Revista_Medica_junio.. - Sociedad Médica de Santiago
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140 Años de Publicación Continua AÑO (VOL) 140 Nº 6 JUNIO 2012 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN • Barreras para la formación en docencia de los profesores de medicina: una aproximación cualitativa. • Rol de la cirugía mínimamente invasiva en la patología esofágica benigna: reporte de una serie de casos. • Comparación de la efectividad de la ligadura vs esclerosis endoscópica en pacientes con sangrado de várices esofágicas en el Hospital Hernán Henríquez de Temuco: estudio de cohortes comparativas. • Factores de riesgo asociados a síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico atendidas en el sistema público. • Evaluación del programa “Familias fuertes: amor y límites” en familias con adolescentes de 10 a 14 años. • Características epidemiológicas de los fallecidos durante el terremoto y maremoto de Chile 2010. • ¿Cuántas personas fuman? Percepción del nivel de consumo y su relación con el consumo de cigarrillos en adolescentes chilenos. • Una lesión en el cintigrama renal DMSA 6 meses post fase aguda de una pielonefritis representa siempre una cicatriz: un debate abierto. • Conducta suicida en niños y adolescentes ingresados en un hospital general. Análisis descriptivo. CASOS CLÍNICOS • Cardiotoxicidad reversible en una mujer con 54 años tratada con trastuzumab. • Schwannoma retroperitoneal. Caso clínico. • Suicidio por interrupción de hemodiálisis en un paciente con nefropatía crónica: análisis de un caso. • Autotrasplante cardiaco en el tratamiento quirúrgico de tumores cardiacos primarios. Caso clínico. ARTÍCULOS DE REVISIÓN • Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico. • Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa. • Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina en la práctica clínica. ARTÍCULO ESPECIAL • La naturaleza dual del proceso diagnóstico y su vulnerabilidad a los sesgos cognitivos. ETICA MÉDICA • Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer. Reflexión y propuesta. HISTORIA DE LA MEDICINA • Medicina, música, amistad y prejuicios: Billroth I y Billroth II, los cuartetos para cuerdas Opus 51, Nº 1 y Nº 2 de Johannes Brahms. Rev Med Chile 140 (6), 2012: 689-830, RMCHAW ISSN 0034-9887 140 Años de Publicación Continua YEAR (VOL) 140 N6 JUNE 2012 RESEARCH ARTICLES • Barriers for faculty development in medical education: a qualitative study. • Laparoscopic surgery for benign esophageal diseases. • Comparison of band ligation with sclerotherapy for the treatmen of bleeding esophageal varices. • Risk factors for post partum depression. • Evaluation of the program “Strong families: love and limits” in families with teenagers aged 10 to 14 years. • Epidemiological profile of deaths after the 2010 earthquake in Chile. • Perception of smoking rates and its relationship with cigarette use among Chilean adolescents. • Evolution of scintigraphic renal lesions in children after an episode of acute pyelonephritis. • Features of adolescents hospitalized for a suicide attempt in a general hospital. CASE REPORTS • Reversible cardiotoxicity in a 54-year-old woman treated with trastuzumab. • Retroperitoneal schwannoma. Report of one case. • Suicide by interruption of hemodialysis, in a patient with chronic renal failure. Analysis of one case. • Heart autotrasplantation for the treatment of a rhabdomyosarcoma of the left ventricle. Report of one case. REVIEW ARTICLES • Pharmacokinetic considerations for critically ill patients. • Feasibility of implementing tele-psychiatry in Chile. • Microalbuminuria and urinary albumin excretion in clinical practice. SPECIAL ARTICLE • Description of clinical thinking by the dual-process theory. MEDICAL ETHICS • Truth telling of Alzheimer’s disease diagnosis. HISTORY OF MEDICINE • Medicine, music, friendship and prejudices: Billroth I and Billroth II, the string quartets Opus 51, Nº 1 and Nº 2 by Johannes Brahms. Rev Med Chile 140 (6), 2012: 689-830, RMCHAW ISSN 0034-9887 Revista MÉDICA de Chile 140 AÑOS DE PUBLICACIÓN CONTINUA AÑO (VOL) 140 - Nº 6 - JUNIO 2012 Publicación oficial de la Sociedad Médica de Santiago, de sus Sociedades Filiales, de sus Capítulos y Sociedades Afiliadas en Regiones ©2012, Sociedad Médica de Santiago. No part of this publication may be reproduced, displayed, or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying or by any information storage or retrieval system, without the prior written permission from the Editors. Una versión electrónica de la Revista Médica de Chile se publica en el sitio web www.scielo.cl del Programa SciELO Chile, de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT). An electronic version of Revista Médica de Chile is published in the web site www.scielo.cl by the Programa SciELO Chile of CONICYT, Chile. Sociedad Médica de Santiago Sociedad Chilena de Medicina Interna Fundada en 1869 Directorio de la PRESIDENTE VICEPRESIDENTE PAST PRESIDENTE SECRETARIA TESORERO Sociedad Médica de Santiago Dr. Guillermo Acuña Leiva Dr. Jorge Vega Stieb Dr. Héctor Ugalde Prieto Dra. Carolina Herrera Contreras Dr. Walter Passalacqua Rivanera Directores Jorge Alfaro Lucero Marta Aliste Silva Gloria Briones Bilbao Sylvia Echávarri Vesperinas Ricardo Estela Petit Marylucy Gálvez Arias Carolina Herrera Contreras Marcelo Llancaqueo Valeri Walter Passalacqua Rivanera Jacqueline Pefaur Penna Claudio Puebla Arredondo Juan Eduardo Sánchez Valenzuela Ricardo Santander Duch Tomás Sepúlveda Arévalo Néstor Soto Isla Sebastián Valderrama Chang Jesús Véliz López Sociedades Filiales Sociedad Chilena de Alergia e Inmunología Sociedad Chilena de Biología y Medicina Nuclear Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias Sociedad Chilena de Gastroenterología Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile Sociedad Chilena de Hematología Sociedad Chilena de Hipertensión Arterial Sociedad Chilena de Infectología Sociedad Chilena de Inmunología Sociedad Chilena de Medicina Intensiva Sociedad Chilena de Nefrología Asociación Chilena de Nutrición Clínica Sociedad Chilena de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía Sociedad Chilena de Osteología y Metabolismo Mineral Sociedad Chilena de Parasitología Sociedad Chilena de Reumatología Sociedad Chilena de Trasplantes Revista Médica de Chile (Rev Med Chile) Fundada en 1872 por los Drs. Germán Schneider, Rodulfo A. Philippi, Alfonso Thévenot, Adolfo Murillo, Pablo Zorrilla y Adolfo Valderrama. Editor Humberto Reyes B. Editor Emérito Alejandro Goic G. Editor de Resúmenes en inglés Daniel Bunout B. Secretaria Ximena Quinteros F. Editores Asociados Max Andresen H. Joaquín Palma H. International Advisory Committee Dame Marcela Contreras, MD, London, UK Felipe C Cabello, MD, Valhalla, NY, USA Luis R Espinoza, MD, New Orleans, LA, USA Dr. Arturo Evangelista M, Barcelona, España Richard V Lee, MD, Buffalo, NY, USA Dr. Julián Panés, Barcelona, España Jorge Rakela, MD, Scottsdale, AZ, USA Dr. Moisés Selman L, México DF, México Comité Editorial Asesor Cecilia Albala B. Miriam Alvo A. Fernando Araya D. Marco Arrese J. Eugenio Arteaga U. Carmen Paz Astete A. Carmen Gloria Aylwin H. Francisco Barriga C. Paula Bedregal G. Leandro Biagini A. Gisella Borzone T. Javier Brahm B. Lucía Bronfman F. María Elena Cabrera C. Fernando Cassorla G. Silvia Castillo T. José Castro O. Iván Caviedes S. Fanny Cortés M. Miguel Cuchacovich T. Hernán Chamorro B. Sara Chernilo S. Orlando Díaz P. Karin D’Ottone M. Alberto Dougnac L. Alejandro Fajuri N. Carlos Fardella B. Alejandra Fernández V. Marcela Ferrés G. Gustavo Figueroa C. Fernando Florenzano U. Carlos Fuentealba P. Homero Gac E. Jaime Godoy F. Fernando González F. Sergio González B. Mauricio Guivernau B. Christel Hanne A. Sandra Hirsch B. Enrique Jadresic M. Liliana Jadue H. Jorge Jalil M. Jaime Labarca L. Luz María Letelier S. Alberto Maiz G. Pedro Paulo Marín L. Loreto Massardo V. Diego Mezzano A. Sergio Mezzano A. Rodrigo Moreno B. Manuel Moreno G. Fernando Munizaga C. Patricia Muñoz C. del V. Sergio Muñoz N. Alfonso Olmos C. Miguel O’Ryan G. Karin Papapietro V. Jaime Pereira G. Juan Carlos Prieto D. Enrique Reynolds H. Iván Roa E. Juan Carlos Roa St. José Adolfo Rodríguez P. Roque Sáenz F. Isabel Segovia D. Eduardo Talesnik G. Paola Toche P. Olivia Trucco A. Mario Uribe M. Gonzalo Valdivia C. Jorge Valenzuela E. Raúl Valenzuela M. José Luis Vukasovic R. Eduardo Wainstein G. Nelson Wohllk G. Marcelo Wolff R. Ricardo Zalaquett S. Rodrigo Zapata L. RMCHAW, ISSN 0034-9887 Revista Médica de Chile (Rev Med Chile) Publicada mensualmente, desde 1872, por la Sociedad Médica de Santiago. Published monthly, since 1872, by Sociedad Médica de Santiago (Chilean Society of Internal Medicine) La Revista Médica de Chile somete los manuscritos recibidos a revisión por pares. Está incluida en las principales bases de datos del área biomédica y otras: Revista Médica de Chile is a peer reviewed journal, indexed in major biomedical and other databases: Index Medicus/ MEDLINE/ National Library of Medicine; Current Contents/ Clinical Medicine; Science Citation Index; LILACS/ Literatura Latino-Americana y del Caribe en Ciencias de la Salud; Chemical Abstracts; Current Citations (Computer File); Index Veterinarius; Nutrition Abstracts and Reviews, Series A: Human & Experimental; SciSearch (Online Database); Social Sciences Citation Index (Select Cov) La REVISTA MÉDICA DE CHILE publica trabajos originales sobre temas de interés médico y de Ciencias Biomédicas, dando preferencia a los relacionados con la Medicina Interna y sus especialidades derivadas. Los trabajos deben enviarse directamente a la REVISTA MÉDICA DE CHILE, Bernarda Morín 488, Providencia, Santiago y deben ceñirse a las normas que aparecen como Instrucciones a los Autores, en los números de enero y julio de cada año y se publican, permanentemente, en www.scielo.cl. La revista se reserva el derecho de hacer modificaciones de forma al texto original. Los trabajos que cumplan con los requisitos formales, serán sometidos a arbitraje por expertos. La nómina de árbitros consultados se publica una vez al año, en Crónica. El Comité Editorial Asesor está constituido por árbitros a quienes se consulta, además, para decisiones editoriales mayores. Valor de Suscripciones Sin costo para los Socios de la Sociedad Médica de Santiago. El valor de la suscripción anual es de $ 220.000 para médicos No Socios de la Sociedad Médica de Santiago y $ 22.000 cada número. El valor para Instituciones es de $ 242.000. A los estudiantes de medicina se les concede una tarifa especial de $ 95.000 por la suscripción anual y de $ 9.500 cada número. Todos los valores incluyen IVA. Toda suscripción deberá hacerse mediante pago adelantado a la Dirección de la Revista. Para los suscriptores extranjeros el valor es de US$ 240 vía aérea en Sudamérica y de US$ 260 vía aérea a Europa. Cambio de dirección: Todo cambio de dirección deberá comunicarse oportunamente. La Revista no se responsabiliza por la pérdida de ejemplares debido al no cumplimiento de esta disposición. Dirección postal (mailing address): Bernarda Morín 488, Providencia; Casilla 168, Correo 55, Santiago, Chile. Teléfono: 56[2] 753 5520. E-mail: revmedchile@smschile.cl Versión electrónica en: http://www.scielo.cl y www.smschile.cl ISSN 0717-6163 Producción: Editorial IKU Ltda. Tel/Fax (2) 212 63 84. E-mail: mcristina@editorialiku.cl Los autores y avisadores son responsables por el contenido científico y los puntos de vista expresados, los cuales no necesariamente coinciden con los de los Editores o de la Sociedad Médica de Santiago. Contributors and advertisers are responsible for the scientific content and the views expressed, which are not necessarily those of the Editors or the Sociedad Médica de Santiago. CONTENIDO/CONTENTS Artículos de Investigación / Research Articles Barreras para la formación en docencia de los profesores de medicina: una aproximación cualitativa. Barriers for faculty development in medical education: a qualitative study. Luz Montero, Ximena Triviño, Marisol Sirhan, Philippa Moore, Loreto Leiva .......................................................... 695 Rol de la cirugía mínimamente invasiva en la patología esofágica benigna: reporte de una serie de casos. Laparoscopic surgery for benign esophageal diseases. Italo Braghetto M., Owen Korn B., Gonzalo Cardemil H., Héctor Valladares H., Gonzalo Masia L., Carlos Mandiola B. ..................................................................................................................................................... 703 Comparación de la efectividad de la ligadura vs esclerosis endoscópica en pacientes con sangrado de várices esofágicas en el Hospital Hernán Henríquez de Temuco: estudio de cohortes comparativas. Comparison of band ligation with sclerotherapy for the treatmen of bleeding esophageal varices. Eddy Ríos, Armando Sierralta, Marigraciela Abarzúa, Joaquín Bastías, María Inés Barra ....................................... 713 Factores de riesgo asociados a síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico atendidas en el sistema público. Risk factors for post partum depression. Angelina Dois, Claudia Uribe, Luis Villarroel, Aixa Contreras .................................................................................. 719 Evaluación del programa “Familias fuertes: amor y límites” en familias con adolescentes de 10 a 14 años. Evaluation of the program “Strong families: love and limits” in families with teenagers aged 10 to 14 years. M. Loreto Correa V., Tamara Zubarew G., M. Teresa Valenzuela M., Francisca Salas P. ........................................... 726 Características epidemiológicas de los fallecidos durante el terremoto y maremoto de Chile 2010. Epidemiological profile of deaths after the 2010 earthquake in Chile. Jorge Lastra T., Guillermo Guzmán C., Consuelo Conejeros R., Guillermo Suárez V., Orlando Chávez F. ................ 732 ¿Cuántas personas fuman? Percepción del nivel de consumo y su relación con el consumo de cigarrillos en adolescentes chilenos. Perception of smoking rates and its relationship with cigarette use among Chilean adolescents. Paula Repetto, Margarita Bernales ............................................................................................................................. 740 Una lesión en el cintigrama renal DMSA 6 meses post fase aguda de una pielonefritis representa siempre una cicatriz: un debate abierto. Evolution of scintigraphic renal lesions in children after an episode of acute pyelonephritis. Gilda Donoso, Elizabeth Lagos, Pía Rosati, Pilar Hevia, Karen Cuevas, Gabriel Lobo, Andrés Pérez, César Jiménez, Daniela Gutiérrez ............................................................................................................................... 746 Conducta suicida en niños y adolescentes ingresados en un hospital general. Análisis descriptivo. Features of adolescents hospitalized for a suicide attempt in a general hospital. Carla Inzunza C., Felipe Navia G., Pamela Catalán, Carla Brehme, Tamara Ventura ............................................. 751 Casos Clínicos / Case Reports Cardiotoxicidad reversible en una mujer con 54 años tratada con trastuzumab. Reversible cardiotoxicity in a 54-year-old woman treated with trastuzumab. Sandro José Martins, Vitorino Modesto dos Santos, Ludmila Thommen Teles, Viviane Alves Leite .......................... 763 Schwannoma retroperitoneal. Caso clínico. Retroperitoneal schwannoma. Report of one case. Carlos Álvarez Z., Belen Sanhueza P., Iván Ruiz F., Jorge Castillo A. ......................................................................... 767 Suicidio por interrupción de hemodiálisis en un paciente con nefropatía crónica: análisis de un caso. Suicide by interruption of hemodialysis, in a patient with chronic renal failure. Analysis of one case. Alejandro Gómez, Pamela Bórquez ............................................................................................................................. 771 Autotrasplante cardiaco en el tratamiento quirúrgico de tumores cardiacos primarios. Caso clínico. Heart autotrasplantation for the treatment of a rhabdomyosarcoma of the left ventricle. Report of one case. Rafael Selman A., Matías Ubilla S., Juan Espinoza H., Julio Muñoz P. ..................................................................... 775 693 CONTENIDO/CONTENTS Artículos de Revisión / Review Articles Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico. Pharmacokinetic considerations for critically ill patients. Leslie Escobar, María Nella Gai, Tomás Regueira, Max Andresen ............................................................................. 780 Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa. Feasibility of implementing tele-psychiatry in Chile. Ariel Castro, Alberto Larraín, Rosemarie Fritsch, Graciela Rojas ............................................................................... 789 Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina en la práctica clínica. Microalbuminuria and urinary albumin excretion in clinical practice. Rodrigo Tagle, Fernando González, Mónica Acevedo ................................................................................................. 797 Artículo Especial / Special Article La naturaleza dual del proceso diagnóstico y su vulnerabilidad a los sesgos cognitivos. Description of clinical thinking by the dual-process theory. Luis Peña G. ................................................................................................................................................................ 806 Etica Médica / Medical Ethics Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer. Reflexión y propuesta. Truth telling of Alzheimer’s disease diagnosis. Paola Fuentes R., Juan Andrés Prato ........................................................................................................................... 811 Historia de la Medicina / History of Medicine Medicina, música, amistad y prejuicios: Billroth I y Billroth II, los cuartetos para cuerdas Opus 51, Nº 1 y Nº 2 de Johannes Brahms. Medicine, music, friendship and prejudices: Billroth I and Billroth II, the string quartets Opus 51, Nº 1 and Nº 2 by Johannes Brahms. Felipe C. Cabello ......................................................................................................................................................... 818 Crónica / Medical News Sede de la Sociedad Médica de Santiago prohíbe fumar en sus dependencias. .................................................... 821 Reseña Bibliográfica / Books Review Temas de osteoporosis y otras enfermedades óseas. Santiago Rivero D. ...................................................................................................................................................... 822 Cartas al Editor / Letters to the Editor Bronceosis: enfermedad especulativa por depósito de bronce. Bronzeosis: A speculative disease by bronze deposit. Pablo Young ................................................................................................................................................................. 824 Charles Dickens y su aporte a la medicina: en el bicentenario de su nacimiento. Charles Dickens and his contribution to medicine: a note to the bicentenary of his birth. Marcelo Miranda C. .................................................................................................................................................... 826 Taquicardia paroxística y dolor torácico en urgencias. Paroxysmal tachycardia and chest pain in emergency wards. Delicia I. Gentille L. .................................................................................................................................................... 828 694 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 695-702 Barreras para la formación en docencia de los profesores de medicina: una aproximación cualitativa Barriers for faculty development in medical education: a qualitative study Background: Since 2000, the medical school of the Catholic University of Chile (EMUC) has offered courses for its faculty as part of a Diploma in Medical Education (DEM). However by 2009, 41% of faculty had never taken any courses. Aim: To explore the reasons why faculty choose not to participate in these courses. Material and Methods: Semi-structured interviews to seven faculty members, all of whom have an active role in teaching but who had not taken any DEM courses. The sampling was intentional and guided by theory. Based on Grounded theory, the data was analyzed using open, axial and selective coding. Results: Three categories emerged from the analysis. First, the characteristics of a “good teacher” and what it means to be a good teacher. Second, the current status of teaching. Third, the barriers to participate in courses of DEM. Non-attendance is multifactorial; teaching is seen as a natural skill that is difficult to be trained, teaching has a lower priority than other activities, and there are many barriers perceived for attendance. Conclusions: With these results we developed a model to explain the reasons why faculty choose not to participate in these courses. The lower value of teaching and the multiple roles that teachers have, are highlighted. (Rev Med Chile 2012; 140: 695-702). Key words: Education, medical; Faculty, medical; Perception; Qualitative research; Teaching. E n el pasado se asumía que todo profesor de medicina podía realizar actividades docentes de forma autodidacta; sin embargo, con el paso del tiempo quedó en evidencia que para impartir una docencia de calidad, que promoviera el aprendizaje y enseñanza efectivos en los estudiantes, se requería de formación en el tema1-4. Los cambios surgidos en la educación médica han hecho de la docencia una tarea compleja y demandante, en la que es posible identificar 12 roles que el profesor de medicina puede llegar a desarrollar5. Para llevar a cabo estas múltiples tareas se requiere de la profesionalización de los docentes a través de la formación en temas educacionales, lo que puede ocurrir en forma espontánea como consecuencia del interés 1 Departamento de Medicina Familiar, Pontificia Universidad Católica de Chile. 2 Centro de Educación Médica, Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. 3 Departamento de Psicología, Universidad de Chile. a Doctora en Psicología. Fuente de Apoyo Financiero: La Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile financió la realización de las entrevistas y no participó, ni influyó en el diseño, recolección, análisis de los resultados ni en la redacción y revisión del manuscrito. Recibido el 14 de marzo de 2011, aceptado el 5 de marzo de 2012. Correspondencia a: Dra. Luz Eugenia Montero O. Departamento de Medicina Familiar, Escuela de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile. Lira 63, Santiago Centro, Santiago, Chile. Tel.: (56-2) 3546388. E-mail: luzmonte@med. puc.cl y la motivación de los docentes o facilitarse a través de programas de capacitación en docencia6-12. En respuesta a estas necesidades, la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile (EMUC) optó el año 2000 por el desarrollo de un Diplomado en Educación Médica (DEM), con el objetivo de contribuir a la formación en educación de los docentes de Medicina y de esta manera perfeccionar la docencia de pre y postgrado13-15. Este es un programa de aproximadamente 180 horas, voluntario, gratuito para el alumno, y del cual hasta diciembre de 2009 se habían graduado 110 docentes. Sin embargo, a pesar de este recurso, el 41% del total de académicos no había realizado ningún curso a esa fecha. 695 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Barreras para la formación en docencia en medicina - L. Montero et al Si bien existen algunas investigaciones sobre el problema de la falta de asistencia de los profesores de medicina a cursos de capacitación en docencia en otros países, no había estudios en la realidad local, por lo que pareció relevante conocer en profundidad lo que estaba ocurriendo en la EMUC16-20. El objetivo de este estudio fue explorar los factores que dificultan que los académicos de la EMUC asistan a los cursos del DEM. Materiales y Métodos Diseño Estudio descriptivo cualitativo realizado durante los años 2009-2010, basado en el enfoque y los procedimientos propuestos por la Teoría Fundamentada o Grounded Theory, utilizando entrevistas semiestructuradas21-26. Participantes El universo fueron los académicos de la EMUC. Se seleccionó una muestra de acuerdo a los siguientes criterios de inclusión: 1) no asistente a ningún curso del DEM; 2) pertenencia a las siguientes categorías académicas: Profesor Asistente, Profesor Asociado o Profesor Titular; 3) jornada contratada de al menos 33 horas semanales, y 4) rol docente activo de pre o postgrado (tutor clínico, coordinador de rotación, jefe de curso o programa). Se excluyeron los integrantes del equipo de investigadores y sus colaboradores cercanos. Para identificar a los docentes inasistentes se revisó el registro de académicos que habían realizado cursos en el DEM desde el 2000 hasta diciembre de 2009, el cual se contrastó con la Nómina Oficial de Docentes de la EMUC. Del total de los 715 académicos se obtuvo que 292 (41%) no habían asistido a ningún curso), y de estos, 81 (11%) docentes cumplían con los criterios de inclusión y de exclusión. Para escoger la muestra se consideraron los criterios que utiliza esta metodología de investigación: representatividad, heterogeneidad, accesibilidad y muestreo no pre-especificado inicialmente. Se seleccionaron sujetos de distintas especialidades (tanto médicas como quirúrgicas, clínicas y no clínicas), de ambos sexos y pertenecientes a las tres categorías académicas descritas. Los académicos seleccionados fueron contactados a través de una carta de invitación que explicaba acerca de la investigación y de la solicitud de entrevista. Las entrevistas fueron realizadas por 696 una psicóloga externa al Centro de Educación Médica, quien no es académico de la EMUC ni docente del DEM. Recolección y análisis de los datos Se invitó a 16 docentes, de los cuales 9 rechazaron participar en el estudio y 7 accedieron a ser entrevistados. La recolección de la información se realizó a través de entrevistas semi-estructuradas en base a un guión temático basado en las siguientes preguntas: 1. ¿Cuáles cree usted que son las características que debe poseer un “buen docente”? 2. ¿Cuál es la valoración que la EMUC le da a la docencia según su percepción? 3. ¿Siente la necesidad de capacitarse en docencia? ¿En qué tema(s)? 4. ¿Cuáles son, para usted, las dificultades y los eventuales facilitadores para acceder a los cursos de capacitación en el DEM? 5. ¿Cuál es la valoración que usted le asigna a la capacitación ofrecida por el DEM? Las entrevistas duraron entre 45 y 60 minutos y fueron transcritas verbatim. Las transcripciones fueron analizadas por 3 investigadores de acuerdo al procedimiento propuesto por la Teoría Fundamentada, realizándose las codificaciones abierta, axial y selectiva23-26. El número final de entrevistas se determinó una vez que se alcanzó la saturación teórica de la información, lo cual ocurrió en la quinta entrevista, realizándose 2 entrevistas más para confirmar los hallazgos encontrados. Se trianguló la información recopilada en el estudio con la literatura existente con el objetivo de desarrollar una teoría que explicara el fenómeno en su conjunto. Este estudio contó con la aprobación Comité de Ética en Investigación de la EMUC. Resultados La muestra quedó conformada por 7 docentes cuyas características fueron: edad entre 37 y 65 años (promedio 53 años), dos académicos de sexo femenino y cinco de sexo masculino, dos docentes pertenecían a especialidades quirúrgicas, cuatro a especialidades médicas y uno al área no clínica. En relación con la categoría académica, dos de ellos Rev Med Chile 2012; 140: 695-702 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Barreras para la formación en docencia en medicina - L. Montero et al eran profesores titulares, dos eran asociados y tres asistentes. La mayoría de ellos (5 de 7) poseía una jefatura de curso teórico o práctico, ya sea de pre o post grado. Seis eran tutores clínicos y desarrollaban sus actividades docentes en áreas hospitalarias y ambulatorias en los diferentes campos clínicos de la Facultad de Medicina. Todos contratados por 44 horas. Categorías emergentes Del análisis temático de las entrevistas emergieron 3 categorías principales (Tabla 1): 1) Características y significados asociados al “buen docente”; 2) Valoración otorgada a la docencia y 3) Barreras percibidas para asistir a los cursos. 1) Características y significados asociados a un “buen docente” Los docentes entrevistados expresaron de diversas maneras que el ser un buen docente era esencialmente innato, pero añadieron que algunas habilidades podían adquirirse con capacitación. Además describieron que este buen docente debía poseer una real vocación para enseñar, aunque reconocieron que no a todos los académicos les atraía la docencia y terminaban realizándola por obligación. Mencionaron que un buen docente tenía que ser un experto en su especialidad y dominar el tema que Tabla 1. Principales categorías y subcategorías que emergen de las entrevistas a docentes que no asisten a cursos de docencia en el DEM Categoría 1: Características y significados asociados a un “buen docente” Innato Posee vocación docente Experto en su área (o especialidad) Domina metodologías educativas Percepción de que son “buenos docentes”, aunque perfectibles Categoría 2: Valoración otorgada a la docencia Menor valoración personal de la docencia Valoración percibida en los pares: 2 grupos con diferente valoración Menor valoración percibida por parte de la institución Aumento de la valoración por parte de la EMUC en últimos años Categoría 3: Barreras percibidas para asistir a los cursos Falta de tiempo Alta carga laboral Tensión entre múltiples roles y tareas Falta de percepción de la necesidad de capacitarse Percepción de una baja efectividad de capacitarse en docencia Perjuicios asociados a la capacitación en docencia Rev Med Chile 2012; 140: 695-702 enseñaba, y también destacaron que debía identificar las necesidades de aprendizaje e intereses de los estudiantes y manejar algunas metodologías educativas, como el realizar clases expositivas. De las entrevistas también emergió que los entrevistados perciben una baja necesidad de capacitarse en docencia, ya que la mayoría se consideraban a sí mismos como buenos docentes, aunque algunos reconocieron dificultades en su rol docente, tales como la comunicación con los alumnos, el comprender a los estudiantes de la generación actual o el realizar evaluaciones de aprendizaje objetivas. Por otro lado, la mayoría percibía que capacitarse en docencia no generaría mejoras significativas. Algunas citas textuales de esta categoría se presentan en la Tabla 2. 2) Valoración otorgada a la docencia A nivel individual, los entrevistados mencionaron que la docencia era importante. Sin embargo, la mayoría reconoció que la valoraban menos que otras actividades académicas, tales como la investigación o la atención de pacientes. Todos coincidieron en que la investigación y las publicaciones eran el principal motor del ascenso en la carrera académica y que la atención de los pacientes generaba la mayor parte de los ingresos económicos. Mencionaron que el prestigio como médico provenía de la atención de pacientes y de la investigación. Además añadieron que la actividad docente no generaba los ingresos equivalentes a los producidos en la atención clínica. En los pares mencionaron que existen dos grupos de académicos: uno muy motivado por la docencia y otro grupo que la hace por obligación. En relación con la institución, perciben que ésta valora menos la docencia éstas otras actividades mencionadas, sin embargo, reconocen que la EMUC ha valorado más la docencia en los últimos años, poniendo como ejemplo la creación del DEM (citas textuales en la Tabla 3). 3) Barreras percibidas para asistir a los cursos La falta de tiempo fue percibida por los entrevistados como la principal dificultad para 697 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Barreras para la formación en docencia en medicina - L. Montero et al Tabla 2. Categoría 1: Características y significados asociados a un “buen docente” Innato “Hay gente que tiene o que nace o que… no sé… ehh… para ser un buen docente, (hay) otra gente que hace millones de cursos y nunca lo va a ser” (E4p6) “ Lo que pasa es que como yo lo veo, la docencia es algo innato, es como que me hubieras venido a entrevistar porque no he tomado cursos de respiración, porque mi jefe me dijo que no tomara, porque tenía que hacer otra cosa, pero sigo, respiro todos los días, me entiendes…” (E5p20) Posee vocación docente “(Un buen docente) debería tener eso que se llama la vocación de la docencia, tener ganas de formar a alguien y traspasarle lo que uno tiene” (E2p13) “Bueno, primeramente uno tiene que tener amor por lo que hace, tiene que vibrar y considerar muy importante transmitir lo que sabe a otras personas que están en formación. Eso es ser un buen docente; primero la vocación y disfrutar de servir enseñando, eso también tiene que hacer un buen docente…y dedicar tiempo y preocupación por los alumnos” (E6p2) Experto en su área (o especialidad) “Primero es que el tipo sepa y después que tenga la capacidad, el interés, el deseo de entregar ese conocimiento, pero primero es que tú tienes que saber” (E3p2) Domina metodologías educativas “Primero está el interés en enseñar, no cierto… técnicamente o científicamente tener un muy buen entrenamiento para poder transmitir algo que sea válido… es importante conocer herramientas para enseñar, eso también es muy importante” (E6p4) “Empatía de conocer las necesidades del alumno y entregar de forma adecuada los contenidos… también darse cuenta que tanto están entendiendo los alumnos” (E1p4) Percepción que son “buenos docentes”, aunque perfectibles “Yo creo que sí (me percibo como un modelo docente frente a los alumnos), ellos ven como disfruto lo que hago, sí, yo creo que sí” (E6p18) “Obviamente, podría crecer dentro de todas las clases, de repente cacho que en algunas clases no logré enganchar bien a los estudiantes, los chistes estuvieron fomes, (en) las diapo necesito hacer más cortos los espacios…” (E5p44) Tabla 3. Categoría 2: Valoración otorgada a la docencia Menor valoración personal de la docencia “Respecto a mis proyectos personales de desarrollo, en general, yo también tengo una línea de investigación, que es lo que yo fui espontáneamente, esto de la docencia me llegó un poco de forma inesperada” (E1p31) “Mi principal preocupación y motivación es ser un buen doctor con mis pacientes..., eso es lo que más me importa” (E6p13) Valoración percibida en los pares: 2 grupos con diferente valoración “(Habría un mayor reconocimiento de la escuela)… por la investigación, en segundo, quizás, la docencia y en tercero lo asistencial… y los pares, lo mismo” (E4p24) “…Veo mucho compromiso, profesionalismo, veo gente joven que se ha ido focalizando en áreas de docencia, lo veo bastante bien la verdad, bastante bien” (E5p18) Menor valoración percibida por parte de la institución “A niveles académicos de la facultad sigue teniendo mucho más peso un buen investigador que un buen docente… la docencia sigue siendo igual menos valorada que la investigación, sin duda en esta escuela, definitivamente” (E1p29) “De hecho uno puede llegar a ser profesor titular por una línea que es primariamente de investigación, aunque no haga mucha docencia, el tipo investiga mucho, descubre cosas y publica…” (E2p21) “La facultad de medicina pide y exige docencia, pero a mi juicio no es valorada en la medida en que no es estimulada, no es lógico, no es inteligente pedirle a alguien que haga algo sin preocuparse de formarlo para que lo haga bien y darle la protección que corresponde para que lo haga bien y eso ya implica que hay una displicencia en el tema” (E7p15) Aumento de la valoración por parte de la EMUC en últimos años “Cada vez más, progresivamente más… yo creo que las autoridades académicas le han dado progresivamente cada vez más importancia, yo lo veo crecer, crecer, crecer y con muy buena valoración” (E5p16) “(En) los últimos años yo creo que ha habido un gran interés por formalizar y por estructurar mejor y por quitarle lo puro intuitivo a la manera de hacer docencia y creo que eso ha sido una ganancia enorme para la protección de los cursos… hay grupos que hacen solamente docencia y que están profesionalizándolo por decirlo así” (E6p36) 698 Rev Med Chile 2012; 140: 695-702 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Barreras para la formación en docencia en medicina - L. Montero et al Tabla 4. Categoría 3: Barreras percibidas para asistir a los cursos Falta de tiempo “Yo no tengo ningún problema en volver a ser alumno, es más, sería un placer; mi argumento es básicamente tener tiempo protegido para poder hacerlo y por desligarme de las actividades asistenciales y no de otras cosas, de poder hacerlo sin dejar botado nada importante” (E1p49) Alta carga laboral “La carga asistencial es mucha, de distintas cosas que uno tiene que hacer, y esto es una mañana entera de la semana dedicada a eso, entonces uno tiene poli, tiene que pasar visitas…” (E1p14) Tensión entre múltiples roles y tareas “Yo creo que en mi caso en particular y principal problema es muchos frentes de responsabilidad y, cómo se llama, las circunstancias en que son pocos los que están resolviendo el problema clínico y mi interés personal de tener mi laboratorio. Es muy difícil compatibilizar la actividad clínica con la actividad docente y con la actividad del laboratorio, se me hace difícil dedicar la mañana para no ver enfermos e ir a ver un curso, porque en la práctica es absolutamente imposible” (E6p26) Escasa percepción de la necesidad de capacitarse “Siento que probablemente si me testearan ustedes en un laboratorio y yo fuera un sujeto experimental, me testearan, ratón número 17, pasaría las pruebas razonablemente bien, sin haber tomado ningún curso” (E5p52) Percepción de baja efectividad de la capacitación en docencia “O sea yo he visto paradojas, personas muy cercanas en nuestro grupo… que han tomado todos los cursos y uno dice: perdieron el tiempo, por Dios, cómo pueden hacer clases tan fomes, nadie va a sacar nada en limpio, me entiendes… no interactúan mucho…” (E5p56) Perjuicios asociados a la capacitación en docencia “La actividad docente implica necesariamente detrimento en tu ingreso económico y además dejas de perfeccionarte o de adquirir habilidades clínicas y quirúrgicas” (E7p8) Docencia Múltiples roles y tareas Alta carga asistencial Ingreso económico Prestigio Investigación Baja valoración de la docencia Inasistencia cursos del DEM Buen docente innato Escasa percepción de la necesidad de capacitarse Ascenso carrera académica Detrimento económico Figura 1. acceder a la capacitación en docencia, lo que fue atribuido a la gran carga laboral a la que están sometidos, producto de tener que cumplir en paralelo con una multiplicidad de roles y tareas, tales como investigación, docencia, asistencia, extensión y gestión. A esto se sumó la percepción de un detrimento económico asociado a la capacitación en docencia dado que competiría con la atención de pacientes. Consecuentemente, expresaron la necesidad de tener tiempo “protegido” para asistir a los cursos, es decir, manteniendo sus ingresos Rev Med Chile 2012; 140: 695-702 económicos. En cambio reconocieron destinar tiempo “no protegido” a la formación continua en su área de especialidad, como asistir a congresos, pasantías, etc. (Citas textuales en la Tabla 4). Modelo explicativo del fenómeno estudiado La Figura 1 muestra un modelo explicativo que facilita la comprensión de las barreras que dificultan que los académicos de la EMUC asistan a los cursos del DEM. Alrededor del problema estudiado se observan los principales factores 699 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Barreras para la formación en docencia en medicina - L. Montero et al que emergen al analizar las categorías: múltiples roles y tareas académicas, la menor valoración y menor prestigio de la docencia en relación con la investigación, asociada al ascenso en la carrera académica y la asistencia, que constituye la fuente de recursos económicos. También está presente la percepción de que el ser un “buen docente” es una característica innata, que la mayoría de ellos posee, lo que a su vez produce una escasa percepción de la necesidad de capacitarse en docencia. A esto se suma la baja efectividad percibida por la capacitación en docencia y el detrimento económico que conlleva. En consecuencia, el problema es multidimensional y está integrado por componentes dependientes de los académicos, de la institución y de la interacción entre ambos. Discusión El análisis de los resultados del estudio permitió identificar los factores que dificultan que los académicos de la EMUC se capaciten en docencia. Por una parte, destaca especialmente una menor valoración de la docencia, con respecto a otras actividades, lo cual debe ser analizado de acuerdo al contexto. La EMUC es un centro formador universitario complejo, con más de 700 académicos, cuyos principales características son: el ser un centro de excelencia académica (tanto en investigación, en docencia y en extensión), de identidad católica, al servicio a la sociedad y que participa en el ámbito académico internacional. Por otro lado, está inserta en una Facultad de Medicina que posee una Red de Salud, en la cual hay campos clínicos propios y convenios con campos clínicos públicos, con 3 hospitales y un conjunto de centros ambulatorios, cuyos ingresos económicos financian en parte la actividad académica27. Lo anterior nos ayuda a comprender esta tensión percibida por los entrevistados entre los múltiples roles y tareas que deben cumplir, y explica porque la docencia es menos valorada que otras actividades, al percibir ellos que el desarrollo académico se relaciona principalmente con la productividad científica y los ingresos económicos se vinculan con la atención de pacientes. Junto con lo anterior, la percepción de ser “buen docente” y la escasa autocrítica de las propias habilidades docentes, la falta de recono- 700 cimiento académico y de incentivos económicos asociados a la docencia, emergen como barreras confirmando los hallazgos en otros estudios17-21. Sin embargo, otros obstáculos para la capacitación en docencia, tales como la lejanía física y la falta de sentido de pertenencia a la institución no fueron mencionados por los entrevistados28-29. Una de las fortalezas de este estudio, a diferencia de la mayoría de los estudios cualitativos sobre el tema, es que avanza un nivel más allá, proponiendo un modelo conceptual o teórico explicativo del fenómeno explorado para dar respuesta a la interrogante central sobre las posibles barreras que limitan la asistencia y participación de los académicos en cursos de perfeccionamiento docente. Sin embargo, este estudio posee algunas limitaciones, por una parte, no buscó realizar un análisis exhaustivo del problema estudiado, sino que realizar un primer acercamiento a través de una metodología cualitativa, entrevistando a algunos docentes representativos, por lo que sus resultados no son generalizables a todos los académicos de la EMUC. Por otra parte, tampoco se entrevistó a autoridades de la EMUC o a docentes del DEM, lo que podría haber contribuido a acercarse al problema desde otra mirada. A pesar de estas limitaciones, el estudio ilumina una realidad cotidiana e invita a la EMUC a desarrollar estrategias para valorizar adecuadamente la docencia y así mantener una formación de excelencia. Steinert destaca la necesidad de que la formación de los académicos forme parte del desarrollo de la organización, la cual debe jugar un rol importante en promover este tipo de actividades y crear un clima educacional que incentive y reconozca el liderazgo, la innovación y la excelencia en docencia30. Baldwin añade la importancia de la creación de un grupo de académicos expertos en educación e investigación que actúe como un equipo de apoyo interdepartamental y también la realización de una priorización conjunta entre docentes y sus autoridades de manera de incluir espacios protegidos para estas actividades31. Morzinski destaca la relevancia de la mentoría para académicos como una forma de incentivar su desarrollo en esta área32. En la literatura nacional se sugiere desarrollar un sistema de vías (tracks) preferentes (docencia, investigación, gestión), con normativas claras de calificación académica y promoción, y proporcionar incentivos para mantener Rev Med Chile 2012; 140: 695-702 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Barreras para la formación en docencia en medicina - L. Montero et al la vitalidad académica con valoración del docente y su actividad, idea en la que la EMUC también está trabajando12. Para una mejor comprensión del fenómeno proponemos continuar con una segunda fase, a través de la aplicación de una encuesta a todo el universo de docentes inasistentes y también a otros actores involucrados, tales como las autoridades de la EMUC y docentes del DEM. Finalmente, reiteramos que el problema es multidimensional y está compuesto por componentes dependientes de los académicos, de la institución y de la interacción entre ambos. Los resultados encontrados deben ser analizados en el contexto de una institución compleja que los docentes deben cumplir múltiples roles y tareas. Sin desmedro de lo anterior, los hallazgos encontrados nos invitan a realizar una reflexión comunitaria más inclusiva y realista acerca de la capacitación docente de los académicos. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. McLean M, Cilliers F, Van Wyk JM. Faculty development: yesterday, today and tomorrow. Med Teach 2008; 30: 555-84. Knight AM, Carrese JA, Wright SM. Qualitative assessment of the long-term impact of a faculty development programme in teaching skills. Med Educ 2007; 41: 592-600. MacDougall J, Drummond MJ. The development of medical teachers: an enquiry into the learning histories of 10 experienced medical teachers. Med Educ 2005; 39: 1213-20. Paice E, Heard S, Moss F. How important are role models in making good doctors? BMJ 2002; 325: 707-10. Harden RM, Crosby JR. 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Material and Methods: Prospective analysis of 421 patients (160 males) with benign esophageal disease, who were subjected to laparoscopic surgery by a single surgeon. Immediate mortality, surgical complications and long term results in terms of symptoms recurrence, were analyzed. Results: The underlying diagnoses of the operated patients were Barrett’s esophagus or esophagitis in 257, hiatal hernia in 91, achalasia in 68 and esophageal diverticula in five. Surgery obtained successful results in 90% of patients with Barrett’s esophagus. Among patients with hiatal hernia, there was a 12% rate of complications and a 30% recurrence, when a mesh was not used. Among patients with achalasia the recurrence rate was less than 5%. Conclusions: Laparoscopic surgery has a fair success rate in benign esophageal diseases, with a lower rate of complications. (Rev Med Chile 2012; 140: 703-712). Key words: Barrett’s esophagus; Esophageal diseases; Laparoscopy. E n los últimos 15 años, la cirugía mínimamente invasiva ha mostrado grandes avances en la técnica quirúrgica y ha hecho posible la disminución de la morbimortalidad postoperatoria. Numerosos son los estudios que se han realizado en el seguimiento de patologías benignas susceptibles de ser abordadas por cirugía mínimamente invasiva, tales como enfermedad por reflujo gastroesofágico (RGE), hernia hiatal, divertículos esofágicos y acalasia, patologías que también en nuestro grupo de trabajo han sido tratadas con procedimientos mínimamente invasivos. Las indicaciones quirúrgicas para estas patologías están claramente establecidas en la literatura nacional e internacional y hemos seguido estrictamente estos protocolos1-3. En este artículo, se analizan los resultados e indicaciones obtenidos por nuestro grupo en Departamento de Cirugía, Facultad de Medicina Hospital Clínico de la Universidad de Chile “Dr. José Joaquín Aguirre” Universidad de Chile. Recibido el 23 de marzo de 2010, aceptado el 19 de enero de 2012. Correspondencia a: Dr. Italo Braghetto M. Departamento de Cirugía Santos Dumont N° 999 Santiago, Chile. Teléfono: 56-2-9788334 Fax: 56-2-7370844 E-mail: ibraghet@ redclinicauchile.cl pacientes con patología esofágica benigna sometidos a diferentes técnicas quirúrgicas ya sea por vía laparoscópica o toracoscópica, y se comparan estos resultados con los resultados obtenidos en la era de la cirugía abierta publicados en la literatura internacional. Material y Método En este trabajo prospectivo se incluyeron un total de 421 pacientes consecutivos (160 hombres, 261 mujeres) con un promedio de edad de 49,8 años (rango entre 37 y 78 años) distribuidos de acuerdo a su patología esofágica y la técnica quirúrgica a la que fueron sometidos y que fueron operados exclusivamente por el autor (IB) del trabajo en los últimos 8 años. Todos estos pacientes se estudiaron de acuerdo a nuestro protocolo de 703 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al estudio de la patología esofágica, lo que incluye endoscopia, biopsia, manometría, monitoreo de pH intraesofágico de 24 hrs y radiología baritada de acuerdo a los métodos previamente publicados4-6. Los procedimientos quirúrgicos empleados por el equipo quirúrgico se muestran en la Tabla 1, según las técnicas descritas ampliamente en publicaciones anteriores para cada una de las patologías incluidas en este estudio7-9. Sólo se excluyeron de esta serie laparoscópica aquellos pacientes que habían sido sometidos previamente a intervenciones quirúrgicas laparoscópicas o abiertas por la misma patología. Las técnicas quirúrgicas empleadas para el reflujo gastroesofágico han sido previamente descritas, empleándose la fundoplicatura calibrada en aquellos pacientes con esofagitis o con esófago de Barrett, Barrett corto7 en pacientes con esófago de Barrett extenso o complicados con úlceras o estenosis se efectuó la fundoplicatura asociada a una técnica de supresión ácida y derivación biliar consistente en vagotomía troncal o selectiva más antrectomía y gastroyeyunostomía en Y-de-Roux con el objeto de evitar reflujo ácido y biliar presente en estos enfermos10,11. Las hernias hiatales se clasifican de acuerdo al consenso internacional al respecto12, mientras que en tipo I, II, III y IV, con frecuencias de 90%, 4%, 5% y 1% respectivamente. La hernia hiatal de tipo I o por deslizamiento axial, es aquella en la cual existe un desplazamiento de la UGE hacia el interior del mediastino a través del hiato esofágico, con saco herniario. La hernia hiatal de tipo II o paraesofágica, es aquella en la cual existe una herniación del fondo gástrico hacia el inte- rior del mediastino dentro de un saco herniario, manteniendo la posición correcta de la UGE intraabdominal. La hernia hiatal de tipo III, es una hernia mixta en la cual la UGE y una gran porción del estómago ha migrado hacia el interior del mediastino. Por último, la hernia hiatal de tipo IV, es aquella en la cual existe una gran hernia dentro del mediastino que contiene estómago, omento y a veces otras vísceras abdominales. Se empleó el test de χ2 o test de de Fisher según los datos que se quisieran comparar. Se analizaron la morbimortalidad y los resultados alejados evaluados objetivamente: recurrencia de síntomas (pirosis o regurgitación, disfagia, dolor retro-esternal), hallazgos endoscópicos, manométricos o monitoreo de pH de 24 h anormal y radiológicos, de acuerdo al mismo protocolo preoperatorio y a la patología por la que fueron operados. La información de todos estos pacientes fue registrada en un base de datos (Excell) en la cual se registran todos los datos relacionados a diagnóstico, estudios endoscópicos, radiológicos, manométricos pre y postoperatorias, como también las complicaciones precoces y el seguimiento a largo plazo. Resultados En la Tabla 2 se presentan las complicaciones precoces postoperatorias clasificadas en mayores y menores, en los pacientes con diferentes diagnósticos y tratamientos quirúrgicos empleados, en lo que se destaca la mínima tasa de complicaciones mayores y prácticamente nula mortalidad. Tabla 1. Experiencia en patología esofágica no tumoral tratada con cirugía laparoscópica Patología Esofagitis / Barrett corto n pacientes 185 Técnica quirúrgica laparoscópica Fundoplicatura calibrada+Gastropexia posterior+Cierre de pilares E. de Barrett largo 72 Fundoplicatura calibrada sola (n = 22) Fundoplicatura calibrada+Supresión ácida + Derivación biliar (n = 29) GST 95%+ gastroyeyunostomía Y de Roux asa larga (n = 21) Hernia hiatal 91 Fundoplicatura calibrada + hiatoplastía Sin malla (n = 68) Con malla (n = 23) Acalasia 68 Cardiomiotomía + Fundoplicatura de Dor Divertículo mediotorácico Divertículo epifrénico Total 704 1 Diverticulectomía transtorácica 4 Diverticulectomía + Miotomía + Fundoplicatura de Dor 421 Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al Tabla 2. Complicaciones precoces post cirugía laparoscópica por patología esofágica benigna Complicaciones precoces Diagnóstico Técnica quirúrgica ERGEP Fundoplicatura+ Gastropexia + Cierre pilares Barrett Hernia hiatal Divertículos n Mayores Menores Mortalidad 185 7 disfagia 0 0 Fundoplicatura sola 22 1* 0 0 + Supresión ácida/Derivación biliar 29 2** 0 0 Bypass gástrico resectivo 21 1*** 0 0 Hernioplastia s/malla + fundoplicatura c/malla 91 6 5 0 Acalasia + Parche de Dor 68 3 1**** 0 1***** 0 Diverticulectomía Esofágicos + N° total pacientes 4 421 20 (47%) 0 *Disfagia severa. **Disfagia severa-Fístula muñón duodenal. ***Hemorragia digestión auto limitada. ****Neumoperitoneo. *****Colección subfrénica. 1. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (RGE) y esófago de Barrett Cirugía antirreflujo se efectuó en 185 pacientes con esofagitis grado A-B de la clasificación de Los Ángeles y sin esófago de Barrett. Éxito sintomático se observó sobre el 90% y una esofagitis persistente o recurrente en 15%, manometría anormal en 14% de los casos y el monitoreo de pH intraesofágico de 24 h mostró persistencia de reflujo ácido en 19,5%, lo que demuestra que muchos pacientes aun siendo asintomáticos presentan un esfínter hipotenso y reflujo ácido postoperatorio, siendo estos pacientes en su gran mayoría portadores de esófago de Barrett. Los pacientes con esófago de Barrett (n = 72) merecen un análisis aparte. Hay 3 grupos de pacientes, en 22 de ellos con esófago de Barrett corto (< de 3 cms de longitud) se efectúa calibración cardial y fundoplicatura, y en otros 28 con esófago de Barrett extenso o complicado (presencia de úlcera o estenosis), además de la fundoplicatura, se efectúa un procedimiento de supresión ácida y derivación biliar mediante vagotomía, antrectomía más gastroyeyunostomía en Y de Roux. Se incluye un tercer grupo de pacientes que teniendo esófago de Barrett presentan además obesidad mórbida. En estos pacientes se efectuó una gastrectomía casi total (95%) con gastroyeyunostomía en Y de Roux con la finalidad de tratar ambas patologías. Los pacientes con esófago de Barrett extenso o complicado operados con fundoplicatura clásica, presenta malos resultados con alta recurrencia de los síntomas de reflujo, esofagitis endoscópica, in- Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 competencia del esfínter gastroesofágico y reflujo ácido postoperatorio anormal en comparación a los resultados postoperatorios de los pacientes sometidos a supresión ácida y derivación biliar adicionada a la fundoplicatura. Todos estos pacientes tienen más de 3 años de seguimiento (rango: 3-8 años) (Tabla 3). 2. Hernia hiatal (HH) La indicación de cirugía en estos pacientes se debió a que todos ellos presentaban síntomas secundarios a reflujo gastroesofágico severo, síntomas respiratorios algunos de ellos con cuadros de broncoaspiración, neumonitis a repetición, síntomas cardiovasculares asociados al gran tamaño de su hernia, en general mayores de 5 cm en ocasiones con vólvulo gástrico con mal vaciamiento del estómago. Se operaron 91 pacientes, 43 casos de hernia hiatal tipo I, 5 casos de tipo II, 28 casos de tipo III y 15 casos de tipo IV. Complicaciones postoperatorias ocurrieron en 11 pacientes (13,1%), siendo las más frecuentes derrame pleural en 3 pacientes, disfagia postoperatoria que necesitó dilatación en 4 pacientes, atonía gástrica transitoria en 2 pacientes, 1 paciente con hemoperitoneo y 1 paciente con hemorragia digestiva alta por úlcera gástrica. No hubo mortalidad postoperatoria en esta serie. Las recidivas fueron evaluadas en función de un estudio radiológico pre y post operatorio. En total hubo 12 casos de recidiva entre los cuales se encontraba 3 casos de los 43 de hernia hiatal tipo 705 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al Tabla 3. Falla sintomática y objetiva en pacientes con esofagitis sin Esófago de Barrett sometidos a fundoplicatura y pacientes con esofagitis y Barrett sometidos a diferentes procedimientos quirúrgicos por vía laparoscópica A) Pacientes con esofagitis o Esófago de Barrett corto (n = 185) Síntomas recurrentes n (%) Reflujo radiológico n (%) Esofagitis endoscópica n (%) Esfínter incompetente n (%) Refllujo ácido* anormal n (%) 18 (9,7) 14 (7,6) 27 (14,6) 21 (11,3) 36 (19,5) (P < 0,05) B) Pacientes con esófago de Barrett a. Fundoplicatura calibrada (n = 22) 8 (36,4) 6 (27,3) 11 (50)** 7 (31,8) 9 (40,9) (P < 0,05) b. Fundoplicatura calibrada + supresión ácida + derivación biliar (n = 29) 1 (3,6) 1 (3,6) 1 (3,6) 6 (21,4) 1 (3,6) c. GST 95% + Gastroyeyunostomía en Y de Roux (n = 21) 0 0 0 21 2 *Monitoreo de pH intraesofágico de 24 hr. **11 esofagitis erosiva, 4 úlcera esofágica, 1 progresión a displasia. I, 5 casos en pacientes con hernia hiatal tipo III y 4 casos de los 15 con hernia hiatal tipo IV. Los pacientes en los cuales se ha usado malla de refuerzo la recurrencia de la hernia es significativamente menor (Tablas 4 y 5). 3. Acalasia esofágica Del total de pacientes, en tres casos existieron complicaciones intraoperatorias por daño de la mucosa esofágica, siendo suturadas de inmediato en dos de ellos, con necesidad de conversión sólo en un caso. Se observó un caso de neumoperitoneo que se trató sólo con drenaje percutáneo y la estadía hospitalaria fue de 3 días (Tabla 2). En 15 de 68 (22%) pacientes se observó síntomas de RGE postoperatorio y en todos ellos se encontró reflujo ácido positivo, presentando uno de ellos signos de esofagitis erosiva al estudio endoscópico. Del total de pacientes operados, sólo en cinco de ellos (7,3%) se ha precisado de un tratamiento de dilatación endoscópica única dada la presencia de disfagia post quirúrgica, con resultados satisfactorios. Los resultados clínicos y funcionales de 68 pacientes controlados se muestran en la Tabla 6, confirmándose excelentes resultados en cuanto a normalización de la presión de reposo y de la relajación del esfínter esofágico inferior 706 Tabla 4. Experiencia en 91 pacientes con hernia hiatales operados por vía laparocópica. Tipo de hernia y recidiva postoperatoria Tipo de hernia hiatal n de pacientes n de recidivas Tipo I 43 3 4 Tipo II 5 0 Tipo III 28 5 Tipo IV 15 - Total 91 12 (12,3%) Tabla 5. Recurrencia según tipo de hernia con y sin malla de refuerzo Malla Tipo Total Recurrencia 0 p I II III IV (Rec) (Rec) (Rec) (Rec) (0) 14 (0) 8 (0) 23 43 (3) 4 (0) 14 (5) 7 (4) 68 12 (0,03) (17,9%)* 43 (3) 5 (0) 28 (5) 15 (4) 91 12 (12,3%) Sí - No Total Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al y disminución del diámetro del cuerpo esofágico al obtenerse mejoría del vaciamiento esofágico. 4. Divertículos esofágicos En nuestro grupo se trató 1 paciente portador de una fístula esófago-bronquial secundaria a un divertículo medio torácico abordado por vía transtorácica, resecando el divertículo y realizando sutura tanto del lado bronquial como del cuello esofágico del divertículo y 4 pacientes con divertículos epifrénicos, trata- dos con resección del divertículo y miotomía del esfínter esofágico inferior abordados por vía transhiatal (Figuras 1 y 2). Sólo hubo una complicación postoperatoria derivada de una pequeña fuga localizada de la línea de sutura que fue tratada medicamente (Tabla 2). Tabla 6. Resultados manométricos en el tratamiento quirúrgico de la acalasia esofágica Manometría Preop ± DS Postop ± DS P* - Presión EGE (mmHg) 33,5 ± 9,09 9,8 ± 3,5 0,000 - Amplitud ondas 29,2 ± 11,3 35,8 ± 14,2 ns - % Relajación EGE 56,2 ± 22,3 100 ± 0,0 0,000 2,0 ± 2,5 15,1 ± 3,9 0,000 51,4 ± 16,3 30,0 ± 3,4 0,000 Radiología (diámetro mm) - EGE - Cuerpo Figura 1. Visión endoscópica y radiológica del divertículo mediotorácico y fístula broncoesofágica. Figura 2. Divertículo epifrénico y pieza resecada por vía laparoscópica transhiatal. Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 707 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al Discusión 1. Enfermedad por reflujo gastroesofágico y esófago de Barrett Los procedimientos mínimamente invasivos en la cirugía antirreflujo son actualmente aceptados como gold standard para el tratamiento quirúrgico de pacientes con esofagitis por RGE, cuya indicación quirúrgica cumpla con los requisitos conocidos internacionalmente (Consenso Montreal)13. La fundoplicatura de Nissen, la fundoplicatura modificada de Nissen-Rosetti o la fundoplicatura parcial con las técnicas de Toupet o de Lind, han sido los procedimientos quirúrgicos más comúnmente utilizados6-9. En nuestra experiencia, la fundoplicatura calibrada más gastropexia posterior ha sido evaluada a corto y largo plazo, mostrando resultados equivalentes a los otros procedimientos con resultados alejados ampliamente aceptados en la literatura mundial14-16. En pacientes con esófago de Barrett corto no complicado más de 75% de los pacientes presentan excelentes resultados sintomáticos. Sin embrago, en pacientes con EB extenso o complicado, con úlcera o estenosis sometidos a fundoplicatura de Nissen, la recurrencia es muy frecuente, siendo necesario medicación antirreflujo en un alto porcentaje de ellos, la recurrencia de reflujo ácido persistente es de 25% de los pacientes. En una revisión de la literatura, se ha reportado que 2,5% de pacientes operados por RGE sin esofagitis (grupo control) deben ser sometidos a cirugía de revisión, en cambio 6,5% de los pacientes con esofagitis sin Barrett y 12% de los pacientes con EB debieron ser reoperados17-19. De acuerdo a nuestra conducta 18 de controlar tanto el reflujo ácido como biliar, factores importantes en la patogenia de la enfermedad, hemos operado 29 pacientes con EB extenso complicado, realizando una técnica antirreflujo gastroesofágico asociado con un procedimiento de supresión ácida y derivación duodenal (vagotomía + antrectomía + gastroyeyunostomía en Y de Roux) por vía laparoscópica, demostrando ser una técnica factible, sin mayores complicaciones, lo que actualmente está siendo aceptado en la litera- 708 tura quirúrgica internacional20. En 21 pacientes con EB y obesidad asociada hemos efectuado una resección gástrica 95% con anastomosis gastroyeyunal en Y de Roux con un asa de 150-170 cm de largo (asa alimentaria) con excelentes resultados sintomáticos y desaparición de la esofagitis. Csendes y otras publicaciones recomiendan esta técnica para estos pacientes resolviendo el problema de su obesidad y de los síntomas derivados del RGE20-27. Sin embargo, este punto no está aún dilucido y existe gran controversia entre gastroenterólogos y cirujanos dedicados al tema. De acuerdo a recientes publicaciones tanto el tratamiento médico como la fundoplicatura pueden ser opciones recomendables para el control de la exposición al ácido del esófago distal, pero no mencionan técnicas de supresión ácida y derivación biliar para control de ambos componentes de reflujo28. 2. Hernias hiatales La indicación quirúrgica de las hernias hiatales está dada por su gran asociación con enfermedad por RGE (cerca de 70%), y complicaciones, tales como vólvulo o incarceración del contenido con obstrucción, lo que puede traducirse como disfagia, vómitos, dolor retroesternal, disnea o broncoaspiración. Cuando esto se asocia a hemorragia digestiva alta, se debe sospechar en isquemia, estragulación o perforación del órgano, que son complicaciones asociadas a una alta morbilidad y mortalidad29-40. La evidencia actual indica realizar el procedimiento antirreflujo, debido a que una gran mayoría de pacientes tienen enfermedad por RGE. Existe tendencia hacia el uso de malla en hernias de más de 5 cm de diámetro en base a que existe una mayor recurrencia de HH en los grupos de pacientes en que no se ha utilizado (19%) versus los grupos en que sí se ha utilizado (0-5%) (Tabla 7). Tabla 7. Cirugía laparoscópica en hernia hiatal: revisión de 20 trabajos seleccionados Año 1997-2005 Pacientes 1.415 (33-203 pacientes incluidos) Conversión 3,1% (0* - 9,1%) Edad 65,7 años (18 - 102) Estadía hospitalaria 2,7 días (2-4) Cirugía anti RGE 94% Uso de malla Resección saco No Sí 9 autores 11 autores 90% *3 Trabajos. Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al De la revisión de la literatura publicada entre los años 1995 y 2003 en un total de 764 pacientes operados, las complicaciones se desarrollaron en 18,1% (12-28%), síntomas postoperatorios persistieron en 13,3% (8-21%) y la recurrencia se desarrolló en el 11,9% (0-42%) de los casos. De los tres estudios que utilizaron malla (121 pacientes), sólo uno presentó 5% de recurrencias (Tabla 8)35-40. 3. Acalasia esofágica Diversos estudios han comparado la eficacia de las terapias médicas respecto a los resultados ofrecidos por las distintas técnicas quirúrgicas en el enfrentamiento de esta enfermedad, con pobres resultados a largo plazo41-44. Es así como la cardiomiotomía anterior se ha convertido en el tratamiento de elección de la acalasia esofágica, al ser más efectiva en mejorar la disfagia, presentando mínimas tasas de complicaciones intraoperatorias y conversión, un menor tiempo de estadía intrahospitalaria y excelentes resultados a Tabla 8. Complicaciones post operatorias en cirugía laparoscópica de las hernias hiatales: revisión de la literatura (n = 1.366 pacientes) Intraoperatorias Postoperatorias** 5,3% (0-10%) 12,7% (0-45%) Reoperación - Precoz - Tardías (> 30 días) Mortalidad - Perforación o necrosis - Complic. cardiorrespiratorias 1,2% 3,0% 1,1% (15/1.366 pacientes) 10 pacientes 5 pacientes **Gran porcentaje de complicaciones son menores. largo plazo con tasa de recurrencia de la enfermedad menos de 5%45-48. La recurrencia de la enfermedad, hernias hiatales paraesofágicas o reflujo gastroesofágico asociado o no a esofagitis en el postoperatorio alejado varían entre 10 y 25% de frecuencia39-44. Se han reportado trabajos que consideran modificaciones a la técnica antes mencionada con el objeto de evitar o reducir las complicaciones ya descritas48. 4. Patología diverticular del esófago La patología diverticular del esófago considera la existencia de divertículos de Zenker; divertículos medio torácicos y divertículos epifrénicos. En los pacientes con divertículo de Zenker la diverticulectomía con miotomía cricofaríngea cuyos resultados ha exhibido tasas de resolución de los síntomas superior a 95%. Las complicaciones varían entre 10 y 30%, asociándose a una mortalidad mínima45-53. Los procedimientos endoscópicos presentan una tasa promedio de complicaciones de 5,5%, y una tasa de mortalidad promedio de 0,2%, con recurrencia de la sintomatología de 6,6% para el grupo de técnicas vía endoscópica49-57. En cuanto a la enfermedad diverticular que compromete el tercio medio y distal del esófago, en general, para los divertículos medio torácicos la indicación quirúrgica corresponde a una diverticulectomía realizada por vía transtorácica. En el caso de los divertículos epifrénicos sintomáticos grandes (Figura 2) tienen indicación de una diverticulectomía transhiatal junto a una miotomía distal58,59. Tabla 9. Comparación resultados cirugía laparoscópica vs cirugía abierta en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile* Complicaciones postoperatorias Lap Abierta Fundoplicatura sola 0,4% Mortalidad Seguimiento % éxito Lap Abierta Lap 0 0% 95% 85% Abierta Fundoplicatura + Supresión ácida + Derivación duodenal 10,3% 7% 0 1,5% 97% 91% Hernioplastia hiatal 13,6% 15% 0 1,4% 82% 88% Cardiomiotomía + Dor Diverticulectomía Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 0,6% 20% 1,2% 63% 0 0 94% 92% 0 0 100% 100% 709 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cirugía mínimamente invasiva en patología esofágica benigna - I. Braghetto et al Conclusión 9. En definitiva, las técnicas de cirugía mínimamente invasiva diseñadas para el abordaje de los diversos tipos de patologías que afectan al esófago, resultan por lo general altamente factibles observándose disminución de las complicaciones en comparación a la cirugía abierta, con iguales resultados a largo plazo (Tabla 9). Es indudable, que para el adecuado uso de las distintas técnicas de cirugía mínimamente invasiva y la maximización de sus ventajas, es imprescindible un correcto estudio y selección de los pacientes, evaluando continuamente los resultados, siendo para ello mandatorio el mejoramiento continuo del entrenamiento y adquisición de destrezas, junto al desarrollo del mejor criterio clínico. 10. 11. 12. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Watson DL, Jamieson GG. Antireflux surgery in the laparoscopic era. Br J Surg 1998; 85: 1173-84. Peters JH, Heimbucker J, Kauer WK, Incarbone R, Bremmene CG, DeMeeser TR. 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Video thoracoscopic management of middle esophageal diverticulum with secondary bronchoesophageal fistula: report a case. Surg today 2008: 38: 1124-8. Braghetto I, Korn O, Valladares H. Divertículos esofágicos: Tratamiento quirúrgico/Epiphrenic diverticula: surgical treatment. Gastroenterol Latinoam 2005; 16: 122-6. Rev Med Chile 2012; 140: 703-712 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 713-718 Comparación de la efectividad de la ligadura vs esclerosis endoscópica en pacientes con sangrado de várices esofágicas en el Hospital Hernán Henríquez de Temuco: estudio de cohortes comparativas - . . / 0 1 2 3 4 5 6 B 0 2 7 6 6 C 8 D 1 . 8 2 > 3 6 9 3 - ; 0 1 0 6 6 3 : A 5 ; 7 6 4 6 5 0 7 1 6 6 0 9 8 9 < E 0 3 6 > = 6 9 0 - : 0 6 6 6 > 6 0 ? @ 6 A 5 A Comparison of band ligation with sclerotherapy for the treatment of bleeding esophageal varices Background: Endoscopic band ligation is the treatment of choice for bleeding esophageal varices. However it is not clear if this procedure is associated with less early and late mortality than sclerotherapy. Aim: To assess rates of re-bleeding and mortality in cohorts of patients with bleeding esophageal varices treated with endoscopic injection or band ligation. Patients and Methods: Analysis of medical records and endoscopy reports of two cohorts of patients with bleeding esophageal varices, treated between 1990 and 2010. Of these, 54 patients were treated with sclerotherapy and 90 patients with band ligation. A third cohort of 116 patients that did not require endoscopic treatment, was included. The mean analyzed follow up period was 2.5 years (range 1-16). Collection of data was retrospective for patients treated with sclerotherapy and prospective for patients treated with band ligation. Rates of re-bleeding and medium term mortality were assessed. Results: During the month ensuing the first endoscopic treatment, re-bleeding was recorded in 39 and 72% of patients treated with band ligation and sclerotherapy, respectively (p < 0.01). The relative risk of bleeding after band ligation was 0.53 (95% confidence limits 0.390.73). Death rates until the end of follow up were 20 and 48% among patients with treated with band ligation and sclerotherapy, respectively (p < 0.01), with a relative risk of dying for patients subjected to band ligation of 0.41 (95% confidence limits 0.25-0.68). Conclusions: Band ligation was associated with lower rates of re-bleeding and mortality in these cohorts of patients. (Rev Med Chile 2012; 140: 713-718). Key words: Esophageal and gastric varices; Hypertension, portal; Sclerotherapy. L a hemorragia digestiva alta (HDA) por ruptura de várices esofágicas continúa siendo una de las emergencias más dramáticas de la medicina interna. Hasta 30% de las personas con cirrosis desarrollan várices1, entre 30% y 70% de estas sufren de una o más rupturas en el tiempo2, ocasionando hemorragias con mortalidad de hasta 30% para el primer episodio, y en aumento en los 1 Departamento de Medicina, Universidad de la Frontera, Hospital Hernán Henríquez Aravena, Clínica Alemana de Temuco. a Alumno Facultad de Medicina, Universidad de la Frontera, Temuco. El trabajo se realizó con fondos propios. Recibido el 18 de octubre de 2011, aceptado el 27 de febrero de 2012. Correspondencia a: Dr. Eddy Ríos. Clínica Alemana de Temuco, Senador Estebanez 645, Temuco Chile. Fax (45) 244101 E-mail: edrios@adsl.tie.cl siguientes episodios3. La tasa de resangrado puede alcanzar de 30 al 40% en las primeras seis semanas4, y está significativamente relacionada con la mortalidad en este período5. El tratamiento más efectivo fue la esclerosis endoscópica, usando derivados del alcohol6 -9. En 1988 se describió la técnica de ligadura de várices10, la que se expande con el desarrollo de los equipos 713 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Efectividad de ligadura vs esclerosis de várices esofágicas sangrantes - E. Ríos et al de ligaduras múltiples y se tiene capacidad de detener la hemorragia hasta en 90% de los casos3,11,12. La literatura en general reporta ventajas del uso de ligadura endoscópica frente a la esclerosis endoscópica en términos de detención de la hemorragia y una menor tasa de resangrado12-14, pero las diferencias encontradas no son muy grandes, al punto que la mayoría de las guías recomiendan ambas técnicas indistintamente15-17 y existen datos escasos de los efectos a mediano y largo plazo. Una revisión sistemática Cochrane del tema se está realizando en el momento18. El objetivo de este trabajo fue contribuir a aclarar las ventajas o desventajas de un método sobre el otro, especialmente en términos de resangrado, y la mortalidad a mediano plazo de acuerdo a nuestra experiencia. Material y Métodos Doscientos sesenta pacientes fueron diagnosticados con várices esofágicas entre 1990 y 2010, 144 de ellos presentaron hemorragia aguda por las várices esofágicas. Todos fueron seguidos por tiempos variables, a partir del año 1990. El 10% de ellos se concentraron en la primera década y 90% entre los años 2000 y 2010. El seguimiento se realizó mediante el estudio de las fichas clínicas y los informes de endoscopia, usando una base de datos especialmente formulada. Las cohortes fueron históricas para el período 1990 al 2007, y concurrentes desde ese año hasta el 2010. El promedio de seguimiento por paciente individual fue de 2,5 años (rango 1-16 años). Se confeccionaron dos cohortes: La primera con 54 pacientes con várices esofágicas sangrantes tratadas con escleroterapia endoscópica (CE) y la segunda con 90 pacientes similares tratados con ligadura endoscópica (CL). Los criterios de inclusión fueron todos los pacientes que se presentaron en el hospital con hemorragia aguda por várices esofágicas sangrantes, que fueran tratadas ya sea con esclerosis o con ligaduras endoscópicas, y que tuvieran datos completos. Los criterios de exclusión fueron hemorragias por otras causas, prevención primaria o secundaria de várices esofágicas con cualquier método endoscópico, o datos incompletos. Se realizó una tercera cohorte de comparación de 116 pacientes con várices esofágicas que no necesitaron tratamiento endoscópico (CSTE), a fines de comparación. Una pequeña 714 porción de los pacientes tratados con esclerosis fueron tratados también con ligadura en los siguientes episodios de resangrado y sus datos se analizan tanto en conjunto como separadamente. Se realizó un cálculo post hoc del poder del estudio. Entre las dos cohortes principales, CE y CL, suman 144 pacientes (1,6 ligadura por cada esclerosis), usando el odds ratios de 0,5 obtenido del metaanálisis de Laine20 como diferencia teórica, los resultados se pueden leer con un error α de 0,05, y un error β de 0,20 (confiabilidad 95% y poder 80%). El poder aumenta en las comparaciones entre la CL y CSTE. No se obtuvieron consentimientos informados, ya que las intervenciones fueron las normales para la patología específica y la recogida de datos retrospectiva. No se realizó ningún procedimiento diferente del habitual a causa de este estudio. Las intervenciones fueron realizadas por médicos endoscopistas experimentados de planta. Las esclerosis fueron realizadas con inyecciones intra o paravariaceales de monoetanolamina al 5%, en ampollas de 5 cc. Las ligaduras fueron realizadas con sistemas Cook Medical de 4, 6 ó 10 elásticos. Cada endoscopista decidió en su momento el método y el número de várices intervenidas. Todos los pacientes fueron tratados posteriormente con propranolol, ajustando la dosis según frecuencia cardiaca. El resangrado fue definido como un nuevo episodio de HDA por várices, dentro del mes siguiente. La mortalidad fue definida como estado vital del paciente al final del seguimiento (año 2010). La base de datos se construyó mediante códigos que se mantuvieron estables durante todo el estudio. Para el análisis se usó el software Stata 9.0. Las variables cuantitativas se presentan con promedio, desviación estándar y rangos. Las comparaciones usan análisis de t de Student o U test de Mann-Whitney. Las variables discretas se presentan como números absolutos y porcentajes, usando el test de χ2 y el test exacto de Fisher. Las cohortes fueron analizadas con análisis de riesgo relativo con intervalos de confianza, diferencia de riesgos y número necesario a tratar. Los análisis de sobrevida fueron realizados de acuerdo a la técnica de Kaplan Meier. Para el análisis multivariado se realizó un modelo de regresión de Cox utilizando la sobrevida como variable independiente, y las variables ligadura, esclerosis, edad, sexo, uso de propanolol, clasificación de Child (A y B+C) y sus interacciones en el modelo. Rev Med Chile 2012; 140: 713-718 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Efectividad de ligadura vs esclerosis de várices esofágicas sangrantes - E. Ríos et al Resultados Del grupo total de 260 pacientes, 80 fueron mujeres (31%) y 180 varones (69%), relación hombre/mujer de 2,2 a 1. El promedio de edad fue de 56,5 años (DE 13,57, rango 1 a 93 años). La causa de la cirrosis fue el consumo de alcohol en 145 casos (56,9%), cirrosis post hepatitis viral en 5 (2%), cirrosis autoinmunitaria en 12 (4,7%), y desconocida en 98 (38,4%) probablemente secundaria a esteatosis. De este total, 144 (55,3%) presentaron sangrado atribuible a las várices como primer diagnóstico mientras que 116 (44,7%) no lo presentaron y las várices fueron diagnosticadas como parte del estudio de su patología. Del total que sangraron, 84 (32,3%) sangraron en una sola oportunidad, mientras que 39 (15%) sangraron 2 veces, 21 (9,8%) tres veces, 11 (4,2%) 4 veces y porcentajes menores entre 5 y 12 veces. El grado de severidad en el primer diagnóstico fue de 157 pacientes (60,4%) en estadio Child A, 90 (34,6%) en estadio Child B y 13 (5%) en estadio Child C. La distribución y comparación de todas estas variables para ambas cohortes se muestran en la Tabla 1. De los 144 pacientes que sangraron por várices en forma aguda, 54 (37,5%) fueron tratadas con esclerosis endoscópica con inyección de monoetanolamina (cohorte de esclerosis CE)y 90 (62,5%), fueron tratadas con ligadura elástica (cohorte de ligadura CL). Un tercer grupo de 116 pacientes no recibieron tratamiento endoscópico (cohorte sin intervención CSTE), ya sea porque las várices fueron diagnosticadas como parte del proceso diagnóstico en 82 (70,7%), o porque el sangrado fue de un origen distinto a las várices en 34 (29,3%). Treinta y nueve de 54 (72%) pacientes de la CE tuvieron sangrado post procedimiento dentro del mes posterior a la intervención, comparados con Tabla 1. Distribución de las variables género, edad, años de seguimiento, etiología y gravedad de las cohortes CE y CL Variable Género Hombre Mujer Edad Años (x ± DE) (Rango) Etiología Alcohol Post hepatitis Auto inmunitaria Post esteatosis Estadio Child A Child B Child C Seguimiento Años (x ± DE) (Rango) Rev Med Chile 2012; 140: 713-718 Cohorte esclerosis (CE) n = 54 Cohorte ligadura (CL) n = 90 Comparación CE/CL 41 (75,9%) 64 (71,1%) p = 0,5 NS 13 (24,9%) 26 (28,9%) p = 0,52 NS 55,2 ± 14,8 (R 18-96) 54,9 ± 13,6 (R 21 - 78) p = 0,62 NS 35 (64,8%) 53 (60,2%) p = 0,48 NS 3 (5,6%) 2 (2,3%) p = 0,29 NS 2 (3,7%) 7 (7,9%) p = 0,32 NS 14 (25,9%) 26 (29,5%) p = 0,70 NS 32 (59,2%) 49 (54,4%) p = 0,57 NS 21 (38,9%) 38 (42,2%) p = 0,79 NS 1 (1,8%) 3 (3,3%) p = 0,60 NS 2,5 ± 3 (R 1 -12) 1,57 ± 0,9 (R 1 -5) p = 0,006 S 715 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Efectividad de ligadura vs esclerosis de várices esofágicas sangrantes - E. Ríos et al 35 de 90 (38,9%) pacientes de la CL (p = 0,004). El riesgo relativo de presentar sangrado luego de ligadura fue de 0,53 (IC 95% 0,39-0,73) comparado con esclerosis, lo que resulta en un NNT de 3 (se debe someter a 3 pacientes a ligadura en vez de esclerosis para evitar un episodio de re sangrado). Veintiséis de 54 (48%) pacientes de la CE fallecieron al final del tiempo de seguimiento, 65% de hemorragia, 31% de otras complicaciones de la cirrosis y 4% de causas no relacionadas a la cirrosis, comparados con 18 de 90 pacientes (20%) en la CL, 40% de ellos por hemorragia y 60% de otras complicaciones de la cirrosis. El riesgo relativo de morir luego de ser sometido a ligadura es de 0,41 (IC 95% 0,25-0,68) comparado con la esclerosis, lo que resulta en un NNT de 3,5 (se debe someter a 3,5 pacientes a ligadura en vez de esclerosis para evitar una muerte). La CSTE tuvo 19 muertos de 116 pacientes (16,4%), 23% de hemorragia y 76% de otras causas. Diecisiete pacientes que fueron tratados con esclerosis, y al volver a sangrar fueron tratados con ligadura, que ya estaba disponible en ese momento. Este grupo puede sesgar los resultados. Para aclarar la magnitud y la dirección del sesgo, el número se restó de ambas cohortes, ajustando a las intervenciones puras de ligadura o esclerosis. Este nuevo análisis muestra que en la CL de 14 de 73 (19%) pacientes habían muerto al final del seguimiento, mientras que en la CE fallecieron 22 de 37 (59,4%) pacientes (p = 0,000), con un RR de 0,32 (IC95% 0,18-0,55, NNT de 2,48). Si sólo se compara esta pequeña cohorte sometida a ambos procedimientos con la CL, el RR es de 1,2 y el NNT de 23, y si se compara con la CE, el RRes de 0,39, NNT de 2,8, lo que demuestra gráficamente que ambos procedimientos combinados son peores que la ligadura sola, pero mejores que la esclerosis sola. El análisis de sobrevida de Kaplan Meyer para todas las cohortes (Figura 1) presenta diferencias significativas en la sobrevida de la CL comparada con la CE, mostrando además que el grueso de la mortalidad de ambas cohortes se produce en los primeros 100 meses, para estabilizarse por el resto del seguimiento. El análisis multivariado de regresión de Cox encontró que de todas las estudiadas, las variables ligadura y esclerosis, más la suma de los pacientes con estadios Child B y C, eran capaces de modificar la sobrevida final (Tabla 2). Log-rank test: χ2 (3) 35.26, p = 0,000 Figura 1. Análisis de sobrevida de las cohortes (ligadura, esclerosis, ambas y ninguna). Tabla 2. Modelo final de la regresión de Cox con las variables que modifican la mortalidad _t Sobrevida Coef. Std. Err. z P>z [95% CI] 37,4391 Esclerosis -,8997443 ,2137492 -4,21 0,000 -1,318685 - ,4808035 Ligaduras ,2320203 ,1569966 1,48 0,139 -,0756873 - ,539728 Child B+C ,3368835 ,1637964 2,06 0,040 ,0158484 - ,6579187 Variables estudiadas: esclerosis, ligaduras, sexo, edad, uso de propranolol, estadíos Child A y suma de Child B+C y sus interacciones. 716 Rev Med Chile 2012; 140: 713-718 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Efectividad de ligadura vs esclerosis de várices esofágicas sangrantes - E. Ríos et al Discusión El mejor estudio para responder una pregunta de la eficacia de un tratamiento es un ensayo clínico aleatorizado. Un estudio de cohortes como el actual, tiene muchas desventajas por la ausencia de aleatorización y de ciegos, y el carácter retrospectivo de una de ellas. Sin intentar equiparar la calidad de la evidencia obtenida (A2 vs B2), los resultados de la aleatorización se miden en la distribución similar de todos las covariables que no sean los resultados de la intervención. En este estudio, las cohortes estudiadas muestran una distribución similar de todas las variables de interés que pudiera haber desbalanceado los resultados excepto en el tiempo de seguimiento (Tabla 1). Estas variables se comportan tal y como si hubieran sido aleatorizadas exitosamente. La explicación de este fenómeno es que la patología y los pacientes en estudio son similares dentro del período de tiempo estudiado. En cuanto al posible sesgo introducido por la falta de ciegos, al no poder coger uno u otro procedimiento en su momento, ya que la ligadura no estaba aún disponible, este no parece muy importante. Otro posible sesgo se encuentra en el tiempo del seguimiento. Dada la historia natural y clínica de la enfermedad, es de esperar que mientras más tiempo pase la mortalidad será mayor. Esto puede sesgar los resultados a favor de la ligadura cuya cohorte tuvo como promedio un año menos de seguimiento. La manera final de aclarar este punto es continuar con el seguimiento aproximadamente un año más, y realizar una nueva comparación cuando los tiempos se equiparen. Como dato adicional el análisis de sobrevida muestra que la mortalidad para todos los tipos de tratamiento se produce mayormente en el primer tercio de tiempo post intervención y luego se estabiliza, lo que disminuye este posible sesgo, aunque probablemente no lo elimina (Figura 1). Si bien las cohortes no son muy grandes, su número alcanza para mantener el error del azar dentro de los límites comúnmente aceptados, y es uno de los que cuenta con mayor n de todos los estudios publicados13,14. Los resultados obtenidos son válidos con las variables que fueron posibles de estudiar, otras variables como manejo de la HDA en UCI, drogas vasoactivas, profilaxis antibiótica y otros, no se tomaron en cuenta por que en su momento no es- Rev Med Chile 2012; 140: 713-718 taban disponibles o los datos no fueron suficientes, por lo que su papel en disminuir la mortalidad no puede ser adecuadamente evaluada en este trabajo. Con las poblaciones estudiadas, se pueden responder varias preguntas. Por un lado se logra obtener un panorama regional claro en relación a la historia clínica de las várices en pacientes portadores de cirrosis. En nuestro medio, con un total de 597 pacientes hospitalizados por cirrosis hepática en la década del 2000 al 2010, 234 de ellos con várices, con seguimiento razonablemente largo y cruce de informaciones, podemos fijar en 39,2% los porcentajes de presencia de várices (30%) en la literatura1. El porcentaje de pacientes portadores de várices que sangran en un momento dado en nuestro medio es de 55%, (30 al 70%) referido en la literatura1 -4. El porcentaje de resangrado llega a ser de 67,7, (30-40%) en la literatura4. Pero el objetivo principal del estudio fue el comparar la eficacia de las dos opciones endoscópicas. La ligadura endoscópica tuvo claras ventajas sobre la esclerosis, en los resultados medidos. La menor tasa resangrado posterior a la intervención (39 vs 72%, RR de 0,53, NNT 3) de la ligadura, y una mortalidad menor (20 vs 48%, RR 0,41, NNT 3,55) son importantes y estadísticamente significativas. La proporción de la hemorragia como causa de la muerte también es menor entre ambas cohortes (40 vs 65%). Estos resultados son muy similares en su datos numéricos a los obtenidos en el metaanálisis de Laine19. Es interesante el comportamiento de la pequeña cohorte en la que se sobreponen ambos métodos, y que causa un sesgo que cuando es incorporado en el análisis favorece los resultados de la CL, mejorando el RR y el NNT. La tercera cohorte (CSTE), en la que no se hizo ninguna intervención endoscópica en las várices que no sangraron y que, por lo tanto, representaba el espectro menos agresivo de estas, presenta una mortalidad baja, parecida a la ligadura. Esto ha sido previamente descrito en la literatura20,21 (Saeed 1997, Umehara 1999). Dada la historia natural y clínica de la cirrosis, es inevitable que la mortalidad a largo plazo sea la misma para cualquier método de detención de sangrado, por lo que se debe colocar un tiempo límite de corte para juzgar adecuadamente la ventaja de un método sobre otro. A juzgar por la curva de supervivencia, este límite podría ser de alrededor de 80-100 meses. La diferencia del tiem- 717 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Efectividad de ligadura vs esclerosis de várices esofágicas sangrantes - E. Ríos et al po de seguimiento de ambas cohortes, al ser mayor en la CE, puede estar favoreciendo los resultados encontrados de la ligadura. Excepto el tiempo, los resultados obtenidos parecen depender en gran parte de los procedimientos y no de otras variables, ya que todas las características demográficas, clínicas y de gravedad de la enfermedad se mantuvieron similares y equilibradas entre las cohortes estudiadas. Se debe aclarar que las cohortes fueron de várices tratadas y no de várices erradicadas, lo que no se pudo lograr por muchos motivos. Este trabajo permite contar con datos propios que ayudan a tomar decisiones de tratamiento, y apoyan las conclusiones de las reuniones de consenso de tratamiento de várices esofágicas, específicamente el punto3 con datos nacionales, con un nivel de evidencia 2b, y un grado de recomendación B favoreciendo la ligadura. 11. 12. 13. 14. 15. Referencias 1. Prediction of the first variceal hemorrhage in patients with cirrhosis of the liver and esophageal varices. A prospective multicenter study. North Italian Endoscopic Club for the Study and Treatment of Esophageal Varices. N Engl J Med 1988; 319 (15): 983-9. 2. Burroughs AK. The natural history of varices. J Hepatol 1993; 17 Suppl 2: S10-3. Review. 3. Graham DY, Smith JL. The course of patients after variceal hemorrhage. Gastroenterology 1981; 80 (4): 800-9. 4. Sharara AI, Rockey DC. Gastroesophageal hemorrhage. New England Journal of Medicine 2001; 345: 669-81. 5. D’Amico G, Luca A. Portal hypertension. Natural history. 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Umehara M, Onda M, Tajiri T, Toba M, Yoshida H. Sclerotherapy plus ligation versus ligation for the treatment of esophageal varices: a prospective randomized study. Gastrointest Endosc 1999; 50: 7-12. Rev Med Chile 2012; 140: 713-718 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 719-725 Factores de riesgo asociados a síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico atendidas en el sistema público F J T G K H N I X J K J K J G F F L U U M M K I N O J P Y Q R P Z S R J F F K [ T F L K S F M T G U \ K U V I I U O F P W R N O P ] Risk factors for post partum depression Background: Postpartum depression (PPD) is a public health problem with high prevalence in Chile. Many factors are associated with PPD. Aim: To analyze the factors associated with the incidence of depressive symptoms (SD) in women with low obstetric risk. Material and Methods: Cross-sectional analytical study on a sample of 105 postpartum women with low obstetric risk assessed by the Edinburgh Depression Scale at the eighth week postpartum. Results: A 37% prevalence of depressive symptoms was found. Univariate analysis showed that the perception of family functioning, overcrowding and number of siblings, were significantly associated with postpartum depressive symptoms. A multiple regression model only accepted family functioning as a predictor of depression. Conclusions: Perception of family functioning was the only variable that explained in part the presence of depressive symptoms in women with low obstetric risk. (Rev Med Chile 2012; 140: 719-725). Key words: Depression; Life style; Low obstetric risk; Post partum period. L a depresión postparto (DPP) es el trastorno del ánimo de mayor prevalencia asociado al nacimiento, su sintomatología aparece entre las 4 y 30 semanas del puerperio y se caracteriza por la presencia de síntomas incapacitantes de incomodidad y afrontamiento, que pueden verse exacerbados por baja autoestima materna, falta de confianza y expectativas irreales sobre la maternidad1-3. Se calcula que afecta a 19,2% de las puérperas durante los tres primeros meses postparto4, pero su prevalencia puede variar entre 3% y 30% durante el primer año dependiendo del método de medición y del tiempo transcurrido desde el nacimiento1,3. Durante los primeros tres meses postparto ocurre entre 40% y 70% de los casos, con una recidiva de 1:3 a 1:4 si la madre no recibe el tratamiento correcto5. Aun así, hay una proporción de ellos que no mejora pudiendo incluso seguir un curso crónico3. 1 Escuela de Enfermería, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile. 2 Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile. a Enfermera-matrona, Magíster en Psicología de la Salud. b Enfermera-matrona, Magíster en Humanización de la Salud, Directora Proyecto FONDEF D07i1046. c Estadístico, Doctor (PhD) en Estadística. d Enfermera-matrona, Magíster en Psicología Social Comunitaria. Financiamiento: Proyecto FONDEF D07i1046. CONICYT, Pontificia Universidad Católica de Chile y Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente. Recibido el 28 de septiembre de 2011, aceptado el 19 de enero de 2012. Correspondencia a: E.M. MS Angelina Dois, Escuela de Enfermería, Pontificia Universidad Católica de Chile. Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago. Fono: 56-2-3545838 Fax: 56-2-3547025 E-mail: adois@uc.cl Los efectos que este cuadro tiene en la relación madre-hijo(a) son universales, su impacto en el desarrollo del hijo(a) está directamente relacionado con la duración e intensidad del mismo2 asociándose al establecimiento de apegos inseguros, deterioro del desarrollo psicomotor del hijo(a) y cese precoz de la lactancia materna, entre otros1,6-8. El diagnóstico de DPP confiere algunas dificultades ya que su sintomatología puede confundirse con comportamientos asociados a la adaptación normal al puerperio. Esto se ve reflejado en que alrededor de 50% de los casos de DPP no se diagnostica ni se trata oportunamente5 y por otro lado, cerca de la mitad de los cuadros depresivos diagnosticados durante el puerperio se iniciaron o continuaron su curso durante el embarazo9, aun cuando se conoce que el diagnóstico y tratamiento correcto previo al parto reduce la probabilidad de cursar una depresión en el período postnatal10. 719 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Predictores de síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico - A. Dois et al Cabe destacar que en Chile existe una política pública que garantiza la cobertura de atención de las personas con cuadros depresivos5. Pese a que se han descrito una serie de factores asociados, no es posible distinguir una causa única que explique la ocurrencia de DPP, por lo que se sostiene su etiología multifactorial. Diversos estudios han encontrado una mayor asociación de DPP en mujeres con antecedentes personales de baja autoestima, trastornos de la personalidad, depresión y depresión postparto previas, dificultades en las relaciones maritales, redes de apoyo insuficientes o pobres, antecedentes de eventos estresantes y en particular, cuadros ansiosos, depresivos y de estrés durante el embarazo3,4,10-12. También se ha descrito una asociación discreta con la presencia de tristeza postparto severa, la experiencia el parto, las complicaciones obstétricas y las características de la salud y temperamento del recién nacido3,13,14. Sin embargo, no hay estudios que demuestren la asociación de diferentes variables en mujeres consideradas de mínimo riesgo. Por esta razón, el objetivo de este trabajo es describir los factores asociados a la incidencia de síntomas depresivos (SD) en mujeres con embarazos de bajo riesgo obstétrico que se atendieron en centros de salud primaria del área suroriente de la Región Metropolitana. Los datos aquí reportados corresponden a la información basal obtenida durante la realización de un ensayo clínico aleatorio para la asistencia integral del parto en el servicio público (Proyecto FONDEF D07i1046). Material y Método Estudio analítico de corte transversal que evaluó sintomatología depresiva del post parto y su asociación con diversas variables biosociodemográficas de las participantes. Selección y tamaño de la muestra El universo comprendió a la totalidad de las mujeres con embarazos de bajo riesgo provenientes de seis centros de salud del área suroriente que asistieron su parto en una maternidad de Santiago durante el período julio de 2009-enero de 2010. Se seleccionó una muestra no aleatoria de 306 mujeres puérperas mayores de 15 años que cursaron embarazos de bajo riesgo, sin diagnóstico previo de un trastorno del ánimo ni otra enfermedad 720 psiquiátrica (lo que no descarta su existencia), que dieron a luz a recién nacidos únicos, sanos y de término y que estuvieron dispuestas a participar voluntariamente. Recolección de datos Los datos fueron recolectados por encuestadores capacitados, previa firma de Consentimiento Informado. El Proyecto de Investigación y el Consentimiento Informado fueron aprobados por el Comité de Ética de la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente. Durante el puerperio inmediato se aplicó un cuestionario para recoger información sobre antecedentes biosociodemográficos de las puérperas y la Guía de Síntomas Depresivos del MINSAL5. Posteriormente, se realizó un seguimiento telefónico alrededor de las 8 semanas postparto pesquisando síntomas depresivos a través de la Escala de Depresión de Edimburgo (EDE). Este período coincide con el de máxima prevalencia de la depresión posparto y con la disminución de los síntomas atribuibles a un período adaptativo normal7. La EDE es un instrumento utilizado y validado en distintos países, incluyendo Chile15, con propósitos de tamizaje. Fue diseñado especialmente para reconocer síntomas anímicos en mujeres puérperas, posee una consistencia interna adecuada, 100% de sensibilidad y 80% de especificidad. Sus ítems se agrupan básicamente en torno a dos factores: tristeza y ansiedad, consta de 10 preguntas con cuatro opciones de respuesta cada una y puntajes que varían de 0 a 3 puntos, según la severidad de los síntomas, con una mayor sensibilidad con un punto de corte entre 9 y 10 puntos7,16. Las puérperas que obtuvieron puntajes sugerentes de DPP fueron derivadas a los Centros de Salud donde se controlaban para su evaluación en profundidad. Análisis de datos Los resultados de variables categóricas se presentan como número de casos y porcentaje y los de variables numéricas se presentan como medidas de tendencia central y dispersión. Se usó test t de Student para muestras independientes para comparación de promedios y test χ2 para comparación de porcentajes. La asociación lineal entre variables numéricas se determinó mediante Rev Med Chile 2012; 140: 719-725 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Predictores de síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico - A. Dois et al correlación muestral de Pearson o correlación por rangos de Spearman, según si las variables involucradas en la asociación tenían o no origen ordinal. Finalmente, se usó regresión lineal para determinar la asociación conjunta de dos o más variables con el puntaje de depresión. Se consideró significativo todo valor p ≤ 0,05. Los análisis se hicieron usando el programa estadístico SAS 9.1 para Windows. Resultados Se encuestaron 306 usuarias durante el puerperio inmediato, de ellas, 201 tenían factores de riesgo sugerentes de trastornos del ánimo, equivalentes a 65,7% del total, por lo que fueron derivadas a sus Centros de Salud y no se incluyeron en el seguimiento de este estudio. Las restantes 105 mujeres conformaron el grupo de seguimiento a las 8 semanas postparto. Las puérperas estudiadas tuvieron una edad promedio de 24,5 años, con un rango entre 17 y 42 años. El 69,2% tenía escolaridad media completa y en su mayoría se desempeñaban como dueñas de casa (55,2%). Al momento del parto, 63,8% del total mantenía una relación de convivencia estable con sus parejas (Tabla 1). Del total de la muestra, 55,5% no planificó su embarazo y 62,1% no usó ningún método contraceptivo. En relación a los antecedentes obstétricos, 46 eran primíparas (44,2%), de acuerdo al tipo de parto, 91,4% fue vaginal (58,3% sin episiotomía), 6,7% fórceps y 1,9% cesárea. La edad gestacional promedio fue de 39,5 sem, el peso promedio de los recién nacidos fue de 3.362 g, con un rango entre 2.480 g y 4.280 g y el puntaje promedio de APGAR al minuto y 5 minutos fue de 9 (Tabla 2). La Escala de Depresión de Edimburgo, medida a las 8 semanas del postparto, mostró una incidencia de SD en este grupo de 37,1%. El 62,9% de las encuestadas tuvo menos de 9 puntos, lo que las clasifica según el EDE como “sin riesgo de depresión”. Del 37,1% restante, 53,8% tuvo entre 13 y 30 puntos lo que las clasifica dentro de la Rev Med Chile 2012; 140: 719-725 categoría “probable depresión”. Como puede observarse en la Tabla 3, en la evaluación por ítems de la EDE, se encontró que en relación a la disforia, las primigestas mostraron una tendencia a obtener una mayor cantidad de puntajes 0 en los ítems 1 y 2, no así en las multíparas en que la concentración de puntajes tendió a distribuirse entre 0 y 1 punto. Sólo el ítem 7 mostró una distribución más homogénea en ambos grupos. En relación al indicador de ansiedad, se observa una distribución homogénea de los grupos, sin embargo, en el ítem 4 existe una tendencia a concentrar las puntuaciones de ambos grupos en un puntaje 2, lo que da cuenta de niveles elevados de ansiedad materna. En el indicador de sentimientos de culpa y dificultades de concentración, si bien se observa una distribución homogénea de puntajes, en el grupo de Tabla 1. Descripción de variables sociodemográficas Descripción de variables psicosociales categóricas Variable Frecuencia Porcentaje 26 41 38 24,76 39,05 36,19 Previsión (*) - Fonasa A - Fonasa B - Fonasa C - Fonasa D (*) valor ausente: 1 56 22 18 8 53,85 21,15 17,31 7,69 Escolaridad (*) - Básica completa - Media incompleta - Media completa - Universitaria incompleta - Universitaria completa (*) valor ausente: 1 12 15 72 4 1 11,54 14,42 69,23 3,85 0,96 9 58 5 2 10 21 8,57 55,24 4,76 1,9 9,52 20 Estado civil: - Casada - Convive - Soltera Actividad - Sin actividad - Dueña de casa - Estudiante - Trab. Esporádico - Media jornada - Jornada completa Descripción de variables psicosociales numéricas Variable APGAR familiar Media Desviación estándar 8,9 1,27 Mínimo 4 Máximo 10 Hacinamiento 2,0 0,68 0,7 4 Promiscuidad 1,48 0,37 0,6 2,5 721 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Predictores de síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico - A. Dois et al las multíparas hay una mayor concentración de puntajes 0. Por último, en función del indicador de ideación suicida, éste se muestra con puntajes muy bajos en ambos grupos, lo que hace suponer que el suicidio no era una alternativa posible para ellas al momento de la encuesta. Respecto de la asociación con algunas variables psicosociales (Tabla 4), se evaluó la relación entre Tabla 2. Descripción de variables perinatales Descripción de variables perinatales categóricas Variable Embarazo planificado(*) - Sí - No (*) valor ausente: 5 Uso método de planificación familiar(*) - No - Natural - DIU - Hormonal - Otro (*)valor ausente:2 Tipo de parto - Vaginal s/episiotomía - Vaginal c/episiotomía - Fórceps - Cesárea Frecuencia Porcentaje 47 53 44,76 55,24 64 1 6 29 3 56 40 7 2 62,14 0,97 5,83 28,16 2,91 53,33 38,1 6,67 1,9 Descripción de variables numéricas perinatales Variable Edad Talla materna Media Desviación estándar Mínimo Máximo 24,5 5,8 17 42 158,2 6,1 144 170 Hijos vivos 0,76 0,93 0 5 N° de partos 0,77 0,93 0 5 0,99 37 41 Edad gestacional al parto 39,5 Peso RN 3.362 372,5 2.480 4.280 Talla RN 49,3 3,6 34 55 APGAR 1 min 8,7 0,72 4 9 APGAR 5 min 9 0,20 8 10 Peso RN a las 48 hrs 3.169 2.350 4.100 352,2 Tabla 3. Análisis descriptivo escala de Edimburgo según grupo y puntaje Síntoma Ítem Escala de Edimburgo Disforia Ítem 1: He sido capaz de reírme y ver el lado positivo de las cosas Ítem 2: He disfrutado mirar hacia adelante Ítem 7: Me siento tan desdichada que he tenido dificultades para dormir Ítem 8: Me siento triste o desgraciada Ítem 9: Me he sentido tan desdichada que he estado llorando Ansiedad Ítem 4: He estado nerviosa o inquieta sin tener motivo Ítem 5: He sentido miedo o he estado asustadiza sin tener motivo Distribución de frecuencia del ítem según puntaje alcanzado Primigestas Multíparas 0 1 2 3 0 1 2 3 38 6 2 0 35 18 3 1 39 7 0 0 36 19 0 2 18 12 15 1 20 15 14 8 22 20 2 2 23 21 12 1 22 22 2 0 24 25 5 3 17 6 20 3 13 12 25 7 22 8 15 1 23 11 19 4 Sentimiento de culpa Ítem 3: Cuando las cosas han salido mal, me he culpado a mi misma innecesariamente 8 16 16 6 17 11 25 4 Dificultad de concentración Ítem 6: Las cosas me han estado abrumando 8 18 19 1 10 19 25 2 Ideación suicida Ítem 10: Se me ha ocurrido la idea de hacerme daño 45 1 0 0 51 1 5 0 722 Rev Med Chile 2012; 140: 719-725 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Predictores de síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico - A. Dois et al Tabla 5. APGAR Familiar Tabla 4. Correlación entre el puntaje EDE y variables biopsicosociales Preguntas Correlación con puntaje EDE Estoy satisfecho con la ayuda que recibo de mi familia cuando algo me perturba Correlación de Spearman Valor p Edad materna 0,18 0,23 Número de partos 0,21 0,033 EG al parto -0,006 0,95 APGAR familiar -0,38 <0,001 Hacinamiento 0,22 0,02 Estoy de acuerdo en la forma en que mi familia expresa afecto y responde a mis sentimientos (angustia, amor y pena) Promiscuidad 0,13 0,16 Estoy satisfecho con la cantidad de tiempo que mi familia y yo pasamos juntos Estoy satisfecho con la forma en que mi familia discute áreas de interés común y comparte los problemas resolviéndolos conmigo Encuentro que mi familia acepta mis deseos de hacer nuevas actividades o cambios en mi estilo de vida el puntaje en la EDE y el nivel educacional, tipo de previsión, actividad laboral, percepción de funcionalidad familiar, medida a través del APGAR familiar (Tabla 5), hacinamiento, promiscuidad, número de personas que viven en la misma casa y características de vivienda entre otras. El análisis no paramétrico de las variables realizado a través del coeficiente de Spearman mostró una correlación significativa sólo entre el puntaje de la EDE y el puntaje del APGAR familiar (r = -0,38 y p < 0,01) y entre el puntaje de la EDE y el hacinamiento (r = 0,22 y p < 0,01). Asimismo, el hacinamiento estuvo correlacionado con el puntaje de APGAR familiar, es decir, en la medida que el hacinamiento aumentó disminuyó la percepción de la funcionalidad familiar. Por otro lado, entre las variables obstétricas se encontró una correlación directa y significativa entre el número de partos y el puntaje en la EDE (r = 0,21; p < 0,05). Finalmente, se ajustó un modelo de regresión múltiple para determinar si estas variables hacen un aporte significativo en forma conjunta a la explicación del puntaje de la Escala de Edimburgo. Los resultados mostraron que aunque las 3 variables están asociadas en forma significativa con depresión postparto en forma univariada, al ajustar un modelo de regresión múltiple se observa que, en presencia de APGAR familiar, ninguna de las otras dos variables hace un aporte significativo para explicar la sintomatología depresiva. Rev Med Chile 2012; 140: 719-725 Discusión El nacimiento del primer hijo marca un cambio en la vida de la mujer, la que deberá trabajar para incorporar al nuevo ser que llega basándose en sus experiencias previas y venciendo el temor de perder la identidad lograda en etapas previas17. En ese sentido el proceso del parto representa una de las experiencias más paradójicas que vive la mujer ya que, si bien está permitiendo la expresión de la vida, también debe enfrentarse a una experiencia psicosocial profunda, que pone a prueba su feminidad y sus competencias personales18. Relacionado con lo anterior, se estima que 80% de las mujeres presentan fluctuaciones en su ánimo durante el puerperio. Entre ellos, la depresión posparto que es un trastorno de la salud mental de gran relevancia y a la cual se le han atribuido variados factores de riesgo. En Chile, se estima que su prevalencia en población general es de 27,7% a 41,3%5, lo que sitúa el 37,1% obtenido en esta investigación dentro de un rango esperado. Sin embargo, si se considera que se estudió una muestra de mujeres de bajo riesgo, la importancia de esta cifra cambia radicalmente. La sintomatología depresiva del puerperio en general, se ha asociado fuertemente con los antecedentes de cuadros ansiosos y depresivos previos, con la morbilidad obstétrica y perinatal y con variables como el tipo de parto, la paridad, el nivel educacional y el estado civil entre otras. 