E nt revista a Joseph Olshan
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E nt revista a Joseph Olshan
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Olshan irrumpió en el mundo literario estadounidense hace 15 años con El corazón de Clara (Planeta, 1986, agotado), una historia de crisis personales y relaciones humanas que tuvo un enorme éxito y fue adaptada al cine con Whoopi Goldberg en el papel protagonista. A partir de su cuarto libro decidió tratar temas y personajes gays en sus obras. En España acaba de presentar Vanitas (Egales), mientras que en Estados Unidos se ha publicado ya su último trabajo, In Clara’s Hands, una continuación de El corazón de Clara en la que recupera también al pro- iguales, aunque unos tengan más suerte que otros. Es una lección de humildad. Mi experiencia vital es cada vez más proletaria, y al aceptar esa situación soy cada vez más feliz. Es cierto, muchos de ellos están anclados en el pasado, y cuando por fin consiguen librarse de él alcanzan una mayor felicidad. Por ejemplo, en Nadador nocturno. Toda la novela se basa en una duda: el personaje de Chad, que nada de noche en el Pacífico, ¿ha elegido desaparecer o ha muerto? El protagonista, Will, tiene que vivir con ese dilema: la desaparición voluntaria de Chad supondría un rechazo, pero su muerte sería una tragedia muy distinta. Para Will, en cierta forma, lo primero sería mucho peor, peor que la muerte. Al final del libro tiene que tomar una decisión y prefiere creer que murió. Eso le sirve para salir adelante, y es en el fondo una decisión mucho más positiva. Sí, aunque los personajes tengan 30 y tantos años, podría decirse que están atravesando la típica crisis de los 40. De repente un día se levantan y se dan cuenta de que no han hecho gran cosa en la vida. Están en una especie de tierra de nadie. tagonista de Nadador nocturno. Olshan ha dado clases de escritura creativa en la Universidad de Nueva York y ha escrito para diversas publicaciones británicas y estadounidenses, como The New York Times, The Washington Post o The Independent. También ha trabajado como editor en Delphinium Books. Sus historias son en gran parte reflejo de vivencias personales o de situaciones por las que ha pasado gente de su entorno. La verdad es que tengo la impresión de que las novelas que me gustan son las que hablan de personajes que deben superar obstáculos. En mis libros suele haber un final positivo, pero los personajes tienen que vencer muchas dificultades. Incluso las personas que mueren lo hacen habiendo solucionado sus problemas. No se trata de historias deprimentes, pero lo cierto es que la vida es una lucha, y a medida que uno se hace mayor cada vez lo ve más claro. La gente de 20 años suele ser arrogante, pero cuando se llega a los 30 y a los 40 hay que darse cuenta de que la vida nos ofrece muchas cosas y todos somos No, no. Lo que sucede es que no me gusta etiquetar las cosas, y por otro lado quería hablar desde un punto de vista más general. El sida comporta un gran estigma, y tenemos que superar eso, darnos cuenta de que es una enfermedad como cualquier otra, como el cáncer. Sí, supongo, pero con lo del sida en Vanitas yo quería centrarme en que el personaje de Sam estaba enfermo y en lo que eso representaba. No es que quisiera evitar la palabra. Sí, con Whoopi Goldberg de protagonista. 