de la participación en salud a la construcción del poder popular
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de la participación en salud a la construcción del poder popular
DE LA PARTICIPACIÓN EN SALUD A LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR EXPERIENCIAS PARA EL DEBATE Johanna Lévy & Miguel Malo (Editores) MPPS El Ministerio del Poder Popular para la Salud, a través del Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon” (IAES), brazo ejecutor de las políticas de formación del talento humano en Salud, se planteó profundizar en la preparación de los cuadros de dirección del sector a nivel nacional llamados a convertirse en líderes del desarrollo de la Salud Pública Bolivariana y Socialista, contribuyendo de esta manera con el cumplimiento de los objetivos estratégicos del Ministerio, en respuesta al Proyecto Nacional Simón Bolívar en dos de sus grandes directrices: la Nueva Geopolítica Internacional y la Suprema Felicidad Social de nuestros pueblos. El IAES contempla como misión: La educación permanente y la integración e interacción social en salud pública, para contribuir con la construcción y consolidación del Sistema Público Nacional de Salud, centradas en la configuración de una conciencia revolucionaria respondiendo a las necesidades sociales prioritarias de la población, de una nueva moral colectiva, en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Editores Johanna Lévy & Miguel Malo Directorio del Ministerio del Poder Popular para la Salud Cnela. Eugenia Sader Castellanos Ministra del Poder Popular para la Salud Dr. Iver Daniel Gil Sánchez Viceministro de Redes de Servicios de Salud Dra. Isabel Iturria Viceministra de Recursos e Insumos para la Salud Dr. Pedro Alcalá Afanador Director Ejecutivo del Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon” 1ra. Edición, Agosto 2010. Todos los derechos reservados. © Johanna Levy & Miguel Malo © Sobre la presente edición: IAES “Dr. Arnoldo Gabaldon” Depósito Legal.- If90420103622234 ISBN.- 978-980-6778-27-6 Esta obra se puede reseñar, reproducir o traducir con fines de investigación o de estudio privado, pero no para la venta u otro uso comercial. En todo uso que se haga de esta información se deberá indicar su fuente. Para realizar referencia de este material bibliográfico según la metodología Normas APA (5ta. Ed.): Lévy, J. & Malo, M. (Eds.). (2010). De la participación en salud a la construcción del poder popular: Experiencias para el debate. Maracay: IAES WQ205 P3 De la participación en salud a la construcción del poder popular: Experiencias para el debate / Johanna Lévy & Miguel Malo (Eds.) -Maracay : IAES “Dr. Arnoldo Gabaldon”, 2010. 205 p. : tabls. Incluye bibliografía. ISBN : 978-980-6778-27-6 1. Participación comunitaria -Venezuela. 2. Promoción de la Salud. 3. Salud pública. 4. Atención primaria de salud. I. Lévy, Johanna Ed. II. Malo, Miguel Ed. III. Ministerio del Poder Popular para la Salud - Venezuela. Directora de Gestión de Información del IAES: Carmen L. Ríos. Concepto gráfico y diseño: Nadia Duque Impresión: 1.000 ejemplares. Impreso por: Telf.: www.iaes.edu.ve DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate IBLAContenido DE CONTENIDO Introducción..............................................................................................................05 Miguel MALO 1. MARCO HISTÓRICO Y POLÍTICO DE LA PARTICIPACIÓN EN SALUD Salud y participación popular: hacia una ciudadanía plena José León UZCÁTEGUI...........................................................................................17 De Alma Ata a Barrio Adentro. Una aproximación al sentido histórico de las metamorfosis del discurso de la participación en salud en Venezuela. Pedro Enrique ViILLASANA LÓPEZ.........................................................................31 2. LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ACTORES DEL SISTEMA DE SALUD PÚBLICA Hacia un nuevo modelo de gestión social en salud: la iniciativa de la dirección regional de salud del estado Trujillo, Fundasalud Elizabeth LINARES HERNÁNDEZ & Jorge Pedro MANDL STANGL...................... 71 Implementación de un consejo comunal en una comunidad indígena: el caso de la comunidad de Mosú del estado Monagas Juan QUINTANA...................................................................................................... 87 3. INTERPRETACIONES DE LAS RELACIONES ESTADO – SOCIEDAD DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Hacerse una persona comunitaria: relatos de las motivaciones y transformaciones en los comités de salud de Barrio Adentro Amy COOPER..........................................................................................................99 Desandando caminos… Una trayectoria de participación y crecimiento en un consejo comunal de Aragua Daisy CAMACARO GÓMEZ, María Cristina GONZÁLEZ MORENO.................... 115 Estrategias organizativas para la construcción del poder popular. Una interpretación a la luz de tres experiencias comunitarias Johanna LEVY........................................................................................................131 4. PRESENTACIÓN DE EXPERIENCIAS COMUNITARIAS DE PARTICIPACION EN SALUD EN EL ESTADO TRUJILLO Rumbo al desarrollo integral de la urbanización Coromoto Marisol del Carmen CACERES BRICEÑO.............................................................171 Logrando juntos la construcción de un consultorio Barrio Adentro en la comunidad de Mesa ColoradaYaritza BERRIOS, Magaly BRICEÑO, Maria Isabel DABOIN, Xiomara GARCÍA, Domitila TORREALBA, Maria Yolanda VILLA ........................................181 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Capacitándose en Pampanito para la elaboración de proyectos Blanca E. CEGARRA, Arelis C.FERNÁNDEZ & Amable GODOY.........................189 La experiencia comunitaria de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache Yolanda GONZÁLEZ y Maria TROMPETERO ......................................................197 Promoviendo la salud mental en Morón Armando J.RAMÍREZ M.........................................................................................205 Líneas de exploración para profundizar el debate sobre la construcción del poder popular Miguel MALO y Johanna LEVY...............................................................................217 AUTORES..............................................................................................................227 ACRÓNIMOS.........................................................................................................233 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Presentación Por Miguel Malo1 LA PARTICIPACIÓN EN SALUD: UNA CUESTIÓN POLÍTICA En el campo de la salud publica, el tema de la participación en salud ha sido permanentemente considerado. Ya en 1978, la Declaración Mundial de Alma Ata sobre Atención Primaria de Salud (Organización Mundial de la Salud [OMS], 1978), que pasó a ser un referente sustancial para las políticas de salud en el mundo, estableció algunos lineamentos relevantes al respecto. En el literal IV, la Declaración plantea: “El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud.” Y en el literal VII, numeral 5, adiciona: “La atención primaria de salud exige y fomenta en grado máximo la auto esponsabilidad y la participación de la comunidad y del individuo en la planificación, la organización, el funcionamiento y el control de la atención primaria de salud, sacando el mayor partido posible de los recursos locales y nacionales y de otros recursos disponibles, y con tal fin, desarrolla mediante la educación apropiada la capacidad de las comunidades para participar.” Sin duda, la Declaración de Alma Ata catapultó una serie de políticas, programas y experiencias de participación en salud, que se sucedieron en el mundo y particularmente en los países de nuestro continente, en cuya base estaba la asunción de que la participación comunitaria debía ser un componente fundamental de la organización de la atención a la salud. La participación pasaba a ser considerada como derecho y deber, y como necesaria en todo el proceso de gestión desde la planificación hasta el control de la atención de la salud. Luego, en 1986 surge, como otro hito importante en la salud pública del mundo, la Carta de Otawa de Promoción de la Salud, que plantea entre sus estrategias “el reforzamiento de la acción comunitaria”, entendida de la siguiente manera: “La promoción de la salud radica en la participación efectiva y concreta de la comunidad en la fijación de prioridades, la toma de decisiones y la elaboración y puesta en marcha de estrategias de planificación para alcanzar un mejor nivel de salud. La fuerza motriz de este proceso proviene del poder real de las comunidades, de la posesión y del control que tengan sobre sus propios empeños y destinos. El desarrollo de la comunidad se basa en los recursos humanos y materiales con que cuenta la comunidad misma para estimular la independencia y el apoyo social, así como para desarrollar sistemas flexibles que refuercen la participación pública y el control de las cuestiones sanitarias. Esto requiere un total y constante acceso a la información y a la instrucción sanitaria, así como a la ayuda financiera.” Reforzando la idea inicial de la Atención Primaria de Salud (APS) de la Declaración de Alma Ata, la Carta de Otawa avanza en la discusión de la participación al relacionarla explícitamente con el tema del poder. Es decir, la participación no es entendida solamente como el involucramiento en alguna acción sanitaria o en la 1 Médico sanitarista. Consultor Internacional de la Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud en el área de promoción de salud. 5 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate gestión de la atención, sino como el real ejercicio de poder, tanto del individuo como de la comunidad, sobre los procesos están en juego en esa acción sanitaria IBLA DEque CONTENIDO y sobre los propios recursos para esa acción, recursos que provienen del propio individuo, de la comunidad o del Estado. Esto sin duda, traslada el asunto de la participación en salud de la esfera meramente técnica, a una que tiene un carácter eminentemente político. Por último, queremos mencionar como un referente de fundamental importancia, y que esperamos tenga una repercusión mundial aun mayor que la Declaración de Alma Ata, lo que se menciona sobre participación en el Informe Mundial de la Comisión de Determinantes Sociales (CDSS) (OMS, 2008). Los resultados de la CDSS sobre los aspectos que determinan el perfil de salud y enfermedad de las poblaciones demuestran, en efecto, con claridad que las inequidades sociales constituyen el determinante sustancial de los problemas de salud. Al respecto, entre las múltiples consideraciones que hace la comisión rescatamos el texto siguiente: “La desigualdad de las condiciones de vida está determinada por estructuras y procesos sociales más profundos. Las desigualdades son sistemáticas y son el resultado de normas, políticas y prácticas sociales que toleran o incluso favorecen una distribución injusta del poder, la riqueza y otros recursos sociales necesarios, y del acceso a éstos.” Para enfrentar estas desigualdades, la CDSS plantea tres principios de acción, del los cuales quisiéramos destacar el siguiente: “Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos, esto es, los factores estructurales de los que dependen las condiciones de vida, a nivel mundial, nacional y local”. Y este principio de acción implicaría, según la CDSS: “Dar poder efectivo a todos los grupos de la sociedad mediante un sistema de representación justo en los procesos de toma de decisiones relativos al funcionamiento de la sociedad, en particular, en lo tocante a los efectos que éstas puedan tener en la equidad sanitaria, y crear y mantener un marco de participación social en la formulación de políticas.” Desde la Declaración de Alma Ata sobre APS hasta el Informe de la CDSS, el tema de la participación en salud ha estado presente en las agendas de salud pública, tanto a nivel internacional como nacional. Ha sido un proceso de elaboración teórica, con diversos niveles de implementación en los países que, en términos generales, ha evolucionado desde una concepción inicial mayormente instrumental y ligada a los servicios de atención a la salud, a un debate que hoy en día apunta a ampliar esta concepción de la participación a la esfera de lo político. En efecto, el tema del poder se ha tornado una categoría fundamental para el debate sobre esa participación, que, además, ya no se debe limitar a la gestión del servicio de salud, sino que debe ampliarse a todos aquellos aspectos que determinan las condiciones de salud y la calidad de vida de una población. 6 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate VENEZUELA: UN ESPACIO PRIVILEGIADO PARA DISCUTIR EL TEMA DEL PODER Y LA PARTICIPACIÓN EN SALUD La llegada al poder del presidente Hugo Chávez en 1999, y el consiguiente proceso conocido como “revolución bolivariana de Venezuela”, ha significado en el país el desarrollo de una dinámica social sin precedentes, que hace de Venezuela un espacio privilegiado para discutir el tema del poder y la participación en salud. Esta dinámica, en Venezuela, esta marcada, entre otros aspectos, por una diversidad de expresiones de la participación de la población, así como por múltiples esfuerzos desde el Estado por generar esos procesos y espacios de participación nuevos en todos los niveles de su gestión. Esto se ha manifestado desde el proceso mismo de elaboración de la Constitución Bolivariana del 1999, que implicó un amplio marco de participación popular, hasta la promulgación en 2006 de la Ley de los Consejos Comunales que reconoce el derecho de la población a “ejercer directamente la gestión de las políticas públicas” y su reciente reforma orientada a profundizar ese proceso de participación. Esos procesos, tanto sociales como políticos, han ido reconfigurando en Venezuela el carácter y los mecanismos de funcionamiento de la estructura del Estado, así como las formas, los espacios y la naturaleza de su relacionamiento con la población. En esta reconfiguración, consideramos que se conjugan dos aspectos estrechamente relacionados que tienen particular relevancia para discutir la participación en salud en Venezuela. Por un lado, la enorme movilización de recursos del Estado y de la sociedad venezolana procurando hacer realidad los derechos y deberes establecidos en el texto constitucional para toda la población, y particularmente para aquella que acumulaba la deuda histórica de pobreza e inequidad. Movilización generada de forma masiva a través de las misiones sociales. Y por otro, la continua motivación y la búsqueda de mecanismos desde el Estado para favorecer los procesos de organización y participación de la población para el ejercicio del poder popular. Los resultados logrados con las misiones (Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo, 2008) dan cuenta de la importancia que las mismas han tenido para mejorar las condiciones de vida de la población más pobre del país. Cabe destacar, sobre todo en su inicio, la rápida difusión y amplitud en su cobertura que las mismas consiguieron. Al respecto, consideramos que uno de los aspectos estrechamente relacionado con su éxito ha constituido el involucramiento masivo de la participación de la población en su gestión y desarrollo. Esta participación se encuentra reflejada en varias instancias. Entre ellas, las mesas técnicas de agua, las cuales han beneficiado a más de un millón 200 mil personas con mil 95 proyectos y con una inversión de 236 millones de bolívares fuertes” (Ministerio del Poder Popular para la Información y la Comunicación, s.f.). Sobre este mismo modelo, se crearon para la electrificación las mesas de energía. También resalta la experiencia de los comités de tierra urbana que para el año 2006 ya eran casi 6.000, con presencia en la mayor parte de los barrios pobres del país; las casas de alimentación que suministran 150 comidas diarias a la población en riesgo nutricional, situación de calle y desempleo, sirven a 900 mil personas diarias gracias 7 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate a 6.000 entidades en las cuales trabajan 30.000 mujeres voluntarias (Pimentel, 2008). Y, desde la promulgación de la ley, los consejos comunales, que alcanzaban a cerca de 40.000 en el 2008. En el 2009 se les transfirieron 2.906.906.853,32 Bs.F., los cuales fueron destinados a la ejecución de 13.536 proyectos, elaborados por estas organizaciones del poder popular (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y la Economía Popular, s.f.). Otros mecanismos de participación social se han implementado en el campo socio productivo y de la economía popular procurando la participación directa de los trabajadores en la toma de decisiones dentro de su ámbito de trabajo, como por ejemplo las cooperativas de producción agrícola, las empresas en cogestión y las empresas de producción social (Ministerio del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería, s.f.). En el sector de la salud en particular, es un ejemplo significativo de participación lo sucedido en la implementación de la misión Barrio Adentro. La movilización comunitaria, a través de la conformación y consolidación de los comités de salud, ha constituido un factor decisivo en la fase inicial de la construcción de la red de atención primaria en las zonas excluidas de las ciudades y del campo. Las experiencias organizativas y de participación de las comunidades en salud permiten afirmar que más allá de una misión humanitaria, Barrio Adentro era la fase embrionaria de creación de la nueva institucionalidad pública en la cual la población asumía un papel protagónico (Organización Panamericana de la Salud, 2006). Sin embargo, esta dinámica que surge como fruto de la interacción de dos actores principales, el Estado y las manifestaciones organizativas de la población, muestra en su devenir las contradicciones propias de un proceso de transformación social. Por un lado, una gestión de gobierno que procura con sus políticas gubernamentales un estimulo permanente para la participación de su gestión, pero cuya implementación es mediada por practicas burocráticas diversas, desde aquellas orientadas a fortalecer la autonomía organizativa de la población a aquellas que no han cambiado relaciones clientelares históricas; y la población, la cual responde a estos estímulos generando en cada local formas y dinámicas de participación distintas, desde actitudes pasivas clientelares hasta otras que se manifiestan como procesos de organización de las comunidades encaminados hacia su empoderamiento y autonomía. GÉNESIS DEL PROYECTO DE RESCATE Considerando esta realidad, a partir del 2007 el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) acuerda con la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) explorar las posibilidades de organizar un proceso de rescate de estas experiencias en el país. El objetivo de este rescate: aportar elementos de reflexión que sirvan para el fortalecimiento de las políticas de participación popular y para la consolidación de los propios procesos autónomos de organización de las comunidades. Por otro lado, se pretende también aportar, desde la experiencia venezolana, sobre estos temas claves de participación, empoderamiento, y poder popular en salud, al debate regional en la salud pública. Para acometer esta empresa, se genera un primer espacio de reflexión entre estas dos entidades (MPPS y OPS/OMS) incluyendo, en aquel momento, al Ministerio del Poder Popular para la Participación y Protección Social (actual Ministerio del Poder Popular para las Comunas). 8 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Las discusiones iniciales nos llevaron a dos puntos de consenso. Primero, este tipo de abordaje implica trabajar con actores que están involucrados activamente y comprometidos con los lineamientos generales de la política gubernamental en el tema de la participación y la construcción del poder popular. Segundo, será un abordaje más bien de carácter cualitativo, pues interesa básicamente rescatar y “oír” lo que perciben y lo que sienten esos diversos actores. Para ello, al establecer el marco referencial inicial de este trabajo nos apoyamos en la propuesta de lo que Edmundo Granda denomina la “doble ruptura en salud pública”. Debe reconocerse, dice Granda, “… que la problemática en salud pública se presenta como un proceso que está dándose aquí y ahora. En efecto (…) la problemática en Salud Pública vive como producto del ayer pero también como emergencia del hoy y como deseo del mañana (…)…la investigación que este momento se halla indagando sobre el aquí y ahora y sobre las causas del por qué está así el problema, debe construir una metáfora, visión o propuesta sobre lo que se desearía que sea la acción, con miras a establecer las fuerzas que aceptan y oponen a dicha propuesta” (Granda, 2007). En efecto, para iniciar este trabajo no partimos de la delimitación de un problema, sino de la definición de una problemática: como trabajar mejor las políticas de salud de manera que aporten en la construcción del “poder popular”. Esta problemática, construida colectivamente por todos los involucrados, no es estática, sino que puede irse moldeando y reorientando en el camino. Si bien se parte de algunos elementos teórico-conceptuales de carácter general, lo que interesa es ir formulando ese marco significativo del trabajo, que implica darle un sentido axiológico al mismo, enmarcado en el compromiso para aportar en este proceso de construcción de la participación que acontece en el contexto nacional. A nivel metodológico, se opta por que la observación se convierta en un proceso autoreflexivo, en el que ya no hay objetos observados, sino sujetos participativos en un espacio de reflexión conjunto. El objetivo: fomentar una reflexión conjunta orientada a la búsqueda de conocimiento para fortalecer los procesos sociales en marcha. En este mismo sentido, se asume la propuesta de sistematización de experiencias que surge en América latina, en los años 70, desde colectivos comprometidos con la educación popular y que luego será ampliamente asumida a partir de los años 90 por los movimientos populares del continente como herramienta metodológica de investigación cualitativa y participativa. La sistematización “permite rescatar el proceso, evidenciar cómo se ha actuado, analizar los efectos de la intervención en los sujetos y el carácter de las relaciones que se han generado, sin por ello no considerar el éxito o fracaso del proyecto en términos de resultados. Permite construir una visión común sobre la experiencia vivida entre aquellos que la han protagonizado: aciertos, errores, topes, posibilidades” (Verger i Planeéis, s.f.). Una vez establecidos estos elementos de referencia para el trabajo, se buscaron las experiencias que podían ser parte del mismo. Iniciamos con un proceso de sistematización en dos espacios diferentes: por un lado en el estado Trujillo, con el apoyo institucional de Fundasalud, y por otro lado en Caracas, gracias al apoyo de la Secretaria de Salud de la Alcaldía Mayor. En ambos 9 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate espacios, esta primera etapa de rescate de experiencias se hizo posible gracias al compromiso y entusiasmo de las y los líderes de las organizaciones populares. Aprovechamos este espacio para expresar nuestra profunda gratitud a los comités de salud de Trujillo, así como al Frente Bolivariano de los comités de salud y contralores sociales del Municipio Sucre y al equipo social y político de los Magallanes de Catia. Agradecemos igualmente a la Licenciada Carmen Márquez quien acompañó y enriqueció este proceso de sistematización en Caracas. En un segundo momento, hicimos un llamado a los sectores institucionales y académicos los cuales podrían enriquecer desde sus diferentes perspectivas las experiencias sistematizadas. La publicación que les presentamos es el producto de este doble proceso. Por ello, podría decirse metafóricamente que la recopilación de artículos y experiencias de esta publicación es producto de la “casualidad dirigida” . La casualidad esta dada porque, en el contexto propio de una acelerada dinámica social que corresponde a los procesos de transformación social del país, fueron varias y cambiantes las instituciones involucradas en el trabajo a lo largo del camino. De hecho, el compendio final presentado aquí no pretende tener un carácter de representatividad, sino que más bien responde a la oportunidad que, por sus coyunturas particulares, permitió a las personas e instituciones aportar a esta iniciativa. La direccionalidad esta dada por tres principales elementos. El primero es el “trazado de cancha” inicial que mencionamos arriba: una opción por metodologías cualitativas que permitan “oír” a los actores, lo que significó, en primer lugar, oír a aquellos que estaban involucrados directamente y comprometidos en este proceso de construcción del poder popular. Hemos conseguido, en ese sentido, una participación triple: las y los dirigentes comunitarios de base que son el sustento profundo de esos procesos de participación, los actores institucionales y los actores académicos. El segundo elemento de direccionalidad esta dado por la temática. Consideramos importantes tres aspectos: una aproximación histórica y conceptual que nos permita una contextualización de la reflexión; una aproximación a los procesos de participación en la perspectiva de las ciencias sociales y, una voz de los propios actores, comunitarios e institucionales, que nos brinda esa percepción privilegiada directa de los principales protagonistas de este proceso. El tercer elemento de direccionalidad ha sido tratar de recoger dos realidades diversas. Una de la gran Caracas, por su relevancia como mayor concentración urbana y eje político del país. Y otras regionales, que den cuenta de los procesos en el interior del país. La recopilación que presentamos en esta publicación es producto, entonces, de la riqueza surgida de esta “casualidad dirigida” cuyo objetivo es servir de insumo para el debate nacional orientado a fortalecer los procesos de participación y construcción del poder popular en salud. ORGANIZACIÓN DE LOS APORTES Y LAS EXPERIENCIAS La hemos dividido en cuatro partes: En la primera parte, se presenta un abordaje conceptual e histórico del tema de la participación, con el afán de contextualizar su discusión. 10 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Para ello, el artículo inicial “Salud y participación popular: hacia una ciudadanía plena” de José León Uzcátegui, presenta una aproximación conceptual al tema de la participación en salud. Muy acertadamente, el autor diferencia los distintos tipos de participación en salud y les relaciona con las concepciones de salud y con las opciones sobre el rol del Estado que las determinan. Acaba el artículo proponiendo algunas condiciones necesarias desde la institucionalidad del Estado para que se pueda realmente generar un proceso de construcción del poder popular en el sector de la salud. Entrar a debatir el tema de la participación en salud en Venezuela, sin considerar la historia seria una empresa inconclusa. Pues es ese referencial histórico el que ayudara a entender las diversas manifestaciones de la participación en las últimas décadas de la salud pública venezolana y, sobre todo, aquellas recientes como las que están siendo referidas en este trabajo. Por eso, se incluye a continuación el trabajo de Pedro Villasana, “De Alma Ata a Barrio Adentro, una aproximación al sentido histórico de las metamorfosis del discurso de la participación en salud en Venezuela”, que desde una perspectiva de compromiso académico con la “revolución bolivariana” presenta una revisión histórica de los escenarios de la participación en salud en el país. El autor analiza los elementos coyunturales que condicionan las propuestas internacionales en el campo de la salud pública, comenzando por la declaración de atención primaria de salud y el consenso de Washington. Nos lleva luego el autor a revisar lo que significó la reforma neoliberal del Estado como nuevo hilo conductor que entrelaza los aspectos de participación, descentralización y privatización en el ámbito de las políticas de salud en Venezuela. En ese marco, aborda el papel que han jugado las ONG en lo que llama “el secuestro de la participación”. Finalmente analiza lo que ha significado Barrio Adentro como un nuevo escenario para la participación, pero que no está exento de confrontación. La segunda parte de esta recopilación presenta una perspectiva desde la institucionalidad del Estado, que comprometida con el proceso, pretende adecuar sus estructuras y funcionamiento de tal forma de adaptar sus espacios y mecanismos a las directrices políticas generados desde el nivel central del MPPS. Jorge Mandl y Elizabeth Linares, en su artículo “Hacia un nuevo modelo de gestión social en salud: La iniciativa de la dirección regional de salud del estado Trujillo”, hacen una descripción analítica de este proceso ocurrido con la Dirección General de Programas de la Dirección Regional de Salud de Trujillo. El proceso descrito por Jorge y Elizabeth muestra el esfuerzo para esa adecuación tanto estructural como funcional de la institución para un mayor acercamiento a las comunidades “como estrategia fundamental de acción”. Como explican los autores, parte de este esfuerzo significa la incorporación de la organización comunitaria, en este caso los comités de salud y los consejos comunales, en todo el proceso de gestión, desde su “participación en los diagnósticos, definición de prioridades, asignación de recursos hasta la contraloría social en los proyectos implementados por la institución de salud”. El artículo acaba con un análisis de lo que deberían ser los cambios institucionales para garantizar la participación haciendo énfasis en los aspectos culturales hegemónicos, tanto institucionales como comunitarios, que no favorecen esta participación. A continuación, el artículo “Implementación de un consejo comunal en una comunidad indígena: el caso de la comunidad de Mosú del Estado Monagas”, 11 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate de Juan Quintana, aborda la problemática de la participación en una comunidad con características particulares por ser una comunidad indígena y viviendo un intenso proceso de “transculturación”. En este contexto se identifica la importancia de incorporar en la práctica institucional consideraciones de carácter cultural cuando se trata de implementar propuestas de participación. A pesar del avance en el marco jurídico respecto de los derechos ancestrales de las poblaciones indígenas, Juan establece claramente la insuficiencia del mismo, al no ir acompañado de un proceso de sensibilización y capacitación del personal institucional a cargo de las intervenciones en estas poblaciones. En la tercera parte, los artículos de Amy Cooper, María Cristina González y Daisy Camacaro, y Johanna Levy presentan una mirada de los procesos de participación y empoderamiento de los individuos y las comunidades desde la perspectiva de las ciencias sociales. El trabajo de Amy, “Hacerse una persona comunitaria: relatos de las motivaciones y transformaciones en los comités de salud de Barrio Adentro” va desvelando las motivaciones para el trabajo voluntario a partir de un abordaje etnográfico. De manera interesante, muestra que factores como la oportunidad de participar en un emprendimiento de la magnitud de Barrio Adentro, sumada al discurso oficial, principalmente del Presidente Chávez, desencadenan esa participación. Amy nos dice: “Todos los que entrevisté me dijeron que su participación en el sector de la salud comunitaria había sido posible solamente gracias a la inspiración personal y el empoderamiento promovido por el Presidente”. A lo largo del relato, este es un elemento que se refuerza: la apertura del Estado se convierte en un eje sustancial para motivar la participación. Profundizando el análisis de los elementos que motivan esta participación voluntaria en los comités de salud, destaca el hecho de que esta motivación, generada por este espacio-oportunidad abierto desde el Estado, es percibida como un compromiso solidario con la propia comunidad. Este compromiso responde a un imaginario de estos y estas actoras que construyen su paso de ser individualistas a ser “una persona comunitaria”. En el caso del texto de María Cristina y Daisy, “Desandando caminos… Una trayectoria de participación y crecimiento en un consejo comunal de Aragua”, se incorpora una perspectiva de género enfatizando la construcción de esa participación desde el ser mujer. El trabajo que nos ofrecen las autoras nos lleva a “desandar el camino” de una mujer de la comunidad en su entrada al espacio público y a su reivindicación de ciudadanía, camino en el que se va configurando una forma de participación marcada por su identidad femenina. Como explican las autoras, la motivación fundamental para la participación nace de una perspectiva solidaria, que si bien muestra algunos rasgos de ese patrón tradicional de lo femenino cuidador subordinado, encuentra en su caminar un contexto favorable para el desarrollo de nuevos procesos autónomos y emancipatorios. De hecho, el artículo nos presenta también esas condiciones externas, particularmente en lo que se refiere al avance en políticas de equidad de género, que favorecen esa participación de la mujer en condiciones de autonomía y autoafirmación. María Cristina y Daisy señalan finalmente la necesidad de fortalecer esas propuestas que permitan la equidad sin discriminaciones en el marco de un Estado socialista. El artículo de Johanna, “Estrategias organizativas para la construcción del poder popular - Una interpretación a la luz de tres experiencias comunitarias”, 12 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate es producto de un abordaje cualitativo de tres experiencias de participación en salud muy diferentes por su contexto y su desarrollo histórico. El artículo esta mayormente orientado a interpretar como se van dando las relaciones entre los espacios comunitarios de organización y las políticas públicas que están mediadas por la institucionalidad local, con la cual se relacionan las comunidades. Es un proceso rico en matices que muestran los diversos acontecimientos que van configurando esa doble dinámica de correlación y determinación entre el Estado y la sociedad. Dinámica en la que se destaca la habilidad y la capacidad de adaptación del espacio de organización comunitario a las diversas circunstancias que le presenta la institucionalidad del Estado. A pesar de su diversidad, estas experiencias apuntan a una reflexión común sobre la necesidad que se genera de seguir consolidando el marco legal y normativo de la participación, para, entre otros fines, establecer espacios organizativos representativos de las comunidades que puedan ejercer la participación en los distintos niveles de gestión del Estado. La cuarta parte presenta directamente la palabra de las y los actores comunitarios en un espacio específico del territorio venezolano: el estado Trujillo, donde el proyecto de sistematización que planteamos inicialmente consiguió un óptimo desarrollo gracias al desempeño de la dirección regional de programas de Fundasalud. En los cinco artículos: “Rumbo al desarrollo integral de la urbanización Coromoto” de Marisol del Carmen Cáceres Briceño; “Logrando juntos la construcción de un consultorio Barrio Adentro: la experiencia de la comunidad de Mesa Colorada” de Yaritza L. Berrios, Maria Isabel Daboin, María Yolanda Villa, Magaly B. Briceño, Domitila Torrealba, Xiomara Garcia; “Capacitándose en Pampanito para la elaboración de proyectos” de Blanca E. Cegarra , Arelis C. Fernández, Amable Godoy; “La experiencia comunitaria de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache” de Yolanda González y María Trompetero; y “Promoviendo la salud mental en Morón”, de Armando J. Ramírez M.; los miembros de los comités de salud y consejos comunales relatan sus experiencias para enfrentar distintos problemas de salud. Resultan de inigualable valor para entender la problemática de la participación, sus manifestaciones organizativas a nivel comunitario y sus relaciones con las instituciones del Estado. Finalmente, se plantean una serie de reflexiones a modo de conclusión que quedan como “puestas sobre el tapete” para profundizar el debate sobre este interesante proceso que vive Venezuela y que significa un aporte para entender ese salto cualitativo “de la participación a la construcción del poder popular en salud”. 13 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Granda, E. (2007). El saber en salud pública en un ámbito de pérdida de antropocentrismo y ante una visión de equilibrio ecológico. [Ponencia para el V congreso internacional de salud pública “salud, ambiente y desarrollo”]. Medellín: Universidad de Antioquia. Ministerio del Poder Popular para la Información y la Comunicación (s.f.). Mesas Técnicas de Agua dan solución a problema de agua potable y servida. Extraído el 15 de febrero de 2010 de: http://www.minci.gob.ve/ noticias/1/181488/mesas_tecnicas_de.html Ministerio del Poder Popular para las Comunas y la Economía Popular (s.f.). Bs.F. 2,9 millardos recibieron Consejos Comunales en 2009. Extraído el 17 de febrero de 2010 de: http://www.minec.gob.ve/noticias_detalle.php?id=3928} Ministerio del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería. Extraído el 15 de febrero de 2010 de: http://www.cvg.com/espanol/portal_eps/index.php Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo. (2008). Boletín Informativo. 3, 1-2. Organización Mundial de la Salud. (1978). Declaración de Alma-Ata. [Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud. URSS]. 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Sistematización de experiencias en América latina: una propuesta para el análisis y la recreación de la acción colectiva desde los movimientos sociales. Extraído el 03 de marzo de 2008 de: http://www. alforja.or.cr/sistem/documentos/sistemat_verger.pdf 14 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 15 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Salud y participación popular: hacia una ciudadanía plena Por José León Uzcátegui1 Participación es uno de los términos más utilizados hoy por todos los sectores, de todas las tendencias, casi como un remedio para todos los males sociales. Hasta el Banco Interamericano de Desarrollo (s.f.) publicó un manual sobre participación comunitaria y los pontífices del neo-liberalismo también hacen llamados a la participación comunitaria (Cunill, 1991). Claro, una participación dirigida a lograr eficiencia, productividad, y otros criterios que hacen de la salud una mercancía. Con miras a promover la reflexión sobre el tema, se presenta, en primer lugar, tres enfoques de participación en el momento actual: el neo-liberal, el reformista, y el social, alternativo o progresista. En un segundo lugar, se expone una aproximación a una definición que denominamos participación ciudadana, en la perspectiva de una ciudadanía plena; finalmente se caracteriza algunos requisitos que debe implementar el Estado y conquistar el movimiento popular para el ejercicio de la participación ciudadana y la construcción del poder popular en el campo de la salud. 1. TRES ENFOQUES SOBRE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN SALUD Sin pretender agotar el tema, y sin que se trate de una clasificación, nos parece útil para promover la reflexión sobre la participación ciudadana en salud presentar muy esquemáticamente los tres enfoques que en nuestra opinión son los preponderantes en estos últimos años y en nuestros países. Así, expondremos las características del enfoque neo-liberal, del enfoque reformista, y del enfoque social. 1.1 El enfoque neo-liberal El enfoque neo-liberal o conservador, concibe la participación ciudadana en salud como un asunto de carácter técnico y administrativo, por lo cual asume que la participación de la comunidad debe colocar el énfasis en la ejecución y administración de los servicios de salud, contribuyendo al financiamiento de los mismos, participando en tareas administrativas, promoviendo supuestos mecanismos de auto-gestión o de cogestión como formas disfrazadas de privatización a través del cobro directo a los pacientes, quienes son considerados como clientes. Promueve el “voluntariado” y la “co-responsabilidad” entendida en el sentido de hacer responsable a la población de los problemas (culpabilizar a la víctima) de la comunidad con lo cual se logra mano de obra gratuita o a muy bajo costo. El concepto de salud que maneja este enfoque la reduce a lo curativo, a la salud como enfermedad y como una responsabilidad individual. Asume la salud como atención médica reparatoria. Este modelo de atención coloca el énfasis en lo curativo, individual y de predominio hospitalario. La salud es vista y asumida como un bien de consumo, como una mercancía: cada quien tendrá la salud que pueda pagar, y quien no tenga capacidad de pago será responsabilidad de la beneficencia pública a través de políticas focalizadas del Estado. En este enfoque el saber aceptable es el saber médico–científico (racional – positivista – naturalista), con lo cual no cuestiona el poder ni el saber que encierra la racionalidad técnica dominante (Almeida & Silva, 1999). 1 Médico-psiquiatra. Fundador de la Coordinadora Nacional de Participación Comunitaria en Salud CONSALUD (Venezuela). 17 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La participación de la comunidad en los organismos sanitarios de decisión no va mas allá de opiniones o recomendaciones, la representación comunitaria es minoritaria IBLA DEy CONTENIDO y/o simbólica. La relación con el Estado es subordinada o dependiente. Asume que lo público es del Estado, a través del gobierno de turno. En definitiva, la participación de la gente es vista como una cuestión de “gobernabilidad”. 1.2 El enfoque reformista En la segunda perspectiva de participación ciudadana en salud, que denominamos propuesta reformista, impulsada por sectores o gobiernos liberales o socialdemócratas, apoyados por organismos internacionales (Organización Panamericana de la Salud, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Banco Interamericano de Desarrollo,…), encontramos algunas características comunes: el lenguaje y términos utilizados enfatizan la propuesta del desarrollo humano y/o sustentable, la necesidad de la inversión en capital humano y en capital social, así como el necesario fortalecimiento de la democracia. Este enfoque coloca el énfasis de la participación de la comunidad en actividades de prevención de enfermedades, rehabilitación de los enfermos, y en promoción de la salud. Así, la comunidad debe participar en campañas de vacunación, recuperación o mantenimiento de instalaciones sanitarias, educación sanitaria en general, apoyo en labores de saneamiento ambiental, tareas dirigidas a la “recuperación de fondos” o búsqueda de financiamiento para el funcionamiento de servicios o centros asistenciales de salud. Vincula la participación comunitaria a la descentralización; coloca a los actores institucionales (gobierno central, estadal o municipal) en el centro y protagonismo de los proyectos comunitarios; los proyectos que impulsa ubican el acento en mecanismos como la autogestión, cogestión, trabajo voluntario u otros similares que constituyen mecanismo disfrazados de privatización. Este enfoque se enmarca en una propuesta de reforma del Estado acompañada de una mayor eficacia del gasto público; plantea que la política social del Estado debe estar destinada a aliviar los efectos regresivos de las políticas macroeconómicas, por lo que se debe focalizar el gasto público en los sectores más pobres y en poblaciones de alto riesgo; cuestiona el modelo neo-liberal, pero no va más allá de formular propuestas como la de “capitalismo con rostro humano”, “combinar Estado y mercado con justicia social”, o “armonizar los intereses del Estado, el mercado y las diferentes comunidades”. Llega hasta plantear un “nuevo contrato social en salud” fundamentado en “la planificación local participativa” como instrumento que promueve la articulación social para impulsar el desarrollo económico con equidad, la participación social y la “gobernabilidad en democracia”, todo ello restringido a los espacios locales. 1.3 El enfoque social, alternativo o progresista Un tercer enfoque de la participación ciudadana en salud, que hemos denominado social, alternativo o progresista, tiene las características que describimos a continuación. Asume la participación de la comunidad en el sector salud como un proceso de construcción de ciudadanía; rechaza la consideración de las personas como clientes, y reivindica en cambio su condición de ciudadanos en tanto sujetos de derechos (Palma, 1994). 18 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Asume la concepción de salud como derecho social, derecho humano, y responsabilidad del Estado, considerando la salud como un bien público; conceptualizando la salud como calidad de vida y bienestar, con una visión holística, integral, con énfasis en la promoción de la salud y de la vida, considerando los aspectos social, histórico, político y cultural del proceso salud-enfermedad. Reivindica el saber popular sin despreciar el saber científico, caracterizando esta relación como un “encuentro de saberes” (Coordinadora Nacional de Participación Comunitaria en Salud [Consalud], 2001). A la participación comunitaria le asigna un carácter político, dirigido a lograr la democratización-redistribución del poder; promueve la provisión pública de los bienes públicos, regida por los principios de universalidad y gratuidad, impulsando una política anti-privatizadora; concibe la participación de la comunidad en las funciones de formulación de políticas, planificación, supervisión, control y evaluación; propone la democratización del saber, incorporando y reconociendo el saber popular; plantea como mecanismo de participación la rendición de cuentas, la revocatoria del mandato, la contraloría social, la asamblea de ciudadanos, cuyas decisiones tengan carácter vinculante; se plantea una relación con el Estado que no comprometa la autonomía del movimiento comunitario, que no permita la cooptación y la dependencia respecto al aparato gubernamental ni con los partidos políticos, aunque no asume una posición anti-política (Harnecker, 2003). Por el contrario se plantea la re-significación de la política y el ejercicio democrático, público, de la política; asume que lo público es de la gente, y que su objetivo es la consecución de la democracia participativa y protagónica real; se plantea la ciudadanía, como efectivización de los derechos sociales, además de los civiles y políticos (Valla, 1999). Es solamente partiendo de este enfoque que puede trabajarse la construcción del poder popular. El cuadro siguiente ofrece una síntesis comparativa de los tres enfoques. Enfoque Características Concepto de participación que utiliza Neo-liberal Reformista Social-progresista Utilitaria. Énfasis en la ejecución y administración de los servicios de salud, para que “ayuden” a financiarlos. Participación dirigida a la privatización. No hay participación en las decisiones. Participación formal. Participación de la comunidad en prevención de enfermedades, rehabilitación de enfermos o promoción de salud (vacunación, recuperación de instalaciones sanitarias, saneamiento ambiental…). Protagónica. Proceso de construcción de ciudadanía. Participación política dirigida a la democratización-redistribución del poder a todos los niveles de gestión, en todos los momentos de la elaboración/ejecución de las políticas. 19 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Enfoque Características Concepción de salud que promueve Neo-liberal Reformista Social-progresista Asunto de carácter técnico y administrativo. Salud vista como enfermedad. Se centra en lo curativo, individual y hospitalario. Salud como bien individual, bien de consumo, mercancía. Concepto abstracto, ahistórico. Salud como prevención de enfermedades, rehabilitación de enfermos, y “promoción de salud”. Multicausalidad. Salud como fenómeno social, histórico y cultural. Salud como derecho social, derecho humano, bien público. Universalidad y gratuidad. Responsabilidad del Estado. Saber médicocientífico (racionalpositivistainstrumental). Parecido al enfoque neo-liberal. Cuestiona las relaciones de saber y de poder. Plantea la democratización del saber, el encuentro de saberes. Reconoce el saber popular. Relación subordinada o dependiente de la población respecto al Estado. Propone la privatización de los servicios de salud. Desvalorización del papel del Estado. Relación paternalista, asistencialista detrás de una supuesta complementariedad Estado / Sociedad. Autonomía de la sociedad respecto al Estado. Corresponsabilidad. Relación de iguales. Función contralora del pueblo organizado. Valorización del Estado en una perspectiva antiprivatizadora. Ciudadanía como “derechos sociales” nominales, no ejercidos, retóricos y declarativos. Ciudadanía “limitada”, controlada desde arriba. Cooptación. Ciudadanía plena. Plantea efectivizar los derechos sociales, además de los civiles y políticos. Relaciones de dominación y control de la población. Propuestas de la población no tomadas en cuenta. Relaciones Impregnadas de paternalismo, asistencialismo, populismo. Decisiones de la población acogidas con carácter de recomendaciones o sugerencias. Relaciones de igualdad. Papel contralor de la sociedad. Se asume el pueblo como poder constituyente. Decisiones de la población con carácter vinculante. Concepción del saber que utiliza Relación Sociedad/ Estado Concepción de ciudadanía Modelo de relaciones de poder subyacentes 20 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Enfoque Características Discurso político Protagonismo Usuarios Representantes más significativos Neo-liberal Reformista Social-progresista “Cada quien es responsable de su salud”. Culpabilización de la víctima. “Todos somos responsables”. Necesidad de reformar el Estado; para lograr una mayor eficacia del gasto público. “Desarrollo humano y sustentable”. Invertir en “capital humano” y “capital social”. “Gobernabilidad”. Poder popular. Democracia participativa y protagónica. Se propone la democracia real. Prevalece el rol del sector privado. Posición antiestatista. Gobierno como protagonista. Pueblo como protagonista. Clientes. Pacientes. Ciudadanos (sujetos de derechos). Gobiernos con proyectos neoliberales. Gobiernos liberales o socialdemócratas apoyados por organismos internacionales (BID, PNUD, OPS). Gobiernos progresistas. Organizaciones populares. En síntesis, podemos afirmar que la participación popular en salud no es un problema de carácter técnico sino político. No discriminar las formas de los contenidos nos puede llevar a una práctica conservadora con discursos progresistas. La participación ciudadana en salud debe ser asumida hoy como parte del proceso de construcción de ciudadanía, en la lucha por alcanzar una ciudadanía plena para nuestros pueblos. 2. HACIA UNA DEFINICIÓN DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA Aunque los términos participación social, participación comunitaria y participación ciudadana se utilizan indistintamente, tienen significados y connotaciones diferentes que por razones de espacio no vamos a exponer ahora. Nos limitaremos a formular una aproximación a una definición de participación ciudadana que hemos adoptado por considerarla la más pertinente. Entendemos por participación ciudadana el proceso de intervención de las personas en los asuntos públicos, respecto al Estado, en tanto sujetos de derechos que se proponen hacerlos efectivos, definición asumida desde el enfoque social. Esta participación se lleva a cabo de manera voluntaria, consciente y organizada, asumiendo la ética del bien común, y planteándose la redistribución del poder en la sociedad. El impacto de tal intervención se mide en los niveles de auto-organización social y política que alcance la población, así como en el nivel de control social-comunitario de la gestión pública. 21 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Cuando esbozamos esta definición de la participación ciudadana, estamos haciendo referencia a las siguientes características: 1. Entiende la participación ciudadana no como un asunto estático y lineal, sino como un proceso de acción social dinámico, dialéctico, que supone avances, altibajos y retrocesos. 2. La participación ciudadana es entendida como una acción, una intervención directa, que se propone incidir en la realidad social para transformarla. 3. Este modelo de participación se lleva a cabo por personas, sin distingo de ninguna especie, sin ningún tipo de exclusión; se realiza colectivamente, y en caso de efectuarse de manera individual debe estar vinculada o otros individuos, grupos o redes. 4. Su acción se lleva a cabo en actividades públicas, entendiendo por público lo que es de todos, lo que pertenece a todos, a toda la colectividad; lo público es el campo de la sociedad civil y de la sociedad política (Uzcátegui, 2001) en tanto todo lo que es estatal es público, aunque no todo lo público es estatal (Bresser & Cunill, 1999). Se trata de un proceso de construcción histórico y político respecto al Estado. 5. En este modelo de participación las personas son sujetos de derechos: son y se saben sujetos, no objetos, portadores de derechos inalienables, derechos individuales (civiles y políticos) y sociales (salud, educación, vivienda, empleo, ambiente sano, recreación,…), que deben ser garantizados por el Estado. 6. La acción que realizan mediante la participación ciudadana está dirigida a efectivizar tales derechos, es decir no se trata de una proclama abstracta del deber ser; es actuar para que se hagan realidad; sus actores se asumen como seres senti-pensantes que actúan, exigiéndole al Estado el cumplimiento de su responsabilidad en tanto garante del bien común, administrador de lo público. La participación ciudadana implica asumir la ciudadanía como derecho a tener derechos, pero también a actuar para lograrlos. 7. La participación ciudadana se lleva a cabo de manera voluntaria, esto es, que tiene un carácter volitivo, sin coacción, no es impuesta, ni cooptada, ni manipulada. Es consciente, intencional, con conocimiento de las razones y fines; y es organizada, bajo cualquier modalidad que libremente decidan quienes participan. 8. Este modelo de participación antepone la ética del bien común, pues asume una ética ciudadana a la cual le da primacía ante los intereses propios, privados y ante el individualismo egoísta, pregonado por el pensamiento liberal y neoliberal. Reivindica como sus valores: el bien común, la solidaridad, el altruismo, la responsabilidad y el compromiso social, y se plantea el fortalecimiento de lo público. 9. La participación ciudadana propone la redistribución del poder, pues su accionar no es visto en un sentido técnico o administrativo, sino con carácter político, esto es, referido al poder en la sociedad. Se propone la democratización del poder, y del saber en tanto saber-poder. 22 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 10. El impacto de su acción se mide en los niveles de autoorganización social y auto organización política, preservando su autonomía respecto al Estado y su independencia respecto al partidismo y a la politiquería, como metas que logra alcanzar la población, en cada ámbito o sector donde se desenvuelve. 11. Este modelo de participación plantea el control social de la gestión pública: es decir, propone ejercer el poder sobre lo público, sobre el manejo y administración de lo público, en manos del Estado, quien lo administra a través del gobierno, cualquiera sea su forma; para objetivizar tal control de lo público utiliza diversos mecanismos, como por ejemplo: la contraloría social, la rendición de cuentas obligatorias y periódicas a la que deben estar obligados los funcionarios públicos, electos o no; la revocatoria del mandato, de quien habiendo sido electo no cumple, o no es competente, en el ejercicio de las funciones para las que fue designado; el referéndum, en sus diversas modalidades; la asamblea de ciudadanos, cuyas decisiones sean de carácter vinculante para todo funcionario público en el ámbito de la competencia específica, entre otros. Planteada de esta manera la participación ciudadana se opone de manera categórica a la concepción conservadora, individualista y mercantil, que propone el enfoque neoliberal, y constituye lo que denominamos ciudadanía plena. 3. LOS REQUISITOS DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN SALUD Para el ejercicio de la participación ciudadana en el campo de la salud, concebida en los términos expuestos anteriormente, se debe cumplir con algunos requisitos. Tales requisitos no están dados, ni los otorga gobernante alguno por vía de gracia; son conquistas del movimiento popular en su lucha por construir ciudadanía. El caso venezolano es un buen ejemplo de cómo en los años 80 y 90 se desarrolla el enfoque reformista y neoliberal (Carquez & Uzcátegui, 1995), para luego, a partir de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en el año 1999, se da inicio, con un marco legal, político y social al intento de impulsar el enfoque social. Se considera que si no se cumple con los requisitos presentados a continuación correríamos el riesgo de hacer de la participación ciudadana, aún en manos de gobiernos que se denominan progresistas, un discurso retórico y con frecuencia manipulador. El primer requisito es el marco jurídico de la participación. A pesar de no ser garantía de participación ciudadana por sí solo, sin duda, conforma un soporte legal, un marco de referencia que puede favorecerla. Insistimos en que esta no debe concebirse como una concesión o dádiva “desde arriba”, sino debe ser producto de la lucha del movimiento popular y en consecuencia una conquista que se consagra en un instrumento legal, y en cuyo contenido se deben incluir asuntos como la creación de los espacios y de los organismos en los cuales haya una representación mayoritaria o exclusiva, a todos los niveles y en todos lo momentos de la política pública de salud, de la participación popular. Lograr la inclusión, en la Constitución y en una ley, de la salud como derecho social y como bien público, de la universalidad con equidad, de la seguridad social para todos los habitantes del país, y del derecho a la participación, sin duda son logros importantes; pero además es una necesidad la 23 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate aprobación de normas, decretos, resoluciones, a nivel nacional, regional, o municipal, que establezcan los mecanismos, procedimientos, instancias en las cuales se plasmen los avances y los logros del movimiento popular en el campo de la salud. Se debe exigir la discusión pública de tal normativa legal, reclamar la participación de la comunidad en los debates, la recolección de firmas para proponer instrumentos jurídicos que favorezcan las aspiraciones del movimiento popular, entre otros mecanismos de participación y movilización. De no ser así el marco jurídico puede convertirse en una camisa de fuerza para el movimiento popular. Con frecuencia la legislación es un espejismo, pues establece normas que en su letra favorecen a la población pero su interpretación está sujeta a las leyes del mercado: están a favor o en contra de quien pueda pagar la interpretación que convenga. Si una legislación no sirve para hacer avanzar el proceso de cambio, lo que hay que cambiar es la ley. El marco jurídico debe convertirse en instrumento de legalidad del poder popular en construcción. En segundo lugar, deben crearse espacios y mecanismos que garanticen el ejercicio de la participación en las instituciones. Tales espacios deben abarcar todos los niveles de la estructura gubernamental, es decir, desde lo comunal, municipal, departamental, estadal o provincial, hasta lo nacional. Tal participación debe darse en todos los momentos del proceso de formación y formulación de las políticas públicas: en el diseño, planificación, ejecución, supervisión, evaluación, control, y en el seguimiento para garantizar su realización. Todo ello debe tener un sustento legal, garantizando una representación mayoritaria de representantes comunitarios. Tales representantes deben estar sujetos a los mecanismos de la democracia participativa o radical tales como la rendición de cuentas y la revocatoria del mandato. Asimismo, las decisiones de los organismos que se crean deben tener carácter vinculante, esto es, que sean de cumplimiento obligatorio para todo funcionario público de cualquier nivel, en el ámbito de competencia del asunto que corresponda. Se trata de construir una democracia popular, participativa y protagónica, desde el nivel local, controlada por el pueblo. Hagamos nuestra la consigna zapatista: “Aquí manda el pueblo y el gobierno obedece”. En tercer lugar, se debe apoyar, facilitar y financiar los recursos humanos y materiales que se requieran para un programa masivo de formación-capacitación de la comunidad y de sus líderes, cuidando que el movimiento popular mantenga la autonomía y control sobre tal proceso formativo. Con frecuencia los técnicos y expertos de la burocracia gubernamental y de los centros académicos pretenden imponer contenidos, metodologías y procesos que se corresponden con sus saberes y prácticas, casi nunca coincidentes con las necesidades del movimiento popular. El financiamiento de la capacitación se condiciona con frecuencia a que la gente aprenda lo que la burocracia quiere enseñar, con sus estilos, y sus concepciones. En todo caso la capacitación tiene que ser un proceso de negociación, de concertación, en el cual se produce un encuentro de saberes, en el cual los diseños de los cursos, su contenido, las metodologías, deben ser elaborados conjuntamente. En el mejor de los casos los expertos no debieran ser más que facilitadores de procesos de aprendizaje, acompañantes de experiencias de las cuales también ellos van a aprender. Es cierto que sin educación no hay participación, pero asimismo es cierto que la educación descontextualizada, libresca, repetitiva y tradicional, conduce a generar mayor dependencia y reforzar la dominación. Necesitamos una educación liberadora, una educación para la vida, aprender haciendo (educ-acción), una investigación para la acción (investig-acción), basadas en los nuevos paradigmas 24 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate educativos que rompen con la concepción “bancaria” (Freire, 1999) castradora, que hemos tenido hasta ahora en nuestros países. En cuarto lugar, se requiere contar con la voluntad política real de quienes conducen y gerencian los procesos de cambio desde las instancias gubernamentales, a todos los niveles. Insistimos en que la voluntad política sea real pues ha sido característico de innumerables líderes y gobernantes hacer de la participación un discurso demagógico, lo cual es extremadamente fácil. Lo difícil es atreverse a darle poder al pueblo, a ceder en los privilegios que concede el poder, a salir de las oficinas y colocarse al mismo nivel de la gente común, para hombro a hombro echar a andar el proceso de cambio. Estas son, lamentablemente, las excepciones. En verdad, ha sido una norma histórica que los gobernantes no otorguen ni concedan poder ni derechos al pueblo. Los derechos y el poder se conquistan; los conquista el pueblo organizado. Allí está la historia universal para demostrarlo. Lo que también es cierto es que la historia, hasta ahora y en la mayoría de los casos, ha sido escrita por quienes narran los hechos desde la perspectiva de la dominación. Ya se encargará el pueblo, en su momento, de reescribirla. El último requisito, no por ello el menos importante, por el contrario es en buena medida la pre-condición de los demás, es el de alcanzar la autonomía del movimiento popular, autonomía respecto al Estado, e independencia respecto a la perversión de la política, de la politiquería y el partidismo; partidos devenidos en utilización personal, privada y lucrativa del ejercicio de la política. De allí se desprenden tareas de gran envergadura para el movimiento popular: resignificar la política, rescatándola para su ejercicio colectivo; rescatar lo público, privatizado por un Estado apropiado privadamente por negociantes y mercaderes; desburocratizar el Estado, construyendo una nueva ética del funcionario público y ejerciendo el control social y comunitario de la gestión pública en el sector salud. Estos son algunos elementos claves a considerarse en el proceso de transformación de un nuevo Estado no solamente comprometido con garantizar una ciudadanía plena, entendida como disfrute universal de todos los derechos, como comunidad de hombres y mujeres libres y solidarios, sino para transformar los espacios y mecanismos de participación en instancias permanentes de construcción de un verdadero poder popular. REFLEXIÓN FINAL Después de la revolución francesa se evidencia el gran fraude histórico de reducir la democracia a un formalismo despojado de todo contenido. Así, se expresa en los hechos como libertad para la explotación y la dominación, igualdad entre el esclavo y el amo, y fraternidad entre los propietarios de los medios de producción. La verdadera democracia, en verdad, es el poder popular. El poder popular supone entonces la democracia del pueblo (democracia real). Es esta la única vía que conduce al socialismo necesario y posible, el socialismo revolucionario. No es capitalismo de Estado, ni socialismo burocrático, ni socialismo de Estado. Es el ecosocialismo, el socialismo de la democracia radical (Heller, 1992). Ello supone la conquista y el ejercicio de lo que hemos denominado, en el presente ensayo, la “ciudadanía plena”. 25 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Sin embargo, dos concepciones de lo que es el poder popular se oponen. En una, el poder popular es concebido, y en consecuencia, construido, o mejor dicho, decretado, desde arriba, desde el Estado o desde el Partido, desde la vanguardia iluminada. La otra concibe el poder popular como un proceso histórico-político que nace desde abajo, con la gente, es el poder de las masas, de la muchedumbre, de la insurgencia movilizada, que se conforma en fuerza organizada desde las entrañas del pueblo, y representa al Poder Constituyente que somete al Poder Constituido, el Estado. La primera concepción, el poder popular construido desde arriba, ya demostró en el siglo pasado su inviabilidad, o mejor dicho devino en populismo, o en nuevas formas de explotación y/o de dominación. Por el contrario, el poder popular nacido desde abajo que está por construirse, está en pleno desarrollo hoy en América Latina, como un nuevo intento de construir una nueva historia. Allí se debaten otro mundo posible y el socialismo del siglo XXI. Referencias Almeida, N. & Silva J. (1999). La crisis de la Salud Pública y el movimiento de la Salud colectiva en Latinoamérica. Cuadernos Médico-Sociales. 75, 2128. Banco Interamericano de Desarrollo. (s.f.). Libro de consulta sobre participación. Extraído el 19 de junio de 2009 de: http://www.ladb.org/exr/espanol/ politicas/participa. Bresser, L. & Cunill, N. (1999). Lo público no estatal en la reforma del Estado. Buenos Aires: Paidós. Carquez, F. & Uzcátegui, J. (1995). La Crisis Sanitario-asistencial Venezolana. 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La Participación y la Construcción de Ciudadanía. Valparaíso: Universidad ARCIS. Extraído el 12 de junio de 2009 de: http//:168.96.200.17/ ar/ libros/chile/arcis Uzcátegui, J. (2001). Consalud. Participación Comunitaria. Valencia: Fotolito Paredes. Valla, V. (1999). Participación social, direitos humanos e saúde. [V Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales y Medicina]. Porlamar: mimeo. 