redit nº 6 - Universidad de Málaga
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EVALUANDO LA METACOGNICIÓN SOBRE LA TRADUCCIÓN EN EL AULA: DISEÑO DE UN CUESTIONARIO DE PREGUNTAS ABIERTAS ANA MARÍA GARCÍA ÁLVAREZ UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA RESUMEN Concebir el signo lingüístico como contenedor de significados fijos y universales constituye una de las metáforas conceptuales del alumnado sobre la traducción. La lingüística cognitiva supera esta metáfora al estudiar que el signo lingüístico es todo lo contrario: abierto, enciclopédico, situado y emergente (Langacker, 1987). Este cambio de aprendizaje en el aula sobre el signo lingüístico debe basarse en saberes y contenidos de la lingüística cognitiva cuya selección, cuantificación, calificación y secuenciación se construye en función de los conocimientos previos y perfil del estudiante mediante un material curricular apropiado y aplicable a la traducción. Al objeto de comprobar hasta qué punto se han conseguido los objetivos propuestos en el aula señalados anteriormente, he elaborado un cuestionario de preguntas abiertas que los estudiantes deben responder y desarrollar en grupos y que pretende evaluar el conocimiento declarativo y procedimental del alumnado sobre los cambios producidos en sus creencias sobre el signo lingüístico en un momento dado del proceso de aprendizaje. El producto se basa en la comparación de un TO alemán con su traducción al español realizada por un traductor profesional y sobre la que los estudiantes reflexionan acerca de su calidad teniendo en cuenta algunos principios teóricos de la lingüística cognitiva aplicados a la traducción y aprendidos previamente en el aula. El diseño del cuestionario se basa por otro lado en una metodología de investigación cualitativo-descriptiva. Lo innovador del cuestionario es el planteamiento y secuenciación estructurada de los contenidos de las preguntas al considerar la interacción mental de los conocimientos previos y nuevos del estudiantado. Se demostrará por tanto la viabilidad del cuestionario en cuanto a los pasos establecidos para su elaboración teniendo en cuenta la temporalización de la unidad didáctica y otras variables contextuales. Asimismo se analizarán las argumentaciones de los estudiantes con el fin de establecer conclusiones sobre sus estados de aprendizaje del signo lingüístico y sobre posibles mejoras respecto a la programación curricular. PALABRAS CLAVE: Lingüística aplicada, lingüística sincrónica, teoría y métodos educativos ABSTRACT Conceiving the linguistic sign as a container of fixed and universal meanings constitutes one of the students’ conceptual metaphors about translation. Cognitive linguistics surpasses this metaphor by considering the linguistic sign to be opposed to this way of thinking: open, encyclopaedic, situated and emergent (Langacker, 1987). In order to implement this change in teaching, it needs to be based on theories and aspects of redit, número 6, 2011, 1-19 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez cognitive linguistics, whose selection, quantification, evaluation and content sequencing should be planned according to the students’ previous knowledge and profile by means of an appropriate curricular programme which can be applied to translation. In order to determine whether the above mentioned didactic goals have been fulfilled in the classroom, and to what extent, I have designed an open questionnaire. Students respond to a series of questions and then discuss their answers in groups in order to evaluate their declarative and procedural knowledge concerning changes in their beliefs about the linguistic sign that occurred at a given moment in the translation learning process. The translation product is based on the comparison of a German ST with a professionally translated Spanish TT. Students are asked to reflect on the translation quality of the TT by applying the theoretical principles of translation-oriented cognitive linguistics that were previously taught in the classroom. The questionnaire has been designed according to a qualitative-descriptive methodology. It contains some innovative aspects such as the structured sequencing of the questions which takes into account the students’ mental interaction of previous and new knowledge acquisition. Therefore, the didactic viability of the questionnaire will be established through the consideration of the sequencing of the didactic unit and other contextual parameters. Similarly, students’ reasoning will be analysed in order to establish conclusions about their learning stage in relation to the linguistic sign and in order to improve the curricular programme. KEYWORDS: Applied Linguistics, synchronic Linguistics, Educational theory and methods SUMARIO 1. Hacia un cambio de creencias sobre la traducción del signo lingüístico 2. Impartiendo conocimientos teóricos: programación de una unidad didáctica sobre traducción y cognición 3. El cuestionario y su diseño 4. Analizando y evaluando los pensamientos de los estudiantes 5. Conclusiones y futuras investigaciones 6. Referencias bibliográficas redit, número 6, 2011, 1-19 2 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez 1. Hacia un cambio de creencias sobre la traducción del signo lingüístico Una de las creencias más arraigadas de los estudiantes sobre el proceso de traducción consiste en concebir el signo lingüístico como contenedor de significados fijos y universales. Como reflejo de esta metáfora conceptual, el proceso de traducción del estudiantado tiende a ser lineal, basado principalmente en la aplicación de microestrategias (cf. Hönig, 1997), en las que predomina un excesivo hincapié en otorgar autoridad a la forma lingüística y al significado estructuralista establecido por los diccionarios. Los argumentos para fundamentar sus estrategias de traducción están normalmente guiados por la intuición. Pero ¿qué ocurre si la intuición falla? Y si se da el caso de que algún estudiante fundamenta su proceso con alguna teoría de la traducción, la tendencia es no saber relacionarla con la práctica traslativa. El signo lingüístico es abierto, enciclopédico, situado y emergente (Langacker, 1987), tal y como demuestra la lingüística cognitiva. Los contenidos teóricos de esta disciplina sirven para construir excelentes andamiajes hacia la fundamentación coherente de las estrategias de traducción en el aula. Sin embargo, existen muy pocas investigaciones al respecto cuando se aplica a la traducción, y en concreto a su didáctica, lo cual resulta paradójico, si tenemos en cuenta que una de sus aportaciones principales es explicar la construcción del significado desde la imaginación y percepción humanas. No obstante, ello es hasta cierto punto comprensible porque el paradigma cognitivo actual de la traducción se centra principalmente en el desarrollo de métodos empíricoexperimentales principalmente inductivos (ya sea los procedentes de la psicología cognitiva como los desarrollados mediante programas informáticos aplicados a la traducción) que intentan analizar lo que hacen los estudiantes cuando traducen y aportan, en consecuencia, resultados cuantitativos. En este sentido cabe recordar la crítica de Lörscher (1991) sobre los tradicionales modelos deductivos aplicados a la enseñanza de la traducción hasta los años noventa, una crítica que contribuyó en gran medida a un giro radical en el planteamiento de la investigación didáctica, de corte predominantemente inductivo. Los modelos deductivos han quedado marginados del paradigma didáctico al considerarse constructos metodológicos artificiales que no pueden dar cuenta de cómo funciona realmente el proceso de traducción. Pero ¿no resulta asimismo reduccionista orientar la investigación en didáctica de la traducción hacia parámetros exclusivamente cuantitativos? ¿Acaso están aportando resultados viables para el desarrollo de metodologías apropiadas en el aula? ¿Contribuyen a la adquisición de la metacognición? La cuestión principal, en mi opinión, es que debemos revisar precisamente los enfoques metodológicos deductivos en interacción con los inductivos. Precisamente la eterna enemistad entre la teoría y práctica de la traducción radica en que la traductología, tal y como se concibe hoy en día según sus diferentes enfoques, no basta por sí sola para describir aspectos relevantes relacionados, por ejemplo, con la incidencia de la imaginación humana en la traducción del signo lingüístico. Aunque ya existen algunos modestos intentos al respecto en los trabajos de Snell-Hornby (1988), Vermeer y Witte (1990), Kussmaul (1995,2000) o Hönig (1997), estas investigaciones preliminares no han recibido la atención necesaria por parte de la didáctica de la traducción. Una traductología cognitiva que describa el funcionamiento de la imaginación, la percepción o la imaginería mental que se activa en la traducción de conceptos, entre otros aspectos, constituye aún un campo de investigación por desarrollar. Por otro lado, el paradigma experimental inductivo no es suficiente en sí mismo para aportar datos sobre la adquisión de la metacognición en traducción. Sin redit, número 6, 2011, 1-19 3 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez menospreciar los métodos de investigación cuantitativos, la metacognición y su estudio requiere principalmente de una investigación cualitativa que sea capaz de describir la caja negra de los estudiantes a través del análisis de sus pensamientos y argumentaciones. En este sentido, las ciencias cognitivas, y en concreto la lingüística cognitiva, proveen al investigador de herramientas apropiadas para estudiar la mente humana y su interacción con la traducción. ¿Cómo se adquiere la metacognición sobre una disciplina? En primer lugar debemos retomar el papel relevante que desempeña el conocimiento declarativo en la didáctica y su manera más eficaz de ser adquirido. El docente debe ser crítico a la hora de seleccionar los contenidos teóricos para la práctica de la traducción según el grado de viabilidad teórica, ya que los distintos enfoques van quedando desfasados o van siendo mejorados y enriquecidos según las aportaciones de las nuevas investigaciones. En el presente artículo se hace hincapié en este sentido en la importancia de la lingüística cognitiva para entender cómo imaginamos y construimos el signo lingüístico durante el proceso traslativo. Por otro lado, el aprendizaje del conocimiento declarativo en el aula, si quiere ser significativo (cf. Ormrod, 2005:252 y ss.), requiere de un orden de elaboración, secuenciación y evaluación de contenidos teóricos que debe tener en cuenta el perfil y los conocimientos previos sobre traducción del estudiantado, además de una temporalización apropiada. Se trata en este sentido de construir una estructura organizativa adecuada para la información cognitiva que se les presenta en clase o en los materiales curriculares escritos y que debe interactuar constantemente con el conocimiento procedimental de una manera constructivista, con objeto de desarrollar la metacognición, es decir, “la reflexión sobre la reflexión en acción” (Bruning et al., 2002:298). Es importante señalar que el fracaso en la enseñanza teórica de la traducción se debe principalmente al modo en que se transmiten estos conocimientos. No se trata de transmitir un aprendizaje memorístico de términos teóricos y autores, sino de construir el conocimiento en andamiajes virtuales que contribuyan al cambio de creencias en interacción con la práctica. Lo que realmente merece ser evaluado es precisamente el cambio de creencias del estudiantado en un momento del proceso. 2. Impartiendo conocimientos teóricos: programación de una unidad didáctica sobre traducción y cognición Los mapas cognitivos constituyen uno de los recursos más idóneos para organizar e interpretar ideas nuevas (cf. Sevillano García, 2005). En nuestro experimento se han dedicado cuatro horas a la transmisión de contenidos teóricos nuevos que se han ido contrastando con los conocimientos previos del estudiantado sobre el signo lingüístico mediante el recurso del power point. Las diapositivas presentan de una manera dinámica y creativa la representación del conocimiento (Puente Ferreras, 2003: §14) a modo de imágenes, esquemas, ejemplos e información cognitiva escueta y clara teniendo en cuenta el perfil del estudiante y sus conocimientos presupositivos de lingüística y traducción. La secuenciación de contenidos en estas cuatro horas a modo de mapas cognitivos ha tenido en cuenta los siguientes aspectos de la lingüística cognitiva (cf. Lakoff, 1987; Langacker, 1987; Rosch, 1978; Ruiz de Mendoza, 2002) cuya orientación está siempre enfocada hacia la traducción: 1. Semántica de prototipos; modelos cognitivos idealizados; scripts o guiones; frames o marcos redit, número 6, 2011, 1-19 4 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez 2. Categorización de los conceptos (desde su verticalidad y horizontalidad) según la semántica cognitiva y la terminología 3. Activación y configuración de los conceptos: dominios cognitivos; focalización, saliencia; organización figura/fondo; perfil/base; la construcción de la paráfrasis desde la perspectiva cognitiva 4. Imágenes mentales; esquemas imaginísticos; scenes- and-frames semantics; proyecciones mentales en la configuración conceptual (metáforas conceptuales, metáforas de imagen y de forma; la metonimia) 5. Esquemas cognitivos (interacción de esquemas cognitivos maternos y extranjeros; espacios integrados (blends), extranjerizaciones y domesticaciones. No es objetivo de este artículo describir y fundamentar cada uno de estos contenidos teóricos para la práctica de la traducción, ya que excede el propósito de la presente investigación, centrada más bien en el diseño del cuestionario y las argumentaciones del alumnado. No obstante, y con el fin de ejemplificar uno de estos mapas, cabe señalar que la construcción didáctica de un mapa cognitivo, como es el caso de la transmisión de conocimiento sobre la “semántica de prototipos” indicada en el apartado 1, consiste en presentar y describir, mediante tres diapositivas consecutivas, las nociones básicas de dicha semántica (Rosch, 1978) a través de información textual concisa y clara sobre la categorización conceptual y vinculada además a ejemplos visuales de ejemplares de diferente índole pertenecientes a la categoría “pájaro” o “silla”: de los más representativos a los más marginales dentro de dicha categoría en la cultura española. En este sentido, la interrelación entre imagen y texto está basada precisamente en el modo en que se adquiere el conocimiento humano: mediante imágenes y proposiciones. Una secuenciación adecuada de contenidos es asimismo esencial, teniendo en cuenta los conocimientos previos de los estudiantes sobre semántica. Estos andamiajes contribuyen en su totalidad, junto con el intercambio de opiniones entre los alumnos y el profesor sobre las imágenes y textos, a cambiar gradualmente la cognición del estudiantado sobre el signo lingüístico. Uno de los aspectos más importantes aprendidos en este sentido con la semántica de prototipos es tomar consciencia de que la percepción de la realidad no es universal ni unívoca; tampoco se basa en parámetros lógicos sino gestálticos y corpóreos, entre otros factores. El objetivo principal del presente artículo consiste en evaluar diagnósticamente cómo ha influido precisamente este aprendizaje significativo en las creencias previas de los estudiantes sobre la traducción del significado y si ha contribuido a modificar su metacognición, aunque sea de manera preliminar. Asimismo, el experimento constituye una fuente de datos viable para posibles mejoras del diseño curricular de la asignatura “Traducción general C/A alemán-español” de tercer año de Licenciatura en Traducción e Interpretación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Previamente a la programación y consecución de la unidad didáctica, el docente había indagado acerca de los conocimientos sobre lingüística y traducción de los estudiantes mediante intercambios orales y debates que, por cuestiones de extensión, no pueden ser presentados en esta investigación. Basta con señalar que estos conocimientos se habían caracterizado por un marcado enfoque estructuralista. Hablando en términos de metáforas conceptuales y ontológicas que configuran el pensamiento del estudiantado redit, número 6, 2011, 1-19 5 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez (cf. Lakoff y Johnson, 1980), la forma lingüística se representaba como un contenedor, mientras que el contenido representaba un significado universal y en cierta manera fijo, que se “vierte” de un contenedor origen a otro contenedor meta, sin más consideraciones. 3. El cuestionario y su diseño El método de investigación cualitativo se emplea para conocer procesos complejos relacionados con la captación e interpretación subjetivas (Sevillano García, 2005:209210), cuya recogida de datos se hace mediante procedimientos abiertos como el cuestionario. La valoración de estos datos registrados tiene lugar muchas veces en forma de análisis interpretativo de documentos que se centran en la descripción y comprensión de los comportamientos individuales de los sujetos, desde un análisis de la realidad contemplada en su totalidad (visión holística), matizada por la visión personal de los individuos implicados, analizando sus creencias, pensamientos, intenciones, motivaciones, etc. El presente cuestionario se caracteriza principalmente por el planteamiento y secuenciación de los contenidos de preguntas abiertas relacionadas con la evaluación del proceso de traducción en relación con el signo lingüístico. El producto de traducción, que complementa al cuestionario en el experimento, consiste en el análisis de un TO alemán sobre gastronomía muniquesa y su comparación con la traducción al español realizada por un traductor profesional, al objeto de que el alumnado desarrolle su capacidad crítica sobre la calidad de la traducción de los referentes culturales en español. Estos textos han sido extraídos del libro Textanalyse und Übersetzen de C. Nord (1991:224-225), si bien sus referentes culturales serán analizados y fundamentados en esta ocasión desde la perspectiva cognitiva. TO en alemán: Spezialitäten “Liebe geht durch den Magen”. Dieser Spruch findet in München seine besondere Bestätigung. Denn es gilt als ein Teil der vielzitierten Münchner Gemütlichkeit, dass man hier auch zu essen und zu trinken versteht. Probieren Sie deshalb zuerst, was unter „Schmankerl“ als Münchner Spezialität auf der Speisekarte aufgeführt ist: Die Weisswurst, jene zarte Köstlichkeit, „gemixt“ aus Kalbsbrat, Salz, Pfeffer, Zitrone und Petersilie. Den Leberkäs’, der weder mit Leber noch mit Käse etwas gemein hat, sondern ein aus Rindsbrat und Speck gebackener Laib ist. Den Leberknödel, die berühmteste Sorte bayerischer Knödelarten. Kaum wegzudenken sind außerdem die altbekannten Schweinswürstl mit Kraut. Kenner wissen, wo sie besonders schmackhaft am Rost gebraten werden. Aber was wäre die gute Speis’ ohne das berühmte Münchner Bier? Der Durstige bestellt „eine Maß“ (1 Liter). Die meisten nehmen „Eine Halbe“ (½ Liter). Hell oder dunkel? Süffiger ist, laut Volksmeinung, das „Dunkle“. Aber immer mehr bevorzugen das „Helle“ und das „Pils“. Und wie wär’s mit dem obergärigen Weissbier (Weizenbier)? Oder mit „Märzen“ und „Bock“ (Starkbiere)? Köstlich schmecken Sie alle. Vor allem wenn Sie mit einem sorgsam gesalzenen „Radi“ –auf Hochdeutsch „Rettich“- Ihren Durst erst so recht schüren und dazu die Münchner Brot–Spezialitäten probieren: Brez’n, Remische, Salzstangerl, Loawen, Mohnzöpferl. [...] redit, número 6, 2011, 1-19 6 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez TM en español: Especialidades “El amor pasa por el estómago” es un adagio que vale especialmente para Munich. Entender de comida y bebida forma parte de la tan citada “Gemütlichkeit”, la acogedora atmósfera de Munich. Pruebe lo indicado en la lista de platos bajo la rúbrica “Schmankerl”, especialidades de la cocina muniquesa: la salchicha blanca, delicioso manjar, cuyos ingredientes son ternera, sal, pimienta, limón y perejil. “Leberkäs’”, “Queso de hígado”, que nada tiene de común ni con el queso ni con el hígado, pues se compone de carne de vaca y tocino. “Leberknödel”, “Albóndiga de hígado”, la más famosa entre las diversas variedades bávaras. No se pueden pasar por alto las famosísimas salchichas de cerdo con chucrut. Los gourmets saben dónde las asan mejor a la parrilla. Pero ¿qué valdrían estos deliciosos bocados sin la proverbial cerveza de Munich? El sediento pide “eine Mass”, un litro. Por lo general, se bebe “eine Halbe”, medio litro. ¿Negra o rubia? El pueblo opina que se deja beber mejor la negra, pero pero cada vez se bebe más la rubia y la “Pils”. Sin olvidar la “Weissbier”, cerveza blanca o de trigo, de fermentación especial, la “Märzen” y la “Bock”, cervezas fuertes. Todas tienen su inconfundible sabor, sobre todo si se toman con una especialidad muniquesa, que son los rábanos salados. Hay que probar también las especialidades de pan: Brez’n, Remische, Salzstangerl, Loawen, Mohnzöpferl. [...] Para el análisis y comparación de los textos anteriormente señalados, así como para la cumplimentación de los cuestionarios, se han dedicado diez horas en total. Asimismo, todo el trabajo ha tenido lugar en el aula y en la biblioteca de la Facultad, con el fin de que los factores contextuales y ambientales fueran aproximadamente los mismos para todos los estudiantes, y así hacer más objetiva la investigación. El docente ha estado siempre presente en el taller para controlar el material documental consultado (diccionarios, textos paralelos, etc.) por los estudiantes y para solucionar cualquier duda sobre el cuestionario. El contenido de las preguntas está asimismo orientado hacia el aprendizaje corregulado, es decir, el aprendizaje de la metacognición constructiva, compartida y situada entre los estudiantes mediante grupos de trabajo. El cuestionario se divide en tres apartados principales: A) preguntas sobre el análisis de los referentes gastronómicos del TO, B) preguntas sobre la comparación del TM español con el TO en relación con la traducción de los referentes culturales y C) evaluación del estudiante sobre su aprendizaje corregulado. El apartado A se divide a su vez en tres preguntas abiertas específicas que se formulan a continuación y que guardan relación con las teorías cognitivas previamente aprendidas, en especial Rosch (1978) y Langacker (1987): 1. Localizar y analizar en equipo los posibles prototipos de los conceptos gastronómicos alemanes que aparecen en el TO indicando las posibles similitudes y diferencias con conceptos parecidos en la cultura española (buscar primero las siguientes palabras en el diccionario bilingüe y monolingüe alemán, para luego poder compararlas con dichos conceptos españoles): “Knödel”, “Schweinswürstl”, “Münchner Bier”, “Mass”, “Rettich”, “Brez’n”, “Brotspezialitäten”. 2. Comprobar en equipo, una vez se hayan consultado las fuentes documentales más específicas como textos paralelos, Internet, informantes, etc., los aciertos y errores cometidos en el ejercicio anterior al configurar mentalmente los conceptos de “Knödel”, “Schweinswürstl”, “Münchner Bier”, “Mass”, redit, número 6, 2011, 1-19 7 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez “Rettich”, “Brez’n”, “Brotspezialitäten” cuando se ha recurrido previamente a los diccionarios. 3. Destacar en equipo la focalización concreta de los siguientes conceptos en función del contexto textual (es decir, qué es lo que se dice del concepto en el TO como “figura” y que es lo que permanece oculto o implícito como “fondo”). Para ello tendrán que documentarse previamente sobre los siguientes conceptos en la web para saber qué significan y cómo se configuran mentalmente de una manera global y qué imágenes evocan (también qué tipos de dominios cognitivos se evocan): “Magen”, “Gemütlichkeit”, Weisswurst”, “Leberkäse”, “Leberknödel”; “Schweinswürstl”, “Münchner Bier”, “eine Mass Bier”, “Weissbier”, “Starkbiere”, “Radi”, “Brez’n”; “Mohnzöpferl”. La secuenciación gradual de los contenidos de estas preguntas abiertas implica transformar poco a poco las creencias estructuralistas del alumnado sobre el significado y su excesivo hincapié en la autoridad de los diccionarios tanto bilingües como monolingües, en creencias que apoyan el importante papel de la percepción y la imaginería en la compresión de los conceptos. La pregunta 1 encauza en primer lugar el proceso de traducción hacia la consulta de los referentes culturales en los diccionarios, para activar precisamente los primeros pasos metacognitivos sobre el modo en que se estructuran las acepciones y definiciones lexicográficas. La pregunta 2 orienta el aprendizaje hacia la consulta de fuentes documentales más enriquecedoras en cuanto a información tanto textual como visual, lo que conlleva a que el estudiante sea aún más consciente del peligro de los diccionarios. La pregunta 3 pretende señalar la importancia del contexto textual en el que funciona el signo lingüístico y el papel de la focalización conceptual, pues una de las creencias más arraigadas en el conocimiento previo del estudiantado consiste en pensar que “sobre el signo hay que decirlo todo en la traducción”, de ahí las metáforas conceptuales tan arraigadas de la “equivalencia” o “fidelidad” y que subyacen en su conocimiento previo. Los contenidos teóricos previamente aprendidos sobre la psicología de la gestalt y sus nociones de “figura” y fondo”, que recoge a su vez Langacker (1987) para estudiar las estructuras lingüísticas y gramaticales con sus perfiles y bases, constituyen los pilares metodológicos apropiados hacia este cambio en el aprendizaje. El apartado B, basado en la comparación del TM español con el TO, establece tres preguntas relacionadas con la calidad de la traducción de las formas lingüísticas de los referentes culturales y de un fraseologismo: 1. ¿Es adecuada la traducción del refrán “Liebe geht durch den Magen”? Analizar en equipo la solución traslativa y describir sus aciertos y errores, teniendo en cuenta la intención comunicativa directiva del refrán. 2. ¿Es acertada la traducción de “Gemütlichkeit al español? Fundamentar la respuesta en equipo. 3. Comprobar en equipo si las diferentes extranjerizaciones y correspondientes domesticaciones de los siguientes conceptos han sido acertadas en la traducción española. “Schmankeln, especialidades de la cocina muniquesa”; “salchicha blanca”; “Leberkäs, queso de hígado”; “Leberknödel, albóndiga de hígado”; “salchichas de cerdo con chucrut”; “cerveza de Munich”; “eine Mass, un litro”, “eine Halbe, medio litro”; “negra o rubia”; “Pils”; “Weissbier, cerveza blanca o de trigo”; “la Märzen y la Bock, cervezas fuertes”; “rábanos salados”; “especialidades de pan Brez’n, Remische, Satzstangerl, Loawen, Mohnzöpferl”. redit, número 6, 2011, 1-19 8 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez El diseño del apartado B se ha focalizado específicamente en las estrategias de traducción realizadas por el traductor profesional. Con ello se pretende evaluar la capacidad crítica del estudiantado sobre la traducción de extranjerizaciones y domesticaciones teniendo en cuenta lo que evocan las imágenes mentales previamente analizadas y consultadas en la fase de documentación, así como la incidencia de los aspectos previamente aprendidos de semántica cognitiva en las argumentaciones. Como se podrá comprobar, al docente también le interesa evaluar en este apartado si el estudiante ha entendido la función de la paráfrasis y su construcción en el texto en relación con los aspectos pragmáticos y cognitivos. El apartado C pretende evaluar y establecer hipótesis sobre el aprendizaje en grupo e individual y el cambio de posibles creencias en interacción con el conocimiento procedimental. Las siguientes cinco preguntas se responden individualmente, para inferir en líneas generales resultados tanto del aprendizaje corregulado como autorregulado: 1. ¿Qué has aprendido con este ejercicio? 2. ¿Cómo se han distribuido las tareas en grupo? 3. ¿Ha habido problemas en el grupo? Si ha sido así, enumerarlos y explicar las razones. 4. Señala otras consideraciones que creas conveniente destacar en el trabajo en grupo. 5. ¿Ha merecido la pena trabajar en grupo? Fundamenta la respuesta. 4. Analizando y evaluando los pensamientos de los estudiantes Por cuestiones de extensión, se presentarán a continuación las argumentaciones escritas por tres estudiantes participantes en un solo grupo. El experimento real presenta, no obstante, muchos más resultados, ya que se establecieron cinco grupos de tres estudiantes cada uno. No es objetivo del presente artículo contrastar y evaluar todos los resultados de los cinco grupos, sino presentar una única muestra que permite vislumbrar la pertinencia del cuestionario en relación con su diseño para evaluar ciertos aspectos metacognitivos del alumnado. Seguidamente presentamos las argumentaciones de este grupo relacionadas con el análisis de los referentes culturales del TO, y su posterior evaluación por parte del docente: Apartado A: 1. Knödel: albóndiga de papa. Se diferencia de las álbondigas españolas en que están hechas de papa y el prototipo de albóndiga es de carne. Schweinswürstl: salchicha de cerdo. A simple vista parece ser el prototipo de salchicha española de cerdo. Münchner Bier: cerveza muniquesa. A simple vista es una cerveza normal, no difiere del prototipo español. Mass: un litro (cerveza). El prototipo español de un litro de cerveza es la “litrona”. Hay que buscar documentación más específica para saber si el prototipo alemán es el mismo. Rettich:rábano. Según estas primeras fuentes documentales no existe diferencia alguna entre el prototipo español de rábano y el alemán. Brez’n: rosquilla. En el diccionario no hay más información, así que deberemos consultar otras redit, número 6, 2011, 1-19 9 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez fuentes. Brotspezialitäten: especialidades de pan. No hay más información en los diccionarios sobre este concepto. 2. Knödel: la forma es igual al prototipo español, sin embargo su preparación y sus ingredientes son muy diferentes. En Alemania se cuecen en agua con sal. El ingredientes principal es la papa, pero también llevan cebolla, mantequilla, nueces, cebolla, gelatina, huevo, pan rallado, sal y perejil. También es diferente de tamaño, ya que son como una pelota de tenis. Schweinswürstl: no es exactamente el prototipo de salchicha española, ya que son más grandes, más gruesas y son de color rojo. Además se sirven con chucrut (col blanca y vinagre). Münchner Bier: no se refiere a una cerveza específica, es el término general para designar la cerveza de Munich. Mass: el prototipo español es la “litrona”. Esta es una botella. En cambio en Alemania se sirven en jarras de un litro y se consumen en los Biergarten. En España se consumen en la calle mientras se realiza el botellón y se compran en los supermercados. Rettich: no tiene nada que ver con el rábano prototípico español, que es pequeño y rojo. En Alemania, son alargados y blancos; hay muchos tipos y se consumen habitualmente. Brez’n: no corresponde con el prototipo español de “rosquilla”. En España son dulces y redondas. En Alemania son saladas y tienen forma de lazo o de ocho. Ademas, allí se consumen con cerveza. Brotspezialitäten: en Alemania se hacen con otros ingredientes, como semillas de amapola o frutos secos, y no acompañan al plato principal. En España sí se consumen como acompañamiento a platos principales. 3. Magen: estómago. En el texto se utiliza como “figura” la comida, todo lo que tiene que ver con comer, y como “fondo” queda el funcionamiento del estómago, su estructura como aparato digestivo, etc. Gemütlichkeit: en el texto encontramos como “figura“ que es parte de la acogedora atmósfera de Munich. Como “fondo” encontramos que describe un lugar no muy grande, calentito, acogedor y con buen mobiliario. Denota también la noción de pertenencia, aceptación social, alegría. Weisswurst: en el texto la “figura” es que son deliciosas y suaves, y también sus ingredientes. Como “fondo” queda el tamaño, olor, color, etc. Leberkäse: queso de hígado. Como “figura” tenemos que no tiene nada que ver ni con el queso ni con el hígado y que está hecho de vaca y tocino; es un pastel de carne. Como “fondo” queda su sabor salado y su forma, también dónde y cómo se sirve, etc. Leberknödel: albóndiga de hígado. Como “figura” encontramos que son uno de los tipos de albóndigas más famosas de Baviera y que están hechas de hígado. Como “fondo” encontramos su composición, su tamaño, que llevan especias y que acompañan a comidas específicas. Schweinswürstl: en el texto encontramos que como “figura” se resalta que son famosas y que los que mejor las conocen saben dónde las hacen mejor. En el “fondo” encontramos implícitamente su forma, su color y su tamaño. Münchner Bier: como “figura” tenemos que es muy famosa y que es de Munich. Como “fondo” tenemos que es un término general y que hay diferentes variedades (blanca, negra, Ale...), cada una con unas características específicas. Mass Bier: como “figura” encontramos que equivale a un litro y que es grande. Como “fondo” queda que es una medida que se utiliza solo para cerveza. Antiguamente no era un litro exacto, pero hoy en día sí. Y que es la abreviación de “Masskrug”, que es un tipo de jarra de cerveza de un litro (fondo). Weissbier: en la “figura” encontramos que es una cerveza blanca o de trigo y que tiene una fermentación especial. En el “fondo” encontramos que es ligera y más pálida que la mayoría de las cervezas Ale, hechas solo con cebada, casi siempre de alta fermentación, y especialmente popular en épocas calurosas. Starkbiere: en la “figura” encontramos que es una cerveza fuerte, como la cerveza “Märzen” o la “Bock”. En el “fondo” redit, número 6, 2011, 1-19 10 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez encontramos que también se conoce como “Bockbier”, que las hay tanto claras como oscuras. Radi: en la “figura” encontramos que son una especialidad muniquesa: los rábanos salados. En el “fondo” encontramos que es una especie de rábano, cortado en finas lonchas y salado. Brez’n: en la “figura” encontramos que es una de las especialidades de pan. En el “fondo” encontramos que es una especie de rosquilla salada, con forma de lazo, y que las hay de una gran variedad. Möhnzöpferl: en la “figura” encontramos que es una de las especialidades de pan. En el “fondo”, por falta de documentación, pues no encontramos textos paralelos, no encontramos nada. Evaluación del apartado A: Algunas de las argumentaciones se caracterizan en primer lugar por el uso preciso del metalenguaje teórico aprendido en el aula (“prototipo”, “figura/fondo”) para analizar de manera procedimental los referentes culturales alemanes y compararlos con posibles referentes españoles similares. Para contestar la respuesta 1 se han consultado los diccionarios bilingües. Las acepciones recogidas determinarán la mayor o menor precisión del concepto en cuanto a su imagen y características. Los estudiantes del grupo son conscientes de las limitaciones del diccionario y su poca fiabilidad. Respecto a Knödel, los estudiantes establecen la diferencia entre los prototipos: las albóndigas españolas están hechas normalmente de carne, mientras que las alemanas se componen de patata. Dicha acepción, teniendo en cuenta los límites de espacio textual permitido para los diccionarios bilingües, parece ser acertada, pues expresa de manera clara y concisa la diferencia entre los prototipos según la característica de “saliencia” más destacada, en este caso el ingrediente principal (cf. Langacker, 1987). La Schweinswürstl, sin embargo, se traduce por “salchicha de cerdo”, sin destacar diferencias. Los estudiantes en este sentido son cautos: “a simple vista”, señalan, “parece ser el prototipo de salchicha española”. A continuación, el análisis de los dos referentes culturales siguientes expresan argumentaciones parecidas, por lo que no es necesario describirlas con detalle. En relación con Maß, los estudiantes encuentran la entrada de “un litro”, la cual asocian con la “litrona” de cerveza en España. Los estudiantes son igualmente conscientes de la importancia de consultar más documentación para buscar diferencias sobre el concepto. Por otro lado, las acepciones de “´rabano” para Rettich, “rosquilla” para Brez’n y “especialidades de pan” para Brotspezialitäten, sin más descripciones, parece implicar que se trata de la misma imagen que en la cultura española, si bien los estudiantes indican en sus argumentos que se trata de una primera fuente documental, por lo que habrá que seguir consultando otra información para despejar dudas. Obsérvese el cambio gradual de representación mental de estos referentes que tiene lugar en la respuesta 2, con una mayor precisión en la descripción de las imágenes mentales al consultar las fuentes documentales y basada igualmente en la selección coherente de textos de las páginas web. En relación con Knödel, los estudiantes destacan una característica de similitud entre prototipos alemanes y españoles respecto a la forma (redonda), aunque no lo explicitan claramente en la argumentación, y establecen diferencias vinculadas a la preparación de las albóndigas y sus ingredientes. Como saliencia de características se señala que se cuecen en agua con sal, están hechas de patata, se acompañan de ciertos ingredientes y, especialmente, se diferencian por el tamaño (“como una pelota de tenis”). Asimismo, los estudiantes van precisando perceptivamente la imagen mental de Schweinswürstl y argumentan las diferencias: lo que parecía prototípicamente como la salchicha de cerdo española, según el diccionario bilingüe, aparece en otras fuentes documentales como “más grandes, más gruesas y de color rojo”. A su vez, este concepto lo asocian con otras características relacionales redit, número 6, 2011, 1-19 11 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez vinculadas al dominio cognitivo alemán en el que funciona normalmente: las Schweinswürtl se sirven con