723 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Predictores de síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico - A. Dois et al En este estudio el nivel alto de escolaridad podría estar actuando como factor protector frente al cuadro depresivo, al igual que la posible influencia del parto vaginal, asociándolo a un “deber cumplido” desde el rol social asignado a la maternidad, sin embargo, ambas situaciones requieren de mayor investigación. Los resultados de este estudio muestran que la percepción materna de funcionalidad familiar es la única variable que explica en parte la ocurrencia de sintomatología depresiva en puérperas de bajo riesgo obstétrico, lo que se relaciona con hallazgos de otras investigaciones que señalan que el no contar con el apoyo de la familia constituye un factor significativo en el riesgo para el desarrollo de cuadros depresivos en el puerperio2,19,20. Aparentemente, es posible suponer que las relaciones familiares tendrían mayor repercusión en la afectividad de la mujer, en especial en períodos de mayor sensibilidad. La adaptación fisiológica junto con las tareas propias de la incorporación del hijo(a) a la vida diaria, producen tensiones que colocan a la mujer en una situación de vulnerabilidad que favorecería la aparición de sintomatología depresiva. Incorporar elementos de evaluación temprana de la funcionalidad familiar pudiera contribuir en el diseño de intervenciones precoces que impacten sobre la salud materna. El APGAR familiar es un instrumento auto-administrado de tamizaje, fácil de aplicar y de interpretar, que consta de cinco preguntas cerradas de carácter general para medir el grado de satisfacción con que el encuestado percibe la funcionalidad de su familia. Si bien su resultado no mide la disfunción familiar en sí misma, existe buena correlación entre puntajes bajos y la presencia de problemas relacionales21. Por último, se debe tener en cuenta que los síntomas anímicos muchas veces se confunden con las características de este período adaptativo. Si se asocia esta situación a la condición de bajo riesgo materno, es posible que la mujer tenga menos posibilidades de ser pesquisada a tiempo durante sus controles postnatales. Una herramienta eficiente y validada en Chile, para la pesquisa de este cuadro es la Escala de Depresión de Edimburgo. La simplicidad de este instrumento permite que cualquier profesional de la salud lo utilice durante la atención de salud, derivando a control médico para precisar el diagnóstico, sólo en aquellos casos en que se sospeche efectivamente la presencia de un cuadro depresivo. 724 La política pública vigente recomienda su uso en la octava semana del post parto, período en que ha disminuido la sintomatología adaptativa normal. El diagnóstico precoz y la instauración de un plan terapéutico de abordaje eficiente, adecuado y a tiempo, repercutirá directamente en la calidad de vida de las madres, sus hijos(a) y sus familias; disminuirá las complicaciones a corto y largo plazo e influirá en la disminución de los costos en salud. El tratamiento de la depresión está considerado en el Régimen de Garantías Explicitas en Salud al incorporar intervenciones psicosociales individuales y grupales, además del tratamiento farmacológico, condición que permite diseñar estrategias de intervención temprana sobre aquellos factores de riesgo que puedan ser modificables, lo que a su vez, contribuye a mejorar el capital social de las familias chilenas. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Dennis C, McQueen K. The relationship between infantfeeding outcomes and postpartum depression: A qualitative systematic review. Pediatrics 2009; 123: 736-51. Rojas G, Fritsh R, Solís J, González M, Guajardo V, Araya R. 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Intervenciones psicosociales y psicológicas para el tratamiento de la depresión postparto. Chichester, John Wiley & Sons, 2008 Rojas G, Fritsch R, Guajardo V, Rojas F, Barroilhet S, Rev Med Chile 2012; 140: 719-725 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Predictores de síntomas depresivos post parto en mujeres de bajo riesgo obstétrico - A. Dois et al 10. 11. 12. 13. 14. 15. Jadresic E. Caracterización de madres deprimidas en el posparto. Rev Med Chile 2010; 138: 536-42. Hamdan A, Tamim H. Psychosocial risk and protective factors for postpartum depression in the United Arab Emirates. Arch Womens Ment Health 2011; 14: 125-33. Disponible en http://www.springerlink.com/content/ g3x2tr14l14w23g1/ [consultado el 8 de julio de 2011]. McCoy S, Beal J, Shipman S, Payton M, Watson G. Risk factors for postpartum depression: A retrospective investigation at 4-weeks postnatal and a review of the literature. J Am Osteopath Assoc 2006; 106: 193-98. 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Rev Chil Pediatr 1987; 58: 246-49. 725 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 726-731 Evaluación del programa “Familias fuertes: amor y límites” en familias con adolescentes de 10 a 14 años ^ ^ 1 Unidad de Adolescencia, División de Pediatría, Facultad de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile. 2 Escuela de Enfermería Pontificia Universidad Católica de Chile. a Enfermera Matrona. Fuente de apoyo financiero: División de Pediatría, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Recibido el 29 de abril de 2011, aceptado el 19 de enero de 2012. Correspondencia a: Loreto Correa V. Lira 85, 5º piso, Santiago- Chile. Teléfonos: 3548066 Fax: 02-6384307 E-mail: mlcorrea@uc.cl L _ _ d c ` a b b c c o d f e f a ` c b p b j c k f c g ` _ f h i d ^ f ^ _ q r s f i t b b f f j p k e l u o f e b f c m o f n ` _ f h o i v _ h Evaluation of the program “Strong families: love and limits” in families with teenagers aged 10 to 14 years Background: “Strong Families” is a family program aimed at preventing risk behaviors in adolescents from 10 to 14 years of age. It has been developed by the Pan American Health Organization (PAHO/WHO) and is based on the Iowa Strengthening Families Program. This program has been certified and has been proven to effectively prevent adolescent drug and alcohol abuse in several countries around the globe. Aim: To evaluate the Strong Families Program toward adjusting current parenting styles, aiming to decrease risk behaviors in Chilean adolescents. Material and Methods: A quasi-experimental study involving 120 families, selected from 6 schools within the Metropolitan Region of Santiago, Chile. A group of 129 adolescents and 124 parents were chosen by convenience to be intervened. A control group of 223 adolescents and 165 parents were not intervened. The families that underwent intervention attended to 7 educational sessions. The intervened and control groups were evaluated before intervention as well as 6 months after intervention, by means of self-administered evaluation tools. Results: The intervened parents showed significant parenting changes six months after intervention, which resulted in less yelling (p = 0.007), insults (p = 0.002) and lack of control when their children misbehaved (p = 0.008). Regarding the risk behaviors in the intervened and control adolescents, no changes were observed in terms of the consumption rate of tobacco, alcohol or illegal drug use, or in sexual risk behaviors. Conclusions: After six months of intervention, the Program proved to be effective in modifying parenting styles. However, no changes were observed in risk behaviors among adolescents, which could occur within a longer period of time, as reported in other studies. (Rev Med Chile 2012; 140: 726-731). Key words: Adolescent; Program evaluation; Risk reduction behavior. os problemas de salud mental y las conductas de riesgo en adolescentes escolares determinan un deterioro considerable en la salud y desarrollo integral de éstos, afectando su calidad de vida, la de sus familias, dificultando su inserción en la sociedad y restándole la posibilidad de acceder con igualdad de oportunidades al contexto educativo. Una vez establecido el deterioro de la 726 a g salud mental o la consolidación de las conductas de riesgo y sus consecuencias en los adolescentes, el cuidado y tratamiento genera un aumento de las demandas de atención en el sistema de salud, encareciendo significativamente los costos. Además, un problema que inicialmente es de salud propiamente tal, afecta directamente a la educación, perjudicando el rendimiento académico, aumentando ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Familias fuertes: amor y límites - M. L. Correa et al las cifras de deserción y de repitencia escolar, por lo que también aumenta los recursos necesarios para llegar a un mismo logro académico1-3. De lo anteriormente expuesto surge la necesidad de realizar intervenciones costo-efectivas para reducir estos graves problemas que afectan a los adolescentes, sus familias y la sociedad entera4. Diferentes estudios demuestran que cuando los padres o adultos referentes presentan dos cualidades básicas como son disciplina consistente y apoyo emocional, los adolescentes tienen menos problemas y conductas de riesgo4-8. La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), en conjunto con el Centro de Comunicación en Salud, de Harvard School of Public Health, Estados Unidos de Norteamérica, ha desarrollado un programa de intervención familiar para la prevención de conductas de riesgo entre los jóvenes, basado en el programa “Iowa Strengthening Families Program” (ISFP), de la Iowa State University como una intervención primaria efectiva para prevenir el abuso de alcohol y otras sustancias psicotrópicas9-16. El programa se llama “Familias Fuertes: Fortalecimiento de familias para prevenir conductas de riesgo en adolescentes” y cuenta con el apoyo de la OPS/OMS a través del aporte en capacitación y material educativo. Está orientado a familias a través del trabajo con padres y adolescentes de 10 a 14 años para entregarles herramientas efectivas que les permitan establecer vínculos afectivos y límites claros, que se sustentan en los conceptos de Amor y Límites17. El programa educativo interviene a nivel parental promoviendo estilos de crianza positivos, incluyendo habilidades de comunicación, potenciación de vínculos efectivos con los hijos, la elaboración de normas de conductas y maneras adecuadas de manejar la indisciplina. En los adolescentes se promueven habilidades de resistencia a presión de pares, relaciones de pares prosociales, manejo positivo de emociones y empatía con los padres. Este programa ha sido adaptado a la realidad social y cultural latinoamericana, en un esfuerzo conjunto de la OPS/OMS y la Universidad Estatal de Iowa, siendo validado en Latinoamérica: Perú, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras18,19. El propósito de este estudio es evaluar el Programa “Familias Fuertes: Amor y Límites” como herramienta metodológica para la crianza efectiva y prevención de consumo de tabaco, alcohol, Rev Med Chile 2012; 140: 726-731 drogas y actividad sexual en adolescentes entre 10 y 14 años, de distintos colegios en la Región Metropolitana en Santiago de Chile. Metodología Estudio cuasi-experimental con un grupo intervenido de 129 adolescentes y 124 apoderados (padres, madres o tutores), elegidos por conveniencia, a las que se les aplicó el Programa Familias Fuertes, entre los meses de agosto y noviembre de 2009, y un grupo control de 223 adolescentes y 165 apoderados, de similares características, de los mismos colegios intervenidos, a los que no se les aplicó el Taller Familias Fuertes. El Programa Familias Fuertes incluyó: capacitación de 30 profesores monitores, realización del Taller Familias Fuertes y aplicación de instrumentos de evaluación al grupo intervenido y control en 2 momentos: preintervención y a los 6 meses de seguimiento. Los objetivos y actividades de las sesiones del Taller para apoderados fueron dirigidas a: Aumentar su conocimiento y capacidad de resolver los conflictos con sus hijos, desarrollar su capacidad de demostrar afecto y establecer reglas claras de conducta, aumentar su capacidad para vigilar el comportamiento y desarrollar la capacidad para escuchar y comprender los problemas específicos de sus hijos. Para los adolescentes: Elegir compañías adecuadas, desarrollar mayor capacidad de resistencia a la presión de los compañeros, manejar el estrés y evitar conductas de riesgo. Los talleres se realizaron en grupos de 20 familias con al menos 4 facilitadores a cargo, en 3 colegios particulares y 3 particulares subvencionados de la Región Metropolitana de Santiago, pertenecientes a las comunas de La Pintana, La Florida, Nuñoa y Santiago Centro. El Taller constó de 7 sesiones semanales, de 3 horas cada una, con sesiones paralelas con los padres y adolescentes, que concluyen con una actividad común para la familia. La metodología utilizada fue de tipo participativa con análisis de vídeos. El horario fue después de la jornada escolar y se realizó en el mismo colegio. Se aplicaron instrumentos de evaluación, validados por OPS/OMS y GTZ (Corporación Técnico Alemana) para América Latina14,15, al grupo intervenido y control en 2 momentos: preintervención y a los 6 meses de seguimiento, donde 727 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Familias fuertes: amor y límites - M. L. Correa et al se evaluaron los cambios en el estilo de crianza de los padres, madres o tutores y las conductas de riesgo de los adolescentes. Estos fueron de carácter anónimo y autoadministrados. El instrumento utilizado para los padres constó de 9 preguntas con escala de respuesta tipo Likert, que describen la relación padres-hijos de acuerdo a la percepción de los padres/madres o encargados. Evaluó las manifestaciones de aprecio y cuidado hacia los hijos y la presencia de maltrato frente al compartamiento inadecuado de los hijos. El instrumento para los adolescentes constó de 122 preguntas con escala de respuesta tipo Likert, que conforman 11 sub-escalas que midieron cercanía emocional del adolescente con su familia, frecuencia de la exigencia de cumplimiento de las normas familiares, relaciones interpersonales entre padres y adolescentes, uso de drogas, tabaco y alcohol por parte de los adolescente y otras conductas de riesgo en el ámbito de la sexualidad. Para evaluar el grado de satisfacción de los padres y adolescentes intervenidos con el Programa Familias Fuertes, al término del taller se aplicó, tanto a los adolescentes como a los padres, un cuestionario autoadministrado y anónimo, con respuesta escala tipo Likert, validado previamente por OPS Y GTZ14,15. El instrumento incluyó 7 preguntas de valoración global del programa y los contenidos, coherencia con los intereses propios, comprensión de los contenidos, grado de aprendizaje, utilidad para la vida futura y cumplimiento de expectativas. La recolección de datos se realizó en planilla Excel y para el análisis estadístico se uso el programa SPSS 18.00 con un nivel de significancia de 5%. Se llevó a cabo análisis descriptivo de las variables de interés. Para diferencias entre grupos casos y control se consideró el de Test de Fisher y χ 2. El proyecto fue aprobado por el Comité de Ética Institucional. Todas las familias, tanto intervenidas como control firmaron previamente un consentimiento informado. Resultados Apoderados El grupo Padres Familias Fuertes inicial estuvo conformado por 124 apoderados que completaron la intervención y el grupo Control por 165 apoderados. En los aspectos biodemográficos, no hubo 728 diferencias entre el grupo intervenido y el grupo control. El grupo intervenido presenta una edad promedio de 43,4 y el grupo control de 41,7 años. El 62% del grupo padres Familias Fuertes fue de sexo femenino, mientras que en el grupo Padres Control fue de 58% . Ambos grupos, intervenido y control, no mostraron diferencias estadísticamente significativas en los estilos de crianza de sus hijos adolescentes antes de la intervención. Respecto de las variables que describen la relación de crianza de acuerdo a la percepción de los padres/madres y/o tutores postintervención se observó: En los ítems que evaluaron manifestaciones de aprecio y cuidado hacia los hijos se evidenció una tendencia favorable en el grupo padres intervenidos versus el grupo control, pero no estadísticamente significativa. En los ítems que evaluaron maltrato ante el comportamiento de los hijos se observó cambios estadísticamente significativos en los padres intervenidos versus el grupo control: disminuyó el uso de los gritos como respuesta al mal comportamiento de los hijos, disminuyó el uso de insultos frente a un comportamiento inadecuado de los hijos y disminuyó la falta de control de los padres frente al mal comportamiento de los hijos. (Tabla 1). Adolescentes El grupo intervenido estuvo conformado por 129 adolescentes y el grupo control por 223 adolescentes. En los aspectos biodemográficos, no hubo diferencias entre ambos grupos. El grupo intervenido presentaba una edad promedio de 11,5 años y el grupo control 11,6 años. Cincuenta y nueve porciento del grupo intervenido era femenino, mientras que en el grupo control fue de 57%. En ambos grupos el 67% vivía con sus dos padres, 90% de los adolescentes grupo intervenido tenía hermanos, similar al 88% de los adolescentes control . En la evaluación inicial no hubo diferencias significativas respecto de aspectos relacionales, actitudinales ni en las conductas de riesgo entre ambos grupos. Con respecto a las conductas de riesgo evaluadas a los 6 meses post-intervención, no se evidenciaron cambios estadísticamente significativos en consumo de tabaco, alcohol, drogas ilícitas ni conductas sexuales de riesgo. Rev Med Chile 2012; 140: 726-731 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Familias fuertes: amor y límites - M. L. Correa et al Tabla 1. Estilos de Crianza en Padres Familias Fuertes y Control Control 0 6 % % ¿Le gritó a su hijo/a porque estaba enojada/o con él/ella? 17,0 64,8 17,6 0,6 0,0 19,8 62,9 17,2 0,0 0,0 ¿Le gritó o insultó cuando no estaban de acuerdo con su hijo/a? 58,8 33,3 5,5 1,2 1,2 69,0 27,6 1,7 0,0 1,7 24,2 60,4 13,2 2,2 0,0 0,002 43,5 42,7 13,7 0,0 0,0 65,9 29,7 3,3 1,1 0,0 NS 37,0 50,9 10,3 1,2 0,6 45,7 46,6 7,8 0,0 0,0 P 0,007 12,9 54,8 29,0 3,2 0,0 NS ¿Cuándo su hijo/a hizo algo mal, usted perdió los nervios …? Nunca Pocas Muchas Siempre Sin Resp Fuerte 0 6 % % NS Nunca Pocas Muchas Siempre Sin Resp Nunca Pocas Muchas Siempre Sin Resp P 0,008 23,4 53,2 21,8 0,8 0,8 39,6 50,5 8,8 1,1 0,0 NS ( No Significativa). Se observó una adherencia de 100% de participación de las familias hasta el final de las 7 sesiones del taller. Sin embargo, en las encuestas de seguimiento realizada a los 6 meses post taller se obtuvo 73% de respuestas en los apoderados intervenidos y 70% en los controles. En los adolescentes el porcentaje de respuestas alcanzó el 82% y en el control 78%. Grado de satisfacción con el taller Se encuestó al 86% de los padres y 84% de los adolescentes al término del taller. Noventa y ocho porciento de los apoderados y adolescentes refirieron alta satisfacción con la calidad del taller. Discusión y conclusiones Múltiples estudios, tanto nacionales como internacionales, demuestran el efecto protector de un adecuado vínculo familiar sobre la disminución de las conductas de riesgo en los adolescentes2,5-8. En nuestro país se ha descrito que todas las conductas de riesgo son más frecuentes en adolescentes que perciben a sus familias como disfuncionales y enfatiza la necesidad de implementar acciones Rev Med Chile 2012; 140: 726-731 orientadas al refuerzo de la comunicación y fortalecimiento de lazos familiares con adolescentes20. El Programa Familias Fuertes se comenzó a aplicar en algunos colegios en Chile desde el 2005, sin embargo, por primera vez este estudio evalúa el impacto de la intervención. A seis meses de seguimiento demuestra resultados significativos en el fortalecimiento de estilos de crianza efectivos y comunicación padre/hijo, donde se observa disminución del uso de violencia verbal y mejor control de padres ante el mal comportamiento de sus hijos. No se observaron diferencias en las conductas de riesgo de los adolescentes intervenidos, lo que puede atribuirse a que la intervención se realizó a edades tempranas, promedio 11 años, por lo que aún la mayor parte de estos adolescentes no ha comenzado a experimentar conductas de riesgo3. Se espera que las diferencias entre ambos grupos aparezcan más adelante en el seguimiento, tal como se describe en los estudios de evaluación del programa ISFP4,9,11,15. En general, la literatura describe elevadas pérdidas de familias durante el transcurso de los talleres para padres14,21,22, sin embargo, este estudio 729 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Familias fuertes: amor y límites - M. L. Correa et al presentó alta adherencia, lo que puede ser explicado por las atractivas metodologías y la motivación de los facilitadores, lo que se vio reflejado en el alto grado de satisfacción de adolescentes y sus apoderados. No hay publicaciones nacionales que muestren evidencias del efecto de talleres de fortalecimiento familiar en la disminución de conductas de riesgo de adolescentes. Sin embargo, el programa ISFP en estudios internacionales ha demostrado un efecto progresivo en la disminución de variadas conductas de riesgo en los adolescentes intervenidos versus grupo control, hasta 6 años de seguimiento9,11. Este estudio presentó algunas limitaciones tales como: los controles son alumnos de los mismos colegios intervenidos, por lo que puede existir cierto grado de contaminación de los efectos del taller en los alumnos y apoderados no intervenidos. Además es posible que existan otros programas de intervención simultáneos en los colegios que apunten a los mismos objetivos del Taller Familias Fuertes, lo que pudiera verse reflejado en que el grupo control muestre mejoría en algunas variables de crianza parental. Por último, existió una pérdida de respuestas en el seguimiento a 6 meses post taller tanto en el grupo control como intervenido. Esto requiere buscar estrategias que permitan aminorar esta deficiencia. En materia de salud, Chile considera dentro de las Políticas Públicas de protección social, disponer de un sistema de salud capaz de anticiparse a los problemas sanitarios ambientales a través de estrategias de promoción y prevención23. Dado lo anterior es que cobra gran relevancia este tipo de intervención intersectorial e interdisciplinaria, ya que contribuye desde las distintas miradas de salud y educación a prevenir algunos de los problemas que aquejan a los adolescentes de nuestro país como son el abuso de alcohol y otras sustancias psicotrópicas y ayuda a promover un desarrollo social saludable en este grupo etario y sus familias. Una de las fortalezas del estudio es que permitió capacitar a los profesores de los distintos colegios participantes, trabajar colaborativamente con ellos y dejar la capacidad instalada en los colegios para seguir replicando el Taller en el tiempo. Referencias 1. United Nations Children’s Fund. The State of the World´s Children 2011. Adolescence: and Age of Oppor- 730 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. tunity [Internet]. New York: UNICEF; 2011 [citado 10 de agosto de 2011]. Disponible en: http://www.unicef. org/publications/index_57468.html Breinbauer C, Maddaleno M. 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Aim: To describe the main characteristics of people who died during the earthquake and the following three months. Material and Methods: Cross sectional analysis of death records databases obtained from Department of Health Statistics and Information of the Ministry of Health and the Coroner office. Results: Until May 25, 2010, 505 corpses were completely identified. Seventy two of these corresponded to people aged 80 years or more. The higher age adjusted death rates per 100,000 inhabitants were observed among subjects aged more than 80 years and those aged 70 to 79 years (22.6 and 7.7 respectively). The higher rates of deaths were observed in regions where the earthquake had a higher intensity and coastal regions affected by the tsunami. The causes of death were trauma in 75% of cases and drowning in 25%. There was no association between the Mercalli scale of earthquake intensity and rates of death. Among deceased subjects, there was a concentration of unemployed, under educated and low socioeconomic status subjects. Conclusions: After the earthquake, the higher rates of deaths occurred among older people and in the region of the epicenter of the earthquake. Most deaths were due to trauma. (Rev Med Chile 2012; 140: 732-739). Key words: Disasters; Fatal outcome; Mortality; Public Health; Socioeconomic factors. l día 27 de febrero del año 2010 se produjo en Chile un terremoto de 8,8 grados Richter y un maremoto, que afectaron a su territorio entre las regiones V y X en una extensión aproximada de 800 Km de longitud; con una cifra de fallecidos identificados al 25 de mayo de 2010 de 505 a los que sumaron 10 posteriormente. Otros 25 cuerpos permanecen hasta hoy desaparecidos y se atribuyen al mismo desastre. Tanto por la importancia cuantitativa como por la significación que el fenómeno ha tenido, se justifica conocer y analizar cuál es el perfil epide- 732 | Hospital San Borja- Arriarán, Universidad E } miológico de los casos identificados, evaluando diversas variables del registro de identificación y su respectivo certificado de defunción, y comparando con los patrones de muerte en cataclismos similares en otras partes del mundo. En Chile, los desastres de este tipo son frecuentes, desde los primeros registros de la época de colonización ya existen antecedentes de ellos como una parte permanente de su historia; muchos de ellos ocupando los primeros lugares de intensidad en el mundo. Por lo mismo, los cambios en materia de obras civiles muestran un progreso ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al continuo, tanto que un sismo de esta naturaleza en cualquiera de las principales capitales del resto de los países, latinoamericanos, norteamericanos o europeos provocaría un desastre de proporciones incalculables, como por ejemplo ocurrió en Puerto Príncipe donde un sismo de 7 grados de intensidad Richter, causó casi trescientos mil muertos conocidos y tres y medio millones de damnificados. Sin embargo, tanto en nuestro país como en el mundo el análisis de las víctimas ha sido escasamente estudiado, difundido y considerado a la hora de diseñar políticas de salud, destinadas a proteger los grupos de mayor riesgo. Por esta razón, conocer los efectos de este tipo de desastres en materia de salud pública y cuales son los grupos que se ven mayormente afectados es muy importante. Los efectos de este tipo de desastres se pueden clasificar en inmediatos y mediatos: a) Efectos inmediatos, corresponden a aquellos que se producen como resultado directo de la energía liberada por el terremoto y tsunami, y que causan muertos y lesionados. b) Efectos mediatos, son los derivados de los daños a la infraestructura de salud que reduce la respuesta asistencial y al medio ambiente, que afectan la calidad de vida y ponen en riesgo a la población por enfermedades transmisibles, trastornos de salud mental derivados de la experiencia traumática, alteración de la nutrición por escasez de alimentos, movimientos migratorios de las poblaciones, emplazamientos masivos de albergados o campamentos precarios, el aumento de los discapacitados y, por último, los daños a la salud de los enfermos crónicos que enfrentan en estos desastres condiciones de complicación, no pocas veces con consecuencias fatales como lo describen otros estudios1. Respecto de los afectados, la literatura es consistente en señalar que son fundamentalmente los pobres, los viejos, los desvalidos, discapacitados y menores de edad2-6. El objetivo de este estudio es conocer las principales características epidemiológicas de los fallecidos durante el terremoto y el maremoto de Chile el 27 de febrero de 2010, con el propósito de evaluar si se reproduce el perfil observado en otros siniestros de este tipo y orientar la política pública para continuar reduciendo el impacto de fenómenos de este tipo en situaciones futuras. Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 Material y Método Este es un estudio observacional, descriptivo, que da cuenta de las principales características epidemiológicas de los fallecidos a causa del sismo y tsunami del 27 de febrero en Chile del año 2010. Los datos fueron extraídos de fuentes oficiales del Servicio de Registro Civil e Identificación, el Servicio Médico Legal e informados al Departamento de Estadísticas e Informaciones del Ministerio de Salud de Chile. Este registro de los datos, siguió los procedimientos habituales de identificación de fallecidos en Chile, por parte del Servicio de Registro Civil e Identificación, que verifica la identidad del cuerpo a través de pruebas dactiloscópicas; así como de parte del Servicio Médico legal, que realiza las pericias tanatológicas y que entrega el Certificado de Defunción. Finalmente, todos estos antecedentes son remitidos al Departamento de Estadísticas e Informaciones de Salud del Ministerio respectivo, que es quien dispone de la base de datos que hemos analizado y que nos la ha entregado a solicitud de la Universidad Andrés Bello para este estudio. El proceso de registro de la información no fue fácil, por la suma de procedimientos y las dificultades de cada uno de ellos. El rescate de los cuerpos de entre los escombros y de la costa, la disponibilidad de identificación de las huellas dactilares y la capacidad de diagnóstico tanatológico fueron los principales responsables del prolongado proceso de recolección de información. Por esta razón, cuando se ha considerado recuperada la información de la mayor parte de los cuerpos, es que hemos decidido hacer este estudio y realizar esta publicación. Esta base de datos fue analizada a través de estadísticas descriptivas; tabulados con distribución de frecuencias, en función de las principales categorías que se estudiaron: sexo, edad, residencia, ocupación, nivel de instrucción y diagnóstico de la causa de muerte principal. También se construyeron tasas de mortalidad que expresan la frecuencia de decesos por esta causa por 100.000 habitantes, según residencia y según edad, como una forma de dimensionar la probabilidad o riesgo de morir que tuvieron estas poblaciones afectadas por el evento según las variables comentadas. Adicionalmente, se realizó la prueba de χ2 como prueba de bondad de ajuste para determinar la relación de fallecidos 733 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al según grupo etáreo, con la estimación de fallecidos que debió existir por grupo etáreo si el fenómeno hubiera afectado de manera homogénea a toda la población. Esta misma prueba estadística se utilizó para establecer la significación de la diferencia observada en los tipos de traumatismos como causa de muerte según sexo. Finalmente, se aplicó el coeficiente de correlación como medida del grado de asociación entre las variables cuantitativas, tasas de muerte por región y la intensidad del terremoto según escala de Mercali. La búsqueda bibliográfica realizada utilizó los buscadores clásicos de la literatura científica latinoamericana y de Estados Unidos de Norteamérica; “Scielo” y “Pubmed”, así como los buscadores tradicionales de literatura gris. Los resultados se presentan de acuerdo con la distribución de fallecidos por sexo, edad, residencia, nivel de instrucción, ocupación y diagnósticos. Los resultados de estos datos son los siguientes: La Figura 1 muestra los fallecidos por sexo y se puede apreciar una distribución homogénea, similar a la nacional. En cifras totales, el grupo de edades que presentó más fallecidos es el de 80 y más, con 72 casos, le siguen el grupo de 50 a 59 y de 60 a 69 con 70 y 67 casos respectivamente (Figura 2). Es decir, principalmente se vio afectado el grupo de los adultos mayores. En las tasas de fallecidos por edad, que corresponden al número de fallecidos por 100.000 habitantes de cada uno de los tramos de edad considerados; el grupo que presentó una cifra mayor es el de 80 y más y le sigue el de 70 a 79 años con 22,6 y 7,7 por 100.000 habitantes Resultados A la fecha del estudio, el 25 de mayo de 2010, se habían identificado 505 cuerpos. Posteriormente, el Servicio Médico Legal agregó 10 cuerpos, que no fueron incluidos en este estudio, como tampoco ocurrió con otros 25 cuerpos que quedaron registrados como desaparecidos por el tsunami, por el Informe de la Fiscalía Nacional que estudió la situación (2011)7. Figura 1. Número de fallecidos por sexo. Figura 2. Número de fallecidos por rango de edad. 734 Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al respectivamente (Figura 3). Esta distribución no corresponde a la de la mortalidad que debiera presentarse como resultado de un fenómeno que afecta de manera homogénea a todos los habitantes, independiente de su edad. La prueba de χ2, da un resultado (549) que informa de una probabilidad menor que el nivel de significación, por lo tanto, se puede afirmar que los fallecidos por el terremoto según edad no sigue la distribución homogénea que debía esperarse. Según residencia, el mayor número de fallecidos se observó en la Región del Maule con 243 y una tasa de 26,76 por 100.000 habitantes, superior a las tasas de Bío Bío, Libertador General Bernardo O’Higgins y Metropolitana (Figuras 4 y 5). A nivel de provincias, Cauquenes y Talca en la Región del Maule, y Colchagua en la del Libertador, son las que presentaron las mayores tasas (Figura 6). Por su parte, las comunas con más casos fueron Constitución, Talca, Pelluhue y Cauquenes, todas de la Región del Maule, con 78, 27, 21 y 19 respectivamente (Figura 7). Las tasas por regiones y comunas corresponden a los casos de fallecidos por 100.000 habitantes en cada uno de esos territorios. La distribución de los fallecidos mayores de 18 años, según nivel de instrucción, muestra que el 64% tiene básica o menos (Figura 8). Considerando la ocupación, 354 de los 505 eran inactivos y los ocupados estaban principalmente en categorías de obreros, empleados y trabajadores por cuenta propia (Figura 9). Respecto de los diagnósticos básicos, el 75% de las muertes se produjeron a causa de traumatismos y sólo el 25% por ahogamiento o sumersión y en los tipos de trau- Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 Figura 3. Tasa de fallecidos por rango de edad (por 100.000 habitantes). Figura 4. Número de fallecidos por Región. Figura 5. Tasa de fallecidos por Región (por 100.000 habitantes). 735 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al Figura 6. Tasa de fallecidos por Provincia (por 100.000 habitantes). Figura 7. Comunas con mayor tasa de fallecidos (por 100.000 habitantes). Figura 8. Distribución de la población mayor de 18 años según nivel de instrucción alcanzado. 736 Figura 9. Población ocupada según tipo de ocupación. Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al matismos, el predominio fue compromisos múltiples y secundariamente de tórax (Figuras 10 y 11). Al comparar los tipos de traumatismos según sexo, como se observa en la Figura 12, existe una diferencia entre ambos, predominando en los hombres el traumatismo múltiple. Esta diferencia resulta significativa al aplicar la prueba de χ2, como prueba de asociación6,7. La distribución de fallecidos por ahogamiento según sexo, también revela la misma diferencia, siendo mayor el número de hombres que mujeres por esta causa (Figura 13). Figura 10. Diagnóstico causa básica de defunción. Figura 11. Número de fallecidos por tipo de traumatismo. Figura 12. Fallecidos hombres y mujeres según tipo de traumatismo. Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 737 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al Figura 13. Distribución de fallecidos por sumersión según sexo. Figura 14. Tasa de fallecidos y grados de Mercalli por Región. Finalmente, en la Figura 14, se muestra la ausencia de correlación entre el número de fallecidos por Región y la intensidad del terremoto, en grados Mercali. Esto mismo se puede corroborar en la medida del coeficiente de correlación entre esas dos variables, que muestra una débil asociación, con un resultado de 0,364. Discusión Como se comenta en la introducción el tema de los desastres debe constituir una preocupación en Salud Pública, en la medida que como señalan 738 diferentes autores, si bien estos no aumentan, está provocando mayores impactos en la medida que afectan zonas cada vez más pobladas, por lo que sus impactos se prolongan más allá del cataclismo mismo1. El terremoto y maremoto producidos en nuestro país, provocaron una cifra de fallecidos, comparativamente menor a la que eventos de intensidad similar o menor han provocado, por ejemplo en comparación con el reciente terremoto de Haití. Al revisar los antecedentes clínicos y los lugares donde hubo más afectados se evidencia que los principales fallecidos son de localidades de la Región del Maule, principalmente en Talca, Cau- Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Fallecidos terremoto y maremoto Chile 2010 - J. Lastra et al quenes, Constitución y Pelluhue y en ellos predominan los distintos síndromes de aplastamiento por terremoto y en un porcentaje menor las casos de muerte por sumersión. Respecto del análisis de los resultados relacionados, con las variables demográficas, sociales y económicas, se identifica como principalmente afectada la población más vieja, inactivos, con bajo nivel de instrucción y ocupados en bajo nivel de jerarquía. En resumen, se puede asumir que la población más pobre, al igual que en otras condiciones, es la que presenta mayores riesgos de morir8. Esta condición se puede explicar, de acuerdo con los estudios sobre determinantes sociales, que señalan que una baja jerarquía social, en términos de indicadores como la categoría de la ocupación y el nivel de instrucción9, constituyen factores de riesgo, condicionando estructuralmente la situación de salud y el riesgo de enfermar o morir10. Este trabajo presentó limitaciones ya que no fue posible obtener el registro del total de fallecidos a la fecha del trabajo, faltó incorporar 10 al estudio y además se reconoce 25 posible víctimas más, que se supone fallecieron a causa del maremoto, pero cuyos cuerpos no fueron encontrados. Finalmente, consideramos que esta materia requiere todavía mayor profundización, haciendo por ejemplo nuevos estudios, de distinto tipo, que podrían entregar mejor información de las características de los fallecidos y diseñar e implementar políticas de prevención específicas. Agradecimientos. Agradecemos a los profesionales del Servicio Médico Legal y del Registro Civil, que de manera anónima colaboraron en la identificación de los cuerpos de los fallecidos durante el terremoto y el maremoto que azotó al país el 27 de febrero. También, a la Dirección del Rev Med Chile 2012; 140: 732-739 Departamento de Estadística e Informaciones que consolidó la base de datos que hizo posible este estudio. También a todas las personas que trabajaron solidariamente, en distintas aéreas de trabajo, para mitigar los efectos de este tremendo desastre. Referencias 1. OPS, Impacto de los desastres en la Salud Pública, Editor Eric K. Noji, OPS, Bogotá, 2000. 2. Naghii MR. 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Donde están las Causas, En: Aprender a mirar la Salud. ¿Cómo la desigualdad daña la salud nuestra Salud; Benach, J. y Muntaner, C. editores; Editorial Viejo Topo; España, 2005. 10. OMS. Comisión sobre determinantes sociales de la salud. Hacia un marco conceptual que permita analizar y actuar sobre los determinantes sociales de la salud. Documento de trabajo 5 de mayo de 2005. 739 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 740-745 ¿Cuántas personas fuman? Percepción del nivel de consumo y su relación con el consumo de cigarrillos en adolescentes chilenos ¡ ¢ £ ¤ 1 Escuela de Psicología, Pontificia Universidad Católica de Chile. 2 School of Population Health, University of Auckland, New Zealand. a PhD, Psicóloga. b PhD Candidate. Estudio financiado por Proyecto FONDECYT #1090563. Fondecyt no influyó en el diseño, el análisis, resultados ni en las conclusiones de este trabajo. Recibido el 20 de agosto de 2011, aceptado el 27 de febrero de 2012. Correspondencia a: Paula Repetto. Avenida Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago Escuela de Psicología. Teléfono: 3547666 Fax: 5533092 E-mail: prepetto@uc.cl E Perception of smoking rates and its relationship with cigarette use among Chilean adolescents Background: Cigarette smoking among adolescents is a major health problem in Chile, which is determined by several factors. Among these, it is important the role of perceived norms regarding cigarette use among peers and the general population. Aim: To study the social norms about the perceived prevalence of smoking and its relationship with cigarette smoking among Chilean adolescents. Material and Methods: Participants were 480 adolescents of educational institutions from the South-East area of the Metropolitan Region, who completed a questionnaire that included questions regarding cigarette use and the perceived prevalence of cigarette use among peers and adults. Results: Adolescents overestimated the percentage of smokers compared to national statistics regarding their peers and adult population. The perception of adolescents regarding the rates of use among peers predicted both current and future use. Conclusions: Cigarette smoking is influenced by perceived norms regarding use and, despite the current smoking restrictions in place, youth continue to perceive that smoking is a common behavior. (Rev Med Chile 2012; 140: 740-745). Key words: Adolescent; Ethical theory; Smoking. l consumo de cigarrillos en jóvenes es un importante problema de salud importante en Chile1. Las estadísticas obtenidas por CONACE sugieren que, si bien éste ha disminuido durante las últimas décadas, 33% de los escolares fuma de manera habitual2. Otras estadísticas, como las obtenidas a través de la última Encuesta Nacional de Salud3 muestran que 40,6% de la población adulta fuma de manera habitual (44,2% la prevalencia de hombres y 37,1% la de mujeres). Estas estadísticas indican que fumar cigarrillos es un problema de salud que continúa siendo importante en Chile. La preocupación por el consumo de cigarrillos en la población chilena llevó a las autoridades a implementar cambios legislativos como los definidos por la Ley 19.4194, los cuales están orientados a restringir el consumo de cigarrillos 740 en lugares públicos, evitar que los menores de edad estén expuestos al humo del cigarrillo y prohibir la venta de cigarrillos a menores de edad. Si bien estas medidas han ayudado a disminuir el consumo de cigarrillos, las estadísticas chilenas muestran que los adolescentes continúan fumando en niveles más altos comparados con adolescentes de otros países del mundo5. Por esta razón, estudios que ayuden a comprender por qué los adolescentes chilenos continúan fumando en altas tasas son importantes para poder desarrollar intervenciones más efectivas. La investigación respecto del consumo de cigarrillos ha mostrado que la conducta de fumar cigarrillos se encuentra determinada por una multiplicidad de factores tanto de nivel social como personal. Entre los determinantes estudiados, los ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Percepción del nivel de consumo y consumo de cigarrillos en adolescentes - P. Repetto et al investigadores destacan la importancia de las normas sociales percibidas respecto a cuán normativa es la conducta de fumar tanto entre el grupo de pares como en la población general6. Los estudios muestran que los adolescentes suelen sobreestimar el consumo de cigarrillos tanto de pares como de adultos y que este factor predice consumo de cigarrillos actual y futuro, siendo un predictor más importante que el consumo real de la población7,8. Los resultados de estos estudios sugieren que los adolescentes que creen que la conducta de fumar es altamente prevalente entre sus pares y en la población general se inician más temprano en el consumo, fuman más y tienen planes de iniciarse o mantenerse en el consumo en el futuro7,8. En un estudio ya clásico, Botvin y cols (1992) estudiaron longitudinalmente las normas percibidas respecto al consumo de cigarrillos en una muestra de escolares en Estados Unidos de Norteamérica9. Los resultados de su estudio mostraron que aquellos adolescentes que estimaban que 50% o más de sus pares y/o adultos fuman, fumaban más y presentaban tasas de consumo más altas dos años después, una vez realizado el seguimiento. Consistente con estos resultados, en estudios posteriores se ha mostrado de manera sistemática que aquellos adolescentes que creen que fumar cigarrillos es una conducta que ocurre en alta frecuencia tanto entre sus pares como en la población general, es más probable que fumen6,10. Los investigadores han propuesto distintas explicaciones para dar cuenta de por qué las normas percibidas respecto de la prevalencia del consumo de cigarrillos influyen en el consumo de cigarrillos en adolescentes. En primer lugar, ellos señalan la importancia que tiene para los adolescentes adecuarse a las conductas y normas de su grupo de pares y, por lo tanto, si ellos perciben o creen que fumar es una conducta habitual y aceptable entre sus pares, es más probable que fumen11,12. Por otro lado, es posible que los adolescentes hagan inferencias respecto de la prevalencia del consumo en función de lo que ellos observan en su ambiente, y si observan que varias personas fuman, es posible que utilicen esta información para hacer estimaciones de la conducta de fumar en la población general6. Estos autores señalan que la conducta de fumar cigarrillos es muy visible y fácil de recordar. Esta gran visibilidad influirá en la percepción que los adolescentes tienen respecto de la prevalencia en el consumo independiente si Rev Med Chile 2012; 140: 740-745 están expuestos a pocos o muchos fumadores7. Otros autores proponen que esta percepción es el resultado del marketing de las empresas tabacaleras, que ha llevado a los adolescentes y, a la población general, a creer que fumar es una conducta que se da en una alta prevalencia entre sus pares y en la población general13. Finalmente, algunos investigadores señalan que estas creencias muestran lo fácil que es acceder a cigarrillos para los adolescentes. Este fácil acceso los llevaría a pensar que es muy probable que sus pares fumen y experimenten con cigarrillos6. Independiente de las razones por las cuales los adolescentes fuman, los resultados muestran de manera consistente que los adolescentes tienden a sobreestimar la prevalencia del consumo entre sus pares y en la población general6,7, y que estas creencias se asocian con mayor consumo de cigarrillos en adolescentes10,14. La influencia de las normas sociales en relación al consumo de cigarrillos ha sido poco explorada en adolescentes chilenos. En consecuencia, el presente estudio tuvo como objetivo estudiar las creencias normativas respecto de la prevalencia en el consumo de cigarrillos en adolescentes chilenos y su relación con el consumo de cigarrillos. Tal como se ha descrito en investigaciones anteriores, se esperaba encontrar que los adolescentes sobrestimarían la tasa de consumo entre pares y entre adultos y, que estas creencias se asociarían con las conductas de consumo de cigarrillos en adolescentes. Por otro lado, esperamos encontrar que las normas percibidas predecirían los planes de consumo futuro que tengan los adolescentes. Material y Métodos Procedimiento Los datos utilizados para el presente estudio son parte de un estudio longitudinal cuyo objetivo ha sido examinar los determinantes de los patrones de cambio en el consumo de cigarrillos en jóvenes chilenos. Para efectos del presente estudio se usaron los datos de la primera medición que fue realizada el año 2009. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Comité de Bioética de FONDECYT, cumpliendo así con la Declaración de Helsinki. Los participantes firmaron un asentimiento (menores de edad) o consentimiento (mayores de 18 años) informado 741 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Percepción del nivel de consumo y consumo de cigarrillos en adolescentes - P. Repetto et al para poder participar en el estudio. Los padres de los menores de edad también debieron autorizar la participación de sus hijos en el estudio. Una vez obtenida la autorización de las instituciones educacionales involucradas, de los padres, y de los participantes, se llevó a cabo la aplicación del cuestionario. El cuestionario fue aplicado de manera colectiva en sala de clases a los participantes por evaluadores entrenados especialmente. Para efectos de este estudio sólo se incluyeron menores de edad. Instrumentos El cuestionario incluyó preguntas respecto al consumo de cigarrillos tomadas de la Encuesta Mundial de Tabaquismo Juvenil15 y de otros estudios anteriores realizados con población chilena y en otros países. Se les preguntó a los participantes si han probado o no cigarrillos, la edad en la cual probaron, tiempo que pueden pasar sin fumar, auto-percepción como fumador y planes para fumar en el futuro. En relación a las normas sociales, se les pidió que estimaran en porcentajes la cantidad de adultos que fuman y de jóvenes de su mismo grupo de edad. Para eso, se usaron las preguntas utilizadas en estudios anteriores con poblaciones similares16. Se incluyeron variables demográficas como edad y sexo como variables de control. Un resumen de las preguntas utilizadas se presenta en la Tabla 1. Participantes Los participantes en el estudio fueron 480 adolescentes de diferentes establecimientos educacionales públicos y particulares subvencionados del área Sur-Oriente de la Región Metropolitana, todos de nivel socioeconómico medio y mediobajo de acuerdo a la categorización del Ministerio de Educación17. El promedio de edad de los participantes fue de 14,97 años (DE = 1,63) y 48% correspondió a hombres. Según curso, 12,7% cursaba séptimo básico, 13,3% octavo, 23,3% primero medio, 19,7% segundo medio, 18,1% tercero medio y 12,9% cuarto año medio. Tabla 1. Preguntas incluidas en el estudio y alternativas de respuesta Pregunta Alternativas de respuesta ¿Alguna vez has probado cigarrillos, aunque sea una o dos fumadas o “piteadas”? Sí No ¿Cuántos años tenías cuando trataste de fumar o probaste por primera vez un cigarrillo, aunque haya sido sólo una piteada? (En blanco, los participantes completan esta pregunta) ¿Cómo describirías la forma en que tú fumas? (frecuencia de consumo) No fumo Sólo he probado Fumo ocasionalmente Fumo regularmente ¿Cuánto tiempo puedes pasar sin fumar antes de sentir que necesitas un cigarrillo? Menos de una hora Entre 1 y 3 horas Más de 3 horas pero menos de un día Un día entero Varios días Una semana o más No fumo ¿Qué crees que pasará contigo en los próximos cinco años respecto del cigarrillo? No estaré fumando Pienso que estaré fumando igual que ahora Pienso que estaré fumando más que ahora Creo que habré dejado de fumar Imagina que se junta un grupo de 100 personas de tu edad ¿Cuántas de ellas crees tú que fuman? (En blanco, los participantes completan esta pregunta) Imagina que se junta un grupo de 100 adultos, ¿cuántos crees tú que fuman? (En blanco, los participantes completan esta pregunta) 742 Rev Med Chile 2012; 140: 740-745 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Percepción del nivel de consumo y consumo de cigarrillos en adolescentes - P. Repetto et al Plan de análisis El análisis se realizó en diferentes etapas. En primer lugar se realizaron análisis descriptivos y correlacionales. Esto permitió conocer la distribución de los puntajes, determinar si había errores de codificación y examinar multicolinealidad entre las variables. En las siguientes etapas examinamos si las creencias respecto del nivel de consumo de cigarrillos en adultos y su grupo de pares predicen consumo presente y futuro, para eso llevamos a cabo un análisis de regresión en el cual ingresamos como variables de control: sexo, edad y haber probado. Análisis de regresión En la siguiente etapa examinamos si las normas percibidas predicen consumo actual y futuro. Encontramos que la percepción de los adolescentes respecto de la frecuencia de consumo de sus pares predice consumo actual y futuro, aun cuando controlamos por la variable “haber probado cigarrillos alguna vez en su vida”. También encontramos que el tiempo que los adolescentes pueden pasar sin fumar, se relaciona de manera inversa con la percepción de la frecuencia del consumo de pares y de adultos, de modo que mientras menos tiempo pueden pasar sin fumar creen que un porcentaje mayor de sus pares y adultos fuma. Los resultados de los análisis de regresión se resumen en Tabla 2. Resultados Análisis descriptivos Entre los participantes en el estudio, 64,7% señaló haber probado cigarrillos alguna vez en su vida. El promedio de edad en el cual probaron cigarrillos fue de 12,19 años (DE = 3,91). En relación a la frecuencia de consumo, 52,1% se denominó como no fumador, 19,4% señaló que sólo ha probado los cigarrillos, 19,8% se autodenominó como fumador ocasional y 8,8% como fumador habitual. Entre los participantes 1,2% señaló que puede pasar sin fumar menos de una hora, 0,4% entre 1 y 3 horas, 1,4% más de 3 horas pero menos de un día, 2,7% puede pasar un día sin fumar, 7,0% una varios días pero menos de una semana, 15,9% puede pasar sin fumar una semana o más. El resto de los participantes (71,2%), se declaró no fumador. Al preguntar respecto de los planes para consumir en los próximos 5 años, 57,6% señaló que no estará fumando, 3,9% que estará fumando igual que ahora, 6,5% estará fumando más que ahora y 12,9% habrá dejado de fumar. Al examinar las normas sociales relacionadas con el consumo, encontramos que, en promedio, los adolescentes piensan que 65,20% (DE = 22,87) de sus pares fuma y que 78,46% (DE = 20,16) de los adultos. Encontramos diferencias significativas en las creencias respecto al porcentaje de pares que fuman dependiendo si han probado cigarrillos (t435 = -5,739, p < 0,01). No encontramos diferencias significativas respecto de las normas percibidas respecto del consumo de cigarrillos en adultos cuando comparamos adolescentes que han probado cigarrillos con aquellos que no han probado (t438 = -,734, NS). Rev Med Chile 2012; 140: 740-745 Conclusiones El presente estudio tuvo como objetivo examinar las normas percibidas respecto al consumo de cigarrillos en adolescentes chilenos y su relación con el consumo de cigarrillos. Consistente con los resultados descritos en estudios anteriores, encontramos que los adolescentes sobreestimaron el porcentaje de personas que fuman comparado con las tasas poblacionales, tanto en relación a sus pares como respecto de la población adulta, esto es si consideramos que la cifra actual de consumo de cigarrillos en Chile es de 40,6% en adultos3 y en escolares es de 33%2. Nuestros resultados sugieren que, en esta muestra de adolescentes, esta estimación es mucho más alta que las prevalencias de consumo nacionales, elemento que podría contribuir a explicar por qué los adolescentes chilenos continúan fumando en altas tasas a pesar de los cambios legislativos implementados. También encontramos que las creencias respecto a la prevalencia percibidas del consumo entre pares predice frecuencia de consumo actual, tiempo que cada adolescente pasa sin necesidad de fumar y planes para fumar en el futuro. Estos resultados son consistentes con propuestas que sugieren que las normas sociales respecto del consumo de cigarrillos entre pares, es una importante influencia en el consumo. Si bien no encontramos, tal como esperábamos, que las normas percibidas sobre el consumo de cigarrillos en adultos se asocie con frecuencia de consumo y con consumo futuro, este resultado es consistente con los obtenidos en investigaciones anteriores9. Nuestros resultados sugieren que para los adolescentes, puede tener 743 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Percepción del nivel de consumo y consumo de cigarrillos en adolescentes - P. Repetto et al Tabla 2. Resultados Modelos de Regresión t R2 (Modelo) 2,16* 0,42 -0,19 12,22** 2,03* -1,76 0,32** 0,02 -0,09 0,54 0,10 -0,08 Constante Sexo Edad Ha probado cigarrillos Cuántos fuman de 100 personas de su edad Cuántos fuman de 100 adultos 10,69 -0,45 -0,32 -5,22** -2,33* -0,14** 0,12** -0,02 -0,02 2,70 -0,13 -0,01 Constante Sexo Edad Ha probado cigarrillos Cuántos fuman de 100 personas de su edad Cuántos fuman de 100 adultos 2,16* 0,417 -0,190 12,22** 2,03* -1,76 0,33** 0,018 -0,09 0,541 0,10 -0,08 Modelo Variables Frecuencia consumo Constante Sexo Edad Ha probado cigarrillos Cuántos fuman de 100 personas de su edad Cuántos fuman de 100 adultos Tiempo que puede pasar sin necesidad de fumar Planes para fumar en 5 años Se presentan los resultados del modelo de regresión para cada medición de consumo, los valores de β para cada predictor y el valor de t y su significación. Los valores de significación menores al p< 0,01 se representan con ** y los valores entre 0,01 pero menores al valor de p < 0,05 se representan con *. En la última columna se incluyen los valores de R2 ajustado para cada modelo. una mayor importancia el consumo de cigarrillos de sus pares para explicar el consumo actual y futuro comparado con el consumo de los adultos de su entorno, influencia que puede ser explicada por características evolutivas de esta población8. Sin embargo, para comprender mejor cómo se construyen estas creencias y se mantienen el tiempo, así como para profundizar en las diferencias de influencia de las normas sociales de consumo de pares y adultos son necesarias nuevas investigaciones. Los resultados de este estudio tienen importantes implicancias para las políticas de salud en Chile. Por un lado, van en la línea de los potenciales cambios legislativos que están orientados a restringir aún más los lugares de consumo. Los estudios muestran que la implementación de cambios legislativos que disminuyan la exposición a personas que fuman pueden contribuir a la disminución en el consumo de jóvenes en la medida que esta conducta se haga cada vez menos visible y, por lo tanto, percibida como menos común18-21. Por otro lado, estos resultados sugieren que implementar 744 intervenciones que ayuden a corregir estas normas percibidas entre los adolescentes chilenos, tal como se han llevado a cabo en otras partes del mundo, puede ayudar a disminuir el consumo21,22. Finalmente, hay algunas limitaciones que son importantes de señalar. En primer lugar, dado que este estudio no es longitudinal, es posible que la asociación entre consumo y creencias respecto al nivel de consumo reflejen más bien una justificación respecto a la propia conducta de fumar. Por lo tanto, aquellos adolescentes que fuman, van a señalar que hay más fumadores que aquellos que no fuman. En segundo lugar, la muestra incluyó a adolescentes de nivel socioeconómico medio y medio-bajo, lo cual no nos permite concluir respecto de la población general de adolescentes chilenos. A pesar de estas limitaciones, es importante señalar que los resultados son similares a los descritos en investigaciones anteriores que muestran la importancia de estas creencias para explicar consumo de cigarrillos en jóvenes. Estos resultados pueden constituir una contribución adicional para la comprensión del consumo de Rev Med Chile 2012; 140: 740-745 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Percepción del nivel de consumo y consumo de cigarrillos en adolescentes - P. Repetto et al cigarrillos en adolescentes chilenos. Futuros estudios, deberían explorar cómo estas creencias cambian y examinar las explicaciones que los autores han propuesto para dar cuenta de cómo estas creencias se construyen. Referencias 1. Caris L, Varas M, Anthony C, Anthony J. Behavioral problems and tobacco use among adolescents in Chile. 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San Francisco: Jossey-Bass; 2003. 745 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 746-750 Una lesión en el cintigrama renal DMSA 6 meses post fase aguda de una pielonefritis representa siempre una cicatriz: un debate abierto ¥ µ ¦ § © · ³ ¦ ¯ ¸ § ¨ ¦ © © º 1 Servicio de Medicina Nuclear, Hospital San Juan de Dios-Universidad de Chile. 2 Servicio de Nefrología Infantil, Hospital San Juan de Dios. a Tecnólogo Médico. Recibido el 14 de julio de 2011, aceptado el 17 de enero de 2012. Correspondencia a: Dra. Gilda Donoso R. Servicio Medicina Nuclear CDT-Hosp. San Juan de Dios. Portales 3239, Santiago. Fono-Fax: 5742015 E-mail: gdonosor@yahoo. com E ¨ ´ ® ª ¹ ¼ « © ¬ ª · © · ª « ¿ º ¦ À ® ¯ » ¼ § ¯ « ¦ ¸ ¯ ° © © ° ± ¬ ½ ´ ¾ ® ¯ ® ² ¥ ¨ ³ © © § ± « © · ¦ ¯ ¦ § ¥ ¯ ª § © ¬ § ¥ ´ ª » ® µ ± ² ¶ © ª ¦ ¼ · · ® ª © · ¬ « ¯ ¨ ° © · ² ¼ ¦ ¬ ´ ® µ ¼ · ¯ ° ½ ¾ ® Evolution of scintigraphic renal lesions in children after an episode of acute pyelonephritis Background: Abnormal Dimercaptosuccinic acid (DMSA) renal scintigraphy performed six months after an acute pyelonephritis (AP) is generally interpreted as scarring. Aim: To perform a follow up of childhood patients showing scintigraphic renal lesions during the acute phase of pyelonephritis (within 7 days from the beginning of fever). Material and Methods: A scintigraphic control was carried out at 5-7 months and, in case of persistent lesions, an additional late scintigraphy at 10-13 months. All patients were followed clinically for one year and those with a relapse of urinary tract infection were excluded from the study. Results: Eighty five patients with a median age of 8 months were included. Among these, the first scintigraphic control was normal in 59 (69%) and abnormal in 26 patients (31%). In five of these 26 patients (5/26: 19%-5/85: 6%), a considerable regression of the lesions was obvious on the early control, and normalized completely on the late control. When expressing the results in kidney units, 107 showed lesions during the acute phase of infection; 69% was normal at the early control. Thirty three showed lesions persisting at the early control (31%) and 7 out of these 33 (21%) became normal on the late control (7/107: 7%). In total, 25% of the children included in the study (24% of the kidney units) remained with renal sequelae one year after the initial episode of AP. Conclusions: The persistence of scintigraphic lesions six months after an episode of AP, does not necessarily correspond to permanent scars, since normalization can sometimes be observed on late controls. (Rev Med Chile 2012; 140: 746-750). Key words: Child; Pyelonephritis; Radionuclear imaging. l cintigrama renal con ácido dimercapto succínico (CR DMSA) es un estudio de imágenes de Medicina Nuclear con baja irradiación para el paciente, ampliamente conocida por su sensibilidad en la detección de compromiso de parénquima renal en niños con pielonefritis, tanto en la fase aguda de la enfermedad como en el seguimiento del compromiso renal1,2. Se ha asociado la existencia de estas cicatrices 746 ¬ ¯ renales con el desarrollo posterior de hipertensión arterial, insuficiencia renal o ambos3, por lo que este grupo de pacientes debe ser especialmente controlado para detectar precozmente una complicación. A pesar de que existe controversia en la utilización del CR DMSA en el diagnóstico de una pielonefritis aguda (PA), sí existe consenso en su utilidad para el seguimiento de estos niños y la ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Lesión renal en niños con pielonefritis aguda - G. Donoso et al evaluación de la existencia de secuelas renales4,5. La discusión existe aún sobre el momento apropiado para realizar el examen y determinar la presencia de esta cicatriz. En el estudio rutinario de nuestros pacientes observamos que en algunos de ellos se veía una normalización más tardía de la(s) lesión(es) renales, lo que motivó este trabajo prospectivo. Mantener un niño asintomático en control médico periódico y a sus padres tranquilos puede ser una tarea difícil. Por esto importa conocer el tiempo necesario que debe transcurrir luego del cuadro infeccioso agudo para estar seguros de la existencia de secuelas renales permanentes. nefrourológica y fue catalogado como anormal cuando existían 1 o más defectos de contraste corticales y/o disminución de contraste global y/o alteración en el tamaño renal y/o disminución de la función renal relativa ( Valor normal de función relativa: 50 ± 5%). El CR DMSA fue realizado en la fase aguda de la pielonefritis, dentro de los 7 días de inicio de la fiebre y luego se obtuvo un control precoz 5-7 meses post cuadro clínico. En aquellos en que persistían lesiones cintigráficas se solicitó control tardío (10-13 meses post PA). El tiempo entre el control precoz y el tardío fue al menos de 5 meses. Resultados Material y Método Los pacientes fueron estudiados según protocolo de nuestro Servicio para niños admitidos con diagnóstico clínico de primera pielonefritis aguda, con ecotomografía renal y vesical y uretrocistografía radiológica. Si no se disponía de esta última técnica, se realizó una cistografía isotópica directa. Todos ellos recibieron tratamiento inicial con cefradina i.v., y completaron tratamiento con cefadroxilo oral por un total de 10 días. Posteriormente, se indicó profilaxis antibiótica por 6 meses. Se excluyeron del estudio a aquellos pacientes en los que durante su estudio se les diagnosticaron malformaciones renales como ectopías, riñones en herradura, hidronefrosis, doble sistema excretor con o sin ureterocele, manteniendo en el estudio aquellos pacientes con reflujo vesicoureteral (RVU). También fueron excluidos todos aquellos que presentaron un nuevo episodio de infección urinaria (alta o baja) durante el seguimiento. El CR DMSA se realizó dentro de los 7 días de iniciada la fiebre con técnica habitual8 en Gammacámara Picker Dyna, asociada a computador Alfa Nuclear. La dosis de Tc99m DMSA se administró según tabla sugerida por la European Association of Nuclear Medicine9. Se obtuvieron imágenes planares de 300.000 a 500.000 cuentas, realizadas 2-4 h post administración del radiotrazador (punción i.v.) en proyecciones póstero-anterior, oblicua posterior derecha e izquierda y antero-posterior; usando un colimador multipropósito. Se realizó el cálculo de función relativa de cada riñón2. Cada CR DMSA fue evaluado por 2 especialistas en Medicina Nuclear con experiencia en el área Rev Med Chile 2012; 140: 746-750 Completaron el seguimiento 85 pacientes con un total de 107 (UR) alteradas (22 pacientes con compromiso bilateral). De ellos, 55 fueron mujeres (65%); mediana edad: 8 meses (rango: 11 días-10 años). Se observó RVU en 9 pacientes de los 68 que se habían realizado el estudio (13%): 8 con RVU grados I-II (2 bilaterales) y 1 con RVU grado V bilateral. En el CR a los 6 meses, 26 pacientes (31%) persistían con anormalidades (33/107 UR : 31%) y en 59 pacientes (69%) se observó normalización (74/107 UR: 69%) (Figura 1 y Tabla 1). Figura 1. DMSA agudo y control a los 6 meses. Tabla 1. DMSA alterado Fase aguda DMSA alterado 6 meses DMSA alterado 1 año Pacientes 85 26 21 Unidades renales 107 33 26 747 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Lesión renal en niños con pielonefritis aguda - G. Donoso et al a b c Figura 2. a) DMSA agudo con alteraciones de riñón derecho; b) DMSA precoz con regresión parcial; c) DMSA tardío con normalización de lesiones. De los 26 pacientes que persistían con alteraciones a los 6 meses, 5 se normalizaron en el control tardío: 5/26: 19%; 5/85 (total de pacientes): 6%. En UR: 7 de 33 se normalizaron en el control tardío: 7/33: 21%; 7/107: 7%. Los mayores cambios se observaron en los primeros 6 meses (Figura 2). En 21 de los 85 pacientes en seguimiento (25%) se observó alteración cintigráfica aún en el control tardío (26/107 UR: 24%). Discusión La PA es una patología de difícil diagnóstico en los niños, especialmente lactantes, que presentan un cuadro clínico inespecífico. La importancia del diagnóstico rápido radica en que algunos grupos han demostrado que el riesgo de desarrollar daño renal permanente se relaciona con la prontitud o tardanza con que se inicia el tratamiento antibiótico5,7,10. El uso del CR DMSA en la fase aguda de la PA es discutido, ya que su resultado no cambiará el manejo terapéutico por parte de la mayoría de los médicos tratantes, pero sirve para identificar la población de riesgo de desarrollar una cicatriz. Es sabido que un paciente con CR DMSA normal realizado en la fase aguda de una PA tiene 0% de riesgo de desarrollar una cicatriz11. En lo que existe consenso es en su utilidad para estudiar la existencia de lesiones renales permanentes, con una sensibilidad muy superior al ultrasonido con Doppler12,13. La pielografía iv y la tomografía computada son técnicas con reconocida resolución anatómica para evidenciar daño renal pero debido a su alto nivel de irradiación no está indicado su uso habitual en la población pediátrica14-17. Mucha de la literatura publicada considera que 6 meses post episodio agudo de la PA es el tiempo adecuado para evaluar la presencia de cicatriz con 748 un CR DMSA, incluso algunos grupos realizan controles a los 3 meses4,18,19. Este concepto no es avalado por nuestros hallazgos. Los resultados generales obtenidos nos muestran, en primer lugar, que nuestra población con PA no difiere en forma significativa de los pacientes incluidos en otros estudios publicados en cuanto a edades, porcentaje de secuelas y la baja asociación con RVU18-20. Actualmente, es muy cuestionada la presencia de RVU como factor de riesgo de cicatriz renal, aunque sí existen evidencias de la relación significativa entre daño renal permanente y RVU de alto grado (III-V)21. Sólo uno de nuestros pacientes tenía RVU grado V y se asoció a cicatriz renal. En nuestra población la mayoría de las lesiones cintigráficas se normalizan aproximadamente a los 6 meses de seguimiento, existiendo también una importante regresión en la intensidad, tamaño y/o número de lesiones en los demás. Las características de las alteraciones cintigráficas podrían ser revisadas posteriormente para evidenciar su relación con el riesgo de desarrollar cicatriz. Siete de 33 UR, 5 de 26 pacientes (21% y 19% respectivamente), se normalizan entre los 6 meses y el año. En todos ellos, ya en el control cintigráfico precoz, se había observado una gran disminución de las alteraciones descritas inicialmente. Nuestro hallazgo difiere de lo descrito en un estudio realizado por Agras y cols en que describen que un alto número de sus pacientes se normalizan entre los 6 meses y el año4. El CR DMSA es, actualmente, el gold standard para el diagnóstico de secuela renal de una PA. Es una técnica con buena reproducibilidad inter e intra observador22 siempre que el examen sea realizado en forma apropiada, con imágenes de buena resolución y adecuada técnica, ya que algunas, mal interpretadas como lesiones cintigráficas, pueden corresponder a artefactos técnicos. Es importante también el conocimiento de las variantes normales de los riñones para disminuir los falsos positivos. Rev Med Chile 2012; 140: 746-750 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Lesión renal en niños con pielonefritis aguda - G. Donoso et al Estos son algunos de los factores que influyen en los diferentes resultados obtenidos en distintas series de pacientes2. En el último tiempo se está discutiendo la posibilidad de no realizar el estudio de RVU ante una primera PA con CR DMSA agudo normal, considerando que numerosas revisiones, incluida la nuestra, demuestran que en un bajo número de pacientes con este cuadro clínico existe RVU asociado20. Son necesarias aún más estudios controlados para llegar a un consenso y así evitar la invasividad en el estudio inicial de estos pacientes. Nuestros hallazgos son concordantes con lo descrito en la literatura, ya que la mayor parte de las lesiones agudas desaparecen en el control precoz (6 meses aproximadamente), por lo que un examen realizado en este tiempo sería útil para evidenciar la normalización renal. Si en este control la o las lesión (es) persiste (n) será necesario un control más tardío4. En términos estrictos, los pacientes con CR DMSA agudo anormal en una PA, si no vuelven a presentar un cuadro infeccioso urinario alto o bajo, deberían ser controlados al año post infección para evaluar la existencia de cicatriz. El problema es que mientras más largo el período de seguimiento más posibilidades de deserción de los pacientes a los controles. Por eso creemos que un examen a los 6 meses es adecuado, ya que en una gran parte de los casos las lesiones habrán desaparecido y los pacientes podrán ser dados de alta de sus controles. Si a los 6 meses se observan aún lesiones, será necesario un control más tardío. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Conclusiones Una lesión renal visible en un CR DMSA realizado dentro de los 6 meses de una pielonefritis aguda no corresponde necesariamente a una cicatriz, por lo que es necesario realizar un control tardío (1 año). 13. 14. Referencias 15. 1. 2. Piepsz A. Cortical scintigraphy and urinary tract infection in children. Nephrol Dial Transplant 2002; 17: 560-2. Piepsz A, Blaufoux Md, Gordon I, Granerus G, Majd M, O’Really P, et al. Consensus on renal cortical scintigra- Rev Med Chile 2012; 140: 746-750 16. phy in children with urinary tract infection. Sem Nucl Med 1999; 2: 160-74. Jacobson SH, Eklof O, Eriksson CG, Lins LE, Tidgren B, Winberg J. 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Análisis descriptivo Á Â Ã Ä Â Å Æ Ç È Á Æ Â Ç Ã Â Ä Á Â É Õ Ê Ã Ë Ì Í Í Ö Ä Å Ò Î Í Í Æ × Ë Ó Â Â Ï Ò Å Â Â Ð Ã É Â Ñ Ë Ï Î Â Í Ò Æ Í Ó È Ä Â Ã Á Â Â Ó Â Ä Ô Æ Ê Ë Ñ Features of adolescents hospitalized for a suicide attempt in a general hospital Background: Worldwide, suicide is the third cause of death among adolescents. Aim: To determine the socio-demographic context and clinical characteristics of children and adolescents hospitalized for suicidal behavior in a general hospital. Material and Methods: Between 2007 and 2009, we evaluated 47 patients with a mean age of 15.3 years (87% women) admitted for suicidal behavior at the Clinical Hospital of the Catholic University of Chile. Demographic data of the participants were registered. Clinical interviews were done by a child and adolescent psychiatrist. Results: Fifty seven percent of patients lived with both parents. Fifty one percent had previous suicide attempts and 68% had a previous psychiatric treatment. The main trigger was a conflict with parents in 66%. The psychiatric diagnoses were major depressive episode in 74.5% and pathological development of personality in 43%. All suicide attempts were with drugs and 6.4% were associated with cuts. Seventeen percent of attempts were classified as medically serious and they were more common in older age groups. Non severe attempts were observed mainly in women (92.3%). Acetaminophen intake was recorded in 8.5% of cases. Admission to hospital increased in the final quarter of the year. High costs of hospitalization were observed associated to stays in high complexity units. Conclusions: The population studied shows a high incidence of prior suicidal behavior. Most of the studied patients had attempts that were not classified as serious. These occurred predominantly in women in all age ranges. Medically serious suicidal behavior is mainly observed in older adolescents. (Rev Med Chile 2012; 140: 751-762). Key words: Adolescent; Poisoning; Suicide, attempted. L a conducta asociada al suicidio contempla desde las ideas de muerte hasta el suicidio consumado. A lo largo de los años, se han realizado esfuerzos para unificar la nomenclatura y facilitar la investigación en esta área. En este sentido, se ha descrito asociación de la conducta con intencionalidad de morir, conducta autolesiva y grado de letalidad, y en base a esto, se han desarrollado definiciones operativas de suicidio1,2. El suicidio tiene gran importancia epidemiológica, constituyendo la tercera causa de muerte 1 Departamento de Psiquiatría, Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. a Residente de Psiquiatría Pontificia Universidad Católica. Santiago, Chile. b Interna de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. Trabajo sin fuentes de financiamiento. Recibido el 28 de julio de 2011, aceptado el 2 de enero de 2012. Correspondencia a: Dra. Carla Inzunza Canales. Departamento de Psiquiatría. Pontificia Universidad Católica de Chile. Marcoleta 381, oficina 21. Santiago, Chile. Teléfono: 56 (2) 3543028. E-mail: cinzunza@med. puc.cl de adolescentes a nivel mundial3. A nivel de salud mental infanto juvenil, se ha evidenciado que las conductas suicidas, con mayor frecuencia se presentan en etapas más tempranas del desarrollo en niños y adolescentes4,5. La proporción de conductas autolesivas versus suicidio consumado varía según la población estudiada. Estudios recientes entre los 15 y 19 años, la estiman en 148,3:16. De igual manera, la prevalencia de vida de intentos de suicidio, en adolescentes escolarizados, ha sido reportada en 751 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al hombres, entre 1,3-3,8% y en mujeres, entre 1,510,1%, con una incidencia anual de 1,3 a 1,7%7. Las intoxicaciones voluntarias son parte de este tipo de conductas. En un estudio de adolescentes hospitalizados por sobredosis voluntaria de fármacos, aproximadamente 90% se intoxican con la finalidad de morir8. En otro estudio, 2,9% de adolescentes que intentan suicidio requieren tratamiento médico de urgencia9. En nuestro país, Duarte, en el año 1995, estimó la tasa de suicidio entre los 10 y 19 años en 2,64/100.000. Aunque apreció menor brecha entre ambos sexos, los varones mantuvieron una mayor presentación de esta conducta, estimada en 4:1, siendo 7:1 para el total de la población10. A su vez, Pacheco describió que hasta 54,3% de las hospitalizaciones de niños y adolescentes en un centro psiquiátrico fueron motivadas por intentos suicidas11 y Valdivia realizó un estudio con 46 niños y adolescentes hospitalizados en servicio de pediatría por conducta suicida, donde se evaluaron características demográficas, mostrando datos comparables a población extranjera12. Otro aspecto relevante de la conducta suicida, particularmente los intentos de suicidio, es la tendencia a repetirse a lo largo de la vida, especialmente en presencia de abuso de sustancias e impulsividad13. En una muestra europea de adolescentes que realizaron un intento, 24% vuelve a intentarlo a un año de seguimiento14. Respecto a los factores de riesgo de suicidio en adolescentes, estos incluyen: género masculino, abuso de sustancias, psicopatología previa, trastornos del ánimo y conductuales, historia familiar de suicidio, antecedentes de intento previo, vivir fuera del hogar, orientación homosexual o bisexual e historia de abuso sexual. Las armas de fuego en casa, incluso estando fuera del alcance de los hijos, se asocian con mayor riesgo de suicidio en adolescentes3,7,15. Por otro lado, un aspecto pobremente estudiado respecto a la conducta suicida en niños y adolescentes es su incidencia en las diferentes épocas del año o estacionalidad. Estudios en población adulta sobre el tema, asocian el patrón estacional del suicidio a la presencia de psicopatología, trastornos del ánimo, latitud, género y letalidad, entre otros16-19. En Chile, Heerlein et al muestran la existencia de un peak primaveral en suicidio en ambos sexos, en función del fotoperíodo20. Estudios internacionales en población infantil 752 describen aumentos estacionales de conducta suicida en contexto de mayor estrés escolar21. La literatura al respecto en nuestro país aún es escasa. Si bien los factores demográficos y datos clínicos obtenidos en una primera evaluación del paciente no son necesariamente predictores de un nuevo intento, si permiten detectar un plan suicida vigente, depresión, sintomatología ansiosa, alteraciones del juicio de realidad, abuso de sustancias, síndrome de privación asociado y presencia de sintomatología suicida en el contexto familiar15. En distintas revisiones se menciona que la conducta suicida en adolescentes es motivo de consulta frecuente en los servicios de urgencia o en unidades de tratamiento intensivo22-24. Los pacientes hospitalizados en unidades de manejo intensivo, requieren estabilizarse médicamente, para luego ser evaluados psiquiátricamente y decidir conducta respecto al tratamiento. Esta evaluación es realizada en un período de tiempo acotado, recopilando información que oriente respecto de la severidad del paciente. Existen pocos estudios en el tema y la forma de evaluar a niños/ as y adolescentes hospitalizados por presentar esta conducta en nuestro país. El presente trabajo describe las características sociodemográficas y clínicas obtenidas luego de la evaluación psiquiátrica a los niños/as y adolescentes que fueron hospitalizados entre los años 2007 y 2009, por manifestar una conducta suicida en el Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Material y Métodos Muestra Estudio realizado en Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago. Este hospital registra un nivel de egresos hospitalarios totales promedio entre los años 2007-2009, de 22.323 pacientes, siendo 17,2% menor de 20 años. El Equipo de Psiquiatría Infanto-Juvenil, perteneciente a la Unidad de Psiquiatría de Enlace y Medicina Psicosomática, está compuesto por dos psiquiatras infanto-juveniles. El estudio es descriptivo e incluye pacientes menores de 20 años, ingresados por conductas suicidas definidas como intoxicaciones voluntarias y/o autolesión (cortes, ahorcamiento, salto de altura) independiente de motivación. Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al Se consigna la presencia de criterios de severidad médica del intento: Hospitalización mayor a 24 h, que cumpla una de las siguientes condiciones25: 1. Tratamiento en unidad especializada, como unidad de cuidados intensivos u otra. 2. Cirugía bajo anestesia general. 3. Cualquier tratamiento médico más allá del uso de lavado gástrico, carbón activado y monitorización de rutina. Los que no cumplen con estos criterios son catalogados como intentos médicamente no severos. Los casos se reciben vía interconsulta solicitadas entre julio de 2007 y diciembre de 2009. Se incorporan pacientes de distintas aéreas de complejidad (UTI-UCI-Servicio de Medicina y Pediatría). Se incluyen todos los pacientes que cumplen criterios descritos. Consideraciones éticas Solicitamos asentimiento del paciente y consentimiento informado del adulto responsable en menores de edad. Trabajo aprobado por el comité de ética de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Procedimiento Especialista entrevista al paciente y familiar responsable utilizando criterios DSM-IV para diagnósticos clínicos. La entrevista realizada es clínica, no estructurada. Se recogen datos demográficos y clínicos aportados en entrevista y consignados en ficha clínica. La entrevista se realiza antes de completar 36 h de hospitalización, estando el paciente lúcido, en condiciones de responder evaluación. Se recogen datos de exámenes: Drogas de abuso, panel en orina (Anexo 1), solicitado al 42% de la muestra y estudio por intoxicación de drogas en sangre Toxi-lab® (Anexo 2) solicitado al 78,7% de los casos. Análisis de datos Se usó estadística descriptiva, número de casos y proporciones, para los resultados generales, además de medias, desviación estándar, mínimo y máximo cuando era adecuado. Se calculó valores – p mediante pruebas χ2 de Pearson o pruebas no paramétricas de Mann Whitney según correspondiera. Se consideró significativo todo valor – p inferior a 0,05. El análisis de datos fue realizado Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 por departamento de Salud Pública de la PUC, usando el programa estadístico SPSS 16.0. Resultados Destaca en las características sociodemográficas que 87,2% de la muestra eran mujeres, y 80,9% eran estudiantes de educación media. Cincuenta y siete coma cuatro porciento de los pacientes pertenecían a una familia biparental, 36,2% a una monoparental y 6,4% vivía con otro familiar o tutor. Respecto de antecedentes psiquiátricos y médicos: 51,1% de la muestra presentaba intentos previos, 68,1% tuvo tratamiento psiquiátrico anterior, 8,5% cursó hospitalización psiquiátrica (Tabla 1) y 25,5% presentaba patología médica concomitante (Tabla 2). La conducta implica 100% de ingesta de fármacos, 6,4% además se autoinfirió cortes, 80,9% utilizó psicofármacos (exclusivamente o acompañados de otros fármacos), destacaron 4 casos de intoxicación con paracetamol y uno con hipoglicemiantes orales. El 97,9% de la muestra ingresó a unidad de paciente crítico. Diecisiete porciento presentó conducta suicida médicamente severa. En 66% el gatillante asociado fue el conflicto con padres; el conflicto de pareja como el de pares se presentó en 14,9% de los casos (Tabla 1). Los diagnósticos psiquiátricos según criterios DSM-IV fueron: Eje I: 74,5% episodio depresivo mayor, 19,1% trastorno de ansiedad, 14,9% trastorno de conducta, 6,4% trastorno adaptativo y trastorno bipolar sólo en 2,1% de la muestra. Eje II: 42,6% manifiestaba síntomas compatibles con desarrollo patológico de personalidad. Eje III: 25,5% patología médica. Eje IV: 68.1% disfunción familiar. Eje V: 100% alto grado de discapacidad. GAF 20-11 (Tabla 2). Respecto de la edad, el promedio fue 15,3 años (10-19 años). Los varones se ubicaron en grupos de mayor edad (> 13 años). Existe diferencia significativa entre la edad de hombres y mujeres: 17,0 versus 15,1 años respectivamente (p = 0,008). En todos los grupos etarios (10-13 años, 14-16 años, 17-19 años) predominó el sexo femenino, destacando que 53,1% de la muestra se concentró en mujeres de 14 a 16 años. En mujeres, predominaba ampliamente la presencia de intentos 753 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al Tabla 1. Características socio-demográficas y clínicas de 47 participantes en estudio de intentos de suicidio adolescente n (%) Género Femenino Masculino 41 6 (87,2) (12,8) Edad ≤ 13 14-16 ≥ 17 6 27 14 (12,8) (57,4) (29,8) Actividad Estudiante educación básica Estudiante educación media Estudiante universitario 7 38 2 (14,8) (80,9) (4,3) Persona responsable con quien vive Ambos padres Sólo un padre Otro familiar o tutor 27 17 3 (57,4) (36,2) (6,4) Intento previo Sí No 24 23 (51,1) (48,9) Tratamiento psiquiátrico previo Sí No 32 15 (68,1) (31,9) Antecedente de hospitalización psiquiátrica Sí No 4 43 (8,5) (91,5) Método utilizado Sólo fármacos Fármacos y cortes 44 3 (93,6) (6,4) Tipo de fármaco Psicofármacos(a) Paracetamol Hipoglicemiantes Otros fármacos 38 4 1 4 (80,9) (8,5) (2,1) (8,5) Gatillante(b) Conflicto con padres Conflicto escolar Conflicto de pareja Conflicto de pares No especificado 31 4 7 7 6 (66,0) (8,5) (14,9) (14,9) (12,8) Unidad de hospitalización UCI Intermedio Sala 28 18 1 (59,6) (38,3) (2,1) Severidad médica de la conducta suicida Sí No 8 39 (17,0) (83,0) (a) Exclusivamente o en combinación con otros fármacos. gatillante. (b) Pregunta no excluyente: el paciente puede presentar más de un médicamente no severos (87,8%), mientras que en hombres este porcentaje descendía a 57,1% (valor – p = 0,084) (Tabla 3). Respecto de exámenes complementarios, en Toxi-Lab® 68,1% dio positivo para algún fármaco. En 54,1% existió concordancia entre la droga encontrada y al menos una de las reportadas por fa- 754 miliar o paciente. En test Drogas de abuso, 12,7% del total de pacientes dio positivo a benzodiacepinas y 6,4% para tricíclicos, no encontrándose resultados positivos para otras drogas. Se indicó hospitalización psiquiátrica a 66% de los evaluados, sin encontrarse diferencia entre hombres y mujeres. Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al Tabla 2. Diagnósticos por eje DSM IV n Eje I Trastorno depresivo (%) 35 (74,5) Trastorno bipolar 1 (2,1) Trastorno adaptativo 3 (6,4) Trastornos de conducta 7 (14,9) Trastornos de la conducta alimentaria 3 Trastornos de ansiedad 9 (19,1) Abuso de alcohol 1 (6,4) (2,1) Eje II Desarrollo patológico de la personalidad 20 (42,6) Eje III Presencia de patología médica 12 (25,5) Eje IV Disfunción familiar 32 (68,1) Eje V GAF 20-11 47 (100,0) Tabla 3. Distribución por sexo y grupo etario del número de casos (n), la presencia de severidad de conducta suicida (S), reintento de suicidio (R), tratamiento previo (TP) e indicación de hospitalización (IH) Grupo etario (años) n (%) S (%) R (%) TP (%) IH (%) ≤ 13 14-16 ≥ 17 Total Femenino 6 (12,7) 25 (53,1) 10 (21,2) 41 (87,2) Masculino 0 (0,0) 2 (4,2) 4 (8,5) 6 (12,7) Femenino 0 (0,0) 2 (4,2) 3 (6,3) 5 (10,5) Masculino 0 (0,0) 1 (2,1) 2 (4,2) 3 (6,3) Femenino 4 (8,5) 12 (25,5) 3 (6,3) 19 (40,4) Masculino 0 (0,0) 1 (2,1) 4 (8,5) 5 (10,6) Femenino 4 (8,5) 15 (31,9) 7 (14,8) 26 (55,3) Masculino 0 (0,0) 2 (4,2) 4 (8,5) 6 (6,3) Femenino 4 (8,5) 16 (34,0) 6 (12,7) 26 (55,3) Masculino 0 (0,0) 1 (2,1) 4 (8,5) 5 (10,6) Discusión La muestra evaluada, presenta conductas suicidas que en 100% son por intoxicaciones medicamentosas, observándose en ella una mayoría femenina, de intentos medicamente no severos, diagnóstico principal de depresión y edad promedio 15 años. En alta proporción los psicofármacos utilizados son de fácil acceso de los pacientes, alertando sobre la necesidad de su manejo supervisado dentro del hogar. Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 Los intentos medicamente no severos llegan a 83%, evidenciando menor letalidad en la conducta suicida de nuestra muestra, conducta que predomina en mujeres, observándose una diferencia significativa respecto de la misma conducta en hombres. La conducta suicida medicamente severa de la muestra (17%) se asocia a grupos de mayor edad. El diagnóstico en el eje I más frecuente es el de depresión (74,5%), le siguen cuadros ansiosos y de alteración de conducta, lo que pone de manifiesto la asociación de patología psiquiátrica con conducta suicida en niños y adolescentes y la necesidad de ofrecer una evaluación especializada y seguimiento a toda la población consultante. Destaca la detección de síntomas de desarrollo límite de personalidad, observándose la presencia de impulsividad, inestabilidad afectiva, intolerancia a la frustración y un patrón disfuncional de relaciones interpersonales, entre otros. Existe también alta presencia de disfuncionalidad familiar. La mayoría de los pacientes reporta como gatillante de la conducta suicida un conflicto reciente con los padres, lo que hace evidente que tanto la evaluación como el manejo de la dinámica familiar son imprescindibles en el abordaje inicial y seguimiento de poblaciones infanto-juveniles que presentan este tipo de conductas. Se detecta un bajo consumo y abuso de sustancias en la muestra estudiada. Esto no concuerda con la asociación reportada en otras investigaciones13,15,26, así como tampoco da cuenta de la alta prevalencia de policonsumo reportada en adolescentes por el último estudio Conace27. Lo anterior puede explicarse en parte, porque los adolescentes minimizan el consumo, siendo esto más esperable en el expuesto contexto de la presente evaluación y desde el punto de vista de la detección, no siempre se aplican los test de pesquisa del consumo de sustancias o se aplican en forma tardía, disminuyendo el rendimiento del examen. La reincidencia de la conducta suicida es reportada en diversos estudios internacionales14,23. Respecto de nuestra 755 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al muestra, 51% reporta un intento previo, situación que la mayoría de las veces es desconocida por los padres o cuidadores del paciente. También observamos un alto número de pacientes que se encuentra en tratamiento psiquiátrico al momento de ser evaluado (68%). En hombres, la totalidad ha tenido tratamientos psiquiátricos previos vs 55,3% de las mujeres y 83,3% (5 de los 6) ha realizado intentos suicidas previos, en comparación con 46,3% (19 de 41) de las mujeres, lo que asocia a la población masculina de nuestro estudio con un perfil psicopatológico de mayor severidad (Tabla 3). Se indica hospitalización psiquiátrica en 66% de los casos. Respecto de esta medida el antecedente de presentar una conducta suicida previa y/o haber recibido tratamiento previo son factores considerados de alto riesgo para la reincidencia de la conducta, influyendo claramente en indicar la hospitalización en los pacientes evaluados. Tal como ha sido mencionado en estudios en población adulta16-21, se observa en nuestra investigación un patrón estacional en la conducta evaluada, existiendo una mayor incidencia de los intentos en el trimestre octubre-diciembre, con 20 casos (42,5%). No fue factible establecer significancia en este patrón, posiblemente por un tamaño muestral insuficiente, pero si se observa una tendencia marcada. Es llamativo que no se presenta ningún caso en los meses de febrero de los años estudiados. Por otra parte, el aumento de casos en los últimos meses de actividad académica coincide con el momento anual de mayor demanda en relación al sistema escolar, lo que podría orientar en una asociación. El sistema escolar funciona como estresor no sólo de los niños o adolescentes, también del contexto familiar, lo que indirectamente puede incidir en un aumento de la conducta en estos períodos del año. No se observa diferencia significativa respecto de los días de la semana en que se presenta la conducta, existiendo menor frecuencia los días martes y viernes (Figura 2). 756 Figura 1. Distribución del mes del año en que se realizó el intento de suicidio. Figura 2. Distribución del día de la semana en que se realizó el intento de suicidio. La hospitalización en unidades de alta complejidad, cuyo objetivo es evaluar y estabilizar médicamente, presenta una duración promedio de 2,4 días aproximadamente, con un costo cercano a los US 3,000, evidenciando el alto costo no solamente emocional, que implica la conducta para el paciente y su familia, siendo este otro motivo para abordar la prevención del cuadro desde una mirada especializada. No se registraron decesos en la muestra durante el período de hospitalización. Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al A futuro parece conveniente complementar la evaluación clínica de estos pacientes por medio de escalas o de entrevistas estructuradas que detecten dirigidamente sintomatología del ánimo, ideación suicida activa, intencionalidad suicida asociada a la conducta y/o a la presencia de desesperanza. Esto ayudará a precisar un perfil psicopatológico de menor o mayor riesgo, permitiendo definir la conducta y tratamiento en cada caso y la posibilidad de hacer un seguimiento certero. Limitaciones del estudio El contexto de atención en psiquiatría de enlace, ofrece dificultades a la evaluación psiquiátrica que pueden causar interferencias a la privacidad alterando los resultados de la evaluación. Por otra parte, el impacto emocional que viven los niños/as y adolescentes luego del evento respecto de las consecuencias que implica estar hospitalizado, puede incentivar a minimizar los síntomas en la búsqueda de evitar prolongar la hospitalización. Respecto de los diagnósticos estos no fueron realizados con una entrevista estructurada. En nuestra legislación la presencia del diagnóstico de depresión mayor en mayores de 15 años, permite la incorporación a un tratamiento dispuesto por el sistema de salud, lo que puede favorecer ingreso a hospitalización en áreas de Salud Mental a una población de escasos recursos para enfrentar un tratamiento de alto costo, lo que no sucede con otros diagnósticos. Agradecimientos: Al equipo de enlace de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en particular, a los Dres. Matías González y Jorge Calderón. También a M. Angélica Domínguez por el análisis y asesoría en los aspectos estadísticos del estudio. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Referencias 14. 1. 2. Silverman M, Berman A, Sanddal N, O´Carroll P, Joiner T. Rebuilding the Tower of Babel: A Revised Nomenclature for the Study of Suicide and Suicidal Behaviors. Part 2: Suicide-Related Ideations, Communications, and Behaviors. Suicide Life Threat Behav 2007; 37 (3): 264-77. Posner K, Oquendo M, Gould M, Stanley B, Davies M. 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Octavo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile 2009, 8º Básico a 4º Medio. Santiago, Chile. Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 759 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al 760 Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 761 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Conducta suicida en niños y adolescentes en un hospital general - C. Inzunza et al 762 Rev Med Chile 2012; 140: 751-762 CASOS CLÍNICOS Rev Med Chile 2012; 140: 763-766 Reversible cardiotoxicity in a 54-year-old woman treated with trastuzumab Ø Ù Ú Û Ü è é Ý Û Þ à Ý Ø â è ß Ù à á Ù ê Ü Ý á à â Ú à Ø æ ã Ú ä å â á á æ Ý è Ü æ â Ø Ú ë Ý ä å à â å Ý â Û Ù æ Ú Ø æ á Ù Ý è Û å Ý æ Ø Ø è Ø æ Ù â Ú á á æ Ý Ø ç ä ë ABSTRACT We report a 54-year-old woman with an stage IIA (T2N0M0) RE and RP negative and HER2-positive ductal invasive breast cancer who developed a reversible cardiotoxicity associated with chemotherapy. After surgery, she received four cycles of doxorubicin and cyclophosfamide. Later, she used paclitaxel and trastuzumab. At the 7th cycle of trastuzumab, she had symptoms of heart failure with left ventricle ejection fraction = 59%. Trastuzumab dosage was reduced in 25%, and heart function progressively improved. Two years after her discharge, the patient remains asymptomatic. Systolic function of the left ventricle was normal before the initial dosis of trastuzumab, but significantly worsened following the beginning of drug administration. Moreover, a clear improvement of heart function was observed soon after the daily dose of trastuzumab was reduced. Better knowledge of risk factors for cardiotoxicity related to chemotherapy, and longstanding surveillance with serial echocardiograms can avoid more severe cardiotoxicity by chemotherapy. (Rev Med Chile 2012; 140: 763-766). Key words: Breast neoplasms; Chemotherapy, adjuvant; drug toxicity; stroke volume; trastuzumab. Cardiotoxicidad reversible en una mujer con 54 años tratada con trastuzumab Se reporta un caso de cardiotoxicidad asociada con quimioterapia con trastuzumab, en una mujer con 54 años de edad que presentó un cáncer de mama ductal invasivo, con receptores de estrógeno y de progesterona negativos y HER2-positivo, en estadio IIA (T2N0M0). En el posoperatorio, recibió cuatro ciclos de doxorubicina y ciclofosfamida. Después recibió paclitaxel y trastuzumab. En el séptimo ciclo de trastuzumab, la paciente presentó síntomas de falla cardiaca, con fracción de eyección de ventrículo izquierdo = 59%. La dosis de trastuzumab fue reducida en 25%, y la función cardiaca se normalizó progresivamente. Más de 2 años después del alta hospitalaria, permanece sin síntomas. En esta paciente la función sistólica de ventrículo izquierdo estaba normal previo al uso de trastuzumab y hubo un significativo deterioro desde el início de este medicamento. Se observó una mejoría importante en la función cardiaca cuando se redujo la dosis diaria de trastuzumab. Un mejor conocimiento acerca de los factores de riesgo para cardiotoxicidad relacionados con quimioterapia y el seguimiento prolongado con ecocardiogramas pueden evitar la cardiotoxicidad más severa debida a quimioterapia. 1 Oncology Division from Armed Forces Hospital (HFA), Brasília-DF, Brazil. 2 Catholic University (UCB) and Internal Medicine Department from HFA. 3 Internal Medicine Department from HFA. There was no grant support for this study. Disclosure of potential conflicts of interest: The authors had full freedom of manuscript preparation and there were no potential conflicts of interest. Received August 8, 2011. Accepted December 2, 2011. Corresponding author: Prof. Dr. Vitorino Modesto dos Santos, Armed Forces Hospital. Estrada do Contorno do Bosque s/n, Cruzeiro Novo, 70658-900, Brasília-DF, Brazil. Phone: #55-61 39662103 Fax: #55-61 32331599 E-mail: vitorinomodesto@ gmail.com 763 CASOS CLÍNICOS Reversible cardiotoxicity by trastuzumab - S. J. Martins et al B reast cancer is the main cause of cancer among Latin American women and constitutes the second cause of death by cancer in Chile. The treatment of this cancer has satisfactorily evolved in the last decades, with clear improvement in morbidity and mortality rates1-3. New diagnosis resources and more effective therapy schedules have contributed to increase the survival of patients with more aggressive breast cancer that over-expresses or amplifies the HER2 gene1-4. Nevertheless, adverse effects of chemotherapy (CT) agents, including cardiotoxicity, have been more often observed and this can negatively affect both quality of life and outcome of patients from this group1,3,5,6. Trastuzumab (a monoclonal antibody targeting the HER2 gene) and paclitaxel (an antimicrotubule agent) have been employed with success to treat HER2 positive breast cancer1-3,5. The incidence of cardiac adverse events associated with isolated use of trastuzumab ranges from 2 to 4%1,3,5,7; and may increase up to 16% with previous use of anthracycline and/or cyclophosphamide1,3-7. Trastuzumab has been administered in combination with placlitaxel to treat women who have not previously received CT for metastatic breast cancer8. Asymptomatic arrhythmias occur in association with the use of paclitaxel, and more severe cardiac adverse effects are related to CT schedules containing anthracyclines1,3,6,9. The concomitant use of trastuzumab and paclitaxel has been also associated with increased risk of cardiotoxicity8. dissection. The pathologic stage of her tumor was IIA (T2N0M0). After surgery, she received adjuvant CT with four cycles of doxorubicin (60 mg/m2) and cyclophosfamide (600 mg/m2), followed by four cycles of trastuzumab (8 mg/kg and 6mg/kg every three weeks) and placlitaxel (175 mg/m2 every three weeks). We planned to deliver 13 additional cycles of trastuzumab monotherapy (6mg/kg every three weeks). Before treatment, the echocardiogram showed normal systolic function of the left ventricle (LV), with ejection fraction (EF) of 76%. At the 7th cycle of trastuzumab, the patient presented with dyspnea after exercise, fatigue, weakness and tachycardia, and her LVEF was 59%. She started angiotensin-converting enzyme (ACE) inhibitor (captopril 12.5mg tid) and CT dose was reduced in 25%. The following CT cycles were uneventful, and on physical examination 1 year later she was asymptomatic and her LVEF returned to the normal range (75%). The patient is actually in good clinical condition, and under outpatient close surveillance. Case report A 54-year-old-woman, diabetic and hypertensive, presented with a nodule in the left breast and the mammography study showed a dense image (Figure 1A and B). Tissue samples from fine needle aspiration revealed histological features of invasive ductal carcinoma and ductal carcinoma in situ. The immune histochemical study showed that tumor cells were negative for estrogen or progesterone receptors, and positive for HER2 receptor (Figure 1C). Additionally, neoplastic cells were positive for Ki-67 (50%), c-erB-2 (3+), and p53 clone D01 (50%). The patient was operated on with a quadrant excision and sentinel lymph node 764 Figure 1. A and B. Mammographic image of the nodule in the left breast (arrows) in June, 2008. 1C. Immunohistochemistry features of the neoplastic cells positive (3+) for c-erbB-2. Rev Med Chile 2012; 140: 763-766 CASOS CLÍNICOS Reversible cardiotoxicity by trastuzumab - S. J. Martins et al Table 1. Comparative echocardiographic data of a 54-year-old female who had reversible cardiotoxicity due to chemotherapy with trastuzumab for HER2-positive breast cancer Parameter/day Aorta SD (mm) 3/30/2009 9/16/2009* 1/7/2010 1/26/2010 2/24/2010# 6/3/2010# 36 36 39 38 33 35 LASD (mm) 38 31 41 38 38 32 RVDD (mm) 21 20 27 26 20 20 LVDD (mm) 47 46 48 47 44 44 LVSD (mm) 26 29 33 – 31 25 Sept (mm) 0.9 0.8 1.0 0.8 0.9 1.0 LVPW (mm) 0.9 0.8 0.9 0.8 0.8 1.0 LVEF (%) 76 67 59 55 57 75 LV mass (mg) 179 148 199 103 148 185 Sept/LVPW 1.00 1.00 1.11 1.00 1.13 1.00 SVol (ml) 78 65 63 – 50 65 End SVol (ml) 25 32 44 – 38 22 SD: systolic diameter; LA: left atrium; RV: right ventricle; DD: diastolic diameter; LV: left ventricle; Sept: ventricular septum; PW: posterior wall; EF: ejection fraction; SVol: sistolic volume. *: Initial adjuvant chemotherapy; #: reduced doses of trastuzumab. Discussion The addition of trastuzumab to neoadjuvant and palliative CT can promote conspicuous improvement in the survival time of patients with breast cancer10. Nevertheless, adverse effects including cardiotoxicity, are growing in frequency and deserve a close accurate follow-up11. A major concern is about patients with cardiopathy, old age, and previous utilization of cardiotoxic drugs or thoracic irradiation, because they are more prone to develop severe cardiotoxicity1,3,7,12. Other potential risk factors include diabetes mellitus, high or low body mass index, hyperlipidemia, hypertension, thyroid dysfunction, and tobacco smoking8,13,14. Cardiotoxicity may be acute (soon after the administration of CT agents) or late (up to 12 years after the completion of CT course)12. Systematic evaluation of heart function must precede treatment and the careful cardiologic follow-up of patients receiving CT agents must be longstanding11,13,14. Echocardiogram is the non-invasive test of choice for assessment of the LVEF, contributing to the early detection and prompt management of systolic and/or diastolic dysfunction secondary to treatment1,12-14. Trastuzumab is a humanized monoclonal antibody that binds to the juxtamembrane extra- Rev Med Chile 2012; 140: 763-766 cellular portion of the transmembrane orphan receptor HER21,15. The nature of cadiotoxicity associated with the use of trastuzumab is not entirely understood. The mechanisms of action include enhancing of complement–mediated tumor lysis and chemotherapy-induced cytotoxicity, and down-regulation of receptor expression8. This drug may cause non-symptomatic and reversible decrease of LVEF in a great number of patients, and the main symptoms include palpitation, tachycardia, dyspnea, thoracic pain, and evolution with congestive heart failure14,15. Therapeutic schedules frequently include discontinuing or lower doses of trastuzumab, in addition to the control of associated risk factors and the use of ACE inhibitors and beta-blockers1,8,15. Paclitaxel is a drug of the taxane group, which may cause acute asymptomatic sinus bradycardia in up to 30% of treated patients, and its cardiovascular side effects include heart block, premature ventricular complexes, ventricular tachycardia, and thrombosis1,3. Paclitaxel monotherapy and its association with trastuzumab may cause cardiac dysfunction1,3,8, and the taxane can enhance the cardiotoxicity of antracyclines by interfering with the metabolism and excretion of these drugs1,3. Cardiac adverse events must be anticipated in combination CT;3 lower dosage and increased interval 765 CASOS CLÍNICOS Reversible cardiotoxicity by trastuzumab - S. J. Martins et al between the administration of drugs reduce the occurrence of cardiotoxicity1,3. In our patient, major predisposing factors for cardiac adverse events of trastuzumab were present, as diabetes mellitus, hypertension and previous use of antracycline and cyclophosfamide14. Despite of the combination with taxane, the reduction of trastuzumab dosage led to normalization of LVEF, and the patient is under regular ambulatory surveillance without heart disturbances. Better knowledge about risk factors for cardiotoxicity related to CT contributes to reduce the cardiovascular adverse effects. Early and long term control by serial echocardiograms is needed to characterize this condition and play a role in favorable outcomes by avoiding the progression of mild ventricular dysfunction to a more severe and irreversible cardiac failure1,3,8,12. Tissue velocity imaging is another non-invasive method to evaluate the left ventricle function in patients under CT with trastuzumab. Peak systolic myocardial velocity and peak global longitudinal and radial strain can disclose disturbances in systolic function, before the characterization of changes in the LVEF demonstrated by echocardiography16. Although with the limitation of a single case study, the present data can contribute to highlight the potential reversibility of trastuzumab cardiotoxicity, even after the utilization of doxorubicin and cyclophosfamide, as well as with the concomitant administration of paclitaxel for breast cancer. Case reports may increase the awareness about cardiotoxicity induced by cancer chemotherapy. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. References 1. 2. 3. 4. Bird BRJH, Swain SM. Cardiac toxicity in breast cancer survivors: review of potential cardiac problems. Clin Cancer Res 2008; 14: 14-24. Chang HR. Trastuzumab-based neoadjuvant therapy in patients with HER2-positive breast cancer. Cancer 2010; 116: 2856-67. Yeh ETH, Tong AT, Lenihan DJ, Yusuf SW, Swafford J, Champion C, et al. 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Caso clínico ì í î ï ð ó ñ ò ò ü ï ó î í þ î õ ô õ õ ö ÷ ø ö ú ÷ ø ð ù ú û î ô ï ô ô ì ü í ñ ñ í ü ï ý ï þ ð ô í õ í ö ÿ ö ÷ ú 1 Departamento de Cirugía Universidad de Santiago de Chile (USACH). 2 Departamento de Anatomía Patológica USACH. 3 Servicio de Cirugía Complejo Asistencial Barros Luco (CABL). a Alumno de Medicina USACH. Retroperitoneal schwannoma. Report of one case Recibido el 10 de agosto de 2011, aceptado el 22 de diciembre de 2011. Retroperitoneal schwannoma is an uncommon and usually benign condition. We report a 51-year-old woman presenting with a palpable pelvic tumor. The patient was operated on and during the intervention, two retroperitoneal tumors were found and resected. The postoperative course was favorable. Pathology confirmed the diagnosis of retroperitoneal benign shwannomas. After eight years of follow up, there is no evidence of malignant transformation. (Rev Med Chile 2012; 140: 767-770). Key words: General surgery; Neurilemmoma; Retroperitoneal neoplasms. Correspondencia a: Dr. Carlos Álvarez Zepeda Pasaje Salmos Sur 107, Las Palmas de Maipú, Maipú, Santiago. Fono/Fax: 56-02-5514320. E-mail: doctorcmaz@ gmail.com L os schwannomas o neurilemomas son tumores bien capsulados que se originan en las vainas de los nervios periféricos y que aparecen en jóvenes o adultos de edad media. Se presentan generalmente en la cabeza, el cuello, las extremidades y el mediastino posterior, siendo muy poco frecuentes en el retroperitoneo1. Constituyen el 0,5 a 2,7% de los tumores retroperitoneales2-5. La mayoría de los shwannomas son benignos y únicos, aunque hay descritos casos múltiples5,6. Se han informado casos malignos asociados a enfermedad de Von Recklinghausen, nevus melanocítico en niños y con hipercalcemia de origen paratiroideo7-9. La mayoría de las veces su diagnóstico es un hallazgo en un paciente que se estudia por otra causa, o se presenta como un tumor sin diagnóstico preoperatorio, que sólo después de la cirugía y tras el estudio histológico se certifica su naturaleza6,7. Comunicamos el caso de una paciente con un schwannoma retroperitoneal doble operado en el Servicio de Cirugía del Complejo Asistencial Barros Luco (CABL); se reporta su presentación clínica, imágenes preoperatorias, de la pieza quirúrgica y la histología, además del seguimiento de 8 años. Realizamos una revisión del tema, para lo cual se realizó una búsqueda a través del Catálogo Bello, LILACS, PubMed y SciELO sin restricción de tiempo o idioma. Caso clínico Paciente de sexo femenino de 51 años de edad, sin antecedentes mórbidos conocidos, que en noviembre de 2001 consultó a Servicio de Ginecología por síntomas climatéricos palpándose en forma incidental en el examen físico una masa pélvica. Esta fue descrita posteriormente en una ecografía transvaginal como sólida y ubicada en región pararetro-uterina izquierda de 65 x 48 x 49 mm, con flujos Doppler positivos en su interior y separada del cuerpo uterino ocupando parcialmente el saco de Douglas, desplazando el útero a izquierda. Fue ingresada para cirugía con el diagnóstico de tumor sólido de anexo izquierdo. Se realizó por ginecólogo laparotomía exploradora, describiéndose útero y ovarios de aspecto normal, un quiste paraooforo derecho y una masa retroperitoneal pélvica, de aspecto sólido quística de unos 12 cm de diámetro, sin compromiso de órganos vecinos. Se decidió terminar la exploración y derivar a cirugía para tratamiento definitivo. Se completó estudio con tomografía computada (TC) de abdomen y pelvis (Figura 1), cistoscopia y colonoscopia normales y esofagogastroscopia que mostró una gastritis aguda congestiva y una hernia hiatal. Finalmente, fue intervenida en abril de 2003, encontrándose en región pélvica retroperitoneal 2 masas de 8 x 8 cm 767 CASOS CLÍNICOS Schwannoma retroperitoneal. Presentación de un caso - C. Álvarez et al Figura 1. TC de abdomen y pelvis. Se observa la masa retroperitoneal de ubicación pélvica. Figura 2. TC de abdomen y pelvis. Reconstrucción sagital. Se observa su ubicación retrouterina y el desplazamiento del órgano. y 3 x 4 cm (Figura 2), que se resecaron y enviaron a estudio, que fue informado posteriormente como 2 shwannomas retroperitoneales benignos (Figura 3). La paciente evolucionó favorablemente, siendo dada de alta al primer día pos operatorio, a 8 años de seguimiento la paciente se encuentra asintomática y sin evidencia de recidiva de la enfermedad. Discusión Los schwannomas son tumores originados de las células gliales periféricas que derivan del neuroectodermo. En 1910 Verocay fue el primero en reportar un caso al cual denominó neurofibroma10. En 1932 Masson dilucidó que tales tumores se originaban de las células de Schwann por lo que los denominó schwanomas11,12. Los shwannomas pueden aparecer en varios órganos o en los troncos nerviosos de todo el cuerpo, excepto los pares craneanos I y II, que están desprovistos de células de Schwann. Corresponden aproximadamente al 8% de los tumores del cerebro, observándose frecuentemente en el VIII par13. En los nervios espinales se desarrolla más frecuentemente a nivel lumbar. Es el tumor benigno más frecuente de la médula espinal, constituyendo el 20 a 30% de los tumores de esta ubicación5,13. En el retroperitoneo los shwannomas son raros, constituyendo aproximadamente el 1% de los tumores retroperitoneales14. Debido a que esta zona anatómica es flexible, a menos que el tumor alcance un tamaño considerable, estos 768 Figura 3. Pieza operatoria. La masa de mayor tamaño está escindida en forma longitudinal. Figura 4. Histología: tinción HE x 10. Haces de células fusadas y onduladas con núcleos dispuestos en bandas. Corte con predominio de áreas Antoni B. Rev Med Chile 2012; 140: 767-770 CASOS CLÍNICOS Schwannoma retroperitoneal. Presentación de un caso - C. Álvarez et al tumores suelen ser asintomáticos y generalmente únicos5,10,15. Nuestro caso si bien fue asintomático presentó 2 masas retroperitoneales. Ya que la forma de presentación del schwannoma retroperitoneal es generalmente inespecífica y el diagnóstico es incidental, la confirmación preoperatoria es infrecuente, como sucedió en el caso por nosotros reportado. La edad del diagnóstico suele estar entre los 20 y los 50 años. La incidencia observada es levemente más frecuente en las mujeres que en los hombres. Cuando presenta síntomas los más frecuentes son el dolor abdominal, la distensión abdominal y, la lumbalgia5,13. Otras veces, pero menos frecuentemente, se han reportado incontinencia urinaria o fecal, neuralgias o incluso déficit sensitivos10,13. El diagnóstico inicial de tumor retroperitoneal se realiza gracias a las imágenes. Al igual que en nuestro caso muchas veces la primera aproximación es la ecografía, esta permite evaluar el tamaño, la ubicación y las características acústicas internas. Detecta la presencia de calcificaciones y cambios quísticos. Las lesiones típicas son heterogéneas, híper-ecoicas y contienen componentes quísticos prominentes, aunque estos signos no son específicos16,17. La tomografía computada es un examen más útil para diferenciar los tumores del retroperitoneo, en el shwannoma las imágenes más típicas muestran un tumor con márgenes lisos y nítidos con bordes reforzados, a menudo se puede encontrar licuefacción y necrosis y, puede haber signos de hemorragia intratumoral. Por esto se ha mencionado que es posible diferenciarlo de linfomas, hemangiomas, quistes y enfermedades del tejido conectivo5. En la resonancia magnética (RM) el shwannoma se ve en T1 de igual intensidad que el músculo y en T2 se ve de intensidad mayor. La RM puede ser muy útil para ver el origen de la masa, su arquitectura vascular y el compromiso de otros órganos, incluida la médula espinal5,18. Para el diagnóstico preoperatorio de estos tumores algunos autores han realizado biopsia por punción, guiada bajo TC o ecografía, la que es útil sólo si se consiguen suficientes células de Schwann en la muestra. Sin embargo, el pleomorfismo celular, el componente quístico y la gran vascularización no sólo no permiten el diagnóstico, sino que a veces hacen que el procedimiento ocasione hemorragia, infección o siembra de la masa, por esto es que muchos autores no la recomiendan7,18,19. Histológicamente los schwannomas se clasifican en dos grupos. El Antoni tipo A: una zona Rev Med Chile 2012; 140: 767-770 celular compacta con un patrón en empalizada o en espiral; y un Antoni tipo B: una zona suelta, hipocelular y mixoide con espacios microquísticos que se componen de tejido mixoide y degenerado con menos células y sustancia gelatinosa. El sello de las variantes benignas es el patrón de áreas Antoni A alternadas con Antoni B, con intensa tinción de proteína S1005,13,18. La malignidad vendrá determinada por el número de mitosis, la invasión vascular o el pleomorfismo, no siendo el tamaño del tumor un factor determinante15. El diagnóstico diferencial del schwannoma retroperitoneal incluye los quistes epiteliales, los abscesos, el neurofibrosarcoma (MPNST de su sigla en inglés, o tumor maligno de la vaina del nervio periférico), el meningioma sacro, ependimoma, cordoma, condrosarcoma, el tumor de células gigantes, el quiste óseo aneurismático, osteoblastoma, teratoma sacrococcígeo, lifoma y la transformación maligna de un tumor benigno13. Las lesiones no neoplásicas incluyen el pseudoquiste de páncreas, el linfocele y el urinoma. Aunque los hallazgos clínicos e imagenológicos pueden ser a veces similares entre estas lesiones, algunas características de la TC como la localización, el tamaño, la forma, las características de la pared, la presencia de tabiques o calcificaciones y el compromiso de estructuras adyacentes pueden sugerir en algunas ocasiones el diagnóstico específico20, 21. También, como lo han reportado otros autores y como nuestro caso, el schwannoma en la cavidad pélvica podría diagnosticarse erróneamente como un tumor de ovario13,22. Sin lugar a dudas el mejor manejo de los schwannomas es la resección completa, habitualmente por laparotomía, aunque se han publicado resecciones exitosas usando laparoscopias asistidas por minilaparotomías14, 23. El sangrado es la complicación intraoperatoria más grave, cuando los vasos mayores están cerca del tumor. En nuestro caso se empleo la resección radical del tumor por laparotomía, asumiendo que nos enfrentábamos a una lesión neoplásica retroperitoneal de diagnóstico patológico desconocido, con el fin de asegurar el tratamiento óptimo y la sobrevida de nuestro paciente. Se han descrito como complicaciones de la cirugía, algunas molestias que están en relación con los nervios involucrados, como parestesia, debilidad y dolor lumbar y de extremidades18. Nuestra paciente no presentó molestias tras la cirugía ni en el seguimiento. Aunque los intentos 769 CASOS CLÍNICOS Schwannoma retroperitoneal. Presentación de un caso - C. Álvarez et al de resección completa se han relacionado con más complicaciones, lo aconsejable es la total escisión del tumor con márgenes negativos, ya que se debe considerar la posibilidad de recurrencia en los shwannomas benignos resecados en forma parcial, sumado a demás a que no es posible excluir, ni con análisis de biopsias rápidas intraoperatorias la malignidad del tumor18,24. A 8 años de la operación nuestra paciente no presenta evidencias de recurrencia de la enfermedad. 9. 10. 11. 12. 13. Conclusiones El schwannoma retroperitoneal es una enfermedad poco frecuente. Su forma de presentación es inespecífica y generalmente es un hallazgo. Puede confundirse con una neoplasia de ovario cuando es de ubicación pélvica. La TC y la RM son útiles para el enfrentamiento preoperatorio. No se recomienda la biopsia previa por punción. Su tratamiento es siempre la resección completa, en casos seleccionados puede ser operada por técnica mínimamente invasiva. 14. 15. 16. 17. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Sewng Hyup Kim, Byung Ihn Choi. Retroperitoneal neurilemmoma: CT and MR findings. AJR 1992; 159: 1023-6. Ueda M, Okamoto Y, Ueki M. A pelvic retroperitoneal schwannoma arising in the right paracolpium. Gynecol Oncol 1996; 60: 480-3. Hayasaka K, Tanaka Y, Soeda S, et al. MR findings in primary retroperitoneal schwannoma. Acta Radiol 1999; 40: 78-82. Regan JF, Juler GL, Schmutzer KJ. Retroperitoneal neurilemoma. Am J Surg 1977; 134: 140-5. Qiang LI, Chuntao Gao, Juzi JT, Xishan Hao. Analysis of 82 cases of retroperitoneal schwannoma. ANZ J Surg 2007; 77: 237-40. Hurley L, Smith JJ, Larsen CR, Silverman ML. Multiple retroperitoneal schwannomas: case report and review of literature. J Urol 1994; 151: 413-6. 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Rev Med Chile 2012; 140: 767-770 CASOS CLÍNICOS Rev Med Chile 2012; 140: 771-774 Suicidio por interrupción de hemodiálisis en un paciente con nefropatía crónica: análisis de un caso 1 Suicide by interruption of hemodialysis, in a patient with chronic renal failure. Analysis of one case In Chile, interruption of hemodialysis is cause of death in 0.37% of patients under this treatment. We report a 83-year-old woman suffering from chronic renal failure who withdrew from prolonged hemodialysis treatment. Biographical aspects, circumstances and the cause of death are analyzed from forensic and psychiatric points of view, highlighting attributes that allow classification of the death of this patient as suicide. Risk factors involved in this type of patients, as well as possible preventive measures are discussed. (Rev Med Chile 2012; 140: 771-774). Key words: Renal insufficiency; Suicide. S egún datos de la Sociedad Chilena de Nefrología la población en diálisis crónica alcanzó en nuestro país, entre septiembre de 2009 y agosto de 2010, a 15.449 pacientes. La tasa bruta de mortalidad fue 11,2% anual. Ciento treinta y cuatro abandonaron el tratamiento de diálisis, 57 de ellos por propia decisión. Cinco casos adicionales se clasificaron como suicidios (presumiblemente empleando otros métodos). Dado que el abandono del tratamiento conlleva regularmente a la muerte, no existe acuerdo unánime en cómo debieran en última instancia calificarse los casos de suspensión unilateral. Por ello, la incidencia definitiva del suicidio en este grupo no está clara. Se presenta un caso de muerte por abandono unilateral del tratamiento, evaluado mediante el estudio tanatológico y autopsia psicológica. Método Se analizó la información de varias fuentes: a) la carpeta investigativa de la Fiscalía de Santiago; Departamento de Psiquiatría, Campus Sur, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. 2 Servicio Médico Legal de Santiago, Servicio de Tanatología. Recibido el 14 de septiembre de 2011, aceptado el 27 de diciembre de 2011. Correspondencia a: Dr. Alejandro Gómez, Gran Avenida 3100, San Miguel, Santiago, Chile. E-mail: algomez@vtr.net b) protocolo de autopsia médico-legal realizada en el Servicio Médico Legal de Santiago, en septiembre de 2010; c) entrevista de autopsia psicológica en que el informante fue el hijo mayor de la víctima, realizada por el autor principal, mediante protocolo ad hoc. Caso En una vivienda cerrada, sin señales de haber sido violentada, se encontró el cadáver de una mujer (B) de 83 años, en posición decúbito supino sobre la cama, con el televisor encendido. Se encontraba vestida y maquillada, sin signos de violencia. Sobre la cama había múltiples cartas fechadas cuatro días antes. En ellas expresaba no tolerar más el tratamiento y que su situación económica era insoluble. Agradecía la ayuda de su hijo y pedía que la perdonara por lo que iba a hacer. Dejaba indicaciones respecto a la disposición de sus cosas y solicitaba que se le hiciera una misa. Se descartó la participación de terceras personas. 771 CASOS CLÍNICOS Suicidio por interrupción de hemodiálisis - A. Gómez et al Antecedentes El informante (I), hijo mayor de la víctima, visitó a su madre por última vez tres días antes de ser encontrada sin vida. Al día siguiente de la visita ella debía dializarse. Era separada y viuda, madre de dos hijos, el menor fallecido el año 2004 de SIDA. Vivía sola y recibía una exigua pensión. Su nivel de escolaridad era 5a preparatoria y en el pasado había trabajado en el rubro artístico. Era católica. Su hijo la visitaba semanalmente. Presentaba diabetes miellitus, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica, y se hemodializaba trisemanalmente desde hacía 15 años. En dos oportunidades se había instalado una fístula arterio-venosa, y rechazaba la indicación de una nueva intervención. La alternativa de un trasplante estaba descartada por razones médicas. En su última visita, I. la encontró inusualmente arreglada. Estaba muy irritable y le dijo que no quería volver a verlo. Cree que una vez que se retiró, ella ingirió una dosis elevada de benzodiazepinas, para no estar despierta cuando el vehículo del centro de diálisis pasara a buscarla. B. había manifestado muchas veces su deseo de no vivir y en 2001 había intentado suicidarse de modo similar. Se trataba por depresión con antidepresivos y benzodiazepinas. Enfrentaba una situación apremiante por deudas contraídas durante la enfermedad del hijo fallecido. En los últimos meses su estado depresivo había empeorado, estaba desesperanzada y sin propósitos en la vida. Conocía las consecuencias letales de suspender la diálisis y había advertido que de ese modo se suicidaría. No existían antecedentes familiares de suicidio ni de enfermedades psiquiátricas. Asistió a su última diálisis el sábado 25 de septiembre. Los siguientes dos días comió abundantemente, trasgrediendo su régimen. Ante su inasistencia al centro de diáliasis, se dio aviso a la policía, que acudió al domicilio. Examen externo Se constató una mujer obesa (IMC = 32). El cadáver se encontraba en fase cromática enfisematosa por descomposición. Estaba maquillada, vestida ordenadamente y sin signos de violencia. En la cara anterior del antebrazo derecho había una fístula arterio-venosa sin complicaciones. 772 Existía un moderado edema pretibial bilateral. No había lesiones traumáticas actuales o recientes ni signos de intervención médica. Examen interno Se destacan los hallazgos positivos: el pulmón derecho pesó 610 g y el izquierdo 450 g, congestivos. El corazón pesó 580 g, y sus arterias coronarias principales estaban permeables con escasa ateromatosis no estenosante. No había cicatrices o roturas en miocardio. El espesor del ventrículo izquierdo fue 1,9 cm y del derecho 0,4 cm. Sólo estaba presente el riñón derecho, de 90 g, pequeño y deformado, con una superficie externa granular fina con múltiples quistes; a la superficie de corte la arquitectura se apreciaba distorsionada. El resto del examen se encontraba dentro de límites esperables para la edad y estado de conservación. Estudios de laboratorio forense Considerando el estado de descomposición inicial, la histopatología mostraba los cambios esperables y una atrofia renal acentuada. La alcoholemia fue de 0,22 g/L, lo que fue considerado como producto de la putrefacción del cadáver. El estudio toxicológico en sangre por cromatografía gaseosa fue positivo para alprazolam: 74,07 ng/ ml. El examen de contenido gástrico reveló presencia de alprazolam y clonazepam. El análisis de electrolitos, nitrógeno ureico y glucosa en humor vítreo presentaban valores esperables para el post mortem del cuerpo en descomposición. Comentario Una mujer de 83 años, insuficiente renal crónica, suspendió voluntariamente su tratamiento de diálisis, trasgredió su régimen e ingirió una cantidad excesiva de benzodiazepinas, provocándose la muerte. Estaba deprimida y desesperanzada, y había expresado desear poner fin a su vida. Existía el antecedente de un intento similar en el pasado. El tratamiento antidepresivo no había sido efectivo y probablemente había empeorado. Dejó varias cartas de despedida. El conjunto de hechos sugiere fuertemente una muerte autoprovocada. De hecho, la existencia de un diagnóstico psiquiátrico y de notas o mensajes de contenido suicida son atributos que habitualmente orientan a la clasificación de una muerte como suicidio1. Rev Med Chile 2012; 140: 771-774 CASOS CLÍNICOS Suicidio por interrupción de hemodiálisis - A. Gómez et al La causa de muerte no puede establecerse con certeza. La presencia de benzodiazepinas en el contenido gástrico puede interpretrarse como un método complementario para asegurar el deceso. El nivel de alprazolam estaba en el rango superiror de las concentraciones terapéuticas, lo que pudo influir como factor causal en una persona fisiológicamente vulnerable. Por carecer de estudios adicionales, no puede evaluarse el impacto preciso de los factores metabólicos o hidroelectrolíticos en el desenlace fatal. Diversas enfermedades médicas crónicas, como la enfermedad renal, elevan el riesgo suicida, y participan hasta en 25% de los casos2,3. Contribuyen al riesgo factores como: depresión, percepción de incapacidad, cambios en la imagen corporal, determinados estilos de afrontamiento, situaciones estresantes adicionales y escaso apoyo social. Se ha encontrado ideación suicida en 15,4%, y su severidad se correlaciona con la intensidad depresiva4. El propio tratamiento con hemodiálisis puede deteriorar la calidad de vida al interferir sobre los roles sociales, provocar discapacidad, alterar la vida familiar y generar una acentuada percepción de dependencia y pérdida de control. Existe sintomatología depresiva en uno a dos tercios de los pacientes, e ideación suicida en más de 20%. La depresión se asocia a bajo IMC, comorbilidad, síntomas de fatiga, ideas suicidas, deterioro de la calidad de vida5,6 y mala adherencia al tratamiento7, contribuyendo al riesgo de mortalidad8. La víctima había efectuado una tentativa suicida en el pasado. A partir de la edad media los intentos son más severos y se siguen frecuentemente de recidivas letales9,10. En la edad avanzada son desencadenantes las dificultades familiares, los problemas financieros, las pérdidas recientes, los problemas de vivienda y la percepción de ser una carga para la familia11,12. Un apoyo social escaso influye de modo independiente en el riesgo13. El caso ilustra el problema de la calificación de la muerte en pacientes que abandonan la diálisis. Se ha propuesto un paradigma de decisión basado en dos ejes14. El primero refiere a la presencia de intención de morir y el segundo a la relación con la red social (incluyendo la familia y el equipo de salud). En los suicidios existe tal propósito y la interrupción del tratamiento se resuelve en oposición a la red social o al margen de ella. Dado que el tratamiento prolongado con diálisis puede caracterizarse como cuidado pa- Rev Med Chile 2012; 140: 771-774 liativo, la mejoría de la calidad de vida y de la salud mental son objetivos importantes. Medidas contribuyentes a tal fin incluirían la evaluación rutinaria de síntomas depresivos e ideación suicida, el incremento del apoyo social, el desarrollo de capacidades de afrontamiento y el ejercicio físico, que han demostrado efectos sobre diversas variables psicológicas y clínicas15-18. Existían varios factores de riesgo suicida, algunos de los cuales eran potencialmente modificables. Por otra parte, la paciente era funcionalmente capaz de valerse por sí misma y no presentaba complicaciones o condiciones asociadas que indicaran que el tratamiento constituyera una desproporción terapéutica. Las limitaciones propias del método de autopsia psicológica no permiten establecer si el suicidio se hubiera producido si la paciente no hubiera estado en diálisis. El caso descrito ilustra la necesidad de atender aspectos relativos a la salud mental y calidad de vida cuando se instituyen medidas terapéuticas extraordinarias. En caso contrario, la mera prolongación de la vida puede ser percibida como carente de sentido, arriesgando el abandono del tratamiento y por ende la sobrevida. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. Lindqvist P, Gustafsson L. Suicide classification-clues and their use. A study of 122 cases of suicide and undetermined manner of death. Forensic Sci Int 2002; 128: 136-40. Mosciki EK. North American perspective: Epidemiology of suicide. Int Psychogeriatr 1995; 7: 137-48. Juurlink DN, Herrmann N, Szalai JP, Kopp A, Redelmeier DA. Medical illness and the risk of suicide in the elderly. Arch Intern Med 2004; 164: 1179-84. Vera M, Reyes-Rabanillo ML, Huertas S, Juarbe D, PérezPedrogo, Huertas A, et al. Suicide ideation, plans, and attempts among general practice patients with chronic health conditions in Puerto Rico. Int J Gen Med 2011; 4: 197-205. Chen CK, Tsai YC, Hsu HJ, Wu IW, Sun CY, Chou CC, et al. Depression and suicide risk in hemodialysis patients with chronic renal failure. Psychosomatics 2010; 51: 528528 e6. García TW, de Motta LD, de Moura TJ, Casulari LA. Depressed mood and poor quality of life in male patients with chronic renal failure undergoing hemodialysis. Rev Bras Psiquiatr 2010; 32: 369-74. 773 CASOS CLÍNICOS Suicidio por interrupción de hemodiálisis - A. Gómez et al 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Khalil AA, Frazier SK. Depressive symptoms and dietary non adherence in patients with end-stage renal disease receiving hemodialysis: review of quantitative evidence. Issues in Mental Health Nursing 2010; 31: 324-30. Diefenthaeler EC, Wagner MB, Poli de Figueiredo CE, Zimmermann PR. Is depression a risk factor for mortality in chronic hemodialysis patients? Rev Bras Psiquiatr 2010; 32: 369-71. Lebret S, Perret-Vaille E, Mulliez A, Gerbaud L, Jalenques I. 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Caso clínico * ' ! + ) ! , ! - " . # $ " # $ * ' % & ) , ' ( ' ) / , - + " " # $ 0 Heart autotrasplantation for the treatment of a rhabdomyosarcoma of the left ventricle. Report of one case Heart autotrasplantation is an exceptional surgical technique used in the treatment of uncontrolled cardiac arrhythmias and primary unresectable cardiac tumors. We report a 28-year-old male with a rhabdomyosarcoma of the left ventricle, localized in the lateral and posterior wall, which involved the mitral valve and circumflex artery. After a complete study ruling out dissemination of the tumor, the patient was operated. Surgical exploration determined the unresectabilility of the tumor with the heart in situ. Therefore, the heart was explanted, preserving the right atrium and coronary sinus for re-implantation. Fifty percent of the mitral valve and the circumflex artery from its origin, were resected due to tumor infiltration. The heart was reconstructed with bovine pericardium and a mechanical valve was implanted in the mitral position. Afterward, the heart was implanted again following the same sequence as in bicaval transplantation, followed by a double bypass grafting to the distal circumflex territory. The patient had no significant complications and after nine months of follow up, there was no evidence of local recurrence. In the fourth postoperative month, a subcutaneous mass in the left thigh that was considered a metastasis without histological confirmation appeared. The lesion disappeared with radio and chemotherapy. (Rev Med Chile 2012; 140: 775-779). Key words: Cardiomyoplasty; Heart transplantation; Rhabdomyosarcoma. L os tumores cardiacos primarios son raros. De estos tumores primarios, 25% son malignos y de ellos 75% son sarcomas1. Los sarcomas cardiacos primarios se encuentran en 0,001 a 0,03% de las autopsias2. Los sarcomas cardiacos tienden a crecer hacia las cavidades cardiacas produciendo obstrucción del mismo y alterando el flujo. Como consecuencia el paciente desarrolla síntomas de insuficiencia cardiaca congestiva y muerte3. Se han utilizado la quimioterapia y radioterapia en el tratamiento de estas lesiones, sin embargo, la cirugía resectiva proporciona mayor 1 Servicio Cirugía Cardiovascular Hospital DIPRECA, Chile. a Enfermero. Recibido el 25 de octubre de 2011, aceptado el 27 de diciembre de 2011. Correspondencia a: Dr. Rafael Selman A. Vital Apoquindo 1200, Las Condes. Fono (562) 240 1261 E-mail: rselman@ manquehue.net alivio sintomático y expectativas de vida3. Por otro lado, no se ha demostrado que ninguna de dichas técnicas mejore las expectativas resectivas de la cirugía como ocurre con sarcomas en otras partes del cuerpo4. La técnica del autotrasplante se ha utilizado en forma exitosa en el tratamiento de sarcomas con compromiso de las cavidades cardiacas, desde 1998 en The Methodist DeBakey Heart Center, Houston, Texas, que ostenta la mayor casuística y el primer reporte para el tratamiento de un tumor ventricular izquierdo (VI) fue descrito el año 20033. 775 CASOS CLÍNICOS Autotrasplante de corazón en tratamiento de rabdomiosarcoma de VI - R. Selman et al Caso clínico Presentamos el caso de un paciente sexo masculino de 28 años de edad, carabinero activo, sin antecedentes mórbidos de importancia, que debutó el 27 de noviembre de 2010 con un síncope en la vía pública. El paciente fue trasladado al Hospital Institucional HOSCAR, donde evolucionó con compromiso hemodinámico y ensanchamiento mediastínico en la radiografía de tórax confirmándose un taponamiento cardiaco por ecocardiograma 2D, por lo cual, se instaló drenaje pericárdico, dando salida a líquido hemorrágico. Estudio posterior con tomografía computada (TAC) de tórax mostró un tumor sólido en zona posterior y lateral del ventrículo izquierdo (VI) (Figura 1). El 30 de noviembre de 2010 se realiza una resonancia nuclear magnética (RNM) de tórax que demostró una lesión tumoral sólida, en relación al surco aurículo-ventricular izquierdo, de aproximadamente 9,3 x 6 x 5 cm. Además, se apreciaba extensa infiltración de la pared lateral del ventrículo izquierdo y estrecho contacto de la masa tumoral con la aurícula izquierda. Las venas pulmonares desplazadas por la masa tumoral, pero permeables, el tronco de la arteria pulmonar y su rama izquierda también con estrecho contacto, pudiendo estar infiltradas. También infiltración de los planos grasos que rodeaban la arteria circunfleja que se encontraba comprometida (Figura 2). El paciente fue sometido a estudio de diseminación con tomografía por emisión de positrones (PET) que resultó negativo y TAC de abdomen y pelvis que resultaron normales. El 14 de diciembre de 2010 el paciente fue operado vía esternotomía media y circulación extracorpórea convencional, mediante canulación arterial en aorta ascendente y canulación venosa bicava. La exploración del corazón reveló un gran tumor infiltrativo en la región posterior y lateral del ventrículo izquierdo, que era irresecable con el corazón in situ, por lo cual, se procedió a realizar un explante cardiaco, con la precaución de no lesionar la aurícula derecha, ni el seno coronario, a diferencia del explante en un trasplante cardiaco ortotópico, ya que el mismo corazón iba a ser reimplantado. La exploración del corazón reveló indemnidad de la arteria pulmonar y de su rama izquierda, 776 pero infiltración de la aurícula izquierda, la arteria circunfleja y del anillo mitral. Con el corazón en la mesa operatoria, se resecó el tumor con un margen de pared del ventrículo izquierdo, incluyendo en la pieza quirúrgica la arteria circunfleja desde su nacimiento, anillo mitral comprometido y pared de la aurícula izquierda (Figura 3). Posteriormente, se reconstruyó la pared de ventrículo izquierdo y aurícula izquierda con pericardio bovino pretratado en glutaraldehído y se implantó una prótesis mitral mecánica Saint Jude® # 33. Luego, el corazón fue reimplantado en la misma secuencia de un trasplante cardiaco convencional con técnica bicava. Finalmente, se Figura 1. Corte sagital angio TAC: Flecha: tumor; VI: ventrículo izquierdo; VD: ventrículo derecho; AI: aurícula izquierda; AD: aurícula derecha; Ao: aorta; AP: arteria pulmonar. Figura 2. Corte axial RNM: Flecha: tumor (ubicación lateral y posterior, sin límites precisos con la pared del VI); VI: ventrículo izquierdo; VD: ventrículo derecho; AI: aurícula izquierda, AD: aurícula derecha. Rev Med Chile 2012; 140: 775-779 CASOS CLÍNICOS Autotrasplante de corazón en tratamiento de rabdomiosarcoma de VI - R. Selman et al realizaron dos bypass de vena safena invertida al territorio circunflejo distal. La biopsia rápida reveló un sarcoma fusocelular primario del miocardio altamente sugerente de rabdomiosarcoma y la biopsia diferida confirmó un rabdomiosarcoma embrionario primario del miocardio (Figuras 4 y 5). La evolución postoperatoria fue satisfactoria, presentando sólo síndrome de bajo débito que requirió uso transitorio de inótropos, siendo dado de alta hospitalaria a los 16 días del postoperatorio. El 23 de enero de 2011 inició primer ciclo de quimioterapia con protocolo PINDA, Grupo 4, con doxorrubicina, cliclofosfamida y vincristina más cardioxane como cardioprotector de la toxicidad de doxorrubicina. En abril de 2011 se pesquisó una masa tumoral en el muslo izquierdo diagnosticándose una metástasis subcutánea del sarcoma primario, sin confirmación histológica, por lo cual, fue tratado con radioterapia más quimioterapia con vincristina más irinotecan, desapareciendo el tumor. En agosto de 2011, el paciente post ciclo de quimioterapia, sufrió distress respiratorio secundario a neumonía e insuficiencia renal aguda, que requirieron hospitalización en Unidad de Cuidados Intensivos, uso de ventilación mecánica, antibióticos endovenosos de amplio espectro y hemodiálisis transitoria, siendo nuevamente dado de alta en buenas condiciones. El paciente ha tenido seguimiento ecocardiográfico y TAC que descartó una recidiva local y recuperación de la función sistólica ventricular izquierda con fracción de eyección VI de 57%. A nueve meses de seguimiento, el paciente se encuentra en buenas condiciones y en capacidad funcional II NYHA. Comentarios Figura 3. Corazón explantado, resección tumor del VI: VMA: velo mitral anterior que sale con la pieza operatoria; VMP: velo mitral psoterior; MPA: músculo papilar anterior; SIV: límite con septum interventricular, VI: ventrículo izquierdo. Los sarcomas cardiacos primarios son raros. Aproximadamente 25% de los tumores cardiacos son malignos y de éstos 75% son sarcomas. Entre ellos, los sarcomas secundarios o metastásicos son 20 a 30 veces más frecuentes que los primarios1,5. Su presentación es variable; pueden aparecer como un hallazgo en imágenes o con síntomas de insuficiencia cardiaca, dolor torácico o derrame pericárdico. Debido a que lo más frecuente es Figura 4. Marcación con Inmunohistoquímica, Actina sarcomérica, que demuestra origen muscular estriado del tumor. Figura 5. Tinción Hematoxilina Eosina x 40. Tumor con alta tasa de mitosis. Flecha. Rev Med Chile 2012; 140: 775-779 777 CASOS CLÍNICOS Autotrasplante de corazón en tratamiento de rabdomiosarcoma de VI - R. Selman et al que sean tumores secundarios, pueden aparecer síntomas de enfermedad en otros sitios. En el presente caso, la forma de aparición fue con un taponamiento cardiaco, lo que ha sido reportado previamente en la literatura6. Habitualmente la aparición de líquido hemorrágico traduce compromiso pericárdico infiltrativo. Se ha destacado la importancia que reviste en estos casos la realización de estudios de imágenes destinados a determinar las relaciones anatómicas del tumor, su tamaño y la posible invasión de estructuras cardiacas y extra-cardiacas7. En este caso clínico hubo una precisa correlación entre la información aportada por las imágenes y los hallazgos quirúrgicos. Esto reafirma la importancia de una adecuada evaluación con imágenes en casos de tumores cardiacos, ya que la ecocardiografía, RNM y TAC no son exámenes excluyentes sino que complementarios. Un valor especial tiene la evaluación de la extensión de la enfermedad. En este paciente utilizamos PET, el que no reveló enfermedad a distancia. Esto fue especialmente importante en decidir la conducta, dado que la cirugía radical fue una opción razonable en un paciente joven con enfermedad confinada al sitio primario. En este escenario, la resección completa con márgenes libres de tumor es la regla. En el corazón esto puede suponer una pérdida de estructuras importantes que pueden afectar de manera notoria el funcionamiento del órgano. Es por esto que la evaluación previa con imágenes adquiere tanta importancia, ya que permite predecir la extensión de la resección y las técnicas de reconstrucción que serán necesarias8. En algunos casos se puede encontrar compromiso pulmonar por extensión a través de las venas pulmonares; aun cuando es posible asociar una resección pulmonar en estos casos, la supervivencia es marcadamente menor que en los casos limitados al corazón8. En el presente caso, en base a los estudios preoperatorios se consideró la posibilidad de realizar una resección tumoral ex situ con autotrasplante posterior. La resección tumoral dejó un defecto en la pared lateral del ventrículo izquierdo con pérdida parcial del anillo y la válvula mitral; además, junto con la pieza tumoral se perdió un segmento de seno coronario y arteria circunfleja. La reconstrucción en estos casos se basa en la utilización de parches de pericardio autólogo o de bovino, válvulas protésicas y puentes coronarios. Con 778 estas herramientas se puede reconstituir satisfactoriamente la anatomía de la zona resecada. La ubicación del tumor hizo imposible realizar una resección y reconstrucción con seguridad sin explantar el corazón. La reconstrucción con técnica de banco permite hacer una reparación segura y cuidadosa; el reimplante del órgano es un procedimiento que en general no reviste mayores complicaciones, salvo por la anastomosis de la aurícula izquierda, cuya anatomía se distorsiona con el parche de pericardio. La recuperación de la cirugía en este caso fue satisfactoria y sin complicaciones mayores; hay que destacar que a pesar de resecarse parte del ventrículo izquierdo, la función del mismo no se vio comprometida significativamente. En estos casos no existe una pauta clara de tratamiento complementario9. En sarcomas de partes blandas, el uso de quimioterapia complementaria es habitual. En este caso se hizo quimioterapia postoperatoria. En las series reportadas de sarcomas resecados, la supervivencia suele ser pobre; 90% de los sarcomas primarios cardiacos tiene una supervivencia media de 9 a 12 meses sólo con tratamiento médico10. En conclusión, los sarcomas cardiacos primarios son tumores poco frecuentes que tienen un pobre pronóstico. En casos de tumores confinados al corazón, la evaluación preoperatoria con imágenes permite definir la resecabilidad y eventualmente la resección completa con márgenes libres es el único tratamiento que ofrece una supervivencia razonable en este grupo de enfermos. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Devbhandari MP, Meraj S, Jones MT, Kadir I, Bridgewater B. Primary cardiac sarcoma: reports of two cases and a review of current literature. J Cardiothorac Surg 2007; 2: 34. Straus R, Merliss R. Primary tumours of the heart. Arch Pathol 1945; 39: 74-80 Reardon MJ, Walkes JM, DeFelice CA, Wojciechowski Z. Cardiac autotransplantation for surgical resection of primary malignant left ventricular tumor. Tex Heart Inst J 2006; 33: 495-7. Putnam JB Jr, Sweeney MS, Colon R, Lanza LA, Frazier OH, Cooley DA. Primary cardiac sarcomas. Ann Thorac Surg 1991; 51: 906-10. Reardon MJ, Malaisrie SC, Walkes JC, Vaporciyan AA, Rev Med Chile 2012; 140: 775-779 CASOS CLÍNICOS Autotrasplante de corazón en tratamiento de rabdomiosarcoma de VI - R. Selman et al 6. 7. 8. Rice DC, Smythe WR, et al. Cardiac autotransplantation for primary cardiac tumors. Ann Thorac Surg 2006; 82 (2): 645-50. Gon Y, Hong T, Chen M, Huo Y. A right heart angiosarcoma with rapidly progressing hemorragic pericardial effusion. Intern Med 2011; 50: 455-8. O'Donnell DH, Abbara S, Chaithiraphan V, Yared K, Killeen RP, Cury RC, Dodd JD. Cardiac tumors: optimal cardiac MR sequences and spectrum of Imaging appearances. AJR 2009; 193: 377-87. Blackmon SH, Patel AR, Bruckner BA, Beyer EA, Rice Rev Med Chile 2012; 140: 775-779 DC, Vaporciyan AA, Wojciechowski Z, Correa AM, Reardon MJ. Cardiac autotransplantation for malignant or complex primary left-heart tumors. Tex Heart Inst J 2008; 35: 296-300. 9. Llombart-Cussac A, Pivot X, Contesso G, Rhor-Alvarado A, Delord JP, Spielmann M, Tursz T, Le Cesne A, Adjuvant chemotherapy for primary cardiac sarcomas: the IGR experience. Br J Cancer 1998; 78: 1624-8. 10. Hoffmeier A, Scheld HH, Tjan TD, Schneider M, Kerber S, Schmidt C, Schmid C. Exsitu resection of primary cardiac tumors. Thorac Cardiovasc Surg 2003; 51: 99-101. 779 ARTÍCULO DE REVISIÓN Rev Med Chile 2012; 140: 780-788 1 Departamento de Ciencias y Tecnología Farmacéutica. Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas. Universidad de Chile. Santiago de Chile. 2 Departamento de Medicina Intensiva, Facultad de Medicina. Hospital Clínico. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. a Químico Farmacéutico. Doctorando en Ciencias Farmacéuticas. Universidad de Chile. b Químico Farmacéutico. Doctor en Ciencias Farmacéuticas. Universidad de Chile. Este trabajo es parte del proyecto de investigación interdepartamental “Farmacocinética de antibimicrobianos en pacientes en shock séptico sometidos a hemofiltración de alto volumen, de los Departamentos de Medicina Intensiva y Nefrología de la Pontificia Universidad Católica, y parte del trabajo de Tesis Doctoral de uno de los autores (1a). Finaciamiento Dirección de Investigación Facultad de Medicina y Departamentos de Medicina Intensiva y Nefrología Facultad de Medicina Pontificia Universidad Catolica de Chile. Recibido el 30 de junio de 2011, aceptado el 18 de octubre de 2011 Correspondencia a: Dr. Max Andresen Departamento de Medicina Intensiva. Facultad de Medicina. Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile. Marcoleta N° 347. Santiago de Chile. E-mail: andresen@med.puc.cl E Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico 1 C 6 2 3 D 1 3 4 9 2 2 2 A 3 E 5 6 2 7 4 9 8 8 9 F : G ; H < = I > 8 = > 9 8 ? 8 J @ 8 2 @ 1 I 1 9 8 A 2 3 8 2 4 @ : ; > B = 3 5 F Pharmacokinetic considerations in critically ill patients Critically ill patients in Intensive Care Units (ICUs) are exposed to multiple procedures and usually require complex treatment regimens. Many of them suffer from comorbidities and different complications such as organ failure, drug-drug interactions, and unusual therapeutic interventions that can produce significant pathophysiologic changes. For that reason, pharmacokinetics for several substances is different to what is described for healthy patients, complicating drug selection and drug dosage to achieve appropriate effects. Low doses may determine a reduction of drug effectiveness and overdoses leading to toxicity. The aim of this paper is to review the pharmacokinetic considerations that must be considered when treating acute ICU patients. (Rev Med Chile 2012; 140: 780-788). Key words: Drug toxicity; Intensive care units; Pharmacokinetics. l término “farmacocinética” fue acuñado en los años treinta a raíz de estudios sobre la disposición de fármacos administrados por distintas vías. La relación existente entre la concentración plasmática de un fármaco en el tiempo, generada por los procesos ADME (absorción, distribución, metabolismo y excreción), ha conseguido actualmente utilizar la farmacocinética como una herramienta que permite aumentar la efectividad o reducir la toxicidad de una terapia, ya sea en un paciente individual o en un grupo especial de pacientes1. En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) la administración correcta de medicamentos es un desafío diario, dado que los cambios fisiopatológicos propios de los pacientes en estado crítico crean situaciones donde la información farmacocinética, obtenida de pacientes menos graves o sanos, no se ajusta a su situación. Lo anterior se expresa como cambios en uno o varios parámetros farmacocinéticos, ya sea el 780 > volumen de distribución (Vd), el tiempo de vida media de eliminación (t ½), la concentración máxima (Cmax) o el clearance (Cl), entre otros. Esto, como consecuencia de disfunciones orgánicas, interacciones entre fármacos, respuesta de fase aguda o intervenciones terapéuticas agresivas, como por ejemplo, la reanimación con volumen o las terapias de reemplazo renal (TRR), tema de estudio de nuestro grupo de investigación. De ahí que el proceso ADME es particularmente diferente al descrito en situaciones normales (Tabla 1)2-4. Por lo anterior, la aplicación de la farmacocinética clínica aparece como herramienta útil para optimizar la terapia farmacológica, limitando los efectos adversos por sobredosificación y/o evitando inefectividad por subdosificación en estos pacientes. El objetivo de la presente revisión es describir y discutir aquellas situaciones propias del paciente en estado crítico que pueden alterar la respuesta terapéutica esperada debido a cambios en la farmacocinética. ARTÍCULO DE REVISIÓN Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico - L. Escobar et al Tabla 1. Parámetros farmacocinéticos alterados en el paciente crítico Parámetro farmacocinético Situación en el paciente crítico Biodisponibilidad (BD) Porcentaje de la dosis que es capaz de alcanzar la sangre luego de absorberse en el lugar de administración del medicamento Alterada. Normalmente es menor porque la capacidad de absorción disminuye Unión a proteínas plasmáticas Porcentaje de fármaco que está unido a proteínas, como albúmina Disminuye. Frecuente reducción de la cantidad de proteínas favorece un aumento la fracción de fármaco libre Volumen de distribución (Vd) Volumen donde se encuentra la cantidad de fármaco total administrado Aumentado. Mayor permeabilidad capilar y mayor aporte de fluidos generan un tercer espacio de distribución de fármacos Metabolismo Proceso del ADME que tiene por finalidad, hacer excretables los fármacos administrados Disminuido. La respuesta será variable según los metabolitos que se formen. Si son activos, es posible que la respuesta disminuya. Si no, la respuesta se prolongará en el tiempo Vida media de eliminación (t ½ ) Tiempo en que la concentración plasmática de un fármaco se reduce a la mitad Normalmente aumentada. Se relaciona inversamente con el Cl Clearance renal (Cl) Parámetro que da cuenta de la capacidad de eliminación del fármaco desde la sangre. Volumen de sangre que es depurada por minuto Variable. En las primeras etapas de trauma o sepsis, está aumentado. Posteriormente, podría ocurrir falla renal que disminuya el Cl Caracterización del ADME en el paciente crítico Absorción La biodisponibilidad (BD) es el porcentaje de la dosis del fármaco administrado que alcanza la circulación sanguínea luego de absorberse. Sólo la administración endovenosa garantiza el 100% de BD, sin embargo, no todos los fármacos pueden administrarse por esa vía. Por esto, aquellos medicamentos que requieren absorción en el sitio de administración (vía enteral, intramuscular, subcutánea, sublingual, etc.) pueden afectarse particularmente en el estado crítico. Cuando empleamos la vía enteral, la absorción del fármaco puede disminuir debido a cambios en la motilidad gastrointestinal o a reducción de la superficie de contacto de las mucosas. La primera situación puede afectarse por el uso concomitante de opiáceos, empleados frecuentemente para sedoanalgesia y por fármacos con efecto anticolinérgico, a modo de ejemplo, en intoxicaciones graves por antidepresivos tricíclicos. La segunda situación se debe a una disminución en la cantidad y altura de las microvellosidades intestinales, como consecuencia del ayuno prolongado y/o hipoperfusión, muy frecuente en los pacientes de UCIs2-4. Rev Med Chile 2012; 140: 780-788 La redistribución del flujo sanguíneo hacia el cerebro, corazón y pulmones en estados de hipoperfusión, en desmedro de territorios como la piel, músculos, así como hígado o riñón, explica la menor BD encontrada tras la administración por vía dérmica, intramuscular o subcutánea2,4. Por ejemplo, el uso de enoxaparina subcutánea como prevención de trombosis en la dosis habitual de 40 mg, se asoció con niveles subterapéuticos de actividad anti-factor Xa causados por problemas de absorción en pacientes de UCI5. Distribución El volumen de distribución (Vd) es la relación entre la cantidad de fármaco total presente en un organismo y la concentración plasmática que esa cantidad genera. Es un parámetro propio de cada sustancia, según sus características fisicoquímicas (pKa, tamaño molecular, lipofilicidad/ hidrofilicidad, porcentaje de unión a proteínas plasmáticas, etc.)1. Algunas condiciones en el paciente crítico, como procesos inflamatorios sépticos o no sépticos, favorecen la salida de fluidos desde el espacio intravascular hacia el intersticial, por mayor permeabilidad capilar (capillary leak syndrome) creando un “tercer espacio”2,6,7 similar a lo que ocurre en casos de edema, ascitis o 781 ARTÍCULO DE REVISIÓN Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico - L. Escobar et al derrame pleural. Esta situación explica el mayor Vd para fármacos hidrofílicos como antibióticos β-lactámicos, glicopéptidos y aminoglicósidos, los que serán más abundantes en ese espacio que en el plasma3,6,7. Ese desplazamiento del fármaco cambia el equilibrio de concentración plasma/tejidos, determinando que la concentración plasmática no sea el mejor indicador de las concentraciones alcanzadas. Con los antimicrobianos, lo más correcto sería determinarla en el sitio de la infección, sin embargo, son pocos los estudios disponibles con esa información. La propuesta de realizar microdiálisis en el tejido infectado y medir la concentración de antimicrobiano libre, aparece como una posible alternativa8. Otras situaciones que aumentan el Vd son la administración de fluidos (coloides o cristaloides) y la hipoalbuminemia. La primera aporta más volumen donde los fármacos se dispongan. En la segunda, una mayor fracción de fármaco libre podría penetrar a otros tejidos y distribuirse en ellos2,3,9. Metabolismo El principal objetivo del metabolismo de fármacos activos, liposolubles y no excretables, es convertirlos en hidrosolubles, inactivos y excretables1,10. El hígado es el principal órgano responsable del metabolismo y eliminación de muchos fármacos, identificándose dos fases en este proceso: Fase I, caracterizada por reacciones de oxidación que involucran al sistema enzimático citocromo P-450 (CYP) y la Fase II, conocida como fase de conjugación. Las enzimas de Fase I son menos abundantes que las de Fase II, y son afectadas en mayor medida por enfermedades o estrés celular, lo que las convierte en la etapa limitante del metabolismo de fármacos10. En el paciente crítico, la cantidad o actividad de estas enzimas se modifica por hipoxia, hipoperfusión hepática, liberación de citoquinas (presentes en procesos inflamatorios), estrés asociado a la hospitalización y también por los aportes nutricionales2,3,10. Se describen muchos factores que alteran el metabolismo de fármacos, tanto ambientales como por interacción con otros fármacos (inhibidores o inductores enzimáticos), haciendo difícil predecir cómo será la biotransformación en el paciente crítico. Se ha propuesto estudiar la farmacocinética de los metabolitos de midazolam, ya que servirían como predictores del metabolismo hepático al requerir las enzimas de fase I y II 782 para su formación3,10,11. En fármacos como remifentanilo y otros con metabolismo no hepático (extra-hepático), resulta más difícil saber cómo cambiará la biotransformación, independiente del paciente10. Excreción El clearance (Cl), o aclaramiento, es el parámetro cinético que considera la sumatoria de todos los procesos que participan en la remoción y eliminación de la fracción libre del fármaco y sus metabolitos desde el plasma, siendo el componente renal el más importante para la mayoría de los fármacos (Clrenal). Utilizando fórmulas como la Cockroft- Gault (CG) o Modification of Diet in Renal Disease (MDRD), se puede estimar la función renal según los niveles de creatinina plasmática y relacionar la capacidad de excreción de fármacos, siempre que la modificación de la creatininemia se deba principalmente a una disminución de la función renal12,13. Conocemos que el deterioro agudo de la función renal se asocia a mayor morbimortalidad y es altamente frecuente en UCI14, aumentando con ello el riesgo de sobredosificación, llegando incluso a rangos tóxicos. De ahí que es necesario ser muy precisos en el ajuste de dosis según la función renal remanente12. No obstante, se ha observado un aumento del Clrenal en ciertos pacientes críticos: grandes quemados, en estados hipermetabólicos o en las etapas iniciales del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, necesitándose mayores dosis para evitar concentraciones subterapéuticas, situación que normalmente es indetectable15. En general, fármacos hidrofílicos o levemente lipofílicos y excretados por vía renal, deben ser considerados de alto riesgo de presentar fluctuaciones en sus concentraciones plasmáticas, requiriendo repetidos ajustes de dosis3,4,7. En pacientes sometidos a terapias de reemplazo renal (como hemodiálisis, hemofiltración u otras), existe una importante excreción de fármacos16. Ésta se debe a factores dependientes del sistema de remoción (tipo de membranas, tamaño de poro y la capacidad de adsorción del filtro), de las características del fármaco (baja unión a proteínas plasmáticas, bajos Vd y Cl endógeno, alta hidrofilicidad y tamaño molecular pequeño) y de cambios farmacocinéticos del paciente (hipoalbuminemia, trastornos de permeabilidad capilar y alteraciones del Vd) las que generan concentraciones plasmá- Rev Med Chile 2012; 140: 780-788 ARTÍCULO DE REVISIÓN Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico - L. Escobar et al ticas menores a las esperadas2,3,7,16. Muchos de los fármacos que comúnmente empleamos en terapia intensiva cumplen estos criterios, siendo los antibióticos los más estudiados, lo que sugiere fuertemente la necesidad de ajustes de dosis para lograr eficacia farmacológica durante todo el procedimiento16. Actualmente, la hemofiltración de alto volumen (HFAV) es un procedimiento de rescate hemodinámico cada vez más utilizado en UCI17. En nuestras unidades forma parte del manejo del shock séptico refractario14,18,19, pero aún falta precisar cómo esta técnica altera los procesos farmacocinéticos y, por ende, la dosificación de medicamentos. Por ejemplo, se ha visto que durante la HFAV en pacientes sépticos, el Cl de meropenem ocurre casi exclusivamente por la hemofiltración, siendo necesario administrar la dosis de 1g/8 h para mantener concentraciones adecuadas, a pesar del deterioro renal20. Otro ejemplo es vancomicina, glicopéptido de gran tamaño molecular, que es removida significativamente durante hemofiltraciones y hemodiafiltraciones21,22. Un estudio realizado en HFAV recomienda administrar una dosis equivalente a la de un paciente con función renal normal para asegurar una concentración efectiva, compensando el importante Cl extracorpóreo generado23. Este comportamiento terapéutico hace pensar que existe el riesgo de concentraciones subterapéuticas de antibióticos, con una posible asociación a una falla terapéutica, pobres resultados clínicos y aumento en el desarrollo de resistencia bacteriana16. Índices farmacocinéticos y farmacodinámicos (PK/PD) para antimicrobianos Los antimicrobianos son el grupo terapéutico de mayor interés por varias razones: debido a que la sepsis grave y shock séptico son las principales causas de ingreso a UCIs, con una prevalencia de 33% en Chile24 asociados a elevados costos económicos, utilización de muchos recursos sanitarios25 y alta morbimortalidad. Tampoco es posible medir directamente su efecto con algún parámetro clínico, como sí ocurre con otros fármacos (escalas de sedación, medición de presión arterial, glicemia, INR, etc.). Además sabemos que la administración oportuna y correcta determinaría una reducción de la mortalidad en la UCI y porque su uso inapropiado facilita la selección de cepas resistentes, acotando las alternativas terapéuticas actualmente disponibles26. Para su efectividad, se requiere cumplir ciertas relaciones farmacocinéticas y farmacodinámicas (llamado PK/PD por Pharmacokinetics/Pharmacodinamics) entre la concentración plasmática alcanzada y el tiempo que esa concentración se mantiene sobre la concentración inhibitoria mínima (CIM) del patógeno causante de la infección6-8,16,27 (Tabla 2). La combinación de ambos parámetros puede permitir una aproximación sobre la respuesta terapéutica que se obtendrá, ya que ninguno por sí solo puede entregar información completa. La farmacocinética no entrega información de efectividad, y la farmacodinamia sobre la disposición de los antibióticos27. Tabla 2. Relaciones farmacocinéticas/farmacodinámicas para los antimicrobianos Índice PK/PD Clasificación Descripción Ejemplos Cmax/CIM Concentración-dependiente Relación entre la concentración máxima del antibiótico y la CIM del patógeno causante de la infección Aminoglicósidos T > CIM Tiempo-dependiente Tiempo en que la concentración del antibiótico supera la CIM durante el intervalo de administración β-lactámicos: Cefalosporinas Carbapenémicos ABC/CIM Concentración-dependiente según el tiempo Relación entre el área bajo la curva de la concentración del antibiótico durante 24 horas, respecto a la CIM del patógeno causante de la infección Glicopéptidos: Vancomicina Fluoroquinolonas PK/PD: farmacocinética/farmacodinamia. Cmax: Concentración máxima del antibiótico alcanzada durante el intervalo de administración. CIM: Concentración Inhibitoria Mínima. T: Tiempo. Intervalo de administración. ABC: Área bajo la curva en gráfico Concentración plasmática versus Tiempo. Rev Med Chile 2012; 140: 780-788 783 ARTÍCULO DE REVISIÓN Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico - L. Escobar et al Según eso, los antibióticos se clasifican como concentración-dependiente o tiempo-dependiente (concentración independiente) dado por el gráfico de concentración plasmática/tiempo (Figura 1), que ha permitido hacer la terapia antimicrobiana más segura y efectiva4,27-29. Es la cantidad total administrada la que determina su eficacia27. Los antibióticos concentración-dependiente (aminoglicósidos, fluoroquinolonas) deben alcanzar una concentración de fármaco libre al menos 10 veces mayor que la CIM del patógeno7 sin efecto tóxico para el paciente. Como presentan efecto post-antibiótico, luego de decaer la concentración plasmática siguen ejerciendo acción bactericida. Se describe una razón Cmáx:CIM de 10:1 para aminoglicósidos. Asimismo, se requiere alcanzar una razón de área bajo la curva y la CIM (ABC:CIM) de 30:1 para quinolonas7,27,29. En cambio, para los antibióticos tiempo-dependiente como los β-lactámicos, oxazolidinonas, macrólidos y glicopéptidos, la eficacia estará dada por el tiempo entre dosis en que las concentraciones de fármaco libre excedan la CIM, la que debe ser al menos durante el 50% del intervalo de dosificación, aunque en el paciente crítico o inmunocomprometido se espera sea en 100% del intervalo3,27,29. De esta forma, se propone administrar altas dosis cada intervalos cortos y empleo de formulaciones de liberación sostenida o mediante infusiones continuas. Lo anterior permitiría disminuir las fluctuaciones de las concentraciones plasmáticas29,30, siempre que la estabilidad fisicoquímica del medicamento lo permitiera. Aun cuando existan factores dependientes del paciente, sobre todo pacientes críticos, que modifiquen la disposición de los antibióticos, las propiedades fisicoquímicas de los antibióticos también son importantes para su utilización correcta (Tabla 3). Todo indica que en la práctica, se obstaculiza conseguir concentraciones plasmáticas esperadas. Figura 1. Parámetros farmacocinético/farmacocinámicos para antibióticos. CIM: Concentración inhibitoria mínima. EPA: Efecto post-antibiótico. T>CIM: Tiempo del intervalo de dosificación que la concentración del antibiótico supera la CIM. Cmax/CIM: Razón entre la concentración máxima y la concentración inhibitoria mínima. ABC/CIM: Razón entre el área bajo la curva y la concentración inhibitoria mínima. Tabla 3. Clasificación de antimicrobianos según propiedades fisicoquímicas Propiedad Consideraciones Hidrofílicos β-lactámicos: Penicilinas, cefalosporinas, carbapenémicos, monobactamos Glicopéptidos Aminoglicósidos Vd normalmente bajo, pero susceptibles de modificarse por los factores que afectan el Vd en el paciente crítico. Difícilmente atraviesan membranas, por lo que no tienen penetración intracelular. Eliminación principalmente renal, casi inalterados en orina Lipofílicos Macrólidos Fluoroquinolonas Tetraciclinas Vd: Volumen de distribución. 784 Gran Vd, fuera del espacio vascular. Buena penetración intracelular. Requieren metabolismo normalmente hepático para ser excretados Rev Med Chile 2012; 140: 780-788 ARTÍCULO DE REVISIÓN Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico - L. Escobar et al Suelen emplearse asociaciones de β-lactámicos junto a glicopéptidos o aminoglicósidos durante los primeros días de tratamiento hasta identificar el patógeno, y luego desescalar al más específico. Sin embargo, con dosis adecuadas según la función renal del paciente, se ha demostrado que se obtienen concentraciones plasmáticas insuficientes con las primeras administraciones de β-lactámicos, sin lograr superar la CIM de Pseudomona aeruginosa30. Esta información ha motivado proponer estudios farmacocinéticos al ingreso de los pacientes a UCI, para dosificar los antibióticos pese a todas las variables fisiopatológicas que conducen a concentraciones inefectivas31. Un estudio de monitorización de imipinem en una UCI pediátrica reveló una baja dosificación en 30% de los casos junto a una gran variación inter-individual de los parámetros farmacocinéticos32, situación también observada en adultos33, concluyéndose que el monitoreo de fármacos debería ser frecuente y no basarse exclusivamente en algoritmos para el ajustar las dosis en pacientes inestables4,6-8,27-29. Otro ejemplo es cefepime, que en dosis de 2 g/12 h es apropiado y seguro en pacientes con Clcrea> 50 ml/min. Sin embargo, esta dosificación es baja en 50% de los pacientes infectados con gérmenes con CIM > 8 mg/L con igual riesgo de toxicidad neurológica34. Actualmente, la simulación de Montecarlo ha integrado parámetros PK, PD y de CIM del patógeno como una aproximación más real para definir las dosis28. Monitorización de antibióticos Por lo expuesto, para optimizar una terapia con antibióticos no sólo se deben considerar los parámetros PK/PD, también es necesaria la monitorización debido a la alta variabilidad interindividual en los pacientes. Esto ha llevado al desarrollo simulaciones y modelos farmacocinéticos en subgrupos específicos de pacientes, sin embargo, la experiencia es aún limitada28. De esta forma, cuando apliquemos la farmacocinética en la práctica clínica podremos realizar una dosificación acorde a las necesidades de nuestros pacientes, pareciendo ser costo-efectiva para ciertos grupos terapéuticos como lo son los aminoglicósidos35. Se ha sugerido monitorizar aquellos fármacos con estrecho margen terapéutico, que Rev Med Chile 2012; 140: 780-788 se asocian a un alto riesgo de toxicidad o con alta variabilidad de las características farmacocinéticas. Así, pacientes con función renal deteriorada, con variaciones del Vd como grandes quemados, sépticos o pacientes obesos, debieran ser candidatos para medir niveles de aquellos fármacos no evaluables por respuesta clínica, con el objetivo de individualizar la dosis a partir de la interpretación de los valores de su concentración plasmática1,36,37. En el caso de los antibióticos, la monitorización puede ser la herramienta que caracterice el mejor esquema de dosificación para lograr eficacia y evitar aparición de resistencia, independiente si el antibiótico en cuestión es de estrecho margen terapéutico o no. No obstante, la interpretación de las concentraciones obtenidas es discutible. La variabilidad en los procesos de obtención de las muestras (tiempos, intervalos, dosificación, etc.) y las metodologías analíticas disponibles son factores limitantes para generar datos adecuados, lo que dependerá de cada laboratorio clínico36,38 y del conocimiento en farmacocinética de quien reciba esa información. La monitorización terapéutica se realiza rutinariamente para dosificar aminoglucósidos y glicopéptidos entre otros, pero podría ofrecer ventajas terapéuticas para más fármacos, siempre que se cuente con las metodologías analíticas apropiadas36. Para vancomicina, se recomienda medir concentraciones séricas una vez a la semana para pacientes hemodinámicamente estables y con más frecuencia para aquellos más graves, justo antes de la siguiente dosis (nivel valle), luego de haber alcanzado el steady-state o estado de equilibrio (después de la cuarta dosis), siempre y cuando la administración se realice 2 ó 3 veces/día22,36,37,39. En pacientes con VFG < 10 mL/min, debiera realizarse a las 48 hrs. Se espera alcanzar una concentración ≥ 10 mg/L para evitar el desarrollo de resistencia y una relación ABC/CIM > 40022,38,39. Con una concentración valle de 15 a 20 mg/L mejoraría la penetración en tejidos y con ello, la respuesta clínica. Otras aplicaciones de la farmacocinética clínica La Target Concentration Intervention (TCI) a diferencia del Therapeutic Drug Monitoring (TDM), consiste en modificar la dosis de un medi- 785 ARTÍCULO DE REVISIÓN Consideraciones farmacocinéticas en el paciente crítico - L. Escobar et al camento a tiempo real para optimizar la respuesta de un paciente individual, alcanzando los niveles de concentración esperados según datos farmacocinéticos poblacionales40,41. En ese escenario, se ha propuesto cambiar la forma de administrar algunos medicamentos en UCI, pasando de bolo intravenoso a infusión continua programada, principalmente para opioides, propofol y otros anestésicos de acuerdo a un modelo farmacocinético definido que genere concentraciones estables en el tiempo o que puedan ser modificadas rápida y fácilmente40, ya que conseguir un equilibrio entre sedación excesiva o insuficiente es un desafío constante en la UCI42. El primer ejemplo de esta aplicación fue la administración de propofol. Dependiendo de la edad, sexo y el peso del paciente, se administran continuamente dosis que generen concentraciones plasmáticas estables, según un modelo farmacocinético tricompartimental40. También midazolam se utiliza frecuentemente dado su efecto sedante, amnésico y rápido inicio de acción, pero se describe una alta variabilidad inter-individual en su respuesta, tanto por acumulación en falla renal o por interacción con otros fármacos que inhiben su metabolismo hepático, teniendo variable vida media de eliminación11,41-43. Así, se ha propuesto administrar un bolo de carga seguido de una infusión continua para lograr concentraciones plasmáticas más estables, con un efecto controlado44. Para vancomicina, la infusión prolongada no ha mostrado tener mejor efectividad comparado con las infusiones intermitentes39, caso contrario para β-lactámicos, con los que sí se han visto ventajas45. que requieren relaciones PK/PD definidas para emplearse. Lo esperable es que la farmacocinética clínica se convierta en una herramienta con mayor utilización en el apoyo individualizado de las terapias en la UCI. Ello permitirá mejorar el uso de medicamentos y, a la vez, maximizar su eficacia y/o reducir las potenciales toxicidades. Se han elaborado y publicado variados estudios, pero restan aún muchos aspectos farmacocinéticos inciertos por aclarar. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Conclusiones Se ha observado que las alteraciones fisiopatológicas que manifiestan los pacientes críticos, pueden generar cambios significativos y dinámicos en uno o en varios de los cuatro procesos farmacocinéticos (ADME). Lo anterior se ha expresado como gran variabilidad entre pacientes frente a iguales dosis administradas. Debido a esto, es necesario individualizar las terapias de medicamentos que pueden salvar vidas, como son los antibióticos. Ellos representan uno de los medicamentos más usados en las UCIs y 786 8. 9. Introduction to clinical pharmacokinetics y basic pharmacokinetic principles. En: DiPiro J, Blouin R, Pruemer J, Spruill W. Concepts in clinical pharmacokinetics. 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A systematic, qualitative review was carried out to compile systematic reviews, meta-analysis, and clinical controlled trials (CCT) that were in English or Spanish and that applied information technologies for the treatment of psychiatric diseases. Excluded from the review were articles without summaries or articles that included only the trial design, without results. The references of each selected article were critically evaluated. Of the 265 articles found, 224 were excluded for failing to comply with the inclusion criteria. Therefore, 41 articles were left for analysis, 30 reporting CCT and 11 systematic reviews. It is concluded that the use of information technologies to provide mental health care is widespread. It can be implemented in geographically remote places, without access to specialized mental health care and be a part of complex interventions that integrate several components. (Rev Med Chile 2012; 140: 789-796). Key words: Mental health; Psychiatry; Telemedicine. E n Chile, se ha impulsado la creación de programas de salud mental en el nivel primario de atención, el desarrollo de centros comunitarios de atención psiquiátrica y, con la Reforma de Salud, se ha garantizado el acceso a la atención a las personas afectadas por esquizofrenia, depresión y consumo perjudicial de alcohol y drogas1. Estas medidas han entregado al equipo de salud primario un rol protagónico en el manejo de los trastornos mentales comunes y a los equipos especializados el manejo de los trastornos mentales graves. De esta forma se ha enfrentado la altas tasas de prevalencia de trastornos mentales y el acceso inequitativo a la atención de salud mental, problemas que fueron demostrados por estudios epidemiológicos llevados a cabo en la década de 1990-992,3. Los programas de tratamiento para los trastornos mentales que han demostrado efectividad 1 Oficina de Apoyo a la Investigación Clínica, Hospital Clínico, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. 2 Centro Comunitario de Salud Mental. Ilustre Municipalidad de Peñalolén. 3 Departamento de Psiquiatría, Hospital Clínico, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. *Proyecto Fondecyt 1100205 Recibido el 1 de diciembre de 2010, aceptado el 17 de octubre de 2011. Correspondencia a: Graciela Rojas Castillo Clínica Psiquiátrica, Hospital Clínico, Universidad de Chile, Av. La Paz 1003, Recoleta Teléfono: 9788601 E-mail: grojas@ redclinicauchile.cl. son complejos e integran múltiples componentes –educación, farmacoterapia, intervenciones psicosociales, monitorización de los tratamientos– e involucran a una amplia gama de profesionales de la salud incluyendo la asesoría de profesionales especializados. En el país, existe una distribución desigual de los recursos médicos especializados con una concentración en la zona central lo que, junto a nuestra geografía, dificulta el acceso equitativo a estos recursos4-7. Sin embargo, el país cuenta con un desarrollo importante de las telecomunicaciones y tecnología de información (TIC) las cuales pudiesen jugar un papel en el desafío que significa la resolución de problemas mentales y la provisión de servicios especializados8-10. El propósito esta revisión es identificar y analizar literatura sobre el uso de la telepsiquiatría (TSQ) y evaluar si ésta puede jugar un papel en nuestro país. 789 ARTÍCULO DE REVISIÓN Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa - A. Castro et al Método Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica mediante tres modalidades: uso de bases de datos (Pubmed, Scielo, LILACS, OVID, ProQuest, Science Direct, EBSCO, Springer Link, Oxford Journals, The Cochrane Library), revistas científicas relevantes para el tema (Int J Methods Psychiatr Res, Psychiatr Serv, Telemedicine Journal, Telemedicine and e-Health) y listados de referencias de los artículos seleccionados. Las palabras claves y las combinaciones fueron: [Telehealth OR Telemedicine OR Telepsychiatry] combinadas con [Mood Disorders OR Depression OR Depressive Disorder OR Schizophrenia OR Psychotic Disorders OR Substance Abuse OR SubstanceRelated Disorders OR Cocaine-Related Disorders OR Alcoholism OR Alcohol-Related Disorders OR Eating Disorders OR Bulimia Nervosa OR Bulimia OR Anxiety OR Anxiety Disorders OR Stress Disorders OR Post-Traumatic Stress OR Phobic Disorders OR Panic Disorder]. Se buscaron artículos que informasen sobre revisiones sistemáticas, metanálisis y ensayos clínicos controlados (ECC) que estuvieran en el idioma inglés o castellano y que aplicaran TICvideoconferencia, teléfono, plataformas informáticas e Internet -en salud mental para todas las patologías psiquiátricas y niveles de atención. Se excluyeron aquellos artículos que no tuviesen un resumen o que publicasen el diseño de un estudio sin sus resultados. Para cada uno de los artículos seleccionados se realizó una evaluación crítica de la literatura11. Resultados Se encontraron 265 artículos, se excluyeron 224 por no cumplir con los criterios de inclusión de la revisión, quedando 41 artículos: 30 sobre ECC y 11 revisiones sistemáticas (Figura 1). Características de los estudios De los 30 ECC, 27 fueron aleatorizados –de éstos sólo 18 describieron la forma de aleatorización–, 26 realizaron una comparación de las características basales de los sujetos –en 19 los pacientes no tenían diferencias al inicio de la intervención– y 19 utilizaron análisis de intención de tratamiento. La pérdida de los pacientes durante el 790 seguimiento varió entre 1,27% y 57%. El total de sujetos que participaron en los ECC seleccionados varió entre 12 y 600. De las 11 revisiones sistemáticas incluidas en esta revisión, 10 describían objetivo y metodología, 7 comunicaban los criterios de selección de los estudios y 5 seleccionaron solamente ECC. La TIC utilizadas en las intervenciones fueron teléfono y videoconferencia y se compararon con atención usual o con listas de espera. Estudios según patología Depresión Los 13 artículos encontrados corresponden a 11 ECC que medían la efectividad de tratamientos para la depresión involucraron en mayor o menor medida la intervención de especialistas. En dos de los estudios se implementaron programas colaborativos entre especialistas de salud mental y equipos o médicos no especialistas que usaban tecnologías para su comunicación12,13. El programa colaborativo de Fortney y col realizado en atención primaria, fue más efectivo que el tratamiento usual respecto a variables de salud mental y calidad de vida; adicionalmente tuvo mejor evaluación usuaria12. El programa colaborativo de Liu y col lograba mayor cantidad de días libres de depresión de las personas tratadas pero con un costo mayor13. Otra modalidad de intervención utiliza las TIC como medio de intervención de los especialistas sobre los pacientes. Ruskin y cols llevaron a cabo un ECC que comparó un tratamiento para la depresión realizado por psiquiatras en forma presencial versus en forma remota, encontrando que ambos grupos mejoraban su sintomatología depresiva, no encontrando diferencias significativas entre ambos resultados de tratamientos ni tampoco respecto al uso de servicios, satisfacción usuaria ni costos14. Un ECC con tres brazos comparó un tratamiento computarizado de orientación cognitivo conductual administrado en línea llamado “Coloree su vida”, el manejo usual de la depresión llevado a cabo por un médico general y ambos juntos no encontrándose diferencias significativas a los seis meses entre estas tres posibilidades en relación a sintomatología depresiva y calidad de vida15;sin embargo, los análisis costo efectividad favorecían al tratamiento cognitivo conductual solo16. Rev Med Chile 2012; 140: 789-796 ARTÍCULO DE REVISIÓN Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa - A. Castro et al 265 artículos encontrados 224 excluidos 41 artículos seleccionados 30 artículos sobre 28 ensayos clínicos controlados 11 revisiones sistemáticas Efectividad de intervenciones telefónicas en salud mental 13 Depresión Intervenciones en videoconferencia en población infantojuvenil 4 Trastornos de ansiedad 5 Estrés post traumático Costos de programas de telepsiquiatría 3 Bulimia Telepsiquiatría en depresión 4 Uso de sustancias 2 Telepsiquiatría 2 Aceptabilidad de orientación cognitivo conductual a través de plataforma informática 1 Esquizofrenia 2 Efectividad de videoconferencia en programas de salud mental Efectividad de grupos de soporte a través de internet en la mejoría de síntomas depresivos Figura 1. Diagrama de selección y caracterización de los estudios. Cinco ECC prueban el uso del teléfono en el tratamiento de la depresión. Simon y cols comparan tres intervenciones: tratamiento usual en la atención primaria, éste más manejo telefónico de los casos con informe al médico tratante y ambos más psicoterapia cognitiva conductual administrada telefónicamente y concluyó que para pacientes que inician tratamiento farmacológico, esta última alternativa era la más efectiva y satisfactoria, seguida de la anterior y que el tratamiento usual era lo menos efectivo clínicamente17. El análisis económico indicó que el aumento de los costos del manejo telefónico más la psicoterapia era modesto Rev Med Chile 2012; 140: 789-796 a los 24 mese18. El mismo autor llevó a cabo un ECC que midió la efectividad de farmacoterapia iniciada por psiquiatras con y sin monitoreo telefónico y concluyó que el monitoreo telefónico no mejoraba los resultados clínicos19. En Chile, Fritsch y cols llevaron a cabo un ECC que probó la efectividad a los tres y seis meses del monitoreo telefónico(TM) del tratamiento farmacoterapeutico en mujeres consultantes en consultorios primarios logrando el TM mayor adherencia a la farmacoterapia en comparación con el grupo que no fue monitoreado telefónicamente20. Un ECC llevado a cabo por Dietrich y cols comparó 791 ARTÍCULO DE REVISIÓN Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa - A. Castro et al un programa estructurado de tratamiento de la depresión basado en criterios de mejoramiento de la calidad con monitoreo telefónico de casos versus tratamiento usual y encontró que el programa era efectivo y lograba mejores respuesta al tratamiento y mayor remisión de los síntomas a los seis meses21. Tres ECC miden la efectividad de tratamientos para un cuadro depresivo comorbido con otras patologías. Rollman y cols midieron la efectividad de una intervención telefónica llevada a cabo por enfermeras supervisadas por un psiquiatra en colaboración con médicos de atención primaria de 8 meses de duración dirigido a pacientes con depresión post bypass coronario encontrando que a los 8 meses, la intervención telefónica era más efectiva en relación a la calidad de vida relacionada con la salud mental, a la sintomatología depresiva y a la funcionalidad física en comparación con el manejo usual de estos casos22. Kay-Lambkin y cols llevaron a cabo un ECC de tres ramas en pacientes mayores de 16 años depresivos con consumo problemático de alcohol o marihuana quienes fueron aleatorizados luego de recibir una intervención breve (BI) a un grupo control , a un tratamiento de nueve sesiones de orientación cognitiva conductual persona a persona o computarizada con apoyo breve pero semanal persona a persona encontrando que el grupo control tiene resultados desfavorables en comparación con las dos intervenciones y que, a los 12 meses de seguimiento, ambas intervenciones fueron equivalentes en disminuir la sintomatología depresiva y el uso de substancias ahorrando la intervención computarizada tiempo del terapeuta23. Mohr y cols compararon dos tratamientos psicoterapéuticos administrados telefónicamente a pacientes que sufren de esclerosis múltiple y depresión encontrando que ambos logran reducir la sintomatología depresiva y que la psicoterapia de orientación cognitiva conductual logra resultados específicos mejores que la psicoterapia focal24. García-Lizama y col llevaron a cabo una revisión sistemática entre los años 1997-2008 de ECC sobre uso de TSP en el tratamiento de la depresión concluyendo que aún no hay suficientes evidencias sobre su efectividad pero plantean que el tratamiento a través de videoconferencia pudiese obtener los mismos resultados que persona a persona y que plataformas de autoayuda podrían ayudar a pacientes en listas de espera para tratamientos o a pacientes en control25. 792 Una revisión sistemática informó buena aceptabilidad por parte de los beneficiarios de formas computarizadas de terapia cognitiva conductual para el tratamiento de la depresión informando que tendría buena acogida26. Otra revisión sistemática buscó el impacto de grupos de autoayuda por Internet en la sintomatología depresiva y encontró que los grupos de cáncer de mama reportaban una mayor disminución de la sintomatología depresiva que otro tipo de grupos27. Ambas revisiones señalan que faltan ensayos clínicos aleatorizados bien diseñados que entreguen mayor evidencia científica. Trastornos de ansiedad Ruwaard y cols llevaron a cabo un ECC que midió la efectividad de un tratamiento por Internet de orientación cognitiva conductual de siete módulos de 11 semanas de duración con supervisión de especialistas entrenados en pacientes con sintomatología crónica de trastorno de pánico y encontró que éstos mejoraron la psicopatología y la sintomatología de pánico en forma moderada o alta al término del tratamiento, con alta aceptación de éste y que, a los tres años, los resultados eran aun mejores28. Calbring y cols midieron la efectividad de una intervención de autoayuda de diez módulos que se practicaba en una plataforma electrónica interactiva con soporte telefónico para pacientes con trastorno de pánico con o sin agarofobia, encontrando que 77% de los pacientes así tratados se recuperaban y que todos mejoraban las cogniciones, interpretaciones corporales, conductas evitativas, calidad de vida y niveles de ansiedad y depresión29. Ambos ECC tenían como grupo control una lista de espera. Rollman y cols llevaron a cabo un ECC para medir la efectividad de un programa colaborativo que incluía manejo telefónico de casos con trastorno de pánico o de ansiedad generalizado de clínicas de atención primaria,resultando la intervención –manejo telefónico de casos por profesionales que psicoeducan, monitorean tratamiento e informan regularmente al equipo tratante–, más efectiva que el tratamiento usual en relación a reducción de sintomatología ansiosa, depresiva, calidad de vida y funcionalidad laboral a los doce meses de seguimiento30. Un Programa Autoaplicado de Telepsicología para el tratamiento de fobias simples de animales pequeños usando escenarios virtuales de exposi- Rev Med Chile 2012; 140: 789-796 ARTÍCULO DE REVISIÓN Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa - A. Castro et al ción mostró mejoría sintomática a los tres meses de seguimiento31. Estrés post traumático (PTSD) Morland y cols midieron la efectividad de una terapia grupal para veteranos combatientes con PTSD por vídeo conferencia versus persona a persona y demostró resultados equivalentes en cuanto a manejo de la rabia a los seis meses de seguimiento32. Un ECC comparó la efectividad de una terapia de orientación cognitiva conductual de 16 a 25 semanas de duración para el PTSD entregada por videoconferencia versus persona a persona y no encontró diferencias significativas entre las dos modalidades respecto a frecuencia y severidad de los síntomas33. Frueh y cols compararon la eficacia de una terapia cognitiva conductual de 14 semanas de duración para veteranos de guerra con PTSD por teleconferencia o persona a persona y tampoco encontraron diferencias significativas a los tres meses en cuanto a sintomatología clínica y satisfacción usuaria, pero el grupo persona a persona tuvo mejor adherencia al tratamiento34. Knaevelsrud y cols midieron la efectividad de 10 sesiones de terapia cognitivo conductual entregada por psicólogos entrenados a través de internet y llevada a cabo en cinco semanas en pacientes con PTSD encontrando que ésta lograba mejoría sintomática específica y comórbida en comparación con el grupo control –pacientes de una lista de espera– a los tres meses de seguimiento logrando buena alianza terapéutica y poco abandono de tratamiento. El seguimiento a los 18 meses de estos pacientes reveló que la mejoría sintomática se mantenía35. Litz y cols llevaron a cabo un ECC piloto que comparó dos tratamientos psicoterapéuticos entregados por Internet a pacientes con PTSD secundario a los ataques del 11 de septiembre al Pentágono o combatientes de la guerra de Iraq; un tratamiento consistía en autoayuda de orientación cognitivo conductual con apoyo de un terapeuta y el otro era una consejería de apoyo, encontrando que la primera era más efectiva en la reducción de los síntomas del PTSD y de síntomas depresivos y ansioso a los 6 meses de seguimiento36. Trastornos de la conducta alimentaria Ljotsson y cols midieron la efectividad de una intervención para pacientes adultos con bulimia Rev Med Chile 2012; 140: 789-796 nerviosa y atracones consistente en la entrega de un libro con material psicoeducativo y un programa de autoayuda de seis etapas con apoyo por internet para su ejecución, encontrando mejoría clínica significativa al término del tratamiento –doce semanas– la que se mantuvo a los seis meses37. Fernández-Aranda y col midieron la efectividad de un tratamiento para bulimia nerviosa administrado por Internet que resultó ser apropiado para personas con sintomatología leve38. En ambos ECC el grupo control estaba constituido por pacientes de listas de espera. Mitchell y cols midieron la efectividad y aceptabilidad de un tratamiento psicoterapéutico manualizado de orientación cognitivo conductual de 20 sesiones para bulimia nerviosa administrado vía videoconferencia, encontrando que éste era aceptado por los pacientes y equivalente al mismo tratamiento administrado persona a persona39. Consumo de substancias Un ECC de tres ramas fue llevado a cabo por Mc Kay y cols en pacientes con dependencia a alcohol y/o cocaína quienes fueron aleatorizados luego de cumplir cuatro semanas de tratamiento ambulatorio intensivo encontrando que, a los dos años de seguimiento, los pacientes lograban tasas más altas de abstinencia si recibían, además de consejería y terapia grupal persona a persona, monitoreo telefónico semanal en comparación con terapias persona a persona -grupo de prevención de recaídas dos veces a la semana o terapia grupal dos veces a la semana- ; sin embargo, los pacientes de alto riesgo se beneficiaron más de la terapia grupal dos veces a la semana40. Otro ECC evaluó una intervención –consejería telefónica breve– en pacientes con uso problemático de alcohol encontrando que ésta lograba disminuir el consumo riesgoso de alcohol a los seis meses de seguimiento en comparación con el grupo control41. Kavanagh y cols llevaron a cabo un ECC con un diseño cross over –intervención inmediata versus tardía– para medir la efectividad de una intervención dirigida a adultos con Trastorno por uso de alcohol en atención primaria: los médicos generales recibían por correo información mensual sobre el estado de sus pacientes y éstos recibían por correo ocho cartas con material psicoeducativo de orientación cognitivo conductual sobre los riesgos del consumo problemático de 793 ARTÍCULO DE REVISIÓN Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa - A. Castro et al alcohol así como autoevaluaciones encontrando que a los tres meses de seguimiento, la intervención temprana era más efectiva en disminuir la cantidad y frecuencia del consumo de alcohol, así como la sintomatología ansiosa y depresiva, pero a los 12 meses el consumo promedio de alcohol se mantenía alto42. Esquizofrenia En pacientes esquizofrénicos, un ECC comparó la efectividad de un programa de monitorización de adherencia a terapia antipsicótica a través de una plataforma informática versus el conteo de pastillas y autoreporte de adherencia y demostró que la primera es factible de implementar y tiene resultados equivalentes a la segunda en cuanto a adherencia al tratamiento43. Otros Se encontró una revisión sistemática sobre la efectividad de intervenciones telefónicas para enfermedades mentales que identificó 14 estudios que evaluaban intervenciones telefónicas para depresión, ansiedad, trastornos alimentarios, uso de sustancias y esquizofrenia y concluye que éstas pueden ser efectivas usando sesiones terapéuticas estructuradas y desarrollo de tareas44. Se encontró también una revisión sistemática sobre telepsiquiatría infanto juvenil que concluye que la videoconferencia parece mejorar la accesibilidad a servicios de psiquiatría infanto juvenil y para fines educacionales45. Ambas revisiones señalan la necesidad de mayor evidencia. Una revisión sistemática sobre los costos de programas de TSQ señala que un factor importante a considerar es que ésta debe ser calculada sobre la demanda estimada para que sea financieramente viable en comparación con la atención usual por especialistas en salud mental46. de un grupo de comparación, el número reducidos de sujetos incluidos en los estudios, la alta variabilidad en la definición y determinación de las variables para evaluar los resultados. Conclusiones El uso de TIC para entregar atención en salud mental a poblaciones es amplio y factible de implementar en lugares apartados geográficamente que no tienen acceso a la atención especializada en salud mental y como parte de intervenciones complejas que integran varios componentes. La TSQ ha demostrado tener resultados equivalentes a la atención persona a persona, en diferentes niveles y ámbitos de atención en salud mental, con una buena aceptabilidad por parte de los usuarios, pero a un costo elevado. La incorporación de la tecnología en intervenciones complejas parece promisoria y es una posibilidad a evaluar en nuestro país que ha fomentado la implementación de programas de tratamiento que requieren trabajo colaborativo entre equipos de salud general y especialistas. En este sentido, parecen relevantes los resultados que pueda generar el proyecto de TSQ en curso en nuestro país que mide la efectividad de una colaboración entre psiquiatras y médicos generales para el tratamiento de la depresión, con el apoyo de una plataforma informática. Sin embargo, se hace necesario evaluar los efectos de la TSQ sobre la transferencia y contratransferencia. Referencias 1. 