u iversidad autó oma de si aloa

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u iversidad autó oma de si aloa
UIVERSIDAD AUTÓOMA DE SIALOA
FACULTAD DE HISTORIA
MAESTRÍA E HISTORIA
LA “GUERRA SUCIA” E SIALOA
EL RESCATE DE LA HISTORIA NO OFICIAL,
(1972-1982)
TESIS QUE PRESETA
LIC. MARTHA ALICIA CAMACHO LOAIZA
PARA OBTEER EL GRADO DE
MAESTRA E HISTORIA
DIRECTORES DE TESIS
DR. ALOSO MARTÍEZ BARREDA
DR. RIGOBERTO RODRÍGUEZ BEÍTEZ
CULIACÁ ROSALES, EERO DEL 2010
LA “GUERRA SUCIA” EN SINALOA.
EL RESCATE DE LA HISTORIA NO OFICIAL,
(1972-1982)
AGRADECIMIENTOS ………………………………………………………………….. 5
INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………….. 7
ANTECEDENTES ……………………………………………………………………... 14
CAPÍTULO I.- LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES Y SOCIALES, LAS
RESPUESTAS REPRESIVAS DEL ESTADO, SIGLOS XIX Y XX ……………… 19
1.1.
Una mirada a los movimientos de los obreros, campesinos, colonos,
estudiantes, etc., ……………………………………………………………….. 19
1.2.
Precedentes de las luchas estudiantiles …..………………………………. 21
1.2.1. Las luchas estudiantiles del siglo XIX ……..………………………………… 21
1.2.2. Estudiantes mexicanos del Siglo XIX………………………………………… 25
1.2.3. Algunas formas de lucha estudiantil en la segunda mitad del siglo………. 26
1.3. El movimiento estudiantil en México. (1968) ……...………..…………........... 30
1.3.1. El entorno económico, político y social……………………………………….. 30
1.3.2. La lucha estudiantil y la represión del estado ………………………….……. 34
1.3.3. La impunidad ante la matanza ………………………………………………... 37
CAPITULO II.- LA IDENTIDAD DE LA LUCHA ESTUDIANTIL EN SINALOA .. 40
2..1. Las diferentes posturas ideológicas en el interior de la Universidad Autónoma
de Sinaloa ……………………………………………………………………………… 40
2.2. La radicalización del movimiento estudiantil ……...…………………………… 43
2.2.1. Unidad y lucha de contrarios ………………………………………………...... 47
2
CAPÍTULO III.- INICIO DEL MOVIMIENTO ARMADO ………..………………….. 52
3.1. La etapa de transición del movimiento estudiantil al movimiento armado …. 52
3.2. El paso a la clandestinidad ………………………………………………………. 59
3.2.1. Los conceptos de clandestinidad ……………………………………………... 59
3.3. Represión, enfrentamientos y ejecuciones al interior de la universidad …… 62
3.4. Persecución y represión contra algunos estudiantes .………………………... 67
3.5. Desvinculación del movimiento armado ……………………………………….. 69
CAPÍTULO IV.- LA REPRESIÓN DEL ESTADO, DESAPARICIONES POLÍTICAS
Y CONSECUENCIAS …..……………………………………………………………... 72
4.1. Privación ilegal de la libertad, desapariciones, torturas y asesinatos ………. 72
4.2. Grupo paramilitar contra la guerrilla .………………………………………….... 79
4.2.1. Brigada Blanca .…………………………………………………………………. 79
4.2.2. Desmanes y excesos de poder de la Brigada Blanca …………………….... 85
4.3. La organización de las Madres con Hijos Desaparecidos ……………….…... 86
4.3.1. Las madres se organizan iniciando así una serie de movilizaciones dentro y
fuera de Sinaloa ……………………………………………………………………….. 86
4.3.2. Testimonios de personas liberadas del Campo Militar Número uno ……… 91
4.3.3. Allanamientos a las aulas universitarias para detenciones y desapariciones.
……………………………………………………………………………………………. 91
4.3.4. Apoyo a la lucha por la presentación de los Desaparecidos por otras
instituciones a nivel naciona l……….………………………………………………… 93
4.3.5. Huelga de hambre de las madres como parte de su lucha ……………...… 95
CONCLUSIÓN ……………………………………………………………………… 96
3
FUENTES ………………………………………………………………..…………… 98
ARCHIVOS Y FONDOS CONSULTADOS …………………………….…………… 98
HEMEROGRAFÍA ………………………………………………………….………….. 98
REVISTAS …………………………………………………………………….….……. 98
ENTREVISTAS ………………………………………………………………..….…… 98
BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………….……. 99
ANEXOS …………………….……………………………………………….……….. 104
4
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a todas las personas que apoyaron para la elaboración de este
trabajo
de
investigación;
a
mi
familia,
compañeros,
maestros,
amigos,
organizaciones, instituciones, sería imposible mencionar a todos y cada uno de
ellos, quienes contribuyeron con sus motivaciones, comentarios, etc.
En primer lugar, mis hijos, eje fundamental en mi vida, Miguel Alfonso,
Martha Alicia, Massiel Ariana, Marysol Atara y a mi hijo putativo -Ernesto
Guadalupe Urquiza López-, a todos gracias por su amor y respeto, por entender
mis prolongadas ausencias, unas obligadas y otras no tanto, así como el darme la
fuerza necesaria para sacar adelante este propósito tan importante en mi vida.
Para mi esposo, Ernesto Alfonso Pérez Lerma, por su amor, así como
soportar y entender mis frecuentes ausencias –algunas trasnochadas-, por todo
quiero decirte mil gracias, este trabajo es parte de nuestro esfuerzo en conjunto
como familia, amigos y especialmente como esposos, te quiero.
A mis hermosos nietos, nueva motivación en mi vida, quienes en muchas
veces con sus travesuras, reclamos y gritos, invadieron los espacios universitarios
junto a la abuela (Rodia, Hannah Sophia, Dante, a los gemelos Demian y Dianne).
Al maestro consentido, Dr. Samuel Octavio Ojeda Gastélum, por sus
grandes aportaciones académicas, sus “regaños”, la compañía dentro y fuera del
aula; también hay que decirlo, el habernos soportado “locuras” de algunos de
nosotros –compañeros del aula-, por compartir mis bromas, por su amistad, por su
comprensión y apoyo, por ello es a quien guardo un gran respeto y especial
admiración.
En ese sentido a mis tutores, Dr. Alonso Martínez Barreda y Dr. Rigoberto
Rodríguez Benítez, así como a mis lectores de tesis: Dr. Arturo Sánchez Parra,
Dr. Florencio Posadas Segura, y al Maestro Matías Lazcano por sus
recomendaciones y aportaciones académicas; en fin, quiero agradecerles su
paciencia y comentarios para el desarrollo y culminación de mi investigación.
5
Sin duda a las diferentes instituciones que nos dieron el apoyo financiero
como: CONACYT,
Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado, la
Universidad Autónoma de Sinaloa y al banco SANTANDER, que sin su apoyo
hubiese sido imposible la conclusión de mi tesis.
También a Lidia Padilla, Sergio Valdez Rosas y Arturo Guerrero Sosa por
su paciencia y cooperación.
Por último a mis compañeros y amigos con quienes compartí inolvidables
momentos dentro y fuera de las aulas, por su apoyo y en especial mis compañeros
de “equipo”, Fernando Rodelo, Rafael Borbolla, Juan Carlos Díaz, Luis Martín
Padilla, Nathaly Gaxiola, Chavelita Moreno, Isabel García, Carlos Quevedo y
Enrique Quevedo,
6
INTRODUCCIÓN
El tema representa de gran interés social como personal; el trabajo tendrá una
visión completamente histórica, pero no dejando a un lado su impacto políticosocial, todo esto basándose en metodologías apropiadas, ya que su estudio es
útil, indispensable y necesario, hoy en día aún existen esos vacios de aquellas
heridas que fueron hechas en este periodo tan controversial en la historia
mexicana, por ello, se busca respuesta a las acciones de justicia y humanas.
Para esto, la recuperación de la memoria es una de las principales razones
para poder llevar a cabo mi investigación, esto por ser un tema de debate y de
vital importancia en la actualidad. Para ello se tomarán diferentes metodologías
como la oralidad para recuperar aquellas voces que no han sido rescatadas en el
espacio histórico.
El estudiar el tema con un conocimiento historiográfico basado a través de
una buena metodología, es el respaldo a llegar a concretar la cientificidad de la
investigación.
Existe la preocupación de todas las instancias del gobierno que no se ha
abordado el problema de la “Guerra Sucia” por motivos políticos, además algunos
actores han tocado el objeto de estudio con enfoque subjetivo; también uutilizaré
el método cuantitativo en algunos datos que de manera estadística daremos como
resultado el número de personas que fueron afectadas en esta lucha.
Ahora, el enfoque del trabajo se toma desde una perspectiva de la historia
social, acompañado de modelos como la subalternidad, la historia oral –historias o
relatos de personajes- y algunos aportes de la teoría de la clásica historia política.
Analizar el estado antropológico para establecer técnicas más apropiadas.
Está investigación la sustentaré en autores como: E. P. Thompson1, James
Scott2, Saurabh Dube3 y Barrington Moore4; estos especialistas han abordado su
1
E. P. Thompson, La formación de la clase obrera en Inglaterra, 1780-1832. La presencia de la
clase obrera, México, Edit. Laia, 1977, pp. 570.
2
James Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, México, Edit. ERA, 1992, pp. 251.
3
Saurabh Dube, Sujetos subalternos: capítulos de una historia antropológica, México, El Colegio
de México, 2001, pp. 279. La autora nos menciona que la categoría de estudios ha sido
7
ideal en los diferentes movimientos de lucha de la historia social y política, por lo
que, estos referentes me incitan a realizar el estudio del movimiento de la “Guerra
Sucia” en el Estado de Sinaloa en el último cuarto del siglo XX.
Regresando a los trabajos realizados en mi tema a seguir, para el caso
regional, aparecen autores como Carlos Montemayor5, que ha llevado a cabo
estudios sobre el tema de la llamada guerra sucia, trabajando en el informes del
Archivo General de la Nación (AGN), por ello, gracias a ello se han realizado
nuevos esquemas a la historiografía local. En ese sentido Rubén Burgos6, aborda
el tema de movimientos estudiantiles sinaloenses; también aparece Gustavo
Hirales7, que escribió sobre algunas de las acciones del grupo guerrillero, en
mención a la Liga Comunista 23 de septiembre y sus diferentes resistencias en
sus luchas.
Ahora, el concepto de resistencia, va más allá de las implicaciones teóricas
señaladas, ya que esta refleja los procesos en curso al interior de la izquierda
social latinoamericana, procesos de transformación que corresponden a una
época de transición en el marco de la cual son evidentes las tensiones entre viejos
y nuevos paradigmas. En la construcción histórica de la izquierda social
latinoamericana, la categoría de resistencia juega un papel fundamental, no sólo
por su constante presencia en el discurso, sino por ser un ángulo de lectura de las
contradicciones y las tendencias que la caracterizan.
Los movimientos sociales latinoamericanos pueden y deben visualizarse en
el marco de la tensión entre subalternidad y antagonismo, tensión que se
manifiesta en el tópico de la resistencia y a lo largo de las dimensiones que ésta
implica. A través de este prisma podemos y debemos empezar a leer el proceso
histórico y las tendencias en curso en aras de avanzar en el conocimiento de las
reemplazada por la de los sujetos, ésta sustitución es explícitamente utilizada como
desplazamiento conceptual.
4
Barrington Moore, La injusticia. Bases Sociales de la obediencia y la rebelión, México, UNAM,
1996, pp. 481.
5
Carlos Montemayor, Los informes secretos, México, Planeta, 1999, pp. 205.
6
Ruben Burgos, Movimientos sociales en el Noroeste de México, México, Instituto de
Investigaciones Económicas y Sociales, UAS, 1985, pp. 147.
7
Gustavo Hirales, Memoria de la guerra de los justos, México, Cal y Arena, 1996, pp. 197.
8
formas de la acción colectiva y la movilización social, de los itinerarios y las formas
de la construcción de la izquierda social latinoamericana.
Investigadores como Dube, invita a reflexionar acerca del reemplazo de las
“estructuras” por los “sujetos”, y de las “condiciones” por la “agencia” no implica
necesariamente la entrada exitosa en el dominio de la resistencia incesante, de la
emergencia del dominado, del encuentro reconciliado del ámbito ideológico de los
sujetos, obscurecido antes por la sombra proyectada por el bloque hegemónico.
La centralidad en el sujeto debe estar puesta justamente para dislocar la
posibilidad de la “transparencia” en el análisis histórico. En este sentido, las ideas
de los especialistas forman una metodológica adecuada para mi objeto de estudio,
pues considero que el tema de subalternidad cabe perfectamente en el mismo,
además una historia desde abajo en donde los sujetos en este caso serían los
involucrados.
James Scott, menciona las formas en que los subordinados luchan por
sobrevivir en el mundo de la dominación, su resistencia a ser dominados y y su
permanencia en conservar sus raíces culturales e ideológicas.
Esta perspectiva de las relaciones de poder, tomamos en consideración
como punto de partida que, los actores de la vida social y política no reducen sus
intervenciones al escenario público, hace la propuesta de discernir las prácticas
cotidianas que se llevan a cabo detrás de la tribuna pública.
Presta atención a los procedimientos de encubrimiento lingüístico, los
códigos ocultos, el descifrar lo que llama el arte de la resistencia.
Es precisamente en ésta aportación de Scott donde se puede sustentar el
trabajo de investigación de las detenciones desapariciones políticas en Sinaloa,
durante la época de los setentas, pues en estas acciones el Estado maneja un
lenguaje oculto del escenario público en las desapariciones como una forma de
dominación en donde el mensaje era no solo hacia las víctimas sino también hacia
los familiares y hacia cualquier persona que osara manifestarse en contra de lo
que al sistema de gobierno pudiera afectar.
9
Cuando los militares latinoamericanos empezaron a utilizar la práctica de la
desaparición forzada de personas como un método represivo, creyeron que
habían descubierto el crimen perfecto: dentro de su inhumana lógica, no hay
víctimas, por ende, no hay victimarios ni delito. La práctica de la desaparición
forzada surgió en América Latina en la década de los sesentas. Desde el primer
momento, las desapariciones forzadas mostraron los signos de lo que a través de
los años llegó a constituir el método principal de control político y social en ese
país: impunidad y absoluta transgresión de las leyes más elementales de
convivencia humana. Amnistía Internacional, FEDEFAM y otros organismos de
derechos humanos sostienen que, en poco más de veinte años (1966-1986),
noventa mil personas fueron víctimas de esta aberrante práctica en diferentes
países de América Latina. Producto de una política continental de dominación, las
desapariciones no son un rasgo exclusivo de las dictaduras militares.
En el Estado de Sinaloa, a partir del 16 de enero de 1974, un grupo de
estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa, a los que se les llamaba
“enfermos”, decide incorporase a la lucha armada junto con otras agrupaciones
que tenían coincidencias de los movimientos, para esto, se une un grupo
guerrillero llamado Liga Comunista 23 de Septiembre, es así como inician
acciones de ataque frontal
En Sinaloa, el 16 de enero de 1974, día del "ensayo de insurrección
general", cientos de activistas armados se movilizan en el Valle de Culiacán, miles
de estudiantes salen a las calles y se les unen más de 10 mil jornaleros agrícolas.
La Liga considera un éxito la operación Asalto al cielo, pero el gobierno responde
con fiereza. La DFS, el Ejército y policías locales realizan detenciones masivas de
estudiantes, asesinan y desaparecen a activistas y a guerrilleros.
La Liga efectúa su tercera reunión nacional el 4 de abril de 1974. Ahí decide
construir un ejército guerrillero dirigido por una coordinadora nacional, integrada
por los dirigentes de las agrupaciones unificadas. El buró político es encabezado
por Ignacio Salas Obregón, José Ángel García Hernández, Rodolfo García Gómez
y Manuel Gómez García. Se crea un Comité Militar que dirige los operativos. Los
10
militantes se organizan en brigadas, coordinadas por comités estatales y locales.
Sin embargo, el 29 de abril es detenido el principal dirigente de la Liga, Ignacio
Salas Obregón, tras un enfrentamiento con policías de Tlalnepantla, estado de
México. Se disuelve la coordinadora nacional y la dirección es retomada por el
comité de redacción del periódico Madera, el órgano central de la organización.
Entre 1974 y 1976, la Liga entra en un "periodo gris" y enfrenta un debate interno
entre las tendencias militaristas y las que privilegian el trabajo político de masas.
Aumentan sus acciones armadas en medio del acoso gubernamental, incluidos los
asesinatos de policías.
El 11 de agosto de 1976, David Jiménez Sarmiento, Chano, encabeza un
comando que intenta secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del
presidente electo. El operativo fracasa y muere abatido Jiménez, considerado el
último dirigente histórico de la Liga, tras su muerte, Luis Miguel Corral García, “el
Piojo Blanco”, retoma la dirección y se convierte en "el hombre más buscado por la
policía". En ese año, el gobierno crea la Brigada Blanca, un grupo antiguerrilla
integrado por policías y militares. Formalmente era dirigido por dos coroneles del
Ejército mexicano, pero en los hechos estaba bajo el control de Miguel Nazar
Haro, subdirector y después director de la DFS.
La Brigada Blanca trasladaba a los guerrilleros detenidos al Campo Militar
Número Uno y a otras cárceles clandestinas. Mediante la tortura física y
psicológica obtenía información que le sirvió para acabar con la Liga, al arreciar la
represión, la Liga cambia de estrategia, señalan varios sobrevivientes. Entre 1975
y 1976 ocurren muchas "detenciones y desapariciones" y al mismo tiempo el
periódico Madera alcanza un tiraje de 40 mil ejemplares mensuales, revela
Heladio Torres. Y agrega: "Entonces, la principal actividad de la Liga era política,
de propaganda revolucionaria en zonas obreras y populares, aunque se le
identifica más por los secuestros y por las expropiaciones".
A partir de 1974 empezó a manifestarse, por primera vez en Sinaloa, uno
de los métodos más represivos e inhumanos que pueda tener cualquier tipo de
gobierno de cualquier tiempo: la desaparición forzada de jóvenes sólo porque sus
11
ideas no coincidían políticamente con el sistema de gobierno, estas se realizaron
de manera clandestina, y quienes las realizaron no se identificaron para
permanecer en el anonimato, pues sabían que no existía justificación alguna para
realizar dichas detenciones; no se identificaron como miembros de alguna
corporación policiaca o paramilitar, las autoridades negaron la participación de sus
elementos en dichas detenciones y que por ello no tuvieron datos en ninguna de
las cárceles.
Es obvio que jamás se encontrarán a los desaparecidos en las cárceles
oficiales, pues el lugar de detención de estas personas fueron las cárceles
clandestinas en las que participaron diversas corporaciones policiales. No
obstante, hay testimonios de la existencia de las cárceles clandestinas en Sinaloa,
de personas que estuvieron secuestradas en esas cárceles clandestinas donde
fueron torturadas física y psicológicamente con métodos inhumanos.
A todas las personas que secuestraron, desde el momento mismo de su
detención, les fueron vendados sus ojos y, en la mayoría de los casos, atados de
manos y pies. Estas acciones se dan desde luego por el exceso de autoridad e
impunidad y además, con el apoyo encubierto de funcionarios e instancias de
gobierno.
Como una consecuencia lógica, ante este tipo de represión un grupo de
madres en la búsqueda de sus hijos deciden unirse y formar un organismo donde
las madres con hijos desaparecidos realizaron acciones para llevar a cabo un
movimiento por la obtención de la libertad política y el respeto por los derechos
humanos en Sinaloa. En la actualidad la Unión de Madres con Hijos
Desaparecidos de Sinaloa, sustenta la petición de la presentación de sus hijos en
la siguiente relación conformada por tres maestros, 23 estudiantes, 5 empleados,
2 trabajadores de las ladrilleras, 7 policías.
Cabe señalar que se hace un intento por construir aspectos de la Guerra
Sucia en su historia, así como aquellas personas que estuvieron involucradas
como los detenidos o desaparecidos relacionados en sus luchas y organización.
Para esto se necesitará contribuir con el debate sobre el movimiento de los
12
derechos humanos y su incidencia política. Así como analizar a los desaparecidos
como un sujeto político de resistencia y organicidad; indagar sobre sus
experiencias colectivas y/o personales; así como analizar los significados y
representaciones contraídas.
Existe la preocupación de todas las instancias del gobierno que no se ha
abordado el problema de las desapariciones por motivos políticos, además
algunos de los actores lo han abordado con un enfoque muy subjetivo, y éste
trabajo se busca ser objetivo dentro de las posibilidades. Para ello, la construcción
del movimiento social de las Madres con hijos desaparecidos de Sinaloa,
constituyó una forma de resistencia en la búsqueda de sus hijos.
La “Guerra Sucia” en conjunto con las desapariciones, emergió un conjunto
de significaciones constitutivas de un evento indecidible.
El acontecimiento de la lucha no instaló una paradoja, porque la relación
entre institución y el control de la vida y la muerte pueden ya ser entendidos como
constituyentes de paradojas en condiciones “normales”.
El problema de la memoria en México y específicamente en el estado de
Sinaloa del presente involucra a la actualidad, no sólo en el sentido de la vigencia
del pasado reciente, sino por su carácter generador de premisas y relatos
colectivos para dar una aportación historiográfica y una mejor transparencia .
13
ANTECEDENTES
Poner en claro lo ocurrido durante los años en los que se desarrollaron
enfrentamientos entre organizaciones de civiles y fuerzas de seguridad pública,
correspondiente a la década de los setentas y principios de los ochentas del siglo
XX, es una tarea fundamental para la afirmación del estado de derecho, de
acuerdo con la realidad que actualmente vive nuestro país. Quienes dirigen el
Estado han cometido abusos de poder, violentado los derechos humanos más
elementales como las persecuciones, aprehensiones, desapariciones forzadas de
personas, asesinatos, sin tener una razón que justifique tal acción; la mayoría de
estas acciones las llevaron a cabo al margen de la ley, con una impunidad
realmente preocupante; la lucha contra la impunidad ha sido una de las
preocupaciones centrales del movimiento internacional de derechos humanos ha
sido una de las preocupaciones centrales del movimiento internacional de
derechos humanos.
Parte de la experiencia acumulada en este caminar fue recabada
recientemente, en el ámbito de la ex Comisión de Derechos Humanos de la
Organización de las Naciones Unidas, en un conjunto de principios para la
protección y la promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la
impunidad8.
La impunidad es definida como: “La existencia, de hecho o de derecho, de
responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones, así como de
responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria, porque escapan a toda
investigación con miras a su inculpación, detención, procesamiento y, en caso de
ser reconocidos culpables, condena a penas apropiadas, incluso a la
indemnización del daño causado a víctimas”9.
Pese a que los movimientos estudiantiles y sociales pueden ser
considerados comunes en el mundo, las características de los países en los que
8
Informe rendido por Diane Orentlicher a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización
de Naciones Unidas, experta independiente encargada de actualizar el conjunto de principios para
la lucha contra la impunidad.
9
Ibíd.
14
éstos se desarrollaron marcan un punto de diferenciación entre ellos, no sólo por
sus demandas particulares, sino también en sus tipos de lucha y en la manera en
que tales procesos sociales son contrarrestados y resueltos (supuestamente) por
los gobiernos de cada nación. Es precisamente la sincronía de los movimientos
estudiantiles que se instala por encima de las diferencias de desarrollo económico
a pesar de las diferencias que existían con respecto a las tradiciones políticas y
sociales, los identifica entre sí, lo que marca su identidad y da sentido a una
década, troquelando de este modo en la historia con los signos que la identifican y
constituyen su significado. Éste es el tiempo en la historia del siglo XX, en el cual
se construye a la juventud como categoría social de identidad y diferenciación.
