de la participación en salud a la construcción del poder popular

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de la participación en salud a la construcción del poder popular
DE LA PARTICIPACIÓN EN SALUD
A LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR
EXPERIENCIAS PARA EL DEBATE
Johanna Lévy & Miguel Malo
(Editores)
MPPS
El Ministerio del Poder Popular para la
Salud, a través del Servicio Autónomo
Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo
Gabaldon” (IAES), brazo ejecutor de
las políticas de formación del talento
humano en Salud, se planteó
profundizar en la preparación de los
cuadros de dirección del sector a nivel
nacional llamados a convertirse en
líderes del desarrollo de la Salud
Pública Bolivariana y Socialista,
contribuyendo de esta manera con el
cumplimiento de los objetivos
estratégicos del Ministerio, en
respuesta al Proyecto Nacional Simón
Bolívar en dos de sus grandes
directrices: la Nueva Geopolítica
Internacional y la Suprema Felicidad
Social de nuestros pueblos.
El IAES contempla como misión: La
educación permanente y la integración
e interacción social en salud pública,
para contribuir con la construcción y
consolidación del Sistema Público
Nacional de Salud, centradas en la
configuración de una conciencia
revolucionaria respondiendo a las
necesidades sociales prioritarias de la
población, de una nueva moral
colectiva, en el marco de la
Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD
A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Editores
Johanna Lévy & Miguel Malo
Directorio del Ministerio del Poder Popular para la Salud
Cnela. Eugenia Sader Castellanos
Ministra del Poder Popular para la Salud
Dr. Iver Daniel Gil Sánchez
Viceministro de Redes de Servicios de Salud
Dra. Isabel Iturria
Viceministra de Recursos e Insumos para la Salud
Dr. Pedro Alcalá Afanador
Director Ejecutivo del Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”
1ra. Edición, Agosto 2010.
Todos los derechos reservados.
© Johanna Levy & Miguel Malo
© Sobre la presente edición: IAES “Dr. Arnoldo Gabaldon”
Depósito Legal.- If90420103622234
ISBN.- 978-980-6778-27-6
Esta obra se puede reseñar, reproducir o traducir con fines de investigación o de estudio privado, pero
no para la venta u otro uso comercial. En todo uso que se haga de esta información se deberá indicar su
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Para realizar referencia de este material bibliográfico según la metodología Normas APA (5ta. Ed.):
Lévy, J. & Malo, M. (Eds.). (2010). De la participación en salud a la construcción del poder popular:
Experiencias para el debate. Maracay: IAES
WQ205
P3
De la participación en salud a la construcción del poder popular: Experiencias para el debate / Johanna Lévy & Miguel Malo (Eds.) -Maracay : IAES “Dr. Arnoldo Gabaldon”, 2010.
205 p. : tabls.
Incluye bibliografía.
ISBN : 978-980-6778-27-6
1. Participación comunitaria -Venezuela. 2. Promoción de la Salud.
3. Salud pública. 4. Atención primaria de salud. I. Lévy, Johanna Ed.
II. Malo, Miguel Ed. III. Ministerio del Poder Popular para la Salud
- Venezuela.
Directora de Gestión de Información del IAES: Carmen L. Ríos.
Concepto gráfico y diseño: Nadia Duque
Impresión: 1.000 ejemplares.
Impreso por:
Telf.:
www.iaes.edu.ve
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
IBLAContenido
DE CONTENIDO
Introducción..............................................................................................................05
Miguel MALO
1. MARCO HISTÓRICO Y POLÍTICO DE LA PARTICIPACIÓN EN SALUD
Salud y participación popular: hacia una ciudadanía plena
José León UZCÁTEGUI...........................................................................................17
De Alma Ata a Barrio Adentro. Una aproximación al sentido histórico de las
metamorfosis del discurso de la participación en salud en Venezuela.
Pedro Enrique ViILLASANA LÓPEZ.........................................................................31
2. LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR DESDE LA PERSPECTIVA DE
LOS ACTORES DEL SISTEMA DE SALUD PÚBLICA
Hacia un nuevo modelo de gestión social en salud: la iniciativa de la dirección regional
de salud del estado Trujillo, Fundasalud
Elizabeth LINARES HERNÁNDEZ & Jorge Pedro MANDL STANGL...................... 71
Implementación de un consejo comunal en una comunidad indígena: el caso de la
comunidad de Mosú del estado Monagas
Juan QUINTANA...................................................................................................... 87
3. INTERPRETACIONES DE LAS RELACIONES ESTADO – SOCIEDAD DESDE
LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Hacerse una persona comunitaria: relatos de las motivaciones y transformaciones en
los comités de salud de Barrio Adentro
Amy COOPER..........................................................................................................99
Desandando caminos… Una trayectoria de participación y crecimiento en un consejo
comunal de Aragua
Daisy CAMACARO GÓMEZ, María Cristina GONZÁLEZ MORENO.................... 115
Estrategias organizativas para la construcción del poder popular. Una interpretación
a la luz de tres experiencias comunitarias
Johanna LEVY........................................................................................................131
4. PRESENTACIÓN DE EXPERIENCIAS COMUNITARIAS DE PARTICIPACION
EN SALUD EN EL ESTADO TRUJILLO
Rumbo al desarrollo integral de la urbanización Coromoto
Marisol del Carmen CACERES BRICEÑO.............................................................171
Logrando juntos la construcción de un consultorio Barrio Adentro en la comunidad de
Mesa ColoradaYaritza BERRIOS, Magaly BRICEÑO, Maria Isabel DABOIN, Xiomara
GARCÍA, Domitila TORREALBA, Maria Yolanda VILLA ........................................181
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Capacitándose en Pampanito para la elaboración de proyectos
Blanca E. CEGARRA, Arelis C.FERNÁNDEZ & Amable GODOY.........................189
La experiencia comunitaria de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache
Yolanda GONZÁLEZ y Maria TROMPETERO ......................................................197
Promoviendo la salud mental en Morón
Armando J.RAMÍREZ M.........................................................................................205
Líneas de exploración para profundizar el debate sobre la construcción del poder
popular
Miguel MALO y Johanna LEVY...............................................................................217
AUTORES..............................................................................................................227
ACRÓNIMOS.........................................................................................................233
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Presentación
Por Miguel Malo1
LA PARTICIPACIÓN EN SALUD: UNA CUESTIÓN POLÍTICA
En el campo de la salud publica, el tema de la participación en salud ha sido
permanentemente considerado. Ya en 1978, la Declaración Mundial de Alma Ata
sobre Atención Primaria de Salud (Organización Mundial de la Salud [OMS], 1978),
que pasó a ser un referente sustancial para las políticas de salud en el mundo,
estableció algunos lineamentos relevantes al respecto.
En el literal IV, la Declaración plantea:
“El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud.”
Y en el literal VII, numeral 5, adiciona:
“La atención primaria de salud exige y fomenta en grado máximo la auto
esponsabilidad y la participación de la comunidad y del individuo en la planificación,
la organización, el funcionamiento y el control de la atención primaria de salud,
sacando el mayor partido posible de los recursos locales y nacionales y de otros
recursos disponibles, y con tal fin, desarrolla mediante la educación apropiada la
capacidad de las comunidades para participar.”
Sin duda, la Declaración de Alma Ata catapultó una serie de políticas, programas
y experiencias de participación en salud, que se sucedieron en el mundo y
particularmente en los países de nuestro continente, en cuya base estaba la asunción
de que la participación comunitaria debía ser un componente fundamental de la
organización de la atención a la salud. La participación pasaba a ser considerada
como derecho y deber, y como necesaria en todo el proceso de gestión desde la
planificación hasta el control de la atención de la salud.
Luego, en 1986 surge, como otro hito importante en la salud pública del mundo,
la Carta de Otawa de Promoción de la Salud, que plantea entre sus estrategias “el
reforzamiento de la acción comunitaria”, entendida de la siguiente manera:
“La promoción de la salud radica en la participación efectiva y concreta de la
comunidad en la fijación de prioridades, la toma de decisiones y la elaboración
y puesta en marcha de estrategias de planificación para alcanzar un mejor
nivel de salud. La fuerza motriz de este proceso proviene del poder real de las
comunidades, de la posesión y del control que tengan sobre sus propios empeños
y destinos. El desarrollo de la comunidad se basa en los recursos humanos y
materiales con que cuenta la comunidad misma para estimular la independencia
y el apoyo social, así como para desarrollar sistemas flexibles que refuercen la
participación pública y el control de las cuestiones sanitarias. Esto requiere un
total y constante acceso a la información y a la instrucción sanitaria, así como a
la ayuda financiera.”
Reforzando la idea inicial de la Atención Primaria de Salud (APS) de la Declaración
de Alma Ata, la Carta de Otawa avanza en la discusión de la participación al
relacionarla explícitamente con el tema del poder. Es decir, la participación no es
entendida solamente como el involucramiento en alguna acción sanitaria o en la
1 Médico sanitarista. Consultor Internacional de la Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud en el área de promoción de salud.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
gestión de la atención, sino como el real ejercicio de poder, tanto del individuo como
de la comunidad, sobre los procesos
están en juego en esa acción sanitaria
IBLA DEque
CONTENIDO
y sobre los propios recursos para esa acción, recursos que provienen del propio
individuo, de la comunidad o del Estado. Esto sin duda, traslada el asunto de la
participación en salud de la esfera meramente técnica, a una que tiene un carácter
eminentemente político.
Por último, queremos mencionar como un referente de fundamental importancia,
y que esperamos tenga una repercusión mundial aun mayor que la Declaración de
Alma Ata, lo que se menciona sobre participación en el Informe Mundial de la Comisión
de Determinantes Sociales (CDSS) (OMS, 2008). Los resultados de la CDSS sobre
los aspectos que determinan el perfil de salud y enfermedad de las poblaciones
demuestran, en efecto, con claridad que las inequidades sociales constituyen el
determinante sustancial de los problemas de salud.
Al respecto, entre las múltiples consideraciones que hace la comisión rescatamos
el texto siguiente:
“La desigualdad de las condiciones de vida está determinada por estructuras y
procesos sociales más profundos. Las desigualdades son sistemáticas y son
el resultado de normas, políticas y prácticas sociales que toleran o incluso
favorecen una distribución injusta del poder, la riqueza y otros recursos
sociales necesarios, y del acceso a éstos.”
Para enfrentar estas desigualdades, la CDSS plantea tres principios de acción,
del los cuales quisiéramos destacar el siguiente:
“Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos,
esto es, los factores estructurales de los que dependen las condiciones de vida,
a nivel mundial, nacional y local”.
Y este principio de acción implicaría, según la CDSS:
“Dar poder efectivo a todos los grupos de la sociedad mediante un sistema
de representación justo en los procesos de toma de decisiones relativos
al funcionamiento de la sociedad, en particular, en lo tocante a los efectos que
éstas puedan tener en la equidad sanitaria, y crear y mantener un marco de
participación social en la formulación de políticas.”
Desde la Declaración de Alma Ata sobre APS hasta el Informe de la CDSS, el
tema de la participación en salud ha estado presente en las agendas de salud pública,
tanto a nivel internacional como nacional. Ha sido un proceso de elaboración teórica,
con diversos niveles de implementación en los países que, en términos generales, ha
evolucionado desde una concepción inicial mayormente instrumental y ligada a los
servicios de atención a la salud, a un debate que hoy en día apunta a ampliar esta
concepción de la participación a la esfera de lo político. En efecto, el tema del poder
se ha tornado una categoría fundamental para el debate sobre esa participación,
que, además, ya no se debe limitar a la gestión del servicio de salud, sino que debe
ampliarse a todos aquellos aspectos que determinan las condiciones de salud y la
calidad de vida de una población.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
VENEZUELA: UN ESPACIO PRIVILEGIADO PARA DISCUTIR EL TEMA DEL
PODER Y LA PARTICIPACIÓN EN SALUD
La llegada al poder del presidente Hugo Chávez en 1999, y el consiguiente
proceso conocido como “revolución bolivariana de Venezuela”, ha significado en el
país el desarrollo de una dinámica social sin precedentes, que hace de Venezuela un
espacio privilegiado para discutir el tema del poder y la participación en salud.
Esta dinámica, en Venezuela, esta marcada, entre otros aspectos, por una
diversidad de expresiones de la participación de la población, así como por múltiples
esfuerzos desde el Estado por generar esos procesos y espacios de participación
nuevos en todos los niveles de su gestión.
Esto se ha manifestado desde el proceso mismo de elaboración de la Constitución
Bolivariana del 1999, que implicó un amplio marco de participación popular, hasta
la promulgación en 2006 de la Ley de los Consejos Comunales que reconoce el
derecho de la población a “ejercer directamente la gestión de las políticas públicas”
y su reciente reforma orientada a profundizar ese proceso de participación. Esos
procesos, tanto sociales como políticos, han ido reconfigurando en Venezuela el
carácter y los mecanismos de funcionamiento de la estructura del Estado, así como
las formas, los espacios y la naturaleza de su relacionamiento con la población.
En esta reconfiguración, consideramos que se conjugan dos aspectos
estrechamente relacionados que tienen particular relevancia para discutir la
participación en salud en Venezuela.
Por un lado, la enorme movilización de recursos del Estado y de la sociedad
venezolana procurando hacer realidad los derechos y deberes establecidos en
el texto constitucional para toda la población, y particularmente para aquella que
acumulaba la deuda histórica de pobreza e inequidad. Movilización generada de
forma masiva a través de las misiones sociales. Y por otro, la continua motivación
y la búsqueda de mecanismos desde el Estado para favorecer los procesos de
organización y participación de la población para el ejercicio del poder popular.
Los resultados logrados con las misiones (Ministerio del Poder Popular para la
Planificación y Desarrollo, 2008) dan cuenta de la importancia que las mismas han
tenido para mejorar las condiciones de vida de la población más pobre del país.
Cabe destacar, sobre todo en su inicio, la rápida difusión y amplitud en su cobertura
que las mismas consiguieron. Al respecto, consideramos que uno de los aspectos
estrechamente relacionado con su éxito ha constituido el involucramiento masivo de
la participación de la población en su gestión y desarrollo.
Esta participación se encuentra reflejada en varias instancias. Entre ellas, las
mesas técnicas de agua, las cuales han beneficiado a más de un millón 200 mil
personas con mil 95 proyectos y con una inversión de 236 millones de bolívares
fuertes” (Ministerio del Poder Popular para la Información y la Comunicación, s.f.).
Sobre este mismo modelo, se crearon para la electrificación las mesas de energía.
También resalta la experiencia de los comités de tierra urbana que para el año 2006
ya eran casi 6.000, con presencia en la mayor parte de los barrios pobres del país; las
casas de alimentación que suministran 150 comidas diarias a la población en riesgo
nutricional, situación de calle y desempleo, sirven a 900 mil personas diarias gracias
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
a 6.000 entidades en las cuales trabajan 30.000 mujeres voluntarias (Pimentel, 2008).
Y, desde la promulgación de la ley, los consejos comunales, que alcanzaban a cerca
de 40.000 en el 2008. En el 2009 se les transfirieron 2.906.906.853,32 Bs.F., los
cuales fueron destinados a la ejecución de 13.536 proyectos, elaborados por estas
organizaciones del poder popular (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y
la Economía Popular, s.f.).
Otros mecanismos de participación social se han implementado en el campo
socio productivo y de la economía popular procurando la participación directa de
los trabajadores en la toma de decisiones dentro de su ámbito de trabajo, como
por ejemplo las cooperativas de producción agrícola, las empresas en cogestión y
las empresas de producción social (Ministerio del Poder Popular para las Industrias
Básicas y Minería, s.f.).
En el sector de la salud en particular, es un ejemplo significativo de participación
lo sucedido en la implementación de la misión Barrio Adentro. La movilización
comunitaria, a través de la conformación y consolidación de los comités de salud, ha
constituido un factor decisivo en la fase inicial de la construcción de la red de atención
primaria en las zonas excluidas de las ciudades y del campo. Las experiencias
organizativas y de participación de las comunidades en salud permiten afirmar
que más allá de una misión humanitaria, Barrio Adentro era la fase embrionaria de
creación de la nueva institucionalidad pública en la cual la población asumía un papel
protagónico (Organización Panamericana de la Salud, 2006).
Sin embargo, esta dinámica que surge como fruto de la interacción de dos actores
principales, el Estado y las manifestaciones organizativas de la población, muestra en
su devenir las contradicciones propias de un proceso de transformación social. Por
un lado, una gestión de gobierno que procura con sus políticas gubernamentales un
estimulo permanente para la participación de su gestión, pero cuya implementación es
mediada por practicas burocráticas diversas, desde aquellas orientadas a fortalecer
la autonomía organizativa de la población a aquellas que no han cambiado relaciones
clientelares históricas; y la población, la cual responde a estos estímulos generando
en cada local formas y dinámicas de participación distintas, desde actitudes pasivas
clientelares hasta otras que se manifiestan como procesos de organización de las
comunidades encaminados hacia su empoderamiento y autonomía.
GÉNESIS DEL PROYECTO DE RESCATE
Considerando esta realidad, a partir del 2007 el Ministerio del Poder Popular
para la Salud (MPPS) acuerda con la Organización Panamericana de la Salud/
Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) explorar las posibilidades de
organizar un proceso de rescate de estas experiencias en el país. El objetivo de
este rescate: aportar elementos de reflexión que sirvan para el fortalecimiento de
las políticas de participación popular y para la consolidación de los propios procesos
autónomos de organización de las comunidades. Por otro lado, se pretende también
aportar, desde la experiencia venezolana, sobre estos temas claves de participación,
empoderamiento, y poder popular en salud, al debate regional en la salud pública.
Para acometer esta empresa, se genera un primer espacio de reflexión entre estas
dos entidades (MPPS y OPS/OMS) incluyendo, en aquel momento, al Ministerio del
Poder Popular para la Participación y Protección Social (actual Ministerio del Poder
Popular para las Comunas).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Las discusiones iniciales nos llevaron a dos puntos de consenso. Primero, este
tipo de abordaje implica trabajar con actores que están involucrados activamente
y comprometidos con los lineamientos generales de la política gubernamental en
el tema de la participación y la construcción del poder popular. Segundo, será un
abordaje más bien de carácter cualitativo, pues interesa básicamente rescatar y “oír”
lo que perciben y lo que sienten esos diversos actores.
Para ello, al establecer el marco referencial inicial de este trabajo nos apoyamos
en la propuesta de lo que Edmundo Granda denomina la “doble ruptura en salud
pública”. Debe reconocerse, dice Granda, “… que la problemática en salud pública
se presenta como un proceso que está dándose aquí y ahora. En efecto (…) la
problemática en Salud Pública vive como producto del ayer pero también como
emergencia del hoy y como deseo del mañana (…)…la investigación que este
momento se halla indagando sobre el aquí y ahora y sobre las causas del por qué
está así el problema, debe construir una metáfora, visión o propuesta sobre lo que se
desearía que sea la acción, con miras a establecer las fuerzas que aceptan y oponen
a dicha propuesta” (Granda, 2007).
En efecto, para iniciar este trabajo no partimos de la delimitación de un problema,
sino de la definición de una problemática: como trabajar mejor las políticas de salud
de manera que aporten en la construcción del “poder popular”. Esta problemática,
construida colectivamente por todos los involucrados, no es estática, sino que puede
irse moldeando y reorientando en el camino. Si bien se parte de algunos elementos
teórico-conceptuales de carácter general, lo que interesa es ir formulando ese marco
significativo del trabajo, que implica darle un sentido axiológico al mismo, enmarcado
en el compromiso para aportar en este proceso de construcción de la participación
que acontece en el contexto nacional.
A nivel metodológico, se opta por que la observación se convierta en un proceso
autoreflexivo, en el que ya no hay objetos observados, sino sujetos participativos
en un espacio de reflexión conjunto. El objetivo: fomentar una reflexión conjunta
orientada a la búsqueda de conocimiento para fortalecer los procesos sociales en
marcha.
En este mismo sentido, se asume la propuesta de sistematización de experiencias
que surge en América latina, en los años 70, desde colectivos comprometidos con
la educación popular y que luego será ampliamente asumida a partir de los años
90 por los movimientos populares del continente como herramienta metodológica
de investigación cualitativa y participativa. La sistematización “permite rescatar el
proceso, evidenciar cómo se ha actuado, analizar los efectos de la intervención en los
sujetos y el carácter de las relaciones que se han generado, sin por ello no considerar
el éxito o fracaso del proyecto en términos de resultados. Permite construir una visión
común sobre la experiencia vivida entre aquellos que la han protagonizado: aciertos,
errores, topes, posibilidades” (Verger i Planeéis, s.f.).
Una vez establecidos estos elementos de referencia para el trabajo, se buscaron
las experiencias que podían ser parte del mismo.
Iniciamos con un proceso de sistematización en dos espacios diferentes: por un
lado en el estado Trujillo, con el apoyo institucional de Fundasalud, y por otro lado en
Caracas, gracias al apoyo de la Secretaria de Salud de la Alcaldía Mayor. En ambos
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Experiencias para el debate
espacios, esta primera etapa de rescate de experiencias se hizo posible gracias
al compromiso y entusiasmo de las y los líderes de las organizaciones populares.
Aprovechamos este espacio para expresar nuestra profunda gratitud a los comités de
salud de Trujillo, así como al Frente Bolivariano de los comités de salud y contralores
sociales del Municipio Sucre y al equipo social y político de los Magallanes de Catia.
Agradecemos igualmente a la Licenciada Carmen Márquez quien acompañó y
enriqueció este proceso de sistematización en Caracas.
En un segundo momento, hicimos un llamado a los sectores institucionales y
académicos los cuales podrían enriquecer desde sus diferentes perspectivas las
experiencias sistematizadas.
La publicación que les presentamos es el producto de este doble proceso. Por
ello, podría decirse metafóricamente que la recopilación de artículos y experiencias
de esta publicación es producto de la “casualidad dirigida” . La casualidad esta dada
porque, en el contexto propio de una acelerada dinámica social que corresponde
a los procesos de transformación social del país, fueron varias y cambiantes las
instituciones involucradas en el trabajo a lo largo del camino. De hecho, el compendio
final presentado aquí no pretende tener un carácter de representatividad, sino que
más bien responde a la oportunidad que, por sus coyunturas particulares, permitió a
las personas e instituciones aportar a esta iniciativa.
La direccionalidad esta dada por tres principales elementos. El primero es el
“trazado de cancha” inicial que mencionamos arriba: una opción por metodologías
cualitativas que permitan “oír” a los actores, lo que significó, en primer lugar, oír a
aquellos que estaban involucrados directamente y comprometidos en este proceso de
construcción del poder popular. Hemos conseguido, en ese sentido, una participación
triple: las y los dirigentes comunitarios de base que son el sustento profundo de esos
procesos de participación, los actores institucionales y los actores académicos.
El segundo elemento de direccionalidad esta dado por la temática. Consideramos
importantes tres aspectos: una aproximación histórica y conceptual que nos
permita una contextualización de la reflexión; una aproximación a los procesos de
participación en la perspectiva de las ciencias sociales y, una voz de los propios
actores, comunitarios e institucionales, que nos brinda esa percepción privilegiada
directa de los principales protagonistas de este proceso.
El tercer elemento de direccionalidad ha sido tratar de recoger dos realidades
diversas. Una de la gran Caracas, por su relevancia como mayor concentración
urbana y eje político del país. Y otras regionales, que den cuenta de los procesos en
el interior del país.
La recopilación que presentamos en esta publicación es producto, entonces, de la
riqueza surgida de esta “casualidad dirigida” cuyo objetivo es servir de insumo para
el debate nacional orientado a fortalecer los procesos de participación y construcción
del poder popular en salud.
ORGANIZACIÓN DE LOS APORTES Y LAS EXPERIENCIAS
La hemos dividido en cuatro partes:
En la primera parte, se presenta un abordaje conceptual e histórico del tema de la
participación, con el afán de contextualizar su discusión.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Para ello, el artículo inicial “Salud y participación popular: hacia una ciudadanía
plena” de José León Uzcátegui, presenta una aproximación conceptual al tema de
la participación en salud. Muy acertadamente, el autor diferencia los distintos tipos
de participación en salud y les relaciona con las concepciones de salud y con las
opciones sobre el rol del Estado que las determinan. Acaba el artículo proponiendo
algunas condiciones necesarias desde la institucionalidad del Estado para que se
pueda realmente generar un proceso de construcción del poder popular en el sector
de la salud.
Entrar a debatir el tema de la participación en salud en Venezuela, sin considerar
la historia seria una empresa inconclusa. Pues es ese referencial histórico el que
ayudara a entender las diversas manifestaciones de la participación en las últimas
décadas de la salud pública venezolana y, sobre todo, aquellas recientes como las
que están siendo referidas en este trabajo. Por eso, se incluye a continuación el
trabajo de Pedro Villasana, “De Alma Ata a Barrio Adentro, una aproximación
al sentido histórico de las metamorfosis del discurso de la participación en
salud en Venezuela”, que desde una perspectiva de compromiso académico con
la “revolución bolivariana” presenta una revisión histórica de los escenarios de la
participación en salud en el país. El autor analiza los elementos coyunturales
que condicionan las propuestas internacionales en el campo de la salud pública,
comenzando por la declaración de atención primaria de salud y el consenso de
Washington. Nos lleva luego el autor a revisar lo que significó la reforma neoliberal
del Estado como nuevo hilo conductor que entrelaza los aspectos de participación,
descentralización y privatización en el ámbito de las políticas de salud en Venezuela.
En ese marco, aborda el papel que han jugado las ONG en lo que llama “el secuestro
de la participación”. Finalmente analiza lo que ha significado Barrio Adentro como un
nuevo escenario para la participación, pero que no está exento de confrontación.
La segunda parte de esta recopilación presenta una perspectiva desde la
institucionalidad del Estado, que comprometida con el proceso, pretende adecuar
sus estructuras y funcionamiento de tal forma de adaptar sus espacios y mecanismos
a las directrices políticas generados desde el nivel central del MPPS.
Jorge Mandl y Elizabeth Linares, en su artículo “Hacia un nuevo modelo de
gestión social en salud: La iniciativa de la dirección regional de salud del
estado Trujillo”, hacen una descripción analítica de este proceso ocurrido con la
Dirección General de Programas de la Dirección Regional de Salud de Trujillo. El
proceso descrito por Jorge y Elizabeth muestra el esfuerzo para esa adecuación
tanto estructural como funcional de la institución para un mayor acercamiento a las
comunidades “como estrategia fundamental de acción”. Como explican los autores,
parte de este esfuerzo significa la incorporación de la organización comunitaria,
en este caso los comités de salud y los consejos comunales, en todo el proceso
de gestión, desde su “participación en los diagnósticos, definición de prioridades,
asignación de recursos hasta la contraloría social en los proyectos implementados
por la institución de salud”. El artículo acaba con un análisis de lo que deberían ser
los cambios institucionales para garantizar la participación haciendo énfasis en los
aspectos culturales hegemónicos, tanto institucionales como comunitarios, que no
favorecen esta participación.
A continuación, el artículo “Implementación de un consejo comunal en una
comunidad indígena: el caso de la comunidad de Mosú del Estado Monagas”,
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
de Juan Quintana, aborda la problemática de la participación en una comunidad con
características particulares por ser una comunidad indígena y viviendo un intenso
proceso de “transculturación”. En este contexto se identifica la importancia de
incorporar en la práctica institucional consideraciones de carácter cultural cuando
se trata de implementar propuestas de participación. A pesar del avance en el
marco jurídico respecto de los derechos ancestrales de las poblaciones indígenas,
Juan establece claramente la insuficiencia del mismo, al no ir acompañado de un
proceso de sensibilización y capacitación del personal institucional a cargo de las
intervenciones en estas poblaciones.
En la tercera parte, los artículos de Amy Cooper, María Cristina González y Daisy
Camacaro, y Johanna Levy presentan una mirada de los procesos de participación
y empoderamiento de los individuos y las comunidades desde la perspectiva de las
ciencias sociales.
El trabajo de Amy, “Hacerse una persona comunitaria: relatos de las
motivaciones y transformaciones en los comités de salud de Barrio Adentro”
va desvelando las motivaciones para el trabajo voluntario a partir de un abordaje
etnográfico. De manera interesante, muestra que factores como la oportunidad de
participar en un emprendimiento de la magnitud de Barrio Adentro, sumada al discurso
oficial, principalmente del Presidente Chávez, desencadenan esa participación. Amy
nos dice: “Todos los que entrevisté me dijeron que su participación en el sector de
la salud comunitaria había sido posible solamente gracias a la inspiración personal
y el empoderamiento promovido por el Presidente”. A lo largo del relato, este es un
elemento que se refuerza: la apertura del Estado se convierte en un eje sustancial
para motivar la participación. Profundizando el análisis de los elementos que motivan
esta participación voluntaria en los comités de salud, destaca el hecho de que esta
motivación, generada por este espacio-oportunidad abierto desde el Estado, es
percibida como un compromiso solidario con la propia comunidad. Este compromiso
responde a un imaginario de estos y estas actoras que construyen su paso de ser
individualistas a ser “una persona comunitaria”.
En el caso del texto de María Cristina y Daisy, “Desandando caminos… Una
trayectoria de participación y crecimiento en un consejo comunal de Aragua”, se
incorpora una perspectiva de género enfatizando la construcción de esa participación
desde el ser mujer. El trabajo que nos ofrecen las autoras nos lleva a “desandar el
camino” de una mujer de la comunidad en su entrada al espacio público y a su
reivindicación de ciudadanía, camino en el que se va configurando una forma de
participación marcada por su identidad femenina. Como explican las autoras, la
motivación fundamental para la participación nace de una perspectiva solidaria, que
si bien muestra algunos rasgos de ese patrón tradicional de lo femenino cuidador
subordinado, encuentra en su caminar un contexto favorable para el desarrollo de
nuevos procesos autónomos y emancipatorios. De hecho, el artículo nos presenta
también esas condiciones externas, particularmente en lo que se refiere al avance
en políticas de equidad de género, que favorecen esa participación de la mujer
en condiciones de autonomía y autoafirmación. María Cristina y Daisy señalan
finalmente la necesidad de fortalecer esas propuestas que permitan la equidad sin
discriminaciones en el marco de un Estado socialista.
El artículo de Johanna, “Estrategias organizativas para la construcción del
poder popular - Una interpretación a la luz de tres experiencias comunitarias”,
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
es producto de un abordaje cualitativo de tres experiencias de participación en salud
muy diferentes por su contexto y su desarrollo histórico. El artículo esta mayormente
orientado a interpretar como se van dando las relaciones entre los espacios
comunitarios de organización y las políticas públicas que están mediadas por la
institucionalidad local, con la cual se relacionan las comunidades. Es un proceso
rico en matices que muestran los diversos acontecimientos que van configurando
esa doble dinámica de correlación y determinación entre el Estado y la sociedad.
Dinámica en la que se destaca la habilidad y la capacidad de adaptación del
espacio de organización comunitario a las diversas circunstancias que le presenta
la institucionalidad del Estado. A pesar de su diversidad, estas experiencias apuntan
a una reflexión común sobre la necesidad que se genera de seguir consolidando
el marco legal y normativo de la participación, para, entre otros fines, establecer
espacios organizativos representativos de las comunidades que puedan ejercer la
participación en los distintos niveles de gestión del Estado.
La cuarta parte presenta directamente la palabra de las y los actores comunitarios
en un espacio específico del territorio venezolano: el estado Trujillo, donde el proyecto
de sistematización que planteamos inicialmente consiguió un óptimo desarrollo
gracias al desempeño de la dirección regional de programas de Fundasalud. En
los cinco artículos: “Rumbo al desarrollo integral de la urbanización Coromoto”
de Marisol del Carmen Cáceres Briceño; “Logrando juntos la construcción
de un consultorio Barrio Adentro: la experiencia de la comunidad de Mesa
Colorada” de Yaritza L. Berrios, Maria Isabel Daboin, María Yolanda Villa, Magaly
B. Briceño, Domitila Torrealba, Xiomara Garcia; “Capacitándose en Pampanito
para la elaboración de proyectos” de Blanca E. Cegarra , Arelis C. Fernández,
Amable Godoy; “La experiencia comunitaria de la mesa técnica de salud de la
parroquia Carache” de Yolanda González y María Trompetero; y “Promoviendo la
salud mental en Morón”, de Armando J. Ramírez M.; los miembros de los comités
de salud y consejos comunales relatan sus experiencias para enfrentar distintos
problemas de salud. Resultan de inigualable valor para entender la problemática de la
participación, sus manifestaciones organizativas a nivel comunitario y sus relaciones
con las instituciones del Estado.
Finalmente, se plantean una serie de reflexiones a modo de conclusión que quedan
como “puestas sobre el tapete” para profundizar el debate sobre este interesante
proceso que vive Venezuela y que significa un aporte para entender ese salto
cualitativo “de la participación a la construcción del poder popular en salud”.
13
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Referencias
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una propuesta para el análisis y la recreación de la acción colectiva desde
los movimientos sociales. Extraído el 03 de marzo de 2008 de: http://www.
alforja.or.cr/sistem/documentos/sistemat_verger.pdf
14
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
15
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Salud y participación popular: hacia una ciudadanía plena
Por José León Uzcátegui1
Participación es uno de los términos más utilizados hoy por todos los sectores,
de todas las tendencias, casi como un remedio para todos los males sociales. Hasta
el Banco Interamericano de Desarrollo (s.f.) publicó un manual sobre participación
comunitaria y los pontífices del neo-liberalismo también hacen llamados a la
participación comunitaria (Cunill, 1991). Claro, una participación dirigida a lograr
eficiencia, productividad, y otros criterios que hacen de la salud una mercancía.
Con miras a promover la reflexión sobre el tema, se presenta, en primer lugar, tres
enfoques de participación en el momento actual: el neo-liberal, el reformista, y el
social, alternativo o progresista. En un segundo lugar, se expone una aproximación a
una definición que denominamos participación ciudadana, en la perspectiva de una
ciudadanía plena; finalmente se caracteriza algunos requisitos que debe implementar
el Estado y conquistar el movimiento popular para el ejercicio de la participación
ciudadana y la construcción del poder popular en el campo de la salud.
1. TRES ENFOQUES SOBRE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN SALUD
Sin pretender agotar el tema, y sin que se trate de una clasificación, nos parece útil
para promover la reflexión sobre la participación ciudadana en salud presentar muy
esquemáticamente los tres enfoques que en nuestra opinión son los preponderantes
en estos últimos años y en nuestros países. Así, expondremos las características del
enfoque neo-liberal, del enfoque reformista, y del enfoque social.
1.1 El enfoque neo-liberal
El enfoque neo-liberal o conservador, concibe la participación ciudadana en
salud como un asunto de carácter técnico y administrativo, por lo cual asume que la
participación de la comunidad debe colocar el énfasis en la ejecución y administración
de los servicios de salud, contribuyendo al financiamiento de los mismos, participando
en tareas administrativas, promoviendo supuestos mecanismos de auto-gestión o de
cogestión como formas disfrazadas de privatización a través del cobro directo a los
pacientes, quienes son considerados como clientes. Promueve el “voluntariado” y la
“co-responsabilidad” entendida en el sentido de hacer responsable a la población de
los problemas (culpabilizar a la víctima) de la comunidad con lo cual se logra mano
de obra gratuita o a muy bajo costo.
El concepto de salud que maneja este enfoque la reduce a lo curativo, a la salud
como enfermedad y como una responsabilidad individual. Asume la salud como
atención médica reparatoria. Este modelo de atención coloca el énfasis en lo curativo,
individual y de predominio hospitalario. La salud es vista y asumida como un bien de
consumo, como una mercancía: cada quien tendrá la salud que pueda pagar, y quien
no tenga capacidad de pago será responsabilidad de la beneficencia pública a través
de políticas focalizadas del Estado. En este enfoque el saber aceptable es el saber
médico–científico (racional – positivista – naturalista), con lo cual no cuestiona el
poder ni el saber que encierra la racionalidad técnica dominante (Almeida & Silva,
1999).
1 Médico-psiquiatra. Fundador de la Coordinadora Nacional de Participación Comunitaria en Salud CONSALUD (Venezuela).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La participación de la comunidad en los organismos sanitarios de decisión no va mas
allá de opiniones o recomendaciones,
la representación comunitaria es minoritaria
IBLA DEy CONTENIDO
y/o simbólica. La relación con el Estado es subordinada o dependiente. Asume que lo
público es del Estado, a través del gobierno de turno. En definitiva, la participación de la
gente es vista como una cuestión de “gobernabilidad”.
1.2 El enfoque reformista
En la segunda perspectiva de participación ciudadana en salud, que denominamos
propuesta reformista, impulsada por sectores o gobiernos liberales o socialdemócratas,
apoyados por organismos internacionales (Organización Panamericana de la Salud,
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Banco Interamericano de
Desarrollo,…), encontramos algunas características comunes: el lenguaje y términos
utilizados enfatizan la propuesta del desarrollo humano y/o sustentable, la necesidad de
la inversión en capital humano y en capital social, así como el necesario fortalecimiento
de la democracia.
Este enfoque coloca el énfasis de la participación de la comunidad en actividades
de prevención de enfermedades, rehabilitación de los enfermos, y en promoción de la
salud. Así, la comunidad debe participar en campañas de vacunación, recuperación o
mantenimiento de instalaciones sanitarias, educación sanitaria en general, apoyo en
labores de saneamiento ambiental, tareas dirigidas a la “recuperación de fondos” o
búsqueda de financiamiento para el funcionamiento de servicios o centros asistenciales
de salud.
Vincula la participación comunitaria a la descentralización; coloca a los actores
institucionales (gobierno central, estadal o municipal) en el centro y protagonismo de
los proyectos comunitarios; los proyectos que impulsa ubican el acento en mecanismos
como la autogestión, cogestión, trabajo voluntario u otros similares que constituyen
mecanismo disfrazados de privatización.
Este enfoque se enmarca en una propuesta de reforma del Estado acompañada de
una mayor eficacia del gasto público; plantea que la política social del Estado debe estar
destinada a aliviar los efectos regresivos de las políticas macroeconómicas, por lo que
se debe focalizar el gasto público en los sectores más pobres y en poblaciones de alto
riesgo; cuestiona el modelo neo-liberal, pero no va más allá de formular propuestas como
la de “capitalismo con rostro humano”, “combinar Estado y mercado con justicia social”,
o “armonizar los intereses del Estado, el mercado y las diferentes comunidades”. Llega
hasta plantear un “nuevo contrato social en salud” fundamentado en “la planificación
local participativa” como instrumento que promueve la articulación social para impulsar
el desarrollo económico con equidad, la participación social y la “gobernabilidad en
democracia”, todo ello restringido a los espacios locales.
1.3 El enfoque social, alternativo o progresista
Un tercer enfoque de la participación ciudadana en salud, que hemos denominado
social, alternativo o progresista, tiene las características que describimos a continuación.
Asume la participación de la comunidad en el sector salud como un proceso de
construcción de ciudadanía; rechaza la consideración de las personas como clientes, y
reivindica en cambio su condición de ciudadanos en tanto sujetos de derechos (Palma,
1994).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Asume la concepción de salud como derecho social, derecho humano, y responsabilidad
del Estado, considerando la salud como un bien público; conceptualizando la salud
como calidad de vida y bienestar, con una visión holística, integral, con énfasis en
la promoción de la salud y de la vida, considerando los aspectos social, histórico,
político y cultural del proceso salud-enfermedad. Reivindica el saber popular sin
despreciar el saber científico, caracterizando esta relación como un “encuentro de
saberes” (Coordinadora Nacional de Participación Comunitaria en Salud [Consalud],
2001).
A la participación comunitaria le asigna un carácter político, dirigido a lograr la
democratización-redistribución del poder; promueve la provisión pública de los bienes
públicos, regida por los principios de universalidad y gratuidad, impulsando una
política anti-privatizadora; concibe la participación de la comunidad en las funciones
de formulación de políticas, planificación, supervisión, control y evaluación; propone
la democratización del saber, incorporando y reconociendo el saber popular; plantea
como mecanismo de participación la rendición de cuentas, la revocatoria del mandato,
la contraloría social, la asamblea de ciudadanos, cuyas decisiones tengan carácter
vinculante; se plantea una relación con el Estado que no comprometa la autonomía
del movimiento comunitario, que no permita la cooptación y la dependencia respecto
al aparato gubernamental ni con los partidos políticos, aunque no asume una
posición anti-política (Harnecker, 2003). Por el contrario se plantea la re-significación
de la política y el ejercicio democrático, público, de la política; asume que lo público
es de la gente, y que su objetivo es la consecución de la democracia participativa
y protagónica real; se plantea la ciudadanía, como efectivización de los derechos
sociales, además de los civiles y políticos (Valla, 1999).
Es solamente partiendo de este enfoque que puede trabajarse la construcción del
poder popular.
El cuadro siguiente ofrece una síntesis comparativa de los tres enfoques.
Enfoque
Características
Concepto de
participación
que utiliza
Neo-liberal
Reformista
Social-progresista
Utilitaria.
Énfasis en la ejecución
y administración de
los servicios de salud,
para que “ayuden”
a financiarlos.
Participación dirigida
a la privatización.
No hay participación
en las decisiones.
Participación formal.
Participación de
la comunidad en
prevención de
enfermedades,
rehabilitación
de enfermos o
promoción de
salud (vacunación,
recuperación de
instalaciones
sanitarias,
saneamiento
ambiental…).
Protagónica.
Proceso de construcción de ciudadanía.
Participación política
dirigida a la democratización-redistribución
del poder a todos los
niveles de gestión, en
todos los momentos de
la elaboración/ejecución de las políticas.
19
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Enfoque
Características
Concepción de salud
que promueve
Neo-liberal
Reformista
Social-progresista
Asunto de carácter
técnico y administrativo.
Salud vista como
enfermedad.
Se centra en lo
curativo, individual y
hospitalario.
Salud como bien
individual, bien de
consumo, mercancía.
Concepto abstracto,
ahistórico.
Salud como prevención de enfermedades, rehabilitación
de enfermos, y “promoción de salud”.
Multicausalidad.
Salud como fenómeno social, histórico y
cultural.
Salud como derecho social, derecho
humano, bien público.
Universalidad y gratuidad. Responsabilidad
del Estado.
Saber médicocientífico (racionalpositivistainstrumental).
Parecido al enfoque
neo-liberal.
Cuestiona las
relaciones de saber y
de poder.
Plantea la
democratización del
saber, el encuentro de
saberes.
Reconoce el saber
popular.
Relación subordinada o dependiente de
la población respecto
al Estado.
Propone la privatización de los servicios
de salud.
Desvalorización del
papel del Estado.
Relación paternalista, asistencialista detrás de una supuesta
complementariedad
Estado / Sociedad.
Autonomía de la
sociedad respecto al
Estado.
Corresponsabilidad.
Relación de iguales.
Función contralora del
pueblo organizado.
Valorización del Estado
en una perspectiva
antiprivatizadora.
Ciudadanía como
“derechos sociales”
nominales, no
ejercidos, retóricos y
declarativos.
Ciudadanía
“limitada”, controlada
desde arriba.
Cooptación.
Ciudadanía plena.
Plantea efectivizar los
derechos sociales,
además de los civiles y
políticos.
Relaciones de
dominación y control
de la población.
Propuestas de
la población no
tomadas en cuenta.
Relaciones
Impregnadas de
paternalismo,
asistencialismo,
populismo.
Decisiones de la
población acogidas
con carácter de
recomendaciones o
sugerencias.
Relaciones de
igualdad. Papel
contralor de la
sociedad. Se asume
el pueblo como
poder constituyente.
Decisiones de la
población con carácter
vinculante.
Concepción del saber que utiliza
Relación Sociedad/
Estado
Concepción de
ciudadanía
Modelo
de relaciones de
poder subyacentes
20
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Enfoque
Características
Discurso político
Protagonismo
Usuarios
Representantes más
significativos
Neo-liberal
Reformista
Social-progresista
“Cada quien es
responsable de su
salud”.
Culpabilización de la
víctima.
“Todos somos
responsables”.
Necesidad de
reformar el Estado;
para lograr una
mayor eficacia
del gasto público.
“Desarrollo humano
y sustentable”.
Invertir en “capital
humano” y
“capital social”.
“Gobernabilidad”.
Poder popular.
Democracia
participativa y
protagónica.
Se propone la
democracia real.
Prevalece el rol
del sector privado.
Posición antiestatista.
Gobierno como
protagonista.
Pueblo como
protagonista.
Clientes.
Pacientes.
Ciudadanos (sujetos
de derechos).
Gobiernos con
proyectos neoliberales.
Gobiernos liberales
o socialdemócratas
apoyados por
organismos
internacionales (BID,
PNUD, OPS).
Gobiernos progresistas. Organizaciones
populares.
En síntesis, podemos afirmar que la participación popular en salud no es
un problema de carácter técnico sino político. No discriminar las formas de
los contenidos nos puede llevar a una práctica conservadora con discursos
progresistas. La participación ciudadana en salud debe ser asumida hoy como
parte del proceso de construcción de ciudadanía, en la lucha por alcanzar una
ciudadanía plena para nuestros pueblos.
2. HACIA UNA DEFINICIÓN DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Aunque los términos participación social, participación comunitaria y
participación ciudadana se utilizan indistintamente, tienen significados y
connotaciones diferentes que por razones de espacio no vamos a exponer ahora.
Nos limitaremos a formular una aproximación a una definición de participación
ciudadana que hemos adoptado por considerarla la más pertinente. Entendemos
por participación ciudadana el proceso de intervención de las personas en los
asuntos públicos, respecto al Estado, en tanto sujetos de derechos que se proponen
hacerlos efectivos, definición asumida desde el enfoque social. Esta participación
se lleva a cabo de manera voluntaria, consciente y organizada, asumiendo la
ética del bien común, y planteándose la redistribución del poder en la sociedad.
El impacto de tal intervención se mide en los niveles de auto-organización social y
política que alcance la población, así como en el nivel de control social-comunitario
de la gestión pública.
21
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Cuando esbozamos esta definición de la participación ciudadana, estamos
haciendo referencia a las siguientes características:
1. Entiende la participación ciudadana no como un asunto estático y lineal,
sino como un proceso de acción social dinámico, dialéctico, que supone avances,
altibajos y retrocesos.
2. La participación ciudadana es entendida como una acción, una intervención
directa, que se propone incidir en la realidad social para transformarla.
3. Este modelo de participación se lleva a cabo por personas, sin distingo de
ninguna especie, sin ningún tipo de exclusión; se realiza colectivamente, y en caso
de efectuarse de manera individual debe estar vinculada o otros individuos, grupos
o redes.
4. Su acción se lleva a cabo en actividades públicas, entendiendo por público
lo que es de todos, lo que pertenece a todos, a toda la colectividad; lo público es
el campo de la sociedad civil y de la sociedad política (Uzcátegui, 2001) en tanto
todo lo que es estatal es público, aunque no todo lo público es estatal (Bresser &
Cunill, 1999). Se trata de un proceso de construcción histórico y político respecto al
Estado.
5. En este modelo de participación las personas son sujetos de derechos: son
y se saben sujetos, no objetos, portadores de derechos inalienables, derechos
individuales (civiles y políticos) y sociales (salud, educación, vivienda, empleo,
ambiente sano, recreación,…), que deben ser garantizados por el Estado.
6. La acción que realizan mediante la participación ciudadana está dirigida
a efectivizar tales derechos, es decir no se trata de una proclama abstracta del
deber ser; es actuar para que se hagan realidad; sus actores se asumen como
seres senti-pensantes que actúan, exigiéndole al Estado el cumplimiento de su
responsabilidad en tanto garante del bien común, administrador de lo público.
La participación ciudadana implica asumir la ciudadanía como derecho a tener
derechos, pero también a actuar para lograrlos.
7. La participación ciudadana se lleva a cabo de manera voluntaria, esto es, que
tiene un carácter volitivo, sin coacción, no es impuesta, ni cooptada, ni manipulada.
Es consciente, intencional, con conocimiento de las razones y fines; y es organizada,
bajo cualquier modalidad que libremente decidan quienes participan.
8. Este modelo de participación antepone la ética del bien común, pues asume
una ética ciudadana a la cual le da primacía ante los intereses propios, privados
y ante el individualismo egoísta, pregonado por el pensamiento liberal y neoliberal. Reivindica como sus valores: el bien común, la solidaridad, el altruismo,
la responsabilidad y el compromiso social, y se plantea el fortalecimiento de lo
público.
9. La participación ciudadana propone la redistribución del poder, pues su
accionar no es visto en un sentido técnico o administrativo, sino con carácter
político, esto es, referido al poder en la sociedad. Se propone la democratización
del poder, y del saber en tanto saber-poder.
22
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
10. El impacto de su acción se mide en los niveles de autoorganización social
y auto organización política, preservando su autonomía respecto al Estado y
su independencia respecto al partidismo y a la politiquería, como metas que logra
alcanzar la población, en cada ámbito o sector donde se desenvuelve.
11. Este modelo de participación plantea el control social de la gestión pública:
es decir, propone ejercer el poder sobre lo público, sobre el manejo y administración
de lo público, en manos del Estado, quien lo administra a través del gobierno,
cualquiera sea su forma; para objetivizar tal control de lo público utiliza diversos
mecanismos, como por ejemplo: la contraloría social, la rendición de cuentas
obligatorias y periódicas a la que deben estar obligados los funcionarios públicos,
electos o no; la revocatoria del mandato, de quien habiendo sido electo no cumple,
o no es competente, en el ejercicio de las funciones para las que fue designado;
el referéndum, en sus diversas modalidades; la asamblea de ciudadanos, cuyas
decisiones sean de carácter vinculante para todo funcionario público en el ámbito de
la competencia específica, entre otros.
Planteada de esta manera la participación ciudadana se opone de manera
categórica a la concepción conservadora, individualista y mercantil, que propone el
enfoque neoliberal, y constituye lo que denominamos ciudadanía plena.
3. LOS REQUISITOS DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN SALUD
Para el ejercicio de la participación ciudadana en el campo de la salud, concebida
en los términos expuestos anteriormente, se debe cumplir con algunos requisitos.
Tales requisitos no están dados, ni los otorga gobernante alguno por vía de gracia;
son conquistas del movimiento popular en su lucha por construir ciudadanía.
El caso venezolano es un buen ejemplo de cómo en los años 80 y 90 se desarrolla
el enfoque reformista y neoliberal (Carquez & Uzcátegui, 1995), para luego, a partir
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en el año 1999,
se da inicio, con un marco legal, político y social al intento de impulsar el enfoque
social.
Se considera que si no se cumple con los requisitos presentados a continuación
correríamos el riesgo de hacer de la participación ciudadana, aún en manos de
gobiernos que se denominan progresistas, un discurso retórico y con frecuencia
manipulador.
El primer requisito es el marco jurídico de la participación. A pesar de no ser
garantía de participación ciudadana por sí solo, sin duda, conforma un soporte legal,
un marco de referencia que puede favorecerla. Insistimos en que esta no debe
concebirse como una concesión o dádiva “desde arriba”, sino debe ser producto de
la lucha del movimiento popular y en consecuencia una conquista que se consagra
en un instrumento legal, y en cuyo contenido se deben incluir asuntos como la
creación de los espacios y de los organismos en los cuales haya una representación
mayoritaria o exclusiva, a todos los niveles y en todos lo momentos de la política
pública de salud, de la participación popular. Lograr la inclusión, en la Constitución y
en una ley, de la salud como derecho social y como bien público, de la universalidad
con equidad, de la seguridad social para todos los habitantes del país, y del derecho
a la participación, sin duda son logros importantes; pero además es una necesidad la
23
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
aprobación de normas, decretos, resoluciones, a nivel nacional, regional, o municipal,
que establezcan los mecanismos, procedimientos, instancias en las cuales se
plasmen los avances y los logros del movimiento popular en el campo de la salud.
Se debe exigir la discusión pública de tal normativa legal, reclamar la participación
de la comunidad en los debates, la recolección de firmas para proponer instrumentos
jurídicos que favorezcan las aspiraciones del movimiento popular, entre otros
mecanismos de participación y movilización. De no ser así el marco jurídico puede
convertirse en una camisa de fuerza para el movimiento popular. Con frecuencia la
legislación es un espejismo, pues establece normas que en su letra favorecen a la
población pero su interpretación está sujeta a las leyes del mercado: están a favor o
en contra de quien pueda pagar la interpretación que convenga. Si una legislación
no sirve para hacer avanzar el proceso de cambio, lo que hay que cambiar es la ley.
El marco jurídico debe convertirse en instrumento de legalidad del poder popular en
construcción.
En segundo lugar, deben crearse espacios y mecanismos que garanticen el
ejercicio de la participación en las instituciones. Tales espacios deben abarcar
todos los niveles de la estructura gubernamental, es decir, desde lo comunal, municipal,
departamental, estadal o provincial, hasta lo nacional. Tal participación debe darse
en todos los momentos del proceso de formación y formulación de las políticas
públicas: en el diseño, planificación, ejecución, supervisión, evaluación, control, y en
el seguimiento para garantizar su realización. Todo ello debe tener un sustento legal,
garantizando una representación mayoritaria de representantes comunitarios. Tales
representantes deben estar sujetos a los mecanismos de la democracia participativa
o radical tales como la rendición de cuentas y la revocatoria del mandato. Asimismo,
las decisiones de los organismos que se crean deben tener carácter vinculante, esto
es, que sean de cumplimiento obligatorio para todo funcionario público de cualquier
nivel, en el ámbito de competencia del asunto que corresponda. Se trata de construir
una democracia popular, participativa y protagónica, desde el nivel local, controlada
por el pueblo. Hagamos nuestra la consigna zapatista: “Aquí manda el pueblo y el
gobierno obedece”.
En tercer lugar, se debe apoyar, facilitar y financiar los recursos humanos y
materiales que se requieran para un programa masivo de formación-capacitación
de la comunidad y de sus líderes, cuidando que el movimiento popular mantenga
la autonomía y control sobre tal proceso formativo. Con frecuencia los técnicos y
expertos de la burocracia gubernamental y de los centros académicos pretenden
imponer contenidos, metodologías y procesos que se corresponden con sus saberes
y prácticas, casi nunca coincidentes con las necesidades del movimiento popular.
El financiamiento de la capacitación se condiciona con frecuencia a que la gente
aprenda lo que la burocracia quiere enseñar, con sus estilos, y sus concepciones. En
todo caso la capacitación tiene que ser un proceso de negociación, de concertación,
en el cual se produce un encuentro de saberes, en el cual los diseños de los cursos,
su contenido, las metodologías, deben ser elaborados conjuntamente. En el mejor
de los casos los expertos no debieran ser más que facilitadores de procesos de
aprendizaje, acompañantes de experiencias de las cuales también ellos van a
aprender. Es cierto que sin educación no hay participación, pero asimismo es cierto
que la educación descontextualizada, libresca, repetitiva y tradicional, conduce a
generar mayor dependencia y reforzar la dominación. Necesitamos una educación
liberadora, una educación para la vida, aprender haciendo (educ-acción), una
investigación para la acción (investig-acción), basadas en los nuevos paradigmas
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
educativos que rompen con la concepción “bancaria” (Freire, 1999) castradora,
que hemos tenido hasta ahora en nuestros países.
En cuarto lugar, se requiere contar con la voluntad política real de
quienes conducen y gerencian los procesos de cambio desde las instancias
gubernamentales, a todos los niveles. Insistimos en que la voluntad política sea
real pues ha sido característico de innumerables líderes y gobernantes hacer de la
participación un discurso demagógico, lo cual es extremadamente fácil. Lo difícil es
atreverse a darle poder al pueblo, a ceder en los privilegios que concede el poder,
a salir de las oficinas y colocarse al mismo nivel de la gente común, para hombro
a hombro echar a andar el proceso de cambio. Estas son, lamentablemente,
las excepciones. En verdad, ha sido una norma histórica que los gobernantes
no otorguen ni concedan poder ni derechos al pueblo. Los derechos y el poder
se conquistan; los conquista el pueblo organizado. Allí está la historia universal
para demostrarlo. Lo que también es cierto es que la historia, hasta ahora y en
la mayoría de los casos, ha sido escrita por quienes narran los hechos desde la
perspectiva de la dominación. Ya se encargará el pueblo, en su momento, de
reescribirla.
El último requisito, no por ello el menos importante, por el contrario es en
buena medida la pre-condición de los demás, es el de alcanzar la autonomía
del movimiento popular, autonomía respecto al Estado, e independencia
respecto a la perversión de la política, de la politiquería y el partidismo; partidos
devenidos en utilización personal, privada y lucrativa del ejercicio de la política.
De allí se desprenden tareas de gran envergadura para el movimiento popular:
resignificar la política, rescatándola para su ejercicio colectivo; rescatar lo público,
privatizado por un Estado apropiado privadamente por negociantes y mercaderes;
desburocratizar el Estado, construyendo una nueva ética del funcionario público y
ejerciendo el control social y comunitario de la gestión pública en el sector salud.
Estos son algunos elementos claves a considerarse en el proceso de
transformación de un nuevo Estado no solamente comprometido con garantizar
una ciudadanía plena, entendida como disfrute universal de todos los
derechos, como comunidad de hombres y mujeres libres y solidarios, sino
para transformar los espacios y mecanismos de participación en instancias
permanentes de construcción de un verdadero poder popular.
REFLEXIÓN FINAL
Después de la revolución francesa se evidencia el gran fraude histórico de
reducir la democracia a un formalismo despojado de todo contenido. Así, se
expresa en los hechos como libertad para la explotación y la dominación, igualdad
entre el esclavo y el amo, y fraternidad entre los propietarios de los medios de
producción. La verdadera democracia, en verdad, es el poder popular.
El poder popular supone entonces la democracia del pueblo (democracia real).
Es esta la única vía que conduce al socialismo necesario y posible, el socialismo
revolucionario. No es capitalismo de Estado, ni socialismo burocrático, ni socialismo
de Estado. Es el ecosocialismo, el socialismo de la democracia radical (Heller,
1992). Ello supone la conquista y el ejercicio de lo que hemos denominado, en el
presente ensayo, la “ciudadanía plena”.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Sin embargo, dos concepciones de lo que es el poder popular se oponen. En
una, el poder popular es concebido, y en consecuencia, construido, o mejor dicho,
decretado, desde arriba, desde el Estado o desde el Partido, desde la vanguardia
iluminada. La otra concibe el poder popular como un proceso histórico-político que
nace desde abajo, con la gente, es el poder de las masas, de la muchedumbre, de
la insurgencia movilizada, que se conforma en fuerza organizada desde las entrañas
del pueblo, y representa al Poder Constituyente que somete al Poder Constituido, el
Estado.
La primera concepción, el poder popular construido desde arriba, ya demostró
en el siglo pasado su inviabilidad, o mejor dicho devino en populismo, o en nuevas
formas de explotación y/o de dominación. Por el contrario, el poder popular nacido
desde abajo que está por construirse, está en pleno desarrollo hoy en América Latina,
como un nuevo intento de construir una nueva historia.
Allí se debaten otro mundo posible y el socialismo del siglo XXI.
Referencias
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Referencias
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
De Alma Ata a Barrio Adentro.
Una aproximación al sentido histórico de las
metamorfosis del discurso de la participación en
salud en Venezuela
Por Pedro Enrique Villasana López
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
De Alma Ata a Barrio Adentro.
Una aproximación al sentido histórico de las metamorfosis
del discurso de la participación en salud en Venezuela
Por Pedro Enrique Villasana López1
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende colaborar en la comprensión del fenómeno de la
participación en salud en Venezuela. Se intenta una aproximación histórico - crítica,
con el propósito de revelar tendencias que pudiesen caracterizar al fenómeno, en el
curso del período 1978-2009 de nuestra historia como nación, en términos del sentido
histórico que el mismo puede haber cobrado en su devenir. Consideramos este período
pertinente a estos efectos, por la importancia que diversos actores, institucionales o
no, han asignado durante el mismo a la participación, como elemento fundamental
en la definición y construcción de la atención a la salud. Este “corte arbitrario” en el
tiempo, lo hacemos en conocimiento de que no significa límites o exclusiones para
el fenómeno, por cierto con incuestionables raíces y fundamentos en otros períodos
de la historia de nuestros pueblos. Nuestra principal justificación para este corte, la
representa el carácter comprehensivo y homogenizador que la Estrategia de Atención
Primaria en Salud, que planteó a la participación comunitaria como su eje central,
tuvo en su momento, y aún tiene, en la orientación de las políticas de salud de gran
número de naciones, y de manera particular en América Latina y Venezuela.
Para lograr lo anterior, intentaremos “tejer” o reconstruir el discurso histórico,
teniendo como hilo conductor de lo que llamamos metamorfosis, y que a nuestros efectos
identificamos con los procesos de Reforma, Contrarreforma y Recontrareforma,
que parecen haber definido los rumbos que ha transitado, y hoy transita, nuestro
sistema de salud; así como las complejas relaciones que se han ido constituyendo y
articulando con la Sociedad y los contextos nacional e internacional, teniendo como
elemento central al discurso de la participación en salud.
La reconstrucción del piso histórico será intentada mediante una mirada que
se fijará particularmente en ciertos “hitos” o puntos de inflexión que han marcado y
definido el discurso político concerniente a la participación comunitaria en la gestión
de salud en Venezuela. Cada uno de estos hitos y algunas de las condiciones de
posibilidad históricas que los han hecho posibles serán tomados para los efectos de
este estudio como constituyentes de una unidad en la cual reposa y se manifiesta el
presente.
Son estas condiciones de posibilidad históricas las que queremos “destapar” en
relación a lo que llamaremos, 1) el discurso político y legislativo, 2) las manifestaciones
institucionales, y 3) la aparición y desarrollo de algunas manifestaciones de la
participación comunitaria en la gestión de salud especialmente relevantes para los
períodos considerados. Con estos tres elementos, intentaremos revelar algunas
regularidades y tendencias históricas que nos permitan colaborar en la comprensión
del sentido de la participación en salud en Venezuela. Esta estructura podría ayudarnos
a mostrar los “modos de gestión de salud” presentes en los diferentes períodos, y
servir de base para una primera interpretación del fenómeno.
1 Docente – Investigador. Departamento de Salud Pública. Escuela de Medicina “Witremundo Torrealba”. Universidad de Ca rabobo. Venezuela.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
De acuerdo a lo anterior fijaremos nuestra “mirada” en algunos momentos
y períodos más o menos definidos de nuestro devenir histórico, los cuales a la
luz de los tres criterios anteriormente señalados muestran particular relevancia,
pues parecieran representar puntos de discontinuidad o inflexión, y constituirse
en tendencias gobernadas por una lógica determinada. Estos años serán 1978,
1983, 1989, 1992, 1999, 2002, 2009, y los períodos 1978–1998 que identificamos
con La Reforma, y 1999-2009 en el cual conviven Contrarreforma y
Recontrareforma.
1. LOS AÑOS OCHENTA: APS Y EL CONSENSO DE WASHINGTON, EJES DE
LA REFORMA EN SALUD. LA HISTORIA DE UN TRAJE A LA MEDIDA
1.1 La Estrategia de Atención Primaria en Salud y el Consenso de Washington.
Un nuevo escenario para la participación en salud
La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud reunida en AlmaAta, URSS en 1978 expresaba: “La grave desigualdad existente en el estado de salud
de la población, especialmente entre los países en desarrollo y los desarrollados, así
como dentro de cada país, es política, social y económicamente inaceptable y, por
tanto motivo de preocupación común para todos los países” (Organización Mundial de
la Salud [OMS], 1978). Venezuela contrariamente a lo que pudiera pensarse, dadas
sus condiciones económicas, no escapaba a la caracterización de Alma-Ata (Alarid,
1990). El reparto social de los beneficios en el marco de “la Gran Venezuela”, sobre
todo en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, tuvo la “virtud” de profundizar las
desigualdades sociales existentes en el país.
