una Facultad, la dirección de esa misma Facultad, Jefa de dos departamentos de la universidad y su actual posición. La universidad es una institución a la que le tengo un afecto muy especial porque durante toda mi vida profesional he estado relacionada con ella, primero como maestra y después como administradora. Aunque todas estas posiciones requieren de las habilidades de liderazgo, Marta hizo varias acotaciones de cada una de estas posiciones. Como maestra llegó a manejar hasta siete grupos de treinta alumnos cada uno en promedio por semestre durante los 80‘s. Marta afirma: 85 El docente de un grupo se convierte en el líder del mismo, pero es un líder impuesto porque los estudiantes no lo han elegido, sino más bien el departamento académico con el visto bueno del director en turno asigna a cada profesor o profesora Para ella el liderazgo ejercido siendo maestro/a de un grupo se consolida con la preparación y el manejo pedagógico que el docente demuestre frente a sus estudiantes. Desde esta perspectiva se puede ser buen líder de un grupo en la medida en que se es buen maestro. Marta se considera buena maestra. En su curriculum vitae aparecen dos reconocimientos al mejor maestro del año 1994 y 1995. Marta afirma que el instrumento por excelencia utilizado por los alumnos para sancionar a su líder (maestro) es la evaluación de maestros. A través de ella (evaluación) podemos percatarnos de que tan cerca está el docente de los alumnos y de cómo está siendo percibido por ellos. Marta comparte su experiencia al respecto afirmando que: Es mentira que los profesores barcos (blandos, condescendientes, no estrictos) obtienen mejores evaluaciones y reconocimiento de los alumnos. Los buenos profesores son aquellos que exigen a los estudiantes y a ellos mismos. Son aquellos que también dan, se dan, se entregan. Dan conocimientos, experiencia, afecto, atención. Los barcos en cambio son percibidos como indolentes, cínicos, faltos de carácter. Todo eso se refleja en las evaluaciones y en los comentarios de pasillo. Cuando un profesor o profesora es buena, los alumnos lo reconocen y respetan. El verdadero líder docente es el que es reconocido por su talento y su don de gentes. Para Marta el liderazgo del docente tiene que ver además con la relación personal con cada uno de sus estudiantes, conservando una sana distancia. El verdadero líder docente se relaciona con sus estudiantes y conoce sus inquietudes, sus necesidades y se involucra en la tarea de orientarlos para que encuentren formas adecuadas para solucionar sus problemas y canalizar sus inquietudes. El verdadero líder conoce a sus seguidores (Castañeda, 2007; Miller, 1987; Sanford & Donovan, 1984). La relación con los muchachos (estudiantes) debe ser estrecha, claro conservando siempre una distancia prudente entre profesor y alumno. Pero debe existir la confianza para que ellos (los estudiantes) pueden compartir sus inquietudes, dudas necesidades y todo aquello que les aqueja y que en un momento dado no les perite avanzar. Mira, en ocasiones tiene broncas con sus padres 86 o con los novios. A veces necesitan tan solo ser escuchados. Un buen maestro y un buen líder de grupo son humanos y se acerca a sus estudiantes. En cambio la subdirección académica es una posición mixta. Requiere de conocimientos pedagógicos y de participación política. Es un puesto donde el director/a de la Facultad designa a una persona. Por lo general esa designación recae en alguien del mismo equipo político. En esta posición se requiere desarrollar habilidades de negociación para aplicarlas tanto con profesores, administradores y directivos como con estudiantes y padres de familia (Castañeda, 2007; Miller, 1987; Sanford & Donovan, 1984). Es importante el conocimiento de estrategias didácticas y de técnicas de manejo de grupos porque lo que aquí se administra son los planes de estudio. Marta afirma que: …de las experiencias de liderazgo más significativas para mí, fue la subdirección académica. Fue como entrar en el corazón mismo de la universidad. Los planes de estudio, sus contenidos, su carga ideológica, los profesores, el director, la situación política, todo entra en juego en esta coordinación. Su administración me dio una visión increíble. Yo creo que me preparó para la dirección de la Facultad. Fue un gran escaparate y lo aproveché. Fui la directora siguiente. La dirección de la Facultad es una posición eminentemente política. Se llega ahí con los votos de los profesores y de los estudiantes y con la aprobación y ratificación del consejo universitario. El líder que maneja la parte política tiene mejores posibilidades de crecer como líder (Miller, 1987; McElrath, 1992; Stroh, Brett Y Reilly, 1992), A la vuelta de tres años había sido elegida como la primera directora de la Facultad puesto en el que estuve por seis años (dos periodos continuos de tres años). En esta posición es fundamental hacer equipo. Las traiciones y fidelidades son importantísimas. Para Marta las experiencias de vida que esta posición le dejo tiene que ver en primera instancia con mantener el equilibrio y buscar siempre el bienestar del grupo representado aunque en ocasiones hay medidas benéficas pero no populares (Castañeda, 2007; Eggins, 1997). Para ser una buena líder hay que mantener la cabeza fría para que no se te suba el puesto, para que no te marees con el poder. Cabeza fría para poder tomar decisiones que beneficien al colectivo aunque paradójicamente no sean muy populares, por ejemplo cuando decidimos 87 aumentar un semestre al plan de estudios porque consideramos que era importante agregar materias que vincularan al estudiante con la realidad laboral y así pudieran ellos colocarse con mayor facilidad en el mercado de trabajo. Agregar un semestre los iba a beneficiar y de hecho los benefició, pero esta medida no fue popular en su momento El trato justo y equitativo es uno de los rubros más importantes: Equilibrar la balanza colocando de un lado a todos/as que te apoyaron políticamente y del otro lado a todos aquellos que son buenos maestros y que benefician a los estudiantes y a la Facultad, aunque no te hayan apoyado o estuvieran en otros grupos políticos. Ser la directora de una Facultad es un reto a la resistencia. En esta posición la resistencia es el gran secreto (Nicolson P y Welsh, 1992). Seguir adelante, no desistir, buscar el segundo aire, continuar. La resistencia y la tolerancia a la presión son armas invaluables para sobrevivir a una dirección donde hay gente pensante. Toda la gente cree tener la razón y seguramente desde su perspectiva la tienen, lo que les falta es la visión de conjunto que en ese momento tienes tu como directora. El secreto paciencia, paciencia y más paciencia. Las dos jefaturas dentro de la universidad le dieron visión de la totalidad de la universidad. Un líder debe poseer un profundo conocimiento de la institución que están liderando (Eggins, 1997; Hollinger, 1991; Nicolson, 1997) Los puestos administrativos en la universidad te dan visón de conjunto, del conjunto de la universidad de sus facultades y escuelas, de sus preparatorias. La pluralidad de facultades, escuelas y preparatorias, los diferentes perfiles dependiendo el área de conocimiento y las distintas problemáticas requieren en trato diferente para cada facultad pero a la vez igualitario porque Diferente no quiere decir desigual. Las matemáticas quizá nos puedan ayudar a comprender el concepto 3+2 igual 5, son dos expresiones matemáticas diferentes 3+2 es una expresión matemática y 5 es otra expresión matemática pero ambas son iguales porque tienen igual valor. Son diferentes pero iguales Para Marta el líder debe poseer la sensibilidad para el trato con personas. Yukl, (1998) sostiene lo mismo. No debe olvidar que la universidad no son sus instalaciones ni su tecnología sino que la universidad la constituyen principalmente las personas, las maestras y maestros, el alumnado, los administradores, el cuerpo directivo. Un líder debe poseer un pensamiento creativo porque su 88 labor se concentra en la solución de los problemas y en la innovación y un líder debe tener capacidad de propuesta. La relación con sus jefes la describe como de respeto absoluto, de disciplina a toda prueba y de aprender a ser una buena seguidora. Una de las características de las mujeres es precisamente ser una buena seguidora porque así está construida su identidad de género (Castañeda, 2007; Wirth, 2001; Thorne, 1993; Cooper, 2001) Mira con el jefe hay que tener mucho cuidado de no hacerle sombra, de saber que tu posición es de subordinado, aunque no me gusta el término, pero debe quedarte claro que el jefe es él y no tú. Es una regla sine qua non el no hacerle sombra al jefe. Debes ser disciplinada, siempre. Que no te vean como una amenaza porque una vez que te vean así ya valió, es muy probable que te excula de su equipo. Debes mostrar siempre lealtad y no querer pasarte de lista. Sus jefes han tenido un estilo autocrático Todos mis jefes, sin excepción han sido autocráticos y autoritarios. No recuerdo alguno que haya propiciado la democracia ni la participación abierta. A mí me gustaría ser una líder con un estilo más moderno, más democrático, más colaborativo. Reconozco que la influencia que tengo es para ser más autocrática y he ejercido en muchas ocasiones ese estilo. Algún líder situacional ha sido más democrático como cuando formas un comité y el que lidera es menos autoritario, pero más bien ha sido la excepción. Sin embargo, es importante en su relación con su jefe como colaboradora dar su opinión, sus sugerencias y propuestas cuando se enfrenta a trabajar formando equipo con su jefe. Para Gilligan (1982) el liderazgo colaborativo se presenta con mayor frecuencia en los juegos de las niñas. Soy muy respetuosa con mis jefes, pero considero que ellos esperan de una colaboradora como yo que aporte su experiencia, conocimientos talentos y por eso siempre setoy dando mis puntos de vista, mi opinión personal acerca del tema o problema que estemos tratando. Al menos eso esperaría de mis subordinados Incluso cuando el jefe está equivocado para ella es importante dar a conocer su postura Cuando el jefe está equivocado hay que hacerle saber y notar su error, con mucha mano derecha, con mucha diplomacia y tacto. Si después de dar a conocer tus ideas y propuestas él persiste en darle para delante, pues bueno, que se le va a hacer. El mejor jefe que ha tenido era, a pesar de su estilo autocrático, una persona muy inteligente, seguro de si mismo y con mentalidad abierta que supo aprovechar los talentos de cada uno de sus colaboradores. 89 Para Eggins (1997) es importante reconocer las habilidades de los seguidores y aprovechar éstas para obtener mejores logros. …el mejor jefe que he tenido poseía una forma de pensar bastante abierta. Las personas de mentalidad abierta son más exitosas porque aprovechan los talentos de cada uno de sus colaboradores. Él era tan inteligente y seguro de si mismo que permitía que cada colaborador se expresara y aportara sus ideas, esto es valiosísimo para cualquier universidad. Pero no todos los jefes tienen ese talento. Así mismo, el mejor jefe fue capaz de reconocer los talentos de cada uno, y de compartir además sus objetivos y metas. Un estilo más democrático y colaborativo (Eggins, 1997; Thorne, 1993; Cooper, 2001) También y esto es importante mi mejor jefe sabía darnos reconocimiento y nos motivaba para el logro de sus objetivos. Sus metas y objetivos eran claros y los compartía con nosotros de tal forma que el equipo sabía siempre hacía donde íbamos. La mayor parte de sus jefes, sin embargo, consideraban que la información es poder. Por lo que, ellos no compartían nunca ni los objetivos ni ningún tipo de información con los colaboradores. Un estilo muy centrado en el poder autocrático (Connell, 1993; Cooper, 2001) He tenido jefes, desafortunadamente la mayoría que creen que compartir objetivos es debilitarse y es correr riesgos. Para ellos la información siempre la debe tener el jefe y ésta no debe ser comunicada a los colaboradores. Para ellos la información es poder. La relación con los colaboradores es importantísima porque sin ellos cualquier jefe o jefa no podría desarrollar su labor, por lo que es importante que la persona que está al frente tenga la libertad de elegir a las personas que formaran su equipo de trabajo (Eggins, 1997; Castañeda 2007; Gilligan, 1982) Yo he tenido la suerte de poder elegir a la gente que va a depender de mí, salvo alguna excepción que me impuso alguna persona, siempre he elegido a las personas. Claro que esto te da una enorme ventaja y también una gran responsabilidad porque cuando tu eliges no puedes echarle la culpa a nadie no puedes decir es que fulanito me falló o sultanita no cumplió. Es tu total responsabilidad. 90 Para ella los colaboradores tanto hombres como mujeres tienen igualdad de oportunidades para desarrollarse profesionalmente. En el plano ideal los estudiosos de género opinan lo mismo, la equidad consiste en igualdad de oportunidades para hombres y para mujeres (Castañeda, 2007; Lamas, 2002, 2006, 2007; Amorós, 1990; Barbieri, 1993; Bourdieu, 2000). Yo he trabajado igual de a gusto con hombres que con mujeres. Yo no creo en la distinción de sexos, creo en la capacidad de las personas independientemente de si son hombres o mujeres. En algunos puestos he preferido mujeres u hombres, pero ha sido más bien la excepción. Sin embargo también afirma que en general las mujeres cuidan más los detalles y son más disciplinadas y los hombres son más prácticos por lo que algunos puestos exigen más la presencia de unas o de otros. La realidad es que los roles son aprendidos por lo tanto podemos los hombres pueden aprender a desarrollar habilidades para los detalles y mujeres para la práctica (Castañeda, 2007; Chodorow, 1999; Cooper, 2001; Fisher, 1999; Donnelly 1983). Por lo general las mujeres son más detallistas, se preocupan más por los detalles y más disciplinadas y los hombres son más, como te diré, prácticos, aventados, pero esto es una generalidad, desde luego que hay hombres detallistas y mujeres prácticas. En algunos puestos he elaborado perfiles del puesto y he colocado como característica deseable que sea una mujer o un hombre dependiendo del puesto. Los colaboradores son compañeros de trabajo que merecen todo el respeto (Dubin, 1951). No debe haber diferencias causadas por la jerarquía. Ella no está de acuerdo en que a los colaboradores se le llame subordinados porque eso implica diferencia de estatus (Eggins, 1997; Daymont, 1984). Los colaboradores nunca son subordinados sino compañeros de trabajo. El término subordinado me parece arcaico. Yo prefiero llamarlos colaboradores porque de esa manera los siento parte de mi equipo y siento que su trabajo está colaborando con el mío. A mí me parece que subordinado tiene una implicación discriminatoria que significa poder y estatus. Marta comparte su liderazgo porque entiende que no es experta en todos los temas. Cuando están trabajando en algún asunto o resolviendo un problema no tiene objeción en 91 permitir que otro miembro del equipo asuma el liderazgo. Gilligan (1982) sostiene que las niñas en sus juegos comparten el liderazgo con mayor apertura y facilidad que los niños. Por lo tanto esta forma aprendida de ejercer el liderazgo se reflejara en la vida adulta. …para mi es importante entender que depende la tarea que estemos realizando hay muchos momentos en que algún o alguna colaboradora asumirá el liderazgo porque tiene el conocimiento y la experiencia en ese asunto. La delegación de responsabilidades debe estar acompañada de seguimiento y control (Hersey, 1996; Hite, 2000; Karen, 1990). …la verdadera función de un líder es hacer que las cosas sucedan. Para lograrlo es necesario delegar responsabilidades. La delegación no es tarea fácil porque debe asegurarse que en realidad se esté llevando a cabo lo que se espera por lo que el seguimiento y el control son fundamentales en la función de liderazgo. Por otra parte, para ella el buen clima organizacional es fundamental para el logro de mejores resultados (Hersey, 1996; Karen, 1990, Gilligan, 1982). El clima de la organización tiene que ver con un ambiente de libertad, con una comunicación fluida donde cada colaborador sienta que puede ser comprendido y que la jefa tiene la capacidad de ponerse en sus zapatos. La compasión y la comprensión son elementos, a mi juicio, muy importantes para un buen clima organizacional. La relación con sus iguales la describe como buena y comenta que solo tuvo un conflicto con uno de sus compañeros directivos. Para algunos investigadores la relación con los iguales varones tiende a ser superficial o conflictiva (Castañeda, 2007; Lamas, 2006; Lyons, 1977). En cuanto a mi relación con mis compañeros directivos en general ha sido buena. Recuerdo haber tenido un conflicto con un director de facultad que trato de inmiscuirse en mis asuntos dando opiniones y sugerencias que no le fueron solicitadas. Él me creo un conflicto interno que supe confrontar y resolver en su momento. Para Marta la relación con sus iguales debe ser respetuosa y debe además guardar cierta distancia para no intervenir en otras áreas ni permitir que intervengan en la suya. La distancia y la superficialidad en las relaciones son predominantes entre hombres y 92 mujeres líderes en igualdad de circunstancias (Castañeda, 2007; Lamas, 2006; Lyons, 1977). Para mí la relación con mis compañeros directivos debe ser discreta y respetuosa. Procuro mantener una distancia sana. Asisto a una que otra reunión siempre de trabajo y no tengo relación con ninguno de ellos. Me parece que así debe ser. Como somos directivos estamos acostumbrados a mandar y a veces queremos dirigir en otros terrenos que no son los nuestros. Cuando ha habido momentos difíciles para algún compañero he procurado mantenerme al margen. Aun cuando los medios de comunicación me han entrevistado sobre el problema del compañero x procuro que mis opiniones no sean evaluativas y respondo con mucha cautela para no perjudicarlo…Es importante no participar en chismes. Aunque la creencia popular indica que las mujeres son más propensas a participar en rumores y chismes la realidad nos presenta que esta condición es tanto de mujeres como de hombres (Castañeda, 2007; Hierro, 1998) No participo en chismes de ninguna índole ni en política barata, que aquí le llamamos grilla. Los compañeros directivos han sido en su mayoría hombres. Entre más alta ha sido la posición que ha ocupado en la universidad, menos mujeres ha encontrado en puestos similares al de ella. En general mis compañeros directivos han sido hombres. Ha habido muy pocas mujeres, entre más alto es el puesto menos mujeres te encuentras. Recuerdo dos directoras de la Facultad y tres jefas de departamento, en este nivel en el que ahora estoy soy la única mujer. Ana La vida personal y profesional de Ana está ligada al ámbito educativo. Sus padres fueron maestros de educación básica y ella ha sido docente y administradora de instituciones educativas toda su vida profesional. Se ha desempeñado como docente, directora académica, directora de departamento y actualmente es alta funcionaria en la Universidad. Para ella al igual que para muchos investigadores el liderazgo es algo que se construye, que se aprende a lo largo de la vida (Lamas, 2006; Lipovetsky, 2002; House, 1997; Hersey, 1996; Gilligan, 1982;): Para mí, un verdadero líder va construyendo sus talentos. Los va aprendiendo en sus relaciones, con su familia, con sus amigos, con su pareja, con sus alumnos, con sus compañeros de trabajo, con sus iguales, con sus superiores y con sus colaboradores. El verdadero líder aprende a serlo. 93 El ejercicio de la docencia le proporciono la oportunidad de desarrollar una serie de habilidades entre las que destacan el logro de objetivos mediante la exigencia del cumplimiento de reglas claras. Además desarrollo una capacidad de claridad y orden en sus ideas (Hersey, 1996; Karen, 1990, Gilligan, 1982). La relación con sus estudiantes la describe así: Como profesora fui exigente pero justa. Cada estudiante que ha pasado por mi clase es un ser humano único y especial, pero también es parte de un grupo que debe seguir las normas. He aprendido que si quiero obtener resultados debo dejar claras las reglas del juego. Una de las experiencias más valiosas de la docencia es que me enseño a ser muy clara cuando doy instrucciones y me ayudó a ordenar mi pensamiento. Cada proyecto en el que participaban mis alumnos tenía reglas claras. La comunicación y el conocimiento de los objetivos que se pretenden lograr así como de las reglas es tarea fundamental de un líder (Lamas, 2006; Hersey, 1996; Karen, 1990, Gilligan, 1982) Si daban una clase o si presentaban un examen, si participaban en algún concurso o si simplemente asistían a mis clases las normas y los objetivos a lograr estaban puestas y todos los estudiantes debían conocerlas Aunque Gilligan (1982) sostiene que las mujeres tienden a ser más flexibles, Ana asegura que es importante ser inflexible en la aplicación de los objetivos y las normas. Para Hierro, (1998) las mujeres tienden a cumplir más las normas establecidas. Por supuesto las normas se hicieron para respetarse y en eso soy inflexible, a menos que sea un asunto de fuerza mayor, puedo considerar hacer alguna excepción, pero en general no hice ni hago excepciones, alumno que no cumple sencillamente no pasa. Esta experiencia de ser justa, clara e inflexible la fui formando con el tiempo y entre más lo práctico mejores resultados obtengo. El ejercicio de docencia la formo como líder. Para ella los docentes deben ser líderes y propone que en los planes de estudio de las carreras de educación haya una fuerte dosis de materias dirigidas a formar líderes (Gardner, 1986; Eggins, 1997; Darke, 1998; Cooper, 2001). 94 La docencia me formó definitivamente como líder. Yo creo que cada profesor es un líder. Los estudiantes lo tienen como modelo ha segur. Yo creo que en las normales y en las escuelas donde imparten la carrera de educación deberían agregar cursos sobre liderazgo, porque estén o no concientes de ello los maestros somos líderes… Definitivamente la docencia me formó como líder, no por algo nos dicen a las maestras que somos bien mandonas. Ana asegura que entre mejores líderes sean los docentes mejores resultados obtendrán Entre mejores estilos de liderazgo desarrollemos, mejores maestros vamos a ser. Los maestros débiles, que no saben mandar es difícil que tengan buenos grupos. Ahora que lo comentó contigo voy a hacer llegar una propuesta en este sentido a las autoridades universitarias correspondientes A lo largo de su vida profesional la relación con sus jefes ha sido buena, ella no recuerda haber tenido una relación tensa, distante o conflictiva (Hersey, 1996; Karen, 1990, Gilligan, 1982; Gardner, 1986; Eggins, 1997; Darke, 1998; Cooper, 2001) La relación con mis jefes siempre ha sido bastante cordial, al menos es así como la he percibido. Soy una buena subordinada, no soy del tipo rebelde. Esta relación cordial, se debe a que ha sabido ser buena seguidora, es decir disciplinada y trabajadora, aportando resultados concretos. El valor de un buen seguidor radica fundamentalmente en el logro de resultados (Eggins, 1997; Castañeda 2007; Gilligan, 1982). Para Ana la adulación al jefe es un método que ella no utiliza. Yo creo que los jefes sabemos apreciar a las personas disciplinadas y trabajadoras también. Porque de nada sirve un subordinado que a todo dice que si pero que no da resultados. No soy aduladora ni lame ya sabes que, no me gusta ser hipócrita ni andarme arrastrando detrás del jefe para conseguir mejores posiciones o canonjías. Yo demuestro mi valor con trabajo, con resultados. Cuando a un jefe le das resultados te conviertes en indispensable, en necesaria. Ella ha logrado escalar posiciones jerárquicas superiores dentro de la Universidad a base de trabajo y de compromiso (Eggins, 1997; Gilligan, 1982; Lamas, 2006) Con trabajo, con mucho trabajo y con buenos resultados he logrado ir escalando hasta lograr muy buenas posiciones dentro de la Universidad. No ha sido fácil, han sido fines de semana, vacaciones y hasta mi vida privada sacrificados para llegar hasta aquí. 95 En cuanto a la relación con sus colaboradores, a los que ella llama subordinados hace referencia al trato que ella les da de justicia y exigencia, que describió anteriormente en su relación con sus estudiantes Con mis subordinados o sea con las personas que me reportan a mi trato de ser justa, como te decía en mi labor docente con los alumnos, pero soy bastante exigente y siempre me apego a las normas y a lo planeado Para ella es fundamental el cumplimiento de las metas y de las tareas, para lo cual es fundamental llevar un seguimiento acucioso y detallado. Para Ana el control es básico para la obtención de buenos resultados (Eggins, 1997; Castañeda 2007; Gilligan, 1982). Cuando tengo reuniones con cada uno de ellos reviso constantemente las metas y voy viendo los resultados. Soy una jefa muy aprehensiva, me gusta tener todo bajo control y por lo mismo exijo estar enterada de todo lo que pasa en mi área de trabajo. Soy muy controladora y me gusta tener todo bajo un estricto orden. Doy seguimiento a todo lo que solicito y a todo lo que me comprometo y se comprometen conmigo mis seguidores. El buscar mejores condiciones laborales: sueldos, prestaciones, etc. es un rubro que también debe ser cuidado por una buena líder (Lamas, 2002, 2006; Eggins, 1997; Castañeda 2007; Gilligan, 1982) Eso sí, busco siempre conseguir buenos sueldos y prestaciones porque si soy exigente me gusta ser justa en la retribución. Para lograr un buen clima laboral busca evitar chismes y politiquería. Cuando detecta a una persona que se dedica a estas actividades prefiere prescindir de ella (Hersey, 1996; Karen, 1990, Gilligan, 1982; Gardner, 1986; Eggins, 1997; Darke, 1998; Cooper, 2001). No me gustan las grillas [chismes, politiquería], las detesto y no permito que en mi área de trabajo se den. Cuando detecto alguna, busco inmediatamente deshacerme de la persona ya sea buscando su traslado a otra dependencia dentro de la propia Universidad o lo despido. He aprendido a lo largo del tiempo que hay que evitar a toda costa las grillas porque son como una plaga que todo lo echa a perder. 96 Para Ana la relación con sus iguales debe estar basada en la formación de equipo. Gilligan (1982) sostiene que las niñas tienen una mayor tendencia a trabajar en equipos colaborativos y menos jerárquicos. Con los otros jefes o directores o sea con mis iguales siempre he tratado de ser muy respetuosa y me gusta muchísimo hacer equipo con todos ellos. Procuro organizar reuniones de trabajo y también de tipo personal, me gusta hacerme amiga de todos ellos porque me siento en confianza porque desempeñamos funciones parecidas. Esta forma de trabajo colaborativo permite la ayuda mutua en la resolución de problemas y conflictos. Al respecto afirma: Busco establecer nexos cercanos y comparto con ellos mis inquietudes, mis dudas, mis problemas y me gusta escuchar sus puntos de vista porque me sirven para ver otros puntos de vista que me ayuden a resolver los problemas. Ella ha querido asumir el rol de líder buscando aportar lo mejor de sí misma. Para ella es importante encontrar nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Sus experiencias en las diferentes posiciones de liderazgo le han permitido crecer y desarrollarse. Las responsabilidades asumidas le han hecho sacar lo mejor y dar lo mejor que ella tiene. Ella describe su personalidad como líder, como alguien que se encuentra insatisfecha y aburrida si está en la zona de confort. Para ella son importantes los retos. Disfruta buscando nuevas alternativas, formas, maneras y caminos para hacer las cosas. El cambio y la innovación son para Ana su mejor alimento. Para ella es importante que lo que se realicé tenga su sello personal: Me gusta ser el tipo de persona que hace la diferencia. Que lo que se haga bajo mi dirección tenga mi estilo, mi sello característico Para ser un buen líder es necesario ser efectivo y para lograrlo se requiere de ciertas habilidades como la habilidad para trabajar con grupos de personas con personalidades y culturas diversas, la habilidad para motivar, para apoyar, para cobijar, para proteger (Hersey, 1996; Gilligan, 1982; Eggins, 1997; Darke, 1998; Cooper, 2001). 