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Humanidad En Red Año 1 Nº 3 En defensa de una economía emancipadora y solidaria Volver al índice 1 Presentación La expansión de la modernidad capitalista y la agresión epistemológica por ella acometida contra las alternativas reales al capitalismo, aisló el pensamiento económico de su base material real, llevándolo a enclaustrarse en burbujas académicas con aplicaciones tecnicistas, que siempre han estado al servicio del orden económico dominante, justificándolo y encubriendo las relaciones de dominación impuestas a las mayorías mundiales. Frente a esta facticidad histórica, la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad (REDH) entrega en el tercer número de su revista digital Humanidad en Red, importantes reflexiones que, en el marco de uno de sus ejes de acción: “En defensa de una economía emancipadora y solidaria”, abordan alternativas y propuestas a la dominación economicista del capitalismo. En primer lugar, nos encontramos con el Editorial escrito por el intelectual belga Eric Toussaint junto a Daniel Munevar. En él, se aborda la crisis económica en Europa y la imposición de las políticas del Fondo Monetario Internacional, a la vez que se comenta la esperanza que producen las nuevas movilizaciones contra el capitalismo y cómo éstas deben tomar el ejemplo de América Latina. En la sección “Artículos”, presentamos tres contribuciones: Osvaldo Martínez (Cuba) expone el origen de la economía solidaria como una alternativa al modelo explotador del capitalismo en su fase globalizadora, que debe ser asumido no sólo en el nivel de las necesidades, sino también como parte de una nueva ética de las relaciones sociales. Desde Europa, Luciano Vasapollo (Italia) nos trae un análisis sobre las nuevas prácticas sociales enmarcadas en la formación de una economía distinta, desde cuya experiencia se debe sistematizar una alternativa anticapitalista, que involucre complementariedad, integración y solidaridad. Por último, Víctor Álvarez (Venezuela) reflexiona sobre la necesidad de superar el extractivismo, ya que se trata de una tarea pendiente que debe ser lograda para poder construir una economía realmente alternativa al capitalismo. 2 Volver al índice La sección “Entrevista” nos trae una conversación con el sociólogo brasilero Theotonio dos Santos, en la cual reflexiona sobre la actualidad de la teoría de la dependencia en relación a las prácticas contemporáneas del neoliberalismo. A su vez, expone su concepción sobre la economía solidaria y la necesidad de su consolidación. Al interior de la sección “Retrospectiva” hemos incluido tres textos que consideramos de gran vigencia para el debate actual. Del Comandante Supremo Hugo Chávez, realizamos una selección de conceptos sobre economía. Reproducimos en su totalidad el discurso del presidente Rafael Correa en la Ceremonia de Inauguración de las Jornadas de Participación Ciudadana (Guayaquil, 2011), y finalmente, un artículo de Frei Betto, titulado “Los valores de la economía postcrisis”. Para la sección “Documentos” traemos tres textos que son de gran importancia en la comprensión de las nuevas relaciones económicas que se están gestando en nuestro continente. En primer lugar, los Principios Fundamentales del Tratado de Comercio de los Pueblos, implementado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. En segundo lugar, las conclusiones finales de la Mesa 17 sobre Agricultura y Soberanía Alimentaria de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra. Y por último, las conclusiones de la mesa tres sobre “Economía Emancipadora y Solidaria” del I Encuentro Mundial de Intelectuales realizado por la REDH (Caracas, 2004). Por último, en la sección “Estéticas de la liberación” reproducimos el famoso mural de Diego Rivera El hombre controlador del universo, el cual nos recuerda la importancia de la lucha de clases en la formación de una nueva economía. A su vez, colocamos el poema Acta de Roque Dalton, que sirve de invitación a sumarnos al combate por los millones de explotados y excluidos en esta tierra. Con este nuevo número, la REDH espera seguir contribuyendo con insumo teórico en el fundamental debate de las ideas en torno a la construcción de un mundo alternativo para el buen vivir de todos y todas. ♦ Revista Humanidad en Red Rif: G20004640-6 Depósito legal: PPI201402DC4452 ISSN Nº 2343-63B7 Directora: Carmen Bohórquez Consejo editorial: Dalisnel Perentena Manuel Azuaje Ariana López Itsbeida González Roger Landa Jesús León Portada: Francisco Amighetti Ruíz (Costa Rica; 1907- 1998). La Agricultura (1948). Mural al fresco (199 x 513 cms) humanidadenred@gmail.com http://humanidadenred.org.ve @humanidadenred Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad humanidadenred (Clic en los títulos para ir a los artículos) Presentación Índice Retrospectiva: Colaboradores “Los valores de la economía postcrisis”, por Frei Betto Editorial: Visión económica para el socialismo. Conceptos del comandante Hugo Chávez (2009) “En defensa de una economía emancipadora y solidaria”, por Éric Toussaint y Daniel Munevar Artículos: “Construyendo la utopía de una economía solidaria y emancipatoria”, por Osvaldo Martínez “En el Alba del socialismo del siglo XXI, las prácticas locales de la economía popular como experiencia política anticapitalista: para la complementariedad, integración y solidaridad de los pueblos”, por Luciano Vasapollo “Superar el extractivismo: una asignatura pendiente”, por Víctor Álvarez R. Entrevista: Theotonio dos Santos: En defensa de una economía emancipadora y solidaria Discurso del Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa Delgado, en la Ceremonia de Inauguración de las Jornadas de Participación Ciudadana (2011) Documentos: Principios fundamentales del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) Conclusiones Finales de la Mesa 17 sobre “Agricultura y Soberanía Alimentaria” de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra Conclusiones de la mesa n° 3 sobre “Economía emancipadora y solidaria” del I Encuentro de la Red en Defensa de la Humanidad, Caracas 2004 Estéticas de la liberación: “Acta”, poema de Roque Dalton “El hombre controlador del universo”. Mural de Diego Rivera Volver al índice 3 Colaboradores Osvaldo Martínez Economista cubano, diputado al Parlamento y presidente de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento cubano. Director del Centro de Estudios de la Economía Mundial (CIEM). Ha sido asesor de las delegaciones cubanas a la Asamblea General de las Naciones Unidas (1974-1976), a las Conferencias Cumbres de los Países No Alineados celebradas en La Habana (1979), Nueva Delhi (1983), Harare (1986), Belgrado (1989), La Habana (2007). Premio Nacional de Economía (1999). Éric Toussaint Luciano Vasapollo Doctor en Ciencias Políticas, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org). Miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial. Autor de numerosas obras, entre las cuales Neoliberalismo. Breve historia del infierno, Le Monde diplomatique, Buenos Aires, 2012. Economista italiano, profesor titular de “Método de análisis del sistema económico” del curso de graduados en Cooperación Internacional y Desarrollo de la Universidad Sapienza de Roma, así como de “Método de análisis económico del problema del Desarrollo” del curso de Maestría en Ciencias del Desarrollo y Cooperación Internacional. Delegado del Rector para las Relaciones Internacionales con los países de ALBA. Daniel Munevar, economista del CADTM. 4 Volver al índice Colaboradores Víctor Álvarez Frei Betto Economista venezolano, investigador del Centro Internacional Miranda (CIM), Premio Nacional de Ciencia 2013. Ha recibido dos veces la Mención Honorífica del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, por sus libros “Venezuela: ¿Hacia dónde va el Modelo Productivo” (2010), y “Claves para la Industrialización Socialista” (2012). Ha sido Ministro de Industrias Básicas; Presidente de la CVG; Director de PDVSA; Presidente del Banco de Comercio Exterior; Viceministro de Industrias; Gerente General de Políticas y Estrategias del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas. Fraile dominico brasileño y uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación. Vinculado a la oposición a la dictadura, fue encarcelado y torturado en dos ocasiones por el régimen político militar de Getulio Vargas. Colaboró con la organización guerrillera Acción Libertadora Nacional. Durante la década de 1980 fue asesor de diversos Estados del campo socialista. Es asesor de movimientos sociales, como las Comunidades Eclesiales de Base y el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra. Entre 2003 y 2004 fue asesor especial del presidente Luiz Ignacio “Lula” da Silva. Theotonio dos Santos Científico social brasileño, es profesor emérito de la Universidade Federal Fluminense (UFF) y coordinador de la Cátedra y Red UNESCO-ONU de Economía Global y Desarrollo Sustentable (REGGEN). Es considerado uno de los creadores de la Teoría de la Dependencia. Obtuvo mención honorífica en el Premio Libertador al Pensamiento Crítico (2008) por su obra: “Del Terror a la Esperanza: auge y decadencia del neo-liberalismo”. Volver al índice 5 Editorial En defensa de una economía emancipadora y solidaria Por Éric Toussaint y Daniel Munevar 6 Volver al índice La lógica del sistema capitalista lo impulsa a expandir de manera constante las fronteras del mercado para incluir en éste, esferas cada vez más amplias de la actividad humana. La búsqueda incesante por una mayor tasa de ganancia enmarca el proceso que ha llevado al reemplazo progresivo de la fraternidad y la solidaridad entre los seres humanos, por relaciones de explotación y deuda. Los últimos 30 años, caracterizados por el auge del capitalismo financiero y el neoliberalismo, representan tal vez la fase más agresiva de este ataque del sistema de producción capitalista en contra de los tejidos sociales m{as básicos. Tras asolar a América Latina desde los años 80, la lógica destructiva de la explotación y la deuda han tomado Europa por asalto. La desregulación del sistema financiero que tuvo lugar tras la creación del Euro llevó al crecimiento descontrolado de la deuda de individuos, comunidades y países enteros en beneficio del capital financiero. La crisis de 2008 puso un coto temporal al furor especulativo y una vez las pérdidas del sistema financiero empezaron a aflorar, los Estados europeos entraron en escena para rescatar a los especuladores. De esta manera, deudas privadas y pérdidas del sistema financiero fueron socializadas de manera ilegítima llevando al continente europeo a su peor crisis económica desde los años treinta. Así, en nombre de la necesidad de poner la deuda bajo control, se ha llevado a cabo un ataque sincronizado para desmontar el Estado de bienestar a lo largo y ancho de Europa. A gran escala este proceso busca reemplazar el acceso gratuito en calidad de derecho a variados servicios públicos, por su prestación como una transacción en condiciones de mercado. La implementación de medidas de austeridad ha llevado de esta forma a la privatización de miles de millones de dólares en activos y servicios públicos en beneficio del capital financiero. Es importante resaltar que al frente de este asalto se encuentran instituciones centrales del proceso de integración europeo tales como la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Ello es una muestra clara de que la Unión Europea se encuentra en función de los intereses del citado capital, y como tal, no tiene ningún reparo en cometer violaciones sistemáticas de los derechos económicos, sociales y democráticos de los habitantes de la región. A pesar de este oscuro panorama, existen razones para la esperanza. Día a día se están librando luchas en el continente europeo en contra de la austeridad y la deuda. De esta forma existe un hilo invisible que conecta las luchas de estudiantes británicos en contra de un sistema educativo basado en abusivos créditos, de familias españolas en contra de bancos quebrados que buscan desahuciarlos de sus hogares y de pacientes griegos que claman por el retorno de la atención médica básica gratuita. Cada una de estas luchas representa una muestra de la necesidad, y posibilidad, de establecer una nueva dinámica social basada en la solidaridad. En este sentido, el primer paso hacia un cambio radical del sistema pasa por avanzar de manera firme en el proceso de integración de los pueblos. Ante la lógica de explotación que caracteriza a la Unión Europea es necesario resaltar la solidaridad e internacionalismo que caracteriza al ALBA. Mientras la UE se concentra en garantizar la sobrevivencia a cualquier costo de los bancos de la región, el ALBA se preocupa por seguir avanzando en la implementación de los exitosos programas para los pueblos de Latinoamérica como lo son Petrocaribe, Yo Si Puedo y la Misión Milagro. De esta forma, Europa haría bien en aprender de las luchas llevadas en América Latina contra el sistema de la deuda y a favor del establecimiento de una integración orientada a garantizar el bienestar de los pueblos. Volver al índice 7 Artículos Construyendo la utopía de una economía solidaria y emancipatoria Por Osvaldo Martínez La economía solidaria surge como una forma de entender y reaccionar frente al impacto de las modernas tecnologías, la globalización de los mercados financieros, el aplanamiento de la vida social y la destrucción del medio ambiente. 8 Volver al índice Lo solidario es sentir al prójimo como se sentiría uno mismo ante cualquier adversa coyuntura, compartir, respetar, tener en cuenta, dar espacio para escuchar opiniones y participar en momentos relevantes de toma de decisiones. Sería sacar lo solidario del terreno exclusivamente moral-ético-político al que frecuentemente se limita y extenderlo hacia la economía cotidiana e incorporarlo como una noción de vida que trascienda el anterior espacio estrictamente delimitado. La economía solidaria ha sido una utopía para el capitalismo y todavía lo es para el socialismo. Sólo uniendo orgánicamente lo cultural, lo económico, lo político, lo moral, en un solo concepto práctico de aplicación salido desde los mecanismos habituales de conducta diaria, es que se puede llegar a la economía solidaria, con la importante salvedad de que no habrá economía solidaria si no hay sociedad solidaria y aún más, cultura solidaria. Todas las categorías de la economía mercantil niegan la solidaridad. Una economía basada en el intercambio formal de equivalentes y en un real intercambio desigual no puede ser solidaria ni emancipatoria. La economía solidaria por definición es una economía no mercantil, pues el aislamiento y la contraposición de intereses entre los actores económicos impiden el ejercicio de la solidaridad. Construir la economía solidaria es un reto de magnitud histórica que requiere una profunda reelaboración conceptual en términos de economía política e incluso en el pensamiento filosófico. La economía solidaria sería emancipatoria en la medida que fuera entendida como ruptura consciente a través de prácticas y de políticas respecto a las leyes ciegas del mercado. En ese largo y complejo proceso de construcción no hay que temer el repensar conceptos cuya reconsideración pudieran parecer heréticos en oidos acostumbrados al habitual sonido de ciertos conceptos. Así, por ejemplo, una economía de contabilidad di- recta (¿la vuelta al trueque?), podría ser un supuesto válido para avanzar en la comprensión de la economía solidaria y en ella la medida del valor no sería el tiempo de trabajo, sino algo tan herético como la cuantificación del valor de uso. El fetichismo mercantil crea el espejismo de un intercambio de equivalentes en aparente base igualitaria, pero la producción mercantil tiene en la obtención de la ganancia derivada del valor de cambio su razón de ser y su esencia última. Un importante punto para avanzar hacia una economía solidaria es hacer que ella y más aún la sociedad toda, se alce sobre la filosofía del valor de uso en torno a la satisfacción de necesidades humanas racionales aceptadas por consenso social. Hacer lo anterior significa abrir paso a la más profunda revolución social que haya existido en la historia de la humanidad. Sería ésta de mayor profundidad que cualquier revolución anterior de carácter tecnológica o política, pues colocaría sobre bases enteramente nuevas, la convivencia social, las relaciones sociales todas y permitiría a los humanos practicar otra forma de praxis social sobre la cual construir ideas, abriendo paso a personas solidarias a tono con una verdadera y redescubierta condición humana. Sería trocar la praxis y la consiguiente filosofía de la acumulación de valores por la de la satis- facción racional de necesidades, con lo cual se abandonaría la filosofía del enriquecimiento-empobrecimiento y la depredación del medio ambiente que inevitablemente la acompaña, por una filosofía de la solidaridad y la protección ambiental. El resultado de muchos siglos de sociedades mercantiles está a la vista. En lo económico, los contrastes entre opulencia y extrema pobreza, las legiones de hambrientos, el desarrollo