3 indice:0 - Embassy of India

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LIBROS EN ESPAÑOL
SOBRE LA INDIA
Novedades y Recomendaciones por la librería www.indicalibros.com
Hindu: Nacionalismo religioso y
política en la India
contemporánea.
Borreguero, Eva - La Catarata
Eva Borreguero analiza los numerosos elementos de complejidad que afectan a la
construcción nacional india y los principales
símbolos que definen a la nación hindú
moderna.
El legado de la pérdida
Desai, Kiran - La Salamandra
El legado de la pérdida ha merecido el Premio Man Booker 2006, convirtiendo a Desai
en la ganadora más joven de la historia de
este prestigioso galardón literario, el más
importante de los que se conceden en el
Reino Unido.
Historia de la India
Metcalf, Barbara; Metcalf, Thomas Cambridge University Press-Akal
Esta historia pone en duda las ideas sobre una
India inmutable y monolítica marcada por la tradición y las jerarquías religiosas. En vez de eso,
muestra una sociedad compleja en continua
transformación y que se reinventa a sí misma
como consecuencia de sus cambios tecnológicos y sociopolíticos.
La bailarina de la escudilla
mágica (Manimekhalai)
Shattan, Principe - J. J. Olañeta &
Indica Books
Novela tamil del siglo II d.C. narra los amores
del joven Kóvalan con la cortesana Mádhavl.
Repleta de leyendas deslumbradoras, de
datos sobre el paisaje, la música y las costumbres de la época, ritos religiosos y doctrinas
filosóficas, es uno de los más extraordinarios
logros literarios de la India clásica.
Japji: Poemario espiritual
Guru Nanak - J. J. Olañeta &
Indica Books
Nacido en el siglo XV, Guru Nanak es el fundador del sikhismo, religión que sintetiza
aspectos del hinduismo, y el sufismo. Este
texto forma parte de los textos sagrados de
los Sikhs, el Siri Guru Granth Sahib, traducido al spañol por el Dr. S. Dey.
India. Historia del pensamiento
Mosterín, Jesús
Alianza Editorial
Tres mil años de historia de esta gran
potencia espiritual, que van desde la
civilización de Harappa hasta el final del
Imperio Mogol. El pensamiento clásico,
desde las Upanishad hasta el Advaita
Vedanta, pasando por importantes corrientes
como el budismo, el jainismo, y sus
contribuciones a la matemática y la
lingüística.
2
Redacción
Directora: Sujata Mehta, Embajadora de la India
Jefe de Redacción: Abdul Majid Padar, Primer Secretario
Publicado por la Embajada de La India en España
Avenida Pío XII, 30-32 - 28016 Madrid - página web: http://www.embajadaindia.net
correo electrónico: amb@embassyindia.jazztel.es y amajidpadar@embassyindia.jazztel.es
Fax: 913 451 112.
D. Legal: M-7280-2006 - Imprime: Naturprint
HOLA NAMASTE solicita a sus lectores contribución de notas, artículos y crónicas que se
pueden dirigir al correo electrónico a amajidpadar@embassyindia.jazztel.es
Continúa en página 63
ÍNDICE
2
LIBROS EN ESPAÑOL SOBRE LA INDIA
NOVEDADES Y RECOMENDACIONES
41
BRIHATKATHÀ: LA
PERDIDA GRAN
HISTORIA
SUSANA ÁVILA
4
5
44
POEMAS Y CITAS
RABINDRANATH TAGORE
CITAS
DIONYSOS DIALOGA CON BHARATA: EL
EJEMPLO DE MARÍA PAGÉS
MARIFÉ SANTIAGO BOLAÑOS
9
16
24
”SLEEPING TRAIN” DE
JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO
RESEÑA DE REDACCIÓN
Se lanzó esta revista con la intención de subrayar, mediante auténticas voces,
los vínculos que existen entre India y España. La respuesta recibida ha
demostrado que no se trataba de un pensamiento baldío puesto que muchos
académicos, poetas, pintores, escritores y periodistas se han visto atraídos
hacia esta tribuna contribuyendo con artículos, reportajes, crónicas y poemas.
AMI CHINI GO CHINI TOMARE:
VICTORIA OCAMPO RECUERDA A
GURUDEV
MUKUR KANTI KHISHA
LA HISTORIA DE DOS BUEYES
MUNSHI PREMCHAND
AL ESPAÑOL DE
SU
En este número de la revista se presentan las contribuciones de muchos
eminentes escritores entre ellos el Premio Nacional de literatura D. Vicente
Molina Foix, de Dª. Marifé Santiago Bolaños, D. Félix Roig y D. Fernando Rubio
Milá. También reconocemos las contribuciones del D. Mukur Kanti Khisha, Dr.
Enric Donate Sánchez, Dª. Susana Ávila y D. José Ramón Huidobro, del pintor
argentino D. Horacio Aníbal Rodríguez y D. Álvaro Enterría quien ha traducido
directamente del hindi al español.
Esta diversidad de escritura muestra la escala y el alcance de nuestro
conocimiento mutuo cada vez más profundo.
Con su modesto esfuerzo, Hola Namaste ha venido haciéndose eco del
respeto de nuestras respectivas naciones y pueblos por la riqueza y diversidad
de nuestras dos culturas.
ERRATA
LAS EXPERIENCIAS DE MI VIAJE
LA INDIA
HORACIO ANÍBAL RODRÍGUEZ
VISITANDO NUESTRO PRADESHTAMIL-NADU VIAJAR POR LA INDIA
CON HOLA NAMASTE
REDACCIÓN
Mensaje
EL COLOR DE LA INDIA
VICENTE MOLINA FOIX
TRADUCCIÓN DEL HINDI
ÁLVARO ENTERRÍA
38
61
EL BAJO COSTE DOMINA EL
CIELO INDIO
ENRIC DONATE SANCHEZ
12
48
CHIDAMBARAM: SHIVA DENTRO
DEL CORAZÓN DEL HOMBRE
FÉLIX ROIG
A
Hola Namaste siempre continuará recibiendo con agrado sus opiniones,
experiencias y contribuciones.
Sujata Mehta
Embajadora
POEMAS Y CITAS
DONDE LA MENTE ESTÉ
LIBRE DE MIEDO
Rabindranath Tagore
Donde la mente esté libre de
miedo y la cabeza permanezca
alta;
Donde el conocimiento no tenga
ataduras;
Donde el mundo no se haya roto
en añicos
Por las estrechas paredes de los
hogares;
Donde las palabras provengan
de lo profundo de la verdad;
Donde el esfuerzo incansable
extienda sus brazos a la perfección;
Donde la transparente corriente
de la razón no pierda su cauce
Por las arenas tristes del desierto
de costumbre muerta;
Donde Tú seas el Guía que conduce la mente,
Al horizonte abierto de pensamiento y acción,
En ese cielo de libertad, Padre,
deja a mi patria despertar.
Del Gitanjali, “Ofrenda Lírica”
Traducido por Redacción
Logré morir con los ojos abiertos
guardando en ellos tus claras
montañas
- aire de vida me fue el de sus
puertos -,
que hacen al sol tus eternas
entrañas
¡mi España de ensueño!
Miguel de Unamuno
4
SHIVA JUEGA AL TETRIS
José Ramón Huidobro
Una moto con una familia entera
Pongamos cinco miembros
La mujer sentada de perfil
Un camión repleto de fardos
Los miembros de la cuadrilla
El chófer sonriendo a la ciudad
Una chica con sari en bicicleta
Pashmina al viento
Cadena oxidada y cestillo para
pasear
Un autorickshaw con cristales
ahumados
Ocho ojos asomados entre la
mercancía
encajados a la perfección
Una vaca sagrada rumiando tranquilidad
En el cruce donde un guardia y
un semáforo
hacen coreografía de ballet
Un autocar desamortiguado
Uniforme caqui del estado
picando boletos obsoletos
Sinfonía de bocinas de latón
y un peatón al que se le cae un
libro
Se lanza al vacío lo recupera
besa y ofrece al cielo
Es lo que había entre estas dos
aceras
Shiva hizo otra pantalla de tetris
Y el juego volvió a empezar
CITAS
Si hubiera que escoger entre la
cobardía y la violencia yo aconsejaría la violencia. Yo me lanzaría mil veces a emplear la violencia antes que permitir la castración de toda una raza.
Yo cultivo el coraje de morir sin
matar. Pero deseo que quien no
tenga ese coraje cultive el arte de
matar y dejarse matar antes que
huir vergonzosamente del peligro.
Mahatma Gandhi
Aunque supiera que el mundo se
fuera a acabar mañana, hoy
plantaría mi manzano.
Martín Luther King
DIONYSOS DIALOGA CON
BHARATA: EL EJEMPLO DE
MARÍA PAGÉS
Marifé Santiago Bolaños
S
obre la reflexión de lo que
significó la “crisis de identidad” que padece Europa
desde el Romanticismo, hasta la
constatación social de tal crisis tras
las dos Guerras Mundiales, se constituyó lo que fue mi intervención en
El Escorial, dentro de los cursos de
verano
de
la
Universidad
Complutense. Quisimos dar cuenta
de lo que implica preguntarse por el
ser de la realidad, sobre todo cuando
una sociedad suspende el discurrir
de su trayectoria y tiene necesidad
de hacerse tal pregunta. En ese
camino, los creadores primero, los
intelectuales y científicos después,
intentan “encontrar” una respuesta
que permita continuar ese sueño
democrático de libertad que se llamó
“Europa”; y, en tal sentido, los mitos
que recogen el imaginario occidental
entran en diálogo con Oriente.
occidental en el siglo XX, como es el
caso de Gordon Craig, Grotowski,
Barba o Peter Brook. Pero, fundamentalmente, intentamos dar cuenta de
lo que supone “pensar con el cuerpo” en un tiempo, el nuestro, en el
que la diversidad de actitudes, tradiciones, espacios y futuros, no tiene
por qué ser fuente de conflictos, sino
el inicio de una nueva manera de
convivir los seres humanos, donde la
peculiaridad que nos hace únicos
sea, también, el germen de un porvenir pacífico y plural. La constata-
ción práctica de todo este desarrollo
argumental se concretó con el ejemplo de la obra de María Pagés, bailaora española que en su espectáculo “Sevilla” permite, de un modo
absolutamente natural, ese “diálogo”
entre Dionysos y Bharata. El fragmento dedicado a su obra es el que
reproducimos a continuación, señalando que parte de la intervención
en tales jornadas procedía, como allí
se anunció, de mi libro Mirar al dios:
el Teatro como camino de conocimiento (Madrid, Biblioteca Nueva,
Como la perspectiva de esta conferencia procedía de la “mirada teatral”,
Dionysos y Bharata, los respectivos
dioses del Teatro, de la creatividad en
general, en Occidente y en India, se
convirtieron en los maestros de esta
ceremonia. A partir de ambas miradas, se explicitó la influencia que la
Filosofía india y el trabajo de los
artistas indios han tenido sobre la
obra de algunos de los más influyentes creadores y teóricos del Teatro
5
cendiendo cualquier pretensión de la
autora.
2005), y que el apartado dedicado a
María Pagés forma parte de un estudio todavía en proceso de elaboración.
Publicamos, pues, ahora, el final de
la intervención general y la parte
específica dedicada a María Pagés,
quien nos honró con su presencia en
el debate que, durante una de las
jornadas, se dedicó a las influencias
de la India sobre el Flamenco.
Mantenemos el texto exactamente
igual que fue leído en aquella ocasión:
Hay una mujer española, aclamada dentro y fuera de su país, que
escribiendo con la grafía de la danza
el diálogo entre Dionysos y Bharata
ofrece, mejor que todo discurso, el
encuentro posible entre la razón y la
poesía, concibiendo, sobre la escena,
el nacimiento de un mundo de alianzas en el que las palabras sobrepasan el entendimiento idiomático y
llegan hasta lo más hondo del pensamiento que mana del corazón.
Nos referimos a María Pagés y querríamos concluir nuestra intervención
tomando como ejemplo y conclusión
primera su espectáculo Sevilla, planteado, en la superficie, como un
homenaje a la ciudad de su nacimiento pero, sin duda alguna, tras-
Como mejor testimonio de este
diálogo que debe acercar, ya para
siempre, a Dionysos y Bharata, a
Occidente y a Oriente, y lo que todo
ellos significa, es decir, acercar culturas distintas que se enriquecerán
unas a las otras porque, precisamente, la diversidad no tiene por qué ser
fuente de conflictos, sino de crecimiento personal y social. Sólo un
breve apunte “íntimo” antes de dar
comienzo al análisis sucinto de
Sevilla: acostumbra María Pagés a
trabajar con grupos de personas
marginadas socialmente en aquellos
países donde su danza la lleva; así,
al mismo tiempo que actúa en los
mejores teatros del mundo, reserva
una de sus jornadas, cuando la zona
lo requiere, para ofrecer su trabajo y
la preparación de su trabajo a mujeres, a niñas que no podrían acceder
a las grandes salas porque ni su economía ni su formación le dan la llave.
No lo cuenta María Pagés normalmente, pero me parece importante
destacarlo porque en esa actitud de
entrega, el Arte se muestra como lo
que verdaderamente es: una fuente
de libertad, el reino de las posibilidades infinitas. Todo ello, construido
estéticamente, está en su Sevilla.
alquimista poético. María Pagés, con
esa conciencia suprarracional que
posibilita el Arte, trasciende lo inmediato, la apariencia, lo evidente que
responde a una intención y despierta, para los espectadores receptivos,
a esas humanas deidades que
demuestran la insensatez de establecer barreras en la Belleza, entregando un fecundo tejido en el que la
simbólica diosa de la vida muestra
su esplendor sobre la escena. María
Pagés recupera, acaso sin saberlo,
ese teatro que es sagrado porque no
hay en él más que humanidad, y da,
entonces, al Flamenco la voz de su
pasado indio añadiéndole todas las
etapas metafísicas que un espíritu
nómada requiere.
Si la gran Pavlova había previsto
una gira, entre 1931 y 1932, con el ya
mítico bailarín de Flamenco Vicente
Escudero, María Pagés bailará, antes
de concluir 2007, con Barishnikov en
los Estados Unidos: no hay, como
vemos, fronteras para la Belleza. Y si
Vicente Escudero, tras coincidir, entre
finales de 1932 y principios de 1933,
con Uday Shankar, el padre de la
danza moderna india, empieza a
explorar las raíces indias del
Flamenco, la intuición y el rigor tanto
intelectual como creativo de María
Pagés, que la llevarán a la India a
SEVILLA, DE MARÍA PAGÉS
El 27 de diciembre de 2006 María
Pagés estrenaba Sevilla en la ciudad
donde nació y que da nombre al
espectáculo. En mayo del mismo
año había tenido lugar el estreno
mundial en Tokio. Sevilla recoge la
trayectoria de esta mujer de una
ortodoxia artística, paradójicamente,
ecléctica, que rompe las normas de
la danza flamenca para llegar al
mismo centro de su origen y actualizarlo, trayéndolo al más absoluto
presente. Y eso significa viajar a la
India y hacer que la cultura del río
Ganges y la del río Guadalquivir dialoguen en un escenario convertido
en puente, en templo y en retorta de
Pragati Sood, bailarina de Kathak
6
principios del año próximo, han permitido que Sevilla marque, sin duda,
un antes y un después en su trayectoria artística porque nunca se ha
dado, en su obra, un diálogo tan fluido con Oriente como en este su,
hasta el momento, último espectáculo.
En su autobiografía, Mi baile, escribe Escudero lo siguiente, tal y como
nos refiere Guillermo Rodríguez en su
artículo “Vicente Escudero: el
encuentro del flamenco con la India”:
Está demostrado que los gitanos
provienen del Indostán, como es
sabido, y no de Egipto como erróneamente se ha venido diciendo. […] En
el Indostán, como es sabido, existe
una gran cantidad de lenguas y
razas diferentes, que en la antigüedad estaban constituidas en tribus.
Una de ellas fue la gitana, pero por
no aceptar las leyes que sus vecinos
querían imponerles, les declararon la
guerra y tuvieron que huir, iniciando
su éxodo a través de Europa.
Convencido de que lo que llamamos baile flamenco no es sino la
forma de expresión que tomaron los
bailes gitanos en España, y tratando
de descubrir las analogías que
pudieran
tener
con
las
manifestaciones coreográficas gitanas en otros países, he recorrido
en sentido inverso la misma ruta que
siguió este pueblo, hace cinco siglos,
a través de Europa. En todas partes
donde viven gitanos he podido
encontrar en sus cantos y bailes vestigios de una misma influencia. (1)
Como en el caso de María
Pagés la expresión de los brazos y de
la mirada fueron características del
peculiar estilo de Vicente Escudero.
En el caso de Pagés, no sabemos si
se trata, como en el del bailaor, de
un modo intencionado de diálogo
con la esencia de algunas de las
danzas tradicionales de la India,
pero el resultado vuelve a ser ese
diálogo entre la raíz occidental y la
oriental, que resultan estar mucho
más próximas de lo que podríamos
suponer.
La mirada, desde luego, es básica
en Sevilla, donde la artista comienza
su espectáculo girando como los
místicos sufíes seguidores de Rumi,
los derviches, pero también como
una devadasi, o mujer consagrada al
templo en la India, heredera de la
diosa Shakti. En ese inicio de Sevilla,
María Pagés “crea el mundo” desde
la danza, como se atribuye el origen
del cosmos, desde la danza, a Shiva.
Shiva, la deidad de los muchos
brazos, de las muchas posibilidades,
por lo tanto.
Esta relación con el acontecimiento originario desde la danza, en una
obra dedicada a la ciudad de su
nacimiento, empieza a desarrollarse
en Sevilla como si la aparición de la
luz permitiera la aparición de todo lo
demás: ha aparecido el “ver”, como
decíamos esta mañana al referirnos
al mito de Fanes como origen del
nacimiento de Zagreo, el primer
Dionysos. No en vano, también, los
griegos decían del arte de la Danza
que nació con el mundo, y que era
contemporánea del Amor más antiguo. E, igualmente, los griegos señalaban que no hay posibilidad de
ceremonia sin contar con el arte del
cuerpo por excelencia. De todas
estas ceremonias, posiblemente las
más extremas, en cuando a la Danza
se refieren, fueron las dedicadas a
Dionysos o Baco, donde las bacantes
o ménades dejaban que su cuerpo
danzara “más allá del control de la
razón”, verdadera danza de las futuras brujas, en un éxtasis o comunión
con el dios. Danza menádica, esta de
María Pagés en Sevilla, que llega a
uno de sus momentos álgidos en el
encuentro que la sacerdotisa, Pagés,
tiene con la diosa madre, manifestada como la Macarena de Sevilla, que,
en la escenografía, es más conceptual que mimética. Si decían los antiguos griegos que la danza debe
expresar con claridad lo oscuro, la
fuerza de ese momento en Sevilla
excede lo explicable: como si ese
viaje tan histórico como legendario
se repitiera sobre la escena, la India,
el mundo árabe, los míticos tartesios,
el mundo hebreo, el mundo bizantino, el Mediterráneo que inventó la
democracia, la filosofía y la ciudad,
se sintetizan en ese rapto hipnótico
de la mujer hablando con la diosa,
desde una gestualidad cuya precisión en el código provoca la expresiva libertad a la que nos referíamos
esta mañana cuando hablábamos
de Gordon Craig y la influencia de la
marioneta hindú en su dramaturgia.
Pero también hay un abismo, la
altura de la Giralda, y la lucha entre
la voluntad y los demonios, entre los
instintos y la racionalidad que nos
humaniza, tal y como se muestra en
el Mahabharata o en La Odisea, por
tomar tan sólo dos ejemplos. En
Sevilla, asistiremos a ese acontecimiento en el cuadro en el que María
Pagés viste un traje que la hace
mitad torero, mitad toro, sin renunciar
a su condición de mujer. Sabemos
que el toro es uno de los animales
de la Gran Diosa, de la Diosa Madre,
pues sus cuernos rememoran el crecimiento de la luna. Esa luna-toro se
trasladó a la iconografía cristiana
como la luna-cuernos del diablo que
pisa la Virgen María en alguna de sus
imágenes, manteniendo el manto
lleno de estrellas en suficientes ocasiones como para que olvidemos el
origen pagano de tales símbolos. La
danza del toro, el ruedo donde da
vuelta el tiempo y su luminosidad
Pragati Sood, durante una actuación en Barcelona
7
recordemos que el propio traje del
torero se conoce como “traje de
luces”-, pertenece a ceremonias
ancestrales en las que la mujer tenía
un papel indispensable. Es el caso
de las tauromaquias cretenses, pero
también de la danza de las adoradoras de Khishna, o de las “mayas” en
todo el Mediterráneo, que reviven los
cultos, en el mes que acabó dedicándose a la Virgen María, a la Tierra
y a la fecundidad de la Tierra.
repetimos, nostalgias ni tampoco
una visión travestida del mundo en
la que “espiritualidad” pueda confundirse con “fanatismo” y “respeto” con
“miedo”.
La lectura que a través de Sevilla
nos llega es plenamente contemporánea, plenamente diversa, mezclada, abierta, irónica, nos atreveríamos
a decir que “posmoderna” tanto en
la estética como en el fondo ético
que tal estética destila.
Ceremonia de la fecundidad, la
asociación entre el toro y el fuego, el
toro y la luna en sus diferentes fases
de luz y oscuridad, de aparición y
sombra, así como el sacrificio que el
toreo supone, y que tanto nos dice
de otros cultos semejantes como el
de Kali, manifestación, también, de la
Diosa.
Una ética de la acción, en la que la
belleza va de la mano con la armonía. Y esta sólo es posible cuando
todas las voces están representadas,
cuando se habla para los diferentes
sectores sociales sin menospreciar a
ninguno, pero sin aceptar la ignorancia tampoco, porque entonces no
estaría María Pagés siendo leal a sus
principios de creadora.
Pero hay algo en lo que no podemos dejar de detenernos, aunque
sea de un modo sucinto: no hay
nostalgia en la visión de esta Sevilla
de Pagés.
Hay la satisfacción del que crece y
sabe que la infancia real o simbólica
se construye con la materia del
sueño, y que ese sueño no será evasión, sino sueño que libera y emancipa cuando permite ser crítico y
crear, por tanto, alternativas. No hay,
La vemos cuando elige, para cantarle “a su pueblo”, la saeta que
escribiera Antonio Machado, con
toda la carga intelectual e ideológica
que mencionar su nombre supone, y
a la que puso música Serrat. En un
momento de la saeta se dice:
No puedo cantar ni quiero / a ese
Jesús del madero / sino al que anduvo en la mar.
Y también:
Cantar de la tierra mía / que echa
flores / al Jesús de la agonía / que es
la fe de mis mayores.
Y María Pagés hace que el baile y
la canción transcurran de espaldas al
público, y también de espaldas al
ídolo religioso.
Una vez más María Pagés aceptaría las palabras de Nietzsche, quien
en El nacimiento de la tragedia escribe:
Cantando y bailando manifiéstase
el ser humano como miembro de
una comunidad superior: ha desaprendido a andar y a hablar y está
en camino de echar a volar por los
aires bailando. Por sus gestos habla
la transformación mágica […] El ser
humano no es ya un artista, se ha
convertido en una obra de arte: para
suprema satisfacción deleitable de lo
Uno primordial, la potencia artística
de la naturaleza entera se revela
aquí bajo los estremecimientos de la
embriaguez. (2)
Para continuar:
[…] algo jamás sentido aspira a
exteriorizarse, la aniquilación del velo
de Maya, la unidad como genio de la
especie, más aún, de la naturaleza.
Ahora la esencia de la naturaleza
debe expresarse simbólicamente; es
necesario un nuevo mundo de símbolos, por lo pronto el simbolismo
corporal entero, no sólo el simbolismo de la boca, del rostro, de la palabra, sino el gesto pleno del baile, que
mueve rítmicamente todos los miembros. (3)
NOTAS:
RODRÍGUEZ MARTÍN, G.: art. cit., en
Revista “Doce Notas”, nº 13, veranootoño 2004, p.95
NIETZSCHE, F.: El nacimiento de la
tragedia, Madrid, Alianza Editorial,
1994, p. 45
Idem: p. 49
María Pagés
8
EL BAJO COSTE
DOMINA EL CIELO
INDIO
Enric Donate Sanchez
L
a campaña publicitaria del
gobierno de la India para
atraer al turismo extranjero
funciona. Lejos de liderar el sector turístico en la región de AsiaPacífico, la India continúa registrando buenas cifras en crecimiento de visitantes e ingresos
totales año tras año. En 2006
fueron 4.43 millones de llegadas internacionales, lo que
supone un aumento del 13%
respecto al año anterior. Su
gasto total ascendió a 6.569
millones de dólares, superando
en un 14.6% los registros de
2005. El país no deja de mejorar su difusión exterior con una
importante campaña publicitaria, Incredible India, que ha sido
galardonada con el premio Euro
Effies. Asimismo, la apuesta por
un turismo de calidad que comporte un enriquecimiento gene-
ral en las regiones receptoras,
respetando al máximo la economía tradicional y el medio
ambiente le ha supuesto el premio al mejor proyecto de turismo sostenible de World Travel
Awards.
bordo de trenes repletos de
pasaje empieza a pasar a la historia. Cada vez existen más formas de viajar, para todos los
bolsillos y para todos los nive
les de exigencia; con todo, no
siempre un mayor confort va a ir
Los transportes han experimentado en la última década una
verdadera revolución en la India.
La imagen del viajero intrépido a
ligado a precios exorbitantes.
Indian Railways ha puesto en
servicio nuevos trenes que realizan largas y medias distancias a
9
mayor velocidad y con mejores
prestaciones para el usuario. Los
Rajdhani Express unen Delhi
con las principales capitales
(Chennai, Bangalore, Mumbai,
Kolkata,
Ahmedabad,
Trivandrum, Bhubaneswar) y con
ciudades de media distancia
(Chandigarh, Jammu, Simla,
Kalka, Ranchi), mientras que los
Shatabdi Express efectúan recorridos intercity con otros orígenes y destinos. Con todo, es el
transporte aéreo el que ha sufrido en los últimos años una
mayor transformación. El último
informe
del
UNWTO
(Organización Mundial del
Turismo) sitúa a la India como el
líder del sector LCC (Low Cost
Carriers) en el continente asiático, con 7 grandes compañías y
más de 70 destinos cubiertos.
