DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LA ETNIA PIJAO DE COYAIMA
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DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LA ETNIA PIJAO DE COYAIMA
DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LA ETNIA PIJAO DE COYAIMA, ORTEGA Y NATAGAIMA Instituto colombiano de bienestar familiar – icbf Regional Tolima Ibagué Diciembre de 2010 DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LA ETNIA PIJAO DE COYAIMA, ORTEGA Y NATAGAIMA Regional Tolima Felipe cabrera Orozco Ramiro Andrés lara rodríguez Catalina caro galvis Nancy Paola Guzmán John exón Pérez Ibagué Diciembre de 2010 Contenido INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................. 6 JUSTIFICACIÓN............................................................................................................................................... 8 OBJETIVO GENERAL ....................................................................................................................................... 9 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................................................................ 9 MARCO TEÓRICO. ........................................................................................................................................ 10 METÓDICAS ................................................................................................................................................. 14 LA TIERRA Y LA VIDA: LUCHAS HISTÓRICAS POR LA IDENTIDAD Y LA VIDA DE LOS PIJAOS ........................ 19 Etnohistoria del territorio Pijao ............................................................................................................... 22 Historia Republicana del territorio Pijao. ................................................................................................ 26 Quintín Lame y las memorias de su lucha por la tierra en el Sur del Tolima. ......................................... 29 El territorio y la vida en las comunidades pijao contemporáneas .......................................................... 37 Amenazas al territorio ............................................................................................................................. 41 SITUACIÓN POBLACIONAL DE LOS PIJAO .................................................................................................... 53 Estructuras Por Edad y Distribución Poblacional. ................................................................................... 53 Análisis de la situación familiar. .............................................................................................................. 59 ORGANIZACIÓN SOCIO CULTURAL PIJAO .................................................................................................... 63 Patrón de Asentamiento – Vivienda........................................................................................................ 63 Organización del Trabajo......................................................................................................................... 66 Organización socio política...................................................................................................................... 68 Justicia Propia .......................................................................................................................................... 74 Cosmovisión ............................................................................................................................................ 75 Los adentros y los afueras, ser pijao hoy ................................................................................................ 88 DERECHOS FUNDAMENTALES Y ATENCIÓN DEL ESTADO ........................................................................... 91 Saneamiento básico ................................................................................................................................ 92 Salud. ....................................................................................................................................................... 96 Educación .............................................................................................................................................. 102 LA ATENCIÓN DIFERENCIADA DEL ICBF EN MATERIA DE FAMILIA, INFANCIA Y ADOLESCENCIA Y ADULTOS MAYORES EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS PIJAO DEL SUR DEL TOLIMA ............................................ 111 Atención a la primera infancia. ............................................................................................................. 113 4 Atención a la niñez y adolescencia. ....................................................................................................... 119 Atención a adultos mayores. ................................................................................................................. 122 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................ 124 5 INTRODUCCIÓN La presente investigación se encamina a la búsqueda de soluciones que, desde la competencia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, se pueden concertar para contribuir a la garantía de los derechos diferenciales del pueblo Pijao, grupo étnico que ha poblado ancestralmente las tierras del sur del hoy departamento del Tolima. Los reclamos por derechos individuales y colectivos, que han marcado los diferentes procesos de cambio cultural experimentados por este grupo humano a lo largo del contacto con la sociedad occidental, dan cuenta de la inserción de la etnia en el contexto histórico regional y nacional. Esta inserción para el ICBF representa un desafío por el entendimiento entre los funcionarios, las políticas institucionales y los Pijaos. Así, el documento se centra en la comprensión de las dinámicas socio-culturales de la etnia. Para los objetivos del presente documento interesa particularmente entender cómo los procesos de reindigenización han afectado la garantía a los derechos diferenciales de los que son beneficiarios los grupos étnicos en el Tolima. El ICBF, cabeza del sistema nacional de bienestar, comprometido con la diversidad étnica y cultural del país, contrata la presente investigación como una apuesta por la plurietnicidad y multiculturalidad referidas en la carta magna colombiana. Durante los meses de octubre a diciembre de 2010 el equipo de investigación seleccionó algunos cabildos, resguardados y no resguardados, y adelantó las actividades de campo en los municipios seleccionados. Para realizar dicha selección se tomaron como variables la afiliación política de los cabildos, la representatividad en los municipios, las condiciones medioambientales y la inclusión o exclusión de los 6 beneficios de megaproyectos regionales. De esta forma se tomaron cabildos de las diferentes organizaciones de pueblos indígenas como el CRIT, ACIT, AFICAT. Cabildos del plan y de la cordillera, que por sus particularidades medioambientales enfrentan problemas diversos, también son considerados en la investigación. Igualmente, el impacto de proyectos petroleros, distritos de riego, turístico o agroindustriales se han tenido en cuenta en la investigación. Finalmente se han tenido en cuenta cabildos resguardados y no resguardados. Este amplio espectro de cabildos es la base de una investigación que en todo momento ha sido participativa, incluyente y concertada de acuerdo a los lineamientos de los Observatorios de Infancia y Familia. Dado que el ejercicio del ICBF es un ejercicio en tres municipios y que la premura del tiempo impide la realización de etnografías profundas, fue necesario consolidar un equipo de trabajo que pueda dar cuenta de las particularidades de cada municipio, así como de las coincidencias entre estos. Un antropólogo en cada municipio permitirá llegar a las especificidades propias de cada localidad. De la misma forma un grupo móvil compuesto por un antropólogo especialista en demografía, una nutricionista y el coordinador general de la investigación, se encargaron cuenta de las generalidades. Si bien en el trabajo etnográfico nos concentramos en algunos lugares, el trabajo de datos se cubrió toda la población pijao en 2005 bajo el supuesto que las características eran similares a las del presente 7 JUSTIFICACIÓN El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, como cabeza del Sistema Nacional de Bienestar, regido por la ley 1089 del 8 de noviembre de 2006, código de la infancia y adolescencia, en su parágrafo dos del titulo primero, reconoce la autonomía de los pueblos indígenas. Este marco normativo cobra particular importancia para la Institución que funciona en Tolima, donde la presencia de grupos humanos de la etnia Pijao reclaman la garantía de sus derechos diferenciales. Esta diversidad implica para la Institución que los proyectos encaminados a garantizar el bienestar de la niñez y la familia de los pueblos indígenas deberán estar respaldados por un conocimiento de las particularidades sociales y culturales, que certifique los mejores resultados en la construcción e implementación de políticas públicas. La institución debe, no sólo garantizar la producción de tal conocimiento, sino su compromiso con éste, es decir, atender a la reflexión considerada a partir de las conclusiones de la investigación. Con esto se busca constituir en el ICBF un lenguaje intercultural que permita llevar a la práctica desde su competencia, la aplicación de los derechos colectivos consagrados en la carta fundacional del Estado Colombiano desde 1991. Es entonces determinante que las instituciones del Estado promulguen por los derechos de las comunidades indígenas a su vez que aúnen esfuerzos por mantener la unidad de los grupos indígenas como diversos. “La permanencia de un grupo como diverso depende de su éxito en la transmisión de los valores culturales. Este proceso a su vez, depende en primer lugar, de la efectividad de las estrategias de socialización primaria y en segundo, de la efectividad del control social” (Sanchez 2002). En la búsqueda de soluciones concretas a las 8 problemáticas previamente planteadas, el Instituto ha encaminado un proceso de documentación a manera de diagnóstico situacional, intenta dar respuesta al primer condicionante que refiere la efectividad de las estrategias de socialización primaria. Como un segundo paso se considera relevante el estudio de las estrategias de control social con respecto a cómo la comunidad esta reestructurando su organización política en función de alcanzar metas comunes como grupo. OBJETIVO GENERAL El objetivo de esta investigación es producir conocimiento sobre la actuación del Estado frente a los procesos de cambio cultural de los pijaos, haciendo especial énfasis en las acciones del ICBF representadas por los programas y proyectos. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Hacer un compendio de los trabajos realizados por diferentes instituciones y actores, y de los que se están llevando actualmente para contextualizar la labor de la institución sobre las poblaciones pijao y contribuir a evaluar las actuaciones diferenciales que desde el Estado se brindan a los miembros de la etnia. Este sumario pretende analizar 4 variables: o Origen, procedencia y financiamiento o Contexto del planteamiento del trabajo y motivación o Desarrollo de la investigación, perspectiva profesional de la o él realizador, Formas de interacción establecidas con la comunidad o Resultados: beneficios a la comunidad, impacto social (con otros actores, con la comunidad, con las políticas públicas), conflictos 2. Realizar un análisis detallado de las formas de relación y acción del ICBF con la población Pijao con el fin de orientar las políticas de la institución con la población de la etnia y conocer cómo éstas afectan, impactan o generan cambios socioculturales en 9 esta población. Este análisis versaría sobre 4 puntos: el marco político y legal de los programas y proyectos realizados en la institución; las experiencias de los funcionarios e investigadores que se relacionan con los sujetos; la perspectiva que estos tiene sobre los programas, proyectos y actuaciones del ICBF y el impacto que éstas generan en la comunidad. 3. Crear un espacio físico y conceptual de discusión con las instituciones, las familias Pijao y otros actores involucrados con ellos para lograr un panorama concertado de las acciones y los procesos que reflejan la actuación de la sociedad mayoritaria y el Estado frente a la problemática y por otra parte, obtener una narrativa global del impacto de estas actuaciones en los sujetos especialmente los niños y niñas. 4. Avanzar con estos conocimientos sobre modelos de acción con este grupo y emprender distintos ejercicios desde la competencia de la Institución. Estos ejercicios versarían sobre los siguientes temas y problemas: o Territorio o Seguridad alimentaria o Fortalecimientos culturales o Manejo y control del territorio o Procesos organizativos o Procesos educativos o de capacitaciones MARCO TEÓRICO. Explanations for the shift toward a "multicultural" public sphere in Latin America take two principal tacks. The first highlights the creative and audacious political agency of indigenous peoples. The second, exemplified by the work of political scientist Deborah Yashar, emphasizes structural or institutional dimensions. She explains the upsurge of indigenous politics as an unintended consequence of two broader developments: the wave 10 of democratization, which opened new spaces of participation, and neoliberal reform, which eliminated corporatist constraints on indigenous autonomy and accentuated economic woes. Although both explanatory tacks are valid. they miss the way neoliberalism also entails a cultural Project, which contributes both to the rising prominence of indigenous voices and to the frustrating limits on their transformative aspirations. The essence of this cultural project, the desired outcome of the government's "si pero," is captured in the figure of what Rosamel Millamán and I have called the "indio permitido" ("authorized Indian"). (Hale 2004) “El debate sobre la etnicidad ha dado giros importantes, pero también la lucha y las demandas de las comunidades y pueblos indígenas y el discurso del Estado con respecto a su visión de una nación pluricultural, por ello, es claro que necesitamos analizar estos giros en la propia lucha indígena. De un enfoque esencialista o sustantivista, donde se concebían a los grupos étnicos como entidades objetivamente constituidas según un conjunto de rasgos y características culturales discretas, el concepto de grupos étnicos pasó a considerarse con un enfoque dinámico, relacional y subjetivo. Bajo esta concepción, el grupo étnico solo puede ser definido en tanto que está en relación con otros grupos en un contexto de relaciones interétnicas” (Lazos 2008) Las transformaciones culturales que han tenido las comunidades del pueblo indígena pijao, que habitan los municipios de Coyaima, Ortega y Natagaima, merecen un análisis especial. Por un lado, es necesario acercarse a las relaciones espaciales que determinan la identidad pijao en función de las luchas por el acceso a derechos colectivos, especialmente el territorio. Por otro lado, es menester romper con el paradigma esencialista para reconocer los aportes del pueblo pijao a la construcción de la identidad local, regional e incluso nacional. 11 De acuerdo con Lazos (2008) en las luchas por el territorio de los pueblos indígenas, “se reclama el control sobre los procesos de orden político, económico, social y cultural para asegurar la reproducción y continuidad material y cultural del grupo. En la reclamación de que estos procesos se lleven a cabo según la normatividad propia de los pueblos indígenas. El territorio es un sistema de recursos, como un espacio jurisdiccional donde se ejercen derechos colectivos cuyo titular es el pueblo indígena”. Para los pijaos del sur del Tolima el territorio es más que el espacio circundante. Es, sin lugar a dudas, la materialización de los procesos de lucha, que incluso antes de la llegada de los españoles, han dado sentido a su existencia física y espiritual Al parecer la búsqueda de esas características esencialistas de la cultura se ha convertido en el eje articulador de la relación entre los pijaos y la sociedad nacional. Los funcionarios de las instituciones se preguntan si los pijaos son realmente indígenas o si, por el contrario, sólo son campesinos que encuentran en la constitución política pluriétnica un arma de lucha para acceder al control territorial. Nada más lejos de la realidad, si se consideran los importantes aportes que las luchas sociales de este pueblo han dado para la construcción del multiculturalismo en el país. Si se tratase de encontrar esos elementos esenciales que permiten diferenciar a un pijao de los otros indios del país, deberíamos comenzar por identificar las prácticas culturales que la nación mestiza ha expropiado a los pijaos. Podríamos entonces hacer la diferenciación de Kymlicka (1995) entre características esenciales y accidentales dentro de una cultura. Mientras que las características accidentales pueden cambiar con el tiempo sin afectar a la cultura en cuestión, las características esenciales constituyen el núcleo de una cultura que requiere ser preservado para defender a la 12 cultura misma (Krehoff 2008: 76-78). Claro que como bien lo demuestra Krehoff , no se tendrían criterios para saber cuáles son esas características que definitivamente deberíamos mantener de los pijao, y mucho menos determinar desde la cultura occidental porqué una cultura debería conservar esas prácticas, que aunque descontextualizadas en las nuevas condiciones de tiempo y espacio, resultan representativas de la identidad pijao. Pero los cambios en las políticas de aprensión de la diversidad cultural, por parte del Estado, no son un producto exclusivo de las luchas que los pueblos nativos han dado a lo largo de la historia. Más bien estos avances en derechos diferenciales han obedecido a intereses de legitimación de poder y control poblacional por parte de las élites política y económicamente dominantes. Por tanto, según lo recomienda Hale (2004) es necesario considerar los límites que el neoliberalismo impone a las minorías étnicas para existir dentro de las lógicas del mercado. Moreover, in policy and ideological terms, it would be mistaken to assume that the architects of neoliberal policies need, or even prefer, a strictly individual notion of rights. Collective rights to land work just as well, as long as they meet two basic conditions: The first is that they cannot contradict the principal tenets of the long-term economic development model, which, in these countries, is turning away from most largescale agriculture toward free-trade-zone manufacturing, financial services, commerce, tourism, and environmental management. The second condition is that they cannot cross a certain line in the gathering of political clout, which would threaten established power holders and destabilize the regime. This line, highly subjective and unstable, is often drawn in the heat of the moment by state operatives rather than Bank functionaries themselves. As long as these conditions are met, collective land rights actually help advance the neoliberal model by rationalizing land tenure, reducing the potential for chaos and conflict, and locking the community into a mindset that makes it more difficult for expansive political alternatives to emerge. (p.17) 13 La consideración de las particularidades culturales de la etnia pijao, no al servicio del control neoliberal, sino a disposición de los elementos de reafirmación étnica se convierte en el reto institucional que el ICBF debe asumir, con miras a la consolidación de verdaderas políticas diferenciales. Esta reafirmación parte del reconocimiento de las luchas por derechos, la resistencia al orden institucionalizado y la homogenización cultural, como elementos de reconocimiento de los grupos étnicos y los pueblos indígenas en el país. METÓDICAS El ejercicio de diagnóstico situacional de la etnia pijao de los municipios de Ortega, Coyaima y Natagaima, se ha diseñado considerando tres ejes fundamentales: demográfico, etnográfico, analítico. Estos tres ejes son interdependientes, dado que la validación de los datos de cada componente se realiza por comparación con los otros dos. Así, tenemos que la información censal es comparada con las particularidades socioculturales de cada locación de la muestra seleccionada. Al mismo tiempo, el análisis de los programas y proyectos del ICBF se cuantifican usando la información censal y se contrastan con las observaciones de las dinámicas de cada cabildo o resguardo. Con esta metodología se pretende dar cumplimiento a los diferentes requerimientos de la regional y de la sede nacional, satisfacer las expectativas de la comunidad, y, especialmente, contribuir al mejoramiento y prestación de servicios con perspectiva diferencial en la población pijao del sur del Tolima. La revisión documental y bibliográfica, se convierte en el elemento que articula los ejes anteriormente mencionados. 