chucrut, otra nueva diferencia respecto al prototipo español. En la argumentación siguiente, los estudiantes descubren que Münchner Bier no es un nombre propio o marca de cerveza específica, sino que se define como nombre concreto o genérico que designa a cualquier cerveza de Munich. Este dato es curioso, puesto que el hecho ortográfico de que los sustantivos alemanes vayan siempre en mayúscula constituye a veces un obstáculo para el estudiante cuando debe diferenciar entre nombres concretos y propios al analizar cualquier TO en alemán. En relación con Maß, los estudiantes indican una vez más el prototipo español de “litrona”, aunque en esta ocasión añaden otra característica relacional del dominio cognitivo, es decir, el contenedor de la cerveza en forma de “botella”. Por el contrario, el contenedor alemán es una “jarra de un litro” y se consume en unos sitios especiales denominados “Biergarten”. A continuación, el grupo vuelve a establecer en este caso una nueva diferencia de lugar: en España se compra en los supermercados y se consume en la calle, en los famosos “botellones”. Por otro lado, Rettich, como “rábano”, se precisa en esta ocasión de otra manera en cuanto a su imagen: en Alemania son alargados y blancos, mientras que en España el prototipo es rojo y pequeño. Las fuentes documentales para descifrar estas diferencias se basan en la consulta de imágenes en el buscador de google. Los textos de la web que describen y hablan sobre el Rettich aluden a su consumo habitual en Alemania, al contrario que en España, pues no se suele consumir con tanta frecuencia, tal y como indican los estudiantes en su argumentación. Las diferencias entre prototipos respecto al Brez’n se fundamentan con detalle en el cuestionario una vez han sido consultadas las imágenes y textos sobre el concepto: en España, las rosquillas son dulces y redondas, mientras que en Alemania son saladas, tienen forma de lazo o de ocho y además se consumen con cerveza. Esta argumentación muestra una vez más la toma de consciencia de los estudiantes, aunque no quede explícita en la respuesta, sobre las peculiaridades de la lexicografía bilingüe en contraposición a la más enriquecedora aportación de los textos paralelos e imágenes de internet. Por último, y en esta misma línea de pensamiento, la consulta de determinadas fuentes establece las diferencias entre los panes españoles y alemanes: por un lado los ingredientes, y por otro lado el hecho relevante de que en Alemania no se consume con la comida, mientras que en España es acompañante incondicional de los platos principales. La respuesta 3 constituye un claro ejemplo de interacción del conocimiento declarativo con el procedimental, puesto que aplican conceptos teóricos de una manera coherente para fundamentar las características que aparecen explícitas en el texto y aquellas que quedan implícitas, pero que son necesarias de ser representadas mentalmente para imaginar el dominio cognitivo en el que se configura el concepto-en-situación. En este sentido, Magen funciona como metonimia de “comida”, que si bien no se explicita en el argumento mediante el metalenguaje preciso, queda implícitamente señalada como asociación perceptual de parte-todo. Obsérvese las argumentaciones relacionadas con el “fondo” del dominio cognitivo de dicho concepto: “el estómago y su estructura como aparato digestivo”, una configuración mental necesaria para entender la metonimia como manifestación textual o marco lingüístico del TO. Respecto a Gemütlichkeit, los estudiantes no han sabido detectar con precisión la focalización del concepto en el TO según su función textual, la cual alude a la “embriagadora” comida que se puede encontrar en Munich, tal vez influidos por la traducción española, la cual dibuja solo una parte de la imagen que evoca Gemütlichkeit en el contexto con la expresión “acogedora atmósfera”. Sin embargo, la descripción del “fondo” es más acertada: los redit, número 6, 2011, 1-19 12 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez estudiantes señalan distintas asociaciones potenciales de interpretación en torno al concepto: puede ser tanto un lugar acogedor o confortable como una sensación de alegría, de pertenencia o de aceptación social. Estos matices han sido consultados en las páginas web, ya que en principio desconocían el carácter idiosincrásico y específicamente cultural del referente. La figura de Weisswurst es igualmente acertada, ya que se destaca en la forma lingüística del TO que son “suaves y deliciosas”, con indicaciones sobre sus ingredientes. No obstante, los estudiantes no se han percatado de otra característica de saliencia en la figura: su color blanco, señalado en el significante “weiss”. Su color lo incluyen por el contrario en el fondo, lo cual no es acertado. Las otras características ubicadas en el “fondo” (tamaño y olor) sí son correctas. La argumentación sobre Leberkäse es precisa: la figura guarda relación con la traducción literal del significante, que queda explícita como forma lingüística en el TO, así como su vínculo analógico con “pastel de carne”, también explícito como paráfrasis en el TO, compuesto por el contrario de vaca y tocino. En el fondo permanece implícito en su representación mental el sabor salado, su forma verdadera, dónde y cómo se sirve. Asimismo, las fundamentaciones sobre la albóndiga de hígado Leberknödel demuestran también cambios considerables en la metacognición de los estudiantes sobre su configuración mental: la figura alude a su composición principal (hechas de hígado) y a su ubicación (las más famosas de Baviera), mientras que el fondo se vincula a su tamaño, a su composición (aquí se entiende que los estudiantes hacen referencia a otros posibles ingredientes aunque no lo expresen claramente), a las especias empleadas y como acompañamiento de comidas específicas. Respecto a Schweinswürstl, las características señaladas en la figura son correctas (famosas; los que mejor las conocen saben dónde las hacen mejor), pero se ha olvidado destacar en este sentido que van acompañadas de una guarnición de chucrut (Kraut) y que se hacen a la parrilla (am Rost gebraten), características que aparecen explícitamente en la forma lingüística del TO. Las características del fondo de dicho concepto son, por otro lado, acertadas. Como complemento a lo señalado en la respuesta 1, los estudiantes aportan más datos en la respuesta 2 sobre Münchner Bier. Destacan que es famosa y de procedencia muniquesa (figura) y evocan que es un término general que designa varios tipos (fondo). No obstante, los estudiantes no se han percatado de que en el postexto aparecen explícitamente los nombres de algunas variedades de la cerveza de Múnich. En cuanto a Maß Bier, la argumentación aportada por los estudiantes demuestra una excelente búsqueda documental relacionada con las características del fondo: es una medida utilizada exclusivamente para la cerveza, es la abreviación de “Masskrug” y, antiguamente, no era un litro exacto, peor hoy en día sí, según la información proporcionada por internet. Las características señaladas para la figura son igualmente acertadas (un litro y grande). Weissbier, por otro lado, es una cerveza blanca o de trigo (esta vez sí se ha tenido en cuenta el significante weiss” para el referente cultural) y con una fermentación especial (obergärig) como figura del concepto. El fondo también ha sido correctamente fundamentado. En relación con Starkbiere, los estudiantes han sabido encontrar como figura la convención “cerveza fuerte”, según las fuentes documentales consultadas, y, consecuentemente, los dos tipos más importantes: la Bock o la Märzen. En el fondo permanece implícita su otra denominación (Bockbier) así como su variedad en cuanto al color y elaboración (claras y oscuras). La argumentación de Radi, por el contrario, no es del todo correcta: en la figura destacan acertadamente que es un “rábano salado” (indicado por “gesalzen” y “Rettich”), mientras que el fondo alude a su presentación (cortado en finas rodajas). Pero los estudiantes han señalado que en el fondo se encuentra también su carácter “salado”, un dato erróneo que redit, número 6, 2011, 1-19 13 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez probablemente se deba a una falta de atención a la hora de expresar sus opiniones en el cuestionario. Por último, la figura de “especialidades de pan” para Brez’n es acertada, ya que el TO no especifica más datos al respecto, mientras que el fondo evocaría su forma (especie de rosquilla salada, con forma de lazo y de gran variedad). Möhnzöpferl, por el contrario, no ha sido argumentado por falta de información en textos paralelos o por no encontrar el texto paralelo adecuado. Apartado B 1. El refrán alemán “Liebe geht durch den Magen” significa en español literal “el amor pasa por el estómago”. Hay un refrán español que significa algo parecido “al hombre se le conquista por el estómago”, pero este refrán está cargado en un primer momento de connotaciones machistas, por lo que no es adecuado en este contexto. Por otro lado, al traductor le ha faltado explicitar en la paráfrasis “dicho alemán”. Si solo pusiéramos “dicho” (adagio nos parece excesivamente pomposo para el estilo del TM), faltaría informatividad necesaria, puesto que deberíamos ubicar al receptor de que se trata de un refrán alemán. El traductor en este sentido ha cometido un fallo en su paráfrasis, pues resulta demasiado lacónica. 2. “Gemütlichkeit” no es un nombre propio de ningún plato, ni de ningún lugar, sino un nombre común. Crear una extranjerización con ese nombre común no es necesario en el TM y puede confundir al lector. Lo que le ha pasado al traductor es que ha querido mantener la palabra alemana por considerarla un referente cultural muy difícil de traducir. La paráfrasis que utiliza está muy bien, ya que este concepto no se puede explicar con todos sus significados en el texto, es muy extenso. 3. “Schmankeln, especialidades de la cocina muniquesa”: es correcto, porque forma parte de los núcleos temáticos principales. Además, le da un carácter exótico e instructivo al texto y al concepto. No es necesaria la extranjerización para el concepto de “salchicha blanca”. “Leberkäs, queso de hígado”: esta solución es adecuada porque más adelante se explica que no tiene nada que ver ni con el queso ni con el hígado. Se trata de un pastel de carne compuesto de tocino y carne de vaca. Sin embargo, el traductor ha omitido información, por ejemplo, “backener Laib”, que podría haber traducido por “pastel de carne”, y así la paráfrasis hubiese quedado más precisa. “Leberknödel, albóndigas de hígado”: esta extranjerización no es incorrecta, pero podría haber domesticado directamente y así jugar un poco más con el texto. Es más adecuado estilísticamente colocarlo de esta manera: “la famosa albóndiga de hígado Leberknödel”. “Salchichas de cerdo con chucrut”: no es necesario ponerlo en alemán, por ello consideramos correcta la domesticación. “Cerveza de Munich”: la domesticación es correcta, pues “Münchner Bier” no es un nombre propio. “Eine Mass, un litro; eine Halbe, medio litro”: consideramos que también son correctas las paráfrasis porque aclara al lector que se trata de unidades de medida. “Negra o rubia”: también es correcto, pues todos conocemos que existen cervezas negras y rubias y no crea ningún tipo de ambigüedad, pues sabemos por el contexto que se trata de cervezas. “Pils, la Märzen y la Bock, cervezas fuertes”: al ser nombres propios de cervezas alemanas, es correcto mantener las extranjerizaciones en el TM. “Weissbier, cerveza blanca o de trigo”: en este caso se podría domesticar directamente, sin tener que mantener el término extranjerizado, pues ya en la paráfrasis se especifica de qué se habla. Creemos que si se quiere mantener la extranjerización sería mejor utilizarla al final, por ejemplo, “la cerveza blanca o de trigo Weissbier”. “Rábanos salados”: redit, número 6, 2011, 1-19 14 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez consideramos correcta la domesticación, aunque habría que dejar claro que no son los prototípicos rábanos españoles. “Especialidades de pan Brez’n, Remische, Satzstangerl, Loawen, Mohnzöpferl”: consideramos correcto mantener la extranjerización de las diferentes especialidades de pan, pues al explicitar al comienzo que se trata de especialidades de pan, el receptor ya supone que todos esos nombres en alemán son diferentes tipos de pan. Además, si tuviéramos que explicar cómo es cada tipo de pan, nos ocuparía mucho espacio y ya nos alejaríamos del TO. Evaluación del apartado B: La respuesta 1 refleja en primer lugar la capacidad crítica del grupo sobre los procesos mentales traslativos del traductor profesional. Los estudiantes son conscientes de que el refrán español correspondiente no es pertinente en el contexto de la traducción. “Hombre” se asocia en este sentido con el “varón” como primer significado, probablemente debido a su alta frecuencia de uso como connotación machista en español, por lo que quedaría descartado como posible solución. Los estudiantes son igualmente conscientes de que el refrán alemán puede ser trasladado al TM con el mismo contenido informativo, si se explicita que se trata de “un dicho alemán”, aspecto que el traductor profesional probablemente no ha tenido en cuenta. Aunque no haya quedado explicitado en la argumentación, la metonimia de “Magen” puede trasladarse con la misma metonimia al español, ya que ambas comparten la idea asociada del estómago con la comida muniquesa. En segundo lugar, queda patente también que se ha comprendido la función de la paráfrasis como recurso traslativo de aclaración, previamente enseñada en las clases magistrales de teoría cognitiva. Por último, “adagio” resulta ser una palabra que excede el registro, lo cual queda plasmado como fundamentación coherente en la respuesta. La respuesta 2 continúa expresando la capacidad crítica de los estudiantes, quienes cuestionan la solución del traductor profesional, aunque el argumento que aportan no está claramente expresado. “Trasladar la extranjerización al TM”, según los estudiantes, “no es necesario y puede confundir al lector”. ¿Qué quiere decir esto? Una hipótesis viable podría guardar relación con la función textual que cumple dicha palabra en el TM. La “figura” del texto la constituyen realmente los platos gastronómicos y las cervezas, mientras que “Gemütlichkeit” funciona textualmente como un elemento complementario más que enriquece considerablemente la información realmente importante relacionada con los platos gastronómicos. Por este motivo, los estudiantes consideran que el traductor puede haberle otorgado una excesiva importancia a la manera de traducir dicha palabra, precisamente “por ser un referente muy difícil de traducir”, dada su carga potencial de significados y emociones. Respecto a la paráfrasis empleada en la traducción española, las argumentaciones se limitan a señalar que “está muy bien”. Dicha argumentación, si bien se basa en los principios de Langacker de que “no se puede plasmar toda la potencialidad de significado sino tan solo una parte” (1987:39-40), no está perfectamente fundamentada. ¿Por qué está bien? No se explica. Si queremos salir de dudas, el docente puede pedir al grupo de estudiantes una argumentación oral más detallada sobre la cuestión. La respuesta 3 aporta muchos datos interesantes sobre los posibles cambios metacognitivos de los estudiantes y sirve igualmente de guía al profesor para cuestionar sus capacidades docentes y mejorar su programación curricular. Obsérvese en este sentido la primera argumentación en torno a Schmankeln, especialidades de la cocina muniquesa: la idea de que este fragmento textual “forma parte de los núcleos temáticos principales” del TM vislumbra la hipótesis de la anterior respuesta 2 sobre redit, número 6, 2011, 1-19 15 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez “Gemütlichkeit” y su traducción basada en los conceptos de la gestalt de figura/fondo, y nos aporta indicios de que los estudiantes han tenido en cuenta la macroestructura informativa del TM y el postexto para criticar la solución traslativa. Además destacan el carácter exótico e instructivo de dicho referente cultural, el cual merece ser trasladado como extranjerización al TM. Sin embargo, se echa en falta una argumentación más detallada de por qué “salchicha blanca” es suficiente como solución traslativa para el siguiente referente. Lo mismo ocurre en la fundamentación posterior relacionada con el referente “salchichas de cerdo con chucrut”. En relación con Leberkäs, queso de hígado, los estudiantes consideran correcta la domesticación. El lector, según sus opiniones, puede vislumbrar lo que significa el significante compuesto alemán. Sin embargo, una cuestión que no comentan es si constituye realmente una necesidad especificar esta información en el TM desde el punto de vista pragmático. Obsérvese asimismo la consideración sobre la paráfrasis: el traductor profesional ha omitido información relevante. No aparece en el TM que se trata de “un pastel de carne”, por lo que la paráfrasis hubiese quedado de este modo más precisa en su expresión desde el punto de vista informativo. En la siguiente argumentación, los estudiantes señalan que la extranjerización de Leberknödel no es incorrecta, pero no aportan aclaraciones convincentes sobre el motivo. Se limitan a señalar que bastaría con la domesticación para dar más juego al texto. Un dato interesante, sin embargo, lo constituye su crítica sobre la estructura lingüística de la paráfrasis empleada. Los estudiantes aplican una argumentación pragmática al respecto al indicar que sería conveniente un cambio en sus colocaciones semánticas para expresar una mayor coherencia persuasiva. Las fundamentaciones siguientes sobre la cerveza de Munich, Eine Mass, un litro; eine Halbe, medio litro y negra o rubia son correctas. En el primer referente se indica que no es un nombre propio y por tanto se domestica, mientras que el segundo informa de que se trata de unidades de medida. Negra o rubia son conceptos que se conocen en la cultura española sobre los tipos de cerveza, de ahí su obviedad como soluciones de traducción. Pils, la Märzen y la Bock, cerveza fuertes, son nombres propios, por lo tanto deben trasladarse al TM como extranjerizaciones, excepto su nombre genérico “cervezas fuertes”, cuya convención existe en español. También representa un dato cognitivo interesante la manera en que argumentan la Weissbier, cerveza blanca o de trigo: no es necesario trasladar al TM la extranjerización, porque la paráfrasis señala claramente el ingrediente principal del que se compone dicha cerveza. Asimismo hay indicaciones de cómo plasmar de una manera más adecuada esta paráfrasis, es decir, cambiando las colocaciones semánticas. Este dato demuestra que los estudiantes han tenido en cuenta la función persuasiva del texto. Por último merece especial atención las consideraciones de los estudiantes sobre rábanos salados y especialidades de pan Brez’n, Remische, Satzstangerl, Loawen Mohnzöpferl. En el primer caso indican como “correcta” la domesticación, pero se requeriría explicitar que se trata de rábanos que son un tanto diferentes a los españoles. Recuérdese que anteriormente, los estudiantes han consultado en internet la forma y color de estos rábanos, que son grandes y blancos. Esta focalización determina la fundamentación de explicitar las diferencias en el TM. Lo que los estudiantes no han explicitado en la argumentación es la manera en que expresarían lingüísticamente dicha información en la domesticación. ¿Tal vez “rábanos blancos y salados”? En el segundo caso es evidente que las extranjerizaciones de los diferentes tipos de pan deben ser trasladadas como tales al TM sin más explicaciones. La cuestión del espacio textual permitido, las consideraciones sobre la información del pretexto y la pragmática persuasiva determinan, según la opinión de los estudiantes, que no sea necesario aportar más información aclarativa sobe cada uno de estos tipos de panes. La argumentación, en este sentido, está muy bien fundamentada. redit, número 6, 2011, 1-19 16 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez Apartado C Estudiante A: Para empezar, he notado que, durante el trabajo en equipo, mientras poníamos en común las respuestas, donde no hemos coincidido, he podido argumentar mis respuestas de una manera mucho más formal y precisa sobre la traducción, sobre todo utilizando los conceptos nuevos que hemos aprendido de lingüística cognitiva. Con respecto a esto, he aprendido conceptos que no conocía como “figura” y “fondo”. He observado que se puede utilizar una traducción de una manera mucho más profunda de lo que hubiera creído y que se puede ser mucho más crítico con ella. Creo que con este trabajo he mejorado mi expresión y mi manera de argumentar y justificar aspectos relevantes de la traducción, y que nos ayudará a la hora de hacer futuras traducciones. Estudiante B: con este ejercicio he aprendido que documentarse es absolutamente necesario si queremos realizar una traducción adecuada. También he aprendido que traducir es mucho más complicado de lo que parece, porque hay que tener en cuenta los factores culturales, visuales, cómo se configuran los dominios cognitivos en relación con los conceptos, los prototipos de la cultura meta y de la cultura origen, la sintaxis y otros muchos factores que no se detectan a simple vista. Estos factores son los más difíciles de detectar y, sobre todo, son los principales problemas a los que tenemos que enfrentarnos. Estudiante C: He aprendido a documentarme de una forma más amplia y exacta ya que, normalmente, debido a la falta de tiempo, en muchas ocasiones tendemos a buscar información solo en internet y a no contrastar la información de la manera adecuada, como con este ejercicio. Con este trabajo hemos dedicado mucho más tiempo a buscar información en diccionarios monolingües y bilingües alemanes de distintas editoriales, además de consultar los textos paralelos detenidamente para poder resolver las dificultades que se presentaban con los distintos referentes culturales. Evaluación sobre el apartado C: Por cuestiones de extensión, nos limitaremos en esta ocasión a comentar las respuestas de los tres estudiantes en relación con la pregunta 1 del apartado C, que muestran claramente la repercusión que el cuestionario ha tenido en sus aprendizajes corregulado y autorregulado. En este sentido, el estudiante A expresa sus cambios metacognitivos con el ejercicio: ha conseguido argumentar sus soluciones traslativas de “una manera más formal y precisa”, lo cual guarda relación con una mayor toma de consciencia de la importancia del conocimiento declarativo para argumentar las estrategias de un modo menos especulativo y más riguroso, cuya viabilidad conduce a la adquisición de la metacognición y mejora, en consecuencia, el conocimiento procedimental. Este conocimiento declarativo, la lingüística cognitiva y su metalenguaje, ha servido para entender los mecanismos mentales que tienen lugar en la imaginación y traducción de los referentes culturales así como en la producción textual y lingüística del TM, tal y como hemos venido demostrando a lo largo de la presente investigación. El estudiante B, sin embargo, hace hincapié en sus cambios metacognitivos respecto a la fase de documentación. Obsérvese su reflexión sobre la complejidad del proceso de traducción, en el que hay que tener en cuenta múltiples variables como la cultura, los prototipos o los dominios cognitivos, entre otras posibles. En este caso vislumbramos también cómo el metalenguaje cognitivo aprendido en el aula, en interacción con la práctica traslativa, conduce a una mejor comprensión de los procesos mentales y a una indagación más profunda sobre los conceptos que, “a simple vista”, es decir, solo mediante el análisis exclusivo de las formas lingüísticas, “no se redit, número 6, 2011, 1-19 17 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez detectan”. Del mismo modo, el estudiante C otorga importancia a la fase documental, en la que “ha aprendido a documentarse de una forma más amplia y exacta”. Una cuestión interesante en relación con su siguiente argumentación es “la falta de tiempo” que se dedica a la fase documental. “Tendemos a buscar información solo en internet y a no contrastarla de la manera adecuada como en este ejercicio”. Este pensamiento nos lleva a otra pregunta, aunque esta vez de carácter docente: ¿Cuánto tiempo dedicamos los docentes en este sentido a enseñar a los estudiantes cómo se estructuran los distintos diccionarios y los textos paralelos de las páginas web? ¿Cuánto tiempo dedicamos a la documentación y su aprendizaje? 5. Conclusiones y futuras investigaciones El cuestionario de preguntas abiertas constituye un método de investigación viable para analizar y evaluar los pensamientos de los estudiantes cuando traducen. Si bien hay algunas cuestiones que no han quedado perfectamente argumentadas en el cuestionario y sobre las que el docente solo puede establecer hipótesis sobre los procesos mentales del estudiante, las respuestas, en su mayoría, aportan datos muy relevantes sobre la metacognición y los cambios que van teniendo lugar en las mentes del estudiantado sobre la traducción. Estos argumentos, en interacción con los métodos empíricoexperimentales, como el método de pensar en voz alta, podrían aportar más datos viables y objetivos sobre dichos procesos. Sin menospreciar los métodos cuantitativos que, por otro lado pueden servir de complemento a los cualitativos, nuestro propósito principal ha consistido en demostrar que lo importante de un cuestionario es su diseño, tanto a nivel y calidad de los contenidos según perfil y conocimientos previos del estudiantado como a nivel de su secuenciación. Los resultados obtenidos inducen a su vez a planteamientos sobre cómo mejorar la programación curricular de la asignatura. Por cuestiones de extensión en el presente artículo no hemos podido presentar las respuestas completas y las de los otros grupos de trabajo, pero sus resultados abren una posibilidad al docente de cuestionar su currículo en cuanto a una mayor temporalización y mejor secuenciación de contenidos teóricos y prácticos, al repaso o inclusión de cuestiones no afianzadas durante el aprendizaje, a la mejora del diseño de futuros cuestionarios o a la adecuada selección de textos para ser traducidos en función de los conocimientos adquiridos en un momento dado por el estudiante, entre otras posibles cuestiones. 6. Referencias bibliográficas Bruning, R.H. et al. 2002. Psicología cognitiva e instrucción. [Versión de Celina González]. Madrid: Psicología y Educación. Alianza Editorial. Hönig, H.G. 1997. Konstruktives Übersetzen. Tübingen: Stauffenburg. Kussmaul, P. 1995. Training the Translator. Amsterdam/Philadelphia: John Benjamins Publishing. Kussmaul, P. 2000. Kreatives Übersetzen. Tübingen: Stauffenburg. redit, número 6, 2011, 1-19 18 Evaluando la metacognición… Ana María García Álvarez Langacker, R. W. 1987. Foundations of Cognitive Grammar. Theoretical Prerequisites, Volume I. Stanford (California): Stanford University Press. Lakoff, G. y Johnson, M. 1980. Metaphors We live By. Chicago: The University of Chicago Press. Lakoff, G. 1987. Women, Fire and Dangerous Things. What Categories Reveal about the Mind. Chicago/London: The University of Chicago Press. Lörscher, W. 1991. Translation Performance, Translation Process and Translation Strategies. A Psycholinguistic Investigation. Tübingen: Narr. Nord, C. 1991. Text Analysis in Translation. Theory, Methodology, and Didactic Application of a Model for Tranlation-Oriented Text Analysis. [Traducción y revisión por C. Nord y P. Sparrow].Amsterdam: Rodopi. Ormrod, J.E. 2005. Aprendizaje humano. [Versión de Alfonso Escudero y Marina Olmos]. Pearson Prentice Hall. Puente Ferreras, A. 2003. Cognición y aprendizaje. Fundamentos psicológicos. Madrid: Ediciones Pirámide. Rosch, E. 1978. “Principles of Categorization”. En Rosch, E. y Lloyd, B.B. (eds.) Cognition and Categorization. Hillsdale, N.J.: Lawrence Erlbaum Associates, pp. 2748. Ruiz de Mendoza Ibáñez, F.J. et al. 2002. Metonymy, grammar, and communication. Granada: Comares. Sevillano García, M.L. 2005. Didáctica en el siglo XXI. Ejes en el aprendizaje y enseñanza de calidad. Madrid: McGraw Hill. Snell-Hornby, M. 1988. Translation Studies. Amsterdam/Philadelphia: John Benjamins Publishing. An Integrated Approach. Vermeer, H.J. y Witte, H. 1990. Mögen Sie Zistrosen?Scenes & frames & channels im translatorischen Handeln. Heidelberg: Julius Groos. redit, número 6, 2011, 1-19 19 A COGNITIVE INVESTIGATION INTO TRANSLATION THINKING AND TRANSLATION INSTRUCTION1 ZHU LIN (COLLEGE OF FOREIGN LANGUAGES, HENGSHUI UNIVERSITY, HENGSHUI, HEBEI PROVINCE, CHINA) ABSTRACT A major objective of translation instruction is to improve the efficiency of translation thinking. To this end, the research on translation thinking becomes a prerequisite. In light of cognitive psychology, cognitive linguistics and psychology of thinking, this paper first explicates the characteristics of translation thinking process, the types of transfer thinking as well as the qualities and the structure of translation thinking. Then it goes on to summarize the structural differences in translation thinking between novice and expert translators. On the basis of these research findings, this paper proposes that the the priority in translation instruction should be given to the optimization of thinking habits and the development of the ability of monitoring thinking. Suggestions on translation instruction are finally provided. KEY WORDS: cognitive perspective; translation thinking; translation instruction 0. Introduction: Translation Thinking and Translation Instruction Traditional “text-centered” translation instruction always focuses on various translation skills and imposes “right” answers on students. It cannot meet learners‟ requirement of efficiently developing their translation competence. Directed at this problem, this paper, from a cognitive perspective, proposes that the priority in translation instruction should be given to optimizing habits of translation thinking and developing the ability of monitoring thinking about translation process. It is commonly believed that translation process is meanwhile a complex thinking process (Neubert, 1991: 25; Shreve & Koby, 2003: xi; Dimitrova, 2005: 2; Tu & Li, 2007: 16). In addition, an expert translator must experience a stage of thinking training, but the established thinking pattern always influences his/her translation process (Tu & Li, 2007:16). Therefore, if we want to teach learners how to translate, we should firstly guide them to learn how to think procedurally and efficiently when translating. A common phenomenon is that many novice translators often think at random and thus are eager to know about certain effective methods of thinking about solving different types 1 The original draft (Chinese) of this paper was presented at The Third Cross-Taiwan-Straits Symposium of Translation and Cross-Cultural Communication at FuJen University (Taiwan), on the 10th-12th January, 2009. redit, número 6, 2011, 21-38 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… of translation problems. In this light, it is obvious that effective translation thinking becomes the basis of developing translation competence. According to developmental psychology of thinking, education is the dominant approach to thinking development (Zhu & Lin, 1986:102). Therefore translation thinking can be well developed and optimized by systemically-designed training. Developing thinking ability is a major objective of education, which is as important as knowledge acquisition. The previous researches into translation thinking in China mainly involve the following issues: (1) the importance of sciences of thinking in translation studies (Fang, 1992); (2) some thinking patterns and their characteristics (Feng, 1994); (3) certain differences of thinking underlying the differences between Chinese and English in translation studies (Zhang, 2001; Wang, 1992; Wang, 2001); (4) certain aspects of translation thinking ability in translation instruction (An, 2001; Wen, 2005; Zeng, 2006). In summary, the first three issues seldom refer to translation teaching although they can be beneficial to it. The last aspect for now is only confined to the discussion of translation skills, with little concern with certain guiding principles and methodologies of translation instruction. Therefore, the present situation of the research into translation thinking and translation instruction needs to be greatly improved, especially when we are facing increasing social requirements for qualified translators and interpreters. With this aim, we propose that instructors must design translation syllabi and curricula on the basis of a systematic methodological guidance in order to change the existing “text-centered” didactics and finally increase the efficiency of translation instruction. The research on translation thinking can exactly provide efficient methodological guidance for translation instruction. The main research purpose of this paper is to help both translation instructors and learners to acquire systematic knowledge of translation thinking and use it as effective guidance in the organization of their teaching and learning. It will facilitate the development of translation competence. To this end, in this paper we firstly research on translation thinking with an interdisciplinary approach involving the following fields: translation studies, cognitive psychology, cognitive linguistics, and psychology of thinking. The main researched contents involves the basic characteristics of translation thinking process, the types of transfer thinking, the qualities and structure of translation thinking, and the structural differences in translation thinking between novice and expert translators. Further, applying those research findings to translation instruction, this paper puts forward certain guiding principles and methodological suggestions on the training of translation thinking. redit, número 6, 2011, 21-38 22 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… 1. Basic Characteristics of Translation Thinking Process 1.1 Cognitive Models of Translation Thinking Process According to Psychology of Thinking, as a senior cognitive activity, thinking involves not just such junior cognitive activities as sensation, perception, and memory but the senior capability of generalization and inference (Shao, 2007: 1). The main approaches of the modern psychology of thinking involve Gestalt psychology (thinking is constant adaptation of the Gestalt), behaviorist psychology (thinking is silent language and behavior as well), information processing model (thinking is serial information processing), as well as connectionism model (thinking is parallel information processing of the neural network). Among them, the information processing model and the connectionism model have established relatively greater influence in recent years. In the late 1970s, with the rapid development of cybernetics, information theory and computer technology, the paradigm of information processing became a popular approach to human cognition. Applying the information processing model to the translation thinking process thereby became an important research method. Fig. 1 (cf. Liu, 2007: 7) presents the information processing model of translation thinking. Fig. 1 displays the serial information processing from SL input to TL output.2 The thinking process of translation in this way forms a process of information transference and reconstruction from comprehension to production with the cognitive system as the supporting mechanism. In the mid 1980s, the connectionism model of cognitive psychology was in its bloom. Different from the serial feature of information processing, connectionism highlights the parallel feature of it. The neural network of connectionism model involves three levels of neural units: the input level, the latent level, and the output level. Its structure can be 2 Here SL is the abbreviation of source language. Besides, there are other abbreviations in this paper: TL—target language, ST—source text, TT—target text, TAPs—think aloud protocols. redit, número 6, 2011, 21-38 23 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… defined as topological, which by nature presents the correlations of the whole neural network. The connectionism model of translation thinking process can be illustrated by Fig. 2 (ibid: 16). Fig. 2 indicates that the three levels of neural units constitute a complex process of information process, which displays the characteristics of both the work division and the correlation of the three neural levels. In Fig. 2, the three kinds of connection (broken lines, thin lines, and thick lines) reflect the power differences in connection between the three levels of neural units, and meanwhile indicate that there exist both positive and negative connections in the whole neural network. Besides, the whole structure of translation thinking process in Fig. 2 also displays three typical features of connectionism model: distributed representation, parallel processing, and mutual complementation of neural units (ibid: 17-19). 