97 El verdadero líder debe prever los eventos futuros y debe tener la perspicacia para saber negociar buscando siempre el bienestar del grupo que representa. El verdadero líder antepone los intereses del grupo antes que sus propios intereses. Las habilidades de organización, planeación, control y seguimiento deben estar plenamente desarrolladas. Hay una habilidad que ella menciona como una característica que se encuentra más acentuada en las mujeres que es la de poder llevar a cabo múltiples tareas a la vez y el manejo de la ambigüedad (Lamas, 2002, 2006; Castañeda, 2007; Hierro, 1998). De la información obtenida a través de las entrevistas y de la revisión de documentos se desprende que Ana ha tenido diferentes posiciones de liderazgo dentro de la universidad y diferentes tramos de control. Ana encuentra que la docencia y la dirección de diferentes áreas de la universidad exigen de habilidades de liderazgo idénticas: Si quieres tener éxito como docente debes ser un gran motivador igual que si quieres ser una buena directora. Como docente la planeación, el seguimiento y el control son fundamentales para lograr realizar las tareas con éxito, como directora también. No encuentro diferencia alguna entre una y otra actividad en cuanto a liderazgo se refiere Categoría: Barreras culturales Marta Para Marta, el matrimonio resulto ser una de las barreras más importantes que había que vencer ella comparte que: …me casé ya grandecita porque para mí era igual de importante mi profesión. En realidad hubo mucha presión familiar para que me casara. A mi esposo nunca termino de gustarle mi profesión. Finalmente tomo la decisión de divorciarse. En ningún momento de su vida de casada ella tuvo la sensación de que el esposo la apoyaba, más bien lo contrario era un reclamo permanente. Ella considera que el problema se acentuó cuando él sintió que ella 98 lo rebasaba en cuanto a que él la consideraba que ella era superior. Castañeda, (2007) investigó las causas de divorcio en México a través de entrevistas con mujeres divorciadas y encontró que una de ellas era el éxito de las mujeres en el plano profesional, económico o ambos. Para Marta cada posición de liderazgo que ocupaba significaba un motivo de orgullo y una posibilidad de nuevos retos y aprendizajes pero además significaba una nueva discusión con su marido cada vez más violenta, por elemplo: Otra vez a descuidar a tus hijos. Para que te casaste si no ibas a tener tiempo para ellos. ¿Por qué no te comportas como una mujer normal? ¿Qué acaso no los quieres? Esta forma de violencia verbal y psicológica (Amorós 1998; Castañeda, 2007; Lamas, 2007) se repetía cada vez con mayor frecuencia. Sin embargo Marta está consciente de que: Había muchos motivos para discutir, para pelear, pero los hijos era el tema que él utilizaba, porque sabía que era lo que más me pegaba. Aunque la verdad siempre estuve y estoy al pendiente de mis hijos, reconozco que mi trabajo me absorbió mucho tiempo en diferentes momentos. Él tenía como principal motivo de discusión a los hijos, sin embargo, mis hijos permanecieron siempre conmigo. Siempre yo he sido la que está a cargo de ellos, con todo lo que eso implica. Una de las posibles soluciones era dejar su carrera profesional y ser ama de casa para atender a su marido y a sus hijos. Para Wirth (2001) las barreras culturales son un verdadero obstáculo para el desarrollo profesional de las mujeres. Sin embargo, ella no deseaba ser ama de casa ni dejar su carrera profesional. Así es que, el único camino posible era el divorcio: Tarde años en entenderlo. A mí me educaron para casarme para toda la vida y eso pesaba demasiado para tomar la decisión de separarme de él. Fue sumamente difícil tomar esta decisión, pero sentía que la violencia física estaba a punto de darse y además mi carrera estaba siendo afectada cada vez más. Hasta que logré armarme de valor y di ese paso. A partir de su divorcio la carrera política de Marta comenzó a tomar un ritmo diferente. Las oportunidades y los ofrecimientos fueron presentándose: 99 No podía creerlo. Estaba feliz con mis pequeños triunfos y podía llegar a casa y festejar sin ningún temor. Era como si hubiera salido de una prisión. Las cosas tomaron otro ritmo. La vida tenía un color más brillante, diferente, hermoso. La maternidad representó una verdadera barrera (Wirth, 2001; Hierro, 1998) sobre todo cuando sus hijos eran pequeños: Tuve varias oportunidades de acenso pero en algunas implicaba viajar o estar hasta tarde en el trabajo y yo pensaba ¿y mis hijos? ¿Con quién los dejo? Rechacé algunas ofertas de trabajo muy buenas. Para Marta toda la etapa de la niñez de sus hijos fue difícil: Era correr de un lado para otro. Cuando estaba casada mi marido nunca quiso hacerse cargo de llevarlos y recogerlos de la guardería. Me divorcié cuando el mayor tenía cinco años y el menor tres. Así es que después de divorciada seguí con ese ritmo. Ahora a la distancia no sé cómo le hice pero lo hice. De veras me partí en dos para estar en la guardería y en las escuelas de mis hijos. Llegaba bien tarde a mi casa a revisar que todo estuviera en orden para el día siguiente. Para una mujer tener hijos y carrera profesional es bien difícil. Pero no soy la única, todas las mujeres que tenemos hijos sacamos fuerza no sé de donde para atenderlos y para sacarlos adelante. El acoso sexual fue otra de las barreras que tuvo que enfrentar (Wirth, 2001; Hierro, 1998; Lamas, 2002; Amorós, 1990; Barbieri, 1993). La primera ocasión que recibí una insinuación, me sentí de verdad muy mal. Llegué a dudar hasta de mi misma…pensé ¿no daría yo lugar a una cosa así? ¿Por qué se me insinuó? Cuando lo confronté con el tipo y le dije que me explicara por qué había insinuado que podía haber algo entre nosotros, el tipo se rajó (no aceptó que él se hubiera insinuado) y lo negó todo. Ahí aprendí que esto era una especie de juego más o menos cotidiano. Entre mujeres es un tema de conversación recurrente. Es más frecuente de lo que uno piensa. Sin embargo, para ella el acoso sexual no fue motivo para desistir. La cultura tradicional fue una barrera permanente (Wirth, 2001; Hierro, 1998; Lamas, 2002; Amorós, 1990; Barbieri, 1993) en la vida de Marta y se hizo presente a través de la figura conservadora de su madre: La primera lucha que tuve que librar fue y sigue siendo con mi madre. Ella es una mujer chapada a la antigua y no logra asimilar los cambios que hemos venido experimentando. Para ella la sociedad está atravesando por estos períodos críticos de familias destrozadas, como la mía, de acuerdo a su criterio, debido a que hemos, como te diría, distorsionado nuestros papeles como mujeres y como hombres. Yo estoy fuera de todas sus expectativas. Es mi culpa que mi matrimonio haya fracasado, para ella, es mi culpa que mis hijos no vivan con un padre, porque yo lo ahuyenté con mi comportamiento poco femenino. Mi madre no sólo se opone a que yo de 100 alguna manera transgreda las reglas, sino que ella ve en mí una forma de ser, como te diré, poco femenina. Este ha sido un verdadero obstáculo para mí porque siento su permanente rechazo. La verdad es que ella no me acepta como soy y no creas aun a mis cincuenta y tantos sigue afectándome. A veces me he preguntado si valdría la pena ir a ver un psicólogo para recibir ayuda profesional porque a lo mejor en el fondo yo soy la que no la acepto a ella. No sé. Las actitudes abiertamente sexistas por parte de algunos hombres y de algunas mujeres también han constituido una barrera importante (Wirth, 2001; Lamas, 2002; 2006, 2007 Amorós, 1990;): Cuando iba a lanzarme como candidata a la dirección de la facultad allá por los noventa, no más bien a mediados de los noventa, en mi grupo político estaba el director saliente y algunos maestros y maestras. Él (director saliente) se cuestionó si la Facultad estaba „preparada‟ para que una mujer fuera directora. Incluso llegamos a ensayar varios argumentos para utilizar en campaña en caso de que profesores/as y estudiantes preguntaran. La verdad no hubo necesidad de recurrir a esos argumentos porque nadie cuestionó la participación de una mujer. Los del equipo de enfrente (contrincante, el otro equipo político) si utilizaron como argumento que en una facultad de hombres no era posible que una mujer estuviera como directora. Para Marta cada barrera cultural puede ser superada si la mujer enfoca su atención en el objetivo que ella se ha propuesto. Además es importante entender que la toma de una decisión implica la renuncia a algo. Por otro, lado la cultura establece ciertas reglas, es importante conocerlas y entenderlas para poder trascenderlas. Ana Aunque ella no se casó, porque su decisión de continuar con la carrera profesional fue motivo suficiente para no llegar al matrimonio, es decir ella estuvo condicionada por su prometido: la carrera profesional o el matrimonio. Las barreras culturales están presentes en la vida de Ana (Wirth, 2001; Hierro, 1998; Lamas, 2002; Amorós, 1990; Barbieri, 1993). Uno de los fracasos en los que su ayuda (del padre y del hermano mayor) fue decisiva, fue cuando se dio el rompimiento de mi compromiso. Yo tenía preparada mi boda y quince días antes de la fecha señalada, rompí mi compromiso. De esto habló poco, pero para efectos de tu estudio creo que esta fue una de las experiencias más significativas y…más dolorosas de mi historia personal. Yo tenía un novio al que amé profundamente y él a mí, al menos eso creo. Pasados 101 cuatro años de noviazgo y teniendo yo treinta y un años y él treinta y ocho, decidimos casarnos. Pidió mi mano a mis padres, pues aun vivían y comenzamos a preparar la boda. Tú sabes, las invitaciones, la iglesia, el viaje de bodas, el banquete y todo lo que esto supone. Un día llegó a mi casa y de pronto me preguntó que cuando dejaría de trabajar. Acababa de asumir la dirección de una facultad y sentía la responsabilidad de por lo menos terminar mi primer período como directora. Era un compromiso moral con toda la gente que me apoyó, había sido una contienda sumamente difícil, y era también un compromiso conmigo misma. Hablé con él horas enteras, pero no hubo manera de convencerlo. Estaba decidido o dejaba de trabajar o no había boda. No hubo boda. A veces me pregunto si fue la mejor decisión. No lo sé. La cuestión es que a mí me hubiera gustado muchísimo casarme, tener hijos, formar una familia. Siente culpa por no hacerlo y se cuestiona si la decisión que tomó fue la acertada. La culpa es es un ingrediente muy importante en la construcción de la identidad de las mujeres (Chodorow, 1999; Lamas, 2002; Castañeda 2007). Nunca me casé y me hubiera gustado hacerlo. Pero deje pasar la oportunidad y al amor de mi vida. Lo tuve en mis manos y lo deje ir. Me arrepiento porque se que soy mujer de un solo amor. Ella también estuvo expuesta al acoso sexual (Wirth, 2001; Hierro, 1998; Lamas, 2002; Amorós, 1990; Barbieri, 1993). Para ella esto constituyó un verdadero problema, sobre todo en los inicios de su carrera: Yo fui una joven muy agraciada, modestia aparte. Era muy guapa y tenía un montón de pretendientes. En la universidad no era la excepción, yo sentía o presentía cuando iba a ser acosada por un hombre, desde la mirada, la forma de apretar la mano cuando me lo presentaban, el tono cálido de voz característico. Entonces me adelantaba a eso y construía una especie de barrera para que no sucediera. Ponía distancia de por medio, buscaba no estar a solas con la persona, hacía cosas por el estilo. El acoso en si me molestaba, no me asustaba. Lo que si me aterrorizaba era el que dirán. Me importaba muchísimo que no se fuera a decir de mí cosas impropias. Con el tiempo aprendí que el éxito no es fácil de aceptar. Pero finalmente ella aprendió a seguir su ruta profesional a pesar de esta barrera: Si, si había acoso y hubo después en los lugares donde yo trabajé. Mira aun ahora que ya soy una mujer madura, de vez en cuando hay acoso. Pero esto es parte de la vida profesional y tienes que aprender a defenderte y a avanzar. A mí ni el acoso sexual ni laboral ni de cualquier tipo, me detuvo ni me detiene. Me era y me es molesto, pero eso no me detiene. Yo tengo muy claras la metas, como dicen los norteamericanos, estoy enfocada en lo que quiero y lucho por ello. De mi se han dicho y se dicen muchas cosas. Qué si estoy aquí por favores sexuales, qué si estoy aquí por política y no por capacidad académica, qué si soy lesbiana. De las actitudes abiertamente sexistas (Wirth, 2001) Ana nos comenta, que éstas son practicadas por hombres y por mujeres: 102 Mira, cuando subes y estas en una posición de poder, eso no se perdona. Si me he percatado que si a un hombre el éxito no se le perdona, a una mujer, es casi casi un atrevimiento y menos, mucho menos se le perdona. Y no te perdonan el éxito los hombres y las mujeres menos. Las mujeres son grandes detractoras de las mujeres. En mi vida profesional he tenido más problema de patadas por debajo de la mesa y habladurías a mis espaldas con mujeres. Mis principales oponentes hoy por hoy son hombres, porque son muy pocas las mujeres en posiciones importantes. Los hombres también tienen lo suyo, pero por lo menos con más frecuencia asoman la cabeza. Pero para mí, mis principales detractoras son mujeres. La culpa es considerada por ella como una enorme barrera. Para Ana la culpa constituye la barrera más grande, la más importante: Me siento culpable de no haber sabido equilibrar las cosas. De no haber realizado mi más ambicioso sueño, formar una familia. No tuve la valentía ni el coraje para luchar. Hombres había muchos y yo me clave sólo con uno. Error fatal. Yo creo que en el fondo no quise comprometerme con nadie, por qué el compromiso está cabrón, perdón por la expresión pero no encuentro otra más adecuada. El compromiso significa renuncia, adaptación, aceptación y tal vez nunca estuve realmente dispuesta a llevarlo a cabo. En muchas ocasiones estuve a punto de aventar la toalla. Me preguntaba a mi misma ¿es esto lo que quiero para mí? Y en muchas ocasiones me contesté que no y estuve a punto de dejar todo lo construido. A veces anhelo una vida más normal, más tradicional. Me siento culpable de no tener tiempo para mí, para mis cosas. De no haber tenido más tiempo para mis padres. Tengo la sensación de que la vida se me escurre de las manos. Categoría: Modelos de referencia Marta A lo largo de las entrevistas la influencia de su padre se hace evidente (Eisler, 1981; (Nicolson, 1997). Ella siente una gran admiración y respeto por él y reconoce abiertamente el apoyo que su padre le brindó en aspectos tanto personales como académicos y profesionales: Cuando les dije a mis padres que deseaba estudiar esta carrera en principió les sorprendió porque ellos pensaban que iba a elegir una carrera más de mujeres como maestra o de perdido letras. El apoyo de mi padre fue decisivo. Para mi padre yo tenía valor, mis opiniones eran tomadas en consideración, podía discutirlo y analizarlo todo al mismo nivel. Con mi padre yo sabía que recibiría el apoyo y el aliento para cualquier situación que quisiera emprender, por ejemplo, cuando decidí estudiar una maestría en el extranjero no cabía del orgullo, su hija mayor se iba a especializar, lo gritaba a los cuatro vientos. En fin papá fue un gran guía y un entusiasta cómplice. Podía hablar con él de cualquier tema, desde mis dudas sexuales hasta la crianza de mis hijos, desde la elección de mi marido, a quien siempre respetó, hasta mi decisión de 103 divorciarme…siempre ahí al frente del cañón, listo para apoyarme. También recuerdo cuando me ofrecieron este puesto que ahora tengo en la Universidad, un puesto de segundo nivel que nunca antes había sido ocupado por una mujer, y que es de una alta responsabilidad. Mi padre me apoyo en todo momento y cuando flaqueaba o dudaba, porque aunque no lo creas tuve mis dudas, papá me apoyo, me alentó. Esto no quiere decir de ninguna manera que siempre estuviéramos de acuerdo, discutíamos mucho, había puntos de vista diferentes. Cada uno daba sus puntos de vista, con argumentos de peso, pero siempre nos respetamos. Sabía reconocer cuando sus argumentos tenían menor peso y sabía apoyarme aun cuando no estuviera de acuerdo con alguna decisión que yo tomara. Las figuras de personajes de la literatura cuya obra tuvo y tiene una repercusión social son modelos de referencia de Marta: Simone de Beauvoir , Elena Poniatowska y Elena Garro son personalidades a las que ella considera que han tenido repercusión en su liderazgo. Las tres representaron para ella el modelo de mujer no tradicional al que aspiraba ser: Cuando leí a Simone de Beauvoir, o asistí a las conferencias con [Elena] Poniatowska, o leía sobre Elena Garro, yo decía esas son otro tipo de mujeres, como esas quiero ser. La obra de Simone de Beauvoir es esplendorosa y muy reveladora para mí. Mi modelo nunca fue mi mamá, ni mis hermanas, ni todas esas mujeres tradicionales, a quienes respeto mucho, pero que yo no aspiraba a ser como ellas. Entre las figuras político-sociales destacan Mahatma Gandhi y el papa Juan Pablo II. Estos modelos son valiosos para ella porque aportan un liderazgo de esperanza. La creatividad y la valentía para cambiar paradigmas son dignos de de ser ejemplo: Para mí el Mahatma Gandhi fue un gran líder. Su obra en favor de la paz y la igualdad es extraordinaria. Lograr la independencia de su país de una de las naciones más poderosas como era Inglaterra es una empresa que de verdad requiere de muchos pantalones y valentía. Quién iba a imaginar en esos momentos que una guerra se ganaba con la paz y no con las armas. De verdad es un gran ejemplo de líder, una gran enseñanza. Yo no soy muy religiosa pero la figura del papa Juan Pablo II es la de un verdadero líder. De Juan Pablo II admiro su carisma. Un ser de verdad carismático. Su sencillez, su empatía con la gente, desde hablar su idioma hasta festejar sus tradiciones y costumbres, son rasgos dignos de imitarse. Marta tiene modelos de referencia tanto mujeres como hombres (Wirth, 2001) 104 Ana Ana siguió la carrera profesional de sus padres y los señala como sus modelos. Además para ella sus modelos tienen relación directa con el arte. Luís Buñuel, Luís Mandoki ambos directores de cine, el primero español con una gran trayectoria en México y el segundo mexicano, uno de los directores contemporáneos más destacados, y William Shakespeare poeta inglés, fueron sus modelos de referencia. La obra de Shakespeare maneja las pasiones humanas y el poder: Para mí Shakespeare es fundamental en la biblioteca de cualquier académico y con mayor razón si se trata de un líder. El manejo magistral de las pasiones humanas por el poder por ejemplo en Macbeth o en Hamlet o en el rey Lear es de una actualidad sorprendente. Podría pasarme la tarde evocando personajes de estas piezas artísticas y compararlos con personas de la vida real. Yo creo que cualquier líder debe conocer las características de los seres humanos. La obra de los cineastas Buñuel y Mandoki presenta nuevos ángulos de la realidad que un líder debe poseer: [Luís]Buñuel es otro de mis modelos. Su cine surrealista es impresionante. Me parece que la realidad es así de surrealista. Hay cada problema al que uno se enfrenta que parece de otro planeta, de otra forma de ser de la realidad misma. Ese manejo que hace en sus películas es de una genialidad y creatividad, que para que te cuento. Para mí como líder en una universidad Buñuel me ha ayudado a entender esta realidad cambiante de los académicos. Esas locuras que de pronto proponen esas ideas de avanzada, esos cambios radicales. [Luís] Mandoki [cineasta mexicano contemporáneo] es un joven de 52 o 53 años con buenas propuestas. Anda ahora filmando el fraude electoral presidencial de 2006. No sé cómo esté ese documental pero la propuesta así de entrada me parece creativa, otro ángulo. El verdadero líder para mi es aquel capaz de ver más allá del paradigma existente, es capaz de crear nuevas formas de ver la realidad. Los modelos de referencia de Ana son básicamente hombres. Hierro (1998) afirma que faltan modelos de referencia de líderes mujeres. Para ella las mujeres toman los modelos de hombres con los que se relacionaron: su padre, su jefe, su compañero de trabajo o el personaje del libro que leyeron o la película que vieron. La gran mayoría de mujeres se relacionan, en las diferentes etapas de sus vidas, con hombres porque son ellos los que ejercen el liderazgo. 105 Categoría: temas emergentes En esta categoría surgieron como temas emergentes: datos demográficos, rechazo al estereotipo de lo femenino, juegos infantiles y culpa. En cuanto a los datos demográficos emergieron en ambos casos, los siguientes: a) edad: están en sus 50´s, b) clase social: media, c) tipo de familia: nuclear, d) educación formal: hasta la carrera profesional en instituciones públicas, e) Grado máximo de estudios: doctorado, f) lugar del posgrado: Estados Unidos, g) padres (hombres) profesionistas. Los datos demográficos proporcionan información relevante ya que podemos deducir una serie de costumbres y tradiciones que explican la manera de pensar y actuar en un momento determinado (Helgsen, 1990; Hierro, 1998). Así mismo, nos reafirman la situación de excepción en ambos casos. Para las condiciones de crecimiento personal de estas mujeres no es común encontrarlas en posiciones jerárquicas altas en las universidades Por otra parte, el rechazo al estereotipo de lo femenino. Se manifiesta en diversos momentos durante las entrevistas. En ambos casos hicieron alusión a este tema. Marta afirma que: …no me gusta usar coliges, ni nada por el estilo eso se ve demasiado femenino, demasiado rosa… ¿cómo te diré? Como muy debilota. En cambio uso un buen reloj, una buena cadena discreta en el cuello y párale de contar. Como afirma algunos estudios cuando una conducta se tiene internalizada ésta pasa a ser parte cotidiana y se considera como normal (Chodorow, 1999; Lamas, 2002; Castañeda 2007). Esta conducta se incorpora al sistema de creencias de la persona, por eso cuando Marta opina sobre el uso de accesorios considerados femeninos lo importante 106 es ver cómo esta acción de usar accesorios está emparentado el sistema de creencias sobre el concepto de parecer femenina es parecer débil. Ana por su parte afirma que: …yo utilizo malas palabras aunque parezca hombre porque para que te respeten hay que parece fuerte. A lo largo de las entrevistas con ambas mujeres el tema era recurrente. Por ejemplo cuando las interrumpían hacían gala de su poder con llamados de atención bastante fuertes por ejemplo Marta dijo en repetidas ocasiones a su asistente mujer: Chingado, otra vez tú. Ya te di indicaciones precisas…cual es la parte que no entiendes. O cuando Ana se disgustó porque no habían terminado su trabajo dos de sus colaboradoras y les dijo: …de verdad estoy hasta la… (Madre) con ustedes. Les pido más atención. Estas escenas estaban fuera de entrevista ya sea antes del inicio o al terminar alguna entrevista. Lo interesante para mí es que frecuentemente también se disculpaban conmigo por: …parecer hombres pero es la manera que he encontrado para imponer mi autoridad Esto lo dijo en repetidas ocasiones Ana. Por otra parte también frecuentemente hacían alusión a lo inconveniente que era ser femenina y hacían burla de esto, como cuando Ana comentó: Me encanta ser muy femenina, muy delicada. Los colores que escojo son siempre en tonos pastel. Soy muy maricona y me gusta mucho serlo…Maricona es una forma de ser muy femenina. Me gusta ser muy femenina. Toda yo, mi atuendo, mi manera de ser, mi forma de ir por la vida. Eso es ser maricona. Que no parezco fuerte. Que quién me ve, me ve frágil, delicada, maricona pues. En algunas ocasiones Marta me dijo: …no hombre ya estaría de Dios yo llorando porque alguien me habló golpeado. No, eso es cosa de las féminas no de mujeres fuertes como yo. Ana me confió: yo guardo mis actitudes delicadas y femeninas para casos más íntimos y de familia… si quieres ser jefa tienes que mostrarte con actitud más fuerte. 107 Me pude percatar también que hacían un trato diferenciado con hombres y mujeres. En ambos casos a las mujeres las trataban más rudo. Con los hombres en cambio eran directas pero guardaban cierta distancia. Aunque ambas aseguraron que sus relaciones eran de respeto no necesariamente eran equitativas y justas. Las dos mujeres recuerdan con mucho cariño sus juegos infantiles. Ellas reportan haber jugado tanto juegos considerados de niños y como también juegos considerados de niñas. Por su parte Marta nos comparte que: …me daba igual jugar juegos de niños. Jugué con trompos, canicas y futbol así como también a la bebe leche, la roña y las comadritas. Me daba igual yo lo que quería era jugar. Ana nos dice al respecto que: Educarse con varones tiene sus ventajas. Aprendes a jugar juegos de niños, a competir con ellos. Yo jugué a los juegos de niños y también a los de niñas. Me gustaba jugar más a las muñequitas que al fútbol, pero jugué a todo. Es una ventaja porque entonces el mundo de los niños no te es ajeno. No te asusta. No eres tan diferente. De tal manera que cuando creces y tienes que jugar en el mundo de los hombres sabes hacerlo. De hecho estudié dos carreras profesionales, una femenina como la de ser maestra y otra masculina como la de ser ingeniera. Con ellos jugué a todo y aprendí a jugar todos sus juegos. Me trepé en los árboles y jugué a las canicas. A mí nunca me preocupó, de veras, nuca me preocupó si los juegos que jugaba eran de niños o niñas. Yo jugué juegos infantiles, de todos y los disfruté mucho. Gilligan (1982) sostiene que los juegos que juegan los niños y niñas son como una especie de ensayo que los prepara para la vida de adultos. Ella estudió los juegos infantiles en las escuelas de educación básica, para determinar entre otras cosas el estilo de liderazgo que los niños y niñas podían ejercer en su vida adulta. Ella obtuvo una serie de resultados que tienen que ver con liderazgos más colaborativos o más autocráticos. Es evidente un niño o niña se expone a juegos indistintamente adquirirán una serie de habilidades diferente a los que se exponen sólo a 108 juegos considerados como de niños o de niñas exclusivamente. (Amorós, 1985; Castañeda, 2002, 2007; Hierro, 1998; Lagarde, 2000) La culpa es un tema recurrente a lo largo de las entrevistas en ambos casos. Por ejemplo Marta dice: Es mi culpa que mi matrimonio haya fracasado, para ella,(su madre) es mi culpa que mis hijos no vivan con un padre, porque yo lo ahuyenté con mi comportamiento poco femenino. Yo creo que ella (su madre) tiene razón O cuando reflexiona sobre: Mi madre dice que nos sirvo para las labores „propias de una mujer‟, o sea no sirvo para tener marido y no sirvo para tener hijos. A veces me entra la duda y me digo a mi misma –¿no será que en realidad mi destino no es el de la familia?, ¿seré una buena madre?