14 El trabajo de terreno se desarrolló durante cuatro semanas las cuáles trascurrieron entre el 10 de noviembre de 2010 y el 11 de Diciembre de 2010. Durante las cuatro semanas realizamos algunas visitas a las instituciones regionales con el fin de notificar nuestra presencia y recoger información general acerca de la atención del estado a las comunidades indígenas del departamento. La realización de talleres ha sido la metodología principal para llevar a buen término el ejercicio. Estos talleres se han concertado previamente con la comunidad. La metodología se define de acuerdo a las condiciones específicas de cada cabildo y al motivo por el cual este cabildo se incluyó dentro de la investigación. Así, en un cabildo en el que el impacto de la explotación petrolera es la principal causa de conflictos internos, se llevan a cabo talleres de cartografía social, uso del suelo, seguridad alimentaria. Además de los talleres se realizan entrevistas semi-estructuradas, y se observa etnográficamente las actividades cotidianas, por lo que se hace necesario que los investigadores se establezcan por tres o cuatro días en cada cabildo. Las actividades de campo se han realizado considerando otras reuniones y espacios sociales, para no interferir negativamente en la agenda de las instituciones y de los indígenas. También se ha hablado y entrevistado a funcionarios de diferente orden para levantar un mapa de actores y relaciones que inciden en las problemáticas de las comunidades pijaos. Así mismo realizamos recorridos por cada uno de los municipios en donde a través del contacto y la concertación con las organizaciones indígenas, elaboramos un plan de trabajo para asistir aproximadamente a tres comunidades resguardadas o no en Ortega, Coyaima y Natagaima. Este objetivo no se llevó a cabo por razones presupuestales y 15 también de tiempo ya que las comunidades se encontraban en un momento de recolección y comercialización de la hoja de cachaco principal actividad económica de la región, situación que no permitía la concurrencia de las personas a las reuniones de socialización ya a los talleres realizados. Las comunidades que visitamos las elegimos utilizando varios criterios que fueron concertados a lo largo de los encuentros con los representantes de las organizaciones principalmente del CRIT y de la ACIT. La elección estuvo determinada por la afiliación de las comunidades a las 4 organizaciones indígenas de la región con el fin de tener representatividad de todas, así cómo por la ubicación topográfica de las comunidades teniendo como base el sistema de cordillera y de valle que constituye la fisiografía de este sector del departamento. Además, visitamos las comunidades que presentaban algunas dificultades en la atención del ICBF y que fueron sugeridas por las organizaciones. El último criterio fue abordar comunidades que fueran afectadas por los megaproyectos en desarrollo. Así, visitamos en el municipio de Ortega las comunidades de Guatavita Tua, Mesas de Cucuana – Santa Rita y Mesones; en Coyaima las comunidades de Totarco Dinde tradicional, Totarco Dinde Ficat y Chenche Amayarco; y en Natagaima participamos del primer encuentro de danza ritual indígena y visitamos el cabildo del Palmar y el cabildo de Calapena. Dada la limitación del tiempo para recolectar la información y las posibilidades que se fueron desarrollando en el campo decidimos implementar como metodología de trabajo el taller, con el fin de desarrollar en dos encuentros una recolección de información orientada a los términos de referencia pero también con el objetivo de propiciar un espacio comunitario; en el cuál las y los participantes desarrollaran un 16 ejercicio de reactivación de la memoria, permitiéndoles reconocerse, construir relatos acerca de su cotidianidad, de la manera en cómo se relacionan con su territorio y también socializar sus percepciones acerca de sus derechos fundamentales y las maneras en cómo entienden su condición indígena. Todo ello por medio de la realización de cartografías de donde emergían relatos acerca de la cosmovisión Pijao, de la elaboración de un calendario productivo que evidenciara sus actividades agropecuarias y los tiempos destinados para ellas, así como un recetario tradicional que apuntaba a reconocer las prácticas alimenticias tradicionales y rastrear algunos vacíos nutricionales y de asistencia en el caso del ICBF. Se realizaron recorridos a las comunidades en donde se visitaron lugares estratégicos para analizar los usos del suelo y las amenazas al territorio. También se llegó a los colegios de las comunidades, los hogares comunitarios y los hogares FAMI en donde se desarrollan programas de atención del ICBF. Allí se monitoreó la entrega de refrigerios y las condiciones de distribución y elaboración de los mismos así como las necesidades y observaciones de las y los beneficiarios. Sumado a la labor de observación y registro de notas de campo se realizaron también algunas entrevistas con líderes de las comunidades, docentes etnoeducadores, madres comunitarias, entre otras. La información recolectada ha sido indexada y clasificada a través de 5 categorías de análisis que desarrollaremos en el informe las cuáles son: Programas de atención del ICBF, Organización Socio – Cultural, Territorio, Derechos Fundamentales y atención del estado, e Identidad y representaciones. Estas categorías contienen otras subcategorias en donde analizamos información específica acerca de los usos del 17 territorio, las territorialidades, la cosmovisión Pijao, programas de atención específicos del ICBF, entre otras (Cuadro No1). El documento esta dividido en cuatro partes, la primera de ellas es la presente introducción. Posteriormente, se hace una descripción de las luchas históricas del pueblo pijao y a partir de ello, la construcción de su identidad. Un segundo aparte nos habla de la situación actual del pueblo pijao. Finalmente se hace un diagnóstico de la situación de derechos y algunas recomendaciones en materia de atención del ICBF. CATEGORIAS GENERALES SUBCATEGORIAS Primera Infancia Atención del ICBF Organización Socio – Cultural Territorio Salud /Med. Tradicional Niñez y Adolescencia Gobierno Propio Tenencia Educación/ Educación Propia Como se ven Como los ven Cosmovisión Uso de la tierra Derechos Fundamentales y atención del estado Identidad y representaciones Familia Justicia Propia Amenazas Atención Adulto Mayor Institucional Prácticas Alimentarias Territorialidades Saneamiento Básico CUADRO No 1: Categorías de análisis de información. 18 LA TIERRA Y LA VIDA: LUCHAS HISTÓRICAS POR LA IDENTIDAD Y LA VIDA DE LOS PIJAOS El espacio es un conjunto indisociable donde participan, de un lado, cierta disposición de objetos geográficos, objetos naturales y objetos sociales, y de otro, la vida que los llena y los anima, es decir, la sociedad en movimiento. (Santos, 1998) Buena parte de la población que hoy habita los municipios de Ortega, Chaparral, Coyaima y Natagaima, son descendientes de los pueblos indígenas que habitaron la zona sur del Tolima y que los españoles genéricamente denominaron pijaos. En referencias etnohistóricas, como relatos de crónicas y comunicaciones de la corona española, también se encuentran referencias a este pueblo bajo los nombres de Pixao, Pyjaos y Pinaos. A primera vista, los pijaos actuales poco se diferencian del resto de la población campesina que habita la región, con quienes comparten una economía basada en la agricultura, ganadería a diferentes escalas, pesca artesanal y barequeo (Triana, 1993:99). Sin embargo, la trayectoria de estos grupos ha estado marcada desde la colonia por acciones de lucha territorial, lo que en buena medida “ha ratificado su identificación indígena” (Triana, 1993: 100) frente a otros actores que han hecho presencia en la zona. Justamente, la lucha por el territorio y por recuperar los significados de éste en la vida social y cultural ha sido transversal en la historia social del pueblo pijao que habita actualmente los municipios de Coyaima, Natagaima y Ortega. Durante el mes que el 19 equipo de investigación recorrió las comunidades, escuchando relatos, recuperando voces y reavivando las memorias, se pudo constatar y afirmar por medio de la observación etnográfica hipótesis planteadas tras la revisión documental y bibliográfica, las cuáles indicaban que el tema de la lucha por la autonomía y el control territorial eran elementos de análisis fundamentales para entender las actuales condiciones del pueblo pijao de los tres municipios en cuestión. Dado que el pueblo pijao y su historia de lucha por la tierra están directamente relacionados con los procesos de producción y recreación de identidades, estos elementos se convirtieron en categorías de análisis fundamentales de la presente investigación. El recorrido histórico (bibliográfico y documental) y espacial (etnogáfico) por los municipios permitió precisamente transitar estos diferentes escenarios y reconocer la diversidad de territorialidades pijao y cómo cada una de ellas determina unas condiciones propias, las relaciones con el Estado y con las demás comunidades que habitan el departamento. Uno de los objetivos fundamentales en terreno consistió en identificar los contrastes entre las comunidades que habitaban las diferentes zonas o paisajes de los municipios, los cuáles pueden dividirse en dos. Por un lado, un paisaje de sierra determinado por la ubicación de algunas comunidades del municipio de Ortega en la cordillera central., Por el otro lado, un paisaje de valle intercordilleral en donde se ubican los municipios de Coyaima y Natagaima. Pese a las variaciones que veremos, producto de la diversidad topográfica y de sus respectivas adaptaciones, podemos concluir que la historia de lucha por la tierra es central en la construcción territorial de estas comunidades y los procesos de despojo y exterminio sistemático ocurridos desde la colonia han determinado su situación actual de tenencia y uso de la tierra. 20 El presente aparte, entonces, busca acercarse a las transformaciones territoriales del pueblo Pijao desde su pasado colonial hasta nuestros días, teniendo como eje central los procesos de resistencia que han dinamizado la tenencia y el uso de la tierra, así como la importancia del territorio desde una perspectiva identitaria y de derechos. Para ilustrar de qué manera analizamos y concebimos el territorio, es necesario entender el desarrollo de este concepto. Desde los inicios de la vida humana, las comunidades han utilizado los objetos naturales para la satisfacción de sus necesidades. Esta intencionalidad utilitaria junto a otras significaciones de orden simbólico, han determinado la manera cómo estos dos sistemas interactúan y son constituyentes uno del otro. No obstante, estas interacciones son cambiantes y configuran la evolución de lo que podemos denominar el espacio geográfico, el cuál tiene una dimensión política que se expresa en lo que entendemos por territorio. El territorio, “es un concepto relacional que insinúa un conjunto de vínculos de dominio, de poder, de pertenencia o de apropiación entre una porción o la totalidad del espacio geográfico y un determinado sujeto individual o colectivo” (Montañez, 2001, p. 20) Estos vínculos o relaciones de pertenecía entre el espacio y los sujetos no están mediados solamente por la propiedad, por el contrario, este sentido de pertenencia produce la más estable condición identitaria, que es la territorial. Lo que significa que es en esta apropiación del espacio por parte de una comunidad o de un sujeto, en donde se da sentido a la vida misma y de donde emergen los ordenes sociales, políticos y económicos que convierten al espacio en cultura. (Zambrano, 2001) 21 Para los pueblos indígenas el territorio es fundamental, justamente porque su significado y concepción encierra la totalidad de su saber y su cultura y por lo tanto, entender sus transformaciones es una manera de dar cuenta de los procesos de cambio cultural que han sucedido en estas comunidades. Como veremos, en el caso de los Pijao, el despojo territorial ha sido uno de los elementos que ha propiciado profundas transformaciones en las prácticas, concepciones y representaciones de la identidad y en este caso del ser indígena. Luego de esbozar brevemente la historia de la propiedad territorial de los Pijao, se presentarán las observaciones etnográficas recogidas en el trabajo de campo, respecto a las historias de la resistencia territorial, los usos de la tierra y las amenazas al territorio; y finalmente, se presentarán algunas conclusiones acerca de la situación actual del pueblo Pijao y los retos que en materia territorial estas comunidades se proponen. Etnohistoria del territorio Pijao Dado el carácter aguerrido de este pueblo y por ende sus batallas con pueblos vecinos y con los españoles conquistadores ha sido difícil establecer las fronteras de su territorio en épocas prehispánicas. Según los datos expuestos por Lucena (1963) hacia 1607 el territorio del Pueblo Pijao limitaba por el sur con el río Paez y con una línea tendida hacia el Puracé, por el norte con el río Coello e Ibagué; por el Oeste con el río Magdalena comprendido entre las desembocaduras de sus afluentes Coello y Saldaña, y este último hasta su confluencia con el río Paez y en la región occidental la frontera pijao era la estribación de la cordillera desde Cartago a Caloto. 22 Las múltiples incursiones bélicas que realizaban los Pijaos a poblaciones como Cartago, Buga, Ibagué y Tocaima han dificultado su localización exacta. No obstante, según las investigaciones etnohistóricas y arqueológicas los territorios circunvecinos a estas poblaciones no constituyeron la morada fija de los Pijao, sino que se encontraban en una condición de frontera, que constantemente estaba en disputa tanto con los españoles como con otros pueblos indígenas como los Panche, los Paeces, los Duho y Bahaduho. Al parecer, el centro territorial del pueblo Pijao fué la Provincia de Amoyá, en las cabeceras del río con el mismo nombre, que hoy se constituye como un corregimiento del municipio de Chaparral y es el escenario de la construcción de una gran Central Hidroeléctrica. Esta tierra, era quebrada y con abundantes riscos lo que facilitó la defensa de este pueblo y constituyó una especie de fortín de guerra. “La dicha cordillera donde habitan los indios rebeldes es la de mayor aspereza que se conoce en todas las Indias, de altísimos cerros y quebradas, con los espesísimos bosques y muchos riscos y despeñaderos de muy gran peligro, si apacibilidad de tierra llana, con más apropiada disposición para las fieras que para la habitación de hombres humanos” (Borja. Citado en Lucena, 1963) A la llegada de los españoles, los indios Pijao se encontraban divididos en dos grandes grupos que eran enemigos, los de la sierra y los de llano; esto últimos, Coyaimas, Natagaimas, Guauros y Tamagales, desplazados de la sierra por una serie de enemistades con otras tribus, fueron quienes contribuyeron por medio de una alianza con los españoles al exterminio casi total de todos los pijaos de la sierra. (Lucena, 1963) 23 Los Coyaimas estaban concentrados entre el río Cucuana y la quebrada Ortega y en las riberas del río Magdalena y Saldaña, los Natagaimas se concentraban en la Serranía de los Órganos en la Cordillera Central. (Oliveros, 1996). Ambos grupos se aliaron con Juan de Borja en la campaña contra los pijaos y gracias a esta alianza se les entregaron tierras de resguardo en los actuales municipios de Ortega, Chaparral, Coyaima y Natagaima. La guerra de exterminio de los españoles contra los Pijaos duró aproximadamente sesenta años entre los siglos XVI y XVII, los españoles delimitaron muy bien el territorio Pijao, fortificando las fundaciones dentro de este y a través de terribles tácticas de pacificación: la muerte del cacique Calarcá y la alianza con los grupos Coyaima y Natagaima exterminaron a los pijaos de la sierra y los restantes fueron esclavizados. La conformación y división administrativa de los resguardos se consolidó gracias a algunas medidas político- administrativas adoptadas por la colonia. Por un lado, producto de la alianza político- militar establecida en 1607 entre la administración española y los coyaimas y natagaimas. La corona aseguró el despeje de algunas rutas de comercio y respondió a las exigencias de la economía colonial, así como también, garantizó el respeto de las tierras y cacicazgos de los natagaimas y coyaimas, la no reducción a encomienda y la tasación de impuestos mínimos. Por otro lado, la fundación de Neiva, en 1612, causó la separación de dos corregimientos por el río Saldaña y como consecuencia la división administrativa del resguardo indígena en dos sectores: el gran resguardo de Ortega y Chaparral y el de los Natagaimas. (Triana, 1993) 24 Hacia 1621, la corona Española reconoció los primeros resguardos bajo las escrituras No 657 del Gran Resguardo de Ortega y Chaparral que quedó ubicado en lo que entonces era la viceparroquia de Chaparral y el caserío de Ortega, jurisdicción del cantón del Espinal y el resguardo de Natagaima y Coyaima bajo la escritura No 125 y en jurisdicción del cantó de Purificación y con el pueblo de indios de Coyaima como eje. La creación de los resguardos para ambos grupos aunque significó el respeto de los españoles al pacto que habían hecho, redujo el territorio de estos grupos en forma significativa dificultando el acceso a fuentes de agua y lugares sagrados. Además cambio su forma de organización social y política, pues el poder de decisión y dirección dentro de las comunidades paso de los mohanes o médicos tradicionales a los capitanes, los que muchas veces estaban aliados y eran la forma más eficaz de influir de los corregidores y los curas doctrineros. Al principio fue muy complicado agrupar a los indígenas en poblados para controlar la evangelización y la recolección del tributo, sin embargo, con la aparición de los grandes hatos de ganado estos comenzaron a nuclearse alrededor de los lugares donde se ejecutaban estas tareas. (Triana 1993) Con el paso del tiempo las comunidades empezaron a dividirse, esto debido a que el control del resguardo cambio muchas veces de jurisdicción y las comunidades empezaron a migrar de acuerdo con la conveniencia en la participación del trabajo de ganadería. Sin embargo subsistieron algunas prácticas que permitieron que Coyaimas y Natagaimas pervivieran como pueblos culturalmente diferenciados. Por ejemplo, el sincretismo de muchas de sus prácticas religiosas y medicinales con las de los colonizadores, el mantenimiento de las familias extensas como unidades sociales, la endogamia y la adopción de técnicas productivas entre otras. 25 Precisamente, la denominación de Coyaimas y Natagaimas no es vigente en la memoria viva de las comunidades indígenas del sur del Tolima, más bien hace referencia a la historiografía que de estos pueblos existe con respecto a la guerra que el imperio español llevó a cabo contra la nación Pijao. Historia Republicana del territorio Pijao. Durante la independencia, en consonancia con la ideología liberal, que promovía formas económicas basadas en la propiedad individual y que puso en manos privadas el potencial económico de la naciente república (Friede, 1944) los resguardos entraron a un proceso de división y disolución por orden de la Junta Suprema de Santa Fe de Bogotá, en 1810. El indio, como todos los ciudadanos, accedió a la posibilidad de comerciar libremente con la tierra que le había correspondido de las divisiones. La tierra fue repartida en títulos de hijuelas a los indígenas o regalada a los terratenientes, lo que llevó a un proceso de desposesión severo que afectó a muchas comunidades indígenas del país y que transformó a sus integrantes en arrendatarios de las tierras que anteriormente les pertenecían y consolidó el terraje1. No obstante, en el Tolima, una gran masa de indígenas pijaos permaneció en sus tierras y el efecto de la división no fue tan irremediable.2(Triana 1993) Con la ley republicana de disolución de resguardos se afectó profundamente la estructura social y el territorio de estas comunidades. Los resguardos fueron puestos en 1 “El terraje fue hasta hace unos treinta años una relación de carácter feudal, servil, según la cual un indígena debía pagar en trabajo gratuito dentro de la hacienda el derecho a vivir y usufructuar una pequeña parcela, ubicada en las mismas tierras que les fueron arrebatadas a los resguardos indígenas por los terratenientes, relación que subsistió hasta que fue barrida definitivamente por la lucha indígena que comenzó a desarrollarse a partir de 1970.” (Vasco, 2008) 2 De hecho, un año después de aprobada la ley 89 de 1890 que declaró de nuevo inalienables las tierras de las comunidades y reconoció los cabildos como un sistema de gobierno propio, el pueblo Pijao se movilizó a Bogotá con el fin de mostrar la vigencia de sus títulos coloniales, autoridades y formas de organización social. 26 venta a precios irrisorios o fueron entregados a terratenientes como baldíos, “las parcialidades indígenas se transformaron en “comunidades civiles”, es decir, comunidades (indígenas) integradas a la “civilización” que ocuparon su territorio ancestral” (Oliveros, 1996) Así, en 1861 hubo en Ortega dos importantes segregaciones: el Cajón de Macule en Chaparral, que con una extensión de 4.040 hectáreas quedó repartido entre 111 personas, causando la rápida descomposición de las antiguas familias indígenas; y el Cajón del alto Ortega, cuyas 7.826 hectáreas fueron adjudicadas a 211 familias. Para mediados del siglo XIX buena parte de los resguardos de Ortega y Chaparral estaban en manos de particulares y se presentó un importante fenómeno de “proletarización rural” (Triana, 1993) con destino a las plantaciones de tabaco y haciendas en diferentes zonas del interior del país. Ya hacia finales del siglo, se presentaron una serie transformaciones políticas y jurídicas que favorecieron los regímenes de tenencia colectiva de la tierra. Específicamente, se dio inicio al periodo conocido como la Regeneración, el cuál sentó las bases de lo que sería posteriormente la hegemonía del partido conservador. Rafael Nuñez asumió la presidencia en 1882, su gobierno emprendió una serie de reformas que fortalecieron el ejecutivo y el poder central con el fin de racionalizar el Estado y la vida política (Romero, 2006). Así mismo, con la Constitución de 1886, en la que se declaró a Colombia como una nación blanca, de lengua castellana y católica; y la firma del concordato entre la iglesia y el Estado en 1887, se fortaleció el poder de la iglesia y el país se dividió en Territorios de Misiones. Los indígenas quedaron bajo la 27 tutela de las diferentes órdenes religiosas, las cuales se encargaron de su “civilización” entendida como la enseñanza de la moral cristiana, la occidentalización de su cultura (Pineda, 2002) y la sustitución del Estado en gran parte del territorio nacional. En este contexto tuvo su origen la Ley 89 que en principio fue promulgada con el objeto de “salvaguardar el resguardo como soporte institucional durante el periodo de transición en que los indígenas colombianos serían integrados a la sociedad dominante” (Rappaport, 2005). Aunque pensada como instrumento en el proceso de integración de los indígenas a la sociedad nacional, esta ley les situó más allá de la legislación general de la nación, dentro de un marco legal especial y con un estatus de minoría de edad que les dejó bajo control y supervisión del Estado, entonces representado por las misiones católicas. La Ley 89 fue ambigua en sus propósitos, por una parte buscaba mantener la figura de propiedad comunal de resguardo y por otra preveía la privatización y venta de las tierras de resguardo en cincuenta años. Según lo afirma Rappaport (2005) la Ley 89 aseguró la supervivencia temporal del resguardo pero también viabilizó legalmente su desaparición. No obstante, esta ley sirvió por muchos años como soporte en los intentos de diversas comunidades por preservar su autonomía territorial. Este es el caso de las comunidades indígenas del Cauca y del Sur del Tolima que, posteriormente, en cabeza del Indio Manuel Quintín Lame adelantaron un proceso de resistencia que a la postre consolidó las organizaciones indígenas regionales y nacionales contemporáneas. 