Esto ocurre en el marco del Consenso de Washington (1980), y en consonancia con
las recomendaciones del grupo Trilateral (1978), según las cuales los organismos
multilaterales promovieron en la mayoría de los países latinoamericanos procesos
de reforma de los Estados y economías (Castellanos, 2004).
Para el cumplimiento de la meta Salud Para Todos en el año 2000, establecida
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como instrumento
clave la Estrategia de Atención Primaria de Salud (APS). APS es definida como:
“la asistencia sanitaria esencial”, en términos tales que lo “esencial” pudiera ser
interpretado a discreción de quien deba aplicar la estrategia en la práctica.
La estrategia muestra sus lineamientos operativos al indicar que la atención
debe ser “...puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad,
mediante su plena participación” 1 . Estableciendo a la participación como el
mecanismo a través del cual se espera que las comunidades tengan la atención
a la salud a su alcance. Precisando además, que lo anterior debe ser logrado
“...a un costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada
una de las etapas de su desarrollo”, especificando el carácter de sustentable y
viable que debe tener la aplicación de la estrategia en cada país. Esto parece
reafirmar la apreciación de que cada una de las nociones que son inherentes a
APS son “relativas”, desde lo que se pudiera entender por asistencia sanitaria
esencial, hasta las nociones de salud y atención a la salud, que de acuerdo a esta
relatividad pudieran ser interpretadas en una amplia gama de significados (Testa,
1993), dependiendo del costo que la comunidad y el país puedan soportar.
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1 En todas las citas los énfasis son míos.
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Experiencias para el debate
APS establece que la participación comunitaria en la gestión de los servicios
debe darse “...con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación”.
Se refuerza con esto que son las comunidades quienes con su esfuerzo, incluido el
financiamiento, deben procurarse el Servicio.
La declaración de Alma Ata es más explícita en lo relativo a la participación
comunitaria. En su Artículo IV precisa: “El pueblo tiene el derecho y el deber de
participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención
de salud”. La participación es derecho y deber, lo que abriría espacio para su
ejercicio en una u otra acepción de acuerdo a las circunstancias. En su Artículo V
la misma declaración intenta definir el papel de los Gobiernos en la aplicación de la
estrategia:”...los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos”,
sin embargo recordemos que esto estará sujeto a que los costos sean soportables
(OMS, 1990).
Simultáneamente, en la IV Reunión de Ministros de Salud de Las Américas
(1978) se acuerda que: “Las estrategias de Atención Primaria de Salud, y la
participación de la Comunidad son fundamentales y decisivas para desarrollar
y acelerar el proceso de extensión de la cobertura de los servicios de salud”
(Organización Panamericana de la Salud [OPS], 1990).
Es de esta forma como la Estrategia de APS fundamentada en la participación
comunitaria, deviene la orientación esencial de la legislación sanitaria. La nueva
estrategia se manifiesta ahora sin ambages como una especie de “fórmula” para
lograr una “Salud para Todos en el año 2000” (Villasana, 1998).
“Coincidencialmente” esto ocurre en el marco de las recomendaciones emanadas
de la reunión del Grupo Trilateral en 1978, que serán delineadas con mayor claridad
por el Consenso de Washington en 1980. Se promueven a partir de ello procesos
de Reforma en la mayoría de los países latinoamericanos para generar crecimiento
económico y reducir la pobreza, pero fundamentalmente para favorecer ahorros que
les permitiesen pagar su enorme deuda externa. La liberalización de los mercados y del
sector financiero, la minimización del Estado a través de la privatización de empresas
públicas, y la apertura del sector servicios a la racionalidad del mercado, incluyendo
salud, es el contexto en que “aparecen” APS y la participación comunitaria como una
especie de “traje a la medida” que va a “facilitar” la aplicación de las orientaciones del
Consenso de Washington en el sector de la salud. Por una parte, la incuestionable
sintonía entre la minimización del Estado, la focalización, y la reducción del gasto
social propuestos por el Consenso de Washington, y por otra parte el discurso de la
participación comunitaria de APS y su relativización del derecho a la salud parecen
coincidir algo más que cronológicamente (Villasana, 1998; Castellanos, 2004).
Paradójicamente, la participación comunitaria se va constituyendo en este
período en un mecanismo facilitador de la transición hacia un Estado Mínimo
fundado en los planteamientos del Neoliberalismo. Los ciudadanos ejercen el
derecho y deber de participar, contribuyendo en el proceso con la liquidación
del derecho a la salud (Villasana, 1998).
Así llegamos a la década de los ochenta, denominada por muchos “la década
perdida de América Latina” por la severa recesión que las economías de nuestros
países experimentaron. Venezuela no fue la excepción y, a pesar del ingreso petrolero,
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Experiencias para el debate
se inicia una situación caracterizada por una economía en la cual la renta petrolera
parece ya no ser suficiente para responder a las necesidades de la población, entre
otras la salud (Cova, 1996; González, 1996; Torres Goitía, 1990; Belmartino, 1991).
1.2 De los ochenta a los noventa. La Reforma neoliberal del Estado como nuevo
hilo conductor. Participación – Descentralización – Privatización
El rentismo ha entrado en crisis al inicio del gobierno de Luís Herrera Campins
(1978-1983). La fuga de capitales y la fuerte demanda de dólares han en efecto
generado una grave presión sobre las reservas internacionales que no le deja al
gobierno nacional otra alternativa (Cova, 1996). En febrero de 1983 el país vive lo
que será recordado como “el viernes negro”, la moneda nacional es devaluada.
El período que se inicia en 1983 hasta finales de los noventa nos presenta
acontecimientos que muestran cierta regularidad, a pesar de modificaciones
cualitativas importantes en la política económica y social del Estado. La Reforma del
Estado es el hilo conductor del marco en el cual, aspectos como la descentralización
política y administrativa, la participación comunitaria en la gestión de los servicios
públicos de atención a la salud, el papel de las Organizaciones No Gubernamentales
(ONG), la privatización, y la política social y económica del Estado, se manifiestan
como una totalidad.
En diciembre de 1984, el Presidente Jaime Lusinchi crea la Comisión Presidencial
para la Reforma del Estado (COPRE), considerando “que la sociedad venezolana
exige la adopción de medidas que aseguren el establecimiento de un Estado moderno,
esencialmente democrático y eficiente, en el cual los postulados de la Constitución
adquieran plena vigencia y la participación ciudadana constituya un elemento efectivo
en la toma de decisiones de los Poderes Públicos”. (Comisión Presidencial para la
Reforma del Estado [COPRE], 1989, Vol. 4).
Durante el discurso de instalación de la COPRE el Presidente Lusinchi señala: “...
se hace no sólo deseable, sino imperativo, diseñar una nueva manera de existir en
sociedad, un nuevo Estado y una nueva relación entre el Estado y la sociedad civil”
(Presidencia de la República de Venezuela, 1990).
La COPRE comienza por analizar los elementos que entorpecen el funcionamiento
democrático y eficiente del Estado, y encuentra que “la centralización creciente de
las actividades administrativas, económicas y políticas es uno de los escollos más
importantes” (COPRE, 1989, Vol. 4).
Sigue la COPRE en su informe: “Ante esta situación, en mayo de 1987, la COPRE
aprobó el documento Lineamientos Generales para una Política de Descentralización
Territorial en Venezuela, (...). En tal sentido señala que, es necesario introducir en el
sistema político las modificaciones que permitan el desarrollo de la sociedad civil
(...) pues a una sociedad subdesarrollada en el aspecto sociopolítico corresponde
una administración ineficaz y corrupta y un sistema endeble y, en todo caso inestable”
(COPRE, 1989, Vol. 4). Es importante destacar la insistencia con la cual el término
“sociedad civil” es introducido en el discurso oficial.
En lo relativo a los presupuestos destinados al sector salud, la COPRE destaca
que “...el devenir del gasto per capita en salud en Venezuela (a precios de 1968) en
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Experiencias para el debate
1968 fue de Bs. 264.73, y para 1985 fue de Bs. 187.27 siendo la disminución de poco
menos del 30%” (Presidencia de la República de Venezuela, 1990). Esto evidencia
como los cambios ocurridos en la situación económica han sido acompañados por
restricciones en los gastos sociales del Estado, entre otros la salud. “Así mismo
disminuye la proporción del presupuesto nacional asignada al MSAS, la misma
fue de 8,3% en 1971, y para 1986 se encontraba en 5,2%, la más baja de toda su
historia hasta ese momento” (COPRE, 1989, Vol. 8). Estos datos son corroborados
por el informe de la CONASSEPS, en el cual se muestra como la tendencia se
sigue acentuando hasta 1994, cuando el porcentaje se ubicaría en 5,7%, luego de
mantenerse entre 7,7% y 7,8% desde 1989 hasta 1993 (CONASSEPS, 1994). La
aplicación de la “receta” del Consenso de Washington se ejecuta con disciplina.
El proceso de reforma de nuestra Legislación Sanitaria en concordancia con
los planeamientos de la COPRE, establece la participación comunitaria en la gestión
de los servicios como el eje alrededor del cual van a estructurarse las políticas de
salud. Se configura un nuevo Marco Legal. Luego de haber permanecido sin ser
discutida durante varios años en el Congreso de la República, es promulgada la Ley
Orgánica del Sistema Nacional de Salud (LOSNS). Esta Ley, promulgada el 23 de
junio de 1987(Jiménez, 1990), establece en el artículo Nº 8: “El Sistema Nacional de
Salud se estructurará y funcionará sobre la base de la participación de la población
organizada a todos sus niveles, tanto en la planificación, como en la ejecución
y evaluación de sus actividades). Asimismo, la LOSNS invoca la “cooperación
participativa de las comunidades organizadas” y establece que el Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social (MSAS) se encargará de realizar programas destinados
a promover en el individuo, la familia y la comunidad, todo aquello que propenda “por
su propio esfuerzo” a elevar su nivel económico y social (Ley Orgánica del Sistema
Nacional de Salud, 1987).
La participación de carácter esencialmente instrumental que se evidencia
en este período, adelanta en su concepción la liquidación del Estado y
de lo Público mediante el traspaso de las funciones a los individuos y sus
organizaciones, y la difuminación de la figura de los derechos sociales (entre
ellos la salud), y de la obligación del Estado de responder a tales derechos.
Se fortalece progresivamente el individualismo como valor fundamental, y la
sociedad civil (no bien definida) como su máxima expresión. La nueva regla
parece ser: sálvese el que pueda.
Los ochenta fueron decisivos en el derrumbe del modelo rentista que había
permitido financiar el acceso universal de la población a servicios como salud
y educación. Al asumir Carlos Andrés Pérez su segunda presidencia en 1989, la
situación económica se encuentra en franco deterioro; a pesar de las reformas, la
deuda externa sigue creciendo exponencialmente.
1.3 1988. Segundo gobierno de Pérez. El gran viraje
El gobierno de Pérez propone un cambio profundo en la orientación de las
políticas económicas: “el gran viraje”. Esto pone a Venezuela explícitamente en
sintonía con el neoliberalismo que había surgido para dar respuestas a la crisis en el
plano económico (Cova, 1996), y se esta haciendo rápidamente prevalente a nivel
mundial como orientación fundamental e ineludible de las políticas económicas de
los gobiernos (Molina, 1994; Carquéz, 1990; Sáenz, 1991).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Pérez recibe una economía colapsada, y la posibilidad de recibir apoyo externo
está condicionada por los organismos financieros internacionales. Venezuela, que
debe adecuarse a las exigencias, sobreviene el ajuste. Este recibe la denominación
de Programa de Estabilización Macroeconómica, mejor conocido como el paquete de
medidas, entre cuyos componentes básicos se cuentan la disminución y focalización
del gasto social, así que la liberalización de las actividades económicas (Cova,
1996).
A partir de 1989, las orientaciones de la política social se abocan a servir de
contrapeso al deterioro de la calidad de vida de la población. Las directrices de los
Programas Compensatorios del Estado están basadas en tres criterios: focalización,
equidad y eficiencia (Pulido, 1992; Cova, 1996). Con una atención del Estado
es focalizada y restringida, los servicios que se corresponden con el ejercicio de
derechos sociales como la salud dejan de tener un carácter universal.
El Programa provoca rechazo por parte de amplios sectores de la población.
Durante los días 27 y 28 de febrero de 1989 se producen estallidos sociales en
las principales ciudades del país durante el llamado Caracazo dirigidos contra el
desmejoramiento de la calidad de vida (COPRE, 1989, Vol. 4). A pesar de ello, el
gobierno de Pérez sigue adelante con lo propuesto. Si en el período 1990-1992 se
producen algunos cambios positivos en los indicadores macroeconómicos, esos son
acompañados por una serie de efectos negativos en las condiciones de vida de la
población.
El ajuste económico y la reestructuración de la Deuda Externa prosiguen su
accidentado pero sostenido avance. Como precisa la OMS en uno de sus informes
sobre la situación en las Américas: “Los problemas de orden estructural y coyuntural
de naturaleza económica tienen efecto directo sobre la prestación de servicios de
salud, especialmente en lo que se refiere a la calidad de la atención y algunos
indicadores específicos...” (OPS, 1994).
1.4 Situación del sector salud durante el período
El panorama en el sector salud durante este periodo nos muestra que “La cobertura
del sector público ha bajado en los últimos años. Para mediados de los 80 era de
aproximadamente un 90%. Según la encuesta social de 1991, frente a la pregunta
sobre el tipo de servicio utilizado para mayores de 10 años con enfermedades o
lesiones agudas y que solicitó atención, el 34% contestó que había sido en una
clínica privada, el 54,4% ambulatorio u hospital público y los demás otro tipo de
servicio como médico del trabajo o la farmacia. Del total de personas mayores de 10
años que sufrieron lesiones o enfermedades agudas, el 33,6% no había solicitado
atención de ningún tipo, y de ellos el 17,7% declaró no haberlo hecho por falta de
recursos...” (OPS, 1994).
La inversión del MSAS en los gastos del sector público en salud baja del 47%
en 1983 al 41% en 1990. El número de camas hospitalarias pasa de 2,74 por mil
habitantes en 1985 a 2,61 por mil en 1992 (OMS, 1992). Los años 1985-1992 son
marcados por el retorno a enfermedades que no se presentaban antes (cólera),
brotes de dolencias ausentes por muchos años (dengue), y el repunte de algunas
que se consideraban prácticamente erradicadas (malaria). El paludismo (malaria),
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
registraba así 12.242 casos nuevos en 1984, 13.311 en 1985, cerca de 20.000 en
1988, y más de 24.000 en 1990. La División de Salud Oral del MSAS refiere una
prevalencia de caries dental en la población escolar del 68%, y en los grupos de
mayores de 15 años de un 90% durante los años 84 y 85 (COPRE, 1989, vol. 4).
Igualmente “El porcentaje de niños con bajo peso al nacer aumentó del 12% en 1988
al 16% en 1990”. Venezuela parece entonces encontrarse en una situación que los
sanitaristas llamarían de “retroceso epidemiológico (OPS, 1994).
A pesar de que las medidas económicas no contemplan expresamente una
disminución del gasto público en salud, datos empíricos de organismos oficiales nos
muestran un deterioro profundo y sostenido del ejercicio del derecho a la salud por
parte de la población. Por sólo citar un caso, el Informe del Banco Mundial sobre
la situación de salud de las Américas para 1992 reseña que: “...El gasto en los
programas de lucha contra las endemias bajó de US$ 70,1 millones en 1985 a US$
68,3 millones en 1991; cuando el número de casos de malaria pasó de 8.400 en
1983, a 46.910 en 1990” (World Bank, 1992).
La liberalización de la economía, con su correlato de liberación de precios y
salarios a las exigencias y reglas del mercado, ha colocado a la salud y a los derechos
sociales en su conjunto, en posición de también estar sometidos a las mismas reglas
(Villasana, 1998). El gobierno nacional parece sin embargo intentar dar respuesta a
esta situación de salud.
1.5 Respuesta al deterioro de la situación de salud. Participación de la “sociedad
civil” y retirada del Estado. Llegamos a los noventa
Desde el Estado se acentúa en los noventa el énfasis en los procesos de
descentralización de los servicios, y en estimular por todos los medios la participación
comunitaria en la gestión, la cual es incorporada como un componente fundamental
del programa económico (Molina, 1994). Durante los años 1987-1991, en el marco
de la Reforma del Estado, se promulgan así Leyes y Reglamentos cuyo interés en
la participación comunitaria contrasta con toda la historia legislativa de la Venezuela
del siglo XX. La participación es presentada como una fórmula. Sin embargo, la
legislación que la está consagrando genera profundas contradicciones con la
vigente hasta la fecha (Villasana, 1998).
La noción de “participación comunitaria en la gestión de los servicios”, se posesiona
en efecto con intensidad del discurso oficial. En el campo de la atención a la salud, un
Estado que desde su nacimiento (1936) y tal como lo consagraba la Constitución de
1947 había tomado la responsabilidad de cuidar la salud de su población, comienza
paulatina y sostenidamente a reorientar su papel. Frases como: “Ahora la comunidad
es la Protagonista”, “Salud Para Todos Participando Todos”, aparecen con mayor
frecuencia en el discurso oficial del Estado venezolano en este período (Villasana,
2005).
Las nuevas Leyes y Reglamentos asignan así un papel protagónico a la población.
En los hechos y en el marco de la descentralización abren espacios a la participación
como mecanismo de compensación a la acción de un Estado en retroceso, al tiempo
que los servicios públicos de atención a la salud se deterioran progresivamente de
acuerdo a los datos presentados anteriormente. Entre otras Leyes, la Ley Orgánica
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
de Régimen Municipal; la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y
Transferencia de Competencias del Poder Público; y la Ley de Elección y Remoción
de Gobernadores de Estado, promulgadas en este período, facilitan la participación
de las comunidades y otros actores sociales caracterizados como la “sociedad civil”,
en la gestión de los servicios como alternativa al Estado.
En esta misma dirección, y con carácter emblemático, el gobierno de Pérez
presenta el VIII Plan de la Nación (1990) que plantea: “...es imperativo mejorar la
gerencia de los servicios públicos básicos e incorporar a la sociedad civil a la
instrumentación de la política social”. En relación a la Reforma del Sistema de
Salud, el Plan propone: “...se fortalecerá la atención primaria... donde juegue un
papel importante el individuo, la familia, la comunidad (...) En este esfuerzo,
la sociedad civil organizada debe sustituir el actual anonimato del ciudadano
frente a los servicios de salud, por una cultura participativa...” (CORDIPLAN,
1990).
La consigna del Gobierno parece ser la de dejar en manos de los ciudadanos la
responsabilidad sobre su situación económica y social (sujetos a las leyes del libre
mercado), y dedicar ayuda y recursos sólo a aquellos sectores que por sus condiciones
no fueran capaces de insertarse en el mercado. Esta política surge oficialmente en
Venezuela en marzo de 1989 con la creación de la Comisión Presidencial para el
Enfrentamiento de la Pobreza (1989).
Es así como ciertos actores sociales, que hasta el momento no habían gozado del
espacio político para su ejercicio institucional, entre ellos las ONG, emergen como
protagonistas en la ejecución de la política social del Estado. El Gobierno parece ver
en ellas un elemento de vital importancia para articular al Estado con la sociedad
civil, o tomar su lugar.
2. LOS AÑOS NOVENTA. LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
(ONG) Y LA “SOCIEDAD CIVIL”. SU PAPEL A PARTIR DE 1989. EL SECUESTRO
DE LA PARTICIPACIÓN
2.1 Las ONG protagonistas en escena
Esta iniciativa se inscribe en un proyecto auspiciado por el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), denominado “Organizaciones de participación comunitaria y
su contribución a la lucha contra la pobreza”. Según el mismo, las ONG pasarán
a desempeñar un papel cada vez más importante en las políticas del Estado. En
esta dirección y de acuerdo al interés del BID: “el elemento de la participación,
como componente esencial sumado al carácter no gubernamental ni lucrativo de las
ONG, acentuándose el interés en su rol como proveedoras de servicios sociales, su
cooperación con el sector público en la instrumentación de programas, y su relación
con las comunidades, así como sus estrategias de financiamiento y sobrevivencia,
las hacen compatibles con los proyectos del BID” (Molina, 1994).
Adoptando la misma perspectiva, el gobierno solicita en el primer semestre de
1990 la contribución de un grupo de ONG para poner en funcionamiento varios
programas sociales. Esta relación Estado-ONG-Comunidades, va a consolidarse
hasta llegar a la creación en 1992 de la figura del Comisionado Presidencial para
las Relaciones del Gobierno con las ONG.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Se profundiza así el papel de intermediación social de las ONG, pasando a
suplantar a las comunidades en un perverso juego de palabras y hechos en el cual
las organizaciones privadas van asumiendo la función pública y se apropian el papel
de la población. Se dibuja así un modelo de empoderamiento sui-generis, en el
cual intereses privados van permeando y borrando el espacio público. Las
comunidades, como concepto, van difuminándose, mientras los ciudadanos
tratan de sobrevivir como individuos compitiendo por los servicios. El sueño
neoliberal y la ansiada transición parecen estar en vías de consolidación.
Casos aislados de cooperación Estado-ONG pueden rastrearse desde 1958 con
Fe y Alegría y la Asociación Venezolana para la Atención de los Niños Excepcionales,
entre otros ejemplos. Sin embargo los más notables se desarrollan en el lapso 19891992, con los programas de atención al niño y a la madre embarazada, otros de
educación formal o de fomento de microempresas, por citar algunos casos (Molina,
1994). Además se constata la aparición de numerosas “fundaciones sin fines de lucro”
particularmente en el sector salud: en el Estado Aragua, el Hospital Los Samanes,
la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central de Maracay y la Clínica de
Prevención del Cáncer son transferidos en este periodo a la administración de
fundaciones (Villasana, 1992). Esto no es un hecho aislado, sino que se repite con
regularidad parecida en varias regiones del país.
2.2 1992. Alarmas de crisis
Entretanto y a pesar de los esfuerzos del Gobierno, el Programa Económico
es rechazado. Lo demuestra el apoyo que amplios sectores de la población (no
solamente de los sectores más depauperados) dan a los intentos de golpe de Estado
del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Los partidos políticos parecen haber
perdido, y con ellos el Sistema Político, la credibilidad de la Sociedad. El intento
fallido de Golpe de Estado liderado por el Comandante Hugo Chávez Frías el 4 de
febrero de 1992 capta así simpatías, aunque no apoyo efectivo, de buena parte de la
población. Cumple el papel de advertencia al Sistema Político, con la célebre frase
dicha por el Comandante Chávez: “por ahora” (Cova, 1996; Mercado, 1995).
La inestabilidad política ha llegado a niveles insostenibles. En 1993, el Presidente
Pérez es removido de su cargo bajo acusaciones de corrupción. En lo que resulta una
salida elegante e incruenta, el Congreso de la República designa como Presidente
encargado al Dr. Ramón J. Velázquez, que va a constituir el centro de un esfuerzo
nacional de reconstitución del sistema político.
2.3 De Pérez a Caldera. Vamos a cambiar todo… para que todo siga igual
El año 1993 se presenta como un espacio para el reacomodo de las fuerzas
políticas. Una Comisión ad hoc compuesta por “el Grupo de los Notables”, un
conjunto de personalidades de la vida nacional, se encarga de sostener una imagen
de equilibrio a lo largo de ese año (Pérez, 1996).
La precaria estabilidad política encubre entre otras cosas la situación de salud.
Durante los años 1991 y 1992 las tasas de mortalidad en los menores de cinco años
se mantienen estables (25,1 y 25,2 por mil nacidos vivos respectivamente). En 1993
esa tasa sube a 28,9. Por otra parte, según cifras de la Oficina Central de Información
39
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
(OCEI) “el Índice General de Precios al Consumidor se incrementó, entre diciembre
de 1992 y enero de 1993, en un 3,3%, y el renglón que más aumentó fue la salud, el
cual presentó un incremento de 5,8%...” (Maingon, 1995).
En un escenario en el cual el 43% del presupuesto de la nación se consume
en el servicio y pago de la deuda externa, el gasto público va deprimiéndose
progresivamente (Pulido, 1997).
Para el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos,
PROVEA: “…a partir de 1989 y con el ajuste - incluida la Agenda Venezuela - se
ha profundizado una discriminación estructural que consiste en la falta de medidas
adecuadas para asegurar la cobertura de las necesidades de salud de los grupos
más vulnerables, al tiempo que se profundizó el abandono del enfoque preventivo en
favor de lo curativo” (PROVEA, 1997, febrero 07).
Esto se refleja en el deterioro generalizado de los servicios de salud, el cual
aparentemente está vinculado a la progresiva disminución de las asignaciones
presupuestarias. Como precisa Provea en el mismo informe: “según la OCEI el gasto
per cápita era en 1992 de 112 dólares por persona, para 1995 se situó en 50 dólares
y para 1996 se estimaba en sólo 33 dólares. Los países que prestan una atención
adecuada a la salud, destinan entre un 5 y un 10% de su Producto Interno Bruto
(PIB) a tal fin, mientras que en Venezuela se destina actualmente alrededor del 2%...”
PROVEA, 1997, febrero 07). PROVEA, por otra parte señala que “la crítica situación
de la red hospitalaria se reflejó en el cierre total o parcial de 55 hospitales en todo
el territorio nacional. Las cifras de Wyssenbahc (1997) confirman este deterioro:
“la mortalidad infantil en Chacao es de 7,8 por cada mil nacidos vivos - como en
los países más desarrollados - mientras que en el municipio Sucre es de 49,2 por
mil...”.
El 27 de diciembre de 1996 es decretada por la Federación Médica de Venezuela
“la hora cero”. Ese día, el personal médico se niega a atender las emergencias y las
terapias intensivas ende los hospitales públicos (FMV, 1997, enero 16). El Colegio
de Médicos de Mérida publica entonces un Remitido titulado: “Decreto a muerte a la
salud del pueblo”, en el cual expresa: “Vemos con honda preocupación la forma vil y
cruel como el ejecutivo nacional ha decretado la muerte al pueblo en los hospitales.
Presupuesto insuficiente, falta de insumos, política asfixiante y privatizadora son
algunos de los componentes del decreto...” (Frontera de Mérida, 07 de enero de
1997). Acusaciones van y vienen. Ante ello el gobierno nacional y diferentes actores
sociales van a plantear alternativas.
2.4 participación y Privatización como salidas en el marco de la Agenda
Venezuela. “Nueva relación Estado – Sociedad”. El neoliberalismo avanza, el
Derecho a la salud retrocede.
Para enfrentar esta situación, el gobierno del Presidente Caldera se concreta en
un nuevo programa económico: la denominada Agenda Venezuela.
La Agenda Venezuela es presentada en los medios de comunicación del país
como una alternativa para superar la crisis. Según algunos editorialistas, el nuevo
programa económico tiene así como objetivo: “sentar las bases para generar el
40
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
crecimiento económico con el objetivo de disminuir significativamente la pobreza. La
experiencia internacional es inequívoca. Los países que logran crecer son exitosos en la
lucha contra la pobreza, este es el caso de los tigres asiáticos y de Chile. La gran pregunta
es como crecer. La respuesta corta es: despolitizando la economía. La despolitización
implica transparencia judicial, privatización, competitividad de los mercados laborales,
bajos impuestos, reducido gasto público (...) y orientar el superávit al pago de la deuda
externa (...) la respuesta, despolitizar” (El Universal de Caracas, 1996, diciembre 17).
Como relatan otros artículos publicados en esta época, refiriéndose al sector
farmacéutico: “El Ministerio de Fomento estudia un aumento automático en precios de las
medicinas (...) Raúl Mejuto Presidente de la Cámara Venezolana del Medicamento señaló,
(...) que al igual que otra industria, independientemente de su sensibilidad social, tienen
derecho a poder planificar sus inversiones y sus estrategias a futuro...” (El Nacional de
Caracas, 1996, diciembre 24 ). Refiriéndose al mismo sector, un estudio de la Facultad
de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela arrojó los siguientes resultados:
“... precios de las medicinas aumentaron 4.000% desde 1989 hasta mayo de 1996 en
informe presentado a los ministros de Salud y Fomento (...). Los parlamentarios de la
Comisión de Salud de Diputados señalaron que las cifras son alarmantes y demuestran
claramente que hay especulación...” (El Nacional de Caracas, 1996, noviembre 07). El
libre mercado parece tomar las riendas. La población está a su merced.
Al mismo tiempo, podemos encontrar en las declaraciones y actuaciones de los
representantes del gobierno nacional la aceleración de una tendencia en la que los
términos participación y privatización se van complementando cada vez más.
En sintonía con lo planteado en el IX Plan de la Nación como propuesta para la
transición (Giordani, 1995), el Ministro de Hacienda Luis Raúl Matos Azocar declara: “Se
profundizará la privatización (...). Cambios estructurales en el sector público deben ser
realizados por la vía de la desregulación y la privatización, en aras de generar confianza
para la inversión extranjera” (El Universal de Caracas, 1997, enero 28) La privatización
en el área social funciona como una extensión de un proceso que tiene su origen en las
áreas productivas (Torres, 1991). Las “recomendaciones” del Consenso de Washington
siguen siendo el credo principal de la política económica nacional.
Para el sector de la salud, es interesante recordar los planteamientos expresados
durante el Taller Nacional organizado en el mes de enero del 1997 en la ciudad de
Mérida. En efecto, este tiene la finalidad de proponer y analizar nuevos modelos de
gestión para ese sector. Como relatan, el mismo, que “se realiza con la asistencia de
50 representantes de todo el país, y contando con la presencia del Ministro de Sanidad,
analiza la posibilidad de reformar el sistema de salud en Venezuela” ...” (Frontera de
Mérida, 1997, enero 23). En esa dirección, el Fiscal General de la República plantea:
“Hay que darle un giro total al sistema de salud. Si el pueblo venezolano ya de facto
tiene que contribuir de su bolsillo con sus costos médicos, a pesar de la gratuidad de
la salud, habría que institucionalizar, de igual forma, el pago por los servicios, dentro de
las posibilidades de cada quien ; el que da, tiene mayor derecho a exigir y a vigilar...” (El
Universal de Caracas, 1997, enero 28).
En la misma perspectiva, algunos medios de prensa relatan: “...Agenda Venezuela II
busca la autogestión hospitalaria. El proyecto, que se encuentra en su etapa inicial en el
hospital Vargas de la ciudad de Caracas, implica la participación activa de los médicos,
buscando que estos dejen de verse como empleados del gobierno...” (Frontera de Mérida,
41
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
1997, enero 06). Se inicia en efecto un acelerado proceso de subcontratación y
tercerización de la prestación de servicios apoyándose en múltiples asociaciones,
ONG, fundaciones, o simplemente empresas privadas que entran en escena.
La propuesta gubernamental logra un cierto nivel de aceptación dentro del gremio
medico. A nivel de los prestadores directos del servicio encontramos así posiciones
como esta: “Los Hospitales necesitan de una nueva gerencia. Fernando Gabaldón,
jefe de la Unidad de cuidados Intensivos del Hospital Universitario de los Andes,
informa que la misma funcionará con un nuevo modelo de gestión autofinanciada...
este modelo analizará el comportamiento financiero del servicio, dará una idea exacta
de los ingresos y permitirá calcular los egresos, y ser justo a la hora de solicitar
la participación del paciente (...). Este modelo tiene como uno de sus objetivos
fundamentales, el premio a la productividad, (...) aquel que ofrezca la mejor calidad
y aumente la demanda, tendrá una mejor asignación presupuestaria (...), los jefes de
servicio deben entender que se encuentran al frente de una empresa, que debe dar
el máximo de rentabilidad, para el logro de la satisfacción del cliente, en este caso el
paciente (...). La participación de la comunidad es muy importante (...) porque es a
ellos a quienes se les debe dar la satisfacción en el servicio prestado” (Frontera de
Mérida, 1997, febrero 18).
La sintonía con los organismos internacionales es óptima. Respecto al Banco
Mundial, Bernardo Klinsberg, ex-asesor de la ONU, BID, OIT, CLAD y otros organismos
internacionales subraya: “la participación se encuentra en el centro del escenario
histórico (...). Enfrentando los desafíos del siglo XXI el Banco ve la participación
como el elemento esencial para impulsar el desarrollo y la democracia en el mundo”
(El Universal de Caracas, 28 de enero de 1997). De igual manera, el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, destaca la participación como una estrategia de
cambio central en el desarrollo humano mundial: “el desarrollo debe estar centrado en
la gente” (El Universal de Caracas, 1997, enero 28). El BID, va en el mismo sentido:
“...el BID prestará 70 millones de dólares para el sector salud (...). El banco estudiará
con el gobierno venezolano los pasos necesarios para desarrollar las decisiones, e
ir adelantando la reforma del sistema de salud en Venezuela. El préstamo estaría
condicionado a la aprobación de la reforma” (El Universal de Caracas, 1997,
enero 30). Esto ocurre en un contexto donde las condiciones de vida de la población
van deteriorándose progresivamente. De acuerdo al informe de la Comisión
Latinoamericana y del Caribe (BID, PNUD, CEPAL): “de los 476 millones de habitantes,
la mitad se encuentra bajo la línea de pobreza” (El Universal de Caracas, 1997,
febrero 23). Las estimaciones de FUNDACREDESA para Venezuela son aun mas
alarmantes: para el año 1993m un 80% de la población venezolana se encontraría
ubicada en los estratos IV y V, considerándose estos como en situación de pobreza.
De estos, el 40,43% se encontrarían en el estrato V, es decir en pobreza extrema.
Las cifras de la OCEI, abundan en la misma dirección, estimando que para el año
1994, más del 70% de los hogares se encuentran en situación de pobreza, siendo el
41% indigentes (Cova, 1996).
A pesar de lo anterior, a nivel internacional se tiene la percepción de que “la
economía venezolana tuvo un buen año: según El Tiempo de Bogotá reseñado por
(El Universal, 1997, diciembre 29), las reservas internacionales subieron de 9000
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
a más de 15000 millones de dólares, se logró la estabilidad cambiaria, disminuyó
la inflación, se redujo la deuda externa de 35 mil a 25 mil millones de dólares (...)
el Presidente Caldera encontró la fórmula...” El Universal de Caracas, 1996,
diciembre 26).
Sin embargo, a la misma época la Asamblea Extraordinaria de la Federación
Médica Venezolana declara: “En el Distrito Federal no se puede garantizar el derecho
a la salud. Según Fernando Bianco (presidente de la FMV) el presupuesto destinado
a salud es del 2% del presupuesto nacional, y debería ser del 9% por lo menos” (El
Universal de Caracas, 1996, diciembre 14).
Las salidas parecen restringidas. La privatización es una práctica que se da en
el sector salud con mayor regularidad, sin constituir a pesar de ello hasta ahora
una política clara y expresa del gobierno nacional. El discurso dominante del sector
público es el de la gerencia como solución, el requisito es que esta debe ser de
carácter privado. Lo anterior viene acentuándose desde los inicios del gobierno del
Dr. Caldera, cuando el Ministro de Sanidad Carlos Walter declara que: “los hospitales
deberán, a corto plazo, buscar otras fuentes de financiamiento que alivien la carga
del Estado y garanticen un mejoramiento en la prestación de los servicios.” El exministro de Sanidad, Dr. Pulido, señala en el mismo orden de ideas que “el Estado
no puede soportar por sí sólo los costos de salud (...) la comunidad debe ejercer
un papel activo, sin que por ello se confunda con una semiprivatización” (Maingon,
1995). Igualmente el Gobernador de Caracas, señala que los hospitales de la
Gobernación, “tendrán plazo hasta el 31 de diciembre de 1994, para presentar un
plan de autonomía plena” (El Globo de Caracas, 23 de junio de 1994). La salida a los
problemas de financiamiento son los nuevos modelos de gestión. La fórmula del Dr.
Caldera es asumida con disciplina por las instancias de gobierno.
Otras voces sin embargo subrayan las contradicciones gubernamentales. Para
el ex-ministro de CORDIPLAN, Miguel Rodríguez: “...algunas áreas de acción
económica, como educación, salud e infraestructura, son responsabilidades
fundamentales del Estado (...). Hay que evitar la orgía privatizadora” (El Nacional
de Caracas, 26 de enero de 1997). Por su parte, José Vicente Rangel plantea: “...la
respuesta a los problemas es la amenaza o la indiferencia (...), la gente piensa que
hay que hacer algo. Mientras tanto no hay que perturbar el espíritu privatizador que
se ha apoderado de nuestros dirigentes con pasión adolescente” (El Universal de
Caracas, 28 de enero de 1997).
Pero son a contracorrientes. Cuando el Gobierno abre espacios de debate en el
sector salud, se trata por ejemplo de un Foro organizado por Seguros Nuevo Mundo,
en el cual se plantea así entre otras recomendaciones que el Sistema de Fondos
de Pensiones que “...impulsó el crecimiento en Chile (...) debe apoyarse sobre la
aceleración de la privatización y las normas para establecer fondos de pensiones
y salud” (El Universal de Caracas, 07 de diciembre de 1996). La privatización es
mostrada como la única vía, y las aseguradoras hacen explícito su interés en ser
parte del proceso. Esto coincidía con las orientaciones expresadas en una publicación
que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con financiamiento del BID,
promueve en 1997. El libro titulado: Descentralización, Financiamiento, Costeo
y Autogestión de Establecimientos de Salud, Una Visión Integrada, señala: “...
el pragmatismo de la realidad histórica ha mostrado que el Estado no es buen
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
administrador y que la empresa privada, bajo un sistema de libre competencia y
adecuada regulación estatal, es más eficaz y eficiente en asignación de recursos y
satisfacción del consumidor” (Meerhoff, 1997).
A este respecto debe traerse a colación una carta dirigida por Bill Clinton al
Congreso de su país en 1998. En ella, el Presidente de los Estados Unidos señala los
defectos y problemas del aseguramiento privado en EEUU, país que invierte la mayor
cantidad de dinero con menor impacto sobre la salud. En ese país, hay cuarenta
millones de habitantes que no tienen acceso a los servicios de salud. Clinton propone
la reforma del sistema de salud, pero paradójicamente lo que propone es un modelo
de aseguramiento público (Feo 1998).
Obviando lo anterior, en el Seminario de Apertura para el Desarrollo Social
organizado por Pequiven se destaca: “el número creciente de organizaciones privadas
sin fines de lucro y no gubernamentales (ONG) que han surgido en el mundo,
para servir de vehículos a través de los cuales los ciudadanos pueden ejercer una
iniciativa individual en la persecución privada de propósitos públicos...” (El Universal
de Caracas, 23 de febrero de 1997). Esta postura es emblemática de la política
oficial. Las comunidades devienen en potenciales “clientes”, y su “participación” se
limita a sacar el dinero de sus bolsillos para pagar, en el caso en que lo tuviesen.
La mercadocracia concilia voluntades, la Reforma avanza. La sociedad civil (ONG,
Fundaciones, Empresas Privadas….) se empodera del espacio público y del Estado
en liquidación.
2.5 1998. Año de la concreción legal del proceso en salud.
En 1998, la “orgía privatizadora” en la que participaban “con pasión adolescente”
los actores del sector salud, se encuentra en su apogeo. La cristalización del proceso
se inicia formalmente con la promulgación de la Ley Orgánica de Salud (1998), la cual
“establece un marco de principios y mandatos tendentes a organizar el sector salud,
en cumplimiento de los preceptos constitucionales ante las realidades y necesidades
actuales y futuras” (Congreso de la República de Venezuela, 1997).
Este instrumento legal formaliza en sus artículos 45, 46, 47 y 49 la recuperación
de costos (cobro por servicios) y el establecimiento de tarifas de acuerdo a baremos
fijados por el Reglamento de la Ley, a ser desarrollado. En la misma perspectiva,
su artículo 73 le confiere rango institucional a las fundaciones, asociaciones
y oficinas de recuperación de costos estableciendo de manera taxativa que: “En
cada establecimiento de atención médica propiedad del Estado no podrá existir más
de una fundación, asociación u oficina de recuperación de costos”. Esto complementa
lo establecido en el artículo 70 sobre los deberes de los pacientes, el cual señala
la obligación de “Retribuir los costos generados por la atención médica cuando su
capacidad económica se lo permita” (Ley Orgánica de Salud, 1998). Esta última
condición no aclara quién determinará si el paciente tiene, o no, la capacidad para
retribuir los costos por la atención.
La discrecionalidad desde ese entonces instituida deja al libre juego de oferta y
demanda la prestación de servicios. Ahora la sociedad civil, ONG, y otros actores
pueden “participar libremente” en estas decisiones. En este sentido, los resultados
de una investigación desarrollada en el Estado Aragua en ese momento determina
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
que el 64% de los motivos de referencia desde el Hospital Los Samanes (gestionado
por una fundación), hacia el Hospital Central de Maracay (gratuito) son atribuibles
a motivos de índole económica (Varela, 1995). La lógica es simple: si no puedes
pagar, no te atiendo y te refiero a un centro gratuito. La fórmula del Dr. Caldera se
instituye en su forma legal.
Paralelamente, y de forma aparentemente coordinada, el gobierno adelanta
la aprobación de las leyes que regularían la Seguridad Social, inicialmente la Ley
Marco o Ley Orgánica de Seguridad Social Integral, y seguidamente la Ley que
Regula el Subsistema de Salud. Estas dos leyes, junto a la Ley Orgánica de Salud,
van a formalizar la apertura del mercado de la salud a todos aquellos actores,
públicos y privados, nacionales e internacionales, que deseen participar del
mismo.
La eficiencia y eficacia demostrada por el gobierno del Dr. Caldera en la
promulgación de este marco legal tiene pocos precedentes en el país. Se percibe un
cierto sentido de urgencia en redondear el marco legal que el proceso de Globalización
está reclamando para su avance.
¿Qué pasa entonces con la participación comunitaria?, ¿cuál es el papel
de las comunidades en este proceso? En este aspecto, el Gobierno cumple con
el compromiso de facilitar y garantizar la participación de los actores sociales en
el mercado de la salud. Esto independientemente de las inequidades que genere
y de los fines que dicha participación implique, en este caso la privatización. Las
comunidades aparecen inermes e indefensas ante la escalada de la sociedad civil.
Cualquier planteamiento fuera de esta lógica resulta por lo menos ridículo, y siempre
fuera de tono. El objeto del empoderamiento en salud es el negocio; desde un
interés individualista y comercial, que para ese momento es percibido como
hegemónico y poco menos que exclusivo. La privatización es la única salida
visible, y cualquier otra se encuentra convenientemente invisibilizada. La
pregunta obligada es acerca de esta pretendida hegemonía y su sostenibilidad
en el tiempo. Veremos.
2.6 Venezuela en el camino de la globalización
A pesar de lo dicho sobre la pasión adolescente de nuestros dirigentes, este
proceso no se ha dado en realidad como producto de la casualidad. Lo indica su
simultaneidad con el Consenso de Washington de 1980 y las reuniones del Grupo
Trilateral en 1978, el mismo año de Alma Ata (Castellanos, 2004). Una coincidencia
que nos permite por lo menos sospechar algún nivel de asociación entre las acciones
del Grupo Trilateral y el Consenso de Washington con las propuestas de Alma Ata
como ya antes señalamos.
Los organismos internacionales indican en efecto el camino de la Reforma. La
iniciativa de la OMS titulada La Salud Condición del Desarrollo Económico establecida
en 1991, y el Informe sobre el Desarrollo Mundial emitido por el Banco Mundial en
1993 Invertir en salud, establecen las nuevas condiciones y revelan el monitoreo. En
particular el Banco Mundial sostiene: “Los países que muestran buena disposición
para mejorar el acceso de salud para los pobres y emprender reformas en el sistema
de salud deben ser firmes candidatos a recibir ayuda en el marco de los Programas
de Ajuste Estructural” (Rodríguez, 1996).
45
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La OMS por su parte va emitir un inicio de critica hacia el ajuste, afirmando que
las condiciones se han agravado en el último decenio mientras el ciclo de la deuda,
la recesión y el ajuste económico pueden haber menguado seriamente la capacidad
económica de algunas naciones para proteger la salud (OMS, 1992). No obstante
la matriz de opinión de otra. Otros especialistas afirman así que “un examen de los
efectos de los programas de ajuste económico en la salud y la nutrición de los países
en desarrollo, no encontró pruebas empíricas para fundamentar que estas políticas
hubieran ejercido efectos negativos directos sobre la salud y nutrición de los países
en desarrollo o de que estas hubieran sido mejores sin estas políticas de ajuste”
(Rodríguez, 1996). Así, otro informe de la OPS concluye que, a pesar de que “estudios
realizados en varios países latinoamericanos demostraron perturbadoras reducciones
de los gastos sanitarios como resultado del ajuste estructural (...) ha sido difícil
establecer una conexión directa entre la salud y los ajustes” (Musgrove, 1990).
La Reforma conduce sin embargo a radicales cambios de manera similar y
homogénea en varios países. Un indicador de la dinámica de cambio es el Índice de
Reformas Económicas: mientras en 1980, este índice era de 0.55 en América Latina,
para el año 2000 era de 0.83. Es decir, el 83% de los países han satisfecho los criterios
de reforma establecidos en dicho período (Castellanos, 2004). La globalización esta
en marcha, y Venezuela plenamente incorporada al “concierto neoliberal.
Sin embargo, varias voces van a surgir poco a poco para denunciar los efectos
negativos del Ajuste. Entre ellas, Albert Berry en una presentación en la primera
Conferencia de las Américas convocada por la OEA (Ocampo, 1998), muestra que
existe información en el último cuarto de siglo según la cual la aplicación de medidas
de liberalización económica ha estado asociada con deterioros considerables en la
distribución del ingreso. Así mismo, el trabajo comparativo de Robbins (1996) indica
también que los procesos de apertura comercial han tenido efectos desfavorables
sobre la equidad en varios países de la región (Ocampo, 1998).
Sin embargo y a pesar de las múltiples evidencias, los Programas de ajuste en
Venezuela siguen su curso. La descentralización como eje de la Reforma, se acoge a
la orientación de que “aunque el gobierno tiene la responsabilidad de que se satisfagan
las necesidades básicas en materia de salud y otras, no necesita participar en cada
una de esas actividades”, ya que “la necesidad del sector salud de aumentar su
eficiencia en el financiamiento y prestación de servicios requiere una reconsideración
de la función del Estado” (Rodríguez, 1996). Esta posición es asumida con disciplina
por el Gobierno. Los múltiples “nuevos modelos de gestión” ensayados en este
período dan fe de ello. Este es otro de los ingredientes importados de la fórmula, no
tan original, del Dr. Caldera, el cual termina el periodo concretándose en el paquete
de Leyes que deja su Gobierno.
En este período las condiciones de salud de Venezuela son compatibles con las de
otros países de menor desarrollo. En 1996, las causas de muerte en menores de 1 año
y en el grupo de 1-4 años son altamente prevenibles (85% y 73% respectivamente).
A pesar de contar con el ingreso per cápita más alto de América Latina y el Caribe en
las décadas de los sesenta y setenta, las condiciones de salud ahora son superadas
por países de menor ingreso relativo (González, 1999).
Sin embargo, y a pesar de una matriz de opinión aparentemente a su favor a
nivel mundial, comienzan a finales de los años 90 a señalarse algunos problemas
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
en Venezuela que estaría acarreando la misma Reforma. Este es uno de los temas
centrales de las llamadas reformas de segunda generación: para mejorar la eficiencia
de los mercados e introducir criterios de racionalidad microeconómica en la provisión
de servicios que no los han tenido (Ocampo, 1998), los “reformadores” proponen una
reforma de la Reforma, pues la eficiencia y eficacia de los sistemas reformados está
en discusión.
Hasta ese momento dominaba la escena la creación de cuasi-mercados,
incluyendo la participación de agentes privados y cambios de diferentes índoles en
las modalidades de apoyo estatal. Sin embargo se reconoce que, a pesar de que “el
sector privado responde en forma dinámica a los incentivos que se le proporcionan,
su participación está sujeta a fallas de mercado, que dan lugar a fenómenos de
competencia imperfecta, selección adversa y riesgos morales (...) el problema más
importante es la tendencia natural que genera el mercado a que el sector privado
oriente su oferta hacia los sectores de mayores ingresos, en detrimento de aquellos
en condiciones en las cuales su provisión no es rentable. Las dificultades se acentúan
cuando los esquemas de participación privada no incluyen claros principios de
solidaridad, como lo ilustra el sistema de salud en Chile” (Ocampo, 1998).
Los promotores de la receta reconocen sus imperfecciones. La sustitución de
fallas de gobierno por fallas de mercado requiere, según ellos, la implantación de
reformas de segunda generación. Sin embargo, estas no pasan de reelaborar las
mismas propuestas y fórmulas mágicas de reiterado fracaso e incuestionable impacto
negativo en la salud de los pueblos. Explicaciones esotéricas repetidas miles de
veces por analistas de oficio son presentadas como una “nueva solución”. Un ciclo
que resulta perverso cuando sabemos que se habla de millones de muertes por falta
de atención.
En el marco de estas condiciones, Venezuela, ahora con el marco legal ajustado,
está a mediados de 1998 lista para continuar en el camino de la globalización
neoliberal. El empoderamiento de los “tigres del Caribe” aparentemente no
tiene discusión.
3. EL CONTEXTO POLÍTICO PARA LA REFORMA EN SALUD A FINALES DE LOS
NOVENTA. DE CALDERA A CHÁVEZ. LA CONTRAREFORMA.
A finales de los años 90, Venezuela se debate entre dos aguas, con una principal
característica: el quiebre definitivo de la democracia de partidos establecida a partir
del pacto de Punto Fijo. Las heridas abiertas en 1989 con el Caracazo, y reavivadas
en 1992 con los dos intentos de golpe de estado, no parecen entonces haber
respondido al tratamiento de sostén intentado con la fórmula del Dr. Caldera.
El Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías, puesto en libertad por el gobierno
para impulsar la reconciliación nacional, se da a la tarea de recorrer el país y aglutinar
voluntades con la propuesta de convocar una Asamblea Constituyente para fundar la
República la Quinta República (Elizalde, 2004).
Al llegar las elecciones presidenciales de 1999, mientras la popularidad de
Chávez sigue creciendo, por su parte los partidos tradicionales y otros movimientos
de carácter regional inician un accidentado proceso de configuración y definición de
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
liderazgos, que abarca desde la candidatura de una ex-reina de belleza hasta líderes
regionales, incluyendo personajes que estuvieron comprometidos en los sucesos de
1992. El frente anti-Chávez se constituye en mecanismo de defensa del status quo;
se sacrifica cualquier principio en función de un objetivo común: parar a Chávez y sus
propuestas, sobre todo sus propuestas.
Esto tiene lugar en el contexto de la más profunda crisis económica que ha vivido el
país. En este fin de siglo, los indicadores económicos no pueden ser peores, el precio
del barril de petróleo ronda los ocho dólares, y la inflación el 70%. Mientras tanto,
los procesos de privatización siguen avanzando en sus preparativos y concreciones:
se privatizan así sucesivamente la subasta de empresas básicas de Guayana junto
a empresas de servicios públicos como la telefónica estatal (CANTV), el Instituto
Nacional de Obras Sanitarias, la Compañía Anónima de Distribución y Fomento
Eléctrico (CADAFE), entre otras, mientras se anuncia la inminente privatización de
Petróleos de Venezuela (PDVSA), la cual se muestra fracasada, con volúmenes de
producción históricamente altos y sin capacidad para cubrir sus costos.
La privatización parece así todavía el único camino. La fórmula del Dr. Caldera
se muestra con mayor claridad a través de sus resultados: el Estado se contrae, se
retira, demostrando la eficacia del gobierno para aplicar la fórmula dictada por los
organismos multilaterales y reinterpretada por nuestros dirigentes. Pero ¿a qué fines
responde esa eficiencia y eficacia?, ¿acaso al logro de la salud de la población?,
o ¿acaso sería a los fines y objetivos del sector privado y de las transnacionales?
¿Será realmente que no existe alternativas reales más allá de las difundidas por los
promotores de la Reforma neoliberal?
3.1 El Proceso Constituyente y la Quinta República. La salud y la participación
en la Constitución de 1999. ¿Una Contrareforma?
En Diciembre de 1998, Hugo Chávez gana las elecciones. Su primera medida
es la convocatoria a un Proceso Constituyente: en abril de 1999, el 87,9% de los
votos aprueba la creación de una asamblea constituyente, y en julio, los seguidores
de Chávez logran por votos más del 90% de los cargos en la misma. El Proyecto de
Constitución presentado por la Asamblea es aprobada en el mes de diciembre con
el 72% de los votos (Medina, 2001; Marapacuto, 2005). Oposición y Gobierno se
definen con claridad, y dos proyectos de país son vistos frente a frente.
El nuevo texto constitucional apunta en efecto a producir cambios estructurales
en la conformación de la nación. Esto se hace evidente desde el Preámbulo. Mientras
la Constitución del 1961 había sido decretada por el Congreso de la República en
representación del pueblo, la nueva Constitución es decretada por el pueblo de
Venezuela. Se anuncia el salto de la democracia representativa a la democracia
participativa y protagónica. La Contrarreforma está en ciernes.
En el plano político y social, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999 reconoce y facilita la acción de instancias de participación
protagónica, cogestión, autogestión y cooperativismo; es decir, todas aquellas
formas de vida y trabajo asociativas, guiadas por los valores de la colaboración
recíproca y la solidaridad además de productividad social. La Constitución establece
los mecanismos para la planificación y coordinación en las distintas instancias de
48
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
gobierno, donde tendrán representatividad las comunidades organizadas tales como el
Consejo Federal de Gobierno, el Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas
Públicas, ellos Consejos Locales de Planificación Pública, y los Consejos Comunales.
Se crean así las condiciones de posibilidad para la construcción del poder popular,
instancia multidimensional de empoderamiento que rápidamente va permeando el
discurso político, y dando vida a la democracia participativa de la Contrareforma frente a
la democracia representativa de la Reforma
La Constitución reconoce en efecto a la salud como derecho social fundamental.
Esta reconocida y afirmada la responsabilidad del Estado en la promoción y desarrollo
de políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a
los servicios (González, 2001). Específicamente el Artículo 83 establece a la salud como
derecho social fundamental, constituyente del derecho a la vida, y obligación del Estado,
que lo garantizará. En el Artículo 84 se ordena la creación de un Sistema Público Nacional
de Salud (SPNS), de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado
al sistema de seguridad social, y regido por los principios de gratuidad, universalidad,
integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El Artículo 85 establece que el
financiamiento del SPNS es obligación del Estado. Finalmente, el Artículo 86 establece
que toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter
no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en diferentes contingencias.
La reivindicación de los derechos sociales y la revalorización del espacio
público son dos ejes del proceso constituyente. La nueva Constitución deja así claro
que toda persona tiene derecho a la protección a la salud (tenga recursos o no para
proveérsela por sí mismo), diferenciándose radicalmente de la Constitución del 1961
que limitaba la obligación del Estado a aquellos que carezcan de ellos y que constituyó
el marco legal ideal para la implantación de la Reforma. Fundamentada en los principios
enunciados en la Constitución de 1999, la Contrarreforma está ahora claramente
delineada, y sus propósitos bien establecidos.
Otros puntos novedosos de la nueva Carta Magna, la Constitución del 1999 define
una responsabilidad compartida entre Estado y ciudadanos en el ámbito de la salud. Tal
perspectiva es compatible con las tendencias internacionales que involucran una mayor
responsabilidad de los ciudadanos en los asuntos relacionados con el auto-cuidado,
disminución de factores de riesgo y el estímulo de los hábitos de vida saludables
(González, 2001). Pero además, la Constitución prohíbe expresamente la privatización,
creando un escenario de incertidumbre para las ONG y la llamada “sociedad civil”.
En la letra de la nueva Carta Magna, la participación adquiere así nuevos y muy
diferentes significados. En el sector de la salud, se sustituyen al individualismo y
al interés comercial, “hegemónicos” hasta el momento, nuevos valores como la
solidaridad y la universalidad. Surge una nueva posibilidad de empoderamiento
del espacio público. Veremos.
3.2 Nuevo escenario para la Contrareforma. La Recontrareforma en marcha
La Contrarreforma expresa en la nueva Constitución va a tener rápidamente sus
contrincantes. Críticos como González (González, 2001), denuncian así las restricciones
que podrían debilitar la implementación de una reforma moderna en el sector. Entre los
principios más controvertidos, se resaltan:
49
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
1) La gratuidad establecida en el Artículo 84. Para González, este principio influiría
en el desarrollo de visiones de financiamiento de los servicios poco compatibles con las
realidades y limitaciones de las finanzas públicas. Además el financiamiento ilimitado de
los servicios de salud seria definitivamente irreal, contribuyendo a introducir ingenuidades
en el manejo político de las decisiones relacionadas con las finanzas públicas. Al contrario,
insista, los avances en la recuperación de costos ya consagrados en nuestra legislación
estarían condenados a desaparecer.
2) Otro concepto controvertido es el que consagra el Artículo 84, cual establece que
el sistema público nacional de salud será gestionado por el Estado. Para González este
principio limitaría la posibilidad de experimentar múltiples formas de asociación entre
sector público y privado, especialmente en la prestación de servicios. Además estaría
atentando contra las modalidades desarrolladas bajo el impulso de la descentralización
en los estados, tanto en financiamiento como en prestación (González, 2001). Las ONG
en sus diversas “presentaciones” verían muy limitadas sus posibilidades de acción, a la
vez que tendrían que tributar a fines, como la salud de la población, que quizás no fuesen
compatibles con sus propios intereses, o los de “aquellos” de los que son subsidiarios o
franquicias.
Más allá de los detalles, las principales críticas hechas a la Constitución de 1999
se fundamentan en el hecho que la misma simboliza el rechazo a los lineamientos
internacionales de disminución del gasto público generalizados en América Latina a
raíz de la crisis de financiamiento externo a comienzos de los ochenta. Una orientación
que había constituido la base de la exitosa fórmula del Dr. Caldera durante su gestión.
De hecho, los nuevos principios consagrados por la Constitución de 1999 no salen
de la nada. Algunos antecedentes de esta relación subsidiaria pueden ser rastreados
desde los años cincuenta y sesenta en Venezuela, con la Alianza para el Progreso y los
programas de Desarrollo de la Comunidad; durante los setenta y los ochenta a través de
diversas organizaciones de corte religioso como las Nuevas Tribus; y hasta los noventas,
cuando esas van a ir asumiendo nuevas formas cada vez más sofisticadas en el seno
de la sociedad civil en consolidación. El rastro lo constituye la fuente de financiamiento,
y sobre todo los mecanismos de actuación que estas organizaciones ponen en práctica.
Documentos recientemente desclasificados por el Departamento de Estado de los
EEUU, demuestran así que varias organizaciones en Venezuela han recibido más de
20 millones de dólares otorgados por la Agencia Internacional del Desarrollo de EEUU
(USAID), un organismo financiado por el congreso estadounidense y controlado por el
Departamento de Estado de los EEUU. Creado por el Presidente John F. Kennedy en el
año 1961, USAID era originalmente un fondo dedicado a la intervención humanitaria en
el mundo.
En el caso de Venezuela, USAID mantiene un contratista en Caracas monitoreando y
facilitando sus proyectos y fondos. Su oficina local, la Oficina de Iniciativas de Transición,
se estableció en el 2002, después del golpe de Estado y es directamente manejada por
el Departamento de Estado y la Embajada de los EEUU. en Caracas. El contratista,
Development Alternatives, Inc. (DAI), maneja y supervisa los convenios otorgados por
USAID a las organizaciones venezolanas. De esta manera, bajo el programa “Venezuela:
Iniciativa para Construir Confianza”, DAI ha entregado 67 convenios a organizaciones
venezolanas de varios sectores e intereses, para una suma total que alcanza, solo para
el año 2003, los 2.3 millones de dólares (Golinger, 2005). El cuadro siguiente recuerda
algunos de esos convenios.
50
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Subsidio
($)
Objeto
Asociación Civil Acción
Campesina
60,106
fortalecer las instituciones comunitarias de
planificación
Asociación Civil Consorcio
Desarrollo y Justicia
49,904
monitorear el sistema judicial en Venezuela
Asociación Civil Consorcio
Desarrollo y Justicia
79,632
promover la participación democrática y
defender a los derechos humanos; presentar
casos ante la OEA y la Comisión de DDHH
Asociación Civil Consorcio
Justicia-Capítulo Occidente
27,460
aumentar la participación democrática y la
consciencia social en Táchira con grupos
estudiantiles
Asociación Civil Justicia Alternativa
26,750
reforzar la capacidad de los jueces de paz
en Aragua
Asociación Civil
Kapé-Kapé
39,900
entrenar líderes indígenas sobre derechos
humanos, negociación y liderazgo
Asociación Civil Liderazgo
y Visión
64,823
continuar el entrenamiento sobre democracia y derechos humanos de los equipos de
policía y bomberos en Aragua, Carabobo y
Cojedes
Asociación Civil
Uniandes
21,630
promover la participación e los consejos de
ciudadanos en Mérida
Asodisamar
16,200
promover la participación e los consejos de
ciudadanos en Mérida
Center for International Private
Enterprise (CIPE)
98,173
educar a los líderes comunitarias sobre los
valores críticos para el desarrollo de Venezuela, principalmente en las comunidades
pobres y de clase media
Centro al Servicio de la Acción
Popular (CESAP)
74,675
reforzar la capacidad de la sociedad civil
de monitorear los programas sociales y la
política del gobierno
Centro de Estudios de
Derechos Humanos (CEDH)
45,652
establecer una red de jueces y juristas
independientes para promover la reforma
judicial
Centro Educativo de
Adiestramiento Comunitario y
Ético CEACE)
70,800
implementar un programa nacional de
entrenamiento para profesionales y líderes
de base
Fundación Justicia de Paz
Monagas
28,850
promover la participación comunitaria
Instituto Prensa y Sociedad de
Venezuela (IPYS)
82,700
monitorear las violaciones de la libertad de
expresión a nivel nacional y entrenar a los
periodistas
International Republican
Institute
200,000
fortalecer la capacidad de los partidos
políticos
Organismo beneficiario
TOTAL VENEZUELA
987.255,00
Fuente: Golinger E. 2007
Entre los objetivos declarados de la mayoría de estas organizaciones destaca la
promoción de la participación. Sin embargo, muchas de estas ONG van a desempeñar
importantes papeles en el turbulento desarrollo de los acontecimientos desde el 2001
hasta el presente, y nos pueden ayudar a ir caracterizando el “nuevo” rol que asumen
51
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
estas organizaciones en la Venezuela del presente. La Recontrareforma entra en
escena.
3.3 2001–2003 Tiempo de definiciones y confrontaciones. De Chávez a Carmona…
a Chávez. ¿Golpe de Estado o vacío de poder? Reforma, Contrareforma y
Recontrareforma en escena
A partir de 2001 se produce un fenómeno progresivo “recalentamiento de las calles”
(Barrios, 2004). La oposición política al gobierno de Chávez se estructura. Explica Barrios:
“Las acciones del gobierno de Chávez han obligado a la clase media a movilizarse, a salir
de su paraíso. Por primera vez se ha trasladado al centro de las ciudades, ha llegado a
pié y no a hacer diligencias personales sino a defender sus derechos”. La polarización
alcanza extremos nunca vistos. El “oficialismo o chavismo” por una parte y “la oposición o
escuálidos” por otra van caracterizando un mapa político que algunos van hasta calificar
como de un “claro y odioso clasismo (...) con visos de racismo” (Barrios, 2004). Los
medios de comunicación reflejan la polarización creciente. El diario (El Nacional, 2002,
octubre 14) que, a sus marchas, el oficialismo “había traído del interior del país al mismo
lumpen de siempre, con un bollo de pan y una carterita de ron”. Sobran comentarios.