27 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate De Alma Ata a Barrio Adentro. Una aproximación al sentido histórico de las metamorfosis del discurso de la participación en salud en Venezuela Por Pedro Enrique Villasana López 29 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate De Alma Ata a Barrio Adentro. Una aproximación al sentido histórico de las metamorfosis del discurso de la participación en salud en Venezuela Por Pedro Enrique Villasana López1 INTRODUCCIÓN El presente trabajo pretende colaborar en la comprensión del fenómeno de la participación en salud en Venezuela. Se intenta una aproximación histórico - crítica, con el propósito de revelar tendencias que pudiesen caracterizar al fenómeno, en el curso del período 1978-2009 de nuestra historia como nación, en términos del sentido histórico que el mismo puede haber cobrado en su devenir. Consideramos este período pertinente a estos efectos, por la importancia que diversos actores, institucionales o no, han asignado durante el mismo a la participación, como elemento fundamental en la definición y construcción de la atención a la salud. Este “corte arbitrario” en el tiempo, lo hacemos en conocimiento de que no significa límites o exclusiones para el fenómeno, por cierto con incuestionables raíces y fundamentos en otros períodos de la historia de nuestros pueblos. Nuestra principal justificación para este corte, la representa el carácter comprehensivo y homogenizador que la Estrategia de Atención Primaria en Salud, que planteó a la participación comunitaria como su eje central, tuvo en su momento, y aún tiene, en la orientación de las políticas de salud de gran número de naciones, y de manera particular en América Latina y Venezuela. Para lograr lo anterior, intentaremos “tejer” o reconstruir el discurso histórico, teniendo como hilo conductor de lo que llamamos metamorfosis, y que a nuestros efectos identificamos con los procesos de Reforma, Contrarreforma y Recontrareforma, que parecen haber definido los rumbos que ha transitado, y hoy transita, nuestro sistema de salud; así como las complejas relaciones que se han ido constituyendo y articulando con la Sociedad y los contextos nacional e internacional, teniendo como elemento central al discurso de la participación en salud. La reconstrucción del piso histórico será intentada mediante una mirada que se fijará particularmente en ciertos “hitos” o puntos de inflexión que han marcado y definido el discurso político concerniente a la participación comunitaria en la gestión de salud en Venezuela. Cada uno de estos hitos y algunas de las condiciones de posibilidad históricas que los han hecho posibles serán tomados para los efectos de este estudio como constituyentes de una unidad en la cual reposa y se manifiesta el presente. Son estas condiciones de posibilidad históricas las que queremos “destapar” en relación a lo que llamaremos, 1) el discurso político y legislativo, 2) las manifestaciones institucionales, y 3) la aparición y desarrollo de algunas manifestaciones de la participación comunitaria en la gestión de salud especialmente relevantes para los períodos considerados. Con estos tres elementos, intentaremos revelar algunas regularidades y tendencias históricas que nos permitan colaborar en la comprensión del sentido de la participación en salud en Venezuela. Esta estructura podría ayudarnos a mostrar los “modos de gestión de salud” presentes en los diferentes períodos, y servir de base para una primera interpretación del fenómeno. 1 Docente – Investigador. Departamento de Salud Pública. Escuela de Medicina “Witremundo Torrealba”. Universidad de Ca rabobo. Venezuela. 31 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate De acuerdo a lo anterior fijaremos nuestra “mirada” en algunos momentos y períodos más o menos definidos de nuestro devenir histórico, los cuales a la luz de los tres criterios anteriormente señalados muestran particular relevancia, pues parecieran representar puntos de discontinuidad o inflexión, y constituirse en tendencias gobernadas por una lógica determinada. Estos años serán 1978, 1983, 1989, 1992, 1999, 2002, 2009, y los períodos 1978–1998 que identificamos con La Reforma, y 1999-2009 en el cual conviven Contrarreforma y Recontrareforma. 1. LOS AÑOS OCHENTA: APS Y EL CONSENSO DE WASHINGTON, EJES DE LA REFORMA EN SALUD. LA HISTORIA DE UN TRAJE A LA MEDIDA 1.1 La Estrategia de Atención Primaria en Salud y el Consenso de Washington. Un nuevo escenario para la participación en salud La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud reunida en AlmaAta, URSS en 1978 expresaba: “La grave desigualdad existente en el estado de salud de la población, especialmente entre los países en desarrollo y los desarrollados, así como dentro de cada país, es política, social y económicamente inaceptable y, por tanto motivo de preocupación común para todos los países” (Organización Mundial de la Salud [OMS], 1978). Venezuela contrariamente a lo que pudiera pensarse, dadas sus condiciones económicas, no escapaba a la caracterización de Alma-Ata (Alarid, 1990). El reparto social de los beneficios en el marco de “la Gran Venezuela”, sobre todo en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, tuvo la “virtud” de profundizar las desigualdades sociales existentes en el país. Esto ocurre en el marco del Consenso de Washington (1980), y en consonancia con las recomendaciones del grupo Trilateral (1978), según las cuales los organismos multilaterales promovieron en la mayoría de los países latinoamericanos procesos de reforma de los Estados y economías (Castellanos, 2004). Para el cumplimiento de la meta Salud Para Todos en el año 2000, establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como instrumento clave la Estrategia de Atención Primaria de Salud (APS). APS es definida como: “la asistencia sanitaria esencial”, en términos tales que lo “esencial” pudiera ser interpretado a discreción de quien deba aplicar la estrategia en la práctica. La estrategia muestra sus lineamientos operativos al indicar que la atención debe ser “...puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad, mediante su plena participación” 1 . Estableciendo a la participación como el mecanismo a través del cual se espera que las comunidades tengan la atención a la salud a su alcance. Precisando además, que lo anterior debe ser logrado “...a un costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo”, especificando el carácter de sustentable y viable que debe tener la aplicación de la estrategia en cada país. Esto parece reafirmar la apreciación de que cada una de las nociones que son inherentes a APS son “relativas”, desde lo que se pudiera entender por asistencia sanitaria esencial, hasta las nociones de salud y atención a la salud, que de acuerdo a esta relatividad pudieran ser interpretadas en una amplia gama de significados (Testa, 1993), dependiendo del costo que la comunidad y el país puedan soportar. 32 1 En todas las citas los énfasis son míos. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate APS establece que la participación comunitaria en la gestión de los servicios debe darse “...con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación”. Se refuerza con esto que son las comunidades quienes con su esfuerzo, incluido el financiamiento, deben procurarse el Servicio. La declaración de Alma Ata es más explícita en lo relativo a la participación comunitaria. En su Artículo IV precisa: “El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud”. La participación es derecho y deber, lo que abriría espacio para su ejercicio en una u otra acepción de acuerdo a las circunstancias. En su Artículo V la misma declaración intenta definir el papel de los Gobiernos en la aplicación de la estrategia:”...los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos”, sin embargo recordemos que esto estará sujeto a que los costos sean soportables (OMS, 1990). Simultáneamente, en la IV Reunión de Ministros de Salud de Las Américas (1978) se acuerda que: “Las estrategias de Atención Primaria de Salud, y la participación de la Comunidad son fundamentales y decisivas para desarrollar y acelerar el proceso de extensión de la cobertura de los servicios de salud” (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 1990). Es de esta forma como la Estrategia de APS fundamentada en la participación comunitaria, deviene la orientación esencial de la legislación sanitaria. La nueva estrategia se manifiesta ahora sin ambages como una especie de “fórmula” para lograr una “Salud para Todos en el año 2000” (Villasana, 1998). “Coincidencialmente” esto ocurre en el marco de las recomendaciones emanadas de la reunión del Grupo Trilateral en 1978, que serán delineadas con mayor claridad por el Consenso de Washington en 1980. Se promueven a partir de ello procesos de Reforma en la mayoría de los países latinoamericanos para generar crecimiento económico y reducir la pobreza, pero fundamentalmente para favorecer ahorros que les permitiesen pagar su enorme deuda externa. La liberalización de los mercados y del sector financiero, la minimización del Estado a través de la privatización de empresas públicas, y la apertura del sector servicios a la racionalidad del mercado, incluyendo salud, es el contexto en que “aparecen” APS y la participación comunitaria como una especie de “traje a la medida” que va a “facilitar” la aplicación de las orientaciones del Consenso de Washington en el sector de la salud. Por una parte, la incuestionable sintonía entre la minimización del Estado, la focalización, y la reducción del gasto social propuestos por el Consenso de Washington, y por otra parte el discurso de la participación comunitaria de APS y su relativización del derecho a la salud parecen coincidir algo más que cronológicamente (Villasana, 1998; Castellanos, 2004). Paradójicamente, la participación comunitaria se va constituyendo en este período en un mecanismo facilitador de la transición hacia un Estado Mínimo fundado en los planteamientos del Neoliberalismo. Los ciudadanos ejercen el derecho y deber de participar, contribuyendo en el proceso con la liquidación del derecho a la salud (Villasana, 1998). Así llegamos a la década de los ochenta, denominada por muchos “la década perdida de América Latina” por la severa recesión que las economías de nuestros países experimentaron. Venezuela no fue la excepción y, a pesar del ingreso petrolero, 33 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate se inicia una situación caracterizada por una economía en la cual la renta petrolera parece ya no ser suficiente para responder a las necesidades de la población, entre otras la salud (Cova, 1996; González, 1996; Torres Goitía, 1990; Belmartino, 1991). 1.2 De los ochenta a los noventa. La Reforma neoliberal del Estado como nuevo hilo conductor. Participación – Descentralización – Privatización El rentismo ha entrado en crisis al inicio del gobierno de Luís Herrera Campins (1978-1983). La fuga de capitales y la fuerte demanda de dólares han en efecto generado una grave presión sobre las reservas internacionales que no le deja al gobierno nacional otra alternativa (Cova, 1996). En febrero de 1983 el país vive lo que será recordado como “el viernes negro”, la moneda nacional es devaluada. El período que se inicia en 1983 hasta finales de los noventa nos presenta acontecimientos que muestran cierta regularidad, a pesar de modificaciones cualitativas importantes en la política económica y social del Estado. La Reforma del Estado es el hilo conductor del marco en el cual, aspectos como la descentralización política y administrativa, la participación comunitaria en la gestión de los servicios públicos de atención a la salud, el papel de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), la privatización, y la política social y económica del Estado, se manifiestan como una totalidad. En diciembre de 1984, el Presidente Jaime Lusinchi crea la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), considerando “que la sociedad venezolana exige la adopción de medidas que aseguren el establecimiento de un Estado moderno, esencialmente democrático y eficiente, en el cual los postulados de la Constitución adquieran plena vigencia y la participación ciudadana constituya un elemento efectivo en la toma de decisiones de los Poderes Públicos”. (Comisión Presidencial para la Reforma del Estado [COPRE], 1989, Vol. 4). Durante el discurso de instalación de la COPRE el Presidente Lusinchi señala: “... se hace no sólo deseable, sino imperativo, diseñar una nueva manera de existir en sociedad, un nuevo Estado y una nueva relación entre el Estado y la sociedad civil” (Presidencia de la República de Venezuela, 1990). La COPRE comienza por analizar los elementos que entorpecen el funcionamiento democrático y eficiente del Estado, y encuentra que “la centralización creciente de las actividades administrativas, económicas y políticas es uno de los escollos más importantes” (COPRE, 1989, Vol. 4). Sigue la COPRE en su informe: “Ante esta situación, en mayo de 1987, la COPRE aprobó el documento Lineamientos Generales para una Política de Descentralización Territorial en Venezuela, (...). En tal sentido señala que, es necesario introducir en el sistema político las modificaciones que permitan el desarrollo de la sociedad civil (...) pues a una sociedad subdesarrollada en el aspecto sociopolítico corresponde una administración ineficaz y corrupta y un sistema endeble y, en todo caso inestable” (COPRE, 1989, Vol. 4). Es importante destacar la insistencia con la cual el término “sociedad civil” es introducido en el discurso oficial. En lo relativo a los presupuestos destinados al sector salud, la COPRE destaca que “...el devenir del gasto per capita en salud en Venezuela (a precios de 1968) en 34 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 1968 fue de Bs. 264.73, y para 1985 fue de Bs. 187.27 siendo la disminución de poco menos del 30%” (Presidencia de la República de Venezuela, 1990). Esto evidencia como los cambios ocurridos en la situación económica han sido acompañados por restricciones en los gastos sociales del Estado, entre otros la salud. “Así mismo disminuye la proporción del presupuesto nacional asignada al MSAS, la misma fue de 8,3% en 1971, y para 1986 se encontraba en 5,2%, la más baja de toda su historia hasta ese momento” (COPRE, 1989, Vol. 8). Estos datos son corroborados por el informe de la CONASSEPS, en el cual se muestra como la tendencia se sigue acentuando hasta 1994, cuando el porcentaje se ubicaría en 5,7%, luego de mantenerse entre 7,7% y 7,8% desde 1989 hasta 1993 (CONASSEPS, 1994). La aplicación de la “receta” del Consenso de Washington se ejecuta con disciplina. El proceso de reforma de nuestra Legislación Sanitaria en concordancia con los planeamientos de la COPRE, establece la participación comunitaria en la gestión de los servicios como el eje alrededor del cual van a estructurarse las políticas de salud. Se configura un nuevo Marco Legal. Luego de haber permanecido sin ser discutida durante varios años en el Congreso de la República, es promulgada la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud (LOSNS). Esta Ley, promulgada el 23 de junio de 1987(Jiménez, 1990), establece en el artículo Nº 8: “El Sistema Nacional de Salud se estructurará y funcionará sobre la base de la participación de la población organizada a todos sus niveles, tanto en la planificación, como en la ejecución y evaluación de sus actividades). Asimismo, la LOSNS invoca la “cooperación participativa de las comunidades organizadas” y establece que el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) se encargará de realizar programas destinados a promover en el individuo, la familia y la comunidad, todo aquello que propenda “por su propio esfuerzo” a elevar su nivel económico y social (Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud, 1987). La participación de carácter esencialmente instrumental que se evidencia en este período, adelanta en su concepción la liquidación del Estado y de lo Público mediante el traspaso de las funciones a los individuos y sus organizaciones, y la difuminación de la figura de los derechos sociales (entre ellos la salud), y de la obligación del Estado de responder a tales derechos. Se fortalece progresivamente el individualismo como valor fundamental, y la sociedad civil (no bien definida) como su máxima expresión. La nueva regla parece ser: sálvese el que pueda. Los ochenta fueron decisivos en el derrumbe del modelo rentista que había permitido financiar el acceso universal de la población a servicios como salud y educación. Al asumir Carlos Andrés Pérez su segunda presidencia en 1989, la situación económica se encuentra en franco deterioro; a pesar de las reformas, la deuda externa sigue creciendo exponencialmente. 1.3 1988. Segundo gobierno de Pérez. El gran viraje El gobierno de Pérez propone un cambio profundo en la orientación de las políticas económicas: “el gran viraje”. Esto pone a Venezuela explícitamente en sintonía con el neoliberalismo que había surgido para dar respuestas a la crisis en el plano económico (Cova, 1996), y se esta haciendo rápidamente prevalente a nivel mundial como orientación fundamental e ineludible de las políticas económicas de los gobiernos (Molina, 1994; Carquéz, 1990; Sáenz, 1991). 35 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Pérez recibe una economía colapsada, y la posibilidad de recibir apoyo externo está condicionada por los organismos financieros internacionales. Venezuela, que debe adecuarse a las exigencias, sobreviene el ajuste. Este recibe la denominación de Programa de Estabilización Macroeconómica, mejor conocido como el paquete de medidas, entre cuyos componentes básicos se cuentan la disminución y focalización del gasto social, así que la liberalización de las actividades económicas (Cova, 1996). A partir de 1989, las orientaciones de la política social se abocan a servir de contrapeso al deterioro de la calidad de vida de la población. Las directrices de los Programas Compensatorios del Estado están basadas en tres criterios: focalización, equidad y eficiencia (Pulido, 1992; Cova, 1996). Con una atención del Estado es focalizada y restringida, los servicios que se corresponden con el ejercicio de derechos sociales como la salud dejan de tener un carácter universal. El Programa provoca rechazo por parte de amplios sectores de la población. Durante los días 27 y 28 de febrero de 1989 se producen estallidos sociales en las principales ciudades del país durante el llamado Caracazo dirigidos contra el desmejoramiento de la calidad de vida (COPRE, 1989, Vol. 4). A pesar de ello, el gobierno de Pérez sigue adelante con lo propuesto. Si en el período 1990-1992 se producen algunos cambios positivos en los indicadores macroeconómicos, esos son acompañados por una serie de efectos negativos en las condiciones de vida de la población. El ajuste económico y la reestructuración de la Deuda Externa prosiguen su accidentado pero sostenido avance. Como precisa la OMS en uno de sus informes sobre la situación en las Américas: “Los problemas de orden estructural y coyuntural de naturaleza económica tienen efecto directo sobre la prestación de servicios de salud, especialmente en lo que se refiere a la calidad de la atención y algunos indicadores específicos...” (OPS, 1994). 1.4 Situación del sector salud durante el período El panorama en el sector salud durante este periodo nos muestra que “La cobertura del sector público ha bajado en los últimos años. Para mediados de los 80 era de aproximadamente un 90%. Según la encuesta social de 1991, frente a la pregunta sobre el tipo de servicio utilizado para mayores de 10 años con enfermedades o lesiones agudas y que solicitó atención, el 34% contestó que había sido en una clínica privada, el 54,4% ambulatorio u hospital público y los demás otro tipo de servicio como médico del trabajo o la farmacia. Del total de personas mayores de 10 años que sufrieron lesiones o enfermedades agudas, el 33,6% no había solicitado atención de ningún tipo, y de ellos el 17,7% declaró no haberlo hecho por falta de recursos...” (OPS, 1994). La inversión del MSAS en los gastos del sector público en salud baja del 47% en 1983 al 41% en 1990. El número de camas hospitalarias pasa de 2,74 por mil habitantes en 1985 a 2,61 por mil en 1992 (OMS, 1992). Los años 1985-1992 son marcados por el retorno a enfermedades que no se presentaban antes (cólera), brotes de dolencias ausentes por muchos años (dengue), y el repunte de algunas que se consideraban prácticamente erradicadas (malaria). El paludismo (malaria), 36 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate registraba así 12.242 casos nuevos en 1984, 13.311 en 1985, cerca de 20.000 en 1988, y más de 24.000 en 1990. La División de Salud Oral del MSAS refiere una prevalencia de caries dental en la población escolar del 68%, y en los grupos de mayores de 15 años de un 90% durante los años 84 y 85 (COPRE, 1989, vol. 4). Igualmente “El porcentaje de niños con bajo peso al nacer aumentó del 12% en 1988 al 16% en 1990”. Venezuela parece entonces encontrarse en una situación que los sanitaristas llamarían de “retroceso epidemiológico (OPS, 1994). A pesar de que las medidas económicas no contemplan expresamente una disminución del gasto público en salud, datos empíricos de organismos oficiales nos muestran un deterioro profundo y sostenido del ejercicio del derecho a la salud por parte de la población. Por sólo citar un caso, el Informe del Banco Mundial sobre la situación de salud de las Américas para 1992 reseña que: “...El gasto en los programas de lucha contra las endemias bajó de US$ 70,1 millones en 1985 a US$ 68,3 millones en 1991; cuando el número de casos de malaria pasó de 8.400 en 1983, a 46.910 en 1990” (World Bank, 1992). La liberalización de la economía, con su correlato de liberación de precios y salarios a las exigencias y reglas del mercado, ha colocado a la salud y a los derechos sociales en su conjunto, en posición de también estar sometidos a las mismas reglas (Villasana, 1998). El gobierno nacional parece sin embargo intentar dar respuesta a esta situación de salud. 1.5 Respuesta al deterioro de la situación de salud. Participación de la “sociedad civil” y retirada del Estado. Llegamos a los noventa Desde el Estado se acentúa en los noventa el énfasis en los procesos de descentralización de los servicios, y en estimular por todos los medios la participación comunitaria en la gestión, la cual es incorporada como un componente fundamental del programa económico (Molina, 1994). Durante los años 1987-1991, en el marco de la Reforma del Estado, se promulgan así Leyes y Reglamentos cuyo interés en la participación comunitaria contrasta con toda la historia legislativa de la Venezuela del siglo XX. La participación es presentada como una fórmula. Sin embargo, la legislación que la está consagrando genera profundas contradicciones con la vigente hasta la fecha (Villasana, 1998). La noción de “participación comunitaria en la gestión de los servicios”, se posesiona en efecto con intensidad del discurso oficial. En el campo de la atención a la salud, un Estado que desde su nacimiento (1936) y tal como lo consagraba la Constitución de 1947 había tomado la responsabilidad de cuidar la salud de su población, comienza paulatina y sostenidamente a reorientar su papel. Frases como: “Ahora la comunidad es la Protagonista”, “Salud Para Todos Participando Todos”, aparecen con mayor frecuencia en el discurso oficial del Estado venezolano en este período (Villasana, 2005). Las nuevas Leyes y Reglamentos asignan así un papel protagónico a la población. En los hechos y en el marco de la descentralización abren espacios a la participación como mecanismo de compensación a la acción de un Estado en retroceso, al tiempo que los servicios públicos de atención a la salud se deterioran progresivamente de acuerdo a los datos presentados anteriormente. Entre otras Leyes, la Ley Orgánica 37 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate de Régimen Municipal; la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público; y la Ley de Elección y Remoción de Gobernadores de Estado, promulgadas en este período, facilitan la participación de las comunidades y otros actores sociales caracterizados como la “sociedad civil”, en la gestión de los servicios como alternativa al Estado. En esta misma dirección, y con carácter emblemático, el gobierno de Pérez presenta el VIII Plan de la Nación (1990) que plantea: “...es imperativo mejorar la gerencia de los servicios públicos básicos e incorporar a la sociedad civil a la instrumentación de la política social”. En relación a la Reforma del Sistema de Salud, el Plan propone: “...se fortalecerá la atención primaria... donde juegue un papel importante el individuo, la familia, la comunidad (...) En este esfuerzo, la sociedad civil organizada debe sustituir el actual anonimato del ciudadano frente a los servicios de salud, por una cultura participativa...” (CORDIPLAN, 1990). La consigna del Gobierno parece ser la de dejar en manos de los ciudadanos la responsabilidad sobre su situación económica y social (sujetos a las leyes del libre mercado), y dedicar ayuda y recursos sólo a aquellos sectores que por sus condiciones no fueran capaces de insertarse en el mercado. Esta política surge oficialmente en Venezuela en marzo de 1989 con la creación de la Comisión Presidencial para el Enfrentamiento de la Pobreza (1989). Es así como ciertos actores sociales, que hasta el momento no habían gozado del espacio político para su ejercicio institucional, entre ellos las ONG, emergen como protagonistas en la ejecución de la política social del Estado. El Gobierno parece ver en ellas un elemento de vital importancia para articular al Estado con la sociedad civil, o tomar su lugar. 2. LOS AÑOS NOVENTA. LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES (ONG) Y LA “SOCIEDAD CIVIL”. SU PAPEL A PARTIR DE 1989. EL SECUESTRO DE LA PARTICIPACIÓN 2.1 Las ONG protagonistas en escena Esta iniciativa se inscribe en un proyecto auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), denominado “Organizaciones de participación comunitaria y su contribución a la lucha contra la pobreza”. Según el mismo, las ONG pasarán a desempeñar un papel cada vez más importante en las políticas del Estado. En esta dirección y de acuerdo al interés del BID: “el elemento de la participación, como componente esencial sumado al carácter no gubernamental ni lucrativo de las ONG, acentuándose el interés en su rol como proveedoras de servicios sociales, su cooperación con el sector público en la instrumentación de programas, y su relación con las comunidades, así como sus estrategias de financiamiento y sobrevivencia, las hacen compatibles con los proyectos del BID” (Molina, 1994). Adoptando la misma perspectiva, el gobierno solicita en el primer semestre de 1990 la contribución de un grupo de ONG para poner en funcionamiento varios programas sociales. Esta relación Estado-ONG-Comunidades, va a consolidarse hasta llegar a la creación en 1992 de la figura del Comisionado Presidencial para las Relaciones del Gobierno con las ONG. 38 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Se profundiza así el papel de intermediación social de las ONG, pasando a suplantar a las comunidades en un perverso juego de palabras y hechos en el cual las organizaciones privadas van asumiendo la función pública y se apropian el papel de la población. Se dibuja así un modelo de empoderamiento sui-generis, en el cual intereses privados van permeando y borrando el espacio público. Las comunidades, como concepto, van difuminándose, mientras los ciudadanos tratan de sobrevivir como individuos compitiendo por los servicios. El sueño neoliberal y la ansiada transición parecen estar en vías de consolidación. Casos aislados de cooperación Estado-ONG pueden rastrearse desde 1958 con Fe y Alegría y la Asociación Venezolana para la Atención de los Niños Excepcionales, entre otros ejemplos. Sin embargo los más notables se desarrollan en el lapso 19891992, con los programas de atención al niño y a la madre embarazada, otros de educación formal o de fomento de microempresas, por citar algunos casos (Molina, 1994). Además se constata la aparición de numerosas “fundaciones sin fines de lucro” particularmente en el sector salud: en el Estado Aragua, el Hospital Los Samanes, la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central de Maracay y la Clínica de Prevención del Cáncer son transferidos en este periodo a la administración de fundaciones (Villasana, 1992). Esto no es un hecho aislado, sino que se repite con regularidad parecida en varias regiones del país. 2.2 1992. Alarmas de crisis Entretanto y a pesar de los esfuerzos del Gobierno, el Programa Económico es rechazado. Lo demuestra el apoyo que amplios sectores de la población (no solamente de los sectores más depauperados) dan a los intentos de golpe de Estado del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Los partidos políticos parecen haber perdido, y con ellos el Sistema Político, la credibilidad de la Sociedad. El intento fallido de Golpe de Estado liderado por el Comandante Hugo Chávez Frías el 4 de febrero de 1992 capta así simpatías, aunque no apoyo efectivo, de buena parte de la población. Cumple el papel de advertencia al Sistema Político, con la célebre frase dicha por el Comandante Chávez: “por ahora” (Cova, 1996; Mercado, 1995). La inestabilidad política ha llegado a niveles insostenibles. En 1993, el Presidente Pérez es removido de su cargo bajo acusaciones de corrupción. En lo que resulta una salida elegante e incruenta, el Congreso de la República designa como Presidente encargado al Dr. Ramón J. Velázquez, que va a constituir el centro de un esfuerzo nacional de reconstitución del sistema político. 2.3 De Pérez a Caldera. Vamos a cambiar todo… para que todo siga igual El año 1993 se presenta como un espacio para el reacomodo de las fuerzas políticas. Una Comisión ad hoc compuesta por “el Grupo de los Notables”, un conjunto de personalidades de la vida nacional, se encarga de sostener una imagen de equilibrio a lo largo de ese año (Pérez, 1996). La precaria estabilidad política encubre entre otras cosas la situación de salud. Durante los años 1991 y 1992 las tasas de mortalidad en los menores de cinco años se mantienen estables (25,1 y 25,2 por mil nacidos vivos respectivamente). En 1993 esa tasa sube a 28,9. Por otra parte, según cifras de la Oficina Central de Información 39 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate (OCEI) “el Índice General de Precios al Consumidor se incrementó, entre diciembre de 1992 y enero de 1993, en un 3,3%, y el renglón que más aumentó fue la salud, el cual presentó un incremento de 5,8%...” (Maingon, 1995). En un escenario en el cual el 43% del presupuesto de la nación se consume en el servicio y pago de la deuda externa, el gasto público va deprimiéndose progresivamente (Pulido, 1997). Para el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos, PROVEA: “…a partir de 1989 y con el ajuste - incluida la Agenda Venezuela - se ha profundizado una discriminación estructural que consiste en la falta de medidas adecuadas para asegurar la cobertura de las necesidades de salud de los grupos más vulnerables, al tiempo que se profundizó el abandono del enfoque preventivo en favor de lo curativo” (PROVEA, 1997, febrero 07). Esto se refleja en el deterioro generalizado de los servicios de salud, el cual aparentemente está vinculado a la progresiva disminución de las asignaciones presupuestarias. Como precisa Provea en el mismo informe: “según la OCEI el gasto per cápita era en 1992 de 112 dólares por persona, para 1995 se situó en 50 dólares y para 1996 se estimaba en sólo 33 dólares. Los países que prestan una atención adecuada a la salud, destinan entre un 5 y un 10% de su Producto Interno Bruto (PIB) a tal fin, mientras que en Venezuela se destina actualmente alrededor del 2%...” PROVEA, 1997, febrero 07). PROVEA, por otra parte señala que “la crítica situación de la red hospitalaria se reflejó en el cierre total o parcial de 55 hospitales en todo el territorio nacional. Las cifras de Wyssenbahc (1997) confirman este deterioro: “la mortalidad infantil en Chacao es de 7,8 por cada mil nacidos vivos - como en los países más desarrollados - mientras que en el municipio Sucre es de 49,2 por mil...”. El 27 de diciembre de 1996 es decretada por la Federación Médica de Venezuela “la hora cero”. Ese día, el personal médico se niega a atender las emergencias y las terapias intensivas ende los hospitales públicos (FMV, 1997, enero 16). El Colegio de Médicos de Mérida publica entonces un Remitido titulado: “Decreto a muerte a la salud del pueblo”, en el cual expresa: “Vemos con honda preocupación la forma vil y cruel como el ejecutivo nacional ha decretado la muerte al pueblo en los hospitales. Presupuesto insuficiente, falta de insumos, política asfixiante y privatizadora son algunos de los componentes del decreto...” (Frontera de Mérida, 07 de enero de 1997). Acusaciones van y vienen. Ante ello el gobierno nacional y diferentes actores sociales van a plantear alternativas. 2.4 participación y Privatización como salidas en el marco de la Agenda Venezuela. “Nueva relación Estado – Sociedad”. El neoliberalismo avanza, el Derecho a la salud retrocede. Para enfrentar esta situación, el gobierno del Presidente Caldera se concreta en un nuevo programa económico: la denominada Agenda Venezuela. La Agenda Venezuela es presentada en los medios de comunicación del país como una alternativa para superar la crisis. Según algunos editorialistas, el nuevo programa económico tiene así como objetivo: “sentar las bases para generar el 40 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate crecimiento económico con el objetivo de disminuir significativamente la pobreza. La experiencia internacional es inequívoca. Los países que logran crecer son exitosos en la lucha contra la pobreza, este es el caso de los tigres asiáticos y de Chile. La gran pregunta es como crecer. La respuesta corta es: despolitizando la economía. La despolitización implica transparencia judicial, privatización, competitividad de los mercados laborales, bajos impuestos, reducido gasto público (...) y orientar el superávit al pago de la deuda externa (...) la respuesta, despolitizar” (El Universal de Caracas, 1996, diciembre 17). Como relatan otros artículos publicados en esta época, refiriéndose al sector farmacéutico: “El Ministerio de Fomento estudia un aumento automático en precios de las medicinas (...) Raúl Mejuto Presidente de la Cámara Venezolana del Medicamento señaló, (...) que al igual que otra industria, independientemente de su sensibilidad social, tienen derecho a poder planificar sus inversiones y sus estrategias a futuro...” (El Nacional de Caracas, 1996, diciembre 24 ). Refiriéndose al mismo sector, un estudio de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela arrojó los siguientes resultados: “... precios de las medicinas aumentaron 4.000% desde 1989 hasta mayo de 1996 en informe presentado a los ministros de Salud y Fomento (...). Los parlamentarios de la Comisión de Salud de Diputados señalaron que las cifras son alarmantes y demuestran claramente que hay especulación...” (El Nacional de Caracas, 1996, noviembre 07). El libre mercado parece tomar las riendas. La población está a su merced. Al mismo tiempo, podemos encontrar en las declaraciones y actuaciones de los representantes del gobierno nacional la aceleración de una tendencia en la que los términos participación y privatización se van complementando cada vez más. En sintonía con lo planteado en el IX Plan de la Nación como propuesta para la transición (Giordani, 1995), el Ministro de Hacienda Luis Raúl Matos Azocar declara: “Se profundizará la privatización (...). Cambios estructurales en el sector público deben ser realizados por la vía de la desregulación y la privatización, en aras de generar confianza para la inversión extranjera” (El Universal de Caracas, 1997, enero 28) La privatización en el área social funciona como una extensión de un proceso que tiene su origen en las áreas productivas (Torres, 1991). Las “recomendaciones” del Consenso de Washington siguen siendo el credo principal de la política económica nacional. Para el sector de la salud, es interesante recordar los planteamientos expresados durante el Taller Nacional organizado en el mes de enero del 1997 en la ciudad de Mérida. En efecto, este tiene la finalidad de proponer y analizar nuevos modelos de gestión para ese sector. Como relatan, el mismo, que “se realiza con la asistencia de 50 representantes de todo el país, y contando con la presencia del Ministro de Sanidad, analiza la posibilidad de reformar el sistema de salud en Venezuela” ...” (Frontera de Mérida, 1997, enero 23). En esa dirección, el Fiscal General de la República plantea: “Hay que darle un giro total al sistema de salud. Si el pueblo venezolano ya de facto tiene que contribuir de su bolsillo con sus costos médicos, a pesar de la gratuidad de la salud, habría que institucionalizar, de igual forma, el pago por los servicios, dentro de las posibilidades de cada quien ; el que da, tiene mayor derecho a exigir y a vigilar...” (El Universal de Caracas, 1997, enero 28). En la misma perspectiva, algunos medios de prensa relatan: “...Agenda Venezuela II busca la autogestión hospitalaria. El proyecto, que se encuentra en su etapa inicial en el hospital Vargas de la ciudad de Caracas, implica la participación activa de los médicos, buscando que estos dejen de verse como empleados del gobierno...” (Frontera de Mérida, 41 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 1997, enero 06). Se inicia en efecto un acelerado proceso de subcontratación y tercerización de la prestación de servicios apoyándose en múltiples asociaciones, ONG, fundaciones, o simplemente empresas privadas que entran en escena. La propuesta gubernamental logra un cierto nivel de aceptación dentro del gremio medico. A nivel de los prestadores directos del servicio encontramos así posiciones como esta: “Los Hospitales necesitan de una nueva gerencia. Fernando Gabaldón, jefe de la Unidad de cuidados Intensivos del Hospital Universitario de los Andes, informa que la misma funcionará con un nuevo modelo de gestión autofinanciada... este modelo analizará el comportamiento financiero del servicio, dará una idea exacta de los ingresos y permitirá calcular los egresos, y ser justo a la hora de solicitar la participación del paciente (...). Este modelo tiene como uno de sus objetivos fundamentales, el premio a la productividad, (...) aquel que ofrezca la mejor calidad y aumente la demanda, tendrá una mejor asignación presupuestaria (...), los jefes de servicio deben entender que se encuentran al frente de una empresa, que debe dar el máximo de rentabilidad, para el logro de la satisfacción del cliente, en este caso el paciente (...). La participación de la comunidad es muy importante (...) porque es a ellos a quienes se les debe dar la satisfacción en el servicio prestado” (Frontera de Mérida, 1997, febrero 18). La sintonía con los organismos internacionales es óptima. Respecto al Banco Mundial, Bernardo Klinsberg, ex-asesor de la ONU, BID, OIT, CLAD y otros organismos internacionales subraya: “la participación se encuentra en el centro del escenario histórico (...). Enfrentando los desafíos del siglo XXI el Banco ve la participación como el elemento esencial para impulsar el desarrollo y la democracia en el mundo” (El Universal de Caracas, 28 de enero de 1997). De igual manera, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, destaca la participación como una estrategia de cambio central en el desarrollo humano mundial: “el desarrollo debe estar centrado en la gente” (El Universal de Caracas, 1997, enero 28). El BID, va en el mismo sentido: “...el BID prestará 70 millones de dólares para el sector salud (...). El banco estudiará con el gobierno venezolano los pasos necesarios para desarrollar las decisiones, e ir adelantando la reforma del sistema de salud en Venezuela. El préstamo estaría condicionado a la aprobación de la reforma” (El Universal de Caracas, 1997, enero 30). Esto ocurre en un contexto donde las condiciones de vida de la población van deteriorándose progresivamente. De acuerdo al informe de la Comisión Latinoamericana y del Caribe (BID, PNUD, CEPAL): “de los 476 millones de habitantes, la mitad se encuentra bajo la línea de pobreza” (El Universal de Caracas, 1997, febrero 23). Las estimaciones de FUNDACREDESA para Venezuela son aun mas alarmantes: para el año 1993m un 80% de la población venezolana se encontraría ubicada en los estratos IV y V, considerándose estos como en situación de pobreza. De estos, el 40,43% se encontrarían en el estrato V, es decir en pobreza extrema. Las cifras de la OCEI, abundan en la misma dirección, estimando que para el año 1994, más del 70% de los hogares se encuentran en situación de pobreza, siendo el 41% indigentes (Cova, 1996). A pesar de lo anterior, a nivel internacional se tiene la percepción de que “la economía venezolana tuvo un buen año: según El Tiempo de Bogotá reseñado por (El Universal, 1997, diciembre 29), las reservas internacionales subieron de 9000 42 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate a más de 15000 millones de dólares, se logró la estabilidad cambiaria, disminuyó la inflación, se redujo la deuda externa de 35 mil a 25 mil millones de dólares (...) el Presidente Caldera encontró la fórmula...” El Universal de Caracas, 1996, diciembre 26). Sin embargo, a la misma época la Asamblea Extraordinaria de la Federación Médica Venezolana declara: “En el Distrito Federal no se puede garantizar el derecho a la salud. Según Fernando Bianco (presidente de la FMV) el presupuesto destinado a salud es del 2% del presupuesto nacional, y debería ser del 9% por lo menos” (El Universal de Caracas, 1996, diciembre 14). Las salidas parecen restringidas. La privatización es una práctica que se da en el sector salud con mayor regularidad, sin constituir a pesar de ello hasta ahora una política clara y expresa del gobierno nacional. El discurso dominante del sector público es el de la gerencia como solución, el requisito es que esta debe ser de carácter privado. Lo anterior viene acentuándose desde los inicios del gobierno del Dr. Caldera, cuando el Ministro de Sanidad Carlos Walter declara que: “los hospitales deberán, a corto plazo, buscar otras fuentes de financiamiento que alivien la carga del Estado y garanticen un mejoramiento en la prestación de los servicios.” El exministro de Sanidad, Dr. Pulido, señala en el mismo orden de ideas que “el Estado no puede soportar por sí sólo los costos de salud (...) la comunidad debe ejercer un papel activo, sin que por ello se confunda con una semiprivatización” (Maingon, 1995). Igualmente el Gobernador de Caracas, señala que los hospitales de la Gobernación, “tendrán plazo hasta el 31 de diciembre de 1994, para presentar un plan de autonomía plena” (El Globo de Caracas, 23 de junio de 1994). La salida a los problemas de financiamiento son los nuevos modelos de gestión. La fórmula del Dr. Caldera es asumida con disciplina por las instancias de gobierno. Otras voces sin embargo subrayan las contradicciones gubernamentales. Para el ex-ministro de CORDIPLAN, Miguel Rodríguez: “...algunas áreas de acción económica, como educación, salud e infraestructura, son responsabilidades fundamentales del Estado (...). Hay que evitar la orgía privatizadora” (El Nacional de Caracas, 26 de enero de 1997). Por su parte, José Vicente Rangel plantea: “...la respuesta a los problemas es la amenaza o la indiferencia (...), la gente piensa que hay que hacer algo. Mientras tanto no hay que perturbar el espíritu privatizador que se ha apoderado de nuestros dirigentes con pasión adolescente” (El Universal de Caracas, 28 de enero de 1997). Pero son a contracorrientes. Cuando el Gobierno abre espacios de debate en el sector salud, se trata por ejemplo de un Foro organizado por Seguros Nuevo Mundo, en el cual se plantea así entre otras recomendaciones que el Sistema de Fondos de Pensiones que “...impulsó el crecimiento en Chile (...) debe apoyarse sobre la aceleración de la privatización y las normas para establecer fondos de pensiones y salud” (El Universal de Caracas, 07 de diciembre de 1996). La privatización es mostrada como la única vía, y las aseguradoras hacen explícito su interés en ser parte del proceso. Esto coincidía con las orientaciones expresadas en una publicación que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con financiamiento del BID, promueve en 1997. El libro titulado: Descentralización, Financiamiento, Costeo y Autogestión de Establecimientos de Salud, Una Visión Integrada, señala: “... el pragmatismo de la realidad histórica ha mostrado que el Estado no es buen 43 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate administrador y que la empresa privada, bajo un sistema de libre competencia y adecuada regulación estatal, es más eficaz y eficiente en asignación de recursos y satisfacción del consumidor” (Meerhoff, 1997). A este respecto debe traerse a colación una carta dirigida por Bill Clinton al Congreso de su país en 1998. En ella, el Presidente de los Estados Unidos señala los defectos y problemas del aseguramiento privado en EEUU, país que invierte la mayor cantidad de dinero con menor impacto sobre la salud. En ese país, hay cuarenta millones de habitantes que no tienen acceso a los servicios de salud. Clinton propone la reforma del sistema de salud, pero paradójicamente lo que propone es un modelo de aseguramiento público (Feo 1998). Obviando lo anterior, en el Seminario de Apertura para el Desarrollo Social organizado por Pequiven se destaca: “el número creciente de organizaciones privadas sin fines de lucro y no gubernamentales (ONG) que han surgido en el mundo, para servir de vehículos a través de los cuales los ciudadanos pueden ejercer una iniciativa individual en la persecución privada de propósitos públicos...” (El Universal de Caracas, 23 de febrero de 1997). Esta postura es emblemática de la política oficial. Las comunidades devienen en potenciales “clientes”, y su “participación” se limita a sacar el dinero de sus bolsillos para pagar, en el caso en que lo tuviesen. La mercadocracia concilia voluntades, la Reforma avanza. La sociedad civil (ONG, Fundaciones, Empresas Privadas….) se empodera del espacio público y del Estado en liquidación. 2.5 1998. Año de la concreción legal del proceso en salud. En 1998, la “orgía privatizadora” en la que participaban “con pasión adolescente” los actores del sector salud, se encuentra en su apogeo. La cristalización del proceso se inicia formalmente con la promulgación de la Ley Orgánica de Salud (1998), la cual “establece un marco de principios y mandatos tendentes a organizar el sector salud, en cumplimiento de los preceptos constitucionales ante las realidades y necesidades actuales y futuras” (Congreso de la República de Venezuela, 1997). Este instrumento legal formaliza en sus artículos 45, 46, 47 y 49 la recuperación de costos (cobro por servicios) y el establecimiento de tarifas de acuerdo a baremos fijados por el Reglamento de la Ley, a ser desarrollado. En la misma perspectiva, su artículo 73 le confiere rango institucional a las fundaciones, asociaciones y oficinas de recuperación de costos estableciendo de manera taxativa que: “En cada establecimiento de atención médica propiedad del Estado no podrá existir más de una fundación, asociación u oficina de recuperación de costos”. Esto complementa lo establecido en el artículo 70 sobre los deberes de los pacientes, el cual señala la obligación de “Retribuir los costos generados por la atención médica cuando su capacidad económica se lo permita” (Ley Orgánica de Salud, 1998). Esta última condición no aclara quién determinará si el paciente tiene, o no, la capacidad para retribuir los costos por la atención. La discrecionalidad desde ese entonces instituida deja al libre juego de oferta y demanda la prestación de servicios. Ahora la sociedad civil, ONG, y otros actores pueden “participar libremente” en estas decisiones. En este sentido, los resultados de una investigación desarrollada en el Estado Aragua en ese momento determina 44 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate que el 64% de los motivos de referencia desde el Hospital Los Samanes (gestionado por una fundación), hacia el Hospital Central de Maracay (gratuito) son atribuibles a motivos de índole económica (Varela, 1995). La lógica es simple: si no puedes pagar, no te atiendo y te refiero a un centro gratuito. La fórmula del Dr. Caldera se instituye en su forma legal. Paralelamente, y de forma aparentemente coordinada, el gobierno adelanta la aprobación de las leyes que regularían la Seguridad Social, inicialmente la Ley Marco o Ley Orgánica de Seguridad Social Integral, y seguidamente la Ley que Regula el Subsistema de Salud. Estas dos leyes, junto a la Ley Orgánica de Salud, van a formalizar la apertura del mercado de la salud a todos aquellos actores, públicos y privados, nacionales e internacionales, que deseen participar del mismo. La eficiencia y eficacia demostrada por el gobierno del Dr. Caldera en la promulgación de este marco legal tiene pocos precedentes en el país. Se percibe un cierto sentido de urgencia en redondear el marco legal que el proceso de Globalización está reclamando para su avance. ¿Qué pasa entonces con la participación comunitaria?, ¿cuál es el papel de las comunidades en este proceso? En este aspecto, el Gobierno cumple con el compromiso de facilitar y garantizar la participación de los actores sociales en el mercado de la salud. Esto independientemente de las inequidades que genere y de los fines que dicha participación implique, en este caso la privatización. Las comunidades aparecen inermes e indefensas ante la escalada de la sociedad civil. Cualquier planteamiento fuera de esta lógica resulta por lo menos ridículo, y siempre fuera de tono. El objeto del empoderamiento en salud es el negocio; desde un interés individualista y comercial, que para ese momento es percibido como hegemónico y poco menos que exclusivo. La privatización es la única salida visible, y cualquier otra se encuentra convenientemente invisibilizada. La pregunta obligada es acerca de esta pretendida hegemonía y su sostenibilidad en el tiempo. Veremos. 2.6 Venezuela en el camino de la globalización A pesar de lo dicho sobre la pasión adolescente de nuestros dirigentes, este proceso no se ha dado en realidad como producto de la casualidad. Lo indica su simultaneidad con el Consenso de Washington de 1980 y las reuniones del Grupo Trilateral en 1978, el mismo año de Alma Ata (Castellanos, 2004). Una coincidencia que nos permite por lo menos sospechar algún nivel de asociación entre las acciones del Grupo Trilateral y el Consenso de Washington con las propuestas de Alma Ata como ya antes señalamos. Los organismos internacionales indican en efecto el camino de la Reforma. La iniciativa de la OMS titulada La Salud Condición del Desarrollo Económico establecida en 1991, y el Informe sobre el Desarrollo Mundial emitido por el Banco Mundial en 1993 Invertir en salud, establecen las nuevas condiciones y revelan el monitoreo. En particular el Banco Mundial sostiene: “Los países que muestran buena disposición para mejorar el acceso de salud para los pobres y emprender reformas en el sistema de salud deben ser firmes candidatos a recibir ayuda en el marco de los Programas de Ajuste Estructural” (Rodríguez, 1996). 45 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La OMS por su parte va emitir un inicio de critica hacia el ajuste, afirmando que las condiciones se han agravado en el último decenio mientras el ciclo de la deuda, la recesión y el ajuste económico pueden haber menguado seriamente la capacidad económica de algunas naciones para proteger la salud (OMS, 1992). No obstante la matriz de opinión de otra. Otros especialistas afirman así que “un examen de los efectos de los programas de ajuste económico en la salud y la nutrición de los países en desarrollo, no encontró pruebas empíricas para fundamentar que estas políticas hubieran ejercido efectos negativos directos sobre la salud y nutrición de los países en desarrollo o de que estas hubieran sido mejores sin estas políticas de ajuste” (Rodríguez, 1996). Así, otro informe de la OPS concluye que, a pesar de que “estudios realizados en varios países latinoamericanos demostraron perturbadoras reducciones de los gastos sanitarios como resultado del ajuste estructural (...) ha sido difícil establecer una conexión directa entre la salud y los ajustes” (Musgrove, 1990). La Reforma conduce sin embargo a radicales cambios de manera similar y homogénea en varios países. Un indicador de la dinámica de cambio es el Índice de Reformas Económicas: mientras en 1980, este índice era de 0.55 en América Latina, para el año 2000 era de 0.83. Es decir, el 83% de los países han satisfecho los criterios de reforma establecidos en dicho período (Castellanos, 2004). La globalización esta en marcha, y Venezuela plenamente incorporada al “concierto neoliberal. Sin embargo, varias voces van a surgir poco a poco para denunciar los efectos negativos del Ajuste. Entre ellas, Albert Berry en una presentación en la primera Conferencia de las Américas convocada por la OEA (Ocampo, 1998), muestra que existe información en el último cuarto de siglo según la cual la aplicación de medidas de liberalización económica ha estado asociada con deterioros considerables en la distribución del ingreso. Así mismo, el trabajo comparativo de Robbins (1996) indica también que los procesos de apertura comercial han tenido efectos desfavorables sobre la equidad en varios países de la región (Ocampo, 1998). Sin embargo y a pesar de las múltiples evidencias, los Programas de ajuste en Venezuela siguen su curso. La descentralización como eje de la Reforma, se acoge a la orientación de que “aunque el gobierno tiene la responsabilidad de que se satisfagan las necesidades básicas en materia de salud y otras, no necesita participar en cada una de esas actividades”, ya que “la necesidad del sector salud de aumentar su eficiencia en el financiamiento y prestación de servicios requiere una reconsideración de la función del Estado” (Rodríguez, 1996). Esta posición es asumida con disciplina por el Gobierno. Los múltiples “nuevos modelos de gestión” ensayados en este período dan fe de ello. Este es otro de los ingredientes importados de la fórmula, no tan original, del Dr. Caldera, el cual termina el periodo concretándose en el paquete de Leyes que deja su Gobierno. En este período las condiciones de salud de Venezuela son compatibles con las de otros países de menor desarrollo. En 1996, las causas de muerte en menores de 1 año y en el grupo de 1-4 años son altamente prevenibles (85% y 73% respectivamente). A pesar de contar con el ingreso per cápita más alto de América Latina y el Caribe en las décadas de los sesenta y setenta, las condiciones de salud ahora son superadas por países de menor ingreso relativo (González, 1999). Sin embargo, y a pesar de una matriz de opinión aparentemente a su favor a nivel mundial, comienzan a finales de los años 90 a señalarse algunos problemas 46 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate en Venezuela que estaría acarreando la misma Reforma. Este es uno de los temas centrales de las llamadas reformas de segunda generación: para mejorar la eficiencia de los mercados e introducir criterios de racionalidad microeconómica en la provisión de servicios que no los han tenido (Ocampo, 1998), los “reformadores” proponen una reforma de la Reforma, pues la eficiencia y eficacia de los sistemas reformados está en discusión. Hasta ese momento dominaba la escena la creación de cuasi-mercados, incluyendo la participación de agentes privados y cambios de diferentes índoles en las modalidades de apoyo estatal. Sin embargo se reconoce que, a pesar de que “el sector privado responde en forma dinámica a los incentivos que se le proporcionan, su participación está sujeta a fallas de mercado, que dan lugar a fenómenos de competencia imperfecta, selección adversa y riesgos morales (...) el problema más importante es la tendencia natural que genera el mercado a que el sector privado oriente su oferta hacia los sectores de mayores ingresos, en detrimento de aquellos en condiciones en las cuales su provisión no es rentable. Las dificultades se acentúan cuando los esquemas de participación privada no incluyen claros principios de solidaridad, como lo ilustra el sistema de salud en Chile” (Ocampo, 1998). Los promotores de la receta reconocen sus imperfecciones. La sustitución de fallas de gobierno por fallas de mercado requiere, según ellos, la implantación de reformas de segunda generación. Sin embargo, estas no pasan de reelaborar las mismas propuestas y fórmulas mágicas de reiterado fracaso e incuestionable impacto negativo en la salud de los pueblos. Explicaciones esotéricas repetidas miles de veces por analistas de oficio son presentadas como una “nueva solución”. Un ciclo que resulta perverso cuando sabemos que se habla de millones de muertes por falta de atención. En el marco de estas condiciones, Venezuela, ahora con el marco legal ajustado, está a mediados de 1998 lista para continuar en el camino de la globalización neoliberal. El empoderamiento de los “tigres del Caribe” aparentemente no tiene discusión. 3. EL CONTEXTO POLÍTICO PARA LA REFORMA EN SALUD A FINALES DE LOS NOVENTA. DE CALDERA A CHÁVEZ. LA CONTRAREFORMA. A finales de los años 90, Venezuela se debate entre dos aguas, con una principal característica: el quiebre definitivo de la democracia de partidos establecida a partir del pacto de Punto Fijo. Las heridas abiertas en 1989 con el Caracazo, y reavivadas en 1992 con los dos intentos de golpe de estado, no parecen entonces haber respondido al tratamiento de sostén intentado con la fórmula del Dr. Caldera. El Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías, puesto en libertad por el gobierno para impulsar la reconciliación nacional, se da a la tarea de recorrer el país y aglutinar voluntades con la propuesta de convocar una Asamblea Constituyente para fundar la República la Quinta República (Elizalde, 2004). Al llegar las elecciones presidenciales de 1999, mientras la popularidad de Chávez sigue creciendo, por su parte los partidos tradicionales y otros movimientos de carácter regional inician un accidentado proceso de configuración y definición de 47 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate liderazgos, que abarca desde la candidatura de una ex-reina de belleza hasta líderes regionales, incluyendo personajes que estuvieron comprometidos en los sucesos de 1992. El frente anti-Chávez se constituye en mecanismo de defensa del status quo; se sacrifica cualquier principio en función de un objetivo común: parar a Chávez y sus propuestas, sobre todo sus propuestas. Esto tiene lugar en el contexto de la más profunda crisis económica que ha vivido el país. En este fin de siglo, los indicadores económicos no pueden ser peores, el precio del barril de petróleo ronda los ocho dólares, y la inflación el 70%. Mientras tanto, los procesos de privatización siguen avanzando en sus preparativos y concreciones: se privatizan así sucesivamente la subasta de empresas básicas de Guayana junto a empresas de servicios públicos como la telefónica estatal (CANTV), el Instituto Nacional de Obras Sanitarias, la Compañía Anónima de Distribución y Fomento Eléctrico (CADAFE), entre otras, mientras se anuncia la inminente privatización de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la cual se muestra fracasada, con volúmenes de producción históricamente altos y sin capacidad para cubrir sus costos. La privatización parece así todavía el único camino. La fórmula del Dr. Caldera se muestra con mayor claridad a través de sus resultados: el Estado se contrae, se retira, demostrando la eficacia del gobierno para aplicar la fórmula dictada por los organismos multilaterales y reinterpretada por nuestros dirigentes. Pero ¿a qué fines responde esa eficiencia y eficacia?, ¿acaso al logro de la salud de la población?, o ¿acaso sería a los fines y objetivos del sector privado y de las transnacionales? ¿Será realmente que no existe alternativas reales más allá de las difundidas por los promotores de la Reforma neoliberal? 3.1 El Proceso Constituyente y la Quinta República. La salud y la participación en la Constitución de 1999. ¿Una Contrareforma? En Diciembre de 1998, Hugo Chávez gana las elecciones. Su primera medida es la convocatoria a un Proceso Constituyente: en abril de 1999, el 87,9% de los votos aprueba la creación de una asamblea constituyente, y en julio, los seguidores de Chávez logran por votos más del 90% de los cargos en la misma. El Proyecto de Constitución presentado por la Asamblea es aprobada en el mes de diciembre con el 72% de los votos (Medina, 2001; Marapacuto, 2005). Oposición y Gobierno se definen con claridad, y dos proyectos de país son vistos frente a frente. El nuevo texto constitucional apunta en efecto a producir cambios estructurales en la conformación de la nación. Esto se hace evidente desde el Preámbulo. Mientras la Constitución del 1961 había sido decretada por el Congreso de la República en representación del pueblo, la nueva Constitución es decretada por el pueblo de Venezuela. Se anuncia el salto de la democracia representativa a la democracia participativa y protagónica. La Contrarreforma está en ciernes. En el plano político y social, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 reconoce y facilita la acción de instancias de participación protagónica, cogestión, autogestión y cooperativismo; es decir, todas aquellas formas de vida y trabajo asociativas, guiadas por los valores de la colaboración recíproca y la solidaridad además de productividad social. La Constitución establece los mecanismos para la planificación y coordinación en las distintas instancias de 48 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate gobierno, donde tendrán representatividad las comunidades organizadas tales como el Consejo Federal de Gobierno, el Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, ellos Consejos Locales de Planificación Pública, y los Consejos Comunales. Se crean así las condiciones de posibilidad para la construcción del poder popular, instancia multidimensional de empoderamiento que rápidamente va permeando el discurso político, y dando vida a la democracia participativa de la Contrareforma frente a la democracia representativa de la Reforma La Constitución reconoce en efecto a la salud como derecho social fundamental. Esta reconocida y afirmada la responsabilidad del Estado en la promoción y desarrollo de políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios (González, 2001). Específicamente el Artículo 83 establece a la salud como derecho social fundamental, constituyente del derecho a la vida, y obligación del Estado, que lo garantizará. En el Artículo 84 se ordena la creación de un Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, y regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El Artículo 85 establece que el financiamiento del SPNS es obligación del Estado. Finalmente, el Artículo 86 establece que toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en diferentes contingencias. La reivindicación de los derechos sociales y la revalorización del espacio público son dos ejes del proceso constituyente. La nueva Constitución deja así claro que toda persona tiene derecho a la protección a la salud (tenga recursos o no para proveérsela por sí mismo), diferenciándose radicalmente de la Constitución del 1961 que limitaba la obligación del Estado a aquellos que carezcan de ellos y que constituyó el marco legal ideal para la implantación de la Reforma. Fundamentada en los principios enunciados en la Constitución de 1999, la Contrarreforma está ahora claramente delineada, y sus propósitos bien establecidos. Otros puntos novedosos de la nueva Carta Magna, la Constitución del 1999 define una responsabilidad compartida entre Estado y ciudadanos en el ámbito de la salud. Tal perspectiva es compatible con las tendencias internacionales que involucran una mayor responsabilidad de los ciudadanos en los asuntos relacionados con el auto-cuidado, disminución de factores de riesgo y el estímulo de los hábitos de vida saludables (González, 2001). Pero además, la Constitución prohíbe expresamente la privatización, creando un escenario de incertidumbre para las ONG y la llamada “sociedad civil”. En la letra de la nueva Carta Magna, la participación adquiere así nuevos y muy diferentes significados. En el sector de la salud, se sustituyen al individualismo y al interés comercial, “hegemónicos” hasta el momento, nuevos valores como la solidaridad y la universalidad. Surge una nueva posibilidad de empoderamiento del espacio público. Veremos. 3.2 Nuevo escenario para la Contrareforma. La Recontrareforma en marcha La Contrarreforma expresa en la nueva Constitución va a tener rápidamente sus contrincantes. Críticos como González (González, 2001), denuncian así las restricciones que podrían debilitar la implementación de una reforma moderna en el sector. Entre los principios más controvertidos, se resaltan: 49 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 1) La gratuidad establecida en el Artículo 84. Para González, este principio influiría en el desarrollo de visiones de financiamiento de los servicios poco compatibles con las realidades y limitaciones de las finanzas públicas. Además el financiamiento ilimitado de los servicios de salud seria definitivamente irreal, contribuyendo a introducir ingenuidades en el manejo político de las decisiones relacionadas con las finanzas públicas. Al contrario, insista, los avances en la recuperación de costos ya consagrados en nuestra legislación estarían condenados a desaparecer. 2) Otro concepto controvertido es el que consagra el Artículo 84, cual establece que el sistema público nacional de salud será gestionado por el Estado. Para González este principio limitaría la posibilidad de experimentar múltiples formas de asociación entre sector público y privado, especialmente en la prestación de servicios. Además estaría atentando contra las modalidades desarrolladas bajo el impulso de la descentralización en los estados, tanto en financiamiento como en prestación (González, 2001). Las ONG en sus diversas “presentaciones” verían muy limitadas sus posibilidades de acción, a la vez que tendrían que tributar a fines, como la salud de la población, que quizás no fuesen compatibles con sus propios intereses, o los de “aquellos” de los que son subsidiarios o franquicias. Más allá de los detalles, las principales críticas hechas a la Constitución de 1999 se fundamentan en el hecho que la misma simboliza el rechazo a los lineamientos internacionales de disminución del gasto público generalizados en América Latina a raíz de la crisis de financiamiento externo a comienzos de los ochenta. Una orientación que había constituido la base de la exitosa fórmula del Dr. Caldera durante su gestión. De hecho, los nuevos principios consagrados por la Constitución de 1999 no salen de la nada. Algunos antecedentes de esta relación subsidiaria pueden ser rastreados desde los años cincuenta y sesenta en Venezuela, con la Alianza para el Progreso y los programas de Desarrollo de la Comunidad; durante los setenta y los ochenta a través de diversas organizaciones de corte religioso como las Nuevas Tribus; y hasta los noventas, cuando esas van a ir asumiendo nuevas formas cada vez más sofisticadas en el seno de la sociedad civil en consolidación. El rastro lo constituye la fuente de financiamiento, y sobre todo los mecanismos de actuación que estas organizaciones ponen en práctica. Documentos recientemente desclasificados por el Departamento de Estado de los EEUU, demuestran así que varias organizaciones en Venezuela han recibido más de 20 millones de dólares otorgados por la Agencia Internacional del Desarrollo de EEUU (USAID), un organismo financiado por el congreso estadounidense y controlado por el Departamento de Estado de los EEUU. Creado por el Presidente John F. Kennedy en el año 1961, USAID era originalmente un fondo dedicado a la intervención humanitaria en el mundo. En el caso de Venezuela, USAID mantiene un contratista en Caracas monitoreando y facilitando sus proyectos y fondos. Su oficina local, la Oficina de Iniciativas de Transición, se estableció en el 2002, después del golpe de Estado y es directamente manejada por el Departamento de Estado y la Embajada de los EEUU. en Caracas. El contratista, Development Alternatives, Inc. (DAI), maneja y supervisa los convenios otorgados por USAID a las organizaciones venezolanas. De esta manera, bajo el programa “Venezuela: Iniciativa para Construir Confianza”, DAI ha entregado 67 convenios a organizaciones venezolanas de varios sectores e intereses, para una suma total que alcanza, solo para el año 2003, los 2.3 millones de dólares (Golinger, 2005). El cuadro siguiente recuerda algunos de esos convenios. 50 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Subsidio ($) Objeto Asociación Civil Acción Campesina 60,106 fortalecer las instituciones comunitarias de planificación Asociación Civil Consorcio Desarrollo y Justicia 49,904 monitorear el sistema judicial en Venezuela Asociación Civil Consorcio Desarrollo y Justicia 79,632 promover la participación democrática y defender a los derechos humanos; presentar casos ante la OEA y la Comisión de DDHH Asociación Civil Consorcio Justicia-Capítulo Occidente 27,460 aumentar la participación democrática y la consciencia social en Táchira con grupos estudiantiles Asociación Civil Justicia Alternativa 26,750 reforzar la capacidad de los jueces de paz en Aragua Asociación Civil Kapé-Kapé 39,900 entrenar líderes indígenas sobre derechos humanos, negociación y liderazgo Asociación Civil Liderazgo y Visión 64,823 continuar el entrenamiento sobre democracia y derechos humanos de los equipos de policía y bomberos en Aragua, Carabobo y Cojedes Asociación Civil Uniandes 21,630 promover la participación e los consejos de ciudadanos en Mérida Asodisamar 16,200 promover la participación e los consejos de ciudadanos en Mérida Center for International Private Enterprise (CIPE) 98,173 educar a los líderes comunitarias sobre los valores críticos para el desarrollo de Venezuela, principalmente en las comunidades pobres y de clase media Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP) 74,675 reforzar la capacidad de la sociedad civil de monitorear los programas sociales y la política del gobierno Centro de Estudios de Derechos Humanos (CEDH) 45,652 establecer una red de jueces y juristas independientes para promover la reforma judicial Centro Educativo de Adiestramiento Comunitario y Ético CEACE) 70,800 implementar un programa nacional de entrenamiento para profesionales y líderes de base Fundación Justicia de Paz Monagas 28,850 promover la participación comunitaria Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS) 82,700 monitorear las violaciones de la libertad de expresión a nivel nacional y entrenar a los periodistas International Republican Institute 200,000 fortalecer la capacidad de los partidos políticos Organismo beneficiario TOTAL VENEZUELA 987.255,00 Fuente: Golinger E. 2007 Entre los objetivos declarados de la mayoría de estas organizaciones destaca la promoción de la participación. Sin embargo, muchas de estas ONG van a desempeñar importantes papeles en el turbulento desarrollo de los acontecimientos desde el 2001 hasta el presente, y nos pueden ayudar a ir caracterizando el “nuevo” rol que asumen 51 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate estas organizaciones en la Venezuela del presente. La Recontrareforma entra en escena. 