- no sé, pera a veces me siento culpable de tener esta familia tan …diferente a lo que yo hubiera querido. Por su parte Ana nos dice que: Estaba decidido o dejaba de trabajar o no había boda. No hubo boda. A veces me pregunto si fue la mejor decisión. No lo sé. La cuestión es que a mí me hubiera gustado muchísimo casarme, tener hijos, formar una familia. En el fondo creo que es mi culpa no haber logrado mis metas personales Pareciera que la culpa es uno de los aspectos que forman parte de la construcción de la identidad de género en las mujeres (Bustos, 2003; Castañeda, 2002, 2006; Lagarde, 1998). Para Castañeda (2002) las mujeres se sienten culpables de todo. Si su hijo va mal en la escuela o si el esposo no tiene ropa planchada, aunque ellas también trabajen. Algunos estudiosos afirman que el terreno de lo doméstico-privado sigue siendo responsabilidad de las mujeres, de tal manera que si algo no se da en este terreno la culpa es de ellas (Barbieri, 1993; Castañeda, 2002, 2007; Lamas, 2006, 2007; Hierro 1998). El matrimonio, el cuidado y educación de los hijos, el cuidado de los enfermos, entre otros pertenecen a lo doméstico- privado y las mujeres que no cumplen con ―sus tareas‖ sentirán culpabilidad. Hay que recordar que los patrones culturales se internalizan 109 y se consideran ―naturales o normales‖ (Lamas, 2006, 2007) de tal forma que romper los esquemas significó para estas mujeres luchar permanentemente con el sentimiento de culpa. En síntesis las historias de estas dos mujeres tienen muchos puntos en común: la edad , su clase social, la carrera profesional (aunque cada una en una ingeniería diferente), la relación extraordinaria y estrecha con su padre, la influencia del padre en la vida de cada una de ellas, la relación cercana con sus hermanos (hombres), sus juegos infantiles que no hacen diferenciación entre juegos de niñas y juegos de niños, sus excelentes calificaciones desde la educación básica hasta la profesional y posgrado, sus experiencias de liderazgo tanto en la familia como en la escuela, las buenas relaciones con sus compañeros de clase y de trabajo, las barreras que afrontaron para llegar a asumir una posición de liderazgo: el matrimonio, la culpa, el acoso sexual y las actitudes sexistas, así mismo, su alta autoestima, los modelos de referencia generalmente hombres. Desde luego guardan también algunas diferencias como el trato con la madre, estado civil, lugar que ocupan en la familia (una es la mayor y la otra la menor), la experiencia de tener hermanas y la maternidad. En el próximo capítulo abordare los hallazgos encontrados en esta investigación así como las implicaciones que estos tienen, las sugerencias para próximas investigaciones y las conclusiones. 110 CAPÍTULO 5 HALLAZGOS Y CONCLUSIONES Este capítulo está conformado por tres secciones. La primera de ellas reporta los hallazgos basados en la presentación y análisis de los datos y es presentada utilizando las preguntas de la investigación y los temas de cada categoría; la segunda presenta las conclusiones que se derivan de los hallazgos y finalmente la tercera sección muestra las implicaciones, aprendizajes y sugerencias para la práctica y la investigación. Hallazgos Esta sección está organizada con cada una de las cinco preguntas de investigación y los temas emergentes. 1. La primera pregunta de investigación fue: ¿Qué experiencias de la vida familiar de las mujeres líderes coadyuvaron en la formación de sus habilidades de liderazgo? Relación con el padre. En los dos casos la relación con el padre fue muy cercana, describiéndolo como una gran persona que siempre estuvo presente para apoyarlas y orientarlas. La figura del padre fue importante en la vida de cada una de estas mujeres. Las experiencias con él, su motivación, su cercanía, sus consejos, fueron determinantes en su carrera profesional. Para cada una de ellas su padre fue un impulsor en cada uno de las empresas en las que participaban, desde los juegos infantiles que cada una de ellas jugaba, tanto tradicionales como no tradicionales hasta las actividades extracurriculares, campañas políticas y competencia por puestos jerárquicos. El padre siempre las alentó y apoyo. Es evidente que hubo en ambos casos una gran afinidad e identificación. El padre estuvo presente en 111 los momentos más difíciles y las ayudo a salir adelante. Esta relación en ambos casos fue fundamental y sumamente importante. En sus experiencias de vida significativas el padre jugó un papel preponderante. Relación con la madre. Esta relación mostró diferencias significativas en cada caso. Para una de ellas esta relación fue distante y de oposición permanente. Las experiencias con la madre en este caso no fueron significativas en términos de contribución para su liderazgo. Para uno de los casos, la madre fue considerada más bien como un obstáculo antes que un potenciador. Para la otra mujer líder, la madre fue considerada como una gran impulsora y motivadora. La relación fue tan cercana como con el padre. Su madre tuvo una gran influencia en su formación. Las experiencias con la madre fueron significativas. La contribución de ésta fue reconocida totalmente. Relación con los hermanos/as. Esta relación revelada en la historia de Marta fue cercana y de una identificación con los hermanos más que con las hermanas. Este acercamiento permitió conocer el mundo masculino desde una posición cercana. Los juegos masculinos, sus reglas de participación, las interacciones de lo participantes y la manera tan diferente de abordar el juego en relación con los juegos femeninos contribuyó a enriquecer su visión del ser humano, desmitificando el mundo de los hombres y construyendo una visión más holística de la realidad. En la historia de Ana, al ser ella la única hija de una familia de cuatro, convivió solo con hombres. Se relacionó con ellos en muchos sentidos, juegos, división democrática de las tareas domésticas. Aprendió que los hombres y las mujeres pueden 112 realizar cualquier tarea sin distingo de género. Para ella la división del trabajo según el sexo al que pertenece la persona es absurda y fragmentada. El ser humano, independientemente del género al que pertenezca puede realizar cualquier tarea que se le encomiende sin que esto afecte su identidad. Ella mostró predilección por el hermano mayor a quien llega a identificar como un padre. Se sintió protegida por él, apoyada y alentada a realizar sus sueños. Esta experiencia con los hermanos le proporciona una visión más completa de la realidad con más oportunidades no solo de empleo sino de crecimiento personal para todos los seres humanos. Las experiencias de liderazgo dentro de la familia En el caso de Marta, ella fue la mayor de una familia de nueve hijos e hijas. El solo hecho de ser la mayor le dio una posición de liderazgo que la coloca con autoridad sobre el resto de los hermanos y hermanas. Esto le permitió vivir una serie de experiencias donde aprendió a ser líder y a ejercer su liderazgo sobre sus hermanos/as. La relación con su padre y con su madre fue en muchos sentidos de iguales, aunque nunca dejó de reconocer su autoridad. Esta posición de hermana mayor tanto de hombres como de mujeres fue una excelente oportunidad de aprendizaje para ejercer el liderazgo sobre unos y otras sin establecer diferencias. No buscó por ejemplo, ser más ruda con los hombres y más suave con las mujeres, no permitió que solo las mujeres se hicieran carago de lo doméstico, incluyéndose ella misma, negociando siempre con su madre que las tareas debieran ser repartidas de manera equitativa. Para Ana, el ser la más pequeña de los hijos y la única mujer, no representó diferencia alguna. Ella fue ‗empoderada‘ tanto por el padre como por la madre para que 113 hiciera sentir la igualdad de derechos frente a sus hermanos. El trato recibido por los padres hacía ella fue exactamente igual que a sus hermanos. No recuerda consideraciones especiales. Sus hermanos se percataron de que el hecho biológico de que Ana fuera mujer no la hacía más débil ni marcaba diferencia alguna en cuanto a trato y división de tareas domésticas. El ‗empoderamiento‘ de Ana fue un detonante en sus experiencias como líder ya que éste permitió que ella tomara sus propias decisiones y asumiera la responsabilidad de los actos consecuentes. Dado que ella fue considerada igual que sus hermanos, su voz era escuchada y participó aportando su punto de vista en la resolución de los problemas y situaciones por las que la familia atravesaba. De lo anterior podemos inferir que en ambos casos las experiencias familiares les permitieron desarrollar una visión más holística, menos dicotómica. El empoderamiento de cada una de ellas fue también una experiencia significativa y además la relación de apoyo y de aliento ya sea del padre y/o de la madre y/o de los hermanos/as, fu significativo para desarrollar su seguridad y auto confianza. Las experiencias de liderazgo hacia el interior de la familia guardaron estrecha relación con el ‗empoderamiento‘ y con los niveles igualitarios y altos de participación de todos los integrantes de la familia. 2. La segunda pregunta de investigación fue: ¿Qué experiencias de la vida educativa de las mujeres líderes contribuyeron a su labor como líder? 114 Relación con los profesores/as Para Marta esta relación fue muy buena. No tuvo contratiempos significativos con ninguno de ellos/as. De las experiencias con las profesoras de la escuela primaria aprendió a ser disciplinada y exigente consigo misma. La puntualidad en todas sus expresiones, tanta en la llegada como en la apertura de reuniones y juntas de trabajo, tanto en la recepción como en la entrega de tareas y proyectos, fue uno de los hábitos que más útiles le han sido. Los valores de respeto y la capacidad de escucha han constituido una de las experiencias que más ha contribuido en su trabajo como líder de un equipo de trabajo. De los profesores/as de la escuela secundaria además de la exigencia, el valor del trabajo en equipo entre ellos y entre los estudiantes, la solidaridad y la subsidiaridad llegando a formar equipos sólidos y unidos. La disciplina para con el líder fue importante, es decir, aprender a ser líder es aprender al mismo tiempo a ser buenos seguidores. Las experiencias más importantes en la escuela secundaria tuvieron que ver con el valor de ser buenos seguidores y ser buenos líderes, porque eso le da fuerza, sentido de dirección y cohesión a cualquier grupo humano. En la escuela preparatoria la pluralidad de ideas y corrientes filosóficas y políticas manifestadas por los maestros/as constituyó un universo más abierto y rico. Estas experiencias favorecieron el desarrollar una visión más amplia y clara de una realidad compleja. Fue como abrir el foco de la lente de la cámara, se pudieron captar ángulos de la realidad inéditos hasta ese momento en la vida de Marta. En la universidad por el contrario fue enfocar la atención en un solo objetivo: la carrera profesional elegida. Cada profesor, porque aquí solo tuvo relación con profesores y no tuvo profesoras, se enfocaba en su especialidad. La capacidad de enfoque y profundización fueron las 115 experiencias más significativas para Marta en sus estudios profesionales. Ella menciona como una de sus maestras más significativas aquella que tuvo que ver con una filosofía más igualitaria y equitativa entre hombres y mujeres. Para ella esta maestra con orientación feminista jugó un papel determinante en su formación como profesional y como persona. Con ella se apropió de ideas de equidad que aun hoy en día están presentes en su actuar profesional y personal. Es significativo en la vida educacional de Marta que en la primaria solo tuvo relación con maestras, en la secundaria y preparatoria se relacionó tanto con profesores como con profesoras y en la universidad solo con profesores. Este fue un tema emergente en el que Marta reflexionó sobre el porqué de alguna manera su madre hacía la conexión entre la universidad y los hombres. Aunque esto ya ha estado cambiando. La relación de Ana con sus profesores/as de primaria fue muy buena. Ella recibió apoyo y comprensión e incorporó estos valores en su actuación como líder. Ella aprendió que para realizar cualquier tarea es importante que la persona que esté al frente tenga la habilidad para interesar y motivar a los seguidores. Estas características de buenas motivadoras las aprendió de dos profesoras de la primaria y relacionó: buena motivación con buenos resultados. De la relación con sus profesores/as de secundaria recuerda algunos sinsabores. De esos malos maestros con los que se tuvo que relacionar aprendió lo que un buen líder no debe hacer ni ser. El autoritarismo puede efectivamente obtener resultados más o menos óptimos, sin embargo lo que también genera con toda certeza es un ambiente de frustración, de baja autoestima, de actitudes recelosas y desconfiadas y en general un clima organizacional poco propicio para el crecimiento y el desarrollo personal y profesional. 116 En la escuela Normal la relación con los profesores/as fue bastante buena. La cordialidad y la amistad con algunas profesoras generaron un buen ambiente educativo. Aprendió que los buenos líderes educativos deben propiciar ambientes más amigables dentro de las escuelas y facultades. Los profesores y los estudiantes desarrollan mejor sus potencialidades en ambientes propicios para ello. La Normal fue decisiva en su formación como líder dada la etapa de vida en la que se encontraba. Para Ana la Normal fue la institución que más influencia tuvo en su vida personal y profesional. Con los profesores de la universidad la relación fue de respeto pero distante. No tuvo contratiempos con ninguno de ellos/as. En la universidad se relacionó básicamente con profesores ya que en toda la carrera profesional sólo tres profesoras le dieron clase. De la relación con algunos profesores de la universidad aprendió a desarrollar fundamentalmente habilidades de liderazgo político, como la negociación, la capacidad para escuchar y ser empática con las necesidades de los representados, el desarrollo de una visión social por encima de lo personal, la distinción entre lo popular y lo importante que no siempre son compatibles y la habilidad para hablar en público. Relación con los compañeros/as de clase Las dos mujeres líderes coinciden en que se relacionaron más significativamente con mujeres. Ambas hablan de sus mejores amigas pero no mencionan mejores amigos. En los dos casos sus amigas no fueron líderes o no ocuparon posiciones de liderazgo. Sin embargo, las dos hablan del aprendizaje de la lealtad y la amistad incondicional. Ambas coinciden en afirmar que tuvieron muy pocas amigas de verdad. Convivían con muchas 117 compañeras de escuela y de trabajo pero no llegaban a considerarlas amigas en el amplio sentido de la palabra. Las actividades extracurriculares Las actividades extracurriculares les permitieron conocer otros ángulos de la educación, que hizo posible que la acción de cada una de ella traspasara el aula y fuera más allá. Marta participó en concursos de poesía recitada y en oratoria lo cual la hizo desarrollar su dotes para hablar en público y colocar el énfasis donde debía estar dentro del discurso, desarrollo además, la memoria, el autocontrol frente a auditorios, la improvisación y la habilidad para llamar la atención, todas estas habilidades fueron de gran utilidad para su labor como líder de grupos y proyectos. Ella también fue una participante activa como representante de grupo escolar y presidenta de la sociedad de alumnos. Ésta experiencia favoreció el desarrollo de habilidades y las actitudes para el liderazgo político, tales como la negociación, la búsqueda del bienestar común y la conciencia social. Ana participó en actividades artísticas y culturales como danza y teatro y además como organizadora de eventos académicos como la semana cultural en la escuela Normal. De estas experiencias Ana aprendió a trabajar en equipo, sabía que un error suyo repercutía en el resultado final de todo/as los/as participantes, así fuera una obra de teatro que un baile folklórico. Para ella como líder el trabajo en equipo es fundamental. Pero el verdadero trabajo en equipo requiere la participación de cada miembro del equipo y para lograrlo es importante que cada uno conozca lo que tiene que hacer y la repercusión que tiene su 118 labor en otros miembros del grupo. Ella no cree en los equipos donde unos trabajan y otro no. Fue ayudante de algunas maestras para la revisión de tareas y trabajos y fue encargada de la escolta. Todas esas posiciones le dieron autoridad y supo desempeñarse con modestia, responsabilidad y discreción, actitudes que serían de gran utilidad en su labor futura. Participó y ganó en diversos concursos de conocimientos lo que le dio la oportunidad de ejercer liderazgo por conocimiento. Ella descubrió que el conocimiento también te otorga reconocimiento y admiración de los compañero/as. Esta experiencia ha favorecido que busque siempre tener una cultura amplia. Su avidez por la lectura, por el buen cine y teatro y por todas las manifestaciones artísticas la colocan como una mujer con una cultura muy amplia. Para ella una buena líder debe ser una gran conocedora. La calificación El obtener calificaciones de excelencia fue una de las experiencias más significativas en ambos casos. Las dos mujeres fueron alumnas de altas calificaciones, fueron reconocidas y recibieron distinciones académicas. La calificación les dio confianza y alta autoestima. Este reconocimiento fue de alto valor hacia el interior de la familia y por supuesto hacia el exterior porque éstos se hacían públicos. La seguridad, confianza y autoestima son cualidades que una buena líder debe poseer. Las experiencias de liderazgo Dentro de la vida estudiantil son vividas por ambas mujeres. Marta fue representante de grupo en diferentes años escolares tanto en la escuela secundaria como en la preparatoria y fue presidenta de la sociedad de alumnos en la escuela secundaria. Ana fue representante de grupo en la escuela Normal los tres años consecutivos que 119 duraron sus estudios en esa institución. Además se desempeño como auxiliar de varios profesores en la universidad. 3. La tercera pregunta de investigación fue: ¿Qué experiencias de vida tuvieron las mujeres líderes en cada una de las posiciones de liderazgo que desempeñaron a lo largo de su carrera profesional? Experiencias docentes Para Marta ser profesora en la universidad fue una buena experiencia de liderazgo. Ella sabía que sus decisiones afectaban a sus grupos, desde como iba a evaluar hasta en la forma de dar sus clases. Para ella la profesora o profesor es un líder impuesto porque los estudiantes no lo han elegido, sin embargo, el docente se legitima en cuanto obtiene el reconocimiento de los estudiantes. Solo los maestros exigentes y responsables tienen ese reconocimiento y se constituyen en buenos líderes de grupo. Los profesores irresponsables son una carga que los estudiantes y las instituciones educativas no deben solapar. Para Ana el profesor de un grupo de cualquier nivel es un modelo a seguir. El liderazgo docente tiene que ver con la formación de los estudiantes. El docente tiene una enorme influencia en los alumnos/as, que se ve reforzada por la familia. El padre y la madre influyen en los hijos/as para que estos crean en sus profesores, de tal manera que lo que el profesor afirma o niega tiene un gran peso en los estudiantes. Relación con el jefe/a. En ambos casos han tenido a lo largo de su carrera profesional jefes nunca jefas. La relación con sus jefes ha sido bastante cordial. Ambas coinciden en que un buen líder debe también ser un buen seguidor y debe entender este rol a la perfección. Para ellas, el 120 jefe en turno no las percibió como una amenaza queriendo asumir un rol que en ese momento no les correspondía. Ambas han tenido experiencias con líderes autocráticos la mayor parte de su vida profesional. Con líderes democráticos ha sido en ambos casos más bien la excepción. Reconocen que están influidas por el liderazgo autocrático porque han estado más expuestas a ello, aunque ambas aceptan que están intentando ser líderes más democráticas porque están conscientes de que este estilo puede dar mejores resultados. Sin embargo existen algunas diferencias. Para Marta la relación con el jefe en turno fue siempre respetuosa, pero para ella fue importante hacerle saber su opinión sobre todo cuando ella consideraba que el jefe podía estar equivocado. Esto debe hacerse con mucha diplomacia, pero debe hacerse, sobre todo porque sus jefes la consideraban parte del equipo y lo que él esperaba era que las personas que formaban el equipo le dieran su opinión. Si después de dar su opinión, el jefe persistía en su idea era frecuente que se adhiriese a ella. Para Marta su mejor jefe tenía una mentalidad abierta y no se asustaba con las opiniones de ninguno de sus colaboradores porque además estaba seguro de sí mismo. Tenía claros sus objetivos y los persiguió hasta lograrlos. Este jefe los compartió con sus colaboradores y los convenció de que sus objetivos eran los objetivos de cada uno de ellos y que lograrlos beneficiaría a todos. El mejor jefe fue capaz de reconocer a los colaboradores por el trabajo desempeñado y también fue capaz de escuchar todas las voces aun las contrarias. Para Ana en cambio era importante confiar en el jefe porque el tiene una visión de conjunto. Ella recomendó demostrar al jefe con trabajo y dedicación que sus indicaciones 121 se están siguiendo. Para ella el jefe siempre esperó que sus expectativas fueran superadas. Ana insiste en que al jefe no hay que contradecirlo con palabras sino más bien que los hechos hablen por sí mismos. Para ella una buena seguidora se gana el respeto y reconocimiento del jefe con disciplina y trabajo. Si la persona demuestra su eficiencia, el jefe la tomara en consideración para solicitarle consejo, opinión o sugerencia con respecto al asunto o problema de que se trate. Relación con sus colaboradores Para las dos esta relación es muy importante porque de ellos depende su éxito. El tener la libertad para seleccionar a los colaboradores les confiere por un lado una gran responsabilidad porque no hay pretextos para que las cosas no funcionen, pero por otro lado les permite estar seguras de que la persona seleccionada tiene las características que ellas necesitan. Ambas coinciden en que no es importante el género de las personas, lo que interesa es la capacidad. Sin embargo, las dos están de acuerdo en que hay puestos que requieren por la naturaleza del puesto preferentemente a mujeres o a hombres. Dada su experiencia por lo general las mujeres tienden a ser más disciplinadas y los hombres a ser prácticos, aunque hay excepciones a esta generalidad. Para Marta un colaborador es eso y nunca debe ser considerado como inferior por eso no está de acuerdo en que se les denomine subordinados sino colaboradores. Para ella es importante compartir el liderazgo y entender que ella no es experta en todos los temas. Su autoridad está basada en la participación y el respeto. El respeto se obtiene demostrando con hechos que la tarea es conocida por ella. Para lograr buenos resultados debe haber confianza y delegación de tareas y de responsabilidades. 122 El seguimiento y control deben estar presentes en todos los procesos pero no deben ser instrumentos coercitivos sino más bien de mejora continua. Los asuntos personales de los colaboradores afectan los resultados por lo que la comprensión y compasión son elementos clave para el buen clima organizacional. La comunicación permanente favorece un buen ambiente. Para Ana en cambio el colaborador debe saber muy bien cuál es su rol. El que ellos reconozcan quien es la jefa es importante. Hay posiciones que deben estar bien claras, la jefa es una y el colaborador es otra. Esta diferenciación coloca forzosamente a unos por encima de otros. Alguien debe tomar el mando y ese alguien debe ser reconocido. Aunque la jefa y los colaboradores son iguales en cuanto a derechos son diferentes en cuanto a tareas. La jefa debe ser una experta en todas las áreas que controla porque como va a exigir algo que ella no domina. Debe haber delegación de tareas pero con un control cercano. Cada tarea debe ser revisada o supervisada por la jefa. La jefa debe estar enterada de todo lo que ocurre en su área. Aunque es importante la empatía con los colaboradores en el área personal, se debe tener cuidado de no caer en el paternalismo. La comunicación es importante siempre y cuando sea relativa al trabajo. Los chismes y las ‗grillas‘ deben ser evitados. El orden debe ser buscado en todo momento. Aunque ambas enfatizaron en todo momento el sentido de respeto e igualdad, aun siendo ellas las jefas, hubo contradicciones a la hora del trato diferenciado que ellas hicieron con respecto a colaboradores y colaboradoras. Con las colaboradoras su trato fue bastante 123 más autoritario y ―grosero‖ comparado con el trato que ellas brindaron a sus colaboradores hombres. Relación con sus iguales En cuanto a esta relación ambas afirman que en general ha sido buena. El respeto por cada área es fundamental. En términos generales no ha habido problema. El compañerismo y la confianza han sido experiencias en ese sentido con muy buenos resultados. La ayuda mutua y la empatía son características de esta relación. Para Marta han existido muy pocas personas con las que haya habido conflicto. En lo que va de su carrera profesional solo recuerda un director de facultad que se trato de inmiscuir en su dirección, dando una serie de consejos y sugerencias que no habían sido solicitados. En este caso ella fue contundente y directa con esta persona. Ella ha tratado de ser sumamente respetuosa y discreta. Ha procurado no opinar ni aun en momentos álgidos, ni con la persona de que se trate ni con otras personas. Cuando han pedido su opinión, por ejemplo los medios de comunicación, ha sido cautelosa y ha emitido alguna respuesta sin evaluar a su compañeros. No participa en chismes ni política barata. Para ella la relación con sus iguales debe guardar una sana distancia. Para Ana las experiencias en general han sido de colaboración. Ella ha buscado establecer una red de relaciones con sus iguales. Eventos sociales como cumpleaños, bodas, aniversarios, etc. han sido importantes y tomados en cuenta. Además ha consultado en múltiples ocasiones a sus iguales sobre algún asunto o ha sido consultada. Para ella es importante una relación cercana y estrecha. 