2. Dos.Dos2/®.qxd 21/11/03 14.24 Página 14 01 0 2 03 04 05 0 6 07 0 8 0 9 10 1 1 1 2 13 1 4 1 5 1 6 17 1 8 1 9 2 0 2 1 2 2 2 3 24 2 5 26 27 2 8 2 9 3 0 3 1 3 2 3 3 3 4 35 3 6 37 3 8 3 9 40 41 42 43 44 4 5 46 47 48 49 50 51 52 Bueno, no participé en la adaptación y no quedé descontento, pero, la verdad, no me parece una película de primera calidad. Es lo que suele decirse, ¿no? Que la novela era mejor que la película. Me pasa lo mismo con Las horas, que no me parece que esté al nivel de la novela, aunque supongo que fue difícil de adaptar, porque la obra de Cunningham no tenía estructura narrativa de por sí. No me convenció y, además, no me hizo ninguna gracia cómo se presentó a Virginia Woolf, como una mujer loca y desequilibrada, cosa que no era, por mucho que tuviera que enfrentarse a la depresión, algo que sucede a mucha gente inteligente que puede llegar incluso a plantearse el suicidio. En la película, en cambio, el suicidio casi parecía una consecuencia lógica de su locura. La novela, en cambio, me parece fascinante, mucho mejor que los primeros libros de Cunningham. Bueno, yo no lo tengo tan claro. Prefiero creer que Clara es más protagonista que Will. De hecho, el que no haya un personaje central evidente podría ser uno de los grandes aciertos o de los grandes errores de la novela. Quizá Will parezca más importante porque habla en primera persona. Sí, eso es verdad, pero yo diría que Clara y Will son igualmente importantes. Se trata, en realidad, de una continuación de ambas novelas. Un conocido crítico inglés llegó a hablar incluso de una trilogía. Pues no. Es un excelente escritor, su prosa es bellísima, pero no es buen narrador, y eso se nota. Para mí un gran escritor gay es Geoff Ryman. Supongo que, puestos a hablar de literatura gay (suponiendo que eso exista), Was es mi novela gay preferida. Es una revisión fantástica de algunos personajes y temas de El mago de Oz, tanto la novela de L. Frank Baum como la película. Habla de la auténtica Dorothy, de Judy Garland, del sida... “Michael Cunningham es un excelente escritor, su prosa es bellísima, pero no es buen narrador, y eso se nota” Bueno, siempre he tenido facilidad para los idiomas, y cuando era pequeño nos cuidó una señora jamaicana durante cinco años, y gracias a ella aprendí ese dialecto, que se me quedó tan grabado que, años después, cuando empecé a escribir El corazón de Clara, se convirtió casi en la letra de una canción, y creo que conseguí extraer poesía de él. Tuve un novio de Luisiana durante varios años y he pasado mucho tiempo por allí. Es, supongo, mi otro patois, un dialecto que pude conocer a través de sus ojos. El personaje de Bobby LaCour de Vanitas está en parte basado en él, aunque cambié cosas. Por ejemplo, no era pintor como en el libro. Sí, es el mismo Will, aunque toda la gente que le rodea haya cambiado. No es que pretenda en absoluto ponerme a la altura de Philip Roth, pero él tiene un personaje, Nathan Zukerman, que aparece en diversas novelas. Se trata de un escritor, pero su papel varía en cada libro, y Will Kaplan es mi Nathan Zukerman. La diferencia es que Will tiene una función más central en mis novelas que Zukerman en las de Roth. La historia de Will cambia, pero básicamente es el mismo personaje. Es muy espabilado, muy despierto, de una forma más inglesa que americana, y eso en Estados Unidos impresiona mucho a la gente. Antes le seguía. Escribió sobre el éxtasis y lo que dijo me pareció muy interesante y me sirvió de inspiración para Nada - 5 3 54 55 56 5 2. Dos.Dos2/®.qxd 4 6 4 7 4 8 49 50 51 52 53 21/11/03 14.24 54 55 56 57 5 8 5 9 6 0 6 1 6 2 Página 15 6 3 6 4 6 5 6 6 6 7 6 8 6 9 70 7 1 7 2 7 3 74 7 5 76 7 7 78 7 9 80 81 82 8 3 8 4 85 8 6 8 7 8 8 89 90 9 1 92 93 94 95 96 97 98 99 10 0 dor nocturno. Es de esa gente a la que le gusta la polémica. Le encanta ser gay y muy de derechas. Es seropositivo y también habla mucho de ello. que en mi escritura se ve reflejado el hecho de que no llevo una vida especialmente gay. En mis novelas suele haber personajes femeninos heterosexuales de gran fuerza y estoy orgulloso de ello. En Nadador nocturno no los había y los eché en falta. En Vanitas los recuperé y ahora en In Clara’s Hands he mezclado personajes de ambos tipos y ha sido un acierto. Sí, es verdad, y no hace mucho escribió en The New York Times un