Conocer el subcontinente aún
requiere largas distancias, pero
cada vez es más fácil conocer
los cuatro costados de la India
cruzando sus cielos.
Con el milenio, llegó a Asia la
fiebre por el bajo coste. Esta
nueva modalidad de compañía
aérea nacida en Estados Unidos
donde la legislación de navegación aérea era más laxa, pasó a
Europa con un éxito espectacular, llegando a Asia tras su
implantación en Australia y
Nueva Zelanda. En viajes de
placer, las líneas aéreas de bajo
coste ofrecen precios muy com10
petitivos, en especial a los clientes previsores. Las aeronaves
más comunes en este tipo de
vuelos son Airbus A320 y
Boeing 737 con equipamientos
limitados, un hecho que reduce
sensiblemente el coste de
adquisición de los aparatos. La
compañía pone a la venta una
sola clase y reduce al máximo
los servicios a bordo incluidos
en el precio, que pasan a ser
facultativos. En muchos casos,
estas compañías eligen aeropuertos con menos tráfico para
aumentar sus cotas de puntualidad y reducir los tasas aeroportuarias. La venta de sus produc-
tos se realiza casi exclusivamente a través de Internet,
donde priman los e-tickets y se
permite la adquisición de vuelos
de un solo trayecto, sin perjuicio
para el pasajero.
En la India la primera compañía
en operar en condiciones de
bajo coste fue Air Deccan, con
sede en Bangalore [www.flyairdeccan.com].
Su
vuelo
Bangalore-Delhi empezó el 25
de agosto de 2003 con un ahorro del 30% respecto a las tari-
fas de Indian Airlines, Air Sahara
y Jet Airways. El éxito de Air
Deccan operando desde el
aeropuerto internacional de
Bangalore, con un segundo hub
en Chennai, le ha llevado a
cubrir 64 rutas, con 350 vuelos
diarios. Un vuelo entre
Bangalore y Delhi suele costar a
partir de las 3000 rupias con
tasas incluidas. A parte de
Bangalore y Chennai, Air Deccán
cubre las rutas a los mayores
aeropuertos del sur (Trivandrum,
Kochi, Coimbatore, Calicut,
Madurai, Tuticorin) y a Port Blair,
en las Islas Andamán y Nicobar.
También tiene una buena
cobertura en la zona central con
vuelos a Hyderabad, Goa,
Mumbai,
Pune,
Tirupati,
Vishakhapatnam
y
Bhubaneswar, entre otros.
Desde Kolkata opera a las principales ciudades del nordeste
(Agartala,
Imphal,
Aizwal,
Dimapur o Dibrugarh), mientras
que el aeropuerto de Delhi le
sirve de base para los destinos
del Himalaya entre los que
cuenta
Kullu,
Shimla,
Dharamshala, Leh, Jammu y
Srinagar.
Mucho más joven se presenta
Spicejet, la compañía del chilly
[www.spicejet.com]. Nacida en
el 2005 con base en Delhi ofrece vuelos a 11 de los principales
destinos, incluyendo Jammu y
Srinagar. Su campaña de lanzamiento fue una exitosa venta de
vuelos a 99Rs., a los que han
seguido tarifas promocionales
desde 999Rs. A diferencia de las
líneas de bajo coste, Spicejet
ofrece un buen servicio a bordo
y su principal target son los
usuarios del ferrocarril con AC,
con el que puede competir por
precio, servicio y horarios. La
reforma del aeropuerto Indira
Gandhi de Delhi es el siguiente
paso para el desarrollo de la
compañía desde la capital india.
El aeropuerto Chhatrapati Shivaji
de Mumbai es la sede de Go Air
[www.goair.in]. Esta compañía
aún en crecimiento opera a
diversas destinaciones del sur y
el oeste del país. Inauguró su
primer vuelo en noviembre del
2005 y está actualmente experimentando un aumento de la
oferta tanto en destinos como
en frecuencia. Por ello, en
2007 va a recibir una serie de
encargos a la industria aeronáutica internacional que mejorarán
su flota actual. Las tarifas promocionales desde Mumbai a
Hyderabad o Bangalore empiezan desde las 500Rs.
El éxito de estas compañías
que, según previsiones de la
UNWTO, coparan el 70% del
mercado indio hacia el 2010, ha
arrastrado a las líneas aéreas
tradicionales. Indian Airlines
[indian-airlines.nic.in], Jet Airways
[www.jetairways.com] y Sahara
Airlines, ahora Jet Lite [www.jetlite.com] se han visto forzadas a
bajar precios, aunque todavía
mantienen la doble tarifa para
ciudadanos indios y extranjeros,
cosa que las convierte en oferta
poco atractiva para los viajeros
españoles. Hasta hace poco las
compañías tradicionales eran
las únicas en operar vuelos a
destinos populares como Leh en
J&K, pero esta exclusividad parece decaer en favor de una
democratización del acceso al
transporte aéreo. Un caso peculiar, dentro del sector es la compañía
Kingfisher
Airlines
[www.flykingfisher.com]
que
pasó de línea de bajo coste a
línea aérea convencional en
2006.
Cabe mencionar también Air
India Express [www.airindiaexpress.in], subsidiaria de la gran
compañía nacional, que ha
empezado a ofertar vuelos entre
la India y el sudeste asiático:
Bangkok,
Singapur,
Kuala
Lumpur y Colombo. Asimismo,
opera rutas hacia Oriente Medio;
Oman, Qatar, Bahrein, Kuwait y
los Emiratos Árabes Unidos
están entre sus destinos en la
región. El experimento de Air
India supone la primera inmersión de una compañía india en
las rutas internacionales de
media distancia.
En conjunto, la salud del transporte aéreo en la India es excelente. Hay muchas y buenas
perspectivas de crecimiento.
Parece que los operadores
indios han alcanzado la madurez en poco tiempo, pero todavía les queda margen por recorrer. La ampliación de las flotas y
la apuesta por líneas de media
y larga distancia internacional
son tal vez los retos más interesantes para las compañías existentes.
La tendencia generalizada en
las grandes marcas a crear su
sello low cost se está repitiendo
en la India, lo que augura una
mayor competencia en el mercado. Si a ello sumamos, que el
trato de las líneas de bajo coste
en la India es exquisito, así
como los servicios a bordo, frente a la parquedad de los ofrecidos por sus homólogas europeas, la elección de un vuelo de
bajo coste para cruzar la India
parece hoy día la opción más
práctica y cómoda. Con todo,
para los nostálgicos siempre
quedará el Himsagar Express.
Pawan Hans, el mayor servicio por helicoptero de Asia
11
EL COLOR DE LA INDIA
Vicente Molina Foix
M
i India es italiana por casualidad, aunque mi relación
entera con ese país nació
casualmente. Yo no tenía a la India en
la cabeza -plantada en el campo de
los sueños- como destino primordial,
del modo en que muchos ‘hinduístas’
de mi edad y más jóvenes la han
tenido, algunos a la espera aún del
viaje soñado. Llegué en febrero de
1993 a la capital del país sin haberlo
deseado nunca -como deseaba a
Egipto, a Islandia, como sigo deseando a México-, y por ello sin haberlo
leído apenas. En Delhi, mi amigo el
diplomático Santiago Salas me pasó
un ejemplar de ‘A Suitable Boy’, la
novela de Vikram Seth entonces
recién aparecida (y que, convertida
pronto en un ‘bestseller’ mundial, llegaría a España con el título de ‘Un
buen partido’); sus casi 1400 páginas
fueron una buena compañía por el
noreste de la India y Nepal hasta que,
a punto de terminarla, descubrí y
compré en una pequeña librería de
libros usados de Katmandú ‘L´odeur
de l´Inde’, la traducción francesa de
un relato de viajes de Pasolini. Mi primer italiano indio.
He hecho desde entonces los deberes de ‘indiomanía’ literaria, a la vez
que seguí viajando regularmente por
distintos estados del sur y el norte. He
leído las ‘indias’ de Forster y de
Ackerley, de Hesse y René Daumal, la
traslaciones más o menos fieles de
Sir Richard Burton y Alain Daniélou,
las moradas místicas de Isherwood y
Huxley, el ensayo de Octavio Paz y la
fantasía de Martínez Sierra, incluso las
divulgaciones de Calasso y Dalrymple,
mientras trataba de ponerme al día
en los autores nativos de sus diversas
lenguas, desde Mirabai a Anita Desai,
pasando por Tagore, G.V. Desani,
Narayan, Rushdie y Ghosh. Siguiendo
la pista de Pasolini llegué al
‘Esperimento con l´India’ de
Manganelli, y un día en Venecia
encontré saldado un tomito de Guido
Gozzano cuya ‘copertina’ de miniatura erótica rajastani me atrajo más que
su título, ‘Verso la cuna del mondo’.
Por culpa de estos tres últimos escritores, la ‘India of my mind’ tiene el
color de Italia.
Olores indios. “El olfato es el más
animal de nuestros sentidos, y esto
confirma el neoprimitivismo de
Pasolini”, dice Moravia, compañero de
viaje en 1961 (junto a su mujer Elsa
Morante) del autor de ‘Teorema’, en
un apéndice a la edición española de
‘El olor de la India’. El libro no responde, sin embargo, al título, pues más
que olfatear, Pasolini miraba: “los
indios nunca están alegres: sonríen a
menudo, es cierto, pero se trata de
sonrisas de dulzura, no de alegría”. O
recapacitaba en su estilo más comba-
tivo contra la Europa de las religiones
de estado y la vulgaridad burguesa,
angustiado por la posibilidad de que
un país que ama tanto como la India
se occidentalizase de “manera mecánica y deteriorada”. Y un pensamiento ambiguo, tal vez culpable, que
entiendo muy bien, respecto a los
rasgos lenitivos de la dominante religiosidad hindú o jainista: “Si el indio
pierde su inseguridad, su mansedumbre, su carácter temeroso, su pasividad, ¿en qué se convierte?”
Manganelli hizo de periodista (le
envió a la India la revista italiana ‘Il
Mondo’ en el año 1975), y como tal
se mostró impertinentemente sabueso, por ejemplo con Hesse: “En
‘Siddharta’ la gente muere a orillas de
ríos alegóricos y, en conjunto, reina un
olor a madera de sándalo”. Finísima
nariz de Manganelli: “Leyendo la
novela de Hermann Hesse, se olvida
que los excrementos existen”. Mi
12
amiga romana Domitilla Cavalletti, con
la que ya he viajado tres veces a la
India (y se sabe, diría yo, de memoria
a Manganelli), utiliza siempre que nos
acercamos por carretera a una de sus
grandes ciudades el adjetivo “esfintérico”; más que en ningún otro país
que yo conozca, las aglomeraciones
urbanas de la India son desparramados entes vivos, y para llegar al hotel,
al templo, al palacio o a la mezquita,
antes hay que pasar por un interminable y hediondo intestino grueso.
¿Cabe hacer himnos a la suciedad
rectal? Manganelli, cuando menos,
desconfía de nuestra aseada, aséptica civilización, que “ha encerrado sus
propias deyecciones en inmaculadas
jaulas de cerámica”, y rastrea en la
India una “suciedad original, que es la
del albor de los tiempos, y que nosotros hemos traicionado, como lo
hemos hecho con todo nuestro cuerpo, con nuestros pelos, nuestro sudor,
nuestras uñas, nuestras partes genitales, nuestros esfínteres”. La India es el
reino de lo innegable. De lo manifiesto.
El país más pudoroso y santo que
conozco a la vez que el menos avergonzado de su propia exposición física, de su orgánica materialidad.
No es preciso ser italiano para admirar la proliferación, el énfasis teológico, los actos de piedad reiterados, la
“poesía de lo superfluo y la ciencia de
las cosas inútiles”, palabras, éstas últimas, con las que caracteriza a la India
Guido Gozzano, otro poeta, excelente
poeta crepuscular, que también viajó
allí como ‘reporter’ (a cuenta del diario ‘La Stampa’ de Turín), si bien sus
crónicas poseen un nivel de veleidad
metafórica y atención a lo inactual
que pocos jefes de redacción actuales dejarían pasar (por no hablar de
los correctores de estilo).
Es cierto que la India sorprende,
sobre todo si se llega sin previo aviso
(ya he dicho que ése fue mi caso), por
el despilfarro de sus signos, una
riqueza natural que, sin paliar la
pobreza, le da una mortaja llevadera,
voluptuosa. En el parque de Delhi que
rodea el minarete de Qutab, la primera tarde de aquel primer viaje casual
de 1993, los grandes pájaros negros
posados ruidosamente sobre las
ramas no me dejaron ver los árboles;
más cuervos que en toda la literatura
gótica anglosajona. Gozzano, de visita en un Hospital de Animales de
Bombay, se extasía por el espectáculo (¡y el hedor!) de las numerosas
especies allí ‘internadas’: “falanges de
bestias de carga, rocines de plaza,
búfalos, cebúes demacrados o hidrópicos, derrengados, anquilosados,
cubiertos de úlceras y de llagas,
monos, perros, gatos ciegos, mancos,
sin pelo: una parodia lacrimógena del
Arca salvadora”. [Montale, gran entusiasta y difusor de Gozzano, dijo de él
que era el primer poeta que “soltó
chispas haciendo entrechocar lo áulico con lo prosaico”. Y a continuación
casi lo mismo, pero dicho por el propio Gozzano, proclamando que escribía con “el estilo de un escolar un
poco corregido por una criada”].
Ante tanta penalidad malamente
preservada en el Hospital de Bombay,
Gozzano insiste: “Nuestra piedad
occidental se subleva, pregunta indignada porqué no se les da a esas
pobres bestias el golpe de gracia,
adormeciéndolas con una doble
dosis de cloroformo”. Y el escritor italiano escucha de su anónimo interlocutor de Bombay una réplica: “Porque
no se tiene derecho a destruir una
vida, cualquiera que sea”. Vivir para
sufrir, reflexiona Gozzano; ¿sufrir para
qué? “Para extinguir en la rueda de
las encarnaciones infinitas el deseo
de existir”, le responde el mismo
hombre del hospital. ¿Y si fuese verdad?, escribe el autor de ‘Verso la
cuna del mondo’, momentáneamente
convertido al dogma de la reencarnación. Siguiendo ya la hipótesis, cierra
Gozzano el capítulo de sus crónicas
indias titulado ‘El vivero del Buen
Dios’ con la implícita aceptación de
que el gusano, el perro y el hombre
tal vez no sean sino “distintas graduaciones del espíritu”.
Imposible no ser animalista en la
India, sin necesidad por ello de creer
que bajo el rumiante remolón o el
ave de presa atenta al menor despojo hay un tendero reencarnado. El
animal vence allí tanto por desdeñoso y peripatético, si es vacuno, como
por presumido: el destello del negro
de los cuervos, sociables de buena
mañana cuando uno deja algo de
pan o café en el servicio del desayuno; la comedia más que humana de
las familias de monos que saltan a
cientos de los árboles a los coches en
parques naturales y templos selváticos, siempre con la burla de sus arti-
Clientes sin bolsillo, foto de José Ramón Huidobro
13
mañas en la cara; la coraza sentimental de los elefantes, ni siquiera
alarmados ante el paso de los turistas
cuando hay bebés ejercitando su
trompa en la charca. La vaca filosófica india es adorable, pero el elefante,
el mono y el cuervo dan cara a mi trimurti zoológica.
¿No me estaré poniendo orientalista? Es otro gran peligro del viajero
indiómano: el esteticismo de las cantidades. Gozzano cayó en él, con su
brillante armería verbal, al describir un
combate de monas y urracas en un
mercado, o embaucado por el “ojo
microscópico, casi perdido en la mole
de la cabeza”, de los elefantes, donde
el escritor ve alternarse “un resplandor indefinible de astucia irrisoria y
bondad indulgente”. Yo, por inclinación natural más débil (y peor pertrechado de retórica que el doliente
poeta piamontés), corro mayores riesgos de molicie o “pigricia contemplativa”. Así que trataré de volverme
“ciego en torno a las imágenes recibidas”, como le escribiera Rilke en una
carta a Benvenuta. Mi simbólica
ceguera imaginista sería, de funcionar,
más modesta que la del poeta de las
‘Elegías de Duino’, adoptada la suya
en aras de la salvación del “alma
14
poética”: la mía, una mera purga de la
concupiscencia de la mirada. Y en mi
intento vuelvo a Pasolini y Manganelli,
quienes, sin perder un matiz del colorido indio ni rehuir el shock olfativo,
supieron ver en sus viajes periodísticos el contenido de la religión.
Ya antes me referí a la idea purista,
para él tan reconfortante, que Pasolini
se formó de la profunda observancia
religiosa de los hindúes; a ellos, sostiene en su libro el cineasta y poeta,
la fe les hace substancialmente mejores, al contrario que a los católicos
europeos. Manganelli es menos
absoluto; para él, la sociedad, la cultura india, no dejan lugar a la “piedad
individual”, pues rechazan esa “caridad dolorosa, desesperada, que en el
Occidente se liga a lo efímero”. En la
India existiría así, según el autor de
‘La ciénaga definitiva’, una “piedad
cósmica”, la “consciencia de una
pena universal y anónima que nos
toca a todos y a todos nos consagra”.
Y, remata Manganelli su cábala: “Esta
ausencia de piedad individual transforma a la sociedad india en un lugar
trágicamente inaccesible, ganado por
una dulzura dramática, incomunicable, una indiferencia sin desdén, sin
remordimientos, sin indulgencia.”
Yo accedí a la India por el norte,
y mi primer modelo de ‘letanía’ esculpida fue Khajuraho,
donde en muchos de los
veinte templos sembrados en
el prado próximo al pueblo
predominan las figuras concupiscentes más entregadas y
felices del arte universal. Pero
se trata de esculturas en piedra, realizadas a finales del
siglo X de nuestra era y semejantes en nobleza de talla y
vigor compositivo a las que
adornan pórticos y capiteles
del posterior gótico europeo.
Por mucho que las ‘apsaras’ o
‘doncellas celestiales’ de
Khajuraho se contorsionen
lascivas, luciendo al sol la
desnudez prometedora de
sus carnes, por mucho que las
parejas amatorias se unan en
penetraciones de alta gimna-
sia tántrica y el escultor recoja también la copulación del hombre con
los animales, el espectador, aunque
sea igual de ateo que yo, no pierde
de vista la matriz religiosa del programa trazado en los muros; las imágenes eróticas de los templos de
Khajuraho y otros conjuntos importantes del norte y centro de la India
(como Konaraka y Puri) trasmiten el
efecto trascendental y bonificador de
una creencia profunda, verdaderamente edificante. Yo podría ser miembro de una religión así de inamovible
en sus símbolos, tan gozosa y ordenada.
Ahora bien, en el último viaje (febrero/marzo del 2004) llegué al sur, al
estado de Tamil Nadu, que me pareció el solar arquetípico de todos los
Sures del mundo. Yendo por carretera
desde el estado de Kerala, la primera
parada fué Madurai, que más que
una inmensa población (casi millón y
medio de habitantes) es un templo
que ha fructificado de manera orgánica y monstruosa en una ciudad. Y
tuve la gran recaída. Me sentí casi
igual de abrumado que Rilke por el
espectáculo del paisaje de nubes y
cielo de Ronda, ante cuya belleza
subrayada, múltiple, el poeta reconoció la obligación de “dejar de ocuparme de las cosas externas”.
Meses después de mi visita sigo
sin saber si el recinto templario de
Madurai que honra a la deidad menor
Minakshi, la “diosa de los ojos de
pez”, es hermoso o sólo pasmoso: un
problema no tanto de juicio estético
como de procedencia geográfica o
perfil genético, pues la capa de pintura chillona que hace seis o siete años
se le ha dado a los conjuntos de figuras de yeso agobiantemente erigidas
en el exterior de las ‘gopuras’, ‘mandapas’ y porches de los templos los
hace demasiado semejantes a los
‘ninots’ festivos de mi tierra, bien los
que se entregan al fuego las noches
de San Juan y San José o aquellos
que desfilan con alzas de gigante y
cabezotas acartonadas en las procesiones populares.
Manganelli resume muy bien ese
arte escultórico del sur indio cuando
habla de una escultura “en bandas”:
‘bandes dessinés’, diría yo. Un tebeo
sobre los mitos y ritos de los grandes
y pequeños dioses de la teología
hindú en el que, sigo con el escritor
italiano, “se tiene la impresión de ver
una gigantesca cabellera escultural,
tan tupida que no deja vacío entre las
mechas. Esos escultores ignoraban el
aire, el espacio, la escansión: su densidad es la del caos”.
Esa “manera asiática de descubrir a
los dioses” en la que Manganelli
captó una invención errática, una
dilatación infinita y tortuosa, una
genealogía de encarnaciones sucesivas y simultáneas, un –me parece a
mí, en suma- impudor decorativo y
negación de todo concepto edificatorio o escultórico, inclina al descreimiento, al cinismo. He ahí un repertorio de la contrarreforma, una sinuosidad jesuítica, una concentración de
mal gusto litúrgico que confiará, como
los sacerdotes de las peores religiones, en que el fiel, por serlo, comulgue con la ostentación, la vacuidad y
el batiburrillo. Los templos repintados
de Tamil Nadu me volvieron a hacer
incrédulo y hasta un poco iconoclasta. ¿Cómo ponerse a rezar a los monigotes de unas fallas protovalencianas?
Sé desde luego que el coloreado
crudo y estridente que los tamiles
dan ahora, cada diez o veinte años, a
las esculturas de muchos (no todos)
de sus edificios religiosos no es falso,
pues, al igual que los de otras religiones antiguas, aquellos templos estaban originalmente pintados. Al
Partenón, sin embargo, le han dejado,
y muy juiciosamente, su pérdida de
color en el tiempo. En Tamil Nadu le
temen a la piedra desnuda y al blanco, un color (o falta de él) que puede
recibir cualquier otro color, como
decía en 1557 el misterioso tratadista
artístico Coronato Occolti, nuestro
último italiano observador. Y ese
temor tamil a no lucir, a acoger mansamente las manchas naturales del
sol o los pájaros, a dejar el cuerpo de
sus dioses y héroes descascarillado
por la mano de los siglos, me ahuyentó.
¿Renegar del sur, yo, que lo llevo
en la cara? Me queda mucha India
por recorrer, y “una distribución azarosa de los colores más atractivos
jamás producirá tanto placer como
una imagen certera sin color” (esta
frase no es italiana, sino de un griego
que no llegó a hacer periodismo:
Aristóteles).
De ahí mi voluntad de seguir experimentando más el olor de la India. De
no dejarme arredrar por sus ciudades
y pueblos esfintéricos. Tal vez así llegaré, sin credo pero con vocación, a
la cuna del mundo.
15
AMI CHINI GO CHINI
TOMARE: VICTORIA
OCAMPO RECUERDA A
SU GURUDEV
Mukur Kanti Khisha
Tagore con Victoria Ocampo
Durante mis cerca de 35 años de
servicio como diplomático de la
India, tuve la oportunidad de
conocer y conversar con muchas
personas supuestamente muy
importantes de la talla de presidentes y primeros ministros de
numerosos países. Sin embargo,
hay una persona que, sin pertenecer a esta categoría oficial, consigue eclipsar al resto en mi memo-
ria. Me refiero a Victoria Ocampo,
la venerada videshini, Musa de
Rabindranath Tagore. Tuve la
buena suerte de reunirme y hablar
con ella en diversas ocasiones
cuando desempeñé mi misión
como Primer Secretario de la
Embajada de la India en Buenos
Aires, de mayo de 1965 a junio de
1968. Su memorable conexión
con Rabindranath Tagore es bien
conocida y fue ella quien le sirvió
de inspiración para escribir canciones como Ami Chini Go Chini
Tomare Ogo Videshini y diversos
poemas, como Vidshi Phul, Athiti,
Ashanka, Milon etc. Durante su
estancia en Buenos Aires, Tagore
escribió muchos de los poemas
incluidos en Puravi, dedicados a
su Vijaya.
Recuerdo vivamente nuestro primer encuentro en abril de 1966.
Era una tarde de domingo cuando
Victoria Ocampo accedió amablemente a recibirme, junto a mi
esposa, en su ancestral residencia
familiar, conocida como Villa
Ocampo, situada en San Isidro, la
colonia meridional de las afueras
de Buenos Aires. Mi esposa llevaba un ramo de rosas y yo le llevé
un bonito paquete del Consejo
Superior del Té Indio con un atractivo envoltorio de regalo en el que
había una inscripción dorada –“Té
16
Villa Ocampo
de la India: Símbolo de Amistad.”
La gentil Señora Ocampo nos
agradeció efusivamente las flores
y comentó que le hizo mucha ilusión el paquete de té indio, porque ella lo adoraba.
Mi esposa Gloria vestía un sari y
como la señora Ocampo la felicitó
por el impecable español que utilizó, Gloria tuvo que desvelar el
secreto de que ella era española
de nacimiento, por lo que la lengua de Cervantes era su lengua
materna. Entonces fue mi turno de
relatar a nuestra distinguida anfitriona que yo era de Bengala y
que mi lengua materna era el
bengalí. Esta revelación fue como
una varita mágica. Tuvo el efecto
de “Ábrete, Sésamo”. Su cara se
tornó radiante y sus ojos brillaron.
“¡Entonces usted habla la misma
lengua que Gurudev!” exclamó
embargada de emoción. “Todavía
recuerdo la única palabra en bengalí que Gurudev me enseñó
–Bhalobasa.” Ella disipó toda
muestra de formalidad y comenzamos a conversar como si nos
conociéramos desde hace años.
En bengalí también llamamos a
Tagore Kavi-Guru y Kavindra, y
mencioné que, para nosotros, no
es únicamente un gran poeta,
sino también un magnífico gurú.
Kavindra significa que él es Indra
entre los poetas, siendo Indra el
rey de los dioses. Y también rima
con su nombre –Rabindra. Es
aclamado como Visva-Kavi, no
sólo el poeta del mundo, sino el
poeta del universo entero.