28 Quintín Lame y las memorias de su lucha por la tierra en el Sur del Tolima. El 26 de octubre de 1880 nació y fue bautizado Juan Quintín Lame, posteriormente llamado Manuel, hijo de Mariano Lame descendiente indígena del pueblo paez y de Dolores Chantre, quienes vivían con sus seis hijos en un pequeño fundo que ocupaban en calidad de terrajeros en la hacienda La Polidara, corregimiento San Isidro en el municipio de Popayan. (Gross, 1991) Las guerras de finales de siglo XIX y comienzos del XX llegaron de manera dolorosa y cruel sobre estas regiones del Cauca, y Manuel Quintín Lame presenció uno de los hechos que marcaría su vida. A la edad de 5 años, Manuel Quintín Lame vio como un grupo de hombres blancos violó salvajemente a su hermana Licenia y luego saquearon las pocas pertenencias que los Lame tenían. A la edad de 18 años, Quintín Lame se enlistó en el ejército, allí recibió algunas enseñanzas del general Carlos Albán en materia de escritura, lectura e historia, pero también obtuvo otra enseñanza: la idea de que las leyes eran el fundamento de la justicia. Una vez regresó de la guerra consiguió un manual de leyes, de cuyo estudio adquirió los conocimientos para ejercer como abogado en Popayán. Allí fue conocido como el “doctor Quintino” por la mayoría de sus clientes, que eran indígenas y que se encontraban en pleito por pérdida de tierras. (Romero, 2006) A raíz de la leyes que en materia de tierras e indígenas se expedían y que cada vez eran más injustas Quintín Lame se preguntó: “¿Tanto ganado y tan gordo, tanta tierra para uno solo y todo por ser blanco? ¿Mientras que yo, el indio Quintín Lame, sin tierra y sin ganado y todo por ser indio?” (Lame, 2004) 29 Al no encontrar respuesta viajó a Popayán, y al hacer el memorial y la reclamación respectiva se enteró de que toda esa comarca había sido donada por el rey de España en 1672, con los indios tributarios que en ella había, a Luisa Hurtado de Águila. ¿Qué derechos tenía el blanco a disponer de las tierras y vidas de los indios?, se preguntó y escribió como respuesta a esta pregunta un memorial que mandó a las autoridades. Sin embargo, sin respuesta evidente, decidió emprender su lucha en contra de las injusticias cometidas contra los indígenas en Colombia. (Gross, 1991) Las ideas con las que Manuel Quintín fundamentó y orientó sus acciones constituían claramente los cimientos de un pensamiento de liberación indígena y ellas dieron a la lucha que dirigió un carácter embrionario de movimiento de liberación, cuya estrategia estaba orientada hacia la recuperación de la autonomía territorial, económica, política y cultural de las sociedades indias que vivían en Colombia. (Vasco, 1997) Su principal objetivo consistió en la recuperación del control de los terrajeros indígenas sobre sus tierras, eliminando el terraje que pesaba sobre ellos y, con él, el dominio económico, político, social y cultural de los grandes hacendados. Manuel Quintín Lame no aceptaba que si sus antepasados habían vivido y trabajado en estas tierras durante siglos, ahora tuvieran que pagar con su trabajo gratuito para poder vivir en ellas. En su pensamiento consideraba que todas las tierras de América pertenecían a los indios por haber vivido en ellas desde siempre, por haberlas ocupado y trabajado en la sucesión de las generaciones. Los españoles no eran de aquí, eran venideros que arrebataron las tierras por la fuerza, por lo cual no tenían derechos. Aún desde el propio 30 punto de vista de los blancos, Quintín Lame veía a toda América, las Indias, como las llamaba, como un inmenso baldío al cual los indígenas tenían derecho. Por lo tanto, no había ninguna razón para que pagaran terraje: "Solo los indios somos los verdaderos dueños de esta tierra de Colombia, porque toda América es baldía". Estaban, pues, en su derecho de organizarse y luchar para recuperar su autonomía sobre la tierra. Estas ideas de liberación se fueron afianzando con el desarrollo de las actividades encaminadas a la reivindicación indígena. Sus alcances llegaron tan lejos que las orientaciones básicas del movimiento consistían, en primer lugar, en que se mantuviera el terraje, pero que fuesen los blancos quienes tributaran a los indios. Es decir, que los indios como dueños legítimos de la tierra arrendaran estas a los blancos para, posteriormente, expulsarlos definitivamente de todos los territorios indígenas. Pero recuperar y hacer avanzar esa autonomía territorial implicaba ejercer también una autonomía política, para lo cual se hacía necesario que los indígenas se organizaran en un gobierno propio. De ahí la estrategia que Lame siguió, buscando unificar las comunidades indígenas alrededor de una autoridad política central, constituida por él mismo, en tanto cacique general de todos los indios de Colombia. Así, Manuel Quintín Lame, junto a Gonzalo Sánchez y apoyado en la Ley 89 de 1890 y en el orgullo de la identidad indígena inicia una serie de acciones en los municipios de Ortega y Chaparral para recuperar las tierras de las comunidades indígenas. El reconocimiento de los cabildos de Ortega y Chaparral, la creación “del Supremo Consejo de Indias que tenía como objetivo defender los derechos y propiedades de las tribus indígenas de Colombia” (Oliveros, 1996), y la protocolización del título de 31 propiedad del gran resguardo Ortega – Chaparral a través de escritura pública en Bogotá fueron algunos de los resultados de su lucha. En los años veinte ante la respuesta negativa del gobierno respecto a las demandas territoriales Lame instauró el Consejo Supremo de Indias y promovió una estrategia de ocupación y recuperación de hecho de los territorios indígenas. Además, gracias a su ingenio y su liderazgo en la lucha social, en 1937, el cabildo y el resguardo de Ortega y Chaparral fueron reconstituidos y en 1939 se obtiene el reconocimiento formal del resguardo y se inicia el censo indígena en el Sur del Tolima. (Oliveros, 1996) Posterior a este logro, en la década de 1950, comienzo del periodo que denominamos la violencia3, ocurre un verdadero debacle demográfico de la población Pijao que queda en medio de la confrontación de las facciones partidistas y es, sistemáticamente, exterminada y expropiada de sus tierras de resguardo. Dados los procesos migratorios generados por la confrontación armada, muchos indígenas fueron desplazados y se asentaron en zonas de la Orinoquía y la Amazonía, así como en municipios de ocupación no indígena del departamento del Tolima; esto trajo consigo procesos de campesinización forzada y ocultamiento étnico que actualmente se han convertido en uno de los mayores obstáculos para el reconocimiento de sus derechos como pueblos indígenas. Hacia la década de los 70, gracias al trabajo político realizado por Quintín y por otros líderes pijaos como José Gonzalo Sánchez que militó en el partido comunista y fue 3 La época de la Violencia en Colombia es como se denomina a un periodo histórico que se inició en 1948, caracterizado por violencia bipartidista y el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de este mismo año, hecho que desencadenó una serie de desórdenes conocidos como el Bogotazo, caracterizados por las fuertes peleas entre Liberales y Conservadores, incluyendo asesinatos, agresiones, persecuciones, destrucción de la propiedad privada y terrorismo por el alineamiento político. 32 fundador de la ANUC, nace el CRIC, al cuál las comunidades indígenas del Tolima se suman de manera activa. Allí se elabora una plataforma de lucha que luego será también el germen de la Organización Nacional Indígena, se reanudan las actividades de recuperación territorial y en el caso del Tolima, reaparecen como elementos de reivindicación los títulos de los resguardos Coloniales de Ortega y Chaparral, y Coyaima y Natagaima. Justamente, el papel de Quintín Lame en la recuperación étnica y territorial sucedida entre las décadas de 1950 y 1970 en el municipio de Ortega ha sido narrada e incorporada en la memoria social de las comunidades más antiguas. Este es el caso del Resguardo Guatavita Túa, en donde el relato de la lucha por la tierra ha sido trasmitido de generación en generación y donde el equipo de campo encontró a algunos de sus más antiguos protagonistas. […] entonces aquí vino a aviviar este movimiento que estaba un poco apagado, él (Lame) era muy devoto a los santos, se la pasaba en la iglesia y entonces el vivía en una comunidad que se llamaba Los Pollolas, aquí abajito de Ortega. Vivía allí bastante en esa comunidad y entonces venía aquí donde nosotros y los indios de aquí iban a acompañarlo a pie, como en esa época era todo a pie, y lo acompañaban y hacían las reuniones donde Belisario Tique y Natividad Aroca; hacia las reuniones y él nos aconsejaba de que las tierras eran de nosotros los indígenas, las tierras no habían que dejarlas ganar del blanco, que eran de nosotros y nosotros seguimos la lucha, de ahí para acá seguimos la lucha y así se logro la recuperación de Cofradía y Puerto Rico, porque antes trabajábamos en estas lomas.[…] (Arnulfo Tique. Entrevista Noviembre 2010. Comunidad Guatavita Tua.) Según los relatos recogidos durante la visita a la comunidad, Guatavita Túa fue uno de los sitios en donde Quintín Lame se resguardó durante su proceso de resistencia en el Tolima. Allí, no solo avivó un movimiento para la recuperación de tierras, sino que 33 realizó una labor educativa importante que formó a los que luego garantizarían la continuidad de las recuperaciones y la pervivencia del pueblo Pijao. Arnulfo Tique uno de los habitantes más antiguos de Guatavita Túa y testigo de la estancia de Quintín Lame en la comunidad y en Ortega, narró la manera cómo los gobiernos conservadores como el de Laureano Gómez realizaron una serie de persecuciones sistemáticas a la labor política y libertaria de Quintín y sus colaborares4. Según el Arnulfo Tique, las política de censura y exterminio de Laureano Gómez cegaron el proyecto educativo de Lame, quien había fundado varias escuelas que durante la época de la violencia fueron quemadas y arrasadas. (Arnulfo Tique. Entrevista Noviembre 2010. Comunidad Guatavita Tua.) Guatavita Túa como una de las primeras comunidades reconstituidas después de los procesos de exterminio y despojo sufridos por los Pijao en la época colonial y republicana, consolidó un proceso de lucha que resultó en la recuperación de las tierras con la que hoy cuenta, así como un sistema de tenencia colectiva, es decir un resguardo, en donde las personas ganaron su derecho de propiedad por vía de la recuperación y de la resistencia. “Pero antes estas tierras no eran ni cabildo, ni comunidad, eran manejadas como junta de acción comunal, pero entre la junta de acción comunal quedó una sola persona trabajando lo indígena que era buscando la forma de recuperar el terreno y se recuperó eso. Ya desde el 72 para acá, fue que se transformó a cabildo y se hicieron varias recuperaciones entre ella en el 86, que fue la más dura en donde nos mataron una compañera y encarcelan en marzo del 86 a 35 personas en la cárcel de Ortega, entre ellos como que 6 menores y nos desalojan del sitio...ahí frente de lo que hoy es la sede fue donde nos dimos la pedrera y en el mismo 86 en octubre, volvimos a ocupar el 4 Dentro de los colaboradores de Lame son muy recordados los nombres Eutiquio Timoté, José Gonzalo Sánchez y Abel Tique. 34 predio y vuelve la policía, la disponible del Espinal y nos prende a bala y nos mata a una compañera. Con la muerte de la Compañera y la golpiza, claro que hubieron 17 parabrisas (escudos de contención) destruidos y policías heridos, no a plomo sino con piedra [...] esa vez estuvo feo, yo estuve ahí y tenia 16 años. La hacienda que se recuperó se llamaba Cofradía y era de los señores Angarita y ahí mataron la compañera Doris Lozano, mi papá era Gobernador y ella era una señora como de 19 años, estaba en embarazo y tenía un niño de 5 años...y ahí cayó. Debido a eso en el mismo 86 en Noviembre se hizo la primera gran caminata del CRIT de Castilla al Espinal, donde se solicitaron un poco de puntos entre ellos la negociación de territorio para los Indígenas, la salud, la educación, libretas militares y de eso se aprobaron como que 12 puntos y la gente iba para Bogotá pero el gobierno no nos quiso dejar y llegamos hasta el Espinal, ahí nos atrincheraron e íbamos dispuestos a lo que fuera... y así se negoció en el Espinal y se hicieron los acuerdos y se cumplieron entre ellos la entrega de la finca” ( José Humberto Tique. Entrevista Noviembre 2010) Como vemos en el testimonio del Gobernador de Guatavita Túa, la resistencia ha significado la muerte de personas y la violación de múltiples derechos a las comunidades implicadas, no obstante, esto ha fortalecido al pueblo pijao para organizarse y reconstruir no sólo su experiencia y su memoria indígena, sino también fortalecer su diálogo y negociación con el estado colombiano. Precisamente y gracias por su puesto al germen libertario y de resistencia sembrado por Quintín en el Tolima, en 1982 se consolida el Consejo Regional Indígena del Tolima que se encarga de canalizar los esfuerzos organizativos de las comunidades en la recuperación y el saneamiento de la tierras. Posteriormente aparecen otras organizaciones como la Asociación de Cabildos Indígenas del Tolima y la Federación de Cabildos Autónomos del Tolima (FICAT) que congregan a varias de las comunidades esparcidas por el territorio. 35 La problemática territorial de los indígenas del Tolima, el aseverado despojo y desplazamiento que se efectuó desde la colonia hasta nuestros días trajo como consecuencia una concentración de la tierra sin precedentes. Según Morales, et al. (2008) “de las 107.786 hectáreas que constituían el resguardo de Ortega, en poder de los indígenas quedaron menos de 3000 hectáreas, una de las expropiaciones más dramáticas que un pueblo indígena sobreviviente haya sufrido en menos de diez años”. Hoy se puede decir que el panorama no es alentador, pese a las luchas y los esfuerzos organizativos, que como ya se describió, tiene asidero en la segunda mitad del siglo XX, la dinámica económica y social del país ha propiciado la continuidad de los procesos de despojo y violación de derechos del pueblo pijao. Pese a que muchas de las comunidades que habitan el territorio y que habían perdido su memoria indígena han desarrollado procesos organizativos y de recuperación identitaria, estos no han sido suficientes para que el Estado reconozca y restituya las tierras que ancestralmente les pertenecían. Así mismo, nuevas pretensiones y nuevos colonizadores pisan el territorio pijao agenciando una nueva campaña de desplazamiento y despojo. Colonizaciones que amenazan de nuevo la pervivencia, y la continuidad de los procesos de reconstitución étnica y de autodeterminación política de este pueblo indígena. 36 El territorio y la vida en las comunidades pijao contemporáneas Al respecto, el Pueblo Pijao luego de los procesos de reconocimiento étnico que adelantó durante la última década del siglo XX se encuentra en una difícil situación en términos de tenencia y propiedad territorial. Por un lado, encontramos comunidades reconocidas antiguamente, como Guatavita Tua por ejemplo, que poseen territorio de resguardo y que por medio de recuperaciones y adjudicaciones estatales han conservado su territorio ancestral. Por otro, encontramos al grueso de la población Pijao que esta organizada en cabildos los cuáles no tiene territorio y quienes esperan que les sea reconocido y adjudicado por el Estado. Podemos decir, que los procesos de resistencia histórica de los Pijao junto con su adaptación a los paisajes que habitan, han determinado la manera en como estas comunidades se identifican y han construido un vínculos identitarios con su territorio. Así, en cuanto a las formas de producción podemos afirmar que las comunidades del municipio de Ortega que se ubicaron en las partes altas de la cordillera central, 37 aprovechan la altura y el clima para cultivar café, producto que no esta presente en los usos agrícolas de las comunidades de la parte baja. Así mismo encontramos maíz, plátano en su variedad “cachaco” como es denominado en toda la región, yuca y fríjol, productos que en cambio si caracterizan toda la producción agrícola de la comunidad Pijao en los dos sectores. Las comunidades de la parte alta han sido reconocidas hace poco tiempo y por tanto no poseen territorio de resguardo, allí las huertas son familiares y en el predio adquirido por el cabildo, en el caso de la comunidad de Mesones, existe una huerta comunitaria en donde se siembran hortalizas y plantas medicinales. En la parte baja, correspondiente a las jurisdicciones de los tres municipios, encontramos una temperatura mayor y una importancia preponderante de los ríos, Magdalena y Saldaña específicamente. Allí los usos del suelo tienen una vocación fundamentalmente agrícola aunque también hay ganado y porcicultura que son actividades alternativas, así como la pesca. 38 En este paisaje el cultivo y comercialización de la hoja de “cachaco” es protagonista. Se puede concluir que esta práctica es la que sostiene económicamente a la región y específicamente al pueblo Pijao, comunidades como Totarco Dinde y Chenche Amayarco son las mayores productoras de hoja de cachaco, que se utiliza tradicionalmente en la región para envolver el conocido tamal tolimense. Dado que el periodo de campo en estas comunidades se efectuó en el mes de diciembre se pudo constatar de primera mano como se prepara el producto, como se comercializa, y sus ritmos comerciales apropósito de las fiestas navideñas en donde, a nivel nacional, se acostumbra el consumo de tamal. No obstante, se puede decir que pese a que la comercialización de la hoja del cachaco dinamiza la economía local y brinda a las familias un ingreso, su rentabilidad y su periodicidad son muy precarias. En realidad los costos económicos y sociales de la producción y comercialización son reducidamente cuantificados por el mercado que brinda según lo que pudimos observar la mayoría de ganancia a los intermediarios y a los que hacen los tamales en las grandes ciudades como Bogotá e Ibagué. 39 En la comunidad Totaro Dinde Tradicional se encuentra un centro de comercio muy importante en la región. Alli se comercializan varios productos como la hoja de cachaco y el limón. A este centro de acopio llegan cargas de hoja de cachaco de aproximadamente 6 comunidades, que son enviadas exclusivamente a Bogotá. Así mismo, en los predios del resguardo hay una siembra de aproximadamente 15 mil hectáreas de cachaco, de la cuál la mayoría es de propiedad individual. No obstante, existe un porcentaje de propiedad comunal que se trabaja mediante minga o convite y los recursos allí obtenidos son destinados al cabildo. La hoja se vende en puestos, los cuales están conformados por lo que en la región se conoce como ralgos y puntas que son cortes específicos de la hoja. Por un rollo de 50 puestos se paga en época navideña en donde el mercado se valoriza entre 5 y 6 mil pesos. En su corte, preparación y venta de la hoja participan todas y todos los y las integrantes de la familia. Además de estos usos del suelo, encontramos en la comunidad de Santa Rita, jurisdicción del municipio de Ortega, una explotación intensiva de petróleo, la cuál ha modificado sustancialmente las actividades económicas y productivas de la región disminuyendo el aprovechamiento agropecuario para dar paso a las labores típicas de la industria petrolera concernientes a la adecuación de infraestructura: construcción de vías, instalación de bombas (machines), explotación y transporte del crudo. 