Vol 11 Num. 2 2014 - Puerto Rico Sea Grant College Program

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Vol 11 Num. 2 2014 - Puerto Rico Sea Grant College Program
Vol. 11, Núm. 2 2014
RESERVAS MARINAS
PARTE II
1
Carta del director
En este volumen de
Marejada, traemos
información a nuestros
lectores sobre unos recursos
naturales, que no solamente
proveen oportunidades económicas y recreativas a
residentes y visitantes de comunidades costeras, sino
que además, sirven de habitáculo a una gran cantidad
y variedad de organismos marinos que se benefician
de los servicios ecológicos que estos ofrecen. Me
refiero a las reservas marinas de Puerto Rico, áreas
que por su productividad ecológica, belleza y
majestuosidad natural, juegan un rol importante en la
conservación de la biodiversidad, proveen beneficios
económicos significativos a las comunidades
adyacentes y por su poder intrínseco de relajamiento,
contribuyen a nuestro bienestar físico, mental y
espiritual.
Existen diferentes razones para establecer reservas
marinas entre las cuales se destacan: la conservación,
la protección y la restauración de habitáculos;
mantener la biodiversidad; la investigación científica
y la educación; la preservación de recursos culturales
o atributos estéticos; y la recreación pública. Estas
atracciones naturales proveen diferentes niveles
de acceso y uso, así como niveles de protección al
recurso, dependiendo de las metas establecidas y los
resultados esperados.
Las reservas marinas forman parte de lo que se conoce
como Áreas Marinas Protegidas (AMP). En esta
edición especial de Marejada, hemos incluido dos
artículos sobre las AMP: uno de ellos escrito por la
doctora Michelle T. Schärer Umpierre (aparece en
la Parte I) y el otro preparado por el doctor Richard
Appeldoorn, profesor del Departamento de Ciencias
Marinas de la UPR-Mayagüez (aparece en la Parte II).
También, contamos con artículos sobre las reservas
marinas de: Tres Palmas en Rincón, Canal de
Luis Peña en Culebra, Arrecife de la Isla Verde en
Carolina e Isla de Desecheo. Haber resaltado estas
reservas en la revista tiene propósitos múltiples:
dar a conocer sus recursos y atracciones naturales,
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motivar a otras personas a involucrarse en esfuerzos
de conservación y uso sustentable de las reservas
marinas y educar con el fin de promover admiración
y sentido de pertenencia por la naturaleza.
Es en un contexto de educación y respeto a la
naturaleza que resaltamos, en el segundo número de
este volumen de Marejada, la vida de la doctora Álida
Ortiz Sotomayor, precursora de la educación marina
en Puerto Rico, primera persona en obtener el grado
doctoral en el Departamento de Ciencias Marinas de
la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Mayagüez
y primera directora del Programa Sea Grant de la
UPR. Muchas son las personas que han conocido el
mar a través de los esfuerzos educativos de la doctora
Álida Ortiz, quien también se ha destacado por su
labor a favor de las reservas marinas y naturales,
particularmente en las Reservas Naturales de Humacao
y Arrecifes de la Cordillera, al este de Puerto Rico, y
en la Reserva Marina de la Isla Verde en Carolina.
Las áreas marinas protegidas (30 en total) y
las reservas marinas establecidas (4) en Puerto
Rico proveen beneficios en la conservación de
la biodiversidad y en la generación de divisas
provenientes de actividades de recreación y turismo.
Para ser más efectivos y alcanzar los beneficios
esperados de estas herramientas de manejo, es
necesario implementar las leyes efectivamente,
proveer facilidades de acceso adecuadas, centros
interpretativos, asignar biólogos residentes e instalar
señalización adecuada. Además, debe estudiarse la
posibilidad de aumentar el tamaño de las AMP y de las
reservas marinas y traer a consideración el desarrollo
de un programa de investigación científica para
evaluar la efectividad y los beneficios de estas áreas.
Las reservas marinas proveen oportunidades para
aprender sobre la naturaleza y el medioambiente
y nos recuerdan que tenemos una responsabilidad
ética de respetar la naturaleza.
Ruperto Chaparro Serrano, MA
Marejada es publicada por la Oficina de Comunicaciones del Programa de Colegio Sea Grant de
la Universidad de Puerto Rico bajo la subvención Núm. NA14OAR4170068 del Departamento de
Comercio de Estados Unidos y la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA).
ISSN 1947-1424
Ruperto Chaparro Serrano, Director del Programa Sea Grant
Manuel Valdés Pizzini, Director asociado del Programa Sea Grant/Director Programa de Extensión Marina
Cristina D. Olán Martínez, Coordinadora de comunicaciones/Directora editorial
Delmis del C. Alicea Segarra, Asistente de comunicaciones/Especialista en educación
Alessandra Otero Ramos, Especialista en información
Oliver Bencosme Palmer, Ilustrador científico/Diagramador/Artista gráfico
Raúl Omar Ortiz Arroyo, “Pichón Duarte,” Fotógrafo/Videógrafo/Jefe de Impresos
Larimar Castro Medina, Asistente de impresión
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Las opiniones y los puntos de vista expresados en esta revista no necesariamente reflejan los de la
Universidad de Puerto Rico o los del Programa Sea Grant. La mención de marcas de productos no
debe ser interpretada como un endoso a las mismas.
Portada: La foto de portada muestra un mero negro (Mycteroperca bonaci), una especie que habita en aguas de las
reservas marinas de Puerto Rico. La imagen fue tomada por el biólogo Jan P. Zegarra.
3
Visión
Mucha gente piensa que el espacio sideral,
el universo, es nuestra frontera final de la
exploración y del conocimiento. Sin embargo,
los océanos todavía son una región desconocida
y nuestros mares, los que nos quedan a
unos pasos de nuestras casas, aguardan por
nuestros esfuerzos en investigación, para
conocerlos a profundidad, mantener su valor
ecológico y salvaguardarlos para que las
generaciones futuras puedan beneficiarse de
las oportunidades económicas y recreativas
que estos ofrecen. Tal vez, lo irónico es que
muchos conocen sobre el planeta Tierra o
sobre nuestro sistema solar, pero conocen
muy poco sobre los ecosistemas marinos y
costeros y su extraordinaria biodiversidad, su
fuerza y su energía física, así como su papel en
la climatología. Como ciudadanos, debemos
entender bien esa inmensa parte de esta biosfera
que está formada por las aguas de los océanos.
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Marejada surge como un medio de comunicación
enfocado en educar a los hispanoparlantes
acerca de la importancia de proteger nuestros
mares y océanos de los complejos procesos
climáticos y antropogénicos que los amenazan.
Isla de Palomino, Reserva Natural Arrecifes de la Cordillera
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Marejada es una revista ambiental comprometida
con la conservación y el desarrollo sustentable
de nuestros recursos y atracciones marinas y
costeras. Nuestro interés es educar al público
general y llevarle información científica de
una manera sencilla y fácil de entender. Para
nosotros, uno de los puntos clave, en el marco
de las investigaciones científicas aplicadas,
es poder desarrollar proyectos dirigidos a
solucionar problemas actuales que afectan los
recursos marinos y costeros que nos rodean, al
tiempo que facilitamos los resultados de estas
investigaciones a los manejadores y los usuarios
de estos recursos. Estos resultados deben ser
publicados y puestos al alcance de la mayor
cantidad de personas. Esta revista ambiental
constituye ese espacio accesible para que los
investigadores, los científicos, los usuarios de
los recursos, los educadores, los manejadores y
los especialistas publiquen artículos cónsonos a
nuestra visión, al tiempo que el lector disfruta en
este proceso del saber.
Marejada: una manera de acercarte más a la costa.
REVISTA AMBIENTAL
MAR ADENTRO
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11
Áreas marinas protegidas: Un reto para la ciencia y el
manejo
RESERVAS MARINAS
11
Reserva Natural del Canal de Luis Peña: Un tesoro de
Culebra para el mundo
16
Reserva Marina Arrecife de la Isla Verde: Una reserva en el
área metro
COMPROMISO AMBIENTAL
21
Arrecifes Pro Ciudad, Inc.
VIDAS APASIONADAS
16
24
Alida Ortiz Sotomayor: Pionera de la educación
marina en el Caribe
EDUCANDO CON EL MAR
33
Cuidemos los arrecifes de coral
CONOCE NUESTRO EQUIPO DE TRABAJO
39
21
Deifchiramary Tirado Choque, ilustradora
ACERCAMIENTO BIBLIOGRÁFICO
41
Un acercamiento bibliográfico a las áreas marinas
protegidas (Parte II)
24
5
Áreas marinas protegidas:
Fotos: Oliver Bencosme Palmer
Un reto para la ciencia y el manejo
Arrecife El Mario, Reserva Natural de La Parguera, Lajas, PR.
Por: Dr. Richard Appledoorn
Traducido al español por: Wilmarie Cruz Franceschi, MA
Las áreas marinas protegidas (AMP) cumplen
varios propósitos. Ayudan a distribuir espacio
entre los usuarios que compiten por sus
recursos, permiten la conservación de la
biodiversidad y de las especies amenazadas
y constituyen una herramienta esencial para
el manejo de las pesquerías. Para este útilmo
factor, las AMP poseen particular importancia
ya que tienen el potencial de: exportar larvas y
juveniles para poblar áreas externas, mantener
la salud de las agregaciones de peces y de sus
hábitats y proveer un seguro en contra de un
fracaso en el manejo. Dada esta gran diversidad
de objetivos, las regulaciones que gobiernan
las AMP varían considerablemente de lugar
a lugar y podrían proteger solo una especie
en particular (como las tortugas marinas, por
ejemplo) o los hábitats tales como los arrecifes
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de coral o los manglares, o limitar la pesca, ya
sea parcialmente o en su totalidad.
Dentro del Caribe Estadounidense (Puerto
Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses), las
AMP existen desde la década de 1960, cuando
se designó el Parque Nacional de St. John y el
Monumento Nacional de Buck Island en las
Islas Vírgenes Estadounidenses. La primera
designación de esta clase en Puerto Rico ocurrió
en 1979, cuando se designó Punta Petrona en el
pueblo de Santa Isabel. Sin embargo, la ciencia
de las AMP es mucho más reciente y solamente
abarca los últimos 20 años. Gran parte de los
trabajos de investigación realizados se enfoca
en aspectos de diseño y de evaluación de las
AMP y su desempeño. Estos trabajos se han
llevado a cabo a través de una combinación de
monitoreo a largo plazo, estudios hechos en
el campo y la elaboración de modelos. Estos
estudios, junto con lo que hemos aprendido
sobre los éxitos y los fracasos de las AMP a nivel
mundial, nos dan una base científica sólida
sobre el uso de las AMP como una herramienta
de manejo. ¿Qué nos dice la ciencia?
El hábitat es la clave
El hábitat es la primera clave de conservación
ya que el hábitat satisface las necesidades
de alimento y albergue de las especies. Cada
tipo de hábitat, ya sea el manglar, la pradera
de hierbas marinas, los arrecifes de coral o
las planicies algales, funge un rol importante
para las comunidades asociadas de pequeños
peces, invertebrados y plantas marinas. Estas
comunidades también van a variar conforme
al tamaño del segmento de hábitat y a su
localización relativa a la profundidad y distancia
de la orilla. Por ejemplo, al utilizar los mapas de
tipos de fondos marinos provistos por NOAA, un
estudio proyectó un total de 22 tipos de hábitats
diferentes alrededor de Puerto Rico, los cuales
cuentan además con 8 subclases de arrecifes
y tres tanto para los manglares como para las
hierbas marinas. La inclusión de tantos hábitats
de diferentes tipos debería ser un objetivo
importante dentro del diseño de cualquier AMP.
Trasladándonos a una escala más amplia,
existen peces, invertebrados de mayor tamaño
tales como las langostas y los carruchos,
tortugas y mamíferos marinos que se mueven a
lo largo de varios hábitats y dependen de estos
ya sea diariamente para obtener alimento y
refugio, por motivo de cambio de temporada
(ya sea por el cambio de temperatura o por
procesos reproductivos) o por cambio en sus
requisitos biológicos asociados a diferentes
etapas de sus vidas. Este grupo incluye el mayor
número de especies bajo explotación y que
usualmente son el objetivo de protección dentro
de las AMP. Esto apoya el criterio de diseño que
argumenta que todos los hábitats deben ser
incluidos, a la vez que identifica propiedades
emergentes y características de diseño como
por ejemplo, maximizar la cercanía entre estos
hábitats para fomentar la interconectividad
entre ellos, incluyendo áreas que se extienden
desde la orilla hasta el borde de la plataforma
y más allá. De esta manera, se puede lograr que
las AMP sean lo suficientemente grandes como
para abarcar el movimiento de estas especies
y colocar límites de AMP a lo largo de las
interrupciones de los hábitats con el fin de que
algunos organismos permanezcan en el área
protegida.
La calidad del agua – el requisito de hábitat
olvidado
La calidad del agua, incluyendo la composición
química, la claridad y la temperatura, es uno
de los factores más importantes que afectan
la salud y la distribución de las especies. La
calidad del agua puede ser degradada por: la
sedimentación y la turbidez, el aumento en
Arrecife en la Reserva Marina de la Isla de Desecheo.
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nutrientes (eutrofización), la contaminación y
la descarga de patógenos de los alcantarillados
y pozos sépticos. Estos son todos resultados
de las actividades humanas y por ende, todos
pueden ser controlados. Sin embargo, la
fuente del daño a la calidad del agua puede
ocurrir fuera de los límites de una AMP y
usualmente, esto queda fuera del control de las
agencias de manejo a cargo del AMP afectada.
Al no proteger la calidad del agua, todas las
demás prácticas de manejo en el AMP pueden
resultar infructuosas. Se necesita cooperación
e integración multiagencial para lograr un
efecto sostenido en un AMP. Esto incluye todas
aquellas agencias a cargo de: los recursos
naturales, los alcantarillados, el manejo de la
escorrentía agrícola, el desarrollo costero y las
actividades portuarias.
Más es bueno, pero una red es mejor
Tan importante es la conectividad entre los
hábitats dentro de un AMP como la conectividad
a gran escala entre varias AMP. Las AMP que
existan en aislamiento son vulnerables y pueden
colapsar por causa de los huracanes, de los
eventos contaminantes tales como los derrames
de petróleo o por un fallo en el cumplimiento de
parte de las agencias involucradas. Las AMP en
conjunto sirven como un amortiguador contra
esta vulnerabilidad. No obstante, al vincular
estas AMP a una red ofrece aún más protección.
Si las poblaciones saludables de un AMP
pueden apoyar otra AMP, la red se puede hacer
autosuficiente. Para lograr esto, se necesita un
criterio de diseño adicional, uno que identifique
la distancia mínima entre dos AMP adyacentes.