enfermo por un lado y el subdesarrollo mendicante por otro. En lo social, la drogadicción, la sociedad de lobos esteparios, el individualismo feroz. En lo ambiental, las serias amenazas de destruir a no lejano plazo el planeta. En lo científico, los avances de la ciencia al servicio de la explotación de los humanos y la creación de armas de destrucción masiva. En lo ideológico, la vaciedad de pensamiento y el retorno, para cubrir ese vacío, del derechismo fascista y el reinado de la banalidad mediática. Ese es el decepcionante balance de las sociedades mercantiles. Tal desastre lleva a preguntarnos si no ha llegado la hora de dar un golpe de timón y llenar de solidaridad el horizonte de los humanos en estos inicios del siglo XXI. A la economía solidaria no se llegará de súbito sino a través de una larga y compleja batalla de ideas en la que solidaridad y mercantilismo estarán en una lucha constante para ganar las conciencias de los que harán posible tal tipo de economía. En ese largo proceso la economía solidaria se abriría paso tenazmente conquistando espacio pulgada a pulgada y no olvidando que sólo perdura lo que gana la comprensión de aquellas mayorías. Esa batalla larga se librará en los niveles globales, pero también y con carácter decisivo en la transformación diaria y concreta de pequeñas parcelas ganadas en el nivel micro, a la sociedad mercantil. No será probablemente la economía solidaria algo concebido y plasmado desde el nivel macro mediante el voluntarismo, sino el resultado de una larga acumulación de acciones, estructuras, y redes de solidaridad como crear y desarrollar cooperativas de productores y de consumidores, redes de consumo social Volver al índice 9 basadas en recursos locales o cualquiera de las muchas formas concretas que plantea la ya copiosa literatura sobre economía solidaria. Esos serían pasos que sumados a muchos otros podrían ir inclinando la balanza hacia la transformación desde adentro de las economías mercantiles. Lo importante es que el movimiento hacia la economía solidaria ha echado a andar a impulsos de la crisis global del sistema capitalista y su fuerza aumenta mediante la formación y crecimiento de variadas y creativas formas. No es difícil encontrar quienes digan que la economía solidaria no es más que una utopía, pero a esto pudiera responderse que la utopía ha sido siempre el más formidable resorte para que los humanos avancen y que la construcción de una teoría y una consiguiente política como proceso gradual, y en un largo período histórico, no es más ni menos utopía que cualquiera de las tantas que se disputan las preferencias de los cientistas sociales. Es importante diferenciar la solidaridad de la caridad. El ejercicio de una economía solidaria supone el acceso al disfrute de bienes y servicios como derecho universal e inalienable y no como acto de caridad individual, con independencia de la autenticidad del sentimiento que la motive. No es concebible la economía solidaria sin una proyección anticapitalista aunque 10 Volver al índice dentro de este sistema surjan formas de aquélla en cierta escala. En América Latina continúa el debate alrededor del neoliberalismo aunque muchos crean que eso ya corresponde al pasado y hablan de la derrota neoliberal como de una conquista asegurada. La derrota es cierta pero no todavía definitiva como para echar a sonar las campanas. La gran oleada neoliberal con apariencia indetenible durante no menos de dos décadas, ha perdido empuje y ya es casi imposible encontrar fanáticos del Consenso de Washington al estilo de los años 80 y 90, pero el neoliberalismo no ha sido definitivamente derrotado como demuestra la región dividida en dos prácticas diferentes de política económica. Con el neoliberalismo reinando en La Alianza del Pacífico, mientras que en el Alba más Argentina y Brasil, continúa la afanosa búsqueda de alternativas a esa política. Si bien la Unasur y la Celac aportan nuevas e interesantes realidades con positivos potenciales de integración y unidad regional, no es menos cierto que dentro de ellas coexisten tensiones y dista mucho de existir un enfoque compartido sobre política económica interna y modo de relacionarse con EE.UU y la Unión Europea. El neoliberalismo no será derrotado del todo hasta que no surja otra combinación de teoría y política que demuestre no sólo ser capaz de atenuar los desastres de aquél, sino superarlo en toda la línea y esto equivale a establecer un nuevo modo de relación no sólo entre los Estados sino además entre las personas y de éstas con la naturaleza, un nuevo paradigma en el cual bajo la denominación esencial de solidaridad coexistan la no explotación de unas personas por otras, una democracia en su más amplia acepción y patrones de vida de auténtico respeto a la conservación del medio ambiente. Es esta lucha por remontar y dejar atrás al neoliberalismo donde se inserta la búsqueda de una economía solidaria capaz de emancipar al ser humano de los efectos de las crisis multidimensionales del capitalismo que hoy amenazan la existencia misma de la humanidad. ♦ Artículos En el Alba del socialismo del siglo XXI Por Luciano Vasapollo Las prácticas locales de la economía popular como experiencia política anticapitalista: para la complementariedad, integración y solidaridad de los pueblos 1. La actual crisis en el modelo de desarrollo capitalista no es sólo la crisis económica, sino también la peor crisis socio-ambiental, de la energía y del clima: es una crisis sistémica. La situación actual nos obliga a reconstruir e inventar nuevas y diferentes maneras de vivir juntos, sobre la base de un sistema de convivencia entre naturaleza y sociedad, poniendo fin a la violencia atroz y cruel, al colonialismo capitalista, moderno, que ha destruido y continúa destruyendo la educación y la socio-economía campesinas del mundo, y a los pueblos indígenas, su cultura, su socialismo pre-capitalista, la naturaleza. A veces, observando de cerca los recientes procesos de liberación y de autodeterminación de los países andinos y otros países de América Latina, uno casi tiene la impresión de viajar en una máquina del tiempo beneficiosa, que muestra qué tipo de educación para la democracia y la política, para el desarrollo participativo económico, para el progreso y la alternativa de alta compatibilidad social y ambiental, serían posibles, incluso en Occidente, ahora ahogado por la acumulación cianótica debido al crecimiento cuantitativo del modo capitalista de producción. Los pueblos indígenas, más conocidos hoy como pueblos naturales u originarios, que viven en su propio mundo, que mantienen su relación con la naturaleza, con la Madre Tierra, viven casi una vida social fuera de las normas capitalistas y sufren para mantener el equilibrio de poder en el campo; aunque expuestos a la influencia de la llamada “civilización occidental” siguen sin aceptar la imposición del capitalismo. Desde esta concepción se mantiene la idea de que los recursos, el medio ambiente, las formas de vida no deben ser destruidas, ya que pertenecen al pueblo, no sólo actual, sino también a los que vendrán en el futuro. Estos conceptos no implican la negación de la modernidad, de las nuevas tecnologías o negocios, sino que se trata de la implementación de modelos alternativos basados en la justicia social y la redistribución que puedan garan- Volver al índice 11 tizar un mundo sin hambre, y el rechazo de los modelos de la economía neoliberal basados en la explotación de personas y cosas que sólo persiguen el beneficio de unos pocos. Antes de la revolución industrial, todas las civilizaciones se podrían considerar como sustentadas en la agricultura y cómo ésta influía en la vida, las culturas y las costumbres de todos los pueblos. 2. Aun cuando se asume una dimensión de la producción social, las economías locales del sistema muestran al mismo tiempo un más directo y mayor margen para la mediación en las características y condiciones que expresan los actuales conflictos capital-trabajo y las contradicciones del medio ambiente con el capital, así como del capital con los derechos humanos en un conflicto social en general. Un aspecto, si se quiere analizar la cuestión moderna del desarrollo local sostenible, a menudo basado en la agroindustria, es la dinámica interna del capita- 12 Volver al índice lismo y la reforma social, que se determina por la ley de explotación. Este proceso de transformación que tiene entre sus casos las cuestiones sociales relacionadas con el medio ambiente, fue finalmente recuperado por el sector de izquierda de una clase que durante demasiados años los había dejado en manos de un ambientalismo en complicidad con el capitalismo. El papel de semi-periferia y de área semi-económica productiva asignado a América Latina es un área donde se hace mayor y más directa la lucha de clases, la importancia del conflicto capital-trabajo y donde se hacen explícitas y concretas, sin la mediación de las contradicciones, la naturaleza, el conocimiento, el capital y la democracia, el capital y los derechos, la negación del Estado de Derecho a través de la represión brutal; pero al mismo tiempo, donde se determinan las condiciones para pasar de la ofensiva en mil formas de resistencia a determinaciones reales de los cambios para la transición al socialismo. 3. La defensa de los procesos de libre determinación no puede seguir siendo una moda, una búsqueda de algunos campos estrechos, sentimental e ideológica de alternativas intelectuales de izquierda, sino que debe convertirse en un patrimonio compartido por todos los movimientos sociales y políticos que responden a este desafío. Entre los principales problemas a abordar están los límites de las potencias imperialistas, las estructuras de poder, los medios de comunicación y la propaganda de las estructuras del capital internacional. Los cambios que han tenido más éxito en América Latina, como son Cuba, Venezuela y Bolivia, son experiencias donde los movimientos de base política, encabezados por los líderes revolucionarios, tienen una estrategia clara para ejercer el poder político basada en la defensa del Estado de bienestar; no es el simple “no” a la privatización, sino que apunta a la destrucción de la propiedad privada de los medios de producción. Cuba, Bolivia y Venezuela son ejemplos claros de cómo hacer y defender el poder político a través del tiempo. Es por eso que nuestro apoyo es estratégico para el fortalecimiento de la Cuba revolucionaria, así como de los procesos de Venezuela y Bolivia, ya que expresan la subjetividad política que se extiende hasta la construcción real del proyecto y del socialismo del siglo XXI. El destino de las luchas de los trabajadores y las clases bajas en nuestros países europeos son cada vez más dependientes de la evolución de la resistencia popular de las personas directamente atacadas por el imperialismo en Cuba y en toda América Latina, Oriente Medio y Asia. 4. Mientras que en Europa la subjetividad está ausente o es muy débil en la clase que puede ser el vehículo para la estructuración de una red mundial anti-imperialista, es cierto que existe una amplia gama de temas y movi- lizaciones en diferentes países que desafían los parámetros del proceso de unificación: desde los sindicatos de base a la organización de los trabajadores en la lucha contra la inseguridad y la flexibilidad laboral, los altos precios, la privatización y la privación de los servicios sociales esenciales; y desde los movimientos de los migrantes en lucha por sus derechos a la gran experiencia de los actores políticos básicos. Las experiencias de los sindicatos de base, que nacieron en las últimas décadas, especialmente en Italia, pero también en España (Galicia, Cataluña), País Vasco, Francia, etc. contra el sistema de seguridad de las centrales sindicales dominantes, así como las experiencias de los movimientos de los trabajadores en América Latina, y las manifestaciones en muchos otros de la autonomía de la clase obrera en diferentes partes del mundo, son ejemplos importantes de esta necesidad urgente de restaurar las bases de los trabajadores sociales y romper con la burocracia, con los asociados de los sindicatos institucionales. Es éste un movimiento que parte de la lucha de clases global del pueblo cubano contra el bloqueo imperialista y el terrorismo que le ha atormentado unos 50 años, que encuentra la fuerza en la revolución socialista bolivariana de Chávez y Maduro, y en el movimiento indio de Evo Morales en Bolivia, y que conduce a la unidad, por ejemplo, de las luchas obreras en América Latina y los sindicatos de base y de clase, en Italia y Europa, y en la resistencia del pueblo palestino. El socialismo del siglo XXI no es una fórmula abstracta, es un contenido en concreto en la vida cotidiana y en las luchas sociales. Pero es esencial que estas acciones tengan, en su naturaleza más profunda, esencialmente una dirección contraria a todas las lógicas de la sociedad del capital. Creemos que hay una urgencia y el espacio político adecuado para que el destino de cualquiera que se oponga a la globalización neoliberal, al capitalismo, al imperialismo, tanto en la metrópoli o en los suburbios esté inextricablemente vinculado en una gran batalla por el socialismo en el siglo XXI y por los derechos populares a la libre determinación de toda la humanidad. Bibliografia Albò, Javier;Desafios de la Solidaridad Aymara, Cipca, Bolivia, 1985. Barbadoro, Giancarlo – Nattero Rosalba; I popoli naturali e l’ecospiritualità, Triskel, Torino 2006. Vasapollo L.; Dagli Appennini alle Ande, Cafoni e Indios, l’educazione della terra, con R.Martufi, P. Graziano, Jaca Book, Milano, 2011. Vasapollo L., Farah I (a cura di); Pachamama. L’educazione universale al Vivir Bien, Vol.1 e Vol.2, Natura Avventura edizioni, Roma, 2010-2011. Vasapollo L.; Tratado de métodos de análisis de los sistemas económicos. Mundialización capitalista y crisis sistémica; Banco Central de Venezuela, 2013. ♦ Volver al índice 13 Artículos Superar el extractivismo: una asignatura pendiente Por Víctor Álvarez R. Un tema muy sensible para la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad se refiere al deterioro del medio ambiente que resulta de la sobreexplotación de los recursos naturales. La crisis ambiental que se expresa en el cambio climático y recalentamiento global, el derretimiento de los glaciares, la acidificación de los suelos, el agotamiento de las fuentes de aguas y de muchos recursos naturales, impone redefinir las estrategias economicistas y productivistas de desarrollo que han terminado por comprometer seriamente la esperanza de vida, toda vez que no solo afecta a las generaciones presentes, sino que representa un grave peligro para la continuidad de la vida en el planeta. 