2. Discusión 3. Esta búsqueda encontró numerosos artículos sobre telepsiquiatría con calidad metodológica diversa. Hay alguna evidencia que intervenciones en salud mental llevadas a cabo a distancia pueden tener resultados similares a las realizadas persona a persona; sin embargo, los estudios encontrados tienen limitaciones metodológicas como la falta 794 4. 5. Decreto Exento Ley N° 19.966 Listado de Prestaciones Específicas, Ministerio de Salud. Vicente B, Kohn R, Rioseco P, Saldivia S, Levav I,Torres S, Lifetime and 12-month prevalence of DSM-III-R disorders in the Chile psychiatric prevalence study. Am J Psychiatry 2006; 163 (8): 1362-70. Araya R, Lewis GH, Rojas G, Mann AH. “Patient knows best”-detection of common mental disorders in Santiago, Chile: cross sectional study. BMJ 2001; 322 (7278): 79-81. Román O, Acuña M, Señoret M, Disponibilidad de médicos en Chile al año 2004. Rev Med Chile 2006; 134: 1057-64. Román O, Señoret M. Estado actual de las especialida- Rev Med Chile 2012; 140: 789-796 ARTÍCULO DE REVISIÓN Telepsiquiatría: una revisión sistemática cualitativa - A. Castro et al 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. des médicas en Chile: realidad en el sistema público no municipalizado. Rev Med Chile 2008; 136: 99-106. Skoknic Defilippis AM. Informe de la Comisión de Salud en Calidad de Investigadora de la Crisis Hospitalaria de la Salud Pública en Chile. Cámara de Diputados, Editor. 2008, Camara de Diputados, Valparaíso. Banco Mundial, Gobierno de Chile, Estudio de Brechas de Oferta y Demanda de Médicos Especialistas en Chile, Departamento de Estudios de Recursos Humanos, Editor. 2010. Digitales T. Estudio de Usos de Internet en Latinoamérica 2008. Disponible en: http://www.tendenciasdigitales. com/reporte_esp.asp?idr=121&pg=71. Último Acceso [30 de mayo de 2009]. Digitales T. Estudio Usos de Internet en Latinoamérica 2009. 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Therapeutic interventions such as renin angiotensin system blockade have demonstrated their usefulness in reducing urinary albumin excretion in clinical studies. It would be advisable to incorporate urinary albumin to creatinine ratio to the routine clinical monitoring of patients with cardiovascular risk, such as those with hypertension and diabetes mellitus. (Rev Med Chile 2012; 140: 797-805). Key words: Albuminuria; Creatinine; Diabetes mellitus; Hypertension. E l aumento de la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares (ECV) y renales crónicas (ERC) trae, como consecuencia, la necesidad de buscar marcadores tempranos que sean capaces de identificar sujetos de alto riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares (CV) y/o renales. Uno de estos marcadores es la excreción urinaria de albúmina (EUA) en cantidades anormales, también llamada microalbuminuria (MA). La MA ha ido ganando terreno en el ámbito del reconocimiento anticipado de individuos en riesgo como pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) o con hipertensión (HTA). Los objetivos de este artículo son revisar: a) en qué consiste y cómo se produce la MA; b) cómo se debe medir; c) las bases científicas de su uso clínico y d) los estudios clínicos aleatorios de prevención o reducción de la MA en pacientes con DM2 o con HTA. Definición de MA La EUA en una población sana corresponde entre 1,5 a 20 µg/min, estando el percentil 90 en 1 Departamento de Nefrología, Escuela de Medicina, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. 2 Departamento de Nefrología, Hospital del Salvador, Universidad de Chile. 3 División de Enfermedades Cardiovasculares, Escuela de Medicina, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Recibido el 2 de agosto de 2011, aceptado el 26 de diciembre de 2011. Correspondencia a: Dr. Rodrigo Tagle Departamento de Nefrología, Lira 85, Cuarto Piso, Santiago, Chile. E-mail: rtagle@med.puc.cl alrededor de 30 mg/24 hrs1. El “dipstick” rutinario del examen de orina puede detectar concentraciones de albúmina en niveles superiores a 30 mg/dL, que corresponde a una EUA de 300 mg/24 hrs. Todo lo que se sitúe por sobre este nivel de excreción se denomina proteinuria. En cambio, MA es definida como el rango intermedio entre lo normal y proteinuria, así MA corresponde a una EUA entre 30 a 300 mg/24 hrs2,3 (Tabla 1). Patogenia de la MA La barrera de filtración glomerular, compuesta por células endoteliales, membrana basal y células podocitarias, impide que cantidades mayores a 2.000 mg de albúmina, pasen diariamente al espacio de Bowman. La mayor parte de ella (99%) es reabsorbida y degradada en los túbulos proximales, excretándose menos de 30 mg/día4 (Figura 1). Una pequeña cantidad de fragmentos de albúmina puede aparecer en la orina provenientes de la degradación tubular, pero éstos no son detectados con los métodos utilizados en clínica5. 797 ARTÍCULO DE REVISIÓN Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina - R. Tagle et al Se han planteado mecanismos relacionados a trastornos hemodinámicos y celulares, no excluyentes entre sí, que tratan de explicar el por qué en algunas patologías aumenta la EUA6. Tabla 1. Definición de microalbuminuria Tipos de recolección urinaria y unidades de medición Matinal 24 horas Nocturna mg/g mg/mmol mg/24 hrs mg/min Cr Cr Normal Microalbuminuria Proteinuria ≤ 29 <3 < 30 < 20 30 - 299 3 - 29 30 - 299 20 - 199 ≥ 300 ≥ 30 ≥ 300 ≥ 200 Figura 1. Excreción urinaria de albúmina. Trastornos hemodinámicos En condiciones normales la presión intraglomerular depende del tono de las arteriolas aferente (AA) y eferente (AE). En entidades con desarrollo de hipertensión intraglomerular, se produciría mayor filtración de albúmina y luego mayor EUA7. En los diabéticos, en que se encuentra activado el sistema renina angiotensina (SRA), se produce una vasoconstricción preferentemente de la AE, y como consecuencia, hipertensión intraglomerular8. Fenómeno que se exacerba con la vasodilatación de la AA que ocurre en descompensaciones metabólicas. En hipertensos, en la medida que se desarrolla arteríoloesclerosis en las AA, se interfiere con la regulación de la presión intraglomerular y, por ende, mayor EUA9. Así entonces, cualquier enfermedad en que se altere el equilibrio de los tonos de las AA y AE, predispondrá a la aparición de albuminuria10,11 (Figura 2). Trastornos celulares Diversos estudios han demostrado que sustancias derivadas del endotelio son capaces de dañar la célula podocitaria, célula filtro clave, que normalmente impide el paso de albúmina12,13. Ese daño originaría un ensanchamiento de los poros del podocito con la subsiguiente pérdida de albúmina. En este contexto, se ha demostrado que quienes tienen una disfunción endotelial presentan MA14,15. Hasta ahora no se conoce claramente el correlato morfológico del estado de MA en DM2 o HTA. Medición de MA Figura 2. Factores de hipertensión intraglomerular. 798 Inicialmente, la EUA se medía en orina de 24 h o en una muestra matinal expresada como mg/ml. Estas mediciones presentan múltiples inconvenientes desde la recolección de toda la orina de un día hasta el efecto de la dilución o concentración urinaria. Por ello, se Rev Med Chile 2012; 140: 797-805 ARTÍCULO DE REVISIÓN Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina - R. Tagle et al ha propuesto que la determinación se realice en una muestra de orina matinal, efectuando en ella la medición de albúmina y creatinina, y que los resultados se expresen como el cuociente albuminuria/creatininuria, en mg/g16. Este cuociente tiene una excelente correlación con la medición tradicional en orina de 24 h2,3,17. En caso de haberse expresado en mg/mmol, puede derivarse a mg/g al multiplicarse por 8,8418. Por otro lado, en la actualidad las cintas reactivas, diseñadas especialmente para su medición, permiten medir la EUA con mucha confiabilidad y sensibilidad, comparado con técnicas más sofisticadas como la nefelometría19. Las condiciones que pueden incrementar la EUA incluyen: infección del tracto urinario, insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), embarazo, ejercicio extenuante, fiebre, posición de pie prolongada, consumo excesivo de alcohol, sobrecarga salina o proteica, deficiente control de la glicemia y contaminación con flujo cervical20. La albúmina en la orina es estable a temperaturas normales y los procesos de almacenamiento o tiempo de éste (menos de 7 días) no incrementan los errores de las técnicas actuales1,21. No obstante lo anterior, la MA presenta una variabilidad intraindividual de un día a otro de hasta casi 40%, por lo que el diagnóstico de MA debe confirmarse en una segunda determinación, de preferencia en ausencia de las condiciones que incrementan la EUA. MA como marcador de riesgo CV y renal Diabetes Mellitus tipo 2 En 1984, Mogensen y col, describieron un significativo aumento en la mortalidad cardiovascular en pacientes con DM2 que presentaban MA. En ese estudio, la mayor tasa de muertes de causa CV fue en aquellos diabéticos con EUA más elevada, aun antes de desarrollar ERC22. Posteriormente, varios estudios transversales, retrospectivos y prospectivos en pacientes con DM2 han corroborado un incremento tanto en la incidencia de ECV como de mortalidad CV en aquellos pacientes con MA, independiente de la presencia de otros factores de riesgo cardiovasculares (FRCV), y que 60% de las muertes en DM2 con MA ocurre por causas CV, tanto cardiacas como cerebrovasculares (AVE)23-25. El estudio HOPE (Heart Outcomes Prevention Evaluation) corroboró las diferencias de riesgo entre diabéticos con o sin MA: quienes tenían Rev Med Chile 2012; 140: 797-805 MA presentaron un riesgo relativo CV mayor comparado con normoalbuminúricos y posee un valor predictivo similar a los FRCV tradicionales (Figura 3). Más aún, para un objetivo secundario como ICC, el riesgo relativo se incrementó casi cuatro veces11. En esta misma línea, Dinneen y col, previamente habían observado hallazgos similares en un meta-análisis de 11 estudios longitudinales que incluían 2.138 pacientes con MA, con un seguimiento promedio de 6,4 años. El riesgo relativo para morbi-mortalidad cardiovascular fue 2,0 (IC 95% 1,4-2,7), y para muerte fue 2,4 (IC 95% 1,8-3,1)26. Al analizar la MA desde el punto de vista renal, los aspectos a considerar son: proteinuria, deterioro de la velocidad de filtración glomerular (VFG) e insuficiencia renal crónica terminal (IRCt). En la mayoría de los pacientes con DM2, la nefropatía comienza con MA, la cual aumenta progresivamente hasta proteinuria y luego comienza a decaer en paralelo a la VFG27. En todo este tiempo, la probabilidad de sufrir un evento CV es mayor en estos enfermos que en diabéticos sin MA o proteinuria28. Sin embargo, existe una proporción de diabéticos tipo 2 que llegan a la IRCt sin desarrollar previamente MA29-31. Así en una cohorte de 502 diabéticos con creatinina plasmática > 1,6 mg/dL o en terapia de reemplazo renal (TRR) y registros previos de EUA, sólo 2 de ellos no habían presentado MA32. En cambio, Ito y col encontraron en 1.197 diabéticos 19% normoalbuminúricos con VFG < 60 ml/min32, y Tsalamandris y col, en 22 diabéticos seguidos por 8 a 14 años, observó que 6 de ellos (27%) presentaron deterioro de la VFG sin desarrollar MA33. En consecuencia, no todos los pacientes con DM2 e IRCt han presentado previamente MA, pero sí una proporción significativa. En estudios de pacientes con DM2 y MA la tasa de deterioro de la VFG varía entre 0 y 3,5 ml/min/ año, y esta tasa tiende a cambiar según la evolución de la EUA, ya sea a normoalbuminuria, MA persistente o proteinuria34,35. En 151 pacientes con DM2 y MA del estudio Steno-2 seguidos por 7,8 años, la tasa de deterioro de la VFG fue diferente según el cambio en la magnitud de la EUA, ya sea reversión a normoalbuminuria (31%) de 2,3 ml/min/año, MA persistente (38%) de 3,7 ml/min/año o proteinuria (31%) de 5,4 ml/min/año (P < 0,001)34. En 214 pacientes japoneses con DM2 y MA seguidos por 2 años, la tasa de deterioro de la VFG fue tam- 799 ARTÍCULO DE REVISIÓN Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina - R. Tagle et al Existen diversos análisis de costoefectividad de MA en DM2, que confirman su utilidad predictiva, tanto para eventos CV como para eventos renales38,41-45. Figura 3. Eventos en el estudio Hope según MA. Figura 4. Riesgo relativo de Cardiopatia Coronaria según nivel de EUA. bién diferente según la reversión a normoalbuminuria o MA persistente, 1,8 vs 3,1 ml/min/año (P < 0,038)36. Sin embargo, en estudios a 4 años en los indios Pima sólo se observa un cambio en la tasa de deterioro de la VFG cuando progresan de MA a proteinuria (1,0 vs 10,1 ml/min/año), pero no hay diferencia entre normoalbuminuria y MA37. Así entonces, la tasa de deterioro de la VFG tiende a ser mayor a mayor EUA, y la disminución de la EUA desde un estado de MA tiende a traducirse en un menor deterioro de la VFG. El riesgo de desarrollar proteinuria e IRCt en DM2 con MA está claramente establecido. Así en la revisión sistemática de Newman y col, la presencia de MA le confiere un riesgo relativo de 7,5 (IC 95% 5,2-10,9) y 3,6 (IC 95% 1,6-8,4) respectivamente, comparados con normoalbuminúricos38. Este riesgo es 5 veces mayor si la VFG se encuentra entre 30 a 59 ml/min39. Eso sí en DM2, la MA como predictor de IRCt es claramente inferior a la proteinuria30. Así, la MA en DM2 es un predictor de: deterioro de la VFG, proteinuria e IRCt; y puede considerarse un marcador de riesgo renal32,40. 800 Hipertensión arterial En HTA se observa algo similar a lo descrito en DM2, aunque con una relación menos pronunciada. Los estudios europeos Hoorn46 y danés47 mostraron que hipertensos con MA seguidos por 5 y 10 años, elevan su riesgo CV 2,8 y 3,5 veces, respectivamente. El estudio danés demostró, por primera vez, que el hecho de ser hipertenso y tener MA, definida como EUA > 5,7 mg/g, confiere un riesgo mayor de presentar un evento coronario, comparado con aquellos que sólo son hipertensos, con cualquier valor de PAS47 (Figura 4). En el estudio LIFE (Losartan Intervention For Endpoint Reduction), efectuado en hipertensos con hipertrofia ventricular izquierda (HVI) al ECG, esta relación de MA y mayor riesgo cardiovascular fue nuevamente confirmada: la presencia de MA eleva la mortalidad y morbilidad CV en 1,7 y 1,8 veces, respectivamente48,49. Este hallazgo fue independiente del grado de HVI, edad, sexo, DM y tabaquismo50. Además al igual que en el estudio HOPE, la presencia de MA aumenta significativamente el riesgo de desarrollar ICC. Existen escasos estudios sobre MA como marcador de riesgo renal en HTA51. Entre éstos, Bigazzi y col, en un estudio retrospectivo de 141 hipertensos seguidos por hasta 7 años reportó que el deterioro de la VFG (12,1 vs 7,1 ml/ min, P < 0,03) y los eventos CV (21,3 vs 2,3%, P < 0.0002) fueron mayores en aquellos con MA comparados con normoalbuminúricos52. En el estudio MAGIC (Microalbuminuria: A Genoa Investigation on Complications) con 917 hipertensos seguidos por 11,8 años, la MA se relacionó significativamente con deterioro de la VFG (RR 12,7; IC 3,6-44,9; P < 0,0001) y con eventos CV Rev Med Chile 2012; 140: 797-805 ARTÍCULO DE REVISIÓN Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina - R. Tagle et al (RR 2,11; IC 1,08 -4,13; P < 0,028)53. Finalmente, en el estudio ONTARGET (Ongoing Telmisartan Alone and in Combination with Ramipril Global Endpoint Trial) con 27.620 pacientes mayores de 55 años con ECV clínica, 70% con HTA, seguidos por 4,8 años, la EUA en rangos de MA mostró ser un predictor independiente de IRCt54. La explicación de la asociación entre MA y eventos CV en HTA, pareciera deberse a que la MA se asocia a los FRCV tradicionales y no tradicionales, ya que comparte mecanismos patogénicos, tales como: disfunción endotelial, resistencia a la insulina, inflamación sistémica de bajo grado, disfunción renal y elevación de la PA6. A pesar de la estrecha relación entre MA y los FRCV, la asociación entre MA y ECV se mantiene en los análisis multivariados ajustados por los FRCV tradicionales. Asi por ejemplo, el estudio PREVEND (Prevention of Renal and Vascular End-stage Disease) que incluyó más de 40.000 sujetos, las causas de MA, definida como 20-200 mg/L, fueron principalmente DM2 e HTA55. En este estudio: la mortalidad CV y el deterioro de la VFG se correlacionaron con la magnitud de la EUA, y la EUA se correlacionó con el índice de masa corporal, la excreción urinaria de sodio y la edad56. En hipertensos, la MA se asocia a daño de órganos blanco, en particular HVI y aterosclerosis carotidea (AC); y a mayor carga de PA57. En hipertensos italianos se observó que 25% de aquellos con HVI tenían MA, pero si a la HVI se le suma AC, el porcentaje con MA se eleva a un 46%58. Por otro lado, la asociación de MA e HTA implica habitualmente ciertas características como ser “non-dipper” (ausencia de descenso nocturno) y “sal sensible”, condiciones, ambas, relacionadas a mayor riesgo CV59. En hipertensos tratados, la aparición de MA se relaciona al nivel inicial de EUA, y a los niveles durante el seguimiento de la PAS y glicemia de ayunas60. Así, la MA en HTA pudiese legítimamente considerarse como un marcador integral del riesgo CV61, y debido a su relación a daño de órgano blanco, se le recomienda utilizar como marcador de éste, en la estratificación de un hipertenso62. Intervenciones terapéuticas que reducen la MA Diabetes Mellitus tipo 2 En el estudio BENEDICT (Bergamo Nephrologic Diabetes Complications Trial), con 1.200 Rev Med Chile 2012; 140: 797-805 diabéticos tipo 2 e hipertensos sin MA seguidos por 3,6 años, se comparó el efecto sobre la aparición de MA de 4 esquemas de antihpertensivos: un inhibidor de enzima convertidora de angiotensina (IECA), un bloqueador de canales de calcio no-dihidropiridínico (verapamilo), ambos combinados o ninguno de los dos más placebo, todos asociados, según necesidad, a otros fármacos antihipertensivos para lograr una PA de 120/80 mmHg63. Los resultados mostraron que aparecía MA en: 5,7% del grupo IECA, 6,0% del grupo combinado, 11,9% del grupo verapamilo y 10,0% del grupo placebo. Se desprende que no basta con controlar la HTA para evitar la aparición de MA, sino que parece primordial el bloquear el SRA. En concordancia con este estudio, están los estudios ADVANCE y ROADMAP. En el estudio ADVANCE (Action in Diabetes and Vascular Disease: Preterax and Diamicron MR Controlled Evaluation) se logró una reducción del riesgo relativo de desarrollar MA de 21% (IC 95% 14-27, P < 0,0001) en un período de 4,3 años, utilizando un IECA como perindopril comparado con una estrategia antihipertensiva sin bloqueo del SRA64. El estudio ROADMAP (Randomized Olmesartan And Diabetes Microalbuminuria Prevention Study), por su parte, demostró que diabéticos tipo 2 que reciben olmesartan, respecto de quienes reciben otra intervención antihipertensiva que no incluye el bloqueo del SRA, retardan significativamente la aparición de MA aún cuando todos logren un excelente control de la PA (Tabla 2)65. En diabéticos, la reducción o normalización de la MA debiese ser un objetivo terapéutico. En el estudio IRMA 2 (IRbesartan MicroAlbuminuria Type 2 Diabetes Mellitus), con diabéticos hipertensos con MA seguidos por 2 años, se encontró que irbesartan, fue más eficaz que otras terapias antihipertensivas sin bloqueo del SRA en evitar la aparición de proteinuria, 5,2% vs 15%35. Más aún, el tratamiento con irbesartan 300 mg logró Tabla 2. Estudios Randomizados de prevención de la MA en diabéticos tipo 2 Estudio Tratamiento Placebo BENEDICT (3,6 años) 5,7% 10% ADVANCE (4,6 años) 19,6% 23,6% ROADMAP (3,2 años) 8,2% 9,8% 801 ARTÍCULO DE REVISIÓN Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina - R. Tagle et al que un tercio de los sujetos normalizaran su EUA. En el estudio ADVANCE, en 1.441 diabéticos con MA, el bloqueo del SRA con un IECA redujo la progresión a proteinuria (6,2% vs 9,0% p = 0,0074), y aumentó la regresión a normoalbuminuria (55,3% vs 49,1% p = 0,0067)39. Debe resaltarse que cuando un diabético pasa de un estado de MA a proteinuria, aumenta significativamente el riesgo de muerte y eventos CV, lo que se observó en los estudios UKPDS y ADVANCE27,39. Hipertensión arterial El estudio LIFE permitió observar que un aumento o disminución de la EUA al año de seguimiento predice los eventos CV. Así, la disminución de la EUA intra-tratamiento, se relaciona a una reducción de los eventos CV, tanto en hipertensos con o sin DM2 (Tabla 3)66. Estudios en Chile En Concepción, se encontró una prevalencia de 24% de MA definida como > 30 mg/g, en un estudio transversal de 27.894 pacientes adultos (65% mujeres), de los cuales 58,5% se controlaban en el programa de salud CV. La MA se correlacionó con una VFG estimada menor a 60 ml/min67. En Santiago, en un análisis retrospectivo de 269 consultantes en los cuales se le solicitó MA en un año calendario, resultó positiva en 20,8%. La MA se correlacionó con el número de FRCV (Dr. E. Lorca. Comunicación personal). En la Encuesta Nacional de Salud 2009 se midió la MA, pero estos resultados aún no se conocen. Guías clínicas chilenas y MA La guía de HTA recomienda su medición como marcador de daño de órgano blanco, y la guía de DM menciona que: “La determinación de MA persistente es un índice de nefropatía incipiente”. Las actuales tablas de riesgo coronario en DM considera que deben sumarse 3 puntos a la estratificación de Framingham si presenta MA, confiriéndole un mayor riesgo68. La guía de ERC aconseja su evaluación siempre en el contexto de otros factores de riesgo renal y CV, y en caso de resultar positiva efectuar una estrategia terapéutica multifactorial que controle los FRCV69. 802 Tabla 3. Eventos CV según EUA basal y al año en el estudio LIFE EUA basal (mg/g) EUA al 1er año (mg/g) Muerte (%) AVE (%) IAM (%) < 11 <6 1,8 2,5 2,1 < 11 >6 2,7 4,3 3,3 > 11 <6 3,4 4,5 3,7 > 11 >6 6,1 6,5 4,7 Conclusiones La MA, cuociente albuminuria y creatininuria, es un biomarcador fácil de medir y de bajo costo en una muestra de orina matinal. Este examen permite identificar a hipertensos y/o diabéticos con alto riesgo de sufrir ECV. Las intervenciones terapéuticas que reducen la EUA, particularmente el bloqueo del SRA, pueden disminuir el riesgo asociado a la MA. Sería aconsejable que la EUA se incorporase al seguimiento clínico de hipertensos y/o diabéticos. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Keane WF, Eknoyan G. Proteinuria, albuminuria, risk, assessment, detection, elimination (PARADE): a position paper of the National Kidney Foundation. Am J Kidney Dis 1999; 33 (5): 1004-10. Montanes Bermúdez R, Gracia García S, Pérez Surribas D, Martínez Castelao A, Bover Sanjuan J. 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Correspondencia a : Luis Peña García E-mail: luispenagarcia@ gmail.com w x y z { | } ~ Description of clinical thinking by the dual-process theory Clinical thinking is a very complex process that can be described by the dualprocess theory, it has an intuitive part (that recognizes patterns) and an analytical part (that tests hypotheses). It is vulnerable to cognitive bias that professionals must be aware of, to minimize diagnostic errors. (Rev Med Chile 2012; 140: 806-810). Key words: Diagnosis, dual (Psychiatry); Diagnostic errors; Diagnostic techniques and procedures. “La vida es breve; el arte, extenso; la oportunidad, fugaz; la experiencia, insegura; el juicio, difícil.” Hipócrates, aforismo no 11. A veces llegamos al diagnóstico correcto en forma muy rápida y casi sin esfuerzo. En otras ocasiones no encontramos una solución en forma inmediata y debemos detenernos a pensar en el problema clínico, volver a interrogar al paciente, examinarlo otra vez con más detención, sopesar las probables causas de su problema, solicitar algunos exámenes complementarios y luego de un análisis consciente y detenido, a veces llegamos a un diagnóstico. Desgraciadamente los médicos podemos cometer errores diagnósticos y ningún médico está libre de ellos2,3. Los problemas clínicos que enfrentamos pueden ser muy complejos, con numerosas variables en juego, además se nos presentan mal estructurados: la información clínica inicial puede ser incompleta, conflictiva o ambigua. Para hacerlo más complicado, el problema clínico puede ir cambiando en el tiempo, al aparecer nuevos síntomas y signos. Para hacer un diagnóstico, el médico cuenta con sus conocimientos y habilidades clínicas, pero estas no son suficientes, porque existen muchas formas de llegar al diagnóstico y muchas de pasarlo 806 v por alto. Se necesita un método para aplicar el conocimiento y orientar la anamnesis y el examen físico. El médico debe pensar. Revisaremos cómo el pensamiento médico durante el diagnóstico puede ser descrito por la teoría dual de la cognición, la estrecha vinculación entre conocimiento experiencial y diagnóstico, y la importancia de los sesgos cognitivos en el error diagnóstico. Modelo de razonamiento clínico de Barrows4 En una fase precoz del contacto entre el médico y el paciente, el médico se forma un concepto inicial del paciente, basado en su motivo de consulta, sus características demográficas y la información que entrega en forma espontánea. En base a este concepto inicial, el médico se formula una serie de hipótesis iniciales, que guían su investigación clínica (anamnesis y examen físico). En forma paralela a la anamnesis y examen físico se va haciendo un análisis de la información obtenida en tiempo real, que va descartando hipótesis, consolidando otras o generando hipótesis nuevas. Cuando se completa la investigación clínica y análisis, el médico ya tiene en su mente una síntesis del problema,que contiene los hallazgos relevantes descritos en términos médicos (que funcionan como cualificadores semánticos). De la síntesis ARTÍCULO ESPECIAL La naturaleza dual del proceso diagnóstico - L. Peña del problema pasa a tomar una decisión diagnóstica, es decir, ha seleccionado la hipótesis más probable, a la que denominamos diagnóstico de trabajo, diagnóstico tentativo o impresión diagnóstica. Si existen otras hipótesis también dentro del marco de lo posible, pero que con la información disponible nos parecen menos probables, las agrupamos en una lista que denominamos diagnóstico diferencial. Si la información recopilada es lo suficientemente potente para afirmar con certeza el diagnóstico, hablamos de diagnóstico final. Aunque el esquema de razonamiento clínico se ajusta a lo que debería ser el trabajo médico, deja muchas incógnitas sobre la intimidad del proceso cognitivo durante el diagnóstico, las que pueden ser explicadas por la teoría del procesamiento dual. Teoría del procesamiento dual5-7 De acuerdo a esta teoría se utilizan dos sistemas cognitivos en el razonamiento: el sistema intuitivo y el sistema analítico, que trabajan en forma complementaria (Figura 1). El razonamiento se inicia con la activación automática del sistema intuitivo, que evalúa el contexto y la información inicial, trabaja por debajo del nivel de conciencia, reconociendo patrones y generando hipótesis en forma rápida8. La generación de hipótesis en forma intuitiva es tan importante que si la hipótesis correcta es generada en los primeros cinco minutos, hay 95% de posibilidades de llegar al diagnóstico correcto, en Información inicial Sistema intuitivo Nueva información Hipótesis de trabajo Razonamiento causal no Investigación clínica Análisis hipotético-deductivo Verifica suficiencia y coherencia si Diagnóstico Figura 1. Esquema del diagnóstico médico como procesamiento dual. Rev Med Chile 2012; 140: 806-810 cambio si la hipótesis correcta no se genera en los primeros cinco minutos, hay 95% de posibilidades de no llegar al diagnóstico correcto6. En una segunda etapa el sistema analítico examina las hipótesis generadas por el sistema intuitivo, a través de un sistema consciente y estructurado, el análisis hipotético-deductivo, con el que se verifica si los atributos de la hipótesis están presentes en el problema clínico (coherencia) y si estos explican todos los componentes del problema clínico (suficiencia), así va descartando unas hipótesis y afirmando otras8. Si en este punto nos quedamos sin hipótesis, podemos usar otra función del sistema analítico, llamada razonamiento causal, que genera nuevas hipótesis en forma consciente. La forma en que se representa el caso clínico es clave, especialmente el uso de los cualificadores semánticos en la síntesis del problema, que son usados como índices de memoria para buscar asociaciones relevantes con conocimientos de la anatomía y fisiopatología. El razonamiento causal es muy importante en el análisis de problemas con los que no se tiene experiencia, nuevos, complejos o atípicos8. A pesar de que ambos sistemas son complementarios, existen situaciones en que el razonamiento es primordialmente intuitivo o analítico. Por ejemplo, en casos rutinarios el sistema intuitivo rápidamente llega a una conclusión con un altísimo nivel de certeza y se requiere de muy poco procesamiento analítico. En cambio, en casos donde el problema que se nos presenta es nuevo, complejo o mal definido, el trabajo del sistema analítico es indispensable y mucho más arduo. En todo caso, el reconocimiento de pautas es claramente fundamental para el éxito del razonamiento médico, por lo que lo discutiremos en detalle. Reconocimiento de pautas Cuando generamos una hipótesis diagnóstica, lo que hacemos es identificar ciertos atributos del problema médico del paciente como una categoría específica (el diagnósti- 807 ARTÍCULO ESPECIAL La naturaleza dual del proceso diagnóstico - L. Peña co). Evidentemente para llegar a un diagnóstico, el médico debe tener un conocimiento previo de él. En este sentido, se distinguen dos tipos de conocimiento médico: el conocimiento conceptual y el experiencial9,10. Conocimiento de bajo nivel o conceptual Es el conocimiento de los contenidos, incluye todo lo que debe saber un médico: anatomía, fisiopatología, etiología, síntomas, signos, diagnósticos, síndromes, pronóstico, tratamiento. Cuando el novato atiende por primera vez a un paciente con un problema específico, debe hacer un esfuerzo consciente por relacionar los signos y signos que encuentra con su conocimiento de contenidos para llegar a un diagnóstico11,12. El conocimiento conceptual es fácil de olvidar. Conocimiento de alto nivel o experiencial La experiencia potencia la retención de los conocimientos en la memoria de largo plazo, y facilita la formación de una red de asociaciones. En esta red los contenidos no sólo se consolidan, sino que adquieren significado, relevancia y contexto12,13. El conocimiento experiencial consiste en modelos mentales13 (guiones, pautas o scripts) en varios formatos, pueden ser de carácter general como el conocimiento sobre un síndrome o una enfermedad, pero también puede consistir en un conjunto de “casos clínicos” de pacientes específicos atendidos con ese diagnóstico. Estos formatos de representación tienen un efecto sinérgico y dado que los casos clínicos son almacenados como episodios autobiográficos, son fácilmente accesibles, incluso después de muchos años. Todo parece indicar que la capacidad de recordar pacientes vistos no es sólo una curiosidad de la mente del médico, sino probablemente una característica central de la cognición del experto y de su capacidad de reconocimiento de pautas. Cuando atendemos a un paciente, los modelos mentales se empiezan a activar en forma automática, incluso en una etapa muy precoz del encuentro médico-paciente, en la medida que nuestro sistema intuitivo reconoce pautas que ya estaban almacenadas en nuestra memoria de largo plazo como conocimiento experiencial. Los modelos mentales nos permiten lograr una comprensión global del problema, pese a que su presentación sea incompleta o fragmentaria13. Los modelos mentales activados en forma 808 intuitiva y automática son las hipótesis iniciales, que posteriormente son procesadas en forma consciente por el sistema analítico. La forma en que los médicos presentan los casos a sus colegas está muy influida por los modelos mentales que poseen. Mientras que los alumnos y los médicos novatos recitan enormes cantidades de datos sobre el paciente, los médicos experimentados resumen el problema del paciente utilizando la información clínica relevante. El conocimiento biomédico de bajo nivel sigue siendo utilizado. Por una parte provee un criterio de coherencia para las hipótesis. Pero más importante, cuando no se encuentran modelos mentales atingentes a un caso clínico complejo, el conocimiento biomédico puede ser usado para entender la situación y para generar hipótesis a través de una cadena de razonamiento causal8,11. Los modelos mentales de las enfermedades son estructuras dinámicas, que van cambiando, especialmente durante los primeros años de práctica médica. Cuando un médico o estudiante atiende a un paciente con una enfermedad que no había visto antes, aunque la haya estudiado, requerirá bastante esfuerzo cognitivo para llegar a un diagnóstico. Pero la segunda vez que se enfrente a la misma enfermedad su eficiencia será mayor, pues ya tendrá un modelo mental de ella gracias a su experiencia previa. En esta etapa la manera más efectiva de construir estos modelos mentales es a través de la experiencia clínica monitorizada14. En la medida que el médico atiende cada vez más pacientes va construyendo modelos más eficientes, hasta llegar a modelos muy depurados y ricos en asociaciones9-14. Fallas cognitivas El razonamiento, especialmente el intuitivo, es afectado por las reacciones emocionales negativas del médico hacia el paciente, como a veces ocurre con un drogadicto o un delincuente, frente a pacientes manifiestamente disgustados o agresivos y desgraciadamente, como muchos estudios indican, a veces también pasa con pacientes con enfermedades psiquiátricas, e incluso frente a obesos mórbidos3. El razonamiento médico también puede ser obnubilado por los sentimientos eróticos. Otros factores perjudiciales son exceso de confianza, baja autoestima, desilusión, complacencia y falta de motivación. Rev Med Chile 2012; 140: 806-810 ARTÍCULO ESPECIAL La naturaleza dual del proceso diagnóstico - L. Peña El razonamiento, especialmente el analítico, también depende mucho del nivel de alerta del médico6 y puede ser afectado por factores como la fatiga, falta de sueño, distracción, otras preocupaciones y apuro. Sesgos cognitivos Reflejan una inclinación a pensar de cierta manera, habitualmente involuntaria e inconsciente15. Para minimizar sus consecuencias negativas debemos tener una disposición analítica, disciplinada y consciente para monitorizar nuestra forma de pensar16. A continuación se enuncian y describen algunos de los sesgos y errores cognitivos más frecuentes17-20. El cierre prematuro uno de los errores cognitivos más frecuentes. Consiste en la tendencia a terminar el proceso de razonamiento y toma de decisiones en forma prematura, aceptando un diagnóstico que no ha sido verificado por completo. Sigue la máxima “cuando se hace el diagnóstico, el pensamiento termina”. La satisfacción de búsqueda es la tendencia a dejar de buscar cuando ya se ha encontrado algo. Por ejemplo, se pasa por alto una segunda fractura en una radiografía, pues la búsqueda se da por satisfecha al encontrar la primera fractura. El sesgo de confirmación consiste en la tendencia a buscar y darle más peso a la evidencia que confirma nuestro diagnóstico, y no buscar o darle menos peso a la evidencia que lo refuta. El exceso de confianza es la tendencia a creer que sabemos más de lo que realmente sabemos. Cuando hay exceso de confianza se tiende a actuar con información incompleta, se coloca mucha fe en las impresiones iniciales sin examinar cuidadosamente la evidencia. El anclaje es la tendencia a aferrarse a características relevantes que aparecen en forma precoz en el proceso diagnóstico y formarnos una impresión inicial del paciente basados en ellas, sin ajustar esta impresión diagnóstica a la luz de la información que va apareciendo después. Está en estrecha relación con el efecto de orden, es decir, tendemos a recordar más el comienzo (efecto de primacía) y el final (más reciente). El sesgo de disponibilidad es la tendencia a creer que algo es más frecuente o más probable, porque se nos viene fácilmente a la mente. La experiencia Rev Med Chile 2012; 140: 806-810 reciente con una enfermedad aumenta la probabilidad de que esta sea diagnosticada, también es menos probable diagnosticar una enfermedad que hace mucho tiempo no hemos visto. La ley de Sutton consiste en que tendemos a creer en lo obvio, sin considerar otras posibilidades con la suficiente acuciosidad. El momentum diagnóstico es la tendencia a creer en los diagnósticos ya hechos por otra persona. Una vez que la etiqueta de un diagnóstico se ha colocado en un paciente, esta se hace cada vez más pegajosa y es difícil sacarla de nuestra mente. La apuesta de frecuencia es la tendencia a optar por un diagnóstico sobre la base de que es más frecuente. La apuesta de frecuencia se puede resumir en el aforismo “cuando escuches ruido de cascos, piensa en caballos, no en cebras”. Las tareas rutinarias y repetitivas con frecuencia hacen que nuestro pensamiento siga estilos ortodoxos, en vez de favorecer el pensamiento lateral. A esto se le denomina pensamiento en línea vertical. Una estrategia efectiva para evitar este sesgo es pensar “que otro diagnóstico podría ser”, lo que estimula la creatividad y el pensamiento lateral, o plantearse “qué es lo peor que podría ser” para no pasar por alto un diagnóstico raro pero serio (estrategia del peor escenario). Error de representatividad. Consiste en que se buscan las manifestaciones del prototipo de la enfermedad. Este tipo de error hace que las variantes atípicas de una enfermedad no sean diagnosticadas. Sesgo de multiplicidad. Cuando pensamos en muchas hipótesis al mismo tiempo nos confundimos. Nuestro pensamiento funciona mejor considerando hasta cuatro hipótesis a la vez. Sesgo de pronóstico. Tendencia a optar por diagnósticos que tienen buen pronóstico. Ocurre especialmente cuando el médico tiene un lazo afectivo con el paciente, y refleja su tendencia a creer más en lo que él desea creer (que la enfermedad sea benigna). Retirada de la cebra. Ocurre cuando un diagnóstico raro (la cebra, en vez del caballo), figura prominentemente en el diagnóstico diferencial, pero por alguna razón el diagnóstico se retrasa o no se hace. A veces el médico carece de la confianza suficiente para mantener el diagnóstico, o está cansado o distraído, o puede tener recelos de emprender exámenes o procedimientos caros o invasivos, o no quiere contradecir a otros 809 ARTÍCULO ESPECIAL La naturaleza dual del proceso diagnóstico - L. Peña miembros del equipo que piensan diferente, o no quiere parecer como el que propone diagnósticos esotéricos, etc. 5. 6. Conclusión 7. El razonamiento médico durante el diagnóstico puede ser descrito como un proceso dual, tiene un componente intuitivo que genera hipótesis utilizando asociaciones de memoria automáticas y depende fuertemente del conocimiento experiencial, y un componente analítico, que procesa esas hipótesis validándolas o descartándolas y cuando es necesario genera nuevas hipótesis utilizando el razonamiento causal. En los casos rutinarios, el sistema intuitivo encuentra el diagnóstico en forma rápida, pero sus conclusiones deben ser siempre revisadas por el sistema analítico. Ambos sistemas funcionan de manera complementaria y nos permiten hacer diagnósticos correctos la mayoría de las veces, a pesar de la complejidad de los problemas clínicos. Pero incluso los mejores médicos cometen errores. Muchos son evitables. Para minimizar los errores diagnósticos debemos pensar acerca de cómo pensamos, monitorizar nuestro razonamiento y estar atentos a los errores cognitivos que podemos cometer en forma inconsciente. Porque en medicina la oportunidad es fugaz y la experiencia es insegura, debemos esforzarnos para que nuestro juicio sea claro. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Referencias 17. 1. 2. 18. 3. 4. Hipócrates. Tratados, Editorial Gredos, 2007. Graber M, Gordon R, Franklin N. Reducing diagnostic errors in medicine: what´s the goal? Acad Med 2002; 77: 981-92. Groopman J. ¿Me está escuchando, doctor? Un viaje por la mente de los médicos. Ediciones RBA, 2008. Barrows H, Pickell GC. Developing clinical problemsolving skills. Norton, 1991. 810 19. 20. Norman G. Dual processing and diagnostic errors. Adv in Health SciEduc 2009; 14: 37-49. Pelaccia T, Tardiff J, Triby E Charlin B. An analysis of clinical reasoning through a recent and comprehensive approach: the dual-process theory. 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Reflexión y propuesta Truth telling of Alzheimer’s disease diagnosis 1 Centro de Geriatría, Centro de Bioética, Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. 2 Alzheimer’s disease is becoming an increasingly common problem due to population aging. Most of the research on truth telling in relation to diagnosis has been done in oncology. However, although growing, there has a lack of interest about attitudes held among physicians towards disclosing the diagnosis of Alzheimer’s disease. Physicians, family caregivers and patients have different views about it. The reasons most often given for communicating the diagnosis are the right to know, relief of anxiety to know the cause of memory problems, early access to treatment and ability to plan ahead. On the contrary, the reasons for concealing the diagnosis are based on the right not to know, the anxiety associated to knowing the diagnosis and the absence of curative therapies for the disease. The aim of this paper is to report the current state of literature on diagnostic truth telling in dementia, review the ethical principles involved, and finally give a strategy to address the issue. (Rev Med Chile 2012; 140: 811-817). Key words: Alzheimer’s disease; Bioethics; Dementia; Truth disclosure. E l envejecimiento de la población mundial es un hecho irrefutable. En el último censo chileno de 2002 se informa que los adultos mayores de 60 años conforman el 11,4% de la población, lo que explicaría un aumento de enfermedades propias de este grupo1. Demencia es un cuadro clínico de deterioro progresivo de las funciones cognitivas superiores respecto al nivel previo, afectando a dos o más áreas cognitivas con intensidad suficiente como para interferir en las actividades de la vida diaria, en ausencia de nivel de conciencia alterado2. La Enfermedad de Alzheimer (EA) es la demencia más frecuente en los adultos mayores, y supone 50-60% del total de demencias, incrementándose a mayor edad3. Tiene como característica clínica principal inicial la alteración progresiva de la memoria episódica, alterándose posteriormente otras funciones cognitivas (apraxia, agnosia, disfunción ejecutiva)4. La prevalencia de demencia en mayores de 65 años es de 5-8%, duplicándose cada 5 años a partir de los 60 años, llegando a cifras de entre 30-50% en mayores de 85 años5. Se estima que en Chile existen alrededor de 179.037 personas con demencia1. Recibido el 5 de julio de 2011, aceptado el 5 de marzo de 2012. Correspondencia a: Dra. Paola Fuentes R. Centro de Geriatría PUC, Marcoleta 350, Santiago, Chile. Fax 02-3546820 Email: paolafuentesr@ gmail.com La EA es una de las enfermedades más temidas por el ser humano, esto es por su carácter irreversible e incurable, por su cronicidad y por consistir en un largo proceso de pérdidas progresivas, aislando a la persona de su medio y haciéndola un proceso devastador tanto para el paciente como para su familia. El diagnóstico de la EA es fundamentalmente clínico, existiendo los criterios del DSM-IV y criterios de probabilidad (Criterios NINCDS-ADRDA). El diagnóstico definitivo de EA generalmente es postmortem, ya que exige la confirmación histopatológica, lo cual en vida tendría que hacerse con biopsia cerebral4. Sin embargo, están surgiendo nuevos criterios para el diagnóstico de EA7,8 basados en biomarcadores y marcadores genéticos, los cuales se pueden realizar en vida. Esto llevará a nuevos dilemas éticos sobre la realización o no de estos exámenes en personas asintomáticas. Debido a lo expuesto anteriormente, los médicos se verán cada día más expuestos a pacientes con demencia tipo Alzheimer y en etapas más precoces, por lo que deberán enfrentar el dilema 811 ÉTICA MÉDICA Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer - P. Fuentes et al de decirle o no el diagnóstico de EA al paciente que lo padece, con las implicancias que esto lleva sobre el paciente y su familia. En este artículo se pretende analizar el problema ético clínico de la comunicación del diagnóstico de EA en pacientes en etapas leves de la enfermedad, haciendo referencia a los principios éticos involucrados en la toma de decisiones. Estado actual del tema En los últimos cuarenta años, ha habido un cambio en la actitud sobre decir el diagnóstico de la enfermedad al paciente, especialmente en el caso del cáncer9. La mayoría de la literatura en relación a decir la verdad del diagnóstico está centrada en oncología. En 1961, se realizó un estudio sobre la actitud de los médicos sobre discutir el diagnóstico de cáncer con los pacientes, mostrando que 90% de los médicos no revelaba el diagnóstico10. Este estudio se repitió 20 años después y se vio que 98% de los médicos decían a sus pacientes el diagnóstico de cáncer11. Sin embargo, hay poca literatura sobre la verdad diagnóstica en demencias. Las guías de la Asociación Médica Americana (AMA) recomiendan dar el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer “si es posible”12. Con respecto al tema podemos distinguir las actitudes de los médicos, actitudes de los cuidadores y actitudes del paciente, al enfrentar el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer. Actitudes de los médicos Un estudio evaluó las actitudes de los geriatras y psiquiatras frente a adultos mayores. Los resultados mostraron que sólo 40% de los especialistas les dice el diagnóstico de demencia a sus pacientes y 20% no ve ningún beneficio en informar el diagnóstico. Sin embargo, 72,5% de los médicos respondió que desearía saber el diagnóstico si ellos tuvieran demencia13. Otros estudios han mostrado resultados similares12. Actitudes de los cuidadores/familiares Varios estudios han investigado las opiniones de los familiares sobre discutir el diagnóstico de demencia con el paciente. Un estudio realizado por Maguire en Irlanda, de 100 familiares de pacientes con EA mostró que 83% de ellos expresó su deseo 812 de que el paciente no sepa el diagnóstico, siendo el motivo principal de ocultar el diagnóstico el prevenir una depresión. Sin embargo, 71% de estos mismos cuidadores refiere que les gustaría saber el diagnóstico de EA si lo padecieran14. En un estudio más reciente en Brasil, se encontró que 42,5% de los familiares estarían de acuerdo con que se le informara el diagnóstico al paciente, sin influir el nivel socioeconómico15. Actitudes de los pacientes Un estudio de 224 adultos (sólo 19% mayores de 65 años) mostró que más de 90% de los pacientes quisieran saber el diagnóstico de EA para poder hacer planes, tener una segunda opinión y arreglar asuntos familiares16. En un estudio realizado en el Reino Unido se encuestó a pacientes mayores de 65 años con problemas de memoria previo a analizar su diagnóstico. Se les preguntó cuál pensaban era la causa de sus problemas de memoria y si querían saber el diagnóstico si tenían Enfermedad de Alzheimer. Sesenta y seis porciento de los pacientes no sabían la causa de sus problemas de memoria, 86% quería conocer la causa y 69% quería saber si el diagnóstico era EA17. Las razones argumentadas para decir o no decir el diagnóstico de EA, se exponen en la Tabla 1. Con respecto a la oportunidad de planificar el futuro se han planteado las directrices anticipadas. Son documentos en los que el paciente consigna por escrito algunas de las normas de decisión sustitutiva que desearía que fuesen aplicadas cuando él no tenga capacidad consciente para tomarlas. Normalmente están referidas a la toma de decisiones en los últimos momentos de la vida del sujeto y suelen ir asociadas a la retirada de medidas fútiles de soporte vital, cuando las expectativas de vida digna son escasas, intentando evitar, por adelantado el encarnizamiento terapéutico u obstinación terapéutica18. Los problemas de estos documentos son: • Las personas incapaces ya no se encuentran en la misma situación vital que cuando lo redactaron, aunque la trayectoria vital sea algo estable. • El carácter de ejemplo de las situaciones señaladas les resta validez. • La duración del documento debe ser mínima (1-2 años) para que no exista duda sobre los deseos actuales. Rev Med Chile 2012; 140: 811-817 ÉTICA MÉDICA Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer - P. Fuentes et al Tabla 1. Argumentos para decir o no el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer Argumentos para decir el diagnóstico Argumentos para no decir el diagnóstico Derecho a saber Derecho a no saber Alivio de la ansiedad al conocer razón de problemas de memoria Precipitación de ansiedad y depresión por la noticia (incluso suicidio) Acceso temprano a la terapéutica apropiada Incertidumbre sobre diagnóstico y pronóstico. Ausencia de tratamientos curativos Posibilidad de ordenar asuntos personales y económicos (testamento) Oportunidad de planificar el futuro, anticipar su cuidado y prepararse para los cambios que le sucederán a medida que la enfermedad avance • Es difícil interpretar los valores y deseos en otras situaciones clínicas diferentes a las expresadas en el documento. Principios éticos involucrados El principio ético mayormente involucrado en decir o no el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer a un paciente es el de autonomía. La autonomía se entiende como un atributo de las personas que actúan libremente siguiendo un plan que ellas mismas se han trazado. Por extensión, también se llaman “autónomas” a las acciones de las personas cuando no se realizan bajo coerción ni amenazas externas, y cuando son conscientemente elegidas por un agente19. El ejercicio de la autonomía de las personas, exige que se cumplan al menos tres condiciones20: • Actuar voluntariamente, es decir, libre de coerciones. • Tener información suficiente sobre la decisión que se va a tomar. • Tener capacidad, esto es, poseer una serie de aptitudes psicológicas, cognitivas, volitivas y afectivas, que le permitan conocer, valorar y gestionar adecuadamente la información anterior, tomar una decisión y expresarla. En la literatura americana se utilizan como palabras intercambiables los términos competencia (competence/competency, de significado jurídico, ligado a la capacidad de obrar) y capacidad (capacity, de carácter clínico-psicológico y ético)18. En este artículo utilizaremos la palabra capacidad. Rev Med Chile 2012; 140: 811-817 La capacidad es un atributo de las personas que tiene gran variabilidad. Una persona puede ser capaz para una función pero no para otra. Además puede variar en un mismo individuo a lo largo del tiempo. Esto implica que la capacidad es caso y tiempo específica. De la misma manera que en principio ha de considerarse a toda persona autónoma, la capacidad debe presumirse y la falta de capacidad deberá demostrarse21,22. La evaluación de la capacidad es una de las tareas más complejas a las que el clínico ha de enfrentarse. Existen muchas propuestas para intentar protocolizar la verificación de la capacidad. De ellas la más utilizada en servicios clínicos en Estados Unidos de Norteamérica es la denominada “Mac Arthur Competence Assessment Tool”, diseñada por Grisso y Appelbaum22. Se divide en cuatro criterios y diez subcriterios. A diferencia de otras herramientas, incorpora información específica sobre la situación sobre la que se tiene que tomar una decisión. Tiene alta fiabilidad interobservador. Su realización toma aproximadamente 20 minutos. No está validado aún en Chile. Esta herramienta se muestra en la Tabla 222. Las alteraciones neurológicas y cognitivas influyen decisivamente en la capacidad para decidir. En la toma de decisiones sanitarias participan diferentes funciones y estructuras cerebrales, como el sistema límbico (aspectos instintivos e impulsivos) y el neocórtex (comunicación) y se requiere la intervención de la memoria, el lenguaje y las funciones superiores (incluida la introspección y el razonamiento lógico). El documento Sitges es un estudio español 813 ÉTICA MÉDICA Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer - P. Fuentes et al Tabla 2. Criterios MacArthur de capacidad En criterio Subcriterio Preguntas para evaluación Comprensión De la enfermedad Del tratamiento De beneficios y riesgos Dígame en sus propias palabras lo que su médico le ha explicado sobre: Su problema de salud Tratamientos recomendados Alternativas de tratamientos y riesgos Riesgos y beneficios de no seguir el tratamiento Apreciación De la enfermedad Del tratamiento ¿Qué piensa que está mal con su salud actualmente? ¿Cree que necesita algún tipo de tratamiento? ¿Qué beneficios tendrá el tratamiento? ¿Por qué cree que los médicos le han recomendado ese tratamiento? ¿Qué piensa que pasaría si no se trata? Razonamiento Sobre las consecuencias Comparativo con otros tratamientos Predictivo de las posibles consecuencias Consistencia lógica del procedimiento elegido ¿Cómo decidirá aceptar o rechazar el tratamiento? ¿Qué lo hace elegir cierta opción sobre otra? Elección-comunicación Comunica una decisión ¿Puede decirme cuál es su decisión? Si no es así, ¿qué es lo que hace difícil tomar la decisión? realizado con metodología de consenso Delphi por un grupo multidisciplinario de expertos en demencias (geriatras, neurólogos, psicólogos), cuyo objetivo es establecer los criterios básicos que orienten la evaluación de la capacidad de las personas con demencia para tomar decisiones sanitarias23. Según este documento, los aspectos neurológicos y cognitivos que intervienen en la toma de decisiones son: 1. Nivel de conciencia. 