124 4. La cuarta pregunta fue: ¿Qué barreras tuvieron que afrontar las mujeres líderes para asumir posiciones de liderazgo? Matrimonio y maternidad Para Marta el matrimonio fue una barrera muy fuerte. Desde que se casó el esposo se encargó de recordarle que era una mujer casada y como tal tenia ciertas restricciones, entre ellas la responsabilidad de la casa y de los hijos. La violencia familiar fue una de las experiencias más significativas para ella. El único recurso que encontró para seguir con su carrera profesional fue el divorcio. Su matrimonio duró seis años. La maternidad fue difícil de sortear. Atender a los hijos fue una tarea ardua sobre todo porque ésta exigía tiempo. Buscó apoyo en guarderías, jardines de niños, escuelas privadas, clases diversas particulares, clubes, etc. para poder combinar su vida profesional y personal. Buscó el apoyo de diversas mujeres como nanas, enfermeras y maestras particulares. Para Ana el matrimonio estuvo condicionado a dejar la carrera profesional. Ana no dejo la carrera profesional. Ana no se casó. Aun ahora se pregunta si está fue la mejor decisión. El acoso sexual Las dos mujeres líderes han padecido el acoso sexual por parte de sus compañeros de trabajo. Jefes inmediatos, jefes de sus jefes y colaboradores han insinuado o pretendido insinuar que a cambio de un favor sexual ellas podrían obtener mejores puestos de trabajo, mejores salarios o hasta mejores evaluaciones de desempeño. Ambas habían normalizado el acoso sexual categorizándolo como normal hasta hace pocos años. 125 Para las dos es un suceso molesto y bochornoso. Ambas lo identifican incluso desde antes que suceda. Pueden predecirlo e incluso en múltiples ocasiones han podido evitarlo. El acoso sexual no ha constituido una barrera para ellas porque se han enfocado en su objetivo y han podido sostenerse en una posición que califican como respetable. Actitudes sexistas Los comentarios misóginos, las reuniones solo de hombres, la negociación en locales no propios para mujeres son comportamiento sexistas que han tenido que confrontar cada una de las mujeres líderes. Las críticas permanentes de mujeres y hombres en torno a su moralidad es otro actitud sexista común a la que se han enfrentado ambas. Por supuesto estas actitudes son aprendidas en los diferentes espacios sociales y culturales, por ejemplo, en la escuela está bastante marcada la diferenciación entre lo que se considera actividades de hombres y las de las mujeres. Ana hace referencia a la maestra que traía un balón de futbol para que los niños jugaran y a las niñas las llevaba a jugar a las rondas. Ella misma se pregunta y qué pasa si un niño decide ir a jugar a las rondas porque así le gusta o una niña quiere jugar futbol con los niños. Esa posibilidad no existía en las escuelas donde ellas se educaron. Valdría la pena preguntarse cuanto ha variado esto. Dentro de la familia también las actividades de los hombres estaban diferenciadas de las de las mujeres. A ellas les correspondían las actividades domésticas como trapear, limpiar la casa, hacer la comida y a ellos en cambio actividades fuera de casa como arreglar el carro o componer una falla eléctrica. Lo cierto es que este tipo de situaciones fomentan la construcción de actitudes sexistas que verán reflejadas en la vida adulta. 126 5. La quinta pregunta fue: ¿Que modelos de líderes tuvieron influencia en la formación de las mujeres líderes? Modelos familiares En el caso de Marta su padre ejerció una gran influencia. A él le tenía y tiene una profunda admiración y confianza para consultarle todos sus problemas de carácter personal y profesional y para discutir y analizar con él las posibles soluciones. En el caso de Ana su padre, su madre y su hermano mayor constituyen sus modelos de referencia familiares ya que cada uno de ellos ejerció influencia en su vida personal, social y profesional. Para Marta su modelo de referencia familiar es un hombre. Modelos docentes Para Marta la admiración que ella siente por dos de sus profesores de la universidad, los perfila como modelos educativos. Para ella, estos modelos tenían características como el sentido del humor, la justicia, el don de gentes, la perseverancia, la claridad de objetivos y la seguridad en sí mismos. Eran grandes motivadores y le trasmitían confianza en si misma y fuerza para luchar por sus objetivos. La alegría de vivir y el mañana con proyectos eran sus enseñanzas con el ejemplo. No considera a ninguno de sus maestros/as de los otros niveles educativos como modelos. Para Marta sus modelos de referencia educativos son básicamente hombres. Aunque es importante destacar que en este caso ella menciona a una maestra con filosofía feminista no la menciona como modelo de líder a seguir. Sin embargo, para Marta las ideas de esta maestra influyen en su formación como líder. 127 Ana en cambio considera que un profesor de la escuela Normal fue su modelo a seguir. La exigencia para lograr mejores trabajos, la pulcritud en las ideas, la rectitud en las acciones, el orden en todos los sentidos son algunas de las características que Ana considera que este maestro le trasmitió. Para Ana su modelo de referencia educativo es hombre. Personaje histórico y/o cultural y/o social Para Marta existen varios modelos de referencia como Mahatma Gandi, Juan Pablo II, son personajes que admira y con los que se identifica. De Gandi la capacidad de negociación y la habilidad para luchar por lo que se quiere buscando hacerlo mediante nuevos paradigmas son los rasgos con los que se identifica. De Juan Pablo II la perseverancia y la condición de crecerse en la adversidad son solo algunas de las características señaladas por Marta. Los personajes que sirven como modelo de referencia de Marta son dos hombres. Para Ana los personajes históricos con los que se identifica tienen que ver con el arte ente los que menciona están: Shakespeare es fundamental por el manejo magistral de las pasiones humanas por el poder por ejemplo en Macbeth o en Hamlet o en el rey Lear. los cineastas Buñuel y Mandoki porque presenta nuevos ángulos de la realidad que un líder debe poseer por ejemplo la flexibilidad por la realidad cambiante, la comprensión profunda del otro, la colaboración y el trabajo en equipo. Los modelos de referencia de Ana son, además de su mamá, básicamente hombres. 128 6. Temas emergentes Temas emergentes Como temas emergentes surgieron: los datos demográficos, el rechazo al estereotipo de lo femenino, los juegos infantiles y la culpa. En cuanto a los datos demográficos encontré que las dos mujeres tienen mucho en común. Ambas son mujeres cuya edad está comprendida en los 50´s, la educación que recibieron desde la básica hasta la profesional fue en escuelas públicas, son ingenieras y tienen doctorado en los Estados Unidos, son de clase media y crecieron en familias cuya estructura es nuclear, es decir, padre, madre e hijos. Por lo que se refiere al rechazo al estereotipo de lo femenino, en ambos casos enfatizaron el rechazo al estereotipo de lo femenino por considerarlo inferior al masculino. De hecho ambas participantes hicieron referencia a que parecer demasiado femeninas la hacía lucir débiles. Las dos refieren haber jugado juegos considerados de niños y niñas indistintamente. Así mismo, las dos muestran culpa a lo largo de las entrevistas. Aunque a pregunta expresa de si se sentían culpables ellas lo negaron en varias ocasiones, la culpa emergió a lo largo de las entrevistas. Para algunos estudiosos la culpa está incorporada en la identidad de las mujeres (Garcia y Olveira, 1994; Lagarde, 1990; Castañeda, 2007; Lamas, 2002, 2007). Ellas sienten culpa permanentemente y eso afecta sus relaciones con los demás (hijos, pareja, amigas) y con ellas mismas. 129 Conclusiones Las conclusiones están presentadas utilizando cada una de las categorías de análisis: experiencias familiares, experiencias educacionales, experiencias laborales, barreras culturales, modelos de referencia y temas emergentes. Experiencias familiares Las dos mujeres líderes crecieron en ambientes familiares estables. No reportan violencia o cualquier otra forma de inestabilidad severa en sus familias de origen. Ambas fueron apoyadas y alentadas por sus padres, ya sea el padre, o el padre y la madre. Las dos reportan un fuerte lazo de afinidad e identificación con el padre. En el caso de Marta se identificó más con los hermanos. Y Ana creció en una familia de hermanos porque no tuvo hermanas. Experiencias educacionales Las dos mujeres líderes estudiaron desde su educación básica hasta su educación profesional en instituciones públicas lo que les propició una visión amplia del espectro social al compartir sus clases con estudiantes de diferentes clases sociales, económicas y culturales. Ambas participaron durante su etapa formativa en diversas actividades extracurriculares y reconocen la importancia de estas actividades para su actuación como líderes. La participación política ya sea como representante de grupo y/o como presidenta de la sociedad de alumnos fueron experiencias vividas en ambos casos. Esta participación les proporcionó una visión de responsabilidad diferente, una conciencia social porque buscaron el bienestar del grupo representado antes que su propio bienestar. 130 El desarrollo de habilidades y actitudes durante su vida estudiantil tiene un peso mayúsculo en su vida profesional, de hecho se refieren en todo momento a habilidades y actitudes más que a conocimientos. Fueron alumnas que no tuvieron problemas con sus profesores/as, de hecho llevaron muy buena relación con cada uno de ellos/as a lo largo de su vida como estudiantes. Fueron alumnas bastante tranquilas y se consideran a sí mismas como no problemáticas. Ambas fueron alumnas destacadas con altas calificaciones y con diplomas de primeros lugares en concursos diversos, así como también, se graduaron de la universidad en sus estudios de pregrado con honores: una con mención honorífica y la otra con excelencia académica. El reconocimiento tanto de la familia como del alumnado y los profesores y profesoras fue un factor importante en su formación. Las altas calificaciones obtenidas por las dos mujeres líderes fueron generadoras de seguridad en sí mismas y de alta autoestima, formándose un círculo virtuoso: me esfuerzo, obtengo altas calificaciones, me reconocen y me siento segura y fuerte. Este proceso se continuó en sus carreras profesionales. Así mismo, la responsabilidad fue un elemento importante durante su formación, ellas fueron muy cuidadosas y cumplidas con sus tareas, buscando en todo momento que estas fueran de calidad en contenido y forma. En cuanto a sus estudios de licenciatura ella culminaron carreras profesionales consideradas no tradicionales. Ambas reportan que fueron muy pocas las mujeres en su generación que estudiaban esas profesiones. Coinciden al afirmar que querían estudiar una carrera no tradicional porque pensaban que ellas tenían las mismas posibilidades y 131 capacidades que los hombres. Reportan que en ningún momento sintieron rechazo o discriminación por parte de sus compañeros de clase. Por el contrario, sus profesores si hacían distinciones. En sus estudios de pregrado tuvieron mayoritariamente profesores y muy pocas profesoras. Ambas realizaron estudios de postgrado en los Estados Unidos, algo poco común en las mujeres de su generación. Sin embargo hay que considerar también que son mujeres que han desarrollado su carrera profesional en la administración académica de universidades. Experiencias laborales La relación con sus jefes fue de respeto y disciplina. Cuando ellas describieron como era su relación con los jefes proyectaron como deseaban ser tratadas ellas como jefas. En todo momento hicieron hincapié en ‗no hacerle sombra al jefe‘ y ser buenas seguidoras. Además coincidieron en afirmar que les gustaría practicar un liderazgo más colaborativo y democrático aunque prácticamente se habían relacionado con jefes autocráticos. En su carrera profesional siempre se relacionaron con jefes hombres porque nunca habían tenido una jefa. Ambas hicieron distinciones de trato ente sus colaboradores. A los hombres los trataron con mayor cordialidad y a las mujeres de manera más autocrática. Las dos mujeres líderes llamaron a sus seguidores o subordinados, colaboradores, porque les pareció que era un término más adecuado e igualitario. Aunque una de ellas afirmó que entre sus colaboradores y ella había una diferencia: ‗ella era la jefa y eso debía quedar claro‘. Cada una proyectó un estilo propio, una más centrada en las relaciones, la comunicación y la empatía para formar ambientes de trabajo más agradables, es decir 132 centrada en el proceso y la otra centrada más en la tarea es decir en la cantidad y calidad de los resultados. En cuanto a la relación con sus iguales las experiencias fueron diametralmente opuestas: para una las relaciones habían sido respetuosas pero distantes, sin mucho contacto, sin relación personal, solo profesional y nada más lo estrictamente necesario, para la otra habían sido afectivas y cercanas, con estrechos lazos de amistad y con frecuentes reuniones profesionales de intercambio de experiencias. De hecho, una buscaba y propiciaba el distanciamiento y la otra el acercamiento. Barreras culturales El matrimonio fue en ambos casos una barrera cultural para el desarrollo de sus carreras profesionales. Esta situación de matrimonio o carrera profesional se presentó en ambos casos. Una de ellas no se casó porque estuvo condicionada por su prometido, o el matrimonio o la carrera profesional. No existió en este caso posibilidad de negociación. La otra, si se casó pero fue víctima de constante presión por parte del esposo para que dejara la carrera profesional. En este caso se llegó hasta la violencia doméstica. Tampoco hubo posibilidad de negociación y al cabo de seis años de matrimonió decidió divorciarse. El acoso sexual se presentó en diferentes momentos en la vida de las dos mujeres líderes. Ambas coinciden en que ellas no tenían conciencia de que estaban siendo acosadas porque consideraban que este comportamiento era normal. Esta situación de ―normalidad‖ influye enormemente para no darse cuenta o no ver o no llevar a la conciencia lo que en realidad está pasando. Para ambas fue una situación incómoda y 133 aprendieron a detectar previamente cuando iban a ser acosadas y en algunos momentos pudieron evitarlo, sin embargo, en otros momentos el acoso fue inevitable. Las dos mujeres líderes tienen experiencias en cuanto a las actitudes sexistas ejercidas por hombres y por mujeres. Estas actitudes fueron manifestadas a través de chistes, bromas, comentarios sutiles, elogios y atenciones disfrazadas. En algunos momentos experiencias de críticas y difamación acerca de lo que una mujer ‗tiene que hacer‘ para conseguir una posición de liderazgo. Modelos de referencia En ambas participantes los modelos de referencia fueron principalmente hombres. Una de ellas reporta la gran admiración que sintió por una profesora con pensamiento feminista sin embargo, ambas coinciden que sus modelos de referencia fuero sus jefes, aunque admiran a algunos personajes mujeres. El padre fue el modelo de referencia familiar en el caso de las dos mujeres. Para una de ellas fue también la madre y el hermano mayor. Los modelos docentes en ambos casos fueron hombres. Temas emergentes Los datos demográficos reportan un perfil parecido en ambas participantes: la edad de ambas mujeres está comprendida en los 50´s, son de clase media-media a media alta, con padres profesionistas, educadas en escuelas públicas citadinas, profesionistas y con estudios de doctorado en los Estados Unidos. Es evidente que el perfil refiere a mujeres que pertenecen a una elite, ya que son pocas las personas con este perfil (INEGI, 2009). La carrera profesional la han 134 desarrollado principalmente en universidades, como docentes, administradoras y directivas. Por otra parte, hay un evidente rechazo al estereotipo de lo femenino. En los dos casos afirman que parecer muy femenina, ya sea en su aspecto o en su comportamiento, les resta autoridad. En sus juegos infantiles afirman haber jugado tanto juegos considerados para niñas como juegos considerados para niños. Ambas coinciden que esto les permitió entrar a ambos mundos: el de los niños con juegos muy jerárquicos y al de las niñas con juegos más colaborativos. Gilligan (1982) afirma que los juegos son un buen predictor de comportamientos laborales futuros. Finalmente, la culpa es un elemento que aparece con bastante frecuencia. Aunque cada una de ellas afirmó no sentir culpa hubo repetidas contradicciones en su discurso al comentar que se sentían culpables en muchos momentos de su vida. Implicaciones, aprendizajes y sugerencias Finalmente, en este apartado abordaré las implicaciones que surgieron de esta investigación y los aprendizajes obtenidos a través del proceso. Al mismo tiempo, sugeriré algunos temas o preguntas que surgen de este estudio y que pudieran servir como punto de partida para futuras investigaciones. Como lo refieren los estudiosos del tema, realizar una investigación sobre mujeres implicó por una parte, acercarse a estudios sobre género (Lagarde 19990; Lamas, 2002; 2006; 2007; Castañeda, 2007) y conocer sobre esta problemática. No haberlo hecho así hubiera significado no tener la perspectiva de la discriminación hacia las mujeres y la 135 interpretación hubiese resultado diferente (García, 1995). Por otra parte, este conocimiento despertó una nueva forma de apreciar la realidad y la sensación de correr un velo y comenzar a ver de manera más clara el fenómeno de la discriminación de son objeto las mujeres en mi país y en el mundo (Lagarde, 1990; ONU, 2010), es decir, adquirir la perspectiva de género. Pueden variar los matices, los niveles y las formas pero es un hecho contundente que las mujeres en el mundo siguen siendo discriminadas (Castañeda, 2007; Amorós, 1990; ONU, 2010; INEGI, 2009). Algunos países como Suecia, Noruega, Holanda y Finlandia pueden ser considerados como casos de excepción por sus niveles de equidad entre hombres y mujeres pero convendría hacer un análisis más profundo. Desde este nuevo enfoque me permito afirmar que algunas formas de discriminar a las mujeres han variado y ahora quizás en algunos momentos se hace de manera más sutil (Castañeda, 2007; Lamas 2002, 2006, 2007; Fisher, 1999) por ejemplo: las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres peros siguen siendo responsables directas de la familia o están ocupando posiciones al mismo nivel que los hombres pero sus posiciones no son estratégicas, etc. Si no toamos en cuenta estas formas de discriminación, podemos pensar que los avances de las mujeres en diversos ámbitos son asombrosos. Por supuesto, tengo mis reservas al respecto. Por ejemplo en México las estadísticas en rubros sobre educación, empleo y salud siguen mostrado grandes brechas entre unos y otras (INEGI, 2009). Además algunos autores hacen un llamado de atención a las formas más ocultas de discriminación y se habla por ejemplo de tópicos como igual salario a trabajos de igual valor (Garcia y Olveira, 1994; Lagarde, 1990; Castañeda, 2007) o la ausencia de mujeres 136 en posiciones estratégicas en las organizaciones de diversa índole (Austin, 2001; Lipoveetzky., 2002; Wirth, 2001) o la exigencia a las mujeres de mayores y mejores credenciales para igualar los salarios (INEGI, 2004), o la participación política como la de las de las madres de mayo en Argentina donde se refuerza el estereotipo de que la responsabilidad de los hijos es exclusiva de las mujeres, entre otros. Al realizar esta investigación con mujeres líderes pude compartir con ellas una serie de vivencias que en momentos me dejaron exhausto, no solo por la complejidad de la construcción de sus historias, sino por la emotividad de sus relatos y sobre todo, por el descubrimiento de la realidad que confrontó mi propio sistema de creencias (Amorós, 1985; Belenky y otros, 1986; Chodorow, 1999). Constaté una vez más, que el aprendizaje requiere una dosis elevada de empatía, entendida ésta como el colocarse en los zapatos del otro o como en este caso en los zapatos de ellas. Además, consideré que acercarse a literatura sobre género y al mismo tiempo realizar una investigación con y sobre mujeres, me permitió construir una nueva perspectiva y terminó de cerrar un círculo que pocas veces cerramos en las escuelas. Este círculo me llevó de la lectura y la reflexión a la vivencia concreta y al aprendizaje verdaderamente significativo y de éste de nuevo a la lectura, al análisis y a la reflexión (Ortiz, 2009). Este aprendizaje fue significativo porque logro cambios en mi manera de ver el mundo y de comportarme frente a él (Díaz Barriga, 2002; Rodríguez, 2004; Ortiz 2009). Cómo afirmarían algunos estudiosos, una vez colocados los lentes de la discriminación jamás podrás ver el mundo de la misma manera como lo hacías antes (Lagarde, 1999; Lamas, 2002). 137 Dado que hubo una serie de hallazgos, valdría la pena reflexionar sobre las implicaciones que éstos tienen en el campo de la educación. En primer término este estudio es una invitación para continuar con una reflexión profunda sobre las diferenciaciones que los docentes realizamos durante el proceso enseñanza-aprendizaje. ¿Educamos de manera equitativa a los y las estudiantes? o ¿Estamos haciendo diferenciaciones entre unos y otras que nos hace reforzar algunas conductas que favorecen la discriminación?, ¿Se puede educar equitativamente respetando las diferencias individuales, culturales y de género? En el área académico-administrativa convendría preguntarnos ¿Es conveniente que en las universidades mexicanas continuemos con carreras profesionales con una matrícula preponderantemente de hombres o de mujeres? ¿Qué ventaja representaría continuar o cambiar? Por otra parte, los hallazgos del estudio privilegian, dentro de las experiencias educacionales, a las actividades extracurriculares tales como: la participación en actividades culturales, artísticas y políticas durante la vida estudiantil. Valdría la pena preguntarnos si nuestro modelo pedagógico contempla este tipo de actividades y que peso tienen en el curriculum. Es decir, cómo está éste para asegurar que nuestros estudiantes tendrán este tipo de experiencias (Díaz Barriga, 2002; Rodríguez, 2004; Ortiz 2009). Los padres de familia jugaron un papel muy importante en la educación de las participantes del estudio. Un estudio sobre ¿Cómo está el involucramiento de los padres en la educación de los hijos? Sería recomendable. Se ha discutido y estudiado la relación maestro-alumno y también la relación padre/madre- hijos e hijas. ¿Cómo están los estudios sobre la relación docentes- padres de familia? 138 En las universidades valdría la pena reforzar desde diferentes materias el abordaje de la discriminación de las mujeres y cómo repercute ésta desde la óptica política, filosófica y económica. Desde la perspectiva educativa habría que incidir en los cursos y talleres para maestros y maestras universitarios, primero para formar una masa crítica y luego para reflejarlo en sus actividades docentes. Los docente son grandes aliados en el campo de la concientización o concienciación como Freire (1970) afirmaba. Un maestro no solo incide en un número determinado de estudiantes sino también en sus familias y amigos. En el terreno de la investigación educativa se ha hecho mucho pero hay mucho más por hacer. Las reflexiones sobre la práctica pedagógica en las universidades sobre todo en lo referente al proceso enseñanza –aprendizaje valdría la pena retomarlo con la perspectiva de género. Por otra parte, cabe reflexionar acerca de que esta investigación se realizó con mujeres que pertenecen a una elite desde varios puntos de vista. Desde el ángulo educativo, de acuerdo al censo de población 2010 solo 16 personas de cada 100 terminan su educación universitaria en México, sería importante realizar un estudio comparado por generaciones y carreras profesionales sobre la colocación y promoción de mujeres y hombres en general y de las y los líderes en particular que han terminado sus estudios universitarios para revisar las oportunidades de colocación y ascenso de unos y oras. En síntesis este trabajo implico un proceso muy rico de aprendizaje que pasó por el conocimiento del tema, la reflexión profunda, la confrontación conmigo mismo y finalmente el cambio de actitud frente a los procesos de discriminación en general y hacia las mujeres en particular. Estoy consciente que quedan más preguntas que respuestas, que 139 abrir una puerta me permitió vislumbrar múltiples caminos y desde luego muchas puertas más por abrir. 140 ANEXOS 141 Anexo A Carta de presentación Monterrey, N. L. a ____________de ______ Estimada Dra. ___________________ Es un placer saludarla y comentarle que estoy actualmente trabajando en la investigación para mi tesis doctoral que sustentare en la Universidad de Nuevo México, en Los Estados Unidos. Esta investigación está siendo llevada a cabo con la guía y asesoría de la Dra. Rebecca Blum Martínez, distinguida profesora del Departamento de Educación in el programa de Language, Literacy, and Sociocultural Studies (LLSS). El propósito de este estudio es conocer experiencias de vida de mujeres líderes que ocupan puestos de alta dirección en universidades mexicanas. Para lograr este propósito mi meta es entrevistar a 2 mujeres que actualmente estén ocupando o hayan ocupado una posición jerárquica en sus universidades que tradicionalmente haya sido ocupada por hombres y que por primera vez este a cargo de una mujer. Para asegurar la confidencialidad de las participantes utilizaré seudónimos. Me gustaría invitarla a participar en esta investigación compartiendo sus propias experiencias de vida a través de una serie de 3 a 6 entrevistas para completar 8 horas de entrevista aproximadamente. Estas sesiones se llevaran a cabo en el lugar y en el horario que usted establezca. Durante las entrevistas y a lo largo de esta investigación estoy seguro que aprenderé muchísimo de sus experiencias de vida y me acercaré a la comprensión de cómo éstas contribuyeron a su formación de cómo líder. Así mismo, los hallazgos de la investigación serán de gran utilidad en la preparación de programas educativos para la formación de mujeres líderes entre otros. Después de que usted reciba esta cara me estaré comunicando vía telefónica para aclarar las dudas que tenga al respecto y discutir la posibilidad de su inclusión en este estudio. Si usted está de acuerdo en participar programaremos una entrevista inicia de una hora de duración Si está de acuerdo en participar apreciaría muchísimo si pudiera enviarme una copia de su curriculum vitae antes de la entrevista. Yo me comunicaré con usted durante los próximos días. Gracias de antemano por sus atenciones. José Humberto Alanís Alanís Candidato a Doctor por la Universidad de Nuevo México Programa LLSS Correo electrónico halanis@unm.edu Teléfono: 8357-2657 Celular: 0448110508584 142 Anexo B Formato de consentimiento de las participantes Universidad de Nuevo México Language, Literacy and Sociocultural Studies Introducción Es importante que la siguiente información sea leída y comprendida en su totalidad, por lo que le solicito hacerlo antes de firmar este consentimiento que describe el propósito, procedimiento, riesgos y beneficios del estudio. Así mismo, describe el derecho de retirase del estudio en cualquier momento. Propósito del estudio Entiendo que el propósito de este estudio es conocer algunas de mis experiencias de vida Yo, _________________________, doy mi consentimiento para participar en este estudio donde el investigador me entrevistará durante 8 horas, distribuidas entre 3 y 6 sesiones, acerca de mis experiencias de vida con mis padres, maestros, amigos, compañeros de estudios y personas significativas que pudieron haber sido mis modelos a seguir. Serán invitadas a participar en esta investigación dos mujeres, es decir Usted y otra persona más. Procedimiento Entiendo que el investigador conducirá sus entrevistas de manera abierta y las grabara en audio. Las preguntas serán referentes a mis experiencias de vida y podré extenderme hasta donde yo considere necesario. Mi curriculum vitae, diplomas, distinciones y otros documentos serán revisados y utilizados para reforzar mis relatos de experiencias de vida. La duración total máxima de entrevista no excederá de 8 horas y serán llevadas a cabo en el sitio y horario que yo como participante determine. Remuneración Entiendo que no recibiré salario alguno por participar en esta investigación y que no incurriré en costos financieros personales. Beneficios potenciales Entiendo que el beneficio de este estudio es contribuir a generar conocimiento en lo referente al liderazgo de las mujeres en la educación superior. Los hallazgos de este estudio documentaran mis propias experiencias de vida que podrían ser de utilidad y e inspiración para otras mujeres que sean lideres o que estén en vías de serlo. Aunque no hay riesgos asociados con esta investigación entiendo que puedo experimentar algunas sensaciones poco confortables durante las entrevistas. Así mismo asumo el riesgo de permanecer en la investigación aun cuando ocurra alguna situación desagradable provocada por mis propios recuerdos de acontecimientos pasados. Entiendo que tengo el derecho de retirarme del estudio en cualquier momento. 