Atropa belladonna - DIAGNÓSTICO MÉDICO
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Atropa belladonna - DIAGNÓSTICO MÉDICO
PÁGINA 06 CIENCIA MÉDICA GI-RADS: Aplicación de una nueva clasificación para el informe ecográfico de las imágenes anexiales. Dras. Claudia Vicente y María Victoria Suarez Año 5 - Nro. 14 Marzo de 2011 PÁGINA 20 EPÓNIMOS MÉDICOS Heinrich August Wrisberg (1739-1808) Publicación y divulgación de Diagnóstico Médico Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Atropina ETIMOLOGÍA & MEDICINA Las Parcas (Giovanni Antonio Bazzi, c. 1525). La que está ubicada en el centro, a punto de cortar el hilo con su tijera, es Átropa. Página 48 Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi { Atropa belladonna } MÉDICOS QUE FUERON OTRA COSA Ernst Weiss: médico y escritor testigo de una época Dr. Juan Enrique Perea PÁGINA 08 MÉDICOS ARTISTAS PÁGINA 42 Entrevista al Prof. Dr. Federico Pérgola COLECCIÓN DE FOTOS PÁGINA 54 Recreo Carapachay en el Tigre Dr. H. César Gotta Dr. Sergio Gianni Revista DM MD, Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico 2 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com EDITORIAL Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 3 Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Un proyecto STAFF Directores Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Dr. H. César Gotta Dr. Eduardo Eyheremendy Editor Responsable Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Consejo Editorial Prof. Emérito Dr. Alfredo P. Buzzi Prof. Dr. Federico Pergola Prof. Dr. Arturo Heidenreich Coordinación Paola Isturiz Guedes Virginia Prado Quintás Colaboran en este número Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Prof. Emérito Dr. Alfredo P. Buzzi Dra. María Victoria Suárez Dra. Claudia Vicente Dr. H. César Gotta Dr. Martín Valdez Lic. Isabel del Valle Dr. Sergio Gianni Virginia Prado Quintás Dr. Juan Enrique Perea Dr. Luis Alposta Dr. Gustavo R Piantoni Diseño Soulbranding Marketing Studio Números anteriores del año 2010 DMMD Año 4 - Nro. 10 DMMD Año 4 - Nro. 12 DMMD Año 4 - Nro. 11 DMMD Año 4 - Nro. 13 de todos Esta publicación es un proyecto que nació hace 6 años con el propósito de hacer algo distinto, y ha ido creciendo y madurando para llegar a este número 14 que ahora tienen en sus manos. Fue pensado como un espacio donde los médicos podamos volcar y encontrar todo aquello que forma parte de nuestras inquietudes, de nuestros gustos, de nuestras pasiones, de nuestras aptitudes, que tienen que ver con la cultura, pero que están fuera del ámbito estrictamente científico y tecnológico de la medicina. Me refiero a todo aquello que se conoce como cultura humanista del médico. Nosotros entendemos como indisolubles los conceptos de medicina y humanismo. Porque medicina y humanismo son realidades concordantes. Humanismo es cultura, comprensión del hombre por el hombre, valoración de lo que es bueno, de lo que es bello y de lo que es justo. Esa es la acción del humanismo al hacernos cultos. La carencia de humanismo es una mutilación espiritual que jamás se compensa con la ciencia, porque la ciencia es otra cosa: nos hace fuertes, pero no mejores. Por eso, el médico mientras más sabio, debe ser más culto. La cultura se nos presenta como una necesidad de formación integral, y no como un acúmulo de datos para adorno social. Nos permite comprender mejor la esencia del comportamiento humano, la angustia frente a la duda, el placer de la belleza, y la imperfección de nuestro trabajo. Ya lo decía hace más de 100 años el médico español José de Letamendi (1828-1897): “Quien sólo sabe medicina, ni medicina sabe”. Y si ustedes ya tienen el hábito de leer esta revista es porque, como nosotros, tienen vocación y pasión tanto por la medicina como por la cultura. Las enfermedades, con sus síntomas y signos, su diagnóstico, su pronóstico, y sus tratamientos, contienen innumerables aspectos que escapan a lo estrictamente médico: su propia historia, su nombre, la historia de aquellos que las describieron y de aquellos que buscaron su tratamiento, las vicisitudes de los pacientes que las padecieron, su aparición en la literatura, el arte, la música, el cine. Así nacieron las secciones Epónimos Médicos, Enfermos Famosos, Galeria de Premios Nobel de Medicina, Literatura y Medicina, Arte y Medicina, y Etimología y Medicina (que estrenamos en este número). Puede ser de interés conocer la vida de los médicos que han contribuido al conocimiento médico, así como sus intereses extra-médicos (los ha habido poetas, músicos, políticos, deportistas, dictadores, cocineros…), y la forma en la que hoy los recordamos (además de nombrar enfermedades, sus nombres están en calles, en ciudades, en hospitales). Han escrito libros, que se han convertido en clásicos. Así nacieron las secciones Médicos que Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 4 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Una meta no debe ser el final del camino, ya que el éxito (como la felicidad) es un proceso y no un destino. fueron otra cosa y Médicos en las calles. También son de interés las inclinaciones extra-médicas de los médicos contemporáneos, es decir, de nosotros mismos: un deporte, un hobby, una habilidad, una colección, un instrumento musical. Alguna pasión. Alguna tradición familiar. Así nació la sección Médicos que hacen otra cosa, Médicos Artistas, Vidriera Fotográfica y Colección de Fotos. Recomendar un libro, un CD, un postre. Un museo, una forma de hacer el asado, una obra de teatro. Un viaje, un trago, una película. Un sitio de pesca, un personaje histórico, un rincón de Buenos Aires. Así nacieron las secciones Yo Recomiendo y Mosaicos Porteños. Seguramente hay muchas otras aristas, que irán apareciendo incluso por iniciativa de ustedes, los lectores, que originarán nuevas secciones. Debido a su misma esencia, este proyecto debe crecer con el aporte de todos. Que el esfuerzo, la constancia y la habilidad se vean acompañados por el placer de hacerlo. Este es un espacio para que podamos compartir aquellas inquietudes que hasta hoy eran privadas, para que nuestros placeres privados se conviertan en virtudes públicas. Contamos con ustedes, que, como nosotros, palpitan también afuera de la medicina. Pero cerca de ella. Esperamos sus aportes y comentarios en revista@diagnosticomedico.com. Una meta no debe ser el final del camino, ya que el éxito (como la felicidad) es un proceso y no un destino. Los invitamos a transitar juntos este camino. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 5 DMMD es una publicación de Diagnóstico Médico, Institución afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Prohibida su reproducción total o parcial sin consentimiento de los titulares. YO RECOMIENDO Diagnóstico Médico Junín 1023 C1113. Buenos Aires, Argentina. Tel.: 4821-6900/9800 4827-6300 www.diagnosticomedico.com revista@diagnosticomedico.com publicidad@diagnosticomedico.com Sería una inusitada irreverencia hacia la ópera y fundamentalmente hacía el lector, no aclarar que no soy crítico musical... Por Prof. Dr. Gustavo R.Piantoni Suscríbase gratis a nuestra newsletter: revista@diagnosticomedico.com editorial pág. 03 Vaya a la ópera GALERIA DE PREMIOS NOBEL DE MEDICINA pág. 17 Premio Nobel de Medicina 2003: La Resonancia Magnetica La Asamblea Nobel reunida en el Instituto Karolinska de Estocolmo decidió otorgar el Premio Nobel en Fisiología y Medicina 2003... EPÓNIMOS MÉDICOS Esta publicación es un proyecto que nació hace 6 años con el propósito de hacer algo distinto, y ha ido creciendo y madurando para llegar a este número 14 que ahora tienen en sus manos. Heinrich August Wrisberg CIENCIA MÉDICA pág. 06 GI-RADS El diagnostico y el manejo de las masas anexiales representa uno de los mayores problemas en ginecología... Por Dras. Claudia Vicente y María V. Suarez MÉDICOS QUE FUERON OTRA COSA pág. 08 Ernst Weiss: médico y escritor Su biografía nos coloca frente a un hombre que parece estar instalado en el centro de la tragedia europea de la primera mitad del siglo veinte. Por Dr. Juan Enrique Perea ENFERMOS FAMOSOs pág. 11 Las heridas del Almirante Nelson MOSAICOS PORTEÑOS pág. 15 Acerca del síndrome del pecado original Acerca de la gripe y el tango Acerca de la odontología y el tango Por Dr. Luis Alposta pág. 20 pág. 42 Profesor Doctor Federico Pérgola En esta oportunidad, Medicos Artistas ha tenido el honor y el placer de entrvistar al Prof. Dr. Federico Pérgola. Por Dr. Sergio Gianni Heinrich August Wrisberg nació el 20 de junio de 1739 en Sankt Andreasberg , una ciudad de la Baja Sajonia, en Alemania. Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi EL CLUB OSLER DE BUENOS AIRES AMBITO MÉDICO & EMPRESA pág. 45 NOMBRAMIENTO DEL PROF. DR. ALFREDO E. BUZZI pág. 24 William Osler PRESENCIA DE DM EN CONGRESO DM EN CONGRESO ARGENTINO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGIA TALLER DE GI-RADS CHARLA DE OSTEOPOROSIS MÉDICOS EN TIEMPO LIBRE pág. 46 Dos vocaciones en mi vida, Medicina y música Fue un médico que nació en Bond Head, Ontario, Canadá, en 1849, y estudió en la Universidad McGill en Montreal (Quebec). Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi La redacción de DM MD tuvo el agrado de entrevistar a uno de sus médicos. Por Virginia Prado Quintas LITERATURA & MEDICINA ETIMOLOGÍA & MEDICINA pág. 26 Elegía - Una novela de despedida Philip Roth nos cuenta la vida de un neoyorquino anónimo, ya jubilado, desde sus primeros años hasta su entierro... Por Lic. Isabel Del Valle MÉDICOS EN LAS CALLES DE BUENOS AIRES pág. 29 pág. 48 Atropina (Atropa belladonna) La atropina es una droga anticolinérgica extraída de la belladona (Atropa belladonna) y otras plantas de la familia Solanaceae. Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi VIDRIERA FOTOGRÁFICA pág. 52 Robert Frank Avenida Montes de Oca Horatio Nelson nació en Burnham Thorpe, en el condado de Norfolk (Inglaterra), el 29 de septiembre de 1758. Por Prof. Dr. Emérito Alfredo Buzzi MÉDICOS ARTISTAS Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Un proyecto de todos Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi pág. 39 La avenida Montes de Oca se ubica en el barrio de Barracas, y su trazado coincide con los primeros crecimientos de la ciudad. Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi uno de los más grandes fotógrafos documentalistas existentes en nuestros días, Robert Frank, nacido en Zurich en 1924 ARTE & MEDICINA COLECCIÓN DE FOTOS pág. 36 Por Dr. Martin Valdez pág. 54 Las tres edades de la mujer Recreo Carapachay en el Tigre (Gustav Klimt, 1905). No es fácil dar una definición sobre qué es el envejecimiento, aunque todos, de manera intuitiva... Por Dra. María Victoria Suárez En las cercanías de Buenos Aires fue siempre un lugar de atracción. Clubes de remo, recreos, hoteles, restaurantes... Por Dr. H. César Gotta Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com CIENCIA MÉDICA 6 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Dras. Claudia Vicente y María Victoria Suarez GI-RADS: Aplicación de una nueva clasificación para el informe ecográfico de las imágenes anexiales El diagnóstico y el manejo de las masas anexiales representa uno de los mayores problemas en ginecología, no solo porque en la pelvis femenina coexisten varios órganos, no todos de la esfera ginecológica, sino además porque en el ovario pueden observarse variaciones fisiológicas durante el transcurso del ciclo menstrual, o anomalías, algunas de menor trascendencia como patología inflamatoria o tumoral benigna, y otras de mayor gravedad como el cáncer de ovario. Girads 1 . Ovario normal En nuestro país, el cáncer de ovario ocupa en la actualidad el tercer lugar entre los tumores malignos ginecológicos (el de mama no se considera ginecológico), precedido por el cáncer de cuello uterino y el de endometrio. En los países desarrollados, donde el cáncer de cuello uterino tiene una baja incidencia gracias a los programas de detección masivos, el cáncer de ovario constituye la primera causa de muerte por cáncer ginecológico. Se calcula que el riesgo de padecer cáncer de ovario a lo largo de la vida de una mujer es de 1 en 70 (1,4%). Si bien el cáncer de ovario puede presentarse a cualquier edad, lo hace con mayor frecuencia en la postmenopausia. Menos del 10% de los casos tiene un componente hereditario, en mujeres con fuertes antecedentes familiares de cáncer de ovario, mama o colon portadoras de los oncogenes BRCA 1 y BRCA 2. Girads 2 . foliculo hemorragico Actualmente existe consenso tanto entre los radiólogos como entre los ginecólogos acerca de considerar a la ecografía transvaginal (TV) como el método de elección y de primera línea para la evaluación de los ovarios y las regiones anexiales. La ecografía TV es un procedimiento diagnóstico indoloro, de bajo costo y que puede estar al alcance de todas las mujeres. Aumenta su rendimiento diagnóstico al combinarlo con el examen Doppler Color que permite evaluar la vascularización de las masas halladas. Girads 3 . Endometrioma Debido a que es muy amplia la variedad de imágenes que pueden aparecer en el examen ecográfico de los ovarios, resulta sumamente importante caracterizarlas correctamente, es decir, poder decir cuáles probablemente son funcionales y desaparecerán durante el seguimiento, cuáles son tumoraciones benignas o procesos inflamatorios, y cuáles presentan características sugerentes de malignidad. Pero tan importante como el diagnóstico ecográfico confiable es el reporte de los hallazgos de una forma clara, ordenada y estandarizada, de modo que el ginecólogo que lo recibe pueda entender qué es lo que el radiólogo le quiere informar acerca de la masa ovárica ha- Girads 4 . Quiste con area solida con vascularizacion de alta resistencia Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 7 llada, ya que, además del cuadro clínico, va a tomar la conducta terapéutica orientado por el informe ecográfico. Así, decidirá qué pacientes requieren solamente seguimiento y cuáles necesitaran tratamiento quirúrgico, y, en esta última alternativa, de acuerdo a la probabilidad de benignidad o malignidad, quiénes se beneficiaran con una cirugía laparoscópica, y quiénes necesitarán una cirugía de mayor envergadura (llamada citoreductiva), la que idealmente deberá ser realizada por un ginecólogo oncólogo para optimizar el tratamiento. Los informes ecográficos confusos pueden dar lugar a la interpretación inadecuada de la información, derivando en excesos terapéuticos, como cirugías innecesarias, o por el contrario, tratamientos insuficientes. Por lo tanto, unos de los desafíos más importantes es cómo transmitir la información desde el ecografista al ginecólogo, es decir, cómo sistematizar y establecer grados de riesgo de malignidad para la gran variedad de imágenes encontradas en los estudios ecográficos. En definitiva, cómo “hablar el mismo idioma”. Girads 5 . Formacion quistica con areas solidas, vascularizacion interna y flujo de baja resistencia (ir < 0.5) Frente a la misma problemática en el diagnostico radiológico mamario, el Colegio Americano de Radiología introdujo en el año 1993 la clasificación BI-RADS (Breast Imaging Reporting And Data System) que, con algunas modificaciones es ampliamente utilizada en la actualidad, e incluso se ha extendido al diagnostico mamario por ecografía y resonancia magnética. En 2007 se publicó la clasificación GI-RADS Gynecologic Imaging Reporting And Data System, tendiente a simplificar y estandarizar el informe de las imágenes ecográficas anexiales. Esta clasificación (modificada en 2009) ordena los hallazgos morfológicos y los clasifica en 5 categorías: GI-RADS 1 a los hallazgos normales, GI-RADS 2 a las masas de origen funcional, GI-RADS 3 a la patología probablemente benigna no funcional (tumoral o inflamatoria), GIRADS 4 a los hallazgos con mediano riesgo de malignidad y GI-RADS 5 a los hallazgos con alta probabilidad de malignidad. Se podría considerar además otra categoría, GI-RADS 0, para aquellos casos en los que el diagnostico no es concluyente, ya sea por dificultades técnicas en la realización del estudio o porque la patología hallada es probablemente de origen no ginecológico y deberá evaluarse con otros estudios (ej. resonancia magnética o tomografía). En el servicio de Ecografía y Doppler de Diagnostico Medico realizamos un trabajo científico cuyo objetivo fue determinar la utilidad y confiabilidad de la aplicación de esta clasificación (GIRADS) para estandarizar el informe ecográfico de las imágenes anexiales en nuestras pacientes. Para ello evaluamos casi 3500 pacientes durante 18 meses a quienes les realizamos una ecografía TV bidimensional en escala de grises y, en aquellas que presentaron masas anexiales completamos el examen con un estudio Doppler Color que nos permitió evaluar su vascularización. Siguiendo recomendaciones internacionales para la evaluación de las imágenes, las caracterizamos según “patrones de reconocimiento” y les asignamos una categoría en la clasificación GI-RADS. El ginecólogo de cada paciente decidió la conducta terapéutica (seguimiento o cirugía). Luego comparamos los hallazgos obtenidos (ya sea de los controles ecográficos o las biopsias, según el caso) con la categoría GI-RADS asignada previamente. Los resultados que obtuvimos permiten asegurar que la clasificación facilita la comunicación entre el ecografista y el ginecólogo y por lo tanto se cumple con el objetivo principal, que es favorecer a la paciente brindándole el mejor tratamiento posible. Este trabajo fue presentado en el XXVIII Congreso Internacional de Obstetricia y Ginecología, que se realizo en Buenos Aires en el mes de junio de 2010 y fue premiado en el 96th Scientific Assembly and Annual Meeting of the Radiological Society of North America (RSNA 2010), que se desarrolló entre el 28 de noviembre y el 3 de diciembre pasados en Chicago, EEUU. Además, fue solicitado para su publicación en una de las revistas científicas de la Sociedad Americana de Radiología. Esta clasificación tiene una aplicación clínica validada por los resultados obtenidos y es de gran importancia porque contribuye a optimizar la elección del tratamiento de las pacientes con masas anexiales. Girads 6 . Formacion quistica con papilas, vascularizacion interna con flujo de baja resistencia (ir<0.5) Bilbiografía 1. American College of Obstetrician and Gynecologists. ACOG Practice Bulletin. Management of adnexal masses . Obstet Gynecol 2007;110 :201-214 2. Alcazar J; Merce L; Laparte C; Jurado M;Lopez-Garcia G. A new scoring system to differentiate benign from malignant adnexal masses. Am J Obstet Gynecol,2003; 188 (3) : 685-692 3. Amor L; Vaccaro F; Martinez J et al. Ultrasonido y cancer de ovario: caracterizacion subjetiva. Rev. Chil Obstet Ginecol 2005; 70 (5):328-331 4. Amor F; Vaccaro C H. GIRADS o una propuesta de clasificación e informe de las imagenes anexiales por ultrasonografia transvaginal. Rev Chil Ultrasonografia 2007; 10 (2): 75-76 5. Amor F; Vaccaro H; Alcazar J; Leon M; Craig J; Martinez J. Gynecologic Imaging Reporting and Data System. A new proposal for classifying adnexal masses on the basis of sonographic findings. J Ultrasound Med 2009 ; 28: 285-291 6. Brown D, Dudiak K, and Laing F. Adnexal Masses: US Characterization and Reporting. Radiology 2010; 254(2):342-354. 7. Exacoustos C; Romanini M; Rinaldo D; Amoroso C et al. Preoperative sonographic features of borderline ovarian tumors. Ultrasound Obstet Gynecol 2005; 25: 50-59 8. Geomini P; Kruitwagen R; Bremer G et al. The Accuracy of Risk Scores in Predicting Ovarian Malignanacy. A systematic review. Obstet Gynecol 2009; 113:384-394 9. Kinkel K; Hricak H; Lu Y; Tsuda K; Filly R. Ultrasound characterization of ovarian masses : a metaanalysis. Radiology 2000 ; 217 : 803-811 10. Spencer J; Forstner R; Cunha T; Kinkel K et al. ESUR guidelines for MR imaging of the sonographically indeterminate adnexal mass: an algorithmic approach. Eur Radiol (2010)20:25-35. 11. Timmerman D; Valentin L; Bourne TH; Collins WP; Verrelst H; Vergote I . Terms, definitions and measurements to describe the sonographic features of adnexal tumors: a consensus opinion from the International Ovarian Tumor Analysis (IOTA) group. Ultrasound Obstet Gynecol 2000; 16: 500-505 12. Valentin L; Ameye L; Jurkovic D,et al. Which extrauterine pelvic masses are difficult to correctly classify as benign or malignant on the basis of ultrasound findings and is there a way of making a correct diagnosis? Ultrasound Obstet Gynecol 2006; 27: 438-444 13. Valentin L. Use of morphology to characterize and manage common adnexal masses. Best Pract Res Clin Obstet Gynecol 2004; 18:71-89 14. Vicente C., Suárez M.V., Dragonetti L., Buzzi A., Lucchesi M., Lochocki N. GI-RADS: Aplicación de una nueva clasificación para el informe ecográfico de las imágenes anexiales. XXVIII Congreso Internacional de Obstetricia y Ginecología, Buenos Aires, junio de 2010 15. Vicente C., Suárez M.V., Dragonetti L., Buzzi A., Lucchesi M., Lochocki N. New proposal application to classify and report adnexal ultrasound images. 96th RSNA Annual Meeting, Chicago Nov. 2010. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 8 MÉDICOS QUE FUERON OTRA COSA Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Dr. Juan Enrique Perea Ernst Weiss médico y escritor testigo de una época Ernst Weiss fue un testigo apasionado. La lectura de su biografía nos coloca frente a un hombre que parece estar instalado en el centro de la tragedia europea de la primera mitad del siglo veinte. En medicina como en literatura alcanzó una sólida formación. Estudió con célebres médicos de su época como Emile Kocher, y fue amigo de grandes escritores como Franz Kafka, Thomas Mann, y Stefan Zweig. Weiss nació el 28 de agosto de 1882 en la ciudad de Brno, reconocida por su particular resistencia a la invasión extranjera.Cuenta la historia que quien asediaba la ciudad prometió que si al mediodía no había vencido abandonaría el asedio. A las once de la mañana con la ciudad a punto de rendirse sonaron en la catedral las doce campanadas del mediodía. El general no advirtió el engaño y se retiró. Ernst era hijo de un comerciante judío, Gustav Weiss, y de Berta Weinberg. Su padre murió cuando Ernst tenía cuatro años. En julio de 1902 rindió examen de bachillerato en un instituto de Brno. Luego de estudiar medicina durante diez semestres, con estudios teóricos en Praga, finalmente se doctoró en Viena el 4 de julio de 1908. Inició su actividad médica en el Instituto de Cirugía del Dr. Emile Theodor Kocher, de Berna, Suiza, considerado uno de los principales cirujanos de su época. Kocher había desarrollado nuevas técnicas quirúrgicas para diversos campos de la cirugía tales como el tratamiento del bocio y del cáncer de estómago, la luxación de hombro y la cirugía torácica, las infecciones quirúrgicas y la osteomielitis. Mejoró el instrumental quirúrgico e inventó las pinzas hemostáticas que llevan su nombre. Recibió el Premio Nobel de Medicina del año 1909 por sus aportes sobre la patología tiroidea. Posteriormente, Ernst Weiss continuó su actividad médica en Berlín junto a August Bier, cirujano alemán pionero de la anestesia epidural con cocaína y de la analgesia mediante el uso de procaína. En 1911, de regreso a Viena, se empleó en el servicio de cirugía que dirigía el Dr. Julius Schnitzler, hermano del médico y escritor Arthur Schnitzler autor, entre otras obras, de La señorita Elsa y Relato soñado. En 1912 y 1913 asume el cargo de médico de un barco de una compañía austríaca que lo lleva a la India y a Japón. Tomó la decisión de éste viaje luego de confirmar que sufría tuberculosis pulmonar. En 1913 Weiss inicia su amistad con Franz Kafka. Como buen naturista, Kafka mantenía una relación conflictiva con los médicos. Sostenía que la propia naturaleza debía restablecer el equilibrio perdido por la acción de la ciencia médica, y que solo la naturaleza aseguraba la mejor curación. Desconfiaba de los médicos y los juzgaba peligrosos e ignorantes, aunque muy decididos en lo comercial. Hasta les adjudicó las muertes de sus dos hermanos por sarampión y meningitis. Menospreciaba el papel del médico frente al paciente, y creía que todos los peligros provenían de la ciencia médica. Reprobaba la ciencia médica de su época, y llegó a tratar en forma insultante a los especialistas. Sin embargo, y a pesar de tan adversa opinión, estableció una íntima amistad con el médico Ernst Weiss, a quien llegó a considerar como un gran escritor. En 1914 Kafka escribe: Mucho tiempo bien empleado con el Dr. Weiss. Me acapara, pero le tengo gran simpatía. Me quita parte de mis preocupaciones, recoge parte de las esperanzas. Ernst Weiss se convierte en amigo íntimo de Kafka, y participa activamente en el proceso que culmina con la disolución del compromiso matrimonial de Kafka con Felice Bauer. Luego Kafka emprende un corto viaje junto con Ernst Weiss y su amante, la bailarina y escritora Rahel Sanzara. En 1913 aparece publicada por una editorial de Berlín La galera, la primera novela de Ernst Weiss, en la que narra la historia de un físico y radiólogo. Kafka lee la novela y opina: El mundo ha sido dominado y lo hemos presenciado con los ojos abiertos. O sea que podemos darnos la vuelta tranquilamente y seguir viviendo. Kafka lee y corrige con gran interés los trabajos de Weiss, al que considera un escritor extraordinario. En 1914 Ernst Weiss presta servicio como médico de regimiento y médico en jefe en la retaguardia y en el frente oriental. En 1918 recibe la Cruz de Oro al Mérito Militar. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 9 En ésta época publica la novela El combate, cuyas galeradas corrige junto con Franz Kafka. como médico, aunque también participa en acciones bélicas directas como jefe de grupos de avance. En 1919, mientras publica su novela Hombre contra hombre, trabaja en el Servicio de Cirugía del Hospital General de Praga. Ese mismo año se estrena en el Teatro Alemán de Praga su obra Tanja, representada por su amante Rahel Sanzara. Terminada la guerra, el protagonista es enviado como médico al Hospital de la Reserva, donde internan como inválidos de guerra a lisiados mentales. Allí trabaja y toma notas sobre pacientes aquejados de psicosis de guerra, sobre los que desea escribir un estudio. Entre los pacientes hay uno muy particular, muy excitado, que había perdido la vista en la guerra y al que el insomnio había dejado agotado. Dice que era un cabo del regimiento bávaro List, y que se había desempeñado como ordenanza de la plana mayor del ejército. El cabo se llama A.H., en clara alusión a Adolf Hitler. A partir de 1920 publica una importante cantidad de novelas, poemas, obras de teatro y ensayos. En 1928 participa en las Competiciones de Arte de los Juegos Olímpicos de Amsterdam, y obtiene la Medalla de Plata de Obra Épica con su novela Boetius von Orlanmünde, luego conocida como El aristócrata. Luego de vivir más de diez años en Berlín regresa en 1933 a Praga. Hitler había sido nombrado canciller de Alemania el 30 de enero. En 1934, tras la muerte de su madre, emigra a París, donde periódicamente recibe la ayuda de Stefan Zweig y Thomas Mann. En 1936 Ernst Weiss publica la novela El pobre derrochador, dedicada a Stefan Zweig, en la que narra el conflicto de un hijo con la poderosa figura de su padre, un reconocido médico oftalmólogo. El joven quiere llegar a ser tan reconocido como psiquiatra como su padre lo es como oftalmólogo. La novela resulta un magistral compendio de la lucha psíquica del joven que por un lado idolatra a su padre y por el otro lucha contra él. En 1938 se presenta sin éxito a un concurso literario organizado por la American Guild for German Cultural Freedom con la que probablemente es su novela más importante, El testigo ocular. Toda la novela presenta claros indicios autobiográficos. El protagonista de la novela es un médico que narra su vida entre la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil Española. Recién recibido de médico trabaja con un reconocido investigador de las enfermedades psiquiátricas, y participa con él de una cirugía en la que se realiza un trasplante de tejido tiroideo a un paciente mixedematoso, en clara alusión al trabajo aprendido junto a Kocher en Berna. Durante la Primera Guerra Mundial el joven protagonista presta servicios en el frente El cabo ciego es un hombre molesto, un alborotador fanático, un cabecilla, que por la noche no duerme y recorre los pasillos con una febril agitación. Pronuncia inacabables sermones sobre sus convicciones políticas. Sostiene que no debería haber más clases ni partidos políticos, y que no existe más que una gran nación sobre la tierra, el pueblo alemán. Der arme Verschwender El médico protagonista llama una noche a A.H. a su despacho. Allí A.H. cuenta que era de la Alta Austria, y que por amor a Alemania no había aceptado el servicio en el ejército austríaco y se había alistado en el ejército alemán. Había vivido como un pobre estudiante de Bellas Artes en Viena, trabajado como obrero en una construcción, y vivido como vagabundo en Viena. El médico examina al cabo y llega a la conclusión que el paciente no presenta ceguera de causa ocular ni neurológica. Se trata de un caso de ceguera histérica. En este punto de la novela debemos relatar otra historia. El 15 de octubre de 1918, Adolf Hitler fue gaseado en el frente de Flandes. Quemado y con dificultades visuales, fue internado en el hospital militar de Pasewalk, en el noreste de Alemania. Allí habría recuperado la visión, pero desesperado a causa de la firma del armisticio del 11 de noviembre de 1918 quedó ciego. Por tal motivo fue consultado el psiquiatra Edmund Forster, especialista en psicosis de guerra, que llega al diagnóstico de ceguera histérica. Forster aplica a Hitler un particular sistema de psicoterapia: le impone a la conciencia del enfermo la idea que la enfermedad no es tal, Der Augenzeuge Georg Letham Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 10 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] que es producto de su propia debilidad, y que el único objetivo de la enfermedad era alejarlo de su deber de soldado. Al igual que Hitler, en la novela A.H sufre un trastorno de conversión, cuya característica esencial es el déficit de funciones motoras o sensoriales sin enfermedad neurológica demostrable, cuyo inicio va precedido de conflictos o acontecimientos psicosociales muy estresantes. Síntomas típicos de conversión son las alteraciones del equilibrio, las parálisis, la afonía, la retención urinaria, la pérdida de sensibilidad táctil y dolorosa, la diplopía, y la ceguera. El trastorno de conversión es más frecuente en personas menos conocedoras de los conceptos médicos y pobre educación. El tipo de síntoma de conversión refleja ideas culturales sobre la manera de expresar malestar en forma creíble. Si bien es más frecuente en mujeres, en los varones está fuertemente asociado con el trastorno antisocial de la personalidad y a menudo se observa en el contexto militar. Los individuos que sufren un trastorno de conversión suelen ser sugestionables con alguna facilidad, por lo que sus síntomas pueden desaparecer en función de estímulos externos. El médico trata a A.H. con un método similar al que Forster utilizó con Hitler. Ambos apelan a la sugestión y a la culpa. He aquí el diálogo de El testigo ocular: -Tal vez posea usted la fuerza de hacer un milagro. Para personas con fuerza de voluntad especial y con gran energía mental no hay límites. Pero tal vez no tenga usted esa fuerza de voluntad.¿Cómo puedo saberlo? – pregunta A.H.- ¿Cree que tiene usted la voluntad? Voy a encender la vela. ¿Ha visto la chispa?- No sé, una luz no, pero una especie de resplandor blanco y circular.- No es suficiente –dije-, no basta. Tiene que tener fe ciega en usted mismo, entonces dejará de estar ciego. Usted es joven, sería una lástima que se quedara ciego. Alemania necesita personas con energía.Lo sé.- Escuche –dije con firmeza-, ¡tiene que ver!- Empiezo a ver –dijo-. ¡Si fuera posible!- A usted todo le es posible. En todas las personas hay algo divino: ¡la voluntad, la energía! - Veo su cara, su barba.- Siéntese. Está curado. Las fronteras entre la ficción y la realidad desaparecen. Ernst Weiss habría conocido ésta historia en París del propio Forster, y El testigo Ocular se habría basado en el relato que Forster le habría hecho a Weiss de sus relaciones con Hitler en Pasewalk. Weiss, Forster y el médico de la ficción habían participado como médicos en la Primera Guerra Mundial, y todos ellos habían sido condecorados. Forster fue perseguido por los nazis para que les entregue los papeles de la historia clínica. El médico protagonista de El Testigo Ocular es perseguido y torturado por igual motivo y debe emigrar a París. Forster reinventó a Hitler en 1918. El médico de El Testigo Ocular reinventó a A.H. Ambos convirtieron a un hombre sin destino en un déspota convencido de un mandato divino. La novela exhibe el conflicto que padece el médico por la culpa de haber puesto en pleno funcionamiento a un monstruo. Perseguido, Edmund Forster se suicidó en 1933. Ernst Weiss se suicidó el 15 de junio 1940, en París. El día anterior las tropas alemanas habían invadido la ciudad. Cruel realidad de la ficción, Ernst Weiss murió víctima de A.H. Sin embargo, poco antes de la muerte de Ernst Weiss su médico de ficción, su testigo ocular, había partido a España para ponerse al servicio del ejército republicano. Imaginamos el final de su historia. Ernst Weiss médico y escritor Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com ENFERMOS FAMOSOS Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 11 Por Prof. Emérito Dr. Afredo P. Buzzi Las heridas del Almirante Nelson Horacio Nelson nació en Burnham Thorpe, en el condado de Norfolk (Inglaterra), el 29 de septiembre de 1758, hijo del reverendo Edmund Nelson y de Catherine Suckling. Desde niño mostró inclinación hacia la marina, en la entró a prestar servicio a los 12 años de edad como grumete a las ordenes de su tío materno, el capitán Maurice Suckling. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 12 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] D e constitución frágil, delgada y enfermiza, a la que se agregaron una serie de infecciones que contrajo durante sus reite rados viajes por los trópicos, sufrió toda su vida indisposiciones periódicas de índole variada, que le hicieron considerarse predispuesto a una muerte prematura. En efecto, además del paludismo, que lo incapacitó en forma intermitente durante la mayor parte de su vida, Nelson padeció en 1780 un cuadro infeccioso febril, que con toda probabilidad fue fiebre amarilla. En 1782, durante un viaje al Canadá sufrió de escorbuto, y en 1784 presentó dolores torácicos, los que junto a su fragilidad orgánica, hicieron abrigar temores que sufriera tuberculosis pulmonar, lo que no se conformó. En 1786 tuvo un nuevo y grave quebrantamiento de su salud, con depresión mental, que puso en peligro su vida. Años más tarde consultó en forma epistolar con un médico por molestias que fueron rotuladas como fiebre reumática, con hipertermia vespertina y sudores nocturnos. De acuerdo con los resultados de la autopsia que se le practicó después de la muerte en la batalla de Trafalgar, que mostró que los órganos torácicos y abdominales estaban libres de lesiones orgánicas, es más factible que parte de la sintomatología que sufrió Nelson en gran parte de su vida era de tipo funcional. Las lesiones que sufrió en acciones de guerra fueron, sin embargo, de mayor gravedad, y lo incapacitaron progresivamente hasta que en la batalla de Trafalgar sufrió una herida de bala que le provocó la muerte. Es este aspecto de la patografía del máximo héroe naval de Inglaterra el que constituye el propósito del presente trabajo. Horacio Nelson fue herido en seis oportunidades, incluyendo la última herida mortal que sufrió en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. En 1797, al mando del navío Agammenon, fue enviado al mar Mediterráneo para ayudar al general Pascual Paoli, quien luchaba para independizar a Córcega de los franceses. La base naval de la flota británica estaba en Nápoles, y Nelson conoció ahí a Emma Hamilton, esposa del embajador británico Sir William Hamilton, mujer de singular encanto y belleza, quien sería el gran amor de su vida. Nelson recibió las dos primeras heridas durante la campaña de Córcega. El 4 de abril de 1794, mientras estaba asediando Bastia, Nelson y cuatro de sus hombres se acercaron a la ciudadela hasta una distancia de 1400 metros, para observar los efectos de la artillería inglesa. Disparos de arma de fuego realizado desde la fortaleza mataron a su guía corso, le destrozaron el brazo derecho a uno de sus ayudantes, e hirieron levemente en la espalda al futuro almirante. En efecto, Nelson no figura mencionado en la lista de heridos, y recién cuatro meses más tarde refiere lo sucedido en una carta a su esposa Frances (“Fanny”) Nisbet. Su segunda herida fue durante el asedio de Calvi, el 12 de julio de 1794, y tendría consecuencias más preocupantes: fragmentos de piedra y madera provenientes de un parapeto alcanzado por un obús enemigo golpearon violentamente el rostro y el tórax de Nelson, produciendo una herida penetrante en el parpado y globo ocular derechos. Los doctores John Harness y Michael Jefferson, médicos de la flota, comprobaron una midriasis permanente y una herida del iris. El 12 de agosto de ese año el doctor William Chambers, cirujano General de la Armada Real, confirmó la perdida de la visión del ojo derecho. Desde ese momento usó una visera verde acoplada a su sombrero, a fin de proteger su ojo del sol. La discapacidad visual producida por esta lesión no afectó su coraje, ni su espíritu de decisión, y aún en ocasiones optó por tomarla con humor. Así, el 2 de abril de 1801, durante el sitio de Copenhague, el Vicealmirante Nelson se encontraba bajo las órdenes del almirante Sir Hyde Parker, mayor La batalla de Trafalgar, por el artista William Clarkson Stanfield Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 13 que él en edad y jerarquía militar. Una parte de la flota inglesa había encallado, y de la nave almirante llegó la orden de detener la acción contra los dinamarqueses. Nelson, sobre su nave Elephant ignoró la orden de Parker, y declaró a su segundo en el mando: “Usted sabe, sólo tengo un ojo, y por lo tanto tengo derecho de estar ciego a veces”, y poniéndose el anteojo sobre su ojo ciego exclamó: “Realmente, no veo la señal”. Su valentía y su capacidad de decisión para ignorar una orden que concebía errada, convirtieron a Nelson en el vencedor de la batalla de Copenhague, y en héroe de la nación británica. El 14 de febrero de 1797, en el combate del Cabo San Vicente, Nelson desobedeció la orden de no abandonar la formación de batalla y dividió la flota española en dos, facilitando al Almirante Jervis la consecución de una resonante victoria. En esa ocasión recibió su tercera herida, una contusión en el abdomen por la explosión de un obús, seguida de una eventración del tamaño de un puño. Esta lesión no le impidió apoderarse de dos naves españolas, la San Nicolás y la San José, que amenazaban su barco desde ambas bordas. Después de estos hechos de armas, Nelson fue ascendido a Contralmirante. El 25 de julio de 1797, durante el ataque nocturno a la ciudad de Santa Cruz de Te- nerife, en el momento de desenvainar su espada y salir del bote que lo había trasladado desde el navío Seahorse hasta la playa, un obús le destrozó el codo derecho. Su hijastro Josiah Nisbet, que lo acompañaba, le aplicó un torniquete improvisado con un pañuelo que sacó de su propio cuello, lo que seguramente detuvo la hemorragia y salvó su vida. Se intentó llevarlo al Seahorse, pero se rehusó a abordarlo para no alarmar a la esposa del capitán. Fue llevado entonces al Theseus, donde fue atendido por dos cirujanos, Thomas Eshelby y Louis Remonier. El primero tenía 28 años, y contaba con varios años de experiencia en cirugía naval. Louis Remonier era un cirujano francés adicto a la Realeza, que se había refugiado en Inglaterra y obtenido permiso para actuar en la Marina Real como ayudante de cirujano. En la cabina del Theseus, Nelson, estaba colapsado y con sensación de frio. Además del intenso dolor producido por el corte de los tejidos, Nelson nunca pudo olvidar la desagradable sensación de frio del cuchillo de amputación. Esta experiencia originó una orden que todos los barcos bajo su comando debían tener estufas portátiles en sus cabinas, y que debía existir agua caliente para calentar los instrumentos quirúrgicos. Para reducir la intensidad del dolor de la amputación se le dio a beber ron, ya que no existían medios anestésicos en ese momento, asi como un trozo de cuero para morder. El parte quirúrgico de Eshelby informo: “Fractura expuesta del brazo derecho por una bala de mosquete, pasando un poco por encima del codo, estando la arteria dividida. El brazo fue amputado inmediatamente y después se administró opio. El nivel de amputación fue justo por debajo de la inserción del músculo deltoides, donde el nervio mediano cruza la arteria humeral. Se usaron ligaduras de seda dejando chicotes largos”. La segunda ligadura probablemente incluyó el nervio mediano junto con la arteria humeral, causando intensos dolores y retardo de la cicatrización. Nelson padeció dolor tipo fantasma por el resto de su vida. Nelson fue herido por quinta vez en la batalla del Nilo, frente a Aboukir, en las cercanías de la ciudad egipcia de Alejandría, el 1 de agosto de 1798. Al comienzo de la acción sufrió una herida en la frente por un trozo de metralla, por encima del ojo derecho. La herida era de 75 milímetros, quedando el cráneo descubierto en una extensión de 30 milímetros. El colgayo cayó sobre su ojo sano, cegándolo temporalmente. El cirujano a cargo, Michael Jefferson, suturó los bordes de la herida, la que cerró adecuadamente hacia el 1 de septiembre. Su valentía y su capacidad de decisión para ignorar una orden que concebía errada, convirtieron a Nelson en el vencedor de la batalla de Copenhague, y en héroe de la nación británica. La caída de Nelson, pitada por Denis Dighton en 1825. El uniforme que usaba Nelson en Trafalgar. En el hombro izquierdo se ve la entrada de la bala. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 14 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] La sexta herida, que sería la última, ocurrió el 21 de octubre de 1805, en la célebre batalla librada frente al cabo de Trafalgar, que significó la derrota definitiva de la flota franco-española, y con ella el proyecto napoleónico de invadir con su ejército a Inglaterra. Así quedó determinada la supremacía marítima británica durante más de un siglo. HMS Victory, atravesando el Océano Atlántico. Máscara mortuoria de Nelson. Mosque francés y balas, como la que hirió a Nelson. Bilbiografía • Bradford E.: Nelson: the essential hero. Wordswoth Editions,London, 1999 • Buzzi A.: La clínica quirúrgica del Almirante Nelson. Médicos y Medicina en la Historia 2001, 1: 5-9. • Evans P.E.: History Magazine 2005, Oct/Nov, 30-35. • Popcock T.: Nelson. Salvat E$d, Barcelona, 1985. • Power, D.: Some bygone operations in surgery. VI. Amputation: The operation on Nelson in 1797. British J. Surgery 1931, 19:12. • Power, D.: Amputation. The operation on Nelson in 1797. British J. Surgery 1932, 19:351. • Pugh G.: Nelson and his surgeons. E&S. Livingstone Ltd, London,1968. • Trunkey D.: Nelson`s wounds. Am Coll Surg 1994. • Wang D.: Admiral Lord Nelson’s death: known and unknown. Spinal Cord 2005, 43:573–576 A pesar de la superioridad numérica de la escuadra franco-española (33 barcos contra 27 de los británicos), el liderazgo y la estrategia de Nelson prevalecieron. En el momento culminante de la batalle, Nelson caminaba sobre la cubierta de su buque insignia, el Victory, insistiendo en usar sus condecoraciones y medallas a pesar de los pedidos insistentes de sus subordinados que las ocultara con un capote, para evitar ser fácilmente reconocido, ya que era sabido que los buques francés llevaban rifleros en sus mástiles. Alrededor de las 13:15, es decir, a menos de dos horas de iniciado el combate, el Almirante Nelson, se encontraba en cubierta acompañado por su segundo, el Capitán Hardy, y al dar media vuelta para dirigirse a popa recibió un disparo de un certero fusilero francés encaramado en el mástil de mesana del navío francés Redoutable, buque al que se había apareado el Victory, desde una distancia de quince metros. El impacto lo hizo caer sobre cubierta, siendo rápidamente socorrido y alzado por un sargento y dos marineros que se encontraban cerca. Mientras era llevado bajo cubierta, Nelson se ocultó el rostro para no ser reconocido por la tripulación, de modo que no cayera la moral en el combate. Fue rápidamente atendido por el cirujano William Beatty junto con dos ayudantes. El almirante aquejaba violentos dolores en la espalda y sufría una disnea creciente. Presentaba una paraplejía con anestesia completa por debajo del nivel de la séptima vértebra dorsal. El pulso radial se percibía cada vez más débil. Nelson tuvo conciencia inmediata de la naturaleza y gravedad de la herida que había sufrido. El cirujano que lo asistía describió el dialogo que tuvo lugar entre el almirante y su segundo: “-Finalmente los franceses han acabado conmigo, Hardy”. “-No lo creo, Señor”.“-Si, el disparo me ha quebrado la columna vertebral”. se inclinaba hacia Inglaterra. Nelson preguntaba constantemente sobre las alternativas del combate y se le informaba con todo detalle del número creciente de barcos enemigos que se iban rindiendo. Cuando la victoria estuvo asegurada, Nelson se dirigió al capitán del Victory en los siguientes términos: “Yo ya soy hombre muerto, Hardy. Pronto va a llegar mi fin. Acérquese usted más por favor. Tenga la bondad de entregar mis cabellos y todo lo que me pertenece a Lady Hamilton”. La vida de Nelson se extinguía rápidamente. El Capitán Hardy pudo llegar a felicitarlo por su brillante victoria, estrechándole las manos y besándolo en la mejilla. Le pidió que después de su muerte no arrojara su cadáver al mar, y que cuidara de Lady Hamilton. Después le dijo: “- Ahora estoy satisfecho. Gracias a Dios he cumplido con mi deber”. Nelson sufría una gran sed de aire, una sofocación progresiva. A las 16.30 horas del día del 21 de octubre de 1805 fallecía después de haber transcurrido dos horas y cuarenta y cinco minutos después de haber sufrido la herida de arma de fuego que resultaría mortal. La autopsia mostró que en su trayectoria el proyectil, ingresó por la región superior del hemitorax izquierdo, quebró la escápula izquierda, perforó el pulmón, seccionó la arteria pulmo- nar izquierda y fracturó el arco posterior de las vértebras dorsales sexta y séptima, seccionando la médula espinal y produciendo una paraplejía. La bala siguió su curso a través de los músculos dorsales, quedando finalmente alojada a unos 50 milímetros por debajo del ángulo inferior de la escapula derecha. La causa inmediata de la muerte fue la lesión de la arteria pulmonar izquierda, que produjo una hemorragia intratorácica incoercible. Como no se disponía a bordo de un ataúd, el cadáver fue colocado en un barril lleno de coñac, que era lo único utilizable para preservar temporalmente el cadáver. Recién el 21 de noviembre sus restos pudieron ser depositado en un féretro cubierto de plomo y llevado a Inglaterra, para ser inhumado, en una solemne ceremonia en la catedral de San Pablo. Mientras tanto, la batalla naval de Trafalgar proseguía con toda intensidad y la victoria Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com MOSAICOS PORTEÑOS Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 15 Por Dr. Luis Alposta Acerca del síndrome del pecado original La primera sensación displacentera que sintió el hombre después de haber desobedecido a Dios, ha sido, sin duda, la incertidumbre. Una zozobra del ánimo ante la espera de “algo” que presentía; de “algo que habría de ocurrir”, pero que ignoraba cuándo y cómo. Y esa “emoción de la espera”, es la que se llama ansiedad. Conocido el castigo y al ser expulsado del Paraíso, la incertidumbre pasó a ser angustia, que significa estrechez, constricción, ahogo. Por eso al angustiado “le falta el aire”; “se ahoga”; “le palpita el corazón”; “tiene un nudo en el estómago”; y esto es, seguramente, lo que sintieron nuestros primeros padres al recibir la sentencia. Desde entonces y tal como la conocemos, la angustia real pasó a ser el resultado de una pérdida de las relaciones humanas que proporcionan seguridad. 3) la desesperación coincide con la tercera etapa del SGA, que es la etapa de agotamiento. La ansiedad, la angustia, la desesperación, así, en ese orden (como en el bolero Toda una vida), conforman lo que llamo síndrome del pecado original o síndrome del bolero; el primer gran estrés con el que todos venimos al mundo. Se trata de una tríada sintomática que, en mayor o menor grado, sigue estando presente en todas y cada una de las situaciones de estrés, a lo largo de toda una vida. También aquí, y es lo que quiero hacer notar, existe un paralelo con las tres fases del síndrome general de adaptación (SGA) de Hans Selye y su teoría del estrés: 1) la ansiedad corresponde a la primera etapa del SGA, llamada reacción de alarma. 2) La angustia equivale a la segunda etapa del SGA, o etapa de resistencia. El virus, por tanto, fue exportado desde España e incluso contagió al Almirante, quien en sus anotaciones describió detalladamente sus síntomas, característicos de la gripe, entonces denominada ‘romadizo’: fiebre alta, gran postración y dolor en todo el cuerpo. Admitido que la gripe llegó con él, lo que sostiene el doctor Francisco Guerra, notable investigador español, es que las aves fueron determinantes para la diseminación del virus. Desde esa base, lo que se plantea es si las aves fueron simplemente difusoras de virus de otras especies o si en realidad se trató de una gripe aviaria. A todo esto, en 1918, en tiempos de la “Gripe Española”, pandemia que causó más muertos que la Primera Guerra Mundial, en Buenos Aires se cantaban los tangos “El resfriao”, de Ángel Metallo, “Nene no te resfries”, de Esther Seoane, y la “La grippe”, tango contagioso, con música de Alfredo Mazzucchi y letra de Antonio Viergol. Y la ansiedad y la angustia, juntas, socavando la fe suelen llevar a la desesperación. La desesperación nació en los arrabales del Paraíso, y fue cuando el hombre tuvo, por primera vez, la sensación del no retorno; la de no poder volver atrás. Un símil de lo expuesto podemos hallarlo en el acto de nuestro nacimiento: el paraíso protector del útero materno; la ansiedad que, seguramente, originan en nosotros las primeras contracciones; la angustia de pasar por el angosto canal del parto y, por último, con el corte del cordón umbilical, la total desesperanza del regreso. embarcó ocho marranas preñadas y gallinas con destino a las Antillas. Alguno de esos animales tenía el virus de la gripe, que trasmitieron luego a la marinería. Acerca de la gripe y el tango La palabra gripe procede del francés grippe (del suizo-alemán grüpi, acurrucarse). La descripción más antigua de esta enfermedad nos viene de Grecia (año 412 a. de C.) y se la debemos a Hipócrates. Enfermedad que, muchos siglos después, haría su aparición en América tomada de la mano de Cristóbal Colón.Está documentado que, en su segundo viaje, el almirante recaló en la isla La Gomera, en las Canarias, y allí Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 16 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Acerca de la odontología y el tango Uno de los primeros datos referentes a enfermedades dentales los encontramos en unas tablillas sumerias que tienen una antigüedad de 7.000 años; en ellas se señala que el dolor de muelas se debía a la presencia de pequeños gusanos que las roían. El desarrollo de la odontología como una especialidad independiente se inició en el Antiguo Egipto; las tumbas de aquel tiempo contienen inscripciones que indican que los dentistas se contaban entre los especialistas médicos. No existe ninguna evidencia de que los egipcios realizasen odontología reconstructiva, pero sí de que los etruscos han sido los primeros en reemplazar las piezas dentarias perdidas. Mucho tiempo después, cuando los siglos comenzaron a contarse hacia delante, el enciclopedista romano Aulio Cornelio Celso trató las enfermedades dentales y sugirió que antes de extirpar un diente con caries, éste debía ser rellenado con hilos para evitar su rotura. El médico griego Galeno, que vivió en Roma durante el siglo II, fue más expeditivo y, para el caso, recomendó el empleo de una lima. De ahí que pueda ser considerado, también, como el padre del torno. Y para aquellos que pongan en duda la autenticidad de muchas buenas sonrisas de antaño, recordemos que recién en 1935 se introdujo la resina acrílica polimerizada como una base para los dientes artificiales. Descubrimientos posteriores, en materia de música popular, nos dejan con la boca abierta al comprobar que hay tres tangos que aluden a la odontología: “Saca muelas” de Alberto Mascazzini; “Dolor de muela” de César Donnauro y, el más conocido de todos: “La muela careada” , un tango criollo que Vicente Greco le dedicó a su amigo Agustín Bardi. PRODUCTOS PARA EL DESARROLLO DE EMPRESAS DE SALUD Estudios de Cliente encubierto (para monitorear la calidad del servicio prestado) Capacitaciones especiales para personal de Admisión, Médico Técnico y Administrativo (enfocadas en las áreas detectadas como oportunidad de mejora) Programas de Desarrollo de Mandos Medios Supervisores y Jefes (para desarrollar habilidades gerenciales y fijar nuevos estándares de trabajo) Programas de Coaching Ejecutivo Gerencial (para el desarrollo habilidades claves) Programa de Desarrollo de equipos de trabajo (para mejorar performance de trabajo) EnfoqueRevista IntegralDM - Una pensada paraMedica el desarrollo organizacional - Consultas al: 4431-6241 MDempresa - Ciencia y Cultura - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com info@enfoqueintegral.com.ar - www.enfoqueintegral.com.ar. GALERIA DE PREMIOS NOBEL DE MEDICINA Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 17 Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Premio Nobel de Medicina 2003: La Resonancia Magnetica El 6 de octubre de 2003 la Asamblea Nobel reunida en el Instituto Karolinska de Estocolmo decidió otorgar el Premio Nobel en Fisiología y Medicina 2003 al norteamericano Paul C Lauterbur y al inglés Peter Mansfield por sus descubrimientos concernientes a las imágenes por resonancia magnética. E stos dos hombres (uno químico y el otro físico) tuvieron un rol fundamental en el desarrollo temprano de la producción de imágenes por resonancia magnética, y la verdad es que la recompensa de este Premio no genera mayores sorpresas en cualquiera que esté familiarizado con sus logros. Sus trabajos originales datan de la década de 1970, y posibilitaron la creación de un proceso para poder obtener imágenes médicas basadas en ese principio físico. Seguramente no es casualidad que ese mismo año, el Premio Nobel en Física 2003 fuera otorgado a las contribuciones realizadas a la teoría de la superconducción (al ruso nacionalizado norteamericano Alexei A. Abrikosov, al ruso Vitaly L. Ginzburg y al inglés que trabaja en los EEUU Anthony J. Leggett), que posibilita el desarrollo técnico de resonadores superconductivos. La MRI representa un gran avance tanto en el diagnóstico médico como en la investigación, ya que permite explorar el cuerpo humano en forma no invasiva y extremadamente detallada, explotando las propiedades magnéticas de los núcleos de los átomos de hidrógeno (los más Paul C. Lauterbur (1929-2007) abundantes en el organismo). Para conseguir estas imágenes, se coloca al paciente dentro de un campo magnético muy poderoso que provoca un ordenamiento particular de los átomos. Luego, se envían pulsos de radiofrecuencia que modifican ese ordenamiento. Al cesar estos pulsos, los átomos vuelven a su ordenamiento original (se relajan) emitiendo una señal, que es captada por unas antenas que son colocadas en el área a estudiar. Como este proceso de relajamiento es diferente en los distintos tejidos normales y patológicos, la señal emitida permite una clara diferenciación de los mismos. Ningún paso de este proceso trae aparejado un daño para los tejidos. Si bien la adjudicación del premio Nobel 2003 honró específicamente los logros de dos hombres, sin duda también reconoce tácitamente el rol que cientos de otros científicos han tenido en el desarrollo de esta técnica. Ellos ayudaron a transformar al diagnóstico por imágenes de una herramienta clínica útil a una disciplina indispensable, tanto en el tratamiento de los pacientes como en la investigación, y que está Sir Peter Mansfield (1933) Primera imagen de dos tubos de ensayo (Lauterbur, 1973) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 18 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] era significativamente mayor en los tumores malignos que en el tejido normal. Primera imagen humana. Se trata de un dedo. (Mansfield, 1976) abriendo una nueva ventana en los procesos más fundamentales del cuerpo humano. No es el propósito de este artículo detallar la evolución histórica de la resonancia magnética, pero hay algunos datos importantes para poder poner en perspectiva el otorgamiento del Premio Nobel de Medicina 2003. Raymon Damadian (1936-). El Permio Nobel que no fue. Este Premio Nobel se basa en otros Premios Nobel otorgados por descubrimientos fundamentales, como el de los momentos magnéticos de los átomos (Isidor Rabi, Premio Nobel de Física 1944), el fenómeno de resonancia nuclear magnética, o RNM (Edward Purcell y Felix Bloch, Premio Nobel de Física 1952), la aplicación de espectroscopia por RM en dos dimensiones (Richard Ernst, Premio Nobel de Química 1991), el desarrollo de la espectroscopia por RM en tres dimensiones de estructuras macromoleculares (Kurt Wüthrich, Premio Nobel de Química 2002). De hecho, el fenómeno de resonancia magnética es conocido desde la década de 1940, y fue utilizado por lo químicos para investigar la estructura de los compuestos. En la década de 1950 y principios de los ‘60s se hicieron los primeros estudios de resonancia magnética en tejidos vivos. Incluyendo la medición de los tiempos de relajación T1 y T2. Raymon Damadian (a la izquierda) con el Indomitable. En 1972. Raymond Damadian, de la Universidad Estatal de Nueva York en Brooklyn, había sugerido que la RMN podría ser útil en el diagnóstico de las enfermedades humanas. Él demostró que el tiempo de relajación T1 del agua En 1973 Paul Lauterbur (de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, EE.UU.) conjeturó que si se pudiera variar el campo magnético a través de una muestra de una manera definida, debería ser posible, mediante la medición de la frecuencia, determinar la ubicación exacta del conjunto de la muestra. Las primeras imágenes de Lauterbur fueron de dos tubos de agua situados dentro de un tubo más grande. Los tubos llenos de agua de Lauterbur eran geométricamente simples, por lo que fue relativamente fácil resolver las ecuaciones matemáticas necesarias para reconstruir las imágenes a partir de las frecuencias observadas. Lauterbur llamó a su técnica “zeugmatografía”, del griego “zeugma” que significa “unir en conjunto”, ya que la técnica combinaba un campo magnético y gradientes definidos por las frecuencias para producir imágenes. Pero el nombre no prosperó. Para conseguir la reconstrucción de las imágenes utilizaba la técnica de retroproyección, similar a la utilizada por Godfrey Hounsfiel en la tomografía computada. Fue el suizo Richard Ernst quien en 1975 introdujo la codificación bidimensional por fase y por frecuencia, utilizando la transformación de Fourier para producir las modernas imágenes de RM (Ernst obtuvo el Premio Nobel de Química por esto en 1991) Aunque Peter Mansfield (de la Universidad de Nottingham, Reino Unido) estaba trabajando en un sistema físico diferente, fue él quien estableció en 1976 los complicados procesos matemáticos necesarios para obtener imágenes rápidas de espectrómetros de RNM, lo que hizo de la resonancia magnética una posible aplicación clínica. También desarrolló una técnica que provoca rápidas variaciones de los gradientes, llamada eco-planar (EPI), lo que permitió la obtención de imágenes aún más rápidas. Mansfield produjo la primera imagen por RM de un sector del cuerpo humano (un dedo). En 1977 Raymond Damadian completó luego de 7 años de trabajo el primer resonador, que llamó Indomitable. El 3 de julio de ese año obtuvo la primera imagen de un cuerpo de un ser humano, lo que llevó 5 horas. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 19 En este Premio Nobel (como en muchos otros) no faltó la arista de la polémica. El reglamento del Premio autoriza a entregarlo hasta a tres galardonados, por lo que Damadian se mostró muy sorprendido y decepcionado por no haber sido elegido para compartir el premio. Muchos colegas también se sorprendieron por esta decisión del Comité Nobel. Hay dos posibles razones para esto. La primera (y menos probable) es que el Premio haya estado enfocado solamente a la posibilidad de generar imágenes con resonancia magnética (la principal contribución de Damadian fue la demostración de la prolongación del T1 en el cáncer, pero no en la formación de imágenes). La segunda razón (y la más probable) tal vez tenga que ver con sus nada sutiles actividades de auto-promoción que Damadian había llevado a cabo por 20 años. Muchos colegas se preguntaron durante ese tiempo por qué un científico brillante como él tenía que recurrir a tácticas provocativa para verse reconocido y apreciado. Más allá de esto, puede ser difícil comprender cómo el Comité Nobel no pudo ver más allá de estas particularidades personales y basar su decisión exclusivamente en la ciencia. No hay duda que los aportes e Damadian fueron significativos. Desafortunadamente, el Comité Nobel no pudo ver la importancia de estos descubrimientos y decidió basar su decisión en la política y el decoro social, más que en la ciencia. El uso médico de la MRI se desarrolló rápidamente... Una de sus grandes ventajas es su inocuidad, ya que no utiliza radiaciones ionizantes y el material de contraste usado (gadolinio) es muy seguro. Sin embargo, deben tenerse precauciones en aquellos pacientes que tienen objetos metálicos en su cuerpo, especialmente marcapasos, y aquellos que van a recibir altas dosis de contraste y padecen de trastornos renales. Hoy en día la resonancia magnética se utiliza para estudiar prácticamente todos los órganos del cuerpo, y ha roto la barrera de los datos morfológicos para ofrecer información funcional y bioquímica. La especialidad que hoy conocemos como diagnóstico por imágenes nació hace casi 115 años cuando Wilhelm K. Roentgen descubrió los rayos X. A esa recién nacida “radiología” se le fueron sumando otras técnicas, habiendo alcanzado un nivel técnico inconcebible en pocos años. En la década de 1970 se introdujeron las computadoras, que permitieron una nueva revolución: la ecografía y la tomografía computada (esta última, Premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1979). La resonancia magnética, que estuvo disponible clínicamente a principios de la década de 1980, llegó para quedarse dentro del arsenal diagnóstico y terapéutico que ofrece el diagnóstico por imágenes. En realidad, el descubrimiento de Roentgen fue mucho más que un evento tecnológico. No sólo cambió la práctica médica, sino que transformó la filosofía y la cultura de las ciencias médicas en muchos aspectos fundamentales. Marcó el inicio de una profunda revolución en la práctica médica: la necesidad de una continua adaptación a las nuevas tecnologías. La innovación tecnológica como tradición. Hoy en día los médicos sabemos que pasaremos nuestra vida profesional trabajando con tecnologías de diagnostico y tratamiento de complejidad creciente, y que deberemos entrenarnos y re-entrenarnos en esas prácticas. Es más: nos veremos rodeados de personal auxiliar que están bajo las mismas condiciones de re-evaluación y re-educación. Quince años atras, los médicos estaban asombrados por esos nuevos rayos de Roentgen que les permitían ver dentro de un cuerpo viviente, sabiendo que eso cambiaba la sustancia de la medicina, pero sin saber que sería parte de una revolución progresiva que marcaría para siempre toda la ciencia médica. El éxito de los pasados 100 años se basó en la creatividad y el trabajo de muchos científicos. El diagnóstico por imágenes seguirá creciendo a medida que se desarrollen nuevas tecnologías y métodos de imágenes que “resuenen” los descubrimientos de Lauterbur y Mansfield. Primera imagen de un sector del cuerpo humano . Se trata de un corte a través del tórax. (Damadian, 1977) Paul C. Lauterbur recibiendo el Premio Nobel de manos del Rey Carl XVI Gustaf, en el Instituto Karolinska, en Estocolmo (2003) Bilbiografía • Boesch C.: Nobel Prizes for Nuclear Magnetic Resonance: 2003 and Historical Perspectives. Jour Mag Res Imag 2004 20:177-179. • Bradley W.G.: The Nobel Prize: Three Investigators Allowed but Two Were Chosen. Jour Mag Res Imag 2004 20:180. • Buzzi A., Suárez M.V.: Vascular Imaging: an illustrated history. ECR 2004, e-Poster C-863. • Damadian R. Tumor detection by nuclear magnetic resonance. Science 1971, 171:1151-1153. • Ernst E.: Nuclear Magnetic Resonance fourier-transform spectroscopy. Nobel Lecture, 9 de Diciembre 1992. • Gore J.: Out of the shadows. MRI and the Nobel Prize. N Engl J Med 2003, 349:2290–2292. • Hennig J.: The Historical Documentation of Scientific Developments: Scientists Should Participate. 