1.2 Analysis of Translation Thinking Process The two cognitive models mentioned above can be regarded as two prototypes of translation thinking. They present both similarities and differences and both reveal certain characteristics of translation thinking process. In fact, supplemented by further details of translation information processing, the two prototype models have been developed into complex models of translation process, such as Bell (1991: 81), Kiraly (1997: 156), Danks & Griffin (1997: 174), and Moser-Mercer (1997: 180-81). Although these models present certain differences in details, they all still display some basic characteristics of translation thinking process. Firstly, translation thinking process involves serial processing. From SL input/perception to complex transfer process (the one-way sequence from long-term memory to working memory and to semantic representation), and then to TL output, the whole process presents the feature of serial processing. Secondly, translation thinking process involves recursive thinking as well. From SL input/perception to transfer process (the two-way sequences of long-term memory, redit, número 6, 2011, 21-38 24 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… working memory, and semantic representation), and then to TL output, the whole process is also a reversible process, which shows the interaction of bottom-up and top-down thinking processes, although the interactive process may present different cognitive costs at different stages. The recursiveness of translation thinking process has been verified by the empirical research (Buchweitze & Alves, 2006). Thirdly, translation thinking displays both positive and negative connections in the interaction of different levels of neural units. It should be noted that the two above-mentioned prototypes of translation thinking process in Fig. 1 and Fig. 2, growing from modeling general cognitive psychological models, inevitably present a certain deficiency. Although the two models both present a certain transfer process, they cannot highlight the speciality of bilingual transfer different from single language processing. The model in Fig. 1 does not indicate which kind of transfer it is while the model in Fig. 2 only marks a transfer between the sign and the concept. In addition, the meaning of “concept” is too general and vague to be much helpful to our understanding of the nature of translation thinking. In the matter of the transfer thinking of translation, Gommlich (1997) once argued that there exist two different representational perspectives corresponding to SL and TL in the process of translation thinking. He thought that representational perspective “is a kind of cultural position reflected in language” (62). He said: the fact that translators more or less automatically extrapolate representational perspective in their L1 proves that representative perspective belongs to the basic set of cultural-situational influence on language use and that it is fundamentally intertwined with basic cognitive process of text production. (65-66) So it is clear that the representational perspective in fact refers to the cultural-situational context and the thinking model closely relevant to it. Gommlich (1997: 67) also argued that for a translator the ability to switch from one representational perspective to the other is a basic process that may be supported or hampered by various factors. So, we can see that translation is not only the transfer between languages but the transfer between two different thinking models, which are closely related to the respective cultural-situational contexts. In addition, the complex relationship between language, culture and thinking shows that the difference in thinking modes closely related to certain cultural contexts has become the deepest and most dominating element of the linguistic disparity. Seemingly, translation transfer is a transfer between languages, and yet a deeper layer of transfer is in fact a transfer between different thinking modes underlying L1 and L2. In this light, we can conclude that unlike in the case of single language information processing, the most important characteristic of translation thinking process is bilingual interactive thinking. redit, número 6, 2011, 21-38 25 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… Taken together, the major characteristics of translation thinking process should be (1) both serial processing and recursive processing, (2) the universal interaction of neural units, (3) bilingual interactive thinking. 2. Types and Qualities of Translation Thinking Having discussed the characteristics of translation thinking process, in this section of the paper we will make a detailed study of the types and qualities of translation thinking on the basis of the research findings of cognitive linguistics and psychology of thinking. The significance of this section lies in its detailed analysis of the speciality of translation thinking different from the general single-language-thinking. 2.1 Types of Transfer Thinking of Translation Such Chinese scholars as Huang (2004: 4), Wang (2002: 124-29), Liu (2005: 92), Zeng (2006: 184), Xu (2006: 6), and Wen (2006: 9-10), once discussed the types of translation thinking, including abstract thinking, visualized thinking, intuitional thinking, monitoring thinking, presupposing thinking, creative thinking, and so on. All these types of thinking should belong in general ones. Translation thinking in fact presents not just the general properties of thinking but its speciality different from the general ones. The speciality of translation thinking lies in its feature as the transfer between two languages and cultures. In this sense, translation thinking should be a transfer thinking. And the general properties of translation thinking mentioned above must center around this feature. Kussmaul (1995) once discussed the creativity in translation. He argued that “creativity is not a gift of the select few but a basic feature of the human mind and that we can all be creative when we translate” (ibid: 52). In addition, Kussmaul (2000) put forward five psychological types of creative translation in the process of transfer with such cognitive linguistic ideas as figure-ground, sense-frame,3 as well as prototype and category. The five psychological types include chaining categories, picking out scene elements within a frame (i.e., a scene of TT replaces a frame of ST), enlarging a scene, framing a scene (i.e., a frame of TT replaces a scene of ST), and creating a new frame. They constitute five types of transfer thinking of translation, which describe the 3 Frame was developed by the cognitive linguistics C. Fillmore in the 1970s. Later he changed its meaning from the linguistic definition [frame is “any system of linguistic choice that can be get associated with prototypical instances of scenes” (1974: 124).] to cognitive definition [frames are specific unified frameworks of knowledge, or coherent schematization of experience (cf. 1985: 223).]. Kussmaul adopted this concept of frame in the senses-and-frames semantics of Fillmore (1977) and supposed that “scenes are linguistically represented by frames” (Kussmaul, 2000: 120) and “a frame is more abstract and consists of fewer words than a description of a scene” (ibid). redit, número 6, 2011, 21-38 26 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… translator‟s different strategies in matching ST with TT. Besides, this paper develops other three types of transfer thinking: creating a new scene, scene to scene and frame to frame. So the transfer thinking of translation can be eight types altogether. Table 1 explains and exemplifies the contents of the eight types of transfer thinking.4 The types of transfer thinking of translation Chaining categories The types of the match between ST and TT Simple examples ST and TT as different categories (with 《红楼梦》——The Story of the Stone different perspectives and foci) of a A Dream of Red Mansions same scenario ST Frame into TT scene n abstract frame of ST was ransferred into a concrete scene in TT ST Scene into TT frame A concrete scene of ST was transferred into an abstract frame in TT Creating a new TT scene Creating a new TT frame 得意忘形—have one‟s nose in the air come straight to the point—开门见山 reaping what he has sown—咎由自取 快马加鞭——speed up new scene in TT 雨后春笋——shoot up like mushroom burn one‟s bridge——破釜沉舟 A frame of ST was transferred into a kiss——握手 A scene of ST was transferred into a new frame in TT Enlarging the ST scene ST scene to TT scene A scene of ST was transferred into an 引狼入室——set the wolf to keep the enlarged scene with additive elements sheep Equivalent match between scenes of fish in the troubled water—混水摸鱼 ST and TT. ST frame to TT frame Equivalent match between frames of 熟能生巧——practice makes perfect ST and TT Table 1: Types of transfer thinking of translation and their contents The multiplicity of transfer thinking indicates that in the process of translation the translator needs to employ different ways of thinking when he or she matches ST with TT because of certain social, cultural, linguistic and thinking differences involved. In terms of its function, the research on the types of transfer thinking, investigating in cognitive-linguistic perspective, integrates language with thinking organically and thereby effectively explains the psychological mechanism of the thinking types of language transfer involved in translation. More importantly, the research findings can well facilitate translation instruction, which will be discussed in the last part of didactics in this paper. 4 Table 1 only provides simple examples of the phrasal translation between English and Chinese because of limited space here. In real translations (esp. literary translations), it is possible for the eight types of transfer thinking to be applied to different layers of linguistic structures and with different languages. Kussmaul (2000) once cited some examples of translation between English and German. redit, número 6, 2011, 21-38 27 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… 2.2 Qualities of Translation Thinking While the types of thinking describe its general properties, the quality of thinking measures the degree of its development and individual differences. The study of thinking quality in fact is an important theoretical issue of psychology of thinking and thus becomes the key to improving thinking ability and intelligence. According to psychology of thinking, the qualities of thinking mainly involve profundity, flexibility, originality, criticalness, and agility (cf. Zhu & Lin, 2002: 584-94). In light of this research finding, the qualities of translation thinking can be further analyzed accordingly as follows in Table 2. Thinking Qualities The general contents The contents in the translation process Profundity Thinking in depth, grasping the regularity and nature, and foreseeing the process A good command of the bilingual structures and the different thinking models Flexibility Divergent thinking: various ways of employing knowledge and strategies Divergent thinking of developing various translation strategies and solving translation problems flexibly Originality Independent and creative thinking with production of social and individual values as well as original elements Integration of various translation strategies and knowledge into creative translation Criticalness Strictly estimating the thinking material and carefully examining the thinking process Carefully analyzing different layers of ST and strictly choosing translation strategies Agility Speedy response to problems and situations Fluency of thinking in the translation process, speedy decision-making of translation strategies Table 2: The qualities of translation thinking A clear awareness of the types and qualities of translation thinking presented in Table 2, as both theoretical and ideological preparations, is very beneficial to improving translators‟ thinking qualities in translation instruction. The discussion about it will be treated in the last part of this paper. 3. Structural Differences of Translation Thinking between Novice and Expert Translators Empirical researches with modern computer technologies have revealed certain structural differences of translation thinking between novice and expert translators, which can be reflected not just in various ways of dealing with textual materials but in different stages of translation process. Before our discussion about these structural redit, número 6, 2011, 21-38 28 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… differences, this section firstly offers a detailed analysis of the structural elements of translation thinking in light of the psychological research into the structure of thinking. 3.1 Structural Elements of Translation Thinking According to psychology of thinking, the structural elements of thinking mainly involve its purpose, process, material, production, monitor, quality, as well as its cognitive and non-cognitive elements. Accordingly, the structural elements of translation thinking can be further explored in these aspects and on the basis of an analysis of translation process. Table 3, as the result of this exploration, presents the concrete contents of the structural elements of translation thinking.5 The structure elements of thinking Main contents The structural elements of translation thinking Purpose Comprehending and solving problems Comprehending the ST, transferring the thinking models and linguistic signs, and producing the TT Process Basic process: analysis and synthesis (abstraction and generalization, comparison and categorization; systematization and reification) Analysis and synthesis of the ST and TT (morpheme, grammatical, stylistic and semantic layers), (cultural- situational) context, and transfer strategies Material Perceptual material (sensation, perception, representation), and rational material (concept, judgment, inference) World of works (linguistic representations, expressive ways, logic and images), subjective world (semantic categories, the structure of personality, image schema), objective world (sign system, cultural conception, reality) Production Concept, judgment, inference Logic and images, expressive ways, and linguistic representations of the TT Monitoring or self-adjustment Meta-cognitive function: focusing, controlling, and adjusting Monitoring translation process, finding problems in time and adjusting and optimizing translation strategies Non-cognitive elements Motive, interest, emotion, attitude, volition, personality The motive, interest, emotion, attitude, volition, and personality of the translator in translation process Table 3: The structural elements of translation thinking 5 In Table 3, the items of “quality” and “cognitive elements” are not discussed because the “quality of thinking” has been discussed in the above section, and the “cognitive elements” is in fact much overlapped with the item of “process”. redit, número 6, 2011, 21-38 29 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… The detailed description of the structural elements of translation thinking in Table 3 helps both instructors and learners to develop clear and effective cognition of translation thinking, and thereby greatly facilitate the improvement of their meta-cognition of translation process. 3.2 Structural Differences of Translation Thinking between Novice and Expert Translators Exploring structural differences of translation thinking between novice and expert translators will make instructors and learners become more aware of the gap in translation competence between learners and the expert in more detailed way. It thus will help them to establish clear and detailed objectives of learning and to design more efficient learning plans and methods as well. Of the aforementioned structural elements of thinking, the thinking process is most difficult to inquiry clearly. But the new empirical research findings have revealed it to some extent. Since the mid 1980s, with the research methods of experimental psychology and such modern technologies of computer software as TAPs, Translog, and Camtasia recorder, the “black box” of the translator‟s brain has won more and more attention. A recent empirical research made by Alves and Gonςalves (2007), based on the relevance theory and connectionism theory, contributes its findings about the cognitive model of translation competence. They find that expert translators display the following cognitive characteristics (ibid): (1) A higher level of ability to coordinate different demands of translation tasks and to integrate procedurally, conceptually and contextually encoded information into a coherent whole; (2) A higher level of ability to integrate the periphery with the central parts of their cognitive systems in an attempt to create a situated perspective for their cognitive functioning; (3) Contextually embedded information and meta-cognition drove their problem-solving and decision-making processes; (4) Reliance on themselves in passing judgment on their own decision-making processes. By contrast, novice translators display the following cognitive characteristics (ibid): (1) Insufficient use of contextualized cues and too strong reliance on the dictionary-based meaning of words instead of contextualized meaning; (2) Failing to bridge the gap between procedurally, conceptually and contextually encoded information; (3) Source and target languages mutually affect one another; (4) Being difficult to determine at which level a translation unit should be processed in order to generate strong contextual effects and a maximized redit, número 6, 2011, 21-38 30 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… interpretive resemblance; (5) An insufficient meta-cognition, which is connected only to the structural features of language and text production; (6) Being rather insecure when it comes to decision-making. These research findings demonstrate that there exist obvious gaps between novice and expert translators in the meta-cognition, thinking material, thinking process, cognitive elements, and non-cognitive elements (especially confidence) of translation thinking. In another empirical research, by regulating (cognitive) effort and (contextual) effect relations, Alves (2007:32) found that expert translators present an ability to monitor and measure their own thinking and language performance and thereby generate certain meta-representations which can strengthen the existing contextual information. This ability is exactly the function of meta-cognition. Jackobsen (2005) once explored expert translators‟ thinking process of knowledge processing with empirical research (TAPS). He found that at the beginning of translating, expert translators could judge the range of knowledge with subject knowledge of ST and then build a semantic field to deal with some vague meanings of words with the subject knowledge. They could also employ various translation resources efficiently and develop multiple translation strategies (ibid: 179). In addition, Jakobsen (2005) observed that there is a great difference in time allocation between novice and expert translators. Compared with novice translators, expert translators used less time at drafting stage and used more time at revising stage. This indicates that expert translators think much more fluently and profoundly than novice translators. Besides, expert translators used more time at both the beginning stage and the final stage in translation process, because expert translators took a comprehensive view of the translation task and thus considered it more widely and deeply while novice translators considered partly at these stages. So far, the empirical research into translation process has made great achievements. The research subjects involve the cognitive differences between expert and novice translators, translation expertise, translation strategies (Shreve, 2006; Ericsson, 2002), the development of translation competence (Séguinot, 1991), and so on. These empirical researches present certain differences in the translation thinking and strategy between novice and expert translators. Besides, in the non-cognitive elements, expert translators also hold commendable professional ethics, such as their strong sense of responsibility for the TL readers.6 All the above research findings about translation expertise can be good guidance for translation didactics. 6 We can encourage learners to read the biographies of eminent translators and learn good professional and personal ethics from them. redit, número 6, 2011, 21-38 31 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… 4. To Optimize Thinking Habits and Develop Monitoring Thinking in Translation Based on the above research of translation thinking, it is proposed that the main objective of cultivating translation thinking ability is to optimize thinking habits (including optimized thinking procedural/process and good thinking qualities) and at the same time to develop the ability of monitoring thinking step by step. Each learner is an individual with independent thinking. In translation instruction, all the learners in a class present both similar and diverse characteristics in translation thinking. So before instruction, under the guidance of aforementioned research findings of translation thinking, instructors should firstly investigate learners‟ cognitive features with some practical methods, such as questionnaire, interview, empirical research, and so on. With certain concrete problems of translation thinking in mind, the instructor has made a good preparation for his/her design of translation instruction. More importantly, the above research findings (the basic characteristics of translation thinking process, the types of transfer thinking, the structural elements and qualities of translation thinking) can be effective guidance for developing translation thinking ability in translation instruction. 4.1 Basic Characteristics of Translation Thinking Process as Guidance for Optimizing Thinking Habits To optimize the habit of translation thinking is both to optimize the process of translation thinking and to develop the good qualities of translation thinking. We have discussed the basic characteristics of the translation thinking process in the first part of this paper. They involve serial processing and recursive processing (simultaneously), the interaction of neural units, and the bilingual interactive thinking. The characteristic of serial processing and recursive processing of the translation thinking process requires instructors to guide learners to think both procedurally and divergently in translation process. For example, the instructor can teach them: (1) how to coordinate the different demands of the translation tasks at the beginning stage, that is, how to integrate subject knowledge, text types, translation brief, readers‟ expectation, and possible relationship between ST and TT into a whole as reference for translation decisions; (2) how to optimize translation thinking at the stages of comprehending, transferring and producing, that is to learn the mutually complementary thinking of the three stages, to be aware of prior elements that should be considered in transferring, and to avoid mutual interference of languages, and so on. The characteristic of recursive processing of the translation thinking process indicates that instructors should guide learners to form the habit of the repeated and careful thinking about and comparison between ST and TT (in terms of linguistic, structural, redit, número 6, 2011, 21-38 32 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… and stylistic aspects), SL culture and TL culture, ST readers and intended TT readers in translation process, and then make decisions on the basis of those thoughtful considerations. With this thinking training, learners can be fully aware of the complexity of translation thinking and thereby improve the profundity and criticalness of their thinking. The interaction of the neural units of translation thinking indicates that translation process, as a comprehensive thinking process, requires the translator to integrate the procedurally-, conceptually- and contextually-encoded information into a coherent whole in the translation process with flexible employment of various types of translation thinking. Thinking training in this aspect can help learners to improve the originality of their thinking. In the meanwhile, instructors should try to foresee possible difficulties and problems in translation process according to learners‟ cognitive characteristics, and thereby guide them to build positive neural interactions and avoid negative ones. For example, the linguistic, cultural and thinking comparison between languages can help students to discern the differences clearly and thereby avoid negative transfer between the two different language structures and thinking styles. The bilingual interactive thinking of translation also require us to lay emphasis on a comparative study of languages, cultures, and thinking styles, making the differences clear to learners. With this help, the learners will then build flexible and agile transfer thinking when translating. 4.2 Research Findings of Translation Thinking as Guidance for Developing Monitoring Thinking The clear self-conception of the translation thinking process and its characteristics, structure, types, and qualities can guide learners to build metacognition of translation thinking and strengthen their ability of monitoring thinking. It thus has become an important foundation of improving translation thinking ability. The eight types of transfer thinking indicate that we cannot only emphasize „equivalence‟ in translation instruction. Instead, we should guide learners to be aware of those various relations of ST and TT and help them to put their theoretical awareness into translation practice with some selected translation exercises involving these types of transfer thinking. So with these translation exercises, learners‟ transfer ability between two languages will get improved effectively. In addition, the structure of translation thinking and the structural differences between novice and expert translators suggest that we should help learners know clearly about both the structural elements of their translation thinking and a certain gap in translation thinking between them and expert translators. With a self-conception of their own translation thinking and expert translation thinking as well, they can try to find effective training methods and objectives of their translation thinking with the instructor‟s redit, número 6, 2011, 21-38 33 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… guidance. In respect of translation instruction, Colina (cf. 2003:5) argued that translation didactics constitutes a subarea of translation studies that employs the findings of theoretical and descriptive researches to develop teaching principles and methods. So in developing translation thinking, instructors and scholars of translation teaching should consider how to turn some relevant theoretical and descriptive research findings into effective teaching principles and methodologies of translation thinking training, which can help optimize learners‟ thinking process. For example, the functionalism in translation theory emphasizes translation skopos and the functions of the target text. The documentary translation and instrumental translation connect translation skopos and text functions with text types and translation strategies. These theoretical ideas have very good implications for translation thinking process. With these theoretical inspirations, instructors can guide students to think over how to think procedurally and interactively about the translation of different text types. Each translation theory is only a generalization of a certain aspect or layer of translation and has its own special range of application. So we may integrate different layers of theoretical ideas into coherent principles or methods of translation thinking about different types of translation. It is very useful for learners to adjust their thinking process and methods to different cases of translation. And we believe that learners‟ thinking ability will be optimized and developed step by step with these theoretically-sensible thinking training and the selected translation exercises. Of course, at each stage of training, learners must do exercises of real translation material with real translation brief. And translation exercises can be assigned partly as team works and partly as individual works. In addition, instructors should arrange certain time for the class to discuss the translation thinking process in dealing with those exercises in order for a wisdom-pooling purpose. Of course, the discussion can also proceed with web-blog and email, which has become highly economic and effective channels of communication today. 5. Conclusion With the help of cognitive psychology, cognitive linguistics, psychology of thinking, and developmental psychology of thinking, this paper developed the research findings of the basic characteristics of translation thinking process, the types of transfer thinking, as well as the structure and qualities of translation thinking. It also puts forward methodological suggestions on translation instruction under the guidance of these research findings. Of course, these research findings of translation thinking and the corresponding teaching suggestions must be applied to detailed teaching materials and teaching methods by each instructor according to the specific situation of his or her class. Instructors have the right to create effective teaching methods for their own lessons. For example, the psychological methods of thinking training (such as, pooling redit, número 6, 2011, 21-38 34 Zhu Lin A Cognitve Investigation into Translation… the wisdom of the masses/ brainstorm/ question-inducing methods) can be applied to translation thinking training; and the think-aloud research method can be put into pedagogical use. No matter what methods we use in translation instruction, we should follow two basic principles: (1) to help learners form a clear self-conception (metacognition) of translation thinking and constantly optimize their own thinking habit or process according to that self-conception; (2) to help learners solve real translation problems with the optimized habits of their translation thinking. 6. References Alves, F. & Gonςalves J. L. 2007. “Modelling Translator‟s Competence: Relevance and Expertise under Scrutiny”. In Y. Gambier, M Shlesinger, and R. Stolze (eds.). Translation Studies: Doubts and Directions, Amsterdam and Philadelphia: John Benjamins, 41-55. Alves, F. 2007. “Cognitive Effort and Contextual Effect in Translation: A Relevance-Theoretical Approach”. In Journal of Translation Studies, 10:1, 57-76. An, X. K. 2001. “Translation Instruction and Cultivation of Creative Thinking Ability”. In Xi An International Studies Journal, 2, 71-74. Bell, R.T. 1991. 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KEY WORDS: intercultural competence, translator training, cognitive CONTENTS: 1. Introduction 2. “The cognitive” in intercultural training 3. Witte: translator intercultural competence and “the cognitive” 4. Why the cognitive approach? 5. The University of Deusto classroom sessions 5.1. Setting 5.2. The classroom activities 5.2.1. Big Mac vs. the River Spirit 5.2.2 What do you know about dogs? 5.2.3. Say what you see 5.3. Discussion 6. Conclusion 7. References redit, número 6, 2011, 40-58 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… 1. Introduction The emphasis on the cognitive is not accepted by everybody within the field of intercultural training. This was probably due to the fact that some of the earlier attempts at developing intercultural competence were narrowly cognitive and had to be renounced as ineffective (cf. Fowler and Mumford, 1995: xii). As a result, some writers actually claimed that if an intercultural training programme focused on the cognitive, the trainer was not professional enough (Paige, 1996: 159). Nonetheless, rejecting cognitively-oriented intercultural training simply because of its focus on the mental processes may be counterproductive. Thus, the intercultural training field itself has similarly abandoned the excessively affective sensitivity training model and moved to the currently employed integrated cognitive/experiential model (Fowler and Mumford, 1995: xii; Hoopes, 1979: 5; Paige and Martin, 1996: 42). Moreover, explicitly stating what is meant by “cognitive approach” is of crucial importance for judging how appropriate the training proposed is. This paper argues that the cognitive and metacognitive components are central to the aim of developing the translator’s intercultural competence. In order to demonstrate this, the article first explains what interpretations of the cognitive approach to intercultural competence development the authors want to differentiate themselves from. Next, the authors’ understanding of the term is outlined and advantages of focusing on the cognitive and metacognitive components of the competence are formulated. Finally, a brief account of four Intercultural Training for Translators pilot sessions based on the approach advocated is provided. The four sessions were held at the University of Deusto (Bilbao, Spain) in autumn 2010. Three of the activities tried out are discussed in more detail. 2. “The cognitive” in intercultural training Cognitive training, approach, method or orientation, alternatively labelled “intellectual model” (Blake, Helsin and Curtis, 1996: 168), is what came to be called the university model within the intercultural training field. It is considered the most traditional (Witte, 1996: 75) approach and the safest and easiest in terms of preparation and conducting the training sessions because it is based on the pedagogy of transmission: information is transmitted from lecturers, and/or people with first-hand experience, to the trainees. Teachers transferred facts while students were expected to accumulate the information in their memory (Cushner and Brislin, 1996: 21). The number of facts was often overwhelming, which made it difficult for the learners to organise them into a meaningful whole (Brislin, 1977: 206). Such a content-oriented approach has also been widespread in foreign language teaching (cf. Byram, 1997: 43)1 and in translator training with Culture and Civilization B or History and Literature courses. In the 1960s, intercultural trainers borrowed the teaching methods from the universities. That is why, with lectures being one of the favourite teaching formats, the approach received the name of “university model” (also cf. Risager, 2007: 135). As for the “cognitive” label, this is probably due to information not being strictly differentiated from knowledge (cf. 1 Yet, it should be pointed out that even in the 1980s there were authors within the foreign language teaching domain who advocated a much broader understanding of the cognitive - cf. Zarate’s position outlined in Risager, 2007: 86-87. redit, número 6, 2011, 40-58 41 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… Paige and Martin, 1996: 40). Indeed, speaking of early cognitive intercultural training, many authors use the terms interchangeably (e.g. Albert, 1995: 164). Even when knowledge was distinguished from facts, it still formed part of the “oldfashioned” cognitive domain. When, also in the 1960s, the cognitive-affectivebehavioural/motor triad attracted increased attention after the publication of Bloom’s taxonomy of learning objectives (Bloom et al., 1956), the idea of cognitive learning being somehow deficient emerged. Although the original intention can be roughly formulated as making learning more holistic through incorporating all three domains, affective learning was interpreted as more progressive and more desirable, while it became far less prestigious to explore the principles of cognitive learning, possibly due to the false impression that the cognitive domain had already been thoroughly studied. In the case of Intercultural or Cross-Cultural Training such a negation of cognitive foci produced a shift towards the affective “human relations/sensibility training model” (Fowler and Mumford, 1995: xii). The “affective” approach was excessively focused on the “personal growth” of the trainees and did not prove successful either. The second failure has been attributed to three causes: 1) absence of a conceptual framework to base the learning on, 2) not drawing differences between culture and personality, and 3) ignoring such key issues as perceptual differences, cultural attitudes and assumptions, and cultural awareness (Hoopes, 1979: 4-5). With the failure of training initiatives that emphasised the affective, those involved in intercultural training gradually came to realise that cognitive was not synonymous with information transmission, i.e. that the process of knowledge acquisition can be experimental (cf. Albert, 1995: 164). Cognitive is still quite often seen as only the first step, with affective involvement and behavioural changes being the final aim (Hayles, 1995: 215 and Wallace, 1993: 16), or as forming the first stage of every developmental cycle (Bennett, 1993: 26). Yet, the current model of intercultural training is conceptualised as an Integrated Cognitive/Experiential Model (Fowler and Mumford, 1995: xii; Hoopes, 1979: 5). It does include the affective component, in terms of making trainees conscious of their culturally-conditioned attitudes and assumptions, but simultaneously makes explicit use of the theoretical framework in order to help students understand principles of intercultural communication (Hoopes, 1979: 4). Besides, in this new model, cognitive comprises both informational and conceptual learning (Paige and Martin, 1996: 42). 