40 Igualmente, en el municipio de Coyaima y las comunidades que la circundan como Chenche Amayarco, Zanja honda y Totarcos, también se observa el impacto de la construcción del distrito de riego triángulo del Tolima y los nuevos usos del suelo asociados. Se hace evidente que estos dos casos de mega proyectos de infraestructura y explotación han causado significativos impactos en la vida del pueblo Pijao y en su territorialidad, constituyéndose en amenazas inminentes a su derecho al territorio, a un ambiente sano, a la participación por medio del consentimiento previo, libre e informado y por su puesto a su pervivencia cultural que se ve afectada por las nuevas dinámicas que estas industrias introducen. Amenazas al territorio A propósito de las nuevas prioridades económicas del país orientadas a fortalecer las industrias extractivas y la generación de energías alternativas, encontramos en el sur del departamento del Tolima un gran proyecto de infraestructura para riego así como la explotación petrolera en el municipio de Ortega. Estos dos grandes megaproyectos, así como ha sucedido en otros territorios indígenas del país, se han constituido en amenazas que socavan los derechos fundamentales de los pueblos indígenas respecto a su papel en el modelo de desarrollo nacional y al uso y propiedad del territorio. En el caso de la explotación petrolera que se desarrolla en el municipio de Ortega y que específicamente tiene como área de influencia la comunidad de Mesas de Cucuana – Santa Rita encontramos que pese al procesos de consulta previa efectuado para la explotación hay un sostenido menoscabo de los derechos de las comunidades 41 indígenas representado en el incumplimiento de los acuerdos logrados en el marco de la consulta y de las medidas de mitigación de impacto acordadas: “Inocentemente nosotros no pensamos que ellos iban a hacer esa explanación de ese pozo Don Pedro 12 CPI. Ellos abrieron carretera, se fue toda la cantidad de árboles, de palmas y vegetación, pero como ya ellos tenían el permiso de CORTOLIMA, es decir la licencia ambiental. Ahorita nosotros fuimos y vimos y eso es muy duro porque ver tanto árbol inocente que nos ayuda a proteger nuestra naturaleza. Donde hay palmas y árboles grandes hay frescura, el ganado llega y se arrima, hasta uno. Duraron más de cuatro meses haciendo esa explanación y también acabando parte del cerro de los abechucos porque eso es como una pata del cerro de los abechucos, que eso forma parte de nuestra cultura, y ellos lo hicieron sin importar. El dueño de tierra vendió y ellos hicieron la explanación. Ahorita dicen que van a arborizar, tienen 15 hectáreas para eso porque a ellos también les cabe su compromiso". "A nosotros en ningún momento nos dijeron cuando venían a hacer las socializaciones que se iban a comer ese pedazo del cerro de los abechucos. En las otras el daño no fue tan grave porque había pasto y no tantos árboles, pero esta fue un daño inmenso” (Idalia Romero. Entrevista. Noviembre de 2010 Gobernadora) Como es ilustrado por el testimonio de la Gobernadora del Cabildo mesas de Cucuana, las afectaciones que la industria petrolera ha dejado a la comunidad son 42 innumerables, por una parte el tremendo daño ambiental representado en la deforestación, la contaminación de las fuentes de agua, la afectación a los suelos, etc.; por otro las afectaciones a la vida comunitaria que tienen que ver por un lado con la salud de los habitantes del cabildo, que se ha visto amenazada por la contaminación auditiva de los machines que quedan muy cerca a las casa y que incluso han provocado desplazamientos. Así como la contaminación del aire por el polvo de la carretera que ha causado enfermedades respiratorias. De igual forma, la industria petrolera ha desmembrado el tejido social encontrándonos con una organización débil y una comunidad con unos profundos lazos de dependencia a la “empresa”. ...”el pozo Sur 2 queda muy cerca de la casa de Aldemar Aponte y ese es el que mayor problema tiene porque suenan unos totazos todo el tiempo. Se les ha reclamado harto a los ingenieros de Hocol y de Ecopetrol y nada que solucionan nada” (Catalina Caro. Notas de campo. Taller Cabildo Santa Rita) Justamente, se tuvo la oportunidad de participar en una reunión del cabildo, la cuál se desarrolló alrededor de los puestos de trabajo de la empresa, definiendo quienes de la comunidad los ocupaban y como se repartían los beneficios. En este sentido, la presencia de la empresa en la vida de la comunidad ha desplazado algunos intereses comunitarios y ha puesto a la organización al servicio de los afanes de la extracción. Por ejemplo y pese a que tuvimos un espacio en una asamblea plena de la comunidad para invitar a las personas a participar en los talleres fue muy poca la acogida y las personas en el taller decían: “si fuera para trabajo en la empresa, aquí estaría todo el mundo” Esto mostró y según las conversaciones con la gobernadora y la suplente de la gobernadora que por lo menos los habitantes hombres tiene poca participación en la organización porque la mayoría esta haciendo trabajos de la empresa, así como la 43 población juvenil, lo que ha significado el protagonismo de las mujeres en varios escenarios comunitarios. Existe también otro peligro, producto de la explotación de gas que también se da en la región. El gasoducto que se encuentra sobre tierra a la orilla de la carretera que conduce a los pozos y a la planta de tratamiento, debió ser construido subterráneo para evitar accidentes y colisiones de vehículos con el ducto. Dentro de lo previsto en el documento de consulta previa realizado por la empresa Hocol a la comunidad, se había acordado que los tubos del gasoducto iban a estar bajo tierra, no obstante la construcción no fue así y llevan años con unos tubos a la orilla de la carretera que son de lejos un peligro inminente […]Nosotros tenemos una amenaza que es que tenemos una bomba en cada esquina, donde aquí dios no lo quiera llegue a haber un atentado o haya un accidente industrial todos salimos a volar (Catalina Caro. Notas de campo. Habitante Mesas de Cucuana Santa Rita en Taller) Como pudimos constatar en el documento de consulta previa que fue facilitado por la gobernadora, existen varios acuerdos incumplidos y también una sensación de engaño por parte de la comunidad. La organización y en general las personas dicen que la explotación, más que progreso y bienestar, les ha dejado sólo impactos 44 negativos en lo ambiental y en lo social, ha puesto a la gente a competir por empleos y les ha mostrado que es necesario organizarse y fortalecer a la comunidad para no volver a ser engañados. La explotación de hidrocarburos nada nos deja porque de todas maneras si vienen y perforan ellos se están llevando su riqueza y porque den cinco o seis millones por un pozo no quiere decir que eso se beneficia toda la comunidad porque tanta comunidad que tenemos y nosotros siempre quedamos en las mismas […] en el 2007 vino la consulta previa para lo de los pozos, donde venían a explorar y era por plazo de Hocol que fue el que hizo la consulta previa con nosotros. Cuando nosotros ya nos dimos cuenta fue demasiado tarde porque ya teníamos firmado todo lo de la consulta previa que era para ocho o diez pozos, pero ya quedó la contaminación encima y no podemos hacer nada. Ellos dicen que con ese daño que los van a hacer nos van a dar las otras siete hectáreas de reforestación y ahí están en proceso (Sol Ramírez Entrevista suplente gobernadora. Noviembre de 2010) Así como sucede en mesas de Cucuana, la situación en el área de influencia del proyecto triángulo como es conocido en la región, no es más esperanzadora. El distrito de Riego Triángulo del Tolima es un proyecto que ha sido desarrollado desde el año 2005 y espera ser finalizado el 2011. Para su construcción la nación destinó 146 millones de dólares autorizados en el Conpes No 3357 del 2005, así mismo ha sido declarado como una de las obras de infraestructura más importantes para la nación, dadas las condiciones de acceso y aprovechamiento hídrico necesarias en la región. 45 El proyecto en sus dos fases de construcción ha traído beneficios a algunas comunidades indígenas quienes vendieron predios y fueron reubicadas, además de emplear a algunas personas para la construcción. No obstante, hay otras como la comunidad de Chenche Amayarco por ejemplo, que han recibido los perjuicios ambientales de la construcción de este megaproyecto y quienes además se preguntan por el futuro de sus comunidades y del uso del suelo luego de la inundación. “se prevé que con la construcción de ese triángulo hay que cambiar los cultivos. Aquí ya por lo menos el cachaco llevaron unos colinos para la Universidad Nacional y trajeron unos injertos. Pero el gobierno según el proyecto del triángulo ya tiene distribuido en cuantas hectáreas van a producir arroz, cuántas hectáreas van a producir cítricos, cuántas van a producir maderas. Pero eso el gobierno está viendo es la productividad. Esos cultivos los vamos a producir nosotros siempre y cuando nosotros reunamos las capacidades y los conocimientos para hacerlo o si no esto viene a ser reemplazado por alguien que sepa hacerlo(Catalina Caro. Notas de campo. Taller) Como vemos, es necesario evaluar detalladamente los impactos y los beneficios de éste proyecto en la región. Según un diagnóstico del suelo realizado por Corpoica para el área de influencia del proyecto, éste traerá enormes beneficios en el tema del uso agropecuario del suelo, dado que los suelos de este sector se han caracterizado por su condición desértica y su fragilidad, además y según el Ministerio de Ambiente, vivienda y desarrollo territorial este es uno de los lugares más secos del país. De esta manera, el distrito de riego beneficiaria a las comunidades indígenas Pijao ya que garantizaría el acceso al agua durante todo el año y por su puesto el mejoramiento de estos suelos con el fin de potenciar su vocación agrícola. 46 No obstante, la preocupación de las organizaciones y de las comunidades pijao es que el agua que supuestamente se va a tener para el beneficio comunitario sea más bien una garantía para que otros proyectos de grandes monocultivos entren a la región. De esta forma el llamado de las organizaciones es “un Distrito de riego que ayude a detener la desertificación, que beneficie principalmente a indígenas y pequeños agricultores y que garantice el derecho al alimento y al territorio” (Cartilla CRIT y FICAT, 2007) Algunas comunidades como, la de Chenche Amayarco ya se han visto afectadas por la construcción del distrito de riego. Muchas personas las cuales tuvieron que vender sus predios fueron reubicadas muy lejos de sus cultivos y eso ha generado un retorno a sus anteriores moradas mientras sucede la inundación. La construcción de la represa ha afectado los cultivos de las familias que aún permanecen a sus alrededores. En épocas de sequía al río no alcanza a llegar suficiente cantidad de agua para regar los cultivos y estos se dañan. Así mismo, cuando llueve mucho, el dique que filtra el agua se tapona por las basuras y palos que vienen de las quebradas, la rejilla se rompe y el paso de agua desmedido causa la inundación de los cultivos. cuando se inunda el dique comienza a subir el agua por las quebradas hasta arriba, porque no es que se inunde redondo sino por las quebradas y ahí por las 47 quebradas como son vegas, ahí es donde ha perjudicado los cultivos que van por la orilla de la quebrada ( Catalina Caro. Notas de campo. Taller resguardo Chenche Amayarco. Noviembre de 2010) Así mismo lugares comunitarios como la plaza de mercado en la cuál se realiza la comercialización de la hoja de cachaco y del limón van a desaparecer producto de la inundación. Sumado a la contaminación en la quebrada Amayarco, la cuál era antes era lugar de baño y hoy la cantidad de lodo y basura que del dique de la represa desemboca allí, ha impedido tal uso. Además de esta serie de afectaciones ambientales y económicas, la vida social tanto del pueblo de Coyaima como de los resguardos y cabildo de la zona de afectación del proyecto se ha transformado por la presencia de los trabajadores y empleados vinculados. “La llegada de personas de otras regiones del país para trabajar en el proyecto del triángulo del Tolima ha causado descomposición familiar. las parejas se han dejado, se han desbaratado hogares y los niños han quedado por ahí. Las mujeres se enamoran de los tipos que llegan que porque ganan plata” (Taller Chenche Amayarco) Como vemos, las afectaciones son amplias y es necesario que las comunidades y el estado colombiano, que es el encargado de velar por los derechos de las y los ciudadanos, se comprometan de manera efectiva para mitigar el impacto negativo de este tipo de actividades, al mismo tiempo que garantizar el desarrollo económico del país, el bienestar de las poblaciones y de las comunidades que reciben directamente los impactos. 48 SITUACIÓN POBLACIONAL DE LOS PIJAO Este aparte del documento presenta las estructuras por edad y sexo, el análisis de demografía estática y una pequeña caracterización de la situación familiar5 lo que pretende situar las condiciones poblacionales del pueblo Pijao. Transversal a ello, se encontrará algunos datos sociodemográficos que nutren la discusión etnográfica a lo largo del documento, referidos al tema de educación, salud (mortalidad), acceso a servicios básicos y territorio. La fuente de información constituyen los datos de población del censo realizado en el 2005, cuya información está desplegada en su sistema de información (REDATAM) a manera de consulta. Estructuras Por Edad y Distribución Poblacional. Para entender el análisis de las estructuras por edad y sexo se debe hacer en primer lugar una introducción general a la teoría de la transición demográfica. Al final del siglo XIX era de conocimiento común que los niveles de fecundidad estaban cayendo en muchos países occidentales (Lee; 2003, Coale; 1986). Al respecto, Notestein (1945) plantea que la fecundidad en los países pre-modernos se había mantenido alta dadas algunas situaciones como las doctrinas religiosas, códigos morales, leyes, educación, costumbres comunales, hábitos matrimoniales; lo cual era necesario para la sobrevivencia porque de otra manera, las altas tasas de mortalidad hubieran llevado al descenso y extinción de la población. Sin embargo, en algunos países la mortalidad empezó a descender por causa de la incidencia de las variables que del proceso de modernización e industrialización, habían 5 Este ejercicio se elaboró con base en registros administrativos de los operadores del ICBF. 53 aparecido. El crecimiento de grandes ciudades de donde emergió una sociedad urbana industrial con nuevas tendencias educativas, mejores servicios de salud y nuevas costumbres alrededor del matrimonio tales como el retardo de la primera unión y mayor tiempo de exposición a la unión; produjeron un aumento en el tiempo de vida de hombres y mujeres, pero también un cambio en las estructuras y ciclos familiares; lo que sumado a la implementación de políticas públicas, redujo las tasas de fecundidad. El argumento aparece a primera vista claro y convincente, pero tiene elementos e implicaciones que son más complejas o debatibles que tienen un efecto el modo de analizar el cambio demográfico a la luz de las dinámicas y transformaciones culturales. Existe una tensión persistente en los textos sobre la teoría de la transición demográfica que reclaman que la racionalidad proviene sólo de una sociedad industrial urbana y no de sociedades agrarias tradicionales o aquellas cuya dimensión cultural e histórica son evidentemente diferentes a la sociedad hegemónica. En tanto, la teoría contempla tres tipos de poblaciones con base en la ubicación en el proceso de transición demográfica: a) pre-transicionales, donde por causa de los avances técnicos en la agricultura, el avance de la medicina y la educación; las tasas de mortalidad descienden manteniéndose estable los niveles de fecundidad lo que produce una crecimiento poblacional exponencial: b) transicionales, donde la mujer empieza a participar activamente de los mercados de trabajo y la educación, estableciendo la anticoncepción como una práctica más frecuente, reduciendo ostensiblemente las tasas de fecundidad; d) post-transicionales, en la cual las tasas de fecundidad y mortalidad son bajas, propias de sociedades post-industriales. Las tres etapas mencionadas están relacionas con la idea de una “racionalidad económica”, que 54 lleva a las personas a tomar decisiones que vayan en sentido de las ideas centrales de la teoría y sustenten la idea de sociedades desarrolladas. Sin embargo en el presente trabajo se indaga cuáles son los preceptos y mecanismos culturales de la población para mantener ciertas tendencias poblacionales que conduzcan justamente a un entendimiento más aproximado a una “racionalidad cultural”. Es por ello que a continuación se ubican las estructuras poblaciones de los Pijao en los tres municipios, para posteriormente contrastarlo con el trabajo etnográfico, situando propuestas concretas de atención diferencial por parte de Estado, pero también, insinuando preguntas que nutran el debate al respecto. 55 Dentro de la pirámide de población del departamento del Tolima se establece un decremento de la fecundidad dado que el segmento de población entre los cero y los cuatro años, empieza a disminuir en relación con el grupo quinquenal situado entre los 5 y los 9 años. Este proceso es más evidente cuando se observa que la población entre los 10 y los 14 años es mayor que el grupo quinquenal de 5 a 9 años. Por otra parte, se encuentra que la población está en la etapa transicional, donde la disminución dramática del grupo de población ubicado entre los 15 a los 24 años es muy significativa lo que puede corresponder a procesos de migración, o cambios en la situación del los mercados de trabajo, lo que repercute directamente en la relación de dependencia puesto que la población económicamente activa (PEA) disminuye. Ahora bien, se observa que la población pijao los municipios de Ortega y Coyaima tienen comportamientos similares situados en la etapa pre-transicional (gráfica 2 y 4). Sin embargo, hay algunas diferencias sutiles que indican que la fecundidad en el municipio de Ortega ha ido en un decremento significativo dado que el porcentaje de población entre los 0 y los 5 años es mayor al presentado en Coyaima. Por otra parte, la población económicamente activa en Ortega es sutilmente mayor al de Coyaima, lo que sitúa a los indígenas de este municipio con una relación de dependencia de niños, niñas y adultos mayores en una situación desfavorable. Es importante observar que los dos casos, el grupo de los 15 y los 19 años y en adelante es mucho menor que la población entre los 10 y los 14 años, lo que establece un cambio significativo de otras variables que hacen que en estas edades la población se reduzca. El comportamiento de la pirámide de la población pijao del municipio de Natagaima también se ubica en la etapa pre-transicional, no obstante, es distinto (gráfica 3). Se nota por un lado una 57 reducción del porcentaje de población en las primeras edades, lo que representa una baja en la fecundidad más pronunciada que en los otros dos municipios. Además, la baja del porcentaje en la población entre los 20 y los 34 años puede corresponder a procesos propios de la migración. Sin embargo, el aumento en el grupo quinquenal de 40 a 45 años, puede corresponder a una migración de retorno de la población Pijao en el municipio lo que representa un factor evidentemente diferente del comportamiento poblacional de los indígenas de Coyaima y Ortega. Por otro lado, es importante articular este proceso a la distribución poblacional en los municipios puesto que da una idea general de a cuantas personas está afectando. Población indígena 13227 30536 Coyaima Población total Población indígena Natagaima Ortega Distribución de la población por municipio, 2005 Población indígena 21035 27733 Población total Población total 8873 20268 Fuente: Elaboración propia con base al DANE, 2005 Se indica entonces que la mayor parte de la población se sitúa en el municipio de Ortega, seguido de Coyaima y Natagaima. Sin embargo, el mayor número de población indígena habita en Coyaima, siendo los pijaos de Natagaima los que menos acumulan. 58 El análisis de demografía estática, de donde emergen un conjunto de índices que dan cuenta de ciertos fenómenos sociales, evidencia varias conclusiones preliminares interesantes descritas en el siguiente cuadro: Análisis de la situación familiar. Para este apartado se escogió trabajar con base en la información contenida en los registros administrativos de los operadores del ICBF en la zona. En primer lugar, se corrigieron las bases de datos referentes a la población de los resguardos, puesto que 59 la información no estaba desplegada por persona. En segundo lugar se recodificó la base haciendo posible la construcción de una nueva, referida a los hogares. El concepto de hogar depende de las disposiciones adoptadas por las personas – individualmente o en grupo – para abastecerse de alimentos y de otras cosas esenciales para vivir. Los hogares constituidos por grupos familiares ampliados que proveen en común a sus necesidades alimenticias, o por hogares potencialmente separados con un jefe único, resultantes de uniones polígamas, pueden ocupar más de una unidad de habitación (Naciones Unidas, 1967). Los miembros del grupo pueden poner en común sus ingresos y tener un presupuesto único. El grupo puede estar compuesto por personas emparentadas entre sí o de personas sin vínculos mutuos de parentesco o de parientes y no parientes a la vez (IASI, 1977). En tal caso, trabajaremos el supuesto de que al hablar de hogares podemos referenciar un grupo familiar. Para su análisis, se acostumbra tomar el catalogo de parentesco de la siguiente forma: a) Hogares nucleares compuestos por madre y padre, o madre o padre e hijo-s. b) Hogares extensos, determinadas por la presencia de padres, los hijos y otros parientes. c) Hogares compuestos como aquellos nucleares o extensos con otros no parientes. Sin embargo las fuentes otorgadas por el operador no contenían información relacionada con el parentesco por lo cual se escogió trabajar el ciclo vital de a siguiente forma: a) Inicio de la familia: hijo mayor del jefe menor de 6 años; b) Ciclo de consolidación: Hijo o hija mayor entre los 6 y los 11 años c) Ciclo de expansión: Hijo mayor entre 12 y 18 años; d) Ciclo de Salida: hijos o hijas mayores de 19 años o más (CEPAL, 1998; Bravo, 1993). Adicionalmente, se tomo en cuenta el tamaño del hogar el tipo de jefatura. 60 Los resultados se presentan a continuación: Fuente: Elaboración propia con base en registros Administrativos de Operador ICBF Fuente: Elaboración propia con base en registros Administrativos de Operador ICBF 61 Se encontró que el porcentaje de hogares con jefatura femenina alcanza el 5.2%, el tamaño promedio de los hogares es de 5.64 integrantes, con 2.3 niños y niñas por familia. Se observa que la mayor cantidad de hogares esta en un ciclo temprano lo que evidencia una número significativo de niños y niñas menores de 12 años en las familia. No obstante, evidenciamos que el número de hogares en expansión es menor al resto, lo cual tendrá como consecuencia que será posteriormente los hogares en formación serán mucho menos que a la fecha. Si se observa con detenimiento podemos concluir que la dinámica familiar está fuertemente influenciada por las dinámicas poblacionales en una etapa pre-transicional con respecto a la transición demográfica. 