“Señora Ocampo, por favor, relátenos algo sobre el gran hombre a
quien usted llegó a conocer tan
de cerca” le pidió Gloria. “He escuchado mucho a mi marido y a sus
amigos bengalíes sobre las
espléndidas relaciones que tenía
usted con él. Me han dicho que le
tenía a usted en mente cuando
escribió la canción –Ami Chini go
Chini Tomare Ogo Videshini. La he
oído entonar en innumerables
ocasiones cuando hay una sesión
de Ravindra-Sangeet con una gran
asistencia de bengalíes, que la
escogen como un favor especial
hacia mí. Aunque yo no pueda ser
la “desconocida dama pálida” de
la canción, en sus ojos aparezco
como una videshini, una señora
proveniente de una tierra extranjera”.
“Hay tanto que contar, que no sé
por dónde empezar”, respondió.
“Considero que fue un feliz accidente
encontrarme
con
Rabindranath Tagore. Corría el año
1914 y yo era una infeliz joven de
veinticuatro años. Me encaminaba
a una terrible crisis emocional.
Llevaba casada dos años, lo que
era un completo desastre. Pero
debía mantener las apariencias
puesto que no quería herir los
sentimientos de mis padres. Me
encontraba en una confusión
abismal y buscaba una salida a
ese túnel tenebroso. Quería huir
de mi marido para no guardarle
más odio del que ya le tenía. Al
mismo tiempo estaba apasionadamente enamorada de Julián, un
primo de mi marido. En ese
momento crucial encontré, por
azar, en una librería, un librito de
poemas del poeta indio
Rabindranath Tagore, que había
ganado el Premio Nóbel de literatura en 1913. Era la traducción
francesa de Gitanjali, Una Ofrenda
de Canciones, por André Gide. Lo
compré sólo por curiosidad. De
hecho, fue para mí un regalo divino. En aquella época, yo vivía a la
altura del 675 de la calle Tucumán,
en el centro de la ciudad de
Buenos Aires. De vuelta a casa,
me puse a leer los poemas de
Gitanjali inclinándome hacia la
chimenea de mármol blanco. Los
versos de estos poemas me llegaban como un bálsamo suavizante
y me sentía transportada a otro
mundo. Tragaba, como una persona hambrienta, cada palabra con
gran voracidad. Jamás pude describir lo que sentí en la profundidad de mi ser.”
Se levantó y nos pidió que la
siguiéramos. “Quiero mostrarles
aquella chimenea de mármol que
fue testigo de mis emociones
rebosantes aquel día. Cuando
iban a derribar la casa de la calle
de Tucumán, decidí traerla e instalarla en Villa Ocampo. Aquí la tienen. Tengo un extraño apego a
esta compañera inanimada que
compartió todos mis secretos de
aquellos días turbulentos de mi
vida.”
Después de una breve pausa
para que la asistenta pudiera servirnos el té, siguió contándonos:
“Pese a que me crié según la tradición estrictamente católica, yo
había perdido la fe en Dios. Dios
me parecía demasiado exigente,
vengativo e implacable. Vivía en
un mundo sin Dios y sin amor que
yo detestaba intensamente. No
obstante, en los poemas de
Tagore encontré un concepto diferente de Dios y de amor. Los primerísimos versos - ‘Me has
hecho sinfín, tal es tu placer. Esta
17
frágil barquita la vacías una y otra
vez, y la llenas de vida nueva una
y otra vez’ me llenó de la frescura de un perfume eterno. Seguí
leyendo como una persona con el
alma poseída. ‘Tus regalos infinitos me llegan sólo en estas mis
manos pequeñas. Pasan edades,
y sigues vertiendo, y todavía
queda lugar para llenar.’ No pude
parar. ‘Ahora es tiempo para permanecer quieto, cara a cara contigo, y para cantar dedicación de la
vida en este silencioso y preponderante ocio.´ La vida se iba revistiendo de un nuevo significado
para mí. ‘Sólo estoy esperando al
amor para entregarme por fin en
sus manos. Por eso es tan tarde y
por qué he pecado de tales omisiones (That is why it is so late
Victoria Ocampo
and why I have been guilty of
such omissions). Las palabras y
las ideas que encarnaban estos
versos penetraban mi alma. ‘¿Has
oído sus pasos silenciosos? Él
viene, viene y siempre viene. Cada
momento y cada tiempo, cada día
y cada noche él viene, viene y
siempre viene.´ Me sentí agradecida al invisible poeta indio que
me trajo ese consuelo infinito. La
experiencia fue única, como si
estuviera bajo un hechizo. Era
como un tipo de redención y salvación para mí. Me sorprendía
cómo este poeta de lejana procedencia llegaba a mis sentimientos
más recónditos. Los poemas de
Gitanjali me arrastraron irresistible18
mente hacia el autor, forjando un
lazo entre él y yo. El Nóbel de la
India se convirtió en mi ídolo queridísimo. Pero tuve que esperar
diez largos años antes de tener la
oportunidad de fijar mis ojos en
él.”
En la India y particularmente en
Bengala también celebramos este
encuentro y su feliz desenlace.
Consideramos nuestra gran dicha
que este encuentro entre Gurudev
y su Vijaya tuviera lugar. Le estamos agradecidos por cuidar con
gran afecto de él durante su recuperación en un lejano país como
Argentina. Esto no es todo. Usted
sirvió de inspiración para muchas
de sus canciones y poemas.
Créame que usted es una verdadera celebridad para millones de
bengalíes. Y por derecho propio.
“Como es sabido, en 1924 el
Nóbel fue invitado como huésped
de honor por el Presidente de
Perú, Augusto Leguía, para asistir a
las celebraciones centenarias de
la victoria en la Batalla de
Ayacucho, que se había librado el
8 de diciembre de 1824. Aquella
batalla puso fin al gobierno colonial español y otorgó la independencia al Perú. El barco en el que
viajaba el ilustre pasajero tenía
previsto llegar a Buenos Aires el 7
de noviembre de 1924. En aquel
entonces, yo solía escribir para el
bien conocido diario La Nación,
que envió un reportero a
Montevideo para entrevistar a
Tagore durante su viaje de la capital uruguaya a Buenos Aires en el
barco Andes. Cuando el corresponsal quiso saber sus opiniones,
Tagore contestó: ‘Esperaba ver las
aguas del Río de la Plata brillando
como plata. Veo que no es así.
Me siento feliz escuchando el gorjeo de las golondrinas y estoy
impaciente por ver la tierra de la
que me enamoré tras leer el libro
de William Henry Hudson – Far
Away And Long Ago: A Childhood
Memory in Argentina.’ A la mañana siguiente, cuando la entrevista
se publicó en La Nación, los intelectuales argentinos hacían colas
delante de las librerías para comprar la versión española del libro
de Hudson – Allá Lejos y Hace
Tiempo. No tengo ni idea por qué
lo llaman River Plate en inglés. Río
de la Plata literalmente significa
River of Silver. Es posible que los
exploradores españoles vieran sus
aguas cristalinas brillando como
plata y lo nombraran así. Pero
hemos de compartir la desilusión
de Tagore ante su flujo fangoso de
hoy día.”
Al día siguiente, le dije que,
mientras paseaba por la Plaza de
San Martín, decidí ir al Hotel Plaza
para ver la habitación en la que se
alojó nuestro poeta nacional. Me
quedé decepcionado cuando la
recepcionista me comentó que el
ala que albergaba esa suite ya no
existía. Fue desmantelada durante
el proceso de renovación. Me
entregó una larga lista de personalidades ilustres que se habían
alojado en el hotel a lo largo del
tiempo. Fue una lectura impresionante, puesto que es un verdadero Quién es Quién de los ricos y
famosos del siglo XX, desde el
Rey Víctor Manuel III de Italia
hasta el Duque de Windsor, de la
Sra. Sukarno a Jacqueline
Kennedy, de Clark Gable a
Charlton Heston y de Gina
Lolbrigida a Marylin Monroe.
“Tagore llegó a Buenos Aires el
atardecer del jueves 6 de noviembre de 1924. Se dijo que sufría un
fuerte ataque de gripe y que no se
permitían visitas a su habitación
en el Hotel Plaza. Yo me moría por
ver a mi ídolo y me fui para el
Hotel Plaza acompañada de mi
amiga Adelia Acevedo. Nos recibió
en el hall del hotel un caballero
inglés de cabello rubio y ojos azules. Nos dijo que se llamaba
Leonard Elmhirst y que era el
secretario de Tagore. Dijo que los
médicos que le examinaron habían encontrado su corazón un
poco débil y habían llegado a la
conclusión de que no se encontraba en condiciones para aguantar
el arduo viaje por la Cordillera de
los Andes hasta Lima. Le recetaron
reposo absoluto durante un periodo indefinido antes de que pudiese emprender el viaje de retorno
en barco. Hubo que enviar al
Presidente Leguía de Perú un telegrama para informarle de lo sucedido. Aún no sé qué es lo que me
motivó proponer a Elmhirst que
pondría encantada a disposición
del poeta una finca para su descanso y recuperación. Lo propuse
espontáneamente, sin pensar
más. Pero parece que causó una
fuerte impresión en Elmhirst, ya
que nos condujo a Adelia y a mí
arriba, al piso en que estaba alojado Tagore, y nos pidió que esperáramos en la antesala. Fue a informar a Tagore y a pocos minutos
apareció Tagore vestido con una
túnica larga que le llegaba a los
pies. ¡Era el momento con que
había soñado durante tantos
años! Pero me quedé tan impactada de miedo que apenas me salía
palabra. Allí estaba de pie delante
de mí y yo tenía la cabeza dando
vueltas como si tuviera vértigo.
Ocurre que, cuando se obtiene lo
que más añora una persona, se
apodera de uno la sensación de
huir lejos de ella. Ese fue mi caso.
Sus poemas me habían hipnotizado y ahora estaba como una paralítica en su presencia. Su denso y
flotante pelo blanco y sus brillan-
tes ojos negros otorgaban a su
personalidad un aura de extrema
dignidad. Tenía 63 años, que le
ponían a la altura de la edad de
mi padre, pero no veía ni una arruga en su rostro. Movía sus manos
rítmicamente en forma de mudras.
No sabía qué decirle. La timidez
me convirtió en muda. En cambio,
Adelia comenzó a hablar sin parar,
como una cotorra, y me enojaban
mucho las impertinencias que
decía. Tuve que interrumpirla
repentinamente y, armándome de
coraje, comuniqué a Tagore lo que
había propuesto anteriormente a
Elmhirst, que yo pondría a su disposición una casa donde podría
estar cómodo para recuperarse.
Me miró de manera sosegada y
no estaba segura de si él me creía.
Mi apresurada despedida sorprendió mucho a Adelia, sobre todo el
que me quedase tan poco tiempo con el poeta de mis sueños,
después de armar todo lo que
había armado para encontrarme
con él.”
Gloria y yo quedamos extasiados
al escuchar a la señora Ocampo.
Queríamos que continuara y ella
se dignó a hacerlo. “Tan pronto
salimos del Hotel Plaza, corrí a ver
a mi padre para pedirle que prestara nuestra casa familiar en San
Isidro por una semana. Su respuesta fue un No rotundo. Estaba
desesperada, pero no dispuesta a
dejar el asunto zanjado así. Me
acordé de que Ricardo de
Lafuente, el marido de mi prima
carnal, había construido una casa
de campo a unas cuadras de la
nuestra. La llamaban Miralrío, que
significa Vista al Río, dado que
desde allí se tenía una vista excelente del Río de la Plata. Fueron
muy generosos en convenir cederla por una semana. Corrí hacia el
Hotel Plaza para informar a
Elmhirst de que había encontrado
un lugar adecuado y que yo me
haría cargo de su mudanza al
cabo de un par de días.
Necesitaba tiempo para limpiar los
cuartos de Miralrío y también para
dotarlo con todo lo necesario,
como las sábanas, toallas, cacerolas, utensilios, etc. Yo misma me
mudé a Villa Ocampo para estar
cerca de Miralrío. También envié
allí a mi vieja asistenta asturiana,
Fani, que siempre se comportaba
conmigo como una dictadora
desde mi niñez. No sólo eso; me
trataba como si yo fuera todavía
una adolescente. También mandé
a mi cocinero y al asistente para
que mi distinguido invitado y su
secretario pudieran tener todas las
comodidades. Era una casa bonita
con el diseño de una casa típica
del País Vasco. Tenía persianas verdes. El inmenso jardín estaba lleno
de rosas, espinos dorados y otras
flores de la estación. Desde el balcón del primer piso se divisaba
una vista magnífica del río. El miércoles 12 de noviembre me fui a
recogerlos a las 3 de la tarde.
Apenas salimos del hotel, nos
encontramos con un viento fuerte
y una tormenta de polvo.
Finalmente, cuando llegamos a
Miralrío, le mostré a Tagore su
dormitorio en el primer piso. Se
puso contento como un niño al
ver las nubes y el sol jugando al
escondite en el cielo. Miró las flores y escuchó el viento bramar
entre los árboles. Más que nada le
impactó ver el río desde el balcón.
Se convirtió en el sitio favorito
donde pasaría luego muchas
horas de ocio. La semana se
acabó rápido, pero los médicos
aconsejaron que le haría falta
pasar todavía más tiempo en
reposo. Hablé con mi prima y su
marido. Me alegré de que aceptaran alquilarme la quinta durante
19
Elmhirst con Tagore
todo el verano. Como no tenía
suficiente dinero, decidí vender la
pieza favorita de mis joyas, una
tiara de diamantes en forma de
media luna. Conseguí un precio
ridículo por ella, pero con él pude
pagar los 10.000 pesos de
alquiler. Me produjo una satisfacción incomparable poder hacer mi
homenaje al hombre que se convirtió en mi Gurudev. Empezó a
llamarme cariñosamente Vijaya,
que, según me explicó, era la traducción precisa de Victoria en
bengalí. Sonaba muy dulce en su
boca.”
Es una costumbre bengalí añadir
dada o da para abreviar y didi o di
que significan hermano mayor o
hermana mayor al final de un
nombre. Es una seña de respeto.
Siguiendo esta práctica, le dijimos
que deberíamos llamarle Vijayadi,
si nos lo permitía.
“No faltaría más,” contestó ella.
“Salvo el Gurudev, jamás se me ha
dirigido nadie como Vijaya. Pero
suena tan maravilloso que, cuando ustedes se hayan ido, me pro
20
ducirá nostalgia.” Antes de despedirnos, la señora Ocampo me
entregó un ejemplar de la versión
española de Puravi titulado El
Canto
del
Sol
Poniente.
Me la dedicó con su propia letra:
A Mukur Kanti Khisha con toda
simpatía estos poemas de mi
querido y admirado Rabindranath
– Victoria Ocampo, abril 1966.
Sacó una foto suya y se la regaló a mi esposa con la dedicatoria:
Para Gloria – Victoria Ocampo.
“Por favor, vuelvan a visitarme.
Como comprenderán, me gusta
recordar y hablar de Gurudev.
Tengo la suerte de contar con
unos oyentes tan simpáticos
como ustedes dos. Las puertas de
Villa Ocampo permanecerán siempre abiertas para ustedes.” De tal
modo nos lo dijo, que nos impresionó su sinceridad y nos alegramos de aprovechar su generosa
oferta.
II
Visitamos Villa Ocampo unas
cuantas veces. Siempre llevaba
conmigo el segundo volumen de
Rabindra Rachanabali (la edición
centenaria publicada por el
Gobierno de Bengala). Le leía poemas de Puravi en bengalí. La
señora Ocampo seguía atentamente verso por verso la versión
española. “Vijayadi, veo que desafortunadamente no todos los
poemas de Puravi han sido traducidos al español“, dije yo. “Como
sabe, Puravi contiene todos los
poemas escritos por Tagore, no
sólo en Buenos Aires o San Isidro,
sino también los que escribió en
los barcos, Harina Maru, Andes y
Giulio Cesare. Siguiendo el orden
cronológico, quiero seleccionar
especialmente los que de algún
modo se vinculan con usted.
Videshi Phul o La Flor de Tierra
Foránea se escribió el 12 de
noviembre, el día que usted llevó
a Gurudev del Hotal Plaza a
Miralrío. Atithi o El Huésped está
fechado el 15 de noviembre,
seguido por Ashanka, escrito el 17
de noviembre. Este ha sido traducido al inglés como Faint Heart.
Sesh Basanta o La Primavera
Pasada fue escrito el 21 de
noviembre y Chabi o El Rey el 26
de noviembre. El siguiente que
tenemos es Milon o La Unión,
escrito el 9 de enero de 1925 a
bordo del Giulio Cesare. En todos
estos poemas resalta la imagen
de una mujer cariñosa. Teniendo
en cuenta la época de su composición y su lenguaje, no cuesta
deducir que el poeta pensaba en
usted“.
“Ojalá, pudiera entender bengalí,”
dijo ella. “Suenan tan magníficos
con su propia rima. Este encanto
se pierde en la traducción. Hay un
dicho – el traductor es un traidor y
eso es la pura verdad. Al principio,
cuando escuchaba a Gurudev
cantando las canciones bengalíes,
las encontraba más bien monótonas si no aburridas. Después de
un corto tiempo, empecé a disfrutarlas mucho. Luego las echaría
de menos. Tras recibir un ejemplar
de Puravi, escribí a Gurudev preguntándole sobre su significado.
Me respondió: “Me preguntas el
significado del título del libro que
te he dedicado. Se titula Puravi,
que significa el Oriente en género
femenino.“ Años más tarde, en
1961, el señor Kshitis Roy, en
aquel entonces el Conservador del
Museo Tagore en Santiniketan, me
escribió una carta pidiéndome
que tradujera los poemas de
Puravi al español. Me explicó que
Puravi es una raga en la música
clásica india que se toca por la
tarde o al atardecer. También
mencionó que esconde una sutil
connotación que combina Rabi, el
nombre del poeta, y Purva, el
Oriente. Acepté el título propuesto
por él – Song of the Setting Sun,
que vertido al español fue Canto
del Sol Poniente.”Después de una
pausa para el té, Vijayadi retomó
el hilo: “Puede que suene egoísta,
pero debo confesar que en mi
corazón dije que bendita aquella
dolencia suya por durar tanto
cuanto pudo. Me dio la oportunidad de cuidar de él durante casi
dos meses en lugar de una sola
semana. Como mi cocinero trabajaba en Miralrío, yo me iba allá
cada día para comer y cenar. Pero
después de la cena me volvía a
Villa Ocampo para dormir. A veces
me sentía celosa de que mi
mucama y mi asistente permanecieran tan cerca de él las veinticuatro horas. Habría sido feliz durmiendo en el felpudo como un
perro bien adiestrado a la puerta
de su cuarto.”
Nos considerábamos afortunados de que nos tratase con un
afecto espontáneo. Dijo que
hablar con nosotros le daba la
ocasión de “dar rienda suelta a los
sentimientos” que tenía por su
Gurudev. La familiaridad generó
confianza y esto envalentonó a
Gloria cuando dijo sin pelos en la
lengua: “Vijayadi, tengo curiosidad
de saber una cosa. Espero que
sepa disculpar mi debilidad femenina. Quiero preguntarle: ¿qué
sentimientos tenía hacia su
Gurudev? Como ya sabrá, ha sido
el tema de muchas habladurías.
Diversos escritores han lanzado
indirectas sobre la naturaleza de
esta relación.”
Se quedó algo pensativa y dijo:
“Lo sé todo. No me apetece
mucho hablar sobre este asunto.
Le puedo decir con toda franqueza que sentía una ternura especial
hacia él. Si lo llama amor, era
enteramente espiritual. Lo he
comentado en mi Autobiografía.
En cuanto a mí, es absurdo confundir el amor con la actividad
sexual. Gurudev tenía la misma
edad que mi padre. Yo le miraba
con afecto y admiración genuinos.
Fue una experiencia maravillosamente grata estar con él y escucharle era una fuente de inspiración. Celebro cada momento que
pasé con él. Algunas veces se
comportaba más bien como un
niño. Quizá ese fuera un rasgo de
su grandeza. Había ocasiones que
me causaba ansiedad y me veía
obligada a hacerle alguna que
otra advertencia. Un ejemplo es la
corriente incesante de visitas que
recibía cada día en Miralrío. Era
realmente agotadora para él. Pero
él ni se daba cuenta de esto. Con
la ayuda de Elmhirst tuve que
ponerme a controlar estrictamente
el horario de las visitas y el número de las visitantes. Cuando me
encontré con él en 1924, mi vida
estaba en una etapa de transición. Diez años después de mi
desastroso matrimonio, conseguí
la separación legal de mi marido
en 1922. Me mudé de la casa en
la Calle Tucumán a un apartamento en la Calle Montevideo para
vivir sola. Pensaba que había recuperado mi libertad perdida. Pero
Julián seguía todavía muy presente en mi vida y puedo afirmar
categóricamente que no sentía
necesidad alguna de tener un vínculo físico con ninguna otra persona. Me alegre de leer lo que
Gurudev sentía por mí en el libro
Alapchari Rabindranath, escrito por
Rani Chanda. Él se refiere a mi
preocupación por su bienestar,
puesto que seguía preguntándole
constantemente – ¿Puedo hacer
algo por usted? Me siento halagada por sus piropos al encontrarme
inteligente, talentosa y estudiosa.
Más que eso, fue noble por su
parte que comparara mi dedicación a él con la de la Hermana
Nivedita a Swami Vivekananda.
Para mí no puede haber mayor
homenaje.”
Para cambiar de tema, dije:
“Vijayadi, visité Shantiniketan por
primera vez en 1953 cuando cursaba el tercer año de mis estudios
en el Presidency College de
Calcuta. Me impactó ver la silla
que le había regalado a su
Gurudev. Él la llevó a
Shantiniketan donde era su mueble favorito para tomar descanso.
Su predilección por esta silla se ve
expresada con mucho vigor en el
poema número 4 de Shesh Lekha.
Escribió este poema titulado La
Silla Vacante el 26 de marzo de
1941, pocos meses antes de su
fallecimiento. No me imaginaba
que un día como este estaría conversando de cara a cara con su
Vijaya sobre ella.
21
Se puso contenta y dijo: “Durante
su estancia en Miralrío, Gurudev
seguía la rutina. Por las mañanas
cuando escribía, no se permitía a
nadie que le molestara. Luego
daba un paseo por el jardín. Había
días que venía al jardín de Villa
Ocampo durante su paseo matinal. Después del almuerzo se
echaba una siesta. Por las tardes
se dedicaba a la lectura antes de
que comenzara la avalancha de
visitas. Se sentaba en el césped a
la sombra de un árbol tipa rodeado de escritores, poetas, artistas,
músicos y muchos curiosos. No
obstante, su lugar favorito para
relajarse era el balcón donde yo
había colocado un sillón para él.
Allí es donde se le veía muy relajado de verdad. Cuando llegó el
día de su partida, lo tuve presente
en mi mente. Reservé dos cabinas
para Gurudev en el barco italiano
Giulio Cesare – una para ser utilizada como dormitorio y otra como
estudio donde pudiera escribir
cómodamente. Decidí despachar
el sillón también. Pero, al llevarlo al
barco, tuve problemas porque no
hubo manera de meterlo en la
cabina. Se lo dije al capitán, quien
me miró con desdén. Pero, quizá
mis encarecidos ruegos tuvieron
efecto y por compasión consintió
quitar la puerta de la cabina para
que pudiera entrar el sillón.
Después de colocarlo dentro, volvieron a colocar la puerta. Gurudev
se quedó asombrado al verlo en
su cabina. Me sonrió cuando dije
– espero que pueda descansar
cuando esté cansado. La silla le
acompañaría a Shantiniketan. Me
alegra saber que durante los últimos años de su vida él se sentaba y descansaba en ella. El Señor
Kshitis Roy, Conservador del
Museo Tagore me escribió para
informarme de que esta silla está
guardada ahora en el Museo
22
Tagore o Rabindra Sadan.”
Otro asunto que me interesaba
saber era su papel en convertir a
Tagore en pintor. Vijayadi, hay una
opinión generalizada de que
usted fue la primera persona que
descubrió su genio como pintor,
dije. Se le atribuye el mérito de
transformar al gran poeta en un
gran pintor.
“No sé si puedo considerarla mi
hazaña. Ocurrió como le cuento.
Durante su estancia en San Isidro
solía guardar en la mesa un cuaderno en el que escribía sus poemas. Un día por curiosidad lo cogí
para verlo sin que él se enterara.
Quizá fue una indiscreción seria
por mi parte. Me sorprendió cómo
tachaba las palabras para hacer
correcciones. Me pareció que se
entretenía dibujando distraído al
juntar estas partes tachadas. De
ellas surgían figuras que parecían
pájaros, plantas, culebras, rostros
etc. Estos dibujitos suyos me parecieron fascinantes. Le dije que
tenían gran valor artístico y le
animé a dibujar distraídamente
aún más. Quería fotografiar algunas de estas páginas. Pensó que
le bromeaba, pero consintió,
supongo que sólo para agradarme. Un día Gurudev escribió una
carta a su nuera Pratimadevi y
decidió enviar con esta carta uno
de estos dibujos a su nieta adoptiva, Nandini. Lo puse cuidadosamente entre dos cartones para
que no se plegara ni se dañara
durante el trayecto. Si no me equivoco, esta fue la primera etapa de
Tagore como pintor. En el Prefacio
a la traducción inglesa de Puravi,
Kshitis Roy escribió – ‘El manuscrito de Puravi marca sin duda el
comienzo de la carrera de Tagore
como pintor.’ Felizmente la evolución siguió su curso y yo difiero de
Román Rolland, que dice que
Gurudev se asomó al dibujo en
los años tardíos porque se sentía
deprimido y melancólico. Seis
años más tarde, en 1930, cuando
estaba en París, recibí un telegrama de Gurudev que se encontraba en Cabo Martín. Justo al día
siguiente me fui en coche para
verle. Lo que me mostró no fue
una colección de sus ‘dibujos distraídos’, sino una serie de dibujos
fantásticos y cuadros bellísimos.
Me parecieron extraordinarios
poemas transformados en colores.
Sugerí a Gurudev que organizara
una exposición con ellos.