Los estudios de campo y por modelos de la
dispersión de las larvas de peces, sumados a
estudios genéticos que utilizan la tecnología más
reciente, sugieren que esta distancia mínima
puede ser tan pequeña como 30 km (18.6 millas).
Esto sugiere, por ejemplo, que la recuperación
de las especies de la Reserva Natural de Isla
de Mona, que está a una distancia de sobre 40
km (24.8 millas) de las áreas poco profundas
más cercanas en la costa oeste de Puerto Rico,
podría depender de su capacidad para lograr el
auto-reclutamiento; es decir, el grado al cual los
huevos y las larvas desovadas en Mona pueden
ser retenidos cerca del área, dada la combinación
de las corrientes marinas y el comportamiento
de las larvas.
La naturaleza puede no ser suficiente
Una clave para lograr el éxito de un AMP
es el mantenimiento de la resiliencia del
ecosistema. En otras palabras, se debe
procurar el mantenimiento de la integridad
(componentes de especie) y la función
(alimento, albergue y una dotación completa
de las redes alimentarias), con tal de que el
ecosistema tenga la capacidad y la flexibilidad
de responder a los factores estresantes
naturales o antropogénicos. Sin embargo, a
veces restablecer las especies y los niveles
de abundancia puede no ser suficiente si ha
ocurrido un daño muy severo al ecosistema.
Por ejemplo, cada vez se utiliza más la
reducción en el ingreso de nutrientes,
en conjunto con la restauración de las
poblaciones de herbívoros que controlan el
sobrecrecimiento de algas en los corales y con
la protección absoluta de los peces herbívoros
Cardumen de peces en la Reserva Marina de la Isla de Desecheo.
y los erizos de mar, con el fin de restaurar los
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Arrecife El Mario, Reserva Natural de La Parguera, Lajas, PR.
arrecifes de corales, particularmente en las
islas del Pacífico. No obstante, estos herbívoros
pueden ser incapaces de remover grandes
cantidades de algas carnosas o cianobacteria.
En Hawaii, se demostró que la remoción manual
de estos tipos de alga puede ser requerida antes
de implantar la restauración de los herbívoros
mencionados anteriormente, que entonces
podrían controlar el crecimiento de las algas. De
la misma forma, criar y plantar nuevas colonias
de corales puede ser necesario para lograr
impulsar la restauración del arrecife en los
arrecifes de coral severamente degradados.
¿Cómo nos va?
El éxito de las AMP depende de varios
factores que pueden ser biológicos, físicos o
sociales. Un estudio reciente, que investigaba
la conservación de peces, descubrió que el
desempeño general puede ser evaluado con
cinco factores que integran muchos de los
procesos subyacentes. Estos son los criterios
NEOLI (según sus siglas en inglés).
A continuación, los criterios:
1. No-tomar (No-take, en inglés) - Se
refiere a la protección total, le hace
referencia al impacto severo que puede
tener la sobrepesca, y reconoce que una
protección poco abarcadora afecta la
habilidad del AMP de cumplir sus metas
de conservación.
2. Cumplimiento (Enforce, en inglés) Reconoce que se necesita un grado de
protección y cumplimiento funcional
para asegurar el éxito de un AMP.
3. Tiempo (Old, en inglés) - Se refiere al
plazo de más de diez años, ya que la
restauración depende de esfuerzos de
manejos sostenidos, al igual que los
tiempos de vida de las especies clave,
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Mero mantequilla (Cephalopholis fulva) en la Reserva Marina de Isla de Desecheo. Esta especie presenta diferentes patrones de color.
que en algunos casos podría ser de hasta
20 años o más.
4. Grande (Large, en inglés), más de
100 km2 - Reconoce el criterio clave
para manejar múltiples hábitats
y la interconectividad entre los
mismos, aunque el tamaño actual
puede depender de la abundancia y
distribución de los varios hábitats y el
ancho de la plataforma de la isla.
5. Aislado (Isolated, en inglés) – Reconoce
el hecho de que los peces se desplazan y
que deben existir límites en las brechas
entre hábitats las cuales funcionen
como barreras que protejan contra la
dispersión.
En el estudio, se determinó que se deben
cumplir cuatro de los cinco criterios antes
mencionado para que existan efectos
significativos en la conservación. Una
evaluación realizada en 39 AMP de Puerto Rico
y de las Islas Vírgenes Estadounidense mostró
que solamente una, el Distrito de Conservación
Marina del Banco de Mero Cabrilla, al sur de
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St. Thomas, cumplió con un número suficiente
de estos requisitos, y de hecho, la población
de mero cabrilla en el área ha aumentado
de manera dramática desde que comenzó la
protección del área.
Las AMP podrían ser una herramienta esencial
a la disponibilidad de los manejadores que
busquen restaurar la resiliencia al ecosistema.
El adherirse a la evidencia científica puede
hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
No obstante, el tiempo no nos favorece. Las
crecientes amenazas que se esperan como
consecuencia del cambio climático—que
incluyen el aumento de la temperatura y
la acidez del agua marina, al igual que el
incremento del nivel del mar—constituyen
factores estresantes significativos que van más
allá del alcance de los manejadores. Solamente
a través de la combinación de la reducción de
las fuentes locales de estrés ambiental junto
con una creciente resiliencia del ecosistema,
podrá el manejo local combatir estos factores
estresantes globales. Las AMP podrían ser el
punto focal de este esfuerzo.
Por: Cristina D. Olán Martínez, MA
Designada el 11 de junio de 1999, la RNCLP
alberga una gran diversidad de especies entre
las que se destacan peces de importancia
comercial y recreativa, aves y tortugas marinas,
mamíferos marinos, moluscos, crustáceos y
esponjas. De igual manera, sobresale por sus
manglares, praderas de hierbas marinas y
una amplia cobertura de corales, ecosistemas
Mapa preparado por: Programa de Manejo de la Zona Costanera
La Isla Municipio de Culebra es mundialmente
conocida por sus hermosas playas y parajes
naturales. Miles de personas la visitan
anualmente buscando contacto con la
naturaleza, recreación y sosiego. Una parte de
estos valiosos recursos naturales de Culebra
está protegida dentro de la Reserva Natural del
Canal de Luis Peña (RNCLP).
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Reserva Natural del Canal de Luis Peña: Un tesoro de Culebra para el mundo
En el mapa, se muestra la RNCLP marcada en franjas diagonales anaranjadas. Además, se indica que la RNCLP es un hábitat
crítico para la tortuga verde y para los corales cuerno de alce y cuerno de ciervo.
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trascendentales para la vida, reproducción y estabilidad de
las especies marinas y costeras.
Tanto el Cayo Luis Peña como el canal de agua de mar que
lo separa de Culebra, recibieron el nombre a partir de un
pescador y agricultor que custodió el cayo a finales del
siglo XIX. El cayo y el canal se encuentran localizados al
suroeste de la Isla Municipio. El canal, por su parte, está
delimitado al norte por la Península de Flamenco y, al sur,
por la Punta Melones. El cayo, las aguas del canal y las
playas aledañas a éste forman parte de la Reserva.
El área del Canal de Luis Peña así como también la zona de
la Península de Flamenco fueron utilizadas para muchas
actividades que impactaron sus recursos. Entre ellas se
destacan: la pesca, el anclaje de embarcaciones en tránsito
por la región, la agricultura de frutos menores, la crianza de
ganado, la producción de carbón y las prácticas militares.
La creación de esta Reserva y el haberla designado
como zona de no extracción ofrece protección para las
poblaciones de especies en peligro de extinción que
habitan en la Reserva. Según se menciona en el Plan de
Manejo de la RNCLP, en la Reserva, existe una población
residente de tortuga verde o peje blanco (Chelonia mydas),
viven careyes (Eretmochelys imbricata), transitan tinglares
(Dermochelys coriacea) y se avistan cachalotes (Physter
macroceptalus) y distintas especies de delfines, entre otros
organismos cuyas poblaciones se han visto disminuidas
considerablemente.
“La RNCLP cuenta, además, con una multiplicidad de
sistemas naturales representativos del noreste del
Caribe, incluyendo, arrecifes de coral, arrecifes rocosos,
pavimentos colonizados, comunidades de hierbas
marinas, fondos arenosos, litorales rocosos, arenosos
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Foto: Oliver Bencosme Palmer
Ante este panorama y, dada la importancia ecológica
y económica del lugar la Asociación de Pescadores de
Culebra, vecinos de la Isla Municipio, la comunidad
científica y el gobierno se unieron con el fin de promover
la designación de esta reserva y proteger sus recursos.
El esfuerzo de todos estos sectores, particularmente el
liderato de la Asociación de Pescadores, fue clave para
la creación de la reserva en la cual, posteriormente, se
prohibió la pesca. Es por ello que el 30 de septiembre de
1999, la RNCLP se convirtió en la primera zona de no pesca
en Puerto Rico en virtud de la Ley de Pesca de Puerto Rico.
y la Laguna Cornelio. La riqueza biológica
es inigualable con sobre 920 especies
identificadas, incluyendo al menos 290 especies
de peces documentados, sobre 60 especies
de esponjas y 124 cnidarios, que incluyen 51
corales escleractíneos, 5 hidrocorales y 31
octocorales. Igualmente, se han documentado
al menos 54 especies de artrópodos, 200
especies de moluscos, 20 especies de anélidos,
27 especies de equinodermos, 20 cordados,
3 especies de tortugas marinas y múltiples
representantes de otros grupos. A su vez, se
han documentado preliminarmente sobre
100 especies de algas y 5 especies de hierbas
marinas,” explicó el doctor Edwin Hernández
Delgado sobre la biodiversidad de la RNCLP.
el cultivo de corales, realizar inventarios de
poblaciones de distintas especies, caracterizar
habitáculos y evaluar los usos históricos y actuales
y el valor arqueológico de la Reserva.
“La RNCLP tiene varias funciones vitales.
La primera es que constituye el mecanismo
principal que identificó y diseñó la propia
comunidad de pescadores de la Isla de Culebra
para facilitar la recuperación natural de los
recursos marinos de la Isla de Culebra. Estos
recursos fueron impactados por las maniobras
militares. También, sirve como mecanismo
para la recuperación de las pesquerías
sobreexplotadas. Esta zona protegida constituye
un eslabón entre las islas del noreste del Caribe,
fomentando una conectividad genética mayor
entre las poblaciones de múltiples especies.
Otro aspecto de vital importancia es que la
prohibición de la pesca asegura un efecto mayor
de desparrame o spillover de peces de valor
comercial hacia otros arrecifes adyacentes
abiertos a la pesca,” señaló Hernández Delgado,
quien, junto a diversos colaboradores de la
academia y de la comunidad, ha llevado a
cabo diferentes esfuerzos de investigación y
conservación en la RNCLP dirigidos a monitorear
cambios ecológicos, resaturar arrecifes mediante
“Un aspecto particularmente importante es que
dentro de la RNCLP existen varios núcleos de
poblaciones rehabilitadas del coral cuerno de
ciervo (Acropora cervicornis) y del coral cuerno
de venado o alce (Acropora palmata) mediante el
proyecto de cultivo comunitario de corales. Ambas
especies están clasificadas como amenazadas bajo
la Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción.
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Dicha cantidad de organismos evidencia
claramente la importancia de la conservación de
la RNCLP. Sus ecosistemas sostienen la vida de
muchas especies y mantienen la conectividad
entre sus hábitats. Asimismo, contribuyen a
la economía de Culebra y de Puerto Rico y el
Caribe, en general.
Tal y como mencionó Hernández Delgado,
la RNCLP, al ser designada como un área
marina protegida, provee a diversas especies
de importancia comercial un espacio para
reproducirse y, eventualmente, trasladarse a
otras zonas donde la pesca es permitida. El hecho
de que ciertas actividades no se realicen en las
áreas marinas protegidas no significa que estas
carezcan de valor. En gran medida, su valor radica
en la conservación y protección de sus recursos,
en la creación de espacios para que otras especies
se reproduzcan y en la posibilidad de realizar
actividades recreativas y económicas cónsonas
con los propósitos de la reserva. La recreación en
espacios naturales redunda finalmente en personas
más saludables y productivas y con un mayor
sentido de pertenencia por sus recursos naturales.
Ejemplo de estos recursos son ciertas especies de
corales que están en peligro de extinción.
Las tortugas verdes se alimentan en las praderas de hierbas
marinas de la RNCLP.
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Navegar en kayak es una de las actividades recreativas que se
puede realizar en la Playa Tamarindo, RNCLP.
Igualmente, en la RNCLP se encuentran las otras
cinco especies de corales catalogadas como
amenazadas bajo dicha Ley. Los arrecifes de
coral de la RNCLP constituyen parte del hábitat
crítico de los corales acropóridos. De paso, sus
arrecifes de coral presentan densidades muy
altas del coral estrella, Orbicella annularis y de
O. faveolata, ambas amenazadas. Sus arrecifes
y comunidades de hierbas marinas también
constituyen parte del hábitat crítico designado
de la tortuga verde (Chelonia mydas), la cual tiene
una población residente dentro de la reserva,”
detalló Hernández Delgado, investigador que
ha liderado varios proyectos de conservación,
restauración y cultivo de corales en Culebra.
La RNCLP constituye un lugar idóneo para
actividades de investigación, restauración y
educación ambiental. El Programa Sea Grant
de Puerto Rico, grupos como CORALations
y Sociedad Ambiente Marino y esfuerzos
educativos como Junte por el Canal, por ejemplo,
han utilizado la reserva para dar a conocer sus
recursos, proveer experiencias que fomenten el
sentido de pertenencia por la costa y el mar y
promover la conservación y el uso sustentable.
A pesar de estos esfuerzos, la RNCLP aún
confronta amenazas que atentan contra la
integridad y la salud de sus recursos. El Plan
de Manejo de esta Reserva apunta como
amenazas, desde el punto de vista biológico, la
eutrofización, la sedimentación terrígena y los
derrames químicos, principalmente aquellos que
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Hernández Delgado, por su parte, identifica
también como amenazas la deforestación masiva
que, a su vez, propicia erosión, la aprobación
de proyectos de desarrollo urbano y turístico
de escalas que no guardan relación con el
carácter de isla pequeña de Culebra y la toma
de decisiones de gran impacto ambiental y
socio-económico sin mediar la participación
comunitaria. Todas estas amenazas, en su
conjunto, constituyen un reto para el gobierno
y para la comunidad. Dicho reto debe ser
confrontado y resuelto tanto para el beneficio
del medio ambiente como el de las personas
que habitan en Culebra y que dependen de estos
recursos.