En nuestro país la aparición del movimiento estudiantil cobra fuerza a partir
de los acontecimientos ocurridos el 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres
Culturas, en la unidad habitacional Tlatelolco, de la Ciudad de México, DF.
La sucesión de los movimientos estudiantiles, campesinos, obreros, colonos
organizados, entre otros, que se gestaron luego de la represión y matanza del 2
de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 en San Cosme, indican que no se
trató de hechos aislados, sino concatenados. La acumulación de demandas no
resueltas, como el derecho a la autonomía universitaria, el autoritarismo
presidencial, el desenvolvimiento de otra idea de juventud el reparto agrario, las
demandas de obreros y campesinos por mejores condiciones de trabajo, las
luchas por obtener una vivienda digna, el surgimiento de nuevas formas de
organización de las clases trabajadoras, pero sobre todo la lucha por la defensa
de los derechos humanos en México, fueron el caldo de cultivo generador de la
respuesta de los grupos estudiantiles, trabajadores, colonos, etc., sobre todo en la
década de los setentas, quienes buscaron la manera de hacerse escuchar y
cumplir sus demandas. A esta parte de nuestra historia, debido al periodismo10 y
10
Al respecto han escrito y ubicado tal periodo como ‘Guerra Sucia’ periodistas de la talla de
Sergio Aguayo Quezada, La Charola, México, Grijalbo, 2001; Julio Shérer y Carlos Monsiváis, Los
Patriotas, de Tlatelolco a la guerra sucia, México, Edit. Aguilar, 2006; Jacinto Rodríguez Murguía,
La otra guerra secreta, México, Debate, 2007.
15
documentos testimoniales11, la han denominado como la “Guerra sucia de los
años setentas”. En la sucesión presidencial de Gustavo Díaz Ordaz por Luis
Echeverría Álvarez en 1970, aún cuando a la vista se desarrolló una lucha política
electoral sin sorpresas ni sobresaltos, decenas de estudiantes activistas se
situaron en la lucha clandestina con el objetivo de iniciar una guerrilla urbana.
Entre los diversos grupos guerrilleros12 la Liga Comunista 23 de Septiembre, el
fue integrado por varios grupos guerrilleros del país.
A partir de las diferentes acciones de este grupo, el Estado formó una
corporación policiaca para desarticular la guerrilla, al margen de toda legalidad y
sin fundamentación jurídica, con libertad de actuar al margen de la ley y sin dar
explicaciones de sus actos a nadie, además de tener un gran presupuesto del cual
tampoco justificarían gastos, este organismo represor recibió el nombre de
Brigada Blanca en sincronía con el ejército mexicano, tuvieron como objetivo
principal era el exterminio total de cualquier tipo de organización que pudiera
atentar contra el Estado; “uno de los más notorios grupos paramilitares en la
historia de México, fue responsable material de ejecuciones, homicidios,
desapariciones forzosas –tan sólo en Guerrero, la CNDH registra 500, en Sinaloa
se tienen registrados 42 casos documentados, (ver anexo) sin considerar los que
no fueron denunciados a la luz pública, torturas, exceso de poder, amenazas, y
simulación de enfrentamiento y de fusilamiento, por órdenes superiores”13.
Como nace la llamada Brigada Blanca: La reunión fue en la Dirección
Federal de Seguridad. Allí estaban todos los jefes de la policía de los estados y del
Distrito Federal. También estaban los representantes militares. Miguel Názar les
11
En la actualidad se han editado diversos volúmenes sobre testimonios y memorias de
encuentros, entre lo que podemos mencionar: Laura Castellanos, México armado, México, Era,
2007; José Gallegos Nájera, La guerrilla en Guerrero, México, Edit. Testimonio, 2007; Verónica
Oikión y Marta Eugenia García (Comp.), Movimientos armados en México, siglo XX, México, El
Colegio de Michoacán y CIESAS, 2006; Ma. de la Luz Aguilar, (Comp.), Memoria del Primer
Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras, México, s/e, 2007; Héctor Ibarra Chávez (Comp.),
La Guerrilla de los 70 y la transición a la democracia, México, Ce-Acatl, 2006.
12
Entre los grupos guerrilleros se encuentran Los Lacandones, El Movimiento de Acción
Revolucionaria (MAR), Los Guajiros, Unión del Pueblo, Frente Popular Independiente (FPI),
Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) –fundada por Genaro Vázquez Rojas–, Frente
Jaramillista, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Partido de los Pobres.
13
Javier Ramírez “La Brigada Blanca, expediente completo de sus integrantes”, en Revista Bajo
Palabra, periodismo de investigación, México, Edición de Aniversario, Núm. 20, 16 de junio, 2001.
16
dio algunos datos sobre los golpes de la guerrilla en los últimos meses y les dijo
que era necesario cooperar. Su propuesta era crear un cuerpo policial capaz de
aglutinar agentes de todo el país, bajo las órdenes de la Dirección Federal de
Seguridad.
Así nació la Brigada Especial, conocida tiempo después como la Brigada
Blanca debido al enfrentamiento que tuvo con la Brigada Roja de la Liga
Comunista 23 de Septiembre. “Les dije a los jefes policiacos que había que formar
un grupo con militancia unificada, con policías del distrito y de los estados, por lo
que deberían incorporar a sus mejores elementos; estos grupos trabajaron
específicamente para los asuntos de la Brigada Especial”, recordaría Názar tiempo
después.
La propuesta era mucho más pragmática que la que había hecho a finales
de noviembre de 1973 el secretario de la Defensa, Hermenegildo Cuenca Díaz,
para la creación de una secretaría de seguridad que unificara los cuerpos
policiales para combatir la guerrilla y el crimen.
La Brigada Blanca se integró con 250 elementos de la DFS, la DIPD, la
policía Militar, la Policía Judicial Federal y agentes de la policía judicial de los
estados. Názar fue el encargado directo de organizar su estructura administrativa
y operativa desde el día de su formación.
El vínculo con los militares era tan estrecho, que el entrenamiento especial
de los brigadistas se realizaba en el Campo Militar Número Uno. Ahí se
entrenaban en acciones contrainsurgentes y manejo de armas. Ahí también
adquirieron y perfeccionaron los conocimientos para aniquilar a los guerrilleros.
Años después, un integrante de la Brigada Especial recordaría: “En la
Brigada Blanca teníamos estas tareas: localizar las casas de seguridad de los
guerrilleros, los subversivos como les decíamos, vigilar a parientes y amigos de
los presos llamados políticos y de los que teníamos detenidos en averiguación;
ejercer un estricto control de domicilios, lugares de trabajo y actividades políticas;
identificar a los activistas en mítines, manifestaciones y otros actos obreros,
campesinos o estudiantes (carne de guerrilla, le llamábamos); vigilar a quienes
17
teníamos detenidos en los separos de la DFS o en la prisión del Campo Militar. En
la brigada disponíamos del “botín de guerra”, es decir, [hacíamos] el reparto de lo
que sacábamos en los cateos de subversivos o de sus amigos y parientes”14.
En México, la impunidad sigue vigente, pues a pesar de que son delitos
ocurridos hace más de cuarenta años; las leyes, los gobiernos políticos, jueces,
etc., no han permitido procesar a los responsables de la llamada guerra sucia.
El tema relativo con las desapariciones forzadas establece un reclamo de
los propios familiares de las víctimas, de un amplio sector de la sociedad y de
diversas Organizaciones No Gubernamentales, entre las cuales despunta la Unión
de Madres con Hijos Desaparecidos y su participación durante la década en
cuestión (1972-1982)15.
En el año 2002, se permitió a la ciudadanía el acceso a los archivos de la
policía política. En los documentos encontrados en el Archivo General de la
Nación, existen vacíos de información, expedientes con información falsa, también
existen archivos incompletos, al parecer fueron mutilados desde antes de que
fueran abiertos para su consulta, porque representaban un peligro para algunos de
los involucrados. Sin embargo, algunos de ellos han servido de referencia para las
investigaciones y llevar a cabo análisis comparativos con los testimonios de los
sobrevivientes que participaron en las acciones subalternas.
14
Jorge Torres, Nazar, la historia secreta. El hombre detrás de la guerra sucia, México, Debate,
2008, pp. 87-88.
15
En Sinaloa, se fundó la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos, el 7 de abril de 1978, La
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, A.C.
18
CAPÍTULO I.- LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES Y SOCIALES. LAS
RESPUESTAS REPRESIVAS DEL ESTADO, SIGLOS XIX Y XX.
1.1.
Una mirada a los movimientos de los obreros, campesinos, colonos,
estudiantes, etc.
A lo largo de los últimos años las formas tradicionales de movilización han
experimentado cambios al grado de que algunos analistas se preguntan si
estaremos asistiendo al nacimiento de un nuevo modelo de acción colectiva.
Pedro Ibarra y Benjamín Tejarían sostienen que los historiadores de los
movimientos sociales señalan que existe una cierta continuidad a lo largo del
tiempo, pero cada época impregna sus manifestaciones de un carácter peculiar.
Esto hace hincapié en que distintos momentos dejan improntas diversas sobre la
forma de exteriorizar y conducir las protestas. En el pasado se ha registrado como
las causas inmediatas de movilización social a las revoluciones burguesas y a los
procesos de democratización del Estado-nación y, recientemente, el desarrollo del
Estado de bienestar y la etapa de prosperidad económica posterior a la Segunda
Guerra Mundial. En los últimos años se apunta al proceso de globalización como
contexto histórico que conforma la intensidad y la dirección que está tomando la
acción colectiva16.
Los movimientos sociales son productos de la modernidad; es decir, dejan
de ser comunitarios para convertirse en sociales; el paso de comunidad a la
sociedad no acaba por ser total; en las nuevas tendencias emergentes, las luchas
sociales, se pueden ejemplificar en las actividades por la solidaridad. Se
distancian de los cambios sociales tradicionales y se aproximan a otras
instituciones más convencionales. “Durante las dos últimas décadas [se refiere
desde finales de la década del
setenta a finales de la del noventa] han ido
apareciendo publicaciones que tienen como objeto el análisis de la acción
colectiva y de los movimientos sociales. Esta expansión científica se ha visto
impulsada por la aparición de nuevos enfoques teóricos”17.
16
Pedro Ibarra y Benjamín Tejerían, Los movimientos sociales, transformaciones políticas y
cambio cultural, Valladolid, Trotta, 1998, p. 9.
17
Ídem, p. 111.
19
Dentro de los movimientos sociales, la rebelión de las juventudes no es algo
extraño ni desconcertante de la década de los años setentas del siglo pasado; por
el contrario, es un elemento vital y que ha sido menospreciado en la historia de los
últimos treinta años; pero está siendo un elemento que destacará en nuestros
días. Además es un fenómeno que se repite en espacios y temporalidades
diversos, es decir, data de tiempos lejanos; la generación social es un grupo de
coetáneos, personas que tienen en común una fecha de nacimiento, quienes al
caminar por la vida están condicionados psicológica y sociológicamente por
instituciones comunes y circunstancias sociales. Es una generación que cree en el
mismo breve período histórico.
La principal función histórica de la gran generación más joven motivada
ideológicamente ha sido muy simple: fomentar el cambio social por medio de la
rebelión generacional, lo que crea una insurrección juvenil, que alguna vez puede
estar estimulada durante algún tiempo por personas mayores más liberales. Sin
embargo, a la larga, la insurrección generacional de los jóvenes puede tener
consecuencias cruciales para la sociedad que la ha destruido.
20
1.2. Precedentes de las luchas estudiantiles
1.2.1. Las luchas estudiantiles del siglo XIX
Cuando comienzan a surgir las nuevas formas de acción, que se manifiestan ya,
como ejemplo: la huelga, la manifestación, peticiones, marchas, actos públicos e
insurrecciones. Se trata de: métodos de acciones flexibles, capaces de ser
utilizados en situaciones muy diversas. Los actos públicos por ejemplo, sirven
tanto a los fines del movimiento obrero como a una campaña electoral. En medio
siglo que va de 1780 a 1848 (o sea desde poco antes de la revolución francesa a
la primera revolución proletaria) la gente pasó de estar familiarizada con la
confiscación
de los cargamentos de grano, la quema de los registros de
impuestos y la venganza contra los abusadores, a realizar manifestaciones,
huelgas e insurrecciones. Dejó de utilizar los “viejos” métodos y abrazó otros que
pocas décadas atrás ni siquiera existían o eran marginales.
Estas formas de acción se independizan de los conflictos que las originan: son
generales en vez de específicas, indirectas en vez de directas y flexibles en vez de
rígidas18.
La primera revuelta estudiantil se suscitó en Alemania, en 1815, bajo el
nombre de Movimiento Burschenschaft (Unión de Estudiantes), que abarcó los
años de 1815 a 1819. Uno de sus lemas era ‘Nada radicaliza a la juventud tan
rápidamente como la represión’. Una nueva era estaba a punto de comenzar.
Aquel verano de 1815, tres meses después de la batalla de Waterloo, el rector de
la Universidad de Gotinga notó algo sorprendentemente distinto en los estudiantes
que se presentaban a clases. “Los acontecimientos recientes han causado una
profunda impresión en los estudiantes”, informó solemnemente. “Su participación
activa en las luchas de liberación, su susceptibilidad a las ideas despertadas por
los grandes sucesos mundiales, han alimentado en ellos un espíritu totalmente
nuevo”, un espíritu –opinó–, que trae preguntas saludables, pero que también
puede llegar fácilmente a ser fuente de excesos turbulentos. Este era exactamente
18
Sidney Tarrow, El poder en movimiento, Los movimientos sociales, la acción colectiva y la
política, Madrid, Alianza, 1997, p. 80.
21
el tipo de evaluación que se podrá esperar de un administrador académico;
sensata, pero mediocre, sin embargo, el rector había puesto el dedo en una gran
verdad evidente19.
Posteriormente, la primera contracultura, así como la primera bohemia,
tomó forma en Francia en el año de 1830. Los ciudadanos franceses adultos
habían vivido más hechos históricos que los que cualquiera de nosotros verá
jamás y más de lo que ellos mismos hubieran deseado ver. Los jóvenes de la
segunda década del siglo XIX, fueron la juventud fundadora del romanticismo
francés, el nuevo movimiento era una revolución de las artes nada más.
Los bohemios románticos empezaron a reunir para ver la obra de Hermani,
(la cual era fuente de inspiración para algunos) la que fue un escaparate para
todas las herejías románticas; convirtiendo dicha obra en una batalla, lo que da
origen a un nuevo pensamiento libre y joven. Los bohemios franceses de 1830 y
los estudiantes alemanes belicosos de 1815, constituyeron una verdadera rebelión
generacional; el año de 1830, el año de Hernani, fue el año de la revolución de
Julio, el año que arrojó para siempre en el basurero de la historia de la dinastía de
los borbones.
En la tercera década del siglo XIX, en las calles de París, hubo
manifestaciones y disturbios, luchas callejeras y represión policial; lo que hace que
los jóvenes bohemios se retiraran.
Los jóvenes bohemios de 1830, crearon una anticultura plenamente
desarrollada, unida por lazos de compromiso ideológico, por valores y puntos de
vista del mundo totalmente antiestéticos para aquellos existentes en la sociedad.
Los primeros bohemios fueron derrotados por el sistema, pero el modo de vida
bohemia se renovó, sin embargo, esta carecía de la fuerza y el entusiasmo de los
bousingos de los treinta: era, de hecho, casi una parodia infantil de aquel antiguo
rechazo severo de los valores de la clase media.
19
Anthony Esler, Bombas, Barbas y Barricadas, 150 Años de rebelión estudiantil, México,
Extemporáneos, 1973, p. 52.
22
En 1848, la generación de estudiantes austriacos tal vez estuvo más de
cerca de lo que uno podría esperar de las realidades económicas de la vida en los
‘años de hambre de los cuarenta’, la gran plaga del hambre en toda Europa que
hizo acudir a las barricadas a los berlineses y obligó a los irlandeses a emigrar a
América.
A fines de los cuarenta, el movimiento Burschenschaft llegó a Viena,
organizando entre los estudiantes sociedades secretas, durante tres o cuatro años
antes de 1848, estas uniones estudiantiles tuvieron su aspecto hedonístico, pero
también les preocupaban algunos problemas serios, algunos de ellos tomaban en
serio la literatura subversiva, estudiaban los principios sociales y los discutían.
Mantenían correspondencia secreta con grupos de Jena y Tübingen y de otras
partes de estados germanos.
En Viena, a un puñado de líderes estudiantiles, se le ocurrió la idea de
hacerle una petición universitaria al emperador. El domingo 12 de marzo de 1848,
dos profesores llevaron la petición de los estudiantes universitarios, les recibieron
el documento y les informaron a los catedráticos que el emperador sometería el
asunto a consideración; a la mañana siguiente en un mitin, fue el golpe de gracia
para los estudiantes ya que hubo muertos en las calles, por esta razón pocos
estudiantes rechazaron las armas que sus profesores les entregaban, dichas
armas convirtieron a la comunidad académica en la Legión Académica de Viena,
la cual ayudaría a mantener la paz y garantizar los derechos del pueblo recién
ganados.
Sin embargo para octubre, los estudiantes empezaron a debilitarse por la
falta de madurez para proporcionar un mando responsable, lo que prueba que los
estudiantes rebeldes de 1848, probaron ser sus propios y peores enemigos. Este
fue un experimento del poder estudiantil, un experimento que fracasó. Pero a
pesar de todo, los estudiantes de Viena, de 1848 lograron algo: pusieron a su país
en el camino del gobierno constitucional.
En 1870, en Rusia, la juventud que alcanzó su mayor identidad fue la de los
nihilistas, la generación que se atrevió a decir ‘no’. Ellos eran la anticultura
23
bohemia típica. Los nihilistas de San Petersburgo, a menudo vivían en comunas y
se rumoraba que practicaban el “amor libre”. Eran libres en un grado jamás visto
en la Rusia zarista; eran ateos y materialistas filosóficos, adoradores de la ciencia
moderna y de Darwin.
Entraron en acción en dos ámbitos: la liberación de la mujer y la reforma de
las universidades. El nihilismo ruso20 comenzó como una anticultura, un
alejamiento de la sociedad en busca del autodesarrollo intelectual y una
asociación íntima con otros ‘pensadores positivistas’, otro de los sobrenombres
favoritos de sus partidarios. Sin embargo, ante la cada vez más creciente y
vigorosa represión, la juventud pronto se encontró navegando a la deriva hacia
una actitud belicosa política. Lo que se considera como la segunda generación
nihilista produjo al que llegaría a ser famoso revolucionario: Nechayev. Quien
fuera el símbolo sobresaliente de la contribución principal de los hombres de la
década de los setentas a la tradición revolucionaria rusa: el rompimiento definitivo
con el pasado, el reto total al modo de vida de la Vieja Rusia, un desafío, un
modelo, una inspiración para sus sucesores.
20
El fenómeno cultural conocido como nihilismo ruso se desarrolló durante el reinado de Alejandro
II (1855 a 1881), zar de carácter liberal y reformista. La década de los sesenta es considerada
como la década del nihilismo. La pérdida de la guerra de Crimea (1854-1856), la apertura del
régimen al exterior (apertura no sólo económica, también cultural e ideológica) y las relativas
libertades concedidas por el zar –por ejemplo en prensa– sirvieron de caldo de cultivo para esta
nueva subcultura. De carácter fundamentalmente intelectual, el nihilismo representó una reacción
contra las antiguas concepciones religiosas, metafísicas e idealistas. Los jóvenes nihilistas,
retratados como rudos y cínicos, combatieron y ridiculizaron las ideas de sus padres. Su sinceridad
rayaba la ofensa y el mal gusto, y esta actitud fue lo que más pareció definir a este movimiento. La
actitud despectiva y negativa quedó perfectamente retratada en el personaje Bazarov de la novela
Padres e Hijos de Turgenev. Véase en la enciclopedia libre, http://es.wikipedia.org.
24
1.2.2. Estudiantes mexicanos del Siglo XIX
En los tiempos de la Reforma la educación tomó un cariz liberal, aunque ya más
definida en otros campos: la reacción se enquistó en la Universidad, hasta
entonces “real y pontificia”, desde donde fraguaba o alimentaba la contrarreforma;
Gómez Farías, en los albores de la lucha destellante de Juárez, se vio obligado a
ordenar el cierre de la Universidad.
El Porfiriato implantó la educación positivista, basada en la paz y el orden –
la “paz” de los sepulcros- que sirvió de pretexto para reprimir con tamaña violencia
los movimientos que la alteraban. Investigando los brotes de rebeldía en el campo
educativo de la historia de México, es aquí, sin embargo, donde encontramos, en
1873, la primera huelga estudiantil; los secundarianos de la ciudad de México21.
La Revolución Mexicana de tipo democrático-burguesa recoge desde sus
orígenes la inquietud juvenil y estudiantil desde luego. Rafael Buelna Tenorio deja
el Colegio Rosales (hoy Universidad Autónoma de Sinaloa) y va a constituir el
cuerpo de generales más jóvenes y de las filas revolucionarias; este no es el caso
único.
Las luchas internas posrevolucionarias trastocan muchas situaciones, y la
Universidad constituye de una manera clarísima por algún tiempo, el nido de la
burguesía y pequeña burguesía que parte y empieza a disfrutar el pastel que dá la
Revolución; la otorgación de la autonomía en 1929 a la Universidad Nacional es
una conquista estudiantil frente al régimen de Portes Gil. Con Cárdenas se forma
de una manera bastante definida un contingente estudiantil de extracción popular,
y puede decirse que es el seno del Instituto Politécnico y de las Escuelas
Normales Rurales donde empieza a nacer una conciencia estudiantil popular de
rasgos mucho más definidos22.
21
22
Liberato Terán Olguín, Nueva Universidad, México, Edit. UAS, 1984, p. 34.
Ídem, p. 34.
25
1.2.3 Algunas formas de lucha estudiantil en la segunda mitad del siglo XX
Si en México surge un movimiento estudiantil que culmina en una huelga, quizá es
el movimiento considerado el más importante de nuestro país y uno de los más
significativos de América, hemos de clasificar los antecedentes y motivos de la
huelga en profundos y aparentes, ateniéndose al examen de la situación que
privaba con anterioridad a 1929, en la Universidad Nacional de México y en la
Secretaría de Educación Pública.
El profesor normalista Moisés Sáenz, que ocupaba la Subsecretaría de
Educación desde 1923, se singularizaba por su franca simpatía con los métodos
educacionales yanquis. En contraparte, José Vasconcelos, hacía notar cómo las
más firmes bases de nuestra nacionalidad son el sentimiento hispánico, con estas
diferencias se inicia una lucha por la autonomía universitaria.
En 1929 fue el año de la insurgencia juvenil en el ámbito de la política
nacional y año también del logro de la autonomía universitaria, naturalmente que
la Secretaría de Educación se veía con descontento el creciente poder de las
agrupaciones estudiantiles.
En Francia, el primer joven universitario que lanzó propuestas por cambios
fue un joven conocido como ‘Danny el Rojo’. Cuando éste protestó en su
universidad por la falta de diálogo sobre los problemas sexuales de los jóvenes
parisinos en los años sesentas del siglo pasado, no imaginó que atraería la
atención, primero, de miles de estudiantes universitarios y, poco después, de más
de diez millones de obreros que paralizaron París en mayo de 1968. Nacido en
Alemania, Cohn-Bendit llegó a Francia en 1964 para estudiar sociología en la
Universidad de Nanterre, donde se convertiría en el líder de los jóvenes que, como
afirmaría Sastre durante su entrevista con el mismo Danny el Rojo “lo interesante
de la acción que ustedes desarrollan es que lleva la imaginación al poder”.