3.3 2001–2003 Tiempo de definiciones y confrontaciones. De Chávez a Carmona… a Chávez. ¿Golpe de Estado o vacío de poder? Reforma, Contrareforma y Recontrareforma en escena A partir de 2001 se produce un fenómeno progresivo “recalentamiento de las calles” (Barrios, 2004). La oposición política al gobierno de Chávez se estructura. Explica Barrios: “Las acciones del gobierno de Chávez han obligado a la clase media a movilizarse, a salir de su paraíso. Por primera vez se ha trasladado al centro de las ciudades, ha llegado a pié y no a hacer diligencias personales sino a defender sus derechos”. La polarización alcanza extremos nunca vistos. El “oficialismo o chavismo” por una parte y “la oposición o escuálidos” por otra van caracterizando un mapa político que algunos van hasta calificar como de un “claro y odioso clasismo (...) con visos de racismo” (Barrios, 2004). Los medios de comunicación reflejan la polarización creciente. El diario (El Nacional, 2002, octubre 14) que, a sus marchas, el oficialismo “había traído del interior del país al mismo lumpen de siempre, con un bollo de pan y una carterita de ron”. Sobran comentarios. Diciembre 2001 marca un hito. Los 49 decretos leyes aprobados por el gobierno llevan a una profundización de tensiones entre el principal actor sindical, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), su par patronal, FEDECAMARAS, y el Gobierno. Estas tensiones culminan en Diciembre de 2001 con la organización y ejecución de una paralización general (Romero, 2005). La resistencia a la Contrarreforma se va organizando y articulando, mostrando veladamente, los intereses que parecen guiar sus acciones. En el campo de la oposición al Gobierno de Chávez se perfila lo que de ahora en adelante llamaremos la Recontrareforma, como tendencia que reivindica la Reforma y sus valores en contra de la Contrarreforma en marcha. Se señalan insistentemente los errores y defectos (reales o inventados) de la Contrarreforma, por supuesto sin llegar nunca a presentar (con raras excepciones) aquel modelo de país que estarían proponiendo desde el campo de la Recontrareforma. Llegamos al 2002, tiempo de los desenlaces. Con el curso de los acontecimientos, el cúmulo de información que se genera es de tal magnitud y densidad que sólo intentaremos presentarlo a grandes rasgos. La calle “está caliente”. Los medios de comunicación, sobre todo las televisoras privadas, va determinando el ritmo e intensidad de los acontecimientos; en algunos casos transmitiendo, y en no pocos produciendo la noticia. El conflicto se desarrolla con intensidad en la calle y frente a los televisores. Se exige la renuncia del Presidente, la consigna transmitida 24 horas al día es “fuera Chávez ya”. En las concentraciones de calle de la autodenominada “sociedad civil” se canta el estribillo: “se va, se va, se va”. De hecho, se respira la inminencia de un desenlace. Lo que no está claro es: y después de Chávez, ¿qué? Sin embargo se repite “ni un paso atrás”. La movilización es intensa. Los titulares de los principales diarios del país, El Nacional y El Universal, llaman para el jueves 11 de abril de 2002 a la “desobediencia civil”; lo que describen es un “conflicto total”; y anuncian: “estamos en una fase decisiva para la solución de esta crisis (El Nacional, 2002, abril 11; El Universal de Caracas, 2002, abril 11). 52 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Amanece el 11 de abril de 2002. Una multitudinaria manifestación convocada por la oposición colma las calles y las pantallas de las cuatro principales televisoras privadas. Páginas de Internet, el único medio disponible, denuncian la estrategia mediática implementada: “las grandes cadenas mediáticas internacionales adelantaron el desenlace de la caída del gobierno de Hugo Chávez, al grado de que primero fue el golpe mediático, y después proliferaron las versiones sobre la renuncia que dio a conocer la cadena privada Globovisión” (Villamil, 2002). Según otra: “los generales victoriosos ganaron la última batalla con cañones mediáticos, misiles cibernéticos y comandos internautas. El poder ha regresado a manos del poder” Notitarde de Valencia, 2002, abril 13). La Recontrareforma es la protagonista. La verdad completa sobre la violencia desatada ese día sólo la podrían dar a conocer los escritores del guión antes señalado, y sus nombres quizás no lleguen a conocerse. Pero si hay cifras: 17 muertos, incontables heridos y lesionados. Una imagen va entonces a recorrer el mundo y precipitar los acaecimientos: es la de partidarios del gobierno disparando sus armas desde un puente, según la versión oficial de los medios, contra la pacífica manifestación de opositores desarmados. Se pide la renuncia del presidente Chávez. Para evitar un derrame de sangre, el presidente se entrega. El día 12 de abril se desarrolla un cúmulo de acontecimientos; hayan sido o no reseñados por la prensa. Un nuevo gobierno emerge a partir de un “vacío de poder” según ciertos sectores, un Golpe de Estado según otros. Un amplio sector de la Sociedad, la mayoría según los medios, asume la versión de la supuesta renuncia del Presidente Chávez. En horas de la tarde se auto-juramenta el Presidente de FEDECAMARAS, Pedro Carmona Estanga, como Presidente de la República. El Acta de Constitución del Gobierno de Transición, suscrita por representantes de diversos sectores de la Sociedad, disuelve todos los Poderes, y destituye funcionarios entre los aplausos de los concurrentes. Este documento requiere un nivel de investigación que no podemos alcanzar en este trabajo, pero muy necesario para entender la propuesta de Recontrareforma. Junto a los pronunciamientos de apoyo de personalidades y organizaciones nacionales e internacionales, la prensa reseña extensamente las acciones de represalia y persecución que se desatan al amparo del Acta del 12 de Abril. Se describen asaltos a Gobernaciones, Embajadas, residencias particulares; se publican listas de los más buscados; en fin se complace de las reacciones internacionales: “Wall Street respira aliviada por caída de Chávez”, titula un articulo; “renuncia de Chávez es aplaudida por Bancos Alemanes”, “el FMI se declaró listo para ayudar a la nueva administración” titulan otros. De igual manera, “el 11 de abril fue un día extraordinario en la historia venezolana”, declara El embajador de los Estados Unidos en Venezuela. “Ni un paso atrás” sigue la consigna (El Siglo de Maracay, 2002, abril 13). Al mismo tiempo los titulares subrayan datos económicos simultáneos con el acontecimiento: “Bajan precios del crudo”. Revelador de algunas de las principales motivaciones del golpe, temprano en la mañana del día 12, un prominente banquero afecto al Presidente Carmona exige al presidente del INDECU los expedientes de los 300.000 afectados por los créditos indexados y la cuota balón (Prensa Asamblea Nacional, 2002). La Organización de Estados Americanos OEA, guarda un silencio cómplice, y algunas ONG, como el caso de SUMATE, revelan de manera imprudente sus conexiones internacionales de financiamiento con organismos como la USAID. Las “relaciones” se desnudan y el rostro del fascismo más ortodoxo se pasea por Venezuela. Según los reportes de los medios de comunicación privados del país, todo parece volver a la normalidad. Sin embargo El Tiempo de Bogotá reporta: “Televisión Privada de 53 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Venezuela guarda silencio. Los canales de televisión no transmiten ninguna información sobre la explosiva situación de hoy en Venezuela. Desde el viernes en la tarde y este sábado se produjeron disturbios en Caracas y el interior del país, y un desacato al nuevo gobierno de la brigada de paracaidistas de Maracay. En Caracas una multitud de simpatizantes de Chávez se concentró frente al Palacio de Miraflores, que abandonó el presidente Pedro Carmona para refugiarse en el Fuerte Tiuna” (eltiempo.com, 2002). Ninguno de estos hechos son reportados por las televisoras, las cuales se dedican a transmitir dibujos animados y clásicos del cine romántico. No obstante, las calles se van llenando de miles de personas que exigen el regreso de Chávez. Progresivamente se va consolidando una alianza cívico-militar que restaurara el hilo constitucional. Para la madrugada del 14 de abril, se escucha en las calles: “volvió, volvió, volvió...”. La realidad vital se impone esta vez a la realidad virtual. Un hecho inédito en la historia contemporánea es recogido y transmitido clandestinamente por las cámaras caseras de reporteros informales. Nuevos o hasta ahora invisibilizados actores reclaman su posibilidad de participación y empoderamiento del espacio Público expropiado por la “sociedad civil”. Se impone “el pueblo”. Nuevos e inéditos significados pisan las calles con mucha fuerza. La misma madrugada del 14 de abril de 2002, el Presidente Chávez reasume su cargo. Los responsables visibles de la conspiración son detenidos. Se les garantizan sus derechos y un debido proceso ante la justicia. Sin embargo, las “trincheras” de la oposición en los estados descentralizados se mantienen intactas. La confrontación asume nuevas presentaciones. 3.4 La salud como escenario de confrontación. Centralización versus Descentralización. Y ahora, ¿a dónde vamos? Según Gropello y Cominetti, las reformas implementadas en América Latina durante las décadas de los 1980 y 1990 modificaron los criterios y prioridades de la política económica en general, y de la política social en particular. En el ámbito social, propusieron sustituir la concepción paternalista del Estado por un Estado cuya acción se concentrase en funciones de financiamiento, regulación y diseño de la política social, dejando al sector privado un mayor espacio para la provisión (Di Gropello, 1998). Este ha sido el eje de los diversos procesos de descentralización y privatización llevados a cabo durante los noventa. Y el escenario que construyeron para sí mismas múltiples Fundaciones, ONG y otros diversos actores. Para esos, participar significaba entonces tener parte en los beneficios del negocio salud. En Venezuela se van sucediendo las definiciones de esta “participación”. En el ámbito político, lo institucional parece encontrarse a la “expectativa”. En el sector salud, cada quien va por su lado. La ya debilitada rectoría del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social durante los procesos descentralizadores, es sustituida por un divorcio casi total entre el ejecutivo nacional y los estados descentralizados, en los cuales comienza a notarse una actitud de “esperar a ver qué pasa”. Entre tanto, el aparataje de “los nuevos modelos de gestión” en manos de una muy participante “sociedad civil” nacida al amparo de la Constitución de 1961, no muestra signos de querer ajustarse a lo pautado en la nueva Constitución. La consigna de la oposición parece ser, parafraseando a Carlos Andrés Pérez, “llueve y escampa”. La impresión que se puede tener es que coexisten en Venezuela dos países, en una convivencia muy tensa e intensa. 54 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Reforma, Contrarreforma y Recontrareforma se ven más claras como proyectos. En el sector de la salud la resistencia es dura, algunos estados descentralizados no sólo se resisten a los planes y programas del gobierno nacional, sino que actúan en dirección contraria, en muchos casos haciendo sabotaje activo, y en otros aplicando “la operación morrocoy”. En cualquier caso, los medios siempre se encargan de endosar cualquier error o culpa al gobierno nacional, y más específicamente al Presidente Chávez. En sus propuestas, la oposición parece ubicarse entre el modelo de los años ochenta y noventa, y el de la nueva Constitución. Plantea así la redefinición de las instituciones de servicios de salud a través de la creación de “redes autónomas”, entendidas como “el escenario natural para la incorporación de modalidades experimentales de prestación y gestión” que permitirían “avanzar hacia esquemas de separación de las funciones de financiamiento y prestación, especialmente en los ámbitos de los estados, (...) así como la incorporación de modalidades de relación con el sector privado y otras esferas públicas” (González, 1999). Se promueven acuerdos y acciones paraconstitucionales. Un observatorio de esta dinámica paraconstitucional promovida por los sectores oposicionistas la constituye el trabajo de la USAID y su Oficina de Iniciativas de Transición en Venezuela desde el año 2002, y hasta el presente. Según los últimos datos disponibles, la empresa contratista de la USAID, la DAI, ha entregado hasta junio 2007 más de 360 ‘’becas’’ a organizaciones sociales, partidos políticos, comunidades y proyectos políticos en Venezuela por un total de más de 11.575.509.00 dólares bajo el programa, ‘’Venezuela: Iniciativas para la Construcción de Confianza”. El objetivo oficial se esta ayuda: fomentar ‘’el diálogo político, el debate público, la participación ciudadana y el entrenamiento y capacitación de líderes democráticos” en Venezuela (Golinger, 2007). De igual manera, la USAID organiza en agosto del 2007 una conferencia con 50 alcaldes de todo el país para tratar los temas de la “descentralización” y de las “redes populares”. Como anuncia en su informe, el programa de la USAID- Oficina de Iniciativas de Transición en Venezuela promete continuar con sus esfuerzos de “fortalecer la sociedad civil y los partidos políticos”, “promover la descentralización y los consejos municipales” y “entrenar los defensores de los derechos humanos”. El congreso estadounidense ha en efecto aprobado $3.6 millones de dólares para esta oficina en Venezuela para el periodo 2007-2008, algo que indica que esta subversión seguirá creciendo y amenazando la revolución bolivariana (Golinger, 2007). Vemos así como se promueve, impulsa y apoya el Programa de la Recontrareforma, que cada vez más parece la Reforma “maquillada” ¿Qué pasa entonces a partir del 2002 en el sector de la salud? 4. 2002 – 2003. BARRIO ADENTRO: NUEVO ESCENARIO PARA LA PARTICIPACIÓN Y LA CONFRONTACIÓN Luego de la vuelta al poder del presidente Chávez, y hasta finales de 2002 se acrecienta el clima de tensiones mediante acciones de insurgencia civil, llamados a desobediencia militar, y un reacomodo de las fuerzas de oposición, que apoyadas en la impunidad por los hechos de abril 2002 convoca un nuevo paro nacional para diciembre. Esta nueva estrategia de desestabilización se prolongara hasta inicios de febrero de 2003 en lo que ha sido caracterizado como el Golpe Petrolero (Romero, 2005). 55 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Hasta el 2003, por diversas razones, el gobierno de Chávez no ha tomado la iniciativa en salud. Fuera de algunos intentos aislados, como el Plan Bolívar 2000, el Programa de Salud (PROSA), o el Plan Estratégico de Seguridad Alimentaría (PESA), el gobierno parece paralizado. Ante la incompetencia manifiesta (activa o pasiva) de los entes de salud, y la retórica inoperante de técnicos y asambleístas, el presidente Chávez va a asumir una acción contundente, práctica y trascendente: la implementación, a nivel nacional, de la Misión Barrio Adentro. Barrio Adentro, como programa, se origina en la actuación del personal médico cubano durante la tragedia del Estado Vargas en Diciembre de 1999. A partir de esta experiencia, y ante la oposición a cualquier iniciativa fuera de su control por parte del gremio médico venezolano comandado por la Federación Médica de Venezuela, la Alcaldía del Municipio Libertador en Caracas suscribe un Convenio con la República de Cuba para implementar una experiencia similar en los Barrios de Caracas, donde se encuentran las clases más desposeídas. De allí surge la idea de Barrio Adentro como alternativa valida para satisfacer las necesidades en salud de la población caraqueña, que más tarde se convierte en un Plan Integral de Desarrollo Local que conjuga un conjunto de políticas sociales orientadas a mejorar la calidad de vida, promoviendo la organización y participación social de los sectores populares. A la luz de los primeros resultados en los barrios más pobres de Caracas, el Presidente Chávez toma la decisión de ampliar la experiencia a toda la nación. La Misión Barrio Adentro nace así en el mes de diciembre del 2003 con el objetivo de cumplir con el mandato constitucional de construir un Sistema Público Nacional de Salud regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad, y donde la participación protagónica juega un papel fundamental. En la correlación de fuerza vigente, el gobierno no ha tenido otra alternativa que la de iniciar la construcción de un sistema de salud paralelo, con el cual pueda contar para poner en práctica los postulados de la Constitución del 1999 en salud. La confrontación es más evidente que nunca. Garantizar el acceso a los servicios de salud de la población excluida, mediante un modelo de gestión de salud integral orientado al logro de una mejor calidad de vida, constituye el principal objetivo de la Misión Barrio Adentro. Recordaremos algunos de sus objetivos específicos. 1. En primer lugar, la Misión tiene el objetivo de fortalecer la Red Ambulatoria aumentando su capacidad resolutiva mediante la implantación, consolidación y extensión de consultorios populares, haciendo énfasis en la promoción de salud y calidad de vida. 2. En segundo lugar, se propone implantar un modelo de gestión participativo que responda a las necesidades de la población excluida, mediante la organización y participación de las comunidades apoyadas en la contraloría social como expresión del poder popular. La participación de las personas en la definición de estrategias de calidad de vida y salud, no sólo de servicios emerge como objetivo central. 3. En tercer lugar se plantea potenciar capacidades y habilidades de los recursos humanos institucionales y comunitarios mediante la educación y formación permanente. Generando un espacio de aprendizaje con ilimitadas posibilidades para el empoderamiento y la construcción del poder popular. 56 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate En un lapso de tiempo record, la Misión Barrio Adentro logra un impacto en el día a día de las personas. Así, para mediados de 2006 la cobertura de la Misión Barrio Adentro alcanza según los datos oficiales el 73% de la población del país con la cifra de 13.000 médicos por 300 familias de 5 personas por cada familia, o sea por 19.500.000 millones de habitantes (OPS, 2006). Para el Presidente Chávez se trata de “una de las iniciativas más humanitarias del Gobierno revolucionario” y su objetivo es alcanzar “un promedio de mil 200 habitantes por médico” (Venpres, 2003). Según Fernando Bianco, presidente del Colegio Médico Metropolitano, el Plan Barrio Adentro, cuya base es la atención médica a las personas que viven en zonas muy pobres del área metropolitana, “puede ser el restablecimiento de la red primaria de salud, que es inexistente” (Venpres, 2003). Sin embargo, las reacciones desde la oposición no se hacen esperar. Arrecia la crítica, no sólo al Plan Barrio Adentro, sino más concretamente a la presencia de médicos cubanos, los cuales son acusados de “mala praxis médica” (El Universal de Caracas, 2003, julio 12) así, según Douglas León Natera, presidente de la FMV, los cubanos a cargo de los programas “no son médicos sino unos piratas” ” (El Universal de Caracas, 2004 septiembre 11). El secretario de Salud de la Alcaldía Metropolitana, Pedro Aristimuño, abunda en el mismo sentido: “las denuncias de mala práxis contra facultativos cubanos en el Plan Barrio Adentro no son una manipulación mediática, se trata de realidades que no pueden ocultarse” (El Universal de Caracas, 2003, julio 08). A nivel internacional, la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (Confemel), insta al Gobierno a “restituir la legalidad en el ejercicio de la medicina y abortar el plan Barrio Adentro, alegando que con prácticas indebidas se está poniendo en riesgo la salud” (El Universal de Caracas, 2003, agosto 01). A las críticas de orden “técnico” se junta críticas de índole “institucional” como la de Pacheco, ex director de Salud de Libertador, quien acota que “Barrio Adentro es un problema ético y legal. Legal porque se ha convertido en un sistema de salud paralelo” (El Universal de Caracas, 29 de septiembre de 2003). Las misiones sociales, entre ellas Barrio Adentro, funcionan en efecto como ministerios paralelos, implantados como única salida del gobierno ante la parálisis de unas instituciones, cuales se encuentran en manos, muchas veces, de partidarios de la oposición en los niveles operativos. Las contradicciones se hacen visibles entre dos modelos de Sociedad, y dos propuestas para la salud, los derechos sociales y las formas de convivencia. Mientras los sectores populares beneficiarios defienden la Misión, en algunos casos alojando a los médicos en sus humildes viviendas, la oposición a Barrio Adentro es férrea desde la Recontrareforma opositora. Por supuesto, la Recontrareforma no discute el problema de la salud y su atención, pues resulta difícil oponerse a acciones llevadas bajo los principios de accesibilidad y equidad. La oposición y sus seguidores participan sin embargo activamente en contra de Barrio Adentro desde un punto de vista legal. En los meses y años siguientes, los medios de información privados seguirán sus ataques en contra de la Misión. Mientras “se calcula que han entrado a Venezuela cerca de 10 mil cubanos” (Quinto Día, 2004, agosto 20),, organismos internacionales como la CEPAL parecen sintonizados con el bloque mediático venezolano. En su Informe Anual sobre los avances de los países de América del Sur en los Objetivos 57 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate del Milenio, la CEPAL publica datos erróneos, omitiendo los progresos alcanzados en Venezuela en salud, educación y otros avances en la calidad de vida del pueblo venezolano, cuales aceptara después rectificar (Carmona, 2004). La construcción de dos realidades parece contar con el concurso de actores domésticos e internacionales. La disociación entre estas dos realidades no es un fenómeno nuevo en Venezuela, y es resaltado al decir que: “las acciones del gobierno de Chávez, han obligado a la clase media a descubrir que los habitantes de otras partes de la ciudad existen de verdad, y no sólo cuando salen en la TV o cuando salen en la página de sucesos criminales” (Barrios, 2004). Es en este contexto que va a surgir la convocatoria y desarrollo del Referéndum Presidencial de Agosto de 2004, el cual va a marcar un hito muy importante en el desarrollo de los acontecimientos, justificando en parte la lentitud del mecanismo de discusión y aprobación de la nueva Ley de salud en la Asamblea Nacional. 5. EL REFERÉNDUM DEL 2004 Y LA DISCUSIÓN EN SALUD Desde finales del 2003 y durante el 2004, el Referéndum Presidencial copa la escena política. Se desarrolla una agresiva campaña proselitista por ambos bandos. Las Misiones Sociales, y en particular la gestión en salud, son material de discusión para apoyar o atacar, de acuerdo al caso. El 15 de agosto de 2004, el presidente Chávez obtiene un contundente triunfo en el Referéndum con el 59,09% de los votos, en una de las elecciones que ha contado con mayor participación en la historia del país (Romero, 2005). El dictamen del Centro Carter y de la OEA es sin ambigüedad: el ex-presidente de Estados Unidos Jimmy Carter “regresó a su país convencido de dos cosas: que la votación en el revocatorio fue transparente, no hubo ningún fraude, y que Chávez no retrocederá en su proceso revolucionario”(El Universal de Caracas, 2004, agosto 20). Sin embargo la oposición denuncia el fraude. Amanece la etapa post referéndum. El gobierno amplía y profundiza las misiones sociales en un contexto de polarización constante. La salud en particular va a convertirse en proyecto bandera de la gestión gubernamental. Barrio Adentro y el descongelado Proyecto de Ley de Salud regresan a la palestra. Por un lado, siguen en efecto las criticas a la Misión, como la de Alexis Bello, presidente del Hospital de Clínicas Caracas, según quien la Misión Barrio Adentro sufre de “dos distorsiones”, a saber, “el empleo de médicos extranjeros, y llevar la atención al barrio, en vez de llevar las clases más desposeídas a un centro capacitado: debería ser una Misión Barrio Afuera” (El Universal de Caracas, 2005 febrero 02). Sin embargo, para el representante en Venezuela de la OPS Renato Guzmao, estas distorsiones son exageradas: “lo que parecía imposible lograr en décadas -ofrecer a los indígenas y pobres que jamás tuvieron acceso a ningún programa de salud y a las clases medias que han pagado precios altísimos por la privatización, servicios sanitarios efectivos y gratuitos- de repente se ha logrado con una simple decisión política”. Para Guzmao “que lo hagan médicos cubanos o marcianos no le importa a la OPS. Lo importante es que con Barrio Adentro se atienden de manera rápida, objetiva y oportuna 17 millones de personas. Y que la Misión sea irreversible” (Caronetuto, 2005). 58 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Por otro lado, la perspectiva de una nueva Ley de salud moviliza la oposición. En una entrevista al canal privado Globovisión, Alfredo Ramos miembro de la CTV “rechazó la nueva Ley de Salud y denunció que el seguro de HCM sería eliminado. El sindicalista expresó que la nueva Ley se traducirá en despidos masivos y no se sabe qué pasará con los seguros y el Ipasme. Ramos dijo que propondrá la próxima semana el llamado a un frente común para enfrentar la Ley de Salud” (Globovisión. com, 2005a). Curiosamente “los trabajadores” son llamados a defender los intereses de las empresas privadas en un macabro juego de amenazas y especulaciones que no cuentan con ninguna base de evidencias concreta. El esfuerzo allí es por la defensa del interés individual (los HCM) de cada trabajador, independientemente de los costos e ineficiencia que pudiesen representar y en detrimento de la construcción de un Sistema Público de interés colectivo. Algunos días después, el mismo medio de comunicación anuncia que: “Médicos marcharán contra la Ley de Salud. Entre las quejas de los galenos Natera dijo que se revierte la descentralización, bloquea y elimina las discusiones de las contrataciones colectivas, busca eliminar la representación gremial, afecta a la propiedad privada, como las clínicas” (Globovisión.com, 2005b). La amenaza a las parcelas regionales de poder y la supuesta amenaza a intereses privados constituyen la clave del desacuerdo. Notemos que después de las críticas hechas a Barrio Adentro, como sistema de salud paralelo, se reivindica aquí la existencia de uno igualmente paralelo, el de los seguros privados. La lógica de mercado y los intereses comerciales siguen predominando. La perspectiva de una nueva Ley de salud provoca así temor dentro de los sectores lucrativos del país. Como subraya a este respecto la Agencia Bolivariana de Noticias el 02/09/05 refiriéndose a Barrio Adentro: “estas acciones emprendidas por el Ejecutivo Nacional tienden a acabar con el perverso negocio de las trasnacionales farmacéuticas, de equipos médico-quirúrgicos y de seguros, instaladas en el país desde hace mucho con el objetivo de PRIVATIZAR la salud. Un sistema público nacional de salud que brinde atención gratuita y de calidad acabará con el negocio de las transnacionales y sus socios internos, ese es el origen de las acusaciones al Gobierno y los ataques a Barrio Adentro” ((Prensa Asamblea Nacional, 2005 septiembre 28). La discusión acerca de los intereses, salud o negocio, son ahora más claros. Los mercaderes y sus defensores visibles parecen resentir la amenaza que en términos de pérdida de espacios de poder se estaría materializando en la salud. Veamos. 6. 2006–2009. PARADOJAS Y CONTRADICCIONES. NUEVOS ESCENARIOS, PERSPECTIVAS Y RETOS PARA LA PARTICIPACIÓN Y EL PODER POPULAR. LOS CONCEJOS COMUNALES 6.1 El Rey se va quedando desnudo y la participación se viste de pueblo El devenir de este período nos sigue mostrando confrontaciones y tensiones, marchas y contramarchas, que ya son nuestra forma de vida. Cada vez se desnuda mejor la “propuesta” de la Recontrareforma, ya sin disimulos: la añoranza activa de la Reforma Neoliberal de los ochenta y los noventa. Como hemos señalado, el discurso de los organismos internacionales y la actuación de las ONG en Venezuela se han caracterizado en los últimos treinta años por tener un comportamiento caprichoso, por decir lo menos. Su acompañamiento activo y manifiesto, así como sus sospechosos momentos de silencio, cobra sentido a la luz de los acontecimientos políticos que 59 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate han constituido su contexto histórico. El paralelismo en las fechas, y la forma como el discurso se ha amoldado a las necesidades de los procesos de Reforma Neoliberal nos obligan a preguntarnos si estas han sido meras casualidades, o “trajes a la medida”. Resultaría interesante la interpretación, desde el campo de la Recontrareforma, de algunos datos. Por ejemplo algunos del Instituto Nacional de Estadísticas. Según el Instituto, desde el 1998 hasta el 2007, la extrema pobreza ha sido reducida desde un 20.6% hasta un 9.41%; la mortalidad infantil ha disminuido del 21.3 por mil nacidos vivos en 1998, hasta un 13.1 por mil nacidos vivos en 2006. Además la escolaridad en sus diferentes niveles ha crecido en cerca del 40%; mientras por su parte el índice de desempleo disminuyó del 16.6% en 1999 al 6.2% en 2007. Un conjunto de datos contundentes pero que son digeridos por el cúmulo de reseñas acerca de la inseguridad y la violencia que saturan los medios de información. Otros datos importantes, entre el 2005 y el 2008 han sido desarrollados programas de formación de trabajadores de salud, tanto a nivel de postgrado (Medicina General Integral) como a nivel de pregrado (Medicina Integral comunitaria), logrando la incorporación de mas de 2 000 profesionales al postgrado y de cerca de 20.000 estudiantes de medicina. Estos programas buscaran suplir el déficit de personal que Barrio Adentro ha hecho evidente, habiéndose requerido la incorporación progresiva de más de 20.000 profesionales cubanos para lograr su funcionamiento entre 2003 y 2008. Un dato que recuerda el carácter restrictivo del acceso a las universidades durante los años ochenta y noventa. En esos años, la disminución de las posibilidades de ingreso a las universidades fue siempre justificada con el argumento de que en el país habían muchos médicos y enfermeras desempleados, y que en consecuencia no se requería formar más. Por fin, resulta muy difícil esconder el papel de las ONG, que en la mayoría de los casos y desde mucho antes de 1999 han respondido en Venezuela a intereses y dictámenes de organismos internacionales, que han impulsado la inequidad y la privatización vestidas de participación y otros eufemismos. Las ONG en su concepción “tradicional” están desdibujándose en Venezuela, mientras esta naciendo y desarrollándose una democracia participativa, con miles de organizaciones comunitarias que no pueden calificarse de no gubernamentales, pues en el nuevo marco legal las comunidades parecen destinadas a ser Gobierno. 6.2 ¿Concejos Comunales = poder popular? La “participación oficial” El 10 de abril de 2006 es publicada en Gaceta Oficial nº 5.806 la Ley de los Concejos Comunales que “tiene por objeto crear, desarrollar y regular la conformación, integración, organización y funcionamiento de los consejos comunales; y su relación con los órganos del Estado, para la formulación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas”. Según la Ley: “los consejos comunales en el marco constitucional de la democracia participativa y protagónica, son instancias de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades, en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social” (Ley de los Concejos Comunales, 2006). 60 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Los miles de Concejos Comunales conformados a partir de la promulgación de la Ley, no solo en los barrios y comunidades excluidas, sino también en numerosas comunidades de clase media, y más allá de esto, el nacimiento y reaparición de organizaciones comunitarias que permanecieron adormecidas, desesperanzadas, manipuladas y neutralizadas por la canción neoliberal, presagia novedosos escenarios. La noción de empoderamiento está cobrando nuevos sentidos y dimensiones en Venezuela. Este proceso de reapropiación y revalorización de identidades y derechos sociales, caracterizado por múltiples aciertos e innegables errores, requiere ser estudiado con mayor atención, pues está sirviendo para revelar sentidos históricos de la participación, que bien pudieran orientar procesos en curso en sociedades como la nuestra. Paralelamente, es impulsada por el Presidente Chávez la fundación y conformación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), llamado a cumplir el papel de ser “el partido de la Revolución Bolivariana”, y que de acuerdo a fuentes del mismo, logra la inscripción de más de cinco millones de aspirantes a militantes. En 2007, a pocos meses de las elecciones presidenciales, se inicia el proceso de conformación del partido “oficial”, que tiene como materia prima al Movimiento Quinta República (MVR), con cuyo apoyo Chávez ha llegado a la presidencia en 1998, a su vez originado en el Movimiento Revolucionario Doscientos (MBR200), en el cual se nuclearon inicialmente los propulsores del levantamiento militar de 1992. Además se incorporan al PSUV militantes venidos de Patria Para Todos, Podemos, Liga Socialista, Partido Comunista de Venezuela, entre otros. Y con toda seguridad gran número de militantes venidos de partidos de la derecha como Acción Democrática, Copei, o MAS, en un movimiento aluvional cuyo eje fundamental, en principio, ha sido la figura del presidente Chávez más que cualquier orientación ideológica, y que es identificado como “el chavismo”. El PSUV ha continuado hasta el 2009 un proceso de reconformaciones sucesivas, con candidatos electorales y dirigentes del partido “elegidos democráticamente por las bases”, del cual no ha salido libre de escándalos de corrupción y clientelismo que ya caracterizaron a los “viejos partidos” de la Cuarta República, y que han sido denunciados por el propio Chávez. Es importante hacer aquí la distinción entre los Concejos Comunales y el PSUV como movimientos organizativos en desarrollo, por momentos paralelos, entrelazados, mimetizados, pero también enfrentados en la dialéctica de construcción del Socialismo del Siglo Veintiuno, propuesto por Chávez a partir de 2007, pero sobre todo en la conformación del poder popular que se abre paso y se manifiesta día a día no necesariamente dentro de las filas del PSUV. Esto lo destacamos en función de mejorar nuestra comprensión del fenómeno participación, del cual no puede excluirse a priori a ningún actor social, independientemente de su filiación partidista o política. Además nos permite visibilizar lo que llamamos la participación oficial y la participación no oficial, ambas de incuestionable importancia en el proceso dialéctico de construcción del socialismo, y sobre todo del poder popular. Lo que podrá ser interesante discutir, en otros espacios, es el contraste entre el empoderamiento como expresión de autonomía o como estrategia para la conservación tutelada del poder. 7. RETOS Y PERSPECTIVAS, A MANERA DE CONCLUSIÓN • En Venezuela parece que se están gestando las condiciones para que en algún momento “el pueblo sea Gobierno”; si, y las organizaciones populares sean 61 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Organizaciones Gubernamentales, OG. Este proceso está y estará acompañado de infaltables pero superables riesgos y amenazas. El burocratismo, el clientelismo, la corrupción, el paternalismo, etc. Son algunos de los riesgos internos que, junto a la Recontrareforma y sus diferentes manifestaciones y actores, deberán enfrentar las organizaciones en la construcción del poder popular en una dialéctica que las supera y las contiene. La oportunidad de nuevos modelos de participación no tutelada que trasciendan al utilitarismo neoliberal, al clientelismo desarrollista, y al burocratismo identificado con las experiencias del llamado “socialismo real”, está en desarrollo, en el contexto de un marco legal dinámico que pensamos se inicia con el proceso constituyente y la Constitución de 1999, pero que está en construcción permanente. • Por otra parte debe ponerse en claro que ni el neoliberalismo, ni sus promotores habrán de desaparecer por arte de magia. Que resulta irresponsable hablar de “el fracaso del neoliberalismo”, y más apropiado referirnos a “un fracaso más del neoliberalismo”. Lo seguro es que las tensiones en la transición hacia una sociedad más justa estarán caracterizadas por marchas y contramarchas de mayor o menor intensidad. Que la visibilización de los actores en conflicto y los respectivos modelos de sociedad por ellos defendidos, irá profundizando y definiendo los inocultables conflictos de clase que subyacen en la transición. Hablamos de “lucha de clases”, sin eufemismos. La unidad en la diversidad seguirá como utopía en el horizonte, animando los esfuerzos, pero también disipando las ilusiones pasajeras de aparente triunfo. La construcción de una sociedad justa, la vamos a lograr entendiendo que en su seno seguirá presente el germen del neoliberalismo, asumiendo seductoras e inocentes formas. • Finalmente, y retomando los principios orientadores de la Constitución de 1999 que llaman a la construcción de una democracia participativa y protagónica fundada en la solidaridad, desde, con, por y para el poder popular, lo único seguro es que los caminos de la participación van a continuar siendo un campo minado, aunque a veces no lo parezca. Como hemos podido ver en este acercamiento, el empoderamiento será posible de la mano de la autonomía, y de la conquista y ejercicio de la soberanía por parte de los ciudadanos y las ciudadanas. Negarse a esto puede constituirse en una nueva y perversa metamorfosis; puede ser un nuevo proceso de sincretización de la participación y el poder popular. La ciudadanía podrá ser gobierno y constituirse en Estado si el gobierno resiste la tentación de tutelar la relación para continuar monopolizando el poder y sus ventajas. Tenemos una inmensa posibilidad para construir una sociedad más justa, ese socialismo bolivariano y nuestro. Ese es el camino del empoderamiento, y no de las caricaturas del mismo, que con contadas excepciones, hemos tenido hasta ahora. La participación será entonces sinónimo de soberanía, autonomía y libertad. 62 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Agencia Oficial de Prensa del Gobierno de Venezuela. (2003). Plan Barrio Adentro restablece red primaria de salud. Extraído el 11 de julio 2003 de: www. asambleanacional.gov.ve. Alarid, H. (1990). Los Sistemas Locales de Salud. Revista SILOS, 4, 11. Barrios, L. (2004). La Clase Media Sale del Paraíso. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, (10) 155-161. Belmartino, S. (1991). 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La propuesta está sustentada en la necesidad de capacitar a la gente para ejercer un mayor control sobre los determinantes de su salud y coadyuva a los esfuerzos invertidos para afrontar las enfermedades transmisibles, las no transmisibles y otras amenazas para la salud colectiva. Este trabajo se desarrolló en el estado Trujillo de la República Bolivariana de Venezuela entre octubre del 2004 y agosto del 2008. Contó con la participación de gestores del sector salud adscritos a los distritos sanitarios, consejos comunales y otros grupos organizados de la comunidad, representaciones locales de diferentes ministerios gubernamentales, misiones sociales, entre otros. Su marco conceptual y metodológico está basado en el principio de la participación protagónica de las comunidades organizadas como pilar fundamental para el diagnóstico, planificación y gestión de los planes, programas y proyectos; tomando como marco institucional los lineamientos del Ministerio del Poder Popular para la Salud. El proceso estuvo bajo la conducción de la Dirección General de Programas de Salud y la Coordinación Estadal de Comités de Salud de la Fundación Trujillana de la Salud (Fundasalud). La sistematización contó con el auspicio de la representación de la Organización Panamericana de la Salud en el país. El producto del trabajo lo ofrecemos como material de discusión para la toma de decisiones de los niveles superiores en la cadena de mando, esperando que contribuya con la construcción de un sistema público nacional de salud que responda a las necesidades de la población trujillana y conduzca el proceso de cambio en el sector durante los próximos años. Considerando que el perfil epidemiológico de Trujillo es similar al nacional, pensamos que este esfuerzo local puede aportar a la construcción de políticas públicas orientadas a programas de promoción de salud que incidan sobre los determinantes de la salud. 1. LA PROPUESTA INSTITUCIONAL 1.1 Un cambio de paradigma en la política de salud A pesar de que los lineamientos generales de la política de salud en el país se orientan declarativamente hacia la prevención y la promoción, cuando analizamos 1 Docente-Investigador del Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldón” y asesor de la Sociedad Venezolana de Salud Pública. 2 Docente de la Especialidad de Trabajo Social en el Instituto Universitario de Tecnología: “Mario Briceño Iragorry” y de la Misión Sucre-Universidad Bolivariana de Venezuela. 71 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate las modalidades de gestión de esas políticas en el nivel local y regional, estas tienen aún un fuerte componente biologista, con eje dominante del médico, fragmentado, con alto uso de tecnologías y medicamentos. Sin embargo, las propias comunidades organizadas del estado Trujillo, desde hace aproximadamente 20 años, están impulsando cambios en su entorno, conformando redes cuyos pilares fundamentales son la participación ciudadana y la intersectorialidad con el objeto de solventar problemas relacionados con determinantes que afectan su salud. Consolidadas mediante una ley que entró en vigencia en 2006 y mecanismos de transferencia de recursos financieros, estas redes están hoy en día reconocidas desde la institucionalidad como “…instancias de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social” (Ley de los Concejos Comunales, 2006). Este nuevo marco jurídico-legal, en la práctica, está obligando a los gestores de salud a negociar, coordinar y establecer agendas de trabajo con las redes colectivas, comprometiéndolos a cambiar de paradigma en cuanto a sus modelos de atención y de gestión. Presentaremos a continuación cuales han sido sus impactos y consecuencias en la gestión de Fundasalud Trujillo, más específicamente en el seno de la Dirección General de Programas de Salud, de la cual fuimos los actores. 1.2 La creación de una nueva Coordinación Técnica de Programas (2004) Con el fin de relanzar los programas de salud pública en el estado Trujillo, la prioridad fue dada en el 2004 a repensar las condiciones estructurales y los elementos del desarrollo organizacional que permiten un mejor desempeño del ejercicio de la salud pública (trimestre octubre-diciembre 2004). Para ello, se recurrió a técnicas de planificación estratégica como forma de relacionar los problemas y necesidades de los programas de salud con los conocimientos sobre las condiciones estructurales del modelo conceptual y organizacional actual, de tal modo que sea posible definir prioridades y considerar alternativas de solución. Se generó así una rica dinámica de trabajo colectivo como mecanismo de intercambio, interacción y producción del equipo técnico que conformaba y/o coordinaba cada programa; las direcciones de Atención Médica, Salud Ambiental, Desarrollo Social y Epidemiología; las coordinaciones de Atención Ambulatoria y Hospitalaria; los jefes de Distritos Sanitarios y los directores de Hospitales. El diagnóstico En un primer momento, nos apoyamos en una principal herramienta metodológica, el análisis DOFA, el cual permite analizar, para el presente, las fortalezas y debilidades (factores internos- FD) de los programas y, para el futuro, las oportunidades y amenazas (factores externos-OA); así como proponer alternativas de intervención tomando en cuenta componentes relacionados con la gestión, oferta de servicios, provisión de recursos y el financiamiento. 72 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Con el fin de mejorar el análisis, nos enfocamos en algunas áreas críticas para el desarrollo del nuevo modelo de atención: a) sus componentes políticos y económicos, b) la cobertura universal con equidad, c) la integralidad en la atención, d) la capacidad resolutiva de los servicios, e) la participación social y f) el financiamiento de la salud. Nuestro análisis concluyó que, a pesar de los esfuerzos realizados en años anteriores, la organización estaba estructurada sobre un modelo de atención y gestión individual y fragmentado que no respondía a la demanda social; no permitía diseñar acciones integradas dirigidas a grupos de población por ciclos de vida, y carecía de proyectos específicos de acuerdo a los problemas de salud en los diferentes espacios del sistema. El modelo anterior había sido, en efecto, producto de una planificación normativa, con clara tendencia a la atención de la enfermedad y solo eventuales intervenciones intersectoriales. En el mismo, se había perdido la capacidad de negociación con otros organismos tanto gubernamentales, como no gubernamentales y la sociedad civil, para una distribución equitativa de recursos de todo tipo de acuerdo a criterios de priorización. Tampoco había facilitado el desarrollo de nuevas competencias y capacidades que permitiesen la medición sistemática del impacto y asumir con anticipación los nuevos retos de la salud pública. El diseño de la nueva entidad Tomando en consideración lo descrito, se planteó la necesidad de una nueva estructura funcional para facilitar el cambio organizacional en los programas de salud pública. Con el fin de construir colectivamente su diseño, el grupo dedicó un segundo momento a la formulación los valores finales de esta unidad, delimitando su misión, visión, así como sus objetivos: MISIÓN: “Viabilizar el desarrollo de los Programas de Salud Pública en el ámbito regional y municipal del estado Trujillo, mediante acciones integrales, integradas y participativas que promuevan la salud como derecho social y faciliten la atención y el acceso justo, equitativo y universal a servicios indispensables que satisfagan con calidad y eficacia las demandas básicas de la población, según sus diferentes expresiones en grupos humanos, territorios y categorías sociales, y contribuyan a disminuir la brecha de desigualdades” (Ministerio del Poder Popular para la Salud [MPPS]/ Fundasalud Trujillo, 2004). VISIÓN: “Área técnica programática en Salud Pública de la Fundación Trujillana de la Salud conformada por redes institucionales y sociales con valores, principios, objetivos y funciones que impulsan la cooperación, la justicia social, la responsabilidad y la igualdad de oportunidades por medio de actuaciones de alcance colectivo que coadyuvan en la construcción de ciudadanía mediante un modelo de atención integral, con énfasis en la promoción de la salud, que da respuesta a las determinantes sociales y de calidad de vida de la población con el fin de lograr el desarrollo social sustentable” (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2004). OBJETIVO GENERAL: “Coadyuvar en la consolidación de un modelo de atención integral mediante procesos de reorganización que faciliten el fortalecimiento de los programas de salud pública transformándolos en dimensiones de la realidad que se vinculan con diferentes planos de competencias, mandatos y capacidades en la construcción de un planteamiento estratégico, que de respuesta a las determinaciones 73 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate sociales y de calidad de vida de la población trujillana, de acuerdo a las cuatro etapas del ciclo de vida: infancia, adolescencia, adulto joven y adulto mayor; definiendo prioridades y aportando soluciones integradas, equitativas, eficientes, participativas, eficaces, evolutivas y solidarias con relación al análisis de las necesidades sociales que originan las brechas y los déficit de respuestas” (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2004). OBJETIVOS ESPECÍFICOS: ɶɶ Modular los programas de salud pública con las políticas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social a través de la definición de los objetivos sanitarios, la comprensión, análisis, fomento, concertación y negociación de las estrategias, así como de su traducción jurídico-normativa. ɶɶ Facilitar el papel de la población no solo como objeto sino igualmente como sujeto actor de los programas de salud pública, que incluye el desarrollo y fortalecimiento de la promoción de la salud, de la construcción de entornos saludables y libres de riesgos y daños para la salud colectiva, y el desarrollo de la ciudadanía y de la capacidad de participación y control social. ɶɶ Fortalecer la garantía del acceso equitativo y de calidad a los programas de salud necesarios para toda la población y mejorar la satisfacción de los usuarios. ɶɶ Promover y aprovechar el reconocimiento del carácter intersectorial de los programas y la elaboración de alianzas para mejorar las acciones en salud pública. ɶɶ Desarrollar capacidades, habilidades y actitudes en los equipos multidisciplinarios que respondan a las necesidades y circunstancias concretas del accionar de la práctica social en relación con la planificación, organización, dirección, regulación y evaluación de los programas de salud pública. ɶɶ Consolidar la capacidad de la infraestructura institucional y el desarrollo y ampliación tecnológica de los sistemas de información, gestión, operación y control de los programas de salud pública. ɶɶ Difundir las competencias relacionadas con capacidades, actuaciones y recursos dirigidos a los ámbitos municipales y parroquiales así como apoyar a las autoridades locales, en concordancia con la política nacional de descentralización, en el fortalecimiento del ejercicio descentralizado de la gestión sanitaria en materia de programas de salud pública. El diseño del plan de acción El tercer momento lo constituyó el diseño del eje programático o plan de acción integral por ciclos de vida (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2005). Este plan de acción para el período 2005-2007 se sustentó en el enfrentamiento de los factores de riesgo y el perfil epidemiológico del año 2004, y estuvo respaldado con cinco proyectos (Salud Infantil, Maternidad Segura, Adolescentes Saludables, Jóvenes Productivos, Salud en la Tercera Edad) mediante la metodología del marco lógico. El plan contó con el auspicio de organismos gubernamentales y no gubernamentales, tanto nacionales como regionales, municipales y la comunidad organizada. 74 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Organización de la estructura funcional Un cuarto momento de este proceso fue la organización de una estructura funcional cónsona con los propósitos enunciados. La misma se caracteriza por atributos de horizontalidad y flexibilidad en su configuración, lo que facilitara la participación activa de los diferentes actores en la gestión; integra los ciclos de vida relacionándolos con los factores de riesgo para cada una de las enfermedades transmisibles y no transmisibles; tiene un carácter inductivo, toda vez que va de lo particular a lo general; es gradual y progresivo y utiliza los recursos existentes y el apoyo técnico indispensable; es modular y dinámico, constituido por equipos de trabajo técnico e interdisciplinario, con la finalidad de abordar la situación de salud de manera integral y holística; está orientado a la resolución de problemas, satisfacción de necesidades, para la toma de decisiones oportuna y adecuada; y, punto importante, permite incorporar de manera activa a la comunidad organizada en el control social de la gestión como lo precisaremos más adelante. La gestión de este modelo se orienta hacia el desarrollo de las capacidades institucionales para la concertación y negociación, y al desarrollo de las competencias en los distritos sanitarios y su vinculación con los municipios. Para operacionalizar esta propuesta se creó la Oficina de Coordinación Técnica de Programas para la Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad, la misma que coordina todo el proceso dentro de la Dirección General de Programas. 2. LA INICIATIVA EN LA PRÁCTICA 2.1 2005: la articulación Coordinación Técnica de Programa / Comunidades como estrategia fundamental de acción A partir del 2005, las actividades se concentraron en viabilizar las líneas estratégicas del plan de acción (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2005), entre las cuales aparecen los elementos siguientes: ɶɶ El acompañamiento con otras instituciones relacionadas (Zona Educativa, Hidroandes, Cadela, CEDNA, SPA Mujer, Alcaldías, Concejos Municipales, Prefecturas, Misiones Sociales, entre otras) con el objeto de optimizar acciones conjuntas. ɶɶ El desarrollo de alianzas y acuerdos con los grupos organizados de la sociedad civil (consejos comunales, comités de salud, estudiantes de las misiones) con la finalidad de sensibilizar a la comunidad y facilitar su apoyo técnico para la formulación de proyectos con la metodología del marco lógico, así como su cooperación para mitigar los problemas de salud en el ámbito local. ɶɶ El fortalecimiento del modelo de gestión de los programas mediante la estrategia de promoción de la salud que permite la integración de las diferentes coordinaciones y de los distritos sanitarios con las comunidades para desarrollar estilos y modos de vida saludables. La participación de las comunidades se vuelve así uno de los principales ejes estratégicos del plan de acción de la Coordinación de Programas. 75 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate A nivel local, esta orientación se reflejara en la incorporación de los actores comunitarios en el desarrollo de las diferentes momentos de “los Proyectos de Calidad de Vida” (Ver cuadro siguiente), los mismos que se sustentan en acciones conjuntas con la participación de la comunidad organizada. Proyectos de Calidad de vida: principales “momentos metodológicos” (Mandl, 1996). • • • • • • • • • Sensibilización de diversos sectores relacionados con salud y desarrollo social. Identificación de problemas y/o necesidades en salud, jerarquización de problemas centrales y análisis participativo del campo causal y paradigmas del bienestar y campo de fuerzas de salud. Propuestas de proyectos en asambleas comunitarias. Tamizaje técnico de las propuestas y formulación de proyectos de calidad de vida, integrados en tres áreas de intervención de acuerdo a los proyectos institucionales diseñados con anterioridad: - Cumplimiento de resultados y procesos. - Desarrollo de capacidades e infraestructura. - Desarrollo de competencias descentralizadas. Identificación de recursos necesarios y organismos financiadores. Presentación en asambleas comunitarias de los proyectos ante diversas instancias gubernamentales (por ejemplo, gabinetes móviles parroquiales) Ejecución de proyectos con apoyo de la comunidad organizada. Contraloría social de actividades y tareas por integrantes de Comités de Salud y consejos comunales. Evaluación de condiciones de vida según los ejes programáticos formulados. Elaborados tomando en cuenta las necesidades sentidas de la población y los problemas reales definidos en el diagnóstico situacional del municipio, estos proyectos constituirían la base que permitirá proponer los planes municipales de salud en concordancia con los proyectos institucionales de Fundasalud, priorizando la promoción de la salud para el logro de estilos y modos de vida saludables. 2.2 2006: La consolidación de la Coordinación Técnica de Programas El proceso comienza a consolidarse durante el año 2006, con la operativización de las diferentes líneas de acción y el seguimiento al plan. El informe Memoria y Cuenta precisa así entre los principales logros (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2006) de la Coordinación para el año 2006 los siguientes aspectos: Se ha acentuado el esfuerzo para la capacitación e incorporación de las comunidades en la gestión de los proyectos: • Con el fin de consolidar esfuerzos con las redes sociales, se ejecutaron un total de 1.085 talleres para promover estilos de vida saludables en la población. • Como resultado se conformaron 376 grupos de trabajo comunitario para el intercambio de saberes en salud infantil (8,5%), adolescentes (15,2%), adulto joven (52,1%) y adulto mayor (24,2%), promovidos y conducción del equipo responsable de la oficina de Coordinación Técnica de Programas. • Al mismo tiempo, se promovieron y asesoraron un total de 352 asambleas comunitarias, 150 movilizaciones de calle y se dictaron 410 talleres de capacitación con la participación de 1.480 lideres comunitarios para organizar esfuerzos en la 76 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate conformación de comités de salud y capacitación para el ejercicio de contraloría social. • Para el desarrollo de proyectos comunitarios se ha sensibilizado a las comunidades organizadas en el 65% de los municipios del estado Trujillo. • Como resultado, las comunidades organizadas han formulado proyectos en el 59% de las parroquias. Estos están orientados en un 73% hacia la resolución de problemas de saneamiento ambiental, energía eléctrica y vialidad. Gracias a la capacitación e incorporación de las comunidades organizadas en los proyectos, la coordinación cuenta en materia de prevención y promoción de la salud con los logros siguientes: • Se estima que la información sobre anticonceptivos, control prenatal, signos de alarma, lactancia materna, planificación familiar y aspectos nutricionales, ha llegado por lo menos al 50% del total de las embarazadas. • Se estima que la información mediante material impreso, tríptico, medios de comunicación social sobre propagación de VIH/ SIDA llegó al conjunto de la población de mujeres en edad fértil. • Se han fortalecido los clubes de adolescentes, clubes de hipertensos, y clubes de diabéticos. • Se ha facilitado la participación de la sociedad civil organizada en la creación y fortalecimiento de casas comunitarias y escuelas promotoras de salud, con el fin de mejorar las condiciones de los y las adolescentes. • El 40% de las embarazadas han sido captadas antes de las 13 semanas de gestación a través de campañas publicitarias, control prenatal, y reuniones con los equipos de salud. • Se ha incrementado en un 40% las visitas domiciliarias a las embarazadas y en puerperio. • Se han capacitado en un 70 % los equipos de salud en cuanto a las normas de salud sexual y reproductiva. • Se han capacitado un 25% de los comités perinatales con normas y pautas del servicio de vigilancia de la mortalidad infantil • Se han capacitado un 70 % de los comités de vigilancia y control de mortalidad materna activos. En materia de acuerdos y alianzas interinstitucionales la nueva coordinación cuenta en el 2006 con los siguientes avances: • Se han fortalecidas alianzas y acuerdos con otras instituciones relacionadas (Ministerio de Educación, Zona Educativa, Ministerio del Trabajo, CEDNA, Desarrollo Social Participativo, INCE, PAE, MINPADES, entre otros) mediante los cuales se logró 77 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate la aprobación y puesta en marcha de diferentes proyectos de capacitación y dotación de equipos, entre los cuales se destacan el apoyo a personas con discapacidad en el acceso a material ortopédico. • Se ha fortalecido la Comisión Interministerial para la Atención, Prevención y Educación Vial del estado Trujillo (CIAPEV) con el propósito de garantizar el establecimiento de programas permanentes para la prevención y educación vial. • Se ha establecido un plan de acción conjunto para impulsar las escuelas como espacios para la salud y calidad de vida 2.3 2007: la integración de la coordinación de comités de salud a la Dirección de Programas A partir del 2007, se integra a la Dirección de Programas la Coordinación de Comités de Salud (Figura 1) con el fin de favorecer la participación de los actores comunitarios en la gestión, implementándose en la práctica diferentes mecanismos: Figura 1: Organigrama de la Dirección General de Programas Fuente: MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2006. 1. La creación de un grupo de trabajo integrado por: líderes comunitarios, en particular de los comités de salud del estado Trujillo, gestores de salud, educación y misiones sociales. Su objetivo: compartir saberes democratizando la información, proponer alternativas de solución integrales e integradas a las problemáticas encontradas en el sistema de atención y gestión, diseñar políticas públicas a través del esquema del plan, delinear agendas o estrategias para la formación del recurso humano. 2. El monitoreo y evaluación con la comunidad. Este mecanismo apareció imprescindible para mejorar la eficiencia y eficacia de la institución de salud: “Es bien sabido que el proceso de seguimiento en nuestra institución adolece de muchas deficiencias; entre las más significativas podemos mencionar la casi nula correlación entre el costo de las actividades y el presupuesto disponible, 78 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate aunado a ello, nos encontramos que las dependencias actúan coyunturalmente, o sea, en la práctica se llevan a cabo acciones de acuerdo a circunstancias que afectan al individuo en lo particular mas no al colectivo en general en concordancia con lo planificado” (MPPS/ Fundasalud Trujillo 2007a). Con el fin de poder adoptar medidas correctivas a las desviaciones identificadas, se ha diseñado un instrumento para el monitoreo y evaluación de los diferentes proyectos en cada distrito sanitario. El monitoreo y la evaluación son mecanismos eminentemente participativos, por tanto intervienen los equipos de salud; grupos de la comunidad organizada (comités de salud y consejos comunales); así como otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con los proyectos. Se llevan a cabo semestralmente, en espacios físicos concertados previamente entre los gestores de salud y la comunidad organizada. En esos espacios, mediante técnicas que armonizan la rendición de cuentas y la contraloría social, se comparte y se analiza la información para consensuar las modificaciones o acciones correctivas. Mediante este mecanismo del monitoreo y de la evaluación, ha comenzado a institucionalizarse la contraloría social de los comités de salud y consejos comunales como uno de los esfuerzos gubernamentales para el fortalecimiento del poder popular. 3. La formación-capacitación de las organizaciones comunitarias. La Dirección de Programas ha impulsado el diseño y ejecución de un plan de formación permanente dirigido no solo a los equipos locales sino sobre todo a la comunidad organizada. Estos esfuerzos para consolidar la construcción del poder popular en salud han permitido en el 2007 los siguientes resultados (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2007b): • Han participado un total de 78.453 representantes comunitarios en diferentes actividades o acciones. Entre las que más se destacan tenemos: jornadas recreativas, culturales, ambientalistas, de garantía y derecho; jornadas orientadas a promover estilos y modos de vida saludables. A esto se adicionan los programas de formación permanente en diferentes tópicos de salud, específicamente en promoción de la salud y prevención de enfermedades para que a su vez lo multipliquen en sus comunidades. Todas estas se realizan a lo largo y ancho de los 20 municipios del Estado. • Como resultado, 405 voceros miembros de los consejos comunales y comités de salud han ejercido el derecho de la contraloría social en los cinco distritos sanitarios a través de las actividades de monitoreo y evaluación en los cinco distritos sanitarios (Trujillo, Valera, Boconó, Betijoque y Carache). • Asimismo, se estructuraron 189 comités de salud y se conformaron 142 clubes y/o asociaciones para promover estilos y modos de vida saludables en la población. • Es importante también resaltar la participación permanente de 1812 grupos comunitarios organizados (comités de salud, consejos comunales y otros grupos organizados) en las diferentes actividades que promueve Fundasalud, para fomentar estilos y modos de vidas saludables. • Con relación al Proyecto Madre, proyecto bandera del Ministerio de Salud, existían en el 2007, 362 organizaciones de base comunitaria participando y desarrollando 79 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate competencias para coadyuvar con los gestores de salud en los cinco distritos sanitarios del estado Trujillo. Igualmente se crearon 57 escuelas para padres, con 639 participantes capacitados para su cabal desarrollo durante 2007. A su vez, el componente de servicios se abocó a actualizar al equipo de salud en protocolos de conducta para el manejo de emergencias obstétricas y normas de perinatología, lo que se expresó en la capacitación de 125 profesionales adscritos a la red. • Con relación al proyecto CAREMT se elaboró un manual sobre “estilos de vida saludables” con la finalidad de formar promotores comunitarios de salud que se desempeñaran en las comunidades con asesoría directa de los equipos locales de salud. La gestión durante 2008 se concentró en dos eventos conducidos por la Dirección General de Programas de Salud y la Coordinación de Comités de Salud de Fundasalud: El primero lo constituyó la sistematización de iniciativas en promoción de la salud que se están desarrollando en la entidad federal. En un primer momento, se realizó una sistematización de distintas experiencias locales iniciadas en el 2007. El estado Trujillo esta en efecto conformado por cinco distritos sanitarios, cada uno con diferencia geográfica, y diversas formas de organizarse y de actuar. En esta perspectiva la Dirección de Programa promovió un proceso de intercambios de saberes y conocimientos por distrito, obteniéndose como resultado la sistematización de seis experiencias comunitarias (Mesa ColoradaTrujillo, Pampanito, Carache, Boconó y dos en Morón-Valera1). En estos eventos solo participaron actores comunitarios protagonistas de las diversas experiencias sujetas a la investigación, y los talleres fueron facilitados por personas de las comunidades previamente capacitadas en la metodología propuesta. A estos talleres, se sumó otro mezclando tanto actores institucionales de salud y organizaciones gubernamentales relacionadas con los diferentes determinantes que afectan a la salud, como voceros de las comunidades organizadas en las diversas experiencias, con el objeto de confrontar el punto de vista comunitario al punto de vista institucional. El segundo evento fue la implementación del primer plan de formación de activadores y activadoras sociales en salud, auspiciado por la Escuela de Nueva Ciudadanía y llevado a cabo junto con cuatro facilitadore/as de Fundasalud y 10 participantes entre comunidad y servidores públicos. Este plan tiene el propósito de crear una estructura de apoyo y seguimiento de proyectos comunitarios, desarrollados desde los comités de salud y orientados hacia la consolidación del poder popular y la construcción del sistema público nacional de salud. CONCLUSIÓN A cuatro años de esta iniciativa, las principales conclusiones son las siguientes (Mandl & Linares, 2008). En término de metodología de trabajo, uno de los principales resultados de la iniciativa se refleja en la interacción de un gran número de comités de salud y consejos comunales en las políticas de salud promovida desde la Dirección de Programas, a través su participación en los diagnósticos, definición de prioridades, 80 1 Para los relatos de estas experiencias, ver el capitulo 4. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate gestión, asignación de recursos y contraloría social a los proyectos implementados por la institución de salud. Todo este proceso ha permitido en efecto la generación y consolidación de 595 consejos comunales y comités de salud registrados y participando activamente en actividades de salud (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2008). Por otro lado se reportan además más de 600 clubes, asociaciones, organizaciones de base comunitaria (incluyendo 143 casas comunitarias1) , que promueven modos de vida saludables y participan en la gestión de los cinco distritos sanitarios del estado. Un ejemplo de esto es la Mesa Técnica de Salud implementada en el distrito sanitario Carache, como “un espacio local orientado a la participación y organización de las ciudadanas, ciudadanos, organismos gubernamentales y no gubernamentales, para la toma de decisiones compartidas, que permitan solventar los problemas y las necesidades que afectan la Salud Colectiva” (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2007c). La implementación de esta nueva metodología de trabajo ha sido facilitada por el aumento de la capacidad interna a la institución para la conformación de equipos de trabajo que desarrollan un plan estratégico de mediano y largo plazo, diseñado conjuntamente con la participación de las comunidades organizadas. Los planes son elaborados en efecto bajo la perspectiva de las necesidades de la población, según un enfoque de riesgo, y se centran en la modificación de estilos y modos de vida según los determinantes que afectan a la salud y las desigualdades. A nivel de servicio, la iniciativa también contribuyó para aumentar la cobertura de servicios, disminuir la exclusión social en la atención en salud, mejorar la producción y optimizar el rendimiento de los servicios de atención a la enfermedad. Aún más importante, ha resultado en un aumento de la corresponsabilidad de la comunidad en acciones de promoción de la salud, coadyuvando en la construcción de un modelo de gestión cada vez menos biologista. Se ha modificado así la cultura organizacional de la institución al incorporar los equipos de salud y comunidades organizadas, en grupos focales que diseñan políticas públicas, comparten saberes democratizando la información y proponen alternativas de soluciones integrales e integradas al sistema. Persisten, sin embargo, algunos aspectos que se destacan como las principales dificultades a enfrentar para la consolidación de este proceso (Mandl & Linares, 2009). 1. El temor de perder liderazgo y poder, tanto por parte de los diferentes sectores gubernamentales como por parte de servidores públicos, frente a la autonomía del poder popular, lo cual trae como consecuencia la dificultad en la construcción de acciones conjuntas. 2. La existencia de ambientes desfavorables como: la falta de recursos socioeconómicos de los municipios; una cultura institucional con poca adaptabilidad a las necesidades de la comunidad (por ejemplo en los horarios de trabajo); la existencia de limites al desempeño de los gestores públicos en las comunidades (variabilidad topográfica y climática; inquietudes relativas a la seguridad personal). 3. La persistencia del paradigma asistencialista en la cultura institucional. 4. La persistencia de un fuerte protagonismo individual en las comunidades, el cual limita la capacidad para desarrollar un proceso de construcción colectiva. 1 Son casas donde las madres voluntarias son previamente capacitadas para detectar riesgos y signos de peligro en niños menores de 5 años, embarazadas, mujeres en etapa postnatal y para referir oportunamente al establecimiento de salud. Además ejercen actividades de educación para la salud. 81 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 5. La persistencia en la población de un imaginario de un Estado paternalista y benefactor, único responsable de las soluciones a los problemas individuales y colectivos que determinan y afectan la salud. En este sentido, se plantean algunas estrategias necesarias para profundizar el proceso de cambio generado en Fundasalud y que deberían ser asumidas para garantizar la sustentabilidad del mismo. • Es necesario fortalecer las capacidades, habilidades y destrezas de los equipos locales de salud en tres aspectos: movilización de recursos externos al sector para el financiamiento de acciones de promoción de la salud; generación de información útil para la identificación de las necesidades de salud de la población (incluyendo factores de riesgo y determinantes de la salud) y para la evaluación del desempeño institucional; fortalecimiento de aptitudes para fomentar liderazgos participativos y comunicación con la comunidad. • Es necesario preservar y favorecer espacios para la participación social y comunitaria y crear mecanismos institucionales que garanticen esa participación en la gestión. El fin que se persigue es construir ciudadanía promoviendo mayores posibilidades de acción en la gestión de las múltiples organizaciones comunitarias existentes, fortaleciendo su capacidad de respuesta para dar solución a la problemática de salud, construyendo espacios de negociación y concertación que permitan identificar factores intervenibles, considerar alternativas reales de acción, asignar recursos y ser corresponsables en conducir el plan de acción hasta la resolución o control de los problemas. • Es necesario consolidar alianzas y trabajo intersectorial, transdisciplinario que promuevan una mayor tendencia hacia una participación coordinada entre el Ministerio del Poder Popular para la Salud y otros organismos gubernamentales y no gubernamentales relacionados con el sector que permita coordinar y complementar los recursos existentes para promover las condiciones que favorezcan comunidades saludables e individuos sanos. 82 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Ley de los Concejos Comunales. (2006,10 de abril). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 5.806. Mandl, J. (1996). Proyecto Municipios hacia la Salud: Experiencia Venezolana. En H. Málaga, L.M. Manzanilla & M. Toba (Eds.) Metodología para la Planificación en Salud a Nivel de los Municipios. (pp. 33-50). Caracas: OPS/OMS/MSAS Litobrit CA. Mandl, J. & Linares, E. (2008). La sistematización de iniciativas de promoción de la salud en el Estado de Trujillo, Venezuela. Boletín de OPS. Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables, 4(13)10. Mandl, J. & Linares, E. (2009). Hacia un nuevo modelo de gestión social en salud. Memorias de la Cuarta Conferencia Latinoamericana de Promoción de la Salud y Educación para la Salud. Medellín, Colombia. Extraído el 08 de diciembre de 2009 de: www.guajiros.udea.edu.co/fnsp/ Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo. (2004). Coordinacion Técnica de Programas de Salud. Una propuesta de estructura funcionai. Trujillo: Mimeografiado. Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo. (2005). Coordinacion Técnica de Programas de Salud y Coordinacion Estadal de Comites de Salud: Memoria y Cuenta. Trujillo: Mimeografiado. Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo. (2006). Coordinacion Tecnica de Programas de Salud y Coordinacion Estadal de Comites de Salud: Memoria y Cuenta. Trujillo: Mimeografiado. Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo (2007a). Direccion General de Programas de Salud y Coordinacion Estadal de Comites de Salud : Instrumento para monitoreo y evaluación. Trujillo: Mimeografiado. Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo (2007b). Direccion General de Programas de Salud y Coordinacion Estadal de Comites de Salud: Memoria y Cuenta. Trujillo: Mimeografiado. Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo. (2007c). Direccion General de Programas de Salud, Coordinacion Estadal de Comites de Salud y Grupo Focal de Comunidades Organizadas: Mesa Tecnica de Salud. Trujillo: Mimeografiado. Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo (2008). Direccion General de Programas de Salud y Coordinacion Estadal de Comites de Salud: Memoria y Cuenta. Trujillo: Mimeografiado. 83 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Implementación de un consejo comunal en una comunidad indígena: el caso de la comunidad de Mosú del estado Monagas Por Juan Quintana 85 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Implementación de un consejo comunal en una comunidad indígena: el caso de la comunidad de Mosú del estado Monagas Por Juan Quintana1 INTRODUCCIÓN Con la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en 1999, se establecen por primera vez en la historia constitucional del país derechos ambientales (Capítulo IX) así como un capitulo dedicado a los derechos de los pueblos indígenas (Capítulo VIII). Se sancionan nuevas leyes, tales como la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, la Ley Orgánica de los Pueblos y Comunidades Indígenas (LOPYCI), la Ley de los Consejos Locales de Planificación y posteriormente la Ley de los Consejos Comunales, mediante las cuales el derecho a un ambiente sano de corresponsabilidad ciudadana en el mantenimiento del mismo y el derecho de los pueblos indígenas a gozar de una salud integral han de ser garantizados por el Estado venezolano. Por primera vez, derechos inalienables son reconocidos para los pueblos originarios, entre ellos el derecho a una educación intercultural bilingüe, la incorporación de la medicina tradicional al sistema nacional de salud, y el reconocimiento de los sistemas de jurisdicción propios. La nueva Carta Magna plantea en efecto los fundamentos de un desarrollo equilibrado de los pueblos sobrevivientes, reconociendo sus costumbres, cultura y cosmovisión. Promueve, además, un nuevo modelo de intervención estatal hacia la población indígena: a las políticas indigenistas practicadas por los gobiernos anteriores se sustituye una política de reconocimiento y de participación. El Artículo 125 de la CRBV precisa así que: “los pueblos indígenas tienen derecho a la participación política”, y que: “el Estado garantizará la representación indígena en la Asamblea Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y locales con población indígena, conforme a la ley”. En el marco normativo cabe destacar también el Artículo 6 de la LOPYCI, en el que uno de los aspectos fundamentales al hablar de la participación en las comunidades indígenas es el aspecto cultural, referido a la preservación del patrimonio cultural indígena y su comprensión de los fenómenos que ocurren en el ambiente que les rodea. ¿Cómo se implementan en la práctica esos procesos de participación en las comunidades indígenas? ¿Cómo se integran en lo concreto las particularidades culturales a las dinámicas organizativas propuestas desde el gobierno bolivariano? ¿Cómo se articula la cultura de las poblaciones indígenas con la cultura criolla, organizada política, institucional, social y económicamente de manera distinta? ¿Cómo impacta este nuevo factor de transculturación? Estas son las preguntas que trataremos de responder parcialmente en el presente trabajo. Este artículo constituye el resultado de un diagnostico de las formas de gestión ciudadana practicadas por los ciudadanos de una comunidad indígena warao de Venezuela, llamada Mosú e ubicada en el estado Monagas2 . Además de una revisión documental de informes suministrados por parte de los informantes institucionales claves, el estudio de campo se apoyó en distintas técnicas cualitativas de recolección de datos: observación participante, grupo focal, entrevista focalizada, orientadas a la 1 Coordinador de la Escuela de Nueva Ciudadanía del Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”. 2 Este diagnostico fue realizado en agosto del año 2007, a través de la ejecución de un convenio en el que participaron el instituto de altos estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”, la Asociación Mundial de Vivienda Rural y el gobierno regional del estado Monagas durante los años 2005 y 2007. 87 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate interpretación holística de las situaciones existentes en Mosú desde la hermenéutica o interpretación de las palabras, textos, acciones y símbolos manejados por los actores claves involucrados (Hernández, Fernández & Baptista, 1997). 1. ASÍ ES MOSÚ Y SU GENTE 1.1 El mundo Warao, pueblo de las canoas Los indígenas warao han habitado desde hace siglos el Delta del río Orinoco. Hoy en día en esta zona se ubican geográficamente el estado Delta Amacuro y algunas partes de los estados Monagas, Sucre y Bolívar de la República Bolivariana de Venezuela. El Delta está constituido por una enorme red de islas, ríos, caños y pequeñas lagunas que se constituyen históricamente en elementos determinantes de la cultura warao. La relación estrecha que guardan los Warao con los caños queda palpada en el significado del nombre de esta etnia indígena. Warao significa en efecto: “wa”: curiara, “arao”: gente, es decir “gente de curiara”, gente de canoa (Heinen, 1988). La estructura familiar de los Warao es de tipo extendido; viven hasta 20 personas en una misma casa. La residencia es matrilocal, es decir la madre es la dueña de la casa, y es ella la que distribuye equitativamente el sustento diario adquirido por su esposo y sus yernos, quienes tienen la obligación de mantener el hogar de la suegra. Estos sustentos son obtenidos por medio de actividades como la pesca, la cacería, la siembra y la artesanía (Amodio, 2005). A pesar de las profundas transformaciones en el entorno, todas ellas siguen siendo actividades importantes de subsistencia para el Warao. La importancia que tiene para los Warao la familia y la interrelación de esta en el espacio comunitario, se expresa en la forma como ha ocurrido históricamente la transmisión de su cultura a través de largas conversaciones unidas al descanso en el hogar en horas de la noche y en donde el aprendizaje es transmitido verbalmente (Márquez, s.f.). Los Warao se han caracterizado por ser una sociedad y cultura pacíficas, basada en la armonía con el entorno natural y humano. Para los Warao es imprescindible mantener el equilibrio, la paz, la armonía y la estabilidad con el universo, universo rodeado de agua y poblada por seres inmateriales. Cualquier perturbación a las aguas, los árboles, las tormentas son adjudicadas a algunos espíritus llamados Jebu. 1.2 Una comunidad en fase de transculturación Sin embargo, las condiciones que permitían la reproducción de esta cultura han cambiado drásticamente. Principalmente el deterioro ambiental y la introducción de formas de reproducción social ajenas a la cultura warao, han generado transformaciones con profundas repercusiones en su calidad de vida. En opinión de Allegret (2004) uno de los aspectos para estos cambios ha sido la introducción por parte de las misiones religiosas de “…una ética del trabajo, del individualismo, patrones de asociación, ideales de aspiración, que fueron el factor decisivo para que la introducción de la economía monetaria y del trabajo asalariado afectaran como afectaron a los Warao”. 88 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Una comunidad de la etnia Warao que refleja las realidades antes descritas es la comunidad Mosú. La misma se encuentra ubicada en el estado Monagas entre Maturín y Caripito, en el municipio Bolívar. El Servicio Autónomo de Atención al Indígena del estado Monagas señala que habitan en la comunidad de Mosú 426 personas, el 55,4% sexo masculino, el 44,6% sexo femenino (Servicio Autónomo de Atención al Indígena del estado Monagas [SAAIM], 2008). La mayoría de la población la constituyen los niños y niñas en edad escolar, por lo cual existe una matrícula escolar de 185 niños, desde preescolar hasta 9º grado. Sin embargo, como indican los datos oficiales del SAAIM, el 30% de la población de Mosú sigue analfabeta. Como señalan Abreu y Jiménez (1982), los Warao de Mosú han sido obligados por múltiples circunstancias a adoptar a lo largo de las décadas conductas de los criollos, situación que va a empujar esta civilización indígena a un proceso de transculturación. Esta transculturación se manifiesta en la adopción de costumbres criollas, desde el vestuario hasta la comida. Los Warao de Mosú han sustituido poco a poco la ración de legumbres frescas por harina de maíz, espagueti, pan de trigo, así como las carnes de cacería por sardinas enlatadas. Este fenómeno aparece, igualmente, en los tipos de construcción de Mosú. Las viviendas existentes en esta comunidad son en efecto de tres tipos: al lado de 42 viviendas de auto construcción, subsisten 35 janokos, nombre dado a las casas típicas de la cultura warao al estilo de los palafitos, sin paredes y con techo de palma Temiche; existen también 9 janokos multifamiliares que dan abrigo a familias extendidas. Por otro lado, esta población sufre profundamente el cambio de un entorno abierto del Delta a un espacio urbanizado que genera enormes problemas de salud ambiental. La mayor problemática la constituye el agua. En efecto, el agua que se consume allí es de un pozo y no es tratada: se accede a esta por medio de “pilas” que fueron ubicadas fuera de las casas. Los riesgos de contaminación del agua son por ende muy importantes. En efecto, las viviendas, caracterizadas por sus espacios reducidos y con muy poca ventilación, no tienen acceso a agua potable intradomiciliaria, tampoco con medios de disposición de aguas servidas ni excretas, aunque en algunas de ellas viven hasta más de cinco familias. En estas condiciones, la acumulación de basuras y desperdicios se efectúa en los frentes y patios de las casas, mientras las excretas son evacuadas a cielo abierto por el hecho de no contar con sistemas de disposición de aguas servidas. La presencia de numerosos perros, cochinos y gallinas que conviven abiertamente con los pobladores de Mosú aumentan aun más los factores de riesgo de contaminación del agua, y reflejan la precariedad del saneamiento ambiental básico de esta comunidad. Los informes epidemiológicos de la Dirección Regional de Salud Indígena del estado Monagas señalan que, entre las primeras causas de morbilidad de esta comunidad, se encuentran las enfermedades de origen hídrico, provocadas entre otras cosas por contaminación microbiana del agua y por el abastecimiento inadecuado de la misma para el consumo humano. Los actores claves de la comunidad entrevistados comparten este diagnostico: expresan su preocupación por las condiciones de calidad del agua que consumen y el estado de salud en el que se encuentran los miembros de su comunidad. 89 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Las problemáticas socio ambientales constituyen así uno de los desafíos más apremiantes identificados por la comunidad de Mosú. Veremos en la parte siguiente cuales han sido las acciones y estrategias emprendidas para su resolución. 2. CREAR UN CONSEJO COMUNAL EN MOSÚ COMO UN INSTRUMENTO PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA La intervención del gobierno bolivariano en Mosú tiene varios antecedentes. Así, entre los programas sociales del gobierno presentes en la comunidad están las misiones Robinsón y Ribas, las cuales tienen 31 y 19 estudiantes respectivamente. Además la comunidad Mosú dispone de un fogón comunitario construido por la Alcaldía de Bolívar, financiado y gestionado por el Instituto Nacional de Nutrición que atiende a más de 100 personas en condiciones de malnutrición, embarazadas y enfermos de tuberculosis. Asimismo Mosú cuenta con hoy en día con una escuela bolivariana, la cual, además de las clases, dispensa todos los días alimentación a los 185 estudiantes. Entre los mecanismos de participación hoy en día de mayor alcance es la figura del consejo comunal. Es esta figura y las modalidades de su implementación en una comunidad indígena como la de Mosú que analizaremos a continuación. 2.1 El consejo comunal de Mosú: creación y dificultades Según nuestros entrevistados, existe en la comunidad de Mosú “una clara intención de impulsar la organización local a través del consejo comunal”. La comunidad ha en efecto tomado la iniciativa en materia de su organización, impulsando la creación de su consejo comunal. Como insiste uno de los entrevistados, esta forma de organización coincide con las expectativas de los miembros de la comunidad en término de descentralización: “Los Warao son los que deben plantear sus problemas, no los Criollos. A los Warao los deben representar solo Warao”. El consejo comunal de Mosú ha sido conformado poco tiempo después de la promulgación de la ley, en junio del 2006, de acuerdo a las normas establecidas en la misma (Ley de los Consejos Comunales, 2006). Según la información recabada por Castillo (2006) fueron electos 14 miembros, de los cuales cinco pertenecen a la unidad financiera, cinco a la unidad de contraloría social y el resto al organo ejecutivo, es decir cuatro personas. Sin embargo, a pesar de que en un inicio el consejo comunal fue apropiado por la comunidad warao de Mosú y de que sus dirigentes tenían un manejo apropiado de información en cuanto al marco constitucional y legal que ampara los pueblos indígenas, y los beneficios de la organización comunitaria para el logro de sus aspiraciones locales, al momento de nuestra investigación el consejo comunal parecía enfrentarse a un conjunto de dificultades, confirmando el diagnóstico del vocero de la comisión de salud: “el consejo comunal se conformó en el mes de Junio pero no esta funcionando bien”. De hecho, algunos de los entrevistados subrayaban la poca movilización lograda por la organización en el ámbito comunitario y la apatía existente: “Como vocero del consejo comunal quiero discutir los problemas pero no puedo ya la gente que no va, prefiere quedarse en casa o irse a sus conucos o al caño”. Explicaba otro vocero: 90 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “la gente no asiste por problemas personales, familiares, por peleas, por falta de acuerdos. Hemos llamado tres veces a reuniones y no asisten, allí tengo las listas de asistentes y ausentes”. Y otro: “muchos de sus miembros dicen desconocer cuales son sus obligaciones en la organización comunal”. Hoy en día, el consejo comunal de Mosú esta percibido como una organización sin mayor peso en la comunidad. Según comentan los habitantes de Mosú en una de las reuniones que presenciamos: “Hay un consejo comunal pero eso no tiene ninguna función allí”. ¿Cómo explicarlo? 2.2 Primera hipótesis: la descomposición social y cultural Una primera hipótesis que se pudiera adelantar es la fragmentación de liderazgo en la comunidad, que a su vez se explicaría por el proceso histórico de cambios surgidos en la organización social warao durante las últimas décadas. En términos generales, los problemas del consejo comunal estarían reflejando la pérdida de cohesión social interna a la propia comunidad. Cecilia Ayala Lafée-Wilbert y Werner Wilbert (2008) recuerdan que la estructura social del pueblo warao vigente hasta las primeras décadas del siglo pasado se caracterizaba por una regulación de la vida social mediante los ancianos (aidamutuma) y su consejo (monikata), el cual resolvía entre otras cosas las diputas entre miembros de la comunidad. Existe así en la mayoría de las comunidades un jefe al que los Warao llaman Aidamo. Sin embargo, esta organización social y la forma tradicional del liderazgo han sido impactadas por la economía monetaria. Los autores señalan en efecto que el asalariado y la creación, desde finales de los años setenta, de puestos públicos por parte del gobierno (en particular el de comisario, policía, enfermero, transportista, jardinero y guardianes de hogares de cuidado diario) para ayudar a los Warao a participar en la economía nacional han constituido “un desafío a su estructura política tradicional”. Como explican: “El poder político que recaía sobre el fundador de una aldea, quien a su vez lo ejercía por ser considerado un hombre sabio, depositario del conocimiento socio ambiental y por su capacidad de acierto en la toma de decisiones correctas a favor de la comunidad, fue perdiendo vigencia. Los ancianos fueron reemplazados por aquellos que, por vínculos políticos, logaron los cargos de comisarios y policías. Estos ahora manejan un poder para el cual no están preparados y suelen seguir los mandatos políticos del partido al cual pertenecen o, en el peor de los casos, el comportamiento individualista que observan en los centros urbanos y que resulta en el olvido de sus responsabilidades hacia el resto de la comunidad”. La comunidad de Mosú presenta estas características. El liderazgo tradicional ha sido sustituido hoy en día por nuevas formas criollizadas de liderazgo, las cuales, a diferencia del primero, no gozan de una legitimidad reconocida por el conjunto de la comunidad. Entre otros ejemplos, se puede mencionar que la mayoría de los miembros electos por asamblea al consejo comunal son funcionarios públicos. Según los testimonios colectados, esta elección se explica “más por los cargos públicos que tienen que por su experiencia”, por lo cual estos miembros no estarían lo suficiente preparados como para asumir una responsabilidad colectiva. Una situación favorable a gestiones individuales y al parcelamiento de pequeños poderes locales. Como 91 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate expresa un entrevistado: “El vocero principal anda solo y no informa; se va para Maturín u otro lado, pero no rinde cuenta de lo que hace, no informa lo que hizo, y esto debe hacerlo en asamblea”. Cada integrante del consejo comunal actuaría así de forma individual, a tal punto que la gente atribuye personalmente meritos que deberían ser de la organización comunitaria. Lo refleja las respuestas a la pregunta ¿Cómo se resuelven en Mosú las dificultades? Citamos algunas: “Es a través de X. que se resuelven los problemas”; “Es Y. el que resuelve eso”; “para este proyecto, pregúntale a Z”; “W esta solo”. Un conjunto de factores que podrían explicar que el consejo comunal de Mosú no se identifique hoy en día con un liderazgo formal, ni como una organización que permita canalizar las demandas. Analizando algunas debilidades en la conformación de un consejo comunal indígena, Hidalgo expresa una conclusión fuerte. Para este autor, de manera general “La forma natural de participación de los indígenas se ha visto afectada por esta forma de organización llamada consejo comunal” (Hidalgo, 2007), en la medida que este proceso de organización ha creado y distribuido diferentes formas de poder sin tomar en cuenta la estructura social local indígena. Nombrar en asamblea de ciudadanos a un vocero principal por comité de trabajo, a un presidente de banco comunal y a un contralor social, traería como consecuencia que se socave y atomice el liderazgo previamente existente, profundizando aun más los procesos de aculturación vigentes. A esto se sumaría otro aspecto nuevo introducido en la dinámica social warao, la política. Según indican los diversos testimonios, otro factor de división de la comunidad consiste en las inclinaciones políticas que asumen los líderes de la comunidad desde que la política oficial se hizo presencia en el delta del Orinoco, o sea, a partir de los años sesenta. Como expresan en efecto nuestros entrevistados: “El problema es político aquí hay tres bandos, los adecos, y dos grupos chavistas”. Sin embargo, en el caso de la comunidad de Mosú específicamente, nuestros entrevistados recuerdan que hasta hace pocos años el liderazgo de la comunidad indígena venia dado por una estructura organizativa llamada “asociación civil”, la cual surgía del seno de la comunidad en la mayoría de los casos, y estaba conformada por una junta directiva compuesta por un presidente, un secretario, un tesorero y dos vocales pudiéndose ampliar estos, electos por la comunidad, según la antigua normativa legal. Ahora, para Cecilia Ayala Lafée-Wilbert y Werner Wilbert, esta experiencia de las asociaciones civiles, como de las cooperativas, han sido positivas. Según los autores, ambos modelos no solo “establecen normas para el desarrollo del trabajo asociado e instauran las modalidades de promoción y protección del Estado, definiendo la participación del grupo en lo económico y social”, sino que estas figuras organizativas “son muy similares a la estructura y lineamiento de la organización tradicional warao y, pese a la burocracia que se genera en torno a su formación y registro legal, el Warao las señala como una fuente idónea para generar ingresos monetarios” (Ayala & Wilbert, 2008). Un último factor de perdida de cohesión tendría que ver con un cierto racismo local existente en la comunidad. Según los testimonios colectados, los que dicen ser “Warao criollos”, llaman despectivamente “indios”, “a los de aquel lado de la comunidad”, refiriéndose a los más pobres de la misma, o a los que viven de forma más tradicional en los janokos. Este dato, sobre el cual lamentablemente no se pudo explorar a profundidad, es otro indicador de la seria desestructuración social de la comunidad warao de Mosú. 92 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 2.3 Segunda hipótesis: los limitantes institucionales Diferentes elementos referidos a la parte institucional son igualmente evocados por nuestros entrevistados como factores explicativos de la debilidad del consejo comunal de Mosú. Como escuchamos en las entrevistas: “Cada día estamos más abajo, nada nuevo, no estamos creciendo”; “No hay apoyo para orientar al Warao”; “No hemos tenido una buena orientación para la constitución del Consejo Comunal”, “siempre son promesas pero poco las cumplen...”. La mirada de los Warao de Mosú sobre el desempeño de las instituciones del Estado es muchas veces acerba. De todas maneras, estas críticas son reveladoras de una novedad: por primera vez, lo que se critica no es la ausencia de las instituciones, sino su modo de actuar. En efecto, como expresan nuestros entrevistados, una gran diversidad de instituciones con competencias en los asuntos relacionados con pueblos indígenas interactúa hoy en día con la comunidad de Mosú. Entre ellas: la misión Guaicaipuro y la Secretaria de Atención al Indígena de Monagas (SAIM), el Instituto Nacional de Tierras (INTI), el Instituto Nacional de Nutrición (INN) del Ministerio de Salud, la Asociación Mundial de Vivienda Rural en Venezuela (AMBR), la Secretaria de Desarrollo Agrario de la Gobernación, la Secretaria de Desarrollo Social de Monagas (SEDES), y en el marco de este estudio, el Instituto de Altos Estudios en Salud (IAES) del Ministerio de Salud, a través de la Escuela de Nueva Ciudadanía. Sin embargo, estas instituciones parecen padecer de limitaciones no solo logísticas sino también gerenciales para realizar el trabajo en una comunidad como la de Mosú. Como expresa un entrevistado: “las instituciones que hacen vida en esta comunidad, al parecer, no trabajan de manera articulada para el beneficio de la misma”. En lugar de actuar de manera coordinada, “las instituciones o las instancias ministeriales llegan individualmente a proponer a los miembros de esta pequeña comunidad la organización de comités de trabajo en los cuales ellas tienen competencias”. Esta parcelización del trabajo parece haber constituido una fuente notable de desmovilización comunitaria con la pérdida de confianza de los habitantes de Mosú en sus voceros y en las instituciones públicas regionales y nacionales. Otro de las debilidades evocadas para caracterizar las intervenciones de las instituciones en Mosú es la tendencia que tienen muchas veces sus representantes en imponer visiones y proyectos sin tomar en cuenta las especificidades locales e opiniones de la comunidad. Como precisa un entrevistado: “algunas instituciones que realizan trabajos en Mosú imponen un proceso de planificación desde sus propios valores, obviando la cultura de los propios habitantes de esta comunidad”. Una consecuencia de esta perspectiva “desde arriba hacia abajo” es la perpetuación de practicas asistencialistas hacia las comunidades indígenas. Otra es la identificación “errada” o la imposición de personas por agentes externos para que ocupen ciertos cargos de responsabilidad. Por lo expresado por los actores, se puede así percibir una falla principal en las modalidades de intervención de los organismos del Estado en un contexto indígena: la insuficiencia del enfoque intercultural en los procesos impulsados por las instituciones respecto a la organización comunitaria y en las formas de comunicarse con la población local a pesar de la ley. Un ejemplo de esto lo constituye el caso del comité de salud, el cual fue directamente impulsado desde la institucionalidad: sin consultar a la comunidad, se 93 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate formaron auxiliares en medicina simplificada designados como los encargados de sanar desconociendo por completo el llamado Wisiratu, o sanador warao, quien goza en esta cultura de autoridad y cuya opinión a la hora de tomar decisiones es también muy importante. A MODO DE CONCLUSIÓN En este contexto complejo en que se ha conformado el consejo comunal de Mosú, se expresan una serie de problemas relacionados con la participación, los aspectos culturales de la población y las particularidades de la relación comunidad/ instituciones del Estado. A partir del ejemplo de los alcances y obstáculos a la construcción de un poder popular en una comunidad indígena como la de Mosú, terminaremos proponiendo varias conclusiones con el fin de que sirvan para alimentar el debate y la reflexión sobre las modalidades de la intervención institucional en un contexto similar. Una primera conclusión es que el marco legal y constitucional de la participación ciudadana y de la organización comunitaria no garantiza por si solo el uso del enfoque justo para que las intervenciones de las instituciones coinciden con las expectativas de las comunidades indígenas. Una segunda, es que hay un contexto de desestructuración social comunitario que no ha sido tomado en cuenta de manera apropiada para ejecutar las intervenciones del estado. En otras palabras, los procesos de acompañamiento a la participación deben considerar como un elemento fundamental para su diseño el contexto histórico y las particularidades sociales de las comunidades en las que intervienen. Tercera, hay una serie de aspectos culturales no tomados en cuenta para esas intervenciones. A pesar de la desestructuración social de la comunidad Mosú, debe haber manifestaciones culturales propias que, una vez rescatadas o tomadas en cuenta, podrían hasta constituir un potencial para favorecer los procesos organizativos locales. Es una necesidad urgente para el Estado contar con un personal capacitado adecuadamente para el trabajo intercultural en las comunidades indígenas del país. A pesar del esfuerzo institucional para el incremento de la atención a las problemáticas que viven las comunidades indígenas y a sus particularidades culturales, sigue siendo necesario profundizar la reflexión sobre nuestras formas de intervenir y promover la participación como instituciones, para poder romper definitivamente con la cultura institucional hegemónica de acción vertical, poco participativa y clientelar. 94 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Abreu, A. & Jiménez, A. (1982). Mosú: un pueblo Warao del Estado Monagas. (Biblioteca de Temas y Autores Monaguenses, Colección Guanipa Ensayos e Investigación). Maturín: Gobernación del Estado Monagas. Allegret, D. (2004). Acerca de la “mendicidad” Warao redefinida como “recolección de dinero. [Ensayo Asignatura: Lenguas Indígenas I] Caracas: Universidad Central de Venezuela. Amodio, E. (2005). Pautas de crianza de los pueblos indígenas de Venezuela Jivi, Piaroa, Ye’kuana, Añú, Wayuu y Warao. Extraído el 07 de marzo de 2009 de: www.unicef.org/venezuela/spanish/pautas_de_crianza.pdf. Ayala Lafee, C. & Wilbert, W. (2008). Los Warao. En G. Freire y A. Tillet (eds.) Salud Indígena en Venezuela. Vol. 2. Caracas: MPPS. Castillo, A. (2006). Informe de la visita al estado Monagas del 18 al 20 de Julio del 2006. Maturín: Asociación Mundial de Vivienda Rural, mimeografiado. Heinen, H D. (1988). Los Warao. En J. Lizt, Etnología Contemporánea, Vol. 3 (pp. 585- 689). Caracas: Fundación La Salle/Monte Ávila Editores. Hernández, R., Fernández, C. & Baptista, P. (1997). Metodología de la Investigación. México: McGraw Hill Interamericana. Hidalgo, J. (2007). Informe de actividad entregado al Servicio de Atención al Indígena de Monagas. Maturín: Mimeografiado. Ley de los Concejos Comunales. (2006, 10 de abril,).Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 5.806. Márquez, H. 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Maturín: Mimeografiado. 95 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate http://www.fabiolamoralesc.com Foro: familia, estado y sociedad 97 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Hacerse una persona comunitaria: relatos de las motivaciones y transformaciones en los comités de salud de Barrio Adentro1 Por Amy Cooper2 INTRODUCCIÓN Este artículo estudia las motivaciones y las representaciones de los voluntarios y voluntarias en los proyectos de salud comunitaria asociados a la misión Barrio Adentro del gobierno venezolano. Describo los tipos de personas que se han vuelto voluntario/as de la salud en una urbanización de Caracas y exploro las razones de su participación con la misión Barrio Adentro. Discuto también las ideas culturales amplias de sociabilidad y comunidad que estructuran su participación en estos proyectos de salud comunitaria. Argumento que algunos tipos particulares de personas son incitadas a hacerse voluntarias tanto por su apoyo y relaciones con el gobierno del Presidente Chávez como por compartir una utopía de la transformación de su urbanización en un ideal de la comunidad venezolana. Mi análisis se fundamenta en una investigación etnográfica de 15 meses realizada en la parroquía Santa Teresa, ubicada en el centro de la ciudad de Caracas. Realice también observaciones e entrevistas con voluntario/as en otras partes de la ciudad, así como en los segundos y terceros niveles del sistema de salud pública (Emerson, Fretz & Shaw, 1995). En la parroquia Santa Teresa, efectué una cotidiana observación participante con los y las voluntarias de salud, los profesionales de salud y los pacientes de los consultorios de la misión Barrio Adentro, las jornadas de salud organizadas por el gobierno, y otros programas comunitarios implementados desde el gobierno tales como los clubes de abuelos y las casas del Instituto Nacional de Servicios Sociales (INASS). Como parte de mi investigación, trabaje y me formé con las voluntarias de salud como si fuese un miembro de su comité de salud. Fueron 13 semanas de formación en promoción social con un médico de la misión Barrio Adentro a finales del año 2008. Llegue a conocer muchos miembros de los comités de salud de Santa Teresa y realice entrevistas formales con ellos. Este artículo se enfoca en los habitantes de Santa Teresa quienes se integraron a dos comités de salud relacionados con dos de los consultorios Barrio Adentro de la parroquia. Durante 2008, trabaje en particular con 15 de sus miembros activos y pude conducir entrevistas formales con 8 de ellos. Realizada entre los meses de Junio y Agosto del 2006, y entre Enero del 2008 y Febrero del 20093 , esta investigación fue aprobada por el Social and Behavioral Sciences Institutional Review Board de la Universidad de Chicago, la presidente de la Junta Parroquial de Santa Teresa, y la coordinadora del comité de salud “Frente Comunitario” de la parroquia Santa Teresa4 . 1. EL CONTEXTO DE LA INVESTIGACIÓN Santa Teresa es una de las 22 parroquias, unidades político-territoriales de base, del municipio Libertador de Caracas. Se trata de la parroquia más pequeña de la ciudad, con aproximadamente 20.000 habitantes en una superficie de unas 30 cuadras. 1 Traducción del ingles al español por Johanna Lévy y Miguel Malo. 2 Estudiante de doctorado (PhD Candidate). Departamento de Desarrollo Humano Comparativo (Department of Comparative Human Development), Universidad de Chicago, Chicago, Illinois. 99 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La parroquia es conocida por la Basílica de Santa Teresa, la cual atrae muchos peregrinos cada año durante la Semana Santa. La parroquia también alberga un mercado popular de calle a lo largo de su limite oeste (la Avenida Baralt), el cual atrae comerciantes de otras partes de la ciudad. Al Sur de la Avenida Baralt se ubica el Mercado de Quinta Crespo, uno de lo más grandes mercados de Caracas. Teatros históricos y oficinas importantes del gobierno constituyen el límite norte de la parroquia, mientras la asamblea nacional y el palacio presidencial se ubican a algunas cuadras al norte de la misma. La parroquia es parte del casco histórico de la ciudad, y numerosos edificios fueron construidos a inicios de los años 1800. La urbanización misma se compone de una combinación de casas coloniales de uno o dos pisos, y de edificios de hormigón hasta de 25 pisos. Santa Teresa es descrita por sus habitantes como una urbanización de gente de clase media-baja, trabajadores y/o pobres. El nivel de ingreso promedio mensual de la población de la parroquia, 766 bolívares según cifras del INE en el 2001 (Instituto Nacional de Estadística de Venezuela [INE], 2002), es más alto que el promedio del municipio Libertador (569 bolívares). La urbanización se compone de una mezcla de clases sociales, con muchos indigentes viviendo en las calles, en edificios abandonados, o en las numerosas pensiones dispersas a lo largo de la parroquia. Sus habitantes consideran que la urbanización es mayoritariamente habitada por seguidores de la oposición al gobierno: durante el referéndum revocatorio del 2004, el 59% de los votantes de la parroquia han votado para la revocación del Presidente Chávez. Durante la fase larga de mi investigación de campo, en el 2008, esta pequeña comunidad tenia en actividad tres consultorios Barrio Adentro I así como tres clubes de abuelos ofreciendo actividades físicas diarias, y estaba en construcción una sala de rehabilitación integral (SRI) del nivel II de la misión Barrio Adentro. La parroquia no cuenta con hospitales públicos o ambulatorios. 2. LAS VOLUNTARIAS A lo largo de mi trabajo de campo, logre conocer a numeroso/as voluntario/as de salud, y quise entender cómo se habían involucrado inicialmente en el voluntariado con los comités de salud. ¿Qué tipo de individuos se dedicaban al trabajo ad honorem con la misión Barrio Adentro? ¿Cómo conocieron los comités de salud de su sector, y como llegaron a integrarlos? ¿Hubo un momento particular donde esos tomaron conciencia de su decisión de ser voluntario/a? ¿Ya habían sido involucrados en actividades de promoción de la salud o en programas comunitarios antes de unirse a un comité de salud? Una de las cosas que más me ha sorprendido al conocer esto/as voluntario/as es saber que eran relativamente nuevos en el mundo de la política, del activismo comunitario, de la promoción de la salud y del voluntario. En realidad, ninguno de ellos había estado involucrado en trabajos voluntarios de cualquier índole antes de juntarse a su comité de salud local. Ninguno de ellos, a excepción de una enfermera, había trabajado en el sector de la promoción de la salud antes de la llegada de la misión Barrio Adentro en la parroquia en el 2004. Entonces ¿Cómo estos individuos llegaron en un momento particular a involucrarse en un trabajo local de salud?, y ¿Qué les lleva a dedicar su tiempo a este trabajo sin cobrar por ello?. 100 3 Su realización ha sido posible gracias al auspicio de Fulbright-Hays Doctoral Dissertation Research Abroad Program, así como de varios centros de investigación de la Universidad de Chicago (Center for Latin American Studies, Center for the Study of Race, Politics, and Culture, and Chicago Center for Contemporary Theory). 4 La autora quiere dar gracias a la comunidad Santa Teresa y el Departamento de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, donde estuvo afiliada como estudiante de postgrado en el 2008 y 2009. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Los integrantes de los comités de salud de Santa Teresa comparten muchas características comunes a partir de las cuales se puede identificar un “tipo” particular de individuos que están más proclives a involucrarse en actividades voluntarias con la Misión Barrio Adentro. Demográficamente, los integrantes de los comités de salud de Santa Teresa son bastante semejantes: 14 de los 15 integrantes que conocí son mujeres, cuya edad es entre los 41 y 58 años. Todas han vivido en Santa Teresa durante los últimos 10 años. Algunas trabajan fuera de su casa, algunas tienen hijos pequeños, pero todas han apartado por lo menos un medio día libre de la semana para su trabajo voluntario en el consultorio o para acompañar el médico en sus visitas a domicilio. Las voluntarias representaban la diversidad social de la parroquia – algunas son desempleadas y luchan para poder pagar las cuentas a fin de mes, mientras otras viven cómodamente y pueden agarrar vacaciones y viajar de vez en cuando. Sin embargo, ninguna de ellas se consideraba a si misma tan empobrecida como los más pobres habitantes de la comunidad. En mi estudio de campo, encontré vario/as voluntario/as de otras partes de la ciudad los cuales no tenían necesariamente el perfil que observe en Santa Teresa, o sea el de un voluntario de mediana edad y de sexo femenino. Sin embargo, para poder participar activamente en un comité de salud y poder ayudar en la administración del ambulatorio y la atención médica, uno necesita tener tiempo libre durante la semana. Aunque las voluntarias de salud de Santa Teresa tiendan a ser mujeres de edad mediana con algún tiempo libre en la semana, no solo los factores demográficos explican el tipo de individuos que deciden ser voluntarios en su consultorio Barrio Adentro. En el resto del artículo, presentaré dos factores que condicionan la participación de las voluntarias de salud en Santa Teresa: una afiliación política particular, y un compromiso con una visión particular del bienestar social y de la vida comunitaria. Veremos a continuación que las voluntarias de salud comparten, en efecto, convicciones políticas y comunitarias que motivan su involucramiento en los comités de salud y definen su cooperación entre ellas como promotoras sociales. 3. ¿QUE MOTIVA A JUNTARSE AL COMITÉ DE SALUD LOCAL? UNAS CONSIDERACIONES POLÍTICAS Las voluntarias de salud dicen que dos factores iniciales han motivado su decisión de juntarse al comité de salud. Primero, el deseo de ayudar a los demás y a la comunidad. Las voluntarias piensan que su comunidad tiene necesidades pendientes de salud y creen en el derecho a una atención médica gratuita y universal; entonces cuando se presentó la oportunidad de unirse al comité de salud local, aceptaron con entusiasmo. Se trata de una razón obvia por ser voluntaria: la creencia que el trabajo de uno va a beneficiar a los demás. Sin embargo, como lo mostraré a continuación, para muchas de estas voluntarias, el profundo deseo de ayudar a los demás, y la conciencia acerca de la pobreza y de 101 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate las necesidades pendientes en su comunidad, solo se han desarrollado a través de la práctica del voluntariado en el comité de salud. Este punto sutil pero importante requiere repensar esta idea preconcebida de que las personas son voluntarias en ayudar a los demás por predisposiciones específicas o por su conocimiento claro de las necesidades de su comunidad. Al contrario, las voluntarias sugieren en sus relatos que creen que se transformaron en este tipo de personas llamadas a ayudar a los demás solamente cuando, por primera vez, experimentaron el voluntariado en la misión Barrio Adentro. Abordaremos más tarde estos temas. La otra fuerza principal que condujo estos individuos a un trabajo de salud pública ad honorem es el contexto contemporáneo de Venezuela. En el caso de este estudio, prácticamente todas las voluntarias de salud son partidarias del Presidente Chávez, e indican que fue el Presidente Chávez mismo el que les motivó a iniciar su trabajo voluntario. Muchas de las que entrevisté me dijeron que su participación en el sector de la salud comunitaria había sido posible solamente gracias a la inspiración personal y del empoderamiento promovido por el Presidente. Hugo Chávez no solo las inspiró a trabajar para la causa de la salud sino que su gobierno hizo este trabajo posible en un sentido material al desarrollar Barrio Adentro como un proyecto nacional. El hecho de que para construir la totalidad de los ambulatorios en la comunidad era necesaria la participación de la misma, ha creado literalmente las condiciones de posibilidad para el trabajo voluntario en el sector de la salud comunitaria. En otras palabras, según las voluntarias, aunque querían ayudar su comunidad antes de la misión Barrio Adentro, no existía en ese entonces la estructura a la cual dirigir su deseo, ni organización para unirse a ella, ni la presencia de otras voluntades similares para empoderarse de ello. Carolina1 A continuación, profundizaremos estos puntos enfocándonos en las historias personales de las integrantes de los comités de salud, como Carolina, quien me dijo: [Empecé mi trabajo voluntario] cuando este Presidente actual comienza a cambiar todo, a hacer que las cosas llegaron a los más necesitados, como los medios para acceder a esas cosas a las que uno no tenía oportunidad”. Carolina es una de las voluntarias que me dijeron que cambiaron como persona como resultado de un sentimiento motivado (y/o empoderado) por el Presidente Chávez. La conocí en el 2006 cuando trabajaba con el comité de salud de la parroquia Santa Teresa. En el 2008 seguía su trabajo voluntario apoyando a la misión Barrio Adentro, y logré conocerla mejor participando con ella en las 13 semanas de clases en promoción de salud que cursamos juntas y en el censo de las personas con discapacidades que realizamos “casa por casa”. Carolina ha nacido en el interior del país. Se mudó sola a Caracas a los 14 años, comenzó a trabajar en la ciudad, se casó y crió su familia en la parroquia Santa Teresa, pero sin terminar su bachillerato. Pensó incorporarse al programa de 102 1 Todos los nombres son pseudónimos. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate equivalencia promovido por el gobierno de Chávez (la misión Ribas) pero dudó de su capacidad a seguir las clases de noche con sus responsabilidades familiares y su pequeño comercio informal. “Una persona me dijo: hazlo, si quieres hacerlo tienes que hacerlo, si tienes la oportunidad, hazlo, empieza. Y oía al Presidente que decía que todo el mundo tenía que estudiar y superarse sin importar la edad; y entonces también me motivó muchísimo la manera como él lo decía... Nuestro Presidente fue él quien nos abrió los ojos, es él quien a cada momento nos dice y nos recalca: ustedes tienen el poder, ustedes tienen que reclamar los derechos que les pertenecen: todos tienen derecho a la salud, a la educación”. Cuando finalmente decidió inscribirse en la misión Ribas, Carolina conoció una mujer quien estaba ya involucrada en el trabajo comunitario a través del “Frente Comunitario,” una organización comunitaria incentivada por el gobierno del Presidente Chávez antes de la creación de la misión Barrio Adentro y de los comités de salud. Carolina se sumó al “Frente Comunitario,” cuyos miembros pasaron a formar el comité de salud cuando el consultorio de Barrio Adentro I abrió sus puertas en la parroquia. Carolina afirma que no existían, antes de la creación de las misiones sociales por el Presidente Chávez, oportunidades para trabajar voluntariamente en la comunidad. - Carolina: “[Chávez] nos presentó esta oportunidad, de ver a las personas que tienen menos que uno y que no saben que esto existe [las misiones sociales]. Entonces les damos la información, de adónde ir, qué hacer...” - Entrevistadora: “Antes se veía que habían muchos problemas en la comunidad y que había gente que necesitaba mucha ayuda, pero ¿no sabías como podías ayudar sin la organización?” - Carolina: “Exacto.” - Entrevistadora: “Querías ayudar pero...” - Carolina: “No había como hacerlo. En una oportunidad hice un curso de peluquería, y en ese curso hicimos unas jornadas en los barrios, íbamos y cortábamos el cabello gratis y esas cosas... Eso se me había olvidado.” Carolina insiste aquí en dos elementos que pude oír sistemáticamente hablando con las integrantes de los comités de salud. El primero es la falta de oportunidad para el trabajo voluntario antes de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia. El segundo refuerza el primero: cuando las personas hablan de algunas experiencias voluntarias previas, estas se refieren a una experiencia singular, no auspiciada por el Estado sino por una organización no gubernamental operando en el sector caritativo (vinculada con una institución religiosa) o mercantil. No es que no existía trabajo voluntario en Venezuela antes de Chávez. Un ejemplo del trabajo voluntario en el campo de salud es la organización Acción Voluntaria de Hospitales, con los grupos de “Damas Voluntarias” que trabajan en los hospitales. Sin embargo, según los entrevistados, en las parroquias como la de Santa Teresa, 103 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate estos espacios de voluntariado no existían. Al contrario, con la misión Barrio Adentro, son amplias partes de la población que van a poder involucrarse en un servicio comunitario sostenido. Impulsando la conformación de redes de voluntariado, el Estado esta claramente procurando difundir un espíritu de responsabilidad ciudadana en la población. Sin embargo, lo que más nos interesa aquí es la cantidad de personas que dicen trabajar a difundir este espíritu en ellos mismos, y que perciben al Estado como un medio para realizar el trabajo comunitario. No perciben su trabajo como al servicio del Estado sino como al servicio de los demás miembros de sus comunidades -lo que mostraré más adelante. Mariángela y Lilian Mariángela es otra voluntaria quien me dijo que el gobierno de Chávez la estimulaba para participar en los proyectos sociales locales. No ha sido involucrada en otro tipo de trabajo voluntario o trabajo comunitario antes de esta experiencia. “Antes de Chávez yo era ‘no participativa’: no participaba, me dedicaba a mi casa, a mi trabajo, a mi hijo, a mi esposo. Pero no había esta oportunidad, no había quien te estimulara. Había presidentes que iban y venían, ellos mismos hacían sus jornadas con el personal que tenían en diferentes instituciones. Pero, ¿darle la participación al pueblo, que tú seas el protagonista de tu propio destino, que seas tú quien ayude a solucionar los problemas? Eso es gracias al Presidente Chávez porque en el proyecto de país está la inclusión de los excluidos”. Mariángela esta haciendo aquí una afirmación moral de cómo los venezolanos deberían actuar en sus vidas cotidianas – no es suficiente dedicarse a uno mismo o a su propia familia nuclear. Según ella, antes de la presidencia de Chávez, la problemática de la desigualdad como los otros problemas eran de la responsabilidad del gobierno de turno mientras los individuos se dedicaban a su vida privada. Aunque uno lo hubiera querido, no existían reales oportunidades para realizar trabajos voluntarios antes de la llegada de Chávez. Lilian, quien se volvió una líder comunitaria en la parroquia Santa Teresa durante el proceso liderado por el Presidente Chávez y es una de las fundadoras del comité de salud, subraya algo similar cuando dice: “Es una oportunidad que nos dieron a nosotros, de que nos organizáramos ¿entiendes? Porque antes, no había eso. Antes no tomaban en cuenta a uno si uno quería trabajar... Antes lo que había era que las mismas Alcaldías llevaban su propio personal para vacunar y lo demás, pero sin tomar en cuenta a la comunidad. No había muchas organizaciones.” Existen claramente dos procesos en juego en la generación, desde el Estado, de las voluntarias actuales de salud. Primero, el Estado crea de manera explicita oportunidades de trabajo voluntario en el sector de la salud pública para personas que no tienen formación. Segundo, existe un elemento psicológico y moral en el fomento del trabajo voluntario desde el Estado. Las voluntarias afirman que el Presidente les ha “motivado” y “estimulado” para participar a un trabajo que no solamente debería permitir mejorar sino “solucionar” las problemáticas de la comunidad. 104 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Las voluntarias no son meramente las asistentes del médico. Se sienten “protagonistas de su propio destino”. A mi parecer, el crecimiento del voluntariado en la salud pública y otros programas de bienestar social sugieren una transformación cultural en la manera de concebir el Estado y la vida personal para muchos venezolanos. Las personas se sienten corresponsables del esfuerzo del gobierno para transformar los contrastes existentes entre unos individuos y familias enfocadas en si mismas, dentro de sus casas, y un Estado desarrollando programas sociales para atender las necesidades locales. Ahora, los individuos sientan que deben responder a los llamados de un gobierno, el cual los involucra para resolver las necesidades, tomar decisiones y participar en la vida pública. A mi parecer, mucha gente se hace trabajador voluntario de la misión Barrio Adentro a través de un proceso doble de politización y motivación: habiendo sido desinteresados en los partidos políticos o el activismo comunitario en el pasado, los individuos fueron estimulados y activados por las políticas del gobierno chavista, y decidieron unirse a otros seguidores del Presidente Chávez para trabajar con el Estado como voluntario de salud. En mi trabajo de campo, encontré que el conjunto de las voluntarias de Barrio Adentro también eran seguidoras del Presidente Chávez, y que casi todas demostraban su lealtad al Presidente utilizando signos externos explícitos. Una cultura material fuerte y visible acompaña el chavismo, siendo uno de sus elementos más obvios la flamante franela roja. Muchas de estas voluntarias también acuden a las marchas, concentraciones y otros tipos de eventos políticos para demostrar su apoyo al gobierno de Hugo Chávez. Estas mismas voluntarias expresan su desinterés y desmotivación pasada con administraciones precedentes. Su despertar político contemporáneo y su afiliación con Hugo Chávez han influenciado su adhesión en programas de salud como la misión Barrio Adentro, la cual es fuertemente identificada como proyecto de bienestar social que pertenece a Chávez al igual que las otras misiones. Sin embargo, considero que cuando los individuos se unen a su comité de salud local no solo lo hacen por la motivación política de ser parte del gobierno de Hugo Chávez. Detrás de su identificación con la figura del Presidente, las voluntarias comparten un sentido claro de que su comunidad las necesita. Comparten el sentido del tipo de comunidad que quisieran ayudar a crear, y comparten la visión de cómo cumplir con el cambio social en su comunidad mediante el trabajo voluntario en la salud pública. Veremos a continuación que esta visión compartida de los problemas y de las soluciones para la comunidad nace de estos individuos a través del actual proceso de voluntariado y de colaboración con el comité de salud. A mi parecer, los individuos se transforman en otro tipo de personas – muchas veces se describen a si mismas como haciéndose “personas comunitarias” o persona con un sentido de comunidad – a través su trabajado sostenido al servicio del ambulatorio Barrio Adentro de su sector. 4. ¿QUÉ MOTIVA A JUNTARSE AL COMITÉ DE SALUD LOCAL? UNAS VISIONES DE LA COMUNIDAD Algunas historias individuales de cómo un individuo se hace un voluntario de salud en la parroquia Santa Teresa son ilustrativas del impacto de este nuevo compromiso. El voluntariado cambia el sentido que uno tiene de quién es y de qué imagina para su comunidad. 105 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Magdalena Magdalena es una mujer afro-venezolana quien se crió en un pueblo de la costa y se mudó a Caracas cuando cumplió los 14. En el 2004, cuando se hizo voluntaria de salud, Magdalena tenía 54 años. Había votado a favor del gobierno de Chávez, pero no se había involucrado en redes activistas, sea política o social, antes de visitar al consultorio Barrio Adentro de Santa Teresa un día del 2004. Magdalena cuenta cómo ha sido impresionada por la atención que le ha brindado el médico este día – estaba sorprendida de que se interesaría a su vida cotidiana, sus costumbres alimenticias, y que había parecido cuidar de ella como una persona en un sentido integral. Un miembro del comité de salud estaba entonces presente, tratando de reclutar a los pacientes para dedicar voluntariamente un día de su semana al consultorio. Magdalena cuenta que después de haber recibido una atención tan extraordinaria por parte del médico, quiso ayudarlos. Después de esta visita, Magdalena se transformó en una de las voluntarias más activas del Comité de Salud de Santa Teresa, muy pendiente de la política (acude a menudo a las marchas y a las concentraciones y participó en las campañas electoral a favor del gobierno de Chávez desde ese entonces), y cuando la conocí en el 2006, había sido electa coordinadora del comité de salud, encargada de planificar el trabajo de las voluntarias y administrar las actividades diarias en la oficina del médico. Otra voluntaria me describió Magdalena como una persona “humilde” y una “muy buena trabajadora comunitaria”. Era a menudo designada como la integrante más destacada del comité de salud. El relato que hace Magdalena de su transformación personal mediante el voluntariado es representativo de muchos de los que observé en esta comunidad. - Magdalena: “Yo me formé como persona comunitaria aquí, en Barrio Adentro.” - Entrevistadora: “¿Sientes que has cambiado como persona?” - Magdalena: “Si porque antes yo era muy metida en mi casa. Salía a comprar, a la iglesia, a visitar a las amigas, y a mi casa otra vez. Pero con Barrio Adentro tienes que atender a los pacientes, porque a veces la doctora tarda, y entonces tienes que escuchar a uno que le duele acá, o la situación. Entonces tú empezabas a ver que el problema de la señora era mucho mayor de lo que tú estabas pasando; que si a ti te dolía un hombro, a aquella señora le dolía todo... Entonces uno tiene que, como se dice, meterle el hombro a aquella persona para que se animara: “no se preocupe señora, mire allá la van a atender...”. Es como un despertar ¿oíste? la verdad es que la gente necesita. Y el trabajo de promoción es que, yo, a veces, tengo que prestarles mis pies, mi fuerza, mi esfuerzo, para hacer lo que esta persona no puede hacer. Si ella no se puede movilizar, yo tengo que moverme por esa persona... Eso es amor al prójimo. ¿Cómo demuestras tú que amas a tu prójimo? Poniéndote en el lugar de él, o haciendo las cosas que él no puede hacer.” En nuestras numerosas conversaciones entre 2006 y 2009, Magdalena me describió su transformación desde un ser “egotista” y “individualista”, alguien que 106 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate se encierra en su casa, hacia una “persona comunitaria”, una “promotora social” dedicada a los servicios locales de salud. En el extracto mencionado arriba, Magdalena insiste en dos elementos con respecto a su cambio. Explica su trabajo voluntario como una práctica de “amar al prójimo”, una referencia bíblica que muchos otro/as voluntario/as de salud (tanto católicos como evangélicos) de la parroquia Santa Teresa utilizan cuando describen su trabajo con la misión Barrio Adentro. Más allá de las connotaciones religiosas, este sentimiento refleja una mirada universalista y humanitaria común a muchos movimientos de voluntariado alrededor del mundo, así como el discurso de bienestar social de la administración del Presidente Chávez (Fassin & Vázquez, 2005; Ticktin, 2006; Ministerio para el Poder Popular para la Comunicación y la Información, 2008). El otro elemento que resalta del relato de Magdalena es el mecanismo del cambio personal. En el caso de Magdalena, afirma que se transformó en una persona que cuida, da y ayuda a los demás en su comunidad solamente a través de la práctica del cuidado de ellos. La práctica del voluntariado precede su compromiso personal. Dicho de otra manera, Magdalena no se ha hecho una voluntaria porque era “una persona comunitaria.” Por el contrario, es a partir de la práctica del voluntariado y de la conciencia creciente de las necesidades de la comunidad que Magdalena se transformó en persona comunitaria. Esta transformación, Magdalena la expresa con referencias evocativas a su propio cuerpo: físicamente, su cuerpo se movió en lugar de los que no se podían mover. Metafóricamente, entregó su cuerpo y sus miembros a los demás (“meterle el hombro”, “prestarles mis pies”). Estas metáforas y referencias a la corporalidad constituyen una de las características más significativas de los relatos personales de las voluntarias de salud cuando describen su transformación, el paso de una vida pasiva de relativa auto-absorción, hacia una vida activa de cuidar de los demás. Esta metamorfosis personal no ocurre instantáneamente; al contrario, requiere la adopción de nuevas prácticas y costumbres que al encarnarse permiten al individuo hacerse un tipo de persona diferente (Bourdieu, 1977; Mahmood, 2005). Magdalena me contó que hacer voluntariado en el ambulatorio de la misión Barrio Adentro fue “como un despertar” cuando se dio cuenta de que muchas personas de la parroquia Santa Teresa tenían necesidades (en atención médica, alimentación sana, y otros servicios sociales). Otro/as voluntario/as igualmente me dijeron que se habían dado cuenta de la situación de extrema pobreza y de las dificultades de los habitantes de la comunidad solamente una vez iniciado su trabajo en el ambulatorio. Una de las razones de esos relatos que expresan la ignorancia de los problemas sociales de la comunidad es que la parroquia esta considerado por la mayoría de sus habitantes como un sector de clase media lleno de gente que va a trabajar cada día y tiene suficiente dinero para el sustento de sus familias. Sin embargo, esta visión de la parroquia Santa Teresa es solo un aspecto de la complejidad del sector donde se mezclan hoteles y pensiones baratas, edificios invadidos, indigentes y problemas con el consumo de drogas y alcohol. Como lo dice Gabriela más adelante, los grandes edificios de la parroquia Santa Teresa son también conocidos por ser “ranchos verticales”. 107 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Esta toma de consciencia fue para muchas un estímulo para mantener el voluntariado o, en algunos casos, para aumentar las tareas o unirse a programas de formación para ser más capacitadas en trabajo social, educación en salud, o atención médica. Gabriela Gabriela fue una de las fundadoras del comité de salud local. Hizo trabajo voluntario en el ambulatorio y ofreció gratuitamente su casa al médico cubano durante dos años (ella y su hija mayor compartieron entonces una cama para que el médico pudiera vivir en la habitación de su hija). En una entrevista con ella, Gabriela explica que decidió estudiar desarrollo comunitario en la Universidad Bolivariana de Venezuela después de haber trabajado como voluntaria con la misión Barrio Adentro. - Gabriela: “¿Qué me lleva a estudiar la carrera actual? Barrio Adentro”. - Entrevistadora: “¿Si?” - Gabriela: “Si, porque antes no conocía las necesidades de mi parroquia sino nada más lo que yo vivía dentro de mi edificio. No me había penetrado a las necesidades”. - Entrevistadora: “Y ¿Por qué piensa que antes no las había visto...?” - Gabriela: “Porque no tenía el interés..., o el interés lo tenía, pero guardado. Sabes cuando esas cosas no se despiertan hasta que tú te abocas a algo ¿entiendes? Posiblemente pasaba por aquí, por esta cuadra, por aquella veía eso así como que de mal aspecto, pero hasta ahí, no profundicé. Es cuando empecé a trabajar con los médicos que me di cuenta de todas las necesidades que tiene la parroquia... Empecé a trabajar con Barrio Adentro porque hacia falta una enfermera... Entonces empecé a trabajar con el médico en este pequeño espacio, y el tiempo se alargó como por dos años hasta que hicieron el modulo... Entonces el médico hacia su trabajo y yo hacia el mío, y me gustaba, y allí aprendí…Y vi tanta necesidad...” Al igual que Magdalena, Gabriela relata una transformación personal que la acompañó en su trabajo voluntario semanal en el consultorio Barrio Adentro. Para ella, el cambio fue tan dramático que decidió cambiar de carrera y fue a la universidad para poder servir mejor su comunidad. A partir del momento que las voluntarias inician sus prácticas de voluntariado en los centros de salud, empiezan a transformar la visión que tienen de ellas mismas y de su comunidad. Cuentan haber aprendido a ser otro tipo de persona, un tipo que cuida de los demás y quiere colaborar para mejorar la calidad de vida de su comunidad. Este proceso de transformación personal, moral y política refleja un cierto aprendizaje social mediante la práctica que ha sido bien documentado por antropólogos que estudian como la gente aprende diferentes roles y modos de vida 108 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate incluyendo nuevas formas de conocimiento, racionalidad y moralidad (Luhrmann, 1989; Good & Good, 1993). Trabajando juntos en establecimientos de salud en su comunidad e involucrándose en programas de formación en promoción de la salud promovidos por el gobierno, los comités de salud llegan a compartir una visión del ideal de la comunidad venezolana, y del medio de cumplirlo en su propio sector. Durante mi investigación, observé una serie de dicotomías que las voluntarias de salud de la parroquia Santa Teresa utilizan para describir las diferencias entre su realidad comunitaria y el ideal de comunidad venezolana. Muchas de sus prácticas y comportamientos en el voluntariado se explican por la necesidad de superar esas dicotomías hacia el ideal comunitario. Entre esas dicotomías resaltan las siguientes: individualismo/ espíritu comunitario, aislamiento social/ sociabilidad, conflicto/ unificación, enfermedad/ salud, pasividad/ actividad, apatía/ compromiso, y espacio privado/ espacio público. Las voluntarias promocionan y preconizan el segundo término de cada dicotomía y a menudo explican los problemas sociales de la parroquia Santa Teresa a partir de estas categorías. Por ejemplo, las voluntarias frecuentemente se quejan del individualismo, de la división política y del desinterés en participar en la vida comunitaria en los espacios públicos por parte de los habitantes de la parroquia Santa Teresa. Utilizan esas dicotomías para describir tanto individuos como la comunidad en su conjunto. Por ende, se describen comúnmente a ellas mismas como personas que han pasado de individuos apáticos y dedicados a su esfera privada, a personas comprometidas y de espíritu comunitario. La noción de “persona comunitaria” se dibuja a partir del segundo término de cada uno de estos pares de conceptos. Así como las personas pueden tener un espíritu comunitario o ser egoístas/ individualistas, las comunidades pueden ser bonitas, animadas, o solamente unos agregados insaludables de individuos que se encierran en sus apartamentos y evaden juntarse para resolver las problemáticas locales. Las voluntarias locales explican que la parroquia Santa Teresa necesita transformarse en una comunidad a partir de las categorías del segundo término de los pares evocados más arriba. Están convencidas de que la parroquia es específicamente problemática por su falta de unidad, de que todas las comunidades urbanas necesitan ayuda para unificarse y mejorar su calidad de vida, pero mucho más la de Santa Teresa. Según esta convicción, las voluntarias de la parroquia Santa Teresa creen que las comunidades de los barrios son más unificadas, eficaces y felices que en Santa Teresa. La idealización (y posible romanticismo) de las comunidades pobres de Caracas constituye, para la gente de Santa Teresa, una manera de representar lo que están buscando mediante su trabajo, así como lo que sería un modo de vida más “natural” o más “venezolano”: un modo de vida social, unificado, comprometido políticamente, y orientado hacia el espacio público. 