0 LA INDUSTRIA ANCHOVETERA PERUANA: COSTOS Y
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0 LA INDUSTRIA ANCHOVETERA PERUANA: COSTOS Y
LA INDUSTRIA ANCHOVETERA PERUANA: COSTOS Y BENEFICIOS Un Análisis de su Evolución Reciente y de los Retos para el Futuro* Carlos E. Paredes y María Elena Gutiérrez** Junio, 2008 * ** Estudio preparado por encargo del Banco Mundial al Instituto del Perú de la Universidad de San Martín de Porres. Se agradece la diligente asistencia de investigación del economista Cristian Solís. 0 Tabla de Contenido RESUMEN EJECUTIVO ………….……………………………………………………….…. I INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 1 1. EVOLUCIÓN Y CAMBIOS RECIENTES EN LA INDUSTRIA ANCHOVETERA ...... 3 1.1 1.2 1.3 1.4 PANORAMA PREVIO A LOS AÑOS NOVENTA ............................................................. 4 PRIVATIZACIÓN Y EXPANSIÓN DEL SECTOR............................................................ 6 REESTRUCTURACIÓN ........................................................................................... 8 CONSOLIDACIÓN Y FUSIONES................................................................................ 9 2. CAMBIOS EN EL MARCO REGULATORIO ......................................................... 13 2.1 2.2 2.3 2.4 REGULACIÓN ACTUAL DE LA CAPTURA DE ANCHOVETA ........................................ 14 REGULACIÓN SOBRE FLOTA ANCHOVETERA Y PLANTAS DE HARINA ...................... 16 OTRA REGULACIÓN AMBIENTAL .......................................................................... 18 SISTEMAS DE CONTROL ..................................................................................... 19 3. LA PESQUERÍA DE ANCHOVETA EN EL PERÚ: HACIA UNA TAXONOMÍA ..... 20 3.1 EMPRESAS PESQUERAS ..................................................................................... 20 3.1.1 Empresas Grandes con Cobertura Nacional ............................................ 21 3.1.2 Empresas Medianas con Cobertura Regional .......................................... 21 3.1.3 Empresas Pequeñas................................................................................ 22 3.2 FLOTA ............................................................................................................... 23 3.2.1 Embarcaciones de Acero ......................................................................... 23 3.2.2 Flota vikinga............................................................................................. 24 3.3 PLANTAS ........................................................................................................... 25 3.4 EL SOBREDIMENSIONAMIENTO DE LA INDUSTRIA .................................................. 27 4. ESTIMACIÓN DE LA RENTA DEL RECURSO PESQUERO ................................. 30 4.1 LA RENTA DEL RECURSO PESQUERO: UN MARCO CONCEPTUAL .......................... 30 4.2 ANÁLISIS DE LOS COSTOS E INGRESOS DE LA INDUSTRIA ANCHOVETERA............... 33 4.2.1 Estructura de Costos de la Flota .............................................................. 33 4.2.2 Ingresos y Utilidades de la Flota en el 2006............................................. 35 4.2.3 Evolución de los Costos, Ingresos y Utilidades de la Flota....................... 36 4.2.4 Estructura de Costos de las Plantas de Procesamiento ........................... 37 4.2.5 Ingresos y Utilidades de las Plantas de Procesamiento en el 2006.......... 40 4.2.6 Costos, Ingresos y Utilidades de las Plantas de Procesamiento: Años 2000-2007 ..................................................................................... 41 4.3 ESTIMACIÓN DEL MODELO BIOECONÓMICO Y DE LA RENTA DE LA PESQUERÍA DE ANCHOVETA EN EL PERÚ...................................................... 43 4.3.1 Parámetros del Modelo Bioeconómico...................................................... 43 4.3.2 Resultados del Modelo Bioeconómico para el Año 2006.......................... 45 4.4 LOS COSTOS DEL SOBREDIMENSIONAMIENTO DE FLOTA Y PLANTA: UN ENFOQUE ALTERNATIVO ............................................................................. 48 4.4.1 Flota.......................................................................................................... 48 4.4.2 Plantas..................................................................................................... 50 4.4.3 Las Utilidades Perdidas de la Industria como un Todo............................. 51 5. RETOS PARA LA REFORMA DEL SECTOR ....................................................... 52 5.1 REDUCCIÓN DEL SOBREDIMENSIONAMIENTO ....................................................... 53 1 5.1.1 Programa de Reducción de Flota.............................................................. 53 5.1.2 Cuotas Individuales de Pesca .................................................................. 55 5.1.3 La Transición al Nuevo Régimen ............................................................. 57 5.2 REDUCCIÓN DE FLOTA Y PLANTAS: MITIGANDO LOS COSTOS DEL PROCESO ......... 59 5.3 CONSUMO HUMANO DIRECTO Y AGREGACIÓN DE VALOR ...................................... 61 5.4 POLÍTICA AMBIENTAL PESQUERA ........................................................................ 62 5.5 LA CORRUPCIÓN Y LA GOBERNABILIDAD DEL SECTOR: OTRA VERDAD INCÓMODA ................................................................................................. 63 ANEXOS……...………………………………..………………………………………….. 66 2 RESUMEN EJECUTIVO 1. La pesquería de anchoveta (Engraulis ringens) del Perú es una de las más grandes del mundo, y representa cerca del 10% de las capturas marinas a nivel mundial. Este recurso se destina básicamente al Consumo Humano Indirecto (CHI), en otras palabras, a suplir las plantas de harina y aceite de pescado, productos que son empleados como base proteica en la industria de alimentos balanceados y principalmente dirigidos hacia los mercados internacionales (en promedio, se exporta un 90% de la producción nacional). Evolución y Cambios Recientes en la Industria Anchovetera 2. La industria de la anchoveta es relativamente nueva en el Perú, surgió a mediados del siglo pasado, y ha estado caracterizada por una serie de ciclos de expansión y crisis. Tras el boom y expansión de los primeros veinte años, el sector enfrentó su primera crisis a comienzos de los años setenta. Esta fue producto del crecimiento vertiginoso de la flota, la regulación inadecuada y la consecuente sobrepesca. A esto se sumó los efectos del Fenómeno de El Niño de 1972/73 y la estatización de la industria en el año 1973. 3. Tras el estancamiento del sector pesquero –y de la economía en general- de los años setenta y ochenta, se dio un giro sustancial en el marco de política económica a comienzos de los años noventa, reestableciéndose el orden macroeconómico y promoviéndose una economía de mercado. En este contexto, se aprobó una nueva Ley General de Pesca (1992) -que prohibía la ampliación de la flota y de la capacidad de procesamiento- y se privatizaron las embarcaciones pesqueras y plantas harineras de propiedad del Estado, dándose inicio a una nueva fase de expansión del sector. La privatización implicó cuantiosas inversiones por parte del sector privado, tanto para las adquisición y modernización de la flota y plantas procesadoras que se estaban privatizando, como para la construcción de nuevas embarcaciones y nuevas plantas, a pesar de lo dictado por la ley. Dado que este proceso descansó en un alto apalancamiento financiero, más que en aportes de capital de los grupos privados, la privatización y modernización del sector condujo a un sobreendeudamiento del mismo, que dejó al sector pesquero patrimonialmente débil y vulnerable desde un punto de vista financiero. Y no pasó mucho para que un nuevo evento intenso del Fenómeno de El Niño, a fines del año 1997, pusiera en riesgo nuevamente a la industria de anchoveta. 4. La crisis en que se sumió el sector llevó a que muchas empresas se viesen forzadas a entrar en procesos de insolvencia, a que los bancos tuviesen que absorber pérdidas importantes y a cambios significativos en la estructura de propiedad del sector. En este contexto de crisis, se lanzó una primera iniciativa para reducir el sobredimensionamiento de la flota de anchoveta (1999). El sector privado, en estrecha coordinación con el Estado, trabajó en el diseño de un programa para financiar el retiro y deshuase de I embarcaciones, conocido como “Fondo para la Protección de la Biomasa”, FOPROBI. Al no lograrse un consenso mínimo en torno al programa (en sus dos versiones), debido en parte a la falta de liderazgo dentro del sector público y a la falta de compromiso dentro del sector privado, éste no llegó a implementarse, las empresas llegaron a acuerdos con sus acreedores y la flota siguió creciendo, exacerbándose el problema del sobredimensionamiento del sector. 5. Tras el reacomodo del sector durante la primera mitad de la presente década y el incremento de los precios de la harina y aceite de pescado a niveles record, se produjo una ola de fusiones y adquisiciones sin precedentes en el sector (2006-2008). El proceso de compras y fusiones representó cerca de US$ 1,000 millones en transacciones, y llevó a que siete grandes grupos concentren el 70% de la producción nacional de harina y aceite de pescado. Cambios en el Marco Regulatorio 6. Los cambios normativos y de política jugaron un rol decisivo en la evolución de la industria anchovetera. El marco regulatorio evolucionó de uno orientado al fomento industrial y atracción de inversiones, hacia otro centrado en el cuidado de la biomasa, el control de la sobrecapacidad de flota y de plantas (restricción de captura, prohibición de nuevas licencias y autorizaciones para embarcaciones y plantas), y en la protección del ecosistema marino (programas de adecuación al medio ambiente y límites máximos para los efluentes de la industria). Sin embargo, el incumplimiento de las normas llevó al sobredimensionamiento del sector y a que los participantes del mismo se hayan desenvuelto en un ambiente caracterizado por la corrupción. 7. En el caso peruano, el cuidado de la biomasa incluyó: (i) el establecimiento de “cuotas globales de captura” (o pesca máxima permisible anual); (ii) temporadas de veda en los meses de reproducción de la especie y cuando se detectase la presencia de un alto porcentaje de juveniles en la extracción; (iii) establecimiento de zonas prohibidas o de reserva; y (iv) especificaciones para los métodos de extracción. Si bien dichas normas tendieron a evitar la sobreexplotación de la anchoveta, las cuotas globales de captura ocasionaron una carrera por el pescado, comúnmente denominada “carrera olímpica”, pues se trata de un mercado abierto, sin asignación de derechos de propiedad, en que las embarcaciones tratan de capturar la mayor cantidad de pescado en el menor tiempo posible. Esto originó que de los casi 270 días que las embarcaciones salieron de pesca en 1986, éstos se redujesen a 50 días en el año 2007. 8. La regulación de la extracción de la anchoveta se ha adecuado a las diferentes características del ecosistema marino peruano, el cual presenta dos principales zonas: (i) Zona Norte/Centro, que va desde la frontera norte con el Ecuador hasta el paralelo 16°S, donde se presenta gran abundancia de cardumen y realiza la mayor parte de la pesca; y (ii) Zona Sur, que va desde el II paralelo 16°S hasta la frontera sur con Chile, en la cual el zócalo marino se acerca a la costa y hay una menor presencia de cardumen. Estas zonas corresponden a diferentes corrientes marinas y constituyen dos hábitats diferentes, por lo que se consideran dos stocks diferentes de anchoveta. Es importante resaltar que la cuota global de pesca permisible sólo se aplica a la zona norte/centro. En la zona sur no existe una cuota global de pesca; se puede pescar todo el año, a excepción de aquellos períodos donde se identifique presencia de juveniles en los desembarques, en los cuales se imponen vedas cortas. La ausencia de cuotas en la zona sur se debe a que se argumenta que este tipo de normativa lo único que lograría es proteger el cardumen para que éste sea luego capturado en Chile. La Pesquería de Anchoveta en el Perú: Hacia un Taxonomía del Sector 9. A fines del año 2007, la industria anchovetera peruana estaba conformada por una flota de 1,178 embarcaciones, con una capacidad total de bodega de alrededor de 210,000 metros cúbicos (m3) y por 145 plantas de harina y aceite de pescado, con una capacidad total de procesamiento de 8,909 toneladas por hora (TM/hr). La mayor parte de la pesca era realizada por empresas que poseen tanto embarcaciones como plantas procesadoras de harina y aceite de pescado, a las que se denominan “empresas integradas”. Siete de éstas tenían cobertura nacional y concentraban alrededor de dos terceras partes de la capacidad de procesamiento de la industria y de la capacidad de bodega de las embarcaciones de acero dedicadas a la pesca de anchoveta, lo cual refleja la progresiva concentración del sector. 10. A diciembre del 2007, el 84.7% de la capacidad total de bodega de la flota anchovetera correspondía a embarcaciones con cascos de acero; el 15.3% restante correspondía a embarcaciones con casco de madera, denominadas “vikingas”, con una capacidad de bodega máxima de 110 m3 (es decir, embarcaciones relativamente pequeñas). A esta fecha, se encontraban registradas 623 embarcaciones de acero y 555 de madera, habiendo mostrado éstas últimas un dramático crecimiento entre 1996 y el año 2003, en que su capacidad de bodega se incrementó en casi nueve veces, a pesar de las prohibiciones legales vigentes. Por otro lado, las siete empresas más grandes eran propietarias de embarcaciones que representaban el 55% de la capacidad total de bodega (incluyendo la de las embarcaciones vikingas) y del 84% de las embarcaciones con sistema de enfriamiento RSW (Refrigerated Sea Water). Asimismo, el 65% de la capacidad de bodega de la flota de acero correspondía a embarcaciones con bodegas mayores a los 300 m3. Esto refleja la consolidación de la flota en embarcaciones de mayor tamaño y más eficientes. 11. La industria pesquera peruana contaba con 145 plantas de harina de pescado activas a fines del 2007, con una capacidad de procesamiento total de 8,909 TM/hr. Las plantas correspondían a tres tipos: (i) las convencionales (FAQ), (ii) las de alto contenido proteico (ACP) y (iii) las residuales; que III representaban el 58%, 40% y 2%, respectivamente, del total de la capacidad de procesamiento del sector. Cabe mencionar que las siete empresas más grandes concentraban más del 70% de la capacidad del procesamiento de la industria y eran propietarias del 80% de las plantas de ACP. Si bien es cierto que las plantas harineras se encontraban ubicadas a lo largo de la costa, aproximadamente el 70% de éstas se situaban en las regiones con mayores desembarques de pescado: Ancash, Lima e Ica. 12. Para poner las cifras anteriores en perspectiva y apreciar la magnitud del sobredimensionamiento de la pesquería de anchoveta en el Perú, es importante señalar que el volumen de la pesca de anchoveta en el país, bajo condiciones normales (sin presencia del Fenómeno de El Niño), puede oscilar entre seis y ocho millones de TM al año. Si se supone una eficiencia en la captura entre 60% y 80% (que corresponde al porcentaje de la bodega que se llena en un viaje de pesca), se concluye que el exceso de flota fluctúa entre 60% y 78%, es decir, que el tamaño de la capacidad de bodega de la flota actual representa entre 2.5 y 4.6 veces el nivel óptimo. De manera análoga, el exceso en la capacidad instalada de las plantas se estima en un rango que va del 65% al 80%, lo que implica que la capacidad actual representa entre 3 y 5 veces el tamaño óptimo. Los Costos del Sobredimensionamiento: La Pérdida de Renta del Recurso 13. El sobredimensionamiento del sector pesquero, tanto en lo que se refiere a la flota, como a la capacidad de procesamiento de la industria harinera, produce ineficiencias asociadas a la inoperatividad del stock de capital durante períodos cada vez más largos de tiempo, y genera una estructura de costos con un alto componente fijo (éste representó el 65% del costo total en el año base del estudio: 2006). En el caso peruano, el sobredimensionamiento de la flota pesquera se convierte en la variable crucial que determina la renta del recurso que se está dejando de ganar o que se está drenando debido a los sobrecostos que este tamaño de flota implica. El presente estudio sobre el Drenaje de la Renta del recurso anchoveta permite cuantificar los costos del sobredimensionamiento, pues calcula la diferencia entre la renta económica percibida y la potencial, es decir, lo que se deja de ganar por seguir operando de la manera en que se viene haciendo. Para este fin, se estimó el modelo bioeconómico propuesto en el marco del Estudio del Drenaje de la Renta auspiciado por la FAO y el Banco Mundial utilizando datos del año 2006. 14. Antes de presentar los resultados sobre el drenaje de la renta, resulta pertinente señalar que en el año 2006: ! se pescaron 5.9 millones TM de anchoveta (volumen por debajo del Rendiminento Máximo Sostenible RMS, estimado por el IMARPE en 8 millones de TM); ! el valor del pescado desembarcado ascendió a US$ 706 millones, mientras que el valor FOB de la harina y aceite de pescado producido por las plantas procesadoras alcanzó los US$ 1,413 millones; IV ! la utilidad agregada de la flota se estimó en US$ 109 millones y el costo de la pesca en US$ 597 millones (con una participación de los costos fijos del 65%); ! la utilidad agregada de las plantas procesadoras se estimó en US$ 280 millones y el costo total en US$ 1,133 millones (el principal componente del costo es el pescado, 62%, mientras que el costo fijo representó el 18% del costo total); ! si bien las utilidades agregadas estimadas del sector bordearon los US$400 millones en el año 2006, éstas pudieron ser mucho mayores en caso el sector hubiese enfrentado costos fijos menores, correspondientes a un sector no caracterizado por un sobredimensionamiento excesivo de su flota y plantas; ! en este contexto, no es sorprendente que la contribución al fisco de la actividad pesquera fuera muy reducida: según cifras oficiales de la autoridad tributaria, ésta sólo alcanzó los US$68 millones en el 2006, es decir, 4.8% del valor de la producción FOB de la harina y aceite de pescado producida ese año (si se toma en cuenta el impuesto selectivo a los combustibles pagado por las empresas del sector, esta cifra se incrementa a US$79 millones, lo que equivale a sólo el 5.6% del valor de la producción). 15. La estimación del modelo bioeconómico --que toma en cuenta el rendimiento máximo sostenible de la pesquería, el stock virgen de la biomasa de anchoveta y su ritmo de crecimiento, y el comportamiento del cardumen (datos provistos por el IMARPE), así como los costos promedio de la flota, los precios del pescado desembarcado, los ingresos y las utilidades agregadas de la flota pesquera (estimadas en base a entrevistas y datos provistos por las empresas)--, permite concluir que las utilidades que se dejaron de percibir –el drenaje de la renta- exclusivamente debido al sobredimensionamiento de la flota, habrían sido significativas: entre US$ 102 millones y US$ 126 millones si es que la capacidad de bodega se hubiese reducido a la mitad (lo cual no hubiese bastado para eliminar el exceso de flota). Al comparar estas cifras con las utilidades estimadas para la flota reportadas en el párrafo anterior, se concluye que la reducción de la flota a la mitad podría llevar a duplicar las utilidades de la misma 16. Los cálculos anteriores toman en cuenta sólo el efecto del sobredimensionamiento de la flota, mas no el de la capacidad de procesamiento (que, como se vio previamente, es más grave aún que el de la flota). A fin de incorporar este factor, se utilizó una metodología alternativa, que consistió en utilizar las estructuras de costos de los diferentes tipos de embarcaciones y plantas, para estimar las utilidades que se hubiesen registrado en el año 2006 en un hipotético escenario de reducción de flota y plantas del 50%. Suponiendo que la reducción del 50% habría afectado tanto a la flota de acero como a la de madera (pero que las embarcaciones retiradas para cada categoría habrían sido las de menor tamaño y mayores costos semivariables) y que las plantas que habrían dejado de operar habrían sido V sólo las de secado directo (FAQ), se concluye que las utilidades de la flota anchovetera se habrían incrementado en US$ 176 millones (un incremento del 160% con respecto a lo estimado con el tamaño de la flota vigente), mientras que en el caso de las plantas, la reducción en la capacidad de procesamiento se habría traducido en un incremento en las utilidades de US$ 229 millones (un aumento del 82% con respecto a lo estimado para las plantas que operaron ese año). En otras palabras, reducir la capacidad de bodega de la flota y la capacidad de procesamiento de las plantas a la mitad, se habría reflejado en un incremento en las utilidades del sector del orden de los US$400 millones anuales, es decir, hubiera llevado a duplicar las utilidades agregadas del sector. Cabe mencionar que dichas cifras no toman en cuenta el valor económico de los bienes y servicios ambientales que provee el ecosistema marino peruano, sino solamente el costo de oportunidad de mantener el sobredimensionamiento del sector. Retos para la Reforma del Sector 17. En este documento se ha puesto especial énfasis en las pérdidas económicas originadas por el sobredimensionamiento del sector anchoveta, tanto de la flota como de las plantas de procesamiento, y señalado algunos de los factores que facilitaron la sobreinversión en el sector (en particular, la corrupción). A continuación se señalan cinco retos de política que enfrentan las autoridades, los que dében resolverse de manera coherente a fin de reordenar el sector de manera exitosa: (i) reducir el sobredimensionamiento de la industria; (ii) mitigar los costos sociales que tal reordenamiento implica; (iii) incrementar la pesca para consumo humano directo (CHD) y el valor agregado del sector; (iv) garantizar la sostenibilidad ambiental; y (v) afrontar la corrupción y la gobernabilidad del sector, e identifica algunas opciones de política que deben ser analizadas en mayor detalle. 18. Enfrentar el sobredimensionamiento de la flota y del número de plantas y terminar con la carrera olímpica y las ineficiencias del actual régimen es, tal vez, el mayor reto para la modernización del marco normativo. En este campo existen dos opciones básicas: (i) crear un programa de ajuste estructural de la flota que contemple la adquisición y deshuase de embarcaciones y plantas; y (ii) introducir un régimen de cuotas individuales transferibles, en contraposición al régimen actual de cuota global. Con respecto al primero, en la medida que el esquema sea voluntario, basado en el mercado, transparente, y financiado con las contribuciones de aquellos que se queden operando y sean beneficiados por una menor competencia por el pescado, es una opción de política interesante que ha funcionado en otras partes del mundo. Sin dudas, a nivel agregado reduciría los costos fijos de la flota e incrementaría la rentabilidad de la actividad. Sin embargo, también debe ser claro que un mecanismo de este tipo no elimina la “carrera olímpica” y las ineficiencias que ésta trae; además, es importante recordar que los esfuerzos realizados en esta dirección anteriormente en el Perú fracasaron. VI 19. Con respecto al régimen de cuotas individuales de pesca, en la medida que éstas sean transferibles, éste tiene una serie de ventajas: (i) la eliminación de la carrera olímpica entre los pescadores; (ii) la optimización de los activos pesqueros a fin de usar su cuota individual anual, lo cual debe conducir endógenamente a la reducción de la flota; (iii) incremento en el número de días de la temporada de pesca; y (iv) mejora en la calidad del pescado desembarcado, lo cual puede facilitar la expansión de la producción de harinas ACP. No obstante, el régimen también presenta problemas potenciales como: el probable incremento en la concentración de la flota pesquera y el desplazamiento de trabajadores cuyas embarcaciones dejarían de salir a pescar (problema que también se presenta bajo el primer esquema). En este contexto, se requiere de una eficiente campaña de información, resulta crucial que el mecanismo de asignación de cuotas sea percibido como justo y transparente, y que se implemente un programa que mitigue los costos sociales que el cambio de régimen implica. 20. En principio, estas dos opciones pueden conceptualizarse como programas complementarios, donde la secuencia de los mismos resulta importante, pues existen potenciales riesgos morales involucrados. Por otro lado, es importante notar que el sistema de cuotas individuales de pesca no resuelve el problema del exceso de plantas. Y dado que la reducción del exceso de capacidad de procesamiento debe ser un componente central de la estrategia de ordenamiento del sector, que complementa y refuerza al programa de reducción de flota, probablemente la solución al sobredimensioamiento pase por la introducción de ambos tipos de programas. 21. El enfrentar el problema del sobredimensionamiento de manera exitosa depende de cómo se diseñe la transición del régimen actual al nuevo y de cómo se informe y logre la participación de los diferentes agentes involucrados en este proceso. En este sentido, resulta conveniente señalar claramente qué es lo que no se debe hacer: ! Mantener el status quo, conservando el régimen de pesquería abierta, con una cuota global y con el tamaño de flota actual, sin un programa específico para reducir significativamente la capacidad de bodega de la flota y la capacidad de procesamiento de las plantas. ! Tratar de corregir el sobredimensionamiento del sector “por decreto”, sobre todo con decretos que chocan con la realidad del mercado. ! Introducir un sistema de cuotas individuales que no sean transferibles; al no ser transferibles, se elimina la posibilidad de optimizar el uso de la flota existente y no abre la puerta a la reducción de bodega ni de costos fijos. A pesar de lo anterior, probablemente sea conveniente, desde un punto de vista político, introducir la transferibilidad de las cuotas individuales de manera gradual, limitando en una primera fase la transferibilidad de las mismas a las embarcaciones de propiedad de un mismo grupo armador o de una asociación de armadores creada específicamente para este fin. VII 22. A pesar que la reducción del sobredimensionamiento del sector generará grandes beneficios, no sólo para los que sigan operando en esta pesquería, sino para la sociedad como un todo, también habrá “perdedores”. El bienestar de estos últimos debe ser tomado en cuenta por el programa de reordenamiento; es necesario mitigar los costos sociales no sólo por consideraciones de equidad, sino para que el programa tenga posibilidades reales de implementación, de permanencia y de éxito. Atender este problema no debe ser muy difícil, ya que el sector emplea directamente alrededor de 26,500 personas y una reducción de flota y plantas a la mitad, implicaría que, en el peor de los casos, alrededor de trece mil personas perderían esta fuente de ingresos (que, debido a la reducción en los días de pesca, es sólo un componente de los ingresos de este grupo de trabajadores). El no atender el problema de estas trece mil personas podría poner en peligro un incremento en las utilidades del sector del orden de los US$ 400 millones anuales. Claramente, parte de los beneficios que generará el ordenamiento del sector debe destinarse a mitigar los costos de la transición. 23. El problema social o redistributivo, sin embargo, no se limita a los trabajadores que serían desplazados de puestos de trabajo temporales por la reducción del sobredimensionamiento. Muchos pescadores han aportado a la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador (CBSSP) durante muchos años, bajo el supuesto que tendrían una pensión en su vejez. Los aportes a dicha institución de derecho privado, fueron normados por el sector público, quien a comienzos de los años noventa redujo de manera importante los aportes obligatorios. Esto, junto a la corrupción que caracterizó al quehacer de muchas directivas de la CBSSP, llevó a que ésta se encuentre en un estado de insolvencia en la actualidad. Enfrentar este problema requiere de recursos económicos importantes, la pregunta es si éstos provendrán del mismo sector -a través de los derechos pesqueros, por ejemplo- o si se esperará que el resto de sectores vengan al rescate a través de transferencias del Tesoro Público. 