Durante abril del 1967 había expuesto en el auditorio ‘Che Guevara’ de su
universidad las bases de su ideología, en la que mezclaba el marxismo y el
anarquismo con ideas de rebelión contra la sociedad y el consumismo. Estas
mismas ideas propiciaron que un año después, las autoridades universitarias
26
amenazaran con expulsarlo y lo citaron en mayo a comparecer ante un tribunal
universitario. Él y otros acusados, se presentaron al tribunal con el puño en alto y
cantando La Internacional; mientras más de diez mil estudiantes tomaban el Barrio
Latino. No pasaría más de una semana para que la ciudad y toda Francia se
paralizaran por las huelgas.
Expulsado de Francia, viajó a Alemania donde escribió y grabó mensajes
que enviaba a sus compañeros que seguían luchando en las calles parisinas. De
esa época es el lema ‘El Izquierdismo, remedio contra la enfermedad senil del
comunismo’, donde criticaba a los ‘crápulas estalinistas’.
En junio fue detenido y enviado a prisión ocho meses para salir e iniciar una
vida itinerante cuidando niños en una guardería y luego convirtiéndose en librero,
editor y periodista mientras vivía en una comuna. Después de esto, Cohn-Bendit
cambió radicalmente, con la idea de que las masas ya no quieren la revolución, se
declaró pacifista y crítico de la guerrilla urbana, convencido de que la violencia y la
revolución eran dos arcaísmos ligados al siglo XIX.
En mayo de 1970, en la universidad de Kent, Estados Unidos, después de
que el presidente Richard Milhouse Nixon anunció la invasión a Camboya, surge
un gran descontento por parte de los estudiantes. Existía además el antecedente
de la oposición de los mismos por la guerra de Vietnam, la reacción de los
estudiantes no se hizo esperar: los jóvenes estudiantes se interesaban en la
manera en que se bombardeó el mundo, irrumpieron de manera violenta en las
calles, con ataques lapidarios e incendios; ante esto, la policía local respondió con
gases lacrimógenos.
Es el 4 de mayo de 1970 cuando empezaron a disparar contra estudiantes
blancos de la clase media, y las pasiones en las universidades se desbordaron.
Este día, se llevó a cabo una concentración no autorizada en una verde colina
dentro de la universidad de Kent, soldados con máscaras contra el gas retiraron
de la colina a los estudiantes utilizando gases lacrimógenos. Los manifestantes
resentidos por la presencia de la Guardia Nacional en el recinto de la universidad,
y convencidos de que tenían derecho a reunirse allí, lanzaron insultos y piedras a
27
los soldados. Éstos cansados por las largas horas de haber estado en servicio, y
aparentemente sintiéndose cercados por los estudiantes hostiles, pusieron rodilla
en tierra y dispararon. La breve descarga de los rifles hirió a diez estudiantes y
mató a cuatro. Para Anthony Ester, esta represión constituyó la consecuencia de
esto fue la rebelión estudiantil con mayor número de participantes de esa década y
casi el mayor levantamiento de la historia de los Estados Unidos23.
La ola libertaria que recorría al mundo a finales de la década de los
sesentas, tocó a América Latina de una forma muy peculiar, para comprenderlo es
menester, conocer las circunstancias particulares del continente. En aquellos años
se extendió por casi todos los países latinoamericanos un profundo radicalismo de
izquierda, debido, principalmente, al triunfo de la Revolución Cubana y a la muerte
de Ernesto Che Guevara en Bolivia en 196724.
1978, cualquiera sabe que ésa era una época negra para los
revolucionarios del Cono Sur. De otro estilo, peor que ahora. Solo que en nuestros
oídos todavía resonaban los ecos del coro multitudinario de la jotapé, y en
nuestros corazones ardía con todo el fuego sagrado de la militancia. Todo era
grande. Es cierto, también era grande la paliza que nos estaban dando. Pero en
muchas partes florecían revoluciones, y con ellas nuestras ilusiones. En la orden
del día de todas las mañanas estaba la solidaridad.
No hace falta recordar que la chorreadura del continente al extremo Sur de
nuestra América, en esos tiempos, era un verdadero infierno: Pleno proceso militar
en Argentina, Pinochet en Chile, imperio de las llamadas Medidas prontas de
seguridad en Uruguay, el general Geisel continuaba la obra de los golpistas del 64
en Brasil, el boliviano general Hugo Banzer recorría el séptimo año de dictadura y
en Paraguay reinaba el eterno Stroessner. Para considerar esa situación, ese año
23
Anthony Esler, op. cit., p. 14.
Alma Silvia Díaz Escoto, La rebelión estudiantil en el 68 latinoamericano, México, UNAM,
Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Seminario de Movimientos Estudiantiles Mexicanos,
2001, p. 123.
24
28
se organizó en la Habana, Cuba, una reunión cumbre de todas las juventudes
revolucionarias de América Latina25.
Las protestas estudiantiles en 1968, ocurrieron en la mayor parte de los
países de América Latina, algunas voces tuvieron más impacto, como es en los
casos de: Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay. Pero también hubo en
Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Santo
Domingo tenían dictaduras, civiles o militares; en contraste, Colombia, Chile,
Ecuador, Panamá, Uruguay y Venezuela tenían gobiernos democráticos; en otro
caso, Perú tuvo un golpe de estado en octubre; las circunstancias de Cuba y
Puerto Rico, sin ser una colonia, funcionaba como estado asociado de Estados
Unidos y Cuba era el único país con un sistema comunista y tenía una relación
muy estrecha con países del Pacto de Varsovia, principalmente con Rusia. De
cualquier manera, todos, sus gobiernos, excepto con algunos matices, tenían
tintes autoritarios, y todos, excepto Cuba, funcionaban con una marcada
dependencia política y militar hacia los Estados Unidos26.
25
Ernesto Jauretche, Violencia y política en los 70, No dejes que te la cuenten, Argentina,
ediciones del pensamiento nacional, 1997, p. 32.
26
Ídem, p. 124.
29
1.3.
El movimiento estudiantil en México, 1968.
1.3.1. El entorno económico, político y social
En México, como en el mundo entero, los estudiantes empezaron a politizarse
ante la realidad socioeconómica y su tránsito por las aulas universitarias surgen
las condiciones que activan la actividad política, en su búsqueda por la
transformación social.
Es muy posible que las causas que condujeron a los estudiantes a la
conciencia política hayan sido la desigualdad social, la dependencia económica y
la insustancial ideología política de esa época. Es así como el joven universitario
originó una conciencia política dentro de las aulas universitarias y crece en ellos la
inquietud por una participación política en busca de dicha transformación social.
El planteamiento de Juan Carlos Portantiero en su ensayo Estudiantes y
política en América Latina, comenta que “La lucha no es ya por la ampliación del
acceso a estudiantes a la universidad, sino contra la sociedad capitalista en crisis”.
Crisis en que se suma la universidad y esta institución no ofrece ya el ascenso
social: “La desvalorización del título es lo que está detrás de la insurrección
estudiantil contemporánea: es la función de la universidad la que está ahora en
cuestión y más allá, es la característica actual de la división social del trabajo lo
que está en cuestión […] Lo que se reclama no es una democratización de lo
existente, sino, aunque no siempre se plantee así, una transformación total de las
relaciones sociales en donde está insertada la universidad”27.
Las políticas del Estado no sólo ayudaron a despojar a la gente de sus
tierras, a extender una fuerza de trabajo de bajos salarios y controlar el
trabajo organizado, sino que también contribuyeron a la creación de un
sector de clases intermedias –en pequeños negocios y en las profesiones,
así como entre las filas de una burocracia gubernamental excesiva. México
produciendo o importando incontables bienes de consumo de lujo en vez
de aumentar la producción de necesidades básicas asequibles, satisfacía
los anhelos de movilidad ascendente de las clases intermedias en
expansión. Esto formaba parte de lo que algunos observadores llamaron la
‘americanización’ de México en el período posterior a la Segunda Guerra
27
Juan Carlos Portentiero, Estudiantes y política en América Latina, México, Siglo XXI Editores,
1978, p. 347.
30
Mundial. Los estudiantes de la clase trabajadora empleada regularmente y
de las clases intermedias se encontraron con que sus expectativas iban en
aumento, mientras que las buenas oportunidades de empleo disminuían.
[…] A medida que el milagro económico se revelaba a fines de los años
sesenta y principios de los setenta como una catástrofe económica para la
mayoría de los mexicanos, jóvenes frustrados se encaminaron a la
agitación política, incluso a las acciones guerrilleras, y los disgustados
obreros introdujeron una nueva militancia laboral en la política nacional.28
La chispa de este estallido social de amplitud nacional fue prendida no sólo
por las masas empobrecidas urbanas y rurales que empezaron a organizarse
independientemente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de los obreros
o de los campesinos, más bien con los estudiantes, que durante largo tiempo
fueron un elemento importante en la sociedad mexicana. México, como en el resto
de América Latina, comenzando en los sesentas, las esperanzas de un cambio
revolucionario despertadas por la revolución cubana estimularon entre la juventud
mexicana una nueva política de agitación por los ideales humanistas y socialistas
de Ernesto “Che” Guevara. Simultáneamente, la “teología de la liberación” surgió
entre la juventud católica mexicana, inspirada en parte por el cura guerrillero
colombiano Camilo Torres.
Algunos de los jóvenes mexicanos se veían a sí mismos como parte de una
comunidad internacional de jóvenes que marcó los movimientos de protesta de
fines de los años setenta. Los principios que defendían eran la honradez, la
libertad y el compartir, lo contrario a la hipocresía, el autoritarismo y el egoísmo
que observaban en el estado del PRI. Inspirados en la mitología nacionalista de
[José María] Morelos, [Benito] Juárez, los hermanos [Jesús, Enrique y Ricardo]
Flores Magón, [Emiliano] Zapata y Lázaro Cárdenas, los jóvenes veían que sus
líderes seguían políticas diametralmente opuestas a los ideales que decían
profesar. Los jóvenes querían rescatar esos ideales “de su ‘seguro’ entierro como
estatuas, nombres de plazas y avenidas y lemas con luz neón en las fachadas”29.
Las ideologías políticas de la rebelión estudiantil de 1968 en México
variaban desde el reformismo bastante tradicional de una rica mezcla de
28
29
James Cockcrof, La esperanza de México, México, Siglo XXI Editores, 2001, pp. 300-301.
Ídem, p. 301.
31
radicalismos flores
magonistas, zapatistas, guevaristas, marxistas y un
radicalismo católico que llamaba a una alianza obrero-campesina-estudiantil. Esto
significaba enfrentar directamente a la clase dirigente y al estado. Campesinos,
habitantes de los suburbios y obreros, todos ellos incubando viejos agravios,
empezaron también a unir sus fuerzas con los militantes estudiantiles, pidiendo la
democratización de los sectores campesino y obrero del PRI. Temerosos del
contagio de las demandas democráticas de los estudiantes, la diligencia de la
CTM [Confederación de Trabajadores de México] firmó un pacto con el gobierno
mediante el que obtenían un alza de los salarios para los miembros de la CTM a
cambio de no interferir con la represión de la huelga estudiantil. El gobierno del
presidente Díaz Ordaz deseaba realizar una acción decisiva antes de la
inauguración de los Juegos Olímpicos, este mismo deseo era compartido por la
Agencia Central de Inteligencia [CIA, por sus siglas en inglés] de Estados unidos,
que había despachado a Philip Agee y otros agentes a la ciudad de México para
ver lo que podían hacer30.
Si la acción estudiantil aparecía bastante clara cuando era orientada por los
grandes problemas de su tiempo pero en los que lo estudiantil y el conocimiento
ocupaban un lugar ‘periférico’, por decirlo así, en la nueva situación la acción
estudiantil comienza a veces permeada, y a veces rebasada por otras expresiones
de la movilización social. Su identidad como movimiento estudiantil se ve
confundida y penetrada por otras formas de revuelta cultural que son planteadas
por sectores fuera de lo estudiantil (crítica del aparato judicial y del sistema
carcelario, del sistema de salud, de la condición de la vejez, etc.), por problemas
propios de la juventud que también desbordan esa identidad ( puesta en cuestión
de la familia, del matrimonio, de la educación sexual tradicional, etc.), por luchas
sociales urbanas (contaminación, renovación urbana, vivienda, invasión del
automóvil, transportes, etc.), o por otros muchos tipos de luchas sociales
modernas como lo son, por ejemplo, los movimientos de liberación de la mujer31.
30
31
Ídem, p. 300.
Sergio Zermeño, El movimiento estudiantil del 68, México, Siglo XXI Editores, 1991, p. 21.
32
Desde el principio de la Guerra Fría32, principalmente a partir de la
revolución cubana (1959), la CIA había infiltrado elementos dentro del ministerio
más importante de México: la Secretaría de Gobernación. El presidente Díaz
Ordaz, que había sido secretario de Gobernación el sexenio anterior, en agosto de
1968 organizó una reunión secreta con su titular, Luis Echeverría (que había
recibido instrucciones previas de la CIA y que, hacia 1970, ascendería a la
Presidencia). Juntos, los dos funcionarios civiles más importantes de México
decidieron llamar al Ejército Mexicano y, violando la tradición latinoamericana de
autonomía universitaria, los soldados invadieron la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y tomaron varios miles de prisioneros (incluyendo
maestros, personal administrativo y padres de estudiantes). El CNH (Consejo
Nacional de Huelga) desapareció en la clandestinidad. Para fines de septiembre,
la Ciudad de México resplandecía con jeeps en llamas, autobuses volcados y
barricadas.
32
Por Guerra fría denominaremos el estado de tensión entre las potencias mundiales: Estados
Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) en el que cada una de las
partes adoptaban una política que tiende al reforzamiento a costa del adversario, sin llegar a las
acciones de una guerra caliente. Este conflicto abarcó un periodo aproximado de 1947 a 1991.
33
1.3.2. La lucha estudiantil y la represión del Estado
El 2 de octubre, manifestantes estudiantiles desarmados marcharon rumbo a la
zona habitacional de Tlatelolco. Cuando empezaban a llegar los ríos de
manifestantes estudiantiles, campesinos y obreros, y el mitin estaba en su clímax,
se encendió una bengala, y “al caer la bengala entran en acción los militares del
batallón Olimpia y los agentes de la federal de Seguridad y de la Judicial
Federal”33 abrieron fuego con armas automáticas. La gente corrió a refugiarse a la
iglesia de Santiago Tlatelolco para protegerse de las balas, pero se les cerraron
las puertas. Para cuando el humo se hubo disipado, aparecieron cerca de
quinientos muertos, dos mil quinientos heridos y mil quinientos detenidos en
camino hacia las cárceles. En los días siguientes los estudiantes hicieron circular
fotografías de ancianas atravesadas por bayonetas y de niños con las cabezas
voladas por los disparos. “El agente de la CIA Agee quedó muy afectado y más
adelante abandonó la Agencia, declarando que lo sucedido en la Plaza Tlatelolco
le está pasando a todo el mundo, a personas que tratan de cambiar el sistema”34.
Desde la época de Porfirio Díaz no se había producido en México una
masacre tan espantosa. México tuvo una segunda generación de presos políticos
a finales de la década cincuenta35. La proclamada estabilidad del país había
llegado a un sangriento y trágico final de la movilización. Había comenzado una
nueva crisis para el PRI.
Hasta poco antes de la matanza, el movimiento era conocido sólo
nacionalmente, pero los ojos del mundo pusieron su atención en el desarrollo del
movimiento después de los hechos sangrientos del 2 de octubre de 1968.
Teniendo como antecedente el movimiento de Francia, el de Tlatelolco, en México,
y otros movimientos que tuvieron impacto internacional, se gestaron movimientos
estudiantiles en otros estados de la República. “En 1968 reinaba un silencio
semejante en el país. De pronto estalló un movimiento dinámico, autónomo y, por
33
Sergio Aguayo Quezada, 1968, Los archivos de la violencia, México. Edit. Grijalbo, 1968, p. 36.
Philip Agee, Inside the Company: CIA diary, London, Penguin Books, 1975, p. 554.
35
En 1958 confluyeron dos movimientos sindicales que tuvieron gran repercusión social; por una
parte, el movimiento ferrocarrilero y, por la otra, el movimiento magisterial.
34
34
qué no decirlo, enloquecedor por inesperado, un movimiento para hombres puros
e intocados como [José] Revueltas, [Heberto] Castillo, Jorge y Manuel Aguilar
Mora, Roberto Escudero, Florencio López Osuna, Ignacio Osorio, Pablo Gámez,
Joel Arriaga, Eduardo de la Vega y miles de jóvenes unidos por un lazo
indisoluble: el coraje. La movilización en la calle no era de campesinos ni de
obreros. Se trataba de una marcha de leídos y de escribidos que se rebelaban.
¿Contra qué? Si los pretextos aparentes podían ser cualesquiera, en el fondo
marchaban contra la miseria del país, contra la impostura, contra la corrupción”36.
En la actualidad “decir ahora que el movimiento estudiantil del 68
representa el parte aguas de la historia reciente de México es una perogrullada, y
sin embargo así es, fundamentalmente por los sucesos del 2 de octubre, en que
se dio fin a las demandas de justicia de los estudiantes. A partir de ese día,
México fue otro país. Otro, porque se cerraron los conductos de libertad; otro;
porque se perpetuó un sistema político que todavía nos asfixia; otro, porque la
sociedad quedó herida, lacerada, con el asesinato de su juventud; otro, porque
nunca pudimos saber la verdad, el origen de las decisiones del gobierno, y
tuvimos que conformarnos con declaraciones vanas que, mientras llorábamos a
los muertos, hablaban de salvaguardar a las instituciones”37.
El 2 de octubre, al principio, parece un acto más. Ocho o diez mil
asistentes, con el ánimo suficiente que oculta el desanimo del desgaste. A las 6:10
de la tarde, desde un helicóptero se lanzan tres luces verdes de bengala. Casi de
inmediato, sin otro aviso que el ruiderio de botas, sin prevenir o intentar un
dialogo, entran a la plaza miles de soldados. Hay estupor, indecisión de segundos,
llantos, miedo, prisa por alejarse, maldiciones y acusaciones a gritos, búsqueda de
amigos y familiares. Intervienen las ametralladoras y las armas de alto poder. El
estudiante a cargo del micrófono exclama “¡no corran, no se asusten, quieren
aterrorizarnos!”.
A un fotógrafo un soldado le traspasa la mano con una bayoneta. Los
participantes del mitin están desarmados, salvo ocho o seis aventureros con
36
37
Elena Poniatowska, Fuerte es el silencio, México, Edit. Era, 1991, p. 35.
Julio Sherer García y Carlos Monsiváis, Parte de Guerra, México, Edit. Nuevo Siglo, 1999, p. 13.
35
pistolas que en Tlatelolco nada significan. Jamás se sabrá el número de muertos,
tal vez 250, quizás 350. Los policías y soldados destruyen puertas y muebles de
los departamentos, y a los detenidos del tercer piso se les desnuda, ata y golpea;
se traslada a dos mil personas de la Plaza de las Tres Culturas a las cárceles.
Luego de treinta minutos, al fin cesa el fuego. Los soldados registran a los
detenidos en un costado de la iglesia, los cadáveres colman algunos anfiteatros y
se desata la angustia de padres y madres de familia. El general Marcelino García
Barragán hace un llamado a los indignados padres de familia para hacer control
de sus hijos “no se continuara este tipo de problemas porque el ejército los
evitara”. Había también mujeres indígenas heridas con sus niños en brazos,
levantando los dedos en una V, en signo de victoria de los estudiantes. Una
enfermera, después una doctora ruegan a los periodistas escriban la verdad, todo
lo que han visto.
36
1.3.3. La impunidad ante la matanza
El día siguiente al 2 de octubre, el gobierno aclara su principio infalible de
autoridad: la garantía de la conducta impune, la censura avasalla los medios
informativos; hay intimidaciones, sobornos y amenazas, los agentes judiciales
revisan los textos en las imprentas y decomisan fotos en los periódicos y films en
los noticieros. En los círculos oficiales el alivio es palpable. Se ganó la partida a
los “guerrilleros”. El gobierno se declara invencible. Ha matado, torturado,
inventado expedientes, hasta cierto punto ha ocultado hechos a la opinión pública
doblegada por la persuasión de los ataques y los silencios de la mortandad, y no
se ve disminuido.
El 4 de octubre se establece, por si hiciera falta, la Suprema Dignidad del
Poder Legislativo “las medidas tomadas por el Ejecutivo Federal se justifican
plenamente, puesto que ante la subversión no procede la tolerancia, si no la más
firme energía”.
La noche del mismo día, Juan García Ponce, Nancy Cárdenas y Héctor
Valdés llevan a Excélsior el manifiesto de protesta de la Asamblea de
Intelectuales, Artistas y Escritores. Al salir se les detiene y envía a los separos, en
donde los judiciales los hostigan verbalmente y los maltratan, Nancy y Héctor se
portan maravillosamente, exhibiendo el desprecio a sus raptores. “Me lo imagino
verdaderamente ¿no? Estos tipos ni siquiera saben hacer preguntas. Están
jodidos… Si quieren saber lo que pienso, lean mis libros…”
El bloqueo de pasantes en Paro de los Hospitales, pregunta: ¿Hasta dónde
llegara la represión?, aclarando que en este Paro nunca se deja de presentar
atención medica; “nos sumamos a la indignación popular por este injustificable
atentado en contra del pueblo…”
Del 4 al 5 de Octubre Octavio Paz renuncia a la embajada de México,
enviando su negativa el 7 de octubre de participar en el Encuentro Mundial de
Poetas; “…Si una nación entera se avergüenza, es león que se a galopa para
saltar…”
37
El 5 de octubre, el líder de la CTM Fidel Velásquez: “atentaron a la
mexicanidad, lesivo la nación, perjudicial a la patria”. Mientras tanto la filosofía del
poder: “que griten un rato al fin que nadie los oye y nadie los lee”. El CNH reitera:
“…si al referirse a una tregua se refiere al cese de violencia por nuestra parte,
nunca hemos recurrido a ella…”
Cuando Echeverría toma el mando, se quiere reducir el 68 a la categoría de
“incidente lamentable” para ello se prosigue el linchamiento moral de las víctimas,
se oculta el número de muertos, se detiene a miles de jóvenes por el “delito” de
manifestar, se aplaude el cinismo del Poder Judicial. Y a la sociedad no responde,
se carecen de medios de difusión pues radio y televisión están vendidas, además
del miedo implantado y el hostigamiento. El método para liberar el 68 es típico de
la hipocresía de Echeverría “salen porque son inocentes, pero a la cárcel fueron
por su culpabilidad”.
El 12 de octubre de inauguran los Juegos Olímpicos, jóvenes gritando
¡México, México!, luego se sabrá que el mismo comité Olímpico mantuvo el
espionaje sobre los líderes de la CNH. Lo importante no es ganar sino investigar.
Barros Sierra, llama indignado al regreso a clases, por la represión a
estudiantes, invita a los miembros de su comunidad continúen con su lucha cívica
independiente de la institución, sin lesionarla. Y por supuesto la lucha continua “no
abandonaremos a maestros ni estudiantes que han perdido su libertad”.
La clandestinidad de los miembros de la CNH es una figura de fantasía,
demasiados conocen su paradero, algunos salen del país, los que se quedan se
concentran en defensa de los presos políticos, o se pierden en asambleas sin
rumbo pero con exceso de jueces.
El acoso de los intelectuales, académicos y periodistas es inmisericorde
entre ellos; Eduardo del Río, Rius, critico frontal de Gustavo Díaz Ordaz; José
Revueltas a quien se le atribuye la “autoría intelectual” del movimiento.
En 1968 y los años siguientes no se estudian los expedientes “no vale la
pena”, se dice al señalar la impotencia ciudadana; esto es un error
desproporcionado. Todavía en 1998 continua la batalla por definir los contenidos
38
del 68, por un lado el PRI, negando la autocrítica, se oculta al PRI del 68 con sus
gobernadores, senadores y diputados. Todavía en pleno año en transcurso se
impone la sentencia anti climática: “los únicos culpables son las víctimas”. Los
priistas lanzan sus prestigios como escudos resplandecientes que sostienen la
versión diazordacista de los hechos por la sencilla razón de que si conceden algo,
podrían conceder todo lo demás.