La conservación y el uso sustentable de la
RNCLP son asuntos vitales para mantener la
salud de los ecosistemas del lugar. El bienestar
de los recursos de la Reserva garantizará las
posibilidades de vida de múltiples especies, una
fuente de trabajo para el sector de la recreación
y el turismo y, además, paisajes hermosos para
el disfrute de todas las personas.
Foto: Edwin Delgado Hernández
Foto: Oliver Bencosme Palmer
provienen de los lixiviados del vertedero. Este
vertedero se encuentra muy cerca de los predios
de la reserva. La basura que allí se deposita,
entre ella las bolsas plásticas, es trasladada por
el viento a la Reserva. Las bolsas plásticas y otras
envolturas son confundidas por las tortugas como
alimento. Al ingerirlas, estos animales mueren.
Finca de cultivo de corales en la Playa Tamarindo en la
RNCLP. La misma forma parte del Programa Comunitario
de Acuacultura de Corales y Rehabilitación de Arrecifes y es
operada por la Sociedad de Ambiente Marino.
Glosario
2. anélidos – Gusanos de cuerpo cilíndrico y
segmentado en anillos.
3. artrópodos – Invertebrados que tienen
el cuerpo cubierto por un exoesqueleto
(esqueleto externo). Los crustáceos (ej.
langostas y camarones) son un ejemplo de
estos.
4. cnidarios – Animales que viven en
ambientes acuáticos y cuyos tentáculos
poseen células urticantes. Las medusas y las
anémonas son ejemplos de cnidarios.
5. conectividad – Grado de movimiento de las
especies y/o de procesos de los ecosistemas y
la capacidad de estos de relacionarse entre sí.
6. cordados – Animales que cuentan con una
cuerda dorsal al menos en alguna etapa de
su desarrollo.
7. escleractíneos – Corales duros. Se
caracterizan por su exoesqueleto de
carbonato de calcio. Por ejemplo, los corales
cuerno de alce y cuerno de ciervo y el coral
cerebro son escleractíneos.
8. equinodermos – Animales que poseen
esqueletos calcáreos en su interior y
que de su centro salen extensiones con
características similares. En ocasiones,
poseen espinas. Ejemplo de estos son las
estrellas de mar y los erizos.
9. eutrofización – Incremento de nutrientes
en el agua, el cual provoca el crecimiento
excesivo de algas.
10.hidrocorales – Animales que no son
corales verdaderos pero que poseen un
esqueleto calcáreo similar al de los corales
verdaderos. Ejemplo de ello son los corales
de fuego.
11.octocorales – Corales blandos cuyos
pólipos cuentan con ocho tentáculos.
Los abanicos de mar, por ejemplo, son
octocorales.
12.pavimentos colonizados - Fondos duros
y rocosos, usualmente de poco relieve, que
están colonizados por corales blandos y
pétreos (duros) y por esponjas.
Enlaces de interés
Corales del este
https://coralesdelestepr.wordpress.com
Plan de Manejo de la Reserva Natural del Canal de Luis Peña
http://issuu.com/lucard/docs/plan_de_manejo_reserva_canal_luis_pena__septiembre
La autora agradece los datos recopilados por Berliz Morales Muñoz, MSc. También agradece la información provista
por el doctor Edwin Hernández Delgado mediante entrevista y la información provista por Mary Ann Luckling
(CORALations) y el doctor Alejandro Torres Abreu (Junte por el Canal) en entrevistas realizadas para el volumen
anterior de la revista Marejada.
15
Foto: Oliver Bencomse Palmer
1. acropóridos – Corales duros
(escleractíneos) de esqueleto macizo
compuestos por carbonato de calcio. Los
corales cuerno de alce (Acropora palmata) y
cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) son
acropóridos.
Enclavada en la zona metropolitana, se encuentra
la Reserva Marina Arrecife de la Isla Verde
(RMAIV). Allí, en el océano que roza las playas a
las cuales se asoman condominios, restaurantes,
residenciales públicos, lujosas urbanizaciones,
hoteles, casinos, bares e importantes centros de
actividad comercial, surge esta reserva como
recordatorio constante de que la naturaleza se
impone aún en medio de la ciudad.
“La Reserva Marina está ubicada frente a la
Punta del Medio, lugar que divide las dos playas
de Isla Verde. La referencia en la orilla es desde
la playa del Hotel San Juan hasta el área de
Bandera Azul y el Bosque Costero del Balneario
de Carolina. Forma un rectángulo trapezoidal
de aproximadamente 3.85 kilómetros (2.39
millas) y una superficie de 220 cuerdas,” explicó
Francisco “Paco” López Mújica, presidente de la
organización no gubernamental Arrecifes Pro
Ciudad, Inc., entidad que inició los esfuerzos de
conservación de esta Reserva.
Esta zona de Isla Verde, en el Municipio de
Carolina, fue designada como reserva el 26 de
septiembre de 2012 bajo la Ley 274. De esta
forma, la RMAIV se convirtió en la primera
reserva marina urbana de Puerto Rico. Para
lograr tal designación, se unieron la comunidad,
el sector gubernamental y la academia, lo que
16
Vista aérea del desarrollo urbano alrededor de la reserva.
sirve una vez más como muestra de que todas
las partes interesadas pueden ponerse de
acuerdo para procurar el bienestar del medio
ambiente. Miembros de todos estos sectores
presentaron sus ponencias a favor de la
creación de la Reserva.
Previo a su designación, la comunidad ya
ocupaba un papel protagónico en el cuidado de
la misma. La RMAIV surge desde la comunidad
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Por: Cristina D. Olán Martínez, MA
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Reserva Marina
Arrecife de la Isla Verde:
Una reserva en el área metro
El colectivo Arrecifes Pro Ciudad, Inc. junto con otras agencias y
organizaciones colaboradoras, diseñó un letrero interpretativo en el
cual se muestran las delimitaciones de la reserva, se explican las reglas
y los usos de la zona y se presentan los organismos más comunes que
habitan en el área. Actualmente, hay seis letreros en el área.
Tanto López como Tolentino viven frente al
arrecife. Durante años, ambos lo visitan y utilizan
sus recursos casi a diario, principalmente
para ejercitarse. De ahí y del interés de otros
miembros de la comunidad, surge Arrecifes
Pro Ciudad, Inc. Esta ha sido la organización
no gubernamental que ha tomado cartas en el
asunto. Gracias a su creación, vecinos y vecinas
de Isla Verde, y personas interesadas en la
conservación en general, se han unido para
cuidar la Reserva y educar a otros sobre su
importancia.
“Mi compañera Annette Tolentino y yo nadamos
distancias con careta, snorkel y aletas y nos
preparamos para participar en el evento de 5
kilómetros Power Swim que se celebra todos
los años en la isla de St. John, Islas Vírgenes.
Así pues, entrenando en la playa de Pine Grove
en la primavera del 2005, (ese año que fue tan
trágico para los arrecifes de coral por ser de un
verano prolongado) para nosotros representó
una oportunidad de nadar todos los días en
el Arrecife desde el mes de enero, (algo súper
raro en este lugar donde las olas reinan hasta
mayo). Nadando, comenzamos a ver todas estas
especies, mucho carey, peje blanco, manatíes,
corales, ángeles franceses, langostas, y mucha
gente figando, jet skies pasándole a uno por
encima, embarcaciones raspando los corales,
aguas contaminadas y todo lo demás. Ahí nos
preguntamos cómo se podría proteger el lugar y
resulta que fuimos a la universidad de las áreas
marinas protegidas, St. John. Por ahí empezó
esta idea,” relató López.
La RMAIV alberga casi 200 especies entre las
que se destacan corales, peces, anfibios, reptiles,
mamíferos marinos y organismos invertebrados.
La Reserva funciona como oasis para todas estas
especies que, en ausencia de la designación,
seguirían a merced de mayores impactos
antropogénicos. Algunas son peces de importancia
comercial que, protegidas en esta Reserva, tienen
la oportunidad de reproducirse y mantener niveles
poblacionales saludables. Otras se encuentran en
peligro de extinción tales como el manatí antillano,
las tortugas marinas—peje blanco o tortuga verde
(Chelonia mydas), tinglar (Dermochelys coriacea) y
carey (Eretmochelys imbricata)—y el coral cuerno
de alce (Acropora palmata).
El Arrecife de la Isla Verde funciona como criadero de peces
de diversas especies. En la foto, se observan seis especies
distintas en su etapa juvenil.
Paco López Mújica, líder comunitario y artista, ha sido un
ente clave en la designación de la Reserva y los esfuerzos de
educación y conservación.
17
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Foto: Paco López Mújica
y a partir de la observación mediante el uso de
sus predios. Su creación constituye un ejemplo
de que no hay que ser científicos exclusivamente
para contribuir a la conservación de los recursos
marinos y costeros y tomar acción.
Foto: Archivo de Reserva Marina Arrecife de la IslaVerde
+
Foto: Google Earth
+
Se observa una imagen aérea de la RMAIV en el año 1937 (izquierda) y una imagen actual (derecha). En la zona marcada con una
cruz blanca, se observa una salida de la Laguna Torrecillas que no era navegable y en la que abundaban arena, manglares y dunas,
los cuales desaparecieron a partir de la construcción del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín.
A pesar de su designación, los impactos
negativos al arrecife no han sido eliminados
en su totalidad. Aún el arrecife lucha con
problemas que iniciaron a partir de la
construcción del Aeropuerto Internacional Luis
Muñoz Marín en la década de 1950.
“La construcción del Aeropuerto Internacional
marcó el punto histórico de este arrecife. De
hecho, podríamos dividir su historia como Antes
del Aeropuerto y Después del Aeropuerto. Si se
observa una vista aérea, uno ve la proximidad
y analiza la inmensidad que esto significa y
no es para menos. Con la construcción del
Aeropuerto, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército
abrió la Boca de Cangrejos, se eliminaron sus
dunas, una cantidad enorme de manglares
fueron arrasados y para empeorar el cuento, se
empezó la construcción de los condominios y
hoteles en la playa con la misma infraestructura
de alcantarillado de 1950. A eso hay que
añadirle las urbanizaciones de Carolina que
impactan la Laguna Torrecillas, la construcción
del Cangrejos Yacht Club que eliminó los pocos
mangles que habían en esa esquina, la sobre
pesca, el dragado del canal que divide la Punta
del Medio y el cayo Isla Verde para pasar una
embarcación a la que le hicieron un muelle
ilegal. Eso entre otros factores son los que han
impactado nuestro Arrecife Urbano, héroe de
mil batallas,” expuso López.
18
La RMAIV confronta además los estragos
de la pesca furtiva, del tránsito descuidado
de jet skies y otras embarcaciones y de la
contaminación lumínica. Asimismo, esta
Reserva se ve impactada por las descargas de
aguas usadas que, en vista de que el sistema de
alcantarillado está obsoleto, se desbordan y se
mezclan con las aguas del alcantarillado pluvial.
Como reserva localizada en un área
metropolitana, en la que predominan el cemento,
los carros y la contaminación en todas sus
formas, la tarea de conservación de la RMAIV
presenta múltiples retos. A preguntas en torno a
los retos que enfrenta la RMAIV, la doctora Álida
Ortiz Sotomayor, bióloga marina, educadora y
miembro de la Junta de Manejo Colaborativo de
la RMAIV, contestó:
“Primero, darle a los arrecifes de coral la misma
atención e importancia que se les da a los bosques
en tierra y que las personas entiendan que
este valioso ecosistema marino también está
accesible y que nos provee unos servicios únicos,
tales como: protección a la costa, refugio para
especies marinas de valor comercial, recreación y
atracción turística. Segundo, es un laboratorio de
investigación para conocer las adaptaciones que
hacen los organismos que habitan en el arrecife
de coral a los impactos de sedimentación continua
y pobre calidad de agua. Tercero, la misma
Foto: Paco López Mújica
Foto: Oliver Bencosme Palmer
La manatí Marena (arriba en la foto) es miembro de la familia
de manatíes que frecuenta la Reserva.
Foto: Paco López Mújica
El tránsito de embarcaciones de motor no se permite
dentro de la Reserva. Arrecifes Pro Ciudad, Inc. y la
Junta de Manejo han logrado acuerdos con operadores de
concesionarios privados y estos instruyen a sus clientes para
que no entren en el área. No obstante, todavía hay personas
que, en su carácter privado, entran al área con sus jet skis.
accesibilidad que vemos como ventaja, es un
reto para la protección, pues las personas causan
todo tipo de impactos, porque presumen que
ahí no puede existir coral vivo y por lo tanto no
hay que tener cuidado de no pasarle por encima
con las embarcaciones, lo cual hace la vigilancia
ciudadana necesaria todo el tiempo.”
“Los retos en la protección de este arrecife son
enormes pero peor estábamos antes que se
designara reserva. La designación de reserva nos
provee un sinnúmero de ventajas. Lo primero es el
reconocimiento de que existe este lugar meritorio
de protección. Esto impacta a las autoridades del
orden público, a los usuarios y a los vecinos del
área. Coloca el lugar en el mapa ambiental que
antes no estaba. Anima las personas que se han
esforzado en la protección para seguir trabajando.
En inglés, la palabra standing es exactamente lo
que ofrece una designación, le da una posición
a la comunidad que se ha organizado como
los “Vigilantes del Arrecife”. El grupo sigue el
Protocolo de Vigilancia con las autoridades de
orden público,” indicó López.
El biólogo Carlos E. Diez identifica las colonias de coral
cuerno de alce (Acropora palmata) en el arrecife.
Foto: Paco López Mújica
Paco López también reconoce los retos al
tiempo en que destaca la importancia que
ha tenido la designación del lugar como
Reserva Marina. Para la comunidad, esto ha
representado un impacto positivo.
El Arrecife de la Isla Verde es un hábitat ideal para las
tortugas marinas. La tortuga en la foto es una residente. Esto
se conoce por el sedimento en su caparazón.
19
“El DRNA es el custodio responsable de la Reserva
Marina, y con el DRNA y el Municipio de Carolina,
Arrecifes Pro Ciudad, Inc. tiene el Acuerdo para
poder trabajar. También recibimos la colaboración
de la Junta de Calidad Ambiental, la Compañía de
Turismo, Programa del Estuario de la Bahía de San
Juan, el Capítulo Estudiantil Sociedad Ambiente
Marino, la academia, Coalición Playas Pa’l Pueblo,
vecinas y vecinos, usuarios y usuarias de nuestras
playas,” explicó López acerca del funcionamiento
de la Reserva y de los colaboradores que
contribuyen con el éxito de la misma.