24. Aunque el problema central es reducir el sobredimensionamiento de la flota y de las plantas, para así reducir las ineficiencias y el drenaje de las rentas en la actividad de CHI, los actores involucrados en la pesquería de anchoveta también tienen ante sí el reto de incrementar la pesca y la producción para el consumo humano directo, CHD. Este objetivo resulta muy pertinente en un país afectado por índices importantes de desnutrición y en un contexto en que los alimentos están encareciéndose a nivel mundial. Claramente, el redireccionamiento de los desembarques de anchoveta para CHD (congelados y conservas) requiere de un aumento en la demanda, tanto pública como privada, nacional como extranjera, pero también requiere de una adaptación de la flota para poder desembarcar pescado apto para este mercado. El pescado almacenado y aplastado en grandes bodegas de embarcaciones tradicionales dirigidas al CHI no constituye un insumo VIII adecuado para el desarrollo del mercado de CHD. Una pregunta interesante es si este mercado constituye una alternativa viable para emplear la flota que sería desplazada de la pesca de anchoveta para CHI. ¿Entraría esta flota a competir con la artesanal? ¿Qué problemas de supervisión acarrearía? 25. Con respecto a la Política Ambiental Pesquera, el sector está ahora transitando por un buen camino desde el punto de vista biológico. Sin embargo, es importante recordar que la anchoveta es una especie plenamente explotada, es decir, que de no haber un control y supervisión adecuados podría llegar a ser sobreexplotada. De ahí que el sobredimensionamiento de la flota constituye un riesgo latente para la especie y su cadena trófica. En ese sentido, la racionalización del esfuerzo pesquero resulta indispensable para la conservación de la especie. Asimismo, un aspecto que podría ser desestabilizador en la pesquería peruana es el impacto del calentamiento global, tanto en el comportamiento de las especies hidrobiológicas, como en el hábitat marino. Aunque pudiera pensarse que el efecto inmediato sería el calentamiento de las aguas, habrían algunas observaciones en el litoral peruano que indican lo contrario. Es por ello que urge diseñar y fortalecer un programa de investigación y monitoreo de IMARPE y otras instituciones especializadas que puedan evaluar el comportamiento del cambio climático en la corriente de Humboldt, a fin de tomar las medidas preventivas y de adaptación oportunas. 26. Por otro lado, el Perú posee dos stocks de anchoveta: el más importante ubicado en el litoral entre la frontera norte y el paralelo 16ºS, en cuyas aguas se concentra la mayor parte del cardumen; y el stock del sur, cuyo hábitat empieza a partir del paralelo 16ºS y se extiende más allá de la frontera política con Chile, donde la biomasa es sustancialmente menor. Tal como se indicó anteriormente, la política pesquera peruana con respecto al stock del sur ha sido diferente a la aplicada en el norte, siendo lo más notorio la ausencia de cuotas globales de captura en la región sur. La justificación para esto es simple: lo dejado de pescar en el litoral peruano será luego capturado en Chile (pues el cardumen a lo largo de su vida se traslada de norte a sur). Aunque esta justificación puede ser políticamente correcta, es biológicamente desacertada. Esta política estaría poniendo en riesgo la sostenibilidad marina en esta región y la hipótesis que la biomasa en el sur es sustancialmente menor debido a la ausencia de cuotas y a la probable sobreexplotación de este stock, puede tener sustento en la realidad. De ahí la necesidad de diseñar y coordinar un sistema de gestión binacional para el manejo sostenible de este recurso conjuntamente con las autoridades chilenas. 27. Todo lo anterior debería, en consecuencia, formar parte de una Política Ambiental Pesquera Nacional claramente definida, la cual debería ser liderada y supervisada por el Estado y contar con la participación de la sociedad civil. Este punto es de particular relevancia en la actualidad, en que se acaba de crear el Ministerio del Ambiente y en que es necesario definir y/o redefinir las funciones de las diferentes instituciones estatales que están vinculadas estrechamente con temas de política ambiental. IX 28. Con respecto al tema de reforma institucional, uno de los problemas que ha aquejado al sector es el de la corrupción. Esta explica el porqué la flota se expandió, contraviniendo mandatos legales expresos que prohibían el otorgamiento de nuevas licencias, y se llegó a la situación de sobredimensionamiento extremo que hoy se hace indispensable corregir. La corrupción es una moneda de dos caras, un funcionario corrupto no puede recibir sobornos si es que no hay alguien dispuesto a otorgarlos. La corrupción ha sido un modus operandi en este sector, que ha permeado todo tipo de actividades y en la que han participado muchos de los funcionarios que aún laboran en el ViceMinisterio de Pesquería y muchos de los empresarios que se desenvuelven en el sector. 29. Por lo anterior, resulta indispensable separar la función promotora-normativa de la función supervisora-reguladora. En la actualidad ambas funciones son de responsabilidad del Vice Ministerio de Pesquería, institución que adolece de graves problemas para poder ejercer con efectividad la segunda de éstas. En el sector Pesca, siguiendo los modelos institucionales de otros sectores, como el de energía y el de telecomunicaciones, resulta conveniente estudiar a fondo la creación de un organismo encargado de la función supervisorareguladora y fiscalizadora, lo que podría ser una Superintendencia Nacional de Pesca y Acuicultura (SUNAPA). Este organismo, con características de independencia similares a las de los organismos como el OSINERGMIN o el OSIPTEL, podría encargarse de la supervisión y regulación de las normas dictadas por el Vice Ministerio de Pesquería, que mantendría su función promotora/normativa. 30. El otorgamiento de licencias y concesiones, la supervisión del cumplimiento con la normativa dictada por el Vice Ministerio de Pesquería, así como la fiscalización y la imposición de multas o suspensión de derechos estaría a cargo de esta Superintendencia que, por su naturaleza, podría ser mucho más ejecutiva y estar sujeta a menos interferencia del Poder Judicial, donde también la corrupción lleva a que se emitan constantemente fallos que socavan el espíritu de la normatividad del sector. Por su parte, la labor del IMARPE debería ser fortalecida y probablemente su dependencia funcional debería pasar al Ministerio del Ambiente. En cambio, el Instituto Tecnológico Pesquero debería seguir en el ámbito del Vice Ministerio de Pesquería y su rol verse fortalecido, a fin de convertirlo en un instrumento más importante de promoción y desarrollo del sector. 31. Debe quedar claro, pues, que el fortalecimiento institucional del sector muy probablemente pase por un redimensionamiento del Vice Ministerio de Pesquería. Al igual que la Reforma del Estado apunta a un Estado más fuerte y eficiente, pero de menor dimensión, el fortalecimiento institucional del sector Pesca pasa por una disminución en las funciones que viene desempeñando el Vice Ministerio de Pesquería, así como por la creación de una nueva Superintendencia con amplia autonomía y profesionales nuevos, que no X arrastren prácticas del pasado, que pueda llevar adelante de manera eficiente y transparente las funciones de supervisión regulatoria que el sector requiere. Para concluir, se puede afirmar que sin una modernización y fortalecimiento institucional significativa del sector, difícilmente podrá implementarse con éxito y equidad la reforma de la Pesca en el Perú. XI INTRODUCCIÓN El Gobierno del Perú, a través del Ministerio de la Producción (PRODUCE), y el Banco Mundial se encuentran preparando un Development Policy Loan (DPL) orientado a modernizar las políticas relacionadas a la regulación ambiental. El sector pesca y, en particular, la industria de harina de pescado en base a la anchoveta (tanto la extracción del recurso como su procesamiento y transformación en harina y aceite de pescado), es uno de los elementos centrales a ser cubiertos por el DPL. Una de las premisas de las que se parte es que el sector se encuentra sobredimensionado (exceso de plantas y de flota) y que es necesario reformar el sector. Como parte de la formulación del préstamo, el Banco Mundial ha contratado al Instituto del Perú de la Universidad de San Martín de Porres, para que lleve adelante un estudio de diagnóstico sobre el caso peruano que, entre otros aspectos, provea una estimación de la renta potencial del recurso anchoveta (diferenciando entre la actividad de extracción y la de procesamiento) y de la distribución de la misma (armadores, plantas y Estado). El estudio en cuestión se basa en información estadística generada por diversas instituciones públicas y gremiales, así como en información no pública provista por diversas empresas del sector, así como por funcionarios públicos, empresarios y profesionales con amplia experiencia en el sector. Para este fin se llevó adelante un extenso proceso de entrevistas que permitió enriquecer significativamente los alcances del estudio.1 El documento se ha organizado en cuatro secciones. En el Capítulo 1 se presenta la evolución reciente de la industria anchovetera, enfatizando los cambios ocurridos a partir de la década de los años noventa. En el Capítulo 2 se expone un breve análisis de los cambios en el marco regulatorio que afectaron el desenvolvimiento de esta actividad. Como se documenta en ambos capítulos, durante este período la pesquería de anchoveta pasó por diversos ciclos de expansión, crisis, reestructuración y consolidación. Lamentablemente, el problema del sobredimensionamiento (tanto de flota como de plantas), lejos de confrontarse y mitigarse, se agravó durante el período analizado. Claramente, la normativa vigente no es la adecuada para enfrentar este problema y el incremento de eficiencia y competitividad del sector pasa necesariamente por un cambio regulatorio mayúsculo. En el Capítulo 3 se presenta una taxonomía del sector, diferenciado entre tipos de: (i) empresas, según su tamaño y ámbito geográfico; (ii) flota, en función de su capacidad de bodega y características de las embarcaciones; y (iii) plantas, en 1 En este sentido, se quiere dejar expreso agradecimiento a: los Sres. Alfonso Miranda y Walter Díaz del ViceMinisterio de Pesquería; al Sr. Héctor Soldi, la Sra. Marilú Bouchon y el Sr. Martín Salazar del IMARPE; al Sr. Richard Inurritegui de la Sociedad Nacional de Pesquería; a los Sres. Eduardo Castro y Gino Castañeda de COPEINCA; al Sr. Santiago Freundt de Pacific Fishing Business; al Sr. Félix Huamán de Pesquera Centinela; al Ing. José A. Muñoz de Fishcorp; al Sr. Humberto Speziani de TASA; a la Sra. Patricia Majluf de la Universidad Cayetano Heredia; al Sr. Alberto Ormeño, al Sr. Alejandro Jiménez Morales ex Viceministro de pesquería, al Sr. Félix Alvares de la Asociación Civil Labor y representante de los armadores del Sur, al Sr. Javier Reategui ex presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería y al Sr. César Torres del Estudio Torres, por su desinteresada y fructífera colaboración. 1 función al tipo de proceso utilizado. Este capítulo concluye con un estimado del sobredimensionamiento de la industria, donde se puede apreciar que el exceso de capacidad de bodega de la flota pesquera y de las plantas puede oscilar entre 60 y 70%, es decir, que el capital inmovilizado en este sector (embarcaciones y plantas) podría ser aproximadamente tres veces su nivel óptimo. El Capítulo 4 presenta una discusión conceptual sobre la renta del recurso (anchoveta) y las pérdidas económicas que se pueden originar por una mala gestión pesquera, se traduzca ésta ya sea en sobrepesca, en pescar por debajo del nivel de captura óptima o en un sobredimensionamiento de la flota pesquera. Seguidamente se presenta un análisis empírico de los costos e ingresos, tanto de la flota pesquera como de la actividad de transformación en harina y aceite de pescado, para el caso peruano. En base a esta información y a una versión del modelo bioeconómico presentado al inicio, se calcula la renta de la actividad extractiva y las pérdidas económicas originadas por el sobredimensionamiento de la flota. Luego, en base a la estructura de costos e ingresos y a la distribución de las embarcaciones y las plantas, se estima las pérdidas agregadas, tanto de la actividad extractiva como de la industria de procesamiento, concluyéndose que éstas podrían oscilar alrededor de los US$ 400 millones al año. Finalmente, en el Capítulo 5 se identifica y analiza algunas opciones de política para enfrentar los principales retos de la pesquería de anchoveta en el Perú como son: la reducción del sobredimensionamiento, la mitigación de los costos sociales del reordenamiento del sector, la sostenibilidad ambiental de la pesquería de anchoveta, el incremento en la producción para consumo humano directo y la generación de mayor valor agregado en esta pesquería, así como la necesidad de enfrentar la corrupción y mejorar la gobernabilidad del sector. 2 1. EVOLUCIÓN Y CAMBIOS RECIENTES EN LA INDUSTRIA ANCHOVETERA El Perú es y ha sido una potencia pesquera mundial debido a la gran riqueza ictiológica que la corriente marina de Humboldt trae a sus costas. La flota pesquera del Perú está compuesta principalmente por embarcaciones destinadas a suplir a las plantas de harina y aceite de pescado (Consumo Humano Indirecto CHI), cuya producción se dirige básicamente a mercados externos (en promedio un 90%) y se utiliza como base proteica para la producción de alimentos balanceados para la industria ganadera, avícola y acuícola. En contraposición a lo anterior, sólo alrededor del 15% de los desembarques totales2 se destina al Consumo Humano Directo CHD, es decir, productos congelados, en conserva y frescos (ver Tabla No. 1). La flota pesquera peruana, abastecedora de la industria de harina de pescado, se ha dedicado fundamentalmente a la extracción de la anchoveta (especie Engraulis ringens). Sin embargo, durante algunos períodos en que la presencia de la anchoveta disminuyó significativamente en la costa peruana, la flota pesquera se dedicó a la extracción de otras especies como la sardina (Sardinops sagax), el jurel (Trachurus picturatus murphyi o Trachurus murphyi) y la caballa (Scomber japonicus) para dirigirla a la actividad de CHI. Estas prácticas están prohibidas en la actualidad y la anchoveta es la única especie que puede ser utilizada para la producción de harina y aceite de pescado. Tabla No. 1: Composición del Mercado Pesquero Peruano - 2006 Mercado Pesquero Oferta Demanda Peruano 84.0% Consumo Humano Indirecto Exportación: 91% - Harina de Pescado -82.8% Consumo Interno: 9% - Aceite de Pescado -17.2% Consumo Humano Directo - Fresco - Conservas - Congelado - Curado 16.0% -3.3% -21.2% -42.5% -33.0% Exportación: 28% Consumo Interno: 72% Fuente: Elaboración propia en base a información de: PRODUCE, Anuario Estadístico 2006 y SUNAT, Anuario Estadístico 2006. 2 Cabe anotar que la pesca para CHD ha crecido de manera importante con respecto a comienzos de los noventa, en que sólo el 5% de los desembarques iba a CHD. Esta tendencia refleja normativas destinadas a preservar el jurel, la caballa y la sardina para el CHD. Así mismo, recientemente se están realizando esfuerzos para incorporar a la anchoveta a la industria de CHD, y aunque el volumen todavía no es significativo, se ha pasado de de cero toneladas de anchoveta para CHD en el 2001 a cerca de 43,500 toneladas en el 2006. 3 A pesar de su dimensión e importancia a nivel mundial, el desarrollo pesquero peruano, en particular el de la pesca de la anchoveta, ha sufrido, a lo largo de los años, una serie de drásticos cambios normativos y ambientales y, consecuentemente económicos, que se han traducido en auges y crisis del sector, los cuales se describen brevemente a continuación. 1.1 Panorama previo a los años noventa La pesquería de anchoveta en el Perú registró un despegue industrial en el año 1954, cuando la harina residual que se obtenía de la industria conservera del bonito (especie: Sarda), se empieza a elaborar a partir de la anchoveta, teniendo una gran acogida en el mercado internacional por su alto contenido proteico. De 27 plantas harineras en 1950, se pasó a 149 en el 1963. Igualmente, la flota creció de 667 embarcaciones en 1959 a 1744 en sólo 5 años.3 La llamada “fiebre de la anchoveta”, impulsada por empresarios pioneros que encontraron en el Mar Peruano una esperanza para el desarrollo del país, llevó al Perú a convertirse en el primer productor mundial de harina de pescado. Sin embargo, el crecimiento vertiginoso de la flota y de las plantas pesqueras en los años sesenta, la regulación inadecuada, la sobrepesca y, finalmente, la estatización de la industria en el año 1973, originó la primera crisis del sector. En efecto, la confluencia del Fenómeno de El Niño a finales del año 1972 y principios de 1973, que disminuyó drásticamente la biomasa de anchoveta (ver Gráfico No. 1), junto a la sobrepesca de la especie pelágica que se había producido en los años precedentes (1970: 12.3 millones de TM, 1971: 10.3 millones TM),4 llevó a la industria a su primera crisis significativa, la cual se vio agravada por la estatización de la industria en el año 1973, bajo el régimen militar presidido por el General Juan Velasco Alvarado.5 Tras la crisis de la pesquería de la anchoveta de los años setenta, la recuperación del sector pesquero peruano vino marcado por el “Boom de la Sardina” cuya biomasa tuvo un crecimiento notorio en los años ochenta (ver Gráfico No. 1). Es importante resaltar que las pocas empresas pesqueras que habían subsistido al proceso de estatización, volcaron su inversión a la industria conservera, basada en la sardina. Nuevamente, la falta de una regulación adecuada conllevó a que esta especie fuese sobreexplotada a tal punto que, hasta la fecha, no ha podido recobrar sus niveles históricos sostenibles.6 En este contexto, la biomasa de la anchoveta, que había llegado a un nivel mínimo agravada por la aparición de El Niño en 1983, empezó a mostrar signos de recuperación, llegando los desembarques de la misma a 6 millones de toneladas en 1988.7 3 4 5 6 7 Hidalgo, J. Cuotas Individuales de pesca. Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, 2002. pp. 16. Para referencia, estos volúmenes de pesca casi duplican los niveles que se registran en la actualidad. Durante este año se estatizaron 88 empresas pesqueras y se creó la empresa pública Pesca Perú. Entrevista al Dr. César Torres, 15 de marzo del 2008. Hidalgo, J. (op. cit.), p. 17. 4 Debe precisarse que a pocos años de creada Pesca Perú, el régimen militar declaró inoperantes 777 embarcaciones de las 1486 en la flota nacional, poniéndolas en 1976 en venta al sector privado.8 Dicha venta se realizó dando preferencia al personal de flota de Pesca Perú, tanto en forma individual como asociada, siendo algunos de ellos importantes armadores hoy en día.9 Entre 1982 y 1984 se desmantelaron varias plantas de Pesca Perú, transfiriendo parte de los activos al sector privado, el cual recibió incentivos tributarios para mejorar la tecnología y calidad de conversión del pescado. A partir de 1985, durante el primer Gobierno de Alan García, se reactivó Pesca Perú y ésta llegó a operar 22 plantas harineras, que se sumaban a las 64 existentes del sector privado.10 Gráfico No. 1: Captura Histórica de la Anchoveta y Sardina, 1955 – 2006 14 Millones de toneladas 12 10 8 6 4 2 0 50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 Anchoveta Sardina Jurel Caballa Fuente: Información proporcionada por el IMARPE. Marzo, 2008. Según Santibáñez & Santibáñez (2003), las modificaciones introducidas a la Ley General de Pesca en el año 1987, sentaron las bases para la futura reconversión industrial del sector. En efecto, los empresarios tuvieron señales claras con respecto a la no intervención del Estado en los medios de producción pesqueros, limitándose el rol del Ministerio de Pesquería a los campos de la regulación y la promoción.11 Nuevamente, y a pesar de la gran incertidumbre que reinaba en el país, sobre todo por la creciente inestabilidad macroeconómica y la expansión del terrorismo, el sector privado concentraba nuevamente la mayor parte de la flota y plantas a fines de los 8 9 10 11 Congreso de la República del Perú. Informe de la Comisión Investigadora de Delitos Económicos y Financieros de 1990 – 2001. “Proceso de Privatización de Pesca Perú.” Entrevista al Dr. César Torres, 15 de marzo de 2008. Santibáñez V., F y F Santibáñez O. “La Apuesta por el Perú: reconversión industrial en el Perú.” en: Sociedad Nacional de Pesquería, Libro de Oro de la Pesquería Peruana. (p.167). Lima, 2003. Santibáñez V., F y F Santibáñez O. (op.cit.), p. 204. 5 ochenta. En este contexto, el resurgimiento de la biomasa de la anchoveta permitió que los desembarques creciesen de 3.7 millones de toneladas en 1985 a 6.3 millones en 1989.12 1.2 Privatización y Expansión del Sector Tras el caos y estancamiento del sector pesquero de los años setenta y ochenta, en 1990 se dio un giro sustancial en el marco de política económica, reinsertando al Perú en la comunidad financiera internacional, restituyendo al mercado como principal asignador de recursos y, consecuentemente, redefiniendo el rol del Estado en la economía. En este contexto, se dio inicio a la privatización de los activos pesqueros de propiedad del Estado.13 Los bienes de la Empresa Nacional Pesquera “Pesca Perú” (20 plantas de harinas de pescado, 6 refinerías de aceite, 26 embarcaciones operativas y 30 no operativas) se privatizaron en forma fraccionada a través de un esquema de subastas públicas. La privatización de Pesca Perú significó un ingreso cercano a los US$150 millones para el Estado peruano, pero más importante, significó el afianzamiento de la empresa privada en el sector.14 Dentro del proceso de privatización, los inversionistas nacionales (sobre todo pesqueros) participaron activamente y adquirieron la totalidad de la flota y plantas de Pesca Perú. Este proceso requirió de una cuantiosa inversión para la modernización de la industria anchovetera.15 Para ese entonces, ya existía un sobredimensionamiento de la flota en el país, impulsada en parte por los incentivos al desarrollo de la actividad conservera en los ochenta, entorno que facilitó la actividad ilegal de embarcaciones que se dedicaban a la pesca para CHI. En 1992, la flota estaba compuesta por 837 embarcaciones industriales con un total de 123,000 m3 de capacidad de bodega.16 A pesar que la Ley General de Pesca de 1992 prohibía la ampliación de flota y de la capacidad de procesamiento, se introdujo una serie de cambios y adecuaciones a la ley (haciendo distinciones entre licencias para embarcaciones industriales y artesanales, entre CHI y CHD, entre especies sub-explotadas o plenamente explotadas, etc.) que, en la práctica, se tradujeron en el crecimiento de la flota.17 La flota anchovetera incrementó su capacidad de bodega, llegando a 157,718 m3 en 1997. De igual forma sucedió con la capacidad de procesamiento de las plantas, creciendo de 4,347 TM/hora en 1991 a más de 9,300 TM/hora en 1997.18 12 13 14 15 16 17 18 Santibáñez V., F y F Santibáñez O. (op.cit.), p. 168. Alberto Fujimori declara en 1992, mediante Decreto Ley 25715, la reorganización y reestructuración de la Empresa Nacional Pesquera “Pesca Perú”. Congreso de la República del Perú. Informe de la Comisión Investigadora de Delitos Económicos y Financieros de 1990 – 2001. (op. cit.), p. 15. Cayo, J.M., y Paredes. C.E., “La Superación de la Crisis Financiera.” en: Sociedad Nacional de Pesquería (op. cit.), p. 212. Ministerio de la Producción. Estadísticas del sector. www.produce.gob.pe Hatziolos, M. y de Haan, C. “Pesca” (p. 436) en: Giugale, M., V. Fretes-Cibils y J. Newton (eds.) Perú. La oportunidad de un país diferente. Banco Mundial, Lima, 2006. Hidalgo, J. (op. cit.) p. 18. 6 Este crecimiento acelerado en la capacidad extractiva y de procesamiento de los años noventa, así como la adecuación del sector a las nuevas regulaciones ambientales, requirieron de importantes inversiones.19 Cabe señalar que gran parte del financiamiento de este proceso de acumulación de capital en el sector provino del endeudamiento bancario. Esto se vio facilitado por el influjo de capitales que acompañó a la bonanza económica de aquella época y el consecuente exceso de liquidez del sector bancario, que bajo una regulación y supervisión bancaria inadecuadas, extendieron créditos a las empresas pesqueras sin mayor análisis de riesgo. Así, la deuda total del sector pesquero se estimaba en el orden de US$ 1800 millones a fines de 1998 (11.2% de la cartera de créditos del sistema bancario para un sector que representaba 2% del PBI)20. El sobreendeudamiento de la industria extractiva y productiva pesquera, fundamentalmente anchovetera, dejó nuevamente vulnerable al sector. La nueva llegada del Fenómeno de El Niño a fines del año 1997 y su presencia durante la primera parte del año 1998, esta vez mucho más severo que los anteriores, se encontró con un sector pesquero patrimonialmente débil y vulnerable desde un punto de vista financiero. Esta vez, el Fenómeno de El Niño no fue un shock negativo aislado a la economía peruana, la cual venía sufriendo los embates de la crisis asiática (1996-97) y luego sufriría los efectos de la moratoria rusa de mediados de 1998. La consecuente salida de capitales del país (y de la región latinoamericana en general) y la falta de una respuesta oportuna de política económica crearon una severa crisis de liquidez sin precedentes y una consecuente reducción de líneas de crédito al sector productivo, en particular al sector pesca, al cual el sector bancario estaba sobre–expuesto, tal como se vio anteriormente. La corriente cálida que trajo El Niño del año 1997 redujo sustancialmente la biomasa disponible de anchoveta y en consecuencia disminuyó la captura para el procesamiento de harina, que pasó de 9 millones de TM en 1996 a 7 millones en 1997 y a 3.7 millones en 1998.21 Los bajos niveles de captura y la caída en las exportaciones acentuaron los problemas financieros del sector, conduciendo a muchas empresas pesqueras a una situación de insolvencia, la cual no se evidenció de inmediato debido a que los bancos comerciales, que también estaban enfrentando una potencial crisis sistémica, no tenían los recursos para hacer las provisiones en sus préstamos pesqueros que ameritaba el caso. Aunque las empresas tuvieron un “tiempo de gracia” para fortalecerse patrimonialmente, el clima de inversión del año 1999 distaba mucho de ser óptimo (crisis mundial, recesión interna e incertidumbre política por la proximidad de las elecciones) y la pesquería de anchoveta se vio forzada a una reestructuración que implicó cambios en la propiedad de los activos pesqueros (muchas empresas desaparecieron o fueron absorbidas por otras). Un aspecto rescatable de esta crisis 19 20 21 Se estima que la inversión para adoptar el Programa de Adecuación al Medio Ambiente (PAMA) significó aproximadamente US$170 millones entre 1995 y el 2000. Ver: Cayo, J.M., y Paredes. C.E. (op. cit.), p. 212. Fuente: SBS (estadísticas - anuario 1997-1998); INEI (Sector Real de Producción). Cayo, J.M., y Paredes. C.E. (op. cit.) p. 218. 7 es que puso de manifiesto el excedente en la capacidad de bodega y de captura respecto a la biomasa existente así como de capacidad de procesamiento de harina. En junio de 1999 se calculó un exceso de flota pesquera de 33%, que en ese entonces significaba 200 de las 800 embarcaciones que contaban con permiso.22 1.3 Reestructuración Fue en 1999 que se produjo el primer intento gubernamental y gremial de reducir el exceso de la flota industrial. En efecto, en este año y hasta comienzos del 2000, el Gobierno, junto a los empresarios pesqueros, con la participación de representantes del sector bancario, unieron esfuerzos para esbozar una propuesta viable que redujese el exceso de flota para CHI en un 30% e hiciese más eficiente el sector pesquero. La primera propuesta, conocida como FOPROBI I, consideraba la creación por ley de un gravamen a la venta de harina de pescado (con una duración de 10 años), el cual se destinaría a financiar el Programa de Reducción Embarcaciones a través de un sistema de subastas, mediante el cual se compraría (y eliminaría) permisos de pesca. El Programa constaría de dos etapas diferentes, una voluntaria y otra obligatoria hasta alcanzar la meta de retirar 50,000 metros cúbicos de capacidad de bodega. Ante los problemas que identificaron con esta propuesta, se ideó un nuevo mecanismo, conocido como el FOPROBI II, el cual mantuvo los elementos centrales del mecanismo original (financiamiento de la reducción voluntaria de la flota a través de un gravamen a la harina de pescado), pero redujo de manera sustancial la ingerencia del Estado en el Proceso y eliminó el componente obligatorio de reducción de flota. A pesar que estos esquemas eran innovativos, basados en mecanismos de mercado transparentes y, en principio beneficiaban en el largo plazo a todos los actores involucrados (tanto los armadores que se retiraban como los que se quedaban, los bancos acreedores cuyos deudores mejoraban su capacidad de pago y el Estado, que ordenaba el sector y aseguraba la sostenibilidad del recurso anchoveta sin incurrir en un costo fiscal), estuvieron condenados a quedar simplemente como eso: como ideas innovativas e interesantes que no se implementaron. Entre las razones que explican el fracaso de estas iniciativas está el hecho que el Gobierno no estuvo dispuesto a asumir el costo político de imponer una cuota obligatoria de reducción de flota y de imponer un nuevo gravamen un una época de crisis del sector, además de la desconfianza (muy probablemente justificada) en que las nuevas reglas del juego no se modificarían en el futuro.23 22 23 Ministerio de Pesquería. Gestión Ambiental. En “Un Mar de oportunidades”. Lima, 2000. p. 18. Para una descripción y análisis de estos esquemas referirse a: Cayo, J.M. y C. Paredes (op. cit.) pp. 220-223. Sin embargo, es interesante notar que el gravamen que se había contemplado originalmente era de US$23 por TM de harina (6.6% del precio vigente en 1999) y que en el esquema original se había considerado pagar hasta US$4,000 por TM de bodega retirada (los precios pagados por m3 de bodega de embarcaciones menores a 300 m3 en las transacciones ocurridas 8 años después superaron los US$20,000, es decir, más de 5 veces el precio máximo contemplado inicialmente). Esto pone de manifiesto la dificultad de implementar propuestas de política conceptualmente coherentes y apropiadas, pues “en el valor de los parámetros es donde se esconde el diablo”. 