Hasta el 2001 las fotografías del 68 salen a la luz, el seminario Proceso
publica un excelente artículo, 24 de las 35 fotos se proporcionan de forma
anónima, se ve fotos de estudiantes cuyo delito fue pertenecer al CNH, muchos de
los estudiantes en las fotos son identificados, con la impotencia que me atribuyo,
con huellas de tortura y jirones de ropa, concentrando su mirada en el dolor, ¡que
lastima! De haberse publicado esas fotos el 3 de octubre, habrían ridiculizado el
discurso de perpetua blancura del PRI.
En ocasiones, la vida y la libertad del presente vigorizan o deben vigorizar
las pálidas sombras de la memoria. En ese sentido, hace falta la acción primordial;
el registro justo del Movimiento Estudiantil en los libros de texto, no como
alusiones vagas o desdibujadas de hoy, sino como fenómeno decisivo que fue y
sigue siendo. No tiene sentido excluir lo que, según consenso, es el fenómeno
más significativo del país de la segunda mitad del siglo XX38.
38
Carlos Monsiváis, op cit., pp. 18-59.
39
CAPÍTULO II.- LA IDENTIDAD DE LA LUCHA ESTUDIANTIL EN
SINALOA.
2.1.
Las diferentes posturas ideológicas en el interior de la Universidad
Autónoma de Sinaloa
En Sinaloa, las protestas estudiantiles se caracterizaron por la lucha hacia una
transformación social, influyendo en éstas la pobreza extrema de su población, la
aparición de guerrillas en América Latina, la influencia del marxismo y del triunfo
de la revolución cubana. Con el desarrollo del capitalismo, la Universidad
Autónoma de Sinaloa (UAS) entró en crisis, impulsando así las protestas
estudiantiles, cuestionando la función formadora de trabajadores en favor de la
reproducción de la sociedad capitalista39. El aumento matricular trajo como
consecuencia que las profesiones se desvalorizaran disminuyendo así el ingreso
en las diferentes fuentes de trabajo de los egresados, por lo tanto su ascenso
social se volvía más difícil.
En la UAS había una representación de parte de los estudiantes: la
Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa (FEUS), cuya misión “ha sido
muy importante, pues todos los compañeros reconocen en la organización el
cuerpo dirigente y con capacidad para coordinar una lucha y conducirla a la
victoria. La FEUS es una organización arraigada gracias a la claridad de las
fuerzas democráticas de la Universidad que han puesto mucho empeño en
fortalecer la organización de los estudiantes”40.
Sin embargo, la FEUS no siempre ha sido lo que hoy conocemos. Hasta
1966 no había sido otra cosa más que una comisión encargada de las actividades
lúdicas escolares. “En 1967 se cambia el comité de la FEUS compitiendo Jesús
Michel Jacobo y el compañero Fausto Bargueño. La mayoría se decide algunas
39
Al respecto surge la tesis de la “Universidad-Fábrica”, documento elaborado a fines de julio de
1972, como resultado de las discusiones acaloradas entre diversos grupos armados (la redacción
final estuvo a cargo de Ignacio Olivares Torres, del grupo ‘Los Procesos’ y de Pedro Orozco
Guzmán, de la ‘FER’ [Federación de Estudiantes Revolucionarios]), en el que delegaba un carácter
proletario a los estudiantes anteponiendo su participación al servicio de la revolución, y no al
servicio de los intereses burgueses.
40
Liberato Terán Olguín, Sinaloa: estudiantes en lucha, México, Edit. UAS, 1982, p. 31
40
discrepancias entre los alumnos, mencionando por Michel, ejemplo: “Los
Espartacos” [grupo marxista-leninista formado en sus inicios por estudiantes de la
UNAM y del Politécnico Nacional que partían de la premisa ‘la libertad por el
conocimiento científico’], “Los Pescados” [grupo conformados por simpatizantes o
miembros activos del Partido Comunista Mexicano], “Los Iskras” [grupo que
comulgaba con los principios de los mencheviques rusos], entre otros”41.
A partir de entonces la FEUS se eleva su nivel de participación. 1967 es un
año muy importante pues en él se ensayan y se preparan muchas de las acciones
y los cuadros que en 1968 serian determinantes. En septiembre de ese año se
realiza en Culiacán el I Consejo Nacional de la CNED donde se toman acuerdos
tan importantes como el de la realización de la Marcha de Estudiantes por la Ruta
de la Libertad, el hecho que se reunieran en Culiacán un sinnúmero de
delegaciones estudiantiles de todo el país, despierta un gran interés y provoca la
participación masiva y entusiasta de los estudiantes, incluso participó el rector
Monjaraz Buelna. Es un impulso a la lucha local, pues los compañeros estudiantes
se sienten parte del movimiento nacional y esto estimula sobremanera su
participación.
Después se fue ligando a los sectores populares; por ejemplo, en 1967
ayudó a cientos de solicitantes a fundar colonias populares. En 1969 fundó el
Frente de Defensa Popular.
También “Por obra de la FEUS en 1968 se creó la Casa del Estudiante
Universitario ‘Rafael Buelna’; era presidente de la organización [Jesús] Michel
[Jacobo] y fue nombrado director Rodolfo Rodríguez Meléndrez. Desde 1966 a
iniciativa de Terrazas, presidente de la FEUS, se empezaron a vender bonos para
la fundación de la casa y esa fue nuestra institución popular, lo que llamaríamos
nuestra primera zona liberada”42.
Después de todos los problemas del 68 y parte de 69, en septiembre, nos
planteamos una discusión a nivel de todo el movimiento estudiantil a fin de
41
42
Ídem. p. 32
Liberato Terán Olguín, op. cit. p. 33.
41
examinar el papel que había jugado la FEUS desde 1966 y para buscar la mejor
estructura que ésta debe tener. La corriente que más impulsa este proceso es la
de la Juventud Comunista y la encabeza el compañero Arturo Guevara Niebla.
Un grupo más toma parte de los debates. El llamado Frente Estudiantil
Revolucionario (FER) que nada tiene que ver con el que luego surgiría en
Guadalajara. Estos compañeros eran un grupo maoísta del más enfermizo
verbalismo. Para ellos todo lo que pasaba en la UAS no era más que la
manifestación del oportunismo, que la lucha universitaria no tenía caso para nada,
que era pleito entre la burguesía; y ellos mismos se margina del movimiento. El
FER terminaría como un grupo de claudicantes que incluso entregaron a Armienta
el acuerdo a través del cual un de las preparatorias populares fue desincorporada
43
de la UAS: la Popular Nocturna .
En 1970, la FEUS promovió la huelga que estalló de febrero a noviembre en
contra de la imposición del rector Armienta Calderón y en demanda de mayor
presupuesto. La rectoría acusó que dicha revuelta estaba dirigida por “agitadores
profesionales” y por activistas del Partido Comunista Mexicano (PCM).
En la lucha al interior de la Universidad, el Estado asumió una actitud de
apoyo
hacia el rector impuesto por el mismo, iniciando así una avanzada
represiva en contra de los estudiantes que buscaban una forma de elegir rectores
a través de un proceso democrático, ante esto las agresiones no se hicieron
esperar y ante cualquier movilización de las masas estudiantiles el estado enviaba
a sus policías represores.
43
Ídem, p. 39.
42
2.2. La radicalización del movimiento estudiantil
Como mencionamos al final del Capítulo anterior, en Sinaloa el movimiento
estudiantil se movilizó, apoyando el movimiento de 1968 pero con características
propias de la localidad. Este movimiento germinó al interior de la Universidad
Autónoma de Sinaloa. Durante esta época en la UAS –al igual que el resto de las
instituciones de la educación superior del país–, existía una crisis académica,
factor que hizo posible la aparición de grupos estudiantiles y, el gobernador
Alfredo Valdés Montoya, en respuesta, impuso una Ley Orgánica y un rector:
Gonzalo Armienta Calderón.
Ante esto, los estudiantes manifestaron su total rechazo. Basta mencionar
que el día que Armienta tomaría su cargo la Universidad, ésta estaba tomada por
miembros del FEUS, por lo que la toma de su cargo se tuvo que hacer en otro
lugar. En esta fecha tiene lugar un primer enfrentamiento entre judiciales y
estudiantes. Un grupo de estudiantes, apoyando al nuevo rector, hostigaron a los
estudiantes que manifestaban su oposición, culminando con un enfrentamiento en
el cual participó la Policía Judicial del Estado, hecho que desencadenó que los
estudiantes empezaran a manifestarse en contra de las actitudes policiacas.
Para junio de 1970 las organizaciones estudiantiles prácticamente se
diferenciaban en parecieron dos principales: una avalada por el Consejo
Estudiantil (contra el rector impuesto) y la otra encabezada por estudiantes
apoyando a Armienta. Nació así un movimiento unificador encabezado por la
FEUS en contra del rector, realizándose una serie de manifestaciones públicas; en
tal sentido, se produjeron enfrentamientos con grupos de porros44 armientistas; el
rector respondió ante esto con la expulsión de estudiantes acusándolos de
desprestigiar a la Universidad, entorpecer sus labores docentes y administrativas,
además de atentar contra los principios de autoridad.
44
En México, entendemos por grupo de ‘Porros’ a los miembros de una organización de corte
fascista que persigue distintos intereses particulares, ya sean éstos políticos o económicos,
basados en la violencia organizada, en el asilarse en instituciones estudiantiles y en el fungir como
grupo de choque mercenario. Tales organizaciones se caracterizan por obstaculizar la vida
estudiantil mediante actos de vandalismo, asaltos, coerción económica y golpizas sistemáticas a
cambio de beneficios económicos, prestándose como grupos de choque que desprestigian las
instituciones de educación media superior.
43
Ante la torpeza política para enfrentar los problemas estudiantiles, Armienta
Calderón perdió el control de la Universidad, mientras el movimiento estudiantil
aglutinaba a la mayoría de los universitarios; en ese conflicto que era meramente
universitario, el estado actuó reprimiendo de una manera abierta, de la misma
forma en que fueron reprimidos los estudiantes de la ciudad de México en 1968,
los grupos paramilitares actuaron en diferentes actos represivos.
Por otra parte, los estudiantes mostraron su solidaridad con las luchas
campesinas en los años de 1971 y 1972, participando en invasiones de tierra,
jugando de esta manera un gran papel en el desarrollo por la transformación
social, dando como resultado que la base estudiantil fuera una de los principales
afluentes del izquierdismo, teniendo éste fuertes raíces en la UAS.
En enero de 1972, se celebró en Culiacán el Encuentro Nacional de
Estudiantes, donde se acordó realizar una jornada de solidaridad con Sinaloa. A
partir de entonces, la mayoría de las movilizaciones agrícolas fueron apoyadas por
los estudiantes universitarios.
Los trabajadores asalariados del campo en el Noroeste de México, en el
periodo 1970-1995, forman parte de la clase obrera rural y ésta ocupa un lugar
preponderante con relación a la burguesía rural y el campesino, en el conjunto de
la estructura social agraria. Los trabajadores agrícolas asalariados del Noroeste de
México, en el período de 1970-1995, se dividen en diversas fracciones de la clase
obrera rural y campesina e inclusive forman parte de los diferentes segmentos de
carácter no clasista, específicamente indígena45.
El Estado, al ver la fuerza del movimiento universitario, decidió intervenir
enfrentándose a los estudiantes haciendo uso de gases lacrimógenos y armas, la
participación de los represores del estado, actuaban de una manera abierta a
plena luz del día sin importarles la opinión de la ciudadanía, prácticamente utilizan
las mismas estrategias represivas que se utilizaron en la matanza de Tlatelolco, tal
fue su cerrazón ante este problema, que se ciegan de poder y de impunidad,
45
Florencio Posadas Segura, Movimientos Sociales de los Trabajadores Agrícolas Asalariados en
el Noroeste de México, México, Edit. UAS, 2005, p. 17.
44
cometiendo un acto equivocado al ser culpable directo de la muerte de dos
estudiantes: María Isabel Landeros y Juan de Dios Quiñones Domínguez, el 7 de
abril de 1972; pues la represión de los diferentes cuerpos policiales; judiciales,
municipales y granaderos acataron órdenes del gobernador de terminar el conflicto
universitario a costa de lo que fuera; persecuciones, aprehensiones, y asesinatos
de estudiantes. Ante este acontecimiento, el rector se vio obligado a renunciar por
presiones gubernamentales. Finalmente se aprobó la Ley Orgánica de la UAS.
Fueron dos años perdidos para la causa de una nueva universidad,
consumidos en el enfrentamiento del enorme conjunto de la universidad
contra un partido, el PRI, y los gobiernos estatal y federal46.
En el interior de la FEUS surgió una ruptura, entre las corrientes políticas
estudiantiles que la integraban: una encabezada por la administración del futuro
rector: Marco César García Salcido, denominados “Los Chemones” (grupo ‘José
María Morelos y Pavón’, tropa de choque que sirvieron como instrumento de
represión y amedrentación para el grupo de los jóvenes politizados del grupo
contrario); el otro grupo estaba marcado por un radicalismo ideológico y político
que posteriormente fueron denominados “Los Enfermos”, debido a su Manifiesto
lanzado el 7 de abril en el que describían su organización y los motivos por los
cuales optaron por dicha radicalización. El manifiesto concluía con un lema que a
partir de entonces los identificó: “Estamos enfermos del virus rojo de la
revolución”47.
Los “Enfermos” nacieron en la casa del Estudiante “Rafael Buelna Tenorio”,
conocida por los estudiantes como Casa del Estudiante ‘Che Guevara’, en
Culiacán. Este lugar contaba con una larga trayectoria de movilización popular.
Desde diciembre de 1969, sus 190 habitantes48 realizaron huelgas de hambre y
distribuyeron propaganda por la liberación de presos políticos de la cárcel
46
Liberato Terán Olguín, “El movimiento universitario de la UAS: una utopía interrumpida”, México,
Suplemento Universitario Campus Milenio, Núm. 231, julio de 2007, Véase en:
http:campusmilenio.com.mx
47
El Diario de Culiacán, 9 de abril de 1972, Véase en Sergio Arturo Sánchez Parra, La guerrilla y la
lucha social en Sinaloa: 1972-1974, Culiacán, Tesis de Maestría en Historia, Facultad de Historia,
UAS, 2000, p. 95.
48
Archivo General de la Nación (AGN), Exp. 100-23-1-70, L-11, H-311.
45
preventiva de la Ciudad de México49, además de recabar50 y luchar por obtener
mayores subsidios para alimentación y educación51.
49
AGN, DFS 100-23-1-69/ L11/ F-194; Véase también los expedientes: DFS 100-23-1-70/ L11/ F259; DFS 100-23-1-70/ L11/ F-266.
50
AGN, DFS, 100-23-1-70/ L12/ F-184.
51
AGN, DFS, 100-23-1-70/ L12/ F-49; Exp.. 100-23-1-70, L-12, H-11; Exp. 100-23-1-70, L-12, H49.
46
2.2.1. Unidad y lucha de contrarios
Aunque existían diversos grupos estudiantiles con sus intereses y características
particulares en el seno de la Universidad52, los grupos antagónicos que
protagonizaron los principales enfrentamientos fueron “Los Chemones” versus
“Los Enfermos”.
Frente a las prácticas y postulados políticos de “Los Enfermos”, el nuevo
rector, apoyado también por el PCM y sus grupos estudiantiles, en julio de 1972
expulsa masivamente a los maestros “enfermos” o simpatizantes de esa corriente
política, generando con esto un clima de enfrentamientos permanentes.
Las actividades de “Los Enfermos” se enmarcaron en una lucha abierta en
contra del Estado; vinculados con la lucha popular, cuestionaban la actividad y
función de la universidad en la sociedad capitalista. Surge así la tesis UniversidadFábrica.
La sociedad sinaloense estaba en crisis, cuya mayor manifestación se dio
tanto en el campo y la ciudad; existía una marcada explotación de los jornaleros
agrícolas, pues la tierra estaba acumulada en unas cuantas manos; por otro lado,
la crisis urbana hacía acto de presencia ante un panorama de hambre y miseria,
se aunaba también el problema de la vivienda, la falta de servicios públicos y
grandes problemas de salud dadas las condiciones infrahumanas en que vivía una
gran parte de la población. Esta problemática trajo por consecuencia una gran
preocupación por parte de los jefes de familia al ver que su gasto familiar no
alcanzaba ni para lo más indispensable que consistía en garantizar la
alimentación, arrojando como efecto casos de grave desnutrición y nulas
posibilidades de tener acceso a la educación. Lógicamente esto conllevó a crear
climas de posibles conflictos sociales, ante la desigualdad que prevalecía. Esto
aunado a la miseria que existía en el ámbito rural hizo posible la incursión de los
movimientos sociales estudiantiles en el campo.
52
Ya hicimos referencia a grupos como “Los Espartacos”, “Los Pescados” (convertidos ahora en
las Juventudes Comunistas).
47
Sinaloa es un estado básicamente agrícola; la tierra y el agua son sus
recursos naturales predominantes y el grueso de la población productiva sustenta
su acción en la apropiación y transformación de tales recursos. Esto explica la
relevancia agrícola sinaloense, tanto en o que se refiere a la magnitud del
producto y de la base indispensable del desarrollo alcanzado por otras actividades
económicas que, en la unión de ella, conforman el aparato productivo estatal.
Pero la distribución de los recursos agrícolas no es equitativa, ni genera,
por tanto, un reparto tal de los ingresos que tienda a mejorar las condiciones
materiales de sus productores directos. La mayor parte del territorio sinaloense ha
sido repartido al sector ejidal; pero el grueso de tales tierras son de mala calidad o
inservibles para uso agrícola. Es innegable que de las tierras de riego del sistema
ejidal dispone de un poco más de la mitad; pero su distribución se hace sobre
criterios diferentes con respecto a la propiedad privada, saliendo con ello
beneficiada esta última53.
El grupo de “Los Enfermos” pretendieron en muchos de los casos ser
quienes encabezaran movimientos en contra del sistema. Ante tal situación, la
intervención del Estado se hizo más evidente, puesto que llegó a la introducción
de las corporaciones policiales en las aulas universitarias; fue de esta forma como
el grupo de estudiantes llamados “enfermos” decidió radicalizarse para luego
inclinarse con su participación clandestina, conformando luego el movimiento
guerrillero con más auge en el Noroeste mexicano: la Liga Comunista 23 de
Septiembre.
Así pues, levantamos el campamento la madrugada del 23 de septiembre,
enfilando hacia la ciudad. Tratamos de cortar las comunicaciones destruyendo
cables telegráficos, telefónicos, etc. Esto no nos fue posible debido a que no
llevábamos el equipo necesario, además el tiempo se venía encima. Continuamos
la marcha y ya en las cercanías del cuartel nos dividimos en tres grupos conforme
al plan de ataque, yéndose un compañero con el camión hacia el centro de la
ciudad. El profesor Valdivia y yo, teníamos la consigna de someter al velador de la
53
Rubén Burgos, Movimientos sociales en el Noroeste de México, México, IIES-UAS, 1985, p. 45.
48
casa redonda (taller de ferrocarril), sin embargo, éste no se encontraba, lo cual
nos pareció sospechoso.
Nosotros seguíamos disparando <cuando> en esos momentos se oyó la
voz de retirada que consistía en la palabra “águila” y sólo podía darla el mando de
la guerrilla. Yo al oír la voz, se lo hice saber a los demás compañeros que se
encontraban cerca de mí y que eran el profesor Valdivia, Lupito, Scowel y Óscar
Sandoval.
Sin embargo, dada la intensidad del fuego, los compañeros no lo oyeron
diciéndome que tal vez se trataba de un grito de agonía de algún soldado. Yo
había oído muy claramente la voz de retirada, no obstante mi obligación era
quedarme mientras los demás compañeros no se retiraran. Mientras tanto el
combate continuaba. En un momento en que nos cubrimos para cargar nuestras
armas, el enemigo, en una acción suicida, se lanzó al asalto de nuestra posición
de tiro, que repito, consistía en el atrincheramiento detrás de una barda. Ante esto
decidimos retirarnos de nuestra posición, retrocediendo hasta la otra barda. Esto
lo logramos el profesor Valdivia, Lupito y yo; el compañero Óscar Sandoval ya
había muerto. No supe si fue en el asalto a nuestra posición o a la entrada por
nuestro flanco de los refuerzos militares que llegaron en un camión. Al llegar al
otro extremo de la barda, hacia nuestras espaldas, vimos unas siluetas que no
alcanzamos a distinguir, no obstante que ya empezaba a clarear; en eso
estábamos, cuando el profesor Valdivia se dispuso a encender una granada. Las
siluetas, que eran de soldados enemigos, abrieron fuego sobre la pequeña luz del
cigarro con que el profesor Valdivia pretendía encender la mecha. Las balas
enemigas dieron en el blanco matando al profesor e hiriéndome a mí. El profesor
ya en agonía me habló por mi verdadero nombre y estas fueron sus últimas
palabras; “ya me dieron compañero”54.
54
David Cilia Olmos, El asalto al cuartel Madera, testimonio de un sobreviviente, México, Yaxkin,
2002, pp. 78-80.
49
(23 de septiembre de 1965. Madera, sierra de Chihuahua).
–Con el primer disparo –le ordenó Arturo Gámiz–, haz blanco en el foco.
Será la señal para que ataquemos.
Ramón Mendoza miró la primera barraca del cuartel. Del marco de la
puerta pendía un foco encendido.
–Y que nadie salga vivo de aquella trinchera.
Arturo comprobó la hora: cinco cuarenta de la mañana. La oscuridad era
muy densa aún. Ramón Mendoza se situó en su puesto. Salomón Gaytán y
Arturo Gámiz avanzaron por el terraplén hacia una especie de muro que se
elevaba ligeramente junto a la vía del ferrocarril. Ramón apuntó hacia el
foco; mientras cubría la mira con el grano del revólver sintió que estaba a
muy corta distancia. Se volvió a mirar hacia atrás; por un momento vio el
quieto brillo de las aguas en la laguna. Revisó la puerta de salida y la
trinchera que debía mantener bajo control. Volvió a apuntar y disparó. El
foco estalló y como un eco del tiro comenzó a escuchar detonaciones
provenientes de los sitios donde sus compañeros se habían apostado para
atacar las barracas del cuartel. Cuatro en la Casa Redonda: Florencio Lugo
y Lupito Escóbel, Martínez Valdivia y Óscar Sandoval; cuatro entre la
iglesia y la escuela: Pablo Gómez, Arturo Escóbel, Miguel Quiñones y
Emilio Gámiz. Paco Órnelas solo, por la casa de Pacheco. Y tres ahí en el
terraplén de la vía del ferrocarril. Escuchó los primeros estallidos de
granadas y bombillos de dinamita que arrojaron Arturo Gámiz y Salomón
Gaytán. Le sorprendió sentir un súbito silencio en las dos barracas del
cuartel, como si se hubiera detenido el tiempo y los tiros tardaran en ser
reconocidos. Enfundó el revólver y preparó el fusil. Vio aparecer una
sombra en la zanja: el primer soldado.55
[…]
El comandante Tiburcio Garza Zamora entró en las oficinas de la zona
militar.
–Diga –ordenó el coronel García Abauza.
–Es poco lo que tenemos.
–Diga, quiero escucharlo.
–A las 5:45 horas dos docenas de soldados desarmados salieron del
cuartel general; en las manos llevaban los utensilios para recibir el
“rancho”.
–Dos pelotones, a las 5:45.
–Así es, mi general. A las 5:50 horas oyeron las primeras detonaciones.