14 Volver al índice Al asumir la defensa de la vida no podemos limitarnos única y exclusivamente a la vida humana. Se impone también defender a la naturaleza de la cual formamos parte inseparable, y cuya protección es una condición imprescindible para garantizar la existencia de todas las personas. Por tanto, implica reconocer los derechos de la naturaleza por encima de los objetivos y metas de desarrollo económico. América Latina constituye uno los principales reservorios de recursos naturales del mundo, con abundantes yacimientos de petróleo, gas y minerales, fuentes de agua dulce, bosques, biodiversidad y ecosistemas, tierras aptas para la producción agrícola, fuentes primarias de energía y un gran potencial para la producción de energías limpias. Un continente que tiene todo lo que se necesita para lograr la soberanía alimentaria y productiva. Pero tiene pendiente aún concertar políticas y estrategias de interés común que le permitan convertir el apro- vechamiento racional de esas riquezas, en la condición básica para erradicar las causas estructurales del desempleo, la pobreza y la exclusión social. Importamos porque no producimos y no producimos porque importamos Una y otra vez se ha planteado que nuestra mayor riqueza son los recursos naturales y que debemos explotarlos para luchar contra el hambre. Para justificar la intensificación del extractivismo se nos dice que no podemos seguir como el mendigo sentado sobre un saco de oro. Ante la urgencia de obtener los recursos financieros que permitan financiar los programas destinados a reducir el desempleo, la pobreza y la exclusión social, se justifica el modelo extractivista-rentista, pero se corre el riesgo de caer en un círculo vicioso del cual resulta cada vez más difícil salir. Ciertamente, la renta captada por la exportación de recursos naturales ha permitido financiar la inversión social, pero no ha estimulado un crecimien- to económico de calidad ni una distribución progresiva del ingreso. Por el contrario, ha traído como consecuencia un proceso de reprimarización de la economía. Como la renta no la pagan los productores ni consumidores nacionales, sino que la pagan los consumidores internacionales, la misma constituye la captación de un plusvalor internacional que luego es distribuido a favor de los factores económicos, políticos y sociales internos. Mientras más crece la población y el consumo, mayores son las necesidades de importación y mayor el imperativo de extraer más recursos naturales para captar la renta que permita financiar las importaciones que el precario aparato productivo interno no está en capacidad de sustituir. Al no contar con una economía fuerte que garantice la soberanía alimentaria y productiva, se intensifica la extracción y exportación de recursos naturales. Pero a medida que se capta una mayor renta y se inyecta a la circulación doméstica, mayor suele ser la propensión a importar toda clase de productos, con lo cual se frena la producción nacional. No se puede seguir apostando al extractivismo con el falso argumento de que éste financiará el crecimiento económico y la redistribución del ingreso. La renta derivada de las actividades extractivas no podrá financiar una verdadera estrategia de desarrollo. El extractivismo genera una abundante fuente de recursos que se destina a importar y, por lo tanto, desestimula el esfuerzo productivo nacional. Importamos porque no producimos y no producimos porque importamos. En defensa de una economía emancipadora y soberana El aprovechamiento de los recursos naturales y su incidencia en las condiciones sociales y la vida humana constituyen un aspecto crucial en la construcción de una sociedad libre de pobreza, donde la reproducción de las condiciones materiales haga posible la reproducción de la especie humana. Una condición básica para derrotar la pobreza es superar la visión extractivista que explota a gran escala los recursos naturales para exportarlos sin mayor grado de transformación, sin generar ningún estímulo para el fortalecimiento de la industria ni de las capacidades tecnológicas e innovativas locales. La soberanía es la capacidad de ejercer el dominio y disposición del territorio, por encima de cualquier otro poder. En esta noción, los recursos naturales son parte integrante del territorio y, en consecuencia, representan una base importante para el desarrollo económico y social. Pero aun cuando su explotación sea realizada por empresas estatales o nacionales, el extractivismo refuerza la de- pendencia de los centros de poder mundial y reproduce los mecanismos de colonización y explotación económica que nos impusieron desde la colonia. La soberanía productiva sólo se podrá lograr si la vieja práctica de exportar materias primas se sustituye por su transformación interna en productos de mayor valor agregado que permitan sustituir importaciones, diversificar la oferta exportable y generar trabajo digno y bien remunerado para nuestros pueblos. Aumentar la exportación de recursos naturales sin valor agregado prolonga la Volver al índice 15 frontera del extractivismo y refuerza la mentalidad rentista que induce a apoyar la liquidación acelerada de los yacimientos, como fuente de las rentas que se destinan a aliviar la pobreza, más no a erradicar las causas estructurales que la generan. Al no invertirse en la agricultura, industria y demás sectores productivos, a la larga se genera más pobreza, toda vez que al agotarse los yacimientos, las fuentes de agua, la biodiversidad, des- 16 Volver al índice truir las culturas ancestrales y generar pasivos ambientales, el extractivismo deja una herencia de desempleo, pobreza y exclusión social. Las causas de estos terribles flagelos sociales se podrán erradicar a medida que se impulse la construcción de una nueva economía emancipadora y solidaria bajo el control de los trabajadores directos y de la comunidad organizada. Pendiente sigue superar la cultura extractivista-rentista y sustituirla por una cultura del trabajo, centrada en la creación de valor y riqueza, como fundamento de un nuevo modelo productivo capaz de integrar las actividades económicas a la vida social, en función de producir los bienes y servicios básicos y esenciales que resultan imprescindibles para satisfacer las necesidades materiales, intelectuales y espirituales de la gente. ♦ Entrevista Theotonio dos Santos: En defensa de una economía emancipadora y solidaria Primera parte: Dependencia y Neoliberalismo 1. Ud. ha sido reconocido como uno de los pensadores que contribuyeron a la formulación de la Teoría de la Dependencia. Más allá de que podamos constatar, con Atilio Boron, la existencia de teorías -en plural- con diversidad de autores y planteamientos teóricos, y no un único cuerpo conceptual, los análisis que aportaron a la comprensión de la realidad latinoamericana y caribeña parecen lejos de haber perdido relevancia. ¿En qué sentido se puede o no se puede hablar de de- pendencia en el actual contexto del continente? , ¿cuáles planteamientos de la(s) teoría(s) de la dependencia considera aún fundamentales para la actual comprensión de la inserción de nuestras economías en el sistema-mundo? Es correcto plantear que el cuerpo teórico de la llamada Teoría de la Dependencia es muy amplio y diversificado. Podemos esclarecer parte de esta cuestión a partir de la crítica de Fernando Henrique Cardoso y José Serra (después presidente de Brasil - el primero - y candidato derrota- Volver al índice 17 do a la presidencia – el segundo - entre 1994 y 2002), al texto de Ruy Mauro Marini sobre la Dialéctica de la Dependencia y, secundariamente, a André Gunder Frank, Vania Bambirra y yo. En esta crítica, rebatida por Ruy Mauro en texto no publicado en Brasil hasta los años 90, se pretendía – equivocadamente – que nosotros negábamos la posibilidad del crecimiento económico de Brasil y de los países dependientes en general. Fuimos acusados de estancacionistas. Esto era una acusación totalmente falsa. Desde el golpe de 1964, en Brasil, buscamos demostrar que no se trataba de un golpe dirigido por latifundistas y viejos agentes del imperialismo. Se trataba, según nosotros, de un golpe dirigido por el gran capital internacional y, por lo tanto, de una nueva fase del imperialismo y de la nueva dependencia caracterizada por la reorientación del capital internacional para el mercado interno de ciertos países dependientes, que habían logrado iniciar su industrialización. Anunciábamos, incluso, una nueva fase de la división internacional del trabajo que abría un espacio para la unión entre las corporaciones multinacionales y la clase “dominante-dominada” de las economías dependientes. Esto profundizaba las características de sobre-explotación del trabajo y desarrollaba nuevos mecanismos económicos, básicamente comandados por el capital financiero, de apropiación de la plusvalía generada en nuestros países. En este punto, nuestras di- 18 Volver al índice vergencias con la dupla presidencial que dominó algunos años nuestra vida política se hacían más agudas. Para ellos, el hecho de que se había alcanzado un cierto crecimiento económico bajo la dictadura, demostraba la posibilidad de combinar la dependencia no solamente con el crecimiento económico sino también con la democracia. De esta forma se abría un pozo entre nuestra visión de que la superación de la dependencia sólo sería posible a través de una victoria de la tendencia inevitable de las fuerzas populares a oponerse a las políticas del gran capital internacional y sus aliados locales, caracterizadas por su carácter concentrador, desigual y excluyente, y a plantear cambios profundos en la dirección de una transición al socialismo. Poníamos énfasis también en la tendencia a la unificación de América Latina en torno de esta perspectiva. La capitulación del partido comunista soviético ( para abrir camino a una privatización cuyas consecuencias negativas se buscó ocultar sistemáticamente ) reforzó la pretensión de esta ala de ideólogos - que comulgó con nosotros en los avances iniciales de la Teoría de la Dependencia - de romper incluso con sus avances anteriores, desarrollando una nueva “teoría” de la “modernización” que tanto criticábamos y que excluyó totalmente la posibilidad de retomar el camino del socialismo desde nuevas bases, después de la auto-disolución de la Unión Soviética. Se trató de una versión dependiente de esta ofensiva ideoló- gica mundial que se auto proclamó neoliberal, que de “neo” tenía muy poco o casi nada como lo demostramos en nuestro libro Del Terror a la Esperanza: Auge y Decadencia del Neoliberalismo. Los años 2000 les desmintió fuertemente al plantear no solamente la unión creciente de la América Latina, así como de otras regiones dependientes del mundo, en la retomada de la lucha por un nuevo orden mundial enfrentado a la decadente hegemonía de Estados Unidos. Ellos se irritaron fuertemente cuando Hugo Chávez – frente a la retomada del camino golpista que se extendió en toda la región en formas más o menos agresivas, que se extenderían a su vez a todo el sistema mundial – levantó el tema del socialismo como meta histórica inmediata, necesaria para asegurar las conquistas anti-imperialistas que permitieran derrotar el golpismo. En este momento - que aguardábamos, como resultado de nuestros análisis del sistema mundial – anunciamos la retomada de la teoría de la dependencia en profunda cooperación con la teoría del sistema mundial, de la cual también hemos participado. Hemos publicado en el 2000 en Brasil y en el 2002 en México y Argentina, nuestro libro sobre La teoría de la dependencia: balance y perspectivas, con el que creemos haber abierto una nueva etapa de nuestro esfuerzo teórico y de nuestra experiencia práctica. 2. Rebatida en la teoría y en la práctica la ficción neoliberal que niega la necesaria inter- vención del Estado en el Mercado, ¿cómo concibe usted, en general, las relaciones entre política y economía y, en particular, entre Estado y Mercado? ; ¿qué tipo de relaciones entre estas dos macroinstituciones deben impulsar los pueblos latinoamericanos y caribeños que les permita alcanzar cualitativamente mejores condiciones de vida, de forma autónoma y democrática?; ¿qué opinión le merece la actual división internacional del trabajo en la actual fase de globalización y el estatus de la región dentro de ella? Al contrario de las visiones ideológicas de los llamados “neo liberales”, aún bajo sus olas privatistas, durante 30 años se produjo una tremenda expansión del capitalismo de Estado en todo el mundo. La razón era simple: el capital era cada vez más incapaz de apropiarse de la gigantesca plusvalía creada en el mundo con el avance de la revolución científico-técnica y necesitaba dramáticamente del poder del Estado para planear y organizar esta expropiación masiva. Asimismo, las empresas multinacionales se concentraban cada vez más en la búsqueda de las ganancias financieras, dando origen a conglomerados financieros colosales, mientras buscaban también conservar su dominio del cambio tecnológico a través de lo que René Armand Dreiffus llamó “tecnobergs” colosales. En este proceso, los poderosos Estados Nacionales construidos por las naciones recién liberadas de la condición colonial (dos ejemplos definitivos serian China e India), tuvieron que Volver al índice 19 asumir las tareas organizativas y cognocentes en lugar de su capital privado, realidad que ya conocíamos también en América Latina donde la revolución burguesa adquirió connotaciones anti-imperialistas y democráticas avanzadas, que obligaba a los proyectos de desarrollo burgueses a admitir un fuerte capitalismo de Estado como intermediario de sus pretensiones de poder. Lo mismo ha ocurrido en los países centrales del sistema mundial. Ellos no podían escapar de su dependencia de una fuerte intervención estatal para enfrentar la oposición obrera y popular en general, en una disputa histórica entre la burguesía y el proletariado para dirigir una economía y sociedad contradictorias. Estas contradicciones llevaron a dos colosales guerras mundiales en el siglo XX y a la emergencia de los partidos socialistas y comunistas en el centro del sistema, a la revolución rusa en la I Guerra Mundial, a su implantación como exitoso régimen económico que pudo derrotar a la mayor potencia capitalista europea en la Segunda Guerra Mundial. Pero, al mismo tiempo tuvo que dirigir la inmensa revolución anticolonial que derrotó a TODAS las tentativas de detenerla durante la post guerra. El capital no pudo dar ni un solo paso en este contexto sin el apoyo fundamental del Estado en todos los aspectos de la vida económica, social, política y cultural. La ofensiva neoliberal no consiguió restablecer el poder del capital para dirigir este proceso sistémico mundial. Él tuvo que cons- 20 Volver al índice truir aparatos estatales impresionantes como el Pentágono en los Estados Unidos, que domina la mayor parte de la actividad económica de este país. Los propietarios del capital tuvieron también que ceder espacios de poder para los ejecutivos que dirigen directamente sus recursos financieros. Los datos muestran que con todo el poder, estos ejecutivos no pudieron tomar mayoritariamente el poder económico del capital financiero, manejado fuertemente por las grandes familias oligárquicas. Asimismo, ellos no pueden prescindir del Estado, como representante de toda la sociedad, en nombre del cual organiza el sistema económico de explotación que pretende imponer ideológicamente a las grandes mayorías sociales. No es por otra razón que el proyecto de dominación mundial del gran capital no puede renunciar a la pretensión de representar la sociedad civil de individuos concurrentes entre sí, que él identifica con la democracia. Pero al mismo tiempo se ve obligado a retirar del control de la “sociedad civil” democráticamente organizada, los instrumentos fundamentales del Estado para aplicar políticas económicas totalmente contrarias a los sentimientos y deseos de las mayorías sociales. La desmoralización de lo político y la implantación de órganos de poder estatal fuera del control democrático, como los bancos centrales, pasan a ser cruciales para poder mantener su hegemonía. Sin embargo, con la expansión del capitalismo de estado a nivel mundial surgen nuevos poderes económicos, políticos, sociales, militares e ideológicos para los que la sociedad civil no dispone aún de una fórmula ideológica hegemónica para implantar y dirigir sus intereses. Desde el punto de vista económico financiero, el gran capital privado no tiene aún instrumentos claros para detener el poder de los ultramillonarios fondos soberanos, manejados concentradamente por los Estados Nacionales de las más diversas orientaciones ideológicas... No hay ningún órgano económico privado en el mundo que pueda competir con los un billón (trillons en inglés o portugués) doscientos mil millones de dólares que maneja el Estado chino, se quiera o no bajo el control del Partido Comunista Chino. Este desafío internacional nos lanza frente a nuevas contradicciones dentro del sistema mundial que nos obliga a crear y desarrollar nuevas categorías de pensamiento científico, capaces de ayudar a la humanidad a enfrentar las amenazas de destrucción de toda la especie humana si continuamos bajo el dominio del gran capital en el plano internacional, en esta nueva etapa de desarrollo de las fuerzas productivas mundiales en plena interacción desigual y combinada. 3. En este 2014 la Red de Redes en Defensa de la Humanidad está cumpliendo diez años de haberse fundado. ¿Cómo evalúa la actividad de la organización en este período? ¿Qué propuestas haría para mejorar su acción y la consecución de sus objetivos? Creo que la Red de Redes en Defensa de la Humanidad es uno de los caminos para superar esta situación dramática (pero no necesariamente trágica) en que se encuentra la humanidad. Ella ya buscó, incluso, proponer caminos para una nueva política internacional. Buscó abrir caminos para enfrentar el control de los medios de comunicación en América Latina con la propuesta de creación de una televisión de la región, que terminó influenciando la creación de Telesur. Ha apoyado la creación de redes similares en la región y apoyó firmemente la creación de instrumentos regionales de coordinación de nuestras luchas como ALBA, UNASUR. BANCO DEL SUR, CELAC, PETROCARIBE y muchos otros. Propuso la creación de un Premio al Pensamiento Crítico que se mantiene exitosamente, además de realizar varios encuentros extremamente oportunos. Creo que debe continuar en este camino buscando activar sus capítulos nacionales y locales para extender su eficacia. Segunda Parte: Economía Solidaria y Emancipadora 1. En el Primer Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, realizado en Caracas en el año 2004, se establecieron los diez ejes de acción de la Red. El tercer eje de acción establecido es: en defensa de una economía emancipadora y solidaria. Conversemos sobre ello. Para comenzar, ¿qué debemos en- tender por economía emancipadora y solidaria? ;¿por qué es una necesidad apostar y defender tal tipo de economía? Como vimos, el orden económico mundial que impulsa el capitalismo, hegemónicamente es una amenaza para la sobrevivencia de toda la humanidad, desde el punto de vista militar y ambiental. Tenemos que crear condiciones para una poderosa expansión mundial de la democracia, para que se pueda llegar a una coordinación mundial de la creación de instrumentos de gestión de un nuevo orden mundial en todos los campos. Esta economía tiene que estar orientada por principios que refuercen una economía emancipadora y solidaria que tiene que apoyarse en el planeamiento racional del desarrollo de la humanidad y no en principios metafísicos como la soberanía del libre mercado y de los individuos consumidores. En primer lugar, tenemos que garantizar la soberanía de los pueblos en contra de las fuerzas privadas y estatales antidemocráticas. 