143 Derechos de las participantes Entiendo que la participación en este estudio es estrictamente voluntaria. Puedo rehusarme a participar sin consecuencia alguna. Si elijo participar, puedo retirarme del estudio sin consecuencia alguna en cualquier momento con una solicitud de terminación oral o escrita. Entiendo que tengo el derecho para contactar al investigador o al asesor del investigador para resolver cualquier duda o preocupación que tenga. Confidencialidad y disposición de los datos La información obtenida durante las entrevistas es considerada datos del estudio. Entiendo que para asegurar la confidencialidad, mi nombre será cambiado por un seudónimo que será utilizado a lo largo de todo el escrito incluyendo notas de campo y las entrevistas transcritas. De la misma forma, los seudónimos serán utilizados en reportes, escritos u orales, de los hallazgos del estudio. También entiendo que nadie excepto el investigador tendrá acceso a los audiocasetes y que todos los datos, notas de campo, transcritos, etc. serán guardados en un archivero con llave y serán destruidos una vez que el estudio haya concluido. Consentimiento Yo, el firmante entiendo la explicación anterior y otorgo mi consentimiento para participar voluntariamente en este estudio que investigará experiencias de vida de mujeres líderes que ocupan puestos de alta dirección en universidades mexicanas. ____________________________ Firma del participante _________________________ Fecha ______________________________ Firma del investigador _________________________ Fecha 144 Anexo C Guía de entrevista Mi nombre es José Humberto Alanís Alanís. Soy candidato a Doctor por la Universidad de Nuevo México y estoy estudiando las experiencias de vida de mujeres líderes que estén ocupando puestos de alta dirección en universidades mexicanas. Esta entrevista será grabada en audio y posteriormente será transcrita y guardada en un archivero con llave. Para garantizar la confidencialidad su nombre será cambiado desde este momento por un seudónimo que será utilizado en todos los documentos y en reportes posteriores. Usted puede rehusarse a contestar las preguntas o a solicitar que se apague la grabadora cuando lo juzgue conveniente. También puede retirarse de la entrevista en cualquier momento. Le reitero que su nombre será cambiado por un seudónimo en los materiales transcritos para conservar el anonimato. 1. Información general acerca de su vida (rompe hielo) a) Me podrías platicar un poco de ti misma b) ¿Cómo te describes?, ¿cómo te sientes en este momento? c) ¿A qué escuelas fuiste?, ¿qué grados académicos has obtenido? d) ¿Qué puestos has ocupado dentro y fuera de la universidad? e) ¿Cuáles son tu metas? f) ¿Dónde creciste?, ¿dónde vives ahora? 2. Experiencias de vida familiar a) Cuéntame de tus padres, ¿cómo los describirías? b) ¿Cómo era la relación con tu padre? ¿tienes algunas anécdotas significativas para ti en relación con tu padre? c) ¿Cómo era la relación con tu madre? ¿tienes algunas anécdotas significativas para ti en relación con tu madre? d) ¿tuviste hermanos y hermanas? e) ¿Cómo era la relación con tus hermanos(as)? ¿tienes algunas anécdotas significativas para ti en relación con tus hermanos(as)? f) ¿Hay algún hermano(a) en especial? ¿Qué lo hace especial? g) ¿Hay algo más que quieras platicarme de tu familia? h) ¿Has tenido o tienes alguna experiencia de liderazgo en tu vida familiar? 3. Experiencias de vida educativa a) ¿Cómo fue tu vida en la escuela? Cuéntame desde tus primeras experiencias b) ¿Algún(a) profesor(a) que recuerdes en especial? c) ¿Qué lo hace especial? d) ¿Cómo eran tus compañeros de clase en las diferentes escuelas a las que has asistido? e) ¿Algún(a) compañero(a) de clase que consideres especial? ¿Por qué? 145 f) ¿Cómo te describes a ti misma como estudiante? g) ¿Cómo fue tu vida de estudiante? h) ¿Algún común denominador que haya prevalecido a lo largo de tu vida educativa? i) ¿Participaste en actividades extracurriculares? ¿de que tipo? ¿Por cuanto tiempo? ¿Qué tan diversas eran? j) ¿Cómo fueron tus calificaciones? k) ¿Tuviste alguna experiencia de liderazgo durante tu vida estudiantil? 4. Experiencias en la vida laboral/profesional a) ¿En qué lugares has trabajado? b) ¿Qué puestos has ocupado? c) ¿Cómo ha sido tu relación con tus jefes(as)? ¿Algún(os) aspecto(s) significativos que quieras destacar? d) ¿Cómo ha sido tu relación con tus iguales? ¿Algún(os) aspecto(s) significativos que quieras destacar? e) ¿Cómo ha sido tu relación con tus colaboradores(as)? ¿Algún(os) aspecto(s) significativos que quieras destacar? f) ¿Cómo han sido tus experiencias de liderazgo en tu vida laboral o profesional tanto como colaboradora como también como jefa? 1. Barreras culturales a) ¿Qué obstáculos tuviste en tu carrera profesional? b) ¿Por qué los consideras obstáculos? c) ¿Cómo lo resolviste? d) ¿Si volvieras a estar en la misma situación lo resolverías de la misma manera? e) ¿Hay algo en este proceso de lo que tu te arrepientas? 5. Modelos de referencia a) ¿Tienes algún modelo de líder a seguir? b) ¿Quiénes han sido tus modelos dentro de la familia? ¿Alguna(s) experiencia significativa? c) ¿Quiénes han sido tus modelos en tu vida estudiantil? ¿Alguna(s) experiencia significativa? d) ¿Quiénes han sido tus modelos en tu vida laboral o profesional? ¿Alguna(s) experiencia significativa? e) ¿Algo más que quieras compartirnos acerca de tus modelos? 146 Anexo D Verificación de contenido por cada contacto Tipo de contacto Visita Lugar Telefónico Fecha de contacto Correo electrónico Fecha de hoy 1. ¿Cuáles fueron los temas que debieron ser abordados en este contacto? 2. Resumen de la información obtenida 3. ¿Hay alguna información relevante o adicional? 4. ¿Qué temas faltaron de abordar? 5. ¿Qué temas o preguntas de esta sesión deben ser abordados en la próxima ya sea porque no se trataron o porque es importante profundizar? 147 Anexo E Formato de resumen de documentos Curriculum Vitae: a) Estudios realizados. Grados obtenidos b) Publicaciones ¿Cuántas? ¿De qué tipo? c) Investigaciones ¿Cuántas? ¿De qué tipo? d) Pertenencia a: Asociaciones, colegios, consejos, comités, etc. e) Roles de liderazgo formal f) Premios y reconocimiento Perfil del puesto Sexo Edad Preparación Habilidades Actitudes Aptitudes Valores Otros 148 Anexo F Guía de observación Personal a) Física: Corte de pelo Maquillaje Vestuario Accesorios Otros b) Emocional Estado de animo Carácter Relación con sus colaboradores Relación conmigo como investigador Otros c) Hábitos Puntualidad Limpieza Orden Respeto Otros Instalaciones a) Lugar dónde está la oficina b) Dimensiones c) Mobiliario d) Fotografías e) Equipo f) Otros Organizacional a) Estilo de administración b) Estilo de liderazgo c) Cooperación d) Ritmo de trabajo e) Interacciones: Compañeros Colaboradores Jefes Investigador otros 149 Anexo G Matriz de simplificación de los datos Categorías Preguntas de investigación ¿Qué experiencias de la vida familiar de las mujeres lideres coadyuvaron en la formación de sus habilidades de liderazgo? ¿Qué experiencias de la vida educativa de las mujeres líderes coadyubaron a su liderazgo? Temas Relación con la madre Experiencias familiares Relación con el padre Relación con los hermanos/as Experiencias de liderazgo Experiencias educacionales Relación con los profesores/as Relación los compañeros/a s de clase Participació n en actividades cocurriculares y extra curriculares Relación con sus colaboradores Calificaciones ¿Qué experiencias de liderazgo tuvieron las mujeres líderes en las posiciones de liderazgo que desempeñaron a lo largo de su carrera profesional? ¿Qué barreras tuvieron que afrontar las mujeres líderes para asumir posiciones de liderazgo? Experiencias laborales Experiencias como docentes Relación con su jefe/a Barreras culturales Matrimonio Maternidad Discriminación Acoso sexual ¿Quiénes son los modelos de referencia de estas mujeres líderes? Modelos de referencia Modelos Familiares Modelo docentes Compañeros Personajes ¿Cuáles son los temas emergentes? Temas emergentes Datos demográficos Repudio al estereotipo de lo femenino Juegos infantiles culpa . 150 Experiencias de liderazgo en su vida estudiantil Relación con sus iguales Autoestima Anexo H Historias de Vida Quién es Marta Marta es una mujer de 51 años de edad. Ingeniera. De mediana estatura y de complexión media. Usa su pelo corto y acostumbra a usar traje sastre. Es divorciada y madre de dos hijos varones. Se casó a los treinta años de edad porque como ella afirma: si no me caso se me pasa el tren. Sí, me casé ya grandecita porque para mí era igual de importante mi profesión. En realidad hubo mucha presión familiar para que me casara. A mi esposo nunca terminó de gustarle mi profesión (lo dice con un tono que parece coraje) él me decía: mientras no descuides a tus hijos no hay problema. La verdad siempre estuve y estoy al pendiente de mis hijos. Ella tiene una profesión que define como de hombres aunque a sus padres les hubiera gustado que estudiara una profesión más ―adecuada‖ para ella: cuando fui a la universidad me veían como bicho raro porque era una de las tres mujeres que estaban estudiando en la Facultad (de ingeniería)… Cuando les dije a mis padres que deseaba estudiar esta carrera en principió les sorprendió porque ellos pensaban que iba a elegir una carrera más de mujeres como maestra o de perdido letras. Por lo que su madre se opuso pero recibió el apoyo decidido y firma de su padre ella afirma: El apoyo de mi padre fue decisivo; mi madre en cambió siempre se opuso, hasta la fecha. Marta es una mujer elegante. Acostumbra vestir con traje sastre para ir al trabajo porque el traje sastre te da personalidad. Sus prendas de vestir son finas y caras porque para ella: El atuendo es sumamente importante. En este asunto de ser la jefa, no sólo hay que ser, hay que parecer y aquí el hábito si hace al monje. Para ella el atuendo es muy 151 importante por lo que adquiere su ropa en los Estados Unidos. Ella realiza desde hace cuatro años un viaje anual a Nueva York donde aprovecha para comprarse ropa: pocas prendas pero de muy buen calidad. La calidad se nota y eso a mí me da seguridad. Los viajes a Houston y a Mc Allen son más frecuentes por lo menos cada quince días a la frontera y dos o tres veces al año a San Antonio o a Houston. Usa un portafolio y un maletín con su computadora portátil ya que como ella afirma: esta computadora me acompaña a todas partes. Gracias a dios que conseguí esta que es bastante pequeña y muy ligera. La utilizó con mucha frecuencia. Usa pocos accesorios debido a que ella considera que: no me gusta usar coliges, ni nada por el estilo eso se ve demasiado femenino, demasiado rosa… ¿cómo te diré? Como muy debilota. En cambio uso un buen reloj, una buena cadena discreta en el cuello y párale de contar. Usa el cabello sumamente corto y peinado hacia atrás dado que ella sostiene que: soy muy práctica y no tengo tiempo para desperdiciar con secadoras de pelo o con largas sesiones en salas de belleza, por eso mi maquillaje tiende a ser sencillo desde mi corte de cabello hasta el arreglo de mis uñas. Para mí lo importante es verme limpia y bien presentada por eso procuro que nada en mi sea demasiado barroco. Marta se auto define como integrante de una generación masiva que: ahora le han dado en llamar baby boomers…aunque no sé si aplique porque no somos gringas. Nació en una familia que ella define como: masiva de 9 hijos: 4 mujeres y 5 hombres. Ella es la mayor. Estudié en una escuela primaria pública masiva entre 50 y 60 alumnos por salón; asistí a una secundaria pública masiva donde daban tres recreos diferentes porque literalmente no cabíamos en el patio todos los estudiantes juntos. Era tan masiva nuestra generación que cuando presenté mi examen de admisión lo hice en un auditorio de más 152 de 400 butacas. En ese lugar presentamos 15 de mis amigas y compañeras para ir a la prepa, la única que lo pasó fui yo. Mis dos mejores amigas se quedaron fuera, y aún así éramos un montón de preparatorianos. Ya en la universidad la cosa cambió, éramos mucho más pocos. La familia de Marta Marta es la mayor de una familia conformada por 9 hijos: cuatro mujeres y cinco hombres. Ella es una mujer dispuesta a hablar de sí misma y de sus experiencias significativas familiares. Su padre ya no vive pero ella lo admira reconociendo que: él era un gran ser humano, siempre apoyándome, sosteniéndome, ayudándome, alentándome. Era un gran amigo y un gran compañero, por eso cuando me casé busqué que mi marido fuera parecido a él, pero me llevé un chasco. Él no solamente era distinto sino que era lo opuesto. Para mi padre yo tenía valor, mis opiniones eran tomadas en consideración, podía discutirlo y analizarlo todo al mismo nivel; para mi marido yo era inferior porque era una mujer. Con mi padre yo sabía que recibiría el apoyo y el aliento para cualquier situación que quisiera emprender, por ejemplo, cuando decidí estudiar una maestría en el extranjero no cabía del orgullo, su hija mayor se iba a especializar, lo gritaba a los cuatro vientos. En fin papá fue un gran guía y un entusiasta cómplice. Entre las experiencias significativas con su padre, además del apoyo para estudiar un postgrado en otro país, destaca el interés que éste mostró siempre en su carrera profesional y en los aspectos personales más relevantes como cuando le ayudó a preparar su boda, no sólo en el aspecto económico sino también en el sentido moral. Al respecto ella destaca lo siguiente: podía hablar con él de cualquier tema, desde mis dudas sexuales hasta la crianza de mis hijos, desde la elección de mi marido, a quien siempre 153 respetó, hasta mi decisión de divorciarme…siempre ahí al frente del cañón, listo para apoyarme. También recuerdo cuando me ofrecieron este puesto que ahora tengo en la Universidad, un puesto de segundo nivel que nunca antes había sido ocupado por una mujer, y que es de una alta responsabilidad, mi padre me apoyo en todo momento y cuando flaqueaba o dudaba, porque aunque no lo creas tuve mis dudas, papá me apoyo, me alentó. Esto no quiere decir de ninguna manera que siempre estuviéramos de acuerdo, discutíamos mucho, había puntos de vista diferentes. Cada uno daba sus puntos de vista, con argumentos de peso, pero siempre nos respetamos. Sabía reconocer cuando sus argumentos tenían menor peso y sabía apoyarme aun cuando no estuviera de acuerdo con alguna decisión que yo tomara. La relación con el padre ha sido una de las experiencias más significativas en la vida de Marta. De su relación con su madre nos comparte que: Con mamá fue diferente. Ella estuvo educada a la antigua, la mujer es para la casa y no para andar trabajando me decía y aun me lo dice. Cuando decidí estudiar una carrera universitaria, se opuso rotundamente, porque para qué estudiar tanto si de todas formas me iba a casar y no iba a ejercer. Lo mejor para ella era que no estudiara y si quería estudiar buscara inscribirme en la Normal para ser maestra de primaria. Era una carrera corta, cuatro años después de la secundaria, y el trabajo era de medio tiempo, eso era muy conveniente porque así podría, en un futuro, atender a mi marido y a mis hijos. Marta siente que su madre no ha sabido entender que la vida ha cambiado y que ahora una mujer puede tener oportunidades de crecimiento personal diferentes. A mamá le hace ruido que solo tenga dos hijos, que sea divorciada, que sea directiva de una universidad y que de vez en cuando salga con un amigo por ahí a algún espectáculo o a tomar un 154 café o una copita. Mi madre se escandaliza porque supone que de vez en cuando puedo tener alguna aventura sexual, como si fuera inmoral la satisfacción sexual plena. Para ella yo soy la culpable de no tener una familia funcional porque no supe atender a mis hijos y mi marido como es debido. Incluso me dice que esto va a conducir a que mis hijos se desvíen del buen camino. Afortunadamente hasta ahora mis hijos son bastante buenos. No creas a veces me pregunto si en realidad estoy haciendo lo correcto. A veces creo que sería más fácil vivir una vida más ¿cómo te dijera?... tradicional. No, definitivamente mi madre no ha sido un apoyo en mi vida. La relación con sus hermanos la describe como bastante buena. Con ellos puedo hablar directo, sin tapujos ni indirectas. Mi preferido es Ernesto el más chico porque es un ser humano muy sensible e inteligente. A mí me atrae la gente inteligente y práctica con quién pueda hablar de cualquier tema sin temor a ser juzgada o dirigida. Con mis otros hermanos me llevo bastante bien. Sin embargo, la relación con las hermanas la define así: Con mis hermanas en cambio mi relación es bastante tensa con algunas o distante con otras. Ellas son muy tradicionales. Todas están casadas y tienen familias `modelo‟ y yo creo que para ellas siempre he sido alguien que se sale del patrón. Sin embrago me respetan, sobre todo porque soy la hermana mayor. Cada decisión familiar que se tomaba en casa era discutida con todos los miembros de la familia. Pero, mi posición de hermana mayor tenía un peso distinto. Mi opinión valía más que la del resto. Se me respetaba como hermana mayor. Eso me dio herramientas para ejercer el liderazgo en mis actividades profesionales. En cuanto a la preparación profesional comenta que: mis hermanos (hermanos y hermanas) todos fueron a la Universidad y son profesionistas exitosos. Viven con sus 155 respectivas familias y les va muy bien. Mi hermano pequeño está soltero y vive en casa de mi madre. Mis otros hermanos son todos ingenieros como yo y vive con sus familias. Mis 3 hermanas son maestras de primaria y entre ellas se entienden bastante bien porque comparten una vida laboral. Yo soy la única de las mujeres de la familia que tiene estudios universitarios y de postgrado. De su infancia nos comparte que ella convivió con todos sus hermanos y que: me daba igual jugar juegos de niños. Jugué con trompos, canicas y futbol así como también a la bebe leche, la roña y las comadritas. Me daba igual yo lo que quería era jugar. Como hermana mayor Marta tenia responsabilidades diferentes por ejemplo: yo era la encargada de vigilar que mis hermanos estuvieran bien. Yo era como una especie de ayudante de mi mamá. No creas para mí era fastidioso que tuviera que llevar a mis hermanos a reuniones de amigas. Eso si siempre me respetaron como la mayor, hasta la fecha. Los estudios de Marta La educación formal que Marta ha recibido ha sido básicamente en instituciones públicas mexicanas a excepción de sus estudios de postgrado que realizó en el extranjero en una universidad privada. Ella nos describe su educación básica como: muy buena. No asistí al jardín de niños que ahora le llaman educación preescolar. La primaria la cursé en los años sesenta en una escuela primaria que llamaban monumental (escuelas que contaban con los 6 grados y eran edificios enormes y monumentales). Nosotros vivíamos en el centro de la ciudad. A la escuela asistíamos niños de todas las clases sociales, no se acostumbraba mucho aquello de los colegios particulares, si los había pero no se estilaba mucho asistir a ellos, así es que conmigo estudiaron la primaria los riquillos del 156 barrio y los más pobres también. Eso te daba una visión diferente de las cosas y de la vida misma. Recuerdo que papá decía fíjate en fulanito o perenganita, no tiene ni para comer pero son bien aplicados en la escuela. También nos decía observen las costumbres de fulanito o sutanita, son muy refinados porque su mamá es médico y es una mujer muy culta o porque ellos hicieron un viaje a Europa el verano pasado y visitaron museos o fueron a conciertos en vivo o cosas por el estilo. Así es que podíamos estar en contacto con otras realidades y aprender de ellas, yo creo que esto se ha ido perdiendo ahora estudiamos con nuestros iguales nos reunimos con nuestros iguales y convivimos con nuestros iguales, por eso comenzamos a tener visiones fragmentadas de la realidad. El otro día me dijo mi hijo mayor que quería que le comprara un pantalón de no sé que marca porque no tenía que ponerse, le conté los pantalones que tenía colgados en el closet y eran más de quince, ¿tú crees? Y empecé con el discurso de los que no tienen o tienen menos y parecía que hablaba en otro idioma o de un mundo ficticio. Ella nos comenta que sus profesoras de primaria fueron puras maestras, había uno que otro profesor pero a mí no me tocó ninguno. Mis profesoras eran bien estrictas. Te revisaban desde la forma de la letra hasta el largo de la falda. Aun así eran maestras muy cálidas, su afecto y cariño se sentía. Uno como niña lo percibía. Fue una época maravillosa. Participé en todas las actividades que había en la escuela. Pertenecí a la escolta desde cuarto año hasta que fui la abanderada en sexto grado. Fui una alumna destacada. Me tocó visitar al presidente Adolfo López Mateos en Los Pinos junto con otros niños destacados de Nuevo León y del país. Participé y gané en dos concursos de declamación a nivel estatal y en tres de oratoria. Fui una estudiante muy entrona y dedicada. Disfrute realmente esa etapa. En esta etapa de su vida nos comparte que: Mi 157 padre fue pieza fundamental. Me ayudaba en todo, me alentaba. A mamá pobrecita todo le daba temor sobre todo el que dirán. ¿Pero que tienen que decir? Decía papá, que tienes una hija sobresaliente. Pero eso no está bien, decía mamá, eso de la escolta, de la oratoria son cosas de hombres, lo de la declamada y que tenga buenas calificaciones está bien pero lo otro no. Mamá en realidad quería una hija más modosita, más femenina. Efectivamente en el concurso de poesía éramos básicamente mujeres pero en el de oratoria eran básicamente hombres. El mundo de los hombres siempre me ha parecido fascinante y nunca he tenido miedo de entrar en él. Eso a mi madre le daba pavor, yo creo ahora de adulta que mamá se imaginaba que yo tenía otras tendencias digamos… homosexuales. Nada más alejado de la realidad me gustan los hombres y los disfruto. No fui muy noviera pero tuve mis noviecitos antes de casarme y ahora tengo amigos entrañables. Pero en la primaria creo que si fui una alumna destacada. De las experiencias más significativas de la escuela primaria ella reflexiona sobre lo siguiente: Recuerdo con mucho cariño a todas mis maestras de primaria, en especial recuerdo a la profesora Juanita, que era la que me ponía las poesías para que las declamara, era tal su entusiasmo que me lo contagiaba. Las dos disfrutábamos realmente la preparación y la competencia con otras niñas de otras escuelas. Y como siempre ganamos recuerdo que al final del concurso me invitaba a comer una hamburguesa y a tomar una malteada en restaurantito que estaba por Padre Mier (es una de las avenidas más céntricas de la ciudad de Monterrey y en su entorno se congregan una gran cantidad de restaurantes y pequeños negocios de comida). Y aquello me sabía a gloria. Otro de mis profesoras que también recuerdo con mucho afecto fue mi maestra de sexto grado. 158 Con ella gané el concurso estatal de conocimientos y con ella viajé a la ciudad de México a visitar al presidente. Ya te imaginaras, fue toda una experiencia. Cuando el presidente salió me pareció el hombre más guapo, distinguido, fantástico, casi de cuento, del mundo. Conservo con gran orgullo la foto (en blanco y negro) que tengo con el presidente, la de grupo y la individual. El día de la salida a la ciudad de México viajamos por Trasportes del Norte (en los años 60´s considerados de lujo), fuimos a la Terminal de estos autobuses, todavía no existía la Central (de autobuses). Recuerdo a mis padres nerviosos dándome mil recomendaciones „ya estas grandecita‟ decía mamá „ya sabes cuidarte sola, de todas formas cualquier cosa le dices a la maestra Yadira. El discurso de papá era diferente „estoy orgulloso de ti, eres y serás, fíjate bien lo que te digo, eres y serás siempre una triunfadora. Otra de las experiencias significativas de esta etapa escolar fueron: Mis competencias para la oratoria me siguen sirviendo aún ahora. Cada vez que dirijo un discurso recuerdo mis años de infancia. Aquellas horas anteriores a la competencia eran de verdad abrumadoras. Recuerdo haber practicado por horas un discurso que sólo duraría quince minutos. La entonación, la dicción, la pasión, el buscar siempre tener la atención atrapada de los oyentes, la postura del cuerpo, el control de los nervios, la memorización, la improvisación, todos eran elementos importantes, había que dominarlos. Mis principales oponentes siempre fueron hombres. Con voces más graves que la mía, con mayor energía, pero con todos ellos competí y me respetaron. Para mí eso de que a las mujeres nos discriminan es algo que todavía no puedo entender porque yo no lo he vivido, he luchado mucho para ser lo que soy y estar en donde estoy, al igual que han luchado mis compañeros varones. 159 Marta recuerda este tiempo porque: hice muy buenas amigas. En realidad nos juntábamos tres: Alicia, Marilu y yo. Éramos inseparables. Con ellas conocí el deleite de la amistad, de contar con alguien para confiarle tus (mis) dudas, tus (mis) temores, tus (mis) miedos, tus (mis) inquietudes y para compartir tus triunfos, tus alegrías, y también las de ellas por supuesto. Con ellas conocí la lealtad, la honestidad de una amistad fresca, la honestidad, y estos valores los uso y los valoro, valga la redundancia en mi actividad y desempeño como líder. Mis amigas fueron mis fieles seguidoras, fui empática en lo que ellas proponían, las escuché y busqué soluciones a sus y nuestros problemas siempre de manera colaborativa. Nunca me he considerado autocrática. Con ellas jugaba a las muñecas y a las comadres, a la rueda de San Miguel y hacíamos obras de teatro. Con los niños me gustaba también jugar a sus juegos. Así que, con Manuel, mi hermano, y con Raúl y Felipe me gustaba el trompo y el Valero. Así es que baile el trompo y ensarte el Valero como los mejores. Una vez participé en un concurso de yo-yo y obtuve el cuarto lugar de los cinco que otorgaban. Participé con puros hombres. Ya sabrás que mi mamá puso el grito en el cielo y mi papá no le dio la mayor importancia. Yo creo que esta etapa fue sumamente importante para mi formación porque si bien a mi mamá no le gustaba del todo que yo participara en juegos de niños tampoco me lo impedía. Y agrega: participaba en todas las actividades que podía, me invitaran o no, lo mismo me encargaba de colocar los adornos navideños en el aula, que de salir en el festival del día de las madres, ya sea declamando, que para eso me pintaba sola o bailando algún bailable tradicional. En fin mi paso por la escuela primaria fue de verdad padrísimo (muy bueno, muy agradable) y creo que no pasé desapercibida. 