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Ganglio de Wrisberg: forma parte del sector superficial del plexo cardíaco, y se ubica en la unión de la rama cardíaca superior del tronco simpático izquierdo con la rama cervico-cardíaca del nervio neumogástrico izquierdo, inmediatamente debajo del cayado de la aorta, a la derecha del ligamento arterioso. Recibe algunos ramos cardíacos del nervio laríngeo inferior (recurrente) izquierdo. Nervio de Wrisberg: es el nervio braquial cutáneo interno, rama del fascículo medial del plexo braquial, que contiene fibras de las raíces C8 y T1, y provee sensibilidad a la piel del lado interno del brazo.. Nervio intermediario de Wrisberg: el nervio intermediario es la parte del nervio facial (VII par craneal), ubicado entre su componente motor y el nervio vestibulococlear (VIII par craneal). Contiene las fibras sensoriales y parasimpáticas del nervio facial. Al llegar al canal facial, se une con la raíz motora del nervio facial en el ganglio geniculado. Ligamento de Wrisberg: es el ligamento menisco-femoral posterior, que se origina en la cara posterior del menisco lateral, y transcurre hacia arriba y adentro, por detrás del ligamento cruzado posterior, para insertarse en la superficie lateral del cóndilo femoral medial (ver más abajo). Menisco discoideo de Wrisberg: Hay tres subtipos de meniscos discoideos laterales: el tipo I (completo), el tipo II (incompleto), y el tipo III, o variante de Wrisberg (la menos frecuente), que puede ser de forma normal, pero que carece de las inserciones posteriores, por lo cual su cuerno posterior es móvil, y está estabilizado solamente por el ligamento de Wrisberg. H einrich August Wrisberg nació el 20 de junio de 1739 en Sankt Andreasberg, una ciudad de la Baja Sajonia, en Alemania. En 1757 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Göttingen, que había sido fundada en 1734 por Jorge II, rey de Inglaterra y príncipe elector de Hannover. Empezó con cuatro facultades (Teología, Medicina, Derecho y Literatura) y pronto se convirtió en una de las universidades más visitadas de Europa (en 1823 contaba con 1.547 estudiantes). Hasta hoy, dio 45 premios Nobel de los 102 que tiene Alemania. Es considerada en la actualidad la mejor universidad alemana. Allí Wrisberg recibió la influencia de Georg Gottlob Richter (1694-1773), quien, a su vez había sido discípulo de Herman Boerhaave (1668-1738) en Leyden, y de Johann Ludwig Hannemann (1640–1724) en Kiel. Obtuvo su doctorado en 1763 con la tesis De Respiratione Prima Nervo Phrenico Et Calore Animali: Pavca Disserit Et Simvl Vicarias Anatomiam Profitendi Operas Ad Diem XXIV. Octobris Aperiendas Indicit. Heinrich August Wrisberg (1739-1808) Luego hizo un viaje académico a través de Austria, el sur de Alemania, Francia y Holanda. A su regreso fue nombrado Profesor Asociado de Medicina y Obstetricia, y en febrero de 1765, Profesor Asociado de Anatomía. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 21 La Universidad de Göttingen in 1735 Sus clases versaban sobre anatomía, fisiología, ginecología y obstetricia, medicina forense, cirugía, oftalmología y osteología. En 1770 fue Profesor Ordinario y Miembro de la Sociedad de Ciencias, y en 1785 fue nombrado Consejero. Era un excelente anatomista práctico, y se dedicó especialmente al sistema nervioso simpático. Wrisberg editó, comentó y amplió los libros de fisiología de Albrecht von Haller (17081777), considerado uno de los fundadores de la fisiología, y que había sido Profesor de Anatomía en la Universidad de Göttingen desde su fundación hasta 1753, las obras de obstetricia de Johann Georg Roederer (1726-1763), su antecesor en la cátedra de Obstetricia, y el libro sobre anatomía del ojo de Johann Gottfried Zinn (1727-1759), botánico y anatomista alemán que también trabajó en la Universidad de Göttingen, y que había descripto el ligamento suspensorio del cristalino (o zónula de Zinn) y el tejido fibroso circular que se encuentra situado en el vértice de la órbita donde se insertan cinco de los seis músculos extrínsecos del ojo (recto superior, recto inferior, recto interno, recto externo y oblicuo superior), también llamado anillo de Zinn. Estudió en detalle los pares craneanos, describiendo el nervio intermediario. Pero, probablemente, la primera persona que identificó el nervio intermedio fue Bartolomeo Eustaquio (1513-1574), profesor de Anatomía y médico del Papa en Roma, en el su libro Anatomica Opuscula en 1563. Sin embargo, sus dibujos del nervio no fueron acompañados por el texto. Más de 200 años después, Wrisberg identificó y describió detalladamente el nervio intermedio como la ‘‘portio media inter comunicantem faciei et nervum auditorium’’ en su libro Observationes anatomicae de quinto pare nervorum encephali et de nervis qui ex eodem duram matrem ingredi falso dicuntur de 1777. Su discípulo Samuel von Soemmerring (1755-1830), quien diseñó la clasificación de los nervios craneanos en 12 pares (que utilizamos ahora) en 1778, tuvo la tentación de etiquetar el nervio intermedio como un nervio craneano independiente, pero finalmente no lo hizo. Si bien la clasificación de Soemmering fue aceptada en general, no hubo acuerdo completo en lo que respecta al nombre del nervio intermedio. De hecho, los anatomistas europeos continentales preferían el término “nervio intermedio”, mientras que los anatomistas ingleses (y a pesar de la uniformidad en la nomenclatura logrados en la Nomina Anatómica de Basilea en Nervio intermediario de Wrisberg (Henry Gray) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 22 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 1895) estaban a favor del término “pars intermedia de Wrisberg”. Las investigaciones del sueco Gustaf Retzius (1879), del italiano Giuseppe Sapolini (1881), del suizo Wilhelm His (1889), y del norteamericano James Ramsay Hunt (1907) identificaron al ganglio geniculado como el ganglio sensitivo del nervio intermedio. El mismo Giuseppe Sapolini (que fue médico del rey italiano Víctor Manuel) clasificó en 1881 al nervio intermedio como el par craneano número 13, y detalló su anatomía. Sin embargo, esta postura no fue aceptada en los años siguientes. El tema siguió en estudio, y en 1989 P. Lobko y S. Khi’lkevich sostuvieron la independencia del nervio intermedio de los demás nervios craneanos sobre la base de datos embriológicos y anatómicos. Por otra parte, la conexión directa entre el ganglio geniculado, el ganglio pterigoplatino y los núcleos del tronco cerebral por un solo nervio le dan la entidad de tratarse de un nervio independiente. Además, la estimulación del nervio intermedio induce una contracción del músculo orbicular de los labios, lo que indica una actividad motora. Por otra parte, este nervio presenta características, que son ontogénica y filogenéticamente diferentes a los nervios craneanos. Así, a pesar de la larga historia de este nervio, es evidente que no todas las características son bien conocidas, y que la descripción habitual del nervio intermedio como una simple raíz sensitiva y parasimpática del nervio facial debe ser reconsiderada. Observationes anatomicae de quinto pare nervorum encephali et de nervis qui ex eodem duram matrem ingredi falso dicuntur (1777) Otras publicaciones importantes de Wrisberg fueron: Descriptio Anatomica embryonis observationibus Illustrata (1764), Observationum de Animalculis Infurosiis Satura (1765), Observationes anátomo obstetriciae de structura ovi et seundina- rum humanar in partu maturo et perfecto collectae (1774), De testiculorum ex abdomine descensu (1777), Jo. G. Roederi et Car. G. Wagleri Tractatus de morbo mucoso (1783), Comettatio de viteri mox post partum naturalem resectione non lethali (1787), Iohannis Gottfried Zinn Descriptio Anatomica Oculi Humani Iconibus Illustrata (1780), Observationum anatomica de nervis viscerum abdom. particula I, quae de ganglio plexuque seminali agit (1780), partic. II de nervis hepaticis et splenicis (1800), partic. III de nervis viscerum abdominalium (1800–1803), De systemate vasorum absorbente morbos vicissim et sanante (1789), De Nervis pharyngis (1793), Observationes anatomica de corde testudinis marinae mydas dictae, collectae et cum corde humano collatae (1800), Commentationum medici physiologici anatomici et obstrtricii argumenti (1800), Experimenta et observationes anatomicae de utero gravido, tubis, ovariis at corpore luteo quorundam animalium cum iisdem partibus in homine collatis. En ellos se ocupó de la respiración y el calor animal, de la anatomía del embrión, de los animálculos infusorios, de los pares craneanos, de los nervios de las vísceras abdominales, de los nervios bra- Cartílagos de Wrisberg (Henry Gray) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 23 quiales, del útero grávido, de las trompas de Falopio, de los ovarios y del cuerpo lúteo. Entre sus discípulos se destacan tres: Justus Ferdinand Loder (1753-1832), que fue médico de la familia real de Prusia, y del Zar Alejandro I (1777-1825), y dio clases de anatomía a Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), Christoph Wilhelm Hufeland (1762-1836), el inventor del término “macrobiótica”, quien fuera el médico más famoso de su tiempo en Alemania, atendiendo, entre otros, al rey Frederick William III de Prusia, a los filósofos Friedrich Schiller (1759-1805) y Johann Gottfried Herder (1744-1803), al poeta Christoph Martin Wieland (1733-1813, y a Johann Wolfgang von Goethe, y el ya mencionado Samuel Thomas von Sömmerring (1755-1830). Quien fue uno de los anatomistas más importantes de Alemania (descubrió la mácula de la retina, e investigó en detalle el cerebro, los órganos de los sentidos, la estructura pulmonar, y el embrión, con sus malformaciones). mía y Director del Instituto Anatómico. Falleció tres años después, el 29 de marzo de 1808, en Göttingen. En 1805 fue nombrado Profesor de AnatoBilbiografía • Alfieri A., Strauss C., Prell J., Peschke E.: History of the nervus intermedius of Wrisberg. Annals of Anatomy 2010, 192:139–144. • Dobson J. Anatomical eponyms. E & S Livingstone LTD. Edinburgh and London, 1962. • Florian L., Outes M. Iconografía cerebral para neuropsiquiatras. Volumen 1. Editorial Salern, Buenos Aires, 1994. • Das Göttinger Nobelpreiswunder. http://webdoc.sub.gwdg.de/ebook/a/2002/nobelcd/html/intro.htm. Accedido el 9 de enero de 2011. • Göttingen University web page. http://www.uni-goettingen.de/en/1.html. Accedido el 9 de enero de 2011. • Gray H. Anatomy – Descriptive and surgical. Lea Brothers & Co, Philadelphia, 1887. • Laín Entralgo P.: Historia de la medicina. Salvat Editores, Barcelona, 1982. • Louis E.D., Williams M.: A biography of James Ramsay Hunt (1874-1937). J Hist Neurosci. 2003, 12:266-75. • Moser M.W., Dugas J., Hartzell J., Thornton D.D. 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A.: Observationes anatomicae de quinto pare nervorum encephali et de nervis qui ex eodem duram matrem ingredi falso dicuntur. Göttinger, 1777. (Sankt Andreasberg, 1739-Gotinga, 1808) Médico alemán. Profesor de anatomía y obstetricia en Gotinga, describió diversas estructuras anatómicas, como el nervio intermedio de Wrisberg y el asa memorable de Wrisberg. Ligamento de Wrisberg (Henry Gray y RMI coronal) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com EL CLUB OSLER DE BUENOS AIRES 24 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi El Club Osler de Buenos Aires pseudo-hipertensión o rigidez arterioesclerótica por las arterias de los miembros. Fue patólogo, clínico, educador, bibliófilo, historiador, escritor y un bromista de renombre. Su trayectoria y aportes a la medicina y a la educación médica han inspirado a muchas generaciones, y para mantener viva su memoria y los conceptos “oslerianos” se han fundado varios “Clubs Osler” en diversas regiones del mundo. El primero fue el de Londres, fundado en 1928 con el propósito de “fomentar el estudio de la historia de la medicina, especialmente entre los estudiantes de medicina, y para mantener fresca la memoria de Sir William Osler.” El Club Osler de Buenos Aires fue fundado en el Aula del Consejo de la Facultad de Medicina de la UBA en el mes de septiembre de 2009 con la presencia y los buenos auspicios del Presidente del Club Osler de Londres, el Dr. Adrian Thomas, y del Tesorero del Club Osler de Carolina del Norte, Dr. Juan José Alva. En esa oportunidad, el Dr. Alva entregó como obsequio al Club una réplica de la primera edición 1892) del libro de Osler “The Principles and Practice of Medicine.” En esa primera reunión fue elegido Presidente el Dr. Alfredo Buzzi, Profesor Emérito y Decano de dicha casa de estudios. W Sir William Osler (1849-1919) illiam Osler fue un médico que nació en Bond Head, Ontario, Canadá, en 1849, y estudió en la Universidad McGill en Montreal (Quebec). Posteriormente fue profesor en la Universidad de Pennsylvania y Jefe de Medicina Clínica en dicha universidad. En 1889 fue el primer profesor de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. En 1905 se trasladó a Inglaterra, permaneciendo en Oxford hasta su muerte, en 1919. Fue nombrado Sir en 1911 por sus grandes contribuciones en el campo de la medicina. Osler es considerado uno de los grandes iconos de la medicina, y por muchos, “el padre de la medicina moderna”. Creó el primer programa de residencia para el entrenamiento médico, y fue el primero en llevar a los estudiantes de las aulas a la cama del paciente. El nombre de Osler está asociado con varios epónimos, entre ellos, la teleangiectasia hemorrágica hereditaria (junto con el médico francés Louis Henri Vaquez), los nódulos digitales que él describió en la endocarditis bacteriana, y el fenómeno de La segunda reunión tuvo lugar en el mes de marzo de 2010 en el mismo lugar, y contó con la presencia del Prof. Dr. Juan José Alva, Tesorero del Club Osler de Carolina del Norte (EEUU). En esa ocasión, el Dr. Alva entregó al Decano como obsequio para el Club Osler de Buenos Aires una copia del cuadro “The Four Doctors”, pintado en 1906 del pintor John Singer Sargent (18561925), donde representa a los cuatro médicos fundadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins: el clínico William Osler (1849-1919), el patólogo William Henry Welch (1850-1934), el gine- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 25 cólogo Howard Kelly (1858-1943) y el cirujano William Stewart Halsted (1852-1922). ce of Medicine”, el más difundido entre los estudiantes de habla inglesa. La tercera reunión ocurrió en septiembre de 2010, y contó tanto con la presencia del Dr. Adrian Thomas como del Dr. Juan José Alva, quienes disertaron sobre distintos temas relacionados con el sabio canadiense, y presentaron una serie de imágenes vinculadas con su vida y su obra. El Dr. Thomas entregó como obsequio una postal escrita de puño y letra por William Osler. Todos aquellos que quieran acercarse al Club Osler de Buenos Aires pueden hacer- lo contactándose con La Secretaría Privada del Decanato de la Facultad de Medicina de la UBA. Email: privada@fmed.uba.ar A partir de aquí, se acordaron dos sesiones por año: una en el mes de marzo, y la otra en septiembre. Sin perjuicio de ello, el Decano Buzzi se reúne cada 15 días con alumnos de la Facultad que han mostrado interés en la vida y en la obra de Osler. El Club Osler de Buenos Aires ha recibido buenos augurios y muestras de apoyo del Dr Lawrence Longo, de la Universidad de Loma Linda, California, y a través suyo del Dr. Charles S. Bryan, quien es el Presidente del Club Osler Americano, del Dr. Rolando del Maestro, de la Universidad McGill, y de la Dr. Raquel del Carpio, también de McGill. La Dra. del Carpio participará como expositora en la reunión de septiembre de 2011. El Club Osler de Londres, a través de su Presidente el Dr. Adrian Thomas, invitó al Decano Alfredo Buzzi a pronunciar la tradicional lectura anual 2011 que versará sobre “Aportes de William Osler a la historia de la medicina y a la biografía médica”. Dicho evento tendrá lugar en el Real Colegio de Médicos en la ciudad de Londres. Debe recordarse que William Osler es el autor del libro sobre medicina interna publicado por primera vez en 1892 “The Principles and Practi“The Four Doctors” (John Singer Sargent, 1906) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com LITERATURA & MEDICINA 26 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Lic. Isabel Del Valle Elegía Una novela de despedida Philip Roth nos cuenta la vida de un neoyorquino anónimo, ya jubilado, desde sus primeros años hasta su entierro, pasando por aquellas estaciones claves que conforman el derrotero biográfico de cualquier persona: una exitosa carrera profesional como creativo publicitario en New York, los matrimonios fallidos, los vínculos con los hijos de las distintas uniones, los valores familiares, la relación ambivalente con su hermano, las amantes, los sueños artísticos incumplidos, una notable pulsión sexual como expresión perfecta de vitalidad. U na vida de estandarizados éxitos y fracasos. El autor recorre esos distintos momentos biográficos haciendo pié en aquellos eslabones en los que la muerte hizo acto de presencia en la vida del protagonista, ya sea solapadamente como, cuando de niño, durante un veraneo familiar, la descubrió escondida en el hinchado vientre del ahogado arrojado a la playa, o la noche en la que, entre sueños, la sintió taconear por los pasillos del hospital donde estaba internado… Con los años, la muerte de sus pares empezaría a hacer sombra a su propia vida, hasta llegar a ese enfrentamiento despiadado, cara a cara, con la propia finitud cuando la enfermedad cardíaca decidió empezar a bajarle el dedo a su impulso vital. A los nueve años, la muerte se convertiría en un episodio memorable: esa madrugada en la que, en puntas de pié, hizo su entrada formal en la sala de hospital para llevarse a su compañero. Cuando despertó, supo, a pesar del disimulado empeño de los biombos, que el niño de la cama de al lado había muerto. Allí descubrió también que la muerte no se dedicaba únicamente al mundo de los mayores. Hasta entonces nunca había pensado en ella; si lo hubiera hecho, le habría asignado un contingente de ancianos donde saciarse. Esa madrugada tan lejana en el almanaque sería, a través de los años, uno de sus recuerdos más vívidos. El rostro imaginario de aquel niño al que casi no vio, reaparecería una y otra vez en su memoria de adulto. Tal vez haya sido la imagen que más lo haya acompañado en su vida. “El primer muerto en su vida fue aquel cadáver hinchado; el segundo, el muchacho de la cama vecina”. A pesar de las escaramuzas, esos encuentros inesperados con la muerte ajena fueron tallando en él la sensación de vulnerabilidad. Además empezaría a convivir con la paradoja de “… que naces para vivir y en cambio, te mueres”. en LIFE Varios episodios familiares de fragilidad física pusieron lo suyo para que no pudiera sacarse de la cabeza la idea de que algún daño le estaría preasignado. Una noche cualquiera, tan cualquier que sería imposible olvidar, en medio de un mes dado al disfrute, de sexo despreocupado con la mujer indicada en una casa de la playa, sintió miedo. La negrura del mar, la opulencia de estrellas y el frenesí del oleaje hubieran podido embriagar a cualquier espíritu, pero para él, se habían convertido en una pesadilla de negrura y de amenazante inmensidad. No podía saber qué le producía tanto temor. Como si la inmensidad de la nada le preanunciara otra forma de inmensidad nunca experimentada pero sí, temida. El impreciso recuerdo de un remoto futuro que, alguna vez, seria presente. “La profundidad de las estrellas le hablaba sin ambigüedad de que estaba condenado a morir.” Siempre había pensado que existiría una Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 27 edad adecuada para empezar a preocuparse por la propia desaparición. Claramente todavía no tenía por qué sentirse inseguro con el propio cuerpo. Su vida transcurría apartada del fantasma de la enfermedad y el deterioro. Sin embargo el constante zumbido de la caducidad lo atormentaba. “¿Por qué a su edad debían acosarle pensamientos sobre la muerte?... ya habrá tiempo para angustiarse por la catástrofe definitiva…” En una de sus tantas idas a New Jersey, lo sorprendió una angustiante falta de aire. Como por esos días su padre había sido internado, le fue fácil culpar a la noticia de su malestar. Nada le hacía pensar que, a partir de entonces, el corazón entraría en escena para despojarlo de lo que él siempre había llamado “mi vida”. Durante su infancia, solía acompañar a su padre a la relojería familiar que tenían en los suburbios judíos de New York. Pasaba horas ordenando y repitiendo de memoria las marcas de relojes caros. Quizás disfrutaba del ilusorio poder de tener el tiempo encerrado en un pequeño cofre y controlar su marcha pautada, precisa, previsible. A pesar de ese deleite por la precisión mecánica, nunca el ritmo propio de su corazón había sido motivo de curiosidad ni preocupación. Impensable,… ¿él, con una enfermedad cardíaca? Si nunca había fumado, apenas bebido …sería absurdo que