62 ORGANIZACIÓN SOCIO CULTURAL PIJAO Entender las maneras en que el Estado a través de sus políticas y encarnado en instituciones como el ICBF, se relaciona con el pueblo pijao, precisa volver la mirada hacia las formas de organización social, política y cultural de este grupo. Con base en la revisión literaria y en el ejercicio etnográfico que el equipo realizó durante las jornadas de campo, en este aparte se ofrece una descripción de algunos factores que como las formas de poblamiento y vivienda, la organización socio política, la cosmovisión y los patrones de alimentación, constituyen la organización pijao. Dentro de estos factores se identifican algunos agentes de transformación como la irrupción de proyectos de infraestructura y extracción de recursos naturales en el territorio pijao, así como pervivencias y continuidades de las estructuras organizativas coloniales, que de una u otra manera han constituido elementos de soporte identitario en la reconstitución cultural y la interlocución con el Estado. Finalmente, se abordan algunas de las maneras de identificar(se) y representar(se) que han tomado importancia en la relación entre el pueblo pijao y el Estado, la cual es cada vez más burocratizada e implica la redefinición y negociación de los referentes culturales pijao. Patrón de Asentamiento – Vivienda Trabajos basados en la revisión de fuentes etnohistóricas como el de Samoral (1963) y de corte etnográfico como el de Oliveros (1996) coinciden en señalar para el 63 caso del pueblo pijao, un patrón de poblamiento disperso en pequeños poblados o parcialidades. La selección del sitio para construir la vivienda conserva algunos de los factores que durante épocas tempranas se tenían en cuenta y que estaban relacionados con la provisión de recursos y la defensa frente a los españoles y pueblos enemigos. Esto es en principio, la cercanía a las fuentes de agua y a la huerta y una buena visibilidad en los alrededores de la casa y en los caminos de llegada a la misma. Se acostumbra a segar la vegetación alrededor de la vivienda para evitar la proliferación del jején y a sembrar árboles de sombra que casi siempre son de limón, mango y totumo. La estructura de la vivienda indígena pijao es similar a la del campesino tolimense pero conserva dos características particulares: “la primera consiste en que las vertientes largas del techo forman voladizos sobre las vertientes cortas y la segunda, que en la mayoría de los casos, la casa se erige sobre una plataforma” (Faust, 1990. Citado En Oliveros, 1996) Consta normalmente de dos habitaciones que se usan como dormitorios y la cocina que por lo general es una construcción aparte, entre la cocina y los dormitorios hay un lugar llamado sanjuanera en donde hay un techo y troncos para colgar hamacas, es un lugar común de reunión social. La construcción de la casa se hace por medio de trabajo colectivo, llámese convite o minga, así quien será el dueño de la casa junta maíz, yuca, plátano, carne y panela para preparar chicha y sancocho y procede a convocar a sus vecinos; primero para entechar y empalmar la construcción con palma real y luego para empañetar las paredes con una mezcla de barro y pasto cortado, que hace que la casa tenga una vida 64 prolongada. “Si la situación económica lo permite, el indígena separa la cocina de la casa en la que duerme”(Faust,1990: 19) De acuerdo con lo que se pudo observar durante el periodo de campo en las diferentes comunidades y la información de la gente, la empajada del techo con palma real con el tiempo se ha convertido en una práctica cada vez más escasa. Hoy día casi todas las casas tienen techo de zinc y solo en algunos casos, pequeños espacios exteriores de la casa se empajan para refrescar el ambiente de la casa y mitigar el calor que atrae el zinc. La pérdida de esta práctica tradicional se debe, en buena medida, a las campañas que desde las secretarías de saneamiento ambiental se han hecho para prevenir la enfermedad de chagas, cuyo insecto transmisor (pito) vive en los techos de palma. No obstante, la práctica de empañetar las paredes con barro y pasto picado aún se conserva. 65 Organización del Trabajo La organización del trabajo se da en tres niveles: individual, tradicional y comunitario (Oliveros, 1996) El trabajo individual es el que se realiza para conseguir como jornalero todos los productos que no se pueden cultivar, todavía existe la costumbre de realizar trabajos individuales no pagos a vecinos, familiares y amigos cercanos. El trabajo tradicional se divide en familiar y colectivo. El trabajo familiar es el necesario para la subsistencia, es el que cada unidad social invierte en conseguir lo necesario. En este caso las mujeres realizan las labores del hogar, se ocupan de la crianza de los hijos y junto a estos de la consecución de leña y agua para cocinar, 66 trabajan en la huerta individual o comunitaria si la hay y la mayoría de ellas crían algunas especies menores como cerdos y gallinas para vender y con ello incrementar los ingresos familiares. Los hombres, por su parte, se encargan de conseguir el sustento económico del hogar por medio de su trabajo agropecuario en la parcela y en las compañías de construcción infraestructural como el distrito de riego Triángulo del Tolima y de extracción petrolera como Ecopetrol que tienen presencia en la zona. Las condiciones económicas cada vez más precarias y la presencia de compañías de extracción petrolera, han dado lugar a que la división sexual del trabajo al interior de la familia se desdibuje en algunas comunidades. En Chenche Amayarco y Totarco Dinde por ejemplo, las mujeres también realizan trabajos agrícolas como la siembra de cachaco y la recolección de su hoja, y la mayoría trabaja en la preparación y venta de chicha en las veredas y en la cabecera municipal de Coyaima. En Mesa de Cucuana Santa Rita, Ecopetrol y su contratista Hocol emplean a algunas mujeres de la comunidad como cocineras, celadoras o durante la perforación de los pozos para recoger muestras de lodo. De esta manera, es frecuente que el cuidado de los hijos se deje en manos de las madres comunitarias, los maestros de la escuela o de familiares cercanos. El trabajo colectivo se divide en las formas tradicionales como el convite o minga y la mano devuelta, en el primero el interesado reúne chicha y comida e invita a vecinos y familiares a labores como el entechado de la casa o la embarrada de las paredes. En el 67 segundo un grupo inicia trabajos en alguna parcela y luego se rotan por todas hasta termina alguna labor. El trabajo colectivo comunitario es el que se invierte en las labores del cabildo y es obligatorio una vez a la semana. Este tipo de actividades (arreglo de carreteras, construcción de lagos artificiales para peces) refuerzan la organización del cabildo y consolidan los procesos de recuperación de tierras. Los trabajos agrícolas se definen a través de las cabañuelas, es decir, los pronósticos climáticos basados en el tiempo climático de los doce primeros días del año, de esta manera los Pijao pronostican labores como la rosa, la siembra y la cosecha. Organización socio política Existe poca información acerca de la organización social Pijao, de acuerdo con Oliveros (1996) observando la acumulación de apellidos por zonas podría decirse que existen algunas familias extensas que conservan la endogamia grupal. El matrimonio se da luego de un periodo de amaño en casa de los padres del novio y luego del rito católico la nueva pareja busca su nueva casa. Por su parte Faust (1990) afirma que los pijaos estaban organizados en clanes exógamos, dado que “la respuesta a la pregunta `con quién no se puede casar` es siempre `con gente del mismo apellido`” (Faust: 34) También se sostiene que la recurrente concentración de ciertos apellidos en determinadas zonas geográficas, así como la costumbre de que las mujeres jóvenes dejen al cuidado de su familia el hijo o hija fruto de una relación prematrimonial, antes de irse con otro hombre, permite inferir que los pijaos estaban socialmente organizados en “clanes patrilineales y patrilocales” (Faust: 33 y 34) 68 La revisión literaria sugiere la autoridad de algunas personas mayores al interior de los grupos y el papel de regulación del orden social de los médicos tradicionales, más allá de la curación de enfermedades: “habían clanes patrilocales y patrilineales con un hombre mayor como autoridad profana, que representó también el grupo hacia afuera y un curandero que arregló la vida espiritual, la salud y la paz social” (Faust: 34). Por lo que se pudo observar en campo, las figuras tanto de los abuelos como del médico tradicional se han desdibujado a tal punto que en la mayoría de comunidades que visitamos las personas mayores no tienen un papel fundamental dentro de la organización, no cuentan con una fuente de ingresos y viven en muy malas condiciones. El médico tradicional, aunque aún existe en algunas comunidades como Mesones (Ortega) solo cumple el papel de curar enfermedades. Quienes ostentan la autoridad hoy día, en cambio, son los miembros directivos del cabildo y los líderes y liderezas de las organizaciones regionales. En cuanto a la organización política existen dos niveles de organización en las comunidades Pijao del sur del Tolima: el nivel regional y el local. En el primero, las comunidades se afilian a las 4 organizaciones que tienen presencia en la región: El Consejo Regional Indígena del Tolima CRIT que opera en todos los municipios y tiene su sede en Ibagué, la Federación de Cabildos Autónomos del Tolima FICAT en los municipios de Ortega y Coyaima, la Asocición de Cabildos Indígenas del Tolima ACIT en los tres municipios y la Asociación de Resguardos Indígenas del Tolima ARIT en el municipio de Ortega únicamente. El CRIT se consolidó en 1982 como una primera forma de canalizar los esfuerzos organizativos de las comunidades y de encabezar la recuperación y el saneamiento de 69 la tierra de los resguardos. Arnulfo Tique, líder indígena del resguardo Guatavita Tua de Ortega, recordó que él formó parte de “la masa indígena” que en Coyaima, “un pueblo muy indio” fundó el CRIT y afirmó que de allí salieron líderes muy preparados. (Entrevista Arnulfo Tique. Resguardo indígena Guatavita Tua- Ortega. Noviembre 30 de 2010). De igual manera, en el taller realizado en el cabildo Mesones- Ortega (Noviembre 23 de 2010), los asistentes rememoraron algunos logros importantes alcanzados a través de esta organización entre los que destacaron el fortalecimiento de la organización con la realización del tercer congreso de los pueblos Ortega, Chaparral, Coyaima y Natagaima, la recuperación organizativa, el reconocimiento de sus luchas a nivel nacional e internacional, la reconstitución de 26 cabildos indígenas y aproximadamente 10000 hectáreas de tierra (Guzmán, Caro, Pérez, Notas de Campo. Noviembre 23 de 2010.). Posteriormente y como consecuencia de algunas divisiones ideológicas y políticas sobre las que los límites de tiempo no permitieron profundizar, aparecieron las otras organizaciones arriba mencionadas. Cada organización tiene sus propios estatutos, presidente o consejero mayor, representantes regionales y los gobernadores de cada uno de los resguardos y cabildos afiliados. De igual manera, en lo local en todas las comunidades resguardadas y no resguardadas hay una organización conformada por la asamblea como máxima autoridad, que son todos los miembros de la comunidad y el cabildo que son los miembros directivos como representantes de la asamblea. 70 En todos los casos se mantienen siete cabildantes y sólo en algunos el número asciende a nueve. Un/a gobernador/a que se encarga de la interlocución con las diferentes instituciones del Estado y organizaciones regionales, así como de la búsqueda y gestión de programas y proyectos que contribuyan al beneficio de la comunidad, un/a gobernador/a suplente que organiza reuniones con las instituciones y la organización regional y apoya o suple las funciones del gobernador cuando este se ausenta. Un/a secretario/a que lleva el registro de todas las actividades que realiza el cabildo y elabora las actas de las reuniones, un/a tesorero/a que maneja todo lo que tiene que ver con el aspecto económico de la comunidad, la consecución y destinación de recursos, por ejemplo “cuando se sacan los productos cuando hay buena cosecha, eso se hace para los viáticos de los cabildantes que tengan que salir, para almuerzos comunitarios, para gastos internos de la comunidad” (Entrevista Humberto Tique. Gobernados resguardo indígena Guatavita Túa- Ortega. Noviembre 30 de 2010) De acuerdo con las entrevistas hechas a gobernadores y gobernadoras, el alcalde o alcaldesa mayor se encarga de mediar en la resolución de conflictos por colindancia o enemistades entre los miembros de la comunidad, el o la fiscal se encarga de supervisar la correcta ejecución de los proyectos que lleve a cabo la organización y el alguacil o comisario es quien en caso de la queja de alguna persona ante la asamblea debe citar a las personas involucradas en la situación de conflicto para hacer la conciliación o arreglo. Algunas comunidades como Mesones y Totarco Dinde cuentan con el cargo de guardia indígena que es la que se encarga de mantener el orden durante las actuaciones públicas de la organización, desde fiestas, hasta manifestaciones públicas. 71 Durante la estadía del equipo en Mesones se pudo pudimos constatar la importancia de la guardia indígena, que fue convocada a respaldar un paro declarado por algunas comunidades a las empresas de explotación petrolera por el incumplimiento de compromisos en el arreglo de vías de comunicación. Estos cargos son elegidos por un año, la asamblea postula a los candidatos, procede a hacer la votación y a quien obtenga la mayoría de votos, luego de consultarle si está en condiciones de trabajar y de asumir las responsabilidades que se le designen, se le entrega el cargo de gobernador y de allí en orden de votación se asignan los demás cargos. El gobernador es elegido por su liderazgo, su compromiso y su capacidad para relacionarse con las diferentes instituciones y organizaciones, dependiendo de la voluntad de la asamblea las personas pueden ser gobernadores por varios periodos consecutivos. Esta forma de organización política, tal como lo refiere Oliveros (1996), no es herencia indígena, sino una forma de organización de la administración española durante la colonia y la república. Sin embargo, la incorporación del cabildo ha permitido la organización de diversas comunidades para la recuperación del territorio, la búsqueda de cohesión como grupo y la recuperación sistemática de creencias y prácticas propias, que gracias al sincretismo y a otras formas de ocultamiento permanecen latentes en la realidad social Pijao. De igual manera, el cabildo ha sido un instrumento importante en el reconocimiento legal de estas poblaciones ante instituciones estatales, lo que Faust refiere de la siguiente manera: 72 La causa que condujo a estas comunidades a formar cabildos que se eligen anualmente es la necesidad de ser reconocidos frente a la ley como indígenas (…) Pero es una contradicción de la ley colombiana exigir una organización no indígena, el cabildo, para ser reconocido como indígena (Faust, 1990: 35) Las funciones y retos de las organizaciones varían de acuerdo con sus condiciones de comunidades resguardadas o no resguardadas y los contextos en que operan. Para aquellas que como Mesones y Mesa de Cucuana Santa Rita son cabildo no resguardado, sus organizaciones están trabajando en el primer caso, para llegar a ser resguardo y solucionar los problemas de trabajo de aquellos que no poseen tierras propias ya que como su gobernador lo afirmó, allí los predios familiares no superan las dos hectáreas y en el segundo, para contener los atropellos de las compañías petroleras y no tener que depender económicamente de los empleos que estas ofrecen, en palabras de la gobernadora de este cabildo: "Es importante tener nuestras tierras para no depender solamente de lo que nos dan las compañías, ahí si vamos a trabajar toda la comunidad, trabajaríamos las mujeres, le enseñaríamos a nuestros hijos a trabajar nuestra madre tierra. Entonces ya va a haber más empleo y no nos tenemos que peliar por los de la compañía o desplazar para otras partes porque ya tenemos el sostenimiento en nuestra comunidad. Ya no habrían tantas peleas con la compañía" (Entrevista Idalia Romero. Gobernadora del cabildo indígena Mesas de Cucuana Santa Rita- Ortega. Noviembre 24 de 2010) Los retos que las personas miembros de las organizaciones enunciaron en las entrevistas y los talleres, tienen como lugar común lograr las condiciones estructurales para que los jóvenes no tengan que migrar a las grandes ciudades en busca de mejores oportunidades. Para ello, los líderes de las diferentes comunidades consideran 73 importante fortalecer la formación política y la participación de los jóvenes en los procesos organizativos. Las estrategias en mente son diversas, asignarles una porción de tierra del resguardo para que allí trabajen y consigan su propio sustento es por ejemplo, el proyecto que se piensa implementar en Guatavita Túa- Ortega: Se piensa justamente este año dejarle un lote comunitario a los jóvenes para que ellos no desistan, ya que la gente cuando llega a los 15 y 16 necesitan sus moneditas para sus necesidades. Si no la tienen ellos se van, cogen camino y se van para Bogotá y para otras ciudades a trabajar, entonces queremos hacer eso para que no se nos vayan los jóvenes y los tengamos al interior de la comunidad y que tengan solvencia económica. […] uno de los retos para la organización es que los y las jóvenes participen, que se fortalezca la organización en lo local y en lo regional con la participación de la juventud (Entrevista José Humberto Tique. Gobernador resguardo indígena Guatavita Túa- Ortega. Nov 30 de 2010) Justicia Propia La aplicación de justicia se encuentra dividida en dos instancias, la instancia local ó primera instancia que es el cabildo y la asamblea general de cada comunidad y la segunda instancia que es del orden regional y está representada por el Tribunal Superior Indígena del Tolima. La primera instancia se encarga de la resolución o juzgamiento de conflictos menores como lo son problemas de colindancia, chismes y violencia intrafamiliar. Las personas agredidas o sus familiares ponen el caso en conocimiento del cabildo, quien lo expone en asamblea general donde se convoca a una conciliación y se llega a unos arreglos que quedan consignados en un acta. De haber reincidencia en la falta, el caso es remitido a otras instancias como el Tribunal Superior Indígena y en su defecto la 74 justicia ordinaria. En Chenche Amayarco, hasta hace un par de años había un consejo de mayores que se encargaba de la aplicación de la justicia propia en el orden local. La segunda instancia es regional y está representada en el Tribunal Superior Indígena del Tolima que es una instancia jurídica propia en donde se remiten los casos de mayor cuantía o que no son solucionados por las asambleas de cada comunidad. En general, quien tramita y armoniza los procesos de aplicación de justicia del sistema ordinario y el sistema consuetudinario es este tribunal y normalmente los procesos que son remitidos a la justicia ordinaria son los referentes a violaciones, terrorismo y asesinato. Esto ya que muchas comunidades y el tribunal no cuentan con cárceles para dar trámite a los castigos y reclusiones pertinentes. Cosmovisión El cosmos Pijao se divide en cuatro capas, la primera es la del agua salada habitada por los gigantes de origen y por el canto de los amantes, de allí surgió el cosmos y allí volverá eventualmente. La capa siguiente es la del agua dulce, es allí donde habitan el poira, el coco, la madre de agua, los mohanes y las mohanas. Estas aguas son centro de muchas prácticas rituales y son la conexión del mundo indígena con el mundo espiritual, estas aguas equilibran o desequilibran la relación entre frío y calor que es el concepto fundamental de enfermedad y salud. La capa seca es donde vivimos y está sostenida por dos vigas de oro. La última capa es la de la luz, allí reina el sol, las estrellas, el arco iris y el trueno. 75 Estas capas interactúan constantemente influyendo de forma positiva y negativa en los individuos. Según la mitología actual los Pijao contemporáneos son los que se quedaron en sus tierras a la llegada de los españoles, afrontando la pérdida de su cultura y de su territorio. Sin embargo el Mohán y la serpiente de Natagaima fueron conjurados en piedras con alma de indio, esta piedra luego se agrieto y dejo brotar los espíritus indígenas que se reunieron de nuevo para recordar la historia y de allí surgieron de nuevo los mitos antiguos. Dentro de estos mitos están los de la madremonte y la patasola que encarnan una relación de control de la naturaleza por parte de espíritus guardianes o dueños de las cosas (Oliveros, 1996) Mientras se recorrían las diferentes comunidades y se realizaban las actividades planeadas, fue evidente que se estaban recorriendo los lugares de nacimiento de los seres que habitaban las leyendas de las poblaciones de toda la cordillera central. En efecto en estos lugares, entre la cordillera central y las riberas del Saldaña y sus afluentes viven el Mohán, la Madremonte, la patasola, la llorona y otros seres que abundan en los cuentos de toda la región andina central colombiana. Durante la estadía en las diferentes comunidades, al hablar de estos seres siempre había una asociación directa con los lugares donde vivían, sin embargo predominan dos, los ríos y los bosques. El más nombrado, y seguramente el gran espíritu del pueblo Pijao, es el Mohán. Los mohanes eran los guías del mundo ritual Pijao, eran ellos quienes conocían los ritos, los mitos y las formas de comunicación con la naturaleza, su respeto se ganaba con la capacidad de curación y adivinación y su poder era indistintamente político, religioso y militar. Con la conquista española los mohanes fueron perseguidos, según la tradición 76 oral algunos pudieron escapar a las lagunas y a los ríos y por esto los pescadores deben honrarlos con ofrendas de tabaco y aguardiente y las vírgenes deben cuidarse de no ser raptadas. El Mohán es un ser mitológico asociado al agua, principalmente a los grandes ríos del Tolima como el Magdalena y el Saldaña. Su aspecto para los indígenas Pijao es el de un hombre de cabellos largos y barba que permanece sentado en las piedras del río, a veces reviste un aspecto de hombre buen mozo que corteja a las muchachas más hermosas del pueblo. Sin embargo, este Mohán que coincide con la leyenda extendida entre las poblaciones que surca el río Magdalena tiene su origen en la figura religiosa del pueblo Pijao de los mohanes y mohanas, médicos tradicionales que además oficiaban como adivinos. Los indígenas Pijao de las poblaciones visitadas en el sur del Tolima hablan del Mohán, pero no de este como un solo ser, sino más bien como una personificación de una esencia, de una fuerza. De esta forma se entiende que tanto en los ríos como en las quebradas, el Mohán exija el pagamento de tabaco y aguardiente a los pescadores y estaba siempre alerta de las personas que quieren dañar las fuentes de agua y los bosques que protegen los nacimientos. Además del Mohán las fuentes y corrientes de agua están pobladas en el mundo Pijao por la madredeagua y la llorona. La madredeagua es la guardiana por excelencia de los ríos y quebradas, enferma a los pescadores y aleja la pesca, salva a los hombres que están en peligro de ahogarse pero acosa a las mujeres que se sumergen en sus dominios. De ella emana uno de los males que con mayor frecuencia ataca a los 77 recién nacidos y que lleva el mismo nombre, este padecimiento se manifiesta con la hinchazón estomacal y deposiciones frecuentes de color verdoso. Esta enfermedad, tal como lo afirmó doña Roxana, solo la puede tratar la medicina tradicional pijao, mediante el suministro de una mezcla de chirí, chundui y pita, plantas medicinales que se cultivan en los jardines botánicos o huertas medicinales de las diferentes comunidades (Visita jardín botánico. Comunidad indígena Guatavita Túa- Ortega) Por otro lado, la Llorona es un alma desdichada de una indígena que ahogó a sus hijos por ser el fruto de una unión desigual con un español, ahora vaga por las zonas ribereñas llorando su pena buscando a sus hijos. Pero no solamente los ríos y quebradas Pijao están poblados de seres míticos, también los bosques y llanuras son residencia de personajes que cuidan del mundo animal y vegetal o que acosan a las personas queriendo hacerles daño. Este es el caso de la madremonte, mujer hermosa 78 que se presenta casi siempre cubierta de hojas, dueña de los bosques, confunde a los taladores y cazadores ahuyentándolos para que no insistan en su tarea predadora. Otros seres fueron mencionados en las distintas comunidades visitadas y en las diversas actividades desarrolladas, la patasola, el duende, el tunjo, la candileja, pero los relatos se concentraron en este ser cuidador de los bosques. Existe en los relatos recogidos una alusión permanente a las brujas. Estos seres son personificados por los Pijao como las pinturas más típicas de las mujeres quemadas en la hoguera durante la edad media. Las hay de dos clases, unas voladoras que hacen parte de ese mundo que esta más allá de las leyes de los seres humanos y se alimentan de sangre dejando a sus víctimas marcadas con un morado. Otras que son mujeres de la comunidad que realizan “males postisos”, es decir, hechizos o maleficios que enferman y que son ocasionados por motivos de envidias y conflictos frecuentemente asociados al amor. A primera vista hay dos dimensiones que atraviesan los relatos hechos acerca de estos seres. Una dimensión espacial que se refiere al territorio y a las relaciones que el pueblo Pijao establece con el mismo, pues los seres más importante que son referente inmediato de los mitos, el Mohán y la Madremonte, son seres que hacen las veces de guardianes de los ríos y los bosques. Otra es la dimensión social de los relatos. Aunque en general a estos seres se les atribuye una maldad esencial, como a la bruja o al coco, sus acciones van encaminadas a ejercer un control social, si se quiere, las historias que alrededor de ellos se entretejen sirven como una forma de infundir el temor a las consecuencias que las malas acciones pueden tener. 