160 Marta describe su actuación en la parte académica como: muy buena. Fui una alumna de nueves y dieses, más los segundos que los primeros… Mis calificaciones siempre fueron destacadas y siempre era de las alumnas de primeros lugares… No recuerdo haber obtenido un ocho a lo largo de mis estudios. Era sumamente aprehensiva y creo que aun lo soy, buscaba siempre la mejor calificación y cuando no lo lograba me frustraba y me entraba un coraje que me usaba para mejorar esa calificación a como diera lugar… Soy muy perfeccionista y muy terca, cuando quiero algo lo consigo y lo mejoro, así he sido toda mi vida. No creas esto me hace sufrir en ocasiones, pero cuando recibo reconocimiento la satisfacción no se compara con nada… Fui una alumna de diplomas y de citas con mis padres por buenas calificaciones. Fui muy competitiva y aun lo soy. La competencia te hace ser mejor cada día. Cuando compites te reflejas en el que está compitiendo contigo, ves sus debilidades, sus defectos y también sus fortalezas y las comparas con las tuyas y te dices tengo que mejorar en esto tengo que afinar aquello. Yo creo que la competencia me hizo crecer. Para Marta la secundaria fue una experiencia muy interesante y significativa. Ahí comencé mi despertar adolescente. Entre a la secundaria con 13 años cumplidos y cuando estaba en segundo grado me gustó por primera vez en mi vida un hombre. Que digo hombre, para nada era otro niño de 14 o 15 años compañero de la secundaria. Me parecía hermoso. Soñaba con él. Escribí su nombre en todas mis libretas. Me derretía por él, pero ese niño ni siquiera volteaba a verme. Jamás le dirigí ni me dirigió la palabra, así es que fue mi amor platónico. Nunca más lo volví a ver y aunque no me lo creas me enamore de verdad de esa persona. En fin la secundaria representó para mí el despertar a una nueva etapa en mi vida, me convertí en adolescente. 161 En la secundaria Marta asume por primera vez su liderazgo de manera oficial convirtiéndose en representante de grupo en primero y segundo grados y en presidenta de la asociación de estudiantes cuando cursa el tercer grado. Para elle fue una experiencia muy aleccionadora porque como ella afirma: me di cuenta que podía influir sobre los demás y que tenía capacidad para detectar de las necesidades del grupo que representaba y ponía en juego, fíjate nada más, desde entonces mis habilidades de negociación. Cuando competí por la presidencia de la sociedad de alumnos, mi padre me aconsejo y trabajó muy de cerca hombro con hombro conmigo, hasta conseguir ganarle a mis dos oponentes. La planilla se llamaba Avance, nombre muy de la época ¿verdad?, mi papá nos ayudó a elaborar carteles y a conseguir algunos materiales patrocinados como forros para libros, cuádrenos, libretas, problemarios, etc. que repartíamos en los salones cuando andábamos haciendo propaganda. El día que ganamos papá tenía preparada una fiesta en mi casa porque él „ya sabía que íbamos a ganar‟. Nunca olvidaré sus palabras cuando llegamos a la casa y lo abrace y le dije que habíamos ganado. Él me miró de manera muy fija y me dijo: yo sabía que ibas a ganar porque tienes un gran equipo de colaboradores que yo vi como trabajaron duro y además no olvides que tu eres una triunfadora y estoy orgulloso de ti. Mi madre estaba contenta pero no muy convencida porque ese „puesto‟ era para hombres. Ella me llamo aparte y cuando estuvimos solas me dijo: mira Marta estoy contenta pero de todas formas no olvides que eres una señorita y tienes que darte tu lugar. Ya no eres una niña. Cuídate mucho. De todas maneras fue un gran día. De sus profesores de la secundaria recuerda con especial cariño al director, el maestro Nachito. Se refiere a él como: Era un hombre maduro de unos cincuenta y 162 tantos años, bajito de estatura, muy delgado y muy canoso. Usaba una barbita de candado, muy blanco y a mí se me hacía que se parecía a Francisco I. Madero. Era una persona muy prudente, muy paciente y muy sabia. Con él tuve muchos momentos de reflexión y mucho contacto cuando fui presidenta de la sociedad de alumnos. Su estilo para administrar la secundario fue algo que influyó en mí, hasta ahora me sorprendo tratando de imitarlo. Escuchaba a las personas con toda atención. Buscaba siempre la negociación de ganar-ganar, en esa época no se conocía este concepto pero ya se practicaba. Era muy sutil y no era para nada autoritario y sin embargo, era sumamente respetado por toda la comunidad. Era realmente un modelo a seguir. Marta tuvo una excelente participación académica. Ella lo recuerda describe de la siguiente forma: fui una alumna súper destacada. Había aprendido como ser una buena estudiante y en los tres años de secundaria obtuve siempre el primer lugar de mi salón y fui el primer lugar de la generación. Como obtenía excelentes calificaciones, las felicitaciones de mis padres y mis hermanos y hermanas no se hacían esperar. Con mis profesoras ni se diga. Todo el barrio sabía que yo era inteligente y eso era una enorme satisfacción y una gran responsabilidad. El paquetón es bastante pesado pero la adulación y el orgullo propio, tu sabes es más fuerte. Para muchas personas en México la vida universitaria comienza en la escuela preparatoria ya que ésta se encuentra en las universidades, es decir depende de las universidades. Sobre la escuela preparatoria Marta nos dice: entre con el pie derecho. Aprobé el examen de admisión, mismo que mis dos mejores amigas y muchos compañeros de la secundaria reprobaron. Ahí conocí otro mundo y otras maneras de pensar. Teníamos profesores muy comprometidos con filosofías diferentes. Había 163 comunistas, capitalistas y socialistas. Cada doctrina filosófica era para mí apasionante. Mis pláticas con mis amigos y amigas tardaban horas. Sentía que de la noche a la mañana había crecido. Ahora estaba en una escuela donde no andaban de tras de ti para que entraras al salón de clase. Me trasladaba de un salón a orto y si lo deseaba podía quedarme afuera conversando por largos periodos. La prepa era de dos años. En el segundo año tenías que elegir el bachillerato que debía estar acorde con la carrera profesional que pensabas seguir. Así es que yo elegí el bachillerato de ciencias exactas, donde éramos solo unas cuantas mujeres, casi todos eran varones. Había algunos muy guapos. Por primera vez un muchacho me declaró sus intenciones de ser mi novio. Sin embargo yo tuve novio formal hasta dos años más tarde a los 19 años”. Los estudios de preparatoria los realizó en los años setenta. La liberación femenina era un tema candente, actual. Se hablaba de la igualdad entre los sexos y se hablaba de que las mujeres podían ocupar y realizar cualquier trabajo que deseáramos. Al respecto Marta comenta: Araceli era un jovencita recién egresada de filosofía y letras y era nuestra maestra de filosofía. Era una muchacha muy guapa, delgadita, muy blanca y muy rebelde. Con ella tuvimos interminables análisis de la realidad femenina. Con ella aprendí, aunque ya lo intuía, que había otros mundos distintos a ser ama de casa. Con ella tomé la determinación de estudiar una carrera considerada de hombres, pero que a mí me gustaba. En cuanto a sus profesores Marta comenta: tuve otro tipo de maestros, diferente a los de la secundaria. Los de la secundaria eran maestros de profesión, los de la preparatoria no. Los de la preparatoria eran profesionistas en diferentes áreas: 164 abogados, contadores, médicos, biólogos. Filósofos, ingenieros, etc. así es que el abordaje de las clases era muy distinto. Para el profesor de perpa (escuela preparatoria) no importaba si estabas o no en clase, ellos daban su clase o la daban por vista, ya que faltaban mucho. Era una sensación extraña, mezcla de libertad y de descubrimiento; mezcla de novedad, como te diré… era una sensación de estar vivo, de tener conciencia, de hacer planes, de estar nuevo y como me decía mamá „eres tan jovencita que apenas estas empezando a vivir‟ en fin una sensación de tener la vida por delante; de ser eterna. Sin embargo esa libertad la llevó a reflexionar sobre lo siguiente: Aquí muchos compañeros se perdieron porque confundieron esta libertad con libertinaje y se dedicaron más a vagar, a drogarse, a beber alcohol. A mí me daba pánico saber que se estaban drogando con marihuana, por ejemplo y buscaba siempre alejarme del lugar. Sentía que venía la policía y nos cargaba a todos sin importar si estabas o no drogándote. Los muchachos se drogaban hasta en el patio de la escuela. Se hablaba de que en San Francisco (en los Estados Unidos) se buscaba legalizar el uso doméstico de la marihuana. El libertinaje sexual estaba de moda. Muchas muchachas salieron embarazadas en la prepa y muchas tuvieron que recurrir a abortos clandestinos, arriesgando la vida. En fin este mundo de drogas y libertinaje sexual me aterraba. Era una época turbulenta. La toma de camiones (autobuses urbanos) era una cosa cotidiana. Yo viajaba en camión de mi casa a la prepa y viceversa. No participé en ninguna de las muchas manifestaciones que hubo. No terminaba de comprender que era exactamente lo que estaba sucediendo. En 1972 se luchaba por la autonomía de la Universidad de Nuevo León y nuestro gobernador Eduardo Elizondo renunciaba a su puesto porque no había sabido resolver el problema de la autonomía. Monterrey era ya 165 una de las principales ciudades de la Republica pero se caracterizaba por ser una ciudad muy conservadora. Mamá y papá estaban permanentemente preocupados por toda esta turbulencia y no fueron pocas las ocasiones que fueron por mí a la preparatoria. Por supuesto que mis compañeros de clase me daban carrilla y se burlaban, me decían la niña pop o la niñita de mamá, etc. incluso, mis padres, se llegaron a plantear si debía o no continuar mis estudios de preparatoria. En la escuela preparatoria fue representante de grupo en segundo año y se encargó de organizar la graduación de su generación. Este acontecimiento lo describe como: Fue una gran experiencia. Reunirte con tus compañeros, diseñar el plan político y académico, participar en las elecciones y ganar. En cuanto a la graduación nos comparte que: fue una gran experiencia. Era una ceremonia sencilla, nada que ver con lo que ahora se hace. Se entregaba el diploma de haber concluido los estudios de preparatoria, en el auditorio de la prepa, te tomabas unas fotos con tus papás y con tus compañeros de generación y pararle de contar. Además agrega: En la prepa hice grandes amigos y amigas. Aún ahora, algunos nos seguimos frecuentando. Tenemos profesiones distintas y estamos en diferentes lugares de la ciudad y con nuestras propias vidas, pero aun así nos seguimos reuniéndolo. Es curioso pero de mis amigas de prepa nos reunimos siete compañeras que seguimos una carrera profesional, casi todas estamos divorciadas, en cambio de mis amigos y compañeros de prepa y facultad todos están casados. Ahora que lo platico contigo me cae el veinte de que para las mujeres la práctica de la profesión repercute de manera diferente que para los varones en cuanto a sus relaciones de pareja o en cuanto al estado civil. 166 También habla sobre sus excelentes calificaciones durante este periodo: Mis calificaciones siguieron siendo muy buenas y fui una alumna destacada. Con diploma y toda la cosa. En realidad siempre he sido muy entregada y muy trabajadora. No creas, ahora me pregunto si esto ha sido bueno o no porque me he perdido de momentos significativos por estar en el trabajo. A lo mejor hubiera valido la pena ser menos exitosa en la escuela y en la vida profesional y haber dedicado más tiempo a cosas que en su momento me parecieron intrascendentes pero que ahora sé que fueron significativas… por ejemplo, haber asistido a más fiestas, haber conocido más chavos, haber tenido más novios, más experiencias, no sé, haber disfrutado más esa etapa, aunque hubiera sacado ochos o sietes…no sé, a lo mejor después de todo estoy aprendiendo a vivir con menos perfección. No sé, una siempre se pregunta si lo que hizo fue lo mejor, pero lo importante es darse cuenta que en su momento valió la pena. Marta describe sus inicios profesionales como: entrar a estudiar a la Facultad fue todo un acontecimiento en mi vida. Ciudad universitaria, edificios super modernos, amplios jardines y estacionamientos, maestros totalmente relacionados con la profesión, las amigas de mamá preguntando y Martita ¿Qué estudia? …Que barbaridad que muchacha tan inteligente, papá acompañándome a la Facultad y recorriéndola conmigo y asombrándose de lo que veía, „esto es la profesión, aquí comienza la vida profesional‟ decía. En fin, un mundo nuevo, un mundo por descubrir Mi paso por la Facultad fue interesantísimo. Me apasioné con mi profesión y comencé a dar clases en la Facultad el último semestre de la carrera, es decir siendo aún estudiante ya era profesora de los estudiantes de segundo semestre. Aquí desplegué mis alas, fui representante de grupo, presidenta de la asociación de estudiantes de la 167 Facultad, alumna distinguida, profesora. Organicé viajes de estudio a diferentes partes del país y a los Estados Unidos, participé en la organización de dos coloquios y un simposio internacional, hice mi servicio social en apoyo a comunidades segregadas, escribí mis primeros artículos para publicar, dirigí un boletín informativo interno mensual durante dos años y por primera vez en mi vida tuve novio forma. De su noviazgo recuerda que: Mi novio era un excelente muchacho, estudiaba en el edificio contiguo a la Facultad, el es ingeniero mecánico administrador. Era y es guapísimo, un mango como decíamos en aquel momento. Anduvimos de novios como dos años y luego la relación no prosperó. Él quería una chica más tradicional y yo quería una vida más moderna, donde yo pudiera trabajar, ganar mi propio dinero, ser más independiente. Terminamos la relación muy bien, de muy buena manera, y ahora somos buenos amigos él, su esposa y yo. Lo que son las cosas su esposa es abogada y resulto ser una política exitosa, ha sido alcaldesa y diputada, en fin, la esposa le resultó ser más activa y moderna de lo que él buscaba. Ahora, de que le atraían mujeres líderes, le atraían. Después tuve dos novios de manita sudada, que no significaron gran cosa en mi vida. Luego llego quién sería mi esposo. Fue un noviazgo larguísimo de seis años. Él no estaba muy convencido de que yo fuera la mujer de su vida y la verdad yo tampoco. Creo que fue más la costumbre y la inercia y desde luego la presión familiar y social lo que determinó que tomáramos la decisión de casarnos. Desde un principio hubo problemas con mi profesión. En ese entonces yo trabajaba en un importante grupo empresarial, el grupo Alfa, y ganaba bastante bien y dos veces a la semana por las noches daba clases en la universidad. Él en cambio ganaba menos dinero que yo y eso constituía desde su 168 perspectiva un gran problema. Las diferencias nos llevaron a las discusiones permanentes, donde el común denominador era mi trabajo, que si descuidaba la casa, que si no ponía la debida atención a los hijos, que si me gustaba andar nada más en la calle, hasta que después de cinco años de matrimonio y dos hijos, decidimos separarnos primero y divorciarnos después. Ahora él está felizmente casado y llevamos una relación distante pero cordial, al fin y al cabo tenemos dos hijos que hay que sacar adelante. Ha sido un padre responsable en cuanto a su trato con los muchachos. Nunca he querido pedirle dinero para ellos ya que él siempre ha tenido un salario bastante limitado y en su actual matrimonio tiene una hija pequeña y desde luego su esposa es ama de casa y por lo tanto no tiene un salario que complemente o incremente las entradas de dinero. Así es que en la parte económica de mis hijos yo me las averiguo sola. Los empleos de Marta Cuando me gradué de la Facultad conseguí un empleo dentro del grupo empresarial Alfa. Trabajar en este grupo en los años setenta era como sacarse la lotería. Todos queríamos entrar a trabajar en él. Los sueldos y las prestaciones eran muy buenos. Entre primero a nivel de gerencia media coordinando un pequeño departamento. Dependían directamente de mí dos personas: una secretaria y un asistente. Con el asistente formé inmediatamente equipo pero con la secretaria fue de verdad un calvario trabajar, porque era una mujer cuarentona, con muchos años en la empresa y muy necia y arrogante. „ninguna niña, por más título que tenga, me va a venir a decir cómo se hacen las cosas‟, me decía retándome. Usando mis habilidades de negociación y demostrando con argumentos mis propuestas y proyectos fui ganando reconocimiento dentro del grupo (empresarial) y 169 también fui asumiendo puestos de mayor responsabilidad. Ahí trabaje por más de diez años y llegué a ocupar excelentes posiciones. Estuve en puestos de toma de decisión. Nunca sentí discriminación, sin embargo, con el tiempo me doy cuenta de que si había discriminación manejada muy sutilmente. Recuerdo que ascendí hasta cierto nivel y siempre en posiciones „femeninas‟. Nunca estuve al frente de posiciones verdaderamente estratégicas. Así es que cuando se vinieron aquellos primeras reingenierías y reajustes, mi dirección fue de las primeras en desaparecer y yo de las primeras directoras en salir del grupo. Curiosamente las mujeres fuimos despedidas más pronto en comparación con los hombres. No tengo el dato pero estoy segura que proporcionalmente hablando fue mayor la proporción de mujeres despedida en comparación con los hombre. En la Universidad Marta comenzó a trabajar desde que ella era una estudiante del penúltimo semestre de su carrera profesional y continuó trabajando en ella hasta la fecha. Ella nos comparte que: la universidad es una institución a la que le tengo un afecto muy especial porque durante toda mi vida profesional he estado relacionada con ella, primero como maestra y después como administradora. Como maestra afirma que: El docente de un grupo se convierte en el líder del mismo, pero es un líder impuesto porque los estudiantes no lo han elegido, sino mas bien el departamento académico con el visto bueno del director en turno asigna a cada profesor o profesora. Para mí un buen maestro se constituye en un buen líder. Es mentira que los profesores barcos [blandos, condescendientes, no estrictos] obtienen mejores evaluaciones y reconocimiento de los alumnos. Los buenos profesores son aquellos que exigen a los estudiantes y a ellos mismos. Son aquellos que también dan, se dan, se entregan. Dan conocimientos, experiencia, afecto, atención. Los barcos en cambio son percibidos como indolentes, cínicos, faltos de carácter. Todo eso se refleja en las evaluaciones y en los comentarios de pasillo. 170 Cuando un profesor o profesora es buena, los alumnos lo reconocen y respetan. El verdadero líder docente es el que es reconocido por su talento y su don de gentes. La relación con los muchachos [estudiantes] debe ser estrecha, claro conservando siempre una distancia prudente entre profesor y alumno. Pero debe existir la confianza para que ellos [los estudiantes] pueden compartir sus inquietudes, dudas necesidades y todo aquello que les aqueja y que en un momento dado no les perite avanzar. Mira, en ocasiones tiene broncas con sus padres o con los novios. A veces necesitan tan solo ser escuchados. Un buen maestro y un buen líder de grupo es humano y se acerca a sus estudiantes. Mi carrera política y de administración dentro de la Universidad tomo sentido después de haber salido del Grupo Alfa porque precisamente el haber estado trabajando en él (Grupo Alfa) me dio, creo yo, cierto prestigio y reconocimiento dentro de la Facultad (Universidad). Recuerdo cuando fui con el director de la Facultad para comentarle que había salido del Grupo Alfa, inmediatamente me ofreció la subdirección académica. Yo no salía de mi asombro y le cuestioné ¿Qué va a pasar con Juan, el actual subdirector?, a lo que me contestó: con él no hay problema porque quiere dedicarse a la investigación, de hecho esta en esa posición porque necesito ahí una persona que no esté comprometida con ninguno de los grupos políticos existentes en ese momento, así es que mejor que tú que no se te vincula con nadie. Obviamente sabía que si aceptaba el puesto estaría vinculada con el grupo político que en ese momento tenía el poder, así es que acepte. Desplegué toda mi experiencia administrativa y política y me puse a trabajar con todas las ganas del mundo. Entre las experiencias de liderazgo más significativas para mí, fue la subdirección académica. Fue como entrar en el corazón mismo de la universidad. Los 171 planes de estudio, sus contenidos, su carga ideológica, los profesores, el director, la situación política, todo entra en juego en esta coordinación. Su administración me dio una visión increíble. Yo creo que me preparó para la dirección de la Facultad. Fue un gran escaparate y lo aproveché. Fui la directora siguiente. A la vuelta de tres años había sido elegida como la primera directora de la Facultad puesto en él que estuvo por seis años [dos periodos continuos de tres años]. ella afirma que: En esta posición es fundamental hacer equipo. Las traiciones y fidelidades son importantísimas. Recuerdo en una ocasión a una maestra que fue a hablar conmigo para pedirme que gestionara su planta porque ya tenía trabajando veintitantos años en la Facultad como profesora de medio tiempo y necesitaba tener un mejor ingreso (el doble). Ella tenía fama de traicionera, sin embargo, revisé su expediente y comprobé que era una persona cumplida y una maestra regular. Decidí ayudarla porque me pareció tan injusta su situación. Una vez obtenida su planta anduvo grillando o haciendo política barata contra mí. Nunca la entendí pero yo hice lo que consideré correcto en su momento. A mí me parece que la política se debe al bien común independientemente del grupo o partido de preferencia. En cambio recuerdo una situación sumamente difícil. Se había formado un importante grupo de profesores que quería destituirme porque viniendo de la iniciativa privada yo no tenía una trayectoria sólida dentro de la institución y además era „vieja‟ (mujer) decían ellos. Lograron reunir a una buena cantidad de maestros y alumnos y comenzaron a organizar reuniones para ver la forma de destituirme. Fortalecí mi equipo de trabajo, redoble los esfuerzos por salir adelante y por consejo directo de mi padre, que tenía una enorme influencia sobre mí, comencé una labor de división del grupo recién formado. Trámite plantas para quienes ya tenían 172 derecho, abrí posiciones temporales para diversas actividades e invité a muchos de los „enemigos‟, en fin busqué dividirlos y lo logré y logré consolidarme. Para ser una buena líder hay que mantener la cabeza fría para que no se te suba el puesto, para que no te marees con el poder. Cabeza fría para poder tomar decisiones que beneficien al colectivo aunque paradójicamente no sean muy populares, por ejemplo cuando decidimos aumentar un semestre al plan de estudios porque consideramos que era importante agregar materias que vincularan al estudiante con la realidad laboral y así pudieran ellos colocarse con mayor facilidad en el mercado de trabajo. Agregar un semestre los iba a beneficiar y de hecho los benefició, pero esta medida no fue popular en su momento. Ser la directora me exigió equilibrar la balanza colocando de un lado a todos/as que te apoyaron políticamente y del otro lado a todos aquellos que son buenos maestros y que benefician a los estudiantes y a la Facultad, aunque no te hayan apoyado o estuvieran en otros grupos políticos. Para Marta la resistencia y la tolerancia a la presión son armas invaluables para sobrevivir a una dirección donde hay gente pensante. Toda la gente cree tener la razón y seguramente desde su perspectiva la tienen, lo que les falta es la visión de conjunto que en ese momento tienes tú como directora. El secreto paciencia, paciencia y más paciencia. Siendo directora de la Facultad comienza a participar en la política universitaria, así es que, comencé a formar parte de un grupo político con mucha fuerza dentro de la universidad. He ocupado dos jefaturas antes de este puesto. He estado en la administración de tres rectores y me he sabido mover en el equipo de trabajo. Créeme que el ingrediente para mantenerme es el trabajo. Cuando llegó este rector y me llamó para que ocupara este puesto, lo acepté como un reto personal porque desde aquí tienes 173 una visión de toda la Universidad. Me gustaría, aquí entre nos, llegar a ser la rectora y de ahí a la gubernatura de este Estado. Los puestos administrativos en la universidad te dan visón de conjunto, del conjunto de la universidad de sus facultades y escuelas, de sus preparatorias y puedes entonces advertir que cada instancia merece un trato único, diferente. Diferente no quiere decir desigual. Las matemáticas quizá nos puedan ayudar a comprender el concepto 3+2 igual 5, son dos expresiones matemáticas diferentes 3+2 es una expresión matemática y 5 es otra expresión matemática pero ambas son iguales porque tienen igual valor. Son diferentes pero iguales. Para Marta un buen líder universitario no debe olvidar que la universidad no son sus instalaciones ni su tecnología sino que la universidad la constituyen principalmente las personas, las maestras y maestros, el alumnado, los administradores, el cuerpo directivo. Un líder debe poseer un pensamiento creativo porque su labor se concentra en la solución de los problemas y en la innovación y un líder debe tener capacidad de propuesta. Yo he tenido siempre jefes hombres no he tenido ninguna jefa. Mira con el jefe hay que tener mucho cuidado de no hacerle sombra, de saber que tu posición es de subordinado, aunque no me gusta el término, pero debe quedarte claro que el jefe es él y no tú. Es una regla sine qua non el no hacerle sombra al jefe. Debes ser disciplinada, siempre. Todos mis jefes, sin excepción han sido autocráticos y autoritarios. No recuerdo alguno que haya propiciado la democracia ni la participación abierta. A mí me gustaría ser una líder con un estilo más moderno, más democrático, más colaborativo. Reconozco que la influencia que tengo es para ser más autocrática y he ejercido en muchas ocasiones ese 174 estilo. Algún líder situacional ha sido más democrático como cuando formas un comité y el que lidera es menos autoritario, pero más bien ha sido la excepción. Soy muy respetuosa con mis jefes, pero considero que ellos esperan de una colaboradora como yo que aporte su experiencia, conocimientos talentos y por eso siempre estoy dando mis puntos de vista, mi opinión personal acerca del tema o problema que estemos tratando. Al menos eso esperaría de mis subordinados. Cuando el jefe está equivocado hay que hacerle saber y notar su error, con mucha mano derecha, con mucha diplomacia y tacto. Si después de dar a conocer tus ideas y propuestas él persiste en darle para delante, pues bueno, que se le va a hacer. Para mí el mejor jefe que he tenido poseía un forma de pensar bastante abierta. Las personas de mentalidad abierta son más exitosas porque aprovechan los talentos de cada uno de sus colaboradores. Él era tan inteligente y seguro de si mismo que permitía que cada colaborador se expresara y aportara sus ideas, esto es valiosísimo para cualquier universidad. Pero no todos los jefes tienen ese talento. También y esto es importante mi mejor jefe sabía darnos reconocimiento y nos motivaba para el logro de sus objetivos. Sus metas y objetivos eran claros y los compartía con nosotros de tal forma que el equipo sabía siempre hacía donde íbamos. He tenido jefes, desafortunadamente la mayoría que creen que compartir objetivos es debilitarse y es correr riesgos. Para ellos la información siempre la debe tener el jefe y ésta no debe ser comunicada a los colaboradores. Para ellos la información es poder. En cuanto a su relación con los compañeros de trabajo Marta nos dice: yo he tenido la suerte de poder elegir a la gente que va a depender de mi, salvo alguna excepción que me impusieron alguna persona, siempre he elegido a las personas. Claro 175 que esto te da una enorme ventaja y también una gran responsabilidad porque cuando tu eliges no puedes echarle la culpa a nadie no puedes decir es que fulanito me falló o sutanita no cumplió. Es tu total responsabilidad. En general he sabido elegir bien, alguna que otra vez me he equivocado pero te puedo decir que en el noventa por ciento de las veces he hecho una buena elección. Yo he trabajado igual de a gusto con hombres que con mujeres. Yo no creo en la distinción de sexos, creo en la capacidad de las personas independientemente de si son hombres o mujeres. En algunos puestos he preferido mujeres u hombres, pero ha sido más bien la excepción. Por lo general las mujeres son más detallistas, se preocupan más por los detalles y más disciplinadas y los hombres son más, como te diré, prácticos, aventados, pero esto es una generalidad, desde luego que hay hombres detallistas y mujeres prácticas. En algunos puestos he elaborado perfiles del puesto y he colocado como característica deseable que sea una mujer o un hombre dependiendo del puesto. Para Marta el término adecuado es colaborador y no subordinado porque: los colaboradores nunca son subordinados sino compañeros de trabajo. El término subordinado me parece arcaico. Yo prefiero llamarlos colaboradores porque de esa manera los siento parte de mi equipo y siento que su trabajo está colaborando con el mío. A mí me parece que subordinado tiene una implicación discriminatoria que significa poder y estatus. El liderazgo debe ser compartido con los colaboradores por eso para mí es importante entender que depende la tare que estemos realizando hay muchos momentos en que algún o alguna colaboradora asumirá el liderazgo porque tiene el conocimiento y la experiencia en ese asunto”. 