2. ¿Qué tipo de políticas deberían impulsar los gobiernos progresistas de la región para avanzar hacia una economía de signo emancipador y solidario?. ¿Hay condiciones objetivas (históricas, políticas, sistémicas) para ello? Raras veces tuvimos condiciones tan favorables como ahora: el centro hegemónico del sistema capitalista mundial se encuentra en crisis. Su base “teórica” o más bien ideológica se encuentra en crisis. Las manifestaciones de- Volver al índice 21 mocráticas consiguen imponerse en contra de un sistema policial insuficiente para contener el crecimiento y la expansión de estas movilizaciones. Electoralmente, aún se encuentran límites serios para que una parte sustancial de la población se sienta expresada por las fórmulas representativas existentes. Tenemos que ganar a la humanidad para una concepción de participación decisiva de los pueblos en su destino. Si no conseguimos convencerla de estas concepciones post liberales, estamos entregando una oportunidad histórica a los enemigos de las grandes mayorías sociales, víctimas de la contención del avance de la humanidad que ya está en marcha. 3. Actualmente, se ha reabierto en la región el debate en torno a la explotación de los bienes comunes, su uso soberano por parte de los gobiernos progresistas para obtener recursos con los cuales cancelar la inmensa deuda social de nuestros pueblos, los efectos ecológicos y sociales en la zonas asociadas a su extracción, el problema de la reprimarización de nuestras economías como consecuencia del nuevo tope de extracción-comercialización, etc. En síntesis, se trata de la tensión entre: explotar de manera consciente los recursos para sacar a nuestros pueblos de la pobreza a la que han sido sometidos, o impulsar nuevas formas de producción económicas de respeto irrestricto a la Pachamama, que dejen atrás las políticas de lo que se ha dado a conocer como neo-desarrollismo. ¿Cuál es su postura ante esta 22 Volver al índice discusión y cómo analiza la tensión mencionada? Creo que la propuesta neo desarrollista es un intento de las clases dominantes de nuestros países de tomar un camino de desarrollo económico en la región que fue drásticamente reprimido por los neoliberales (básicamente apoyados en el Consenso de Washington, el FMI, el Banco Mundial, el BID, la OEA y otros organismos del sistema financiero y promocional internacional). Pero se muestran tímidos en dos puntos esenciales: en reconocer el papel antidemocrático y pro imperialista de nuestros Estados Nacionales, a pesar de los avances políticos que alcanzamos en los últimos años. Solamente las fuerzas sociales, armadas de una conciencia política extremamente clara, podrán cambiar esta correlación de fuerzas. Pero ellas no quedaron en los límites impuestos por un desarrollo económico que pretende limitarse a la búsqueda de nuestra integración en el actual sistema mundial, apoyado en la idea de que él representa la civilización superior a la cual se debe conducir toda la humanidad. Por esto mismo, me dediqué en los últimos años a terminar un libro sobre Desarrollo y Civilización en el cual, además de la crítica cada vez más aceptada al eurocentrismo, buscamos abrir camino para un proyecto de transformación mundial en la dirección de una Civilización Planetaria, que sea capaz de producir un diálogo entre las Civilizaciones principales que permitieron el avance de la humanidad, y que abra camino para la creación de una institucionalidad capaz de transformar en realidad la aspiración de emancipación de la humanidad, de los poderes superados que amenazan nuestra propia sobrevivencia como seres humanos, como la raza humana que nos ha costado tanto construir. ♦ Retrospectiva Los valores de la economía postcrisis Por Frei Betto El siguiente texto fue escrito a pedido del Foro Económico Mundial 2010 de Davos. La traducción del portugués al castellano corresponde a Susana Merino. Fuente: Rebelión.org La crisis financiera que se desencadenó a partir de septiembre de 2008, exige una profunda reflexión y un cambio de actitudes por parte de todos. Ella incluye una crisis más profunda, la del modelo de civilización, ¿Qué es lo que queremos: un mundo de consumidores o un mundo de ciudadanos?. Los gobiernos actúan frente a las oscilaciones del mercado. La mano invisible ha sido amputada por los hechos. La descuajeringada desregulación de la economía requería la acción reguladora de los gobiernos. El mercado, encerrado en sí mismo, cayó en la confusión y perdió de vista los valores éticos para concentrarse en los valores monetarios. Fue víctima de su propia desmedida ambición. La crisis nos impone hoy un cambio de paradigmas. ¿Qué significa la robustez de los bancos frente a la escuálida imagen de mil millones de hambrientos crónicos? .¿Por qué en los primeros meses los gobiernos del G8 destinaron cerca de 1.500 millones de dólares (hoy llegan ya a los 18.000 millones) para evitar el colapso del sistema financiero capitalista y apenas (prometieron en L’Aquila1, todavía no cumplieron) 20.000 millones de dólares para reducir el hambre en el mundo?. ¿Se quiere salvar al sistema financiero o a la humanidad?. Una economía centrada en valores éticos tiene, en primer lugar por objeto, la reducción de las desigualdades sociales y el bienestar de toda la gente. Sabemos que actualmente más de 3.000 millones – casi la mitad de la humanidad – viven bajo la línea de pobreza y 1.300 millones bajo la línea de la miseria. La falta de alimentación suficiente siega la vida de 23.000 personas por día. El 80% de la riqueza mundial se halla concentrado en las manos del 20% de la población del planeta. Si no se cambia este panorama la humanidad se encaminará hacia la barbarie. Los gobiernos deberían hallarse más preocupados por el crecimiento del IDH ( Indice de Desarrollo Humano) más que por el del PBI. Lo que actualmente importa es el FBI (Felicidad Interna 1 Localidad Italiana donde en julio de 2009 se reunieron conjuntamente el grupo de los 5 y el grupo de los 8. Volver al índice 23 Bruta). La mayoría de las personas no pretenden ser ricas, quieren ser felices. La crisis nos lleva a preguntarnos: ¿qué proyecto de sociedad les legaremos a las futuras generaciones?. ¿Para qué sirven tantos avances científicos y tecnológicos si la población no cuenta con servicios de salud accesibles y eficaces, con educación gratuita y de buena calidad, con un transporte público ágil y eficiente, con saneamiento básico, viviendas dignas, derecho al ocio?. No es ético, ni por lo tanto humano, un sistema que privilegia el lucro privado por sobre los derechos comunitarios: la especulación frente a la producción, el acceso al crédito sin el respaldo del ahorro. No es ético un sistema que crea islas de opulencia rodeadas por todos lados de miseria. Una ética para un mundo en crisis tiene como base el bien común sobre las ambiciones individuales, el derecho del Estado a regular la economía y a asegurar a la población los servicios básicos, el cultivo de los bienes espirituales que son infinitos y más importantes que el consumo de los bienes finitos, materiales. La ética de un nuevo proyecto de civilización incorpora la preservación ambiental al concepto de desarrollo sustentable, valora las redes de la economía solidaria y del comercio justo, fortalece la sociedad civil organizada como reguladora del accionar del poder público. 24 Volver al índice Ya el viejo Aristóteles enseñaba que el mayor bien que todos buscamos –hasta llegar a hacer el mal– no se vende en el mercado: es la propia felicidad. Ahora bien el mercado, no pudiendo convertir este bien en un producto comercializable, trata de convencernos de que la felicidad es una suma de placeres. Ilusión que provoca frustración y agranda el contingente de fracasados espirituales rehenes de medicamentos antidepresivos y de drogas ofrecidas por el narcotráfico. Lo peor de una crisis es no aprender de ella. Y que en el esfuerzo de minimizar sus efectos, nadie se preocupe por suprimir sus causas. Tal vez las religiones no tengan respuestas que nos ayuden a encontrar nuevos valores para un mundo postcrisis. Pero la tradición espiritual de la humanidad, tiene ciertamente mucho que decir porque es en la espiritualidad que las personas se perciben a sí mismas y se miden. Cuando falta, en cambio, se ciegan y se confunden. El ser humano tiene sed de Absoluto. Acostumbro a decirles a los empleados que me esperan en las puertas de los negocios: “Estoy haciendo sólo un paseo socrático”. Y ante sus ojos asombrados les explico: “Sócrates fue un filósofo griego, que también disfrutaba paseando por las calles comerciales de Atenas. Cuando los vendedores como ustedes lo asediaban respondía: “Estoy observando simplemente la cantidad de cosas que no necesito para ser feliz”. ♦ Retrospectiva Visión económica para el socialismo. Conceptos del comandante Hugo Chávez El día 8 de mayo de 2009 se llevó a cabo en Maracay, estado Aragua, la clausura del II Congreso Nacional de Economía Social, de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. En esa ocasión, el comandante Hugo Chávez fue orador de orden. Extraemos en esta retrospectiva algunos conceptos económicos fundamentales expuestos por el líder de la Revolución Bolivariana. Buen vivir Si alguien me pregunta, ¿cómo hay que vivir? Con dignidad, con decoro. Tener un nivel de vida satisfactorio, vivir bien —dice la sabiduría indígena que representa el líder Evo Morales—; vivir bien, vivir con dignidad, que cada hombre, cada mujer, vea y sienta, satisfechas sus necesidades, sus necesidades materiales, alimentación, vivienda, vestido, necesidades materiales, necesidades políticas: la libertad; necesidades sociales: la educación, el brillo del saber, la salud, el deporte, la distracción, la vida social, en paz, la seguridad social. Bolívar lo dijo de esta manera, en Angostura, en ese maravilloso discurso: “El mejor sistema será aquél que le proporcione a todo el pueblo, la mayor suma de estabilidad política, la mayor suma de seguridad social, y la mayor suma de felicidad posible”. Felicidad, la felicidad como objetivo supremo en la política. Y esto depende de muchos factores, pero uno de ellos es la economía. Como no hay una fórmula para hacer el socialismo, nadie busque un libro que diga, así se hace el socialismo; como un manual dice: así se hace un celular, o cómo se hace una chaqueta, cómo se hace un edificio; no, no existe. Economía capitalista La economía política no sólo abarca la economía social, sino que también debe abarcar la economía, el estudio de la economía no social. Porque uno pudiera decir que hay dos grandes corrientes de la economía: la economía social y la economía no social, o asocial. La economía asocial o no social es precisamente la economía capitalista; ¿por qué? porque destruye la sociedad, va contra los valores de la sociedad, contra la existencia misma de la sociedad, contra los principios éticos de una sociedad, que tiene que fundarse en la igualdad, en la justicia, en la vida, en la dignidad de cada uno, y en la dignidad de todos. Volver al índice 25 Y eso en el capitalismo es imposible, la vida de todos, la dignidad de todos. En el capitalismo, también lo decía Aristóteles mucho antes que Einstein, en su Tratado sobre la política, que un sistema —no se hablaba entonces todavía de capitalismo y socialismo— en el cual una minoría se vuelva cada día más rica y se adueñe de los beneficios que a todos les corresponden y abandone a la mayoría a la miseria es una sociedad inviable, y ya no es una sociedad, se convierte en una guerra por la sobrevivencia. Esa es la sociedad —si es que así pudiéramos llamarla— capitalista, que termina siendo una sociedad violenta, inhumana y, por tanto, no es realmente una sociedad, es otra cosa. Es la ley de la selva. ¡Sálvese quien pueda!. La relaciones económicas La economía estudia cuatro modelos de relaciones: el primero, es el sistema de las relaciones de propiedad; el se- 26 Volver al índice gundo, las relaciones de producción; el tercero, las relaciones de distribución y el cuarto, la relaciones de consumo. Métanle el ojo a esos cuatro ámbitos de relaciones que son sociales, de los hombres y mujeres entre sí, y entre ellos y la naturaleza, como lo decía Ignacio Ramonet. Un modelo económico productivo que destruya la naturaleza eso no es un modelo económico, es otra cosa. Es un salvajismo, es la depredación de la vida. Y ese es el capitalismo salvaje, que nos lleva a la barbarie. En el modelo capitalista reinan, se convierten en hegemónicas, las relaciones de propiedad privada; instala su hegemonía la propiedad privada. Por eso es que se creen reyes los ricachones, dueños de grandes extensiones de tierra y de monopolios y grandes fábricas en Venezuela, y arremeten con tanto odio contra nosotros, porque estamos planteando el modelo socialista, donde debe imponerse la hegemonía de la propiedad social, no de la propiedad privada; y estamos hablando de la propiedad social en distintas variantes, propiedad social directa, indirecta, propiedad comunal, comunitaria, modelos mixtos, modelos mixtos de propiedad, pero siempre en el socialismo, con la hegemonía de la propiedad social sobre la propiedad no social. Propiedad de los medios de producción En la medida en que vayamos avanzando en el camino, seguirá creciendo en Venezuela la propiedad social sobre los medios de producción. ¡Sobre los medios de producción he dicho! Óiganlo bien. ¿Y por qué digo que hay que oírlo bien?, porque ustedes, seguramente, habrán oído a la burguesía —gran propietaria que tiene grandes propiedades y las defiende, por supuesto— tratar de tergiversar mi planteamiento, nuestro planteamiento; tratar de meterle miedo al pueblo diciendo, por ejemplo, cosas (que no son ciertas) que Chávez les va a quitar la vivienda. No. Ustedes saben que es mentira, más bien estamos construyendo cuantas viviendas podamos para asignársela en propiedad a la familia venezolana, y en el socialismo cada familia deberá tener su vivienda propia. Propiedad significa propia, propio viene de propiedad. No que Chávez nos va a quitar los vehículos; ¡todo lo contrario!, ¡estamos haciendo vehículos para que sean propios de ustedes!. La propiedad personal, familiar más bien la estamos multiplicando. La Revolución, por ejemplo, le ha dado título de propiedad a millones de personas, cientos de miles de familias. Eso comenzó hace años en Caracas. Aquí, en Maracay, estúdiame bien eso Isea [Rafael Isea, gobernador de Aragua], porque vamos a acelerarlo; aunque sea un ranchito por allá muy humilde, bueno, aquí tienes tu título de propiedad de la tierra don- de tienes tu ranchito, porque ahí vamos a hacer una vivienda y vamos a mejorar la vivienda. Propiedad Social Ahora, la propiedad privada, la propiedad social sobre los medios de producción, ¿cuáles son los medios de producción?. El primero: la tierra. La tierra, por ejemplo, es por naturaleza propiedad social. Muchos dicen: “No, esta tierra es mía”. Mentira. Busquen los títulos a ver si es verdad que aguanta un análisis histórico-jurídico, lo que llaman la cadena de propiedad de la tierra. Casi todas las tierras venezolanas que hoy siguen en manos de grandes propietarios fueron ocupadas ilegalmente, se las quitaron al pueblo, masacraron a los indígenas, a los campesinos y se adueñaron. La tierra debe ser de propiedad social. El capital, ése es otro de los factores de producción, pero no para el capitalismo, no, es para ponerlo al servicio del socialismo. La tecnología, la mano de obra, la capacitación y la organización de los trabajadores. He allí los factores de producción, los medios de producción y cuando uno dice el capital, estamos hablando de las máquinas, la maquinaria, las herramientas, la fábrica. Esas maquinarias, esas herramientas, esas fábricas deben ser de propiedad del pueblo, de propiedad social dirigida y planificada por los trabajadores y las trabajadoras, y ustedes tienen que prepararse para eso, muchachos, muchachas. Propiedad social sobre los medios de producción, las relaciones de propiedad, las relaciones de producción. Las relaciones de producción, el segundo ámbito en el capitalismo, son sobre todo relaciones de explotación: un patrono que explota a unos esclavos, esas son las relaciones de producción. Trabajo Entonces las relaciones de producción en el trabajo productivo, en la fábrica, no pueden ser —no pueden seguir siendo— las relaciones capitalistas, en las que el patrono explota y convierte a los trabajadores en verdaderos esclavos y máquinas, le sacan el jugo en la vida útil y después los echan a la miseria, y los convierten en ejércitos de harapientos. El socialismo debe liberar al trabajador, liberar a la trabajadora y crear nuevas relaciones de trabajo, nuevas relaciones técnicas y sociales de producción, relaciones de liberación. En una fábrica donde todos seamos iguales, aún cuando algunos perciban un salario superior a otros, es decir, un inge- niero, alguien que tiene diez años de trabajo, es como en un cuartel, la antigüedad, pues, recibe un salario superior a alguien recién graduado que llegó a empezar a trabajar, porque por ahí andan diciendo los burgueses en sus periódicos, en sus televisoras, repitiendo por las radios todos los días que Chávez va a poner el salario igual para todos y, además, va a ser salario mínimo para todos. No, ustedes saben que eso es mentira. El salario mínimo lo que estamos haciendo es incrementándolo, otra vez. A pesar de la crisis mundial, este año se incrementa en más de 20 por ciento y es el más alto de toda América Latina, el salario mínimo de Volver al índice 27 los trabajadores venezolanos. Ahora, salarios dignos. Eso sí. Dignos para todos los tipos de trabajo, porque todos los tipos de trabajo y las formas de trabajo son dignas de reconocimiento, y debemos vernos como iguales, eso es como un juego de pelota. No es la igualdad absoluta, no. Somos diversos, sólo que las circunstancias nos igualan y somos iguales. Decía Bolívar: “La naturaleza nos hace desiguales, pero luego vienen las leyes, y el sistema social y nos hace iguales...”