109 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Carolina, a quien se mencionó previamente, expresa esta perspectiva común a las voluntarias locales de salud. “Bueno, en Santa Teresa lo que pasa es que la gente es como muy apática, cada quien está como en su mundo... La gente está en su casa y no le importa más nada... es decir, todo lo que se tiene que hacer es dejado a los demás, si ven algún problema en su propia comunidad lo dejan así, esperan que alguien venga a solucionar, critican pero no hacen nada. [Pero] a veces las instituciones no responden y uno tiene que unirse para resolver los problemas... Yo creo que en los barrios las personas son más unidas, trabajan más por su comunidad. Es más fácil organizar a las personas que viven en los sitios humildes que en los sitios de clase media...porque [en los sitios de clase media] la mayoría son de oposición y no creen en esto”. Según Carolina, mucha gente en la parroquia Santa Teresa no reconoce la necesidad de desarrollar una comunidad efectivamente participativa. A momentos, ella culpa de esta situación a la propia extracción de clase y posición política de sus habitantes. Carolina también subraya que los venezolanos no pueden esperar que el gobierno resuelva sus problemas. Según los voluntarios, la fuerza organizativa fundamental en Venezuela es la comunidad – pero según ellos, la “comunidad” no se decreta. Es de la responsabilidad de los miembros de la comunidad tomar conciencia de la necesidad de unirse para ayudar a los que menos tienen, y resolver los problemas que afectan a todos. Las voluntarias que conocí utilizan la palabra “comunidad” en un sentido general, pero están muy concientes de que tendrán que construir su propia comunidad. CONCLUSIÓN Las voluntarias que conocí creen que son parte de un esfuerzo importante para transformar su comunidad y la sociedad venezolana en su conjunto. Ven a su trabajo voluntario no solo como un soporte logístico que aportan a los médicos, a las enfermeras y al odontólogo, acompañándolos en sus visitas a domicilio o efectuando una charla sobre el sexo seguro en escuelas. Trabajan también para comprometer gente, desarrollar la “participación” de los individuos en la vida de la comunidad y las políticas locales. Este lado del trabajo voluntario no tiene que ver con el apoyo práctico o logístico, ni con el hecho de dar algo a alguien o a alguna institución (su tiempo/ trabajo, medicinas, comidas). Más bien se trata de un trabajo para estimular a la acción, motivar y organizar a la gente. Gabriela describe su trabajo comunitario de esta manera: “Las personas necesitan que se les ayuden. Claro, tal vez a lo mejor no tienes el dinero, tal vez tú no tienes estas herramientas que te van a permitir decir, aquí tengo eso, llévatelo... No, sino que lo que adquieres son conocimientos, entonces comienzas a conocer cosas que no sabias anteriormente, comienzas a adquirir información y todas esas cosas, y eso lo llevas después a tu comunidad, para que tu comunidad sea multiplicadora, multiplicadora y así vamos a ser siempre más multiplicadores hasta que todos sean así: iguales”. 110 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Para concluir, los individuos que se unen al movimiento popular masivo de los y las voluntarias de la misión Barrio Adentro explican sus motivaciones no solo desde su deseo de ayudar a los demás o al gobierno del Presidente Chávez mediante su compromiso, sino por el acercamiento a la comunidad que a diario les permite sus interacciones con el personal médico y los pacientes de los módulos, o mediante la difusión de folletos sobre el cuidado personal de salud durante una Jornada de salud. Esta experiencia de “encarnar” a la persona comunitaria es profundamente evocada por las voluntarias que conocí, y les motiva continuamente para seguir trabajando en la perspectiva de una comunidad unificada y saludable. Referencias Bourdieu, P. (1977). Outline of a theory of practice. Cambridge: Cambridge University Press. Emerson, R., Fretz, R. & Shaw, L. (1995). Writing Ethnographic Fieldnotes. Chicago: University of Chicago Press. Fassin, D. & Vasquez, P. (2005). Humanitarian exception as the rule: The political theology of the 1999 Tragedia in Venezuela. American Ethnologist, 32, 389-405. Good, B. & Good, MD. (1993). Learning medicine: The constructing of medical knowledge at Harvard Medical School. En S. Lindenbaum, M. Lock (eds). Knowledge, Power, and Practice: The Anthropology of Medicine and Everyday Life (pp. 81-104). Berkeley: University of California Press. Instituto Nacional de Estadística de Venezuela. (2002). XIII Censo General. Caracas: Ministerio de Planificación y Desarrollo. Luhrmann, T. (1989). Persuasions of the witch’s craft: Ritual magic in modern culture. Cambridge: Harvard University Press. Mahmood, S. (2005). Politics of piety: The Islamic revival and the feminist subject. Princeton: Princeton University Press. Ministerio para el Poder Popular para la Comunicación y la Información. (2008). Barrio Adentro, una obra de corazón. Caracas: MINCI. Ticktin, M. (2006). Where ethics and politics meet: The violence of humanitarianism in France. American Ethnologist, 33, 33-49. 111 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Desandando caminos… Una trayectoria de participación y crecimiento en un consejo comunal de Aragua Por María Cristina González Moren & Daisy Camacaro Gómez 113 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Desandando caminos… Una trayectoria de participación y crecimiento en un consejo comunal de Aragua Por María Cristina González Moreno1 & Daisy Camacaro Gómez2 INTRODUCCIÓN Dentro de los grandes retos del Estado venezolano está el concretar la universalización de los derechos sociales dentro de un nuevo orden social, material y de justicia basado en la equidad de género y el rescate del espacio de lo público. Ello, en función del bien colectivo y del ejercicio del poder ciudadano, dentro de una nueva forma de relación y corresponsabilidad entre Estado y sociedad civil. El propósito es buscar la equidad de género a partir de unas políticas públicas que enfrenten la exclusión social. La propuesta de equidad de género se sustenta en el ideal democrático según el cual la incorporación activa de la mujer constituye uno de los motores para profundizar la democracia y fortalecer el desarrollo. 1. EL CONTEXTO 1.1 Participación y equidad de género en el nuevo marco constitucional venezolano Sin lugar a dudas, la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) está orientada hacia la consolidación de una sociedad democrática, participativa y protagónica dentro de un Estado descentralizado, donde lo público se democratice y sea realmente un espacio para la construcción de ciudadanía y el logro de la equidad de género. Resulta claro que se establecen, dentro del nuevo marco constitucional, cambios fundamentales en la estructura política y social del país. Es oportuno también señalar el lenguaje no sexista en todo el cuerpo del texto constitucional. El Estado, dentro de este nuevo contrato social, debe buscar la equidad de género a partir de unas políticas públicas que enfrenten las brechas de inequidad social. En el artículo 62 de la CRBV se establece que: “Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho a participar libremente en los asuntos públicos directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública, es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad, facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica”. El fin del Estado es lograr la equidad en la aplicación de los derechos sin ningún tipo de discriminación. Lo público es ahora espacio e instrumento de poder donde la formulación de políticas públicas debe hacerse en función del interés colectivo, de largo alcance, de impacto sostenido y con la participación de todos y todas. La participación, se convierte en una poderosa herramienta política para negociar con 1 Docente - investigadora del Departamento de Salud Pública. Universidad de Carabobo. Núcleo Aragua. 2 Docente investigadora III del Instituto de Altos Estudios de Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon. Profesora de Promoción de la Salud Universidad de Carabobo - Facultad de Ciencias de la Salud. 115 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate otros actores/as la toma de decisiones que modifiquen el desequilibrio de género en la sociedad. Empoderamiento y autonomía conforman una nueva semiosis social, dos palabras claves y dos condiciones muy importantes para el ejercicio de lo público en el sector salud por parte de las miembras y miembros de las comunidades. Por otra parte, la propuesta de equidad en los procesos participativos se sustenta en el ideal democrático según el cual la incorporación activa de la mujer en lo público profundiza la democracia y abre caminos para fortalecer el desarrollo sustentable. En el primer Congreso Nacional por la Salud y la Vida celebrado en Caracas en el 2004, se precisó el rol de las mujeres en el movimiento por la salud y la vida, el cual tendría como espacio de concreción el ámbito local a través de su participación en todas las instancias del poder público (Secretaría de Salud de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, 2006). La base de sustentación de esta mirada, la encontramos en la reforma Constitucional de 1999. Sin lugar a dudas, la CRBV de 1999, abre toda una gama de posibilidades para lograr cambios fundamentales en torno a una nueva relación entre el Estado y la sociedad civil. En tal sentido, la participación cobra gran fuerza como plataforma para lograr el viraje de una democracia representativa a una democracia participativa. 1.2 Hacia una visibilización de las mujeres en las agendas públicas Es necesario recordar que la Venezuela de los últimos 50 años, estuvo bajo la hegemonía de un marco socio político que no permitió conocer e interpretar las necesidades sentidas de la población y mucho menos las necesidades de las mujeres. Una racionalidad de espaldas a la gente y a sus circunstancias, donde todo fue normatizado verticalmente sin ningún tipo de empoderamiento social. Por otra parte, el modelo gerencial excesivamente centralista, patriarcal, clientelar y marcado por la corrupción profundizó la exclusión social. Indudablemente, sobre las mujeres ha recaído el peso de las políticas de ajuste económico, con un resultado: la feminización de la pobreza. Sin embargo, desentrañar los poros y las grietas que el modelo porta en su seno, ha sido posible gracias a la presión de los diferentes movimientos de mujeres quienes han logrado incorporar agendas de género, visibilizando el impacto del modelo en la calidad de vida y salud de la mitad de la población mundial: las mujeres. La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, la Red de Género y Salud Colectiva de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social, así como infinidad de intercambios que han entretejido las redes gubernamentales y no gubernamentales se constituyeron en espacios desde los que se ha visibilizado las inequidades de género y se ha propuesto agendas para su atención y superación. Sería injusto no mencionar también la presión ejercida por los organismos de cooperación internacional como la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, quienes han fijado lineamientos para promover la equidad de género y la participación activa de las mujeres en todos los procesos de reforma en el sector salud. 116 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Dentro de los poros y grietas que deja visible el modelo globalizador, se han podido precisar, por lo tanto, fortalezas coyunturales bien importantes. Nos referimos al discurso de la participación de la mujer en los asuntos públicos, lo cual forma parte de todas las agendas gubernamentales en América Latina generando un mayor nivel de conciencia y compromiso de las mujeres en sus asuntos de salud. A pesar de esos avances, el proceso de visibilización de las mujeres en las agendas públicas sigue siendo un objetivo a alcanzar. Por ello, y para abordar el tema de la participación de la mujer en el espacio público específicamente en el sector salud, tenemos que “desandar los caminos” que nos permitan visibilizar los esfuerzos realizados en función de lograr disminuir las brechas de inequidad de género. 2. LA EXPERIENCIA PARTICIPATIVA EN EL ÁREA DE LA SALUD EN LA COMUNIDAD MAYA-LA CRUZ, MUNICIPIO MARIO BRICEÑO IRAGORRY, SECTOR EL LIMÓN, ESTADO ARAGUA 2.1 Direccionalidad de la mirada Para este “desandar de caminos”, se realizaron 3 entrevistas focalizadas a una mujer lidereza en la comunidad Maya-La Cruz del Municipio Mario Briceño Iragorry, Estado Aragua, con el propósito de visibilizar, a partir del discurso de una mujer vinculada al espacio público, lo simbólico construido en torno al ejercicio de la ciudadanía en el espacio de la salud. Se asumió para ello, el itinerario metodológico propuesto por Strauss (Strauss & Corbin, 2002) el cual indica un conjunto de herramientas para el análisis hermenéutico-dialéctico de los discurso de los actores, en este caso la vocera de la comisión de salud de un consejo comunal. 2.2 La entrada en lo público desde una perspectiva solidaria “Antes de incorporarme al consejo comunal mi vida cotidiana era como la de cualquier vecina de la comunidad, de mi casa al trabajo, del trabajo a mi casa, me dedicaba a mi familia hasta que un día un vecino me dijo: sabes que vamos a traer un Barrio Adentro para la comunidad. Pensé que a través de ese Barrio Adentro se iba a aportar algo a la comunidad”. “Cuando escuche Barrio Adentro, me dije: eso está relacionado con la salud, con lo que a mí me gusta. Vi que era una manera de colaborar con mi comunidad, inmediatamente me incorporé, después llegó el consejo comunal, y a partir de allí mi vinculación ha sido total”. “Como ama de casa, yo siempre pensaba que podía dar más de mí”. “He cambiado. A mí me fascina lo que estoy haciendo, es una nueva etapa en mi vida. Estoy siendo útil, antes me sentía inútil”. Evidentemente algo se está moviendo, algo está ocurriendo en las comunidades donde funcionan los consejos comunales, donde las mujeres se han vinculado al espacio de lo público en salud y han salido a participar en sus comunidades y a transitar nuevos caminos de solidaridad y convivencia. Desde todos los tiempos, la mujer ha estado confinada a la esfera privada. La modernidad consolidó este modo de ser de lo femenino. Cristina Molina lo define 117 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate como el estado pre-político de la mujer: la mujer encargada de propiciar todas las condiciones para que el hombre pueda asumir el espacio que, “por derecho y por naturaleza”, le corresponde ocupar: lo público (Molina, 2003). En su libro Derechos Políticos y Ciudadanía de las Mujeres, Evangelina García (2003) enumera toda una serie de obstáculos que enfrentan las mujeres para el ejercicio de la ciudadanía: • La desvalorización de las capacidades para la vida pública y la política. • La existencia de prejuicios y presiones que ejercen los hombres sobre las mujeres que aspiran a ingresar en la vida pública y en la política. • Los paradigmas de la subjetividad genérica en el caso de las mujeres, lo cual no incluye la aspiración al poder o al liderazgo. • La poca o ninguna experiencia de las mujeres en el manejo del poder institucionalizado. • Las actitudes pasivas, dependientes y conservadoras frente al poder y la autoridad. • Los conflictos emocionales frente al ejercicio político por el hecho de ser madres, lo que las hace sentir culpables e incompetentes. • La baja autoestima para el ejercicio del liderazgo. “La solidaridad como hoy la entiendo es diferente, no es que saludo a un vecino y le diga: ¿hola como está?... Es que ahora yo me preocupo si mi vecino o mi vecina está enfermo, si necesita de alguna ayuda, si le falta el agua o cualquier cosa, un apoyo. Si te sientes triste, si necesitas una palabra o solo que te escuche o te aconseje, así entiendo yo ahora la solidaridad”. Sin embargo, es interesante destacar que al asomarse nuestra entrevistada a lo público, insiste principalmente en la dimensión ética de esa participación. La solidaridad se expresa como eje de su participación. “He cambiado mi manera de pensar y mi manera de ver lo que significa la comunidad, de lo que significa compartir, colaborar, ser solidaria. Estoy incorporada a la comunidad, estoy dando más de mí”. “[Antes] no participaba en los problemas comunitarios, de verdad no participaba porque yo sentía que yo no los tenía (los problemas). Estaba ignorante de lo que tenían mis vecinos, de repente a dos cuadras de mi casa mis vecinos tenían unas necesidades que yo no me daba cuenta, porque yo no lo estaba sufriendo. A medida que me incorpore en Barrio Adentro y en el consejo comunal, si estoy viendo las necesidades que hay en la comunidad y la posibilidad de contribuir a solventarlas”. Sin lugar a dudas, son las mujeres quienes más apelan a consolidar la dimensión ética de las políticas, luchan con ahínco por los ideales y desarrollan toda una serie de habilidades para afrontar situaciones difíciles (García, 2003). 118 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “Yo animo a las mujeres y les digo que tenemos mucho potencial, que tenemos que atrevernos, que nosotras servimos para muchas cosas no solamente para ser amas de casa, mamá y esposa. Tenemos que estar en lo público, hay que atreverse”. “Todo lo tenemos en nuestras manos. Por ejemplo la Ley de los Consejos Comunales es un mecanismo muy importante. Y con nuestra participación podemos resolver tantas necesidades de la comunidad entre todos. Es el poder de la gente para poder cambiar”. Investigaciones recientes (Bruera & González, 1997) reportan que las mujeres en las organizaciones locales desarrollan competencias en sociabilidad, manejo de la comunicación y aprendizajes en lo relacionado con la construcción de ciudadanía. En tanto tal, la ciudadanía constituye la razón de ser de la civilidad. Por ello, la sociedad debe organizarse de tal modo que consiga generar, en cada uno/a de sus miembro/as, un sentimiento de pertenencia, de reconocimiento hacia sus miembro/ as, y una consecuente adhesión a los proyectos colectivos. La contribución de las mujeres quienes participan sobre todo en las organizaciones de base y en las comunidades, es producto de un profundo compromiso social. Sin embargo, podemos notar que esta participación, las mujeres la practican, pero con una escasa y casi nula formación de género. 2.3 Ciudadania, perspectiva de género y empoderamiento Cualquier acción que emprendan las mujeres es vista muy frecuentemente como una extensión de las responsabilidades propias de su género. La herencia misógina aún tiene muy buena salud, sea lo que sea la naturaleza del proyecto político. Veamos muy brevemente algunas de las marcas que dan cuenta de este pensamiento separador y excluyente que ha definido la separación público/privado hasta nuestros días, conformando toda una serie de representaciones que dan cuenta de la ausencia de las mujeres en el ejercicio de lo público. • La mujer se mueve por sentimientos naturales, en función del bien particular de los suyos. • El ejercicio de la ciudadanía es exclusividad del hombre. Protección ante la ley. • Lo privado es el espacio que por naturaleza le corresponde a la mujer, lo domestico, la familia. • La sujeción de la mujer como condición de posibilidad del ciudadano. Para que el hombre llegue a ser un ciudadano, la mujer debe ser domesticada, dependiente, pasiva y débil. • El papel de la mujer es agradar al hombre y atender a sus necesidades particulares. La función de la mujer es procrear y por supuesto criar. • La función de educar es del hombre, ya que la mujer hace a los hijo/as débiles, tímidos y serviles. Las mujeres enfrentan por lo tanto múltiples obstáculos para acceder a los espacios de poder. La falta de formación para el liderazgo; el acceso restringido a 119 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate las tecnologías de información, a un trabajo remunerado, a servicios sociales que les permitan accesar a actividades remuneradas como vía para la independencia económica y medio para el logro de la participación ciudadana en todos los espacios de la vida societal; la segregación sexual por ocupación; los prejuicios, acosos, mayores exigencias para el ascenso y promoción política; la baja calidad de los empleos; la desigualdad salarial; vienen a conformar un panorama que es necesario ir visibilizando e ir atendiendo a través de políticas públicas con perspectiva de género. Dentro de los desafíos que tenemos que enfrentar las mujeres, está en efecto el revertir los esquemas que históricamente nos han marginado del poder. Los acelerados cambios sociales, y las luchas del movimiento feminista, han permitido abrir caminos para construir el piso político que posibilite el empoderamiento de las mujeres en los asuntos públicos. Nos referimos a la posibilidad de formación y de hacernos de un equipaje que nos permita adquirir competencias para el ejercicio del liderazgo. “Necesitamos mucha formación, para poder llevar a cabo lo que queremos, los proyectos”. “Todavía nos hace falta mucho para dar ese paso adelante. Estamos aprendiendo, esto es un proceso”. “La comunidad es muy diversa, hay muchas opiniones, mucha diversidad, la diversidad es buena, lo que hay es que saber cómo manejar eso y encaminarla para que todo fluya como debe ser. Formarnos para organizarnos y hacer las cosas mejor”. “Formarnos políticamente porque eso es lo que nos va a llevar a saber para donde vamos. Eso es muy importante”. El concepto de empoderamiento puede interpretarse de múltiples maneras y no se limita a una sola disciplina. Ha sido ampliamente utilizado por ejemplo en la psicología social comunitaria. Bookman y Morgen (1988) emplean el término para connotar toda una serie de actos de resistencia, los cuales no tienen otro objetivo que desafiar las relaciones de poder existentes. Las autoras se basan en la literatura del poder como relación social, para establecer un marco de análisis que permita entender los diferentes contextos de empoderamiento de las mujeres. Vislumbran el empoderamiento como un proceso eminentemente colectivo, con un marcado sentido político que obliga a la transformación de las relaciones de poder. En tanto tal, los procesos de formación adquieren una significación política muy importante. Desde los países del Sur, el concepto de empoderamiento aparece como una estrategia impulsada por el movimiento de mujeres con el fin de lograr cambios en sus vidas, y mediante esos cambios generar un proceso de transformación de las estructuras sociales sexistas existentes. Representa un desafío a las relaciones de poder existentes, conduce a lograr autonomía y a estimular la organización colectiva mediante la movilización. Sin lugar a dudas, es un desafío a la ideología androcéntrica con miras a transformar las relaciones de género. El empoderamiento conduce a transformar las estructuras responsables de la inequidad. 120 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “Para mí el poder popular es todas las armas que tenemos, me refiero a las leyes, todos los mecanismos que nos permiten resolver nuestras necesidades. Lo tenemos en las manos. Lo que nos hace falta es saber desarrollarlo. Tenemos que prepararnos”. Para ello, es importante deconstruir los imaginarios que imposibilitan romper con los sellos culturales: fortalecer la autoestima, promover el empoderamiento, la asertividad y la confianza entre otras competencias, constituyen algunas de las herramientas políticas para modificar las relaciones patriarcales. Y de esta forma poder transformar las maneras de vernos, estar, sentir y actuar como mujeres en el espacio público. Por ello, una de las acciones claves para construir ese empoderamiento es emprender en las comunidades un proceso de educación popular. Un proceso necesario para que las mujeres comiencen a visibilizar las inequidades y las trampas ideológicas que se esconden detrás de la colaboración. Solo y cuando se tome conciencia del sustrato ideológico que sustenta la subordinación, las mujeres comenzarán a entender lo que significa empoderarse de los asuntos públicos con lentes de género. Como decíamos, el empoderamiento es la antítesis del paternalismo y la esencia de la autogestión. En este sentido, el camino que hay que recorrer es largo, mas no infinito. Entre las principales condiciones necesarias para que se concrete el empoderamiento de las mujeres en los asuntos públicos podemos citar las estrategias siguientes: • La creación de espacios institucionales adecuados para que las mujeres participen en el quehacer político y público. • El fomento de la organización para que las mujeres puedan efectivamente participar. • El desarrollo de capacidades para el ejercicio de la ciudadanía. • La creación de acceso y control sobre recursos para aprovechar las potencialidades. El último punto, lograr accesibilidad y control sobre los recursos (García, 2003), es uno de las principales metas del empoderamiento, por lo que contribuye a incrementar las capacidades personales y sociales de las mujeres en función de lograr cambios especialmente en la familia y en la comunidad. Solamente cuando las mujeres logremos autodeterminarnos, conquistemos la capacidad de representar nuestros intereses y demandas, cuando podamos ejercer planamente nuestros derechos y sean estos jurídicamente reconocidos, estaremos transitando los caminos para el ejercicio efectivo del poder en la toma de decisiones, el ejercicio pleno de la ciudadanía. “Ahora conocemos nuestros derechos y nuestros deberes, podemos defendernos. La gente de la comunidad cuida su Barrio Adentro, aquí había personas que ni siquiera lo aceptaban, ahora eso ha cambiado. Tenemos mucho apoyo. Nos falta lograr que la gente aprenda la cultura de la prevención y la solidaridad. Hay que concientizar a la comunidad, la salud es algo muy amplio”. 121 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 2.4 La política pública y la construcción de subjetividades “Me gustó el modelo de país que nos presentó el Presidente Chávez, la igualdad de oportunidades, ver un país donde todos vamos a tener igualdad de oportunidades es maravilloso. De repente van a pasar muchos años y no lo voy a poder ver, pero me parece maravilloso que se esté pensando y trabajando en eso. Me motivó la sinceridad de sus palabras, allí comenzó todo para mí, la inquietud de participar, de poner mi granito de arena”. El discurso participativo insistentemente establecido por el gobierno en Venezuela ha contribuido a la expansión y expresión de las capacidades latentes, a estimular el control sobre las decisiones y acciones que afectan la vida, a generar actitudes para el desarrollo de habilidades, a tomar conciencia de las inequidades y de los beneficios personales y sociales que supone superar esas desventajas. Ha generado voluntad para intervenir proactivamente a favor de intereses individuales y colectivos, y decidir sobre las opciones en función de intereses y necesidades comunes sentidas. “Yo creo que hay un proyecto de país. Un proyecto de país maravilloso, un país con todos los recursos para llevar adelante nuestro socialismo. Yo lo entiendo como igualdad, que todos no nos quedemos abajo, sino superarnos para poder realizar ese maravilloso socialismo del siglo XXI”. A partir de la Constitución de 1999, se convierte en efecto el rescate de lo público desde los espacios comunales en responsabilidad de todas y todos. Se impone un nuevo contrato social entre el Estado y la sociedad civil. La comunidad adquiere en la Carta Magna un papel protagónico al ser incorporada en la toma de decisiones e invitada a ejercer la contraloría social, que tanto necesitamos para lograr una verdadera ciudadanía activa. “Ahora, yo creo que si estamos incorporados a la comunidad, sabemos cuáles son sus necesidades, te incorporas y de alguna manera motivas a los demás a participar y a mejorar su calidad de vida. Lo que veníamos haciendo en la academia no era una medicina preventiva sino curativa. Aquí en Barrio Adentro, estamos tratando de realizar una medicina preventiva y hacer conciencia de eso en los ciudadanos”. “A mí siempre me gustó el trabajo comunitario pero no sabía cómo desarrollarlo. A raíz de mi incorporación al Barrio Adentro y al consejo comunal, he ido aprendiendo. En la formación académica no se desarrolla la parte humana, solo algunos profesores que te hablaban de eso como algo particular, no forma parte de la formación”. Estamos logrando aproximaciones hacia la construcción de lazos de convivencia y cohesión comunitaria, desde las organizaciones locales. Nuevos liderazgos comienzan a ejercitarse. Estamos por lo tanto obligadas a diseñar agendas de formación que posibiliten la adquisición de las competencias necesarias para lograr el empoderamiento que tanto necesitamos. “Yo ahora conozco a toda la comunidad, no hay rinconcito que yo no conozca. Yo tengo viviendo aquí 40 años y es ahora cuando yo vengo a conocer a mi comunidad y esto gracias a Barrio Adentro y al consejo comunal. Me siento querida por la comunidad, uno lo siente. La comunidad reconoce la labor”. “Mi mayor alegría fue cuando de 400 personas que votaron, 399 votaron por mí, yo no me imaginaba la confianza que la comunidad tenía en mi. El gran compromiso de no defraudarlos es algo muy importante para mí, por eso estoy aquí. Es mi compromiso con esta comunidad y con mi país”. 122 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “Me postule como vocera en la comisión de salud y quedé electa por la comunidad. Yo soy un poco tímida, pero eso se me ha ido perdiendo, ya domino eso de hablar en público”. Estos fragmentos del discurso dan cuenta de una cierta comprensión de lo que significa la ciudadanía. Ciudadanía es, para nuestra entrevistada, igualdad ante la ley, igualdad en los derechos consagrados jurídicamente. Los derechos son el contenido mismo de la ciudadanía. Son esas capacidades organizadas y respaldadas por el Estado para dotar a las y los ciudadanos de fundamentos legales para actuar frente a los poderes y organizaciones del Estado. Esta concepción de la ciudadanía como acción efectiva de ejercer los derechos es lo que algunos autores llaman “ciudadanía sustantiva” o “ciudadanía activa”. Es decir, tener derecho a ser electas, a organizarse políticamente, a participar en diferentes espacios (educación, salud, cultura, economía, agremiación, política, etc.). “Los diferentes comités de salud se reúnen, y ahora con autoridades de Corposalud. Ellos recogen nuestras opiniones y se nos toma en cuenta. Eso es equidad”. “Cuando yo hago propuestas, mis ideas son tomadas en cuenta. Se planifica con ellos y la comunidad nos da los insumos para planificar. Hay trabajo en equipo”. “Los médicos se reúnen con los diferentes comités de salud del municipio, hacemos análisis de la situación de salud, y de allí salen las propuestas por sector. Hay participación”. “La salud se relaciona con todo, con el deporte, con la alimentación, con todo. La salud es todo, es la vida”. La nueva Constitución promueve además una visión totalmente contraria al modelo neoliberal, para quien la salud es una mercancía perdiendo su carácter de derecho social universal. En tanto tal, la participación comunitaria en salud se hace imposible ya que el proyecto neoliberal fortalece y reproduce el individualismo donde lo público es algo personal y no es responsabilidad del Estado. Al contrario de este modelo neoliberal, el modelo promovido por el nuevo marco constitucional, reconoce la salud como un derecho social universal, cuya garantía debe ser la responsabilidad compartida del Estado y la comunidad organizada. Fleury (1997) señala que la comunidad es en efecto la sociedad en su conjunto, y es ella quien tiene el poder de delegar, o no, al Estado el papel de regulador y administrador. Cunill (1999) por su parte precisa que la administración pública debe ser pública y democrática para que podamos construir ciudadanía y compromiso social. En este sentido, el discurso participativo se ha convertido en un objetivo del desarrollo, y en una de las dimensiones a considerar en las estrategias de género en los diferentes marcos regulatorios suscritos por el Estado venezolano. Retomando el hilo de nuestra semiosis social, se evidencian a raíz del nuevo marco constitucional cambios de actitud, compromiso comunitario y solidaridad. Como referíamos, algo se está moviendo, algo está sucediendo, algo se está transformando. Es un proceso que suma la voluntad política del gobierno al desarrollo de habilidades subjetivas, emocionales, políticas y comunicativas de la comunidad. 123 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “Veo a la comunidad más motivada, ahora se quiere conformar más consejos comunales. Al principio, no me parecía buena idea, pero ahora pienso que es importante. Mayor fuerza, mayor integración”. “Yo siento que mi tiempo no se ha perdido, se ha invertido en la comunidad. Es una etapa de mi vida que estoy viviendo y disfrutando”. El ejercicio de la ciudadanía activa es un proceso de construcción. Ello implica asociatividad, ejercicio efectivo de la ciudadanía, control social, participar en la toma de decisiones, propositividad, representación de intereses. Implica compromiso, deliberación y acción. Todo esto, tiene que ver con un estilo de liderazgo que esta construyéndose y con una visión persuasiva, innovadora, e incluyente que esta gestándose. “Tenemos que aprender a escucharnos y a respetar las diferentes opiniones, la diferencia. El trabajo comunitario nos obliga a reflexionar y cuando uno se equivoca uno tiene que reconocerlo, autocontrolarse. Yo he avanzado mucho, siempre estoy buscando un algo más”. En el marco de una política nacional de participación social se va construyendo este nuevo “Ser ciudadano/a”. Es un nuevo “Ser” que implica pertenecer a la organización social-comunitaria. Solo desde las formas de vida de las comunidades concretas, solo desde los ethoi de las comunidades, puede en efecto diseñarse una concepción de justicia social. Solo la persona que se siente miembro/a de una comunidad concreta, solo quien se sabe reconocido/a por una comunidad como uno/a de los suyos, puede sentirse motivado/a para integrarse activamente a ella. En relación al ejercicio de la ciudadanía activa, los discursos de nuestra entrevistada evidencian esa emotividad que fluye a flor de piel, expresión de compromiso social e identificación con la comunidad. Emotividad y sentimiento; dos factores fundamentales para lograr sentido de pertenencia. 2.5 El marco político de participación de la mujer Sería injusto no señalar los avances que se han dado en Venezuela en las últimas dos décadas con respecto a la igualdad entre los sexos, la igualdad de oportunidad y la equidad de género en el marco jurídico y normativo del país. La promulgación de nuevas leyes y la reforma de otras, así como la actualización de normas sectoriales con nuevos enfoques y procedimientos, han contribuido a llenar vacíos y a propiciar discusiones y movilizaciones sobre la necesidad de cerrar las brechas de inequidad de género. En función de avanzar en el logro de la equidad de género, Venezuela ha firmado y ratificado la “Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer” (CEDAW), así como su Protocolo Facultativo de la “Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer” (Belem Do Pará), entre otros acuerdos internacionales a los que se ha adherido. 124 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Además de estos acuerdos, podemos mencionar un conjunto de acciones de orden jurídico que se llevan a cabo en el país para promover el desarrollo y avance de los derechos humanos de las mujeres. Entro los principales marcos regulatorios en los cuales se consagra la equidad e igualdad entre hombres y mujeres, fueron aprobados: • La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). • La Ley Orgánica del Trabajo (2001). Título VI. • La Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer (1999). • La Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia (2000) • La Ley de Tierra y Desarrollo Agrario (2001). Artículo 14. • La Ley de Micro finanzas (2000) y el Decreto de Creación del Banco de Desarrollo de la Mujer (2001). • La Ley Nacional de Juventud (2002). Artículo 8. • La Ley de paternidad responsable (2002). • La Ley de los Consejos Comunales (2006). • La Norma Oficial para la Atención Integral de la Salud Sexual y Reproductiva (2004) • La Ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2006). En el área laboral no podemos olvidar la incorporación de la perspectiva de género en la Ley Orgánica del Trabajo contenida en el Titulo VI, Artículos 379 al 395. En la referida ley, el Artículo 135 considera el principio universal conquistado por los trabajadores y trabajadoras del país: para igual trabajo igual salario. En relación a las políticas públicas, y tomando en cuenta que la pobreza y el desempleo afectan de manera particular a las mujeres, el gobierno nacional ha emprendido una serie de acciones para atender esta problemática. Entre otras acciones se ha creado el Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer), como una institución micro financiera pública, que atiende de manera integral a la mujer en condiciones de pobreza. Este banco tiene como misión contribuir a la incorporación de las mujeres al desarrollo. Otra de las metas del gobierno nacional ha sido democratizar sus políticas, programas, planes y proyectos, promoviendo la participación de las mujeres en todos los sectores del país para garantizar sus derechos como humanas en las múltiples misiones que se adelantan en todo el territorio nacional. Con el propósito de construir viabilidad a la participación de las mujeres, se han creado los llamados “puntos de encuentro”. Esos puntos de encuentro son organizaciones de base que funcionan como centros de enlace entre las comunidades y el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, con la finalidad de establecer puentes que conecten a las mujeres de las diferentes comunidades con el Estado en pro de la defensa de sus derechos y de su participación en los asuntos públicos para de esta forma, construir el piso para el ejercicio de la ciudadanía activa de las mujeres. 125 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate A pesar de los avances, sigue existiendo un notable déficit de las mujeres en los niveles del poder, no solo local sino nacional. Hay que trabajar con mayor ahínco en la formación, concientización y acciones que van a permitir que las mujeres se reconozcan a sí mismas como agentes de cambio social, como ciudadanas con derechos a elegir y a ser elegidas, con necesidades propias y con espacios para el acceso y el ejercicio del poder. Con el fin de resolver este déficit, se realizó en el año 2003 una consulta nacional sobre el Plan Nacional de Igualdad para las Mujeres, donde participaron 2.500 mujeres y 35 expertas en el tema de género. Se formuló el Plan Nacional de Igualdad para las Mujeres, el cual estableció la inclusión del enfoque de género en todas las instancias gubernamentales del país con la finalidad de garantizar el acceso a la igualdad de oportunidades de las mujeres y a la defensa de sus derechos. Con la implementación de dicho Plan, se aspira que las políticas públicas estén transversalizadas con enfoque de género (mainstreaming de las políticas públicas). Por otra parte, se adelanta la capacitación en materia de presupuestos con enfoque de género como factor clave para dar un viraje a las políticas públicas a favor de las mujeres. El Plan Nacional de Prevención y Atención de la Violencia hacia la Mujer, es otro gran logro en función de eliminar la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones. Es oportuno también señalar la creación en el 2009, en la ciudad de Maracay, de la Escuela de Formación Socialista para la Igualdad de Género Ana María Campos. Finalmente, dentro del universo de los programas sociales que adelanta el Estado venezolano, los consejos comunales han estado construyendo cercanías y contribuyendo a crear inquietudes y compromisos con el país y con la comunidad. Mujeres que nunca habían participado, ahora insufladas por el discurso de la equidad social, se han asomado al trabajo comunitario con sentido de pertenencia y solidaridad. CONCLUSIÓN Lograr la equidad sin discriminaciones, el fin del Estado socialista El fin del Estado socialista es lograr la equidad en la aplicación de los derechos sin ningún tipo de discriminación. Lo público es ahora espacio e instrumento de poder, donde la formulación de políticas públicas debe hacerse en función del interés colectivo, de largo alcance, de impacto sostenido y con la participación de todos y todas. La participación se convierte en una poderosa herramienta política para negociar, con otros actores y actoras, la toma de decisiones que contribuyan a modificar las inequidades de género en la sociedad. La propuesta de equidad en los procesos participativos se sustenta en el ideal democrático, según el cual la incorporación activa de la mujer en lo público profundiza la democracia y abre caminos para fortalecer el desarrollo sustentable. Este nuevo contrato social se orienta hacia la ampliación de lo público en los espacios privados: es en los grupos de la sociedad civil donde las mujeres aprenden a participar y a interesarse por lo público. 126 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La sociedad civil constituye por lo tanto una autentica escuela de la ciudadanía. Participando involucrando la familia “Mi familia me acompaña en los operativos, yo le digo a mi esposo que colabore con el transporte, y él colabora y participa. Uno se siente satisfecho y feliz de que ellos participen conmigo. Yo los atiendo, les preparo algo sabroso, cuando tengo que salir a una reunión, le digo a mi esposo para que coma con las niñas si no me pueden esperar. Siempre los estoy enamorando, tratando de combinar una cosa con la otra”. Las mujeres pobres se han caracterizado por ser las más numerosas, las más activas y con frecuencia las más eficientes en su desempeño en las comunidades (9). Prueba de ello, son las estrategias desarrolladas por nuestra entrevistada para involucrar a su familia dentro del proceso participativo intentando hacerle frente a las representaciones simbólicas por siglos sedimentadas en el imaginario colectivo. Sin embargo, no podemos seguir perpetuando a las mujeres como únicos agentes de la participación. Tenemos que pensar en los hombres con el mismo nivel de responsabilidad y compromiso. Participando en una nueva relación con los hombres “Mi relación con los hombres del consejo comunal es buena, con respeto, he sabido mantener una distancia. Somos más mujeres que hombres. Yo no me he sentido descalificada y cuando han tratado de hacerlo, he seguido de largo, trato de centrarme en mis objetivos. Con los hechos refutamos y con los hechos demostramos capacidad”. Los retos implican adquirir una nueva conciencia en función de transformar la visión que tienen las mujeres sobre sí mismas, los hombres y el mundo. Se trata de desarrollar nuevos acuerdos y formas de interrelación, de reformular los viejos marcos interpretativos poniendo a prueba la validez de los supuestos que los sostienen. No podemos “seguir de largo” como señala nuestra entrevistada: necesitamos quedarnos para construir en conjunto, sin exclusiones que sigan perpetuando la división público-privado. Profundizando la relación entre género y democracia Es en la construcción de ciudadanía, donde definitivamente podemos encontrar las claves para entender cómo se están dando o no los vínculos entre democracia y género, y cómo podemos trabajar la inclusión desde la unidad en la diversidad. Precisamente es lo que esta gestándose desde los espacios de lo local como lo ilustra la experiencia del consejo comunal Maya-La Cruz en Venezuela (González, 2008). Como podemos intuir, la construcción de ciudadanía de las mujeres como objeto de estudio en nuestras geografías es un asunto que debe continuar repensándose y estimulándose a nivel de la investigación y de la intervención en salud. De allí 127 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate la necesidad de construirla como objeto epistemológicamente reconocible y categorizable. Podremos así disponer de los mecanismos para implementar los procesos formativos y de esta manera ir concretando la incorporación de las mujeres en las agendas públicas (Camacaro, 2003). “Desandar caminos” es el desafío para poder contribuir al desarrollo social, donde mujeres y hombres compartamos el poder en igualdad de condiciones. Hay señales de cambio y caminos de esperanza. Es un proceso que hay que seguir construyendo desde y con las mujeres. Referencias Bookman, A. & Morgen, S. (1988). Women and politics of empowerment. Philadelphia: Temple University Press. Bruera, S. & González, M. (1997). La participación de las mujeres en los ámbitos locales: Los procesos de reforma del Estado a la luz de las teorías de género. Quito: Cuadernos del Centro de Capacitación y Desarrollo de los Gobiernos Locales. Camacaro, D. (2003). Universidad, espacio de participación en políticas de salud... Comunidad y Salud, 1. 42-43 Facultad de Ciencias de la Salud, Escuela de Medicina “Witremundo Torrealba”. Maracay: Universidad de Carabobo. Cunill, N. (1999). Repensando lo público a través de la sociedad. Caracas: CLAD/ Nueva Sociedad. Fleury, S. (1997). Estado capitalista y política social. En: Taller Latinoamericano de Medicina social. s/p. Medellín. García, E. (2003). Hacia la institucionalización del enfoque de género en las políticas públicas. Caracas: Fundación Frederich Ebert. González, M. (2008). Género y Construcción de Ciudadanía. Una aproximación desde la diversidad teórica. En: Y. Delgado, M. González (Coord.) Mujeres en el Mundo. (pp.311-326). Maracay: Universidad de Carabobo. Molina, C. (1994). Dialéctica Feminista de la Ilustración. Barcelona: Anthropos. Secretaría de Salud de la Alcaldía Metropolitana de Caracas. (2006). I Congreso Nacional por la Salud y la Vida. Caracas: Autor Strauss, A & Corbin, J. (2002). Bases de la Investigación Cualitativa. Universidad de Antioquia: Editorial Contus. 128 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Estrategias organizativas para la construcción del poder popular. Una interpretación a la luz de tres experiencias comunitarias Por Johanna Lévy 129 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Estrategias organizativas para la construcción del poder popular. Una interpretación a la luz de tres experiencias comunitarias Por Johanna Lévy1 INTRODUCCIÓN Desde la llegada del Presidente Hugo Chávez al poder en el 1999, la democracia participativa y protagónica constituye el principio orientador de la acción pública en Venezuela. Ha surgido así un contexto particularmente fértil en el país para debatir de la participación, de la institucionalidad así como de un concepto clave para la elaboración de nuevos paradigmas emancipadores: el poder popular, un concepto “elástico y multiforme” que Miguel Mazzeo (2007) propone asociar a “todas aquellas experiencias históricas en las cuales las clases subalternas (trabajadores, pobres, marginales, periféricos) ejercieron el control y el poder de modo más o menos directo, en el seno de territorios delimitados o en un conjunto extenso de instituciones y desde patrones impuestos por una búsqueda más o menos consciente y deliberada de espacios libertarios y patrones relacionales igualitarios”. ¿Como implementar practicas de participación que apuntan a la emancipación de las “clases subalternas” y a una democratización radical de las instituciones? ¿Cuáles mecanismos dotan o no de poder al pueblo? ¿Cómo desarrollar desde el poder estatal experiencias alternativas de gestión y espacios de “negociación horizontal” con los sectores de la población históricamente excluidos del poder?. Este artículo tiene como objetivo contribuir a estos debates a partir de la presentación e interpretación de tres experiencias comunitarias surgidas en este contexto de transformación de los patrones de la acción pública en Venezuela, más específicamente en el sector de la salud. La identificación de estas experiencias se realizó entre marzo y junio 2008, después de una serie de entrevistas exploratorias e intercambios con representantes de diferentes organismos del Estado operando en el sector salud (Ministerio del Poder Popular para la Salud, Secretaria de Salud de la Alcaldía Mayor de Caracas, Dirección Regional de Salud del estado TrujilloFundasalud). Cada una de estas tres experiencias ha sido abordada combinando dos principales técnicas de recolección de datos: la sistematización de experiencias, la cual busca a través de talleres con las personas implicadas una “reconstrucción de la experiencia”, su análisis e interpretación con el fin de “fortalecer el proceso de transformación de la realidad” (Bickel, 2006); y la investigación cualitativa, mediante la realización de entrevistas semi-abiertas individuales y grupos focales. Para ello, los informantes claves, tanto comunitarios como institucionales, fueron identificados por los integrantes de cada una de las organizaciones comunitarias. La recolección de datos fue realizada por dos investigadoras entre agosto y diciembre de 2008, para concluir con un último trabajo de campo entre septiembre y octubre del 20092 . Después de una breve exposición de las herramientas utilizadas para su análisis, presentaremos las tres experiencias de participación comunitaria en una primera parte, para, en la segunda, resaltar mediante su comparación algunos aprendizajes que pueden aportar sobre el proceso de construcción del poder popular. 1 Estudiante de doctorado de Ciencia Política al Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales (CERI – IEP Paris, Francia). 2 Agradecemos los y las integrantes de las tres organizaciones por compartir con nosotras la historia de sus luchas, y Carmen Márquez por su precioso desempeño en el proceso de sistematización. 131 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 1. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVAS RELACIONES ESTADO/SOCIEDAD: TRES EXPERIENCIAS DE PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN SALUD 1.1 Marco teórico y variables para el análisis de datos: sociología de la acción colectiva, interfaces socio institucionales y niveles de participación ¿Cómo caracterizar los procesos que se esbozan en Venezuela bajo el nombre de democracia participativa, así como la implementación en el terreno de la misma por los actores, tanto políticos, administrativos como comunitarios? ¿Cómo entender las dinámicas de cambio en las relaciones entre Estado y sociedad? En definitiva, ¿Cómo abordar el proceso de construcción del poder popular en Venezuela? En un caso tan original como el proceso venezolano donde las categorías de actores no son monolíticas y las relaciones sociales y políticas están sujetas a constante dinámicas de cambio, hemos considerado útil combinar varias herramientas de análisis. La primera consiste en el marco teórico de la sociología de la acción colectiva, la cual permite entender la acción pública y sus políticas como sistemas de cooperación. Reconociendo la “heterogeneidad” de los actores involucrados en ellas y de sus proyectos, así como la existencia de intereses contradictorios, este marco teórico aborda la implementación en el terreno de estas políticas desde abajo, es decir desde el análisis de sus procesos concretos, de las interacciones y de los juegos estratégicos (Guerra, 2004) que los actores desarrollan a su alrededor. Recordaremos aquí algunos de los principales principios que fundamentan esta perspectiva teórica (Guerra, 2004; Crozier & Friedberg, 1977). El sujeto, tanto individual como colectivo, es pensado como un actor capaz de acciones estratégicas, para mantener o ampliar su capacidad de acción, en un contexto de racionalidad limitada por los limites de su información y las coacciones del espacio de la acción colectiva considerada - el sistema de acción en el cual esta involucrado. Un sistema de acción es por lo tanto producto de las condiciones encontradas por los actores gracias a recursos y a capacidades específicas e históricamente construidas. Entre los recursos que pueden movilizar para aumentar su capacidad de acción, resaltan: la experticia; la relación con su medio; la posibilidad de organizar la comunicación y los flujos de información; y el uso de las reglas organizativas. En este sentido, se concibe que el cambio es posible: consiste en una transformación de un sistema de acción inicial a través de un proceso de creación colectiva, mediante el cual los actores aprenden, es decir inventan y fijan nuevas reglas y normas. No existen por lo tanto posiciones o papeles fijos, sino dinámicas de cambio que implican diversos tipos de posiciones en el tiempo y en el espacio. Para terminar, se entiende, según esta perspectiva, las relaciones sociales como relaciones de poder, es decir, relaciones de intercambio desigual que comportan siempre una base de negociación potencial. Este marco teórico permite abordar el tema del poder popular de forma dinámica. Según este enfoque, la construcción del poder popular es, en efecto, un proceso dependiente (en un momento y espacio dados) de las relaciones de cooperación y/o conflicto entre las principales categorías de actores que están involucrados en esta transformación radical de las relaciones entre Estado y sociedad a la cual apunta el concepto de poder popular: por un lado, las comunidades, a las cuales se dirigen los mecanismos de participación implementados por el gobierno venezolano; por otro lado, los actores institucionales (a distintos niveles de gestión), los cuales deben 132 1 En todas las citas los énfasis son míos. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate adaptarse al nuevo mandato participativo (Blondiaux, 2008) y a la cultura de gestión asociada para activar esos mecanismos de participación en los espacios que los incumben. Para facilitar la comprensión de las modalidades de interacción entre estas dos categorías de actores, hemos considerado pertinente juntar a este marco teórico dos tipologías. La primera ofrece un instrumento de enfoque de las relaciones Estado/ sociedad, enfocándose en la noción de interfaz socioestatal que sus autores definen como un “espacio de intercambio y conflicto”. En este espacio, actores societales y actores estatales interactúan según una variedad de modalidades que los autores clasifican en una tipología de 6 relaciones básicas (Cuadro 1). Cuadro 1. Tipología de las interfaces socioestatales (ISE) según Ernesto Isunza Vera y Felipe Hevia de la Jara (2005) Los autores identifican tres ISE correspondiendo a una lógica de intercambio Estado/ sociedad de tipo “cognoscitivo” (relaciones de “hacer saber”): ~ La interfaz de contribución (participación social informativa): tipo de interfaz en el cual la sociedad informa al Estado (traducido en un esquema, se trata de una relación Sociedad →Estado). ~ La interfaz de transparencia (información gubernamental): tipo de interfaz en la que el Estado informa a la sociedad (Sociedad←Estado). ~ La interfaz comunicativa (colaboración informativa): tipo de interfaz en la que sociedad y Estado se informan mutuamente (Sociedad ↔Estado). De la misma manera, identifican tres ISE correspondiendo a una lógica de intercambio Estado/sociedad de tipo “político” (relaciones de “hacer hacer”): ~ La interfaz mandataria (democracia directa, control social): tipo de interfaz en la que la sociedad controla, domina o dirige al Estado (Sociedad → Estado). ~ La interfaz de transferencia (políticas públicas subrogadas, transferencia de políticas): tipo de interfaz en la que el Estado controla, domina o dirige la sociedad (Sociedad← Estado). ~ La interfaz cogestiva (cogestión): tipo de interfaz en la que sociedad y Estado mantienen una relación de cogestión (Sociedad ↔ Estado). Para nuestro análisis, adaptaremos esta tipología enfocándonos en las relaciones que los actores societales (en nuestro caso, las organizaciones de base del sector salud) desarrollan con actores institucionales diversos y operando a distintos niveles de gestión, en el marco de interfaces socio institucionales (ISI). Evitaremos hablar de un “actor estatal” monolítico, confundiendo el gobierno con los diferentes organismos del Estado encargados en el terreno de cumplir con el mandato participativo, y con los cuales interactúan los actores societales. La segunda tipología remite más precisamente a las formas concretas de la participación popular (Cuadro 2) susceptibles de dar cuenta del nivel de democratización de las instituciones y del potencial de emancipación de las comunidades. De acuerdo con nuestro marco teórico, cada “tipo ideal” de participación puede ser considerado 133 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate como el resultado de las relaciones estratégicas que se desarrollan entre los principales actores del sector salud. Cuadro 2. Tipología de los niveles de participación en salud propuesta por S. Larraín (2001) La participación/ usuario(a). Se trata del nivel primario de participación: hacer uso de las oportunidades que ofrece el sistema de salud en todas sus expresiones. El sujeto, individual en este caso, obtiene cuidados y preparación para su salud. La participación consiste en demandar y hacer uso de los servicios de salud. La persona no ejerce ninguna influencia consciente sobre el sistema. En cuanto a los servicios, mientras los usuarios los utilicen masivamente esos validan y legitiman su estructura y funcionamiento institucional, incrementando así su estabilidad y permanencia en el tiempo y espacio público. Los usuarios son informados y capacitados para un mejor aprovechamiento de la oferta existente. La participación/ movilización de recursos. En este caso, el sujeto involucrado es el sujeto social colectivo, grupal: la comunidad organizada. Se parte del supuesto que la comunidad posee en efecto los recursos efectivos o potenciales para contribuir al desarrollo y gestión de los programas definidos por el propio sistema. La generación de organizaciones comunitarias, como los grupos de voluntarios o asociación de pacientes, es favorecida desde el sistema de salud para que se asocien estrechamente a su funcionamiento. La participación/ control. La comunidad organizada ejerce control sobre el funcionamiento del sistema, por ejemplo, en el mejoramiento de la calidad de atención, y de la gestión y distribución de recursos. El sujeto social, colectivo, se empodera e incrementa su capital social (organizaciones, redes, autoestima, etc.). Este proceso implica la transformación de la institucionalidad de salud generando una articulación más flexible y creativa con la comunidad. La participación/ poder. En este estadio, la comunidad organizada incide directamente en la toma de decisiones estratégicas respecto al sistema de salud. Apoyándonos en este conjunto de herramientas, presentaremos a continuación tres experiencias de participación popular desarrolladas en el marco del proceso de cambio social y político iniciado en Venezuela desde comienzos de la década. Esperemos que la interpretación de la realidad que nos ofrecen contribuya a nutrir el debate colectivo sobre la construcción del poder popular en el país. 1.2 Crear frentes populares: la estrategia de los comités de salud del municipio Sucre La misión Barrio Adentro, motor de una movilización sin precedente en el municipio Sucre Aunque no inicia oficialmente antes del 2007, los integrantes del Frente consideran que la historia de su organización inicia con la llegada en el municipio Sucre de los primeros médicos y médicas cubanas de la misión Barrio Adentro el 30 de julio del 2003. Según sus testimonios, el municipio Sucre se encontraba entonces en una situación de deterioro importante de los servicios públicos de salud y del acceso de la población a los mismos, como consecuencia de la descapitalización de la salud pública en los años 90. 134 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Ficha Técnica Organización comunitaria Frente bolivariano de los comités de salud y contralores sociales “Ana Francisca Pérez de León” del municipio Sucre, Estado Miranda, Caracas. Territorio de Intervención El municipio Sucre cuenta con 5 parroquias: Caucagüita. Filas de Maríche, La Dolorita, Leoncio Martínez y Petare. Población: 640.762 habitantes (INE 2007). Según las autoridades locales, la población real superaría el millón. Cuenta con 33 urbanizaciones y 1.500 barrios , algunos de ellos entre los más poblados del país (la parroquia Petare, esencialmente compuesta de barrios, tiene oficialmente 417.231 habitantes) – y del mundo (Davis, 2006). Tiempo de Existencia El Frente se constituye oficialmente en marzo del 2007, apoyado por la Dirección de Salud del municipio Sucre Inicios / Antecedentes Características de sus integrantes Llegada de la misión Barrio Adentro en agosto el 2003 y conformación de centenas de comités de salud en el municipio. Los miembros electos del Frente son líderes comunitarios con larga trayectoria tanto en el trabajo comunitario como en el activismo político. Son miembros fundadores y activos de sus consejos comunales, y militantes activos del Psuv. Características de la estructura Elección de la junta directiva del Frente cada dos años. Estructura inspirada de la organización comunitaria CarpinteroBarrio Unión de Petare creada en el 2001, en la cual participó el coordinador general del Frente. Principales recursos Con 284 comités de salud registrados, el Frente cuenta con un potencial de movilización importante. Legitimidad mediante elección. Principales actores institucionales La Alcaldía Mayor. La Gobernación del estado Miranda. La Alcaldía del municipio Sucre. El Ministerio del Poder Popular para la Salud. “Este municipio tiene la infraestructura de un estado con un presupuesto de municipio. Quizás es el municipio, aparte la Alcaldía Mayor, que tiene más ambulatorios en el país. También es el único que tiene a cargo un hospital - el Pérez de León” (Dirección de Salud del municipio Sucre). Contexto de la investigación Al momento de la investigación, el municipio y el estado estaban gobernados por la tolda chavista. Les sustituirán los candidatos de la tolda opositora en las elecciones de 2008. 135 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “En mi sector había mucha desnutrición, dengue, escabiosis. Cuando llegaron los médicos cubanos, vinieron 365 personas ¡el mismo día! Porque antes no teníamos médicos. No nos habíamos dado cuenta de todos los problemas que teníamos hasta la llegada de los médicos” (Consejo Comunal Ávila). El cambio aportado por la nueva misión en materia de atención es así percibida como un salto “cualitativo y cuantitativo” mayor. “De no tener ninguna clínica pasamos a tener 3 clínicas, de no tener sino 30 consultorios, pasamos a tener más de 250 consultorios, de tener solamente 70 médicos pasamos a tener casi 600 médicos. Fue una mejora cualitativa y cuantitativa extraordinaria” (Dirección de Salud del municipio Sucre). El entusiasmo popular se revela de inmediato a la altura de las expectativas de la misión. Una movilización sin precedente acompaña la llegada del personal cubano. “Para nosotros fue como algo bajado del cielo. Llegaron los médicos a las 8 de la noche y nos dijeron: “miren, si mañana, a partir de las 8am hay un espacio para dar consulta, aquí estamos” (Junta directiva del Frente). En un tiempo record, más de 200 comités de salud se conforman en el municipio para defender la nueva red de atención primaria. Ellos van a autogestionar gran parte de sus actividades hasta plantear, en el 2006, la necesidad de coordinar sus esfuerzos en una estructura nueva: el Frente de los comités de salud. El Frente bolivariano de los comités de salud, una estrategia para aumentar el nivel de interlocución con el Estado Con el fin de asegurar el mantenimiento de la misión, las comunidades organizadas van a iniciar gestiones múltiples dirigidas a las autoridades competentes. Sin embargo, experimentan rápidamente la capacidad de respuesta limitada de las instituciones, poco acostumbradas a tantas solicitudes. “Para obtener información, sí, había receptividad por parte de las instituciones, pero para insumos de limpieza, útiles de escritorio, apoyo para la vivienda o la alimentación del medico, nada. Llegó el momento donde comenzamos a notar que se cerraban las puertas” (Junta directiva del Frente). La Dirección de salud del municipio Sucre, principal centro de convergencia las demandas de los comités de salud del sector, se convierte desde el 2003 un espacio improvisado de reunión. Gracias al apoyo de su director, el espacio estructura poco a poco, ofreciendo un lugar de encuentro semanal a los comités salud y al personal de salud, en particular de la misión cubana. de en se de La nueva organización surgirá de estas reuniones. A lo largo de las conversaciones, la idea de unir en una misma estructura organizativa el conjunto de los comités de salud del municipio logra mayor fuerza. No solo respondería a los llamados a la organización del “Comandante”, el Presidente Chávez, sino que podría facilitar las relaciones con las instituciones, canalizando las demandas de las organizaciones de base y logrando así mayor reconocimiento y respuestas por parte de las autoridades. 136 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “En un Alo Presidente, nuestro comandante dijo: “ya tenemos los médicos, ya tenemos una gran cantidad de comités de salud a nivel municipal, a nivel estatal, a nivel nacional, vayan pensando, porque se deben conformar las federaciones, las confederaciones, etc. De allí nació la idea de conformar nuestro Frente” (Junta directiva del Frente). “Comenzamos a notar que, individualmente, los comités de salud no lograríamos nada. Y empezamos a pensar y decir: bueno si somos 20, si somos 30, vamos a convocar, de manera a conformar un grupo que a lo mejor nos van a escuchar mejor, y entonces las respuestas van a ser positivas. De allí iniciamos con reuniones, asambleas de 3, 5 comités de salud. Y así fuimos avanzando, y ya llevamos 5 años en esto” (Junta directiva del Frente). De manera que la idea de un Frente nace como un mecanismo para reforzar el accionar y la interlocución de los comités de salud, mediante la superación de la escala comunitaria de los comités. Se constituye así el Frente como una instancia potencial de poder popular. Con el fin de darle forma a este proyecto, los comités de salud dedican numerosas reuniones a la edificación de la nueva organización. Después de semanas de debate, se establece un consenso sobre sus características (Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, 2007). • La organización adoptara el nombre de “Ana Francisca Pérez de León” en referencia al hospital que, desde el 2006, ofrece su auditorio a los comités de salud como nuevo espacio para sus reuniones; y de “Frente”, en referencia a su estructura. • A nivel jurídico legal, será registrada como “asociación civil sin fines de lucro, con personería jurídica y patrimonio propio con capacidad plena para realizar todos los actos que sean necesarios para el cabal cumplimiento de su objeto”. • Se opta por una estructura clásica, con una junta directiva y una asamblea. La junta directiva, electa, estará conformada por: - 4 coordinaciones: coordinación general; coordinación de secretaria; coordinación de contraloría social; coordinación de finanzas; - 5 voceros parroquiales, uno por cada parroquia del municipio, encargados de constituir un enlace permanente entre los comités de salud de cada parroquia y la coordinación del Frente. • En cuanto a la asamblea, “autoridad suprema del Frente” y órgano de decisión, sus participantes podrán integrarse libremente a las 8 comisiones de trabajo (contraloría social, enlace institucional, finanzas, solidaridad social, seguridad, alimentación, educación/ cultura/ información, infraestructura/ mantenimiento); • En la acta constitutiva se precisa su objetivo: “fomentar el servicio de salud de manera integral a todas las personas que habitan en el municipio” mediante la participación de los comités de salud y de las comunidades organizadas “en las tomas de decisiones y elaboración de obras publicas, ejecución de proyectos, planificación y control de políticas específicas en materia de salud (…) políticas de seguridad social (…) y control de la prestación de los servicios de salud”. 