79 Estos seres y su función se trastoca cuando el territorio pijao se somete a algún cambio, así, tal como lo mencionaron los habitantes de la comunidad Totarco Dinde Tradicional : “cuando nosotros talamos en las riberas de los ríos él (el mohan) tiene que irse de ese sector porque ya el hábitat de él nosotros lo hemos estado acabando, entonces nosotros tenemos que no talar los bosques para que nuestros ríos y nuestras quebradas no se sequen y estos personajes que viven cerca de nosotros no se tengan que ir” (Taller comunidad indígena Totarco Dinde- Coyaima) Hay sin embargo algunas acciones cuyo control está fuera del alcance del pueblo pijao que habita estos territorios, estas son las que han emprendido proyectos como el distrito del riego Triangulo del Tolima y las empresas de extracción petrolera. En Chenche Amayarco por ejemplo, la construcción de la represa Zanja Honda ha empezado a borrar y se prevee va a causar la desaparición del “charco boquinche” un depósito profundo de agua donde se escucha el ruido de alguien que se sumerge y no vuelve a salir de quien se cree es el espíritu de la madre de agua. En Santa Rita la apertura de nuevos pozos petroleros como el Don pero, está causando la deforestación de una parte del cerro de los Abechucos, lugar sagrado para el pueblo pijao y la destrucción de los bosques y vegetación que han sido hábitat de diversos espiritus. Los habitantes de esta comunidad recuerdan que: El territorio anteriormente no estaba tan descubierto como ahora, ahora ya no se ven montes ni árboles porque la gente no ha hecho sino tumbar pa hacer potrero y luego con las exploraciones y con los pozos de petróleo. En mi época cuando estabamos pequeños y viviamos en esta casa había puro monte y yo me recuerdo que cuando nos dejaban solos la madremonte nos llegaba ahí" (Taller. Cabildo indígena Mesa de Cucuana Santa Rita- Ortega. Noviembre 27 de 2010) 80 Este tipo de impactos de obras de infraestructura debe ser tenido en cuenta dentro de los estudios que se realizan, pues debemos tener en cuenta que la supervivencia de un pueblo no solo depende de los medios materiales para su subsistencia sino también de la vitalidad de su cultura. Esto se ve agravado por el hecho de que la cultura Pijao ha tenido que afrontar grandes crisis y sin embargo perviven prácticas y una cosmovisión plasmada en el territorio, pero esto esta en riesgo, pues como nos lo hizo saber uno de los gobernadores, “si acaban el río, ¿como podremos explicarles a nuestros nietos qué era y lo que significaba para nosotros?” (Entrevista Eliodoro Polanía. Gobernador resguardo indígena Totarco Dinde- Coyaima. 81 Practicas alimentarias En la revisión literaria así como en la observación de campo, tres productos aparecieron como factor común en la dieta de las comunidades con quienes se trabajó: el maíz, producto de primera necesidad que se utiliza en la preparación de muchas recetas principalmente de la chicha, el plátano especialmente de la variedad cachaco, cuyo cultivo tiene como finalidad principal la producción de hoja para el tamal, pero también se utiliza ampliamente en la preparación de recetas como el sancocho, el sudado y coladas y se ha constituido como un producto emblemático de las comunidades Pijao. Encontramos también el arroz, la carne de cerdo y de res, y el pescado solo en aquellas comunidades cercanas a ríos. No obstante, la diferente ubicación de las comunidades en zonas planas y de cordillera ha dado lugar a una diversificación productiva y con ello a una diferenciación en las prácticas alimentarias entre unas y otras comunidades. Tal como se pudo constatar durante el trabajo de campo, la zona de cordillera presenta unas condiciones aptas para el cultivo de gran variedad de productos como café, maíz, fríjol, yuca, plátano y hortalizas, lo que permite cierta autonomía alimentaria en las comunidades que se ubican en sus márgenes. En tanto que en las zonas planas la variedad de productos es más reducida y los suelos son menos fértiles, lo que hace necesario que buena parte de los productos de consumo se deba comprar y tal como lo advirtió el señor Diego Arbey Matiz, alcalde de Ortega, los casos de desnutrición sean frecuentes. (Conversación con Diego Arbey Matiz. Alcalde municipal de Ortega. Noviembre 12 de 2010) 82 En algunas comunidades se están implementando huertas caseras comunitarias en donde se siembran hortalizas y algunas verduras con el fin de complementar y diversificar la dieta de las familias. Sin embargo, esta práctica aún no es muy extendida y en la mayoría de las comunidades hay serios problemas de mala nutrición. La mayoría de comunidades de la parte plana, sobre todo en el municipio de Coyaima, sobrevive gracias al comercio de la hoja de cachaco, esta fuente de ingresos es muy fluctuante y depende de algunas temporadas de alto consumo de tamales en Bogotá. Todo esto conlleva que estas personas tengan épocas cortas de relativa prosperidad y largos períodos de escasez. Así mismo, en comunidades en que operan compañías de extracción petrolera como es el caso de Santa Rita las prácticas agrícolas han sido desplazadas por el trabajo no calificado en la compañía y las tierras han dejado de tener una vocación agrícola ora porque se han vendido a las compañías para hacer exploraciones, ora porque la baja productividad de los suelos ha empeorado como consecuencia de los procesos de extracción petrolera. Nosotros pensamos de qué es lo que le vamos a dejar hacia el futuro a nuestros hijos si día tras día es demasiado lo que nos están acabando nuestra madre tierra porque el maíz, primero se daba con una sola abonada y ya ahorita hay que echarle dos o tres, casi lo mismo que el arroz (Entrevista con Idalia Romero. Gobernadora cabildo indígena Mesa de Cucuana Santa Rita) Dentro de la información acerca de la alimentación se encontró que la lechona y el tamal son recetas especiales que se preparan para celebraciones comunitarias, que son reconocidas como indígenas. Especialmente el tamal es una receta que hace parte 83 del acervo cultural de los pijaos y dentro de algunos relatos está relacionado con una antigua forma de preparar y presentar la comida, el gobernador de Totarco Dinde Tradicional contó que su padre y su abuelo preparaban el pescado de una forma similar al tamal tolimense. Este es, quizás, uno de los aportes de la cultura Pijao a la cultura regional del Tolima. El maíz aparece en las fuentes etnohistóricas como el principal cultivo del pueblo pijao, sembrado por medio del sistema de roza y consumido de diversas maneras, cocinado, tostado, en forma de bollos luego de ser convertido en harina o en chicha y masato (Salmoral, 1963: 368). Este producto y su importancia en la alimentación pijao es, podría decirse, una de las pervivencias culturales de estas comunidades, incluso la gente lo refiere como un elemento de anclaje identitario que forma parte del ser indígena pijao. En todas las comunidades visitadas el maíz es cultivo fundamental, en Guatavita Túa por ejemplo, junto con el arroz el maíz es el cultivo que más se siembra en la parcela comunitaria, una parte se reparte entre las familias para el consumo local y otra parte se vende. Existen por lo menos cuatro variedades de maíz que se cultiva y consume de diferentes maneras: el maíz blanco con que se prepara el peto, el maíz pira para fritar, el maíz de chucula para preparar una bebida similar al chocolate y el maíz colorado, base de la preparación de la chicha. (Taller resguardo indígena Guatavita Túa- Ortega) 84 La chicha es la bebida por excelencia de los pijao del sur del Tolima, la hay dulce y agria. Las mujeres son quienes se encargan de la preparación y venta de esta bebida. El maíz seco se introduce en agua para que ablande, luego se saca, se escurre y se seca, se deja que “pitonee” es decir que salga un poquito de raiz, se muele y se sancocha con agua hervida, harina y agua fría. Finalmente se cocina y una vez seco se cuela, se le agrega panela y se pone a fermentar por dos o tres días. En todas las comunidades se consume en fiestas y encuentros y además hay establecimientos especializados en la venta de la chicha, las chicherías allí se reúnen muchas personas, principalmente hombres para distraerse después de una jornada de trabajo o los fines de semana para tomar chicha y jugar tejo. 85 En la cabecera municipal de Coyaima existe hace 15 años la plaza de la chicha , funciona de miércoles a domingo de 8 a.m a 4 p.m. Allí llegan 15 mujeres, la mayoría pertenecientes a la comunidad de Chenche Amayarco que están organizadas en una asociación, ellas se encargan de la venta de chicha que tiene un precio estándar de $200 por vaso y pagan $500 para que al finalizar la jornada una persona se encargue del aseo de la plaza. (Conversación con vendedora de chicha. Plaza de la chichaCoyaima) En el espacio concurren como asistentes los hombres principalmente pero hay niños y niñas hijos de las chicheras. Según testimonio de otras mujeres, los hombres le compran más a las mujeres jóvenes y las viejas hacen muy poco producido ya que no son físicamente atractivas en el espacio. En esta paza, tal como lo comentaron algunas personas confluyen actores armados de la región (guerrilleros, paramilitares y militares) ellos llegan los viernes, toman chicha los domingos y en la tarde se van. “Vienen de civil pero uno sabe quién es quién” (Observación Plaza de la chicha- Coyaima). Como un espacio de fiesta, a la plaza de la chicha confluyen músicos que pasan de puesto en puesto ofreciendo su repertorio de música popular por un valor de $1000 la canción. Las mujeres dicen que se ganan al día aproximadamente $20000 pero sugieren que es muy importante que se implementen programas de ayuda, ya que el trabajo es muy duro y se gana poco. Para las mujeres de Chenche Amayarco la venta de la chicha constituye una de las pocas alternativas laborales diferentes al trabajo con la hoja de cachaco, algunas de ellas elaboran artesanalmente el jabón de la tierra, el cual venden en la plaza de mercado e incluso en la misma plaza de la chicha. 86 87 Los adentros y los afueras, ser pijao hoy Buena parte de la población que hoy habita los municipios de Ortega, Chaparral, Coyaima y Natagaima, son descendientes de los pueblos indígenas que habitaron la zona sur del Tolima y que los españoles genéricamente denominaron pijaos. A primera vista poco se diferencian del resto de la población campesina que habita la región, con quienes comparten las mismas prácticas sociales y económicas y tal como lo advierte Adolfo Triana (1993) solo algunas veredas de tales municipios son identificadas como indígenas. El encuentro del equipo de trabajo con algunos funcionarios del orden regional y local de manera previa al trabajo con las comunidades, permitió hacerse una idea de la manera en que el Estado encarnado en sus instituciones, hoy representa lo indígena en el sur del Tolima. El asesor de asuntos étnicos de la gobernación del Tolima por ejemplo, señaló que en coyaima encontraríamos un pueblo “más indígena” que Ortega y Natagaima, dado que allí sus habitantes conservan rasgos físicos y algunas prácticas culturales indígenas (Conversación con Germán farid. Asesor de asuntos étnicos. Gobernación del Tolima). En ortega, el alcalde advirtió sobre las diferencias culturales de las comunidades de acuerdo con su ubicación geográfica en las zonas planas o de cordillera dentro del municipio, valga la pena señalar que esta distinción la tuvimos en cuenta al momento de definir los criterios de selección de las comunidades a visitar. Otros funcionarios cuestionaron la etnicidad de algunos miembros de cabildos que no poseen rasgos físicos y culturales indígenas y que según ellos, se autoidentifican como tal solo para acceder a los derechos especiales que el estado tiene para las comunidades étnicas (visita a la alcaldía de Ortega) 88 En uno de sus trabajos Cristian Gros define la identidad como el “conjunto de prácticas sociales y de representaciones clásicamente puestas en marcha por quienes, desde el interior o el exterior, reivindican la especificidad de las culturas indígenas” (Gros, 2000: 69- 70). Pensar la identidad precisa mirar las representaciones dentro y a partir de las cuales esta se construye: las que el sujeto tiene de sí y las que otros hacen de él, que a su vez configuran parcialmente las primeras. Constituida de múltiples maneras, la identidad ha de ser entendida en plural, por lo que es preciso hablar de identidades y representaciones en constante proceso de transformación que se “superponen, contrastan y oponen entre ellas”, antes que de una identidad singular y acabada (Hall, 1996: 4) Las mismas gentes que para algunos funcionarios son campesinos antes que indígenas por haber “perdido” sus rasgos físicos y modo de vida indígena, reivindican su identidad étnica indígena por su pertenencia a un grupo con una historia de lucha territorial que se remonta a la colonia, algunas prácticas culturales como el manejo de plantas medicinales y el uso extendido del maíz en su alimentación, y su tradición oral. Sin embargo, estos soportes identitarios buscan ser coherentes con los requisitos que el estado, en su intento por crear un ordenamiento poblacional y territorial, ha definido para el reconocimiento de la identidad indígena de aquellos sujetos que pretenden acceder a los beneficios y privilegios jurídicos, económicos, sociales y políticos consignados para las comunidades indígenas en la constitución de 1991. 89 En Guatavita Tua, por ejemplo, encontramos que para los miembros de la comunidad es el estado quien tiene el poder de definir con sus criterios quién o quiénes son o no indígenas De acuerdo a la lucha nos han reconocido, los alcaldes nos reconocen, nosotros no bregamos, nos autenticaron. En cambio los otros cabildos han tenido dificultades para el reconocimiento. Al gobierno y a las entidades oficiales hay que comprobarles es con hechos, como voy yo a comprobar de que si tengo casa en el resguardo, de que soy indígena… Si la gente no está en la comunidad no podemos decir que somos indios, el indio es el que está cosechando su cachaco, su maíz, su ahuyama, su mata de caña, ese es el indio. Si vamos a meterle mentiras al gobierno, el gobierno tiene su gente para investigar. (Entrevista Arnulfo Tique. Líder del resguardo de Mesones) De esta manera, las comunidades indígenas han desplegado acciones estratégicas de redefinición y renegociación de sus referentes culturales para interlocutar con el estado. Han debido negociar su identidad étnica indígena en un contexto de relaciones de poder entre grupos o sujetos “hegemónicos y subalternos” (Chaves, 2002: 191) 90 DERECHOS FUNDAMENTALES Y ATENCIÓN DEL ESTADO Teniendo en cuenta los intereses de caracterización del presente informe en las siguientes páginas se presentará la situación de las comunidades del sur del Tolima con respecto al saneamiento básico, la prestación del servicio de salud y de educación. De una forma mas específica y extensa se expondrá la atención del ICBF a los diferentes grupos poblacionales. Esta presentación está basada en las opiniones expresadas por las personas participantes de los talleres en diversas comunidades de esta región y en entrevistas realizadas a líderes, gobernadores, gobernadoras, madres comunitarias y profesoras. Al hablar de la atención que el Estado a través de las diversas instituciones hace a las comunidades pijao del sur del Tolima se debe tener bastante cuidado, pues esto tiene matices en cada una de los municipios y a su vez al interior de las comunidades. Así, se encontró que en un municipio pueden coexistir una comunidad que tenga servicio de energía eléctrica y otra que no, algunas cuentan con agua potable, con servicio de alcantarillado y eliminación de excretas, mientras otras siguen consiguiendo el líquido vital de aljibes y eliminando sus deposiciones en las fuentes hídricas. Como lo expresa la misma comunidad de Guatavita Tuá "aquí ya por lo menos si usted se pasea por ahí ya empieza a sentir el olor de los excrementos porque no hay letrina ni nada. Aquí hubo un proyecto para hacer unos pozos sépticos y unas letrinas pero eso no se hizo y hay que seguir presionando para eso" (John Exón Pérez. Notas de Campo. 30 de noviembre de 2010. Taller) 91 El Estado es visto por algunos líderes indígenas como “una amenaza brava para la organización”. Esto se denota especialmente cuando se refieren a los recursos de transferencias, de los cuales las instituciones actúan como intermediarias del presupuesto que está destinado por ley para los resguardos indígenas. Durante el periodo de campo de la investigación, al respecto del tema, el gobernador de Guatavita Tuá manifestó: “la burocracia nos da un tendencia que lo poco, aunque hay recursos para los indígenas, pero ellos de un 5% que haya de recursos ellos envían un 1%. Ellos envían pero tiene todo en la mano, ellos es como si usted tiene 10 hijos y el papá le ordena a X y a Y hijos lo que tiene que hacer, entonces el que mejor lo trabaje a ese le llegará más. Ellos dan un aporte a las comunidades pero de una vez montan una ley que se llama la 715 donde les dicen es que tiene que invertir es en 5 items: mejoramiento de vivienda, educación, salud y proyectos productivos agropecuarios. Eso viene de lo alto y llega a los municipios y los alcaldes entonces dicen el proyecto que pase de 14 millones se va a licitación. Entonces lo que llega de allá se queda en todo ese recorrido y a nosotros acá nos llega el 70% de lo que envían. Por ejemplo para un mejoramiento de vivienda de dos millones lo que hacen es que les hacen lo que es el techito y las columnas y queda totalmente descudierta. Nos toca hacer la parte del barro y terminarla nos toca a nosotros, los pisos las puertas para poder hacerla funcionar. Nosotros hacemos un presupuesto de 2 millones pero en realidad en materiales sólo llegan por ahí 800.000 pesos y lo demás se queda en el bolsillo de los intermediarios.” (Entrevista Gobernador Guatavita Tuá). Saneamiento básico El panorama en la prestación de los servicios de saneamiento básico a las comunidades pijao visitadas no es más alagador. Pudimos verificar que la prestación del servicio de acueducto es muy deficiente en toda la zona rural, esto genera problemas de sanidad debido a la exposición de las aguas residuales. 92 El acueducto normalmente es una manguera conectada a un nacimiento de agua que requiere de la constante revisión de la comunidad. El agua no es tratada de ninguna forma y para ser utilizada por la comunidad debe ser hervida, aunque la mayoría de personas optan por usar para el consumo el agua que compran en bolsas o en botellones. Este problema no es nuevo y los líderes en las comunidades manifiestan que esto persiste, aún cuando en algunas comunidades "se supone que la gobernación del Tolima dio una plata para la planta de tratamiento y esta es la hora que no hay planta de tratamiento. Es el acueducto es el mas grande, surte a unas diez veredas y no tiene planta de tratamiento". Otro es el caso de Mesas de Cucuana, la vereda donde está ubicada la explotación petrolera, allí podemos ver que, donde existe un vacío de atención estatal sistemática, otros actores con intereses diferentes ocupan este espacio "[A]cá hay parte de nuestra vereda donde falta luz y agua (...) el agua llegó hace dos años, lo otro era de un aljibe y con motobomba eléctrica nos llegaba el agua. Ahorita es un tanque al que llega el agua de la cordillera y desde allí se reparte a toda la comunidad. Y lo de la luz si hace como de cuatro a cinco años que la tenemos y hace como dos años que se terminó todo porque eso era por partes, por sectores. Nosotros bregamos mucho con eso. Lo de la luz fue parte la alcaldía y parte la compañía" (Idalia Romero. Gobernadora Cabildo Mesas de Cucuana. Entrevista. 26/11/2010). El caso más contradictorio es definitivamente el de esta vereda. Aunque la explotación petrolera completa ya 40 años los habitantes, quienes en su mayoría se reivindican como indígenas, aún pelean por algún rédito de la riqueza que explotan en su territorio, "los retos ahorita para la comunidad es lograr el mejoramiento de la vivienda para muchas familias que lo necesitan, que toda la comunidad pueda acceder al agua y lo del gas domiciliario. Con lo del gas se le está pidiendo a la compañía pero ellos dicen que nosotros tenemos que aportar una parte y eso es lo que se está viendo cómo vamos a hacer con la 93 misma plata que tenemos de la apertura de los pozos" (Idalia Romero. Entrevista. 26 de noviembre de 2010) La mayoría de comunidades gozan del servicio de energía eléctrica, sin embargo conocimos algunas, como el caso de Chenche Amayarco, que estando muy cerca de los cascos urbanos no tenían acceso a este servicio. Esto dificulta la vida de las personas, pero además entorpece la prestación de servicios en los colegios, escuelas y jardines infantiles comunitarios pues no se pueden conservar los alimentos en forma adecuada. 