8 Ante el fracaso del FOPROBI I y II, y la necesidad imperiosa de los bancos comerciales de enfrentar el grave problema de su cartera pesquera, a partir del año 2000 se inició un proceso de reestructuración de la deuda pesquera entre acreedores y deudores, sin la intervención del Estado. Para el año 2001, se había calculado que la deuda del sector pesquero con la banca era de aproximadamente US$ 900 millones, esto añadido al endeudamiento con proveedores, y a la emisión de bonos y deudas con entidades en el exterior, llevó a estimar la deuda estructural del sector pesquero a US$ 1200 millones.24 Aunque el Ministerio de Pesquería había formado una Comisión para evaluar la situación financiera de la pesca de CHI, cabe notar que un grupo de empresas que representaba el 50% de la producción de harina de pescado nacional ya había logrado renegociar sus deudas con los bancos de manera individual y sin la intervención del Estado. Como parte de este proceso de reestructuración de deudas, muchas empresas se vieron forzadas a entrar en procesos de insolvencia administrados bajo el régimen de INDECOPI (una especie de “Chapter 11” de la ley norteamericana) y los bancos se convirtieron en los líderes de las Juntas de Acreedores que habían reemplazado a las Juntas de Accionistas. Aunque algunos de estos procesos fueron exitosos y los accionistas originales lograron sortear el temporal financiero a que los había sometido el Fenómeno de El Niño, en la mayor parte de los casos, los procesos llevaron a que las empresas se viesen forzadas a vender parte de sus activos y, en el extremo, a que las empresas cambiasen de dueños. De hecho, durante estos años (2000-2002) se produjo un importante cambio en la estructura de propiedad de las empresas y de los activos pesqueros, produciéndose un primer paso hacia la concentración y el surgimiento de grandes conglomerados pesqueros, que vieron la oportunidad de aumentar su flota y aumentar su presencia en plantas a lo largo del litoral. No obstante, la mayor amenaza al sector pesquero, la sobrecapacidad de flota y planta destinada al CHI, había crecido con relación a la década pasada. Según la información del PRODUCE, la capacidad total de bodega de la flota anchovetera se había incrementado a 196,500 m3 en el 2002. De esta capacidad total de bodega, se estima que la mitad correspondía a embarcaciones pertenecientes a las 8 empresas pesqueras más grandes del país. De igual forma, 148 plantas harineras operaban en el litoral peruano y con una capacidad instalada de 8,900 TM/hr aproximadamente, cuyo 50% se concentraba en sólo 14 empresas. De acuerdo a estimados de la Consultora Apoyo, había una sobreinversión de 28% en flota y de 5.2 veces más en planta, basados en una captura promedio anual de 7 millones TM.25 1.4 Consolidación y fusiones Tras el reacomodo del sector durante el primer quinquenio del Siglo XXI y el incremento de los precios de la harina y aceite de pescado a niveles record (ver 24 25 Resolución Ministerial No 237-2001-PE (julio 2001). Heeren, C. “Pesca y Economía en el Perú. Aportes e Impactos actuales.” en: Sociedad Nacional de Pesquería (op. cit) p. 246. 9 Gráfico No. 2), en el período 2006-2008 se produjo una ola de fusiones y adquisiciones sin precedentes en el sector. Esta etapa se inicia con el reingreso del Grupo Brescia, uno de los grupos económicos más importantes del país, a quien en los años setenta se le había expropiado su negocio pesquero. Este grupo bajo su empresa “Tecnológica de Alimentos” (TASA), adquirió la empresa pesquera más grande de entonces, SIPESA, la cual contaba con una extensa flota y con plantas a lo largo del litoral. TASA siguió creciendo mediante la adquisición de empresas y activos pesqueros, y a mediados del año 2007 contaba con 18 plantas de harina ubicadas en todo el litoral y con más de 80 embarcaciones industriales, con una capacidad total de bodega aproximada de 28,000 m326. Así, el Grupo Brescia se había convertido en el mayor productor de harina de pescado del mundo. Aunque la magnitud de las adquisiciones de TASA no tenía precedentes, como tampoco los precios pagados por los activos que adquirieron, la ola de fusiones y adquisiciones continuó, cambiando de manera importante la estructura de la industria. Se estaba pasando de una industria con muchos tipos de actores (empresas grandes, medianas y pequeñas, algunas de ellas independientes (no integradas), a una industria de grandes pero pocos jugadores, conglomerados integrados (muchas plantas y grandes flotas) con presencia a lo largo del litoral nacional. A TASA la siguió Corporación Pesquera Inca (COPEINCA) quien, con financiamiento y capitales obtenidos en Europa, pasó a ser una sociedad anónima abierta (listada en la Bolsa de Oslo) y adquirió una serie de empresas pesqueras: Pesquera Jadrán, Pesquera Ribar, Fish Protein, Pesquera Newton Pacific Fishing Bussiness, Pesquera San Fermín y Pesquera Industrial El Angel-PIANGESA, valorizadas en más de US$360 millones27. Así, COPEINCA, con 11 plantas, 67 embarcaciones y una capacidad de bodega de más de 22,000 m3, se convirtió en la segunda empresa harinera del Perú y, tal vez, en la tercera más grande del mundo. Gráfico No. 2: Precios de Harina y Aceite de Pescado, 1990-2007 Fuente: Elaboración propia en base a información de PRODUCE. 26 27 Scotiabank. Departamento de Estudios Económicos. “Sector Pesca.” Lima. Octubre, 2007. p.6. Scotiabank (op. cit.) p. 2. 10 Otros procesos de adquisiciones y fusiones importantes que se dieron durante este período fueron los de Pesquera Hayduk (que venía saliendo de un proceso de reestructuración bajo el marco de insolvencia de INDECOPI) que llegó a tener 9 plantas y una capacidad de bodega cercana a 15000 TM. Por su parte, CFG Investment, subsidiaria de China Fishery Group, adquirió una serie de empresas entre mediados del año 2006 y el 2007, llegando a tener 7 plantas y 18 embarcaciones. Esta empresa es una de las dos empresas grandes que no es liderada por capitales nacionales. Finalmente, Pesquera Diamante (un grupo mediano en los noventa) adquirió otras dos empresas medianas, Corporación Malla y la Pesquera Polar, y, en asociación con Austral Group, adquirió Corporación del Mar.28 El proceso de consolidación y fusiones de los años 2006 y 2007, equivalente a US$ 1,000 millones en adquisiciones, llevó a que siete grandes grupos concentren el 70% de la producción nacional de harina de pescado (ver Sección 3.1.1). Claramente, la industria de harina de pescado en el Perú ha sufrido una transformación mayúscula en los últimos años, muchos de los actores tradicionales han salido, algunos han regresado y otros se han consolidado y crecido. La Tabla No.2 muestra la evolución de la industria en los períodos analizados en esta sección. Como se puede apreciar, desde comienzos de los años noventa se ha producido una progresiva concentración de la industria. El Indice de Hirschman-Herfindahl (HHI7) que se presenta en el cuadro sirve para medir el grado de concentración de este mercado;29 el incremento en su valor confirma la progresiva concentración de la industria registrada en los últimos diez años. 28 29 Scotiabank (op. cit.) p.6. Este índice se calcula sumando las cuotas de mercado de cada una de las empresas concurrentes elevadas al cuadrado. En este caso se calculó para las siete empresas más grandes, de allí la sigla HHI7. 11 Tabla No. 2: Cambios Estructurales del Sector Pesquero Período Estatiza. del sector Totales Perú Plantas o Grupos pesqueros Sub Total Cap. Planta TM/hr Índice HHI7* Sub Total Cap. Flota Acero m3 Índice HHI7* Capacidad de planta TM/hr Cap. bodega acero m3 Cap. bodega vikinga m3 Cap. de bod. Total m3 Nivel captura o desemb. TM % Part. % Part. Mdo. Flota Privatización y Expansión % Part. Mdo. Flota 1973-1974 Planta Acero Pesca Perú 100% 100% - SIPESA - Produpesa - Piangesa - Austral - Diamante - Pacif.Centro - Hayduk - Corp.Fish Inter. - Exalmar - Del Mar - Copeinca 13.2% 10.2% 8.4% 7.8% 7.6% 7.3% 4.3% 4.1% 3.7% 3.5% 1.6% 100% 100% 6,682 71.7% 7,250 1994-1996 % Part. 10,000 242,000 Reestructuración % Part. Mdo. Flota Mdo. Flota 2000 – 2002 Planta Acero 2006-2007 Planta Acero SIPESA Diamante Austral Hayduk Pacif. Centro Exalmar Corp. Fish Inter. Del Mar Copeinca 16.2% 12.7% 11.3% 10.6% 9.1% 7.7% 6.4% 4.8% 2.7% 20.2% 6.8% 4.7% 7.8% 4.2% 5.2% 4.1% 3.2% 2.4% - TASA - Copeinca - Hayduk - CFG - Diamante - Austral - Exalmar 20.4% 14.5% 8.4% 8.2% 8.1% 6.7% 5.9% 15.7% 12.4% 8.1% 5.1% 8.8% 9.0% 6.3% 7,253 81.5% 6,425 72.2% y Reacomodo Planta Acero n/d % Part. - 539 100% 100% n/d Fusiones 847 n/d 105,128 10,000 7,250 Cons. y % Part. 910 58.6% 115,006 65.4% 595 680 9,320 8,900 8,900 148,400 180,155 177,800 3,300 16,345 32,200 242,000 151,700 196,500 210,000 2’548,200 7’777,200 7’697,500 6’835.000 * Las participaciones de mercado corresponden al último año de cada período. Fuente: Elaboración propia. En la actualidad, la mayor parte de las grandes empresas cuentan con más plantas de las que necesitan y el incremento en la eficiencia de sus operaciones podría implicar el cierre de algunas de sus plantas. La problemática del exceso de capacidad de planta instalada y de flota existente, ha sido abordada por representantes del sector privado, quienes están considerando propuestas de reformas en el marco regulatorio, como por ejemplo, el establecimiento de cuotas individuales.30 En este contexto, la dinámica de interacción entre el sector privado y el gobierno está cambiando, abriendo así una oportunidad para lograr la cooperación entre ambos sectores para el diseño y la implementación de los cambios necesarios del marco regulatorio que faciliten el incremento de la eficiencia de la industria como un todo, garantizando la sostenibilidad de la especie, maximizando la renta del recurso y negociando la distribución de la misma. 30 % Part. Entrevista con Richard Inurritegui, Gerente General de la Sociedad Nacional de Pesquería. Sin embargo, todavía no existe consenso sobre si las cuotas individuales deberían ser transferibles (ITQ por sus siglas en inglés) o no y, menos aún, sobre el mecanismo a utilizarse para la transición al nuevo régimen. 12 2. CAMBIOS EN EL MARCO REGULATORIO Tal como se documentó anteriormente, el desarrollo del sector pesquero en el Perú, específicamente el de la pesquería de la anchoveta, ha atravesado tanto por auges productivos como por declives financieros y ecológicos. No es de sorprender que estos puntos de quiebre hayan sido acompañados por cambios en las políticas regulatorias, que influyeron, tanto positiva como negativamente, en el desempeño del sector. La pesca industrial en el Perú es una actividad extractiva-productiva relativamente joven en el país (en comparación con la minería o el petróleo, por ejemplo). Recién en 1971, se aprobó un primer marco regulatorio integral: la Ley General de la Pesca (D.L. No. 18810). Dicha Ley sufrió grandes cambios a lo largo de los años, y fue actualizada por tercera vez en 1992. El marco legal vigente contiene un conjunto de normas generales para administrar la pesca, promover el beneficio económico y garantizar su sostenibilidad.31 Entre dichas normas se encuentran las cuotas globales de captura (en contraposición a las cuotas individuales), temporadas de captura (períodos de veda), protección de especies juveniles, establecimiento de zonas prohibidas o de reserva, así como métodos de extracción. El Ministerio de la Producción, PRODUCE, -antes Ministerio de Pesquería- se encarga de velar por la aplicación de las mencionadas normas generales, dictar planes de ordenamiento pesquero por tipo de especies y emitir normativa específica, tales como los permisos y licencias de pesca, así como de supervisar y fiscalizar el cumplimiento de las mismas. Por otro lado, el Instituto del Mar del Perú, IMARPE, (creado en el año 1960, bajo el nombre de Investigaciones de Recursos Marinos, IREMAR) juega un rol protagónico en la administración del sector, dado que tiene la responsabilidad de supervisar y controlar la sostenibilidad de la biodiversidad y de los ecosistemas marinos. Como organismo de investigación, el IMARPE brinda recomendaciones biológicas y técnicas al Ministerio de la Producción, entre ellas el establecimiento de las cuotas anuales de captura permisibles y las temporadas de veda, a fin de evitar la sobreexplotación de las especies marinas. En lo que respecta a la pesquería de la anchoveta, y dado el constante incremento de la capacidad de extracción y de producción de harina y aceite de pescado de las últimas décadas, no es sorprendente que el marco regulatorio haya evolucionado de uno orientado al fomento industrial y atracción de inversiones (crecimiento de flota y modernización de plantas), hacia otro centrado en el cuidado de la biomasa, el control de la sobrecapacidad de flota y de plantas (restricción de captura, prohibición de nuevas licencias y autorizaciones para embarcaciones y plantas), y en la protección de los ecosistemas marinos (programas de adecuación al medio ambiente y estudios de impacto ambiental). 31 El Anexo 1 presenta un resumen de la normativa relativa a la pesquería de anchoveta en el Perú. 13 2.1 Regulación Actual de la Captura de Anchoveta Una pieza central de la regulación es la Cuota Global de Captura Permisible, pues si bien ésta es calculada por IMARPE con base en el comportamiento de la biomasa y a condiciones oceanográficas, entre otros aspectos técnicos, el carácter de cuota global (en contraposición a individual) ha influido fuertemente en el crecimiento de flota. En efecto, debido a que la pesca es permitida desde el inicio de la temporada hasta que se cubra la cuota (o, alternativamente, hasta que se identifique presencia importante de juveniles32 en los desembarques), independientemente de quién pesque, las embarcaciones han tratado de capturar la mayor cantidad de pescado en el menor tiempo posible.33 Esto ha motivado a las empresas a ampliar su flota, tanto en número de embarcaciones, como en capacidad de bodega. Esta carrera por el pescado o “carrera olímpica” no sólo ha puesto en riesgo la sostenibilidad del recurso, sino también ha reducido la eficiencia de la flota y, en consecuencia, ha afectado negativamente la rentabilidad del sector. Esto se manifiesta en el número de días efectivos de pesca de la flota. Así, el crecimiento de la flota y la agudización de la carrera olímpica determinó que de los casi 270 días que las embarcaciones salieron de pesca en 1986, éstos se redujesen a 50 días en el año 2007. (Ver Gráfico No. 3.) Gráfico 3: Capacidad de Bodega y Días Efectivos de Pesca, 1990 – 2007 Fuente: Elaboración propia en base a información del IMARPE. 32 33 La anchoveta en su madurez puede alcanzar aproximadamente 18 cm y se consideran juveniles cuando miden menos de 8 cm. Este comportamiento se conoce como “carrera olímpica”. 14 La reducción en el número de días efectivos de pesca, corresponde a períodos más extensos de veda, los que, a su vez, obedecen a la agudización de la carrera por el pescado a que ha llevado el régimen de cuota global de pesca. En un inicio, las vedas estuvieron destinadas a evitar la captura en las dos temporadas más importantes de desove de la anchoveta: la primera en el verano austral (febrero-marzo) y la segunda en el invierno (agosto-setiembre). Sin embargo, más recientemente, la duración de las vedas se ha extendido: la primera, a los meses de enero a marzo, para proteger el crecimiento de los juveniles; y la segunda a los meses de julio a octubre, para proteger el stock reproductivo.34 La regulación de la extracción de la anchoveta también se ha regido por las diferentes características del ecosistema marino peruano, el cual presenta dos principales zonas a lo largo del litoral nacional: (i) Zona Norte/Centro, que va desde la frontera norte con el Ecuador hasta el paralelo 16°S (puerto de Atico), donde se realiza la mayor parte de la reproducción y crecimiento de la especie, y presenta gran abundancia de cardumen; y (ii) Zona Sur, que va desde el paralelo 16°S hasta la frontera sur con Chile, en la cual el zócalo marino se acerca a la costa y hay una menor presencia de cardumen. Estas zonas corresponden a diferentes corrientes marinas y constituyen dos hábitats diferentes, por lo que las autoridades hablan de dos stocks de anchoveta a lo largo del litoral peruano. Es importante resaltar que la Cuota Global de Pesca Permisible sólo se aplica a la zona norte/centro, la cual está regulada por las vedas mencionadas en los párrafos anteriores. En contraposición con lo anterior, en la zona sur no existe una cuota global de pesca; se puede pescar todo el año, a excepción de aquellos períodos donde se identifique presencia de juveniles en los desembarques, en los cuales se imponen vedas cortas. La lógica detrás de no tener cuotas en la zona sur, no es que la anchoveta en este hábitat no requiera ser protegida de la sobreexplotación, sino se arguye que el Perú no debería prohibir la pesca de sus armadores en el sur, pues lo que estaría haciendo es proteger el cardumen para que éste sea luego capturado en Chile. Otra diferencia regulatoria entre ambas zonas se refiere a la restricción de las cinco millas marinas reservadas para la pesca artesanal. El DS 012-2001-PE estableció que la pesca industrial debía realizarse en aguas fuera de las primeras cinco millas de la costa, la cual está reservada a la pesca artesanal y de menor escala. Por un lado, se prohíbe la pesca industrial en las primeras cinco millas a fin de proteger la rica biodiversidad marina que existe en estas aguas relativamente poco profundas, la cual es apta para la pesca artesanal, y por otro lado, en la zona norte/centro del Perú la anchoveta recién se encuentra a unas 50 ó 60 millas de la costa. Sin embargo, esto no sucede en la Zona Sur, donde el zócalo continental cae verticalmente, 34 Fuente: IMARPE, página web 2007 http://www.imarpe.gob.pe/imarpe/pelagicos/anch_mar07.pdf e International Fishmeal and Fish Oil Organization, Datasheet 2007. 15 logrando aguas muy profundas a una distancia mucho más cerca de la costa que en la zona norte/centro, permitiendo así que la anchoveta habite a poca distancia del litoral. Por este motivo, recientemente se creó un régimen especial (DS 003-2008PRODUCE) por el cual se autoriza la realización de pesca industrial dentro de las primeras cinco millas marítimas en el sur del Perú (Arequipa, Moquegua y Tacna), en las denominadas “Zonas Especiales de Pesca”. Un aspecto importante e innovativo de esta norma es que las embarcaciones pesqueras que se acojan a este régimen especial deberán contribuir a un Fondo administrado por los pescadores artesanales US$ 300 dólares mensuales por derecho de pesca y 10 soles (aproximadamente US$ 3.50) por TM desembarcada en los puertos de estas zonas especiales, así como cumplir con otras disposiciones adicionales contempladas en el Decreto Supremo. 2.2 Regulación sobre Flota Anchovetera y Plantas de Harina Con el objetivo de controlar el sobredimensionamiento del sector pesquero de la anchoveta, con la Ley No. 25799 de 1992 (artículo 24) y su posterior Reglamento, D.S. No. 012-2001-PE (artículo 12), se suspendió la expedición de licencias de pesca para especies hidrobiológicas plenamente explotadas (como la anchoveta) y, desde entonces, sólo debían otorgarse licencias a embarcaciones que sustituyesen a otras, con la misma capacidad total de bodega (la norma permitía consolidar permisos de pesca de embarcaciones relativamente pequeñas en embarcaciones de mayor tamaño, pero el crecimiento neto de la capacidad de bodega de la flota debía ser nulo). Sin embargo, en esa época el sector estaba en pleno auge y, en ese contexto, la inversión privada, potencializada por un fácil acceso al crédito y acompañada por un débil y corrupto aparato estatal, llevó a que la capacidad de bodega creciese de manera progresiva, a pesar de la promulgación de la ley y de su reglamento (ver Gráfico No. 4). 16 Gráfico No. 4: Evolución de la Flota Anchovetera Fuente: Elaboración propia en base a datos del PRODUCE e IMARPE. De manera concordante con el intento de limitar el crecimiento de la flota formal dedicada a la pesca para CHI, a mediados de los años noventa se inició el proceso para formalizar la flota de madera dedicada ilegalmente a la pesca para CHI, denominada flota “vikinga”. La flota vikinga estaba compuesta por embarcaciones de madera relativamente pequeñas, que habían crecido y operado al margen de la regulación pública. Tomando en cuenta el Censo y Programa de Verificación de Capacidad de Bodega de 1996, que confirmó la existencia de 82 embarcaciones vikingas, en 1998 se aprobó la Ley No. 26920, con el objetivo de regularizar la situación de las embarcaciones de madera ilegales con una capacidad de bodega entre 32 m3 y 110 m3. Sin embargo, debido a demoras en la regulación de la referida ley y a que se dieron posteriores ampliaciones para el registro de la flota vikinga, el listado oficial donde se encontraban dichas embarcaciones recién se publicó en el año 2003 (R.M. No. 285-2003-PRODUCE). Durante este lapso la flota vikinga “creció” de 82 embarcaciones en 1996 a cerca de 600 en el 2003.35 Con respecto al ordenamiento de las plantas de harina y aceite de pescado, inicialmente en el 2001 se prohibió la instalación y aumento de la capacidad de las plantas de harina de pescado estándar y de alto contenido proteico (R.M. No. 2182001-PE). Más adelante, en el 2003 y 2004, debido a la alta contaminación y presión ambiental, se prohibió el traslado físico o cambio de ubicación de plantas procesadoras a los puertos de Paita, Sechura, Chimbote, Coishco, Huacho, Chancay, Callao y Pisco (Paracas) (R.M. No. 449-2003-PRODUCE) y del Puerto de Malabrigo (R.M. No. 047-2004-PRODUCE). Y, finalmente, en marzo del 2008 la prohibición se extendió hacia todo el litoral (R.M. No.395-2008-PRODUCE). 35 Muchas de las más de 500 embarcaciones vikingas que se adicionaron al listado oficial entre 1998 y el 2003 se debieron a casos interpuestos ante el Poder Judicial por parte de los armadores en contra de PRODUCE, en los cuales argumentaban la existencia y su actividad pesquera previa a la elaboración de dicho listado, entre otros subterfugios administrativos y legales. 17 2.3 Otra Regulación Ambiental En el intento de proteger la biomasa y el ecosistema marino de la alta concentración de unidades de producción en los puertos, los Programas de Adecuación de Medio Ambiente (PAMA) y los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) fueron establecidos en 1994 e implementados en el sector pesca a partir de 1995. El PAMA se empieza a exigir a plantas existentes mientras que los EIA para las nuevas, ambos instrumentos destinados a evitar, reducir, controlar y revertir el impacto ambiental generado por las actividades pesqueras. En forma adicional a las normativas ambientales que regulan la actividad de CHI, el Estado aprobó otras normas para la actividad de CHD que afectaron a la industria de la anchoveta. Específicamente, en el año 2006, se reguló el manejo de los residuos sólidos de los productos hidrobiológicos provenientes de la industria de CHD (RM 205-2006-PRODUCE), mediante el aprovechamiento de éstos en la operación de plantas de harina de pescado “residual”. A pesar de los avances en la protección ambiental, la normativa sobre residuos y efluentes de la industria de CHI, seguía pendiente. Finalmente, en el pasado mes de abril, y luego de muchos años de espera, se aprobó la norma sobre los Límites Máximos Permisibles (LMP) para efluentes que van al mar producto de la industria de harina y aceite de pescado (DS-010-2008-PRODUCE). . Los industriales pesqueros tendrán que adoptar un sistema integrado de tratamiento y disposición final de los efluentes generados a partir de su proceso productivo, a fin de cumplir con las concentraciones establecidas de aceites y grasas, sólidos suspendidos, demanda bioquímica de oxígeno y acidez o alcalinidad. Para tal fin, los industriales tendrán un período de adecuación para cumplir con los LMP de no mayor a 4 años de aprobada la actualización del respectivo Plan de Manejo Ambiental. Asimismo, según declaraciones recientes del Ministro de la Producción, a fines del mes de junio del presente año, se estaría aprobando mediante Decreto Supremo los límites máximos permisibles para emisiones atmosféricas de la industria de la harina y aceite de pescado, debido a lo cual los industriales tendrán que instalar filtros y chimeneas especiales en sus plantas. Ambos instrumentos son una clara señal de la voluntad política de elevar los estándares ambientales de los ecosistemas locales y reducir la contaminación. No obstante, dichos instrumentos ambientales demandarán un alto reto en la coordinación multisectorial entre el PRODUCE, el recientemente creado Ministerio del Ambiente (que incluye el Consejo Nacional del Ambiente y la Dirección General de Salud Ambiental) y la Dirección General de Capitanías y Guardacostas del Ministerio de Defensa, entre otros. 18 2.4 Sistemas de Control La carrera olímpica provocó por muchos años una serie de actividades pesqueras ilegales, entre ellas cae destacar: embarcaciones sin licencia para pescar, barcos pescando más del tonelaje autorizado, pesca de especies prohibidas para el CHI (jurel, caballa, sardina), barcos usando licencias de otras embarcaciones,. Estas actividades ilegales fueron realmente significativas; por ejemplo, se estimó que el volumen ilegalmente capturado representó el 20% del stock oficial en el año 2003,.36 Para enfrentar tal estructura de ilegalidad, en el año 2003, el Estado y el sector privado se comprometieron en el desarrollo del “Programa de Control y Vigilancia de la Pesca y Desembarque”. En octubre de ese mismo año se aprobó dicho programa y a partir de entonces se controla más efectivamente la pesca en los puntos de desembarque, dado que se implementó la vigilancia electrónica del sistema de pesaje (DS 027-2003-PRODUCE). A tal fin, el gobierno contrató en el año 2004 a la certificadora privada SGS para implementar dicho programa y entregar el reporte estadístico a las autoridades respectivas. Los productores privados, luego, acordaron pagar el servicio de SGS en función al peso del pescado capturado.37 Asimismo, en el año 2006, se volvió obligatorio tener instalado en toda la flota pesquera el Sistema de Seguimiento Satelital, SISETAT (DS 008-2006-PRODUCE), que no es más que la incorporación de un equipo georeferencial a bordo de las embarcaciones (Sistema de Posicionamiento Global, o GPS por sus siglas en inglés) que permite a las autoridades localizar geográficamente a cada una de las embarcaciones. Si bien se ha considerado estos esfuerzos como un paso importante en el control y cumplimiento de las normas, aún se producen violaciones a las normas (p.e., embarcaciones que colocan su GPS en lanchas pequeñas mientras pescan en zonas restringidas o captura de especies prohibidas o con aparejos no autorizados). No obstante, se han impuesto sanciones importantes a los infractores que se han detectado y se ha producido un gran avance en el control y vigilancia en el sector pesquero. 36 37 Prospecto de COPEINCA 2007, pag 34. COPEINCA, Prospecto 2007. 