137 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Las elecciones del 26 de marzo de 2007 concluyen este proceso. Ese día, más de 100 integrantes de comités de salud de todo el municipio validan la estructura adoptada y eligen su junta directiva. “Los integrantes de la junta directiva, somos una figura. Estamos cumpliendo una tarea que nos asignaron para organizar, armar el cronograma de trabajo, preparar el material y exponerlo en la asamblea para que la asamblea tome las decisiones” (Junta directiva del Frente). En pocos meses, el Frente cuenta con 284 comités de salud afiliados. Si esta cifra no representa la totalidad de los comités de salud del municipio, los que sí se juntan al Frente se caracterizan por el hecho de no tener acceso directo a las instituciones locales, regionales, como nacionales; y por su apoyo al proceso político liderado por el Presidente Chávez. “Algunos comités de salud del municipio decidieron no integrarse al Frente. Los llamamos “comités elites” porque en general son comités ubicados en las urbanizaciones que tienen una relación privilegiada con las autoridades locales. Por eso no se juntaron. Pero sí, la gran mayoría de los comités integró el Frente, porque se dieron cuenta que solos, no lograrían respuestas” (Junta directiva del Frente). La organización en la práctica: una interpretación de sus actividades El Frente surge entonces de un doble impulso. Por un lado, los reiterados llamados desde arriba – el ejecutivo nacional – a consolidar y ampliar las formas de organización popular. Por otro lado, la iniciativa tomada desde abajo de implementar un nuevo tipo de organización federando los comités de salud en función de un principal objetivo: crear un canal de intermediación a escala del municipio entre los comités de salud y los organismos públicos susceptibles de responder a las necesidad expresadas por los primeros (Fig.1). Figura 1: El objetivo del Frente: Ser un canal de intermediación entre instituciones y comités de salud Creado a una escala innovadora (el municipio), y no a la escala micro local de los comités, sin embargo, el Frente debe ser reconocido como un canal de intermediación potencial para luego poder implementar una relación de interlocución entre comités de salud y actores institucionales. Por ello, una vez creado oficialmente, el Frente se dedica a hacerse conocer y reconocer. 1. Ser reconocido por la vía legal: después de su elección, la nueva junta directiva legaliza la existencia de la organización bajo la forma de una asociación civil. Puede entonces registrarse como organización comunitaria por el Ministerio de Salud. 138 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “Una vez que tuvimos el documento de conformación del Frente, lo llevamos al Ministerio de Salud con el registro de todos los comités que estaban afiliados al Frente, para que seamos registrados como un brazo de colaboración” (Junta directiva del Frente). Estos trámites son fructíferos y permiten un inicio de colaboración: el Frente se vuelve la organización de referencia del Ministerio de Salud en el municipio Sucre, así como un facilitador administrativo. Para registrarse al Ministerio, los nuevos comités de salud deben primero ser registrados por el Frente. “Cuando iban los comités de salud del municipio a inscribirse al Ministerio, les decían, “pasen por el Frente, les van a dar el aval”. Tenemos para eso una planilla de conformación y de reestructuración de los comités” (Junta directiva del Frente). La colaboración del Frente con la Alcaldía del municipio Sucre y la Gobernación del estado Miranda resulta, sin embargo, más compleja. Según los miembros de la junta directiva, la organización padece, desde sus inicios, de la dificultad a ser reconocida por la Alcaldía. “En una oportunidad, fuimos a hablar con responsables de la Alcaldía, y nos preguntaron que era eso del Frente, o sea, ¿para qué servía eso? Me dio la impresión que este Frente les molestaba. Y nos dijeron claramente este día que se reunían con algunos comités de salud. Les respondí que eso era el gran problema, porque cuando se reunían con algunos, favorecían a algunos, mientras que la gran mayoría que estábamos en el Frente no recibíamos apoyo ni reconocimiento de nadie” (Junta directiva del Frente). Lo mismo ocurre con la Gobernación. Reivindicando su autonomía como principio fundador, el Frente rechaza la implementación de una coordinación institucional de los comités de salud, a pesar de su implementación en cada estado del país por el Ministerio y del nombramiento por la Gobernación de Miranda de una “coordinadora regional de los comités de salud”. “La figura de una coordinadora regional para los comités de salud nos pareció una contradicción. Primero porque subordina el poder popular al poder de las instituciones; segundo porque el Frente mismo es una propuesta de coordinación regional de los comités de salud, pero desde la comunidad” (Dirección de Salud del municipio Sucre). A pesar de ello, el Frente obtiene una oficina en la Casa del Poder Comunal, donde se encuentran las diferentes misiones y servicios trabajando con las comunidades del sector. 2. Ser reconocido como contraloría social: este tipo de actividad, que constituye una de las prioridades del Frente desde sus inicios, va a tener un proceso largo de implementación. Poco tiempo después de su creación, el Frente logra activar un nivel de contraloría social sustantivo con altos representantes del Ministerio de salud. “Logramos llevar al Pérez de León al Vice-ministro de salud. Con él y a través del Frente, recorrimos cada sábado todos los CDI, las SRI, los módulos de atención 139 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate primaria. Gracias a este proceso, se terminaron de construir y se equiparon muchos módulos que no tenían nada... Montamos con el Vice-ministro en el último cerro. Eso nunca se había visto” (Comité de Salud Barrio Sucre). Sin embargo, el cambio de ministro y de su gabinete va a significar una ruptura en la continuidad de este proceso. El Frente se da cuenta, entonces, de la poca aceptación de la contraloría social en los centros de salud. Al momento de nuestra investigación, el Frente empezaba sin embargo a implementarla otra vez en diferentes establecimientos, sustituyendo el nombre de “contraloría social” por el de “grupo de apoyo”. “Es muy duro decir a un médico que un comité de salud le va a hacer contraloría social, va a ser pendiente de que atienda con calidad a los pacientes. Los médicos se resisten porque dicen “¿cómo una persona hasta analfabeta me va a estar controlando?”. No se han dando cuenta que las cosas ahora ya no son así” (Dirección de Salud del municipio Sucre). “¿Qué debe hacer el equipo de apoyo? Ver por ejemplo si la maquina de radiografía esta buena o mala, y que no venga fulano a decir: hoy no hay placas porque no sirve la maquina. Pero no lo vamos a llamar contraloría, lo vamos a llamar “equipo de apoyo” avalado por la dirección del centro. Porque si le digo a este señor que lo estoy controlando, él se molesta, entiendes” (Junta directiva del Frente). Gracias al apoyo de los 284 comités de salud, el Frente estaba también concluyendo una contraloría a más de 100 módulos Barrio Adentro, lo cual le había permitido elaborar 27 proyectos de rehabilitación de los mismos. La propuesta del Frente: compartir este diagnóstico y los proyectos de rehabilitación con INAVI, el organismo público encargado de la construcción, y asociarse a sus gestiones para contratar las constructoras y controlar la ejecución de las obras. En definitiva, iniciar una dinámica de cogestión con un organismo del Estado, con el fin de democratizar la toma de decisión, ejercer “el control y el poder de modo más o menos directo” (Mazzeo, 2007) en el seno del municipio y en una institución, y activar así el poder popular en este sector. 3. Ser reconocido como un interlocutor imprescindible: simultáneamente a las actividades puntuales de contraloría social, el Frente se esfuerza para consolidar su principal mecanismo de participación: el de las asambleas. Desde su creación, el ritmo semanal de las reuniones de los comités de salud ha sido en efecto mantenido. “Hasta el momento llevamos más de 86 reuniones, todos los lunes. Creo que solo en dos oportunidades hemos dejado de hacerlas, una vez por una fecha patria, otra vez para encontrar el candidato a la Alcaldía. Eso creo que es un logro” (Junta directiva del Frente). Estas asambleas, realizadas en el auditorio del hospital Pérez de León, aparecen rápidamente como el recurso principal del Frente para ser reconocido como un canal de intermediación: mediante la estructuración de un espacio permanente de interacciones entre actores institucionales y comités de salud del municipio, la organización popular tiene en efecto el potencial para organizar el flujo de informaciones y por lo tanto de constituirse en intermediario. De hecho, las asambleas semanales del Frente se dan pronto a conocer. Susceptible de 140 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate reunir los voceros de 284 comités de salud, este espacio se vuelve un lugar de referencia en el municipio. “Cuando una institución del gobierno tiene una necesidad, por ejemplo de revisar algo en una comunidad, sabe que los comités de salud son organizados y entonces el Frente es el primer sitio a donde van hacer las propuestas. Porque saben que esta organización esta permanentemente allí” (Dirección de Salud del municipio Sucre). El éxito de estas asambleas se refleja en la diversidad de los organismos públicos que las visitan1 . El reto: transformar las asambleas del Frente en espacios de interlocución para la cogestión A pesar del éxito de las asambleas como espacio único e innovador de encuentro entre instituciones y comunidades en el municipio Sucre, los integrantes del Frente tienen una percepción ambivalente de las mismas. En efecto, aunque este espacio de intercambio ha permitido a los comités de salud lograr algunas respuestas concretas a sus solicitudes (acceso a información y formaciones; bolsas de comida para niños de bajo peso, etc.), los integrantes de la junta directiva lo perciben como un espacio en donde las relaciones de poder favorecen a la parte institucional. Según sus testimonios, las asambleas ofrecen en efecto a los servidores públicos y personalidades políticas un instrumento muy provechoso que ahorra para ellos tres “costos” principales. El primero costo ahorrado es el del traslado: las asambleas ofrecen un acceso cómodo a las comunidades sin tener que trasladarse hasta ellas - el hospital Pérez de León, cerca de la estación de metro Petare, es muy fácil de acceso. Segundo, las asambleas pueden permitir un ahorro en termino de trabajo: en efecto “facilitan el trabajo” a los servidores públicos cuando ellos delegan a los comités de salud actividades que son de sus responsabilidades. El tercer costo ahorrado es un costo “moral”, el espacio de las asambleas disminuyendo el costo del compromiso: unas promesas no cumplidas frente a voceros podría en efecto tener menos consecuencia a futuro que las mismas frente a una asamblea de ciudadano/ as “barrio adentro”. “Vienen personas que tienen un programa “equis”, que son programas gubernamentales. Pero ¿qué ha pasado? Hasta ahí ha llegado, hacer el contacto con el Frente, pero después no se cumple para la acción. Eso crea falsas expectativas y desanima a la gente” (Junta directiva del Frente). Según los integrantes de la junta directiva, algunos actores institucionales impulsarían así un tipo de participación con rasgos instrumentales, a contracorriente de los esfuerzos de la organización para profundizar su nivel de participación mediante actividades de contraloría social (participación/ control) o de cogestión con algunos organismos institucionales (participación/ poder). 1 A nivel regional: Instituto Regional de la Mujer; Secretaría de Salud Metropolitana; misión Barrio Adentro; Instituto Metropolitano de la Juventud; Instituto Metropolitano de Desarrollo Social del Poder Popular. A nivel nacional: Ministerio del Poder Popular para la Salud, Ministerio del Poder Popular para la Participación, INCE; Plan Republica; PDVSA Gas; Proyecto Madre; misión José Gregorio Hernández; misión Che Guevara; misión Energía y Petróleo; Instituto de Altos Estudios Arnoldo Gabaldón, Fundación José Félix Ribas; diputados de la Asamblea Nacional. A nivel internacional: visita de una delegación de médicos ecuatorianos. 141 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Frente al costo potencial para el Frente de este “desequilibrio” de los intercambios, la organización ha implementado en las asambleas diferentes acciones que podríamos interpretar como “estrategias de reposicionamiento”. 1. Para limitar los riesgos de instrumentalismo de la asamblea semanal, la junta directiva ha introducido varias reglas de manera a aumentar su control sobre el orden del día de las reuniones. Estas reglas tienen que ver en parte con el contenido de las intervenciones externas realizadas en la asamblea. La junta directiva se esfuerza en efecto a identificar y limitar las que podrían utilizar políticamente este espacio, mientras privilegia las que contribuyen a la formación y empoderamiento de los comités de salud. “Todos tenemos una posición política bien definida. Sin embargo el grupo quiere mantener esta autonomía, no dejar que nos politizaran algunos personajes que nos quieren utilizar como plataforma política” (Junta directiva del Frente). “Tenemos que darle un nuevo enfoque a la asamblea para que la gente no vaya allí solamente a preguntar: “¿Cómo se llaman? ¿Cuáles son sus números de teléfono?”. Esta asamblea tiene que ser como una especie de escuela para los comités de salud” (Junta directiva del Frente). Estas reglas tienen también que ver con la forma de las intervenciones. Se insiste así en que los participantes externos respeten el “espíritu horizontal” del Frente, en otras palabras, la igualdad de condiciones entre actores institucionales y actores societales en el orden del día de la asamblea. “A las personas que llegan a la asamblea, les preguntamos: ¿A qué se debe tu visita? ¿Tienes una información importante para la gente de la asamblea? Y se le dice: mire, hay tantas personas inscritas en la agenda, si espera… algunos se molestan, porque a lo mejor piensan que si uno es concejal o algo va primerito. Otros no” (Junta directiva del Frente). Gracias a estas reglas, y fiel a su principio fundador - la autonomía, el Frente ha logrado restablecer parte de su control sobre el orden del día de la asamblea semanal. Sin embargo, varios actores institucionales han terminado por abandonar poco a poco este espacio, entre ellos la Gobernación del estado Miranda y la Alcaldía del municipio Sucre, cuyo director de salud se ha convertido en el único representante de esta institución participando en las asambleas. El hecho de reivindicarse como “sujeto popular con capacidad de iniciativa social, de praxis creadora” (Mazzeo, 2007), es decir, como instancia de un poder popular en gestación en el municipio, parece no haber facilitado la cooperación entre el Frente y las autoridades tanto locales como regionales. 2. Con el fin de disminuir la dependencia del Frente hacia las instituciones, la junta directiva ha buscado la transformación progresiva del objetivo inicial de la organización - lograr por parte de las instituciones respuestas a las necesidades puntuales de los comités de salud, el cual suponía una fuerte dependencia del Frente al “juego” (Crozier, Friedberg, 1977) de los actores institucionales. “Este Frente tiene sus logros, entre otros, en la parte de la organización del poder popular, tratar de fijarse las metas, evaluarse los objetivos, la dinámica de 142 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate construir. Creo que ellos fueron básicamente la bandera en el municipio Sucre” (Comité de Salud Jacinto Convit). Para este fin, el Frente ha reorientado poco a poco sus actividades en función de un nuevo objetivo: pasar de una postura de canal de intermediación entre comités de salud y actores institucionales, a una postura de interlocutor representativo a nivel municipal de las comunidades organizadas en salud. Legitimado mediante el voto, reuniendo a 284 comités de salud, y por ende en condición de aportar una experticia de terreno sobre la situación sanitaria de las comunidades del conjunto del municipio, el Frente ha empezado a reclamar un derecho a participar en la elaboración de las políticas y proyectos de salud que los entes públicos desarrollan en el municipio Sucre. Así, después de una primera propuesta de cogestionar con INAVI la rehabilitación de los módulos Barrio Adentro, el Frente ha agarrado los comicios electorales de noviembre 2008 como una oportunidad para iniciar un diálogo y una relación dandodando con los candidatos del bando oficialista: mediante cartas e invitaciones para encuentros, el Frente les ha ofrecido su apoyo en la campaña con una lista de sugerencias políticas. Entre ellas, la implementación de mecanismos de cogobierno: “1. Integrar al Frente en el comando de campaña; 2. Instalar puntos rojos en los consultorios populares; el comité de salud respectivo será el promotor (…); 3. Adquirir compromisos de gestión con nuestra organización para el desarrollo del proyecto Simón Bolívar; 4. Designar una comisión para exigir a INAVI Miranda la asignación de los recursos para la reparación de la red de infraestructura de los consultorios de la misión Barrio Adentro; clamor comunitario; 5. Apoyo y participación durante el encuentro municipal de los comités de salud (…); 6. Designar voceros del equipo asesor a la gestión de gobierno de la Alcaldía” (Extracto de la petición dirigida por el Frente al candidato a la Alcaldía). Perspectiva a futuro Expresión de las dinámicas de auto-organización popular incentivadas por un contexto y el discurso político movilizador del Presidente Chávez, el Frente ha logrado mantener a lo largo del tiempo una posición no solamente autónoma, sino exigente para la profundización de la participación comunitaria, mediante propuestas de relaciones de cogestión a una escala novedosa: el nivel municipal. Tanto por su participación consciente y autónoma, como por su acción directa, el Frente constituye así una instancia potencial de este “poder que no tiene como objetivo la obediencia sino hacer respetar la palabra del oprimido” (Mazzeo, 2007), el poder popular. Sin embargo, para que las asambleas del Frente lograran imponerse como interfaz socio institucional cogestiva y que la organización sea reconocida como un interlocutor político, es necesario que los actores institucionales acepten las nuevas formas de acción colectiva propuestas por la organización popular. Ahora, al momento de concluir la investigación, no solo varios actores institucionales se mantenían desde tiempo alejados del Frente (Gobernación, Alcaldía) sino que INAVI también acababa de rechazar la propuesta de rehabilitación cogestiva de los módulos Barrio Adentro. La razón: el estatuto jurídico de los comités de salud, los cuales, a diferencia de los consejos comunales, no pueden gestionar fondos. 143 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “A veces parece que como comités de salud tenemos menos derechos que como consejo comunal” (Comité de Salud Jacinto Convit). Estos obstáculos colocaban entonces el Frente en un escenario complejo para el futuro: seguir, a pesar de ello, legitimado a nivel de las comunidades, manteniendo un nivel alto de participación de los comités de salud dentro de su organización. La investigación concluyó con un acontecimiento que iba a complicar aún más la situación del Frente: la derrota de los candidatos oficialistas a la elección de alcaldes y gobernadores de noviembre del 2008, y la llegada de nuevas autoridades locales adversas al proceso de cambio liderado por el Presidente Chávez. 1.3 Adaptar las mesas técnicas de agua al sector salud: la propuesta del comité de salud de Carache En los inicios del comité de salud, una interfaz de transferencia predominante El comité bolivariano de salud “Sembrando Salud” (2008) de la parroquia Carache nace de la institucionalidad. En mayo del 2004, la dirección del Hospital “Dr. Rafael Quevedo Viloria” convoca para este propósito representantes de las instituciones de la parroquia (Educación, Salud, Alcaldía, Ambiente, autoridades cívico-militares, Iglesia) así como algunos representantes de la comunidad organizada (asociaciones civiles, grupos culturales, ONG de la comunidad). Se crea entonces el comité de gestión local “Compartir es Crecer”, el cual, a partir de octubre 2004 y siguiendo las sugerencias del Ministerio de Salud, cambia su nombre a “comité bolivariano de salud y contraloría social Sembrando Salud”. A diferencia del comité de gestión local, el comité de salud se define como organización propiamente comunitaria. Incluye desde sus inicios una decena de integrantes, en su mayoría mujeres, reunidas por un común deseo de “trabajar para el bienestar de la comunidad”. Poco tiempo después de haber sido creado, el comité de salud realiza un diagnostico en la parroquia. Identificando como prioritaria la problemática del consumo de drogas en la población joven de la parroquia, el comité concluye a la necesidad de dotarla de un “centro de prevención y orientación al niño, niña y adolescente”, y se encarga de realizar para ello el diseño de un proyecto completo. Sin embargo, a pesar de numerosas gestiones, el comité de salud no logra obtener fondos para el reclutamiento de un personal competente y el alquiler de un espacio. Se abandona entonces el proyecto. “Teníamos todo, se había conversado con el Consejo de derechos de Carache, había venido gente de Caracas y Trujillo, íbamos a tener psicólogo, trabajadores sociales. Solo había que ponerlo en marcha, conseguir un espacio y un recurso para mantener a esta gente. Pero allí no tuvimos respuesta” (Comité de Salud Sembrando Salud). La organización comunitaria va a desarrollar entonces la mayor parte de sus actividades en dos principales espacios. El primero es el de la emisora Minumboc 104.1 FM: fundada en el 2001 por varios miembros de la comunidad, entre los cuales algunos integraran años después el actual comité de salud, la emisora comunitaria ofrece al comité un espacio semanal dedicado a la promoción de la calidad de vida y la prevención de enfermedades. El otro espacio es el del hospital: el vínculo originario entre el comité de salud y esta institución sigue en efecto predominando. Entre 2004 y 2007, el comité focaliza sus esfuerzos en la gestión de trámites para mejorar la infraestructura hospitalaria y la atención a la población en un contexto de recursos materiales y humanos insuficientes. 144 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Organización comunitaria Territorio de intervención Comité de salud “Sembrando salud” de la parroquia Carache, municipio Carache, estado Trujillo Creado para intervenir a nivel de la parroquia Carache (12.000 habitantes), capital del municipio Carache, en los hechos el comité de salud cubre con sus actividades las 5 parroquias del municipio (31.640 habitantes - INE 2002). Tiempo de Existencia / Antecedentes 5 años de experiencia como comité de salud. Larga experiencia de trabajo comunitario en el hospital de Carache (asociación de las Damas Voluntarias); y alrededor del centro Multihogar de Carache (experticia en promoción de la salud materna infantil reconocida por UNICEF). Inicios Creación del comité de salud en el 2004 como respuesta a las líneas del ministerio de Salud, previamente a la llegada de la misión Barrio Adentro. Características de sus integrantes Comité conformado por 10 personas (9 mujeres e 1 hombre). Entre ellas, la coordinadora del Multihogar y una funcionaria de Ciara Redes (institución dedicada a la organización comunitaria en el mundo rural). Las que tienen un consejo comunal conformado en su sector son voceras del mismo. Características de la estructura Estructura horizontal: el comité de salud no tiene “presidente” ni “coordinador”, solo “voceros” por comisión de trabajo. No hay elecciones internas. El principio es el voluntariado. El comité de salud reivindica una postura a-partidista, diferenciando el trabajo comunitario de la militancia política. En un contexto como el de Carache, “solo importa la voluntad de participar”. Lo político, al contrario, es considerado como un riesgo de instrumentalismo. Principales recursos Experticia reconocida en salud materna infantil. Programa semanal de promoción de la salud y prevención de enfermedades en la emisora comunitaria Minumboc. Relación de intercambio de saberes con Fundasalud Trujillo. Principales actores institucionales La Alcaldía de Carache El hospital de Carache (dirección y personal) La Dirección Regional de Salud – Fundasalud Trujillo. Contexto de la investigación La investigación se realizó pocos meses antes de las elecciones regionales y municipales de 2008. “Tenemos un presupuesto muy pequeño. Como directiva, nos la pasamos pidiendo dotaciones al nivel central” (Directiva del hospital). Mediante sus gestiones, el comité de salud obtiene múltiples logros: la Alcaldía de Carache atribuye un financiamiento de 5.000 Bs.F. para la construcción de un deposito 145 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate de desechos sólidos en el hospital, y acepta comprar un terreno para su extensión; Pdvsa dota el hospital de una nueva ambulancia; y el Ministerio de Salud le hace entrega de un nuevo equipo de laboratorio así como de un equipo audiovisual. Durante los primeros años de su existencia, el comité de salud desarrolla así la mayoría de sus actividades entorno a las necesidades del hospital. La frustración del primer proyecto – el centro de prevención - acentúa esta característica. La organización comunitaria pone sus recursos al servicio del mejoramiento del servicio de atención hospitalario y de esta manera, se adecua a las expectativas del hospital en cuanto a su papel. “Para mi, participar para un comité de salud, es querer dar el apoyo para mejorar, o para resolver un problema. ¿Cómo? Eso depende de varias cosas, por ejemplo del grado de instrucción” (Directiva del hospital). El comité de salud intenta sin embargo desarrollar actividades más autónomas adentro del hospital. Responsabilizándose por los recursos obtenidos mediante sus trámites, el comité intenta estructurar una actividad constante de contraloría social. A pesar de los servicios rendidos al establecimiento, esta misión de contraloría esta mal recibida por parte del personal y de la dirección. “Hacemos informes, pedimos presupuestos, porque eso entra como una de las funciones que nosotros tenemos como Comité. Pero a la hora de ver a donde están los recursos, la cuestión se pone difícil. Cuando llegamos es como “¡Ay! ¡Llega el Comité de Salud!”. Intentamos explicar de que no somos policías, que no vamos a cuestionar ni inculpar a nadie, pero no es fácil” (Comité de Salud Sembrando Salud). Así, pese a los esfuerzos del comité de salud para implementar un nivel de participación cercano a una “participación/ control”, la poca aceptación de la contraloría social por parte del personal del hospital limita, en sus inicios, la participación de la organización comunitaria a una “participación/ movilización de recursos” en el marco de relaciones esencialmente verticales. Las actividades del comité de salud constituyen entonces, más que todo, extensiones voluntarias de las acciones burocráticas del hospital (hacer trámites, informaciones de casos, etc.). Hacia relaciones más horizontales: el reposicionamiento progresivo del comité de salud Sin embargo, las relaciones entre el comité y el hospital van a desarrollarse progresivamente hacia mayor horizontalidad. Diferentes factores contribuyen a esta evolución. 1. Las nuevas reglas institucionales. A través de sus gestiones, el comité se revela poco a poco indispensable para el hospital de Carache. El caso de una solicitud de ambulancia pone en efecto en evidencia la existencia de nuevas reglas impuestas desde varias instituciones del Estado para la entrega de recursos. Entre ellas, el requisito del “sello” de un comité de salud: una demanda hecha por el hospital debe tener una validación por parte de una organización comunitaria. “La directora había mandado la solicitud a Pdvsa, pero le dijeron que no, que tenia que tener el sello del comité. Entonces hemos hecho la solicitud nosotros y la 146 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate ambulancia de Pdvsa llegó muy completa. Allí nos dimos cuenta de que si, vale la pena tener un Comité” (Comité de Salud Sembrando Salud). 2. Una situación de intermediario entre dos instituciones rivales. Aunque pudiera ser facultativo a nivel local, la función de intermediario entre instituciones locales la asume ampliamente el comité de salud de Carache, y eso por una razón coyuntural: la situación política competitiva entre el alcalde Psuv de Carache, y la directiva del hospital, nombrada por un gobernador para ese momento afiliado a un partido chavista, pero rival en elecciones locales y regionales, el PPT. En este contexto de rivalidad política y electoral, el comité de salud sirve de mediador, logrando para el hospital recursos que no pudiera obtener directamente. 3. La posibilidad de organizar los flujos de comunicación. La prioridad atribuida por la Dirección Regional de Salud – Fundasalud a la promoción de la salud y prevención de las enfermedades contribuye a acentuar el carácter “indispensable” del comité de salud. En efecto, según las nuevas directrices regionales, la agenda del personal del hospital debe incluir actividades de promoción y prevención en el conjunto de las parroquias del municipio Carache. En un contexto de déficit en recursos tanto materiales (vehículo para trasladarse hacia las comunidades aisladas), como humanos (tiempo, personal), este orientación constituye una coacción para el hospital. El comité se revela otra vez imprescindible, no solo por el apoyo logístico sino también a nivel organizativo. “El comité de salud anuncia por radio las actividades que vamos a realizar y nos acompaña a las comunidades para apoyarnos en las actividades. Esos proyectos de promoción y de prevención, los llevamos como institución, pero siempre con el apoyo del Comité” (Personal médico del hospital). El Comité de Salud dispone en efecto de un poder de convocatoria muy valioso para el personal del hospital, y eso gracias a dos factores: primero, su red de contactos en las parroquias rurales – una de las integrantes del comité es promotora para la conformación de consejos comunales en todo el municipio; y sobre todo, su vínculo con la emisora Minumboc, herramienta de comunicación importante en el municipio. 4. Un comité de salud único e imprescindible. El comité “Sembrando Salud” no solo es el único comité de salud que existe en la parroquia Carache, sino el único realmente activo en el conjunto del municipio. “Teóricamente debería existir un comité de salud aquí en Carache, y uno por cada ambulatorio de tipo 2. O sea, 7 comités de salud. Pero el único comité realmente activo es el de Carache” (Personal médico del hospital). Indispensable en diversos aspectos, la cooperación del comité de salud a las actividades del hospital constituye una ventaja para su personal y esto se convierte, a su vez, en un recurso para el comité. El apoyo que aporta el comité de salud va a tener así una doble contraparte: por un lado, un acceso privilegiado a actividades de capacitación; por otro, la creación de una red de aliados adentro del hospital. Por lo menos una vez a la semana, los coordinadores de las actividades de promoción y prevención se reúnen con el comité en reuniones formales o informales, en las cuales sus integrantes reciben formaciones e informaciones que podrán multiplicar después en su programa de radio. 147 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate “Todos los lunes vienen a epidemiología a ver lo que pasa con el dengue, la diarrea, si se hace la cloración del agua, etc. Se llevan un informe epidemiológico y el martes lo pasan en su programa de radio” (Personal médico del hospital). Estas informaciones constituyen un recurso importante para el comité de salud en dos sentidos. Profundizan su experticia en el campo de la salud promocional y preventiva; y constituyen una fuente de legitimidad de sus actividades y de credibilidad para su programa de radio. Todo ello contribuye, a su vez, a su poder de convocatoria (ver Fig. 2). Figura 2: Una cooperación estratégica de beneficio mutuo Gracias a esta dinámica, la relación vertical que mantenía al inicio el hospital con el comité de salud ha cambiado progresivamente. Como lo ilustra el esquema, ha evolucionado hacia una relación de tipo dando-dando donde ambos tipos de actores (tanto institucionales como societales) benefician de su relación de cooperación. Gracias a esta relación de cooperación, el comité ha logrado disponer de los recursos para profundizar su nivel de participación. Una situación que podrá concretarse en el 2007, cuando un acontecimiento imprevisto le ofrece la oportunidad de proponer un nuevo mecanismo de acción pública para la gestión local en salud. Una innovación organizativa para la cogestión: la mesa técnica de salud (MTS) En el curso de tercer trimestre del año 2007 ocurre un grave brote de dengue a nivel del distrito sanitario de Carache. Los servicios de salud del distrito son desbordados: la cantidad de casos supera las posibilidades de atención del hospital, que no tiene condiciones de atender los casos de dengue hemorrágico. Frente a la gravedad de la situación, el comité de salud propone al personal médico del hospital usar un mecanismo nuevo para la gestión de esta situación de crisis sanitaria: en lugar de las “brigadas” de voluntarios movilizados tradicionalmente por el hospital para abatizar y fumigar, el comité propone activar una “mesa técnica de salud”. El objetivo: involucrar la comunidad y las instituciones locales en su conjunto para incrementar la eficacia de la lucha contra la epidemia. Convencido del interés de la propuesta, el personal médico logra la luz verde de la dirección del hospital para apoyar a la conformación de la nueva organización. Solo hace falta convencer los demás actores del municipio. “Pensamos, si se han creado mesas técnicas de agua o de energía, ¿porque no crear una mesa técnica de salud? Tenemos que involucrar a otra gente porque solos no podemos, el hospital solo no puede combatir la epidemia de dengue” (Comité de Salud Sembrando Salud). La propuesta de una mesa técnica de salud se inspira directamente de las mesas técnicas de agua y de energía, mecanismos ya ampliamente reconocidos por su éxito, 148 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate donde comunidades e instituciones resuelven en cogestión las necesidades identificadas en materia de acceso a agua potable e evacuación de aguas servidas para las primeras, y de electrificación para la segunda. Sin precedente en el sector salud, las MTS son definidas por el comité de salud “Sembrando Salud” (20081) como “organizaciones socio comunitarias que reúnen a ciudadanos y ciudadanas con disposición en debatir, definir, planificar y ejecutar soluciones a los problemas de salud de la población sobre la base de las necesidades sentidas por el colectivo; y cuyo ámbito se centra en un territorio social definido”. Su objetivo: “Profundizar los mecanismos de participación de las comunidades en la toma de decisiones para la ejecución de políticas públicas saludables de acuerdo a las necesidades locales; Impulsar el desarrollo de proyectos comunitarios; propiciar espacios para el ejercicio de la contraloría social en el área de la salud”. En resumen, se trata de reunir alrededor de la misma “mesa” tanto actores societales (comité de salud y consejos comunales), como actores institucionales para elaborar las políticas locales de salud. Para el comité de salud, la MTS ofrece la posibilidad de un salto significativo en término de participación. Este mecanismo podría en efecto permitirle ampliar el abanico de sus interlocutores institucionales (ya no solamente el hospital y la Alcaldía) y sobre todo participar directamente en la toma de decisiones a nivel de las políticas de salud para el municipio. La MTS podría por ende impulsar el salto desde una “participación/ movilización de recursos” limitada al territorio del hospital hacia a una “participación/ poder”, mediante la instauración de una interfaz socio institucional de cogestión a nivel del municipio. Como tal, constituye por lo tanto un mecanismo potencial de poder popular. La MTS en la práctica: organización y alcances La conformación de la mesa técnica de salud de Carache va a pasar por diferentes etapas. La primera esta dedicada a la capacitación del comité de salud: el personal del hospital transmite a sus integrantes la información necesaria sobre la patología del dengue, apoyándolos en la elaboración de un material pedagógico para las actividades de prevención. El comité puede entonces encargarse de sensibilizar a los diferentes actores locales y proponerlos de juntarse al nuevo mecanismo. Las convocatorias del comité de salud resultan exitosas. Por primera vez son reunidos los representantes de la totalidad de las instituciones locales 2 así como múltiples representantes de la comunidad organizada (voceros de los consejos comunales, emisora Minumboc). El mecanismo propuesto por el comité de salud obtiene la validación del colectivo: todos los participantes concuerdan en efecto sobre la necesidad de unir las fuerzas contra la epidemia y aceptan juntarse a la MTS. Se adopta entonces en consenso un funcionamiento ad hoc: • Las reuniones se desarrollaran en asambleas abiertas y públicas, encabezada por una representante de la Alcaldía, electa como “presidenta” de la MTS: “Cuando se crea la MTS, se quiso hacer una estructura, para darle más responsabilidad. En la MTS del dengue salió entonces la representante de la Alcaldía como presidenta de la MTS. Ella debía enlazar con la Alcaldía, 1 Para su descripción completa, ver capítulo 4. 2 Hospital, Alcaldía, municipio escolar, Ministerio de Ambiente, Cadafe, Prefectura, Guardia Nacional, Protección Civil, Bomberos, CIARA redes. 149 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate porque allí estaban los recursos que en este momento más se necesitaban” (Comité de Salud Sembrando Salud). “Como no teníamos un espacio propio, con la MTS, nos reunimos en la plaza Bolívar. Eso facilitó la difusión de la información y la participación de todos” (Comité de Salud Sembrando Salud). • Las decisiones se adoptaran de forma colectiva y consensuada: “La MTS tuvo una presidenta, porque así lo había decidido el colectivo. Pero en realidad este titulo no le daba más poder sobre el colectivo. Todas las decisiones se adoptaron por consenso” (Comité de Salud Sembrando Salud). • Las actividades de prevención serán efectuadas mediante dos principales actores. Por un lado, las brigadas, conformadas por un lado por escolares capacitados por sus docentes, y por otro lado por integrantes de los consejos comunales (las “brigadas especiales”) capacitados por el comité de salud. “Llevaban el abate que se coloca en el agua para que el zancudo no se reproduzca. Y se visitaron casas para que no hubiese cauchos, botellas, toda esta cantidad de desecho, que los tiran a los solares o las casas” (Comité de Salud Sembrando Salud). El otro actor clave de la prevención será la emisora comunitaria Minumboc: encargada de dar a conocer las rutas diarias de las brigadas, organiza el flujo de información con mensajes de prevención y difusión de las propuestas de los oyentes, contribuyendo así a aumentar la eficacia de la respuesta al brote epidémico. “La gente llamaba a la radio para decir, miren, en esta parte, que vengan porque hay una casa desocupada, quizás hay allí cosas que pueden almacenar agua con criaderos. Entonces la misma gente fue poniendo pautas” (Comité de Salud Sembrando Salud). • Cada actor tendrá que colaborar al dispositivo de lucha contra el dengue en la medida de sus posibilidades. Así, el hospital se encargara de la capacitación (elaboración de un manual para el control de la fase larvaria del vector), así como Fundasalud (talleres para la abatización) y el municipio escolar (inserción de la prevención del dengue en el currículo, formación de brigadas). La Alcaldía prestara sus vehículos y camiones; CADAFE su fotocopiadora para reproducir el material pedagógico, etc. “No se pidió dinero sino el apoyo moral y logístico” (Comité de Salud Sembrando Salud). Los resultados del mecanismo implementado son reconocidos como un éxito por el conjunto de los actores involucrados. En un corto plazo, la MTS demuestra su eficacia en la gestión de la epidemia: el dengue desaparece del municipio. “El éxito más importante ha sido la disminución de los casos, controlamos la epidemia. Y después de un año no hemos tenido nuevos casos” (Personal médico del hospital). 150 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate En un mediano y largo plazo, los logros de la MTS son también importantes: la casi totalidad de la población del municipio en efecto ha sido sensibilizada y/o formada a las técnicas de prevención del dengue. “Antes, todo era fumigación, solo fumigación. Explicamos que eso no tenía mucho valor además de afectar las vías respiratorias. Y ahora los consejos comunales ya no nos lo piden. Continuamente vienen, buscan el abate y ellos mismos hacen su control” (Personal médico del hospital). Perspectiva para el futuro Inaugurando un funcionamiento horizontal, nuevos mecanismos interinstitucionales y nuevas relaciones de cooperación, la MTS constituye una innovación organizativa fruto de la acción instituyente del comité de salud. En efecto, a diferencia con los tradicionales instrumentos de la acción pública en salud, la iniciativa ha surgido y podido concretarse desde abajo, gracias al comité, sus alianzas estratégicas, su poder de convocatoria, y su posición de intermediario en el sistema de acción de Carache. Al ser una experiencia alternativa de gestión mediante un “mando” descentralizado y sin jerarquía, la MTS se ha convertido en la expresión de un verdadero empoderamiento popular. Sin embargo, la MTS constituye todavía una interfaz socio institucional cogestiva frágil. Constituye en efecto el resultado de una movilización colectiva orientada a la resolución de un problema puntual: la situación de emergencia sanitaria. Compartido por el conjunto de los actores locales, su objetivo – la erradicación del dengue – constituyó un factor determinante para la conformación del dispositivo de cooperación. Ahora, desapareciendo el motivo de la movilización, ¿como mantener vigente el mecanismo, y con ello, relaciones socio institucionales de cogestión? Los logros de la MTS para erradicar el dengue en el municipio han motivado el comité de salud a consolidar esta experiencia mediante su institucionalización como mecanismo permanente para planificar la acción pública local en los temas de salud. Así, el comité ha iniciado, en mayo de 2008, diferentes actividades de sensibilización acerca de esta propuesta (encuentros con los consejos comunales, difusión de la propuesta mediante su programa de radio). Este esfuerzo logró su primer objetivo: en julio, los diferentes actores del municipio reconocían “formalmente constituida mediante acta suscrita la mesa técnica de salud de la parroquia Carache” (Comité Bolivariano de Salud “Sembrando salud”, 2008). Sin embargo, al momento de concluir la investigación, esta nueva MTS no había sido todavía activada: quedaba por precisar la estructura de la MTS, el papel futuro de cada actor, y sobre todo lograr un consenso sobre las problemáticas de salud a tratar. Este último punto parecía complejo. En efecto, las principales problemáticas diagnosticadas como prioritarias por el comité (el alcoholismo y la contaminación del agua) no parecían generar tanto interés por parte de los actores locales como la epidemia de dengue. A pesar de su éxito para resolver la emergencia sanitaria, mantener el mecanismo de la MTS en el tiempo podría resultar más complejo de lo previsto. En este sentido, su sostenibilidad constituía el principal desafío del comité de salud de Carache. 151 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 1.4 Apropiarse del tipo de organización más pertinente: el caso de los comités de salud de Los Magallanes de Catia Ficha técnica Organización comunitaria El Equipo Social de Los Magallanes de Catia, parroquia Sucre, Caracas Territorio de intervención Sector Los Magallanes de Catia, parroquia Sucre, municipio Libertador, Distrito Capital. La parroquia Sucre es una de las parroquias populares más extensas del municipio Libertador (59.30km2), y la más poblada con 397.730 habitantes (INE 2008). Tiempo de Existencia / Antecedentes Inicios Características de sus integrantes 10 años como “Equipo” consolidado de trabajo comunitario. 5 años como comités de salud, 3 como consejos comunales. Después haberla fundada une primera vez en 1989, un grupo de luchadores refunda en 1998 la Asociación Nacional de Amigos del Vecino (Andav) a partir de la cual se desarrollaran las nuevas organizaciones comunitarias del sector. Agrupa líderes afines al proceso liderado por Hugo Chávez. El Equipo de Los Magallanes reúne a los luchadores comunitarios del sector. Inicialmente con una decena de miembros, el Equipo cuenta hoy en día para sus actividades con la presencia de una centena de personas, perteneciendo al Psuv y por lo menos a una organización comunitaria. Características de la estructura El Equipo esta constituido por una red informal de comités de salud, CTU, consejos comunales y patrullas socialistas calcada en la estructura inicial de Andav. No cuenta con “integrantes” formales sino con voluntarios integrantes de las organizaciones comunitarias del sector. La asamblea semanal reúne a todos los componentes de la red. Principales recursos Larga experiencia de trabajo comunitario reconocida tanto por parte de las instituciones como por las comunidades. Metodología movilizadora. Participación masiva a las reuniones semanales. 152 Principales actores institucionales Alcaldía Libertador. Alcaldía Metropolitana. Ministerios. Contexto de la investigación Al momento de la investigación, el municipio Libertador y la Alcaldía Mayor estaban bajo el mando de dos alcaldes chavistas. La situación política cambia en 2008, con la victoria del candidato de oposición a la Alcaldía Mayor. El Psuv conserva el municipio Libertador. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La experiencia de los comités de salud del sector Los Magallanes de Catia no puede ser evocada aisladamente de la historia más amplia de la red social de la cual surge. Por lo tanto, antes de precisar los principales aspectos de la experiencia de estos comités y sus desarrollos posteriores, comenzaremos por recordar el contexto organizativo de los Magallanes de Catia. De una comunidad aislada a la conformación de una red social El sector Los Magallanes de Catia tiene antecedentes notables en materia de trabajo comunitario. Sin embargo, estas actividades tenían como característica surgir desde iniciativas individuales y dispersas. Los años 90 fueron así marcadas por diversas experiencias locales buscando resolver los problemas más inmediatos de las comunidades, desde el deterioro de las vías y de las alcantarillas, los riesgos de derrumbe de las casas, la falta de agua potable, las deficiencias de la red de evacuación de las aguas servidas, las fallas del alumbrado público, hasta la ausencia de los servicios públicos fundamentales como la recolección de la basura (Márquez, 2009). Frente al abandono de los sectores populares por las autoridades locales en las pasadas décadas, los habitantes del sector Los Magallanes tuvieron que autogestionar numerosas necesidades. “Nos autogestionábamos, buscando la colaboración de los mismos vecinos para resolver nuestras necesidades” (Consejo Comunal El Lago). Esta configuración cambia en 1998 cuando se funda por segunda vez Andav, una asociación que había sido creada en Los Magallanes en el 1989 pero que había sido desestructurada algunos años después. Uno de sus fundadores propone, en efecto, agrupar las iniciativas comunitarias dispersas del sector, federando los voluntarios de Los Magallanes en una red de “delegados por calle”. Nace así el colectivo más conocido hoy en día como el “Equipo social de Los Magallanes”. El papel de los delegados consiste en identificar en cada territorio de intervención (una calle del sector) las carencias sociales para luego buscar entre todos las soluciones más pertinentes a las necesidades más sentidas de la comunidad. “Tomamos la iniciativa de constituir un equipo de luchadores sociales articulados por calle, con responsables que fuesen identificando aquellos casos donde las necesidades eran prioritarias en materia de atención médica, exámenes de diagnóstico y rehabilitación, desempleo, desnutrición, insumos para personas con discapacidad, atención a los ancianos y ancianas, becas de estudio, etc. En general todo lo relacionado con protección social” (Equipo Social de Los Magallanes). En esta primera etapa de la historia de la red social de Los Magallanes, la autogestión sigue constituyendo un importante modo de intervención. “Nosotros asumimos roles institucionales, pasando a ser gestores de aquellos casos en los cuales, por innumerables razones, las instituciones no brindaban respuestas. En su gran mayoría, los asumimos y ubicamos nosotros mismos las respuestas donde se encontraban” (Equipo Social de Los Magallanes). Sin embargo, motivado por la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez, el Equipo multiplica las gestiones dirigidas a los organismos susceptibles de aportar soluciones a las necesidades del sector, y por ende asume una función creciente de 153 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate intermediario. El Equipo logra así una serie de respuestas institucionales. Fortalecido por estas primeras gestiones exitosas, el Equipo crece con el reclutamiento de nuevos delegados por calle, lo que permite a la nueva red social cubrir el conjunto del territorio de Los Magallanes. “En menos de un año ya teníamos conformado nuestro equipo con delegados calle por calle” (Consejo Comunal La Unión). Un año después de la reactivación de Andav, el Equipo social de Los Magallanes esta conformado. Se trata entonces de una red social estructurada alrededor de un objetivo principal: “resolver las necesidades prioritarias de la comunidad”. Su funcionamiento, fundamentado en la figura de los “delegados por calle”, se va a fortalecer gracias a la política del gobierno y a los nuevos mecanismos de participación. Los comités de salud, nuevos “gestores” sociales en Los Magallanes de Catia Identificándose con la propuesta política del jefe del Estado venezolano, los integrantes del Equipo Social de Los Magallanes responden inmediatamente a sus llamados a la organización. El Equipo desempeña un papel motor en la creación de las primeras organizaciones comunitarias surgidas del proceso político en curso. En un primer tiempo, impulsa la conformación de los círculos bolivarianos, dándoles un rasgo más social que político. Su objetivo: “luchar por las reivindicaciones de los más desasistidos”. Poco después, el tipo de organización responsable de las actividades sociales del Equipo cambia: en respuesta al paro del gremio médico de 2002, la Alcaldía Libertador ha lanzado el plan Barrio Adentro, llamando a la corresponsabilidad de las comunidades para su implementación. Como para los círculos bolivarianos, los integrantes del Equipo de Los Magallanes responden a este llamado y asumen el reto de acoger los médicos cubanos “adentro del barrio”. El Equipo conforma así los primeros comités de salud en el sector. “Nos tocó buscar a las personas que estábamos en el sector organizados en círculos bolivarianos y a todos los compatriotas que hoy estamos en la lucha. Asumimos así la responsabilidad de seis médicos y logramos gracias a Dios, ubicarlos y conformar 6 comités de salud” (Equipo Social de Los Magallanes). Nacidos del plan Barrio Adentro, los comités de salud de Los Magallanes se conforman así a partir de una red social ya existente. Esta particularidad influencia fuertemente su funcionamiento. Primero, en término de repartición geográfica, los comités de salud retoman la estructuración “calle por calle” preconizada originalmente por Andav, ya que la mayoría de los comités son directamente impulsados por el “delegado” del Equipo presente en el sector. Segundo, después de un primer momento dedicado a un apoyo casi exclusivo al personal de la misión Barrio Adentro, los comités amplían progresivamente sus actividades más allá del tema sanitario. Se convierten así en la nueva figura organizativa encargada de gestionar las necesidades del sector. “Conformamos los comités de salud y hemos ido cumpliendo todas las acciones desde la misión Barrio Adentro, tales como los diagnósticos de la situación de salud de nuestras comunidades. Continuamos realizando las actividades de gestores 154 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate ante las instituciones, tanto de casos que identificaban nuestros médicos como de emergencias, como de situaciones ambientales o de infraestructura prioritarias en el sector” (Equipo Social de Los Magallanes). Integrados por miembros del Equipo, descentralizados en sus actividades pero motivados por el mismo objetivo - mejorar las condiciones de vida en el sector resolviendo sus necesidades prioritarias -, los comités de salud asumen entonces el papel de “gestores” principales de las prioridades sociales de Los Magallanes. Confiriendo a la red social de Los Magallanes una estructura más formal que la que tenía inicialmente con los “delegados por calle”, van estructurando una interfaz socio institucional, primero con los actores de la misión, luego más generalmente con todos los actores institucionales susceptibles de brindar respuestas a las necesidades del sector. El hecho de que los comités de salud del sector se hayan convertido en los principales facilitadores para la implementación de las nuevas misiones muestra como han ampliado el abanico de sus responsabilidades. Los comités se vuelven el actor principal de la red social, así como la base para la diversificación y la consolidación de la organización comunitaria: por un lado, apoyan a la constitución de nuevos comités de salud donde todavía no existen; por otro lado, favorecen –como en otros sectores lo hacen los CTU - la multiplicación de otras figuras organizativas: casas de alimentación, clubes de abuelos, clubes deportivos, etc. “La misión Barrio Adentro es la madre de todas las misiones. A través de ella nace en nuestra comunidad el comité de alimentación, el comité de cultura, el de tierra y el de alfabetización” (Consejo Comunal La Vuelta a La Manzana). El liderazgo de los comités de salud en la acción social y comunitaria en Los Magallanes durará cerca de dos años, hasta que el “rumbo” del proceso bolivariano dará la luz a una nueva figura organizativa, con la aprobación en 2006 de la Ley de los Consejos Comunales. Los integrantes de los comités aprovecharan esta nueva figura como una oportunidad para mejorar la eficacia de sus gestiones. Al servicio de la resolución de las prioridades locales: la estructuración de nuevos canales de mediación y de una metodología de trabajo Los miembros de los comités de salud y del Equipo de Los Magallanes en general impulsan a partir del 2006 la implementación del nuevo mecanismo de participación propuesto por el gobierno: los consejos comunales. Esta figura organizativa es en efecto percibida por los integrantes del Equipo como el canal de mediación más eficaz que puede entonces existir entre actores institucionales y actores societales. “Esas instituciones han existido toda la vida, pero nunca habían hecho llegar este tipo de ayuda directamente a las comunidades” (Consejo Comunal La Vuelta a La Manzana). A este nuevo tipo de organización se suman, a partir del 2007, las unidades de base del Psuv. Con uno de sus integrantes electo delegado principal del partido para la circunscripción, y un esfuerzo constante a partir de ese momento para seguir avanzando en la conformación de sus unidades de base (los batallones a partir del 2007 y las patrullas socialistas en el 2009), el Equipo va a ir asumiendo un marco de intervención siempre más político, para ponerlo al servicio de lo social. 155 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Los consejos comunales y las patrullas socialistas poco a poco van a constituir la nueva plataforma organizativa del sector. Al conservar en ambos casos la repartición geográfica “calle por calle”, permiten al Equipo de Los Magallanes terminar de estructurar su “metodología de trabajo”. “Aquí tenemos una organización de consejos comunales por calle, o sea aproximadamente 20 consejos comunales dentro de los 4 ejes que conforman Los Magallanes de Catia” (Equipo Social de Los Magallanes). Desde ese entonces, el Equipo centraliza sus actividades entorno a un principal espacio: la “reunión política” semanal, la cual aglutina, además de las unidades de base del Psuv y los consejos comunales, el conjunto de las organizaciones comunitarias de Los Magallanes. El Equipo logra así estructurar las gestiones que realizaba desde sus inicios. La reunión política semanal se compone, en efecto, de dos tiempos: un primer momento dedicado a un debate enfocado en el contexto político nacional así como en los problemas de la comunidad; y un segundo momento dedicado a la resolución de las necesidades individuales, las cuales son manejadas de forma sistemática: a final de la reunión, el Equipo recoge las solicitudes de los participantes (solicitud de vivienda, material de construcción, medicinas, becas, etc.) que luego procesara en solicitudes formales, selladas por representantes de los consejos comunales y patrullas del sector, para llevarlas a las instituciones competentes. Cada reunión se concluye así con la entrega de las cartas individuales, ya selladas por las instituciones, y donde los solicitantes solamente tendrán que dirigirse para recibir el objeto de su solicitud. “La metodología de las asambleas es que se entregan las cartas selladas solamente al final de la reunión, después de haber tocado todos los temas políticos o sociales que lleva la agenda” (Equipo Social de Los Magallanes). Cada semana, son decenas de solicitudes individuales que operan los integrantes del Equipo. Gracias a esta metodología garantizada por la dedicación de media docena de sus integrantes, el Equipo cuenta ahora con un poder de movilización importante. Las reuniones semanales gozan de una asistencia masiva capaz de alcanzar las 300 personas. Este éxito, que legitima el Equipo desde un punto de vista comunitario, también ha generado una atención creciente por parte de los actores institucionales (presencia de medios de comunicación y servidores públicos en las asambleas), consolidando la interfaz socio institucional (ISI) en el sector, la cual a su vez contribuye a consolidar el nivel de movilización popular en Los Magallanes y la capacidad resolutiva del Equipo (Fig. 3). Figura 3: El circulo benéfico de la participación en Los Magallanes de Catia 156 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Gracias a un funcionamiento eficaz de demandas individuales/ respuestas institucionales, el Equipo ha logrado impulsar un proceso de consolidación del poder popular en Los Magallanes, y activar un inicio de relaciones entre Estado y sociedad de tipo cogestionario, aunque sea a un nivel más de resolución de problemas individuales que de elaboración de políticas públicas. Una interpretación de la historia de los comités de salud de Los Magallanes: la estrategia del camaleón, o como maximizar la capacidad resolutiva por la apropiación de las figuras más operativas de organización Desde la creación de Andav y de los comités de salud, la movilización social en Los Magallanes ha guardado siempre un mismo objetivo: lograr un máximo de respuestas a las necesidades de la comunidad. Después de una experiencia inicial de autogestión, los actores societales del sector han intentado aprovechar a lo máximo una de las principales oportunidades ofrecidas por el nuevo contexto político: la posibilidad inédita para los sectores populares de crear relaciones de cooperación con los actores institucionales. Con este fin, han desarrollado tres principales estrategias. 1. Aprovechar las nuevas reglas, adoptando el tipo de organización ideal para la interlocución con los actores institucionales. Con la posibilidad de disponer de una forma de organización de mayor eficacia para esta interlocución, los integrantes de los comités de salud han impulsado la creación de los consejos comunales y de las patrullas socialistas, aunque cueste una parte de su compromiso en el seno de las organizaciones de salud. Esta lógica, que demuestra una capacidad de adaptación organizativa importante, supera en realidad el marco de los comités de salud: en efecto, promover las formas de organización más eficaces para obtener de los actores institucionales respuestas a las necesidades de la comunidad, parece constituir desde Andav uno de los principios organizativos del Equipo de Los Magallanes. Así, siempre atento a las propuestas organizativas lanzadas desde arriba, el Equipo ha ido involucrándose e impulsando cada figura organizativa susceptible de fortalecer el poder popular y facilitar el acceso a los recursos necesitados por la comunidad (médicos en el caso de los comités de salud; títulos de tierra para los CTU; recursos de toda índole en el caso de los consejos comunales). Es a partir de la misma organización matriz (mismo grupo de luchadores sociales) que han surgido la casi totalidad de las organizaciones de base del sector. En esta dinámica, cada organización nace, o “muta” a partir de la precedente (Figura 4). Figura 4: La organización matriz y sus sucesivas mutaciones La red social de Los Magallanes coincide así de cerca con el rumbo revolucionario, cambiando las formas de organización de manera a seguir resolviendo las necesidades de las comunidades mediante la organización y la acción colectiva. Una estrategia 157 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate que parece haber sido un éxito, como ilustran los registros del Equipo (Márquez, 2009) en cuanto a los organismos del Estado con los cuales han interactuado1. Esta dinámica se expresa hoy en día en la adopción por el Equipo social de Los Magallanes de las figuras organizativas más institucionalizadas y gozando del mayor reconocimiento por parte de los entes institucionales - los consejos comunales y ahora las patrullas. El sello de ambos parece servir en efecto de “sésamo” particularmente eficaz a la hora de conseguir por parte de las instituciones la validación de las solicitudes presentadas por el Equipo. 2. Garantizar la interlocución con intermediarios dentro de las instituciones. Por la larga experiencia de sus integrantes y la dinámica de interlocución que ha implementado con las instituciones, el Equipo ha podido constituir dos redes de aliados adentro de las instituciones. La primera corresponde a servidores públicos afines al proceso de cambio, los cuales pueden facilitar el acceso a los recursos necesitados, y a la vez abrir las puertas de otras instituciones. Más fluctuante en el tiempo, la segunda red de aliados esta constituida por integrantes del mismo Equipo con cargos públicos. Entre otros ejemplos, uno de los principales integrantes del Equipo ha sido electo consejero principal para la parroquia Sucre en el Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas hasta noviembre 2008. Como lo reconocen los integrantes del Equipo, esta situación ha sido decisiva en las interacciones de las comunidades del sector con los entes institucionales y la resolución de varias problemáticas locales. “En la relación con la Alcaldía Metropolitana creemos que aún cuando obtuvimos respuestas para la ejecución de proyectos, esta respuesta fue producto de los esfuerzos que realizó nuestro vocero del Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas. Lo que quiere decir que las respuestas siempre están mediatizadas y dependen de elementos que no son meramente institucionales o técnicos” (Equipo Social de Los Magallanes). 3. Incentivar la interlocución con los actores institucionales mediante un alto nivel de movilización. El poder de convocatoria constituye otro recurso importante del Equipo para mantener o aumentar las interacciones con los actores del Estado: mediante una movilización social importante, el Equipo demuestra su legitimidad, mientras incrementa su postura de intermediario entre las instituciones y las comunidades del sector. La metodología propuesta por el Equipo se ha revelado, en efecto, particularmente exitosa en materia de movilización. Fundamentada en la resolución de necesidades individuales, que tienen mayor impacto en el corto plazo, esta metodología ha permitido al Equipo contar con una movilización social siempre más importante, con potencial de politización y empoderamiento de las comunidades del sector. La presencia de 300 personas en promedio en las reuniones semanales lo demuestra. El Equipo ha logrado de esta manera mantener, a través de la interfaz socio institucional creada, el “circulo benéfico de la participación”, garantizando un nivel alto de movilización y de interlocución con los actores del Estado (Fig. 3). 1 A nivel local: Dirección de Gestión Ciudadana de la alcaldía Libertador; Electricidad de Caracas. A nivel regional: Secretaria de salud de la Alcaldía Mayor; Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas; Fundación del Niño. A nivel nacional: Ministerio de Ambiente; Ministerio de Infraestructura; Ministerio de la Cultura; Ministerio de Educación; Ministerio de Alimentación; Ministerio de Agricultura y Tierras; misión Barrio Adentro; misión Mercal; misiones de educación (Robinsón, Ribas, Sucre); misión José Gregorio Hernández. 158 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Perspectiva a futuro Reveladora del carácter pragmático de la participación en Los Magallanes, la “estrategia del camaleón” implementada por los comités de salud en particular, y el Equipo en general, explica en parte la densidad organizativa en este sector, donde 20 consejos comunales, 16 comités de salud, 38 CTU y 40 patrullas socialistas han sido censados. En efecto, es mediante la organización que el Equipo social de Los Magallanes ha buscado optimizar su capacidad a obtener respuestas por parte de los organismos del Estado. Sin embargo, según los mismos integrantes del Equipo, esta estrategia abre también cuestionamientos para el futuro. Primero, porque fundamentada en la respuesta a necesidades individuales, la capacidad de movilización depende en gran parte de los recursos del Estado y de sus mecanismos de redistribución. Segundo, porque la misma se fundamenta en una completa dedicación de media docena de sus integrantes, los cuales trabajan de forma totalmente voluntaria desde la perdida en el 2008 de la Alcaldía Mayor por la tolda chavista. Una última interrogación consiste en la naturaleza misma de las interacciones con los actores institucionales. Al concluir la investigación, el Equipo estaba en efecto intentando negociar la posibilidad de elegir, en el marco del proyecto de la Caracas Socialista, los “enlaces parroquiales” que habían sido nombrados desde arriba. El reto era importante, ya que una posibilidad de elegir estos intermediarios mediante el voto podía permitir al Equipo de participar de forma más directa en la elaboración, en cogestión, de las políticas públicas para el municipio. En otras palabras, de implementar espacios de negociación horizontal no solamente para la resolución de necesidades individuales, sino para la planificación de políticas locales que mejoren la calidad de vida del conjunto de la comunidad. Al momento de concluir la investigación, dar el salto cualitativo de la interfaz cogestiva, garante del ejercicio de una “participación/ poder” y de un poder popular, constituía así el principal reto del Equipo de Los Magallanes de Catia. 