3. Witte: translator intercultural competence and “the cognitive” Such broader interpretation of “the cognitive”, which embraces both factual and conceptual learning, and an emphasis on cognitive processes other than focusing on information transmission are the two elements adopted and advocated in this article for translator intercultural training. Yet, not all writers in the area of Intercultural Training understand the cognitive in the same way. For example, Kim (1994: 395) is at the narrowest point of the continuum, because his cognitive knowledge embraces the knowledge of pragmatics together with a great variety of cultural issues (history, social institutions, beliefs, etc.), which is still very close to the “collection of facts” position. Hammer, who indicates that his position is shared at least by Gudikunst, Wisemen, redit, número 6, 2011, 40-58 42 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… Chen and Starosta, identifies the cognitive component of intercultural competence with intercultural awareness (Hammer, 1999: 11). Still others within the field incorporate both knowledge and awareness into the cognitive (Gudykunst, Guzley and Hammer, 1996: 65). Among Translation Studies scholars, Grosman also associates cultural awareness with the cognitive domain: she speaks of cross-cultural awareness as an “indispensable body of knowledge about the possibilities and relevance of differences between cultures” and insists that it “must be integrated into the training of students of translation” (Grosman, 1994: 51). This is an interesting development at least for two reasons. Firstly, becoming aware is associated with a cognitive development, while within the general discourse on learning objectives, awareness is traditionally associated with the affective domain (e.g. Krathwohl, Bloom and Masia, 1964). Secondly, considerable importance is given to cultural differences, thus moving away from focusing on the facts about a certain (often implicitly national) culture. Student translators are no longer expected to be taught as much information as possible about cultures associated with their working languages. Knowledge base acquisition and amplification remains a valid aim, but it is not the prime objective of a translator intercultural training programme. It is much more important for students to become aware of the relevance any difference between the source and the target culture might have for communication success or failure, depending on the quality of the translator’s intervention. Equipped with this awareness, students will be able to continue developing their knowledge base in a conscious and methodologically more correct way. What Grosman expounds seems to share common ground with the key idea of competence-based learning – enabling students with the awareness, understanding and skills or habits necessary to continue developing towards the desired objectives on their own, and on a lifelong basis. That is why it appears reasonable to conceptualise the (inter)cultural component of Translation (and Interpreting) degrees as intercultural competence development. It must be said that translation scholars and practitioners have been advocating the competence approach for some time now (e.g. McAlester, 1991; Nord, 1991; Pöchhacker, 1992: 89-90; Mohanty, 1994; Englund Dimitrova, 2002; Schäffner, 2003; or Kastberg, 2007). However, Witte is probably the main proponent of the translator’s intercultural competence and the writer who has done most to specify the concept and familiarise the Translation Studies academic community with it (Witte 1993, 1994, 1996, 2008). Thus, it is Witte’s definition upon which we build our research and which lies at the foundation of the methodological proposal under development. Witte is also highly critical of the teaching that calls itself cognitive but limits itself to informing and teaching facts (Witte, 1993: 161-162). This should not be interpreted, however, as an anti-cognitive stand, which becomes clear from her definition of the competence: - the ability to become aware of what is “known” unconsciously, the ability to “learn” consciously what students do not “know” about their own culture as well as about other cultures, and the ability to relate and contrast cultures with the aim of perceiving and producing behaviours appropriate for the aims, needs and circumstances of a particular communicative situation so as to enable communication between at least two parties (cf. Witte, 2008: 143). redit, número 6, 2011, 40-58 43 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… Becoming conscious of one’s unconsciously held assumptions, comparing and relating cultural aspects, acting on the conclusions drawn and taking into account characteristics of the communicative and translation situation are all cognitive processes. Making efforts towards developing such abilities, as well as the ability to purposefully acquire comparative knowledge of the cultures one is likely to work with, not only involves cognitive operations but also requires a metacognitive framework, i.e. comprehending what one needs to learn and how to do it, becoming an autonomous learner. Apart from the cognitive capabilities listed above, general cognitive flexibility is required of the translator. To be more precise, to be able to communicate effectively across cultures, one needs cognitive flexibility (Fowler and Mumford, 1995: xiii). This is even more so in the case of the cultural mediator, which is how an increasingly larger number of Translation Studies writers are conceiving the translator’s (e.g. Katan, 1999: 66, 125). 4. Why the cognitive approach? In general, within Translation Studies the cognitive approach is differentiated from the cultural one (e.g. Chesterman, 2007: 173). Yet, there are no reasons why emphasising the cognitive processes involved in translation (e.g. Wilss, 1996: 43) could be incompatible with focusing on the differences between the source and the target culture and the way of dealing with these. In fact, this is exactly the approach defended by House (2001: 72). The translator’s intercultural competence is not limited to behaving in a culturally-appropriate manner. Translators’ intercultural training does not need to aim at helping students overcome the emotional challenge and adapt to living in a new culture, either. On the contrary, intercultural training for future translators should be very much focused on various cognitive operations involved in dealing with linguistic forms that refer to cultural scenes or schemata easily understood by the representatives of the author’s culture, but not common among or known to the target audience. In the cognitive approach to culture, the cultural phenomena to which linguistic forms refer are represented in the format of mental structures that appear to exist in the minds of certain culture representatives. Culture is embodied in the form of cognitive models that condition people’s interpretations of the outer world phenomena (Katan, 1999: 18). The constructs of cognitive or mental structures – scenes, schemata, frames, scripts, scenarios, – or whichever other terms are used to specify their composition – are precisely, in our point of view, what makes the cognitive approach optimal for the task of developing the translator’s intercultural competence. Cognitive psychologists and those involved in artificial intelligence research have created taxonomies of knowledge structures (cf. Kachru and Smith, 2008: 28; van Dijk, and Kintsch, 1983: 47ff; Sperber and Wilson, 1996), while scholars devoted to deciphering the speech comprehension and verbalisation processes have many things to offer on text-specific mental structures (e.g. Emmott, 1994). Although it is beyond the scope of this article to try and give even an outline of all these findings, the point we wish to make is that the incorporation of such theoretical insights would greatly benefit the intercultural training of student translators. As already indicated, mental structures can be used to explain both the verbalisation and the comprehension processes (cf. Dancette, 1997: 79 and Rickheit and Sicherlschmidt, 1999: 22). Making distinctions between different types of the cognitive models is optional, but helping students see that behind the linguistic form there is some kind of redit, número 6, 2011, 40-58 44 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… mental representation is crucial. The trainer might decide to speak of meaning or concept as such a representation (cf. Jackendoff, 1992: 195) or speak of linguistic form as the tip of an iceberg, which must always be visible enough for the intended audience to be capable of reconstructing the whole envisaged by the author (cf. Seleskovitch, 1976: 100). These chunks of knowledge – also understood as beliefs, as well as opinions, as well as attitudes, as well as images, etc. (van Dijk and Kintsch, 1983; Gumperz, 1995: 157) – are brought into the communication process and it is essential for interlocutors to be able to draw on them if the communication is to be successful (Jackendoff, 1992: 195 or Kachru and Smith, 2008: 28 and 37). The translator’s function then is to first create mental representations as close as possible to those that a hypothetical average target reader or listener in the source culture would have created, and then to choose a way of expressing these models in the target language so that the target audience would have a chance to create as similar models as possible. Besides nearly any schema, however general, could be culture-specific if it happened that there were differences between the elements normally included in it by representatives of the source and the target culture (Pagano, 1994: 257). If students realised this, they would realise the importance of developing intercultural competence and building their knowledge bases around discovering differences in apparently analogous models. Inability to acquire the knowledge necessary and/or to compare and relate models will lead to translators creating erroneous models either in their heads, or in the target text, or both. Moreover, mental models are deemed to be created for well-known situations and are, therefore, conditioned by the person’s experience (Bell 1991: 250; Gumperz, 1995: 21; Schank and Abelson, 1977: 41). On the one hand, this means that some of the cognitive models will be personal; on the other, there are models that are culturally specific. However difficult it is to draw the dividing line, the translator has no choice but to operate with generalisations. There is some more or less vaguely defined target audience, and if the translator can imagine which cognitive models an average representative of the target culture might have, there are more chances of enabling the communication process with the translation that will be created. Cognitive models simply cannot be universal, because people’s life experiences differ. To form a cognitive model a person needs to have experienced the phenomena, preferably more than once, and the person’s culture determines the person’s experience and the way things happen in ‘their world’. If certain phenomena are not represented in the person’s culture it is highly unlikely that this person will develop a cognitive model for them, although this can be done on the basis of indirect experience of learning about these phenomena from others. If such indirect experiences are used, the manner in which the source of knowledge thus acquired interprets the phenomena in question and the degree to which those phenomena are understood will affect the cognitive model formed. If certain phenomena are present in both cultures but display considerable differences, the cognitive models of the phenomena formed by the representatives of the two cultures are bound to differ. For example, in many countries people use buses as means of public transport. However, the rules that regulate the way people board busses and pay their fares might differ substantially. So can the emotions associated with taking a bus, for instance, of comfort vs. discomfort. Unless the interlocutors are aware of these differences, the mentioning of a bus ride would evoke in their heads their-own-culturespecific cognitive model as well as making them expect a story of a typically unpleasant redit, número 6, 2011, 40-58 45 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… journey or vice versa.2 Thus, the translator as mediator must be able to shift between cultural viewpoints: to understand, match and create cultural frames (Katan, 1999: 125 and 147). Furthermore, apart from being necessarily stereotyped, cognitive models are possibly best described as stereotypical assumptions and expectations representatives of the culture bring to interpreting texts (Ungerer and Schmid, 1996: 216; Sperber and Wilson, 1996: 88). In this respect, it is important to point out that those expectations refer not only to how things happen in the world but also to what different types of texts are to be like, or even to the degree of freedom the translator is considered to have (cf. van Dijk and Kintsch, 1983: 16 and Chesterman 1997: 64). Beamer (1995) offers one more perspective on the relation of cognitive models and intercultural communication. Ideas one has about another culture also come in the form of schemata. Thus, when trying to adjust the message to a culturally-different other, the speaker or writer filters it through his/her schemata of the other’s culture, “according to perceived cultural priorities of the receivers” (Beamer, 1995: 158). When receiving messages form a culturally-different other, again, these might be filtered through schemata the person has about the sender’s culture. Beamer uses the term “projected schemata” to highlight discrepancies that exist between the schemata representatives of one culture have about their own culture and the schemata representatives of another culture might have in respect to the first culture. Projected schemata describe the person’s ‘knowledge’ of the other culture (ibid: 146). The schemata one has of the other culture are modified through direct experiences and thanks to accumulating data about the other culture. Yet, they often heavily depend on the person’s own culture, because the data one looks for about the other culture and the data one can notice and acquire are conditioned by one’s own cultural priorities. Besides, if the person lacks knowledge of the other culture, the inferences drawn are guided by general considerations of causeeffect relationships. Beamer fully recognises dependency of these explanatory tools on the person’s culture, which is why she considers awareness of cognitive models theory should form a crucial part of intercultural training (ibid: 159). The “schemata model” of communication, as she calls it, can serve as a theoretical framework for practical training because of its explanatory power. This model can replace the traditional transmission model in explaining what happens in the process of intercultural communication from the cognitive point of view, how meaning is attributed and, thus, can cast light on what can be done to improve intercultural understanding. Thus, in summary, the two major advantages of introducing students to the notion of mental/cognitive models might be, firstly, the fact that these “make explicit what the user of the concept [signalled to by the linguistic form – MY&LM] implicitly knows about the concept” (Bell 1991: 251), and secondly, the fact that this way the students’ attention is drawn to the real-life differences, to the cultural and away from vocabulary and grammar. Nevertheless, as indicated above, there are many other benefits of the cognitive approach to meaning, to culture and to intercultural translator training. Simultaneously, there is another important argument in favour of emphasising the cognitive component of intercultural competence training, at least in the context of 2 For more examples of similar wordings evoking totally different and, thus, in case of translation, erroneous images and associations see Vázquez-Ayora, 1977 (Hispanic vs. North American contexts) and Witte, 1994 (German vs. Spanish contexts). redit, número 6, 2011, 40-58 46 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… translator education: the need to assure that by the end of their formal training students have developed a metacognitive framework to base their further intercultural development on. On the one hand, the metacognitive skills are clearly not limited to the intercultural competence component within translator education (cf. for example Ulrych, 1996: 251). On the other, the role of autonomous learning for continuously increasing one’s intercultural competence cannot be overemphasised either - so much so that Casse proclaimed learning how to learn to be “the main objective of any intercultural training programme” (Casse, 1981: xiii). Thus, the explanatory power of mental structures and the importance of the metacognitive component, which enables autonomous lifelong learning, are the two key arguments in favour of adopting the cognitive approach. Mental or cognitive models are highly instrumental when talking of translation and culture, translating cultural items and developing student translators’ intercultural competence. So is the cognitive approach to culture, if combined with focusing on cultural differences. Fear of overloading students with theory should not become an obstacle for adopting a cognitive approach. Although experiential and hands-on learning should never be substituted with the original narrowly-cognitive purely theoretical approach, theorybased learning is recognised as more effective than one devoid of any theoretical framework. Without such a framework, there is no support system students can use in order to organise their knowledge and their out-of-class learning (cf. Bhawuk and Triandis, 1996: 17-19). 5. The University of Deusto classroom sessions 5.1. Aim and setting Four 50-minute pilot sessions with the title of Culture in Translation were held at the University of Deusto (Bilbao, Spain) as a first step towards developing a pedagogical proposal for the Intercultural Training for Translators component for Translation (and Interpreting) degrees. The main objective was to raise students’ cultural awareness in terms of helping them free themselves from blindly translating at the linguistic or word level and taking a step towards operating at the level of images and associated concepts/ideas, i.e. not at the purely linguistic but at the cultural level. Thus, activities that implicitly built on the mental models theory formed the core of the experimental sessions. To balance the training and make it more overtly relevant to translation, students were given opportunities to practise identifying culturally-specific items, and strategies for dealing with such items were also discussed. It should be pointed out, however, that making students “see behind words” is an objective that allows for and cannot be achieved without practising such crucial skills as those of comparing and relating cultures or verbalising cultural models. This appears to be precisely the advantage of using the notions of mental models as the theoretical framework. The four classes were incorporated into an Introductory English-Spanish SpanishEnglish Translation course offered as an optional subject for all second cycle undergraduate students of the university. The group, consisting of some 15 learners, was made up of local students, having either Spanish or Basque as mother tongues, and exchange students from Ukraine and Belarus. The sessions were designed by the authors of this article and conducted by Larry Muies, one of the two course instructors, with Maria Yarosh acting as an observer. From the pre-planned activities, only ten redit, número 6, 2011, 40-58 47 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… could be tried out during the experimental sessions. These sessions were recorded (audio and video) and the instructor was interviewed about his perception of each session. Besides, in order to find out the students’ point of view, after the last session students were asked to fill out Activities Evaluation Forms. While recognising that a full description of the experiment would be more valid, with the emphasis of this article being on the cognitive approach, we would like to focus on three activities that were most closely related to the ‘word – mental structure (image or concept)’ dichotomy. 5.2. The classroom activities 5.2.1. Big Mac vs. the River Spirit Objectives: 1) to introduce the idea of culture as knowledge 2) to foster the sense of professional ethics and responsibility in the students, in terms of avoiding translating without understanding in addition to avoiding at all cost leaving your readers to guess something you as translator have not researched in order to fully understand 3) to practise “bridging the cultural gap” by incorporating into translation the cultural knowledge your readers lack 4) to practise explaining cultural phenomena well-known in your own culture 5) to become aware of how things can be misinterpreted or visualised erroneously if a different mental model is applied when comprehending a linguistic fragment Grouping: Initial translations were done individually. A whole-class discussion followed. Editing was done individually, while the explanatory task was performed in pairs, small groups or individually. Steps: i. Students were shown the two fragments below and asked to individually translate them into Spanish and their mother tongue (if different) a) He went to McDonald’s. The Big Mac sounded good and he ordered it. b) The river had been dry for a long time. Everyone attended the funeral.3 ii. Students were asked to read their versions and comment on any difficulties they came across when translating. iii. Students were asked whether they fully understood the two fragments. If they answered positively, they were asked to explain the link between the two sentences of the second fragment. iv. Since students failed to draw the wider picture in which the two sentences of the second fragment would make sense, they were given the information – i.e. the cultural knowledge – they lacked. 3 Examples are taken from Blakemore, 1995: 35-36. Example “b” comes from a culture where rivers are believed to have spirits and a river drying up is understood as the river’s spirit having died. Sentences and not whole texts are chosen in order to facilitate the task of focusing on particular words and associated concepts, images and schemata. redit, número 6, 2011, 40-58 48 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… v. Students were asked if they considered that their initial translations of the second fragment required any changing so that the reader could also comprehend the fragment. Next, in groups students edited their translations of the second fragment keeping in mind the cultural knowledge they now possessed but which their readers most likely lacked. vi. Students read their versions. If students opted for the use of different translation strategies, these were not named or defined as such but the students’ attention was drawn to the conceptually different versions. vii. Then, students were asked to imagine they needed to translate the first fragment to someone who had never seen or heard of McDonald’s. Students were told that their translation should allow this imaginary reader to understand the first fragment the way the students understand it. The instructor led a whole-class discussion eliciting information from the students and showing them how issues students automatically interpret correctly might be misinterpreted if corresponding (cultural) mental models are missing. Materials used: The fragments to be discussed were shown to students with the use of a projecting system, or written on the blackboard. The information required for understanding the second fragment was also projected and read aloud by the instructor. 5.2.2 What do you know about dogs? Objectives: 1) to make students aware of the fact that words are linked to images or associated ideas (knowledge and/or beliefs) 2) to draw their attention to the fact that the person’s culture – knowledge, life experience, professional formation and occupation, religion and national culture – conditions the images and the ideas associated with concepts, and, thus, with words 3) to foster students’ ability to put themselves into other people’s shoes and try to imagine how these people would perceive certain world phenomena Grouping: Several steps were carried out in the whole-class format. This was followed by group work and whole-class discussion. Steps: i. To introduce the activity, the instructor asked two questions without – at this point – expecting any answer: “So do you think that translating is about knowing words? Or is there something ‘behind words’?” ii. The word “dog” was taken as an example and students were asked to explain what they visualise in their heads when hearing or reading the word. Information about the aspect or breeds of the dogs was repeated and/or summarised by the teacher, especially that which coincides with the idea of prototypes – an Alsatian or a Collie. iii. Then four sentences suggesting particular breeds were read with “erroneous” images shown right after each one: 1) He opened the door to face a pretty young woman with a dog in her arms redit, número 6, 2011, 40-58 49 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… 2) Right from the start of the race the dogs began chasing the rabbit. 3) She took her dog to the salon to have its curls reset. 4 4) The policemen lined up with the dogs to face the rioters. iv. Students were asked to formulate as precisely as they could what image of a dog is suggested by each sentence. An observation was made that the context and our knowledge of the world modify what we see in our mind and, thus, our comprehension. Say, if the only breed of a dog a person knows is Alsatian, this person is bound to have problems with sentences like (1) or (3) as will any reader who cannot visualise the “right” thing. v. Students were asked to think of differing perspectives on or opinions about dogs: “Now, if we talk of dogs in general, what perspectives on and different opinions about them can you think of? What might the following people say if asked about dogs?” For example: a) a child who wants to have a dog b) a person whose relative has been recently attacked by a dog without a muzzle c) a drug-dealer d) a science teacher in an elementary school e) a vet The idea was to cover people with different life experiences and professional formation with regards to dogs.5 Steps envisaged but not tried out due to the time constraints: vi. Students are asked to think of as many different opinions conditioned by people’s personal life experience and/or professional formation as they can about a number of different issues. Students can work individually or in groups.* vii. The groups present the results of their brain-storming and members of other groups are invited to add more ideas. These could be summed up on the blackboard, on a transparency or in a Word-document projected on the screen. * Alternatively this task can be carried out by students individually at home for the next session. In this case, students should be given two or three notions and asked to think of one or two more themselves. viii. Three more opinions about dogs are introduced. Impact will clearly be greater if these could be presented in form of videos with representative of respective cultures depicted and/or voicing these positions. However, the crucial idea is that of students becoming familiar with these cultural differences they might not have even suspected: 1. Of all the animals represented in the world today, the dog is one that many would place in the category of family member, household pet, or companion. 2. A devout Muslim, in contrast, might place the dog in the category of dirty or disgusting animal, similarly to how many others would place a pig – as an animal to be avoided at all costs. 3. Someone living in Korea, on the other hand, might place the dog in the category of food 4 Examples are taken from Ungerer and Schmid, 1996: 43-44. 5 The instructor might choose to conduct this task in the format of a whole-group brainstorming or ask students to work in groups, each working on one or two characters. Alternatively, only the respective groups’ members are told whose opinions they are expected to construct, so that other groups can then be asked to guess on the basis of the opinion heard. redit, número 6, 2011, 40-58 50 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… ix. Students are asked to add cultural perspectives on the issues they already considered in (vi). This is better done outside of the classroom so that students can conduct the research needed. Materials used: Mismatching pictures of dogs for step (iii). Videos or images and audio recordings created or found on the Internet, might greatly increase the impact of (viii), but are not considered an absolute must. Students might be provided with sheets of paper for their group brain-storming. When the results of the brain-storming are shared, these might be summarised so that everyone can see them. 5.2.3. Say what you see Objectives: 1) to further raise students’ awareness of how linguistic form evokes visual and conceptual associations 2) to practise verbalising mental models specific to a certain culture/cultures the students are likely to work with as translators Grouping: A whole class activity Steps: i. The instructor read out different utterances very strongly associated to certain visual images or social situations, e.g. “No smoking” and “Drink up now”, “Move on, please”. Students were then asked what they had seen after each one. This step was also envisaged but not tried out due to time constraints: ii. Students are given a couple of minutes to think of similar phrases in their own culture or one of the cultures they were studying. Ideas are shared with the group and the situations and/or images associated with them are discussed. 5.3. Discussion All three activities are based on very simple principles. Therefore, other concepts, ideas and situations can easily be used, either in order to make training more culture-general or more culture-specific. These activities are aimed at developing two of the most crucial skills for the translator: visualising and verbalising what the original target culture representative is most likely to visualise or think of when reading a text or hearing a speech. The two skills are interrelated but often underdeveloped. More precisely, in cases when the cultural phenomena referred to are familiar to the reader or listener, such linking occurs automatically without the need to verbalise the knowledge activated. In the case of unfamiliar cultural phenomena, there is either a conscious communication breakdown, when the person realises he/she does not understand what the text is about, or an unconscious communication failure when erroneous concepts and images are correlated to the words and phrases without the person realising this. Translators need to monitor the limits of their knowledge base (a meta-cognitive skill), to be able to verbalise familiar cultural phenomena, as well as to be able to research unfamiliar cultural phenomena and then verbalise them for the target audience who is as redit, número 6, 2011, 40-58 51 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… ignorant of the phenomena in question as translators themselves were before the research (all cognitive operations).6 The ideas set out above might appear obvious for the translator trainer, but, as the students’ comments have revealed, the need for visualisation and verbalisation of cultural mental models is not something students necessarily recognise as relevant for improving their translating skills: (1) I liked it but at the same time I found it nonsense because I think it had not much to do with translation. (Student 1 on Activity 5.2.1); (2) I did not find any particular purpose (Student 9 on Activity 5.2.1); (3) I don't think it was too useful, although it was interesting (Student 2 on Activity 5.2.2); or (4) I think this activity was not meaningful so dislike me a little (Student 7 on Activity 5.2.2).7 If students do not see the relevance, they can hardly have useful insights or build on these. As Student 3 observed on Activity 5.2.3, “As the one with the dogs I felt we passed it really quickly because there wasn’t much to it”. Thus, on the one hand, such dramatically different examples as MacDonald’s and River Spirit or such a familiar concept as the dog might help students grasp the importance of cultural knowledge and the differences between images and perceptions of “the same” phenomena depending on one’s cultural belonging, which is an argument in favour of such somewhat simplistic activities. Yet, on the other hand, unless these activities are linked closely to more challenging and less out-of-context translation samples and tasks, students might not link the insights to their self-concept as student translators. If no such link is made and students do not see where in “real translation” they might encounter similar difficulties and where they will need to shift perspectives or explain the obvious, etc., they will dismiss such activities as puerile and not serious enough. This way the possible “teachable moment” – the moment when students feel the need to develop a certain skill and feel motivated to undertake the efforts required (Gander, 2006) – will be lost. Therefore, activities of this type should be supported by immediately applying the new awareness to discussing text fragments to be translated or already translated once representing similar difficulties. This also means, for example, that the concepts discussed in 5.2.2 and situations evoked in 5.2.3 might be altered depending on the concepts and situations the follow-up fragments contain. Making students participate is also of great importance. Unless they try to formulate what is unconsciously activated in their heads, they will never realise that their skill of verbalising mental models is not developed. Thus, one of the students, who was little active during Activity 5.2.1, later observed: “The concept was interesting but then the activity turned out a little too simple”. At the same time, with MacDonald’s being so well-known internationally, students find it difficult to imagine someone might never have heard of it. If they do not accept this premise, they perceive the instructor’s request 6 For the full description of the translator’s intercultural competence components and related learning objectives, as the authors conceive these, see Muies and Yarosh, 2011 (to be published in the XV International Conference on Translation and Applied Linguistics: Teaching of Languages and Translation in Face to Face and Distance Education conference proceedings). 7 Students’ comments are reproduced without any language changes. Only when the students’ answers might seem incomplete without seeing the question, are they completed with phrases in square brackets. redit, número 6, 2011, 40-58 52 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… to explain what a Big Mac is as devoid of any sense. Thus, although from the pedagogical point of view explaining what Big Mac and MacDonald’s are is aimed at developing the ability to explain well-known cultural phenomena, students might well see the task as artificial and lacking any practical value. Therefore, active involvement is necessary, but so too might be inclusion of fragments that refer to phenomena of students’ own culture – instead of or along with the fragment about the universal fastfood chain – and to some aspects of one of the foreign cultures the students are likely to work with – again, instead of or along with the fragment built around an indigenous river spirit tradition. Although possible difficulties and pitfalls have been outlined first, this is not to say that the activities proved ineffective. On the contrary, even in the noticeably reduced format they were conducted in due to the time constraints (steps vi-ix of Activity 5.2.2 and step ii of Activity 5.2.3 were not tried out), students’ comments reveal that the majority of those who evaluated these activities benefited from them and were conscious of this. Activity 5.2.3 probably lost most due to the reduced format. Only two of the five students who evaluated this activity felt involved, found it meaningful and generally liked the activity (Students 4 and 7). Thus, Activity 5.2.1 received the following evaluations: (1.1) I liked the fact that it made me think about something that I didn’t even consider before. [Its purpose was] to make us realise other people have a complete different understanding of life. (Student 2); (1.2) I liked that we had to think in order to respond, and also that it offered enough interesting content to discuss in class (Student 3); (1.3) [Its purpose was] to make us aware of the different interpretations in cultures (Student 5); (1.4) [Its purpose was] once again to see that people behave differently and that everything is not as it seems (Student 8). Activity 5.2.2 also received considerably more positive evaluations than negative ones: (2.1) I liked it because it was a way of showing us how the same concept can be represent in different ways. It was, as I said above, a way of teaching us that the same concepts may be different in each mind (Student 1); (2.2) [Its objective was to] show us that even simple words can have different referents because people can have different images of the same objects in their brains (Student 4); (2.6) [The activity helped me realise that] sometimes a word in the target language is not enough to express the idea of the original text. The activity gets directly to the point (Student 5); (2.3) [Its objective was] to show us the different interpretations and that words make us think of different images according to the context (Student 2); (2.4) [Its objective was] to have us realise the kind of images we associate to certain expressions/words and to make us think about the reasons for these associations we make (Student 3); (2.5) I think that is wanted us to see the cultural difference between our language and our knowledge about some themes that were relationed in Spanish and English alike (Student 7); (2.6.) [The activity helped us] to see that the definitions are attached to certain ideas and features (Student 8). redit, número 6, 2011, 40-58 53 María Yarosh and Larry Muies Developing Translator’s Intercultural… Another issue of interest is the precision with which students were often able to formulate the objectives of the activities. The instructor never explicitly stated what was to be achieved and also abstained from verbalising what the students were expected to have learned once the activity was over. This makes us think that the task of evaluating activities may also be instrumental for helping students adopt a meta-cognitive, conscious approach to their learning. 