94 Fuente de los cuadros anteriores: Elaboración propia con base en Censo de Población y vivienda DANE 2005 95 Es necesario anotar que en general las vías de comunicación están en pésimo estado. Este no es un tópico que pueda decirse es de saneamiento básico, si afecta directamente a las comunidades, pues la entrada y salida de alimentos es muy complicada, además el desplazamiento de los niños, niñas y jóvenes hacia sus lugares de estudio es difícil y pone en riesgo la vida y la integridad de ellos. Según las cifras del INCODER han sido legalizadas mediante figura de resguardo un total de 19.016.42 has que cobijan 16448 indígenas para una población de 54411 personas significa que sólo el 29.14% tiene atendido el tema de titulación de tierras. Salud. El cuadro despliega las tasas específicas de mortalidad para los tres municipios en cuestión. Se multiplican las tasas por mil para que en su interpretación sea más clara. Las tasas especificas de mortalidad para el caso de los hombres (TEMH), son mayores en todos los casos que para las mujeres (TEMM) excepto en el caso de la mortalidad infantil en los cero años en Coyaima. 96 Fuente: Elaboración propia con base en Censo de Población y vivienda DA ANE 2005 La estimación de la tasa en esta edad presenta una diferencia metodológica importante puesto que la mayoría de muertes en los recién nacidos se presentan en la primera semana. Se puede notar que la tasa es mayor e en n el caso de las niñas para el municipio de Coyaima. En los demás no sucede así. Se puede considerar que el ejercicio presentado es un acercamiento que nos pueden dar ciertas pautas de análisis conforme a la información etnográfica, pero su cálculo es cues cuestionable tionable dado que el agregado de las poblaciones es muy pequeño. Es por ello que algunos de los registros se presentan en cero. Sin embargo lo que hay que resaltar es que Coyaima presenta los mayores niveles de mortalidad en todas las edades seguido por Ortega Ortega y Natagaima, de la misma forma que la tasa de mortalidad infantil. Se establece que por cada 1000 niños nacidos vivos mueren 30 niños y 36 niñas en Coyaima, lo que pude estar relacionado con bajos niveles de acceso al sistema de salud, además de condi condiciones de vida desfavorables con respecto a los otros dos municipios 97 Las tasas brutas de mortalidad (TBM), presentan niveles similares en hombres y mujeres en Natagaima, presentando una brecha más significativa en Ortega y un poco menor en Coyaima. Las tasas especificas empiezan a aumentar a los 45 años en el caso de Coyaima y a los 50 y 55 años en Ortega y Natagaima, lo que nos hace inferir que las esperanzas de vida serán mayores en estos dos últimos municipios. Con respecto a la educación se observa que los niveles de inasistencia escolar son mayores para el caso de Ortega sobre todo a la edad de 6 años. Esto representa en todos los casos un retardo en la entrada a la escuela que sin embargo esta cercana a la cifra que presenta el departamento. Por otro lado el porcentaje de inasistencia aumenta significativamente a los 13 años de edad en los tres municipios. Sin embargo, se denota que los niveles de inasistencia son bastante más marcados en Coyaima que en los otros dos municipios, los cuales se aproximan más a los porcentajes presentados en el departamento. Sin embargo es de resaltar que Ortega tiene niveles de inasistencia significativos sobretodo en edades posteriores a los 12 años. Todos estos comportamientos pueden esta influenciados por el tema del trabajo prematuro de los niños y las niñas que espera confrontar con la información de campo. Cuando esto se constrasta con a información etnográfica, se encontró que en cuanto a la prestación del servicio de salud operan en la zona varias Entidades Prestadores de Salud (EPS), sin embargo, la que tiene mayor cobertura dentro de la población indígena es Pijaos Salud EPSI. Acerca de la prestación del servicio en las comunidades constantemente se dan muchas quejas, así mismo las personas de la EPS con las que se habló contaron acerca de las deficiencias que presenta el servicio de esta entidad, sin embargo, se pudo precisar que es una de las entidades que mejor calificación 98 tienen a nivel departamental. También se identificó durante los talleres una discriminación de algunos profesionales en los hospitales de los municipios hacia la población indígena afiliada a esta EPS, puntualmente en Ortega y Coyaima algunos usuarios expresaron al equipo investigador, que a los indígenas afiliados se les hacía esperar mientras que los usuarios no indígenas eran atendidos con diligencia. En general, en las comunidades Pijao, existe una convivencia de las prácticas médicas occidentales con las prácticas médicas tradicionales. Existen programas de Pijaos Salud para dar atención de médicos tradicionales a sus afiliados, sin embargo la atención de los médicos tradicionales se limita en gran medida a enfermedades asociadas a espíritus malignos y maleficios6, por ejemplo “La coca, el tabaco, el zazafran, el ajo y el jabón de tierra son los elementos que los médicos tradicionales o los yerbateros usan para curar la enfermedad que el coco produce en los niños” (Comunidad Totarco Dinde Tradicional. Taller. 09/12/2010). Claro que durante el periodo de campo se encontró la labor de una médica tradicional que trabaja con Pijaos Salud, quien atendía casos de leishmaniasis7 y tuberculosis8. Por cierto estas enfermedades se han constituido en epidemias durante 6 Es necesario aclarar que esta es un lectura poco profunda de una realidad que debe ser analizada con cuidado, porque aunque eran comunes los comentarios acerca de estas prácticas en los talleres, este tema debería investigarse con tiempo acudiendo a los médicos tradicionales. 7 Las leishmaniasis son un conjunto de enfermedades muy diferentes entre si, producidas por distintas especies de un protozoario perteneciente al género Leishmania. Estas enfermedades de evolución crónica se caracterizan por comprometer piel, mucosas y vísceras dependientes de la especie de Leishmania causante y de la respuesta inmune del huésped. Entre ellas tienen en común el agente causal (alguna especie de Leishmania), el vector (insectos dípteros hematófagos), el reservorio (vertebrados) y el parasitismo de las células del sistema fagocítico mononuclear (sobre todo macrófagos). (Ministerio de Salud del Perú 2000) 8 La tuberculosis (TBC) es causada por la bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis) y se puede adquirir por la inhalación de fluidos provenientes de la tos o el estornudo de una persona infectada. Esto se denomina tuberculosis primaria. En: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000077.htm. Consultado el 15 de enero de 2011. 99 algunas épocas en las zonas donde habitan las comunidades pijao, sin embargo la labor de atención, al parecer, ha sido efectiva. Por otra parte existe una desatención hacia las zonas rurales más apartadas, el caso más singular es el de la comunidad de Mesones en la parte de cordillera del municipio de Ortega. Como lo mencionamos anteriormente el estado de las carreteras es pésimo y dificulta la prestación de cualquier servicio y la aplicación de cualquier programa. Acerca de la atención de Pijaos Salud el gobernador del cabildo de Mesones refiere: "[C]uando van hacen eso que se llama promoción y prevención, uno quiere que vayan, que lleven las droguitas, que miren que tiene y que le den algo para que se cure a uno, pero van y miran y le dicen a uno que tiene que ir al pueblo y la gente no tiene plata y la organización cuando hay un paro, una marcha, que tienen que ir, que es obligatorio y cuando uno necesita una firma de ellos, que es que ustedes no están colaborando, esta clínica que nos está colaborando allá solo tiene unos afiliados, pero nunca nos negó el servicio, ellos están llegando a las comunidades más lejanas porque por aquí es muy difícil, nosotros se lo hemos pedido a la organización y no lo hacen." (Abel Tique. Gobernador Cabildo de Mesones. Entrevista. 25/11/2010. ) Para la organización de los cabildos el problema de la atención en salud se está agravando, ya que no reciben la atención adecuada de parte de las instituciones estatales ni de las organizaciones regionales. Por este motivo los mismos indígenas deben gestionar por su cuenta la atención, muchas desconociendo como se deben realizar estas gestiones, por ejemplo en el cabildo de Mesas de Cucuana nos contaban: “[N]osotros buscamos ampliar el POS porque está muy débil acá en el Tolima y a nivel del municipio de Ortega porque allí no hay hospital sino que es un puesto de salud donde hay solo los primeros auxilios y necesitamos fortalecer eso" (Sol Ramírez. Entrevista .26/11/2010. Suplente gobernadora) 100 Otro de los problemas en la prestación del servicio de salud es el cambio de régimen que operó el año pasado para la población indígena. Este cambio generó desorden en la atención y permitió actitudes discriminatorias de parte de los funcionarios de los hospitales, esta grave denuncia fue comunicada al equipo de investigación acerca de la atención en el hospital de Ortega: “[T]eniamos un 60% de la comunidad afiliada a Pijaos Salud pero hace unos tres o cuatro meses, el gobierno nacional dio una resolución que permitió que las comunidades indígenas se podían afiliar a cualquier empresa prestadora de salud. La alcaldía citó a las comunidades e hizo la exposición de que todos los indígenas teníamos que afiliarnos a una IPS fuera indígena o no. Hicimos la inscripción y acá faltaba como 250 personas que tenían 1811, ese es régimen vinculado, pero se dijo que todos los vinculados tenían que pasar al régimen subsidiado fuera la que fuera. Nosotros los gobernadores como hacemos parte de Pijaos Salud quisimos que las comunidades se afiliaran a Pijaos Salud, las comunidades la mayoría está afiliada. Pero resultó que el director del hospital de Ortega estaba esperanzado que los indígenas se afiliaran a Cafesalud, a Comfenalco y a Solsalud que para Pijaos salud que no se fuera nadie, como la mayoría de comunidades se afilió a Pijaos Salud y nos dijeron en la fila del hospital que los que tienen 1811 no pueden ser atendidos en el hospital. Nos siguen discriminando en la salud que es un derecho. Con Pijaos Salud la atención es buena, quedo de tercera a nivel nacional, lo que pasó es que hubo un bajón porque ahora no se le está girando la plata a las IPS, se la están girando a los hospitales y a los contratantes. Pero toda la persona que tiene Solsalud en el hospital la atienden rápido pero si tiene Pijaos Salud no, le toca esperar casi todo el día, y le dicen es que su servicio es muy malo, su empresa no tiene convenio con el hospital, pero eso es mentira. El gerente no da la cara, yo siendo consejero de Pijaos Salud sé que hay convenio y vamos a ver que desición tomamos. A urgencias hay que ir casi muriendose pa’ que lo atiendan.” (José Humberto Tique. Gobernador Guatavita Tuá. Entrevista. 30/11/2010) En general la prestación del servicio de salud para la población pijao del sur del Tolima es aún precaria, especialmente en esas veredas, cabildos y resguardos que están retirados de los cascos urbanos municipales. No obstante, la continuidad de 101 tradiciones medicinales se presenta como una alternativa de complementariedad a la medicina occidental. Educación En cuanto a la educación son varios los problemas que existen. Por una parte los etnoeducadores no reciben una capacitación específica, ni de parte del Ministerio del Educación Nacional, ni de parte de la Secretaría Departamental de Educación del Tolima, ni de parte de las secretarias de educación municipales, ni tampoco de las organizaciones indígenas. Esto tiene como consecuencia que los currículos no tengan contenidos étnicos sistemáticos, lo que a su vez deviene en un desconocimiento de los niños, niñas y jóvenes de la cultura propia y un desinterés creciente en las cuestiones que tienen que ver con la historia y la organización indígena. Sin embargo, el problema más grave, y el que requiere una solución más inmediata, es la falta de infraestructura en las escuelas y colegios. Los niños, niñas y jóvenes a duras penas tienen lo necesario para recibir las clases, la mayoría de escuelas en el área rural no cuentan si quiera con la cantidad de aulas suficientes, los maestros deben atender a varios cursos a la vez y las áreas comunes y de recreación se encuentran muy deterioradas. El caso más urgente que vimos fue el de la escuela Sede 06 Mesones, allí se adaptaron como aulas de clase el salón de informática, la zona del comedor, que ni siquiera tiene paredes y el puesto de salud de la vereda. En las diversas entrevistas con maestras y maestros se pudo saber que la edad promedio de ingreso es a los 5 años, y que hay en las escuelas y colegios en promedio un 70% de estudiantes indígenas y 30% no indígenas. En los currículos no existen 102 contenidos etnoeducativos específicos sino que este campo es de aplicación libre por parte de cada uno de los profesores. Cada maestro y maestra según su formación trata los temas etnoeducativos que mejor maneja enfocándose estos hacia las danzas, las artesanías y sólo en algunos casos la legislación indígena y las luchas indígenas en Colombia. En el área de historia y sociales las maestras intentan hablarle a los estudiantes sobre cuáles eran las primeras familias y en donde se ubicaron, cuáles eran las tradiciones, las costumbres, cómo se alimentaban, "nosotros en la parte de historia le hacemos un recuento a ellos y decimos que son tradiciones y culturas que no se pueden perder, que se han perdido porque los indígenas tomaron de los españoles muchas cosas entre ellos la cultura pero que son cosas que se tienen que volver a tomar". ( Yolanda Calderón. Profesora. Entrevista. 24 de noviembre de 2010) Con respecto al tema de etnoeducación el gobernador del resguardo Guatavita Tua nos comentó: “Este es un tema bastante preocupante y es en las tres sedes pilotos del sistema de la etnoeducación. La directora del colegio de Guatavita tua es una directora nombrada por planta, por la gobernación y ella en ningún momento esta deacuerdo con lo de etnoeducación. Acá tenemos 4 profesoras avaladas por el cabildo que trabajan, por el decreto 804 de 1995, pero a ellas se le sha hecho imposible trabajr de la mano con la directora. La directora dice lo de indígenas alla y yo lo tradicional, ya llevamos dos años largos trabajando el tema pero la directora no ha contribuido al proceso. Intentamos buscar con la gobernación el traslado de la directora, pero ella tiene muchos contactos y no se ha podido mover. No hemos podido implementar ese trabajo de educación propia y la organización tambien se ha quedado corta en ese tema ya que eso es tarea de la organización, ellos que tiene más manejo por la parte de arriba deberían ya tner ese plan de etnoeducación para que sea aprobado y asi darle manejo en cada una de las comunidades. Que sacamos con hacer esfuerzos en las comunidades con profesores que incluso les dicen a los niños “que eso de ser indígena ya pasó de moda” que ya no es de 103 ustedes, que hay que pensar en el futuro. Nosotros ganando trabajo en lo educativo, esa es una de las metas para que los jóvenes de los colegios lleguen más a lo organizativo.” (Humberto Tique, Entrevista. 30 de noviembre de 2010) La contratación de los profesores es un problema, pues los profesores indígenas deben tener ingreso en el escalafón, así como unos sueldos acordé con este, los maestros y maestras señalan que esto generaría una motivación adicional en la formación de los etnoeducadores. Para la educación superior los jóvenes tienen que desplazarse para Ortega, Bogotá, Espinal y normalmente son muy pocos los que acceden a las plazas especiales en las universidades. Aunque existen aspectos que no son responsabilidad directa del ICBF, como el caso de las rutas escolares, es importante tener en cuenta que el Instituto debe velar por el bienestar e integridad de los niños, niñas y jóvenes y en este caso hay una constante de peligro, pues normalmente las rutas son vehículos de carga adaptados en los que no se cumplen las normas mínimas de seguridad, esta situación es una constante preocupación de los padres y madres de familia. Muchos de los maestros y maestras en las escuelas sugirieron que sería interesante que el ICBF apoyara la labor educativa a niño, niñas y jóvenes con talleres charlas y apoyo sicológica, que no solo estuviera enfocado a la población escolar sino, también a los padres y madres. En este sentido, en la información socio-demográfica, se observa que los niveles de inasistencia escolar son mayores para Ortega sobre todo a la edad de 6 años. Esto representa en todos los casos un retardo en la entrada a la escuela que sin embargo esta cercana a la cifra que presenta el departamento. Por otro lado el porcentaje de inasistencia aumenta significativamente a los 13 años de edad en los tres municipios. Sin embargo, se denota que los niveles de inasistencia son bastante más marcados en 104 Coyaima que en los otros dos municipios, los cuales se aproximan más a los porcentajes presentados en el departamento. Sin embargo es de resaltar que Ortega tiene niveles de inasistencia significativos sobretodo en edades posteriores a los 12 años. 105 Fuente de los cuadros anteriores: Elaboración propia con base en Censo de Población y vivienda DANE 2005 Estos índices de inasistencia se pueden explicar por el hecho de que los padres y madres necesitan ayuda en las labores del campo, para el caso de Coyaima, la producción de hoja de cachaco, para el caso de Ortega existen varias épocas de siembra y cosecha, además de los trabajos que surgen por la explotación de hidrocarburos que cooptan mano de obra. 106 Es importante diferenciar el trabajo infantil de la forma tradicional de transmisión de saberes, pues por una parte los jóvenes ya no se interesan por los trabajos tradicionales en el campo: "antes a los niños se les llevaba al trabajo a más temprana edad y los padres eran más duros. A los ocho años ya deshierbaban, estos muchachos no saben deshierbar. Ahora todo ha cambiado porque como la ley del menor ha avanzado en que uno no debe maltratar a los niños ni en el estudio ni en el trabajo". (Madre Comunitaria Fami. Entrevista. 02 de diciembre de 2010.) Por otra parte ya las personas que conocen acerca del uso tradicional de la tierra no están dispuestas o están demasiado débiles para llevar a cabo esta transmisión de saberes: "eso lo hacía la gente antigua pero es que esa gente ya se está acabando, los abuelos, los bisabuelos. Hay un hueco entre las generaciones que sabían y conocían de lo indígena y las nuevas generaciones" (Nombre. Entrevista. 02/12/2010.). Es importante tener en cuenta que “para fortalecer la condición de sociedades con culturas alternativas y modos de ver y sentir el mundo que, parcial o totalmente se diferencian de la mayoría de los colombianos, es necesario tener en cuenta, en cada uno de los programas y proyectos, la respuesta a la pregunta de si fortalecen o no la etnicidad y la cultura.” (ICBF, 2007. Pp. 12), por lo tanto es necesario que la escuela se acople a estas situaciones, respetando las formas de transmisión de conocimientos, adaptando los horarios y períodos escolares a las épocas de siembra y cosecha, además pueden adaptar estas actividades como proyectos escolares enfocados a la etnoeducación. 107 La transmisión de prácticas en las comunidades pijao se ve contrariada pues algunas madres creen que las actividades que se llevan a cabo con los niños y las niñas pueden ser consideradas como maltrato y temen por las acciones del ICBF, a esto los padres y madres responden: "yo a mis hijos los ocupo es por ahí, no se les puede llevar a coger la hoja porque como ahora dicen que no se les puede llavar a trabajar porque eso es maltrato. Por ejemplo mi marido se llevó ahorita al niño a que le ayude a sembrar una yuca y yo no creo que eso sea maltrato porque está uno enseñando a los hijos a trabajar y eso es parte de nuestra tradición porque mire que hay gente que no le enseña a trabajar a los hijos y luego cuando se crecen son unos vagos. Aquí a los niños los ocupamos es en ayudar a coger hoja, rasparla y ayudar a armarla. Mi marido es el que la suaza, la corta y consigue la leña que es lo más duro" ( Cecilia Aroca. Madre comunitaria tradicional. Entrevista. 02de diciembre de 2010.) Cuando se profundiza en el análisis por sexo se evidencia que las cifras en las primeras edades son muy cercanas al departamento tanto para niños como para niñas, no obstante estas últimas tienen mayor porcentaje de asistencia en las primeras edades exceptuando a los 6 años, lo que indica que si bien las niñas entran de forma más retardada a la escuela, luego de esta edad participan más que los niños. En este sentido, el comportamiento, es cercano en los tres municipios y el departamento, sin embargo Coyaima tiene los niveles más altos de inasistencia escolar después de los 6 años. Luego de esta edad los niños indígenas natagaimunos son los que más asisten a la escuela, logrando un porcentaje de casi el 98% a los 9 años que se reduce drásticamente al llegar a los 13 años. Esto sucede con mayor intensidad en Coyaima y Ortega donde los niños empiezan a abandonar la escuela a los 11 y 12 años 108 respectivamente. Después de los 14 años los niños asisten con menor frecuencia a las escuela, a los 17 años la baja es significativa, momento en el que salen a ocupar otros espacios de socialización como el trabajo. En el caso de las niñas, el comportamiento es similar, siendo ellas quienes entran de forma menos tardía a la escuela. Las niñas indígenas ortegunas tienen niveles de asistencia más altas seguidas por las indígenas natagaimunas hasta los 12 años donde empieza a descender la participación en la escuela de forma menos significativa que en el caso de los niños. Este análisis las sitúa en niveles de asistencia mucho mejores que los niños. Con respecto al tiempo de exposición al escenario escolar se evidencia a primera vista que los niños indígenas natagaimunos acumulan mucho menos años de escolaridad que los demás. Esta situación se torna dramática al observar la brecha entre la línea normativa y su situación alejada respecto a los niños indígenas de Ortega y Coyaima. No obstante los niveles de los niños coyaimunos son también significativos sobre todo en las edades posteriores a los 13 años. En cambio las niñas logran acumular más años de escolaridad promedio que los niños, logrando un pico importante a los 15 años en el caso de Natagaima. Esta es una cuestión bien interesante que está mostrando una diferenciación de sexo en el tiempo de permanecía en la escuela donde los niños desempeñan otra labores diferentes a la escolar mientras que las niñas tienden a permanecer más tiempo con respecto a los demás municipios y el departamento sobre todo entre las edades de 14 a 17 años. 109 Hay algunas recomendaciones que las maestras pidieron quedaran planteadas en el informe. En la escuela Sede 06 Mesones hay una pequeña población de niños y niñas con discapacidad y no tiene ni la infraestructura ni los recursos adecuados para esto, sin embargo los niños avanzan a un buen ritmo gracias a la labor de las profesoras. Además el documento Compes que cubre a la escuela en presupuesto esta destinado a estudiantes no indígenas lo que reduce drásticamente el presupuesto para la escuela, pues aunque se recibe para el 30% de estudiantes, se destina para el 100%. 