Le encantó la idea como a un
niño que espera recibir un premio
en el colegio. Hablé con mi buen
amigo George Henri Rivière, que
respondió a la propuesta con gran
entusiasmo. Así pues, la primera
exposición de los cuadros de
Tagore jamás organizada se inauguró en la Galerie Pigalle de Paris
el 2 de mayo de 1930. El prefacio
del catálogo fue escrito por la
poetisa francesa Ana de Noailles.
Más tarde, la misma exposición se
llevó a Londres y a Berlín. No me
imaginaba que esa sería mi última
reunión con Gurudev. Quería que
le acompañara a Londres. Incluso
me invitó a Shantiniketan. Pero yo
tenía unos cuantos compromisos
en Nueva York. Uno de ellos era
mi reunión con Waldo Frank, que
me animó con mi proyecto de
publicar una revista literaria y cultural llamado Sur desde Buenos
Aires. Tuve que declinar la invitación de Gurudev sin saber que lo
tendría que lamentar para siempre
desde entonces. Una tarde de
mayo de 1930 le dije adiós en la
Gare du Nord de París. Para mi
mayor pena, esta fue la última vez
que vi a Gurudev. En un momento dado había soñado con comprarle una villa en Italia para pasar
algún tiempo allá con él. Pero no
tenía los fondos y no fue más que
un sueño.”
III
Propuse a nuestro Embajador
que deberíamos solicitar a
Visvabharati que otorgara el título
de Deshikottama a Victoria
Ocampo. Nuestra propuesta recibió la aceptación de las autoridades de Visvabharati. Fui a ver a la
señora Ocampo con la carta de
invitación a Shantiniketan. Se
humedecían sus ojos según iba
leyendo la carta. Exhaló un suspiro y dijo: “No pude ir a
Shantiniketan mientras vivía
Gurudev. Ahora, no me imagino
pisar el suelo de Shantiniketan sin
Gurudev. He querido visitar la
India desde hace mucho tiempo.
Siempre ha tenido un gran atractivo para mí, dado que las tres personas que más admiro son indios
– Rabindranath Tagore, Mahatma
Gandhi y Jawaharlal Nehru, en ese
orden. Pero he perdido mi oportunidad para siempre. Aún a esta
altura de mi edad habría hecho el
esfuerzo si pudiese ver a Gurudev.
Sin él, mi viaje a la India sería en
balde.”
La Primera Ministra Indira Gandhi,
que desempeñó el cargo de
Rectora de Vishvabharati, tenía
previsto llegar a Argentina en visita oficial en junio de 1968. Se
decidió organizar una ceremonia
especial en Buenos Aires para
otorgar a Victoria Ocampo el título
Miralrio
de Deshikottama.
Al concluir mi mandato en
Argentina, fuimos a despedirnos
de Victoria Ocampo. Nos dijo:
“Cuando vinieron a Villa Ocampo
la primera vez, le di un libro a
usted y una foto a Gloria. Hoy le
daré un libro a Gloria y una foto a
usted.”
Entregó a Gloria su libro Tagore
En Las Barrancas de San Isidro,
publicado por la Editorial Sur de
Buenos Aires en 1961 para conmemorar el centenario del nacimiento de Rabindranath Tagore,
con la inscripción: Para Gloria
Recuerdo de su visita a Villa
Ocampo 1968. A continuación me
dio una foto y dijo: “Esta es una
foto de Gurudev que le saqué yo
en el jardín de Villa Ocampo en
noviembre de 1924. No es una
gran fotografía ya que no soy una
buena fotógrafa. Pero la tenía
sobre mi escritorio en un marco
de plata.”
Regresamos a Buenos Aires después de casi un cuarto de siglo,
en febrero de 1992, cuando fui
nombrado Embajador de la India.
Pero, ay de mí, no tuvimos a nuestra Vijayadi para conversar. Había
fallecido el 27 de enero de 1979 a
los 88 años. Era una mujer
extraordinaria, de personalidad
polifacética.
Era una traductora prolífica y
reconocida como gran autora por
derecho propio. Traducía poesías,
novelas y tratados del inglés y
francés al español. Su círculo de
amistades era una constelación
brillante de poetas, novelistas,
ensayistas, artistas y músicos.
Además de Tagore, conocía personalmente a Aldous Huxley, Andre
Malraux, Evelyn Waugh, D. H.
Lawrence, André Gide, Thomas
Mann, Virginia Wolf, Graham
Greene, Vladimir Navokov, Albert
Camus, James Joyce, C. G. Jung,
Henry Millar, T. S. Eliot, Paul Valéry,
Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges
y muchos otros ilustres intelectuales con quienes llegó a cultivar
una amistad duradera. Mantenía
una correspondencia fluida con
todos ellos y muchos de ellos
contribuían con artículos a su
revista Sur.
Invitó a músicos como Ernest
Ansermet e Igor Stravinisky a dar
conciertos en Buenos Aires.
Organizaba conferencias y exposiciones de arte como, por ejemplo,
la de Le Corbusier. Tenía la inteligencia y la belleza para impresionar a quienquiera que se cruzara
en su camino. Tenía la capacidad
para atraer al enjambre como una
abeja reina.
En muchos casos actuó como
catalizadora para despertar el
talento en algunos. Había otros
atraídos por su extraordinaria
belleza física. Ortega y Gasset se
enamoró de ella y le dirigió cartas
apasionadas, que ella eventualmente ignoraba. Rechazó las proposiciones de Ernest Ansermet y
del Conde Hermann von
Keyserling para conquistarla. En
1953, cuando fue enviada a prisión por Juan Domingo Perón,
entre los que protestaron con fuerza se encontraban Jawaharlal
Nehru, el Primer Ministro de la
India, y Gabriela Mistral, la Premio
Nóbel de Chile.
Su revista Sur fue aclamada
como un logro importante por la
significativa contribución al desarrollo literario y cultural en el
hemisferio sur durante más de
medio siglo entre 1920 y 1970.
Victoria Ocampo reinó como la
“Zarina Cultural” de Argentina
durante toda su vida.
23
LA HISTORIA DE DOS
BUEYES
Munshi Premchand
Notas y traducción del hindi
al español de Álvaro Enterría
E
ntre todos los animales, se
considera al burro como al
más desprovisto de inteligencia. Cuando queremos decirle
a alguien que es un tonto de primera clase, le llamamos burro.
Pero no está muy claro si el burro
es realmente estúpido, o si son
su sencillez y su inofensiva mansedumbre quienes le han otorgado ese título. Las vacas dan cornadas, y una vaca que acaba de
parir puede asumir fácilmente el
carácter de una leona. El perro es
igualmente un animal muy
humilde, pero de vez en cuando
también se enfada. Pero nunca
se ha visto ni oído de ningún
burro que se enfadara. Pégalo
cuanto quieras, dale de comer la
peor hierba podrida que encuentres, pero nunca verás en su cara
la más mínima sombra de insatisfacción. Puede juguetear un
poco en primavera, pero sin
embargo nunca le hemos visto
que muestre alegría. Sobre sus
rasgos hay una permanente
expresión de melancolía. Nunca
se le ve afectado por el dolor y la
alegría, la pérdida o la ganancia.
Las cualidades que se atribuyen
a los rishis (19) y los santos, él
las posee todas en grado sumo;
sin embargo, los hombres le llaman tonto. Nunca se ha visto un
tal desprecio de la virtud. Quizás
la sencillez no sea una cualidad
conveniente para este mundo.
Vean, si no, ¿por qué tratan tan
mal a los emigrantes indios en
África? ¿Por qué se les niega la
entrada en América? Los pobres
no beben alcohol, trabajan hasta
romperse la espalda para ahorrar
cuatro monedas para los malos
tiempos, no se pelean con nadie
y sufren en silencio todos los
insultos. Y a pesar de todo tienen
una mala reputación, y dicen que
rebajan los ideales de la vida. Si
aprendieran a devolver golpe por
golpe, quizás entonces se los
considerase civilizados. A la vista
está el ejemplo de Japón: una
sola victoria militar (20) les ha
otorgado una plaza distinguida
entre los pueblos civilizados del
mundo.
Pero el burro tiene un hermano
pequeño que es un poco menos
burro que él, y ése es el buey.
Utilizamos la expresión “tío de la
ternera” con un significado parecido a como usamos la palabra
“burro”. Alguna gente dirá que el
buey es el más tonto entre los
tontos, pero nosotros no pensamos así. De vez en cuando, el
buey también embiste, e incluso
a veces se ha visto algún buey
rebelde. También puede manifes-
tar su descontento de muchas
otras maneras, por lo cual no es
comparable con el burro.
Jhuri Kachhi tenía dos bueyes,
que se llamaban Hira y Moti.
Ambos eran de buena estirpe del
oeste, hermosos, grandes y eficientes en el trabajo. Después de
vivir muchos días el uno junto al
otro, un gran sentimiento de fraternidad había surgido entre los
dos. Cuando estaban de pie o
sentados uno al lado del otro, se
comunicaban sus pensamientos
en un lenguaje sin palabras.
Cómo podían comprenderse
mutuamente sus pensamientos,
eso yo no puedo decirlo. Sin
duda alguna, tenían algun poder
misterioso del que el hombre,
que se proclama a sí mismo el
mejor entre todas las criaturas,
está desprovisto. Ambos se
manifestaban su amor mutuo
oliéndose y lamiéndose. De vez
en cuando también entrechocaban sus cuernos, no por espíritu
de lucha, sino por divertirse y por
Munshi Premchand
24
familiaridad — de la forma en que
dos amigos empiezan a darse
cachetes y golpes en cuanto se
hacen íntimos. Sin estas efusiones, una amistad parece superficial y sin contenido, e indigna de
confianza. Desde el momento en
que los dos bueyes eran uncidos
al arado o al carro y avanzaban
empujando con el cuello, cada
uno de ellos intentaba que la
mayor parte de la carga recayera
sobre
sus
hombros.
Al
mediodía o al atardecer, cuando
les quitaban el yugo después del
trabajo, se lamían y acariciaban
el uno al otro para mitigar su
cansancio. Cuando les echaban
la paja y las tortas de borujo en
el comedero, los dos se levantaban al mismo tiempo, y juntos
metían la cabeza en el pesebre y
se volvían a sentar. En cuanto
uno de ellos retiraba el hocico de
la comida, el otro lo retiraba también.
En cierta ocasión, Jhuri envió a
la pareja de bueyes a casa de
sus suegros. ¿Cómo iban a saber
los pobres bueyes po qué los
mandaban a otro sitio? Pensaron:
el amo nos ha vendido. Quién
sabe si les gustó o no el haber
sido vendidos de esta manera,
pero a Gayá, el cuñado de Jhuri,
le sudaron hasta los dientes para
conseguir llevarlos hasta su casa.
Si los guiaba por detrás, se escapaban a derecha e izquierda, si
tiraba de ellos hacia delante, se
resistían a avanzar, y si los pegaba, se ponían a resoplar bajando
los cuernos. Si Dios les hubiera
dado la palabra, le hubieran preguntado a Jhuri: “¿Por qué nos
echas de casa? Hemos hecho
todo lo posible por servirte bien.
Si nuestro trabajo no era suficiente para realizar la faena, hubiéramos trabajado aún más.
Estábamos dispuestos a morir
trabajando para ti. Nunca nos
quejamos de la comida.
Cualquier cosa que nos dieras, la
comíamos con la cabeza agachada. ¿Por qué entonces nos
has vendido a este malvado?”
Al atardecer llegaron a su nuevo
destino. No habían comido nada
en todo el día, pero cuando los
llevaron al lado del pesebre, ninguno de los dos agachó la cabeza. Tenían el corazón encogido.
Los habían echado del que creían era su hogar. Esta nueva casa,
este nuevo pueblo, estos nuevos
hombres, todo se les hacía extraño.
Se consultaron mutuamente en
su lenguaje silencioso, se miraron por los rabillos de los ojos y
se tumbaron. Cuando todo el
pueblo se echó a dormir, tiraron
con fuerza de la cuerda que los
sujetaba, la rompieron y se dirigieron a su casa. La soga era
muy fuerte, y nadie hubiera podido pensar que un buey la podría
romper. Pero en ese momento,
sus fuerzas se duplicaron y rompieron todas las fibras a base de
tirones.
Cuando Jhuri se levantó al
día siguiente, vio a sus dos bueyes, con trozos de cuerda colgando del cuello, de pie frente al
comedero. Tenían las patas
cubiertas de barro hasta las rodillas, y en los ojos de ambos brillaba una chispa de amor revoltoso.
Al ver ahí a sus bueyes, a Jhuri
se le derritió el corazón. Salió
corriendo y los abrazó. El espectáculo del hombre abrazando y
besando a las bestias con tanto
amor resultaba verdaderamente
entrañable.
Los niños del pueblo se congregaron y empezaron a dar palmadas para darles la bienvenida.
Aunque un acontecimiento así
no resultara insólito en la historia
del pueblo, era sin embargo un
evento importante. La congregación de los niños decidió que los
dos héroes se merecían una felicitación especial, y trajeron de
sus casas rotis (18), melaza, salvado y cascarillas.
Un niño dijo: “Nadie tiene unos
bueyes como estos”. Otro le dio
la razón: “Han venido los dos
solos desde tan lejos...” Y un tercero: “Estos no son bueyes.
Fueron hombres en una vida
anterior (21)”. Nadie se atrevió a
contradecirle.
Pero cuando la mujer de Jhuri
vio a los bueyes al lado de la
puerta, se irritó y dijo: “Que bueyes tan gandules, se han escapado sin trabajar ni un solo día en
casa de mi padre.”
Jhuri no podía soportar ninguna
crítica a sus bueyes: “¿Por qué
van a ser gandules? No les
habrán dado nada de comer,
¿qué iban a hacer?”
Su mujer respondió con aires de
autoridad: “¡Sí, claro, sólo tú
sabes alimentar a los bueyes, los
demás les dan sólo agua!”
Jhuri contestó, para hacerla
rabiar: “Si hubieran tenido pienso, ¿por qué se iban a escapar?”
Su mujer se enfadó: “Se han
escapado porque en mi familia
no son tan tontos como tú y no
los consienten. Les dan de comer
pero también les hacen trabajar.
Pero estos dos son unos gandules de cuidado y se escaparon.
Ahora vamos a ver de dónde van
a sacar tortas y salvado. No les
voy a dar más que paja seca, si
quieren que se la coman, y si no
que se mueran.”
25
Y así fue. La mujer de Jhuri dio
instrucciones estrictas al empleado para que sólo les diera a los
bueyes paja seca. Cuando los
bueyes metieron el hocico en el
pesebre, la comida les resultó
totalmente sosa e insípida. Nada
de grasa, nada de jugo... ¿Cómo
iban a comérselo? Se quedaron
mirando hacia la puerta de la
casa con ojos llenos de esperanza. Jhuri le dijo al empleado: “¿Por
qué no les echas unas pocas tortas?”
“La jefa me mataría.”
“Cógelo sin que se dé cuenta.”
“No, no, luego usted se pondrá
de su lado.”
************
Al día siguiente, llegó de nuevo
el cuñado de Jhuri y se volvió a
llevar a los bueyes. Esta vez los
unció a un carro.
Dos o tres veces, Moti intentó
tirar el carro a la cuneta, pero
Hira, que era más paciente, se lo
impidió. Cuando al atardecer llegaron al pueblo, Gayá los ató con
una gruesa cuerda y los castigó
por su mala conducta del día
anterior. Luego les sirvió la
misma paja reseca, mientras que
a sus propios bueyes les dio tortas, harina y de todo.
Nuestros dos bueyes nunca
habían sufrido un insulto así.
Jhuri nunca les pegaba ni con un
tallo en flor. Los dos salían volando en cuanto chascaba la lengua. Sin embargo, aquí les pega-
26
ban. Sentían el dolor del honor
herido, y encima paja seca para
comer. Ni siquiera levantaron los
ojos hacia el pesebre.
A la mañana siguiente, Gayá
unció los bueyes al arado.
Pero daba la impresión de que
los dos habían jurado no levantar
las patas. Gayá les golpeó hasta
cansarse, pero no consiguió
que se movieran. Una vez, cuando el despiadado Gayá le dio un
buen palo a Hira en la nariz, Moti
no pudo controlar su ira y se
escapó arrastrando el arado.
Yugo, soga, arado, arreos, todo se
rompió en pedazos. Si no llegan
a tener cuerdas alrededor del
cuello hubiera sido imposible
atraparlos.
Hira dijo en su lengua silenciosa: “Es inútil escaparse.”
En el mismo idioma, Moti le respondió: “Es que estaba a punto
de matarte. Ahora tendremos
que aguantar una buena paliza.
“¿Qué le vamos a hacer? Hemos
nacido bueyes, ¿hasta qué punto
podremos librarnos de recibir golpes?”
“Gayá viene corriendo con dos
hombres más. Todos tienen
palos en la mano”, dijo Moti,
“Déjame y les enseñaré lo que es
bueno. Pues no vienen con
palos...”
Hira intentó calmarlo: “¡No, hermano! Quédate quieto.”
“Si me pegan, derribaré a uno o
dos.”
“No, ése no es el dharma (22)
de nuestra especie”
Moti se quedó pues allí de pie
con el corazón encogido. Llegó
Gayá, los cogió a los dos y se los
llevó. Afortunadamente no se le
ocurrió pegarlos, si no Moti le
hubiera respondido. Al ver la
expresión de sus ojos, Gayá y
sus compañeros comprendieron
que en ese momento era mejor
evitar golpearlos.
Ese día también les echaron la
misma paja seca. Los dos se
quedaron allí quietos, en silencio.
La gente de la casa se fue a
comer. En ese momento, salió
una niña pequeña con dos rotis
en la mano y les dio uno a cada
uno. ¿Con un roti, cómo iba a calmárseles el hambre? Pero en su
corazón sintieron como si hubieran comido hasta hartarse. Aquí
vive también gente decente. La
niña era la hija de Bheiro; su
madre había muerto, y su
madrastra la pegaba a menudo.
Por eso había sentido cariño por
los dos bueyes.
Durante todo el día, nuestros
dos bueyes tiraban del carro y
recibían palos. Por la tarde los
ataban en el establo, y por la
noche la niña les traía un roti a
cada uno. Era tan grande el
poder de esta ofrenda de amor
que, a pesar de comer sólo un
par de bocanadas de paja seca,
los bueyes no adelgazaron; pero
en los ojos de ambos brillaba el
espíritu de revuelta.
Un día, Moti le dijo a su compañero en su lenguaje mudo: “¡Ya
no puedo aguantar más, Hira!”
“¿Qué quieres hacer?”
“Cornearé a uno o dos hombres.”
“Pero ¿no sabes una cosa? Esa
niña tan simpática que nos
trae rotis es la hija del dueño
de la casa. La pobre se quedaría huérfana.”
“Pues ¿por qué no le doy una
cornada a la dueña? Ella le
pega a la niña.”
“Pero olvidas que no nos está
permitido embestir a las mujeres.”
“No me dejas ninguna salida.
Venga, entonces hoy mismo
rompemos la cuerda y nos
escapamos.”
“Sí, en eso sí estoy de acuerdo.
Pero ¿cómo vamos a romper una
soga tan gorda?”
Hay un medio. Primero desmenuzaremos la cuerda con los
dientes, luego daremos un tirón
y se romperá.”
Por la noche, cuando la niña se
fue después de darles los rotis,
los dos empezaron a morder la
soga, pero ésta apenas les cabía
en la boca. Los pobres estuvieron
un buen rato intentándolo sin
mucho éxito.
De pronto se abrió la puerta de
la casa y apareció la niña. Los
dos agacharon la cabeza y se
pusieron a lamerle la mano al
tiempo que levantaban el rabo.
La niña les acarició la frente
mientras les decía: “Os voy a soltar. Escapáos sin hacer ruido, si
no esta gente os matará. Ahora
estaban diciendo en casa que
había que poneros un aro en la
nariz.”
Entonces la niña les desató las
cuerdas, pero los dos bueyes
seguían allí quietos. Moti preguntó en su idioma: “¿Por qué no
nos vamos?” Hira le respondió:
“Vámonos, pero mañana esta
pobre huérfana va a tener problemas. Todos sospecharán de
ella.”
De repente, la niña se puso a
gritar: “¡Los bueyes del tío se
escapan! ¡Hermano, eh, hermano! ¡Los dos bueyes se están
escapando! ¡Corre, deprisa!”
Gayá salió apresuradamente de
la casa y se lanzó a la captura de
los bueyes. Los dos amigos salieron disparados. Gayá corría tras
ellos, pero ellos fueron más rápidos. Gayá se puso a gritar y
luego se volvió a buscar a unos
cuantos hombres del pueblo. Los
dos bueyes aprovecharon la
oportunidad para escapar, y
corrieron sin parar sin saber
adónde se dirigían. Ya no sabían
dónde estaba el camino por el
cual habían venido. Pasaron por
varios pueblos desconocidos,
hasta que se pararon al borde de
un campo para pensar qué iban
a hacer ahora.
Hira dijo: “Parece que nos
hemos perdido.”
“Saliste corriendo sin pensar
nada. Teníamos que haber
derribado allí mismo a Gayá.”
“Si le hubiéramos matado, ¿qué
habría dicho el mundo? Él, que
abandone su propio dharma si
quiere, pero ¿por qué vamos
nosotros a olvidarnos del nuestro?”
Los dos estaban hambrientos.
En el campo había una plantación de guisantes, y se pusieron
a comerlos, asegurándose de vez
27
en cuando de que no viniera
nadie.
Cuando se llenaron el estómago, los dos se sintieron embriagados por la experiencia de la
libertad, y se pusieron a saltar y
brincar. Primero eructaron, luego
empezaron a golpearse con los
cuernos y a empujarse el uno al
otro. Moti hizo retroceder unos
cuantos pasos a Hira, hasta que
éste se cayó en una zanja. Hira
se enfadó entonces, se levantó y
embistió a Moti. Moti se dio
cuenta de que el juego iba a
acabar en pelea y se echó a un
lado.
************
Pero ¿qué es esto? Un toro se
acerca bramando. Sí, es un toro,
28
y viene hacia aquí. Los dos amigos ojean los alrededores. El toro
parece un elefante. Si le plantas
cara, tu vida está en peligro, pero
aun no enfrentándose directamente a él parece que tampoco
hay forma de salvar la vida. Viene
directamente a por ellos. ¡Qué
terrible parece!
Moti dijo en su lenguaje silencioso: “¡Estamos atrapados!
¿Cómo salvaremos la vida?
Piensa algo.”
Hira contestó, preocupado:
“Viene con el orgullo subido. No
escuchará ningún ruego.”
“¡Pues escapémonos!”
“Escaparse sería una cobardía.”
“Pues entonces muramos aquí.
Pero un servidor vota por salir
corriendo.”
“¿Y si nos persigue?”
“¡Pues piensa rápido algún
remedio!”
“La solución es que los dos le
ataquemos al mismo tiempo.
Yo le entraré por delante, tú le
embistes por detrás, y al verse
atacado por los dos lados se
escapará. Cuando se lance a
por mí, tú le corneas la tripa
por un lado. Peligra nuestra
vida, pero no hay otro remedio.”
Se abalanzaron entonces sobre
su enemigo con el corazón en
un puño. El toro no tenía experiencia en combatir contra un
adversario organizado, sino que
estaba acostumbrado a luchar
con sus oponentes de uno en
uno. Cuando arremetió contra
Hira, Moti le persiguió por detrás.
El toro se volvió hacia él, pero
entonces Hira lo acosó por el
otro lado. El toro quería embestirlos de uno en uno, pero los dos
bueyes eran muy expertos y no
le daban esa oportunidad. En un
momento, el toro se enfureció y
se disponía a acabar con Hira,
cuando Moti le atacó por un lado
y le clavó los cuernos en el vientre. El toro, exasperado, se dio la
vuelta, pero Hira le corneó desde
el otro lado. Al final, herido, el
pobre tuvo que darse a la fuga.
Los dos bueyes le persiguieron
durante un buen rato, hasta que
el toro se quedó sin fuerzas y se
cayó al suelo. Entonces le dejaron.
Intoxicados por la victoria, los
dos amigos se pusieron a bailar
y balancearse. Moti dijo en su
lengua por señas: “Me quedé
con las ganas de haberlo matado.”
Hira le reprochó: “No se debe
cornear a un enemigo caído.”
“Eso son hipocresías. Al enemigo hay que golpearlo de
manera que no se vuelva a
levantar.”
“Ahora tenemos que pensar
cómo vamos a volver a casa.”
“Primero vamos a comer algo, y
luego lo pensaremos.”
Enfrente estaba el campo de
guisantes. Moti se metió dentro.
Hira le quiso detener, pero Moti
no le hizo caso. Apenas había
comido un par de bocados cuando llegaron dos hombres corriendo con palos en la mano y los
rodearon. Hira se encontraba al
lado de la linde y se escapó. Pero
el campo donde había entrado
Moti estaba recién regado, y sus
pezuñas se hundieron en el
barro. No pudo escaparse y le
cogieron. Hira vio que su compañero estaba en apuros y se volvió. Si nos atrapan, que nos atrapen a los dos. Los hombres le
atraparon a él también.
A la mañana siguiente los encerraron en un corral.
************
Por primera vez en su vida,
nuestros dos amigos tuvieron
que sufrir la experiencia de pasar
todo el día sin una sola brizna de
hierba que comer. No entendían
qué clase de amo podría ser
éste; aun incluso Gayá era mejor.
Había allí también búfalos,
cabras, caballos y burros, pero
ninguno tenía nada para comer.
Estaban todos tumbados en el
suelo como cadáveres. Algunos
se habían quedado tan débiles
que no podían ni siquiera ponerse en pie. Los dos bueyes se
pasaron todo el día mirando fijamente la puerta, pero no venía
nadie para echarles algo de
comer. Entonces se pusieron a
lamer el adobe salado de la
pared, pero ¿qué satisfacción
podían obtener así?
Por la noche tampoco les dieron
nada de comer. El fuego de la
rebelión empezó a arder en el
corazón de Hira. Le dijo a Moti:
“¡Ya no puedo aguantar más,
Moti!”
Inclinando la cabeza, éste respondió: “Me parece que me
estoy muriendo.”
“¡No te rindas tan fácilmente,
hermano! Tenemos que encontrar alguna forma de escaparnos de aquí.”
“Ven, vamos a tirar la pared.”