6. Conclusion It would be wrong to claim that four 50-minute sessions held with a group of nonspecialist students constitute evidence for a cognitive approach to be considered optimal for translator intercultural training. Besides, more data is required if any valid conclusions are to be drawn. Yet, the data obtained so far seem to indicate that such an approach may permit new perspectives to be opened up to students and may help them see the process of translation and the task of the translator from a new, much more cultural angle. Thus, taking into consideration the theoretical arguments in favour of the cognitive approach set out above, focusing on the mental models and encouraging students’ meta-cognitive efforts appears to be a promising way forward for translator intercultural training. The pilot experiment should be analysed in more detail, but it has also become clear that longer and more profound intervention is required. Therefore, the next step is a ten 80minute session course aimed exclusively at developing student translators’ intercultural competence, which is currently being carried out at the Institute of Foreign Languages (St Petersburg, Russia). The three activities presented above are to be conducted in their full versions and the results are to be recorded and analysed. At the same time it has been decided to report on this teaching research in progress in the hope that it will contribute to bringing the discussion about developing the translator’s intercultural competence from the level of policy and theory to the level of practice and implementation. To conclude, the authors of this article believe that emphasising the cognitive and meta-cognitive should no longer be considered irrelevant. Such aims as making students “see cultural worlds behind the linguistic forms” should not be dismissed as intangible. On the contrary, activities that will enable students to take this step should be designed, tried out and reported so as to bring the debates on intercultural training implementation attempts out of the “grey literature” domain. 7. References Albert, R. D. 1995. “The intercultural sensitizer/cultural assimilator as a cross-cultural training method”. In Fowler, S. M. and Mumford, M. G. (eds.) 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Second, it argues that if we are to train translation students to work in different subject areas, text types and topics, our focus needs to shift from the acquisition of specialized knowledge in several domains to the development of information skills that can be used for problem solving in any field of expertise. Third, given that the need to seek, use and generate translation-related information depends on the type of users and translation tasks performed, it emphasizes the need for empirical studies that focus on real users and learning contexts. To illustrate the potential benefits of such an approach, this paper draws on the results obtained in a multiple-case study of the web search behaviours of a small cohort of postgraduate translation trainees in their first year of studies. KEYWORDS: information behaviour, information literacy, web searching skills, documentation, cognitive translation studies TABLE OF CONTENTS 1. Introduction 2. On Information Competence, Literacy and Behaviour 3. Information Literacy Acquisition in Translator Training 4. Exploring the Web Search Behaviours of Translation Students 4.1. Research Questions and Aims 4.2. Research Approach, Methods and Data Collection Tools 4.3. Research Design 4.4. Data Processing and Analysis 5. Discussion of Results 5.1. Interactions between Translation Expertise and Web Searching 5.2. Interactions between Translation Task-related Factors and Web Searching 5.3. Interactions between Web Search Expertise and Web Searching 5.4. Interactions between Domain Knowledge and Web Searching 6. Implications for Translator Training 7. Conclusion 8. References redit, número 6, 2011, 60-80 60 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… 1. Introduction For more than a decade now, web-based resources have become an indispensable tool for both professional translators and student translators, often replacing more traditional online and offline reference works. Given the ubiquity of the web, with its ease of access to online data and the apparent comprehensiveness of the resources it offers, it represents a natural choice for translators to support their cognitive and knowledgebased activity (cf. Austermühl 2001). Yet, it is the very ubiquity and structure of the web along with the dispersed and dynamic nature of its content that pose a set of challenges regarding the critical evaluation, selection and use of credible sources of information; hence the need for efficient web searching skills that can be used to access and, most importantly, locate “the information needed to resolve a concrete [translation] problem ..., realizing the needs of quality, rigour, suitability, depth and specificity” (Pinto Molina and Sales Salvador 2007: 534). In the following section, I will define the key terms that I will be using in the remainder of the paper. In section 3, I will discuss selected typical instructional settings as well as a number of proposed initiatives for acquiring information literacy—including the use of the web for information seeking and retrieval—in translator training. Here, I will argue that, despite the obvious need of teaching translation students how to critically use the web, there is very little research on how students (or, for that matter, professionals) actually search for web-based information. To illustrate how research in this area may be used to inform effective instruction, I will, in section 4, present a multiple-case study that I carried out to explore the web search behaviours of a small group of postgraduate translation students in their first year of studies. Finally, I will outline the main results of my study and discuss possible implications for translator training in sections 5 and 6, respectively, and provide conclusions in section 7. 2. On Information Competence, Literacy and Behaviour Translators’ information competence—also referred to as “documentary competence”, “research competence” or “instrumental competence” in the translation studies literature—is typically situated within multidimensional notions of translation competence. The importance that the former is given within the latter thus varies according to different multi-competence models of translation. Here, skills and knowledge are usually clustered around a number of interrelated sub-competences that make up the notion of translation competence. PACTE, for example, views translators’ instrumental sub-competence as being “made up of knowledge related to the use of documentation sources and information technologies applied to translation” (2005: 610). For Kelly, this sub-competence involves el uso de fuentes documentales de todo tipo, la búsqueda de terminología y la gestión de glosarios, bases de datos, etc., el manejo de las aplicaciones informáticas más útiles para el ejercicio de la profesión (tratamiento de textos, autoedición, Internet, correo electrónico), además de otras herramientas tales como el fax, el dictáfono, etc. (2002: 14-15). Translators’ information competence has also been defined from the perspective of translation-oriented documentation and hence referred to as “documentary competence”. Palomares Perraut and Pinto Molina, for instance, define documentary redit, número 6, 2011, 60-80 61 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… competence as “las habilidades y destrezas específicas del traductor para saber manejar con precisión y rapidez las fuentes de información de cualquier tipo y en cualquier formato necesarias para su quehacer traductor” (2000: 100). Within the area of translation-oriented documentation we also find specific models for the development of information competence for translators, such as the one proposed by Pinto Molina and Sales Salvador (2008a) and known as “INFOLITRANS” (information literacy for translators). This model draws, among others, on information literacy competency standards like the ones developed by the Association of College & Research Libraries (ACRL 2000). The ACRL—a division of the American Library Association (ALA)— defines information literacy as “a set of abilities requiring individuals to recognize when information is needed and have the ability to locate, evaluate, and use effectively the needed information” (ibid.) (cf. Pinto Molina and Sales Salvador 2007:535, 2008a: 415; Massey and Ehrensberger-Dow forthcoming). It is a term widely used within the area of higher education in connection with the instruction of information skills that may form the basis for lifelong learning. It is therefore a notion “common to all disciplines, all learning environments, and all levels of education” (ACRL 2000: 2). Like information literacy, the term “information behaviour” (IB) is only starting to be used in the translation studies literature. This term is commonly used within the disciplines of library and information science (LIS), information studies, user studies and documentation. Although the notion of information behaviour—like the notions of information, instrumental and documentary competence—is not necessarily linked to the instruction of information skills, it does involve “those activities a person may engage in when identifying his or her own needs for information, searching for such information in a way, and using or transferring that information” (Wilson 1999: 249). Furthermore, information behaviour—like information, instrumental and documentary competence as well as information literacy—is a rather broad concept that may apply to a wide range of information sources in various formats. Yet, due to technological changes and the proliferation of online information resources, it is above all users’ web search behaviour that has become a popular object of study in the aforementioned disciplines (i.e. LIS, information studies, user studies and documentation). Much that is known today about users’ information search behaviour on the web is derived from socalled “web searching studies”, in particular qualitative studies “that have followed searchers throughout the process on a few questions” (White and Iivonen 2001: 722). Web searching (or web-based information search) is a notion that can be found under different headings such as information behaviour (IB); information seeking (IS) or information-seeking behaviour (ISB); information retrieval (IR); and interactive information retrieval (IIR), among others (cf. Wilson 1999: 263; Aula 2005: 5). Most importantly, it is a notion typically restricted to the use of IR systems such as popular search engines. In this paper, however, I will use web searching to refer to all kinds of online actions carried out to seek and retrieve information on the web, i.e. it is not limited to the use of search engines only. I will consequently use the expression web search behaviour interchangeably with other IB-related notions, such as online information/search behaviour or information seeking and retrieval. redit, número 6, 2011, 60-80 62 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… 3. Information Literacy Acquisition in Translator Training The importance of acquiring information literacy in translator training has long been recognized by the teaching community. In Spain, for example—a country with a significant number of translator training institutions1—the development of (online) information skills typically takes place within a core course known as “Documentary Research Applied to Translation” (Documentación Aplicada a la Traducción) that has been part of the four-year undergraduate degree in translation and interpreting ever since it was first introduced in 1991. Credits corresponding to both core and optional courses within this four-year degree are distributed across a two-year first cycle followed by a two-year second cycle. Documentary research for translators is mostly taught in the second year of the first cycle (i.e. in the second year of study) and is typically worth four credits (out of 240 credits needed to complete the degree). Although universities can vary the number of credits in each specific area, the core content in translation and interpreting degrees remains practically the same throughout the entire Spanish university system. Yet, despite the apparent rigidity of this system, additional instruction aimed at developing information skills may also take place within optional courses that make up the curriculum, such as “Computer Science (or IT) Applied to Translation”, “Terminology” or “Electronic Tools and Resources for Translation”. The importance that online information skills are given within the curriculum is in fact highlighted in Pinto Molina and Sales Salvador’s (2008b) survey of information literacy instruction in Spain. Here, the authors found that, well ahead of the rest of the items, the translation and interpreter trainers see the first need of a specialized translator as being the skill of information search (68%). This is followed by subject knowledge (34%), which is, after all, the product of a sound global information competence that is continually being enriched and updated for whatever field of expertise (ibid: 61). Nevertheless, when teachers were asked which elements they thought needed to be added to the curriculum where they felt “students had not yet acquired the necessary [information] skills”, they suggested “reinforcing knowledge of documentation techniques in general” (ibid.) and of information search in particular (ibid: 62). With regard to the latter, Pinto Molina and Sales Salvador state that “teachers are no doubt aware that their students tend to conduct their information searches in an intuitive fashion, low on structuring and only vaguely systematized, and suppose that a search engine like Google ‘knows everything’” (ibid.). The results of the survey also show that 65% of the teachers thought that “the core component [Documentary Research Applied to Translation] under the existing curriculum does not fully meet the students’ needs” for developing their documentary competence (ibid.). A similar concern is also voiced by Kelly, who, in her overview of the Spanish undergraduate degree in translation and interpreting studies, remarks that courses tend to be disassociated from one another, as in the case of “Documentary Research,” which is separated from Terminology, despite the fact that much documentary research carried out by translators is essentially terminological in purpose. In most universities, there is no link established among these three areas [computing, documentary research, and terminology] or between them and practical translation activities (2005: 68). 1 The Spanish Ministry of Education and Science (2011) lists a total of 22 universities offering undergraduate programs in translation and interpreting studies. redit, número 6, 2011, 60-80 63 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… It is not surprising, then, that in order to improve information literacy instruction, the teachers in Pinto Molina and Sales Salvador’s survey emphasized, above all, the need for closer coordination between teachers of information literacy and those in charge of teaching specialized translation (and interpreting) courses in various areas of expertise. They also remarked that the teaching of documentary research should be extended “with additional instruction in the second cycle [i.e. in years 3 and 4] and the addition of optional courses” (2008b: 64). Another suggestion made—one that I am particularly keen on—refers to the development and/or consolidation of information skills “within each specialized translation field, on the basis of closer links to professional practice and employing a more applied approach with the use of case studies” (ibid.). Such an approach would not only allow for additional instruction in information literacy in translation programs where documentary research courses are already an integral part of the curriculum (such as the Spanish BA degree) but also to compensate for course availability and time restrictions in programmes of a shorter duration. While in Spain most undergraduate programmes in translation and interpreting still maintain the fouryear course structure following the adaptation to the European Higher Education Area (EHEA), undergraduate programmes in translation and interpreting offered by other European institutions typically consist of three years of study. In these programs, instruction in information skills via optional courses of study (as opposed to a specific core course on information science and documentary research) seems to be the general case. It also seems to be the case in countries—especially in Anglo-Saxon countries— where translation and/or interpreting studies are only offered at the postgraduate level. Course availability and time restrictions in these programmes may in fact not always allow for a core subject exclusively dedicated to the development of (online) information skills. The integrating of these skills in specialized translation courses (in addition to optional courses) would allow compensating for these restrictions. Nevertheless, as briefly indicated above, despite the obvious need of teaching translation students how to critically search, use and manage various online information sources, there is very little research done on how students search for web-based information. In this regard, as Massey and Ehrensberger-Dow (forthcoming) point out, “the relative weight accorded to information literacy by translation practitioners, trainers and scholars has yet to be underpinned by a significant body of research”. The following web searching study (described in detail in Enríquez Raído 2011a) represents an attempt to contribute to this body of research and show, by way of example, how the web search behaviours of translation students can be explored to facilitate instruction that reflects the real needs of this community of users. 2 2 Other researchers in translation studies who “have only recently begun to systematically examine information behavior in the translation processes of students and professionals” are Massey and Ehrensberger-Dow (forthcoming), whose work is situated within the Zurich University of Applied Sciences’ Translation Tools in the Workplace project (see also Massey and Ehrensberger-Dow 2010a); or some researchers at the National Research Council of Canada (e.g. Déslites, Barriére and Quirion 2007; Désilets 2007, 2010) as well as researchers working within the University of Graz’s TransComp project (e.g. Göpferich 2009; Göpferich and Jääskeläinen 2009). Within the field of translation-oriented documentation, Pinto Molina and Sales Salvador (2007, 2008a) have also examined translators’ information literacy via survey research. Similarly, White, Matteson and Abels’ (2008) focus group study address professional translators’ information behaviours within the domain of information science. redit, número 6, 2011, 60-80 64 Developing Web Searching Skills… Vanessa Enríquez Raído 4. Exploring the Web Search Behaviours of Translation Students According to Spink and Cole, “[t]he field of library and information science (LIS) has historically been a leading discipline in conducting research that seeks to understand human information-related behaviours [HIB]” (2006: 1). These have been primarily studied from cognitive, behavioural, affective and, more recently, social perspectives. Yet, the predominant framework for the understanding of HIB has traditionally been what Spink and Cole refer to as the “information-seeking/problem-solving approach” (ibid: 3). The theoretical basis for my own study was primarily informed by this approach but also by other cognitive as well as affective-oriented information-seeking models such as those proposed by Brown (1991), Wilson (1981, 1999), Dervin (1983, 1999) and Kuhlthau (1991)—all of which view IS as the purposive seeking of information in relation to a goal. Translation-related phenomena have also been examined from cognitive, behavioural, affective and social perspectives, among others. If, however, as Sirén and Hakkarainen point out, “we see translation as one kind of human information processing, [then] cognitive psychology is an obvious framework in which translation can be productively studied” (2002: 72). It is within this framework that translation processes, like IB processes, have also been regarded as problem-solving activities. Tirkkonen-Condit, for example, argues that translation is a goal-oriented action where the solving of “an individual translation problem […] will cause at least temporary uncertainty in the course of target text production” (2000: 123). My study, as well, draws on the cognitive approach to translation studies, where “the emphasis lies on the application of translation solutions – sometimes called strategies or procedures – to specific problems” (González Davies 2004: 14). Furthermore, similar to other scholars in our discipline (e.g. Lörscher 1991; Krings 1986; Livbjerg and Mees 2003), translation problems have been considered from the perspective of the participants of the study. In line with the principles of cognitive psychology and as Séguinot points out, “[p]roblems ... do not actually exist ‘out there’. It is our perception that identifies something as a problem. In other words, it is the construct of an individual” (2000: 90). 4.1 Research Questions and Aims Drawing on the theoretical framework briefly described above, I conceptualized web search behaviours as involving goal-driven actions aimed at meeting information needs for translation problem solving. I monitored the participants’ behaviours through a notion that I refer to as “web search task”, and which involves one or more web search sessions performed to address a single information need. While in my terminology, a web search task will always include necessarily a search session, i.e. a temporal series of online actions aimed at satisfying a specific information need (cf. Jansen et al. 2007), it is not limited to or synonymous with the notion of search session. Rather, it is a more comprehensive concept that also includes the identification and formulation of a specific search need, the formulation of one or more search goals, and the selection of a search outcome. Each web search task thus comprises the following units of analysis: - The search need, or recognition of an information need as perceived within the context of translation problem solving. redit, número 6, 2011, 60-80 65 Vanessa Enríquez Raído - Developing Web Searching Skills… The search goal(s), or type(s) of information required to potentially satisfy a specific information need. The search process, or online actions carried out within one or more search sessions that may address a single or multiple information needs. The search outcome(s), or type(s) of information potentially selected and/or used to (a) satisfy a search need, and (b) eventually solve a translation problem—i.e. where the latter is not necessarily a consequence of the former. These four information-seeking/problem-solving stages were taken to indicate when a web search task embedded in translation problem solving was initiated, processed and completed. Based on these theoretical premises, I set out to explore translation students’ web search behaviours—including affective aspects such as their perceptions of search success, satisfaction and difficulty—in connection with a number of user and translation task-related attributes. The former included the students’ level of translation expertise, web search expertise and source-text domain knowledge, while the latter involved the source-text types and the translation briefs used in the study. I therefore designed a specific syllabus for an introductory course on scientific and technical translation with English and Spanish, which was offered in 2009 as part of a postgraduate degree in a translation studies within an English speaking environment. 4.2 Research Approach, Methods and Data Collection Tools To carry out my web searching study I used grounded theory as my main research approach and case study research as the main method, in which various qualitative and quantitative sub-methods were combined for triangulation purposes. In particular, I employed direct observation using a screen recorder called “BB FlashBack” along with semi-structured interviewing and two questionnaires that were designed in and administered via SurveyMonkey—an application specifically developed to create online surveys (see www.surveymonkey.com for details). The first questionnaire aimed at eliciting data on students’ demographic characteristics (gender, age, academic qualifications and working languages) as well as data on their previous knowledge of and experience with both translation and web searching. The second questionnaire, which I refer to as “online search report” (OSR), adopted the form of a written report aimed at gathering information on students’ (a) level of domain knowledge; (b) their web search tasks performed for translation problem solving; and (c) their perceptions of search success, search satisfaction and search difficulty. The screen recorder was used to capture the translation students’ processes of translating, Web searching and problem reporting carried out on the computers they worked with in class. Like keystroke-logging software, screen recorders such as Blueberry’s BB FlashBack or TechSmith’s Camtasia Studio record and create a time log of all the keystrokes, revisions, and editions (including changes, deletions and additions), keyboard shortcuts, cursor movements and mouse clicks made during the process of typing a text. Yet, unlike keystroke-logging programs, which only record writing operations carried out in their own text editors, screen recorders capture any screen activity carried out on a computer. Hence, these tools are considered “particularly useful for analyzing the research activities which form an integral part of translation processes, as they provide a detailed account of which electronic sources or redit, número 6, 2011, 60-80 66 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… web-sites the subjects are using during translation” (Göpferich and Jääskeläinen 2009: 173). Finally, following the principles and techniques of semi-structured interviewing, I conducted one-to-one interviews with the students to ask follow-up questions and gain more in-depth knowledge about my phenomena of interest. I used audio digital equipment to record the individual interviews, which were later transcribed and thematically coded (see 4.4 for more details). 4.3 Research Design As mentioned above, to explore students’ web search behaviours I designed a syllabus for an introductory course on scientific and technical translation with English and Spanish. The course, which lasted for twelve weeks during one semester and had four participants, provided the setting to collect the study’s research data. Except for semistructured interviewing, all the data collection tools referred to above were tested in a pilot study that preceded the main study. The four students who decided to enrol in the introductory course on scientific and technical translation (all females in their midtwenties, except for one student who was in her mid-thirties) declared English their L1.3 Of these students, two were native speakers of English who considered Spanish their L2, one was a native speaker of Mandarin and a near-native speaker of English who also considered Spanish her L2, and one was a native speaker of Russian who considered Spanish her L3. They were all in their first semester of study, except for one of them, who was a second-semester student within the postgraduate translation programme. Overall, they had little experience in translation (both academically and professionally); hence their level of translation expertise was naturally low. The study’s research data shows that the students’ web search expertise was rather low as well.4 All four translation students participated in a total of four screen-recorded translation and web searching sessions that were carried out in class as part of the coursework (no assessment for teaching purposes was involved in these sessions). In each session, the students had to translate a different domain-specific source text (ST) from Spanish into English (they had access to personal computers as well as the internet and were instructed to use the web as needed to conduct their documentary research). These texts formed the main contexts, or embedding tasks, for information search and retrieval on the web. Students also had to complete an online search report in each session to specify their level of source-text domain knowledge and describe the web search tasks they performed for translation problem solving. Before the screen-recorded sessions took place, they were asked to fill in the online background questionnaire for a diagnostic overview of their knowledge of and experience with translation as well as web searching. The questionnaire also served as a consent form for research purposes. 3 At the institution where the study took place, students wanting to take a translation practice course in their respective language combination—which must necessarily include English—have to declare which is their first language and which their second language for translation purposes. The reason for this is that in most translation practice courses L1 translation and L2 translation are offered in an 80-to-20 proportion. 4 I contrast to translation, no instruction on web searching was provided in class during the data collection phase of the study. redit, número 6, 2011, 60-80 67 Developing Web Searching Skills… Vanessa Enríquez Raído All four sessions produced a total of 16 screen recordings. Yet, one of the screen recordings obtained in the second session was corrupted and therefore none of the video files resulting from this session were used for data analysis. Furthermore, due to the wealth of information produced by the remaining twelve screen recordings as well as space restrictions, the results discussed in this paper only draw on a total of eight screen recordings. These correspond to sessions one and three of the main study (in the following referred to as Task 1 and Task 2), for which I selected two popular-science texts. The first text (232 words long) was an excerpt from a Greenpeace guide to genetically-modified food, which was of a rather broad nature and had an informative as well as an appellative function. The second text (177 words) was an excerpt from a press release by the Spanish National Research Council’s (CSIC) on the discovery of two new enzymes that could possibly be used to treat AIDS. This text covered a specialized topic within the subject areas of chemistry and biology, and had an informative function. The one-to-one interviews, finally, took place in my office during the final three weeks of the semester. These interviews followed a structured process in which I systematically analyzed previous information from earlier research stages. 4.4 Data Processing and Analysis As part of the study’s data processing, a co-evaluator and I evaluated (for the purpose of research) the translations produced by the students based on their problem-solving performance. We therefore developed a fixed number of categories to assess students’ translation solutions according to their degree of successfulness. These solutions were thus classified as (a) unsuccessful, (b) partially successful, (c) successful or (d) highly successful (see Enríquez Raído 2011a: 214-219 for a discussion of the specific criteria used for this evaluation system). I also downloaded all completed background questionnaires and online search reports from SurveyMonkey.com and processed them in MS Word for subsequent coding in NVivo—a qualitative data analysis software that allows for the exploration of qualitative data sources, such as field notes, video and audio recordings, video and audio transcripts, etc. In addition, the screen recordings were transcribed by recording students’ online actions on individual spreadsheets (one per participant and translation task) in which each online action was designated by a separate row of code. This transcription process is based on Hargittai’s (2004: 213) “method for coding and classifying users’ online information-seeking behavior”, which “makes it possible to understand many details about users’ sequence of actions simply by looking at the spreadsheet that contains the information” (ibid: 210). For Hargittai, an online action is “the mode of moving from one web page to the next” (ibid: 211). In my study, however, online actions involved not only said information-seeking movements but also other type of IS-related events as well as translating and problem reporting ones. For the purpose of data analysis, I employed the three main analytic strategies used in Glaser and Strauss’ grounded theory to analyze my qualitative data in NVivo. These are coding, memoing and concept mapping. Qualitative analyses were supported by descriptive statistics (namely counts, percentages and mean values) to process part of the data so as to provide a multi-faceted overview of the students’ web search behaviours concerning their search needs, search goals, search processes and search redit, número 6, 2011, 60-80 68 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… outcomes. More specifically, I counted their search needs based on the number of reported vs. unreported information needs as well as the number of individual vs. common needs. I also determined the frequency and distribution of common needs per student. As for the students’ search goals, I counted these based on the number of comprehension goals, production goals and goals of a dual nature, and determined their distribution per student and common information need. I also examined the distribution of initial search actions per student, common information need and information goal(s). To account for the students’ search processes, I adopted, from the web searching literature, a number of evaluation metrics that I modified to suit the needs of the study. These metrics concern two main levels of data analysis, namely the search session and the search query. The analysis of the search sessions involved their length, which was measured in minutes and seconds, and which was complemented by the number of online actions taken by the students to (potentially) satisfy their information needs. The total number of search sessions and online actions, as well as the search session lengths, were calculated per common information need and student. For the analysis of search queries, I adopted three different metrics. These are query complexity (determined in my study by the number of simple vs. advanced queries), query length (measured by the number of terms in a query, excluding articles, prepositions and punctuation) and query type (classified into initial queries and subsequent queries, with the latter being further classified into modified queries, repeat queries and unique queries). I examined the data on query complexity, length and type per student and common information need. Also in relation to the participants’ search processes, I counted the number of direct address searches and browse searches per student and common information need. The same applies to the total number of web pages accessed. Finally, quantitative analyses of the participants’ search outcomes included the distribution (per student and reported information need) of their adopted sources of information as well as of their degrees of search success, satisfaction and difficulty. 5. Discussion of Results In the following, I will discuss the main findings of my study based on the type of interactions (or relationships) that I observed between the attributes of the study and the translation students’ web search behaviours from a cognitive perspective (for a discussion of said behaviours from an affective perspective, see Enríquez Raído 2011a). 