fuera él, candidato a una angioplastia. Pero, ya en la habitación de un hospital de Manhattan y lleno de cables, se sintió al menos por un momento, el niño de la cama vecina. Su hermano vino a visitarlo. No podía entender cómo hacía ese hombre para mantener semejante fortaleza física y anímica teniendo al padre y al hermano enfermos. Seguramente Howie no tenía incrustada del lado de adentro de la mirada, el relieve pétreo del niño esculpido bajo las sábanas. Superado este evento que lo había agarrado desprevenido, se dispuso a retomar, poco a poco, su vida de siempre, confiado en que todo volvería a ser como antes. Nunca hubiera imaginado que la cardiopatía se en- sañaría con él de la forma en que lo hizo. De ahí en más, su cuerpo se independizaría y cobraría vida propia, como un colosal adolescente rebelde que de un puñetazo arremete por aquí, golpea por allá, destruyendo todo lo que hasta entonces le pertenecía. “… de la noche a la mañana había pasado de ser un hombre rebosante de salud a uno que la perdía de un modo inexplicable.” Con la misma parsimonia y convicción con la que se aleja un barco de la costa, así veía marcharse su vida de todos los días. No sabía bien si era él mismo o su realidad cotidiana la que se movía, pero la sensación de distanciamiento era cada vez mayor. seguridad se encargaban de recordarle que ya no era el mismo. De inmediato, esa incipiente motivación se volvía frustración. “¿No se avergonzaba de aquello en lo que se había convertido? Los cambios físicos, la disminución de la virilidad, los cambios que habían contraído su cuerpo y lo habían deformado.” “…tenía que esforzarse por impedir que su mente lo saboteara con su ávida revisión del pasado pletórico.” Angioplastias, stents, cardiodesfibrilador… todo un arsenal de artilugios tecno- Todo lo que había sido comenzaba a quedar arrumbado en los caprichosos márgenes de la enfermedad. Sus afectos también se vieron comprometidos. Si bien necesitaba la mullida contención de los vínculos cercanos, la promiscua convivencia con la enfermedad fue despertando en él sentimientos contradictorios. Así llegó a odiar a su entrañable Howie, su confidente, su gran soporte. Su fortaleza y buena salud se habían convertido en un inconfesable motivo de envidia. Howie desconocía la debilidad, el deterioro, la inseguridad. El podía seguir siendo ese poderoso hombre de negocios, que subía y bajaba de los aviones, apto para las mujeres, libre de temores y servidumbres. ¿Cómo aceptar que de toda aquella herencia biológica a él nada le haya tocado? Entendía que Howie no tenía la culpa de semejante don, pero él tampoco, de semejante castigo. Sin embargo no se resignaba a aceptar que el enigma de la desigualdad y la desgracia se haya jugado tan en contra suya. Así como en sus días exitosos de publicista solía despojarse de sus pertenencias cada vez que transitaba por la zona de migraciones en los aeropuertos, ahora la enfermedad lo obligaba a despojarse de diversos aspectos de sí. Uno de ellos era su entrañable afición por las mujeres. Nunca le había temblado el pulso a la hora de la conquista. A pesar de los embates físicos, su apetito erótico sobrevivía; sin embargo cuando alguna hebra de ese impulso vital amagaba asomar, las alarmas de debilidad y de la in- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 28 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] “Goodbye, columbus & five short stories, letting go” por Philip Roth “Indignation” por Philip Roth lógicos diseñados para evitar el derrumbe, prometían restituirlo a una vida sin impedimentos ni incapacidades, pero nunca lograron devolverle la confianza. Había momentos en los que se desconocía; en otros, hasta llegaba a odiarse. “Todas esas intervenciones y hospitalizaciones lo habían ido convirtiendo en un hombre más solitario y menos seguro de sí mismo. (…) Incluso aquella paz y tranquilidad que tanto apreciaba parecían transformarse en una forma de confinamiento…” Le costaba reconocer que ese cuerpo ajado, surcado desprolijamente por los garabatos del bisturí, pudiera pertenecer a alguien que respondiera a su nombre. No sólo su enfermedad lo exilió de su vida habitual; sus amigos empezaron a emprender la retirada por su propia cuenta. “…esto, en vez de terminar, ahora continuaba; ahora no pasaba un año sin que tuviera que ingresar al hospital. Hijo de padres longevos, hermano de un hombre mayor en muy buena forma, su cuerpo parecía constantemente amenazado. Se había casado tres veces, había tenido mujeres, hijos, un trabajo interesante , pero ahora eludir la muerte parecía haberse convertido en el asunto central de su vida y la decadencia física en toda su historia. “ La cardiopatía fue convirtiendo su biografía en historia clínica, a punto tal que a veces pensaba, que si alguna vez decidiera escribir la historia de su vida, la llamaría Vida y muerte de un cuerpo masculino. “Es imposible cambiar la realidad. Debes tomarla como viene “se decía una y otra vez en un frustrado ensayo de estoicismo. Su sufrimiento era silencioso, oculto. Nada hallaba en él que, al menos, le confiriera alguna forma de grandeza. No se trataba sino del mísero derrumbe de un hombre poderoso. De a poco, su mundo se empezó a poblar de ausencias. Todo parecía dispuesto de dejarlo… los pares, el cuerpo, las mujeres, el dinero, las certezas… La soledad le estrujaba la carne hasta hacerla crujir, y lo volvía más niño, más temeroso, más vulnerable. Así, cada día de vida no era sino en un magro día de supervivencia, envuelto en la nostálgica bruma de la plenitud pasada. Su vida se convirtió en una gran ronda de despedida. En cada nueva ausencia, él veía reflejado el rostro del niño de la cama de al lado. En aquel lejano verano infantil, el ahogado le enseñó que la vida era una marcha progresiva hacia esa nulidad inmóvil que acunaba la desaparición absoluta. Y en el medio, la vejez como peaje infranqueable. “La vejez es una batalla implacable que se da precisamente cuando estás más débil y eres menos capaz de invocar tu espíritu de lucha.” “Letting Go” por Philip Roth Elegía es un periplo narrativo por la vida de un hombre sin nombre, en el que se instala la tragedia más cotidiana y a la vez más aterradora de la existencia: la despiadada toma de conciencia de quien sabe que cada minuto de vida contiene el germen de la propia desaparición. Muestra el enfrentamiento con la muerte y los diversos caminos que conducen a ella: la enfermedad, el deterioro, el envejecimiento, la vulnerabilidad, la dependencia, el desmoronamiento de lo que había conformado la propia vida. Este Vía Crucis biológico y emocional no sólo tiene que ver con las huellas físicas del tiempo en el cuerpo, sino también con la lenta pero inexorable desaparición del mundo de pertenencia. Un mundo al que van abandonando los viejos paisajes del escenario personal, los compañeros de existencia, las pasiones, el poder, los amores… todo aquello que un día lo fue todo. En otro plano de lectura, simboliza el conflicto solitario del hombre -varón- contemporáneo que deja de ser útil a la vida productiva y dinámica tal como lo exige la vida urbana de los países desarrollados. En este hombre anónimo y universal se representa la condición de los seres perecederos. Elegía es una novela de despedida. Es la puesta en palabras de una biografía en desintegración. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com MÉDICOS EN LAS CALLES DE BUENOS AIRES Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 29 02. Nacimiento de la Av. Montes de Oca en la Av. Caseros. Después de ésta, la avenida se llama Bernardo de Irigoyen (donde está el colectivo amarillo). (Foto Alfredo Buzzi, 2008) 01 . Ubicación de la Avenida Montes de Oca en el plan de la CABA. Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Avenida Montes de Oca La avenida Montes de Oca se ubica en el barrio de Barracas (figura 1), y su trazado coincide con los primeros crecimientos de la ciudad. Con una dirección Norte-Sur, nace en la Av. Caseros, siendo continuación de la calle Bernardo de Irigoyen, a 100 m de la Estación Constitución (figura 2). Llega hasta el Riachuelo, con un recorrido de sólo 20 cuadras, paralelo a la Autopista 9 de Julio Sur. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 30 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] C 03. La calle larga de Barracas, mirando hacia el sur (ca. 1895). La iglesia con una torre en Santa Lucía (Foto Colección Gotta). 04. Vista actual de Santa Lucía. (Foto Alfredo Buzzi, 2011) orresponde a uno de los caminos más importantes del antiguo Buenos Aires. La ciudad, a partir de su traza fundacional a fines del siglo XVI, evolucionó principalmente hacia el sur, en función de las actividades relevantes, ligadas al puerto que se encontraba en el Riachuelo. Hacia fines del siglo XVII, y a lo largo del XVIII, comenzaron a levantarse sobre su margen unas construcciones precarias denominadas “barracas” que posibilitaban el almacenamiento de productos, frutos, y cueros para el depósito y tráfico de la actividad comercial que allí se desarrollaba. Aven 06. “La calle larga de Barracas” (Carlos Morel, 1860). A la derecha, se ve la barranca, y sobre el margen izquierdo de la calle, la capilla de Santa Lucía. Pronto se vio la necesidad de construir un puente que uniese las dos orillas del Riachuelo, y el 24 de marzo de 1791 se inauguró el Puente Gálvez (Juan Gálvez fue el vecino que lo construyó). Fue el primer puente sobre el Riachuelo. Cruzando el puente, el Camino del Sur seguía dos rumbos: el Camino General de la Magdalena (hoy la Avenida Mitre, en Avellaneda), y el Camino General a Chascomús (hoy Avenida Pavón). Para esa época Buenos Aires contaba con 30.000 habitantes. Mon de O Hacia 1700, la Plaza Mayor (la actual Plaza de Mayo) era el centro de la ciudad, y el eje seguía estando al sur de la Plaza, en torno a la calle Mayor (hoy Defensa-Reconquista) y a la mayoría de las iglesias. La calle Mayor era uno de los principales caminos, y luego de atravesar el Alto de San Pedro (en el actual San Telmo) se conectaba por un atajo (actual avenida Martín García) con otra calle que constituía el Camino de la Magdalena (las tierras al sur del Riachuelo eran llamadas “pagos de la Magdalena”) o Camino del Sur: hoy ese camino está constituido por las calles Bernardo de Irigoyen y su continuación, la Av. Montes de Oca. Cerca del Camino del Sur, se instalaron a ambos márgenes del Riachuelo, varias “barracas”, lo que le dio el nombre al barrio. Fue notable el destino que tendría la actual Avenida Montes de Oca: sucesos importantes de nuestra historia, historias de suspenso y amores trágicos se tejerían en le legendaria calle que hasta finalizar el siglo XIX estuvo siempre de moda. 05. Vista actual de la Av. Montes de Oca, mirando hacia el sur. Se ve la torre de Santa Lucía. (Foto Alfredo Buzzi, 2008) Lucía”. Por esta iglesia, el sector de la calle entre las actuales Av Caseros y Martín García pasó a llamarse “calle Santa Lucía”. La capilla de Santa Lucía fue elevada a parroquia en 1869 y declarada santuario en 1977. La iglesia fue remodelada en 1887. El 13 de diciembre es la fiesta de Santa Lucía. (figura 5) Desde comienzos del Virreinato el barrio se fue poblando de casonas señoriales que continuaban las de San Telmo, corrales, mataderos, saladeros, ceberías, curtiembres y barracas para depositar los frutos del país (que se embarcaban en el Puerto del Riachuelo hacia el exterior), y hornos de ladrillos y quintas de verdura, antecedentes de las industrias alimentaria, textil y de la indumentaria y de los corralones que luego caracterizaron a Barracas. En 1783, María Josefa Alquizalete había edificado sobre el Camino del Sur el oratorio de Santa Lucía (figura 3 y 4). Cerca de la iglesia estaba la pulpería “La Paloma” donde trabajaba la célebre “Pulpera de Santa Pronto, el Camino del Sur comenzó a llamarse Calle Larga de Barracas, y durante el siglo XIX se alineaban en ella numerosas quintas de la aristocracia porteña. Además de familias patricias, transitaban así por sus calles troperos, matarifes, faenadores de ganados, carretas cargadas, triperos, changadores, quinteros, carreros, cuarteadores para los días de barro, marineros y negros libertos. Esta clase trabajadora y semirrural, habituada a las tareas más duras, entretenía sus descansos con famosas carreras cuadreras y de sortijas, cinchadas de carros, riñas de gallos, corridas de toros (al menos hasta 1835), y célebres payadas en varias pulperías. Carlos Morel (1813-1894), considerado por muchos el primer pintor argentino, plasmó el tránsito en la Calle Larga en un lienzo (figura 6, 7 y 8). Fue necesario desmontar la abrupta barranca de la Calle Larga y suavizar su pendiente para facilitar el tránsito desde la Plaza Mayor al Riachuelo. En esta calle tuvieron lugar los primeros acontecimientos de las invasiones inglesas, y los preparativos bélicos de un año después con la reconquista de Buenos Aires (1806-1807). En 1809 los patriotas de la Sociedad de los Siete (Saavedra, Belgrano, Castelli, Pueyrredón, Moreno, Vieytes y Rodríguez Peña) se reunían para reparar la tan ansiada Revolución de Mayo en la quinta de Francisco M. Orna sobre la Calle Larga. En 1820, por el Puente de Gálvez (por donde se cruzaba el Riachuelo desde la Ca- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 31 lle Larga) entró a la ciudad Juan Manuel de Rosas (1793-1877) con sus “Colorados del Monte” para reponer al gobernador Martín Rodríguez (1771-1845) en su cargo. Fue en ese momento que Rosas recibió el título de “Ilustre Restaurador de las Leyes”. En 1849, el Coronel Martiniano Chilavert (1798-1852) reemplazó al Puente de Gálvez por otro, también de madera, que llamó de la Restauración de las Leyes. 1919) acunaban en el barrio de Barracas sus primeros tangos (el Restaurante El Choclo, estaba sobre la Av. Montes de Oca). En el Hotel América, a una cuadra del Hospital Pedro de Elizalde, Villoldo pasaba momentos de amores ocultos e inspiración musical. Una placa donada por tangueros finlandeses, colocada en el frente del hotel, lo recuerda. nida En 1853, durante el sitio de Buenos Aires por las tropas de la Confederación, Bartolomé Mitre (1821-1906) recibió la célebre herida que le marcó la frente por el resto de su vida, y que tapaba inclinando su chambergo, defendiendo la Calle Larga contra el ataque de Hilario Lagos (1860-1863). Irigoyen paseaba su adusto carisma entre los vecinos, desde su vivienda a 150 metros de Casa Cuna, demolida por el intendente de facto Osvaldo Cacciatore (1924-2007) para construir la Autopista 9 de Julio. ntes Oca En 1870 fue realizado un adoquinado en esta calle, con derecho a cobro de peaje por 20 años. El peaje variaba el precio según fueran carros tirados por caballos o por bueyes; el negocio fue suspendido en 1885, a causa del pésimo estado de la vía (¿les suena?). En 1871, a raíz de la epidemia de fiebre amarilla se cerraron los mataderos y saladeros de Barracas por considerarlos focos de la enfermedad. La epidemia terminó tanto con los mataderos como con la mayoría de las familias pudientes que del barrio se mudaron hacia el norte en busca de lugares más sanos. En el mismo 1871, para pasar sobre el Riachuelo se reemplazó el siempre precario Puente de madera por uno de hierro, con el nombre del ingeniero Prilidiano Pueyrredón, que lo diseñó y que murió sin verlo terminado. Posteriormente otros tres puentes sucesivamente construidos en el mismo lugar, repitieron su nombre, como el que persiste hoy. En 1880, durante la sublevación de la Provincia de Buenos Aires encabezada por Carlos Tejedor (1817-1903) contra las autoridades de la República (“la revolución del 80”), la línea de defensa de las tropas provinciales hizo pie en la esquina de lo que hoy es la Casa Cuna, incautando para su ejército hasta los caballos de la Compañía de Tranways en su garage de Montes de Oca (en ese entonces, calle Santa Lucía) y Río Cuarto. En el último cuarto del siglo XIX, Eduardo Arolas (1892-1924) y Angel Villoldo (1861- En la esquina sudoeste de la intersección de la Calle Larga y el Zanjón de las Quintas (actual Avenida Caseros) estaba la casa-quinta del escritor Eugenio Cambaceres (1843-1888), hoy sede de la Escuela Técnica República del Líbano (figura 9). Murió en Paris a los 45 años, y la casa quedó para su esposa, la italiana Luisa Baccichi (1855-1924), llamada “la Bachicha” por la élite porteña, y su única hija Rufina. Es conocida la triste historia de Rufina Cambaceres: el día de su 19º cumpleaños (1903), una amiga le cuenta un terrible secreto: su novio era también amante de su madre. Se trataba del futuro presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen (1852-1933). El impacto de la noticia le ocasionó un ataque al corazón. Al día siguiente, Luisa e Hipólito Yrigoyen, la sepultaron en la Recoleta. Poco más tarde, el cuidador de la bóveda avisó que el ataúd de Rufina estaba abierto y con la tapa rota. La versión oficial sugirió un robo, ya que la niña había sido enterrada con sus mejores joyas. Pero Luisa vivió el resto de su vida torturada por la convicción de que su hija había sufrido un ataque de catalepsia y fue sepultada viva. En el cementerio, una estatua de lánguido art noveau la representa con una mano aferrada a la puerta de la bóveda. En esta Quinta de Cambaceres, Mariano Acosta (1825-1893) fundó en 1874 la Escuela Normal de Maestras, que dio la primera salida laboral intelectual socialmente aceptada para las mujeres. Al lado de esa escuela, la Buenos Aires English High School, inaugurada en 1875, educaba a los hijos de británicos afincados en el barrio desde la época del Almirante Brown, acrecentados luego con los profesionales y técnicos traídos para la construcción y man- 07. La calle larga de Barracas vista desde la barranca hacia el sur, en una vista similar a la del cuadro de Morel (ca. 1895). La iglesia con una torre en Santa Lucía, y más atrás, con dos torres, Santa Felicitas (Foto Colección Gotta). 08. Escudo de Barracas. En el cuadro superior izquierdo se ve la subida de la barranca de la Calle Larga (al fondo, Santa Lucía). 09. Vista actual de la quinta de la familia Cambaceres (hoy es la Escuela República del Líbano) (Foto Alfredo Buzzi, 2011) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 32 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] tenimiento de los ferrocarriles. Su primer director, el escocés Alexander Watson Hutton (1853-1936), fue famoso por fundar con los ex-alumnos de su escuela el Club Alumni, el más exitoso equipo de fútbol de la primera década del Siglo XX. 10. Vista actual de la quinta de la familia Cambaceres (hoy es la Escuela República del Líbano) (Foto Alfredo Buzzi, 2011) 11. Vista actual del Hospital Pedro de Elizalde. (Foto Alfredo Buzzi, 2011) 12. Antigua Quinta Díaz Vélez (hoy Fundación VITRA). A la derecha, una de las estatuas de los leones que se encuentra en el parque, enfrente de la casa. (Fotos Alfredo Buzzi, 2011) 13. Plaza Colombia. (Foto Alfredo Buzzi, 2011) 14. Plaza que recuerda la casa de los Álzaga, en la Plaza Colombia. (Foto Alfredo Buzzi, 2011) 14). En 1812 la quinta de Álzaga, se transformó en el “Cuartel General de los Conjurados” de la llamada “conspiración de Álzaga”, última resistencia realista en la ciudad. Álzaga se refugió durante los hechos en la Capilla de Santa Lucía, con la complicidad de su capellán. Todos fueron fusilados. Aven Enfrente de la Quinta de Cambaceres estaba la de la familia Balcarce. Allí se trasladó en 1873 la Casa de Niños Expósitos, originalmente ubicada en Moreno y Balcarce. (figura 10) En 1905 la Casa pasó a llamarse oficialmente Hospital de Niños Expósitos, y en 1918 tomó el nombre de Casa Cuna. En 1952 tomó el nombre de Casa Cuna Eva Perón, y en 1955 recuperó el nombre de Casa Cuna. Finalmente, en 1961 se impuso al Hospital el nombre de Dr. Pedro de Elizalde en honor a una de sus figuras más importantes. (figura 11) Dos cuadras más al sur, la calle Martín García corta a Montes de Oca. Este era el atajo que comunicaba la Calle Larga con la calle Mayor (actual- mente Reconquista - Defensa). Por Martín García, a cuatro cuadras de Montes de Oca, estaba la quinta del Almirante Guillermo Brown (17771857). Ahora hay una plazoleta que lleva el nombre de su hija, Elisa Brown. Ella era la prometida del marino Francis Drummond, quien perdió la vida en la batalla de Quilmes, contra la Armada Brasilera. Semanas después Elisa se suicidó en el Riachuelo vestida con el traje de novia que iba a usar en su boda, con apenas 17 años de edad. Su trágico destino fue inmortalizado por Ulises Petit de Murat (1907-1983) y Homero Manzi (1907-1951) en la obra de teatro La Novia de Arena (1945). El Almirante Brown murió en esa casa en 1857. La casa fue demolida en 1904. Cincuenta años después, en 1862, Felicitas Guerrero (1846-1872), de 16 años, se casó por mandato familiar con su sobrino nieto (también llamado Martín de Álzaga), un hombre acaudalado de 51 años y con 4 hijos naturales. Felicitas heredó todos sus bienes, entre ellos esa propiedad, que unió a las que poseía la familia Guerrero. Su padre, el hacendado Carlos Guerrero, fue quien introdujo en el país el primer toro Aberdeen Angus. Felicitas se convirtió en la viuda más cotizada de Buenos Aires. Fue llamada por el poeta Guido y Spano “la mujer más hermosa de la República”. Empezó a noviar con el joven Enrique Ocampo (abuelo de las escritoras Silvina y Victoria), pero en un viaje a la estancia de los Guerrero (actualmente en el kilómetro 168 de la ruta 2, en el Partido de Castelli), Felicitas conoció a Samuel Sáenz Valiente, de quien se enamoró, dejando así a su novio. La noche del 29 de enero 1872, Ocampo estaba en la mansión de Barracas cuando llegaron Felicitas y Sáenz Valiente. Ocampo y