19 3. LA PESQUERÍA DE ANCHOVETA EN EL PERÚ: HACIA UNA TAXONOMÍA Este capítulo presenta una taxonomía de la pesquería de anchoveta en el Perú a fines del año 2007. Debido a que la mayor parte de las empresas pesqueras en el Perú poseen tanto plantas procesadoras de harina y aceite de pescado como embarcaciones, es decir, son empresas “integradas”, se ha considerado conveniente primero presentar una clasificación de las empresas en función a su tamaño, así como a la cobertura geográfica de sus plantas. En base a esto se ha clasificado a las empresas en tres categorías: (i) empresas grandes con cobertura nacional; (ii) empresas medianas con cobertura regional; y (iii) empresas pequeñas. Luego se presenta una clasificación de la flota pesquera para CHI, dividida en dos categorías: (i) embarcaciones de acero; y (ii) embarcaciones “vikingas”. A diferencia de las embarcaciones con cascos de acero, las embarcaciones vikingas son embarcaciones de madera y de menor tamaño, con bodegas que fluctúan dentro de un rango de 32 m3 a 110 m3. Esta sección termina con una clasificación de las plantas de procesamiento, en función a la calidad de harina de pescado procesada: (i) alto contenido proteico; (ii) convencional; y (iii) residual. 3.1 Empresas Pesqueras A fines del año 2007 la industria anchovetera peruana estaba conformada por un total de 145 plantas de harina y aceite de pescado, con una capacidad de procesamiento de 8,909 TM/hr y por una flota de 1,178 embarcaciones, cuya capacidad de bodega total era de aproximadamente 210,000 m3. Como se describió en la sección 2.2, la emisión de nuevas licencias, tanto de plantas como de flota, se encuentra prohibida desde 1992. Por ello, una empresa que desease ampliar su capacidad de procesamiento o su flota, estuvo obligada a adquirir plantas o embarcaciones de otra empresa existente.38 Esto, junto a los altos precios de la harina y aceite de pescado, y la consecuente alta rentabilidad del sector, habría motivado la ola de fusiones y adquisiciones que se describió en la sección 1.4. Tal como se señaló en la sección 2.1, el régimen regulatorio de la pesquería de anchoveta vigente en el Perú, hace inevitable la "carrera por el pescado" originando que las empresas busquen tener un gran tamaño de flota a fin de garantizar la mayor participación de la cuota anual total de pesca. Asimismo, dado que el recurso anchoveta se traslada a lo largo del litoral (no siempre se pesca en la misma zona geográfica), muchas empresas han considerado conveniente tener plantas distribuidas a lo largo de la costa, con el objetivo de tener por lo menos una planta cerca a la zona de pesca y así garantizar un mejor estado de la anchoveta. 38 Como se vio, la normativa de esta década no limitó el crecimiento de la flota vikinga. Sin embargo, las grandes empresas no buscaban crecer en flota a través de embarcaciones con cascos de madera. 20 En la taxonomía propuesta, las empresas grandes con cobertura nacional son aquellas que han sido exitosas en perseguir ambos objetivos. Las empresas medianas son aquellas que tienen un tamaño importante de capacidad de procesamiento y de capacidad de bodega, pero no tienen presencia de plantas a lo largo de toda la costa, mientras que las empresas pequeñas, integradas o no, son aquellas de tamaño relativamente reducido. A continuación, se presentan los principales grupos pesqueros que pertenecen a estas categorías. 3.1.1 Empresas Grandes con Cobertura Nacional Son aquellas empresas que cuentan con flota y planta procesadoras a lo largo del litoral del Perú. La Tabla No. 3 presenta información sobre la capacidad de procesamiento de las plantas de harina de estas empresas, así como del tamaño de bodega de su flota anchovetera (de acero). Tabla No. 3: Las Empresas Grandes en el 2007 COMPAÑÍA TASA Copeinca Austral Diamante/Malla Polar Hayduk/Garrido Exalmar Chinese Fishery Group SUBTOTAL TOTAL NACIONAL ACERO Capacidad Particip. No. de de Plantas Nacional Plantas TM/hr (%) 18 1,814 20.4% 11 1,288 14.5% 6 597 6.7% 7 720 8.1% 9 748 8.4% 6 523 5.9% No. de Embarc. de Acero 80 67 32 42 40 27 Flota Bodega m3 27,831 21,935 16,009 15,580 14,196 11,150 Particip. Nacional Acero(%) 15.7% 12.4% 8.1% 5.1% 8.8% 9.0% 7 726 8.2% 18 8,305 6.3% 64 6,416 72.2 % 306 115,006 65.4% 145 8,909 623 177,800 Fuente: Elaboración propia, en base a información de la SNP, IMARPE y PRODUCE. Como se puede apreciar, a finales del año 2007 las 7 empresas más grandes del país eran propietarias de 64 plantas, que representaban el 72.2% de la capacidad de procesamiento de pescado de toda la industria. Asimismo, la flota de estas empresas estaba compuesta por 306 embarcaciones, que representaban el 65.4% de la capacidad de bodega total de la flota nacional de acero (y el 55% de la flota total, incluyendo las embarcaciones vikingas). 3.1.2 Empresas Medianas con Cobertura Regional Son aquellas empresas que cuentan con un tamaño importante de flota y plantas procesadoras (empresas integradas) en zonas específicas del litoral. En la Tabla No. 4 se muestra que sólo 4 empresas calzaban dentro de esta categoría, y que su 21 participación dentro de la capacidad de procesamiento nacional era de 7.3%, mientras que el tamaño de bodega de su flota sólo representaba el 5.6% de la capacidad de bodega total de la flota nacional de acero (o el 4.7% de la flota total, incluyendo las embarcaciones vikingas). Tabla No.4: Las Empresas Medianas en el 2007 COMPAÑÍA Pacífico Centro Cantabria Alejandría Capricornio SUBTOTAL TOTAL NAC. ACERO Número Capacidad Particip. de de Plantas Nacional Plantas TM/hr (%) 4 2 1 1 8 145 416 152 40 60 668 8,909 4.7% 1.7% 0.4% 0.5% 7.3% Zona Norte y Centro Norte Centro Centro No. de Flota Particip. Embarc. Bodega Nacional Acero m3 Acero(%) 13 11 7 6 37 623 3,848 2.2% 3,287 1,738 1,016 9,889 177,800 1.8% 1.0% 0.6% 5.6% Fuente: Elaboración propia, en base a información de la SNP, IMARPE y PRODUCE. Cabe mencionar que la casi desaparición de esta especie de “clase media” de empresas pesqueras es un fenómeno relativamente reciente. En efecto, antes de la consolidación de la industria analizada en la sección 1.4, se encontraban dentro de esta categoría: Pesquera Jadrán, Pesquera Ribar, Fish Protein, Pesquera Newton, Pacific Fish Business, Corporación del Mar, Pesquera Polar, Corporación Maya, Pesquera Alexandra, Pesquera Industrial el Ángel y Epesca; sin embargo, éstas fueron absorbidas por las empresas grandes. En las palabras de un experto del sector: “los pescados grandes se comieron a los pescados chicos”, aunque cabe aclarar que el apetito de los pescados grandes estuvo centrado más en las empresas medianas que en las pequeñas. 3.1.3 Empresas Pequeñas Son aquellas empresas que cuentan con una flota reducida y/o con plantas procesadoras de tamaño limitado. La Tabla No.5 presenta la distribución geográfica de las 64 plantas que entran en esta categoría y muestra que las 280 embarcaciones de acero pertenecientes a las empresas pequeñas representaban el 29.8% de la capacidad de bodega total de la flota de acero (o el 25.2% de la flota total, incluyendo las embarcaciones vikingas). 22 Tabla No. 5: Las Empresas Pequeñas en el 2007 N° de Capacidad Partic. N° de Flota Partic. ZONA TIPO DE PLANTA Plantas de Plantas Nac. Embarc. Bod. Nac. TM/hr (%) Acero m3 Acero(%) Alto contenido proteínico 7 312 NORTE Convencional 21 510 Residual 17 136 Alto contenido proteínico 5 298 CENTRO Convencional 10 217 Residual 6 24 Alto contenido proteínico 2 140 SUR Convencional 5 188 Residual 0 0 SUB TOTAL 73 1,825 20.5% 280 52,905 29.8% TOTAL NAC. ACERO 145 8,909 623 177,800 Fuente: Elaboración propia, en base a información de la SNP, IMARPE y PRODUCE. 3.2 Flota La flota industrial (para CHI) dentro del sector anchovetero está constituida por dos tipos de embarcaciones: (i) aquéllas con cascos de acero que se encuentran reguladas por el Decreto Ley N°25977, cuya capacidad de bodega fluctúa en un rango de 33 m3 a 850 m3; y (ii) las embarcaciones “vikingas”, con cascos de madera, cuya capacidad de bodega se encuentra en un rango de 32 m3 a 110 m3 de acuerdo al Ley No. 26920 de 1998. 3.2.1 Embarcaciones de Acero A fines del año 2007 existían 623 embarcaciones de acero, con una capacidad total que bordeaba los 177,800 m3, lo que representaba 84.7% de la capacidad de bodega de toda la flota anchovetera (incluyendo a las embarcaciones con casco de madera). Cabe anotar que siete empresas concentraban aproximadamente el 65% de la capacidad de la flota de acero y, a su vez, que el 84% de las embarcaciones con sistema de enfriamiento RSW (Refrigerated Sea Water) pertenecían a estas empresas. Este sistema permite preservar la calidad del pescado, desde su captura hasta la planta donde será procesada, y lograr desembarques con mayor calidad y precio. Las embarcaciones de acero se han clasificado en dos categorías: (i) aquéllas con una bodega inferior a los 300 m3; y (ii) embarcaciones con una capacidad de bodega igual o superior a los 300 m3. El criterio de corte (300 m3) se basa en el hecho que en el mercado se paga un “premio” por metro cúbico de bodega si es que la 23 embarcación pertenece a la segunda categoría,39 siendo el “premio” un reflejo de las eficiencias de una embarcación de mayor tamaño. La Tabla No. 6 muestra la distribución de la flota de acero, según el tamaño de embarcación. Como se puede apreciar, el 65% de la capacidad de bodega corresponde a embarcaciones con bodegas mayores a los 300 m3. Esto refleja la consolidación de la flota en embarcaciones de mayor tamaño y más eficientes. De hecho, durante los últimos quince años se construyeron embarcaciones de mayor tamaño en base a la consolidación de permisos de pesca otorgados para embarcaciones de menor tamaño que se estaban retirando de la flota pesquera y, más importante aún, en base a los nuevos permisos de pesca que se otorgaron durante estos años, los que se concedieron a pesar de la normativa vigente que prohibía la expansión de la flota. Tabla No 6: Distribución de las Embarcaciones de Acero, Año: 2007 Tamaño < 300 m3 > 300 m3 TOTAL 623 N° de embarcaciones: 334 289 177,800 Total cap. Bodega M3: 62,540 115,260 100% % Participación M3 35% 65% Fuente: Elaboración propia, en base a información de la SNP, IMARPE y PRODUCE. En efecto, tal como se vio en la sección 2.2, en 1992 se había prohibido la expansión de la flota industrial y el D.S. No. 017–92–PE había establecido que las nuevas embarcaciones sólo podían ser introducidas como reemplazo de una existente. El sobredimensionamiento de la flota ya era un hecho conocido por todos a comienzos de los años noventa. Sin embargo, en la práctica esta normativa no impidió el crecimiento de la flota de acero. En la Tabla No.2 se aprecia que la capacidad de bodega de ésta creció en más de 20% entre 1996 y 2002. En la práctica, los armadores interesados y las autoridades de turno encontraron la forma legal de sacarle la vuelta a la ley (excepciones, normas especiales, etc.). 3.2.2 Flota vikinga El crecimiento de la capacidad de bodega fue más dramático en el caso de la flota vikinga, aquélla compuesta por embarcaciones con casco de madera con una capacidad de bodega entre 32 m3 y 110 m3. La flota vikinga aumentó de 82 embarcaciones en 1996 a cerca de 600 embarcaciones en el año 2003, mientras que su capacidad de bodega se incrementó en casi nueve veces durante el mismo período y, en la actualidad, representa aproximadamente el 15% del total de la capacidad de bodega de la flota peruana.40 (Ver Gráfico No. 5). 39 40 Fuente: Entrevista con el Dr. César Torres, especialista en fusiones y adquisiciones del sector. En el Censo de 1996 se listó 82 embarcaciones vikingas, con una capacidad de bodega total de 3,300 m3; en el año 2003, mediante Resolución Ministerial No. 285-2003-PRODUCE, se reconoció a 598 embarcaciones de madera como legales y en el año 2006, la capacidad de bodega de la flota vikinga que efectivamente pescó anchoveta representó 33,123 m3. 24 Gráfico No. 5: Embarcaciones vikingas (capacidad de bodega) Fuente: Elaboración propia, en base a información de IMARPE y SNP. Un aspecto notorio y paradójico es que este crecimiento se dio en un contexto en que se aprobaron normas para formalizar y ponerle un coto al crecimiento de la flota informal destinada a la pesca para CHI. En efecto, tal como se describió en la sección 2.2, las demoras en la regulación de la Ley No. 26920 y las ampliaciones para el registro de la flota vikinga, permitieron que el número de embarcaciones ilegales que se estaba legalizando creciese de manera desmesurada. Esto fue claramente en contra del espíritu de la ley y se vio facilitado por diversos artificios administrativos y legales (algunos podrían argumentar que se debió a actos de corrupción).41 3.3 Plantas A fines del año 2007, el Perú contaba con 145 plantas de harina de pescado activas, con una capacidad de procesamiento total de 8,909 TM/hr. Las plantas pueden clasificarse en tres tipos, de acuerdo a la tecnología que utilicen. El primer tipo de plantas son las convencionales (FAQ), que utilizan el secado bajo el fuego directo y obtienen harina estándar, con un porcentaje de proteínas de alrededor del 64%. Las segundas, son las de alto contenido proteico (ACP) o de secado indirecto, que mediante un proceso de secado indirecto del pescado (vapor y aire caliente), obtienen harinas con un mayor nivel de proteínas y digestibilidad, lo que se ve reflejado en el mayor precio de las harinas especiales (harinas prime y super 41 Fuente: Entrevista con el Sr. Walter Diaz del Vice-Ministerio de Pesquería. Marzo, 2008. 25 prime).42 El tercer tipo de plantas son las residuales, que procesan los residuos y descartes de especies hidrobiológicas generados en los desembarcaderos pesqueros y en las plantas de procesamiento de consumo humano directo con el fin de aprovechar integralmente los residuos hidrobiológicos.43 En la industria pesquera peruana, los tres tipos de plantas antes descritos representan el 57%, 28% y 15%, respectivamente, del total de plantas harineras. Sin embargo, en términos de capacidad de procesamiento, estas tres categorías representan el 58%, 40% y 2%, respectivamente. Tabla No. 7: Plantas de Harina de Pescado en el 2007 % de Participación PLANTAS Numero Capacidad TM/hr en TM/hr Convencional (FAQ) 82 5,170 58% Alto contenido proteico 40 3,579 40% Residual 23 160 2% 145 8,909 100% TOTAL Fuente: Elaboración propia, en base a información de la SNP y PRODUCE. Las siete empresas grandes consideradas en la Tabla No. 3 concentran más del 70% de la capacidad del procesamiento de toda la industria y son propietarias del 80% de las plantas con alto contenido proteico. Como se vio, esta alta concentración se explica por la reciente ola de fusiones y adquisiciones en el sector. Sin embargo, los desembolsos de capital en la industria harinera todavía no se han visto traducidos en mejoras sustanciales de planta, ya que aproximadamente sólo el 40% de las plantas producen harina de alto contenido proteico. Históricamente, más del 80% del total de la captura de anchoveta se concentra en la región norte (Paita, Parachique, Bayovar, Chicama, Salaverry, Coishco, Chimbote, Samanco, Casma, Huarmey) y región centro (Supe, Vegueta, Huacho, Chancay, Callao, Pucusana, Tambo de Mora, Pisco). De ahí que no es sorprendente que las plantas procesadoras también estén más concentradas en estas regiones. Aproximadamente el 70% de las plantas de transformación se encuentran en regiones con mayores recursos de pesca - Ancash, Lima e Ica. El Gráfico No. 6 presenta la distribución geográfica de las plantas productoras de harina de pescado en el litoral peruano. 42 43 Estas cualidades también se deben a sus bajos niveles de histamina, que resulta de un adecuado manipuleo y preservación del pescado que entra al proceso. Es importante mencionar que las plantas residuales, por su baja participación en el procesamiento de la harina de pescado, no forman parte del análisis posterior que se realiza en este informe. 26 Gráfico No. 6: Distribución geográfica de las plantas Fuente: Prospecto 2008, Copeinca. 3.4 El Sobredimensionamiento de la Industria Tal como se discutió en las secciones anteriores, la pesquería de anchoveta en el Perú se encuentra sobredimensionada. El otorgamiento de permisos de pesca y de establecimiento de plantas de harina durante los últimos quince años, junto a una normativa caracterizada por el sistema de cuota global de pesca (en contraposición al de cuotas individuales) ha exacerbado la “carrera por el pescado” y ha conducido a temporadas cada vez más reducidas de pesca (o a vedas más prolongadas).44 Por ejemplo, el número de días de pesca se ha ido reduciendo de cerca de 190 días por año a comienzos de los años noventa, a sólo 50 días en el año 2007 (este número podría reducirse aún más en el 2008, dado que en la primera temporada de pesca se capturó 2.4 millones de TM de anchoveta en sólo 16 días45). Con el objeto de tener una idea de la magnitud del sobre-dimensionamiento, se procedió a realizar una estimación considerando la capacidad instalada y unas 44 45 Ver Gráfico No. 3. Según R.M. 434-2008-PRODUCE, el período de la actividad pesquera estaba programado para 20 días y con una captura de 2 millones de toneladas. No obstante, en sólo 16 días se capturó 18% más de lo programado y se cerró la temporada de pesca. 27 condiciones ideales de pesca (con alto nivel de reposición y crecimiento de la especie y sin presencia del Fenómeno de El Niño, FEN). Según el IMARPE, el rendimiento máximo sostenible (RMS) de la anchoveta en el Perú es de 8 millones de TM anuales. Por otro lado, la capacidad total de bodega de la flota en el año 2007 fue aproximadamente 210,000 m3, lo que convertido a TM representa una capacidad de pesca de 187,600TM. Teniendo en cuenta que un viaje de pesca tiene una duración aproximada de 20 horas (un viaje por día, en la práctica), en teoría, la flota podría pescar el máximo volumen sostenible de anchoveta en 43 días y permanecer inactiva el resto del año. Sin embargo, esto supone que las embarcaciones pescan el 100% de su capacidad de bodega en todos los viajes, lo cual es irreal, pero da una primera idea de la magnitud del sobredimensionamiento. Para refinar este cálculo, es necesario tomar en consideración que no se puede pescar todo el año debido a que la preservación de la especie (y la consecuente sostenibilidad de la pesquería) requiere de períodos de veda durante los meses de desove de la anchoveta y aquellos en que hay una gran presencia de alevinos y juveniles. Así, se supone que sólo se puede pescar seis meses al año. De manera similar, se toma en cuenta que las embarcaciones no pescan con una eficiencia del 100% (las bodegas no se llenan al tope en todos los viajes de pesca). Por lo tanto, si se supone una eficiencia de la flota de 80% y 180 días de pesca, la flota podría pescar 27.0 millones de TM al año, mientras que, si la eficiencia baja al 60%, entonces la flota podría pescar 20.3 millones de TM anuales de anchoveta.46 Claramente, estas cifras muestran la magnitud del exceso de flota. La Tabla No. 8 presenta un rango de estimados del exceso de flota, para dos escenarios: el de un RMS de 8 millones de TM anuales y la cuota total permitida (CTP) para el año base de este estudio (2006), de sólo 5.9 millones de TM. Tabla No. 8: Estimados del Exceso de Flota Eficiencia de Flota: Medición de exceso en relación a: Exceso de Capacidad de Bodega de la Flota Capacidad de Bodega Actual / Capacidad Óptima Fuente: Elaboración propia. 80% RMS 70.4% 60% RMS 60.5% 80% CTP 2006 78.2% 60% CTP 2006 70.9% 3.4 2.5 4.6 3.4 Como se puede apreciar, la magnitud del exceso de flota es significativamente alto: fluctúa entre 60% y 78%; lo que quiere decir que el tamaño de la capacidad de bodega de la flota actual representa entre 2.5 y 4.6 veces el nivel óptimo.47 46 47 Los estimados se obtienen de multiplicar 187,600 TM de capacidad por día de pesca de la flota por el número de días de pesca (180) por el factor de eficiencia (0.8 y 0.6, respectivamente). Es importante enfatizar que el RMS es un estimado de largo plazo, por lo que en muchos años es altamente probable que la pesca permitida por el IMARPE sea menor a esta cifra (tal como sucedió en 14 de los 18 años comprendidos en el período 1990-2007), en cuyo caso estos estimados del sobredimensionamiento de la flota subestiman el exceso de capacidad instalada. Claramente, en los episodios de El Niño, la capacidad ociosa sería aún mayor. 28 De manera similar, se procedió a calcular el exceso de capacidad de planta, considerando condiciones favorables de desembarque constante y sin presencia del FEN. La capacidad total de procesamiento de las plantas actual alcanza 8,904 TM de pescado por hora; si se supone que las plantas pueden operar los 180 días de pesca a niveles de eficiencia de 80% y 60% , se concluye que podrían procesar entre 30.8 y 23.1 millones de TM de pescado por año, respectivamente. La Tabla No.9 presenta un rango de estimados de exceso de capacidad de planta para los escenarios descritos anteriormente. Tabla No. 9: Estimados del Exceso de Capacidad de Planta Eficiencia de Planta: Medición de exceso en relación a: Exceso de Capacidad de Planta Capacidad de Planta Actual / Capacidad Óptima Fuente: Elaboración propia. 80% RMS 74.0% 60% RMS 65.3% 80% CTP 2006 80.8% 60% CTP 2006 74.4% 3.8 2.9 5.2 3.9 Nuevamente, el exceso de capacidad instalada es muy alto: se encuentra en un rango que va del 65% al 80%, lo que implica que la capacidad actual representa entre 3 y 5 veces el tamaño óptimo. Finalmente, es importante notar que el sobredimensionamiento de la flota y de la capacidad de procesamiento (plantas), podría ser aún mayor que el sugerido por estos estimados, ya que estos últimos se basan en el supuesto que ambas actividades (pesca y procesamiento), tras la reducción en su capacidad instalada, continuarían trabajando al mismo nivel de eficiencia que en la actualidad. 29 4. ESTIMACIÓN DE LA RENTA DEL RECURSO PESQUERO En el capítulo anterior se documentó el crecimiento tanto de la capacidad de bodega de la flota industrial y vikinga, así como de la capacidad de procesamiento de las plantas de harina y aceite de pescado en el Perú. Como se vio, al comparar los 210,000 m3 de capacidad de bodega de la flota pesquera y los 8,904 TM/hr de capacidad de procesamiento de las plantas de harina con el rendimiento máximo sostenible del mar peruano de 8 millones de TM de anchoveta por año, se concluyó que la capacidad de bodega de la flota anchovetera es aproximadamente 2.5 veces su tamaño óptimo, mientras que la capacidad instalada de plantas representa alrededor de 3 veces el tamaño óptimo. Dicha sobrecapacidad trae consigo una fuerte ineficiencia económica y representa un alto costo de oportunidad, tanto para las empresas pesqueras como para la sociedad peruana. Este sobredimensionamiento causa lo que en el campo de la economía pesquera se denomina una “pérdida de la renta del recurso pesquero”. En el presente capítulo se realiza un estimado de la renta del recurso pesquero –o, simplemente, el beneficio económico neto-, tanto actual como potencial, para la pesquería de la anchoveta en el Perú. Para este fin, primero se realiza una breve discusión conceptual sobre la renta del recurso pesquero; luego se exhiben las estructuras de costos e ingresos, tanto de la pesca como del procesamiento de la harina y aceite de pescado; seguidamente se presenta el modelo bioeconómico de FAO/Banco Mundial utilizado en el presente reporte; y se finaliza con el cálculo y análisis de la renta de la anchoveta en el país, en base al modelo bioeconómico y a las estructuras de costos e ingresos discutidas en las secciones anteriores del capítulo. 4.1 La Renta del Recurso Pesquero: Un Marco Conceptual La renta de los recursos naturales renovables, como en este caso de la anchoveta, es medida en función al valor que la sociedad le asigna, tanto como un bien (alimento, insumo para harina), como un servicio ambiental que estos proveen al hombre (elemento de una cadena trófica en el ecosistema marino), siendo este último mayormente subvaluado o simplemente ignorado. El estudio sobre el Drenaje de la Renta (Rent Drain) impulsado por la FAO y el Banco Mundial tiene como propósito estimar la renta que se está dejando de ganar en las pesquerías alrededor del mundo, o la pérdida económica neta, debido a la inadecuada regulación del sector pesquero, sobre-explotación, deficiente gestión pesquera, o por la inadecuada valorización de la riqueza del ecosistema marino.48 48 FAO Fisheries Report No. 812: Sixth Session of the Advisory Committee on Fisheries Research. Rome, 17–20 October 2006. 30 Los niveles permitidos de captura (o cuotas) establecidos por las autoridades reguladoras en los países, como el Perú, se basan usualmente en el máximo volumen de captura que una determinada especie puede soportar sin que afecte la dinámica de su crecimiento o sostenibilidad biológica (Rendimiento Máximo Sostenible). Sin embargo, este volumen de captura no necesariamente corresponde a la maximización de la renta económica, pues puede implicar un esfuerzo pesquero mayor al óptimo, un sobredimensionamiento de la flota y, en consecuencia, mayores costos e inversión en el sector desde un punto de vista puramente económico. Como se discutió anteriormente, el sobredimensionamiento del sector pesquero, tanto en lo que se refiere a la flota como a la capacidad de procesamiento de la industria harinera, produce ineficiencias asociadas a la inoperatividad del stock de capital durante períodos cada vez más largos, y genera una estructura de costos con un alto componente fijo (esto se documenta en la sección 4.2). Claramente, la sobreinversión en el sector tiene un alto costo de oportunidad para la economía del país. Por ejemplo, se ha estimado que la reducción de la sobrecapacidad del sector pesquero resultaría en un beneficio de entre 50 y 220 millones de dólares.49 Además de las consideraciones anteriores, el sobredimensionamiento de la flota y de las plantas representa un riesgo ambiental para el recurso pesquero y los servicios ecosistémicos asociados. Un caso palpable de la amenaza que representa el exceso de capacidad pesquera para la subsistencia de los recursos hidrobiológicos, fue la sobreexplotación de la anchoveta a comienzos de los años setenta y de la sardina en el litoral peruano en los años ochenta. En ese sentido, el presente estudio sobre el Drenaje de la Renta del recurso anchoveta permite demostrar los costos del sobredimensionamiento, pues calcula la diferencia entre la renta económica percibida y la potencial, es decir, lo que se deja de ganar por seguir operando de la manera en que se viene haciendo. Se aspira que esto contribuya a generar la consciencia política necesaria para reformar el marco normativo del sector a fin de lograr una pesquería económicamente eficiente y sostenible. Sostenibilidad Biológica y Económica El modelo bioeconómico clásico de Gordon-Schaefer50 es útil para analizar cómo el esfuerzo pesquero y el comportamiento de la biomasa determinan el rendimiento económico sostenible de una pesquería. En el Gráfico No. 7 se muestra que a medida que se incrementa el esfuerzo pesquero (número de embarcaciones en el eje de las abscisas), aumentan los ingresos sostenibles (en el eje de las ordenadas) debido a que se eleva el volumen de pesca (parte ascendente de la curva).51 Sin embargo, dado que el volumen de pesca es una función de la biomasa, y que ésta última está relacionada inversamente al esfuerzo pesquero, la pendiente de la curva 49 50 51 Rizo Patrón, Agüero y Larsen “Análisis ambiental de países de 2006”. Gordon, H.S. 1954. The economics of a common property resource: the fishery. J. Polit. Econ. FAO Fisheries Technical Paper 368 Fisheries Bioeconomics, Theory, Modelling and Management. 1998 31 de ingresos sostenibles va disminuyendo hasta llegar cero, punto que corresponde al Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Pasado este punto, todo incremento en el esfuerzo pesquero se refleja en una disminución del ingreso sostenible (parte descendente de la curva) y corresponde a una situación de sobreexplotación de la pesquería. La distancia entre la curva de ingresos sostenibles y la recta de los costos totales (CT), representa la renta económica y ésta se maximiza en el punto RME (Rendimiento Máximo Económico) que, como se aprecia en el gráfico, es menor que el RMS. Este resultado es muy interesante y no necesariamente intuitivo, pues indica que la maximización económica no corresponde necesariamente a la maximización del esfuerzo pesquero, aunque este sea sostenible desde el punto de vista biológico. Gráfico No. 7: El Modelo Gordon-Schaefer 25000 RMS Costos e ingresos sostenibles 20000 CT C RME 15000 10000 ITS 5000 f RME 0 0 200 f RMS 400 600 800 Esfuerzo (embarcaciones) Nota: RME = Rendimiento Máximo Económico; RMS = Rendimiento Máximo Sostenible; CT = Costo Total; ITS = Ingresos Totales Sostenibles.Fuente: FAO, 1998. En el caso peruano, el acceso abierto y la propiedad común del recurso, y la existencia de una cuota global han generado incentivos perversos para los armadores, los que compiten por lograr la mayor captura posible (la carrera por el pescado) en períodos de pesca cada vez más cortos. No es de sorprender, que los armadores hayan presionado en muchas ocasiones a las autoridades de turno para establecer las cuotas más altas posibles y que a la vez sean ambientalmente sostenibles de la anchoveta, pero que, como se ha visto en el gráfico anterior, no necesariamente maximiza la renta económica. La entrada en operación de una embarcación y su respectivo esfuerzo pesquero afecta la forma en que otras explotan el recurso y, de esta manera, impacta en el rendimiento de todos los usuarios de la pesquería. En nuestro caso, el sobredimensionamiento de la flota pesquera se convierte en la variable crucial que determina la renta del recurso que se está dejando de ganar o que se está drenando por los sobrecostos que esta dimensión de flota implica. 