La designación oficial de esta Reserva facilita
que más personas se sumen a los esfuerzos de
conservación. Simultáneamente, incrementan
las tareas que hay que realizar. Entre ellas se
destacan: la comunicación con la ciudadanía
y las autoridades, el desarrollo de actividades
educativas y mantener la continuidad de la
vigilancia en la Reserva. No obstante, Paco López,
ente clave en la designación de la Reserva, así
como también los miembros de la Junta de
Manejo y otros colaboradores miran el trabajo
con un alto nivel de energía y positivismo.
“Haber comenzado en la aventura de
la protección de este lugar nos ha dado
la oportunidad de conocer tanta gente
comprometida: los profesores que nos han
guiado, los servidores públicos de corazón;
sentir la cantidad enorme de boricuas
entregados en la protección de nuestras islas.
Ese es el mejor regalo que podemos recibir así
que estamos felices y bien agradecidos. Esto
no es un sacrificio, es un placer, por eso no hay
cansancio, hay energía para seguir adelante,”
manifestó asertivamente Paco López.
La autora agradece la información provista por el señor
Francisco “Paco” López Mújica, por la doctora Álida Ortiz
Sotomayor y por el señor Ruperto Chaparro Serrano para
la redacción de este artículo.
Miembros de la Junta de Manejo Colaborativo Reserva Marina Arrecife de la Isla Verde. De izquierda a derecha se encuentran:
Carlos Félix, Annette Tolentino, Gino Negretti, Robert Matos, Álida Ortiz, Alberto Pérez, Michelle Gil y Paco López.
20
Foto: Archivo de Reserva Marina Arrecife de la IslaVerde
Actualmente, la Reserva cuenta con una Junta de
Manejo compuesta por los siguientes miembros:
la profesora Álida Ortiz, las señoras Annette
Tolentino y Mirgrelis Ramos y los señores Carlos
Félix, Robert Matos, Gino Negretti, Alberto Pérez
y Paco López. El plan de manejo para la RMAIV
se encuentra en etapa de revisión y, mediante la
Ley 274, se asignaron $100,000 al Departamento
de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA)
para la colocación de letreros interpretativos
y boyas, la preparación del plan de manejo y el
desarrollo de actividades educativas. La Reserva
carece de un lugar de operación, tal como un
centro de bienvenida u orientación. También, hay
problemas de estacionamiento. Estas situaciones,
a juicio de Paco López, las estarán “superando en
la medida en vayamos organizando la Reserva
Marina,” según expresó.
Foto: Hector J. Ruiz Torres y Oliver Bencosme Palmer
Arrecifes Pro Ciudad, Inc.
Este fotomontaje muestra la cercanía que hay entre los ecosistemas marinos de la Reserva Marina de Isla Verde y la ciudad.
Por: Cristina D. Olán Martínez, MA
En el área metropolitana, un grupo de
ciudadanos—voluntarios y voluntarias—ha
aunado esfuerzos para proteger y restaurar los
arrecifes de coral y las especies que habitan en
ellos. Son Arrecifes Pro Ciudad, Inc. y a su labor
se le atribuye, en gran medida, la designación
de la Reserva Marina Arrecife de la Isla Verde
(RMAIV).
“Esta es una corporación sin fines de lucro cuya
naturaleza o propósitos son: proteger, fomentar,
conservar y administrar la protección de la
Zona Marítima Costera, las playas, los arrecifes
de corales, estuarios, mangles, el agua, flora y
fauna,” indicó Paco López, fundador de Arrecifes
Pro Ciudad, Inc. y miembro de la Junta de
Manejo de la RMAIV.
La RMAIV constituye un pulmón marino en
medio del área metropolitana. Su designación
es uno de los mecanismos con los que se cuenta
para proteger los pocos recursos naturales que
quedan en la zona.
“Esta reserva, a pesar de que se encuentra
amenazada constantemente por impactos del
área urbana (como contaminación y pesca y
otra condiciones antropogénicas) es un oasis
marino en el medio de una costa tan impactada
y urbanizada como lo es Isla Verde y San Juan.
En este arrecife, hay representación de muchas
especies críticas como lo son el carey, el peje
blanco, el manatí, los tiburones, los acropóridos
y otras especies tales como las langostas y los
meros, por ejemplo. Hay una diversa variedad de
peces juveniles y larvas de crustáceos, moluscos
y peces. También, hay representación de
diferentes ecosistemas o comunidades marinas
como hierbas de Thalassia y arrecifes de coral.
Claro, todo en pequeña escala por su área, pero
si de gran valor,” explicó Carlos E. Diez, biólogo
que, en su carácter profesional, ha asesorado y
adiestrado al personal de Arrecifes Pro Ciudad,
Inc. en técnicas de monitoreo de vida marina,
ha servido de enlace entre el Departamento de
Recursos Naturales y Ambientales y el grupo y
ha ofrecido su apoyo en actividades educativas.
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Foto: Paco López Mújica
Foto: Paco López Mújica
En las imágenes de la parte superior, se muestran los participantes y parte de las actividades de la charla-taller “Pinta tu
arrecife” que se ofreció como parte del campamento de verano de la Junta de Calidad Ambiental y que fue organizada por el
DRNA, el Municipio de Carolina y Arrecifes Pro Ciudad, Inc.
“La naturaleza toma tiempo en sanar y eso es lo
que hemos estado haciendo [ayudarla a sanar],”
expresó Pérez sobre el trabajo de Arrecifes Pro
Ciudad, Inc.
A través de actividades educativas, de
presentaciones y de la participación en
simposios, torneos de surf, ferias y festivales
buscan, entre otras cosas, concientizar a las
personas acerca del valor ecológico del Arrecife
de la Isla Verde.
22
Carlos Diez, biólogo del DRNA, ofreció una charla sobre
contaminación lumínica y anidamiento de tortugas marinas.
Foto: Paco López Mújica
Los trabajos de Arrecifes Pro Ciudad, Inc.
comenzaron en el año 2005. Sus metas de
conservación originales incluían el área que
comprende las 7 Marías en Puerta de Tierra
hasta Piñones. De ahí, el nombre de Arrecifes
Pro Ciudad, un grupo compuesto por ciudadanos
que, como bien afirmó Alberto Pérez, miembro
de la Junta de Manejo Colaborativo de la RMAIV
y propietario del Hotel La Playa, quieren
concientizar a Puerto Rico acerca del valor de
esta área para el disfrute de las personas y para
el turismo y dar a conocer la gama de efectos que
tienen nuestras acciones sobre el medio ambiente.
Foto: Paco López Mújica
Diez, además, recomienda a la ciudadanía y a
los turistas visitar la RMAIV. El biólogo destacó
también que esta reserva permite que las
personas tengan la experiencia de ver el mundo
marino a unos cuantos metros de la costa y en el
área metropolitana.
Como parte de las actividades de “Conoce tu Reserva
Marina”, CESAM, DRNA y Arrecifes Pro Ciudad, Inc.
organizaron el “Festival de la Colilla” en el cual se recogieron
5,000 colillas de cigarrillo en la playa en un periodo de 6
horas.
“Durante esas actividades además, recogíamos
firmas de endoso a la idea de proteger el
arrecife. Así llegamos a recoger 3,500 firmas de
gente que no tenían idea que existía este lugar
con sus especies, cuatro de estas amenazadas
y en peligro de extinción tales como el manatí,
el carey, el peje blanco y el coral cuerno de alce,
con carácter de urgencia para su protección,”
indicó Paco López en referencia al Arrecife de la
Isla Verde.
Adicional a las actividades educativas,
Arrecifes Pro Ciudad, Inc. ha creado un grupo
de vigilancia del área del Arrecife de la Isla
Verde. Los propios ciudadanos procuran que se
respeten las normas de la reserva e identifican
problemas que pueden estar afectando este
recurso natural.
“Para los fines de vigilancia del arrecife
celebramos una reunión donde formamos
los “Vigilantes del Arrecife”, voluntarios que
vigilamos que se observen las reglas de la
Reserva Marina en su protección y para esto
nos reunimos en dos ocasiones con la Policía
Estatal, la Policía Municipal de Carolina y el
Cuerpo de Vigilantes del DRNA para coordinar
el protocolo de vigilancia que seguimos en el
lugar,” comentó Paco López al respecto.
Arrecifes Pro Ciudad, Inc. cuenta además
con el respaldo de: el Departamento de
Recursos Naturales y Ambientales, el
Municipio Autónomo de Carolina, la Cámara de
Representantes, el Programa del Estuario de
la Bahía de San Juan, la Compañía de Turismo,
The Nature Conservancy, la Coalición Playas Pa’l
Pueblo, el Grupo ATMAR, el Grupo Tortuguero
de Puerto Rico, CORALations, la Sociedad de
Ambiente Marino y CESAM.
La autora agradece la información brindada por los
señores Francisco “Paco” López Mújica (fundador de
Arrecifes Pro Ciudad, Inc. y miembro de la Junta de Manejo
de la RMAIV) y Alberto Pérez (miembro de la Junta de
Manejo de la RMAIV y dueño del Hotel La Playa en Isla
Verde) y por el biólogo Carlos E. Diez (biólogo del DRNA y
experto en tortugas marinas).
Foto: Archivo de Reserva Marina Arrecife de la IslaVerde
Las actividades que ha realizado el grupo
son numerosas. Entre ellas, figuran talleres
de dibujo y pintura, instalación de letreros,
reuniones comunitarias, charlas nocturnas en la
playa sobre contaminación lumínica y recogidos
de basura. Junto al Capítulo Estudiantil de la
Sociedad Ambiente Marino (CESAM) llevaron
a cabo el “Festival de la Colilla”, en el que
recogieron colillas de cigarrillo y orientaron a
las personas sobre la contaminación en la playa
debido a las colillas de cigarrillo que la gente
lanza. También, junto a la Federación de Surfing
de Puerto Rico, organizaron el evento “Stand Up
Paddle Board.”
Participantes del evento de “Stand-Up Paddle Board” organizado por Arrecifes Pro Ciudad, Inc. en colaboración con la
Federación de Surfing de Puerto Rico.
23
Participantes del Campamento Cajaya junto a la doctora Álida Ortiz durante un viaje de estudio en la década de 1970.
Por: Jannette Ramos García
La primera impresión
Entrar a su hogar es internarse en un templo
a la educación. Desde que se transita bajo
el dintel de la puerta principal hacia la sala,
te transportas a un mundo mágico donde
los libros denotan la pasión que por ellos
sienten la doctora Álida Ortiz Sotomayor y su
esposo Edgardo Ortiz Corps. Cajas llenas de
revistas, estibas de periódicos perfectamente
organizados, cuadros interesantes en las
paredes, una bandera de Puerto Rico y libros:
libros por todas las esquinas y un sótano
donde numerosos anaqueles albergan cientos
y cientos de ellos. Se observan libros antiguos
perfectamente conservados, libros de ficción, de
historia, de ciencias, de política y curiosamente,
su dueña y su dueño parecen saber dónde
están cada uno de ellos y de qué tratan. Cada
libro parece tener un nicho y sobre todo, allí se
24
respira un profundo respeto por ellos. La sola
presencia de los textos delatan el compromiso
con una tarea que no tiene fin: educar, esa
misión a la que Álida le ha dedicado gran parte
de su vida.
La niñez
Su niñez en Mayagüez fue presagio de su vida
como educadora. El entorno que la vio nacer
“era de barrio, era de vecindario,” donde todo
el mundo se conocía. Álida se crió junto a sus
dos hermanas—Rosa Iris e Irma—jugando en
las aguas de lluvia que corrían por las cunetas
de las calles no pavimentadas del sector Buena
Vista en Mayagüez. Para ellas, era una delicia
porque “en Mayagüez llueve todos los días
después de las tres de la tarde.” Proviene de
un hogar muy conservador y a su alrededor
vivía la familia extendida. Las mujeres de su
Foto: Archivo Fotográfico de Sea Grant Puerto Rico
Álida Ortiz Sotomayor: Pionera de la educación marina en el Caribe
Vida universitaria
En 1958, fue la primera de su familia en
ingresar al Colegio, como se le conoce
popularmente a la Universidad de Puerto Rico,
Recinto de Mayagüez. Todos los días iba a pie
desde su casa en Buena Vista hasta el Colegio
y luego de regreso. Su sueño era estudiar
literatura hispánica. Para ese entonces, el
Colegio no ofrecía dicho currículo y sus padres
no la dejaron irse a la Universidad de Puerto
Rico en Río Piedras. Por lo tanto, decidió entrar
por ciencias, específicamente, biología. Allí, el
impacto que en ella causaron profesores tales
como los doctores José Ramos, Juan Rivero, Juan
Gerardo González Lagoa y Manuel Vélez entre
otros, fue tal que según expresó, “hicieron mi
personalidad de estudio y de campo y fueron
los modelos más importantes de toda mi vida
de estudios.”
Como parte de su experiencia universitaria,
tuvo la oportunidad de formar parte de un curso
que se ofreció por primera vez en los años 60
llamado biología de campo. En él, se aglutinaron
un grupo de profesores y unos 15 estudiantes
que durante todo un verano, viajaron por todo
Puerto Rico; desde el Bosque de Maricao hasta
Maunabo. Ese fue el primer contacto de la
doctora Ortiz con el este de Puerto Rico. Allí
nació su deseo de vivir cerca de una de las rocas
grandes que son características de esa región.
Fue un sueño que, al pasar los años, logró. En su
hogar en Humacao, una roca enorme se balancea
en una pendiente de su patio.
Así las cosas, cada una de las experiencias
que adquirió durante su bachillerato la fueron
llenando de fascinación por el trabajo de campo.
Tanto le gustaba que procuraba asistir a todos
los “field trips” que pudiera, aún cuando no
estuviera matriculada. Pero fue un curso de
biología marina impartido por el doctor Juan
Rivero el que la llevó un verano por primera vez
a Magueyes. Allí conoció a los pescadores de
La Parguera y a los boteros que la llevaban a la
islita que luego se convertiría en su centro de
estudio. Esas vivencias fueron tan importantes
que aún conserva cada libreta y los apuntes
que tomó en ese periodo. La interacción con
personas de diferentes disciplinas académicas
la fueron moldeando y le dieron “estructura
y contenido.” Cada persona que conoció
aportó a su formación porque más allá de
ser expertos en alguna materia, tenían una
amplitud de conocimientos, eran sencillamente,
interdisciplinarios. Reconocer que esas
interacciones son casi cosa del pasado, la lleva
La doctora Álida Ortiz lideró viajes de campo para que los
estudiantes de la Escuela Intermedia de Yabucoa aprendieran
sobre los ecosistemas marinos y costeros.