Los soldados que permanecían en la barraca principal, en los dormitorios,
empezaron a contestar el fuego que provenía detrás puntos diferentes. La
gavilla se parapetó en una escuela, en una iglesia y tras los terraplenes de
la ferrovía, en semicírculo. A esa hora la oscuridad era absoluta y los
soldados sólo disparaban sobre los lugares donde veían los fogonazos.
Cuando pudieron organizarse, avanzaron primero sobre los atacantes que
estaban apostados en la escuela y en la iglesia; después de abatirlos,
procedieron a defenderse de los demás. A las siete y media de la mañana
dejaron de disparar los gavilleros.
El coronel extendió varios papeles, tenso.
–Primero nos indicaron que habían atacado al Batallón con rifles de alto
poder, granadas, bombas molotov y bombillos de dinamita. Ahora nos
55
Carlos Montemayor, Las armas del alba, México, Joaquín Mortiz, 2003, pp. 9-10.
50
informan que quizá fueron catorce asaltantes. Ocho de ellos están muertos
y seis lograron huir a la sierra, aunque dos gravemente heridos.
–Deme los nombres.
–Aún no los identifican, general.
–¿Estaba Arturo Gámiz con ellos?
–Suponemos que sí. Hay un fotógrafo que trata de reconocer algunos
cadáveres.
–¿Un fotógrafo?
–Lo envió el gobernador.
–¿Están idiotas? ¿El gobernador?
–Va a transportar en su avioneta a dos sargentos gravemente heridos.
–¿Tiene algo más?
–Sí, general. A las 7:30 horas acabaron con los asaltantes. Los prófugos
huyeron rumbo a Cebadilla de Dolores, le repito. Tras ellos fueron varios
pelotones del mismo primer batallón de infantería. Informan que la gavilla
utilizó dos rifles de 7 milímetros, tres 30.06, dos máuseres, una escopeta y
dos rifles calibre 22; granadas, que hace meses habían quitado a un
pelotón que asaltaron en la sierra; cartuchos de dinamita en tubos de fierro
de dos pulgadas y bombas molotov. Se encontraron cerca de la escuela,
escondidos entre los matorrales, varios tanques de gasolina. Creen que los
asaltantes planeaban incendiar las barracas del cuartel, porque son de una
madera vieja, que hubiera ardido fácilmente.
–¿Una escopeta, dijo? ¿De postas?
–No estoy seguro, mi general.
–Debe recargarse después de cada disparo, ¿verdad?
–Pienso que sí, mi general. Pero ignoro si es de postas o de un solo
proyectil.
–¿Con estas armas querían tomar una guarnición con ciento veinte
soldados?
–Así parece, general.
–¿Estaban locos? ¿Les urgía morir?56
56
Carlos Montemayor, op. cit., pp. 9-26
51
CAPITULO III.- INICIOS DEL MOVIMIENTO ARMADO
3.1. La etapa de transición del movimiento estudiantil al movimiento
armado
Algunos estudiosos de los movimientos sociales, como Charles Tilly, denominan a
los métodos y formas de lucha como repertorios. El vocablo tiene sus ventajas, ya
que da a entender que se trata de habilidades o recursos que los movimientos
sociales pero también los individuos y los colectivos, tienen a mano a la hora de
enfrentar un desafío57. Estas capacidades incluyen tanto aspectos sociales como
culturales, pero la gama de recursos que tiene un movimiento social son siempre
menos y más limitadas de lo que suponemos. Y, sobre todo, cambian a un ritmo
glacial, el mismo ritmo lento que tienen los cambios culturales.
Cuando un cambio social está bloqueado por la represión o la falta de
libertades, suelen aparecer formas de acción colectivas que aprovechan los
espacios simbólicos o aquellos que el sistema no considera peligrosos, cuando la
represión es prolongada, sucederá que el discurso oculto y los espacios en los
que se practica crezcan de forma considerable.
Debido a las concesiones retóricas inherentes al autorretrato, ese discurso
ofrece un terreno sorprendentemente amplio para los conflictos políticos que
recurren a esas concesiones y que aprovechan el espacio que toda ideología deja
a la interpretación.
Una segunda forma de lenguaje político, completamente diferente al
anterior, es el discurso oculto. En éste, fuera del escenario, donde los
subordinados se reúnen lejos de la mirada intimidante del poder, es posible el
surgimiento de una cultura política claramente disidente.
57
Charles Tilly, The contentious French, Four Centuries of Popular Struggle, Cambrigdge, Harvard
University Press, 1986, pp. 380-404.
52
Se trata de una política del disfraz y del anonimato que se ejerce
públicamente, pero que está hecha para contener un doble significado o para
proteger la identidad de los actores58.
En octubre de 1972, apareció un manifiesto al estudiantado universitario, lo
que fue una especie de carta de presentación y declaración de los principios de
los “enfermos”, firmado por la coordinadora de la FEUS;
las diferentes
corporaciones policiacas agudizaron las persecuciones y agresiones hacia los
estudiantes lo que provocó una serie de detenciones y en algunas ocasiones
surgían enfrentamientos, en los que algunos estudiantes arrojaban bombas
molotov a los policías59.
El número de estudiantes detenidos aumentaba vertiginosamente, lo que
provocaba una
mayor inconformidad hacia los representantes del estado, se
tomaron medidas para evitar que esta inconformidad aumentara y con ello la rabia
de los jóvenes, ante esto, el procurador del estado de Sinaloa Ignacio Cota Rivera,
dio instrucciones para que cesaran las aprehensiones a los estudiantes60.
A partir de entonces se involucraron en movimientos diversos como: el
conflicto camionero, invasiones a predios para la urbanización, (había una gran
emigración de trabajadores del campo a la ciudad), conflictos de jornaleros
agrícolas, etc., al sentirse apoyados por diferentes agrupaciones, exigían una serie
de peticiones de carácter social.
Una de las formas de manifestar sus inconformidades era respondiendo las
diferentes formas de intervención del estado, ante las pretensiones de descabezar
los movimientos estudiantiles inicia una expedición punitiva, de hostigamiento,
hasta alcanzar una guerra de exterminio, ante tal situación, la Universidad
Autónoma de Sinaloa fue prácticamente tomada por los estudiantes, que
respondieron ante la incursión de cuerpos policiacos en el recinto universitario, se
dio una confrontación entre elementos del estado y estudiantes, arrojando piedras,
58
James C. Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, México, Ediciones ERA, 2004, pp. 2627.
59
AGN, DFS 72/07/22 IPS. Caja 2536. Folio 0010689-0010691. Estado de Sinaloa.
60
AGN, DFS 72/07/23 IPS. Caja 2536. Folio 0007934-0007935. Estado de Sinaloa.
53
objetos como botellas, palos, etc., también se arrojaron algunas bombas caseras
que les llamaban bombas molotov, ocasionando este tipo de acciones que se
giraran órdenes de aprehensión a algunos estudiantes por su participación en
diferentes manifestaciones61.
Ante la represión gubernamental contra los conflictos, el llamado grupo de
los “enfermos” no vieron otra salida que la de la clandestinidad, razón por la cual
algunos dirigentes formales, se separaron de las masas y se integraron a la lucha
armada, ofensiva, clandestina, de resistencia; es por eso que este grupo de
estudiantes dejaron de participar de manera abierta; y con ello se hizo
responsable a éstos de todos delitos que los estudiantes de diferentes
agrupaciones hicieron, desviando la atención hacia éstos.
Existían labores dentro del movimiento con gran tendencia hacia los
trabajadores del medio rural, los cuales en su mayoría eran inmigrantes a este
estado, el cual es eminentemente agrícola.
Posadas Segura, en su investigación sobre movimientos sociales agrícolas
nos señala: Sintetizando, el noroeste mexicano como el territorio con el más alto
nivel de desarrollo agrícola capitalista, no solamente ha concentrado los más
elevados porcentajes de obreros rurales con respecto a su población
económicamente activa en el campo durante el periodo de 1970-1990, sino que
también constituyó, desde un principio, el polo de atracción más importante de
asalariados agrícolas migratorios, en números absolutos, procedentes de los
propios estados del noroeste y otras entidades de la República Mexicana.
En medio de un largo proceso histórico de transición que parecería no tener
término, los asalariados agrícolas, auténticos productores directos de la agricultura
moderna se encuentran subordinados a la racionalidad del sistema capitalista
dominante, pero influyendo activamente sobre las estructuras económicas
políticas y sociales y el propio proceso de su formación y consolidación como
grupo social.
61
AGN, DFS 72/10/19 IPS- Caja 2560. Folio 0010697-0010700- Estado de Sinaloa,
54
Los sujetos y actores sociales que se oponen a través de su organización y
movimientos sociales recurrentes a aceptar pasivamente la prolongación de la
jornada de trabajo, la reducción del salario, las restricciones al derecho de
asociación, o los derechos y cultura indígenas, los que se resisten con sus
rebeliones persistentes a perder su parcela y desaparecer como grupo social,
obligando a su reproducción así sea en escala cada vez menor, ciertamente,
constituyen sus propias historias62.
Debido al desarrollo del movimiento, el llamado grupo de los enfermos,
decidió unirse al movimiento guerrillero llamado “Liga Comunista 23 de
Septiembre”, manifestándose a partir de este acontecimiento una intolerancia
hacia otras agrupaciones estudiantiles.
La llamada Liga Comunista 23 de Septiembre, nace el 15 de marzo de
1973, se fusionaron algunas agrupaciones con similitudes políticas y militares,
donde se constituyó una Coordinadora Nacional Guerrillera, en el domicilio de
calle 36, número 689, en la ciudad de Guadalajara, se buscaba una estrategia
común de una lucha armada, uno de los objetivos principales era el de actuar
como una sola agrupación guerrillera, además de actuar en la clandestinidad
absoluta, en dicha reunión asistieron representantes de diferentes grupos
organizados.
A la casa llegaron representantes de los Comandos Armados Lacandones,
de Chihuahua y de Durango, que encabezaba David Jiménez Sarmiento; Los
Guajiros, que tenían entre sus filas a Leopoldo Angulo Luquen, El General, y
surgieron en 1971 en el Distrito Federal, con ramificaciones en otras entidades, y
el sector radical de la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa
(FEUS), cuyos miembros fueron conocidos como Los Enfermos.
Otros grupos fueron el MAR-23, una alianza entre quienes participaron el 23
de septiembre de 1965 en el asalto al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, y lo
que restaba del Movimiento Acción Revolucionaria (MAR), liderados por Manuel
Gámez Rascón; Los Macías, que provenían de Tamaulipas y Monterrey, entre
62
Florencio Posadas Segura, op cit., pp.151-152.
55
ellos Elías Orozco Salazar y Los Procesos, también de Monterrey, que se
convirtieron en teóricos de la Liga Comunista, entre los que destacaba Ignacio
Salas Obregón, Ramón. El anfitrión era el Frente Estudiantil Revolucionario (FER),
agrupación juvenil que intentó “democratizar” la Universidad de Guadalajara (U de
G) y terminó por enfrentarse, primero a golpes y luego a balazos, con la
Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), que controlaba la institución
educativa. Tras la persecución policiaca y militar a que fue sometido, el FER
decidió incorporarse a la lucha armada contra el régimen del PRI. Por parte del
FER asistieron a la reunión tres representantes: José Ignacio Olivares Torres,
quién provenía de Nuevo León, del grupo de Los procesos, pero que fue enviado a
Guadalajara para coordinarse con el FER; Pedro Orozco Guzmán, Camilo,
estudiante de la Escuela de Agronomía de la U. de G, y Alberto Ramírez Flores,
Emilio, quien pertenecía a la Liga Comunista Espartaco y estudiaba en la Facultad
de Ciencias Químicas de la Universidad de Guadalajara63.
Se hicieron discusiones de algunos documentos escritos como el de “Las
cuestiones fundamentales del movimiento revolucionario”, de Ignacio Salas
Obregón, “El proceso revolucionario”, de Raúl Ramos Zavala.
Raúl Ramos Zavala, originario de Torreón, Coahuila, fue miembro de las
Juventudes Comunistas desde su época de preparatoriano, luego se trasladó a
México a estudiar en la Facultad de Economía de la UNAM, donde posteriormente
fue catedrático, mantuvo una postura crítica ante los planteamientos de los
llamados teóricos del viejo Partido Comunista Mexicano, él junto a otros jóvenes
deseosos de un cambio revolucionario, resolvieron mantener los vínculos
orgánicos, dando como resultado la constitución de varios organismos
revolucionarios que desde 1969, entablaban discusiones para constituir un
verdadero partido revolucionario.
Fue jefe de del grupo de los Procesos, planteaba la necesidad de la
construcción de una organización revolucionaria superior, sentaría las bases de la
definición de una teoría de vanguardia y daría los pasos concretos para incorporar
63
Sergio René De Dios Corona, La historia que no pudieron borrar, México, Edit. La Casa del
Mago, 2004, p.72.
56
a diversas organizaciones revolucionarias a un proceso que posteriormente daría
lugar a la formación de la Liga Comunista 23 de Septiembre, murió en un
enfrentamiento con la policía en la ciudad de México el 6 de febrero de 1972.64
Existía un control casi absoluto por parte del gobierno federal y estatal el
cual es evidente en los documentos encontrados en el Archivo General de la
Nación, en donde hemos comprobado la incursión de la policía hasta en las
reuniones en las que aparentemente eran muy secretas, como ejemplo de la
reunión en donde se formó la Liga como agrupación, en el informe de la Dirección
Federal de Seguridad siguiente: 65
El 15 de marzo de 1973, en Guadalajara, Jal., en casa alquilada por Salinas
Mora Fernando (a) El Richard, se reunieron extremistas durante aproximadamente
15 días, estando financiados por “Los Lacandones”, siendo el enlace el llamado
Damián que entrego la cantidad de $ 30,000.00 para gastos, dinero que supo fue
obtenido del asalto a la panificadora Bimbo. A la reunión asistieron: Nacho, El
Sammy, Salas Obregón Ignacio, Remo, Matus, Andrés por Sonora; Rivera
Carbajal Francisco, García José Ángel (a) Mario por Monterrey: Olivares Torres
Ignacio (a) El Sebas, Emilio, representante del FER de Guadalajara, Salinas Mora
Fernando y Hirales Morán Gustavo. Se tomaron los siguientes acuerdos:
Todos coincidieron que se le Denominaría a la organización Liga Comunista
23 de Septiembre, de igual manera se discutió para formar un
Buró Político
integrado por García José Ángel (a) Gabriel, Salas Obregón Ignacio (a) Vicente,
Olivares Torres José Ignacio (a) El Sebas, Remo, Nacho y Matus; también
integraron un Comité Militar quedando como responsable Matus, Damián, Gerardo
o El Papa.
Se designó una Coordinadora Nacional integrada por Hirales Morán, Rivera
Carbajal José Francisco, Mario, Andrés, El Sammy, Emilio Roberto (que operaba
en Chihuahua) y Damián (que operaba en el D.F.).
64
Raúl Ramos Zavala, Arturo Gámiz García, El tiempo que nos tocó vivir, México, Edit.
Huasipungo, 2003, pp. 5-7.
65
AGN, DFS, 73/09/04, Exp. 11-235-73, H7-10, L1, Liga Comunista 23 de Septiembre.
57
Se acordó difundir la nueva línea política de la organización, consistente en
desarrollar la conciencia socialista entre los obreros, estudiantes y campesinos,
efectuando actos de agitación y de propaganda, relacionándolos con los
problemas de la época, tareas en diversos lugares, nombrando representantes por
estados; en el estado de Sonora: Andrés, Raquel y Tito; en Chihuahua: Roberto
Luis y Pancho, Monterrey: Mario, Arturo, Escamilla Lira Héctor y otros.
En el estado de Sinaloa: Gustavo Hirales Morán, Rivera Carvajal José
Francisco, como dirigente del Grupo; Ernesto en Guasave, Rodolfo en Mazatlán,
Macario, Emilio y José Luis en Culiacán, en Jalisco: Olivares Torres José Ignacio,
Emilio del FER y Clemente, también del FER, en Oaxaca: El Sammy, Ceballos
Loya Carlos (a) Julián, Morrito, Simón y como cuadros intermedios Bonfilio,
Roque, Ofelia, Benito y Mena; en el Distrito Federal: Damián y el Papa como
responsables y como cuadros intermedios Bonfilio Tavera, (a) El Mateo, Rojas
Díaz Alfonso (a) El Quiquitos.
Quienes supervisan los trabajos de los grupos serían los del buró de La
Liga Comunista 23 de Septiembre.- Aclárese que a Gustavo Hirales Morán se le
entregó la cantidad de $ 50.000.00 de manos de Ignacio Salas, para
financiamiento de su grupo y que supo que el dinero correspondió al asalto a la
IEM.- Con dicho dinero adquirió un coche, que le fue recogido el día de su
aprehensión, el resto del dinero lo empleo en alquilar casas en Culiacán, Guasave
y Mazatlán, Sin.- Una parte del subsidio que era entregado a la Casa del
Estudiante, era entregado a su vez a la Liga Comunista, ($ 10,000.00) en forma
mensual, para los gastos de la misma.
58
3.2.
El paso de la clandestinidad
3.2.1. Los conceptos de clandestinidad
Ante la embestida que el estado y la Universidad tenían; el llamado grupo de los
enfermos deciden actuar de manera menos abierta, buscando formas para no ser
identificados, señalados,
perseguidos o aprehendidos, incluso se buscaba la
forma de utilizar credenciales con identificaciones falsas, y en aras de conservar el
anonimato se planteaba como una obligación el alejarse físicamente de la familia,
por cuestiones de seguridad tanto para los integrantes de la organización como
para sus familias, ya que era bien conocido que los familiares de los participantes
eran vigilados por el estado; perdiendo con esto la identidad social familiar.
Se formaron células para la preparación del movimiento armado, donde
además de la práctica política en la que eran muy estrictos, se creaban círculos de
estudios para entender las diferentes ideologías, por otra parte se buscaba que
las relaciones entre los miembros de las células fueran impersonales, evitando en
la medida de lo posible, las relaciones entre parejas, sin embargo se reinsertaban
por otros medios a la vida pública y privada, siempre tratando de ocultarse
socialmente.
Sin embargo el hostigamiento era cruento y evidente, el objetivo primordial
de los cuerpos policiales era descabezar, ante las persecuciones y detenciones a
través de las cuales se lograba desarticular a algunas células, y mediante métodos
de tortura se obligaba a los detenidos declarar y denunciar a otros compañeros así
como las actividades que se desarrollaban al interior de la organización; el estado
actuaba como si encabezaran una guerra de exterminio total de los llamados
grupos subversivos, como ejemplo la ficha de la DFS, del expediente 11-235-73,
hoja 21, legajo 1, con fecha 06 de septiembre de 1973, donde se lee el siguiente
texto:
Se ha detenido a Rivera Carbajal José Francisco. En sus declaraciones
habla: que para el sostenimiento de la célula Gutiérrez Rodríguez Elmer (a)
Ernesto le entregaba a Luna [Luján] Jorge hasta $ 10,000.00 mensuales que
59
procedían del subsidio que la Universidad de Sinaloa daba para las casas de
Estudiantes en Sinaloa.- Que Juangorena Tamayo Guillermo era el encargado de
proveer el armamento, habiendo comprado en forma unitaria a traficantes de
drogas diversas armas y municiones las cuales tiene depositadas en su propio
domicilio. Otra parte del armamento, municione y efectos comprados están en
casa de José Luis, en este domicilio también imprimen la propaganda que
distribuyen en diferentes factorías de la localidad por un contacto de nombre
Daniel (a) Emilio. El 26 de agosto cuando se le detuvo venía procedente de
Mazatlán y de rendir informe pormenorizado de la actividad al frente de la célula
de Sinaloa, relacionada con la promoción de huelgas en algunas fábricas y entre
los trabajadores agrícolas de los valles de Culiacán y el Fuerte.
Una de las formas que tuvieron los “enfermos” era la clandestinidad, las
rebeliones no podían ni pueden realizarse a través de las estructuras tradicionales,
ya que son parte del mismo mundo contra el que se rebelan.
Existían actividades dentro del movimiento con gran tendencia hacia los
trabajadores del medio rural, los cuales en su mayoría eran inmigrantes al estado
de Sinaloa, que es eminentemente agrícola.
Debido al desarrollo del movimiento, el llamado grupo de los enfermos,
decidió unirse al movimiento guerrillero llamado “Liga Comunista 23 de
Septiembre”, manifestándose a partir de este acontecimiento una intolerancia
hacia otras agrupaciones estudiantiles; incluso los informes que la Dirección
Federal de Seguridad, no tuvieron grandes fundamentaciones para emitir juicios
sin tener el conocimiento sobre algunos hechos que ocurrieron en la universidad,
como por ejemplo la muerte de dos estudiantes.
En el periodo comprendido de Abril a Junio del presente año, han
continuado las actividades políticas y militares de la Liga en mención,
efectuándose seminarios de discusión política en todos los lugares en donde están
ubicados.- Que el Comité Militar efectuó las expropiaciones a la IEM, Banco de
Monterrey durante el mes de Abril del año en curso, con lo que se adquirieron
medios económicos para su sostenimiento.- Hace dos meses realizaron otra
60
reunión a nivel nacional, en donde participaron todos los ya citados, discutiéndose
los problemas los problemas estudiantiles de Culiacán, Sin., así como el
campesino de la República Mexicana. Como parte principal se tocaron los
conflictos de Guerrero, con gente de la Liga, que está encuadrada en l Brigada
Campesina de Ajusticiamiento que comanda Lucio Cabañas, dado que se
quebrantaron las relaciones existentes, originando que el grupo integrado por
Carlos Ceballos Loya, Roque, Ofelia, Mena, Benito y el Sammy, retornarán de la
Sierra de esa Entidad y se establecieran en las zona de Jamiltepec. Oaxaca, en
donde llevan a cabo labor de orientación con los campesinos en contra de los
caciques apellidados Iglesias Meza. – El citado rompimiento fue aproximadamente
hace dos meses debido a que los miembros de la Liga sostuvieron que la política
de Lucio Cabañas, era del tipo militarista y demócrata, olvidándose del obrerismo
urbano y del proletariado en general, por tal motivo fueron expulsados en forma
drástica y violenta, conminándolos a no volver a tener relaciones con ellos.- Se ha
detenido a Gustavo Hirales Morán de este grupo.
61
3.3.
Represión, enfrentamientos y ejecuciones al interior de la Universidad
El 17 de mayo de 1973, un grupo de los denominados enfermos llegaron a la
escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, suscitándose una
riña entre éstos y los del grupo universitario denominados chemones, Carlos
Humberto Guevara Reynaga de 28 años, utilizando un arma de fuego, disparó
contra el estudiante preparatoriano Paulo Ruiz García de 20 años, Guevara
Reynaga recibió un disparo; producto de estos acontecimientos mueren Guevara
Reynaga y Pablo Andrés Ruiz García, y responsabilizaron de ello a los integrantes
del grupo de los Enfermos, motivo por el cual se suspendieron actividades
laborales en la Universidad.
Las formas de represión no únicamente se presentaban con persecuciones
y detenciones, a través de los medios de comunicación fueron aliados
fundamentales, aliándose los medios y el poder bajo la complicidad y las
canonjías, se establecían formas para desvirtuar al movimiento guerrillero.
La propaganda política debe contar al radio entre sus principales armas: De
todos los vehículos modernos de difusión –incluyendo la televisión que no puede,
por razones técnicas, llegar a todos los hogares_ es el que tiene mayor poder
coactivo. Las palabras del locutor –invisible- pueden ser engoladas, dramáticas,
enérgicas o tiernas. Sin que corra el peligro de que su imagen mueva la risa como
es el caso de los locutores de televisión que tienen que esforzarse por aparentar
una gravedad extrema. El sonido divorciado de las imágenes tiene mayor
penetración emocional porque al no existir una imagen física se crea una imagen
psíquica.