32 4.2 Análisis de los Costos e Ingresos de la Industria Anchovetera En esta sección, se analiza la estructura de costos e ingresos de la industria anchovetera, que incluye tanto la etapa extractiva (pesca), como la de transformación (producción de harina y aceite de pescado). 4.2.1 Estructura de Costos de la Flota Tal como se mostró en el capítulo anterior, la flota industrial de anchoveta puede dividirse en tres grandes grupos: (i) las de acero con capacidad de bodega menor de 300 m3; (ii) las de acero con capacidad de bodega mayor de 300 m3; y (iii) las de madera o “vikingas”, que tienen una capacidad de bodega que va de 32 a 110m3. Sin embargo, debido a las diferencias en costos por tamaño de embarcación y en función a la distribución de la flota por tamaño de las embarcaciones, se procedió a agrupar las embarcaciones de acero en 4 categorías: 200 m3, 270 m3, 350 m3 y 450 m3. De forma análoga, las embarcaciones vikingas se agruparon en 3 categorías: 33 m3, 60 m3 y 110 m3 (la inclusión de la última categoría no obedece tanto a la distribución actual de la flota sino a la probable futura consolidación de permisos de pesca en embarcaciones en vikingas de 110m3). Dichas categorías se muestran en la Tabla No. 10, y la distribución de la flota por categoría se muestra en la primera fila de dicha tabla.52 En base a información proporcionada por las empresas, se estimó las estructuras de costos de las siete categorías de embarcaciones. El costo total se descompone en: (i) costo fijo; (ii) costo variable; y (iii) costo semivariable. El costo fijo incluye: seguros, permisos de capitanía, servicio anual de sistema satelital, depreciación de redes y mantenimiento de la embarcación. En forma adicional, se incluyó el rubro “costo del capital” (CK), que representa el costo de oportunidad del capital invertido en la embarcación (10% del valor de la embarcación a precio de mercado). Cabe anotar que no se tomó en cuenta la depreciación de la embarcación ni los costos financieros; sin embargo, el costo del capital aquí considerado podría tomarse como una “proxy” para estos conceptos. Estos costos son fijos debido a que son independientes del número de días de pesca y del volumen de captura. En contraposición al rubro anterior, los costos variables son aquellos que están en función al volumen de pescado capturado, tales como el salario de la tripulación y bonos al patrón (ambos también en relación directa con un porcentaje del precio del pescado en el mercado), aportaciones y derechos pesqueros. El tercer rubro de costo corresponde al semivariable, el cual está en relación a los días de pesca de la embarcación, independientemente del volumen capturado, y dentro del que se 52 Para mayor referencia de los histogramas de frecuencia de las embarcaciones, de acuerdo a su tamaño, ver Anexo 2. 33 considera, por ejemplo, el combustible, lubricantes y viáticos diarios de la tripulación.53 Estas estructuras de costos, junto al volumen capturado en el año 2006 por cada tipo de embarcación, permitieron estimar los costos fijos, semivariables y variables para cada categoría de embarcación y para la flota como un todo. Esta información se presenta en la Tabla No. 10. Como se puede apreciar, la presentación de los costos se hace tanto incluyendo como excluyendo el costo del capital. Tabla No. 10: Matriz de Costos de la Flota al 2006 (en miles de dólares) Tipo de Embarcación No. de embarcaciones Costo fijo incluido CK Costo fijo excluido CK Costo de capital CK Costo variable Costo semivariable Acero 200m3 170 270m3 207 Vikingas 350m3 104 450m3 139 33m3 280 60m3 176 110m3 93 TOTAL 1169 52,024 26,371 25,356 21,269 12,497 61,991 30,704 31,286 22,033 12,102 81,983 39,395 42,588 33,055 17,413 115,901 48,447 67,455 33,042 16,075 53,265 43,403 9,862 8,382 9,524 11,067 7,915 3,153 6,946 7,792 11,107 6,848 4,258 4,823 5,180 387,338 203,084 184,254 129,550 80,583 85,790 60,137 Fuente: Elaboración propia. 96,125 64,838 132,451 89,863 165,018 97,564 71,171 61,309 25,806 22,653 21,110 16,852 597,471 413,217 Costo total incluido CK Costo total excluido CK Tal vez, el aspecto más saltante del cuadro anterior es la alta participación de los costos fijos dentro del costo total. Cuando se incluye el costo de capital, se tiene que el costo fijo bordeó los US$ 400 millones y el costo total los US$ 600 millones, es decir, casi dos terceras partes (65%) del costo total es fijo. Claramente, los altos costos fijos que enfrenta la flota constituyen una fuente importante de ineficiencia y de pérdida de renta del recurso. Aún si se excluyera el costo del capital (suponiendo que se trata de un costo hundido y que la embarcación no tiene uso alternativo, es decir, que es específica al sector anchovetero), el costo fijo bordearía los US$ 200 millones, lo que en este caso representaría casi la mitad (49%) del costo total de la flota. En este contexto, debe ser claro que una reducción de la flota (1,169 embarcaciones al año 2006) redundará en una fuerte reducción de costos (fijos) para el sector. Con respecto a la eficiencia de las diferentes categorías de embarcaciones, es interesante notar que los costos variables son básicamente los mismos para todos los tipos de embarcaciones (alrededor de US$22 por TM de pescado desembarcado); en lo que sí se registran diferencias importantes es en los costos semivariables. En efecto, al estandarizar dichos costos por el volumen de pesca de 53 Para más detalle de las estructuras de costos, referirse al Anexo 3. Cabe mencionar que la matriz de costos está elaborada con base a datos del año 2006, mientras que la taxonomía de la flota corresponde al año 2007. 34 cada tipo de embarcación, se concluye que los costos semivariables de las embarcaciones de menor tamaño (vikingas) son casi el doble que el de las de acero. Mientras que el costo semivariable por TM de una embarcación de acero de 450 m3 de bodega se estimó en US$ 11/TM y el de una de embarcación de acero de 200 m3 en US$ 13/TM, dicho costo fue de US$ 25/TM para las embarcaciones de madera. Sin embargo, al comparar estas diferencias de costos con el precio del pescado (US$ 120/TM) se aprecia que estas diferencias no son significativas y, de hecho, esto explica porqué pueden coexistir de manera rentable embarcaciones tan diversas.54 4.2.2 Ingresos y Utilidades de la Flota en el 2006 Para estimar los ingresos de la flota en el año 2006, se consideró un precio de US$ 120 dólares por TM desembarcada, que corresponde al precio pagado a una embarcación independiente,55 así como el volumen capturado en dicho año (cerca de 5.9 millones de TM de anchoveta). En base a estas variables, el ingreso de la flota pesquera para el año 2006 se estimó en US$ 706 millones. Al restarle a esta cifra de ingresos los costos presentados en la Tabla No. 9, se obtiene un estimado de la utilidad percibida por la flota anchovetera para el año 2006, la que alcanzó US$ 108.7 millones, cuando se toma en cuenta el costo de capital, o US$ 292.9 millones cuando se excluye el costo de capital. Cabe anotar que dicha utilidad es calculada previa a la aportación del impuesto a la renta, equivalente al 30%. Con respecto a la contribución de esta actividad a la caja fiscal, en adición al impuesto a la renta -que se calcula sobre la utilidades deducido el costo de capital, para así tomar en cuenta la depreciación y los costos financieros-, es necesario considerar otros impuestos y tasas que gravan a la actividad. Estas cargas (por ejemplo, los derechos pesqueros y el impuesto selectivo al consumo (ISC) de los combustibles) junto al impuesto a la renta representaron US$ 57.3 millones en el año 2006.56 En otras palabras, de los US$ 706 millones que produjo la actividad de extracción de esta pesquería, sólo un 8.1% podría haber llegado al Estado en la forma de impuestos y contribuciones. La utilización del condicional no es casual. El impuesto a la renta efectivamente pagado fue bastante menor al aquí calculado.57 Asimismo, es interesante notar que el 43% de la recaudación fiscal estimada se debe 54 55 56 57 Todos los cálculos se refieren al año 2006. Ver Anexo 3. El tomar el precio pagado a flota de terceros permite evitar las distorsiones causadas por los precios de transferencia por los que opte un grupo propietario de plantas y embarcaciones. La información sobre precios pagados a terceros fue proporcionada por la empresa TASA (ver Anexo 4). No incluye el IGV, debido a que éste es devuelto al momento de la exportación de la harina y aceite de pescado. Para mayor detalle sobre el cálculo de los impuestos potencialmente devengados, ver Anexo 5. Según la SUNAT, la recaudación por el impuesto a la renta del sector pesca (extracción), sumado al de las empresas dedicadas a la transformación del pescado en harina, aceite y conservas, fue de apenas US$ 25,4 millones en el año 2006. 35 al ISC de combustibles y a los derechos pesqueros, lo que pone de manifiesto el alto impacto negativo del sobredimensionamiento de la flota sobre el impuesto a la renta (que en el mejor de los casos podría haber llegado a 4.6% de las ventas del sector, pero en la realidad fue significativamente menor). Esta observación no debe servir de base para argüir que deberían incrementarse los derechos pesqueros (cuya lógica y determinación escapan a los alcances de este estudio), sino para poner de relieve que las ineficiencias que caracterizan a esta actividad por el sobredimensionamiento de la flota, reflejada en altos costos fijos y, por lo tanto, en menores utilidades, tienen un importante costo fiscal. 4.2.3 Evolución de los Costos, Ingresos y Utilidades de la Flota En base a la matriz de costos (una especie de matriz insumo-producto), a la evolución de los precios de los insumos considerados en dicha matriz, a los precios de desembarque de pescado y al volumen de pescado desembarcado (Anexo 6), se estimó una serie histórica de costos e ingresos de la flota anchovetera para el período 2000-2007. Para este fin se tomó en consideración: los datos históricos del volumen desembarcado de anchoveta provistos por el IMARPE; la información sobre el incremento de la capacidad de bodega suministrada tanto por el IMARPE y el PRODUCE; los precios de diesel registrados por el INEI; y los precios de pescado desembarcado por barcos independientes, suministrados por TASA. Las variaciones por año en la matriz de costos fueron refrendadas con entrevistas a diferentes empresas del sector. En la Tabla No. 11 se presenta la evolución de costos e ingresos para el período 2000-2007. Tabla No. 11: Costos, Ingresos y Utilidades de la Flota Anchovetera, 2000-2007 (en miles de dólares) Con costo de capital Año Desembarque* 2000 9,137 2001 6,051 2002 7,904 2003 5,128 2004 8,608 2005 8,581 2006 5,885 2007 6,071 Costo Fijo 187,544 181,642 222,395 232,595 359,561 372,760 387,338 461,305 Costo Variable 99,125 86,496 121,927 80,205 132,159 138,059 129,550 145,714 Costo Semivariable 43,615 47,573 92,665 68,174 67,842 62,127 80,583 71,582 Costo Total 330,283 315,712 436,986 380,974 559,562 572,946 597,471 678,601 Ingresos 436,148 432,482 617,763 401,026 678,417 690,296 706,214 795,354 Utilidades 105,865 116,770 180,777 20,051 118,855 117,350 108,743 116,753 Sin costo de capital Año Desembarque* 2000 9,137 2001 6,051 2002 7,904 2003 5,128 2004 8,608 2005 8,581 2006 5,885 2007 6,071 Costo Fijo 92,713 89,796 109,942 114,985 177,751 184,276 203,084 228,049 Costo Variable 99,125 86,496 121,927 80,205 132,159 138,059 129,550 145,714 Costo Semivariable 43,615 47,573 92,665 68,174 67,842 62,127 80,583 71,582 Costo Total 235,453 223,865 324,534 263,364 377,752 384,462 413,217 445,345 Ingresos 436,148 432,482 617,763 401,026 678,417 690,296 706,214 795,354 Utilidades 200,695 208,617 293,230 137,662 300,665 305,834 292,997 350,010 Fuente: Elaboración propia a partir de entrevistas con actores del sector pesquero. * En miles de TM. 36 La tabla anterior pone de manifiesto los siguientes hechos: • A pesar de la reducción en el volumen desembarcado con respecto al año 2000, hay una marcada tendencia al incremento en el costo total de la pesca (tanto incluyendo o excluyendo el costo de capital); éste se duplicó en tan sólo siete años. • La mayor parte del incremento en los costos totales (más del 80%, cuando se toma en cuenta el costo del capital) se explica por el incremento en los costos fijos, es decir por la ampliación de la flota. • En contraposición al crecimiento progresivo de los costos fijos, a partir del año 2002 y con excepción del 2003, cuando hubo una reducción en el volumen pescado, el costo variable se mantuvo relativamente estable y estrechamente ligado a los ingresos de la flota.58 • A pesar de la reducción en la captura, los ingresos se incrementaron significativamente debido al aumento en los precios internacionales de la harina y aceite de pescado registrado durante este período (139% y 206%, respectivamente). • El comportamiento de las utilidades difiere significativamente si se incluye o excluye el costo de capital. Si se incluye y, por lo tanto, se toma en cuenta el costo de oportunidad de haber incrementado el tamaño de la flota, se aprecia que las utilidades no aumentan, a pesar del significativo incremento en los precios de la harina y el aceite. Por el contrario, si no se tomase en cuenta el costo de capital, las utilidades se habrían incrementado en 75%. • Por último, se observa que en el año 2003 hubo una importante reducción de los ingresos y en las utilidades, lo cual refleja al impacto negativo del Fenómeno de El Niño sobre el volumen de captura de anchoveta y la vulnerabilidad de este sector a este fenómeno climático. Todo lo anterior permite concluir que el incremento en la rentabilidad de esta actividad pasa necesariamente por una reducción en sus costos fijos, es decir, por enfrentar el problema del sobredimensionamiento de la flota pesquera. En efecto, las mejoras en los costos agregados que se pueden alcanzar vía el reacomodo de la flota hacia embarcaciones más eficientes son mínimas, en comparación con la reducción de costos que podría obtenerse de reducir el tamaño de la flota. 4.2.4 Estructura de Costos de las Plantas de Procesamiento Con el objeto de construir una matriz de costos promedio de las plantas de procesamiento en el Perú, el análisis se centró exclusivamente en dos tipos de plantas: (i) las de harina convencional o Fair Average Quality (FAQ); y (ii) las plantas de alto contenido proteico (ACP) o de secado indirecto, dejándose fuera las plantas de harina residual, que representan apenas el 2% de la producción total. Dadas las 58 En efecto, el valor del coeficiente de correlación entre los ingresos y el costo variable fue de 0.98, mucho mayor que aquel entre los ingresos y los desembarques (0.30); esto refleja el hecho que parte importante de los costos variables (pagos a la tripulación y derechos pesqueros) están atados al precio y volumen del pescado desembarcado. 37 diferentes estructuras de costos correspondientes a los distintos tamaños de planta y la distribución de frecuencia de las mismas, se decidió agrupar a las plantas en dos tamaños (o capacidades de procesamiento): 60 TM/hr y 100 TM/hr.59 La información referente a la producción de harina y aceite de pescado por planta de procesamiento no se encuentra disponible. Por lo tanto, ésta se estimó en base a la información de los desembarques de anchoveta por plantas de harina de pescado en el año 2006, y se complementó con la publicada por PRODUCE, relativa a la producción de harina por puerto[0]. En el caso de las plantas, el costo total se descompone en: (i) costo fijo; y (ii) costo variable. Entre los principales componentes del costo fijo se tiene: gastos administrativos, comunicaciones, seguros, licencias y vigilancia. Al igual que en el caso de la flota, se incluyó el rubro “costo del capital” (CK) que representa el costo de oportunidad del capital invertido en la planta (10% del valor de la planta a precio de mercado). Cabe anotar que no se tomó en cuenta la depreciación de la planta ni los costos financieros; sin embargo, el costo del capital aquí considerado podría tomarse como una “proxy” para éstos. Los costos variables son aquellos que están en función al volumen de pescado procesado, tales como la mano de obra, el petróleo diesel y bunker, la electricidad, agua, el costo del pescado, insumos de laboratorio y el servicio del control de pesca. En la Tabla No. 12 se muestra la estructura de costos (incluyendo y excluyendo el costo de capital) por tipo de planta y para la industria en su conjunto. Como se puede apreciar, a diferencia de lo que sucede en el caso de la flota, la participación del costo fijo en el costo total es bastante menor en el caso de las plantas; en el año 2006, ésta alcanzó el 21.9% (7.4%, si se excluye el costo de capital). Resulta interesante notar que el costo del capital de la flota es similar que el de las plantas (alrededor del US$ 180 millones), pero su incidencia es mucho mayor en el caso de la flota, pues los ingresos totales de esta última representan tan sólo un componente -aunque el más importante- del costo variable de las plantas. Para mayor detalle sobre los costos, referirse al Anexo 8. 59 Para mayor referencia de los histogramas de frecuencia de las plantas, de acuerdo a su tamaño (o capacidad de procesamiento), ver Anexo 7. [0] 38 Tabla No. 12: Matriz de Costos de Planta al 2006 (miles de dólares) TIPO DE PLANTA Cap. de procesamiento Número de plantas FAQ 60 MT/hr 100 MT/hr 53 22 ACP 60 MT/hr 100 MT/hr 24 TOTAL 16 115 Costo fijo incluido CK Costo fijo excluido CK Costo de Capital (CK) Costo Variable 97,392 30,612 66,780 280,198 61,713 15,513 46,200 292,170 44,102 13,862 30,240 155,231 44,883 11,283 33,600 156,978 248,090 71,270 176,820 884,577 Costo total incluido CK Costo total excluido CK 377,590 310,810 353,883 307,683 199,333 169,093 201,861 168,261 1,132,667 955,847 Fuente: Elaboración propia a partir de entrevistas con actores del sector pesquero. Con respecto a la rentabilidad de las plantas, la Tabla No. 13 muestra los costos y márgenes promedio por tipo de planta (estos cálculos se hicieron tomando en cuenta el costo del capital). Como se puede apreciar, los costos fijos son similares para ambos tipos de plantas, mientras que los costos variables son ligeramente menores en el caso de las plantas de ACP; esto se debe a que alcanzan mejores coeficientes de conversión (menor número de TM de pescado por TM de harina) que las plantas FAQ (ver Anexo 9). A esto se añade el hecho que las plantas de secado indirecto logran mejores precios por su producto (en el 2006, las harinas especiales recibieron un premio de 11.1% en el precio sobre las FAQ), con el consecuente mayor margen. En efecto, el margen de contribución (la diferencia entre el precio y el costo variable como porcentaje del precio) superó el 42% en el caso de las harinas de alto contenido proteico, en comparación con el 34% de la harina FAQ. Tabla No. 13: Costos y Márgenes por Tipo de Planta, Año: 2006 Planta Ratios FAQ US$ ACP % US$ % Costo Fijo/TM 184 18.3% 179 16.4% Costo Variable/TM 664 65.9% 628 57.4% Costo Total/TM 848 84.2% 807 73.8% Margen de Contribución/TM 343 34.1% 466 42.6% Margen Neto (Utilidad)/TM 159 15.8% 287 26.2% Precio*/TM 1,007 100.0% 1,094 100.0% * El precio incluye el de la harina y el precio equivalente por el aceite de pescado. Fuente: Elaboración propia en base a información de empresas. Como se puede apreciar, a los precios vigentes, la industria de harina y aceite de pescado es altamente rentable, con márgenes lo suficientemente altos como para poder absorber las ineficiencias causadas por el sobredimensionamiento de la industria. Tal como se indicó anteriormente, fueron estos márgenes los que propiciaron la reciente ola de fusiones y adquisiciones en la industria y el significativo 39 incremento en los precios de sus activos. Es probable que la búsqueda de mayores ganancias en el futuro, facilite la reducción del sobredimensionamiento y el ordenamiento del sector. 4.2.5 Ingresos y Utilidades de las Plantas de Procesamiento en el 2006 En el año 2006, los precios FOB de la harina convencional (FAQ) promediaron los US$ 845/TM y los de las harinas de alto contenido proteico (ACP) los US$ 939/TM. Para determinar el ingreso de las plantas de procesamiento se debe considerar también el precio FOB del aceite de pescado, debido a que es un subproducto en el proceso de obtención de la harina, con un precio promedio de US$ 724/TM en dicho año. Considerando el volumen producido de harina convencional (FAQ) y de aceite de pescado, los ingresos de esta categoría de plantas alcanzaron los US$ 867 millones, mientras que para las plantas de harina de alto contenido proteico, los ingresos habrían alcanzado los US$ 544 millones; lo que da un total de US$ 1,413 millones de ingreso anual para las plantas de procesamiento. Con el objeto de estimar las utilidades generadas por la actividad de transformación de la anchoveta en harina y aceite de pescado, a los ingresos antes estimados se le resta los costos (incluyendo el costo del capital) presentados en la Tabla No.12, y se obtiene una utilidad bruta para el año 2006 de US$ 280 millones, o de US$ 457 millones si excluye el costo de capital. Con respecto a la contribución de esta actividad a la caja fiscal, en adición al impuesto a la renta (que, al igual que en el caso de la flota, se calcula sobre la utilidades deducido el costo de capital, para así tomar en cuenta la depreciación y los costos financieros), es necesario considerar otros impuestos y tasas que gravan esta actividad, básicamente el impuesto selectivo al consumo (ISC) a los combustibles, con lo que se llega a una potencial contribución al fisco de US$ 84.8 millones en el año 2006. Este monto representó alrededor del 12% de la diferencia entre los ventas de harina y aceite de pescado (US$ 1,413 millones) y el costo pagado por la materia prima en ese año (US$ 706 millones). Claramente, el impacto fiscal negativo del sobredimensionamiento de las plantas (que se traduce en un incremento en los costos fijos, menores utilidades y, por lo tanto, en una menor base impositiva) es menor que el del caso de la flota.60 Sin embargo, lo que es notorio es la baja contribución, tanto de de la extracción como de la actividad de procesamiento, a la recaudación fiscal. En efecto, aunque las cifras de la SUNAT no permiten diferenciar claramente la contribución fiscal de la actividad extractiva de la de procesamiento (el registro no se hace por actividad sino por empresa), la recaudación total de ambas actividades, incluyendo la de la industria conservera, 60 Cabe señalar que en el caso de las plantas, la recaudación por el ISC a los combustibles fue mucho menor que en el caso de la flota y la recaudación potencial refleja básicamente el impuesto a la renta. Para mayor detalle sobre el cálculo de la contribución fiscal potencial, ver Anexo 10. 40 sólo alcanzó US$ 61.6 millones en el año 2006, lo que equivalió al 0.5% de la recaudación total de ese año.61 (Ver Anexo 11.) 4.2.6 Costos, Ingresos y Utilidades de las Plantas de Procesamiento: Años 20002007 En base a las matrices de costos de las plantas (matrices insumo-producto), a la evolución de los precios de los insumos y productos considerados en dichas matrices (Anexo 12), y a los volúmenes de harina y aceite producidos (Anexo 13), se estimó una serie histórica de costos e ingresos de las plantas de procesamiento para el periodo 2000 – 2007. Las variaciones por año en la matriz de costos fueron refrendadas con entrevistas a diferentes empresas del sector. En la Tabla No. 14 se presenta la evolución de costos, ingresos y utilidades de las plantas procesadoras para el período 2000-2007. 61 Estas cifras de recaudación excluyen el IGV, que se devuelve al momento de exportar, y el ISC a los combustibles, que en la SUNAT se registra como aporte del sector hidrocarburos. 41 Tabla No. 14: Costos, Ingresos y Utilidades de las Plantas de Harina y Aceite de Pescado, 2000-2007 (en miles de US$) Plantas de procesamiento (inc. costo de capital) Año Prod. Harina* Costo Fijo Costo Variable Costo Total 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2,242 1,635 1,819 1,224 1,971 1,931 1,360 1,387 $131,157 $143,272 $159,959 $172,309 $213,516 $216,835 $248,090 $273,226 $602,586 $551,907 $731,971 $508,519 $872,741 $892,524 $884,577 $978,052 $733,742 $695,179 $891,930 $680,828 $1,086,258 $1,109,359 $1,132,667 $1,251,278 Plantas de procesamiento (sin costo de capital) Año Prod. Harina* Costo Fijo Costo Variable Costo Total 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2,242 1,635 1,819 1,224 1,971 1,931 1,360 1,387 $21,356 $34,094 $25,852 $64,007 $55,250 $48,614 $71,270 $77,963 $602,586 $551,907 $731,971 $508,519 $872,741 $892,524 $884,577 $978,052 $623,942 $586,001 $757,823 $572,527 $927,992 $941,137 $955,847 $1,056,015 Ingresos $967,747 $817,561 $1,107,600 $784,239 $1,335,366 $1,353,766 $1,412,764 $1,596,132 Ingresos $967,747 $817,561 $1,107,600 $784,239 $1,335,366 $1,353,766 $1,412,764 $1,596,132 Utilidades $234,005 $122,382 $215,670 $103,411 $249,108 $244,407 $280,097 $344,854 Utilidades $343,806 $231,560 $349,777 $211,712 $407,374 $412,629 $456,917 $540,117 * En miles de TM. Fuente: Elaboración propia a partir de entrevistas con actores del sector pesquero. La tabla anterior pone de manifiesto los siguientes hechos: • • • • En forma contraria a lo sucedido en el caso de la flota, la mayor parte del incremento en los costos totales (más del 70%, cuando se toma en cuenta el costo del capital) se explica por el incremento en los costos variables, en particular, por el precio del pescado (de allí el incremento en la demanda por y en el precio de las embarcaciones). A pesar de lo anterior, los costos fijos se incrementaron de manera importante durante este período, reflejando la inversión en plantas y la revalorización de las mismas. Aunque la producción de harina y aceite de pescado se redujo con respecto a los niveles alcanzados a comienzos y a mediados de la presente década, los incrementos en los precios de estos commodities permitieron que los ingresos por ventas y las utilidades se incrementasen en los dos últimos años. Al comparar las utilidades generadas en la actividad de transformación con las de extracción (la última columna de la Tabla No. 14 con la última columna de la Tabla No. 11), se observa que las utilidades de las plantas son mayores que las de la flota, pero claramente para poder generarlas se requiere del abastecimiento de pescado, por lo cual la tendencia ha sido a integrar plantas y flota, y la actividad de adquisiciones se ha concentrado en la flota. 42 4.3 Estimación del Modelo Bioeconómico y de la Renta de la Pesquería de Anchoveta en el Perú El modelo bioeconómico propuesto para este estudio por el Banco Mundial/FAO, en coordinación con la Universidad de Islandia, permite estimar, en base a la dinámica poblacional marina, la renta y la pérdida (o drenaje) de la renta de la pesquería de anchoveta en el Perú. Cabe señalar que el modelo se refiere exclusivamente a la renta derivada de la actividad de extracción del recurso y no estima las pérdidas o ganancias asociadas en el procesamiento del recurso y la producción de harina y aceite de pescado. El modelo bioeconómico, que se describe en detalle en el Anexo No. 14, está compuesto por tres funciones básicas: (i) función de crecimiento de la biomasa; (ii) función de captura (pesca) del recurso; y (iii) la función de utilidades (igual a los ingresos menos una función de costos). Para la primera función se utiliza dos especificaciones alternativas, la función Logística y la función Fox, por lo que en los resultados que se presentan más adelante, estos se presentan para ambas especificaciones. Las cinco variables del modelo son: la biomasa, la captura, el esfuerzo pesquero, la utilidad y el precio de desembarque (esta última es la única variable exógena). La aplicación del modelo a una determinada pesquería requiere que los parámetros del mismo se especifiquen o estimen en función a las características específicas de dicha pesquería. Esto es lo que se hace a continuación, en base a datos biológicos obtenidos del IMARPE y a los costos estimados en la sección anterior. 