25
Foto: Archivo Fotográfico de Sea Grant Puerto Rico
familia eran y son fuertes de carácter, longevas
y muy unidas. Esas características permean
aún sus vidas. Su padre, Epifanio Ortiz, poseía
un colmado allí en Buena Vista, mientras que
de su madre, Inés Sotomayor, recuerda, que
fue una mujer que solo llegó hasta octavo
grado. Sin embargo, tuvo la sabiduría de leer
mucho con ella. Leía a su lado los libros de
Álida y la esperaba en las noches cuando tenía
que estudiar. De esa forma, hilaba el amor
que luego su hija desarrollaría por los libros
y la educación sin imaginarse que la niña se
convertiría en la primera persona en obtener un
doctorado en Ciencias Marinas en Puerto Rico.
Foto: Archivo Fotográfico de Sea Grant Puerto Rico
a lamentarse de que ahora las universidades
crean expertos en una materia pero no le
dan el bagaje cultural necesario para que sus
conocimientos sean más amplios.
Sus interacciones con sus compañeros y
compañeras también han quedado fijas en la
memoria de ellos y ellas. Allá para 1972 a 1973,
Miguel Rolón (actual Director del Consejo de
Administración Pesquera del Caribe) visitaba
Magueyes por primera vez antes de comenzar a
estudiar biología marina. Al llegar, se topó con
Álida sin saber que luego estarían ligados por
décadas de trabajo.
“Veo a una muchacha muy hermosa, sentada en
un escalón gigante, frente a los laboratorios y yo
pienso que era una artista. Entonces, me siento
al lado de ella a mirar lo que hacía y le digo: ‘A la
verdad que esos cuadros se ven tremendos.’ Ella
me pregunta, ‘¿Qué cuadros?’ Y yo le contesto,
‘esas algas, esas pinturas están tremendas.’ Y
ella viene y me dice, si serás @$#^%@, ¿no ves
que estos no son cuadros? Estas son algas. ¿Tú
no sabes nada de esto?’,” relató Miguel.
Miguel le contestó entonces que no sabía nada
porque él lo que tenía era un bachillerato en
biología. En ese momento, Álida lo sentó y
comenzó a explicarle “de la A a la Z” todo sobre
las algas, cuáles son las rojas, las verdes. Por
qué unas se ponen de una forma y otra. En fin,
se tomó el tiempo para darle la mayor cantidad
posible de información sobre las algas y la
forma de montarlas luego para preservarlas
para estudio.
Álida aún era estudiante, pero ya bullía en ella,
la educadora. Desde ese día nació en Miguel
admiración, respeto y una amistad que perdura
hasta hoy. En ese periodo, compartieron
también como compañeros de clase y tomaron
un curso de verano con el doctor Máximo
Cerame Vivas. Ella fue la única A en la clase.
Miguel la considera una de las personas más
inteligentes que ha dado Puerto Rico o en
cualquier parte.
26
La doctora Álida Ortiz junto al primer grupo de extensionistas
marinos y personal administrativo de Extensión Agrícola
cuando se inició el Programa Sea Grant en Humacao.
Por su parte, el doctor González Lagoa quien fue
su profesor de biología oceanográfica durante
el doctorado recuerda que cuando ella tomó su
curso “fue glorioso por el tipo de estudiantes
extraordinarios que tuvo, especialmente ella. Me
impacta su pasión por la educación de hacerle
llegar a maestros y a estudiantes la información
sobre los sistemas marinos de forma que sea
asimilable para que todos y todas la entiendan.
Cuando yo trabajaba con Hernández Ávila en
el Programa de Educación (de Sea Grant) yo
organizaba los talleres y uno se buscaba personas
conocidas porque le llegan a la gente. Y yo la
buscaba a ella para que diera una conferencia o
parte del taller […]. Ella venía y entretejía todo
el material que se le dio sobre los ecosistemas
para que luego se lo pudieran llevar a los
estudiantes. Juntos, trabajamos en muchas cosas
y compartimos en Sea Grant en las cuestiones de
educación y luego ella lo cogió [el Programa de
Educación] y lo desarrolló en un programa bien
fuerte,” expresó el doctor González.
Rumbo a la academia
Al terminar su bachillerato, Álida permaneció
en el Colegio en un trabajo de verano dentro
de lo que se conocía como el Centro Nuclear,
lugar en donde ahora se encuentra el Centro
de Investigación y Desarrollo. En esos días,
vino como invitado desde la Universidad de
Cornell, el doctor Harlam Banks, quien ofreció
conferencias de las cuales Álida participó. A
partir de ese momento, Cornell se convirtió en
su centro de estudios para la maestría ya que
Banks la invitó a estudiar en esta prestigiosa
universidad y el doctor Suckey, con quien ella
trabajaba en el Centro Nuclear, le regaló el pasaje.
En Cornell, dirigida por el doctor Banks, completó
su maestría en botánica. Al regresar a Puerto
Rico, se reencontró con su antiguo profesor de
biología, el profesor Ángel Rodríguez, quien le
dijo; “tú vas a ir a Humacao,” refiriéndose a que
Álida se convertiría en profesora de dicho recinto.
Foto: Archivo Fotográfico de Sea Grant Puerto Rico
En aquel tiempo, lo que es hoy el Recinto de
Humacao, era un colegio regional donde los
programas de estudio solo duraban dos años. La
mentalidad de colegio regional era refrescante,
porque era “una comunidad de aprendizaje”
en la cual la biblioteca siempre estaba abierta
para todos y todas. Contratada como profesora,
Álida comenzó su vida en Humacao, un pueblo
que le era totalmente desconocido y que,
posteriormente, se convirtió en su hogar.
El ambiente de colegio regional fue uno
excepcional para la nueva profesora. Según
cuenta Edgardo, todo el mundo, incluyendo
Se observa a la doctora Álida Ortiz en el campo. “Además de
estudiar la costa, es importante conocer los rasgos geográficos
del interior para entender los impactos sobre la orilla del
mar,” indicó Álida.
al profesorado, cooperaba organizando los
laboratorios, todos salían juntos al campo
y cuando “queríamos pasar un momento
chévere nos íbamos al Yunque a ver hongos
bioluminiscentes, a la playa de Humacao o a la
Fanduca. Y lo mejor era que nadie tenía egos en
aquel grupo.” El compartir entre profesores y
estudiantes, salía de los confines de los salones
y de los laboratorios.
Proyecto Sea Grant
Ya como profesora de universidad, a la
doctora Álida Ortiz se le presentaron muchas
oportunidades de proyectos de educación fuera
del salón de clases. Fue la primera persona
en realizar un doctorado en Ciencias Marinas
en Puerto Rico y en ese periodo, cuando se
graduaba de doctorado en 1976, el presidente
de la Universidad era el doctor Arturo
Morales Carrión. Para entonces, él estaba en
conversaciones con la National Oceanic and
Atmospheric Administration (NOAA) para
establecer el Proyecto Sea Grant en Puerto
Rico. Durante su graduación de doctorado y
mientras recibía su investidura de manos del
doctor Morales Carrión, él le dijo que al otro día
iniciaban el Proyecto Sea Grant en el Colegio
Regional de Humacao.
“Comenzamos como Proyecto de Extensión—
asociado al Servicio de Extensión Agrícola—
asesorando pescadores con tres extensionistas
marinos que trabajaban en el campo. Luego,
iniciamos las actividades de Educación
Marina, con actividades para estudiantes preuniversitarios y maestros. De aquí nació el
Centro de Educación Marina en UPR-Humacao,”
explicó Álida sobre los inicios de Sea Grant y
su intervención como primera directora del
Programa.
Al tiempo en que Sea Grant se desarrollaba, dio
comienzo también un esfuerzo muy cercano
entre maestras y maestros del área este de
Puerto Rico y el Departamento de Educación
(DE), gracias a Julio López Ferrao quien era el
director de ciencias en el DE. Esta iniciativa dio
27
Foto: Archivo Fotográfico de Sea Grant Puerto Rico
muy regionalista. Confrontaban entonces con
el problema de que los libros de texto con que
educaban, eran basados en el marco continental.
Por consiguiente, no tenían la base, para
entender otras corrientes marinas y otros temas.
Así que durante un semestre aprendían sobre el
ambiente marino de Puerto Rico y luego acudían
a otros lugares para continuar aprendiendo.
Visita al paseo del Indio en la Reserva Nacional de
Investigación Estuarina de Bahía de Jobos, lugar que Álida
considera como sitio ideal para desarrollar el salón de clases
fuera de la escuela.
paso a diversas conferencias que Edgardo y
Álida ofrecían en las escuelas y, posteriormente,
a varias series de talleres para maestros.
Los talleres para maestros, para los cuales
contaron con el auspicio del DE, preparaban
a los educadores para discutir temas marinos
en la sala de clases y facilitaban la trasmisión
de conocimiento a los estudiantes. Por cada
maestra o maestro que asistía a los talleres,
cientos de estudiantes también aprendían sobre
los ecosistemas marinos y costeros.
Tanto para Álida como para Edgardo, como
educadores, era muy importante la relación de
excelencia que guardaban con otros Programas
Sea Grant en los Estados Unidos. Entre los
diferentes programas, se lograron acuerdos de
intercambio muy fructíferos. Los maestros y
las maestras contaban con la oportunidad de
entender el ambiente marino tropical caribeño.
No obstante, el marco conceptual que tenían era
28
Gracias a un acuerdo con el Programa Sea
Grant de Carolina del Norte y del estado de
Maine, el grupo de maestros y maestras tenía
la oportunidad de ir por la costa del Atlántico
a ver las diferencias en mareas entre la costa
este de Estados Unidos y Puerto Rico. Veían
las diferencias en las pesquerías y asistían a
los mercados. Luego, los maestros de Carolina
del Norte y de Maine, venían a Puerto Rico
durante una a dos semanas a conocer nuestro
ambiente. Estos intercambios permitían la
creación de lazos entre los grupos que con el
paso del tiempo, se mantenían. Este esfuerzo
era subvencionado por el Departamento de
Educación, por el Programa Sea Grant y la
Universidad de Puerto Rico y se conocía como
Asociación de Maestros Pro Educación Marina
(AMPEM).
Luego, durante la presidencia del doctor Ismael
Almodóvar, el Programa Sea Grant se transfirió
al Departamento de Ciencias Marinas en el
Recinto de Mayagüez. Sus oficinas principales
permanecen en Mayagüez al día de hoy. El
primer director del Programa en Mayagüez
fue el doctor Manuel Hernández Ávila, quien a
juicio de Álida, realizó un excelente trabajo. El
componente de educación marina se mantuvo
en Humacao hasta el momento en que Álida se
jubiló, pero en su lugar quedó su alumna, Lesbia
L. Montero Acevedo, quien hasta el día de hoy es
la Coordinadora de Educación del Programa Sea
Grant de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR).
“Conocí a Álida en 1988 cuando tomé el curso
de Seminario de Temas Costaneros durante mi
bachillerato en Biología Marina. En ese curso,
el tema principal fue Jobos. Álida quería que se
desarrollaran trabajos alrededor de la Reserva
Como mentora, Álida ha infundido confianza y
le ha permitido a otras personas desarrollar su
capacidades. Ella cree firmemente en ayudar
a los demás para que ellos mismos puedan
adquirir destrezas y ponerlas en práctica.
Lesbia es una entre muchos educadores y
educadoras a quienes Álida les ha brindado su
apoyo y conocimiento.
“Ella tuvo una confianza increíble en mí; ella
sabía que yo podía hacerlo y no se equivocó.
Aprendí muchas cosas; ella fue un modelo a
seguir. Todo lo que soy en el área profesional
se lo debo a ella. Fue mi mentora, amiga y mi
segunda madre. Yo cuando la llamo le digo
madre y algunas veces nos encontramos,
hablamos; nos ponemos al día o solo para
abrazarnos y ese abrazo es mi forma de
agradecerle por todo,” expresó Lesbia acerca de
las cualidades de Álida.
Son numerosos los esfuerzos educativos que
ha llevado a cabo la doctora Ortiz. Dentro del
Programa Sea Grant, Álida también trabajó en
el desarrollo del conocido Campamento Cajaya
(que significa tiburón en taíno), experiencia que,
durante varios veranos, le permitió a una gran
cantidad de jóvenes adolescentes conocer el mar.
Algunas de las personas participantes de Cajaya
continuaron carreras en las ciencias marinas y
en la biología marina. Además, Álida colaboró en
los inicios del Programa Guardarenas en Puerto
Rico. Mediante Guardarenas, grupos de niñas,
niños y jóvenes junto a sus líderes, estudian las
corrientes, el viento, las olas y la composición
de la arena, entre otros factores clave en la
dinámica de las costas.
“Álida tiene un compromiso genuino con la
conservación de los recursos marinos y costeros
y no ha bajado la guardia en su defensa de estos
ecosistemas y atracciones naturales. Álida es
La doctora Álida Ortiz junto a grupo de estudiantes de la UPR-Humacao en una visita al Yunque en la cual coincidieron con el
cantautor Tony Croatto.
29
Foto: Provista por Álida Ortiz Sotomayor
Estuarina. A mí me interesó el tema de la
educación con el manglar, en especial, realizar
una guía de actividades. Desde ese entonces,
Álida y yo desarrollamos una relación bien
interesante. A partir de ese curso, Álida me
contrató por jornal para trabajar en Sea Grant en
las actividades educativas. Comencé realizando
actividades educativas de varios temas marinos,
luego los viajes de campo y por último, los
talleres a maestros,” relató Lesbia sobre su
relación con Álida en el Programa Sea Grant.
Foo: Oliver Bencosme Palmer
la madre de Sea Grant en Puerto Rico y nunca
ha dejado de serlo. Ella ha colaborado con Sea
Grant en innumerables oportunidades. Hemos
desarrollado proyectos para las escuelas,
maestros, pescadores, recepcionistas, agencias
gubernamentales, estudiantes universitarios
y siempre con la misma pasión y deseo por la
educación,” expresó Ruperto Chaparro Serrano,
actual director del PSGUPR.
Compromiso continuo y a todos los niveles
Su labor con los educadores de Puerto Rico,
siempre ha ido de la mano con el trabajo
académico en la universidad. A lo largo de más
de 30 años, Álida impartió clases en diferentes
recintos de la Universidad de Puerto Rico
aun cuando su base fue siempre el Recinto de
Humacao. Dictó cursos en temas tales como:
Biología general, Botánica marina, Recursos
pesqueros, Manejo de recursos costeros,
Geomorfología de costas y Didáctica ambiental.
En la UPR, además, se desempeñó como
Asistente Especial del Presidente de la UPR, Lcdo.
Fernando Agrait, durante la implantación del
Programa de Desarrollo de la Facultad. De igual
forma, ocupó diversos puestos administrativos,
muchos de ellos vinculados estrechamente con
la educación y la capacitación de maestros y
maestras en el área de las ciencias. Álida se jubiló
de la UPR en el año 2000. No obstante, esto no
significa que la tarea haya culminado.