Diciembre 2001 marca un hito. Los 49 decretos leyes aprobados por el gobierno llevan
a una profundización de tensiones entre el principal actor sindical, la Confederación de
Trabajadores de Venezuela (CTV), su par patronal, FEDECAMARAS, y el Gobierno.
Estas tensiones culminan en Diciembre de 2001 con la organización y ejecución de una
paralización general (Romero, 2005).
La resistencia a la Contrarreforma se va organizando y articulando, mostrando
veladamente, los intereses que parecen guiar sus acciones. En el campo de la
oposición al Gobierno de Chávez se perfila lo que de ahora en adelante llamaremos la
Recontrareforma, como tendencia que reivindica la Reforma y sus valores en contra de la
Contrarreforma en marcha. Se señalan insistentemente los errores y defectos (reales
o inventados) de la Contrarreforma, por supuesto sin llegar nunca a presentar
(con raras excepciones) aquel modelo de país que estarían proponiendo desde el
campo de la Recontrareforma.
Llegamos al 2002, tiempo de los desenlaces. Con el curso de los acontecimientos, el
cúmulo de información que se genera es de tal magnitud y densidad que sólo intentaremos
presentarlo a grandes rasgos.
La calle “está caliente”. Los medios de comunicación, sobre todo las televisoras
privadas, va determinando el ritmo e intensidad de los acontecimientos; en algunos
casos transmitiendo, y en no pocos produciendo la noticia. El conflicto se desarrolla con
intensidad en la calle y frente a los televisores. Se exige la renuncia del Presidente, la
consigna transmitida 24 horas al día es “fuera Chávez ya”. En las concentraciones de
calle de la autodenominada “sociedad civil” se canta el estribillo: “se va, se va, se va”. De
hecho, se respira la inminencia de un desenlace. Lo que no está claro es: y después de
Chávez, ¿qué? Sin embargo se repite “ni un paso atrás”. La movilización es intensa.
Los titulares de los principales diarios del país, El Nacional y El Universal, llaman
para el jueves 11 de abril de 2002 a la “desobediencia civil”; lo que describen es un
“conflicto total”; y anuncian: “estamos en una fase decisiva para la solución de esta crisis
(El Nacional, 2002, abril 11; El Universal de Caracas, 2002, abril 11).
52
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Amanece el 11 de abril de 2002. Una multitudinaria manifestación convocada por la
oposición colma las calles y las pantallas de las cuatro principales televisoras privadas.
Páginas de Internet, el único medio disponible, denuncian la estrategia mediática
implementada: “las grandes cadenas mediáticas internacionales adelantaron el
desenlace de la caída del gobierno de Hugo Chávez, al grado de que primero fue
el golpe mediático, y después proliferaron las versiones sobre la renuncia que dio a
conocer la cadena privada Globovisión” (Villamil, 2002). Según otra: “los generales
victoriosos ganaron la última batalla con cañones mediáticos, misiles cibernéticos
y comandos internautas. El poder ha regresado a manos del poder” Notitarde de
Valencia, 2002, abril 13). La Recontrareforma es la protagonista.
La verdad completa sobre la violencia desatada ese día sólo la podrían dar a conocer los
escritores del guión antes señalado, y sus nombres quizás no lleguen a conocerse. Pero si
hay cifras: 17 muertos, incontables heridos y lesionados. Una imagen va entonces a recorrer el
mundo y precipitar los acaecimientos: es la de partidarios del gobierno disparando sus armas
desde un puente, según la versión oficial de los medios, contra la pacífica manifestación de
opositores desarmados. Se pide la renuncia del presidente Chávez. Para evitar un derrame
de sangre, el presidente se entrega.
El día 12 de abril se desarrolla un cúmulo de acontecimientos; hayan sido o no reseñados
por la prensa. Un nuevo gobierno emerge a partir de un “vacío de poder” según ciertos
sectores, un Golpe de Estado según otros. Un amplio sector de la Sociedad, la mayoría
según los medios, asume la versión de la supuesta renuncia del Presidente Chávez. En horas
de la tarde se auto-juramenta el Presidente de FEDECAMARAS, Pedro Carmona Estanga,
como Presidente de la República. El Acta de Constitución del Gobierno de Transición,
suscrita por representantes de diversos sectores de la Sociedad, disuelve todos los Poderes,
y destituye funcionarios entre los aplausos de los concurrentes. Este documento requiere un
nivel de investigación que no podemos alcanzar en este trabajo, pero muy necesario para
entender la propuesta de Recontrareforma.
Junto a los pronunciamientos de apoyo de personalidades y organizaciones
nacionales e internacionales, la prensa reseña extensamente las acciones de represalia
y persecución que se desatan al amparo del Acta del 12 de Abril. Se describen asaltos
a Gobernaciones, Embajadas, residencias particulares; se publican listas de los más
buscados; en fin se complace de las reacciones internacionales: “Wall Street respira
aliviada por caída de Chávez”, titula un articulo; “renuncia de Chávez es aplaudida por
Bancos Alemanes”, “el FMI se declaró listo para ayudar a la nueva administración” titulan
otros. De igual manera, “el 11 de abril fue un día extraordinario en la historia venezolana”,
declara El embajador de los Estados Unidos en Venezuela. “Ni un paso atrás” sigue la
consigna (El Siglo de Maracay, 2002, abril 13). Al mismo tiempo los titulares subrayan
datos económicos simultáneos con el acontecimiento: “Bajan precios del crudo”.
Revelador de algunas de las principales motivaciones del golpe, temprano en la mañana
del día 12, un prominente banquero afecto al Presidente Carmona exige al presidente del
INDECU los expedientes de los 300.000 afectados por los créditos indexados y la cuota
balón (Prensa Asamblea Nacional, 2002). La Organización de Estados Americanos OEA,
guarda un silencio cómplice, y algunas ONG, como el caso de SUMATE, revelan de
manera imprudente sus conexiones internacionales de financiamiento con organismos
como la USAID. Las “relaciones” se desnudan y el rostro del fascismo más ortodoxo
se pasea por Venezuela.
Según los reportes de los medios de comunicación privados del país, todo parece
volver a la normalidad. Sin embargo El Tiempo de Bogotá reporta: “Televisión Privada de
53
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Venezuela guarda silencio. Los canales de televisión no transmiten ninguna información
sobre la explosiva situación de hoy en Venezuela. Desde el viernes en la tarde y este
sábado se produjeron disturbios en Caracas y el interior del país, y un desacato al
nuevo gobierno de la brigada de paracaidistas de Maracay. En Caracas una multitud de
simpatizantes de Chávez se concentró frente al Palacio de Miraflores, que abandonó el
presidente Pedro Carmona para refugiarse en el Fuerte Tiuna” (eltiempo.com, 2002).
Ninguno de estos hechos son reportados por las televisoras, las cuales se dedican a
transmitir dibujos animados y clásicos del cine romántico.
No obstante, las calles se van llenando de miles de personas que exigen el regreso de
Chávez. Progresivamente se va consolidando una alianza cívico-militar que restaurara el
hilo constitucional. Para la madrugada del 14 de abril, se escucha en las calles: “volvió,
volvió, volvió...”. La realidad vital se impone esta vez a la realidad virtual. Un hecho
inédito en la historia contemporánea es recogido y transmitido clandestinamente por
las cámaras caseras de reporteros informales. Nuevos o hasta ahora invisibilizados
actores reclaman su posibilidad de participación y empoderamiento del espacio
Público expropiado por la “sociedad civil”. Se impone “el pueblo”. Nuevos e
inéditos significados pisan las calles con mucha fuerza.
La misma madrugada del 14 de abril de 2002, el Presidente Chávez reasume su
cargo. Los responsables visibles de la conspiración son detenidos. Se les garantizan
sus derechos y un debido proceso ante la justicia. Sin embargo, las “trincheras” de la
oposición en los estados descentralizados se mantienen intactas. La confrontación
asume nuevas presentaciones.
3.4 La salud como escenario de confrontación. Centralización versus
Descentralización. Y ahora, ¿a dónde vamos?
Según Gropello y Cominetti, las reformas implementadas en América Latina
durante las décadas de los 1980 y 1990 modificaron los criterios y prioridades de
la política económica en general, y de la política social en particular. En el ámbito
social, propusieron sustituir la concepción paternalista del Estado por un Estado
cuya acción se concentrase en funciones de financiamiento, regulación y diseño de
la política social, dejando al sector privado un mayor espacio para la provisión (Di
Gropello, 1998). Este ha sido el eje de los diversos procesos de descentralización y
privatización llevados a cabo durante los noventa. Y el escenario que construyeron
para sí mismas múltiples Fundaciones, ONG y otros diversos actores. Para esos,
participar significaba entonces tener parte en los beneficios del negocio salud.
En Venezuela se van sucediendo las definiciones de esta “participación”. En el
ámbito político, lo institucional parece encontrarse a la “expectativa”. En el sector
salud, cada quien va por su lado. La ya debilitada rectoría del Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social durante los procesos descentralizadores, es sustituida por un
divorcio casi total entre el ejecutivo nacional y los estados descentralizados, en los
cuales comienza a notarse una actitud de “esperar a ver qué pasa”. Entre tanto, el
aparataje de “los nuevos modelos de gestión” en manos de una muy participante
“sociedad civil” nacida al amparo de la Constitución de 1961, no muestra signos
de querer ajustarse a lo pautado en la nueva Constitución. La consigna de la
oposición parece ser, parafraseando a Carlos Andrés Pérez, “llueve y escampa”. La
impresión que se puede tener es que coexisten en Venezuela dos países, en
una convivencia muy tensa e intensa.
54
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Reforma, Contrarreforma y Recontrareforma se ven más claras como
proyectos. En el sector de la salud la resistencia es dura, algunos estados
descentralizados no sólo se resisten a los planes y programas del gobierno nacional,
sino que actúan en dirección contraria, en muchos casos haciendo sabotaje activo,
y en otros aplicando “la operación morrocoy”. En cualquier caso, los medios
siempre se encargan de endosar cualquier error o culpa al gobierno nacional, y más
específicamente al Presidente Chávez. En sus propuestas, la oposición parece ubicarse
entre el modelo de los años ochenta y noventa, y el de la nueva Constitución. Plantea
así la redefinición de las instituciones de servicios de salud a través de la creación
de “redes autónomas”, entendidas como “el escenario natural para la incorporación
de modalidades experimentales de prestación y gestión” que permitirían “avanzar
hacia esquemas de separación de las funciones de financiamiento y prestación,
especialmente en los ámbitos de los estados, (...) así como la incorporación de
modalidades de relación con el sector privado y otras esferas públicas” (González,
1999). Se promueven acuerdos y acciones paraconstitucionales.
Un observatorio de esta dinámica paraconstitucional promovida por los sectores
oposicionistas la constituye el trabajo de la USAID y su Oficina de Iniciativas de
Transición en Venezuela desde el año 2002, y hasta el presente.
Según los últimos datos disponibles, la empresa contratista de la USAID, la DAI, ha
entregado hasta junio 2007 más de 360 ‘’becas’’ a organizaciones sociales, partidos
políticos, comunidades y proyectos políticos en Venezuela por un total de más de
11.575.509.00 dólares bajo el programa, ‘’Venezuela: Iniciativas para la Construcción
de Confianza”. El objetivo oficial se esta ayuda: fomentar ‘’el diálogo político, el debate
público, la participación ciudadana y el entrenamiento y capacitación de líderes
democráticos” en Venezuela (Golinger, 2007). De igual manera, la USAID organiza
en agosto del 2007 una conferencia con 50 alcaldes de todo el país para tratar los
temas de la “descentralización” y de las “redes populares”. Como anuncia en su
informe, el programa de la USAID- Oficina de Iniciativas de Transición en Venezuela
promete continuar con sus esfuerzos de “fortalecer la sociedad civil y los partidos
políticos”, “promover la descentralización y los consejos municipales” y “entrenar los
defensores de los derechos humanos”. El congreso estadounidense ha en efecto
aprobado $3.6 millones de dólares para esta oficina en Venezuela para el periodo
2007-2008, algo que indica que esta subversión seguirá creciendo y amenazando la
revolución bolivariana (Golinger, 2007).
Vemos así como se promueve, impulsa y apoya el Programa de la
Recontrareforma, que cada vez más parece la Reforma “maquillada” ¿Qué
pasa entonces a partir del 2002 en el sector de la salud?
4. 2002 – 2003. BARRIO ADENTRO: NUEVO ESCENARIO PARA LA
PARTICIPACIÓN Y LA CONFRONTACIÓN
Luego de la vuelta al poder del presidente Chávez, y hasta finales de 2002 se
acrecienta el clima de tensiones mediante acciones de insurgencia civil, llamados a
desobediencia militar, y un reacomodo de las fuerzas de oposición, que apoyadas
en la impunidad por los hechos de abril 2002 convoca un nuevo paro nacional para
diciembre. Esta nueva estrategia de desestabilización se prolongara hasta inicios de
febrero de 2003 en lo que ha sido caracterizado como el Golpe Petrolero (Romero,
2005).
55
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Hasta el 2003, por diversas razones, el gobierno de Chávez no ha tomado la
iniciativa en salud. Fuera de algunos intentos aislados, como el Plan Bolívar 2000,
el Programa de Salud (PROSA), o el Plan Estratégico de Seguridad Alimentaría
(PESA), el gobierno parece paralizado. Ante la incompetencia manifiesta (activa o
pasiva) de los entes de salud, y la retórica inoperante de técnicos y asambleístas, el
presidente Chávez va a asumir una acción contundente, práctica y trascendente: la
implementación, a nivel nacional, de la Misión Barrio Adentro.
Barrio Adentro, como programa, se origina en la actuación del personal médico
cubano durante la tragedia del Estado Vargas en Diciembre de 1999. A partir de esta
experiencia, y ante la oposición a cualquier iniciativa fuera de su control por parte del
gremio médico venezolano comandado por la Federación Médica de Venezuela, la
Alcaldía del Municipio Libertador en Caracas suscribe un Convenio con la República
de Cuba para implementar una experiencia similar en los Barrios de Caracas, donde
se encuentran las clases más desposeídas. De allí surge la idea de Barrio Adentro
como alternativa valida para satisfacer las necesidades en salud de la población
caraqueña, que más tarde se convierte en un Plan Integral de Desarrollo Local que
conjuga un conjunto de políticas sociales orientadas a mejorar la calidad de vida,
promoviendo la organización y participación social de los sectores populares.
A la luz de los primeros resultados en los barrios más pobres de Caracas, el
Presidente Chávez toma la decisión de ampliar la experiencia a toda la nación. La
Misión Barrio Adentro nace así en el mes de diciembre del 2003 con el objetivo
de cumplir con el mandato constitucional de construir un Sistema Público Nacional
de Salud regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad,
integración social y solidaridad, y donde la participación protagónica juega un papel
fundamental. En la correlación de fuerza vigente, el gobierno no ha tenido otra
alternativa que la de iniciar la construcción de un sistema de salud paralelo, con el
cual pueda contar para poner en práctica los postulados de la Constitución del 1999
en salud. La confrontación es más evidente que nunca.
Garantizar el acceso a los servicios de salud de la población excluida, mediante
un modelo de gestión de salud integral orientado al logro de una mejor calidad de
vida, constituye el principal objetivo de la Misión Barrio Adentro. Recordaremos
algunos de sus objetivos específicos.
1. En primer lugar, la Misión tiene el objetivo de fortalecer la Red Ambulatoria
aumentando su capacidad resolutiva mediante la implantación, consolidación y
extensión de consultorios populares, haciendo énfasis en la promoción de salud y
calidad de vida.
2. En segundo lugar, se propone implantar un modelo de gestión participativo
que responda a las necesidades de la población excluida, mediante la organización
y participación de las comunidades apoyadas en la contraloría social como expresión
del poder popular. La participación de las personas en la definición de estrategias de
calidad de vida y salud, no sólo de servicios emerge como objetivo central.
3. En tercer lugar se plantea potenciar capacidades y habilidades de los
recursos humanos institucionales y comunitarios mediante la educación y formación
permanente. Generando un espacio de aprendizaje con ilimitadas posibilidades para
el empoderamiento y la construcción del poder popular.
56
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
En un lapso de tiempo record, la Misión Barrio Adentro logra un impacto en el
día a día de las personas. Así, para mediados de 2006 la cobertura de la Misión
Barrio Adentro alcanza según los datos oficiales el 73% de la población del país
con la cifra de 13.000 médicos por 300 familias de 5 personas por cada familia, o
sea por 19.500.000 millones de habitantes (OPS, 2006). Para el Presidente Chávez
se trata de “una de las iniciativas más humanitarias del Gobierno revolucionario” y
su objetivo es alcanzar “un promedio de mil 200 habitantes por médico” (Venpres,
2003). Según Fernando Bianco, presidente del Colegio Médico Metropolitano, el
Plan Barrio Adentro, cuya base es la atención médica a las personas que viven en
zonas muy pobres del área metropolitana, “puede ser el restablecimiento de la red
primaria de salud, que es inexistente” (Venpres, 2003).
Sin embargo, las reacciones desde la oposición no se hacen esperar. Arrecia la
crítica, no sólo al Plan Barrio Adentro, sino más concretamente a la presencia de
médicos cubanos, los cuales son acusados de “mala praxis médica” (El Universal de
Caracas, 2003, julio 12) así, según Douglas León Natera, presidente de la FMV, los
cubanos a cargo de los programas “no son médicos sino unos piratas” ” (El Universal
de Caracas, 2004 septiembre 11). El secretario de Salud de la Alcaldía Metropolitana,
Pedro Aristimuño, abunda en el mismo sentido: “las denuncias de mala práxis contra
facultativos cubanos en el Plan Barrio Adentro no son una manipulación mediática,
se trata de realidades que no pueden ocultarse” (El Universal de Caracas, 2003, julio
08). A nivel internacional, la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe
(Confemel), insta al Gobierno a “restituir la legalidad en el ejercicio de la medicina y
abortar el plan Barrio Adentro, alegando que con prácticas indebidas se está poniendo
en riesgo la salud” (El Universal de Caracas, 2003, agosto 01).
A las críticas de orden “técnico” se junta críticas de índole “institucional” como
la de Pacheco, ex director de Salud de Libertador, quien acota que “Barrio Adentro
es un problema ético y legal. Legal porque se ha convertido en un sistema de
salud paralelo” (El Universal de Caracas, 29 de septiembre de 2003). Las misiones
sociales, entre ellas Barrio Adentro, funcionan en efecto como ministerios paralelos,
implantados como única salida del gobierno ante la parálisis de unas instituciones,
cuales se encuentran en manos, muchas veces, de partidarios de la oposición en los
niveles operativos.
Las contradicciones se hacen visibles entre dos modelos de Sociedad, y
dos propuestas para la salud, los derechos sociales y las formas de convivencia.
Mientras los sectores populares beneficiarios defienden la Misión, en algunos casos
alojando a los médicos en sus humildes viviendas, la oposición a Barrio Adentro es
férrea desde la Recontrareforma opositora.
Por supuesto, la Recontrareforma no discute el problema de la salud y
su atención, pues resulta difícil oponerse a acciones llevadas bajo los principios
de accesibilidad y equidad. La oposición y sus seguidores participan sin embargo
activamente en contra de Barrio Adentro desde un punto de vista legal.
En los meses y años siguientes, los medios de información privados seguirán sus
ataques en contra de la Misión. Mientras “se calcula que han entrado a Venezuela
cerca de 10 mil cubanos” (Quinto Día, 2004, agosto 20),, organismos internacionales
como la CEPAL parecen sintonizados con el bloque mediático venezolano. En su
Informe Anual sobre los avances de los países de América del Sur en los Objetivos
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
del Milenio, la CEPAL publica datos erróneos, omitiendo los progresos alcanzados
en Venezuela en salud, educación y otros avances en la calidad de vida del pueblo
venezolano, cuales aceptara después rectificar (Carmona, 2004).
La construcción de dos realidades parece contar con el concurso de actores
domésticos e internacionales. La disociación entre estas dos realidades no es un
fenómeno nuevo en Venezuela, y es resaltado al decir que: “las acciones del gobierno
de Chávez, han obligado a la clase media a descubrir que los habitantes de otras
partes de la ciudad existen de verdad, y no sólo cuando salen en la TV o cuando
salen en la página de sucesos criminales” (Barrios, 2004).
Es en este contexto que va a surgir la convocatoria y desarrollo del Referéndum
Presidencial de Agosto de 2004, el cual va a marcar un hito muy importante en el
desarrollo de los acontecimientos, justificando en parte la lentitud del mecanismo de
discusión y aprobación de la nueva Ley de salud en la Asamblea Nacional.
5. EL REFERÉNDUM DEL 2004 Y LA DISCUSIÓN EN SALUD
Desde finales del 2003 y durante el 2004, el Referéndum Presidencial copa la
escena política. Se desarrolla una agresiva campaña proselitista por ambos bandos.
Las Misiones Sociales, y en particular la gestión en salud, son material de discusión
para apoyar o atacar, de acuerdo al caso. El 15 de agosto de 2004, el presidente
Chávez obtiene un contundente triunfo en el Referéndum con el 59,09% de los votos,
en una de las elecciones que ha contado con mayor participación en la historia del
país (Romero, 2005). El dictamen del Centro Carter y de la OEA es sin ambigüedad:
el ex-presidente de Estados Unidos Jimmy Carter “regresó a su país convencido de
dos cosas: que la votación en el revocatorio fue transparente, no hubo ningún fraude,
y que Chávez no retrocederá en su proceso revolucionario”(El Universal de Caracas,
2004, agosto 20). Sin embargo la oposición denuncia el fraude. Amanece la etapa
post referéndum. El gobierno amplía y profundiza las misiones sociales en un
contexto de polarización constante.
La salud en particular va a convertirse en proyecto bandera de la gestión
gubernamental. Barrio Adentro y el descongelado Proyecto de Ley de Salud
regresan a la palestra.
Por un lado, siguen en efecto las criticas a la Misión, como la de Alexis Bello,
presidente del Hospital de Clínicas Caracas, según quien la Misión Barrio Adentro
sufre de “dos distorsiones”, a saber, “el empleo de médicos extranjeros, y llevar la
atención al barrio, en vez de llevar las clases más desposeídas a un centro capacitado:
debería ser una Misión Barrio Afuera” (El Universal de Caracas, 2005 febrero 02). Sin
embargo, para el representante en Venezuela de la OPS Renato Guzmao, estas
distorsiones son exageradas: “lo que parecía imposible lograr en décadas -ofrecer
a los indígenas y pobres que jamás tuvieron acceso a ningún programa de salud y
a las clases medias que han pagado precios altísimos por la privatización, servicios
sanitarios efectivos y gratuitos- de repente se ha logrado con una simple decisión
política”. Para Guzmao “que lo hagan médicos cubanos o marcianos no le importa
a la OPS. Lo importante es que con Barrio Adentro se atienden de manera rápida,
objetiva y oportuna 17 millones de personas. Y que la Misión sea irreversible”
(Caronetuto, 2005).
58
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Por otro lado, la perspectiva de una nueva Ley de salud moviliza la oposición.
En una entrevista al canal privado Globovisión, Alfredo Ramos miembro de la CTV
“rechazó la nueva Ley de Salud y denunció que el seguro de HCM sería eliminado.
El sindicalista expresó que la nueva Ley se traducirá en despidos masivos y no se
sabe qué pasará con los seguros y el Ipasme. Ramos dijo que propondrá la próxima
semana el llamado a un frente común para enfrentar la Ley de Salud” (Globovisión.
com, 2005a). Curiosamente “los trabajadores” son llamados a defender los intereses
de las empresas privadas en un macabro juego de amenazas y especulaciones
que no cuentan con ninguna base de evidencias concreta. El esfuerzo allí es por la
defensa del interés individual (los HCM) de cada trabajador, independientemente de
los costos e ineficiencia que pudiesen representar y en detrimento de la construcción
de un Sistema Público de interés colectivo. Algunos días después, el mismo medio
de comunicación anuncia que: “Médicos marcharán contra la Ley de Salud. Entre las
quejas de los galenos Natera dijo que se revierte la descentralización, bloquea y elimina
las discusiones de las contrataciones colectivas, busca eliminar la representación
gremial, afecta a la propiedad privada, como las clínicas” (Globovisión.com, 2005b).
La amenaza a las parcelas regionales de poder y la supuesta amenaza a
intereses privados constituyen la clave del desacuerdo. Notemos que después
de las críticas hechas a Barrio Adentro, como sistema de salud paralelo, se reivindica
aquí la existencia de uno igualmente paralelo, el de los seguros privados. La lógica
de mercado y los intereses comerciales siguen predominando.
La perspectiva de una nueva Ley de salud provoca así temor dentro de los
sectores lucrativos del país. Como subraya a este respecto la Agencia Bolivariana de
Noticias el 02/09/05 refiriéndose a Barrio Adentro: “estas acciones emprendidas por
el Ejecutivo Nacional tienden a acabar con el perverso negocio de las trasnacionales
farmacéuticas, de equipos médico-quirúrgicos y de seguros, instaladas en el país
desde hace mucho con el objetivo de PRIVATIZAR la salud. Un sistema público
nacional de salud que brinde atención gratuita y de calidad acabará con el negocio
de las transnacionales y sus socios internos, ese es el origen de las acusaciones
al Gobierno y los ataques a Barrio Adentro” ((Prensa Asamblea Nacional, 2005
septiembre 28). La discusión acerca de los intereses, salud o negocio, son ahora
más claros. Los mercaderes y sus defensores visibles parecen resentir la amenaza
que en términos de pérdida de espacios de poder se estaría materializando en la
salud. Veamos.
6. 2006–2009. PARADOJAS Y CONTRADICCIONES. NUEVOS ESCENARIOS,
PERSPECTIVAS Y RETOS PARA LA PARTICIPACIÓN Y EL PODER POPULAR.
LOS CONCEJOS COMUNALES
6.1 El Rey se va quedando desnudo y la participación se viste de pueblo
El devenir de este período nos sigue mostrando confrontaciones y tensiones,
marchas y contramarchas, que ya son nuestra forma de vida. Cada vez se desnuda
mejor la “propuesta” de la Recontrareforma, ya sin disimulos: la añoranza activa de la
Reforma Neoliberal de los ochenta y los noventa. Como hemos señalado, el discurso
de los organismos internacionales y la actuación de las ONG en Venezuela se han
caracterizado en los últimos treinta años por tener un comportamiento caprichoso, por
decir lo menos. Su acompañamiento activo y manifiesto, así como sus sospechosos
momentos de silencio, cobra sentido a la luz de los acontecimientos políticos que
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
han constituido su contexto histórico. El paralelismo en las fechas, y la forma como el
discurso se ha amoldado a las necesidades de los procesos de Reforma Neoliberal
nos obligan a preguntarnos si estas han sido meras casualidades, o “trajes a la
medida”.
Resultaría interesante la interpretación, desde el campo de la Recontrareforma,
de algunos datos. Por ejemplo algunos del Instituto Nacional de Estadísticas. Según
el Instituto, desde el 1998 hasta el 2007, la extrema pobreza ha sido reducida desde
un 20.6% hasta un 9.41%; la mortalidad infantil ha disminuido del 21.3 por mil nacidos
vivos en 1998, hasta un 13.1 por mil nacidos vivos en 2006. Además la escolaridad
en sus diferentes niveles ha crecido en cerca del 40%; mientras por su parte el
índice de desempleo disminuyó del 16.6% en 1999 al 6.2% en 2007. Un conjunto de
datos contundentes pero que son digeridos por el cúmulo de reseñas acerca de la
inseguridad y la violencia que saturan los medios de información.
Otros datos importantes, entre el 2005 y el 2008 han sido desarrollados programas
de formación de trabajadores de salud, tanto a nivel de postgrado (Medicina General
Integral) como a nivel de pregrado (Medicina Integral comunitaria), logrando la
incorporación de mas de 2 000 profesionales al postgrado y de cerca de 20.000
estudiantes de medicina. Estos programas buscaran suplir el déficit de personal que
Barrio Adentro ha hecho evidente, habiéndose requerido la incorporación progresiva
de más de 20.000 profesionales cubanos para lograr su funcionamiento entre 2003
y 2008. Un dato que recuerda el carácter restrictivo del acceso a las universidades
durante los años ochenta y noventa. En esos años, la disminución de las posibilidades
de ingreso a las universidades fue siempre justificada con el argumento de que en el
país habían muchos médicos y enfermeras desempleados, y que en consecuencia
no se requería formar más.
Por fin, resulta muy difícil esconder el papel de las ONG, que en la mayoría de
los casos y desde mucho antes de 1999 han respondido en Venezuela a intereses
y dictámenes de organismos internacionales, que han impulsado la inequidad
y la privatización vestidas de participación y otros eufemismos. Las ONG en su
concepción “tradicional” están desdibujándose en Venezuela, mientras esta naciendo
y desarrollándose una democracia participativa, con miles de organizaciones
comunitarias que no pueden calificarse de no gubernamentales, pues en el nuevo
marco legal las comunidades parecen destinadas a ser Gobierno.
6.2 ¿Concejos Comunales = poder popular? La “participación oficial”
El 10 de abril de 2006 es publicada en Gaceta Oficial nº 5.806 la Ley de los
Concejos Comunales que “tiene por objeto crear, desarrollar y regular la conformación,
integración, organización y funcionamiento de los consejos comunales; y su relación
con los órganos del Estado, para la formulación, ejecución, control y evaluación de las
políticas públicas”. Según la Ley: “los consejos comunales en el marco constitucional
de la democracia participativa y protagónica, son instancias de participación,
articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos
sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer
directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder
a las necesidades y aspiraciones de las comunidades, en la construcción de una
sociedad de equidad y justicia social” (Ley de los Concejos Comunales, 2006).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Los miles de Concejos Comunales conformados a partir de la promulgación de
la Ley, no solo en los barrios y comunidades excluidas, sino también en numerosas
comunidades de clase media, y más allá de esto, el nacimiento y reaparición de
organizaciones comunitarias que permanecieron adormecidas, desesperanzadas,
manipuladas y neutralizadas por la canción neoliberal, presagia novedosos escenarios.
La noción de empoderamiento está cobrando nuevos sentidos y dimensiones
en Venezuela. Este proceso de reapropiación y revalorización de identidades y
derechos sociales, caracterizado por múltiples aciertos e innegables errores, requiere
ser estudiado con mayor atención, pues está sirviendo para revelar sentidos históricos
de la participación, que bien pudieran orientar procesos en curso en sociedades como la
nuestra.
Paralelamente, es impulsada por el Presidente Chávez la fundación y conformación
del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), llamado a cumplir el papel de
ser “el partido de la Revolución Bolivariana”, y que de acuerdo a fuentes del mismo,
logra la inscripción de más de cinco millones de aspirantes a militantes. En 2007, a
pocos meses de las elecciones presidenciales, se inicia el proceso de conformación del
partido “oficial”, que tiene como materia prima al Movimiento Quinta República (MVR),
con cuyo apoyo Chávez ha llegado a la presidencia en 1998, a su vez originado en el
Movimiento Revolucionario Doscientos (MBR200), en el cual se nuclearon inicialmente
los propulsores del levantamiento militar de 1992. Además se incorporan al PSUV
militantes venidos de Patria Para Todos, Podemos, Liga Socialista, Partido Comunista
de Venezuela, entre otros. Y con toda seguridad gran número de militantes venidos de
partidos de la derecha como Acción Democrática, Copei, o MAS, en un movimiento
aluvional cuyo eje fundamental, en principio, ha sido la figura del presidente Chávez más
que cualquier orientación ideológica, y que es identificado como “el chavismo”. El PSUV
ha continuado hasta el 2009 un proceso de reconformaciones sucesivas, con candidatos
electorales y dirigentes del partido “elegidos democráticamente por las bases”, del cual
no ha salido libre de escándalos de corrupción y clientelismo que ya caracterizaron a
los “viejos partidos” de la Cuarta República, y que han sido denunciados por el propio
Chávez.
Es importante hacer aquí la distinción entre los Concejos Comunales y el PSUV
como movimientos organizativos en desarrollo, por momentos paralelos, entrelazados,
mimetizados, pero también enfrentados en la dialéctica de construcción del Socialismo del
Siglo Veintiuno, propuesto por Chávez a partir de 2007, pero sobre todo en la conformación
del poder popular que se abre paso y se manifiesta día a día no necesariamente dentro
de las filas del PSUV. Esto lo destacamos en función de mejorar nuestra comprensión
del fenómeno participación, del cual no puede excluirse a priori a ningún actor social,
independientemente de su filiación partidista o política. Además nos permite visibilizar lo
que llamamos la participación oficial y la participación no oficial, ambas de incuestionable
importancia en el proceso dialéctico de construcción del socialismo, y sobre todo del
poder popular.
Lo que podrá ser interesante discutir, en otros espacios, es el contraste entre
el empoderamiento como expresión de autonomía o como estrategia para la
conservación tutelada del poder.
7. RETOS Y PERSPECTIVAS, A MANERA DE CONCLUSIÓN
•
En Venezuela parece que se están gestando las condiciones para que en
algún momento “el pueblo sea Gobierno”; si, y las organizaciones populares sean
61
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Organizaciones Gubernamentales, OG. Este proceso está y estará acompañado de
infaltables pero superables riesgos y amenazas. El burocratismo, el clientelismo, la
corrupción, el paternalismo, etc. Son algunos de los riesgos internos que, junto a la
Recontrareforma y sus diferentes manifestaciones y actores, deberán enfrentar las
organizaciones en la construcción del poder popular en una dialéctica que las supera y las
contiene. La oportunidad de nuevos modelos de participación no tutelada que trasciendan
al utilitarismo neoliberal, al clientelismo desarrollista, y al burocratismo identificado con las
experiencias del llamado “socialismo real”, está en desarrollo, en el contexto de un marco
legal dinámico que pensamos se inicia con el proceso constituyente y la Constitución de
1999, pero que está en construcción permanente.
•
Por otra parte debe ponerse en claro que ni el neoliberalismo, ni sus
promotores habrán de desaparecer por arte de magia. Que resulta irresponsable hablar
de “el fracaso del neoliberalismo”, y más apropiado referirnos a “un fracaso más del
neoliberalismo”. Lo seguro es que las tensiones en la transición hacia una sociedad
más justa estarán caracterizadas por marchas y contramarchas de mayor o menor
intensidad. Que la visibilización de los actores en conflicto y los respectivos modelos
de sociedad por ellos defendidos, irá profundizando y definiendo los inocultables
conflictos de clase que subyacen en la transición. Hablamos de “lucha de clases”,
sin eufemismos. La unidad en la diversidad seguirá como utopía en el horizonte,
animando los esfuerzos, pero también disipando las ilusiones pasajeras de aparente
triunfo. La construcción de una sociedad justa, la vamos a lograr entendiendo que
en su seno seguirá presente el germen del neoliberalismo, asumiendo seductoras e
inocentes formas.
•
Finalmente, y retomando los principios orientadores de la Constitución de
1999 que llaman a la construcción de una democracia participativa y protagónica
fundada en la solidaridad, desde, con, por y para el poder popular, lo único seguro
es que los caminos de la participación van a continuar siendo un campo minado,
aunque a veces no lo parezca. Como hemos podido ver en este acercamiento, el
empoderamiento será posible de la mano de la autonomía, y de la conquista y ejercicio
de la soberanía por parte de los ciudadanos y las ciudadanas. Negarse a esto puede
constituirse en una nueva y perversa metamorfosis; puede ser un nuevo proceso de
sincretización de la participación y el poder popular. La ciudadanía podrá ser gobierno
y constituirse en Estado si el gobierno resiste la tentación de tutelar la relación para
continuar monopolizando el poder y sus ventajas. Tenemos una inmensa posibilidad
para construir una sociedad más justa, ese socialismo bolivariano y nuestro. Ese es
el camino del empoderamiento, y no de las caricaturas del mismo, que con contadas
excepciones, hemos tenido hasta ahora. La participación será entonces sinónimo
de soberanía, autonomía y libertad.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
www.frentedariosantillan.org
7º Encuentro: Política revolucionaria y poder popular: herramientas políticas
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Hacia un nuevo modelo de gestión social en salud.
La iniciativa de la dirección regional de salud del estado
Trujillo, Fundasalud
Por Jorge Mandl Stangl1 & Elizabeth Linares Hernández2
INTRODUCCIÓN
En el presente artículo, presentaremos la iniciativa desarrollada por Fundasalud
Trujillo para transformar la estructura funcional de los Programas de Salud Pública, y
colocarlos al servicio de la población. La propuesta está sustentada en la necesidad
de capacitar a la gente para ejercer un mayor control sobre los determinantes de
su salud y coadyuva a los esfuerzos invertidos para afrontar las enfermedades
transmisibles, las no transmisibles y otras amenazas para la salud colectiva.
Este trabajo se desarrolló en el estado Trujillo de la República Bolivariana de
Venezuela entre octubre del 2004 y agosto del 2008. Contó con la participación de
gestores del sector salud adscritos a los distritos sanitarios, consejos comunales y
otros grupos organizados de la comunidad, representaciones locales de diferentes
ministerios gubernamentales, misiones sociales, entre otros.
Su marco conceptual y metodológico está basado en el principio de la participación
protagónica de las comunidades organizadas como pilar fundamental para el
diagnóstico, planificación y gestión de los planes, programas y proyectos; tomando
como marco institucional los lineamientos del Ministerio del Poder Popular para la
Salud.
El proceso estuvo bajo la conducción de la Dirección General de Programas de
Salud y la Coordinación Estadal de Comités de Salud de la Fundación Trujillana de
la Salud (Fundasalud). La sistematización contó con el auspicio de la representación
de la Organización Panamericana de la Salud en el país.
El producto del trabajo lo ofrecemos como material de discusión para la toma
de decisiones de los niveles superiores en la cadena de mando, esperando que
contribuya con la construcción de un sistema público nacional de salud que responda
a las necesidades de la población trujillana y conduzca el proceso de cambio en el
sector durante los próximos años.
Considerando que el perfil epidemiológico de Trujillo es similar al nacional,
pensamos que este esfuerzo local puede aportar a la construcción de políticas
públicas orientadas a programas de promoción de salud que incidan sobre los
determinantes de la salud.
1. LA PROPUESTA INSTITUCIONAL
1.1 Un cambio de paradigma en la política de salud
A pesar de que los lineamientos generales de la política de salud en el país se
orientan declarativamente hacia la prevención y la promoción, cuando analizamos
1 Docente-Investigador del Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldón” y asesor de la Sociedad Venezolana
de Salud Pública.
2 Docente de la Especialidad de Trabajo Social en el Instituto Universitario de Tecnología: “Mario Briceño Iragorry” y de la Misión
Sucre-Universidad Bolivariana de Venezuela.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
las modalidades de gestión de esas políticas en el nivel local y regional, estas tienen
aún un fuerte componente biologista, con eje dominante del médico, fragmentado,
con alto uso de tecnologías y medicamentos.
Sin embargo, las propias comunidades organizadas del estado Trujillo, desde
hace aproximadamente 20 años, están impulsando cambios en su entorno,
conformando redes cuyos pilares fundamentales son la participación ciudadana y la
intersectorialidad con el objeto de solventar problemas relacionados con determinantes
que afectan su salud. Consolidadas mediante una ley que entró en vigencia en 2006
y mecanismos de transferencia de recursos financieros, estas redes están hoy en
día reconocidas desde la institucionalidad como “…instancias de participación,
articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos
sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer
directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder
a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una
sociedad de equidad y justicia social” (Ley de los Concejos Comunales, 2006).
Este nuevo marco jurídico-legal, en la práctica, está obligando a los gestores de
salud a negociar, coordinar y establecer agendas de trabajo con las redes colectivas,
comprometiéndolos a cambiar de paradigma en cuanto a sus modelos de atención y
de gestión.
Presentaremos a continuación cuales han sido sus impactos y consecuencias en
la gestión de Fundasalud Trujillo, más específicamente en el seno de la Dirección
General de Programas de Salud, de la cual fuimos los actores.
1.2 La creación de una nueva Coordinación Técnica de Programas (2004)
Con el fin de relanzar los programas de salud pública en el estado Trujillo, la
prioridad fue dada en el 2004 a repensar las condiciones estructurales y los elementos
del desarrollo organizacional que permiten un mejor desempeño del ejercicio de la
salud pública (trimestre octubre-diciembre 2004).
Para ello, se recurrió a técnicas de planificación estratégica como forma de relacionar
los problemas y necesidades de los programas de salud con los conocimientos sobre
las condiciones estructurales del modelo conceptual y organizacional actual, de tal
modo que sea posible definir prioridades y considerar alternativas de solución. Se
generó así una rica dinámica de trabajo colectivo como mecanismo de intercambio,
interacción y producción del equipo técnico que conformaba y/o coordinaba cada
programa; las direcciones de Atención Médica, Salud Ambiental, Desarrollo Social y
Epidemiología; las coordinaciones de Atención Ambulatoria y Hospitalaria; los jefes
de Distritos Sanitarios y los directores de Hospitales.
El diagnóstico
En un primer momento, nos apoyamos en una principal herramienta metodológica,
el análisis DOFA, el cual permite analizar, para el presente, las fortalezas y debilidades
(factores internos- FD) de los programas y, para el futuro, las oportunidades y
amenazas (factores externos-OA); así como proponer alternativas de intervención
tomando en cuenta componentes relacionados con la gestión, oferta de servicios,
provisión de recursos y el financiamiento.
72
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Con el fin de mejorar el análisis, nos enfocamos en algunas áreas críticas
para el desarrollo del nuevo modelo de atención: a) sus componentes políticos y
económicos, b) la cobertura universal con equidad, c) la integralidad en la atención, d)
la capacidad resolutiva de los servicios, e) la participación social y f) el financiamiento
de la salud.
Nuestro análisis concluyó que, a pesar de los esfuerzos realizados en años
anteriores, la organización estaba estructurada sobre un modelo de atención y
gestión individual y fragmentado que no respondía a la demanda social; no permitía
diseñar acciones integradas dirigidas a grupos de población por ciclos de vida, y
carecía de proyectos específicos de acuerdo a los problemas de salud en los
diferentes espacios del sistema. El modelo anterior había sido, en efecto, producto
de una planificación normativa, con clara tendencia a la atención de la enfermedad
y solo eventuales intervenciones intersectoriales. En el mismo, se había perdido la
capacidad de negociación con otros organismos tanto gubernamentales, como no
gubernamentales y la sociedad civil, para una distribución equitativa de recursos de
todo tipo de acuerdo a criterios de priorización. Tampoco había facilitado el desarrollo
de nuevas competencias y capacidades que permitiesen la medición sistemática del
impacto y asumir con anticipación los nuevos retos de la salud pública.
El diseño de la nueva entidad
Tomando en consideración lo descrito, se planteó la necesidad de una nueva
estructura funcional para facilitar el cambio organizacional en los programas de salud
pública. Con el fin de construir colectivamente su diseño, el grupo dedicó un segundo
momento a la formulación los valores finales de esta unidad, delimitando su misión,
visión, así como sus objetivos:
MISIÓN: “Viabilizar el desarrollo de los Programas de Salud Pública en el ámbito
regional y municipal del estado Trujillo, mediante acciones integrales, integradas y
participativas que promuevan la salud como derecho social y faciliten la atención
y el acceso justo, equitativo y universal a servicios indispensables que satisfagan
con calidad y eficacia las demandas básicas de la población, según sus diferentes
expresiones en grupos humanos, territorios y categorías sociales, y contribuyan a
disminuir la brecha de desigualdades” (Ministerio del Poder Popular para la Salud
[MPPS]/ Fundasalud Trujillo, 2004).
VISIÓN: “Área técnica programática en Salud Pública de la Fundación
Trujillana de la Salud conformada por redes institucionales y sociales con valores,
principios, objetivos y funciones que impulsan la cooperación, la justicia social, la
responsabilidad y la igualdad de oportunidades por medio de actuaciones de alcance
colectivo que coadyuvan en la construcción de ciudadanía mediante un modelo de
atención integral, con énfasis en la promoción de la salud, que da respuesta a las
determinantes sociales y de calidad de vida de la población con el fin de lograr el
desarrollo social sustentable” (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2004).
OBJETIVO GENERAL: “Coadyuvar en la consolidación de un modelo de atención
integral mediante procesos de reorganización que faciliten el fortalecimiento de los
programas de salud pública transformándolos en dimensiones de la realidad que
se vinculan con diferentes planos de competencias, mandatos y capacidades en la
construcción de un planteamiento estratégico, que de respuesta a las determinaciones
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
sociales y de calidad de vida de la población trujillana, de acuerdo a las cuatro etapas
del ciclo de vida: infancia, adolescencia, adulto joven y adulto mayor; definiendo
prioridades y aportando soluciones integradas, equitativas, eficientes, participativas,
eficaces, evolutivas y solidarias con relación al análisis de las necesidades sociales que
originan las brechas y los déficit de respuestas” (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2004).
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
ɶɶ Modular los programas de salud pública con las políticas del Ministerio de Salud y
Desarrollo Social a través de la definición de los objetivos sanitarios, la comprensión,
análisis, fomento, concertación y negociación de las estrategias, así como de su
traducción jurídico-normativa.
ɶɶ Facilitar el papel de la población no solo como objeto sino igualmente como sujeto
actor de los programas de salud pública, que incluye el desarrollo y fortalecimiento
de la promoción de la salud, de la construcción de entornos saludables y libres de
riesgos y daños para la salud colectiva, y el desarrollo de la ciudadanía y de la
capacidad de participación y control social.
ɶɶ Fortalecer la garantía del acceso equitativo y de calidad a los programas de salud
necesarios para toda la población y mejorar la satisfacción de los usuarios.
ɶɶ Promover y aprovechar el reconocimiento del carácter intersectorial de los
programas y la elaboración de alianzas para mejorar las acciones en salud pública.
ɶɶ Desarrollar capacidades, habilidades y actitudes en los equipos multidisciplinarios
que respondan a las necesidades y circunstancias concretas del accionar de la
práctica social en relación con la planificación, organización, dirección, regulación y
evaluación de los programas de salud pública.
ɶɶ Consolidar la capacidad de la infraestructura institucional y el desarrollo y
ampliación tecnológica de los sistemas de información, gestión, operación y control
de los programas de salud pública.
ɶɶ Difundir las competencias relacionadas con capacidades, actuaciones y recursos
dirigidos a los ámbitos municipales y parroquiales así como apoyar a las autoridades
locales, en concordancia con la política nacional de descentralización, en el
fortalecimiento del ejercicio descentralizado de la gestión sanitaria en materia de
programas de salud pública.
El diseño del plan de acción
El tercer momento lo constituyó el diseño del eje programático o plan de acción
integral por ciclos de vida (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2005). Este plan de acción
para el período 2005-2007 se sustentó en el enfrentamiento de los factores de riesgo
y el perfil epidemiológico del año 2004, y estuvo respaldado con cinco proyectos
(Salud Infantil, Maternidad Segura, Adolescentes Saludables, Jóvenes Productivos,
Salud en la Tercera Edad) mediante la metodología del marco lógico.
El plan contó con el auspicio de organismos gubernamentales y no
gubernamentales, tanto nacionales como regionales, municipales y la comunidad
organizada.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Organización de la estructura funcional
Un cuarto momento de este proceso fue la organización de una estructura
funcional cónsona con los propósitos enunciados. La misma se caracteriza por
atributos de horizontalidad y flexibilidad en su configuración, lo que facilitara la
participación activa de los diferentes actores en la gestión; integra los ciclos de
vida relacionándolos con los factores de riesgo para cada una de las enfermedades
transmisibles y no transmisibles; tiene un carácter inductivo, toda vez que va de
lo particular a lo general; es gradual y progresivo y utiliza los recursos existentes
y el apoyo técnico indispensable; es modular y dinámico, constituido por equipos
de trabajo técnico e interdisciplinario, con la finalidad de abordar la situación de
salud de manera integral y holística; está orientado a la resolución de problemas,
satisfacción de necesidades, para la toma de decisiones oportuna y adecuada; y,
punto importante, permite incorporar de manera activa a la comunidad organizada en
el control social de la gestión como lo precisaremos más adelante.
La gestión de este modelo se orienta hacia el desarrollo de las capacidades
institucionales para la concertación y negociación, y al desarrollo de las competencias
en los distritos sanitarios y su vinculación con los municipios.
Para operacionalizar esta propuesta se creó la Oficina de Coordinación Técnica
de Programas para la Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad, la
misma que coordina todo el proceso dentro de la Dirección General de Programas.
2. LA INICIATIVA EN LA PRÁCTICA
2.1 2005: la articulación Coordinación Técnica de Programa / Comunidades
como estrategia fundamental de acción
A partir del 2005, las actividades se concentraron en viabilizar las líneas
estratégicas del plan de acción (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2005), entre las cuales
aparecen los elementos siguientes:
ɶɶ El acompañamiento con otras instituciones relacionadas (Zona Educativa,
Hidroandes, Cadela, CEDNA, SPA Mujer, Alcaldías, Concejos Municipales,
Prefecturas, Misiones Sociales, entre otras) con el objeto de optimizar acciones
conjuntas.
ɶɶ El desarrollo de alianzas y acuerdos con los grupos organizados de la sociedad
civil (consejos comunales, comités de salud, estudiantes de las misiones) con la
finalidad de sensibilizar a la comunidad y facilitar su apoyo técnico para la formulación
de proyectos con la metodología del marco lógico, así como su cooperación para
mitigar los problemas de salud en el ámbito local.
ɶɶ El fortalecimiento del modelo de gestión de los programas mediante la estrategia
de promoción de la salud que permite la integración de las diferentes coordinaciones
y de los distritos sanitarios con las comunidades para desarrollar estilos y modos de
vida saludables.
La participación de las comunidades se vuelve así uno de los principales ejes
estratégicos del plan de acción de la Coordinación de Programas.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
A nivel local, esta orientación se reflejara en la incorporación de los actores
comunitarios en el desarrollo de las diferentes momentos de “los Proyectos de
Calidad de Vida” (Ver cuadro siguiente), los mismos que se sustentan en acciones
conjuntas con la participación de la comunidad organizada.
Proyectos de Calidad de vida: principales “momentos metodológicos” (Mandl,
1996).
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Sensibilización de diversos sectores relacionados con salud y desarrollo social.
Identificación de problemas y/o necesidades en salud, jerarquización de problemas centrales y análisis participativo del campo causal y paradigmas del bienestar y campo de fuerzas de salud.
Propuestas de proyectos en asambleas comunitarias.
Tamizaje técnico de las propuestas y formulación de proyectos de calidad de vida, integrados en tres áreas de intervención de acuerdo a los proyectos institucionales diseñados con anterioridad:
- Cumplimiento de resultados y procesos.
- Desarrollo de capacidades e infraestructura.
- Desarrollo de competencias descentralizadas.
Identificación de recursos necesarios y organismos financiadores.
Presentación en asambleas comunitarias de los proyectos ante diversas instancias
gubernamentales (por ejemplo, gabinetes móviles parroquiales)
Ejecución de proyectos con apoyo de la comunidad organizada.
Contraloría social de actividades y tareas por integrantes de Comités de Salud y consejos comunales.
Evaluación de condiciones de vida según los ejes programáticos formulados.
Elaborados tomando en cuenta las necesidades sentidas de la población y
los problemas reales definidos en el diagnóstico situacional del municipio, estos
proyectos constituirían la base que permitirá proponer los planes municipales de
salud en concordancia con los proyectos institucionales de Fundasalud, priorizando
la promoción de la salud para el logro de estilos y modos de vida saludables.
2.2 2006: La consolidación de la Coordinación Técnica de Programas
El proceso comienza a consolidarse durante el año 2006, con la operativización
de las diferentes líneas de acción y el seguimiento al plan. El informe Memoria y
Cuenta precisa así entre los principales logros (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2006) de
la Coordinación para el año 2006 los siguientes aspectos:
Se ha acentuado el esfuerzo para la capacitación e incorporación de las
comunidades en la gestión de los proyectos:
• Con el fin de consolidar esfuerzos con las redes sociales, se ejecutaron un total de 1.085 talleres para promover estilos de vida saludables en la población.
• Como resultado se conformaron 376 grupos de trabajo comunitario para el
intercambio de saberes en salud infantil (8,5%), adolescentes (15,2%), adulto joven
(52,1%) y adulto mayor (24,2%), promovidos y conducción del equipo responsable
de la oficina de Coordinación Técnica de Programas.
• Al mismo tiempo, se promovieron y asesoraron un total de 352 asambleas
comunitarias, 150 movilizaciones de calle y se dictaron 410 talleres de capacitación
con la participación de 1.480 lideres comunitarios para organizar esfuerzos en la
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
conformación de comités de salud y capacitación para el ejercicio de contraloría
social.
• Para el desarrollo de proyectos comunitarios se ha sensibilizado a las comunidades
organizadas en el 65% de los municipios del estado Trujillo.
• Como resultado, las comunidades organizadas han formulado proyectos en el
59% de las parroquias. Estos están orientados en un 73% hacia la resolución de
problemas de saneamiento ambiental, energía eléctrica y vialidad.
Gracias a la capacitación e incorporación de las comunidades organizadas en los
proyectos, la coordinación cuenta en materia de prevención y promoción de la salud
con los logros siguientes:
• Se estima que la información sobre anticonceptivos, control prenatal, signos de
alarma, lactancia materna, planificación familiar y aspectos nutricionales, ha llegado
por lo menos al 50% del total de las embarazadas.
• Se estima que la información mediante material impreso, tríptico, medios de
comunicación social sobre propagación de VIH/ SIDA llegó al conjunto de la población
de mujeres en edad fértil.
• Se han fortalecido los clubes de adolescentes, clubes de hipertensos, y clubes de
diabéticos.
• Se ha facilitado la participación de la sociedad civil organizada en la creación y
fortalecimiento de casas comunitarias y escuelas promotoras de salud, con el fin de
mejorar las condiciones de los y las adolescentes.
• El 40% de las embarazadas han sido captadas antes de las 13 semanas de
gestación a través de campañas publicitarias, control prenatal, y reuniones con los
equipos de salud.
• Se ha incrementado en un 40% las visitas domiciliarias a las embarazadas y en
puerperio.
• Se han capacitado en un 70 % los equipos de salud en cuanto a las normas de
salud sexual y reproductiva.
• Se han capacitado un 25% de los comités perinatales con normas y pautas del
servicio de vigilancia de la mortalidad infantil
• Se han capacitado un 70 % de los comités de vigilancia y control de mortalidad
materna activos.
En materia de acuerdos y alianzas interinstitucionales la nueva coordinación
cuenta en el 2006 con los siguientes avances:
• Se han fortalecidas alianzas y acuerdos con otras instituciones relacionadas
(Ministerio de Educación, Zona Educativa, Ministerio del Trabajo, CEDNA, Desarrollo
Social Participativo, INCE, PAE, MINPADES, entre otros) mediante los cuales se logró
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
la aprobación y puesta en marcha de diferentes proyectos de capacitación y dotación
de equipos, entre los cuales se destacan el apoyo a personas con discapacidad en
el acceso a material ortopédico.
• Se ha fortalecido la Comisión Interministerial para la Atención, Prevención
y Educación Vial del estado Trujillo (CIAPEV) con el propósito de garantizar el
establecimiento de programas permanentes para la prevención y educación vial.
• Se ha establecido un plan de acción conjunto para impulsar las escuelas como
espacios para la salud y calidad de vida
2.3 2007: la integración de la coordinación de comités de salud a la Dirección
de Programas
A partir del 2007, se integra a la Dirección de Programas la Coordinación de
Comités de Salud (Figura 1) con el fin de favorecer la participación de los actores
comunitarios en la gestión, implementándose en la práctica diferentes mecanismos:
Figura 1: Organigrama de la Dirección General de Programas
Fuente: MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2006.
1. La creación de un grupo de trabajo integrado por: líderes comunitarios, en
particular de los comités de salud del estado Trujillo, gestores de salud, educación
y misiones sociales. Su objetivo: compartir saberes democratizando la información,
proponer alternativas de solución integrales e integradas a las problemáticas
encontradas en el sistema de atención y gestión, diseñar políticas públicas a través
del esquema del plan, delinear agendas o estrategias para la formación del recurso
humano.
2. El monitoreo y evaluación con la comunidad. Este mecanismo apareció
imprescindible para mejorar la eficiencia y eficacia de la institución de salud: “Es
bien sabido que el proceso de seguimiento en nuestra institución adolece de
muchas deficiencias; entre las más significativas podemos mencionar la casi
nula correlación entre el costo de las actividades y el presupuesto disponible,
78
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
aunado a ello, nos encontramos que las dependencias actúan coyunturalmente,
o sea, en la práctica se llevan a cabo acciones de acuerdo a circunstancias
que afectan al individuo en lo particular mas no al colectivo en general en
concordancia con lo planificado” (MPPS/ Fundasalud Trujillo 2007a). Con el fin de
poder adoptar medidas correctivas a las desviaciones identificadas, se ha diseñado
un instrumento para el monitoreo y evaluación de los diferentes proyectos en cada
distrito sanitario.
El monitoreo y la evaluación son mecanismos eminentemente participativos, por
tanto intervienen los equipos de salud; grupos de la comunidad organizada (comités
de salud y consejos comunales); así como otras organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales relacionadas con los proyectos. Se llevan a cabo semestralmente,
en espacios físicos concertados previamente entre los gestores de salud y la
comunidad organizada. En esos espacios, mediante técnicas que armonizan la
rendición de cuentas y la contraloría social, se comparte y se analiza la información
para consensuar las modificaciones o acciones correctivas.
Mediante este mecanismo del monitoreo y de la evaluación, ha comenzado a
institucionalizarse la contraloría social de los comités de salud y consejos comunales
como uno de los esfuerzos gubernamentales para el fortalecimiento del poder
popular.
3. La formación-capacitación de las organizaciones comunitarias. La Dirección
de Programas ha impulsado el diseño y ejecución de un plan de formación permanente
dirigido no solo a los equipos locales sino sobre todo a la comunidad organizada.
Estos esfuerzos para consolidar la construcción del poder popular en salud han
permitido en el 2007 los siguientes resultados (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2007b):
• Han participado un total de 78.453 representantes comunitarios en diferentes
actividades o acciones. Entre las que más se destacan tenemos: jornadas recreativas,
culturales, ambientalistas, de garantía y derecho; jornadas orientadas a promover estilos
y modos de vida saludables. A esto se adicionan los programas de formación permanente
en diferentes tópicos de salud, específicamente en promoción de la salud y prevención
de enfermedades para que a su vez lo multipliquen en sus comunidades. Todas estas se
realizan a lo largo y ancho de los 20 municipios del Estado.
• Como resultado, 405 voceros miembros de los consejos comunales y comités de
salud han ejercido el derecho de la contraloría social en los cinco distritos sanitarios
a través de las actividades de monitoreo y evaluación en los cinco distritos sanitarios
(Trujillo, Valera, Boconó, Betijoque y Carache).
• Asimismo, se estructuraron 189 comités de salud y se conformaron 142 clubes
y/o asociaciones para promover estilos y modos de vida saludables en la población.
• Es importante también resaltar la participación permanente de 1812 grupos
comunitarios organizados (comités de salud, consejos comunales y otros grupos
organizados) en las diferentes actividades que promueve Fundasalud, para fomentar
estilos y modos de vidas saludables.
• Con relación al Proyecto Madre, proyecto bandera del Ministerio de Salud, existían
en el 2007, 362 organizaciones de base comunitaria participando y desarrollando
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
competencias para coadyuvar con los gestores de salud en los cinco distritos
sanitarios del estado Trujillo. Igualmente se crearon 57 escuelas para padres, con
639 participantes capacitados para su cabal desarrollo durante 2007. A su vez, el
componente de servicios se abocó a actualizar al equipo de salud en protocolos de
conducta para el manejo de emergencias obstétricas y normas de perinatología, lo
que se expresó en la capacitación de 125 profesionales adscritos a la red.
• Con relación al proyecto CAREMT se elaboró un manual sobre “estilos de vida
saludables” con la finalidad de formar promotores comunitarios de salud que se
desempeñaran en las comunidades con asesoría directa de los equipos locales de
salud.
La gestión durante 2008 se concentró en dos eventos conducidos por la
Dirección General de Programas de Salud y la Coordinación de Comités de Salud de
Fundasalud:
El primero lo constituyó la sistematización de iniciativas en promoción de la salud
que se están desarrollando en la entidad federal.
En un primer momento, se realizó una sistematización de distintas experiencias
locales iniciadas en el 2007. El estado Trujillo esta en efecto conformado por
cinco distritos sanitarios, cada uno con diferencia geográfica, y diversas formas de
organizarse y de actuar. En esta perspectiva la Dirección de Programa promovió un
proceso de intercambios de saberes y conocimientos por distrito, obteniéndose como
resultado la sistematización de seis experiencias comunitarias (Mesa ColoradaTrujillo, Pampanito, Carache, Boconó y dos en Morón-Valera1). En estos eventos solo
participaron actores comunitarios protagonistas de las diversas experiencias sujetas
a la investigación, y los talleres fueron facilitados por personas de las comunidades
previamente capacitadas en la metodología propuesta. A estos talleres, se sumó otro
mezclando tanto actores institucionales de salud y organizaciones gubernamentales
relacionadas con los diferentes determinantes que afectan a la salud, como voceros
de las comunidades organizadas en las diversas experiencias, con el objeto de
confrontar el punto de vista comunitario al punto de vista institucional.
El segundo evento fue la implementación del primer plan de formación de
activadores y activadoras sociales en salud, auspiciado por la Escuela de Nueva
Ciudadanía y llevado a cabo junto con cuatro facilitadore/as de Fundasalud y 10
participantes entre comunidad y servidores públicos. Este plan tiene el propósito de
crear una estructura de apoyo y seguimiento de proyectos comunitarios, desarrollados
desde los comités de salud y orientados hacia la consolidación del poder popular y la
construcción del sistema público nacional de salud.
CONCLUSIÓN
A cuatro años de esta iniciativa, las principales conclusiones son las siguientes
(Mandl & Linares, 2008).
En término de metodología de trabajo, uno de los principales resultados de
la iniciativa se refleja en la interacción de un gran número de comités de salud y
consejos comunales en las políticas de salud promovida desde la Dirección de
Programas, a través su participación en los diagnósticos, definición de prioridades,
80
1 Para los relatos de estas experiencias, ver el capitulo 4.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
gestión, asignación de recursos y contraloría social a los proyectos implementados
por la institución de salud. Todo este proceso ha permitido en efecto la generación
y consolidación de 595 consejos comunales y comités de salud registrados y
participando activamente en actividades de salud (MPPS/ Fundasalud Trujillo,
2008). Por otro lado se reportan además más de 600 clubes, asociaciones,
organizaciones de base comunitaria (incluyendo 143 casas comunitarias1) , que
promueven modos de vida saludables y participan en la gestión de los cinco
distritos sanitarios del estado. Un ejemplo de esto es la Mesa Técnica de Salud
implementada en el distrito sanitario Carache, como “un espacio local orientado
a la participación y organización de las ciudadanas, ciudadanos, organismos
gubernamentales y no gubernamentales, para la toma de decisiones compartidas,
que permitan solventar los problemas y las necesidades que afectan la Salud
Colectiva” (MPPS/ Fundasalud Trujillo, 2007c).