“Yo ahora no tengo fuerzas para
nada.”
“¡Pues bien que presumías de tu
fuerza!”
“Se me ha evaporado toda la
presunción.”
El muro del corral no era muy
sólido. Hira era fuerte en verdad,
y cuando clavó sus cuernos afilados en la pared, se desgajó un
pedazo de arcilla.Eso le subió la
moral. Cogiendo carrerilla, empezó a golpear el muro una y otra
vez, y con cada golpe tiraba un
trozo de pared.
En ese momento llegó el vigilante del corral con una lámpara
para pasar revista a los animales.
Al ver el destrozo que había
hecho Hira, le pegó con un palo
y le ató con una soga.
Moti dijo: “Al final lo único que
has conseguido ha sido una
buena paliza.”
“Por lo menos luché con coraje.”
“¿Y de qué te ha servido, si no
es para que te aten?”
“Seguiré luchando con todas
mis fuerzas por mucho que me
aten.”
“Pues perderás la vida.”
“No me importa. Al fin y al cabo
todos tenemos que morir.
Fíjate, si hubiera tirado el muro,
cuántos seres se habrían salvado. Cuántos hermanos hay
aquí encerrados, sin apenas
vida en el cuerpo. Si pasan dos
o tres días más en estas condiciones se morirán todos.”
“Sí, eso es cierto. Está bien, yo
también lo intentaré.”
Moti se puso ahora a golpear el
muro en el mismo sitio. Cayó un
poco de arcilla y con ello creció
el coraje de Moti. Siguió clavando
los cuernos en el muro con tanta
fuerza como si estuviera luchando con algún enemigo.
Finalmente, tras unas dos horas
de medir su fuerza, una palmada
de la parte superior del muro se
29
cayó. Moti lo sacudió con redobladas fuerzas y al fin la mitad de
la pared se derrumbó.
En cuanto la pared se cayó,
todos los animales que estaban
tumbados medio muertos revivieron de pronto. Tres yeguas
salieron corriendo al galope,
luego se escaparon las cabras y
los bueyes. Pero los burros se
quedaron quietos. Hira les preguntó: “¿Por qué no os escapáis?”
Un burro contestó: “¿Y si nos
vuelven a coger?”
“¿Qué importa? Ahora tenéis la
oportunidad de huir.”
“Tenemos
mucho
miedo.
Nosotros nos quedaremos
aquí.”
Había pasado la medianoche.
Los dos burros seguían allí quietos pensando si escaparse o no
escaparse. Mientras tanto, Moti
intentaba romper la cuerda que
sujetaba a su amigo. Cuando se
dio por vencido, Hira le dijo: “Vete
tú, déjame a mí aquí. Quizá nos
volvamos a encontrar.”
Moti le respondió con lágrimas
en los ojos: “¿Crees que soy tan
egoísta, Hira? Tú y yo hemos
estado juntos tanto tiempo. Hoy
tú estás en dificultades, ¡Y yo me
voy a ir abandonándote a tu
suerte!”
“Te van a dar una paliza.
Enseguida comprenderán que
has sido tú quien ha hecho
esto.”
Moti replicó con orgullo: “Si a mí
me pegan por el mismo crimen
que te han atado a ti, ¿qué
importa? Por lo menos nueve o
diez criaturas han salvado la
vida. Ellos nos bendecirán.”
Tras decir esto, Moti echó con
los cuernos a los dos burros
30
fuera del corral, volvió junto a su
amigo y se puso a llorar.
No hace falta contar la conmoción que estalló a la mañana
siguiente cuando llegaron el vigilante, el oficinista y otros
empleados. Basta con decir que
dieron una fuerte paliza a Moti y
le ataron a él también con una
soga.
************
Los dos amigos permanecieron
allí atados durante una semana.
Nadie les dio ni una brizna de
hierba para comer. Sí, una vez les
dieron agua. Eso fue todo su sustento. Los dos se quedaron tan
débiles que no podían ni ponerse en pie. Estaban realmente en
los huesos.
Un día un pregonero tocó el
tambor delante del corral, y a
mediodía se congregaron cincuenta o sesenta personas.
Sacaron entonces a los dos bueyes y empezaron a inspeccionarlos. La gente llegaba, los miraba
y se marchaba desilusionada.
¡Quién iba a comprar unos bueyes medio muertos!
De pronto llegó un hombre con
barba, con los ojos enrojecidos y
expresión cruel. Les clavó el dedo
en las caderas y se puso a hablar
con el encargado. Al ver la cara
del hombre, los dos amigos se
pusieron a temblar en su corazón
por la intuición que sintieron.
No tenían ninguna duda sobre
quién era ese hombre y la razón
por la que les palpaba. Se miraron el uno al otro con ojos asustados y agacharon la cabeza.
Hira dijo: “Nos escapamos de
casa de Gayá en vano. Ahora no
podremos salvar la vida.”
Moti contestó, con un sentimiento de falta de fe: “Dicen que
Dios es compasivo con todo el
mundo. ¿Por qué no tiene piedad
de nosotros?”
“A los ojos de Dios es igual que
vivamos o muramos. Mira, al
fin y al cabo está bien, pasaremos una temporada a Su lado.
En una ocasión Dios nos salvó
por medio de aquella niña,
¿por qué no habrá de salvarnos
ahora?”
“Ese hombre nos degollará con
un cuchillo, ya verás.”
“¡Pues qué importa! Nuestra
carne, nuestra piel, nuestros
cuernos, nuestros huesos, todo
servirá para algún provecho.”
Después de la subasta, el hombre de la barba se llevó a nuestros dos amigos. Todo el cuerpo
les temblaba. Los pobres no
podían ni levantar las patas, pero
estaban tan asustados que de
alguna manera lograron avanzar
a trompicones, porque en cuanto
aminoraban la marcha recibían
una tunda de palos.
Por el camino vieron un rebaño
de vacas y bueyes pastando en
una verde pradera. Todos los animales se veían contentos, ágiles
y lustrosos. Algunos brincaban,
mientras otros, tumbados, rumiaban satisfechos. ¡Qué vida tan
feliz la suya, pero también qué
egoísta! A ninguno le importaba
el infortunio de dos de sus hermanos en manos de un asesino.
De pronto, a los dos les dio la
impresión de que el camino por
el que iban les era familiar. Sí, fue
por ese camino por donde Gayá
se los había llevado. Iban pasando por los mismos pueblos, los
mismos campos y huertos. Cada
instante que pasaba, su paso se
iba haciendo más ligero. Todo su
cansancio y debilidad desapareció bruscamente. ¡Anda, mira
eso! Este es nuestro prado, y ése
es el pozo al que veníamos para
tirar de la noria. Sí, ése es el
pozo.
Moti comentó: “¡Nuestra casa
está muy cerca!”
Hira respondió: “Gracias a Dios”
“Yo me escapo ahora mismo.”
“¿Nos dejará éste escaparnos?”
“Pues lo embisto y lo dejo tirado.”
“No, no, echemos a correr hacia
nuestro establo y no nos
movamos de allí.”
Y salieron corriendo como locos
hacia su casa, brincando como
jóvenes terneros. ¡Ése es nuestro
establo! Llegaron a toda prisa y
se quedaron allí quietos de pie.
El hombre de la barba venía
corriendo detrás.
Jhuri estaba sentado a la puerta
de su casa tomando el sol. Al ver
a sus bueyes, salió corriendo y
empezó a abrazarlos uno después del otro. En los ojos de los
dos amigos surgieron lágrimas
de alegría. Uno de ellos se puso
a lamer la mano de Jhuri.
Llegó el hombre de la barba y
cogió la cuerda que colgaba del
cuello de los bueyes.
“Éstos son mis bueyes”, dijo
Jhuri.
“¿Cómo que son tuyos? Acabo
de comprarlos en la subasta
del corral.”
“Yo más bien creo que los has
robado. Cállate y vete sin armar
follón. Son mis bueyes. Cuando
yo los venda, se los podrá
comprar. ¿Quién tiene derecho
para subastar mis bueyes?”
“Si me hubiera agarrado, no le
hubiera dejado con vida.”
“Ahora seguro que no vuelve.”
“Iré a la policía a poner una
denuncia.”
“Si viene, me encargaré de él
antes de que llegue aquí.
Veremos cómo se las arregla
para llevarnos.”
“La prueba de que son mis bueyes es que han venido hasta
mi puerta.”
“¿Y si nos dispara con una escopeta?”
El hombre de la barba se enfureció y trató de llevarse a los
bueyes a la fuerza. En ese
momento Moti le embistió. El
hombre de la barba retrocedió,
pero Moti fue a por él. El hombre
salió corriendo mientras el buey
le perseguía. Moti no paró hasta
que el hombre no salió del pueblo, y aun así siguió vigilándole
durante un buen rato. El hombre
de la barba se paró a lo lejos y
empezó a proferir insultos y
amenazas y a tirar piedras, mientras Moti, como un guerrero victorioso, le cerraba el camino.
Los aldeanos contemplaban el
espectáculo con gran regocijo.
Cuando el hombre de la barba
se dio por vencido y se marchó,
Moti se dio la vuelta y volvió con
pose arrogante.
Hira le dijo: “Tenía miedo de
que te enfurecieras tanto que lo
mataras.”
“Pues me moriré, pero a él no le
serviré de nada.”
La vida que tenemos, nadie la
considera vida.”
“Eso es porque somos tan sencillos...”
Al poco tiempo, el comedero
estaba repleto de tortas de aceite, salvado, cascarillas y grano, y
nuestros dos amigos se pusieron
a comer. Jhuri a su lado los acariciaba, mientras una veintena de
niños contemplaban la escena. El
entusiasmo y la alegría se habían
apoderado de todo el pueblo.
En ese momento, la mujer de
Jhuri salió de su casa y besó a
los dos bueyes en la frente.
***********************
ERRATA
Las siguientes Dedicatorias en el Muro de los Amigos de la India aparecieron con errores en la
página 13 del Número 7 de HOLA NAMASTE.
Para el país al que tanto debemos – cuna de civilizaciones – Gracias.
José Carlos Plaza (15/1/07)
Con mis deseos de que la India prosiga su
extraordinario desarrollo y no pierda en el camino
su alma.
Iñaki Gabilondo (30/11/06)
India es mi asignatura pendiente. Paz, Amor.
Ana Belén (15/1/07)
India, futuro esplendoroso, paz y salud.
Víctor Manuel (15/1/07)
En el 60º aniversario del país del alma grande,
emblema universal del amor humano. Con todo mi
amor y respeto más profundo.
Montserrat Caballé (26/7/07)
Gandhi afirmaba l’amor a la llibertat amb gestos
de PAU. El temple expiatori de la sagrada familia
es per Gaudi un clamor a la fraternitat humana
con proclama Jesucrist en el Pater Noster.
(Jordi Bonet, Arqt. (26/8/07)
La India, sus gentes, sus colores, sus templos, sus
dioses … un mundo distinto en todo. Cuando la
conoces, necesitas volver.
Carmen Maura (25/7/07)
31
LA DIÁSPORA INDIA
Fernando Rubio Milá
D
iáspora es una palabra
de origen griego que significa dispersión y es un
concepto que actualmente se
utiliza de un modo indiscriminado para referirse a distintos fenómenos migratorios.
A pesar de que los asiáticos
están presentes en el territorio
español desde hace más de un
siglo, su residencia ha pasado
prácticamente
desapercibida
hasta muy recientemente, con la
excepción de determinadas
comunidades como la filipina ya
activa durante la última parte del
siglo XIX, y otras que, desde muy
temprano, se hicieron notar por
las importantes repercusiones
económicas de sus actividades
aquí desarrolladas, como por
ejemplo, los indios en las islas
Canarias.
Quizá las exportaciones más
notables de la India, por llamarlo
de alguna forma, y aquellas que,
muy posiblemente, tienen la
mayor influencia, sean sus personas y su cultura. La dispersión
india diseminada por todo el
mundo puede calcularse en alrededor de los veinticinco millones
de personas y en países como
Estados Unidos está experimentando un auge de su importancia económica y su incidencia
política. Y no sólo por Estados
Unidos, sino también por la zona
del Caribe, Oriente Medio, Reino
Unido, África Oriental, Sudáfrica,
Canadá, Sudeste Asiático y las
islas diseminadas por el océano
Indico.
Asimismo, en muchos países
también se han ido afianzando
lentamente las exportaciones de
tipo cultural llámese cine, música, literatura, gastronomía, yoga
y la propia filosofía.
Los indios en España son la
comunidad más claramente
diaspórica en el sentido clásico.
Los primeros indios se instalaron
en las islas Canarias en la década de 1950 y allí se encuentra
su base principal de residencia
hasta la actualidad. Eran comerciantes que procedían tanto de
la India como de comunidades
establecidas en otros lugares del
mundo y su ocupación fundamental era y sigue siendo el
comercio internacional, al que se
32
suman los bazares de venta al
por menor. Es precisamente la
ventaja de formar parte de redes
diaspóricas lo que ha facilitado
su indudable éxito.
Ese éxito ha sido tal que, una
parte importante del comercio
internacional de Canarias está
en sus manos y sus bazares se
han extendido por toda España
e incluso por Andorra. Los puertos y ciudades francas, Barcelona
es un ejemplo, son lugares por
excelencia para su residencia.
La comunidad india es muy
endogámica y trata de no perder
su lengua a pesar de que algunos de sus miembros ya están
residiendo aquí desde hace
muchos años.
De madre india (Benarés), la
Dra. Cynthia Wyatt vivió en la isla
de Trinidad hasta los once años,
para después viajar a París,
donde estudió en La Sorbona.
Siempre mantuvo estrechos
vínculos con el resto de su familia india afincada en Canadá y el
Reino Unido. Llevó a cabo
diferentes trabajos de investigación en India y posteriormente
realizó su tesis doctoral. Viaja a
la India regularmente cada año,
permaneciendo relacionada con
la universidad de Mysore, donde
acostumbra a dar conferencias.
Como Doctora en Filología inglesa, imparte clases en la universi-
dad Rovira i Virgili de Tarragona
(España),
organiza
cursos
extra-curriculares y seminarios
dedicados a la India. Es una
experta para hablarnos de lo
que ha sido la auténtica diáspora india.
Dra. Wyatt, a lo largo de los
siglos los indios han salido de su
país a probar fortuna, siempre
han sido grandes comerciantes,
mercaderes, aventureros…
- Los indios no son muy
aventureros. Muchos de los
que viajaban a Australia, a la
zona del Caribe e incluso a las
costas del Índico, llegaban
contratados porque, cuando
se abolió la esclavitud de los
africanos, había que substituirles y, por tanto, hacía falta
gente para trabajar. A partir de
entonces empezó una diáspora de portugueses, chinos e
indios también, pero todos
ellos iban a sus lugares de trabajo contratados. Los indios se
marcharon de su país porque
necesitaban ganar dinero…
principalmente los había de
Bihar, de la zona de Madrás y
también de Benarés. Todos se
iban a ganar un salario, aún
teniendo en cuenta que, por
motivos de religión, tenían dificultades, de hecho el hinduis-
mo les impedía abandonar
el
país
donde
habían
nacido para no sentirse desprotegidos. Los que se iban lo
hacían sólo para ganarse la
vida.
Quizá los que iniciaban el viaje
no estaban muy aferrados a la
religión que practicaban –apunto-.
en otras universidades extranjeras,
concretamente
en
Inglaterra, aún así tenían
mucho miedo y le aconsejaban que no comiese carne,
que no saliera con mujeres,
pero, sobre todo, que no olvidara en ningún momento su
“dharma”. En principio se marchó porque sólo era para tres
años.
- Muchos de los que se iban
de la India no eran auténticamente indios, me refiero a hinduistas practicantes, sino más
bien personas convertidas a
otras religiones. No obstante,
se comprendía que aquellos
hindúes que se marchaban lo
hacían por motivos de trabajo,
Después de su regreso, Gandhi
fue contratado por un importante hombre de negocios de
Bombay y marchó a Sudáfrica a
ejercer como abogado, otro
viaje…
para cumplir con su “dharma”,
su deber, pero, por supuesto,
no eran aventureros.
minado y él debía cumplir con
su “dharma”. A los indios, en
aquellas épocas no les sucedía como, por ejemplo, a los
europeos, que tenían simplemente curiosidad por viajar y
ver otro mundo, los indios que
se iban era por necesidad, no
por explorar. No hay indios
exploradores.
Me llama la atención eso de
que el indio, por lo general, no
es aventurero…
No les gusta irse a otros países. Incluso Gandhi cuando se
fue a Gran
Bretaña tuvo la negativa de
sus padres, quienes en principio no le dejaban marchar.
Posteriormente aceptaron al
comprender que era importante el hecho de que estudiase
Lo podía hacer porque era su
trabajo, un trabajo muy deter-
Sin embargo, los indios como
Gandhi o el propio Nehru, por
citar dos ejemplos, a su regreso
volvían muy occidentalizados,
con unas costumbres en cierto
modo cambiadas…
33
- Para ellos, como para otros
muchos, viajar a Londres significaba adquirir conocimientos
y enriquecerse con los mismos. Iban para estudiar, porque en la India habían estado
en contacto con la elite británica y europea y admiraban
mucho los conocimientos que
éstos tenían, la democracia a
la que pertenecían… aunque la
democracia
propiamente
dicha, justo será reconocerlo,
no existía en la India para con
los indios bajo el imperio colonial británico.
Los intelectuales indios desconocían la filosofía occidental
y estaban satisfechos al
aprender inglés, leer libros
occidentales y conocer su cultura. Estos estudiosos indios
iban a Inglaterra precisamente
para aprender más de los
europeos y después, al regresar, poder transmitir sus experiencias a la gente de su país.
Hay que tener en cuenta que
los indios sentían, y sienten
aún hoy, una gran admiración
por la cultura europea.
Puede decirse que igual que
para Occidente la India despierta
curiosidad, también esa curiosidad existe o existía en la India
por los occidentales…
- Por supuesto. Más que
curiosidad era un respeto cultural. Los que se marchaban a
Inglaterra,
a
Oxford
y
Cambridge, para ser más exactos, eran gentes pertenecientes a una elite, un sector digamos privilegiado, personas
que pertenecían a las esferas
más intelectuales de la India.
Los ingleses estaban admirados con el nivel intelectual de
34
estas personas que iban a
estudiar, porque en la India
siempre se ha considerado
importante estudiar y adquirir
nuevos y amplios conocimientos sobre la cultura, la filosofía
y el pensamiento. Muchos personajes indios, Rabindranath
Tagore de Calcuta, por citar un
ejemplo muy conocido, despertó mucho interés en
Inglaterra y tanto fue así que,
al conocer su importante obra,
un editor inglés publicó algunos de sus libros.
Otro ejemplo puede ser el de
Vivekananda, discípulo de
Ramakrishna, quien después
de su retiro en el Himalaya,
marchó a Chicago y en 1893
tuvo mucho éxito en el
Congreso de las religiones que
allí se celebró.
Los indios que se iban en
aquella época eran la elite y
tenían una gran aceptación en
el exterior.
Después todos quisieron
seguir su ejemplo, porque
eran brahmanes y podían
hacerlo dado que se consideraba que era su “dharma”.
Viajaban lejos de la India pero
para adquirir conocimientos,
enriquecerse con otras culturas y a su vuelta poderlo
transmitir a los demás.
Después de la etapa colonial se
dio paso a un flujo de personas
que no exclusivamente eran
brahmanes o intelectuales que
iban a estudiar, sino que salían
para trabajar en diferentes ocupaciones. En Gran Bretaña hay
una importante población india
que vive allí…
- Hasta la independencia en
1947 si viajaban dentro de lo
que se consideraba Imperio
Británico, y entonces la India lo
era, estaban considerados
como inglés. Los que viajaban
eran personas que, pese a no
ser intelectuales disponían del
dinero suficiente como para
pagarse el viaje y querían conocer a lo que entonces se conocía como la patria-madre.
Pensaban que en Inglaterra
podrían solucionar sus problemas de trabajo, serían acogidos
de buen grado, les querrían y
cuidarían de ellos, pero, lamentablemente, después sucedió
algo muy distinto. Dado que
eran personas que carecían de
experiencia y determinadas
cualificaciones, en Inglaterra
para con ellos empezó un
periodo muy duro de racismo.
No obstante, los indios no se
entregan, acostumbran a
encerrarse en sí mismos, tienen su propia filosofía, una
manera de vivir y entonces,
ante esta nueva situación,
ellos no comprendían lo que
estaba ocurriendo. Hay que
admitir que no son muy integracionistas. Cuando iban a
Inglaterra lo hacían con toda
la familia y una vez allí se reunían en barrios en los que
sólo vivían indios, celebraban
sus propios ritos en privado,
en sus casas, no acostumbraban a salir, no tenían demasiado contacto con el exterior…
Esa falta de adaptabilidad al
ambiente en el que viven ¿sigue
persistiendo en la actualidad?
- Menos, mucho menos, porque ahora hay muchos jóve-
nes. Hay muchos que incluso
ya han nacido en otros países.
De alguna forma esa falta de
adaptabilidad desapareció en
parte con la generación nativa
que fue en principio a
Inglaterra. Lo que sí persiste
son algunos prejuicios raciales, estos difícilmente desaparecen.
Esa diáspora de la que hablamos no sólo existía en Inglaterra
sino también en otros países de
la Commonwealth y en sitios tan
dispares como Australia y
Canadá.
- En Canadá el tema era un
poco distinto porque, como no
existía mucha población allí, el
Gobierno atrajo a una serie de
gente, querían una población procedente de otros países, no les
importaba un mesticismo si ello
les ayudaba a trabajar y sacar el
país adelante. Sin ir más lejos, yo
tengo familiares que fueron a
Canadá con una beca para estudiar, eso teniendo ya treinta años,
profesores e ingenieros… y fueron
porque
necesitaban
gente
para trabajar y eran bien aceptados.
Mientras en Australia precisaban gente pero no admitían ni
indios, ni gente de color, en
Canadá sí, era todo lo contrario, aceptaban a muchas personas y de ahí que, tanto de
India como de la zona del
Caribe y África, aprovecharan
las facilidades que daba el
gobierno canadiense. Algunos
incluso, después de estudiar
durante cinco años, pasaban a
trabajar como funcionarios de
la Administración.
Puede decirse que esa población india en el extranjero ha
sabido soportar siempre ese
racismo a base de su proverbial
tolerancia, a su especial forma
de
ser, sin generar nunca conflictos…
- Sin duda. Los indios tienen
una filosofía distinta de la
vida, en general no son agresivos y asumen de forma innata el “ahimsa”, la no-violencia.
Si hay que vivir una situación
la viven, la aceptan, no son
rebeldes ni revolucionarios. Lo
importante es mantener un
equilibrio, no dejar que se cree
una situación tensa.
Los indios nunca tienen problemas en el extranjero. No
puede decirse lo mismo de los
pertenecientes a otras culturas
o religiones.
Eso va en la filosofía de cada
uno….
- No es una resignación, sino
una aceptación. Pienso que
hay otro elemento que ha
ayudado mucho a los indios y
es que ellos tienen una cultura y unos principios de los
cuales están muy seguros,
aparte de que entre ellos
están muy vinculados, tenían y
tienen espiritualmente una
fuerza familiar, una fuerza
social que les une, porque hay
pocos indios que no viven
dentro del ámbito de la familia.
Cuando se va al extranjero, a
Inglaterra, a España o a cualquier otro país, los indios
saben adonde ir, hay como
una red de conocidos, ya sean
amigos o familiares, y siempre
están en contacto entre ellos.
Estos contactos ejercen de
vigilancia o de protección.
Si un indio manda a su hija a
estudiar o trabajar a Inglaterra,
los padres saben que hay
otras personas mayores que
van a estar pendientes de ella,
para que no pierda sus costumbres, sus raíces, su contacto espiritual.
Los pertenecientes a otros
países, de diferentes culturas
o religiones, no se apoyan
como los indios, es algo muy
fuerte… yo diría que indestructible.
Las indias, por ejemplo,
nunca se han mezclado con
las inglesas, no van al cine ni
a los “pubs”, tienen sus propias reuniones, celebran sus
fiestas y no acostumbran a
salir de su entorno.
Puedo constatar que ello sucede aquí en España. Cuando los
indios celebran el Holi o el Diwali
se reúnen entre ellos, están en
contacto permanente…
- Siguen haciendo su vida o
tratan de hacerlo, pero como
si siguieran en la India. Eso es
una fuerza que les ayuda a
continuar viviendo fuera del
entorno habitual de su país. Es
una fuerza de grupo que
saben mantener. La comunidad india en España viene a
ser socialmente visible, no
tanto por su número, ni por su
diversidad cultural en sí, sino
por su capacidad de organizarse y por la forma en que se
estructuran como colectivo.
Tienen formadas asociaciones
muy fuertes de autoayuda y
de expresión cultural, en las
que afirman su existencia, su
identidad cultural y su ayuda a
la integración en la sociedad
en la que viven. Estas redes
35
étnicas mantienen la diáspora
transnacional india, no suelen
participar activamente en la
dinámica sociocultural española, sino que se incluyen en
círculos cerrados propios de su
origen.
Hay muchos países con
importante población india
aparte de Inglaterra, en
Trinidad sin ir más lejos, hay
muchos indios.
Naipaul, el Premio Nobel, era
originario de Trinidad –apunto-
que está cumpliendo con su
“dharma” y eso produce una
satisfacción personal muy profunda. Se sienten contentos y
satisfechos de sí mismos, tienen una vida interior muy
intensa, una plenitud del espíritu del hinduismo que les da
esa fuerza.
- Era de Trinidad aunque con
familia india de cinco generaciones. Estuvo allí hasta los 18
años, pero después tuvo que
marchar para estudiar en
Oxford con una beca.
Naipaul es muy peculiar, habla
de la India pero desconoce realmente la India…
- No hay deseo. Los occidentales cuando van a la India
dicen que hay mendigos por
las calles, pero esas personas
no se consideran mendigos,
piensan que es como su profesión, ellos aseguran “tengo
que hacerlo porque es mi profesión” y a su vez los ricos tienen la obligación de darles
dinero.