5.1 Interactions between translation expertise and web searching Interactions between translation expertise and web search behaviours were most notably felt in connection with students’ choice of online information sources. Overall, their choices were restricted by their lack of knowledge about and training in the use of translation resources, such as specialized dictionaries, glossaries, terminology databases and parallel texts. The students also lacked experience in the analysis of translationrelated information needs; hence they frequently used the same information sources to address search needs of a different nature. This lack of distinction between various resources based on different types of information needs and goals seemed to result, in turn, in a rather highly iterative/repetitive type of online search behavior that was characterized by frequent repeat visits to the same site (primarily reference sites) and, in the case of the two non-native speakers of English, to repeat searches as well. While the redit, número 6, 2011, 60-80 69 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… number of repeat visits to the same Website “tells us something about Website loyalty and satisfaction” (Nicholas et al. 2006: 215), the number of repeat searches “may indicate the fact that a user has not found all that they wanted the first time around” (ibid: 225). Nevertheless, a closer look at task-related factors—in particular the degree of specialization—suggests that increased task complexity (along with increased translation experience) had an impact on students’ choice of information sources. While in Task 1 the students frequently or entirely limited their online searches to either a regular bilingual dictionary or a Spanish monolingual dictionary,5 in Task 2 the students’ use of information sources increased, thus involving slightly more variation than in Task 1. That is, the students’ range of search behaviour was wider in Task 2 than in Task 1. In particular, there was a slight increase in the range of dictionaries as well as a shift towards encyclopedic information sources (namely Wikipedia).6 In the case of one of the two native speakers of English, a move towards the use of parallel texts could be observed as well. Most likely, it was the broader nature of Task 1 that led the students in my study to search primarily for linguistic information (which would explain the dominant use of dictionaries). The exception here is, again, the non-native speaker of English with the most recent translation training experience, who also searched for extra-linguistic information, i.e. thematic and cultural content. In contrast, the more specialized nature of Task 2 as well as a better understanding of the translation process seemed to lead the students to seek, to a lesser or greater extent, both linguistic and extra-linguistic information (as illustrated by the shift towards the use of Wikipedia and, in some cases, parallel texts). Other interactions between translation expertise and web search behaviours were observed with regard to the students’ search styles, particularly in terms of their engagement with web content. In Task 1 the students were mostly interested in retrieving equivalents as opposed to acquiring background knowledge as well. They generally displayed a typically shallow online search style that was characterized by checking and comparing, and that mainly resulted from a desire for fast and easy access to information. Nevertheless, the non-native speaker of English referred to above also searched for background information and read content to address some of her thematic needs. This resulted in a more interactionistic style of online searching—i.e. one characterized by a higher engagement with or consumption of selected web content— than the other students. In Task 2, where the average session lengths generally increased for most information needs (except for the least technical ones), the students’ searching styles continued to be primarily motivated by their desire for fast and easy access to equivalents. Here, however, the English native speaker mentioned above showed a different searching style, also interacting with the web content she accessed to address some of her thematic needs. To do so, she performed Google searches for which she used source-text keywords as lexical filters to construct simple, yet rather long query 5 The only exception here was one of the two non-native speakers of English (who had the most recent translation training experience of all four students), who combined the use of a single dictionary with selected encyclopedic information and several parallel texts. 6 Although the students sometimes used Wikipedia for acquiring extra-linguistic knowledge, they also used this resource as a kind of bilingual dictionary, often switching between the Spanish and English versions of the article retrieved. In contrast, the professional translators in Désilets’ (2010) study never used Wikipedia to find a solution to a terminology problem. They only consulted this resource to obtain background information on a specific concept on a few occasions. redit, número 6, 2011, 60-80 70 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… statements. This helped her constrain the body of search results to documents dealing with these terms and, oftentimes, with the same topic as the source text. In my opinion, this online search evolution can be attributed to a learning effect, i.e. to her better understanding of the translation process. 5.2 Interactions between translation task-related factors and web searching Based on the tentative results discussed above, one could argue that task-related factors appeared to have had a bigger impact on students’ range of search behaviours (which significantly increased in Task 2 for all four students) than on their depth of research (where only the research conducted by the two students referred to above was notably deeper). The total number of pages accessed in each task supports the fact that students’ range of search behaviour was wider in Task 2 than in Task 1. While they accessed relatively few pages in Task 1 (an average of 2.63 pages per search need), in Task 2 they accessed an average of 7.05 pages per information need. Subsequently, the average number of pages that each student accessed to address all of their search needs was considerably higher in Task 2 (33.5 pages per student participant) than in Task 1 (10.5 pages). This significant increase in numbers can be attributed, once again, to differences in topics and degree of specialization. This is in line, for example, with Byström, who states that a common finding in information seeking studies “is that task complexity (considered on a job level) increases the use of information sources […] regardless of the type of source,” which suggests that “there is more information processing involved in more complex work” (2002: 582).7 Furthermore, in her study of information sources of varying task complexity, Byström found that “the acquisition of certain information types in connection to different levels of perceived task complexity reveals that the increase of task complexity leads to the need for more information types” (ibid: 589). She also observed that “the more complex the task and the more information types involved during task performance, the higher the number of information sources used” (ibid.). In addition to these aspects, in my study a higher awareness on the part of the students of the complexity of translation could also help explain their broader and more intensive use of (different) sources of information in Task 2. Task-related factors also seemed to have had an impact on the participants’ choice of initial search action or first step in a search process, which may involve subsequent steps. The findings obtained show that in Task 1 there was little or no variation in initial search actions across the students as they chose to initiate all or almost all of their searches using direct addresses (which involve typing the URL of a known resource) regardless of the type of information needed. In other words, the students started their searches from ‘the known’. In Task 2, however, their choice of initial search actions was wider than in Task 1 and involved a combination of direct address searches (to access reference sites) and search engine queries. This could be explained by the fact that the second text included more specialized terms and cultural elements than the first text, for which some of the students seemed to consider research in regular dictionaries 7 In my study, the increase in the overall completion time for each task was another indicator of the increased level of complexity and information processing required in Task 2. The students’ average completion time for the first task was 69 minutes and 16 seconds, while their average completion time for the second task was 95 minutes and 37 seconds. As text 2 was shorter than text 1, the increase in total time for each student could in fact be taken as an indicator of increased task complexity. redit, número 6, 2011, 60-80 71 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… to be unsuitable. Consequently, they shifted some of their initial search actions from fact-based resources (i.e. reference works) to more open-ended searches in Google. The fact that the students frequently initiated their searches by directly accessing known (reference) sites is somewhat consistent with the findings of previous web searching studies, which show that known sites are important for regular searchers. White and Iivonen, for example, state that users have been found to “start their searches from known sites and visit known sites many times during their searches […] or over time” (2001: 723). This is also true for the students in my study, who resorted to known sites (mostly dictionary sites) not only at the beginning of their searches but also during their search processes in both tasks. Furthermore, as a general pattern (especially in Task 1), the students typically carried out search engine queries only when their dictionary searches failed to provide them with satisfactory answers. This seems to be true for some professional translators as well. White, Matteson and Abels, for example, found in their focus group study that “when the dictionaries do not provide acceptable answers, the translators move beyond them to different types of resources” (2008: 591). Strong reliance on dictionaries as a primary source of consultation is perhaps not that surprising given that, as Palomares Perraut and Pinto Molina point out, “las fuentes terminológicas y lexicográficas son las más necesitadas y utilizadas por los traductores” (2000: 111). 5.3 Interactions between web search expertise and web searching Interactions between students’ web search expertise and their web search behaviours were most notably felt in connection with their query construction and modification skills to locate relevant information on the web. Here, my findings suggest that different levels of web search expertise correlate with the effectiveness with which query statements are expressed and refined. The students in my study, who had little online search expertise, favoured simple queries, sometimes using natural language in their queries and frequently over- or under-specifying their search requests. When they did not find satisfactory results, they sometimes replaced, added, or subtracted terms, but rarely made use of search operators and/or query modifiers for query refinement, except for some phrase searches. At other times, they tried new search paths or gave up their searches altogether. Furthermore, they generally used few query terms in their pursuit of relevant results—searches averaged 2.44 terms per simple query in Task 1 and 2.38 terms in Task 2—and typically accessed one of the first three (in some cases five) results displayed on the search results page. The students’ rather simple query behaviour appeared, in turn, to reflect their misconceptions about how search engines work, above all, by showing considerable trust in these tools (more specifically in Google). These results seem to be more or less in line with those obtained in other web searching studies, which have found that “users prefer rather simple search statements and do not plan their searches” (White and Iivonen 2001: 724). Web searchers have also been found to use relatively few query terms—generally two or three keywords per search (KeywordDiscovery.com 2010; Batelle 2006; Jansen, Spink and Saracevic 2000)— rarely construct complex/advanced queries (Jansen, Spink and Saracevic 2000) and “easily modify their query statements, give up the old ones, and try new ones” (White and Iivonen 2001: 724). Jansen, Spink and Saracevic (2000) also found that the average number of pages accessed by users is 2.35 and that most searchers do not access any results past the first results page (ibid.). Based on these findings, one could hypothesize redit, número 6, 2011, 60-80 72 Developing Web Searching Skills… Vanessa Enríquez Raído that the typical profile of a regular searcher involves shallow searching, which, at first, may suggest “an unsuccessful, uninformed, or lazy form of behavior” (Nicholas et al. 2006: 210). Yet, for the students of my study, this type of online search behaviour was often successful to retrieve translation equivalents, mainly by using the web as a type of metadictionary and, on occasions, as a parallel, aligned corpus. Shallow searching was not always successful, however, for retrieving relevant background information on the web that could be used for translation problem solving. Here, the use of the web as a parallel corpus would prove more useful, thus coming closer to best work practices concerning the web search behaviour of professional translators.8 5.4 Interactions between domain knowledge and web searching Previous web searching studies, such as the one conducted by Hsieh-Yee (1993), have shown that users’ levels of search experience and domain knowledge affect their selection of search terms. Spink and Saracevic (1997) found that the search terms from a user’s domain knowledge as well as those from the system’s output are the most successful terms for retrieving relevant content. In my study, source-text domain knowledge (i.e. the remaining user attribute) did not seem to have a particular bearing on the participants’ selection of query terms as these were mostly determined by the source texts themselves. Nevertheless, both source-text domain knowledge and taskrelated factors appeared to have had a combined effect on the students’ amount and type of information needs. In general, it was possible to observe that the higher the level of perceived domain knowledge, the lower the number of information needs and the less specialized the nature of these needs. Furthermore, both the type of research and the amount of time spent online seemed to have had an impact on translation quality. For example, the two students referred to above who conducted both linguistic and extra-linguistic research, experienced the highest increase in research time compared to Task 1 (13% and 20%) and produced better quality translations than the remaining two students, who primarily conducted linguistic research and experienced the lowest increase in research time (3% and 8%). These results seem to be in line with previous findings (e.g. Krings 1988; Gerloff 1988; Jääskeläinen 1990) that suggest that translation quality is related to the amount of time and effort invested in translation processing—of which documentary research is an essential part. 6. Implications for Translator Training One of the most significant implications of my study for translator training relates to the importance of teaching translation students—early on in the curriculum—(a) the diversity of (online) resources available for translation and (b) how to select adequate 8 The professional translators in Désilets’ study, for instance, were found to use Google “to mine the webas-a-corpus” by searching “bilingual sites for solutions [and] assessing usage in target language of particular solutions” (2010: n.p.). The most experienced professional translator in my pilot study also displayed this type of behaviour. Like the five professional translators interviewed in Désilets, Barriére and Qurion’s (2007) study, he spent considerable time in evaluating and analysing search results from Google to be able to obtain a picture of the different types of translation information found and their respective contexts of usage and quality. redit, número 6, 2011, 60-80 73 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… resources based on different types of problems, or information needs. As indicated earlier, the students in my study typically used reference sites (mostly dictionaries) as their first port of call in searching for both linguistic and thematic (specialized) information, i.e. they did not always base their selection of specific information sources on specific types of information needs. And although in Task 2 the range of information sources generally increased, with students showing a greater awareness of the appropriateness of specific resources for specific information needs, reference works continued to be the most dominant resource type. The results of the study also show that the students sometimes used general online bilingual dictionaries to try and find “non-dictionary type of information” (Varantola 1998: 189) such as acronyms, allosemic words and collocations.9 Furthermore, the analysis of unsuccessful solutions resulting from the consultation of online dictionaries suggests that polysemous words caused particular difficulty to the novice students of this study. Here, it is often the abundance of choice in dictionary entries that causes users to select inappropriate solutions. Translator training would therefore benefit from emphasizing more strongly the need to cross-check dictionary search results, both within the dictionary accessed itself and within selected parallel texts. In my web searching study, documentary research involving the use of both reference works and parallel texts led to the most successful translation solutions among the students. Given that translators typically face a wide range of problems such as terminological, phraseological, cultural and domain-specific problems—for which no single resource offers solutions to all of them—10 a battery of resources and tools is in fact needed for translation problem solving. Overall, the findings of my study seem to highlight the need for formal training in the use of appropriate resources based on question analysis (i.e. information needs analysis), an aspect also supported by Massey and Ehrensberger-Dow’s (forthcoming) pilot study. Here, particular attention would ideally need to be paid to the more or less open (i.e. non-factual), or closed (i.e. factual) nature of information needs (or questions asked) as well as the predictability of sources of information for providing suitable answers. As White and Iivonen point out, these two question characteristics may have an impact on users’ choice about their initial “Web search strategy”, which, in turn, “has implications for the continuation of the search” (2001: 722-723). The results of my study seem to support this claim. Comparing the initial search actions of Task 2 (for which some of the students searched both for linguistic and extra-linguistic information) with those of Task 1 (for which most students sought linguistic information only), a major shift away from direct address searches was identified. While in Task 1 almost three quarters (74.6%) of all initial search actions involved the use of direct addresses to visit known dictionary sites, this number fell to 50% for Task 2. Instead, for Task 2, the four students carried out 48.15% of their combined initial search actions in the form of search engine queries. This could be explained by the fact that the text for this task included more specialized terms and cultural elements than Task 1, for which some of 9 While this type of information can be most likely found in both print and electronic dictionaries nowadays, one wonders whether the same can be said for free online dictionaries of a less authoritative nature. 10 Désilets, Barriére and Quirion suggest that a “wiki translation resource, that is, a free, open, massively collaborative wiki based resource … may help improve on the myriad of online resources currently used by translators … by providing a single free tool with a wider coverage of all types of translation problems and topic domain” (2007: n.p). redit, número 6, 2011, 60-80 74 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… the students seemed to consider research in regular dictionaries to be unsuitable. Consequently, they shifted some of their initial search actions from fact-based resources (i.e. reference works) to more open-ended searches in Google. Nevertheless, as briefly indicated above, students’ abilities to transform questions into appropriate query statements were not always successful, mainly as a result of their lack of understanding of search engine features as well as the lack of planning searches according to specific information goals. Given that the keyword search approach to information seeking and retrieval is considered the most powerful method to finding information on the web, the sooner students are exposed to the features of various search engines (and metasearch engines) the better. The findings of this study point to two particular training needs in this area: (a) knowledge about search engine performance for data retrieval as opposed to information retrieval (see Enríquez Raído 2011a: 270-279 for details), and (b) knowledge about search engine features to efficiently construct queries for finding relevant information on the web. Furthermore, considering translators’ extensive use of the web as an external resource for seeking both linguistic and extra-linguistic information, student translators would most likely benefit from developing web searching skills that go beyond a mere shallow searching and that are closer to an expert, interactionistic and deep searching style. Finally, and with regard to all of the above, it would be essential to develop learning materials that enable students to learn how to learn, which is, after all, the ultimate goal of the overall notion of information literacy. One possible application of the findings of my study would be the development of an information-search model for translator training. Such a model, which would encourage students to plan their searches according to different information needs as well as to use the web critically, could, for example, be based on White and Iivonen’s two question characteristics mentioned above, i.e. on the open/closed nature of questions and the predictability of sources of information for providing suitable answers. Given the space constraints and the different focus of this article, readers are referred to a forthcoming publication on this specific aspect of my research (cf. Enríquez Raído 2011b). 7. Conclusion In this paper I have argued that despite the important role that information skills play in translator training, much research still remains to be carried out to gain a better understanding of the (online) information behaviour of (student) translators in order to improve training opportunities in this area. One obvious way of reducing this gap is to foster research through studies like mine, which become more useful when they can be and are transferred to other research settings. Pooling research data from various studies in a dedicated database (cf. Göpferich 2010) would allow, for example, for crossinstitutional research as well as the comparison of several data sets. Another aspect that in my opinion is worth studying in the future is the didactic potential of the research tools themselves. That potential has been indicated in a study carried out by Pym (2009), in which students’ first had their translation process recorded and then watched said process on screen, an exercise that raised students’ meta-cognitive levels of awareness, inviting and enabling them to critically reflect on their working styles. Similarly, in my own study, the OSRs were very positively redit, número 6, 2011, 60-80 75 Vanessa Enríquez Raído Developing Web Searching Skills… received by the students for their didactic merits as they felt encouraged to reflect more thoroughly and more critically about the nature of the problems they faced, the decisions they needed to take and the options they were presented with. As such, the OSRs became tools supporting the constant decision making processes involved in translation. The students also praised the usefulness of the OSRs for supporting their web searching processes, especially when it came to evaluating the content found on the web. In short, as we learn more about the information behaviour of (translation) students, “we will”, as Massey and Ehrensberger-Dow’s (forthcoming) state, “be able to offer focused information literacy training for a range of specific target groups”. 8. References Association of College & Research Libraries. Information Literacy Competency Standards for Higher Education. 2000. <http://www.acrl.org/ala/mgrps/divs/acrl/standards/standards.pdf> [accessed: 23 July 2011]. Aula, A. 2005. “Studying User Strategies and Characteristics for Developing Web Search Interfaces”. PhD thesis, University of Tampere: Tampere. Austermühl, F. 2001. Electronic Tools for Translators. Manchester: St. Jerome. Battelle, J. 2006. The Search. London and Boston: Nicholas Brealey. Brown, M. E. 1991. “A General Model of Information Seeking Behavior”. In The 54th Annual Meeting of the American Society for Information Science, October 28-31, Washington. 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El punto de partida es la siguiente pregunta: ¿qué necesita saber un alumno que se adentra en el campo de la investigación en TAV? Y la programación que proponemos pretende ser una posible respuesta a esta pregunta, articulada en torno a tres ejes: en primer lugar, los descriptores de Dublín, que marcan las competencias que el alumno debe adquirir en los estudios de doctorado; en segundo lugar, el resultado de la experiencia dentro de la docencia en cursos de posgrado de esta especialidad, en la que hemos adoptado siempre un enfoque descriptivo, siguiendo los postulados de autores como Díaz Cintas o Chaume; y por último, la actualización constante del conocimiento sobre el propio ámbito de la TAV, que no para de evolucionar para dar cabida a realidades que fuerzan a traductores, docentes e investigadores a renovarse continuamente. PALABRAS CLAVE Traducción audiovisual, descriptores de Dublín competencias, investigación, programación docente, ABSTRACT This paper aims to make a proposal of a program on research on audiovisual translation (AVT) according to the frame settled by the new doctoral degrees in the EHEA. The starting point is the following question: what does a student who decides to do research on AVT need to know? The academic program that we propose intends to be a possible answer to this question. It is based on three axes: first of all, the Dublin descriptors, which describe the competences that a student must acquire by following a PhD degree course; then, the result of the experience in teaching at postgraduate levels in this field, having always adopted a descriptive approach, following the postulates of authors like Díaz Cintas or Chaume; and finally, the constant updating of the knowledge about the evolution of the AVT world itself, which is compelling practitioners, teachers and researchers to renew constantly. KEYWORDS Audiovisual translation, competences, research, academic program, Dublin descriptors redit, número 6, 2011, 82-97 82 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… 1. Introducción La génesis de este artículo se sitúa en la siguiente pregunta: ¿qué necesita saber un estudiante para adentrarse en el terreno de la investigación en traducción audiovisual (TAV)? Y la respuesta nace en primer lugar del nuevo marco educativo que fija el proceso de convergencia europea y de los llamados “descriptores de Dublín”. Estos descriptores definen cuáles son las competencias que debe incluir un plan de estudios oficial ECTS para los estudios de doctorado, recogidas en el RD 1393/2007 de 29 de octubre, y que atañen también a los másteres de investigación en la medida en que estos también pueden estar orientados a “promover la iniciación en tareas investigadoras”, según figura en dicho decreto. De manera muy resumida podríamos decir que son las siguientes: - Capacidad de comprender sistemáticamente un campo de estudio y dominar los métodos de investigación de dicho campo. Capacidad de concebir, diseñar, poner en práctica y adoptar un proceso de investigación con rigor académico. Capacidad de contribuir con investigaciones originales a ampliar el conocimiento con publicaciones a nivel nacional e internacional. Capacidad de comunicarse con la comunidad científica y con la sociedad en general sobre sus áreas de conocimiento. Capacidad de fomentar, en contextos académicos y profesionales, el avance tecnológico, social o cultural dentro de una sociedad basada en el conocimiento. Por tanto, el primer elemento en el que nos apoyamos nos remite directamente al nuevo marco educativo en el que se halla inmersa la universidad española, con la implantación del EEES, que está redefiniendo muchos conceptos mediante la implementación de nuevas metodologías de enseñanza-aprendizaje, que, de acuerdo con Kelly (2005: 64) son las responsables de la verdadera renovación de la Universidad y del papel que dentro de ella asumen docentes y discentes1. En segundo lugar, podríamos decir que esta respuesta también surge de una reflexión personal, producto de la planificación de la docencia en programas de doctorado y másteres de investigación en TAV, que se extiende a lo largo de 5 años, y que comprende las Universidades de Valladolid y Málaga. En conexión con esto último, se sitúa también la experiencia en la dirección y evaluación de trabajos de investigación, lo cual nos ha permitido, por un lado, valorar lo aprendido por los estudiantes, que refleja en buena medida lo enseñado por los profesores, y por otro reflexionar sobre las posibles mejoras en la planificación o en la metodología docente para paliar las carencias en dichos trabajos, en los que se puede comprobar en qué medida se han adquirido las competencias recogidas en los descriptores de Dublín, mencionadas en el párrafo anterior. A lo largo de estos años, la metodología adoptada, siguiendo los postulados de autores como Lambert (1996), Díaz Cintas (2001) o Remael (1995-6), ha sido de tipo descriptivo, y responde a la idea de que para que los futuros investigadores conozcan en 1 En opinión de esta autora, la verdadera revolución que supone el EEES no está tanto en la distribución de los créditos ECTS o la reestructuración de los planes de estudio sino en el cambio que supone una formación basada en la transmisión de conocimientos hacia una formación basada en la adquisición de conocimientos. redit, número 6, 2011, 82-97 83 Reflexiones en torno a la enseñanza… Francisca García Luque toda su extensión el campo de estudio en el que se van a adentrar, es necesario proporcionarles, en primer lugar, una visión de conjunto del mismo. Esta visión atañe tanto a los límites y modalidades de TAV, en sus vertientes teórica y práctica, como a la investigación realizada dentro de este ámbito y a los diferentes enfoques teóricos adoptados, que reflejan la evolución en los focos de atención de los investigadores y en el desarrollo de marcos de estudio capaces de dar cuenta de la especificidad de los textos audiovisuales. En tercer lugar, la programación que desgranamos en los apartados siguientes está basada en la idea de que dentro de este subámbito de la traducción, es necesaria una actualización constante del conocimiento sobre su evolución, ya que se trata de un campo muy relacionado con los avances tecnológicos, que constantemente se renueva para dar cabida a realidades que fuerzan a traductores, docentes e investigadores a reubicarse continuamente. Esa parece ser una opinión de autores como Mayoral (2001) o Díaz Cintas, quien, abogando por un concepto flexible de la traducción, se expresa en los siguientes términos: Uno de los atributos que mejor define a la traducción audiovisual (TAV) es la estrecha relación que mantiene con la tecnología. Su propia esencia parece estar en mutación constante y […] somos testigos hoy día del surgimiento de nuevas prácticas profesionales que poco a poco empiezan a tener una cierta visibilidad y resonancia en nuestras sociedades. (Díaz Cintas, 2007: 8) Desde el punto de vista de la investigación y de acuerdo con Jiménez (2007: 6), estas nuevas realidades sociales necesitan ir acompañadas de una investigación seria, que en nuestra opinión, ha de provenir fundamentalmente de ámbitos universitarios. De ahí que esta sea una de las bases o de las premisas en las que basamos nuestra propuesta de programación. Pero para poder investigar, es necesario, en primer lugar, conocer el objeto de estudio al que nos acercamos. Tomando pues como punto de partida estos tres elementos explicados en los párrafos anteriores, el primero referido al marco institucional y a los objetivos de aprendizaje, y el segundo y el tercero relativos a qué contenidos incluir y qué metodología utilizar para alcanzarlos, a continuación presentamos una propuesta de programación docente articulada en tres bloques de contenidos: I) II) III) Definición, caracterización y ámbito de estudio de la TAV. Historia de la investigación en TAV. Modelos de análisis traductológico de los textos audiovisuales. 2. Nuestra propuesta de programación A partir de las tres premisas descritas en párrafos anteriores, pasamos a describir brevemente los tres bloques de contenidos en los que estaría dividida nuestra propuesta de programación, seguidos de los objetivos pedagógicos de la misma. De esta manera, trataremos de ilustrar tanto los temas que se incluirían en las clases y materiales para trabajar de manera individual, como las competencias que pretendemos desarrollar en nuestros estudiantes. redit, número 6, 2011, 82-97 84 Francisca García Luque 2.1. Reflexiones en torno a la enseñanza… Definición, caracterización y ámbito de estudio de la TAV Lo primero que se plantea cuando se aborda el terreno de la investigación en TAV es definir y delimitar el ámbito de estudio para presentarlo ante el alumno como una realidad homogénea, que comparte determinadas características, al tiempo que se le presenta en toda su extensión. Y en esta primera tarea ya hallamos que la investigación realizada hasta la fecha nos deja definiciones y descripciones que se solapan y se completan unas a otras, que abarcan cada vez más conceptos o realidades, lo cual hace que las que se formularon hace diez o cinco años parezcan hoy algo incompletas y se vean en cierta medida superadas por otras que abarcan un terreno más amplio y por tanto más heterogéneo. La explicación a este hecho se halla en que el campo de estudio de la TAV refleja la constante evolución en la que vive nuestra sociedad en lo que a medios audiovisuales se refiere. En este apartado propondríamos el análisis y la reflexión en torno a las definiciones, la caracterización y las modalidades propuestas por una serie de autores que consideramos especialmente relevantes y que tratan sobre todo de acotar el ámbito de la traducción audiovisual y de explicar las características que le son propias y que la distinguen de otros ámbitos de traducción. El autor pionero en España dentro de la TAV y quien sentó las bases de la investigación posterior es Mayoral (1984, 1988, 1993, 1995, 2001), que empezó a abordar el tema en la década de los 80, encuadrando lo que entonces se denominaba traducción cinematográfica dentro del concepto de traducción subordinada, que se introdujo en España mediante un artículo que se ha convertido en uno de los clásicos que cualquier investigador en TAV debe conocer2. El investigador Mayoral (2001a: 21) apunta que los estudios de traducción audiovisual se originaron para abordar la traducción cinematográfica y posteriormente evolucionaron para incluir otros tipos de productos como televisión y vídeo. Partiendo de esta escueta definición, distingue las siguientes modalidades: doblaje, subtitulado, voice-over, traducción simultánea, narración y half-dubbing. Mayoral (2002: 126) hace referencia a otras denominaciones como traducción para la pantalla o traducción multimedia, que dan cabida a otro tipo de productos relacionados con el mundo de la informática y cuya característica común es el uso de una pantalla. Con respecto a los rasgos definitorios de la TAV apunta cuatro (2001b: 34-36): - - La comunicación se realiza a través de distintos canales (auditivo y visual) y coexisten distintos tipos de señales (imagen fija, imagen en movimiento, texto, diálogo, narración, música y ruido). La traducción no es únicamente el fruto del trabajo del traductor sino que es el producto de un trabajo en equipo en el que el traductor comparte responsabilidad con ajustadores, directores de doblaje, ajustadores, etc. 2 Nos referimos al artículo cuya referencia es MAYORAL, R. D. KELLY y N. GALLARDO (1986): “Concepto de ‘traducción subordinada’ (cómic, cine, canción, publicidad). Perspectivas no lingüísticas de la traducción” en FERNÁNDEZ, F. (ed): Pasado, presente y futuro de la lingüística aplicada en España. Actas del II Congreso Nacional de Lingüística Aplicada, Valencia, ed: AESLA, pp. 95-106. Este artículo bebe de las fuentes del también celebérrimo trabajo cuya referencia es TITFORD, C. (1982): “Sub-titling: Constrained Translation” en Lebende Sprachen, 3, pp. 11-36. En este último, el autor pone el acento en la subordinación del diálogo a la imagen y los profesores de la Universidad de Granada, tomando esta idea, la aplican no sólo a la traducción para el subtitulado sino que la hacen extensiva a otro tipo de textos que presentan características similares. redit, número 6, 2011, 82-97 85 Francisca García Luque - - Reflexiones en torno a la enseñanza… En algunas modalidades (subtitulado, interpretación simultánea y las voces superpuestas o voice-over), el espectador recibe la información en dos lenguas de manera simultánea. Cuenta con un repertorio de convenciones propias. En el doblaje, la sincronía labial o en el subtitulado la cursiva para los personajes fuera de campo, por ejemplo. A partir de ahí, han sido varios los autores que han propuesto otras definiciones, como Chaume, quien deteniéndose un poco más en el modo de transmisión de los textos objeto de traducción nos dice lo siguiente: La definición de traducción audiovisual incluye, a mi entender, las transferencias de textos verbo-icónicos de cualquier tipo transmitidos a través de los canales acústico y visual en cualquiera de los medios físicos o soportes existentes en la actualidad (pantalla de cine, televisor, ordenador, etc. […]) (Chaume, 2004: 31) Con respecto a las modalidades, este autor distingue el doblaje, la subtitulación, las voces superpuestas, la interpretación simultánea, la narración, el doblaje parcial, el comentario libre y la traducción a vista. Díaz Cintas (2001: 37-41), por su parte, distingue entre interpretación consecutiva, interpretación simultánea, subtitulado simultáneo, sobretitulado, voice-over o voces solapadas, narración, comentario, difusión multilingüe y doblaje. Ya en fechas más recientes, si echamos un vistazo a los másteres en TAV ofertados por las universidades españolas3, veremos