La implementación de esta nueva metodología de trabajo ha sido facilitada por
el aumento de la capacidad interna a la institución para la conformación de equipos
de trabajo que desarrollan un plan estratégico de mediano y largo plazo, diseñado
conjuntamente con la participación de las comunidades organizadas. Los planes
son elaborados en efecto bajo la perspectiva de las necesidades de la población,
según un enfoque de riesgo, y se centran en la modificación de estilos y modos de
vida según los determinantes que afectan a la salud y las desigualdades.
A nivel de servicio, la iniciativa también contribuyó para aumentar la cobertura
de servicios, disminuir la exclusión social en la atención en salud, mejorar la
producción y optimizar el rendimiento de los servicios de atención a la enfermedad.
Aún más importante, ha resultado en un aumento de la corresponsabilidad de la
comunidad en acciones de promoción de la salud, coadyuvando en la construcción
de un modelo de gestión cada vez menos biologista. Se ha modificado así la cultura
organizacional de la institución al incorporar los equipos de salud y comunidades
organizadas, en grupos focales que diseñan políticas públicas, comparten saberes
democratizando la información y proponen alternativas de soluciones integrales e
integradas al sistema.
Persisten, sin embargo, algunos aspectos que se destacan como las principales
dificultades a enfrentar para la consolidación de este proceso (Mandl & Linares,
2009).
1. El temor de perder liderazgo y poder, tanto por parte de los diferentes sectores
gubernamentales como por parte de servidores públicos, frente a la autonomía del
poder popular, lo cual trae como consecuencia la dificultad en la construcción de
acciones conjuntas.
2. La existencia de ambientes desfavorables como: la falta de recursos
socioeconómicos de los municipios; una cultura institucional con poca adaptabilidad
a las necesidades de la comunidad (por ejemplo en los horarios de trabajo); la
existencia de limites al desempeño de los gestores públicos en las comunidades
(variabilidad topográfica y climática; inquietudes relativas a la seguridad personal).
3. La persistencia del paradigma asistencialista en la cultura institucional.
4. La persistencia de un fuerte protagonismo individual en las comunidades,
el cual limita la capacidad para desarrollar un proceso de construcción colectiva.
1 Son casas donde las madres voluntarias son previamente capacitadas para detectar riesgos y signos de peligro en niños menores de 5 años, embarazadas, mujeres en etapa postnatal y para referir oportunamente al establecimiento de salud. Además
ejercen actividades de educación para la salud.
81
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
5. La persistencia en la población de un imaginario de un Estado paternalista
y benefactor, único responsable de las soluciones a los problemas individuales y
colectivos que determinan y afectan la salud.
En este sentido, se plantean algunas estrategias necesarias para profundizar
el proceso de cambio generado en Fundasalud y que deberían ser asumidas para
garantizar la sustentabilidad del mismo.
• Es necesario fortalecer las capacidades, habilidades y destrezas de los
equipos locales de salud en tres aspectos: movilización de recursos externos al
sector para el financiamiento de acciones de promoción de la salud; generación de
información útil para la identificación de las necesidades de salud de la población
(incluyendo factores de riesgo y determinantes de la salud) y para la evaluación
del desempeño institucional; fortalecimiento de aptitudes para fomentar liderazgos
participativos y comunicación con la comunidad.
• Es necesario preservar y favorecer espacios para la participación social y
comunitaria y crear mecanismos institucionales que garanticen esa participación
en la gestión. El fin que se persigue es construir ciudadanía promoviendo mayores
posibilidades de acción en la gestión de las múltiples organizaciones comunitarias
existentes, fortaleciendo su capacidad de respuesta para dar solución a la problemática
de salud, construyendo espacios de negociación y concertación que permitan
identificar factores intervenibles, considerar alternativas reales de acción, asignar
recursos y ser corresponsables en conducir el plan de acción hasta la resolución o
control de los problemas.
• Es necesario consolidar alianzas y trabajo intersectorial, transdisciplinario
que promuevan una mayor tendencia hacia una participación coordinada entre el
Ministerio del Poder Popular para la Salud y otros organismos gubernamentales y no
gubernamentales relacionados con el sector que permita coordinar y complementar
los recursos existentes para promover las condiciones que favorezcan comunidades
saludables e individuos sanos.
82
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Referencias
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de Comites de Salud y Grupo Focal de Comunidades Organizadas: Mesa
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Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud/FUNDASALUD Trujillo
(2008). Direccion General de Programas de Salud y Coordinacion Estadal
de Comites de Salud: Memoria y Cuenta. Trujillo: Mimeografiado.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Implementación de un consejo comunal en una
comunidad indígena: el caso de la comunidad de
Mosú del estado Monagas
Por Juan Quintana
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Implementación de un consejo comunal en una
comunidad indígena: el caso de la comunidad
de Mosú del estado Monagas
Por Juan Quintana1
INTRODUCCIÓN
Con la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV) en 1999, se establecen por primera vez en la historia constitucional
del país derechos ambientales (Capítulo IX) así como un capitulo dedicado a los
derechos de los pueblos indígenas (Capítulo VIII). Se sancionan nuevas leyes, tales
como la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, la Ley Orgánica de los Pueblos y
Comunidades Indígenas (LOPYCI), la Ley de los Consejos Locales de Planificación
y posteriormente la Ley de los Consejos Comunales, mediante las cuales el derecho
a un ambiente sano de corresponsabilidad ciudadana en el mantenimiento del mismo
y el derecho de los pueblos indígenas a gozar de una salud integral han de ser
garantizados por el Estado venezolano.
Por primera vez, derechos inalienables son reconocidos para los pueblos originarios,
entre ellos el derecho a una educación intercultural bilingüe, la incorporación de la
medicina tradicional al sistema nacional de salud, y el reconocimiento de los sistemas
de jurisdicción propios. La nueva Carta Magna plantea en efecto los fundamentos de
un desarrollo equilibrado de los pueblos sobrevivientes, reconociendo sus costumbres,
cultura y cosmovisión. Promueve, además, un nuevo modelo de intervención
estatal hacia la población indígena: a las políticas indigenistas practicadas por los
gobiernos anteriores se sustituye una política de reconocimiento y de participación.
El Artículo 125 de la CRBV precisa así que: “los pueblos indígenas tienen derecho
a la participación política”, y que: “el Estado garantizará la representación indígena
en la Asamblea Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y
locales con población indígena, conforme a la ley”.
En el marco normativo cabe destacar también el Artículo 6 de la LOPYCI, en el que
uno de los aspectos fundamentales al hablar de la participación en las comunidades
indígenas es el aspecto cultural, referido a la preservación del patrimonio cultural
indígena y su comprensión de los fenómenos que ocurren en el ambiente que les
rodea. ¿Cómo se implementan en la práctica esos procesos de participación en las
comunidades indígenas? ¿Cómo se integran en lo concreto las particularidades
culturales a las dinámicas organizativas propuestas desde el gobierno bolivariano?
¿Cómo se articula la cultura de las poblaciones indígenas con la cultura criolla,
organizada política, institucional, social y económicamente de manera distinta?
¿Cómo impacta este nuevo factor de transculturación? Estas son las preguntas que
trataremos de responder parcialmente en el presente trabajo.
Este artículo constituye el resultado de un diagnostico de las formas de gestión
ciudadana practicadas por los ciudadanos de una comunidad indígena warao de
Venezuela, llamada Mosú e ubicada en el estado Monagas2 . Además de una revisión
documental de informes suministrados por parte de los informantes institucionales
claves, el estudio de campo se apoyó en distintas técnicas cualitativas de recolección
de datos: observación participante, grupo focal, entrevista focalizada, orientadas a la
1 Coordinador de la Escuela de Nueva Ciudadanía del Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”.
2 Este diagnostico fue realizado en agosto del año 2007, a través de la ejecución de un convenio en el que participaron el
instituto de altos estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”, la Asociación Mundial de Vivienda Rural y el gobierno regional del estado
Monagas durante los años 2005 y 2007.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
interpretación holística de las situaciones existentes en Mosú desde la hermenéutica
o interpretación de las palabras, textos, acciones y símbolos manejados por los
actores claves involucrados (Hernández, Fernández & Baptista, 1997).
1. ASÍ ES MOSÚ Y SU GENTE
1.1 El mundo Warao, pueblo de las canoas
Los indígenas warao han habitado desde hace siglos el Delta del río Orinoco.
Hoy en día en esta zona se ubican geográficamente el estado Delta Amacuro y
algunas partes de los estados Monagas, Sucre y Bolívar de la República Bolivariana
de Venezuela. El Delta está constituido por una enorme red de islas, ríos, caños y
pequeñas lagunas que se constituyen históricamente en elementos determinantes
de la cultura warao.
La relación estrecha que guardan los Warao con los caños queda palpada en
el significado del nombre de esta etnia indígena. Warao significa en efecto: “wa”:
curiara, “arao”: gente, es decir “gente de curiara”, gente de canoa (Heinen, 1988).
La estructura familiar de los Warao es de tipo extendido; viven hasta 20 personas
en una misma casa. La residencia es matrilocal, es decir la madre es la dueña de la
casa, y es ella la que distribuye equitativamente el sustento diario adquirido por su
esposo y sus yernos, quienes tienen la obligación de mantener el hogar de la suegra.
Estos sustentos son obtenidos por medio de actividades como la pesca, la cacería,
la siembra y la artesanía (Amodio, 2005). A pesar de las profundas transformaciones
en el entorno, todas ellas siguen siendo actividades importantes de subsistencia para
el Warao.
La importancia que tiene para los Warao la familia y la interrelación de esta en
el espacio comunitario, se expresa en la forma como ha ocurrido históricamente la
transmisión de su cultura a través de largas conversaciones unidas al descanso en
el hogar en horas de la noche y en donde el aprendizaje es transmitido verbalmente
(Márquez, s.f.).
Los Warao se han caracterizado por ser una sociedad y cultura pacíficas, basada
en la armonía con el entorno natural y humano. Para los Warao es imprescindible
mantener el equilibrio, la paz, la armonía y la estabilidad con el universo, universo
rodeado de agua y poblada por seres inmateriales. Cualquier perturbación a las aguas,
los árboles, las tormentas son adjudicadas a algunos espíritus llamados Jebu.
1.2 Una comunidad en fase de transculturación
Sin embargo, las condiciones que permitían la reproducción de esta cultura han
cambiado drásticamente. Principalmente el deterioro ambiental y la introducción
de formas de reproducción social ajenas a la cultura warao, han generado
transformaciones con profundas repercusiones en su calidad de vida. En opinión
de Allegret (2004) uno de los aspectos para estos cambios ha sido la introducción
por parte de las misiones religiosas de “…una ética del trabajo, del individualismo,
patrones de asociación, ideales de aspiración, que fueron el factor decisivo para que
la introducción de la economía monetaria y del trabajo asalariado afectaran como
afectaron a los Warao”.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Una comunidad de la etnia Warao que refleja las realidades antes descritas es
la comunidad Mosú. La misma se encuentra ubicada en el estado Monagas entre
Maturín y Caripito, en el municipio Bolívar. El Servicio Autónomo de Atención al
Indígena del estado Monagas señala que habitan en la comunidad de Mosú 426
personas, el 55,4% sexo masculino, el 44,6% sexo femenino (Servicio Autónomo de
Atención al Indígena del estado Monagas [SAAIM], 2008). La mayoría de la población
la constituyen los niños y niñas en edad escolar, por lo cual existe una matrícula
escolar de 185 niños, desde preescolar hasta 9º grado. Sin embargo, como indican
los datos oficiales del SAAIM, el 30% de la población de Mosú sigue analfabeta.
Como señalan Abreu y Jiménez (1982), los Warao de Mosú han sido obligados
por múltiples circunstancias a adoptar a lo largo de las décadas conductas de los
criollos, situación que va a empujar esta civilización indígena a un proceso de
transculturación. Esta transculturación se manifiesta en la adopción de costumbres
criollas, desde el vestuario hasta la comida. Los Warao de Mosú han sustituido poco
a poco la ración de legumbres frescas por harina de maíz, espagueti, pan de trigo,
así como las carnes de cacería por sardinas enlatadas.
Este fenómeno aparece, igualmente, en los tipos de construcción de Mosú. Las
viviendas existentes en esta comunidad son en efecto de tres tipos: al lado de 42
viviendas de auto construcción, subsisten 35 janokos, nombre dado a las casas
típicas de la cultura warao al estilo de los palafitos, sin paredes y con techo de
palma Temiche; existen también 9 janokos multifamiliares que dan abrigo a familias
extendidas.
Por otro lado, esta población sufre profundamente el cambio de un entorno
abierto del Delta a un espacio urbanizado que genera enormes problemas de salud
ambiental.
La mayor problemática la constituye el agua. En efecto, el agua que se consume
allí es de un pozo y no es tratada: se accede a esta por medio de “pilas” que fueron
ubicadas fuera de las casas. Los riesgos de contaminación del agua son por ende muy
importantes. En efecto, las viviendas, caracterizadas por sus espacios reducidos y
con muy poca ventilación, no tienen acceso a agua potable intradomiciliaria, tampoco
con medios de disposición de aguas servidas ni excretas, aunque en algunas de
ellas viven hasta más de cinco familias. En estas condiciones, la acumulación de
basuras y desperdicios se efectúa en los frentes y patios de las casas, mientras
las excretas son evacuadas a cielo abierto por el hecho de no contar con sistemas
de disposición de aguas servidas. La presencia de numerosos perros, cochinos
y gallinas que conviven abiertamente con los pobladores de Mosú aumentan aun
más los factores de riesgo de contaminación del agua, y reflejan la precariedad del
saneamiento ambiental básico de esta comunidad.
Los informes epidemiológicos de la Dirección Regional de Salud Indígena del estado
Monagas señalan que, entre las primeras causas de morbilidad de esta comunidad,
se encuentran las enfermedades de origen hídrico, provocadas entre otras cosas
por contaminación microbiana del agua y por el abastecimiento inadecuado de la
misma para el consumo humano. Los actores claves de la comunidad entrevistados
comparten este diagnostico: expresan su preocupación por las condiciones de calidad
del agua que consumen y el estado de salud en el que se encuentran los miembros
de su comunidad.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Las problemáticas socio ambientales constituyen así uno de los desafíos más
apremiantes identificados por la comunidad de Mosú. Veremos en la parte siguiente
cuales han sido las acciones y estrategias emprendidas para su resolución.
2. CREAR UN CONSEJO COMUNAL EN MOSÚ COMO UN INSTRUMENTO PARA
MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA
La intervención del gobierno bolivariano en Mosú tiene varios antecedentes.
Así, entre los programas sociales del gobierno presentes en la comunidad están las
misiones Robinsón y Ribas, las cuales tienen 31 y 19 estudiantes respectivamente.
Además la comunidad Mosú dispone de un fogón comunitario construido por la
Alcaldía de Bolívar, financiado y gestionado por el Instituto Nacional de Nutrición
que atiende a más de 100 personas en condiciones de malnutrición, embarazadas
y enfermos de tuberculosis. Asimismo Mosú cuenta con hoy en día con una escuela
bolivariana, la cual, además de las clases, dispensa todos los días alimentación a los
185 estudiantes.
Entre los mecanismos de participación hoy en día de mayor alcance es la figura
del consejo comunal. Es esta figura y las modalidades de su implementación en una
comunidad indígena como la de Mosú que analizaremos a continuación.
2.1 El consejo comunal de Mosú: creación y dificultades
Según nuestros entrevistados, existe en la comunidad de Mosú “una clara intención
de impulsar la organización local a través del consejo comunal”. La comunidad ha
en efecto tomado la iniciativa en materia de su organización, impulsando la creación
de su consejo comunal. Como insiste uno de los entrevistados, esta forma de
organización coincide con las expectativas de los miembros de la comunidad en
término de descentralización: “Los Warao son los que deben plantear sus problemas,
no los Criollos. A los Warao los deben representar solo Warao”.
El consejo comunal de Mosú ha sido conformado poco tiempo después de la
promulgación de la ley, en junio del 2006, de acuerdo a las normas establecidas en
la misma (Ley de los Consejos Comunales, 2006). Según la información recabada
por Castillo (2006) fueron electos 14 miembros, de los cuales cinco pertenecen a la
unidad financiera, cinco a la unidad de contraloría social y el resto al organo ejecutivo,
es decir cuatro personas.
Sin embargo, a pesar de que en un inicio el consejo comunal fue apropiado por
la comunidad warao de Mosú y de que sus dirigentes tenían un manejo apropiado
de información en cuanto al marco constitucional y legal que ampara los pueblos
indígenas, y los beneficios de la organización comunitaria para el logro de sus
aspiraciones locales, al momento de nuestra investigación el consejo comunal
parecía enfrentarse a un conjunto de dificultades, confirmando el diagnóstico del
vocero de la comisión de salud: “el consejo comunal se conformó en el mes de Junio
pero no esta funcionando bien”.
De hecho, algunos de los entrevistados subrayaban la poca movilización lograda
por la organización en el ámbito comunitario y la apatía existente: “Como vocero del
consejo comunal quiero discutir los problemas pero no puedo ya la gente que no va,
prefiere quedarse en casa o irse a sus conucos o al caño”. Explicaba otro vocero:
90
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“la gente no asiste por problemas personales, familiares, por peleas, por falta de
acuerdos. Hemos llamado tres veces a reuniones y no asisten, allí tengo las listas de
asistentes y ausentes”. Y otro: “muchos de sus miembros dicen desconocer cuales
son sus obligaciones en la organización comunal”.
Hoy en día, el consejo comunal de Mosú esta percibido como una organización
sin mayor peso en la comunidad. Según comentan los habitantes de Mosú en una
de las reuniones que presenciamos: “Hay un consejo comunal pero eso no tiene
ninguna función allí”. ¿Cómo explicarlo?
2.2 Primera hipótesis: la descomposición social y cultural
Una primera hipótesis que se pudiera adelantar es la fragmentación de liderazgo
en la comunidad, que a su vez se explicaría por el proceso histórico de cambios
surgidos en la organización social warao durante las últimas décadas. En términos
generales, los problemas del consejo comunal estarían reflejando la pérdida de
cohesión social interna a la propia comunidad.
Cecilia Ayala Lafée-Wilbert y Werner Wilbert (2008) recuerdan que la estructura
social del pueblo warao vigente hasta las primeras décadas del siglo pasado se
caracterizaba por una regulación de la vida social mediante los ancianos (aidamutuma)
y su consejo (monikata), el cual resolvía entre otras cosas las diputas entre miembros
de la comunidad. Existe así en la mayoría de las comunidades un jefe al que los
Warao llaman Aidamo. Sin embargo, esta organización social y la forma tradicional
del liderazgo han sido impactadas por la economía monetaria. Los autores señalan en
efecto que el asalariado y la creación, desde finales de los años setenta, de puestos
públicos por parte del gobierno (en particular el de comisario, policía, enfermero,
transportista, jardinero y guardianes de hogares de cuidado diario) para ayudar a
los Warao a participar en la economía nacional han constituido “un desafío a su
estructura política tradicional”. Como explican: “El poder político que recaía sobre
el fundador de una aldea, quien a su vez lo ejercía por ser considerado un hombre
sabio, depositario del conocimiento socio ambiental y por su capacidad de acierto en
la toma de decisiones correctas a favor de la comunidad, fue perdiendo vigencia. Los
ancianos fueron reemplazados por aquellos que, por vínculos políticos, logaron los
cargos de comisarios y policías. Estos ahora manejan un poder para el cual no están
preparados y suelen seguir los mandatos políticos del partido al cual pertenecen o,
en el peor de los casos, el comportamiento individualista que observan en los centros
urbanos y que resulta en el olvido de sus responsabilidades hacia el resto de la
comunidad”.
La comunidad de Mosú presenta estas características. El liderazgo tradicional ha
sido sustituido hoy en día por nuevas formas criollizadas de liderazgo, las cuales, a
diferencia del primero, no gozan de una legitimidad reconocida por el conjunto de la
comunidad.
Entre otros ejemplos, se puede mencionar que la mayoría de los miembros
electos por asamblea al consejo comunal son funcionarios públicos. Según los
testimonios colectados, esta elección se explica “más por los cargos públicos que
tienen que por su experiencia”, por lo cual estos miembros no estarían lo suficiente
preparados como para asumir una responsabilidad colectiva. Una situación favorable
a gestiones individuales y al parcelamiento de pequeños poderes locales. Como
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
expresa un entrevistado: “El vocero principal anda solo y no informa; se va para
Maturín u otro lado, pero no rinde cuenta de lo que hace, no informa lo que hizo, y
esto debe hacerlo en asamblea”. Cada integrante del consejo comunal actuaría así
de forma individual, a tal punto que la gente atribuye personalmente meritos que
deberían ser de la organización comunitaria. Lo refleja las respuestas a la pregunta
¿Cómo se resuelven en Mosú las dificultades? Citamos algunas: “Es a través de X.
que se resuelven los problemas”; “Es Y. el que resuelve eso”; “para este proyecto,
pregúntale a Z”; “W esta solo”. Un conjunto de factores que podrían explicar que el
consejo comunal de Mosú no se identifique hoy en día con un liderazgo formal, ni
como una organización que permita canalizar las demandas.
Analizando algunas debilidades en la conformación de un consejo comunal
indígena, Hidalgo expresa una conclusión fuerte. Para este autor, de manera general
“La forma natural de participación de los indígenas se ha visto afectada por esta
forma de organización llamada consejo comunal” (Hidalgo, 2007), en la medida que
este proceso de organización ha creado y distribuido diferentes formas de poder
sin tomar en cuenta la estructura social local indígena. Nombrar en asamblea de
ciudadanos a un vocero principal por comité de trabajo, a un presidente de banco
comunal y a un contralor social, traería como consecuencia que se socave y
atomice el liderazgo previamente existente, profundizando aun más los procesos de
aculturación vigentes.
A esto se sumaría otro aspecto nuevo introducido en la dinámica social warao, la
política. Según indican los diversos testimonios, otro factor de división de la comunidad
consiste en las inclinaciones políticas que asumen los líderes de la comunidad desde
que la política oficial se hizo presencia en el delta del Orinoco, o sea, a partir de los
años sesenta. Como expresan en efecto nuestros entrevistados: “El problema es
político aquí hay tres bandos, los adecos, y dos grupos chavistas”.
Sin embargo, en el caso de la comunidad de Mosú específicamente, nuestros
entrevistados recuerdan que hasta hace pocos años el liderazgo de la comunidad
indígena venia dado por una estructura organizativa llamada “asociación civil”, la cual
surgía del seno de la comunidad en la mayoría de los casos, y estaba conformada
por una junta directiva compuesta por un presidente, un secretario, un tesorero y
dos vocales pudiéndose ampliar estos, electos por la comunidad, según la antigua
normativa legal. Ahora, para Cecilia Ayala Lafée-Wilbert y Werner Wilbert, esta
experiencia de las asociaciones civiles, como de las cooperativas, han sido positivas.
Según los autores, ambos modelos no solo “establecen normas para el desarrollo del
trabajo asociado e instauran las modalidades de promoción y protección del Estado,
definiendo la participación del grupo en lo económico y social”, sino que estas figuras
organizativas “son muy similares a la estructura y lineamiento de la organización
tradicional warao y, pese a la burocracia que se genera en torno a su formación y
registro legal, el Warao las señala como una fuente idónea para generar ingresos
monetarios” (Ayala & Wilbert, 2008).
Un último factor de perdida de cohesión tendría que ver con un cierto racismo
local existente en la comunidad. Según los testimonios colectados, los que dicen
ser “Warao criollos”, llaman despectivamente “indios”, “a los de aquel lado de la
comunidad”, refiriéndose a los más pobres de la misma, o a los que viven de forma
más tradicional en los janokos. Este dato, sobre el cual lamentablemente no se pudo
explorar a profundidad, es otro indicador de la seria desestructuración social de la
comunidad warao de Mosú.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
2.3 Segunda hipótesis: los limitantes institucionales
Diferentes elementos referidos a la parte institucional son igualmente evocados
por nuestros entrevistados como factores explicativos de la debilidad del consejo
comunal de Mosú. Como escuchamos en las entrevistas: “Cada día estamos más
abajo, nada nuevo, no estamos creciendo”; “No hay apoyo para orientar al Warao”;
“No hemos tenido una buena orientación para la constitución del Consejo Comunal”,
“siempre son promesas pero poco las cumplen...”. La mirada de los Warao de Mosú
sobre el desempeño de las instituciones del Estado es muchas veces acerba. De
todas maneras, estas críticas son reveladoras de una novedad: por primera vez, lo
que se critica no es la ausencia de las instituciones, sino su modo de actuar.
En efecto, como expresan nuestros entrevistados, una gran diversidad de
instituciones con competencias en los asuntos relacionados con pueblos indígenas
interactúa hoy en día con la comunidad de Mosú. Entre ellas: la misión Guaicaipuro
y la Secretaria de Atención al Indígena de Monagas (SAIM), el Instituto Nacional
de Tierras (INTI), el Instituto Nacional de Nutrición (INN) del Ministerio de Salud,
la Asociación Mundial de Vivienda Rural en Venezuela (AMBR), la Secretaria de
Desarrollo Agrario de la Gobernación, la Secretaria de Desarrollo Social de Monagas
(SEDES), y en el marco de este estudio, el Instituto de Altos Estudios en Salud (IAES)
del Ministerio de Salud, a través de la Escuela de Nueva Ciudadanía.
Sin embargo, estas instituciones parecen padecer de limitaciones no solo
logísticas sino también gerenciales para realizar el trabajo en una comunidad como
la de Mosú. Como expresa un entrevistado: “las instituciones que hacen vida en
esta comunidad, al parecer, no trabajan de manera articulada para el beneficio
de la misma”. En lugar de actuar de manera coordinada, “las instituciones o las
instancias ministeriales llegan individualmente a proponer a los miembros de esta
pequeña comunidad la organización de comités de trabajo en los cuales ellas tienen
competencias”. Esta parcelización del trabajo parece haber constituido una fuente
notable de desmovilización comunitaria con la pérdida de confianza de los habitantes
de Mosú en sus voceros y en las instituciones públicas regionales y nacionales.
Otro de las debilidades evocadas para caracterizar las intervenciones de las
instituciones en Mosú es la tendencia que tienen muchas veces sus representantes
en imponer visiones y proyectos sin tomar en cuenta las especificidades locales e
opiniones de la comunidad. Como precisa un entrevistado: “algunas instituciones que
realizan trabajos en Mosú imponen un proceso de planificación desde sus propios
valores, obviando la cultura de los propios habitantes de esta comunidad”.
Una consecuencia de esta perspectiva “desde arriba hacia abajo” es la
perpetuación de practicas asistencialistas hacia las comunidades indígenas. Otra es
la identificación “errada” o la imposición de personas por agentes externos para que
ocupen ciertos cargos de responsabilidad. Por lo expresado por los actores, se puede
así percibir una falla principal en las modalidades de intervención de los organismos
del Estado en un contexto indígena: la insuficiencia del enfoque intercultural en los
procesos impulsados por las instituciones respecto a la organización comunitaria y
en las formas de comunicarse con la población local a pesar de la ley.
Un ejemplo de esto lo constituye el caso del comité de salud, el cual fue
directamente impulsado desde la institucionalidad: sin consultar a la comunidad, se
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
formaron auxiliares en medicina simplificada designados como los encargados de
sanar desconociendo por completo el llamado Wisiratu, o sanador warao, quien goza
en esta cultura de autoridad y cuya opinión a la hora de tomar decisiones es también
muy importante.
A MODO DE CONCLUSIÓN
En este contexto complejo en que se ha conformado el consejo comunal de Mosú,
se expresan una serie de problemas relacionados con la participación, los aspectos
culturales de la población y las particularidades de la relación comunidad/ instituciones
del Estado. A partir del ejemplo de los alcances y obstáculos a la construcción de
un poder popular en una comunidad indígena como la de Mosú, terminaremos
proponiendo varias conclusiones con el fin de que sirvan para alimentar el debate
y la reflexión sobre las modalidades de la intervención institucional en un contexto
similar.
Una primera conclusión es que el marco legal y constitucional de la participación
ciudadana y de la organización comunitaria no garantiza por si solo el uso del enfoque
justo para que las intervenciones de las instituciones coinciden con las expectativas
de las comunidades indígenas.
Una segunda, es que hay un contexto de desestructuración social comunitario que
no ha sido tomado en cuenta de manera apropiada para ejecutar las intervenciones
del estado. En otras palabras, los procesos de acompañamiento a la participación
deben considerar como un elemento fundamental para su diseño el contexto histórico
y las particularidades sociales de las comunidades en las que intervienen.
Tercera, hay una serie de aspectos culturales no tomados en cuenta para esas
intervenciones. A pesar de la desestructuración social de la comunidad Mosú, debe
haber manifestaciones culturales propias que, una vez rescatadas o tomadas en
cuenta, podrían hasta constituir un potencial para favorecer los procesos organizativos
locales. Es una necesidad urgente para el Estado contar con un personal capacitado
adecuadamente para el trabajo intercultural en las comunidades indígenas del país.
A pesar del esfuerzo institucional para el incremento de la atención a las
problemáticas que viven las comunidades indígenas y a sus particularidades culturales,
sigue siendo necesario profundizar la reflexión sobre nuestras formas de intervenir y
promover la participación como instituciones, para poder romper definitivamente con
la cultura institucional hegemónica de acción vertical, poco participativa y clientelar.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
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Experiencias para el debate
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Foro: familia, estado y sociedad
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Hacerse una persona comunitaria: relatos de las
motivaciones y transformaciones en los
comités de salud de Barrio Adentro1
Por Amy Cooper2
INTRODUCCIÓN
Este artículo estudia las motivaciones y las representaciones de los voluntarios
y voluntarias en los proyectos de salud comunitaria asociados a la misión Barrio
Adentro del gobierno venezolano. Describo los tipos de personas que se han vuelto
voluntario/as de la salud en una urbanización de Caracas y exploro las razones de
su participación con la misión Barrio Adentro. Discuto también las ideas culturales
amplias de sociabilidad y comunidad que estructuran su participación en estos
proyectos de salud comunitaria. Argumento que algunos tipos particulares de
personas son incitadas a hacerse voluntarias tanto por su apoyo y relaciones con el
gobierno del Presidente Chávez como por compartir una utopía de la transformación
de su urbanización en un ideal de la comunidad venezolana.
Mi análisis se fundamenta en una investigación etnográfica de 15 meses realizada
en la parroquía Santa Teresa, ubicada en el centro de la ciudad de Caracas.
Realice también observaciones e entrevistas con voluntario/as en otras partes de
la ciudad, así como en los segundos y terceros niveles del sistema de salud pública
(Emerson, Fretz & Shaw, 1995). En la parroquia Santa Teresa, efectué una cotidiana
observación participante con los y las voluntarias de salud, los profesionales de salud
y los pacientes de los consultorios de la misión Barrio Adentro, las jornadas de salud
organizadas por el gobierno, y otros programas comunitarios implementados desde
el gobierno tales como los clubes de abuelos y las casas del Instituto Nacional de
Servicios Sociales (INASS). Como parte de mi investigación, trabaje y me formé con
las voluntarias de salud como si fuese un miembro de su comité de salud. Fueron
13 semanas de formación en promoción social con un médico de la misión Barrio
Adentro a finales del año 2008. Llegue a conocer muchos miembros de los comités
de salud de Santa Teresa y realice entrevistas formales con ellos. Este artículo
se enfoca en los habitantes de Santa Teresa quienes se integraron a dos comités
de salud relacionados con dos de los consultorios Barrio Adentro de la parroquia.
Durante 2008, trabaje en particular con 15 de sus miembros activos y pude conducir
entrevistas formales con 8 de ellos.
Realizada entre los meses de Junio y Agosto del 2006, y entre Enero del 2008
y Febrero del 20093 , esta investigación fue aprobada por el Social and Behavioral
Sciences Institutional Review Board de la Universidad de Chicago, la presidente de
la Junta Parroquial de Santa Teresa, y la coordinadora del comité de salud “Frente
Comunitario” de la parroquia Santa Teresa4 .
1. EL CONTEXTO DE LA INVESTIGACIÓN
Santa Teresa es una de las 22 parroquias, unidades político-territoriales de
base, del municipio Libertador de Caracas. Se trata de la parroquia más pequeña
de la ciudad, con aproximadamente 20.000 habitantes en una superficie de unas
30 cuadras.
1 Traducción del ingles al español por Johanna Lévy y Miguel Malo.
2 Estudiante de doctorado (PhD Candidate). Departamento de Desarrollo Humano Comparativo (Department of Comparative
Human Development), Universidad de Chicago, Chicago, Illinois.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La parroquia es conocida por la Basílica de Santa Teresa, la cual atrae muchos
peregrinos cada año durante la Semana Santa. La parroquia también alberga un
mercado popular de calle a lo largo de su limite oeste (la Avenida Baralt), el cual
atrae comerciantes de otras partes de la ciudad. Al Sur de la Avenida Baralt se
ubica el Mercado de Quinta Crespo, uno de lo más grandes mercados de Caracas.
Teatros históricos y oficinas importantes del gobierno constituyen el límite norte de
la parroquia, mientras la asamblea nacional y el palacio presidencial se ubican a
algunas cuadras al norte de la misma. La parroquia es parte del casco histórico de
la ciudad, y numerosos edificios fueron construidos a inicios de los años 1800. La
urbanización misma se compone de una combinación de casas coloniales de uno o
dos pisos, y de edificios de hormigón hasta de 25 pisos.
Santa Teresa es descrita por sus habitantes como una urbanización de gente de
clase media-baja, trabajadores y/o pobres. El nivel de ingreso promedio mensual de
la población de la parroquia, 766 bolívares según cifras del INE en el 2001 (Instituto
Nacional de Estadística de Venezuela [INE], 2002), es más alto que el promedio del
municipio Libertador (569 bolívares).
La urbanización se compone de una mezcla de clases sociales, con muchos
indigentes viviendo en las calles, en edificios abandonados, o en las numerosas
pensiones dispersas a lo largo de la parroquia. Sus habitantes consideran que
la urbanización es mayoritariamente habitada por seguidores de la oposición al
gobierno: durante el referéndum revocatorio del 2004, el 59% de los votantes de la
parroquia han votado para la revocación del Presidente Chávez.
Durante la fase larga de mi investigación de campo, en el 2008, esta pequeña
comunidad tenia en actividad tres consultorios Barrio Adentro I así como tres clubes
de abuelos ofreciendo actividades físicas diarias, y estaba en construcción una sala
de rehabilitación integral (SRI) del nivel II de la misión Barrio Adentro.
La parroquia no cuenta con hospitales públicos o ambulatorios.
2. LAS VOLUNTARIAS
A lo largo de mi trabajo de campo, logre conocer a numeroso/as voluntario/as de
salud, y quise entender cómo se habían involucrado inicialmente en el voluntariado
con los comités de salud. ¿Qué tipo de individuos se dedicaban al trabajo ad honorem
con la misión Barrio Adentro? ¿Cómo conocieron los comités de salud de su sector,
y como llegaron a integrarlos? ¿Hubo un momento particular donde esos tomaron
conciencia de su decisión de ser voluntario/a? ¿Ya habían sido involucrados en
actividades de promoción de la salud o en programas comunitarios antes de unirse a
un comité de salud?
Una de las cosas que más me ha sorprendido al conocer esto/as voluntario/as
es saber que eran relativamente nuevos en el mundo de la política, del activismo
comunitario, de la promoción de la salud y del voluntario. En realidad, ninguno de
ellos había estado involucrado en trabajos voluntarios de cualquier índole antes de
juntarse a su comité de salud local. Ninguno de ellos, a excepción de una enfermera,
había trabajado en el sector de la promoción de la salud antes de la llegada de la
misión Barrio Adentro en la parroquia en el 2004. Entonces ¿Cómo estos individuos
llegaron en un momento particular a involucrarse en un trabajo local de salud?, y
¿Qué les lleva a dedicar su tiempo a este trabajo sin cobrar por ello?.
100
3 Su realización ha sido posible gracias al auspicio de Fulbright-Hays Doctoral Dissertation Research Abroad Program, así
como de varios centros de investigación de la Universidad de Chicago (Center for Latin American Studies, Center for the
Study of Race, Politics, and Culture, and Chicago Center for Contemporary Theory).
4 La autora quiere dar gracias a la comunidad Santa Teresa y el Departamento de Antropología del Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas, donde estuvo afiliada como estudiante de postgrado en el 2008 y 2009.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Los integrantes de los comités de salud de Santa Teresa comparten muchas
características comunes a partir de las cuales se puede identificar un “tipo” particular
de individuos que están más proclives a involucrarse en actividades voluntarias con
la Misión Barrio Adentro.
Demográficamente, los integrantes de los comités de salud de Santa Teresa son
bastante semejantes: 14 de los 15 integrantes que conocí son mujeres, cuya edad
es entre los 41 y 58 años. Todas han vivido en Santa Teresa durante los últimos 10
años. Algunas trabajan fuera de su casa, algunas tienen hijos pequeños, pero todas
han apartado por lo menos un medio día libre de la semana para su trabajo voluntario
en el consultorio o para acompañar el médico en sus visitas a domicilio.
Las voluntarias representaban la diversidad social de la parroquia – algunas son
desempleadas y luchan para poder pagar las cuentas a fin de mes, mientras otras
viven cómodamente y pueden agarrar vacaciones y viajar de vez en cuando. Sin
embargo, ninguna de ellas se consideraba a si misma tan empobrecida como los
más pobres habitantes de la comunidad.
En mi estudio de campo, encontré vario/as voluntario/as de otras partes de la
ciudad los cuales no tenían necesariamente el perfil que observe en Santa Teresa, o
sea el de un voluntario de mediana edad y de sexo femenino. Sin embargo, para poder
participar activamente en un comité de salud y poder ayudar en la administración del
ambulatorio y la atención médica, uno necesita tener tiempo libre durante la semana.
Aunque las voluntarias de salud de Santa Teresa tiendan a ser mujeres de edad
mediana con algún tiempo libre en la semana, no solo los factores demográficos
explican el tipo de individuos que deciden ser voluntarios en su consultorio Barrio
Adentro. En el resto del artículo, presentaré dos factores que condicionan la
participación de las voluntarias de salud en Santa Teresa: una afiliación política
particular, y un compromiso con una visión particular del bienestar social y de la vida
comunitaria.
Veremos a continuación que las voluntarias de salud comparten, en efecto,
convicciones políticas y comunitarias que motivan su involucramiento en los comités
de salud y definen su cooperación entre ellas como promotoras sociales.
3. ¿QUE MOTIVA A JUNTARSE AL COMITÉ DE SALUD LOCAL? UNAS
CONSIDERACIONES POLÍTICAS
Las voluntarias de salud dicen que dos factores iniciales han motivado su decisión
de juntarse al comité de salud.
Primero, el deseo de ayudar a los demás y a la comunidad. Las voluntarias
piensan que su comunidad tiene necesidades pendientes de salud y creen en el
derecho a una atención médica gratuita y universal; entonces cuando se presentó
la oportunidad de unirse al comité de salud local, aceptaron con entusiasmo. Se
trata de una razón obvia por ser voluntaria: la creencia que el trabajo de uno va a
beneficiar a los demás.
Sin embargo, como lo mostraré a continuación, para muchas de estas voluntarias,
el profundo deseo de ayudar a los demás, y la conciencia acerca de la pobreza y de
101
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
las necesidades pendientes en su comunidad, solo se han desarrollado a través de
la práctica del voluntariado en el comité de salud.
Este punto sutil pero importante requiere repensar esta idea preconcebida de que
las personas son voluntarias en ayudar a los demás por predisposiciones específicas
o por su conocimiento claro de las necesidades de su comunidad.
Al contrario, las voluntarias sugieren en sus relatos que creen que se transformaron
en este tipo de personas llamadas a ayudar a los demás solamente cuando, por
primera vez, experimentaron el voluntariado en la misión Barrio Adentro. Abordaremos
más tarde estos temas.
La otra fuerza principal que condujo estos individuos a un trabajo de salud pública
ad honorem es el contexto contemporáneo de Venezuela. En el caso de este estudio,
prácticamente todas las voluntarias de salud son partidarias del Presidente Chávez,
e indican que fue el Presidente Chávez mismo el que les motivó a iniciar su trabajo
voluntario. Muchas de las que entrevisté me dijeron que su participación en el sector
de la salud comunitaria había sido posible solamente gracias a la inspiración personal
y del empoderamiento promovido por el Presidente. Hugo Chávez no solo las inspiró
a trabajar para la causa de la salud sino que su gobierno hizo este trabajo posible en
un sentido material al desarrollar Barrio Adentro como un proyecto nacional.
El hecho de que para construir la totalidad de los ambulatorios en la comunidad
era necesaria la participación de la misma, ha creado literalmente las condiciones
de posibilidad para el trabajo voluntario en el sector de la salud comunitaria. En
otras palabras, según las voluntarias, aunque querían ayudar su comunidad antes
de la misión Barrio Adentro, no existía en ese entonces la estructura a la cual dirigir
su deseo, ni organización para unirse a ella, ni la presencia de otras voluntades
similares para empoderarse de ello.
Carolina1
A continuación, profundizaremos estos puntos enfocándonos en las historias
personales de las integrantes de los comités de salud, como Carolina, quien me
dijo:
[Empecé mi trabajo voluntario] cuando este Presidente actual comienza a cambiar
todo, a hacer que las cosas llegaron a los más necesitados, como los medios para
acceder a esas cosas a las que uno no tenía oportunidad”.
Carolina es una de las voluntarias que me dijeron que cambiaron como persona
como resultado de un sentimiento motivado (y/o empoderado) por el Presidente
Chávez. La conocí en el 2006 cuando trabajaba con el comité de salud de la parroquia
Santa Teresa. En el 2008 seguía su trabajo voluntario apoyando a la misión Barrio
Adentro, y logré conocerla mejor participando con ella en las 13 semanas de clases
en promoción de salud que cursamos juntas y en el censo de las personas con
discapacidades que realizamos “casa por casa”.
Carolina ha nacido en el interior del país. Se mudó sola a Caracas a los 14 años,
comenzó a trabajar en la ciudad, se casó y crió su familia en la parroquia Santa
Teresa, pero sin terminar su bachillerato. Pensó incorporarse al programa de 102
1 Todos los nombres son pseudónimos.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
equivalencia promovido por el gobierno de Chávez (la misión Ribas) pero dudó de
su capacidad a seguir las clases de noche con sus responsabilidades familiares y su
pequeño comercio informal.
“Una persona me dijo: hazlo, si quieres hacerlo tienes que hacerlo, si tienes la
oportunidad, hazlo, empieza. Y oía al Presidente que decía que todo el mundo
tenía que estudiar y superarse sin importar la edad; y entonces también me
motivó muchísimo la manera como él lo decía... Nuestro Presidente fue él quien
nos abrió los ojos, es él quien a cada momento nos dice y nos recalca: ustedes
tienen el poder, ustedes tienen que reclamar los derechos que les pertenecen:
todos tienen derecho a la salud, a la educación”.
Cuando finalmente decidió inscribirse en la misión Ribas, Carolina conoció una
mujer quien estaba ya involucrada en el trabajo comunitario a través del “Frente
Comunitario,” una organización comunitaria incentivada por el gobierno del Presidente
Chávez antes de la creación de la misión Barrio Adentro y de los comités de salud.
Carolina se sumó al “Frente Comunitario,” cuyos miembros pasaron a formar
el comité de salud cuando el consultorio de Barrio Adentro I abrió sus puertas en
la parroquia. Carolina afirma que no existían, antes de la creación de las misiones
sociales por el Presidente Chávez, oportunidades para trabajar voluntariamente en
la comunidad.
- Carolina: “[Chávez] nos presentó esta oportunidad, de ver a las personas que
tienen menos que uno y que no saben que esto existe [las misiones sociales].
Entonces les damos la información, de adónde ir, qué hacer...”
- Entrevistadora: “Antes se veía que habían muchos problemas en la comunidad
y que había gente que necesitaba mucha ayuda, pero ¿no sabías como podías
ayudar sin la organización?”
- Carolina: “Exacto.”
- Entrevistadora: “Querías ayudar pero...”
- Carolina: “No había como hacerlo. En una oportunidad hice un curso de
peluquería, y en ese curso hicimos unas jornadas en los barrios, íbamos y
cortábamos el cabello gratis y esas cosas... Eso se me había olvidado.”
Carolina insiste aquí en dos elementos que pude oír sistemáticamente hablando
con las integrantes de los comités de salud. El primero es la falta de oportunidad
para el trabajo voluntario antes de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia. El
segundo refuerza el primero: cuando las personas hablan de algunas experiencias
voluntarias previas, estas se refieren a una experiencia singular, no auspiciada por el
Estado sino por una organización no gubernamental operando en el sector caritativo
(vinculada con una institución religiosa) o mercantil.
No es que no existía trabajo voluntario en Venezuela antes de Chávez. Un ejemplo
del trabajo voluntario en el campo de salud es la organización Acción Voluntaria de
Hospitales, con los grupos de “Damas Voluntarias” que trabajan en los hospitales.
Sin embargo, según los entrevistados, en las parroquias como la de Santa Teresa,
103
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
estos espacios de voluntariado no existían. Al contrario, con la misión Barrio Adentro,
son amplias partes de la población que van a poder involucrarse en un servicio
comunitario sostenido. Impulsando la conformación de redes de voluntariado, el
Estado esta claramente procurando difundir un espíritu de responsabilidad ciudadana
en la población.
Sin embargo, lo que más nos interesa aquí es la cantidad de personas que dicen
trabajar a difundir este espíritu en ellos mismos, y que perciben al Estado como un
medio para realizar el trabajo comunitario. No perciben su trabajo como al servicio
del Estado sino como al servicio de los demás miembros de sus comunidades -lo que
mostraré más adelante.
Mariángela y Lilian
Mariángela es otra voluntaria quien me dijo que el gobierno de Chávez la
estimulaba para participar en los proyectos sociales locales. No ha sido involucrada
en otro tipo de trabajo voluntario o trabajo comunitario antes de esta experiencia.
“Antes de Chávez yo era ‘no participativa’: no participaba, me dedicaba a mi casa,
a mi trabajo, a mi hijo, a mi esposo. Pero no había esta oportunidad, no había
quien te estimulara. Había presidentes que iban y venían, ellos mismos hacían
sus jornadas con el personal que tenían en diferentes instituciones. Pero, ¿darle
la participación al pueblo, que tú seas el protagonista de tu propio destino, que
seas tú quien ayude a solucionar los problemas? Eso es gracias al Presidente
Chávez porque en el proyecto de país está la inclusión de los excluidos”.
Mariángela esta haciendo aquí una afirmación moral de cómo los venezolanos
deberían actuar en sus vidas cotidianas – no es suficiente dedicarse a uno mismo
o a su propia familia nuclear. Según ella, antes de la presidencia de Chávez, la
problemática de la desigualdad como los otros problemas eran de la responsabilidad
del gobierno de turno mientras los individuos se dedicaban a su vida privada. Aunque
uno lo hubiera querido, no existían reales oportunidades para realizar trabajos
voluntarios antes de la llegada de Chávez.
Lilian, quien se volvió una líder comunitaria en la parroquia Santa Teresa durante
el proceso liderado por el Presidente Chávez y es una de las fundadoras del comité
de salud, subraya algo similar cuando dice:
“Es una oportunidad que nos dieron a nosotros, de que nos organizáramos
¿entiendes? Porque antes, no había eso. Antes no tomaban en cuenta a uno si
uno quería trabajar... Antes lo que había era que las mismas Alcaldías llevaban su
propio personal para vacunar y lo demás, pero sin tomar en cuenta a la comunidad.
No había muchas organizaciones.”
Existen claramente dos procesos en juego en la generación, desde el Estado,
de las voluntarias actuales de salud. Primero, el Estado crea de manera explicita
oportunidades de trabajo voluntario en el sector de la salud pública para personas que
no tienen formación. Segundo, existe un elemento psicológico y moral en el fomento
del trabajo voluntario desde el Estado. Las voluntarias afirman que el Presidente les
ha “motivado” y “estimulado” para participar a un trabajo que no solamente debería
permitir mejorar sino “solucionar” las problemáticas de la comunidad.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Las voluntarias no son meramente las asistentes del médico. Se sienten
“protagonistas de su propio destino”. A mi parecer, el crecimiento del voluntariado en
la salud pública y otros programas de bienestar social sugieren una transformación
cultural en la manera de concebir el Estado y la vida personal para muchos venezolanos.
Las personas se sienten corresponsables del esfuerzo del gobierno para transformar
los contrastes existentes entre unos individuos y familias enfocadas en si mismas,
dentro de sus casas, y un Estado desarrollando programas sociales para atender
las necesidades locales. Ahora, los individuos sientan que deben responder a los
llamados de un gobierno, el cual los involucra para resolver las necesidades, tomar
decisiones y participar en la vida pública.
A mi parecer, mucha gente se hace trabajador voluntario de la misión Barrio
Adentro a través de un proceso doble de politización y motivación: habiendo sido
desinteresados en los partidos políticos o el activismo comunitario en el pasado, los
individuos fueron estimulados y activados por las políticas del gobierno chavista,
y decidieron unirse a otros seguidores del Presidente Chávez para trabajar con el
Estado como voluntario de salud.
En mi trabajo de campo, encontré que el conjunto de las voluntarias de Barrio
Adentro también eran seguidoras del Presidente Chávez, y que casi todas demostraban
su lealtad al Presidente utilizando signos externos explícitos. Una cultura material
fuerte y visible acompaña el chavismo, siendo uno de sus elementos más obvios la
flamante franela roja. Muchas de estas voluntarias también acuden a las marchas,
concentraciones y otros tipos de eventos políticos para demostrar su apoyo al gobierno
de Hugo Chávez. Estas mismas voluntarias expresan su desinterés y desmotivación
pasada con administraciones precedentes. Su despertar político contemporáneo y
su afiliación con Hugo Chávez han influenciado su adhesión en programas de salud
como la misión Barrio Adentro, la cual es fuertemente identificada como proyecto de
bienestar social que pertenece a Chávez al igual que las otras misiones.
Sin embargo, considero que cuando los individuos se unen a su comité de salud
local no solo lo hacen por la motivación política de ser parte del gobierno de Hugo
Chávez. Detrás de su identificación con la figura del Presidente, las voluntarias
comparten un sentido claro de que su comunidad las necesita. Comparten el sentido
del tipo de comunidad que quisieran ayudar a crear, y comparten la visión de cómo
cumplir con el cambio social en su comunidad mediante el trabajo voluntario en la
salud pública.
Veremos a continuación que esta visión compartida de los problemas y de las
soluciones para la comunidad nace de estos individuos a través del actual proceso
de voluntariado y de colaboración con el comité de salud. A mi parecer, los individuos
se transforman en otro tipo de personas – muchas veces se describen a si mismas
como haciéndose “personas comunitarias” o persona con un sentido de comunidad – a
través su trabajado sostenido al servicio del ambulatorio Barrio Adentro de su sector.
4. ¿QUÉ MOTIVA A JUNTARSE AL COMITÉ DE SALUD LOCAL? UNAS VISIONES
DE LA COMUNIDAD
Algunas historias individuales de cómo un individuo se hace un voluntario de salud
en la parroquia Santa Teresa son ilustrativas del impacto de este nuevo compromiso.
El voluntariado cambia el sentido que uno tiene de quién es y de qué imagina para su
comunidad.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Magdalena
Magdalena es una mujer afro-venezolana quien se crió en un pueblo de la costa y
se mudó a Caracas cuando cumplió los 14. En el 2004, cuando se hizo voluntaria de
salud, Magdalena tenía 54 años. Había votado a favor del gobierno de Chávez, pero
no se había involucrado en redes activistas, sea política o social, antes de visitar al
consultorio Barrio Adentro de Santa Teresa un día del 2004.
Magdalena cuenta cómo ha sido impresionada por la atención que le ha brindado
el médico este día – estaba sorprendida de que se interesaría a su vida cotidiana,
sus costumbres alimenticias, y que había parecido cuidar de ella como una persona
en un sentido integral. Un miembro del comité de salud estaba entonces presente,
tratando de reclutar a los pacientes para dedicar voluntariamente un día de su semana
al consultorio. Magdalena cuenta que después de haber recibido una atención tan
extraordinaria por parte del médico, quiso ayudarlos.
Después de esta visita, Magdalena se transformó en una de las voluntarias más
activas del Comité de Salud de Santa Teresa, muy pendiente de la política (acude a
menudo a las marchas y a las concentraciones y participó en las campañas electoral
a favor del gobierno de Chávez desde ese entonces), y cuando la conocí en el 2006,
había sido electa coordinadora del comité de salud, encargada de planificar el trabajo
de las voluntarias y administrar las actividades diarias en la oficina del médico.
Otra voluntaria me describió Magdalena como una persona “humilde” y una “muy
buena trabajadora comunitaria”. Era a menudo designada como la integrante más
destacada del comité de salud.
El relato que hace Magdalena de su transformación personal mediante el
voluntariado es representativo de muchos de los que observé en esta comunidad.
- Magdalena: “Yo me formé como persona comunitaria aquí, en Barrio Adentro.”
- Entrevistadora: “¿Sientes que has cambiado como persona?”
- Magdalena: “Si porque antes yo era muy metida en mi casa. Salía a comprar, a la
iglesia, a visitar a las amigas, y a mi casa otra vez. Pero con Barrio Adentro tienes
que atender a los pacientes, porque a veces la doctora tarda, y entonces tienes
que escuchar a uno que le duele acá, o la situación. Entonces tú empezabas a
ver que el problema de la señora era mucho mayor de lo que tú estabas pasando;
que si a ti te dolía un hombro, a aquella señora le dolía todo... Entonces uno tiene
que, como se dice, meterle el hombro a aquella persona para que se animara:
“no se preocupe señora, mire allá la van a atender...”. Es como un despertar
¿oíste? la verdad es que la gente necesita. Y el trabajo de promoción es que,
yo, a veces, tengo que prestarles mis pies, mi fuerza, mi esfuerzo, para hacer
lo que esta persona no puede hacer. Si ella no se puede movilizar, yo tengo que
moverme por esa persona... Eso es amor al prójimo. ¿Cómo demuestras tú que
amas a tu prójimo? Poniéndote en el lugar de él, o haciendo las cosas que él no
puede hacer.”
En nuestras numerosas conversaciones entre 2006 y 2009, Magdalena me
describió su transformación desde un ser “egotista” y “individualista”, alguien que
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
se encierra en su casa, hacia una “persona comunitaria”, una “promotora social”
dedicada a los servicios locales de salud.
En el extracto mencionado arriba, Magdalena insiste en dos elementos con
respecto a su cambio. Explica su trabajo voluntario como una práctica de “amar al
prójimo”, una referencia bíblica que muchos otro/as voluntario/as de salud (tanto
católicos como evangélicos) de la parroquia Santa Teresa utilizan cuando describen
su trabajo con la misión Barrio Adentro.
Más allá de las connotaciones religiosas, este sentimiento refleja una mirada
universalista y humanitaria común a muchos movimientos de voluntariado alrededor
del mundo, así como el discurso de bienestar social de la administración del
Presidente Chávez (Fassin & Vázquez, 2005; Ticktin, 2006; Ministerio para el Poder
Popular para la Comunicación y la Información, 2008).
El otro elemento que resalta del relato de Magdalena es el mecanismo del cambio
personal. En el caso de Magdalena, afirma que se transformó en una persona que
cuida, da y ayuda a los demás en su comunidad solamente a través de la práctica
del cuidado de ellos. La práctica del voluntariado precede su compromiso personal.
Dicho de otra manera, Magdalena no se ha hecho una voluntaria porque era “una
persona comunitaria.” Por el contrario, es a partir de la práctica del voluntariado y
de la conciencia creciente de las necesidades de la comunidad que Magdalena se
transformó en persona comunitaria. Esta transformación, Magdalena la expresa con
referencias evocativas a su propio cuerpo: físicamente, su cuerpo se movió en lugar
de los que no se podían mover. Metafóricamente, entregó su cuerpo y sus miembros
a los demás (“meterle el hombro”, “prestarles mis pies”).
Estas metáforas y referencias a la corporalidad constituyen una de las
características más significativas de los relatos personales de las voluntarias de
salud cuando describen su transformación, el paso de una vida pasiva de relativa
auto-absorción, hacia una vida activa de cuidar de los demás. Esta metamorfosis
personal no ocurre instantáneamente; al contrario, requiere la adopción de nuevas
prácticas y costumbres que al encarnarse permiten al individuo hacerse un tipo de
persona diferente (Bourdieu, 1977; Mahmood, 2005).
Magdalena me contó que hacer voluntariado en el ambulatorio de la misión Barrio
Adentro fue “como un despertar” cuando se dio cuenta de que muchas personas de la
parroquia Santa Teresa tenían necesidades (en atención médica, alimentación sana,
y otros servicios sociales). Otro/as voluntario/as igualmente me dijeron que se habían
dado cuenta de la situación de extrema pobreza y de las dificultades de los habitantes
de la comunidad solamente una vez iniciado su trabajo en el ambulatorio.
Una de las razones de esos relatos que expresan la ignorancia de los problemas
sociales de la comunidad es que la parroquia esta considerado por la mayoría de sus
habitantes como un sector de clase media lleno de gente que va a trabajar cada día
y tiene suficiente dinero para el sustento de sus familias. Sin embargo, esta visión de
la parroquia Santa Teresa es solo un aspecto de la complejidad del sector donde se
mezclan hoteles y pensiones baratas, edificios invadidos, indigentes y problemas con
el consumo de drogas y alcohol. Como lo dice Gabriela más adelante, los grandes
edificios de la parroquia Santa Teresa son también conocidos por ser “ranchos
verticales”.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Esta toma de consciencia fue para muchas un estímulo para mantener el
voluntariado o, en algunos casos, para aumentar las tareas o unirse a programas
de formación para ser más capacitadas en trabajo social, educación en salud, o
atención médica.
Gabriela
Gabriela fue una de las fundadoras del comité de salud local. Hizo trabajo voluntario
en el ambulatorio y ofreció gratuitamente su casa al médico cubano durante dos años
(ella y su hija mayor compartieron entonces una cama para que el médico pudiera
vivir en la habitación de su hija).
En una entrevista con ella, Gabriela explica que decidió estudiar desarrollo
comunitario en la Universidad Bolivariana de Venezuela después de haber trabajado
como voluntaria con la misión Barrio Adentro.
- Gabriela: “¿Qué me lleva a estudiar la carrera actual? Barrio Adentro”.
- Entrevistadora: “¿Si?”
- Gabriela: “Si, porque antes no conocía las necesidades de mi parroquia sino
nada más lo que yo vivía dentro de mi edificio. No me había penetrado a las
necesidades”.
- Entrevistadora: “Y ¿Por qué piensa que antes no las había visto...?”
- Gabriela: “Porque no tenía el interés..., o el interés lo tenía, pero guardado.
Sabes cuando esas cosas no se despiertan hasta que tú te abocas a algo
¿entiendes? Posiblemente pasaba por aquí, por esta cuadra, por aquella veía eso
así como que de mal aspecto, pero hasta ahí, no profundicé. Es cuando empecé
a trabajar con los médicos que me di cuenta de todas las necesidades que tiene
la parroquia... Empecé a trabajar con Barrio Adentro porque hacia falta una
enfermera... Entonces empecé a trabajar con el médico en este pequeño espacio,
y el tiempo se alargó como por dos años hasta que hicieron el modulo... Entonces
el médico hacia su trabajo y yo hacia el mío, y me gustaba, y allí aprendí…Y vi
tanta necesidad...”
Al igual que Magdalena, Gabriela relata una transformación personal que la
acompañó en su trabajo voluntario semanal en el consultorio Barrio Adentro. Para
ella, el cambio fue tan dramático que decidió cambiar de carrera y fue a la universidad
para poder servir mejor su comunidad.
A partir del momento que las voluntarias inician sus prácticas de voluntariado en
los centros de salud, empiezan a transformar la visión que tienen de ellas mismas
y de su comunidad. Cuentan haber aprendido a ser otro tipo de persona, un tipo
que cuida de los demás y quiere colaborar para mejorar la calidad de vida de su
comunidad.
Este proceso de transformación personal, moral y política refleja un cierto
aprendizaje social mediante la práctica que ha sido bien documentado por
antropólogos que estudian como la gente aprende diferentes roles y modos de vida
108
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
incluyendo nuevas formas de conocimiento, racionalidad y moralidad (Luhrmann,
1989; Good & Good, 1993).
Trabajando juntos en establecimientos de salud en su comunidad e involucrándose
en programas de formación en promoción de la salud promovidos por el gobierno, los
comités de salud llegan a compartir una visión del ideal de la comunidad venezolana,
y del medio de cumplirlo en su propio sector.
Durante mi investigación, observé una serie de dicotomías que las voluntarias
de salud de la parroquia Santa Teresa utilizan para describir las diferencias entre su
realidad comunitaria y el ideal de comunidad venezolana. Muchas de sus prácticas
y comportamientos en el voluntariado se explican por la necesidad de superar esas
dicotomías hacia el ideal comunitario.
Entre esas dicotomías resaltan las siguientes: individualismo/ espíritu comunitario,
aislamiento social/ sociabilidad, conflicto/ unificación, enfermedad/ salud, pasividad/
actividad, apatía/ compromiso, y espacio privado/ espacio público.
Las voluntarias promocionan y preconizan el segundo término de cada dicotomía
y a menudo explican los problemas sociales de la parroquia Santa Teresa a partir
de estas categorías. Por ejemplo, las voluntarias frecuentemente se quejan
del individualismo, de la división política y del desinterés en participar en la vida
comunitaria en los espacios públicos por parte de los habitantes de la parroquia
Santa Teresa. Utilizan esas dicotomías para describir tanto individuos como la
comunidad en su conjunto.
Por ende, se describen comúnmente a ellas mismas como personas que
han pasado de individuos apáticos y dedicados a su esfera privada, a personas
comprometidas y de espíritu comunitario.
La noción de “persona comunitaria” se dibuja a partir del segundo término de
cada uno de estos pares de conceptos. Así como las personas pueden tener un
espíritu comunitario o ser egoístas/ individualistas, las comunidades pueden ser
bonitas, animadas, o solamente unos agregados insaludables de individuos que se
encierran en sus apartamentos y evaden juntarse para resolver las problemáticas
locales.
Las voluntarias locales explican que la parroquia Santa Teresa necesita
transformarse en una comunidad a partir de las categorías del segundo término
de los pares evocados más arriba. Están convencidas de que la parroquia es
específicamente problemática por su falta de unidad, de que todas las comunidades
urbanas necesitan ayuda para unificarse y mejorar su calidad de vida, pero mucho
más la de Santa Teresa. Según esta convicción, las voluntarias de la parroquia Santa
Teresa creen que las comunidades de los barrios son más unificadas, eficaces y
felices que en Santa Teresa.
La idealización (y posible romanticismo) de las comunidades pobres de Caracas
constituye, para la gente de Santa Teresa, una manera de representar lo que están
buscando mediante su trabajo, así como lo que sería un modo de vida más “natural”
o más “venezolano”: un modo de vida social, unificado, comprometido políticamente,
y orientado hacia el espacio público.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Carolina, a quien se mencionó previamente, expresa esta perspectiva común a las
voluntarias locales de salud.