- Sí, pero sus antepasados
son indios. Tuvo que abandonar su cuna porque a fin de
cuentas vivía en una isla
donde había mucha gente
pobre y muy pocas oportunidades. La familia de Naipaul
era gente muy instruida, con
conocimientos, y la prueba es
que a los 18 años ya tuvo una
beca para estudiar en el
extranjero.
Podemos decir que esa tolerancia que es virtud habitual o innata en el indio, o esa capacidad
para resistir frente a una presión
exterior, quizá nace de una felicidad interior, una felicidad de la
que me atrevería a decir que se
carece en Occidente…
- Pienso que sí. La palabra
felicidad es muy bonita. Creo
en realidad que el indio está
satisfecho consigo mismo…
todo ello se debe a que sabe
36
Lo espiritual es antes que lo
material. Puede existir un indio
pobre que interiormente sea
más feliz que un occidental rico…
Sólo hay que observar que
en los lugares donde hay
ricos, siempre acostumbra a
haber templos o edificios relevantes… y siempre hay pobres
alrededor. Existen zonas residenciales con buenas casas y
cerca de las mismas hay
pobres, precisamente porque
ellos piensan que los ricos tienen que ayudarles.
A la inversa de lo que sucede
con los inmigrantes que llegan a
España y proceden de otras culturas o religiones, todos ellos
con un futuro realmente incierto,
los indios vienen, generalmente,
a establecerse y montar un
pequeño negocio, una tienda
para vender diferentes artículos…
- Es normal. Los indios tienen
mucho sentido del comercio,
todo es susceptible de ser
vendido o intercambiado. En la
India sucede lo mismo, puede
venderse un botón, un caramelo…
Resulta muy curioso. Llama la
atención el hecho de que en
una farmacia puedan venderse
las aspirinas pero de una en una
y quien dice una aspirina dice
cualquier otro tipo de medicamento…
- Eso es debido al exceso de
población que existe. No pueden vender un paquete a cada
persona porque sino terminarían enseguida las existencias…
aparte de que hay quien no
puede comprar una caja entera porque su disponibilidad
económica no se lo permite.
Cuando se precisa una caja o
una cantidad determinada hay
que encargarlo previamente.
Hay mucha gente humilde y,
por citar un ejemplo, si una
mujer tiene a su marido enfermo y no puede trabajar, ella
misma hace pan para después
venderlo o darlo a cambio de
otra cosa, efectuando un intercambio con otra cosa, otro
producto del que tenga necesidad. El pobre vende lo que
tiene.
Al margen de ello, los indios
siempre han sido grandes
comerciantes.
Transcurridos más de sesenta
años desde la independencia, la
evolución del país ha sido notable, han crecido las universidades, proliferando licenciados y
expertos en diferentes temas.
Puede decirse también que hoy
en día, la India está capacitada
para enviar médicos, científicos,
economistas, técnicos informáticos y personas con una excelente preparación a todo el mundo…
- Pero ese número es
aún reducido, hay que tener
en cuenta que en la India hay
más de mil millones de
habitantes y si de allí saliese
un tanto por ciento elevado,
acabarían
invadiendo
Occidente.
El número de médicos, técnicos, etc. que salen a trabajar a diferentes países todavía es reducido. En el país, el
70% de la población todavía
vive de la agricultura y, por
tanto, con un nivel económico bastante bajo. India sigue
siendo un país básicamente
rural. Más de las dos terceras
partes de la gente dependen
de la naturaleza para vivir,
por eso proteger la biodiversidad es urgente, es la base
de la justicia social. La evolución experimentada en diferentes campos, en Bangalore
o Hyderabad con el tema del
software, en Calcuta con los
artistas, en Mumbai con el
cine, etc. le ha dado y le
seguirá dando a la India
dinero y mucho prestigio. No
obstante, lo que está sucediendo, y eso es muy importante, es que ahora los indios
exportan sus productos, darlos a conocer al mundo y
venderlos.
Hace una década, los técnicos, científicos, médicos, etc.
iban a Estados Unidos o
Europa, pero ahora ya no van
porque pueden vender sus
productos y no tienen necesidad de salir del país, se quedan y de esta forma siguen
enseñando a otros más jóvenes. Hay un cambio importante y en un futuro a corto plazo
dará grandes resultados.
Pienso que la verdadera
riqueza del país está en la
gente. Lo que antes iba en su
contra, la superpoblación, en
unos años irá a su favor. Hay
que tener en cuenta que más
de la mitad de la población
india tiene menos de veinte
años. De ese tanto por ciento,
la mitad ahora no tienen trabajo, pero se están preparando para exportar y competir en
el extranjero de cara al futuro.
La mayoría van teniendo estudios y convirtiéndose en personal cualificado y, por tanto,
si se quedan en el país, éste
tiene que prosperar, sin duda
alguna.
Dentro de unos años, India
vivirá una explosión importante
en éste sentido y eso ayudará
mucho a la economía. Cuando
se es joven puedes aprender y
prepararte, y eso es lo que está
haciendo en la actualidad la
juventud india, pensando en
seguir una evolución. Dentro de
una o dos generaciones, según
mi opinión, ya nadie saldrá del
país, trabajarán y aprovecharán
los conocimientos que han
adquirido.
Expertos económicos aseguran
que a la vuelta de diez o quince
años, India puede convertirse en
una gran potencia económica,
otro gigante de Asia de cara al
mundo…
- Estoy convencida de ello. Es
la fuerza de estos jóvenes que
ahora se están formando.
Pertenecen a zonas rurales y
el Gobierno está haciendo un
gran esfuerzo para darles una
buena educación, que sean
ingenieros, técnicos, expertos
en tecnología agrícola, científicos, etc.
Se están produciendo cambios
importantes… cambios con indudable visión de futuro.
- Hoy ya no se apuesta por la
apariencia o el prestigio, ello
sólo favorece a una minoría de
la población, a unos sectores
determinados. En la actualidad
se apuesta por algo diferente,
por invertir en ese tanto por
ciento más numeroso de jóvenes que son y serán el futuro
del país.
Un futuro que hay que verlo
optimista…
- Por supuesto. Yo lo veo
muy optimista, repito que la
juventud es el futuro de la
India.
Los propios agricultores
saben que existen nuevas tecnologías y pretenden mejorar
y modernizarse. Yo misma he
visto en Mysore y en otros
lugares cambios muy importantes en sólo unos años,
fábricas de papel, de aceites,
cooperativas… veo cambios
interesantes. Se trabaja menos
artesanalmente y dado que
disponen de más medios, los
jóvenes ya piensan en modernizar su propio trabajo, están
consiguiendo cosas y van a
seguir consiguiéndolo en las
generaciones venideras. La
calidad de los productos sigue
siendo la misma e incluso
mejor, pero la rentabilidad de
las empresas es mayor y se da
trabajo a más gente. Sin duda
alguna, pensando en las próximas generaciones hay que
ser muy optimista.
37
LAS EXPERIENCIAS DE
MI VIAJE A LA INDIA
Horacio Aníbal Rodríguez
E
xisten palabras que sin
saber porque invitan con
su nombre a la ensoñación. “INDIA” es una de ellas.
Predispone nuestros sentidos
hacia un mundo de leyenda y
color. Resulta reconfortante saber
que existen aún lugares vivos
capaces de llevar nuestra imaginación al mundo de la fantasía,
donde como en la India vive la
esperanza y el ideal del hombre.
Así como la Mesopotamia es la
cuna de la civilización de medio
oriente, y Grecia para Europa,
INDIA ES LA CUNA DE LA
CIVILIZACIÓN DE ORIENTE, de
modo de quién no vio la INDIA
difícilmente podrá comprender a
Oriente.
Occidente se consideró a si
mismo, por largo tiempo, como la
única cultura válida sobre el planeta, hoy tiene una clara y saludable conciencia de sus limitaciones.
Hemos descubierto que existen
otras formas de existencia que
no coinciden con la nuestra, ni
con su desarrollo y el descubrimiento de las grandes culturas
de Oriente amplió nuestros conocimientos; los ojos occidentales
ven la India bajo una doble perspectiva violentamente contrapuesta. La primera negativa: la
superpoblación, con los problemas que ella acarrea, la segunda:
El cuento de las Mil y Una Noche,
la India fabulosa, misteriosa, con
su legión de santones (que ésta
palabra no les sueñe como despectiva)= por el contrario es la
encarnación de la religiosidad
india. Verlos por las calles, de ciudades, y puebles, con su escudillita para la que sólo aceptan la
comida necesario para su sustento diario, le devoción del rezo
y agradecimiento a la persona
que se lo prodigó, hacía estremecer mi alma y me acercaba a la
compresión de tanto amor, y a
decirme ESTA ES LA INDIA QUE
DESEO VIVIR. La verdadera felicidad, la paz interior no depende
de las condiciones externas.
¡Cuánto se aprende en India!;
nosotros que formamos una civilización de hiperconsumo y acumulación neurótica de hasta lo
innecesario, perdemos el CAMINO ESPIRITUAL. El Hinduismo
tiene a la búsqueda de una felicidad que no depende de las circunstancias favorables o desfavorables, liberada de las angustias del ego, de las limitaciones
del tiempo, nos lleva a una transformación interior paulatina; no
se trata de convertirse al hinduismo, nosotros tenemos idea acerca de Dios, mientras que la India
tradicional busca vivir en Dios,
sumergirse en Dios, Ser Dios.
Muchos como yo, llagaron a la
India con un máximo deseo de
El autor en el Taj Mahal
38
una búsqueda interior, el encontrarnos a si mismo; se dice que
la India es como un amplificador
de todo lo mejor y lo peor que
hay en cada uno de nosotros,
cuando pisamos suelo indio
dejamos al descubierto nuestro
propio ser, con sus pobrezas, sus
miedos y sus mezquindades,
pero también afloran: la religiosidad, el amor y todo lo bueno que
podemos cobijar. Cuanta razón
hay en las maravillosas palabras
de Rabindranath Tagore: “convertid un árbol en leña y podrá arder
para nosotros, pero ya no producirá flores ni frutos”
“La India no puede cambiar, por
el bien de la humanidad, si quiere ser la eterna conciencia universal del hombre”
Pidámosles a los Dioses que la
India no cambie jamás, para que
siga eterna, pura, limpia de corazón, al igual que los hombres
que durante milenios lo hicieron.
Se que la India nos muestra sus
mil caras, puede arrojar todas
nuestra ilusiones al suelo o elevarlas más allá del cielo, esa búsqueda sagrada se convierte en
nuestra propia búsqueda y si uno
está receptivo, la misma empieza
en uno mismo. Toda persona
que visita la India, no volverá a
ser la misma por el resto de sus
días, trae consigo el estigma de
una paz interior y de una espiritualidad, que si somos puro de
corazón podremos atesorarla
durante el resto de nuestras
vidas. Yo hago mías las palabras
de Mark Twain que dicen “la
única tierra que todos los hombres desean ver y habiéndola
visto una vez, aunque sea por un
instante no cederían ese instante
por la contemplación de todo el
resto del mundo”. El que ha estado alguna vez en la India, no
haciéndolo como un viaje de
placer a bordo de un trasatlántico de lujo, sino con el alma,
guardará de ese país una nostalgia que a la menor remembranza todo vuelve a reavivarse.
La India en el transcurso de su
historia ha sido invadida y dominada por distintos países pero
nunca jamás albergó el deseo de
convertirse en dominado y
expansionista, lo que hace factible de recordación cundo el
grande, entre los grandes,
Mahatma Gandhi, invocando al
Altísimo dice:
Enséñame que perdonar es un
signo de grandeza. Y que la venganza es una señal de bajeza
Eso debería hacerse carne en
cada ser humano y la humanidad no sería lo que es, India
debería ser el espejo del mundo,
para que el mundo tuviera conciencia de sus propios errores.
Nos queda la esperanza ya que
el próximo siglo será –sin lugar a
dudas de oriente.
Cuando visité la India invitado
por el Consejo India para las
Relaciones Culturales (ICCR) y me
preguntasen ¿qué es lo que Ud.
39
desearía ver de nuestro país? Lo
primero que llegó a mi mente
fue: conocer a su gente, sus templos, los lugares emblemáticos
de vuestro país. Recuerdo que la
primera impresión –como plástico que siempre había pintado
sobre la India- fue escribirle a mi
esposa: ¡OH! Aquí todos los personajes de mis cuadros cobran
vida. El Tañidor de Saranguí, El
Pastor de Cabras, los sarís multicolores de la mujeres indias, sus
templos majestuosos e imposibles de describir; difícilmente
alguien pueda sentir lo que yo
sentía en esos momentos: y
luego cuando los pintores indios
me brindaron toda su sabiduría,
su deseo de ser cicerones de los
grandes museos indios y, como
broche de oro me sorprendieron
festejándome el cumpleaños que
pasé en la India ¡Cuanta entrega!
¡Cuánto desinterés en cada una
de sus acciones! ¿Cómo puede
alguien brindarse tan amplia40
mente? Indudablemente ESTABA
EN LA INDIA.
Detenerme en cada uno de los
lugares visitados, sería un nunca
acabar pero siempre hay algo
que marca por sobre lo demás
visto; y aquí no puede apartarme
de la visión de todo occidental:
EL TAJ MAHAL y hasta me pareció
oír la voz del MUECÍN de la Torre
llamando: Venid creyentes, venid
a rogar, venid a maravillarse
YO SOY EL TAJ MAHAL
Ese fue mi primer pensamiento,
lleno de recogimiento y de
asombro y puede encerrar todolo
que se presentase ante mi vista,
vienen a mi mente las palabras
del Emperador Shah Jahan al ver
la obra terminada.
“Tan radiante como los jardines
del cielo, con los perfumes del
paraíso saturados, como si estu-
viera hecho de nácar y el suelo
barrido por las pestañas de los
ángeles”
Lo había hecho construir en
honor a su amada esposa,
Mumtaz Mahal, muerta al dar a
luz su hijo decimocuarto.
Pero tal vez las más sabias
palabras salieron de la boca del
insigne
poeta
indio
Rabrindranath Tagore: “El Taj
Mahal es una lágrima en la
mejilla del Tiempo” realmente
poder describir lo visto sería para
mí una tarea apocalíptica, ya que
esta maravilla del mundo seguirá
impresionando y trasuntará el
tiempo y la historia.
Y como el Muecín de la Torre yo
les diría:
VENID A LA INDIA Y OS
CONVERTIRÉIS EN PUROS DE
ALMA Y DE CORAZÓN
BRIHATKATÂ: LA
PERDIDA GRAN
HISTORIA
Susana Ávila
H
ablar de Brihatkathâ
resulta, cuanto menos,
presuntuoso por ser una
obra perdida hace siglos, sin
embrago su influencia, a través
de numerosas derivaciones, ha
sido decisiva en la historia de la
literatura india y, por ende, en la
tradición de los relatos, fábulas y
leyendas que se extendieron por
toda Europa durante al Edad
Media a través del mundo
islámico.
La obra fue compuesta hacia el
siglo III, época en la que vivió
Gunâdhya, a quien se le atribuye,
personaje del que sólo se tienen
noticias confusas y legendarias,
pero que se le ubica en la cadena montañosa Vindhyâ, en la
región
comprendida
entre
Ujjayanï y Kaushâbî.
Según un estudio de Félix
Lacôte titulado Essai sur
Gunâdhya et la Brihatkathâ,
(París, 1908), la obra fue redactada en paishâchî, un dialecto
indio medio, surgido del sánscrito, y que se conoció como “lenguaje de los demonios”. Pero,
poco después, en una modificación profunda de la estructura
lingüística de la India por la que
se impuso la tradición sánscrita a
los dialectos regionales que quedaron reducidos a un papel
secundario, la Brihatkathâ, fue un
objetivo importante de los trabajos de traductores y adaptadores.
La estructura de la historia se
ajusta al género kathâ, del que
Gunâdhya se puede considerar
pionero. Lacôte, en Histoire
romenesque d’Udayana (París,
1913) dice: «Era una kathâ, es
decir, un relato puesto en boca
de uno de los héroes que cuenta su propia historia, y las historias que le refirieron los otros personajes, los cuales a su vez contienen los relatos que ellos oyeron de diversas personas, y así
sucesivamente».
No cabe duda que la
Brihatkathâ fue célebre desde su
creación, pues aunque el tema
que desarrolla es profano, en un
ambiente burgués, lejos de los
tiempos heroicos, se consideró
una obra “inspirada” y no falta la
leyenda que explica cómo
Gunâdhya había recibido la revelación escuchando al dios Shiva
que narraba las historias para
deleite de su esposa Pârvatî. Pero
su consagración definitiva en la
tradición de la literatura clásica
Podemos reconstruir, en parte,
su contenido basándonos en las
obras que se derivaron de ella:
La narración central es una historia de carácter amoroso en la
que se insertan gran cantidad de
tradiciones, episodios de carácter
didáctico, fábulas moralizantes y
una buena dosis de aventura en
forma de ficción novelesca. La
línea argumental no es nueva, el
protagonista pierde a su amada
que es secuestrada por un enemigo
y,
presa
de
la
de la India la obtuvo gracias a su
versión sánscrita.
41
42
desesperación, parte en su busca
hasta finalmente encontrarla. Tras
una encarnizada batalla con el
secuestrador, regresa triunfante a
casa con ella y el dominio de los
reinos conquistados.
amor, sino que atendiendo a su
carácter algo ligero, recorre diversas amantes hasta encontrar a
su
esposa;
y
ella,
Madanamañchukâ, tampoco responde al arquetipo de heroína
tradicional, sino que se trata de
una cortesana que odiaba su
condición y esperaba mediante
su unión con Naravâhanadatta
convertirse en buena madre de
familia y soñaba por lo tanto con
un matrimonio legítimo.
Pero si esta historia ya la habíamos encontrado en otras obras
clásicas como en el Râmâyana,
dentro de la épica regia,
Gunâdhya la recrea en un
ambiente de la clase media. El
protagonista, Naravâhanadatta,
es hijo del rey Udayana, pero
lejos del romántico planteamiento de la obra, no es fiel a su
El villano de la terna es el vidyâdhara
Mânasavega.
Los
Vidyâdharas, genios aéreos que
poseen el saber (vidyâ) y que
simbolizan la superación de la
condición humana, aparecen en
la obra de Gunâdhya como unos
personajes brillantes, se trata de
criaturas semidivinas, a veces
benéficas que desempeñan el
papel de paladines o caballeros
andantes y otras veces crueles y
vengativas, y que a partir de esta
obra se mencionan en otras
muchas de la literatura, especialmente en relatos jainas con cuya
filosofía sintonizaban perfectamente.
La Brihatkathâ aún existía en el
siglo VI de nuestra Era y era bas
tante popular, como se deduce
de las citas de algunos escritores,
como Dandín, Subandhu o Bâna,
cuyas fechas conocemos de un
modo bastante preciso.
La primera secuela que nos ha
permitido hacernos una idea de
la magnitud de esta obra es la
Brihatkathâ-sloka-samgraha, traducción en verso de la
Brihatkathâ, que ha llegado fragmentada hasta nosotros. Pero se
puede decir que su heredera
más
completa
es
la
Brihatkathâmânjari, título que
podríamos traducir como “Ramo
del Flores del Gran Relato”. Su
autor, Kshemendra, es un escritor
fecundo y versátil, agudo y
observador que hace gala de
una gran experiencia de la vida.
Vivió en el siglo XI d. JC. y nos ha
legado una extensa obra que
nos ha permitido dibujar un
mapa bastante detallado de los
ambientes y costumbres de su
época, tanto en sus aspectos
más religiosos como con el
Dasâvatârakarika (las diez encarnaciones de Vishnu), como en
los más profanos de los que
buena muestra es el Kalâvilâsa
(el juego de las malas artes). Pero
concretamente
la
Brihatkathâmânjari, que ahora
nos ocupa, proporciona una
información fundamental sobre
la perdida obra de Gunâdhya.
La Brihatkathâmânjari está dividida en dieciocho libros y
comienza con una presentación
de la figura de Gunâdhya, sigue
la narración de la historia del rey
Udayana, para centrarse después
en el nacimiento y la historia del
héroe principal, Naravâhanadatta,
su matrimonio con la cortesana
Manadamañchukâ y el rapto por
el vidyâdhara Mânasavega.
Gracias a esta obra podemos
conocer con mayor detalle las
andanzas del héroe que recorre
su aventura acompañado de su
fiel ministro Gomukha.
Cómo, arrebatado en sueños, se
casa con otra joven con la que
pasa la vida en el monte Malaya,
pero el pensamiento de la primera amada le atormenta; de pronto, la joven desaparece y un
ermitaño le consuela narrándole
un cuento, al que le suceden
varias narraciones procedentes
del vasto ciclo de leyendas sobre
el emperador Vikramâditya, de
manera que el príncipe se siente
alentado, a perseverar en su
amor. Estas historias exaltan el
poder de la energía humana
contra el destino, y llevan a
Naravâhanadatta a reanudar su
busca. De aventura en aventura
conquista cinco esposas más,
pero
él
quiere
a
su
Madanamañchukâ. Finalmente,
con ayuda de una mujer, consigue entrar en el retiro de ésta,
con disfraz femenino; pero una
vez descubierto, le prenden y ha
de ser juzgado. Se salva
huyendo y regresando a su
patria, donde se prepara
para declarar la guerra al vidyâdhara y con el favor de Shiva le
vence.
Esta obra podría ser comparada,
en cierto modo, con la narrativa
europea que encontramos en el
Trecento burgués, que siguió a la
época juglaresca de los tiempos
románticos.
Otra
derivación
de
la
Brihatkathâ
es
el
Kathâsaritsâgara, el «océano de
los ríos de los cuentos», título
muy expresivo para este conjunto de más de trescientos cincuenta relatos, divididos en 18
libros de 124 capítulos y más de
21.000 versos, en definitiva una
compilación casi tan extensa
como el Râmâyana, que toma
como marco la historia de
Naravâhanadatta.
Su autor, Somadeva, vivió en la
segunda mitad del siglo XI d. de
C., casi contemporáneo de
Kshemendra, y se revela como
un buen narrador, con mucho
ingenio, capaz de plantear los
asuntos más sorprendentes y
resolverlos con astucia y humor,
en los que lucen sus depuradas
cualidades de estilista.
La materia del Kathâsaritsâgara
es muy variada; en él se encuentran narraciones de toda clase:
desde relatos fantásticos, con la
intervención de genios y demonios, de magos y brujas, armados
con todo su aparato de hechizos
y de metamorfosis; hasta extravagantes historias de pícaros,
leyendas marinas, con acontecimientos maravillosos que ocurren en las inmensas profundidades del mar, viajes y aventuras
por tierra y aire, adaptaciones de
bellas leyendas, episodios de
corte épico, apasionadas historias de amor, cuentos realistas,
donde los elementos narrativos
religiosos y profanos se entremezclan dibujando una riquísima
muestra.
En muchos momentos incluye
otras obras narrativas, así encontramos
una
recesión
del
Pañchatantra y una versión de lo
que un siglo después sería el
Vetâlapañchavimshatikâ o los veinticinco cuentos del vampiro. Estas
historias aparecen, unas veces
idénticas y otras con importantes
variaciones, en otras obras literarias, de manera que su examen
comparativo permite conocer su
forma originaria y las sucesivas
ampliaciones de estas narraciones.
43
CHIDAMBARAM:
SHIVA DENTRO DEL
CORAZÓN DEL
HOMBRE
Félix Roig
V
oy a confesarles algo de
suma importancia. Para
descubrir la esencia de la
India, el viajero solo debe disponer de todo el tiempo del
mundo y andar con ojo avizor.
De esta manera, los secretos de
su vasta geografía se nos revelarán con la fuerza de todo su
magnetismo, lo que damos en
llamar su espíritu sagrado.
Nunca este enunciado se expresa de forma más rotunda que en
una pequeña localidad ubicada
en el corazón más profundo de
Tamil Nadu - Chidambaram. Para
los estándares indios, la población parece a simple vista insignificante; no posee más de
sesenta mil habitantes, no está
en una zona particularmente fértil ni atractiva, y la reseca llanura
que la rodea suele desprender
una canícula impenitente. Pocos
extranjeros llegan a ella, no se
encuentra en ninguno de los cir44
cuitos turísticos de la región, y
sin embargo, Chidambaram es
uno de los centros religiosos y
culturales más importantes de la
tierra de los tamiles, de todo
el sur de la India y por
ende, del subcontinente
Indio.
¿Por
qué
es
así?
Principalmente
porque
Chidambaram es la morada de Shiva-Nataraja, el
dios de la Danza Cósmica.
¿Y quién es este dios tan
peculiar? Para empezar,
Shiva forma parte de la
“Trimurti” o trinidad primordial de los dioses hindúes,
junto con Brahma, el dios
creador, y Vishnu, el preservador. A Shiva le corresponde ser el dios destructor, si bien también es el
re-creador, pues según la
tradición hindú, no existe
creación sin destrucción, y viceversa. Pero en realidad, Shiva es
mucho más que todo esto. Su
irresistible naturaleza viene dada
Félix Roig
por el hecho de que Shiva es la
suma de todos los opuestos.
Como heredero del védico
Rudra, “el aullador”, Shiva es el
Dios Salvaje, así como el asceta,
el Gran Yogui que mora en el
Himalaya, absorto en profunda
meditación. Por ello, este dios no
se preocupa por las nociones de
pureza y linaje, tan caros en la
cultura india; tiene la osadía de
habitar en los recintos de cremación y a menudo se presenta
como una deidad repulsiva e
inoportuna, y sin embargo se
llama Shiva, -el propicio, el gentil.
De entre sus 1.008 nombres o
manifestaciones, Shiva es
Pashupati o el “señor de los animales”, Bhairava o la “encarnación de la cólera”, Vishvanatha o
el “señor del universo” y
Mahadeva, o el Gran Dios. Pero
sin lugar a dudas, su representación más plena en la mitología
hindú es como Nataraja, el dios
de la Danza Cósmica de la creación y la destrucción. Su iconografía –la de un sinuoso danzante con ondulantes brazos y
un pie en el aire, rodeado por un
anillo de fuego-, es una de las
más queridas por los vendedores de recuerdos de la India, y
sin embargo resulta extremadamente raro encontrarlo en los
templos del país. Y aquí es
cuando viene a nuestro rescate
la pequeña Chidambaram, iluminando con su resplandeciente
luz la magia de la densa noche
india.