176 Por otra parte reconoce que “la verdadera función de un líder es hacer que las cosas sucedan. Para lograrlo es necesario delegar responsabilidades. La delegación no es tarea fácil porque debe asegurarse que en realidad se esté llevando a cabo lo que se espera por lo que el seguimiento y el control son fundamentales en la función de liderazgo. El clima de la organización tiene que ver con un ambiente de libertad, con una comunicación fluida donde cada colaborador sienta que puede ser comprendido y que la jefa tiene la capacidad de ponerse en sus zapatos. La compasión y la comprensión son elementos, a mi juicio, muy importantes para un buen clima organizacional. En cuanto a mi relación con mis compañeros directivos en general ha sido buena. Recuerdo haber tenido un conflicto con un director de facultad que trato de inmiscuirse en mis asuntos dando opiniones y sugerencias que no le fueron solicitadas. Él me creo un conflicto interno que supe confrontar y resolver en su momento. Para mi la relación con mis compañeros directivos debe ser discreta y respetuosa. Procuro mantener una distancia sana. Asisto a una que otra reunión siempre de trabajo y no tengo relación con ninguno de ellos. Me parece que así debe ser. Como somos directivos estamos acostumbrados a mandar y a veces queremos dirigir en otros terrenos que no son los nuestros. Cuando ha habido momentos difíciles para algún compañero he procurado mantenerme al margen. Aun cuando los medios de comunicación me han entrevistado sobre el problema del compañero x procuro que mis opiniones no sean evaluativas y respondo con mucha cautela para no perjudicarlo. No participo en chismes de ninguna índole ni en política barata, que aquí le llamamos grilla. En general mis compañeros directivos han sido hombres. Ha habido muy pocas mujeres, entre más alto 177 es el puesto menos mujeres te encuentras. Recuerdo dos directoras de facultad y tres jefas de departamento, en este nivel en el que ahora estoy soy la única mujer Las barreras que tuvo que afrontar Marta Yo creo que los problemas en la vida son oportunidades para crecer dice Marta cuando hablamos de los obstáculos que ha tenido que enfrentare para llegar a estar en donde está. Ella afirma que: la primera lucha que tuve que librar fue y sigue siendo con mi madre. Ella es una mujer chapada a la antigua y no logra asimilar los cambios que hemos venido experimentando. Para ella la sociedad está atravesando por estos períodos críticos de familias destrozadas, como la mía, de acuerdo a su criterio, debido a que hemos, como te diría, distorsionado nuestros papeles como mujeres y como hombres. Yo estoy fuera de todas sus expectativas. Es mi culpa que mi matrimonio haya fracasado, para ella, es mi culpa que mis hijos no vivan con un padre, porque yo lo ahuyenté con mi comportamiento poco femenino. Mi madre no sólo se opone a que yo de alguna manera transgreda las reglas, sino que ella ve en mí una forma de ser, como te diré, poco femenina. Este ha sido un verdadero obstáculo para mí porque siento su permanente rechazo. La verdad es que ella no me acepta como soy y no creas aun a mis cincuenta y tantos siguen afectándome. A veces me he preguntado si valdría la pena ir a ver un psicólogo para recibir ayuda profesional porque a lo mejor en el fondo yo soy la que no la acepto a ella. No sé. Otra barrera fue: mi ex (esposo) fue en un momento dado de mi vida, un enorme obstáculo. No sabes los rounds que nos aventábamos. Discusiones permanentes, violencia psicológica, de parte de los dos. Los dos nos agredíamos fuerte. Me llegó a decir que para él yo no tenía ningún valor como mujer. Llegamos a no tener relaciones 178 sexuales durante más de un año. Hasta que dije ya basta, no es esta la vida que quiero para mí y le pedí el divorcio. Primero nos separamos por unos meses y luego ambos llegamos a la conclusión de que esto era lo mejor para los dos. Fue un período difícil. Decidí no volver a casarme porque creo que esto va repetirse. Mira en el fondo el hombre quiere una mujer que le obedezca, que no sea más que él, ni siquiera igual. No, yo no nací para estar casada. Mi madre dice que nos sirvo para las labores „propias de una mujer‟, o sea no sirvo para tener marido y no sirvo para tener hijos. A veces me entra la duda y me digo a mi misma –¿no será que en realidad mi destino no es el de la familia?, ¿seré una buena madre?- no se, pera a veces me siento culpable de tener esta familia tan …diferente a lo que yo hubiera querido. No has preguntado por mis sueños, pero mi sueño siempre fue un hombre con el que pudiera haber compartido mi vida entera, que estuviera aquí conmigo, con mis hijos. Un hombre que no se sintiera menos que yo. Un verdadero hombre. No sé si la muerte de mi padre puedo considerarla como un obstáculo, lo que sí puedo decirte es que fue uno de los momentos de mayor debilidad en mi vida. Más fuerte que mí divorcio. El duelo aún después de cinco años me dura. Mi padre fue y es uno de los pilares más fuertes en mi vida. Mi relación con él fue tan profunda y tan „neta‟ como dicen ahora los muchachos, que siento que con él se murió una parte de mi. Estoy aprendiendo a dialogar con él. Cada vez que tengo un suceso, problema o éxito, se lo comparto y aunque no me lo creas, siento sus respuestas, su presencia, es reconfortante. Estos son los que yo consideraría obstáculos de verdad. He tenido múltiples tropiezos digamos laborales, políticos, del día a día, pero los verdaderos tiene que ver con esto que te comenté 179 Los modelos de referencia para Marta ¿Quiénes fueron tus modelos y cómo éstos te ayudaron para llegar a ser líder? concretamente no lo sé. Nunca en mi fuero interno pensé en ser líder. No nunca lo pensé, o en ser la jefa de alguien al menos no conscientemente. Sin embargo yo creo que hubo personas a lo largo de mi vida que estuvieron conmigo y fueron determinantes. Mi papá fue una persona determinante en mi vida personal y laboral. Cada logro, cada puesto que he tenido mi papá lo disfrutaba enormemente y eso hacía que me sintiera segura, importante, que continuara buscando el éxito profesional, o al menos lo que para mi era el éxito”. Yo considero que el hecho de haber sido una estudiante destacada durante toda mi vida fue un gran aliciente para mí en cuanto a seguridad, audacia, autoestima. Me hacía sentir importante porque eran muchos los reconocimientos, y no me refiero a los diplomas, sino más bien a los reconocimientos que te dan las personas, la palmadita en la espalda, el aplauso cuando pasas a recibir el diploma, el reconocimiento de los profesores, el respeto de tus compañeros de clase, no sé, todas esas experiencias hacen que construyas una personalidad muy definida, muy sólida. Yo fui una adolescente en plena lucha por los derechos de la mujer. En 1975 yo tenía 19 años y se hablaba muchísimo de la liberación femenina. Eso creo que me marco hasta el grado de que yo quería destacar en todo lo que hacía. Toda esta filosofía hizo que yo visualizara un mundo distinto al de mi madre por ejemplo. Pensaba en mí como una mujer exitosa, con su propio dinero, su propio automóvil, su propia casa, su propia vida. Nunca me visualicé limpiando la casa ni las nalguitas de mis hijos, ni trapeando y barriendo y todas esas cosas. Cuando leí a Simone de Beauvoir, o asistí a las 180 conferencias con (Elena) Poniatowska, o leía sobre Elena Garro, yo decía esas son otro tipo de mujeres, como esas quiero ser. La obra de Beauvoir es esplendorosa y muy revelante y relevante para mí. Mi modelo nunca fue mi mamá, ni mis hermanas, ni todas esas mujeres tradicionales, a quienes respeto mucho, pero que yo no aspiraba a ser como ellas. Yo pienso que la vida es algo más que seguir un estereotipo. Yo creo que la vida es construir sobre tus deseos, tus metas, tus sueños. No se vale renunciar a nada de lo que quieres ser en aras de nadie, porque entonces vives frustrada, aniquilada, como fantasma, no mi vida es mía y la quiero vivir como yo decida. Quién es Ana Me describo a mí misma como una luchadora incansable. Una mujer sin edad, porque no creo en ella. Una mujer sin tiempo, porque soy de este tiempo. Una mujer de eterno presente y de sueños y proyectos permanentes. Sobre su estado civil nos camparte que: Nunca me casé y me hubiera gustado hacerlo. Pero deje pasar la oportunidad y al amor de mi vida. Lo tuve en mis manos y lo deje ir. Me arrepiento porque sé que soy mujer de un sólo amor. En cuanto a su profesión nos dice: soy profesora y soy ingeniera quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa. Dentro de cómo se describe ella, además de lo anterior aporta lo siguiente: Mis padres murieron hace ya tiempo y vive conmigo una sobrina con su esposo y sus tres adorables pequeños. Son como mis hijos y mis nietos. Soy una mujer afortunada porque tengo todo lo que necesito para ser feliz y soy feliz. Tengo salud, juventud, humor, no soy rica pero gano lo suficiente para hacer mis viajes por el mundo, tengo talento para la 181 administración y para la pintura, tengo una linda casa, llena de luz, alegría, amor. Tengo todo lo que necesito, estoy plena. Ana es una mujer llena de energía, optimista y fuerte. Tiene 55 años de edad. Es una mujer madura, bajita de estatura, muy delgada, muy blanca y con unos enormes ojos verdes. Ana es profesora de educación primaria y tiene una carrera universitaria, dos maestrías y un doctorado. Ana se define a sí misma como: una mujer independiente, no sumisa, soñadora, a la que le encanta el arte y la magia de la vida. Soy una mujer sensible y fuerte a la vez, soy frágil y resistente, soy muy tenaz, aunque para algunos soy terca, cuestión de enfoques. Me hubiera gustado casarme y tener una familia, pero mi prometido me dio a escoger y en su momento elegí mi carrera profesional, no sabes cómo me he arrepentido, pero lo hecho, hecho está… Me considero una mujer sencilla, de buenos sentimientos. Me gusta estar con la gente. Soy muy exigente hasta conmigo misma. Soy exigente porque quiero resultados, buenos resultados. Físicamente Ana dice de sí misma: soy una mujer pequeña de estatura pero grande de ideas, por aquello de que la grandeza se mide de la cabeza al cielo. Soy muy blanca y me considero una mujer muy hermosa. Me encanta vestir traje sastre porque me parece muy cómodo y práctico. Tengo poca ropa pero procuro que sea de muy buena calidad. Me gusta mucho lo mexicano por eso siempre me veras con algún accesorio mexicano. Que si el collar, que si la pulsera, que si el anillo, siempre busco algo que me de identidad. Soy mexicana y me siento muy orgullosa de serlo. Soy muy sencilla en el vestir y no es algo a lo que le preste demasiada atención. Me gusta estar presentable, eso 182 sí, pero sin muchas pretensiones. Me encanta ser muy femenina, muy delicada. Los colores que escojo son siempre en tonos pastel. Soy muy maricona y me gusta mucho serlo .¿Qué significa maricona? a poco no sabes. Maricona es una forma de ser muy femenina. Me gusta ser muy femenina. Toda yo, mi atuendo, mi manera de ser, mi forma de ir por la vida. Eso es ser maricona. Que no parezco fuerte. Que quién me ve, me ve frágil, delicada, maricona pues. Yo más bien me aficiono a todo lo que tenga que ver con el espíritu, con la belleza, con la estética y por ahí si tengo puesta toda mi atención. Las personas cultas son más atractivas para mí que las personas atractivas físicamente, las personas cultas me encantan. Los eventos culturales como el teatro, los conciertos, las exposiciones pictóricas, etc. son mi pasión, me fascinan, me transportan a otras latitudes, me envuelven, alimentan mi espíritu. Todas las manifestaciones artísticas me atraen. Leo mucho, muchísimo, novela, cuento, poesía. La poesía es punto y aparte, me apasiona. Ana es una mujer extrovertida, fácil de entrevistar. Comparte los trozos significativos de su vida con mucha generosidad. Cada una de las sesiones de entrevista con ella fue de verdad deliciosa. La familia de Ana De su familia nos dice que: Mi padre y mi madre fueron profesores de primaria, maestros de escuela pues. Dos seres maravillosos, fantásticos, inigualables. Mis dos grandes pilares. Mamá era una mujer sencilla, de rancho. Una mujer bellísima y de pensamiento muy claro y liberal. Para ella las mujeres debíamos superarnos, destacar. Ella fue maestra toda su vida. Murió joven, a los sesenta y dos años. Murió en su salón 183 de clase. Por eso te digo que trabajó toda su vida. Dio la salida a los niños y sentada en su escritorio dio la salida a su alma y ahí quedo, sentada en su escritorio, con una sonrisa de satisfacción. El evento causo un enorme revuelo, ya te imaginaras. Cuando nos vinieron a avisar no podíamos creerlo. Papá se desplomó, literalmente, física y espiritualmente, se desplomó. A partir de la muerte de mamá la vida ya no fue la misma para mi papa, su interés por la vida se esfumó. Los cuatro años que sobrevivió, los vivió en un permanente homenaje a su memoria. Ana describe a su mamá de la siguiente manera: Mamá fue una persona alegre, con mucha vitalidad. Era estricta pero justa. Mi relación con ella fue maravillosa. Yo podía hablar de cualquier tema con ella y siempre me escuchaba y respetaba. Me encanta recordar las tardes de algunos sábados, sobre todo en invierno que nos poníamos a hacer tortillas de harina de azúcar, nos quedaban exquisitas o a cocinar para algún evento especial, tamales, mole, codero con garbanzo, cabrito a las brazas, huachinango frito, pescado a la veracruzana, mamá era una excelente cocinera y lo disfrutaba muchísimo y yo era un muy buena aprendiz y también lo disfrutaba una enormidad. La cocina, hoy en día, la buena cocina la disfruto mucho. Mamá me alentaba mucho a seguir mis sueños, pero también me ayudaba a poner los pies sobre la tierra. Ella me enseño a tomar mis propias decisiones desde pequeña. Veíamos los pros y los contras y luego me decía tu tienes la última palabra. De esa manera yo era responsable de mis propios errores y no había posibilidad de usar a nadie como chivo expiatorio. Recuerdo cuando decidí estudiar en la Normal, revisamos todos los convenientes e inconvenientes y yo tomé la decisión, por eso años más tarde que 184 decidí por estudiar otra carrera no fue extraño para ella y me apoyo en todo momento. La relación con mi madre fue maravillosa. Y a su padre lo describe de la siguiente forma: Mi padre para mí fue un extraordinario amigo, un ser sensible, con una gran belleza interior. Mi padre era un verdadero artista. Conservo de él un diario que es una verdadera obra de arte. Ahí tiene escrito los pasajes de su vida más significativos. Tiene una descripción muy detallada de lo que cada uno de sus hijos representaba para él. Es una delicia leer como conoció a mamá y como fueron aflorando sus sentimientos. Se puede apreciar como su amor fue sufriendo transformaciones y fue solidificándose. De verdad es un agasajo leerlo y saber que eres parte importante en la vida de otro ser humano. Cuando papá murió y descubrí este diario fueron horas de lectura y de una sensación de vida esplendorosa. Recuerdo un pasaje que más o menos dice así: -Ana ha decidido estudiar en la escuela Normal. No está muy convencida de esto, pero yo estoy seguro de que ella se dedicara a la educación toda su vida, porque tiene el talento para hacerlo. Mi princesa quiere volar y tiene todo el derecho del mundo. La sensación es dual, de una infinita alegría y de una profunda melancolía. Alegría porque esta decisión es un indicio inequívoco de que se está convirtiendo en un adulto. Melancolía porque me pregunto en qué momento mi pequeña Ana creció, fue tan fugaz, que al cerrar los ojos me parece que está ahí en su cuna, en su columpio- ese era mi padre. En realidad soy una mujer muy afortunada porque tuve unos padres fuera de seria. Ella agrega: mi padre también fue un gran propulsor para que yo fuera una profesionista exitosa. Se preocupaba mucho de mis calificaciones, me ayudaba a 185 entender algunos conceptos que se me dificultaban por ejemplo con las matemáticas o con la física. Eran materias que me parecían un tanto complicadas. Ana comenta una anécdota para ilustrar la personalidad de su papá: una de las experiencias más significativas, que fue dolorosa, pero que recuerdo con gran cariño fue cuando me quebré la pierna. Tenía yo seis años. Estábamos jugando en patio de la casa, mis hermanos, mis primos y yo. El juego consistía en saltar de una mesa, de esas de lámina, hacía el piso. En una de esas me caí al suelo y por el ángulo me quebré la pierna. Mi mamá no quería que me internaran en un hospital y yo tampoco lo quería. Estaba aterrorizada. Mi padre junto con un tío, al que adoro, construyó una cama especial para que yo tuviera la pierna levantada por unos contrapesos, es decir una cama especial. Así es que no fui al hospital y estuve con la pierna levantada por seis semanas y luego me enyesaron de la cintura para abajo. Mi padre tenía esos enormes detalles. Era un ser extraordinario. Cuando le comenté que quería estudiar una carrera en la universidad me hecho porras. Le dio un gran gusto a él y a mi mamá que me decía „ves la carrera de maestra era sólo un escalón. Ahora tu sola te puedes sostener una carrera en la universidad‟. En realidad los dos fueron grandes pilares en mi vida. Ana es la menor de cuatro hermanos. Tres hombres y ella. De sus hermanos Ana se expresa así: Con mis hermanos me llevo muy bien. La diferencia de edad entre el mayor y yo es de sólo seis años, así es que prácticamente los cuatro atravesamos por las mismas etapas de vida. Con ellos jugué a todo y aprendí a jugar todos sus juegos. Me trepé en los árboles y jugué a las canicas. A mí nunca me preocupó, de veras, nuca me 186 preocupó si los juegos que jugaba eran de niños o niñas. Yo jugué juegos infantiles, de todos y los disfruté mucho. Somos ahora gente madura. Mi hermano el mayor asumió el rol del padre cuando papá murió y siendo yo la hermana menor pues me procura muchísimo, busca siempre estar en contacto conmigo. De hecho su hijo y sus nietos viven conmigo. Son una maravillosa compañía. Con el hermano que sigue también tengo una buena relación, aunque no tan cercana como con mi hermano mayor. De hecho el vive en los Estados Unidos, en Dallas, Texas y lo veo sólo dos o tres veces al año. A veces yo viajo y a veces el viaja. Mi hermano el más pequeño de los hombres es muy reservado. El vive su vida con su esposa y sus hijos de manera muy separada. Yo respeto a cada uno de ellos porque ya tienen una familia formada. De mi hermano mayor recuerdo su preocupación permanente por mí, quizá por ser la más pequeña. Recuerdo que me ayudaba con trabajos de la escuela. Lo recuerdo siempre preguntándome en que puedo apoyarte, hasta ahora. Su esposa es una mujer muy preparada y muy recelosa. En realidad no tengo una relación óptima con ella, más bien nos toleramos. Mi preocupación permanente es no provocar algún incidente entre ellos. Todos mis hermanos gozan de una buena posición económica. Todos ellos son ingenieros y han conseguido buenas posiciones de trabajo. Mi hermano mayor siempre ha tenido puestos de alta responsabilidades en la iniciativa privada y ahora tiene un puesto político de alto nivel. Con mis hermanos en general tengo bastante confianza, pero con mi hermano mayor puedo desahogarme, puedo contarle mis miedos, mis preocupaciones, mis 187 alegrías, mis dudas sin temor a una indiscreción por su parte. Con él he compartido triunfos y fracasos y siempre ha estado a mi lado. Educarse con varones tiene sus ventajas. Aprendes a jugar juegos de niños, a competir con ellos. Yo jugué a los juegos de niños y también a los de niñas. Me gustaba jugar más a las muñequitas que al fútbol, pero jugué a todo. Es una ventaja porque entonces el mundo de los niños no te es ajeno. No te asusta. No eres tan diferente. De tal manera que cuando creces y tienes que jugar en el mundo de los hombres sabes hacerlo. De hecho estudié dos carreras profesionales, una femenina como la de ser maestra y otra masculina como la de ser ingeniera. Uno de los fracasos en los que su ayuda (la de los padres y hermanos) fue decisiva fue el rompimiento de mi compromiso. Yo tenía preparada mi boda y quince días antes de la fecha señalada, rompí mi compromiso. De esto habló poco, pero para efectos de tu estudio creo que esta fue una de las experiencias más significativas y…más dolorosas de mi historia personal. Yo tenía un novio al que amé profundamente y él a mí al menos eso creo. Pasados cuatro años de noviazgo y teniendo yo treinta y un años y él treinta y ocho, decidimos casarnos. Pidió mi mano a mis padres, pues aun vivían y comenzamos a preparar la boda. Tú sabes, las invitaciones, la iglesia, el viaje de bodas, el banquete y todo lo que esto supone. Un día llegó a mi casa y de pronto me preguntó que cuando dejaría yo de trabajar. Acababa de asumir la dirección de la Facultad y sentía la responsabilidad de por lo menos terminar mi primer período como directora. Era un compromiso moral con toda la gente que me apoyó, había sido una contienda sumamente difícil, y era también un compromiso conmigo misma. Hablé con él horas enteras, pero 188 no hubo manera de convencerlo. Estaba decidido o dejaba de trabajar o no había boda. No hubo boda. A veces me pregunto si fue la mejor decisión. No lo sé. La cuestión es que a mí me hubiera gustado muchísimo casarme, tener hijos, formar una familia. En el fondo creo que es mi culpa no haber logrado mis metas personales Los estudios de Ana La educación formal de Ana la inició a los cinco años de edad cuando ingresó en el jardín de niños. Acababan de inaugurar un jardín de niños cercano a mi casa que administraba el IPI (Instituto Protección a la Infancia) con fondos federales. La entrada al jardín de niños para mí fue traumática. Nunca me había separado de mis padres y ahora sin decir agua va, me dejan en un lugar donde no conocía a nadie. Lloré, grité, patalee. Estaba asustadísima. Que tal estará la cosa, que aun ahora cuando evoco esa situación, la angustia recorre mi cuerpo. Fíjate que importante es preparar a los niños ante situaciones nuevas. Yo creo que si me han comentado que iba a ir a la escuela de algún modo no me hubiera sorprendido tanto. La experiencia más grata que recuerdo del jardín de niños es la calidez con la que mi maestra me trato. Era una jovencita dulce y cariñosa, muy paciente. Recuerdo con especial cariño la ronda de naranja dulce con la que ganamos el concurso de rondas a nivel estatal. Tengo la fotografía con todas mis compañeritas y con la maestra. Ahora ya de adulta me queda claro que estos fueron mis primeras sensaciones de éxito, mis primeros triunfos. Ahí tuve dos amiguitas que todavía ahora recuerdo con mucho cariño, rosita y Adriana, jamás las volví a ver pero guardo en mi memoria sus caritas. 189 En la escuela primaria ingresó ya con los seis años cumplidos, y les llevaba la delantera a mis compañeras de grupo porque yo ya tenía desarrolladas algunas destrezas psicomotoras. Ya sabía dibujar con mucha precisión las famosas bolitas y palitos, ya realizaba trazos curvos, por ejemplo, sabía recortar y ya podía dibujar casitas y algunos animalitos. Conocía las vocales, esas no me las enseñaron en el kinder, pero que tal en mi casa, con dos padres profesores. Entré con el pie derecho y me convertí en alumna sobresaliente. Puros primeros lugares. Recuerdo con mucho cariño a mis maestros de primaria. Tuve cuatro profesoras y dos profesores. Con la única persona que tuve problemas en toda mi vida de estudiante y fíjate bien lo que te digo, en toda mi vida de estudiante que ha sido muy larga, fue con mi profesora de cuarto año. Me tomo una animadversión desde que me conoció que durante todo el año escolar me trajo a carrilla (expresión utilizada para decir que el maestro estaba siempre observándola y molestándola) Yo creo que le caí mal desde que me vio. Cuestión de química incompatible. Me hizo la vida de cuadritos. Pero así y todo obtuve el primer lugar del salón. Mis papás no quisieron cambiarme de grupo porque para ellos era importante que yo aprendiera a resolver la situación sin huir de ella. Para ellos era una cuestión formativa. Esta maestra era altanera, grosera, ofensiva, en fin una abusadora. Fue un acoso permanente. Si fuera en esta época la acusaba de violencia docente. Fue una experiencia dolorosa. En quinto grado estuve en un grupo mixto. Toda una experiencia estar en el salón de clase con compañeritos hombres. Como ya estaba acostumbrada a convivir con hombres, pues yo me crié con puros hermanos, para mí no representó problema alguno 190 pero para algunas compañeritas sí que fue una bronca mayúscula. Tuve oportunidad de hacer amiguitos en la primaria y aun ahora cuando me los llego a encontrar, uno de ellos trabaja conmigo en la Universidad, es un gusto enorme. Qué bueno que muchos años después se optó por que todos los grupos fueran mixtos. Es absurdo que ahora pretendan regresar a la educación por sexo. Es realmente absurdo, sería desde mi perspectiva un verdadero retroceso. Recuerdo que la maestra hacia distinciones muy marcadas, por ejemplo ella decía vamos a salir a jugar y traía un balón de fútbol y se lo daba a los niños y con nosotras ella jugaba a las rondas. A mí eso me parecía no raro sino, como te puedo explicar, no comprensible. Yo me preguntaba qué tal si a un niño se le antoja o le gusta jugar a las rondas o a una niña al fútbol. Estaba tan marcada la diferencia que teníamos un patio con tierra de diferente color para las niñas y había otro para los niños. Si había diferencias súper marcadas. Luego ya en mis estudios de postgrado leí acerca de las diferencias que los profesores y profesoras hacen en los salones de clase y en las escuelas, es muy interesante como nos educan de manera diferenciada. . Había discriminación desde el momento de que se hacía distinciones del orden de si eres hombre eres bueno para esto pero no para aquello y si eres mujer eres buena para esto y no para aquello. De hecho la mayor parte de mis compañeritas de primaria se dedicaron al hogar y esto no es casualidad, la educación que se imparte en las escuelas elementales tiene muchísimo que ver con el estilo de vida que luego eliges. La relación con mis compañeros de primaria fue bastante buena. Me reunía y jugaba con quién me invitaba. Pero tuve grandes amigas como Rosario, Estela, María 191 Eugenia, a quien le decíamos kena y Lourdes o Lulú. Con ellas jugaba y me juntaba a estudiar o a hacer tareas porque todas vivíamos en la cuadra, bastante cerca una de la otra. Recuerdo unas vacaciones de verano, que eran bastante largas, prácticamente tres meses, organizamos en casa de Lulú, que tenía un patio muy grande, una obra de teatro e invitamos a toda la colonia y cobramos veinte centavos por la entrada. Fue todo un éxito, asistieron cerca de cuarenta o cincuenta personas entre niños y mamás de los niños. La mamá de lulú no hallaba que hacer con tanta gente, pero nosotras presentamos la obra de teatro con bastante éxito. Tendíamos nueve o diez años y aquella fue una extraordinaria experiencia. La directora de la puesta en escena era yo y desde ahí denotaba mis dotes de líder. Durante toda la primaria estuve siempre entre los dos primeros lugares. Fui una niña sumamente responsable, cumplida, dedicada. Cada buena calificación que sacaba era premiada con un reconocimiento incomparable en mi casa. Los abrazos de mamá diciéndome al oído lo orgullosa que estaba de mí. La llegada de papá a la casa y su abrazo fuerte, fuerte, sin decir palabra pero no era necesario. Mis hermanos sintiéndose orgullosos de ser parientes de la niña aplicada de la escuela, en esa época ser „nerd‟ no era un defecto, sino todo lo contrario. Estas escenas se repitieron a lo largo de mis estudios de primaria, secundaria y normal. En la primaria tuve varias responsabilidades extracurriculares, por ejemplo, en cuarto grado ayudaba a la maestra Pera (Esperanza) a revisar las pruebas semanales. Eso me dio una autoridad moral impresionante. Era como una segunda maestra. Ayudé a la maestra durante todo el año escolar. En quinto grado fui la encargada de la escolta. 