. Eso es socialismo del bueno, el socialismo de Bolívar, la igualdad social, la igualdad política, la igualdad en lo económico. Comercio justo y consumo La distribución, ése es un sistema también muy importante. Hay que planificarla para que sea igualitaria y no ocurra lo que sigue ocurriendo en el capitalismo, y seguirá ocurriendo mientras haya capitalismo, la especulación. El ejemplo que ya poníamos y, por otra parte, el sistema de la apropiación del producto por parte de los capitalistas y de una minoría que se lleva los grandes beneficios. No. Eso debe generar beneficios para todos, un sistema de distribución igualitario, justo. Comercio justo y no libre comercio, que es injusto. 28 Volver al índice El consumo, garantizar la satisfacción de las necesidades de todos. No le pierdan el ojo a esos cuatro sistemas de relaciones que van definiendo el sistema económico; lo va definiendo, o se va por el capitalismo que es el sistema no social, o nos vamos por el socialismo. Por donde vamos nosotros construyendo la patria socialista. No se trata sólo de producir alimentos o máquinas, se trata sobre todo de producir el hombre nuevo, la mujer nueva, que no es otra cosa que lo que vino a anunciar Cristo, el verdadero ser humano —dijo Cristo—, el hombre debe ser el alfa y el omega, el comienzo y el fin. Sólo así tendremos verdadera humanidad; sólo así tendremos verdadera patria. Bolívar lo dijo antes de morir: el día verdadero de nuestra patria no ha llegado, pero llegará, muchachos, muchachas, llegó la hora de la patria socialista. ♦ Retrospectiva Discurso del Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa Delgado, en la Ceremonia de Inauguración de las Jornadas de Participación Ciudadana Guayaquil, 17 de mayo de 2011 Queridas compañeras, queridos compañeros: Bienvenidas las mujeres y los hombres de todos los rincones de esta región andina, fecunda y solidaria. Bienvenidos los indígenas, los dirigentes sociales, los labradores, los empresarios, los sembradores, las mujeres transformadoras, los afro descendientes, los que tienen el corazón abierto de par en par a la esperanza; bienvenidas las compañeras que trazan el destino con su esfuerzo silencioso, casi nunca reconocido; para todas, para todos, un abrazo combativo, pero un abrazo también fraterno. Simón Bolívar, blandiendo su espada refulgente, nuestra Manuela Sáenz, Bartolina Sisa de Bolivia, Policarpa Salavarrieta de Colombia y Micaela Bastidas de Perú, las “Libertadoras de los Andes”, Eloy Alfaro Delgado, son voluntades y ejemplos que acompañan a nuestros pueblos en estos procesos de transformación, su ejemplo integracionista y libertario, nos cobija. Estamos aquí para ratificar la participación ciudadana, para ratificar las economías populares, solidarias, incluyentes; para ratificar que nuestras economías, más allá de apuntar al equilibrio del mercado, deben orientarse al equilibrio del ser humano consigo mismo, con los demás y con la naturaleza; la contribución de la economía a este equilibrio será posible con un adecuado reconocimiento del ser humano como sujeto y fin, que propenda a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado, en armonía con la naturaleza y que tenga por objetivo garantizar la producción y reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el Buen Vivir. La economía de mercado es solo una parte de la economía; y, tal vez la mayor parte, al menos en nuestras realidades, [que] pasó invisibilizada durante tanto tiempo, [es] esa economía popular y solidaria que contribuye con cerca del cincuenta por ciento del empleo nacional. Volver al índice 29 Un abrazo fraterno para todos los participantes de estas Jornadas de Participación Ciudadana, que buscan promover la cohesión económica y social en la Integración Regional. Este momento en la historia de nuestros pueblos nos marca la unidad efectiva como necesidad urgente, como promesa y sueño entre nuestras economías, entre nuestras culturas. Este es un proceso único e irreversible en nuestra América, al que tenemos que enriquecer con reflexión profunda, sobre los objetivos, políticas, estrategias y programas de desarrollo social, desde la perspectiva y desafíos de los procesos de integración regional a nivel andino, sudamericano y latinoamericano. Debemos aprender de Bolívar que pensaba en siglos y miraba en continente; debemos ajustar la brújula de la historia porque desde que despertaron nuestros pueblos a una nueva mirada, nuestro norte es: el sur. Este momento es muy importante en los procesos nacionales y regionales de defi- 30 Volver al índice niciones; pero, sobre todo de concreciones necesarias para la transformación de nuestras realidades. La reflexión es importante, pero también la acción; y, en muchas ocasiones la utilización de mecanismos de prueba y error sobre estos nuevos conceptos de modelos de desarrollo, donde poco se ha escrito y menos se ha hecho. Estamos abriendo camino, compañeros; por supuesto que nos vamos a equivocar en ese camino, pero la ruta es la correcta y tenemos que aumentar la velocidad, y sin vacilaciones. Hay que tener el aspecto de reflexión, pero también una acción contundente. Y no perdernos. Y no dejar que nos pierdan, que nos desvíen, sobre todo los que utilizan nuestro mismo lenguaje –“izquierda”, “justicia social”, etcétera-… Revisen tan sólo –no hay donde perdersequiénes votaron con los sectores más aristocráticos de este país… No hay dónde perderse, para saber con quién estuvo la verdadera izquierda. Resulta válido señalar que en esta lógica, en el Ecuador seguimos avanzando. El 10 de mayo ha sido ya publicada la Ley de Economía Popular y Solidaria y su Sector y Sistema Financiero. Por poner un ejemplo: las Cooperativas, que tienen otra lógica que la banca moderna (muchas son cooperativas de ahorro y crédito, pero también productivas, de desarrollo social, es decir desarrollo integral), eran regidas por la Superintendencia de Bancos, que no sabía absolutamente nada de cooperativas y nunca entendieron la lógica cooperativista. Con la nueva Ley, ya las cooperativas de este país tienen su propia Superintendencia, uno de los tantos aportes positivos de la Ley de Economía Popular y Solidaria recientemente aprobada. Instrumento que indudablemente marcará un hito en esta construcción del país del buen vivir, una ley que propone un nuevo modelo de organización económica alternativa a la economía privada, de mercado y pública, ya señaladas en nuestra Constitución. Durante la larga y triste noche neoliberal la economía popular y solidaria no sólo que no fue reconocida sino que fue incluso criminalizada, dentro de un supuesto “modelo exitoso” que, como dice Galeano: “en vez de multiplicar los panes, hace lo imposible para suprimir a los comensales”. La pobreza, la informalidad, la mala calidad y el caos, no son sinónimos de la Economía Popular y Solidaria; la eficacia, la eficiencia, la buena calidad, la organización, el trabajo duro, la generación de riqueza son condición para que este nuevo sistema económico se construya, sea sostenible y se dinamice… Y podemos lograrlo. Tenemos que superar mitos, por ejemplo: que economía popular y solidaria es economía de subsistencia, y que la acumulación es mala, ¡por favor! Hay que acumular para salir de la pobreza –otra cosa es acumular con la lógica capitalista, que tal vez nos llene de bienes materiales y cada vez nos deshumaniza más, ¿verdad?-, eso nos permite la economía popular y solidaria: crecer, generar empleo, ingresos, salir de la pobreza, sin deshumanizarnos; que el trabajo participe directamente de los beneficios de la empresa, que se repartan socialmente de mejor manera los frutos del progreso… Tendremos que seguir discutiendo, construyendo, errando y acertando, deberemos tener la inteligencia innovadora, creativa, para encontrar las respuestas, nuestras respuestas… El peor pecado que podemos cometer, el peor pecado que puede cometer la izquierda – como lo cometió ya históricamente- es tener las respuestas antes de saber las preguntas, ¿verdad? Tenemos que encontrar nuestras propias respuestas, sin negar el aprendizaje que la historia nos ha legado, aprendiendo de nuestros ancestros, aprendiendo de nuestra cultura, incluyéndola. La memoria es subversiva. Cuando en el Ecuador se produjo el feriado bancario, producto de la descomposición ética, de la corrupción de la banca… – esa que no se va a dar nunca más, gracias a ese “Sí” esplendoroso del pasado 7 de mayo… ya esos feriados no se van a poder dar en este país, ya los banqueros no van a poder tener otra clase de empresas, no van a poder tener esos conflictos de intereses-… Cuando ocurrió ese feriado bancario, producto, insisto, de la corrupción de la banca, del aparato financiero que captaba el ahorro y articulaba la actividad económica de sectores altos y medios, sólo la economía popular, solidaria, las cajas de ahorro, las pequeñas cooperativas populares, quedaron en pie, e incluso se fortalecieron en virtud del esfuerzo de la gente sencilla por sacar adelante sus pequeños proyectos, sus necesidades económicas, financieras, sociales, culturales, por su propio esfuerzo. Ahora, en el nuevo Ecuador, la Constitución reconoce varias formas de propiedad, lo cual nunca se había hecho: estatal, pública, privada, mixta, cooperativa, comunal, familiar, etcé- tera; y así mismo, existen empresarios grandes, medianos, pequeños, pequeñísimos… Nuestra Constitución reconoce todas esas formas de propiedad, de actividad empresarial, porque ahora la Patria ya es de todos y no solo de unos cuantos privilegiados. La Economía Popular y Solidaria agrupa a una serie de actividades económicas que antes no eran tomadas en cuenta, que no tenían un marco legal, que carecían de un reconocimiento social o institucional; que sencillamente, no existían (o no las querían hacer ver que existían)… Y sin embargo, lo que ha sustentado por siglos a nuestra sociedad ha sido y es, en gran medida, como lo demostraron en esa crisis terrible de 1999, esa economía popular y solidaria. Prohibido olvidar, al Ecuador lo han sostenido los pobres; y hablemos claro (a mí me dicen por eso que promuevo la lucha de clases, la división entre ecuatorianos), lo que aquí predomina es una verdad, –la ver- Volver al índice 31 dad aunque duela-, a este Ecuador lo han sostenido los pobres y lo han tratado de hundir los poderosos: los banqueros corruptos, los gobiernos lacayos y entreguistas, los sucretizadores, aquellos que la prensa corrupta revive, los que intentan darnos clases de economía, de democracia, de buenas costumbres… ¿Saben ustedes cual es la mayor incautación de bienes privados en la historia de este país? No la hizo Correa, no la habrían hecho Chávez ni Morales, no la hizo un gobierno de izquierda, la hizo un gobierno de la más recalcitrante derecha de la historia que se recuerda, el gobierno neoliberal de Jamil Mahuad al congelarnos un año nuestros depósitos, ¿o ya se olvidaron…? Los ‘adalides’ del libre mercado, de la propiedad privada, fueron los que incautaron los depósitos del pueblo ecuatoriano. Y, ¿saben lo que hicieron en el 99 para salvar a los banqueros? (quebraron los bancos, pero los banqueros siguieron 32 Volver al índice más prósperos que nunca y siguieron dominando a nuestro país)… El 7 de mayo, en paz y democracia se ha dado un golpe, pero histórico, para acabar con esa impunidad, al prohibir que los banqueros tengan otra clase de negocios fuera de la banca… ¿Saben lo que hicieron? En marzo del 99 nos congelaron los depósitos, impidieron que sacáramos nuestro dinero, ¡nuestro dinero! Nos lo congelaron en sucres: si yo tenía un millón de sucres (el tipo de cambio era 10 mil sucres por dólar), me congelaron 100 dólares. Un año después, empezaron a devolver en dólares, pero a 25 mil sucres por dólar esos 100 dólares se convirtieron en 40 dólares. Nos robaron el 60% de nuestros depósitos y se lo transfirieron a los banqueros. A este país lo hemos sostenido los pobres, compañeros. ¿Saben qué más pasó? Después de esto, como sostenían que si los banqueros no están más prósperos que nunca, la economía no podía marchar bien, empezaron a marcar ré- cords históricos en utilidades los mismos banqueros que nos habían quebrado; pero, en lugar de dejar su dinero en el país –por supuesto utilizando los eufemismos que siempre están al alcance para justificar la falta de confianza, la falta de cariño por su patria-, empezaron a mandar miles de millones de dólares afuera. ¿Y, quiénes mandaron plata adentro?, los dos millones de ecuatorianos que tuvieron que emigrar de este país por esa crisis bancaria. Dos millones de ecuatorianos que con sus esfuerzos en Murcia, en Valencia, en Madrid, en Milán, en Roma, en Nueva York, lograron unos cuantos euros, unos cuantos dólares y mandaban esa platita al Ecuador. Eso es lo que sostuvo la economía hasta antes de nuestro gobierno: las remesas de los migrantes. Pero fíjense la paradoja, los supuestos expertos en economía, de los cuales depende la buena marcha de la economía, del mercado, etcétera, captaban el dinero, hacían utilidades con nuestra plata y después de quebrar mandaban afuera nuestra plata. Mientras que, los que fueron expulsados, exiliados de la pobreza, expulsados de su propia tierra por la crisis bancaria, con tanto sudor se ganaban unos dólares, unos euros, y los mandaban a su país. De tal magnitud fueron esas remesas de migrantes –ahora han bajado un poco en importancia- que superaron el promedio de exportaciones petroleras de los 90… Y eso es lo que sostenía la dolarización de la economía. A nuestro país, compañeros, no lo han sostenido los ricos, lo hemos sostenido los pobres. Pero, ¡con qué arrogancia esos que quebraron la economía del país nos quieren seguir dominando! Y qué pena que algunos que se llaman de izquierda –la izquierda infantil, la izquierda oportunista, la izquierda garrotera, la izquierda simplemente tonta-… ahora sean los mejores aliados de los sucretizadores, de los incautadores de depósitos, de los neoliberales, de las más rancias oligarquías y burguesías de este país, ¡qué pena! Los que tienen LA NEGACIÓN DE LA PATRIA marcada en la frente. Esos sepultureros del país, que ahora quieren aparecer como sus resucitadores… esos no nos mantuvieron, compañeros, nos mantuvieron los pobres. La economía popular y solidaria involucra a las amas de casa; ellas, porque la inmensa mayoría son mujeres… –y ojalá algún día cambie esta realidad, ¿por qué no tener “amos de casa”?, ese es uno de los grandes desafíos de la cultura latinoamericana: romper el machismo… y esto es lo que niegan los que se llenan la boca del “respeto a la mujer”, respeto a la mujer siempre y cuando cumplan el rol histórico que les impuso la sociedad machista: quédense en la casita, haciendo quehaceres domésticos, ¡cuidado se les ocurre opinar, cuidado se les ocurre participar en política, cada quien en su lugar… -¡esa es la mayor falta de respeto que puede haber!