TIERRA DE SABIDURÍA
Pero ¿qué pasa con nuestra
Chidambaram? Si bien su templo
dedicado a Shiva-Nataraja no es
el más antiguo, ni el más espectacular o visitado de Tamil Nadu,
por una extraña razón, sí es el
más sagrado de todos. Durante
más de 2.000 años, Shiva ha
sido venerado en el interior de
los templos en forma de pilar o
piedra erecta, a la que comúnmente se le llama “lingam”. El
significado original de la palabra
“lingam” es el de una “señal”,
una marca que prueba la existencia de alguna cosa. La pala-
bra fue usada por primera vez
en la tradición sagrada en el
“Svetesvatara Upanishad” (300
a.C.), aduciendo, curiosamente,
que Shiva no tiene señal o
representación alguna, puesto
que está más allá de cualquier
forma. No obstante, dado que
Shiva es la esencia de todo y la
fuente de toda vida, posteriormente el “lingam” también se
impuso como la representación
del falo u órgano sexual masculino, ya que como tal simboliza
no solo la energía sexual, sino la
semilla de toda esencia, de todo
ser humano.
Existe un grupo pan-indio de
“lingas”, considerados pilares de
luz, conocidos como “jyoti lingas” o “lingas” de la luz de la
sabiduría. Conforman doce centros de peregrinación importantísimos, esparcidos por toda la
geografía del subcontinente
Indio, desde el Himalaya hasta
un punto tan meridional como el
templo de Rameswaram, en
Tamil Nadu. Otro grupo de “lingas” igualmente sagrados se
Félix Roig
Un desvencijado autobús entra
saltironeando por una calle ajetreada, en la que se levantan
grandes nubes de polvo.
Pequeña y sin industrializar,
Chidambaram posee el encanto
adicional de contar con escaso
tráfico motorizado. Un factor que
el visitante agradece cuando
una vez conseguido su destino,
uno tiene que llegar a todas partes a pie. A 250km al sur de
Chennai, capital de Tamil Nadu,
Chidambaram se encuentra a
medio camino entre las poblaciones
de
Thanjavur
y
Pondicherry, en lo que se llama
el corazón Chola. La dinastía
Chola controló toda la India
peninsular del siglo IX al XIII, distinguiéndose por la ingente
construcción de magníficos templos de estilo dravídico, cuya
principal característica son sus
altos “gopurams” o puertas de
entrada, recibiendo al devoto
sobre los grandes complejos,
elevándose como abigarradas
pirámides truncadas. Los templos más importantes que
levantaron los reyes Chola son
los
de
Kumbakonam,
Thiruvaiyaru, Thirukandiyur y
Gangakondacholapuram, además de haber tomado parte en
la construcción del inmenso
templo de Srirangam, probablemente el más grande de la India.
45
con Kali en los recintos de cremación.
Félix Roig
Shiva se encuentra en el remolino de los átomos, en el giro de
los planetas, las estrellas y las
galaxias, y por encima de todo,
en el latido del corazón humano. Debido a ello, de los 274
grandes templos que India tiene
dedicados a Shiva, el de
Chidambaram es el más sagrado
pues aquí quien danza en nuestros corazones no es otro que
Shiva en su forma de Nataraja,
el Señor de la Danza Cósmica.
encuentran en los cinco templos
que representan los elementos
eternos de Shiva. Los cinco elementos constituyen el universo
conocido y subrayan la preponderancia del “shivaísmo” en la
cultura tamil, puesto que todos
sus templos se encuentran en
Tamil Nadu. El “lingam” del
fuego lo hallamos en el templo
de Tiruvannamalai, el de tierra
se manifiesta en Kanchipuram,
agua en el de Thiruvanaikaval,
aire en Kalahasti y éter en el
templo de Chidambaram.
EL PRINCIPIO INVISIBLE
Así se comprende el carácter
profundamente sagrado del
templo de Chidambaram, ya que
no solo alberga a Shiva-Nataraja,
sino también su “lingam” de
“akash” o éter, siendo éste el primer elemento de toda manifestación. El éter se esparce en
todas direcciones y gracias a él
es posible la creación del espacio físico. “Akash” penetra en los
otros cuatro elementos, así
como en todo lo que es manifiesto, y si bien él mismo permanece invisible, se le considera el
más sagrado de todos los sím-
46
bolos de lo divino, la fuente de
todas las cosas. Lógicamente, su
sanctasanctórum interior es el
único de todos los templos de la
India que está vacío.
Ello no desmerece en absoluto
a ojos del devoto, y ésta es la
razón por la cual el templo de
Chidambaram se conoce en
Tamil Nadu simplemente por la
palabra tamil “koil” o “el templo”.
El templo del Principio Divino.
La palabra Chidambaram deriva
de “Chit” que significa “conciencia” y “Adambaram” que podemos traducir como “ilimitado”.
Por tanto, el templo de
Chindambaram es una representación de esa conciencia sin
límites donde danza nuestro
dios. Shiva-Nataraja nunca deja
de danzar. Danza para la Diosa
en sus tres formas, como Uma o
la Tierra, como Gauri o la
Radiante, y como Kalika, o la
Oscura. Shiva danzó como un
mendigo para pedir la mano de
Parvati, su consorte de las montañas. Danzó como Bhairava “el
terrible” cuando su calavera
cayó de sus manos en Benarés,
y con sus diez brazos, danza
En Chidambaram todo sucede
alrededor del gran templo de
Sabhanayaka Nataraja, por ello
sus calles radiales se designan
con los nombres de los cuatro
puntos cardinales. Chidambaram
fue la capital del reino Chola del
907 al 1310 y su templo se
levantó durante el reinado de
Vira Chola Raja (927-997), siendo
por tanto uno de los primeros
que erigió su dinastía. El complejo del templo abarca unas 22
hectáreas y está rodeado por
cuatro altos muros concéntricos.
De sus cuatro enormes “gopurams”, las del norte y el sur,
alcanzan los 49 metros de altura, por lo que sus luces son usadas como puntos de referencia
por los marineros que se
encuentran en alta mar en el
Golfo de Bengala.
Si uno entra por la “gopuram”
del oeste, verá en ella las esculturas más elaboradas y probablemente más antiguas del
complejo. Girando hacia el norte,
según el sentido de las agujas
del reloj, uno llega al hermoso
estanque de Shivaganga, flanqueado de columnas techadas y
lugar de encuentro de siete
manantiales naturales. Desde
una de las columnas rotas en el
borde del estanque, se obtienen
las mejores vistas del complejo,
con una cautivadora estampa de
sus cuatro “gopurams”.
En la esquina noroeste, se
encuentra el edificio más grande
del conjunto, el Raja Sabha
(s.XIV-XV), también llamado “la
sala de las mil columnas”, una
constante de la arquitectura dravídica del sur de la India. La tradición dice que en esta sala en
realidad solo hay 999 columnas
y que la que falta es la pierna de
Shiva. Durante los festivales aquí
es donde se traslada a Nataraja
y
su
consorte,
Shivakamasundari, para las ceremonias de la unción o “abhishekha”. La importancia intrínseca
de la danza en el templo queda
resaltada por los relieves de las
figuras bailando en el interior de
la “gopuram” del este, exhibiendo las 108 “karanas” o posturas
clásicas de la danza de Nataraja.
Traspasado el segundo recinto
circunvalatorio, se accede a los
recintos interiores, todos con
muy poca luz y sostenidos por
un laberinto de columnas. Aquí
está prohibido el paso a los no
hindúes, pero desde la entrada
al santuario uno puede distinguir las salas más sagradas del
templo, la Kanaka Sabha y la
Chit Sabha, ambas adyacentes y
con tejados de cobre y plata
dorada.
La Kanaka Sabha es de particular interés pues alberga un “lingam” de cristal. Se dice que éste
nació de la luz de la luna creciente que se encuentra sobre la
ceja de Shiva, así como un
pequeño rubí dedicado a
Nataraja. Con un poco de suerte,
desde esta cámara interior
uno todavía puede escuchar a
los “oduvars”, una casta de
cantantes que entonan versos
de la poesía tamil más
antigua, sacada de compilaciones como el “Sangam”, de
más de mil años de antigüedad.
La Chit Sabha posee las
imágenes de Nataraja y su
consorte. Detrás del primero y
oculto con una cortina hecha
con hojas del árbol llamado
“bilva”, se encuentra el gran
“rahasya” o secreto del templo
de
Chidambaram,
la
“Akashalingam”, el divino “lingam” invisible de Shiva.
UNIÓN DE SHIVA Y PARVATI
El templo de Chidambaram
también es excepcional por ser
el único en Tamil Nadu que permanece fuera del control estatal.
A lo largo de las vicisitudes de
su historia, el templo ha logrado
retener las principales características del primer periodo de los
Vedas. En su momento,
Chidambaram llegó a contar con
3.000 brahmanes o sacerdotes,
activamente implicados en el
servicio del templo. Actualmente
solo son 300, pero los sacerdotes brahmanes de Chidambaram
son la excepción a la regla en
todos los sentidos. Pertenecen a
la comunidad sacerdotal de los
Dikshitar, quienes afirman haber
llegado aquí para servir al templo hace tres mil años. Su
aspecto es un espejo simbólico
del macrocosmos que representan. Se afeitan la mitad de la
cabeza, mientras que se dejan
crecer el pelo en la otra mitad.
Puesto que nunca se lo cortan,
la mata de pelo se enrolla formando un curioso moño. De
esta forma, encarnan por igual a
hombre y a mujer, reflejo de la
unión sagrada de Shiva y Parvati.
Los Dikshitar todavía viven
según tradiciones establecidas
hace centurias. Los matrimonios
tienen lugar a edad muy temprana, generalmente a los siete
años. La pareja pasa a vivir junta
cuando la niña alcanza la
pubertad y entonces ella viste
un sari de ocho metros, dividiendo su tiempo entre la cocina y la
habitación de la casa para las
ceremonias rituales. Tan pronto
como el niño puede hablar, éste
toma parte en las ceremonias
religiosas familiares, así como en
las del templo y todas sus festividades. A los siete años empieza a recibir clases regulares
sobre los Vedas, por lo que un
brahmán Dikshitar está profundamente versado en las sagradas escrituras y en la tradición
de su templo. La propiedad privada del templo pertenece a los
Dikshitar en su conjunto, y es
administrada por una cooperativa cuyo secretario es elegido por
un sistema rotativo, sin tener un
papel superior, sino consultivo y
coordinante.
Para el visitante, incluso si no
es devoto, el poder del templo
es innegable. Basta una sola
noche en Chidambaram para
comprender que no hay manifestación más plena que la
Danza Cósmica de ShivaNataraja. Su danza expresa
mediante sus movimientos la
acción quíntuple de la creación:
mantenimiento, disolución, velación-desvelación y liberación.
Danzando, Nataraja retira el velo
que durante siglos ha confundido la existencia humana con la
ilusión de lo real. Gracias a él
conseguimos la liberación, por lo
que no hay duda de que la
danza cósmica de Shiva tiene
lugar en el corazón de todos
nosotros.
47
VISITANDO
NUESTRO PRADESH:
TAMIL NADU
VIAJAR POR LA INDIA CON HOLA NAMASTE
Redacción
Tamil Nadu es una tierra de
historia antigua, patrimonio
cultural variopinto, belleza
natural y visión progresista.
Tamil, el idioma oficial del
Estado es la madre de muchas
otras lenguas dravidianas. Su
gramática y literatura se
remontan al 500 a.C.
El Estado de Tamil Nadu está
situado en la parte sudoriental
de la península India, con
Kanyakumari como el punto
más meridional de la tierra.
Este es el punto de encuentro
entre la Bahía de Bengala, el
Océano Índico y el Mar
Arábigo. Tamil Nadu cuenta
con una larga costa dotada de
playas encantadoras. Marina,
en Chennai, es una de las playas más largas del mundo. El
Mar Arábigo y los Estados de
Kerala y Karnataka constituyen
48
la frontera occidental de Tamil
Nadu.
Los
denominados
Western
Ghats
(Selvas
Occidentales) abundan en parques naturales de flora y fauna
como, por ejemplo, el Parque
Mudumalai. Al norte de Tamil
Nadu está Andhra Pradesh con
el lago Pulicat en su extremo
norte.
Tamil Nadu es uno de los
estados más industrializados
de la India, con el índice de
desarrollo humano más alto
en el país. Chennai (anterior-
Félix Roig
Alabada seas, Diosa Tamil, tu
juventud
Majestuosa inspira temor y
extasía.
“Manonmaniam”
P. Sundaram Pillai
Madras permaneció como
capital del estado de Madras.
El estado de Madras cambió
su nombre a Tamil Nadu en
enero de 1969 y la capital lo
hizo a su vez como Chennai
en 1996.
mente
conocida
como
Madras), la capital de Tamil
Nadu, es la puerta principal del
Sur de la India y cuenta con un
aeropuerto internacional, un
puerto y una amplia red de
carreteras y ferrocarriles. Con
una extensión de 174km,
Chennai es la cuarta ciudad
más grande del subcontinente
indio. Coimbatore, Madurai,
Tiruchirappalli,
Salem
y
Tirunelveli son otras grandes
ciudades del Estado. Tamil
Nadu destaca con un gran
número
de
instituciones
docentes y mantiene el liderazgo en las áreas de ciencia y
tecnología, particularmente en
la tecnología informática en la
India.
El parlamento de Tamil Nadu
llamado Asamblea Legislativa
es unicameral y tiene 235
escaños. En el Parlamento
central de la India, Tamil Nadu
está representado por 57 parlamentarios, es decir, 18
Senadores en la Rajya Sabha o
Fuente: Gobierno de Tamil Nadu
Al independizarse la India en
1947, la provincia de Madras,
que abarcaba Tamil Nadu y
partes de Kerala al oeste y
Andhra Pradesh al norte, se
mantuvo como estado de
Madras. Pero la exigencia de
un estado separado para los
Telugu parlantes hizo que el
Estado se dividiera en dos –
Tamil Nadu para tamil parlantes y Andhra Pradesh para
telugu parlantes. La ciudad de
Invocación a la diosa Tamil
Bharat es la hermosa cara de
la Tierra adornada de mares
ondeando.
Deccan es su ceja como la
media luna en la que el Lunar
perfumado
Es la bendita tierra drávida.
La fragancia de ese lunar
llena al mundo de alegría
Bien alta reina la Diosa Tamil
su renombre llega a todo lugar
Tamil Nadu está dividido en
30 Distritos Administrativos
que, además de contar con
subdivisiones, abarcan 17.272
pueblos.
49
PERFIL DEL ESTADO DE TAMIL NADU
Situación Geográfica
Latitud norte entre 8 5’ y
13 35’
Longitud este entre 76 15’ y
80 20’
130.058 km2
todos ellos han contribuido a la gestión de los
bosques de manera significativa.
Al reducirse las zonas
selváticas cada vez más,
Capital
los recursos y las oportuHabitantes
nidades de trabajo de la
población tribal han
sufrido
importantes
Densidad
recortes. Esto ha afectaTasa de Alfabetización
66%
Precipitación
Normal
961.8 mm.
do a la disponibilidad de
Longitud de la costa
1.076 km.
alimentos y ha mermado
Distritos administrativos
30
la calidad de vida de
Pueblos
17.272
Consejos de Pueblos
12.618
dicha población. De ahí,
Población Tribal
Rural
551.143
el plan de Desarrollo
Urbana 100.178
Tribal cuyo objetivo es
Total
651.321
Ganadería
Reses
9 millones
integrar a la población
Búfalos 1.6 millones
tribal en la corriente prinOvejas 5.5 millones
cipal del desarrollo ecoCabras 8 millones
nómico y social. En este
Total Extensión Forestal 22.877 km2
De la Extensión del Estado 17, 9 %
sentido, se han clasificado como primitivas a
seis tribus, que son los
Cámara Alta y 39 Diputados en
Toda,
Kota, Kurumbas, Irulur,
la Lok Sabha o la Cámara Baja.
Paniyan y Kattunayakan.
Extensión
(4.0% de la India)
Chennai
62,5 millones (6.0% de la
India)
Rurales
34 millones
Urbanos
28 millones
2
480 / km
DESARROLLO TRIBAL
India cuenta con una población tribal de más de 85 millones, que constituye el 8,14%
de la población total.
Existen casi 449 tribus en
diversas partes de la India. La
mitad de la población tribal
vive en las selvas y zonas periféricas de los bosques y su
economía está asociada al
bosque. Los 651.321 individuos de población tribal que
viven en Tamil Nadu pertenecen a 36 tribus. Su tasa de
alfabetización apenas supera
el 30%. La mayoría de ellos
son cultivadores, jornaleros
agrícolas o dependen de la
selva para subsistir. Entre ellos
hay seis tribus que son primitivas. Están repartidos por todo
el estado de Tamil Nadu y
50
BIODIVERSIDAD DE TAMIL
NADU
En cuanto a la biodiversidad,
Tamil Nadu es singular debido,
no sólo a su antigüedad, sino
también a su gente respetuosa con el medio ambiente a lo
largo de su historia.
Tamil Nadu ha reservado
3.840 km como áreas protegidas para sus 8 parques naturales, 5 parques nacionales y
12 parques de aves.
También es tierra de 3
Reservas de la Bioesfera, a
saber,
Nilgiris
Biosphere
Reserve, Gulf of Mannar
Biosphere Reserve y Agasthya
Malai Biosphere Reserve. Las
áreas protegidas se gestionan
principalmente con fines de
conservación de la biodiversidad, educación, recreo, relevancia histórica, singularidad
de paisajes terrestres o marítimos. La gestión de la fauna se
ha encargado a personal
especializado que lo lleva a
cabo con la colaboración de la
población local.
Se han establecido campamentos para acabar con la
caza furtiva en los que trabajan más de 1.400 habitantes
de los bosques. Esta iniciativa
ha sido pionera en este sentido.
COIMBATORE
A 498 km. de Chennai,
Coimbatore es la tercera ciudad más grande de Tamil
Nadu, con una extensa base
industrial.
La ciudad se encuentra situada a orillas del río Noyyal y es
conocida como la capital de
los textiles de la India o como
el Manchester del sur de la
India. Hasta que cayó bajo el
dominio del rey Chola
Karikalan en el siglo II,
Coimbatore era apenas una
pequeña aldea tribal llamada
Kongunad.
Desde entonces la ciudad ha
ido creciendo y prosperando
tanto bajo los reinos de los
Chalukyas,
P a n d y a s ,
Hoysalas y los
reyes
de
Vijayanagara, así
como
en
la
época de la
plena democracia
de la República.
El suelo rico y oscuro de
Coimbatore es muy adecuado
para la industria agrícola y, de
hecho, el cultivo de algodón
ha contribuido a la expansión
de su industria textil que abrió
su primera fábrica en 1888.
Actualmente hay centenares
de ellas que constituyen la
base de la economía y su
reputación como una de las
ciudades más industriales del
sur de la India.
CUDDALORE
Allá en Chidambaram, una de
las ciudades más sagradas de
Tamil Nadu, el Templo Nataraja
del siglo XI es el templo más
celebrado de la tradición shivita en la India meridional. El
dios Nataraja, más conocido
como Shiva, expone como
apasionado y majestuoso bailarín el mito y mitología del
hinduismo, así como el ritmo
de la vida humana mediante
su danza cósmica..
Neyveli, otra ciudad cercana y
sede de Neyveli Lignite
Corporation, es el puente
energético de la India en el
Fueron los británicos
quienes
cambiaron
su
nombre
de
Kongunad
a
Coimbatore, con
el que mejor se
la conoce actualmente, si bien su
nombre preferido
en tamil es Kovai.
Situada
a la
sombra de los
Western Ghats,
Coimbatore goza
de un clima agradable a lo largo
del año, gracias a
la brisa que corre
por la brecha
Palakkad de 25
km. de longitud.
51
siglo XXI y la realización del
sueño del Primer Ministro
Nehru.
Hogenakkal llega a
Tamil Nadu como un río
caudaloso.
Neyveli ha alcanzado los
objetivos que se le fijaron.
Cuenta con dos minas de lignito, dos centrales termales,
planta de briquete y carbonización y una planta de fertilizantes con las que ha mantenido un crecimiento sostenido
contribuyendo al desarrollo
socio-económico de la India. El
lignito que se produce aquí alimenta las dos centrales térmicas.
La importancia de la
pequeña Hogenakkal
crece aún más por ser
el
centro
de
peregrinaje
de
Theerthamalai, nombre
que se deriva de los
cinco manantiales dentro del templo de Dios
Theerthagireeswar, otro
nombre del dios Shiva.
Theerthamalai está a 16
km de Harur, en el distrito de
Dharmapuri.
Port Novo está apenas a 8
kilómetros por tren desde
Chidambaram.
KANCHIPURAM – UNA
CIUDAD LLENA DE TEMPLOS
Este lugar, también conocido
como Parangipettai, ha sido el
punto de contacto con los portugueses, holandeses, daneses e ingleses en la época
medieval.
El Marine Biological Research
Station de la Universidad
Annamalai se encuentra aquí,
así como el histórico fuerte
portugués.
DHARMAPURI
Si los signos distintivos de
Cuddalore son lignito, manglar
y Nataraj, las señas de identidad de Dharmapuri son Kaveri
y Theerthamalai.
El Kaveri es uno de los grandes ríos de la India que atraviesa Dharmapuri.
Es la fuente de prosperidad
de Tamil Nadu y Karnataka.
Brota en Kudagu, Karnataka,
como un riachuelo, y en
52
Durante estos festivales
imágenes de los dioses
estos templos desfilan en
vahanas
respectivos
vehículos en procesiones
la calle.
las
de
sus
o
por
Kanchipuram (a 75 kms de
Chennai) es, según la creencia
popular, la ciudad de la salvación.
Además de sus templos,
Kanchipuram es famosa por la
pujante industria de tejido
artesanal.
Es uno de los siete centros
más sagrados de peregrinaje
para los hinduistas. También
conocida como Kanchi, la ciudad abarca 126 templos, además de tener un notable
número de iglesias y mezquitas.
Los tejedores de Kanchi viven
allí desde hace 400 años,
otorgándole la envidiable
reputación de productora de
los mejores saris de seda y
algodón en el país.
Aquí los festivales religiosos
se celebran a lo largo del año.
Los saris de Kanchipuram llevan un bordado dorado conocido como zari.
su fama por su arquitectura y
escultura en piedra, gracias a
la gran contribución de los
artesanos Pallava.
KANIYAKUMARI – DONDE
CONFLUYEN TRES MARES
Conocido como el extremo
terrestre de la India o el lugar
donde se reúnen los tres
mares, Kaniyakumari o Cabo
Comorín es uno de los sitios
turísticos más populares en
Tamil Nadu. En este lugar que
marca el fin de tierra india, se
reúnen la Bahía de Bengala, el
Mar Arábigo y el Océano Índico.
Aquí la naturaleza se muestra
en su apogeo particularmente
durante la Chitra Pournami (la
luna llena en abril) cuando el
sol y la luna se encuentran
cara a cara en el mismo horizonte.
Otras lunas llenas también
tienen atracción especial por el
espectáculo de la puesta del
sol y la salida de la luna como
un fenómeno tan simultáneo,
que da la impresión de que
este encuentro se ha acordado
con antelación. Kaniyakumari
está a 700 kms de Chennai.
KODAIKANAL- PRINCIPAL
ESTACIÓN DE MONTAÑA
VERANIEGA
El encanto de Kodaikanal
está en sus vertientes arboladas, las gigantescas rocas,
cuestas y cenadores, prados,
pastorales y riachuelos, que
cautivan al visitante.
La estación de montaña veraniega de Kodaikanal fue creación de los británicos en la
India.
En el siglo XX los indios ricos
se interesaron por estas colinas y hoy Kodaikanal es el
sitio turístico por excelencia.
MADURAI- LA GLORIA DE
LOS PANDYAS
Madurai es la ciudad más
antigua de Tamil Nadu. Situada
en las orillas del río Vaigai,
Madurai es famosa por el
Templo Meenakshi porque
Meenakshi-Sundareswarar es
la cumbre de su esplendor.
La ciudad es un centro
comercial muy importante de
la región. Tiene gran fama por
sus textiles y productos artesanales. Madurai está a 450 km.
de Chennai.
MAMALLAPURAM – POESÍA
EN PIEDRA
Aunque ya no es un puerto,
Mamallapuram ha mantenido
Es quizá el más singular
ejemplo de arte y arquitectura
dravidianos. No es ninguna
exageración considerarla la
joya en la corona de Tamil
Nadu, aunque hay muchas
obras inacabadas o que han
sufrido deterioro con el transcurso de tiempo.
Aún así, las maravillas arquitectónicas de Mamallapuram
producen asombro en el visitante con su derroche de
belleza y armonía.
Entre los nueve templos
esculpidos
en
roca,
Mahishasuramardhini llama
particularmente la atención.
Estos monumentos están iluminados por la noche y atraen
a los visitantes las 24 horas
del día. Los famosos festivales
de danza de Mamallapuram
se llevan a cabo cada año,
durante los meses de diciembre y enero.
Este festival atrae a los mejores exponentes de casi todos
los géneros de danza clásica
de la India, a saber:
Bharatanatyam,
Kuchipudi,
Kathakali, Mohini Attam, Odissi,
Kathak etc.
RAMESHWARAM –
LA ANTESALA DE LA FE
Rameshwaram (a 572 km.
de Chennai) es un islote en el
Golfo de Mannar. Está conectado con tierra firma por carretera y ferrocarril.
53
Rameshwaram es ciudad
sagrada porque se cree que
aquí rezó el dios Rama al dios
Shiva a su regreso de Lanka
tras derrotar al demonio
Ravana.
Rameshwaram es
conocida por sus 22 theerthas
o pozos alrededor del templo
principal.
El templo Ramanathaswamy
impresiona por sus magníficos
pasillos y columnas esculpidas
al milímetro.
El tercer pasillo de este templo es el más largo de un edificio en todo el mundo.
No hay que ignorar que además de ser un sitio de culto,
Rameshwaram es el centro
principal de pesca en Tamil
Nadu.