Felicitas se encerraron en una habitación, discutieron, y el ex-novio le disparó a quemarropa. Acto seguido, el asesino se disparó en el pecho intentando suicidarse. Para completar la tarea, un sobrino de Felicitas lo mató con un tiro en la cabeza. Felicitas murió dos días después. Tenía 26 años. Sus padres, en su memoria, hicieron construir la Iglesia de Santa Felicitas en el fondo de lo que era la propiedad de los Álzaga, que fue inaugurada en 1876 (figuras 15 y 16). Aquí termina la historia y comienza la leyenda. Se dice que si se deja un pañuelo en la reja de Santa Felicitas al atardecer, a la mañana aparecerá húmedo de lágrimas, y que los días 30 de Enero se puede entrever una llorosa figura de mujer vestida de blanco vagando por la iglesia (figura 17). A la altura del 800 de la Av Montes de Oca está la Plaza Colombia (figura 13). En este predio estaba la propiedad de don Martín de Álzaga, héroe de la defensa porteña durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Hay una placa que lo recuerda (figura En la Av. Montes de Montes de Oca 615 existía el “Instituto Frenopático Argentino”, (figura 18) donde trabajaron los médicos Rafael Herrera Vega (1834-1910), José María Ramos Mejía (1849-1914) y José Ingenieros (1877-1925). El edificio Mon de O Contigua al Hospital está la casa que fue de la familia Díaz Vélez (actualmente aloja a la Fundación VITRA, que rehabilita y capacita a lisiados). Allí se tejió la historia de Eustaquio Díaz Vélez, de quien se dijo que usaba leones como mascotas en lugar de perros. Según la leyenda, un día su hija invitó a comer a su prometido, y uno de los leones se lo devoró. (figura 12) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 33 fue demolido. Contiguo al Instituto estaba la quinta del presidente Luis Sánez Peña (1822-1907). todos los lugares del mundo, en la Avenida Garay, en vecindad del Hospital Pedro de Elizalde. En la esquina con la actual Av. Suárez estaba la famosa pulpería “La Banderita”, parada de diligencias. En esa esquina hubo un bar con ese nombre hasta 1983. Hoy hay una plaza recordatoria. Cerca del final de la avenida, cuando cruza a la calle Osvaldo Cruz, se encontraba la quinta donde transcurrió la infancia de José Hernández (1834-1886), el escritor del Martín Fierro (hay una placa recordatoria). En la quinta de la familia Zabiaurre, en la Av. Montes de Oca 1051 existía el “Sanatorio Caride”, propiedad del Dr Pedro Caride y Massini, demolido en 1932. También en Montes de Oca y Osvaldo Cruz se encontraban las Tres Esquinas, que inspiró en 1941 el tango “Tres Esquinas” de Angel D´Agostino y Angel Vargas. Ahí estaba la antigua Estación Tres Esquinas perteneciente al perteneciente al ex Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada. nida ntes Oca Según la novela “Amalia”, considerada la primera novela argentina, que su autor José Mármol (1817-1871) inició a publicar en 1844 en formato de folletos, la residencia de la protagonista, Amalia Sáenz de Olavarrieta, se ubicaba entre las actuales calles Aráoz de Lamadrid y Magallanes. En esa casa, Amalia escondió en 1840 a Eduardo Belgrano, sobrino del General, perseguido por la Mazorca. Esteban Echeverría (1805-1851) también recorrió los mataderos, saladeros y pulperías de la zona, buscando temas y decires para su obra “El Matadero”, que escribió entre 1838 y 1840, y que es considerado el primer cuento realista del Río de la Plata. En la entonces calle de Santa Lucía, entre las actuales Aráoz de Lamadrid y Magallanes, vivió el Dr. Manuel Augusto Montes de Oca (1831-1882). Por Resolución del 30 de julio de 1883 y la Ordenanza del 6 de agosto de 1883, la calle de Santa Lucía tomó su nombre. Otros médicos que vivieron en el barrio fueron Eduardo Wilde (1844-1913), Abel Ayerza (1861-1918), Abel Zubizarreta (1880-1934), Pedro Escudero (1887-1963) y Pedro Chutro (1880-1937). En el número 1800 se levanta la Iglesia de San Antonio María Zaccaría y el colegio adjunto. El escritor Ernesto Sábato (1911-), en su obra “Sobre Héroes y Tumbas” (1961) ubica a la desdichada protagonista, Alejandra Vidal Olmos, último exponente de una trágica familia patricia devastada por la locura y la violencia, en una deteriorada mansión en la calle Río Cuarto, cerca de la Avenida Montes de Oca, y Jorge L. Borges (18991986) sitúa en “El Aleph” (1949), el mítico rincón donde se reúnen sin mezclarse Finaliza en la Avenida Don Pedro de Mendoza a orillas del Riachuelo a metros del Nuevo Puente Pueyrredón, y allí se encuentra el Servicio de Hidrografía Naval. A principios del siglo XX el barrio adquirió el perfil de “barrio trabajador” donde se mezclaron genoveses, polacos, españoles, y nativos. A mediados de ese siglo comenzó la declinación del barrio: se clausuraron mercados, se inhabilitaron estaciones de trenes, se fueron la mayoría de las fábricas. La autopista que atraviesa el barrio provocó el éxodo de más de 30.000 vecinos, y la pérdida de edificios que formaban parte del patrimonio del lugar, incluidas dos plazas centenarias. 15. Antigua quinta de Alzaga (actualmente, Plaza Colombia). Al fondo, la Iglesia Santa Felicitas. (ca. 1876) 16. Frente de la Plaza Colombia (sobre la Av. Montes de Oca) y, atrás, la Iglesia Santa Felicitas. Bordeando la plaza, a la izquierda, la calle Pinzón. (Foto Alfredo Buzzi, 2011) Manuel Augusto Montes de Oca Manuel Augusto Montes de Oca (figura 19) nació en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1831. Era hijo de Juan José Montes de Oca (1806-1876), un destacado cirujano que fue Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (el tercero, y el último de los que dirigieron la Facultad con el título de Presidente). Su madre fue Irene Rodríguez Pallavicini. 17. Vista actual de la Iglesia Santa Felicitas. En 1839 su familia tuvo que emigrar a Montevideo, ya que su padre fue perseguido por el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Cinco años más tarde, en 1844, debieron trasladarse a la isla de Santa Catarina, en Brasil. Allí estudió con los jesuitas, y más tarde estudió medicina en Río de Janeiro. Cursó la carrera con notas sobresalientes hasta tercer año, y en 1852, después de la batalla de Caseros que derrocó a Rosas, volvió a Buenos Aires, incorporándose al curso de cuarto año. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 18. Antiguo “Instituto frenopático”. 34 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Aven Mon de O 19. Manuel Augusto Montes de Oca. Detalle del cuadro del Salón del Consejo, Facultad de Medicina UBA. (Foto Virginia Prado, 2011) Siendo estudiante fue nombrado director del aula de anatomía y practicante mayor interno del Hospital General de Hombres (que luego sería el Hospital de Clínicas). En 1854 fue nombrado secretario del Consejo de Higiene Pública, y el 15 de diciembre de ese año recibió el grado de doctor de medicina en compañía de su hermano Leopoldo, su condiscípulo, a quien lo unía un afecto entrañable. Leopoldo Montes de Oca (1834-1906) fue el 8º Decano de las Facultad de medicina de la UBA. En su tesis, titulada “Ensayo sobre las enfermedades de Buenos Aires”, Manuel Augusto estudió la mayor parte de las afecciones que endémica o epidémicamente se observaban en esta ciudad. En 1858 ganó por concurso el cargo de Profesor Titular de la Cátedra de Anatomía y Fisiología, y fue el Presidente Bartolomé Mitre quien firmó su designación. En 1860 hizo la primera observación de la hidatidosis humana en nuestro país, en un paciente que consultaba por una tumoración abdominal. En 1865 asistió a los heridos de la Guerra con el Paraguay. En 1867, durante la epidemia de cólera, fue director del Lazareto de Coléricos, y también tuvo una actuación destacada durante las epidemias de cólera de 1869 y de fiebre amarilla de 1871. En 1873, al jubilarse su padre, obtuvo la Cátedra de Cínica Quirúrgica, y fue Jefe de Cirugía del antiguo Hospital General de Hombres. Como cirujano fue un obrero infatigable, que preparó con tesón e idoneidad los cimientos de la Cirugía Argentina. Fue quien introdujo en nuestro país el método antiséptico del cirujano inglés Joseph Lister (1827-1912), utilizando ácido fénico. Montes de Oca había conocido personalmente a Lister en el Congreso Médico Internacional realizado en Londres en 1881, y lo había visto operar. Dijo de él: “Lister no pasará a la posteridad por la manera de to- mar el bisturí, ni por su seguridad, destreza o elegancia. Parece que sacrifica la belleza artística a los cuidados higiénicos de su método. No parece el genio de la cirugía, sino la imagen viva de la modestia y de la caridad médica.” José Arce en su libro “Historia de la Cirugía Argentina” divide esta historia en cuatro etapas. Según él, Manuel Augusto Montes de Oca fue el protagonista del inicio, en 1879, de la “tercera etapa”: la etapa antiséptica de la cirugía. Ignacio Pirovano continuaría este impulso inicial de Montes de Oca. La septicemia, la erisipela, la gangrena gaseosa, el tétanos, y la llamada “podredumbre de hospital” hacían estragos en el antiguo Hospital General de Hombres. Antes de que Montes de Oca implantara el sistema listeriano, las heridas se lavaban con una esponja empapada con una infusión de eucaliptus contenida en una palangana enlozada. La misma esponja y la misma palangana se utilizaban para todos los enfermos. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 35 Las operaciones más frecuentes eran las amputaciones, el drenaje de empiemas, la extirpación de tumores superficiales y la talla perineal. Para escapar de las infecciones se comprendió que era necesario alejarse del hospital, y la cirugía se realizaba en los domicilios, en hoteles, o en habitaciones alquiladas para ese fin, generalmente sobre una mesa nueva de pino construida especialmente. nida Desde su tesis, Montes de Oca había pedido la demolición del hospital “en nombre de la humanidad”, que entonces se ubicaba en el barrio de San Telmo. También lo hizo a través de cartas a la Academia Nacional de Medicina, de quien dependía entonces la Facultad de Medicina. En 1877, durante la gobernación de Carlos Tejedor, se decidió la construcción de un nuevo hospital, que fue entregado en 1882 con el nombre de Hospital Buenos Aires a la Facultad de Medicina. Se ubicaba entre las calles Córdoba, Uriburu, Paraguay y Junín. Este hospital fue demolido en 1975 (allí está hoy la Plaza Houssay), cuando se inauguró el nuevo Hospital de Clínicas José de San Martín, en la manzana contigua. ntes Oca 20. Busto de Manuel Augusto Montes de Oca ubicado en el Salón del Consejo, Facultad de Medicina UBA. (Foto Virginia Prado, 2011) Algunas de las contribuciones de Montes de Oca fueron la amputación a colgajo rotuliano, la insuflación de aire en los tejidos para facilitar la disección y mejorar la hemostasia, la periuretrotomía, la traqueotomía en un solo tempo, el sedal a tubo de drenaje en el tratamiento del hidrocele, el empleo del cloral en el tétanos, y la curación radical de las hernias. Fue un gran clínico quirúrgico, un eximio maestro y un eminente cirujano. La sala de operaciones era su verdadero ámbito. Amplió enormemente el campo de acción de la cirugía en la Argentina. Laurence, en su libro sobre “Grandes Figuras de la Cirugía Argentina”, asegura que Manuel Augusto superó a su padre y primer maestro. Tenía gran habilidad, claros conceptos, y una vasta cultura. (figura 20) Al igual que su padre, Manuel Augusto Montes de Oca tuvo una destacada actividad política. En 1859 ocupó un asiento en la Legislatura de Buenos Aires. En 1872 participó de la Reforma Constitucional de la Provincia de Buenos Aires. Durante la presidencia de Nicolás Avellaneda fue Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación, teniendo una destacada actuación en la cuestión de límites con Chile en 1878. Debió renunciar en 1879 por desavenencias con el entonces Ministro de Guerra, General Julio A. Roca. 21. Solar donde vivió M. A. Montes de Oca (Foto Alfredo Buzzi, 2011) Montes de Oca sufría de una litiasis renal, y hubo que practicarle una talla vesical para extraerle un gran cálculo. En 1881, y debido al agravamiento de su dolencia, viajó a Europa durante más de un año, donde consultó al francés Félix Guyón (1831-1920), pionero de la urología quirúrgica, quien se rehusó a operarlo ya que pensaba que sería inútil. Regresó a Buenos Aires el 12 de noviembre de 1882, y el 2 de diciembre, poco antes de cumplir 51 años, falleció como consecuencia de una insuficiencia renal crónica en su casa-quinta de la Avenida Santa Lucía 162, hoy Avenida Montes de Oca 1150, (figura 21) donde hay una placa recordatoria (figura 22). Pocos días después de su muerte fue nombrado como su sucesor en la Cátedra de Clínica Quirúrgica el Dr. Ignacio Pirovano (18441895), quien afianzó definitivamente el imperio de la antisepsia y elevó el prestigio de la cirugía argentina. 22. Placa recordatoria en el solar donde vivió M. A. Montes de Oca (Foto Alfredo Buzzi, 2011) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Arte & Medicina 36 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Dra. María Victoria Suárez Las tres edades de la mujer Gustav Klimt,1905 N o es fácil dar una definición sobre qué es el envejecimiento, aunque todos, de manera intuitiva, bien por observarlo a nuestro alrededor o bien en nosotros mismos, tenemos conocimien- to del mismo. El envejecimiento se ha definido como un proceso de deterioro donde se suman todos los cambios que se dan con el tiempo en un organismo y que conducen a alteraciones funcionales y a la muerte. Estos cambios en el orden morfológico, psicológico, funcional y bioquímico se caracterizan por una pérdida progresiva en el tiempo de la capacidad de adaptación y la capacidad de reserva del organismo, que Las tres edades de la mujer (1905) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 37 produce un aumento progresivo de la vulnerabilidad ante situaciones de estrés, y finalmente la muerte. Se ha definido por tanto, primero como una etapa de la vida, y posteriormente como un proceso de deterioro por suma de déficit con el paso de los años, que culmina con la muerte. En último término, en el organismo el envejecimiento es conocido como un deterioro progresivo de los procesos fisiológicos, necesarios para mantener constante el “medio interno”. El final de este proceso, que no permite mantener este equilibrio que se llama homeostasis, es la muerte. La última palabra de los últimas cuatro párrafos es una palabra dura, que nos genera incertidumbre. Pero que ha generado multitudes de manifestaciones artísticas y literarias. La muerte. ¿Cómo representarla, si no la conocemos? La han representado como un momento fugaz, inesperado. Pero también fue visionada como una conclusión esperada, como un epígrafe. ron contra las normas académicas y tradicionales (“secesionistas”) sería el grupo literario “Jung Wien” (“Joven Viena”), pero la verdadera “Secesión” se gestó en la Casa de los Artistas, única asociación de artistas de Viena que organizaba temporalmente exposiciones para mostrar las creaciones de sus miembros, exposiciones que contaban con un jurado que seleccionaba a los artistas que participaban. Los miembros antiguos no permitían incorporar en las muestras obras de artistas que tuvieran una visión diferente y, por supuesto, no se permitía la exhibición de obras realizadas por artistas extranjeros, canalizando las muestras de manera casi exclusivamente comercial. Pero no es un problema nuevo: el envejecimiento y la muerte siempre han estado presentes en el consciente y en el inconsciente humanos y por lo tanto, en el arte. Las obras de artistas como Theodor von Hoermann (1840-1895) y Josef Engelhart (1864-1941), pintores que habían viajado a París donde tuvieron contacto con los impresionistas, fueron rechazadas por el jurado de la Casa de los Artistas, lo que generó una revuelta liderada por los más jóvenes. La exposición de la obra de la seccesion de Munich en la Casa de los Artistas de Viena durante 1895 servirá de espolón para que Karl Moll (1861-1945), Joseph Engelhart (1864-1941) y Gustav Klimt (18621918) empezaran a plantearse una ruptura. Finalmente la Secesión de Viena fue fundada el 3 de abril de 1897 por los artistas Gustav Klimt, Koloman Moser (1868-1918), Josef Hoffmann (1870-195), Joseph Maria Olbrich (1867-1908), Max Kurzweil (18671916) y otros. Klimt se distanciaría de ella ocho años más tarde por estar en desacuerdo con la tendencia naturalista que entonces prevalecía entre sus miembros. Gustav Klimt, el autor de la obra que motiva este artículo, nació el 14 de julio de 1862 en Baumgarten, cerca de Viena. Vivió en una relativa pobreza la mayor parte de su infancia. Fue sólo gracias a su talento que en 1876, con catorce años, recibió una beca para estudiar en la Kunstgewerbeschule, la Escuela de Artes y Oficios de Viena, donde se formaría hasta 1883 como pintor y decorador de interiores. Klimt comenzó su carrera individual como pintor de interiores en grandes edificios públicos de la Ringstrasse, desarrollando algunos temas alegóricos que posteriormente se convertirían en un rasgo distintivo de su obra. Pintó lienzos y murales con un estilo personal muy ornamentado, que también manifestó a través de objetos de artesanía, como los que se encuentran reunidos en la Galería de la Secesión Vienesa. Se transformó luego en un pintor simbolista, y uno de los más sobresaliente representantes del movimiento de la “Secesión vienesa”, que formó parte de lo que hoy llamamos “modernismo”. En 1888, Klimt recibió la Orden de Oro al Mérito de manos del Emperador Francisco José I de Austria (1830-1916) por su trabajo en los murales del Burgtheater de Viena. Fue nombrado miembro honorario de las Universidades de Munich y Viena, y Todos sabemos (o hemos escuchado) que hay una edad biológica y una edad cronológica, y que hay un envejecimiento fisiológico y un envejecimiento patológico. Nuestra expectativa de vida ha aumentado significativamente en los últimos años y este hecho ha transformado a los efectos del envejecimiento en uno de los problemas de la medicina moderna. Uno de los primeros grupos que se rebela- Gustav Klimt (1862-1918) para cuando en 1892 su padre y su hermano Ernst murieron, Klimt estaba en condiciones de soportar la carga económica de su familia. La tragedia familiar pesó también en su expresión artística, y marcó el inicio de la definición de su estilo personal. A principios de la década de 1890, Klimt conoció también a Emilie Flöge (1874-1952), quien aparentemente soportó las constantes aventuras amorosas del artista y se convertiría en su compañera hasta el final de su vida. El componente sexual de esta relación ha sido objeto de cierta discusión, aunque está documentado que Klimt tuvo al menos catorce hijos durante esta relación. Klimt se convirtió en un personaje muy notable en la alta sociedad vienesa, y estuvo relacionado de un modo u otro con los más notables círculos intelectuales del momento, en una época en la que Viena estaba dejando de ser la capital mundial del arte. Pero lejos de ser celebrado como intérprete de su época, fue objeto de numerosas críticas, y sus obras fueron expuestas a veces detrás de mamparas para no herir la sensibilidad de algunos. Intelectualmente cercano al ideario romántico, Klimt encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración. Sus obras están dotadas de una intensa energía sensual, reflejada con especial claridad en sus numerosos apuntes y esbozos a lápiz, en cierto modo herederos de la tradición de dibujos eróticos de Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 38 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] François Rodin (1840-1917) y Dominique Ingres (1780-1867). La “etapa dorada” de Klimt vino determinada por un progresivo acercamiento de la crítica y un gran éxito comercial. Muchas de sus pinturas de este período incorporan “pan de oro” a la pintura, aunque éste era un medio que Klimt ya había utilizado desde 1898. Tras regresar de un viaje a Italia, participó en la decoración del suntuoso palacio Stoclet, hogar de un magnate belga. Este edificio se convertiría en la síntesis del “Art Nouveau” centroeuropeo. Las obras más notables realizadas en esta etapa fueron, sin embargo, el “Retrato de Adele Bloch-Bauer I” (1907) y “El beso” (19071908). Klimt murió el 6 de febrero de 1918 en Viena, tras haber atravesado un infarto y una neumonía durante la epidemia de influenza de 1918, llamada la “gripe española”. En su época de oro pintó “Las tres edades de la mujer”, un oleo sobre lienzo de 1,80 metros por 1,80 metros. Esta obra se exhibió por primera vez en la Exposición de Arte de 1908 junto a “El Beso”, mostrando ambas telas una composición similar, ya que las zonas laterales están sin cubrir y el fondo está constituido por manchas cromáticas. El cuadro “Las tres edades de la mujer”, de 1905, contiene un nuevo acercamiento a todo el ámbito femenino. Esta obra cargada de simbolismo representa tres estados de la vida: la fuente de la vida en una mujer que sostiene a un bebé, la decrepitud en la imagen de desesperación de una anciana, y el comienzo del ciclo con un bebe dormido. Gustav Klimt con Emilie Flöge (1908) El edicifio de la Secesión de Viena (foto de la autora, marzo 2010) Bilbiografía • Arnanson H. H.: History of Modern Art. Ed. Daniel Wheeler. Englewood Cliffs, New Jersey, Prentice Hall, Inc, 1986 • Beckett W.: Historia de la pintura. Editorial La Isla S.R.L., Buenos Aires, 1995. • Borsi F., Godoli E.: Vienna 1900 Architecture and Design. Rizzoli International Publications, Inc, New York, 1986 • Constantino M.: Klimt. Libsa, Madrid, 1991. • Gibson M.: El simbolismo. Taschen, Madrid, 2006. • Gombrich E.H.: La historia del arte. Phaidon Press, Londres, 1995. • Humphreys R.: Vienna: the rough guide. Penguin