2. PRIMERAS OBSERVACIONES DESDE LA EXPERIENCIA SOBRE EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR Las tres experiencias que acabamos de exponer presentan muchas diferencias debidas tanto al ámbito donde se ubican (urbano o rural), sus antecedentes en materia de participación comunitaria, la amplitud de su área de intervención (escalón infraparroquial en el caso de Los Magallanes, parroquial en el caso de Carache o municipal en el caso del municipio Sucre), como por los recursos y las oportunidades propias a cada contexto. Sin embargo, con el fin de sacar observaciones más generales en cuanto a las dinámicas de profundización de la participación y de la consolidación del poder popular en Venezuela, intentaremos en esta parte subrayar sus principales similitudes y lo que esas revelan en cuanto a las dinámicas concretas de implementación de una democracia participativa y protagónica en el país. 2.1 Tres organizaciones innovadoras, empoderadas … y a consolidar Tres organizaciones innovadoras El Frente de los comités de salud del municipio Sucre y sus asambleas semanales; el mecanismo de la mesa técnica de salud propuesta por el comité de salud de Carache; y las sucesivas mutaciones organizativas de la red social de Los Magallanes de Catia: las tres experiencias constituyen ejemplos muy ilustrativos de la capacidad 159 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate de adaptación y innovación de las organizaciones comunitarias para aprovechar las oportunidades ofrecidas desde arriba para construir desde abajo espacios de participación así como canales de mediación con el Estado y sus entes. En ese sentido, cada una de ellas constituye la “expresión de una fuerza liberadora y transformadora” a la cual remite Mazzeo (2007) para definir el poder popular. Como insiste el filosofo argentino, podemos hablar de un poder popular cuando “los hombres y las mujeres del pueblo dejan de ser instrumentos y crean y utilizan sus propios instrumentos”. Es lo que proponen los actores societales de las tres experiencias. Adaptando para el sector salud figuras existentes en otros ámbitos de la vida social (frentes, consejos comunales, mesas técnicas), de manera a impulsar nuevas relaciones con los actores institucionales, los comités de salud han demostrado su capacidad para profundizar el nivel de su participación mediante el desarrollo de formas de interlocución y espacios innovadores, contribuyendo así a la construcción de este nuevo tipo de poder. El desarrollo de esta capacidad de innovación organizativa parece vinculado, en cada una de las experiencias, a un factor fundamental: la importancia del liderazgo y de la continuidad en el tiempo de la lucha comunitaria. La evolución de las modalidades de participación y de los tipos de interfaces socio institucionales aparece en efecto fuertemente vinculada a los esfuerzos de ciertos integrantes de cada organización. Definiéndose como actores sociales, comunitarios y políticos, esos líderes se caracterizan, en su mayoría, por sus múltiples compromisos en organizaciones de diferentes índoles que muchas veces han impulsado directamente. En este caso, sus experiencias en materia de organización han sido reinvertidas en los comités de salud, facilitando posteriormente su capacidad de adaptación y de innovación organizativa. Cuando las trayectorias individuales de esos líderes comunitarios son más recientes, el acceso a la capacitación constituye otro factor clave de esta doble aptitud. La capacitación es percibida como una fuente de legitimidad y un recurso para la acción que permite a los actores societales adquirir las herramientas necesarias para desarrollar sus actividades, mejorar sus capacidades organizativas, y facilitar su reconocimiento por una contraparte institucional que ya no es dueña de un saber hegemónico. Tres organizaciones populares empoderadas Beneficiándose en parte de la trayectoria de sus líderes, las experiencias presentadas anteriormente constituyen una manifestación del impacto del nuevo mandato participativo (Blondiaux, 2008) así como del proceso de empoderamiento de las comunidades a través del ejercicio de la participación. Todas motivadas por el marco constitucional vigente y los llamados del Presidente Chávez a la participación y a la organización, estas experiencias de organización comunitaria constituyen en efecto tres propuestas de profundización de las modalidades de la participación: lejos de conformarse a una sola forma de organización y a sus límites (la ausencia de personalidad jurídica y de la posibilidad de gestionar fondos en el caso de los comités de salud), los actores societales de estas experiencias han agarrado las oportunidades vinculadas al contexto político para implementar mecanismos endógenos susceptibles de profundizar los términos de su participación. El mandato participativo no se limita por lo tanto al nivel del discurso: incitación a la politización y marco para la consolidación de las capacidades de expresión, acción y 160 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate auto-organización del pueblo, vemos aquí como constituye un factor favorable a la adquisición de nuevas capacidades colectivas. Manifestación del efecto concreto del programa político planteado por el gobierno bolivariano y de sus resultados en término de organización, las iniciativas implementadas en los tres casos constituyen igualmente el resultado de la práctica de la participación por si sola. En cada experiencia, la organización popular parece en efecto constituir, como tal, un marco de aprendizaje. Lo ilustran sus respectivas evoluciones internas, tanto en los objetivos como en las prácticas. Así, aunque los comités de salud nacieran con la misión Barrio Adentro para, en un primer momento, articularse exclusivamente con los actores del sector sanitario, cada experiencia ilustra la voluntad y capacidad de los actores societales para ampliar poco a poco el campo de sus intervenciones y el abanico de sus interlocutores en función de la diversidad de las necesidades presentes en sus comunidades. Acompañada del mandato participativo, la política pública de salud del gobierno nacional ha tenido, por lo tanto, un doble impacto organizativo. Un efecto previsto en los objetivos iniciales de la misión Barrio Adentro: empoderar las comunidades mediante un “nuevo modelo de gestión participativa” (Decreto Presidencial de creación de la Misión Barrio Adentro, 2004). Y un efecto “imprevisto”: la adquisición, por parte de esas mismas comunidades, de nuevas capacidades de acción colectiva que trascienden el marco inicial de la política de salud para cuestionar las formas de la acción pública en general. A diferencia de una política meramente asistencialista de un Estado benefactor redistribuidor de la renta, la política de salud implementada en Venezuela participa así del empoderamiento de las organizaciones populares. Como dicen Bonilla, El Troudi y Harnecker (2005), “la participación es le camino para la conformación de la ciudadanía. Es conciencia política emergente”. Lo demuestran las expectativas del Frente, del comité de salud de Carache y del Equipo de Los Magallanes en materia de ampliación de los espacios de toma de decisión: ilustran las nuevas exigencias democráticas de una población empoderada y consciente de sus derechos y deberes. Tres organizaciones a consolidar Otro punto que las tres experiencias tienen en común es la naturaleza de su principal objetivo: mejorar la calidad de vida de sus comunidades, en un contexto favorable al desarrollo de relaciones horizontales con los entes del Estado. En efecto, aunque el mandato participativo pudiera estar percibido como una amenaza de “perdida de poder” por parte de algunos funcionarios, los actores comunitarios en estas experiencias no parecen manifestar la voluntad de cambiar radicalmente las relaciones de poder desde arriba hacia abajo para instaurar en su lugar relaciones de poder desde abajo hacia arriba (Briggs & Manzini-Briggs, 2009). Cuando buscan profundizar su participación y la lógica de intercambio con los actores institucionales, los actores societales privilegian la interfaz cogestiva, es decir, aquella en que Estado y sociedad mantienen relaciones horizontales - y no, como se podría creer, la interfaz mandataria. En efecto, como manifestaron los líderes de cada experiencia, el poder popular no es sinónimo del fin del Estado, sino al contrario un principio de articulación y cooperación entre Estado y sociedad, garante de eficiencia y eficacia para la acción pública. 161 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Sin embargo, las propuestas de los actores societales no son por lo tanto siempre mejor “aceptadas” y aprovechadas por los actores institucionales. Lo demuestran las últimas evoluciones de cada una de estas tres experiencias. Así, en el caso de Carache, la institucionalización de la MTS ha sido diferida, posiblemente porque los actores institucionales vacilan en integrar un mecanismo que conlleva responsabilidades adicionales, sin tener la certeza de recibir a cambio un beneficio (en legitimidad, voto). Al contrario, algunos temas prioritarios propuestos por el comité de salud para la futura MTS (el alcoholismo, la contaminación del agua en el municipio) podrían revelarse costosos por perjudicar algunos intereses locales (comerciantes, campesinos). De la misma manera, los mecanismos de cogestión propuestos por el Frente de los comités de salud del municipio Sucre no han sido aprovechados por los actores institucionales como se podía esperar: de cara a una organización que reivindica su autonomía, los principales actores institucionales locales parecen haber preferido alejarse a someterse a las reglas definidas por el Frente, dejando así sin concretar varias de sus iniciativas (ni INAVI, ni los candidatos del oficialismo durante su campaña electoral, han aceptado sus propuestas cogestivas). En fin, el reciente proceso de conformación de los gabinetes parroquiales en el municipio Libertador han dejado de lado, por ahora, las propuestas del Equipo de Los Magallanes, procesando por el nombramiento de “enlaces parroquiales” para la parroquia Sucre en lugar de su elección por las comunidades. Por lo tanto, estas experiencias tienen un último punto en común: las tres organizaciones involucradas en las mismas requieren procesos de consolidación que van a depender de los contextos en los cuales se desarrollaran a futuro. 2.2 La democracia participativa como “arena estratégica”: propuesta de interpretación El reto: definir las reglas de la gestión pública en un contexto de indeterminación Los cambios políticos surgidos en Venezuela en los últimos años han permitido un aumento y pluralización de los actores societales en diferentes ámbitos y campos de las políticas públicas. Sin embargo, como ilustran las tres experiencias, varios obstáculos permanecen, entre ellos la poca apertura de algunos actores institucionales a las propuestas hechas desde abajo. A menudo interpretado como una “resistencia al cambio” motivada por factores ideológicos o políticos, este fenómeno podría tener una explicación estructural. En el sector salud en particular, la ausencia de una ley fijando las reglas del juego y las normas de la gestión pública constituye, en efecto, una fuente de indeterminación que resulta poco favorable a la implantación de nuevos mecanismos (concertación, planificación participativa, contraloría social) en los diferentes niveles de gestión. En un contexto de indeterminación semejante, coexisten en efecto por lo menos dos sistemas de normas, reglas y valores diferentes. El que correspondería a la democracia participativa, reflejada en los comités de salud entre otros. Y el que correspondería a la democracia representativa, cuyas normas, reglas y valores obligan a los actores institucionales a actuar en función de ellas. El caso de la contraloría social constituye un ejemplo de esta contradicción: muchas veces, el personal de salud la rechaza porque las exigencias normativas y reglamentarias de su institución no facilitan esta dinámica. En esta situación, la estructura de los “juegos anteriores” (Crozier & Friedberg, 1977) permanece, impidiendo la estabilización de un “juego participativo” fluido y estable. 162 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Por estar sujeta a diversas interpretaciones y abrir un nuevo horizonte de lo posible, la democracia participativa y protagónica puede así ser considerada como una arena estratégica donde se confrontan paradigmas culturales diversos, discursos múltiples, así como luchas para relaciones estratégicas y significados (Isunza Vera & Hevia de la Jara F, 2005). En esta perspectiva, el mandato participativo constituye por un lado una coacción para los actores institucionales todavía amarrados por las reglas instituidas a las rutinas de la democracia representativa; mientras que por el otro, ofrece a los actores societales una oportunidad para fijar nuevas normas y valores susceptibles de modificar las relaciones entre Estado y sociedad y profundizar la democracia. Las tres experiencias presentadas ofrecen una ilustración de este potencial. Los comités de salud, recursos y estrategias Como lo vimos en las tres experiencias presentadas, comités de salud y organizaciones populares desarrollan acciones que podemos interpretar como estrategias (Guerra, 2004) con el fin de impulsar nuevas relaciones con los actores institucionales y profundizar las modalidades de su participación. En función de cada contexto, los recursos estratégicos cambian. El Frente puede así legitimarse como un intermediario con 284 comités de salud, con un potencial de experticia proporcional sobre la situación sociosanitaria del municipio Sucre. El Equipo de Los Magallanes dispone de una experticia en materia de organización, y de una red social particularmente activa y movilizadora. En fin, el comité de salud de Carache cuenta no solo con una experticia reconocida en materia de prevención y promoción de la salud, sino también con una capacidad de organizar los flujos de información y de movilización mediante la emisora comunitaria Minumboc y Ciara Redes, doble recurso que refuerza su poder de intermediación con las comunidades del municipio. Más allá de sus recursos específicos, las organizaciones comunitarias aprovechan igualmente las oportunidades y recursos que les ofrece el mandato participativo. En efecto, a pesar de la indeterminación de su marco legal y normativo en el sector de la salud, la democracia participativa ofrece al mismo tiempo una constelación de nuevos instrumentos (CRBV, leyes, apoyo financiero, reconocimiento legal a varias organizaciones comunitarias) los cuales, en cuanto primer nivel de institucionalización de reglas y procedimientos de la democracia participativa y protagónica, constituyen recursos para la acción de los actores societales. Estos recursos potenciales han sido particularmente aprovechados por el Equipo de Los Magallanes, el cual ha adoptado, tal cual, cada figura organizativa nuevamente institucionalizada por el Estado (entre otros los comités de salud, luego los consejos comunales) y ha podido, de esta manera, maximizar su legitimidad de acción y su eficacia. La estrategia del comité de salud de Carache es parecida: a falta de poder adoptar, tal cual, una forma de organización preexistente, el comité ha propuesto adaptar una de ellas (las mesas técnicas de agua y de energía) al sector de la salud. La experiencia de los comités de salud del municipio Sucre es la más original: eligiendo el Frente como figura organizativa, sus integrantes han adoptado un modelo menos institucionalizado, aunque evocado por el Presidente Chávez en sus llamados a “conformar federaciones, confederaciones” en todos los sectores de la sociedad. En estas tres experiencias, la movilización, apropiación o adaptación de un instrumento creado desde arriba parece haber constituido la estrategia central 163 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate de las organizaciones comunitarias para cumplir su objetivo: mejorar la calidad de vida de sus comunidades mediante la instauración de relaciones horizontales y de interlocución eficaz con los entes del Estado. El camino a la institucionalización ¿mejor opción para el poder popular? Por la diversidad de los resultados logrados, las experiencias presentadas nos llevan a otra observación: los actores institucionales parecen interactuar más fácilmente con organizaciones caracterizadas por un alto nivel de institucionalización, es decir, organizaciones identificables y normadas. Apoyándonos en las tres experiencias, podemos en efecto constatar que mientras mayor es el nivel de apropiación/ adaptación de un instrumento creado desde arriba por parte del actor societal, mayor parece el nivel de aceptación/ interlocución con los actores institucionales, y por lo tanto se consolida la participación (Fig. 4). Al contrario, mientras menor es el nivel de institucionalización de la organización, menor parece ser el nivel de aceptación/ interlocución de la misma con las instituciones. Así, a diferencia de los consejos comunales institucionalizados de Los Magallanes (marco legal, estructura normada), el hecho de que la MTS de Carache esté en vía de institucionalización podría en parte explicar la incertidumbre que pesa sobre su perennidad. La figura organizativa menos institucionalizada la constituye el Frente: sin reglas ni procedimientos normalizados, el Frente constituye la experiencia caracterizada por el menor nivel de interlocución con los actores institucionales. La organización ha tratado, sin embargo, de ser reconocida por las instituciones: registrándose bajo la forma de una asociación civil, y adoptando une estructura interna relativamente tradicional (junta directiva/ asamblea), el Frente parece haber intentado institucionalizar su organización para aumentar su nivel de interlocución con los actores institucionales. Sin embargo, no ha obtenido los resultados esperados. Varios elementos lo podrían explicar: el nivel de representatividad reivindicado por el Frente en el ámbito municipal; la reivindicación de su autonomía; y la naturaleza de sus organizaciones de base, los comités de salud. Estos resultados podrían así confirmar la “lógica” de la institucionalización presentada por Lascoumes y Le Galès (2007): según estos autores, mientras más una organización esta institucionalizada, o sea, enmarcada por reglas y normas, más permite “las anticipaciones de los actores” y, por lo tanto, garantiza relaciones estables entre ellos. Al contrario, cuando el marco de acción es poco institucionalizado o en vía de institucionalización, “la representación de los problemas es poco clara, la legitimad de los actores dudosa, las escalas de intervención cuestionadas, las maneras de actuar inciertas” (Arnstein, 1969) y, por lo tanto, las posibilidades de conflictos entre actores crecen. Según esta lógica, la cooperación y interlocución entre actores societales y institucionales seria por lo tanto proporcional al nivel de institucionalización de los espacios y figuras de participación adoptados. 2.3 Conclusión El desafío del cambio institucional Las organizaciones presentadas han demostrado la capacidad estratégica de los actores societales para transformar y profundizar el nivel de su participación en un contexto de indeterminación normativa y legal como es el que caracteriza a los 164 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate comités de salud. Como precisa Arstein (1969): “El carácter inestable de las reglas y procedimientos explican que algunos actores pueden volverse empresarios políticos, a veces empresarios institucionales”. Sin embargo, las estrategias desarrolladas por los actores societales pueden conllevar interrogantes en cuanto a sus pares institucionales. Expresiones de la capacidad de innovación y de cambio de los actores societales, estas estrategias parecen en efecto servir de espejo de la aptitud al cambio, inversamente proporcional, de los actores institucionales: mientras las organizaciones populares siguen muy de cerca las dinámicas impulsadas desde arriba, no existe siempre la reciprocidad por parte de los actores institucionales para acompañar estas dinámicas. El desafío de la participación a mayor escala Este desequilibrio podría constituir un límite a la profundización de la democracia, llevando los actores societales a adoptar las figuras organizativas más locales por ser las de mayor grado de reconocimiento institucional hasta este momento. Ahora bien, como plantea Marta Harnecker (2003), superar el localismo constituye un “requisito indispensable para el ejercicio democrático”. Bonilla, El Troudi y Harnecker (2005) insisten igualmente en este aspecto: “En el marco de la democracia participativa y protagónica, la participación es una práctica que debe estar presente en todos los procesos de toma de decisiones en los asuntos de interés público” (13). Reconocer e institucionalizar nuevos espacios de participación a los diferentes niveles de gestión podría así constituir uno de los retos determinantes para la consolidación del poder popular. Recordaremos aquí las propuestas principales de Avritzer y Sousa Santos (2004) para la consolidación de una democracia participativa: fortalecer la “demodiversidad”, es decir un reconocimiento de la pluralidad de las formas democráticas; reforzar una “articulación contra-hegemónica entre lo local y lo global” como antídoto de una participación confinada a escala local; y, para terminar, promover la “ampliación del experimentalismo democrático”, esta capacidad de innovar y experimentar, tanto desde el Estado como desde la sociedad, nuevas gramáticas sociales y practicas de la participación. La construcción del poder popular: un proceso de aprendizaje Como lo acabamos de ver en los casos del Frente de los comités de salud del municipio Sucre, de la MTS de Carache y del Equipo social de Los Magallanes, la democracia participativa y protagónica puede ser interpretada como una “arena estratégica” donde se confronta al paradigma cultural de la democracia representativa. Por lo tanto, el proceso de cambio constituye un camino largo, el del aprendizaje de nuevas normas y valores, tanto desde arriba como desde debajo. Como dice Mazzeo (2007): “la opción por el protagonismo del sujeto popular entraña una concepción de la política liberadora como apuesta permanente, no como ejecución de axiomas”. Las experiencias que acabamos de presentar son el signo de que este proceso de aprendizaje se esta dando. Ejemplos entre otros de las expresiones organizativas surgidas en esta fase de transición hacia la construcción de una democracia participativa y protagónica fundamentada en el poder popular, ilustran, tanto por sus debilidades como por sus fortalezas, las dinámicas múltiples e a veces contradictorias de un proceso de cambio enmarcado en una institucionalidad todavía por transformar y definir. 165 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Arnstein, S. (1969). A Ladder Of Citizen Participation. The journal of American Institute of Planners, 35, 216-224. Avritzer, L. & Sousa Santos, B. (2004). Para ampliar el canon democrático. En B. Sousa Santos. Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia participativa. (pp 35-14). México: FCE. Bickel, A. (2006). La sistematización participativa para descubrir los sentidos y aprender de nuestras experiencias. El Salvador: Red Alforja. Extraído el 15 de agosto de 2008 de: http://www.redalforja.net/redalforja/images/stories/ PDF-DOCS/SP.pdf Blondiaux, L. (2008). Le nouvel esprit de la démocratie. Paris: Seuil. Bonilla, L., El Troudi, H. & Harnecker, M. (2005). Herramientas para la participación. Caracas: FIDES-Fonacit. Briggs, C. & Manzini-Briggs, C. (2009). Confronting Health Disparities: Latin American Social Medicine in Venezuela. American Journal of Public Health, 99, 549-555. Comité Bolivariano de Salud “Sembrando salud” Hospital I “Dr. Rafael Quevedo Vitoria”. (2008). Relatoría Experiencia comunitaria Mesa técnica de salud de la parroquia Carache. Carache: Mimeografiado. Crozier, M. & Friedberg, E. (1977). L’Acteur et le Système. Paris: Seuil. Davis, M. (2006). Le pire des mondes possibles. Paris: La Découverte. Decreto Presidencial de creación de la Misión Barrio Adentro. (2004, 26 de enero). Gaceta oficial de la República Bolivariana de Venezuela, n°37 865. Guerra, I. (2004). O território como espaçao de açao colectiva: paradoxos e posibilidades do “jogo estratégico de actores” no planejamento territorial em Portugal. En: B. Sousa, Santos B. (eds) Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia participativa. (pp 342-371) México: FCE. Harnecker, M. (2003). Democracia y participación popular. Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, Caracas. Extraído el 4 de febrero de 2007 de: http://www.aporrea.org/ideologia/a4173.html Isunza Vera, E., & Hevia de la Jara, F. (2005). Relaciones sociedad civil-Estado en México. 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Caracas: Autor. 167 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate www.ilustracionesuenos.blogspot.com III Encuentro de Experiencias Comunitarias de Infocentro 169 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Rumbo al desarrollo integral de la urbanización Coromoto1 Por Marisol del Carmen Cáceres Briceño2 INTRODUCCIÓN La presente iniciativa se desarrolla desde junio del 2006 en una comunidad rural del municipio Boconó, estado Trujillo. El objetivo que persigue es la organización del colectivo para la participación y toma de decisiones que permiten un desarrollo integral y sustentable, y por ende una mejor calidad de vida de los ciudadanos. Mediante el liderazgo del consejo comunal, junto a la participación proactiva de instituciones gubernamentales, tales como la Alcaldía, el Concejo Municipal, los Ministerio de Salud, Ministerio del Ambiente, Ministerio para el Desarrollo Social (Minpades), Ministerio de las Comunas, Fundacomunal (Fundación para el desarrollo y promoción del poder Comunal), Fondemi (Fondo de Desarrollo Microfinanciero) y diversas misiones sociales, la comunidad organizada interviene sobre los determinantes sociales que afectan su salud (educación, cultura, vivienda, economía, alimentación, deporte, trabajo, entre otros) facilitando la construcción de un nuevo modelo de gestión autónoma en la Urbanización Coromoto, que garantizará un desarrollo con equidad e igualdad social. ANTECEDENTES En el año 1969 se establece la Urbanización Coromoto, encontrándose ubicada a 1200 mts s/n/m en el sector de la Vega Arriba, parroquia Boconó, municipio Boconó del Estado Trujillo, con un área de extensión de 8 hectáreas. Está conformada por una población de 726 habitantes que corresponde a 200 familias. A partir del año 1981, en que una creciente del río Boconó destruyó la comunidad entera, sus habitantes viven con el temor y la angustia que al llover, vuelvan a crecer las aguas hasta salir de su cauce. Por otro lado, al estar el nivel del río por encima de las casas (aproximadamente 2 metros) produce, en época de lluvia, problemas de colapso del sistema de alcantarilla, con los consecuentes efectos sobre la salud y el bienestar de la población. Esto motivó, poco a poco, a que la comunidad se organice, comenzando con una comisión de agua. Luego nacieron las asociaciones de vecino, el club deportivo, el club de cultura y las legiones religiosas. Al principio existía poca participación por parte de la comunidad, principalmente debido a que las organizaciones existentes para el momento, manejadas por un pequeño grupo de personas, no tomaban en cuenta las opiniones de todos los habitantes de la comunidad. Así fue la situación hasta que el gobierno estimuló la conformación de nuevas organizaciones como el comité de salud, el comité de tierra urbana o la organización comunitaria de vivienda y hábitat. Luego se dio la integración de todas estas estructuras en una sola agrupación que responderá por un desarrollo integral para la comunidad: el consejo comunal, cuya definición legal (1) es de una instancia “de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, 1 Experiencia de los Consejos Comunales presentada como ponencia en el marco de la XVI Jornadas Científicas “Dr. Arnoldo Gabaldon”, Maracay del 7 al 11 de diciembre del 2009. 2 Activadora comunitaria en la parroquia Boconó y vocera del consejo comunal Coromoto I. 171 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social.” (Articulo 2 de la Ley de los Consejos Comunales) El consejo comunal “la Coromoto I”, elegido mediante asamblea de ciudadanos y ciudadanas el 28 de junio del 2006, nace de la imperiosa necesidad de resolver los diferentes problemas asumiendo directamente la gestión de políticas y proyectos que respondan a las necesidades y aspiraciones de la comunidad, en la búsqueda de una sociedad más distributiva. 1. DESARROLLO DE LA INICIATIVA 1.1 La conformación del consejo comunal Desde el año 1981, año en que ocurrió la mayor crecida del río Boconó conocida en su historia, se conoce del gran riesgo que tiene la Urbanización Coromoto y la imperiosa necesidad de la reubicación de todas las familias que habitan en ella. Sin embargo, no fue hasta el nacimiento del consejo comunal que se pudo lograr la gestión de varios proyectos para enfrentar este riesgo y mejorar la calidad de vida de la comunidad. El listado siguiente muestra los principales problemas existentes en la comunidad antes de la conformación del consejo comunal: • • • • • • • • • • no se contaba con un liceo; la asistencia médica era escasa; el índice de desempleo elevado; no eran atendidos las personas con discapacidad; no se conocía el índice de morbilidad en la comunidad; no existía asistencia médica odontológica; no existían las empresas de producción social; no había una integración de las organizaciones e instituciones existentes en la comunidad; no existía atención ni solidaridad con los más desprotegidos; era apreciable la existencia de pobreza extrema. El primer momento se construyó al democratizar la información: hicimos la convocatoria y estimulamos la conformación del consejo comunal, para lo que se llamó a asamblea de ciudadanos y ciudadanas, definida en la Ley de los Consejos Comunales (2006) como “instancia primaria para el ejercicio del poder, la participación y el protagonismo popular, cuyas decisiones son de carácter vinculante para el consejo comunal respectivo” (Artículo 4). El objetivo era doble: por un lado constituir la comisión promotora, o sea “la instancia encargada de convocar, conducir y organizar la asamblea constituyente comunitaria, estará integrada por un número variable de miembros quienes serán electos y electas en asambleas de ciudadanos y ciudadanas, de acuerdo a lo establecido en la presente ley y su reglamento” (Artículo 16). 172 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Y por otro lado, constituir la comisión electoral, “instancia encargada de organizar y conducir el proceso de elección de los voceros o voceras y demás integrantes de los órganos del Consejo Comunal, estará integrada por cinco habitantes de la comunidad quienes serán electos y electas en asambleas de ciudadanos y ciudadanas, de acuerdo a lo establecido en la presente ley y su reglamento”. (Artículo 18). Estas dos comisiones se encargarían luego de preparar las votaciones para las elecciones de las personas que serian, en sus diferentes asociaciones estructurales, voceros y voceras, o sea “la persona electa en asamblea de ciudadanos y ciudadanas, para cada comité de trabajo, de reconocida solvencia moral, trabajo comunitario, con capacidad de trabajo colectivo, espíritu unitario y compromiso con los intereses de la comunidad, a fin de coordinar todo lo relacionado con el funcionamiento del consejo comunal, la instrumentación de sus decisiones y la comunicación de las mismas ante las instancias correspondientes” (Artículo 18). Posteriormente, se eligieron varios voceros: • 5 voceros para el órgano financiero,” “La unidad de gestión financiera es un órgano integrado por cinco (5) habitantes de la comunidad electos o electas por la asamblea de ciudadanos y ciudadanas, que funciona como un ente de ejecución financiera de los consejos comunales para administrar recursos financieros y no financieros, servir de ente de inversión y de crédito, y realizar intermediación financiera con los fondos generados, asignados o captados” (Artículo 10). • 5 para el órgano contralor: “La unidad de contraloría social es un órgano conformado por cinco (5) habitantes de la comunidad, electos o electas por la asamblea de ciudadanos y ciudadanas para realizar la contraloría social y la fiscalización, control y supervisión del manejo de los recursos asignados, recibidos o generados por el consejo comunal, así como sobre los programas y proyectos de inversión pública presupuestados y ejecutados por el gobierno nacional, regional o municipal” (Artículo 11). • 12 para cada comité de trabajo: vivienda y hábitat, educación, salud, cultura, deporte, comunicación, religión, tierra, economía popular, alimentación y seguridad integral; cada comité tiene un vocero/a principal y está integrado por 3 a 5 personas todos con la misma responsabilidad y son los que se encargan de organizar, promover y ejecutar el plan de acción para el desarrollo en cada una de las áreas sociales. Estos 12 voceros conforman el órgano ejecutivo, o sea “la instancia del consejo comunal encargada de promover y articular la participación organizada de las y los integrantes de la comunidad, los grupos sociales y organizaciones comunitarias en los diferentes comités de trabajo; se reunirá a fin de planificar la ejecución de las decisiones de la asamblea de ciudadanos y ciudadanas, así como conocer las actividades de cada uno de los comités y de las áreas de trabajo” (Artículo 8). El siguiente paso fue realizar un diagnostico por área de trabajo: cada comité realizó una identificación de problemas, evaluación de fortalezas, debilidades, amenazas, oportunidades y alternativas de soluciones. Se priorizaron entonces 173 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate las necesidades para crear un plan de desarrollo de la urbanización Coromoto, el cual, una vez aprobado de manera participativa y democrática, dio origen a un plan de trabajo que garantizaría una mejor calidad de viva para sus habitantes. Es así como se elaboró y gestionó en colaboración con Fundacomunal y MINPADES nuestros dos primeros proyectos. El recurso correspondiente al primer proyecto se recibió en octubre del 2006, por un monto de 30 mil bolívares fuertes (13.953,500 US$ en 2009) para la ejecución del mejoramiento del acueducto, reestructuración de las cunetas en la entrada de la urbanización y limpieza de la acequia. El objetivo del proyecto: evitar inundaciones por las aguas fluviales. La gestión fue ejecutada por administración directa: la mano de obra en su totalidad fue de la comunidad, lo que garantizó un eficiente desempeño. Los recursos económicos que sobraban fueron utilizados para el rescate de la instalación deportiva, en colaboración con los jóvenes, niños, niñas y mujeres de esta comunidad. Además, se refaccionó el techo de la casa de alimentación y se atribuyeron algunas ayudas sociales a las personas identificadas con más necesidades. Paralelamente, el segundo proyecto fue aceptado durante el cuarto trimestre del año 2006: se trata de un proyecto de vivienda (reubicación), logrando la aprobación de los recursos para la construcción de 230 viviendas (misión Villanueva) por un monto de 10.608 mil bolívares fuertes (4.934.000 US$ en 2009). El resultado esperado consiste en la fundación de una nueva comunidad en una zona diferente, donde se reubicaran las familias que se encuentran en alto riesgo por la cercanía del río. Para garantizar una mejor calidad de vida para todos sus habitantes, se determinó que este asentamiento contara con áreas comunales, áreas para el desarrollo endógeno, una escuela bolivariana, servicios de salud y recreación entre otras. Se adquirió para este fin un terreno ubicado en una granja en otra parroquia del municipio Boconó. Al igual que el primero, este proyecto se está ejecutando bajo administración directa, desarrollándose como una escuela de formación para los jóvenes de la comunidad que no conocían el trabajo de construcción. Posterior a la rendición de cuentas sobre la ejecución del primer proyecto ante la asamblea de ciudadanos y ciudadanas, nos aprobaron a finales del año 2007 un tercer proyecto de embaulamiento de acequia (curso de agua) en la nueva fundación (denominada Villa Nueva). Con un financiamiento de 122 mil bolívares fuertes (56.744,2 US$ en 2009), este proyecto esta culminado en su totalidad. 1.2 Promoción de la salud y prevención de las enfermedades Simultáneamente a la ejecución de los proyectos llevados por el consejo comunal, se organiza, planifica, gestiona y desarrolla en la comunidad actividades que conllevan a la prevención de enfermedades, realizando periódicamente: • jornadas de saneamiento ambiental, • jornadas de desparasitación en general, • jornadas medico-asistenciales, 174 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • despistaje de: diabetes, hipertensión arterial, VIH/SIDA, cáncer de cuello uterino, patologías relacionadas con salud visual y bucal. En estas actividades participan los diferentes programas coordinados por el Ministerio de Salud en el ámbito local y estadal, la misión Barrio Adentro, el comité de salud y la comunidad en general. Además, se promueven sesiones educativas sobre VIH/SIDA y manipulación de alimentos, dirigidas a las madres procesadoras de alimentos (de la escuela y de la casa de la alimentación), así como a jóvenes y adultos que participan en las diferentes misiones. En la actualidad existen 10 promotoras de salud en la comunidad. Estas promotoras imparten sesiones educativas en diferentes tópicos; también gestionan el acceso a medicamentos para personas de escasos recursos; procuran asistencia a través de las diferentes misiones e instituciones para la identificación de los ”casos sociales”; prestan atención a las personas con discapacidad, mediante visitas domiciliares realizadas por diferentes vocero/as del consejo comunal con la finalidad de proporcionar ayuda oportuna. De igual manera, los promotores de salud y Barrio Adentro apoyan a las personas de la tercera edad asociados a un club de estilo de vida saludable. La comunidad en la actualidad cuenta con un servicio de atención en salud con recurso humano calificado (médico, odontólogo, enfermeras y defensores de la salud) que también beneficia a las poblaciones de zonas aledañas, asegurando el aumento de cobertura. 1.3 Actividades culturales y productivas En lo cultural se estableció el Festival del niño y la niña, en el cual se realizan actividades recreativas (talleres de danza y títeres, juegos, planes vacacionales, entre otros). En estos espacios se realzan los valores de amistad, equidad, amor, compañerismo, solidaridad. Esto se logra gracias a la participación y colaboración de la misión Cultura, los promotores de salud, el Ateneo de Boconó, los grupos organizados de danzas, la misión Barrio Adentro, la escuela bolivariana, el consejo comunal y toda la comunidad en general. En este ámbito se está promoviendo la integración institución y comunidad mediante la planificación y desarrollo conjunto de diferentes actividades. También se instauraron dos escuadras de lectura una integrada por niño/as y adolescentes y la otra por adultos, basada en una educación emancipadora, en la cual se forma culturalmente al ciudadano y a la ciudadana. A nivel productivo, se implementaron ocho empresas de producción social, las cuales son “unidades de producción de bienes, obras y servicios, constituidas bajo la figura jurídica que corresponda, que tienen la particularidad de destinar parte de sus ganancias generadas a un reparto equitativo entre sus miembros y otra parte se transfiere a planes y proyectos de desarrollo social de la comunidad” (Mora Esparza, 2007). Estas empresas de producción social benefician de manera directa a más de 35 familias y contribuyen al desarrollo socioeconómico de la comunidad a través de la generación de empleo, el abastecimiento de productos de consumo masivo a precios solidarios y el aumento de ingresos económicos para el colectivo. 175 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Estas organizaciones, financiadas por el banco comunal que es la “forma de organización y gestión económico-financiera de los recursos de los consejos comunales” (Ley de los Consejos Comunales, 2006), están constituidas bajo cuatro modalidades: • Las unidades de producción familiar (una granja avícola con gallinas ponedoras, una granja para la elaboración de productos lácteos y una de reciclaje de desechos sólidos); • Las empresas mancomunadas de producción social (herrería artesanal, turismo y dulcería criolla); • Las empresas de propiedad social directa (una empresa de artesanos y otra de elaboración de placas de bloques de aliven); • La empresa comunitaria despulpadora de frutas. 2. RESULTADOS 2.1 Obstáculos y elementos de solución identificados Durante el curso del proceso, persistieron algunos obstáculos señalados tanto por parte del Estado como por parte de la comunidad. Los principales obstáculos identificados fueron los siguientes: • Lucha de poderes entre grupos de la comunidad organizada; • Falta de voluntad política por parte de algunas organizaciones gubernamentales, lo que contribuye para que las comunidades “salten los canales de comunicación” para el logro de alternativas de solución; • Algunos miembros de la comunidad no están de acuerdo con el desarrollo de los proyectos. Entre los elementos decisivos que permitieron superar algunos obstáculos, podemos señalar: • La formación y capacitación de los comités; • La fortalecimiento de los procesos de integración comunidad-instituciones; • La respuesta inmediata por parte de instituciones competentes. En la actualidad, este proceso nos ha permitido crecer como seres humanos ya que hemos aprendido a trabajar en equipo, escucharnos, participar con igualdad de género, tomar decisiones autónomas y respetarlas para el beneficio de todos y todas. 2.2 Nuestros principales logros Hasta el presente, los logros, contribuciones y resultados más significativos de esta experiencia se resumen en los siguientes puntos. A nivel de organización • Mayor toma de conciencia en la comunidad; 176 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • Mayor capacidad de movilización y de abogacía o defensa de los intereses comunitarios; • Democratización; • Creación de nuevos recursos y/o fortalezas comunitarias; • Se logró que los procesos sean más transparentes, participativos y protagónicos; • Consolidación del poder popular y empoderamiento del colectivo mediante la gestión de proyectos sostenibles y a través de la organización y participación comunitaria; • Se ha incrementado la participación proactiva con las comunidades; • Atención a niños y niñas a través de actividades y jornadas culturales y recreativas donde se realzan los valores de amistad, compañerismo, igualdad, disciplina, respeto, compartir, responsabilidad, entre otros. A nivel de infraestructura • Apoyo logístico y desarrollo de actividades, en corresponsabilidad con la comunidad, relacionadas con saneamiento ambiental (aguas servidas) salud y vivienda; • Gestión, adquisición y ejecución de recursos para la construcción de 230 viviendas bajo administración directa; • Gestión, adquisición y ejecución de recursos para el proyecto de mantenimiento y reparación del acueducto, canalización de las aguas fluviales y remodelación de las instalaciones deportivas de la comunidad; • Gestión, adquisición y ejecución de recursos para el embaulamiento de acequia ubicada en el terreno donde se construye las 230 viviendas; • Creación de ocho empresas de producción social, financiadas por el banco comunal; • Fortalecimiento de servicios públicos; • Mayor integración interinstitucional e intersectorial; • Creación de una escuela de formación para jóvenes que permite mejorar calidad de vida. A nivel de salud • Mejoramiento de servicios de atención en salud; • Incremento de la cobertura al incluir actividades relacionadas con determinantes que afectan la salud (Ej.: culturales, recreativas, educativas) • Mejoramiento de las condiciones ambientales en la comunidad; • Se estima que el esfuerzo conjunto con las comunidades ha permitido disminuir la morbilidad de algunas enfermedades infecciosas y un mejor abordaje a los factores de riego de enfermedades no transmisibles; • Un 95% de las personas con discapacidades están siendo atendidos por las diferentes misiones tales como: misión José Gregorio Hernández, misión Barrio adentro, casa de alimentación y comité de protección social e igualdad social de la comunidad; • Un 100% de las personas con diabetes reciben tratamiento, y está siendo atendidos 90% por la institución pública; y el otro 10% recibe tratamiento por la institución privada; 177 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • 100% de pacientes con hipertensión arterial reciben tratamiento por parte de la institución pública; • Se cubre el 100% de atención integral a la población escolar (odontología, control médico, esquema de inmunización, intercambios de saberes y conocimientos, entre otros); • 100% de cobertura en pesquisa de cáncer de cuello uterino en mujeres de edad fértil; • Seguridad alimentaría a través de jornadas periódicas de garantías de alimento a precios solidarios por intermedio de la misión Mercal; • No se registran muertes maternas e infantiles. Referencias Ley de los Concejos Comunales. (2006,10 de abril). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Nº 5.806, Diciembre 28, 2009. Mora Esparza, JL. (2007). La economía comunal. Extraído el 10 de septiembre de 2009 de: www.eumed.net/libros/2007c/335/ 178 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Logrando juntos la construcción de un consultorio Barrio Adentro en la comunidad de Mesa Colorada Por Yaritza L. Berrios, Magaly B. Briceño, Maria Isabel Daboin, Xiomara Garcia, Domitila Torrealba, María Yolanda Villa 179 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Logrando juntos la construcción de un consultorio Barrio Adentro en la comunidad de Mesa Colorada Por Yaritza L. Berrios, Magaly B. Briceño, Maria Isabel Daboin, Xiomara Garcia, Domitila Torrealba, María Yolanda Villa1 1. ANTECEDENTES En los años pasados, nuestra comunidad nunca pudo formar una asociación de vecinos, que era la organización con la que contaban las comunidades para tratar de resolver los problemas comunitarios. En ningún momento contamos con líderes comunitarios que pudieran crear conciencia en la comunidad de participar en la busca de la solución de problemas que siempre existieron en nuestra y diferentes comunidades de nuestro municipio. En algunas comunidades se alzaban formando huelgas, quemando cauchos y trancando el paso de vehículos. 2. INICIOS DE LA ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD 2.1 La llegada de los médicos de la misión Barrio Adentro Para nuestra comunidad en específico, fue durante el año 2003 cuando se vio que los organismos del Estado, específicamente la Alcaldía conjuntamente con concejales, fueron llegando más a menudo a la comunidad. Comenzó a existir alguna comunicación más a menudo entre la comunidad y las Alcaldías o juntas parroquiales, ya que los que laboraban en esos organismos son personas conocidas, que comparten nuestras necesidades, y que de una u otra manera han querido mejorar nuestras comunidades. Es por ello que algunas personas nos hemos interesado en tomar la iniciativa de convertirnos en portavoces de nuestras comunidades. De esta forma comenzó nuestra lucha social, en función de mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad. Fue cuando en octubre del 2003 llegó a nuestra comunidad la misión Barrio Adentro. Un día, el señor Julio llegó a la comunidad, fue a la casa de la señora Yaritza, y les presentó a los médicos cubanos que iban a trabajar en nuestra comunidad. De inmediato se comenzó a buscar entre los vecinos alguien que pudiera ceder un espacio para que ellos trabajaran. Se notó entonces entre los vecinos muy buena aceptación y contentos que tuviéramos la misión Barrio Adentro. Sin embargo no fue fácil conseguir el espacio. Pasaron varios días buscando hasta que un día, la señora Maritza, la cual tiene un cuidado diario para niños de madres trabajadoras de la comunidad, ella con toda la buena intención ofreció la sala de su casa para que comenzara. No era el más adecuado, pero de alguna forma tenía que comenzar y fue allí donde comenzó a funcionar, en el sector debajo de la comunidad, y luego en la parte alta de la misma. Luego se consiguió un lugar más adecuado y amplio donde la señora María Antonia. Era un cuarto solo para los consultorios. De esta manera se empezaron las consultas. 1 Integrantes del Comité de salud de Pampanito, municipio Pampanito, estado Trujillo. 181 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate El espacio de sector de abajo seguía siendo un problema. Un día la doctora Maryely, de nacionalidad cubana, manifestó la necesidad urgente de otro espacio, porque de otra manera ella saldría de la comunidad. Por esa razón, el señor Américo ofreció un cuarto de su casa. Se le hizo la revisión, algunos arreglos y con la ayuda de vecinos se amobló. Resultó totalmente aceptable, y de esta manera se comenzaron las consultas en el sector ya mencionado. Conjuntamente con Fundasalud, se fue donando más recursos. La gente se sentía muy bien con la atención de los doctores y las visitas a las casas. Luego, llega a la comunidad el entrenador deportivo, el señor Diego, quien también fue muy bien recibido por la misma. Este entrenó a niños y niñas en ajedrez, formó el club de abuelos, mientras los días lunes miércoles y viernes se reunía con los abuelos en el patio de señor Américo donde practicaban ejercicios. 2.2 La creación del comité de salud Fuimos invitados a una reunión en la unidad sanitaria con los proyectos de salud. Este fue el primer contacto directo con las instituciones de salud. Viendo nuestras ganas de trabajar de la mano con ellos, nos invitaron a realizar en nuestra comunidad una serie de reuniones donde se comunicó lo importante y valioso de la asistencia médica directa, y lo importante de la organización para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Se nos habló de que se tenía que formar un comité de salud, y de esta manera se realizaron varias reuniones. Fue el 3 de agosto del 2004 que se conformó el comité de salud, aunque no fue fácil, ya que se hizo un poco engorroso los trámites de registro. Se hizo costumbre de los habitantes de realizar reuniones en la escuela de la comunidad los días miércoles, con la presencia de los trabajadores sociales. Luego se instaló la casa de alimentación, que sirve de ayuda a las personas más necesitadas. Al observar el progreso y las mejoras se cayó en cuenta de la colaboración de todos los habitantes para seguir obteniendo beneficios. Continuaron las reuniones y la gente se acercaba para plantear sus problemas de agua y luz, entre otros. Por esta razón se tomó la decisión de formar una asociación civil para trabajar todos. Hubo buena aceptación y mucha participación. Un domingo se realizó la elección, luego se hizo el registro y se comenzó a trabajar de la mano comité de salud y asociación civil. Gracias a la comunicación que hay entre la Alcaldía y la comunidad, nos enteramos que se iba a construir varios consultorios. Entre ellos, el de nuestra comunidad. Se empezó entonces la búsqueda de un terreno, cosa que no fue fácil, hasta que se pudo habilitar en el sector de la parte baja de la comunidad un terreno de propiedad de la señora Ernestina. No fue fácil convencerla, pero al final accedió a la venta del terreno a la Alcaldía, y de esta manera se comienzo la construcción de lo que hoy es nuestro ambulatorio. 182 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 2.3 Los nuevos proyectos Al ver la satisfacción de la comunidad, se siguió trabajando en busca de recursos para solucionar problemas. • Se constituyó el consejo comunal y se alquiló para sus actividades, reuniones y talleres, una vivienda la cual cuenta con una pequeña biblioteca. Ha presentado varios proyectos, como el de la remodelación y reconstrucción de 7 viviendas para las personas necesitadas. • Para los problemas relacionados con el agua, se logró conectar a otra naciente de agua para poder solucionar nuestras necesidades. Dichos recursos fueron concedidos por medio de la Alcaldía y la gobernación. • Además se han solventado problemas sociales: hemos ayudado a personas de la comunidad que no cuentan con recursos para estudiar. También se donaron sillas de ruedas • Se planteó comprar una vivienda para colocar cede propia al consejo comunal. • Se consiguió que la Alcaldía aprobara los recursos para la construcción de la casilla policial: en junio de 2008 se comenzó con el proyecto para actualmente ser culminado y ponerlo en servicio. • De igual forma fue expuesto el proyecto de vivienda y fue un éxito ya que logramos que se aprobaran 30 viviendas y 28 remodelaciones. Con la llegada de la misión 13 de abril fuimos seleccionados como vitrina. Actualmente estamos trabajando con todos los organismos del Estado para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la comunidad de Mesa Colorada. CONCLUSIÓN Para concluir, constamos que los principales avances de la experiencia vivida por nuestra comunidad son los siguientes: • La participación de la comunidad y de los entes gubernamentales en conjunto para lograr la solución de un problema existente en la comunidad de Mesa Colorada. • La construcción del ambulatorio Barrio Adentro en la comunidad, gracias a: o La consecución y dotación de terreno para la construcción. o La adaptación de la construcción al terreno existente o El apoyo de la Alcaldía y protección civil o Un recurso humano calificado para la construcción del consultorio que es de la misma comunidad. 183 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • La organización de la comunidad gracias al apoyo de instituciones, con: o La conformación de un comité de salud en el sector de Mesa Colorada para lograr el bien común con la constitución del consultorio de Barrio Adentro, la dotación del equipamiento y del personal necesario para su funcionamiento. o La reorganización de la asociación civil para motivar a la comunidad a la participación o El descubrir la importancia de la organización de la comunidad para lograr los objetivos propuestos. Para ello, los principales obstáculos que tuvimos que enfrentar fueron los siguientes: • La indiferencia de la Alcaldía ante las sugerencias realizadas por la comunidad al realizar la contraloría social; sus respuestas tardías para la construcción del consultorio. • El poco apoyo de la comunidad en general, ya que en la mayoría de los casos se deja el trabajo a un pequeño grupo. • El poco apoyo gubernamental ya que estos en algunos casos no atienden oportunamente los planteamientos. • La desmotivación del colectivo • La desnivelación del terreno. • La inestabilidad en el personal encargado de ejecutar la obra; el retardo de la construcción. • El desconocimiento del marco jurídico que fortalece a las organizaciones comunitarias, limita la toma de decisiones más enérgicas para avanzar más rápidamente en el proyecto. Con el fin de seguir mejorando la calidad de vida de la comunidad, proponemos las siguientes estrategias para el futuro: • Capacitar a nuestras organizaciones comunitarias en relación a todo el basamento legal necesario para que estos ejerzan una efectiva contraloría social y hacer valer su autoridad ante los organismos públicos: o A través de un lineamiento nacional, exigir a los medios de comunicación la difusión de la información de leyes y reglamentos que rigen la materia de las competencias de los consejos comunales. o Exigir a la comunidad organizada la formación de comité de contraloría social para el desarrollo o reejecución de cada proyecto comunitario. o Incluir en el pensun de estudio una asignatura de organización comunitaria. • Conformar escuelas de formación ciudadanas para instruir a las comunidades en la constitución del poder popular: 184 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate o Fortalecer en el pensun de estudio de la educación básica la formación de valores morales necesarios para el nuevo ciudadano. o Utilización de espacios físicos existentes en las comunidades. o Utilización del recurso humano de los organismos públicos para la formación de nuevas ciudadanías. • Evaluar el cambio de paradigma de los servidores públicos de todos los organismos: o Removiendo el personal de gerencia y operativo que no cumpla su rol de servidor público. o Fomentando el liderazgo de los servidores públicos de acuerdo a la nueva estructura del poder. 185 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Capacitándose en Pampanito para la elaboración de proyectos Por E. Cegarra, Arelis C.Fernández, Amable Godoy 187 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Capacitándose en Pampanito para la elaboración de proyectos Por Blanca E. Cegarra, Arelis C.Fernández, Amable Godoy1 1. EL DESARROLLO DE LA INICIATIVA 1.1 Origen de la iniciativa En respuesta a una invitación convocada por un comité de salud en el municipio Pampanito, estado Trujillo, acudimos un grupo de personas, integrantes de distintas organizaciones comunitarias a las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) el día 14 de mayo de 2005. Allí se nos dictó una serie de talleres en un lapso de ocho meses, siendo el patrocinador un equipo especializado de Fundasalud-Trujillo, donde se nos instruyó sobre cómo sensibilizar a la población para enfrentar los problemas en sus comunidades de manera organizada. Luego explicaron las causas de algunas enfermedades que presentaba la población en los últimos meses, según la estadística de los centros asistenciales de salud en el municipio, siendo los niños los más afectados por enfermedades derivadas de la contaminación del agua. Comenzando el primer taller, los diferentes grupos de organizaciones comunitarias manifestamos nuestras expectativas. La mayoría de los asistentes coincidíamos en que esperábamos aprender a elaborar bien los proyectos, sobre todo en la parte de la metodología. Comentábamos entre nosotros las experiencias que teníamos en cuanto a las tantas ocasiones en que llevábamos un proyecto a los organismos. Siempre nos lo rechazaban, en la mayoría de los casos porque no habían recursos, y en otras oportunidades porque estaban mal elaborados. Comentábamos el surgimiento y autonomía de las organizaciones sociales como los consejos parroquiales, consejos comunales, mesas técnicas de energía, cooperativas, comités de tierras, organizaciones campesinas y comités de salud, que tienen la facultad de elaborar sus proyectos. Opinábamos que era una gran oportunidad para resolver muchos problemas locales y que sería una lástima que no se supiera aprovechar. De ahí nuestra expectativa de aprender bien para luego poner en práctica esta experiencia en nuestras comunidades. 1.2 El diagnóstico participativo También nos fue entregado un material y los asistentes fuimos organizados en mesas de trabajo según los sectores representados por los participantes. El contenido del material se trataba del procedimiento para comenzar a elaborar un proyecto comunitario, participativo. Se hizo un diagnóstico y se plantearon los problemas más conocidos del municipio y enumeramos los que consideramos prioritarios: • La mala disposición en el vertedero de basura del sector Jiménez. • El déficit de cantidad y calidad de agua en la mayoría de los sectores del municipio Pampanito. 1 Integrantes del Comité de salud de Pampanito, municipio Pampanito, estado Trujillo. 189 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • • • • • • El deterioro de la energía eléctrica en el municipio. La inseguridad Ciudadana en el municipio. La falta de canalización de aguas fluviales. La falta de paradas de transporte público. La ampliación de la iglesia del sector Pampanito II. Las malas condiciones de las vías públicas. Luego de la elaboración del listado de problemas por las diferentes mesas de trabajo, se nombró un representante por cada mesa y se leyó la lista. Coincidían varios de ellos en algunos problemas planteados entre los grupos. Fueron tomados como objeto de estudio los problemas más comunes presentados por las mesas de trabajo, analizándose de acuerdo a los aspectos sociales, económicos, culturales, educativos, entre otros. El resultado arrojado por el diagnóstico de los problemas en el municipio Pampanito fue: • El déficit de cantidad y calidad de agua potable en el municipio. • El déficit de energía eléctrica en el municipio. Posterior a esta reunión se hicieron otras, donde se analizaban las causas u origen de los problemas señalados. Se concluyó que el déficit de agua se debía a las tomas clandestinas, el aumento de la población en el municipio y por consiguiente el aumento de viviendas, la falta de organización comunitaria, la mala utilización del servicio, la falta de responsabilidad en el pago, la falta de educación al usuario en la utilización adecuada del servicio, el desperdicio del agua por tuberías dañadas domiciliarías y extradomiciliarias. En relación al servicio de electricidad se repitieron muchas de estas causas: tomas clandestinas del servicio, aumento del número de viviendas, falta de conciencia en los usuarios con la relación al consumo, falta de responsabilidad en el pago, falta de educación al usuario respecto al uso adecuado del servicio. También se mencionó la falta de políticas de promoción de las empresas en el uso racional de los servicios y de los pagos. Consideramos que todo esto es lo que ha traído al municipio la congestión de los servicios públicos y la tardanza de los organismos en busca de soluciones. Por otra parte coincidimos en que no hay medidas de prevención para evitar que la población se quede sin los servicios. Tampoco hay planes ni estrategias para disminuir el riesgo como la sustitución de bombillos, la falta de cableado, de postes, de transformadores, la poda de árboles que perjudican el tendido eléctrico, la ausencia de planes de desarrollo de la electricidad adecuado a las necesidades y crecimiento de la población. Lo mismo ocurre con el agua: falta de sustitución de tuberías, filtros, inspecciones, falta de un sistema de seguridad en tiempos de lluvia para evitar el colapso del servicio y mantenimiento en general. En fin, solo se cumple la parte curativa del caso y no en su totalidad por la deficiencia en la reparación rápida al momento de una falla del servicio. 190 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 1.3 Las invitaciones a los organismos del Estado En ese sentido nos preguntamos ¿qué se podía hacer? Porque por una parte nos parecía necesario que estuvieran presentes los representantes de los organismos competentes. Y por otra parte, teníamos que saber a que organismos podíamos involucrar para buscar las respuestas. Entre los grupos de trabajo se organizaron las visitas a los lugares donde se originaba el problema, como parte del proceso para realizar el proyecto. También se organizaron varias visitas a diferentes organismos (Cadela, Hidroandes, Ministerio del Ambiente, Guardia Nacional, la Comandancia General de Policía y la Alcaldía del municipio Pampanito) con el fin de conocer el origen del problema y plantear las posibles soluciones a los representantes de los organismos competentes. En las mismas mesas de trabajo, redactamos los oficios para llevarlos a los organismos explicándoles los problemas y al mismo tiempo invitándolos a los talleres para buscar soluciones en conjunto e intercambiar información y llegar a algunos acuerdos. Algunos invitados no se hicieron presentes. Sin embargo, otros se mostraron motivados. Aceptaron críticas y sugerencias que salían de los integrantes de las mesas de trabajo. Pero también hubo representantes de organismos que mostraron no estar al tanto de los problemas que como institución deberían tener una posición más clara con relación a sus funciones. Sin embargo, se siguieron invitando para saber qué podían aportar. De acuerdo a las soluciones planteadas se elaboró proyecto que titulamos “Luz y Agua para todos” con un presupuesto, participando además de todo el equipo involucrado, con la parte técnica de los organismos competentes. El cuadro siguiente corresponde al marco lógico elaborado para lo correspondiente a la parte electrificación. 2. RESULTADOS A dos años de esta experiencia podemos afirmar que, en términos generales, la consideramos positiva debido a que se logró, entre otras cosas, lo siguiente: • Incorporar a un buen grupo de organizaciones sociales y organismos del Estado en la elaboración y planificación de un proyecto. • Motivar a las personas a participar en la búsqueda de soluciones para los problemas de la comunidad: las personas que se fueron sumando poco a poco a los talleres y que no estaban incluidas en ninguna organización, hoy forman parte actualmente de las mismas (consejos comunales, comités de salud, mesas técnicas de energía y consejos parroquiales). • El acercamiento y la comunicación directa entre la comunidad y las instituciones del Estado. • El conocimiento verdadero del origen de los problemas planteados para ambas partes. 191 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • El aprendizaje y capacitación para la planificación y elaboración de proyectos. En cuanto al proyecto como tal, los resultados, hoy en día, comparados con sus objetivos iniciales son bastante positivos: en efecto, aunque el proyecto de agua no se logró terminar debido a que hubo poca colaboración por parte de algunos organismos, en lo que corresponde a la parte de electricidad, el proyecto se concluyó en un 60%. RESUMEN INDICADORES META: Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. 100 % de la población del municipio Pampanito con servicio eléctrico eficiente en un lapso de 3 años. Encuesta a la comunidad. Ficha social PROPÓSITO: Fortalecer la prestación del servicio en el municipio Disminuir en un 50% las enfermedades generadas por fallas del servicio eléctrico, en el lapso de tres años. Fichas de denuncias. Registros de morbi-mortalidad. 2 mesas de trabajo organizadas por parroquias, capacitadas y funcionando en el lapso de 1 año Informe de gestión RESULTADOS: 1.Mesas Técnicas funcionando 2.Organizaciones comunitarias sensibilizadas, concientizadas y funcionando 3. Creación de cooperativas de mantenimiento 100% de grupos organizados concientizados y capacitados como facilitadores con relación al uso adecuado de la energía eléctrica en el lapso de 1 año. 2 cooperativas por parroquia creadas, capacitadas y trabajando para el mantenimiento y poda de árboles, en el lapso de un año. FUENTES Creación de un banco de transformadores y otros suministros en el lapso de 3 años. Fuente: Comité de salud de Pampanito 192 Participación de la comunidad organizada. Participación activa de los organismos competentes. Informe de c apacitación. Registro de creación de las cooperativas. Mesas técnicas de energía. 4. Electrificación y remodelación de redes de alta y baja tensión. SUPUESTOS Informe de dotación. Participación de grupos organizados, Alcaldía, Prefectura, misiones sociales, organismos relacionados con el sector. DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La Comunidad unida es una fuerza capaz de lograr cualquier objetivo; siempre y cuando el grado de interés se mantenga. Es por eso que la llama motivadora debe ser encendida con un interés común y su finalidad debe ser de beneficio para todos. Sin embargo, a nivel operativo, el proyecto no se desarrolló como lo habíamos planteado. En realidad se esperaba que al finalizar el proyecto “Agua y Luz para Todos” y fuese introducido al organismo competente, en este caso a Cadela (el proyecto del alumbrado), luego de ser aprobado los recursos, nos llamarían para formar parte de la ejecución del mismo. Pero allí hubo una falla gigantesca en nuestro grupo, ya que al momento de estar más interesados por que se había logrado concluir una parte del proyecto, nos desinteresamos, a lo mejor pensando que ya estaba todo hecho. Se perdió la comunicación. Algunos no pudimos asistir al último taller. Y lamentablemente, la mayoría de los que habíamos elaborado el proyecto inicial desconocemos el rumbo que el mismo tomó. Cadela y la Alcaldía no nos tomaron en cuenta para la conformación de la mesa técnica de electricidad. La mesa se constituyo sin la participación nuestra, y desafortunadamente, sin una cultura de contraloría social suficiente, lo que explica que el proyecto de electrificación hoy en día no se haya culminado por completo. A manera de reflexión, en esta experiencia es importante resaltar la constancia y perseverancia de las comunidades organizadas para que el proceso logre el bien colectivo. Finalmente vemos que como en toda lucha social se corre el riesgo de no lograr satisfacer las expectativas cuando se pierde la sintonía del tema. Esta experiencia nos llama por lo tanto a reflexionar sobre todo en tres cosas: • La importancia de asegurarse que los procedimientos sean los correctos al momento de actuar. • La necesidad de mantener constantemente el mismo grado de interés inicial. • La importancia que es la integración y participación del conjunto de la comunidad para afianzar y juntar esfuerzos dirigidos al bien común, tomando en cuenta como elemento fundamental el ejercicio de la contraloría social. Recomendamos, por tanto, como principales acciones a desarrollar para el futuro: • Repetir la experiencia de capacitación en la planificación de proyectos para los Consejos Comunales y todas las organizaciones comunitarias. • Mejorar el sistema de contraloría social mediante la capacitación para la comunicación eficaz. • Crear una Escuela de Nueva Ciudadanía, para formar y capacitar a las comunidades en la perspectiva de la construcción del poder popular. • Conformar una mesa técnica de salud para la articulación de la comunidad con los organismos del Estado y la formulación de plan de desarrollo local. Pensamos que si fuera posible mantener este tipo de dinámica de capacitación en las comunidades, la gente estaría más informada y mucho más interesada en la cosa pública. Serviría para unir más a las comunidades y rescatar valores que hoy día se han perdido. Sin lugar a duda, tendrían estas organizaciones el apoyo absoluto de las y los ciudadanos. 