-… ellas, porque la gran mayoría son mujeres, amas de casa, tienen que tener derecho a la seguridad social, a las pensiones jubilares, a la salud. Soñamos en grande, lo que buscamos con nuestras políticas en beneficio de las y los ecuatorianos, es garantizar trabajo estable, justo, digno; buscamos alcanzar un mayor bienestar individual y social, a través de la generación de diversas capacidades en las personas, bajo condiciones de igualdad, seguridad y dignidad. Lideresas transformadoras, como esas mujeres montubias… ¡Viva la mujer montubia! Les agradecemos muchísimo por ese apoyo, en los sectores rurales de la costa hemos ganado por lo menos 70 a 30 la consulta popular. ¡Dios les pague, nunca les vamos a fallar compañeras! Lideresas transformadoras, empresarios honestos y solidarios, (y empresario no es solo el pelucón que estuvo en una cámara de producción haciendo política en vez de hacer empresa, empresario es también ese vendedor ambulante que tiene sus tortillitas en un canasto y se arriesga día a día a que vengan municipales trogloditas, inconstitucionalmente a quitarles su mercancía, porque está prohibido por la Constitución; todos tenemos que respetar las normativas, incluida la normativa municipal, pero no se puede criminalizar a un padre de familia desempleado que lo que busca es llevar un mendrugo de pan a la boca de sus hijos, y no se le puede incautar la mercadería, y está prohibido constitucionalmente, por pelucones o importantes que se crean ciertos alcaldes… Esos, para mí, son los más claros empresarios, los que generan empresa, los que asumen riesgos; porque, aquí hay muchos “empresarios” que no asumen ningún riesgo, porque siempre –al menos antes de nuestro gobierno-, sabían que tenían toda una institucionalidad del Estado para garantizarles las ganancias, hagan lo que hagan. Para mí los mejores empresarios son: ese comerciante informal, ese vendedor de empanadas, ese que para no quedarse en el desempleo marcha con su botellita a vender un vasito de cola y ganarse dignamente unos cuantos dólares. Bienvenidos esos empresarios honestos, solidarios, de las organizaciones de pequeños productores, aquí tenemos la oportunidad de trascender hacia el futuro; es largo el camino a recorrer, el camino no está lleno de rosas, pero es grande el entusiasmo, el coraje y la energía para hacerlo; sobre todo, tengan la plena conciencia compañeros, que ahora tienen un gobierno que es de ustedes, y sólo responde antes ustedes, no ante los poderes que siempre dominaron a este país. En este camino hay que vencer muchos obstáculos y trampas. Hay quienes piensan que participación ciudadana es lo mismo que colgarse el letrero de “actores sociales”, “líderes sociales”, “grupos sociales” e intentar imponer agendas que no han sido aprobadas por un verdadero mecanismo democrático y participativo. Aquí, se llenan la boca algunos hablan- Volver al índice 33 do de participación y lo único que quieren es mandar sin ganar elecciones. De hecho, en estos cuatro años he aprendido muchas cosas, soy mucho menos ingenuo que el 15 de enero del 2007 cuando asumí el mando, y créanme que me he dado cuenta que muchos “dirigentes sociales” de “organizaciones sociales” no son otra cosa que políticos, de movimientos políticos que no pueden ganar elecciones, y en nombre de movimientos sociales quieren mandar sin ganar elecciones. 34 Volver al índice Eso, tampoco lo vamos a permitir. Bienvenidos los verdaderos dirigentes sociales de organizaciones sociales que velan por el bien común, en forma participativa y democrática, y no aquellos que se nombran representantes de todos y no ganan media elección. Si cierta dirigencia indígena es tan importante, si nos ha vencido de acuerdo a ellos –qué bueno que estén contentos-; ellos, están contentos porque no perdieron con mucho, y nosotros estamos con- tentos porque hemos ganado en las diez preguntas. Todo el mundo está contento, ¡qué maravilla!… En todo caso, son tan poderosos que hasta lograron que La Puntilla vote con ellos, porque La Puntilla nos da 5 a 1. ¡Qué coincidencia, los ricos votando al lado de los más pobres entre los pobres! ¿No será que están siendo utilizados? Pero, si son tan poderosos, que se lancen en la próxima elección presidencial, el 2013, para ver cuántos votos sacan. Pero aquí nadie nos va a imponer la agenda, que no sean el pueblo ecuatoriano, las grandes mayorías. Suele darse un juego perverso, una aproximación peligrosa al caos y al chantaje; y, asimismo, con sospechosa frecuencia ocurre que algunos supuestos “actores sociales” terminan poniéndose al servicio de posiciones reaccionarias, opuestas al avance real de los derechos y las sentidas aspiraciones históricas de los pueblos. ¿Quién que se considere de izquierda puede creer que es coherente votar al lado de un Oswaldo Hurtado?! Aquí no hay dónde perderse. ¿Con quiénes están los pobres? Revisen la votación nacional. ¿Y a quiénes ayudaron ciertos sectores que se llaman de izquierda en la última justa electoral? Aquí, no hay dónde perderse. Son aquellos que dicen No, a la consecución de derechos de los trabajadores, como el de la obligatoriedad de afiliación a la seguridad social. La décima pregunta proponía penalizar la no afiliación a la seguridad social, porque todavía tenemos más de un millón de trabajadores en relación de dependencia no afiliados a la seguridad social. ¡Es posible creer que haya habido grupos sindicales y grupos de izquierda que se opusieron a la pregunta 10! … ¿Para qué?, para hacerle daño al gobierno. Es decir, la izquierda infantil, la izquierda boba: o estoy con el poder o estoy contra el poder, no hay término medio; y, para estar contra el poder, incluso tengo que traicionar mis principios, dejar de defender los derechos laborales. Qué vergüenza, la historia los sabrá juzgar, compañeros. Hay que ser consecuentes en el decir y el hacer. No nos engañemos, puede haber retórica del sector mestizo, repetida por ciertos dirigentes indígenas, y esto es muy importante, esta es una idea fuerza, pero el principal problema de nuestros pueblos ancestrales, de nuestros pueblos afro-descendientes, de nuestras comunidades, de la inmensa mayoría de excluidos, ha sido y sigue siendo la pobreza. Es intolerable que el nacer indio, nacer negro en nuestra América, sea prácticamente sinónimo de ser pobre, nacer y morir pobre. ¡Eso, no es tolerable más tiempo! Tenemos que cambiar y de forma rápida, revolucionaria; por supuesto, respetando la plurinacionalidad, las culturas. Pero sabiendo que el principal desafío es salir de la pobreza; la pobreza no es buena, compañeros, se la ha mitificado. La pobreza elegida voluntariamente, la Madre Teresa de Calcuta, ¡qué cosa más bella!, cercana a la santi- dad…; pero la pobreza socioeconómica es un crimen social. Y América Latina es la campeona mundial de ese crimen: somos el continente más desigual del mundo, y la región andina la región más desigual de ese continente. Esto es un crimen social. La pobreza socioeconómica es un crimen y no podemos tolerarla más. Y por primera vez en la historia, ese crimen social no es fruto de la escasez de recursos, como era en la Edad Media, no había alimentos para toda la población. Ahora hay abundancia de recursos. Ese crimen social, esa pobreza socioeconómica, el hambre, son fruto de sistemas perversos. Por eso, se vuelve el imperativo moral más importante de la humanidad en el siglo XXI, y por supuesto debe ser el imperativo moral más importante en América Latina, el continente más desigual del mundo. Aquí en América Latina, con el nivel de producción, el ingreso que tenemos, se podría eliminar la pobreza. ¿Qué es lo que pasa? Mala distribución, fruto de sistemas perversos. Eso no se puede tolerar un solo día más. Ese es el gran desafío de nuestra América… De las organizaciones sociales, de las cooperativas, las comunidades… tampoco tenemos dónde perdernos, compañeros: SALIR DE LA POBREZA. Y no perpetuarla, y no confundirnos con discursos que no son los nuestros, que tal vez son funcionales al primer mundo: “no extraigan, no exploren, no produzcan, muéranse de hambre, nosotros ya tenemos la barriga llena pero queremos venir de turismo acá a ver su ecología y su alta biodiversidad. ¡Basta también de esos engaños, compañeros! Nuestro principal desafío es salir de la pobreza; que nuestros hijos vivan mejor de lo que nosotros vivimos; nuestros nietos, mejor que nuestros hijos y mejor que nosotros mismos. Pobreza que significa exclusión de siglos, que no podemos permitir que siga existiendo. Frente a todo esto es que se levanta la economía popular y solidaria como una alternativa real de producción de valor, de conseguir el buen vivir, la economía sustentable. Por eso, los esfuerzos de la Comunidad Andina en la dirección correcta: la inclusión productiva, la economía solidaria y sus vínculos, que debe pensarse más allá de los límites provincianos, debe ser un motor de bienestar, no algo “folklórico”, parte del folklore de una región, su economía popular y solidaria; no, debe ser un motor de bienestar para nuestros pueblos integrados, debe pensarse en términos de Patria Grande. ¡Qué bueno que se esté hablando de la economía popular y solidaria, y la participación ciudadana, y la inclusión, a nivel regional, a nivel andino! La economía familiar, los emprendimientos comunitarios, las formas de colaboración (que al interior de nuestros pueblos ancestrales, son múltiples, no solo es la minga, hay otras formas de colaboración, de economía comunitaria, solidaria); los mercados, las ferias… La organización cooperativa, Volver al índice 35 sea para la producción o para las finanzas, las cajas de ahorro, los bancos populares…, las labores para el riego comunitario, el mantenimiento y limpieza de canales, la vigilancia comunal para la seguridad, las juntas de vecinos, una infinidad de acciones, muchas tradicionales, fortalecen el concepto de economía popular y solidaria, engrosan el caudal de la economía popular y solidaria y nos permiten crear empleo, ingresos, salir de la pobreza sin la deshumanización que implica el capitalismo. ¿Qué hicieron nuestros migrantes cuando los banqueros y los gobiernos de la partidocracia hundieron al país? ¡Los migrantes lo sostuvieron con sus remesas! Los pobres mantuvieron a flote, al país, con su trabajo, con su sacrificio, con sus ahorros enviados mensualmente en forma de remesas. Las remesas de nuestros hermanos migrantes han financiado en gran medida y son el sustento de la economía popular; especialmente cuando no se transforman en consumo suntuario o de bienes importados, 36 Volver al índice sino que engrosan esfuerzos de ahorro o se invierten para mejorar micro, pequeños o medianos emprendimientos empresariales. Los migrantes también han tenido importantísima incidencia en consolidar la economía popular y solidaria de nuestro país. La economía, la participación ciudadana, las cuestiones de género, los temas de inclusión de culturas y nacionalidades, están presentes en este encuentro. Los gobiernos tienen que ponderar en sus políticas públicas estas “nuevas” realidades, entre comillas, porque siempre existieron, pero durante siglos se las invisibilizó, que son tan antiguas –estas nuevas realidades entre comillas- como la misma humanidad, solo que permanecieron ocultas, eclipsadas por prejuicios, por visiones sesgadas desde el machismo, los chauvinismos, la burguesía, la oligarquía, la peluconería… Es decir, la economía de los pobres no era economía, solo la economía industrial del gran capital, etcétera… Y eso no lo hacen ni de malos, compañeros, lamentablemente así nacieron, así se formaron… Thomas Jefferson, el principal autor de uno de los documentos más bellos de la historia de la humanidad, que es la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que dice: “Estas verdades son evidentes en sí mismas: que todo hombre nació libre, igual, para ser feliz, etcétera… Pero Thomas Jefferson era propietario de 200 esclavos. ¿Es que Jefferson era un mentiroso? No, sencillamente para él los esclavos no eran seres humanos. Lo formaron así, nunca se le ocurrió aquello. Así más o menos son las burguesías latinoamericanas: se llenan la boca hablando de “democracia”, de “libertad de expresión”, de “igualdad de oportunidades”… Pero, para ellos, para los del círculo, los de la argolla… El resto, no existe. Y eso no lo hacen de malos, así nacieron, así crecieron, así se formaron. ¿Qué mayor libertad de expresión que la consulta popular?... y dicen que esta impide la libertad de expresión. Pero como los pobres ahora sí se expresan, están bravísimos. Y ese es el gran desafío de nuestra América, romper esa relación perversa de poderes. El desarrollo no es un factor técnico, es sobre todo un factor político, depende de factores políticos. Hace falta cambiar las relaciones de poder. ¿Por qué América Latina ha estado retrasada durante siglos, siendo una región con tanta potencialidad, con tanto recurso natural? Porque había unas élites que nos dominaron, absolutamente excluyentes. No había, como en otros países, élites modernizadoras que trataron de socializar los frutos del progreso. Las nuestras trataron de concentrarlos para diferenciarse aún más. Ese es el gran desafío de nuestra América, desafío que exitosamente estamos enfrentando en nuestro país. Un paso histórico adicional se dio el pasado 7 de mayo. En paz y en democracia se ha logrado un cambio histórico en la correlación de fuerzas. El pueblo ecuatoriano, en las urnas ha ordenado que los banqueros, los medios de comunicación, sólo se dediquen a la banca, a la comunicación, nunca más “multiempleos” y “multiempresas” con los consiguientes conflictos de intereses. Que haya una ley de comunicación que nos proteja de los excesos, de los abusos de la prensa corrupta, que trate de proteger un Estado de derecho que intenta ser reemplazado por un “Estado de opinión”, donde mandan los medios de comunicación. Hemos logrado algo histórico, esto es leyenda, está sirviendo de ejemplo planetario. Cambios que antes solo eran concebibles a través de revoluciones violentas, que se están dando en paz y en democracia. Estos cambios implican básicamente una modificación de las relaciones de poder, para que aquí ya no manden los medios de comunicación, los banqueros, unas cuantas élites, sino que manden las grandes mayorías; para transformar nuestro Estado, del Estado burgués a un Estado verdaderamente popular. Y todo lo estamos logrando en paz, en democracia, no con balas, no con botas, con votos. Esto es lo que les molesta a los que están perdiendo sus privilegios. Compañeras, compañeros: En estas Jornadas se producirán encuentros subregionales de afrodescendientes y de mujeres transformadoras, que servirán de espacio para discutir esos grandes temas de experiencia campesina, cultura andina y música montubia, toda aquella diversidad de nuestros países que contribuirá a enriquecer el marco de discusión para reconocernos e integrarnos; un abrazo inmenso a esas mujeres libres, a esos hombres soberanos que día a día luchan por cambiar las relaciones de poder que son en última instancia las que determinan, las que facilitan –o frenan e impiden definitivamente- el acceso a oportunidades, la redistribución de la riqueza social, son las que coartan o amplían los horizontes de una verdadera participación ciudadana. Porque, sin oportunidades, sin equidad, la “participación ciudadana” no pasa de ser un mero enunciado retórico, un saludo a la bandera, un aspecto hasta “folklórico” como mencionaba anteriormente. Saludo este evento que hoy se inaugura en mi ciudad natal Guayaquil… y muchísimas gracias Guayaquil por ese inmenso apoyo popular del pasado 7 de mayo, en la única pregunta que perdemos en Guayaquil es la pregunta 7, sobre la prohibición de casinos y juegos de azar, porque la gente supo discernir las preguntas, pese a que decía la burguesía que el pueblo es ignorante, que no sabría entender las preguntas…, en la única pregunta en la que ganó el No fue en la que el soberbio y prepotente burgomaestre de la Ciudad dijo que voten Sí…! Saludo este evento que hoy se inaugura en mi natal Guayaquil, donde los dueños del poder no se han enterado aún que hay en esta ciudad una población enorme de quichua hablantes, que hay una población inmensa de afroecuatorianos (el propio Gobernador de la provincia del Guayas, para escándalo de los pelucones, es un afrodescendiente); que hay, una población de montubios, una población de cholos y chazos, de campesinos, de gente buena que ha emigrado desde todos los confines de la Patria al Puerto Principal. Los dueños del poder no se han enterado de que la inmensa mayoría de los habitantes de Guayaquil son gente sencilla, pueblo que trabaja (ese que no sale en los noticieros, no sale en los periódicos –a no ser como crónica roja y así vender más periódicos-, pero no sale como opinión pública, porque la opinión pública es la ‘opinión que no se publica’, como lo hemos visto el 7 de mayo pasado: la mayoría silenciosa venciendo, a todos juntos, a los cuatro poderes más grandes que tiene este país, que han dominado a este país históricamente: banca y poder económico, poder comunicacional, poder eclesiástico, y poder de la partidocracia; los cuatro, unidos, no han logrado vencer a la revolución ciudadana y a su pueblo; los dueños del poder siguen negando que esa población es Volver al índice 37 38 Volver al índice la que constituye, desde hace rato, el Guayaquil profundo, el verdadero pueblo, el que ha dicho DIEZ VECES SÍ a la Patria: Sí al cambio de estructuras, Sí a la reestructuración de la justicia para acabar con los jueces corruptos (ya habíamos vencido a la partidocracia pero no habíamos vencido a sus cómplices: los banqueros corruptos, la prensa corrupta, los jueces corruptos; el 7 de mayo se dio un paso trascendental para vencer a los cómplices de esa partidocracia), para acabar con las caducidades mañosamente permitidas que han soltado a miles de delincuentes contumaces a las calles, para que sigan delinquiendo; a ese pueblo que ha dicho Sí a que se sancione a los dueños de fortunas mal habidas, también en el ámbito privado, -a los narcotraficantes, a los extorsionadores, a los oportunistas-; que ha dicho Sí a que se controle los excesos de los medios contra la ética y la moral pública; ¡que ha dicho Sí al derecho de las y los trabajadores, de las em- pleadas domésticas, a la seguridad