“Bueno, en Santa Teresa lo que pasa es que la gente es como muy apática, cada
quien está como en su mundo... La gente está en su casa y no le importa más
nada... es decir, todo lo que se tiene que hacer es dejado a los demás, si ven
algún problema en su propia comunidad lo dejan así, esperan que alguien venga
a solucionar, critican pero no hacen nada. [Pero] a veces las instituciones no
responden y uno tiene que unirse para resolver los problemas... Yo creo que en
los barrios las personas son más unidas, trabajan más por su comunidad. Es más
fácil organizar a las personas que viven en los sitios humildes que en los sitios de
clase media...porque [en los sitios de clase media] la mayoría son de oposición y
no creen en esto”.
Según Carolina, mucha gente en la parroquia Santa Teresa no reconoce la
necesidad de desarrollar una comunidad efectivamente participativa. A momentos,
ella culpa de esta situación a la propia extracción de clase y posición política de sus
habitantes. Carolina también subraya que los venezolanos no pueden esperar que el
gobierno resuelva sus problemas.
Según los voluntarios, la fuerza organizativa fundamental en Venezuela es la
comunidad – pero según ellos, la “comunidad” no se decreta. Es de la responsabilidad
de los miembros de la comunidad tomar conciencia de la necesidad de unirse para
ayudar a los que menos tienen, y resolver los problemas que afectan a todos. Las
voluntarias que conocí utilizan la palabra “comunidad” en un sentido general, pero
están muy concientes de que tendrán que construir su propia comunidad.
CONCLUSIÓN
Las voluntarias que conocí creen que son parte de un esfuerzo importante
para transformar su comunidad y la sociedad venezolana en su conjunto. Ven a su
trabajo voluntario no solo como un soporte logístico que aportan a los médicos, a las
enfermeras y al odontólogo, acompañándolos en sus visitas a domicilio o efectuando
una charla sobre el sexo seguro en escuelas. Trabajan también para comprometer
gente, desarrollar la “participación” de los individuos en la vida de la comunidad y las
políticas locales.
Este lado del trabajo voluntario no tiene que ver con el apoyo práctico o logístico,
ni con el hecho de dar algo a alguien o a alguna institución (su tiempo/ trabajo,
medicinas, comidas). Más bien se trata de un trabajo para estimular a la acción,
motivar y organizar a la gente.
Gabriela describe su trabajo comunitario de esta manera:
“Las personas necesitan que se les ayuden. Claro, tal vez a lo mejor no tienes el
dinero, tal vez tú no tienes estas herramientas que te van a permitir decir, aquí
tengo eso, llévatelo... No, sino que lo que adquieres son conocimientos, entonces
comienzas a conocer cosas que no sabias anteriormente, comienzas a adquirir
información y todas esas cosas, y eso lo llevas después a tu comunidad, para que
tu comunidad sea multiplicadora, multiplicadora y así vamos a ser siempre más
multiplicadores hasta que todos sean así: iguales”.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Para concluir, los individuos que se unen al movimiento popular masivo de los y
las voluntarias de la misión Barrio Adentro explican sus motivaciones no solo desde
su deseo de ayudar a los demás o al gobierno del Presidente Chávez mediante su
compromiso, sino por el acercamiento a la comunidad que a diario les permite sus
interacciones con el personal médico y los pacientes de los módulos, o mediante
la difusión de folletos sobre el cuidado personal de salud durante una Jornada de
salud.
Esta experiencia de “encarnar” a la persona comunitaria es profundamente
evocada por las voluntarias que conocí, y les motiva continuamente para seguir
trabajando en la perspectiva de una comunidad unificada y saludable.
Referencias
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University Press.
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University of Chicago Press.
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theology of the 1999 Tragedia in Venezuela. American Ethnologist, 32,
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Good, B. & Good, MD. (1993). Learning medicine: The constructing of medical
knowledge at Harvard Medical School. En S. Lindenbaum, M. Lock (eds).
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Everyday Life (pp. 81-104). Berkeley: University of California Press.
Instituto Nacional de Estadística de Venezuela. (2002). XIII Censo General.
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Luhrmann, T. (1989). Persuasions of the witch’s craft: Ritual magic in modern
culture. Cambridge: Harvard University Press.
Mahmood, S. (2005). Politics of piety: The Islamic revival and the feminist subject.
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Barrio Adentro, una obra de corazón. Caracas: MINCI.
Ticktin, M. (2006). Where ethics and politics meet: The violence of humanitarianism
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Desandando caminos… Una trayectoria de
participación y crecimiento en un consejo
comunal de Aragua
Por María Cristina González Moren & Daisy Camacaro Gómez
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Desandando caminos… Una trayectoria
de participación y crecimiento en un
consejo comunal de Aragua
Por María Cristina González Moreno1 & Daisy Camacaro Gómez2
INTRODUCCIÓN
Dentro de los grandes retos del Estado venezolano está el concretar la
universalización de los derechos sociales dentro de un nuevo orden social, material
y de justicia basado en la equidad de género y el rescate del espacio de lo público.
Ello, en función del bien colectivo y del ejercicio del poder ciudadano, dentro de
una nueva forma de relación y corresponsabilidad entre Estado y sociedad civil. El
propósito es buscar la equidad de género a partir de unas políticas públicas que
enfrenten la exclusión social.
La propuesta de equidad de género se sustenta en el ideal democrático según el cual
la incorporación activa de la mujer constituye uno de los motores para profundizar la
democracia y fortalecer el desarrollo.
1. EL CONTEXTO
1.1 Participación y equidad de género en el nuevo marco constitucional
venezolano
Sin lugar a dudas, la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(CRBV) está orientada hacia la consolidación de una sociedad democrática,
participativa y protagónica dentro de un Estado descentralizado, donde lo público
se democratice y sea realmente un espacio para la construcción de ciudadanía y el
logro de la equidad de género.
Resulta claro que se establecen, dentro del nuevo marco constitucional, cambios
fundamentales en la estructura política y social del país. Es oportuno también señalar
el lenguaje no sexista en todo el cuerpo del texto constitucional. El Estado, dentro
de este nuevo contrato social, debe buscar la equidad de género a partir de unas
políticas públicas que enfrenten las brechas de inequidad social.
En el artículo 62 de la CRBV se establece que: “Todos los ciudadanos y ciudadanas
tienen el derecho a participar libremente en los asuntos públicos directamente o por
medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en
la formación, ejecución y control de la gestión pública, es el medio necesario para
lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo tanto individual como
colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad, facilitar la generación de
las condiciones más favorables para su práctica”.
El fin del Estado es lograr la equidad en la aplicación de los derechos sin ningún
tipo de discriminación. Lo público es ahora espacio e instrumento de poder donde
la formulación de políticas públicas debe hacerse en función del interés colectivo,
de largo alcance, de impacto sostenido y con la participación de todos y todas. La
participación, se convierte en una poderosa herramienta política para negociar con
1 Docente - investigadora del Departamento de Salud Pública. Universidad de Carabobo. Núcleo Aragua.
2 Docente investigadora III del Instituto de Altos Estudios de Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon. Profesora de Promoción de la Salud Universidad de Carabobo - Facultad de Ciencias de la Salud.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
otros actores/as la toma de decisiones que modifiquen el desequilibrio de género en
la sociedad.
Empoderamiento y autonomía conforman una nueva semiosis social, dos palabras
claves y dos condiciones muy importantes para el ejercicio de lo público en el sector
salud por parte de las miembras y miembros de las comunidades.
Por otra parte, la propuesta de equidad en los procesos participativos se sustenta
en el ideal democrático según el cual la incorporación activa de la mujer en lo público
profundiza la democracia y abre caminos para fortalecer el desarrollo sustentable.
En el primer Congreso Nacional por la Salud y la Vida celebrado en Caracas
en el 2004, se precisó el rol de las mujeres en el movimiento por la salud y la
vida, el cual tendría como espacio de concreción el ámbito local a través de su
participación en todas las instancias del poder público (Secretaría de Salud de la
Alcaldía Metropolitana de Caracas, 2006). La base de sustentación de esta mirada,
la encontramos en la reforma Constitucional de 1999.
Sin lugar a dudas, la CRBV de 1999, abre toda una gama de posibilidades para
lograr cambios fundamentales en torno a una nueva relación entre el Estado y la
sociedad civil. En tal sentido, la participación cobra gran fuerza como plataforma para
lograr el viraje de una democracia representativa a una democracia participativa.
1.2 Hacia una visibilización de las mujeres en las agendas públicas
Es necesario recordar que la Venezuela de los últimos 50 años, estuvo bajo
la hegemonía de un marco socio político que no permitió conocer e interpretar
las necesidades sentidas de la población y mucho menos las necesidades de las
mujeres. Una racionalidad de espaldas a la gente y a sus circunstancias, donde todo
fue normatizado verticalmente sin ningún tipo de empoderamiento social. Por otra
parte, el modelo gerencial excesivamente centralista, patriarcal, clientelar y marcado
por la corrupción profundizó la exclusión social.
Indudablemente, sobre las mujeres ha recaído el peso de las políticas de ajuste
económico, con un resultado: la feminización de la pobreza. Sin embargo, desentrañar
los poros y las grietas que el modelo porta en su seno, ha sido posible gracias a la
presión de los diferentes movimientos de mujeres quienes han logrado incorporar
agendas de género, visibilizando el impacto del modelo en la calidad de vida y salud
de la mitad de la población mundial: las mujeres.
La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, la Red de
Género y Salud Colectiva de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social, así
como infinidad de intercambios que han entretejido las redes gubernamentales y no
gubernamentales se constituyeron en espacios desde los que se ha visibilizado las
inequidades de género y se ha propuesto agendas para su atención y superación.
Sería injusto no mencionar también la presión ejercida por los organismos de
cooperación internacional como la Organización Panamericana de la Salud y la
Organización Mundial de la Salud, quienes han fijado lineamientos para promover la
equidad de género y la participación activa de las mujeres en todos los procesos de
reforma en el sector salud.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Dentro de los poros y grietas que deja visible el modelo globalizador, se han
podido precisar, por lo tanto, fortalezas coyunturales bien importantes. Nos referimos
al discurso de la participación de la mujer en los asuntos públicos, lo cual forma parte
de todas las agendas gubernamentales en América Latina generando un mayor nivel
de conciencia y compromiso de las mujeres en sus asuntos de salud.
A pesar de esos avances, el proceso de visibilización de las mujeres en las
agendas públicas sigue siendo un objetivo a alcanzar. Por ello, y para abordar el
tema de la participación de la mujer en el espacio público específicamente en el
sector salud, tenemos que “desandar los caminos” que nos permitan visibilizar los
esfuerzos realizados en función de lograr disminuir las brechas de inequidad de
género.
2. LA EXPERIENCIA PARTICIPATIVA EN EL ÁREA DE LA SALUD EN LA
COMUNIDAD MAYA-LA CRUZ, MUNICIPIO MARIO BRICEÑO IRAGORRY,
SECTOR EL LIMÓN, ESTADO ARAGUA
2.1 Direccionalidad de la mirada
Para este “desandar de caminos”, se realizaron 3 entrevistas focalizadas a una
mujer lidereza en la comunidad Maya-La Cruz del Municipio Mario Briceño Iragorry,
Estado Aragua, con el propósito de visibilizar, a partir del discurso de una mujer
vinculada al espacio público, lo simbólico construido en torno al ejercicio de la
ciudadanía en el espacio de la salud. Se asumió para ello, el itinerario metodológico
propuesto por Strauss (Strauss & Corbin, 2002) el cual indica un conjunto de
herramientas para el análisis hermenéutico-dialéctico de los discurso de los actores,
en este caso la vocera de la comisión de salud de un consejo comunal.
2.2 La entrada en lo público desde una perspectiva solidaria
“Antes de incorporarme al consejo comunal mi vida cotidiana era como la de
cualquier vecina de la comunidad, de mi casa al trabajo, del trabajo a mi casa, me
dedicaba a mi familia hasta que un día un vecino me dijo: sabes que vamos a traer un
Barrio Adentro para la comunidad. Pensé que a través de ese Barrio Adentro se iba a
aportar algo a la comunidad”.
“Cuando escuche Barrio Adentro, me dije: eso está relacionado con la salud, con
lo que a mí me gusta. Vi que era una manera de colaborar con mi comunidad,
inmediatamente me incorporé, después llegó el consejo comunal, y a partir de allí mi
vinculación ha sido total”.
“Como ama de casa, yo siempre pensaba que podía dar más de mí”.
“He cambiado. A mí me fascina lo que estoy haciendo, es una nueva etapa en mi vida.
Estoy siendo útil, antes me sentía inútil”.
Evidentemente algo se está moviendo, algo está ocurriendo en las comunidades
donde funcionan los consejos comunales, donde las mujeres se han vinculado al
espacio de lo público en salud y han salido a participar en sus comunidades y a
transitar nuevos caminos de solidaridad y convivencia.
Desde todos los tiempos, la mujer ha estado confinada a la esfera privada. La
modernidad consolidó este modo de ser de lo femenino. Cristina Molina lo define
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
como el estado pre-político de la mujer: la mujer encargada de propiciar todas las
condiciones para que el hombre pueda asumir el espacio que, “por derecho y por
naturaleza”, le corresponde ocupar: lo público (Molina, 2003).
En su libro Derechos Políticos y Ciudadanía de las Mujeres, Evangelina García
(2003) enumera toda una serie de obstáculos que enfrentan las mujeres para el
ejercicio de la ciudadanía:
• La desvalorización de las capacidades para la vida pública y la política.
• La existencia de prejuicios y presiones que ejercen los hombres sobre las
mujeres que aspiran a ingresar en la vida pública y en la política.
• Los paradigmas de la subjetividad genérica en el caso de las mujeres, lo cual
no incluye la aspiración al poder o al liderazgo.
• La poca o ninguna experiencia de las mujeres en el manejo del poder
institucionalizado.
• Las actitudes pasivas, dependientes y conservadoras frente al poder y la
autoridad.
• Los conflictos emocionales frente al ejercicio político por el hecho de ser
madres, lo que las hace sentir culpables e incompetentes.
• La baja autoestima para el ejercicio del liderazgo.
“La solidaridad como hoy la entiendo es diferente, no es que saludo a un vecino y le
diga: ¿hola como está?... Es que ahora yo me preocupo si mi vecino o mi vecina está
enfermo, si necesita de alguna ayuda, si le falta el agua o cualquier cosa, un apoyo.
Si te sientes triste, si necesitas una palabra o solo que te escuche o te aconseje, así
entiendo yo ahora la solidaridad”.
Sin embargo, es interesante destacar que al asomarse nuestra entrevistada
a lo público, insiste principalmente en la dimensión ética de esa participación. La
solidaridad se expresa como eje de su participación.
“He cambiado mi manera de pensar y mi manera de ver lo que significa la comunidad,
de lo que significa compartir, colaborar, ser solidaria. Estoy incorporada a la
comunidad, estoy dando más de mí”.
“[Antes] no participaba en los problemas comunitarios, de verdad no participaba
porque yo sentía que yo no los tenía (los problemas). Estaba ignorante de lo que
tenían mis vecinos, de repente a dos cuadras de mi casa mis vecinos tenían unas
necesidades que yo no me daba cuenta, porque yo no lo estaba sufriendo. A medida
que me incorpore en Barrio Adentro y en el consejo comunal, si estoy viendo las
necesidades que hay en la comunidad y la posibilidad de contribuir a solventarlas”.
Sin lugar a dudas, son las mujeres quienes más apelan a consolidar la dimensión
ética de las políticas, luchan con ahínco por los ideales y desarrollan toda una
serie de habilidades para afrontar situaciones difíciles (García, 2003).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“Yo animo a las mujeres y les digo que tenemos mucho potencial, que tenemos que
atrevernos, que nosotras servimos para muchas cosas no solamente para ser amas
de casa, mamá y esposa. Tenemos que estar en lo público, hay que atreverse”.
“Todo lo tenemos en nuestras manos. Por ejemplo la Ley de los Consejos Comunales
es un mecanismo muy importante. Y con nuestra participación podemos resolver
tantas necesidades de la comunidad entre todos. Es el poder de la gente para poder
cambiar”.
Investigaciones recientes (Bruera & González, 1997) reportan que las mujeres en
las organizaciones locales desarrollan competencias en sociabilidad, manejo de la
comunicación y aprendizajes en lo relacionado con la construcción de ciudadanía.
En tanto tal, la ciudadanía constituye la razón de ser de la civilidad. Por ello, la
sociedad debe organizarse de tal modo que consiga generar, en cada uno/a de sus
miembro/as, un sentimiento de pertenencia, de reconocimiento hacia sus miembro/
as, y una consecuente adhesión a los proyectos colectivos.
La contribución de las mujeres quienes participan sobre todo en las organizaciones
de base y en las comunidades, es producto de un profundo compromiso social. Sin
embargo, podemos notar que esta participación, las mujeres la practican, pero con
una escasa y casi nula formación de género.
2.3 Ciudadania, perspectiva de género y empoderamiento
Cualquier acción que emprendan las mujeres es vista muy frecuentemente como
una extensión de las responsabilidades propias de su género. La herencia misógina
aún tiene muy buena salud, sea lo que sea la naturaleza del proyecto político.
Veamos muy brevemente algunas de las marcas que dan cuenta de este
pensamiento separador y excluyente que ha definido la separación público/privado
hasta nuestros días, conformando toda una serie de representaciones que dan
cuenta de la ausencia de las mujeres en el ejercicio de lo público.
• La mujer se mueve por sentimientos naturales, en función del bien particular de
los suyos.
• El ejercicio de la ciudadanía es exclusividad del hombre. Protección ante la ley.
• Lo privado es el espacio que por naturaleza le corresponde a la mujer, lo domestico,
la familia.
• La sujeción de la mujer como condición de posibilidad del ciudadano. Para que
el hombre llegue a ser un ciudadano, la mujer debe ser domesticada, dependiente,
pasiva y débil.
• El papel de la mujer es agradar al hombre y atender a sus necesidades particulares.
La función de la mujer es procrear y por supuesto criar.
• La función de educar es del hombre, ya que la mujer hace a los hijo/as débiles,
tímidos y serviles.
Las mujeres enfrentan por lo tanto múltiples obstáculos para acceder a los
espacios de poder. La falta de formación para el liderazgo; el acceso restringido a
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
las tecnologías de información, a un trabajo remunerado, a servicios sociales que
les permitan accesar a actividades remuneradas como vía para la independencia
económica y medio para el logro de la participación ciudadana en todos los espacios
de la vida societal; la segregación sexual por ocupación; los prejuicios, acosos,
mayores exigencias para el ascenso y promoción política; la baja calidad de los
empleos; la desigualdad salarial; vienen a conformar un panorama que es necesario
ir visibilizando e ir atendiendo a través de políticas públicas con perspectiva de
género.
Dentro de los desafíos que tenemos que enfrentar las mujeres, está en efecto el
revertir los esquemas que históricamente nos han marginado del poder.
Los acelerados cambios sociales, y las luchas del movimiento feminista, han
permitido abrir caminos para construir el piso político que posibilite el empoderamiento
de las mujeres en los asuntos públicos. Nos referimos a la posibilidad de formación y
de hacernos de un equipaje que nos permita adquirir competencias para el ejercicio
del liderazgo.
“Necesitamos mucha formación, para poder llevar a cabo lo que queremos, los
proyectos”.
“Todavía nos hace falta mucho para dar ese paso adelante. Estamos aprendiendo,
esto es un proceso”.
“La comunidad es muy diversa, hay muchas opiniones, mucha diversidad, la
diversidad es buena, lo que hay es que saber cómo manejar eso y encaminarla para
que todo fluya como debe ser. Formarnos para organizarnos y hacer las cosas
mejor”.
“Formarnos políticamente porque eso es lo que nos va a llevar a saber para donde
vamos. Eso es muy importante”.
El concepto de empoderamiento puede interpretarse de múltiples maneras y
no se limita a una sola disciplina. Ha sido ampliamente utilizado por ejemplo en
la psicología social comunitaria. Bookman y Morgen (1988) emplean el término
para connotar toda una serie de actos de resistencia, los cuales no tienen otro
objetivo que desafiar las relaciones de poder existentes. Las autoras se basan en
la literatura del poder como relación social, para establecer un marco de análisis
que permita entender los diferentes contextos de empoderamiento de las mujeres.
Vislumbran el empoderamiento como un proceso eminentemente colectivo, con
un marcado sentido político que obliga a la transformación de las relaciones de
poder. En tanto tal, los procesos de formación adquieren una significación política
muy importante.
Desde los países del Sur, el concepto de empoderamiento aparece como una
estrategia impulsada por el movimiento de mujeres con el fin de lograr cambios en
sus vidas, y mediante esos cambios generar un proceso de transformación de las
estructuras sociales sexistas existentes. Representa un desafío a las relaciones de
poder existentes, conduce a lograr autonomía y a estimular la organización colectiva
mediante la movilización. Sin lugar a dudas, es un desafío a la ideología androcéntrica
con miras a transformar las relaciones de género. El empoderamiento conduce a
transformar las estructuras responsables de la inequidad.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“Para mí el poder popular es todas las armas que tenemos, me refiero a las leyes, todos
los mecanismos que nos permiten resolver nuestras necesidades. Lo tenemos en las
manos. Lo que nos hace falta es saber desarrollarlo. Tenemos que prepararnos”.
Para ello, es importante deconstruir los imaginarios que imposibilitan romper con los
sellos culturales: fortalecer la autoestima, promover el empoderamiento, la asertividad
y la confianza entre otras competencias, constituyen algunas de las herramientas
políticas para modificar las relaciones patriarcales. Y de esta forma poder transformar
las maneras de vernos, estar, sentir y actuar como mujeres en el espacio público.
Por ello, una de las acciones claves para construir ese empoderamiento es
emprender en las comunidades un proceso de educación popular. Un proceso
necesario para que las mujeres comiencen a visibilizar las inequidades y las
trampas ideológicas que se esconden detrás de la colaboración. Solo y cuando se
tome conciencia del sustrato ideológico que sustenta la subordinación, las mujeres
comenzarán a entender lo que significa empoderarse de los asuntos públicos con
lentes de género.
Como decíamos, el empoderamiento es la antítesis del paternalismo y la esencia
de la autogestión. En este sentido, el camino que hay que recorrer es largo, mas
no infinito. Entre las principales condiciones necesarias para que se concrete el
empoderamiento de las mujeres en los asuntos públicos podemos citar las estrategias
siguientes:
• La creación de espacios institucionales adecuados para que las mujeres participen
en el quehacer político y público.
• El fomento de la organización para que las mujeres puedan efectivamente
participar.
• El desarrollo de capacidades para el ejercicio de la ciudadanía.
• La creación de acceso y control sobre recursos para aprovechar las
potencialidades.
El último punto, lograr accesibilidad y control sobre los recursos (García, 2003), es
uno de las principales metas del empoderamiento, por lo que contribuye a incrementar
las capacidades personales y sociales de las mujeres en función de lograr cambios
especialmente en la familia y en la comunidad.
Solamente cuando las mujeres logremos autodeterminarnos, conquistemos la
capacidad de representar nuestros intereses y demandas, cuando podamos ejercer
planamente nuestros derechos y sean estos jurídicamente reconocidos, estaremos
transitando los caminos para el ejercicio efectivo del poder en la toma de decisiones,
el ejercicio pleno de la ciudadanía.
“Ahora conocemos nuestros derechos y nuestros deberes, podemos defendernos. La
gente de la comunidad cuida su Barrio Adentro, aquí había personas que ni siquiera
lo aceptaban, ahora eso ha cambiado. Tenemos mucho apoyo. Nos falta lograr que la
gente aprenda la cultura de la prevención y la solidaridad. Hay que concientizar a la
comunidad, la salud es algo muy amplio”.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
2.4 La política pública y la construcción de subjetividades
“Me gustó el modelo de país que nos presentó el Presidente Chávez, la igualdad de
oportunidades, ver un país donde todos vamos a tener igualdad de oportunidades
es maravilloso. De repente van a pasar muchos años y no lo voy a poder ver, pero
me parece maravilloso que se esté pensando y trabajando en eso. Me motivó la
sinceridad de sus palabras, allí comenzó todo para mí, la inquietud de participar, de
poner mi granito de arena”.
El discurso participativo insistentemente establecido por el gobierno en Venezuela
ha contribuido a la expansión y expresión de las capacidades latentes, a estimular el
control sobre las decisiones y acciones que afectan la vida, a generar actitudes para
el desarrollo de habilidades, a tomar conciencia de las inequidades y de los beneficios
personales y sociales que supone superar esas desventajas. Ha generado voluntad
para intervenir proactivamente a favor de intereses individuales y colectivos, y decidir
sobre las opciones en función de intereses y necesidades comunes sentidas.
“Yo creo que hay un proyecto de país. Un proyecto de país maravilloso, un país
con todos los recursos para llevar adelante nuestro socialismo. Yo lo entiendo como
igualdad, que todos no nos quedemos abajo, sino superarnos para poder realizar ese
maravilloso socialismo del siglo XXI”.
A partir de la Constitución de 1999, se convierte en efecto el rescate de lo público
desde los espacios comunales en responsabilidad de todas y todos. Se impone un
nuevo contrato social entre el Estado y la sociedad civil. La comunidad adquiere en
la Carta Magna un papel protagónico al ser incorporada en la toma de decisiones
e invitada a ejercer la contraloría social, que tanto necesitamos para lograr una
verdadera ciudadanía activa.
“Ahora, yo creo que si estamos incorporados a la comunidad, sabemos cuáles son
sus necesidades, te incorporas y de alguna manera motivas a los demás a participar
y a mejorar su calidad de vida. Lo que veníamos haciendo en la academia no era
una medicina preventiva sino curativa. Aquí en Barrio Adentro, estamos tratando de
realizar una medicina preventiva y hacer conciencia de eso en los ciudadanos”.
“A mí siempre me gustó el trabajo comunitario pero no sabía cómo desarrollarlo. A
raíz de mi incorporación al Barrio Adentro y al consejo comunal, he ido aprendiendo.
En la formación académica no se desarrolla la parte humana, solo algunos profesores
que te hablaban de eso como algo particular, no forma parte de la formación”.
Estamos logrando aproximaciones hacia la construcción de lazos de convivencia
y cohesión comunitaria, desde las organizaciones locales. Nuevos liderazgos
comienzan a ejercitarse. Estamos por lo tanto obligadas a diseñar agendas de
formación que posibiliten la adquisición de las competencias necesarias para
lograr el empoderamiento que tanto necesitamos.
“Yo ahora conozco a toda la comunidad, no hay rinconcito que yo no conozca. Yo
tengo viviendo aquí 40 años y es ahora cuando yo vengo a conocer a mi comunidad
y esto gracias a Barrio Adentro y al consejo comunal. Me siento querida por la
comunidad, uno lo siente. La comunidad reconoce la labor”.
“Mi mayor alegría fue cuando de 400 personas que votaron, 399 votaron por mí, yo no
me imaginaba la confianza que la comunidad tenía en mi. El gran compromiso de no
defraudarlos es algo muy importante para mí, por eso estoy aquí. Es mi compromiso
con esta comunidad y con mi país”.
122
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“Me postule como vocera en la comisión de salud y quedé electa por la comunidad.
Yo soy un poco tímida, pero eso se me ha ido perdiendo, ya domino eso de hablar
en público”.
Estos fragmentos del discurso dan cuenta de una cierta comprensión de lo que
significa la ciudadanía. Ciudadanía es, para nuestra entrevistada, igualdad ante la ley,
igualdad en los derechos consagrados jurídicamente. Los derechos son el contenido
mismo de la ciudadanía. Son esas capacidades organizadas y respaldadas por el
Estado para dotar a las y los ciudadanos de fundamentos legales para actuar frente
a los poderes y organizaciones del Estado.
Esta concepción de la ciudadanía como acción efectiva de ejercer los derechos es
lo que algunos autores llaman “ciudadanía sustantiva” o “ciudadanía activa”. Es decir,
tener derecho a ser electas, a organizarse políticamente, a participar en diferentes
espacios (educación, salud, cultura, economía, agremiación, política, etc.).
“Los diferentes comités de salud se reúnen, y ahora con autoridades de Corposalud.
Ellos recogen nuestras opiniones y se nos toma en cuenta. Eso es equidad”.
“Cuando yo hago propuestas, mis ideas son tomadas en cuenta. Se planifica con
ellos y la comunidad nos da los insumos para planificar. Hay trabajo en equipo”.
“Los médicos se reúnen con los diferentes comités de salud del municipio, hacemos
análisis de la situación de salud, y de allí salen las propuestas por sector. Hay
participación”.
“La salud se relaciona con todo, con el deporte, con la alimentación, con todo. La
salud es todo, es la vida”.
La nueva Constitución promueve además una visión totalmente contraria al
modelo neoliberal, para quien la salud es una mercancía perdiendo su carácter
de derecho social universal. En tanto tal, la participación comunitaria en salud se
hace imposible ya que el proyecto neoliberal fortalece y reproduce el individualismo
donde lo público es algo personal y no es responsabilidad del Estado.
Al contrario de este modelo neoliberal, el modelo promovido por el nuevo marco
constitucional, reconoce la salud como un derecho social universal, cuya garantía
debe ser la responsabilidad compartida del Estado y la comunidad organizada.
Fleury (1997) señala que la comunidad es en efecto la sociedad en su conjunto,
y es ella quien tiene el poder de delegar, o no, al Estado el papel de regulador y
administrador. Cunill (1999) por su parte precisa que la administración pública debe
ser pública y democrática para que podamos construir ciudadanía y compromiso
social. En este sentido, el discurso participativo se ha convertido en un objetivo del
desarrollo, y en una de las dimensiones a considerar en las estrategias de género
en los diferentes marcos regulatorios suscritos por el Estado venezolano.
Retomando el hilo de nuestra semiosis social, se evidencian a raíz del nuevo
marco constitucional cambios de actitud, compromiso comunitario y solidaridad.
Como referíamos, algo se está moviendo, algo está sucediendo, algo se está
transformando. Es un proceso que suma la voluntad política del gobierno al
desarrollo de habilidades subjetivas, emocionales, políticas y comunicativas de
la comunidad.
123
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“Veo a la comunidad más motivada, ahora se quiere conformar más consejos
comunales. Al principio, no me parecía buena idea, pero ahora pienso que es
importante. Mayor fuerza, mayor integración”.
“Yo siento que mi tiempo no se ha perdido, se ha invertido en la comunidad. Es una
etapa de mi vida que estoy viviendo y disfrutando”.
El ejercicio de la ciudadanía activa es un proceso de construcción. Ello implica
asociatividad, ejercicio efectivo de la ciudadanía, control social, participar en la toma
de decisiones, propositividad, representación de intereses. Implica compromiso,
deliberación y acción. Todo esto, tiene que ver con un estilo de liderazgo que esta
construyéndose y con una visión persuasiva, innovadora, e incluyente que esta
gestándose.
“Tenemos que aprender a escucharnos y a respetar las diferentes opiniones, la
diferencia. El trabajo comunitario nos obliga a reflexionar y cuando uno se equivoca
uno tiene que reconocerlo, autocontrolarse. Yo he avanzado mucho, siempre estoy
buscando un algo más”.
En el marco de una política nacional de participación social se va construyendo
este nuevo “Ser ciudadano/a”. Es un nuevo “Ser” que implica pertenecer a la
organización social-comunitaria. Solo desde las formas de vida de las comunidades
concretas, solo desde los ethoi de las comunidades, puede en efecto diseñarse
una concepción de justicia social. Solo la persona que se siente miembro/a de
una comunidad concreta, solo quien se sabe reconocido/a por una comunidad
como uno/a de los suyos, puede sentirse motivado/a para integrarse activamente
a ella.
En relación al ejercicio de la ciudadanía activa, los discursos de nuestra
entrevistada evidencian esa emotividad que fluye a flor de piel, expresión de
compromiso social e identificación con la comunidad. Emotividad y sentimiento;
dos factores fundamentales para lograr sentido de pertenencia.
2.5 El marco político de participación de la mujer
Sería injusto no señalar los avances que se han dado en Venezuela en las
últimas dos décadas con respecto a la igualdad entre los sexos, la igualdad de
oportunidad y la equidad de género en el marco jurídico y normativo del país.
La promulgación de nuevas leyes y la reforma de otras, así como la actualización
de normas sectoriales con nuevos enfoques y procedimientos, han contribuido a
llenar vacíos y a propiciar discusiones y movilizaciones sobre la necesidad de
cerrar las brechas de inequidad de género.
En función de avanzar en el logro de la equidad de género, Venezuela ha
firmado y ratificado la “Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer” (CEDAW), así como su Protocolo Facultativo de
la “Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer” (Belem Do Pará), entre otros acuerdos internacionales a los que
se ha adherido.
124
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Además de estos acuerdos, podemos mencionar un conjunto de acciones de
orden jurídico que se llevan a cabo en el país para promover el desarrollo y avance
de los derechos humanos de las mujeres. Entro los principales marcos regulatorios
en los cuales se consagra la equidad e igualdad entre hombres y mujeres, fueron
aprobados:
• La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
• La Ley Orgánica del Trabajo (2001). Título VI.
• La Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer (1999).
• La Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia (2000)
• La Ley de Tierra y Desarrollo Agrario (2001). Artículo 14.
• La Ley de Micro finanzas (2000) y el Decreto de Creación del Banco de Desarrollo de la Mujer (2001).
• La Ley Nacional de Juventud (2002). Artículo 8.
• La Ley de paternidad responsable (2002).
• La Ley de los Consejos Comunales (2006).
• La Norma Oficial para la Atención Integral de la Salud Sexual y Reproductiva (2004)
• La Ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2006).
En el área laboral no podemos olvidar la incorporación de la perspectiva de
género en la Ley Orgánica del Trabajo contenida en el Titulo VI, Artículos 379 al
395. En la referida ley, el Artículo 135 considera el principio universal conquistado
por los trabajadores y trabajadoras del país: para igual trabajo igual salario.
En relación a las políticas públicas, y tomando en cuenta que la pobreza y el
desempleo afectan de manera particular a las mujeres, el gobierno nacional ha
emprendido una serie de acciones para atender esta problemática. Entre otras
acciones se ha creado el Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer), como
una institución micro financiera pública, que atiende de manera integral a la
mujer en condiciones de pobreza. Este banco tiene como misión contribuir a la
incorporación de las mujeres al desarrollo.
Otra de las metas del gobierno nacional ha sido democratizar sus políticas,
programas, planes y proyectos, promoviendo la participación de las mujeres en
todos los sectores del país para garantizar sus derechos como humanas en las
múltiples misiones que se adelantan en todo el territorio nacional.
Con el propósito de construir viabilidad a la participación de las mujeres,
se han creado los llamados “puntos de encuentro”. Esos puntos de encuentro
son organizaciones de base que funcionan como centros de enlace entre las
comunidades y el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de
Género, con la finalidad de establecer puentes que conecten a las mujeres de las
diferentes comunidades con el Estado en pro de la defensa de sus derechos y de
su participación en los asuntos públicos para de esta forma, construir el piso para
el ejercicio de la ciudadanía activa de las mujeres.
125
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
A pesar de los avances, sigue existiendo un notable déficit de las mujeres en los
niveles del poder, no solo local sino nacional. Hay que trabajar con mayor ahínco
en la formación, concientización y acciones que van a permitir que las mujeres se
reconozcan a sí mismas como agentes de cambio social, como ciudadanas con
derechos a elegir y a ser elegidas, con necesidades propias y con espacios para el
acceso y el ejercicio del poder.
Con el fin de resolver este déficit, se realizó en el año 2003 una consulta
nacional sobre el Plan Nacional de Igualdad para las Mujeres, donde participaron
2.500 mujeres y 35 expertas en el tema de género. Se formuló el Plan Nacional
de Igualdad para las Mujeres, el cual estableció la inclusión del enfoque de género
en todas las instancias gubernamentales del país con la finalidad de garantizar
el acceso a la igualdad de oportunidades de las mujeres y a la defensa de sus
derechos. Con la implementación de dicho Plan, se aspira que las políticas públicas
estén transversalizadas con enfoque de género (mainstreaming de las políticas
públicas).
Por otra parte, se adelanta la capacitación en materia de presupuestos con
enfoque de género como factor clave para dar un viraje a las políticas públicas a
favor de las mujeres. El Plan Nacional de Prevención y Atención de la Violencia
hacia la Mujer, es otro gran logro en función de eliminar la violencia contra la mujer
en todas sus manifestaciones.
Es oportuno también señalar la creación en el 2009, en la ciudad de Maracay, de la
Escuela de Formación Socialista para la Igualdad de Género Ana María Campos.
Finalmente, dentro del universo de los programas sociales que adelanta el Estado
venezolano, los consejos comunales han estado construyendo cercanías y
contribuyendo a crear inquietudes y compromisos con el país y con la comunidad.
Mujeres que nunca habían participado, ahora insufladas por el discurso de la
equidad social, se han asomado al trabajo comunitario con sentido de pertenencia y
solidaridad.
CONCLUSIÓN
Lograr la equidad sin discriminaciones, el fin del Estado socialista
El fin del Estado socialista es lograr la equidad en la aplicación de los derechos
sin ningún tipo de discriminación. Lo público es ahora espacio e instrumento de
poder, donde la formulación de políticas públicas debe hacerse en función del interés
colectivo, de largo alcance, de impacto sostenido y con la participación de todos
y todas. La participación se convierte en una poderosa herramienta política para
negociar, con otros actores y actoras, la toma de decisiones que contribuyan a
modificar las inequidades de género en la sociedad.
La propuesta de equidad en los procesos participativos se sustenta en el ideal
democrático, según el cual la incorporación activa de la mujer en lo público profundiza
la democracia y abre caminos para fortalecer el desarrollo sustentable. Este nuevo
contrato social se orienta hacia la ampliación de lo público en los espacios privados:
es en los grupos de la sociedad civil donde las mujeres aprenden a participar y a
interesarse por lo público.
126
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La sociedad civil constituye por lo tanto una autentica escuela de la
ciudadanía.
Participando involucrando la familia
“Mi familia me acompaña en los operativos, yo le digo a mi esposo que colabore
con el transporte, y él colabora y participa. Uno se siente satisfecho y feliz de que
ellos participen conmigo. Yo los atiendo, les preparo algo sabroso, cuando tengo
que salir a una reunión, le digo a mi esposo para que coma con las niñas si no me
pueden esperar. Siempre los estoy enamorando, tratando de combinar una cosa con
la otra”.
Las mujeres pobres se han caracterizado por ser las más numerosas, las más
activas y con frecuencia las más eficientes en su desempeño en las comunidades
(9). Prueba de ello, son las estrategias desarrolladas por nuestra entrevistada para
involucrar a su familia dentro del proceso participativo intentando hacerle frente a las
representaciones simbólicas por siglos sedimentadas en el imaginario colectivo.
Sin embargo, no podemos seguir perpetuando a las mujeres como únicos
agentes de la participación. Tenemos que pensar en los hombres con el mismo
nivel de responsabilidad y compromiso.
Participando en una nueva relación con los hombres
“Mi relación con los hombres del consejo comunal es buena, con respeto, he
sabido mantener una distancia. Somos más mujeres que hombres. Yo no me he
sentido descalificada y cuando han tratado de hacerlo, he seguido de largo, trato de
centrarme en mis objetivos. Con los hechos refutamos y con los hechos demostramos
capacidad”.
Los retos implican adquirir una nueva conciencia en función de transformar la
visión que tienen las mujeres sobre sí mismas, los hombres y el mundo. Se trata de
desarrollar nuevos acuerdos y formas de interrelación, de reformular los viejos marcos
interpretativos poniendo a prueba la validez de los supuestos que los sostienen.
No podemos “seguir de largo” como señala nuestra entrevistada: necesitamos
quedarnos para construir en conjunto, sin exclusiones que sigan perpetuando
la división público-privado.
Profundizando la relación entre género y democracia
Es en la construcción de ciudadanía, donde definitivamente podemos encontrar las
claves para entender cómo se están dando o no los vínculos entre democracia y género,
y cómo podemos trabajar la inclusión desde la unidad en la diversidad. Precisamente
es lo que esta gestándose desde los espacios de lo local como lo ilustra la experiencia
del consejo comunal Maya-La Cruz en Venezuela (González, 2008).
Como podemos intuir, la construcción de ciudadanía de las mujeres como objeto
de estudio en nuestras geografías es un asunto que debe continuar repensándose
y estimulándose a nivel de la investigación y de la intervención en salud. De allí
127
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
la necesidad de construirla como objeto epistemológicamente reconocible y
categorizable. Podremos así disponer de los mecanismos para implementar los
procesos formativos y de esta manera ir concretando la incorporación de las mujeres
en las agendas públicas (Camacaro, 2003).
“Desandar caminos” es el desafío para poder contribuir al desarrollo social, donde
mujeres y hombres compartamos el poder en igualdad de condiciones.
Hay señales de cambio y caminos de esperanza. Es un proceso que hay que
seguir construyendo desde y con las mujeres.
Referencias
Bookman, A. & Morgen, S. (1988). Women and politics of empowerment.
Philadelphia: Temple University Press.
Bruera, S. & González, M. (1997). La participación de las mujeres en los ámbitos
locales: Los procesos de reforma del Estado a la luz de las teorías de
género. Quito: Cuadernos del Centro de Capacitación y Desarrollo de los
Gobiernos Locales.
Camacaro, D. (2003). Universidad, espacio de participación en políticas de salud...
Comunidad y Salud, 1. 42-43 Facultad de Ciencias de la Salud, Escuela de
Medicina “Witremundo Torrealba”. Maracay: Universidad de Carabobo.
Cunill, N. (1999). Repensando lo público a través de la sociedad. Caracas: CLAD/
Nueva Sociedad.
Fleury, S. (1997). Estado capitalista y política social. En: Taller Latinoamericano
de Medicina social. s/p. Medellín.
García, E. (2003). Hacia la institucionalización del enfoque de género en las políticas
públicas. Caracas: Fundación Frederich Ebert.
González, M. (2008). Género y Construcción de Ciudadanía. Una aproximación
desde la diversidad teórica. En: Y. Delgado, M. González (Coord.) Mujeres
en el Mundo. (pp.311-326). Maracay: Universidad de Carabobo.
Molina, C. (1994). Dialéctica Feminista de la Ilustración. Barcelona: Anthropos.
Secretaría de Salud de la Alcaldía Metropolitana de Caracas. (2006). I Congreso
Nacional por la Salud y la Vida. Caracas: Autor
Strauss, A & Corbin, J. (2002). Bases de la Investigación Cualitativa. Universidad
de Antioquia: Editorial Contus.
128
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Estrategias organizativas para la construcción del
poder popular. Una interpretación
a la luz de tres experiencias comunitarias
Por Johanna Lévy
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Estrategias organizativas para la construcción
del poder popular. Una interpretación
a la luz de tres experiencias comunitarias
Por Johanna Lévy1
INTRODUCCIÓN
Desde la llegada del Presidente Hugo Chávez al poder en el 1999, la democracia
participativa y protagónica constituye el principio orientador de la acción pública en
Venezuela. Ha surgido así un contexto particularmente fértil en el país para debatir
de la participación, de la institucionalidad así como de un concepto clave para la
elaboración de nuevos paradigmas emancipadores: el poder popular, un concepto
“elástico y multiforme” que Miguel Mazzeo (2007) propone asociar a “todas
aquellas experiencias históricas en las cuales las clases subalternas (trabajadores,
pobres, marginales, periféricos) ejercieron el control y el poder de modo más o
menos directo, en el seno de territorios delimitados o en un conjunto extenso
de instituciones y desde patrones impuestos por una búsqueda más o menos
consciente y deliberada de espacios libertarios y patrones relacionales igualitarios”.
¿Como implementar practicas de participación que apuntan a la emancipación
de las “clases subalternas” y a una democratización radical de las instituciones?
¿Cuáles mecanismos dotan o no de poder al pueblo? ¿Cómo desarrollar desde
el poder estatal experiencias alternativas de gestión y espacios de “negociación
horizontal” con los sectores de la población históricamente excluidos del poder?.
Este artículo tiene como objetivo contribuir a estos debates a partir de la
presentación e interpretación de tres experiencias comunitarias surgidas en este
contexto de transformación de los patrones de la acción pública en Venezuela, más
específicamente en el sector de la salud. La identificación de estas experiencias se
realizó entre marzo y junio 2008, después de una serie de entrevistas exploratorias
e intercambios con representantes de diferentes organismos del Estado operando
en el sector salud (Ministerio del Poder Popular para la Salud, Secretaria de Salud
de la Alcaldía Mayor de Caracas, Dirección Regional de Salud del estado TrujilloFundasalud). Cada una de estas tres experiencias ha sido abordada combinando
dos principales técnicas de recolección de datos: la sistematización de experiencias,
la cual busca a través de talleres con las personas implicadas una “reconstrucción
de la experiencia”, su análisis e interpretación con el fin de “fortalecer el proceso de
transformación de la realidad” (Bickel, 2006); y la investigación cualitativa, mediante
la realización de entrevistas semi-abiertas individuales y grupos focales. Para ello,
los informantes claves, tanto comunitarios como institucionales, fueron identificados
por los integrantes de cada una de las organizaciones comunitarias. La recolección
de datos fue realizada por dos investigadoras entre agosto y diciembre de 2008,
para concluir con un último trabajo de campo entre septiembre y octubre del 20092
.
Después de una breve exposición de las herramientas utilizadas para su análisis,
presentaremos las tres experiencias de participación comunitaria en una primera
parte, para, en la segunda, resaltar mediante su comparación algunos aprendizajes
que pueden aportar sobre el proceso de construcción del poder popular.
1 Estudiante de doctorado de Ciencia Política al Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales (CERI – IEP Paris, Francia).
2 Agradecemos los y las integrantes de las tres organizaciones por compartir con nosotras la historia de sus luchas, y Carmen
Márquez por su precioso desempeño en el proceso de sistematización.
131
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
1. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVAS RELACIONES ESTADO/SOCIEDAD:
TRES EXPERIENCIAS DE PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN SALUD
1.1 Marco teórico y variables para el análisis de datos: sociología de la acción
colectiva, interfaces socio institucionales y niveles de participación
¿Cómo caracterizar los procesos que se esbozan en Venezuela bajo el nombre
de democracia participativa, así como la implementación en el terreno de la misma
por los actores, tanto políticos, administrativos como comunitarios? ¿Cómo entender
las dinámicas de cambio en las relaciones entre Estado y sociedad? En definitiva,
¿Cómo abordar el proceso de construcción del poder popular en Venezuela? En un
caso tan original como el proceso venezolano donde las categorías de actores no son
monolíticas y las relaciones sociales y políticas están sujetas a constante dinámicas
de cambio, hemos considerado útil combinar varias herramientas de análisis.
La primera consiste en el marco teórico de la sociología de la acción colectiva, la
cual permite entender la acción pública y sus políticas como sistemas de cooperación.
Reconociendo la “heterogeneidad” de los actores involucrados en ellas y de sus
proyectos, así como la existencia de intereses contradictorios, este marco teórico
aborda la implementación en el terreno de estas políticas desde abajo, es decir
desde el análisis de sus procesos concretos, de las interacciones y de los juegos
estratégicos (Guerra, 2004) que los actores desarrollan a su alrededor.
Recordaremos aquí algunos de los principales principios que fundamentan esta
perspectiva teórica (Guerra, 2004; Crozier & Friedberg, 1977). El sujeto, tanto
individual como colectivo, es pensado como un actor capaz de acciones estratégicas,
para mantener o ampliar su capacidad de acción, en un contexto de racionalidad
limitada por los limites de su información y las coacciones del espacio de la acción
colectiva considerada - el sistema de acción en el cual esta involucrado. Un sistema
de acción es por lo tanto producto de las condiciones encontradas por los actores
gracias a recursos y a capacidades específicas e históricamente construidas. Entre
los recursos que pueden movilizar para aumentar su capacidad de acción, resaltan:
la experticia; la relación con su medio; la posibilidad de organizar la comunicación
y los flujos de información; y el uso de las reglas organizativas. En este sentido, se
concibe que el cambio es posible: consiste en una transformación de un sistema
de acción inicial a través de un proceso de creación colectiva, mediante el cual los
actores aprenden, es decir inventan y fijan nuevas reglas y normas. No existen
por lo tanto posiciones o papeles fijos, sino dinámicas de cambio que implican
diversos tipos de posiciones en el tiempo y en el espacio. Para terminar, se entiende,
según esta perspectiva, las relaciones sociales como relaciones de poder, es decir,
relaciones de intercambio desigual que comportan siempre una base de negociación
potencial.
Este marco teórico permite abordar el tema del poder popular de forma dinámica.
Según este enfoque, la construcción del poder popular es, en efecto, un proceso
dependiente (en un momento y espacio dados) de las relaciones de cooperación y/o
conflicto entre las principales categorías de actores que están involucrados en esta
transformación radical de las relaciones entre Estado y sociedad a la cual apunta el
concepto de poder popular: por un lado, las comunidades, a las cuales se dirigen los
mecanismos de participación implementados por el gobierno venezolano; por otro
lado, los actores institucionales (a distintos niveles de gestión), los cuales deben
132
1 En todas las citas los énfasis son míos.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
adaptarse al nuevo mandato participativo (Blondiaux, 2008) y a la cultura de gestión
asociada para activar esos mecanismos de participación en los espacios que los
incumben.
Para facilitar la comprensión de las modalidades de interacción entre estas dos
categorías de actores, hemos considerado pertinente juntar a este marco teórico dos
tipologías.
La primera ofrece un instrumento de enfoque de las relaciones Estado/ sociedad,
enfocándose en la noción de interfaz socioestatal que sus autores definen como
un “espacio de intercambio y conflicto”. En este espacio, actores societales y actores
estatales interactúan según una variedad de modalidades que los autores clasifican
en una tipología de 6 relaciones básicas (Cuadro 1).
Cuadro 1. Tipología de las interfaces socioestatales (ISE)
según Ernesto Isunza Vera y Felipe Hevia de la Jara (2005)
Los autores identifican tres ISE correspondiendo a una lógica de intercambio Estado/
sociedad de tipo “cognoscitivo” (relaciones de “hacer saber”):
~ La interfaz de contribución (participación social informativa): tipo de interfaz en el
cual la sociedad informa al Estado (traducido en un esquema, se trata de una relación
Sociedad →Estado).
~ La interfaz de transparencia (información gubernamental): tipo de interfaz en la que el
Estado informa a la sociedad (Sociedad←Estado).
~ La interfaz comunicativa (colaboración informativa): tipo de interfaz en la que sociedad
y Estado se informan mutuamente (Sociedad ↔Estado).
De la misma manera, identifican tres ISE correspondiendo a una lógica de intercambio
Estado/sociedad de tipo “político” (relaciones de “hacer hacer”):
~ La interfaz mandataria (democracia directa, control social): tipo de interfaz en la que la
sociedad controla, domina o dirige al Estado (Sociedad → Estado).
~ La interfaz de transferencia (políticas públicas subrogadas, transferencia de
políticas): tipo de interfaz en la que el Estado controla, domina o dirige la sociedad
(Sociedad← Estado).
~ La interfaz cogestiva (cogestión): tipo de interfaz en la que sociedad y Estado mantienen
una relación de cogestión (Sociedad ↔ Estado).
Para nuestro análisis, adaptaremos esta tipología enfocándonos en las
relaciones que los actores societales (en nuestro caso, las organizaciones de base
del sector salud) desarrollan con actores institucionales diversos y operando a
distintos niveles de gestión, en el marco de interfaces socio institucionales (ISI).
Evitaremos hablar de un “actor estatal” monolítico, confundiendo el gobierno con
los diferentes organismos del Estado encargados en el terreno de cumplir con el
mandato participativo, y con los cuales interactúan los actores societales.
La segunda tipología remite más precisamente a las formas concretas de la
participación popular (Cuadro 2) susceptibles de dar cuenta del nivel de democratización
de las instituciones y del potencial de emancipación de las comunidades. De acuerdo
con nuestro marco teórico, cada “tipo ideal” de participación puede ser considerado
133
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
como el resultado de las relaciones estratégicas que se desarrollan entre los principales
actores del sector salud.
Cuadro 2. Tipología de los niveles de participación en salud
propuesta por S. Larraín (2001)
La participación/ usuario(a). Se trata del nivel primario de participación: hacer uso de
las oportunidades que ofrece el sistema de salud en todas sus expresiones. El sujeto,
individual en este caso, obtiene cuidados y preparación para su salud. La participación
consiste en demandar y hacer uso de los servicios de salud. La persona no ejerce ninguna
influencia consciente sobre el sistema. En cuanto a los servicios, mientras los usuarios los
utilicen masivamente esos validan y legitiman su estructura y funcionamiento institucional,
incrementando así su estabilidad y permanencia en el tiempo y espacio público. Los usuarios
son informados y capacitados para un mejor aprovechamiento de la oferta existente.
La participación/ movilización de recursos. En este caso, el sujeto involucrado es el
sujeto social colectivo, grupal: la comunidad organizada. Se parte del supuesto que la
comunidad posee en efecto los recursos efectivos o potenciales para contribuir al desarrollo
y gestión de los programas definidos por el propio sistema. La generación de organizaciones
comunitarias, como los grupos de voluntarios o asociación de pacientes, es favorecida
desde el sistema de salud para que se asocien estrechamente a su funcionamiento.
La participación/ control. La comunidad organizada ejerce control sobre el funcionamiento
del sistema, por ejemplo, en el mejoramiento de la calidad de atención, y de la gestión y
distribución de recursos. El sujeto social, colectivo, se empodera e incrementa su capital
social (organizaciones, redes, autoestima, etc.). Este proceso implica la transformación
de la institucionalidad de salud generando una articulación más flexible y creativa con la
comunidad.
La participación/ poder. En este estadio, la comunidad organizada incide directamente en
la toma de decisiones estratégicas respecto al sistema de salud.
Apoyándonos en este conjunto de herramientas, presentaremos a continuación
tres experiencias de participación popular desarrolladas en el marco del proceso de
cambio social y político iniciado en Venezuela desde comienzos de la década.
Esperemos que la interpretación de la realidad que nos ofrecen contribuya a nutrir
el debate colectivo sobre la construcción del poder popular en el país.
1.2 Crear frentes populares: la estrategia de los comités de salud del municipio
Sucre
La misión Barrio Adentro, motor de una movilización sin precedente en el
municipio Sucre
Aunque no inicia oficialmente antes del 2007, los integrantes del Frente consideran
que la historia de su organización inicia con la llegada en el municipio Sucre de los
primeros médicos y médicas cubanas de la misión Barrio Adentro el 30 de julio del
2003. Según sus testimonios, el municipio Sucre se encontraba entonces en una
situación de deterioro importante de los servicios públicos de salud y del acceso de
la población a los mismos, como consecuencia de la descapitalización de la salud
pública en los años 90.
134
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Ficha Técnica
Organización
comunitaria
Frente bolivariano de los comités de salud y contralores
sociales “Ana Francisca Pérez de León” del municipio Sucre,
Estado Miranda, Caracas.
Territorio de
Intervención
El municipio Sucre cuenta con 5 parroquias: Caucagüita. Filas de
Maríche, La Dolorita, Leoncio Martínez y Petare.
Población: 640.762 habitantes (INE 2007). Según las autoridades locales, la población real superaría el millón.
Cuenta con 33 urbanizaciones y 1.500 barrios , algunos de ellos entre los más poblados del país (la parroquia Petare, esencialmente
compuesta de barrios, tiene oficialmente 417.231 habitantes) – y del
mundo (Davis, 2006).
Tiempo
de Existencia
El Frente se constituye oficialmente en marzo del 2007, apoyado
por la Dirección de Salud del municipio Sucre
Inicios / Antecedentes
Características
de sus integrantes
Llegada de la misión Barrio Adentro en agosto el 2003 y conformación de centenas de comités de salud en el municipio.
Los miembros electos del Frente son líderes comunitarios con larga
trayectoria tanto en el trabajo comunitario como en el activismo político. Son miembros fundadores y activos de sus consejos comunales, y militantes activos del Psuv.
Características
de la estructura
Elección de la junta directiva del Frente cada dos años.
Estructura inspirada de la organización comunitaria CarpinteroBarrio Unión de Petare creada en el 2001, en la cual participó el
coordinador general del Frente.
Principales
recursos
Con 284 comités de salud registrados, el Frente cuenta con un
potencial de movilización importante.
Legitimidad mediante elección.
Principales actores
institucionales
La Alcaldía Mayor.
La Gobernación del estado Miranda.
La Alcaldía del municipio Sucre.
El Ministerio del Poder Popular para la Salud.
“Este municipio tiene la infraestructura de un estado con un presupuesto de municipio. Quizás es el municipio, aparte la Alcaldía Mayor, que tiene más ambulatorios en el país. También es el único que
tiene a cargo un hospital - el Pérez de León” (Dirección de Salud del
municipio Sucre).
Contexto
de la investigación
Al momento de la investigación, el municipio y el estado estaban
gobernados por la tolda chavista. Les sustituirán los candidatos de
la tolda opositora en las elecciones de 2008.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“En mi sector había mucha desnutrición, dengue, escabiosis. Cuando llegaron
los médicos cubanos, vinieron 365 personas ¡el mismo día! Porque antes no
teníamos médicos. No nos habíamos dado cuenta de todos los problemas que
teníamos hasta la llegada de los médicos” (Consejo Comunal Ávila).
El cambio aportado por la nueva misión en materia de atención es así percibida
como un salto “cualitativo y cuantitativo” mayor.
“De no tener ninguna clínica pasamos a tener 3 clínicas, de no tener sino 30
consultorios, pasamos a tener más de 250 consultorios, de tener solamente
70 médicos pasamos a tener casi 600 médicos. Fue una mejora cualitativa y
cuantitativa extraordinaria” (Dirección de Salud del municipio Sucre).
El entusiasmo popular se revela de inmediato a la altura de las expectativas de la
misión. Una movilización sin precedente acompaña la llegada del personal cubano.
“Para nosotros fue como algo bajado del cielo. Llegaron los médicos a las 8 de la
noche y nos dijeron: “miren, si mañana, a partir de las 8am hay un espacio para
dar consulta, aquí estamos” (Junta directiva del Frente).
En un tiempo record, más de 200 comités de salud se conforman en el municipio
para defender la nueva red de atención primaria. Ellos van a autogestionar gran
parte de sus actividades hasta plantear, en el 2006, la necesidad de coordinar sus
esfuerzos en una estructura nueva: el Frente de los comités de salud.
El Frente bolivariano de los comités de salud, una estrategia para aumentar el
nivel de interlocución con el Estado
Con el fin de asegurar el mantenimiento de la misión, las comunidades organizadas
van a iniciar gestiones múltiples dirigidas a las autoridades competentes. Sin embargo,
experimentan rápidamente la capacidad de respuesta limitada de las instituciones,
poco acostumbradas a tantas solicitudes.
“Para obtener información, sí, había receptividad por parte de las instituciones,
pero para insumos de limpieza, útiles de escritorio, apoyo para la vivienda o la
alimentación del medico, nada. Llegó el momento donde comenzamos a notar
que se cerraban las puertas” (Junta directiva del Frente).
La Dirección de salud del municipio Sucre, principal centro de convergencia
las demandas de los comités de salud del sector, se convierte desde el 2003
un espacio improvisado de reunión. Gracias al apoyo de su director, el espacio
estructura poco a poco, ofreciendo un lugar de encuentro semanal a los comités
salud y al personal de salud, en particular de la misión cubana.
de
en
se
de
La nueva organización surgirá de estas reuniones. A lo largo de las conversaciones,
la idea de unir en una misma estructura organizativa el conjunto de los comités de
salud del municipio logra mayor fuerza. No solo respondería a los llamados a la
organización del “Comandante”, el Presidente Chávez, sino que podría facilitar las
relaciones con las instituciones, canalizando las demandas de las organizaciones
de base y logrando así mayor reconocimiento y respuestas por parte de las
autoridades.
136
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“En un Alo Presidente, nuestro comandante dijo: “ya tenemos los médicos, ya
tenemos una gran cantidad de comités de salud a nivel municipal, a nivel estatal,
a nivel nacional, vayan pensando, porque se deben conformar las federaciones,
las confederaciones, etc. De allí nació la idea de conformar nuestro Frente” (Junta
directiva del Frente).
“Comenzamos a notar que, individualmente, los comités de salud no lograríamos
nada. Y empezamos a pensar y decir: bueno si somos 20, si somos 30, vamos
a convocar, de manera a conformar un grupo que a lo mejor nos van a escuchar
mejor, y entonces las respuestas van a ser positivas. De allí iniciamos con
reuniones, asambleas de 3, 5 comités de salud. Y así fuimos avanzando, y ya
llevamos 5 años en esto” (Junta directiva del Frente).
De manera que la idea de un Frente nace como un mecanismo para reforzar el
accionar y la interlocución de los comités de salud, mediante la superación de la
escala comunitaria de los comités. Se constituye así el Frente como una instancia
potencial de poder popular.
Con el fin de darle forma a este proyecto, los comités de salud dedican numerosas
reuniones a la edificación de la nueva organización. Después de semanas de debate,
se establece un consenso sobre sus características (Ministerio del Poder Popular
para Relaciones Interiores y Justicia, 2007).
• La organización adoptara el nombre de “Ana Francisca Pérez de León” en referencia
al hospital que, desde el 2006, ofrece su auditorio a los comités de salud como nuevo
espacio para sus reuniones; y de “Frente”, en referencia a su estructura.
• A nivel jurídico legal, será registrada como “asociación civil sin fines de lucro, con
personería jurídica y patrimonio propio con capacidad plena para realizar todos los
actos que sean necesarios para el cabal cumplimiento de su objeto”.
• Se opta por una estructura clásica, con una junta directiva y una asamblea. La
junta directiva, electa, estará conformada por:
- 4 coordinaciones: coordinación general; coordinación de secretaria; coordinación
de contraloría social; coordinación de finanzas;
- 5 voceros parroquiales, uno por cada parroquia del municipio, encargados de
constituir un enlace permanente entre los comités de salud de cada parroquia y la
coordinación del Frente.
• En cuanto a la asamblea, “autoridad suprema del Frente” y órgano de decisión, sus
participantes podrán integrarse libremente a las 8 comisiones de trabajo (contraloría
social, enlace institucional, finanzas, solidaridad social, seguridad, alimentación,
educación/ cultura/ información, infraestructura/ mantenimiento);
• En la acta constitutiva se precisa su objetivo: “fomentar el servicio de salud
de manera integral a todas las personas que habitan en el municipio” mediante la
participación de los comités de salud y de las comunidades organizadas “en las tomas
de decisiones y elaboración de obras publicas, ejecución de proyectos, planificación y
control de políticas específicas en materia de salud (…) políticas de seguridad social
(…) y control de la prestación de los servicios de salud”.
137
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Las elecciones del 26 de marzo de 2007 concluyen este proceso. Ese día, más
de 100 integrantes de comités de salud de todo el municipio validan la estructura
adoptada y eligen su junta directiva.
“Los integrantes de la junta directiva, somos una figura. Estamos cumpliendo una
tarea que nos asignaron para organizar, armar el cronograma de trabajo, preparar
el material y exponerlo en la asamblea para que la asamblea tome las decisiones”
(Junta directiva del Frente).