Actualmente, imparte cursos en la Universidad
Metropolitana (UMET), ofrece talleres con
el Departamento de Recursos Naturales y
Ambientales (DRNA) y lidera el Panel Asesor
de Extensión y Educación en el Consejo de
Administración Pesquera del Caribe (CFMC,
por sus siglas en inglés). Desde 2001, a través
de su propia firma de consultoría educativa
Consultores Educativos Ambientales, C.S.P.,
ofrece talleres sobre temas de comunicación y
educación ambiental, estrategias pedagógicas
en ciencias fuera del salón de clases y servicios
de mentoría para maestros. Ha prestado
también servicios como consultora de la
Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR).
30
No siempre son estudiantes jóvenes los que acompañan
a la doctora Álida Ortiz. Adultos, pescadores y líderes
comunitarios también son alumnos de educación marina.
“Mi trabajo en la CTPR, luego de jubilada de
la UPR, fue esencialmente proveer espacios
de aprendizaje al personal de la CTPR y a
los dueños de facilidades de hospederías en
las costas con el propósito de que pudieran
comprender la importancia de los ecosistemas
costeros para el turismo, pero al mismo tiempo,
la fragilidad que tienen ante el impacto del
turismo. Además, trabajamos en el diseño
de la Política Ambiental de la CTPR, en el
establecimiento del Programa Bandera Azul de
Playas y la implantación de las Buenas Prácticas
Ambientales en los Paradores,” comentó Álida al
hablar de sus esfuerzos de educación dentro del
ámbito del turismo.
Desde el campo de las ciencias y gracias a su
vocación de educadora, Álida ha podido llegar
a miles de personas y fomentar el amor por
la naturaleza y su estudio en ellos y ellas. Su
interés profesional ha sido principalmente
“la educación para el buen uso de los
recursos costeros a diferentes poblaciones,
irrespectivamente de sus intereses académicos
y niveles de escolaridad,” según expresó.
Esta preocupación por el buen uso de los
recursos es el motor que la ha llevado también
ha trabajar en pro de la conservación y el uso
sustentable de nuestras reservas marinas. A lo
largo de varias décadas, Álida ha pertenecido
a diversos grupos de trabajo cuyo propósito
principal ha estado dirigido a la conservación,
al uso sabio y al manejo de los recursos. Con
Asimismo, revisó el Plan de Manejo de la
Reserva Natural Arrecifes de la Cordillera, la
cual considera un recurso extraordinario para
cursos y talleres en ecosistemas marinos. En
tiempos más recientes, ha estado involucrada
en las labores relacionadas a la conservación y
al manejo de la Reserva Marina Arrecife de la
Isla Verde en Carolina, ya que, entre otras cosas,
forma parte de su Junta de Manejo. Dentro de
la Junta, específicamente, su presidente, Paco
López, la considera como “una de sus profesoras”
en lo que a ambiente marino se refiere.
Foto: Jannett Ramos García
la Reserva Natural de Humacao mantiene un
estrecho vínculo que se remonta a la década de
los 70 ya que participó del grupo comunitario
que luchó para evitar que secaran las lagunas y
las convirtieran en urbanizaciones. Esta Reserva
le ha servido además como laboratorio de campo
en sus cursos y talleres de maestros. “Le tengo
un cariño enorme a esa Reserva,” declaró Álida.
Álida ha sido la profesora para una gran cantidad
de personas en Puerto Rico. Mediante sus
talleres y la preparación de materiales educativos
para diferentes disciplinas en temas marinos
ha logrado capacitar a cientos de maestros y
maestras en la enseñanza de temas marinos en
el salón de clases. Los materiales educativos que
ha preparado han sido incluidos en el currículo
general y en los cursos de educación ambiental
de muchas escuelas en Puerto Rico.
“Como educadora es excelente, intuitiva,
firme y paciente. Ella desarrolla al máximo las
potencialidades ocultas de cada estudiante, de
forma que, a partir de ellas, puedan ocupar un
rol importante en la sociedad,” mencionó Lesbia.
Asimismo, su labor educativa ha trascendido los
límites de Puerto Rico. Álida ha servido como
Consultora Internacional para el Programa de
Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA)
en el Caribe. A través del PNUMA, ha capacitado a
personas responsables de tomar decisiones sobre
el medio ambiente en temas de conservación
y uso sustentable de los recursos marinos y
costeros en Barbados, Belice, Jamaica, República
Álida Ortiz junto a su esposo, Edgardo
Ortiz, frente a la gran roca que forma
parte del patio de su casa. “El patio de mi
casa es particular...,” dice Álida.
31
Dominicana, México, Trinidad-Tobago, Saba y Sta.
Lucía. También ha servido como Consultora para
la Alianza del Caribe para el Turismo Sustentable
en la capacitación del personal en las empresas
hoteleras y de turismo con el fin de lograr un
manejo adecuado del ambiente y la conservación
de los recursos costeros en diferentes países del
Caribe. Junto con sus labores en el CFMC, se puede
decir que todas estas experiencias han hecho de
Álida una auténtica caribeña.
“En 1995 tuve la oportunidad de colaborar
con el Programa de Naciones Unidas de
Medioambiente (PNUMA) en Jamaica y con la
Alianza del Caribe para el Turismo Sostenible en
San Juan, encuentro que causó una impresión
irreversible en mi forma de ver lo que sabía
sobre el ambiente marino, por mi preparación
profesional y la conexión con la actividad del
turismo. Hasta ese momento entendía ambos
espacios como contrarios y el turismo como el
impacto totalmente negativo sobre el ambiente
marino. Los ejemplos de Puerto Rico contribuían
bastante a esa idea. Sin embargo, cuando tuve
la oportunidad de presentar los ecosistemas
costeros como los manglares, las playas y los
arrecifes a los dueños de hoteles, gerentes de
negocios de turismo y oficiales de gobierno
en diferentes lugares del Caribe y lograr que
comprendieran que pueden hacerse actividades
de turismo sin impacto negativo y que estuviesen
dispuestos y entusiasmados a hacerlo, me hizo
ver claramente el espacio de educación amplio—
más allá de la ecología y las ciencias marinas—
para todos los sectores. Y eso es lo que vengo
haciendo desde entonces,” confesó la doctora
Ortiz al tiempo en que también demostró que
ella también sigue aprendiendo.
Hacia el futuro
La educación, al igual que la gran mayoría de los
procesos en la vida, no tiene un final. Constituye
un devenir constante en el que se busca la
transformación permanente del ser humano
y su participación integral en la sociedad. En
su tiempo libre, Álida se mantiene leyendo
32
y escribiendo y, por ende, viviendo en carne
propia lo que es su pasión: educar.
Sus planes futuros siguen atados a esta
vocación incesante y desprendida. La doctora
Álida Ortiz cuenta con una vasta colección
de publicaciones. Entre las más recientes, se
destacan Los arrecifes de coral (publicado por
el Programa Sea Grant en Puerto Rico), Juntos…
aprendemos a preservar nuestra Reserva Natural
de Humacao (publicado bajo el Programa de
Educación Comunal de Entrega y Servicio) y
Local Action Strategies for Coral Conservation in
Puerto Rico (publicado con la UMET y el DRNA).
No obstante, a ella no le interesa acumular
publicaciones sino compartir con los demás
lo que sabe y recibir de otras personas más
enseñanzas y experiencias. Sus publicaciones,
más bien, son herramientas para educar. Le
basta saber que ha tocado el corazón y el
intelecto de alguien y que esa otra persona
puede también seguir transformando vidas.
“Mantenerme en este rumbo de educación en
todos los espacios e instancias en los cuales me
tope con la mirada brillante de una persona que
pueda ser motivada, por lo que digo, a examinar
todos los puntos de vista y encontrar más tarde
que [esa persona] me diga: ¡lo hice!,” puntualizó
Álida sobre sus planes futuros.
Nota de la autora
Conocer e interactuar con Álida Ortiz es estar en la presencia
de una mujer que se me antoja excepcional. Transmite luz y
aunque se proyecta suave, se nota el empuje, la fuerza y la
pasión que siente por lo que hace, por educar. El compartir
un rato con ella sencillamente te nutre. Aprendes, disfrutas
y sientes que quieres saber más. En fin, dice una canción
de Serrat, “es menuda como un soplo.” Ella es pequeña en
estatura, tanto como un soplo, pero su estatura intelectual,
cultural, de justicia, de conciencia de todo tipo, la hacen una
gigante que la lleva a sobresalir entre los y las mas grandes
de nuestra patria. Gracias a ella y a Edgardo por abrirme las
puertas de su hogar, de sus vidas y por el rato tan placentero
que compartieron conmigo. Agradezco también la
información provista por el señor Ruperto Chaparro Serrano
(PSGUPR), la bióloga Lesbia L. Montero Acevedo (PSGUPR),
el señor Miguel Rolón (CFMC), la señora Diana Martinó
(CFMC), el doctor Juan G. González Lagoa (UPRM), el señor
Francisco “Paco” López Mújica (RMAIV) y la señora Zulma E.
Martínez Camacho (UPRM).
Foto: Héctor J. Ruiz Torres
Cuidemos los arrecifes de coral
Por: Delmis del C. Alicea Segarra, EdD
Los arrecifes de coral son ecosistemas que cobijan una
gran diversidad de especies marinas por lo que proveen
un atractivo para actividades como el buceo recreativo.
Tiempo: Esta actividad durará varios periodos de clase. El maestro lo determinará de acuerdo al tema
que se está estudiando y a las necesidades de los estudiantes.
Nivel: El maestro adaptará la actividad al
nivel que se encuentran sus estudiantes.
Puerto Rico posee abundantes recursos marinos
y costeros que son utilizados de diversas
maneras. Con el fin de reducir los conflictos de
usos y proteger estos recursos, se designan las
áreas marinas protegidas.
Dentro de los distintos tipos de áreas marinas
protegidas, se encuentran las reservas marinas.
En Puerto Rico, estas reservas poseen una
gran variedad de especies entre las cuales se
destacan los arrecifes de coral. Este ecosistema
se caracteriza por su amplia biodiversidad y por
la gran cantidad de beneficios que ofrece. Los
arrecifes de coral…
• proveen hábitat para peces de importancia
recreativa y comercial.
• son productores de oxígeno ya que las
zooxantelas que contienen en sus tejidos
llevan a cabo fotosíntesis.
• sirven de protección costera ya que
funcionan como una barrera natural que
disminuye la fuerza de las corrientes y del
oleaje y, a su vez, reducen la erosión costera.
• constituyen uno de los atractivos turísticos
más importantes del mundo.
• continúan siendo fuente de importantes
proyectos de investigación científica.
• contribuyen al proceso de formación de
arena. Debido a que los corales y otros
organismos asociados poseen carbonato
de calcio, cuando mueren, sus esqueletos
vienen a formar parte de las arenas.
33
A pesar de la gran importancia que tienen los
arrecifes de coral, estos se ven amenazados
por diversos factores tales como: la
sedimentación, el alza en las temperaturas
del agua como resultado del cambio climático
y el calentamiento global, las descargas de
desperdicios y de aguas usadas al mar, la
deforestación, la sobrepesca, el desarrollo
costero desmedido y el uso irresponsable de
los recursos marinos y costeros, entre otros
aspectos.
Foto: Craig Quirolo/Reef Relief/Marine Photobank
Estos problemas no sólo afectan a los arrecifes
de coral, que ya son muy frágiles de por sí, sino
también a los organismos asociados a estos.
Si alguno de los organismos se ve impactado,
todo el ecosistema sufre y el balance natural se
rompe, lo que puede resultar en su deterioro
y en su eventual muerte. Los corales son
sumamente delicados y, por ende, vulnerables
a los cambios en parámetros tales como
temperatura, salinidad, turbidez y calidad del
agua, entre otros. Al igual que cualquier otro
Los arrecifes de coral son hábitat esencial para los peces.
34
organismo, los corales pueden enfermarse. Las
enfermedades que sufren son variadas y sus
causas también.
Algunos de estos padecimientos se pueden
observar a simple vista como por ejemplo,
las enfermedades de banda blanca, de banda
amarilla y de banda negra. Las mismas, además
de amenazar la superviviencia del coral,
cambian su apariencia. Las condiciones en su
entorno también afectan los procesos vitales
que llevan a cabo los corales. Por ejemplo, si
hay demasiados sedimentos en el agua y la
turbidez es demasiado alta, la cantidad de luz
que reciben se reduce significativamente y se
afecta el proceso de fotosíntesis que llevan
a cabo las zooxantelas (algas pequeñas) que
viven en sus tejidos formando una relación
simbiótica con el coral. Además, los corales
pueden experimentar blanqueamiento, que
ocurre cuando el coral expulsa sus zooxantelas
y debido a ello, pierde el color.
Un arrecife enfermo también se puede
identificar por la pobre cantidad de organismos
que habitan en él. La disminución en la
cantidad de organismos puede significar que la
salud del arrecife es deficiente.
relación simbiótica - Proceso mediante el
cual varios organismos que viven juntos se
benefician de su vida en común.
Muchos de los cambios que ocurren en el
entorno de los arrecifes están relacionados a
las actividades humanas. Cambiar los malos
hábitos y cuidar nuestros recursos marinos
y costeros es un compromiso que debemos
asumir todos para nuestro beneficio y el de
futuras generaciones.
A continuación, realizarás una actividad, que
te ayudará a identificar distintos elementos
que pueden afectar los corales y te permitirán
proponer soluciones a estos problemas.
Objetivos:
Antes de comenzar la actividad, debes buscar
información sobre los arrecifes de coral.
Puedes encontrar información sobre los
arrecifes de coral en los libros: Encuentro con
el mar y Los arrecifes de coral del Programa Sea
Grant.
Foto: Oliver Bencosme Palmer
1. Identificar arrecifes de coral enfermos.
2. Mencionar los factores que pueden estar
afectando los arrecifes de coral.
3. Explicar por qué estos factores impactan
negativamente a los arrecifes de coral.
4. Determinar el ambiente propicio para
que el arrecife de coral se desarrolle
saludablemente.
5. Proponer soluciones efectivas para
proteger y cuidar los arrecifes de coral.
6. Concienciar al público de la importancia
de conservar este ecosistema tan
valioso.
7. Compartir el conocimiento adquirido
para lograr proteger los corales.
Acercamiento a los pólipos del coral estrella grande,
Montastrea cavernosa.
35
Preguntas:
1. Menciona qué factor(es) observaste en
las fotos que pueden estar afectando
negativamente los arrecifes de coral.
Explica cada uno de estos factores.
2. Analiza exhaustivamente cada factor y
explica qué puede estar causándolo.