110 LA ATENCIÓN DIFERENCIADA DEL ICBF EN MATERIA DE FAMILIA, INFANCIA Y ADOLESCENCIA Y ADULTOS MAYORES EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS PIJAO DEL SUR DEL TOLIMA Es necesario tener en cuenta que debido a las condiciones del trabajo realizado para este informe, las conclusiones del mismo son previas y deben ser sujetas a revisión a partir de nuevas investigaciones, sin embargo también debe ser tomado como la base de una reflexión y revisión de las fallas de la acción del Instituto en esta región, así como de los diversos programas que los indígenas Pijao reclaman en sus comunidades. Sobre todo es necesario que el ICBF destine funcionarios y presupuesto para acercarse a las comunidades, pues en general los indígenas no conocen las políticas y programas ni han sido visitados por ningún funcionario o funcionaria. Esta situación delata una gran falla en el Sistema Nacional de Bienestar Familiar y en la acción del ICBF como ente rector, sobre todo partiendo de que la política del instituto para los grupos étnicos debe ser un mecanismo a través del cual se pone en marcha el Estado social de derecho, multicultural y pluriétnico. Además es una forma como se realiza el “bloque de constitucionalidad” y se intenta dar solución a las demandas de algunos líderes y organizaciones indígenas que piden un trato diferencial en los programas y proyectos que se desarrollan con las comunidades étnica y culturalmente diversas. La política pública para las etnias debería ser flexible, adaptarse a los diversos contextos y a las nuevas dinámicas de los grupos humanos, de esta forma apunta a dar respuesta a los cambios que puedan ocurrir y que mejoren o empeoren las condiciones 111 de un grupo en particular. Además es importante señalar que esta política pública no solo busca el bienestar de los individuos pertenecientes a un grupo sino la supervivencia de este como una sociedad étnica y culturalmente diferenciada, por lo tanto no solo apunta a acciones aisladas sino a un tratamiento integral de los problemas que puedan afectar su medio, su contexto y sus hábitats y que amenazan la pervivencia de los grupos étnicos, tratamiento integral que no se esta desarrollando en la región del sur del Tolima. En la zona rural del municipio de Ortega, sobre todo hacia las veredas de Mesones y Florida la población dice que no hay atención apropiada de parte del instituto. En contraste con la región montañosa, las comunidades de la parte plana de la región del sur del Tolima conocen un poco más de la atención del ICBF, muchas de las madres comunitarias entrevistadas llevan bastante tiempo trabajando con el Instituto. Así mismo, las autoridades indígenas reconocen la incidencia de los programas que están activos en las veredas y resguardos sin embargo, dicen que los programas han llegado gracias a sus gestiones y al trabajo de algunos funcionarios en la alcaldía y apuntan al mismo problema de la ausencia de funcionarios del ICBF que visiten la zona y verifiquen la manera como se ejecutan los programas. Esto contradice las prácticas que según “Marco General, Orientaciones de Política Pública y Lineamientos Técnicos de Atención Diferenciada ICBF en materia de familia, infancia y adolescencia de Grupos Étnicos” se deben eliminar, entre las que están: “Acciones paternalistas que ven en otros distintos a sujetos inferiores o incapaces que requieren que otros los conduzcan. Miradas etnocéntricas que parten del supuesto de la superioridad de una cultura sobre otra. Relativismos que consideran que todo lo de una 112 sociedad ajena no debe ser alterado. Autoritarismos que desconocen la voz del otro. Exclusiones en la participación y en las decisiones. Acciones aisladas sin planeación ni concertación.” (ICBF, 2007. Pp. 13). Sin embargo podremos ver en los testimonios de madres comunitarias, padres y madres de familia, líderes, gobernadores y gobernadoras que existen prácticas de paternalismo, discriminación y desconocimiento de un pueblo que ha contribuido con su sangre y sus costumbres a la riqueza humana del departamento del Tolima. Atención a la primera infancia. Básicamente existen tres programas funcionando en la región, los hogares comunitarios, los hogares comunitarios FAMI y los desayunos o raciones entregadas a las madres para los y las menores. Para la parte alta, que corresponde prácticamente a la zona de cordillera del municipio de Ortega, el gran problema es la poca cobertura relacionada con los grandes desplazamientos que deben hacer padres, madres, niños y niñas. En esta zona solo existen dos jardines, uno en la vereda Mesones y otro en la vereda Florida, y allí se distribuyen las raciones, esto dificulta bastante la atención pues en esta zona hay una gran población infantil que no es atendida pues los desplazamientos hacen muy poco práctico para los padres y madres utilizar los servicios del ICBF. En esta zona los padres solicitan dos programas más, un hogar disperso que funcionó durante tres años y dejo de funcionar hace un año y un hogar FAMI que sea ubicado en un lugar que permita la atención a la mayor población posible de la parte alta. Algunas madres solicitaron se realizaran algunas charlas acerca de resolución de 113 conflictos y luego que existen algunos casos, se capacitara a las mujeres acerca de cuál es la forma de obtener una prueba de paternidad. Es necesario mencionar la situación de la Escuela Sede 06 Mesones pues las condiciones que los niños y niñas deben afrontar son críticas, empezando por el programa de “Desayunos escolares” que se distribuye, nos comentaron que hace falta menaje para los niños y las niñas, esto implica que ellos y ellas deban traerlo de sus casas, sin embargo, por el camino el menaje se ensucia y esto genera infecciones. Con respecto a esto se informó que desde el Comité se había solicitado la dotación de menaje al ICBF y a la alcaldía desde hace un mes, pero no habían recibido respuesta aún. Esta escuela está llevando a cabo las gestiones para ampliar la cobertura educativa hasta grado 11, esto generará la necesidad de atender a los estudiantes en dos jornadas, además tendría que darse un refrigerio adicional ya que muchos niños, niñas y jóvenes se desplazan hasta hora y media a pie para llegar a estudiar, esto sumado a que en este momento sin los dos grados adicionales ya existe un grave hacinamiento. Por último sugirieron dotar la cocina de forma adecuada pues se cocina con leña traída por los estudiantes y esto perjudica mucho a las personas que preparan los alimentos. En la comunidad de Chenche Amayarco, y en general en la zona rural de Coyaima, existen graves índices de mala nutrición, las condiciones del terreno, de la economía y demás explican esta situación, en cuanto a la acción del ICBF las madres comunitarias plantean que la alimentación de los hogares y de los programas como Desayunos con amor y los hogares FAMI son una gran ayuda para esta situación. Sin embargo, reclaman que las capacitaciones que se dan no son de interés para las madres, “dicen 114 cosas que uno ya sabe, entonces las mamás solo vienen por el mercado” dice una madre FAMI en un resguardo en la zona rural de Coyaima y agrega que deberían aumentar el mercado entregado a las madres pues muchas de ellas aumentan su canasta familiar gracias a esta ayuda. Cuentan con un programa para 30 familias distribuido en dos hogares. Se atiende a madres gestantes y niños de 0 a 2 años. Las sesiones son todos los jueves de 2 a 4 p.m. Se dictan charlas y capacitaciones y se le entrega una ración de mercado mensual a cada madre. Esta ración contiene: 2 libras de arroz, una panela, medio litro de aceite, un kilo de bienestarina, una libra de arveja y una de lenteja. "las madres dicen que eso es muy poquito pa’ ellas" Al respecto otras madres afirman: "en este momento yo tengo un nieto que se beneficia del hogar FAMI pero yo veo de que la minuta no complementa la nutrición del niño. Dan un kilo de bienestarina, una libra de sal, una panela, una libra de arroz y medio litro de aceite y una libra de lenteja. A mí me parece que eso no complementa la nutrición del niño que está lactando. Además yo no sé quien ha puesto eso de que hay que pagar $4.000 mensuales porque eso no debería ser así porque es como si estuviera comprando el mercado. Es más, a veces no escogen bien los productos y por ejemplo la lenteja llega gorgojeada y eso no se puede consumir" (Pérez Jhon. Notas de Campo. 02 de diciembre de 2010) Los productos que envía el ICBF no son suficientes. En ocasiones han tenido que hacer uso del dinero que semanalmente pagan los padres para comprar productos como la sal, el azucar y el aceite. 115 Aunque la opinión general es que los funcionario del Bienestar Familiar nunca han visitado las comunidades Pijao la madres comunitarias reconocen el acompañamiento, Doña María Cecilia Aroca dice que "mensualmente nos reunimos con una dinamizadora en Coyaima que es la que visita los hogares, revisa cómo estamos trabajando, qué errores tenemos. Del Bienestar nos están visitando unas tecnólogas y unas pedagogas en Coyaima. Esas niñas vienen de la gobernación del Tolima" (María Cecilia Aroca. Madre comunitaria tradicional. Entrevista. 02de diciembre de 2010.) En estas capacitaciones las madres comunitarias resaltan los temas "sobre lactancia materna, maltrato infantil, (...). Estas charlas han ayudado porque el maltrato que había anteriormente aquí ya se está acabando el maltrato con los niños y con las mujeres " (Madre comunitaria FAMI. Entrevista. 02 de diciembre de 2010.) Específicamente es importante que "se acompaña a las madres desde la gestación, se les dice a las madres que tienen que ir a control, que tiene que ir a ver cómo está su bebé y se tiene que poner la vacuna de gestante. Después el niño nace, entonces lo mismo, se les dice que tienen que llevarlo a su control, hacerlo vacunar, registrarlo, sacarle el certificado médico, que es lo que están exigiendo mucho ahora para la atención del niño" ( Madre comunitaria FAMI. Entrevista. 02/12/2010.) Sin embargo, es importante mencionar que el ICBF en sus capacitaciones a las madres comunitarias impulsa la cultura del cuidado y la prevención con los niños y las niñas, pero no tiene en cuenta las características particulares de la cultura indígena, por ejemplo la medicina tradicional, acerca de esto una madre comunitaria dice que "en lo indígena en las capacitaciones uno escucha por ejemplo temas como en la crianza de 116 los hijos, de cómo es la moda de ahora de criar nuestros hijos, anteriormente a los niños no los vacunaban, los niños no sabían lo que era un control. Mientras que ahora no, ahora a los niños los mandan vacunar, los llevan al médico, les llevan el peso, si está bien, le miran como va en el lenguaje, en la estimulación de los niños". Se ha transformado la manera en que los indígenas crían a sus hijos. (Entrevista Madre comunitaria FAMI) Durante algunos talleres nos reiteraban que el ICBF no tiene una veeduría para los diferentes hogares. Los hogares no cuentan con las condiciones infraestructurales adecuadas, funcionan en la casas de las madres comunitarias y no cuentan con servicio sanitario. Así lo manifiesta un indígena pijao del cabildo Chenche Amayarco, durante el taller sobre la atención que el ICBF presta en la comunidad "una cosa es el hogar de uno y otra cosa son las instituciones. En el hogar de uno imparten la educación los padres. Uno pa’ llevar un hijo de uno a la casa de alguien particular no es lo mismo que si lo lleva a una institución que va a llegar con más confianza y con más desición" (Nancy Guzmán. Notas de Campo. 10/12/2010.) El programa PAIPI es uno de los mas nombrados y conocidos por los indígenas en esta región. Dirigido a niños menores de cinco años que no hayan ingresado a la escuela. Explicó una madre comunitaria que los niños y niñas "vienen, les hacen reunión, hablan con ellos, juegan, les enseñan a pintar, les dan galletas, leches, bocadillos. Vienen cada ocho días.” Sin embargo perdura la misma recomendación acerca de todos lo programas que aportan raciones, es necesario “un programa de alimentos que abarcara a toda la comunidad porque los cupos para estos programas son muy reducidos" (Profesora Yolanda Calderón. Vereda Mesones) 117 Acerca del programa PAIPI los padres y madres recomiendan ajustes en ciertos aspectos: Necesidad de una infraestructura adecuada, sillas y más material didáctico ya que a falta de ello los niños tienen que trabajar en el piso. Necesidad de variar los productos que se ofrecen pues resulta rutinario para los niños. Ampliación de cobertura porque los cupos no alcanzan a cubrir las necesidades de toda la comunidad. Podría ofrecerse capacitación a una de las madres para que ella se encargue de hacer más talleres a la semana (Taller). Doña Dominga Luna trabajo durante 10 años en el ICBF como madre comunitaria y contó que a las madres que vivían más lejos, debido al transporte de los alimentos se les dañaban los huevos y la fruta de las raciones. Sin embargo, esto sólo se presenta en las comunidades más alejadas. También plantea que es necesario que se mejoren las condiciones laborales de las madres comunitarias resguardadas, pues ella siente que hay discriminación en el trato hacia ellas. Así mismo siente que no se les retribuye por una labor tan importante como cuidar los niños y las niñas y empezar la crianza. Todas las personas asistentes señalan que nunca los había visitado un funcionario del ICBF hasta el día del taller (09-12-2010) que visitó la comunidad la antropóloga de Purificación. La remuneración de las madres no alcanza a compensar todas las responsabilidades y el trabajo que tienen a su cargo. "A nosotros nos queda muy incómodo es el tiempo porque nos toca cocinar, arreglar, manipular los alimentos y entonces en veces a uno le falta el tiempo porque donde uno tuviera alguien que le ayudara sería rico porque uno únicamente se dedicaría a los niños y como son 14 niños y usted sabe que manejar niños no es fácil porque ellos prácticamente son bebes. Debería haber alguien que se encargara de la comida" (María Cecilia Aroca. Madre comunitaria tradicional. Entrevista. 02/12/2010) 118 Hay muchos niños y niñas en las comunidades, por lo tanto no hay buena cobertura pues apenas hay dos hogares comunitarios. Hace falta dotación didáctica para los hogares infantiles, así mismo que sea tenido en cuenta el acervo cultural en esta dotación. Por ejemplo, las danzas, las artesanías, los mitos. Esto es necesario enseñarlo a los niños y a las niñas desde que son pequeños, luego cuando crecen les da pena. El gobernador del resguardo Totarco Dinde Tradicional dice que es necesario que esta enseñanza se haga parte de la vida cotidiana, pues este es uno de los factores de riesgo para el pueblo pijao. Es necesario tener en cuenta que para el desarrollo de actividades de orden didáctico basadas en la cultura propia del pueblo pijao no se puede recargar de trabajo a las madres comunitarias que ya tienen que cumplir con tareas extenuantes y deben tener su atención en el cuidado de niños y niñas a su cargo. También piden un hogar FAMI, pues la población de madres gestantes, lactantes y niños y niñas recién nacidos es alta y el hogar FAMI más cercano es en la cabecera municipal de Coyaima. Es necesario que haya una atención específica para el maltrato infantil, pues es recurrente en diversos relatos y entrevistas, sin embargo se habla de esto de una forma velada lo que es más preocupante y desde la escuela o los cabildos no se llevan a cabo acciones preventivas fuertes. Atención a la niñez y adolescencia. Hacen falta programas para la orientación de los jóvenes, no solamente en cuanto a salud sexual y reproductiva sino a planes de vida, pues aunque Pijao Salud y el Hospital San José del municipio de Ortega realizan algunas campañas estas sólo 119 cubren a la población afiliada, y se enfocan en la salud reproductiva. No hay ningún programa de atención para los jóvenes. Teniendo en cuenta la importancia de la juventud para las organizaciones indígenas es necesario que existan programas donde ellos y ellas se agrupen alrededor de actividades artísticas y deportivas. El año pasado hubo una iniciativa de la comunidad de organizar un conjunto musical pero no prosperó (Taller). Necesidad de mayor vinculación e involucramiento de los jóvenes a la organización, "[N]osotros tenemos un problema grande y es que los jóvenes casi no participan en nuestra comunidad, solo están pendientes de la explotación, del trabajo de las compañías y ese es un problema porque si no hubiera la explotación del petróleo nosotros viviriamos más organizados y podríamos tener a nuestros jóvenes trabajando para la comunidad" (Sol Ramírez. Suplente gobernadora cabildo Mesas de Cucuana. Entrevista. 26/11/2010). Toda esta situación se ve agravada por la falta de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes. Los que se quedan en su mayoría trabajan "suazando" hoja de cachaco. Sin embargo, la mayoría de jóvenes al terminar la secundaria migran a otros lugares principalmente a Bogotá, donde se emplean en oficios menores (celaduría) o montan su propio negocio de tamales. Son muy pocos los que al salir hacen una carrera profesional. (Taller) La mayoría de comunidades, tanto en la parte de cordillera como de sabana, cuentan con un restaurante escolar donde los niños de ambas jornadas toman el almuerzo. Normalmente deben pagar un monto de 50 o 100 pesos para el pago de una persona que prepara los alimentos. Sin embargo, existen varios problemas con la organización de este deber, pues normalmente existe una especie de comité que 120 depende de los padres y madres de familia que se organizan para recoger los alimentos, guardarlos, prepararlos y servirlos, pero ya que estas personas deben cumplir con sus trabajos y además muchas veces no tienen los elementos ni la capacitación adecuada para cumplir con esta función, se presentan casos en los que las profesoras deben hacer esta labor descuidando el cuidado y la educación de los niños y niñas. En muchas comunidades se sugiere que se capacite y se emplee a una persona que cumpla con esta tarea de forma permanente. Los productos llegan en mal estado para las comunidades de la parte alta, al respecto durante el taller realizado en la vereda Mesones el día 23/11/2010 una profesora nos cuenta. "yo he visto de que con lo del restaurante escolar hay un negocio todo raro porque muchas veces aquí en Coyaima los que traen la verdura de Bogotá la compran como retal porque viene más barato y aquí lo venden a precios como que si los productos fueran buenos. Eso le da una ventaja al comerciante pero resulta de que está perjudicando a la comunidad porque nos estamos comiendo unos alimentos en mal estado. Por ejemplo aquí hay muchos problema de diarrea, de problemas intestinales porque no hay agua potable y no sabemos si lo que están consumiendo nuestros hijos les está empeorando eso" (John Pérez. Notas de campo. 23/11/2010). En cuanto a los alimentos de desayunos con amor y los almuerzos que se ofrecen en los colegios y escuelas, es necesario planear de forma sistemática las acciones que implican el transporte, preparación y repartición de los alimentos, pues depende de la voluntad y el tiempo de los padres y madres de familia. Aunque normalmente las personas estan dispuestas se presentan inconvenientes y esto es por las múltiples ocupaciones de padres y madres. 121 Atención a adultos mayores. "Lo que sí yo veo es que acá en la comunidad hay muchos ancianos. Yo pienso que no solamente son los niños, los ancianos también necesitan por ejemplo un restaurante o un mercado porque ellos acá están muy mal y también necesitan su comidita, su alimentación, su refrigerio. La mayoría de ancianos viven solos y no tienen quién les haga de comer y yo pienso que es necesario que haya un programa para ellos" (John Pérez. Notas de campo. 10/12/2010) De esta forma retrata una madre comunitaria la falta de atención a la población de adultos mayores en el área rural de los tres municipios visitados. En muchas comunidades hay más de 70 adultos mayores, de ellos y ellas 20 en promedio están en algún programa de atención de alguna institución y no hay programas del ICBF que atiendan a esta población. Es necesario brindar a esta población un apoyo alimenticio y actividades lúdicas, para estos programas debe tenerse en cuenta que hay adultos mayores que no están adscritos a ningún cabildo, resguardo o asociación. La mayoría de ancianos se mantiene con el dinero que les llega por concepto de ley de transferencias. Pero sólo aquellos que forman parte de las familias resguardadas. Las mujeres ancianas se ayudan económicamente con la venta de chicha y la fabricación del jabón de la tierra pero es muy poco lo que obtienen de estas labores. "por ejemplo acá (Chenche Amayarco) hacemos chicha todas porque no hay más trabajo, no hay ni luz entonces cómo hacemos para dedicarnos a otro trabajo. Si uno se pone a tener animales, gallinas, piscos o marranos tiene que tener plata pa comprarles la comida a esos animales y si no trabaja de donde va a sacar para eso" (John Pérez. Notas de campo. 10/12/2010) No existe ningún programa de ninguna institución que atienda las necesidades del adulto mayor de forma integral y adecuada a las condiciones de un pueblo indígena, ni 122 de un área rural. La mayoría de ancianos trabajan hasta muy avanzada edad o viven del apoyo económico que les prestan sus hijos que en muchos casos viven fuera de la región. 123 BIBLIOGRAFÍA Arriagada I., 2005. “Transformaciones sociales y demográficas de las familias latinoamericanas”, en Valdés X. y Valdés T. (Eds.), Familia y Vida Privada. Chaves, M. (2002). Jerarquías de color y mestizaje en la Amazonía occidental colombiana. 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