En pocos meses, el Frente cuenta con 284 comités de salud afiliados. Si esta cifra
no representa la totalidad de los comités de salud del municipio, los que sí se juntan
al Frente se caracterizan por el hecho de no tener acceso directo a las instituciones
locales, regionales, como nacionales; y por su apoyo al proceso político liderado por
el Presidente Chávez.
“Algunos comités de salud del municipio decidieron no integrarse al Frente.
Los llamamos “comités elites” porque en general son comités ubicados en las
urbanizaciones que tienen una relación privilegiada con las autoridades locales. Por
eso no se juntaron. Pero sí, la gran mayoría de los comités integró el Frente, porque
se dieron cuenta que solos, no lograrían respuestas” (Junta directiva del Frente).
La organización en la práctica: una interpretación de sus actividades
El Frente surge entonces de un doble impulso. Por un lado, los reiterados llamados
desde arriba – el ejecutivo nacional – a consolidar y ampliar las formas de organización
popular. Por otro lado, la iniciativa tomada desde abajo de implementar un nuevo tipo
de organización federando los comités de salud en función de un principal objetivo:
crear un canal de intermediación a escala del municipio entre los comités de salud y
los organismos públicos susceptibles de responder a las necesidad expresadas por
los primeros (Fig.1).
Figura 1: El objetivo del Frente: Ser un canal de intermediación entre
instituciones y comités de salud
Creado a una escala innovadora (el municipio), y no a la escala micro local
de los comités, sin embargo, el Frente debe ser reconocido como un canal
de intermediación potencial para luego poder implementar una relación de
interlocución entre comités de salud y actores institucionales. Por ello, una vez
creado oficialmente, el Frente se dedica a hacerse conocer y reconocer.
1. Ser reconocido por la vía legal: después de su elección, la nueva junta
directiva legaliza la existencia de la organización bajo la forma de una asociación
civil. Puede entonces registrarse como organización comunitaria por el Ministerio
de Salud.
138
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“Una vez que tuvimos el documento de conformación del Frente, lo llevamos al
Ministerio de Salud con el registro de todos los comités que estaban afiliados
al Frente, para que seamos registrados como un brazo de colaboración” (Junta
directiva del Frente).
Estos trámites son fructíferos y permiten un inicio de colaboración: el Frente se
vuelve la organización de referencia del Ministerio de Salud en el municipio Sucre, así
como un facilitador administrativo. Para registrarse al Ministerio, los nuevos comités
de salud deben primero ser registrados por el Frente.
“Cuando iban los comités de salud del municipio a inscribirse al Ministerio, les
decían, “pasen por el Frente, les van a dar el aval”. Tenemos para eso una
planilla de conformación y de reestructuración de los comités” (Junta directiva
del Frente).
La colaboración del Frente con la Alcaldía del municipio Sucre y la Gobernación
del estado Miranda resulta, sin embargo, más compleja. Según los miembros de
la junta directiva, la organización padece, desde sus inicios, de la dificultad a ser
reconocida por la Alcaldía.
“En una oportunidad, fuimos a hablar con responsables de la Alcaldía, y nos
preguntaron que era eso del Frente, o sea, ¿para qué servía eso? Me dio la
impresión que este Frente les molestaba. Y nos dijeron claramente este día
que se reunían con algunos comités de salud. Les respondí que eso era el
gran problema, porque cuando se reunían con algunos, favorecían a algunos,
mientras que la gran mayoría que estábamos en el Frente no recibíamos apoyo
ni reconocimiento de nadie” (Junta directiva del Frente).
Lo mismo ocurre con la Gobernación. Reivindicando su autonomía como principio
fundador, el Frente rechaza la implementación de una coordinación institucional de
los comités de salud, a pesar de su implementación en cada estado del país por el
Ministerio y del nombramiento por la Gobernación de Miranda de una “coordinadora
regional de los comités de salud”.
“La figura de una coordinadora regional para los comités de salud nos pareció
una contradicción. Primero porque subordina el poder popular al poder de las
instituciones; segundo porque el Frente mismo es una propuesta de coordinación
regional de los comités de salud, pero desde la comunidad” (Dirección de Salud
del municipio Sucre).
A pesar de ello, el Frente obtiene una oficina en la Casa del Poder Comunal, donde
se encuentran las diferentes misiones y servicios trabajando con las comunidades
del sector.
2. Ser reconocido como contraloría social: este tipo de actividad, que constituye
una de las prioridades del Frente desde sus inicios, va a tener un proceso largo de
implementación. Poco tiempo después de su creación, el Frente logra activar un nivel
de contraloría social sustantivo con altos representantes del Ministerio de salud.
“Logramos llevar al Pérez de León al Vice-ministro de salud. Con él y a través del
Frente, recorrimos cada sábado todos los CDI, las SRI, los módulos de atención
139
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
primaria. Gracias a este proceso, se terminaron de construir y se equiparon muchos
módulos que no tenían nada... Montamos con el Vice-ministro en el último cerro.
Eso nunca se había visto” (Comité de Salud Barrio Sucre).
Sin embargo, el cambio de ministro y de su gabinete va a significar una ruptura
en la continuidad de este proceso. El Frente se da cuenta, entonces, de la poca
aceptación de la contraloría social en los centros de salud. Al momento de nuestra
investigación, el Frente empezaba sin embargo a implementarla otra vez en diferentes
establecimientos, sustituyendo el nombre de “contraloría social” por el de “grupo de
apoyo”.
“Es muy duro decir a un médico que un comité de salud le va a hacer contraloría
social, va a ser pendiente de que atienda con calidad a los pacientes. Los médicos
se resisten porque dicen “¿cómo una persona hasta analfabeta me va a estar
controlando?”. No se han dando cuenta que las cosas ahora ya no son así”
(Dirección de Salud del municipio Sucre).
“¿Qué debe hacer el equipo de apoyo? Ver por ejemplo si la maquina de radiografía
esta buena o mala, y que no venga fulano a decir: hoy no hay placas porque no
sirve la maquina. Pero no lo vamos a llamar contraloría, lo vamos a llamar “equipo
de apoyo” avalado por la dirección del centro. Porque si le digo a este señor que lo
estoy controlando, él se molesta, entiendes” (Junta directiva del Frente).
Gracias al apoyo de los 284 comités de salud, el Frente estaba también
concluyendo una contraloría a más de 100 módulos Barrio Adentro, lo cual le había
permitido elaborar 27 proyectos de rehabilitación de los mismos. La propuesta del
Frente: compartir este diagnóstico y los proyectos de rehabilitación con INAVI, el
organismo público encargado de la construcción, y asociarse a sus gestiones para
contratar las constructoras y controlar la ejecución de las obras. En definitiva, iniciar
una dinámica de cogestión con un organismo del Estado, con el fin de democratizar
la toma de decisión, ejercer “el control y el poder de modo más o menos directo”
(Mazzeo, 2007) en el seno del municipio y en una institución, y activar así el poder
popular en este sector.
3. Ser reconocido como un interlocutor imprescindible: simultáneamente a las
actividades puntuales de contraloría social, el Frente se esfuerza para consolidar su
principal mecanismo de participación: el de las asambleas. Desde su creación, el ritmo
semanal de las reuniones de los comités de salud ha sido en efecto mantenido.
“Hasta el momento llevamos más de 86 reuniones, todos los lunes. Creo que solo
en dos oportunidades hemos dejado de hacerlas, una vez por una fecha patria,
otra vez para encontrar el candidato a la Alcaldía. Eso creo que es un logro” (Junta
directiva del Frente).
Estas asambleas, realizadas en el auditorio del hospital Pérez de León,
aparecen rápidamente como el recurso principal del Frente para ser reconocido
como un canal de intermediación: mediante la estructuración de un espacio
permanente de interacciones entre actores institucionales y comités de salud del
municipio, la organización popular tiene en efecto el potencial para organizar el
flujo de informaciones y por lo tanto de constituirse en intermediario. De hecho,
las asambleas semanales del Frente se dan pronto a conocer. Susceptible de
140
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
reunir los voceros de 284 comités de salud, este espacio se vuelve un lugar de
referencia en el municipio.
“Cuando una institución del gobierno tiene una necesidad, por ejemplo de revisar
algo en una comunidad, sabe que los comités de salud son organizados y entonces
el Frente es el primer sitio a donde van hacer las propuestas. Porque saben que
esta organización esta permanentemente allí” (Dirección de Salud del municipio
Sucre).
El éxito de estas asambleas se refleja en la diversidad de los organismos públicos
que las visitan1 .
El reto: transformar las asambleas del Frente en espacios de interlocución para
la cogestión
A pesar del éxito de las asambleas como espacio único e innovador de encuentro
entre instituciones y comunidades en el municipio Sucre, los integrantes del Frente
tienen una percepción ambivalente de las mismas. En efecto, aunque este espacio de
intercambio ha permitido a los comités de salud lograr algunas respuestas concretas
a sus solicitudes (acceso a información y formaciones; bolsas de comida para niños
de bajo peso, etc.), los integrantes de la junta directiva lo perciben como un espacio
en donde las relaciones de poder favorecen a la parte institucional.
Según sus testimonios, las asambleas ofrecen en efecto a los servidores públicos
y personalidades políticas un instrumento muy provechoso que ahorra para ellos
tres “costos” principales. El primero costo ahorrado es el del traslado: las asambleas
ofrecen un acceso cómodo a las comunidades sin tener que trasladarse hasta ellas
- el hospital Pérez de León, cerca de la estación de metro Petare, es muy fácil de
acceso. Segundo, las asambleas pueden permitir un ahorro en termino de trabajo:
en efecto “facilitan el trabajo” a los servidores públicos cuando ellos delegan a los
comités de salud actividades que son de sus responsabilidades. El tercer costo
ahorrado es un costo “moral”, el espacio de las asambleas disminuyendo el costo del
compromiso: unas promesas no cumplidas frente a voceros podría en efecto tener
menos consecuencia a futuro que las mismas frente a una asamblea de ciudadano/
as “barrio adentro”.
“Vienen personas que tienen un programa “equis”, que son programas
gubernamentales. Pero ¿qué ha pasado? Hasta ahí ha llegado, hacer el contacto
con el Frente, pero después no se cumple para la acción. Eso crea falsas
expectativas y desanima a la gente” (Junta directiva del Frente).
Según los integrantes de la junta directiva, algunos actores institucionales impulsarían
así un tipo de participación con rasgos instrumentales, a contracorriente de los
esfuerzos de la organización para profundizar su nivel de participación mediante
actividades de contraloría social (participación/ control) o de cogestión con algunos
organismos institucionales (participación/ poder).
1 A nivel regional: Instituto Regional de la Mujer; Secretaría de Salud Metropolitana; misión Barrio Adentro; Instituto Metropolitano de la Juventud; Instituto Metropolitano de Desarrollo Social del Poder Popular.
A nivel nacional: Ministerio del Poder Popular para la Salud, Ministerio del Poder Popular para la Participación, INCE; Plan
Republica; PDVSA Gas; Proyecto Madre; misión José Gregorio Hernández; misión Che Guevara; misión Energía y Petróleo;
Instituto de Altos Estudios Arnoldo Gabaldón, Fundación José Félix Ribas; diputados de la Asamblea Nacional.
A nivel internacional: visita de una delegación de médicos ecuatorianos.
141
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Frente al costo potencial para el Frente de este “desequilibrio” de los intercambios,
la organización ha implementado en las asambleas diferentes acciones que podríamos
interpretar como “estrategias de reposicionamiento”.
1. Para limitar los riesgos de instrumentalismo de la asamblea semanal, la junta
directiva ha introducido varias reglas de manera a aumentar su control sobre el orden
del día de las reuniones. Estas reglas tienen que ver en parte con el contenido de
las intervenciones externas realizadas en la asamblea. La junta directiva se esfuerza
en efecto a identificar y limitar las que podrían utilizar políticamente este espacio,
mientras privilegia las que contribuyen a la formación y empoderamiento de los
comités de salud.
“Todos tenemos una posición política bien definida. Sin embargo el grupo quiere
mantener esta autonomía, no dejar que nos politizaran algunos personajes que
nos quieren utilizar como plataforma política” (Junta directiva del Frente).
“Tenemos que darle un nuevo enfoque a la asamblea para que la gente no vaya
allí solamente a preguntar: “¿Cómo se llaman? ¿Cuáles son sus números de
teléfono?”. Esta asamblea tiene que ser como una especie de escuela para los
comités de salud” (Junta directiva del Frente).
Estas reglas tienen también que ver con la forma de las intervenciones. Se insiste
así en que los participantes externos respeten el “espíritu horizontal” del Frente, en
otras palabras, la igualdad de condiciones entre actores institucionales y actores
societales en el orden del día de la asamblea.
“A las personas que llegan a la asamblea, les preguntamos: ¿A qué se debe tu
visita? ¿Tienes una información importante para la gente de la asamblea? Y se
le dice: mire, hay tantas personas inscritas en la agenda, si espera… algunos se
molestan, porque a lo mejor piensan que si uno es concejal o algo va primerito.
Otros no” (Junta directiva del Frente).
Gracias a estas reglas, y fiel a su principio fundador - la autonomía, el Frente
ha logrado restablecer parte de su control sobre el orden del día de la asamblea
semanal. Sin embargo, varios actores institucionales han terminado por abandonar
poco a poco este espacio, entre ellos la Gobernación del estado Miranda y la Alcaldía
del municipio Sucre, cuyo director de salud se ha convertido en el único representante
de esta institución participando en las asambleas. El hecho de reivindicarse como
“sujeto popular con capacidad de iniciativa social, de praxis creadora” (Mazzeo,
2007), es decir, como instancia de un poder popular en gestación en el municipio,
parece no haber facilitado la cooperación entre el Frente y las autoridades tanto
locales como regionales.
2. Con el fin de disminuir la dependencia del Frente hacia las instituciones,
la junta directiva ha buscado la transformación progresiva del objetivo inicial de la
organización - lograr por parte de las instituciones respuestas a las necesidades
puntuales de los comités de salud, el cual suponía una fuerte dependencia del Frente
al “juego” (Crozier, Friedberg, 1977) de los actores institucionales.
“Este Frente tiene sus logros, entre otros, en la parte de la organización del
poder popular, tratar de fijarse las metas, evaluarse los objetivos, la dinámica de
142
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
construir. Creo que ellos fueron básicamente la bandera en el municipio Sucre”
(Comité de Salud Jacinto Convit).
Para este fin, el Frente ha reorientado poco a poco sus actividades en función de
un nuevo objetivo: pasar de una postura de canal de intermediación entre comités de
salud y actores institucionales, a una postura de interlocutor representativo a nivel
municipal de las comunidades organizadas en salud. Legitimado mediante el voto,
reuniendo a 284 comités de salud, y por ende en condición de aportar una experticia
de terreno sobre la situación sanitaria de las comunidades del conjunto del municipio,
el Frente ha empezado a reclamar un derecho a participar en la elaboración de las
políticas y proyectos de salud que los entes públicos desarrollan en el municipio
Sucre.
Así, después de una primera propuesta de cogestionar con INAVI la rehabilitación
de los módulos Barrio Adentro, el Frente ha agarrado los comicios electorales de
noviembre 2008 como una oportunidad para iniciar un diálogo y una relación dandodando con los candidatos del bando oficialista: mediante cartas e invitaciones
para encuentros, el Frente les ha ofrecido su apoyo en la campaña con una lista
de sugerencias políticas. Entre ellas, la implementación de mecanismos de cogobierno:
“1. Integrar al Frente en el comando de campaña; 2. Instalar puntos rojos en los
consultorios populares; el comité de salud respectivo será el promotor (…); 3.
Adquirir compromisos de gestión con nuestra organización para el desarrollo del
proyecto Simón Bolívar; 4. Designar una comisión para exigir a INAVI Miranda
la asignación de los recursos para la reparación de la red de infraestructura
de los consultorios de la misión Barrio Adentro; clamor comunitario; 5. Apoyo
y participación durante el encuentro municipal de los comités de salud (…); 6.
Designar voceros del equipo asesor a la gestión de gobierno de la Alcaldía”
(Extracto de la petición dirigida por el Frente al candidato a la Alcaldía).
Perspectiva a futuro
Expresión de las dinámicas de auto-organización popular incentivadas por
un contexto y el discurso político movilizador del Presidente Chávez, el Frente ha
logrado mantener a lo largo del tiempo una posición no solamente autónoma, sino
exigente para la profundización de la participación comunitaria, mediante propuestas
de relaciones de cogestión a una escala novedosa: el nivel municipal. Tanto por su
participación consciente y autónoma, como por su acción directa, el Frente constituye
así una instancia potencial de este “poder que no tiene como objetivo la obediencia
sino hacer respetar la palabra del oprimido” (Mazzeo, 2007), el poder popular.
Sin embargo, para que las asambleas del Frente lograran imponerse como
interfaz socio institucional cogestiva y que la organización sea reconocida como un
interlocutor político, es necesario que los actores institucionales acepten las nuevas
formas de acción colectiva propuestas por la organización popular. Ahora, al momento
de concluir la investigación, no solo varios actores institucionales se mantenían desde
tiempo alejados del Frente (Gobernación, Alcaldía) sino que INAVI también acababa
de rechazar la propuesta de rehabilitación cogestiva de los módulos Barrio Adentro.
La razón: el estatuto jurídico de los comités de salud, los cuales, a diferencia de los
consejos comunales, no pueden gestionar fondos.
143
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“A veces parece que como comités de salud tenemos menos derechos que como
consejo comunal” (Comité de Salud Jacinto Convit).
Estos obstáculos colocaban entonces el Frente en un escenario complejo para el
futuro: seguir, a pesar de ello, legitimado a nivel de las comunidades, manteniendo un nivel
alto de participación de los comités de salud dentro de su organización. La investigación
concluyó con un acontecimiento que iba a complicar aún más la situación del Frente:
la derrota de los candidatos oficialistas a la elección de alcaldes y gobernadores de
noviembre del 2008, y la llegada de nuevas autoridades locales adversas al proceso de
cambio liderado por el Presidente Chávez.
1.3 Adaptar las mesas técnicas de agua al sector salud: la propuesta del comité de
salud de Carache
En los inicios del comité de salud, una interfaz de transferencia predominante
El comité bolivariano de salud “Sembrando Salud” (2008) de la parroquia Carache
nace de la institucionalidad. En mayo del 2004, la dirección del Hospital “Dr. Rafael
Quevedo Viloria” convoca para este propósito representantes de las instituciones de la
parroquia (Educación, Salud, Alcaldía, Ambiente, autoridades cívico-militares, Iglesia)
así como algunos representantes de la comunidad organizada (asociaciones civiles,
grupos culturales, ONG de la comunidad). Se crea entonces el comité de gestión local
“Compartir es Crecer”, el cual, a partir de octubre 2004 y siguiendo las sugerencias del
Ministerio de Salud, cambia su nombre a “comité bolivariano de salud y contraloría social
Sembrando Salud”. A diferencia del comité de gestión local, el comité de salud se define
como organización propiamente comunitaria. Incluye desde sus inicios una decena de
integrantes, en su mayoría mujeres, reunidas por un común deseo de “trabajar para el
bienestar de la comunidad”.
Poco tiempo después de haber sido creado, el comité de salud realiza un diagnostico
en la parroquia. Identificando como prioritaria la problemática del consumo de drogas
en la población joven de la parroquia, el comité concluye a la necesidad de dotarla de
un “centro de prevención y orientación al niño, niña y adolescente”, y se encarga de
realizar para ello el diseño de un proyecto completo. Sin embargo, a pesar de numerosas
gestiones, el comité de salud no logra obtener fondos para el reclutamiento de un personal
competente y el alquiler de un espacio. Se abandona entonces el proyecto.
“Teníamos todo, se había conversado con el Consejo de derechos de Carache, había
venido gente de Caracas y Trujillo, íbamos a tener psicólogo, trabajadores sociales.
Solo había que ponerlo en marcha, conseguir un espacio y un recurso para mantener
a esta gente. Pero allí no tuvimos respuesta” (Comité de Salud Sembrando Salud).
La organización comunitaria va a desarrollar entonces la mayor parte de sus
actividades en dos principales espacios. El primero es el de la emisora Minumboc
104.1 FM: fundada en el 2001 por varios miembros de la comunidad, entre los cuales
algunos integraran años después el actual comité de salud, la emisora comunitaria
ofrece al comité un espacio semanal dedicado a la promoción de la calidad de vida y la
prevención de enfermedades. El otro espacio es el del hospital: el vínculo originario entre
el comité de salud y esta institución sigue en efecto predominando. Entre 2004 y 2007,
el comité focaliza sus esfuerzos en la gestión de trámites para mejorar la infraestructura
hospitalaria y la atención a la población en un contexto de recursos materiales y humanos
insuficientes.
144
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Organización
comunitaria
Territorio de
intervención
Comité de salud “Sembrando salud” de la parroquia Carache,
municipio Carache, estado Trujillo
Creado para intervenir a nivel de la parroquia Carache (12.000 habitantes), capital del municipio Carache, en los hechos el comité de salud cubre con sus actividades las 5 parroquias del municipio (31.640
habitantes - INE 2002).
Tiempo de Existencia /
Antecedentes
5 años de experiencia como comité de salud.
Larga experiencia de trabajo comunitario en el hospital de Carache
(asociación de las Damas Voluntarias); y alrededor del centro Multihogar de Carache (experticia en promoción de la salud materna
infantil reconocida por UNICEF).
Inicios
Creación del comité de salud en el 2004 como respuesta a las
líneas del ministerio de Salud, previamente a la llegada de la misión
Barrio Adentro.
Características de sus
integrantes
Comité conformado por 10 personas (9 mujeres e 1 hombre). Entre
ellas, la coordinadora del Multihogar y una funcionaria de Ciara Redes (institución dedicada a la organización comunitaria en el mundo
rural). Las que tienen un consejo comunal conformado en su sector
son voceras del mismo.
Características
de la estructura
Estructura horizontal: el comité de salud no tiene “presidente” ni
“coordinador”, solo “voceros” por comisión de trabajo. No hay elecciones internas. El principio es el voluntariado.
El comité de salud reivindica una postura a-partidista, diferenciando
el trabajo comunitario de la militancia política. En un contexto como
el de Carache, “solo importa la voluntad de participar”. Lo político, al
contrario, es considerado como un riesgo de instrumentalismo.
Principales
recursos
Experticia reconocida en salud materna infantil.
Programa semanal de promoción de la salud y prevención de enfermedades en la emisora comunitaria Minumboc.
Relación de intercambio de saberes con Fundasalud Trujillo.
Principales actores
institucionales
La Alcaldía de Carache
El hospital de Carache (dirección y personal)
La Dirección Regional de Salud – Fundasalud Trujillo.
Contexto
de la investigación
La investigación se realizó pocos meses antes de las elecciones
regionales y municipales de 2008.
“Tenemos un presupuesto muy pequeño. Como directiva, nos la pasamos pidiendo
dotaciones al nivel central” (Directiva del hospital).
Mediante sus gestiones, el comité de salud obtiene múltiples logros: la Alcaldía de
Carache atribuye un financiamiento de 5.000 Bs.F. para la construcción de un deposito
145
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
de desechos sólidos en el hospital, y acepta comprar un terreno para su extensión; Pdvsa
dota el hospital de una nueva ambulancia; y el Ministerio de Salud le hace entrega de un
nuevo equipo de laboratorio así como de un equipo audiovisual.
Durante los primeros años de su existencia, el comité de salud desarrolla así la
mayoría de sus actividades entorno a las necesidades del hospital. La frustración del
primer proyecto – el centro de prevención - acentúa esta característica. La organización
comunitaria pone sus recursos al servicio del mejoramiento del servicio de atención
hospitalario y de esta manera, se adecua a las expectativas del hospital en cuanto a su
papel.
“Para mi, participar para un comité de salud, es querer dar el apoyo para mejorar, o
para resolver un problema. ¿Cómo? Eso depende de varias cosas, por ejemplo del
grado de instrucción” (Directiva del hospital).
El comité de salud intenta sin embargo desarrollar actividades más autónomas
adentro del hospital. Responsabilizándose por los recursos obtenidos mediante sus
trámites, el comité intenta estructurar una actividad constante de contraloría social. A
pesar de los servicios rendidos al establecimiento, esta misión de contraloría esta mal
recibida por parte del personal y de la dirección.
“Hacemos informes, pedimos presupuestos, porque eso entra como una de las
funciones que nosotros tenemos como Comité. Pero a la hora de ver a donde están los
recursos, la cuestión se pone difícil. Cuando llegamos es como “¡Ay! ¡Llega el Comité
de Salud!”. Intentamos explicar de que no somos policías, que no vamos a cuestionar
ni inculpar a nadie, pero no es fácil” (Comité de Salud Sembrando Salud).
Así, pese a los esfuerzos del comité de salud para implementar un nivel de participación
cercano a una “participación/ control”, la poca aceptación de la contraloría social por
parte del personal del hospital limita, en sus inicios, la participación de la organización
comunitaria a una “participación/ movilización de recursos” en el marco de relaciones
esencialmente verticales. Las actividades del comité de salud constituyen entonces,
más que todo, extensiones voluntarias de las acciones burocráticas del hospital (hacer
trámites, informaciones de casos, etc.).
Hacia relaciones más horizontales: el reposicionamiento progresivo del comité de
salud
Sin embargo, las relaciones entre el comité y el hospital van a desarrollarse
progresivamente hacia mayor horizontalidad. Diferentes factores contribuyen a esta
evolución.
1. Las nuevas reglas institucionales. A través de sus gestiones, el comité se revela
poco a poco indispensable para el hospital de Carache. El caso de una solicitud de
ambulancia pone en efecto en evidencia la existencia de nuevas reglas impuestas desde
varias instituciones del Estado para la entrega de recursos. Entre ellas, el requisito
del “sello” de un comité de salud: una demanda hecha por el hospital debe tener una
validación por parte de una organización comunitaria.
“La directora había mandado la solicitud a Pdvsa, pero le dijeron que no, que tenia
que tener el sello del comité. Entonces hemos hecho la solicitud nosotros y la
146
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
ambulancia de Pdvsa llegó muy completa. Allí nos dimos cuenta de que si, vale la
pena tener un Comité” (Comité de Salud Sembrando Salud).
2. Una situación de intermediario entre dos instituciones rivales. Aunque pudiera
ser facultativo a nivel local, la función de intermediario entre instituciones locales la
asume ampliamente el comité de salud de Carache, y eso por una razón coyuntural:
la situación política competitiva entre el alcalde Psuv de Carache, y la directiva
del hospital, nombrada por un gobernador para ese momento afiliado a un partido
chavista, pero rival en elecciones locales y regionales, el PPT. En este contexto de
rivalidad política y electoral, el comité de salud sirve de mediador, logrando para el
hospital recursos que no pudiera obtener directamente.
3. La posibilidad de organizar los flujos de comunicación. La prioridad atribuida
por la Dirección Regional de Salud – Fundasalud a la promoción de la salud y
prevención de las enfermedades contribuye a acentuar el carácter “indispensable”
del comité de salud. En efecto, según las nuevas directrices regionales, la agenda
del personal del hospital debe incluir actividades de promoción y prevención en
el conjunto de las parroquias del municipio Carache. En un contexto de déficit en
recursos tanto materiales (vehículo para trasladarse hacia las comunidades aisladas),
como humanos (tiempo, personal), este orientación constituye una coacción para el
hospital. El comité se revela otra vez imprescindible, no solo por el apoyo logístico
sino también a nivel organizativo.
“El comité de salud anuncia por radio las actividades que vamos a realizar y nos
acompaña a las comunidades para apoyarnos en las actividades. Esos proyectos
de promoción y de prevención, los llevamos como institución, pero siempre con el
apoyo del Comité” (Personal médico del hospital).
El Comité de Salud dispone en efecto de un poder de convocatoria muy valioso
para el personal del hospital, y eso gracias a dos factores: primero, su red de contactos
en las parroquias rurales – una de las integrantes del comité es promotora para la
conformación de consejos comunales en todo el municipio; y sobre todo, su vínculo
con la emisora Minumboc, herramienta de comunicación importante en el municipio.
4. Un comité de salud único e imprescindible. El comité “Sembrando Salud” no
solo es el único comité de salud que existe en la parroquia Carache, sino el único
realmente activo en el conjunto del municipio.
“Teóricamente debería existir un comité de salud aquí en Carache, y uno por cada
ambulatorio de tipo 2. O sea, 7 comités de salud. Pero el único comité realmente
activo es el de Carache” (Personal médico del hospital).
Indispensable en diversos aspectos, la cooperación del comité de salud a las
actividades del hospital constituye una ventaja para su personal y esto se convierte,
a su vez, en un recurso para el comité. El apoyo que aporta el comité de salud va a
tener así una doble contraparte: por un lado, un acceso privilegiado a actividades de
capacitación; por otro, la creación de una red de aliados adentro del hospital. Por lo
menos una vez a la semana, los coordinadores de las actividades de promoción y
prevención se reúnen con el comité en reuniones formales o informales, en las cuales
sus integrantes reciben formaciones e informaciones que podrán multiplicar después
en su programa de radio.
147
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
“Todos los lunes vienen a epidemiología a ver lo que pasa con el dengue, la
diarrea, si se hace la cloración del agua, etc. Se llevan un informe epidemiológico
y el martes lo pasan en su programa de radio” (Personal médico del hospital).
Estas informaciones constituyen un recurso importante para el comité de salud
en dos sentidos. Profundizan su experticia en el campo de la salud promocional y
preventiva; y constituyen una fuente de legitimidad de sus actividades y de credibilidad
para su programa de radio. Todo ello contribuye, a su vez, a su poder de convocatoria
(ver Fig. 2).
Figura 2: Una cooperación estratégica
de beneficio mutuo
Gracias a esta dinámica, la relación vertical que mantenía al inicio el hospital con
el comité de salud ha cambiado progresivamente. Como lo ilustra el esquema, ha
evolucionado hacia una relación de tipo dando-dando donde ambos tipos de actores
(tanto institucionales como societales) benefician de su relación de cooperación.
Gracias a esta relación de cooperación, el comité ha logrado disponer de
los recursos para profundizar su nivel de participación. Una situación que podrá
concretarse en el 2007, cuando un acontecimiento imprevisto le ofrece la oportunidad
de proponer un nuevo mecanismo de acción pública para la gestión local en salud.
Una innovación organizativa para la cogestión: la mesa técnica de salud (MTS)
En el curso de tercer trimestre del año 2007 ocurre un grave brote de dengue a nivel
del distrito sanitario de Carache. Los servicios de salud del distrito son desbordados:
la cantidad de casos supera las posibilidades de atención del hospital, que no tiene
condiciones de atender los casos de dengue hemorrágico. Frente a la gravedad
de la situación, el comité de salud propone al personal médico del hospital usar un
mecanismo nuevo para la gestión de esta situación de crisis sanitaria: en lugar de las
“brigadas” de voluntarios movilizados tradicionalmente por el hospital para abatizar y
fumigar, el comité propone activar una “mesa técnica de salud”. El objetivo: involucrar
la comunidad y las instituciones locales en su conjunto para incrementar la eficacia
de la lucha contra la epidemia. Convencido del interés de la propuesta, el personal
médico logra la luz verde de la dirección del hospital para apoyar a la conformación de
la nueva organización. Solo hace falta convencer los demás actores del municipio.
“Pensamos, si se han creado mesas técnicas de agua o de energía, ¿porque no
crear una mesa técnica de salud? Tenemos que involucrar a otra gente porque
solos no podemos, el hospital solo no puede combatir la epidemia de dengue”
(Comité de Salud Sembrando Salud).
La propuesta de una mesa técnica de salud se inspira directamente de las mesas
técnicas de agua y de energía, mecanismos ya ampliamente reconocidos por su éxito,
148
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
donde comunidades e instituciones resuelven en cogestión las necesidades
identificadas en materia de acceso a agua potable e evacuación de aguas
servidas para las primeras, y de electrificación para la segunda.
Sin precedente en el sector salud, las MTS son definidas por el comité de
salud “Sembrando Salud” (20081) como “organizaciones socio comunitarias que
reúnen a ciudadanos y ciudadanas con disposición en debatir, definir, planificar
y ejecutar soluciones a los problemas de salud de la población sobre la base de
las necesidades sentidas por el colectivo; y cuyo ámbito se centra en un territorio
social definido”. Su objetivo: “Profundizar los mecanismos de participación de las
comunidades en la toma de decisiones para la ejecución de políticas públicas
saludables de acuerdo a las necesidades locales; Impulsar el desarrollo de
proyectos comunitarios; propiciar espacios para el ejercicio de la contraloría
social en el área de la salud”. En resumen, se trata de reunir alrededor de la
misma “mesa” tanto actores societales (comité de salud y consejos comunales),
como actores institucionales para elaborar las políticas locales de salud.
Para el comité de salud, la MTS ofrece la posibilidad de un salto significativo
en término de participación. Este mecanismo podría en efecto permitirle ampliar
el abanico de sus interlocutores institucionales (ya no solamente el hospital y la
Alcaldía) y sobre todo participar directamente en la toma de decisiones a nivel
de las políticas de salud para el municipio. La MTS podría por ende impulsar el
salto desde una “participación/ movilización de recursos” limitada al territorio
del hospital hacia a una “participación/ poder”, mediante la instauración de
una interfaz socio institucional de cogestión a nivel del municipio. Como tal,
constituye por lo tanto un mecanismo potencial de poder popular.
La MTS en la práctica: organización y alcances
La conformación de la mesa técnica de salud de Carache va a pasar por diferentes
etapas. La primera esta dedicada a la capacitación del comité de salud: el
personal del hospital transmite a sus integrantes la información necesaria sobre la
patología del dengue, apoyándolos en la elaboración de un material pedagógico
para las actividades de prevención. El comité puede entonces encargarse de
sensibilizar a los diferentes actores locales y proponerlos de juntarse al nuevo
mecanismo.
Las convocatorias del comité de salud resultan exitosas. Por primera vez son
reunidos los representantes de la totalidad de las instituciones locales 2 así como
múltiples representantes de la comunidad organizada (voceros de los consejos
comunales, emisora Minumboc). El mecanismo propuesto por el comité de salud
obtiene la validación del colectivo: todos los participantes concuerdan en efecto
sobre la necesidad de unir las fuerzas contra la epidemia y aceptan juntarse a la
MTS. Se adopta entonces en consenso un funcionamiento ad hoc:
• Las reuniones se desarrollaran en asambleas abiertas y públicas, encabezada
por una representante de la Alcaldía, electa como “presidenta” de la MTS:
“Cuando se crea la MTS, se quiso hacer una estructura, para darle más
responsabilidad. En la MTS del dengue salió entonces la representante de
la Alcaldía como presidenta de la MTS. Ella debía enlazar con la Alcaldía,
1 Para su descripción completa, ver capítulo 4.
2 Hospital, Alcaldía, municipio escolar, Ministerio de Ambiente, Cadafe, Prefectura, Guardia Nacional, Protección Civil,
Bomberos, CIARA redes.
149
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
porque allí estaban los recursos que en este momento más se necesitaban”
(Comité de Salud Sembrando Salud).
“Como no teníamos un espacio propio, con la MTS, nos reunimos en la plaza
Bolívar. Eso facilitó la difusión de la información y la participación de todos”
(Comité de Salud Sembrando Salud).
• Las decisiones se adoptaran de forma colectiva y consensuada: “La MTS tuvo una presidenta, porque así lo había decidido el colectivo. Pero en
realidad este titulo no le daba más poder sobre el colectivo. Todas las decisiones
se adoptaron por consenso” (Comité de Salud Sembrando Salud).
• Las actividades de prevención serán efectuadas mediante dos principales
actores. Por un lado, las brigadas, conformadas por un lado por escolares
capacitados por sus docentes, y por otro lado por integrantes de los consejos
comunales (las “brigadas especiales”) capacitados por el comité de salud.
“Llevaban el abate que se coloca en el agua para que el zancudo no se
reproduzca. Y se visitaron casas para que no hubiese cauchos, botellas, toda
esta cantidad de desecho, que los tiran a los solares o las casas” (Comité de
Salud Sembrando Salud).
El otro actor clave de la prevención será la emisora comunitaria Minumboc:
encargada de dar a conocer las rutas diarias de las brigadas, organiza el flujo
de información con mensajes de prevención y difusión de las propuestas de
los oyentes, contribuyendo así a aumentar la eficacia de la respuesta al brote
epidémico.
“La gente llamaba a la radio para decir, miren, en esta parte, que vengan
porque hay una casa desocupada, quizás hay allí cosas que pueden almacenar
agua con criaderos. Entonces la misma gente fue poniendo pautas” (Comité de
Salud Sembrando Salud).
• Cada actor tendrá que colaborar al dispositivo de lucha contra el dengue en
la medida de sus posibilidades. Así, el hospital se encargara de la capacitación
(elaboración de un manual para el control de la fase larvaria del vector), así como
Fundasalud (talleres para la abatización) y el municipio escolar (inserción de la
prevención del dengue en el currículo, formación de brigadas). La Alcaldía prestara
sus vehículos y camiones; CADAFE su fotocopiadora para reproducir el material
pedagógico, etc.
“No se pidió dinero sino el apoyo moral y logístico” (Comité de Salud Sembrando
Salud).
Los resultados del mecanismo implementado son reconocidos como un éxito
por el conjunto de los actores involucrados. En un corto plazo, la MTS demuestra
su eficacia en la gestión de la epidemia: el dengue desaparece del municipio.
“El éxito más importante ha sido la disminución de los casos, controlamos la
epidemia. Y después de un año no hemos tenido nuevos casos” (Personal
médico del hospital).
150
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
En un mediano y largo plazo, los logros de la MTS son también importantes:
la casi totalidad de la población del municipio en efecto ha sido sensibilizada y/o
formada a las técnicas de prevención del dengue.
“Antes, todo era fumigación, solo fumigación. Explicamos que eso no tenía
mucho valor además de afectar las vías respiratorias. Y ahora los consejos
comunales ya no nos lo piden. Continuamente vienen, buscan el abate y ellos
mismos hacen su control” (Personal médico del hospital).
Perspectiva para el futuro
Inaugurando
un
funcionamiento
horizontal,
nuevos
mecanismos
interinstitucionales y nuevas relaciones de cooperación, la MTS constituye una
innovación organizativa fruto de la acción instituyente del comité de salud. En
efecto, a diferencia con los tradicionales instrumentos de la acción pública en
salud, la iniciativa ha surgido y podido concretarse desde abajo, gracias al comité,
sus alianzas estratégicas, su poder de convocatoria, y su posición de intermediario
en el sistema de acción de Carache. Al ser una experiencia alternativa de gestión
mediante un “mando” descentralizado y sin jerarquía, la MTS se ha convertido en
la expresión de un verdadero empoderamiento popular.
Sin embargo, la MTS constituye todavía una interfaz socio institucional
cogestiva frágil. Constituye en efecto el resultado de una movilización colectiva
orientada a la resolución de un problema puntual: la situación de emergencia
sanitaria. Compartido por el conjunto de los actores locales, su objetivo – la
erradicación del dengue – constituyó un factor determinante para la conformación
del dispositivo de cooperación. Ahora, desapareciendo el motivo de la movilización,
¿como mantener vigente el mecanismo, y con ello, relaciones socio institucionales
de cogestión?
Los logros de la MTS para erradicar el dengue en el municipio han motivado
el comité de salud a consolidar esta experiencia mediante su institucionalización
como mecanismo permanente para planificar la acción pública local en los temas
de salud. Así, el comité ha iniciado, en mayo de 2008, diferentes actividades de
sensibilización acerca de esta propuesta (encuentros con los consejos comunales,
difusión de la propuesta mediante su programa de radio). Este esfuerzo logró
su primer objetivo: en julio, los diferentes actores del municipio reconocían
“formalmente constituida mediante acta suscrita la mesa técnica de salud de la
parroquia Carache” (Comité Bolivariano de Salud “Sembrando salud”, 2008).
Sin embargo, al momento de concluir la investigación, esta nueva MTS no
había sido todavía activada: quedaba por precisar la estructura de la MTS, el papel
futuro de cada actor, y sobre todo lograr un consenso sobre las problemáticas
de salud a tratar. Este último punto parecía complejo. En efecto, las principales
problemáticas diagnosticadas como prioritarias por el comité (el alcoholismo y
la contaminación del agua) no parecían generar tanto interés por parte de los
actores locales como la epidemia de dengue. A pesar de su éxito para resolver
la emergencia sanitaria, mantener el mecanismo de la MTS en el tiempo podría
resultar más complejo de lo previsto. En este sentido, su sostenibilidad constituía
el principal desafío del comité de salud de Carache.
151
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
1.4 Apropiarse del tipo de organización más pertinente: el caso de los
comités de salud de Los Magallanes de Catia
Ficha técnica
Organización
comunitaria
El Equipo Social de Los Magallanes
de Catia, parroquia Sucre, Caracas
Territorio de
intervención
Sector Los Magallanes de Catia, parroquia Sucre, municipio Libertador, Distrito Capital.
La parroquia Sucre es una de las parroquias populares más extensas
del municipio Libertador (59.30km2), y la más poblada con 397.730
habitantes (INE 2008).
Tiempo de Existencia /
Antecedentes
Inicios
Características de sus
integrantes
10 años como “Equipo” consolidado de trabajo comunitario.
5 años como comités de salud, 3 como consejos comunales.
Después haberla fundada une primera vez en 1989, un grupo de
luchadores refunda en 1998 la Asociación Nacional de Amigos del
Vecino (Andav) a partir de la cual se desarrollaran las nuevas organizaciones comunitarias del sector. Agrupa líderes afines al proceso
liderado por Hugo Chávez.
El Equipo de Los Magallanes reúne a los luchadores comunitarios
del sector. Inicialmente con una decena de miembros, el Equipo
cuenta hoy en día para sus actividades con la presencia de una
centena de personas, perteneciendo al Psuv y por lo menos a una
organización comunitaria.
Características
de la estructura
El Equipo esta constituido por una red informal de comités de salud,
CTU, consejos comunales y patrullas socialistas calcada en la
estructura inicial de Andav. No cuenta con “integrantes” formales
sino con voluntarios integrantes de las organizaciones comunitarias
del sector. La asamblea semanal reúne a todos los componentes de
la red.
Principales
recursos
Larga experiencia de trabajo comunitario reconocida tanto por parte
de las instituciones como por las comunidades.
Metodología movilizadora.
Participación masiva a las reuniones semanales.
152
Principales actores
institucionales
Alcaldía Libertador.
Alcaldía Metropolitana.
Ministerios.
Contexto
de la investigación
Al momento de la investigación, el municipio Libertador y la Alcaldía
Mayor estaban bajo el mando de dos alcaldes chavistas. La situación política cambia en 2008, con la victoria del candidato de oposición a la Alcaldía Mayor. El Psuv conserva el municipio Libertador.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La experiencia de los comités de salud del sector Los Magallanes de Catia no
puede ser evocada aisladamente de la historia más amplia de la red social de la cual
surge. Por lo tanto, antes de precisar los principales aspectos de la experiencia de
estos comités y sus desarrollos posteriores, comenzaremos por recordar el contexto
organizativo de los Magallanes de Catia.
De una comunidad aislada a la conformación de una red social
El sector Los Magallanes de Catia tiene antecedentes notables en materia de
trabajo comunitario. Sin embargo, estas actividades tenían como característica surgir
desde iniciativas individuales y dispersas. Los años 90 fueron así marcadas por
diversas experiencias locales buscando resolver los problemas más inmediatos de
las comunidades, desde el deterioro de las vías y de las alcantarillas, los riesgos
de derrumbe de las casas, la falta de agua potable, las deficiencias de la red de
evacuación de las aguas servidas, las fallas del alumbrado público, hasta la ausencia
de los servicios públicos fundamentales como la recolección de la basura (Márquez,
2009). Frente al abandono de los sectores populares por las autoridades locales
en las pasadas décadas, los habitantes del sector Los Magallanes tuvieron que
autogestionar numerosas necesidades.
“Nos autogestionábamos, buscando la colaboración de los mismos vecinos para
resolver nuestras necesidades” (Consejo Comunal El Lago).
Esta configuración cambia en 1998 cuando se funda por segunda vez Andav, una
asociación que había sido creada en Los Magallanes en el 1989 pero que había sido
desestructurada algunos años después. Uno de sus fundadores propone, en efecto,
agrupar las iniciativas comunitarias dispersas del sector, federando los voluntarios
de Los Magallanes en una red de “delegados por calle”. Nace así el colectivo más
conocido hoy en día como el “Equipo social de Los Magallanes”. El papel de los
delegados consiste en identificar en cada territorio de intervención (una calle del
sector) las carencias sociales para luego buscar entre todos las soluciones más
pertinentes a las necesidades más sentidas de la comunidad.
“Tomamos la iniciativa de constituir un equipo de luchadores sociales articulados
por calle, con responsables que fuesen identificando aquellos casos donde las
necesidades eran prioritarias en materia de atención médica, exámenes de
diagnóstico y rehabilitación, desempleo, desnutrición, insumos para personas con
discapacidad, atención a los ancianos y ancianas, becas de estudio, etc. En general
todo lo relacionado con protección social” (Equipo Social de Los Magallanes).
En esta primera etapa de la historia de la red social de Los Magallanes, la
autogestión sigue constituyendo un importante modo de intervención.
“Nosotros asumimos roles institucionales, pasando a ser gestores de aquellos
casos en los cuales, por innumerables razones, las instituciones no brindaban
respuestas. En su gran mayoría, los asumimos y ubicamos nosotros mismos las
respuestas donde se encontraban” (Equipo Social de Los Magallanes).
Sin embargo, motivado por la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez, el
Equipo multiplica las gestiones dirigidas a los organismos susceptibles de aportar
soluciones a las necesidades del sector, y por ende asume una función creciente de
153
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
intermediario. El Equipo logra así una serie de respuestas institucionales. Fortalecido
por estas primeras gestiones exitosas, el Equipo crece con el reclutamiento de nuevos
delegados por calle, lo que permite a la nueva red social cubrir el conjunto del territorio
de Los Magallanes.
“En menos de un año ya teníamos conformado nuestro equipo con delegados
calle por calle” (Consejo Comunal La Unión).
Un año después de la reactivación de Andav, el Equipo social de Los Magallanes esta
conformado. Se trata entonces de una red social estructurada alrededor de un objetivo
principal: “resolver las necesidades prioritarias de la comunidad”. Su funcionamiento,
fundamentado en la figura de los “delegados por calle”, se va a fortalecer gracias a la
política del gobierno y a los nuevos mecanismos de participación.
Los comités de salud, nuevos “gestores” sociales en Los Magallanes de Catia
Identificándose con la propuesta política del jefe del Estado venezolano, los
integrantes del Equipo Social de Los Magallanes responden inmediatamente a sus
llamados a la organización. El Equipo desempeña un papel motor en la creación de
las primeras organizaciones comunitarias surgidas del proceso político en curso. En
un primer tiempo, impulsa la conformación de los círculos bolivarianos, dándoles un
rasgo más social que político. Su objetivo: “luchar por las reivindicaciones de los más
desasistidos”.
Poco después, el tipo de organización responsable de las actividades sociales
del Equipo cambia: en respuesta al paro del gremio médico de 2002, la Alcaldía
Libertador ha lanzado el plan Barrio Adentro, llamando a la corresponsabilidad de
las comunidades para su implementación. Como para los círculos bolivarianos, los
integrantes del Equipo de Los Magallanes responden a este llamado y asumen el
reto de acoger los médicos cubanos “adentro del barrio”. El Equipo conforma así los
primeros comités de salud en el sector.
“Nos tocó buscar a las personas que estábamos en el sector organizados en
círculos bolivarianos y a todos los compatriotas que hoy estamos en la lucha.
Asumimos así la responsabilidad de seis médicos y logramos gracias a Dios,
ubicarlos y conformar 6 comités de salud” (Equipo Social de Los Magallanes).
Nacidos del plan Barrio Adentro, los comités de salud de Los Magallanes se
conforman así a partir de una red social ya existente. Esta particularidad influencia
fuertemente su funcionamiento. Primero, en término de repartición geográfica, los
comités de salud retoman la estructuración “calle por calle” preconizada originalmente
por Andav, ya que la mayoría de los comités son directamente impulsados por el
“delegado” del Equipo presente en el sector. Segundo, después de un primer
momento dedicado a un apoyo casi exclusivo al personal de la misión Barrio Adentro,
los comités amplían progresivamente sus actividades más allá del tema sanitario. Se
convierten así en la nueva figura organizativa encargada de gestionar las necesidades
del sector.
“Conformamos los comités de salud y hemos ido cumpliendo todas las acciones
desde la misión Barrio Adentro, tales como los diagnósticos de la situación de salud
de nuestras comunidades. Continuamos realizando las actividades de gestores
154
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
ante las instituciones, tanto de casos que identificaban nuestros médicos como de
emergencias, como de situaciones ambientales o de infraestructura prioritarias en
el sector” (Equipo Social de Los Magallanes).
Integrados por miembros del Equipo, descentralizados en sus actividades pero
motivados por el mismo objetivo - mejorar las condiciones de vida en el sector
resolviendo sus necesidades prioritarias -, los comités de salud asumen entonces
el papel de “gestores” principales de las prioridades sociales de Los Magallanes.
Confiriendo a la red social de Los Magallanes una estructura más formal que la que
tenía inicialmente con los “delegados por calle”, van estructurando una interfaz socio
institucional, primero con los actores de la misión, luego más generalmente con todos
los actores institucionales susceptibles de brindar respuestas a las necesidades del
sector.
El hecho de que los comités de salud del sector se hayan convertido en los
principales facilitadores para la implementación de las nuevas misiones muestra como
han ampliado el abanico de sus responsabilidades. Los comités se vuelven el actor
principal de la red social, así como la base para la diversificación y la consolidación
de la organización comunitaria: por un lado, apoyan a la constitución de nuevos
comités de salud donde todavía no existen; por otro lado, favorecen –como en otros
sectores lo hacen los CTU - la multiplicación de otras figuras organizativas: casas de
alimentación, clubes de abuelos, clubes deportivos, etc.
“La misión Barrio Adentro es la madre de todas las misiones. A través de ella nace
en nuestra comunidad el comité de alimentación, el comité de cultura, el de tierra
y el de alfabetización” (Consejo Comunal La Vuelta a La Manzana).
El liderazgo de los comités de salud en la acción social y comunitaria en Los
Magallanes durará cerca de dos años, hasta que el “rumbo” del proceso bolivariano
dará la luz a una nueva figura organizativa, con la aprobación en 2006 de la Ley de los
Consejos Comunales. Los integrantes de los comités aprovecharan esta nueva figura
como una oportunidad para mejorar la eficacia de sus gestiones.
Al servicio de la resolución de las prioridades locales: la estructuración de
nuevos canales de mediación y de una metodología de trabajo
Los miembros de los comités de salud y del Equipo de Los Magallanes en general
impulsan a partir del 2006 la implementación del nuevo mecanismo de participación
propuesto por el gobierno: los consejos comunales. Esta figura organizativa es en
efecto percibida por los integrantes del Equipo como el canal de mediación más eficaz
que puede entonces existir entre actores institucionales y actores societales.
“Esas instituciones han existido toda la vida, pero nunca habían hecho llegar este
tipo de ayuda directamente a las comunidades” (Consejo Comunal La Vuelta a La
Manzana).
A este nuevo tipo de organización se suman, a partir del 2007, las unidades de
base del Psuv. Con uno de sus integrantes electo delegado principal del partido para
la circunscripción, y un esfuerzo constante a partir de ese momento para seguir
avanzando en la conformación de sus unidades de base (los batallones a partir del
2007 y las patrullas socialistas en el 2009), el Equipo va a ir asumiendo un marco de
intervención siempre más político, para ponerlo al servicio de lo social.
155
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Los consejos comunales y las patrullas socialistas poco a poco van a constituir la
nueva plataforma organizativa del sector. Al conservar en ambos casos la repartición
geográfica “calle por calle”, permiten al Equipo de Los Magallanes terminar de
estructurar su “metodología de trabajo”.
“Aquí tenemos una organización de consejos comunales por calle, o sea
aproximadamente 20 consejos comunales dentro de los 4 ejes que conforman
Los Magallanes de Catia” (Equipo Social de Los Magallanes).
Desde ese entonces, el Equipo centraliza sus actividades entorno a un principal
espacio: la “reunión política” semanal, la cual aglutina, además de las unidades de base
del Psuv y los consejos comunales, el conjunto de las organizaciones comunitarias de
Los Magallanes. El Equipo logra así estructurar las gestiones que realizaba desde sus
inicios. La reunión política semanal se compone, en efecto, de dos tiempos: un primer
momento dedicado a un debate enfocado en el contexto político nacional así como
en los problemas de la comunidad; y un segundo momento dedicado a la resolución
de las necesidades individuales, las cuales son manejadas de forma sistemática: a
final de la reunión, el Equipo recoge las solicitudes de los participantes (solicitud de
vivienda, material de construcción, medicinas, becas, etc.) que luego procesara en
solicitudes formales, selladas por representantes de los consejos comunales y patrullas
del sector, para llevarlas a las instituciones competentes. Cada reunión se concluye así
con la entrega de las cartas individuales, ya selladas por las instituciones, y donde los
solicitantes solamente tendrán que dirigirse para recibir el objeto de su solicitud.
“La metodología de las asambleas es que se entregan las cartas selladas solamente
al final de la reunión, después de haber tocado todos los temas políticos o sociales
que lleva la agenda” (Equipo Social de Los Magallanes).
Cada semana, son decenas de solicitudes individuales que operan los integrantes
del Equipo. Gracias a esta metodología garantizada por la dedicación de media
docena de sus integrantes, el Equipo cuenta ahora con un poder de movilización
importante. Las reuniones semanales gozan de una asistencia masiva capaz de
alcanzar las 300 personas. Este éxito, que legitima el Equipo desde un punto de vista
comunitario, también ha generado una atención creciente por parte de los actores
institucionales (presencia de medios de comunicación y servidores públicos en las
asambleas), consolidando la interfaz socio institucional (ISI) en el sector, la cual a su
vez contribuye a consolidar el nivel de movilización popular en Los Magallanes y la
capacidad resolutiva del Equipo (Fig. 3).
Figura 3: El circulo benéfico de la participación en Los Magallanes de Catia
156
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Gracias a un funcionamiento eficaz de demandas individuales/ respuestas
institucionales, el Equipo ha logrado impulsar un proceso de consolidación del poder
popular en Los Magallanes, y activar un inicio de relaciones entre Estado y sociedad
de tipo cogestionario, aunque sea a un nivel más de resolución de problemas
individuales que de elaboración de políticas públicas.
Una interpretación de la historia de los comités de salud de Los Magallanes:
la estrategia del camaleón, o como maximizar la capacidad resolutiva por la
apropiación de las figuras más operativas de organización
Desde la creación de Andav y de los comités de salud, la movilización social
en Los Magallanes ha guardado siempre un mismo objetivo: lograr un máximo
de respuestas a las necesidades de la comunidad. Después de una experiencia
inicial de autogestión, los actores societales del sector han intentado aprovechar
a lo máximo una de las principales oportunidades ofrecidas por el nuevo contexto
político: la posibilidad inédita para los sectores populares de crear relaciones de
cooperación con los actores institucionales. Con este fin, han desarrollado tres
principales estrategias.
1. Aprovechar las nuevas reglas, adoptando el tipo de organización ideal para
la interlocución con los actores institucionales. Con la posibilidad de disponer de
una forma de organización de mayor eficacia para esta interlocución, los integrantes
de los comités de salud han impulsado la creación de los consejos comunales y
de las patrullas socialistas, aunque cueste una parte de su compromiso en el seno
de las organizaciones de salud. Esta lógica, que demuestra una capacidad de
adaptación organizativa importante, supera en realidad el marco de los comités de
salud: en efecto, promover las formas de organización más eficaces para obtener
de los actores institucionales respuestas a las necesidades de la comunidad,
parece constituir desde Andav uno de los principios organizativos del Equipo de Los
Magallanes. Así, siempre atento a las propuestas organizativas lanzadas desde arriba,
el Equipo ha ido involucrándose e impulsando cada figura organizativa susceptible
de fortalecer el poder popular y facilitar el acceso a los recursos necesitados por la
comunidad (médicos en el caso de los comités de salud; títulos de tierra para los
CTU; recursos de toda índole en el caso de los consejos comunales). Es a partir de
la misma organización matriz (mismo grupo de luchadores sociales) que han surgido
la casi totalidad de las organizaciones de base del sector. En esta dinámica, cada
organización nace, o “muta” a partir de la precedente (Figura 4).
Figura 4: La organización matriz y sus sucesivas mutaciones
La red social de Los Magallanes coincide así de cerca con el rumbo revolucionario,
cambiando las formas de organización de manera a seguir resolviendo las necesidades
de las comunidades mediante la organización y la acción colectiva. Una estrategia
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
que parece haber sido un éxito, como ilustran los registros del Equipo (Márquez,
2009) en cuanto a los organismos del Estado con los cuales han interactuado1.
Esta dinámica se expresa hoy en día en la adopción por el Equipo social de
Los Magallanes de las figuras organizativas más institucionalizadas y gozando
del mayor reconocimiento por parte de los entes institucionales - los consejos
comunales y ahora las patrullas. El sello de ambos parece servir en efecto de
“sésamo” particularmente eficaz a la hora de conseguir por parte de las instituciones
la validación de las solicitudes presentadas por el Equipo.
2. Garantizar la interlocución con intermediarios dentro de las instituciones.
Por la larga experiencia de sus integrantes y la dinámica de interlocución que ha
implementado con las instituciones, el Equipo ha podido constituir dos redes de
aliados adentro de las instituciones. La primera corresponde a servidores públicos
afines al proceso de cambio, los cuales pueden facilitar el acceso a los recursos
necesitados, y a la vez abrir las puertas de otras instituciones. Más fluctuante en el
tiempo, la segunda red de aliados esta constituida por integrantes del mismo Equipo
con cargos públicos. Entre otros ejemplos, uno de los principales integrantes del
Equipo ha sido electo consejero principal para la parroquia Sucre en el Consejo
Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas hasta noviembre 2008. Como
lo reconocen los integrantes del Equipo, esta situación ha sido decisiva en las
interacciones de las comunidades del sector con los entes institucionales y la
resolución de varias problemáticas locales.
“En la relación con la Alcaldía Metropolitana creemos que aún cuando obtuvimos
respuestas para la ejecución de proyectos, esta respuesta fue producto de los
esfuerzos que realizó nuestro vocero del Consejo Metropolitano de Planificación
de Políticas Públicas. Lo que quiere decir que las respuestas siempre están
mediatizadas y dependen de elementos que no son meramente institucionales
o técnicos” (Equipo Social de Los Magallanes).
3. Incentivar la interlocución con los actores institucionales mediante un alto
nivel de movilización. El poder de convocatoria constituye otro recurso importante
del Equipo para mantener o aumentar las interacciones con los actores del Estado:
mediante una movilización social importante, el Equipo demuestra su legitimidad,
mientras incrementa su postura de intermediario entre las instituciones y las
comunidades del sector. La metodología propuesta por el Equipo se ha revelado,
en efecto, particularmente exitosa en materia de movilización. Fundamentada en
la resolución de necesidades individuales, que tienen mayor impacto en el corto
plazo, esta metodología ha permitido al Equipo contar con una movilización social
siempre más importante, con potencial de politización y empoderamiento de las
comunidades del sector. La presencia de 300 personas en promedio en las reuniones
semanales lo demuestra. El Equipo ha logrado de esta manera mantener, a través
de la interfaz socio institucional creada, el “circulo benéfico de la participación”,
garantizando un nivel alto de movilización y de interlocución con los actores del
Estado (Fig. 3).
1 A nivel local: Dirección de Gestión Ciudadana de la alcaldía Libertador; Electricidad de Caracas.
A nivel regional: Secretaria de salud de la Alcaldía Mayor; Consejo Metropolitano de Planificación de Políticas Públicas; Fundación del Niño.
A nivel nacional: Ministerio de Ambiente; Ministerio de Infraestructura; Ministerio de la Cultura; Ministerio de Educación; Ministerio de Alimentación; Ministerio de Agricultura y Tierras; misión Barrio Adentro; misión Mercal; misiones de educación (Robinsón,
Ribas, Sucre); misión José Gregorio Hernández.
158
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Perspectiva a futuro
Reveladora del carácter pragmático de la participación en Los Magallanes, la
“estrategia del camaleón” implementada por los comités de salud en particular, y el Equipo
en general, explica en parte la densidad organizativa en este sector, donde 20 consejos
comunales, 16 comités de salud, 38 CTU y 40 patrullas socialistas han sido censados. En
efecto, es mediante la organización que el Equipo social de Los Magallanes ha buscado
optimizar su capacidad a obtener respuestas por parte de los organismos del Estado.
Sin embargo, según los mismos integrantes del Equipo, esta estrategia abre también
cuestionamientos para el futuro. Primero, porque fundamentada en la respuesta a
necesidades individuales, la capacidad de movilización depende en gran parte de los
recursos del Estado y de sus mecanismos de redistribución. Segundo, porque la misma
se fundamenta en una completa dedicación de media docena de sus integrantes, los
cuales trabajan de forma totalmente voluntaria desde la perdida en el 2008 de la Alcaldía
Mayor por la tolda chavista. Una última interrogación consiste en la naturaleza misma de
las interacciones con los actores institucionales. Al concluir la investigación, el Equipo
estaba en efecto intentando negociar la posibilidad de elegir, en el marco del proyecto de
la Caracas Socialista, los “enlaces parroquiales” que habían sido nombrados desde arriba.
El reto era importante, ya que una posibilidad de elegir estos intermediarios mediante el
voto podía permitir al Equipo de participar de forma más directa en la elaboración, en
cogestión, de las políticas públicas para el municipio. En otras palabras, de implementar
espacios de negociación horizontal no solamente para la resolución de necesidades
individuales, sino para la planificación de políticas locales que mejoren la calidad de
vida del conjunto de la comunidad. Al momento de concluir la investigación, dar el salto
cualitativo de la interfaz cogestiva, garante del ejercicio de una “participación/ poder” y de
un poder popular, constituía así el principal reto del Equipo de Los Magallanes de Catia.
2. PRIMERAS OBSERVACIONES DESDE LA EXPERIENCIA SOBRE EL PROCESO
DE CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR
Las tres experiencias que acabamos de exponer presentan muchas diferencias
debidas tanto al ámbito donde se ubican (urbano o rural), sus antecedentes en materia de
participación comunitaria, la amplitud de su área de intervención (escalón infraparroquial
en el caso de Los Magallanes, parroquial en el caso de Carache o municipal en el caso del
municipio Sucre), como por los recursos y las oportunidades propias a cada contexto.
Sin embargo, con el fin de sacar observaciones más generales en cuanto a las
dinámicas de profundización de la participación y de la consolidación del poder popular
en Venezuela, intentaremos en esta parte subrayar sus principales similitudes y lo que
esas revelan en cuanto a las dinámicas concretas de implementación de una democracia
participativa y protagónica en el país.
2.1 Tres organizaciones innovadoras, empoderadas … y a consolidar
Tres organizaciones innovadoras
El Frente de los comités de salud del municipio Sucre y sus asambleas semanales;
el mecanismo de la mesa técnica de salud propuesta por el comité de salud de
Carache; y las sucesivas mutaciones organizativas de la red social de Los Magallanes
de Catia: las tres experiencias constituyen ejemplos muy ilustrativos de la capacidad
159
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
de adaptación y innovación de las organizaciones comunitarias para aprovechar
las oportunidades ofrecidas desde arriba para construir desde abajo espacios de
participación así como canales de mediación con el Estado y sus entes.