192 Así es que yo elegía de entre las niñas y niños que querían formar parte de la escolta a los que consideraba más aptos. Eso me dio una gran autoridad moral también. En sexto participé en dos festivales escolares. Uno con una declamación en una asamblea escolar y con un bailable el día de las madres. Participe a nivel estatal en pruebas de español y aritmética y obtuve buenos lugares. En la primaria tuve buenas amigas. Eran del barrio. En ese entonces íbamos a la escuela del barrio, no como ahora que los padres se tienen que desplazar grandes distancias para llevar a sus hijos a escuelas privadas, entorpeciendo el tráfico y no permitiendo a sus hijos que crezcan. Por eso ahora yo veo que los niños y adolescentes son mucho más dependientes de los padres. No fui una niña huraña, pero tampoco fui una niña extrovertida. Era más bien una niña seria que escogía muy bien a sus amistades. En la primaria tuve cuatro grandes amigas con las que conviví prácticamente toda la primaria y la secundaria. En sexto grado fui nombrada directora del periódico mural de mi escuela, en ese entonces era un pizarrón que estaba colocado en el pasillo de la entrada a la escuela junto a la dirección y ahí colocábamos noticias importantes del mes. Se cambiaba cada mes y poníamos las biografías de los personajes importantes de ese mes y los avisos que la directora quería difundir. Tenía a mi cargo a ocho alumnos y cuatro alumnas y entre todos íbamos dándole forma al material que colocábamos en el pizarrón. Para mí fue todo un acontecimiento y fue una actividad que disfruté mucho. Aquí también desarrolle mis habilidades de líder. De sus estudios secundarios ella nos comparte que: la secundaria para mi pasó sin pena ni gloria. Tengo escasos recuerdos de la secundaria. Fui alumna destacada pero no 193 tengo en especial algún recuerdo significativo. Solo te puedo decir que fui representante de grupo en tercero de secundaria. En general fue una etapa como de aletargamiento para mí. Aunque participe en el concurso de composición literaria y compuse varios poemas, no obtuve un lugar sobresaliente. De los profesores de secundaria recuerdo con especial admiración al maestro Agustín, le decíamos pinocho porque tenía una nariz enorme, él nos daba la clase de música y recuerdo que tocaba el piano y nosotros cantábamos el himno a la revolución o dios nunca muere, etcétera. El maestro Agustín formó un coro para representar a la secundaria en diferentes eventos, pero yo no fui elegida porque era y soy sumamente desafinada. Me hubiera encantado participar en el coro pero eso no fue posible. Después de la secundaria Ana ingreso directamente a la Escuela Normal, ya que en ese entonces no se requería de estudios de preparatoria para ingresar a la Normal. para estudiar la Normal no se requería de estudios de preparatoria como ahora. El ser maestro no era ninguna licenciatura como ahora. En aquel entonces el ser maestro era considerado un oficio y no una profesión. Era una carrera corta, tres años después de la secundaria. Ella estudió en la Escuela Normal y además nos dice que: fui a la universidad porque los estudios ya terminados que realicé en la Normal me parecía que no llenaban mis expectativas. Decidí estudiar una carrera universitaria y me gradué con mención honorífica. Cuando fui profesora de educación primaria disfruté muchísimo esa etapa, porque tenía contacto permanente con mis niños. Fui profesora de primaria por 13 años, y siempre atendí los grupos de sexto grado de hombres porque se requería alguien con 194 carácter fuerte y yo lo tenía, alguien con cultura general, amplia, o por lo menos más amplia que la generalidad y yo la tenía, alguien con conocimientos más amplios y profundos y yo los tenía, así es que las directoras no batallaban, me daban siempre el sexto grado. Nada más en una ocasión trabajé con quinto año y otra con segundo. También me gusto la experiencia. A mí lo que me apasionaba era la curiosidad desmedida de mis alumnos, su energía, su alegría inocente de vivir. Me contagiaba de esa sensación de estar vivo que los niños tienen. Sin embargo el ambiente magisterial siempre me pareció mediocre. Aunque desde luego hay de todo, la gran mayoría de mis compañeros maestros son o eran mediocres. Había un ambiente poco atractivo para mí. Pocos conocimientos, poca lectura, poca exposición a conferencias, teatro, pintura, en fin un ambiente que me asfixiaba y al que no pertenecía. Pero fueron trece años de mi vida. En la zona escolar donde trabaje durante ese tiempo yo tenía fama de buena maestra, de exigente, estricta. Los padres de familia decían que sacaba buenos grupos. Trabajaba con mis alumnos mucho. Llevaba siempre una bitácora y siempre me quedaba horas extras con los más lentos para aprender. Para mis compañeros maestros yo era una pretenciosa porque procuraba no tener mucho contacto con ellos. Organizaban reuniones y desde la música que elegían era para mí totalmente desagradable. Contaba pocas amigas maestras entre mis amistades y solo un amigo profesor. De ahí en fuera no tenía ni quería tener mucho contacto. Difería en todo con ellos, desde la forma de vestir hasta la manera de ver la vida. Mis sueños y ambiciones nada tenían que ver con aquel ambiente 195 Estudié en la escuela Normal porque mi mamá era maestra y su sueño era que yo también lo fuera. Siendo yo la única mujer de una familia de cuatro y además la más chica, para mis padres era obvio que mis hermanos irían a la universidad y yo a la Normal. La normal si fue significativa en muchos aspectos. Primero estaba estudiando la profesión que ejercían mis padres. Eso ya de por si me hacía sentir que ya estaba creciendo. Aunque no era la carrera profesional que yo ambicionaba, si aprendí mucho en el transcurso de los tres años de estudios de la Escuela Normal. Ahí si fui muy activa. Fui representante de grupo los dos primeros años y presidenta de la sociedad de alumnos en tercer año de Normal. Participé activamente en muchas actividades extracurriculares como la organización de la primera semana cultural, pertenecí al club de danza folklórica y participé en muchos festivales dentro y fuera de la Normal, estuve en el club de teatro y participé en varias puestas en escena siempre como actriz. También aquí fui alumna sobresaliente. Obtuve el tercer lugar de toda la generación y vamos a que fue una generación de más de quinientos estudiantes A mis maestros de la Normal los considero como excelentes formadores. Recuerdo que revisaban acuciosamente desde la ortografía y redacción hasta la manera en que te parabas y te vestías para exponer una clase. Fue una época verdaderamente hermosa. Mi relación con todos mis maestros y fue extraordinaria. Hubo de todo, profesores muy estrictos hasta profesores que te acosaban sexualmente. En esa época ni siquiera era considerado el acoso como tal. Sin embargo el balance es bueno, muy bueno. 196 Mis padres siempre trabajaron, pero nunca nos descuidaron. Siempre estaban al pendiente de nosotros. Mi papá en especial disfrutaba conmigo haciendo trabajos de la Normal. Recuerdo en una ocasión que nos pidieron que confeccionáramos unas esferas con bolas de unicel y vasos de gelatina, mi papá me ayudó y nos quedaron magníficas, así es que el cien (de calificación) no se hizo esperar. Pero independientemente de la calificación lo que más disfruto recordar de manera muy significativa son esas deliciosas tardes haciendo esta o aquella actividad junto a mi padre, poniendo toda nuestra energía y nuestra atención, todo nuestro corazón. Esas tardes son verdaderos tesoros que guardo celosamente muy dentro en mi corazón, mi memoria y mi alma En una ocasión, uno de los maestros más exigentes de la Normal nos pidió un reporte de la clase de orientación vocacional. Acostumbrada a obtener excelentes calificaciones, esperaba con toda la seguridad del mundo mi cien. Un cien por el que me esforzaba, por el que me desvelaba, por él que estaba dispuesta a hacer todo lo que fuera necesario, académicamente hablando, he, aclarando. Pues no, no obtuve el cien. En su lugar apareció un espantoso noventa, ¿tú te puedes imaginar?, un noventa era para mis super parámetros toda una afrenta, una vergüenza. No lo comenté con mis padres hasta después de un par de semanas, cuando sentados en la mesa del comedor, durante la cena, toda, pero toda la familia, mi mamá me preguntó: „Ana hace tiempo que noto (me percato) que no estas comiendo bien, ¿pasa algo hijita? Ya te podrás imaginar el llanto total. Parecía una Magdalena. No paraba de llorar y entre sollozos reconocí ante toda la familia en pleno mi desventura de haber obtenido un noventa. Mi papá inmediatamente se paró de su lugar me abrazó y me dijo „no te preocupes hijita, un noventa es una 197 excelente calificación‟ en cambió mi mamá, y ahí viene la lección, no se paró, ni me abrazó, solo me observó desde su lugar y esperó a que mi papá y mis hermanos terminaran de consolarme y de decirme lo bueno que era el noventa. Cuando todos regresaron a su lugar, mi mamá me dijo: „pues yo si creo que el noventa es una calificación vergonzosa para una jovencita que tiene capacidad como tu la tienes. A mí se me parece que esta calificación es muy baja para ti. Si yo fuera tú, buscaría saber qué fue lo que pasó, y sobre todo buscaría formas de negociación que me permitieran sacar el cien. Yo si considero que debes buscar la excelencia porque tú tienes la capacidad para ello. Si fuera tú estaría preocupada por saber en que me equivoqué‟. Mamá terminó su reflexión, terminó su cena, se paró de su lugar y se fue. Yo terminé mi cena y me quede pensando en lo que mamá había dicho. La lección fue contundente. Si tienes la capacidad para un cien, el noventa es ofensivo. Esto lo he aplicado en toda mi vida profesional y me ha dado grandes satisfacciones. Mamá era así, contundente, clara, justa. En la Normal tuve buenas compañeras pero amigas lo que se dice amigas creo que no. Ahí tuve un gran amigo, del que estaba perdidamente enamorada pero él nunca me hizo caso y entonces como premio de consolación nos hicimos muy buenos amigos. Él era un muchacho muy inteligente y formamos equipo durante los tres años de Normal. Después que salimos de la Normal lo vi un par de veces y luego supe que se caso y ya no he sabido más de él. Yo creo que se debió también a que mi vida profesional la desarrollé en la Universidad. En la Universidad era de las poquísimas mujeres que ahí estudiaban. Yo era una joven muy agraciada y tuve muy buenos pretendientes. Ahí aprendí a manejarme en el 198 mundo masculino. Aunque en mi casa tuve buenos maestros, mis hermanos. Yo siento que la Facultad me facilitó el aprendizaje para la competencia con los hombres. Aunque jamás me faltaron al respeto yo si siento que la competencia era abierta, frontal, de alumno a alumno. Yo nunca sentí rechazo ni nada por el estilo. En cuanto sentía que comenzaba una especie como de acoso sexual, los ponía en su lugar. En la facultad tuve básicamente maestros varones sólo una mujer en toda la carrera me dio clase. Mi relación con todos ellos fue bastante buena. No faltó quien se quisiera pasar de listo pero en general eran bastante respetuosos. De todos ellos aprendí machismo pero a diferencia de la Normal, la Facultad resulto ser un lugar más relajado, menos tenso, con mayor libertad. Los profesores exigían resultados y no les interesaba el proceso para llegar a esos resultados. Fue una carrera que me exigió leer mucho pero que a la vez fue como muy práctica. Yo fui una joven muy agraciada, modestia aparte. Era muy guapa y tenía un montón de pretendientes. En la universidad no era la excepción, yo sentía o presentía cuando iba a ser acosada por un hombre, desde la mirada, la forma de apretar la mano cuando me lo presentaban, el tono cálido de voz característico. Entonces me adelantaba a eso y construía una especie de barrera para que no sucediera. Ponía distancia de por medio, buscaba no estar a solas con la persona, hacía cosas por el estilo. El acoso en si me molestaba, no me asustaba. Lo que si me aterrorizaba era el que dirán. Me importaba muchísimo que no se fuera a decir de mí cosas impropias. Con el tiempo aprendí que el éxito no es fácil de aceptar. En la Facultad fui una alumna de excelencia. Me titulé con excelencia académica. Siempre participé en actividades de tipo cultural. Y como experiencia significativa de 199 esta etapa recuerdo una con especial cariño. Participamos, un equipo compuesto por tres integrantes, dos hombres y yo, en un concurso nacional de investigación y enviamos el protocolo de investigación así como resultados primarios, que era lo que el concurso exigía. Ganamos una mención que teníamos que recoger en la ciudad de México. Fuimos los tres a recogerla y mis compañeros decidieron que yo pasara a recoger la mención de manos del Secretario de Educación a nivel nacional. Ese hecho para mi fue muy significativo porque cualquiera de los tres teníamos el mismo derecho. Yo pensé que íbamos a realizar un sorteo para decidir quién pasaba, un volado de perdido. Me sentí valorada, respetada, reconocida por mis compañeros. Independientemente de la mención, que ya era en sí un súper reconocimiento, para mí lo significativo fue el reconocimiento de mis compañeros. A veces anhelo una vida más normal, más tradicional. Me siento culpable de no tener tiempo para mí, para mis cosas. De no haber tenido más tiempo para mis padres. Tengo la sensación de que la vida se me escurre de las manos Los empleos de Ana La vida profesional de Ana ha estado ligada al ámbito educativo porque como ella afirma: la educación fue el origen de mi vida profesional. Primero como profesora de educación primaria, luego como docente en la universidad, después como coordinadora académica, jefa de departamento, directora de división académica y ahora mi posición actual” siempre he sido una mujer muy ocupada. Me siento culpable de no haber sabido equilibrar las cosas. De no haber realizado mi más ambicioso sueño, formar una familia. No tuve la valentía ni el coraje para luchar. Hombres había muchos y yo me clave sólo 200 con uno. Error fatal. Yo creo que en el fondo no quise comprometerme con nadie, por qué el compromiso está cabrón, perdón por la expresión pero no encuentro otra más adecuada. El compromiso significa renuncia, adaptación, aceptación y tal vez nunca estuve realmente dispuesta a llevarlo a cabo. Cada posición que ocupé estuvo llena de experiencias y el conjunto de ellas dio como resultado la construcción de la líder que soy ahora. Sin menospreciar mi labor, estoy cada vez más consiente que las posiciones de liderazgo se fueron dando, yo las buscaba pero también fueron presentándose un conjunto de circunstancias que favorecieron mi ascenso permanente. Lo importante en todo caso es saber aprovecharlas”. Estar ahí en el momento preciso, con la preparación que la propia experiencia te va dando, con los conocimientos que vas acumulando. Como profesora fui exigente pero justa. Cada estudiante que ha pasado por mi clase es un ser humano único y especial, pero también es parte de un grupo que debe seguir las normas. He aprendido que si quiero obtener resultados debo dejar claras las reglas del juego. Una de las experiencias más valiosas de la docencia es que me enseño a ser muy clara cuando doy instrucciones y me ayudó a ordenar mi pensamiento. Cada proyecto en el que participaban mis alumnos tenía reglas claras. Si daban una clase o si presentaban un examen, si participaban en algún concurso o si simplemente asistían a mis clases las normas estaban puestas y todos los estudiantes debían conocerlas. Por supuesto las normas se hicieron para respetarse y en eso soy inflexible, a menos que sea un asunto de fuerza mayor, puedo considerar hacer alguna excepción, pero en general no hice ni hago excepciones, alumno que no cumple sencillamente no pasa. Esta 201 experiencia de ser justa, clara e inflexible la fui formando con el tiempo y entre más lo práctico mejores resultados obtengo. La docencia me formó definitivamente como líder. Yo creo que cada profesor es un líder. Los estudiantes lo tienen como modelo ha segur. Yo creo que en las normales y en las escuelas donde imparten la carrera de educación deberían agregar cursos sobre liderazgo, porque estén o no conscientes de ello los maestros somos líderes. Entre mejores estilos de liderazgo desarrollemos, mejores maestros vamos a ser. Los maestros débiles, que no saben mandar es difícil que tengan buenos grupos. Ahora que lo comentó contigo voy a hacer llegar una propuesta en este sentido a las autoridades universitarias correspondientes. Definitivamente la docencia me formó como líder, no por algo nos dicen a las maestras que somos bien mandonas. La relación con mis jefes siempre ha sido bastante cordial, al menos es así como la he percibido. Soy una buena subordinada, no soy del tipo rebelde. Yo creo que los jefes sabemos apreciar a las personas disciplinadas y trabajadoras también. Porque de nada sirve un subordinado que a todo dice que si pero que no da resultados. No soy aduladora ni lama ya sabes que, no me gusta ser hipócrita ni andarme arrastrando detrás del jefe para conseguir mejores posiciones o canonjías. Yo demuestro mi valor con trabajo, con resultados. Cuando a un jefe le das resultados te conviertes en indispensable, en necesaria. Con trabajo, con mucho trabajo y con buenos resultados he logrado ir escalando hasta lograr muy buenas posiciones dentro de la Universidad. No ha sido fácil, han sido fines de semana, vacaciones y hasta mi vida privada sacrificados para llegar hasta aquí. Por si, yo creo que con mis jefes he llevado siempre relaciones de trabajo y muy armoniosas. 202 Con mis subordinados o sea con las personas que me reportan a mi trato de ser justa, como te decía en mi labor docente con los alumnos, pero soy bastante exigente y siempre me apego a las normas y a lo planeado. Cuando tengo reuniones con cada uno de ellos reviso constantemente las metas y voy viendo los resultados. Soy una jefa muy aprehensiva, me gusta tener todo bajo control y por lo mismo exijo estar enterada de todo lo que pasa en mi área de trabajo. Soy muy controladora y me gusta tener todo bajo un estricto orden. Doy seguimiento a todo lo que solicito y a todo lo que me comprometo y se comprometen conmigo mis seguidores. Eso sí, busco siempre conseguir buenos sueldos y prestaciones porque si soy exigente me gusta ser justa en la retribución. No me gustan las grillas (chismes, politiquería), las detesto y no permito que en mi área de trabajo se den. Cuando detecto alguna, busco inmediatamente deshacerme de la persona ya sea buscando su traslado a otra dependencia dentro de la propia Universidad o lo despido. He aprendido a lo largo del tiempo que hay que evitar a toda costa las grillas porque son como una plaga que todo lo echa a perder. Con los otros jefes o directores o sea con mis iguales siempre he tratado de ser muy respetuosa y me gusta muchísimo hacer equipo con todos ellos. Procuro organizar reuniones de trabajo y también de tipo personal, me gusta hacerme amiga de todos ellos porque me siento en confianza porque desempeñamos funciones parecidas. Busco establecer nexos cercanos y comparto con ellos mis inquietudes, mis dudas, mis problemas y me gusta escuchar sus puntos de vista porque me sirven para ver otros puntos de vista que me ayuden a resolver los problemas. Mira dado que soy muy 203 acuciosa tengo la tendencia de exagerar las cosas y a veces el tener otros puntos de vista me colocan en la realidad de manera más objetiva. Las barreras que tuvo que afrontar Ana En muchas ocasiones estuve a punto de aventar la toalla. Me preguntaba a mí misma ¿es esto lo que quiero para mí? Y en muchas ocasiones me contesté que no y estuve a punto de dejar todo lo construido. Yo considero que si existen barreras en la vida de una mujer que quiere progresar profesionalmente, porque la sociedad no está preparada para que las mujeres salgamos a competir con los hombres en el terreno profesional, y si se trata de liderazgo menos. Hay actitudes machistas por todos lados. Desde los que dicen cómo te vas a dejar que una vieja (mujer) te manipule o te mande o las propias mujeres que te critican porque con esas actitudes y ambiciones pareces „hombre‟. En lo personal yo viví una historia que ha sido la tragedia de mi vida, claro porque yo he querido verla así. No me case porque decidí ser exitosa profesionalmente. Ya sé lo que estás pensando, mis amigas me dicen que por tonta, que debí buscarme un hombre más evolucionado, más a mi altura. Pero mira la verdad, es muy difícil, aunque parezcan evolucionados en el fondo no lo son y a lo mejor no lo somos tampoco las mujeres. Si le preguntas a cualquier mujer al azar, te va a decir que quiere un hombre que sea más que ella. Más inteligente, más aventado, más valiente, que gane más dinero. Yo creo que la sociedad construyó nuestra identidad de esa manera. Yo sí creo que para las mujeres es más difícil subir, escalar peldaños en cualquier organización. Los hijos, el marido, los padres ancianos, en fin todo lo que tenga que ver 204 con la casa, con el hogar, es responsabilidad de las mujeres. Desde luego que no es justo ni es parejo pero así es. Esa es la realidad y por eso es más difícil para nosotras. El acoso sexual es otra situación bastante común. Es tan común que muchas personas lo ven como natural, como normal. En donde yo he trabajado, sin excepción ha habido acoso. Si, si había acoso y hay después en los lugares donde trabajan las mujeres. Mira aun ahora que ya soy una mujer madura, de vez en cuando hay acoso. Pero esto es parte de la vida profesional y tienes que aprender a defenderte y a avanzar. A mí ni el acoso sexual ni laboral ni de cualquier tipo, me detuvo ni me detiene. Me era y me es molesto, pero eso no me detiene. Yo tengo muy claras la metas, como dicen los norteamericanos, estoy enfocada en lo que quiero y lucho por ello. De mí se han dicho y se dicen muchas cosas. Qué si estoy aquí por favores sexuales, qué si estoy aquí por política y no por capacidad académica, qué si soy lesbiana. Mira, cuando subes y estas en una posición de poder, eso no se perdona. Si me he percatado que si a un hombre el éxito no se le perdona, a una mujer, es casi casi un atrevimiento y menos, mucho menos se le perdona. Y no te perdonan el éxito los hombres y las mujeres menos. Las mujeres son grandes detractoras de las mujeres. En mi vida profesional he tenido más problema de patadas por debajo de la mesa y habladurías a mis espaldas con mujeres. Mis principales oponentes hoy por hoy son hombres. Los hombres también tienen lo suyo, pero por lo menos con más frecuencia asoman la cabeza. Mis principales detractoras son mujeres. Los modelos de referencia para Ana Los modelos de referencia de Ana son: mis padres definitivamente. Tanto mi madre como mi padre son mis modelos por excelencia. Los dos fueron profesores y yo los 205 vi ejercer su liderazgo dentro de su labor docente. Cada uno de ellos con un estilo muy particular. Mi padre un tanto más soñador y romántico tendía a ser un líder más democrático, más igualitario, más paternalista. Mi mamá en cambio era una persona más realista. Veía las cosas y las situaciones como son, sin idealizarlas y era un tanto más dura, más enérgica, más exigente, menos protectora. De mis profesores recuerdo a uno de ellos que fue director de la Facultad. Él era un verdadero líder, muy comprometido con la escuela, muy decidido a hacer innovaciones a buscar nuevas formas. Él era una persona con mucha energía, con mucha fuerza, movía a la acción a las personas. Yo lo admiro muchísimo, más ahora que yo estoy ejerciendo liderazgo. Me gustaría tener ese don de convencimiento y de facilidad de argumentación, firme pero sin violentarse, sereno para la toma de decisiones, en fin un verdadero líder. Para mí Shakespeare es fundamental en la biblioteca de cualquier académico y con mayor razón si se trata de un líder. El manejo magistral de las pasiones humanas por el poder por ejemplo en Macbeth o en Hamlet o en el rey Lear es de una actualidad sorprendente. Podría pasarme la tarde evocando personajes de estas piezas artísticas y compararlos con personas de la vida real. Yo creo que cualquier líder debe conocer las características de los seres humanos. (Luís) Buñuel es otro de mis modelos. Su cine surrealista es impresionante. Me parece que la realidad es así de surrealista. Hay cada problema al que uno se enfrenta que parece de otro planeta, de otra forma de ser de la realidad misma. Ese manejo que hace en sus películas es de una genialidad y creatividad, que para que te cuento. Para mi como líder en una universidad Buñuel me ha ayudado a entender esta realidad 206 cambiante de los académicos. Esas locuras que de pronto proponen esas ideas de avanzada, esos cambios radicales. (Luís) Mandoki (cineasta mexicano contemporáneo) es un joven de 52 o 53 años con buenas propuestas. Anda ahora filmando el fraude electoral presidencial de 2006, no sé cómo est ese documental pero la propuesta así de entrada me parece creativa, otro ángulo. El verdadero líder para mi es aquel capaz de ver más allá del paradigma existente, es capaz de crear nuevas formas de ver la realidad. 207 Referencias Bibliográficas Aitkenhead, M. y Liff, S. (1990) The effectiveness of equal opportunities policies, en J. Firth-Cozens y M. A. (eds.) Women at Work. Milton Keynes: Open University Press. Almquist, E. M. (1974). Sex stereotypes in occupational choice. The case for college women. Journal of Vocational Behavior, 5, 13-21. Almquist, E. & Angrist, S. S. 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