2. Percepción de estímulos. 3. Funciones cognitivas. a. Atención. b. Gnosias. c. Lenguaje. d. Cálculo. e. Memoria. f. Orientación a la realidad. g. Praxias. 4. Funciones ejecutivas. a. Razonamiento abstracto. b. Motivación-autocontrol. 5. Estado psicoafectivo. 6. Ideación espontánea. 7. Conciencia de enfermedad. 814 La valoración neurocognitiva es esencial. Se ha reportado que el instrumento Mini-Mental State Examination (MMSE) tiene buena correlación con el juicio clínico de incapacidad y podría tener utilidad en identificar a los pacientes en rangos bajos y altos de incapacidad. Se considera que puntajes menores a 19 se asocian altamente con incapacidad22. Con respecto a la conciencia de enfermedad o “insight”, se puede decir que un individuo con buen “insight” es capaz de verbalizar la naturaleza, severidad y consecuencias de sus alteraciones cognitivas. Se ha relacionado el grado de conciencia de enfermedad con la respuesta psicológica del paciente al recibir el diagnóstico de demencia. Previo al diagnóstico, los individuos con alta conciencia de sus alteraciones cognitivas experimentan mucha angustia. Es en los individuos con Enfermedad de Alzheimer en etapa leve en los que se da esta situación. El paciente con Enfermedad de Alzheimer en etapa moderada y severa en general es anosognósico, y no se beneficiaría de la discusión con él sobre su diagnóstico24. Los aspectos afectivos juegan una gran influencia al matizar y distorsionar notablemente el peso Rev Med Chile 2012; 140: 811-817 ÉTICA MÉDICA Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer - P. Fuentes et al que le da el paciente a los riesgos y beneficios. Se ha apuntado que los pacientes depresivos tienden a hacer valoraciones menos optimistas que los sujetos normales en situaciones problemáticas. Se crea así un desequilibrio que puede reducir la capacidad20. Se debe definir si el paciente con demencia es capaz de procesar y últimamente beneficiarse de conocer el diagnóstico de demencia. En un paciente con Enfermedad de Alzheimer en etapa leve, en que la falla principal es de memoria, aún se preserva la capacidad para comprender, procesar (aunque quizás con mayor dificultad) y expresar sus decisiones. Sin embargo, esto debe evaluarse caso a caso. Se considera que esta capacidad se pierde cuando un individuo tiene muy alterada la memoria de trabajo y sus funciones ejecutivas, que son esenciales para la comprensión, toma de decisiones y procesamiento cognitivo. Es por esto que la valoración neurocognitiva pasa a tener un rol fundamental en la toma de decisión de competencia en un individuo con demencia24. Además de la autonomía, está involucrado el principio ético de la no maleficiencia. La no maleficiencia establece la obligación de no hacer el mal. Al informar el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer al paciente, aunque ésta sea la verdad, se puede hacer un daño por el impacto que esta noticia puede tener sobre él. Esto se puede expresar en forma de depresión y en casos extremos de ideación suicida. Existen varios estudios que reportan que los familiares piden al personal de salud que no se le informe al paciente de su diagnóstico por miedo al impacto psicológico que pueda tener. Un estudio sobre discusión de diagnóstico de demencia con el paciente, no mostró que se gatillara una reacción emocional catastrófica al saber el diagnóstico, incluso podía ser un factor de reducción de ansiedad al tener una explicación de los síntomas y proveer un plan de tratamiento25. Un artículo de revisión de la literatura sobre diagnóstico precoz de demencia y riesgo de suicidio, hace mención a estudios que no han mostrado una reacción emocional catastrófica al discutir el diagnóstico de demencia. Sin embargo, reconoce que existe un riesgo de conducta suicida (aunque mínimo) en pacientes con demencia, sobretodo en los tres primeros meses del diagnóstico. Se recomienda precaución en sujetos que tienen depresión concomitante y cubrir las necesidades Rev Med Chile 2012; 140: 811-817 emocionales del paciente posterior a que el diagnóstico se discuta26. Discusión Previo a discutir sobre decir o no el diagnóstico de demencia tipo Alzheimer al paciente, debemos tener en consideración (como se mencionó en la introducción de este artículo) que hoy en día el diagnóstico de EA es principalmente clínico y de probabilidades, ya que el diagnóstico definitivo sólo se puede hacer con confirmación histopatológica4. Muchas veces la evolución del paciente en el tiempo da la clave del diagnóstico, siendo la EA progresiva en el tiempo y limitante cada vez más de la funcionalidad en el tiempo debido a los problemas de memoria. Analizado el tema de autonomía y los aspectos involucrados en éste, podemos sugerir los siguientes pasos en cuanto a la discusión diagnóstica de Enfermedad de Alzheimer con el paciente: 1. Determinar la etapa de la enfermedad, pudiéndose utilizar las escalas GDS de Reisberg o FAST27. Si la demencia se encuentra en etapa moderada o severa, el individuo difícilmente contará con las habilidades cognitivas como para contar con la capacidad de recibir el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer. 2. Si la demencia se encuentra en etapa leve (GDS 4 de Reisberg), debe determinarse la capacidad del individuo para recibir el diagnóstico. La capacidad se puede determinar a través de los criterios de MacArthur y explorando las áreas cognitivas relevantes para la capacidad. Es importante destacar que la capacidad se debe estar explorando en forma continua, ya que es tiempo específica. Creemos que es necesario que se realicen estudios de validación en Chile que permitan poner a disposición de los clínicos e investigadores herramientas que permitan evaluar la capacidad de los pacientes. 3. Evaluar aspectos afectivos: Preguntar dirigidamente síntomas de depresión y determinar si el individuo está cursando actualmente con un síndrome depresivo. Averiguar antecedentes de depresión, intentos de suicidio en paciente o familiares. Si el individuo está cursando con depresión se debe tratar antes de proseguir. Se 815 ÉTICA MÉDICA Comunicación diagnóstica en enfermedad de Alzheimer - P. Fuentes et al debe considerar también que pueden haber cuadros de problemas de memoria secundarios a depresión, por lo que no se debe proceder a informar sospecha diagnóstica de deterioro cognitivo al paciente hasta descartar depresión. 4. Evaluar voluntad del paciente: A través de la entrevista, intentar evaluar si el individuo quiere saber la explicación final de sus problemas de memoria. Es importante también el aporte que puede hacer la familia sobre qué es lo que querría el individuo y cómo ha enfrentado malas noticias en el pasado. Si el individuo expresa querer saber la causa de las alteraciones de su memoria, entonces se sugiere proceder a revelar el diagnóstico. Si el individuo no manifiesta deseo de saber la causa de sus problemas de memoria o incluso expresa en forma explícita no querer saber el diagnóstico, se debe respetar el derecho a no saber el diagnóstico. sus asuntos), de salud (decisión de procedimientos invasivos) y otros. Se debe considerar nuevamente que el diagnóstico de EA es principalmente clínico y no existe hoy en día examen que nos dé certeza absoluta del diagnóstico. Es por esto que es muy importante la prudencia del clínico y si hay dudas sobre el diagnóstico asesorarse con clínicos con experiencia en el tema, antes de comunicar un diagnóstico con tantas implicancias. En el caso de que el individuo no quiera saber la causa de sus problemas de memoria, se debe reevaluar en próximas consultas si esta decisión está influida por elementos emocionales o afectivos que afecten su autonomía. Es decir, un individuo siendo determinado capaz, puede limitar su autonomía, al tener un miedo extremo a tener la enfermedad, por lo que se debe apoyar psicológicamente. En el caso de decidir decir el diagnóstico, se recomienda utilizar varias sesiones. Se debe proveer información sobre el diagnóstico con énfasis en las habilidades conservadas actualmente, progresión lenta de la enfermedad, posibilidad de mantener una buena calidad de vida y existencia de tratamiento sintomático. Se debe prestar apoyo al paciente y su familia, ya que esta última será su apoyo principal. Se debe explicar al paciente que producto de esta enfermedad, deberá adaptar su modo de vida actual y que hay intervenciones farmacológicas y no farmacológicas que lo pueden ayudar. Existen también talleres y grupos de apoyo para paciente y familiares, en los cuales ellos pueden expresar sus inquietudes y preocupaciones. Si el paciente es determinado capaz, sus deseos, aunque no coincidan con los del cuidador, deben ser respetados. Entonces el paciente tiene la oportunidad de participar en decisiones importantes sobre su vida, pudiendo determinar directrices anticipadas en lo que respecta a decisiones financieras (definir un tutor legal que se haga cargo de 4. 816 Referencias 1. 2. 3. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. INE. Chile. Censo 2002. Resultados Vol II personas, viviendas y hogares. Santiago de Chile 2003. Geldmacher D. Differential diagnosis of dementia syndromes. Clin Geriatr Med 2004; 20: 27- 43. Kukull WA, Ganguli M. Epidemiology of dementia: concepts and overview. Neurol Clin N Am 2000; 18: 923-49. BURNS A, ILIFFE S. Alzheimer’s disease. BMJ 2009; 338: 467-71. Ferri CP, Prince M, Brayne C, Brodaty H, Fratiglioli L, Ganguli M. Alzheimer’s Disease International. Global prevalence of dementia: a Delphi consensus study. Lancet 2005; 366: 2112-7. 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Phone: 914 594 4182 Fax: 914 594 4176 E-mail: Cabello@nymc.edu C Medicine, music, friendship and prejudices: Billroth I and Billroth II, the string quartets Opus 51, Nº 1 and Nº 2 by Johannes Brahms The great German surgeon Theodor Billroth and the imaginative and creative composer Johannes Brahms had a very close friendship centered on musical activities, that lasted for more than thirty years while they lived and worked in Zurich and Vienna, during the second half of the Nineteenth Century. Billroth, besides his all-consuming medical activities, had time to be a musical enthusiast who directed orchestras, played the violin in chamber music groups, and wrote musical criticism for newspapers. The common affection between these two creative giants is documented by their abundant and effusive correspondence, by the constant requests by Brahms of Billroth’s opinions regarding his compositions, and by the positive and stimulating answers that Billroth gave to these requests. Billroth opened his house for musical evenings to play Brahms chamber compositions for the first time, and Brahms dedicated his two Opus 51 string quartets Nos. 1 and 2, known in the musical milieu as Billroth I and II, to his physician friend. Unfortunately, the close bonds between these two geniuses weakened towards the end of their lives as a result of Billroth’s becoming intolerant to the lack of social refinements and gruff behavior of the composer. This baffling intolerance of Billroth to his friend Brahms can be better understood after reading Billroth’s writings in his book The Medical Sciences in the German Universities. A Study in the History of Civilization. There Billroth expresses strong prejudices against potential medical students of humble social origins, such as those of Brahms, coupled to a primitive anti-Semitism. (Rev Med Chile 2012; 140: 818-820). Key words: General Surgery; Germany; History, 19th Century; Music. omo estudiante de medicina, durante la década de 1960, época previa al descubrimiento del Helicobacter pylori y al tratamiento antimicrobiano de la úlcera péptica, una inolvidable experiencia educativa fue tomar parte en operaciones de tratamiento y corrección de las complicaciones de esta patología por medios quirúrgicos. En los quirófanos del Hospital San Juan de Dios, en Santiago de Chile, bajo la guía de los profesores Arturo Jirón V., Santiago 818 Jarpa G. y Leonidas Aguirre M. presencié en varias oportunidades la ejecución de gastrectomías con las técnicas Billroth I y Billroth II en diferentes pacientes y fui imborrablemente impresionado por la diestra habilidad quirúrgica de mis profesores y la elegancia conceptual de la cirugía. La operación representaba, para mí, un matrimonio perfecto y racional entre los conocimientos de la anatomía gastroduodenal y su fisiología, aplicados de una manera lógicamente sintética a la resolución de HISTORIA DE LA MEDICINA Theodor Billroth y Johannes Brahms. Medicina, música, amistad y prejuicios - F. C. Cabello un problema clínico. En la época (1881) en que Theodor Billroth había conceptualizado estas operaciones, los conocimientos de fisiología gastroduodenal eran más bien rudimentarios y, a pesar de eso, estas técnicas aún son usadas hoy, lo cual habla muy bien de su visión y de su genio para proyectarse más allá del conocimiento médico a su alcance1. Estos recuerdos estudiantiles fueron los que despertaron mi interés, al leer en un programa de un concierto al cual asistí recientemente y donde se ejecutó la sinfonía Nº 2 de Johannes Brahms, que este compositor y Billroth habían tenido una gran amistad por más de treinta años y que esta había girado alrededor de la música. Los comentarios del programa respecto de que Brahms había solicitado la opinión de Billroth acerca de la calidad musical de su sinfonía Nº 2, y que la opinión de este había sido muy positiva, me indujeron a investigar un poco más sobre la historia de esta amistad. De esta manera confirmé que Billroth fue un gran amante de la música y que, además de sus actividades médicas, se daba tiempo para dirigir orquestas, para ser miembro activo de cuartetos de cuerdas donde tocaba el violín, y para escribir crítica musical para diferentes diarios2,3. Lo interesante de la relación entre el cirujano y el compositor, pianista y director de orquesta es que, a pesar de venir de muy diferentes circunstancias económico-sociales, mantuvieron una larga y estrecha amistad con gran afectividad y respeto2,3. Si bien es cierto que ambos habían nacido en ciudades marítimas del norte de Alemania, Brahms en Hamburgo y Billroth en Bergen auf Rügen en el Báltico, la familia de Brahms era pobre y su padre se ganaba la vida tocando el contrabajo en bares y burdeles del puerto3. El padre de Billroth era un pastor protestante de ascendencia sueca, la madre tenía ascendencia francesa y la familia pertenecía a la clase media alta tradicional de la sociedad alemana3. La amistad entre Brahms y Billroth comenzó en Zurich, Suiza, en 1865 y continuó floreciendo años más tarde en Viena, donde ambos alcanzaran su apogeo profesional, Billroth como el fundador de la escuela quirúrgica de Viena cuya influencia se extendió por toda Europa y Norte América3. Brahms, tal como lo habían pronosticado Robert y Clara Schumann, se convirtió en el músico de sus sinfonías, de sus conciertos para piano, del Requiem Alemán y de la Rapsodia para Alto y en ellos y en su amplia producción musical “expresó Rev Med Chile 2012; 140: 818-820 el espíritu más exaltado de su tiempo, de una manera ideal”3. La íntima amistad entre Billroth y Brahms se manifestó de una manera clara por la efusividad, el respeto y la admiración mutua plasmada en las 331 cartas que intercambiaron y en las constantes veladas musicales en la casa de Billroth, en las cuales se estrenaron por primera vez piezas de música de cámara del compositor y a las cuales Billroth criticó encomiásticamente2-4. Como prueba de esta amistad, y tal vez siguiendo los consejos de su madre que alguna vez le escribió a Brahms “La gente egoísta que vive para ellos mismos están vivos a medias”3, el compositor le dedicó a Billroth los cuartetos para cuerda Opus 51, Nº 1 y Nº 2. Los cuartetos, que en el ambiente médico con aficiones musicales son conocidos como el Billroth I y Billroth II, a pesar de ser de difícil ejecución, continúan la tradición de Mozart en este tipo de composiciones, con una originalidad musical reconocida más tarde por Arnold Schoenberg, y con pasajes de gran belleza, como la Romanze en el Billroth I2,3. Billroth, al conocer la dedicación dijo, equivocadamente en mi opinión, que esta dedicatoria “mantendría la memoria de su nombre por más tiempo que su propio trabajo” y que “el arte era más inmortal que la ciencia”3. A pesar de la íntima y larga amistad que se profesaron por largo tiempo estos dos grandes innovadores de la música y de la medicina, al parecer las diferencias sociales y la menor tolerancia a las contrariedades recíprocas entre ellos, producida tal vez por sus edades, socavaron su amistad. De esta forma, al saber Brahms que Billroth había criticado de manera privada su origen y su educación y había comparado su falta de gracias sociales a las de Beethoven3,4, comenzó a alejarse de su amigo de tal manera que sus intercambios se hicieron menos frecuentes. En los últimos años de sus vidas, Brahms al igual que su amigo, ya un famoso ciudadano de Viena y del mundo, comenzó también a resentir las opiniones de éste sobre música, ya que consideró que se salían del terreno de su competencia3. El contexto de la intolerancia tardía de Billroth a las limitaciones sociales y de educación de su amigo puede ser mejor entendido al leer su obra “Las Ciencias Medicas en la Universidades Alemanas”5. Esta obra fue traducida al inglés en 1924, casi cincuenta años después de su publicación, por William H. Welch, profesor de medicina de la Universidad de Johns Hopkins y, al igual que Wi- 819 HISTORIA DE LA MEDICINA Theodor Billroth y Johannes Brahms. Medicina, música, amistad y prejuicios - F. C. Cabello lliam Osler, uno de los fundadores de la medicina moderna en Estados Unidos de Norteamérica. Algunos aspectos de esta obra son sorprendentes para un lector contemporáneo, ya que en ella Billroth expresa prejuicios groseros en contra de los estudiantes pobres que aspiran a estudiar medicina, asociado a un antisemitismo primitivo que raya en lo trágicamente caricaturesco5. A mi modo de ver, estas primitivas obsesiones de la burguesía europea de esa época, y que por razones históricas alcanzaron en Alemania su máximo desarrollo, fueron parcialmente responsables del término de la amistad de Billroth y Brahms y también estuvieron detrás de las catástrofes de la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Es interesante ver también cómo el profesor W. H. Welch, que en el prólogo de su traducción criticó directamente la obra de Billroth por sus prejuicios en contra de la salud pública y de la microbiología, escogió ignorar el elitismo y antisemitismo de Billroth y se refirió a él tangencialmente y de una manera ininteligible5. En este contexto, el genio de Brahms opaca al de Billroth, ya que él fue capaz de sobreponerse a una infancia y adolescencia de penurias sociales y económicas para continuar expandiendo el camino creador de Beethoven, constituyéndose en unos de los grandes músicos del Siglo XIX. Billroth, a pesar de su genialidad medica y musical, fue incapaz de ver el futuro y elevarse por encima de los prejuicios de su ambiente social, a pesar de su escogida y refinada educación. 820 Agradecimientos. Agradezco a mis padres, Felipe y Carmen y a su amigo Julio Olea C., quienes para combatir el tedio infantil de los días lluviosos de Chiloé me introdujeron tempranamente a la música de Beethoven, Mozart, Haydn, Frank, Berlioz, Tchaikowsky y otros. Ellos me enseñaron además con su ejemplo a detestar el prejuicio. Agradezco la generosidad de mi amiga Dra. Victoria Beresi R. que me permitió escuchar mi primer concierto en vivo en Chile, en el cual el director alemán Georg L. Jochum, uno de los intérpretes más felices de la música de Brahms según los críticos musicales, dirigió la sinfonía Nº 9 de Beethoven. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. JAMA. Editorial. Billroth-Surgeon, teacher, musician. 1964; 188: 749-751. Strohl EL. The unique friendship of Theodor Billroth and Johannes Brahms. Surg Gynecol Obstet 1970; 131: 757-61. Roses DF. Brahms and Billroth. Surg Gynecol Obstet 1986; 163: 385-98. Rutledge RH. A medical musical friendship: Billroth and Brahms. J Surg Ed 2007; 64: 57-60. Billroth T. The Medical Sciences in the German Universities. A Study in the History of Civilization. 1924; Translated from the German by William H. Welch. The MacMillan Company, New York. Rev Med Chile 2012; 140: 818-820 CRÓNICA Rev Med Chile 2012; 140: 821 Sede de la Sociedad Médica de Santiago prohíbe fumar en sus dependencias El Directorio de la Sociedad Médica de Santiago (Soc. Chilena de Medicina Interna) en la sesión ordinaria del día 15/mayo/2012, resolvió por unanimidad, que en el recinto de la sede de Bernarda Morín 488, incluyendo oficinas, salas de reuniones, terrazas, pasillos, baños y patios, se prohíba fumar. Las personas que deseen fumar deberán hacerlo en la vereda o plaza. Esta medida se implementará a partir del jueves 31 de mayo, día Mundial sin Tabaco, al cual la Sociedad Médica de Santiago y sus Sociedades filiales adhieren. Esta decisión son consecuentes con las indicaciones sanitarias que aconsejamos. 821 RESEÑA BIBLIOGRÁFICA Rev Med Chile 2012; 140: 822-823 “Temas de osteoporosis y otras enfermedades óseas” Drs. Roberto Arinoviche y Marina Arriagada, Editores. ISBN: 978-956-626-4 Fundación Chilena de Osteoporosis, Santiago, Chile. 2012, 520 págs. La osteoporosis es una importante enfermedad. Su máxima expresión clínica es la fractura osteoporótica. Su gran frecuencia y las importantes complicaciones que provoca; precaria calidad de vida; contribución a la mortalidad prematura de los pacientes; e importante costo de salud, proyectan a la osteoporosis como un gran desafío, actual y futuro. Sólo algunos datos ilustrativos, para acotar la gran frecuencia de esta enfermedad: En Chile, reportes del Ministerio de Salud del año 2007, referentes a fracturas de cadera, en población mayor de 50 años, señalan una tasa de 224 x 100.000 mujeres y de 89 x 100.000 hombres, con una tasa promedio de 161. De acuerdo a la proyección del número de habitantes, para el año 2020 el número de fracturas de cadera sería mayor a 15.000 y para el 2050 más de 30.000. Otro dato impactante se refiere a estudios en México que han demostrado que la mortalidad por fractura de cadera, intra y post operatoria inmediata, es del orden de 1 al 7%, y que la mortalidad al primer año, aumenta considerablemente, al 25% . La contraparte de esta inquietante enfermedad, es que hoy en día la osteoporosis puede ser totalmente prevenible, tratable y curable. El papel que deben jugar los médicos, especialistas o no, el equipo de profesionales de la salud, la población de pacientes y la población normal, es recopilar y aumentar los conocimientos sobre la osteoporosis , llevándolos a la práctica con inteligencia y mucha perseverancia. De esta forma podemos frenar y revertir esta enfermedad que ha sido denominada, por su gran frecuencia y sus características, la “epidemia silenciosa”. Con este telón de fondo, dos médicos chilenos, de larga trayectoria en el tema de osteoporosis, decidieron editar un libro para informarnos y enseñarnos sobre esta enfermedad. Muchos de nosotros conocemos las enormes dificultades que se presentan para editar un libro 822 nacional, que abarque en forma completa un tema médico, especialmente amplio. Si se consideran sólo autores nacionales expertos, el esfuerzo es muy intenso, y requiere de gran colaboración y entusiasmo. Si, además, se pide la colaboración desinteresada de autores extranjeros, expertos internacionales en osteoporosis, especialmente en el capítulo que desarrolla cada uno, la tarea es aun mayor. Su gustosa aceptación y su notable dedicación en la elaboración de sus temas, pone en relieve el conocimiento y amistad con los editores de esta obra, y en general de toda la Medicina nacional. Al leer las páginas de este libro, se pueden apreciar distintos aspectos de la osteoporosis, todos ellos tratados en profundidad y actualidad, que permiten al lector recibir una gran información específica y global sobre esta patología. Encontramos ilustrativos capítulos sobre epidemiología, con aportes valiosos sobre magnitud del problema, diferencias étnicas, distinta frecuencia en ambos sexos, y en climas diversos. También nos informa, sobre aspectos socio económicos, de su impacto en la población, en calidad de vida, y en la mortalidad. Como capítulos novedosos e ilustrativos, se presentan los datos sobre osteoporosis en niños y en pacientes con anorexia nerviosa . La fisiología y fisiopatología, están tratadas en forma muy didáctica. Se discute ampliamente el papel del calcio, de la vitamina D, de la hormona paratiroidea, de las hormonas sexuales, de las nuevas moléculas y receptores que interactúan y diferencian al osteoblasto y osteocito, del osteoclasto, con sus funciones contrapuestas que permiten un equilibrio metabólico del tejido óseo, y de los múltiples factores nutricionales, mecánicos, hormonales, genéticos, inmunológicos, ambientales, climatológicos y farmacológicos, que pueden inducir osteoporosis a través de múltiples mecanismos que pueden alterar este equilibrio, Especial mención merecen la osteoporosis inducida por medicamentos, especialmente los cortico esteroides, y la insuficiencia renal crónica y su tratamiento a través de diálisis extracorpórea. Los nuevos mecanismos productores de osteoporosis, recientemente descritos en ambas condiciones, reafirman los nuevos conocimientos patogénicos de esta enfermedad y de sus implicancias terapéuticas. Con este amplio y detallado conocimiento fisiopatológico, se desarrollan los capítulos sobre RESEÑA BIBLIOGRÁFICA prácticamente todos los medicamentos actuales, de los que disponemos para su tratamiento. Se detallan con profundidad sus distintas acciones. Se muestran y comparan los resultados que se obtienen con cada uno de ellos. Esto permite obtener un claro e informado manejo terapéutico, el más eficaz y seguro para cada grupo distinto de nuestros pacientes. Se plantean, además, posibles y visionarias terapias a futuro, a través de nuevos mecanismos que la investigación realiza en este campo. La relación entre osteoporosis y osteoartritis, comentada en uno de sus capítulos, presenta posibles mecanismos comunes que las relacionan, proyectando nuevas y prometedoras terapias. En síntesis, este libro constituye un hito en el área que trata, por ser completo, analizado en profundidad, escrito en forma clara, precisa, y actualizada. Proporciona al lector conocimientos fisiopatológicos, clínicos y terapéuticos sólidos, Rev Med Chile 2012; 140: 822-823 que permiten una prevención y tratamiento adecuado de la osteoporosis. Puede ser considerado un orgullo para la medicina chilena, porque representa un notable ejemplo de cooperación entre expertos nacionales e internacionales, quienes, dirigidos por sus editores en forma inteligente, con ideas precisas, con constante y organizado esfuerzo, logran una importante meta común. Por su calidad docente, calidad y gran cantidad de información, puede ser utilizado como texto de consulta para especialistas, para otras diversas especialidades relacionadas con esta área; y alumnos de pre y post grado de Medicina. Dr. Santiago Rivero D. Profesor Asociado. Escuela de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile. Reumatólogo, Clínica Las Condes. Santiago de Chile. 823 CARTAS AL EDITOR Rev Med Chile 2012; 140: 824-825 Bronceosis: enfermedad especulativa por depósito de bronce Bronzeosis: A speculative disease by bronze deposit Sr. Editor: La broncemia, es una enfermedad del adulto que no figura en ningún texto de medicina. Significa etimológicamente “acumulación de bronce en la sangre” y los médicos que la padecen, a medida que pasan los años, se invaden con bronce, se creen próceres y sueñan con su estatua instalada en el patio del hospital o de la clínica donde trabajan1. Es un término creado hace unos 30 años por el Dr. Narciso Hernández, un prestigioso cirujano de la ciudad de Córdoba (Argentina). Decía Narciso Hernández que el enfermo de broncemia o que padece de bronceosis, tendría una tesaurismosis por depósito de bronce, que pasa por dos etapas: la primera es la importantitis, en la que él se cree tan importante que nadie es mejor que él, y la segunda es la inmortalitis. Cuando el paciente llega a esta etapa final, el bronce invade todo su cuerpo y ahí se cree ya una estatua olímpica e inmortal. Esta enfermedad se desarrolla en aquellos lugares que presumen de un alto nivel de intelectualidad y el medio ecológico ideal es la universidad, pero es claro y notorio que este padecimiento no ataca solamente a los médicos. También se observa en otras profesiones, como en política, donde la soberbia y la solemnidad propia del broncémico aparecen de manera espontánea. Se trata de una endemia, enfermedad que se presenta regularmente con un número determinado de casos. Si fuera una epidemia, podría esperarse su desaparición en algún momento, lo que aún no se ha comprobado. La mayoría de los casos se expresan entre los 45 y 55 años, y los más graves se presentan entre los 55 y 66 años. Está en relación inversa con su edad y su capacidad de poder comprender y discernir. El sexo también es importante: se pensaba que era más prevalente en el sexo masculino, pero ahora, con el auge del feminismo, parece tener igual prevalencia en ambos sexos. Los síntomas más comunes del paciente broncémico son tres: diarrea mental, hipoacusia interlocutoria y reflejo céfalocaudal. La diarrea mental se caracteriza por una ver- 824 borragia exagerada, en que el broncémico habla y habla todo lo que su cerebro depone. La sordera interlocutoria siempre acompaña a la diarrea mental: cuando el broncémico habla y habla, sus oídos no escuchan nada ni a nadie. El reflejo céfalocaudal produce una actitud de caminar con la cabeza elevada, como si estuviera en un púlpito o atrio. La rigidez se hace evidente. Las partículas de bronce en la columna cervical y el tórax determinan una postura que los clásicos llaman “actitud real”: el mentón elevado, el pecho henchido, con el gesto que adopta quien huele un olor desagradable. Los músculos de la visión, endurecidos por el bronce, no le permiten, curiosamente, dirigir su mirada hacia abajo. Insensiblemente, sin darse cuenta, enfermos de solemnidad, los médicos afectados ven con tristeza cómo la enfermedad llega a los músculos de la cara, impidiéndoles sonreír. Por alguna razón, aún desconocida, el bronce comienza a precipitar y forma depósitos. El primer lugar es la laringe. Las cuerdas vocales se engrosan y adquieren resonancia suficiente como para modificar la natural voz de tenor hacia una de barítono, o de bajo, que le asegura mantener una suficiente distancia entre su persona y el paciente. En esta etapa la enfermedad es aún reversible. La experiencia, los buenos maestros, la lectura de textos alejados de la medicina, la música, la pintura u otras expresiones del humanismo alejan el peligro. No obstante, un porcentaje de ellos se convierte en crónicos2. Se pensaba que esta enfermedad era de la modernidad, pero ya 1.500 años antes de Cristo, cuando se realizó en la antigua India la separación de las castas sociales en cinco: la quinta era la de “los intocables”, aquellos que no tenían derecho a nada, ni siquiera a la atención médica; la cuarta era de los trabajadores inferiores, la tercera la de los comerciantes, la segunda era la casta de los Ambasta, a la que pertenecían los médicos y la primera casta era la de los reyes. De estas dos se decía que descendían de los dioses. Pienso que tal vez alguno de estos médicos broncémicos creen realmente que descienden de los dioses. Clarissimus Galenus, o Galeno (129-200 d.C.) o Galeno de Pérgamo, ejerció en la Roma Imperial y era un broncémico: ególatra incorregible, hablaba permanentemente de sus grandes ganancias, de sus logros, de su fama, y revestía todas sus curaciones de una aura milagrosa para impresionar a la gente. Debemos enseñar a nuestros jóvenes médicos, CARTAS AL EDITOR el deseo de ayudar a sus colegas y pacientes, de sembrar dentro de ellos para que florezca el espíritu de servicio. Hay que distinguir entre servicio y espíritu de servicio. El servicio es un acto de ayuda que puede ser instintivo y puede no necesitar de la razón, en cambio el espíritu de servicio es el profundo deseo de satisfacer a aquellos que necesitan de nosotros. No es un acto, es una actitud, es una función de vida. Si los médicos jóvenes no se preparan para nutrirse intensamente del espíritu de servicio, están preparándose o son susceptibles a contagiarse de broncemia. Seguramente, nuestros lectores han compartido algún tiempo con broncémicos y cualquiera podría contar su experiencia al lado de uno de ellos. Berni Siegel, pionero de la medicina mentecuerpo, se reunió con tres enfermos terminales jóvenes que murieron pocos días después. Berni les preguntó que querrían que él enseñara a los médicos jóvenes. Los pacientes respondieron: “que golpeen la puerta de nuestra habitación antes de entrar, que cuando salgan se despidan y nos saluden y que cuando se comuniquen con nosotros nos hablen a los ojos”. Ninguno de ellos pidió que se les encontrara la cura de su enfermedad, sólo pedían respeto. Rev Med Chile 2012; 140: 824-825 Los médicos dioses, esos médicos que desayunan con Dios y luego bajan a atender a sus pacientes, no suelen recibir muestras de cariño, porque la distancia que ellos mismos generan, se convierte en un abismo que los aleja de todos los demás hombres, impidiéndoles compartir. Pablo Young Servicio de Clínica Médica, Hospital Británico de Buenos Aires, Argentina. Referencias 1. 2. Occhiuzzi F. La Broncemia. Disponible en: http://www. intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=74513 [Consultado el 19 de enero de 2012]. Raffo CHG. Cuidado con el bronce. En el diario “La Nación” (Buenos Aires) del 28/08/89. http://www.icarodigital.com.ar/diciembre2001/.../cuidadoconelbornce. htm [Consultado el 20 de enero de 2012]. Correspondencia a: Dr Pablo Young. Hospital Británico. Perdriel 74 (1280). Buenos Aires, Argentina. Tel: 5411 43096400 - Fax: 5411 43043393. E-mail: pabloyoung2003@yahoo.com.ar 825 CARTAS AL EDITOR Rev Med Chile 2012; 140: 826-827 Charles Dickens y su aporte a la medicina: en el bicentenario de su nacimiento Charles Dickens and his contribution to medicine: a note to the bicentenary of his birth Sr. Editor: Charles Dickens (1812-1870) (Figura 1) es uno de los escritores ingleses más importantes de la historia. Prolífico novelista y creador de personajes inolvidables (Oliver Twist, David Copperfield, etc), se caracterizó por un agudo poder de observación sumado a una capacidad sobresaliente para transcribir lúcidamente estas descripciones en sus escritos. No en vano, una editorial aparecida en el British Medical Journal en relación a su muerte, en 1870, expresó: “los médicos podemos decir: qué útil sería para la medicina tener una persona así, con tal poder de observación y capacidad descriptiva, y que entregara estas habilidades al arte de la medicina”2. Otros autores han dicho que si Dickens no hubiera sido escritor, podría haber sido un gran actor, un gran predicador, un gran político e incluso un gran médico3,4. Las descripciones de Dickens, quién no tuvo ninguna formación médica, son muy vívidas y detallistas, lo que permite descubrir en varias de sus novelas condiciones médicas que hasta ese entonces no tenían un diagnóstico como tales. Destacan descripciones en el ámbito de la Medicina Interna, Neurología, Psiquiatría, Otorrinolaringología y Genética, entre otras especialidades3-6. Dickens sentía una especial afinidad por lo bizarro, también por lo que podría aparecer a veces grotesco e incluso horripilante a una persona no instruida. En el período victoriano, era común encontrar en la calle pacientes muy discapacitados en lo físico y mental, debido a la precariedad de los sistemas de salud de la época y que Dickens ayudó a cambiar. Dickens incluyó estas observaciones para lograr más realidad en sus relatos. Igualmente, obtuvo información de muchos médicos por haber estado aquejado de diversas patologías (gota, crisis isquémicas cerebrales, etc), incluyendo a 50 médicos en su producción literaria5. Muy crítico de la profesión médica, se burlaba de su ignorancia: en al menos dos obras puso en boca de sus personajes la frase “los médicos son en vano”3,5. En esta nota se mencionan sólo algunas de las tantas caracterizaciones médicas de Dickens. La descripción médica más conocida de Dickens 826 se da en “Los papeles póstumos del Club Pickwick” (1837). En esta novela, el personaje Joe –el “niño gordo”– … padecía claramente apneas del sueño e hipersomnia asociadas a su obesidad, lo que fue llamado después “síndrome de Pickwick”. Dickens describió: “Joe, el niño gordo, fluctuaba entre períodos de gran somnolencia y otros en que despertaba sólo para comer con gran gula”3. Sabemos que en la actualidad este cuadro representa el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), que ha tomado gran relevancia por su asociación a morbilidad cardiovascular, metabólica y neurológica. Poco conocida es su descripción de la parálisis supranuclear progresiva (PSP), que es una forma muy agresiva de Parkinson5. La descripción de Dickens es muy anterior a la definición de Steele, Richardson y Olszewski, realizada en 1964. Dickens junto a su amigo Wilkie Collins escribieron “El perezoso viaje de dos aprendices holgazanes” (1857). El narrador describe a un anciano en un bar, con los ojos inmóviles, fijos, con una marcada retracción de los párpados, como si estuvieran clavados en la frente, un volumen de voz muy bajo, movimientos lentos, lo que sugiere bradicinesia, y una forma muy insegura de sentarse y caminar, que pueden expresar la inestabilidad postural propia de la PSP. Dickens también describió la distonía, que son movimientos tipo torsión de segmentos del cuerpo. Así describió la forma común de distonía, que es la tortícolis, en la figura de Jeremías Flintwinch en “La Pequeña Dorrit” (1855-1857)5 (Figura 1b). El intrigante Uriah Heep, en “David Copperfield” (1849-1850), exhibía con frecuencia movimientos de torsión del cuello y del tronco que se producían sobre todo cuando expresaba entusiasmo. Aunque no es posible definir retrospectivamente una entidad clínica, puede plantearse una distonía generalizada o corea. Dickens, en forma quizás un poco peyorativa, quiso resaltar estas extrañas manifestaciones para reflejar el carácter rayano en la maldad de Uriah. Así, Dickens lo hace aparecer como un individuo que hasta se mueve como una serpiente mortífera5. El cobrador de deudas –el Sr. Pancks– en “La pequeña Dorrit”, era un joven muy inquieto, producía con frecuencia vocalizaciones inapropiadas, que consistían en una voz inusualmente aguda o la emisión imprevista de gritos, pero también soplidos o carraspeos constantes. Muy notoria era en este personaje la obsesividad, reflejada CARTAS AL EDITOR Figura 1a. Dickens en su biblioteca representado junto a algunos de sus múltiples personajes en su genial imaginación, retrato por Robert William Buss1. por su escritura constante en un cuaderno, o su diligencia en la recolección de información acerca de los antecedentes de Dorrit. Se puede suponer que Dickens está describiendo el síndrome de Tourette 30 años antes de que lo definiera Gilles de la Tourette5. Éste consiste en la presencia de tics motores, como frecuentes pestañeos, muecas faciales, encogimiento de hombros, asociado a vocalizaciones diversas. En la familia Smallweed, de “La Casa Desolada” (1852-1853), Dickens describió una rara condición hereditaria en que los miembros son de baja estatura, cognitivamente sanos pero envejecen prematuramente, lo que ha sugerido el diagnóstico de Progeria6. Las diversas formas de epilepsia no estuvieron ajenas a los personajes de Dickens, incluso el status epilepticus. En “La Casa Desolada” describió en el personaje Guster, al servicio de los Snagsby “nunca se pasaba una noche tranquila en esa casa, ya que Guster todas las noches presenta convulsiones a veces una tras otra sin recuperarse cuando venía la siguiente”…4. Además de estos aportes médicos de Dickens, a través de su obra se evidencia una gran crítica a las inequidades sociales en Inglaterra. Dickens apoyó los hospitales y refugios para los más desposeídos, especialmente los niños. Sin duda que, además de sus aportes como escritor, vemos que influyó en los cambios sociales en Inglaterra en el siglo XIX, que hicieron de ese país un mejor lugar para vivir, para los más desvalidos de la sociedad victoriana. Dickens falleció a los 58 años, de una hemorra- Rev Med Chile 2012; 140: 826-827 Figura 1b. El personaje Jeremías Flintwinch (en el centro) de “La pequeña Dorrit”, evidenciando una torticolis con inclinación a derecha. Dibujo original de Phiz, pseudónimo de Hablot K. Browne, para la primera edición de la obra1. gia cerebral. Se encuentra enterrado en la Abadía de Westminster, en Londres, en el Rincón de los Poetas. Dickens nos dejó un extraordinario legado literario, con fascinantes personajes, pero además nos mostró que el Arte puede beneficiarse mucho de la Medicina. Agradecimientos: A Osvaldo Gil, Bibliotecario de la Facultad de Medicina, Universidad de Chile, por aportar valiosas referencias. Marcelo Miranda C. Departamento de Neurología, Clínica Las Condes. Santiago de Chile. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. http://en.wikipedia.org/wiki/Charles_Dickens- Visitado 31 de marzo de 2012. Obituary. BMJ 1870; 1: 636. Brain R. Dickensian diagnosis. BMJ 1955; ii: 1553-6. Cosnett JE. Charles Dickens and Epilepsy. Epilepsia 1994; 35: 903-5. Schoffer K, O`Sullivan J. Charles Dickens: The man, medicine and movement disorders. J Clin Neurosc 2006; 13: 898-901. Singh V. Description of a family with Progeria by Charles Dickens. Neurology 2010; 75 (6): 571. Correspondencia a: Dr. Marcelo Miranda. Fono: 6104608 E-mail: marcelomirandac@gmail.com 827 CARTAS AL EDITOR Rev Med Chile 2012; 140: 828-829 Taquicardia paroxística y dolor torácico en urgencias Paroxysmal tachycardia and chest pain in emergency wards Sr. Editor: Un varón de 63 años consultó en el año 2009 al Servicio de Urgencias por dolor torácico. Presentaba historia de múltiples episodios de dolor torácico con inicio en 1992, a los 46 años de edad, motivo por el cual, en los últimos 17 años había consultado a los Servicios de Urgencias en numerosas ocasiones. El paciente describía episodios de dolor precordial opresivo y autolimitado, unas veces de esfuerzo y otras de reposo, estando ya asintomático a su llegada al hospital, donde el ECG, la radiografía de tórax y las analíticas habían sido normales en todas las ocasiones. El paciente fue remitido a cardiología y, a lo largo de estos años, se habían realizado diversos controles electrocardiográficos y una ecografía que resultaron normales, así como dos ergometrías en cinta móvil y dos spects de perfusión miocárdica esfuerzo/reposo que fueron negativos para una isquemia miocárdica. Por ello, algunos de los episodios de dolor torácico se habían etiquetado de cuadro de ansiedad y se había indicado tratamiento ansiolítico. En 2009, a los 63 años de edad, el paciente consultó de nuevo al Servicio de Urgencias por un episodio de dolor precordial opresivo y prolongado, estando esta vez sintomático a su llegada al hospital. El ECG, realizado durante el dolor, mostró una taquicardia regular a 210 lpm con QRS ancho tipo BRDHH y eje desviado a la derecha, onda P retrógrada y descenso difuso del segmento ST (Figura 1A). La taquicardia cedió de forma súbita y espontánea, conllevando el cese del dolor. El ECG de control, en período sin dolor, mostró un ritmo sinusal normal (Figura 1B). Posteriormente, en la analítica de control se detectó una discreta elevación transitoria de la troponina I. Con diagnóstico de taquicardia paroxística supraventricular (TPSV) con aberrancia de conducción, asociada a angor hemodinámico y elevación de marcadores de daño miocárdico, ingresó para estabilización y estudio en el hospital. El ecocardiograma y la ergometría diagnóstica fueron normales. Finalmente, en octubre de 2009, un estudio electrofisiológico confirmó la existencia de una vía accesoria parahisiana anteroseptal 828 derecha, que fue tratada con ablación mediante radiofrecuencia, exitosa. Desde entonces, tras un seguimiento de 26 meses, el paciente lleva vida normal y persiste asintomático, siendo normales los ECG de control. El dolor torácico constituye un motivo frecuente de consulta a los Servicios de Urgencias, motivando entre 5 y 20% de dichas consultas, según los hospitales1. Por este motivo, y dado que su etiología es múltiple y su gravedad muy variable, según la causa, resulta imprescindible su conocimiento por parte de los facultativos que habitualmente se enfrentan a este síntoma guía. En general, mediante una correcta anamnesis, exploración física, un ECG, una radiografía de tórax y una analítica que incluya marcadores de daño miocárdico, se pueden filiar la mayor parte de los dolores torácicos en Urgencias. La TPSV es una de las etiologías infrecuentes Figura 1. CARTAS AL EDITOR del dolor torácico y puede ocasionar alteraciones de la repolarización ventricular en el ECG o, más raramente, elevación de los marcadores de daño miocárdico. Hay publicaciones indicando que dichas alteraciones electrocardiográficas de la repolarización, en el contexto de una TPSV, no necesariamente indican la existencia de una enfermedad coronaria significativa subyacente. Sin embargo, a menudo motiva la realización de estudios de imagen no invasivos (como la ergometría convencional e isotópica, entre otros) e incluso de una angiografía coronaria, para descartar la isquemia miocárdica. La TPSV puede alterar la fase 2 del potencial de acción ventricular y la activación retrógrada auricular el ST2. Por eso, en el contexto de una TPSV, la angiografía coronaria debería reservarse sólo para aquellos pacientes que presentan factores de riesgo cardiovascular y clínica sugestiva de cardiopatía isquémica durante su actividad diaria y en ausencia de taquiarritmia3,4. Delicia I. Gentille Lorente Servicio de Cardiología. Hospital de Tortosa “Verge de la Cinta”. IISPV. Tarragona, España. Rev Med Chile 2012; 140: 828-829 Referencias 1. 2. 3. 4. Martínez-Sellés M, Bueno H, Sacristán A, Estévez A, Ortiz J, Gallego L, et al. Dolor torácico en urgencias: frecuencia, perfil clínico y estratificación de riesgo. Rev Esp Cardiol 2008; 61: 953-9. Petsas A, Anastassiades L, Antonopoulos A. Exercise testing for assessment of the significance of ST segment depression observed during episodes of paroxysmal supraventricular tachycardia. Eur Heart J 1990; 11: 974-9. Marc Dorenkamp M, Zabel M, Sticherling C. Role of coronary angiography before radiofrequency ablation in patients presenting with paroxysmal supraventricular tachycardia. J Cardiovasc Pharmacol Ther 2007; 12: 13744. Frangini P, Vergara I, Baeza M, González R. [Chest pain and ST segment abnormalities in patients with accessory atrioventricular pathways. Report of three cases]. Rev Med Chile 2005; 133: 570-4. Correspondencia a: Dra. Delicia I. Gentille Lorente, C/ Esplanetes 14. CP 43500. Tortosa, Tarragona (España). Teléfono: (0034) 977 519105 E-mail: dgentille.ebre.ics@gencat.cat 829 CARTAS AL EDITOR 830