THANJAVUR- EL LEGADO
DE LOS CHOLA
Thanjavur alcanzó gloria
durante la época de los Chola
entre los siglos IX y XIV.
La ciudad es un tesoro de las
artes. En el mundo se la conoce más por ser la ciudad del
templo Brahadeeswara y el
famosísimo palacio Serfoji’s
Saraswathi Mahal Library & Art
Gallery.
Las pinturas y los instrumentos musicales de Thanjavur
son conocidos a nivel mundial.
UDHAGAMANDALAM LUGAR DE VERANEO
Más conocido como Ooty,
Udhagamandalam es el lugar
montañoso más popular al sur
de la India.
54
Situado en los Western Ghats
a 2.240 metros de altura,
Udhagamandalam es el puerto
principal de la cordillera
Nilgiris, donde la naturaleza se
ha mostrado más espléndida.
Quizá es la región más hermosa de Tamil Nadu.
Además de las plantaciones
de té y café, los eucaliptos,
pinos, zarzos y coníferas pueblan
los
bosques
de
Udhagamandalam y su entorno.
La media de temperatura en
verano alcanza los 25°C de
máxima y los 10°C de mínima
y en invierno varía entre los
21°C de máxima y 5°C de
mínima.
Curiosamente, este paraíso
permaneció desconocido para
los reyes locales hasta que lo
descubrieron los británicos en
1800, aunque allí vivía la tribu
Toda desde siempre.
No obstante, el mérito de lograr
modernizar Udhagamandalam
corresponde a los británicos,
que la colocaron en el mapa
ferroviario de la India, convirtiéndola en la capital veraniega de la Presidencia de
Madras.
Nilgiri es el primer parque de
la bioesfera de la India. Por su
biodiversidad singular ha sido
declarado uno de los 14 ‘hotspots’ (puntos calientes) del
mundo.
CHETTINAD – LA TIERRA DE
PATRIMONIO Y DEVOCIÓN
Chettinad es la tierra de los
Nattukottai Chettiars, conoci-
dos como Nagarathars, una
comunidad de banqueros y
prósperos
empresarios.
Chettinad es un paraíso turístico de otro orden.
Tiene fama por sus casas y
viviendas construidas de mármol y teca birmana.
Son grandes y tienen amplios
patios. Su grandeza y sus elementos de adorno reflejan la
prosperidad de los Nagarathar.
El diseño básico consiste en
el “thinnai” que es un patio
rodeado de habitaciones de
diversa índole. Los muros suelen ser lisos pero hechos de
un yeso especial que contiene
bien molida cáscaras y conchas, cal, azúcar de palmera y
especias, incluyendo el myrobalan.
Esta técnica duradera sirve
para mantener la casa fresca
durante los veranos húmedos
y calurosos de la India.
La estructura arquitectónica
de la casa chettiar es también
ejemplo de cómo una vivienda
humana se puede construir en
absoluta armonía con la naturaleza. Otro rasgo distintivo de
la casa chettiar se aprecia en
sus adornos
tallados con
temas y figuras mitológicas.
El thinnai es una plataforma
estrecha pero elevada que
sirve como el lugar de reunión
familiar para todo tipo de ceremonias desde el nacimiento,
boda etc., así como para la
recepción de los invitados.
Sus columnas suelen ser de
granito y de madera de teca.
PLAYAS DE TAMIL NADU
Tamil Nadu tiene fama por
sus playas azules y cielos
soleados. Algunas de las playas más bonitas del sur de la
India se hallan a lo largo de la
costa de Chennai.
La Marina se extiende a lo
largo de 12 kilómetros y en la
de Kovalam impera el silencio
ya que está lejos del bullicio
de la ciudad.
La playa Elliot es sin lugar a
dudas para quien piensa en el
medioambiente limpio.
Apenas a 20 minutos por
carretera de Chennai está la
playa VGP Golden Beach
Resort que brinda un entorno
apaciguado y a 60 km. de
Chennai está la playa de
Mahabalipuram, famosa por
su el templo del siglo VII.
La playa de Mamallapuram abarca unos 20 kilómetros de extensión. Allí, además
se pueden apreciar los templos construidos en roca.
También hay un parque de
cocodrilos y un centro para
extraer veneno de las serpientes.
En la carretera de Chennai a
Mahabalipuram, es muy reco-
mendable
la
visita
a
Dakshinachitra, un centro de
patrimonio tradicional donde
trabajan artesanos en casas
reconstruidas a partir de
modelos del siglo XIX.
Cabe mencionar también las
excelentes playas como la de
Devanampattinam
en
Cuddalore o las de Olaikuda,
Dhanushkodi y Pamban en
Rameshwaram.
ECONOMÍA DE TAMIL NADU
AGRICULTURA
La agricultura constituye
el sector más predominante de la economía de Tamil
Nadu dado que el 70%
de sus habitantes viven de la
agricultura
y
actividades
afines.
En una extensión de
130,000km, Tamil Nadu tiene
aproximadamente 6,3 millones
CULTIVOS PRINCIPALES 2006-07
Cultivo
Área (Hect.)
Producción (Toneladas)
CEREALES
1. Arroz
2. Cholam(Jowar)
3. Cumbu (Cebada)
4. Maiz
5. Ragi
6. Otros Cereales
7. Total Cereales
2.050.455
316.274
81.925
202.830
99.549
40.367
2.791.400
5.209.433
231.449
94.799
241.217
131.915
30.072
5.938.885
LENTEJAS
8. Grama Bengala
9. Gram Rojo
10. Gram Negro
11. Gram Verde
12. Gram Caballo
13. Lenteja Otro tipo
14. Total Pulses
15. Total Granos
Alimenticios (7+14)
5.907
37.769
215.448
136.699
60.415
68.999
525.237
3.316.637
4.007
20.400
70.758
45.881
22.023
13.934
177.003
6.115.888
SEMILLAS OLEAGINOSAS
16. Cacahuete
17. Gingelly
18. Castor
19. Coco (cocos)
20. Otras Semillas
21. Total Semillas
Oleogínosas
61.8835
65.118
8.391
370.515
24.553
1.087.412
1.097.592
30.772
2.777
* 48.671
OTROS CULTIVOS
22. Algodón
23. Caña de Azúcar
24. Tabaco
25. Chilis
109742 ^
# 335397
5102
49033
168154
35113269
7792
31830
^ - en Bales de 170 Kg lint each; # - de caña; $ - Toneladas por hectárea
55
Unidades de industrias
a pequeña escala
registradas
511.351
Puestos de trabajo en
industrias a pequeña
escala
3,6 millones
Inversión en industria
a pequeña escala
(en Rupias)
161.025 millones
Producción
(valor en Rupias)
1.039.116 millones
Sindicatos registrados
9.813
COOPERATIVAS
INDUSTRIALES:
de hectáreas de tierra activamente cultivada.
ÁREA DE ELECTRICIDAD Y
ELECTRÓNICA:
Siempre apostando por nuevas tecnologías, Tamil Nadu ha
mantenido una notable productividad en el sector agrícola.
Se han establecido polígonos
para promover industrias
eléctricas y la electrónica
en:
INDUSTRIA DE TAMIL NADU
TAMIL NADU PROMUEVE
INVERSIONES EN LAS
SIGUIENTES ÁREAS:
1. Dr. Vikram Sarabai Instronic
Estate, Chennai-41.
2. Industrial Estate, Perungudi,
Chennai-96.
1. Recambios para automóviles
3. Electrical and Electronic
Industrial
Estates
at
Kakkalur,
2. Productos farmacéuticos
4) Hosur,
3. Industria de procesado de
alimentos
5) Coimbatore.
Existen 20 áreas de comercio
organizadas dentro del marco
de
las
Cooperativas
Industriales y según se observa estas cooperativas van
aumentando.
También existen iniciativas
especiales para promocionar
la industria a
pequeña
escala. La siguiente tabla
muestra la situación de
la industria a pequeña escla:
PROYECTOS E INICIATIVAS
ESPECIALES DE CORPORACION
ESTATAL
PARA
LA
PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA DE TAMIL NADU (SIPCOT)
- ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES (SEZ):-
6) Salem.
4. Equipos de energía solar
7) Madurai.
5. Joyería de oro y diamantes
para la exportación
6. Equipos de control de contaminación
7. Artículos de deporte y accesorios
8. Materiales de construcción
como aluminio
56
- NOKIA TELECOM SEZ, FASE
III EN SRIPERUMBUDUR
INDUSTRIAL PARK,
8) Thuvakudi.
Los cuatro centros de fabricación de equipos electro-médicos establecidos en Chennai,
Thanjavur,
Madurai
y
Coimbatore gozan de fama
internacional.
- FLEXTRONICS SEZ, FASE II,
SRIPERUMBUDUR INDUSTRIAL PARK.
- FOOTWEAR SEZ, CHEYYAR
INDUSTRIAL COMPLEX.
- Sector específico Hi-Tech
SEZ (Electronic Hardware)
en SRIPERUMBUDUR INDUSTRIAL PARK (Foxconn, DELL
Computer,
Samsung
Electronics, Motorola, TAPP
semiconductors).
- SEZ
SECTOR ESPECÍFICO
PARA HARDWARE en ORAGADAM GROWTH CENTRE
- SEZ
SECTOR ESPECÍFICO
PARA CALZADO en IRUNGATTUKOTTAI INDUSTRIAL PARK
- SEZ SECTOR ESPECÍFICO DE
ALTA TECNOLOGIA PARA
INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL
en CHEYYAR INDUSTRIAL
COMPLEX
- SEZ
SECTOR ESPECÍFICO
PARA PRODUCTOS DE CUERO
EN RANIPET
- SEZ
SECTOR ESPECÍFICO
PARA PARA PRODUCTOS DE
INGENIERIA en PERUNDURAI.
PROGRAMAS ESPECIALES:
- Nilakkottai Food Park Ltd,
Nilakkottai.
Valor en millones de Rupias
Industrias Khadi
(Artesanal) y Rural
Khadi (tela de diversos
materiales tejida a
mano)
Algodón
Lana
Silo
Poliéster
Industrias rurales
Valor
522
244
9,2
206
62
11.747
INICIATIVAS DE
INFORMÁTICA
- Tamil Nadu fue Estado
pionero en establecer el
programa y la política
de informática independiente.
- Entre los pioneros en facilitar la conexión de fibra óptica de banda ancha.
- Estado pionero en garantizar suministro ininterrumpido del suministro eléctrico a
la industria de la informática.
- Industrial
Waste
Management Association
Estatus de la Industria de
la Informática
- Chennai Industrial Water
Utility Co Ltd
- Cuenta con más de 1.400
empresas
- Apparel Park , Irungattukottai
- Textile Processing
Cuddalore
Park,
Se han planeado nuevos
polígonos industriales en
Madurai y Coimbatore
- Tiene más de 200.000
informáticos profesionales
trabajando.
- El espectacular crecimiento
de la industria de software
se aprecia en la siguiente
tabla:
- Estudios
llevados
a
cabo por la Universidad de
Harvard, USA (Ponencias #
728, 729) y “Readiness for
the Networked World: A
Quiet
Information
Revolution
in
Tamil
Nadu; han revelado que
Tamil Nadu se ha situado
para surgir como el principal
Estado de la Informática en
la India y para servir como
puerta principal de la
informática al sudeste asiático.
- El
“Watts
Humphrey
Software Quality Institute”,
el único de su clase en la
India se ha establecido en
Chennai.
- Se ha lanzado el Capítulo
Chennai de The IndUS
Entrepreneurs (TiE) que se
encuentra en plena actividad.
- Media Lab Asia– el laboratorio para la investigación,
establecido en Chennai, es
una iniciativa de colaboración entre el Ministerio de
Comunicaciones
e
Informática del Gobierno de
Año
Exportación
(en millones de Rupias)
1993-94
1994-95
1995-96
1996-97
1997-98
1998-99
1999-00
2000-01
2001-02
2002-03
2003-04
2004-05
2005-06
20
120
370
1.610
3.930
12.460
19.140
31.160
52.230
63.160
76.210
107.030
141.150
57
la India y el Instituto de
Tecnología
de
Massachussets.
Informática en Educación
Para aumentar la alfabetización informática entre los
alumnos se ha revisado el
programa
escolar
y
actualmente de las 1.197
escuelas 40.000 estudiantes
se gradúan cada año con el
nuevo programa de estudios.
Tras el éxito del programa
escolar, se ha lanzado
otro programa de estudios de
informática de un año de
duración en todos los niveles
académicos superiores del
Estado, que incluyen 60
facultades de Artes y Ciencias,
las 11 facultades de Medicina,
la
única
facultad
de
Odontología y las cinco facultades de Derecho para la alfabetización de sus 30.000
estudiantes.
Infraestructura informática
En cada distrito de Tamil
Nadu existe la banda ancha
mediante cable de fibra óptica.
Entre las bandas anchas más
utilizadas
figuran
BPL
Broadband, DishnetDSL, Bharti
Telesonic, Reliance Infocomm
Ltd., Estel Communications
Pvt. Ltd. y Bharati Telenet Ltd.
Con esto se quiere afirmar
que existe el acceso a Internet
aún en las zonas más remotas del Estado.
58
Desde luego, Tamil Nadu
tiene la conectividad telefónica rural más alta del país con
el 86% de sus aldeas cubiertas.
Center
for
International
Development,
Harvard
University and IIT Madras bajo
el auspicio del Gobierno de
Tamil Nadu.
Software Technology Parks of
India, Chennai ha instalado
enlaces de datos internacionales
en
Madurai,
Tiruchirappalli, Tirunelveli y
NSIC /Guindy/Chennai.
Ya está en plena operación
la “TIDEL Park” de la
Informática que ocupa más
300.000m.
Se está implementando en
el distrito de Madurai un
proyecto piloto denominado
“Acceso Sostenible en India
Rural (SARI en inglés)” – para
facilitar acceso a Internet en
cada una de sus aldeas a través de “Wireless in Local
Loop (WLL)”, tecnología desarrollada por el Grupo Telecom
& Network en el Instituto
Indio de Tecnología de
Madras.
Este proyecto cuenta con el
apoyo de MIT Media Lab,
Para trabajar como campus
independiente, SIPCO ha establecido un parque en Siruseri
en una extensión de 1000
acres.
Además existen el Mahindra
Industrial Park, un proyecto de
colaboración con TIDCO, IL&FS
y Mahindras, en la carretera
nacional a 25 km desde el
aeropuerto de Chennai.
Así mismo DishnetDSL y
Bharti Aquanet Limited han
instalado el cable de fibra
optica submarina desde
Singapore hasta Chennai con
una capacidad de 11 terabits
por segundo para asegurar la
disponibilidad de la banda
internacional según demanda.
SANIDAD:
INFRAESTRUCTURA
PÚBLICA
Medicina Moderna
Hospitales
315
Dispensarios
213
Otras Instituciones Médicas
29
Centros de Salud Primarios
1.417
Sub Centros de Sanidad
8.683
Camas en Hospitales
52.48
Médicos
10.52
Enfermeras
11.105
Enfermeras de Sanidad Comunitaria 384
Enfermeras de Sanidad Sectoriales 1.610
Enfermeras de Sanidad en Pueblos 10.367
Medicina Sistema Indio
Hospitales
4
Dispensarios y Unidades Móviles 54
Hospitales distritales enlazadas con
Facultades de Medicina
325
Centros de Salud Primaria
426
Camas en Hospitales
965
Médicos
1.078
Enfermeras
96
EDUCACIÓN
Universidades
21
Colleges de Artes y Ciencias
444
Colleges para Educación
Profesional Medicina
(Gubernamental)
Colleges de Medicina
(M.B.B.S. / Cursos
de Pos Grado)
13
Colleges Dental (B.D.S. / M.D.S.)
1
Enfermería (B.Sc., & P.G Diploma) 16
Colleges de Farmacia
3
Colleges de Fisioterapía (B.P.T)
2
Colleges de Terapía Ocupacional
—
Facultades de Medicina India
Medicine (Siddha,
Ayurveda, Unani, Homoeopatía
& Naturopatía y Yoga)
5
Colleges de Ingeniería
y Tenología
255
Colleges de Agricultura
11
Colleges de Veterinaria y Pesca
3
Colleges de Derecho
8
Colleges para Educación
Especial
38
Escuelas para Educación
General
51.807
Escuelas para Educación
Profesional
59
Escuelas para Educación
Especial
102
Institutos de Educación para
Otras Profesiones
1.194
FESTIVALES
Tamil Nadu es la tierra de
muchos
festivales
que
comienzan a partir de enero.
Pongal es el primer festival
que se celebra con gran
entusiasmo. Es un festival de
cosecha.
En realidad, ‘Pongal’ es el
nombre de un plato de arroz
y lentejas en Tamil Nadu que
se cocina sin falta durante
este festival.
Pongal se celebra el 14 de
enero. De hecho, se celebran
cuatro festivales en cuatro
días consecutivos durante
esa semana.
Bhogi se celebra el 13 de
enero, Pongal el 14, Maattu
Pongal el 15 y Kannum
Pongal y el Día de
Thiruvalluvar
el 16 de
enero.
Bhogi se celebra para
deshacerrse de la maldad en
la sociedad. La gente limpia
sus casas y quema todo tipo
de basura y desechos.
Se
pintan
las
casas
de nuevo. Inclusive se les da
un baño a los animales
domésticos para luego ser
adornados con todo tipo de
colores vivos.
Homoeopatía
Hospitales
Dispensarios
Hospitales distritales vinculados
con Facultades de Medicina
Camas en Hospitales
Médicos
Enfermeras
1
5
39
50
67
4
59
económicos de la sociedad
civilizada. Ésta tiene 70 capítulos. La tercera se centra en
Kamam o Inbam (amor), los
valores psíquicos de la vida.
Ésta tiene 25 capítulos.
Thirukkural fue escrito por
Thiruvalluvar, que nació 30
años antes de Jesucristo.
El calendario tamil se remonta a esa era y se denomina
Thiruvalluvar Aandu. Los tamiles veneran a Thiruvalluvar
como filósofo, experto en ciencias políticas, maestro de
administración pública y artista
que demostró un gran conocimiento del ser humano.
Thirukkural ha sido traducido
a 60 idiomas.
Piensa y luego pon mano a la
obra,
Pensar después de comenzar
traerá desgracia
Thirukkural
Seguramente ningún ensayo
ni libro podrá abarcar todo lo
que significa Tamil Nadu y su
cultura. No obstante, los tamiles reservan esta distinción
para el Thirukkural.
sobre Aram (Virtud), el valor
moral o ético de la vida humana. Tiene 38 capítulos. La
segunda parte trata del Porul
(Riqueza), los valores socio-
Thirukkural es la obra maestra
de la literatura tamil con la
expresión más alta y pura del
pensamiento humano. Está
escrito en estrofas de dos versos que detallan diversos
aspectos de la vida. Contiene
1.330 estrofas, agrupados en
133 capítulos de 10 estrofas
cada uno.
Thirukkural tiene tres partes
principales. La primera versa
60
Chennai
“SLEEPING TRAIN” DE
JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO
Reseña de Redacción
Sleeping Train es una mirada
que se pierde paralela a las vías
de un tren que atraviesa la
India. Un viajero mudo opta por
parapetarse tras el escudo de
una cámara para ser invisible.
Un papel se mancha de preguntas que no requieren respuesta. Se acumulan en topes
de contención en trayecto de
regreso. Dos libros, uno de fotografía y un poemario, que son el
mismo porque los sentidos no
se excluyen entre sí.
haciendo tren y éste se convierte en agua, mercado o fachada.
Las personas observan de frente y guardan silencio. Los pies
de foto se ubican al final de la
serie para no distraer la película
de un viaje que transcurrió por
Mumbai, Goa, Karnataka, Delhi,
Uttar Pradesh, Orissa y Tamil
Nadu.
Por un lado emerge un recorrido fotográfico de noventa y dos
instantáneas en color bajo la
supervisión y edición gráfica de
Jorge Moreiro, quien se hizo
cargo de las 3000 fotografías
que Huidobro trajo en el equipaje. De él es el prólogo en él
dice sobre el autor: “Atacado
por alguna patología poética,
cada mañana se levanta hambriento de imágenes y las toma,
las caza, las recolecta, a veces
las roba, incluso las mendiga,
según su estado de ánimo.
Hasta que descubre que se
relaciona con la gente a través
de la fotografía”.
La poesía de Sleeping Train
brota al regreso de la India.
“Despierto/en el mundo del
cemento/Ayer el pájaro/me
atrapó con sus garras/ y me
destripó”. La desubicación le
hace desenfocar las pupilas,
levitar y volver a viajar. Así surge
Poética de viaje
el flash back poético a través de
su diario de viaje. Algunos versos ya estaban escritos en él y
los otros fluyeron naturalmente
en muy corto espacio de tiempo.
El tren es el protagonista de la
lucha interna y las excusas del
que no pertenece a un lugar. Se
presiente la llegada del turista
que agarra un taxi en Mumbai
para desaparecer del mundo y
sentir la plena libertad de avanzar sin destino fijo como un
aprendiz de viajero.
Las horas ralentizadas de
ferrocarril pueden sintetizarse
en apenas tres versos: La mujer
india/presa del horizonte/ acaricia el sol. El bisturí hace que
cada palabra sea la justa pues
Huidobro no entiende lo que
Después de miles de kilómetros a la velocidad de un vagón
de segunda, el sueño se va
61
Ediciones) pero pasa el tiempo
y el libro permanece inédito.
Participa en la antología (no
solo) palabras para la Paz de
Ediciones Amargord.
Ve la luz, en la misma editorial, Los amantes de Coriolis.
Recorre en tren la India. Escribe,
fotografía y trabaja intermitentemente. La línea recta espera
su siguiente paso.
pasa por sus ojos y no
pretende resolver esa carencia.
Esa es su forma de escribir o
viajar.
Sleeping Train es la tercera
obra publicada de José Ramón
Huidobro
tras
Africano
(Ediciones Vitruvio, 2002) y Los
amantes de Coriolis (Ediciones
Amargord, 2004).
José Ramón Huidobro nace en
Madrid en 1966. Sigue la estela
del zig-zag, tanto en su vida
académica como laboral. Tiene
la vocación de volar. Ingresa en
una Academia Militar. Pierde el
paso en la formación y rompe
filas.
Se matricula en Ciencias
Físicas. Las fórmulas no le retienen. Empieza y termina la carrera de Periodismo. En el mundo
ocurren acontecimientos y José
Ramón descubre los viajes en
solitario.
Elige América como destino.
Desarrolla trabajos diversos.
Contacta por primera vez con
África. Por dentro, empieza a
cambiar.
62
Se deja atrapar por el peligro
de la poesía. Durante tres años
escribe. Viaja a Mozambique.
Partidiario de la filosofía de
Lester Burnham en American
Beauty, se decanta por la mínima responsabilidad posible y
ejerce de operario de pista en el
aeropuerto de Barajas.
El ruido y la frenética actividad
entre aviones, que apenas
tocan el suelo, le motivan a leer.
Publica Africano en Ediciones
Vitruvio.
Se interesan por su obra El
(Ellago
hombre
ausente
SLEEPING TRAIN:
RAÍLES CRUZADOS DE
POESÍA Y FOTOGRAFÍA
Texto y fotografía: José
Ramón Huidobro
Editor gráfico y prólogo: Jorge
Moreiro
Ediciones Amargord, Madrid
2007
Fotografía: 111
páginasPoesía: 66 páginas
LIBROS EN ESPAÑOL
SOBRE LA INDIA
Novedades y Recomendaciones por la librería www.indicalibros.com
Sarasvatam (Canto a
Sarasvati + CD)
Vihari, Joshi Rasik -Bodhi
Rasik Vihari Joshi rinde homenaje a la
diosa de la sabiduría, Sarasvati, con un
libro de poesía, acompañado de un CD
con los versos cantados.
El dharma
Besant, Annie - Teosófica
El Dharma es la naturaleza interna, caracterizada en cada hombre por el grado de
desenvolvimiento adquirido. En el hinduismo se trata de la ley universal de la
naturaleza, ley que se encuentra en cada
individuo lo mismo que en todo el
Cosmos.
El camino de la liberación. La
mutación psicológica.
Krishnamurti -Kairós
Para Krishnamurti, la actitud contestataria de algunos grupos activistas que
intentan “cambiar” la sociedad carece
de sentido. El verdadero cambio tiene
lugar en la psique misma. Eso es lo
que en muchas tradiciones han llamado liberación.
La terapia del yoga. Guía
práctica de yoga y ayurveda.
Mohan, A. G. e Indra - Oniro
Una guía práctica de yoga y ayurveda. Las
posturas y las prácticas respiratorias del
yoga también pueden prescribirse para tratar determinados problemas de salud,
combinadas a menudo con consejos dietéticos procedentes del ayurv da, la medicina tradicional india.
Masaje indio de cabeza
Bentley, Eilean – Gaia
El masaje indio de cabeza es una terapia
extraordinaria que te ayudará a sentirte revitalizado y capaz de afrontar las demandas físicas, mentales y emocionales propias de la ajetreada vida moderna. Ayuda a eliminar dolores
de cabeza, el estrés, favorece la circulación
sanguínea en la cabeza y en el rostro, y reduce la tensión en el cuello y en los hombros.
Sleeping train
Huidobro,
José Ramón - Amargord
Sleeping train es un mirada fotográfica
y poética que se pierde paralela a las
vías de un tren que atraviesa la India.
Miles de kilómetros a la velocidad de
un vagón de segunda por Mumbai,
Goa, Karnataka, Delhi, Uttar Pradeh,
Orissa y Tamil Nadu.
La llamada de la India. (Regreso al
Templo de Hielo)
Calle, Ramiro – Palmyra
Han pasado tres años desde que Augusto y
Rubén regresaron de la India. Tras superar el
duro aprendizaje en el Templo de Hielo, Rubén
está entregado de lleno a su trabajo como psicoanalista. Augusto sigue siendo un rico anticuario, pero siente otra vez la llamada de
Oriente y le propone a su amigo un nuevo viaje
al país del Ganges.
El camino del laberinto
Danielou, Alain - Kairós
El camino del laberinto es un libro de memorias indispensable para conocer a uno de los
más grandes especialistas en las tradiciones
de la India y uno de los máximos expertos en
música india.
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