artículo bastante idiota sobre la testosterona y sobre cómo al tomarla se sentía muy machito. Me pareció increíble que un diario tan prestigioso publicara algo de ese calibre. Es un tío muy engreído. A partir de ahí dejé de prestar atención a lo que escribía. Además, evidentemente, apoyó la guerra contra Irak y, la verdad, aunque en mi país había bastante gente que opinaba como él, sus argumentaciones fueron un auténtico desastre, y muy arrogantes. Sé que es un tema muy complejo, pero yo, personalmente, no conozco a ningún estadounidense que estuviera a favor de la guerra. Sí. En el libro en el que estoy trabajando ahora busco crear una estructura narrativa que lleve todo el peso, y quiero hacerlo conjugando personajes heteros y gays. Me gustaría escribir algo como Locura, de Patrick McGrath, donde el peso de la obra recae en una trama que es el motor de todo. Estoy buscando una historia que me permita expresar mi concepción del mundo. Claro que primero tengo que acabar el libro que estoy escribiendo como “negro” para otro autor. No es la primera vez que lo hago: hay que ganarse la vida. Efectivamente. Nunca me he llevado demasiado bien con mi familia. Mis padres se divorciaron y ella vivía en la Costa Oeste y él en la Este. Mi madre llegó a Creo que el establishment gay no me ha decirme en una ocasión: “Tienes que enaceptado. Vanitas, por ejemplo, ha sido contrar tu propia familia en otra parte”. ninguneada por la prensa gay de mi país La mujer que nos cuidaba a mí y a mis por el hecho de que el protagonista sea bisexual y anhele formar una familia con “En mi escritura se ve reflejado hermanas nos acogió como una madre una mujer a la que ha estado unido senti- el hecho de que no llevo una vida tras el divorcio, siendo yo aún niño. En respuesta a su pregunta, sí: escribo sobre mentalmente. Me decían que era un re- especialmente gay. En mis familias que no son convencionales. Gratroceso, que cómo podía decir esas cosas. novelas suele haber personajes En parte no me aceptan porque mis tres femeninos heterosexuales de ce, la hermana del ex de Will en In Cla gran fuerza” primeras novelas eran, digamos, heterora’s Hands, está basada en alguien real, la hermana de un ex novio mío. Su muersexuales, pero yo soy de la opinión de que te me afectó como la de un familiar cercano, mucho más que si si un gay quiere escribir sobre gente heterosexual debería permitírsele. A mí me han dicho escritores gays de prestigio que no, hubiera sido parte de mi familia carnal. La escena central de la que si eres gay tienes que hablar de eso, y no me parece que sea novela es para mí el momento en que Clara le impone las manos en el hospital. Y Grace, a pesar del cáncer, es el personaje más necesariamente cierto. En mi caso en concreto, al llegar a mi feliz de la novela. Eso es lo que busco: historias de amor nada cuarto libro me pareció que había una zona neblinosa en mi vida que tenía que abordar, y una vez empecé a hacerlo creo que convencional, el amor de una enfermera o de alguien que acabami obra mejoró. Es cuestión de que la temática gay entre a formos de conocer. Eso es lo que me da esperanza. En mis libros se viven muchas tragedias, pero precisamente mar parte del todo, pero no que sea un objetivo por sí misma. esas nuevas familias son lo que mantiene viva la esperanza de Además influye mi vida personal. Soy bastante solitario y tengo amigos muy diversos. No vivo en un entorno gay, sino que que podemos alcanzar la plenitud. Le agradezco que haya sacatengo una casa en Vermont, que no es un destino especialmente do todo esto a la luz. Lo que le he contado es precisamente lo que pretendo como escritor, y creo que hasta hoy jamás lo había gay, aunque sea el único Estado de mi país en el que son legales las uniones civiles entre personas del mismo sexo. En fin, creo dicho con palabras. •