4.3.1 Parámetros del Modelo Bioeconómico Para la estimación del modelo bioeconómico se utilizó el programa Excel desarrollado para este fin en el marco del Estudio de del Drenaje de la Renta auspiciado por la FAO y el Banco Mundial. Este programa permite estimar rápidamente los parámetros del modelo y, por lo tanto, calcular la renta y renta perdida en una pesquería específica a partir de unos cuantos parámetros pesqueros y económicos. El programa es muy útil pues requiere de poca información y permite uniformizar la metodología para los diferentes casos de estudio que se están llevando a cabo en diferentes países, de manera simultánea. Sin embargo, el programa parte de la premisa que la pesquería analizada es de acceso abierto o libre y que se encuentra bajo cierto grado de sobre-explotación. Como se ha visto, este no es el caso pesquería de anchoveta en el Perú, donde se cuenta con una cuota total de captura establecida por el PRODUCE a fin de evitar dicha sobreexplotación. Por este motivo, para fines del presente informe, se ha efectuado un cambio en el programa Excel, en coordinación con el Profesor Ragnar Árnason de la Universidad de Islandia, mediante el cual se incluyó un parámetro adicional al modelo denominado “esfuerzo pesquero necesario”, el cual permite estimar el impacto del sobredimensionamiento de la flota pesquera sobre la renta del recurso. Es importante señalar la naturaleza agregada de las variables de este modelo; así se toman datos promedio de la flota (sin tomar en cuenta costos diferenciados por 43 tamaños de embarcaciones) y se analiza la pesquería de anchoveta en el Perú como si esta fuese una unidad de análisis homogénea (a pesar que existen regímenes normativos y biológicos diferentes para la región centro-norte y la región sur, por debajo del paralelo 16 S). El modelo se calibró utilizando los parámetros presentados en la Tabla No. 15, estimados para el año 2006 (año base del estudio). Tabla No. 15: Parámetros del Modelo Bioeconómico, Año Base: 2006 No 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Parámetros al 2006 Rendimiento Máximo Sostenible Stock virgen Desembarque de pescado Precio de desembarque Crecimiento neto de la biomasa en el año base Utilidades Valor y Fuente 8 millones (A) Unidades TM 22 millones (A) 5.9 millones (B) 120 (C) 1.5 Millones (A) TM TM US$/TM TM 108.7, con costo de capital Millones de US$ (C) 293.0, sin costo de capital (C) Costos Fijos / Costos 0.65, con costo de capital (C) Totales 0.49, sin costo de capital (C) Schooling parameter 0.3 (D) Elasticidad de la demanda 0 (D) con respecto a la biomasa Esfuerzo Pesquero Actual 100 (D) Esfuerzo Pesquero En función a la reducción de Necesario flota que se quiera simular Fuentes: (A) IMARPE, (B) Sociedad Nacional de Pesquería, (D) principales empresas del Perú, Universidad de Islandia. (C) Ratio Número Número Índice Índice Cálculo a partir de entrevistas a Si bien el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) se puede calcular a partir de modelos poblacionales dinámicos, en el caso del Perú se ha considerado la metodología de estimación directa del IMARPE, efectuada mediante cruceros de evaluación hidro-acústica de los recursos pelágicos, que miden la biomasa a lo largo del litoral durante un año. Para el año 2006 la estimación del RMS del IMARPE fue de 8’014,000 TM. Con relación al stock virgen o la estimación teórica de la capacidad de carga de la especie anchoveta en la costa peruana, IMARPE proporcionó un rango entre 20 y 23 millones de TM, aplicando estimaciones de crecimiento poblacional logísticas así como registros anteriores. En lo que se refiere al crecimiento de la biomasa, se calculó la diferencia de la biomasa estimada (en TM) en todo el litoral antes y después de la captura, es decir, antes del inicio y después del cierre de las temporadas de pesca durante el año 2006, la cual ascendió a aproximadamente 1.5 millones de TM. Con respecto al volumen del pescado desembarcado y el precio pagado en puerto, estos fueron datos obtenidos tanto de la autoridad respectiva (PRODUCE) como de 44 las diferentes empresas procesadoras de harina que compran el insumo a embarcaciones independientes. Es importante señalar que una empresa integrada usualmente paga en puerto un menor precio del pescado si es que éste proviene de sus propias embarcaciones (precio usualmente basado en costos), motivo por el cual en la estimación del modelo se utilizó el precio pagado a un armador independiente, que refleja el precio de mercado. Una consideración especial merece el parámetro relativo al esfuerzo pesquero. Este es un índice que refleja los costos en que se incurren para desplazar la flota pesquera (costos fijos, variables y semi-variables). Para fines del presente estudio, este índice se fijó en 100 para el año 2006, correspondiente al costo del esfuerzo pesquero realizado en dicho año. Por otro lado, el nuevo parámetro incluido en el programa Excel, denominado “esfuerzo pesquero necesario”, sirve para estimar la pérdida de renta causada por el sobredimensionamiento de la flota o, alternativamente, las ganancias que se podrían haber obtenido por reducir la capacidad de bodega de la flota en dicho año. En los cálculos de pérdida de renta aquí presentados se empleó un parámetro de “esfuerzo pesquero necesario” de 83, que equivale a una reducción en la capacidad de bodega del 50%. En lo que se refiere a las utilidades y el ratio del costo fijo, y tomando en cuenta los estimados de la sección anterior, se realizaron los cálculos en base a las utilidades antes de impuestos, incluyendo y excluyendo el costo de capital. En el mismo sentido, el ratio del costo fijo sobre costo total se estimó en base a los costos agregados de la flota, tanto incluyendo como excluyendo el costo de capital. Los otros dos datos referenciales del modelo relativo a la elasticidad de la demanda con relación a la biomasa y la concentración del cardumen (Schooling parameter) fueron proporcionados por el Profesor Árnason, considerando el posible comportamiento de la biomasa en un largo plazo. 4.3.2 Resultados del Modelo Bioeconómico para el Año 2006 Considerando tanto los parámetros del modelo bioeconómico, así como los cálculos sobre costos e ingresos de la flota descritos en la sección anterior, se estimó que los 5.9 millones de TM de pesca del año 2006 generaron una utilidad agregada para la flota de anchoveta (tomando en cuenta el costo del capital) de aproximadamente US$ 108.7 millones y que la renta del recurso alcanzó los US$ 496.7 millones en ese mismo año. Es importante mencionar que en el modelo bioeconómico utilizado, la renta del recurso equivale a la suma de la utilidad y los costos fijos. Por otro lado, si no se considera el costo de capital en los cálculos anteriores, la utilidad se elevaría a US$ 293 millones aproximadamente y la renta permanecería estable en US$ 495 millones (lo que no es sorprendente, pues el costo de capital es un componente del costo fijo). En base al Programa Excel modificado, el que incluye el parámetro “esfuerzo pesquero necesario”, se procedió a simular diferentes escenarios en los que se estima la renta perdida en la pesquería de anchoveta peruana debido al 45 sobredimensionamiento de la flota. El drenaje de la renta aquí presentado, resulta de comparar la renta que se obtuvo en el 2006 con la que se hubiese obtenido de haber adoptado una gestión del sector más eficiente, caracterizada por la reducción de la capacidad de bodega de la flota pesquera en un 50%. Dichos escenarios se muestran a continuación. Escenarios y análisis de sensibilidad A pesar de los estimados del exceso de flota presentados en la sección 3.4, que la sitúan entre 60% y 70% (suponiendo un 60% de eficiencia en la pesca), se optó por simular los efectos de una reducción del 50% de la capacidad de bodega de la flota pesquera, lo cual -aunque insuficiente desde un punto de vista teórico- resulta una hipótesis bastante drástica en el caso que se lleve a la práctica. Esta reducción en la capacidad de bodega es el supuesto básico en los dos escenarios que se presentan a continuación. En el primer escenario se simula qué es lo que se habría obtenido si, además de la reducción del 50% de la capacidad de bodega total, el volumen de pesca se hubiese incrementado hasta el nivel del rendimiento máximo sostenible (RMS), 8 millones de TM. Dado que estos cómputos combinan el efecto de la reducción de la flota con el de la expansión de la pesca, en el segundo escenario se corrió el modelo manteniendo el volumen de pesca en el nivel permitido en el año 2006 (5.9 millones de TM). Cabe señalar que para ambos escenarios se ha tomado en cuenta el costo del capital. Dado que el modelo bioeconómico propone dos posibles comportamientos para la biomasa (función Logística y función de Fox), en los dos casos se presentan los resultados para ambas funciones de crecimiento de la biomasa. A continuación, se muestran dos cuadros que incluyen estimados de las utilidades y de la renta del recurso anchoveta en el Perú, tanto actual (2006) como potencial, y la diferencia entre ellas, que representa lo que se ha dejado de ganar, o la renta perdida. Escenario No. 1: Reducción al 50% de la capacidad de bodega, incluyendo el costo de capital, y pesca óptima de 8 millones de TM de anchoveta. Unidad Biomasa m.mt Captura m.mt Esfuerzo Índice Utilidad m.US$ Renta m.US$ Actual Logística Fox 5.0 5.9 5.9 100.0 100.0 108.700 108.700 496.685 496.685 Optimo Logística Fox 11.4 8.7 8.0 8.0 101.1 95.2 424.715 436.061 747.131 758.476 Diferencia Logística Fox 3.5 3.8 2.1 2.1 1.1 -4.8 316.015 327.361 250.446 261.791 Bajo este escenario, la reducción de la flota y el aumento de la pesca llevarían a un aumento en las utilidades de aproximadamente US$ 320 millones. Resulta interesante notar que el aumento en la renta es menor, alrededor de US$ 250 millones, lo cual refleja los menores costos fijos de la flota en el escenario óptimo. A pesar que este último resultado refleja un algoritmo del programa (que calcula a la renta como la suma de las utilidades y los costos fijos) y que difícilmente podría 46 argüirse en términos económicos que una mejora en la eficiencia (menores costos fijos) conduce a una menor renta, este resultado pone de manifiesto que el proceso de reducción de flota puede implicar pérdidas cuantiosas, no sólo para los trabajadores desplazados, sino también para los armadores cuyas embarcaciones dejarían de pescar.62 Como se indicó anteriormente, esta impresionante diferencia entre los niveles de utilidades y rentas que se obtuvieron y los que se hubiesen podido obtener (niveles óptimos), lo que se denomina renta perdida o drenaje de la renta, se debe no sólo a la reducción del 50% en la capacidad de bodega de la flota propuesta, sino también al incremento en la captura hasta el RMS de anchoveta (de 5.9 millones de TM a 8.0 millones de TM). Por este motivo, y con el objetivo de aislar el efecto de la reducción de la capacidad de bodega, se “forzó” el modelo a mantener el volumen de pesca constante (5.9 millones de TM). Esto se muestra en el Escenario No. 2 a continuación. Escenario No. 2: Reducción al 50% de la capacidad de bodega, incluyendo el costo de capital, y pesca óptima de 5.9 millones de TM de anchoveta. Biomasa Captura Esfuerzo Utilidad Renta Unidad m.mt m.mt Índice m.US$ m.US$ Actual Logística Fox 11.0 5.0 5.9 5.9 100.0 100.0 108.700 108.700 496.685 496.685 Optimo Logística Unidad 11.5 8.7 5.9 5.9 81.8 70.0 210.772 235.065 533.188 557.480 Diferencia Logística Fox 0.5 3.8 0.0 0.0 -18.2 -30.0 102.072 126.365 36.503 60.795 Como se puede apreciar, las utilidades que se habrían dejado de percibir en el año 2006, exclusivamente debido al sobredimensionamiento de la flota, habrían sido significativas, entre US$ 102 millones y US$ 126 millones. Nuevamente, el modelo señala que el drenaje de la renta, entre US$ 37 millones y US$ 61 millones, fue menor que el de las utilidades, debido al efecto de la reducción en los costos fijos mencionado anteriormente. Evidentemente, estos estimados sobre utilidades y rentas perdidas son menores que los del escenario anterior, pues no están distorsionados por el aumento en el volumen de la pesca, pero son significativos, sobre todo, cuando se toma en cuenta que las utilidades estimadas para la flota para dicho año sólo fueron de US$ 108.7 millones. En otras palabras, las utilidades que se dejaron de percibir pueden haber representado un monto similar al de las utilidades efectivamente alcanzadas en el año 2006. El drenaje de recursos causado por el sobredimensionamiento de la flota es, pues, mayúsculo.63 62 Claramente, si las embarcaciones desplazadas encontrasen un uso alternativo en otra actividad (en otra pesquería), el efecto distributivo negativo de la reducción de la flota se vería mitigado 63 Todos estos cálculos se han hecho tomando en cuenta el costo de capital. Cabe anotar que si se excluye el costo de capital, los estimados de pérdida de renta no varían (debido a la definición operativa de renta), mientras que los estimados de utilidades dejadas de ganar disminuyen, en ambos escenarios, en alrededor de US$ 30 millones, con lo cual el drenaje de recursos sigue siendo significativo. 47 Finalmente, cabe mencionar que estos cálculos sólo han tomado en consideración la renta económica del recurso anchoveta como insumo para la producción de harina y aceite de pescado. No obstante, la renta del recurso debería incluir el valor de los servicios que dicho recurso hidrobiológico también presta como eslabón en una cadena trófica que provee alimento o insumo a otras especies de valor comercial. Sin embargo, esto amerita la aplicación de otros modelos y metodologías que escapan el ámbito del presente estudio. 4.4 Los Costos del Sobredimensionamiento de Flota y Planta: Un Enfoque Alternativo El modelo bioeconómico empleado en este estudio toma en cuenta una serie de parámetros biológicos y pesqueros y, a su vez, aplica funciones matemáticas en un horizonte de largo plazo, determinando así una renta potencial. Cabe señalar que, recientemente, en el caso peruano la cuota permitida de pesca incluye condiciones de sostenibilidad no sólo del recurso anchoveta, sino también del ecosistema marino (por ejemplo, a pesar que el rendimiento máximo sostenible estimado por IMARPE fue de 8 millones de TM para el año 2006, en ese año se estableció una cuota de aproximadamente 6 millones de TM a fin de garantizar biomasa suficiente que sostenga la cadena trófica hidrobiológica). A continuación se propone un ejercicio netamente económico para estimar las utilidades actuales y las potenciales, considerándose para tal efecto la cuota actual de pesca como principal parámetro de sostenibilidad. Para este fin y a diferencia de la simulación presentada con el modelo bioeconómico, se estimó la utilidad actual y la potencial cuando se reduce la capacidad instalada de ambas actividades, tanto de la extracción de anchoveta (flota), como la del procesamiento de harina y aceite (plantas) en el Perú. 4.4.1 Flota En la Tabla No. 17 se presenta los resultados para el 2006 (Actual) y un estimado de cómo variarían los costos y las utilidades si es que se reduce la capacidad de la flota a la mitad. Así, de la capacidad de bodega total al año 2006 (213,000 m3) se supone que se prescinde de 106,500 m3 y que esta disminución se concentra en aquellas embarcaciones menos eficientes (eficiencia medida en costo unitario de TM pescada). Aunque bajo este criterio deberían desaparecer las embarcaciones vikingas, dado el tamaño relativamente reducido de su capacidad de bodega (15.6% del total) y debido a consideraciones político/sociales, se optó por considerar que la reducción del 50% afectaría tanto a la flota vikinga como a la de acero. Dentro de la flota vikinga, se supuso que el 84% de las embarcaciones agrupadas en la categoría de 33 m3 desaparece y que el 16% de esta capacidad de bodega se consolida en embarcaciones de madera con bodegas de 110 m3. Con respecto a la flota de acero, se supuso que las embarcaciones agrupadas en las categorías de 200m3 y 270m3 se eliminan y que el 40% de las embarcaciones de 350m3 también dejan de pescar anchoveta. Esta reducción implicaría el retiro de alrededor de 657 barcos industriales, entre vikingas y de acero. 48 Tabla No. 17: Incremento en Utilidades por Reducción de Flota Actual Optimo Flota Pesquera Diferencia Costo fijo incluido CK Costo de capital (CK) Costo variable Costo semi variable Costo total incluido CK 2006 387.3 184.3 129.5 80.7 597.5 Reducción 50% Cap. Bodega 192.5 102.4 129.5 99.5 421.5 -194.8 -81.9 0.0 18.8 -176.0 Ingresos Utilidades incluido CK Utilidades excluido CK 706.2 108.7 293.0 706.2 284.7 387.1 0.0 176.0 94.1 Fuente: Elaboración propia. Como se puede apreciar, la reducción de la flota llevaría a una importante reducción del costo fijo, cercano a 50.3%. Si bien se registra una disminución en el costo del capital, éste es menor (44.4%) debido a que las embarcaciones que se estarían retirando son las menos sofisticadas y representan un menor costo de capital. Sin embargo, en el supuesto que las embarcaciones que permanecen activas mantienen un nivel de eficiencia del 60%, la flota tendría que salir más días a pescar, por lo que el costo semi-variable aumenta ligeramente (en mucho menor proporción que el aumento en el número de días de pesca, nuevamente debido a que las embarcaciones que se quedarían pescando serían las más eficientes y con menores costos semi-variables). Como resultado de la reducción propuesta de la flota, el incremento en las utilidades sería del orden de los US$ 176 millones, lo cual es significativo, pues implica que éstas aumentarían en más de 160% con respecto a las utilidades estimadas con la flota actual.64 Este cálculo de las utilidades dejadas de percibir es mayor que los estimados del escenario 2 del modelo bioeconómico, que las situaba entre US$ 102 y US$ 126 millones. Esta diferencia puede deberse a que el presente cálculo incluye mejoras en la eficiencia global de la flota (se retiran las embarcaciones menos eficientes). En cualquier caso, bajo ambas metodologías se puede concluir que la pérdida de utilidades por el sobredimensionamiento de la flota es significativa y que reducir la capacidad de bodega a la mitad llevaría a más que duplicar las utilidades agregadas de la flota pesquera. Finalmente, es importante resaltar que la reducción de la capacidad de bodega de la flota incrementaría el número de días de pesca necesarios al año (en el escenario analizado se pasaría de 52 días a 104 días). Adicionalmente, en el caso que esta reducción vaya acompañada de un cambio en el régimen de pesca (por ejemplo, pasando de una cuota global a cuotas individuales), la reducción de flota también podría reflejarse en el término de la “carrera olímpica” y en que los desembarques de pescado sean de mejor calidad -apto para la producción de harinas especiales-, lo 64 Cabe señalar que, aún en el caso extremo de excluir el costo del capital de la estructura de costos (suponiendo que el costo de oportunidad del capital es cero, debido a la especificidad de los activos con respecto a la pesca de anchoveta sector-specific capital stock), la reducción de la flota redundaría en un incremento importante en las utilidades, cercana a los US$ 100 millones anuales. 49 cual podría traducirse en mejores precios del pescado. Por ejemplo, si se supone que el diferencial de precio que podría obtenerse por el pescado de mejor calidad es de US$ 5 por TM (pasando de US$ 120 a US$ 125 por TM en el año base), esto se reflejaría en US$ 25 millones de dólares de utilidades adicionales para un nivel de pesca de 5.9 millones de TM por año.65 4.4.2 Plantas Como se documentó anteriormente, el exceso de capacidad es mayor aún en el caso de las plantas procesadoras que en el de la flota pesquera. En la Tabla No, 9, se vio que bajo el supuesto de un grado de eficiencia del 60%, la capacidad instalada de planta es casi 4 veces el nivel óptimo. A continuación se presenta un análisis del efecto sobre las utilidades al reducir en 50% la capacidad de procesamiento de la industria. Para este fin se hizo uso de las matrices de costos presentadas en la sección 4.2.4, para las plantas FAQ y ACP. Dado que las plantas de ACP tienen un margen de contribución mucho mayor que las FAQ (Tabla No.13), se consideró razonable suponer que de los 8,520 TM/hr de capacidad instalada (al año 2006), la eventual reducción del 50% (4,260 TM/hr) se concentre en las plantas FAQ. Esto implica que cerca del 80% de las plantas FAQ dejarían de operar, lo que puede resultar poco realista, dada la estructura de propiedad actual de las plantas FAQ y de las ACP. Sin embargo, los resultados que se presentan a continuación pueden tomarse como un indicador del beneficio que podría obtenerse de convertir progresivamente las plantas de harinas convencionales a productoras de harinas especiales. Tabla No. 18: Incremento en Utilidades por Reducción de Plantas Plantas Procesamiento Actual Optimo 2006 Reducción 50% cap. proc. FAQ ACP 22.3 90.0 Costo fijo incluido CK FAQ 159.1 ACP 90.0 Costo Variable Costo total incluido CK Ingresos 572.4 731.5 868.7 312.2 402.2 544.1 190.4 212.7 287.7 Utilidades incluido CK Utilidades excluido CK 137.2 250.2 141.9 206.7 75.0 80.0 Diferencia FAQ -136.8 ACP 0.0 TOTAL -136.8 704.7 794.7 1227.3 -382.0 -518.8 -581.0 392.5 392.5 638.2 10.5 -126.3 57.2 432.6 452.7 -62.2 -170.2 290.7 246.0 228.5 75.8 Fuente: Elaboración propia. 65 Al incremento en los ingresos (US$ 29.4 millones), es necesario restarle el consecuente aumento en los costos variables (US$ 4.1 millones) que están atados al precio del pescado desembarcado. 50 La Tabla No. 18 muestra los efectos de una reducción en 50% de la capacidad de procesamiento de pescado y de un reacomodo de la industria hacia una producción con una mayor participación de las harinas especiales. Como se puede apreciar, las mejoras en eficiencia y la reducción significativa de costos fijos llevaría a un aumento en las utilidades de cerca de US$ 230 millones, un incremento de más del 80% en las utilidades de las plantas. Claramente, este proceso de conversión de FAQ a ACP será más fácil de implementar en las grandes empresas, propietarias de diferentes tipos de plantas que absorbieron en el reciente proceso de fusiones y adquisiciones, Para ellas el tema se reduce a dejar de operar plantas ineficientes, pero esto sólo se podrá hacer en la medida que se termine con la carrera olímpica, pues antes de eso será necesario mantener todas o casi todas las plantas abiertas para poder recibir el pescado que se desembarque en los pocos días de pesca. Para las medianas y pequeñas empresas, el proceso podría ser más lento, en la medida que requiera de inversiones para convertirse a la tecnología de secado indirecto. 4.4.3 Las Utilidades Perdidas de la Industria como un Todo De los cálculos anteriores, se puede concluir que los costos del sobredimensionamiento de la industria, tanto de la flota como de la capacidad de procesamiento de las plantas, son significativos. En efecto, como se puede apreciar en la Tabla No. 19, si la capacidad instalada de la industria hubiese sido la mitad de lo que fue en el 2006, las utilidades se habrían incrementado en poco más de US$ 400 millones (tomando en cuenta el costo del capital), es decir, habría más que duplicado las utilidades del sector (que se situaron en US$ 320 millones).66 La pérdida de renta o el drenaje de la misma es muy grande en el Perú y difícilmente podrá corregirse sin cambiar el marco normativo que rige la pesca de la anchoveta en el país. Tabla No. 19: Las Utilidades Perdidas FLOTA PLANTA TOTAL 66 UTILIDAD CON CK UTILIDAD SIN CK 176.0 228.5 404.5 94.1 75.8 169.9 Si el cálculo se hace sin tomar en cuenta el costo de capital, las ganancias de la reducción son obviamente menores, pero igualmente significativas, éstas habrían sido US$ 170 millones, 51 5. RETOS PARA LA REFORMA DEL SECTOR La pesquería de la anchoveta del Perú es una de las pesquerías más grandes del mundo (representando cerca del 10% de las capturas marinas a nivel global). Sin embargo, la participación del valor agregado del sector (incluyendo la actividad de extracción como la de procesamiento en harina y aceite de pescado) dentro del PBI es relativamente pequeña (0.8% en el 2007), lo mismo que su contribución a la generación de puestos de trabajo (26,500 empleos directos en comparación con una PEA de 15 millones, lo que equivale al 0.18% de la misma), y su rol como generador de divisas también ha disminuido paulatinamente –de 13.7% del total de las exportaciones en el año 2000 a 5.2% en el 2007. Esto último refleja tanto el boom exportador registrado por el país en la última década, como el límite que la biomasa marina pone al crecimiento del sector pesquero, por lo menos en su versión tradicional (i.e., exportador de harina y productos congelados). En este contexto, el crecimiento del sector requerirá de mejoras en eficiencias y avanzar en la cadena productiva para lograr productos con mayor valor agregado (p.e., harinas ACP en vez de FAQ, productos para CHD en vez de CHI). Como se ha visto en los capítulos anteriores, a pesar de su gran riqueza, la pesquería de anchoveta en el Perú afronta serios problemas y riesgos. En este documento se ha puesto especial énfasis en las pérdidas económicas originadas por el sobredimensionamiento tanto de la flota como de las plantas de procesamiento. Este es sin lugar a dudas el mayor problema que enfrenta el sector, no sólo por las pérdidas económicas que origina en un país pobre y deficiente en capital como el Perú, sino también por los riesgos que impone sobre otras pesquerías y por las externalidades ambientales negativas que afectan a diversos sectores de la sociedad. Como se vio, este sobredimensionamiento del sector fue el producto de una débil y, muchas veces, corrupta administración del mismo. Por lo tanto, la reducción del sobredimensionamiento, la modernización del sector y su adecuación a estándares medioambientales mínimos, pasan necesariamente por un cambio mayúsculo del marco regulatorio y en las instituciones que lo gobiernan. A continuación se presentan algunas opciones de política para enfrentar tres grandes retos que se han identificado en este estudio: (i) reducir el sobredimensionamiento de la industria; (ii) garantizar la sostenibilidad ambiental; y (iii) afrontar la corrupción y la gobernabilidad del sector. Además, se hace breve mención a otros aspectos de política que deberán enfrentar las autoridades como son los costos sociales que implicaría la reducción de la flota y las plantas, así como los desafíos para incrementar el valor agregado del sector. Aquí no se pretende dar un conjunto de recomendaciones de política específicas, pues esto escapa a los alcances del presente estudio y amerita un análisis más profundo sobre cada uno de los problemas expuestos. Simplemente, se trata de exponer brevemente los retos que se enfrenta, identificar algunas opciones de política para resolverlos y sugerir líneas de estudio futuras para llegar a recomendaciones específicas que puedan contribuir a la formulación de un nuevo marco regulatorio e institucional del sector. 52 5.1 Reducción del Sobredimensionamiento El incremento de la capacidad de bodega y del número de embarcaciones destinadas a la captura de anchoveta para CHI fue motivado por la alta rentabilidad de esta actividad, por un marco regulatorio de acceso abierto a la pesquería, y facilitado por un débil y corrupto aparato estatal que, contraviniendo las leyes vigentes, permitió una expansión tanto de la flota como de las plantas. De ahí que la reducción del sobredimensionamiento de la flota pasa necesariamente por un cambio en el marco regulatorio e institucional que gobierna al sector, y por una modificación en los incentivos económicos que determinan el comportamiento de los agentes privados en el mercado. Con respecto a la reducción del sobredimensionamiento del sector, en un reciente estudio sobre el sector pesca en el Perú preparado para el Banco Mundial,67 los autores recomiendan que para reducir el esfuerzo de pesca, es necesario evaluar las siguientes opciones: ! Creación de un programa de ajuste estructural para reducir la capacidad de flota, por ejemplo, con planes de adquisición y deshuase de embarcaciones; ! Institución de un sistema de cuotas individuales negociables, que podría irse ampliando desde las pesquerías de menor escala como la merluza hasta incluir finalmente la anchoveta; ! Establecimiento de un sistema revisado de cierres estacionales (…) a fin de que la actividad se realice de manera sostenible; y ! Fortalecimiento (de manera concertada) del sistema de supervisión, vigilancia y control. En principio, las dos primeras son las únicas opciones que tiene frente a sí la autoridad del sector para reducir la flota. Las dos últimas son medidas complementarias, que deben implementarse al margen del objetivo de reducir la flota, y que en el Perú se viene implementando hace ya un buen tiempo. Un primer aspecto a dilucidar es si las dos primeras opciones son alternativas o complementarias; un segundo aspecto se refiere a si deben anunciarse e implementarse simultáneamente o si existe una secuencia óptima. Asimismo, es importante, tener claro cuál es el horizonte temporal para la reducción de la flota, ¿se puede realizar en un plazo muy corto o, más bien, se trata de un proceso gradual y voluntario? Para esclarecer algunas de estas interrogantes, a continuación se revisan algunos intentos por reducir la flota que se dieron en el Perú anteriormente (todos ellos fracasados, por cierto). 