En ese sentido, cada una de ellas constituye la “expresión de una fuerza liberadora
y transformadora” a la cual remite Mazzeo (2007) para definir el poder popular. Como
insiste el filosofo argentino, podemos hablar de un poder popular cuando “los hombres
y las mujeres del pueblo dejan de ser instrumentos y crean y utilizan sus propios
instrumentos”. Es lo que proponen los actores societales de las tres experiencias.
Adaptando para el sector salud figuras existentes en otros ámbitos de la vida social
(frentes, consejos comunales, mesas técnicas), de manera a impulsar nuevas
relaciones con los actores institucionales, los comités de salud han demostrado su
capacidad para profundizar el nivel de su participación mediante el desarrollo de
formas de interlocución y espacios innovadores, contribuyendo así a la construcción
de este nuevo tipo de poder.
El desarrollo de esta capacidad de innovación organizativa parece vinculado, en
cada una de las experiencias, a un factor fundamental: la importancia del liderazgo y
de la continuidad en el tiempo de la lucha comunitaria. La evolución de las modalidades
de participación y de los tipos de interfaces socio institucionales aparece en efecto
fuertemente vinculada a los esfuerzos de ciertos integrantes de cada organización.
Definiéndose como actores sociales, comunitarios y políticos, esos líderes se
caracterizan, en su mayoría, por sus múltiples compromisos en organizaciones de
diferentes índoles que muchas veces han impulsado directamente. En este caso,
sus experiencias en materia de organización han sido reinvertidas en los comités
de salud, facilitando posteriormente su capacidad de adaptación y de innovación
organizativa. Cuando las trayectorias individuales de esos líderes comunitarios son
más recientes, el acceso a la capacitación constituye otro factor clave de esta doble
aptitud. La capacitación es percibida como una fuente de legitimidad y un recurso para
la acción que permite a los actores societales adquirir las herramientas necesarias
para desarrollar sus actividades, mejorar sus capacidades organizativas, y facilitar
su reconocimiento por una contraparte institucional que ya no es dueña de un saber
hegemónico. Tres organizaciones populares empoderadas
Beneficiándose en parte de la trayectoria de sus líderes, las experiencias
presentadas anteriormente constituyen una manifestación del impacto del nuevo
mandato participativo (Blondiaux, 2008) así como del proceso de empoderamiento de
las comunidades a través del ejercicio de la participación.
Todas motivadas por el marco constitucional vigente y los llamados del Presidente
Chávez a la participación y a la organización, estas experiencias de organización
comunitaria constituyen en efecto tres propuestas de profundización de las modalidades
de la participación: lejos de conformarse a una sola forma de organización y a sus
límites (la ausencia de personalidad jurídica y de la posibilidad de gestionar fondos
en el caso de los comités de salud), los actores societales de estas experiencias
han agarrado las oportunidades vinculadas al contexto político para implementar
mecanismos endógenos susceptibles de profundizar los términos de su participación.
El mandato participativo no se limita por lo tanto al nivel del discurso: incitación a la
politización y marco para la consolidación de las capacidades de expresión, acción y
160
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
auto-organización del pueblo, vemos aquí como constituye un factor favorable a
la adquisición de nuevas capacidades colectivas.
Manifestación del efecto concreto del programa político planteado por el gobierno
bolivariano y de sus resultados en término de organización, las iniciativas
implementadas en los tres casos constituyen igualmente el resultado de la práctica
de la participación por si sola. En cada experiencia, la organización popular parece
en efecto constituir, como tal, un marco de aprendizaje. Lo ilustran sus respectivas
evoluciones internas, tanto en los objetivos como en las prácticas. Así, aunque
los comités de salud nacieran con la misión Barrio Adentro para, en un primer
momento, articularse exclusivamente con los actores del sector sanitario, cada
experiencia ilustra la voluntad y capacidad de los actores societales para ampliar
poco a poco el campo de sus intervenciones y el abanico de sus interlocutores en
función de la diversidad de las necesidades presentes en sus comunidades.
Acompañada del mandato participativo, la política pública de salud del gobierno
nacional ha tenido, por lo tanto, un doble impacto organizativo. Un efecto previsto
en los objetivos iniciales de la misión Barrio Adentro: empoderar las comunidades
mediante un “nuevo modelo de gestión participativa” (Decreto Presidencial
de creación de la Misión Barrio Adentro, 2004). Y un efecto “imprevisto”: la
adquisición, por parte de esas mismas comunidades, de nuevas capacidades
de acción colectiva que trascienden el marco inicial de la política de salud para
cuestionar las formas de la acción pública en general. A diferencia de una política
meramente asistencialista de un Estado benefactor redistribuidor de la renta, la
política de salud implementada en Venezuela participa así del empoderamiento
de las organizaciones populares. Como dicen Bonilla, El Troudi y Harnecker
(2005), “la participación es le camino para la conformación de la ciudadanía.
Es conciencia política emergente”. Lo demuestran las expectativas del Frente,
del comité de salud de Carache y del Equipo de Los Magallanes en materia de
ampliación de los espacios de toma de decisión: ilustran las nuevas exigencias
democráticas de una población empoderada y consciente de sus derechos y
deberes.
Tres organizaciones a consolidar
Otro punto que las tres experiencias tienen en común es la naturaleza de su
principal objetivo: mejorar la calidad de vida de sus comunidades, en un contexto
favorable al desarrollo de relaciones horizontales con los entes del Estado.
En efecto, aunque el mandato participativo pudiera estar percibido como una
amenaza de “perdida de poder” por parte de algunos funcionarios, los actores
comunitarios en estas experiencias no parecen manifestar la voluntad de cambiar
radicalmente las relaciones de poder desde arriba hacia abajo para instaurar en
su lugar relaciones de poder desde abajo hacia arriba (Briggs & Manzini-Briggs,
2009). Cuando buscan profundizar su participación y la lógica de intercambio con
los actores institucionales, los actores societales privilegian la interfaz cogestiva,
es decir, aquella en que Estado y sociedad mantienen relaciones horizontales - y
no, como se podría creer, la interfaz mandataria. En efecto, como manifestaron
los líderes de cada experiencia, el poder popular no es sinónimo del fin del
Estado, sino al contrario un principio de articulación y cooperación entre Estado y
sociedad, garante de eficiencia y eficacia para la acción pública.
161
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Sin embargo, las propuestas de los actores societales no son por lo tanto siempre
mejor “aceptadas” y aprovechadas por los actores institucionales. Lo demuestran
las últimas evoluciones de cada una de estas tres experiencias. Así, en el caso
de Carache, la institucionalización de la MTS ha sido diferida, posiblemente
porque los actores institucionales vacilan en integrar un mecanismo que conlleva
responsabilidades adicionales, sin tener la certeza de recibir a cambio un beneficio (en
legitimidad, voto). Al contrario, algunos temas prioritarios propuestos por el comité de
salud para la futura MTS (el alcoholismo, la contaminación del agua en el municipio)
podrían revelarse costosos por perjudicar algunos intereses locales (comerciantes,
campesinos). De la misma manera, los mecanismos de cogestión propuestos por el
Frente de los comités de salud del municipio Sucre no han sido aprovechados por
los actores institucionales como se podía esperar: de cara a una organización que
reivindica su autonomía, los principales actores institucionales locales parecen haber
preferido alejarse a someterse a las reglas definidas por el Frente, dejando así sin
concretar varias de sus iniciativas (ni INAVI, ni los candidatos del oficialismo durante
su campaña electoral, han aceptado sus propuestas cogestivas). En fin, el reciente
proceso de conformación de los gabinetes parroquiales en el municipio Libertador han
dejado de lado, por ahora, las propuestas del Equipo de Los Magallanes, procesando
por el nombramiento de “enlaces parroquiales” para la parroquia Sucre en lugar de su
elección por las comunidades.
Por lo tanto, estas experiencias tienen un último punto en común: las tres
organizaciones involucradas en las mismas requieren procesos de consolidación que
van a depender de los contextos en los cuales se desarrollaran a futuro.
2.2 La democracia participativa como “arena estratégica”: propuesta de
interpretación
El reto: definir las reglas de la gestión pública en un contexto de indeterminación
Los cambios políticos surgidos en Venezuela en los últimos años han permitido
un aumento y pluralización de los actores societales en diferentes ámbitos y campos
de las políticas públicas. Sin embargo, como ilustran las tres experiencias, varios
obstáculos permanecen, entre ellos la poca apertura de algunos actores institucionales
a las propuestas hechas desde abajo.
A menudo interpretado como una “resistencia al cambio” motivada por factores
ideológicos o políticos, este fenómeno podría tener una explicación estructural. En
el sector salud en particular, la ausencia de una ley fijando las reglas del juego y las
normas de la gestión pública constituye, en efecto, una fuente de indeterminación
que resulta poco favorable a la implantación de nuevos mecanismos (concertación,
planificación participativa, contraloría social) en los diferentes niveles de gestión. En
un contexto de indeterminación semejante, coexisten en efecto por lo menos dos
sistemas de normas, reglas y valores diferentes. El que correspondería a la democracia
participativa, reflejada en los comités de salud entre otros. Y el que correspondería a
la democracia representativa, cuyas normas, reglas y valores obligan a los actores
institucionales a actuar en función de ellas. El caso de la contraloría social constituye un
ejemplo de esta contradicción: muchas veces, el personal de salud la rechaza porque
las exigencias normativas y reglamentarias de su institución no facilitan esta dinámica.
En esta situación, la estructura de los “juegos anteriores” (Crozier & Friedberg, 1977)
permanece, impidiendo la estabilización de un “juego participativo” fluido y estable.
162
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Por estar sujeta a diversas interpretaciones y abrir un nuevo horizonte de lo posible,
la democracia participativa y protagónica puede así ser considerada como una arena
estratégica donde se confrontan paradigmas culturales diversos, discursos múltiples,
así como luchas para relaciones estratégicas y significados (Isunza Vera & Hevia de la
Jara F, 2005). En esta perspectiva, el mandato participativo constituye por un lado una
coacción para los actores institucionales todavía amarrados por las reglas instituidas
a las rutinas de la democracia representativa; mientras que por el otro, ofrece a los
actores societales una oportunidad para fijar nuevas normas y valores susceptibles
de modificar las relaciones entre Estado y sociedad y profundizar la democracia. Las
tres experiencias presentadas ofrecen una ilustración de este potencial.
Los comités de salud, recursos y estrategias
Como lo vimos en las tres experiencias presentadas, comités de salud y
organizaciones populares desarrollan acciones que podemos interpretar como
estrategias (Guerra, 2004) con el fin de impulsar nuevas relaciones con los actores
institucionales y profundizar las modalidades de su participación.
En función de cada contexto, los recursos estratégicos cambian. El Frente puede
así legitimarse como un intermediario con 284 comités de salud, con un potencial
de experticia proporcional sobre la situación sociosanitaria del municipio Sucre. El
Equipo de Los Magallanes dispone de una experticia en materia de organización,
y de una red social particularmente activa y movilizadora. En fin, el comité de salud
de Carache cuenta no solo con una experticia reconocida en materia de prevención
y promoción de la salud, sino también con una capacidad de organizar los flujos de
información y de movilización mediante la emisora comunitaria Minumboc y Ciara
Redes, doble recurso que refuerza su poder de intermediación con las comunidades
del municipio.
Más allá de sus recursos específicos, las organizaciones comunitarias aprovechan
igualmente las oportunidades y recursos que les ofrece el mandato participativo. En
efecto, a pesar de la indeterminación de su marco legal y normativo en el sector
de la salud, la democracia participativa ofrece al mismo tiempo una constelación de
nuevos instrumentos (CRBV, leyes, apoyo financiero, reconocimiento legal a varias
organizaciones comunitarias) los cuales, en cuanto primer nivel de institucionalización
de reglas y procedimientos de la democracia participativa y protagónica, constituyen
recursos para la acción de los actores societales.
Estos recursos potenciales han sido particularmente aprovechados por el
Equipo de Los Magallanes, el cual ha adoptado, tal cual, cada figura organizativa
nuevamente institucionalizada por el Estado (entre otros los comités de salud, luego
los consejos comunales) y ha podido, de esta manera, maximizar su legitimidad de
acción y su eficacia. La estrategia del comité de salud de Carache es parecida: a
falta de poder adoptar, tal cual, una forma de organización preexistente, el comité ha
propuesto adaptar una de ellas (las mesas técnicas de agua y de energía) al sector
de la salud. La experiencia de los comités de salud del municipio Sucre es la más
original: eligiendo el Frente como figura organizativa, sus integrantes han adoptado
un modelo menos institucionalizado, aunque evocado por el Presidente Chávez en
sus llamados a “conformar federaciones, confederaciones” en todos los sectores de
la sociedad. En estas tres experiencias, la movilización, apropiación o adaptación
de un instrumento creado desde arriba parece haber constituido la estrategia central
163
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
de las organizaciones comunitarias para cumplir su objetivo: mejorar la calidad de
vida de sus comunidades mediante la instauración de relaciones horizontales y de
interlocución eficaz con los entes del Estado.
El camino a la institucionalización ¿mejor opción para el poder popular?
Por la diversidad de los resultados logrados, las experiencias presentadas nos
llevan a otra observación: los actores institucionales parecen interactuar más fácilmente
con organizaciones caracterizadas por un alto nivel de institucionalización, es decir,
organizaciones identificables y normadas. Apoyándonos en las tres experiencias,
podemos en efecto constatar que mientras mayor es el nivel de apropiación/
adaptación de un instrumento creado desde arriba por parte del actor societal, mayor
parece el nivel de aceptación/ interlocución con los actores institucionales, y por lo
tanto se consolida la participación (Fig. 4). Al contrario, mientras menor es el nivel
de institucionalización de la organización, menor parece ser el nivel de aceptación/
interlocución de la misma con las instituciones.
Así, a diferencia de los consejos comunales institucionalizados de Los Magallanes
(marco legal, estructura normada), el hecho de que la MTS de Carache esté en vía
de institucionalización podría en parte explicar la incertidumbre que pesa sobre su
perennidad. La figura organizativa menos institucionalizada la constituye el Frente:
sin reglas ni procedimientos normalizados, el Frente constituye la experiencia
caracterizada por el menor nivel de interlocución con los actores institucionales.
La organización ha tratado, sin embargo, de ser reconocida por las instituciones:
registrándose bajo la forma de una asociación civil, y adoptando une estructura
interna relativamente tradicional (junta directiva/ asamblea), el Frente parece haber
intentado institucionalizar su organización para aumentar su nivel de interlocución con
los actores institucionales. Sin embargo, no ha obtenido los resultados esperados.
Varios elementos lo podrían explicar: el nivel de representatividad reivindicado por el
Frente en el ámbito municipal; la reivindicación de su autonomía; y la naturaleza de
sus organizaciones de base, los comités de salud.
Estos resultados podrían así confirmar la “lógica” de la institucionalización
presentada por Lascoumes y Le Galès (2007): según estos autores, mientras más
una organización esta institucionalizada, o sea, enmarcada por reglas y normas, más
permite “las anticipaciones de los actores” y, por lo tanto, garantiza relaciones estables
entre ellos. Al contrario, cuando el marco de acción es poco institucionalizado o en vía
de institucionalización, “la representación de los problemas es poco clara, la legitimad
de los actores dudosa, las escalas de intervención cuestionadas, las maneras de actuar
inciertas” (Arnstein, 1969) y, por lo tanto, las posibilidades de conflictos entre actores
crecen. Según esta lógica, la cooperación y interlocución entre actores societales y
institucionales seria por lo tanto proporcional al nivel de institucionalización de los
espacios y figuras de participación adoptados. 2.3 Conclusión
El desafío del cambio institucional
Las organizaciones presentadas han demostrado la capacidad estratégica de
los actores societales para transformar y profundizar el nivel de su participación en
un contexto de indeterminación normativa y legal como es el que caracteriza a los
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
comités de salud. Como precisa Arstein (1969): “El carácter inestable de las reglas y
procedimientos explican que algunos actores pueden volverse empresarios políticos, a
veces empresarios institucionales”.
Sin embargo, las estrategias desarrolladas por los actores societales pueden conllevar
interrogantes en cuanto a sus pares institucionales. Expresiones de la capacidad de
innovación y de cambio de los actores societales, estas estrategias parecen en efecto
servir de espejo de la aptitud al cambio, inversamente proporcional, de los actores
institucionales: mientras las organizaciones populares siguen muy de cerca las
dinámicas impulsadas desde arriba, no existe siempre la reciprocidad por parte de los
actores institucionales para acompañar estas dinámicas.
El desafío de la participación a mayor escala
Este desequilibrio podría constituir un límite a la profundización de la democracia,
llevando los actores societales a adoptar las figuras organizativas más locales por ser
las de mayor grado de reconocimiento institucional hasta este momento. Ahora bien,
como plantea Marta Harnecker (2003), superar el localismo constituye un “requisito
indispensable para el ejercicio democrático”. Bonilla, El Troudi y Harnecker (2005)
insisten igualmente en este aspecto: “En el marco de la democracia participativa
y protagónica, la participación es una práctica que debe estar presente en todos los
procesos de toma de decisiones en los asuntos de interés público” (13).
Reconocer e institucionalizar nuevos espacios de participación a los diferentes
niveles de gestión podría así constituir uno de los retos determinantes para la
consolidación del poder popular. Recordaremos aquí las propuestas principales de
Avritzer y Sousa Santos (2004) para la consolidación de una democracia participativa:
fortalecer la “demodiversidad”, es decir un reconocimiento de la pluralidad de las
formas democráticas; reforzar una “articulación contra-hegemónica entre lo local y lo
global” como antídoto de una participación confinada a escala local; y, para terminar,
promover la “ampliación del experimentalismo democrático”, esta capacidad de innovar
y experimentar, tanto desde el Estado como desde la sociedad, nuevas gramáticas
sociales y practicas de la participación.
La construcción del poder popular: un proceso de aprendizaje
Como lo acabamos de ver en los casos del Frente de los comités de salud del municipio
Sucre, de la MTS de Carache y del Equipo social de Los Magallanes, la democracia
participativa y protagónica puede ser interpretada como una “arena estratégica” donde
se confronta al paradigma cultural de la democracia representativa. Por lo tanto, el
proceso de cambio constituye un camino largo, el del aprendizaje de nuevas normas y
valores, tanto desde arriba como desde debajo. Como dice Mazzeo (2007): “la opción
por el protagonismo del sujeto popular entraña una concepción de la política liberadora
como apuesta permanente, no como ejecución de axiomas”.
Las experiencias que acabamos de presentar son el signo de que este proceso de
aprendizaje se esta dando. Ejemplos entre otros de las expresiones organizativas
surgidas en esta fase de transición hacia la construcción de una democracia participativa
y protagónica fundamentada en el poder popular, ilustran, tanto por sus debilidades
como por sus fortalezas, las dinámicas múltiples e a veces contradictorias de un proceso
de cambio enmarcado en una institucionalidad todavía por transformar y definir.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
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Experiencias para el debate
www.ilustracionesuenos.blogspot.com
III Encuentro de Experiencias Comunitarias de Infocentro
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Rumbo al desarrollo integral de la urbanización Coromoto1
Por Marisol del Carmen Cáceres Briceño2
INTRODUCCIÓN
La presente iniciativa se desarrolla desde junio del 2006 en una comunidad rural
del municipio Boconó, estado Trujillo. El objetivo que persigue es la organización
del colectivo para la participación y toma de decisiones que permiten un desarrollo
integral y sustentable, y por ende una mejor calidad de vida de los ciudadanos.
Mediante el liderazgo del consejo comunal, junto a la participación proactiva
de instituciones gubernamentales, tales como la Alcaldía, el Concejo Municipal,
los Ministerio de Salud, Ministerio del Ambiente, Ministerio para el Desarrollo
Social (Minpades), Ministerio de las Comunas, Fundacomunal (Fundación para
el desarrollo y promoción del poder Comunal), Fondemi (Fondo de Desarrollo
Microfinanciero) y diversas misiones sociales, la comunidad organizada interviene
sobre los determinantes sociales que afectan su salud (educación, cultura, vivienda,
economía, alimentación, deporte, trabajo, entre otros) facilitando la construcción de
un nuevo modelo de gestión autónoma en la Urbanización Coromoto, que garantizará
un desarrollo con equidad e igualdad social.
ANTECEDENTES
En el año 1969 se establece la Urbanización Coromoto, encontrándose ubicada
a 1200 mts s/n/m en el sector de la Vega Arriba, parroquia Boconó, municipio Boconó
del Estado Trujillo, con un área de extensión de 8 hectáreas. Está conformada por
una población de 726 habitantes que corresponde a 200 familias.
A partir del año 1981, en que una creciente del río Boconó destruyó la comunidad
entera, sus habitantes viven con el temor y la angustia que al llover, vuelvan a crecer
las aguas hasta salir de su cauce. Por otro lado, al estar el nivel del río por encima de
las casas (aproximadamente 2 metros) produce, en época de lluvia, problemas de
colapso del sistema de alcantarilla, con los consecuentes efectos sobre la salud y el
bienestar de la población.
Esto motivó, poco a poco, a que la comunidad se organice, comenzando con una
comisión de agua. Luego nacieron las asociaciones de vecino, el club deportivo, el
club de cultura y las legiones religiosas.
Al principio existía poca participación por parte de la comunidad, principalmente
debido a que las organizaciones existentes para el momento, manejadas por un
pequeño grupo de personas, no tomaban en cuenta las opiniones de todos los
habitantes de la comunidad. Así fue la situación hasta que el gobierno estimuló
la conformación de nuevas organizaciones como el comité de salud, el comité de
tierra urbana o la organización comunitaria de vivienda y hábitat. Luego se dio la
integración de todas estas estructuras en una sola agrupación que responderá por
un desarrollo integral para la comunidad: el consejo comunal, cuya definición legal
(1) es de una instancia “de participación, articulación e integración entre las diversas
organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas,
1 Experiencia de los Consejos Comunales presentada como ponencia en el marco de la XVI Jornadas Científicas “Dr. Arnoldo
Gabaldon”, Maracay del 7 al 11 de diciembre del 2009.
2 Activadora comunitaria en la parroquia Boconó y vocera del consejo comunal Coromoto I.
171
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas
públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de
las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social.”
(Articulo 2 de la Ley de los Consejos Comunales)
El consejo comunal “la Coromoto I”, elegido mediante asamblea de ciudadanos
y ciudadanas el 28 de junio del 2006, nace de la imperiosa necesidad de resolver
los diferentes problemas asumiendo directamente la gestión de políticas y proyectos
que respondan a las necesidades y aspiraciones de la comunidad, en la búsqueda
de una sociedad más distributiva.
1. DESARROLLO DE LA INICIATIVA
1.1 La conformación del consejo comunal
Desde el año 1981, año en que ocurrió la mayor crecida del río Boconó conocida
en su historia, se conoce del gran riesgo que tiene la Urbanización Coromoto y la
imperiosa necesidad de la reubicación de todas las familias que habitan en ella.
Sin embargo, no fue hasta el nacimiento del consejo comunal que se pudo lograr
la gestión de varios proyectos para enfrentar este riesgo y mejorar la calidad de vida
de la comunidad.
El listado siguiente muestra los principales problemas existentes en la comunidad
antes de la conformación del consejo comunal:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
no se contaba con un liceo;
la asistencia médica era escasa;
el índice de desempleo elevado;
no eran atendidos las personas con discapacidad;
no se conocía el índice de morbilidad en la comunidad;
no existía asistencia médica odontológica;
no existían las empresas de producción social;
no había una integración de las organizaciones e instituciones existentes en la comunidad;
no existía atención ni solidaridad con los más desprotegidos;
era apreciable la existencia de pobreza extrema.
El primer momento se construyó al democratizar la información: hicimos la
convocatoria y estimulamos la conformación del consejo comunal, para lo que se
llamó a asamblea de ciudadanos y ciudadanas, definida en la Ley de los Consejos
Comunales (2006) como “instancia primaria para el ejercicio del poder, la participación
y el protagonismo popular, cuyas decisiones son de carácter vinculante para el
consejo comunal respectivo” (Artículo 4).
El objetivo era doble: por un lado constituir la comisión promotora, o sea “la
instancia encargada de convocar, conducir y organizar la asamblea constituyente
comunitaria, estará integrada por un número variable de miembros quienes serán
electos y electas en asambleas de ciudadanos y ciudadanas, de acuerdo a lo
establecido en la presente ley y su reglamento” (Artículo 16).
172
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Y por otro lado, constituir la comisión electoral, “instancia encargada de
organizar y conducir el proceso de elección de los voceros o voceras y demás
integrantes de los órganos del Consejo Comunal, estará integrada por cinco
habitantes de la comunidad quienes serán electos y electas en asambleas de
ciudadanos y ciudadanas, de acuerdo a lo establecido en la presente ley y su
reglamento”. (Artículo 18).
Estas dos comisiones se encargarían luego de preparar las votaciones
para las elecciones de las personas que serian, en sus diferentes asociaciones
estructurales, voceros y voceras, o sea “la persona electa en asamblea de
ciudadanos y ciudadanas, para cada comité de trabajo, de reconocida solvencia
moral, trabajo comunitario, con capacidad de trabajo colectivo, espíritu unitario
y compromiso con los intereses de la comunidad, a fin de coordinar todo lo
relacionado con el funcionamiento del consejo comunal, la instrumentación de sus
decisiones y la comunicación de las mismas ante las instancias correspondientes”
(Artículo 18).
Posteriormente, se eligieron varios voceros:
• 5 voceros para el órgano financiero,” “La unidad de gestión financiera es un
órgano integrado por cinco (5) habitantes de la comunidad electos o electas por la
asamblea de ciudadanos y ciudadanas, que funciona como un ente de ejecución
financiera de los consejos comunales para administrar recursos financieros y no
financieros, servir de ente de inversión y de crédito, y realizar intermediación
financiera con los fondos generados, asignados o captados” (Artículo 10).
• 5 para el órgano contralor: “La unidad de contraloría social es un órgano
conformado por cinco (5) habitantes de la comunidad, electos o electas por
la asamblea de ciudadanos y ciudadanas para realizar la contraloría social y la
fiscalización, control y supervisión del manejo de los recursos asignados, recibidos
o generados por el consejo comunal, así como sobre los programas y proyectos de
inversión pública presupuestados y ejecutados por el gobierno nacional, regional o
municipal” (Artículo 11).
• 12 para cada comité de trabajo: vivienda y hábitat, educación, salud, cultura,
deporte, comunicación, religión, tierra, economía popular, alimentación y
seguridad integral; cada comité tiene un vocero/a principal y está integrado por 3
a 5 personas todos con la misma responsabilidad y son los que se encargan de
organizar, promover y ejecutar el plan de acción para el desarrollo en cada una
de las áreas sociales. Estos 12 voceros conforman el órgano ejecutivo, o sea “la
instancia del consejo comunal encargada de promover y articular la participación
organizada de las y los integrantes de la comunidad, los grupos sociales y
organizaciones comunitarias en los diferentes comités de trabajo; se reunirá a
fin de planificar la ejecución de las decisiones de la asamblea de ciudadanos y
ciudadanas, así como conocer las actividades de cada uno de los comités y de
las áreas de trabajo” (Artículo 8).
El siguiente paso fue realizar un diagnostico por área de trabajo: cada comité
realizó una identificación de problemas, evaluación de fortalezas, debilidades,
amenazas, oportunidades y alternativas de soluciones. Se priorizaron entonces
173
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
las necesidades para crear un plan de desarrollo de la urbanización Coromoto, el
cual, una vez aprobado de manera participativa y democrática, dio origen a un
plan de trabajo que garantizaría una mejor calidad de viva para sus habitantes.
Es así como se elaboró y gestionó en colaboración con Fundacomunal y
MINPADES nuestros dos primeros proyectos.
El recurso correspondiente al primer proyecto se recibió en octubre del 2006, por
un monto de 30 mil bolívares fuertes (13.953,500 US$ en 2009) para la ejecución
del mejoramiento del acueducto, reestructuración de las cunetas en la entrada de la
urbanización y limpieza de la acequia. El objetivo del proyecto: evitar inundaciones por
las aguas fluviales. La gestión fue ejecutada por administración directa: la mano de
obra en su totalidad fue de la comunidad, lo que garantizó un eficiente desempeño.
Los recursos económicos que sobraban fueron utilizados para el rescate de
la instalación deportiva, en colaboración con los jóvenes, niños, niñas y mujeres
de esta comunidad. Además, se refaccionó el techo de la casa de alimentación
y se atribuyeron algunas ayudas sociales a las personas identificadas con más
necesidades.
Paralelamente, el segundo proyecto fue aceptado durante el cuarto trimestre del
año 2006: se trata de un proyecto de vivienda (reubicación), logrando la aprobación de
los recursos para la construcción de 230 viviendas (misión Villanueva) por un monto
de 10.608 mil bolívares fuertes (4.934.000 US$ en 2009). El resultado esperado
consiste en la fundación de una nueva comunidad en una zona diferente, donde se
reubicaran las familias que se encuentran en alto riesgo por la cercanía del río. Para
garantizar una mejor calidad de vida para todos sus habitantes, se determinó que
este asentamiento contara con áreas comunales, áreas para el desarrollo endógeno,
una escuela bolivariana, servicios de salud y recreación entre otras. Se adquirió para
este fin un terreno ubicado en una granja en otra parroquia del municipio Boconó.
Al igual que el primero, este proyecto se está ejecutando bajo administración
directa, desarrollándose como una escuela de formación para los jóvenes de la
comunidad que no conocían el trabajo de construcción.
Posterior a la rendición de cuentas sobre la ejecución del primer proyecto ante
la asamblea de ciudadanos y ciudadanas, nos aprobaron a finales del año 2007 un
tercer proyecto de embaulamiento de acequia (curso de agua) en la nueva fundación
(denominada Villa Nueva). Con un financiamiento de 122 mil bolívares fuertes
(56.744,2 US$ en 2009), este proyecto esta culminado en su totalidad.
1.2 Promoción de la salud y prevención de las enfermedades
Simultáneamente a la ejecución de los proyectos llevados por el consejo
comunal, se organiza, planifica, gestiona y desarrolla en la comunidad actividades
que conllevan a la prevención de enfermedades, realizando periódicamente:
• jornadas de saneamiento ambiental,
• jornadas de desparasitación en general,
• jornadas medico-asistenciales,
174
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• despistaje de: diabetes, hipertensión arterial, VIH/SIDA, cáncer de cuello uterino,
patologías relacionadas con salud visual y bucal.
En estas actividades participan los diferentes programas coordinados por el
Ministerio de Salud en el ámbito local y estadal, la misión Barrio Adentro, el comité
de salud y la comunidad en general. Además, se promueven sesiones educativas
sobre VIH/SIDA y manipulación de alimentos, dirigidas a las madres procesadoras
de alimentos (de la escuela y de la casa de la alimentación), así como a jóvenes y
adultos que participan en las diferentes misiones.
En la actualidad existen 10 promotoras de salud en la comunidad. Estas
promotoras imparten sesiones educativas en diferentes tópicos; también gestionan
el acceso a medicamentos para personas de escasos recursos; procuran asistencia
a través de las diferentes misiones e instituciones para la identificación de los ”casos
sociales”; prestan atención a las personas con discapacidad, mediante visitas
domiciliares realizadas por diferentes vocero/as del consejo comunal con la finalidad
de proporcionar ayuda oportuna. De igual manera, los promotores de salud y Barrio
Adentro apoyan a las personas de la tercera edad asociados a un club de estilo de
vida saludable.
La comunidad en la actualidad cuenta con un servicio de atención en salud con
recurso humano calificado (médico, odontólogo, enfermeras y defensores de la salud)
que también beneficia a las poblaciones de zonas aledañas, asegurando el aumento
de cobertura.
1.3 Actividades culturales y productivas
En lo cultural se estableció el Festival del niño y la niña, en el cual se realizan
actividades recreativas (talleres de danza y títeres, juegos, planes vacacionales,
entre otros). En estos espacios se realzan los valores de amistad, equidad, amor,
compañerismo, solidaridad. Esto se logra gracias a la participación y colaboración
de la misión Cultura, los promotores de salud, el Ateneo de Boconó, los grupos
organizados de danzas, la misión Barrio Adentro, la escuela bolivariana, el consejo
comunal y toda la comunidad en general. En este ámbito se está promoviendo la
integración institución y comunidad mediante la planificación y desarrollo conjunto de
diferentes actividades.
También se instauraron dos escuadras de lectura una integrada por niño/as y
adolescentes y la otra por adultos, basada en una educación emancipadora, en la
cual se forma culturalmente al ciudadano y a la ciudadana.
A nivel productivo, se implementaron ocho empresas de producción social, las
cuales son “unidades de producción de bienes, obras y servicios, constituidas bajo
la figura jurídica que corresponda, que tienen la particularidad de destinar parte de
sus ganancias generadas a un reparto equitativo entre sus miembros y otra parte se
transfiere a planes y proyectos de desarrollo social de la comunidad” (Mora Esparza,
2007). Estas empresas de producción social benefician de manera directa a más
de 35 familias y contribuyen al desarrollo socioeconómico de la comunidad a través
de la generación de empleo, el abastecimiento de productos de consumo masivo a
precios solidarios y el aumento de ingresos económicos para el colectivo.
175
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Estas organizaciones, financiadas por el banco comunal que es la “forma de
organización y gestión económico-financiera de los recursos de los consejos
comunales” (Ley de los Consejos Comunales, 2006), están constituidas bajo cuatro
modalidades:
• Las unidades de producción familiar (una granja avícola con gallinas ponedoras, una granja para la elaboración de productos lácteos y una de reciclaje de desechos
sólidos);
• Las empresas mancomunadas de producción social (herrería artesanal, turismo y
dulcería criolla);
• Las empresas de propiedad social directa (una empresa de artesanos y otra de
elaboración de placas de bloques de aliven);
• La empresa comunitaria despulpadora de frutas.
2. RESULTADOS
2.1 Obstáculos y elementos de solución identificados
Durante el curso del proceso, persistieron algunos obstáculos señalados tanto
por parte del Estado como por parte de la comunidad. Los principales obstáculos
identificados fueron los siguientes:
• Lucha de poderes entre grupos de la comunidad organizada;
• Falta de voluntad política por parte de algunas organizaciones gubernamentales,
lo que contribuye para que las comunidades “salten los canales de comunicación”
para el logro de alternativas de solución;
• Algunos miembros de la comunidad no están de acuerdo con el desarrollo de los
proyectos.
Entre los elementos decisivos que permitieron superar algunos obstáculos, podemos
señalar:
• La formación y capacitación de los comités;
• La fortalecimiento de los procesos de integración comunidad-instituciones;
• La respuesta inmediata por parte de instituciones competentes.
En la actualidad, este proceso nos ha permitido crecer como seres humanos ya que
hemos aprendido a trabajar en equipo, escucharnos, participar con igualdad de género,
tomar decisiones autónomas y respetarlas para el beneficio de todos y todas.
2.2 Nuestros principales logros
Hasta el presente, los logros, contribuciones y resultados más significativos de esta
experiencia se resumen en los siguientes puntos.
A nivel de organización
• Mayor toma de conciencia en la comunidad;
176
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• Mayor capacidad de movilización y de abogacía o defensa de los intereses
comunitarios;
• Democratización;
• Creación de nuevos recursos y/o fortalezas comunitarias;
• Se logró que los procesos sean más transparentes, participativos y
protagónicos;
• Consolidación del poder popular y empoderamiento del colectivo mediante
la gestión de proyectos sostenibles y a través de la organización y participación
comunitaria;
• Se ha incrementado la participación proactiva con las comunidades;
• Atención a niños y niñas a través de actividades y jornadas culturales y recreativas
donde se realzan los valores de amistad, compañerismo, igualdad, disciplina, respeto,
compartir, responsabilidad, entre otros.
A nivel de infraestructura
• Apoyo logístico y desarrollo de actividades, en corresponsabilidad con la
comunidad, relacionadas con saneamiento ambiental (aguas servidas) salud y
vivienda;
• Gestión, adquisición y ejecución de recursos para la construcción de 230 viviendas
bajo administración directa;
• Gestión, adquisición y ejecución de recursos para el proyecto de mantenimiento y
reparación del acueducto, canalización de las aguas fluviales y remodelación de las
instalaciones deportivas de la comunidad;
• Gestión, adquisición y ejecución de recursos para el embaulamiento de acequia
ubicada en el terreno donde se construye las 230 viviendas;
• Creación de ocho empresas de producción social, financiadas por el banco
comunal;
• Fortalecimiento de servicios públicos;
• Mayor integración interinstitucional e intersectorial;
• Creación de una escuela de formación para jóvenes que permite mejorar calidad
de vida.
A nivel de salud
• Mejoramiento de servicios de atención en salud;
• Incremento de la cobertura al incluir actividades relacionadas con determinantes
que afectan la salud (Ej.: culturales, recreativas, educativas)
• Mejoramiento de las condiciones ambientales en la comunidad;
• Se estima que el esfuerzo conjunto con las comunidades ha permitido disminuir la
morbilidad de algunas enfermedades infecciosas y un mejor abordaje a los factores
de riego de enfermedades no transmisibles;
• Un 95% de las personas con discapacidades están siendo atendidos por las
diferentes misiones tales como: misión José Gregorio Hernández, misión Barrio
adentro, casa de alimentación y comité de protección social e igualdad social de la
comunidad;
• Un 100% de las personas con diabetes reciben tratamiento, y está siendo
atendidos 90% por la institución pública; y el otro 10% recibe tratamiento por la
institución privada;
177
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• 100% de pacientes con hipertensión arterial reciben tratamiento por parte de la
institución pública;
• Se cubre el 100% de atención integral a la población escolar (odontología, control
médico, esquema de inmunización, intercambios de saberes y conocimientos, entre
otros);
• 100% de cobertura en pesquisa de cáncer de cuello uterino en mujeres de edad
fértil;
• Seguridad alimentaría a través de jornadas periódicas de garantías de alimento a
precios solidarios por intermedio de la misión Mercal;
• No se registran muertes maternas e infantiles.
Referencias
Ley de los Concejos Comunales. (2006,10 de abril). Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela. Nº 5.806, Diciembre 28, 2009.
Mora Esparza, JL. (2007). La economía comunal. Extraído el 10 de septiembre de
2009 de: www.eumed.net/libros/2007c/335/
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Logrando juntos la construcción de un
consultorio Barrio Adentro en la
comunidad de Mesa Colorada
Por Yaritza L. Berrios, Magaly B. Briceño, Maria Isabel
Daboin, Xiomara Garcia, Domitila Torrealba, María Yolanda Villa
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Logrando juntos la construcción de un consultorio
Barrio Adentro en la comunidad de Mesa Colorada
Por Yaritza L. Berrios, Magaly B. Briceño, Maria Isabel Daboin,
Xiomara Garcia, Domitila Torrealba, María Yolanda Villa1
1. ANTECEDENTES
En los años pasados, nuestra comunidad nunca pudo formar una asociación
de vecinos, que era la organización con la que contaban las comunidades para
tratar de resolver los problemas comunitarios. En ningún momento contamos con
líderes comunitarios que pudieran crear conciencia en la comunidad de participar
en la busca de la solución de problemas que siempre existieron en nuestra y
diferentes comunidades de nuestro municipio. En algunas comunidades se alzaban
formando huelgas, quemando cauchos y trancando el paso de vehículos.
2. INICIOS DE LA ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD
2.1 La llegada de los médicos de la misión Barrio Adentro
Para nuestra comunidad en específico, fue durante el año 2003 cuando se
vio que los organismos del Estado, específicamente la Alcaldía conjuntamente
con concejales, fueron llegando más a menudo a la comunidad. Comenzó a
existir alguna comunicación más a menudo entre la comunidad y las Alcaldías o
juntas parroquiales, ya que los que laboraban en esos organismos son personas
conocidas, que comparten nuestras necesidades, y que de una u otra manera han
querido mejorar nuestras comunidades.
Es por ello que algunas personas nos hemos interesado en tomar la iniciativa
de convertirnos en portavoces de nuestras comunidades. De esta forma comenzó
nuestra lucha social, en función de mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad.
Fue cuando en octubre del 2003 llegó a nuestra comunidad la misión Barrio
Adentro. Un día, el señor Julio llegó a la comunidad, fue a la casa de la señora
Yaritza, y les presentó a los médicos cubanos que iban a trabajar en nuestra
comunidad. De inmediato se comenzó a buscar entre los vecinos alguien que
pudiera ceder un espacio para que ellos trabajaran.
Se notó entonces entre los vecinos muy buena aceptación y contentos que
tuviéramos la misión Barrio Adentro. Sin embargo no fue fácil conseguir el espacio.
Pasaron varios días buscando hasta que un día, la señora Maritza, la cual tiene
un cuidado diario para niños de madres trabajadoras de la comunidad, ella con
toda la buena intención ofreció la sala de su casa para que comenzara. No era
el más adecuado, pero de alguna forma tenía que comenzar y fue allí donde
comenzó a funcionar, en el sector debajo de la comunidad, y luego en la parte
alta de la misma. Luego se consiguió un lugar más adecuado y amplio donde la
señora María Antonia. Era un cuarto solo para los consultorios. De esta manera se
empezaron las consultas.
1 Integrantes del Comité de salud de Pampanito, municipio Pampanito, estado Trujillo.
181
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
El espacio de sector de abajo seguía siendo un problema. Un día la doctora
Maryely, de nacionalidad cubana, manifestó la necesidad urgente de otro espacio,
porque de otra manera ella saldría de la comunidad. Por esa razón, el señor
Américo ofreció un cuarto de su casa. Se le hizo la revisión, algunos arreglos
y con la ayuda de vecinos se amobló. Resultó totalmente aceptable, y de esta
manera se comenzaron las consultas en el sector ya mencionado.
Conjuntamente con Fundasalud, se fue donando más recursos. La gente se
sentía muy bien con la atención de los doctores y las visitas a las casas.
Luego, llega a la comunidad el entrenador deportivo, el señor Diego, quien
también fue muy bien recibido por la misma. Este entrenó a niños y niñas en
ajedrez, formó el club de abuelos, mientras los días lunes miércoles y viernes
se reunía con los abuelos en el patio de señor Américo donde practicaban
ejercicios.
2.2 La creación del comité de salud
Fuimos invitados a una reunión en la unidad sanitaria con los proyectos de
salud. Este fue el primer contacto directo con las instituciones de salud. Viendo
nuestras ganas de trabajar de la mano con ellos, nos invitaron a realizar en
nuestra comunidad una serie de reuniones donde se comunicó lo importante y
valioso de la asistencia médica directa, y lo importante de la organización para
mejorar la calidad de vida de los habitantes. Se nos habló de que se tenía que
formar un comité de salud, y de esta manera se realizaron varias reuniones. Fue
el 3 de agosto del 2004 que se conformó el comité de salud, aunque no fue fácil,
ya que se hizo un poco engorroso los trámites de registro.
Se hizo costumbre de los habitantes de realizar reuniones en la escuela de la
comunidad los días miércoles, con la presencia de los trabajadores sociales.
Luego se instaló la casa de alimentación, que sirve de ayuda a las personas
más necesitadas.
Al observar el progreso y las mejoras se cayó en cuenta de la colaboración de
todos los habitantes para seguir obteniendo beneficios. Continuaron las reuniones
y la gente se acercaba para plantear sus problemas de agua y luz, entre otros.
Por esta razón se tomó la decisión de formar una asociación civil para trabajar
todos. Hubo buena aceptación y mucha participación. Un domingo se realizó la
elección, luego se hizo el registro y se comenzó a trabajar de la mano comité de
salud y asociación civil.
Gracias a la comunicación que hay entre la Alcaldía y la comunidad, nos
enteramos que se iba a construir varios consultorios. Entre ellos, el de nuestra
comunidad. Se empezó entonces la búsqueda de un terreno, cosa que no fue
fácil, hasta que se pudo habilitar en el sector de la parte baja de la comunidad
un terreno de propiedad de la señora Ernestina. No fue fácil convencerla, pero al
final accedió a la venta del terreno a la Alcaldía, y de esta manera se comienzo la
construcción de lo que hoy es nuestro ambulatorio.
182
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
2.3 Los nuevos proyectos
Al ver la satisfacción de la comunidad, se siguió trabajando en busca de recursos
para solucionar problemas.
• Se constituyó el consejo comunal y se alquiló para sus actividades, reuniones
y talleres, una vivienda la cual cuenta con una pequeña biblioteca. Ha presentado
varios proyectos, como el de la remodelación y reconstrucción de 7 viviendas
para las personas necesitadas.
• Para los problemas relacionados con el agua, se logró conectar a otra naciente
de agua para poder solucionar nuestras necesidades. Dichos recursos fueron
concedidos por medio de la Alcaldía y la gobernación.
• Además se han solventado problemas sociales: hemos ayudado a personas
de la comunidad que no cuentan con recursos para estudiar. También se donaron
sillas de ruedas
• Se planteó comprar una vivienda para colocar cede propia al consejo
comunal.
• Se consiguió que la Alcaldía aprobara los recursos para la construcción de la
casilla policial: en junio de 2008 se comenzó con el proyecto para actualmente
ser culminado y ponerlo en servicio.
• De igual forma fue expuesto el proyecto de vivienda y fue un éxito ya que
logramos que se aprobaran 30 viviendas y 28 remodelaciones.
Con la llegada de la misión 13 de abril fuimos seleccionados como vitrina.
Actualmente estamos trabajando con todos los organismos del Estado para
mejorar la calidad de vida de los habitantes de la comunidad de Mesa Colorada.
CONCLUSIÓN
Para concluir, constamos que los principales avances de la experiencia vivida
por nuestra comunidad son los siguientes:
• La participación de la comunidad y de los entes gubernamentales en conjunto
para lograr la solución de un problema existente en la comunidad de Mesa
Colorada.
• La construcción del ambulatorio Barrio Adentro en la comunidad, gracias a:
o La consecución y dotación de terreno para la construcción.
o La adaptación de la construcción al terreno existente
o El apoyo de la Alcaldía y protección civil
o Un recurso humano calificado para la construcción del consultorio que es de
la misma comunidad.
183
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• La organización de la comunidad gracias al apoyo de instituciones, con:
o La conformación de un comité de salud en el sector de Mesa Colorada para lograr
el bien común con la constitución del consultorio de Barrio Adentro, la dotación del
equipamiento y del personal necesario para su funcionamiento.
o La reorganización de la asociación civil para motivar a la comunidad a la
participación
o El descubrir la importancia de la organización de la comunidad para lograr los
objetivos propuestos.
Para ello, los principales obstáculos que tuvimos que enfrentar fueron los siguientes:
• La indiferencia de la Alcaldía ante las sugerencias realizadas por la comunidad
al realizar la contraloría social; sus respuestas tardías para la construcción del
consultorio.
• El poco apoyo de la comunidad en general, ya que en la mayoría de los casos se
deja el trabajo a un pequeño grupo.
• El poco apoyo gubernamental ya que estos en algunos casos no atienden
oportunamente los planteamientos.
• La desmotivación del colectivo
• La desnivelación del terreno.
• La inestabilidad en el personal encargado de ejecutar la obra; el retardo de la
construcción.
• El desconocimiento del marco jurídico que fortalece a las organizaciones
comunitarias, limita la toma de decisiones más enérgicas para avanzar más
rápidamente en el proyecto.
Con el fin de seguir mejorando la calidad de vida de la comunidad, proponemos
las siguientes estrategias para el futuro:
• Capacitar a nuestras organizaciones comunitarias en relación a todo el basamento
legal necesario para que estos ejerzan una efectiva contraloría social y hacer valer su
autoridad ante los organismos públicos:
o A través de un lineamiento nacional, exigir a los medios de comunicación la difusión
de la información de leyes y reglamentos que rigen la materia de las competencias de
los consejos comunales.
o Exigir a la comunidad organizada la formación de comité de contraloría social para
el desarrollo o reejecución de cada proyecto comunitario.
o Incluir en el pensun de estudio una asignatura de organización comunitaria.
• Conformar escuelas de formación ciudadanas para instruir a las comunidades en
la constitución del poder popular:
184
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
o Fortalecer en el pensun de estudio de la educación básica la formación de valores
morales necesarios para el nuevo ciudadano.
o Utilización de espacios físicos existentes en las comunidades.
o Utilización del recurso humano de los organismos públicos para la formación de
nuevas ciudadanías.
• Evaluar el cambio de paradigma de los servidores públicos de todos los
organismos:
o Removiendo el personal de gerencia y operativo que no cumpla su rol de servidor
público.
o Fomentando el liderazgo de los servidores públicos de acuerdo a la nueva
estructura del poder.
185
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Capacitándose en Pampanito
para la elaboración de proyectos
Por E. Cegarra, Arelis C.Fernández, Amable Godoy
187
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Capacitándose en Pampanito para la elaboración
de proyectos
Por Blanca E. Cegarra, Arelis C.Fernández, Amable Godoy1
1. EL DESARROLLO DE LA INICIATIVA
1.1 Origen de la iniciativa
En respuesta a una invitación convocada por un comité de salud en el municipio
Pampanito, estado Trujillo, acudimos un grupo de personas, integrantes de
distintas organizaciones comunitarias a las instalaciones del Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas (INIA) el día 14 de mayo de 2005.
Allí se nos dictó una serie de talleres en un lapso de ocho meses, siendo el
patrocinador un equipo especializado de Fundasalud-Trujillo, donde se nos
instruyó sobre cómo sensibilizar a la población para enfrentar los problemas en
sus comunidades de manera organizada. Luego explicaron las causas de algunas
enfermedades que presentaba la población en los últimos meses, según la estadística
de los centros asistenciales de salud en el municipio, siendo los niños los más
afectados por enfermedades derivadas de la contaminación del agua.
Comenzando el primer taller, los diferentes grupos de organizaciones comunitarias
manifestamos nuestras expectativas. La mayoría de los asistentes coincidíamos en
que esperábamos aprender a elaborar bien los proyectos, sobre todo en la parte de la
metodología. Comentábamos entre nosotros las experiencias que teníamos en cuanto
a las tantas ocasiones en que llevábamos un proyecto a los organismos. Siempre
nos lo rechazaban, en la mayoría de los casos porque no habían recursos, y en
otras oportunidades porque estaban mal elaborados. Comentábamos el surgimiento
y autonomía de las organizaciones sociales como los consejos parroquiales,
consejos comunales, mesas técnicas de energía, cooperativas, comités de tierras,
organizaciones campesinas y comités de salud, que tienen la facultad de elaborar
sus proyectos. Opinábamos que era una gran oportunidad para resolver muchos
problemas locales y que sería una lástima que no se supiera aprovechar. De ahí
nuestra expectativa de aprender bien para luego poner en práctica esta experiencia
en nuestras comunidades.
1.2 El diagnóstico participativo
También nos fue entregado un material y los asistentes fuimos organizados en
mesas de trabajo según los sectores representados por los participantes. El contenido
del material se trataba del procedimiento para comenzar a elaborar un proyecto
comunitario, participativo. Se hizo un diagnóstico y se plantearon los problemas más
conocidos del municipio y enumeramos los que consideramos prioritarios:
• La mala disposición en el vertedero de basura del sector Jiménez.
• El déficit de cantidad y calidad de agua en la mayoría de los sectores del municipio
Pampanito.
1 Integrantes del Comité de salud de Pampanito, municipio Pampanito, estado Trujillo.
189
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
•
•
•
•
•
•
El deterioro de la energía eléctrica en el municipio.
La inseguridad Ciudadana en el municipio.
La falta de canalización de aguas fluviales.
La falta de paradas de transporte público.
La ampliación de la iglesia del sector Pampanito II.
Las malas condiciones de las vías públicas.
Luego de la elaboración del listado de problemas por las diferentes mesas de
trabajo, se nombró un representante por cada mesa y se leyó la lista. Coincidían
varios de ellos en algunos problemas planteados entre los grupos. Fueron
tomados como objeto de estudio los problemas más comunes presentados por las
mesas de trabajo, analizándose de acuerdo a los aspectos sociales, económicos,
culturales, educativos, entre otros.
El resultado arrojado por el diagnóstico de los problemas en el municipio
Pampanito fue:
• El déficit de cantidad y calidad de agua potable en el municipio. • El déficit de energía eléctrica en el municipio.
Posterior a esta reunión se hicieron otras, donde se analizaban las causas u
origen de los problemas señalados.
Se concluyó que el déficit de agua se debía a las tomas clandestinas,
el aumento de la población en el municipio y por consiguiente el aumento de
viviendas, la falta de organización comunitaria, la mala utilización del servicio,
la falta de responsabilidad en el pago, la falta de educación al usuario en la
utilización adecuada del servicio, el desperdicio del agua por tuberías dañadas
domiciliarías y extradomiciliarias.
En relación al servicio de electricidad se repitieron muchas de estas causas:
tomas clandestinas del servicio, aumento del número de viviendas, falta de
conciencia en los usuarios con la relación al consumo, falta de responsabilidad
en el pago, falta de educación al usuario respecto al uso adecuado del servicio.
También se mencionó la falta de políticas de promoción de las empresas en el
uso racional de los servicios y de los pagos.
Consideramos que todo esto es lo que ha traído al municipio la congestión de
los servicios públicos y la tardanza de los organismos en busca de soluciones.
Por otra parte coincidimos en que no hay medidas de prevención para evitar
que la población se quede sin los servicios. Tampoco hay planes ni estrategias
para disminuir el riesgo como la sustitución de bombillos, la falta de cableado,
de postes, de transformadores, la poda de árboles que perjudican el tendido
eléctrico, la ausencia de planes de desarrollo de la electricidad adecuado a las
necesidades y crecimiento de la población. Lo mismo ocurre con el agua: falta de
sustitución de tuberías, filtros, inspecciones, falta de un sistema de seguridad en
tiempos de lluvia para evitar el colapso del servicio y mantenimiento en general.
En fin, solo se cumple la parte curativa del caso y no en su totalidad por la
deficiencia en la reparación rápida al momento de una falla del servicio.
190
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
1.3 Las invitaciones a los organismos del Estado
En ese sentido nos preguntamos ¿qué se podía hacer? Porque por una parte nos
parecía necesario que estuvieran presentes los representantes de los organismos
competentes. Y por otra parte, teníamos que saber a que organismos podíamos
involucrar para buscar las respuestas.
Entre los grupos de trabajo se organizaron las visitas a los lugares donde se
originaba el problema, como parte del proceso para realizar el proyecto.
También se organizaron varias visitas a diferentes organismos (Cadela,
Hidroandes, Ministerio del Ambiente, Guardia Nacional, la Comandancia General de
Policía y la Alcaldía del municipio Pampanito) con el fin de conocer el origen del
problema y plantear las posibles soluciones a los representantes de los organismos
competentes. En las mismas mesas de trabajo, redactamos los oficios para llevarlos
a los organismos explicándoles los problemas y al mismo tiempo invitándolos a los
talleres para buscar soluciones en conjunto e intercambiar información y llegar a
algunos acuerdos.
Algunos invitados no se hicieron presentes. Sin embargo, otros se mostraron
motivados. Aceptaron críticas y sugerencias que salían de los integrantes de las
mesas de trabajo. Pero también hubo representantes de organismos que mostraron
no estar al tanto de los problemas que como institución deberían tener una posición
más clara con relación a sus funciones. Sin embargo, se siguieron invitando para
saber qué podían aportar.
De acuerdo a las soluciones planteadas se elaboró proyecto que titulamos “Luz
y Agua para todos” con un presupuesto, participando además de todo el equipo
involucrado, con la parte técnica de los organismos competentes.
El cuadro siguiente corresponde al marco lógico elaborado para lo correspondiente
a la parte electrificación.
2. RESULTADOS
A dos años de esta experiencia podemos afirmar que, en términos generales, la
consideramos positiva debido a que se logró, entre otras cosas, lo siguiente:
• Incorporar a un buen grupo de organizaciones sociales y organismos del Estado
en la elaboración y planificación de un proyecto.
• Motivar a las personas a participar en la búsqueda de soluciones para los
problemas de la comunidad: las personas que se fueron sumando poco a poco a
los talleres y que no estaban incluidas en ninguna organización, hoy forman parte
actualmente de las mismas (consejos comunales, comités de salud, mesas técnicas
de energía y consejos parroquiales).
• El acercamiento y la comunicación directa entre la comunidad y las instituciones
del Estado.
• El conocimiento verdadero del origen de los problemas planteados para ambas
partes.
191
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• El aprendizaje y capacitación para la planificación y elaboración de proyectos.
En cuanto al proyecto como tal, los resultados, hoy en día, comparados con sus
objetivos iniciales son bastante positivos: en efecto, aunque el proyecto de agua
no se logró terminar debido a que hubo poca colaboración por parte de algunos
organismos, en lo que corresponde a la parte de electricidad, el proyecto se concluyó
en un 60%.
RESUMEN
INDICADORES
META: Mejorar la
calidad de vida de
los ciudadanos.
100 % de la
población del
municipio Pampanito
con servicio eléctrico
eficiente en un lapso
de 3 años.
Encuesta a la
comunidad.
Ficha social
PROPÓSITO:
Fortalecer la
prestación del servicio en el municipio
Disminuir en un 50%
las enfermedades
generadas por fallas
del servicio eléctrico,
en el lapso de tres
años.
Fichas de denuncias.
Registros de
morbi-mortalidad.
2 mesas de trabajo
organizadas por
parroquias,
capacitadas y funcionando en el lapso de
1 año
Informe de gestión
RESULTADOS:
1.Mesas Técnicas
funcionando
2.Organizaciones
comunitarias sensibilizadas, concientizadas y funcionando
3. Creación de
cooperativas de
mantenimiento
100% de grupos
organizados concientizados y capacitados
como facilitadores
con relación al uso
adecuado de la
energía eléctrica en
el lapso de 1 año.
2 cooperativas por
parroquia creadas,
capacitadas y trabajando para el
mantenimiento y
poda de árboles, en
el lapso de un año.
FUENTES
Creación de un
banco de
transformadores y
otros suministros en
el lapso de 3 años.
Fuente: Comité de salud de Pampanito
192
Participación de la
comunidad organizada.
Participación activa
de los organismos
competentes.
Informe de c
apacitación.
Registro de creación
de las cooperativas.
Mesas técnicas de
energía.
4. Electrificación y
remodelación de
redes de alta y baja
tensión.
SUPUESTOS
Informe de dotación.
Participación de
grupos organizados,
Alcaldía,
Prefectura, misiones
sociales,
organismos relacionados con el sector.
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La Comunidad unida es una fuerza capaz de lograr cualquier objetivo; siempre y
cuando el grado de interés se mantenga. Es por eso que la llama motivadora debe ser
encendida con un interés común y su finalidad debe ser de beneficio para todos.
Sin embargo, a nivel operativo, el proyecto no se desarrolló como lo habíamos
planteado. En realidad se esperaba que al finalizar el proyecto “Agua y Luz para Todos”
y fuese introducido al organismo competente, en este caso a Cadela (el proyecto del
alumbrado), luego de ser aprobado los recursos, nos llamarían para formar parte de
la ejecución del mismo. Pero allí hubo una falla gigantesca en nuestro grupo, ya que
al momento de estar más interesados por que se había logrado concluir una parte del
proyecto, nos desinteresamos, a lo mejor pensando que ya estaba todo hecho.
Se perdió la comunicación. Algunos no pudimos asistir al último taller. Y
lamentablemente, la mayoría de los que habíamos elaborado el proyecto inicial
desconocemos el rumbo que el mismo tomó. Cadela y la Alcaldía no nos tomaron
en cuenta para la conformación de la mesa técnica de electricidad. La mesa se
constituyo sin la participación nuestra, y desafortunadamente, sin una cultura de
contraloría social suficiente, lo que explica que el proyecto de electrificación hoy en
día no se haya culminado por completo.
A manera de reflexión, en esta experiencia es importante resaltar la constancia
y perseverancia de las comunidades organizadas para que el proceso logre el bien
colectivo. Finalmente vemos que como en toda lucha social se corre el riesgo de
no lograr satisfacer las expectativas cuando se pierde la sintonía del tema. Esta
experiencia nos llama por lo tanto a reflexionar sobre todo en tres cosas:
• La importancia de asegurarse que los procedimientos sean los correctos al
momento de actuar.
• La necesidad de mantener constantemente el mismo grado de interés inicial.
• La importancia que es la integración y participación del conjunto de la comunidad
para afianzar y juntar esfuerzos dirigidos al bien común, tomando en cuenta como
elemento fundamental el ejercicio de la contraloría social.
Recomendamos, por tanto, como principales acciones a desarrollar para el futuro:
• Repetir la experiencia de capacitación en la planificación de proyectos para los
Consejos Comunales y todas las organizaciones comunitarias.
• Mejorar el sistema de contraloría social mediante la capacitación para la
comunicación eficaz.
• Crear una Escuela de Nueva Ciudadanía, para formar y capacitar a las
comunidades en la perspectiva de la construcción del poder popular.
• Conformar una mesa técnica de salud para la articulación de la comunidad con
los organismos del Estado y la formulación de plan de desarrollo local.
Pensamos que si fuera posible mantener este tipo de dinámica de capacitación
en las comunidades, la gente estaría más informada y mucho más interesada en
la cosa pública. Serviría para unir más a las comunidades y rescatar valores que
hoy día se han perdido. Sin lugar a duda, tendrían estas organizaciones el apoyo
absoluto de las y los ciudadanos.
193
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La experiencia comunitaria de la mesa
técnica de salud de la parroquia Carache
Por Yolanda González & María Trompetero
195
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
La experiencia comunitaria
de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache
Por Yolanda González & María Trompetero1
INTRODUCCIÓN
Antes del año 1999, la participación de las comunidades en el diseño, planificación
y ejecución de las políticas públicas de salud eran en gran medida deficientes. Esto
se debía fundamentalmente a la inexistencia de un marco jurídico que apoyara
las iniciativas comunitarias, quedando relegada la participación solamente a los
momentos electorales.
Con la promulgación de la Constitución Bolivariana de la Republica de Venezuela
(CRBV), en diciembre de 1999, la cual fue aprobada por el poder constituyente en
elecciones libres y soberanas, se da un vuelco total a la participación ciudadana con
el cambio de democracia representativa a democracia participativa y protagónica;
generando en Venezuela una dinámica social sin precedentes; comprometiendo
al Estado venezolano por mandato constitucional a incentivar y estimular dichos
procesos, creando nuevos espacios para la participación en los ámbitos locales,
regionales y nacionales.
Todo este contexto conlleva a una redefinición de las relaciones entre Estado y
sociedad; surgiendo así instrumentos legales como la Ley de Consejos Comunales y
la Ley del Poder Público Municipal, entre otros, para dar cumplimiento a los preceptos
constitucionales.
En este sentido, en el marco del nuevo pacto Estado / comunidad, surgen las
mesas técnicas de salud como herramienta estratégica para el empoderamiento
de las comunidades, fomentando la participación ciudadana como respuesta a sus
necesidades de salud.
Es así como en la parroquia Carache una organización social comunitaria
denominada Comité Bolivariano y Contraloría Social “Sembrando Salud” toma la
iniciativa de crear la mesa técnica de salud como espacio de encuentro de ciudadanos
y ciudadanas con disposición en debatir, definir, planificar y ejecutar soluciones a
los problemas de salud inherentes a su contexto local, y cuyo objetivo general es
fortalecer los procesos de desarrollo local, vinculados a las iniciativas y proyectos
sociales participativos e intersectoriales, incluyendo las habilidades y destrezas
técnicas propias de los gestores de salud; para el ejercicio pleno de la autonomía,
corresponsabilidad y protagonismo ciudadano en salud, a través de un verdadero y
efectivo trabajo en red.