El radio supera en influencia colectiva a la televisión. No solamente en lo
psicológico sino en lo numérico. El radio es, pues, una de las armas más eficaces
de la propaganda política66.
La Radio Universidad Autónoma de Sinaloa, trasmitió algunos spots, donde
manifestaba que debían ser castigados y expulsados del seno de la universidad
66
Jacinto Rodríguez Munguía, La otra guerra secreta, Los archivos prohibidos de la prensa y el
poder, México, Debate, 2007, p. 299.
62
los integrantes del llamado grupo de los “enfermos”, lo que nos deja muy claro el
papel que jugaron los medios de comunicación en general incluyendo la radio
universidad.
Los conflictos al interior de la Universidad, manifiestas en escaramuzas
internas, donde prevalecía un clima de violencia tuvieron trascendencia a nivel
nacional, obviamente influenciados por los medios de comunicación y desde luego
tomaron posturas partidistas, institucionales; los antagonismos ideológicos se
manifestaban en los ámbitos estudiantiles y políticos. Desde luego, algunos
estudiantes de otras universidades así lo manifestaron en los diferentes medios de
comunicación.
¿Quién se atrevería a decir que Televisa alguna vez se haya atrevido a
contradecir o enfrentar al gobierno en algún asunto social como para poner en
riesgo la naturaleza de sus relaciones? Difícil, verdaderamente difícil. Sin
embargo, si un momento llegó a tensar tanto la relación entre los dos poderes, uno
el político y el otro mediático, fue el asesinato, por parte de los integrantes de la
Liga Comunista 23 de Septiembre, del empresario Eugenio Garza Sada, cabeza
del poderoso Grupo Monterrey. Ante el crimen, Televisa tomó partido y se puso
del lado de los empresarios67.
Los antagonismos de los diferentes grupos al interior de la Universidad se
manifestaron aprovechando que la mayoría de los integrantes del Consejo
Universitario eran del llamado grupo de los Chemones, los cuales eran
incondicionales de las autoridades universitarias y estatales, por esta razón se
culpaba a los integrantes del grupo los enfermos, y de manera irracional se
pronunciaron por la expulsión de algunos estudiantes a pesar de que no todos
pertenecían a dicho grupo.
El 18 de mayo de 1973, en el periódico “Excélsior”, se publicó un
desplegado, señalando al grupo de los “enfermos” como los culpables de los
acontecimientos al interior de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en el cual
67
Jacinto Rodríguez Munguía, op cit., p. 275.
63
murieron dos personas y fueron heridas otras dos, pedían además la consignación
a los supuestos culpables.
El día 20 actual, el Consejo Universitario de la U.A.S., dio a conocer a
través de un boletín de prensa, los nombres de los maestros y alumnos que se
consideran responsables de los hechos ocurridos el 17 actual, en que perdieron la
vida los dos estudiantes, Guevara Reynaga Carlos Humberto y Ruiz García Pablo
Andrés. Beltrán Félix Emilio y López Castro Medardo, de Economía y Monjardín
Sámano María, considerado como responsables directos, los cuales eran
consignados a las Autoridades Judiciales. Las siguientes personas responsables:
Licenciados Guerra Aguilúz Juan Eulogio y Barran Armando, Escalante Armando,
Orduño Nicolás, Vega Francisco, Osuna Zatarain Y Asunción Flores Duran, David
Moreno Lizárraga, Gustavo Sotelo Manuel, Leyva Juan Pablo, García Páez
Benjamín, Uriarte Elmer Luciano Gutiérrez, Elías García Páez, Flavio Gastélum,
Arturo Soto Zamorano, Cesar Arrízales Graciano, Castro Javier, Ávila Sandoval
Jesús, Armenta Osuna, Jorge Delgado Robles, Rafael Loaiza Meza, Jorge Torres
Bernal, Alma Noguel Víctor, Arce Valentín, De La O José, Ocaña Armando y
Gazca Capetillo Jorge. Estos elementos son miembros del
grupo “Los
Enfermos”68.
La solidaridad de una parte de la base estudiantil, se promulga por apoyar a
sus compañeros universitarios, apoyando a los expulsados, incluso: haciendo
evidente su resistencia ante estas acciones represivas.
La cólera, la humillación y las fantasías son, siempre, experiencias que se
realizan dentro de un marco cultural creado en parte por la comunicación marginal
entre los subordinados. En este sentido, probablemente no exista nada como una
cólera, humillación o fantasía completamente cruda. Incluso cuando no se
comunican con nadie, todas ellas están determinadas de antemano por la historia
cultural de las experiencias individuales. La idea fundamental es que una
68
AGN, DFS 73/05/21 Exp. 100-23-1-73. L23 H-262, Estado de Sinaloa, Liga Comunista 23 de
Septiembre.
64
subcultura de la resistencia o una contra-costumbre es forzosamente un producto
de la solidaridad entre subordinados69.
El 22 actual se llevó a cabo una asamblea convocada por el Comité de la
Federación de Sociedades de Profesores e Investigadores de la Universidad
Autónoma de Sinaloa, mismos que abordaron el problema que confronta la
Universidad con los hechos sangrientos del 17 actual, acordando:
1.
Apoyar la determinación del Consejo Universitarios de expulsar a los
alumnos pertenecientes al grupo llamado “Los Enfermos”, siempre y cuando sean
responsables de los cargos que se les imputan para lo cual se formará un Comité
de Profesores que investigue a fondo los hechos y deslinde responsabilidades.
2.
No se acepta la expulsión de los Profesores porque carece de
fundamentos las acusaciones y menos aún debe expulsarse a Rodríguez
Meléndez Rodolfo (a) “EL Chichí”, Director de la Preparatoria Nocturna y el Prof.
Vázquez Cortés Jorge Armando, miembro destacado de la Universidad.
3.
Se reorganizará la Federación de Profesores.
4.
Se publicará lo anterior.
Algunas escuelas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, acataron el
acuerdo de expulsión de este grupo, manifestando que procederán siempre y
cuando se les comprobara su culpabilidad y participación en los hechos
sangrientos antes mencionados, sin embargo había resistencia ante las decisiones
del Consejo Universitario con respecto a las expulsiones de los maestros, pues se
decía que no existía una evidencia clara para inculparlos; creando enfrentamientos
entre los miembros del grupo llamado los enfermos y el llamado Chemones,
siendo el grupo de los enfermos quienes se manifestaron el 22 de mayo de 1973,
por medio de un documento escrito, en el que se hacía mención a la situación que
prevalece en la U.A.S., con relación a los policías que existen en dicha casa de
estudios y se manifiesta que “una fuerza poderosa ha aparecido y se extiende a
niveles cada vez más amplios en la universidad y fuera de ella, dicha fuerza, es
una fuerza social al servicio de la clase dominante,” conquistar la Democracia
69
James C. Scott, Los dominados y el arte… op cit., p. 96.
65
Universitaria” significa para estos democráticos la conquista del instrumento
mediante el cual secarían su ambición de apropiarse del control, vigilancia y
administración del proceso de producción Universitario”.
“De hecho el Consejo Universitario Paritario se ha constituido como la
fuerza orgánica más importante de los esbirros de la burguesía en la Universidad,
divulgando y propagando su política oportunista, colaborando con la burguesía
encaminada a liquidar a las fuerzas revolucionarias; colaboración que va desde la
represión económica a los elementos vanguardistas de la casa del estudiantes
hasta la vil denuncia policíacas de los nombres y domicilios de Los Enfermos,
haciéndolo en nombre “De la Comunidad Universitaria”, no nos extraña, también el
gobierno burgués cometió la masacre del 2 de octubre de 1968 en nombre del
Pueblo Mexicano”.
“Sigan con su labor represiva señores de mierda, que la burguesía
contempla muy complicidad el servicio tan eficaz que les están ofreciendo, pero no
estén tranquilos que las masas estudiantiles, “Los Enfermos”, el proletariado en
general, haremos que ustedes se traguen uno a uno sus acuerdos, denuncias y
palabras.
Con nuestra fuerza, la fuerza revolucionaria del proletariado, habremos de
destruir el poder de los burgueses, mucho más fácil nos va a resultar acabar uno a
uno con todos sus “gastos” como ustedes”. “Intensificamos y extendemos a
niveles mayores la lucha contra los “porros” demócratas, contra los demócratas no
porros, contra la administración cesariana”. “El Consejo Universitario es un
instrumento burgués, desconozcamos su acuerdo, denunciemos su función
policíaca e impongamos nuestros acuerdos en base a la fuerza y poder de la
asamblea de escuelas”. “Ante la negatividad del subsidio a la casa del estudiante,
preparemos y organicemos una nueva ofensiva expropiatoria en la fábrica
universitaria”. “Declaremos el paro político, organicemos brigadas de agitación
hacía el pueblo”. “Por la Revolución Socialista”, “Comisión Coordinadora
Clandestina del Consejo Estudiantil de F.E.U.S.”.
66
3.4.
Persecución y represión contra algunos estudiantes
En agosto de 1973, se llevó a cabo una reunión de la L. C., en la ciudad de
Mazatlán Sinaloa, siendo esta de carácter nacional, en donde se precisaron las
tácticas a seguir, lo que más tarde desembocaría en una insurrección en el valle
de Culiacán. Una de las primeras acciones que se realizaron fueron durante las
manifestaciones públicas llevadas a cabo los días 26 y 27 de septiembre, en la
que se lanzaron bombas “molotov” a algunos negocios comerciales.
Luego tuvieron contacto público con jornaleros agrícolas del valle, siendo
ésta acción interrumpida por las diferentes corporaciones policiacas, siendo
detenidos algunos estudiantes, incluso se intervinieron militarmente algunos
hospitales; como el Centro de Salud, donde se encontraban estudiantes
solicitando su certificado médico.
El intento de insurrección en el valle de Culiacán, sin embargo ésta no tuvo
avances porque intervino el estado, a través de las policías municipales y
judiciales, siendo detenidas varias personas.
A partir de los disturbios supuestamente cometidos por estudiantes y
algunos miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre, se llevaron a cabo
detenciones, por medio de las cuales se obligaba mediante tortura a delatar
acciones, personas, por medio de las cuales se obtenía la información que el
estado necesitaba, además por medio de la DFS (Dirección Federal de
Seguridad), se enviaba información detallada hacia la ciudad de México, donde
estaban centralizadas las oficinas de dicha dirección, de donde se obtenían
nombres y actividades, información que utilizaban para su beneficio, pero además
era una forma de atacar la moral, a la ideología a partir de la fuerza física, por lo
que eran doblemente vencidos, en sus principios morales pues fueron
considerados como traidores y por el encarcelamiento a que fueron sometidos; por
ejemplo el informe siguiente:70
70
AGN, DFS Exp.-100-23-1-74. L-25 H-95, “A”. Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de
Septiembre.
67
Los dirigentes en activo son: Escalante Armando, Orduño Amezcua Nicolás,
Vega Barraza Francisco, Osuna Zataráin Manuel, Valle Martínez Juvencio,
Rodríguez Benítez Rigoberto y Zama Escalante Arturo, además De La O.
Amarillas Manuel. La actividad de estos gira en torno de la tendencia de la “Liga
Comunista 23 de septiembre” y ha estado reclutando estudiantes de la
Preparatoria y de la Escuela de Agricultura para convencerlos de la necesidad de
llevar a cabo una lucha revolucionaria que lleve a implantar el sistema socialista
en todo el país, asimismo se les adoctrina a los estudiantes para que actúen en
función de ayudar a los trabajadores del campo a quienes deberán enseñar que
deben luchar en contra de los latifundistas para recuperar lo que les pertenece.
El grupo de “Los Enfermos” se caracteriza por sostenerse en la llamada
“Línea Dura” del Partido Comunista y continuamente hablan sus miembros de
expropiaciones a los grandes capitalistas de Sinaloa en todo sus niveles,
destrucción de los bienes de la burguesía, además de que aprovechan sus
condiciones de líderes para establecer contacto con sectores del narcotráfico en
donde se proveen en gran parte de armas y para que esos individuos tengan en
gran cantidad. Por otra parte el referido grupo de “Los Enfermos” ha retirado el
apoyo hacía el Lic. Campos Román Arturo, actual Rector de la U.A.S., a quien lo
han acusado de traidor.
Dentro de las acciones por parte de los estudiantes hubo algunas que no se
justificaron sus acciones, como la acción cometida el 21 de enero de 1974, en
perjuicio del Policía Judicial Jesús Zavala Rocha, de 40 años, el cual fue
introducido a las instalaciones de la Escuela Preparatoria Central Diurna, en
donde fue torturado bárbaramente, para luego ser asesinado por un grupo de
personas que se decía eran estudiantes.
68
3.5. Desvinculación del movimiento
La liga invitó a las masas a que se incorporaran al movimiento; sin embardo, al
interior de la misma se infiltraron elementos de la policía, lo que ocasionó la
detención de algunos integrantes de la organización, se obtuvo el llamado efecto
dominó, pues las detenciones se produjeron en cascada, en los interrogatorios
estaba presente la tortura, las declaraciones en algunos de los casos involucraban
a otros individuos, y así sucesivamente se empieza a debilitar el intento de
insurrección y otras acciones que se tenían proyectadas para el estado de
Sinaloa.
Muestra del debilitamiento e infiltración de información que a la postre
serviría para desmembrar al movimiento se refleja en las siguientes fichas de la
DFS.71
Las detenciones al margen de la ley se sucedieron como en una cascada, y
producto de las torturas físicas y psicológicas, algunos miembros no vieron otra
opción que la de denunciar a participantes, simpatizantes y líderes, con una
detención se lograba la denuncia de muchos otros y de esa manera las
detenciones se dieron con el efecto dominó. Como lo mencionan en algunas de
las fichas informativas de la DFS.
Se logro la detención de Martínez Huerta Ramón el cual proporciono los
datos para detener a Víctor Armenta Osuna Joel, Armenta Atondo Vicente y
Castro Meléndrez Feliciano todos estudiantes de la Preparatoria Central y quienes
integran el Comité de Lucha de la Preparatoria. Documento firmado por el Director
Federal de Seguridad.72
Se están llevando a cabo las declaraciones de los detenidos Armenta
Osuna Víctor Joel, Armenta Atondo Vicente, Castro Meléndrez Rigo Feliciano y
Martínez Huerta Ramón por los daños ocasionados en los campos agrícolas que
71
AGN, DFS IPS Caja 2675 Folio 0007941-0007942, 26 de enero de 1974, Estado de Sinaloa Liga
Comunista 23 de Septiembre.
72
AGN, DFS, 100-23-1-74 L-25 328 Folio 0014872, Estado de Sinaloa.
69
rodean la ciudad y declaran que lo hicieron como Guerra de Guerrillas. Firma el
Documento Jorge L. Bustos Ch.73
Conforme a las declaraciones que está dando Nevares Peña Enrique o
Peña Contreras Marcelo informo que ha participado en la quema de autobuses y
el principal fue en el homicidio del Policía Judicial Jesús Zavala Rocha
proporcionado los nombres de su demás cómplices y la forma en que los hicieron.
Documento firmado por el Director Federal de Seguridad. 74
En Mazatlán, Sin., fueron detenidos Corral García Salvador y Olivares
Torres José Ignacio, ambos del Buró Político de la Dirección de esta Liga.- Han
sido enviados a la DFS para su interrogatorio, Corral en esencia narra su
participación en robos, asaltos a bancos, la politización que hizo de gentes para la
organización, en Monterrey, Chihuahua y Durango; su participación directa en los
motines de Sinaloa.
Por su parte Olivares Torres José Ignacio, declaró como planearon los
secuestros de Duncan Williams y de Gernando Aranguren. Para tal fin organizaron
dos comandos formados por: Orozco Guzmán Pedro, Lizárraga Tirado Tomás,
Márquez Guzmán Francisco, Cifuentes Berúmen Elizabeth, Pérez Mora Emilio,
Enrique, Ramírez Meza José De Jesús, Reyes Crespo Rodolfo, Andalón Valle
José Luis, Villela Vargas José Natividad, Meléndres Raúl.- Que al no aceptarse las
condiciones efectuaron reunión para cambiar de táctica, y acordaron liberar al
Cónsul, que se leyeran los comunicados revolucionarios y pedir el dinero para
liberar a Aranguren.- Sin embargo después de la reunión Orozco Guzmán Pedro y
Lizárraga Tomás por su propia cuenta decidieron ejecutar a Aranguren.- Como
resultado de lo anterior lo removieron de la dirección y nombraron en su lugar a
Pérez Mora Enrique como responsable de la Liga en Guadalajara y a él lo
73
AGN, DFS 100-23-1-74 L-26 14 Folio 0014882, Estado de Sinaloa.
AGN, DFS 11-235-74 H 35 L 6, 31 de enero de 1974, Liga Comunista 23 de Septiembre Estado
de Sinaloa.
74
70
enviaron a Culiacán, Sin., donde proyectaron la agitación que en ese estado se ha
presentado75.
Fueron detenidos Rotario Ochoa Navarrete y Humberto Rocha Camargo
por elementos de la Policía Municipal cuando esto repartían propaganda de la Liga
Comunista 23 de Septiembre en los campos agrícolas del Valle del Fuerte, ambos
portaban armas calibre 22 cuando estaban siendo interrogados dieron su domicilio
donde pudieron detener a Cástulo Anselmo Alejo Armenta. Documento firmado
por el Director Federal de Seguridad.
En aras de debilitar aún más al movimiento armado, el gobernador del
estado de Sinaloa, ofreció otorgar la libertad bajo fianza a algunos de los presos
políticos, además en aras de hacer parecer que todo era legal, otorga una
amnistía local con la condición bajo amenazas de deponer las armas y entrar en
un proceso al cual se le llamó proceso de rectificación, debilitando aún más a la
organización.
En mayo de 1975 fueron liberados
los estudiantes
Herminio Olea
Moroyoqui, Roberto Encinas Quintana, Óscar César Gaxiola Murillo y Alejandro
Morales Ontiveros, y otros quince jóvenes por parte de la Procuraduría General de
Justicia del Estado, luego de pagar una fianza de dos mil pesos.
El 25 de diciembre de 1975, con motivo de la festividad navideña y año
nuevo, el Gobernador del estado pidió al General de Justicia que liberara a varios
ex-estudiantes que participaron en diferentes movimientos realizados por la Liga
Comunista 23 de Septiembre, liberando a 18 presos y 33 que habían salido
anteriormente, dan un total de 51, que estos se reunieron posteriormente con el
Ejecutivo para agradecer su libertad.
75
AGN, DFS IPS 2711 Folio 0010613, 8 de julio de 1974, Estado de Sinaloa, Liga Comunista 23 de
Septiembre.
71
CAPITULO IV.- LA REPRESIÓN DEL ESTADO, DESAPARICIONES
POLÍTICAS Y CONSECUENCIAS
4.1. Privación ilegal de la libertad, desapariciones, torturas y asesinatos
La Convención de Ginebra establece con respecto al crimen de tener rehenes de
guerra que al mismo tiempo configura el delito de secuestro: Se prohíbe la toma
de rehenes. Queda prohibidas las medidas de represalias respecto las personas
protegidas o a sus bienes. No será castigada ninguna persona protegida por
infracciones que no haya cometido ella misma. Los traslados en masa o
individuales, de carácter forzoso, así como las deportaciones de personas
protegidas fuera del territorio ocupado en el ámbito de la Potencia ocupante o al
de cualquier otro Estado, se halle ocupado o no, quedan prohibidos, fuere cual
fuere el motivo. Están y quedan, en cualquier tiempo o lugar, prohibidas: a) Los
atentados a la vida y a la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas
sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, torturas y suplicios; b) La toma de
rehenes; c) Los atentados a la dignidad personal, especialmente los tratos
humillantes y degradantes; d) Las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas
sin previo juicio, emitido por un tribunal regularmente constituido, provisto de
garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados.
[Ginebra I, Art. 1, 2, 3, 49-50; Ginebra IV, Art. 33, 49; Ginebra Protocolo I, Art. 48]
El Estado desplegó una campaña para desprestigiar las acciones de la Liga
Comunista 23 de Septiembre, una parte de la estrategia del gobierno era los
mensajes que enviaba a la sociedad, exhibiendo a los estudiantes como
verdaderos delincuentes, además sugería a los padres de familia a “fortalecer la
conciencia”. Algunas de las sugerencias que figuran en este documento sugieren
fortalecer la conciencia que existe en la familia mexicana de respeto a la ley, a las
instituciones y a los emblemas nacionales, así como acrecentar la conciencia y la
identidad de jóvenes de provincia y de la metrópoli con las instituciones del país.
Luego, con la misma intencionalidad, la política de comunicación del
gobierno de entonces proponía exhibir ante la opinión pública nacional a los
72
estudiantes que participaron en los diferentes movimientos, así como en algunas
reuniones clandestinas que en ella participaban.
Las detenciones desapariciones en los setentas, fueron una práctica como
un método represivo, son una forma de control político y social, además no solo
fueron un rasgo exclusivo de las dictaduras militares, también se utilizan en
gobiernos electos, las desapariciones son una práctica centralizada y clandestina¸
en México, ésta práctica inicia en los años sesentas, en la actualidad hay
aproximadamente 1600 desaparecidos en todo el país.
En Sinaloa las desapariciones empiezan en 1974, precisamente a partir del
ataque frontal que tienen contra el estado un grupo de estudiantes, jornaleros,
encabezados por los estudiantes radicalizados llamados “enfermos”, los cuales se
van a la clandestinidad conformando junto a otras agrupaciones del país,
conformando la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre, iniciando acciones
frontales en el Valle Culiacán el 16 de enero de 1974.
La reacción del gobierno fue inmediata, y hubo represión por la policía local,
la Dirección Federal de Seguridad y el ejército, dando como resultado una serie de
detenciones, desapariciones y asesinatos.
Entre los años de 1974 y 1976, es un período crítico para la llamada “Liga
Comunista 23 de Septiembre”, el 11 de agosto de 1976, se realizó un intento de
secuestro de Margarita López Portillo, en el cual es abatido a balazos el dirigente
nacional de la Liga, David Jiménez Sarmiento.
A raíz de este evento el presidente López Portillo promueve la creación de
la llamada “Brigada Blanca”, que era un grupo anti-guerrilla conformado por las
distintas corporaciones policiales y el ejército, atacando directamente a los grupos
guerrilleros del país.
Las detenciones desapariciones en Sinaloa, fue una práctica como un
método represivo, son una forma de control político y social, además no son un
rasgo exclusivo de las dictaduras militares, también se utilizan en gobiernos
electos, las desapariciones son una práctica centralizada y clandestina.
73
En México, ésta práctica inicia en los años sesentas, en la actualidad hay
aproximadamente 1600 desaparecidos en todo el país.
En Sinaloa las desapariciones empiezan en 1974, precisamente a partir del
ataque frontal que tienen contra el estado un grupo de estudiantes, jornaleros,
encabezados por los estudiantes radicalizados llamados “enfermos”, los cuales se
van a la clandestinidad conformando junto a otras agrupaciones del país,
conformando la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre, iniciando acciones
frontales en el Valle Culiacán el 16 de enero de 1974.