5.1.1 Programa de Reducción de Flota Con respecto a la propuesta de crear un programa de ajuste estructural de la flota que contemple la adquisición y deshuase de embarcaciones, para el caso peruano 67 Hatziolos, M. & C. de Haan: “Pesca” (pp. 427-444) en Giugale, M., V. Fretes-Cibils y J. Newman (editores): Perú. La oportunidad de un país diferente. Próspero, equitativo y gobernable. Banco Mundial, Lima, 2006. 53 es indispensable revisar los motivos que llevaron al fracaso de la iniciativa conocida como Fondo de Protección a la Biomasa (FOPROBI), en sus dos versiones: I y II. Como se vio en la sección 1.3, el FOPROBI apuntaba a reducir el exceso de flota, estimado en aquel entonces 50,000 m3 de bodega. Básicamente, el sistema requería de la creación de un gravamen a la venta de harina de pescado -fijado en un monto equivalente al 6.6% del precio- que se destinaría a un Fondo que financiaría un sistema de subastas, mediante el cual se comprarían y eliminarían permisos de pesca (alternativamente, se podría comprar y deshuasar embarcaciones pesqueras). Dado que los ingresos del Fondo se darían a lo largo de los diez años en que estaría vigente el gravamen, el retiro inmediato de embarcaciones requería que el Fondo emitiese bonos a fin de captar los recursos necesarios para implementar las subastas. El incipiente desarrollo del mercado de capitales de aquel entonces, las dificultades por las que atravesaba el sistema financiero y la gran incertidumbre que caracterizaba al país, llevaron a concluir que esto sólo podría funcionar si los bonos contaban con el aval de la República. Esto chocaba con los límites de endeudamiento para el sector público establecidos por el Ministerio de Economía y Finanzas, cuyos altos funcionarios, además, no veían con buenos ojos el tener que avalar o “rescatar” a malas inversiones de agentes privados. Otro problema que enfrentó esta iniciativa fue la ingerencia del Estado en el proceso de subastas, la cual despertaba grandes suspicacias dentro del sector privado y, en la primera versión, el hecho que hubiese un componente obligatorio de reducción. Por otro lado, existía el grave riesgo moral que se retirasen embarcaciones bajo este esquema y que en el futuro la autoridad de turno expidiese nuevos permisos de pesca (como de hecho sucedió en la práctica). En principio, un esquema de este tipo, voluntario, basado en el mercado, transparente, y financiado con las contribuciones de aquellos que se queden operando y sean beneficiados por una menor competencia por el pescado, es una opción de política interesante que ha funcionado en otras partes del mundo. Sin dudas, a nivel agregado reduciría los costos fijos de la flota e incrementaría la rentabilidad de la actividad. Sin embargo, también debe ser claro que un mecanismo de este tipo no elimina la “carrera olímpica” y las ineficiencias que ésta trae. Asimismo, la implementación exitosa de un mecanismo como éste requiere eliminar o mitigar de manera significativa el riesgo moral a que se hizo alusión en el párrafo anterior. Evidentemente, para que algún mecanismo de esta naturaleza prospere requerirá que las autoridades fiscales entiendan que el sector público no estaría rescatando a inversionistas privados, sino sirviendo de facilitador para la emisión de bonos (que se pagarían con este gravamen) encuentre una demanda en el mercado de capitales.68 Cabe señalar que, en la actualidad, las autoridades no están contemplando un esquema como el aquí descrito, aunque su descarte amerita un mayor análisis. 68 Es probable que el aval de la República pueda ser sustituido por algún otro mecanismo que otorgue seguridad sobre la permanencia del gravamen y el destino de sus recursos. En cualquier caso, es claro que el éxito de un esquema de esta naturaleza requiere del apoyo del Estado y la confianza del sector privado. 54 5.1.2 Cuotas Individuales de Pesca Hoy en día, a diferencia de lo que sucedía a comienzos de la década, tanto las autoridades del Sector Pesca como un gran número de armadores (en particular los grandes), consideran al esquema de Cuotas Individuales Transferibles (ITQs, por sus siglas en inglés) como una alternativa atractiva para el ordenamiento de la pesca en el Perú. Bajo este sistema, que se ha aplicado en más de 200 pesquerías alrededor del mundo, se asignan derechos a los pescadores para capturar un cierto porcentaje de una especie, en una zona específica y durante un tiempo definido. Nueva Zelanda, Australia, Islandia, Estados Unidos, Chile, para mencionar algunos países, han empleado este sistema de cuotas individuales en sus pesquerías, experiencias de las que se puede extraer importantes lecciones para su adaptación al caso específico de la pesquería de anchoveta en el Perú. Dentro de las principales ventajas del sistema de ITQs se encuentran: (i) la eliminación de la carrera olímpica entre los pescadores, pues tienen asignados un nivel de captura que les permite planificar su actividad anual; (ii) la optimización de los activos pesqueros a fin de usar su cuota individual anual, lo cual debe conducir endógenamente a la reducción de la flota; (iii) incremento en el número de días de la temporada de pesca; y (iv) mejora en la calidad del pescado desembarcado, lo cual, además de incrementar los ingresos de la flota, puede facilitar la expansión de la producción de harinas ACP. Claramente, todo esto incrementa la eficiencia de la flota y la competitividad del sector. Es importante resaltar el hecho que bajo este sistema, la reducción en la capacidad de bodega de la flota se da como un resultado de la optimización de activos por parte de los armadores y no como un resultado de un programa estatal financiado por un gravamen a un producto de exportación. No obstante, el sistema también presenta problemas potenciales importantes como: el probable incremento en la concentración de la flota pesquera y el desplazamiento de trabajadores cuyas embarcaciones dejarían de salir a pescar (problema que también se da en el esquema revisado anteriormente). Cabe resaltar que la transferibilidad de las cuotas individuales permite a los armadores comerciar sus derechos de captura. En este contexto, es probable que los dueños de las embarcaciones más ineficientes vendan sus derechos anuales de captura a las más eficientes pues perciben mayor ganancia que saliendo a pescar. Esto traería consigo mayor eficiencia, pero también mayor concentración. El sistema de ITQs no es ajeno a la experiencia del Perú. Ya en el año 1998 se propuso el primer sistema de ITQs para la merluza; sin embargo, por oposición del sector privado, quien vio amenazada sus inversiones y fuentes de empleo, no se aprobó la normativa. No obstante, luego de sufrir un declive en la productividad de la pesquería de merluza, fueron los mismos armadores quienes solicitaron al Estado la promulgación del sistema de cuotas individuales, aprobándose en el año 2003 el D.S. No. 016-2003-PRODUCE relativo al ordenamiento del recurso pesquero de merluza. Inicialmente, el aspecto de la transferibilidad de las cuotas individuales no se implementó debido a que no se reglamentó el referido D.S., habida cuenta de la 55 oposición de algunos armadores a dar este paso y por el temor de las autoridades a los costos sociales que esta medida podría generar.69 No obstante, muy recientemente, con la publicación de la R. M. No. 492-2008-PRODUCE en mayo del 2008, se aprobó la transferibilidad en la práctica de las cuotas, al haberse asignado cuotas por armador y no por embarcación. Esta experiencia con la merluza es muy aleccionadora sobre la percepción de los beneficios o amenazas de las ITQs por parte de los armadores, y cómo una solución intermedia y temporal (transferibilidad dentro de cada grupo armador) puede marcar el camino hacia un régimen de plena transferibilidad en el mediano plazo. Claramente, la pesquería de la anchoveta es mucho más grande y compleja que la de la merluza en el Perú, con un número mucho mayor de actores y más heterogéneos entre sí, por lo que es posible prever que la introducción de las ITQs en esta pesquería enfrentará más oposición y reticencia. Sin embargo, gran parte de esta reticencia surge de la desinformación, del miedo a lo desconocido, por lo que el cambio de régimen deberá empezar con una campaña de difusión e información. Probablemente, sea políticamente correcto el considerar un plan gradual de introducción de las ITQs que, además de contemplar un programa de difusión y sensibilización previa, considere en una primera fase limitar la transferibilidad de las cuotas a las embarcaciones de propiedad de un mismo grupo armador o de una asociación de armadores creada específicamente para este fin. Por otro lado, para que el sistema de cuotas individuales sea aceptado por la comunidad pesquera, será necesario garantizar transparencia en la asignación de las cuotas (p.e., especificación de las fórmulas polinómicas), difundir las experiencias similares en otras pesquerías, y hacer frente a las enormes presiones que seguramente los grandes grupos pesqueros buscarán ejercer en el proceso. Un aspecto importante a tomar en cuenta en el régimen de las cuotas individuales es el del horizonte temporal de las mismas, es decir, fijar derechos permanentes o establecerlos por un determinado período de tiempo. En principio, la asignación de derechos individuales con mayor plazo de vigencia contribuirán más al objetivo de reducción de flota que cuotas de menor vigencia. Una consecuencia interesante de la transferibilidad de las ITQs es que deberían conducir a reducir de manera endógena la capacidad de flota, sin necesidad de imponer gravámenes, ni de intervención del Estado en el proceso mismo de reducción de flota. De allí el gran atractivo de las ITQs para los grandes armadores, quienes no sólo optimizarían el uso de sus flotas, sino que podrían acceder a una mayor participación de la pesca nacional, sin necesidad de comprar más embarcaciones debido a podrían alquilar cuotas o adquirir el derecho de uso de las mismas por períodos limitados de tiempo. ¿Y cuáles son los riesgos percibidos por los pequeños armadores? En principio, existe el miedo de que el pez grande se coma al pez pequeño; pero esto ya ha 69 En retrospectiva, puede afirmarse que la no transferibilidad inicial de las cuotas obedeció a la presión de algunos grupos de interés y a la desinformación existente en torno al tema entre los principales actores involucrados (incluyendo a las autoridades). 56 sucedido (como se vio en la sección 3.1.2, los peces medianos casi desaparecieron del mapa) y puede continuar sucediendo bajo el actual régimen. Sin embargo, en la medida que éste sea un proceso al cual las partes concurren de manera voluntaria ¿dónde está el problema? Tal vez, el miedo se origine en el desbalance de fuerzas entre el pez grande y el chico; el chico cree que al final se lo van a comer y que el precio que va a recibir puede terminar siendo muy bajo. Y éste no es un miedo infundado, si los armadores chicos no tienen plantas donde desembarcar, las empresas grandes se los podrían comer a un precio muy cómodo (ya existen pedidos de algunos vikingos en el Vice Ministerio de Pesquería para que les den permisos de plantas para poder desembarcar su pescado a precios “razonables”). Pero, nuevamente, es importante señalar que éste no es un problema causado por el régimen de las ITQs, es un problema que ya está presente en la industria. Sin lugar a dudas, se requiere de una eficiente campaña de información previa para poder implementar este sistema con éxito. Un segundo riesgo percibido por los armadores chicos es la asignación inicial de las cuotas. Si un criterio para la asignación de las cuotas va a ser la pesca histórica (en adición a la capacidad de bodega) y los chicos han sido menos eficientes que los grandes (como de hecho ha sido el caso para las embarcaciones vikingas de menor tamaño y gran parte de las embarcaciones de acero con bodegas menores a los 300 m3), entonces el cambio de régimen les puede parecer perjudicial. En este contexto, resulta crucial que el mecanismo de asignación de cuotas sea percibido como justo y transparente, pues el poder de influencia de los diferentes actores sobre el proceso de toma de decisiones es no resulta comparable. Nuevamente, es necesario regresar a la pregunta de si el régimen de ITQs constituye una alternativa a un régimen de tipo FOPROBI o si, más bien, son complementarios. En principio, podrían conceptualizarse como programas complementarios, donde la secuencia de los mismos sí resulta importante, pues existen potenciales riesgos morales involucrados. En efecto, no es lo mismo primero implementar un programa de reducción de flota tipo FOPROBI y luego de reducida la flota, instituir un régimen de ITQs, que asignar las ITQs y luego complementar esto con un esquema tipo FOPROBI. En principio, la segunda opción parece más razonable y debería reducir el costo del programa de reducción de flota. Además, la combinación de ambas medidas podría ayudar a atenuar los riesgos percibidos por los armadores pequeños y, por lo tanto, reducir la oposición al cambio de régimen. 5.1.3 La Transición al Nuevo Régimen El cambio de régimen es a todas luces deseable. Terminar con la carrera olímpica y con las ineficiencias es, tal vez, el mayor reto que existe en materia de modernización del marco normativo. El alcanzarlo de manera exitosa depende de cómo se diseñe la transición del régimen actual al nuevo y de cómo se informe y logre la participación de los diferentes agentes involucrados en este proceso. Claramente, los armadores, grandes o chicos, no son los únicos actores involucrados; los tripulantes de las embarcaciones también lo son, el miedo de 57 muchos de ellos de perder una fuente importante de sus ingresos (aunque claramente no la única, dada la cada vez más reducida temporada de pesca) también debe tomarse en cuenta al tratar de mitigar los costos sociales que un cambio de régimen de este tipo implica. Para terminar estas reflexiones en torno a la reducción de la flota es conveniente señalar claramente qué es lo que no se debe hacer: ! Mantener el status quo, y esto significa mantener el régimen de pesquería abierta, con una cuota global y con el tamaño de flota actual, sin un programa específico para reducir significativamente la capacidad de bodega de la flota. Esta es, tal vez, la salida más fácil o menos costosa desde un punto de vista político para las autoridades (y de hecho refleja porque no se ha hecho nada al respecto en los últimos diez años), pero implica condenar el sector a la ineficiencia, a la sobreinversión permanente y a la pérdida de recursos para los agentes directamente involucrados y para la sociedad como un todo. ! Tratar de corregir el sobredimensionamiento de la flota “por decreto”, sobre todo con decretos que chocan con la realidad del mercado. Por ejemplo, en el Gobierno anterior, se dio seria consideración a la propuesta de reducir las licencias otorgadas a todas las embarcaciones pesqueras en un 35% (propuesta que fue eventualmente descartada). Evidentemente, aunque en teoría la capacidad de bodega legalmente autorizada se hubiese reducido de golpe en un 35%, esta medida no hubiese solucionado los problemas reales del sobredimensionamiento (altos costos fijos, ineficiencias, temporadas cortas de pesca, riesgos para otras pesquerías) sino, por el contrario, hubiese aumentado la ineficiencia económica de la flota al incrementar el costo por TM de pescado desembarcado. ! Introducir un sistema de cuotas individuales que no sean transferibles, como plantean algunos armadores. Esta medida, por modernizadora que parezca, es casi tan contraproducente como la anterior. Al no ser transferibles, se elimina la posibilidad de optimizar el uso de la flota (stock de capital) existente y no abre la puerta a la reducción de bodega ni de costos fijos. En todo caso, es importante traer a colación la famosa frase en el sentido que “no hay lonche gratis”. El cambio en el régimen de pesca que permita reducir el exceso de flota traerá grandes beneficios para el sector, pero su implementación implicará, a la vez, costos para algunos (por ejemplo, posible destrucción de capital o pérdida de empleo) que deberían ser asumidos por aquellos que se beneficien con el cambio de régimen. ¿Y qué hacer con el excedente de capacidad de procesamiento de las plantas? Algunos piensan que si se logra reducir la flota, la reducción de plantas será un subproducto natural del proceso. Por ejemplo, suponen que con la introducción de las ITQs, los grandes conglomerados pesqueros, con un gran número de plantas y una gran capacidad de flota, optimizarían el uso de su flota y de sus plantas, dejando de operar y deshuasando embarcaciones y chatarreando plantas. Esto puede ser cierto para las embarcaciones menos eficientes -cuyas cuotas serían utilizadas por las más 58 eficientes-, pero es probable que no se cierren las plantas menos eficientes, sino que las vendan a otros grupos (por ejemplo, a pequeños armadores o a asociaciones por formarse de vikingos sin plantas). Como se vio, el excedente de plantas es aún mayor que el de capacidad de flota. Otros países, como Noruega, resolvieron su problema de exceso de plantas promoviendo la venta de éstas a otros países, como el Perú. El problema del exceso de plantas no puede ignorarse y creer ilusamente que se resolverá con la introducción de las ITQs, que son vistas por algunos como la panacea para la mayor parte de los problemas del sector, lo cual no es correcto. La reducción del exceso de capacidad de procesamiento no debe verse como un sub-producto de la estrategia de ordenamiento del sector, sino como un elemento fundamental de la misma, que complementa y refuerza al programa de reducción de flota. Esta parte de la estrategia probablemente requiera de un esquema tipo FOPROBI. En cualquier caso, el consenso en torno a este punto es todavía menor que el existente en torno al de las cuotas individuales de pesca, por lo que se requiere de mayor análisis y difusión. 5.2 Reducción de Flota y Plantas: Mitigando los Costos del Proceso Como se ha señalado repetidamente a lo largo de este estudio, el sobredimensionamiento del sector (tanto en flota como en plantas) genera grandes ineficiencias y causa un pérdida de valor de alrededor de US$ 400 millones al año. Por lo tanto, el reordenamiento del sector -que pasa por la reducción substancial de su sobredimensionamiento-, generará grandes beneficios, no sólo para los que se queden en el sector, sino para la sociedad como un todo (ya sea a través de mayores ingresos fiscales para financiar programas sociales o a través de un mejor cuidado del medio ambiente, en especial del ecosistema marino). Sin embargo, como en todo proceso de ajuste también existen “perdedores”. El bienestar de estos perdedores debe ser tomado en cuenta por el programa de ajuste, no sólo por consideraciones de equidad, sino para que el programa tenga posibilidades reales de implementación, de permanencia y de éxito. Atender este problema no debe ser muy difícil, como se indicó al inicio de este capítulo, el sector emplea directamente a alrededor de 26,500 personas. Una reducción de flota y plantas a la mitad, implicaría que, en el peor de los casos, alrededor de trece mil personas perderían esta fuente de ingresos. No obstante, es importante resaltar que las personas que estarían siendo desplazadas sólo estarían perdiendo una fuente parcial de ingresos, ya que el sobredimensionamiento del sector ha llevado a que estos trabajadores estén empleados menos de dos meses al año en la pesca de anchoveta para CHI y su transformación a harina y aceite de pescado, por lo que es muy probable que la mayor parte de éstos haya encontrado fuentes alternativas de ingresos y de uso de su tiempo.70 Esta acotación no tiene por objeto minimizar el problema, sino, por el contrario, indicar que la magnitud del mismo permite que éste pueda ser enfrentado y resuelto como parte del programa de 70 Este problema es materia de un estudio paralelo encargado por el Banco Mundial y a cargo del Ing. Antonio Bernales. 59 reestructuración. El no atender el problema de estas trece mil personas podría poner en peligro US$ 400 millones de ingresos anuales. El problema debe ser relativamente fácil de resolver, por lo menos desde un punto de vista económico/financiero. Si los ganadores del proceso de reestructuración no perciben estos órdenes de magnitud, y toman consciencia de la necesidad que parte de los beneficios deben destinarse a mitigar los costos de la transición, estarían mostrando un grado de miopía difícil de entender y menos de justificar. Aunque analizar alternativas de solución a este problema escapa a los alcances de este estudio, se puede señalar que en la medida que las embarcaciones anchoveteras que dejen de operar puedan ser utilizadas en otras pesquerías (jurel, caballa, sardina), el problema sería menor. Y dado que no se trata de solucionar el problema del sobredimensionamiento de la flota anchovetera generando una sobrecapacidad en otras pesquerías, es necesario primero estimar el tamaño óptimo de las flotas en estas otras pesquerías. De las entrevistas con autoridades del sector se evidencia la falta de estudios al respecto (por ejemplo, del comportamiento y potencial crecimiento de la biomasa del jurel o la caballa), ya que en el pasado la labor de investigación y prospección del IMARPE ha estado concentrada en la pesquería de anchoveta.71 En cualquier caso, el tema de las licencias de pesca para estas otras especies debe tratarse con mucho cuidado y analizar si es conveniente o no que, en el contexto actual y dados los objetivos de reducción de la flota anchovetera, las embarcaciones puedan tener licencias para diferentes tipos de pesquerías. Claramente, aquí la eficiencia puede estar compitiendo con la equidad. El problema social o redistributivo, sin embargo, no se limita a los trabajadores que serían desplazados de puestos de trabajo temporales por la reducción del sobredimensionamiento. Muchos pescadores han aportado a la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador (CBSSP) durante muchos años, bajo el supuesto que tendrían una pensión en su vejez. Los aportes a dicha institución de derecho privado, fueron normados por el sector público, quien a comienzos de los años noventa redujo de manera importante los aportes obligatorios. Esto, junto a la corrupción que caracterizó al quehacer de muchas directivas de la CBSSP, llevó a que ésta se encuentre en un estado de insolvencia en la actualidad. Según un estudio actuarial del Ministerio de Economía y Finanzas, el déficit sería de alrededor de US$ 100 millones (aunque esta cifra podría más que duplicarse si se toma en cuenta la apreciación real de la moneda local y si se utiliza la tasa de descuento empleada por el Sistema Nacional de Pensiones). Rescatar a esta institución, como pretende el Congreso de la República,72 no parece tener sentido, como tampoco tiene sentido ignorar el problema. Enfrentar este problema requiere de recursos económicos importantes, la pregunta es si éstos provendrán del mismo sector -a través de los derechos pesqueros, por ejemplo- o si se esperará que el resto de sectores vengan al rescate a través de transferencias del Tesoro Público. 71 72 Según el PRODUCE, el IMARPE está desarrollando un estudio para evaluar el comportamiento de las biomasas del jurel y la caballa, de las cuales se sabe poco, pues en el pasado las evaluaciones de los cruceros hidrocáusticos no habrían abarcado el hábitat de estas especies. Proyecto de Ley aprobado por el Congreso, que sería observado por el Ejecutivo. 60 5.3 Consumo Humano Directo y Agregación de Valor Aunque el reto central es reducir el sobredimensionamiento de la flota y de las plantas, para así reducir las ineficiencias y el drenaje de las rentas en la actividad de CHI, los actores involucrados en la pesquería de anchoveta también tienen ante sí el reto de incrementar la pesca y la producción para el consumo humano directo, CHD. Los desembarques de anchoveta para CHD han pasado de casi cero a inicios de la década a 71,000 TM al 2007, y el Gobierno ha establecido la meta de superar las 200,000 TM de anchoveta para CHD en el año 2011. Este objetivo resulta muy pertinente en un país afectado por índices importantes de desnutrición y en un contexto en que los alimentos están encareciéndose a nivel mundial. En este sentido, el Gobierno está promoviendo que los programas estatales de apoyo alimentario (p.e., el PRONAA) se constituyan en una fuente importante de demanda interna para la anchoveta. Además, se ha iniciado una campaña mediática promoviendo el consumo de anchoveta, la cual debería persistir en el tiempo, pues se requiere romper con ciertos prejuicios prevalecientes en amplios sectores de la población. Sin embargo, estos esfuerzos enfrentan una importante limitante relacionada a la reducida cadena de frío existente en el país, por lo que la distribución y almacenamiento a nivel nacional de pescado congelado es un desafío de largo aliento, sobre todo si se quiere llegar a aquellos poblados que más sufren de desnutrición. Claramente, el redireccionamiento de los desembarques de anchoveta para CHD (congelados y conservas) requiere de un aumento en la demanda, tanto pública como privada, nacional como extranjera, pero también requiere de una adaptación de la flota para poder desembarcar pescado apto para este mercado. El pescado almacenado y aplastado en grandes bodegas de embarcaciones tradicionales dirigidas al CHI no constituye un insumo adecuado para el desarrollo del mercado de CHD. Una pregunta interesante es si este mercado constituye una alternativa viable para emplear la flota que sería desplazada de la pesca de anchoveta para CHI. ¿Entraría esta flota a competir con la artesanal? ¿Qué problemas de supervisión acarrearía? Con respecto al desarrollo del mercado externo de CHD de anchoveta, un punto a tomar en cuenta es la reciente aceptación e incorporación en las dietas de los países desarrollados de las proteínas y componentes del pescado (Omega 3), lo cual se ha visto reflejado en el incremento de los precios mundiales. Sin lugar a dudas, la demanda internacional de conservas de pescado representa un nicho importante por desarrollar y, más aún, cuando se ha logrado que la anchoveta reciba la denominación comercial de Sardina Peruana. Esto último muestra el importante rol que puede jugar el esfuerzo concertado del sector público con el privado en la promoción de la demanda por la anchoveta. Asimismo, otra fuente potencial de crecimiento en la demanda externa para CHD de la anchoveta peruana es que ésta se incluya dentro de los insumos utilizados en los programas de seguridad alimentaria de la APEC, aspecto que ya estaría siendo considerado por el actual Gobierno. 61 5.4 Política Ambiental Pesquera El establecimiento de un límite de pesca o cuota global de captura anual, así como la introducción de vedas cuando se detecta una presencia importante de juveniles, constituyen los elementos centrales de la protección de la biomasa y del ecosistema marino en la actualidad. En la medida que la cuota anual y las vedas reflejen criterios puramente técnicos, relacionados a la protección y sostenibilidad del recurso, este instrumento resulta importante en la lucha contra la sobreexplotación del recurso (aunque no desde el punto de vista económico debido a la carrera por el pescado que desata). Sin embargo, en el pasado estas cuotas y las temporadas de pesca han estado sujetas a presiones de grupos de interés muy poderosos, contraviniendo criterios de sostenibilidad de largo plazo. Recientemente, se ha dado un cambio positivo, en el sentido de respetar las recomendaciones técnicas efectuadas por el IMARPE. Más aún, y a pesar que en los últimos dos años el IMARPE estimó el rendimiento máximo sostenible de la anchoveta en ocho millones de TM, éste recomendó y el Gobierno aprobó limitar la pesca de anchoveta a seis millones de TM, a fin de que los dos millones restantes de anchoveta cumplan su rol en el ecosistema marino de ser sustento en una cadena trófica (jurel, caballa) y también alimento de aves, garantizando así un equilibrio con la biodiversidad marina y costera peruana. Desde el punto de vista biológico, el sector está ahora transitando por un buen camino. Sin embargo, la anchoveta es considerada una especie plenamente explotada, es decir, que de no haber un control y supervisión adecuados podría llegar a ser sobreexplotada. De ahí que el sobredimensionamiento de la flota constituye un riesgo latente para la especie y su cadena trófica. En ese sentido, la racionalización del esfuerzo pesquero resulta indispensable para la conservación de la especie. Por otro lado, la gestión ambiental asociada a la extracción de anchoveta y procesamiento de harina y aceite de pescado se ha visto reforzada con la reciente aprobación de los límites máximos permisibles de efluentes y prontamente de las emisiones atmosféricas. Estos instrumentos asociados a la implementación de los Planes de Manejo Ambiental (PAMA) y Estudios de Impacto Ambiental (EIA) son una clara muestra del compromiso del Estado con elevar el estándar ambiental pesquero. Un aspecto que podría ser desestabilizador en la pesquería peruana es el impacto del calentamiento global, tanto en el comportamiento de las especies hidrobiológicas como en el hábitat marino. Aunque pudiera pensarse que el efecto inmediato sería el calentamiento de las aguas, habrían algunas observaciones en el litoral peruano que indican lo contrario. Es por ello que urge diseñar y fortalecer un programa de investigación y monitoreo de IMARPE y otras instituciones especializadas que puedan evaluar el comportamiento del cambio climático en la corriente de Humboldt a fin de tomar las medidas preventivas y de adaptación oportunas. 