Foto: Pichón Duarte
Foto: Pichón Duarte
Foto: Pichón Duarte
Foto: Pichón Duarte
Foto: Juan L. Torres
Foto: Héctor J. Ruiz Torres
I. Corales saludables vs. Corales enfermos
Observa cuidadosamente las siguientes fotos e
identifica la(s) que muestra(n) un ecosistema
de arrecifes de coral poco saludable. Escribe
una marca de cotejo (✔) en el cuadro que
se encuentra al lado de la(s) foto(s) que
seleccionaste. Luego, contesta las preguntas
que se presentan a continuación. Recuerda que
para hacer tu elección puedes comparar los
colores, la calidad del agua (turbidez, cantidad
de sedimentos) y la cantidad de especies, entre
otros elementos.
36
II. ¿Cuál es el ambiente ideal para que los
corales se desarrollen?
La claridad del agua es fundamental para
que se desarrollen los arrecifes de coral
saludablemente. Esto se debe a que las
zooxantelas (algas microscópicas) que viven en
los corales necesitan la luz del sol para poder
realizar el proceso de fotosíntesis, tan necesario
para que los corales puedan vivir. Por lo tanto,
el que el agua no esté turbia es un factor
determinante para el crecimiento del coral.
La turbidez es una propiedad que expresa el
grado de claridad del agua. Sus unidades de
medida son: NTU (Unidades nefelométricas
de turbidez), JTU (unidades de turbidez de
Jackson) o m-1. A mayor turbidez del agua,
menor probabilidad de que se desarrollen
efectivamente los arrecifes de coral.
A continuación podrás observar una tabla
que contiene tres (3) puntos de muestreo
de turbidez hipotéticos. En estos 3 puntos,
se muestra la turbidez medida en unidades
de turbidez de Jackson (JTU). Analiza
cuidadosamente cada uno de los puntos
y determina en cuál(es) de ellos existe un
ambiente propicio para que puedan crecer
saludablemente los arrecifes de coral. Utiliza
la siguiente escala de turbidez para hacer tu
análisis. Recuerda que existen muchos factores
que deben estar presentes para que los arrecifes
de coral puedan desarrollarse, sin embargo, en
este ejercicio solamente utilizaremos el factor
de la turbidez.
Escala de turbidez
En esta escala se observa
un Disco Secchi que es un
instrumento que se utiliza
para medir la claridad del
agua. Mientras más claro
ves el disco, más clara está
el agua y menor turbidez
existe en ese lugar. En otras
palabras, a menor el número
de turbidez (JTU), mayor claridad del agua y
mayor probabilidad de desarrollo de corales.
Luego de comparar los diferentes muestreos
con la escala de turbidez, determina en
cuál(es) punto(s) constituyen un ambiente
ideal para que los arrecifes de coral crezcan
saludablemente.
Muestreo de turbidez
Punto de muestreo
Turbidez (JTU)
1
6
2
98
3
25
III. Salvemos los corales
Reúnete con tus compañeros y discute con ellos
posibles alternativas para proteger y evitar que
los corales enfermen o mueran. Para realizar
este trabajo, el grupo se dividirá en sub-grupos
de 3 o 4 personas. Cada sub-grupo hará su
análisis y luego lo compartirá con el grupo
completo. Justifica tu respuesta.
IV. Conciencia ambiental
Es fundamental que se concientice al público
sobre la importancia de mantener con vida
este ecosistema. Para lograrlo, crea un anuncio
publicitario donde muestres la belleza de los
arrecifes de coral en las distintas reservas
marinas. Luego, haz una invitación o un llamado
a la conservación y al uso sustentable de estos.
Realiza esta actividad en el mismo sub-grupo
que trabajaste el ejercicio anterior y utiliza tu
creatividad al máximo. Busca fotos, información
e imágenes de las playas, de los corales y de las
reservas marinas que se mencionan en los dos
números de la revista sobre reservas marinas.
Después crea un afiche publicitario (collage,
dibujo, etc.) impactante en el que se presente la
necesidad de cuidar ese lugar. Si tienes acceso a
tecnología, crea un anuncio publicitario animado,
de 30 segundos, utilizando la página electrónica:
http://animoto.com.
Al final de la próxima página, te mostramos un
ejemplo del afiche que puedes realizar.
37
V. Comparte tu conocimiento
Ya has logrado identificar corales enfermos y
saludables. También explicaste los factores que
podrían estar afectando los corales, analizaste
la turbidez de varios puntos de muestreo y
determinaste el ambiente ideal para que un
coral pueda desarrollarse efectivamente. Luego,
propusiste alternativas viables para protegerlos
y creaste conciencia al público de la necesidad
apremiante de cuidarlos. Ahora, es importante
que compartas todo lo que aprendiste. Para
esto, analiza la siguiente situación y resuélvela.
Situación:
Supongamos que has decidido comenzar un
negocio de guía turístico y te has dado cuenta
que a la mayor parte del público le gusta visitar
aquellos lugares que tienen que ver con el mar.
Como parte de tu oferta, has incluido viajes
a las reservas marinas para que las personas
puedan disfrutar de los recursos marinos y
costeros que posee. Para que los turistas tengan
una experiencia única, tú los llevarás a hacer
“snorkeling” o a bucear en los arrecifes de
coral. Eres una persona muy consciente de la
importancia que tiene este ecosistema y como
parte del recorrido que ofreces a los turistas,
les hablarás de esta importancia, la manera
de utilizarlos sustentablemente y de varias
alternativas viables para protegerlos.
Imagina que tus compañeros de clase son los
turistas a los que estás llevando al recorrido por
los arrecifes de coral. Ofréceles la información
que les darías a tus clientes. Recuerda que
debes ser breve, conciso pero contundente ya
que es un recorrido turístico y es importante ir
al grano y expresarte de forma simple y clara.
Después, escribe tu mensaje para que se lo
entregues a tu maestro.
Foto: Héctor J. Ruiz Torres
Este recurso es tuyo, utilízalo y protégelo.
Esta imagen muestra un ejemplo de un afiche que invita a proteger el arrecife de coral.
38
Ilustraciones por: Defichiramary Tirado Choque
Deifchiramary Tirado Choque, ilustradora
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Por: Cristina D. Olán Martínez, MA
A los seis años se
refirieron a ella
como una artista y,
desde entonces, no
ha parado de dibujar.
Esa es Deifchiramary
Tirado Choque, una
de las ilustradoras del
Programa Sea Grant
de la Universidad de Puerto Rico (UPRSG), a quien
muchas personas conocen como “Chira.”
Desde pequeña, se interesó en el mundo del
arte, nos relató. Una combinación de curiosidad,
talento y práctica, la llevó a tomar la decisión
de completar un Bachillerato en Artes Plásticas
en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez
(UPRM). Allí, tuvo la oportunidad de tomar
cursos en áreas tales como dibujo, pintura,
escultura y grabado, entre otros. No obstante, el
dibujo es lo más que le apasiona.
“De verdad que prefiero utilizar el dibujo como
medio ya que siempre ha sido lo más placentero
para mí. Siempre tengo una diversidad de
ideas en la cabeza que prefiero poder ilustrar
en vez de escribirlas en una hoja de papel.
Para mí, el dibujo es la forma más rápida para
poder representar mis pensamientos, sin
importar cuán absurdos sean. Recientemente,
me ha surgido un interés de realizar dibujos a
color, pero aún queda un largo camino antes
de poder aplicar correctamente las diversas
combinaciones de colores. En segundo lugar,
estaría la escultura pero aún no he podido
practicarla lo suficiente. Además, lo único que
tengo para esculpir son unas barras de jabón, y
aunque quedan muy interesantes los resultados,
me gustaría encontrar otros materiales para
practicar,” comentó la ilustradora.
Esta misma pasión por el dibujo fue la que la
condujo al PSGUPR cuando aún era estudiante
39
de bachillerato en la UPRM. Supo, a través de
algunos compañeros, que en el PSGUPR estaban
buscando una persona para ilustrar. Además,
fue recomendada por el profesor Alfredo
Ortiz, quien en diversas ocasiones, también
ha apoyado a otros estudiantes talentosos
a conseguir oportunidades de trabajo y
exposición.
En el PSGUPR, ha realizado múltiples trabajos.
Chira ha preparado diversos afiches e
ilustraciones. Entre los afiches se destacan uno
que preparó para la Primera Asamblea Nacional
de la Federación de Pescadores y Defensores
del Mar (FEPDEMAR), Inc. y otro que hizo
para el Centro Hemisférico de Cooperación
en Investigación y Educación en Ingeniería y
Ciencia Aplicada (CoHemis). Sus trabajos de
ilustración han sido variados: imágenes de
aves para un libro que está pronto a publicarse,
ilustraciones de plantas, estampas de la cacería
en Puerto Rico e ilustraciones para la revista
Fuete y Verguilla. Su arte, además, constituye
un medio para expresar su preocupaciones con
relación al medio ambiente.
“Mediante las ilustraciones, se puede
concientizar, emocionar, prevenir,
aprender, sobre una diversidad de
actos que afectan al mar y la vida
marina. He podido ver cómo mediante
las artes se han podido ilustrar
una serie de cuentos educativos
excelentes que les enseñan a los
niños a cómo valorar y conservar su
entorno. Además de la ilustración, en
Sea Grant tenemos unos excelentes
videos, imágenes, hasta música que en
conjunto forman lo que considero una
obra de gran calidad. Mediante estos,
se puede despertar en los individuos
unos valores que ayuden a poder
apreciar nuestros mares y medio
ambiente,” expresó Chira.
Luego de trabajar, Chira no para de
ilustrar. Su pasatiempo consiste en
“practicar dibujando muchos bocetos”
40
y “jugar” con PhotoShop para aprender cosas
nuevas de esta herramienta. Asimismo,
continúa estudiando ya que le interesa también
el campo de la educación.
“Actualmente, pertenezco al Programa de
Preparación de Maestros de Escuela Secundaria.
Más específicamente, estoy realizando la
Metodología en las artes visuales. Durante
la Metodología, se observa en una escuela
asignada para prepararte a realizar la Práctica,
en la cual se darán clases de la materia de
especialidad. Además de este curso, también
estoy tomando otras dos clases de educación
y una de arte. La motivación para querer dar
clases aumenta por semana. Sobre todas las
cosas, quiero aprovechar lo que el Colegio
me ofrece y seguir adelante con ello,” dijo con
entusiasmo.
Chira tiene muchas metas a completar y
sigue trabajando para lograrlas. Esa misma
motivación la lleva a ver su trabajo en Sea Grant
como un descubrimiento nuevo cada día. Sus
expresiones lo evidencian:
“El trabajo es toda una aventura.”
Un acercamiento bibliográfico a las áreas marinas protegidas
Al igual que la lista bibliográfica publicada
en el número anterior, en esta sección
les presentamos una serie de recursos
informativos relacionados al tema de las áreas
marinas protegidas en Puerto Rico. Estos
los dirigirán a páginas electrónicas, agencias
gubernamentales, colecciones de libros, entre
otros recursos, que ayudan a profundizar
en los temas desarrollados en este segundo
número de la revista. También, les proveemos
una lista básica de palabras clave para realizar
búsquedas en línea.
Palabras claves
áreas marinas protegidas, reservas marinas,
reservas naturales, marine protected areas, notake marine reserves, marine nature reserves,
marine preserves
Reserva Natural del Canal de Luis Peña
CoraLatinos. (s.f.). Reserva Natural Canal de Luis
Peña
Isla de Culebra. CORALatinos, Inc. Recuperado
de, http://www.coralations.org/MPA/
Pagán Villegas, I., Hernádez Delgado, E., Vicente,
V. (2003). Documento de designación Reserva
Natural del Canal de Luis Peña, Culebra, Puerto
Rico. Recuperado de, http://www.filpuertorico.
org/wp-content/uploads/2013/09/
Hernandez__Rev__Doc_Designacion_Culebra.pdf
Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto
Rico. (2014, octubre 24). Reserva Natural del
Canal Luis Peña [video]. Recuperado de, http://
youtu.be/oP08yzFaGSw
Torres Abreu, A. (2013). Plan de Cumplimiento
Efectivo del Reglamento Ambiental Reserva
Marina Canal de Luis Peña (2013-2015).
Recuperado de, https://coralesdelestepr.files.
wordpress.com/2013/09/culebra-enforcplanfinal-4-14-14.pdf
Valdés-Pizzini, M., Carrero Morales, C., Muñoz
Hincapié, M., Beltrán Rodríguez, D. y Fernández
Arribas, M. (2008). Plan de Manejo de la Reserva
Natural Canal Luis Peña en Culebra. Publicado
por el Centro de Estudios Interdisciplinarios y
del Litoral (CIEL). Recuperado de, http://docs.
lib.noaa.gov/noaa_documents/CoRIS/Plan_
Manejo_Culebra_FINAL.pdf
Reserva Marina Arrecife de Isla Verde
Arrecifes Pro Ciudad. (s.f.). Reserva Marina
Arrecife de la Isla Verde: Una propuesta
comunitaria de conservación [carta al Cuerpo
Legislativo del Senado de Puerto Rico].
Recuperado de, http://www.oslpr.org/20092012/ponencias/E2WZNF07.pdf
Cruz Martínez, G. (2011). Estrategias para
desarrollar el documento de designación de la
Reserva Marina del Arrecife del Islote de Isla Verde,
Carolina Puerto Rico [tesis]. Recuperado de, http://
www.suagm.edu/umet/biblioteca/UMTESIS/
Tesis_Ambientales/msem_manejo_cons_recursos_
naturales/2012/GCruz%202012.pdf
41
Fotos: Oliver Bencosme Palmer
Por: Alessandra Otero Ramos, MIS
(Parte II)
Gobierno de Puerto Rico. (2012). Ley de la
Reserva Marina Arrecife de la Isla Verde:
LEY NUM. 274 DE 26 DE SEPTIEMBRE DE 2012.
Recuperado de, http://www.lexjuris.com/
lexlex/Leyes2012/lexl2012274.htm
López-Mújica, P. (2010). Reserva Marina Arrecife
de la Isla Verde: Una propuesta comunitaria
de conservación [resumen de la ponencia].
Planificación y manejo de los terrenos
sumergidos: Ciclo de conferencias sobre la
planificación y manejo de los espacios marinos,
18 de agosto de 2010, Edif. DRNA, San Juan,
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gobierno.pr/oficinas/arn/recursosvivientes/
costasreservasrefugios/pmzc/espaciosmarinos/terrenos-sumergidos/agenda.pdf
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(IRD). (2006). Conservación de los arrecifes
coralinos a través de una red mundial de áreas
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conservacion-de-los-arrecifes-coralinos-afebrero de 2012. Recuperado de, http://www.