La reacción del gobierno fue inmediata, y hubo represión por la policía local,
la Dirección Federal de Seguridad y el ejército, dando como resultado una serie de
Según los informes sobre los casos concretos de las desapariciones, (las
cuales nunca fueron reconocidas por los gobiernos estatal y federal) los
expedientes resguardados en el AGN muestra informes a medias o mutilados
como los que a continuación haré referencia:
La ficha de detención de Miguel Ángel Valenzuela Rojo, quien hasta la
fecha se encuentra desaparecido, las autoridades siempre negaron su
aprehensión, sin embargo la ficha de la DFS, da informe sobre el caso, pero no
menciona que lo que se informa como un enfrentamiento, en realidad fue una
estrategia de emboscada.76
Otra de las fichas encontradas sobre la desaparición del matrimonio
formado por Ignacio Tranquilino Herrera Sánchez y su esposa Cristina Rocha
Manzanares, y de Juan de Dios, hermano menor de Tranquilino, no mencionan
que hasta la fecha ellos se encuentran desaparecidos, además su detención no
se llevó a cabo en el retén militar como dice la ficha, sino que se llevó a cabo en el
domicilio
en el que
habitaban, el cual fue arbitrariamente allanado por las
autoridades (Brigada Blanca), tampoco mencionan que Cristina al momento de su
detención tenía un embarazo de aproximadamente cuatro meses de gestación, en
la vivienda se encontraban también su pequeño hijo de dos años de edad, y que el
niño, no pudo ser arrancado de los brazos de su abuela.
76
AGN, Exp. Comisión Nacional de los Derechos Humanos/PDS/91/SIN/N00039.000, p. 2698.
74
La ficha encontrada de Jesús Benítez Estrada, hace mención del
interrogatorio a que éste fue sometido, de lo que no mencionan en ella, es que
Benítez Estrada, fue literalmente secuestrado de su casa en la colonia Industrial
Bravo junto con un hermano de éste y el padre de ambos (un adulto mayor), que
todos fueron víctimas de simulacros de fusilamiento, y que luego del interrogatorio
fueron llevados a las instalaciones de la novena zona militar en la ciudad de
Culiacán, donde horas después fueron liberados, en la entrada de dicha zona
militar, los detenidos aún llevaban puesta su ropa de cama con la que fueron
detenidos, (ropa interior)77.
Ellos fueron detenidos para interrogatorio, por su relación de compadrazgo
con José Barrón Caldera, el cual fue detenido y luego desaparecido hasta la
fecha en Magdalena Jalisco el 10 de junio de 1976, quién fue trasladado a la
ciudad de Culiacán para que denunciara a otros militantes. De esto existe una
ficha de la detención de José Barrón Caldera, firmada por Luis de la Barreda.
Las desapariciones forzadas fueron muy arbitrarias, Henry López Gaytán,
detenido el 15 de junio de 1976, es una muestra de ello, a pesar de que hubo
testigos de su detención , el gobierno siempre negó tal hecho, sin embargo existen
testimonios escritos y orales que permiten sustentar que hasta la fecha sigue en
calidad de desaparecido; Su señora madre, Rita Gaytán, ha declarado que a ella
se la trajeron desde San Blas, El Fuerte Sinaloa, en compañía de su hija menor de
edad Adela López Gaytán, también declara que quién dirigía al grupo paramilitar
llamado Brigada Blanca, era Guillermo Casillas Romero, jefe de la Policía Judicial
del Estado de Sinaloa, luego de agredirlas física y verbalmente, las trasladaron a
la ciudad de Culiacán para obligarlas a llevarlos a la casa que habitaban Henry y
Rafael, pues eran estudiantes de la Escuela de Economía y de Agronomía,
respectivamente, ellos fueron sorprendidos en su domicilio, una vez identificados
procedieron a detener a Henry, quien se abrazaba a su madre de quien fue
arrebatado, a pesar de los testigos siempre se negó la detención y desaparición
de Henry.
77
Entrevista a Jesús Benítez Estrada, realizada por Martha Camacho, en Culiacán, Sin.
75
La lista de detenciones arbitrarias es muy larga, sin embargo, algunos
detenidos-desaparecidos, fueron liberados, luego de su interrogatorio y de días
detenidos, sobresaliendo la liberación de Armando Armenta Zaragoza, quien fue
liberado por órdenes de José de Jesús Calderón Ojeda alias el calderoncito, quien
se desempeñaba en ese entonces como Director de Gobierno del Estado, a
Armenta Zaragoza se le liberó por ser sobrino de Zaragoza Bueno, Director del
Instituto Tecnológico Regional de Culiacán, de donde era estudiante, al igual que
Ángel Manuel Herrera Álvarez, Carlos Alemán Velázquez, Luis Francisco García
Castro, quienes fueron detenidos junto a Armenta Zaragoza, sin embargo siguen
desaparecidos.
A pesar de la infraestructura y de los recursos humanos y materiales, los
miembros de la Brigada Blanca, cometían errores en sus fichas informativas, en la
ficha fechada el 6 de agosto de 1977, se menciona a Felipe Ángel Ramírez
García, y en la fechada el 17 de agosto del mismo año, se menciona a Ángel
Millán García, en ninguno de los dos informes es correcto el nombre, las fechas si
están correctas de acuerdo a los testigos presenciales,
además el nombre
correcto es Felipe Ángel Milán García.
De la misma forma irregular de sus fichas informativas no se menciona que
a algunos de los detenidos se les otorgó la libertad, Valencia Arámburo Marco
Antonio y Manuel Cárdenas Valdez, de la ciudad de Mazatlán, Sinaloa; ambos
relacionados con Felipe Ángel Milán García.
Otros de los archivos con fichas mutiladas o con informaciones falsas es el
de la detención de José Manuel Alapízco Lizárraga, quién fue detenido, luego
torturado frente a su esposa Martha de Alapízco, fue castrado y asesinado de un
balazo en la nuca, que fue lo que ocasionó su muerte, existen archivos con
fotografías de ésta persona herida y otras fotos después de muerto, éstas
fotografías fueron enviadas a España donde fueron analizadas por peritos
especializados, y su dictamen es que lo que le ocasionó la muerte fue la herida de
bala que tuvo entrada en la nuca y salida en la garganta.
76
Es importante señalar que junto a Alapízco y su esposa, fue detenido el
menor de edad Juan Germán Flores Carrasco y en su ficha menciona que fue
muerto en un enfrentamiento con las autoridades, lo cual es falso según
testimonios de Martha Camacho y Juan Antonio Flores Tirado, quienes estuvieron
detenidos-desaparecidos junto a Juan Germán, además en documento del AGN,
existe el informe del estado de Sinaloa, firmado por el Director Federal de
Seguridad Javier García Paniagua informando la detención por Agentes de esa
Dirección y de la Brigada Especial en Culiacán donde se informa que tenían
detenidos a Felipe Ángel Milán García, José Guadalupe Salas García, Ángel
Manuel Herrera Álvarez, Armando Armenta Zaragoza, Francisco Javier Manríquez
Pérez, Martha Alicia Camacho Loaiza, Juan Germán Flores Carrasco, Juan
Carbajal Pérez, Marco Antonio Valencia Arámburo y Manuel Cárdenas Valdez.78
Luego de las detenciones y desapariciones de los estudiantes, se realizaron
otras aprehensiones basadas en la información que fue obtenida bajo amenazas y
torturas de quienes fueron detenidos con anterioridad.
La Brigada Blanca en Culiacán tenía recursos económicos y libertad de
acción fuera de la ley, tenían habilitadas como casas de seguridad algunas
viviendas que para tal fin adquirían en renta en donde llevaban a cabo sus
“trabajos”, torturas, desapariciones y homicidios con todos los agravantes de la
ley.
Cuando un grupo de madres con hijos desaparecidos, denunció ante el
gobernador del Estado, Alfonso Genaro Calderón Velarde, la existencia de la
casa de seguridad ubicada en la calle rio Sena de la colonia Lomas del Boulevard,
en Culiacán, fue desocupada de inmediato, dejando algunas evidencias, aún y con
todas las pruebas se siguió negando la participación del estado en las
desapariciones forzadas por motivos políticos. Otra prueba de ello es la ficha que
tiene fecha 15 de diciembre de 1977, donde mencionan que en el domicilio antes
mencionado, se fugaron seis miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre,
sus nombres son: Luis Francisco García Castro, Carlos Alemán Velázquez, Miguel
78
AGN, DFS 77/08/25, 11-235-77, legajo 46, fs. 202-206.
77
Ángel Hernández Valerio, Joel Orlando Miguel Anaya, Edmundo Hernández
Borrego y Gilberto Arroyo López, todos ellos desaparecidos hasta la fecha.
78
4.2.
Grupo paramilitar contra la guerrilla
4.2.1. Brigada Blanca
La comisión de Seguridad de la Brigada Blanca era un programa secreto con
presupuesto propio e instalaciones adecuadas para los interrogatorios y
entrenamiento paramilitar. La “misión” del grupo reiteraba su obsesión por la Liga.
“Investigar y localizar a los componentes de los comandos de la llamada Liga
Comunista 23 de Septiembre que operaban en el Valle de México, a efecto de
interferir sus acciones y detenerlos”.
Realizarían un “ratreo permanente en las zonas críticas del Valle de
México” para cazar las células de la guerrilla. Contarían con helicópteros,
vehículos de tierra y armamento. Todos los integrantes del grupo tendrían una
compensación
extra a su salario mensual de tres mil pesos, y en “gastos
generales” el monto estaba abierto a la cantidad que resultara de los
requerimientos. En el Campo Militar Número Uno tenían instalaciones para
ochenta personas. Un grupo descansaría 24 horas, otro entrenaría en las
instalaciones del ejército y uno más se desplegaría en el Valle de México en busca
de guerrilleros79.
La Brigada Blanca, uno de los más notorios grupos paramilitares en la
historia de México, fue responsable material de ejecuciones, homicidios,
desapariciones forzosas (en Guerrero la CNDH registra más de 500), torturas
exceso de poder, amenazas y simulación de enfrentamientos “por órdenes
superiores”, realizaron la guerra sucia librada contra la guerrilla en los años
setenta.
Considerada “necesaria” por el entonces gobierno federal priista para
aniquilar a los rebeldes, la Brigada Blanca tuvo como jefes, desde luego tras
bambalinas, a destacados jefes militares y policiacos, que desde las respectivas
corporaciones en que prestaban sus servicios brindaban apoyo al escuadrón
paramilitar,
79
entre
ellos:
Javier
García
Jorge Torres, op cit., p.104.
79
Paniagua
(creador
del
grupo
contrainsurgente), Francisco Quiroz Hermosillo, Jorge Obregón Lima, Miguel
Nazar Haro, Jesús Miyazawa Álvarez y Arturo El Negro Durazo Moreno.
Los miembros de la Brigada Blanca, presos tal vez de su mala conciencia, e
inclusive algunos han sido víctimas del sistema, hoy día se encuentran jubilados,
desempleados o encarcelados. Otros han desaparecido o fallecido, mientras
algunos más son empresarios de la seguridad privada.
A los principales gobernantes de la época se les responsabiliza de ser los
autores intelectuales del trabajo sucio de la Brigada Blanca, temida como ninguna
otra organización contrainsurgente en su momento.
Entre ellos sobresalen los sucesivos presidentes de la República, Luis
Echeverría Álvarez y José López Portillo, como asimismo diversos secretarios de
Estado, señaladamente los titulares de la Defensa Nacional y el procurador
general de la República en el gobierno de Echeverría, Pedro Ojeda Paullada.
Desde luego, el gobierno siempre negó la existencia del grupo paramilitar.
Atrás de las actividades de la Brigada Blanca se encontraban, mediante las
corporaciones policiacas o militares que dirigían, destacados jefes militares y
policiacos de aquel entonces, entre ellos: el mencionado jefe de jefes, Javier
García Paniagua, Luis de la Barreda, torturador profesional y padre del ex
ombudsman capitalino del mismo nombre; Florentino Ventura, Federico Castel del
Oro, Rafael Chao López y Rafael Aguilar Guajardo.
Existe un documento original sobre los integrantes de la Brigada Blanca se
advierte que ésta contaba con 184 efectivos, entre mandos y tropa – algunos con
el paso del tiempo se convirtieron en delincuentes, pues realizaron secuestros y
asaltos bancarios al amparo de sus jefes-. Asimismo, el expediente establece que
el grupo paramilitar surgió en 1976, que sus primeros miembros ingresaron el 7 de
junio de ese año, y los últimos, casi cuatro años después: el 19 de mayo de 1980.
Respecto a cada uno de los integrantes de la Brigada Blanca, el documento
(del cual tengo copia) registra nombre, domicilio particular, teléfono, corporación a
la que pertenecía, fecha de ingreso y cargo desempeñado en el cuerpo
paramilitar.
80
De acuerdo con el organigrama de la Brigada Blanca, ésta contaba con un
jefe de control y otro de operaciones, además de subjefes de control,
comandantes de investigaciones y diversos grupos: de explosivos, de servicios
especiales y patrullas. Sus miembros se distribuían en tres guardias.
Nacida en el seno de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Brigada
Blanca contó con 48 elementos de esa dependencia militar, entre mayores y
capitanes del Segundo Batallón de Policía Militar, del cuartel general de la brigada
de la Policía Militar, del Primero, Segundo y Tercer Batallón de la Policía Militar y
de la Policía Judicial Federal Militar. Tres de sus integrantes eran mujeres.
Por su parte, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) aportó a la Brigada
Blanca 21 elementos, seguida por la Dirección de Investigaciones para la
Prevención de la Delincuencia (DIPD), -desaparecida en el sexenio de Miguel de
la Madrid-, con 26, entre ellos una mujer. La Policía Preventiva y el batallón de
granaderos contribuyeron con 15 de sus integrantes, mientras que las policías
judiciales del Distrito Federal y el Estado de México, con 14 cada una.
La Policía Judicial Federal también puso su grano de arena, al aportar a
once de sus elementos. Extrañamente, aparecen “sin corporación” 35 elementos
más, según el referido documento.
Como jefe de Operaciones aparece el comandante de la Dirección Federal
de Seguridad, Esteban Guzmán Salgado, El Borrego, quién ocuparía la
Subdirección de la Policía Judicial del Distrito Federal, y Humberto Molina Sosa,
jefe de control y mayor de infantería del Ejército Mexicano.
Otros jefes de control eral el mayor de infantería Francisco Javier Barquín
Alonso, y el mayor de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la
Delincuencia, Roberto Reta Ochoa, maestro en Yuriria, Guanajuato, en donde se
enfrentó a grupos subversivos. Estuvo a las órdenes del desaparecido Arturo El
Negro Durazo.
En el documento se menciona como subjefes de control de la corporación
paramilitar, al capitán segundo del Ejército mexicano, Daniel Romero Díaz, y al
comandante de investigaciones de la misma Brigada Blanca, Rodolfo Reséndiz
81
Rodríguez. Este fue jefe de grupo de los Jaguares con Arturo Durazo y se le
responsabilizó del asesinato cometido en contra de los colombianos aparecidos en
el rio Tula, Hidalgo.
En este famoso caso se involucra también a Fernando Derretí Castillo, El
Flaco, y a Héctor Fuentes, El Patas Verdes, quienes respectivamente trabajaron
con el Grupo de Investigaciones y en el archivo de la Brigada Blanca, los dos
procedentes de la desaparecida DIPD.
Los efectivos de las patrullas 4022 y 4023 de la Brigada Blanca, José
Aguayo Arellano y Roberto Carvente Carreto, también se encuentran involucrados
en el caso del Rio Tula.
A su vez, aparecen como comandantes de la Brigada Blanca Raúl Pérez
Carmona y Juventino Prado Hurtado, ambos de la DFS, encarcelados por su
participación en el asesinato en contra del periodista y autor de la columna “Red
Privada” de Excélsior, Manuel Buendía Téllez Girón.
Como encargado de la tercera guardia de la Brigada Blanca aparece el
comandante Elías Isse Núñez, procedente de la Policía Judicial Federal Militar,
entre el personal encomendado a “diferentes comisiones” figuran el mayor de la
Policía Judicial Militar, José Salomón Tanús, quien más tarde participó en el
equipo del Jefe de la policía capitalina durante el sexenio de José López Portillo,
Arturo Durazo.
Asignado a “diferentes comisiones” figura el comandante de la guardia
segunda de la Brigada Blanca, Francisco Candiani Zamora, quien procedía de la
DIPD y era considerado como un “hijo de la chingada” por algunos de los viejos
policías que lo conocieron.
El comandante Manuel Islas Rueda también se encontraba asignado al
grupo de “diferentes comisiones”. Concluyó su carrera policiaca hace un año en la
policía Judicial del DF, después de prestar más de 30 años de servicio.
82
Al grupo de investigaciones estaban adscritos Raymundo Bárcenas
Elizalde, de la DIPD, quien fuera director de Aprehensiones de la Policía Judicial
del Distrito Federal y de la Policía Judicial en Morelos.
A ese mismo grupo perteneció César Marcos Get Cárdenas, de la Policía
Judicial capitalina, quien falleciera en 1990 cuando prestaba servicio en la Policía
Judicial Federal. Como encargado del personal de diferentes comisiones figuraba
el agente de la Policía Judicial Federal, Juan Palomeque
Silvase, quién fue
declarado como “desaparecido”, de acuerdo con testimonios de viejos policías
consultados por Bajo Palabra.
Al servicio de la patrulla 4017 de la segunda guardia se encontraba
Edgardo Zavala López, en aquel entonces miembro de la DFS, y quien años más
tarde fue jefe de grupo de la Policía Judicial de Morelos.
Proveniente del segundo batallón de granaderos de la policía capitalina y
comisionado en la patrulla
4017 de la Brigada Blanca, Roberto Labastida
Rodríguez fue asesinado por la mafia. También fue agente de la Judicial Federal.
Víctor Avitia Olivera comandante de la patrulla 4025 del escuadrón
paramilitar, quién procedía de la Policía judicial del Estado de Morelos. José Luis
Matus Ramírez, policía judicial del Estado de México, pertenecía al grupo
comandado por el mayor José Salomón Tanús en la Brigada Blanca. Años más
tarde, Matus Ramírez se convirtió en empresario de seguridad privada en Morelos.
El ejército participaba en las detenciones y desapariciones según los
informes que ellos mismos enviaban80.
En documentos encontrados en el Archivo General de la Nación, se hace
referencia a un informe de la SEDENA sobre la aprehensión de Galavíz Ramón,
Hernández Juan Manuel, Cerecer Gómez Ismael, Cota Rodríguez Cirilo, Medina
Gastélum Ma. Alicia, Sánchez Carrillo Reynaldo y Rodríguez Salazar Alfredo.
80
AGN, DFS, 78/02/09, 11-235-78 L49. Estado de Sinaloa.
83
Firmado por El Gral. Brigadier CMTE. 9ª Z.M. Alberto Quintanar López, además en
el mismo documento se menciona del interrogatorio de Sánchez Carrillo. Se
encuentra en resguardo, lo cual nos demuestra según documentos oficiales de la
intervención de los miembros del ejército en las detenciones y desapariciones
arbitrarias81.
De igual manera en los documentos anteriormente se localizó una ficha de
otro estado del País, lo que nos demuestra de el actuar de los grupos
paramilitares, es muy evidente la comunicación que tenían entre un estado y otro,
me refiero a el caso de Óscar César Gaxiola Murillo, estudiante de la Universidad
de Michoacán, originario de Culiacán, Sinaloa, ex-miembro del grupo denominado
los Enfermos de Sinaloa perteneciente a la Liga Comunista 23 de Septiembre y el
cual declara las actividades que realizó dentro de dicho grupo y el nombre de
algunas personas que conoce.
Existen documentos oficiales en donde se manifiesta que muchos de los
detenidos desaparecidos eran llevados a la ciudad de México, al campo militar
número uno, caso específico el de Ismael Cerecer y Martha Medina Gastélum,
ellos fueron liberados y declararon haber visto a algunas de las personas
desaparecidas como el caso de Henry López Gaytán.
81
AGN, DFS 11-235-78 L49 F123. 10 de febrero de 1978, Estado de Sinaloa
84
4.2.2. Desmanes y excesos de poder de la brigada blanca en su ocaso
Eran muy evidentes los excesos de poder que se cometieron, prueba de ello son
los informes que a través del organismo de policía secreta del estado llevaban a
cabo a través de Investigaciones Políticas y Sociales82.
Ejemplo de ello es lo mencionado en un informe sobre Integrantes del
Comité de Regeneración Familiar A.C. del cual el Presidente es José Ríos
Lizárraga mandaron un escrito dirigido a la Presidencia de la República y a la
Secretaría de Gobernación en la cual informan que están indignados porque
elementos de la Brigada Blanca bajo el argumento de buscar a los secuestradores
de Ernesto Urquijo Monterde catearon los domicilios de Ramón Camarena, Cruz
Arrellano y Arnoldo Millán Arrellano quienes fueron ultrajados, robo de dinero y
una camioneta marca Dodge por lo que piden una aclaración de los hechos.
Documento firmado con las iníciales R.M.M.
De las últimas detenciones y desapariciones por motivos políticos de que se
tiene información se llevó a cabo en mayo de 197983, fue la de los jóvenes
detenidos en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, donde el informe mencionaba:
Presuntos miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre de nombre Jesús
Manuel Galavíz Navarro, Humberto Vega Heredia, Evelio Humberto López Rojas y
Arturo Contreras Martínez los cuales habían sido detenidos el 12 de abril pasado
en el interior de la Escuela Superior de Agricultura quienes fueron puestos en
libertad por desistimiento de la acción penal por parte del Gobernador del Estado
Alfonso G. Calderón y del Procurador General de Justicia en el Estado Lic. Amado
Estrada Rodríguez acogiéndose al beneficio de la Ley de Amnistía decretada por
el C. Presidente de la República. Documento firmado con las iníciales J.F.C84.
82
AGN, 79/05/24 IPS Caja 2269 Folio 0008079-0008080. Estado de Sinaloa.
AGN, 79/05/30 IPS Caja 2269 Folio 0008081-0008082. Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de
Septiembre.
84
AGN, 79/06/28 IPS Caja 2269 Folio 0008075-0008076. Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de
Septiembre
83
85
4.3. La organización de las Madres con Hijos Desaparecidos
4.3.1. Las madres se organizan iniciando así una serie de movilizaciones
dentro y fuera del estado de Sinaloa
La mayoría de los familiares - incluidas muchas de las madres – no sobrepasó la
búsqueda individual del desaparecido; fue realmente una minoría la que se decidió
a dar a esa búsqueda una dimensión social y política. Aceptación del “castigo”
impuesto por el estado, imposibilidad de trasponer el límite del sistema y del rol
asignados a los individuos en ese sistema, negación, depresión, enfermedad,
muerte y suicidio fueron en realidad las respuestas predominantes.
Sin dudas, la maternidad cumplió un papel esencial en el surgimiento de las
Madres. Afirmar que la reacción de estas mujeres no fue producto de una ley de la
naturaleza sino un fenómeno históricamente determinado no es contradictorio con
valer adecuadamente la cuestión de la maternidad. Es el impacto que la
desaparición produce en la relación materno-filial lo que dispara un proceso que,
las Madres. Y en esto radica su singularidad85.
En Sinaloa, las madres buscaban a sus hijos de inicio de manera individual,
luego se identificaron unas con otras t se unificaron para integrarse como una
asociación civil.
El 7 de abril de 1978, en el auditorio Ernesto Che Guevara, de la Escuela
Preparatoria Central Diurna, se constituyeron como Unión de Padres con Hijos
Desaparecidos, apoyados por algunos maestros y estudiantes, Las madres de
otros municipios se acercaron a las madres de Culiacán para integrarse como
familiares de desaparecidos y decidieron constituirse como Unión de Madres con
Hijos Desaparecidos de Sinaloa, encabezado por la señora María de Jesús
Caldera de Barrón, madre de José Barrón Caldera, desaparecido en Magdalena
Jalisco.
85
Ulises Gorimi, La rebelión de las Madre., Historia de las Madres de la Plaza de Mayo, Argentina,
Norma, 2006, pp. 25-26.
86
Las señoras ya organizadas del estado de Sinaloa, decidieron integrarse al
comité EUREKA, organización nacional representada por la señora Rosario Ibarra
de Piedra, integrándose a las actividades de desaparecidos a nivel nacional e
internacional.