62 Por otro lado, tal como se explicó en la Sección 2.1, el Perú posee dos stocks de anchoveta: el más importante ubicado en el litoral entre la frontera norte y el paralelo 16ºS, en cuyas aguas se concentra la mayor parte del cardumen; y el stock del sur, cuyo hábitat empieza a partir del paralelo 16ºS y se extiende más allá de la frontera política con Chile, donde la biomasa es sustancialmente menor. Tal como se indicó anteriormente, la política pesquera peruana con respecto al stock del sur ha sido diferente a la aplicada en el norte, siendo lo más notorio la ausencia de cuotas globales de captura en la región sur. La justificación para esto es simple: lo dejado de pescar en el litoral peruano será luego capturado en Chile (pues el cardumen a lo largo de su vida se traslada de norte a sur). Aunque esta justificación puede ser políticamente correcta, es biológicamente desacertada. Esta política estaría poniendo en riesgo la sostenibilidad marina en esta región y la hipótesis que la biomasa en el sur es sustancialmente menor debido a la ausencia de cuotas y a la probable sobreexplotación de este stock, puede tener sustento en la realidad. De ahí la necesidad de diseñar y coordinar un sistema de gestión binacional para el manejo sostenible de este recurso conjuntamente con las autoridades chilenas. Todo lo anterior debería, en consecuencia, formar parte de una Política Ambiental Pesquera Nacional claramente definida, la cual debería ser liderada y supervisada por el Estado y contar con la participación de la sociedad civil. Este punto es de particular relevancia en la actualidad, en que se acaba de crear el Ministerio del Ambiente y en que es necesario definir y/o redefinir las funciones de las diferentes instituciones estatales que están vinculadas estrechamente con temas de política ambiental. 5.5 La Corrupción y la Gobernabilidad del Sector: otra verdad incómoda Como se ha indicado en diferentes partes de este estudio, uno de los problemas que ha aquejado al sector es el de la corrupción. Esta explica el por qué la flota se expandió, contraviniendo mandatos legales expresos que prohibían el otorgamiento de nuevas licencias, y se llegó a la situación de sobredimensionamiento extremo que hoy se hace indispensable corregir. En diversas entrevistas llevadas a cabo para este estudio, se ha confirmado que la corrupción ha sido un problema flagrante en el sector. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos desplegados por las autoridades del PRODUCE, muchos funcionarios corruptos siguen empleados en el Vice Ministerio de Pesquería. Como comentaba un alto funcionario del sector, el cesarlos o despedirlos no es tan fácil de hacer, pues se requiere de pruebas muy sólidas, sino se corre el riesgo que el Poder Judicial reponga a los funcionarios “arbitrariamente despedidos” y que se les indemnice por daños y perjuicios. La corrupción es una moneda de dos caras, un funcionario corrupto no puede recibir sobornos si es que no hay alguien dispuesto a otorgarlos. La corrupción ha sido un modus operandi en este sector, que ha permeado todo tipo de actividades: permisos de pesca, levantamiento de vedas, otorgamiento de concesiones, verificación de bodegas y de cargas, verificación de cumplimiento con los PAMAs, gestión de recursos de la CBSSP, etc. Nos encontramos, pues, ante una situación en que las 63 dos caras de la moneda siguen presentes en el sector, cada una ocupando el mismo lado de la mesa que ocupó en el pasado. Y a pesar que el actual Ministro del PRODUCE goza de una gran reputación de honradez, éste preside una mesa en la que muchos de sus miembros han estado acostumbrados o se han visto forzados a operar en un marco institucional caracterizado por la corrupción, por prácticas deshonestas -sofisticadas o burdas- pero prácticas que corroen cualquier intento serio de reforma. Con esta última sección se trata de apuntar a un hecho real, a una verdad incómoda, que muchos prefieren evitar (en varios de los estudios revisados el término “corrupción” no aparece mencionado ni una sola vez). Sin embargo, si no se parte de un diagnóstico realista, será difícil diseñar una propuesta de reforma que tenga posibilidades de éxito. Tal como señalan Hatziolos y de Haan (2006, p. 439): “mantener las prácticas actuales en la gestión y gobernabilidad del sector no es una opción viable…”. Resulta indispensable separar la función promotora-normativa de la función supervisora-reguladora. En la actualidad ambas funciones son de responsabilidad del Vice Ministerio de Pesquería, institución que como se ha visto adolece de graves problemas para poder ejercer con efectividad la segunda de estas funciones. En el caso peruano, este problema –la coexistencia de la función promotora con la supervisora en una misma entidad- no ha estado limitado al sector Pesca; otros sectores (p.e., el Ministerio de Energía y el Vice Ministerio de Comunicaciones) resolvieron este problema con la creación de organismos técnicos e independientes (el OSINERG -ahora OSINERGMIN- y el OSIPTEL, respectivamente) encargados de la función supervisora-reguladora y fiscalizadora. En el caso del sector Pesca, resulta conveniente estudiar a fondo la creación de un organismo de esta naturaleza, como por ejemplo una Superintendencia Nacional de Pesca y Acuicultura (SUNAPA). Este organismo, con características de independencia similares a los de los organismos arriba mencionados, podría encargarse de la supervisión y regulación de las normas dictadas por el Vice Ministerio de Pesquería, que mantendría su función promotora/normativa. Al igual que los Presidentes de los organismos reguladores existentes, el Superintendente de Pesca podría ser nombrado por un plazo multianual, no podría ser removido por el Ministro de turno, y presidiría un Consejo Directivo conformado por altos representantes del Vice Ministerio de Pesquería, del Ministerio del Ambiente y del IMARPE. La supervisión debería continuar apoyándose en empresas especializadas del sector privado. Asimismo, además de continuar contratando a una compañía privada especializada la supervisión de los desembarques que se realiza en la actualidad, podría tercerizarse la supervisión de las embarcaciones (capacidad de bodega, control satelital, seguridad, cumplimiento con normas laborales) a empresas clasificadoras navales de prestigio internacional (p.e., pertenecientes a la IACS). El otorgamiento de licencias y concesiones, la supervisión del cumplimiento con la normativa dictada por el Vice Ministerio de Pesquería, así como la fiscalización y la imposición de multas o suspensión de derechos estaría a cargo de esta 64 Superintendencia que, por su naturaleza, podría ser mucho más ejecutiva y estar sujeta a menos interferencia del Poder Judicial, donde también la corrupción lleva a que se emitan constantemente fallos que socavan el espíritu de la normatividad del sector. Por su parte, la labor del IMARPE debería ser fortalecida y probablemente su dependencia funcional debería pasar al Ministerio del Ambiente. En cambio, el Instituto Tecnológico Pesquero debería seguir en el ámbito del Vice Ministerio de Pesquería y su rol verse fortalecido, a fin de convertirlo en un instrumento más importante de promoción y desarrollo del sector. Debe quedar claro, pues, que el fortalecimiento institucional del sector muy probablemente pase por un redimensionamiento del Vice Ministerio de Pesquería. Al igual que la Reforma del Estado apunta a un Estado más fuerte y eficiente, pero de menor dimensión, el fortalecimiento institucional del sector Pesca pasa por una disminución en las funciones que viene desempeñando el Vice Ministerio de Pesquería, así como por la creación de una nueva Superintendencia con amplia autonomía y profesionales nuevos, que no arrastren prácticas del pasado, que pueda llevar adelante de manera eficiente y transparente las funciones de supervisión regulatoria que el sector requiere. Para concluir, se puede afirmar que sin una modernización y fortalecimiento institucional significativa del sector, difícilmente podrá implementarse con éxito y equidad la reforma de la Pesca en el Perú. 65 ANEXOS 66 ANEXO No. 1: NORMATIVA RELATIVA A LA PESQUERÍA DE ANCHOVETA Fecha 1992 Título y Descripción Decreto Ley No. 25977 La Ley General de Pesca de 1992 y su Reglamento (Decreto Supremo No 01-94PE) establecen las reglas básicas de funcionamiento del sector pesquero, otorgando al Ministerio de Pesquería, hoy Ministerio de la Producción (PRODUCE), la facultad de establecer los “Planes de Ordenamiento Pesquero” que son un conjunto de normas para administrar pesquerías específicas con el fin de promover el beneficio económico y garantizar su sostenibilidad. Dichas normas consisten, entre otras, en cuotas globales de captura, temporadas de captura (períodos de veda), protección de especies juveniles, establecimiento de zonas prohibidas o de reserva, así como métodos de extracción. De acuerdo a la Ley General, el Ministerio tiene la facultad de suspender el otorgamiento de nuevas autorizaciones de incremento de flota y nuevos permisos para la captura de especies que se encuentran en condición de explotación plena, así como de disponer medidas para la reducción del esfuerzo pesquero. 1994 DS No. 01-94-PE Reglamento de la Ley General de Pesca. Se aprueba y regula los Programas de Adecuación Ambiental (PAMA) y el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) al sector pesquero. Los PAMA contienen propuestas de métodos, medidas, procedimientos, acciones e inversiones necesarias para evaluar, reducir, controlar y revertir el impacto ambiental generado en el desarrollo de una actividad pesquera existente. Por su parte, los EIAs son exigidos como requisito previo al inicio de cualquier actividad pesquera. Ambos instrumentos regulan el tratamiento y/o recuperación de materia orgánica contenida en los efluentes: agua de cola, sanguaza y limpieza de equipos DS No. 003-96-PE Se aprueba el censo y la ejecución del programa de verificación de capacidad de bodega de las embarcaciones mayores a 30 TM. Esto permitió identificar la flota indocumentada y en situación ilegal 1996 1997 DS No. 001-97-PE Embarcaciones censadas que no cumplieron con la verificación de capacidad de bodega están prohibidas de tener acceso a cualquier tipo de pesquería, declarando improcedentes las solicitudes de incremento de flota y/o permiso de pesca. Tomó en cuenta el censo. 1997 DS No. 006-97-PE Aprueban normas complementarias del Decreto mediante el cual se precisa la situación de embarcaciones pesqueras que fueron materia del censo y programa de verificación de capacidad de bodega. Es decir, es la oficialización de la flota pesquera autorizada. 1998 Ley No. 26920 de 1998 Ley que exceptúa del requisito de incremento de flota al que se refiere el artículo 24 de la Ley General de Pesca, a aquellos armadores que cuenten con embarcaciones de madera de hasta 110 m3. Es la ley objeto de controversia pues busca regularizar y dar licencias a las embarcaciones de madera ilegales con una capacidad de bodega entre 32m3 y 100 m3, las Vikingas. 2001 RM No. 218-2001-PE queda prohibida la instalación y aumento de capacidad de las plantas de harina de pescado estándar y de alto contenido proteínico. Está prohibido el traslado físico o cambio de ubicación de establecimientos 67 Fecha Título y Descripción industriales pesqueros para el desarrollo de actividades de consumo humano indirecto a las áreas de influencia de los puertos de Paita, Sechura, Chimbote, Huacho, Chancay, Callao y Pisco (Paracas). 2001 DS No. 12-2001-PE Establece que el Ministerio determina las zonas geográficas sujetas a prohibiciones o limitaciones para realizar actividades de procesamiento pesquero, en función a la disponibilidad de los recursos hidrobiológicos, de la capacidad de producción de las industrias existentes, de la protección del medio ambiente. 2003 DS No. 027-2003-PRODUCE Programa de Control y Vigilancia de la Pesca y Desembarque Se aprueba el control más efectivo de la pesca en los puntos de desembarque, y se implementa la vigilancia electrónica del sistema de pesaje. 2003 RM No. 285-2003-PRODUCE Aprueba el listado actualizado de embarcaciones pesqueras de madera con capacidades de bodega mayor de 32.6 m3 hasta 110 m3, autorizadas a realizar actividades extractivas en el ámbito litoral, de acuerdo a la Ley No 26920. 2003 RM No. 449-2003-PRODUCE Prohibición de reubicar una planta de producción de harina existente a los puertos, bahías o sus áreas de influencia de Paita, Sechura, Chimbote, Huacho, Chancay, Coishco, y Pisco (Paracas) en el entendido que su adición tendría un mayor impacto ambiental a estas zonas ya dañadas. 2004 RM No. 047-2004-PRODUCE Prohibición de reubicar una planta de producción de harina existente al puerto de Malabrigo. 2004 RM No. 411-2004-PRODUCE Establece las áreas a ser utilizadas como puntos de descarga, amarraderos y fondeaderos para las embarcaciones pesqueras de la flota industrial a lo largo de todo el litoral. 2006 DS No. 008-2006-PRODUCE Es obligatorio tener instalado en toda la flota pesquera el Sistema de Seguimiento Satelital, SISETAT. 2006 RM No. 205-2006-PRODUCE Manejo de los residuos sólidos de los productos hidrobiológicos provenientes de la industria de CHD. La planta de harina de pescado residual deberá ser accesoria y complementaria al funcionamiento de la actividad principal y ser de uso exclusivo para el procesamiento de los residuos y pescado descartado provenientes de las plantas de enlatado, congelado o curado del titular de los derechos administrativos, cuya capacidad instalada estará en relación directa a las cantidades de residuos de pescado generado y descartado. 2007 RM No. 084-2007-PRODUCE Publica los listados de embarcaciones pesqueras de mayor escala autorizadas, y con permiso cancelado para realizar actividades extractivas. Asimismo, lista las autorizaciones de incrementos de flota vigentes. 2008 DS No. 003-2008-PRODUCE 68 Fecha Título y Descripción Régimen especial de pesca industrial dentro de las primeras cinco millas marítimas en el sur del Perú (Arequipa, Moquegua y Tacna), en las denominadas “Zonas Especiales de Pesca. 2008 RM No. 395-2008-PRODUCE Desestima las solicitudes de traslado o ampliación de plantas de harina y aceite de pescado en la zona comprendida al sur de los 16 grados. 2008 DS No. 010-2008-PRODUCE Límites Máximos Permisibles (LMP) para efluentes de la Industria de Harina y Aceite de Pescado. 69 ANEXO No. 2: HISTOGRAMAS DE FRECUENCIA EMBARCACIONES ANCHOVETERAS 2.a FLOTA DE ACERO < 300 M3 2.b FLOTA DE ACERO > 300 M3 2.c EMBARCACIONES VIKINGAS Fuente: Elaboración propia, en base a información de IMARPE, PRODUCE y SNP. 70 ANEXO No. 3: MATRIZ DE COSTOS DE LA FLOTA ANCHOVETERA COSTOS FIJOS (US$ por Año, Año Base 2006) Embarcaciones>300 m3 Rango Embarcaciones<300 m3 Item 200 m3 270 m3 350 m3 450 m3 Costo del Capital (CK) (10% valor de la embarcación) $160,000 $216,000 $315,000 $495,000 Seguros $32,000 $43,200 $63,000 $99,000 Redes $50,000 $62,500 $75,000 $87,500 Tripulación (costo fijo) * $7,200 $7,200 $7,200 $7,200 Mantenimiento** $66,000 $88,000 $132,000 $146,000 Sistema Satelital $1,920 $1,920 $1,920 $1,920 Capitanía (refrendos) $1,055 $1,124 $1,389 $1,681 Otros $6,309 $8,037 $10,875 $12,215 Costo Fijo Total por Embarcación (Con CK) $164,484 $211,981 $291,384 $355,516 Costo Fijo Total por Embarcación (Sin CK) $4,484 -$4,019 -$23,616 -$139,484 * Compuesto por: Motorista, cocinero y panguero ** Compuesto por: Carenado, zincado y pintado Memo: Valor de las embarcaciones $1,600,000 $2,160,000 $3,150,000 $4,950,000 COSTOS SEMI VARIABLES: COSTOS / VIAJE DE PESCA (Año 2006) Rango Embarcaciones<300 m3 Item 200 m3 270 m3 Petróleo Diesel $1,289 $1,535 Lubricantes y grasas $129 $154 Número de tripulantes 15 15 Viáticos por tripulante $3.00 $3.00 Total costo tripulantes $45.00 $45.00 Otros e imprevistos $9.00 $9.00 Total Costo Semi variable $1,472 $1,743 Embarcaciones>300 m3 350 m3 450 m3 $3,070 $3,684 $307 $368 18 18 $3.00 $3.00 $54.00 $54.00 $9.00 $9.00 $3,440 $4,115 33 m3 $16,500 $3,300 $37,500 $600 $25,000 $1,920 $1,000 $3,301 $72,621 $56,121 VIKINGAS 60 m3 $30,000 $6,000 $37,500 $600 $25,000 $1,920 $1,000 $3,301 $75,321 $45,321 110 m3 $66,000 $13,200 $45,000 $600 $40,000 $1,920 $1,000 $4,426 $106,146 $40,146 $165,000 $300,000 $660,000 33 m3 $614 $61 12 $3.00 $36.00 $6.00 $717 VIKINGAS 60 m3 $614 $61 12 $3.00 $36.00 $6.00 $717 110 m3 $737 $74 14 $3.00 $42.00 $6.00 $858 COSTOS VARIABLES: US$ / TM (año 2006) Rango Item Derechos Pesqueros Aportación a CBSSP Patrón Planilla Tripulación Total Costo Variable $2 $6 $3 $11 $22 VIKINGAS 60 m3 $2 $6 $3 $11 $22 Embarcaciones>300 m3 350 m3 450 m3 47,320 61,322 $39,395,252 $48,446,835 -$3,192,828 -$19,007,738 33 m3 19,723 $43,403,151 $33,541,651 VIKINGAS 60 m3 6,305 $7,914,982 $4,762,482 110 m3 7,097 $6,848,347 $2,590,147 Embarcaciones<300 m3 270 m3 200 m3 8,488 6,945 1,472 1,743 $ 12,497,222 $ 12,101,663 Embarcaciones>300 m3 350 m3 450 m3 5,062 3,906 3,440 4,115 $ 17,412,988 $ 16,075,102 33 m3 13,275 717 $ 9,523,657 VIKINGAS 60 m3 10,862 717 $ 7,792,083 110 m3 6,034 858 $ 5,180,240 Embarcaciones<300 m3 270 m3 200 m3 966,187 1,000,869 $22 $22 $21,268,772 $22,032,236 Embarcaciones>300 m3 350 m3 450 m3 1,501,598 1,501,007 $22 $22 $33,054,838 $33,041,815 33 m3 380,787 $22 $8,382,302 VIKINGAS 60 m3 315,551 $22 $6,946,256 110 m3 219,111 $22 $4,823,312 $25 $25 Embarcaciones<300 m3 270 m3 200 m3 $2 $2 $6 $6 $3 $3 $11 $11 $22 $22 Embarcaciones>300 m3 350 m3 450 m3 $2 $2 $6 $6 $3 $3 $11 $11 $22 $22 Embarcaciones<300 m3 270 m3 200 m3 32,066 39,108 $26,371,392 $30,704,378 $718,872 -$582,102 33 m3 110 m3 $2 $6 $3 $11 $22 COSTO FIJO TOTAL POR CATEGORIA Rango Item Cap. de Bodega Total, por Categoría M3 Costo Fijo Total por Categoría (Con CK) Costo Fijo Total por Categoría (Sin CK) COSTO SEMI VARIABLE POR CATEGORIA Rango Item Número de viajes Total Costo Semi variable por viaje Costo Semi variable Total por Categoría COSTO VARIABLE POR CATEGORIA Rango Item Pesca total TM Total Costo Variable por TM Costo Variable Total por Categoría Memo: Costo Semi variable por TM Costo fijo / costo total (Con CK) $13 0.65 $12 $12 $11 $24 0.49 Costo fijo / costo total (Sin CK) Fuente: Elaboración propia 71 ANEXO No. 4: PRECIOS DE ANCHOVETA DESEMBARCADA Año 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 US$ por TM de Anchoveta 48 71 78 78 79 80 120 131 Fuente: Elaboración propia a partir de información proporcionada por TASA. ANEXO No. 5: CONTRIBUCIÓN FISCAL DE LA FLOTA , AÑO 2006 Impuestos Devengados Estimados TRIBUTOS ISC sobre los combustibles Derechos Pesqueros Impuesto a la Renta TOTAL APORTE FISCAL MILES DE US$ 10,839 13,815 32,623 57,277 Nota: No incluye el IGV, debido a que éste es devuelto al momento de la exportación de la harina y aceite de pescado. Fuente: Elaboración propia. 72 ANEXO No. 6: VOLUMEN DESEMBARCADO DE ANCHOVETA Y EVOLUCIÓN DE LA CAPACIDAD DE BODEGA DE LA FLOTA ANCHOVETERA 6.a DESEMBARQUES DE ANCHOVETA (EN TM) Año Norte Centro Sur Total 2000 4,220,696 4,432,945 483,769 9,137,410 2001 3,547,903 2,140,529 362,595 6,051,027 2002 3,161,890 3,399,284 1,342,843 7,904,017 2003 3,541,650 1,393,077 193,765 5,128,492 2004 4,648,043 3,238,189 721,818 8,608,050 2005 3,284,723 4,257,967 1,038,039 8,580,729 2006 2,440,653 2,568,324 876,133 5,885,110 2007 3,072,904 2,049,893 948,609 6,071,406 Fuente: Elaboración propia, en base a información de IMARPE. 6.b EVOLUCIÓN DE LA CAPACIDAD DE BODEGA (EN M3) Años Embarcaciones Embarcaciones Total Sector Vikingas m3 Acero m3 2000 179,489 17,477 196,966 2001 183,383 14,688 198,071 2002 180,155 16,351 196,506 2003 187,249 34,035 221,284 2004 188,249 33,616 221,865 2005 189,357 34,711 224,068 2006 179,815 33,123 212,938 2007 177,800 32,201 210,001 Fuente: Elaboración propia, en base a información de IMARPE y PRODUCE. 73 ANEXO No. 7: HISTOGRAMAS DE FRECUENCIA DE PLANTAS DE PROCESAMIENTO 7.a PLANTAS CONVENCIONALES (FAQ) Fuente: Elaboración propia. 7.b PLANTAS DE ALTO CONTENIDO PROTEICO (ACP) Fuente: Elaboración propia. 74 ANEXO No. 8: MATRIZ DE COSTOS DE PLANTAS DE PROCESAMIENTO COSTOS FIJOS (US$ por año, año base 2006) Plantas Alto contenido proteínico (ACP) Item 100 TM/hr 60 TM/hr Costo del Capital (CK) $1,260,000 $2,100,000 Gastos administrativos $360,585 $405,659 Comunicaciones $18,000 $25,000 Tributos y licencias $28,000 $35,000 Seguros $45,000 $73,500 Vigilancia $120,000 $160,000 Depreciación $882,000 $1,470,000 Chata $6,000 $6,000 Costo Fijo Total por planta (Con CK) * $1,837,585 $2,805,159 Costo Fijo Total por planta (Sin CK) * $577,585 $705,159 * Costo Fijo no incluye depreciación. Memo: Valor de Planta $12,600,000 $21,000,000 Convencional (FAQ) 100 TM/hr 60 TM/hr $1,260,000 $2,100,000 $360,585 $405,659 $18,000 $25,000 $28,000 $35,000 $45,000 $73,500 $120,000 $160,000 $882,000 $1,470,000 $6,000 $6,000 $1,837,585 $2,805,159 $577,585 $705,159 $12,600,000 $21,000,000 COSTOS VARIABLES US$/TM Harina (2006) Plantas Alto contenido proteínico (ACP) Item 60 TM/hr 100 TM/hr Mano de obra directa $17.79 $17.79 Petróleo bunker $72.48 $73.99 Petróleo diesel $3.49 $3.64 Electricidad $6.50 $6.50 Agua $0.92 $0.92 Antioxidante $3.05 $2.89 Pescado en puerto (terceros) $504.00 $492.00 Sacos $6.60 $6.60 Hilos $2.17 $2.17 Sal $0.53 $0.53 Soda caústica $0.61 $0.61 Insumos de laboratorio $2.35 $2.35 Manipuleo en descarga $0.50 $0.49 Ensaque y arrume $0.90 $0.90 Mantenimiento $10.00 $10.00 Servicio control de pesca $1.00 $1.00 Total Costo Variable $632.89 $622.37 Convencional (FAQ) 60 TM/hr 100 TM/hr $17.79 $17.79 $72.48 $73.99 $3.49 $3.64 $6.50 $6.50 $0.92 $0.92 $3.05 $2.89 $540.00 $528.00 $6.60 $6.60 $2.17 $2.17 $0.53 $0.53 $0.61 $0.61 $2.35 $2.35 $0.54 $0.53 $0.90 $0.90 $10.00 $10.00 $1.00 $1.00 $668.93 $658.41 COSTO FIJO TOTAL POR CATEGORIA Plantas Alto contenido proteínico (ACP) Item 100 TM/hr 60 TM/hr Número de plantas por categoría 24 16 Costo Fijo Total por categoría (Con CK) $44,102,049 $44,882,537 Costo Fijo Total por categoría (Sin CK) $13,862,049 $11,282,537 Convencional (FAQ) 100 TM/hr 60 TM/hr 53 22 $97,392,024 $61,713,488 $30,612,024 $15,513,488 COSTOS VARIABLE TOTAL POR CATEGORIA Plantas Alto contenido proteínico (ACP) Item 100 TM/hr 60 TM/hr Producción harina por Categoría (TM) 245,273 252,224 Costo Variable Total por Categoría $155,231,250 $156,978,004 Memo: Costo total planta (FAQ) (Con CK) Costo total planta (ACP) (Con CK) Convencional (FAQ) 100 TM/hr 60 TM/hr 418,877 443,750 $280,198,413 $292,169,551 $731,473,476 Costo total planta (FAQ) (Sin CK) $401,193,840 Costo total planta (ACP) (Sin CK) $618,493,476 $337,353,840 Fuente: Elaboración propia. 75 ANEXO No. 9: FACTOR DE CONVERSIÓN 2006 TIPO DE PLANTA Desembarques TM Producción de harina TM FACTOR DE CONVERSIÓN FAQ ACP 3,795,558 2,089,489 862,627 497,497 4.4 4.2 Fuente: Elaboración propia, en base a información de IMARPE y PRODUCE. ANEXO No. 10: CONTRIBUCIÓN FISCAL DE LAS PLANTAS DE PROCESAMIENTO Impuestos Devengados Estimados TRIBUTOS Impuesto selectivo al consumo Impuesto a la renta TOTAL APORTE FISCAL MILES DE US$ 783 84,029 84,812 Fuente: Elaboración propia. ANEXO No. 11: RECAUDACIÓN FISCAL DEL SECTOR PESCA Y DE LA MANUFACTURA DE CONSERVAS Y PRODUCTOS DE PESCADO (Millones de US$) Año 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Recaudación por Impuesto a la Renta 4.0 5.7 5.6 16.1 17.4 26.1 25.4 65.5 Recaudación Total del Sector 21.0 23.0 30.1 37.5 41.0 62.9 68.2 118.2 % de la recaudación Total 0.4% 0.4% 0.5% 0.6% 0.6% 0.7% 0.6% 0.9% Nota: No incluye el ISC de los combustibles, ni el IGV, debido a que éste es devuelto al momento de la exportación de la harina y aceite de pescado. Fuente: Elaboración propia. 76 ANEXO No. 12: PRECIOS HARINA, ACEITE DE PESCADO Y PETRÓLEO DIESEL Y BUNKER Año 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 FAQ ACP Aceite 358 430 535 548 573 604 845 943 US$ por TM 392 462 580 576 606 632 939 1022 236 317 473 491 514 580 724 804 Diesel Bunker US$ por galón 1.66 0.77 1.69 0.70 1.69 0.79 1.97 0.87 2.28 1.01 2.79 1.27 3.07 1.56 3.07 1.62 Fuente: Elaboración propia, en base a información de INEI y PRODUCE. ANEXO No. 13: PRODUCCIÓN DE HARINA Y ACEITE DE PESCADO Año TM de Harina TM de Aceite 2000 2,241,529 587,312 2001 1,635,427 494,651 2002 1,819,337 504,064 2003 1,224,484 374,269 2004 1,971,449 587,312 2005 1,930,727 290,442 2006 1,360,124 299,302 2007 1,386,849 308,300 Fuente: Elaboración propia, en base a información de PRODUCE. 77 ANEXO No. 14: MODELO BIOECONÓMICO Resumen de las funciones principales del Modelo Bioecónomico para la Pesquería, extraído del estudio elaborado por el Prof. Ragnar Arnason de la Universidad de Islandia (2007). El modelo bioeconómico esencialmente se basa en las siguientes funciones: (1) x& = G ( x) − y (Función del crecimiento de la biomasa). (2) y = Y (e, x) (Función de captura). (3) π = p ⋅ Y (e, x ) − C (e) (Función de utilidades). El modelo tiene 5 variables, x, y, e, π y p que representan la biomasa, captura, esfuerzo pesquero, utilidades y el precio de desembarque, respectivamente. Las primeras cuatro son endógenas, determinadas por la pesquería propia, y la quinta, el precio es exógeno, determinado por las condiciones de mercado fuera de la pesquería. La derivada x& ≡ ∂x ∂t mide el cambio de la biomasa en un determinado momento. El modelo básico comprende tres elementos: la función del crecimiento natural de la biomasa G(x), el grado de captura Y(e,x), y la función de costos C(e). En tal sentido, para el crecimiento de la biomasa se trabaja con dos funciones alternativas: G ( x) = α ⋅ x − β ⋅ x 2 , (Logística) G ( x) = α ⋅ x − β ⋅ ln( x) ⋅ x (Fox, 1970) En el caso de la captura, el modelo trabaja con la versión generalizada de Schaefer (1954): Y (e, x ) = q ⋅ e ⋅ x b , donde el coeficiente b indica el grado del comportamiento del cardumen para el pescado determinado (normalmente b ∈ [0,1] ). Para el caso de la función de costos, el modelo trabaja con la siguiente ecuación: C (e) = c ⋅ e + fk , donde fk representa los costos fijos. Bajo las mencionadas funciones especificas, el modelo completo se convierte en: (4) x& = α ⋅ x − β ⋅ x 2 − y , ó x& = α ⋅ x − β ⋅ ln( x) ⋅ x − y (Función del crecimiento de la biomasa) (5) y = q ⋅ e ⋅ xb (Función de captura) (6) π = p ⋅ y − c ⋅ e − fk (Función de utilidades) 78 Las dos últimas ecuaciones pueden combinadas para producir una versión más simple del modelo: (4) (7) x& = α ⋅ x − β ⋅ x 2 − y , ó x& = α ⋅ x − β ⋅ ln( x) ⋅ x − y c π = p ⋅ y − ⋅ y ⋅ x − b − fk q (Función del crecimiento poblacional) (Función de utilidades) Esta representación muestra que los costos marginales y el grado de captura ó capturabilidad, c y q no presentan un rol independiente del modelo. Lo que cuenta es solo un ratio entre ambos, el cual puede considerarse como un simple parámetro. Para el modelo, este ratio se representa c q como el costo marginal estandarizado, y en lo que resta del modelo, las ecuaciones (4) y (7) serían el “modelo pesquero específico”. La renta pesquera está definida como πy⋅y (Arnason 2006); por lo tanto, para el “modelo pesquero específico”, la renta está definida como: (8) R=π + fk. Funciones del Modelo Bioeconómico Definición Fórmula Función del crecimiento de la biomasa Función de la pesca o captura Función de las utilidades 79 Fórmulas para Calcular los parámetros del Modelo Parámetros Función Logística Biomasa en el Fórmulas año base Función Fox Biomasa en el año base Grado de captura Costo Costo Fijo Fuentes: Ragnar, A. "Loss of economics rents in the global fishery", documento presentado en la XVIIIth Annual EAFE Conference 2007. Iceland. Banco Mundial/FAO. “Fisheries Rents Calculations. Excel program – Manual”. 2007 80
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