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pdf (versión pdf)
Ortiz Sotomayor [libro]. QH91.3 .O78 G69 2009
http://www.seagrantpr.org/arrecifes/index.
ubicado en la Colección Puertorriqueña de la
html (versión web)
Biblioteca General, UPR, Recinto de Mayagüez.
Actividad educativa: Cuidemos los arrecifes
de coral
Coral Reef Alliance (CORAL). (2005). Áreas
protegidas marinas de arrecifes de coral
efectivas: Una solución para la supervivencia.
Recuperado de, http://coral.org/wordpress/
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42
Weil, E. & hooten, A.J. (2008). Underwater
Cards for Assessing Coral Health on Caribbean
Reefs [pdf]. Coral Reef Targeted Research and
Capacity Building for Management. Recuperado
de, http://gefcoral.org/Portals/53/downloads/
disease_products/0807%20Caribbean%20
Underwater%20ID%20Cards.pdf
CONOCE A LOS COLABORADORES DE ESTE VOLUMEN
Jannette Ramos García, BS
fueteyverguilla@gmail.com
Nació en Cabo Rojo, Puerto Rico. Posee un
bachillerato en Enfermería Profesional de la
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez,
donde también, en una etapa posterior a
su bachillerato, tomó cursos libres en áreas
tales como: antropología, etnografía, política,
pensamiento puertorriqueño y conciencia de
género, entre otras. Completó cursos en el Centro
de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el
Caribe conducentes a una maestría en Estudios
puertorriqueños. Los estudios posteriores a
su bachillerato fueron claves en su formación
para las responsabilidades que luego asumió
en el Centro Interdisciplinario de Estudios del
Litoral (CIEL) y en el Programa Sea Grant de
la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR). En el
PSGUPR, ha realizado tareas diversas entre las que
se destacan la coordinación de la revista Fuete y
Verguilla—publicación principalmente dirigida
a divulgar, reconocer y colaborar con los asuntos
concernientes a la pesca comercial—y la dirección
de esfuerzos enfocados en la promoción de la
pesca, comercialización y consumo del pez león,
especie invasora en nuestras aguas caribeñas.
Por muchos años, trabajó como mantenedora
de un espacio radial de temas libres. Usando esa
experiencia en locución radial, sirve como la voz
oficial de los videos educativos del PSGUPR. Fue
también la voz y libretista del documental Con
Sabor a Mayagüez, producción del Programa Sea
Grant y del curso de Cultura musical afroboricua
que resaltó la herencia de la bomba y la plena
como géneros musicales en la costa oeste de
Puerto Rico. Jannette es la orgullosísima madre
de tres hijas y abuela de dos nietos.
Paco López Mújica, BA
arrecifeislaverde@gmail.com
Se desempeña como diseñador gráfico y animador.
Posee un bachillerato de la Universidad Autónoma
de México. En 1984, fundó Animación Boricua, Inc.
y creó “Las Plumas del Múcaro”. Con ello, comenzó
la incursión en el universo de la naturaleza como
tema para la gráfica. En 1990, realizó los filminutos
ecológicos y logró exhibirlos en cine y televisión. Estos
abordaban los temas de: la basura en las playas, el
ruido y la tala de árboles, entre otros. Están disponibles
en su canal de YouTube, en el siguiente enlace: http://
youtu.be/dtdv7eaMJmw?list=PLA41BDDFF7B18
FC27. Durante dieciocho años, ha impartido clases de
animación en la Universidad del Sagrado Corazón. En
el año 2005, junto a su compañera Annette Tolentino,
comenzó el esfuerzo para la protección del Arrecife de
la Isla Verde. Entre 2006 y 2007, diseñó seis carteles
sobre los Sistemas Naturales de Puerto Rico y creó la
historieta ambiental “Las playas son del pueblo pa’ que
tú lo sepas”. En 2009, fundó Arrecifes Pro Ciudad, Inc.
y organizó el Comité para la Designación de la Reserva
Marina. Luego, en el año 2012, este comité logró la
designación de la Reserva Marina Arrecife de la Isla
Verde. Una vez designada la Reserva Marina, procedió
a: dirigir su Junta de Manejo, comenzar los trabajos de
diseño de letreros para la Reserva, dibujar la historieta
ambiental Tina Tinglar y la contaminación lumínica
y crear las animaciones Chef Volitans y el Pez León y
Limpiando el agua con la Pelícana Chana. Su mayor
satisfacción, a los 64 años, es contar con los mejores
profesores en: la Junta de Manejo, el DRNA, Sea Grant,
la UMET, la UPR de Río Piedras y las Organizaciones
Ambientales que lo van guiando por esta aventura
maravillosa de conservar nuestros recursos naturales.
“La naturaleza y la gráfica: una excelente combinación,”
expresó.
43
Delmis del C. Alicea Segarra, EdD
delmis.alicea@upr.edu
Jan P. Zegarra, MS
jpzool@yahoo.com
Posee un maestría en Biología de la Universidad
de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez.
Actualmente, trabaja para el Servicio Federal
de Pesca y Vida Silvestre bajo el Programa de
Especies en Peligro. Es del signo Piscis y fanático
de toda la naturaleza. Obtuvo su primera licencia
de buceo a los 17 años de edad en La Parguera,
Lajas. Siempre le ha gustado la fotografía y,
durante sus estudios graduados, comenzó
a retratar debajo del mar. Su vínculo con el
ambiente marino y la fotografía lo expresa de
la siguiente manera: “No me puedo imaginar
una vida separado del mar. Realmente es un
reto poder fotografiar los organismos del mar
lo más natural posible. La naturaleza no deja de
sorprenderme y trato de capturar eso en mis
fotos para compartirlo con los demás, ya que
me preocupa lo desconectados que vivimos del
mundo que nos rodea. Considero un privilegio las
oportunidades que me brinda mi trabajo por la
conservación de las especies en Puerto Rico. Igual
le doy gracias a la madre naturaleza.”
44
Posee un Bachillerato en Ciencias Físicas de
la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez
(UPRM), una Maestría en Enseñanza de Ciencias
de la Universidad Interamericana de Puerto
Rico en San Germán (UIPR-SG) y un Doctorado
en Educación con Especialidad en Currículo
y Enseñanza de la UIPR-SG. Ha fungido como
instructora en la UIPR-SG en el Departamento de
Educación y Educación Física y como catedrática
auxiliar en la División de Educación Continua y
Estudios Profesionales de la UPRM. En la UIPRSG, a nivel graduado, ha enseñado los cursos
de: Historia y filosofía de las ciencias, Ecología
para maestros, Las ciencias y su enseñanza a
nivel elemental y Física 1 para maestros. En
la UPRM, ha enseñado los cursos de: Uso de
la microcomputadora en el salón de clases,
Fundamentos filosóficos de la educación y Práctica
docente en la enseñanza de física en la escuela
secundaria. Ha ofrecido talleres en los siguientes
temas: principios de currículo, estrategias,
métodos y técnicas de enseñanza, medición,
evaluación y avalúo, estilos de enseñanza y
aprendizaje, planillas de especificaciones y
construcción de pruebas, construcción de
blogs educativos y maestro efectivo. Además,
ha participado en el diseño de blogs, módulos
educativos y cursos en línea en la UPR y en el
Departamento de Educación de Puerto Rico.
Actualmente, se desempeña como Especialista
en Currículo y Evaluación y Coordinadora del
Proyecto Guardarenas en el Programa Sea Grant
de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR). En el
PSGUPR, es también gestora de la preparación de
guías educativas para maestros.
Richard Appledoorn, PhD
richard.appeldoorn@upr.edu
Posee un bachillerato en Ciencias Ambientales
de la Universidad de Rudgers y completó su
doctorado en Oceanografía Biológica en la
Universidad de Rhode Island. Desde 1981,
ha fungido como Catedrático en la facultad
del Departamento de Ciencias Marinas de la
Universidad de Puerto Rico en Mayagüez. Durante
ese periodo ha graduado 13 estudiantes de
maestría y 11 estudiantes doctorales. Dentro
del campo de la biología pesquera ha llevado a
cabo un amplio trabajo en el tema de la biología
y de la pesquería del carrucho y de los peces de
los arrecifes de coral. Sus investigaciones más
recientes se han enfocado en las agregaciones
de peces, la dispersión de larvas de peces y la
distribución y los movimientos de los peces
de arrecifes de coral y su relación con las
distribuciones de los hábitats en el paisaje marino.
Le ha dado particular énfasis al desarrollo de
criterios biológicos para las reservas marinas y al
uso de las reservas en el manejo de las pesquerías
y de las zonas costeras. Posee vasta experiencia
en la investigación y el avalúo de las pesquerías
en el Caribe, particularmente en: Venezuela,
Colombia, Belice, Jamaica, República Dominicana,
las Islas Vírgenes Estadounidenses y las aguas de
las Antillas Menores. Por largo tiempo, ha sido
miembro de la Junta de Directores del Instituto
de Pesquerías del Golfo y el Caribe (GCFI, por
sus siglas en inglés) y del Comité de Ciencias
y Estadísticas del Consejo de Administración
Pesquera del Caribe (CFMC, por sus siglas en
inglés). En este último, el doctor Appledoorn
se encuentra a cargo de mejorar el manejo a
través de la producción de la mejor información
científica posible.
Cristina Damaris Olán Martínez, MA
comunicacionespsgupr@gmail.com
Nació, se crió y actualmente vive en Mayagüez.
Posee un bachillerato en Administración de
Empresas con Concentración en Estudios
Organizacionales y una maestría en Estudios
Hispánicos. Comenzó a trabajar como editora
en el Programa Sea Grant de la Universidad
de Puerto Rico en el año 2007, en los inicios
de sus estudios de maestría. Actualmente,
se desempeña como Coordinadora de
Comunicaciones de dicho Programa. Allí está
a cargo de la coordinación de trabajos en
equipo, colaboraciones con otras instituciones y
actividades, edición de textos, manejo de redes
sociales y redacción de artículos y libretos,
entre muchas otras tareas que realiza junto a
un amplio equipo de trabajo del cual se siente
muy orgullosa. Además, forma parte del Panel
Asesor de Extensión y Educación del CFMC.
Desde pequeña, ha disfrutado de la escritura,
de la naturaleza y de la vida en familia y en
comunidad. Le fascina el mar y entiende que
este le ha brindado oportunidades maravillosas
de crear, escribir, soñar y sentirse libre. Entre
sus pasatiempos, figuran el snorkeling y el arte
marcial coreano Tae Kwon Do.
45
Edwin A. Hernández-Delgado, PhD
coral_giac@yahoo.com
Nació en San Juan, PR el 15 de febrero de 1966.
Creció y estudió en el sistema de escuelas
públicas de Juncos. Posee un bachillerato en
ciencias en Biología Marina de la Universidad
de Puerto Rico (UPR)Humacao, una maestría
en Microbiología Ambiental de la UPR-Río
Piedras, un doctorado en Biología Tropical,
con especialización en Ecología de Arrecifes
de Coral, de la UPR-Río Piedras y un postdoctorado en Microbiología Molecular de
Corales en la UPR-Río Piedras. Trabaja como
Investigador Afiliado al Centro de Ecología
Tropical Aplicada y Conservación y al
Departamento de Biología, UPR-Río Piedras,
donde coordina el Grupo de Investigación en
Arrecifes de Coral. Igualmente, trabaja como
Investigador Principal de la Sociedad Ambiente
Marino. Sus áreas de investigación principales
son: 1) impactos de los factores humanos y
el cambio climático en los arrecifes de coral,
2) dinámicas transicionales y capacidad de
recuperación en los arrecifes de coral, 3)
rehabilitación ecológica de los arrecifes de
coral, 4) conectividad entre los ecosistemas
terrestres y marinos y 5) el uso de los corales
como indicadores del paleoclima. Edwin
es también poeta, guitarrista, intérprete y
cantautor de la Nueva Canción.
46
Craig Quirolo
cquirolo@gmail.com
Fundó la organización Reef Relief en 1987 y lideró la
misma hasta su retiro en 2009. Ha fungido, además,
como director de varios programas relacionados
a la salud de los arrecifes de corales y el manejo
apropiado de los mismos. Es un un marinero
de gran destreza: sus viajes lo han llevado a las
costas de Jamaica, Honduras, las islas Bahamas,
Cuba, Panamá y el Cayo Hueso y los Cayos de la
Florida. Ha aportado ideas para la colocación y el
mantenimiento de boyas de anclaje para proteger
los corales a través de todo el Caribe. Más allá
de mostrar la belleza de los corales, utiliza las
fotografías para dar seguimiento a la condición de
estos organismos y documentar anomalías. Por
tal razón, sus fotografías resultan de gran valor
científico al momento de estudiar los impactos que
tienen las enfermedades y los procesos naturales
sobre los corales. Dada su amplia experiencia, ha
contribuido con fotos o texto que se han incluido en
varias publicaciones de carácter científico. Quirolo
es también un autor muy prolífico: ha publicado más
de 10 obras de fotografía e informes de salud de los
corales. Estas labores le han ganado reconocimientos
de parte de organizaciones científicas, políticas y de
carácter de conservación y manejo de recursos. Su
labor cívica también le ha ganado varios premios y
becas para promover su labor. Se ha destacado por
ser un trabajador incansable y por ser un profesional
que por medio de su obra, tanto científica como
artística, ha beneficiado a los arrecifes de coral y a
las comunidades que lo utilizan como recurso.
Es graduada del programa de maestría en
Educación de Inglés de la Universidad de Puerto
Rico, Recinto Universitario de Mayagüez. Sus
intereses investigativos incluyen: el uso de la
cultura popular en la educación y la literatura
popular con enfoque en el género y en la
subversión/inversión de roles. Esta pasión la ha
llevado a presentar sus investigaciones a Chicago,
Michigan y Nueva Orleans. Su experiencia
laboral es una reflexión de sus intereses; ha sido
educadora en varias plataformas de enseñanza,
traductora de temas de ciencias marinas e
investigadora y redactora de artículos sobre la
cultura y la literatura popular. En su tiempo libre,
juega videojuegos en consolas, lee todo tipo de
ficción y a diario, camina por la orilla de la playa
con sus perros.
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Wilmarie Cruz Franceschi, MA
wilmarie.cruz@upr.edu
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Archivos fotográficos del Programa Sea Grant Puerto Rico
Nuestro Programa cuenta con una amplia colección de imágenes que ayudan a comprender y a delinear
el desarrollo de las Ciencias Marinas en Puerto Rico, así como el quehacer del Programa desde sus
inicios. Estos archivos documentan el periodo de 1977-1997, aunque existen imágenes de 1966 y 1968.
Para acceder esta valiosa colección, visite https://www.flickr.com/people/seagrantpr-archives/.
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