social! ¡Nunca más en mi Patria, trabajadores sin afiliación a la seguridad social! Pero no es suficiente lo realizado, ahora el reto es mayor, deberemos redoblar esfuerzos y demostrar que esa otra mirada del mundo es posible, es realizable, deberemos todos generar espacios como éste, y en cada uno de los países impulsar la nueva mirada económica, inclusiva, participativa, flexible. El gran reto del socialismo del siglo XXI no es negar el mercado, es dominarlo, impedir que ese mercado expulse otras formas, otros modos de producción como la economía popular y solidaria. La Patria está de pie buscando una sociedad justa, equitativa y solidaria; una sociedad capaz de afirmar sus diferencias, como esencia de su propia unidad; una sociedad sin privilegios; una sociedad en donde los bienes que nos ofrece la naturaleza y los que se deben al talento humano creativo, no queden reserva- dos para el disfrute, el monopolio y el dispendio de los que todo lo tienen, sino que beneficien a todos los hombres, mujeres, niños y ancianos de este país, sin diferencias de culturas, de etnias, de credos, ni tendencias. Ésta es la democracia bolivariana, que no descansará mientras exista un solo niño desvalido; ésta es la democracia alfarista, que no puede bajar los brazos frente a los poderes fácticos; ésta es la democracia ciudadana que no puede detenerse mientras haya una madre indefensa; ésta es la democracia revolucionaria, que no abatirá sus banderas jamás, la democracia ciudadana que no descansará sus brazos ni su corazón mientras haya un solo obrero sin trabajo, un solo campesino sin tierra. Esta revolución está llena de pueblo, somos la decisión de millones de ciudadanas y ciudadanos, por eso, a esta revolución de manos limpias, de mentes lúcidas, de corazones ardientes por la Patria, nada ni nadie la podrá detener. Mucha suerte en este Encuentro. Por nuestra nueva CAN. Por nuestra Integración Andina, más potente que nunca, que también debe ser Integración Sudamericana. Por nuestra Economía Popular y Solidaria. Por la Participación Ciudadana. Por una Democracia no solo formal sino real, donde sean las grandes mayorías las que manden. Muchísima suerte, bienvenidos y bienvenidas… ¡Hasta la victoria siempre, compañeros! ♦ Volver al índice 39 Documentos Principios fundamentales del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) fue una iniciativa de integración contrahegemónica impulsada por el Comandante Hugo Chávez ante los intentos de recolonización imperial camuflados bajo la propuesta de un Área de Libre Comercio para las América (ALCA). La propuesta inicial del ALBA (para entonces designada como “alternativa” y no como alianza plena) se produjo en diciembre del 2001 en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la Isla de Margarita (Venezuela). Su institucionalización oficial se produce con la firma conjunta de los protocolos de su fundación, entre el presidente de Cuba, Fidel Castro y de Venezuela, Hugo Chávez, el 14 de diciembre de 2004. En su III Cumbre, el 28 y 29 de abril de 2006, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, ingresa al ALBA con la propuesta de los TCP: Tratados de Comercio entre los Pueblos, que son instrumentos de intercambio solidario y complementario entre los países destinados a beneficiar a los pueblos en contraposición a los Tratados de Libre Comercio que persiguen incrementar el poder y el dominio de las transnacionales. A continuación reproducimos los principios fundamentales que rigen dichos tratados de comercio solidario y emancipador. 40 Volver al índice 1. Comercio con complementariedad, solidaridad y cooperación, para que juntos alcancemos una vida digna y el vivir bien, promoviendo reglas comerciales y de cooperación para el bienestar de la gente y en particular de los sectores mas desfavorecidos. 2. Comercio soberano, sin condicionamientos ni intromisión en asuntos internos, respetando las constituciones políticas y las leyes de los Estados, sin obligarlos a aceptar condiciones, normas o compromisos. 3. Comercio complementario y solidario entre los pueblos, las naciones y sus empresas. El desarrollo de la complementación socioproductiva sobre bases de cooperación, aprovechamiento de capacidades y potencialidades existentes en los países, el ahorro de recursos y la creación de empleos. La búsqueda de la complementariedad, la cooperación y la solidaridad entre los diferentes países. El intercambio, la cooperación y la colaboración científico-técnica constantes como una forma de desarrollo, teniendo en consideración las fortalezas de los miembros en áreas específicas, con miras a constituir una masa crítica en el campo de la innovación, la ciencia y la tecnología. 4. Protección de la producción de interés nacional, para el desarrollo integral de todos los pueblos y naciones. Todos los países pueden industrializarse y diversificar su producción para un crecimiento integral de todos los sectores de su economía. El rechazo a la premisa de “exportar o morir” y el cuestionamiento del modelo de desarrollo basado en enclaves exportadores. El privilegio de la producción y el mercado nacional que impulsa la satisfacción de las necesidades de la población a través de los factores de producción internos, importando lo que es necesario y exportando los excedentes de forma complementaria. 5. El trato solidario para las economías más débiles. Cooperación y apoyo incondicional, con el fin de que alcancen un nivel de desarrollo sostenible, que permita alcanzar la suprema felicidad social. Mientras los TLC imponen reglas iguales y reciprocas para grandes y chicos, el TCP plantea un comercio que reconozca las diferencias entre los distintos países a través de reglas que favorezcan a las economías más pequeñas. 6. El reconocimiento del papel de los Estados soberanos en el desarrollo socio-económico, la regulación de la economía. A diferencia de los TLC que persiguen la privatización de los diferentes sectores de la economía y el achicamiento del Estado, el TCP busca fortalecer al Estado como actor central de la economía de un país a todos los niveles, enfrentando las prácticas privadas contrarias al interés público, tales como el monopolio, el oligopolio, la cartelización, acaparamiento, especulación y usura. El TCP apoya la nacionalización y la recuperación de las empresas y recursos naturales a los que tienen derecho los pueblos estableciendo mecanismos de defensa legal de los mismos. 7. Promoción de la armonía entre el hombre y la naturaleza, respetando los Derechos de la Madre Tierra y promoviendo un crecimiento económico en armonía con la naturaleza. Se reconocen los Derechos de la Madre Tierra y se impulsa la sostenibilidad en armonía con la naturaleza 8. La contribución del comercio y las inversiones al fortalecimiento de la identidad cultural e histórica de nuestros pueblos. Mientras los TLC buscan convertir a toda la humanidad en simple consumidores homogenizando los patrones de consumo para ampliar así los mercados de las transnacionales, el TCP impulsa la diversidad de expresiones culturales en el comercio. 9. El favorecimiento a las comunidades, comunas, cooperativas, empresas de producción social, pequeñas y medianas empresas. La promoción conjunta hacia otros mercados de exportaciones de nuestros países y de producciones que resulten de acciones de complementación productiva. 10. El desarrollo de la soberanía y seguridad alimentaria de los países miembros en función de asegurar una alimentación con cantidad y calidad social e integral para nuestros pueblos. Apoyo a las políticas y la producción nacional de alimentos para garantizar el acceso de la población a una alimentación de cantidad y calidad adecuadas. 11. Comercio con políticas arancelarias ajustadas a los requerimientos de los países en desarrollo. La eliminación entre nuestros países de todas las barreras que constituyan un obstáculo a la complementación, permitiendo a los países subir sus aranceles para proteger a sus industrias nacientes o cuando consideren necesario para su desarrollo interno y el bienestar de Volver al índice 41 su población con el fin de promover una mayor integración entre nuestros pueblos. Desgravaciones arancelarias asimétricas y no reciprocas que permiten a los países menos desarrollados subir sus aranceles para proteger a sus industrias nacientes o cuando consideren necesario para su desarrollo interno y el bienestar de su población. 12. Comercio protegiendo a los servicios básicos como derechos humanos. El reconocimiento del derecho soberano de los países al control de sus servicios según sus prioridades de desarrollo nacional y proveer de servicios básicos y estratégicos directamente a través del Estado o en inversiones mixtas con los países socios. En oposición al TLC que promueve la privatización de los servicios básicos del agua, la educación, la salud, el transporte, las comunicaciones y la energía, el TCP promueve y fortalece el rol del Estado en estos servicios esenciales que hacen al pleno cumplimiento de los derechos humanos. 13. Cooperación para el de- 42 Volver al índice sarrollo de los diferentes sectores de servicios. Prioridad a la cooperación dirigida al desarrollo de capacidades estructurales de los países, buscando soluciones sociales en sectores como la salud y la educación, entre otros. Reconocimiento del derecho soberano de los países al control y la regulación de todos los sectores de servicios buscando promover a sus empresas de servicios nacionales. Promoción de la cooperación entre países para el desarrollo de los diferentes sectores de servicios antes que el impulso a la libre competencia desleal entre empresas de servicios de diferente escala. 14. Respeto y cooperación a través de las Compras Públicas. Las compras públicas son una herramienta de planificación para el desarrollo y de promoción de la producción nacional que debe ser fortalecida a través de la cooperación, participación y la ejecución conjunta de compras cuando resulte conveniente. 15. Ejecución de inversiones conjuntas en materia co- mercial que puedan adoptar la forma de empresas Grannacionales. La asociación de empresas estatales de diferentes países para impulsar un desarrollo soberano y de beneficio mutuo. 16. Socios y no patrones. La exigencia a que la inversión extranjera respete las leyes nacionales. A diferencia de los TLC que imponen una serie de ventajas y garantías a favor de las transnacionales, el TCP busca una inversión extranjera que respete las leyes, reinvierta las utilidades y resuelva cualquier controversia con el Estado al igual que cualquier inversionista nacional. Los inversionistas extranjeros no podrán demandar a los Estados Nacionales ni a los Gobiernos por desarrollar políticas de interés público 17. Comercio que respeta la vida. Mientras los TLC promueve el patentamiento de la biodiversidad y del genoma humano, el TCP los protege como patrimonio común de la humanidad y la madre tierra. 18. La anteposición del de- recho al desarrollo y a la salud, a la propiedad intelectual e industrial. A diferencia de los TLC que buscan patentar y ampliar la duración de la patente de invenciones que son fundamentales para la salud humana, la preservación de la madre tierra y el crecimiento de los países en desarrollo, -muchas de las cuales han sido realizadas con fondos o subvenciones públicas- el TCP antepone el derecho al desarrollo y a la salud antes que la propiedad intelectual de las transnacionales. 19. Adopción de mecanismos que conlleven a la independencia monetaria y financiera. Impulso a mecanismos que ayuden a fortalecer la soberanía monetaria, financiera, y la complementariedad en esta materia entre los países. 20. Protección de los derechos de los trabajadores y los derechos de los pueblos indígenas. Promoción de la vigencia plena de los mismos y la sanción a la empresa y no al país que los incumple. 21. Publicación de las nego- ciaciones comerciales a fin de que el pueblo pueda ejercer su papel protagónico y participativo en el comercio. Nada de negociaciones secretas y a espaldas de la población. 22. La calidad como la acumulación social de conocimiento, y su aplicación en la producción en función de la satisfacción de las necesidades sociales de los pueblos, según un nuevo concepto de calidad en el marco del ALBA-TCP para que los estándares no se conviertan en obstáculos a la producción y al intercambio comercial entre los pueblos. 23. La libre movilidad de las personas como un derecho humano. El TCP reafirma el derecho a la libre movilidad humana, con el objeto de fortalecer los lazos de hermandad entre todos los países del mundo. ♦ Volver al índice 43 Documentos Conclusiones Finales de la Mesa 17 sobre Agricultura y Soberanía Alimentaria de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, realizada en Cochabamba, Bolivia, los días 21 y 22 de abril de 2010 44 Volver al índice Los movimientos sociales y organizaciones populares reunidos en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra constatamos que a pesar de nuestras numerosas movilizaciones y constantes denuncias, los gobiernos capitalistas, los organismos internacionales y las entidades financieras continúan en la senda de agravar la destrucción del planeta. El cambio climático es una de las más serias amenazas a la soberanía alimentaria de todos los pueblos del mundo. Una vez más constatamos que: 1. El agronegocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación, es una de las causas principales del cambio climático. El cambio de uso de suelo (la deforestación y la expansión de la frontera agrícola), los monocultivos, la producción, comercialización y utilización de insumos agrotóxicos y agroquímicos, el procesamiento industrial de alimentos y toda su logística para transportarlos miles de kilómetros hasta llegar al consumidor, la producción de GEI en los megadepósitos de basura y estiércol de la ganadería industrial intensiva; son causantes principales de la crisis climática y del crecimiento del número de personas hambrientas en el mundo. 2. Que la depredación y destrucción de los acuíferos, las fuentes y los cuerpos de agua y de los ecosistemas y ciclos ecológicos que le dan vida están indisolublemente ligados a los procesos de privatización que se impulsan desde los gobiernos capitalistas y los organismos internacionales. Al mismo tiempo que vemos cómo el cambio climático destruye glaciares y otras fuente de agua, constatamos que el derecho humano fundamental de acceso al agua para el consumo de los seres vivos y la producción de alimentos se restringe día a día producto del avance de la agropecuaria industrial, la minería, la extracción de hidrocarburos, el procesamiento industrial de alimentos, las plantaciones forestales, la plantación y producción de agrocombustibles, la acuicultura industrial y los megaproyectos hidroeléctricos. 3. Que el despliegue territorial de megaproyectos de infraestructura al servicio del capital altera los procesos naturales, sociales y culturales, imposibilitando formas de convivencia armoniosa con la Madre Tierra, destruyendo medios de vida, expulsando a las comunidades campesinas, indígenas/ originarias y pescadoras de sus territorios y facilitando la expansión del modelo extractivo y agroexportador. 4. Que el cambio climático provoca la migración forzada en las áreas rurales, es una amenaza para los pueblos indígenas/ originarios, comunidades campesinas y de pescadores, quienes son los más damnificados al ser destruidos sus medio de vida, su sabiduría agrícola ancestral y local y, por ende, su identidad. 5. Que los agrocombustibles no representan una alternativa porque anteponen la producción agrícola para el transporte frente a la producción de alimentos para los seres humanos. Los agrocombustibles amplían la frontera agrícola destruyendo los bosques y la biodiversidad, generan monocultivos, promueven la concentra- ción de la tierra, deterioran los suelos, agotan las fuentes de agua, contribuyen al alza del precio de los alimentos y consumen más energía de la que generan. 6. Que los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) tampoco son una solución al Cambio Climático y son exclusivamente un instrumento de las corporaciones para controlar las semillas y la alimentación a nivel global. Significan un serio atentado contra el conocimiento local, la salud de las personas, el ambiente, la autonomía local e impiden el efectivo cumplimiento del Derecho a la Alimentación. 7. Que continúan desarrollándose tecnologías al servicio de los intereses de los grandes capitales y presentándolas como soluciones a las diferentes crisis que hoy enfrentan la Madre Tierra y la humanidad. Sabemos que todas ellas son falsas soluciones, son utilizadas como herramientas de acumulación y grandes negocios para las transnacionales, que sólo agravarán la dependencia, la concentración y la destrucción. Se destacan entre otras la geoingeniería, la nanotecnología, las tecnologías Terminator y similares, la biología sintética y el biochar. 