193 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La experiencia comunitaria de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache Por Yolanda González & María Trompetero 195 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate La experiencia comunitaria de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache Por Yolanda González & María Trompetero1 INTRODUCCIÓN Antes del año 1999, la participación de las comunidades en el diseño, planificación y ejecución de las políticas públicas de salud eran en gran medida deficientes. Esto se debía fundamentalmente a la inexistencia de un marco jurídico que apoyara las iniciativas comunitarias, quedando relegada la participación solamente a los momentos electorales. Con la promulgación de la Constitución Bolivariana de la Republica de Venezuela (CRBV), en diciembre de 1999, la cual fue aprobada por el poder constituyente en elecciones libres y soberanas, se da un vuelco total a la participación ciudadana con el cambio de democracia representativa a democracia participativa y protagónica; generando en Venezuela una dinámica social sin precedentes; comprometiendo al Estado venezolano por mandato constitucional a incentivar y estimular dichos procesos, creando nuevos espacios para la participación en los ámbitos locales, regionales y nacionales. Todo este contexto conlleva a una redefinición de las relaciones entre Estado y sociedad; surgiendo así instrumentos legales como la Ley de Consejos Comunales y la Ley del Poder Público Municipal, entre otros, para dar cumplimiento a los preceptos constitucionales. En este sentido, en el marco del nuevo pacto Estado / comunidad, surgen las mesas técnicas de salud como herramienta estratégica para el empoderamiento de las comunidades, fomentando la participación ciudadana como respuesta a sus necesidades de salud. Es así como en la parroquia Carache una organización social comunitaria denominada Comité Bolivariano y Contraloría Social “Sembrando Salud” toma la iniciativa de crear la mesa técnica de salud como espacio de encuentro de ciudadanos y ciudadanas con disposición en debatir, definir, planificar y ejecutar soluciones a los problemas de salud inherentes a su contexto local, y cuyo objetivo general es fortalecer los procesos de desarrollo local, vinculados a las iniciativas y proyectos sociales participativos e intersectoriales, incluyendo las habilidades y destrezas técnicas propias de los gestores de salud; para el ejercicio pleno de la autonomía, corresponsabilidad y protagonismo ciudadano en salud, a través de un verdadero y efectivo trabajo en red. Es oportuno destacar que el Comité Bolivariano y Contraloría Social “Sembrando Salud” nace el 25 de mayo de 2004, en reunión convocada por la dirección del Hospital Tipo I. Dr. Rafael Quevedo Viloria con representantes de las fuerzas vivas: Educación, Salud, Alcaldía, Ambiente, Autoridades Cívico-Militares, Iglesia, Asociaciones Civiles, Grupos Culturales, Organizaciones no Gubernamentales de la comunidad; llegándose al acuerdo de crear el Comité de Gestión Local “Compartir es Crecer”. 1 Integrantes del Comité de Salud “Sembrando Salud” de Carache, municipio Carache, estado Trujillo. 197 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate A partir de octubre del mismo año, atendiendo sugerencias de la Dirección General de los comités de salud del Ministerio de Salud, cambia su nombre a Comité Bolivariano de Salud y Contraloría Social “Sembrando Salud” cuyo lema fue “Por un Carache Prospero y Sano”. La iniciativa se logra debido a la inquietud y presencia del recurso humano que le dio la interpretación al Art. 84 de la CRBV, que dice textualmente: “La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política especifica en las Instituciones públicas de salud”. Desde ese entonces se ha venido realizando un trabajo articulado y continuo basado en un nuevo modelo de cogestión Estado / sociedad, fundamentado en la prevención de enfermedades y promoción de la salud; cumpliendo de esta manera con la propuesta revolucionaria del Presidente Hugo Chávez Frías de darle todo el poder al pueblo; a través de la construcción del Sistema Único y Público de Salud poniendo al alcance del soberano los servicios médico-asistenciales del Ministerio del Poder Popular para la Salud y la misión Barrio Adentro del convenio CubaVenezuela. Los integrantes del comité de salud “Sembrando Salud”, aspiramos que este documento sea de utilidad para el análisis de los procesos de participación comunitaria en salud que adelanta el gobierno nacional y el Ministerio del Poder Popular para la Salud en el fortalecimiento de sus políticas de participación popular y de las organizaciones sociales y comunitarias. 1. LOS OBJETIVOS DE LA MESA TECNICA DE SALUD 1.1 Objetivo general Fortalecer los procesos de desarrollo local, vinculados a las iniciativas y proyectos sociales participativos e intersectoriales de la parroquia Carache, incluyendo las habilidades y destrezas técnicas propias de los gestores en salud; para el ejercicio pleno de la autonomía, corresponsabilidad y protagonismo ciudadano en salud, con la finalidad de realizar un verdadero y efectivo trabajo en red. 1.2 Objetivos Específicos • Profundizar los mecanismos de participación de las comunidades de la parroquia Carache en la toma de decisiones para la ejecución de políticas públicas saludables de acuerdo a las necesidades sentidas. • Impulsar el desarrollo de proyectos comunitarios. • Propiciar espacios para el ejercicio de la contraloría social en el área de la salud. 1.3 Justificación Tomando en cuenta que la salud es un derecho social que tenemos todos los ciudadanos y ciudadanas de este país; que la misma es el resultado de múltiples factores o determinantes como educación, alimentación, vivienda, empleo, saneamiento ambiental, cultura, recreación, servicios asistenciales, entre otros; que 198 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate al interactuar definen el perfil de salud individual y colectivo de los pueblos. Además de los agobiantes problemas que afectan a los habitantes de la parroquia Carache y que son necesidades reales y sentidas, el comité de salud “Sembrando Salud” amparado en el derecho que le asiste por mandato constitucional se ha propuesto conformar la mesa técnica de salud de la parroquia Carache, como ejercicio pleno de ciudadanía y poder popular. 2. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA 2.1 Antecedentes La Dirección General Sectorial de Salud del MSAS, a través de las direcciones regionales, inicia en 1987 el Plan de Fortalecimiento de los distritos sanitarios en base a la realidad local auspiciado por la OPS, con la implementación de la planificación estratégica, y de los diagnósticos situacionales de salud participativos. En este sentido, en 1990 se hizo la instalación del SILOS (Sistema Local de Salud) Valera y en 1993 del SILOS Carache. Durante el período 2004-2008, nacen los Proyectos Comunitarios de Salud; que actualmente son MADRE, CAREM, SALUD SEGURA, COMUNIDAD SEGURA Y VIDA PLENA, ATENCIONES ESPECIALES, como un nuevo modelo de gestión comunitaria. En el 2007, se crea la mesa técnica de salud de inmunizaciones (Plan nacional de erradicación de la rubéola y SRC) por el departamento de epidemiología distrital Carache, no obstante tuvo un carácter más institucional que socio-comunitario. En Junio 2007, el equipo Técnico de la Dirección General de Programas de Salud y la Coordinación de comités de salud de Fundasalud del estado Trujillo y conjuntamente con un grupo focal conformado por voceros y voceras de consejos comunales y comités de salud provenientes de diversos municipios, elabora el documento base para la propuesta de conformación de las mesas técnicas de salud. En septiembre de 2007, por iniciativa comunitaria, se crea la “Mesa Técnica de Salud: Prevención del Dengue en la Parroquia Carache”, la cual elabora el Manual de capacitación dirigido a los consejos comunales para el control de la fase larvaria del Aedes aegypti. Tuvo un impacto positivo al lograr, con el trabajo de las brigadas comunitarias, la reducción de la incidencia de dengue en la parroquia Carache. Actualmente está en funcionamiento. 2.2 Momentos operacionales para la conformación de la mesa técnica de salud parroquia Carache A partir del mes de enero de 2008, motivado entre otras razones, por el enorme impacto logrado con la reciente experiencia de la “Mesa Técnica de Salud Prevención del Dengue” que viene funcionando desde el mes de septiembre de 2007, comienza a germinar entre los integrantes del comité de salud “Sembrando Salud”, la creación en Carache de una mesa técnica de salud ampliada. A tal efecto se realizaron reuniones de trabajo donde se intercambiaron opiniones y sugerencias de personas de la comunidad, como de servidores del sector salud de la parroquia. 199 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate En este sentido, los días martes 6, viernes 9, martes 13 y lunes 19 de mayo se definieron los criterios fundamentales que delinean la propuesta de creación de la mesa técnica de salud, entre los cuales se encuentran: definición, objetivos, funciones, principios, actores sociopolíticos que la integrarían y marco jurídico. Igualmente se estableció como ámbito de acción de la mesa técnica de salud el territorio social de la parroquia Carache, y se planificaron encuentros de sensibilización a los consejos comunales de la parroquia para la presentación de la propuesta, fijándose la fecha del día miércoles 21 de mayo cuando se realizó el primer conversatorio. En este conversatorio la metodología empleada consistió en mesas de trabajo. Se nombró además una comisión de enlace entre los asistentes, siendo su tarea servir de agente multiplicador del mensaje a los demás consejos comunales que no asistieron para su incorporación a esta importante iniciativa que redunda en beneficio de la calidad de vida y salud de las comunidades. Se invitó por escrito a una próxima reunión programada para el día viernes 11 de julio de 2008. De igual forma, se aprovechó el espacio radial del programa “Sembrando Salud” producido por el comité de salud en la emisora comunitaria Minumboc 104.1 F.M para dar a conocer a la población en general lo que se estaba haciendo y estimular la participación ciudadana. Finalmente, el día viernes 11 de Julio de 2008 quedó formalmente constituida, mediante acta suscrita, la mesa técnica de salud de la parroquia Carache. Se acordó seguir realizando encuentros para llevar a cabo las acciones fundamentales que conforman el ciclo comunal, tales como: • • • • • el diagnostico participativo, el plan de acción, el presupuesto participativo, el desarrollo de los proyectos la evaluación integral comunitaria. Es de hacer notar que el lunes 21 de julio de este año, en la evaluación de proyectos comunitarios del distrito sanitario Carache, se hizo la presentación de la propuesta y avances de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache, a los representantes de Fundasalud, consejos comunales y otras organizaciones sociales y gubernamentales presentes. Actualmente estamos en el momento del diagnostico participativo. 3. LECCIONES APRENDIDAS 3.1 Nuestros logros • Se ha conformado la mesa técnica de salud de la parroquia Carache, asumiendo ya la primera tarea del ciclo comunal que es el diagnóstico participativo. • La iniciativa de creación de la mesa técnica de salud ha estimulado la inclusión social y la participación protagónica de ciudadanos y ciudadanas de la parroquia Carache en la solución a los problemas de salud. • Las comunidades responden mejor a la participación, cuando los problemas de salud son enfocados tomando en cuenta sus necesidades sentidas. 200 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • Se ha logrado el fortalecimiento del poder popular. • Valoración al intercambio de ideas. • Validación del diálogo de saberes, como fuente de información. • Respeto a la diversidad de opiniones. • Crecimiento personal y fortalecimiento del trabajo en equipo. • Perseverancia, constancia y cultivo de valores tales como: la tolerancia, amor y responsabilidad. 3.2 Los limitantes • Algunas organizaciones gubernamentales parecen ser resistentes a promover la participación social en las políticas públicas, al no democratizar la información y por falta de incentivos para el desempeño de las organizaciones socio comunitarias. • Existe pasividad de algunos consejos comunales de la parroquia Carache, lo que crea dificultades al momento de articular el trabajo conjunto. • La falta de apoyo institucional al trabajo comunitario. • La falta de espacios para los encuentros. 3.3 Los factores positivos • El marco jurídico que promueve el ejercicio de la ciudadanía y la participación. • La dinámica social de la parroquia Carache que se refleja en organizaciones comunitarias participando activamente en salud. • Las organizaciones públicas gubernamentales de la parroquia Carache, con sensibilidad y voluntad política para apoyar las iniciativas comunitarias en pro de la salud de la población. 3.4 Retos futuros En un plazo menor, nuestro reto es responder a la problemática comunitaria de manera eficaz y efectiva cumpliendo con las tareas y acciones que conforman el ciclo comunal de la mesa técnica de salud. Para ello, es necesario el intercambio democrático de información de los diferentes actores sociopolíticos para el abordaje de la problemática de salud de la parroquia Carache. En un plazo mayor, se trata de mejorar la calidad de vida y condiciones de salud de los habitantes de la parroquia Carache, a través de un modelo de gestión social que favorezca el desarrollo de políticas públicas saludables, orientadas a incidir sobre los determinantes locales de salud que afectan al colectivo. 201 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Promoviendo la salud mental en Morón Armando J. Ramírez M 203 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Promoviendo la salud mental en Morón Armando J. Ramírez M.1 1. ANTECENDENTES 1.1 Un comité de salud creado en 1986 El comité de salud « Monseñor José Humberto Contreras » de la Urbanización Morón, parroquia Mercedes Díaz del municipio Valera del estado Trujillo, es considerado como una de las pocas organizaciones populares del estado Trujillo que después de muchos años se ha mantenido fiel al trabajo comunitario. Con 24 años de existencia, es una de las organizaciones de base pioneras de las instancias de participación y orientación comunitaria en salud en el estado Trujillo. Haciendo un poco de historia, esta organización comunitaria se fundó el 19 de junio de 1986, en la Urbanización « Monseñor José Humberto Contreras », conocida popularmente como Morón, ubicada al noroeste de la ciudad de Valera. Surgió como consecuencia de la puesta en marcha de la estrategia de atención primaria en salud en el estado Trujillo, y como resultado de la acumulación de experiencias en el campo del trabajo popular o comunitario de algunas personas de la comunidad. Este comité de salud, lo integramos hombres y mujeres, sin distintos de ningún tipo (amas de casa, estudiantes, obreros y uno que otro profesional), preocupados todos por el bienestar de la comunidad. Somos reconocidos como una organización popular sin fines de lucro. Nos organizamos alrededor de nuestras necesidades y conocimientos, para ayudarnos mutuamente a crecer en lo personal y en lo grupal, con ello queremos indicar todo el proceso de ir adquiriendo valores que expresan un dominio de si mismo y una relación adecuada con los demás, desarrollando la capacidad y destreza de reflexionar y analizar en grupo, desplegando la responsabilidad personal y el espíritu de iniciativa, valorando cada vez más el dialogo y la participación, así como también desarrollando la capacidad de escuchar e integrar opiniones y decisiones en grupo. “Divididos seremos más débiles. La unión hará nuestra fuerza” dice un pensamiento del Libertador Simón Bolívar. Todo es posible si la ciudadanía decide comenzar a actuar unida y deja a un lado los intereses partidistas” (El Tiempo, 1988, abril 4). 1.2 Una organización fortalecida por la nueva Constitución En la comunidad de Morón, los vecinos que hemos visto en los comités de salud una posibilidad de orientación organizativa y participación comunitaria, venimos desde hace tiempo dando pasos bien importantes y marcando la pauta en cuanto a lo que es la participación comunitaria como proceso social. Después de una década de trabajo comunitario sin apoyo de los gobiernos que se sucedieron entre finales de los años 80 y finales de los 90, la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela nos ha brindado un nuevo marco para la acción, fortaleciendo el proceso de participación social que veníamos impulsando desde hace años en nuestra comunidad (Diario de Los Andes, 2006, noviembre 13). Sin duda alguna, nuestro trabajo se fortalece con el conocimiento y puesta en práctica de las 1 Integrante del Comité de Salud « Monseñor José Humberto Contreras » de Morón, municipio Valera, estado Trujillo. 205 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate herramientas legales expresadas como derechos en la nueva Carta Magna, sobre todo en aquellos artículos que se refieren ampliamente al tema de la participación. Veamos por ejemplo el Artículo 52, donde entre otras cosas dice: “Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho a participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas”, y al Artículo 84 donde se lee que: “La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre planificación, ejecución y control de la política especifica en las instituciones públicas de salud”. Es en este contexto cuando las acciones emprendidas por los miembros del comité de salud de Morón, toman relevancia por cuanto permiten a los vecinos y la comunidad asumir su rol protagónico, dejando de ser pasivos y pasando a ser sujetos activos, vale decir, ciudadanos constructores de su propia historia. 2. EL COMITÉ DE SALUD DE MORON: MISION, VISION Y ACTIVIDADES 2.1 ¿Quiénes somos? Somos una organización de base, comunitaria, que facilita la participación de los vecinos y vecinas, en actividades de prevención y promoción de la salud, para alcanzar y gozar de una mayor y mejor calidad de vida, en función del desarrollo integral de las personas y de la comunidad. 2.2 ¿Cuál es nuestra misión? Integrar a los miembros de la comunidad de la Urbanización “Monseñor José Humberto Contreras“, sector Morón, en torno al desarrollo de estrategias de promoción de salud y calidad de vida, en la búsqueda de alternativas que den respuesta a las necesidades sociales más urgentes de nuestra comunidad y en interacción con el gobierno comunal, parroquial, municipal, regional o nacional, según el caso. Ser una organización comunitaria de referencia, líder y transformadora de nuestra realidad, que brinde espacios de concertación, comunicación, participación, que nos genere una cultura de convivencia, participación, justicia social y equidad. 2.4 ¿Cuáles son nuestros objetivos? • Impulsar la participación y trabajar en equipo para procurar conseguirle respuesta a las necesidades sociales prioritarias que tenga la comunidad de Morón. • Establecer mecanismos de negociación, planificación y coordinación para articularse a los distintos programas y proyectos, redes sociales, en procura de una mejor salud y calidad de vida. • Impulsar y consolidar espacios dentro de la comunidad para el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos, con una visión de desarrollo humano integral. • Impulsar la formación y capacitación de los miembros del comité de salud y de los vecinos en general, para aprender a ser personas en la vida de familia y sociedad, aprender a hacer en comunidad y hacerse ciudadano, aprender el conocer y el convivir de la ciudadanía. 206 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • Formar consciencia y disciplina sanitaria en la comunidad y procurar cambiar conductas, para disminuir los riesgos en contraer enfermedades, a través de la participación protagónica de la comunidad. 2.5 ¿Qué hemos hecho? La acción es un elemento indispensable para la vida de toda organización popular. Precisamente por eso, ha estado siempre presente en la existencia de este comité de salud, donde semanalmente sus integrantes realizan cualquier actividad en cualquiera de las áreas que mencionaremos a continuación: • Área de formación: Creemos que la formación es tan amplia como la vida y todas sus actividades. De allí que se programen jornadas de formación como: conversatorios, cursos, talleres, cine foros, conferencias, entre otras actividades más. • Área reivindicativa: Se refiere a la búsqueda de soluciones de los diferentes problemas que confronta la comunidad en una dinámica de participación, dejando a un lado todo el paternalismo, modalidad propia de la beneficencia y del asistencialismo. • Área social: Abarca jornadas de atención social comunitaria (atención médica, entrega de ayudas técnicas, inmunizaciones, vacunación canina, operativos de venta de productos Mercal, cedulación, elaboración y entrega de Constancias de Fe de Vida, sesiones educativas a nivel preventivo, corte de cabello, entre otras actividades más). • Área feria de consumo familiar: Son los operativos de venta de productos agrícolas y otros artículos alimenticios a precios inferiores que los del mercado tradicional, contribuyendo de esta manera a abaratar y a mejorar la alimentación de las familias de Morón. • Área de autofinanciamiento por medio del programa de recolección y el reciclaje de vidrio. • Área pro-dotación y óptimo funcionamiento del ambulatorio de Morón. Es a través de la lucha de la comunidad organizada que las deficiencias de nuestros centros dispensadores de salud son atendidas con prontitud, bien sea porque los organismos se hagan eco de los reclamos o porque los propios vecinos autogestionen la solución, tal y como en muchas ocasiones lo ha hecho este comité de salud. Con el fin de dar una idea de lo que hemos hecho en el transcurso de los años, presentamos a continuación la síntesis de algunos balances publicados en la prensa regional. En el año 1999, presentamos un balance de algunos de los logros alcanzados por el comité de salud de Morón, desde su creación (El Tiempo, 1999, julio 19). Entre ellos: 207 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • La ampliación del ambulatorio de Morón; • La construcción de un salón de uso múltiples; • La canalización de aguas pluviales; • La construcción de dos muros de contención; • La construcción de una mini cancha deportiva; • La construcción de la plazoleta Cruz de la Misión; • La consecución en comodato de una silla odontológica, dos filtros enfriadores de agua, un nebulizador, un tensiómetro de pared, un kit de otorrino, un kit de herramientas para el mantenimiento del ambulatorio, una cartelera para el comité de salud, 20 sillas plásticas, un teléfono de tarjeta magnética dentro del ambulatorio; • La realización de jornadas educativas sobre temas relacionados con la salud tales como: cáncer de mama y cuello uterino, lo nocivo del cigarrillo, tuberculosis, las diabetes, como prevenir el dengue, el sida y las enfermedades de transmisión sexual, no es lo mismo comer mucho que comer bien, la salud como problema social, los derechos del enfermo, salud comunitaria, parasitosis, la democracia y la privatización de la salud, Doctor este niño no come nada, optimizando nuestro ambiente evitamos muchas enfermedades, etc. En otra reseña de prensa, presentamos los resultados obtenidos por el comité de salud durante el año 2005. Entre otros, se destacan (El Tiempo, 2006, febrero 3). • La consolidación del centro comunitario de salud mental y comportamiento humano y del centro comunitario de cultura física, deporte y recreación para los adultos mayores; • La creación del servicio de biblioteca comunitaria; • La realización de varias jornadas, talleres de formación y capacitación: esparcimiento y recreación; educación vial; saneamiento ambiental; lucha contra el sida; • La organización del comité comunitario de contraloría social; • La constancia en las reuniones ordinarias de trabajo, con el mantenimiento permanente de las instalaciones del comité de salud; • La consecución de ayudas alimentarías, de medicamentos y ayudas técnicas (sillas de rueda, bastones, etc.) a familias necesitadas de la comunidad; • El apoyo a las misiones educativas que funcionan en la localidad. De la misma manera, presentamos en inicios del 2007 el balance de las actividades del comité de salud durante el año 2006 (Diario de los Andes, 2007, enero 9). 208 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • Se realizaron más de 40 psicoterapias reflexivas de grupo, relacionadas con salud mental, emocional y comportamiento humano, bajo la orientación del Dr. Matheus, médico psiquiatra y la activa participación de promotores de la Fundación Trujillana de Salud Mental; • Se llevaron a cabo 45 reuniones comunitarias que sirvieron para planificar, evaluar y compartir experiencias, analizar problemas de diferentes tipos, procurando siempre el trabajo mancomunado de todos y la respuesta adecuada y oportuna de los organismos competentes, encontrarles solución, dejando a un lado, y eso es muy importante, el facilismo, que “otros trabajen por mi”; • Gracias a la misión Barrio Adentro deportiva, el grupo del adulto mayor hace sus ejercicios físicos tres veces a la semana, tienen aproximadamente 21 meses en esto y participan en festivales deportivos, jornadas recreativas y en actos culturales; • Las puertas de la sede del comité de salud estan abiertas para los cursos de las misiones Robinson, Cultura, Vuelvan Caras, y Madres del Barrio, entre otras; • Participación en eventos regionales y nacionales. 2.6 Breve resumen del trabajo que hacemos actualmente en el seno del Comité de Salud • El deporte, la recreación y la diversión para los adultos mayores En el comité de salud “Mons. José Humberto Contreras”, actualmente estamos trabajando lo que es la cultura física, el deporte, la recreación y la diversión para los adultos mayores o personas con juventud acumulada. Con el apoyo de la misión Barrio Adentro deportiva: hace ya más o menos 4 años que comenzó a impulsarse esta importante labor con el acompañamiento de un entrenador cubano, quien de lunes a viernes, a primeras horas de la mañana, se daba la tarea de orientar los ejercicios físicos, propios para personas de la tercera edad, con el propósito de que los abuelos y abuelas se mantengan saludables y tengan una mejor calidad de vida. Ahora, luego de su partida, la actividad no se vino abajo sino que se mantuvo, asumiendo ahora las riendas de la dirección de esta actividad y del grupo de los adultos mayores una de las promotoras y dirigentes del comité de salud. • La danza y el baile como expresión cultural presente en el comité de salud de Morón Además de la cultura física, es decir la ejercitación diaria para mantenernos saludables, también la danza y el baile como expresión cultural se viene trabajando en el comité de salud por medio de los adultos mayores, quienes conformaron el grupo de danzas “las Coromotanas”. Ahora también montan bailes y ensayan para luego salir a los diferentes escenarios. Ya son varias las actuaciones que han hecho, atendiendo invitaciones que le llegan de diferentes instituciones. 209 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • El comité comunitario de personas con discapacidad “San Juan de Dios” Este grupo nace gracias al impulso que le dio el comité de salud. Se conformó como tal, el 26 de abril de 2007. Según el Artículo 49 de la Ley para las Personas con Discapacidad que entró en vigencia el 5 de enero del 2007, toda comunidad debería organizar comités y la urbanización Morón ya lo tiene. Este grupo se reúne los días jueves de 4 a 6 de la tarde en la sede del comité de salud, donde sus integrantes suelen encontrarse y saludarse, conversar de lo humano y lo divino para luego planificar y evaluar actividades, no sin antes leer y analizar algún artículo de la ley, por la cual se rigen como tema de estudio para avanzar en el conocimiento de la misma. Con tampoco tiempo que tiene funcionando este comité, ya comienzan a verse excelentes resultados como son: sus reuniones ordinarias todos los jueves con la participación de un número significativo de personas; la creación del sello que servirá para identificar a la organización y darle carácter de legalidad a sus comunicaciones y otros documentos; se consiguió con la empresa Deltaven, filial de Pdvsa, varias ayudas (equipos médicos, zapatos ortopédicos, auxiliares auditivos, colchones anti-escaras, muletas, andaderas, bastones, medicamentes, etc.) para los integrantes del comité y otras personas de la comunidad de Morón; con la Asamblea Nacional se gestionó y consiguió un lote de ejemplares de la Ley para las Personas con Discapacidad que vienen siendo distribuidas gratuitamente. • Nuestras actividades de formación La formación es permanente. Desde sus inicios, el comité de salud siempre la ha tenido presente y por eso con mucha frecuencia se llevan a cabo conversatorios, talleres, foros, conferencias y jornadas intensas de formación sobre diferentes temas relacionados con la salud y asuntos de interés colectivo. Las sesiones educativas se hacen permanentemente con la participación de los miembros del comité y de invitados. • Psicoterapias reflexivas y salud mental Asimismo, se viene trabajando y promocionando lo que es la salud mental, el comportamiento humano y emocional. Los promotores comunitarios inclinados y formados para esta actividad se reúnen y hacen las psicoterapias reflexivas los días miércoles a partir de las 7 de la noche en las sede del comité de salud, donde casi siempre participa, además de los promotores y otras personas que se acercan en busca de ayuda a sus problemas emocionales, el médico psiquiatra Dr. Matheus, quien funge de coordinador del programa de salud mental de Fundasalud Trujillo. Simultáneamente, desde este grupo dedicado al trabajo relacionado con la salud mental, se impulsa la formación y capacitación de nuevos promotores de salud mental, quienes para su certificación tienen que participar en un proceso de formación que conforman 5 módulos. 210 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 3. DESARROLLANDO EL PROYECTO DE SALUD MENTAL 3.1 Relato de una experiencia Hace aproximadamente cinco años se sembró la semilla de la salud mental en el seno del comité de salud de Morón. Promotores pertenecientes a la Asociación Trujillana de Promotores de Salud Mental, llegaron a la sede del comité, donde fueron recibidos por los vecinos y vecinas que participaban en la reunión ordinaria de esta organización comunitaria. “Nuestro propósito, dijeron los promotores visitantes, es que aquí en Morón, la comunidad se de un espacio de tiempo, constituye un grupo con el consentimiento del colectivo, para conversar sobre todos aquellos temas relacionados con la salud mental para promover en la comunidad el bienestar psicosocial”. Como recordó el Dr. Matheus, la salud mental es un componente indispensable del bienestar de cualquier comunidad. La intención de esta propuesta: potenciar el trabajo que venimos realizando desde hace años como comité de salud, formándonos como promotores de salud mental. Comenzaron hablándonos del concepto de salud mental: “la salud mental no es algo que uno tiene o no tiene, porque en el curso de la vida se nos van a presentar un cúmulo de situaciones muchas veces difíciles. Los problemas son como las olas del mar, van y vienen. Ahora, lo importante es estar emocionalmente preparados para saber responder a cualquier situación difícil que se nos pueda presentar”. Fue así como desde entonces, se sembró la semillita de la salud mental en Morón. Y durante todo este tiempo, no hemos hecho otra cosa que abonar y regar esta semilla, con nuestra constancia a las reuniones, todos los miércoles a partir de la 7 de la noche. La abonamos y la regamos con la dinámica de grupo que semanalmente se aplican para los nuevos y viejos consultantes, llamada por los psicoterapeutas terapias reflexivas. La abonamos y la regamos cuando los promotores hacen abordaje comunitario a pacientes esquizofrénicos, deprimidos o con cualquier otro problema que le trastorne la mente. Durante todo este tiempo, hemos venido analizando diferentes temas de vital importancia para llevar una vida mejor, como por ejemplo: la depresión, la ansiedad, los conflictos, retardo mental, el alcoholismo, la esquizofrenia, el maltrato, el trauma, el miedo, la angustia, la fobia, los nervios, el suicidio, la comunicación, el perdón, la autoestima, la violencia intrafamiliar, y otros temas más, todos muy importantes. Transcurrido un poco más de un año, un grupo de hombres y mujeres, fundadores de los que hoy es el centro comunitario para la salud mental y emocional de Morón, recibieron su respectivo certificado como promotores de salud mental nivel 1, otorgado por la coordinación regional de salud, lo que sirvió para motivarlos muchos más y continuar el trabajo con entrega, amor y pasión. 211 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 3.2 Balance de la experiencia realizado por el Comité de Salud Resultados • Creación y estabilización del grupo de salud mental, que lleva para la fecha aproximadamente 212 reuniones realizadas en la sede del comité de salud de Morón. • Formación y capacitación de un grupo de personas como promotores de salud mental. • El grupo de promotores de salud mental tiene vida propia sin la dependencia del medico especialista. • Reconocimiento del grupo por el trabajo realizado. • Participación discapacidad. de personas adultas, adolescentes y personas con • Crecimiento personal, gracia a la ayuda reciproca. • Se profundiza cada día mas en el trabajo de psicoterapia llevando estas experiencias a otras comunidades. • Acercamiento del grupo con centros de salud mental. Entre los centros hospitalarios visitados por los promotores de salud mental para un contacto cercano con los pacientes esquizofrénicos: el hospital psiquiátrico “Alejandro Prospero Reverend”, de Mesa de Gallardo en Trujillo; y el hospital psiquiátrico “Dr. Jesús Matheus” de Betijoque. • Estrategia del estado asumida por la comunidad. • Confluencias entre varias experiencias. Ejemplo: Alcohólicos Anónimos, Escuela de Valores y Liderazgo, promotores de salud mental de otros municipios, como Rafael Rangel, Carache y Trujillo. Factores que permitieron alcanzarlos • Veinte años de existencia del comité de salud de Morón “José Humberto Contreras”, el cual abre las puertas a la propuesta de salud mental. El conocimiento mutuo entre muchos hace que el trabajo surja. Promotores comunitarios con mucha experiencia. • Continuidad y perseverancia en el tiempo: cabe destacar que el grupo que trabaja con salud mental en Morón, se reúne una vez a la semana, todos los miércoles de 7 a 9 de la noche. • Liderazgo colectivo dentro del grupo de promotores de salud mental. Buena voluntad política, disposición y sensibilidad humana e inspiración cristiana de sus miembros. 212 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate • Capacitación y formación permanente. • Sinergia del conocimiento empírico como académico tanto en el área sicológica como social. • Construcción desde lo local. • Contar con profesionales de la salud mental que rompieron paradigmas construyendo ciencia de la mano con el colectivo, ganados para el trabajo comunitario y con sensibilidad humana. • Surgimiento de una nueva corriente de pensamiento de liderazgo social, donde lo importante no es el poder sino el servir a la humanidad. • Respeto supremo al colectivo, sin discriminación de sexo, credo, religión y política. • Además de la psicoterapia también se realiza trabajo comunitario para una mejor calidad de vida. Puntos débiles • Estigmatización persistente de la enfermedad mental. Menosprecio del colectivo y profesionales para este tipo de personas con problemas de salud mental. • Limitación en cuanto a la experiencia de la masificación. • Limitaciones en cuanto a la articulación con otras instituciones. Ejemplo: Educación. Retos • • • • Seguir socializando entre promotores de salud mental. Difundir y compartir nuestra experiencia, articular redes sociales de salud mental. Desarrollar alianzas institucionales. Implementar un plan de formación permanente para promotores de salud mental. CONCLUSION Un pueblo solo, aislado, donde los vecinos viven peleándose unos con otros, nunca lograra nada. Pero cuando experimentamos que unidos somos capaces de transformar toda una comunidad, se empieza a escribir una nueva historia. La participación popular se produce en la medida en que la gente se va sintiendo parte de algo. Es un proceso colectivo en el cual el aporte individual es asumido por el grupo. Es también el proceso de compromiso que viven los miembros respecto al grupo. Es identificación con sus objetivos, con sus metas y sus reglas y el esfuerzo que realizan entre todos para llevarlo adelante. Y esto precisamente es lo que viene ocurriendo en el Comité de Salud de Morón. Sus miembros sienten que están haciendo algo que vale la pena, como es servir a los demás, algo que tiene una importancia colectiva. Por eso es que se mantienen unidos trabajando, con y por la comunidad, teniendo muy claro que la acción es básica para lograr la participación ciudadana (El Tiempo, 2006, febrero 3). 213 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Comité de Salud de Morón. (1988, abril 4). El Tiempo, p.10. Comité de Salud de Morón. Referencia Nacional en el Trabajo Comunitario. (1999, julio 19). El Tiempo, p.4. En Morón la Participación Comunitaria en Salud, es una realidad. (2006, noviembre 13). Diario de Los Andes, p. 6. En el 2005 el Comité de Salud de Morón arrojó resultados positivos. (2006, febrero 3). El Tiempo, p. 4. Vuelan y aterrizan los sueños en el Comité de Salud de Morón. (2007, enero 9). Diario de Los Andes, p. 5. 214 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Líneas de exploración para profundizar el debate sobre la construcción del poder popular Miguel Malo y Johanna Levy 215 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Líneas de exploración para profundizar el debate sobre la construcción del poder popular Miguel Malo y Johanna Levy Como se explica en un inicio, este trabajo de rescate de las experiencias de participación en salud en Venezuela surge de la necesidad de aprender de ellas, para avanzar y profundizar estos procesos de ampliación de la participación para que se conviertan cada vez más en una oportunidad de construcción del poder popular. En ese sentido, queremos adelantar aquí algunos aspectos que nos parecen relevantes de las diversas experiencias planteadas, no como conclusión, sino más bien como líneas de exploración para profundizar el debate y la investigación sobre este tema en el país. 1. EL MANDATO PARTICIPATIVO PRODUCE EFECTOS CONCRETOS DE DEMOCRATIZACIÓN MAS NO CONDUCE NECESARIAMENTE A LA DEMOCRACIA RADICAL Las especificidades y trayectorias de cada una de las experiencias presentadas nos conducen a una primera constatación: el mandato participativo produce, más allá de los discursos, efectos concretos de democratización. No cabe duda que el proceso actual venezolano, así como otros en nuestra región, surgen de una profunda crisis de la democracia representativa liberal, cuyo reto principal, antes que la justicia social, ha sido la estabilización de la tensión entre capitalismo y democracia, efectuada “por la prioridad dada a la acumulación del capital respeto a la redistribución social y por la limitación de la participación ciudadana, tanto individual como colectiva, para no “sobrecargar” el régimen democrático de demandas sociales que podrían poner en peligro la prioridad de la acumulación sobre la redistribución” (Avritzer & Sousa Santos, 2004). En realidad, las formas hegemónicas de manifestación de la democracia en nuestros países, son muy diferentes a los ideales democráticos revolucionarios del final del siglo 18 y de la mitad del siglo 19, los cuales planteaban el ejercicio de una democracia directa. El modelo hegemónico actual de democracia responde, en efecto, a un modelo universal liberal, que aleja los ciudadanos de la práctica política, provoca su apatía y genera una desconfianza creciente respeto al modelo de la democracia representativa. Como lo señala Sader (2004), esta concepción del modelo representativo de la democracia (la democracia “de baja intensidad”), en la cual la participación esta restringida a lo meramente electoral, se volverá hegemónica con la caída de la Unión Soviética: “el fracaso del socialismo soviético ha permitido al liberalismo político y al liberalismo económico de reaparecer junto en un nuevo proyecto hegemónico asociando Estado mínimo y extensiones inéditas de las relaciones mercantiles”. De hecho, en nuestra América Latina, acabaron a finales del siglo 20 los regimenes dictatoriales para dar paso a democracias representativas, que profundizaron su carácter restrictivo al ser instrumentos para viabilizar la política neoliberal del consenso 1 Integrante del Comité de Salud « Monseñor José Humberto Contreras » de Morón, municipio Valera, estado Trujillo. 217 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate de Washington, con las consecuencias sociales catastróficas de ampliación de las inequidades sociales. En ese sentido, un primer planteamiento que podría hacerse, a partir de las experiencias presentadas, es que los procesos de ampliación de las prácticas de participación popular son posibles en contextos de políticas sociales consecuentes con el rol del Estado como garante de los derechos ciudadanos. Al contrario, parecería muy difícil que se pueda ampliar procesos de participación en condiciones en que el manejo de la democracia este orientado a defender la acumulación de capital. No es objeto de este trabajo el análisis de las políticas sociales del gobierno venezolano, sin embargo, las cifras oficiales (Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Finanzas, 2009) que dan cuenta de los efectos positivos de estas políticas en la calidad de vida de la población, nos permite la afirmación siguiente. Las repercusiones del mandato participativo (Blondiaux, 2008) en el fortalecimiento de las dinámicas de organización y participación de la población se ven muy favorecidas porque hay un contexto marcado por una clara voluntad política para reducir las inequidades sociales en el país. Otra repercusión que encontramos del mandato participativo es la proliferación de nuevos actores en la arena de la acción pública. Este mandato implica un estimulo para la participación que encuentra abiertos múltiples espacios para su concreción: los consejos comunales, los distintos comités, las mesas técnicas, etc. Es decir, este mandato participativo estaría apuntando a rescatar lo que Avritzer y Sousa Santos (2004) llaman la demodiversidad, entendida como las múltiples formas de organización y participación surgidas de los movimientos sociales y de las dinámicas comunitarias que no han sido consideradas como válidas por el modelo hegemónico de democracia. Como vemos en el caso de las experiencias presentadas, hay variadas manifestaciones de esa demodiversidad. A pesar de que la propuesta organizativa provenga principalmente del Estado, el carácter de esa forma organizativa se moldea en función de las necesidades e intereses de los actores comunitarios. Se establecen dinámicas que permiten el uso de nuevas formas de experticia por las organizaciones comunitarias; se adquieren nuevas competencias políticas por parte de las y los ciudadanos; y se genera también una multiplicidad de nuevas prácticas desarrolladas por los entes de Estado. Todo esto, es un contexto fértil para el surgimiento de nuevas relaciones entre actores institucionales y actores societales, que van configurando procesos orientados a la construcción de una democracia participativa y protagónica en Venezuela. Sin embargo, entre una democratización de la democracia (Avritzer & Sousa Santos, 2004) y una democracia radical fundamentada en un poder popular y prácticas de democracia directa, la diferencia es importante. Como insiste Marta Harnecker (2007): “no se trata sólo de otorgar un contenido social a la democracia, de resolver problemas sociales del pueblo: alimentación, salud, educación, etcétera, sino - como decía Alfredo Maneiro - de transformar la forma misma de la democracia creando espacios que permitan que las personas, al luchar por el cambio de las circunstancias, se vayan transformando a sí mismas. Hay que pasar de la cultura 218 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate del ciudadano/a que mendiga a la cultura del ciudadano/a que conquista, que toma decisiones; que ejecuta y controla; que autogestiona, que autogobierna. Hay que pasar - como dice Aristóbulo Istúriz - del gobierno para el pueblo, al autogobierno del pueblo, a que el pueblo asuma el poder”. Por ello, consideramos que el proceso en curso en Venezuela constituye un ejemplo de transición. Lo ilustran los niveles de participación alcanzados en las experiencias presentadas. Ofreciendo ejemplos de participación avanzada – la participación nunca esta restringida a un nivel instrumental – las experiencias organizativas presentadas ilustran el desafío que es implementar y mantener en el tiempo un nivel de “participación/ poder” característico de un poder popular consolidado. Uno de los aspectos que nos lleva a afirmar esto, es una doble constatación común a les experiencias presentadas. Por un lado, el hecho de que, particularmente en el sector salud, la participación sigue desarrollada a escala local, alejada todavía de los espacios macro de decisión y elaboración de las políticas publicas. Y por otro, las dificultades con que las propias iniciativas comunitarias se topan cuando desarrollan experiencias de organización que superan el ámbito local. Como vimos, estas dificultades son producidas principalmente por dos circunstancias: un fenómeno de resistencia de la burocracia estatal para reconocer esas instancias organizativas; y la ausencia de marcos legales y reglamentarios que faciliten estos niveles de participación más allá de lo local. Estas dificultades no se dan solamente en el contexto venezolano. Como lo subrayaron Avritzer y Sousa Santos, “el modelo hegemónico de democracia ha sido hostil a la participación activa de los ciudadanos en la vida política. Cuando ha tenido que aceptarla, la ha confinado al nivel local: el ciudadano solo tendría poder decisorio sobre los aspectos que le compiten a su localidad directamente, fragmentando así la participación e impidiendo que se amplié esta a nivel global, donde es el mercado el principal decidor” (Avritzer & Sousa Santos, 2004). 2. EL PODER POPULAR SE CONSTRUYE DESDE ABAJO Y DESDE ARRIBA EN EL MARCO DE UNA POLÍTICA QUE LO FACILITA Como se mencionó, el mandato participativo profesado desde arriba ha empujado en Venezuela el surgimiento desde abajo de una gran variedad de expresiones sociales, manifestaciones de la capacidad creadora del movimiento popular para profundizar las dinámicas de democratización en el país. La gran diversidad de actores, espacios, canales de mediación, prácticas que caracteriza la Venezuela de hoy, conforma una de las fuerzas del actual proceso de cambio de una democracia representativa a otra participativa y protagónica. Las fuerzas que pueden contribuir a la construcción y consolidación del poder popular no pertenecen por lo tanto únicamente a la esfera societal, sino que dependen también de sus relaciones con el Estado. Como afirma Mazzeo (2007), el Estado puede ser “resignificado” de manera a que este “no contribuya tanto con el “ecosistema hostil” que es el capitalismo y desarrolle políticas que apuntalen a los movimientos sociales pero donde a su vez estos no sean subsumidos en la maquinaria estatal”. La Venezuela de hoy demuestra en efecto que el poder popular, por ser principalmente un poder no estatal, en determinadas circunstancias históricas 219 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate puede desarrollar espacios de “negociación horizontal” con el Estado hasta apuntar “experiencias alternativas de gestión estatal o de “gobierno popular”. Las experiencias presentadas muestran como los propios modelos organizativos y formas de funcionamiento de las organizaciones que principalmente son propuestos desde arriba, se van transformando en función de las necesidades e intereses de los y las actoras comunitarias. Los comités de salud, los consejos comunales, las mesas técnicas adquieren dinámicas que no son únicamente aquellas establecidas desde las instituciones, sino moldeadas por los procesos locales y los actores y actoras, tanto comunitarias como institucionales. Y por ello, se constituyen en instancias semillas de poder popular. Sin embargo, lo que es interesantemente común de estas experiencias venezolanas, es que la relación de actores institucionales y comunitarios a nivel local no se da en el plano de la confrontación. En el contexto del país, las organizaciones populares, al procurar adaptarse al tipo de relación que el actor estatal plantea, entienden que la diversidad de las posiciones de los actores institucionales no se debe a una confrontación por intereses diversos o contrapuestos, sino más que todo por los lentos procesos de cambio hacia una institucionalidad nueva que responda al mandato participativo. De hecho, como lo vemos en las experiencias presentadas, los actores locales institucionales hacen esfuerzos para adaptar su propia institucionalidad al requerimiento de este mandato. Sin embargo, en algunos casos, la imposibilidad de responder apropiadamente a la dinámica comunitaria, no se debe tanto a actitudes individuales, sino más bien a las limitaciones vinculadas a las rutinas institucionales vigentes, producto, entre otras cosas, de los viejos marcos legales del Estado. Esto nos remite al problema de la institucionalización de la participación, que, en el caso de Venezuela esta claramente establecida a nivel comunitario a través de la Ley de los Consejos Comunales, pero que todavía carece de ese marco en otros niveles de gestión del Estado, sea este distrital, municipal, estadal o nacional. Sin embargo, en el marco de las políticas de restructuración del Estado planteadas por el gobierno venezolano, el reto iría mucho más allá de la consolidación de los marco legales de participación en las instancias clásicas del Estado, sino en pensar como se plantearía los procesos de participación en un nuevo tipo de institucionalidad y de Estado. Como lo plantea Sousa Santos (2005), uno de los principales desafíos de la democracia participativa es construir “una nueva gramática social” para lograr “la introducción del experimentalismo en la propia esfera del Estado, transformando el Estado en un novísimo movimiento social”. 3. EL “RESIGNIFICADO CULTURAL” DE LA DEMOCRACIA ES UN PROCESO DE APRENDIZAJE COLECTIVO La multiplicidad de los dispositivos, espacios y actores de la participación conducen a otra constatación: se esta consolidando en Venezuela una nueva concepción de lo político. Aunque la participación popular no siempre ha alcanzado su mayor nivel, la evolución de las prácticas abre un nuevo horizonte de lo posible para una 220 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate transformación de la relación política según un esquema más horizontal y menos vertical. En la medida en que la democracia participativa impulsa un proceso de “resignificado cultural” de la democracia, como lo plantean Avritzer y Sousa Santos, este cambio de paradigma en lo político abre una etapa de conflictividad en términos de normas y valores, tanto al interior de las instituciones del Estado como en las dinámicas organizacionales de los y las actoras comunitarias. En ese sentido, un aspecto resaltante y que resulta común a las experiencias presentadas, es que el mandato participativo produce a nivel individual y colectivo una construcción de subjetividades nuevas. Subjetividades nuevas que no solo reivindican espacios de participación política, sino que sobre todo resignifican la responsabilidad individual en los emprendimientos colectivos, a través de un hacerse comunitario, corresponsable y solidario con su propia comunidad. Y que favorecen la construcción de identidades, permitiendo un empoderamiento en aquellos otros espacios de disputa de poder no considerados tradicionalmente, como el de género. Este proceso de resignificación supone, como precisan Avritzer y Sousa Santos (2004), “un intento de disputa por el significado de determinadas prácticas políticas, por un intento de ampliación de la gramática social y de incorporación de nuevos actores o nuevos temas de la política”. Superar la “disputa por el significado” podría así constituir el principal desafío del proyecto venezolano. Como lo recuerdan Bonilla, El Troudi y Harnecker (2005) “la participación no se decreta desde arriba. Implica un largo proceso de aprendizaje, una lenta transformación cultural y, por lo tanto, sus frutos nunca se cosecharan de inmediato (…) Hay que luchar para construir una nueva cultura que genere la convicción de que es a través de la organización y participación del pueblo como se logra derrotar la pobreza y edificar una sociedad libre, justa y de iguales”. 4. ALGUNAS PISTAS PARA SEGUIR EL CAMINO DE CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR DESDE LA PARTICIPACIÓN Para concluir, retomaremos las tres tesis básicas aportadas por Avritzer y Sousa Santos (2004) para el fortalecimiento de la democracia participativa. 1. El “fortalecimiento de la demodiversidad” Es decir, un reconocimiento de la pluralidad de las formas democráticas que implica el reconocer que no existe ningún motivo para que la democracia asuma una sola forma, y para que esta quede restringida a las formas organizativas planteadas únicamente desde el Estado. En el caso de la participación en salud en Venezuela, implicaría un esfuerzo para que el Estado tenga la capacidad de aceptar y estimular diversas manifestaciones de organización popular, formales o no, y garantizar espacios para una participación equitativa de esa diversidad en sus procesos de gestión. 221 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate 2. El fortalecimiento de la “articulación contrahegemónica entre lo local y lo global” Si bien Avritzer y Sousa Santos se refieren principalmente a las articulaciones de carácter global, consideramos apropiada esta tesis para el caso interno de Venezuela. Como se menciona arriba, es un desafío de corto plazo para la democracia venezolana resolver los vacíos formales del marco legal y reglamentario para la participación de la población organizada en los niveles de gestión del Estado, más allá de la comunidad. Esto implica también un esfuerzo, desde la institucionalidad, para reconocer y validar las iniciativas y potenciales que tienen las propias comunidades para generar propuestas de participación en estos niveles, incluso antes de tener un marco jurídico. Obviamente, este proceso se vería muy enriquecido con la ampliación de mecanismos que faciliten el intercambio de experiencias y la comunicación con otros actores a nivel regional e internacional. Estas experiencias de participación en salud, junto con otras desarrolladas en el mundo, podrían conformar alternativas al modelo hegemónico en escala global. Como dicen los dos autores, el paso de lo contra hegemónico en el plano local para el plano global es fundamental para el fortalecimiento de la democracia participativa en todos los niveles. 3. La “ampliación del experimentalismo democrático”, en el que el Estado sea un campo de invención y creación constante Al revisar todas las experiencias presentadas aquí, no cabe duda que el proceso que vive Venezuela es un enorme campo de experimentación en el que se manifiestan múltiples formas de participación con enormes potenciales para terminar de construir una democracia participativa y protagónica. Condición sustancial para esto ha sido la apertura del Estado y sus políticas de estímulo a la participación. En un proceso de ampliación y profundización de esa participación hacia la construcción de un verdadero poder popular, tendría que ser una actitud permanente de la institucionalidad del Estado impedir el encuadramiento dogmático y burocrático de los procesos democráticos y de las iniciativas populares. Deberían buscarse los mecanismos para que el Estado siga siendo ese espacio privilegiado de permanente experimentación e innovación que tiene como resultado fundamental el enriquecimiento de la demodiversidad y la profundización de la participación, condiciones imprescindibles para la construcción del poder popular. 222 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate Referencias Avritzer, L. & Sousa Santos, B. (2004). Para ampliar el canon democrático. En B. Sousa Santos. Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia participativa. México: FCE. Extraído el 03 de enero de 2010 de: http://www. scribd.com/doc/18546712/Lect-1-Leonardo-Avritzer-Boaventura-de-SousaSantos-PARA-AMPLIAR-EL-CANON-DEMOCRATICO Blondiaux, L. (2008). Le nouvel esprit de la démocratie. Paris: Seuil. Bonilla, L., El Troudi, H. & Harnecker, M. (2005). Herramientas para la participación. Caracas: FIDES-Fonacit. Harnecker, M. (2007). Once ideas sobre el socialismo y el autogobierno del pueblo. [Foro: La construcción del estado socialista desde la base del poder popular]. Caracas. Extraído el 09 de agosto del 2008 de: http://www. rebelion.org/noticias/2007/8/54624.pdf Mazzeo, M. (2007). El sueño de una cosa: Introducción al poder popular. Caracas: El perro y la rana. Ministerio del Poder Popular para la planificación y finanzas. (2009). Logros de la revolución en un país de 28 millones de habitantes. Caracas. Extraído el 10 de marzo de 2010 de: http://www.mpd.gob.ve/Logros-Revolucion/ Nuevo-Encarte.pdf Sader, E. (2004). Hacia Otras Democracias. En B. Sousa Santos (ed). Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia participativa. (pp. 565-590) México: FCE. Sousa Santos, B. (2005). Reinventar la democracia: Reinventar el estado. Buenos Aires: CLACSO. Extraído el 03 de enero de 2010 de: http://bibliotecavirtual. clacso.org.ar/ar/libros/sousa/Reinventar%20la%20Democracia.pdf 223 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate AUTORES 225 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate AUTORES BERRIOS Yaritza, BRICENO Magaly, DABOIN Maria Isabel, GARCIA Xiomara, TORREALBA Domitila, VILLA Maria Yolanda Integrantes del Comité de salud de la comunidad de Mesa Colorada, parroquia Cristóbal Mendoza, municipio Trujillo, estado Trujillo. CAMACARO GÓMEZ Daisy Especialista en Estudios para el Desarrollo: Magister en Ciencias de la Educación Universidad de Ginebra, Suiza. Doctora en Ciencias Sociales Mención Salud y Sociedad, Universidad de Carabobo, Venezuela. Actualmente docente investigadora III del Instituto de Altos Estudios de Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”. Profesora de Promoción de la Salud, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Núcleo Aragua. daisycve@yahoo.com CACERES BRICEÑO Marisol del Carmen Vocera Estadal del Frente del Poder Comunal por los Bancos Comunales del Estado Trujillo, Promotora Municipal de la Misión Negra Hipólita en el Municipio Boconó, Activadora Comunitaria en la Parroquia Boconó y Vocera del Consejo Comunal Coromoto I; asimismo, desempeña funciones en la Junta Directiva de del Organización Comunitaria de Vivienda y Habitad en la urbanización Comomoto y Activadora Comunitaria con curso de formación en la Escuela de Nueva Ciudadanía del Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”. Actualmente cursa estudios de licenciatura en educación (Mención Desarrollo Cultural) en la Universidad Simón Rodríguez. maricaseres@yahoo.com CEGARRA Blanca, FERNANDEZ Arelis, GODOY Amable Integrantes del Comité de Salud de Pampanito, municipio Pampanito, estado Trujillo. COOPER Amy Magister en Antropología, Universidad de Chicago. Prepara una tesis de doctorado de Antropología al Departamento de Desarrollo Humano Comparativo (Department of Comparative Human Development), Universidad de Chicago, Chicago, Illinois. coopera@uchicago.edu GONZALEZ MORENO María Cristina Educadora. Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela. Acreditada en el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela a través del Programa de Promoción al Investigador (PPI). Miembra de la Unidad de Investigación y Estudios de Género “Bella Carla Jirón Camacaro”. Docente- investigadora del Departamento de Salud Pública. Universidad de Carabobo, Aragua. mariacegonzalez60@gmail.com GONZALEZ Yolanda, TROMPETERO Maria Integrantes del Comité de Salud « Sembrando Salud » de Carache, municipio Carache, estado Trujillo. 227 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate AUTORES LEVY Johanna Magister en Sociología, Instituto de Estudios Políticos de Paris. Prepara una tesis de doctorado en Ciencias Políticas al Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales (CERI-IEP Paris, Francia) sobre los dispositivos de la democracia participativa en Venezuela. Johanna_levy@yahoo.fr LINARES HERNANDEZ Elizabeth Licenciada en Trabajo Social graduada en la Universidad del Zulia, con curso de Capacitación Docente en Instituto Universitario de Tecnología: “Mario Briceño Iragorry” (Trujillo). Ha desempeñado, entre otras funciones, los cargos de Coordinadora Estadal de Comités de Salud, Coordinadora de la Unidad de Promoción de Calidad de Vida y Salud y Directora de Programas de Salud en el estado Trujillo. Actualmente es docente de la Especialidad de Trabajo Social en el Instituto Universitario de Tecnología: “Mario Briceño Iragorry” y de la Misión SucreUniversidad Bolivariana de Venezuela. elizabethlinares70@hotmail.com MALO Miguel Médico sanitarista. Consultor Internacional de Promoción de Salud de la Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud. malom@ven.ops-oms.org; miguel.maloserrano@gmail.com MANDL STANGL Jorge Pedro Médico graduado en la Universidad del Zulia, con Especialización en Administración en Salud Pública en la Universidad Central de Venezuela y en Desarrollo Local y Gestión Social en Salud (OIT/OPS), Curso en Diseño y Dirección de Políticas Sociales (BID/INDES) realizado en Washington. Ha desempeñado, entre otras funciones, los cargos de Coordinador Nacional de la Comisión Interministerial del Proyecto “Municipios hacia la Salud”, Adjunto a la Dirección General, Director de Control de Gestión, Adjunto a la Dirección General Sectorial de Salud del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, Coordinador Nacional de Sistemas Locales de Salud y Director de Servicios de Salud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Actualmente es Docente-Investigador del Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldón”, asesor de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y miembro del sub-comité científico en español para organizar el 20 Congreso Mundial de Promoción de la Salud (UIPES, Ginebra 2010). Asimismo, es co-editor de la publicación “Municipios Hacia la Salud: Una Revolución Silenciosa” (MSAS-OPS, 1999). jorge_mandl@yahoo.com QUINTANA Juan Ingeniero Químico, Especialista en Gestión en Salud Pública, Magister en Gerencia Ambiental, Coordinador de la Escuela de Nueva Ciudadanía del Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon” juanadrian1@yahoo.es 228 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate AUTORES RAMIREZ M. Armando J. Promotor de Salud, fundador del Comité de Salud « Mons. José Humberto Contreras » de Morón, municipio Valera, estado Trujillo, y coordinador de redes sociales y relaciones interinstitucionales del mismo. armandoramirez12@hotmail.com UZCATEGUI José León Médico-psiquiatra. Fundador de la Coordinadora Nacional de Participación Comunitaria en Salud CONSALUD (Venezuela). Doctor en Ciencias Sociales, Mención Salud. Universidad de Carabobo, Valencia. leonuzcategui@gmail.com ViILLASANA LOPEZ Pedro Enrique Docente - Investigador. Departamento de Salud Pública. Escuela de Medicina “Witremundo Torrealba”. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo, Aragua. pedrovillasana@hotmail.com 229 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate ACRÓNIMOS 231 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate ACRÓNIMOS APS: Atención Primaria en Salud BANMUJER: Banco de Desarrollo de la Mujer BID: Banco Interamericano de Desarrollo CAREMT: Proyecto Cardiovascular, Renal, Endocrinometabólico, Tabáquico y Oncólogo CADELA: Compañía de Electricidad de Los Andes CDI: Centro de Diagnostico Integral CEDNA: Centro para el Desarrollo del Niño y el Adolescente CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe CIAPEV: Comisión Interministerial para la Atención, Prevención y Educación Vial del estado Trujillo CIARA: Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria COPRE: Comisión Presidencial para la Reforma del Estado COPEI: Partido Social Cristiano de Venezuela CORDIPLAN: Oficina Central de Coordinación y Planificación de la Presidencia de la República CTU: Comité de Tierras Urbanas CTV: Confederación de los Trabajadores de Venezuela CRBV: Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela FMV: Federación Médica Venezolana FEDECAMARAS: Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela FMI: Fondo Monetario Internacional FONDEMI: Fondo de Desarrollo Microfinanciero FUNDACOMUNAL: Fundacion para el Desarrollo y Promocion del Poder Comunal FUNDACREDESA: Fundación Centro de Estudios Sobre Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana FUNDASALUD: Fundación Trujillana de la Salud HCM: Hospitalización Cirugía y Maternidad (seguro privado) INASS: Instituto Nacional de Servicios Sociales INAVI: Instituto Nacional para la Vivienda INCE: Instituto Nacional de Cooperación Educativa INDECU: Instituto para la Defensa y Educación del Consumidor y del Usuario INE: Instituto Nacional de Estadísticas INIA: instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas 233 DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Experiencias para el debate ACRÓNIMOS INOS: Instituto Nacional de Obras Sanitarias IPASME: Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio de Educación LOSNS: Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud MAS: Movimiento Al Socialismo MINPADES: Ministerio de Participación Popular y Desarrollo Social MPPS: Ministerio del Poder Popular para la Salud. MSAS: Ministerio de Sanidad y Asistencia Social MTA: Mesa Técnica de Agua MTS: Mesa Técnica de Salud OCEI: Oficina Central de Información OCV: Organización Comunitaria de Vivienda y Hábitat OEA: Organización de los Estados Americanos OIT: Organización Internacional del Trabajo OMS: Organización Mundial de la Salud ONG: Organizaciones No Gubernamentales ONU: Organizaciones de las Naciones Unidas OPS: Organización Panamericana de la Salud PAE: Programa Alimenticio Escolar PDVSA: Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima PEQUIVEN: Petroquímica de Venezuela PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PROVEA: Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos PSUV: Partido Socialista Unido de Venezuela. SAIM: Servicio Autónomo de Atención al Indígena del estado Monagas SILOS: Sistemas Locales de Salud SPNS: Sistema Público Nacional de Salud SRI: Sala de Rehabilitación Integral UCV: Universidad Central de Venezuela UNICEF: United Nations Children’s Fund USAID: United States Agency for Internacional Development 234 Las dos ilustraciones fueron extraídas de : Égüez, P. (2008). El grito de los excluidos. Quito : Anaconda. Pavel Égüez es pintor, muralista y artista gráfico. Nacido en Quito, Ecuador en 1959, se encuentra entre los más destacados de la pintura latinoamericana contemporánea. "El Grito de los Excluidos trae en si un mensaje social, un llamado a las conciencias, la capacidad de resistencia cultural, social, espiritual: Pavel Égüez ha recogido el desafío del mensaje y a través de su arte manifiesta ese grito de las conciencias y valores de los pueblos... Los pueblos tienen la capacidad de la resistencia, su grito es de rebelión y búsqueda de nuevos paradigmas de vida." (Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, texto de presentación del libro El grito de los excluidos). ¿Cuál es el balance del camino recorrido en el proceso de construcción del poder popular en Venezuela? ¿Cómo entender las dinámicas de cambio en las relaciones entre Estado y sociedad en el país? ¿Es posible implementar prácticas de participación que apuntan a la emancipación del pueblo y a una democratización radical de las instituciones?. Este libro nace de estos interrogantes, dirigiendo su mirada hacia un sector de la sociedad venezolana bien específico: el de la salud. Desde una diversidad de miradas, tanto comunitarias como institucionales y académicas, rescata una constelación de experiencias con un objetivo principal: que cada uno de sus capítulos pueda servir de insumo para el debate, y así contribuir, desde la salud, a fortalecer los procesos de participación y construcción del poder popular en Venezuela. Comunidad organizada de Boconó María Cristina Gonzáles Moreno Comité de salud de Carache Elizabeth Linares Hernández Comité de salud de Mesa Colorada Jorge Pedro Mandl Stangl Comité de salud de Morón Juan Quintana Comité de salud de Pampanito José León Uzcátegui Daisy Camacaro Gómez Pedro Enrique ViIllasana López Amy Cooper