cómo la subtitulación para sordos o la audiodescripción para ciegos pasan a formar parte del repertorio de modalidades incluidas en ellos, lo cual refleja, por un lado, la plena integración de dichas modalidades en el paraguas que supone el concepto de TAV, y por otro la evolución constante a la que hacíamos referencia en párrafos anteriores. Respecto a la investigación realizada fuera de España, habría que dar a conocer a los alumnos algunos nombres, entre los que destacan quizá las figuras de Lambert (1996), Delabastita (1989, 1990) o Yves Gambier (1995, 1996, 1998, 2003). Especialmente este último ha abordado, entre otras cuestiones, la evolución de las modalidades de TAV y su relación con los productos del sector audiovisual y los mercados, y distingue dos tipos de modalidades: las modalidades dominantes y lo que él denomina “challenging types”. En el primer grupo se encuentran el subtitulado interlingüístico o bilingüe, el doblaje, la interpretación consecutiva, el voice-over o voces solapadas, el comentario libre, la interpretación simultánea o a vista y la producción multilingüe. En el segundo tipo se incluirían la traducción de guiones, el subtitulado intralingüístico para sordos, el subtitulado en directo, el sobretitulado y la audiodescripción. Podemos comprobar aquí cómo el espectro se va ampliando progresivamente. Con respecto a lo específico de la TAV, este autor opina lo siguiente: 3 Sin pretender ser exhaustivos, podemos nombrar a título de ejemplo algunos másteres específicos de TAV, como el de la Universidad Autónoma de Barcelona, http://www.fti.uab.es/pg.audiovisual/es/presentacion.html, el de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, http://www.posgrados.ulpgc.es/msa/msa3/inicio.html, o el de la Universidad de Cádiz, http://www.mastraduvisual.com/, en los que aparecen asignaturas sobre subtitulación para sordos o audiodescripción para ciegos. Otros posgrados que no son específicos de TAV pero que incluyen itinerarios formativos o asignaturas dedicadas a la traducción audiovisual en contextos de discapacidad son los de las universidades de Málaga, Granada, Valladolid o Sevilla, entre otras. redit, número 6, 2011, 82-97 86 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… There are three fundamental issues in the AV filed, namely, the relationship between verbal output and pictures and soundtrack, between a foreign language/culture and the target language/culture, and finally between the spoken code and the written code. (Gambier, 2003: 172) Otra autora que no querríamos dejar de mencionar en este apartado es Agost (1999: 15), quien a finales de los 90 englobaba a la TAV dentro del ámbito de la traducción especializada4, y afirmaba que este tipo de traducción es la que atañe a los textos del sector del cine, la televisión, el vídeo y los productos multimedia. Por razones de espacio no podemos incluir en este artículo una enumeración de todos aquellos autores que han definido la TAV o han realizado su propia clasificación de las modalidades existentes. No obstante, aludiendo a estos autores queríamos ilustrar que es necesario proporcionar al alumno el material para que comprenda que se está adentrando en un ámbito de estudio amplio que sufre una evolución constante, y en el que encuentran cabida realidades cada vez más heterogéneas, con lo cual resulta muy difícil encontrar patrones que se ajusten a todas ellas y que obliga a revisar incluso el concepto mismo de traducción, clave para la investigación traductológica. La referencia a estos y otros autores en las horas presenciales iría acompañada de una serie de lecturas obligatorias y una amplia bibliografía en la que no podrían faltar nombres como Delabastita (1989,1990), Dries (1995), Gottlieb (1994,1997), Ivarsson (1992), Lambert (1989,1990), Luyken (1991), Zabalbeascoa (1996, 2001, 2008), y un largo etcétera5. Por último, no podemos acabar este apartado sin descender un peldaño, metafóricamente hablando, y ocuparnos del conocimiento del ámbito profesional, tanto en lo que respecta a sus bases teóricas como en lo que se refiere a la práctica de la profesión, o a sus convenciones de uso más comunes. Si tenemos en cuenta que la primera de las competencias a las que aludimos en la introducción es la comprensión sistemática de un campo de estudio, entendemos que esto ha de hacerse en toda su extensión. En nuestro caso, y siguiendo la opinión de autores como Díaz Cintas (2003) 4 Desde nuestro punto de vista, es erróneo situar a la TAV dentro de la traducción especializada, ya que si entendemos esta última como un ámbito de traducción en el que se haya presente un lenguaje de especialidad, es fácil darse cuenta de que en TAV no es así por definición. Puede que lo sea para un documental sobre medicina deportiva o sobre arqueología, pero no para una comedia de enredo, por ejemplo. En la línea de Hurtado (2003) o Zabalbeascoa (2008), entendemos que la diferencia fundamental en TAV no es el tema ni la presencia de terminología especializada sino la naturaleza audiovisual del texto que impone un modo traductor diferente, que no es ni escrito ni oral, sino audiovisual. En este sentido, el traductor de textos audiovisuales no ha de conocer ningún campo de especialidad, ni desde el punto de vista nocional ni terminológico, pero sí ha de conocer los procedimientos técnicos, los usos y las limitaciones que impone el medio audiovisual en el que la traducción se inscribe, ya sea para el doblaje, la subtitulación, el voice-over o la traducción de videojuegos, factores todos ellos que la hacen “especial”, aunque no “especializada”. No obstante, es necesario dar a conocer al alumno los distintos puntos de vista y las divergencias entre los investigadores para que conozcan el campo de estudio en toda su extensión y sean capaces de formular juicios sobre las opiniones de otros para llevar a cabo investigaciones originales, tal y como apuntábamos en la tercera competencia mencionada en la introducción. 5 Un artículo especialmente interesante y altamente recomendable de cara a la comprensión del ámbito de estudio de la TAV es sus múltiples facetas y puntos de vista es el siguiente: MAYORAL, R. (2001): “Campos de estudio y trabajo en traducción audiovisual” en DURO MORENO, M (ed.): La traducción para el doblaje y la subtitulación, Madrid: Cátedra, pp. 19-45. redit, número 6, 2011, 82-97 87 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… o Mayoral6, necesariamente hemos de plantearnos qué conocimientos posee el alumno sobre la realidad profesional de la TAV en el momento de iniciar su formación como investigador. Si echamos un vistazo a los planes de estudio de las universidades españolas en las que se imparte la licenciatura de Traducción e Interpretación, podemos ver que en muchas de ellas no aparecen asignaturas dedicadas a la TAV, aunque hemos de decir que con la implementación de los nuevos planes de estudio que exige la convergencia europea, la situación está cambiando.7 Sin olvidar que los posgrados de Traducción e Interpretación no son exclusivos para alumnos procedentes de licenciaturas o grados en Traducción e Interpretación sino que también pueden matricularse en ellos alumnos procedentes de licenciaturas o grados afines, fundamentalmente las filologías. Partiendo pues de la premisa de que las convenciones propias de la TAV pueden ser algo totalmente nuevo para muchos de nuestros alumnos, es necesario proporcionarles, en el marco de ese primer bloque de contenidos, el material necesario en forma de clases teóricas y fundamentalmente de bibliografía en la que puedan encontrar referencias a todos los aspectos relacionados con el ejercicio profesional y con las restricciones que el mundo audiovisual impone a los elementos lingüísticos, siempre subordinados dentro de un producto que excede la dimensión lingüística, y en el que la imagen y la combinación de códigos imponen una determinada manera de escribir. Desde nuestro punto de vista, este conocimiento exhaustivo de determinadas modalidades como el doblaje y en especial la subtitulación es absolutamente necesario para poder abordar la investigación es esas áreas. Al igual que resultaría difícil investigar en traducción jurídica desconociendo los géneros textuales o los rasgos estilísticos y sintácticos de los textos jurídicos, tampoco creemos que se pueda abordar la investigación en TAV sin conocer a fondo el medio en el que las traducciones audiovisuales han de cumplir su función, junto con las convenciones propias de cada modalidad de TAV y de los géneros textuales más comunes8. En este sentido se expresan también Díaz Cintas y Orero (2003: 380-1), cuando defienden que es necesario que los alumnos de grado o posgrado conozcan el funcionamiento y la terminología propias del sector y manejen adecuadamente el vocabulario, algo que resulta igualmente indispensable para la investigación si nos atenemos a la cuarta de las 6 En el prólogo al manual DÍAZ CINTAS, Jorge (2003): Teoría y práctica de la subtitulación, inglésespañol, Barcelona: Ariel, Roberto Mayoral (p. 15) recuerda que el autor del libro que está presentando, vincula los aspectos académicos con los profesionales, siguiendo una tradición dentro de los estudios de TAV, algo que el propio autor reafirma más tarde (p. 307). En esa misma línea nos situamos nosotros, en el sentido de que entendemos que es necesario conocer las convenciones de uso profesional más habituales y las realidades que se cobijan bajo el paraguas de la traducción audiovisual para poder ampliar la investigación a cuestiones más prácticas o empíricas (descriptivas), y no reducirla a planteamientos de corte más teórico o abstracto. 7 A modo de ejemplo, podemos decir que en la Universidad de Málaga, el nuevo Plan de Estudios contempla dos asignaturas de TAV que no existían en el anterior, una de ellas obligatoria (Traducción audiovisual B-A/A-B (I), y otra optativa, Traducción Audiovisual B-A/A-B (II). La primera de ellas se imparte en el tercer curso del grado y la segunda en el último año. 8 Precisamente una de los posibles campos de investigación en una de las modalidades de TAV por excelencia, el subtitulado, es el estudio de las diferencias en el uso de convenciones ortotipográficas en función de los países, las regiones o las empresas de traducción o su evolución diatópica. Difícilmente se podría emprender un estudio de esta clase si se desconocen los usos habituales. redit, número 6, 2011, 82-97 88 Reflexiones en torno a la enseñanza… Francisca García Luque competencias mencionadas más arriba, la referente a la capacidad de los futuros investigadores para comunicarse con la comunidad científica y con la sociedad en general. En este ámbito existen varios autores que han llevado a cabo estudios descriptivos amplios y minuciosos, entre los que destacaríamos en España a Mayoral, (1984, 1993, 2001), Díaz Cintas (2001, 2003, 2008)9, Chaume, (2004), Fuentes Luque, (2001), Ávila (1997), Chaves (1996) e Izard (1992) y en Europa hemos de mencionar de nuevo a los autores que apuntábamos más arriba. 2.2. Historia de la investigación en TAV Una vez que el alumno conoce el ámbito de la TAV en toda su extensión y con la profundidad suficiente, es hora de abordar, en este segundo bloque de contenidos, la investigación realizada hasta este momento. Si, como marca la tercera competencia, se quiere que éste sea capaz de realizar investigaciones originales, es necesario que sepa qué es lo que han hecho todos sus predecesores en el campo de la investigación y cuáles son las corrientes o enfoques desde los que se puede abordar el estudio de la TAV10. En este apartado y combinando las propuestas de clasificación realizadas por Mayoral (2001a) y Chaume (2004), intentaríamos dibujar un panorama descriptivo del mapa de la investigación en TAV, partiendo de una serie de premisas generales enunciadas por Chaume (2004: 114), en las que ésta se contextualiza en función de cuatro factores: - Juventud de la Traductología como disciplina científica dentro de las Humanidades. Juventud también de los estudios sobre comunicación audiovisual. Poca consideración y visibilidad académica del traductor audiovisual, hermano pobre del traductor literario, jurídico o científico-técnico. Poca atención del mundo profesional de la traducción audiovisual a cuestiones de investigación. A partir de estas consideraciones previas que explican la “tardanza” de los investigadores en ocuparse de esta parcela de la traducción, a pesar de que ha estado presente en nuestras vidas desde hace décadas, dibujaremos el mapa de los trabajos realizados hasta el momento y de los aspectos fundamentales a los que han prestado atención. No obstante, como comentábamos en el apartado anterior, no podemos hacer una enumeración exhaustiva pero sí trataremos de esbozar un esquema de lo que se desarrollaría en exposiciones de clase, debates y lecturas complementarias. 9 Ubicamos a este autor dentro de la investigación realizada en España, o más bien en español, porque a pesar de que su investigación la ha realizado fuera de España con posterioridad a la lectura de su tesis doctoral, muchas de sus principales publicaciones se han realizado en español y su labor investigadora sigue estando muy vinculada al español como lengua meta en sus estudios sobre subtitulado y a grupos de investigación españoles. 10 Es muy común que los alumnos quieran investigar temas como si es mejor doblar o subtitular, un debate ampliamente superado en los estudios de TAV. Por eso, resulta indispensable que conozcan el bagaje de investigación de esta parcela de la traducción. redit, número 6, 2011, 82-97 89 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… 2.2.1. Estudios centrados en contextualizar la TAV y describir el proceso de traducción Dentro de este grupo, habría que empezar por la publicación de un mítico número de Babel en el año 1960, dedicado a la traducción cinematográfica, para continuar con un primer bloque, el compuesto por aquellos autores que fundamentalmente en la década de los 70 y los 80 intentaron buscar una ubicación a la investigación sobre TAV. Aquí se incluyen autores como Reiss (1971), Basnett (1978), Snell-Horby (1988), Nord (1991), Hochel (1986), Whitman (1992), Hewson y Martin (1991) o Hurtado (2001), que no realizaron estudios específicos sobre TAV y cuya aportación principal radica en intentar situarla dentro de los parámetros tradicionales de la Traductología. Exceptuando a Hurtado, cuya aportación es más reciente, quizás el mérito más destacado de estos otros autores, a nuestro modo de ver, es el esfuerzo por encuadrar a la TAV dentro de unos esquemas que se habían desarrollado pensando en otras modalidades de traducción y el intento de buscar nexos a un tipo de traducción que, por la enorme repercusión social que estaba adquiriendo, corría el riesgo de desarrollar un corpus teórico “propio” e inconexo con otros ámbitos de la traducción con los que necesariamente guarda relación. A continuación, trataríamos aquellos autores que han se han encargado de llevar a cabo estudios de tipo descriptivo, tanto del panorama general de la TAV como de las modalidades dominantes, doblaje y subtitulado. En este grupo, hallaríamos nombres como Gambier (1996) ya mencionado anteriormente como uno de los autores más relevantes en investigación en TAV; Dries (1995); Ivarsson (1992, 2002), conocido por sus múltiples trabajos sobre TAV en general y sobre subtitulado; Lambert (1989, 1990), perteneciente a la escuela belga; Chaume (2001,2004), que se ha ocupado fundamentalmente del doblaje; Ávila (1997), mencionado anteriormente también en relación al doblaje; Zabalbeascoa (1996, 2001, 2008), centrado sobre las restricciones y el estudio del humor audiovisual; Agost (1999), que ha estudiado la relación de los géneros audiovisuales con el doblaje; Ballester (2001), quien se ha ocupado fundamentalmente de aspectos culturales y de la censura cinematográfica; Luyken (1991), con su estudio sobre la relación entre género audiovisual y modalidad de traducción; Fuentes (2003), ocupado también fundamentalmente con la traducción del humor; Kovačič (1998), centrada en la subtitulación; Díaz Cintas (2001, 2003), quizá el autor más importante que ha estudiado la modalidad del subtitulado en lengua española; Castro (2001), con interesantes reflexiones sobre la profesión o el uso del español neutro; o Lorenzo (2000, 2001), entre otros. Siguiendo dentro de este mismo bloque, distinguiríamos a un grupo de autores que han centrado su investigación fundamentalmente en las restricciones a las que se ve sometido el traductor audiovisual a la hora de confeccionar el TM. Entre ellos destacan Fodor (1976), responsable de un estudio pionero sobre la sincronía en el doblaje; Titford, a quien hemos aludido anteriormente y que acuñó el término constrained translation, tan prolífico en la investigación traductológica posterior; Mayoral, Kelly y Gallardo (1986), que introdujeron a su vez el concepto de “traducción subordinada”, haciendo hincapié en las servidumbres del texto escrito frente a la imagen; y citaríamos de nuevo en este apartado a Zabalbeascoa (2001), quien habla de prioridades y restricciones de diversa naturaleza al abordar el texto audiovisual. También podríamos nombrar en este apartado a los autores que, centrándose en aspectos relacionados con los elementos culturales, estudian cuáles son las alternativas o las posibilidades de redit, número 6, 2011, 82-97 90 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… traducción, como Ballester (2001) o Zaro (2000), con su interesante estudio en el que relaciona traducción y sociología y vincula la adopción de una modalidad de traducción con el habitus de consumo del público. 2.2.2. Estudios centrados en la descripción del producto de la TAV Dentro de este apartado estableceríamos dos grupos. En primer lugar aquel que reúne a los autores que se han encargado del análisis de los TM de la TAV, entendiendo estos como el producto de una traducción interlingüística, es decir, en el sentido tradicional del término traducción. Estos investigadores, basándose en su gran mayoría en los postulados de la teoría de los polisistemas de Toury (1995) y Even-Zohar (1997), surgida dentro de la Teoría de la Literatura, se han dedicado a estudiar las tendencias y las convenciones o “normas” observables en las traducciones audiovisuales y han intentado extraer a partir de ello conclusiones sobre aspectos como las relaciones de poder entre la cultura de partida y la de llegada o entre la industria cinematográfica de la que surge el TO y aquella que alberga el TM, las restricciones que la cultura del TM impone en la traducción, la política lingüística de la LM, entre otros factores. Como no se pueden establecer departamentos estancos entre los distintos enfoques, ya que los mismos autores tienen obras que se podrían englobar dentro de distintos apartados, citaremos aquí únicamente los autores más relevantes que no han aparecido ya en apartados anteriores, ya que hay autores que por la amplitud de su labor investigadora, aparecerían citados en casi todos los apartados. Por tanto, destacaríamos dentro de este grupo a Karamitroglou (1998, 2000), con un trabajo dedicado a las normas dentro del subtitulado aplicado al caso griego y a la política lingüística que se esconde tras la elección de una determinada modalidad de traducción, y en España a Merino (2001) y Rabadán (2000), con su estudio sobre el papel de la censura en las traducciones, etc. Sería necesario mencionar también en este apartado a los autores que han investigado desde una perspectiva descriptiva en las modalidades de subtitulación para sordos y audiodescripción (que Gambier incluía dentro del grupo de las “challenging”), a las que en esta última década se ha empezado a prestar atención en el ámbito universitario, tanto desde el punto de vista de la docencia en posgrados y cursos de experto, como en el ámbito de la investigación. Con respecto a la primera modalidad destacaríamos especialmente a De Linde y Kay (1999), quienes abordan el análisis de todos los elementos semióticos que hay que considerar en el texto cinematográfico y su incidencia en las necesidades del subtitulado para sordos y Neves (2005, 2007), que ha consagrado igualmente su investigación a esta modalidad de subtitulado. En cuanto a la segunda modalidad, la más reciente y la que se encuentra más en los límites de la traducción, mencionaríamos fundamentalmente las investigaciones de un grupo de profesores de la Universidad de Granada, entre los que destaca Catalina Jiménez (2007), como cabeza visible, junto con Orero (2005,2006), en la Autónoma de Barcelona, o Hidalgo (1997, 2002). Siguiendo con nuestra enumeración, el segundo grupo abarcaría a aquellos autores que, adoptando la terminología acuñada por Jakobson (1960), han estudiado el producto de una adaptación literaria, entendiendo que se trata de un proceso de traducción intersemiótica en el que el TO sería el texto literario (novela, obra de teatro, etc.) y el TM la película resultante. Desde nuestro punto de vista, habría que realizar también una serie de matices y distinciones dentro de este heterogéneo grupo de investigadores, ya redit, número 6, 2011, 82-97 91 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… que las relaciones existentes entre el cine y la literatura han sido estudiadas casi desde el inicio del cinematógrafo, al ser la literatura la fuente de muchas historias que se han visto trasladadas a la gran pantalla. Pero no todos lo han hecho desde el mismo punto de vista ni con la misma finalidad. Así, hallamos autores que provienen del mundo de la literatura comparada como Peña-Ardid (1992), Gimferrer (1985), Asheim (1952) o Bluestone (1973), otros que podríamos englobar dentro de los Film Studies como Sinyard (1986) o Seger (1994), hasta aquellos que han abordado el análisis desde un punto de vista puramente traductológico como Remael (1995), Bravo (1993) o Catrysse (1992), sin duda el autor de mayor relevancia dentro de este ámbito, quien ha llegado a proponer un modelo de análisis de la adaptación cinematográfica en términos traductológicos y basándose en la teoría del polisistema. El enfoque traductológico en este tipo de investigación abarca, además del análisis del proceso de traducción que da como resultado un texto cinematográfico, otras cuestiones como la política de selección de textos o el funcionamiento de la adaptación dentro del contexto cinematográfico. 2.3. Modelos de análisis traductológico de los textos audiovisuales En este último apartado, consideramos que, de cara a la segunda y la tercera competencias que mencionábamos en la introducción, relativas a concebir y diseñar una investigación con el debido rigor académico y a contribuir a ampliar el conocimiento científico de un área mediante una investigación original respectivamente, es imprescindible conocer los marcos metodológicos de análisis de los textos audiovisuales, enmarcados dentro de una corriente de investigación en TAV. En este apartado, dentro de la variedad de autores que han elaborado sus modelos de análisis y a los que en su mayoría hemos aludido a lo largo del artículo, como Gambier (1996), Delabastita (1989,1990), o Zabalbeascoa (2008), elegiríamos las contribuciones de Chaume (2004) para el caso del doblaje y Díaz Cintas (2003) para el caso del subtitulado, porque entendemos que son deudoras e integradoras de otras propuestas de índole descriptiva, y poseen la virtud de resultar especialmente claras para los alumnos que se están adentrando en la investigación. En cuanto al modelo propuesto por Chaume (2004), en un intento de agrupar todos aquellos factores que pueden afectar al proceso traductor, gira en torno a tres ejes: 1) Una dimensión externa, que busca dar cuenta de una serie de elementos que pueden influir en el proceso de traducción, tales como: - Los factores profesionales (tiempo disponible para realizar la traducción, material disponible, remuneración, reconocimiento y visibilidad del traductor, convenciones profesionales, etc.); - Los factores socio-históricos (año de la traducción, versiones anteriores, comparación con otros productos similares u otras modalidades de traducción, etc.); - Los factores del proceso de comunicación (identificación del papel del emisor y del receptor, del mensaje, del contexto, del canal y de los códigos presentes en el texto); - Los factores de recepción (fundamentalmente el grado de flexibilidad en las convenciones y el de vulnerabilidad de las traducciones audiovisuales). redit, número 6, 2011, 82-97 92 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… 2) Una dimensión interna, centrada en los aspectos textuales, que engloba dos tipos de problemas: por un lado, los problemas que la TAV comparte con otras variedades de traducción, que se dividen en cuatro bloques: - Factores lingüístico-contrastivos: fonético-prosódicos y de convenciones de la escritura, morfosintácticos y léxicos; - Factores comunicativos: registros, variación lingüística, uso de dialectos, tecnolectos, ideolectos, etc. - Factores pragmáticos o de intencionalidad del acto comunicativo: repercusión del acto comunicativo, respeto al principio de cooperación, presuposiciones, inferencias e implicaturas de los enunciados, etc. - Factores semióticos: claves de inserción y exégesis del texto dentro de una cultura dada. 3) En tercer lugar y siempre dentro de esa dimensión interna, se hallan los problemas que son específicos de la TAV. En este apartado el autor analiza en profundidad la incidencia que determinados códigos cinematográficos pueden tener en el proceso de traducción, debido a que el significado surge tanto del elemento lingüístico como de su conexión con otros tipos de códigos11. Por tanto, distingue diez tipos de códigos que el traductor ha de tener en cuenta por su interconexión, (aunque sólo puede actuar en el lingüístico), que son los siguientes: - Código lingüístico; Código paralingüístico; Código musical y de efectos especiales; Código de colocación del sonido; Código iconográfico; Código fotográfico; Código de planificación; Código de movilidad; Código gráfico; y Código sintáctico. Pasaríamos ahora a abordar el modelo de análisis traductológico diseñado para el subtitulado, de Díaz Cintas (2003). Este autor, inspirándose en la propuesta de Lambert y Van Gorp (1985), propone un modelo descriptivo que se articula del siguiente modo: 1) Coordenadas preliminares: - Presentación del producto (folletos suplementarios, póster anunciador, información en la carátula). - Presentación de la traducción (subtitulado/doblaje/voice-over/remake, título del original, de la traducción, nombre del director, traductor, año de la película, traducción). - Información metatextual (comentarios del traductor o de otros críticos sobre la traducción). 11 El autor se basa fundamentalmente en los estudios semiológicos sobre la comunicación cinematográfica de Casetti y di Chio (1991), y la existencia de determinados códigos que tienen que ver con los elementos significativos de la imagen en movimiento en combinación con los otros tipos de signos que conviven dentro del mensaje cinematográfico. De la clasificación que realizan estos investigadores, toma aquellos tipos de códigos que, desde su punto de vista, pueden interferir en el proceso traductor, y afectar al código lingüístico que es el que el traductor puede manejar. redit, número 6, 2011, 82-97 93 Francisca García Luque - Reflexiones en torno a la enseñanza… Estrategia general (traducción del título, de los créditos, completa/parcial/amplificada, producciones multilingües, censura). 2) Macroestructura: - Delimitación y división de la película (prólogo, epílogo, fotogramas, planos, secuencias). - Música (canciones integradas, con valor diegético, canciones y música ambientales). - Vococentrismo (palabra impresa, insertos, palabra oral [diálogos, monólogos], palabra oral [narración en off]). - Respeto a las convenciones formales de entrega (número de líneas y espacios por líneas, uso de signos ortotipográficos, indicación de diálogos, continuación de frases, empleo de mayúsculas). 3) Microestructura: - Reducción (condensación, omisión, uso de abreviaturas y síncopas). - Coherencia / cohesión. - Vocabulario tabú (referencias sexuales, tacos e insultos). - Referentes culturales (nombres propios y elementos culturales). - Elementos humorísticos (juegos de palabras, chistes, ironía y parodia, dobles sentidos, etc.). - Idiosincrasias lingüísticas (expresiones idiomáticas, argóticas, tema/rema, registros lingüísticos [formal/informal, tú/usted, dialectos, idiolectos, multilingüismo]. 4) Contexto sistémico: - Comparación (con la misma película subtitulada en otros formatos, con otras películas subtituladas [del mismo director / de otros directores / de la misma época / de épocas distintas], con otras modalidades traductoras. - Relaciones intertextuales (traducción de base / subtítulos adaptados / guión / lista de diálogos], comparación con otros productos traducidos [novelas, obras de teatro]. - Relaciones intersistémicas (comparación entre diferentes géneros fílmicos musicales, comedias, etc. - Relaciones interculturales (características del público origen, del público meta, acogida por parte del público origen o público meta). - Relaciones multilingües (misma película subtitulada a dos o más idiomas). Desarrollando el trabajo propuesto en los tres bloques recogidos en las páginas anteriores, intentamos fomentar la adquisición de las competencias a las que aludimos en la introducción. De ahí que en la redacción de los diferentes epígrafes incluyésemos alusiones a tal o cual competencia, aunque en muchos casos no se puede establecer claramente una línea divisoria. Pero hay una última que aún no hemos mencionado y es la relativa a la capacidad de fomentar, en contextos académicos y profesionales, el avance de su disciplina. En relación con ello, no podemos sino añadir que sería necesario animar a los alumnos a que se mantuviesen en contacto permanente con las publicaciones sobre su campo de estudio (principalmente monografías exclusivas de TAV y artículos en revistas especializadas) y a que asistiesen regularmente a las reuniones científicas que se celebran porque es la mejor forma de saber qué se está haciendo, hacia dónde evoluciona la investigación, qué queda aún por hacer, y el modo redit, número 6, 2011, 82-97 94 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… de intercambiar opiniones, puntos de vista y contrastar resultados de investigación, de manera que puedan surgir otros temas, enfoques o modelos para hacer avanzar una disciplina, en nuestro caso, la Traductología. A modo de ejemplo, querríamos ilustrar esta última afirmación con los temas que se sugieren para las contribuciones en el ya conocido formato de “llamada a comunicaciones” del 4th International Conference Media for All, que se celebrará en Londres, del 29 de junio al 1 de julio de 2011, cuyo enlace es http://www.imperial.ac.uk/humanities/translationgroup/mediaforall4, en los que se refleja cuáles son las tendencias, los intereses y las líneas de investigación más destacadas en investigación en TAV en estos momentos. 1. Language tranfer on screen: dubbing, interpreting, narration, opera and theatre surtigling, subtitling, voice-over, localisation, fandubbing, fansubbing. 2. Media access / cultural access: subtitling for the deaf and hard-of-hearing, live subtitling, respeaking, audio description, audio subtitling, sign language interpreting. 3. Innovation and new technologies: formats, platforms, 3D. 4. AVT in the global market: production and distribution, new trends, tools, needs, project management. 5. Professional practice: labour market, working conditions, standardisation and harmonization, productivity, costs. 6. Professional ethics: public image of translators, relationship with clients and public organizations, the role of professional organizations, intellectual property rights, crowdsourcing and amateur translation. 7. Lobbies, policies, legislation, law enforcement and audience involvement. 8. History of AVT. 9. Quality standards and quality assurance 10. Literacy and language learning/acquisition 11. AVT research, old and new: globalisation, cultural transfer and nationalism. 12. Different (interdisciplinary) approaches (cognitive psychology, linguistics, discourse analysis, cultural studies, film studies…) 13. Reception research and audience needs, broadcasting for minority audiences. 14. Censorship and manipulation 15. AVT training curricula, new needs, standards, didactics and skills. 2.4. Objetivos pedagógicos Desde nuestro punto de vista, los objetivos pedagógicos están muy relacionados con las competencias de Dublín a las que hacíamos mención en la introducción, y pretenden reflejar a su vez, las competencias que queremos desarrollar en nuestros alumnos mediante la inclusión en el programa de los contenidos a los que hemos dedicado las páginas anteriores. De manera muy esquemática, diríamos que son los siguientes: • Ilustrar al alumno sobre el lugar que ocupa la TAV dentro de la Traductología. Sus puntos de encuentro con otros ámbitos de la traducción, como la traducción literaria o la especializada, y especialmente sus rasgos distintivos. • Fomentar el conocimiento extenso de todas las modalidades de TAV, tanto las “clásicas” como las que poco a poco van surgiendo como producto de la evolución tecnológica. • Dar a conocer las principales investigaciones llevadas a cabo dentro de este ámbito de la traducción, sus autores y los enfoques metodológicos con los que redit, número 6, 2011, 82-97 95 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… han trabajado. Fomentar su conocimiento y el mantenimiento de una actitud crítica ante la investigación llevada a cabo en los últimos 30 años. • Potenciar la curiosidad y la inquietud por la investigación, fundamentalmente en aquellos aspectos o campos en los que la investigación aún es susceptible de avanzar y sugerir posibles vías de trabajo. • Proporcionar un marco teórico adecuado para el desarrollo de investigaciones originales en el terreno de la TAV. 3. A modo de conclusión Tras la descripción esquemática de los tres bloques que conformarían nuestra propuesta curricular y un breve repaso de los objetivos pedagógicos, concluimos afirmando que, desde nuestro punto de vista, los modelos descriptivos y flexibles por los que abogan muchos de los autores que incluíamos en nuestra segunda unidad didáctica, son los que mejor se adaptan a la naturaleza de los textos audiovisuales, nuestro objeto de estudio. Esto se explica porque dan cabida dentro del marco de la investigación tanto a los aspectos puramente lingüísticos y culturales como a otros que tienen que ver con consideraciones de índole técnica, política o económica. De ahí que nuestra propuesta pretenda dibujar un mapa del estado de la cuestión en TAV, tanto en lo que se refiere a sus modalidades y características, como en lo relativo a la investigación y los diferentes enfoques desde los que ésta se puede abordar. Entendemos que de esta manera, el futuro investigador tendrá ante sí una visión global del ámbito de estudio en el que se adentra, un ámbito que se caracteriza por una constante renovación en sus conceptos y en sus límites, y que está muy ligado al desarrollo de la tecnología y de las TIC. Además, dispondrá de las herramientas de análisis que, según se desprende de los resultados de investigación en TAV de las últimas décadas, tanto de investigadores con cierto prestigio como de los estudiantes de doctorado y máster con los que hemos trabajado en estos últimos cinco años, han demostrado ser un marco apropiado para poder afrontar con solvencia aquellas áreas que aún permanezcan inexploradas. 4. Bibliografía Agost Canós, Rosa 1999. Traducción y doblaje. Barcelona: Ariel. Boletín Oficial del Estado 2007. www.boe.es/boe/dias/2007/10/30/pdfs/A4403744048.pdf [consulta: 10 de noviembre de 2010] Chaume, Frederic 2004. Cine y traducción. Madrid: Cátedra. Díaz Cintas, Jorge 2001. La traducción audiovisual, el subtitulado. Salamanca: Almar. Díaz Cintas, Jorge 2003. Teoría y práctica de la subtitulación: inglés-español, Barcelona: Ariel. Díaz Cintas, Jorge 2007. «Traducción audiovisual y accesibilidad» en Jiménez Hurtado, Catalina (ed.). Traducción y accesibilidad, Frankfurt: Peter Lang. redit, número 6, 2011, 82-97 96 Francisca García Luque Reflexiones en torno a la enseñanza… Díaz Cintas, Jorge 2008. The Didactics of Audiovisual Translation. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins. Díaz Cintas, Jorge y Pilar Orero 2003. “Postgraduate Courses in Audiovisual Translation”. En The Translator, 9, vol. 2, 371-388. Gambier, Yves 2003. “Screen Transadaptation. Perception and Reception”. En The Translator, 9, vol. 2, 171-189. Imperial College http://www.imperial.ac.uk/humanities/translationgroup/mediaforall4 noviembre 2010] 2010. [consulta: 15 Jiménez Hurtado, Catalina (ed.) 2007. Traducción y accesibilidad, Frankfurt: Peter Lang. Kelly, Dorothy 2005. “El profesor universitario en Traducción e Interpretación ante el reto del EEES”. En Trans, 9: 61-71. Mayoral, Roberto 2001a. “Campos de estudio y trabajo en traducción audiovisual” en Duro Moreno, Miguel La traducción para el doblaje y la subtitulación, Madrid: Cátedra, 19-45. Mayoral, Roberto 2001b. “El espectador y la traducción audiovisual” en Chaume, Frederic y Rosa Agost. La traducción en los medios audiovisuales, Castellón: Universitat Jaume I, 33-48. Mayoral, Roberto 2002. “Nuevas perspectivas para la traducción audiovisual”. En Sendebar, 13, 123-140. Universidad de Cádiz 2010. http://www.mastraduvisual.com/mod_invidentes.htm [consulta: 18 de noviembre de 2010] redit, número 6, 2011, 82-97 97 DIDÁCTICA DE LA TRADUCCIÓN AUDIOVISUAL: ENSEÑAR A MIRAR CHRISTINA LACHAT LEAL UNIVERSIDAD DE GRANADA RESUMEN Enseñar a traducir textos audiovisuales es enseñar a aplicar estrategias de traducción para resolver problemas de traducción audiovisuales. Por lo que uno de los aspectos más importantes de la didáctica de la traducción audiovisual es la identificación y representación de problemas de traducción audiovisual. Los elementos que permiten identificar un problema de traducción audiovisual incluyen, entre otros, elementos del lenguaje audiovisual. Hemos observado que aunque los estudiantes sean conscientes de la importancia de los elementos visuales y sonoros en el proceso de traducción no son capaces de identificarlos porque carecen de los conocimientos y destrezas que les permita "pensar visualmente". PALABRAS CLAVES: Traducción audiovisual, cognición, aprendizaje, resolución de problemas. ABSTRACT Teaching the translation of audiovisual works implies teaching the application of translation strategies to resolve audiovisual translation problems. One of the most important aspects in the teaching of audiovisual translation is therefore the identification and representation of problems.The elements that allow us to identify a problem in audiovisual translation include, amongst others, elements of audiovisual language. Although students are aware of the importance of visual and audible elements during the translation process, we have noted that they are not able to identify them because they lack the knowledge and skills that allow them to "think visually". KEYWORDS: Audiovisual translation, cognition, learning, problem solving redit, número 6, 2011, 99-110 Christina Lachat Leal Didáctica de la traducción audiovisual… SUMARIO 0. Introducción 1. La obra audiovisual 1.1. El narrador implícito 1.1.1. Planos 1.1.2. Ángulos 1.1.3. Ritmo 1.1.4. Fotografía 1.1.5. Música 1.1.6. Voz 1.2. Los narradores explícitos 1.2.1. Tipos de diálogos audiovisuales 1.2.2. Funciones del dialogo en relación con la imagen 2. La traducción del relato audiovisual 2.1. Representación de problemas 2.2. Factores individuales 2.3. Factores externos relevantes 3. Enseñar a mirar: construcción de un nuevo conocimiento 3.1. Conocimiento para la acción 3.2. Reflexión sobre la acción 3.2.1. Guía de visionado 3.2.2. Diario de traducción 4. Conclusión 5. Referencias bibliográficas redit, número 6, 2011, 99-110 100 Christina Lachat Leal Didáctica de la traducción audiovisual… 0. Introducción Hemos incorporado a nuestra vida cotidiana las “minipantallas”, sean de móvil, de mp4, de PSP,...Somos cada vez más “audiovisuales” y menos “textuales”. Por lo tanto no es de extrañar que la traducción audiovisual sea cada vez más atractiva para los estudiantes de traducción. Sin embargo, a pesar de que consumimos habitualmente productos audiovisuales, sean de entretenimiento o de comunicación, la sociedad en general carece de conocimientos básicos sobre lenguaje audiovisual, e incluso se podría hablar de analfabetismo audiovisual (Marzal, 2007; Espino, 2003). Nuestros estudiantes no son ajenos a esta situación. Hemos observado que cuando los estudiantes se acercan por primera vez a la traducción audiovisual, dirigen su atención al aprendizaje de las pautas y las técnicas de las distintas modalidades de traducción, (subtitulado, doblaje, voz superpuesta), destrezas que adquieren con relativa facilidad con unas prácticas adecuadas. No obstante, les cuesta mucho asimilar e integrar en el proceso de traducción la interrelación de los cinco elementos que dan sentido a la obra audiovisual: imágenes, intertítulos, palabras, sonido musical y sonido ambiental. Por una parte, porque carecen de conocimientos sobre el lenguaje audiovisual o cinematográfico, y por otra, porque consideran el guión como un texto, independiente y con su propio sentido. Asimismo, este desconocimiento del lenguaje audiovisual, les impide representar adecuadamente un problema de traducción y, por tanto, aplicar estrategias de traducción adecuadas y tomar decisiones acertadas. En este artículo no podemos abordar todos los aspectos y características del lenguaje audiovisual señalaremos las características esenciales del lenguaje audiovisual mediante el análisis fílmico, aplicable al estudio de cualquier otro producto audiovisual (Marzal, 2007:64). Antes de abordar nuestra propuesta didáctica para la adquisición de conocimientos y destrezas de traducción audiovisual, trataremos brevemente el proceso de resolución de problemas de traducción audiovisual, porque consideramos que enseñar a traducir textos audiovisuales consiste en esencia en enseñar a aplicar las estrategias de traducción apropiadas tanto para resolver problemas de traducción audiovisuales como para elegir la solución adecuada. 1. La obra audiovisual Entendemos que toda obra audiovisual combina cinco dimensiones que pertenecen a la banda sonora (sonido fónico, música, ruidos) y a la banda visual (imágenes, intertítulos) (Metz, 1971) que dan sentido a la obra. Por esta razón, en este estudio, al igual que hacemos en clase, no utilizaremos el concepto texto audiovisual porque excluye los elementos no verbales, o en el mejor de los casos los relega a un segundo plano, al de contexto. Asimismo, queremos evitar la analogía entre el lenguaje del cine y el lenguaje verbal en la que se fundamentaron los teóricos del cine a partir de los años sesenta, analogía que excluía del análisis fílmico los elementos visuales y auditivos del cine (Fisher-Anderson, 1999:27). redit, número 6, 2011, 99-110 101 Christina Lachat Leal 1.1. Didáctica de la traducción audiovisual… El narrador implícito Cuántas veces hemos oído esa expresión “las imágenes hablan por sí solas” lo que nos indica que tenemos consciencia y somos capaces de reconocer un significado a la imagen. Las imágenes cinematográficas también tienen un sentido, pero no sólo por lo que muestran, sino y sobre todo, por cómo lo muestran. En el cine el locutor primero, el narrador implícito, es el que "habla cine" mediante las imágenes y el sonido (Gaudreault et al., 2008:56). 1.1.1. Planos La unidad básica del lenguaje audiovisual es el plano. Desde una perspectiva espacial, plano es el espacio escénico que vemos en el marco del visor de la cámara o en la pantalla; desde una perspectiva temporal plano es todo lo que la cámara registra desde que se inicia la filmación hasta que se detiene. Los planos pueden ser descriptivos, narrativos o expresivos. 1.1.2. Ángulos Cuando se habla de angulación o punto de vista se considera el ángulo imaginario que forma una línea que sale perpendicular al objetivo de la cámara y que pasa por la cara del personaje principal. - Ángulo normal: no proporciona ningún valor expresivo especial. - Ángulo picado: se obtiene cuando la cámara realiza un encuadramiento desde arriba hacia abajo. El ángulo picado añade un fuerte valor expresivo a las imágenes, normalmente de poder, de dominación. - Ángulo contrapicado: se obtiene cuando la cámara realiza un encuadramiento de abajo hacia arriba. Al ángulo contrapicado añade un fuerte valor expresivo a las imágenes opuesto al picado, de superioridad, triunfo. - Ángulo subjetivo: la cámara muestra lo que el personaje está viendo. Expresa el punto de vista del personaje. 1.1.3. Ritmo Es la impresión dinámica dada por la duración de los planos, las intensidades dramáticas y, en último caso, por efecto del montaje. El ritmo está al servicio de la narración y transmite sensaciones. - El ritmo dinámico transmite al espectador una sensación de dinamismo y acción. Se pueden obtener efectos de impresión de gran actividad, agilidad, de esfuerzo ambiente de tragedia fatal, de choque violento. - El ritmo suave transmite al espectador una sensación de tranquilidad efectos de aburrimiento, monotonía, miseria material o moral de un personaje, ambientes contemplativos... redit, número 6, 2011, 99-110 102 Christina Lachat Leal Didáctica de la traducción audiovisual… 1.1.4. Fotografía Al hablar de fotografía nos referimos a la iluminación y al manejo del color, responsabilidad del director de fotografía. En nuestra opinión, la fotografía tiene un valor expresivo, estético y narrativo aunque la literatura sobre lenguaje cinematográfico o audiovisual no suele referirse a la fotografía sino sólo a la iluminación, tomando la iluminación como valor contextual, para describir ambientes y provocar sensaciones. Quizá nuestra formación como traductora nos ha llevado a considerar desde otra perspectiva la percepción de la imagen y del color ya que conocemos las diferencias culturales en la percepción del color y su plasmación en el vocabulario de cada lengua. Por otro lado, sabemos que cognitivamente la percepción visual es una actividad del sujeto, aunque procesada casi de forma inconsciente (Sánchez et al.1999: 198). Según Manuel Gutiérrez Aragón, conocido director de cine, la luz, la fotografía es el ojo del espectador y así lo percibe, “la fotografía hace la competencia al diálogo” (Gutiérrez 1990: 62). Quizá esta afirmación nos pueda parecer exagerada pero si pensamos, por ejemplo, en la combinación de un juego de sombras en un rostro con un diálogo anodino declamado en tono neutro, el efecto puede ser aterrador, lo que da sentido narrativo a la escena es la luz. Por otro lado, el uso del color y su manipulación produce sentido, su ejemplo más extremo lo encontramos en el cine de ciencia ficción cuya iluminación y uso del color puede alejarse de lo real. En Matrix1 el contraste de iluminación y uso de los colores entre las escenas que se desarrollan en la simulación virtual de Matrix, o en la ciudad de Zion, el mundo real. En el mundo virtual la luz es fría, blanca, sin sombras, con una amplia gama de colores muy contrastados. Sin embargo en Zion, la gama de color se limita a los colores oscuros o grises, la luz es oscura, hay mucha sombra y a pesar de describir un mundo apocalíptico se percibe como más acogedor, más cálido que el mundo virtual. 1.1.5. Música Me atrevería a decir que es la gran secundaria de los estudios sobre lenguaje audiovisual pero qué sería de las obras cinematográficas sin música. Todos atesoramos en nuestra memoria alguna banda sonora. La música en el cine, subraya las características poéticas, sugiere, intensifica el significado dramático, crea un ambiente e incluso anticipa unos acontecimientos. “La música en el film es la que más sabe de la historia en un momento determinado y así se lo va diciendo al oído del espectador” (Porta-Navarro, 1998: 107). Otro de los aspectos más relevante para la traducción audiovisual es que la asociación de sonidos con imágenes tiene un carácter marcadamente cultural y pueden diferir de una cultura a otra. Algunas de las funciones de la música en el cine son: • • • • 1 Crear una atmósfera Evocar el paso del tiempo Evocar un periodo histórico Revelar la naturaleza de un personaje, sus emociones y pensamientos Wachowski, A. & Wachowski, L. 1999. Matrix. Warner Sogefilms S.A., Estados Unidos, Australia. redit, número 6, 2011, 99-110 103 Didáctica de la traducción audiovisual… Christina Lachat Leal • • • • • • Crear una emoción en el espectador Caracterizar un personaje mediante un leitmotiv Anticipar sucesos Crear una ilusión para confundir premeditadamente al espectador Subrayar un aspecto concreto Proporcionar ritmo a la película (Román 2008: 115-124) 1.1.6. Voz Por último, la voz, dimensión oral o “sonora” del guión. La voz proporciona información sobre el sentido de las palabras mediante elementos paralingüísticos: • • • • • • • Acento Entonación Intensidad Pausas Ritmo Timbre Vocalización Podemos afirmar que es el aspecto narrativo implícito menos problemático para el estudiante de traducción, porque posee los conocimientos apropiados para reconocer estos elementos. 1.2. Los narradores explícitos Los narradores explícitos narran sólo con palabras. Estos narradores pueden ser los personajes, un narrador impersonal, entrevistados, incluso los intertítulos son narradores explícitos. Como vemos todo lo que el traductor audiovisual reconoce como texto. Aunque evidentemente todo lo relacionado con la escritura y las funciones propias de los diálogos es parte esencial del aprendizaje, nos limitaremos a los elementos que intervienen en la interrelación entre imágenes y diálogos porque el estudiante de traducción cuenta con conocimientos previos y herramientas cognitivas aplicables a este proceso. 1.2.1. Tipos de diálogos audiovisuales En el sentido de conversación, “el diálogo es ante todo un hecho del presente, es el lenguaje en situación, la palabra en su medio natural” (Rodríguez de Fonseca, 2009:16). En el ámbito audiovisual, existe una variedad de diálogos: • • • • • diálogo conversacional soliloquio monólogo coro narración o comentario. redit, número 6, 2011, 99-110 104 Didáctica de la traducción audiovisual… Christina Lachat Leal 1.2.2. Funciones del dialogo en relación con la imagen Respecto a la relación de los diálogos con la imagen, además de las funciones que citamos más abajo, los profesionales de la realización audiovisual observan dos “reglas”: evitar la redundancia entre imagen y diálogo; y, el espectador se fía más de lo que ve que de lo que le cuentan. • • • • • • • Resolver la polisemia de las imágenes Completar el contenido semántico de las imágenes Complementar dramáticamente las imágenes Hacer de contrapunto Conectar escenas Modular la tensión de las escenas Comentar la imágenes (Rodríguez de Fonseca, 2009:66-67) Simplemente analizando estas funciones podemos comprender la interrelación, casi diría la simbiosis, entre imágenes y diálogos en una obra audiovisual que junto con el sonido configuran un relato audiovisual polifónico. 2. La traducción del relato audiovisual 2.1. Representación de problemas La representación es una estructura cognitiva correspondiente a un problema, construida por el sujeto sobre los conocimientos relacionados con el ámbito del problema y su organización (Chi et al.,1988:122). La fase de representación es extremadamente importante ya que determina la solución. La representación de un problema de traducción audiovisual es un proceso cognitivo complejo que surge de la interpretación del propio traductor. Éste debe configurar el espacio del problema y fijando el estado inicial, el objetivo o los objetivos y las limitaciones: • Estado inicial, en el que se representa el relato audiovisual original, su función, sus destinarios. • Estado final, en el que se representa relato audiovisual traducido, su función, su situación comunicativa. • Operadores, métodos, procedimientos, técnicas de traducción y de documentación. • Limitaciones generales: reglas lingüísticas, normas y convenciones del lenguaje audiovisual, y normas y convenciones de traducción audiovisual, aspectos técnicos de subtitulación y/o de doblaje. Teniendo en cuenta que la representación del texto traducido es el objetivo y la del texto original el estado inicial, una estrategia de traducción permite al traductor alcanzar el objetivo a partir de la representación del texto original. Para esta representación, el traductor debe considerar tanto factores comunes al proceso de traducción, la función, la situación comunicativos y los destinatarios; como factores individuales, contextuales y externos (Lachat, 2003). redit, número 6, 2011, 99-110 105 Didáctica de la traducción audiovisual… Christina Lachat Leal Factores contextuales • Contexto social • Normas • Convenciones Factores externos Factores individuales • Conocimientos • Experiencia • Ideología Representación del problema • • • • • • • • • • Encargo Cliente Normas Soporte entrega Soporte envío Ajuste y/o adaptación Documentación disponible Programas informáticos Tiempo Duración Ilustración 1. Representación de un problema audiovisual 2.2. Factores individuales De los tres factores que determinan la representación del problemas, experiencia, conocimientos e ideología, el que tiene más incidencia es la experiencia (Chi, 2006). Sin embargo el que más nos interesa desde la perspectiva didáctica es el de los conocimientos. En el caso de la traducción audiovisual a los conocimientos lingüísticos y traductológicos se suman los conocimientos sobre el lenguaje audiovisual. 2.3. Factores externos relevantes • Las normas de los estudios y empresas. Los estudios de doblaje y las empresas de subtitulación suelen tener sus propias normas tanto de estilo como técnicas. • Soporte y formato de entrega. Existen distintos soportes y formatos de entrega de una obra audiovisual, las más usuales son: vídeo con guión de postproducción; video con guión pautado; video con guión de rodaje; video sin guión; guión o archivos sin el soporte visual. El soporte de entrega de la obra audiovisual tiene una gran incidencia en la representación del problema, y desgraciadamente en la traducción audiovisual es mucho más frecuente de lo deseable que el traductor tenga que trabajar sin tener acceso al material visual, sobre todo en la industria de videojuegos, o con copias de vídeos de mala calidad o con un sonido defectuoso. • Soporte y formato de envío de la traducción. El formato de envío depende de si el cliente es una productora, una empresa, dedicada al doblaje, la localización, la subtitulación, o no. En este último caso, por ejemplo, el cliente puede ser un particular o una organización que quiere presentar su producto a un concurso o a un festival, y lo habitual es que se entregue un producto listo para su proyección o exhibición. redit, número 6, 2011, 99-110 106 Didáctica de la traducción audiovisual… Christina Lachat Leal • Ajuste y adaptación posterior. El ajuste y adaptación posterior modifica sustancialmente la tarea de traducción, ya que el primer destinatario es el adaptador o el ajustador. • Programas disponibles. En el mercado disponemos cada vez más de programas informáticos a precios asequibles o incluso gratuitos que facilitan en gran medida la tarea del traductor audiovisual. Desde reproductores de vídeo que con prestaciones casi profesionales, subtituladores, editores de vídeo hasta programas para la transcripción de audio a texto. 3. Enseñar a mirar: construcción de un nuevo conocimiento Tal como hemos visto, en una obra audiovisual no sólo las palabras producen sentido sino también las imágenes, la música, la luz, y como espectadores percibimos todos estos elementos de forma inconsciente y le damos sentido al conjunto sin entender los mecanismos que producen estos sentidos. Ese conocimiento que nos permite seguir la trama de una película, es un conocimiento implícito o conocimiento en acción, la clase de conocimiento que no se puede expresar (Bruning et al., 2002:284). El estudiante como espectador natural de obras audiovisuales percibe el mensaje, lo asimila y lo interioriza de forma inconsciente, y también inconscientemente quiere plasmarlo en su traducción. Añade a la narración explícita, elementos de la narración implícita, y crea unos diálogos que rompen el equilibrio entre imagen y palabras. Por lo tanto, no es capaz de aplicar su conocimiento en acción. Conocimientoenacción Conocimientopara la acción Construcciónnuevo conocimiento Seguir la trama de una obra audiovisual Conocer el lenguaje audiovisual Reflexiónsobre la acción Reflexiónen acción Andamioscognitivos Entenderel lenguaje audiovisual Representaciónde problemasde traducción Ilustración 2. Adquisición de conocimiento para la traducción audiovisual 3.1. Conocimiento para la acción Nuestro primer objetivo es que los estudiantes transformen este conocimiento tácito en conocimiento para la acción, es decir consciente. En el caso de que el contexto de aprendizaje sea un máster especializado en traducción audiovisual, se programarán materias sobre lenguaje audiovisual. En el caso de una asignatura aislada de un grado o licenciatura, caso de la universidad de Granada, es imposible incluir esa materia en la programación docente. En consecuencia, tendremos que facilitar la adquisición de estos conocimientos ofreciendo material para el aprendizaje autónomo. Afortunadamente redit, número 6, 2011, 99-110 107 Didáctica de la traducción audiovisual… Christina Lachat Leal podemos elegir entre una gran variedad de material didáctico sobre lenguaje fílmico, incluso recursos en línea con ejercicios prácticos multimedia muy interesantes2. También podemos recomendar cursos no reglados ofrecidos por la propia universidad3 o las filmotecas, cursos gratuitos o poco onerosos. 3.2. Reflexión sobre la acción Para construir un conocimiento nuevo es imprescindible poder describir lo que ha ocurrido y luego reflexionar sobre ello, es decir reflexión sobre la acción. Es un proceso metacognitivo complejo y el estudiante necesita la colaboración del profesor para construir ese conocimiento. Hay muchos medios para ayudar a la construcción, entre ellos, la discusión en el aula y la creación de encargos de traducción reales, ambos recursos ampliamente aplicados en la didáctica de la traducción por lo que no nos detendremos en ellos. Otro medio didácticamente muy efectivo, es el andamio de aprendizaje (scaffolding) que ayudan a los estudiantes a organizar la nueva información, analizarla y elaborar un producto final. 3.2.1. Guía de visionado Para que la representación del relato audiovisual sea la adecuada proporcionamos a los estudiantes una guía de visionado que focalizará su atención en los aspectos narrativos implícitos del relato, guía que deberán utilizar durante el proceso de traducción. Con esta guía conseguimos dos objetivos didácticos: en primer lugar, que los estudiantes expliciten sus conocimientos sobre lenguaje audiovisual y lleguen a pensar visualmente; en segundo lugar, que al iniciar la tarea de traducción no “olviden” la imagen y el sonido. 3.2.2. Diario de traducción Para ayudar a los estudiantes a reflexionar sobre el proceso de resolución de problemas de traducción audiovisual, les proporcionamos un diario de traducción. El contenido de este diario es libre, a excepción de dos apartados dedicados a la resolución de problemas. En uno de los apartados deberán señalar los factores que han influido en la representación del problema y en la posterior toma de decisión, y en otro deberán especificar los elementos narrativos implícitos en la representación y toma de decisión. Con esta herramienta conseguimos dos objetivos didácticos. En primer lugar ayudamos a los estudiantes a integrar los conocimientos de lenguaje audiovisual, ese pensar visualmente, en el proceso de traducción audiovisual y por consiguiente, apliquen estos conocimientos de forma consciente y reflexiva en la resolución de problemas, elijan las estrategias de traducción más apropiadas y tomen unas decisiones adecuadas. En 2 CinELmotion. 2010. El pequeño Nicolás: los planos en el cine [web en línea]. <http://www.cinelmotion.eu/film-education/conocer-el-cine/el-pequeno-nicolas-los-planos-en-el-cine> [Consulta: 3 de marzo de 2011] 3 Cine club de la Universidad de Granada. redit, número 6, 2011, 99-110 108 Christina Lachat Leal Didáctica de la traducción audiovisual… segundo lugar, gracias a ese diario se enriquece la discusión y la revisión de los encargos de traducción en el aula ya que los estudiantes no debaten sólo sobre las soluciones sino sobre todo el proceso. 4. Conclusión Cuando los estudiantes adquieren conocimientos y destrezas que les permiten describir y explicar el proceso que han seguido para resolver problemas y tomar decisiones de traducción, no sólo producen mejores traducciones sino que adquieren confianza en su capacidad. Esta confianza les permite buscar soluciones mucho más creativas (Dancette et al, 2007:119). Gracias a estos andamios de aprendizaje y con la tutela del profesor, el estudiante toma consciencia del lugar que la traducción ocupa dentro de la obra audiovisual, y no percibe su labor como algo externo o subordinado a la imagen, no se siente encorsetado por un lenguaje que no comprende, se siente más libre para tomar sus decisiones ya que es capaz de evaluar su impacto narrativo en la obra en relación a los demás elementos narrativos. Es como si de pronto la cámara abriera el campo y pudiéramos ver parte del equipo de rodaje y sentirnos parte del equipo. Con el uso sistemático de estos andamios, tanto para el aprendizaje autónomo como en el aula, los estudiantes llegan a interiorizar ese nuevo conocimiento, y lo convierten en un conocimiento para la acción que con la experiencia y la práctica continuada se convertirá en un proceso completamente automatizado, en un conocimiento tácito. 5. Referencias bibliográficas Bruning, R.H., Schraw, G.J, y Ronning, R.R. 2002. Psicología cognitiva e instrucción. Madrid: Alianza Editorial. Chi, M.T.H. 2006. “Two Approaches to the Study of Experts’ Characteristics”. En: Ericsson, K.A., Charness, N., Feltovich, P.J. y Hoffman, R.R. (eds) The Cambridge handbook of expertise and expert performance, Cambridge: Cambridge University Press, 21-30. Chi, M.T.H., Glaser, R. y Farr, M.J. 1988. The nature of expertise. Hillsdale, New Jersey: Lawrence Erlbaum. Dancette, J., Audet, L. y Jay-Rayon, L. 2007. “Axes et critères de la créativité en traduction”. En Meta, vol.52-1, 108-122. Espino Barahona, E.A. 2003. “Ciegos que ahora ven: presupuestos teóricos y pistas didácticas para la lectura de la imagen cinematográfica (l)”. En Palabra Clave. Revista electrónica, vol. 09. <http://sabanet.unisabana.edu.co/comunicacion/palabraclave/downloads/pclave_00906.pdf> [Consulta: 9 de marzo 2001]. redit, número 6, 2011, 99-110 109 Christina Lachat Leal Didáctica de la traducción audiovisual… Fisher-Anderson, B. 1999. “La investigación fílmica y la promesa de un paradigma cognitivo”. En Signo y Pensamiento, 18 (35), 25-31. Gaudreault, A., Jost, F. y Pujol i Valls, N. 2008. El relato cinematográfico: cine y narratología. Barcelona: Paidós. Gutiérrez Aragón, M. 1990. “Maestros de la luz”. En Claves de razón práctica, vol. 2, 62-66. Lachat Leal, C. 2003. Estrategias y problemas de traducción. Tesis Univ. Granada, Departamento de Traducción e Interpretación. Granada: Universidad de Granada. [Disponible en red] < http://hdl.handle.net/10481/13898 > Marzal Felici, J. 2007. “El análisis fílmico en la era de las multipantallas”. En Comunicar. 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ELENA ERRICO UNIVERSITÀ DI MODENA E REGGIO EMILIA, ITALIA El trabajo que reseñamos recoge un estudio empírico cualitativo sobre la ambigüedad en dos modalidades de la traducción oral español-italiano, la interpretación simultánea y traducción a la vista. La hipótesis de partida es que una ambigüedad del discurso fuente que no se pueda mantener en la lengua meta puede resultar problemática tanto para un aprendiz como para un profesional experto, pues requiere la activación de una estrategia para ser solucionada. El análisis, aplicado a una muestra que consta de sujetos en formación, sujetos aptos (es decir recién licenciados) y sujetos expertos, se centra precisamente en el análisis de las estrategias adoptadas antes que en los errores cometidos. Para ello, la autora se apoya en modelos elaborados en ámbito monolingüe, en especial el paradigma novato-experto, prestado de la psicología cognitiva, con vistas a una aplicación práctica en el aula de interpretación para italo-parlantes. A tono con esta doble vertiente, a la par investigadora y pedagógica, la obra se divide en dos partes bien diferenciadas, aunque complementarias. En la primera parte, que abarca los cuatro primeros capítulos, se desgranan de forma ordenada y eficaz el marco teórico y metodológico del análisis empírico y los resultados alcanzados, a partir de los cuales se plantea en la segunda parte una propuesta innovadora de programación (cap. 5 y 6) acompañada por materiales y pistas didácticos (en las apéndices) que prometen gran utilidad en diversos entornos pedagógicos. El primer capítulo de la obra comienza con una panorámica de la docencia de la interpretación en la Universidad italiana y con un repaso de su evolución desde un enfoque meramente práctico a un planteamiento más interdisciplinario y flexible incluso en la fase de evaluación, donde el énfasis se traslada precisamente de la detección de errores al desarrollo de la competencia estratégica. El mismo capítulo, tras medir el pulso de la situación de los profesionales de la interpretación en Italia, no muy alentadora, se completa con un apartado sobre las características de la combinación español-italiano, pues el par de lenguas implicado y la direccionalidad son variables que condicionan profundamente el proceso de interpretación. En el segundo capítulo, de naturaleza teórica, tras pasar revista de los distintos tipos de ambigüedad, la autora resume con eficacia los distintos modelos de reconocimiento y procesamiento de oraciones ambiguas, para concluir con una ilustración de las ambigüedades incluidas en el texto administrado a la muestra. El capítulo 3 gira en torno a un aspecto central tanto para la interpretación de los datos del experimento como para las preocupaciones didácticas de la autora: la noción de competencia estratégica, es decir la capacidad de solucionar los problemas que plantea el discurso de partida. Esta parte se concluye con una taxonomía de las estrategias empleadas para la discusión de los resultados del estudio, que se aborda en el epígrafe subsiguiente. Los datos presentados e interpretados en el capítulo 6 confirman la naturaleza problemática de la ambigüedad en la interpretación, en especial para los aprendices, que redit, número 6, 2011, 112-113 Elena Errico La interpretación español-italiano… manifiestan una concentración excesiva en los elementos lingüísticos del discurso de partida, un mayor número de más problemas y una menor capacidad de solucionarlos y sobre todo apenas activan estrategias estilísticas (cambio de la entonación, de tono, etc.). Es más, a partir del análisis de un cuestionario retrospectivo, la autora subraya la mayor autoconciencia que manifiestan los sujetos aptos con respecto a los aprendices e incluso a los profesionales, lo cual es interesante desde el punto de vista docente, pues una buena autopercepción es condición necesaria – aunque no suficiente – para desarrollar una técnica de calidad. Por otra parte, la detección errónea por parte de algunos sujetos (tanto aptos como en formación) de problemas de interferencia léxica inexistentes podría achacarse, según la autora, a un énfasis pedagógico excesivo sobre los riesgos de los falsos cognados. La cuestión de la autoevaluación como pista para desarrollar una propuesta metodológica para la docencia en la que se fomente la motivación de los aprendices introduce la segunda parte, que en nuestra opinión es la más interesante del libro. En el capítulo 5, tras abordar las implicaciones pedagógicas de los resultados de la prueba empírica, Morelli aboga por la necesidad de revisar la docencia de la interpretación teniendo en cuenta el surgimiento de nuevas necesidades profesionales. En años recientes el fenómeno de la inmigración, entre otros, ha ido impulsando en Italia un cambio del contexto profesional y por ende formador de la interpretación, del cual la autora va desgranando fortalezas y sobre todo – y sin reparo - debilidades, para concluir con la necesidad de un entrenamiento en técnicas mixtas que puedan emplearse en múltiples contextos, incluso más allá de la propia interpretación y traducción. Este reto, de acuerdo a la autora, supone una apuesta por una interdisciplinariedad auténtica, con la creación de redes entre ámbitos afines y muy ancladas en el territorio. La propuesta para una docencia más flexible, que aúne teoría y práctica, desarrollo de microdestrezas y reflexión metalingüística, se concreta en el capítulo 6, en el cual se dedica un apartado a la revisión de los ejercicios tradicionales y de las técnicas que pueden seguir siendo útiles y sensatas en el nuevo panorama formador y profesional. Los epígrafes subsiguientes reiteran la necesidad de planear un diseño dinámico y abierto que evite una focalización excesiva en el plano léxico y conciba la competencia traductora en clave auténticamente holística, abarcando lo cultural como parte integrante de la misma e implicando activamente a los alumnos en el proceso de evaluación. Conviene finalmente destacar la inclusión de un apéndice que contiene materiales para la utilización inmediata en el aula. En ella, la autora nos brinda ideas y propuestas fruto de una amplia y articulada experiencia docente, enriquecida por una consistente experiencia profesional. Por todo lo expuesto, no podemos sino recomendar la lectura de esta obra, no solamente porque trata de forma rigurosa y coherente un tema sobre el que escasea bibliografía, sobre todo con respecto al par de lenguas español-italiano en la interpretación, sino porque a través de una propuesta integradora llena un vacío teórico y metodológico y abre nuevas y prometedoras vías de investigación interdisciplinaria en el área escasamente explorada de la intersección entre interpretación, mediación y disciplinas afines. Finalmente, la combinación muy acertada entre reflexión teórica y labor experimental por una parte y aplicaciones en el aula de interpretación (rigurosamente fundamentadas en las primeras) por otra, convierte el trabajo en una referencia muy valiosa para todo investigador y docente que se plantee avanzar en el diseño de un currículum de interpretación auténticamente efectivo y acorde a las necesidades del mundo profesional actual. redit, número 6, 2011, 112-113 MOTIVACIÓN Y ADQUISICIÓN EN LA ENSEÑANZA DEL ALEMÁN. ESTUDIO EMPÍRICO SOBRE EL MONOLINGÜISMO, LA ORALIDAD, EL TRABAJO EN GRUPOS Y EL PAPEL EL PROFESOR EN EL AULA. Zayas Martínez, F. (Ed.) Cádiz, Servicio de Publicaciones de Universidad de Cádiz, 2006. CONCEPCIÓN MIRA RUEDA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA La didáctica de lenguas extranjeras ha sido durante años el objeto de numerosos estudios. No obstante, uno de los aspectos menos investigados en este ámbito ha sido la motivación, es decir, la situación que ha llevado al alumno o a la alumna a estudiar la lengua alemana y cuál es su disposición en el estudio. Ésta es precisamente la línea en la que ha trabajado el grupo de investigación de la Universidad de Cádiz (UMELE). De hecho, esta obra emana del proyecto I+D+I bajo el título de “La motivación en la enseñanza del alemán en Cádiz” que le fue concedido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Este proyecto consistía en la realización de encuestas a los/as alumnos/as de alemán de diferentes ámbitos en los centros que imparten la lengua alemana en Cádiz capital, para medir el grado de motivación, de satisfacción, de esfuerzo y de dedicación en su aprendizaje de alemán. Las evaluaciones presentadas en esta obra giran en torno a cuatro grandes bloques que constituyen, a su vez, los cuatro capítulos que forman el cuerpo de este trabajo, es decir: el monolingüismo, la oralidad, el trabajo en grupos y el papel del profesor. Estos son aspectos que los/as autores/as de la investigación y de esta obra consideran que pueden afectar en el elemento emocional o motivación. En cuanto a su estructura, abre la obra la “Introducción” presentada por el editor del libro, Francisco Zayas Martínez. En dicha introducción, se muestran cuáles son los puntos que se tratarán a lo largo de la obra. El cuerpo principal de la obra está compuesto por cuatro capítulos. El capítulo 1 titulado “El monolingüismo” del autor Antón Haidl Dietlmeier se centra en mostrarnos los beneficios y las desventajas de establecer el monolingüismo en las aulas. De este capítulo derivan varios temas, tratados bajo el enfoque de la comunicación, que han sido fuente de extensos debates: ¿qué método es más efectivo en clase: bilingüismo o monolingüismo? (cuando se trata de alemán como lengua extranjera) y ¿hasta qué punto son beneficiosas las correcciones de las estructuras gramaticales que enuncian los/as estudiantes?. En el capítulo 2, “La oralidad”, del autor Raúl Dávila Romero, se parte de que la lengua es antes hablada que escrita y se aboga por hacer una distinción entre ambas competencias en las distintas fases de aprendizaje. Se pone de manifiesto la importancia que se le otorga a la lengua escrita, al contrario que ocurre en aulas infantiles donde se practica más la parte oral, ya que todavía no tienen la capacidad para leer y escribir. Asimismo, se critica la naturaleza de los ejercicios orales que suelen plantearse en clase, ya que estos suelen estar centrados exclusivamente en aspectos gramaticales y carecen de naturalidad. El capítulo 3, “El trabajo en grupos”, la autora Anke Berns nos muestra las ventajas de trasladar al aula esta forma de trabajo en la que los/as alumnos/as participan en equipo. Entre algunos de sus múltiples beneficios, en contraposición con el trabajo individual, encontramos el protagonismo que adquiere la comunicación y la desinhibición de los/as redit, número 6, 2011, 114--‐115 Concepción Mira Rueda Motivación y adquisición… estudiantes. La autora Virginia Gómez Molinero es la encargada de presentarnos el cuarto y último capítulo de esta obra, titulado “El papel del profesor”. En este capítulo no se concibe al/a la profesor/a como la persona que habitualmente transmite conocimientos que posteriormente evalúa en sus alumnos/as, sino como la persona que potencia la motivación en el proceso de aprendizaje, en este caso, de la lengua alemana. Por todos es sabido que el aprendizaje de cualquier materia, sobre todo, lenguas extranjeras, es más efectivo cuando se lleva a cabo con motivación y esa tarea de estimular el ánimo y las ganas de aprender es la que debería ser primordial para el/la docente y sin embargo, no ha sido así siempre. A lo largo de estos cuatro capítulos, hemos podido comprobar mediante gráficos cuáles han sido las impresiones y las respuestas obtenidas por parte de los/as alumnos/as en el cuestionario, del que hablamos al principio y que, además, viene adjunto en este trabajo. Cierra la obra el apartado titulado “Referencias Bibliográficas”, donde se recogen las fuentes de documentación de los/as autores/as de este estudio. Esta monografía es, por lo tanto, de gran utilidad para cualquier docente, independientemente de la lengua o especialidad que imparta. Es un trabajo que, sin lugar a dudas, nos hará reflexionar sobre las clases que impartimos. Asimismo, gracias a este estudio, en el que conocemos las opiniones de un grupo representativo de alumnos/as, nos hará plantearnos cuáles son los métodos más efectivos que podremos trasladar a nuestras aulas. Este libro está destinado a todos los/as profesionales de la docencia, que estén interesados en mejorar su actividad docente o incluso, en probar nuevos enfoques en clase. redit, número 6, 2011, 114--‐115 115