8. Que el avance del libre comercio a través de los acuerdos de asociación económica, de los tratados de libre comercio y de protección de inversiones, entre otros, son un ataque directo a la soberanía de los países y los pueblos, a la autonomía de los Estados y a la capacidad de acción multilateral de los organismos internacionales. A medida que avanza su implementación, se incrementan los impactos destructivos en las economías locales, en la soberanía alimentaria, el ambiente, los derechos sociales y culturales de los pueblos y los derechos de la Madre Tierra. 9. Que la actual agudización del acaparamiento de tierras y los océanos por parte de grupos económicos, empresas transnacionales y capitales especulativos tanto estatales como privados es una de las agresiones más graves e inminentes que enfrentan los pueblos y su soberanía ali- Volver al índice 45 mentaria, social y política. La extrema concentración y extranjerización de la tierra, agravadas por las actuales normas de libre comercio, atentan contra la biodiversidad vegetal y animal, contra las reformas agrarias y los procesos de reconstitución de los territorios indígenas y campesinos por lo que los movimientos sociales han luchado sin descanso. 10. Que las diversas formas de los Derechos de Propiedad Intelectual son un instrumento de privatización que destruye los sistemas de conocimiento originarios locales, tradicionales y científicos restringiendo el uso y conservación de la biodiversidad agrícola e ilegalizando prácticas culturales y agrícolas locales, comunitarias y ancestrales. Frente a esta realidad que sufren los pueblos en todo el mundo, los movimientos sociales y las organizaciones populares reunidas en esta CMPCC nos comprometemos a seguir luchando por un conjunto de soluciones y movilizarnos hasta lograr que los gobiernos cumplan con su deber de llevarlas adelante. Pondremos al centro de nuestros esfuerzos la construcción de la soberanía alimentaria, defendiendo y apoyando a la agricultura campesina e indígena como generadoras de alimentos, dignidad e identidad y como una alternativa real y concreta para enfriar el planeta, y 46 Volver al índice colocando la equidad de género como eje de nuestro accionar. Las soluciones que vemos como prioritarias son: 1. Valorizar y recuperar las agroculturas y formas de vida locales, campesinas e indígenas/originarias y los sistemas de conocimiento ancestrales de producción y recolección de alimentos, los sistemas locales y tradicionales de salud; que han sido deteriorados y subvalorados por la lógica agroindustrial orientada a la sobreproducción, la exportación y la generación de ganancia, remarcando que la soberanía alimentaria es el camino para responder y solucionar el cambio climático. 2. Promover y asegurar el financiamiento de políticas y mecanismos de control social participativo y público sobre los sistemas de producción agropecuaria para evitar el daño a la Madre Tierra. Estas deben incluir la investigación, extensión e inversión pública para eliminar el uso de insumos agrícolas basados en petroquímicos, mejorar el contenido orgánico del suelo, reducir las pérdidas pos-cosechas, fortalecer mercados locales, promover la agricultura urbana, proteger las fuentes y cuerpos de agua y apoyar la agricultura familiar campesino indígena/originaria y la Soberanía Alimentaria. 3. Defender, revalorizar y difundir el modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la soberanía alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo. Al mismo tiempo rechazamos la uniformización alimentaria a nivel global y sus impactos nutricionales, ambientales, sociales, culturales y sanitarios. 4. Reconocer el derecho de todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua. Asimismo, reconocer el derecho de los pueblos y países a controlar, regular y planificar el uso y manejo respetuoso y solidario del agua y sus ciclos en el marco de los acuerdos y convenios internacionales y el derecho consuetudinario; prohibiendo cualquier forma de privatización y mercantilización del agua, creando órganos de participación popular que regulen sus usos múltiples, protejan su calidad y planifiquen su uso futuro para consumo de los seres vivos y para la producción alimentaria. En este marco apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un Derecho Humano Fundamental según se expresa en la “Declaratoria del Derecho Humano al Agua”, y que vemos como un paso importante en la dirección correcta. 5. Prohibir las tecnologías y procesos tecnológicos que ponen en peligro el bienestar y la supervivencia de la Madre Tierra y los seres vivos, y que se impulsan exclusivamente por su potencial para producir ganancias para un reducido número de empresas, a la vez que provocan y aceleran el cambio climático como: los agrocombustibles, los organismos genéticamente modificados, la nanotecnología, la geoingeniería y todas aquellas que bajo el supuesto de ayudar al clima, en realidad atentan contra la soberanía alimentaria y agreden a la Madre Tierra. Prohibir a nivel mundial de manera definitiva las tecnologías Terminator, farmacultivos y similares. 6. Prohibir la pesca por arrastre por depredadora y destructora de la biodiversidad y del sustento de los y las pescadoras artesanales. 7. Prohibir la minería a gran escala contaminante que destruye los ecosistemas, expulsa a las poblaciones locales, contamina los cursos de agua y amenaza la sobera- nía alimentaria de los pueblos. 8. Rechazar, condenar y prohibir cualquier estrategia político-militar y comercial que atente contra la soberanía alimentaria de los pueblos y los vuelva vulnerables al cambio climático. 9. Defender la primacía de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales, los derechos de la Madre Tierra, y la biodiversidad por encima de los TRIPS (tratados que protegen la propiedad intelectual) y cualquier otro acuerdo comercial de derecho internacional. Los países deben también asegurar el respeto al carácter colectivo de los conocimientos de las comunidades indígenas/originarias y campesinas, y por tanto, el derecho colectivo de decisión sobre el acceso y el uso de estos conocimientos. Las medidas nacionales para implementar esto no serían sujeto de litigio bajo las reglas de acuerdos comerciales que fortalecen o protegen los derechos de propiedad intelectual. Toda investigación formal desarrollada con apoyo público debe ser bien público, no sujeto a las reglas de propiedad intelectual que restringen compartir la información. 10. Prohibir el patentamiento y cualquier forma de propiedad intelectual sobre toda forma de vida y conocimiento ancestral y tradicional anulando las patentes existentes. 11. Prohibir las prácticas de dumping (venta de productos por debajo del costo de producción) y prácticas comerciales desleales de los países industrializados que distorsiona los precios de los alimentos afectando la soberanía alimentaria y haciendo que los países no industrializados sean más vulnerables al cambio climático. 12. Implementar políticas y normativas de protección de la pequeña producción nacional de alimentos, incluyendo el tipo de subsidios que considere necesario hacia su sector agropecuario, como también Volver al índice 47 garantizar su derecho para poner barreras arancelarias equivalentes a cualquier subsidio incorporado en productos exportados y permitiendo la libre circulación de las producciones locales. 13. Afirmar que parte central de la solución del cambio climático se da a través del fortalecimiento y ampliación de los sistemas agroalimentarios campesinos, originarios, de agricultura urbana y de pescadores artesanales. Esto significa que no solamente es necesario cambiar la lógica de producción industrial de alimentos orientada al mercado global y el lucro, sino también cambiar la visión que asume que la tierra es un recurso de explotación sin derechos orientada a satisfacer la avaricia del ser humano. Nosotros como pueblos reunidos afirmamos que el planeta es un ente vivo con derechos y espíritu. 14. Impulsar procesos amplios, profundos, genuinos de Reforma Agraria Integral y de reconstitución de territorios indígenas, afrodescendientes, campesinos de construcción participativa de los pueblos con enfoque de género, a fin de que los pueblos campesinos e indígenas/originarios, sus culturas y formas de vida recuperen su papel central y fundamental en las agriculturas del mundo para lograr la soberanía alimentaria y recuperar la armonía para lograr el equilibrio climático del planeta. Una 48 Volver al índice reforma agraria de este tipo debe incluir el respeto a los conocimientos locales y ancestrales y garantizar los medios necesarios para asegurar la producción en todas las etapas de la cadena (cultivo, procesamiento, comercialización). Exigimos el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y que se reconozcan y respeten sus territorios 15. Promover y consolidar la educación integral (espiritual, material y social) para la soberanía alimentaria como sustento de las transformaciones necesarias integrando sus propuestas a todos los niveles de educación formal y no formal; desarrollando contenidos surgidos de las realidades locales sobre la base de una visión pluricultural y una plena participación de las comuni- dades, respondiendo a las necesidades de cada región y comunidad. Al mismo tiempo, sostenemos que la amplia información y comunicación sobre estos temas es uno de los mayores desafíos que enfrentamos. 16. Declarar a las semillas nativas y criollas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, base fundamental de la soberanía alimentaria y de libre circulación en manos de los pueblos indígenas/ originarios y campesinos; cuidadas y multiplicadas por los custodios de semillas de acuerdo a las culturas de cada pueblo. 17. Exigir que los impactos del calentamiento global sobre la soberanía alimentaria se inserten dentro del marco de discusiones sobre el cambio climático y se inserten en las legislaciones nacionales. ♦ Documentos Conclusiones de la mesa N° 3 del Encuentro de la Red en Defensa de la Humanidad en Caracas (2004) En Diciembre de 2004 se realizó en Caracas el Primer Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. En el mismo se establecieron diez mesas de discusión que dieron como resultado los diez ejes de acción de la REDH. A continuación presentamos las conclusiones de la mesa n° 3, cuyo tema de discusión fue: En defensa de una economía emancipadora y solidaria (Puede consultarse el texto en inglés en este enlace). Al período de la pretendida hegemonía absoluta de los conceptos neoliberales sobre la Economía, al punto de postularse como el pensamiento único posible en este campo del conocimiento humano, ha sucedido una etapa de creciente liberación del pensamiento de los intelectuales que, en el mundo, hacen del estudio de los fenómenos y procesos económicos el centro de sus preocupaciones. De esta manera el pensamiento ha vuelto a levantarse, a rescatar su dignidad intrínseca, para reivindicar su función crítica, ahora, sobre las omisiones e inconsistencias del neoliberalismo y, para explicitar los terribles efectos sociales de la aplicación de sus recetas en las economías del mundo, en especial, en la de los países subordinados en la periferia imperialista. Paralelamente a este despertar del pensamiento crítico, estamos asistiendo al resquebrajamiento del sistema imperialista unipolar, liderado por los Estados Unidos, nacido a raíz del derrumbamiento de la Unión Soviética. Para un sector importante de los intelectuales críticos que analizan esta situación, no se trata sólo de un hecho circunscrito a la potencia hegemónica, sino que la interpretan como una nueva fase de la crisis estructural general del capitalismo mundial. Este renacimiento del pensamiento crítico ha colocado en el centro del debate mundial, a pesar de la resistencia y oposición activa del sistema comunicacional asociado a los intereses imperialistas, temas fundamentales para el destino de la humanidad como lo son, entre otros: el nivel de deterioro del medio ambiente derivado de la sobreexplotación de los recursos del planeta con efectos ya evidentes, no sólo en la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras, sino también, en cuanto a la continuidad de la vida en nuestro planeta; el acelerado crecimiento de la pobreza, la precarización del trabajo y la Volver al índice 49 acentuada explotación de la clase trabajadora, el incremento del desempleo y del subempleo, la creciente concentración (sin precedentes históricos) del poder económico mundial en manos del capital transnacional, el incremento sobre los países de la periferia de la carga de la deuda pública (externa e interna) que transfiere niveles crecientes de recursos monetarios a los centros financieros internacionales con la complicidad de las oligarquías nacionales. En esta última materia, han sido presentadas a esta Mesa cifras que demuestran fehacientemente el carácter de cobeneficiarios de las clases dominantes de los países de la periferia en el circuito perverso de la deuda de los llamados países en desarrollo. Las consideraciones antes formuladas, así como el conocimiento de la situación particular de diversos países, nos permiten ratificar nuestro convencimiento del fracaso histórico del esquema neoliberal y de la lógica del capitalismo en su pretensión de orientar el pensamiento y la organización de los sistemas económicos del mundo. A pesar de que el pensamiento crítico en el campo económico ha estado centrado fundamentalmente en el diagnóstico de las insuficiencias, las limitaciones y omisiones del neoliberalismo y de las políticas económicas asociadas a esta concepción y a sus efectos económicos y sociales, ya co- 50 Volver al índice mienza a perfilar los elementos básicos de una alternativa histórica, de una economía emancipadora y solidaria. En este sentido, si bien es imposible hacer viables salidas nacionales integrales alternativas al modelo neoliberal, dado el nivel alcanzado por la humanidad en cuanto a la internacionalización creciente de las economías y de los procesos socio-políticos, comienza a generarse, en la teoría y en la práctica, el perfil de una economía emancipadora y solidaria. Los rasgos distintivos de esa nueva economía apuntan hacia los siguientes aspectos: a. Debe ser una economía al servicio del hombre y de la vida en general y que, por tanto, integre a las actividades económicas en proyectos integrales de vida solidaria, en todos los espacios de la vida social, basada en la producción de valores de uso y no en el predominio de valores de cambio. b.Esta economía debe construirse bajo la preeminencia del trabajo y, por lo tanto, de los trabajadores, en todas sus expresiones, como el elemento fundamental en la creación de valor y de la riqueza en las socie- dades. En los países subordinados en el sistema mundial capitalista debe construirse sobre la base de un sector de propiedad pública, fuertemente democratizado y societario en su gestión, capaz de superar los peligros ya conocidos del estatismo burocrático y de convertirse en la fuerza dinamizadora del desarrollo económico-social soberano, sustentable y sostenible. La existencia de un fuerte sector asociativo que incorpore a amplios sectores de la población a la actividad productiva, fomentando los valores de la solidaridad en el trabajo, así como la disciplina productiva y la eficiencia económica, debe ser también un elemento importante de ese nuevo modelo. c. El capital nacional e internacional podría estar presente en ese modelo en la medida en que se integre a los planes de desarrollo integral impulsados por el Estado y a las fuerzas motrices de los cambios estructurales. ♦ Estéticas de la liberación Acta Por Roque Dalton En nombre de quienes lavan ropa ajena (y expulsan de la blancura la mugre ajena). En nombre de quienes cuidan hijos ajenos (y venden su fuerza de trabajo en forma de amor maternal y humillaciones). En nombre de quienes habitan en vivienda ajena (que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel). En nombre de quienes comen mendrugos ajenos (y aún los mastican con sentimiento de ladrón). En nombre de quienes viven en un país ajeno (las casas y las fábricas y los comercios y las calles y las ciudades y los pueblos y los ríos y los lagos y los volcanes y los montes son siempre de otros y por eso está allí la policía y la guardia cuidándolos contra nosotros). En nombre de quienes lo único que tienen es hambre explotación enfermedades sed de justicia y de agua persecuciones condenas soledad abandono opresión muerte. Yo acuso a la propiedad privada de privarnos de todo. Volver al índice 51 Estéticas de la liberación El hombre controlador del universo El hombre controlador del universo es uno de los murales más famosos del artista Diego Rivera. Fue pintado en el año 1934 para el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Esta obra es muy conocida ya que los elementos que la componen formaron parte del mural iniciado por Rivera para el Centro Rockefeller en Nueva York y que no pudo ser terminado por su explícito carácter clasista. Si bien la idea de un hombre entre dos caminos con la visión de un futuro fue solicitada por el propio Nelson Rockefeller, la presencia de Lenin en la obra generó un conflicto que culminó con el cese del contrato con Rivera y la destrucción del mural. 52 Volver al índice Volver al índice 53 54 Volver al índice