La lucha de las madres tuvo el apoyo a la lucha por la presentación de sus
hijos desaparecidos a nivel nacional, de manera conjunta hacían movilizaciones y
acciones para que sus voces fueran escuchadas y sus demandas tomadas en
cuenta, los ojos del mundo voltearon a ver este movimiento, que estaba
germinando igual que en otros países latinoamericanos que fueron reprimidos de
manera similar que en México.
Los trabajadores de Teléfonos de México, apoyaron a las madres y
suspendieron el servicio telefónico durante dos horas, quedando fuera de servicio
más de 30,000 aparatos, ante la petición de la señora Ibarra de Piedra por el
aumento de desapariciones a nivel nacional, manifestando que seguirían luchando
en relación a las demandas que se habían interpuesto.
En Sinaloa, se llevaron a cabo actividades como volanteo, informando que
el gobierno había dado falsas esperanzas de encontrar a sus hijos desaparecidos,
invitando a la ciudadanía a una marcha solicitando la amnistía general y la
presentación de los desaparecidos, se llevaron a cabo huelgas de hambre y el
Foro Abierto Contra la Represión, la Tortura y Contra la Violación de los Derechos
Humanos.
Los testimonios de personas liberadas del Campo Militar Número Uno,
pusieron en tela de duda las respuestas negativas del gobierno ante las
desapariciones en Sinaloa, siete personas desaparecidas, Ramón Galaviz, Juan
Manuel Hernández, Ismael Cerecer Gómez, Cirilo Cota Rodríguez, Martha Alicia
Sánchez Carrillo y Alfredo Rodríguez Salazar, regresaron de su cautiverio e
hicieron públicas sus denuncias.
A pesar de todo las detenciones al margen de la ley y las desapariciones
continuaron, siendo desaparecidos el 12 de abril de 1979, Jesús Manuel Galaviz,
Evelio Humberto López Rosas y Humberto Vega Heredia, alumnos de la escuela
87
de agricultura en Culiacán, siendo liberados en el mes de mayo por desistimiento
de la acción penal por parte del Gobernador y por el Procurador de Justicia del
Estado, acogiéndose a ala ley de Amnistía decretada por el Presidente de la
República.
De acuerdo a las nuevas formas de acción colectiva como auto-afirmativas,
aunque podrían denominarse expresivas o afirmativas. Están estrechamente
ligadas a la aparición de nuevos actores y movimientos sociales y difícilmente
pueden separarse de ellos, por lo menos en una primera etapa. Se trata de luchas
auto-afirmativas porque parten de sectores que hasta el momento tenían una baja
consideración social, vivían oprimidos o marginados.
Las formas de lucha afirman y expresan también un tipo de organización
concreta. En las líneas generales, pude decirse que un sector social que se haya
dotado de organizaciones asociativas tenderá a usar métodos instrumentales, en
tanto los colectivos de carácter comunitario buscarán formas de acción autoafirmativas. En el caso de las madres con hijos desaparecidos, sufren el
menosprecio o son invisibles para la sociedad oficial, esta invisibilidad las lleva a
utilizar formas de acción que pongan en primer lugar la afirmación de su
existencia, negada desde el poder.
Las madres niegan el silencio y el olvido, el sistema quiere que no estén, y
están, la negación es el primer paso para poder ser, con orgullo muestran a la luz
del mundo su condición: madres de desaparecidos, madres que extrañan a sus
hijos, que piden, lloran y luchan por ellos.
La identidad suele jugar un papel importante en la formación de
movimientos sociales, la organización de las madres se plantearon llevar a cabo
una serie de movilizaciones dentro y fuera de Sinaloa.
En marzo de 1978, salieron a la ciudad de México varias madres de hijos
desaparecidos para unirse a la manifestación que se llevó a cabo frente a la
Secretaría de Gobernación, tratando de entrevistarse con el Lic. Jesús Reyes
Heroles, titular de la dependencia con el fin de solicitar su intervención para poder
88
ver a sus hijos detenidos, y posteriormente se reunirían con el Presidente de la
República, quien las había convocado con anterioridad.86
La solidaridad fue una de las características que hizo que se fortaleciera la
lucha de las Madres, grupos de estudiantes les manifestaron su apoyo, realizando
tareas que les ayudaran a encontrar a sus hijos, llevando a cabo denuncias que se
hicieron de manera oficial y realizando manifestaciones públicas, se hizo un
llamado a través de la prensa local para integrarse a dicha manifestación,
logrando una asistencia de cientos de personas en la búsqueda de la unión para
buscar solución a las demandas y a las problemáticas del estado por la corrupción
de funcionarios del gobierno del estado.
En apoyo a las madres algunos grupos de estudiantes trabajaban en la
madrugada para pegar posters en los centros comerciales y en puntos clave, las
fotografías de algunos de los estudiantes desaparecidos.
El 27 de marzo de 1978, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, se llevó a cabo
una manifestación organizada por la Unión de Padres de Familia de Hijos
desaparecidos y con la participación de 150 estudiantes de diferentes escuelas de
la UAS los en donde se reprocho que se le había dado una cita con el Presidente
de la República la cual no les dieron y piden por tanto de les respete a sus hijos
los cuales son llevados a cárceles clandestinas principalmente al campo Militar
No. 1 el cual esta disfrazado como un campo deportivo y piden por tanto el cese a
la represión y a la violación de los derecho humanos.
La Unión de Padres de hijos desaparecidos continuaba pidiendo apoyo en
los meses siguientes para que se le diera una solución para que sus hijos fueran
llevados con las autoridades competentes pues se tenía conocimiento de que
algunos estaban en el Campo Militar número uno y en otras cárceles clandestinas,
acudieron al Colegio de Abogados que presidía el Lic. Francisco Javier García
Félix.
El estado, mantenía estricta vigilancia sobre el grupo de padres de familia
que buscaban a sus hijos y de todo se enviaba informe de la Dirección Federal de
86
AGN, 78/03/14 IPS Vol. 2320 Folio 0010617-0010618.
89
Seguridad, incluso mencionaban en dichos informes el estado de ánimo de
algunos de los integrantes de esta organización, por otra parte los estudiantes se
organizaban para junto a las madres manifestar otro tipo de inquietudes como el
apoyo a Vietnam.
90
4.3.2. Testimonios de personas liberadas del campo militar número uno
La prensa del 23 de julio de 1978, informa sobre la liberación de siete personas
desaparecidas: Ramón Galavíz, Juan Manuel Hernández, Ismael Gómez Cerecer,
Cirilo Cota Rodríguez, María Alicia Gastélum, Reynaldo Sánchez Carrillo y Alfredo
Rodríguez Salazar, éstas personas dieron su testimonio escrito a la señora María
de Jesús Caldera de Barrón, presidenta de la Unión de Madres con Hijos
Desaparecidos de Sinaloa, éstas personas manifestaron haber estado en el
Campo Militar Número Uno, y de haber visto a algunos de los jóvenes
desaparecidos87.
4.3.3. Allanamiento a las aulas universitarias, para detención y desaparición
Con poca asistencia de alumnos y maestros se iniciaron las actividades dentro de
la Universidad Autónoma de Sinaloa en la cual al parecer se normalizaran en el
transcurso de la próxima semana. Mientras tanto las actividades en la Escuela
Superior de Agricultura se denunció que elementos policíacos habían invadido las
instalaciones de dicho plantel con el fin de detener a varios estudiantes
acusándolos de pertenecer a la brigada de la llamad Liga Comunista 23 de
Septiembre, no se menciono el numero de detenido ni los nombres solo se dijo
que se destruyo parte de los laboratorios así como la unidad habitacional de los
estudiantes de bajos recursos88.
Con relación a la denuncia que levantaron estudiantes de la Escuela
Superior de Agricultura de la UAS en el sentido de que elementos policíacos
habían violado la autonomía de la universidad al penetrar a la institución para
sacar a dos estudiantes en el cual uno de ellos de nombre Jesús Manuel Galavíz
Navarro se confesó integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre y
pertenecer a la Brigada Froylán Rendón Estrada la cual coordinaba Gerardo
Camarena Ayala quien tenía una cita con el detenido y que la policía fue a ese
87
88
AGN, 78/07/23 DFS 11-235-78 L52 F 125-133.
AGN, 79/04/16 IPS Caja 2269 Folio 0008064-0008065.
91
encuentro sin poder detener junto con su familia por lo que todavía se encontraba
prófugo89.
De acuerdo a los acontecimientos ocurridos dentro de la Escuela Superior
de Agricultura los estudiantes de la misma junto con integrantes de otras escuelas
hicieron brigadas con el fin de localizar a los estudiantes que fueron detenidos por
elementos de la DFS y de la DGE entre los que se encontraba Jesús Manuel
Galaviz y posteriormente publicaran en los rotativos locales un desplegado de los
hechos ocurridos por elementos policíacos y a quienes acusaron de haber
asesinado al Ing. Miguel Ángel García Zúñiga.
El Ing. Eduardo Franco Casillas Rector de la Universidad Autónoma de
Sinaloa rechazó lo declarado por el Procurador General de Justicia en el Estado
Lic. Amado Estrada Rodríguez el cual dijo que elementos de la DFS encontraron
dentro de la ESA un arsenal de armas de diferentes calibres así como explosivos y
propaganda de la Liga Comunista 23 de Septiembre a lo que el rector señalo que
el Procurado debe demostrar con hecho que se encontraron dichas armas por lo
que el Ingeniero, dará conocimientos de los hechos violatorios a la SEP90.
Elementos de la Dirección Federal de Seguridad con el objeto de identificar
y detener a presuntos miembros de la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre
que habían venido repartiendo el periódico Madera en el interior de la Escuela
Superior de Agricultura detuvieron a Evelio Humberto López Rosas y a Humberto
Vega Heredia presuntos miembros de esa agrupación.
89
90
AGN, 79/04/19 IPS Caja 2269 Folio 0008062-0008068.
AGN, 79/04/20 IPS Caja 2269 Folio 0008061.
92
4.3.4. Apoyo a la lucha por la presentación de los hijos desaparecidos de
otras instituciones a nivel nacional
Se hace la descripción de dos notas periodísticas la primera en relación a la
huelga de los trabajadores de Teléfonos de México la cual duro aproximadamente
2 horas quedando fuera de servicio 30,000 aparatos telefónicos; la segunda relata
la petición que hace la señora Rosario Ibarra Piedra en cuanto que aumento a 460
el número de desaparecidos y que seguirán luchando en relación a las demandas
que se han interpuesto91.
Otro de los muchos casos que fueron afectados fue el de la señora María
de Jesús Caldera de Barrón, que en una entrevista que le hicieron por parte de la
prensa local comenta:
…Estuvo al pendiente de la puerta, en su casa de la Colonia Popular. De
que en algún momento tocara y se asomara José. Y le gritara “Mamá, aquí
estoy, he vuelto”… De saber algo nuevo, algo de José, su hijo,
desaparecido político por el Gobierno federal, en el episodio conocido como
“Guerra sucia”…92
En esa entrevista a Doña chuyita, imploraba desde su mensaje en el título
del periódico ¡Queremos a nuestros hijos!, esa fuerza que siempre caracterizó,
hizo que fuera el ícono del movimiento de aquellas personas que estuvieron
involucradas de una u otra manera. A pesar que aconsejaba a su hijo en no
meterse en problemas, nunca fue escuchada; la charla en su entrevista menciona:
…“Tú no andes contra el Gobierno, porque es peligroso”, le aconsejaba
María de Jesús Caldera a su hijo José. “No, mamá, usted no se preocupe”,
le respondía él…93
A pesar que se sabía a voces que los movimientos estaban en pie y que
José era visto como un prototipo a la lucha de esta guerra que tanto anhelaron
mucho de los universitarios, todo quedó en la desaparición, ahora, a aventura de
estas familias recaía en la fe, ya que en cualquier momento el olvido y la
91
AGN, 79/04/26 IPS Caja 2269 Folio 0008877.
Periódico El Noroeste, Sinaloa, sábado 17 de junio de 2006.
93
Íbid.
92
93
recuperación de sus memorias estarían en proceso de recuperación, al ver entrar
a ese ser que tanto anhelan rescatar; es claro que la ilusión enmarca un proceso
cruel a la comunidad sinaloense, un shock de tristeza y de impotencia al no poder
enfrentarse ante aquellas autoridades políticas, así mismo lo hacía saber la señora
chuyita en su entrevista:
Aquella frase “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, que enmarcó el
objetivo del movimiento, terminaría marcando en Sinaloa y el país a toda
una generación de hombres y mujeres, en la lucha por el respeto a los
derechos humanos. Presidentes y gobernadores, insensibles a su lucha,
vieron desfilar por tres décadas a un grupo de mujeres, que jamás
abandonarían su ideal, a pesar del paso de los años, de los surcos que
fueron agigantándose en sus rostros y de las negras cabelleras que
cambiaron de color. Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de
la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, nada hicieron por
ayudarlas. Oídos sordos también, los de los gobernadores Antonio Toledo
Corro, Francisco Labastida Ochoa, Renato Vega Alvarado, Juan Sigfrido
Millán94.
Ese grito de lucha, coraje, fuerza e impotencia, hacían ver a las familias que
sus diferentes estrategias para ser tomadas en cuentas por sus reclamos estaban
quedando en vano. Ahora la solución serían más radicales, padres de familia en
conjunto con algunas personas involucradas en los movimientos, darían como
resultado el realizar “Huelgas de Hambre”, para saber si aquellas personas podían
tener un poco de sentido humano.
94
Íbid.
94
4.3.5. Huelga de hambre de las madres como parte de su lucha
Se estuvieron repartiendo 2 volantes en las calles de la Ciudad de Mazatlán el
primero hace referencia a la lucha de la Unión de Padres de Hijos Desparecidos
informando que el gobierno hasta el momento ha dado falsas esperanzas de que
van a encontrar a sus hijos e invitan a la gente a una marcha por la amnistía
general y la presentación de los desparecidos una realidad. El otro volante hace
referencia de que se cumplió un año de la huelga de hambre que realizaron las
madres de hijos desaparecidos y que en aquel entonces el Gobierno prometió dar
una respuesta sobre los terribles problemas de la violación de los derechos
humanos por lo que hacen un llamado a todo el pueblo para que participen en el
Foro Abierto Contra la Represión, la Tortura y Contra la Violación a los Derechos
Humanos95.
La memoria es un campo de lucha, de reproducción o resistencia a la
hegemonía. Recuperar las experiencias de vida de las ex combatientes permite
valorarlas y conocer una parte del pasado que ha sido relegada de la historia
oficial, además rompe estereotipos formados alrededor de ellas, por ser mujeres,
indígenas y haber sido guerrilleras96.
95
AGN, 79/08/26 IPS Caja 1901-B Folio 0007988-0007990.
Rosalinda Hernández Alarcón… [et al.], Memorias Rebeldes contra el olvido, Guatemala, Magna
Terra Editores S.A., 2008, p.24.
96
95
CONCLUSIÓN
El interés que conservo, respecto de estudiar el tema con un conocimiento
historiográfico, es precisamente para evadir la subjetividad y el desdén con que se
ha abordado este sector (en la mayoría de los casos apenas hacen una vaga
referencia), pero que tuvo y ha tenido una participación directa en la llamada
“Guerra Sucia”. Replantear esta parte histórica que no es, como se tiende a
pensar debido al discurso oficial, un hecho aislado que no tuvo participación ni
repercusiones, sino que constituye una fase medular encima de las afirmaciones y
discusiones que el tema ha generado. No se puede analizar históricamente este
fenómeno, sin incluir todos los elementos que lo componen.
Lo que me importa mostrar es, por un lado, que no podemos dejar fuera la
oralidad como un elemento discursivo inerte y, por otro, que existe un discurso que
manipula cambia u omite a actantes que tienen su lugar en este hecho (su
intervención y sus posibilidades de desplazamiento), su función (y su evolución
funcional). La inserción de la vida y testimonios orales de la Unión de Madres con
Hijos Desaparecidos en Sinaloa no disocia subjetivamente la investigación
histórica; sino que constituye un espacio de posición en este fenómeno.
La exploración y seguimiento de la madres con hijos desaparecidos durante
la “Guerra Sucia” es un análisis fidedigno, pero que se relegado en el discurso
oficial. Mi objetivo tampoco fue mostrar lo que se había dicho de ellas y a pesar de
ellas; o lo no dicho que cubren, el burbujeo de pensamientos, de imágenes o de
fantasmas que las habitan, sino exponer de qué modo existen, su intervención y
pertenencia.
La Liga Comunista 23 de Septiembre tiene su génesis –al menos en el caso
de Sinaloa– en las aulas universitarias y tecnológicas, por esta razón dediqué el
primer capítulo al recuento histórico de los movimientos estudiantiles mundiales y
nacionales.
En el segundo me enfoqué en las circunstancias contextuales e ideológicas
que moldeó la identidad de la lucha estudiantil en Sinaloa. El tercer capítulo
96
trabajé de lo general a lo particular para abordar el tema de los movimientos
armados para contextualizar el movimiento que nos ocupa.
En el cuarto capítulo planteo la problemática de la Unión de Madres con
Hijos Desaparecidos de Sinaloa como parte de las consecuencias de las
represiones y desapariciones políticas cometidas por el Estado, y necesidad de
rescatar su participación histórica en el movimiento, ya que de otra manera el
análisis historiográfico de este acontecimiento y sus efectos, carece de
consistencia.
Mi objetivo fue abrir la posibilidad de replantear, con elementos sistemáticos
y verídicos, el fenómeno del movimiento armado de la Liga Comunista 23 de
Septiembre, algunos de sus matices y de las direcciones que tomó. Este trabajo
focaliza la participación de las madres de los desaparecidos, su origen, desarrollo
y participación.
Considero que esta investigación subalterna justifica la necesidad de
estudiar el tema de la “Guerra Sucia” con un postulado a priori que, por un lado,
rescata del olvido esta fase del movimiento con los elementos y recursos
necesarios para ampliar su análisis y, por otro, proporcionar el lugar histórico que
las madres tuvieron en su lucha. Esto último no lo menciono como recurso que se
escuda en lo subjetivo, sino a las acciones que ellas ejercieron como parte de una
continuidad de la lucha armada y sus efectos.
La integración de estos testimonios de vida de las madres de los
desaparecidos políticos en el recorrido minucioso de la investigación, ayudará al
registro fidedigno de las múltiples posiciones que el discurso histórico requiere
para asentar su producción de verdad.
97
FUENTES
ARCHIVOS Y FONDOS DOCUMENTADOS
Archivo General de la Nación (AGN), ubicado en la ciudad de México.
Biblioteca Facultad de Historia de la UAS
Biblioteca Central de la UAS
HEMEROGRAFÍA
Periódico El Noroeste
Periódico Rio Doce
Periódico El Debate
REVISTAS
Revista Proceso
Revista Bajo Palabra
ENTREVISTAS
Sr. Jesús Benítez Estrada
Sra. María de Jesús Caldera de Barrón
Sra. Catalina Castro de García
Sr. Juan Antonio Flores
Sra. Rita Gaytán de López
98
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103
ANEXOS
Relación de personas desaparecidas en Sinaloa en los años setentas:
Nombre
Edad
Profesión
Desaparición
1- Lourdes Martínez Huerta
20
Prof. Escuela de enfermería.
2- José Guadalupe Sicairos Angulo
29
Administrador de restaurante. 13/03/1976
3- Héctor David Sandoval
23
Estudiante de Agronomía UAS 18/05/1976
4- José Barrón Caldera
23
Prof. Prepa. Central UAS
5- Miguel Ángel Valenzuela Rojo
20
Estudiante de Agronomía UAS 17/06/1976
6- Ignacio Herrera Sánchez
23
Estudiante de Agronomía UAS 01/07/1976
7- Juan de Dios Herrera Sánchez
18
Estudiante Prepa. Central UAS 01/07/1976
8- Cristina Rocha Manzanares
23
Ama de casa
9- Henry López Gaytán
18
Estudiante de Economía UAS 15/07/1976
10- Manuel Rojas Gaxiola
18
Estudiante de Economía UAS 15/07/1976
11- Leonardo Salazar Aguiluz
52
Campesino
30/12/1976
12- Héctor Arnoldo León Díaz.
16
Estudiante de secundaria
25/04/1977
13- Jorge Guillermo Elenes Valenzuela
17
Estudiante de secundaria
26/04/1977
14- Felipe Estrada Martínez
38
¿’/06/ 1974
10/06/1976
01/07/1976
Policía Judicial del Estado
29/04/1977
15- Víctor Manuel Arvallo Martínez
34
Empleado JAPAC
29/04/1977
16- Jesús Adrian Mercado
45
Policía Judicial del Estado
20/04/1977
17- Ramón García Rivera
28
Policía Judicial del Estado
01/05/1977
18- Jesús C. Martínez Meza
32
Seguridad del Gobernador
01/05/1977
19- Isidro Villalba Guerrero
28
Seguridad del Gobernador
01/05/1977
20- Esteban López Espinoza
22
Empleado
01/05/1977
21- Felipe Ángel Milán García
20
Estudiante de Idiomas UAS
23/07/1977
22- Ángel Manuel Herrera Álvarez
19
Estudiante del ITRC
29/07/1977
104
23- José Guadalupe Salas García
21
Estudiante
30/07/1977
24- Francisco Javier Manríquez Pérez
18
Empleado
19/08/1977
25- José Manuel Alapízco Lizárraga
21
Prof. Prepa Flores M. UAS
19/08/1977
26- Juan Germán Flores Carrasco
17
Estudiante Prepa Central UAS 19/08/1977
27- Juan de Dios Carbajal Pérez
23
Empleado
20/08/1977
28- Carlos Alemán Velázquez
18
Estudiante ITRC
29/08/1977
29- Luis García Castro
17
Estudiante ITRC
29/08/1977
30- Gilberto Arroyo López
17
Estudiante
21/09/1977
31- Joel Orlando Miguel Anaya
20
Estudiante
21/09/1977
32- Edmundo Hernández Borrego
20
Estudiante
21/09/1977
33- Cosme López Barrón
34
Empleado
05/11/1977
34- Alejo Samaniego Sámano
42
Policía Judicial del Estado
17/11/1977
35- Saúl Salas García
19
Estudiante
19/12/1977
36- Rigoberto Rodríguez Rivera
17
Fabricante de ladrillos
05/01/1978
37- José C. Aispuro Amézquita
33
Fabricante de ladrillos
05/01/1978
38- Óscar César Gaxiola Murillo
25
Estudiante Univ. De Michoacán 15/02/1978
39- Héctor Manuel Ávila Angulo
--
----------
09/03/1978
40- Vidal Cota Váldez
23
Soldado
24/02/1979
41- Alejandro Díaz Acosta
20
Soldado
24/02/1979
42- Yañez Ruelas Rafael
--
-----------
---------------
105
FOTOS
Fuente: Movimiento realizado en la ciudad de México. Revista Proceso.
Fuente: Manifestación en la Ciudad de México encabezada por Rosario Ibarra,
en Revista Proceso.
106
Fuente: Rosario Ibarra en la marcha del comité pro defensa de presos, perseguidos,
desaparecidos y exiliados políticos, en Revista Proceso, 26 de julio de 1978.
Fuente: Rosario Ibarra en la marcha del comité pro defensa de presos, perseguidos,
desaparecidos y exiliados políticos, en Revista Proceso, 26 de julio de 1978.
107
Manifestación por los 10 años de la masacre de Tlatelolco. Rosario Ibarra de Piedra, Valentín
Campa Eduardo Valle. 2 de octubre de 1978
Fuente: Rosario Ibarra de Piedra, manifestación por los presos políticos desaparecidos, en
Revista Proceso, 12 de noviembre de 1977.
108
Doña Martha
Doña Consuelo
109
Doña Chuyita+ y Doña Cata
110
Doña Margarita y Doña María
Evento de madres con hijos desaparecidos en el año 2000, en la Casa de la
Cultura de la UAS, Culiacán, Sin.
111
Sr. Manuel Alapizco+
112

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