Es oportuno destacar que el Comité Bolivariano y Contraloría Social “Sembrando
Salud” nace el 25 de mayo de 2004, en reunión convocada por la dirección del Hospital
Tipo I. Dr. Rafael Quevedo Viloria con representantes de las fuerzas vivas: Educación,
Salud, Alcaldía, Ambiente, Autoridades Cívico-Militares, Iglesia, Asociaciones Civiles,
Grupos Culturales, Organizaciones no Gubernamentales de la comunidad; llegándose
al acuerdo de crear el Comité de Gestión Local “Compartir es Crecer”.
1 Integrantes del Comité de Salud “Sembrando Salud” de Carache, municipio Carache, estado Trujillo.
197
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
A partir de octubre del mismo año, atendiendo sugerencias de la Dirección
General de los comités de salud del Ministerio de Salud, cambia su nombre a Comité
Bolivariano de Salud y Contraloría Social “Sembrando Salud” cuyo lema fue “Por un
Carache Prospero y Sano”. La iniciativa se logra debido a la inquietud y presencia
del recurso humano que le dio la interpretación al Art. 84 de la CRBV, que dice
textualmente: “La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar
en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política
especifica en las Instituciones públicas de salud”.
Desde ese entonces se ha venido realizando un trabajo articulado y continuo
basado en un nuevo modelo de cogestión Estado / sociedad, fundamentado en la
prevención de enfermedades y promoción de la salud; cumpliendo de esta manera
con la propuesta revolucionaria del Presidente Hugo Chávez Frías de darle todo el
poder al pueblo; a través de la construcción del Sistema Único y Público de Salud
poniendo al alcance del soberano los servicios médico-asistenciales del Ministerio
del Poder Popular para la Salud y la misión Barrio Adentro del convenio CubaVenezuela.
Los integrantes del comité de salud “Sembrando Salud”, aspiramos que
este documento sea de utilidad para el análisis de los procesos de participación
comunitaria en salud que adelanta el gobierno nacional y el Ministerio del Poder
Popular para la Salud en el fortalecimiento de sus políticas de participación popular
y de las organizaciones sociales y comunitarias.
1. LOS OBJETIVOS DE LA MESA TECNICA DE SALUD
1.1 Objetivo general
Fortalecer los procesos de desarrollo local, vinculados a las iniciativas y proyectos
sociales participativos e intersectoriales de la parroquia Carache, incluyendo las
habilidades y destrezas técnicas propias de los gestores en salud; para el ejercicio
pleno de la autonomía, corresponsabilidad y protagonismo ciudadano en salud, con
la finalidad de realizar un verdadero y efectivo trabajo en red.
1.2 Objetivos Específicos
• Profundizar los mecanismos de participación de las comunidades de la parroquia
Carache en la toma de decisiones para la ejecución de políticas públicas saludables
de acuerdo a las necesidades sentidas.
• Impulsar el desarrollo de proyectos comunitarios.
• Propiciar espacios para el ejercicio de la contraloría social en el área de la
salud.
1.3 Justificación
Tomando en cuenta que la salud es un derecho social que tenemos todos los
ciudadanos y ciudadanas de este país; que la misma es el resultado de múltiples
factores o determinantes como educación, alimentación, vivienda, empleo,
saneamiento ambiental, cultura, recreación, servicios asistenciales, entre otros; que
198
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
al interactuar definen el perfil de salud individual y colectivo de los pueblos. Además
de los agobiantes problemas que afectan a los habitantes de la parroquia Carache
y que son necesidades reales y sentidas, el comité de salud “Sembrando Salud”
amparado en el derecho que le asiste por mandato constitucional se ha propuesto
conformar la mesa técnica de salud de la parroquia Carache, como ejercicio pleno de
ciudadanía y poder popular.
2. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA
2.1 Antecedentes
La Dirección General Sectorial de Salud del MSAS, a través de las direcciones
regionales, inicia en 1987 el Plan de Fortalecimiento de los distritos sanitarios en base
a la realidad local auspiciado por la OPS, con la implementación de la planificación
estratégica, y de los diagnósticos situacionales de salud participativos. En este
sentido, en 1990 se hizo la instalación del SILOS (Sistema Local de Salud) Valera y
en 1993 del SILOS Carache.
Durante el período 2004-2008, nacen los Proyectos Comunitarios de Salud;
que actualmente son MADRE, CAREM, SALUD SEGURA, COMUNIDAD SEGURA
Y VIDA PLENA, ATENCIONES ESPECIALES, como un nuevo modelo de gestión
comunitaria.
En el 2007, se crea la mesa técnica de salud de inmunizaciones (Plan nacional
de erradicación de la rubéola y SRC) por el departamento de epidemiología distrital
Carache, no obstante tuvo un carácter más institucional que socio-comunitario.
En Junio 2007, el equipo Técnico de la Dirección General de Programas de Salud y
la Coordinación de comités de salud de Fundasalud del estado Trujillo y conjuntamente
con un grupo focal conformado por voceros y voceras de consejos comunales y
comités de salud provenientes de diversos municipios, elabora el documento base
para la propuesta de conformación de las mesas técnicas de salud.
En septiembre de 2007, por iniciativa comunitaria, se crea la “Mesa Técnica de
Salud: Prevención del Dengue en la Parroquia Carache”, la cual elabora el Manual
de capacitación dirigido a los consejos comunales para el control de la fase larvaria
del Aedes aegypti. Tuvo un impacto positivo al lograr, con el trabajo de las brigadas
comunitarias, la reducción de la incidencia de dengue en la parroquia Carache.
Actualmente está en funcionamiento.
2.2 Momentos operacionales para la conformación de la mesa técnica de salud
parroquia Carache
A partir del mes de enero de 2008, motivado entre otras razones, por el enorme
impacto logrado con la reciente experiencia de la “Mesa Técnica de Salud Prevención
del Dengue” que viene funcionando desde el mes de septiembre de 2007, comienza
a germinar entre los integrantes del comité de salud “Sembrando Salud”, la creación
en Carache de una mesa técnica de salud ampliada. A tal efecto se realizaron
reuniones de trabajo donde se intercambiaron opiniones y sugerencias de personas
de la comunidad, como de servidores del sector salud de la parroquia.
199
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
En este sentido, los días martes 6, viernes 9, martes 13 y lunes 19 de mayo se
definieron los criterios fundamentales que delinean la propuesta de creación de la
mesa técnica de salud, entre los cuales se encuentran: definición, objetivos, funciones,
principios, actores sociopolíticos que la integrarían y marco jurídico. Igualmente se
estableció como ámbito de acción de la mesa técnica de salud el territorio social de
la parroquia Carache, y se planificaron encuentros de sensibilización a los consejos
comunales de la parroquia para la presentación de la propuesta, fijándose la fecha
del día miércoles 21 de mayo cuando se realizó el primer conversatorio.
En este conversatorio la metodología empleada consistió en mesas de trabajo.
Se nombró además una comisión de enlace entre los asistentes, siendo su tarea
servir de agente multiplicador del mensaje a los demás consejos comunales que no
asistieron para su incorporación a esta importante iniciativa que redunda en beneficio
de la calidad de vida y salud de las comunidades. Se invitó por escrito a una próxima
reunión programada para el día viernes 11 de julio de 2008.
De igual forma, se aprovechó el espacio radial del programa “Sembrando Salud”
producido por el comité de salud en la emisora comunitaria Minumboc 104.1 F.M
para dar a conocer a la población en general lo que se estaba haciendo y estimular
la participación ciudadana. Finalmente, el día viernes 11 de Julio de 2008 quedó
formalmente constituida, mediante acta suscrita, la mesa técnica de salud de la
parroquia Carache. Se acordó seguir realizando encuentros para llevar a cabo las
acciones fundamentales que conforman el ciclo comunal, tales como:
•
•
•
•
•
el diagnostico participativo,
el plan de acción,
el presupuesto participativo,
el desarrollo de los proyectos
la evaluación integral comunitaria.
Es de hacer notar que el lunes 21 de julio de este año, en la evaluación de
proyectos comunitarios del distrito sanitario Carache, se hizo la presentación de la
propuesta y avances de la mesa técnica de salud de la parroquia Carache, a los
representantes de Fundasalud, consejos comunales y otras organizaciones sociales
y gubernamentales presentes.
Actualmente estamos en el momento del diagnostico participativo.
3. LECCIONES APRENDIDAS
3.1 Nuestros logros
• Se ha conformado la mesa técnica de salud de la parroquia Carache, asumiendo
ya la primera tarea del ciclo comunal que es el diagnóstico participativo.
• La iniciativa de creación de la mesa técnica de salud ha estimulado la inclusión
social y la participación protagónica de ciudadanos y ciudadanas de la parroquia
Carache en la solución a los problemas de salud.
• Las comunidades responden mejor a la participación, cuando los problemas de
salud son enfocados tomando en cuenta sus necesidades sentidas.
200
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• Se ha logrado el fortalecimiento del poder popular.
• Valoración al intercambio de ideas.
• Validación del diálogo de saberes, como fuente de información.
• Respeto a la diversidad de opiniones.
• Crecimiento personal y fortalecimiento del trabajo en equipo.
• Perseverancia, constancia y cultivo de valores tales como: la tolerancia, amor y
responsabilidad.
3.2 Los limitantes
• Algunas organizaciones gubernamentales parecen ser resistentes a promover la
participación social en las políticas públicas, al no democratizar la información y por
falta de incentivos para el desempeño de las organizaciones socio comunitarias.
• Existe pasividad de algunos consejos comunales de la parroquia Carache, lo que
crea dificultades al momento de articular el trabajo conjunto.
• La falta de apoyo institucional al trabajo comunitario.
• La falta de espacios para los encuentros.
3.3 Los factores positivos
• El marco jurídico que promueve el ejercicio de la ciudadanía y la participación.
• La dinámica social de la parroquia Carache que se refleja en organizaciones
comunitarias participando activamente en salud.
• Las organizaciones públicas gubernamentales de la parroquia Carache, con
sensibilidad y voluntad política para apoyar las iniciativas comunitarias en pro de la
salud de la población.
3.4 Retos futuros
En un plazo menor, nuestro reto es responder a la problemática comunitaria de
manera eficaz y efectiva cumpliendo con las tareas y acciones que conforman el
ciclo comunal de la mesa técnica de salud. Para ello, es necesario el intercambio
democrático de información de los diferentes actores sociopolíticos para el abordaje
de la problemática de salud de la parroquia Carache.
En un plazo mayor, se trata de mejorar la calidad de vida y condiciones de salud
de los habitantes de la parroquia Carache, a través de un modelo de gestión social
que favorezca el desarrollo de políticas públicas saludables, orientadas a incidir
sobre los determinantes locales de salud que afectan al colectivo.
201
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Promoviendo la salud mental en Morón
Armando J. Ramírez M
203
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Promoviendo la salud mental en Morón
Armando J. Ramírez M.1
1. ANTECENDENTES
1.1 Un comité de salud creado en 1986
El comité de salud « Monseñor José Humberto Contreras » de la Urbanización
Morón, parroquia Mercedes Díaz del municipio Valera del estado Trujillo, es
considerado como una de las pocas organizaciones populares del estado Trujillo que
después de muchos años se ha mantenido fiel al trabajo comunitario. Con 24 años
de existencia, es una de las organizaciones de base pioneras de las instancias de
participación y orientación comunitaria en salud en el estado Trujillo.
Haciendo un poco de historia, esta organización comunitaria se fundó el 19 de
junio de 1986, en la Urbanización « Monseñor José Humberto Contreras », conocida
popularmente como Morón, ubicada al noroeste de la ciudad de Valera. Surgió como
consecuencia de la puesta en marcha de la estrategia de atención primaria en salud
en el estado Trujillo, y como resultado de la acumulación de experiencias en el campo
del trabajo popular o comunitario de algunas personas de la comunidad.
Este comité de salud, lo integramos hombres y mujeres, sin distintos de ningún tipo
(amas de casa, estudiantes, obreros y uno que otro profesional), preocupados todos por
el bienestar de la comunidad. Somos reconocidos como una organización popular sin
fines de lucro. Nos organizamos alrededor de nuestras necesidades y conocimientos,
para ayudarnos mutuamente a crecer en lo personal y en lo grupal, con ello queremos
indicar todo el proceso de ir adquiriendo valores que expresan un dominio de si mismo
y una relación adecuada con los demás, desarrollando la capacidad y destreza de
reflexionar y analizar en grupo, desplegando la responsabilidad personal y el espíritu
de iniciativa, valorando cada vez más el dialogo y la participación, así como también
desarrollando la capacidad de escuchar e integrar opiniones y decisiones en grupo.
“Divididos seremos más débiles. La unión hará nuestra fuerza” dice un pensamiento
del Libertador Simón Bolívar. Todo es posible si la ciudadanía decide comenzar a
actuar unida y deja a un lado los intereses partidistas” (El Tiempo, 1988, abril 4).
1.2 Una organización fortalecida por la nueva Constitución
En la comunidad de Morón, los vecinos que hemos visto en los comités de salud
una posibilidad de orientación organizativa y participación comunitaria, venimos desde
hace tiempo dando pasos bien importantes y marcando la pauta en cuanto a lo que es
la participación comunitaria como proceso social.
Después de una década de trabajo comunitario sin apoyo de los gobiernos que se
sucedieron entre finales de los años 80 y finales de los 90, la nueva Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela nos ha brindado un nuevo marco para la acción,
fortaleciendo el proceso de participación social que veníamos impulsando desde hace
años en nuestra comunidad (Diario de Los Andes, 2006, noviembre 13). Sin duda
alguna, nuestro trabajo se fortalece con el conocimiento y puesta en práctica de las
1 Integrante del Comité de Salud « Monseñor José Humberto Contreras » de Morón, municipio Valera, estado Trujillo.
205
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
herramientas legales expresadas como derechos en la nueva Carta Magna, sobre
todo en aquellos artículos que se refieren ampliamente al tema de la participación.
Veamos por ejemplo el Artículo 52, donde entre otras cosas dice: “Todos los
ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho a participar libremente en los asuntos
públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas”, y al
Artículo 84 donde se lee que: “La comunidad organizada tiene el derecho y el deber
de participar en la toma de decisiones sobre planificación, ejecución y control de la
política especifica en las instituciones públicas de salud”.
Es en este contexto cuando las acciones emprendidas por los miembros del
comité de salud de Morón, toman relevancia por cuanto permiten a los vecinos y la
comunidad asumir su rol protagónico, dejando de ser pasivos y pasando a ser sujetos
activos, vale decir, ciudadanos constructores de su propia historia.
2. EL COMITÉ DE SALUD DE MORON: MISION, VISION Y ACTIVIDADES
2.1 ¿Quiénes somos?
Somos una organización de base, comunitaria, que facilita la participación de
los vecinos y vecinas, en actividades de prevención y promoción de la salud, para
alcanzar y gozar de una mayor y mejor calidad de vida, en función del desarrollo
integral de las personas y de la comunidad.
2.2 ¿Cuál es nuestra misión?
Integrar a los miembros de la comunidad de la Urbanización “Monseñor José
Humberto Contreras“, sector Morón, en torno al desarrollo de estrategias de promoción
de salud y calidad de vida, en la búsqueda de alternativas que den respuesta a las
necesidades sociales más urgentes de nuestra comunidad y en interacción con el
gobierno comunal, parroquial, municipal, regional o nacional, según el caso.
Ser una organización comunitaria de referencia, líder y transformadora de nuestra
realidad, que brinde espacios de concertación, comunicación, participación, que nos
genere una cultura de convivencia, participación, justicia social y equidad.
2.4 ¿Cuáles son nuestros objetivos?
• Impulsar la participación y trabajar en equipo para procurar conseguirle respuesta
a las necesidades sociales prioritarias que tenga la comunidad de Morón.
• Establecer mecanismos de negociación, planificación y coordinación para
articularse a los distintos programas y proyectos, redes sociales, en procura de una
mejor salud y calidad de vida.
• Impulsar y consolidar espacios dentro de la comunidad para el ejercicio pleno de
los derechos ciudadanos, con una visión de desarrollo humano integral.
• Impulsar la formación y capacitación de los miembros del comité de salud y de los
vecinos en general, para aprender a ser personas en la vida de familia y sociedad,
aprender a hacer en comunidad y hacerse ciudadano, aprender el conocer y el convivir
de la ciudadanía.
206
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• Formar consciencia y disciplina sanitaria en la comunidad y procurar cambiar
conductas, para disminuir los riesgos en contraer enfermedades, a través de la
participación protagónica de la comunidad.
2.5 ¿Qué hemos hecho?
La acción es un elemento indispensable para la vida de toda organización popular.
Precisamente por eso, ha estado siempre presente en la existencia de este comité de
salud, donde semanalmente sus integrantes realizan cualquier actividad en cualquiera
de las áreas que mencionaremos a continuación:
• Área de formación:
Creemos que la formación es tan amplia como la vida y todas sus actividades. De
allí que se programen jornadas de formación como: conversatorios, cursos, talleres,
cine foros, conferencias, entre otras actividades más.
• Área reivindicativa:
Se refiere a la búsqueda de soluciones de los diferentes problemas que confronta la
comunidad en una dinámica de participación, dejando a un lado todo el paternalismo,
modalidad propia de la beneficencia y del asistencialismo.
• Área social:
Abarca jornadas de atención social comunitaria (atención médica, entrega de ayudas
técnicas, inmunizaciones, vacunación canina, operativos de venta de productos Mercal,
cedulación, elaboración y entrega de Constancias de Fe de Vida, sesiones educativas
a nivel preventivo, corte de cabello, entre otras actividades más).
• Área feria de consumo familiar:
Son los operativos de venta de productos agrícolas y otros artículos alimenticios
a precios inferiores que los del mercado tradicional, contribuyendo de esta manera a
abaratar y a mejorar la alimentación de las familias de Morón.
• Área de autofinanciamiento por medio del programa de recolección y el reciclaje de
vidrio.
• Área pro-dotación y óptimo funcionamiento del ambulatorio de Morón.
Es a través de la lucha de la comunidad organizada que las deficiencias de nuestros
centros dispensadores de salud son atendidas con prontitud, bien sea porque los
organismos se hagan eco de los reclamos o porque los propios vecinos autogestionen
la solución, tal y como en muchas ocasiones lo ha hecho este comité de salud.
Con el fin de dar una idea de lo que hemos hecho en el transcurso de los años,
presentamos a continuación la síntesis de algunos balances publicados en la prensa
regional.
En el año 1999, presentamos un balance de algunos de los logros alcanzados por el
comité de salud de Morón, desde su creación (El Tiempo, 1999, julio 19). Entre ellos:
207
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• La ampliación del ambulatorio de Morón;
• La construcción de un salón de uso múltiples;
• La canalización de aguas pluviales;
• La construcción de dos muros de contención;
• La construcción de una mini cancha deportiva;
• La construcción de la plazoleta Cruz de la Misión;
• La consecución en comodato de una silla odontológica, dos filtros enfriadores
de agua, un nebulizador, un tensiómetro de pared, un kit de otorrino, un kit de
herramientas para el mantenimiento del ambulatorio, una cartelera para el comité de
salud, 20 sillas plásticas, un teléfono de tarjeta magnética dentro del ambulatorio;
• La realización de jornadas educativas sobre temas relacionados con la salud
tales como: cáncer de mama y cuello uterino, lo nocivo del cigarrillo, tuberculosis,
las diabetes, como prevenir el dengue, el sida y las enfermedades de transmisión
sexual, no es lo mismo comer mucho que comer bien, la salud como problema
social, los derechos del enfermo, salud comunitaria, parasitosis, la democracia y
la privatización de la salud, Doctor este niño no come nada, optimizando nuestro
ambiente evitamos muchas enfermedades, etc.
En otra reseña de prensa, presentamos los resultados obtenidos por el comité de
salud durante el año 2005. Entre otros, se destacan (El Tiempo, 2006, febrero 3).
• La consolidación del centro comunitario de salud mental y comportamiento
humano y del centro comunitario de cultura física, deporte y recreación para los
adultos mayores;
• La creación del servicio de biblioteca comunitaria;
• La realización de varias jornadas, talleres de formación y capacitación:
esparcimiento y recreación; educación vial; saneamiento ambiental; lucha contra el
sida;
• La organización del comité comunitario de contraloría social;
• La constancia en las reuniones ordinarias de trabajo, con el mantenimiento
permanente de las instalaciones del comité de salud;
• La consecución de ayudas alimentarías, de medicamentos y ayudas técnicas
(sillas de rueda, bastones, etc.) a familias necesitadas de la comunidad;
• El apoyo a las misiones educativas que funcionan en la localidad.
De la misma manera, presentamos en inicios del 2007 el balance de las
actividades del comité de salud durante el año 2006 (Diario de los Andes, 2007,
enero 9).
208
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• Se realizaron más de 40 psicoterapias reflexivas de grupo, relacionadas con
salud mental, emocional y comportamiento humano, bajo la orientación del Dr.
Matheus, médico psiquiatra y la activa participación de promotores de la Fundación
Trujillana de Salud Mental;
• Se llevaron a cabo 45 reuniones comunitarias que sirvieron para planificar,
evaluar y compartir experiencias, analizar problemas de diferentes tipos,
procurando siempre el trabajo mancomunado de todos y la respuesta adecuada
y oportuna de los organismos competentes, encontrarles solución, dejando a un
lado, y eso es muy importante, el facilismo, que “otros trabajen por mi”;
• Gracias a la misión Barrio Adentro deportiva, el grupo del adulto mayor hace
sus ejercicios físicos tres veces a la semana, tienen aproximadamente 21 meses
en esto y participan en festivales deportivos, jornadas recreativas y en actos
culturales;
• Las puertas de la sede del comité de salud estan abiertas para los cursos de
las misiones Robinson, Cultura, Vuelvan Caras, y Madres del Barrio, entre otras;
• Participación en eventos regionales y nacionales.
2.6 Breve resumen del trabajo que hacemos actualmente en el seno del
Comité de Salud
• El deporte, la recreación y la diversión para los adultos mayores
En el comité de salud “Mons. José Humberto Contreras”, actualmente estamos
trabajando lo que es la cultura física, el deporte, la recreación y la diversión para
los adultos mayores o personas con juventud acumulada.
Con el apoyo de la misión Barrio Adentro deportiva: hace ya más o menos 4
años que comenzó a impulsarse esta importante labor con el acompañamiento de
un entrenador cubano, quien de lunes a viernes, a primeras horas de la mañana, se
daba la tarea de orientar los ejercicios físicos, propios para personas de la tercera
edad, con el propósito de que los abuelos y abuelas se mantengan saludables y
tengan una mejor calidad de vida.
Ahora, luego de su partida, la actividad no se vino abajo sino que se mantuvo,
asumiendo ahora las riendas de la dirección de esta actividad y del grupo de los
adultos mayores una de las promotoras y dirigentes del comité de salud.
• La danza y el baile como expresión cultural presente en el comité de salud de
Morón
Además de la cultura física, es decir la ejercitación diaria para mantenernos
saludables, también la danza y el baile como expresión cultural se viene trabajando
en el comité de salud por medio de los adultos mayores, quienes conformaron el
grupo de danzas “las Coromotanas”. Ahora también montan bailes y ensayan
para luego salir a los diferentes escenarios. Ya son varias las actuaciones que
han hecho, atendiendo invitaciones que le llegan de diferentes instituciones.
209
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• El comité comunitario de personas con discapacidad “San Juan de
Dios”
Este grupo nace gracias al impulso que le dio el comité de salud. Se conformó
como tal, el 26 de abril de 2007. Según el Artículo 49 de la Ley para las Personas
con Discapacidad que entró en vigencia el 5 de enero del 2007, toda comunidad
debería organizar comités y la urbanización Morón ya lo tiene. Este grupo se
reúne los días jueves de 4 a 6 de la tarde en la sede del comité de salud, donde
sus integrantes suelen encontrarse y saludarse, conversar de lo humano y lo
divino para luego planificar y evaluar actividades, no sin antes leer y analizar
algún artículo de la ley, por la cual se rigen como tema de estudio para avanzar
en el conocimiento de la misma.
Con tampoco tiempo que tiene funcionando este comité, ya comienzan a
verse excelentes resultados como son: sus reuniones ordinarias todos los jueves
con la participación de un número significativo de personas; la creación del sello
que servirá para identificar a la organización y darle carácter de legalidad a sus
comunicaciones y otros documentos; se consiguió con la empresa Deltaven,
filial de Pdvsa, varias ayudas (equipos médicos, zapatos ortopédicos, auxiliares
auditivos, colchones anti-escaras, muletas, andaderas, bastones, medicamentes,
etc.) para los integrantes del comité y otras personas de la comunidad de
Morón; con la Asamblea Nacional se gestionó y consiguió un lote de ejemplares
de la Ley para las Personas con Discapacidad que vienen siendo distribuidas
gratuitamente.
• Nuestras actividades de formación
La formación es permanente. Desde sus inicios, el comité de salud siempre la
ha tenido presente y por eso con mucha frecuencia se llevan a cabo conversatorios,
talleres, foros, conferencias y jornadas intensas de formación sobre diferentes
temas relacionados con la salud y asuntos de interés colectivo. Las sesiones
educativas se hacen permanentemente con la participación de los miembros del
comité y de invitados.
• Psicoterapias reflexivas y salud mental
Asimismo, se viene trabajando y promocionando lo que es la salud mental, el
comportamiento humano y emocional. Los promotores comunitarios inclinados
y formados para esta actividad se reúnen y hacen las psicoterapias reflexivas
los días miércoles a partir de las 7 de la noche en las sede del comité de salud,
donde casi siempre participa, además de los promotores y otras personas que se
acercan en busca de ayuda a sus problemas emocionales, el médico psiquiatra
Dr. Matheus, quien funge de coordinador del programa de salud mental de
Fundasalud Trujillo.
Simultáneamente, desde este grupo dedicado al trabajo relacionado con la
salud mental, se impulsa la formación y capacitación de nuevos promotores de
salud mental, quienes para su certificación tienen que participar en un proceso de
formación que conforman 5 módulos.
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
3. DESARROLLANDO EL PROYECTO DE SALUD MENTAL
3.1 Relato de una experiencia
Hace aproximadamente cinco años se sembró la semilla de la salud mental en
el seno del comité de salud de Morón.
Promotores pertenecientes a la Asociación Trujillana de Promotores de
Salud Mental, llegaron a la sede del comité, donde fueron recibidos por los
vecinos y vecinas que participaban en la reunión ordinaria de esta organización
comunitaria.
“Nuestro propósito, dijeron los promotores visitantes, es que aquí en Morón, la
comunidad se de un espacio de tiempo, constituye un grupo con el consentimiento
del colectivo, para conversar sobre todos aquellos temas relacionados con la salud
mental para promover en la comunidad el bienestar psicosocial”.
Como recordó el Dr. Matheus, la salud mental es un componente indispensable
del bienestar de cualquier comunidad. La intención de esta propuesta: potenciar
el trabajo que venimos realizando desde hace años como comité de salud,
formándonos como promotores de salud mental.
Comenzaron hablándonos del concepto de salud mental: “la salud mental no
es algo que uno tiene o no tiene, porque en el curso de la vida se nos van a
presentar un cúmulo de situaciones muchas veces difíciles. Los problemas son
como las olas del mar, van y vienen. Ahora, lo importante es estar emocionalmente
preparados para saber responder a cualquier situación difícil que se nos pueda
presentar”.
Fue así como desde entonces, se sembró la semillita de la salud mental en
Morón. Y durante todo este tiempo, no hemos hecho otra cosa que abonar y regar
esta semilla, con nuestra constancia a las reuniones, todos los miércoles a partir
de la 7 de la noche.
La abonamos y la regamos con la dinámica de grupo que semanalmente se
aplican para los nuevos y viejos consultantes, llamada por los psicoterapeutas
terapias reflexivas. La abonamos y la regamos cuando los promotores hacen
abordaje comunitario a pacientes esquizofrénicos, deprimidos o con cualquier otro
problema que le trastorne la mente.
Durante todo este tiempo, hemos venido analizando diferentes temas de vital
importancia para llevar una vida mejor, como por ejemplo: la depresión, la ansiedad,
los conflictos, retardo mental, el alcoholismo, la esquizofrenia, el maltrato, el
trauma, el miedo, la angustia, la fobia, los nervios, el suicidio, la comunicación,
el perdón, la autoestima, la violencia intrafamiliar, y otros temas más, todos muy
importantes.
Transcurrido un poco más de un año, un grupo de hombres y mujeres, fundadores
de los que hoy es el centro comunitario para la salud mental y emocional de
Morón, recibieron su respectivo certificado como promotores de salud mental nivel
1, otorgado por la coordinación regional de salud, lo que sirvió para motivarlos
muchos más y continuar el trabajo con entrega, amor y pasión.
211
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
3.2 Balance de la experiencia realizado por el Comité de Salud
Resultados
• Creación y estabilización del grupo de salud mental, que lleva para la fecha
aproximadamente 212 reuniones realizadas en la sede del comité de salud de
Morón.
• Formación y capacitación de un grupo de personas como promotores de salud
mental.
• El grupo de promotores de salud mental tiene vida propia sin la dependencia
del medico especialista.
• Reconocimiento del grupo por el trabajo realizado.
• Participación
discapacidad.
de
personas
adultas,
adolescentes
y
personas
con
• Crecimiento personal, gracia a la ayuda reciproca.
• Se profundiza cada día mas en el trabajo de psicoterapia llevando estas
experiencias a otras comunidades.
• Acercamiento del grupo con centros de salud mental. Entre los centros
hospitalarios visitados por los promotores de salud mental para un contacto
cercano con los pacientes esquizofrénicos: el hospital psiquiátrico “Alejandro
Prospero Reverend”, de Mesa de Gallardo en Trujillo; y el hospital psiquiátrico “Dr.
Jesús Matheus” de Betijoque.
• Estrategia del estado asumida por la comunidad.
• Confluencias entre varias experiencias. Ejemplo: Alcohólicos Anónimos,
Escuela de Valores y Liderazgo, promotores de salud mental de otros municipios,
como Rafael Rangel, Carache y Trujillo.
Factores que permitieron alcanzarlos
• Veinte años de existencia del comité de salud de Morón “José Humberto
Contreras”, el cual abre las puertas a la propuesta de salud mental. El conocimiento
mutuo entre muchos hace que el trabajo surja. Promotores comunitarios con
mucha experiencia.
• Continuidad y perseverancia en el tiempo: cabe destacar que el grupo que
trabaja con salud mental en Morón, se reúne una vez a la semana, todos los
miércoles de 7 a 9 de la noche.
• Liderazgo colectivo dentro del grupo de promotores de salud mental. Buena
voluntad política, disposición y sensibilidad humana e inspiración cristiana de sus
miembros.
212
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
• Capacitación y formación permanente.
• Sinergia del conocimiento empírico como académico tanto en el área sicológica
como social.
• Construcción desde lo local.
• Contar con profesionales de la salud mental que rompieron paradigmas construyendo
ciencia de la mano con el colectivo, ganados para el trabajo comunitario y con sensibilidad
humana.
• Surgimiento de una nueva corriente de pensamiento de liderazgo social, donde lo
importante no es el poder sino el servir a la humanidad.
• Respeto supremo al colectivo, sin discriminación de sexo, credo, religión y política.
• Además de la psicoterapia también se realiza trabajo comunitario para una mejor
calidad de vida.
Puntos débiles
• Estigmatización persistente de la enfermedad mental. Menosprecio del colectivo y
profesionales para este tipo de personas con problemas de salud mental.
• Limitación en cuanto a la experiencia de la masificación.
• Limitaciones en cuanto a la articulación con otras instituciones. Ejemplo:
Educación.
Retos
•
•
•
•
Seguir socializando entre promotores de salud mental.
Difundir y compartir nuestra experiencia, articular redes sociales de salud mental.
Desarrollar alianzas institucionales.
Implementar un plan de formación permanente para promotores de salud mental.
CONCLUSION
Un pueblo solo, aislado, donde los vecinos viven peleándose unos con otros, nunca
lograra nada. Pero cuando experimentamos que unidos somos capaces de transformar
toda una comunidad, se empieza a escribir una nueva historia. La participación popular
se produce en la medida en que la gente se va sintiendo parte de algo. Es un proceso
colectivo en el cual el aporte individual es asumido por el grupo. Es también el proceso
de compromiso que viven los miembros respecto al grupo. Es identificación con sus
objetivos, con sus metas y sus reglas y el esfuerzo que realizan entre todos para llevarlo
adelante. Y esto precisamente es lo que viene ocurriendo en el Comité de Salud de
Morón. Sus miembros sienten que están haciendo algo que vale la pena, como es servir
a los demás, algo que tiene una importancia colectiva. Por eso es que se mantienen
unidos trabajando, con y por la comunidad, teniendo muy claro que la acción es básica
para lograr la participación ciudadana (El Tiempo, 2006, febrero 3).
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Referencias
Comité de Salud de Morón. (1988, abril 4). El Tiempo, p.10.
Comité de Salud de Morón. Referencia Nacional en el Trabajo Comunitario. (1999,
julio 19). El Tiempo, p.4.
En Morón la Participación Comunitaria en Salud, es una realidad. (2006, noviembre
13). Diario de Los Andes, p. 6.
En el 2005 el Comité de Salud de Morón arrojó resultados positivos. (2006, febrero
3). El Tiempo, p. 4.
Vuelan y aterrizan los sueños en el Comité de Salud de Morón. (2007, enero 9).
Diario de Los Andes, p. 5.
214
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Líneas de exploración para profundizar el debate
sobre la construcción del poder popular
Miguel Malo y Johanna Levy
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Líneas de exploración para profundizar
el debate sobre la construcción del poder popular
Miguel Malo y Johanna Levy
Como se explica en un inicio, este trabajo de rescate de las experiencias de
participación en salud en Venezuela surge de la necesidad de aprender de ellas,
para avanzar y profundizar estos procesos de ampliación de la participación para que
se conviertan cada vez más en una oportunidad de construcción del poder popular.
En ese sentido, queremos adelantar aquí algunos aspectos que nos parecen
relevantes de las diversas experiencias planteadas, no como conclusión, sino más
bien como líneas de exploración para profundizar el debate y la investigación sobre
este tema en el país.
1. EL MANDATO PARTICIPATIVO PRODUCE EFECTOS CONCRETOS
DE DEMOCRATIZACIÓN MAS NO CONDUCE NECESARIAMENTE A LA
DEMOCRACIA RADICAL
Las especificidades y trayectorias de cada una de las experiencias presentadas
nos conducen a una primera constatación: el mandato participativo produce, más allá
de los discursos, efectos concretos de democratización.
No cabe duda que el proceso actual venezolano, así como otros en nuestra
región, surgen de una profunda crisis de la democracia representativa liberal, cuyo
reto principal, antes que la justicia social, ha sido la estabilización de la tensión entre
capitalismo y democracia, efectuada “por la prioridad dada a la acumulación del capital
respeto a la redistribución social y por la limitación de la participación ciudadana,
tanto individual como colectiva, para no “sobrecargar” el régimen democrático de
demandas sociales que podrían poner en peligro la prioridad de la acumulación
sobre la redistribución” (Avritzer & Sousa Santos, 2004).
En realidad, las formas hegemónicas de manifestación de la democracia en
nuestros países, son muy diferentes a los ideales democráticos revolucionarios del
final del siglo 18 y de la mitad del siglo 19, los cuales planteaban el ejercicio de
una democracia directa. El modelo hegemónico actual de democracia responde, en
efecto, a un modelo universal liberal, que aleja los ciudadanos de la práctica política,
provoca su apatía y genera una desconfianza creciente respeto al modelo de la
democracia representativa.
Como lo señala Sader (2004), esta concepción del modelo representativo de
la democracia (la democracia “de baja intensidad”), en la cual la participación esta
restringida a lo meramente electoral, se volverá hegemónica con la caída de la Unión
Soviética: “el fracaso del socialismo soviético ha permitido al liberalismo político y
al liberalismo económico de reaparecer junto en un nuevo proyecto hegemónico
asociando Estado mínimo y extensiones inéditas de las relaciones mercantiles”.
De hecho, en nuestra América Latina, acabaron a finales del siglo 20 los regimenes
dictatoriales para dar paso a democracias representativas, que profundizaron su
carácter restrictivo al ser instrumentos para viabilizar la política neoliberal del consenso
1 Integrante del Comité de Salud « Monseñor José Humberto Contreras » de Morón, municipio Valera, estado Trujillo.
217
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
de Washington, con las consecuencias sociales catastróficas de ampliación de las
inequidades sociales.
En ese sentido, un primer planteamiento que podría hacerse, a partir de las
experiencias presentadas, es que los procesos de ampliación de las prácticas de
participación popular son posibles en contextos de políticas sociales consecuentes
con el rol del Estado como garante de los derechos ciudadanos. Al contrario, parecería
muy difícil que se pueda ampliar procesos de participación en condiciones en que el
manejo de la democracia este orientado a defender la acumulación de capital.
No es objeto de este trabajo el análisis de las políticas sociales del gobierno
venezolano, sin embargo, las cifras oficiales (Ministerio del Poder Popular para la
Planificación y Finanzas, 2009) que dan cuenta de los efectos positivos de estas
políticas en la calidad de vida de la población, nos permite la afirmación siguiente. Las
repercusiones del mandato participativo (Blondiaux, 2008) en el fortalecimiento de
las dinámicas de organización y participación de la población se ven muy favorecidas
porque hay un contexto marcado por una clara voluntad política para reducir las
inequidades sociales en el país.
Otra repercusión que encontramos del mandato participativo es la proliferación de
nuevos actores en la arena de la acción pública. Este mandato implica un estimulo
para la participación que encuentra abiertos múltiples espacios para su concreción:
los consejos comunales, los distintos comités, las mesas técnicas, etc. Es decir,
este mandato participativo estaría apuntando a rescatar lo que Avritzer y Sousa
Santos (2004) llaman la demodiversidad, entendida como las múltiples formas de
organización y participación surgidas de los movimientos sociales y de las dinámicas
comunitarias que no han sido consideradas como válidas por el modelo hegemónico
de democracia.
Como vemos en el caso de las experiencias presentadas, hay variadas
manifestaciones de esa demodiversidad. A pesar de que la propuesta organizativa
provenga principalmente del Estado, el carácter de esa forma organizativa se
moldea en función de las necesidades e intereses de los actores comunitarios. Se
establecen dinámicas que permiten el uso de nuevas formas de experticia por las
organizaciones comunitarias; se adquieren nuevas competencias políticas por parte
de las y los ciudadanos; y se genera también una multiplicidad de nuevas prácticas
desarrolladas por los entes de Estado.
Todo esto, es un contexto fértil para el surgimiento de nuevas relaciones entre
actores institucionales y actores societales, que van configurando procesos orientados
a la construcción de una democracia participativa y protagónica en Venezuela.
Sin embargo, entre una democratización de la democracia (Avritzer & Sousa
Santos, 2004) y una democracia radical fundamentada en un poder popular y
prácticas de democracia directa, la diferencia es importante. Como insiste Marta
Harnecker (2007): “no se trata sólo de otorgar un contenido social a la democracia,
de resolver problemas sociales del pueblo: alimentación, salud, educación, etcétera,
sino - como decía Alfredo Maneiro - de transformar la forma misma de la democracia
creando espacios que permitan que las personas, al luchar por el cambio de las
circunstancias, se vayan transformando a sí mismas. Hay que pasar de la cultura
218
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
del ciudadano/a que mendiga a la cultura del ciudadano/a que conquista, que toma
decisiones; que ejecuta y controla; que autogestiona, que autogobierna. Hay que
pasar - como dice Aristóbulo Istúriz - del gobierno para el pueblo, al autogobierno del
pueblo, a que el pueblo asuma el poder”.
Por ello, consideramos que el proceso en curso en Venezuela constituye un ejemplo
de transición. Lo ilustran los niveles de participación alcanzados en las experiencias
presentadas. Ofreciendo ejemplos de participación avanzada – la participación
nunca esta restringida a un nivel instrumental – las experiencias organizativas
presentadas ilustran el desafío que es implementar y mantener en el tiempo un nivel
de “participación/ poder” característico de un poder popular consolidado.
Uno de los aspectos que nos lleva a afirmar esto, es una doble constatación
común a les experiencias presentadas. Por un lado, el hecho de que, particularmente
en el sector salud, la participación sigue desarrollada a escala local, alejada todavía
de los espacios macro de decisión y elaboración de las políticas publicas. Y por
otro, las dificultades con que las propias iniciativas comunitarias se topan cuando
desarrollan experiencias de organización que superan el ámbito local. Como vimos,
estas dificultades son producidas principalmente por dos circunstancias: un fenómeno
de resistencia de la burocracia estatal para reconocer esas instancias organizativas;
y la ausencia de marcos legales y reglamentarios que faciliten estos niveles de
participación más allá de lo local.
Estas dificultades no se dan solamente en el contexto venezolano. Como lo
subrayaron Avritzer y Sousa Santos, “el modelo hegemónico de democracia ha sido
hostil a la participación activa de los ciudadanos en la vida política. Cuando ha tenido
que aceptarla, la ha confinado al nivel local: el ciudadano solo tendría poder decisorio
sobre los aspectos que le compiten a su localidad directamente, fragmentando así la
participación e impidiendo que se amplié esta a nivel global, donde es el mercado el
principal decidor” (Avritzer & Sousa Santos, 2004).
2. EL PODER POPULAR SE CONSTRUYE DESDE ABAJO Y DESDE ARRIBA EN
EL MARCO DE UNA POLÍTICA QUE LO FACILITA
Como se mencionó, el mandato participativo profesado desde arriba ha empujado
en Venezuela el surgimiento desde abajo de una gran variedad de expresiones
sociales, manifestaciones de la capacidad creadora del movimiento popular para
profundizar las dinámicas de democratización en el país. La gran diversidad de
actores, espacios, canales de mediación, prácticas que caracteriza la Venezuela de
hoy, conforma una de las fuerzas del actual proceso de cambio de una democracia
representativa a otra participativa y protagónica.
Las fuerzas que pueden contribuir a la construcción y consolidación del poder
popular no pertenecen por lo tanto únicamente a la esfera societal, sino que
dependen también de sus relaciones con el Estado. Como afirma Mazzeo (2007),
el Estado puede ser “resignificado” de manera a que este “no contribuya tanto con
el “ecosistema hostil” que es el capitalismo y desarrolle políticas que apuntalen a
los movimientos sociales pero donde a su vez estos no sean subsumidos en la
maquinaria estatal”. La Venezuela de hoy demuestra en efecto que el poder popular,
por ser principalmente un poder no estatal, en determinadas circunstancias históricas
219
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
puede desarrollar espacios de “negociación horizontal” con el Estado hasta apuntar
“experiencias alternativas de gestión estatal o de “gobierno popular”.
Las experiencias presentadas muestran como los propios modelos organizativos
y formas de funcionamiento de las organizaciones que principalmente son propuestos
desde arriba, se van transformando en función de las necesidades e intereses de los
y las actoras comunitarias.
Los comités de salud, los consejos comunales, las mesas técnicas adquieren
dinámicas que no son únicamente aquellas establecidas desde las instituciones, sino
moldeadas por los procesos locales y los actores y actoras, tanto comunitarias como
institucionales. Y por ello, se constituyen en instancias semillas de poder popular.
Sin embargo, lo que es interesantemente común de estas experiencias
venezolanas, es que la relación de actores institucionales y comunitarios a nivel local
no se da en el plano de la confrontación. En el contexto del país, las organizaciones
populares, al procurar adaptarse al tipo de relación que el actor estatal plantea,
entienden que la diversidad de las posiciones de los actores institucionales no se
debe a una confrontación por intereses diversos o contrapuestos, sino más que todo
por los lentos procesos de cambio hacia una institucionalidad nueva que responda al
mandato participativo.
De hecho, como lo vemos en las experiencias presentadas, los actores
locales institucionales hacen esfuerzos para adaptar su propia institucionalidad al
requerimiento de este mandato. Sin embargo, en algunos casos, la imposibilidad de
responder apropiadamente a la dinámica comunitaria, no se debe tanto a actitudes
individuales, sino más bien a las limitaciones vinculadas a las rutinas institucionales
vigentes, producto, entre otras cosas, de los viejos marcos legales del Estado.
Esto nos remite al problema de la institucionalización de la participación, que, en
el caso de Venezuela esta claramente establecida a nivel comunitario a través de
la Ley de los Consejos Comunales, pero que todavía carece de ese marco en otros
niveles de gestión del Estado, sea este distrital, municipal, estadal o nacional.
Sin embargo, en el marco de las políticas de restructuración del Estado planteadas
por el gobierno venezolano, el reto iría mucho más allá de la consolidación de los
marco legales de participación en las instancias clásicas del Estado, sino en pensar
como se plantearía los procesos de participación en un nuevo tipo de institucionalidad
y de Estado. Como lo plantea Sousa Santos (2005), uno de los principales desafíos
de la democracia participativa es construir “una nueva gramática social” para lograr
“la introducción del experimentalismo en la propia esfera del Estado, transformando
el Estado en un novísimo movimiento social”.
3. EL “RESIGNIFICADO CULTURAL” DE LA DEMOCRACIA ES UN PROCESO
DE APRENDIZAJE COLECTIVO
La multiplicidad de los dispositivos, espacios y actores de la participación conducen
a otra constatación: se esta consolidando en Venezuela una nueva concepción
de lo político. Aunque la participación popular no siempre ha alcanzado su mayor
nivel, la evolución de las prácticas abre un nuevo horizonte de lo posible para una
220
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
transformación de la relación política según un esquema más horizontal y menos
vertical.
En la medida en que la democracia participativa impulsa un proceso de
“resignificado cultural” de la democracia, como lo plantean Avritzer y Sousa
Santos, este cambio de paradigma en lo político abre una etapa de conflictividad
en términos de normas y valores, tanto al interior de las instituciones del Estado
como en las dinámicas organizacionales de los y las actoras comunitarias.
En ese sentido, un aspecto resaltante y que resulta común a las experiencias
presentadas, es que el mandato participativo produce a nivel individual y colectivo
una construcción de subjetividades nuevas. Subjetividades nuevas que no solo
reivindican espacios de participación política, sino que sobre todo resignifican
la responsabilidad individual en los emprendimientos colectivos, a través de un
hacerse comunitario, corresponsable y solidario con su propia comunidad. Y que
favorecen la construcción de identidades, permitiendo un empoderamiento en
aquellos otros espacios de disputa de poder no considerados tradicionalmente,
como el de género.
Este proceso de resignificación supone, como precisan Avritzer y Sousa
Santos (2004), “un intento de disputa por el significado de determinadas prácticas
políticas, por un intento de ampliación de la gramática social y de incorporación
de nuevos actores o nuevos temas de la política”.
Superar la “disputa por el significado” podría así constituir el principal desafío
del proyecto venezolano. Como lo recuerdan Bonilla, El Troudi y Harnecker
(2005) “la participación no se decreta desde arriba. Implica un largo proceso de
aprendizaje, una lenta transformación cultural y, por lo tanto, sus frutos nunca se
cosecharan de inmediato (…) Hay que luchar para construir una nueva cultura
que genere la convicción de que es a través de la organización y participación del
pueblo como se logra derrotar la pobreza y edificar una sociedad libre, justa y de
iguales”.
4. ALGUNAS PISTAS PARA SEGUIR EL CAMINO DE CONSTRUCCIÓN DEL
PODER POPULAR DESDE LA PARTICIPACIÓN
Para concluir, retomaremos las tres tesis básicas aportadas por Avritzer y
Sousa Santos (2004) para el fortalecimiento de la democracia participativa.
1. El “fortalecimiento de la demodiversidad”
Es decir, un reconocimiento de la pluralidad de las formas democráticas que
implica el reconocer que no existe ningún motivo para que la democracia asuma
una sola forma, y para que esta quede restringida a las formas organizativas
planteadas únicamente desde el Estado.
En el caso de la participación en salud en Venezuela, implicaría un esfuerzo
para que el Estado tenga la capacidad de aceptar y estimular diversas
manifestaciones de organización popular, formales o no, y garantizar espacios
para una participación equitativa de esa diversidad en sus procesos de gestión.
221
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
2. El fortalecimiento de la “articulación contrahegemónica entre lo local y lo
global”
Si bien Avritzer y Sousa Santos se refieren principalmente a las articulaciones
de carácter global, consideramos apropiada esta tesis para el caso interno de
Venezuela. Como se menciona arriba, es un desafío de corto plazo para la democracia
venezolana resolver los vacíos formales del marco legal y reglamentario para la
participación de la población organizada en los niveles de gestión del Estado, más allá
de la comunidad. Esto implica también un esfuerzo, desde la institucionalidad, para
reconocer y validar las iniciativas y potenciales que tienen las propias comunidades
para generar propuestas de participación en estos niveles, incluso antes de tener un
marco jurídico.
Obviamente, este proceso se vería muy enriquecido con la ampliación de
mecanismos que faciliten el intercambio de experiencias y la comunicación con
otros actores a nivel regional e internacional. Estas experiencias de participación
en salud, junto con otras desarrolladas en el mundo, podrían conformar alternativas
al modelo hegemónico en escala global. Como dicen los dos autores, el paso de
lo contra hegemónico en el plano local para el plano global es fundamental para el
fortalecimiento de la democracia participativa en todos los niveles.
3. La “ampliación del experimentalismo democrático”, en el que el Estado sea
un campo de invención y creación constante
Al revisar todas las experiencias presentadas aquí, no cabe duda que el proceso
que vive Venezuela es un enorme campo de experimentación en el que se manifiestan
múltiples formas de participación con enormes potenciales para terminar de construir
una democracia participativa y protagónica.
Condición sustancial para esto ha sido la apertura del Estado y sus políticas de
estímulo a la participación. En un proceso de ampliación y profundización de esa
participación hacia la construcción de un verdadero poder popular, tendría que ser
una actitud permanente de la institucionalidad del Estado impedir el encuadramiento
dogmático y burocrático de los procesos democráticos y de las iniciativas populares.
Deberían buscarse los mecanismos para que el Estado siga siendo ese espacio
privilegiado de permanente experimentación e innovación que tiene como resultado
fundamental el enriquecimiento de la demodiversidad y la profundización de la
participación, condiciones imprescindibles para la construcción del poder popular.
222
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
Referencias
Avritzer, L. & Sousa Santos, B. (2004). Para ampliar el canon democrático. En B.
Sousa Santos. Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia
participativa. México: FCE. Extraído el 03 de enero de 2010 de: http://www.
scribd.com/doc/18546712/Lect-1-Leonardo-Avritzer-Boaventura-de-SousaSantos-PARA-AMPLIAR-EL-CANON-DEMOCRATICO
Blondiaux, L. (2008). Le nouvel esprit de la démocratie. Paris: Seuil.
Bonilla, L., El Troudi, H. & Harnecker, M. (2005). Herramientas para la participación.
Caracas: FIDES-Fonacit.
Harnecker, M. (2007). Once ideas sobre el socialismo y el autogobierno del
pueblo. [Foro: La construcción del estado socialista desde la base del
poder popular]. Caracas. Extraído el 09 de agosto del 2008 de: http://www.
rebelion.org/noticias/2007/8/54624.pdf
Mazzeo, M. (2007). El sueño de una cosa: Introducción al poder popular. Caracas:
El perro y la rana.
Ministerio del Poder Popular para la planificación y finanzas. (2009). Logros de
la revolución en un país de 28 millones de habitantes. Caracas. Extraído
el 10 de marzo de 2010 de: http://www.mpd.gob.ve/Logros-Revolucion/
Nuevo-Encarte.pdf
Sader, E. (2004). Hacia Otras Democracias. En B. Sousa Santos (ed). Democratizar
la democracia. Los caminos de la democracia participativa. (pp. 565-590)
México: FCE.
Sousa Santos, B. (2005). Reinventar la democracia: Reinventar el estado. Buenos
Aires: CLACSO. Extraído el 03 de enero de 2010 de: http://bibliotecavirtual.
clacso.org.ar/ar/libros/sousa/Reinventar%20la%20Democracia.pdf
223
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
AUTORES
225
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
AUTORES
BERRIOS Yaritza, BRICENO Magaly, DABOIN Maria Isabel, GARCIA Xiomara,
TORREALBA Domitila, VILLA Maria Yolanda
Integrantes del Comité de salud de la comunidad de Mesa Colorada, parroquia
Cristóbal Mendoza, municipio Trujillo, estado Trujillo.
CAMACARO GÓMEZ Daisy
Especialista en Estudios para el Desarrollo: Magister en Ciencias de la Educación
Universidad de Ginebra, Suiza. Doctora en Ciencias Sociales Mención Salud y
Sociedad, Universidad de Carabobo, Venezuela. Actualmente docente investigadora
III del Instituto de Altos Estudios de Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”. Profesora de
Promoción de la Salud, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo,
Núcleo Aragua.
daisycve@yahoo.com
CACERES BRICEÑO Marisol del Carmen
Vocera Estadal del Frente del Poder Comunal por los Bancos Comunales del
Estado Trujillo, Promotora Municipal de la Misión Negra Hipólita en el Municipio
Boconó, Activadora Comunitaria en la Parroquia Boconó y Vocera del Consejo
Comunal Coromoto I; asimismo, desempeña funciones en la Junta Directiva de del
Organización Comunitaria de Vivienda y Habitad en la urbanización Comomoto y
Activadora Comunitaria con curso de formación en la Escuela de Nueva Ciudadanía
del Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”. Actualmente cursa
estudios de licenciatura en educación (Mención Desarrollo Cultural) en la Universidad
Simón Rodríguez.
maricaseres@yahoo.com
CEGARRA Blanca, FERNANDEZ Arelis, GODOY Amable
Integrantes del Comité de Salud de Pampanito, municipio Pampanito, estado
Trujillo.
COOPER Amy
Magister en Antropología, Universidad de Chicago. Prepara una tesis de doctorado
de Antropología al Departamento de Desarrollo Humano Comparativo (Department
of Comparative Human Development), Universidad de Chicago, Chicago, Illinois.
coopera@uchicago.edu
GONZALEZ MORENO María Cristina
Educadora. Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela.
Acreditada en el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela a través del
Programa de Promoción al Investigador (PPI). Miembra de la Unidad de Investigación
y Estudios de Género “Bella Carla Jirón Camacaro”. Docente- investigadora del
Departamento de Salud Pública. Universidad de Carabobo, Aragua.
mariacegonzalez60@gmail.com
GONZALEZ Yolanda, TROMPETERO Maria
Integrantes del Comité de Salud « Sembrando Salud » de Carache, municipio
Carache, estado Trujillo.
227
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
AUTORES
LEVY Johanna
Magister en Sociología, Instituto de Estudios Políticos de Paris. Prepara una
tesis de doctorado en Ciencias Políticas al Centro de Estudios e Investigaciones
Internacionales (CERI-IEP Paris, Francia) sobre los dispositivos de la democracia
participativa en Venezuela.
Johanna_levy@yahoo.fr
LINARES HERNANDEZ Elizabeth
Licenciada en Trabajo Social graduada en la Universidad del Zulia, con curso
de Capacitación Docente en Instituto Universitario de Tecnología: “Mario
Briceño Iragorry” (Trujillo). Ha desempeñado, entre otras funciones, los cargos
de Coordinadora Estadal de Comités de Salud, Coordinadora de la Unidad de
Promoción de Calidad de Vida y Salud y Directora de Programas de Salud en el
estado Trujillo. Actualmente es docente de la Especialidad de Trabajo Social en el
Instituto Universitario de Tecnología: “Mario Briceño Iragorry” y de la Misión SucreUniversidad Bolivariana de Venezuela.
elizabethlinares70@hotmail.com
MALO Miguel
Médico sanitarista. Consultor Internacional de Promoción de Salud de la
Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud.
malom@ven.ops-oms.org; miguel.maloserrano@gmail.com
MANDL STANGL Jorge Pedro
Médico graduado en la Universidad del Zulia, con Especialización en Administración
en Salud Pública en la Universidad Central de Venezuela y en Desarrollo Local
y Gestión Social en Salud (OIT/OPS), Curso en Diseño y Dirección de Políticas
Sociales (BID/INDES) realizado en Washington. Ha desempeñado, entre otras
funciones, los cargos de Coordinador Nacional de la Comisión Interministerial del
Proyecto “Municipios hacia la Salud”, Adjunto a la Dirección General, Director de
Control de Gestión, Adjunto a la Dirección General Sectorial de Salud del Ministerio
de Sanidad y Asistencia Social, Coordinador Nacional de Sistemas Locales de
Salud y Director de Servicios de Salud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social.
Actualmente es Docente-Investigador del Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr.
Arnoldo Gabaldón”, asesor de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y miembro
del sub-comité científico en español para organizar el 20 Congreso Mundial de
Promoción de la Salud (UIPES, Ginebra 2010). Asimismo, es co-editor de la
publicación “Municipios Hacia la Salud: Una Revolución Silenciosa” (MSAS-OPS,
1999).
jorge_mandl@yahoo.com
QUINTANA Juan
Ingeniero Químico, Especialista en Gestión en Salud Pública, Magister en Gerencia
Ambiental, Coordinador de la Escuela de Nueva Ciudadanía del Servicio Autónomo
Instituto de Altos Estudios en Salud “Dr. Arnoldo Gabaldon”
juanadrian1@yahoo.es
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
AUTORES
RAMIREZ M. Armando J.
Promotor de Salud, fundador del Comité de Salud « Mons. José Humberto Contreras
» de Morón, municipio Valera, estado Trujillo, y coordinador de redes sociales y
relaciones interinstitucionales del mismo.
armandoramirez12@hotmail.com
UZCATEGUI José León
Médico-psiquiatra. Fundador de la Coordinadora Nacional de Participación
Comunitaria en Salud CONSALUD (Venezuela). Doctor en Ciencias Sociales,
Mención Salud. Universidad de Carabobo, Valencia.
leonuzcategui@gmail.com
ViILLASANA LOPEZ Pedro Enrique
Docente - Investigador. Departamento de Salud Pública. Escuela de Medicina
“Witremundo Torrealba”. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo,
Aragua.
pedrovillasana@hotmail.com
229
DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
ACRÓNIMOS
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
ACRÓNIMOS
APS: Atención Primaria en Salud
BANMUJER: Banco de Desarrollo de la Mujer
BID: Banco Interamericano de Desarrollo
CAREMT: Proyecto Cardiovascular, Renal, Endocrinometabólico, Tabáquico y
Oncólogo
CADELA: Compañía de Electricidad de Los Andes
CDI: Centro de Diagnostico Integral
CEDNA: Centro para el Desarrollo del Niño y el Adolescente
CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CIAPEV: Comisión Interministerial para la Atención, Prevención y Educación Vial del
estado Trujillo
CIARA: Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria
COPRE: Comisión Presidencial para la Reforma del Estado
COPEI: Partido Social Cristiano de Venezuela
CORDIPLAN: Oficina Central de Coordinación y Planificación de la Presidencia de
la República
CTU: Comité de Tierras Urbanas
CTV: Confederación de los Trabajadores de Venezuela
CRBV: Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela
FMV: Federación Médica Venezolana
FEDECAMARAS: Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción
de Venezuela
FMI: Fondo Monetario Internacional
FONDEMI: Fondo de Desarrollo Microfinanciero
FUNDACOMUNAL: Fundacion para el Desarrollo y Promocion del Poder Comunal
FUNDACREDESA: Fundación Centro de Estudios Sobre Crecimiento y Desarrollo
de la Población Venezolana
FUNDASALUD: Fundación Trujillana de la Salud
HCM: Hospitalización Cirugía y Maternidad (seguro privado)
INASS: Instituto Nacional de Servicios Sociales
INAVI: Instituto Nacional para la Vivienda
INCE: Instituto Nacional de Cooperación Educativa
INDECU: Instituto para la Defensa y Educación del Consumidor y del Usuario
INE: Instituto Nacional de Estadísticas
INIA: instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas
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DE LA PARTICIPACION EN SALUD A LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR
Experiencias para el debate
ACRÓNIMOS
INOS: Instituto Nacional de Obras Sanitarias
IPASME: Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio de
Educación
LOSNS: Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud
MAS: Movimiento Al Socialismo
MINPADES: Ministerio de Participación Popular y Desarrollo Social
MPPS: Ministerio del Poder Popular para la Salud.
MSAS: Ministerio de Sanidad y Asistencia Social
MTA: Mesa Técnica de Agua
MTS: Mesa Técnica de Salud
OCEI: Oficina Central de Información
OCV: Organización Comunitaria de Vivienda y Hábitat
OEA: Organización de los Estados Americanos
OIT: Organización Internacional del Trabajo
OMS: Organización Mundial de la Salud
ONG: Organizaciones No Gubernamentales
ONU: Organizaciones de las Naciones Unidas
OPS: Organización Panamericana de la Salud
PAE: Programa Alimenticio Escolar
PDVSA: Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima
PEQUIVEN: Petroquímica de Venezuela
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PROVEA: Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos
PSUV: Partido Socialista Unido de Venezuela.
SAIM: Servicio Autónomo de Atención al Indígena del estado Monagas
SILOS: Sistemas Locales de Salud
SPNS: Sistema Público Nacional de Salud
SRI: Sala de Rehabilitación Integral
UCV: Universidad Central de Venezuela
UNICEF: United Nations Children’s Fund
USAID: United States Agency for Internacional Development
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Las dos ilustraciones fueron
extraídas de : Égüez, P. (2008). El
grito de los excluidos. Quito :
Anaconda.
Pavel Égüez es pintor, muralista y
artista gráfico. Nacido en Quito,
Ecuador en 1959, se encuentra entre
los más destacados de la pintura
latinoamericana contemporánea.
"El Grito de los Excluidos trae en si un
mensaje social, un llamado a las
conciencias, la capacidad de
resistencia cultural, social, espiritual:
Pavel Égüez ha recogido el desafío
del mensaje y a través de su arte
manifiesta ese grito de las
conciencias y valores de los
pueblos... Los pueblos tienen la
capacidad de la resistencia, su grito
es de rebelión y búsqueda de
nuevos paradigmas de vida." (Adolfo
Pérez Esquivel, Premio Nobel de la
Paz, texto de presentación del libro
El grito de los excluidos).
¿Cuál es el balance del camino recorrido en el proceso de construcción del
poder popular en Venezuela? ¿Cómo entender las dinámicas de cambio en
las relaciones entre Estado y sociedad en el país? ¿Es posible implementar
prácticas de participación que apuntan a la emancipación del pueblo y a una
democratización radical de las instituciones?.
Este libro nace de estos interrogantes, dirigiendo su mirada hacia un sector
de la sociedad venezolana bien específico: el de la salud.
Desde una diversidad de miradas, tanto comunitarias como institucionales y
académicas, rescata una constelación de experiencias con un objetivo
principal: que cada uno de sus capítulos pueda servir de insumo para el
debate, y así contribuir, desde la salud, a fortalecer los procesos de
participación y construcción del poder popular en Venezuela.
Comunidad organizada de Boconó María Cristina Gonzáles Moreno
Comité de salud de Carache
Elizabeth Linares Hernández
Comité de salud de Mesa Colorada Jorge Pedro Mandl Stangl
Comité de salud de Morón
Juan Quintana
Comité de salud de Pampanito
José León Uzcátegui
Daisy Camacaro Gómez
Pedro Enrique ViIllasana López
Amy Cooper