Books, London, 1997. • Neret G.: Gustav Klimt: 1862-1918. Taschen Verlag, 2005. • Rickett R.: A brief survey of Austrian History. G. Prachner Varlag, Viena, 1994 • Schorske C. E.: Gustav Klimt: Painting and the Crisis of the Liberal Ego in Fin-de-Siècle Vienna: Politics and Culture. Vintage Books, 1981 • Topp L.: Architecture and truth in fin-de-siecle vienna. Cambridge University Press, Cambridge, 2004 No hay que hacerse ilusiones, todo lo placentero e idealizado que tiene la madre con su hija van parejos a la promesa de decadencia y muerte. El tema del ciclo de la vida es uno de los asuntos centrales en toda la obra de Klimt. En este caso, admirador y conocedor del universo femenino, Klimt habla de la relación entre los cambios biológicos y psicológicos que se producen en la mujer con el transcurso del tiempo. Sus ornamentos y decoración son ya muy característicos: círculos, óvalos, triángulos, colores ocres y azules sobre fondos oscuros que destacan el color de la carne. Convierte constantemente a la figura humana en un ornamento asimétrico del cuadro, consiguiendo un extraordinario efecto de distancia. En el centro de la escena podemos observar las tres edades de la mujer ante un campo de flores amarillas en el que observamos imperfectas elipses doradas y negras, recordando este fondo a los mosaicos bizantinos de Ravena que tanto atrajeron a Klimt. De frente y en primer plano aparece la madre, con su hija en brazos, apoyando su cabeza sobre la de su retoño. Tiene los ojos cerrados y gesto de ensoñación (simboliza la capacidad de soñar que se posee en la juventud), al igual que la pequeña, cuyo sexo no podemos contemplar al estar su figura apretada contra la madre (símbolo de un estado pre-sexual). En otro plano, una anciana desnuda de perfil, representando a la vejez, tiene el rostro cubierto por el largo cabello, y su cabeza baja, en actitud depresiva. Se lleva la mano izquierda hacia la cara, tal vez ocultando un llanto silencioso, y la incapacidad de soñar y de hacer proyectos. El paso del tiempo se ha encargado de marchitar su piel y cubrirla de arrugas, secándola y convirtiéndola en un delgado pellejo a través del cual se ven sus venas hinchadas. Desolada, la mujer solloza ya que no le queda más que el silencioso vacío de la muerte, representada por la ancha banda de color negro que se cierne sobre todos los personajes. Es la anciana la que siente más cerca la presencia de la muerte, es decir, la única consciente de que la vida tiene un fin. De esta manera podemos apreciar la representación del nacimiento, la madurez y la decadencia. El sueño, el beso, la esperanza, y la muerte, son temas recurrentes en la obra de Klimt. El entiende que el poder de seducción de la vida se hace más patente ante la presencia de la amenaza de la muerte, y de su vecindad con ella. También en esta obra Klimt evoca el importante papel de la mujer en la vida, aludiendo a su lado femenino. Se inspiró en una obra de François Rodin para la figura de la anciana, manifestando la admiración hacia el escultor francés. Una vez más, encontramos el característico gusto por las líneas onduladas, el soberbio dibujo y el decorativismo que definen la pintura de Klimt, en sintonía con los trabajos del art-nouveau y de la Secesion, precisamente el año en que se produce una escisión dentro del grupo ante la presión de los “naturalistas”, opuestos a la filosofía de arte global que defendían los promotores de los Talleres de Viena, entre ellos el propio Klimt. El cuadro se exhibe en la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma, Italia. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com yo recomiendo Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 39 Por Prof. Dr. Gustavo R.Piantoni Vaya a la ópera Sería una inusitada irreverencia hacia la ópera y fundamentalmente hacía el lector, no aclarar que no soy crítico musical y mucho menos musicólogo. Sólo creo ser un discreto conocedor, fruto de haber pisado desde mi adolescencia las alfombras de muchos teatros de ópera y de haberme hecho acompañar muchas horas de mi vida por su encanto, introduciéndome sin pausa en su mundo maravilloso como lector o como irrespetuoso polizón. Verdi La Traviata. Photo: Richard Termine/Glimmerglass Opera S iempre me he preguntado de dónde surge el placer estético que provoca este género musical a un público cada vez más amplio. George Bernard Shaw escribió alguna vez que aquel que no se emociona hasta la médula cuando Manrico y Azucena cantan Ai nostri monti en El Trovador (Verdi), es porque tiene la sensi- bilidad de un cerdo. Los grandes compositores de ópera crearon dramas y comedias dirigidos directamente hacia los sentidos. El intelecto cede ante la emoción como en Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 40 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] ningún otro arte. En él se entremezclan, quizás mágicamente, la música, el teatro, el color, las formas, la danza, la luz, la interpretación, sustentando al más noble y perfecto de los sonidos: la voz humana, dando como resultado un espectáculo regocijante y conmovedor, el “arte total” como lo llamara Richard Wagner. Altan Berg Rossini María Callas La ópera es además, una incursión a la belleza, al éxtasis amoroso, a las ideas de libertad, a las pasiones encontradas, a los sentimientos de venganza y rencor, de traición y odio, de envidia y de vergüenza. La naturaleza humana descripta con poesía y música en un marco de color y formas; una poesía que configura un libreto, la mayoría de las veces escrito en otro idioma que debía conocerse previamente-. En la actualidad, gracias a la electrónica es factible la traducción simultánea proyectada en una pantalla dispuesta en la parte superior del escenario. Sin embargo quién no se ha conmovido ante el Va pensiero de Nabucco (Verdi) o ante el “stormy weadher” de Porgy and Bess (Gershwin) sin saber siquiera que aquel es un canto de esperanza en la tierra prometida y el otro una canción de cuna. Quien no se ha estremecido al escuchar cantar a Rigoleto (Verdi) frente a su hija ultrajada, el “Piangi, fanciulla, piangi” o al dúo de amor de Tristán e Isolda (Wagner). La expresión surge milagrosamente por efecto de la música y el canto obvia la dificultad de entender el idioma. ¡La magia del arte! Pero también podrá disfrutar de pasos de comedias disparatadas y hasta reírse, como cuando Leporello relata la lista de amores de don Giovanni ( ):…”en Italia 140, en Alemania 231, en Francia 100, en Turquía 91, pero en España, en España ya son 1003,o con los desopilantes relatos de Fígaro en El barbero de Sevilla (Rossini) o de Papageno en La flauta mágica (Mozart). Según Fedele D’Amico, el término ópera es un antonomástico. ¿Por qué? En italiano ópera significa obra. Una obra se llama a sí misma. De acuerdo con Valenti Ferro, la obra de las obras; la obra de arte por excelencia. Así, su excepcionalidad se debe a la multiplicidad de los elementos artísticos que la componen, como lo señalábamos más arriba. Mozart El género surge en Florencia en el siglo XVI (1580) en el palacio Bardi, donde un grupo de humanistas florentinos: músicos, filósofos, poetas, cantantes, crean la Camerata Bardi, luego Camerata Fiorentina. En ella, la música fue un tema de interés absorbente y en la búsqueda de nuevas expresiones imaginaron el recitativo (recitar cantando) que dio paso al dramma in música (la ópera). Tiene antecedentes en la tragedia griega en la que coexistían la poesía y la música; en la poesía monódica que se acompañaba con la lira (de allí, teatro lírico); en los misterios y autos sacramentales; en las mascaradas inglesas y francesas y en los trovadores franceses, los laudi italianos y los minessanger alemanes del siglo XIII. De aquella búsqueda surge Dafne, cuya partitura se ha perdido, y Eurídice de Jacobo Peri (1561-1633). Las piezas fueron estrenadas en el Palacio Pitti en Florencia; la primera, en 1597, la segunda en 1600, en ocasión de la boda de María de Medici con Enrique IV de Francia. Ambas constituyeron un fracaso mayúsculo, porque los cortesanos no entendieron lo “nuevo” que se estaba representando y por las peleas que existieron entre los artistas. Estas causas se han repetido en numerosas oportunidades a lo largo de los siglos y parece formar parte de la tradición operística. Basta recordar que Madame Butterfly (Puccini), la ópera más representada de la historia, fue vituperada escandalosamente al estrenarse en el teatro Alla Scala de Milán en febrero de 1904. De Florencia pasó a Mantua, Venecia, Roma y Nápoles; abandonó los ámbitos palaciegos por los teatros pagables, llevada de la mano al la viva realidad escénica por Claudio Monteverdi (1567-1643) con su Orfeo, pieza estrenada en Mantua en 1607. Luego, reciben el impulso París y Londres y comienza en ellas el desarrollo del arte lírico. Años más tarde surgen en Nápoles con Alessandro Scarlatti (1660-1725) una escuela que se caracterizó por su canto virtuoso, ornamentado, donde la melodía es primordial: el bel canto, “el canto por el canto” (Claudio Rotier), que alcanza su plenitud y máxima categoría en el siglo XIX con Gioachino Rossini (1792-1868), Vicenzo Bellini (1801-1835) y Gaetano Donizetti (1797-1848). En el XVII se afianza definitivamente desde Nápoles a San Petersburgo y desde Lisboa a Viena, en teatros grandes y bien acondicio- Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 41 nados, para esta época se consolida y crece el prestigio del compositor, del libretista y del escenógrafo que se dedica a esta rama del arte. Un alemán, Christoph von Gluk (1714-1787), renueva su estructura musical buscando la conjunción música-palabra; de esta forma, se da gran importancia al texto, lo que crea las bases de la ópera moderna, según la mayoría de los musicólogos. “Italiana, no alemana, dramática no bufa”, escribía Mozart a su padre en 1778 ante su entusiasmo de escribir una ópera. También en este siglo, en Italia, surge la ópera cómica- ópera buffa u ópera de buffones-, que pretendía encontrar una tipología de la naturaleza humana en el entorno más familiar de la vida doméstica contemporánea. Además, era más barato montar un espectáculo de ópera cómica que uno de ópera dramática y los precios de las entradas resultaban más bajos. De esta manera, su difusión por el resto de Europa fue rápida y exitosa. El siglo XIX constituye la exaltación del género. En toda Europa aparecen compositores enormes que lo llevan del reducido ámbito de las clases altas al disfrute de todos. La ópera se populariza. Solo basta con referir que luego del estreno de Otelo el 5 de febrero de 1887, Verdi (1813-1901) fue sacado en andas del Teatro alla Scala de Milán por una multitud. El público desenganchó los caballos y llevó al pulso su carruaje hasta su domicilio; luego, debió salir a los balcones a recibir las aclamaciones. Este hecho da una idea de la popularidad alcanzada por el arte lírico y sus compositores, similar a la de una cantante de rock en la actualidad. El siglo XX fue también muy generoso en compositores de ópera, quienes buscaron formas nuevas, estilos diferentes, acompañando la transformación de las artes. Entre ellos se destacan Igor Stravinski (18821971), Richard Strauss (1864-1949) y Alban Berg (1885-1935), compositor que experimenta con la música atonal (sin tonalidad determinada) para expresar la psicosis humana, en partituras turbulentas y difíciles al oído. Por esta razón, no es recomendable iniciar el periplo operístico con estas obras. Seguramente, al finalizar el espectáculo usted saldrá un tanto alucinado Gracias a estos y a otros grandes artistas, la ópera pasó de reductos de intelectuales y grupos un tanto snobs de clase alta a convertirse en un hecho cada vez más vivo, más atrayente, más popular. Asimismo, los aportes de María Callas, W. Wagner (nieto) y Franco Zefirelli en las décadas de los 50-60, transformaron las estáticas representaciones en un teatro dinámico, donde el cantante no solo debe saber cantar, sino también actuar; aquí, el papel del director de escena (regisseur) es muy importante, aunque no tanto, en mi opinión, como la función del director de orquesta. Pogue y Speck señalan que en la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos hay archivadas más de 25.000 partituras de ópera. Sin embargo, no hay más de 100 que se representan regularmente hoy. Ellos sostienen que para que una ópera sea convincente debe poseer siete características: Verdi _ Salir del corazón del compositor; _ Recibir el impulso de las emociones humanas fundamentales; _ Contar buenas historias. _ Exhibir decorados y vestuarios exóticos y efectos especiales; _ Poseer un estilo original y creativo; _ Contener melodías pegajosas; _ Permitir a los cantantes mostrar sus dotes. Finalmente, hoy no es necesario ponerse el smoking o el vestido lujoso para ir a un espectáculo operístico. Si quiere, hágalo. Pero si no, vaya como usted lo desee. Nadie le dirá nada, ni lo mirará raro. Eso sí vaya sin prejuicios; deje que la obra de arte hable primero; recíbalas con sus sentidos y su sensibilidad, no con su intelecto (cuando esté entrenado lo hará también con él) y permita que ese fascinante mundo que la configura le provoque un indescriptible placer estético. Estoy seguro de que lo tendrá. Vaya a la ópera. Teatro Colon 2011 “Vienna Opera Ball” Verdi Teatro alla Scala de Milán Madame Butterfly (Puccini) Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com médicos artistas 42 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Dr. Sergio Gianni Profesor Doctor Federico Pérgola En esta oportunidad, Medicos Artistas ha tenido el honor y el placer de entrvistar al Prof. Dr. Federico Pérgola, profesor titular de la Cátedra de Historia de la Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Como ex-alumno de su cátedra he disfrutado de sus clases de historia de la medicina y he leído algunos de sus muchas publicaciones. A través de sus clases y de sus obras escritas me había formado la idea de que se trata de un hombre dotado de un espíritu profundamente humanístico y de una gran cultura. Creo que esta entrevista refleja, entre otras cosas, que mi percepción no era errada. que yo lo hice y recuerdo que representé – en un concurso que se realizó en el Instituto Bernasconi – a mi escuela primaria. Tendría algo así como 12 años. El otro alumno, que también mandó mi colegio, un año menor, de apellido Villarreal es un conocido caricaturista que durante muchos años publicó sus trabajos en el diario La Nación. Es decir, algunos tienen mejores condiciones que otros. Prof. Dr. Federico Pérgola ¿A qué edad comenzó su inquietud por la pintura? El dibujo y la pintura son condiciones innatas en el hombre como lo demuestran las pinturas rupestres. Cuando todavía el hombre no tenía un alfabeto, imprimía su presencia en el planeta a través de figuras o signos. Entiéndase bien, no quiero decir con esto que yo sea un hombre prehistórico porque algunos lo estarán pensando en razón de mi edad, solamente quiero significar que mal o bien todos hemos dibujado o pintado cuando éramos niños. Desde ya Otro estímulo para que pintara fue mi padre que realmente dibujaba y pintaba muy bien y ese era uno de sus pasatiempos entre la música y las habilidades manuales en las que se mostraba muy capaz. Creo que en la creación artística podemos hablar –quizá– de un gen heredado. ¿Cómo se inició en la pintura? ¿Tomó clases, lo hace actualmente? En parte quedaría dicho en la pregunta anterior. Hice de muy joven un curso de dibujo lineal que poco tiene que ver con el arte. Juan Carlos Faggioli fue profesor de dibujo en la escuela secundaria pero, más allá de los consabidos modelos de yeso que se utilizaban en esa época, fue muy poco lo que pudimos rescatar de él. Ya grande hice taller con mi querido y malogrado amigo Miguel Dávila en mañanas imperdibles de trabajo y aprendizaje. Allí comprendí qué era ser un artista profesional, a tiempo completo, siempre creando, sin dejar un resquicio de su casa (incluso el baño que había decorado) con la impronta de su profesión. ¿Qué técnicas emplea y cómo empieza una obra? Es probable que sean pocos los pintores que no hayan ensayado técnicas y materiales diversos. A lo largo de mi vida he utilizado tintas, óleo, acuarela, témpera, acrílico, etc., en diversos tipos de soportes. Uno trata que la obra se adapte al soporte. Incluso he realizado collages y assemblages usando corteza de árboles, papeles, madera, bronce, etc., etc. Habitualmente la obra comienza en la Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 43 mente. A veces lleva días, otras una sola noche, pero siempre uno pergeña la obra mentalmente. Piensa como va a encarar el tema. Difiere del automatismo – que lo he practicado– que consiste en “ensuciar” la tela o el soporte sin una determinada acción y luego, tal vez después de unos días, iniciar una obra adaptándose a lo previo. ¿Cuánto tiempo le dedica? Acá está el quid de la cuestión. El pintor profesional lo hace a tiempo completo. Los que tenemos una profesión tan especial como es la medicina a la que, justamente, debemos dedicarle tiempo completo lo hacemos cuando podemos. Durante los seis años de mis estudios para graduarme creo que no toqué un pincel. El objetivo era ser médico. Paso temporadas sin pintar, a veces con un sentimiento de frustración, otras olvidándome de ella y siempre en función de los enfermos, la Facultad, las academias, etc. ¿Necesita alguna inspiración para pintar? A veces tomar los pinceles surge como una necesidad existencial sin poder conocerse el motivo. La mayor parte de las veces se inicia con una visita a un museo o la observación del trabajo de otros pintores y es más, cuando uno concurre a determinada exposición de un solo maestro es difícil sustraerse totalmente a su influencia. Creo que influye el subconsciente colectivo de Jung. Es por eso que la concurrencia a un taller es un motivador para trabajar, aunque siempre se nos pega algo del maestro. ¿Tiene plazos para culminar una obra? En algunos casos comienzo y finalizo la obra sin iniciar otra; en otros casos, tal vez porque la motivación es escasa, el cuadro puede estar meses o años sin concluir. Yo recuerdo una contestación atinada de Miguel Dávila cuando le preguntaron cuánto tiempo le había llevado terminar uno de sus cuadros contestó: –40 años–. Ese era el lapso de su preparación pictórica. Muchas veces un cuadro se pinta mucho más rápido del tiempo que puede pensar el observador. y la religiosa, están el impresionismo, el arte abstracto, el expresionismo, el realismo mágico, el cubismo, el dadaísmo, etc., y cada uno de ellos divididos en grupos diversos, el número de artistas es inimaginable. Si debo señalar tres que admiro mencionaré a Goya, Picasso y Munch. ¿Expone o es un gusto personal? Esporádicamente he expuesto. Sin ir más lejos, lo hice el año pasado en la Sociedad Científica Argentina. Ciertamente, uno pinta porque siente que lo necesita sin pensar mayormente en que otros deben mirar la obra. ¿Considera que la pintura lo abstrae de sus actividades cotidianas? De ninguna manera. Como también escribo mucho y atiendo a mis enfermos para los cuales todos los médicos debemos mantenernos actualizados, creo que aprendí –o siempre lo supe– a administrar el tiempo con justicia y eficacia. ¿Cuál es la opinión de su familia, de sus colegas? Buena parte de mi familia, ya nombré a mi padre, algunas de mis hijas, nietos y sobrinos, tienen esa afición o manía o locura, como quiera llamarla, de la pintura. De tal modo que no advierto que emitan juicios de valores. Mis amigos, algunos colegas y muchos de ellos pintores, creo que también transitan por el andarivel señalado. Algunos de ellos me han pedido algún cuadro: pienso que le agradan. ¿Podría relacionar en algún punto la pintura o el arte con la salud? Voy a poner dos o tres instancias extremas ¿A qué pintores admira? Es difícil una contestación exacta a esta pregunta porque en cada escuela pictórica existen representantes geniales y si pensamos que, además de la pintura clásica Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com 44 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] para valorizar la importancia del arte. El Dr. Donnolly, psiquiatra del Hospital “Borda”, no se si sigue con la práctica, pero estimulaba a los internados en esa casa de salud a realizar, como laborterapia, pintura y dibujo y he tenido ocasión de ver buenos trabajos y sabía lo bien que le hacía a los enfermos. Los ancianos, y realmente todo mortal, debemos tener un proyecto para vivir. Yo señalé que a veces los proyectos no se cumplen y entonces debemos tener empresas. Pintar puede ser una de ellas para que, al levantarse a la mañana, sepan que algo tienen que realizar. Tuve ocasión de ver la actividad pictórica febril del Dr. José Agustín Bello, en sus últimos años, otorrinolaringólogo reconocido, a quien Benito Quinquela Martín le había adquirido una obra. Miguel Dávila, a quien he nombrado varias veces, aquejado por una grave enfermedad, se sentaba ante la tela en su silla de ruedas y señalaba con un puntero el trazo e indicaba los colores. Estaba mal de salud y no podía dejar de pintar. Todo un ejemplo de amor por la profesión. De todas maneras no es una novedad que los enfermos mentales internados en sanatorios como los ancianos en los gerocomios tienen actividades de laborterapia porque la psiquiatría moderna conoce la utilidad del trabajo creativo, la función más importante que puede realizar el ser humano. Gracias a los medios masivos de comunicación, salvando toda la producción destructiva para el espíritu que pueden producir, convocan a muchas personas –especialmente mujeres de mediana edad, tal vez transitando el síndrome del “nido vacío”– a expresiones de este tipo. Son muy importantes para la salud, no solamente mental sino también física en virtud de la relación entre una y otra. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Ambito médico & empresa Nombramiento del Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi como Consejero del Comité Consultor Internacional de la RSNA El Consejo de Administración de la Radiological Society of North America (RSNA), que preside el Dr. George S. Bisset, ha designado al Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Consejero del Comité Consultor Internacional de la RSNA por un período de tres años. Esta plataforma de profesionales del más alto nivel, presidida por el Dr. Philippe Grenier de Francia se encarga de aconsejar sobre las publicaciones, los programas educacionales, las investigaciones científicas, las reuniones anuales y la publicidad internacional de la RSNA. gía de un país o de una región, y este año fue elegida Latinoamérica. En esa sesión se hizo una puesta al día sobre la realidad de la especialidad en Latinoamérica, de las relaciones con los EEUU, de las enfermedades endémicas de la región, de las principales líneas de investigación científica locales, y de las contribuciones a la radiología. En este sentido, el Dr Alfredo Buzzi, Director Médico de Diagnóstico Médico S.A., dio durante esa sesión una conferencia titulada “Radiology in Latin-America: Contributions to imaging science”, detallando la historia de las contribuciones de médicos latinoamericanos a la radiología mundial. Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 45 expositor. Taller de GI-RADS en el departamento de Ginecología del Hospital Tornú Las Dras. Claudia Vicente y Victoria Suarez de Diagnóstico Médico, ofrecieron a todos los profesionales del servicio de ginecología, una charla sobre GI-RADS (Aplicación de una nueva clasificación para el Informe ecográfico de las imágenes anexiales) La Dra. Nadia Lochocki contestando preguntas de los asistentes. El taller tuvo gran convocatoria y aceptación de los médicos, ya que les resultó muy interesante y de suma importancia para la evaluación del diagnóstico de las pacientes. Dr. Alfredo Buzzi, Director Médico de Diagnóstico Médico S.A. Presencia de DM en el Congreso de la Radiological Society of North America Todos los años, en el mes de noviembre se desarrolla en la ciudad de Chicago el Congreso de la Radiological Society of North America (RSNA). Es el congreso más numeroso de la especialidad, congregando a más de 60.000 asistentes. Como es habitual, Diagnóstico Médico participó de ese evento. Uno de los trabajos científicos enviados, titulado “GIRADS: A New Classification for Reporting Ultrasound Adnexal Images”, fue premiado por el Comité de Programas Científicos de RSNA en la categoría de “Travel Award”. Los autores son los Dres. Claudia Vicente, Victoria Suárez, Alfredo Buzzi, Laura Dragonetti, Marina Luchessi y Nadia Lochocki. En el mismo congreso, tuvo lugar una sesión especial llamada “RSNA Presents”. Se trata de un espacio donde se pone foco en los desarrollos en el campo de la radiolo- Vista del salón durante la sesión. El Dr. Alfredo Buzzi dando su conferencia en la sesión “RSNA presents Latin America” Presencia de DM en Congreso Argentino de Ortopedia y Traumatologia Charla de osteoporosis Diagnóstico Médico, en su ciclo de “Charlas para la prevención Abiertas a la Comunidad” realizó el jueves 16 de diciembre un encuentro sobre osteoporosis, una dolencia frecuente y prevenible, originada por deficiencia de calcio y vitamina D, se vieron las formas de prevenirla y su tratamiento; el mismo contó con una nutrida concurrencia. La charla estuvo bajo la dirección del Dr. Eduardo Faure y como disertantes la Dra. Silvina Fidalgo y la Licenciada en nutrición Fernanda Leis. Del 28 de noviembre al 2 de diciembre en el Hotel Hilton de Buenos Aires, se realizó el 47º Congreso Argentino de Ortopedia y Traumatología, al cual asistieron más de 3000 profesionales. Diagnóstico Médico participó en calidad de Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com médicos en tiempo libre 46 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Virginia Prado Quintás Dos vocaciones en mi vida Medicina y música La redacción de DMMD tuvo el agrado de entrevistar a uno de sus médicos. Esta vez el elegido fue el Dr. Enrique Bellver (jefe de servicio de cardiología en Diagnóstico Médico) quien amablemente contó acerca de su pasión por la música. ¿Cómo y cuándo se inició en el género? Tuve dos vocaciones en mi vida. Medicina y música. Tuve que decidir cual encarar, en la etapa de ingresar a la Universidad. ¿Facultad de Medicina o Conservatorio? ¿Médico o Compositor y Director de Orquesta Sinfónica?,… Opté por Medicina. Soy médico, cardiólogo y trabajo en Diagnóstico Médico desde 1980. Paralelamente a los estudios de Medicina, intentaba aprender piano, cosa que no hice correctamente, es decir académicamente, por falta de tiempo…, y por pereza para el estudio musical riguroso. Pero persistí como autodidacta, y me sirvió en lo personal para estar activamente vinculado con la música. En mi adolescencia supe de una Academia de Armónicas recién instalada en Buenos Aires, “Academia Hohner”, como la marca de las armónicas, y allí ingresé. Aprendí a tocar la armónica leyendo el pentagrama, es decir por música. El profe se llamaba Xavier Kunz, (era brasilero de origen Alemán). Luego de un bache instrumental de algo más de… 40 años, dedicado a la medicina, desempolvé la armónica, y comencé a tocar, tratando de recuperar el tiempo perdido. Durante esos años de abandono de la armónica, toqué el piano con diferentes músicos (Jazz). ¿Hacia qué corriente de jazz se inclina su obra? Tratándose de jazz, mi preferencia es el denominado “Jazz moderno”. ¿Siendo músico de jazz, armoniquista y argentino, que influencia pudo haber tenido, de músicos como: Hugo Díaz o James Cotton? No recibí influencia ninguna de Hugo Díaz ni de James Cotton. El primero fue un armoniquista intuitivo, con un enorme sentido (swing) para el folklore, y para el tango. El encanto al escucharlo residía en esa forma “desprolija”, pero bien “de tierra adentro” y muy sentida. James Cotton es un ejecutante de blues muy bueno, pero, a pesar de publicitarse como ejecutante de armónica cromática (anuncios con fotos en los diarios con una cromática en la mano), en los recitales corres- pondientes solo toca la diatónica. Mis influencias y estímulos para tocar lo mejor posible dicho instrumento, vinieron de Larry Adler (norteamericano) y en los últimos años, de Toots Thielemans (belga) y como pianista, Bill Evans. ¿Pertenece a alguna banda? No pertenezco a ninguna banda. Tampoco soy profesional (no vivo de la música), pero toco habitualmente con pianistas de Jazz, o con trío de Jazz (piano, contrabajo y batería). También toco con un grupo de música brasilera, (Choros y sambas), y con guitarrista (bossa nova). La mayoría de ellos tiene formación musical académica. ¿Qué tipo de armónica utiliza? Hay 2 tipos básicos de armónica. A) Diatónica (la que se utiliza para los blues), y B) Cromática La primera, es muy limitada para tocar, porque solo tiene la escala diatónica, (teclas blancas del piano, en la tonalidad de do, para ser gráfico). Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 47 No pueden tocarse temas musicales que tengan sostenidos o bemoles en la partitura. Por eso se utiliza en los blues, cuya secuencia de acordes básica es muy sencilla. Para tocar un tema en una tonalidad determinada, hay que tener una armónica afinada en dicha tonalidad. Hay excelentes ejecutantes de blues, que distorsionan las notas logrando subir medios tonos algunos en algunas notas. Con la armónica cromática, se puede tocar cualquier partitura, si el ejecutante domina el instrumento. Tiene todas las notas a su disposición. Con la misma armónica se puede tocar en cualquier tonalidad. ¿Qué opina su entorno médico con respecto a ésta actividad? ¿Y qué sus amigos músicos con respecto a su profesión? desafío agregado que es el de la improvisación. Esto produce un placer especial…. (Cuando sale todo bien). Mis amigos me aceptan tal como soy (por eso son amigos), A los amigos médicos les gusta que haga música, y a los amigos músicos, les fascina que sea médico. ¿Podría contarnos su sueño, con respecto a ésta pasión? ¿Qué siente cuando toca la armónica? Cuando toco, habitualmente cierro los ojos, y me transporto emocionalmente. Soy básicamente melodista, y disfruto lo que estoy haciendo. Además al tocar jazz, hay un “Los sueños, sueños son….”, pero realmente me gustaría tener la posibilidad de tocar como solista con orquesta de cámara o sinfónica, algunos temas de George Gershwin. Por ahora los hago, acompañado por un pianista excepcional, Angel Sucheras. Yo toco la armónica cromática. ¿Hacen participaciones públicas? ¿En qué tipo de lugares? Hice algunas presentaciones públicas pero no es mi rutina; toque en diferentes escenarios organizado por la asociación “Amigos del Jazz”. En San Telmo en “El perro Andaluz”, en “La manufactura papelera”, en “La dama de Bollini”, (Foto), en el “Teatro Gral. San Martín” (ciclo jazzología) y en el auditorio de la “Iglesia Armenia”. ¿Participó de alguna grabación? Grabé varios temas en dos series de Cd de jazz (temas propios de Héctor Yomha). La última grabación fue un Demo con 4 temas. Cuarteto de Jazz. ¿Qué tipo de discos escucha? ¿Podría recomendarnos algunos? Música y Medicina. Ambas disciplinas permiten, a quien las practica, volcarse de alma a transmitir lo mejor de uno hacia los demás, y eso reconforta el espíritu, y ayuda a ser feliz. Escucho música desde mi infancia, y actualmente alterno con música clásica, jazz, brasilera, tango y folklore. Además me gusta componer, (es un pasatiempo extraordinario para mí). Los discos que les puedo recomendar: Affinity (W. B) Bill Evans –Toots Thielemans; Toots y Sivuca (Sonet); Larry Adler (The Glory off Gershwin) y Toots Thielemans live (Polidor). ¿Qué relación encuentra entre la música y la medicina? Música y Medicina. Ambas disciplinas permiten, a quien las practica, volcarse de alma a transmitir lo mejor de uno hacia los demás, y eso reconforta el espíritu, y ayuda a ser feliz. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com ETIMOLOGÍA & MEDICINA 48 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi Atropina (Atropa belladonna) La atropina es una droga anticolinérgica extraída de la belladona (Atropa belladonna) y otras plantas de la familia Solanaceae. Esta gran familia comprende aproximadamente 98 géneros y unas 2700 especies, e incluye plantas herbáceas, subarbustos, arbustos, árboles o lianas. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 49 S u nombre en inglés, francés y alemán tiene relación con las características de su fruto y su peligrosidad (“poison black cherry” ó “dea- dly nightshade”, “morelle furieu- se” y schwarze tollkirsche”) La atropina es un antagonista competitivo del receptor muscarínico de la acetilcolina, por lo que se la emplea en medicina para disminuir los efectos muscarínicos de los inhibidores de la acetilcolinesterasa, como medicación preanestésica, y para el tratamiento de la bradicardia y la asistolia. También se utiliza para disminuir la motilidad gastrointestinal, y como midriático. Es también amplio su uso como antídoto en caso de intoxicaciones por organofosforados, ya que relaja la musculatura lisa y así evita la muerte por asfixia que producen estas sustancias, ya que los organofosforados inducen un efecto antagónico a la atropina: poseen inhibidores de la acetilcolinesterasa, por lo tanto perpetúan el efecto de la acetilcolina. Todavía recuerdo la regla memotécnica que nos enseñaron en Farmacología para recordar los síntomas y signos de la intoxicación atropínica: ROSECATAMILO (ROjo, SEco, CAliente, TAquicárdico, MIdriático, y LOco) Los antiguos hindúes conocían los preparados de la belladona, y sus médicos la utilizaron por muchos siglos. Fue utilizada en el antiguo Egipto como narcótico, luego por los sirios para “alejar los pensamientos tristes”. Durante los tiempos del Imperio Romano y en la Edad Media, el arbusto se utilizó a menudo para producir envenenamiento de lenta evolución. Esto hizo que el sueco Carl Nilsson Linneo (1707-1778), el fundador de la taxonomía moderna y el creador del sistema binomial, denominara a esta planta Atropa belladonna, en referencia a Átropos, quien era la más antigua de las tres Moiras (los romanos las llamaban las Parcas). La pupila de La Gioconda. En la mitología griega Átropos (en griego π, “inexorable” o “inevitable”), elegía el mecanismo de muerte de los mortales, y terminaba con ellos cortando el hilo de la vida con sus tijeras. Trabajaba junto con Cloto, quien hilaba la hebra, y Láquesis, quien medía su longitud. Su equivalente en la mitología romana era Morta, de donde viene la palabra muerte. Cleopatra, con su pupila dilatada, y sus ojos delineados. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Atropa Belladona. 50 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] La segunda parte del nombre, “belladona” (“bella mujer”, en italiano), deriva de otro hecho no menos interesante. En una investigación realizada recientemente, difundida por Internet, los participantes, todos varones, debían observar dos fotografías del rostro de una mujer, absolutamente iguales a excepción de un pequeño detalle: en una de las ellas las pupilas estaban mucho más dilatadas. Luego, se les preguntó cuál de las dos mujeres era más bonita. Una abrumadora mayoría escogió la foto de la mujer de pupilas dilatadas, aunque sin percibir conscientemente cuál era la diferencia entre ambas. Incontables observaciones registradas desde el siglo pasado mostraron que la pupila se di- lata en estado de excitación sexual. Los encuestados se habían sentido más atraídos por la mujer cuya sexualidad percibían, aunque de manera inconsciente, como más estimulada. De alguna forma esto ya lo habían intuido las mujeres hace mucho tiempo. Cleopatra, 50 años antes del nacimiento de Cristo, utilizaba extractos de beleño o de mandrágora (otras solanáceas) para dilatar sus pupilas, y así parecer más atractiva. Pero las más devotas de este uso de la atropina fueron las mujeres de las cortes italianas de los siglos XVI al XVIII, quienes, antes de acudir a los bailes de la nobleza, la usaban para provocarse midriasis (ha- bitualmente frotando su fruto en los párpados), y ser “belle donne”. Los ojos de la Gioconda, de Leonardo Da Vinci (14521519), tienen cierto grado de midriasis, y esto ha sido propuesto como uno de los motivos de su encanto. Esta práctica se retomó, brevemente, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en París. El efecto midriático de la atropina fue estudiado, entre otros, por el químico alemán Friedrich Ferdinand Runge (1795-1867), el mismo que identificó la cafeína en el café. La atropina fue sintetizada por primera vez por el químico alemán Richard Willstätter en 1901, quien ganó el Premio Nobel de Las Parcas (Giovanni Antonio Bazzi, c. 1525). La que está ubicada en el centro, a punto de cortar el hilo con su tijera, es Átropa. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 51 Química del año 1915 por haber descubierto la clorofila. La búsqueda de la belleza por parte de las mujeres ha estimulado numerosas invenciones a lo largo de los siglos, y esta actividad ha dejado su huella en otras palabras, algunas inesperadas. El hábito femenino de ennegrecerse los párpados ya estaba presente en el antiguo Egipto, Cleopatra lo usaba, como también en el modelo estético de la Baja Edad Media en los países mediterráneos (otra vez las italianas). Para ello se valían de un polvo hecho a partir de antimonio. Este polvo era llamado por algunos autores castellanos del siglo XIII “alcohol” término que provenía del árabe vulgar “al kohól”, que significaba, precisamente, “antimonio”. El antimonio se trituraba por mucho tiempo para lograr aquel polvillo, y por los años 1500, la palabra ya se usaba para referirse también a “cualquier esencia obtenida por trituración, sublimación o destilación”. Fue el multifacético médico suizo Paracelso (1493-1591) el primero en llamar “alcohol” al “espíritu del vino”. De ahí el calificativo de “espirituoso”, aplicado a las bebidas alcohólicas. Brindemos por eso. Dilatación de la pupila Atropa belladonna Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com vidriera fotográfica 52 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Dr. Martin Valdez Robert Frank 01 C ontinuando con la serie de biografías iniciada ediciones anteriores con el padre del fotoperiodismo Henry Cartier Bresson, hoy es el turno de uno de los más grandes fotógrafos documentalistas existentes en nuestros días, Robert Frank. Nacido en Zurich en 1924, su infancia y adolescencia las vivió en su país natal. Es allí donde comienza su aprendizaje con fotógrafos como Hermann Segsser, Michael Wolgensinger o Victor Baverat. También hace sus primeras incursiones en el cine realizando la foto fija de un par de películas de Leopold Lindtberg y Sigrit Steinert. Pronto Suiza se convierte en un lugar demasiado provinciano y estrecho para el joven Frank, lo cual tiene un claro correlato en sus primeras fotografías: algunas rayan en el más puro (y aborrecible) costumbrismo. Nieve, vacas, suizos y pocos más eran los elementos que aportaba ese contexto a la elaboración visual del Frank de antes de 1947. Es entonces cuando decide “huir” de Suiza y zarpa con rumbo al puerto de Nueva York. Las fotos de sus primeros años americanos denotan la sorpresa por la gran urbe y su variedad de estímulos visuales, comparada sobre todo con la de los monótonos montes suizos, que es captada con una estética aun bastante diferente a la The Americans (el libro que lo llevaría a la fama), pero que la preludia. Por unos meses trabajó en la conocida revista americana Harper’s Bazaar pero, como diría mas tarde, encontró a la fotografía de moda muy lucrativa, pero poco satisfactoria. También en 1947 conoce a Louis Faurer, fotógrafo cuyo trabajo lo afectó profundamente. A partir del año siguien- Trolley, New Orleans 1955 te, viaja por Perú, Bolivia, España y Francia, utilizando ya una cámara Leica. de neoyorquinos tomadas desde un autobús en su recorrido por la calle 42. En 1950 regresa a Nueva York y participa en 51 American Photographers, exposición del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) organizada por Steichen. El nuevo capítulo en la obra y vida de Robert Frank es el que va a ocupar el cine. Su primera película fue Pull my Daisy, de 1959. En los años 1953 y 1954 conoce a dos personas de gran importancia en su carrera. Fueron, respectivamente, Walker Evans y el poeta Allen Grinsberg. El primero se convirtió en un referente en la obra fotográfica de Frank. El segundo fue su puerta de entrada en la beat generation (junto con otro ícono de esta generación, el escritor Jack Kerouac), una de las claves para entender su siguiente proyecto: durante 1955 y 1956 recorrerá los Estados Unidos con el soporte económico de una beca de la Guggenheim Foundation. El duro trabajo de esa época gestará The Americans. A través de este libro (con introducción de Kerouac), Frank estableció una nueva forma de expresión en la fotografía documental, objetiva, muy personal y con un nuevo lenguaje visual que influirá en las generaciones posteriores de fotógrafos, principalmente en cuanto al uso de la cámara y el interés por este asunto, proclamándolo uno de los más influyentes libros de fotografía publicados en el siglo 20. El mismo año de publicación del libro, 1958, Frank realiza una serie de fotografías La fotografía queda abandonada desde 1960 hasta 1972 y desde entonces se convierte en una forma de expresión ligada a un mundo más privado y emocional. Ya en 1972 había publicado un libro que va a suponer un viraje hacia la intimidad de su vida cotidiana. Se trata de “The Lines of My Hand” (literalmente, “Las Líneas de mi Mano”), un catálogo de fotografías autobiográficas. Su obra fotográfica sigue teniendo, por lo tanto, un importante papel en su vida. De hecho, ha sido galardonada con importantes premios, como el Erich Solomon ( 1985) o el Cornell Capa Award (1999). Al mismo tiempo, ha sido mostrada en museos de todo el mundo. Actualmente, Robert Frank vive a medio camino entre Mabou y Nueva York, y continúa creando imágenes muy personales y, a su vez artísticamente significativas, tornando su arte y su vida en un todo insoslayable. Fotografías (de la serie The Americans): 1. Trolley, New Orleans 1955. 2. Rodeo, New York City 1954. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] 53 02 Rodeo, New York City 1954 Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com colección de fotos 54 Año 5 - Nro. 14 [marzo 2011] Por Dr. H. César Gotta Recreo Carapachay en el Tigre Copia digital del original: Colección H.Cesar Gotta Tigre. En las cercanías de Buenos Aires fue siempre un lugar de atracción. Clubes de remo, recreos, hoteles, restaurantes se colmaban los fines de semana atrayendo especialmente a los porteños. Regatas, fiestas, festivales, pesca, etc. fueron muy fotografiadas. Esta foto es de aproximadamente 1885/90 y el fotógrafo fue Samuel Boote. A la izquierda el recreo Carapachay y en primer plano varios botes. Observen la vestimenta de las chicas. No les parece poco apropiada? Próxima Edición Plaza de Mayo En la bajada de Rivadavia estaba tal vez el mejor hotel de la Ciudad. El Hotel Argentino. Revista DM MD - Ciencia y Cultura Medica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com Dirección Junín 1023 - C1113AAE - Ciudad de Buenos Aires Teléfonos 4827.6300 - 4821.6900/9800 - Fax 4821.1155 Email dm@diagnosticomedico.com - Web www.diagnosticomedico.com